El Litigio Del Tlahualilo: Presagio De Un Derecho De Propiedad Sin Arrogancia*
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Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx Ir a la página del libro EL LITIGIO DEL TLAHUALILO: PRESAGIO DE UN DERECHO DE PROPIEDAD SIN ARROGANCIA* SUMARIO: I. Introducción. II. El planteamiento de la litis. III. La contestación y los alegatos de Vera Estañol. IV. El fondo de la controversia. I. INTRODUCCIÓN Pertenecemos a una tradición jurídica esencialmente generalizadora; las fugas casuísticas en nuestro medio, son rondas difíciles de correr. Así, a pesar de que la historia de los litigios mexicanos podría llenarse con un sinnúmero de episodios trascendentes, muy pocos historiadores y juristas enfocan su análisis con una perspectiva particularista. Ahora, si aceptamos abjurar de nuestra vocación generalizadora, no hay mejor pretexto que el litigio del Tlahualilo. Según Miguel Othón de Men- dizábal se trata del juicio “más tenaz, complicado y peligroso” de todos los que componen la experiencia del foro mexicano. El conflicto del Tlahualilo se suscita en torno de una disputa por el aprovechamiento del río Nazas. En el trasfondo del negocio los intereses en juego son, por una parte, el de los comarcanos de La Laguna, que por la posición ribera de sus propie- dades y por los fundamentos ancestrales de sus títulos, aspiran a ser los beneficiarios del río. Por otra parte, surge como antagonista una compañía que solicita del gobierno la “concesión” para trasladar a través de un ca- nal el agua del Nazas hasta sus terrenos, que se encuentran 60 kilómetros afuera de la ribera. Los litigantes formales en el juicio fueron: la Compa- ñía del Tlahualilo y el gobierno federal. Los ribereños lograron convertir su posición en la postura del gobierno y éste, no tuvo más remedio que asumir la gestión de los intereses regionales en contra de la Compañía. Las disputas por el agua en la cuenca del Nazas fueron tónica constante en las relaciones de los propietarios cultivadores de algodón. Sin embargo, las contiendas regionales de La Laguna tuvieron la pro- piedad de trascender fácilmente su seno original; así, se convirtieron en * Publicado en: Revista de Investigaciones Jurídicas, México, año 14, núm. 14, 1990. 247 DR © 2012. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx Ir a la página del libro 248 ENSAYOS SOBRE LA PROPIEDAD controversias interestatales —entre Durango y Coahuila— e incluso, en materia de disputas internacionales, como sucedió en el caso del Tlahualilo que involucró a los gobiernos inglés y estadounidense. La importancia del conflicto del Tlahualilo se manifiesta en la atención tan especial que le dispensó Francisco Bulnes, atribuyendo a esta reyerta el origen del deterioro de las relaciones de los norteamericanos con el go- bierno dictatorial del general Díaz. En años más reciente dos investigadores extranjeros: Clifton Kroeber y William Meyers proporcionaron una pauta bastante precisa del conflicto. Sin embargo, a pesar de sus aciertos, estos analistas foráneos mantienen inexplorada la veta jurídica del caso. Kroeber proporciona un panorama muy certero del juicio, pero el énfasis de su análisis se dirige a establecer las diferencias que surgieron hacia finales del Porfiriato entre los repre- sentantes de dos tendencias políticas opuestas: una, persistente en el fa- vor generoso a los capitales extranjeros; otra, convencida de la necesidad de restablecer para el Estado el espacio político de la distribución de los recursos naturales. Meyer, por su lado, ofrece una revisión de fondo ex- quisitamente política, a partir de la cual enmarca precisamente el negocio del Tlahualilo en la perspectiva de la formación de perfiles modernos del Estado moderno mexicano. Beneficiado por los investigadores precedentes, decidí aventurar el aná- lisis hacia los aspectos propiamente jurídicos del juicio. La observación desde los fenómenos normativos privilegia al sujeto que la elige, porque pone a su alcance el juego complicado que mantiene una sociedad en re- lación con sus expresiones simbólicas. El derecho es la conciencia insti- tucionalizada y el cauce especial para deslizar los conflictos a partir de un esquema racional de soluciones. Resulta interesante presenciar in situ el ajuste problemático que vive una sociedad para hacerse realmente de sus signos culturales. El negocio del Tlahualilo se planteó en un juicio donde no sólo transi- taron los intereses de las partes en pugna; sino que por su vía se operó la transformación del régimen de propiedad en materia de aguas. La propie- dad en sentido civil dejó de ser un factor excluyente y, ante el pleno reco- nocimiento de su insuficiencia, los propietarios impulsaron un modelo de relaciones patrimoniales centralmente dirimido por el Estado. Los propietarios privados de La Laguna, fueron los primeros dentro del país en confrontarse con un espacio civil sin arrogancias interferido por el Estado. Algunas de las familias que protagonizaron el conflicto —es el caso de la familia Madero— fueron agentes subversivos para el régimen DR © 2012. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx Ir a la página del libro EL LITIGIO DEL TLAHUALILO 249 dictatorial y elementos propiciatorios para el gobierno reformista, que dejó como saldo la Revolución. En este sentido, el negocio del Tlahualilo fue un ensayo precoz que marca el ocaso de las concesiones generosas para la explotación de los recursos naturales. En el juicio del Tlahualilo fue evidente que la dictadura tuvo que volver a sus pasos y anticipar el estilo político de los futuros regímenes reformistas. Los estudios que hasta la fecha existen sobre el Tlahualilo se apoyan en investigaciones de archivos bien logradas. En el presente trabajo el susten- to lo aporta la folletería jurídica. La publicación de alegatos judiciales es una práctica postergada; sin embargo, en la segunda mitad del siglo XIX la folletería de temas forenses es una fuente ineludible que permite construir con mucha precisión la historia de los litigios mexicanos. 1. El ambiente La historia del medio jurídico mexicano no puede seguirse por el curso de una línea simple de trazo ascendente. A querer o no, la nuestra es una tradición de cortes y accidentes; de imitaciones exóticas y de instituciones autóctonas que contrapesan sus impulsos. El derecho mexicano, sabemos, no ha podido armarse en una órbita principal; sus rasgos están determina- dos fuertemente por los procesos de ajuste del Estado. La línea evolutiva que impulsa el medio jurídico carece de una secuen- cia científica que soporte su progreso. En términos generales, la teoría ju- rídica mexicana se vertió como afluente marginal de la doctrina francesa y, en algunos pasajes señalados, también del pensamiento de los juristas españoles y norteamericanos. Sin embargo, las cualidades específicas del medio mexicano, con frecuencia quedan insatisfechas por los resultados que produce este fenómeno de recepción superficial de las ideas jurídicas foráneas. El reflejo veloz de instituciones exógenas no permite que la re- flexión sobre éstas últimas madure; por eso, nuestra doctrina es casi siem- pre emergente y contrahecha. El periodo que se ofrece más intenso en la formación del derecho mexi- cano, se produjo en tiempo coincidente con la dictadura porfirista. Duran- te aquella etapa se prohijó un estamento de juristas, con posibilidades de influir profesional y científicamente la realidad del periodo social que se vivía. A pesar de que un buen número de estos abogados fungieron como agentes funcionales a los propósitos de la dictadura, hubo otros que, desde que tuvieron voz profesional y posibilidades de uso de su ciencia, se colo- caron como elementos críticos y ejercieron una labor contestataria ante los DR © 2012. Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Jurídicas Este libro forma parte del acervo de la Biblioteca Jurídica Virtual del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM www.juridicas.unam.mx http://biblio.juridicas.unam.mx Ir a la página del libro 250 ENSAYOS SOBRE LA PROPIEDAD hechos arbitrario del dictador y de los cuadros administrativos en los que eventualmente se apoyaba.1 Los ajustes dirigidos a remover algunos elementos tradicionales de la vida mexicana; la pugna concomitante por la modernización administra- tiva y financiera, así como el arbitraje generoso de los recursos naturales a favor de una lógica lucrativa orientada al exterior, motivaron necesariamen- te conflictos que surtieron profusamente de litigios en el foro mexicano. Como nunca, hubo entonces abogados capaces de patrocinar a las partes en contienda. Armados con las bases técnicas que aprendieron de las ex- posiciones de los exégetas franceses y con conocimiento aceptable de las instituciones del derecho colonial, escribieron, para impulsar sus causas, extensos y bien razonados alegatos, de los que no pocos fueron publicados por granjear a favor de sus clientes el sentido de la opinión pública, que siempre fue fenómeno influyente.2 Los litigantes porfirianos adquirieron de su común formación positivista un gran respeto por la historia y una conciencia clara del papel