Dimensión Política E Independencia Art Í Stica En Hans We Rner Henze
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Theorie und Praxis DaF Teoría y Práctica Dimensión política e independencia art í s t i c a en Hans We rner Henze MARÍA CORREDERA GONZÁLEZ Granada ans We rner Henze es uno faschistischen Herrschaft. Ich sah, wie aus Italia sin re t o rno; una especie de exilio de los compositores ale- diesem Erbe ein neuer Staat entstand, mit voluntario como manifestación y pro t e s- manes contemporáneos den alten miesen Figuren» (Henze, 1984: ta también de la situación del desarro l l o más conocidos e impor- 149). Referente a la música, Henze, que social y político que iba tomando Alema- tantes de posguerra, y, en un principio se había ocupado de la nia desde la Segunda Guerra Mundial. p robablemente también, dodecafonía, no se atiene a las normas y Italia no sólo se convierte en su nuevo uno de los más pro l í f i- leyes dominadas por las vanguardias com- h o g a r, sino que le ofrece la posibilidad de cos. En su larga trayec- positivas en torno a Darmstadt, que le re- adentrarse en su cultura clásica y re l a c i o- toria compositiva ha tra- sultaban herméticas y le re c o rtaban su li- narse con intelectuales y artistas de iz- tado todos los género s b e rtad de composición. La música para q u i e rdas, como Luchino Visconti, Paolo musicales, desde nume- Henze tenía que estar llena de significa- Passolini, Elsa Morante o Luigi Nono, rosas óperas, sinfonías, do, ser directa y comunicativa, llegar al que probablemente influyeran en una u c o n c i e rtos, ballets, ora- mundo, manifestarse en él, tener una for- otra magnitud en su desarrollo social y torios, cantatas, música ma auténtica (Henze, 1984: 98). El re t o político. Henze va a perfilar y acentuar Hde cámara instrumental y vocal, hasta po- de Henze, separándose de los cánones mu- en Italia su pensamiento humano y su com- ner música al cine. Sin embargo, sus obras sicales del momento, fue también la apues- p romiso político hasta ingresar en el Par- f u e ron durante décadas tan abucheadas, ta de poder expresar de forma libre y per- tido Comunista de Italia. Si bien su en- boicoteadas y criticadas como esperadas, sonal todo aquello que le movía y libe- t o rno y desarrollo cultural son italianos, aplaudidas y reconocidas. Su búsqueda de rarse así del peso de una vivencia perso- la lengua alemana no tanto como comu- l i b e rtad personal y artística, sus innova- nal y de la historia de un pasado re c i e n- nicación cotidiana, sino como acervo de ciones creadoras y la misma claridad y te que le traumatizaba y avergonzaba «De cultura, se había convertido, explica el t r a n s p a rencia de su música fueron moti- mi historia personal se ha desprendido un c o m p o s i t o r, «en algo especial, casi mara- vos principales, junto a su compro m i s o concepto de belleza que se nutre de expe- villoso, su sonido y su gramática los ten- político y social antifascista y comunista, riencias terribles y maravillosas […]. Con go en los sentidos y la lengua, como so- de la polémica en Alemania en torno a su las disonancias hago constar mi distancia nidos y experiencias primitivas lejanas, figura y a su obra. e n t re lo moderno y Mozart. Disonancia exactamente como la sinfonía alemana y Nacido en 1926 en Westfalen, Hans no es un hallazgo empírico, sino expre- la música teatral, como nostalgias y trau- We rner Henze se encuentra a comienzos sión del dolor», escribe en su biografía mas» (Henze 2004: 19), al mismo tiem- de su carrera como compositor, tras la ca- (Henze, 2004: 67). po que se intensifica su conciencia políti- ída de Hitler, con la re c o n s t rucción de una El escándalo que vivió Henze en la ópe- ca y su responsabilidad como compositor Alemania, en la que, si bien quedaron al ra de Hannover en el estreno de Boule- en la construcción de una Alemania de- d e s c u b i e rto los crímenes del nazismo de- v a rd Solitude en 1952 se convertiría en mocrática. jando huella de los horro res inhumanos cotidianidad en otras óperas como la de Una de las amistades más significati- cometidos en los campos de concentra- H a m b u rg o la de Berlin Oeste. El éxito y vas del compositor en Italia fue la de la ción, una mayoría de los alemanes evita- las ovaciones de esta ópera no dejaron de escritora y poeta austriaca Ingeborg Bach- ba responsabilidades y declaraba no ha- estar acompañados por los abucheos de mann. En las numerosas cartas re c o g i d a s ber visto ni oído ni olido nada, lo que cho- una parte de un público radical con gran- en Briefe einer Fre u n d s c h a f t ( B a c h m a n n / ca con el trauma de su experiencia perso- des prejuicios para aceptar una música Henze 2004) queda expresa la intensa re- nal con el nazismo –reclutado y obligado nueva que se salía de las reglas del mo- lación personal y artística entre ambos. a cabar trincheras y su miedo, con su trián- mento, y por las críticas y difamaciones Las numerosas cartas que escribe Henze gulo ro s a 1, a ser exterminado en un cam- de periodistas que buscaban su completa a Bachmann se asemejan a un diario y ex- po de concentración–, y su deseo de ver isolación. Ante esta situación de herm e- p resan las preocupaciones cotidianas, ar- e rradicado el fascismo de las institucio- tismo cultural que le axfisiaba y unos de- tísticas y políticas, su fascinación por es- nes alemanas. «Als ich nach Kriegsende seos internos de libertad personal y art í s- ta mujer, pero también dejan sentir la so- endlich meine Arbeit aufnehmen konn- tica, apartándose de un pasado torm e n - ledad o el aislamiento que en aquella épo- te», expresa en un interviú, «stieß ich an toso que seguía sintiendo vivo, empre n d e ca debió vivir el compositor. Lo que les allen Ecken und Enden auf das Erbe der este joven compositor en 1953 una ida a debía unir y compenetrar, a la poeta y al 48 Magazin 19 «Als ich nach Kriegsende endlich meine Arbeit aufnehmen konnte», expre- sa en un interviú, «stieß ich an allen Ecken und Enden auf das Erbe der fa- schistischen Herrschaft. Ich sah, wie aus diesem Erbe ein neuer Staat ent- stand, mit den alten miesen Figuren». ][ músico, más allá de la búsqueda de am- emas en un encuentro del Grupo 47 en to de Franz Kafka, Henze nos muestra la bos de las relaciones intrínsecas entre len- 1 9 5 2 3. Este mismo año, Henze pondría i m p o rtancia de la relación entre música y gua y música, entre palabra y sonido2, de- música al Hörspiel de Bachmann Die Zi- literatura en sus composiciones. Henze po- bía radicar en la defensa de la realidad de k a d e n; en 1957 se la pondría también a ne música a poemas de Percy B. Shelley, su tiempo. Hans We rner Henze supo per- algunos de sus poemas, con el título N a c h s- Friedrich Hölderlin, Elsa Morante, Art h u r cibir mejor que nadie, desde el primer con- tücke und Arien nach Ingeborg Bachmann Rimbaud, Gastón Salvatore, entre otro s ; tacto con Bachmann y su poesía, la tris- für Sopran und großes Orc h e s t e r, un re- trata temas literarios clásicos y míticos teza y el dolor, la angustia interna, la pre- to más a la música de vanguardia que ha- por ejemplo Apollo et Hyazinthus, Undi- ocupación por una humanidad deteriora- bía vetado las arias, y a sus Lieder von ei- ne, The Bassarids, Orpheus o Phaedra, da y una naturaleza destruida que se es- ner Insel. Bachmann ya había colabora- su última ópera; pone música a películas conden tras la belleza de sus palabras, y do antes con Henze, escribiendo el texto como Die verlorene Ehre der Katharina que al igual que ella, él sentía y compar- del ballet-pantomima Der Idiot b a s a d o B l u m de Volker Schlöndorff, basada en tía. «Ihre gedichte sind schön, und trau- en la obra de Dostojewski, y los libre t o s la novela de Heinrich Böll o M u r i e l d e rig,/ aber die idioten, selbst leute, die so para las óperas Der Prinz von Homburg Alain Resnais, y trabaja, entre muchos tun/ als ob sie «verstünden», verstehen y Der Junge Lord. o t ros, con poetas y escritores como W. nicht» (Bachmann/ Henze 2004: 11), le Desde sus primeras óperas, Das Wu n- Hugh Auden o Hans Magnus Enzensber- escribe Henze a Bachmann en su prime- d e rt h e a t e r, basada en un entremés de Cer- g e r. ra carta tras escuchar la lectura de sus po- vantes, o Ein Landarz t, tomada de un cuen- Junto al compositor, Ingeborg Bachmann julio 2010 49 Theorie und Praxis DaF Teoría y Práctica también vivió los silbidos y abucheos de y protestas contra la política y las insti- tar solo. Me veo en aquellos días separa- un grupo radical del público en Hamburg tuciones del momento.