Inicia Demanda Contencioso Administrativa
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Relatos de Puerto San Julián mayo junio de 1982 La orden de integrar dotaciones con radar AN-TPS 44 CARDION, surgió por una suerte de casualidad. Estando el Comodoro Carlos MAIZTEGUI, (fallecido a principios del año 2020) a cargo de la BAMDO SAN JULIAN recibió la visita protocolar de un oficial de ejército quien estaba a cargo de una columna que realizaba el despliegue hacia unidades del sur para reforzar la defensa de las bases patagónicas. Este oficial, le manifiesta que el ejército había recibido equipamiento de radar para alerta temprana de sus sistema de defensa antiaérea y que no contaba todavía con el personal para dotarlas. Ante esta situación, el Comodoro Maiztegui elevó el requerimiento pertinente para utilizar la capacidad del personal VYCA de la Fuerza Aérea para integrar dotaciones conjuntas y proporcionar a las Bases Aéreas el elemento fundamental para integrar un Sistema de Control Aero de Defensa,(SCAD) según la doctrina vigente. Al iniciarse las acciones bélicas el 2 de abril de 1982 recibimos la orden, junto con otros cursantes entre quienes se encontraba el Alférez Esteban GORLERO PIZARRO, (fallecido en 2020) y personal como Etapa II, Teniente Fernando GARCIA, posteriormente reemplazado por el Alférez Jorge PIVETTA. Como jefe de la comisión estuvo designado el Mayor Carlos SOLIS, reemplazado por el Mayor Carlos DEMARIA. y los suboficiales auxiliares Néstor CARMONA y Eduardo ORTEGA como operadores en el CIC ubicado en la Jefatura de la BAM SJU. 1 Los integrantes del curso VYCA que desplegamos, debimos realizar un curso intensivo para estar en condiciones de operar y completar la dotación de las Estaciones de radar del Sistema de Control Aéreo defensivo que dependía de la Fuerza Aérea Sur, llegando a las mismas a la semana siguiente del primer ataque, -primera semana de mayo- y permaneciendo hasta fines de junio luego de la rendición y de finalizado el conflicto. Fuimos trasladados en aviones de la segunda Brigada Aérea de Paraná, que formaban parte del Escuadrón Fénix. El Ejército contaba con 6 radares que habían ingresado al país en junio del año 1981, destinados a los GADA (Grupo de Artillería de Defensa Aérea), GADA 121(Santa Fe), desplegado a San Julián e integrado para operar como un sistema, con otro material, el sistema de tiro SKYGUARD con su radar de vigilancia y adquisición de blancos con misiles y cañones de 35 mm; GADA 101 (Ciudadela) desplegado en el 82 a Puerto Santa Cruz; GADA 161 (San Luis no fue desplegado), GADA 602 ¨MIXTO¨ desplegado a Viedma y en Mar del Plata; y GADA 601 ESCUELA (Mar del Plata) desplegado a Malvinas. La actividad operativa, permitía obtener la información del movimiento aéreo con la cual los Centros de Información y Control procesaban y distribuían los datos, se guiaban los aviones en las misiones de ataque y se les daría la alerta en caso de que fueran interceptados, guiándolos con vectores para alejarlos de la amenaza. Además, en los casos de aviones dañados interveníamos para guiarlos y facilitar su recuperación. Asimismo, se otorgaba apoyo a toda la navegación aérea de transporte y logística en general coordinando las transferencias de cada estación de radar y con las torres de control de vuelo, que tenían la responsabilidad del control del Tránsito Aéreo en su área. El radar asignado a San Julián estaba emplazado, en la cima de un cerro distante a 10 km aproximadamente de la Base Aérea, por que era uno de los puntos más altos de la zona, logrando mejor cobertura y optimizar el alcance máximo de 280 km. Para llegar a la posición se usaba un camino de tierra que cruzaba algunas ¨Zonas Minadas¨ para contrarrestar las infiltraciones y acciones de sabotaje previstas en todo conflicto bélico. En este emplazamiento también se encontraban las instalaciones de radioenlaces del sistema de microondas de la entonces Empresa Nacional De Telecomunicaciones (ENTEL) lo cual agregaba un riesgo adicional. al encontrarse dos objetivos estratégicos en un radio de menos de 100 metros. El Radar CARDION ALERT MK II, aunque era de características similares al de la FUERZA AEREA, WESTINGHOUSE AN/TPS 43, suministraba información de azimut y distancia y sólo contaba con una cabina única (técnica y operativa) con una consola para operación y una más reducida en tamaño, para testeo técnico. Esta segunda consola presentaba prácticamente la información sin procesar lo que llamábamos ¨video crudo¨, y un multímetro (osciloscopio) con el que se podían efectuar calibraciones en las señales del radar primario y del secundario (IFF) y filtrar los efectos especialmente los ecos ingresados por lóbulos laterales y traseros. Tenia una potencia de transmisión de 2,5 Mw potencia pico por magnetrón y un tiratrón, la frecuencia de repetición de pulsos (PRF) era 400 533 y 800 alternadas o en secuencia como contramedida electrónica .También, una antena plegable montada en una estructura tubular con una ¨bocina de transmisión¨ monocanal ya que no tenía un enfoque de lóbulos múltiples para medir altitud. El alcance era de 150 NM (millas náuticas), y no tenía instalado sistema de comunicaciones (la alerta temprana estaba prevista para dar información al llamado PCDA, Puesto de Comando de Defensa Aérea) con equipamiento de comunicaciones específico del ejército que no estaba aun instalado. Por esta causa se instaló un equipo VHF multicanal para empleo aeronáutico y una serie de teléfonos con enlace por 2 microondas para integrar la red con otros radares y CIC (Centro de Información y Control) del sector de defensa. Este sistema estaba alimentado por 2 grupos electrógenos que sumistraban los 110 V 400 ciclos. Este conjunto de elementos contaba con un escalón técnico bastante precario, debiéndose realizar muchas de las tareas de reparación y mantenimiento a la intemperie, rodeado de nieve sin el vestuario apropiado. La realizaba el personal de Ejército (en la foto se puede apreciar a uno de ellos, Sargento Ricardo Hess), formando equipo con suboficiales mecánicos de Radar del GIVA-E para colaborar en la reparación y mantenimiento del radar (cabo principal Eduardo Gallo, cabo primero Néstor Molina de apoyo logístico y cabo primero Juan Harasymowich Mecánico Radar), habida cuenta de haber sido recibidos unos meses antes del conflicto y estando el personal técnico del Ejército realizando los primeros despliegues. También se contaba con dos técnicos de la empresa CARDION (Ingenieros de campo Michael Fuller y Thomas Hart que posan en la foto del comienzo del artículo) y que, para mayores males, hablaban un español rudimentario tipo spanglish. La cantidad de horas F/S solo fue en total de 24 hs aproximadamente y unas 7 hs para mantenimiento y calibración. Esta dotación estaba integrada, además por el Subteniente Lucio RIVILLE y el Subteniente CORREA BESLISLE, (GADA 121) y los Sargentos BROWN y PERALTA pertenecientes a las unidades de Artillería del Ejército Argentino, de quienes dependía un destacamento de suboficiales y soldados para proporcionar la seguridad perimetral al sitio de emplazamiento. Afortunadamente, muchos de aquellos mantienen contacto en distintas redes sociales lo que me ha permitido recuperar a los protagonistas, y relacionarlos con los hechos citados (cabo primero Langue y cabo primero Mesa, soldados Mario Sandoval, Braga Bandeo y Horacio de Caso). Los Soldados que integraban la dotación de la Batería Comando (eran unos 8 o 10) que estaban alojados en la casilla de ENTEL (EMPRESA NACIONAL DE CORREOS Y TELECOMUNICACIONES) sin calefacción y realizaban permanentes patrullajes por la zona especialmente durante la noche y cada vez que se recibía una alarma, desplegaban su rol de combate alrededor del radar en los puntos pre definidos y montaban un par de ametralladoras MAG 7,62 y un par de FAP (fusil automático pesado) finalizada la alerta, volvían al local y seguía la custodia. En todo ese tiempo no hubo ningún problema de disciplina, estaban conscientes de su rol, logrados por el ejemplo y liderazgo de los oficiales y suboficiales de quienes dependían, que aparte de efectuar la vigilancia con el radar, efectuaban la guardia y seguridad militar al mismo tiempo que proveer la logística necesaria. Lamentablemente no han recibido ningún tipo de reconocimiento por parte del Ejército. Quizás se podría realizar algún acto con el reconocimiento como veteranos de guerra de la Fuerza Aérea habida cuenta de que durante el conflicto operaron como Fuerza Agregada y bajo control operacional y subordinación a la Fuerza Aérea. La vigilancia se desarrolló en turnos rotativos de ocho horas cumplido por cada operador de manera sucesiva, y durante las 24 horas, efectuándose 940 hs de operación (42 días). La actividad ¨operativa¨ se veía afectada por influencia del viento, con 30 nudos se debía parar el giro de la antena, y superados los 40 nudos debía plegársela para evitar que se desprendiera y volcara. Esta situación estuvo siempre más allá de esos límites ya que la información meteorológica en general indicaba de 30 a 35 nudos y se mantenía la operación con precauciones ya que en general la intensidad, se mantenía constante aunque la sensación térmica por efecto del viento se reducía a valores de por lo menos 20 grados y de manera constante. La cantidad de horas fuera de servicio por el viento fue de sólo 7 hs durante todo el conflicto. Por otro lado, sabido es que mientras mas baja es la temperatura del sistema de transmisión mejores es la calidad de la señal y por lo tanto la confiabilidad, por lo cual no quedaba otra solución que la de envolverse en mantas para estar operando en el interior de la cabina. Cabe aclarar que en los horarios de la operación de los sistemas de armas de la FAA, eran a partir de las 08:00 hs hasta las 16:00 hs y era cumplida por los integrantes de la dotación considerados Etapa II por haber realizado el curso en el año previo al conflicto.