H. G. Wells, Aspectos De Una Vida Anthony West

Total Page:16

File Type:pdf, Size:1020Kb

H. G. Wells, Aspectos De Una Vida Anthony West H. G. Wells, aspectos de una vida Anthony West http://www.librodot.com 2 AGRADECIMIENTOS He contraído una profunda deuda con G. P. Wells y con Amber Blanco White por la información que me proporcionaron sobre mi padre, valiosísima y fundamental de cara a la interpretación de su carácter y su conducta que se ofrece en este libro. Frank Wells, E. S. P. Haynes, Odette Keun y Moura Budberg también me proporcionaron, los cuatro antes de morir, importantes ayudas, sólo que algo menos vitales para mi comprensión de su persona. Mi madre, Rebecca West, así como Dorothy Richardson y Edward Pease, antiguo secretario de la Sociedad Fabiana, me ayudaron mucho, pero de manera harto diferente. Mary Ceibert, de la Sala de Libros Raros de la Biblioteca de la Universidad de Illinois, en Champaign-Urbana, fue en todo momento un dechado de cortesía y de eficacia al dar cumplida cuenta de cuantos favores le solicité para dar con el mejor camino que me llevase al Archivo Wells. Fisher's Island, 1983 A.P.W. Capítulo I «... se ocultaba entonces bajo una animada superficie de actividades diversas con las que Mr. Direck se había familiarizado; de la última de ellas había surgido todo un sistema de aflicciones difícil de abarcar, la octava de estas aventuras digresivas...» Mr. Bulling Sees It Through Mientras estaba a punto de venir yo a este mundo, durante los primeros minutos del 5 de agosto de 1914, mi padre no estaba en disposición de proporcionar a mi madre su consuelo y su respaldo. Hallábase en otra parte, su atención concentrada por entero en otro asunto. En esos precisos minutos, un jovencísimo Harold Nicolson atravesaba a paso firme St. James's Park, en Londres. Iba de camino desde el Ministerio de Asuntos Exteriores a la Embajada de Alemania, sita entonces en Garitón House Terrace, y llevaba consigo los pasaportes del embajador y del personal de la embajada. El plazo del ultimátum que había dado el Gobierno británico al Gobierno alemán había expirado a medianoche, momento desde el cual ambos países habían entrado en guerra. Mi padre, H. G. Wells, se dedicaba a dar las últimas pinceladas a 2 3 un artículo en el que comentaba el significado de esta catástrofe, un artículo que habría de ser el primero de una serie de doce que ya había colocado al Daily Chronicle en Inglaterra y que confiaba vender también a un sindicato de prensa norteamericano. A mi padre no le había cogido por sorpresa la ruptura de las hostilidades. Era una de tantas otras personas que habían visto venir la guerra desde varios años antes, y a medida que notó que se extendía el conflicto por los Balcanes, a medida que iban implicándose las grandes potencias, ya desde finales de junio, fue dedicándole cada vez más atención. No pensaba que fuese posible evitar la guerra, y de ninguna manera quería creer que la guerra resultase a la larga un acontecimiento fútil. Confiaba en que sirviera para algo más que para enseñar a los alemanes que ninguna agresión sale a cuenta, y también en que su costo probable y los indudables horrores que traería consigo pusieran fin a la época de la competencia nacionalista. Lo que deseaba ver terminado, destruido de una vez por todas, no era sólo la Alemania de los Junkers y del expansionismo de Bismarck; ansiaba ver arrasado de todo el escenario europeo la. totalidad del antiguo sistema monárquico y militarista. No es que fuese una persona de estrechas miras anti-germanas, sino que detestaba en pleno a la casta de los empenachados, los engualdrapados, los acorazados, los príncipes y grandes duques, los archiduques de casco y corona que representaban en el fondo todas las divisiones de Europa, y confiaba en que la guerra trajera a la postre el fin de todos ellos. Mientras mi padre trabajaba en su artículo, en la tranquilidad de una noche de verano, mentalmente se adelantaba en lo posible a la hora que estaba viviendo. Cuando hubiese terminado la guerra, se presentaría la oportunidad de crear un nuevo orden en Europa. Vencedores y vencidos tendrían que reunirse y fundar una Liga de Naciones. Una de las funciones primordiales de esta institución habría de ser la de constituir un foro en el cual pudiera desarrollarse una diplomacia abierta; sería algo equivalente a un parlamento internacional. Otra de sus funciones habría de ser la organización de una fuerza internacional, encargada de mantener la paz. Si un cuerpo de tales características pudiera disfrutar de una existencia activa y permanente, tal vez las guerras de agresión pasaran a ser reliquia del pasado. Cualquier ataque contra cualquier nación equivaldría a un asalto contra la totalidad de la comunidad internacional; así, la agresión sería a ciencia cierta caballo perdedor. Si los hombres se pusieran a trabajar con todo su empeño cuando hubiese terminado la guerra, tal vez nunca más volviese a darse ninguna guerra entre dos naciones. Mi padre intuyó que se le había ocurrido el título perfecto para el artículo que acababa de concluir. Lo anotó y se dio cuenta de que le complacía: «The War That Will End War» («La guerra que pondrá fin a la guerra.») Apagó las luces de su estudio y subió a la primera planta, dispuesto a acostarse. Estaba alojado en Easton Glebe, la espaciosa y placentera vieja rectoría de una minúscula aldea próxima a Great Dummow, en el condado de Essex, al nordeste de Londres, lugar en el que 3 4 había residido con su esposa Jane y sus dos hijos desde 1912. Mi madre en cambio se encontraba a un centenar de millas de distancia, al otro extremo de East Anglia, en unos atildados aposentos, en Hunstanton, condado de Norfolk. La acompañaban una hermana suya y una amiga. No estaba casada, y empezaba a darse cuenta de su difícil situación. Mi madre tenía diecinueve años, y cuando conoció a mi padre, en 1912, era veintiséis años más joven que él. Había querido ser actriz, y durante aquella época adoptó diversos seudónimos, desde Cicily Fairfield hasta Rebecca West. Este seudónimo fue un acto de homenaje a Henrik Ibsen, cuya obra Rosmersholm le había afectado profundamente. Era una joven provinciana, de origen mixto, escocés y nordirlandés, que se había criado en Edimburgo. Cuando conoció a mi padre, llevaba casi cuatro años viviendo en la zona de Hampstead Garden, en Londres, con su madre y sus dos hermanas. Había cursado estudios en la Royal Academy of Dramatic Arts durante un par de años, y había viajado algo, pero estaba a punto de descartar sus ambiciones teatrales y sacrificarlas en aras de sus ambiciones literarias, por cierto muy considerables. Una fotografía realizada poco después que mi padre irrumpiese en su vida la muestra en actitud desafiante junto a un busto de Dante Alighieri. La fotografía da a entender que ella deseaba que se hiciese la hipotética comparación, al tiempo que proclama ante el mundillo literario de la época que pronto habrá que tener en cuenta a una nueva figura de primerísima fila. Mi madre hizo sus primeros pinitos de escritora redactando recensiones para un semanario feminista radical llamado The Freewoman; la directora del mismo, algo más esnob de lo debido, consideraba el derecho al voto una simple cuestión de segundo orden. En esta publicación de corte marginal publicó una recensión que era en realidad un vapuleo en toda regla de aquella novela de mi padre titulada Marriage1 (Matrimonio), en la cual arremetía contra las ideas del autor respecto a las mujeres. Fue un artículo sin duda vivaz, que despertó la curiosidad de mi padre e hizo gracia a Jane Wells, a resultas de lo cual la invitaron a pasar un fin de semana con ellos, en su casa de Easton Glebe. Lo que ocurrió con exactitud tras aquella visita es algo que no tengo ni mucho menos claro, aunque sí es evidente que mi madre tomó la iniciativa. Los originales de las cartas que escribió a mi padre antes de que propiamente diese comienzo su aventura no han sobrevivido, pero las copias que con notorio pundonor ella hizo y conservó celosamente no dejan lugar a ninguna duda. Aunque el tono de aquellas cartas recuerde el de una novela rusa del siglo pasado que hubiese sido tamizada por la mentalidad de un Woody Allen, no conviene pasarlas por alto a la ligera. Dejan patente su intención de involucrarse sentimentalmente, y a ser posible de manera monumental, con mi padre. Ella le apremió entonces a emprender los dos juntos un grand amour, una de esas historias que constituyen la sustancia de las biografías románticas de los grandes personajes. 1 Recensión, Rebecca West. The Freevoman. 19 de septiembre de 1912 4 5 Las contestaciones de mi padre a aquellas cartas -al principio una simple maniobra de retroceso, y luego, con un candor cuya única intención solamente pudo haber sido disuasoria, una afirmación tajante de hasta qué punto, por cierto que muy limitado, estaba dispuesto a mostrarse accesible no dan pie a concebir la menor duda acerca de su postura2. Si no quedase más remedio que tener una aventura con ella, por fuerza tendría que tratarse de algo que de ninguna manera pudiera tomarse demasiado en serio; al contrario, tenía que prevalecer un tono de ligereza: ella tenía que recordar en todo momento que se trataba única y exclusivamente de que dos personas habían descubierto una mutua atracción física y se habían emparejado única y exclusivamente porque sí. Además, aquella aventura no debía durar. Mi padre fue explícito en este particular. Cuando por fin le escribió para comunicarle, casi con estas mismas palabras, que «muy bien, sea. Si insistes... », lo dijo a las claras: ella debía comprender que el horizonte que él adjudicaba a su historia, la localización de su punto de fuga conceptual, nunca iría más allá de su próximo cambio de humor.
Recommended publications
  • Collège De Franceinstitut Français Chaire
    www.egyptologues.net Collège de FranceInstitut français Chaire "Civilisation de l'Égypte pharaonique : d'archéologie orientale archéologie, philologie, histoire" Bulletin d'Information Archéologique BIA www.egyptologues.net XLII Juillet - Décembre 2010 Le Caire - Paris 2010 Système de translittération des mots arabes consonnes voyelles L’année se termine sur un bilan mitigé. Le CSA est agité de mouvements internes divers ; les archéologues tentent, en vain, de créer un syndicat qui puisse les protéger, alors que les promesses d’embauche et de titularisations se multiplient, sans que les moyens suivent. Les multiples difficultés de trésorerie viennent manifestement contrecarrer les ambitions du Secrétaire général. 2010 a vu le centenaire du Musée copte et du Musée d’Art islamique, tandis que momies et sensationnel tiennent toujours le haut du pavé ; l’ADN de Toutânkhamon continue d’alimenter la polémique, tandis que ses trésors poursuivent leur tour du monde. Du côté des missions étrangères, la presse salue la venue de Béatrix Midant-Reynes à la tête de l’Institut français d’archéologie orientale. Tanis et Tell al-Dab‘a retiennent l’attention de la presse, même si Gîza reste avant les autres sites sous les feux des projecteurs des medias, moins pour la belle tombe de Roudj-ka, que pour les désormais trop fameux « conduits » de Chéops. Le dégagement et la restauration du dromos de Louqsor continuent également à soulever commentaires et discussions, tandis que le Secrétaire général détaille les découvertes du temple funéraire d’Amenhotep
    [Show full text]
  • ANN VERONICA, SEXUAL MORALITY and NATIONAL REGENERATION1 Anthony Patterson
    SAVING ENGLAND: ANN VERONICA, SEXUAL MORALITY AND NATIONAL REGENERATION1 Anthony Patterson Concerned about the erotic content of his novel The Trespasser (1912), D. H. Lawrence famously told Edward Garnett that he did not wish to be ‘talked about in an Ann Veronica fashion’.2 It is some gauge of the scandal Ann Veronica caused that Lawrence should worry about achieving the same kind of notoriety that Ann Veronica brought Wells. To a modern reader, this might appear surprising, as Ann Veronica does not seem particularly racy. It is certainly less sexually daring than many contemporary sex novels such as Hubert Wales’s The Yoke (1907) or Elinor Glyn’s Three Weeks (1907). Even John St Loe Strachey, a supporter of the National Social Purity Crusade and one of the novel’s most trenchant critics, commented ‘Ann Veronica has not a coarse word in it, nor are the “suggestive” passages open to any very severe criticism.’3 If Ann Veronica did not offend through franker sexual depictions, many critics still accused Wells of supplanting an old morality based on female sexual restraint and the sanctity of matrimony with a new morality of sexual freedom and self-indulgent individualism. Writing in the Daily News, R. A. Scott-James argued: ‘In effect he is content to negate the old morality as something out of date, effete, harmful, tiresome; he puts in its place a negative which masquerades as the supreme assertion of individuality’ (WCH, 157). Wilfred Whitten, writing in T. P.’s Weekly, referred to the novel’s eponymous hero as ‘a modern British daughter defying the old morality, and saying it is glorious to do so’ (WCH, 162).
    [Show full text]
  • The Art of Fiction and the Art of War: Henry James, H. G. Wells, and Ford Madox Ford
    <http://nbn-resolving.de/urn:nbn:de:bsz:21-opus-49437> | <https://doi.org/10.25623/conn001.1-wiesenfarth-1> Connotations Vol. l.1 (1991) The Art of Fiction and the Art of War: Henry James, H. G. Wells, and Ford Madox Ford JOSEPH WIESENFARTI-1 The house of fiction has . a number of possible windaws. At each of them stands a figure ... with a field-glass, which [insures] to the person making use of it an impression distinct from every other. -Henry James Almost a year after the war broke out between the Allied Forces and the Central Powers in August 1914, a battle was fought between Henry James and H. G. Wells on the literary front. These two instances of hostility, although vastly different in their significance, are nevertheless not unrelated. France, for instance, was the object of attack in both the military and literary campaigns. For Kaiser Wilhelm II, France was the cultural capital of Europe which, in its pride, looked down upon Germany; for H. G. Wells, France threatened England because Henry James-American scion of Balzac, Flaubert, and de Maupas- sant-sought to disseminate a foreign aesthetic in preference to the indigenous one espoused by Wells himself. So just as the German emperor sought to conquer and humiliate France, the British novelist sought to conquer and humiliate Henry James, who, along with Joseph Conrad, a Pole; Stephen Crane, an American; and Ford Madox Ford, an Anglo-German, formed for Wells "a ring of foreign conspirators" (Seymour 14) who were plotting to overthrow the English novel.
    [Show full text]
  • Riverside Quarterly V3N2 Sapiro 1968-03
    RIUEHSIUE QUHY 95 RIVERSIDE QUARTERLY March 1968 ’ Vol« ZII» N°. 2 Editor: Leland Sapiro Associate Editor: Jim Harmon Poetry Editor: Jim Sallis R.Q Miscellany Assistant Editors: Redd Boggs Bill Blackbeard Jon White Send business correspondence and manuscripts to: Box 40 University Station, Regina, Canada AS OTHERS SEE US Mandatory reading for the student of science-fiction is TABLE OF CONTENTS Susan Sontag^'s essay, "The Imagination of Disaster," on recent s.f. films. This critic's resume of s.f. movie clich&s is RQ Miscellany ............................................... 95 gruesomely hilarious and her general diagnoses, needle-sharp. (Her remarks on s.f. cinematic sadism and its rationale—by the H.G. Wells, Critic of Progress view of extra-terrestrials as non-human and therefore sub-human (second of five parts) ........................................Jack Williamson. .96 —brings to mind the Clayton Astounding Stories of the early Edgar Rice Burroughs and the Heroic Epic....Tom Slate............. 118 'SO's.) Whether or not he attends to movies, the s.f. reader Motifs and Sources for'Lord of the Rings'...Sandra Miesel...l25 will achieve both shame and! enlightenment from this article. A Valuable New Book on Wells ....................................Richard Mullen.. 129 Also inducing shame, for2another reason, is Michel Butor's "Notes on Science Fiction." This critic is familiar with H.G. Poetry: Wells and Jules Verne, and he has read over half a dozen stories Lawrence Spingarn... 131 Anthony Sobin.....................136 by s.f. writers born in the 20th century. On this basis he re­ peats the customary pieties on the satiric value of s.f., divides A.
    [Show full text]
  • H.G. Wells, El Padre De La Ciencia Ficción
    - CLÁSICOS AL RESCATE - H.G. Wells, el padre de la ciencia ficción Herbert George Wells en 1920 1.- Introducción: Wells es uno de los escritores más célebres que dado la ciencia ficción y, sin embargo, es uno de los menos conocidos al margen de las obras que le hicieron famoso. Si Mary W. Shelley y su fundacional Frankenstein o el moderno Prometeo (1818) es la madre del género, sin lugar a dudas el padre es el británico Herbert George Wells (1866-1946), porque fue él quien introdujo muchos de sus temas, enfoques y tratamientos. Prolífico novelista y pensador, creador de obras imprescindibles en la literatura universal, sus libros de «anticipación sociológica» tuvieron una notable influencia entre sus coetáneos de la escena intelectual y muy especialmente sobre la ciencia ficción posterior. De hecho, su popularidad perdura hasta nuestros días. Una de las mejores descripciones acerca de su personalidad contradictoria la realiza John Clute en su Enciclopedia Ilustrada: “Tenía una voz aguda y atiplada, y su piel olía a miel. Amó a sus esposas, pero se acostaba con cualquier mujer que le hiciera un sitio en su cama. Era un mocetón robusto de clase trabajadora en un mundo que mataba pronto a su especie, pero vivió hasta los ochenta años. Pretendía desdeñar el difícil arte de la ficción, pero no podía dejar de escribir novelas y una docena de ellas aún nos sorprenden por su brillantez, claridad mental y presciencia. Inventó la novela científica británica, aunque no el término, y fue el escritor de ciencia ficción más importante que ha conocido el género, aunque él nunca llamó a su obra ciencia ficción.
    [Show full text]
  • Wells in Woking Is Delivered by Woking Borough Council in Partnership with the Following Organisations: H.G
    FREE SOUVENIR PROGRAMME 150years ago Sponsored by: Media partner: Wells in Woking is delivered by Woking Borough Council in partnership with the following organisations: H.G. Wells Conference and Events Centre • H.G. Wells Society • Horsell Common Preservation Society Horsell Residents’ Association • Ochre Print Studios • Surrey Arts • Surrey History Centre • The Ambassadors The Lightbox • The Living Planet Centre • United Agents • Visit Surrey • Woking History Society 150TH ANNIVERSARY FIND OUT MORE AT WWW.WELLSINWOKING.INFO 3 150years ago ...one of the nation’s greatest literary talents Contents and public intellectuals was born. H.G. Wells moved to Woking in May 1895 where his Wells: the story of a short biography 4 writing gathered pace as did his ascent to fame The writer Wells’ work with a Woking connection 6 and fortune. His inspiration Martians landing on Horsell Common 8 He made Woking infamous in the late 19th The artist screen and print with Ochre Print Studios 10 Century by choosing Horsell Common as the location for his Martian invasion in his The teacher inspiring young people 12 science-fiction serial, The War of the Worlds. The local man exhibition at Surrey History Centre 14 Wells in Woking is a celebration of the Wells in Woking Event Diary Centre pull-out Borough’s connections with H.G. Wells and a Wells in Woking Heritage Trail Centre pull-out page-turning tale of inspiration, imagination A global influencer by Stephen Baxter 15 and success that is as much about the person as it is the place. Visit Woking, in the heart of The visible man new sculpture of H.G.
    [Show full text]
  • Lives of Some Great Novelists
    LIVES OF SOME GREAT NOVELISTS John Scales Avery July 29, 2021 INTRODUCTION1 Human history as cultural history We need to reform our teaching of history so that the emphasis will be placed on the gradual growth of human culture and knowledge, a growth to which all nations and ethnic groups have contributed. This book is part of a series on cultural history. Here is a list of the other books in the series that have, until now, been completed: lives in Mathematics • Lives in Exploration • Lives in Education • Lives in Poetry • Lives in Painting • Lives in Engineering • Lives in Astronomy • Lives in Chemistry • Lives in Medicine • Lives in Ecology • Lives in Physics • Lives in Economics • Lives in the Peace Movement • The pdf files of these books may be freely downloaded and circulated from the following web addresses: https://www.johnavery.info/ http://eacpe.org/about-john-scales-avery/ https://wsimag.com/authors/716-john-scales-avery 1This book makes some use of my previously-published book chapters, but most of the material is new. Contents 1 MIGUEL DE CERVANTES 7 1.1 The life of Cervantes . .7 1.2 Don Quixote ................................... 11 1.3 Literary works of Cervantes . 11 2 JANE AUSTEN 15 2.1 Jane Austen's life . 15 2.2 Edward Austen Knight and Admiral Sir Francis Austen . 20 2.3 Love between Jane Austen and and Tom Lefroy ends in tears . 20 2.4 List of Jane Austen's publications . 20 3 MARY SHELLEY 27 3.1 Mary Shelley's famous parents . 27 3.2 A wild romance .
    [Show full text]
  • A Bit of String: Rebecca West on Henry James by Hazel Hutchison
    1 A Bit of String: Rebecca West on Henry James By Hazel Hutchison, University of Aberdeen In the summer of 1916, a slim, blue volume appeared in the bookstores. The cover carried two names: Henry James and Rebecca West. One was the title, and the other was the author. James had died in February of that year, worn out by a lifetime of literary production--novels and novellas, short stories by the score, critical essays, reviews, and translations. He had recently been awarded the Order of Merit for his services to Literature, only the third novelist ever to receive such an honor from the British Crown. Admittedly, sales of James’s books had not been high in recent years. Yet, his name still commanded recognition and respect on both sides of the Atlantic--although, as will become apparent, it would not be entirely correct to say that this respect was universal. Rebecca West, on the other hand, had never written a book before. People with literary interests might have recognized her name, not necessarily because they had read her work but because it was a pseudonym borrowed from a radical, freethinking character in Henrik Ibsen’s play Rosmersholm (1886). A number of established authors, including James’s friend Mrs. Humphry Ward, had lately come to dislike the name of Rebecca West, as since 1911 she had been publishing acidic reviews in women’s rights publications and literary journals such as the Freewoman and the English Review. These reviews were insightful, entertaining, and vividly expressed. They 2 were certainly not respectful, as Mary Ward knew to her cost, having been dismissed as “pretentious” and with barely “one gleam of horse-sense” (YR 14, 16).
    [Show full text]
  • Riverside Quarterly
    RIVERSIDE QUARTERLY VOL.3 NO.l 50/ RIVERSIDE QUARTERLY August 1967 Vol. Ill, No. 1 Editor: Leland Sapiro Associate Editor: Jim Harmon Poetry Editor: Jim Sallis Assistant Editors: Redd Boggs "Blackbeard" Jon White Send business correspondence and prose manuscripts to: Box 40 University Station, Regina, Canada Send poetry to>: RFD 3 Iowa City, Iowa 52240 TABLE OF CONTENTS Riverside Miscellany ..................................... 4 H.G. Wells, Critic of Progress (first of five parts) ............. Jack Williamson... 6 Excerpts from "Run, the Spearmaker" •••• Kris Neville..... 32 Superman and the System (conclusion) ..... '.......... W.H.G. Armytage... 44 The Seasonal Fan .... An Unsolicited Manuscript ........... Jim Harmon..... 52 Three Poems ...... ..................... James Castle...... 55 "The window looks on..." ............ Gordon James...... 57 Day Dream #12 .......................... Peter Warren...... 58 American Flags on a Naked Tryna ....... Gregory Corso in Athens ................ Samuel Delaney.... 59 Knossos Poem ........................... Ralph Dobbins..... 60 "We are come for the machine's wake" .................... 61 A Bunch of Things ...................... Thomas Disch ■••••• 62 Everything Closes at Midnight .......................... 65 H.G. Wells: The Old Orthodoxy and the New..Richard Mullen.. 66 A Satanic Bible ........................Yogi Borel......... 69 Selected Letters ............ 74 Unsigned material is by the editor. Front cover by Margaret Dominick (DEA) Ann Gertnann.... 3 John Ayotte ................
    [Show full text]
  • Issn 0017-0615 the Gissing Newsletter
    ISSN 0017-0615 THE GISSING NEWSLETTER “More than most men am I dependent on sympathy to bring out the best that is in me.” – George Gissing’s Commonplace Book ********************************** Volume XVIII, Number 1 January, 1982 ********************************** Who are all these good-looking and happy people? The best-dressed group of 1981? No, they are participants at the Gissing Symposium held at Wakefield last September. STANDING (left to right): John Halperin, Gillian Tindall, John Goodchild, Peter Keating, C. J. Francis, Frank Woodman, Mr. Bird, Jacob Korg, Malcolm Allen, Pierre Coustillas, Michel Ballard, Ros Stinton, David Dowling, David Grylls, Patrick Parrinder, Douglas Hallam, Kate Taylor, Terry Wright, Francesco Badolato, John Harrison, Rick Allen, Clifford Brook. SITTING (left to right): Anne Peel, Elizabeth Foster, Cynthia Korg, Chris Kohler, Kelsey Thornton, Tricia Grylls, Maria Chialant, Mabel Ferrett, M. Clarke, P. Clarke. -- 2 -- The National Weekly: A Lost Source of Unknown Gissing Fiction Robert L. Se1ig Purdue University Calumet Undiscovered Gissing fiction most certainly awaits whoever can find an 1877 file of the National Weekly. This highly ephemeral Chicago publication at times carried the alternate titles of Carl Pretzel’s Weekly or Carl Pretzel’s Illustrated Weekly. The only library known to possess any holdings of it, the library of the Chicago Historical Society, has one issue apiece from 1875, 1876, 1878, and 1880 but none from the year when Gissing lived in that Midwestern American city. His only extant story from the National Weekly – “A Terrible Mistake” (5 May 1877, p. 10) – survives in a page of the paper kept by Gissing himself. In Notes and Queries of October 7, 1933, the bookseller M.
    [Show full text]
  • Love Needs As the Obstruction of Mr
    LOVE NEEDS AS THE OBSTRUCTION OF MR. LEWISHAM’S ACHIEVEMENT MOTIVATION IN H. G. WELLS’ LOVE AND MR. LEWISHAM AN UNDERGRADUATE THESIS Presented as Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree of Sarjana Sastra in English Letters By IKA CHRISNAWATI KURNIADI Student Number: 034214019 ENGLISH LETTERS STUDY PROGRAMME DEPARTMENT OF ENGLISH LETTERS FACULTY OF LETTERS SANATA DHARMA UNIVERSITY YOGYAKARTA 2007 LOVE NEEDS AS THE OBSTRUCTION OF MR. LEWISHAM’S ACHIEVEMENT MOTIVATION IN H. G. WELLS’ LOVE AND MR. LEWISHAM AN UNDERGRADUATE THESIS Presented as Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree of Sarjana Sastra in English Letters By IKA CHRISNAWATI KURNIADI Student Number: 034214019 ENGLISH LETTERS STUDY PROGRAMME DEPARTMENT OF ENGLISH LETTERS FACULTY OF LETTERS SANATA DHARMA UNIVERSITY YOGYAKARTA 2007 i ii A Sarjana Sastra Undergraduate Thesis LOVE NEEDS AS THE OBSTRUCTION OF MR. LEWISHAM’S ACHIEVEMENT MOTIVATION IN H. G. WELLS’ LOVE AND MR. LEWISHAM By IKA CHRISNAWATI KURNIADI Student Number: 034214019 Yogyakarta, June 30, 2007. Faculty of Letters Sanata Dharma University Dean iii Rejoicing in hope, patient in tribulation, continuing steadfastly in prayer Romans 12 : 12 iv Dedicated to Papa JC, my beloved parents, my brothers, and the ‘golden dragons’. v ACKNOWLEDGEMENTS First of all, I would like to thank God because of His guidance during my thesis writing. I am so grateful that Jesus Christ always strengthens me when I am weak and never leaves me alone when I need ideas and encouragement. I would like to express my gratitude to my advisor, Dra. Th. Enny Anggraini, M. A., for the precious times, ideas, supports, and suggestions during the consultation, and for her patience in reading and putting right the mistakes in my undergraduate thesis.
    [Show full text]
  • Proquest Dissertations
    The operation of necessity: Intellectual affiliation and social thought in Rebecca West's nonfiction Item Type text; Dissertation-Reproduction (electronic) Authors Harris, Kathryn M. Publisher The University of Arizona. Rights Copyright © is held by the author. Digital access to this material is made possible by the University Libraries, University of Arizona. Further transmission, reproduction or presentation (such as public display or performance) of protected items is prohibited except with permission of the author. Download date 07/10/2021 06:00:19 Link to Item http://hdl.handle.net/10150/282888 THE OPERATION OF NECESSITY: INTELLECTUAL AFFILIATION AND SOCIAL THOUGHT IN REBECCA WEST'S NONFICTION by Kathryn Harris Copyright © Kathryn Harris 2005 A Dissertation Submitted to the Faculty of the DEPARTMENT OF ENGLISH In Partial Fulfillment of the Requirements For the Degree of Doctor of Philosophy In the Graduate College 2005 UMI Number: 3177527 Copyright 2005 by Harris, Kathryn All rights reserved. INFORMATION TO USERS The quality of this reproduction is dependent upon the quality of the copy submitted. Broken or indistinct print, colored or poor quality illustrations and photographs, print bleed-through, substandard margins, and improper alignment can adversely affect reproduction. In the unlikely event that the author did not send a complete manuscript and there are missing pages, these will be noted. Also, if unauthorized copyright material had to be removed, a note will indicate the deletion. UMI UMI Microform 3177527 Copyright 2005 by ProQuest Information and Learning Company. All rights reserved. This microform edition is protected against unauthorized copying under Title 17, United States Code. ProQuest Information and Learning Company 300 North Zeeb Road P.O.
    [Show full text]