Pedrarias Dávila
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CONTENIDO Introducción 1 1 Antepasados judeoconversos de Pedrarias Dávila 7 2 El Gran Justador 11 3 Obispo Rodríguez de Fonseca promociona a Pedrarias Dávila como 15 Gobernador de Castilla de Oro 4 Requerimiento de Palacios Rubios 23 5 Hambrunas, muertes, intrigas y entradas 29 6 Muerte cruenta del descubridor del Mar del Sur 37 7 Mezquindad de Pedrarias en toma de posesión del Mar del Sur 45 8 Gil González Dávila construye barcos en el Mar del Sur 51 9 Toma de Posesión del Mar Dulce y Golfo de Fonseca, y Diálogo sobre 57 Cosmovisión 10 Exploración del Estrecho Dudoso y fundación de León, Granada y Bruselas 67 Exploración del Estrecho Dudoso 71 Caso de los Desollados 72 Descenso demográfico 73 Fundación de Santiago de los Caballeros de León 74 Fundación de Granada 78 Fundación de Bruselas 79 11 Estrecho Dudoso, cruentos enfrentamientos y decapitación de Cristóbal de 81 Olid 12 Hernán Cortés y Estrecho Dudoso 95 De Tayasal a Nito 95 Fiscal de Audiencia de Santo Domingo, Bachiller Pedro Moreno, en 102 Golfo de las Higueras Hernán Cortés intenta concertación con Francisco Hernández de 106 Córdoba 13 Pedrarias ordena muerte de Hernández de Córdoba 113 14 Ayuntamientos de León y Granada reconocen a Diego López de Salcedo 129 como Gobernador de Nicaragua Pedrarias Dávila: Señor de Horca y Cuchillo 15 Segundo Juicio de Residencia a Pedrarias Dávila 137 Primer Juicio de Residencia 137 Segundo Juicio de Residencia 140 16 Muerte del Furor Domini siendo Gobernador de Nicaragua 145 Intento de ampliación del territorio de Gobernación de Nicaragua 146 Aperreamiento 148 Ilusiones misioneras, Auto de Fe y bautizos a granel 149 Tráfico esclavista y despoblamiento de Nicaragua 154 Ambicioso proyecto de expansión territorial 158 Muerte vence al Gran Justador 163 Bibliografía 169 Índice Analítico 239 INTRODUCCIÓN l descubrimiento del Mar del Sur (Océano Pacífico) en Panamá está estrechamente vinculado con Vasco Núñez de Balboa; y la fundación de las ciudades de León y EGranada, en Nicaragua, con Francisco Hernández de Córdoba. De igual modo, dichos personajes conducen a la figura de Pedrarias Dávila, a quien en las crónicas coloniales se le nombra El Gran Justador y Furor Domini. Las gestas de dicho personaje han sido registradas por tirios y troyanos desde el mismo siglo XVI: Gonzalo Fernández de Oviedo, en Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano; Bartolomé de las Casas, en Historia de las Indias y Brevísima relación de la destrucción de las Indias; y el cronista real y miembro del Consejo de Indias Pedro Mártir de Anglería, en De Orbo novo. Todos estos escritores lo calificaron con tintes sombríos. Por esos mismos años, Pascual de Andagoya, en su Relación de los sucesos de Pedrarias Dávila en las provincias de la Tierra Firme o Castilla del Oro, y de lo ocurrido en el descubrimiento de la Mar del Sur y costas del Perú y Nicaragua, además de calificarlo favorablemente, defendió como justas las cruentas muertes que dio a Balboa y a Hernández de Córdoba. Tal toma de partido es fácil de comprender pues, antes que la Armada de Pedrarias partiera hacia Tierra Firme (Panamá), Pedrarias consideraba a Andagoya uno de sus criados de confianza y, en su primer testamento, ordenó darle un caballo y 6,000 maravedís.1 Durante el mismo siglo XVI, Francisco López de Gómara, basado en la abundante y variada documentación llegada al Consejo de Indias, así como en los relatos de otros cronistas, también se refirió a las conquistas y gobierno de Pedrarias. En 1596, Felipe II nombró Cronista Mayor de las Indias a Antonio de Herrera y Tordesillas y, entre los varios encargos que le hizo, estuvo el de la redacción de Historia General de los Hechos de los Castellanos en las Islas y Tierra Firme del Mar Océano. En 1602, cuando las primeras cuatro Décadas de dicha crónica estaban impresas y listas para su distribución, el Quinto Conde de Puñonrostro, Francisco Arias Dávila y Bobadilla, nieto de Pedrarias Dávila, en su Pro defensione Veritatis acusó a Herrera y Tordesillas de falso y mentiroso, y exigió al Consejo de Indias le ordenara la reelaboración de ciertas partes, pero fracasó en su empresa, pues el Cronista Mayor de Indias demostró con creces que lo escrito estaba debidamente fundamentado.2 Entre 1833 y 1841, el presbítero Francisco de Paula García Peláez, por encargo del Gobernador de Guatemala, Mariano Gálvez, escribió Memorias para la Historia del Antiguo Reyno de Guatemala, la que empezó a ser publicada por entregas en 1851, 1 Guido, 2011: 225. 2 Martínez Martínez, 2014. 2 - Pedrarias Dávila: Señor de Horca y Cuchillo cuando ya era arzobispo. En ella incorporó detalles de las correrías y entradas ordenadas por Pedrarias en Nicaragua, las que, además de los tormentos y muertes provocados a los naturales, constituyeron el principio de la instauración del tráfico de esclavos indígenas hacia Panamá y Perú.3 Siempre en Guatemala, en 1879, el conspicuo literato José Milla y Vidaurre publicó Historia de la América Central, en la que, con base en lo escrito por Fernández de Oviedo, Bernal Díaz del Castillo y Herrera y Tordesillas, dedicó un buen número de capítulos a las actuaciones de Pedrarias en Castilla del Oro y Nicaragua, y resumió su final con la expresión siguiente: tan ingratos recuerdos dejó en la historia de los primeros años de la dominación española en Nicaragua, como lo había hecho también en la provincia de Castilla del Oro que gobernaba anteriormente.4 En 1882, Tomás Ayón sacó a luz en Granada su Historia de Nicaragua desde los Tiempos más Remotos hasta el Año de 1852, la que escribió por encargo del Presidente Joaquín Zavala. Su caracterización de Francisco Hernández de Córdoba y Pedrarias Dávila es la que ha prevalecido desde entonces en los textos de historia de educación primaria, secundaria y universitaria de Nicaragua. De este último escribió: el corazón de Pedrarias no estaba en relación con sus dotes intelectuales, las que por lo regular ponía al servicio sólo de su ambición y de su interés. Era mezquino, vengativo y codicioso: estas pasiones lo arrastraban con frecuencia a cometer actos de extremada perfidia y crueldad […] su carácter irascible y su implacable orgullo dieron mucho que sufrir a los indios. Por desobediencia a sus más insignificantes órdenes, mandaba cincuenta castellanos a alancear provincias enteras, sin dejar con vida ni a hombres, ni a mujeres, ni aun a los niños.5 Una década después, en 1896 salió a luz The Works. History of Central America, del erudito historiador norteamericano Huberto Howe Bancroft, cuya caracterización y condena de Pedrarias fueron recogidas en los principales textos de historia de América: Timur of the Indies […] irascible old man, cruel and vindictive […] Few there are who came to these parts of whom so much of evil, so little of good, may be truthfully said.6 Durante las primeras dos décadas del siglo XX, Ángel de Altolaguirre y Duvale, y José Toribio Medina en Vasco Núñez de Balboa y El Descubrimiento del Océano Pacífico, respectivamente, después de explicar la cruenta y ominosa muerte que Pedrarias dio al descubridor del Mar del Sur (Océano Pacífico), ensalzaron al primero y menospreciaron al segundo. A mediados del siglo XX, Pablo Álvarez Rubiano, en su Pedrarias Dávila. Contribución a la figura del «Gran Justador», Gobernador de Castilla del Oro y Nicaragua, intentó sin mayor éxito distanciarse de las interpretaciones históricas que se habían venido dando sobre Pedrarias desde el siglo XVI. Entre las últimas décadas del siglo XX y primeras del XXI, aparecieron un buen número de publicaciones en torno a la figura de Pedrarias. Sobresalientes son las publicaciones de Enrique Vega Bolaños, quien con apoyo del Dictador Anastasio Somoza García publicó 3 García Peláez, 1968-I: 80-81. 4 Milla y Vidaurre, 1879-I: 230. 5 Ayón, 1977: 226-227. 6 Bancroft, 1883-VI: 614-616. Introducción - 3 la Colección Somoza: Documentos para la Historia de Nicaragua, y que constituye una fuente obligada de consulta para el descubrimiento, conquista y colonización de Nicaragua. En 1972, Solentiname, isla en el Lago de Cocibolca (Nicaragua) Ernesto Cardenal, en El Estrecho Dudoso, sintetizó magistralmente en versos sonoros y contundentes lo que la documentación colonial y cronistas habían señalado sobre las ambiciones de los conquistadores españoles en el istmo centroamericano, en especial de Pedrarias Dávila quien, con sus crímenes, saqueos y menosprecios de la dignidad de los indígenas, superó con creces las atrocidades de Pedro de Alvarado, en México y Guatemala; Francisco de las Casas y Gil González Dávila, en Honduras; Vasco Núñez de Balboa, en Panamá: Francisco Hernández de Córdoba, en Panamá y Nicaragua; y Diego López de Salcedo, en Honduras y Nicaragua. En 1973, Murdo MacLeod en su Spanish Central America: A Socioeconomic History (1520-1720) explicó con gran rigurosidad lo que la conquista española constituyó en la otrora Mesoamérica, en la que destruyó gran parte del legado cultural de mayas, mayas- quichés, pipiles, chorotegas y nicaraos. Su caracterización de los conquistadores, en especial de Pedrarias, no puede ponerse en duda, pues está debidamente corroborada, tal como Charles Gibson lo señaló: is a book of scrupulous and unusual honesty, in which nothing is claimed in excess of the evidence.7 Siempre durante este período, María del Carmen Mena García continuó la tendencia reivindicatoria en una serie de libros y artículos:Pedrarias Dávila o «La Ira de Dios». Una historia olvidada (1992); Sevilla y las Flotas de Indias. La Gran Armada de Castilla del Oro (1513-1514) (1996); “Doña Isabel de Bobadilla y Peñalosa: una dama de ánimo varonil en la conquista de Tierra Firme” (2002); y Un linaje de conversos en tierras americanas. Los testamentos de Pedrarias Dávila, gobernador de Castilla del Oro y Nicaragua (2004).