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3. ANÁLISIS DEL TERRITORIO Este amplio territorio se ubica al norte de la ciudad de Córdoba configurando el telón de fondo del horizonte cordobés, contrastando con las débiles elevaciones de la campiña y la Vega del Guadalquivir. En un contexto 3.1. ENCUADRE TERRITORIAL más general el ámbito del Plan Especial y el término municipal de Córdoba se encuentran en el centro geográfico

y administrativo de la provincia de Córdoba. Geográfico por coincidir físicamente este espacio con la zona central de la provincia, y administrativamente por ser la capital de provincia y cabeza de partido judicial.

La posición geográfica de este ámbito, lo encuadra al Norte del tramo medio del curso del río Guadalquivir, ocupando las primeras estribaciones de Sierra Morena en su sector central. Extendiéndose desde la conexión entre las terrazas más elevadas del río Guadalquivir y el glacis de piedemonte de Sierra Morena, en torno a los 120 metros de altitud, y ascendiendo por el escalón de la Sierra, hasta los 691metros de elevación del cerro de Torrearboles. Configurando un amplio territorio de horizontes serranos de grandes relieves que se corresponde con las ultimas estribaciones de Sierra Morena Central en su limite meridional al contacto con el valle del río Guadalquivir. De una forma más directa, el ámbito de afección de este Plan Especial, afecta al sector de Sierra Morena Central que se encuadra entre los cauces, y parte de sus valles, de los ríos Guadiato y Guadalmellato, ambos tributarios del río Guadalquivir que flaquean esta extensión de terrenos en sus extremos oriental y occidental respectivamente.

Dentro de esta extensión serrana configurada por la existencia de valles y elevaciones, con un mosaico vegetal de elevados valores naturales y paisajísticos, ha quedado marcado el paso de las diferentes civilizaciones que han ocupado este espacio ligado a la propia ciudad de Córdoba. En este sentido no es simplemente una zona más del término de Córdoba, sino que es y ha sido una zona de interacción poblacional y ambiental, entre las zonas Figura 1.- Localización de la Sierra de Córdoba dentro del término municipal de Córdoba. serranas del interior de Sierra Morena y las áreas llanas de la Vega. Producto de esta interacción es la gran El ámbito de actuación del Plan Especial de la Sierra de Córdoba, se localiza en el tercio septentrional del término cantidad de restos arqueológicos, construcciones y huellas antropicas que se dan por toda la Sierra. municipal de la ciudad de Córdoba. Concretamente afecta a las zonas del término municipal que se sitúan al norte de la línea física, que supone en el territorio, el canal de riego del Guadalmellato y los suelos urbanos de la Esta interacción directa entre la población cordobesa y su Sierra adquiere un marcado carácter físico con la gran ciudad, junto con los de la parcelación de los Encinares de Alcolea, unida a la barriada de Alcolea. El resto de red de caminos y vías pecuarias, que convierten la Sierra en un escalón de paso y de transito entre Sierra Morena y límites administrativos de este Plan coincide con los del municipio cordobés, que limitan en su extremo Oeste con el el Valle Bético. Actualmente con estas redes ya en desuso, y con la construcción de nuevas vías de comunicación, término municipal de Almodóvar del Río; en su extremo Norte, de oriente hacia occidente, con los términos se ha desvinculado en parte este marcado carácter local de las interacciones Ciudad-Sierra, siendo un área de municipales de Villaviciosa de Córdoba, Obejo y ; y por el extremo Este con el vecino municipio de paso e interacción poblacional entre el Norte de la provincia y su capital, o incluso entre zonas del Norte de Villafranca de Córdoba. Andalucía y Córdoba, con una red de comunicaciones que fraccionan este ámbito en dos mitades con la existencia de los dos trazados, antiguo y actual, de la N-432, y la desmantelada vía de Ffcc. Córdoba-Peñarroya. De esta extensa franja de terrenos quedan exentos para la aplicación de este Plan Especial, los terrenos catalogados como Urbanos y Urbanizables, correspondientes a la zona de Santa Maria de Trassierra, El Cruce, Para la población cordobesa, la Sierra ha estado asociada como lugar de residencia o descanso; como lugar de Santo Domingo, Las Jaras, Cerro Muriano y el entorno de Carrera del Caballo, puesto que la naturaleza y los retiro espiritual y oración; como lugar de obtención de recursos naturales y materias primas como la caza, el cultivo objetivos de este Plan Especial lo circunscriben a los terrenos que sean catalogados por el Plan General de de olivar, castaños…, el piconeo o la leña; o como zona de esparcimiento y ocio. Por tanto es un ámbito Ordenación de Córdoba del año 2003 como No Urbanizables. directamente ligado al paso de las diferentes culturas que han ido modelizando este territorio en función de las necesidades de esta población. Siendo la Sierra un magnifico proveedor de recursos para la población y una De los 1.252 km2 con las que cuenta el termino municipal de Córdoba, las áreas pertenecientes a este ámbito extensión directa de la ciudad en las faldas de Sierra Morena como despensa y refugio de los cordobeses a lo suman unas 31.000 hectáreas, que se encuentran incluidas principalmente en las hojas topográficas a escala largo de su historia. 1:50.000 de Santa Mª de Trassierra (nº 922) y Córdoba (nº 923).

GERENCIA MUNICIPAL DE URBANISMO _ UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA 29 FEBRERO 2010 P L A N E S P E C I A L D E P R O T E C C I Ó N Y O R D E N A C I Ó N D E L A S I E R R A D E C Ó R D O B A _ D O C U M E N T O P A R A A P R O B A C I Ó N I N I C I A L MEMORIA DE INFORMACIÓN

PLAN ESPECIAL DE ORDENACIÓN Y PROTECCIÓN DE LA SIERRA DE CÓRDOBA PGOU DE CÓRDOBA 2002 PLANOS DE INFORMACIÓN: LOCALIZACIÓN DEL ÁMBITO Nº PLANO ¯ DEL PLAN SIERRA EN LA PROVINCIA DE CÓRDOBA I.9

UNIVERSIDAD DE ESCALA 1:800.000 CÓRDOBA FECHA FEBRERO 2010 EQUIPO REDACTOR:

G E R E N C I A M U N I C I P A L D E U R B A N I S M O _ U N I V E R S I D A D D E C Ó R D O B A 30 FEBRERO 2010 PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN Y ORDENACIÓN DE LA SIERRA DE CÓRDOBA _ DOCUMENTO PARA APROBACIÓN INICIAL MEMORIA DE INFORMACIÓN

3.2. CARACTERIZACIÓN DEL MEDIO FÍSICO, BIOTICO Y PAISAJISTICO En un segundo lugar, para el ámbito de este Plan Especial, coincidente con el tercio norte del término municipal 3.2.1 CARACTERIZACIÓN DEL MEDIO FÍSICO de Córdoba y situado en el frente meridional de Sierra Morena, las condiciones climáticas varían. Pasándose a 3.2.1.1. CLIMATOLOGÍA situaciones más extremas por el grado de continentalización o aislamiento al que le somete el propio relieve de Sierra Morena, que hace desviarse los vientos occidentales invernales, generando inviernos más fríos. El clima de cada región de la tierra, principalmente viene determinado por su ubicación geográfica en el planeta. Por tanto se puede decir que la Sierra de Córdoba, se encuentra en un transito entre un clima conocido como En este sentido, la región Andaluza, a la que como ya se ha comentado pertenece la Sierra de Córdoba, se mediterráneo continental de inviernos calidos, propio de la vega del Guadalquivir, y un clima mediterráneo encuentra en una franja latitudinal comprendida entre los 36º N en el punto más meridional y 38º 44’ N en el más continental de inviernos fríos, propio de la Sierra. septentrional. Por tanto, por su situación dentro de la circulación general atmosférica, en torno a los 37ºN, Esta variación climática general, aumenta en complejidad con la existencia de factores locales derivados de la Andalucía se encuentra bajo el dominio de los climas subtropicales, en una franja de transición entre los climas de altitud, la orientación,… etc., que propician la existencia de una variación climática dentro de este clima latitudes medias y los climas tropicales. Es decir, latitudinalmente Andalucía se encuentra influenciada por los mediterráneo continental, creando un mosaico de microclimas dentro del ámbito de afección de este Plan grandes anticiclones subtropicales y los grandes ciclones polares. Como consecuencia de esta situación de límite Especial. entre ambas situaciones, y en función del desplazamiento general de estos centros de acción, se distinguen en Andalucía dos estaciones bien diferenciadas, una de estabilidad producida por la acción de los anticiclones Despreciando estas variaciones locales, en principio difíciles de evaluar, asumiremos que el clima general de la subtropicales, verano, y otra, invierno, afectada por la inestabilidad de los centros polares. Sierra cordobesa, se corresponde con un clima mediterráneo continental de inviernos fríos a calidos en función de la situación del territorio a evaluar. Por tanto, a continuación se establecerá una comparativa entre situaciones Del mismo modo que la latitud afecta al clima, la longitud también es un factor modulador del clima. La longitud climáticas propias de Sierra y propias de Vega, centrando la obtención de datos en dos estaciones pluviométricas en la que se encuentra Andalucía, en la fachada occidental del continente europeo, le hace estar abierta a los de referencia, que servirán de comparativa entre la ciudad y la Sierra, con el fin de establecer diferencias en vientos atlánticos inestables y húmedos que provienen del oeste. Estando en este sentido, Andalucía condicionada cuanto a su climatología. a una zona de transición de dominios climáticos generales, y por tanto, están a merced de sus masas de aire, en lugar de ser una zona de génesis de masas de aire propias. Como ya se ha comentado las características climáticas de la Sierra de Córdoba se encuentran condicionadas en última estancia, por las características físicas de su relieve, y en concreto por las grandes elevaciones y por las De esta posición geográfica general, podemos establecer que Andalucía se encuentra afectada por un clima exposiciones a los vientos atlánticos. A su vez, las características comunes de la Sierra de Córdoba, y las regiones subtropical-templado, conocido como clima mediterráneo, que se caracteriza por presentar una pluviosidad de clima mediterráneo continental, son unos inviernos húmedos, relativamente lluviosos y atemperados por la irregular fundamentalmente generalizada en el periodo invernal y ausente en el estío. Y también, se reconoce por influencia oceánica, una marcada variabilidad temporal de las variables climáticas, especialmente de la la presencia de estas estaciones muy marcadas en cuanto a temperaturas, con un verano relativamente suave y precipitación, y que permiten la aparición de fenómenos extremos a veces muy intensos (heladas, sequías…). Y un invierno con un periodo más o menos largo de heladas. Esta variación de unas estaciones a otras, se debe a también una acusada variabilidad espacial como consecuencia del relieve accidentado, lo que se traduce en la que durante la estación invernal la región esta sometida a los mecanismos propios de latitudes medias, viéndose aparición de mosaicos climáticos o microclimáticos en el interior de todo este gran conjunto de clima afectada por la presencia de vientos del oeste y por perturbaciones del frente polar, y otro lado, en la estación mediterráneo correspondiente a la Sierra de Córdoba. estival es la influencia de las altas presiones subtropicales las que caracterizan la estabilidad atmosférica. De forma general estos serían los rasgos que mejor definen las peculiaridades del clima del ámbito de estudio de la Estos rasgos generales se ven modificados de manera más localizada por una serie de factores como son la Sierra, donde las temperaturas medias de julio y agosto superan los 28ºC, produciéndose unas temperaturas posición geográfica particular de cada territorio, el factor de relieve del mismo, su altitud, los efectos de barrera máximas muy altas, que superan por lo general los 35ºC e incluso con una frecuencia habitual los 40ºC. Los geográfica…etc. en este sentido el clima mediterráneo se ve sometido a otros factores más localizados que hacen inviernos se caracterizan por unas condiciones más suaves debido a la altitud y a la penetración de la influencia que se distingan diferentes tipos de clima mediterráneo, dentro de esta región. oceánica en las áreas más expuestas a los vientos oceánicos, que ascienden por el valle. Y por otro lado, unas condiciones algo más extremas llegando a las situaciones de heladas, derivadas del efecto de continentalidad y Para nuestra zona de estudio se distinguen dos tipos de climas mediterráneos: en primer lugar por la posición de altitud de la Sierra. El período de lluvias suele repartirse entre las estaciones de otoño, de primavera e invierno, Córdoba capital, en el valle del Guadalquivir, donde la penetración de la influencia oceánica desde el oeste fundamentalmente debido a que las masas de aire húmedo procedentes del atlántico se encuentran con la tiene lugar preferentemente en invierno. Esta influencia no es tanta en verano, donde se impone una situación de barrera orográfica que supone la Sierra, descargando las mismas con mayor cuantía en su zona de barlovento a levante, asociado a la fuerte subsidencia del aire generada por la intensa afección del Anticiclón de las Azores, medida que son obligadas a ascender por el frente de Sierra Morena. que reduce la influencia oceánica al máximo, dando veranos muy calurosos y secos.

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De forma más concreta, pasaremos a comparar diferentes agentes climáticos para hacer una comparativa más Temperatura media mensual "La Jarosa" localizada entre las características climáticas de la Sierra y de la Vega, con el fin de intentar recoger las diferencias climáticas que pueden derivarse fundamentalmente de la diferencia de altitud y exposición a los 30,0 vientos dominantes, producidas por el frente de Sierra Morena, lo que influirá en el clima de la Sierra de Córdoba. 24,7 24,7 25,0 Por tanto, analizaremos diferencias de las temperaturas, de las precipitaciones, el grado de insolación y el balance 21,5 21,8 20,0 hídrico, entre la Sierra y la ciudad de Córdoba. 16,8 16,4 15,0 13,2 (ºC) 11,7 9,1 11,6 10,0 7,9 9,1 Temperaturas 5,0

0,0 • Temperaturas medias 123456789101112 Tal como se ha comentado anteriormente, en verano tiende a imponerse un régimen de levante en la zona, Mes asociado a una fuerte subsidencia del aire generada por la presencia del anticiclón de las Azores; en esas Figura 3.- Temperaturas medias mensuales de la estación “La Jarosa” para el periodo 1976-2005. Fuente: INM condiciones las influencias oceánicas se reducen al máximo y ello explica el carácter cálido y seco de la época estival, que se pone de manifiesto en la siguientes gráficas. Como se puede observar, los meses de julio y agosto son los más calurosos con una temperatura media de 27,4 ºC en la estación del “Aeropuerto” y 24,7 ºC en “La Jarosa”; el mes más frío en ambas estaciones es lógicamente enero con una temperatura media de 9,3 ºC en el “Aeropuerto” y 7,9 ºC en “La Jarosa”. Temperatura media mensual "Aeropuerto"

30,0 27,4 27,4 Si se comparan los valores medios de temperatura entre la estación del “Aeropuerto” y la de “La Jarosa”, es decir, 25,2 25,0 24,6 entre la ciudad de Córdoba y la Sierra, encontramos que la ciudad de Córdoba, en verano esta sometida a unos 20,1 20,0 2-3º C más de temperatura, y unos 2-3ºC menos de temperatura en invierno. Lo que se traduce en que en la Sierra 18,7 15,7 de Córdoba la temperatura media en verano es menor que en la ciudad, y en invierno sus temperaturas medias 15,0 14,0 (º C) C) (º 11,0 13,3 también son más suaves que en la Vega. 10,0 9,3 10,4 5,0 • Temperaturas medias de máximas

0,0 Si analizamos las temperaturas máximas, para el mismo período en las estaciones de “Aeropuerto” y “La Jarosa”, 123456789101112 se observa que la media de máxima temperatura es algo más elevada en la Sierra. A priori, esta situación es Mes contraria a lo esperado y analizado anteriormente en las medias de temperaturas. Esta situación pudiera atribuirse Figura 2.- Temperaturas medias mensuales estación “Aeropuerto” para el periodo 1976-2005. a factores microclimáticos locales de estas estaciones, o simplemente pudiera deberse a la orientación y condiciones ambientales a las que se encuentre sometidas estas estaciones, que hacen que de forma puntual las temperaturas máximas en la Sierra sean mayores que en la ciudad. Aunque realmente esta discrepancia y superioridad en cuanto a las máximas absolutas es una valoración puntual de la climatología de la zona, que solo recoge situaciones extremas de temperatura. Siendo mas representativo el análisis anterior, según el cual como se ha analizado con las temperaturas medias, el clima en la Sierra es más suave que en la ciudad.

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tiene en el clima. Es significativo, a su vez que la amplitud térmica de la Sierra es mayor que la de la ciudad, Temperatura media de las máximas "Aeropuerto" señalándose esta como la diferencia entre las medias de máximas y de mínimas. Igualmente, estos valores más 40,0 extremos en la Sierra pudieran ser señalados como efectos de la continentalidad, la altitud y la posición 36,3 36,1 35,0 geográfica antes mencionados. 32,5 32,0 30,0 26,7 En su conjunto y como resumen se establece que a pesar, de esta mayor amplitud térmica, el clima de la Sierra 25,0 22,5 24,9 21,0 presenta valores medios más suaves que en la ciudad, con medias en verano menos severos e inviernos más 20,0 (º C) (º 17,1 18,8 calidos. 15,0 15,3 14,9 10,0

5,0 Temperatura media de las mínimas "Aeropuerto" 0,0 20,00 123456789101112 18,37 18,78 18,00 Mes 16,06 16,00 16,61

14,00 Figura 4.- Temperaturas medias de las máximas “Aeropuerto” periodo 1976-2005. Fuente: INM 12,13 12,00 12,50 10,00

(º C) (º 8,93 8,00 7,74 7,00 Tempe ratura media de las máximas 6,00 4,92 5,51 "La Jarosa" 4,00 3,67 2,00 45,0 40,0 40,2 0,00 40,0 37,0 123456789101112 35,0 36,2 31,9 30,0 30,0 Mes 25,0 27,3 25,0 23,9 (ºC) (ºC) Figura 6.- Temperaturas medias de las mínimas “Aeropuerto” periodo 1976-2005. Fuente: INM 20,0 20,3 18,4 19,3 15,0 10,0 5,0 Temperatura media de las mínimas 0,0 "La Jarosa" 123456789101112 14,00 Mes 11,23 11,47 12,00 10,00 Figura 5.- Temperaturas medias de las máximas “La Jarosa” periodo 1976-2005. Fuente: INM 8,83 8,00 8,33 6,00 4,55 4,82 • Temperaturas medias de mínimas (ºC) 4,00 2,00 -0,05 1,60 0,00 0,27 -1,48 -1,27 Del mismo que para las temperaturas máximas, en el caso de las temperaturas mínimas analizaremos el valor de las -2,00 -2,47 -4,00 temperaturas medias de mínimas obtenidas durante el periodo 1976-2005 en la estación “Aeropuerto” y la “La 123456789101112 Jarosa”. Al igual que las medias de temperaturas máximas, las medias de las temperaturas mínimas en la Sierra son Mes más extremas que para la ciudad de Córdoba, es decir, son unas medias de mínimas más bajas en la Sierra que en la Vega. Figura 7.- Temperaturas medias de las mínimas “La Jarosa” periodo 1976-2005. Fuente: INM También se observa que en invierno, los valores de medias mínimas de la Sierra sobrepasan los valores positivos, encontrándonos valores negativos correspondientes a heladas. Por tanto a la vista de las medias mínimas y máximas, podemos concluir que las temperaturas de la Sierra son en principio más extremas en la Sierra que en la Vega, tanto en invierno como en verano, debido al efecto de la continentalidad y el consecuente descenso del efecto suavizador de las temperaturas que el océano Atlántico

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• Precipitaciones En resumen, las precipitaciones son más abundantes en la zona de la Sierra y se producen entre los meses de octubre a abril, con valores de 776,8 mm. suponiendo unos 200 mm más que en la zona de la Vega. Siendo, los Código Estación Longitud Latitud Altitud (m) mayores valores de precipitación media anual se alcanzan en la zona central de la Sierra al norte de la ciudad de 5402 AEROPUERTO 4º 51’ 02’’ O 37º 50’ 40’’ N 91 Córdoba, con valores superiores a los 800 mm en la zona de “San Cristóbal” y Las precipitaciones más inferiores se 5442E LA JAROSA 4º 54’ 52’’ O 37º 54’ 25’’ N 340 detectan en la zona oriental (embalse de San Rafael de Navallana) con valores comprendidos entre 555 mm y 600 5394U CORDOBA (EMACSA) 4º 47’ 57’’ O 38º 01’ 17’’ N 510 mm. CORDOBA 5393U 4º 37’ 17’’ O 37º 57’ 28’’ N 120 (PRESA S.R.NAVALLANA) • Insolación 5398 CORDOBA (SAN CRISTOBAL) 4º 48’ 57’’ O 37º 56’ 20’’ N 520

5386 OBEJO 4º 48’ 02’’ O 38º 07’ 50’’ N 702 La insolación se presenta como el número de horas de sol durante las cuales la radiación solar llega a la superficie 5468 PANTANO DE BREÑA 5º 02’ 37’’ O 37º 49’ 40’’ N 150 5465A VILLAVICIOSA DE CORDOBA 5º 00’ 57’’ O 38º 04’ 35’’ N 693 terrestre. Debido a su latitud, elevada en Córdoba, se dan valores de 2.800 horas de sol como promedio anual, 5375 ADAMUZ 4º 31’ 32’’ O 38º 01’ 40’’ N 238 alcanzando su valor máximo en el mes de julio con 352 horas y mínimo en diciembre con 148 horas. Este valor total Tabla 2.- Estaciones meteorológicas. Fuente: INM de horas hace que el municipio cuente con un valor algo superior al 60% de la insolación teórica. Esta condición junto con el elevado número de días despejados, unos 131 días de promedio anual, hace especialmente propicio A partir de los datos de las estaciones meteorológicas de esta tabla, se deduce que las precipitaciones en la Sierra el aprovechamiento de la energía solar como fuente de aprovechamiento energético renovable y limpio. En son lógicamente más elevadas que en la zona de la vega del Guadalquivir, situada esta unos 100 m.s.n.m. Esta Córdoba la energía recibida por término medio en el suelo supera a los 5 kWh/m2. diferencia es debida al efecto sierra-valle y al relieve, por el cual las masas de aire se ven forzadas a elevarse al chocar con el piedemonte o terminación meridional de la Sierra Morena, enfriarse adiabáticamente y saturarse. 400

350 351,5 En la figura siguiente se observa que las precipitaciones registradas por la estación “La Jarosa” son superiores a las 328,1 obtenidas en el “Aeropuerto” con un valor medio anual durante (periodo 1976-2005) de 776.8 mm y 564,4 mm 300 312,3 respectivamente. 271,1 250 160.0 241 212,1

Horas/mes 212,2 208,3 140.0 200 172,1 175,6 120.0 150 167,5 148,3 100.0 100 80.0 Aeropuerto 123456789101112 La Jarosa 60.0 Mes

Precipitación (mm) (mm) Precipitación 40.0 Figura 9.- Insolación media mensual (1971-2000). Fuente: INM. Horas de insolación anuales: 2.800 20.0

0.0 123456789101112 Mes

Figura 8. Precipitaciones medias mensuales (1976-2005)

Por tanto, el factor relieve y altitud es significativo en la Sierra, derivándose este en un aumento de las precipitaciones por el efecto barrera que ejerce la Sierra, a los vientos húmedos que discurren desde el oeste por la valle del Guadalquivir.

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• Balance hídrico 30 27,8 28,4 Partiendo de las precipitaciones medias mensuales y de las temperaturas medias mensuales, es posible estimar el 26,9 balance de agua en el suelo a lo largo del año. Uno de los métodos empleados para evaluar este balance de 25 25,2 22,8 agua en el suelo es el propuesto por Thornthwaite y Matter 1 , En la figura se dibuja el balance hídrico de 21 20 Thornthwaite, calculado para la estación de “La Jarosa” (1976-2005), donde ETP expresa la evapotranspiración 16,3 potencial, P la precipitación y ETR la evapotranspiración real.

MJ/M2 día 15 12,9 12,5 16 0 10 10,2 8,9 14 0 7,9 12 0 5 ETP

P 123456789101112 10 0 Mes ETR

80 Figura 10.- Media mensual de radiación diaria (1971-2000). Fuente: INM. Valor medio anual: 18,4 MJ/m2 día. 60

40

20 • Humedad 0 ene feb mar abr may jun jul ago set oct nov dic ene

La humedad relativa media anual del municipio de Córdoba está próxima a valores del 62,5%, detectándose Figura 12.- Balance hídrico “La Jarosa” (1976-2005) valores máximos en diciembre con un valor del 80 % coincidente con la época de lluvias, y por el contrario valores mínimos de 45-46% en los meses de estío, julio y agosto. El balance hídrico muestra como la reserva hídrica favorable se establece entre los meses de octubre a abril,

mientras que en la época estival hacen que la evapotranspiración potencial supere a la real y exista un déficit

hídrico acusado, como corresponde por lo general al área mediterránea donde nos encontramos.

85 80 80 El balance hídrico de Thornthwaite para la estación del “Aeropuerto” y mismo periodo aunque situada en la vega 77 75 75 del Guadalquivir, pretende poner de manifiesto las diferencias existentes entre ambas zona naturales (Vega del 73 70 Guadalquivir y Sierra de Córdoba.

65 64 65

(%) 62 60 58 55 52 53 50 45 46 45

40 123456789101112 Mes

Figuras 11.- Humedad relativa (1971-2000). Fuente: INM

1 Thornthwaite y Matter (1948; 1955),

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18 0

16 0

14 0

12 0 ETP P

ETR 10 0 (mm) 80

60

40

20

0 ene f eb mar abr may jun jul ago set oct nov dic ene

Figura 13.- Balance hídrico “Aeropuerto” (1976-2005)

Aquí la reserva hídrica favorable se establece entre los meses de octubre a marzo, y de igual forma la evapotranspiración potencial supera a la real en verano y existe igualmente un déficit hídrico acusado.

Como se observa, en ambas grafica, la distribución del déficit hídrico es similar y característica del clima Figura 14.- Distribución de la temperatura media anual en la Sierra de Córdoba. mediterráneo, con un periodo de estío y otro de donde las precipitaciones superan a las perdidas de humedad. Dándose que el periodo de déficit es algo menor en la Sierra que en la Ciudad, por la mayor cantidad de agua precipitada en la Sierra y la menor tasa de evapotraspiración que se da.

Atendiendo a la clasificación climática por el sistema de Thornthwaite de estas dos situaciones climáticas, es necesario hacer uso de los términos e índices hídrico (MI), aridez (IA), humedad (IH), eficiencia térmica (ET) y concentración de la eficiencia térmica en los meses de verano (CET).

Los valores de los índices obtenidos en las estaciones de “La Jarosa” (Sierra), y “Aeropuerto” (Ciudad), se muestran en esta tabla:

Estación \ Índice MI IA IH ET CET Clasificación de Thornthwaite “La Jarosa” -0,3 44,7 44,5 770 45,5 C1, s2, B’2, a’ “Aeropuerto” -39,9 54,6 14,7 929,9 48,7 D, s, B’3, b’4 Tabla 3.- Índices de Thornthwaite

A partir de ella se puede caracterizar el clima de la Sierra de Córdoba (estación de “La Jarosa”) como subseco (C1), con fuerte exceso de agua en invierno (s2) y mesotérmico de segundo grado (B’2); y el clima de la zona de vega del Guadalquivir (estación “Aeropuerto”) como semiárido (D), con moderado exceso de agua en invierno (s) y mesotérmico de tercer grado (B’3). Figura 15.- Distribución de la precipitación media anual en la Sierra de Córdoba.

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3.2.1.2.- GEOLOGÍA llanura aluvial, aunque la poca extensión de la mayoría de ellos no ha permitido su cartografía a escala 1:50.000. Conectando Sierra Morena con el Valle del Guadalquivir, aparece un depósito detrítico, tipo glacis, de suave La región de Sierra Morena, donde se encuentra el ámbito de este Plan Especial, constituye el borde meridional del pendiente que contacta con los niveles de terraza más bajos del Guadalquivir. macizo hespérico o zócalo hercínico de la península Ibérica, estando constituido principalmente por materiales precámbricos y paleozoicos muy antiguos que, como rasgo común, fueron afectados por múltiples fases Desde el punto de vista geológico este territorio podría ser sectorizado con base en criterios litológicos en las orogénicas2. Además son localmente importantes distintos afloramientos triásicos y miocenos, de edades siguientes zonas: comprendidas entre 230 y 5 millones de años. También hay que mencionar por su importancia biofísica los materiales graníticos que están representados en el sistema granítico de Sierra Morena. Zonas de alta importancia geológica, que incluirían las áreas de calizas y dolomías cámbricas, los afloramientos de vulcanitas del cámbrico inferior y las zonas metamórficas de pizarras del cámbrico inferior y superior. Y zonas de Un análisis del mapa litológico del ámbito de afección del este Plan Especial, nos describe la siguiente situación: importancia geológica media coincidentes con el carbonífero aflorante en el entorno del río Guadalmellato y los Por un lado, en el complejo del cámbrico inferior destacan, por la extensión de sus afloramientos, las unidades afloramientos graníticos de Los Arenales-La Jara. detríticas (pizarras y arcosas) de las formaciones y Los Villares 3 junto al paquete carbonatado a base de calizas, dolomías y mármoles. En la tabla siguiente, se muestra la distribución de la superficie ocupada por los afloramientos de las diferentes Sobre estos materiales y en discordancia descansa otro paquete detrítico (pizarras y grauvacas) con vulcanitas y litologías que puede observarse en el mapa litológico elaborado. niveles carbonatados intercalados del carbonífero inferior 4 de la formación de Azuaga y presentes al norte del embalse de San Rafael de Navallana. Los materiales básicos calcáreos representan un 25% del territorio, y las mesas biocalcareníticas, también ricas en carbonatos tan solo un 4%. Los materiales ácidos pizarrosos (filítas-micaesquistos) ocupan una superficie El plutonismo de nuestro ámbito, resulta variado en su naturaleza. Son destacables los plutones de Los Arenales y equivalente al 27% y las masas graníticas un 9%. El volcánico un 5% del total. del Guadatillo en las hojas 922 y 923, constituidos por grandes masas de rocas ígneas intrusivas de tipo granítico, procedentes de la cristalización lenta un magma ácido, siendo el granito rosa la roca predominante.

Descansando sobre la vertiente meridional de las formaciones posthercínicas de Sierra Morena, se conservan retazos de antiguas coberteras triásicas y miocenas, llegando a ser importantes localmente. La más antigua de estas coberteras es la formación triásica del bunter que aparece representada principalmente en el entorno de El Patriarca, al norte de las formaciones carbonatadas terciarias y del sistema de terrazas del Guadalquivir. Estos materiales, son conglomerados rojos a base de cantos redondeados de cuarcita bien cementados con intercalaciones de areniscas rojas5.

Las biocalcarenitas y arenas miocenas, bien representadas en el borde meridional de Sierra Morena en las hojas de Santa Mª de Trassierra (nº 922) y de Córdoba (nº 923) constituyen afloramientos discordantes sobre el paleozoico. Suelen generar formas tabulares por procesos de inversión del relieve fácilmente reconocibles sobre el terreno. Por último se han reconocido distintas formaciones intracuaternarias como travertinos, terrazas fluviales, depósitos aluviales y glacis. Los edificios travertínicos cartografiados, asociados a diferentes fases de descarga del conjunto kárstico de la Sierra de Córdoba6, se refieren a las plataformas de Peñamelaria, Mirador de Cruz Conde y Valdehuertas. La mayoría de los principales cauces del área de estudio presentan depósitos de terraza fluvial y de

2 DÍAZ DEL OLMO, F y RODRÍGUEZ VIDAL, J (1989).- “Macizo Hespérico Meridional”. En: BIEZA DE ORY (Ed): Territorio y Sociedad en España I. Geografía Física. Edit. Taurus. 70-80. 3 LIÑÁN, E. (1978).- “Bioestatigrafía de la Sierra de Córdoba” Tesis doctoral. Public. Universidad de Granada, 191:1-212 4 Ramírez et al., 1973 5 Pérez, 1975 6 RECIO, J.M.; , R.; DIAZ DEL OLMO, F. (1991a).- “Evolución reciente del karst de la Sierra de Córdoba: Sistemas hidroquímico y travertinos. III Simposio sobre el Agua en Andalucía, ITGME, I:575-581.

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Superficie Por otra parte, los materiales volcánicos de edad cámbrica presentan extensos afloramientos en la Sierra de Código Litología Periodo % (ha) TQGm Terrazas fluviales Pleistoceno 6,96 0,02% Córdoba. Topográficamente y estructuralmente se disponen a un nivel inferior a los anteriormente descritos. Trv Travertino Pleistoceno 23,97 0,08% Básicamente, sus características fundamentales están ligadas a la dureza de estas litologías, su accidentado Triásico Bunt Conglomerados y areniscas 26,88 0,09% (Buntsandstein) relieve, el escaso desarrollo de sus suelos y la falta de unos recursos hídricos de importancia. Todo ello orienta el uso TQ Terrazas fluviales Pleistoceno 36,07 0,12% de estos territorios al uso agrícola-ganadero, aunque cuando la fisiografía no lo permite, la vegetación natural TQV Terrazas fluviales Pleistoceno 48,24 0,16% Beta Gabros y diabasas Posthercínico 60,74 0,20% alcanza un gran desarrollo. No constituyen por lo general zonas de ubicación de áreas urbanizadas. Ar(31) Grauwacas Carbonífero Inferior 62,79 0,20%

TQIII Terrazas fluviales Pleistoceno 67,76 0,22% Glacis Glacis Cuaternario 110,22 0,36% Las zonas pizarrosas aparecen principalmente en las zonas más septentrionales del término municipal. Su carácter Cam Marmoles Cámbrico inferior 153,30 0,50% CaCg Arcosas y conglomerados Cámbrico Inferior 195,31 0,63% blando y fácil modelado, escaso suelos y acidez de los mismos, motiva la aparición de morfologías suaves Caarc Arcosas Cámbrico Inferior 323,09 1,04% ocupadas preferentemente por encinares y de pinos de repoblación. Su explotación es agrícola y ganadera, y no Glacis Glacis Holoceno 567,15 1,83% Capp Pizarras (Form. Los Jerónimos) Cámbrico Inferior 579,11 1,87% sirven de soporte de urbanizaciones de interés alguno. TQIV Terrazas fluviales Pleistoceno 789,13 2,55% Emb Embalses Holoceno 845,00 2,73% Pz (13) Pizarras (Form. Azuaga) Precámbrico-Ordovícico 941,05 3,04% Las zonas de materiales carboníferos del embalse de San Rafael de Navallana, son áreas muy erosionadas y Mio Biocalcarenitas Mioceno Superior 1.363,80 4,40% degradadas, ocupadas por extensas zonas de pastizales, dehesas algo dispersas y monte bajo. La especial Hv Volcánicas Carbonifero Inferior 1.567,90 5,06% Kl Micaesquistos, gneises y anfibolitas Precámbrico 1.840,94 5,95% naturaleza y estructuración de estas litologías motiva los grandes procesos de erosión que afectan a todo el área, Alfa Granitos Posthercínico 2.718,43 8,78% Cap Pizarras (Form. Los Villares) Cámbrico Inferior 3.264,87 10,55% traducidos en unos suelos raquíticos. Hp Pizarras y grauwacas Carbonífero Inferior 3.110,90 11,11% Cav Volcánicas (Form. Los Jerónimos) Cámbrico Inferior 4.042,40 13,06% Cac Rocas carbonatadas Cámbrico Inferior 7.860,00 25,39% Todo ello hace que todo este gran sector oriental del término sea considerado como zona de segundo nivel en Tabla 4.- Superficie de afloramientos de las diferentes litologías importancia paisajística, en el que las acciones deben ir encaminadas a la máxima recuperación ambiental de la

misma. La zona de afloramientos calizo-dolomíticos de edad cámbrica de la Sierra de Córdoba representa un 25% del De la misma forma y en el mismo han sido incluidos los afloramientos graníticos de la urbanización de La Jara y territorio. Dominio de materiales calcáreos básicos que sirven de soporte para las unidades ambientales de mayor Arenales, ocupados por extensos pinares de repoblación, y con la existencia de un alto conjunto de formas valor y mejor grado de conservación de nuestro ámbito de estudio, viéndose reflejados con la presencia de un paisajísticas de interés. importante desarrollo de la vegetación natural en casi toda su extensión.

La transgresión miocena máxima alcanzó la cota de los 420-400 m, que puede constatarse en la carretera de Su comportamiento frente a los procesos disolutivos (dolinas, poljés, navas y depresiones en general), junto a la acceso a Los Villares (área de antenas de televisión).Las mesas conformadas por este y de desarrollo máximo se presencia de unos abundantes recursos hídricos (fuentes y surgencias, manto freático y pozos, etc), son los factores encuentran discordantes con las litologías carboníferas. Hacemos destacar el extenso afloramiento de este primarios que ha provocado que todo este espacio de alto interés ecológico-ambiental, sea en la actualidad el mioceno en la zona del barrio de El Naranjo. La Foto 1 muestra un ejemplo del mioceno. que mayor presión urbanística padece, con la consecuente degradación medio. La presencia desde antiguo del núcleo poblacional de Sta. María de Trassierra y la parcelación de El Salado son dos ejemplos de ello. Haciendo uso de la información básica contenida en el Estudio de Impacto Ambiental del Plan General de

Ordenación Urbana de Córdoba de fecha 2001, y de la bibliografía usada, fundamentada en la información Estas características ambientales podrían ser sintetizadas en: aportada por los trabajos realizados por el IGME tanto a escala regional (1:200.000) como más de detalle (escalas • Posición somital en el relieve 25.000 y 50.000), podemos efectuar una valoración aproximada sobre las características geotécnicas de las • Karstificación o disolución a la que se ven sometidos diferentes litología o materiales geológicos antes descritos. • Dureza

• Permeabilidad y abundancia en recursos hídricos Esta valoración se realiza por un lado sin tener en consideración el recubrimiento alterológico o de suelos existentes • Cursos fluviales muy incididos cuyo comportamiento mecánico viene a ser muy diferente al del material parental que los origina. Y por otro • Dificultad hacia la explotación agrícola al impedir las labores de arado. teniendo en cuenta otros aspectos ligados a los mismos como son los de índole geomorfológica e hidrológica, que • Suelos arcillosos alternantes con afloramientos rocosos serán matizados en los capítulos correspondientes. • Presencia de vegetación natural de alto interés

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Los materiales cuaternarios y holocenos ligados al glacis de finalización o depósitos de terrazas fluviales, serían de Se intenta evaluar al mismo tiempo la existencia real o posible de riesgos geológicos naturales a la hora de ser carácter muy desfavorable debido a su escasa consistencia, por lo que la cimentación habría de ser profunda sometidos a alguna actividad de tipo urbanístico. para ser anclada en el sustrato duro infrayacente. Presentarían también problemas de contracción-expansión, aunque su naturaleza haría que fuesen blandos frente a las tareas de excavación. Como características geomecánicas de estos materiales analizamos las siguientes: • Presiones admisibles o posibles No obstante e independientemente de la mayor o menor aptitud de las diferentes litologías frente a la edificación, • Facilidad frente a la excavación derivadas de su comportamiento mecánico, esta ha de ser compensada y evaluada obligatoriamente frente a • Consistencia de suelos, formados por la alteración superficial de estos (puntos de vista edafológicos) los valores naturales que están pudieran sustentar, siendo para nosotros los valores paisajísticos y • Estabilidad de pendientes (dependiente de los procesos geomorfológicos) medioambientales los que han de orientar sin lugar a duda el uso futuro al que puedan destinarse estos materiales geológicos aflorantes en la Sierra de Córdoba. En base a ello se establecen cinco niveles de clasificación para valorar las condiciones constructivas en el área de estudio: Muy favorables – Favorables – Aceptables – Desfavorables - Muy desfavorables. En cuanto a los resultados obtenidos del análisis de algunos sedimentos representativos de la zona de estudio, en concreto depósitos de terras rossas coluvionada en el fondo del llano a nava de Escaravita (poljé), se recogen en Desde nuestro punto de vista todas las litologías aflorantes en el sector presentan una respuesta variable frente a la las siguientes tablas su caracterización físico-química. presión superficial que pudiera ejercer algún tipo de edificación. Granitos y materiales volcánicos aflorantes y 0,25- 0,125- Prof. 2-1,0 1-0,5 0,5- 0,25 Arena Limo Arcilla Perfil 0,125 0,063 exentos de suelo alguno, serían en principio muy favorables, es decir nada deformables; al mismo tiempo no cm cm % presentarían capacidad expansiva alguna, dada su composición mineralógica exenta de arcillas, siendo Esc. I -1 0-30 2,1 3,65 3,15 4,5 10 23,4 31,6 45 Esc. I -2 30-90 4,2 2,25 3,55 3,95 7,95 21,9 38,1 40 considerados como duros a la hora de ser excavados. Esc. I -3 90-120 2,6 2,65 4,45 5 8,8 20,9 31,6 47,5 Esc. I - 4 120-150 2,95 2,45 2,6 3,3 10,3 21,6 30,9 47,5 El especial comportamiento frente a la disolución de los materiales lutíticos-carbonatados haría ofrecer por parte Esc. II -1 0-30 7,05 6,55 4,1 5,47 10 33,17 29,33 37,5 de estos, una cierta capacidad de deformación, ligado a colapsos y subsidencias, que provocaría una menor Esc. III -1 0-25 2,8 2,4 0,65 0,85 4,2 10,9 41,1 48 Esc. III -2 25-140 1,6 1,9 1,85 2,75 4,9 30,1 4,9 65 aceptabilidad (desfavorables) de estos para la edificación. La presencia de arcillas en las grietas de la Esc. III -3 140-165 3,25 1,8 0,6 1,45 4,3 11,4 26,1 62,5 karstificación y paquetes lutíticos, aunque no de naturaleza esmectítico-expansiva, habría de ser consideradas de Tabla 5.- Caracterización físico-química de los sedimentos estudiados (I) alguna manera. Su facilidad de excavación sería variable, en función de que sean trabajados o bien los niveles Prof. Color Color pH C.E CO3= M.O. P2O5(as) Perfil cm seco húmedo H2O mhs/cm % % mg/100gr duros calizo-dolomíticos, los niveles lutíticos (blandos) o areniscosos intercalados (duros). Esc. I -1 0-30 7.5YR 5/4 7.5YR 4/4 6,5 0,27 0 0,96 3,8 Todo los afloramientos somitales de carácter filítico podrían ser considerados como favorables, dada su posición en Esc. I -2 30-90 7.5YR 5/5 7.5YR 4/4 6,2 0,29 0 1,92 2,3 Esc. I -3 90-120 2.5Y 6/4 2.5Y 4/4 6,7 0,30 0 0,96 1,8 el relieve, dureza media y falta de expansibilidad, no existiendo en principio problema alguno para la cimentación. Esc. I - 4 120-150 10YR 7/6 10YR 5/6 7,0 0,12 0 0,00 1,7 Esc. II -1 0-30 7.5YR 6%4 10YR 4/4 6,1 0,46 0 2,75 - Esc. III -1 0-25 2.5Y 5/4 2.5Y 4/3 7,3 0,44 0 3,62 - Facies flysch del carbonífero de Navallana o del arroyo Pedroches podrían presentar cierta deleznabilidad, en Esc. III -2 25-140 10YR 6/8 10YR 5/8 7,9 0,22 0 0,41 - Esc. III -3 140-165 10YR 6/6 10YR5/8 7,8 0,27 8 0,00 - función de su mayor o menor alteración, ya que se trata de materiales muy fracturados y disgregados por Tabla 6.- Caracterización físico-química de los sedimentos estudiados (II) pequeñas fracturas, diaclasas y por los propios planos de estratificación. Serían considerados como aceptables desde el punto de vista de la cimentación, y de carácter medio frente a la facilidad de excavación y frente a la posibilidad de expansión.

Los retazos miocenos, distribuidos en forma de mesa o plataformas, presentan una disposición casi horizontal y una composición bio-detrítica, que les comunica unas buenas propiedades mecánicas frente a las edificaciones. Su espesor no limita las cimentaciones, son medios y a veces blandos frente a la excavación, y no presentan contenidos en arcillas de tipo expansivo. Son considerados por consiguiente como muy favorables. No obstante, la gran permeabilidad que a veces ofrecen, y la karstificación que los afecta limitan muy en gran medida estas propiedades, así como su posición en el relieve en forma de mesas que confieren una alta impronta paisajística.

GERENCIA MUNICIPAL DE URBANISMO _ UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA 39 FEBRERO 2010 P L A N E S P E C I A L D E P R O T E C C I Ó N Y O R D E N A C I Ó N D E L A S I E R R A D E C Ó R D O B A _ D O C U M E N T O P A R A A P R O B A C I Ó N I N I C I A L MEMORIA DE INFORMACIÓN

325000 330000 335000 340000 345000 350000 355000 360000 4210000 4210000 4205000 4205000 4200000 4200000 4195000 4195000

PLAN ESPECIAL DE ORDENACIÓN Y PROTECCIÓN DE LA SIERRA DE CÓRDOBA PGOU DE CÓRDOBA 2002 PLANOS DE INFORMACIÓN: LITOLÓGICO Nº PLANO Aluvial reciente de Sierra Morena Gabros y diabasas Mármoles Rocas carbonatadas Lámina de agua ¯ I.10 Arcosas Glacis Pizarras (Form. Azuaga) Terrazas fluviales

Arcosas y conglomerados Granitos Pizarras (Form. Los Jerónimos) Travertino UNIVERSIDAD Biocalcarenitas Grauwacas Pizarras (Form. Los Villares) Volcánicas DE ESCALA 1:100.000 CÓRDOBA Conglomerados y areniscas Micaesquistos, gneises y anfibolitas Pizarras y grauwacas Volcánicas (Form. Los Jerónimos) FECHA FEBRERO 2010 EQUIPO REDACTOR:

325000 330000 335000 340000 345000 350000 355000 360000

G E R E N C I A M U N I C I P A L D E U R B A N I S M O _ U N I V E R S I D A D D E C Ó R D O B A 40 FEBRERO 2010 PLAN ESPECIAL DE PROTECCIÓN Y ORDENACIÓN DE LA SIERRA DE CÓRDOBA _ DOCUMENTO PARA APROBACIÓN INICIAL MEMORIA DE INFORMACIÓN

3.2.1.3. HIDROLOGÍA. mismos. Señala que la tectónica de fractura ha dejado su impronta en la red fluvial, desarticulando algunos cursos y marcando una tendencia sur en ciertos tramos de otros; por ello, a lo largo de los cursos Viar, Retortillo, Bembézar, Desde antiguo se han venido efectuando en Sierra Morena estudios referentes al trazado de la red hidrográfica. Guadiato y Guadalmellato los tramos en artesa alternan con estrechas gargantas. Dantin7 indicó como la desviación del talwelg del río Guadalquivir y su aproximación al escarpe, había favorecido a gran escala las capturas laterales acontecidas en todo el borde de la Meseta a expensas de la cuenca del También Ibáñez16 resalta esta adaptación de la red (Viar, Bembézar, Guadalmellato, etc.) a líneas de fractura de Guadiana. Carandel8 y Carbonell9 por ejemplo, realizaron un estudio sobre los niveles de terrazas cuaternarias del dirección NW-SE, las cuales imponen a la mayor parte de la red una orientación anómala (NW-SE) respecto a la Guadalquivir. Hernández-Pacheco10 señaló que los ríos que surcan el borde frontal de la Sierra Morena forman dirección de fluencia del Guadalquivir, en el que desembocan tras dibujar una flexión en su trazado. Mingarro17 , estrechas gargantas, y en ciertos casos como el del Guadiato, fueron cortados por capturas quedando antiguos Fontbote18, Díaz del Olmo19 señalan otros aspectos como por ejemplo la progresiva incorporación de cursos aluviones como testigos de ellos, retazos de valles muertos correspondientes a los niveles fluviales anteriores al fluviales de la cuenca del Guadiana a los tramos altos de los ríos Jándula, Viar, Guadiato y Bembézar entre otros. rejuvenecimiento hidrográfico. Revenga11 también dedica parte de su investigación a estos aspectos y efectúa diversos estudios sobre los perfiles longitudinales de las principales corrientes afluentes del Guadalquivir. Estudios realizados por Baena20 en el norte de Constantina, hacen notar que la desarticulación de la primitiva red concordante a la estructura, tendría lugar a partir del progreso de la karstificación en torno a los poljes de la sierra, Más recientemente, se ha puesto de manifiesto por diversos autores importantes modificaciones en el trazado de y con posterioridad ser los cursos que remontan el escarpe de la sierra, explotando las líneas de debilidad los afluentes de la margen derecha del Guadalquivir. Así Simón12, Sole13 o Fabries14 señalan que cursos que son tectónica los responsables de la captura de estos poljes y de sus sistemas fluviokársticos. concordantes con la estructura hercínica, abandonan bruscamente esta dirección para adquirir un trazado N-S hasta su desembocadura en el valle, considerando que las sucesivas capturas acontecidas a cargo de cursos En el límite occidental de la depresión inferior del Guadalquivir, investigaciones realizadas por Pendón y Rodríguez21 subsecuentes al borde del zócalo, estarían relacionadas con la deformación tectónica sufrida por éste durante el consideran al "Alto Nivel Aluvial" del sector litoral de Huelva, el primer indicativo de la instauración de la red fluvial mioceno superior. cuaternaria. Rodríguez Vidal et al.22 y Rodríguez Vidal23 constatan la existencia de dos grandes momentos en la evolución cuaternaria de esta red fluvial. El primero, coincidiendo con la instauración de la red, registra dirección El estudio de los perfiles longitudinales de estos ríos nos indica que aún conservan el trazado de los movimientos NE-SW concordante con la estructura geológica, dirección que es seguida por los principales colectores, si bien sucesivos del zócalo. Fabries llega a observar tres rupturas de pendiente en el trazado de estos perfiles que las igualmente son reconocibles trazados NW-SE a cargo de los afluentes procedentes del borde de la Sierra. El consideran como diferentes fases de rejuvenecimiento del continente. segundo, de componente N-S, se alcanza en momentos avanzados del cuaternario, coincidiendo con Cabanas15 hace un estudio de los afluentes mariánicos del Guadalquivir. Aprecia una perfecta jerarquización de reactivaciones de fracturas de estos rumbos y niveles marinos más bajos y/o alejados de su situación actual los cursos así como de los tramos inferiores encajados, y el perfil longitudinal de marcado carácter torrencial de los (Cáceres y Rodríguez Vidal,24).

A escala regional, Baena25 señala para Sierra Morena que el inicio de los cambios de dirección de los principales cursos fluviales tuvo lugar en relación con la karstificación y la neotectónica pliocuaternaria, no siendo hasta 7 DANTIN, J. (1912).- “Nota preliminar acerca de las relaciones existentes entre la evolución del relieve y la red hidrográfica en las depresiones laterales de la Península Ibérica”. Bol. R. Soc. Esp. Hist. Nat.: 98-99. momentos plenamente cuaternarios cuando adquiere un destacado papel la acción incisiva remontante 8 CARANDEL, J. (1925).- “Las terrazas cuaternarias del río Guadalquivir”. Ibérica, 24 (604): 328-331. 9 CARBONELL, A. (1927 b y c).- “Las terrazas cuaternarias del Guadalquivir”. Nº 3082. Madrid. –“Terrazas cuaternarias del Guadalquivir. (Sección procedente del borde de la cuenca. El rápido progreso hacia el interior, facilitado por las capturas e Cuesta del Espino-Guadalcazar-Almodóvar del Río. Provincia de Córdoba)”. R.M.M.I., XLV: 5-23. 10 HERNANDEZ PACHECO, E. (1926).- “ La Sierra Morena y la Llanura Bética (síntesis geológica)”. Libro guía Exc. X-1. XIV Congr. Geol. Int. Inst. Geol.. España, 1-155. Madrid. 11 REVENGA, A (1928).- “contribución al estudio de la Hidrografía de la Península Ibérica. Perfiles longitudinales de las primeras corrientes tributarias del río Guadalquivir”. Bol. de la R. S. Geográfica, LXVIII: 7-15. -(1941).- “Contribución al estudio de la Hidrografía de la Península Ibérica. Perfiles longitudinales de los ríos Jándula y Yeguas”. Estudios Geográficos. 16 IBAÑEZ, Mª J. (1983).- “Las grandes cuencas hidrográficas y su relación con la estructura peninsular”. Geographicalia, 17:3-25. 467-512. 17 MINGARRO, F. (1962).- “Estudio del Carbonífero del norte de la provincia de Sevilla”. Bol. Inst. Geol. y Min. de España. 73: 469-624. -(1942).- “Contribución al estudio de la Hidrografía de la Península Ibérica. Perfiles longitudinales de los ríos Arenoso, Guadalmellato y sus afluentes”. 18 FONTBOTE, J.Mª (1977).- “Geología de la Cuenca del Guadalquivir”. Guadalquivires. Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Sevilla, 419-465. Estudios Geográficos. 8:597-625. 19 DÍAZ DEL OLMO, F. (1982).- “Geomorfología de Sierra Morena. Estudio del interfluvio Viar-Rivera del Huezna”. Tesis doctoral (inédita). Universidad de -(1943).- “Contribución al estudio de la Hidrografía de la Península Ibérica. Perfiles longitudinales del río Guadajoz y de sus principales afluentes”. Sevilla, 503 pag. Estudios Geográficos, 12: 449-493. 20 BAENA, R. (1988), - “Estudio geomorfológico del N de Constantina (Sierra Morena, Sevilla)”. Programa de Doctorado, Universidad de Sevilla. 92 pag -(1944).- “Contribución al estudio de la Hidrografía de la Península Ibérica. Perfiles longitudinales del río Guadiato y sus principales afluentes”. (inédita) Estudios Geográficos, 16: 561-590. 21 PENDON, J.G. y RODRIGUEZ VIDAL, J. (1986-87).- “Caracteres sedimentológicos y geomorfológicos del Alto Nivel Aluvial cuaternario del litoral de -(1947).- “Contribución al estudio de la Hidrografía de la Península Ibérica. Perfiles longitudinales del río Genil y sus principales afluentes”. Estudios Huelva”. Acta Geol. Hisp., 21-22: 107-111. Geográficos, 29: 629-697. 22 RODRIGUEZ VIDAL, J.; MAYORAL, E.; CASTAÑEIRA, J.; GARCIA RINCON, J. (1988 b).- “Tránsito marino continental y aluvionamientos cuaternarios en -(1955).- “Contribución al estudio de la Hidrografía de la Península Ibérica. Perfiles longitudinales de los ríos Bembézar y Retortillo y sus principales los alrededores de Huelva”. En Aluvionamientos cuaternarios en la Depresión inferior del Guadalquivir, AEQUA-Grupo Andaluz de Cuaternario, 7-35. afluentes”. Estudios Geográficos, 60: 487-509. Sevilla 12 SIMON, G. (1944).- “ La Sierra Morena de la provincia de Sevilla en los tiempos postvaríscicos. Contribución al estudio del problema de la falla del 23 RODRIGUEZ VIDAL, J. (1989 a).- “La evolución neotectónica del sector occidental de la Depresión del Guadalquivir”. El Cuaternario en Andalucía Occ., AEQUA Guadalquivir”. Publicación Inst. Juan Sebastián El Cano. Madrid. CSIC.1-30 Monografías, 1:21-26. 13 SOLE, L. (1952).- “El Relieve”. Geografía Física. I. Ed. Montaner y Simón, Barcelona, 500 pag. - (1989 b) “Inicio de la red fluvial cuaternaria en el sector occidental de la depresión del Guadalquivir”. El Cuaternario en Andalucía Occ., AEQUA Monografías, 1:27-31. 14 FABRIES, J. (1963).- “Les formations cristallines et métamorphiques du Nort Est de la province de Seville (Espagne). Essai sur le mètamorphisme des 24 CACERES, L.M. y RODRIGUEZ VIDAL, J. (1991).- “sistema inferior de terrazas fluviales del río Odiel en la margen derecha de su desembocadura roches eruptives banques”. Sciences de la Terre, Memorie nº4, 270 pag. Nancy. (Huelva). VIII Reunión Nacional sobre Cuaternario. Valencia. 15 CABANAS, R. (1975).- “Los afluentes del Guadalquivir por la derecha” , Estudios Geográficos, nº 138-139:199-200. 25 Baena 1992 y 1993

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incorporaciones de las antiguas redes fluviokársticas, consolidarán la definitiva inadaptación del drenaje en sentido Nombre Superficie (ha) Porcentajes Arroyo Guadanuño 1.873,29 6,05% N-S. Arroyo Don Lucas 1.568,85 5,07% Arroyo Bejarano 690,94 2,23% Arroyo Coronel 174,28 0,56% Martín-Serrano26 considera que el actual trazado de la red es una consecuencia de la reorganización fluvial Arroyo Molino 1.233,92 3,99% Arroyo Guadarromán 3.771,95 12,18% producida en el Macizo Hespérico sin tener que recurrir a movimientos neotectónicos enmarcados en una rápida Arroyo Jarilla 596,10 1,93% reorganización fluvial plio-cuaternaria. Arroyo San Jerónimo 1.004,68 3,25% Arroyo Huerta de Valle Hermoso 680,06 2,20% Arroyo Nogales de Cantarrana 868,94 2,81% Recio et al.27 identificaron los restos de los iniciales dispositivos fluviales de orientación hercínica, en posiciones Arroyo Pedroches 2.497,16 8,07% Arroyo Rabanales 3.333,86 10,77% interfluviales al norte de Posadas (Córdoba), conteniendo en sus cauces importantes acumulaciones de gravas y Arroyo Cuesta de la Lancha 378,39 1,22% Arroyo Guadalbarbo 2.060,16 6,65% arenas, insertos por debajo de los piedemontes considerados por Instituto Geológico y Minero de España (I.G.M.E.) Arroyo Yegüeros y Buena agua 341,48 1,10% como pliocuaternarios. Las formaciones asociadas a paleovalles orientados o glacis embutidos, ambas siempre por Río Guadalmellato 4.087,54 13,20% Otros arroyos. 1.673,01 5,40% debajo de las paleotopografías anteriores serian correlativas con episodios intracuaternarios y no tienen nada que Río Guadiato 4.116,66 13,30% ver con episodios típicamente de rañas. Tabla 7.- Superficie ocupada por cada cuenca fluvial de la Sierra de Córdoba

La presencia de estos depósitos en estas áreas se podría explicar si se considera que el trazado inicial del Guadalquivir aguas abajo del sector Villa del Río-, discurría durante el pleistoceno inferior paralelo a la Algunas cuencas están completas en el territorio estudiado, como son la de la mayoría de los arroyos. Otros como organización morfoestructural del Subbético, recorriendo las actuales campiña de Córdoba, Sevilla y Jerez (Zazo et Guadiato o Guadalmellato tan solo se encuentran representando parte de las mismas. En el mapa hidrográfico al.; 28 Baena29). aparecen representadas las cuencas hidrográficas que conforman el área de estudio

Por último hemos de señalar que unas últimas apreciaciones hechas con respecto al trazado y paleotrazado de la Todos los cauces existentes presentan un carácter estacional acusado y una dinámica fuertemente erosiva. La red fluvial han sido efectuadas por Cano y Recio30 . divisoria de aguas es coincidente por lo general con la arista culminante, coincidente a su vez con los materiales calcáreos duros y permeables. En definitiva, se podría decir que son tres las cuencas principales que drenan el territorio analizado biofísicamente: la correspondiente al río Guadiato, río Guadalmellato y los tributarios directos al cauce del río Guadalquivir. Siendo Algunos tramos han desaparecido por urbanizaciones; otros están represados por pequeños embalses o el río Guadiato el de mayor entidad en el ámbito de la Sierra. pantanetas como los existentes en Las Jaras, la Jarosa, Rabanales Sto. Domingo, o el de Navallana. Todos los cauces que atravesaban el casco urbano de Córdoba han sido profundamente manipulados. El cauce y cuenca parcial del río Guadiato representa el 13% del territorio; el río. Guadanuño el 6%, y el Guadalmellato el 13%. Arroyo Don Lucas (5%), Bejarano (2%), de Las Viejas o Coronel (1%) y de El Molino (4%) serían Estos últimos son muy erosivos, con tramos muy rectilíneos de direcciones N-S, entre los que destaca el arroyo los tributarios más importantes por la margen izquierda del río Guadiato. Guadarroman, con una potentísima erosión remontante, al discurrir por la zona de pizarras y complejo vulcano- sedimentario del escalón terminal de la Sierra, que llega a amenazar con una dinámica de capturas a la cuenca El arroyo Guadarromán vendría a representar el 12% del total, y los pequeños arroyos iniciados desde el escarpe del arroyo Molino, y del cual ya le ha decapitado algunos cursos de aguas, siendo ejemplo de ello la zona de la como Jarilla, San Jerónimo, etc., el 10%. Pedroches sería el 8% y Rabanales el 11%. El tramo del Guadalbarbo urbanización del Salado. vendría a significar el 7%. Arroyos como los de San Jerónimo-Jarilla y Nogales de Cantarrana y los que atravesaban el núcleo poblacional de Córdoba son de poca entidad. El Pedroches y Rabanales son los que principalmente configuran las mesas

miocenas o relieves tabulares existentes en la zona de finalización de la Sierra.

26 MARTÍN –SERRANO, A. (1991).- “La definición y el encajamiento de la red fluvial actual sobre el Macizo Hespérico en el marco de su geodinámica Geomorfológicamente destaca el transcurrir anormal del río Guadiato, en la zona de Sta. María de Trassierra, con alpina”. Rev. Soc. Geol. España, 4(3-4): 337-351. 27 RECIO, J.M.; CANO, M.D.; BAENA, R,; RODRIGUEZ, J,; DIAZ DEL OLMO, F. (1993).- “Rañas y facies de piedemonte en el borde meridional del macizo codo indicador del cambio de rumbo y llegada y confluencia de los arroyos Molino. Bejarano y del Coronel. Estos Hespérico (Sierra Morena)”. La Raña en España y Portugal, Monografías del CCM. 2: 3-13. 28 ZAZO, C.; GOY, J.L.;DABRIO, C.J.; CIVIS,J.; BAENA, J. (1985).- “Paleogeografía de la desembocadura del Guadalquivir al comienzo del Cuaternario últimos con surgencias-captaciones a mitad de trazado, y tramos de cabecera, medio y final muy diferentes, ibérico. I. Lisboa, 461-472; 29 BAENA, R. (1993).- “Evolución cuaternaria (3 M.a.) de la depresión del Medio y Bajo Guadalquivir y sus márgenes (Córdoba y Sevilla). Tesis doctoral. 30 Cano y Recio 1994 asociados a eventos y trazados de diferentes cronologías.

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La red muestra un carácter dendrítico en la cuenca del Guadalmellato y cabecera del Pedroches, al discurrir por pizarras carboníferas, describiendo tramos y partes muy diferentes. Destacamos la fuerte incisión realizada por el Guadiato al discurrir por las calizas de Trassierra, así como los tramos de rumbo hercínico y rectilíneos en el discurrir por estos mismos materiales.

La llegada de gran parte de éstos a la llanura aluvial del río Guadalquivir provoca la formación de meandros de grandes dimensiones en el cauce de dicho río. De todos estos cursos, se ha establecido dos niveles de consideración en función del valor ambiental y paisajístico que presentan estos cursos de agua. Así los considerados de alto valor serían los de: río Guadiato-Arroyo Bejarano-Arroyo del Molino-Arroyo Cantarranas (tributarios del Guadiato y río Guadalquivir), que conformarían como una especie de un primer corredor ecológico, y de otro los cauces de arroyo Don Lucas-Arroyo Pedroche (tributarios de los ríos Guadiato y Guadalquivir) que conformarían un segundo corredor.

Cursos fluviales de segundo nivel de interés serían el recorrido del río Guadanuño, y los arroyos Guadarromán, San Jerónimo, Rabanales, Guadalbarbo, así como el sector municipal del cauce del Guadalmellato

Como se ha comentado en reiteradas ocasiones, los cursos de agua son los agentes erosivo-modeladores por excelencia en toda la Sierra. Además cumplen la función de refugio de la vegetación riparia y de la fauna, actuando como verdaderos corredores ecológicos.

El drenaje es pues eficiente y aceptable, no existiendo zona alguna donde estas aguas son remansadas de manera natural. Si lo son por el contrario y de forma artificial en los embalses de Navallana (Guadalmellato), La Jarosa (Guadarromán), Las Jaras (Don Lucas), y en otras masas de aguas o pantanetas de menor consideración. El valor natural de muchos de ellos es claramente manifiesto en la zona de estudio: cauce del río Guadiato, arroyos Molino y Bejarano, Pedroches, Don Lucas, etc. entre otros.

El carácter de dominio publico hidráulico asociado a ambas márgenes de los mismos, motiva que todos ellos y a lo largo de todo su recorrido sean considerados como zonas muy desfavorables, no aptas para edificación e intervención alguna.

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