IAG designa a Luis Gallego para 'pilotar' , un hombre de la casa y de perfil técnico

Sindicatos ven con "preocupación" su salida del consejo y el mayor peso de Walsh como consejero ejecutivo

Foto: Europa Press , 7 nov.

Luis Gallego, consejero delegado de Iberia, asumirá también la presidencia de la aerolínea española a partir del 1 de enero de 2014, tras el cese de Antonio Vázquez al frente de la compañía, quién se concentrará ahora en sus funciones como presidente de IAG, tercer grupo aéreo europea que engloba a Iberia, (BA), bmi y .

Gallego, de 42 años e ingeniero Superior Aeronáutico por la Universidad Politécnica de Madrid y PDD, es un hombre de la casa dentro del Grupo Iberia, al que confió su nueva filial de corto y medio radio, , tras su paso por Vueling y .

Hacia tiempo que venía hablándose de un posible relevo en la presidencia de Iberia, desde que en marzo de este se nombró a Luis Gallego, entonces máximo responsable de Iberia Express, como primer ejecutivo de la aerolínea española.

Los sindicatos lo ven como "una persona afable, abierta, asequible y cercana", por lo que ya desde su nombramiento como primer ejecutivo de Iberia, tras la dimisión de Rafael Sánchez-Lozano en marzo de 2013, siempre han manifestado la esperanza de que su gestión fuera "diametralmente opuesta" a la del anterior.

Desde julio de 2009 ocupó el cargo de director de Producción (COO) de la nueva Vueling, surgida de la fusión de la compañía original fundada en 2004 y , de cuyo equipo fundacional formó también parte entre 2006 hasta su aterrizaje en Vueling.

Precisamente durante las negociaciones fruto de la fusión entre Vueling-Clickair, Gallego demostró "su buen hacer" y ser "un hombre de palabra que cumple con sus compromisos", según reconocieron a Europa Press desde CC.OO., sindicato implicado en el proceso.

La llegada de Gallego y su equipo a la 'low cost' catalana --participada por Iberia con un 45% y de la que IAG controla hoy más del 90% de capital tras lanzar una OPA-- propició que la nueva Vueling lograra "uno de los mejores estándares de puntualidad y regularidad de la aviación comercial española".

Sus funciones en Vueling englobaban entonces la responsabilidad sobre operaciones de vuelo, instrucción, calidad y seguridad, mantenimiento y operaciones de tierra, con un total de 47 aviones y más de 1.600 empleados a su cargo. Entre 1997 y 2006 desempeñó diferentes responsabilidades en Air Nostrum, culminando en la dirección de Mantenimiento de la aerolínea regional.

PREOCUPACIÓN POR EL 'MAYOR PESO' DE WALSH. Fuentes sindicales, consultadas por Europa Press, coincidieron en describir al nuevo presidente de Iberia como una persona "cercana" con una imagen "radicalmente distinta" a la que los trabajadores de la aerolínea española estaban acostumbrados desde hace muchos años como equipo directivo.

"Su llegada y, sobre todo, el hecho de que asuma las funciones como presidente ejecutivo ayudarán a relajar las tensiones anteriores" en la compañía, señalaron, y a abordar los retos de la aerolínea con un "clima muy distinto al de la soberbia del anterior primer ejecutivo", en referencia a Sánchez-Lozano.

En esta línea, calificaron de "positivo" el apoyo demostrado por el consejo de administración IAG hacia Gallego, quién viene insistiendo en la necesidad de llegar a acuerdos con los sindicatos de Iberia para la supervivencia de la aerolínea, ya que "no le quedan muchas más oportunidades". "O se desbloquea la situación o tendrá un futuro difícil", reconocieron.

No obstante, mostraron su "preocupación" por la salida de Gallego como consejero de IAG y el hecho de que el nuevo presidente ejecutivo de Iberia y el nombrado para British Airways, Keith Williams, quién asumirá también el cargo en enero de 2014, reporten directamente al consejero delegado de IAG, Willie Walsh.

Según su lectura, esto supondrá que Walsh, siempre duro con Iberia, "gane peso" en el consejo de administración de IAG, que se reduce a doce miembros pero en el que habrá dos consejeros ejecutivos, el propio, Willie Walsh, y el director financiero del grupo, Enrique Dupuy.

UN PASO MÁS HACIA UN ACUERDO NECESARIO. Así las cosas, tras dos laudos y un ERE para 3.141 trabajadores (el 16% de la plantilla) y mientras Iberia diseña un nuevo Plan de Futuro con 2018 como horizonte, los

sindicatos iniciaron hace semanas los primeros contactos con Gallego y su equipo con el objetivo de llegar a acuerdos con los tres colectivos.

Iberia y los sindicatos firmantes del acuerdo de mediación acordaron prorrogar por un año la ultraactividad de los convenios colectivos de tierra y tripulantes de cabina (TCP), cuya vigencia finalizaba el 31 de diciembre de este año, para facilitar dichas negociaciones.

Por su parte, la negociación con los pilotos se retomó a finales de octubre, tras bloquearse en junio, con tres temas clave sobre la mesa: un acuerdo en productividad "más o menos cerrado", la operativa de Iberia Express y el anexo 10, que bloqueó las conversaciones ante la exigencia de Iberia de suprimirlo.

Según este anexo, los vuelos de largo radio (más de seis horas de tiempo de vuelo) incluidos en vuelos de código compartido entre Iberia y BA desde Barajas serán realizados por pilotos de Iberia y los vuelos de la ruta Madrid-Londres serán realizados en al menos un 50% por pilotos de la aerolínea española.

Sobre este último asunto, hubo un acercamiento para una nueva redacción del anexo 10 de su convenio colectivo, relativa al uso del aeropuerto de Madrid-Barajas, en condiciones a los de los pilotos de British Airways en Londres-Heathrow.

Fuentes del Sepla se mostraron optimista ante la posibilidad de que se cierre finalmente un acuerdo, aunque apuntaron que la negociación "es lenta".