Ramón López de Lucio, Dr. Arquitecto-urbanista

DICTAMEN URBANÍSTICO SOBRE EL SUPUESTO CARÁCTER DE “INTERÉS GENERAL” DE LAS INSTALACIONES DE GOLF IMPLANTADAS SOBRE EL 3º DEPÓSITO DEL CANAL DE ISABEL II

Se redacta este Dictamen a petición de la ASOCIACIÓN “PARQUE SÍ EN CHAMBERÍ”, para su uso en defensa de los intereses mayoritarios de la población del distrito de Chamberí

1. Antecedentes jurídicos: del Convenio del 2002 a la Sentencia del TSJM de Enero 2010.

La Sentencia nº 175 del Tribunal Superior de Justicia de de 21 Enero 2010 estima el Recurso Contencioso-Administrativo interpuesto por la Asociación de Vecinos “El Organillo de Chamberí”, argumentando contra la modificación unilateral por parte del Canal de Isabel II y la Comunidad de Madrid del inicial proyecto del 2002 para convertir en zonas verdes de uso público la superficie del Tercer Depósito del Canal sito en Avda. Islas Filipinas esquina a Pablo Iglesias, una vez sustituida y reforzada su cubierta. El 24 de Julio del 2002 el Ayuntamiento de Madrid y el Canal de Isabel II firman un Convenio Urbanístico para convertir la superficie del Depósito de Islas Filipinas en un gran parque abierto a todos los ciudadanos (incluyendo un campo de fútbol) a cambio de recalificar para uso residencial libre el solar ocupado hasta entonces por el Deportivo Pablo Iglesias (Pº de San Francisco de Sales esquina a Pablo Iglesias), propiedad del Canal, ocupado hasta ese momento por un campo de fútbol abierto al distrito. El proyecto inicial contaba con licencia municipal concedida el 14 de marzo de 2003. Sin embargo el 13 de Octubre del 2006, cuando ya se ha realizado en parte la sustitución de la antigua cubierta de los depósitos de agua, el Canal presenta un nuevo proyecto que convierte la mayor parte de la superficie disponible, el 50’65%, en instalaciones acotadas para la práctica del golf (1), reduciendo notablemente la creación de la nueva zona verde pública, que vendría a ampliar el exiguo Parque de Santander ya existente. Dicho 2º proyecto fue informado negativamente por el CIPHAN( Comisión Institucional para la Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural) con fecha 1-12-2006 y por el propio Ayuntamiento( Subdirector general para la Gestión Privada, Area de Gobierno de Urbanismo, Vivienda e Infraestructuras) con fecha 27-12-2006. No obstante el 16 Enero 2007 el canal remite un escrito al Ayuntamiento discrepando de su Informe de Diciembre. El 18 de Enero 2007 el Consejo de Gobierno de la Comunidad dicta un Acuerdo en el que justifica su nuevo proyecto en el interés general que se supone tienen las instalaciones para la práctica del golf, lo que, en virtud de su interpretación del artículo 161-4 de la vigente Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid, le permite sortear la necesidad de licencia municipal. Así pues, se continúan las obras y se inauguran poco después las instalaciones. Es precisamente este Acuerdo de 18 Enero 2007 el que impugna la Asociación de Vecinos. Ante la desestimación por silencio administrativo del Recuro de Reposición interpuesto, se presenta el recurso Contencioso-Administrativo 282/2007, que es el que acaba de ser estimado por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid.

(1)La superficie destinada al golf, 44094 m2, más las zonas edificadas a su servicio, 2806 m2, suponen el 50’65% de la superficie total de suelo ocupado por el Tercer Depósito, 92 595m2; datos procedentes del proyecto del Canal de Octubre 2006

2. Argumentación urbanística. La situación del distrito de Chamberí en lo referente a la dotación de zonas verdes, antes y después de las actuaciones del Canal de Isabel II.

Expuestas resumidamente las circunstancias jurídicas, se presenta a continuación la argumentación técnico-urbanística en torno a la situación del distrito de Chamberí en lo tocante a dotación de zonas verdes públicas. Para desarrollar a continuación unas reflexiones sobre la incidencia de las nuevas instalaciones desarrolladas en los terrenos del Tercer Depósito del Canal y sobre el sentido sociourbanístico del concepto de “interés general” y de la lógica prelación de las distintas necesidades sociales en la satisfacción de aquel.

2.1. La situación del distrito en el año 2007; comparativa con otros distritos y algunos estándares recomendados.

En Chamberí residen, a comienzos del 2007, 151230 habitantes (esta cifra se ha reducido a 145794 en el 2009). Sin embargo, según las estadísticas municipales (2) solo disponen de 10’58 Has de zonas verdes públicas, apenas el 0’2% del total de parques y jardines con que cuenta la ciudad (4953 Has). Cada habitante del distrito disponía en el 2007 tan solo de 0’70m2 de verde ( en el 2009 la cifra se ha incrementado ligeramente hasta 0’725 m2/ hab debido a la disminución de población). En todo caso la cifra es extremadamente reducida, tanto si se compara con la media madrileña (19’90 m2/habitante), con las dotaciones del resto de los distritos centrales o con cualquier referencia nacional o internacional:

----el propio distrito Centro tiene una media de 2’70 m2/habitante, casi 4 veces superior, lo mismo que el de Salamanca con 2,9 m2/hab. ----los distritos de Tetuán y Chamartín cuentan con estándares de 4’40 y 4’70 m2/hab , respectivamente, de 6’3 a 6’7 veces más que Chamberí: Por no hablar de los distritos de Arganzuela, Villaverde, Latina, , Hortaleza, Puente de Vallecas, Moratalaz, o Usera, que tienen cifras comprendidas entre 10 y 15 metros cuadrados por habitante, de 15 a 20 veces más que Chamberí. ----la Organización Mundial de la Salud recomienda precisamente cifras entre 10 y 15 m2/hab, especificando que deben estar equitativamente distribuidas en función de la cantidad y la densidad de población de cada parte de la ciudad. ----el Reglamento Estatal de Planeamiento de 1978, utilizado durante décadas en toda España, exigía para los nuevos desarrollos residenciales de más de 1000 viviendas 21 m2 de zona verde por vivienda, es decir unos 7 m2 por habitante (3), 10 veces más que la actual dotación de Chamberí (4). ----la vigente Ley del Suelo de la Comunidad de Madrid exige para las Redes Locales de “espacios libres arbolados” en los nuevos desarrollos 15 m2 por cada 100m2 construidos, lo que supone unos 5’88 m2/hab (5), algo por debajo de la norma de 1978 pero todavía 8,4 veces superior a lllaa dotación actual de Chamberí.

La medición directa de zonas verdees abiertas al público en el distrito arroja una superficie total inferior a la recogida en las estadísticas municipales, 6,50 Has. Esta cantidad proviene de sumar las 2’59 Has del antiguo Parque de Santander y las 9 plazas o espacios ajardinados de que dispone el distrito que suman otras 3’89 Has (6). Este cálculo supone un estándar por habitante todavía más bajo, 0’43 m2/hab., con lo que las comparaciones realizadas arriba empeorarían aún más. De verde p

(2) Página web del Ayuntamiento de Madrid: www.munimadrid.es (3) Utilizando una media familiar de 3 personas (4) Sin contabilizar los 5 m2 por habitante que la Ley del Suelo de 1975, art 12-1-b, exigía como mínimo para los espacios libres destinados a parques públicos y zonas verdes a escala municipal. (5) Estimando una vivienda media de 85 m2c y una media de 3 personas por unidad familiar. (6) Las plazas de Olavide, Chamberí y Conde del Valle de Suchil, el patio del Parque Móvil (semipúblico) y los jardines de San José de Calasanz, Enrique Herreros y Nuevos Ministerios son los siete espacios libres más significativos del distrito.

2.2. La incidencia en el Distrito de la incorporación de los terrenos del Tercer Depósito del canal de la c/ Islas Filipinas.

Si tomamos un estándar tan discreto—a la vista de las cifras expuestas en el punto anterior--como 6 m2 de zona verde pública por habitante, el déficit superficial de zonas verdes que resulta para el distrito de Chamberí es de 80 hectáreas (manejando el índice oficial de 0’7 m2 de zona verde por habitante). Si se hubiera destinado la totalidad de la superficie ocupada por el Tercer Depósito --9’26 Has sin incluir el antiguo Parque de Santander—el distrito podría haber totalizado 19’83 Has de verde público; el déficit se hubiera reducido pues en 9’26 Has hasta la todavía respetable cifra de 70’74 Has ( una reducción del déficit inicial del 11’58%, porcentaje significativo dada la carestía inicial del distrito). Dicho de otra forma, el incremento de verde público hubiera sido cercano al 88%, desde 1057 Has a 19’83 Has. El índice por habitante hubiera ascendido a 1´31 m2. Lo significativo de estas cifras hace aún más relevante la injustificada decisión adoptada en el 2007 por el Canal y la Comunidad.

Sin embargo, la realidad es que tan solo se han añadido al verde público distrital 3’62 Has, contabilizando las nuevas zonas ajardinadas, las pérgolas y paseos peatonales y el nuevo estanque creado en la zona Norte. Este incremento solo supone un 34’2% respecto al total inicial del distrito; el índice por habitante pasa a 0’94 m2.

La , en mi opinión, desafortunada decisión adoptada queda aún más clara si se examinan los respectivos porcentajes destinados a los diferentes usos respecto al total del nuevo suelo disponible ( 9’26 Has.): ----casi el 61 % es de acceso restringido (5’63 Has), incluyendo aquí las instalaciones de golf ( 4’41 Has, el 47’6% del total) y las de fútbol, paddle y polideportivo ( 1’12 Has) ----solo poco más del 39% ( 3’62 Has) tiene carácter público: algo más de la tercera parte del suelo para 150000 usuarios potenciales y poco menos de las dos terceras para un máximo de 162 usuarios simultáneos ( 7).

Y esto después de una costosa obra financiada con recursos públicos de sustitución y refuerzo de las cubiertas de los depósitos, 50 millones de Euros. Refuerzo que hubiera permitido los sobrepesos necesarios para el ajardinamiento y uso público de la totalidad de esa superficie.

(7) Todos los datos de superficie del proyecto ejecutado derivan de las Mediciones del Canal y la empresa constructora, Dragados, en sus especificaciones públicas de las Obras de Consolidación, Impermeabilización y Ajardinamiento sobre la cubierta del 3º Depósito del Canal de Isabel II en la Avenida Islas Filipinas, 2007.

2.3. La calidad de los nuevos espacios incorporados al uso público y la incidencia visual de las vallas de protección de las instalaciones para el golf.

El problema del frustrado Parque del Canal no estriba solo en su reducido tamaño, 6’21 Has, en función de las necesidades del distrito. También es relevante su muy deficiente diseño, causado en buena medida por la necesidad de alojar en posición central las casi cuatro hectáreas y media del golf. Esta posición obligada para el Campo de Tiro y el Campo de Prácticas ha impedido una ampliación sustancial y continua del antiguo Parque de Santander. Su acceso desde la puerta de Islas Filipinas / Pablo Iglesias, la más cercana al baricentro demográfico del distrito, solo esta inmediata a una dudosa y reducida zona de pérgolas, sin apenas arbolado. Para alcanzar la única zona realmente arbolada, la del antiguo Parque de Santander hay que recorrer varios centenares de metros a lo largo de unos exiguos itinerarios peatonales también escasamente sombreados por árboles de porte. Tanto desde estos itinerarios, paralelos a Islas Filipinas y a Pablo Iglesias, como desde el propio Parque de Santander, la presencia de las altísimas vallas y mástiles de seguridad que cercan por completo los campos de golf ( 30m), supone una dura intrusión visual. Que se acentúa cuando los centenares de visitantes del parque deben recorrer esos estrechos itinerarios peatonales cuyas visuales cierran las descomunales vallas descritas. El espectáculo tiene indudablemente algo de vejatorio para la ciudadanía, obligada a circular en fila alrededor de esas amplias y semivacías instalaciones de golf utilizadas por escasas docenas de aficionados. Como se apuntaba arriba la privatización del 61% del nuevo espacio disponible, reservando para la gran mayoría de los habitantes del distrito unas estrechas y escasamente atractivas franjas de borde, apenas tiene nada que ver con el paisaje que es espera de un auténtico parque público.

3. Sobre el concepto de “interés general” y su poco afortunado empleo como justificación para modificar el proyecto inicial e incluir amplias instalaciones de golf de uso restringido.

El Apartado VIII DEL acuerdo del Consejo de Gobierno de la Comunidad de 18 de Enero 2007 justifica el excepcional interés público del proyecto modificado en que incorpora, además de campos de fútbol similares a los existentes en le Deportivo Pablo Iglesias, nuevas y avanzadas instalaciones para el desarrollo de deportes que cuentan con numerosos aficionados en la Comunidad de Madrid, como son la práctica del pádel y el golf. La Sentencia del TSJM considera en su escrito que tal motivación resulta notoriamente insuficiente y pide mayor rigor e intensidad en la justificación .A la que tilda de excesivamente genérica, ya que no ofrece datos algo más concretos sobre la demanda relativa del deporte del golf. Por lo que, concluye la Sentencia, no se apreciable la generalidad y excepcionalidad de este interés ( página 10 de la Sentencia nº 157 de 21 Enero 2010).

Permítasenos algunos comentarios adicionales a esta notoria falta de motivación que aprecia el Tribunal. En técnica urbanística se entiende, y así se ha ido estableciendo repetidamente desde la inicial Ley del Suelo de 1956, que la construcción de la ciudad requiere de unos requisitos mínimos que cubran las necesidades básicas de los ciudadanos. Esas necesidades básicas de auténtico interés general se refieren a los siguientes grandes capítulos:

----la necesidad de garantizar la accesibilidad, que se concreta en que las distintas parcelas, edificios y usos tengan acceso razonable a través de viales público pavimentados y conectados con el resto del sistema viario. ----la necesidad de contar con las infraestructuras básicas de urbanización: agua, alcantarillado y energía eléctrica, además de acceso, en condiciones de servicio acordes con los usos establecido y su intensidad. ----la necesidad de contar con zonas verdes y espacios libres de uso público que sirvan como áreas de descanso, paseo, juego infantil, etc, bien distribuidas y accesibles desde todas las viviendas. ----la necesidad de contar con equipamientos escolares, deportivos, sanitarios y sociales básicos para atender las exigencias formativas, recreativas, de salud, etc, básicas de toda la pioblación.

Como se decía en el punto 2-1, el Reglamento de 1978, el más preciso y el de aplicación más general y extendida en el tiempo de todos los que han existido en el país, establecía una auténtica codificación fijando los estándares mínimos de obligado cumplimiento en todas las zonas de nuevo crecimiento para los siguientes conceptos: ----jardines y áreas de juego y recreo infantil ----centros docentes de preescolar/ guardería, enseñanza general básica y bachillerato ----parques deportivos ----equipamientos comerciales y sociales (8)

Como parece lógico el reglamento no habla de otros equipamiento más especializados o cuyo ámbito de servicio es el conjunto de la ciudad o, cuando menos, de amplios sectores de la ciudad. En este concepto entrarían los Centro Universitarios, los grandes Hospitales Generales o de Especialidades, los Estadios Olímpicos o... los campos de golf. Es evidente que el concepto de “interés general”se debe centrar en primer lugar en la satisfacción de las necesidades más básicas y cotidianas. Y que solo cuando estas estén satisfechas al nivel espacial que les corresponda—el barrio, el distrito—habrá que atender a otras necesidades más especializadas o más minoritarias. Sería contraproducente, por ejemplo, plantear la construcción de un centro universitario en los únicos terrenos disponibles de un distrito con graves carencias en los escalones de la enseñanza infantil , primaria o secundaria. De la misma manera que lo sería el construir un centro deportivo de alo rendimiento para deportistas de élite en un distrito en el que no existieran instalaciones deportivas primarias como campos de fútbol, de baloncesto, polideportivos generalistas, etc O, como es el caso que discutimos, destinar 4’7 Has de las 9’26 disponibles a un campo de golf de acceso restringido en un distrito con las carencias de zonas verdes públicas (también de equipamientos deportivos básicos) que se han descrito más arriba.

Parece muy estimable el que la afición al golf se vaya extendiendo en la ciudad pero no parece de recibo calificar de excepcional interés el satisfacer esa demanda, todavía minoritaria, a costa de sacrificar la existencia de un auténtico parque de distrito al servicio de 150 mil habitantes ( 145 mil en el 2009), sin contar los que viven en la zona Sur del colindante distrito de Tetuán, también pobremente dotado de zonas verdes. No debería prevalecer el interés—legítimo—de una minoría para satisfacer una afición que, por cierto, es muy exigente en sus necesidades de espacio por jugador, sobre el interés de la gran mayoría de la población. Familias con o sin niños, jóvenes, jubilados, etc que podrían beneficiarse de la existencia de un auténtico parque dotado de zonas estanciales, paseos, umbrías, áreas de juegos infantiles, canchas deportivas de uso juvenil masivo, etc. Lo que puede parecer lógico en el periférico y poco poblado distrito de Barajas—que el gran parque Juan Carlos I (161 Has) se complemente con un extenso campo de golf municipal( Olivar de la Hinojosa)—no lo es en absoluto en el distrito de Chamberí. Donde las necesidades y sobre todo la disponibilidad de espacio son muy diferentes.

(8) Para estos tipos de equipamiento el Reglamento no exigía reservas de suelo, tan solo de superficie construida.

4. Conclusiones. La posible y necesaria reconversión de las instalaciones de golf del Canal en un parque al servicio de los ciudadanos del distrito de Chamberí.

A la vista de todo lo expuesto y argumentado en los puntos anteriores parece evidente que, como argumenta el TSJM, no hay razón para calificar como de excepcional interés general la existencia de un campo de golf que impide que los terrenos del Canal en Islas Filipinas se conviertan en un auténtico Parque de Distrito cercano a las 12 Has, incluyendo instalaciones deportivas complementarias y de uso intensivo ( fútbol, baloncesto, etc). El “interés general” de los ciudadanos del distrito queda claramente perjudicado a favor del interés de las minorías—no necesariamente residentes en el distrito— aficionadas al golf. Y también del interés de la empresa concesionaria privada de dichas instalaciones).

La reconversión de las instalaciones para el golf en parque público sería bastante sencilla, aunque exigiría un nuevo proyecto más acorde con aquel para el que el Ayuntamiento concedió licencia en el 2003. El desmontaje de las elevadas vallas y de sus elevados soportes metálicos es técnicamente elemental. La práctica totalidad de los materiales sería reutilizable. Tampoco parece complicado retirar el césped artificial que recubre las pequeñas dunas asimismo artificiales. Los edificios del costado hacia Islas Filipinas serían perfectamente reutilizables en su mayor parte. El resto de las instalaciones deportivas (fútbol, pádel) se podrían mantener in situ e incluso complementar con otras de pequeña superficie integradas en el parque. El ajardinamiento de las 4’41 Has que ocupa el campo de golf permitiría obtener una zona ajardinada y arbolada pública y continua superior a las 10 Has, relacionando el antiguo Parque de Santander al Norte y Oeste con el acceso principal desde el Sureste. La nueva zona ajardinada permitiría ampliar y reconectar los itinerarios peatonales, así como proyectar nuevas zona estanciales (con árboles de porte mediano y enredaderas sobre pérgolas compatibles con la sobrecarga que permita la nueva cubierta reforzada del Depósito). Además de espacios abiertos para juegos infantiles o juveniles espontáneos, circuitos e instalaciones deportivas para la 3ª edad, áreas de ejercitación gimnástica al aire libre para jóvenes, terrazas al aire libre, circuitos para bicicleta y patines, etc etc. Es decir, un auténtico programa integrado de interés general.

En Madrid, 5 de Marzo 2010 Ramón López de Lucio, Doctor Arquitecto-urbanista Catedrático de Planeamiento Urbanístico, Escuela Superior de Arquitectura de Madrid