Las a.lfarer.ías femeninas'

Luis Cortés Vázquez

1. INTERES QUE PRESENTAN. alfarero, situado a sólo 15 kilómetros de Zamora, y Cibanal en el de Sayago. PU~TOS ALFAREROS y SUS de Zamora. A la primera de ellas alude precisamen­ CARACTERISTlCAS Cuatro ' años más tarde estudié y te este refrán que registró en el siglo publiqué mi trabajo sobre una nueva XVII, la colección del Maestro Gonza ­ Zamora es tierra arca izante;' y su alfarería femenina zamorana, la de Mo­ lo de Correas: buen barro hay en Mue­ banda a pon iente fuente de hallazgos y veros (2). a las que sumo ahora la las, bueno lo hay en Perigüela, en que sorpresas. La actividad alfarera que se última reliquia viva de lo que fue se ve asociada con , viva aún ejerce en .Pereruela y Carbell ino, am­ brillante act ividad alfarera, igualmente por fortuna (3). bos pueblos sayagueses, así como en feme nil, y subsiste hasta hoy en Carbe­ Si las alfarerías obras de mujeres, Moveros, asentado en la alis­ lIino de Sayago, pueblo que visité ini­ remontan sin duda a un pasado re­ tana, representa_una de las más intere­ cialmente en 1974 y que apa rece ahora motísimo, antes de la invención de santes muestras de arcaismo, de entre aqu í descrito por m í por vez pr imera. la rueda alta de alfarero, siempre las' que nos ofrece el occ idente pen in- Además de la fecha de mis primeras ut ilizada po r los hombres, ya se sular. . encuestas, he visitado las tres localida­ comprenderá el interés de estos tres Au nqu e nuestra experiencia en esta des alfareras zamoranas en varias oca­ puntos alfareros zamoranos, máxime si clase de trabajos, y el conocimiento siones posteriores, pr incipalmente en añadimos que las reliquias que de tal directo de los pueblos de l occidente 1974 y 1976, y entablado contacto alfarería quedaban han ido desapare­ leonés haya co lmado nuestra capaci­ con sus alfareras cada año hasta hoy , ciendo de Europa, y hoy sólo queda dad de asombro, sería vano ocu ltar el con ocasión de la fer ia cerám ica y alfa­ algo parecido que sepamos en Mota del que nos produjo la alfa rería de Pere­ rera de Zamora durante las fer ias de Cuervo (Cuenca) (4). Además , de entre ruela , cuando la estudiamos y descr ibi­ San Pedro. las tres localidades zamoranas, Pererue­ mos por vez pr imera en 1954 (1). A Permitaseme recordar que, además la representa un interés especial, pues ello contribuyó no tan sólo su marca­ de estas localidades que aún desarro­ sus cacharros más característicos, co­ do primitivismo, y el carácter exclusi­ llan una alfarería exclus ivamente feme­ mo la cazuela, podrían pasarse de tor­ vamente femenino como of icio, sino nina, la conocieron igualmente en el no alfarero o rueda que es, en realidad, las circunstancias de toda índole que pasado en la provincia de Zamora, una simple mesita giratoria. A ello vol­ rodeaban tal actividad en este pueblo Muelas del Pan, en el partido jud icial veremos con atención más adelante. Moveros y Carbell ino, singularmente el primer centro, ya usan de su rueda baja como de una verdadera rueda de alj arero, y por ello, salvo en la fabrica­ ción de tinajas, no se sirven ya del procedimiento del urdi do, que hemos descrito en nuestro estudio sobre Pere­ ruela. Veamos ahora las tres localidades y sus características principales.

Pereruela

Lugar con ayuntamiento, situado a 15 kilómetros de- Zamora. Perteneció hasta la última reforma al part ido de Berm illo de Sayago , hoya Zamora. El conocido Diccionario de Madoz nos informa al hab lar de la industria: "a lfa­ rería, a que se ded ican todos los veci­ nos; el barro para la fabr icación es de tal calidad, que se endu rece tanto más se tiene en el fuego; por ello, son su­ mamente aprec iadas sus basijas (sic). que transportan los naturales hasta los Alfarera de Moveros. pa íses extranjeros (sic)".

10 Naturalmente que en ob ras referen­ zas, suelen ponerse en pie sobre ellas, a las faen as agrícolas, y todas las veces tes a la provincia de Zamora se hallan antes de entregarlas al comp rador que, que es menester, principalmente du­ otras alusiones a la alfarería de Pere­ si es entendido, exige naturalmente es­ rante el verano. . ruela , pr incipalmente a la fabricación ta prueba ritual. La loza de Moveros, contrariamente de criso les y copelas destinadas a joye­ No obstante lo grosero de su factu­ a la de Pereruela, es de hechura muy ros, y aún a la m isma Fáb rica Nacional ra, la loza pereruelina es muy aprecia­ fina, y de un co lor trigueño muy bello, de la Moneda (5). También en el fol­ da por las guisanderas, y de ella se hace siend o en esto, así como en la exquisi­ klore hay alusiones a tal actividad , en un gran uso en los figones y casas de tez y eleganc ia de su gálibo y lín ea de ciertas coplillas y canciones, que ahora comidas y particulares de todo el nor­ sus cántaros, t inajas o cantarillas, rad i­ no podemos recoger aqu í. oeste. En op inión de los expertos hay calmente d iferente a la tosquedad de Digamos simplemente que este pue­ ciertos guisos, que sólo obtienen su las piezas de Pereruela, y contando en­ blo zamorano fabrica loza destinada debido punto y sazón, habiéndolos co­ tre las más bellas alfarerías espa ño las. esencialmente al fuego, y su pieza fun ­ cido en cazuelas de Pereruela, y a ello A d iferencia de Pere rue la el vidriado es damental, y en muchos casos ún ica, es alude sin duda alguna, la muy bella totalmente desconocido. la cazuela, ya sea redonda o alargada, canción popular zamorana: llamada en este último caso cazuela En la plaza de Zamora asader a. Además de la cazue la, pieza he de comprar a mi amor, fund amental y para muchas alfareras pucheritos y caz uelas ún ica, se fabrican con cierta abundan- que al guiso dan buen sabor. - cia en Pereruela hornos y crisoles, así como tinajas en men or med ida. Moveros Siendo Pereruela, como Moveros y , alfarerías de hechura exclu­ Moveros es un lugar agregado al sivamente femenina, no ex iste ni una ayuntamiento de Ceadea, y pertene­ sola excepción a esta regla, reservándo­ ciente al partido jud icial de Alcañices. se los hombres para el traba jo de la Se halla situado en la misma raya de cochura y para el de la difusión y y a 54 kilómetros de Zamora, venta de los cac har ros fue ra de l lugar su capita l provincial. De su cabeza de (6) . Muy impor tan te es hacer constar ayuntamiento dista unos 3 kilóm et ros . que el trabajo y rend imiento económ i­ EL Diccionario de Madoz, ya citad o, co sob re todo, está condicionado a lo señala la alfare ría como su industria que alli llaman la pareja, es decir el principal, pero sin extenderse en más matrimon io, traba jando la mujer y más consideraciones. raramente las hijas en la rueda, y oeu ­ En mi primera visita a Moveros en Alfare ra de Pereruela. p ándose el marido de la cochura, ven­ 1958 contaba con dos docenas de alfa­ ta, extracc ión del bar ro. Com o qu iera reras. Desgraciadamente, y a pesar de que el número de coceduras es bastan­ que la demanda y d ifus ión de sus ce­ Carbellino de Sayago te reducido, el trabajo recae sobre to­ charros es mayor que nunca, el núme­ do en la mujer . ro de mujeres que trabajan, ha deseen­ Lugar con ayuntamiento, pe rte ne­ Es muy frecuente el que, ya sea por d ido notablemente. Hoy d ifícilmente ciente al antiguo partido judicial de muerte del mar ido o po r otra causa, llegarán a la media docena. Berm illo de Sayago y hoy a Zamora, soltería o matrimonio con hombre no La alfarería moverina, contraria­ de la que d ista 50 kilómetros. También perteneciente a familia alfarera, las mente a la de Pereruela, está destinada Madoz en sus días dejó consignada su mujeres se ded iquen a trabajar sólo en al agua, ya que sus cacharros no aguan­ condición alfarera al deja r escr ito en su la rueda, vendiendo sus cacharros en tan el fuego y se rajan . Siend o ello así, Diccionario: "construcción de loza crudo a los hombres que disponen de es natural que su pieza pr incipal sea el basta". horno. Este es el caso más frecuente y cán taro. Ad emás, de él, fabrícanse en En efecto ha hab ido una gran activi­ sobre 45 fam ilias alfareras que contaba Moveros princ ipalmente barriles, bo t i­ dad alfarera en Carbellino, ex istiendo Pereruela en 1954, sólo ex istían 14 jos, cantarillas y tinajas, as í como boti­ un barrio llamad o de la Fuente o Milla­ hornos. Naturalmente que estas cifras jos de pequeñas d imensiones llamados dero (Hum illadero). en que práctica­ están sometidas a variación continua , mecos. Coincide en cambio con Pere­ mente todas sus casas contaron con pues la alfarería no es ni fue nunca ruela, en su condición de artesanía ex­ mu jeres que trabajaro n en la fab rica­ para nadie, fuente ún ica de vida y sub­ clus ivamente femenina, pues como en ción de cántaros. Todavía en 1936 siste ncia ni el traba jo se verif ica duran­ el pueblo sayagués, los hombres inter­ unas trece fam ilias se ded icaban a la te todo el año. viene n únicamente en las tareas de la alfare rí a; hoy no queda más perviven­ Para co nclu ir con las caracte rísticas preparación de l barro, la cochura y la cia que las dos hermanas María y Pilar generales referidas a Pereruela, d iremos venta posterior. Redondo Iglesias, qu ienes han sido mis que la loza ya terminada acusa bien a Ni en Moveros ni en Pererue la ex is­ informantas en mayo de 1974, fecha las c laras su carácter pr imitivo y lo te un lugar des tinado a obra dor o alfar de m i encuesta inicial y en visitas pos­ grose ro de su factura. Cua ndo un ca­ y se traba ja en el co rral o ante la te riores en 1976, 78, etc. Igua lmente cha rro se rompe, y aun sin neces idad pu erta de la casa , cuando el tiempo lo hasta los años 40 hubo cuatro ho rnos de ello, se advierte que el ba rro es permite. La temporada sue le comen­ en actividad , de los que sólo subs isten sumamente ordinario y lleno de chin a­ zar a primeros de abri l y se prolonga dos en la actualidad , uno de ellos en rrillos. Los vendedor eS en el mercado, hasta el veranillo de San Martín, bien estado inutil izable. como prueba de la solidez de sus pie- entendido que se suprime para atender La loza de Carbellino, como la de

11 Moveros, se destina al agua , pues los lará su cacharro. Al acabar su modela­ cacharros destinados al fuego, siempre do retira la galga de la rueda con la proced ían de Pereruela, y aun de tall e­ pieza hecha, que también se despren­ res salmantinos de Peralejos o Vitigud i­ de rá sola al secar. no. Co inc ide Carbellino con Moveros Finalmente en Carbel lino de Sayago en el destino de sus piezas, el ser una la alfarera, antes de comenzar a mode­ alfarería con dedicación al agua , pero lar, lleva sobre la tabla del torno un sólo en eso. En efecto la loza de Carbe­ puñadito de cen iza, e imprimiendo una Ilino es muy bas ta y es trabajada de rápida impulsión a la m isma aprovecha modo tosco y grose ro, como en Pere­ su giro, para extender por igual con los ruela, car eciendo de la exquisitez y dedos, la ceniza sobre el tablero, fo r­ gracia de línea y de hechura de Move­ mando una ligera capa que lo recubre ros. Natu ralmente, desconoce el vidria­ por entero. Al acabar el modelado la do . alfarera retira la pieza del torno, al que Ni que decir tiene que en Carbellino sólo estaba pegado superficialmente, la piez a fundamental fue el cántaro. La pues lo aislaba la ceniza de la madera. distribución del trabajo entre hombres y mujeres, así como la condición esta ­ Formas de las alfarerías femeninas Cantarillos de Moveros, cional del quehacer alfarero, es en to­ zamoranas do idéntico a lo que hemos visto acon­ veces, dos simultáneamente, apoyado tecía en Pereruela y Moveros. En Pereruela cada uno en una cadera. Por puro escrúpulo informativo diré Además de las cazuelas redondas, o que en Moveros se fabrica igualmente alargadas d ichas asaderas, ambas sin 2. EL BARRO Y LA RUEDA. MO­ otro cántaro destinado a los clientes asas o apenas con unos pequeños apén­ DE LADO Y VASIJAS sayagueses, o de la Tierra del Pan y dices af rontados a modo de "orejas", Campos al no rte del Duero, que llaman se fabrican barreñones, cañadones, va­ Las tres alfa rerías fem eninas za­ cántaro de los panaderos o sayagués. sijas de unos 12 lit ros de cap acidad, moranas se sirven de una rueda baja Su forma es mucho más común y vul­ muy anchos de base y ded icados al para modelar, de las llamadas de gar y nada tiene que ver con la elegan­ orde ño de las ovejas, pucheros, tapade­ cruces. Este torno representa un no­ te y sorprendente silueta del cántaro ras de varios tamaños, asadores de casta­ table caso de arcaismo en sí, pero genu ino de Moveros, acaso con el de ñas, y magn íficos hornos, que han te­ acentuado en Pereruela y en Carbelli­ Totana en Murcia, los dos r .ás bellos nido una amplísima difusión por toda no, pues la rueda de Moveros, aun sien­ de España. la Tierra de Campos y aún se hallan do semejante a la de los otros pu eb los, La llamada barrila en Moveros es más lejos en León y Galicia. Ya habla­ funciona como una verdadera rueda de una muy elegante cantarilla, a lo que mos antes de los crisoles y copelas que, alfarero, pues se le imprime suf iciente contribuyen sus asas, muy grac iosas de sobre todo en épocas pretéritas tanta velocidad para que se comporte como línea. Se real izan en dos tamaños, la fama dieron a Pereruela, y aún más allá tal , y por lo tanto es desconocido all í barrila aradera y otra mayor dicha ba­ de las fronteras patrias. el procedimiento del urdido, que es el rrila de segadores o de siega. verdaderamente usual de los otros pue­ Claro es que incidentalmente se ha­ blos sayagueses (7). No puedo entrar cen vasijas para el agua, como cánta­ En Carbellino en este breve artículo en las diferencias ros, botijas y tinajas, pero, a decir ver­ Por ser como Moveros alfarería des­ entre las ruedas de cada pueblo. Obsér­ dad, no son las características de Pere­ tinada al agua, también son cántaro y vese que las alfareras trabajan de rodi ­ ruela. barrila sus realizaciones básicas. Asi­ llas en Pereruela y en Moveros; en Car­ Repetimos que la pieza esencial y mismo, y referido principalmente al bellino la rueda es algo más alta y las básica pereruelina es la cazuela, fabri­ pasado, pues Carbellino está en vías de alfareras trabajan o de pie, y mueven el cada de ordinario en cuatro tamaños. inmediata extinción, señalemos las torno con la rodilla derecha si tienen Hay alfareras que no hacen otra cosa. ollonas con asas qu e en cierto modo El juego de los cuatro tamaños, encaja­ ocupadas ambas manos, o sentadas en hac ían ofic io de tinajas. das unas en otras se denomina una un tajo en ocasiones. Naturalmente que de modo inciden­ caja . El barro no se pone directamente tal se hacen piezas de otro tipo, y sobre el torno en ninguna de las tres modernamente jar rones, macetas, pal­ En Moveros localidades. En Pereruela se coloca pr i­ matorias, etc., de gusto' muchas veces meramente una corona de barro llama­ Por ser, al revés de Pereruela, una dudoso. da maya, sobre la que-ise asienta un alfarería destinada al agua, las piezas Señalemos finalmente que la deco­ disco de barro cocido llamado ' lusia. básicas son el cántaro y la barrila. rac ión es muy pobre en los tres luga­ Cuando la pieza está concluida se le­ También es muy importante y de muy res. En Pereruela es prácticamente ine­ vanta con su lusia de la maya. Natural­ hermosa hechura la tinaja moverina xistente, en Moveros se puede incidir mente las alfareras disponen de lusias que, por c ierto, va' provista de asas. algún ramito o adorno de tipo floral en abundancia. Cuando las piezas El cántaro de Moveros, por su for­ muy leve. En Carbellino alguna pollica orean y se secan, ellas solas se despren­ ma, visible en las fotografías, lo que o pájara, así como algún cacharro !ln­ den de las lusias. nos ahorra su descripción, cuenta entre chinarrado, o sea adornado con p iedre­ En Moveros la alfarera coloca pri­ las más bellas piezas alfareras españo­ citas minúsculas, ' pegadas al barro meramente sobre su torno una pellita las. Su forma acaso se explique por el cuando está blando y en crudo. de barro, a la cual adhiere una galga, o modo de ser usado, pues no se porta Ya dejamos dicho que sólo Pererue­ fina losa de pizarra, sobre la que mode- en la cabeza y sí al cuadril, incluso a la conoce el vidriado.

12 En cuanto a Carbellino sus hornos rioso a nuestros estud ios anteriores, y tienen un a capacidad de entre 200 a a otras pub licaciones en q ue hallarán 300 piezas y el proceso de cochura, los detalles o fotos q ue aqu í no hemos dura un total de unas seis horas.Du­ podido darles, dán doles cita para nues­ rante las dos primeras van metiendo en tra próxima pub licación: La alfa rerí a el hogar del horno " pajas y tom illitos, del reino de León . para templar", y luego leña baja " poco a poco hasta el final que metemos de NOTAS lleno". Mis infor manta s al hablar de (1) Vid. L. Cortés Vázquez, La alfarería en pajas y tomillitos , para la templa ini­ Pereruela (Zamora) in Zephyrus V. Sala­ cial, se refieren a los tomil los, piornos manca, 1954. pp . 141-1 63, artículo am ­ pliamente ilustrado con fotos y d ibu jos. y escobas con que com ienzan el proce­ so, antes de echar la leña. Prefieren (2 ) Vid. L. Cortés Vázquez, Alfarería feme­ nina en Moveros (Za mora) in Zephy­ cocer de noche, pue s las luces del hor­ rus IX. Salamanca, 1958. pp . 95 -107 . no ayudan mejor, pero también lo veri­ Igualmente ilustrado con fo tos y dibu ­ fican en pleno día. Al final de la co­ jos. ch ura ech an unos pu ñados de sal gor­ (3) La alfarería femen ina de Muelas del Pan da. desapareció en los año s 30. La construc­ Alfarera de Corbellino. Dos palabras sobre la irrad iación y ció n de la presa sob re el Esla, que d io alcance de la alfarería femen ina zamo­ inicio al complejo hidroeléctrico de los Saltos del Duero y que traj o una efí­ 3. LA COCHURA Y VENTA DE LOS rana. En esto ha cambiado totalmente mera y prod uctiva prosperidad local, CACHARROS con respecto al pasado. ocupando a hombres y mu jeres en diver­ Antiguamente y salvo los cr isoles, sos tra bajos, d io al traste con la activi­ En Pereruela se coció antiguamente cazuelas y hornos de Pereruela que te­ dad ar tesana. Sobre ello puede consul­ en la tierra, por un procedimiento muy nían un alcance mayor, lo común es tarse H. Ramos Pérez, Cerámica popular zam orana desaparecida. Zamora, 1980. primitivo y tosco (8). Ya hemos dicho que el alfarero, los hombres de las ca­ p. 58 Y ss. que no todas las alfareras cuecen y las sas alfareras, salieran por la región con (4) Sob re Mota de l Cuervo vid. N. Seseña, hay qu e trabajan sólo en la rueda. un borr iqu illo o un carro cargado de La alfarería de Mot a del Cue rvo in Re­ No dan las di mensiones impuestas a género, a vender con ocasión de los vista de Dialectología y Tradiciones Po­ este artículo lugar para describir la co­ mercados regionales y romerías. Igual­ pul ares, XXIII . Mad rid, 1967. pp . chura en las localidade s alfareras zamo­ mente es de hacer notar que la plaza 339-346. Alfare rías feme ninas ha hab i­ de Zamora siempre ha estado abasteci­ do en Ceced a (Ast urias) , as í como en ranas . Enviam os a nuestros estu di os Canarias en que además se trabajaba sin anteriores (9). Digamos que alimentan da de mercancía. Sin embargo los alfa ­ torno. También las hu bo en Dinamarca el horno con chaguarzos, es decir hi­ reros no eran muy diestros comercian­ y Francia. niestas o escobas, y leña baja o roto en tes y sol ían avispados intermediarios, (5) Aún hoy se envía n a los joye ros de Pereruela y el proceso dura de ocho a ser los que se lucraban verda deramente Salamanca , Ciudad Rod rigo y Sevilla, nueve horas. en este comercio , hac iendo llegar las principalmen te. Pero esta producc ión, cazuelas de Pereruela a todos los figo­ importante ant iguame nt e, está práctica­ Por término med io se pueden calcu­ mente extinguida. Ya en 1954 sólo un a lar unas 6 cocedu ras por horno y año , nes y casas de com idas del nor te de alfarer a los hada. España . "pero naturalmente esto ha de ser teni­ (6) Téngase en cuenta que hablamos de lo do a prom ed io, hay hornos qu e cuece n Se da la paradoja q ue hoy d ía, que fue antaño trad icional . Moderna­ más. Los hornos primitivos de Pererue­ cuando la to talidad de la producción mente to da la producción alfarera está la ven ían a te ner una capacid ad de alfarera está vend ida de ante mano, vend ida, sin tener que salir del luga r, y unas setenta cazuelas y consum ían un cuando nuestros estud ios sobre las lo­ sólo se llevan a la feria zamorana de San Pedro. Los cam iones salen cargados d i­ carro de leña. Los hornos altos, más calidades prod uctoras, y sobre to do las rectamente de Pereruel a o Moveros, y el modernos, tie ne n una capacidad de en­ ferias cerámicas de Zamora po r San ir a vender por ferias y romerías con tre 150 a 250 piezas, y si sólo se mete Pedro, han dado a conocer ampliamen­ caba llerías, es no más recuerdo. en ellos una hornada de cazuelas, uno te la alfarería femenina, cuando en una (7) Sob re el torn o alfarero y su evolu ción de los más capaces de l lugar se co lma palabra, y por vez primera, el quehacer vid. G. M. Foster The po tter's wheel : an con unas sesen ta cajas , es decir un to­ alfarero es plenamente rentable, las analys is of idea and artifact invention in tal de 240 piezas. mocitas no tienen inclinación a apren-' Southwestern Journal of Anthropology XV, 1959, pp. 99- 119. University of La cab ida de los ho rnos en Moveros der y ejercer el oficio de sus mayores New Mexico. Albuquerque, que tiene es de unos 60 cántaros y 50 a 60 qu e periclita. Es lástima porque hoy la en cuenta en su est udio nuestros tra ba­ barriles. Los mayores tie nen un cupo producció n alfa rera zamorana es am­ jos sobre Pereruela y Moveros. También algo más capaz llegando hasta los pliamente conocida y apreciada, y sus J. Pérez Vidal Dos ruedas astu rianas de prod uc tos no sólo tie nen valor funcio­ alfarero in Revista de Etnografía XX II och en ta cánta ros y otras och enta barr i­ Porto, y N. Seseña La cerám ica pop ula r las. Cada alfarera cuece co mo un as nal, sino nuevas aplicaciones deco rati­ en Castilla la Nue va. Madrid , 19 75. pp . ocho o diez veces por año. Los cacha­ vas, cosa que acontece singularmente 42-44. Sobre el urdido, puede verse rros se sacan del horno al d ía siguiente con las bell ísimas formas de las tinajas nuestra explicación en el artícul o citado sob re Pererue la. de haber sido cocidos, para dar tiempo y cántaros moverinos, o de los hornos a que se enfríen. de Pereruela. (8) Vid. Cortés Pereruela pp . 158· 9. En Moveros cu ecen al oscu recer y Ped imo s per dón, para cerrar este ar­ (9 ) Vid. Cortés, Pereruela, Cortés, Moveros, aun de noc he, para observar las luces t ículo , por la brevedad del mismo, donde se describe por men udo la cochu­ del horno. El proceso total es más ráp i­ dentro de los lím ites de la revista, que ra. Perrp ítasenos enviar igualme nte a nuestro pr óximo tra bajo, muy avanzado hacen que tant ísimas cosas hayan que- _ do que en Pereruela , pues no suele ya en su redacción: La alfarería del rei· llegar a las cinco horas. dado po r decir. Enviamos al lector cu- no de León.

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