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«ENTRE OPUESTAS MONTAÑAS DE DIFICULTOSO Y AGRIO ACCESO»: TESTIMONIOS DE LA RETIRADA DE JOHN MOORE (1809) POR EL BIERZO Pascual Riesco Chueca Sigue aquí la serie sobre la persecución francesa Nuevamente, los ingleses nos habían dejado sin al ejército inglés en su retirada a La Coruña desde sitio alguno, por lo que, bajo una lluvia torrencial, Benavente; se consignan las últimas etapas de la sa- hubimos de buscar cobijo en cuadras y cobertizos. lida por el Bierzo a Galicia. Pone el hilo conductor Me alegró encontrar una capilla aún vacante, donde August von dem Busche (1771-1844), capitán de ca- hice mi acuartelamiento. Mis caballos estaban ante el altar; yo, con algunos oficiales que se me agre- ballería en el III regimiento de húsares de la Legión 1 2 garon, puse mi yacija sobre tumbas, y ciertamen- Alemana, que protegía la retaguardia inglesa. te dormí más en blando de lo que tenía desde hace En la noche del 1 al 2 de enero, Baird alcanza mucho por costumbre, pues el lucido heno, rico en Cacabelos; Gordon llega a Bembibre por la tarde y, hierbas, de esta aldea, me proporcionó un lecho tras encontrarlo atestado por los regimientos ingle- tan bueno como no recordaba desde Selandia (KH 4 ses, hace noche en Matachana («Mansanassa») (GRD 108). 151). Ormsby (1809: 121) había dormido en este pueblo la noche anterior: para llegar desde Bembi- La confesión evangélica de los de Hannover expli- bre, hubo de cruzar el río Boeza. Este se pasaba por ca sus escasos remilgos tras hacer noche en un templo un vado practicable a duras penas por caballos pero católico: no por mulas. Había un puente de varas encestadas («bridge of hurdles») tan quebrantado que fue pe- Una gran fogata ardía en el medio de la capilla, para nosa la operación de atravesarlo con bagajes. El ar- preparar el rancho y al tiempo secar nuestra ropa tillero Evelegh alcanzó Bembibre el 1 a mediodía y calentarnos, mientras que la lamparilla del altar había sido reavivada de nuevo y daba luz a nuestra (Whinyates 1893: 42); Leslie, también de artillería, espaciosa estancia, ornada con imágenes sacras y llega a Bembibre a las 9 pm, con soldados de La bellas vírgenes decoradas. Romana, y descansa en San Román (Leslie 1908: 62). En la retaguardia, la reserva de E. Paget inten- A mitad de la noche, un fuerte chaparrón, con re- taba espolear a algunos rezagados del ejército inglés cio viento, viene a turbar su descanso: las tejas salen en Bembibre, muchos de los cuales terminarían en volando, y soldados y oficiales se mojan a conciencia; manos de los cazadores franceses (Sturgis 1899: 50; no avezados a dormir junto al fuego, a uno se le que- 3 Napier 1867: 315). man las botas, a otro el capote, a otro el pie; un jamón Santacara (2005) incluye descripciones, anterio- que Busche guardaba celosamente sobre un banco res y coetáneas a la retirada, entre Galicia y Astorga cae al suelo, rueda entre los pies de los soldados y ter- (Vaughan, Vivian, Gordon). García Fuertes (1999- mina, hecho un despojo, en manos de la guardia (KH 2000) recoge en traducción crónicas de este mismo 108-109, D 351). Schaumann, que llega a Bembibre recorrido, de oficiales y soldados como D’Urban, el el 1 al mediodía,5 topa con dificultades similares para fusilero Harris, Verner, Gunn, Milburne, Vaughan y alojarse. Gordon. Al atardecer del día 1, Busche busca aposento en Con mucha dificultad logré alojar, o más bien em- Bembibre, que está de bote en bote. butir, a mi caballo en una de las casas, todas ates- Argutorio 41 - I semestre 2019 - 21 tadas de gente y caballos. Repté al interior de una el país mostraba una fisonomía muy romántica; y, horrenda casa, en la que apenas había sitio para en verano, cuando la guerra se haya alejado de sus escasamente yacer y descansar. Llevaba el pañuelo bosquetes y recovecos arcádicos, debe de ofrecer repleto de centeno, que me sirvió de forraje. Por el una encantadora clausura a los que estén prendados camino, había conseguido algo de pan, que un nati- de la naturaleza en su atuendo de árboles y fuentes, vo sacó de un escondrijo; a cambio le puse un tále- y arroyos sinuosos, y la más gentil belleza (Porter ro en la mano […]. Luego me eché pacientemente 1809: 257). sobre el santo suelo entre un tropel de rezagados exhaustos y quedé dormido al instante, envuelto en Desde Bembibre, el camino real7 cruzaba el Sil por el capote de felpilla, pese a que estaba calado hasta Congosto y Cubillos; seguía por Cabañas Raras, pa- la piel, botas y calzas incluidos, y me castañeteaban sando al norte de Magaz de Abajo, hasta Cacabelos los dientes de frío (SCHM 312). y, de allí, por Pieros, llegaba a Villafranca y Piedra- fita. Entre Magaz de Abajo y Cacabelos se le unía el camino procedente de Ponferrada, elegido por parte del ejército.8 Schaumann no fue insensible al paisaje berciano: desde Bembibre el terreno ofrece vistas románticas, y en verano y en tiempo de paz brindará un panora- ma en verdad arcádico, con sus boscosos y pintores- cos desfiladeros, cascadas, arroyos y floridos valles alpinos. Todo el camino de Astorga a Villafranca es de una belleza bravíamente romántica (SCHM 312- 313). Villafranca, con tropas inglesas. Al alborear el día 2, Busche y sus hombres creen Fuente: Lámina en Schaumann (1922: 313), a partir del manus- lejana la persecución francesa, pero deseando agran- crito del propio autor. dar la distancia, estiran la marcha para llegar a medio- día a Cabañas Raras. Al enterarse del rápido avance En estas condiciones se echa una larga siesta, has- de la caballería francesa, siguen adelante, desplegán- ta las 6 p. m., en que resuena la trompeta llamando a dose para la noche (KH 109) entre Magaz de Abajo y la marcha. Tras buscar frenéticamente el caballo, que Cacabelos. El avance de los perseguidores era fulmi- tarda en encontrar debido a la confusión general, em- nante. Evelegh, que había salido de Bembibre a las 7 prende una marcha nocturna con descanso cerca de a. m. del mismo día 2, con dos cañones en la retaguar- Cubillos, cruza Cacabelos por la mañana, y alcanza Vi- dia inglesa, se vio hostigado por los franceses durante llafranca en la tarde del 2 (SCHM 313-314). Sprünglin, la marcha, habiendo de dispararse los cañones varias bajando desde Manzanal, aporta sus apuntes de paisaje: veces. Llegados a Cacabelos esa tarde, se unen a la reserva de Paget (Whinyates 1893: 42).9 Sprünglin Para llegar [a Bembibre] es preciso atravesar un to- anota: rrente por un bello puente. Aquí el suelo engorda a expensas de los montes que acabamos de atravesar. a partir del día 2, un gran número de rezagados in- La tierra vegetal que cubría antaño las cimas de es- gleses y casi todo el regimiento español de Cataluña tos montes, los guijarros que largo tiempo han roda- habían caído en manos de la caballería ligera en To- do por sus laderas, y fragmentos de roca de diversa rre [del Bierzo], sin un disparo de fusil; el enemigo, naturaleza han sido amontonados a sus pies por la apurado, intentó apostarse en Cabañas Raras, pero acción […] del agua. La viña, el olivo, el ciprés, de nuevo fue descubierto, y la noche obligó a la ca- el laurel, la higuera dan envidiable ornato al suelo ballería ligera [francesa] a detenerse en este punto fértil que hemos de recorrer. El valle del Sil, ancho, (SPR 354).10 espacioso, resguardado por igual de los vientos del norte y del ardor del mediodía, es un jardín hasta Ponferrada. Otros afluentes, que llegan de los mon- Gordon, que sale de Matachana a las 4 am el día 2, tes de Asturias, forman valles secundarios no menos avanza todo el día bajo el hostigamiento de los chas- ricos (SPR 358).6 seurs franceses. A duras penas se consigue azuzar a los soldados ingleses rezagados, demasiado ebrios También se muestra seducido por la belleza del de vino del Bierzo para avanzar. Muchos son aban- paisaje Porter, que duerme en Bembibre en un cober- donados a su suerte, y resultan cruelmente sableados tizo de lagar: por los perseguidores.11 Menciona Gordon a un viejo Argutorio 41 22 - - I semestre 2019 soldado que quedó atrás, Thomas Smith: poseedor de La noche del 30 al 31 de diciembre el médico Adam una pequeña fortuna –treinta o cuarenta doblones– Neale dice haber dormido en Cubillos; en realidad se trata fruto de los numerosos muertos que había hecho en de Congosto, pues alude al santuario de la Peña y a la ba- la batalla de Sahagún y del pillaje de sus cadáveres, jada hacia el puente, de un arco, sobre el Sil (cf. IDM 93): enganchó borrachera tras borrachera desde Sahagún a Bembibre (GRD 154-155).12 Quienes quedaron atrás es un bello paraje, sentado junto al pie de una loma, sufrieron la cruel consecuencia. Indica Balagny que, sobre la que se alza un viejo convento, dominando al entrar la caballería francesa en Bembibre el día 2, vistas sobre el terreno circundante, que es muy fér- til. La calzada baja a un hermoso puente, de un solo encontraron arco, tendido sobre un copioso río que corre entre rocas y bosques de castaños. Nuestra ruta nos lle- centenares de soldados de infantería ingleses amon- vaba por un paisaje vallado de setos, intercalado de tonados en las calles, en su mayoría ebrios: unos campos de cereal y nabos, hasta llegar a Cacabelos, yacían inmóviles en el camino, otros caminaban a legua y media de aquí (Neale 1808: 297).