Centro de Ética Universidad Alberto Hurtado

Informe Ethos No 24 (2002)

primera parte

El Centro de Ética de la Universidad Alberto Hurtado publica periódicamente un breve Informe Ethos, ofreciendo una lectura ética de un tema de interés nacional para ayudar en el discernimiento de un juicio moral responsable con vistas a una acción coherente. Se adopta el método ignaciano del triple paso: experiencia (hecho) – reflexión (su comprensión e implicaciones éticas) – acción (elementos para el discernimiento): una reflexión sobre la experiencia con miras a una acción consecuente. 2

Los Informes Ethos1 no pretenden agotar un tema como tampoco pronunciar una palabra conclusiva. La finalidad es presentar un breve escrito que introduzca elementos éticos, de inspiración cristiana, en el debate nacional sobre temas de interés público para apoyar la formación de un juicio ético correspondiente. Su propósito es poner de relieve la dimensión ética en la discusión sobre temas que inciden en la vida ciudadana y, directa o indirectamente, en cada miembro de la sociedad. En otras palabras, no se pretende pensar éticamente por otros sino estimular a otros para pensar éticamente.

1.- El hecho

1.- En estos últimos años ha habido una movilización social (marchas pacíficas, conferencias de prensa, documentación histórica, bloqueo de camiones, acciones violentas en contra de particulares, etc.) de las comunidades de la zona sur del país. Los protestan contra la invasión, pasada y presente, de su territorio ancestral, reclamando la recuperación de sus tierras.

2.- Algunos consideran estos hechos simplemente como actos terroristas, otros hablan de una revolución mapuche, pero también existen grupos que defienden el derecho de estas comunidades a reclamar su tierra ancestral. Sin embargo, la gran mayoría de la ciudadanía desconoce la raíz histórica del conflicto actual y, lamentablemente, los medios de comunicación social han tenido un enfoque predominantemente reduccionista, sin ofrecer un análisis más profundo de las raíces históricas de esta movilización social.

2.- Comprensión del hecho

3.- La pregunta por la historia resulta imprescindible para poder comprender lo que sucede en el presente. Los pueblos indígenas no pertenecen a la prehistoria de (un objeto de estudio), sino forman parte de la realidad actual del país (un sujeto histórico). En el Censo Nacional de 1992, se constata que constituyen el diez por ciento de la población, siendo el pueblo mapuche más del noventa por ciento de la población indígena en Chile.

4.- En el siglo XVI acontece el primer contacto del pueblo mapuche con la civilización occidental, concretamente con el cristianismo militar de los españoles, en el valle del Mapocho. En el encuentro se proclama el Requerimiento que era más bien una declaración de guerra: someterse a la Corona y a la religión de los Reyes católicos o morir.

5.- La crónica de Vivar relata la formalidad del Requerimiento. “El general Pedro de dijo que les quería decir cómo Su Majestad le había enviado a poblar aquella tierra, y a traerlos a ellos y a su gente al conocimiento de la verdad, y que venía a aquel efecto, con aquellos caballeros que consigo traía, y a decirles y darles a entender cómo habían de servir a Dios, y habían de venir al conocimiento de nuestra Santa Fe Católica y devoción de Su Majestad como lo habían hecho y hacían todos los indios del Perú, y que entendiesen que, si salían de paz y les servían y les daban provisión de la que tenían, y que, haciendo esto, los

1 Los Informes Ethos no representan la opinión oficial de la Universidad Alberto Hurtado sino ofrecen una reflexión del Centro de Ética. En la actualidad el equipo está conformado por Tony Mifsud s.j. (Director, Doctor en Teología Moral), Elizabeth Lira (Investigadora y 3 tendría por amigos y por hermanos, y que no les haría daño ninguno en su tierra ni en sus indios, y mujeres e hijos, ni en sus haciendas, ni los llevaría contra su voluntad; y que si se ponían en arma, y le defendían el camino y el bastimento, que los matarían y robarían la tierra”2.

6.- El general Pedro de Valdivia, que venía del Perú, recibe la sumisión del inca Quilicanta y sus aliados para evitar la masacre. En cambio, Michimalonko, el primer jefe mapuche contactado, no acepta la convocatoria y comienza la época de la resistencia. En 1541 el jefe Michimalonko ataca Santiago y comienza la guerra contra los españoles. El territorio indígena abarca entonces desde el valle central del río Mapocho hasta la isla de Chiloé. En 1598, Pelantaro, el jefe del sur, logra destruir todas las ciudades y los fuertes fundados por el ejército español al sur del río Bío-Bío.

7.- La guerra transforma el estilo de vida de las comunidades mapuches, porque de clanes cazadores con una agricultura incipiente se organizan para la guerra, introduciendo el ganado, el caballo y el hierro. De esta manera, se forma un ejército de gran movilidad a causa de la incorporación del caballo. Políticamente se establecen alianzas entre las diferentes tribus, surgiendo un sistema de organización política descentralizada que facilitó la defensa y la autonomía frente al invasor.

8.- En esta guerra de resistencia, los indígenas sometidos al régimen de encomiendas eran compelidos al bautismo junto con trabajos forzados en los lavaderos de oro. Los abusos y la violencia con que los indígenas fueron tratados eran tan grandes que el primer obispo de la Imperial (1560), el franciscano Antonio de San Miguel, renuncia “para no ser por más tiempo testigo de tantas injurias que en este reino se hacen a nuestro Señor por el mal trato que se da a los indios”3. Evidentemente, los indígenas libres, aquellos que lograron detener el avance militar en sus territorios, no aceptaron a los misioneros porque tras ellos llegaban el ejército y la esclavitud.

9.- Los jesuitas, llegados en 1593, traen una nueva postura frente al tema indígena: separar la acción misionera del sometimiento militar, la supresión del servicio personal (esclavitud), la aceptación de una frontera, y el derecho a la guerra defensiva por parte de los indígenas. La figura principal fue el Padre Luis de Valdivia s.j. (1562 – 1642), natural de Granada. Esta postura iba en contra de los intereses de los encomenderos que querían continuar con la ocupación de tierras y de mano de obra indígena esclava, como también de los militares que aumentaban sus ingresos con el estado de guerra y con la captura de indígenas para ser vendidos en el mercado de esclavos.

10.- La postura de los jesuitas y los altos costos que significaba la continuación de la guerra en el sur, obligan a la Corona a cambiar su estrategia. Así, el nuevo gobernador Francisco López de Zuñiga, Márquez de

Profesora, Psicóloga), Pablo Salvat (Investigador y Profesor, Doctor en Filosofía), y Verónica Anguita (Asistente, Magister en Bioética). 2 Gerónimo de Vivar, Crónica y relación copiosa y verdadera de los reinos de Chile, Introducción, selección y versión actualizada de Sonia Pinto Vallejos, (Santiago: Editorial Universitaria, 1987), pp. 67 – 68. 4

Baides, ofrece la paz a los principales jefes mapuche. Los acuerdos fueron ratificados en tres parlamentos entre 1640 y 1641, de los cuales el más conocido es el celebrado en la localidad de Quilín en 1641 (las paces de Quilín). El acuerdo principal es el reconocimiento formal por parte de la Corona de la independencia del territorio mapuche entre los ríos Bío-Bío y Toltén (Valdivia). El reconocimiento de la frontera y el instrumento del parlamento, como la instancia fundamental de negociación, duraron hasta mitad del siglo XIX.

11.- La autonomía territorial permitió a las comunidades mapuches transformarse en ganaderos, desenvolver una notable orfebrería en plata, incorporar nuevas tecnologías, desarrollar su agricultura, realizar un amplio comercio fronterizo y establecer relaciones sociales y económicas con las pampas . Entre las confederaciones mapuches no hubo jefes absolutos porque el poder estaba descentralizado y las alianzas eran el mecanismo fundamental de organización.

12.- En el parlamento de Negrete (1803) el gobierno español ratifica la frontera. En 1811 se realiza un parlamento en Concepción donde se comunica a algunos caciques los cambios acontecidos. Los realistas, replegados hacia el sur, aseguran el respeto por los tratados con el rey, es decir, el respeto por la frontera y la autonomía mapuche, en dos parlamentos generales (1813, 1814). La mayoría de las confederaciones mapuches decide apoyar a los realistas, estallando la llamada guerra a muerte entre 1819 y 1825. La victoria del ejército patriota sobre mapuche y españoles destruye el sistema fronterizo vigente y marca profundamente la imagen negativa de los mapuche frente a la República de Chile.

13.- La nueva República tenía un enclave autónomo dentro de su Estado nación y las colonizaciones extranjeras estaban en vía de expansión al sur de Valdivia. Comienza así la época de la conquista porque el nuevo Gobierno de Chile opta por la vía del sometimiento militar y la apertura a los colonos extranjeros. En 1866 el Parlamento Nacional aprueba una ley en que el Estado se presupone dueño de las tierras mapuches, y define la distribución de las tierras a los colonos y la adquisición del resto mediante remates. La intención clara era la de acabar de una vez por todas con la resistencia indígena, junto con aprovechar de ampliar las zonas de inversión y producción exportadora.4

14.- En 1867 comienza la conquista militar de la Araucanía, que luego se vió retrasada por los acontecimientos de la Guerra del Pacífico. Entonces, el ejército chileno, que venía triunfante de la campaña contra Perú y Bolivia, se traslada a la frontera mapuche y comienza la invasión del territorio mapuche en forma planificada. La resistencia organizada acaba en 1881, y con la refundación de (1883) se proclama oficialmente el fin de la Guerra de la Pacificación de la Araucanía. Así, el pueblo mapuche pierde

3 Albert Noggler, Cuatrocientos años de misión entre los araucanos, (Padre de las Casas/Temuco: Editorial San Francisco, 1972), p. 60. 4 El Editorial de El Mercurio del 24 de mayo de 1859 escribe: “El araucano del día es tan limitado, astuto, falso, feroz y cobarde al mismo tiempo, ingrato y vengativo, como su projenitor del tiempo de Ercilla; vive, viste, come y bebe licor en esceso como entonces”. 5 su autonomía política y territorial, dando comienzo a un largo período de miseria, explotación y marginación. Se calcula que a los mapuche se les entregó apenas el cinco por ciento del territorio que dominaban (unas 500.000 de hectáreas).

15.- No fue una pacificación sino una colonización, donde hubo exterminio, pillaje y destrucción. En el periódico El Ferrocarril se lee: “Estos son los hechos: el jeneral Pinto ha sembrado terrenos fiscales i ha ordenado el arreo de los animales indíjenas i el incendio de las rucas i sementeras araucanas; i en vez de guerra de soldados hemos tenido así en la frontera guerra de pastores i de pillaje desmoralizador” (Santiago, 17 de febrero de 1869).

16.- Las tierras, declaradas fiscales con anterioridad, abrieron paso a las subastas públicas. A los mapuche se les comenzó a medir las tierras que ocupaban para darles los Títulos de Merced. Así se inicia el proceso de radicación y reducción. La división de tierras quiebra las grandes alianzas de las comunidades mapuches y la creación de reducciones bajo un cacique no respetó el linaje de las familias. Así, se crea una nueva estructura social que destruyó la sociedad mapuche por la división en miles de reducciones, incomunicadas entre sí. Además, el reparto arbitrario de tierras al interior de las reducciones generó conflictos entre las familias, debilitando la solidaridad entre las comunidades. Por último, los colonos se aprovecharon para extender sus propiedades sobre tierras indígenas (corrida de cercos, expulsión violenta, incendios intencionales, etc.) durante el caos dominante en el tiempo de la radicación de las familias indígenas.

17.- En el siglo veinte comienza la época de la reivindicación étnica de las comunidades mapuches. La usurpación de tierras y su escasez fueron claves para una auto comprensión reivindicativa. Se sabían robados, atropellados, empobrecidos y marginados por la sociedad chilena. En 1913, debido a un acto criminal contra un mapuche (conocido como la marcación Painemal) se produce la primera protesta masiva en la ciudad de Imperial (cerca de tres mil indígenas). Esto marca el inicio de apertura de un nuevo espacio mapuche en lo político y en la sociedad chilena. En 1924 fue elegido Diputado el primer mapuche, Francisco Melivilu, inaugurando la presencia formal mapuche en el sistema político chileno. Además comienzan también distintas organizaciones para defender los derechos indígenas, como, por ejemplo, la Federación Araucana (1917), la Corporación Araucana (1935), el Frente Único Araucano (1938), y la Asociación Nacional Indígenas de Chile (Temuco, 1953).

18.- En 1953 se crea la Dirección de Asunto Indígenas dependiente del Estado, inaugurando un indigenismo estatal. En 1969 se funda la Confederación Nacional de Asociaciones Mapuches, celebrando su primer congreso en Temuco. El tiempo de la Reforma Agraria (1964 a 1973), impulsada por el Presidente Eduardo Frei y continuada por el Presidente Salvador Allende, crea nuevas condiciones políticas en el afán

Además se sostiene que siempre se ha considerado la conquista de Arauco como la solución del gran problema de la colonización y del progreso en Chile, reiterando que ni brazos ni población es lo que el país necesita para su engrandecimiento industrial y político, sino territorio. 6 reivindicativo mapuche. La Ley Indígena (1972) recoge las demandas de recuperación de tierras, deteniendo la ulterior división y enajenación de tierras indígenas. Durante este período las comunidades mapuches recuperaron un total de 68.381 hectáreas, habiendo más de cuarenta organizaciones representando al pueblo mapuche.

19.- Sin embargo, en 1973 el Gobierno Militar devuelve, salvo pocas excepciones, todas las tierras a sus anteriores dueños, desalojando a los indígenas y desarticulando sus organizaciones. En 1979 se decretó una reforma de la Ley Indígena, implementando la división de las tierras comunitarias y la entrega de títulos individuales de propiedad privada. Los Obispos del sur (Concepción, Los Ángeles, Temuco, Araucanía, Valdivia y ) reaccionan mediante una Carta Pastoral (Mayo de 1979). Al referirse al Decreto Ley 2568, modificatorio de la Ley 17.729 de Indígenas, advierten que “no se tuvo en cuenta el derecho del pueblo mapuche a participar en la elaboración de un cuerpo legal trascendental para su futuro. La solución planteada es parcial; se limita a la tenencia de la tierra. No considera los aspectos relacionados con la educación, la salud, la capacitación, etc. El problema mapuche es mucho más complejo. Además, nos asaltan temores: Hasta ahora la indivisión había sido una especie de defensa. Sin embargo, como propietario individual minifundista, el mapuche deberá enfrentar un contexto económico competitivo sin estar ni económica ni socialmente capacitado para ello” (2.7). En este tiempo comienza a formarse el gran territorio empresarial de las forestales, con el Estado subvencionando las plantaciones en un 75% y liberándolas de impuestos.

20.- El nuevo Gobierno democrático (1990) cambia totalmente el contexto político y, con la promulgación de la Nueva Ley Indígena (octubre, 1993) sobre la “Protección, Fomento y Desarrollo de los Indígenas”, se crea la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI) y se retoma la problemática indígena: insuficiencia de tierras, participación en los beneficios sociales, educación bilingüe, y superación de la pobreza. Si bien esta Ley 19.253 declara en su artículo primero que “los indígenas de Chile son los descendientes de las agrupaciones humanas que existen en el territorio nacional desde los tiempos precolombinos, que conservan manifestaciones étnicas y culturales propias siendo para ellos la tierra el fundamento principal de su existencia y cultura”, no se les reconoce como un pueblo con derechos de autonomía. Es que en el Parlamento Nacional se rechazó en 1992 la propuesta sobre el “Reconocimiento Constitucional de los Pueblos Indígenas de Chile”, aduciendo que contravenía la Constitución. Por esto mismo, se ha negado a ratificar el Convenio 169 sobre Pueblos Indígenas y Tribales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en junio de 1989 definió los derechos y los deberes de las etnias originarias al interior de los países en que se encuentran.

21.- Los actuales desafíos que enfrenta el pueblo mapuche están fundados en esta historia detallada de continuo despojo, agravado por la situación de extrema pobreza. La invasión forestal de su territorio y el desarrollo de megaproyectos, como el de Ralco, han provocado nuevos focos en este largo y dilatado conflicto.