La fachada y el ornamento. Análisis histórico de las artes aplicadas en los frentes de la arquitectura patrimonial de Montevideo. Miriam Hojman, Tatiana Rimbaud1 Resumen La fachada, el paramento exterior del edificio, ha sido soporte y expresión de distintas lógicas compositivas, formales y estilísticas, ha marcado la transición entre el interior y el exterior en diálogo con el espacio público. Como máscara anuncia ‐o más bien simula‐ lo que el edificio es o quiere aparentar ser. Por su valor simbólico ha recibido un tratamiento privilegiado y ha sido reconocido por la sociedad a lo largo de la historia. Una de las maneras de representación a través de la fachada ha sido la utilización del ornamento, que en el tiempo ha fluctuado entre la aceptación y el rechazo. Se definen como elementos ornamentales a aquellos componentes decorativos que se integran a las fachadas con la intención de “embellecerlas” u otorgar valor a la superficie en cuanto transmisora de significados. 1 Instituto de Historia de la Arquitectura. Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo, Universidad de la República, Uruguay.
[email protected] 1492 La fachada y el ornamento En Uruguay la utilización de elementos ornamentales artesanales aplicados a fachadas se ubica entre mediados del siglo XIX hasta los años cuarenta del siglo XX, donde se pueden distinguir básicamente dos períodos. El primero corresponde a las corrientes ecléctico‐ historicistas, y el segundo coincide en la arquitectura nacional con el debate entre lo clásico y lo moderno y con el advenimiento del “Art Déco”. Producto de un oficio de artesanos inmigrantes europeos con un nivel de alta calificación, hoy casi en extinción en nuestro país, los elementos ornamentales integrados a las fachadas de la arquitectura nacional se conservan en numerosos edificios subrayando el valor testimonial de la calidad técnica y artística de gran parte de nuestro patrimonio.