Federico Balart Olores
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! EDERICO BALART O L O R E S —P O E S Í A S MIL L AR MADRID L I B R E R Í A D E ! E R N A N D O ! E ' C AR RE RA DE S A N JE R ÓN MO. 2 1 896 DE R E C H OS R E SE RV A DOS — º ern ái1 e ibertad 16 du . M D RID. H o s d e . H d z L A n M G , , p l l an z ad o Este ibro , que al mundo veo , Lector, contra… el torrente de mi deseo , Por mira d a más que hoy tu sobre él irradie , Para — i r ti no se ha escrito . ¡ N p a a nadie ! 4 P R ÓL OG O xud a c ión E de un alma de angustia llena , La materia y la forma le dió una pena . e En sus versos , d snudos de gala y arte , Ni voluntad ni esfuerzo tuvieron parte s a l om era r o n Lágrimas son que turbia se g , s e c o a g u 1ar o n Que en informes estrofas , Y en un alma nacieron que el duelo enluta , Como la estalactita nace en la gruta . t i n i e bl a d e s are c id o Yo , que en densa p Soy un triste habitante del triste olvido , Mis canciones dejaba sonar á s olas Como en plava desierta suenan las olas . l ca íd as A pie de árbol estéril , hojas , Entre el polvo rodaron desconocida s . Hov , que contra mi gusto las lanzo al viento , Ta les como l as hallo t e l a s presento . , a corrección mezquina , meticulosa , a Que los versos veces convierte en prosa , i s v : S ter ura les presta , erdad les quita ? : 1 ¿ Quién co rige , quién pu e la estalactita Lo que en s u mas a tosca puede agradarte I ' RÓL a o Es ver cómo espontánea creció sin arte ; Y de ese crecimiento p ierdes la norma Cuando a la estalactita quitas su forma . Si este libro robarte logra un momento , Sólo ha de ser en gracia del sentimiento ; i t Sentim en o que es siempre , de varios modos , Si en cada cual distinto , común a todos . En la roca pendiente sobre el abismo , l o s s i Cruza el hombre brazos y entra en mismo , el e r Y duda , al ver alma y al V el mundo , Cuál d e l os d os abismos es más profundo ; Mas siempre halla en el fondo de e n t ra ¡n bos hueco Para iguales gemidos , iguales ecos . c on Desde que el mundo es mundo , varios nombres Iguales desventura s lloran l o s hombres . Ya Job llevó la carga que yo ahora l l ev0 º ¡Baj o el cielo estrellado n o hay nada nuevo ! El volcán siempre arroj a la misma lava : l o J ob Hoy pensamos mismo que pensaba, im ia Porque, bajo el azote de suerte p , 6 PR ÓL OG O Hoy sentimos lo mismo que J ob sentía s a A más crudas desgracia , pen s más crudas , s ! ¡Y, a mayores problemas , mayores duda n i Y , siendo igual el fondo del se t miento , ? ¿ No lo han de ser las formas del pensamiento A ! s ¡ y de de Adán , el hombre siempre ha tenido : Para iguales dolores , igual gemido od En placeres y penas , por varios m os , Nada es t uyo n i mío : ¡ todo es de todos ! ñ Cuando Mayo los campos cubre de ores , Cantan la misma endecha los ruiseñores ; fu Pero , aunque con ndidas en un lamento , Cada voz se distingue por el acento . r Cated al cordobesa , que , si hoy bendita , De otro Dios y otro culto fuiste mezquita a s ac a Entre cuant s columna te h en preci da, Para ti ni una sola fué cincelada . Pero , si en sus gallardos fustes gigantes o Otr s cien edificios pesaron antes , Hoy que en ellos descansas , dí , ¿ quién te quita PRÓLOG O ? Tu original belleza, noble mezquita a 6 En la flor de los c mpos , blanca bermeja , Delicados aromas bebe la abej a ; Pero el licor sabroso que el panal mana o : No es romero , t millo ni mej orana El dulzor que en el labio la miel nos dej a Es algo que tan sólo le da la abeja . n Yo o aspiro a que ensalces mi fantasia , á Lector , mí me basta tu simpatía ; Y en ella sin temores el alma espera , Que n o hay voz despreciada cuando es sincera . Todo ajeno gemido vibra en nosotros ; Los unos padecemos lo que l os otros ; No se pierden los ayes en el vacío ! ¡ Mi dolor siempre es tuyo , y el tuyo , mío Yo te bañé con mi llanto , l a Yo te abrí obscura caj a , Y, dominando mi espanto , Yo te vesti la mortaja : Blanca toca v negro manto . 1 2 DOLORES fl ores Tu cuerpo cubrí de , Y te ceñí por corona (¡Postrer don de mis amores ! ) El velo de tu Patrona La Virgen de los Dolores . fi e Después , en mi ebre amant , Junto a ti me arrodillé , Y , convulso y delirante , Sobre tu yerto semblante La cabeza recliné ; Y , abismado en el dolor, Seis horas pasé mortales e Hablándot de mi amor , Al trémulo resplandor De los cirios funerales . El sentido al ti n perdí ; t Y , sin que yo lo advir iera , Alguien me arrancó de allí r ¡ Murie a yo junto a ti , Primero que en mi volviera ! PRELUDIO 1 3 ? — ¿ Qué sentí Lo que , abatida Por la zarpa del león , Sentirá la cierva herida ; 0 Lo que la garza, primida Por la garra del b al có n Algo que no es vil excusa Ni santa conformidad ; Que ni asiente ni rehusa ; ¡Horrible mezcla confusa De estupor y de ansiedad ! Por salir de aquel estado Pu gn aba con vano empeño Pensando que era soñado : ¡Un año entero ha pasado , Y aun me parece que es sueño ! 1 4 DOLORES Desde aquel am argo día Vivo en triste soledad ; t Y, en esta len a agonía , La mita d del alma mía Llora por la otra mita d . F ij a la vista en el suelo , La rgo tiempo te llamé Con amargo desconsuelo Hov sé que estás en el cielo ; ¡Y en el cielo te ha l l ará! añicc ió n Dios , que mira mi , Cuando en la noche callada Á El levanto mi oración , Con su palabra sagrada Se lo dice al corazón . 1 6 DOLORES Aquel ruiseñor sin nido Que vaga por la prad era Conturbado y dolorido Con el recuerdo querido c om a n e ra De su pobre p , f a a Cuando al mel canto got , Sobre una rama sin flor a Que el cierzo iracundo zota , Repite una sola nota , Eco de un solo dolor . t a Así yo que , sin ven ur , Con el alma destrozada s a Y abismado en noche ob cur , Llevo has ta el fondo a p u rr d a a La c0pa de la amargur , PRELUDIO 1 7 En la horrible turbación Que me Oprime el coraz ón Y la mente me enajena Ni tengo más que una pena , Ni sé más que una canción . Querella de mi agonía , Conforme sale de mi Á ti mi dolor la envía Ó ¡ yela tú , vida mía , Porque es toda para ti ! Jul i e 1 o d 880. PRIMER LAMENTO ¡ No puedo más ! El llanto reprimido Ya hirviendo me sofoca : u C atro meses la quej a he contenido , Con el puno en la boca . 2 0 DO LORES más ! ¡ No puedo Perdona , Dios clemente , Perdona si te agravio Rompiendo al fi n los diques al torrente Que rebosa en mi labio . Gimiendo me sorprende la mañana ; Gimiendo paso el día : i En sólo u n . p e n sa m e n t 0 ¡ oh Dios ! se afana Tenaz el alma mia . Entre obscuros cipreses ven la aves Una tumba ignorada : Para dos fué labrada— ¡ tú lo sabes ! ¡Para d os fué labrada ! t Aun la mit ad , Señor , es á vacía , Y un cadáver me espera ¡Logre , logre su ansiada compañía Mi pobre c omp a ñ e ra l PRIMER LAMENTO 2 1 Cuando en la triste noche el viento azota Los árboles desnudos , Y la l luv ia desciende gota a gota l s Sobre o campos mudos , e d Allá vu la mi mente enamora a, A l l á l vue a afanosa, Buscando a la que sola y olvidada Baj o el mármol reposa . Desde que ella partió , sordo mi oído , Ciegos están mis oj os , fué Y mi lecho , que ayer de amor nido , a Ya es tálamo de brojos . ! ¡No puedo más , Señor Niebla sombría Me impide verla y verte . a Manda un rayo de luz mi agonía , ¡Y venga en él la muerte ! 2 2 DOLORES s i a La muerte , , la muerte es mi esp eranz , La muerte redentora Que esta tormenta tom ará en bonanza Y esta noche en aurora . ! t ¡ Misericordia oh Dios ¡ Cese es a guerra , Cese este ardiente anhelo ; Que me a guarda un ca dáver en la tierra Y un ánima en el cielo ! 28 c u e O t br 1879 . 2 4 D OLORES t Mudo y absor o , solo y errante , Ya en mi se cifra mi vida entera e Nadie se cuida , nadie se ent ra De los s uspiros que al viento doy .