14 LA OTRA CRONICA EL MUNDO SÁBADO 23 JULIO 2011 LA TIGRESA DEL MAGNATE WENDI DENG MURDOCH LA BELLA AMBICIOSA QUE LLEGÓ DE CHINA Esta semana, cuando se avalanzó sobre el atacante de su marido, el mundo reparó en ella. El periodista que mejor la conoce escribe para LOC la historia que Murdoch no publicaría

ERIC ELLIS Éste fue el reportaje que conmo- el centro y al norte del país, cuyos ue en marzo de 2007 cionó a Rupert, quien entonces sabía habitantes tienen fama de no tener en Pekín, adonde yo muy poco acerca de su reciente (y pelos en la lengua y de ser groseros. había ido a ver un casquivana) novia china. Wendi re- Su profesor, el señor Xie, que co- hermoso siheyuan sultó no ser la princesa roja bien re- nocía bien a su familia, afirma que el —el patio tradicional lacionada socialmente capaz de ren- padre de Wendi era, como mucho, F de las casas chinas— al dir China a los pies de su codicioso un oficial de rango medio del partido lado de la Ciudad Prohibida, cuando marido. Es posible que Deng sea una en la industria siderúrgica estatal. por primera vez noté que algo extra- tigresa (o una depredadora solitaria «En aquellos tiempos no había posi- ño pasaba con mis comunicaciones. y sin escrúpulos, ávida de riquezas, bilidad de llegar a ser alguien vinien- Podía enviar correos electrónicos, a la caza de multimillonarios de edad do de ese sector», añade. pero no llegaban a sus destinatarios, provecta), pero cuando vi cómo le Wendi es conocida en China no y yo no recibía mensajes de teléfono. largaba un guantazo al cretino que por sus méritos personales, sino por Resultaba molesto porque yo es- atacaba a su marido, no pensé en ser la esposa, nacida allí, de un pode- taba investigando la extraordinaria grandes felinos, sino en la estrella roso empresario occidental y por ser trayectoria de la propietaria de esa del voleibol dueña de un mate impla- su embajadora personal; una mujer casa: Deng Ge Weng, más conocida cable que fue en su país natal. que ofrece una tarjeta de visita en la como Wendi Deng (42 años), la bella que se lee: «Wendi Deng Murdoch, esposa que (80) «REVOLUCIÓN CULTURAL» », con la esperan- exhibe como un trofeo. O también, Así es como la recuerdan también su za de que los funcionarios con los su tigresa,lahermanita rompehue- entrenador de voleibol, Wang que se relaciona reconozcan el ape- sos de China, como se la conoce en Chongsheng, y el director de su ins- llido. Sin embargo, no hay ninguna todo el mundo tras su actuación es- tituto, Xie Qidong. El señor Xie cuen- certeza de que esos funcionarios va- telar esta semana, evitando que un ta que Wendi tuvo que recuperar cla- yan a servir de gran ayuda. Murdoch indignado estampara una tarta de ja- ses, porque «se quedó rezagada por tiene (¿tenía?) poder en Occidente, bón de afeitar en la cara del magna- su dedicación al voleibol. Tiene un pues las democracias le permiten te- te en plena comparecencia en el par- espíritu rebelde e hizo grandes pro- ner influencia. China es un rígido es- lamento británico. gresos. Yo diría que es inteligente». tado de partido único, con pocas po- ¿Era acaso una de las 4.000 vícti- Wendi ha sido una de las más so- sibilidades para que un magnate ex- mas de las operaciones de pirateo de nadas exportaciones de China, una tranjero de medios de comunicación News Corporation, por más que yo niña nacida en el seno de una fami- los utilice para tener peso en el ám- no fuera ni Sienna Mi- lia modesta en diciembre de 1968, a bito político. Un ejecutivo que traba- ller? En todo caso, mi reportaje sobre la que le pusieron un nombre políti- jó con Wendi para News Corp en Wendi era conflictivo para los Mur- camente correcto, Wen Ge, que en China sostiene que la señora Mur- doch, que se habían sentido agravia- chino mandarín es la abreviatura de doch no es vista con buenos ojos en dos por una biografía sobre la vida «revolución cultural», como resulta- ciertos sectores de Pekín y que hay de Deng, publicada en 2000 en The ba obligado en el caso de unos pa- «casi desprecio por la forma en que Wall Street Journal, cuando todavía dres chinos en la siniestra época del se ha introducido en determinados no era propiedad de Rupert. maoísmo. El suyo ha sido un viaje círculos, lo cual no puede decirse Se conocen muchos detalles so- extraordinario: hija de un ingeniero, que sea bueno para Rupert». bre esposas famosas como Hillary criada en un pisito de tres habitacio- Los amigos de Wendi en , Clinton o las princesas Diana y Le- nes proporcionado por el Estado, en cambio, hablan de ella con cariño. tizia de Asturias, pero muy poco de que sale catapultada, antes de cum- «Nos conocemos desde cuarto, estu- la esposa del mayor magnate de me- plir los 30 años, a la cama del que vimos juntas durante toda la ense- dios del mundo. Ha logrado mante- puede afirmarse que es el hombre ñanza media y vivíamos juntas, in- nerse al margen hasta esta semana, más poderoso del mundo. cluso nos prestábamos la ropa. Nun- cuando apareció en nuestras panta- Cuando nació Deng Wen Ge —se ca me imaginé que Wendi fuera a llas para proteger a un marido que le cambió el nombre por el de Wendi tener tanto éxito», dice Li Hong, su dobla la edad; sólo se han escrito dos cuando era una adolescente—, su fu- amiga de la adolescencia. reportajes en profundidad sobre la turo marido compraba la empresa Casada ahora con un policía que mujer que posiblemente herede el londinense News Corporation of the gana el equivalente a unos 211 euros imperio periodístico: uno, el The Wall World. Con dos hermanos más, cre- al mes, Li está al tanto de la fascinan- Street Journal;elotro,elmío. ció en la ciudad china de Xuzhou, en te vida de Wendi en Nueva York, de

LO SALVÓ DE LA ‘TARTA’ DE JABÓN Wendi Deng, voleibolista destacada en China, rescató su mate esta semana para salvar a su marido, el magnate Rupert Murdoch, del tartazo de jabón de afeitar que pretendía propinarle un indignado, que fue detenido por la Policía tras el incidente. El empresario de News Corporation of The World comparecía en el parlamento británico por el escándalo que ha azotado a su imperio de comunicación, a raíz de las denuncias realizadas en diversos medios de comunicación, como el diario británico , sobre las escuchas y la intervención de correos electrónicos de, al menos, 4.000 personas de las que se sirvió el tabloide . Desde su hazaña, el mundo entero la conoce como la tigresa china.