6- Ochenta candrena Coronilla Vistosa. Típico dibujo alar. Vuelo bajo y Scutia buxifolia rápido. Posa en exudados de cortezas y sobre barro. 6 del Escritorio al Campo 10- Picuda Libytheana carinenta Mariposas del litoral Llamativo "hocico". Vuelo rápido, breve y quebrado. Se camufla con alas cerradas y en ramitas secas o alambrados. 1- Bandera Argentina 1 Morpho catenarius 10 Grande y llamativa. Verano en bosques higrófilos. Vuelo bajo, lento y ondulado, con bruscos aleteos.

2- Mariposa Libélula 12- Dama Colorada Prittwitzia hymenaea Vanessa carye Abundante. Interior umbrío de 7 Común en verano; escasa en invierno. Vuelo selvas. Vuelo bajo y lento. Difícil de vigoroso. Descansa en el suelo, con alas ver por sus alas transparentes. extendidas. Jardines y matorrales iluminados.

2 13- Limonera Heraclides thoas 7- 3- Viuda del Monte Zafiro del Talar Común y de gran tamaño. Doxocopa laurentia Parides perrhebus Vuelo potente y sostenido. Territorial. Macho más colorido. Cerca de casas y asociada a plantaciones Solitaria. Vuelo tranquilo y sostenido. Veloz aleteo con planeos. Aleteo tremulante cuando liba. de cítricos. En áreas soleadas. Desconfiado. Estrato arbóreo y Frecuenta claroscuros selváticos y arbustivo en bosques xerófilos. bosques húmedos.

8- Azurita Cyanophrys remus Común. Pequeña. Maravilloso azul refulgente durante asoleo. Vuelo rápido y quebrado. Matorrales 3 ribereños floridos.

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9- Danzarina Riodina lysippoides Común. Pasiva. Cercanías del agua. Vuela en grupo sobre corolas. Posa con alas extendidas, girando con lentitud. 4

4- Cuatro Ojos Junonia evarete 9 Abundante en otoño. Vuelo vigoroso con planeos circulares. Desconfiada. Asolea en 5 el piso. Oportunista, liba en flores Familias distintas. Incluso, en ciudades. Hesperiidae Papilionidae Pieridae

Iycaenidae 5- Saltarín Zumbador Riodinidae Epargyreus tmolis Robusto. Veloz aleteo con zumbido. Vuelo Cola de zorro brincante a media altura. Habita matorrales Setaria sp. floridos y soleados. Patito Alfalfa Macho Aristolochia fimbriata Medicago sativa

Las mariposas están a tamaño natural. Tala Coronilla tala Scutia buxifolia

16- Espejitos Agraulis vanillae 16 Llamativa. Común. Asociada al Mburucuyá, donde desova. Vuelo 10- Picuda vigoroso buscando flores. Hallada Libytheana carinenta también en invierno. Llamativo "hocico". Vuelo rápido, breve y 12 quebrado. Se camufla con alas cerradas y en ramitas secas o alambrados.

Pasionaria o Mburucuyá Passiflora caerulea

12- Dama Colorada Vanessa carye Común en verano; escasa en invierno. Vuelo vigoroso. Descansa en el suelo, con alas extendidas. Jardines y matorrales iluminados. 17- Almendra Heliconis erato phyllis Vistosa. Abras en parajes umbríos. Vuelo bajo, lento y 13- Limonera vibrante. Pasa la noche en dormideros grupales. Heraclides thoas Común y de gran tamaño. Vuelo potente y sostenido. Cerca de casas y asociada a plantaciones de cítricos. En áreas soleadas.

17 18- Lechera 13 Tatochila autodice 14- Fueguera Común. Vuelo bajo y sostenido. Mechanitis lysimnia lysimnia Frecuenta jardines y variados Vistosa. Coloración de advertencia ambientes soleados. Reposa entre (tóxica). Vuelo bajo y vibrante en pastos. parches de luz en selvas.

14 18

15- Cielo Morpho aega 11 Dicromatismo sexual acentuado. Hembras parduzcas y más escasas. Áreas selváticas densas con cañaveral. Vuelo rápido y ondulante con reflejos 19 11- Isoca de la Alfalfa metálicos. Colias lesbia Abundante. Vistoso colorido. Vuelo 15 batido, alcanzando gran altura en desplazamientos. Variados 19- Monarca ambientes, incluso ciudades. Danaus plexippus erippus Común, incluso en invierno. Grande y robusta. Liba colgándose de flores. Vuelo potente, con planeado. Movimientos migratorios a gran altura.

Alfalfa Medicago sativa Bandera española Asclepias curassavica Descubrimientos, jardines y colecciones ¿Cómo­ obser­ var­ las­ en el campo?­ tas flori­ ­das a la vera­ de los ca­re lentas­ cami­ ­na­tas cer­ca de plan­ Use es­ta guía y una libre­ ta­ de notas.­ En­ ­de. no (aun­que en las ca­mi­nos. Re­có­rra­los en dis­tin­tos ho­ra­rios: al­gu­nas ma­rijo­po­res­sas épo vuecas­­lan porson la pri ma­ma­ña­ve­nara­ y otras, y vera­ por­ la tar do ha­ce más ca­lor. Por eso, las me­ ­vis­tas. Acér­que­se La ma­yoría,­ cuan­ den ver a simple­ vis­ta o con lar­ga sel­vas del norte­ es­tán ac­ti­vas todo­ el año). Se pue­ ­ge­nes des­pa­cio: al­gu­nas son aris­cas. Des­cri­ba su for­ma y co­lor, in­clu­yen­do el cuer­po, oce­los, co­la y már ala­res. Tra­te de re­co­no­cer la plan­ta aso­cia­da. No co­lec­te ma­ri­po­sas vi­vas. Recomendamos sacar fotos.

Un jar dín­ de mari­ po­ sas­

Po­de­mos atraer­las cul­ti­van­do plan­tas ca co­ con flo­res, de abundan­ ­te néc­tar, ri­ lo­ra­ción e in­ten­sa fra­gan­cia. Su­ge­ri­mos la Flor de Papel­ o Zin­nia, Mar­ga­ri­tas, Chil­ca de Olor y Ca­ma­rá. Lo ideal es con­for­mar un jar ­dín con flo­res du­ran­te gas, todo­ el año, y con ho­jas pa­ra las oru­ co­mo las de Pa­sio­na­rias o Mbu­ru­cu­yá, Ban­de­ra Es­pa­ño­la y al­gu­nas es­pe­cies de Pa­ti­tos o Aris­to­lo­chia. No use in­sec­ti­ci­ das. En nuestro­ país se han llega­ ­do a ha­ cer ex­po­si­cio­nes de jar ­di­nes de ma­ri­po­ sas, co­mo las pio­ne­ras de Al­ber­to Lei­bo­ wicz.

Una colec­ ción­ origi­ nal:­ el alario­

En lu­gar de ca­zar ma­ri­po­sas pa­ra co­lec­ Tomado de Klimaitis (2000) ­ve­char los cio­nar­las, pro­po­ne­mos apro chos ejem­pla­res ya muertos­ o sus alas. Mu­ ­se en ra­dia­do­res de au­tos. mue­ren atro­pe­lla­dos y pue­den ha­llar Las alas, aun­que en mal es­ta­do, son va­lio­sas. Nos per­mi­ten re­co­no­cer es­pe­cies, com­pa­ran­do ese ma­te­rial con es­pe­cí­me­nes de mu­seos o ilus­tra­ciodos).­nes deDes los­prén li­bros.­da­las Pa­ del te las alas con una pin­ci­ta (no con los de­ ra conser­ ­varlas,­ jun­ bu­je y pin­te el cuer­po so­bre una ce­sa­rio, con la ayuda­ de un bis­tu­rí). Di­ cuer­po (si es ne­ que y pe­gue con co­la vi­ní­li­ca las alas en po­ car­tu­li­na blan­ca y grue­sa de 11 x 22 cm. Ubi­ si­ción na­tu­ral, a los cos­ta­dos del cuer­po di­bu­ja­do. Pro­te­ja la car­tu­li­na su­per­po­niénbre­do ella,­la anote:­ ma­ño, su­je­ta por su bor­de su­pe­rior. So­ con una ho­ja blan­ca del mis­mo ta­ nom­bre, fa­mi­lia, se ­xo, lu­gar don­de fue ha­lla­da, lo­ca­li­dad, fe­cha y nom­bre del co­lecli­tor,­tas de naf­ ser­ve el alario­ den­tro de una caja­ con bo­ así co­mo todo­ da­to inte­ ­resan­ ­te. Con­ co, ten­drá su co­lec­ción de con­sul­ta. tali­ ­na y en un lu­gar se­co. Poco­ a po­

En Internet, sobre especies de: Sudamérica: http://www.luz.ve/Ciencias/Biologia/Mariposas/index.html América del Norte: http://www.lepidoptera.net; http://www.npwrc.usgs.gov/resource/ distr/lepid/bflyusa/bflyusa.htm Europa y norte de África: http://www.insectos.org; http://www.leps.it Asia: http://www.asahi-net.or.jp/~ak5t-kmn del Escritorio al Campo el mundo: http://butterflywebsite.com; http://szmn.sbras.ru/Lepidop/Lepidopt.htm; http:// www.chebucto.ns.ca/Environment/NHR/.html Es una guía de colección, pensada como herramienta de identificación para las salidas de campo. Sugerimos Más información en: www.vidasilvestre.org.ar desprenderla (o tomar una fotocopia color de la doble página central), doblarla al medio y plastificarla. Así, quedará lista para usar en nuestros viajes. Bibliografía

Producción Revista Vida Silvestre Bourquin, F.. 1945. Mariposas argentinas. Ed. del autor. Textos Juan F. y Cristian Klimaitis de Biezanko, Ceslau M. ; Ruffinelli. A. & C. S. Carbonell. 1957. Lepidoptera del Uruguay. Universidad de la República. Ilustraciones Gustavo R. Carrizo Lista anotada de especies. Fotografías Claudio Bertonatti Canals, G.R.. 1999. Mariposas Bonaerenses / of Buenos Aires. L.O.L.A. (Literature of Latin America). Lewis, H. L.. 1975. Mariposas del mundo. Ed. Omega. Diseño Liebre de Marzo Klimaitis, J. F.. 2000. Cien mariposas argentinas. Ed. Albatros. Peña G., L .E. & A. J. Ugarte P.. 1996. Las mariposas de Chile / The Butterflies of Chile. Editorial Universitaria. c entini ia P e c tor H

del Escritorio al Campo Mariposas del litoral

as ma­ri­po­sas son her­mo­sas y mis­te­rio­sas. dóp­te­ros o ma­ri­po­sas apa­re­cie­ron. Die­ron mo­vi­ In­vi­tan a ser co­no­ci­das, co­sa que no es di­fí­ mien­to a los co­lo­res y le­ve­dad a la pe­sa­da fau­na Lcil, por­que allí don­de hay flo­res y sol, vue­la de los pri­me­ros tiem­pos evo­lu­ti­vos. Sin pri­sa pe­ una ma­ri­po­sa. Las diur­nas se lla­man ro­pa­ló­ce­ ro sin pau­sa, ocu­pa­ron los di­ver­sos am­bien­tes ros. En la Ar­gen­ti­na exis­ten 14 fa­mi­lias, con que la su­per­fi­cie te­rres­tre iba ges­tan­do en­tre ca­ unas 1.300 es­pe­cies, so­bre cer­ca de 20.000 cla­ ta­clis­mos, gla­cia­cio­nes y di­lu­vios. Ni las al­tu­ras, si­fi­ca­das en el mun­do. Nues­tro li­to­ral con­cen­tra ni el frío, ni el sue­lo de­vas­ta­do fue­ron im­pe­di­ la ma­yor di­ver­si­dad: só­lo en Mi­sio­nes ha­bi­ta el men­to pa­ra su ex­pan­sión. 60% de las es­pe­cies del país. Las ma­ri­po­sas son ex­ce­len­tes in­di­ca­do­ras de Pre­sen­ta­mos ape­nas un pu­ña­do de es­pe­cies, ca­li­dad am­bien­tal. Su pre­sen­cia (o au­sen­cia) in­ re­la­ti­va­men­te abun­dan­tes, fá­ci­les de ob­ser­var di­ca el es­ta­do de con­ser­va­ción de los eco­sis­te­ (in­clu­so en jar­di­nes, pla­zas o par­ques) y que re­ mas sil­ves­tres. En par­ti­cu­lar, de las sel­vas del pre­sen­tan los ca­rac­te­res tí­pi­cos de al­gu­nas de nor­te ar­gen­ti­no. Es­tos in­sec­tos de­pen­den de la las fa­mi­lias más im­por­tan­tes. Es só­lo el prin­ci­ exis­ten­cia de de­ter­mi­na­das plan­tas que le brin­ pio pa­ra aden­trar­nos en su mun­do fas­ci­nan­te, dan ali­men­to, tan­to en su es­ta­do lar­val co­mo que lle­va mu­cho tiem­po re­vo­lo­tean­do. adul­to. Por ello, la con­ser­va­ción de las masas Ha­ce unos 150 mi­llo­nes de años apa­re­cie­ron forestales es in­dis­pen­sa­ble pa­ra ase­gu­rar su so­bre la Tie­rra las plan­tas con flo­res o an­gios­ supervivencia. per­mas. A par­tir de allí, mi­les de es­pe­cies ve­ge­ An­he­la­mos que es­ta mo­des­ta guía sir­va pa­ra ta­les sa­lie­ron a com­pe­tir con sus for­mas y co­lo­ dar un pri­mer pa­so a to­dos aque­llos que se res pa­ra atraer a los in­ver­te­bra­dos. Se creó, así, atrevan a ca­mi­nar por los sen­de­ros na­tu­ra­les, un vas­to y com­ple­jo pa­no­ra­ma de nue­vas re­la­ pa­ra des­cu­brir las ma­ri­po­sas diur­nas del li­to­ral cio­nes en­tre plan­tas y ani­ma­les, don­de los le­pi­ ar­gen­ti­no.