Theorie und Praxis DaF Teoría y Práctica Dimensión política e independencia art í s t i c a en Hans We rner Henze

MARÍA CORREDERA GONZÁLEZ Granada

ans We rner Henze es uno faschistischen Herrschaft. Ich sah, wie aus Italia sin re t o rno; una especie de exilio de los compositores ale- diesem Erbe ein neuer Staat entstand, mit voluntario como manifestación y pro t e s- manes contemporáneos den alten miesen Figuren» (Henze, 1984: ta también de la situación del desarro l l o más conocidos e impor- 149). Referente a la música, Henze, que social y político que iba tomando Alema- tantes de posguerra, y, en un principio se había ocupado de la nia desde la Segunda Guerra Mundial. p robablemente también, dodecafonía, no se atiene a las normas y Italia no sólo se convierte en su nuevo uno de los más pro l í f i- leyes dominadas por las vanguardias com- h o g a r, sino que le ofrece la posibilidad de cos. En su larga trayec- positivas en torno a Darmstadt, que le re- adentrarse en su cultura clásica y re l a c i o- toria compositiva ha tra- sultaban herméticas y le re c o rtaban su li- narse con intelectuales y artistas de iz- tado todos los género s b e rtad de composición. La música para q u i e rdas, como Luchino Visconti, Paolo musicales, desde nume- Henze tenía que estar llena de significa- Passolini, Elsa Morante o Luigi Nono, rosas óperas, sinfonías, do, ser directa y comunicativa, llegar al que probablemente influyeran en una u c o n c i e rtos, ballets, ora- mundo, manifestarse en él, tener una for- otra magnitud en su desarrollo social y torios, cantatas, música ma auténtica (Henze, 1984: 98). El re t o político. Henze va a perfilar y acentuar Hde cámara instrumental y vocal, hasta po- de Henze, separándose de los cánones mu- en Italia su pensamiento humano y su com- ner música al cine. Sin embargo, sus obras sicales del momento, fue también la apues- p romiso político hasta ingresar en el Par- f u e ron durante décadas tan abucheadas, ta de poder expresar de forma libre y per- tido Comunista de Italia. Si bien su en- boicoteadas y criticadas como esperadas, sonal todo aquello que le movía y libe- t o rno y desarrollo cultural son italianos, aplaudidas y reconocidas. Su búsqueda de rarse así del peso de una vivencia perso- la lengua alemana no tanto como comu- l i b e rtad personal y artística, sus innova- nal y de la historia de un pasado re c i e n- nicación cotidiana, sino como acervo de ciones creadoras y la misma claridad y te que le traumatizaba y avergonzaba «De cultura, se había convertido, explica el t r a n s p a rencia de su música fueron moti- mi historia personal se ha desprendido un c o m p o s i t o r, «en algo especial, casi mara- vos principales, junto a su compro m i s o concepto de belleza que se nutre de expe- villoso, su sonido y su gramática los ten- político y social antifascista y comunista, riencias terribles y maravillosas […]. Con go en los sentidos y la lengua, como so- de la polémica en Alemania en torno a su las disonancias hago constar mi distancia nidos y experiencias primitivas lejanas, figura y a su obra. e n t re lo moderno y Mozart. Disonancia exactamente como la sinfonía alemana y Nacido en 1926 en Westfalen, Hans no es un hallazgo empírico, sino expre- la música teatral, como nostalgias y trau- We rner Henze se encuentra a comienzos sión del dolor», escribe en su biografía mas» (Henze 2004: 19), al mismo tiem- de su carrera como compositor, tras la ca- (Henze, 2004: 67). po que se intensifica su conciencia políti- ída de Hitler, con la re c o n s t rucción de una El escándalo que vivió Henze en la ópe- ca y su responsabilidad como compositor Alemania, en la que, si bien quedaron al ra de Hannover en el estreno de Boule- en la construcción de una Alemania de- d e s c u b i e rto los crímenes del nazismo de- v a rd Solitude en 1952 se convertiría en mocrática. jando huella de los horro res inhumanos cotidianidad en otras óperas como la de Una de las amistades más significati- cometidos en los campos de concentra- H a m b u rg o la de Berlin Oeste. El éxito y vas del compositor en Italia fue la de la ción, una mayoría de los alemanes evita- las ovaciones de esta ópera no dejaron de escritora y poeta austriaca Ingeborg Bach- ba responsabilidades y declaraba no ha- estar acompañados por los abucheos de mann. En las numerosas cartas re c o g i d a s ber visto ni oído ni olido nada, lo que cho- una parte de un público radical con gran- en Briefe einer Fre u n d s c h a f t ( B a c h m a n n / ca con el trauma de su experiencia perso- des prejuicios para aceptar una música Henze 2004) queda expresa la intensa re- nal con el nazismo –reclutado y obligado nueva que se salía de las reglas del mo- lación personal y artística entre ambos. a cabar trincheras y su miedo, con su trián- mento, y por las críticas y difamaciones Las numerosas cartas que escribe Henze gulo ro s a 1, a ser exterminado en un cam- de periodistas que buscaban su completa a Bachmann se asemejan a un diario y ex- po de concentración–, y su deseo de ver isolación. Ante esta situación de herm e- p resan las preocupaciones cotidianas, ar- e rradicado el fascismo de las institucio- tismo cultural que le axfisiaba y unos de- tísticas y políticas, su fascinación por es- nes alemanas. «Als ich nach Kriegsende seos internos de libertad personal y art í s- ta mujer, pero también dejan sentir la so- endlich meine Arbeit aufnehmen konn- tica, apartándose de un pasado torm e n - ledad o el aislamiento que en aquella épo- te», expresa en un interviú, «stieß ich an toso que seguía sintiendo vivo, empre n d e ca debió vivir el compositor. Lo que les allen Ecken und Enden auf das Erbe der este joven compositor en 1953 una ida a debía unir y compenetrar, a la poeta y al

48 Magazin 19 «Als ich nach Kriegsende endlich meine Arbeit aufnehmen konnte», expre- sa en un interviú, «stieß ich an allen Ecken und Enden auf das Erbe der fa- schistischen Herrschaft. Ich sah, wie aus diesem Erbe ein neuer Staat ent- stand, mit den alten miesen Figuren». ][

músico, más allá de la búsqueda de am- emas en un encuentro del Grupo 47 en to de Franz Kafka, Henze nos muestra la bos de las relaciones intrínsecas entre len- 1 9 5 2 3. Este mismo año, Henze pondría i m p o rtancia de la relación entre música y gua y música, entre palabra y sonido2, de- música al Hörspiel de Bachmann Die Zi- literatura en sus composiciones. Henze po- bía radicar en la defensa de la realidad de k a d e n; en 1957 se la pondría también a ne música a poemas de Percy B. Shelley, su tiempo. Hans We rner Henze supo per- algunos de sus poemas, con el título N a c h s- Friedrich Hölderlin, Elsa Morante, Art h u r cibir mejor que nadie, desde el primer con- tücke und Arien nach Ingeborg Bachmann Rimbaud, Gastón Salvatore, entre otro s ; tacto con Bachmann y su poesía, la tris- für Sopran und großes Orc h e s t e r, un re- trata temas literarios clásicos y míticos teza y el dolor, la angustia interna, la pre- to más a la música de vanguardia que ha- por ejemplo Apollo et Hyazinthus, Undi- ocupación por una humanidad deteriora- bía vetado las arias, y a sus Lieder von ei- ne, , Orpheus o , da y una naturaleza destruida que se es- ner Insel. Bachmann ya había colabora- su última ópera; pone música a películas conden tras la belleza de sus palabras, y do antes con Henze, escribiendo el texto como Die verlorene Ehre der Katharina que al igual que ella, él sentía y compar- del ballet-pantomima Der Idiot b a s a d o B l u m de Volker Schlöndorff, basada en tía. «Ihre gedichte sind schön, und trau- en la obra de Dostojewski, y los libre t o s la novela de Heinrich Böll o M u r i e l d e rig,/ aber die idioten, selbst leute, die so para las óperas Der Prinz von Homburg Alain Resnais, y trabaja, entre muchos tun/ als ob sie «verstünden», verstehen y . o t ros, con poetas y escritores como W. nicht» (Bachmann/ Henze 2004: 11), le Desde sus primeras óperas, Das Wu n- Hugh Auden o Hans Magnus Enzensber- escribe Henze a Bachmann en su prime- d e rt h e a t e r, basada en un entremés de Cer- g e r. ra carta tras escuchar la lectura de sus po- vantes, o Ein Landarz t, tomada de un cuen- Junto al compositor, Ingeborg Bachmann

julio 2010 49 Theorie und Praxis DaF Teoría y Práctica también vivió los silbidos y abucheos de y protestas contra la política y las insti- tar solo. Me veo en aquellos días separa- un grupo radical del público en Hamburg tuciones del momento. Organizó nume- do del resto de la humanidad, sin pert e- en 1960, en el estreno de la ópera D e r rosas huelgas contra la Gran Coalición necer a ninguno de sus grupos», escribe Prinz von Homburg basada en la obra te- g o b e rnante (1966), criticaba la falta de en sus Noticias biográficas, sobre aquel atral de Heinrich von Kleist, a su vez es- c o n f rontación sincera con el pasado na- suceso (Henze 2004: 243). t r enada en 1821. Se trataba de una idea zi, se manifestaba en contra de la guerr a Lo que no debían de ignorar estos de- originaria –comenta Henze en C a n c i o n e s de Vietnam y de la bomba atómica, y tam- t r a c t o res era el compromiso político de de viajes con quintas bohemias ( H e n z e bién mostraba su preocupación por la re- i z q u i e rdas que en la década de los sesen- 2005: 151)– de Visconti, pero que no se f o rma universitaria, la crisis financiera y ta había ido tomando el famoso compo- hubiera realizado sin Bachmann. Aquí apa- la política social de la RFA; un movimien- sitor en la República Federal Alemana. recen ya algunos de los temas que Henze to estudiantil que se concebía además co- Henze había participado activamente en reivindica una y otra vez, como es el de mo oposición extraparlamentaria. la campaña a favor de Willy Brandt en la libertad del hombre, anteponer el sen- Das Floß der Meduse es un oratorio/ré- 1965 y leído un manifiesto en Bayre u t h , tido de la humanidad a una ley y saber quiem que Henze había dedicado a Er- en el que exigía el respeto y la considera- en un momento determinado no acatar nesto C h e Guevara con motivo de su cap- ción con la función crítica del artista, en una orden; temas atemporales y que no tura y fusilamiento en Bolivia. El día del especial la del músico, y en el que re c h a- son exclusivos de Brandenburg , zaba a un gobierno como el escenario de la obra de Kleist, de Bonn que apoyaba las ar- sino que podrían haber ocu- mas atómicas y a funciones e rrido del mismo modo en la instituciones estatales que con- antigüedad o ser completamen- Das Floß der Meduse es un oratorio/réquiem tinuaban la presencia de an- te actuales. tiguos nazis. Asimismo había El éxito de la música de que He n ze había dedicado a Ernesto Che Gu e- colaborado en diversas mani- Henze crece dentro y fuera de festaciones y protestas con el Alemania, se estrenan sus vara con motivo de su captura y fusilamiento movimiento estudiantil, en la obras con enorme éxito en Lon- o rganización del congreso so- d res, New York, Tokio e in- en Bo l i v i a. El día del estreno, unos estudiantes b re el Vietnam en 1968 y ade- t e r p retan sus composiciones más se había manifestado en d i re c t o res de la talla de Her- socialistas habían colocado en el podio la ban- favor de la necesidad de una b e rt von Karajan o Leonard revolución mundial5. Pero pro- B e rnstein. Sin embargo, no dis- dera con el ro s t ro del Che. bablemente el mayor agra- minuyen en Alemania los boi- vante para sus detractores fue- coteos y las críticas contra Hen- [] ra la amistad de Hans We r- ze y su música. Si el estreno en el festival e s t ren o, unos estudiantes socialistas ha- ner Henze con el líder del movimiento es- de Berlin en 1956 de la ópera K ö n i g bían colocado en el podio la bandera con tudiantil, Rudi Dutschke, al que acogió H i r s c h, de su primera etapa en Italia, no el ro s t ro del Che. El director de la emiso- en su casa de La Leprara para que se re- se libró de los silbidos y críticas de una ra de radio NDR quería obligar al com- cuperara tras el atentado sufrido en Ber- p a rte del público y de la prensa que le re- p o s i t o r, que iba a dirigir la pieza, a re t i- lin ese mismo año, en abril de 1968. Un p rochaba escribir contra la voz, demasia- rar la bandera. La negativa de Henze des- joven de extrema derecha le disparó tre s do alto, con demasiadas disonancias y sin encadenó un gran escándalo en la ópera, veces –dos tiros en la cabeza, uno en el melodía (Henze, 1984: 318), el escánda- la negativa del coro a cantar, la entrada h o m b ro– a los que sobrevivió no sin gran- lo que determinaría el rumbo de Henze y de la policía antidisturbios y la salida del des secuelas. El carismático estudiante Ru- su música, se produjo en 1968 en el es- compositor por la puerta de emerg e n c i a 4. di Dutschke se había convertido en sím- t r eno de Das Floß der Meduse, en Ham- A partir de este acontecimiento, todos los bolo y guía de la nueva izquierda, pero b u rg. En este caso, más que por los con- medios de comunicación descalificaban al también en el punto de mira de periódi- tenidos artísticos –ya que no llegó a ser compositor como organizador del «F i a s- cos conserv a d o res , como B i l d de la edi- re p resentada– debió ser por la dimensión k o» de Hamburg. Radio Norte (NDR), torial Axel Springer, Die Welt, Hambur- política que se dio a la obra, en momen- que presentó la grabación del ensayo ge- ger Abendblatt, Berliner Zeitung, Berli- tos históricos dominados por la guerr a neral de Das Floss der Meduse, vaticinó ner Morg e n p o s t, que condenaban las re- fría. La sociedad conservadora de la RFA a partir de entonces la muerte del com- vueltas estudiantiles e incitaban a los ber- luchaba por prohibir y disolver a la SDS, positor para la vida musical alemana (Hen- lineses a reaccionar duramente contra es- el Sozialistischer Deutscher Studenten- ze 2004: 247). Periodistas y musicólogos tas protestas y especialmente contra su lí- b u n d, un movimiento estudiantil demo- e m p re n d i e ron un boicoteo y una serie de d e r 6. crático de izquierdas, una nueva genera- difamaciones contra Henze y su música Das Floß der Meduse, escrita por Ern s t ción de universitarios surgida a principios que le aislarían en la RFA al menos du- Schnabel, está basada en las peripecias de de los sesenta que se manifestaba públi- rante la siguiente década. «En mi memo- la fragata francesa Meduse que se hundió camente en marchas, congresos, huelgas ria domina el terrible sentimiento de es- en el año 1816 cerca de las costas del Se-

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Estreno de la ópera Das Floß der Meduse. de Hans-Werner Henze, en Hamburgo en 1968. negal. El texto se sirve del diario que es- mente contra la muerte y se lucha por no los problemas humanos que tienen que ver cribió uno de los supervivientes, y que se s u c u m b i r, por no dejarse hundir en la des- con la búsqueda de la libertad, con la in- publicó poco después en Paris. Relata có- esperación (Henze 1984: 234). justicia y la intolerancia, con el racismo y mo el capitán, los oficiales, los empleados Hans We rner Henze expresa en esta el dolor de las víctimas y que se reflejan en del régimen y los curas se habían salvado obra su solidaridad humana con el hom- obras como El Cimarr ó n o Vo i c e s y que en las barcas salvavidas, abandonando a b re condenado a la muerte, su compro- culmina con We come to the river. su suerte en una balsa improvisada a ma- miso con el olvidado que, sin embarg o , En su estancia en Cuba, Henze no só- r i n e ros, soldados, mujeres y niños, que mu- lucha por sobrevivir al abismo; pero lo lo se acerca a la música re v o l u c i o n a r i a , r i e ron casi todos tras una larga agonía. Es- que también expresa es una denuncia a sino que se adentra en un mundo en ple- te hecho originó una gran indignación en las injusticias humanas originadas por los na revolución. En La Habana (1969/1970) la opinión pública francesa y europea de p o d e rosos, reivindicando con su música pone música a la adaptación que hace Hans entonces y contribuyó al clima re v o l u c i o- un mundo más justo. El tema de Das Floß Magnus Enzensberger de la novela-re p o r- nario de la época. Al componer esta mú- der Meduse no pierde actualidad en nues- taje El Cimarr ó n, que el etnólogo y poe- sica, Henze se sirve como inspiración de t r os días. Hoy podría re p resentar la tra- ta Miguel Barnet escribió basándose a su la pintura Le radeau de la Medusedel fran- gedia cotidiana de miles de hombres, mu- vez en la autobiografía del esclavo negro cés Théodore Géricault, que recoge una j e res y niños del Te rcer Mundo que, aban- Esteban Montejo, con el que Henze se en- escena de la tragedia, hombres desnudos donados a su trágico destino, en balsas o t r evistó como preparación a su obra. La o semidesnudos al borde del agotamien- cayucos, luchan agónicos por sobre v i v i r música de esta obra fue pensada como un to, momentos de desesperación y esperan- y llegar a las costas europeas. nuevo estilo de concierto, en el que va- za, en el que un hombre –el pro t a g o n i s t a Van a ser los años que siguen al escán- rios músicos, además de tocar sus instru- Jean Charles en la obra– pide ayuda con dalo de Das Floß der Meduse en los que mentos, debían cantar, silbar, hablar y gri- un trapo rojo a un posible barco salvador. Hans We rner Henze profundizará en su com- t a r, y al que se añadieron instru m e n t o s El oratorio, dedicado al Che Guevara, es p romiso político y social con el oprimido; musicales afrocubanos, desde bongos y una alegoría en la que se canta hero i c a- su música trata ahora más que nunca de marimbas hasta cascabeles (Henze 1984:

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144-145). En El Cimarr ó n, Henze descri- dad (Henze 2005: 33). Henze califica Vo i- con la idea de ayudar con su música a cre- be con los sonidos la esclavitud y el do- c e s como música impura en re f e renc ia al ar un mundo mejor. lor de la tortura, el plan de fuga y la hui- t é r mino de «poesía impura» de Pablo Ne- Ni el rechazo a su música y a su per- da de Esteban Montejo, las máquinas de ruda, una música sin abstracciones, sin sona vividos durante varias décadas en la azucarera y su lucha en la Batalla del re f i n a r, manchada, con debilidades e im- Alemania, ni el trauma de su pasado ni Mal Tiempo por la Independencia de Cu- p e rfecciones (Henze 1984: 191). tal vez su decepción ante el rumbo de la ba. Como en Das Floß der Meduse, en el Si hasta ahora la música de Henze ha- revolución cubana y sus tampoco favora- que el protagonista, el mulato Jean Char- bía presentado la lucha por la libertad, la bles experiencias en la RDA1 0 han conse- les, es la víctima investida de dignidad y privación de los derechos humanos, las guido diluir el compromiso político-hu- h e roísmo, la figura del esclavo Esteban c á rceles o los campos de concentración, manitario y la independencia artística del Montejo en El Cimarr ó n es asimismo un será el teatro musical We come to the ri- c o m p o s i t o r. Probablemente sean pre c i s a- ejemplo a seguir. v e r ( 1 9 7 4 / 7 5 ) 9, donde se lleve la música a mente esta independencia y la fidelidad a Con Enzensberger prepara Henze L a tal grado de realismo antes impensable pa- sí mismo algunos de sus grandes aciert o s . Cubana oder ein Leben für die Kunst( 1 9 7 3 ) , ra el compositor. Es mediante la unión de Hans We rner Henze ha sido homenajea- un vodevil basado en la novela documen- música y teatro como se llega a re f l e j a r do y premiado por su música en Inglate- tal La Canción de Rachel que Miguel Bar- con el máximo realismo la violencia, las rra, Austria, Italia, Estados Unidos, y es- net escribió basándose en las experiencias luchas en el mundo, las injusticias socia- pecialmente –sirva de paradoja– en Ale- de la anciana Amalia Vo r g antes de la Re- les, el dolor y la miseria de los oprimidos m a n i a 1 1 . En España, Henze sigue siendo volución. Vo rg era una estrella del anti- y explotados, pero también los conflictos todavía hoy casi un desconocido. Sólo a guo cabaret cubano, y describe el subde- morales del individuo. We come to the ri- finales de los años noventa empezaron a s a rrollo cultural de ese tiempo en Cuba, v e r, con libreto de Edward Bond, que lo e s t renarse en Madrid alguna de sus ópe- la corrupción y la prostitución en los años llamó «Actions for music», trata de la gue- ras, entre ellas, The Bassard s, y en 2005 de la dictadura Batista. Los temas de L a rra, de un sangriento alzamiento militar L´Upupa und der Triumph der Sohneslie- C u b a n a son éstos, la miseria, el subdesa- en un imperio imaginario que podría ser b e . Más tarde siguieron varias obras sin- rrollo y la Revolución cubana, en la que el victoriano o pertenecer a nuestro tiem- fónicas y varios conciertos. A principios a p a rece la figura del cimarrón como sím- po. Se alimenta de material sacado de la de 2009 Pier Luigi Pizzi puso en escena bolo de la lucha por la libertad. Ta m b i é n realidad, de los testimonios de re f u g i a d o s en Bilbao. Y un de su creación en Cuba cabe destacar la en Roma de la dictadura de Pinochet a c o rto etcétera1 2, pues algo breve parece el Sinfonía Nr. 6, «una sinfonía luterana, de quienes escuchó hablar Henze de los co- re p e rto rio en España, tratándose de uno corpus pagano; su pulso y su sangre son mandos de la muerte, de los campos de de los grandes compositores vivos de Eu- n e g ros» (Henze, 2004: 256), que se estre- concentración, de las torturas que siguie- ropa. Cabe sin embargo especial mención nó en el Te a t ro García Lorca de La Ha- ron al golpe de Estado de Pinochet contra de la C a rta Blanca a Hans We rner Hen- bana en 1969 ante unas 3000 personas, Allende. Pero el texto y la música también z e que la Orquesta y Coro Nacionales de p e rtenecientes en su mayoría a soldados se nutren de las experiencias personales España dedicaron durante tres semanas de la armada revolucionaria, hijos de pro- del compositor. Henze conocía lo que era en febre ro de 2005 al compositor, que in- letarios y estudiantes universitarios (Hen- el miedo a la policía, sabía lo que era es- t e r p ret ó, además de un variado re p e rt o- ze, 1984: 170). tar perseguido toda la vida, lo que eran rio, Das Floß der Meduse. Vo i c e s ( 1 9 7 3 ) 7 es una colección de can- las comisarías, las celdas y los arre s t ro s . El pasado mes de julio, Hans We rn e r ciones que hablan de las injusticias socia- Y tenía presente Auschwitz. Su experien- Henze cumplió 83 años, y no ha dejado les y políticas a las que está sometido el cia le hace identificarse con el desertor con- de componer. En su extensa obra tampo- ser humano, temas que forman parte de denado a muerte, que llora en lo más pro- co se ha olvidado el compositor de los n u e s t ro presente, como son las penalida- fundo de su alma, que odia y aborrece el más pequeños. En 1980 presentó en la pe- des de la emigración, el racismo, la gue- mundo de la burguesía fascista, poblado queña localidad de Montepulciano en el rra –re c u e rdan la guerra del Vietnam y la de asesinos, tort u r a d o res y cómplices (Hen- m a rco del V Cantiere Internationale d´Ar- dictadura militar griega– y el destino de ze, 1984: 258). We come to the river es t e, fundado por él en 1976, la ópera P o- las víctimas. Los textos de las canciones una obra comprometida con los desastre s l l i c i n o, basada en los cuentos de Carlo p roceden de poetas como Heberto Padi- de una realidad social que termina con un Collodi, los hermanos Grimm, y Charles l l a 8, Ho Chi Minh, Bertold Brecht, Hein- canto a la esperanza, el comienzo de un P e rrault, con niños y mayores del lugar y rich Heine, Hans Magnus Enzensberg e r mundo libre de injusticias. los alre d e d o res, una música creada y re- y Michalis Katsaros, entre otros. Para Hen- El compromiso de Hans We rner Hen- p resentada para niños. Y Hans We rn e r ze, Vo i c e s era una declaración solidaria ze no sirve a ningún partido político sino Henze siguió componiendo. En septiem- con los oprimidos, con los que sufren y que es profundamente ético e íntimamen- b re de 2007 estrenó en Berlin el mito de con las víctimas del fascismo, una mani- te ligado a sus experiencias personales. P h a e d r a. Y es que la música no sólo es festación de a quien no sólo le pre o c u p a- Ahí es donde surge su continuo compro- intrínseca a su persona, sino que le per- ba la paz en la tierra y la eliminación de miso humanitario y su responsabilidad co- mite liberarse internamente. La cre a c i ó n las injusticias sociales, sino también la exac- mo compositor de presentar la re a l i d a d a rtística para el compositor es la búsque- titud de la expresión, la claridad, la ver- social sin abstracciones ni deform a c i o n e s , da de la libert a d .

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