Permanencias Del Culto Del Dios Mithra En Los Contextos Iranio Y Romano Antiguos
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Facultad de Geografía e Historia de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. PERMANENCIAS DEL CULTO DEL DIOS MITHRA EN LOS CONTEXTOS IRANIO Y ^ .•: "^ ROMANO ANTIGUOS. Tesina. "n presentada por dirigida por la ISRAEL CAMPOS MÉNDEZ D'". D-^V ROSA M'' SIERRA DEL MOLINO NOVIEMBRE, 2001 D:":..:" ÍNDICE. INTRODUCCIÓN. CAPITULO I. 13 MITHRA EN ORIENTE. 13 1. Los ORÍGENES DEL DIOS. 13 2. MlTHRA DENTRO DEL ZOROASTRISMO. 18 3. MITHRA Y LA MONARQUÍA PERSA AQUEMÉNIDA. 3 6 4. MITHRA EN LOS REINOS HELENÍSTICOS DE ASIA MENOR Y EN EL IMPERIO PARTO. 48 CAPITULO II. 62 MITHRA EN OCCIDENTE. 62 1. APARICIÓN DE LOS MISTERIOS. 62 2. MECANISMOS DE DIFUSIÓN. 67 3. ELEMENTOS CENTRALES DEL MITRAISMO. 70 CAPITULO III. 95 ELEMENTOS DE CONTINUIDAD. 95 MITHRA Y EL SOL. 97 MITHRA Y EL ESTAMENTO GUERRERO. 100 MITHRA Y EL SACRIFICIO DEL TORO. 105 MITHRA Y LAS PALABRAS E IMÁGENES IRANIAS. 1 08 CONCLUSIONES. 119 BIBLIOGRAFÍA 124 FUENTES CLÁSICAS UTILIZADAS. 134 INTRODUCCIÓN La intención con la que hemos realizado el presente trabajo de investigación se encuentra marcada por el interés que en el ámbito particular suscita el campo de la Historia de las Religiones antiguas. De ahí que el resultado de las siguientes páginas pretenda aportar nuevas visiones y revisiones de conceptos e ideas que se encuentran vinculadas a este marco historiográfico. En tal estudio, hemos de delimitar el marco en cual se enmarca este trabajo. Dentro del amplio espectro que caracteriza a la Historia de las Religiones, hemos querido centrarnos de manera especial en un dios concreto, cuyas peculiaridades nos permiten obtener un estudio que abarca un amplio espectro cronológico y espacial. El dios iranio Mithra, como podrá ser comprobado en las siguientes páginas, tiene su origen en medio de las poblaciones indo-arias que, en el proceso migratorio que se produce en el último cuarto del segundo milenio, se instalan en Próximo y Extremo Oriente. En torno a 1250 a.C. encontramos el primer testimonio de la presencia de este dios, quien ocupará un lugar importante en el panteón iranio, adaptándose sucesivamente a los cambios políticos protagonizados por medos, persas, arsácidas y sasánidas. Pero la circunstancia por la cual Mithra ha desempeñado un lugar especial en la historiografía occidental (y en algunos casos también oriental), se encuentra en el protagonismo que adquiere como dios patrón de un culto mistérico que se instaló dentro de las fronteras romanas en el tránsito de la República al Imperio. De tal manera que hallamos planteadas de entrada algunas de las cuestiones de trabajo sobre las cuales hemos querido fundamentar nuestra investigación. La hipótesis de trabajo, en torno a la que se articula cada uno de los capítulos que componen este estudio, se centra en la convicción que tenemos de que existe una clara conexión entre el dios Mithra que era adorado en el contexto iranio y el Mithra que preside las prácticas mistéricas extendidas por todos los rincones del mapa romano. Para ello, hemos partido de diferentes planteamientos secundarios. Por una parte, una revisión y recopilación de toda la información disponible respecto a la presencia, protagonismo y adoración de Mithra en el marco oriental. Empezando por los primeros testimonios que existen de él en el reino de Mitanni, hasta la vinculación del dios con las monarquías helénicas de Asia Menor. De tal modo, que dejamos planteados una serie de elementos que nos revelan cuál era la idea de Mithra que existía antes de su incorporación a los misterios. También ha sido necesario hacer una visión general sobre las características que definían el marco religioso altoimperial relacionado con el desarrollo de las religiones mistéricas de origen oriental y, más concretamente, el culto mistérico mitraico. La elección del tema que preside este estudio se encuentra condicionada por las conclusiones que han ido presentando los investigadores de la figura de Mithra en los últimos años. Pero para entender cuál es el estado de la cuestión actual, debemos remontarnos, brevemente, al origen de los estudios mitraicos. Porfirio hace mención de dos libros realizados por autores neoplatónicos del siglo II d.C. donde intentan presentar las características generales de la religión mitraica.' A partir del siglo IV d.C. comienza progresivamente la desaparición de la práctica mitraica, y de las religiones paganas en general. De igual manera, el culto a Mithra en Oriente se ve Los dos autores fueron Húbolos y Palas. Cfr. Porfirio. Sobre la Abstinencia de comida animal, IV, 16. 3 desplazado por el triunfo del Islam. Es en el siglo XVI cuando aparecen publicados en Europa los comentarios que algunos estudiosos humanistas realizan en relación con algunos grupos escultóricos que van apareciendo en excavaciones y en colecciones privadas. En 1562, U. Aldroandi escribe en Venecia su libro Delle statue antiche, che per tutta Roma, in diversi luoghi e case si veggono, donde describe una tauroctonía, aunque desconociendo su significado. Dos años más tarde, A. Lafréri edita en Roma su Speculum Romanae Magnificentiae, ofreciendo una interpretación de la escena vinculada a un simbolismo agrícola: Mithra es el modelo de los agricultores. Esta interpretación sobre el culto mitraico se mantendrá en Europa hasta comienzos del siglo XVIII.^ En 1700, F. della Torre publica en Roma su Monumenta Veteris Antii hoc est inscriptio M. Aquili et tabula Solis Mithrae variis figuris et symbolis exsculpta, donde avanza en las explicaciones del mito mitraico y establece la vinculación entre Mithra y el dios Sol, además de poner en duda el testimonio de Heródoto donde se vinculaba a Mithra con Venus en el contexto iranio. En Oxford en la misma fecha, aparece el libro de T. Hyde Veterum Persarum et Parthorum et Medorum religionis historia, quien plantea las similitudes entre Mithra y la figura humana de los reyes persas. Pero habrá que esperar al siglo XIX para que los estudios mitraicos comiencen a moverse sobre bases más sólidas. En 1814, aparecen las disertaciones pronunciadas en Gottingae por J.G. Eichhorn De Dea Solé Invicto Mithra. Su interpretación del significado de la escena tauróctona le lleva a ver en Mithra a un dios solar, que en el sacrificio del toro está protagonizando un acto creador y salvador de toda la naturaleza. Este autor influirá directamente sobre la gran figura de los estudios mitraicos que comienza su producción a fines del siglo XIX.^ Franz Cumont es considerado por la historiografía moderna como el padre de los estudios sobre Mithra. Inaugura su basta producción con unos trabajos recopilatorios que constituyen el principal referente para cualquier persona que pretenda acercarse a la historia de este dios.** En relación con el tema que nos ocupa en el presente trabajo de investigación, la obra de este autor belga se presenta como el punto de partida para conocer las teorías vertidas en lo referente a la relación que se establece entre la forma de culto a Mithra en el contexto romano y el contexto iranio. En su libro de 1913, Les mystéres de Mithra Cumont planteaba su opinión, entendiendo que el Mitraísmo era una forma de mazdeísmo romanizado. De tal manera que encontraba firmes conexiones entre un lugar y otro, confiriendo un protagonismo especial a la figura de los magos "helenizados".^ Con el desarrollo de esta tesis, se abre un arduo debate historiográfico, donde se ven enfrentadas las posturas partidarias de un continuismo y las opuestas a éste. ^ Otras obras que hacen mención a monumentos mitraicos y, por ende, intentan ofrecer una explicación de su significado siguieron apareciendo durante los ss. XVI y XVII. Como ejemplo podemos señalar: Camerarius, J. 1577: De re rustica opusculla nonnuUa. Noribergae; Cartari, F.V. 1674: Imagini delli dei degl'Antichi. Venetiae. ^ El siglo XIX está marcado por la aparición de bastantes publicaciones sobre el culto a Mithra, podemos destacar algunas de ellas: Seel, H. 1823: Die Mithrasgeheimnisse wahrend der vor- und urchristliche Zeit. Aarau; de Hammer, J. 1833: Mithriaca ou les Mithriaques. Mémoire académique sur le cuite solaire de Mithra publié par J. Spencer Smith. Paris. El propio E. Gibbon dedica un amplio apartado a la figura de Mithra, dejando manifiesta su teoría con respecto a las conexiones que parecen establecerse con el mundo iranio. Para él, el culto mithraico parece que procedió de un hermanamiento entre el Zoroastrismo y el Caldeismo, u la adoración siriaca del sol. Cfr. Gibbon, 1842''^^"': E. H" de la Decadencia y Ruina del Imperio Romano. 1, Madrid. 235. Cumont, F. 1896: Textes et monuments figures relatifs aux mystéres de Mithra. vol I. Brussels; Cumont, F. 1899: Textes et monuments figures relatifs aux mystéres de Mithra. vol II. Brussels. ^ Cfr. Bidez, j. et Cumont, F. 1938: Les Mages hellénisés: Zoroastre, Ostanés et Hystaspe d'aprés la tradition grecque. Paris. En un principio, el pensamiento de F. Cumont se impuso sin grandes cuestionamientos en el seno de los investigadores mitraistas de buena parte del siglo XX. A partir de la segunda mitad de este siglo, comienzan a surgir voces revisionistas que ponen en duda la claridad de dicha continuidad. El "ataque" a la teoría de Cumont se realiza desde diferentes campos. En el aspecto filológico, S. Wikander plantea que el dios que es adorado en un lugar y en otro son completamente diferentes, en virtud de las variaciones que él encuentra a la hora de ser escrito su nombre. De igual manera, otros autores cuestionan la ligereza con la que Cumont llegaba a algunas conclusiones, criticando el apriorismo epistemológico que parece marcar a este autor. En esta línea estarían los trabajos de R. L. Gordon y J. Hinnells. Los estudios mitraicos han experimentado durante el siglo XX un avance espectacular amparados principalmente por el crecimiento de la información disponible a través del mayor número de hallazgos arqueológicos y la mejora en el análisis de la información que éstos proporcionaban y la extraída de las fuentes clásicas, tanto paganas como cristianas.