TERRITORIO, SOCIEDAD Y ROMANIZACIÓN DE LA CULTURA CASTREÑA EN LA COMARCA DE

Pastor Fábrega Álvarez

Conduciendo hacia el oeste por la Highway 83 por la tarde, atrave- samos Corinne, y luego seguimos hasta Promontory. Justo des- pués del Golden Spike Monument, que conmemora el encuentro de las vías del primer ferrocarril transcontinental, descendimos por un camino de tierra hacia un amplio valle. Mientras viajábamos, el valle se extendía hacia una inmensidad extraordinaria, diferente de cualquier otro paisaje que hubiéramos visto. Las carreteras del mapa se convirtieron en una red de trazos, mientras que en la leja- nía el Lago Salado existía como una franja plateada ininterrumpi- da. Las colinas tomaron el aspecto de sólidos que se fundían y bri- llaban bajo la luz ámbar. Seguíamos carreteras que se deslizaban hacia ninguna parte. Las laderas arenosas se convertían en masas viscosas de percepción. Lentamente, llegamos cerca del lago, que parecía una lámina violeta tenue, impasible, cautiva de una matriz pedregosa sobre la que el sol vertía su luz aplastante. Una exten- sión de salinas bordeaba el lago y atrapados en sus sedimentos había incontables pedazos de escombros. Los viejos muelles habían quedado plantados en tierra firme. La mera visión de los fragmentos atrapados de desperdicios y basura transportaba a uno a un mundo de prehistoria moderna. Los productos de una indus- tria devónica, los restos de una tecnología silúrica, todas las má- quinas del período carbonífero superior, estaban perdidas en aque- llos depósitos amplios de arena y lodo. Dos chabolas ruinosas miraban por encima de un grupo cansado de torres petrolíferas. Una serie de filtraciones de petróleo pesado y negro, más parecido al asfalto, se produce justo al sur de Rozel Point. Durante cuarenta años o más la gente ha intentado extraer petróleo de esta charca natural de brea. Bombas bañadas en una pegajosidad negra se oxidaban en el aire salado y corrosivo. Un cobertizo montado sobre pilotes podría haber sido la habitación del eslabón perdido. La vista de todas estas estructuras incoherentes producía un gran placer. Este emplazamiento contenía la evidencia de una sucesión de sistemas hechos por el hombre enfangados en esperanzas abandonadas. A aproximadamente una milla al norte de las filtraciones de petró- leo elegí mi emplazamiento. Unos lechos irregulares de caliza se inclinan suavemente hacia el este; enormes depósitos de basalto negro están rotos por toda la península, dando a la región un as- pecto fragmentado. Es uno de los pocos lugares del lago donde el agua llega hasta tierra firme. Bajo el agua rosada y poco profunda hay una red de grietas de barro que sostiene el rompecabezas del que se componen las salinas. Mientras contemplaba el emplaza- miento, éste reverberaba hacia los horizontes para sugerir un ci- clón inmóvil, mientras que la luz parpadeante hacía que el paisaje entero pareciera temblar. Un terremoto latente se extendió por la quietud palpitante, por una sensación de rotación sin movimiento. Este lugar era un rotativo que se encerraba en una redondez in- mensa. De ese espacio giratorio emergió la posibilidad del Spiral Jetty. Ninguna idea, ningún concepto, ningún sistema, ninguna es- tructura, ninguna abstracción podía mantenerse unida a otra en la realidad de esa evidencia. Mi dialéctica del site y el nonsite giró hacia un estado indeterminado, donde lo sólido y lo líquido se per- dían el uno en el otro. Era como si la tierra firme oscilara con on- das y pulsaciones, y el lago permaneciera quieto como una piedra. La orilla del lago se convirtió en el borde del sol, una curva hirvien- te, una explosión que ascendía hacia una prominecia ardiente. La materia que se desmoronaba en el lago se reflejaba en la forma de una espiral. No tenía sentido pensar en clasificaciones y categorí- as; no las había. Robert Smithson (Arts of the Environment, 1972)

TÁBLA DE CONTENIDO

Presentación y objetivos ...... 7 Planteamientos metodológicos ...... 10 La simulación ...... 10 Procedencia y naturaleza de los datos de partida ...... 11 Elaboración de la información: Metodología de análisis...... 12 Herramientas y flujo informativo ...... 13 Criterio y elaboración...... 14 Accesibilidad: Tiempo y espacio...... 14 Capacidad productiva de los suelos...... 18 Visibilidad ...... 22 Altitud relativa ...... 22 Análisis...... 24 Caracterización geográfica del área de estudio...... 24 Caracterización de un fenómeno: el poblamiento castreño en el área de estudio ...... 25 Los castros ...... 25 Los castros y la capacidad productiva de los suelos en el área de estudio...... 26 La altitud y los castros en el área de estudio...... 28 Lo visible y lo invisible ...... 28 Poblamiento tradicional y poblamiento castreño ...... 29 Cuantificación de las variables...... 30 Modelos generales ...... 37 El castro de Montoán ...... 37 Modelo uno ...... 39 Modelo tres ...... 42 Modelo dos o mixto...... 43 Modelos interpretativos: posibilidades y tendencias ...... 44 Interpretación productiva ideal...... 45 Interpretación defensiva ideal...... 47 Interpretación productiva defensiva ...... 48 Los modelos locacionales en las sociedades del Hierro...... 49 El registro arqueológico...... 50 Los castros del modelo uno ...... 50 Los castros del modelo dos ...... 51 Los castros del modelo tres ...... 52 La complejidad constructiva ...... 52 Los análisis en otras zonas ...... 54 Un tiempo para el espacio...... 55 Modelo, espacio y territorio...... 56 Modelo uno; el Hierro I...... 57 Modelos dos y tres; el Hierro II y el problema de la Romanización...... 59 Evaluación de resultados ...... 64 Agradecimientos ...... 66 Bibliografía...... 67 Catálogo de yacimientos ...... 70 Mourama...... 70 Céltigos...... 70 Castelos...... 71 Tallo ...... 72 Maior ...... 73

Prados...... 73 Ladrido ...... 75 Fornelos ...... 76 Montoán ...... 77 Mera...... 78 A Volta...... 78 Saa ...... 79 Xestal ...... 80 O Castriño ...... 80 Campo da Torre...... 81 Estaca ...... 82 Espiñaredo...... 82 Porteiro...... 82 Riba...... 83 Montoxo...... 84 Cheda...... 84 Carracedo...... 85 Socastro ...... 85 Felgosas...... 85 Cerdido...... 86 Torre ...... 86 Sor ...... 87 Abade...... 87 Casablanca...... 87 Labacengos ...... 88 Caleira...... 88 Cariño...... 88 Moura...... 89 Frades ...... 89 Sismundi...... 90 Cancela ...... 90 Pedra...... 90 Carrusco...... 91 Insua ...... 91 Os Castros...... 91 Catálogo de imágenes...... 93

Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 7

mina los límites del factor de escala que “es- pacio” no tenía. De forma que un estudio de- PRESENTACIÓN Y OBJETIVOS nominado de ámbito territorial analiza un mu- nicipio, comarca, provincia...pero no una uni- dad doméstica (por abajo) ni en este caso un El espacio es un referente tan importante para continente (por arriba), siendo un concepto el ser humano que la comprensión de la reali- (territorio) con cierta flexibilidad de escala pe- dad sin éste resulta imposible. Sin embargo ro que está a su vez limitado acorde con las mientras lo inmaterial (la idea) carece de posibilidades de cohesión de la sociedad que componente espacial, lo material sólo existe lo defina. Los límites de la zona de estudio en la medida que ocupa un tiempo y un espa- exceden ligeramente la comarca de Ortegal y cio determinado. La arqueología, disciplina se aproximan bastante a la zona de estudio que aspira a producir conocimiento tanto so- en la que Federico Maciñeira (1870-1943) bre lo material como sobre lo inmaterial de centró sus investigaciones. Por ello la zona una sociedad, lo hace en primera instancia a trabajada por este investigador constituye el partir de la materia que posteriormente destila precedente espacial del área de estudio en (interpreta) con un alambique de “última gene- cuestión. ración” (horizonte cognitivo) para intentar lle- El espacio es por definición cuantificable gar a la idea. Debido a la imposibilidad de ya que existe como magnitud, además y en comprender la Prehistoria sin arqueología y contradicción con el contenido semántico del ya que ésta última parte del estudio de lo ma- término1 está en este caso caracterizado, de terial (tiempo y espacio), no es efectivo inten- forma que es en cierta medida un espacio tar comprender una sociedad sin comprender cualitativo ya que las entidades de referencia previamente su espacio. Por tanto parece son heterogéneas en sus propiedades (mar, evidente la necesidad que tiene la arqueolo- tierra, visible, invisible, etc). Dicho lo anterior y gía de comprometerse con el espacio ya que como se expondrá en adelante, éste es, en éste es parte fundamental de su objeto de es- términos generales un estudio cuantitativo y tudio (registro arqueológico). A pesar de ello, cualitativo del espacio geográfico. la arqueología tradicional ha renunciado al Una vez caracterizado el espacio, pase- espacio para explicar el tiempo; este trabajo mos al tiempo y adviértase la intención no de plantea la validez del primero para acercarse subordinar el segundo al primero sino más al segundo integrando de esta forma los dos bien de presentar el segundo a partir del pri- componentes esenciales de la materia (espa- mero, tal y como se hará en adelante. La de- cio y tiempo). finición de un marco cronológico preciso, so- Si bien “espacio” designa el medio en el bre el que se asiente este trabajo, es uno de que están contenidos todos los cuerpos (que los problemas de partida del mismo. Un estu- existen al mismo tiempo), es necesario adjeti- dio sobre las sociedades castreñas, nos plan- var el término para comprender en que medi- tea en primer lugar la definición de una socie- da éste responde a los objetivos que se plan- dad a partir de la caracterización formal de su tean en este trabajo, o lo que es lo mismo qué asentamiento. En segundo lugar, debemos características y límites tiene en este caso. En señalar otra de las categorías frecuentemente este sentido el espacio aquí tratado es esen- repetida en las líneas siguientes: Edad del cialmente geográfico ya que se refiere a la in- Hierro es un término empleado por su univer- teracción entre su aspecto físico y el ser salidad pero que designa únicamente una no- humano que se produce en la corteza terres- vedosa particularidad tecnológica de estas tre, es un espacio domesticado, humanizado sociedades inscrita en una periodización y por tanto pensado. Por otra parte y tal y co- (Edad); la empleo por tanto por convención y mo aparece titulado, el análisis sobre el espa- con la conciencia intranquila por contribuir si cio aquí planteado pretende identificar territo- cabe aún más a la extensión de un término rios lo cual introduce además matices políti- cos, económicos y/o naturales y por ende so- ciales sobre las entidades que constituyen el 1 El espacio se define como un medio homogéneo, sin embargo punto departida del estudio. Además y sin esta característica entra en contradicción con el empleo del darnos cuenta, el concepto “territorio” deter- término en este trabajo. 8 Pastor Fábrega Álvarez

que creo incapaz de evocar una caracteriza- sentido que va de lo más evidente a lo más ción representativa de estas sociedades. A hipotético. En primer lugar se presentan los pesar de que lo dicho anteriormente pueda planteamientos metodológicos y los datos de entenderse como una condena del término, partida así como una breve caracterización de reconozco su valía para establecer un lengua- la zona de estudio, capítulo en el que se inicia je de comunicación estándar que pueda ser el análisis. Éste último se podría dividir en tres utilizado por la comunidad científica. Sin em- fases; la primera trata el estudio de cada po- bargo empiezo por matizar el uso que hago blado de forma individualizada, los resultados de éste y otros términos que en adelante apa- de ésta se sintetizan en el catálogo para cada recerán con frecuencia. Con Edad del Hierro yacimiento y se ejemplifica en el texto con el en el Noroeste peninsular me refiero al perío- castro de Montoán, la segunda trata conjuntos do en el que las sociedades habitan los po- de poblados (modelos) que representan ten- blados fortificados (castros), de forma que la dencias semejantes desde el punto de vista romanización queda incluida, independiente- locacional, la tercera trata de contextualizar mente de la manera en la que ésta se produ- estos modelos en los procesos (pre)históricos jera, y hasta el momento en el que la socie- relacionando tiempo y modelo (espacio). dad abandone el castro como lugar de habita- ción. Por otra parte, la parcialidad del registro arqueológico de estas sociedades (registro de vida) en el Noroeste ha definido en primera instancia, que las entidades estudiadas (cas- tros) formen parte del espacio doméstico, sin embargo es objetivo de este trabajo clarificar otras posibles funciones de los poblados en la Edad del Hierro. Las sociedades castreñas en el Noroeste han sido caracterizadas como guerreras y campesinas. Sin entrar en profundidad en la constatación en el registro de tales eviden- cias, sobre las que existen diferentes posturas y cuyo debate en la actualidad se centra so- bre todo en el carácter guerrero de estas so- ciedades. Trataremos de acercarnos a la po- lémica a partir de otra propuesta metodológi- ca. Se trata de comprobar si esta caracteriza- ción se manifiesta en la elección locacional de los poblados y en qué medida en cada uno de ellos. Es decir, se trata de encontrar las varia- bles que sean significativas a la hora de for- mular una interpretación sobre la localización de los poblados. Esto se hace esencialmente a través del análisis del espacio geográfico que ha sido estudiado a partir de una herra- mienta (Sistema de Información Geográfica2) capaz de analizar y gestionar esta informa- ción, por tanto otro de los objetivos de este trabajo es comprobar la validez de dicha herramienta para el análisis arqueológico. La estructura del texto constituye una pi- rámide argumental, de forma que cada formulación se apoya en la anterior, siguiendo el sentido que va de lo más evidente a lo más

2 SIG o GIS en adelante. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 9

Figura 1. Mapa de distribución de los yacimientos arqueológicos elaborado por Federico Maciñeira para la zona en la que centró sus investigaciones. 10 Pastor Fábrega Álvarez

El estudio sobre el pasado se topa además con un problema añadido, ya que nuestro es- PLANTEAMIENTOS METODOLÓGICOS tudio trata de conocer un sistema inexistente, que ha dejado de ser debido a que sus partes En este apartado se expondrá la cadena me- han cambiado, un sistema irreal en su totali- todológica analítica utilizada en este trabajo y dad interactiva. Esto nos lleva a plantear en el por qué de su elección, además se tratarán sentido estricto la imposibilidad de respuesta conceptos fundamentales que aparecerán entre modelo y sistema real, ya que todos los más adelante para explicar la dinámica loca- modelos parten de un sistema que ha dejado cional de los poblados que habitan las socie- de ser (irreal), que era en el momento de su dades del Hierro. En primer lugar se abordará observación, pero que ha cambiado con el la simulación como un recurso para el análisis tiempo. No he querido sin embargo dejarme geográfico y su capacidad para superar las llevar por el pesimismo que desprende la an- barreras que establece el estudio del sistema terior observación y que podría entenderse real. Posteriormente se tratará la calidad de como un manifiesto de la imposibilidad de un los datos de partida como factor que condi- estudio de este tipo sobre el pasado, pero ciona la viabilidad de los objetivos. En tercer también sobre el presente y sobre el futuro. lugar se explicará brevemente la codificación Entendiendo por sistema original aquel siste- de los datos procedentes del sistema real pa- ma real existente en el intervalo temporal re- ra construir el modelo, simplificando aquellas ferido (Edad del Hierro) y con el objetivo de cuestiones relacionadas con el manejo de las superar este problema, he recurrido al estudio herramientas informáticas utilizadas que po- del sistema original a partir de la observación demos encontrar en los manuales de usuario. del sistema real o de los modelos elaborados Por último se hará un análisis detallado de las a partir de éste. Para ello he seleccionado só- variables utilizadas explicando su elaboración lo aquellas variables cuya modificación pueda y empleo. considerarse poco relevante en el intervalo temporal al que se refiere este trabajo, cons- La simulación truyendo a partir de éstas un modelo. El tipo de simulación empleada ha sido de La simulación es un recurso metodológico carácter geográfico y por ende espacial, sin empleado ante la imposibilidad de operar di- embargo existen muchos otros tipos de simu- rectamente sobre el sistema real, entendido lación. La simulación ha sido posible gracias éste como un conjunto de partes que interac- al empleo de un Sistema de Información cionan entre sí. En este caso, el sistema real Geográfica, en este caso a través de la está formado por todos los factores que con- herramienta informática Idrisi 32, compuesta forman el área de estudio; la superficie, los por un conjunto de módulos que resuelven en cursos de agua, los yacimientos arqueológi- clave matemática tanto las operaciones nece- cos, la vegetación, etc. Un análisis territorial sarias para la consecución de un modelo lógi- que operase directamente sobre un sistema co o simbólico como los cálculos necesarios real se encontraría con barreras económicas, para realizar el análisis de éste. tecnológicas, temporales... con el fin de supe- 3 El modelo digital de elevaciones (DEM ) rarlas he recurrido a la simulación. La simula- representa las cotas en una superficie deter- ción está muy relacionada con la idea de re- minada por un espacio georreferenciado, el plicar el comportamiento de un fenómeno. De objeto real de este modelo es el relieve de la modo que la simulación podría definirse como zona de estudio. Sin embargo, a pesar de la un estudio del comportamiento del sistema autonomía del DEM para estudiar algunas va- real a través de la observación del modelo riables como las alturas o las pendientes, he (Ariza et al. 2001) siendo el modelo una re- integrado el DEM en un modelo más complejo presentación simplificada de la realidad. Los que contempla además cursos de agua, tipos modelos a su vez se pueden clasificar en dos tipos: modelos físicos y modelos lógicos o simbólicos. Dentro de los primeros se incluirí- 3 Es un tipo de Modelo Digital del Terreno (MDT) a pesar de an las reproducciones o maquetas, los se- que algunos autores identifican DEM y MDT. En sentido estric- to un MDT es cualquier modelo que represente una variable del gundos sin embargo satisfacen un conjunto terreno cuantitativa y continua. de formulaciones matemáticas. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 11

de suelos, yacimientos... y que, por medio del nes y la simplificación no es posible. De esta SIG, me ha permitido calcular otras variables forma el estudio de la visibilidad en el sistema relacionadas con los yacimientos como visibi- real está condicionado por variables como la lidad, altitud relativa, accesibilidad, todas ellas topografía, pero también por otras como la tratadas con detenimiento más adelante. De- vegetación o la edificación cuyo cambio es bido al carácter lógico de nuestro modelo, ha rápido y repercute considerablemente en la sido necesario codificar cada una de las va- variable de estudio. La modificación es otra riables en tres códigos numéricos distintos. de las características de los modelos lógicos Los dos primeros determinan la posición geo- que facilita al análisis del sistema real. El mo- gráfica de la variable, correspondiente a las delo puede ser modificado de forma rápida y coordenadas UTM X e Y. El tercer código in- sencilla consiguiendo un efecto imposible de dica una característica de la variable, por lograr directamente sobre el sistema real. Si- ejemplo en el caso de los cursos de agua re- guiendo el ejemplo, es posible elevar una presenta el caudal, mientras en los suelos re- porción del terreno para calcular la visibilidad presenta el tipo. El DEM sigue también esta desde éste, simulando así una posible estruc- codificación, correspondiéndose el tercer nú- tura artificial que permita elevar el punto de mero con la altura en cada punto. Por tanto el vista. De este modo es posible modificar am- modelo resultante estará formado por la posi- bos componentes de la variable y modelo, es ción de cada variable y el conjunto de carac- decir posición y característica. Simplificación y terísticas representadas por medio de un nú- modificación se convierten en dos caracterís- mero, poniéndose de manifiesto el carácter ticas complementarias del empleo de la simu- simplificado del modelo frente al sistema real. lación en modelos lógicos que flexibilizan el La simplificación es doble en este caso, por análisis del sistema real a través del modelo. una parte teniendo en cuenta solamente al- gunas características de la variable y despre- Procedencia y naturaleza de los ciando las restantes. Por otra parte conside- rando solamente algunas de las variables de datos de partida las muchas que forman parte del sistema real. La toma de datos constituye la parte previa a La simplificación de variables o la posibilidad la elaboración del modelo y condiciona la ca- de operar individualmente sobre cada una de lidad del mismo, es necesario evaluar dicha ellas nos permite eliminar toda interacción en- calidad para calcular los errores de partida y tre éstas que impida el estudio pormenorizado replantear la viabilidad de los objetivos. Los de cada una. Por ejemplo, el estudio de la vi- datos empleados en este trabajo sobre los sibilidad en el sistema real está condicionado yacimientos de la zona de estudio proceden por otras variables como la vegetación, cuya del catálogo de la DXPC en los casos de los modificación en el sistema real se realiza de municipios de , Cerdido, , Vi- forma muy rápida provocando cambios sobre cedo, Mañón y Cariño. El catálogo de los res- la variable visibilidad. Esto quiere decir que un tantes municipios de la zona de estudio (Ou- estudio sobre la visibilidad en el sistema real rol, Muras, As Pontes, Somozas) no contem- es válido en un intervalo breve de tiempo e pla ningún yacimiento de interés para los ob- inmediato al momento de su estudio, e inváli- jetivos planteados. El acceso al catálogo y do a medida que nos alejamos temporalmente vaciado del mismo fue posible gracias al de- a este momento. Claro está que este trabajo sarrollo del proyecto Consulta do Inventario e forma parte del segundo caso. Por tanto, la vaciado bibliográfico do territorio delimitado posibilidad de simplificación de las variables pola carta arqueolóxica de Federico Maciñeira permite su estudio a partir de aquellas cuyo 4 en el que he formado parte del equipo técni- estado fuera conocido en un momento deter- minado. Es por ejemplo el caso de este traba- jo, en el cual variables como la visibilidad 4 Se trata de un proyecto promovido por la Fundación F.M. Or- pueden ser estudiadas en el modelo a partir tegalia como parte del programa de puesta en valor del patri- solamente de otras como la topografía cuya monio y ejecutado por medio de un convenio de colaboración entre dicha fundación y el Laboratorio de Arqueología y Formas modificación es en general irrelevante en el Culturales (IIT-USC). Dirección del Proyecto: María Cacheda intervalo temporal requerido. Sin embargo es- Pérez / Documentación y control de Inventario: María Cacheda Pérez, Elena Cabrejas Domínguez, Rocío Varela Pousa, Pastor to no es posible en el sistema real, en el cual Fábrega Álvarez, Xesús Amado Reino / Delineación y CAD: las variables son estudiadas con interaccio- 12 Pastor Fábrega Álvarez

co. Finalmente, en el caso de , el fección a la escala que se propone en este origen de los datos procede del proyecto Ca- trabajo. La cartografía 1:25.000 analógica del talogación Arqueolóxica do Concello de Orti- vuelo fotogramétrico de 1972 del IGN (hojas gueira e Prospección dalgúns Sectores da 1-II, 1-IV, 7-II, 7-IV, 2-I, 2-III, 8-I, 8-III) aportó Comarca de Ortegal 5 en el que he tenido la los datos sobre la red hidrográfica que poste- suerte de participar. riormente fue digitalizada. El modelo digital de La situación y delimitación de los yacimien- elevaciones empleado es el elaborado y co- tos fue tomada a partir de la situación puntual mercializado por el Centro Nacional de Infor- en cartografía analógica 1:10.000 (vuelo foto- mación Geográfica (CNIG) con una resolución gramétrico 1983) que forma parte del catálo- de 25 metros. Es decir, la unidad mínima de go, salvo en el caso del municipio de Ortiguei- superficie está constituida por un cuadrado de ra, en el cual contábamos con las delimitacio- 25 metros de lado que en los modelos lógicos nes de los yacimientos tomadas con GPS6, digitales se llama pixel. Esta resolución se mantiene también en el modelo integrado y realizadas para el mencionado proyecto de 7 catalogación. Esto tendrá una serie de impli- para ello en cualquier tipo de entidad , por caciones en la fase de análisis, ya que mien- tanto es la unidad mínima dotada de valor. El tras los yacimientos de Ortigueira se analizan CNIG comercializa el Modelo Digital del Te- a partir de su perímetro “real”, de los yaci- rreno a esta escala con una distribución que mientos de los municipios restantes conoce- se corresponde con las hojas del mapa topo- mos únicamente su situación puntual. De for- gráfico 1:25.000; fueron adquiridas las hojas ma que en torno a este punto hemos trazado 1-IV, 2-III, 7-II, 7-IV, 8-I, 8-III, que posterior- un radio de 50 metros, estableciendo un su- mente se combinaron para conformar el MDT puesto perímetro de delimitación que no se global de la zona de trabajo. Únicamente se ajusta a la realidad. Existe por tanto un error realizó un trabajo adicional con las hojas 1-II y en el momento que realizamos el análisis de 2-I que, dado que incluyen porciones de tierra visibilidades, accesibilidad, altitudes relativas muy reducidas, no se hizo efectiva su compra; etc, sin embargo éste es asumible debido a la en estos casos se digitalizaron las curvas de escala con la que estamos trabajando. nivel del mapa 1:25.000 generando los MDT de cada hoja, que luego se combinaron con El trabajo de referencia para el análisis de los adquiridos al CNIG para completar el con- los tipos de suelos ha sido la obra de F. Díaz- junto del relieve de la zona. Evidentemente se Fierros Viqueira y F. Gil Sotres (1984) que respetó en estos casos la resolución utilizada contiene cartografía temática 1:200.000 ana- (25 m). lógica. Cabe señalar, que si bien los datos se presentan en esta escala (1:200.000), la es- Los datos de poblamiento proceden de car- cala esencial de trabajo utilizada es la tografía 1:50.000 cuya primera edición es del 1:25.000 que por otra parte se ajusta a la per- año 1943. La fotografía aérea (escala 1:20.000 año 1999) me ha servido para situar los espacios intermareales constituidos por Anxo Rodríguez Paz / Tratamiento digital y modelado MDT: Cesar Parcero Oubiña, Pastor Fábrega Álvarez / Coordinador arenales y marismas, que en las fuentes car- del Proyecto: Xesús Amado Reino / Investigador principal por el tográficas aparecen deficientemente repre- LAFC: Felipe Criado Boado / Director Técnico de la Fundación sentados. Ortegalia: Fidel Méndez Fernández.

5 Trabajo realizado igualmente dentro del Programa Ortegalia. Elaboración de la información: Peticionario: Fundación Federico Maciñeira / Realización de los trabajos: Laboratorio de Arqueoloxía e Formas Culturais, Uni- Metodología de análisis versidade de de Compostela / Dirección de la Actua- ción: Isabel Cobas Fernández / Ayudantes de dirección: Pastor En este apartado he tratado de sintetizar el Fábrega Álvarez , Beatriz Cancelada Calviño / Trabajo de proceso de elaboración de la información que Campo: Isabel Cobas Fernández, Pastor Fábrega Álvarez, Beatriz Cancelada Calviño / Inventario: Equipo de trabajo de me ha permitido realizar el análisis. En el pri- campo / Delineación y digitalización: Anxo Rodríguez Paz / Fo- mer subapartado se describen las herramien- tografía: Pastor Fábrega Álvarez, Isabel Cobas Fernández / Tratamiento de la información: Alicia Padín Otero, Matilde Mi- tas utilizadas y el sentido establecido para el llán Lence / Coordinación: Carlos Otero Vilariño, César Parcero tratamiento de la información, que comienza a Oubiña / Asesoramiento: Fidel Méndez Fernández / Investiga- dor responsable del LAFC: Felipe Criado Boado. 6 Sistema de Posicionamiento Global. 7 Punto, línea o polígono. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 13

partir del conocimiento del dato hasta que és- ?? Surfer8; Programa que permite construir te se integra en un modelo digital. En el se- superficies en 3D, utilizado para la ela- gundo, se discute el criterio utilizado en cada boración del Modelo Digital de Eleva- una de las variables estudiadas (accesibili- ciones. También ha sido empleado para dad, capacidad productiva, visibilidad y alti- visualizar la información una vez elabo- tud) en relación a los objetivos planteados. rada. ?? Idrisi329; Sistema de Información Geo- Herramientas y flujo informativo gráfica10 desarrollado por la Universidad Entiéndase por herramientas el conjunto de de Clark (EEUU) y extendido en la ac- utilidades que han permitido, tanto construir el tualidad. Se compone de un conjunto de modelo como estudiar su comportamiento módulos que permiten hacer cálculos de (analizarlo). Se pueden dividir en dos tipos; carácter espacial-valorativo (un espacio hardware y software. : un valor), utilizado sobre los modelos digitales del terreno que constituyen la Los elementos que forman parte del hard- base del cálculo. Idrisi es un SIG bien ware han sido utilizados con tres fines: el pri- dotado para el análisis pero con muchas mero fue tomar la posición de los yacimientos carencias en la visualización y gestión en el campo, utilizando para ello un GPS de archivos, combina información ras- (System 500 Leica). El segundo fue la intro- ter11 y vectorial12, sin embargo su consi- ducción de los datos de la cartografía analó- deración como SIG es fundamentalmen- gica por medio de una tableta digitalizadora. te raster debido a que solamente permi- El tercero fue ofrecer una base sobre la que te hacer cálculos sobre archivos de este operase cada software para lo que se utilizó tipo. Por tanto se puede introducir in- una Unidad Central de Proceso (CPU). formación de ambos tipos. Sin embargo Los elementos que forman parte del soft- para el análisis es necesario la conver- ware han sido utilizados para procesar la in- sión de archivos vectoriales en archivos formación, construir y analizar el modelo. Es- tipo raster. El tipo de información que tán formados por los siguientes programas: procesa un GIS es siempre información ?? Autocad 2000; un CAD8 que permite espacial, que puede estar georreferen- procesar los datos tomados de cartogra- ciada o bien puede georreferenciarse fía analógica y convertirla en cartografía por medio del SIG. La información de digital de dos tipos, temática (suelos, los archivos utilizados en el SIG está hidrografía, poblamiento, yacimientos) y constituida por la situación espacial de 3D (curvas de nivel). Por tanto, Autocad las siguientes entidades; tipos de suelo, ha sido la herramienta empleada para hidrografía, marismas, arenales, pobla- introducir la información vectorial como ción, yacimientos y elevaciones (DEM). paso previo a su tratamiento en Idrisi32, La información elaborada a partir de és- ya que como veremos a continuación, ta hace referencia a las siguientes va- éste último es un SIG de base raster y riables; visibilidad, pendientes, coste, sus posibilidades para la digitalización accesibilidad, altitud relativa, todo ello son limitadas.

?? Leica GIS datapro; empleado para la co- rrección y postprocesado de los datos 9 Para cualquier duda sobre la utilización del sistema, así como tomados con GPS a partir de los archi- sobre el modo de realización de los cálculos conviene consultar vos generados por la base. el manual de usuario (Eastman 1999). 10 ?? DXF2XYZ; utilidad que transforma ar- Un empleo restrictivo y extendido del término (GIS) hace re- ferencia únicamente al software, en este caso Idrisi 32. En sen- chivos de alta compatibilidad (DXF) en tido más amplio el GIS designaría además a los usuarios, peri- archivos de puntos, fundamental para féricos, software complementarios etc, es decir a todos los componentes que contribuyen a la construcción, mantenimiento volcar la información de Autocad2000 a y empleo del Sistema. Surfer8. 11 Estructura de almacenamiento de datos que hace uso de puntos individuales (Wheatley y Gillings 2002: 32-55). 12 Estructura de almacenamiento de datos en la cual las distin-

tas unidades temáticas se definen por las coordenadas de sus 8 Computer Asisted Design. bordes (Wheatley y Gillings 2002: 32-55). 14 Pastor Fábrega Álvarez

en el entorno de cada yacimiento y en la de una superficie que no es homogénea en totalidad de la zona de trabajo. sus propiedades. La dificultad que plantea la superficie para el desplazamiento se conoce Criterio y elaboración como fricción13. La fricción condiciona en gran En este apartado se explica el criterio de ela- medida el coste del desplazamiento. boración de las variables (accesibilidad, ca- pacidad productiva, visibilidad y altitud relati- va) que forman parte del modelo. Además se valora la capacidad de respuesta de éstas en relación con los objetivos planteados.

Accesibilidad: Tiempo y espacio El término accesibilidad, se ha utilizado para designar las condiciones que ofrece una su- perficie para el desplazamiento a partir de un punto determinado, teniendo en cuenta la dis- tancia y las características de dicha superfi- cie. Sin embargo, y antes de teorizar sobre criterios metodológicos con los que he tratado de abordar esta variable, me ha parecido ne- Figura 2. Mapa de pendientes del terreno representado cesario explicar por qué ha sido tenida en con una paleta de colores que va de las más suaves cuenta. La accesibilidad ha sido utilizada para (tonos oscuros) a las más fuertes (tonos claros). valorar dos cuestiones fundamentales: la proximidad a los recursos y la potencialidad defensiva de los poblados. Con respecto a la primera, he de aclarar que tanto la superficie terrestre como la marítima han sido conside- radas como fuentes potenciales de recursos. Si bien en el caso de la tierra contamos con datos que permiten conocer esta potenciali- dad, no es el caso de la superficie marítima, de la cual solo hemos podido calcular el ac- ceso desde los poblados sin hacer referencia a su capacidad productiva (Rodríguez 1993: 113-8, 1996: 363-75) claro ejemplo de lo que existe pero no se conoce. Un análisis profundo sobre la accesibilidad Figura 3. Mapa de cursos de agua cuyo caudal está re- implica la transformación de los rasgos forma- presentado por un valor que va del 1 al 4, el valor más les del terreno, que condicionan la dificultad alto (4) corresponde a aquellos cursos de mayor cau- del desplazamiento en una variable cuantifi- dal. cable que optimice la objetivación del análisis. Para calcular la fricción de la superficie he Para ello he tratado de convertir las referen- tenido en cuenta dos factores esenciales: la cias espaciales en temporales utilizando la pendiente y el caudal de los cursos de agua. variable velocidad, que condiciona el tiempo Debemos señalar que otras posibles variables empleado en recorrer una distancia determi- que condicionan el desplazamiento no han si- nada. Para las sociedades castreñas he utili- do tenidas en cuenta por haberlas considera- zado convencionalmente la velocidad de una do desconocidas o irrelevantes. Un ejemplo persona a pie que he calculado en 5 km/h; de ello es la vegetación, variable desconocida con esto no quiero negar el empleo de otros con el suficiente detalle en este contexto medios en estas sociedades como la fuerza animal, que se considera más que probable, sino examinar las condiciones “normales” de 13 La fricción es un concepto difundido en el análisis espacial desplazamiento por el espacio terrestre. El basado en Sistemas de Información Geográfica, ver Wheatley y Gillings 2002: 154-6. desplazamiento en este caso se hace a través Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 15

(Edad del Hierro) y que en cualquier caso, aún partiendo de su conocimiento, es relativa su importancia como factor condicionante. La vegetación es un factor modificable, la quema o la apertura de senderos son ejemplos de ac- tividades que ayudan a supe- rar la dificultad que plantea la vegetación para el desplaza- miento. Por tanto considero esta variable co- mo despreciable y en todo caso desconocida.

Figura 5. Mapa de distancia lineal elaborado a partir de un polígono cerrado.

El mapa de fricción se expresa en unidades relativas y comparables únicamente entre sí, Figura 4. Mapa de fricción del terreno representado con y hacen referencia a la dificultad que ofrece la una paleta de colores que va de los valores más bajos superficie para el desplazamiento. Para su (tonos oscuros) a los valores más altos (tonos claros). comprensión es necesario ponerlo en relación con variables absolutas, como por ejemplo el Con el Sistema de Información Geográfica tiempo. Para facilitar este cálculo ha sido ela- he elaborado el mapa de fricción, para ello es borado un mapa llamado de “coste”14 que se necesario calcular la pendiente en cada uni- expresa en unidades de coste de desplaza- dad de superficie a partir del modelo digital de miento y se calcula siempre a partir de un elevaciones y hacer una relación entre punto o conjunto de puntos. El mapa de coste pendientes y caudal de los cursos de agua. El indica la facilidad de desplazamiento en todas caudal de los cursos de agua lo he calculado las direcciones a partir de una entidad esta- a partir de la comparación de diferentes esca- blecida, por tanto éste puede considerarse las cartográficas. Para la zona de estudio me como un producto resultante de la fricción y la ha parecido apropiado clasificarlos de 1 a 4 distancia. siendo el cuatro el valor que representa aque- llos cursos de mayor caudal. La relación em- pleada entre caudal y pendiente es de 1 a 25 lo que significa que la dificultad de desplaza- 14 El “coste” es otro de los conceptos que se utilizan con miento a través de un caudal de agua de valor frecuencia en los análisis basados en Sistemas de Información 1 (arroyos de cabecera) es equivalente a la Geográfica, ver Wheatley y Gillings 2002: 151-9. El coste de desplazamiento es conocido cuando al valor de la fricción en dificultad de desplazamiento en una pendien- cada unidad se le suma el valor de la anterior más uno siguien- te del 10%, para establecer esta relación he do la dirección que va desde el punto hasta los extremos del dividido el valor de la pendiente entre 10 de modelo. La unidad que se adiciona constituye un valor de co- rrección para evitar valores nulos, esto quiere decir que en una forma que los valores oscilen entre 0 y 10. unidad de superficie en la que no exista pendiente (valor 0) ni Las unidades en las que se expresa el mapa cursos de agua el coste de desplazamiento tendría valor 0. Es- de fricción las he calculado sumando la pen- to no se aproxima a la realidad, en una superficie de estas ca- racterísticas el valor del coste no es nulo sino que debe ser el diente y el valor del caudal en cada unidad de que se realiza al atravesar la distancia correspondiente a una superficie o pixel. De esta forma el desplaza- unidad de superficie. Por tanto al sumarle uno a todos los valo- res, desaparecen los valores nulos del mapa de coste. De esta miento en una unidad de superficie plana (de forma tenemos valores acumulativos y crecientes, que se pue- pendiente 0) y no atravesada por un curso de den poner en relación con la magnitud tiempo. En este caso el agua tiene valor 0 en unidades de fricción. empleado en desplazarse desde el referente a cualquier punto o viceversa. 16 Pastor Fábrega Álvarez

Los valores bajos de accesibilidad en el en- torno inmediato, nos indican o bien la existen- cia de cursos de agua o bien fuertes pendien- tes. Éstas según el sentido del desplazamien- to pueden ser negativas o positivas, si bien parece evidente considerar las negativas (de subida desde el entorno al castro) como favo- recedoras de la potencialidad defensiva, no parece tan claro considerar las positivas (de bajada desde el entorno al castro) causales de dicha potencialidad. Por tanto me ha pare- cido apropiado matizar en aquellos casos en los que los entornos se caractericen por la mala accesibilidad, señalando si la pendiente predominante del entorno al castro es negati- va o positiva. Dato que he podido contrastar a Figura 6. Mapa de coste elaborado a partir de un polí- gono cerrado, indica el coste de desplazamiento en ca- partir del análisis de altitudes relativas. da dirección. Los ríos han sido tratados en el modelo como entidades que dificultan el desplaza- El cálculo que se propone es en ambas di- miento de las sociedades aquí estudiadas. recciones, es decir, el esfuerzo empleado en Bien a pie o con cualquier tipo de medio (ve- desplazarse en pendientes con el mismo por- hículo) de desplazamiento terrestre, los ríos centaje tiene el mismo valor, sean estas ne- constituyen un obstáculo para la movilidad, gativas o positivas (bajando o subiendo), lo además estos caudales no son navegables que se denomina como criterio isotrópico. Por salvo en su parte final en la que han sido in- tanto el doble del valor del coste en cualquier cluidos en la entidad ría-mar. La considera- punto es igual al coste realizado en ida y vuel- ción de esta entidad en el modelo de accesibi- ta desde dicho punto al referente (castro en lidad debe ser matizada. La superficie que nuestro caso). Este planteamiento está en cubre el mar y la ría ha tenido una doble con- consonancia con el modelo que se propone, sideración. En el modelo de accesibilidad ha en donde el castro se convierte en punto de sido tratada como una barrera absoluta al partida y de llegada de las actividades desplazamiento, ya que este modelo está di- productivas realizadas en su entorno o, en señado para calcular la accesibilidad de las todo caso, el entorno se concibe como una superficies terrestres a través de superficies superficie en la que la actividad se lleva a no navegables. Sin embargo el mar y la ría cabo en ambas direcciones. El esfuerzo constituyen superficies navegables que facili- realizado en el desplazamiento por llevar a tan el desplazamiento de sociedades que cabo actividades productivas no es solo el de cuenten con tecnología que permita la adap- partida desde el castro hasta la consecución tación a este medio, por ello se ha analizado del producto, sino que una vez conseguido el acceso al mar desde los yacimientos. En éste hay que regresar al castro. Aún en el este caso el mar se ha considerado como caso de que el punto de origen no coincidiera fuente de recursos, tratando de valorar la po- con el de regreso, el coste de desplazamiento tencialidad del emplazamiento de cada pobla- es óptimo en una superficie con pendiente do para la práctica de actividades productivas nula, aunque suponer el mismo coste en como la pesca y el marisqueo. La accesibili- pendientes positivas y negativas es un dad desde los yacimientos al mar ha sido va- planteamiento que creo adecuado en líneas lorada a partir del cálculo de pendientes que generales si bien puede matizarse. Acorde separan las dos entidades para el caso de con lo anterior he asumido en general que los aquellos castros próximos al mar. En estos poblados con buena accesibilidad en su casos la evaluación de la accesibilidad se ha entorno inmediato no tienen buenas hecho de forma conjunta; terrestre y marítima. condiciones defensivas desde el punto de vista locacional ya que sus pendientes son suaves y por tanto el desplazamiento es muy favorable en ambos sentidos; desde el castro a su entorno y del entorno al castro. Los Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 17

diato o próximo en adelante), 30 y 45 minutos. Estos intervalos no son a priori significativos por sí mismos, sino que cobran sentido en el momento en el que se establece la compara- ción entre ellos; en ese momento se valorará en qué medida un intervalo es más significati- vo que otro.

Figura 7. Distancia espacial, radio de 2000 m trazado a partir del castro de Maior.

Una vez definido el mapa de coste de des- plazamiento, es sencillo relacionar unidades de coste y tiempo. La resolución del MDT uti- lizado es de 25 m, esto quiere decir que cada lado de un pixel se corresponde en la realidad a 25 m. El mapa de coste mantiene esta reso- lución, recorrer un pixel sin caudales que lo atraviesen y con pendiente nula supone una unidad de coste (es decir, con fricción 0, coste Figura 8. Distancia temporal, isocronas de 15, 30 y 45 es igual a distancia), por tanto la unidad de minutos trazadas a partir del castro de Maior. coste es el esfuerzo necesario para recorrer 25 m de superficie con pendiente nula sin Para estudiar el incremento de superficie caudal. La velocidad de desplazamiento de accesible entre la isocrona de 15 minutos y 45 referencia es de 5 km/h, lo que implica que en minutos, he optado por calcular la proporción cada hora de desplazamiento se emplean 200 de dicho incremento. Este cálculo permite unidades de coste, esta operación nos permi- comparar la situación del castro con respecto te relacionar coste y tiempo. a la superficie inmediata y con respecto a la El cálculo nos ofrece la posibilidad de em- superficie que se extiende más allá de sus plear tanto referencias espaciales como tem- proximidades. El cálculo propuesto es el si- porales además de comparar ambas entre sí. guiente: si dividimos la superficie de accesibi- El concepto accesibilidad se expresa a partir lidad en 45 minutos entre la superficie accesi- de la relación tiempo y espacio, de esta forma ble en 15 minutos calculamos el incremento un yacimiento con buena accesibilidad será de accesibilidad. A pesar de que el incremen- aquel que en poco tiempo (esto es, con poco to temporal entre 15 y 45 minutos es de 3, esfuerzo) permita el acceso a mucho espacio. debido a que estamos calculando superficies Sin embargo, no contamos a priori con refe- tendentes al círculo, la proporción viene dada rencias absolutas, por tanto se trata de valo- por la fórmula del cálculo de la superficie del rar en qué medida hay poblados con mejores círculo. El factor proporcional del incremento condiciones de acceso con respecto a otros. entre las dos isocronas se calcula de la forma siguiente: El trabajo está cargado de referencias es- pacio-temporales, para ello se emplea el tér- 2 2 2 mino isocrona, línea que une los puntos que Scírculo = ? .r / S15 min = ? .15 / S45 min = ? .45 / están a la misma distancia temporal con res- ? 15-45 = S45/S15 / ? 15-45 = 9 pecto a un punto de referencia. Los cálculos En donde S es superficie, r el radio y ? el sistemáticos se han realizado a partir de dis- incremento de superficie tancias espaciales; con radios de 800 y 2000 m, y temporales; radios de 15 (entorno inme- 18 Pastor Fábrega Álvarez

Por lo tanto, la superficie que abarca la tura, materia orgánica, pedregosidad, fertili- isocrona de 45 minutos es nueve veces la su- dad, toxicidad y acidez. Teniendo en cuenta el perficie que abarca la isocrona de 15 minutos margen temporal en el que se mueve este en una superficie neutra ideal. Al incremento trabajo, solamente cabe esperar algunas va- lo he llamado factor 9 y en adelante, será uti- riaciones referidas a los datos básicos climáti- lizado como listón para medir el factor de in- cos, considero remota la modificación sustan- cremento de la superficie accesible entre 15 y cial de los restantes. 45 minutos. Si el incremento es mayor, se su- Partiendo de los datos anteriormente men- pone una mejora en las condiciones de acce- cionados los autores elaboran los suelos-tipo, sibilidad a medida que nos alejamos del cas- clasificación que no responde a la capacidad tro. Si es menor, las condiciones de accesibi- productiva de la tierra para un cultivo determi- lidad empeoran a medida que nos alejamos. nado sino que establece unas categorías se- gún los datos básicos. Los suelos-tipo esta- Capacidad productiva de los suelos blecidos son el resultado de la agrupación de A partir de la obra de Díaz Fierros y Gil So- distintas propiedades. Me ha parecido conve- tres, Capacidad productiva de los suelos de niente incluir una breve caracterización de su , he tratado de evaluar la aptitud de la leyenda, que se compone de dos letras (sue- tierra para el cultivo, para ello es necesario lo-sitio y riesgo de heladas) seguidas de dos analizar la capacidad en el entorno de los ya- números (régimen hídrico y fertilidad) cada le- cimientos y compararla entre sí y con respec- tra y número correspondiente a una clase. to a la de la zona de trabajo en su totalidad. Excepcionalmente se le añadirá a esta no- He seguido de forma general el criterio de es- menclatura una letra minúscula; “s” a los sue- ta obra, utilizando sus simplificaciones o con- los con toxicidad por salinidad o “n” a los sue- versiones en los casos oportunos. No olvide- los con toxicidad por su contenido en níquel. mos que partimos de un trabajo que utiliza cri- Por tanto, la leyenda queda constituida de terios potencialmente válidos en un amplio forma general por cuatro caracteres corres- marco temporal lo cual optimiza su aplicación pondientes a las siguientes clases, cada una a una disciplina que produce conocimiento de ellas atiende a las características que a sobre el pasado. Sin embargo la productivi- continuación se detallan. dad del suelo está condicionada por factores temporales naturales como el régimen hídrico Suelo y sitio (Primera letra) o la temperatura y, lo que es más relevante y más controlable, por factores temporales cul- ?? Clase A: Suelos con profundidad sufi- turales como la tecnología. Debido a esto úl- ciente para cualquier tipo de vegetación. timo he matizado estos casos de la forma Riesgo superficial sin limitaciones. Sin más flexible posible a la espera de contar con ningún riesgo o riesgo ligero de erosión. mejores datos sobre el paleoclima y la tecno- ?? Clase B: Suelos con moderadas limita- logía de estas sociedades, que en todo caso ciones por profundidad para los cultivos no harían sino ajustar las conclusiones a las de enraizamiento profundo. Riesgo su- que se llega. perficial con pocas limitaciones, o bien de suficiente profundidad para cualquier Para aclarar la versatilidad temporal de la tipo de cultivo pero con limitaciones pa- obra que nos ocupa haré a continuación un ra el riesgo superficial de gravedad. breve repaso del criterio utilizado por Gil So- Riesgo de erosión de nulo a moderado. tres y Díaz Fierros. La clasificación de los suelos se ha realizado a partir de tres tipos de ?? Clase C: Suelos con limitaciones para el datos básicos: de sitio, de clima y de suelo. riesgo superficial por gravedad y para Dentro de los primeros se han considerado cultivos de enraizamiento profundo, limi- las pendientes y los afloramientos. Con res- taciones por existencia de afloramientos pecto a los segundos se tuvieron en cuenta el y con ligeros problemas en cuanto a la régimen térmico, el régimen hídrico y la profundidad y/o posibilidades de riego ETP15. Los terceros incluyen profundidad, tex- superficial por gravedad. Riesgo de ero- sión de nulos a moderados. ?? Clase D: Suelos con riesgo de erosión 15 Índice referido a la disponibilidad de agua. graves, limitaciones por la existencia de afloramientos rocosos en la mayor parte Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 19

de los casos y/o por exceso de pendien- ?? Clase 2: Suelos con capa freática alta, te. En general con profundidades inter- casi permanente o suelos fuertemente medias que limitan el crecimiento de arcillosos con baja conductividad hidráu- plantas de enraizamiento profundo. lica (gley) Riesgo de erosión, moderado. ?? Clase 3: Suelos con capa freática alta ?? Clase E: Suelos que solo permiten la pero que desaparece en verano (seu- utilización de maquinaria manual o de dogley, anmoor o pelosol) tracción animal y con profundidades que ?? Clase 4: Suelos con capa freática en varían de someras a profundas. O bien superficie ocasional con condiciones de suelos que admiten aplicación de ma- buen drenaje natural. Suelos típicos de quinaria ligera pero que su aprovecha- terrazas fluviales actuales. miento está limitado o bien por pendien- ?? Clase 5: Suelos bien drenados y con tes o afloramientos excesivos, o riesgo menos de 30 días de déficit de precipi- de erosión graves. O bien suelos que tación. admiten la aplicación de maquinaria pe- sada pero que están fuertemente limita- ?? Clase 6: Suelos bien drenados y con dé- dos por una escasa profundidad, siendo ficit de precipitación de 30 a 60 días. el riesgo de erosión de nulo a grave. ?? Clase 7: Suelos bien drenados y con dé- Suelos de tipo marsh costeros. ficit de precipitación de 60 a 90 días. ?? Clase F: Suelos que solo admitirían la ?? Clase 8: Suelos bien drenados y con dé- utilización de maquinaria manual o fo- ficit de precipitación de 90 a 120 días. restal. Las limitaciones vendrían dadas ?? Clase 9: Suelos bien drenados y con o por la gran abundancia de afloramien- más de 120 días con déficit de precipi- tos rocosos y/o por pendientes dema- tación. siado abruptas. Normalmente con riesgo grave de erosión. Fertilidad (segundo número) ?? Clase G: Suelos que no soportarían ?? Clase 1: Suelos con una disponibilidad ningún tipo de mecanización o bien sue- de nutrientes óptima, en general con sa- los cuya profundidad dificultaría el en- turaciones superiores al 75% y PH más raizamiento de cualquier especie vege- altos que 6.5. Prácticamente no existen tal. Riesgo de erosión variable. en Galicia. ?? Clase 2: Suelos con una disponibilidad Riesgo de heladas (segunda letra) de nutrientes buena. En general con sa- ?? Clase L (limonero): Zonas donde el turación del complejo de cambio supe- riesgo de heladas es inferior a los tres rior al 50% y PH mayor de 5.5 (marsh y meses. sapropel) ?? Clase M (maíz): Zonas donde el riesgo ?? Clase 3: Suelos con disponibilidad po- de heladas está comprendido entre los tencial de nutrientes moderada. Satura- tres y los seis meses. ción del 50 al 15% y PH en general, su- ?? Clase P (patata): Zonas donde el riesgo perior a 5. Suelos sobre calizas, rocas de heladas está comprendido entre los básicas y esquistos del complejo de Ór- seis y los siete meses y medio. denes. ?? Clase T (trigo): Zonas donde el riesgo ?? Clase 4: Suelos con disponibilidad de de heladas está comprendido entre los nutrientes mala. Saturación del 15 al 7% siete meses y medio y los nueve. y PH de 4.5 a 5. Suelos derivados de ?? Clase N (nardus): Zonas donde el riesgo materiales sedimentarios, arcillosos o de heladas es superior a los nueve me- limosos. ses. ?? Clase 5: Suelos con disponibilidad de nutrientes muy mala. Saturación inferior Régimen hídrico (primer número) al 7% y PH menor de 4.5. Suelos deri- vados de areniscas, cuarcitas y materia- ?? Clase 1: Suelos sumergidos o con su- mersión casi permanente (marsh) les sedimentarios con fuerte predominio de arenas o coluvios de cuarzo. 20 Pastor Fábrega Álvarez

de productividad potencial para un cultivo in- tensivo16. El Servicio de Conservación de AL51 Suelos de EEUU ha elaborado diferentes cri- Figura 9. Suelo-tipo con profundidad suficiente para terios para definir este tipo de tierras en fun- cualquier tipo de vegetación (A), riesgo de heladas infe- ción de los distintos sistemas de evaluación. rior a tres meses (L), con menos de treinta días de défi- En el caso de Galicia se ha tomado como re- cit de precipitaciones (5) y disponibilidad de nutrientes ferencia el cultivo del maíz, los rendimientos óptima (1). de las “prime land” gallegas no se ven reduci- dos más allá del 60-80% para este cultivo. Téngase en cuenta, por tanto, que la exigen- cia del maíz como referencia es un criterio uti- lizado también por especialistas para evaluar la calidad de las tierras para un cultivo inten- sivo. Sin embargo las tierras más adecuadas para este tipo de cultivo no lo son para la práctica de cultivos extensivos. Además de esta consideración y siguiendo la línea de otros trabajos (Vázquez 1993-4, 1994) parece razonable considerar la importancia del cereal en la subsistencia de las sociedades que este trabajo trata, por otra parte el cultivo del mijo en la sociedad tradicional gallega reafirma es- ta hipótesis. Por todo lo anterior, parece bas- tante claro que la base del sistema productivo castreño es fundamentalmente agrícola y en concreto cerealístico. Señalo por último y para completar la estrecha similitud entre las exi- gencias para el cultivo de maíz y otros cerea- les en cuanto a las características edafológi- cas, a pesar de que las exigencias del maíz son superiores a cualquier otro cereal de in- Figura 10. Mapa de suelos-tipo pertenecie ntes a la zona de estudio. vierno. Lo cual es muy relevante ya que sólo donde el maíz es cultivable, es posible des- Los suelos-tipo aparecen en la cartografía arrollar un cultivo intensivo de doble cosecha 1:200.000 elaborada para toda Galicia en Ca- anual. pacidad productiva de los suelos de Galicia. En el caso del maíz la capacidad producti- Sin embargo esta clasificación carece de in- va se establece con las categorías anterior- formación productiva de la tierra. Por esta ra- mente referidas, cada una de ellas con los si- zón Díaz-Fierros y Gil Sotres completan el guientes rendimientos; A1 (rendimientos su- trabajo con tres tablas de conversión para los periores al 80%), A2 (rendimientos entre 60- cultivos de maíz, prado y pino, ofreciendo la 80%), A3 (rendimientos entre 40-60%), N1 correspondencia productiva de cada tipo de (pendiente de mejoras) y N2 (restantes). Es- suelo, de mayor a menor A1, A2, A3, N1, N2 tas categorías han sido definidas para expli- con rendimientos diferentes según el cultivo. car la aptitud del cultivo intensivo del maíz es- Para este trabajo he utilizado como referencia tablecido por clases de la siguiente manera; la del maíz por varias razones; la primera de A1 (muy apto), A2 (moderadamente apto), A3 ellas radica en que es de las tres la más exi- (poco apto), N1 (no apto condicionalmente) y gente, de forma que es aplicable a gran canti- N2 (no apto permanentemente). Es importan dad de cultivos, esto parece demostrado de- bido a que las tierras que ofrecen mayores rendimientos para el maíz están consideradas 16 No existe una definición estándar, en este trabajo y siguiendo como “prime land”. Las “prime land” son aque- el criterio de Díaz- Fierros y Gil Sotres para los suelos de Gali- llas tierras que ofrecen mayores rendimientos cia se habla de cultivo intensivo cuando los rendimientos po- tenciales para el cultivo del maíz superan el 40%, es decir, sue- los tipo con categorías A1, A2 y A3 como se explica en el texto. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 21

suelos originales categoría A1 A2 A3 rendimiento >80% 60-80% 40-60% suelo-tipo AL53 BL53 CL53 AL43 BL44 CL64 AL84 BL84 CP53 AL54 BL54 CL54 AL44 BL74 CL74 AP53n BP53n CP54 AL64 BL64 AL74 BM43 CM53 AP64 BP55 CP63 AM54 BM53 AM43 BM44 CM54 AP74 BP63 CP64 BM54 AM44 BM63 CM63 BP64 CP65 AM53 AM64 BM64 CM64 BP74 CP74 AM74 BM74 CM74 CP75 AP43 BP43 AP44 BP53 AP53 BP54 AP54 Tabla 2. Suelos-tipo originales que ofrecen mayores rendimientos para el cultivo del maíz, sobre fondo bla nco suelos-tipo de Galicia que forman parte de las “prime land”.

so. A partir de los datos conocidos, no se te tener en cuenta que, estas categorías no puede afirmar con rotundidad el momento en permiten establecer porcentajes de producti- el que se ha producido este fenómeno, sin vidad para los cultivos de las sociedades cas- embargo lo que sí nos permite la clasificación treñas pero en cambio permiten categorizar es conocer el suelo-tipo original, es decir el las tierras según un orden de calidad y por suelo existente anterior a cualquier modifica- tanto detectar posibles diferencias en la apti- ción antrópica. En este sentido he tenido en cuenta la capacidad productiva del suelo ori-

suelos aterrazados categoría A1 A2 A3 rendimiento >80% 60-80% 40-60% suelo-tipo CL53_ CL74_ DL53_ CL54_ CL84_ DL54_ CL64_ CM74_ DL64_ CM53_ CP53_ DM53_ CM54_ CP54_ DM54_ CM64_ CP63_ DM55_ CP64_ DM64_ CP65_ DM74_ Tabla 1. Suelos-tipo aterrazados que ofrecen mayores rendimientos para el cultivo del maíz. tud potencial. ginal, además de la capacidad de los suelos En la clasificación de Fierros-Sotres, nos aterrazados, así como la dificultad que conlle- encontramos con un conjunto de suelos-tipo va este proceso según el tipo de suelo. La sobre el que es necesario volver. Se trata de nomenclatura de los suelos aterrazados nos suelos que han sido modificados por el ser indica el suelo-tipo original, es decir aquel que humano, es decir aquellos suelos que fueron existía previamente a las modificaciones an- aterrazados en algún momento y que eviden- trópicas. Los suelos aterrazados se represen- cian claramente en la actualidad este proce tan añadiendo al final, un guión al tipo de sue- lo (CL53_) el suelo original resulta de sustituir 22 Pastor Fábrega Álvarez

la primera letra por la que le sigue a continua- cial, en concreto los de 800, 2000 y 20000 ción en la clasificación de suelo y sitio, utili- metros. El entorno de 800 metros de radio a zando el ejemplo anterior, un suelo aterraza- partir del yacimiento lo he utilizado para eva- do CL53_ es en origen un DL53. A este res- luar el control de la superficie inmediata al ya- pecto, se observa que no encontraremos nin- cimiento, el de 2000 para una distancia media gún suelo-tipo de clase A o B aterrazado ya y el de 20000 metros para establecer el con- que el ligero riesgo de erosión nos está indi- trol total del territorio utilizado como referen- cando la levedad de su pendiente, por lo tanto cia. Debemos señalar a este respecto, la po- es contraproducente invertir trabajo en aterra- sibilidad de que la visibilidad en el entorno de zar un suelo de escasa pendiente y que origi- 20000 metros de algunos yacimientos, no se nalmente ya tiene las ventajas que aporta el contemple en su totalidad en este análisis. aterrazamiento. Las clases suelo y sitio de- Esto se debe a que el Modelo Digital del Te- terminan en gran medida la potencialidad rreno de la zona de estudio es limitado, y en- productiva de la tierra, las tablas 1 y 2 reflejan tre los límites de éste y algunos yacimientos este hecho, obsérvese que en ellas no apare- las distancias son inferiores a 20 km. Es ne- cen todos los suelos-tipo de clase A, B y C cesario por tanto precisar en cada caso. Por pero solamente aparecen suelos-tipo con esta otra parte, los puntos a partir de los cuales se clases. Fierros-Sotres consideran la clase establece la visibilidad de cada yacimiento se suelo-sitio como “difícilmente modificable” lo han elevado cuatro metros. Esto responde cual reafirma la validez de nuestro criterio que fundamentalmente a la posibilidad del empleo utiliza esta clasificación para el estudio de so- de algún tipo de estructura como un torreón o ciedades lejanas en el tiempo. una muralla cuyo fin no tiene porque estar di- rectamente relacionado con el control visual. Visibilidad Anteriormente he mencionado la posibilidad A partir del análisis de esta variable he pre- que nos ofrece el estudio de la visibilidad para tendido comprobar en que medida la visibili- determinar tendencias de control visual, sin dad es un factor importante para el emplaza- embargo éstas pueden interpretarse de forma miento. Determinando las tendencias de con- diferente en cada caso. De partida he consi- trol visual en cada uno de los yacimientos, la derado como probable la relación entre visibi- comparación entre la extensión de las super- lidad y condiciones defensivas. Sin embargo ficies visibles me ha permitido conocer la po- la existencia de esta relación será valorada tencialidad de cada poblado para el control también a partir del análisis, así como otras del territorio. Además se ha evaluado la canti- relaciones establecidas entre visibilidad y dad y cualidad, continuidad o discontinuidad, producción o entre distancia visible, producti- de la superficie visible. Por tanto se han valo- vidad y condiciones defensivas. Sin olvidar in- rado las concentraciones de superficie visible, tervisibilidad y visibilidad puntual entre yaci- visibilidad puntual e intervisibilidad de yaci- mientos para valorar más adelante ya no las mientos. Así como el tipo de superficie visible, condiciones de localización de cada poblado ya sea marítima, intermareal o terrestre, y con sino las relaciones que se pueden llegar a respecto a esta última, se ha relacionado la establecer entre ellos. superficie visible con la capacidad productiva de los suelos que forman parte de dicha su- Altitud relativa perficie. La altitud es una variable poco novedosa en El Sistema de Información Geográfica nos la investigación sobre la cultura castreña. Una permite calcular el conjunto de puntos visibles de las características más repetidas por la desde al menos un punto de referencia. Para tradición es la situación de los castros en pun- realizar este cálculo solamente es necesario tos elevados respecto a su entorno. Sin em- el Modelo Digital de Elevaciones y un punto bargo he tratado de objetivar esta observa- de referencia que en este caso es un conjunto ción, aprovechando el hecho de que la altitud de puntos que forman cada uno de los castros es una magnitud que se puede representar de la zona. Para el análisis de visibilidad he numéricamente. El Modelo Digital de Eleva- tomado como referencia diferentes distancias ciones me ha permitido conocer la altura en tanto espaciales como temporales, los entor- cada punto (pixel) de la zona de trabajo. Para nos más utilizados han sido de carácter espa- homogeneizar los datos, he calculado las altu- ras de los yacimientos siempre a partir del Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 23

DEM, y por tanto he prescindido de la eleva- A media ponderada = A max castro- A me- ción que facilita la ficha de inventario ya que dia entorno / A media entorno en ésta desconozco el criterio utilizado (me- dia, máxima, mínima). De hecho existen bas- De esta forma, en relaciones proporcionales tantes incorrecciones, debidas tal vez al em- entre altitud de castro y entorno, el valor pleo de diferentes fuentes para el estableci- resultante es el mismo. Siguiendo el ejemplo miento de esta altitud. anterior el valor obtenido por media pondera- A partir de la altitud he intentado evaluar da sería de 1 en ambos casos. Por tanto, el conceptos como la prominencia de los cas- concepto de media ponderada me ha permiti- tros, referida a diferentes entornos, en este do comparar la relación de castro y entorno caso he tomado el de 800 y 2000 metros con en contextos muy diferentes de altitudes respecto a la zona que ocupa el poblado. absolutas. Además, también he tenido en cuenta la alti- Sin embargo, las medias anteriores no tie- tud absoluta estableciendo relaciones entre nen en cuenta las irregularidades del entorno las altitudes de los castros y la altitud de la ni tampoco en que medida éstas son frecuen- zona de estudio. tes. Para detectar estas diferencias he recu- Para comparar la altitud del castro y su en- rrido al cálculo de la media tipificada, que re- torno he utilizado varias fórmulas que preten- sulta de restar a la altura máxima del castro la den establecer diferentes relaciones. Por una media del entorno y dividirla por la desviación parte y como primera aproximación he utiliza- típica o estándar. do una fórmula simple que consiste en restar la altura media del entorno a la altura máxima del castro. Esta fórmula establece una buena A media tipificada = A max castro – A me- relación comparativa entre altura del castro y dia entorno / dt su entorno, sin embargo su validez es limitada para comparar relaciones establecidas entre los diferentes casos de entorno y castro. El problema radica en la diferencia de valores obtenidos en el caso en el que la altura de en- tornos y castros sea proporcional. Por ejem- plo, si la altura máxima de un castro es de 4 m y la media de su entorno es de 2 m, el valor resultante obtenido es de 4-2 que es igual a dos. En un caso proporcional, ocurriría lo si- guiente. Si la altura máxima del castro es de 4000 m y la altura media de su entorno es de Figura 11. Dos situaciones diferentes de prominencia de 2000 m, el valor obtenido es de 4000-2000, un punto sobre su entorno: en ambas el valor de la que es igual a 2000. Por lo tanto para relacio- media ponderada es el mismo pero no el de la media nes similares (proporcionales) entre diferentes tipificada. castros y entornos, los valores establecidos En la figura 11 se puede observar dos situa- para la comparación no son válidos ya que ciones diferentes en cuanto a la prominencia están determinados no por la altitud relativa de un punto sobre su entorno, en ambas el sino por la altitud absoluta, en este caso 2 y valor de la media ponderada es el mismo, sin 2000 reproducen una relación proporcional. embargo el de la media tipificada es distinto Para solventar esta diferencia he recurrido para cada caso. Por tanto la tipificación es un al concepto de media ponderada, que me ha recurso más para valorar la altitud relativa de permitido comparar los valores resultantes. La un punto con respecto a otros porque no sólo fórmula propuesta para estudiar la relación permite conocer si un poblado está en general entre la altitud de castro y entorno es la si- por encima de la altura media de su entorno guiente. Al valor de la altura máxima del cas- sino además si está por encima o por debajo tro le he restado la altitud media del entorno, de la mayor parte de los puntos que lo ro- dividiendo el resultado por la media del entor- dean. no. Tanto los valores de media simple como de media ponderada y tipificada serán negativos 24 Pastor Fábrega Álvarez

si la altura máxima del castro está por debajo García Rodríguez (A Coruña), Muras, y de la media de su entorno y positivos en el (). caso contrario, los valores nulos son el resul- Destaca la unión de las aguas del Océano tado de la coincidencia entre el valor de la alti- Atlántico y el Mar Cantábrico separados por el tud máxima del castro y la media de su entor- Cabo de Estaca de Bares, además de las rías no. de Ortigueira y una pequeña superficie de la Ría do Barqueiro que se sitúan en dirección N-S. Al NW se encuentra Cabo Ortegal, a par- ANÁLISIS tir del que se extiende la Sierra de - da en dirección NE-SW y cuya altura máxima alcanza los 613 metros, en su parte N se en- Caracterización geográfica del área cuentran los cantiles más altos de Europa, de estudio con más de 600 metros de altura, y que se precipitan al mar. Otro accidente destacado La zona de estudio está formada por un re- es la Sierra Faladora-Coriscada que se ex- cuadro con la siguiente situación; en coorde- tiende en dirección S-N, desde la cubeta de nadas UTM (Elipsoide internacional, huso 29) As Pontes hasta Estaca de Bares, alcanzando X mínima 579.150, X máxima 606.000, Y mí- en algunos puntos alturas superiores a los nima 4.817.250, Y máxima 4.849.650. Ocupa 750 m. Las estribaciones tanto de la Sierra una superficie total de 869,939 Km2, de los Faladora-Coriscada como A Capelada estre- que 173,179 Km2 forman parte de la superfi- chan las zonas de tierras bajas que se forman cie marítima y 696,760 Km2 forman la super- entre éstas y la Ría de Ortigueira. Ría carac- ficie terrestre. terizada por la deposición de sedimentos que forman extensas marismas y arenales que han ido colmatando buena parte de la misma, su trazado es sinuoso debido a la existencia de numerosos entrantes y salientes.

Figura 12. Situación de la zona de estudio en Galicia.

Esta zona está situada en la parte N de Galicia, cogiendo la parte oriental de la pro- vincia de A Coruña y la occidental de la de Lugo. Enmarca la Comarca de Ortegal, a la Figura 13. Los accidentes geográficos más destacados que pertenecen los municipios de Ortigueira, en el área de estudio son la sinuosa Ría de Ortigueira, Cariño, Cerdido y Mañón (A Coruña). Además la Sierra Faladora-Coriscada que se extiende desde la de éstos incluye parcialmente los municipios cubeta de As Pontes al S y fuera del área que nos ocu- pa hasta Estaca de Bares al N. En la parte NW destaca de Cedeira, Moeche, Somozas, As Pontes de A Serra Capelada que se extiende por el Cabo Ortegal. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 25

En cuanto a la red fluvial, destaca el río Caracterización de un fenómeno: el Sor, que discurre de S a N, encajado cuanto más al S por las laderas de la Sierra Faladora poblamiento castreño en el área de y que se abre en su curso final formando estudio meandros, arenales y marismas hasta des- embocar en la Ría de O Barqueiro. También Los castros en esta dirección discurre el río Mera, cuyos principales afluentes proceden de la vertiente occidental de la Sierra Faladora, la Ría de Or- tigueira comienza en donde el Mera vierte sus aguas, además otros ríos desembocan en es- ta ría, como O Baleo que capta sus aguas en los valles occidentales que forman las estri- baciones de la Sierra Coriscada. También en esta ría, desembocan O Landoi y O Lourido, que discurren en dirección W-E y que nacen en las partes altas de la Sierra da Capelada. En la parte oriental de la zona, discurren los ríos de Mestas, Pontellas y Porto do Cabo cu- ya unión excede por muy poco los límites de la zona de trabajo y cuyas aguas vierten en la ría de Cedeira, fuera de la zona de estudio. Al Sur de éstos y situados en el cuadrante SW de la zona, discurren el Río de la Braña, en dirección E-W y más al S los ríos Ferrerías y Xubia se juntan para formar el Río Grande que sigue su curso en dirección W. Los materiales geológicos que se encuen- tran en la zona son rocas básicas y ultrabási- Figura 14. Nombre de identificación y situación de los cas del complejo de Ortegal, gneises básicos, castros en la zona de estudio. losas cuarcíticas y pequeños enclaves de ro- cas graníticas. Gran parte de la superficie es- Una vez caracterizada la zona de estudio es tá formada por materiales de escasa alterabi- necesario señalar la localización de 41 cas- lidad en los que se forman suelos poco pro- tros dentro de los límites de ésta con los si- fundos sobre superficies de pendientes acu- guientes identificadores; En el municipio de sadas. Las diferencias en el grado de altera- Cedeira (Riba, Montoxo, Cheda, Carracedo, ción de distintas rocas son el principal factor Espiñaredo), en el municipio de Cerdido (So- de diversidad paisajística, morfológica y eda- castro, Felgosas, Cerdido, Abade, Casablan- fológica de la zona. ca, Labacengos, Caleira, Torre), en el munici- pio de Cariño (Pedra, Cariño, Moura, Frades, Sismundi, Cancela), en el municipio de Orti- gueira (Montoán, Fornelos, Porteiro, Mera, A Volta, Maior, Xestal, Saa, Campo da Torre, O Castriño, Ladrido, Tallo, Prados, Castelos, Céltigos, Mourama), en el municipio de Ourol (Carrusco), en el municipio de Mañón (Sor, Estaca), en el municipio de O Vicedo (Insua). De los anteriores el castro de Estaca, Insua y Espiñaredo no entran en el análisis sistemáti- co debido a que su entorno excede los límites del modelo digital y por tanto no se pueden caracterizar desde el punto de vista locacio- nal. Sin embargo su existencia ha sido consi- derada en todo momento. Por otra parte se debe mencionar que el nombre identificativo 26 Pastor Fábrega Álvarez

de cada poblado responde a su topónimo, lu- ficie total, mientras que en Galicia solamente gar, parroquia o municipio al que pertenece, ocupan un 6% de su superficie. Por otra parte de forma que es exclusivo de cada castro con existen grandes diferencias provinciales, fren- el fin de facilitar su identificación en el texto. te al elevado porcentaje de la provincia de A Coruña, en constituyen un 10%, Los castros y la capacidad productiva de en Lugo casi un 2% y en no llegan al los suelos en el área de estudio. 0.3% (Díaz-Fierros y Sotres 1984: 43-4). Evaluar la calidad de las tierras para el cultivo En la zona de estudio las “prime land” en un área determinada es en general una ta- constituyen un 4% sobre la superficie total, rea tan difícil como engañosa. Con lo que localizadas en los valles y altiplanos de la par- quiero decir que los términos calificativos pro- te occidental y en las zonas de tierras bajas vienen del modelo elegido para la compara- situadas en la cola de la Ría de Ortigueira. Tal ción cuya calificación vendría dada por un y como se ha dicho antes, este porcentaje nuevo ejercicio comparativo. Por lo tanto he podría interpretarse de forma diferente de- procurado alejarme de adjetivos procurando pendiendo de la zona con la que se establez- no caer en la vacuidad de éstos. En cambio ca la comparación, es alto con respecto a las me he decantado por presentar algunos datos provincias de Lugo u Ourense y bajo con res- sobre la capacidad productiva de los suelos pecto a Galicia o A Coruña. en Galicia, con el fin de establecer en térmi- nos comparativos una relación con áreas más amplias sin la pretensión de que éstas de- terminen en términos absolutos la calidad de las tierras pertenecientes a la zona de estu- dio.

Figura 16. Rendimientos originales de los suelos y si- tuación de los poblados en la zona de estudio, simplif i- cación por categorías A1-A2, A3, N.

Figura 15. Rendimientos actuales de los suelos y situa- ción de los poblados en la zona de estudio, simplific a- ción por categorías A1 (prime land), A2-A3 y N.

En el espacio estudiado hay una total co- rrespondencia entre “prime land” y tierras con rendimientos de más del 80% para el maíz (categoría A1). Las “prime land” ocupan en la provincia de A Coruña un 15% sobre la super- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 27

A3 14% A2 10%

A1 5%

N1 y N2 71%

Figura 20. Rendimientos de los suelos actuales que forman parte de la zona de estudio.

A1 N1,N2 21% 34%

A2 21% A3 Figura 17. Rendimientos actuales de los suelos y situa- 24% ción de los poblados en la zona de estudio, simplific a- ción por categorías A1-A2, A3 y N. Figura 21. Rendimientos de los suelos actuales que forman parte de los entornos inmediatos de los castros de la zona. A2 A3 1% 1% Si establecemos en términos compara- A1 4% tivos los suelos en los entornos inmediatos de los castros (isocrona 15 min) y los suelos en la superficie total de la zona, el resultado es más significativo; mientras las mejores tierras para el cultivo (categoría A1) ocupan un 4% del total de la zona, el 21% de superficie de N1 y N2 94% los entornos inmediatos de los castros está constituida por estas tierras de categoría A1 Figura 18. Rendimientos de los suelos originales que (“prime land”). La distribución de tierras con forman parte de la zona de estudio. rendimientos de categoría A2 (60-80%), tanto para suelos originales como aterrazados, mantiene esta diferencia porcentual entre A1 área total y entorno de poblado. Si contabili- 21% zamos los porcentajes de las tierras con ren-

A2 dimientos de más del 40% (categorías A1, A2 5% y A3) para el cultivo del maíz, los resultados son los siguientes: para los suelos originales, mientras en el total de la zona el 6% de la su- perficie está constituida por suelos que su- N1,N2 peren estos rendimientos, en los entornos de 74% 15 minutos de los poblados, un 26% de la su- perficie está formada por suelos de categoría Figura 19. Rendimientos de los suelos originales que A1, A2 y A3. En suelos modificados (aterra- forman parte de los entornos inmediatos de los castros de la zona.

28 Pastor Fábrega Álvarez

zados), el 29% de la superficie de la zona so- entorno (en el radio de 2000 m es de 155 m). brepasa estos rendimientos, mientras en los Si maximizamos dicho entorno hasta hacerlo entornos de 15 minutos los suelos que supe- coincidir con la totalidad de la zona, podemos ran estos rendimientos constituyen un 66% de señalar que los castros y sus proximidades la superficie, en este caso, existe una inver- (800 y 2000 m de radio) se sitúan, dentro de sión entre superficie total y entorno en la pro- este marco de referencia, en zonas bajas. porción de suelos con estas características. Parece manifestarse en general, una relación Lo visible y lo invisible entre los entornos inmediatos de los castros y La visibilidad del área de estudio, que se es- los suelos de mejor calidad para el cultivo. tablece sumando las visibilidades desde cada Ahora bien, como veremos más adelante esta uno de los poblados, cubre casi la mitad de la observación general admite muchos matices. superficie terrestre de la zona (311 de 696 No obstante, si ampliamos el entorno, el km2). Además en términos cualitativos, este porcentaje de tierras de calidad disminuye, espacio visible lo he dividido en espacio con- aún siendo notablemente superior que en el centrado y puntual. Con respecto al segundo, total de la zona. En el entorno de 2 km el por- está constituido por zonas altas de cimas y centaje de suelo de categorías A1, A2 y A3 algunas laderas que forman parte de las es- para el cultivo del maíz representa el 16% tribaciones montañosas y que son visibles mientras en el de 15 minutos representa el únicamente a larga distancia y conformando 26% de la superficie. Esto nos indica que a una línea de horizonte final y lejana. El espa- medida que nos alejamos de las proximidades cio visible concentrado me ha parecido de de los castros, en general, disminuye la cali- mayor relevancia por varios motivos; en pri- dad de las tierras para el cultivo. mer lugar porque establece un control sobre Por último y sintetizando, hay que señalar superficies de mayor extensión. Estas super- la hipotética relación entre tierras de calidad ficies, además son por lo general visibles para el cultivo y poblamiento castreño en la desde más de un poblado o las visibilidades zona de estudio, relación que por supuesto no se agrupan enlazándose, de manera que en se cumple en todo los casos y que más ade- donde acaba una empieza otra. En tercer lu- lante se analiza detalladamente. gar, estas superficies visibles se localizan en los entornos de los castros, es decir delimitan La altitud y los castros en el área de el espacio poblado. estudio. Podemos establecer con claridad y pa- En la zona de estudio la altitud varía entre 0 y ra la zona de estudio las siguientes superfi- cies visibles que reúnen las características 700 metros aproximadamente, está variación determina una zona de fuertes contrastes del anteriores: las tierras bajas localizadas en relieve, en la que existen entidades claramen- torno a la Ría de Ortigueira así como el domi- te diferenciadas en relación con la altura, a nio visual de la totalidad de la ría, los valles grandes rasgos; las sierras de A Capelada y situados inmediatamente al sur de la Capela- da, y los altiplanos situados al SW de la zona Coriscada-Faladora y sus estribaciones, las de estudio. Por otra parte, cabe señalar la tierras bajas que se sitúan en torno a la Ría existencia de una barrera de visibilidad consti- de Ortigueira y las altiplanicies situadas en la tuida por las zonas de cumbres de la Sierra parte SW de la zona. La altura media de la Faladora-Coriscada, que si bien son visibles zona (294 m) contrasta con la altura media de desde un buen número de castros, establecen los castros (144 m) que ocupan posiciones la frontera entre lo visible y lo invisible. alejadas de las entidades de mayor altitud como la Sierra Coriscada-Faladora y Capela- da, y que salvo excepciones se concentran en las tierras bajas en torno a la Ría y en los va- lles elevados del SW. La altitud media de los entornos de 800 metros de los castros (137 m), es sensiblemente inferior a la media de los poblados, sin embargo esta prominencia del castro sobre sus proximidades se suaviza hasta invertirse a medida que ampliamos el Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 29

Figura 23. Distribución del poblamiento tradicional, re- Figura 22. Situación de los castros y zona terrestre vis i- presentado con punteado, en relación con la situación ble desde éstos. de los castros, representados por circunferencias. Tal y como se puede ver en la figura 23 en Poblamiento tradicional y poblamiento rasgos generales el poblamiento castreño y el castreño tradicional comparten espacios ocupaciona- les, si bien he de matizar que el poblamiento A pesar del interés que podría suscitar esta- tradicional ocupa además zonas no cubiertas blecer una relación entre poblamiento tradi- por el poblamiento castreño. Sin embargo las cional y poblamiento castreño, cabe mencio- zonas de mayor intensidad de poblamiento nar que la obtención de datos sobre pobla- tradicional coinciden con los entornos de ocu- miento histórico requiere una enorme canti- pación de los poblados castreños. Existe por dad de trabajo. En este sentido, simplemente tanto una coincidencia espacial a escala co- he pretendido establecer una comparación en marcal, lo cual no quiere decir que esta coin- términos espaciales entre poblamiento tradi- cidencia persista a una escala inferior y que cional y poblamiento castreño, a partir de una por otra parte no es posible establecer debido cartografía de mediados de siglo que amorti- a las limitaciones que impone la resolución güe el ruido producido por la industrialización del modelo. En este sentido podría señalarse en el poblamiento. que esta similitud de espacios ocupados está relacionado con el modo económico en el que se basan ambas sociedades: castreña y tradi- cional. Éste es esencialmente la práctica de la agricultura que se complementa con la caba- ña ganadera. Esto quiere decir que solamente se ocupan aquellas tierras que posibiliten el cultivo, aunque no significa que todas estas tierras estén ocupadas, bien por productividad o bien por la adecuación del suelo al tipo de cultivo (intensivo o extensivo). 30 Pastor Fábrega Álvarez

ción determina los valores de las variables. Diferencias fundamentales para establecer cada uno de los modelos, como se verá más adelante. Se ha incluido información correspondiente Cuantificación de las variables a las cuatro variables: accesibilidad, visibili- dad, altitud relativa y capacidad productiva de En este apartado se ilustra por medio de grá- los suelos en los entornos de los poblados. ficos la información más relevante de entre aquella que ha podido ser cuantificada. De esta forma se pueden observar las diferencias existentes entre los poblados cuya localiza-

Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 31

Superficie accesible en 15 minutos KM2

2 1.8 1.6 1.4 1.2 1 0.8 0.6 0.4 0.2 0

Superficie accesible en 30 minutos KM2

7 6 5 4 3 2 1 0

Superficie accesible en 45 minutos KM2

20 18 16 14 12 10 8 6 4 2 0

Figura 24. Superficie accesible en los entornos de 15, 30 y 45 minutos de los castros analizados, los valores más al- tos indican buenas condiciones de accesibilidad entre poblado y entorno. 32 Pastor Fábrega Álvarez

factor 9 KM2 36

27

18

9

0

Figura 25. El factor 9 es un indicador elaborado para detectar en que medida un poblado ocupa una posición con mejores o peores condiciones de accesibilidad sobre su entorno con respecto a otras situaciones posibles. En este gráfico se compara la diferencia entre los entornos de 15 y 45 minutos de todos los castros: los valores por debajo de 9 indican que el poblado se sitúa en una posición que prima el acceso con su entorno inmediato (15 minutos) con respecto a un entorno más amplio (45 minutos), los valores que superan 9 indican que el poblado se sitúa en una posición que prima la inaccesibilidad sobre su entorno inmediato con respecto a su entorno más amplio.

Visibilidad sobre la Ría de Ortigueira KM2 90 80 70 60 50 40 30 20 10 0 saa tallo torre mera maior pedra xestal cariño moura a volta ladrido frades penido prados céltigos porteiro cancela castriño fornelos montoán castelos sismundi mourama campo da torre

Figura 26. Superficie visible de la Ría de Ortigueira desde los castros analizados. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 33

Visibilidad en 800 m KM2 2.5

2

1.5

1

0.5

0

Visibilidad en 2 km KM2

10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0

Visibilidad en 20 km KM2

140

120

100

80

60

40

20

0

Figura 27. Superficie visible en los radios de 800, 2000 y 20000 metros desde los castros analizados. 34 Pastor Fábrega Álvarez

130 Altitud media en 800 m

110

90

70

50

30

10 sor riba saa

-10 tallo torre mera pedra maior cariño frades cheda abade xestal moura a volta caleira ladrido prados penido cerdido porteiro cancela castriño céltigos fornelos felgosas castelos montoxo socastro montoán carrusco sismundi mourama carracedo os castros -30 casablanca labacengos campo da torre

-50

2 Altitud media ponderada en 800 m

1.5

1

0.5

0 sor riba saa tallo torre mera pedra maior cariño frades cheda abade xestal moura caleira a volta ladrido penido prados cerdido porteiro cancela céltigos fornelos castriño felgosas castelos montoxo socastro montoán carrusco sismundi mourama carracedo os castros -0.5 casablanca labacengos campo da torre

-1

3 Altitud media tipificada en 800 m

2.5

2

1.5

1

0.5

0 sor riba saa tallo torre mera pedra maior cariño frades cheda abade xestal moura caleira a volta ladrido penido prados cerdido porteiro cancela céltigos fornelos -0.5 castriño felgosas castelos montoxo socastro montoán carrusco sismundi mourama carracedo os castros casablanca labacengos campo da torre -1

-1.5

Figura 28. Altitudes relativas de los poblados en su entorno de 800 m. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 35

Altitud media en 2000 m

140

90

40

-10 sor riba saa tallo torre mera pedra maior cariño frades moura cheda abade xestal a volta caleira ladrido prados penido cerdido porteiro cancela castriño céltigos fornelos felgosas castelos montoxo socastro montoán carrusco sismundi mourama carracedo os castros casablanca labacengos

-60 campo da torre

-110

2.5 Altitud media ponderada en 2000 m

2

1.5

1

0.5

0 sor riba saa tallo torre mera pedra maior cariño frades moura cheda abade xestal a volta caleira ladrido penido prados cerdido porteiro cancela céltigos fornelos castriño felgosas montoxo socastro castelos montoán carrusco sismundi mourama carracedo

-0.5 os castros casablanca labacengos campo da torre

-1

3 Altitud media tipificada en 2000 m

2.5

2

1.5

1

0.5

0 sor riba saa tallo torre mera pedra maior cariño frades cheda abade xestal moura caleira a volta ladrido penido prados cerdido porteiro cancela céltigos fornelos castriño felgosas castelos

-0.5 montoxo socastro montoán carrusco sismundi mourama carracedo os castros casablanca labacengos campo da torre -1

-1.5

Figura 29. . Altitudes relativas de los poblados en su entorno de 2000 m. 36 Pastor Fábrega Álvarez

Km2 1.6

1.4 suelos originales A1 y A2 en 15 minutos

1.2

1

0.8

0.6

0.4

0.2 A1 0 A2 sor saa riba tallo torre mera xestal pedra maior cariño cheda abade a volta frades caleira moura ladrido prados penido cerdido porteiro cancela céltigos Castriño fornelos montoxo castelos montoán felgosas socastro carrusco sismundi mourama carracedo os castros casablanca labacengos

campo da torre

Km2 1.4 suelos aterrazados A2 y A3 en 15 minutos

1.2

1

0.8

0.6

0.4

0.2 A2 0 A3 sor riba saa tallo torre mera pedra maior frades moura abade cariño xestal cheda a volta penido ladrido caleira prados cerdido porteiro fornelos céltigos cancela castrio felgosas castelos montoxo monton carrusco socastro sismundi mourama carracedo os castros casablanca labacengos

campo da torre Figura 30. Superficie (km2) de suelos aptos para el cultivo intensivo en los entornos de 15 minutos de los castros analizados en suelos originales y aterrazados.

pendiente en 15 min %

60

50

40

30

20

10

0

Figura 31. Porcentaje de pendiente media en la franja litoral de 300 metros desde la linea de costa, en los entornos inmediatos de los poblados costeros.

Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 37

MODELOS GENERALES El castro de Montoán

El castro de Montoán se sitúa en el Municipio de Ortigueira, concretamente en el brazo de Para la definición de los Modelos Generales tierra que convierte a Leixa en un istmo, este se han analizado las variables en cada uno de brazo se encuentra flanqueado por ambos la- los poblados y posteriormente se ha procedi- dos por zonas de deposición sedimentaria y do al estudio comparativo entre las variables que en la actualidad forman amplias maris-

Figura 32. Ortoimagen del entorno del castro de Montoán en la que se observa su dedicación actual para el cul- tivo. A ambos lados del istmo se distinguen dos grandes zonas de deposición sedimentaria. de cada uno de los castros. Éste modo nos ha mas. El poblado todavía se aprecia con facili- permitido agrupar cada uno de los castros en dad y consta de un pequeño recinto circular tres modelos característicos. He tratado de amesetado de unos 60 m de diámetro analizar las diferentes tendencias que derivan aproximadamente, rodeado por una muralla de cada modelo locacional en la zona de es- en todo su perímetro. Las estructuras defen- tudio o, lo que es lo mismo, analizar las posi- sivas se completan con un foso, hoy totalmen- bilidades de cada modelo en relación con las te colmatado cuya existencia conocemos gra- variables. Previamente a la presentación de cias a la intervención de E. Ramil en 1990 los modelos me ha parecido apropiado incluir (Ramil 1990, 1999b: 43-4). La causa de dicha el análisis de las variables en un caso concre- colmatación está muy relacionada con la loca- to. Por tanto a continuación se ejemplifica el lización del yacimiento, una zona claramente análisis de la información manejada para el dedicada a labores agrícolas con tierras muy castro de Montoán (Ortigueira) que ha sido profundas óptimas para el cultivo como vere- incluido en el modelo tres. mos a continuación. El castro de Montoán se caracteriza por presentar buenas condiciones de acceso en- tre castro y entorno inmediato lo cual se mani- 38 Pastor Fábrega Álvarez

fiesta en la cantidad de superficie accesible rencia porcentual en el entorno de 800 me- que abarca la isocrona de 15 minutos (1.7 tros, en el cual el 52% de las tierras pertene- km2). Sin embargo a medida que nos aleja- cen al grupo de las “prime land” mientras las mos del poblado (isocrona de 45 minutos) la “prime land” visibles en dicho entorno consti- proporción de superficie accesible (factor 9) tuyen un 76%. Por tanto la localización del disminuye considerablemente (4.8 km2) lo poblado prima las condiciones de acceso y que nos indica que el castro se ubica en un visibilidad sobre la tierra de mejor calidad pa- punto con buena accesibilidad de entre aque- ra el cultivo. llos que constituyen su entorno más amplio En cuanto a la visibilidad sobre la superfi- (45 minutos). cie terrestre, cabe señalar que su entorno vi- sible inmediato (800 m) es muy reducido (0.6 km2) en comparación con el resto de los po- blados. A medida que se amplía el entorno los valores de superficie visible se recuperan mo- deradamente debido en parte a la situación del yacimiento, emplazado en las proximida- des de la ría lo que le permite controlar parte Figura 33. Sección topográfica del eje W-E en la que se de las tierras que la rodean. El castro está si- aprecian los emplazamientos de los castros de Penido y tuado a 26 metros sobre el nivel del mar, la Fornelos con respecto al castro de Montoán. altitud media en su entorno inmediato (800 m) es ligeramente inferior (17 m), a medida que ampliamos su entorno (2000 m) el valor de la altitud media aumenta (44 m) superando cla- ramente la altitud del castro. La escasa pro- minencia del castro y las buenas condiciones de accesibilidad entre éste y su entorno in- mediato que se manifiesta en la gran cantidad de superficie que abarca la isocrona de 15 minutos, unido a las discretas condiciones de control visual del poblado, nos hace pensar que la potencialidad defensiva del castro es limitada.

Figura 34. Accesibilidad desde el castro de Montoán en relación a la capacidad productiva de los suelos actua- les de su entorno, isocronas de 15, 30 y 45 minutos.

Montoán se sitúa en posición central con respecto al suelo-tipo AL64 que constituye el

66% de las tierras que forman su entorno in- mediato (isocrona de 15 minutos) y que for- man parte de las llamadas “prime land” (cate- goría A1 con rendimientos superiores al 80% para el cultivo del maíz), estas tierras son pre- ferentes en su acceso como demuestra la comparativa porcentual entre el entorno de 15 minutos (AL64-66%) y de 800 metros (AL64- 52%). A medida que nos alejamos del castro (isocrona de 2 km), las tierras de mejor cali- dad para el cultivo intensivo disminuyen por- centualmente (AL-64-14%). Además las “pri- me land” son las tierras más visibles en su en- torno inmediato. Esto se atestigua en la dife- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 39

Por otra parte, no podemos olvidar la rela- 15 minutos AL12s ción entre el yacimiento y el mar que se mani- BL34 10% fiesta en la existencia de una distancia tempo- 24% ral de 15 minutos que separa el poblado y dos espacios (situados al N y S del poblado) se- dimentarios intermareales. La pendiente me- dia del terreno que separa el castro y el mar AL64 es muy suave (aproximadamente del 3% de 66% media) lo que favorece el acceso entre ambas entidades. La superficie marítima visible es escasa (5.8 km2) y se localiza en aquellas zonas de la Ría más próximas al castro y más 800 m concretamente en la parte N. BL34 AL12s Por tanto, la localización del castro de 22% 25% Montoán favorece las condiciones de desarro- llo de un cultivo intensivo debido a la existen- cia de tierras óptimas en su entorno inmediato (isocrona de 15 minutos) siendo estas tierras AL64 preferentes en acceso y visibilidad. Sin em- 52% bargo la potencialidad defensiva del poblado es limitada debido a dos razones fundamenta- les: las buenas condiciones de accesibilidad entre poblado y entorno inmediato (terrestre y visibles DL54_ marítimo) y la inexistencia de un control visual 800 m BL34 1% AL12 destacado a larga distancia como muestran s15% 9% los valores de superficie visible (terrestre y marítima). Una vez mostrado el análisis realizado en cada uno de los poblados y ejemplificado en AL64 el castro de Montoán, se expone la caracteri- 76% zación de los modelos resultantes de la agru- pación de los poblados con tendencias análo- gas. En los siguientes apartados se presentan en este orden cada uno de los modelos: uno, 2000 m EL84 AL12s tres y dos (o mixto). Adviértase la intención de 8% EL64 13% explicar a continuación del uno el tres, con la 2% AL64 intención de mostrar el contraste entre am- bos, manteniendo una numeración (uno, dos DL54_ 14% 31% o mixto y tres) que sigue el criterio de seme- janza. BL34 CM64_ 20% 12% Modelo uno Está formado por aquellos castros que tienen Figura 35. Porcentajes de los suelos-tipo en los entor- menos cantidad de tierra accesible en su en- nos de 15 minutos, 800 m y 2000 m del castro de Mon- torno inmediato (isocrona de 15 min); además toán. En tono claro aquellos suelos de categoría A1 este espacio está formado por tierras cuya ca- (prime land) y en tono oscuro aquellos pertenecientes a lidad potencial no permite la práctica de culti- categorías N (no aptos) según su categoría como suelos vo intensivo. Se trata de tierras de clase N2 originales. En los gráficos se aprecia la prioridad de vi- para el cultivo del maíz o tierras no aptas sibilidad sobre las tierras de mejor calidad que se mani- fiesta en el aumento porcentual del suelo-tipo AL64 permanentemente, según la denominación (A1) en el gráfico de superficie visible en 800 m con Fierros-Sotres. Sin embargo he contemplado respecto al de superficie total en esta misma distancia. la posibilidad de mejoras en los rendimientos de estas tierras. Éstas pasarían por la cons- 40 Pastor Fábrega Álvarez

trucción de aterrazamientos, inversión de tra- destacan las condiciones de inaccesibilidad bajo que no se vería acompañada de un entre el yacimiento y su entorno inmediato, cambio sustancial en los rendimientos, ya que que se ve reflejado en la escasa superficie suponiendo dichos aterrazamientos los ren- que abarca la isocrona de 15 minutos en los dimientos no superarían la categoría N1. Esta poblados pertenecientes a este grupo. Ade- es una de las causas que explica la caracteri- más la altitud relativa en los castros de Torre, zación de estos suelos por Fierros-Sotres en Penido, Maior y Frades nos indica una desta- la actualidad, quienes presentan estas tierras cada prominencia del castro frente a la super- como no aterrazadas. El aterrazamiento de ficie inmediata lo cual se refleja en el análisis las mismas supondría una gran inversión de de accesibilidad. En los casos de Moura y Ta- trabajo que no vendría recompensada por los llo no existe prominencia sobre el entorno in- rendimientos obtenidos. Sin embargo, otras mediato terrestre, sino todo lo contrario. Esto causas como la distribución de poblamiento, quiere decir que el acceso desde el entorno podrían estar en relación con el aprovecha- terrestre al castro se hace a través de pen- miento de estas tierras. Es preciso valorar la dientes positivas lo que me lleva a plantear si escala de trabajo con la que trabajamos, Fie- éstas incrementan o disminuyen la potenciali- rros-Sotres no han considerado estas superfi- dad defensiva del yacimiento. Me he inclinado cies como aterrazadas, lo que no quiere decir por pensar lo primero, es decir, que las pen- que no exista aterrazamiento en ellas, sino dientes positivas (de bajada desde el entorno que éste, de existir, no es considerable y mu- al castro) en dirección al yacimiento favorecen cho menos predominante. su potencialidad defensiva; si bien esta dificul- tad no parece ser la misma que en una pen- 15 minutos diente en sentido contrario si parece evidente que el acceso a través de una superficie sin pendiente es más favorable que a través de una bajada pronunciada (este es el caso). GM84 EL74 Aún pensando lo contrario, el factor determi- 47% 53% nante que explica la inaccesibilidad en estos casos es la relación del poblado con el mar. El emplazamiento en zonas peninsulares o puntas de mar determina que el acceso al castro por la mayor parte de su perímetro se haga a través de pendientes negativas. Sin embargo cabe preguntarse en que medida es 2000 m posible acceder al yacimiento desde el mar a GM84 DL54_ 9% 19% través de estas pendientes. Se trata de com- GM74 probar si las condiciones de inaccesibilidad se 11% DM74 manifiestan tanto para el medio terrestre co- GL84 3% mo marítimo. Para ello he planteado un análi- 11% sis de accesibilidad mar-tierra, con el fin de FM84 cuantificar la pendiente media de la superficie 12% EL74 FL83 que se encuentra entre el castro y el mar. Los 34% 1% valores de pendiente media de los “castros marítimos” que pertenecen a este grupo, en la superficie que separa el mar del yacimiento Figura 36. Porcentajes de los suelos-tipo en los entor- son altos en las inmediaciones del poblado nos de 15 minutos y 2000 m del castro de Penido. En (isocrona 15 minutos): castros de Tallo, Mou- tono claro el suelo-tipo aterrazado DL54_ el único en un ra y Frades. Esto reafirmaría la potencialidad radio de 2000 m que permitiría el desarrollo de cultivo de las condiciones defensivas de los poblados intensivo aunque con bajos rendimientos A3 (40-60%). No existen suelos originales en este radio (2000 m) en de este grupo. Debo puntualizar que si bien la los que sea posible el desarrollo de un cultivo intensivo. hipótesis de inaccesibilidad de estos castros por tierra parece fiable, ya que la muestra es abundante (37 poblados), no parece oportuno Atendiendo a los datos de accesibili- afirmar con rotundidad la valoración de la in- dad en el entorno de este grupo de castros, accesibilidad por mar, ya que el tamaño de la Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 41

muestra es escaso (12 poblados). Pese a to- ocupar posiciones centrales, situándose el do, y a la espera de nuevos datos, me ha pa- castro en puntos periféricos. Esto nos indica recido oportuno incluir el resultado en este que el desplazamiento entre el castro y super- trabajo. ficie inmediata se realiza con diferente dificul- Una vez argumentada la inaccesibili- tad dependiendo de la dirección en la que se dad de estos poblados con respecto a sus produzca. Ejemplificando lo anterior, podemos inmediaciones, cabe preguntarse qué ocurre ver como en el castro de Torre los terrenos con los terrenos que se extienden más allá de situados al E presentan grandes dificultades sus proximidades. Referido a lo anterior, se para el desplazamiento debido a su elevada observa un aumento proporcional de superfi- pendiente. Sin embargo ocurre todo lo contra- cie accesible a larga distancia (45 minutos) en rio en las tierras situadas al W en las que la los castros pertenecientes a este grupo. A ex- escasa pendiente facilita el desplazamiento. cepción del castro de Frades, los restantes Otro de los indicadores que caracteriza a alcanzan valores de incremento por encima los castros de este modelo está en relación del factor 9, lo que indica que estos castros se con el control que desde éstos se establece sitúan en puntos inaccesibles con respecto a sobre el medio. A este respecto cabe mencio- sus proximidades, aunque las condiciones de nar que en general desde estos castros se vi- accesibilidad mejoran sustancialmente a me- sualiza gran cantidad de superficie a larga dida que nos alejamos de los terrenos inme- distancia (20 km), pudiendo establecer varios diatos. grupos en función de la naturaleza de ésta. Por una parte aquellos castros con buen con- trol visual de superficie marítima (Tallo, Fra- des, Moura), por otra castros que destacan por su control visual tanto de superficie terres- tre como marítima (Penido, Maior), por último castros con gran control visual de superficie terrestre (Torre). Son excepciones de estas buenas condiciones de visibilidad el castro de Pedra y el de Carrusco, en éste último cabe la posibilidad de que la visibilidad se oriente hacia la parte oriental, que no se incluye en nuestro modelo. En cuanto a la prominencia (altitud relativa) de este modelo, cabe señalar la existencia de notables contrastes. Si bien en algunos castros se manifiesta la gran cali- dad de su altitud relativa (Penido, Maior, To- rre) en otros ésta no se advierte (Pedra, Ca- rrusco), mientras en los costeros (Tallo, Fra- des, Moura) es difícil de evaluar debido a la Figura 37. Accesibilidad entre el castro de Torre y su proximidad del mar. entorno, isocronas de 15, 30 y 45 minutos. En la figura se aprecia la buenas condiciones de acceso que presen- En definitiva, este modelo agrupa ta el poblado en dirección W en comparación con el ac- aquellos castros cuyo entorno inmediato no ceso a la terrenos orientales que se manifiesta en las permite la práctica del cultivo intensivo y las diferentes extensiones que abarcan las isocronas por E posibilidades de mejora de los rendimientos y W. son remotas, ya que pasan por la inversión de grandes cantidades de trabajo. Las condicio- Otra de las características de los cas- tros pertenecientes a este modelo se estable- nes de accesibilidad de estos poblados, indi- ce en relación con las direcciones de despla- can que tienden al aislamiento, esto se une en algunos casos a un amplio control visual zamiento entre castro y entorno. Las formas que confiere a los castros de este modelo que dibujan las isocronas de 30 y sobre todo grandes posibilidades defensivas. de 15 minutos muestran grandes irregularida- des alejándose de la forma circular. A lo que hay que añadir que la situación del castro en el interior de estas isocronas dista mucho de 42 Pastor Fábrega Álvarez

Modelo tres existentes en su entorno. En los casos que ocupan los valores más altos de superficie vi- Está formado por aquellos castros que tienen sible en el entorno de 15 minutos, existe tam- más cantidad de tierra accesible en su entor- bién preferencia visual por las tierras de mejor no inmediato (en la isocrona de 15 minutos) y calidad, siendo ésta menos acusada que en gran parte de ésta está constituida por las tie- los casos anteriores. rras de mejor calidad potencial para el cultivo La accesibilidad al espacio inmediato en intensivo. A medida que se amplía el espacio los castros que pertenecen a este modelo circundante disminuye la cantidad de tierra configura una línea regular tendente a la cir- accesible con respecto a otros yacimientos, cunferencia en torno al yacimiento que se si- por lo tanto desde el castro se accede a mu- túa en el centro. Esto nos indica que el acce- cho terreno en un corto radio temporal pero a so a las proximidades se produce en todas las medida que ampliamos éste, el incremento de direcciones con similar facilidad. Ejemplifican- accesibilidad (factor 9) disminuye y pasa a do lo anterior, podemos ver como en el castro ocupar los valores más bajos. El espacio in- Xestal el desplazamiento en la superficie in- mediato de estos yacimientos está formado mediata presenta la misma dificultad, en to- por suelos-tipo pertenecientes al grupo de las dos los puntos cardinales con respecto al po- “prime land”, que en este caso superan el blado. Sin embargo y a pesar de la regulari- 80% de rendimientos para el cultivo del maíz. dad en el acceso a la superficie inmediata del A medida que nos alejamos del castro dismi- castro y que demuestra el dibujo de la isocro- nuye el porcentaje de estas tierras, aumen- na, existe una ligera preferencia por aquellas tando el de tierras no aptas para el cultivo in- tierras de mayor calidad. Éstas ocupan las tensivo. Estos yacimientos se localizan en dos superficies con mejor accesibilidad con res- posiciones: central con respecto a las tierras pecto al castro. Por tanto, en general se pue- de mejor calidad, como es el caso de Os Cas- de decir que las tierras de mejor calidad son tros, Montoán y O Castriño que están situa- preferentes en acceso y en dominio visual en dos en la parte central de suelos-tipo pertene- el entorno inmediato de estos castros. cientes al grupo de las “prime land”, o pobla- dos en posición de intersección con respecto A medida que ampliamos la distancia tem- a las tierras de mejor calidad; como los cas- poral de la isocrona, los castros pertenecien- tros de Xestal, Saa, Labacengos, Casablanca tes a este grupo siguen manteniendo valores y Abade todos ellos situados en el borde de altos de superficie accesible. Sin embargo los suelos-tipo pertenecientes al grupo de “prime valores se van igualando hasta intercalarse land”, lo que podría interpretarse como una con respecto a los castros restantes, algunos manifestación clara de la intencionalidad de yacimientos pertenecientes a este grupo pa- ubicación del poblado en relación con la prác- san a ocupar valores intermedios de accesibi- tica de cultivo intensivo. Este grupo de castros lidad a larga distancia, son los casos de O no destaca por su control visual a larga dis- Castriño, Xestal, Montoán (y Cancela). Aten- tancia, variable que en este modelo está mar- diendo al incremento de superficie accesible cada por la casuística y en la que no existe entre 15 y 45 minutos, se observa que los po- homogeneidad. Sin embargo sí parece haber blados pertenecientes a este grupo ocupan un marcado control visual de las tierras situa- valores muy bajos. Por tanto, los castros per- das en su entorno inmediato, registrándose tenecientes a este modelo se sitúan en luga- valores altos de superficie visible en el entor- res con buena accesibilidad entre castro e no de 800 metros; castros de O Castriño, inmediaciones, sin embargo no ocurre lo Xestal y Saa. Cabe señalar que en aquellos mismo a larga distancia, sino más bien todo lo casos en los que no se registran valores altos contrario, ya que la situación de estos yaci- de visibilidad en el entorno, sino más bien va- mientos no favorece el acceso a la superficie lores medios, parece producirse una selec- situada más allá de sus proximidades. ción exigente de la superficie visible. Este fe- nómeno ha sido detectado en los poblados de Montoán, Casablanca, Labacengos y Os Cas- tros, todos ellos con porcentajes muy altos de visibilidad de las tierras de mejor calidad con respecto a la cantidad de tierras de calidad Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 43

entorno inmediato y su potencialidad para el cultivo intensivo es moderada, es por lo tanto un modelo mixto. Se caracteriza por la exis- tencia en su entorno inmediato de suelos ate- rrazados que presentan rendimientos de ca- tegoría A2 y A3, es decir, entre el 60 y 80% y entre 40 y 60% respectivamente para el culti- vo del maíz. Sin embargo, los rendimientos de estos suelos en su estado original, no aterra- zado, no son potenciales para la práctica del cultivo intensivo del maíz. A pesar de ello, y suponiendo que estos aterrazamientos sean posteriores al contexto aquí tratado, la elec- ción de aterrazar estas superficies nos indica que éstas y no otras ofrecen mayores rendi- mientos en proporción a la cantidad de trabajo empleada para su transformación e indican realmente que son suelos aptos para ser ate- Figura 38. Isocronas de 15, 30 y 45 minutos trazadas rrazados. Esto no implica la exclusión de la desde el castro de Xestal, la accesibilidad a su entorno influencia que pudieran tener los factores po- inmediato destaca por la regularidad direccional del blacionales actuales. Por otra parte, la exis- desplazamiento y por su prioridad sobre las tierras que tencia en estas superficies de aterrazamien- ofrecen rendimientos más altos. tos actuales no excluye la posibilidad de la práctica en las sociedades estudiadas de la En definitiva, este modelo agrupa a aque- construcción de aterrazamientos, idea men- llos castros en los que existe una relación en- cionada para las sociedades del Hierro por tre la situación del castro y su entorno inme- Bouhier (1979), Vázquez (1986), Vázquez y diato caracterizada por las siguientes Aria (1988), Criado (1988, 1992, 1993) y pos- manifestaciones: condiciones potenciales teriormente documentado por Candal (1993), para el aprovechamiento intensivo de la tierra Criado y Parcero (1996) y Parcero (1995b, para el cultivo. La proximidad a las mejores 1998). Con respecto a la posición en la que tierras para el cultivo así como la buena se emplaza el castro en relación con los tipos accesibilidad a los terrenos inmediatos, y en de suelo, cabe destacar que en general ocu- especial a las tierras de mejor calidad, pan posiciones centrales de superficies ate- permite el desarrollo agrícola intensivo en rrazadas pudiendo tener éstas rendimientos estas superficies. Por otra parte el control en suelos aterrazados de categoría A2 (Sis- visual se concentra en el espacio inmediato lo mundi, Carracedo, Cheda, Riba o Campo da cual reafirma la prioridad sobre estas tierras. Torre) o A3 (Sor, A Volta, Castelos, Céltigos, Sin embargo las condiciones que favorecen Ladrido, Mera, Porteiro o Prados); en algún un aprovechamiento de mayor intensidad de caso se sitúa en el borde del suelo aterrazado la tierra están en detrimento, en este caso, de (Mourama, Socastro o Cerdido). las condiciones defensivas del poblado. Con esto me refiero a que la facilidad de acceso entre el castro y las tierras inmediatas desvirtúa sus aptitudes defensivas. Lo cual no quiere decir que el entorno inmediato de los poblados de este modelo carezca de potencialidad defensiva, sino que ésta es inferior en comparación con los castros pertenecientes a los modelos uno y dos.

Modelo dos o mixto Está formado por aquellos castros que pre- sentan valores medios de accesibilidad en su 44 Pastor Fábrega Álvarez

En síntesis, este modelo agrupa a 15 minutos EL64 AL12s aquellos castros que debido a su emplaza- 2% 7% BL34 miento presentan valores medios de accesibi- 11% lidad, la potencialidad de su entorno inmedia- to original no es favorable para la práctica del cultivo intensivo, es decir, los terrenos no ate- rrazados no permiten el desarrollo del cultivo intensivo del maíz. Sin embargo una modifi- DL54_ cación de la superficie que forma el entorno 80% inmediato potenciaría notablemente la inten- sidad del cultivo, que sin embargo no llegaría a alcanzar unas condiciones óptimas. Estos Figura 39. Suelos-tipo pertenecientes al entorno inme- poblados se caracterizan por la adaptabilidad diato del castro de Mera, el tipo DL54_ es un suelo de su entorno inmediato original que presenta aterrazado con rendimientos de categoría A3 que en origen no ofrece condiciones para el desarrollo de un buenas condiciones potenciales defensivas cultivo intensivo. derivadas de sus valores medios de accesibi- lidad y en algunos casos, reafirmadas por su La accesibilidad en el entorno inmedia- control visual a larga distancia. Además la po- to presenta valores medios, con un empeo- sibilidad de importantes mejoras en los ren- ramiento de accesibilidad muy acusado en dimientos para el cultivo, que pasan por la in- comparación con los castros del modelo tres versión de trabajo necesaria para la mejora que prácticamente doblan en superficie acce- de sus condiciones, le confieren a las tierras sible en 15 minutos a los castros que forman que forman su entorno inmediato la posibili- parte del modelo mixto. En cuanto a la direc- dad de ser adaptadas para la práctica de un ción en la que se produce el desplazamiento, cultivo de cierta intensidad. señalar que las isocronas de accesibilidad en 15 y 30 minutos son en general irregulares, situándose el castro alejado del centro. Esto MODELOS INTERPRETATIVOS: quiere decir que el desplazamiento no se rea- liza con la misma facilidad en todas las direc- POSIBILIDADES Y TENDENCIAS ciones. El aterrazamiento de las superficies Tal y como hemos planteado, se han definido en las que se sitúan estos castros y que for- tres modelos de localización de los poblados man su entorno inmediato nos está indicando castreños en la zona de estudio. Cada mode- el emplazamiento topográfico de los pobla- lo representa un tipo diferente de relación po- dos, que mayoritariamente se ubican en su- tencial entre aptitudes productivas y defensi- perficies de ladera con pendiente moderada vas. De esta forma, el emplazamiento de los (10-20% aprox. Clase D de suelo y sitio) a fuerte (20-35% aprox. Clase E de suelo y si- castros del modelo uno favorece las condicio- tio) es el caso de Felgosas, Sor, Carracedo, nes defensivas del poblado pero limita los Cheda, Montoxo, Riba, Céltigos, Porteiro, rendimientos para el desarrollo del cultivo en Prados o A Volta. A pesar de esta generali- su entorno. En el modelo tres ocurre lo con- trario, el emplazamiento favorece la práctica dad, otros castros pertenecientes a este mo- de una agricultura intensiva pero la potencia- delo tienen otro tipo de emplazamiento topo- lidad defensiva de estos poblados es limitada. gráfico como por ejemplo Socastro o Ladrido, El modelo dos es a grandes rasgos un mode- ambos situados en pequeñas cimas lo que lo intermedio, la potencialidad defensiva de implica que su entorno inmediato está forma- los castros incluidos en este modelo es infe- do por zonas aterrazadas de ladera con las rior al modelo uno y superior al modelo tres. características descritas con anterioridad. De igual forma, la potencialidad para el desa- Visibilidad y altitud relativa constituyen dos rrollo del cultivo es inferior que en el modelo variables difíciles de valorar en este modelo tres pero superior que en el modelo uno. ya que existen bastantes variaciones entre unos poblados y otros. En general los castros de este modelo presentan valores medios de superficie visible y la calidad de su altitud relativa es moderada. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 45

poblados de cada uno de los modelos anali- zando las tendencias que muestran en cada caso. En primer lugar atendiendo a sus condi- ciones potenciales productivas, en segundo lugar atendiendo a sus condiciones potencia- les defensivas, por último se expone una in- terpretación que integra a las dos anteriores.

Interpretación productiva ideal Para formular una primera interpretación, he asumido la independencia productiva de cada poblado, es decir la condición de autosubsis- tencia de cada castro, que produciría con el fin de cubrir las necesidades energéticas de sus habitantes. En este sentido los modelos teóricos responden a diferentes intensidades potenciales de explotación agrícola; los po- blados pertenecientes al modelo tres permiten el desarrollo de cultivo intensivo sin modifica- ción de su entorno mientras en los castros del modelo uno solo es posible la práctica de una Figura 40. Situación de los castros del modelo uno, re- agricultura extensiva. Las posibilidades del presentados con una cruz, modelo dos, representados modelo dos o modelo mixto son más comple- con un punto, y modelo tres, representados con un jas; en el caso de los castros pertenecientes a triángulo. este modelo (dos), la práctica de una agricul- tura de cierta intensidad pasa por la modifica- Comprendido el equilibrio en cada ción de sus tierras inmediatas con el fin de modelo en relación con los factores producti- aumentar sus rendimientos, estas modifica- vos y defensivos, cabe preguntarse si a partir ciones se basan fundamentalmente en la mo- de estos factores es posible plantear una in- dificación de las pendientes, es decir en la terpretación válida para comprender el com- construcción de aterrazamientos. Sobra decir portamiento locacional de los poblados castreños que la construcción de éstos supone cierta in- en el área de estudio. A continuación se ex- versión de trabajo, que no es necesaria en el ponen las posibilidades potenciales de los

Figura 41. Situación de los castros de Prados, Ladrido y Castelos (modelo dos) y Tallo (modelo uno). 46 Pastor Fábrega Álvarez

modelo tres y que además, asumida ésta, los rendimientos obtenidos no llegarían a alcan- zar a los conseguidos en los entornos del modelo tres. Además de esta posibilidad, un grupo de castros del modelo mixto cuenta con tierras de primera (“prime land”) en su entorno (Cancela, Fornelos, Mera, Cerdido, Felgosas, A Volta, Riba, Cheda, Carracedo, C.Torre, Caleira), sin embargo y a diferencia del mode- lo tres, éstas no constituyen su entorno más inmediato (isocrona de 15 minutos) y por lo tanto no existe prioridad de acceso sobre ellas. La práctica del cultivo en estas tierras supone desplazamientos de 15 a 30 minutos, distancia temporal que permite plantear la po- sibilidad de la práctica de cultivo en estas tie- rras. Por otra parte, los castros del modelo mixto que tienen en su entorno de 30 minutos tierras de primera, tienen además en su en- torno inmediato tierras que permiten por me- Figura 42. Accesibilidad entre el castro de Carracedo (modelo dos) y los suelos de su entorno. La mayor par- dio de aterrazamientos la práctica del cultivo te de la superficie que abarca la isocrona de 15 minutos de cierta intensidad. No está claro por tanto, está formada por suelos aterrazados con rendimientos cual de las opciones es la más rentable en de categoría A2 sin embargo en un radio temporal de términos de inversión / producción, o bien la 30 minutos desde el castro se accede a suelos origina- práctica de cultivo con rendimientos óptimos les de categoría A1 o “prime land”. en tierras alejadas o bien la práctica de cultivo Una vez finalizado el repaso a las po- con altos rendimientos en las tierras inmedia- tas. Ésta última supondría un gasto de ener- sibilidades de desarrollo agrícola en cada uno gía para modificar la pendiente por medio de de los modelos, en los cuales parece claro aterrazamientos mientras en la anterior el que existen diferentes intensidades potencia- gasto de energía se emplearía en el despla- les, podríamos plantear hipotéticamente algo zamiento. Además del gasto energético, que intentaremos demostrar más adelante, es habría que tener en cuenta otros factores co- decir, la posibilidad de secuenciación de los mo el control visual de las tierras. Tampoco modelos. A lo largo del período de ocupación podemos descartar el empleo simultaneo de de los poblados fortificados ¿se produjeron estos dos tipos de terrenos o el cambio en un cambios en el modo de productividad agríco- determinado momento de ocupación. la? ¿existe una tendencia hacia la intensifica- ción? Si esto es así además de la mejora tec- nológica, la mayor exigencia en la selección de las tierras para el cultivo es una condición sin la cual no es posible una mejora sustan- cial de los rendimientos. La búsqueda de tie- rras más fértiles vendría acompañada de un cambio del emplazamiento doméstico de la sociedad de los castros, que se manifiesta en la mayor proximidad del poblado a las tierras con mejor aptitud para el desarrollo del cultivo intensivo. De este modo, sería posible esta- blecer una secuencia temporal hipotética de los modelos en términos productivos, que iría del modelo uno al modelo tres. Sin embargo, esta hipótesis ha de matizarse; la adaptación en este caso constituye un factor importante para explicar un fenómeno tan característico de la cultura castreña como la larga ocupa- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 47

ción de algunos castros. En este sentido, ha intensificar la productividad por medio de ate- de tenerse en cuenta que la intensificación del rrazamientos, tengan la posibilidad de cultivar cultivo no implica previamente un cambio in- tierras con rendimientos óptimos o muy altos mediato en la situación del poblado, sin antes en un entorno medio (isocrona de 30 minu- valorar el cambio de situación de las tierras tos). cultivadas o la modificación de la mismas (modificación de la pendiente). Con respecto Interpretación defensiva ideal a esta última posibilidad, debemos señalar que ésta es una característica de los castros La definición tradicional de castro caracteriza del modelo intermedio, en los que el aterra- a éste como un poblado fortificado, sin em- zamiento de la superficie inmediata supone bargo esto simplifica una realidad mucho más un incremento notable de la productividad. compleja de este fenómeno. Me refiero a que Además como se ha dicho antes, en algunos si entendemos fortificar por hacer fuerte un castros de este modelo las tierras con rendi- lugar con obras de defensa para que pueda mientos óptimos no son prioritarias en acce- resistir los ataques enemigos en una guerra so, sin embargo estas tierras se ubican a una (Moliner 1990: 1330) no se reconoce en esta proximidad razonable para ser utilizadas (en- definición la primera fortificación que se hace tre 15 y 30 minutos). En este caso, para el del lugar, que no es otra que la elección de su desarrollo potencial óptimo del cultivo intensi- emplazamiento en relación con su entorno. vo no es necesaria la reubicación del poblado Esta fortificación electiva, en un primer mo- sino la reubicación del cultivo que se despla- mento, no supone ninguna modificación física zaría a terrenos más alejados del poblado pe- del medio natural, sin embargo su existencia ro con mayores rendimientos. La larga ocupa- es evidente, al menos en la mayoría de los ción de un poblado sería consecuencia en es- poblados castreños, no sólo en la zona de es- te modelo de sus posibilidades de adaptación tudio sino también en toda la extensión en productiva. donde se localiza este fenómeno. A pesar de Sin embargo la secuencia planteada ha de ello, esta fortificación electiva se manifiesta entenderse más bien como una tendencia con intensidades muy diferentes y mientras hipotética, lejos de plantearse en términos de en el modelo uno es más que evidente en el aparición-desaparición paradigmática. Por modelo tres no es tan clara. En adelante me tanto, existe una tendencia en los castros del refiero por tanto a esta primera fortificación o modelo mixto a aproximarse a tierras en las fortificación electiva. que sea posible el desarrollo de un cultivo in- Los castros del modelo tres presentan tensivo, bien modificando la pendiente en su buenas condiciones de accesibilidad y valores entorno inmediato (aterrazamientos) o bien altos de superficie visible de su entorno inme- practicando el cultivo en las “prime land” si- diato, sin embargo esta visibilidad es selectiva tuadas en su entorno medio (isocrona de 30 y parece estar relacionada con las tierras de minutos). Asumidas las diferentes intensida- mejor calidad para el cultivo, por tanto el em- des potenciales de explotación agrícola en el plazamiento de los castros de este modelo no entorno de los castros, podríamos plantear parece primar en demasía sus condiciones que en castros de tamaño similar y por tanto defensivas. Los castros del modelo mixto pre- de población comparable, el entorno de cap- sentan valores de accesibilidad intermedios y tación de recursos primarios varía en función sus condiciones de visibilidad varían bastante de la intensidad de la práctica agrícola. De es- entre unos poblados y otros, las condiciones ta forma los castros del modelo tres tendrían defensivas en este modelo son superiores al un entorno productivo de mayor intensidad y modelos tres e inferiores al modelo uno, exis- por tanto de menor tamaño que en los mode- tiendo diferencias entre los propios poblados los restantes. Este caso contrastaría con el que conforman el modelo. Los castros del grupo de castros del modelo uno, en los cua- modelo uno presentan los valores más bajos les la baja intensidad del cultivo implica una de accesibilidad en su entorno inmediato y al- ampliación del área de captación de recursos gunos de ellos presentan también valores necesaria para obtener la energía suficiente. muy altos de superficie visible, lo cual les con- En el modelo dos el entorno de captación se- fiere grandes posibilidades potenciales defen- ría intermedio, con la particularidad de aque- sivas. Sin embargo he de señalar que si bien llos castros que además de la posibilidad de sus condiciones defensivas dentro del eje 48 Pastor Fábrega Álvarez

SW-NE o eje de poblamiento castreño son de tir tanto de una interpretación productiva co- gran relevancia, no lo son tanto si la compa- mo de una defensiva ideal. Sin embargo se ración se establece en relación con su entor- asume la validez relativa de ambas y se pro- no máximo o zona de estudio. Recordemos pone a continuación una interpretación mixta que mientras en el eje de poblamiento castre- o productiva-defensiva que aspira a cubrir las ño dominan los valles y zonas bajas, tanto la carencias de las anteriores. parte NW como SE están formadas por un re- No niega las posibilidades planteadas con lieve montañoso más abrupto, con cimas ele- anterioridad ni otras aquí no contempladas vadas, ríos encajados y pendientes pronun- sobre el poblamiento castreño en el área de ciadas. Los factores anteriores nos hacen estudio. Sin embargo y a pesar de su posible pensar que sean estas zonas las más aptas incapacidad para explicar, todos y cada uno potencialmente para su defensa y son preci- de los emplazamientos de los poblados, pre- samente en éstas en donde el castro revela tende ser válida para comprender el fenóme- su ausencia. La relatividad a la que nos refe- no de poblamiento en su totalidad. rimos implica que una hipótesis defensiva- ideal no puede explicar por sí misma el po- El núcleo interpretativo de este apar- blamiento castreño en la zona de estudio. A tado está constituido por el equilibrio del bi- pesar de ello y como he reconocido con ante- nomio productivo / defensivo, conceptos que rioridad, en la entidad castro se observan fac- en general y para el poblamiento castreño se tores potenciales defensivos con diferentes manifiestan con una característica inversión intensidades, la pregunta es la siguiente ¿a proporcional. Me refiero a que en un poblado qué responde la diferencia de intensidad po- castreño, cuanto mayor sea la potencialidad productiva menor será la potencialidad defen- tencial defensiva en los poblados? siva y viceversa (salvo excepciones). Esta re- La respuesta no es fácil, en primera ins- lación caracteriza a cada uno de los modelos tancia podemos asociar la intensidad defensi- interpretativos generales. va en relación con momentos coyunturales de mayor o menor estabilidad. En este sentido, Sin embargo, si admitimos el castro como los castros del modelo uno tienen mejores un poblado cuya subsistencia se basa en la condiciones defensivas que los castros del agricultura (interpretación productiva ideal), modelo dos y mucho mejores que los castros existe una contradicción que niega la posibili- del modelo tres. Sin embargo, también pudie- dad de que éstos ocupen los puntos más ais- ra ser que estas condiciones no sólo respon- lados, con mejor visibilidad o prominencia con dan a un objetivo funcional manifiesto, me re- respecto a su entorno. Con esto me refiero a fiero a que las condiciones pudieran estar re- la necesidad del castro de rodearse de un en- lacionadas con una función monumental o de- torno productivo que, tal y como demuestra el fensa latente del lugar, ejerciendo simplemen- mapa de distribución parece existir en todos te control social o relación de dominio aleján- los casos, y que condiciona la elección de in- dose por tanto de interpretaciones relaciona- accesibilidad, visibilidad o altitud relativa. das con coyunturas de inestabilidad. Por otra Por tanto, la idoneidad potencial defensiva parte y sin negar las anteriores, cabría la po- de un castro vendría dada por la situación que sibilidad que aún perdiendo efectividad, la for- le ofrezca las mejores condiciones defensivas tificación electiva del poblado fuera sustituida posibles en relación con su entorno, de entre por la fortificación por modificación antrópica, aquellos entornos que ofrezcan posibilidades es decir por la construcción de estructuras de- de subsistencia productiva. fensivas. Esta explicación podría completarse En el modelo uno, el equilibrio productivo / con otros factores, que por los argumentos defensivo se manifiesta con una clara des- esgrimidos en el apartado anterior, podría es- compensación: la potencialidad defensiva de tar en consonancia con la hipótesis producti- estos poblados es claramente superior a la de va-ideal. los modelos restantes, sin embargo la capaci- dad productiva de su entornos inmediatos so- Interpretación productiva defensiva lamente permitiría el desarrollo de una agricultura extensiva, si bien el cultivo en Una vez planteadas las anteriores parece cla- tierras que permitiesen su intensificación es ra la imposibilidad de plantear el fenómeno de problemático ya que éstas se encuentran muy poblamiento castreño de forma general a par- alejadas del poblado, y los rendimientos de un Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 49

jadas del poblado, y los rendimientos de un vor del otro y por lo tanto se rompe el equili- cultivo intensivo son difíciles de mantener en brio que existe en general entre estos dos estas condiciones. Sin embargo, si fuera po- factores. Por tanto, los poblados sible se acentuaría aún más el peso de las pertenecientes al modelo dos presentan condiciones defensivas en los castros de este mayores condiciones de adaptación y modelo. potencialmente son más equilibrados para el En los castros pertenecientes al modelo desarrollo productivo-defensivo. tres es posible desarrollar la práctica del culti- vo intensivo debido a que los rendimientos que ofrecen las tierras en los entornos inme- LOS MODELOS LOCACIONALES EN LAS diatos son óptimos, estos rendimientos se al- SOCIEDADES DEL HIERRO canzan sin modificación alguna del terreno y además es difícil que se dé un sistema pro- Una vez planteadas las posibilidades poten- ductivo diferente ya que esos suelos son por ciales de cada modelo y expuesto el equilibrio lo general inadecuados para sistemas produc- que representan, parece oportuno dar un pa- tivos no intensivos. La potencialidad defensiva so más allá e interpretar el binomio defensivo de los castros del modelo tres es claramente / productivo en el contexto de las sociedades inferior en comparación con los modelos res- del hierro en la zona de estudio. Es decir, en tantes. qué medida existe la posibilidad de plantear la El modelo intermedio, presenta una mayor necesidad en estas sociedades de defender heterogeneidad en el equilibrio productivo / un territorio o rodearse de un espacio produc- defensivo y éste está más compensado que tivo. Cuándo en cada caso o en definitiva, si en los modelos anteriores. Tal y como se ha cabe la posibilidad de interpretar los modelos dicho anteriormente, la interpretación de las de modo secuencial o por el contrario debe- posibilidades productivas de este grupo de mos identificarlos como representativos de castros es mucho más compleja, ya que de- funciones diferenciadas. La primera opción pende de otros factores como los tecnológi- conduce a otras como la ruptura, evolución o cos (modificación de la tierra) que implican la continuidad de los modelos locacionales du- introducción de otro nivel hipotético. En este rante la Edad del Hierro y su cronología. Sin sentido las posibilidades productivas en estos embargo la opción anterior no niega otra de castros oscilan entre la práctica de cultivo ex- tipo funcional, que podría plantearse para uno tensivo y la práctica de un cultivo intensivo o varios momentos. Por otra parte no pode- con rendimientos potenciales variables, que mos descartar apriorísticamente una hipótesis aumenta suponiendo la modificación de las funcional de los modelos a lo largo de toda la tierras prioritarias en acceso (intensivo entre Edad del Hierro cuya viabilidad pasa por la 40-60% de rendimientos) y que se optimiza existencia de indicios que apunten una posi- suponiendo la práctica del cultivo superado el ble sincronía paradigmática. umbral del entorno inmediato (intensivo >80% Con el fin de plantear una interpretación rendimientos). La potencialidad defensiva del funcional, secuencial o la imposibilidad de las modelo dos es intermedia con respecto al anteriores, he procedido a estudiar en térmi- modelo uno y el modelo tres, por tanto la si- nos comparativos las tendencias locacionales tuación de estos castros les confiere grandes y otros datos procedentes de diferentes pro- posibilidades de adaptación productiva man- puestas metodológicas aplicadas en los cas- teniendo una potencialidad defensiva media. tros analizados, es decir; registro arqueológi- A pesar de que este modelo se presenta co- co y estructura constructiva. El primero arroja mo potencialmente intermedio, agrupa algu- algo de luz sobre el tiempo del espacio, mien- nos castros en los cuales el equilibrio defensi- tras el segundo nos permitirá comprobar si las vo / productivo varía notoriamente, siendo ca- diferencias locacionales se manifiestan en el racterístico de este modelo algún poblado que plano constructivo. Además he añadido los rompe el equilibrio defensa / producción (La- resultados de otros análisis locacionales so- drido). En los que se manifiestan mejores o bre los castros en Galicia con el fin de con- peores condiciones defensivas y productivas, trastar el modelo interpretativo propuesto en en conjunto y con respecto a otros, en estos éste. Los trabajos mencionados son; La cons- casos no existe detrimento de un factor en fa- trucción del paisaje social en la Edad del Hie- 50 Pastor Fábrega Álvarez

rro en el noroeste ibérico, de C. Parcero y Los destacan la muralla y muro de contención, castros de la cuenca media del río Ulla y sus además de tres agujeros de poste, dos de relaciones con el medio físico, de L. X. Carba- sección rectangular hechos en piedra y uno llo. de sección circular excavado en la roca. Por tanto, no parece que existan estructuras de El registro arqueológico habitación en piedra así que es posible que éstas fueran de materiales perecederos. For- Debemos señalar que para el conjunto de los man parte de los materiales encontrados castros ubicados en la zona de estudio con- fragmentos de cerámica castreña, hecha a tamos con datos escasos acerca de su regis- mano, de pasta gruesa, desgrasante de gran tro. Las intervenciones han sido llevadas a tamaño compuesto de mica, pizarra y cuarzo. cabo en cuatro castros del municipio de Orti- Los bordes son esvasados oblicuos y las ba- gueira (Tallo, Montoán, Ladrido y Prados) y ses planas, la decoración es incisa. También en uno del municipio de Cariño (Cancela). fueron encontrados fragmentos de bronce así Además de estos datos contamos con las como cantos rodados y un alisador en piedra. “exploraciones” de Federico Maciñeira en el E. Ramil le otorga al yacimiento, a partir del castro de Ladrido así como con los hallazgos examen tipológico, una cronología en torno a casuales en diversos puntos de la comarca y los siglos VI o V a. de C. con el material procedente de excavaciones Los materiales arqueológicos procedentes clandestinas (Coucepenide). En general po- de excavaciones clandestinas en el castro de demos afirmar que la información procedente Coucepenide (Ramil 1999b) fueron analiza- del registro arqueológico es escasa; solamen- dos con el fin de establecer una adscripción te han sido intervenidos cinco castros de los cronológica para este yacimiento. La escasez 38 analizados, o bien confusa; contamos de la muestra y la inexistencia de contexto di- además con hallazgos descontextualizados ficultó la tarea. Los materiales estudiados fue- de los que sólo se mencionan aquellos vincu- ron fragmentos de cerámica de pasta muy lados claramente a un castro determinado, basta, con mala cocción, desgrasante micá- por otra parte tenemos información de las ceo de grano grueso; las piezas son lisas y “exploraciones” llevadas a cabo por F. Maci- carentes de decoración. Ramil señala que nos ñeira cuyo registro es poco riguroso. Por últi- encontramos con un tipo de producción local. mo el registro es parcial; las intervenciones Destaca una rodela de esteatita decorada con realizadas han consistido en la apertura de perforaciones y señala que ésta es semejante sondeos en una pequeña parte de la superfi- a la aparecida en el castro de Penalba- cie total del poblado, no existe por tanto nin- Campo Lameiro, al que Antonio Álvarez des- gún registro de excavación de superficies sig- pués de varias campañas le otorga una cro- nificativas de los yacimientos que puedan dar nología en torno al S. VII a.C., parecida tam- visiones completas de las secuencias de ocu- bién a la encontrada en el castro de Torroso- pación. Por otra parte carecemos de datacio- Mos, al que Antonio de la Peña después de nes de C-14, por lo que toda aproximación las intervenciones realizadas le otorga la cronológica se ha hecho a partir del estudio misma cronología (S.VII a.C.). Tanto en Pe- tipológico de los materiales lo cual relativiza nalba ( y Fábregas 1991) como en mucho más su precisión. Por todas estas ra- Torroso (Peña 1992: 45) contamos con abun- zones he considerado que los datos del regis- dancia de dataciones de C-14 que confirman tro arqueológico han de manejarse con la antigüedad mencionada. Después del aná- precaución sin sacar conclusiones lisis tipológico realizado E. Ramil (1999b) precipitadas y mucho menos definitivas. concluye que si bien no se puede precisar, todo indica que el castro de Coucepenide se Los castros del modelo uno puede adscribir a una fase inicial de la cultura Las intervenciones arqueológicas llevadas a castreña. cabo en el castro de Tallo (Ramil 1989a: 58- En el castro de Moura y en el de Punta dos 63), planteadas a partir de la realización de Frades no se han llevado a cabo intervencio- sondeos en tres áreas diferentes, revelaron nes arqueológicas, sin embargo contamos un único nivel de ocupación asentado sobre la con referencias (Ramil 1999a) sobre la apari- roca base. Entre las estructuras exhumadas, Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 51

ción en superficie de algunos fragmentos de mentos portugueses norteños y las llamadas tégula romana. pedras formosas, atribuyéndole una funciona- lidad similar a la de las saunas o baños de Los castros del modelo dos vapor. En el interior del monumento no fue Las intervenciones arqueológicas en el castro documentado material, sin embargo en la par- de Prados (Ramil 1998, 1989a, 1989b, 1991, te externa de uno de sus aparecieron 1999, Parcero 2001) son sin duda las que fragmentos de cerámica indígena y común, cuentan con mayor tradición en la comarca, fragmentos de moldes y crisoles, una fíbula una de las razones se debe a la ubicación en de largo travesaño, abundante escoria, con- el foso del monumento con horno. Se han lle- chas de diferentes especies y huesos de va- vado a cabo campañas de excavación y con- ca, cerdo y ovicápridos. Este material fue solidación con el fin de estudiarlo y revalori- asociado a un supuesto basurero del castro zarlo. Por tanto, la mayoría de los trabajos se ubicado en el foso. E. Ramil relaciona el mo- centraron en el foso en el que se encuentra el numento con la segunda fase de ocupación monumento, a pesar de que en la primera del castro. campaña fueron excavados algunos sectores La última campaña de excavaciones en la en el lugar de habitación. En éstos fueron lo- zona del monumento (Parcero 2001) fue lle- calizadas dos estructuras en ángulo sobre vada a cabo con los objetivos de aclarar la otras dos circulares, recuperándose tres tipos zona de ubicación de entrada al castro así de materiales; cerámica, metales y líticos. Los como esclarecer las fases constructivas del fragmentos cerámicos encontrados fueron monumento. Entre los materiales encontrados clasificados como cerámica de tradición indí- destacan una moneda de bronce de la época gena, hecha a mano, de pastas bastas, bor- de Augusto acuñada en Caesaraugusta (Za- des esvasados oblicuos y bases planas, y ce- ragoza) en el año 3 a. C. y una arracada de rámica común, con desgrasante de grano fino oro similar a la de Cances, Irixo y A Graña to- y bordes rectos, además de un fragmento de das ellas tradicionalmente asignadas al S.II sigillata (drag 37) otro de ánfora y dos fusayo- a.C. Además se documentaron restos cerámi- las. El conjunto de materiales líticos está for- cos muy fragmentados unos a torno y otros a mado por molinos circulares y naviformes, ali- mano, dos fragmentos de tégula y una cuenta sadores, pesas y fusayolas. Entre los metales de collar de pasta vítrea. Las diferencias destaca un as de bronce de Augusto, una fí- constructivas y de orientación de las estan- bula de bronce de cinturón y una pesa de cias del monumento ya señaladas por E. Ra- plomo. El castro tiene al menos dos momen- mil podrían indicar distintas fases constructi- tos de ocupación perteneciendo el material vas, que según C. Parcero podrían ser al me- mencionado al segundo momento. E. Ramil nos dos para el edificio del monumento y qui- relaciona este segundo nivel con una crono- zá no menos de tres para el conjunto del área logía en torno a los siglos I y II d.C. La crono- circundante. Por tanto, la adscripción cronoló- logía del primer nivel es difícil de determinar gica del monumento y de estos monumentos debido a la ausencia de material, sin embargo en general es una cuestión controvertida, a E. Ramil (1995-6) menciona la posibilidad de pesar de que en este caso parece bastante que se trate de un momento prerromano en probable una fase de utilización en época ro- torno al S. I a.C. relación que establece a par- mana si bien pudiera tener un origen prerro- tir de las formas circulares de habitación do- mano que, por otra parte, ya no parece tan cumentadas en el primer nivel. improbable como hace unos años, según El monumento con horno se ubica en el in- muestra el conjunto recientemente excavado terior del primer foso del castro, las campañas y fechado en Pendia y Chao de Sanmartín de excavación pusieron de manifiesto la es- (Villa 2002: 171-3). tructura del mismo que E. Ramil divide en Las intervenciones arqueológicas realiza- cuatro recintos: vestíbulo, antecámara, cáma- das en el castro de Ladrido por E. Ramil ra y horno. Además de estas estructuras fue- (1999b, Botella y Ramil 1987) permitieron ron exhumadas otras como el canal de desa- abordar la posible sincronía entre este castro güe, algunos muros de contención y un su- y el de Prados. La excavación fue planteada puesto empedrado. Desde un primer momen- abriendo varios sondeos en dos zonas dife- to fue establecida su relación con los monu- renciadas; croa y antecastro. Parece demos- 52 Pastor Fábrega Álvarez

trada la sincronía de ambas estructuras debi- existe al menos un momento de ocupación do a que los materiales encontrados son muy anterior. similares. Los fragmentos cerámicos son, por Las excavaciones llevadas a cabo en el una parte, cerámica indígena hecha a mano y castro de Cancela por E. Ramil (1999a), en a torno lento, muy basta con desgrasante de las que fueron exhumados algunos fragmen- grano medio, y por otra, cerámica común ro- tos de cerámica indígena hecha a mano ade- mana y fragmentos de tégula. Entre el mate- más de fragmentos con influencias romanas, rial lítico destacan los pedazos de molinos cir- tégulas, fusayolas y dos molinos circulares, culares, una fusayola y un machacador de confirman un único momento de ocupación cuarzo. Entre el material metálico destaca una del yacimiento cuya adscripción cronológica fíbula de largo travesaño en mal estado de estaría en torno al S. I a.C., de nuevo a partir conservación. Las estructuras exhumadas únicamente del análisis tipológico de los ma- son muralla de piedra y tierra y habitaciones teriales y de intervenciones reducidas a son- cuadradas de esquinas redondeadas. E. Ra- deos muy localizados. mil (1999b) señala que el castro de Ladrido tiene un solo nivel de ocupación en torno a los Los castros del modelo tres siglos I a.C y I d.C. Sin embargo Federico Maciñeira llevó a cabo lo que él mismo deno- En las excavaciones en el castro de Montoán minó como “someras exploraciones” de las dirigidas por E. Ramil (1990, 1999a, 1999b), que dice: fueron exhumados fragmentos de cerámica indígena, hecha a mano, buena cocción, des- He excavado en un solo punto del recinto grasante de grano fino y medio siendo la ma- superior; habiendo descubierto parte de los yoría pastas compactas y arenosas. Destaca restos de una reducidísima habitación rectan- la aparición de cerámica estampillada que gular; fabricada con muretes de piedra menu- permite establecer una relación cronológica da, y en ellas residuos de un hogar con ceni- entre el yacimiento y la II Edad del Hierro. zas y trozos de diversas vasijas de barro, Además fueron documentados varios frag- además de un pulidor de mano de piedra are- mentos de moldes de fundición así como una nisca. La cerámica, de pastas groseras y téc- canica de barro, una fusayola y varios clavos nica deficiente, carbonosa alguna y ahumada de hierro. Por otra parte llama la atención la otra, fue confeccionada a mano y a torno; aparente inexistencia de estructuras de habi- presentando varias piezas superficies áspe- tación en los sectores excavados que sin em- ras, mientras que en otras aparece ligeramen- bargo confirmaron la existencia de las estruc- te alisada, y ninguna de ellas con indicios de turas defensivas: muralla y foso. ornamentación. Diferentes de estos tiestos, relativamente finos, son notables por mostrar exteriormente bien empastada de materia La complejidad constructiva blanca (de tono hueso), alisada su negra ma- Al igual que para el registro arqueológico, sa. Correspondiendo el conjunto de trozos contamos con escasa información sobre la exhumados a vasos de distintas formas, glo- estructura constructiva de los castros en la bular alguno, con los bordes de la boca recur- comarca. Conocemos la planta de casi la tota- vados para fuera; entre los cuales el más lidad de los castros del municipio de Ortiguei- completo e interesante es uno campaniforme, ra a través de los croquis de las fichas de in- de 11 centímetros de alto, hecho a torno, de ventario y de las publicaciones. Para comple- superficie exhumada y algo alisada, con am- tar esta información se han revisado las des- plia base plana (F. Maciñeira, 1934, 10) Seña- cripciones de la totalidad de los castros de la la E. Ramil (1999b) quien tuvo la oportunidad zona de estudio a excepción de los castros de de estudiar parte de esta cerámica que “las Casablanca y Maior, descripciones con las pastas son toscas y gruesas, siendo un mate- que no contamos. Sin embargo he de señalar rial escaso pero que permitió pensar en una que esta información ha de manejarse con cronología antigua para el yacimiento” prudencia por cuatro motivos. El primero de Por tanto a pesar de que las conclusiones ellos es que, como hemos dicho anteriormen- de la campaña de 1987 parecen contunden- te, no tenemos la totalidad de las plantas de tes, podríamos plantearnos la cuestión de si los castros estudiados. El segundo deriva de la parcialidad del registro, es decir, no pode- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 53

mos conocer con detalle la estructura cons- Prados, Castelos, Mourama, Céltigos) una tructiva de un poblado por medio de prospec- segunda línea de muralla o parapeto (Caste- ción superficial. El tercero está relacionado los, Prados, Porteiro) un primer foso (Felgo- con la conservación del yacimiento, que se ha sas, Carracedo, Caleira, Cancela, Fornelos, intentado superar eliminando de este análisis Porteiro, A Volta, Ladrido, Prados, Castelos) aquellos castros más afectados por las des- un segundo foso (Castelos, Porteiro, Prados) trucciones de sus estructuras (Cheda, Mon- un tercer foso (Porteiro) un posible antecastro toxo, Riba, Cariño, Mera, C. Torre). El cuarto (Felgosas, Cerdido, Socastro, Céltigos) posi- se debe a la heterogeneidad de la informa- bles terrazas (Sor, Socastro, Cancela, Forne- ción, procedente de fuentes distintas y elabo- los, Porteiro, Prados, Mourama, Céltigos, rada para diferentes finalidades. Por tanto, ha Sor). Sin embargo, cabe señalar los proble- de tenerse en cuenta la calidad de los datos y mas que presenta la descripción estructural no sacar conclusiones precipitadas a partir de en los castros de este modelo. Recordemos este análisis, que si pretende convertirse en que estos yacimientos se sitúan en superfi- una aproximación al tema desde otro ámbito cies aterrazadas para el cultivo, éstas bien metodológico. pudieran confundirse con estructuras perte- Los castros del modelo uno se caracterizan necientes al propio castro. Además, el hecho por su sencillez constructiva, localizándose en de que estos aterrazamientos existan indica la todos ellos una línea de muralla o parapeto inmediatez de lugares y como consecuencia (Tallo, Torre, Moura, Frades, Pedra) comple- la alteración antrópica de estas zonas. Por tada en algunos casos por un foso (Tallo, To- otra parte no se puede descartar que algunos rre, Moura) y una terraza (Torre), a excepción de estos aterrazamientos sean prehistóricos y del castro de Penido cuyo recinto está rodea- formen parte del propio yacimiento. Tomando do de tres líneas de supuestas murallas úni- como muestra los castros del municipio de camente conservadas en algunos puntos que Ortigueira, hay que destacar que algunos de destacan por el tamaño de las piedras que las los poblados pertenecientes al modelo dos forman. Sin embargo, en algunos castros del destacan por el tamaño de sus elementos de- Hierro I con presuntas murallas monumenta- fensivos visibles. Este es el caso de los cas- les, éstas no parecen haber sido más que ate- tros de Céltigos y Prados, cuyas murallas rrazamientos o muros de escasa altura. Al además de ser de gran tamaño se convierten menos en ningún poblado de los excavados en un referente del paisaje debido a la posibi- (Penalba, Torroso, As Croas) se ha podido lidad de verlos desde una distancia conside- verificar que estos elementos fuesen verdade- rable. ras murallas, por tanto debemos ser pruden- tes con la consideración de las estructuras de Penido. El emplazamiento de los castros de este modelo en zonas alejadas a los suelos con mejores aptitudes para el cultivo favorece la conservación del yacimiento. Esto se debe a que estos espacios están alejados de zonas pobladas y por tanto la alteración antrópica es mínima, consecuentemente parece improba- ble una destrucción considerable de las es- tructuras de los yacimientos pertenecientes a este modelo. Por tanto, la fiabilidad de la ob- servación superficial es superior en este con- Figura 43. Vista del emplazamiento del castro de Punta junto de yacimientos. dos Prados en el que destaca la monumentalidad de Los castros del modelo dos en general pa- sus murallas. recen presentar una mayor complejidad cons- tructiva, localizándose una primera línea de La caracterización constructiva de los cas- muralla o parapeto (Felgosas, Cerdido, Sor, tros del modelo tres presenta numerosos pro- Socastro, Carracedo, Caleira, Sismundi, Can- blemas derivados de su estado de conserva- cela, Fornelos, Porteiro, A Volta, Ladrido, ción, esto se debe al emplazamiento de estos 54 Pastor Fábrega Álvarez

castros asociados a tierras profundas, ópti- otras razones por utilizar como herramienta mas para el cultivo. Lo anterior ha provocado un Sistema de Información Geográfica para la la alteración de estas superficies con activi- construcción y comprensión del modelo, así dades relacionadas con las prácticas agríco- como por la similitud del factor de escala y por las. Un ejemplo ilustrativo y que podría carac- las variables empleadas para el estudio. Tras terizar las alteraciones que sufren este tipo de definir dos modelos locacionales, se plantea yacimientos se documenta en el castro de su interpretación en el contexto de las socie- Montoán. En este yacimiento no se aprecia- dades del Hierro, C. Parcero se decanta por ron estructuras defensivas en los trabajos de la interpretación diacrónica de los modelos a prospección llevados a cabo por E. Ramil con partir del examen de diferentes indicadores, anterioridad a los de excavación. Sin embargo entre los que destaca el propio registro deri- la intervención confirmó la existencia de mu- vado de algunos de los castros de sus zonas ralla y foso, que se encontraban totalmente de trabajo, relacionando el modelo uno (I) con colmatados con el fin de aprovechar la super- la I Edad del Hierro y el dos (II) con la segun- ficie para el cultivo. Cabe señalar en este sen- da. Cabe señalar la similitud locacional entre tido que en los castros de Labacengos, Aba- el modelo uno (de Parcero) y el modelo uno de, Os Castros, O Castriño y Saa, en ninguno (nuestro), al igual que entre el dos (de Parce- de ellos se apreció la existencia de foso en ro) y el dos (nuestro), siendo el tres (en este) los trabajos de prospección superficial, que en más próximo al dos (en Parcero). Esta analo- este modelo sólo se documenta en el castro gía, no ha de entenderse como una coinci- de Xestal. dencia en la manifestación de las variables Una vez presentada la problemática de que creo diferente de cada zona de estudio, conservación de estos yacimientos, pasamos sino más bien como una tendencia semejan- a revisar las estructuras constructivas locali- te. Por ejemplo no se puede esperar que cas- zadas. En los castros del modelo tres se ha tros del mismo modelo en zonas diferentes se localizado un foso (Montoán, Xestal), una mu- emplacen en suelos con la misma capacidad ralla (Os Castros, Labacengos, Abade, Mon- productiva, sin embargo lo verdaderamente toán, Xestal, Saa), un posible antecastro significativo es que la capacidad productiva (Xestal, O Castriño) y una posible terraza de estos suelos sea la mejor en las zonas (Saa). En los castros de este modelo se de- respectivas. Por tanto se puede decir que si tecta una complejidad constructiva menor que bien cada modelo no se manifiesta de igual en los castros del modelo dos y similar o sen- forma en áreas distintas, las tendencias son siblemente superior a los yacimientos del mo- análogas en zonas diferentes. delo uno, si bien cabe señalar una vez más la El trabajo de L.X. Carballo (1990) sobre el complejidad que presenta este tipo de análisis fenómeno castreño en la cuenca media del río en los castros pertenecientes a este modelo. Ulla es sustancialmente diferente a éste y al anterior en el ámbito metodológico. En primer Los análisis en otras zonas lugar porque en él se hace fundamentalmente un análisis formal, en segundo lugar porque la En este apartado, se ha pretendido relacionar variable utilizada es la topografía y en tercer dos trabajos que han precedido a éste y que lugar porque se hace uso de un factor de es- se complementan entre sí, estableciendo un cala de detalle. Sin embargo y a pesar de las entramado hipotético con relaciones entrecru- diferencias es posible relacionar los empla- zadas. Me refiero a los trabajos de C. Parce- zamientos determinados por L.X. Carballo y ro (2000, e.p.) y L.X. Carballo (1990), cuyos los modelos presentados en este trabajo y por resultados sintetizo a continuación, con el fin tanto aportar más argumentos para interpretar de presentar un argumento más de contraste estos modelos en el marco de las sociedades para la interpretación de los modelos. del Hierro. Atendiendo al emplazamiento to- La Tesis doctoral de C. Parcero (e.p.) plan- pográfico de los castros del municipio de Orti- tea un análisis del paisaje social de las socie- gueira, que conocemos con mayor profundi- dades del Hierro a partir de tres zonas dife- dad y por tanto utilizamos como referencia, rentes y más o menos alejadas de la comarca debemos señalar que dos de los yacimientos de Ortegal. Éste constituye el precedente me- ocupan un emplazamiento tipo C, es decir, en todológico del que está siendo leído, entre cerro rodeado al menos por tres de sus lados por pendientes fuertes, dominando el espacio Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 55

circundante a media distancia y por tanto con modelo y contexto sociocultural en la Edad buenas condiciones defensivas (Carballo del Hierro en la comarca de Ortegal. 1990). Los yacimientos a los que me refiero Con anterioridad se mencionaba la posibi- son Maior y Penido, ambos forman parte de lidad de una hipótesis funcional para interpre- los tres castros del modelo uno en el munici- tar integralmente los modelos, hipótesis que pio de Ortigueira, situándose el tercero en una parece inviable estudiados los datos aporta- punta de mar. Además el castro de Ladrido, dos sobre el registro, construcción y estudios perteneciente al modelo dos, también se ca- locacionales. Por tanto me he inclinado por racteriza por presentar un emplazamiento tipo formular una hipótesis de base temporal de C, único en este modelo. L.X. Carballo rela- los modelos, si bien no se pueden precisar ni ciona este emplazamiento con una fase anti- negar matices funcionales. Fundamento a gua de la cultura castreña, entre los siglos IX continuación la anterior afirmación. y VI a.C. Con respecto a los tipos restantes, localizamos en el municipio castros con em- Los castros del modelo uno se adscriben a plazamiento tipo A, ocupando la cumbre de una etapa inicial de la cultura castreña que un otero o loma rodeado de pendientes sua- podemos identificar con el llamado Hierro I o ves o medias, pertenecientes al modelo dos Fase I (Fariña, Coelho), situada en un hori- (Céltigos, Campo da Torre) y al tres en “posi- zonte cronológico entre los siglos VIII y VI ción de intersección” (Xestal, Saa). Los cas- a.C. Así lo demuestra el registro de excava- tros pertenecientes al tipo B, se engloban en ción en el castro de Tallo y los materiales es- el modelo dos (Porteiro, A Volta, Mera), se tudiados en el castro de Penido. Los castros trata de castros situados en ladera con pen- localizados en emplazamiento tipo C pertene- diente suave o moderada. Tanto a los empla- cen a este modelo, L.X. Carballo los adscribe zamientos tipo A como B, se le atribuyen fa- a una etapa antigua (fase I). Además existe ses de ocupación tardías entre el siglo IV a.C. correspondencia locacional entre este modelo y el I d.C. Por último señalar la localización y el I definido por C. Parcero (e.p.) en otras del castro de Montoán y O Castriño (“posición zonas y que relaciona también con una fase central” del modelo tres) en emplazamiento antigua de ocupación (Hierro I). Los castros tipo E, es decir en llanura, no por ello con es- del modelo uno se caracterizan por su senci- casa visibilidad, con defensas artificiales sin llez constructiva (Tallo, Moura, Frades, Pedra, mayor complejidad que otros, a pesar de que Torre) al igual que los poblados del modelo I por su situación presenta escasa potenciali- en C. Parcero (e.p.). A pesar de que solamen- dad defensiva. Esta caracterización la esta- te contamos con un registro de excavación blece L.X. Carballo para este tipo de empla- (Tallo) es posible plantear la existencia en es- zamientos y representativa para los castros tos castros de un único nivel de ocupación de Montoán y O Castriño, no estableciendo que se fundamenta en la intervención en este para este tipo ninguna relación cronológica. poblado y la sencillez constructiva de los cas- Por último señalar que los castros de Forne- tros de este modelo. los, Tallo, Prados, Castelos y Mourama no Los castros del modelo dos se adscribirían tienen correspondencia tipológica debido a a una fase reciente de la cultura castreña, re- que se trata de castros costeros cuya clasifi- lacionada con el periodo de influencia romana cación no establece L.X. Carballo, ya que su y una posible fase prerromana. Lo anterior se trabajo se centra en un área de interior. documenta en el registro de excavación de los castros de Prados, Ladrido y Cancela, si- tuados cronológicamente entre los siglos I a.C Un tiempo para el espacio y II d.C. Es posible señalar la existencia de Una vez conocida la parcialidad del registro una fase prerromana, muy probable en el cas- arqueológico y la problemática de un análisis tro de Prados en el que se identifican, al me- de la estructura constructiva en la zona de es- nos, dos niveles de ocupación, el primero sin tudio, presentados los datos con los que con- correspondencia cronológica, e incierta en el tamos así como otros análisis locacionales castro de Ladrido apoyada en el material sobre los castros del noroeste, estamos en aportado por Maciñeira. El estudio de este disposición de formular hipotéticamente las material podría modificar la propuesta de un relaciones existentes entre poblados, tiempo y único momento de ocupación planteado por función. Es decir, en plantear relaciones entre Ramil. Atendiendo a los tipos de emplaza- 56 Pastor Fábrega Álvarez

miento propuestos por L. X. Carballo, se loca- E (Montoán, O Castriño). Tal y como se ha lizan en el municipio de Ortigueira y pertene- mencionado con anterioridad, se adscribe el cientes a este modelo castros con emplaza- emplazamiento tipo A a una segunda fase de miento tipo A (Céltigos, Campo da Torre), B ocupación (S. IV- I d.C.). Sin embargo los (Porteiro, A Volta, Mera), C (Ladrido). Tal y emplazamientos tipo E, carecen de corres- como se ha dicho anteriormente tanto los am- pondencia cronológica, a pesar de ello, la plazamientos tipo A como B, se relacionan aparición de cerámica estampillada en el cas- con una segunda fase de la cultura castreña tro de Montoán nos hace pensar en una ocu- (IV a.C.-I d.C.). El modelo II (en Parcero) con pación tardía (Fase II). Por tanto a pesar de análoga tendencia que el dos (en éste) se re- las carencias del registro, podemos plantear laciona en las zonas estudiadas con la II Edad la relación entre este modelo y un momento del Hierro. La localización de Ladrido en em- de ocupación tardío (Fase II o Hierro II) que plazamiento tipo C y la adscripción de este ti- se ve respaldado por su tendencia hacia la in- po a una primera fase parece descartada por tensificación del cultivo análoga a la del mo- las intervenciones de Ramil en este yacimien- delo dos. De esta forma, podríamos pensar to. Parece confirmarse por tanto la viabilidad en una coincidencia cronológica, al menos en de una hipótesis que defiende la ocupación algún momento de ocupación en los castros tardía de los castros de este modelo. de los modelos dos y tres. No obstante, si es- Por otra parte los castros del modelo dos, to se confirma cabría preguntarse si los cas- destacan en líneas generales por su comple- tros del modelo dos y tres desempeñan fun- jidad constructiva, convirtiéndose ésta en mo- ciones diferenciadas o bien representan dis- numental (Criado 1993: 50-1) en algunos ca- tintas realidades sociales o por lo contrario sos (Prados, Céltigos). Esta complejidad po- reproducen un mismo paradigma doméstico. dría interpretarse como un cambio de raciona- lidad o bien como fruto de diferentes momen- tos constructivos. Si asumimos la primera in- MODELO, ESPACIO Y TERRITORIO terpretación y la relación cronológica del mo- delo, podría plantearse de modo hipotético la En los siguientes apartados se propone el correlación entre un cambio de racionalidad y análisis de dos paisajes diferenciados. Por el periodo de influencia romana y como con- una parte aquel constituido por los castros del secuencia una reestructuración del modelo de modelo uno, adscritos al Hierro I, y por otra asentamiento. La segunda opción señalada los castros del modelo dos y tres, pertene- podría interpretarse como una materialización cientes al Hierro II. Cabe señalar que cada consecuencia de una larga ocupación. La uno de estos paisajes se analiza partiendo de complejidad respondería en este caso a la una relación de sincronía entre los poblados ampliación del área de habitación o a sucesi- de cada fase, relación no demostrada y por vas remodelaciones constructivas del pobla- otra parte poco probable en todos los casos. do. En este sentido, la constatación en el re- Sin embargo esto no quiere decir que el aná- gistro de algunos castros de este modelo de lisis de los conjuntos se invalide si la relación varios momentos de ocupación afianza esta anterior no se cumple, ya que el análisis de hipótesis. los grupos parte del análisis individualizado de cada yacimiento y éste existe aunque no Los castros del modelo tres, como se ha exista el grupo. Ejemplificando lo anterior, la dicho, presentan diversos problemas para su inexistencia de intervisibilidad entre los cas- interpretación crono-cultural. En primer lugar tros del municipio de Cariño y los castros del debido a la escasez del registro solamente municipio de Cerdido en el Hierro II se de- conocido en el castro de Montoán. En segun- muestra independientemente de la contempo- do lugar por los problemas que presenta su raneidad de los poblados, ya que en el caso estado de conservación que dificulta su carac- anacrónico la zona que ocupan no sería visi- terización constructiva, derivado de su ubica- ble y en caso sincrónico la intervisibilidad se- ción inmediata a tierras óptimas para el culti- ría imposible. Por tanto el hecho de que no vo. todos los poblados sean contemporáneos en Entre los castros del modelo tres, se locali- cada fase no anula la dirección interpretativa zan en el municipio de Ortigueira yacimientos que se sigue en los apartados siguientes, si en emplazamiento tipo A (Xestal, Saa) y tipo bien es cierto que un registro más extenso y Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 57

de más calidad permitiría reafirmar o refutar torno muy amplio. Siguiendo con lo anterior, algunas de las hipótesis planteadas a conti- se observa que ni las isocronas de 15 ni de nuación. 30 minutos intersecan unas con otras, obser- vándose en las de 45 minutos relaciones tan- genciales significativas. Estas relaciones se establecen entre los castros de Maior y Torre Modelo uno; el Hierro I por una parte, y Pedra y Moura por otra. Cabe El modelo uno reune un total de ocho castros; mencionar como excepción las isocronas de Pedra, Penido, Maior, Torre, Tallo, Moura, Moura y Frades que intersecan en 30 minu- Frades y Carrusco. La potencialidad defensi- tos, ambos castros costeros sobre lo que vol- va de este grupo es muy notable, por una par- veremos más adelante. te se apoya en el control visual sobre el terri- torio y por otra en la inaccesibilidad de los po- blados. Esto nos lleva a plantear la posibilidad de una coyuntura de inestabilidad social en la I Edad del Hierro, que se manifiesta en la maximización defensiva de los lugares do- mésticos.

Figura 45. Isocronas de 45 minutos trazadas a partir de los castros con posible ocupación en el Hierro I.

Figura 44. Situación de castros con posible ocupación en el Hierro I.

La potencialidad productiva de estos castros es muy escasa, la imposibilidad del desarrollo de un cultivo cerealero intensivo nos hace pensar en una agricultura basada en el cultivo extensivo o bien en una producción centrada en la cabaña ganadera, ambas posibilidades complementarias y que exigen un mayor es- pacio productivo que una base agrícola inten- siva. El esquema espacial del modelo en el área de estudio se caracteriza por la disgre- gación de los poblados, lo cual permitiría a cada poblado tener autonomía sobre un en- 58 Pastor Fábrega Álvarez

Figura 47. Isocrona de 45 minutos trazada a partir del castro de Pedra, en la figura se observa la relación exis- tente entre límites formales naturales y aquellos defini- Figura 46. Relaciones de intervisibilidad entre los cas- dos por dicha isocrona. tros con posible ocupación en el Hierro I. Por otra parte, haciendo un análisis formal La inexistencia de predominio de visibiliza- de tipo fisiográfico podemos corroborar lo ex- ción sobre el entorno de un castro desde los puesto anteriormente. Si superponemos las restantes denota una clara tendencia a la au- isocronas de 45 minutos al relieve de la zona tonomía establecida en el control del espacio se observa que los límites de éstas delimitan que rodea cada poblado. A lo que se une las geográficamente un área natural en torno al escasas relaciones de intervisibilidad entre los yacimiento. Con esto me refiero a que esta yacimientos, que se hace aún más relevante referencia crono-temporal se aproxima a már- teniendo en cuenta la enorme extensión de genes establecidos en el entorno por acciden- superficie visible que se divisa desde el con- tes geográficos relevantes, quedando consti- junto de yacimientos de este modelo. tuidos éstos por elevaciones, ríos, gargantas, penínsulas o cualquier otra tipo de entidad fí- sica del relieve. Planteada la posibilidad de la existencia de territorios locales independientes, definimos éstos como aquellos espacios económicos que aportan recursos energéticos necesarios para la subsistencia de un poblado. El primer problema que se plantea es el desconoci- miento de la superficie de ocupación efectiva de cada poblado y en consecuencia el desco- nocimiento de una aproximación a la pobla- ción sostenible en cada castro. En este senti- do lo único que podría decirse es que la exis- tencia de un entorno no adecuado para el cul- tivo intensivo implica necesariamente una mayor extensión dedicada a esta actividad, a no ser que exista otra fuente de recursos. Si partimos de la identificación entre territorio y espacio productivo, la inmediatez al mar po- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 59

dría explicar la mayor proximidad entre los Modelos dos y tres; el Hierro II y el castros de Moura y Frades, señalados ante- riormente como excepciones ya que su territo- problema de la Romanización. rio “terrestre” es más escaso que en los casos restantes. Parece claro que el mar es una fuente de recursos, sin embargo no contamos con datos sobre la productividad de éste en la zona de estudio, a pesar de ello podemos afirmar que el mar podría actuar como una fuente complementaria para el aporte de energía lo que implicaría una reducción del entorno productivo terrestre, tampoco pode- mos descartar la no contemporaneidad de ambos poblados. Accesibilidad, visibilidad y análisis fisiográ- fico parecen indicarnos una tendencia al ais- lamiento de los castros pertenecientes a este modelo, lo cual nos hace pensar en una posi- ble autonomía local definida por medio de te- rritorios más o menos diferenciados o inde- pendientes. Sin embargo y a pesar de las evi- dencias de esta autonomía territorial no se puede descartar la posibilidad de la existencia de algún ámbito de relación entre poblados. En definitiva, si bien no se puede negar la existencia de un cierto nivel organizativo su- Figura 48. Situación de castros con posible ocupación pralocal en la I Edad del Hierro, se puede de- en el Hierro II. cir que este nivel presenta síntomas claros de debilidad sobre todo si lo comparamos con la El poblamiento en el Hierro II está caracteri- articulación de los poblados en la II Edad del zado por los castros del modelo dos (Caleira, Hierro, tal y como veremos a continuación. Socastro, Cerdido, Felgosas, Riba, Montoxo, Carracedo, Cheda, Cariño, Sismundi, Cance- la, Fornelos, Mera, Porteiro, A Volta, C. Torre, Ladrido, Prados, Castelos, Céltigos, Moura- ma) y los castros del modelo tres (Abade, Ca- sablanca, Labacengos, Os Castros, Montoán, Xestal, Saa, O Castriño). La sincronía de los modelos es muy probable teniendo en cuenta la tendencia (locacional y estratigráfica) de los castros del modelo dos a la larga ocupación que podrían coexistir con los del modelo tres al menos en algún momento de esta segunda fase (Hierro II). Además ambos modelos se adecuan para soportar un cambio en el culti- vo, ya que sus entornos permiten el desarrollo de un cultivo cerealístico intensivo, imposible de desarrollar en los entornos de los castros del modelo uno. Por tanto se advierte una misma tendencia productiva. Recordemos que los castros pertenecientes a los modelos adscritos a la II Edad de Hierro se caracteri- zan por una potencialidad defensiva locacio- nal inferior a los castros de la Edad de Hierro. Por el contrario la potencialidad productiva de los poblados en esta segunda fase es muy 60 Pastor Fábrega Álvarez

superior a los de la primera. Como conse- cuencia de lo anterior, los nuevos espacios ocupados permiten la intensificación del culti- vo y por tanto una reducción del entorno do- méstico de los poblados en proporción a la población sostenida. Si atendemos a las relaciones establecidas a través de las isocronas en estos modelos, se observa que si bien las de 15 minutos no se solapan entre sí a pesar de que establecen algunas relaciones tangenciales (Xestal y Saa, Porteiro y Mera, Casablanca y Abade), las de 30 minutos intersecan en muchos ca- sos, por tanto parece que un radio crono- espacial intermedio (15-30 minutos) definiría un reparto del espacio (no compartido) que cubriría el territorio doméstico del Hierro II. Lo anterior se constata en los castros de Ladrido y Prados en los que el registro demuestra al menos su contemporaneidad entre los S I a.C y I d.C., cuyas isocronas de 30 minutos inter- secan entre sí, por tanto el territorio de cada Figura 49. Isocronas de 30 minutos trazadas en torno a poblado parece contraerse con respecto a los los castros con posible ocupación en el Hierro II. territorios de los poblados del Hierro I.

Figura 50. Isocronas de 30 minutos trazadas desde el castro de Ladrido y desde el castro de Prados en las que se observa una zona de intersección.

De esta forma quedarían definidos clara- mente dos grupos de castros, separados por un salto crono-espacial de dos horas entre los poblados más próximos (Porteiro y Carrace- do). De manera que los poblados de cada grupo están articulados entre sí por las iso- cronas de 30 minutos (aproximadamente). Consecuentemente el primer grupo (Ortegal en adelante) estaría formado por los castros de Riba, Montoxo, Cheda, Carracedo, Socas- tro, Felgosas, Os Castros, Abade, Casablan- ca, Labacengos y Caleira. El análisis de este Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 61

Figura 51. Área de visibilidad desde los castros del grupo Ría sobre la Ría de Ortigueira. El área visible cubre prácticamente la totalidad de la superficie marítima. grupo presenta bastantes problemas metodo- lógicos derivados de la extensión del modelo digital del terreno ya que el grupo ocupa una posición marginal lo que nos impide estudiar sus relaciones con los castros situados más allá de los límites y que por otra parte sa- bemos de su existencia. De forma que este grupo parece estar incompleto y por tanto me he decantado por dejarlo al margen del análi- sis. El segundo grupo (Ría en adelante) esta- ría formado por los castros situados en torno a la Ría de Ortigueira: Cariño, Sismundi, Can- cela, Montoán, Fornelos, Mera, Porteiro, A Volta, Xestal, Saa, Campo da Torre, O Castri- ño, Ladrido, Prados, Castelos, Céltigos y Mourama. En cuanto a la articulación del territorio, cabe mencionar las numerosas relaciones de intervisibilidad entre los poblados, en el grupo Ría todos ellos visibles al menos desde otro y en el grupo Ortegal mucho más debilitadas lo que nos lleva de nuevo a plantear la parciali- dad de este grupo. Por otra parte señalar la inexistencia de intervisibilidad entre los cas- Figura 52. Relaciones de intervisibilidad entre los cas- tros de uno (Ría) y otro (Ortegal) grupo y en- tros con posible ocupación en el Hierro II, destaca el tre el primero y los castros que sobrepasan el entramado establecido entre los poblados del grupo Ría umbral de dos horas por el E (Sor e Insua) y y la articulación de estas relaciones en este grupo des- cuyos entornos no están articulados con el de el castro de Ladrido. grupo anterior (invisibles, inaccesibles, dividi- Centrándose en adelante en los castros del dos). grupo Ría, debemos señalar que existe un control visual destacado de sus entornos, en la medida que éstos son visibles no sólo des- de el castro correspondiente sino también desde otros pertenecientes al grupo. Lo ante- 62 Pastor Fábrega Álvarez

rior se constata estadísticamente ya más de puesta la similitud de algunos rasgos entre la mitad de la superficie total que cubren las Ladrido y algunos castros del modelo uno, isocronas de 30 minutos es visible desde al podría pensarse en una función relacionada menos dos poblados. A esto habría que aña- con las aptitudes locacionales de los poblados dirle el control visual sobre el entorno maríti- de la I Edad del Hierro (Modelo uno). Sin em- mo, los castros de este grupo dominan prácti- bargo, cabe señalar que las variables de ac- camente la totalidad de la ría. Por tanto existe cesibilidad o capacidad productiva se ajustan un control articulado que se manifiesta en una al modelo dos, si bien visibilidad y altitud rela- selección del espacio visible tanto terrestre tiva se ajustan a uno. De forma que parece como marítimo. Esto se refleja por una parte adecuado proponer Ladrido como un poblado en las numerosas relaciones de intervisibili- diferenciado, no tanto orientado a su propia dad y por otra en un control conjunto desta- defensa (accesibilidad media-baja; modelo cado de los entornos domésticos, que con- dos) como a la integración y control del grupo trasta con la discreta superficie de la zona de (visibilidad) así como la formalización de un estudio visible desde los castros del modelo referente del mismo (altitud relativa y visibili- dos y tres. Siguiendo con el análisis de visibi- zación). Por otra parte, es oportuno hacer re- lidad y centrándonos en el grupo Ría, debe- ferencias a las similitudes locacionales (visibi- mos destacar que el castro de Ladrido articula lidad, altitud relativa, accesibilidad) entre La- las relaciones de visibilidad en este grupo. drido y A Sividá, este último situado en el área Desde este castro se establecen hasta doce de Campolameiro (Pontevedra) y estudiado relaciones de intervisibilidad (Céltigos, Caste- por C. Parcero (e.p.) quien señala la singula- los, Prados, Mourama, Cariño, Sismundi, Por- ridad de este yacimiento caracterizado por su teiro, Mera, Xestal, Saa, Campo da Torre y hegemonía (tamaño y monumentalidad) sobre Fornelos) articulando el control entre los cas- el resto. tros de la boca de la Ría (Cariño, Prados, Castelos, Mourama y Céltigos), cuya relación visual se establece a través de Ladrido. Y a su vez, entre los anteriores y los emplazados en la parte baja (Sismundi, Cancela, Montoán, Fornelos, Mera, Porteiro, A Volta, Saa, Xestal, Campo da Torre, O Castriño). Ladrido es además un castro peculiar tal y como se pone de manifiesto en el análisis de las variables. Si bien se ha incluido en el modelo dos, des- taca en éste la cantidad de superficie visible (3º sobre superficie terrestre y 2º sobre super- ficie marítima del total de los tres modelos), localizada sobre el entorno de la Ría de Orti- gueira (entornos de los castros grupo Ría) así como sobre la superficie marítima de dicha ría. Además de ser el castro con más calidad de altitud relativa sobre su entorno. Como hemos visto, algunas variables como visibili- dad y altitud relativa en el castro de Ladrido son características del modelo uno. Esto pa- rece respaldado a su vez a partir de los postu- lados del análisis formal de Carballo Arceo, Figura 53. Suma de áreas terrestres visibles desde los Ladrido es el único castro con emplazamiento castros pertenecientes al grupo Ría. tipo C (en cima) perteneciente a este modelo, si bien este emplazamiento demostró ser ca- racterístico del modelo uno (Hierro I). Por tan- to, parece probable que esta singularidad lo- cacional del castro de Ladrido responda a una funcionalidad diferenciada del resto de los poblados del grupo Ría. Si esto es así, y ex- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 63

constituyen los nodos de una línea imaginaria que establece la dirección natural de despla- zamiento terrestre entre Estaca de Bares y el Cabo Ortegal. Por otra parte cabe señalar que la Ría de Ortigueira (visible desde los pobla- dos), debido a sus condiciones constituye un espacio excelente para la navegación y es obvio que la situación de los castros, unos costeros y otros inmediatos al mar, evidencian óptimas condiciones para la intercomunica- ción marítima. Definida la articulación del territorio de los castros del grupo Ría, conviene formular en qué términos existe comunicación entre este grupo y otros posibles como Ortegal o aquel del que podrían formar parte el castro de In- sua y Sor por el E. Tal y como se ha dicho an- tes, entre los castros más próximos existe aproximadamente una distancia crono- espacial de dos horas, esto es, entre los cas- tros de Céltigos (grupo Ría) y Sor por el E y

entre los castros de Carracedo (grupo Orte- Figura 54. Área terrestre visible desde el castro de La- gal) y Porteiro (grupo Ría) por el W. Cabe se- drido. ñalar que éste último, tal y como indica su to- pónimo (Porteiro), se sitúa en un espacio que En cuanto al análisis fisiográfico formal del actúa como puerta (Porto17) del collado que territorio que ocupa el grupo Ría, cabe men- une las tierras bajas situadas en torno a la cionar que no es el propio entorno de cada Ría de Ortigueira (grupo Ría) y los valles si- castro el que divide físicamente el espacio si- tuados al S del Cabo Ortegal (grupo Ortegal), no que los límites quedan claramente defini- emplazándose en el punto en el que el men- dos por el conjunto de los entornos. De mane- cionado collado se abre a la Ría de forma que ra que entre las pronunciadas estribaciones el castro no actúa como bisagra de paso (en- de las dos sierras (Capelada y Faladora- tre los valles) sino más bien como compuerta Coriscada) y la Ría de Ortigueira se forma un de acceso al entorno de la Ría. Este referente espacio de tierras bajas constituido por los de paso, reafirma la existencia de dos territo- entornos (isocronas de 30 minutos) de los po- rios diferenciados (Ría de Ortigueira y valles blados. Esto se manifiesta en la articulación del S de C. Ortegal) esta vez confirmando de estos espacios (entornos) que sigue la di- desde el registro toponímico una evidencia rección establecida por las formas fisiográfi- geográfica. cas en torno a la Ría a través de las tierras En resumen, los castros que forman parte bajas. El tránsito sigue esta dirección tal y como se puede ver en las actuales vías de del grupo Ría (Hierro II) ponen de manifiesto comunicación (C-642) o en los tramos de la existencia de relaciones intensas entre po- Camino Real conservados y que circundan blados (intervisibles, accesibles, transitables): las defensas del castro de Mourama siguien- la articulación de sus entornos (visibles, indi- do la dirección NE-SW. De esta forma, las visibles, accesibles, transitables), que forman un espacio definido en oposición a otros (invi- isocronas (30 y 45 minutos) de los castros de 18 este grupo se disponen en este sentido, alar- sible, dividido , inaccesible, intransitable), gándose en dirección N-S (Cariño, Sismundi, unida a la posibilidad de la existencia de un Cancela, Castriño, Porteiro, Mera) y NE-SW (A Volta, Xestal, Saa, Campo da Torre, O 17 Castriño, Ladrido, Prados, Castelos, Céltigos, En castellano Puerto, paso accesible entre montañas. 18 Mourama) reafirmando las tierras bajas de la Con este término me refiero a la formalización del relieve, es decir, divide aquello que representa una alteración formal signi- Ría como espacios de tránsito. Por tanto po- ficativa: una cordillera, un río, una garganta, etc. demos decir que los castros del grupo Ría 64 Pastor Fábrega Álvarez

referente (Ladrido), nos permite formular hipo- ciones defensivas y productivas son elemen- téticamente la existencia de un nivel organiza- tos diferenciadores desde el punto de vista lo- tivo supralocal articulado por los territorios de cacional en el asentamiento de estas socie- los castros de Cariño, Sismundi, Cancela, dades. Montoán, Fornelos, Porteiro, Mera, A Volta, Por otra parte la herramienta utilizada Xestal, Saa, C. Torre, O Castriño, Ladrido, (Sistema de Información Geográfica) ha sido Prados, Castelos, Céltigos y Mourama. efectiva en relación con los objetivos plantea- Una vez planteada la posible existencia de dos, la posibilidad de sistematizar el análisis un segundo nivel organizativo (supralocal) en en términos cualitativos y cuantitativos nos ha la II Edad del Hierro y entendido el espacio en permitido manejar un gran volumen de infor- el que existe, es necesario situarlo y com- mación con agilidad y precisión. prenderlo en el tiempo en relación con los En cuanto a la escala utilizada, si bien ésta procesos conocidos en el Noroeste en este demostró ser efectiva para caracterizar indivi- momento. En primer lugar cabe señalar que dualmente los yacimientos, no lo es tanto pa- las carencias del registro no permiten respal- ra el análisis de conjuntos, de forma que una dar o aislar tendencias de transición o ruptura escala más amplia nos aportaría otro punto entre la I y la II Edad del Hierro ya que care- de vista sobre la cohesión de los poblados en- cemos de niveles de ocupación en los siglos tre sí. El registro de excavación de la zona de centrales. De esta forma la muestra existente estudio es escaso (cinco castros excavados (Cancela, Ladrido y Prados) se adscribe por de un total de 38 analizados) y presenta defi- análisis tipológico a niveles de ocupación tar- ciencias (intervención de pequeñas superfi- díos entre los siglos I a.C. y II d.C. lo cual trae cies y ausencia de dataciones de C-14) lo que a colación la conquista romana en el Noroeste no permite confirmar la cronología de los po- y en concreto el momento y la intensidad de blados. Esto aumenta el grado hipotético del ésta en la zona de estudio. análisis de conjuntos que parte de una esti- Las hipótesis alternativas serían las si- mación cronológica que presenta dudas. La guientes y se formulan en términos generales calidad de los datos limita las posibilidades que admiten los matices correspondientes en del análisis. Por ejemplo, una delimitación cada caso; el hipotético surgimiento de un se- precisa de la totalidad de los contornos de los gundo nivel organizativo responde a un fenó- yacimientos nos permitiría hacer cálculos más meno inherente a las sociedades indígenas exactos sobre cada una de las variables o es- que parece eclosionar en un momento tardío timar población sostenida, en relación con el o bien se trata de un proceso de aculturación tamaño del castro, que nos permitiría estable- o de imposición de una nueva estructura so- cer la extensión aproximada del entorno pro- cial por parte de Roma... Por tanto el proble- ductivo. ma es esencialmente terminológico ya que Existe por tanto la necesidad de aportar desconocemos los atributos del término ro- soluciones para superar los problemas men- manización en el área de estudio, el momento cionados con el fin de establecer para el futu- en el que este se produce, sus fases, sus ob- ro una línea de trabajo que profundice en los jetivos, su intensidad, etc. conocimientos adquiridos. Para ello se propo- ne en primer lugar una mejora en la calidad de los datos que nos permita liberarnos de li- EVALUACIÓN DE RESULTADOS mitaciones a la hora de abordar un análisis a distintas escalas lo que implicaría una revisión El análisis del poblamiento castreño en el detallada de la toma de datos en campo. Esto área de estudio ha permitido establecer dife- nos permitiría realizar un análisis a escala de rentes aptitudes de defensa y producción en detalle (yacimiento) y superar las limitaciones los recintos estudiados. En este sentido el del análisis de conjuntos a partir de la amplia- trabajo ha sido eficaz para mostrar la dinámi- ción del área de estudio (escala macro). Sin ca interna del poblamiento en la Edad del Hie- embargo creo firmemente en la necesidad de rro, sin embargo no contamos con análisis lo- mantener la escala intermedia (la elegida en cacionales de poblamiento en otras épocas este trabajo) lo que nos permitiría comparar en el área de estudio, lo que nos hubiera permitido conocer en qué medida las condi- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 65

distintas zonas19 y analizar las diferentes ma- nifestaciones de las variables en áreas dis- continuas para lograr una comprensión más profunda de las tendencias locacionales de los poblados. Una sistematización del registro de excavación así como la puesta en práctica de nuevas campañas en la zona escogida po- sibilitaría contextualizar cronológicamente ca- da poblado con el fin de dinamizar los mode- los y estudiar las tendencias de ruptura y/o continuidad en y entre éstos. Tal y como ha sido señalado en el primer párrafo, un conocimiento de las tendencias locacionales del poblamiento histórico (poste- rior) y prehistórico (anterior) de la zona de es- tudio nos permitiría profundizar en la localiza- ción doméstica en relación con la función del asentamiento en cada sociedad. Esto a su vez sería cumplimentado con el análisis de las zonas de vacío poblacional para com- prender los criterios de elección-selección. La incorporación al estudio de otros elementos que ayuden a caracterizar el espacio geográ- fico en estas sociedades tales como toponi- mia, espacios simbólicos o vías de comunica- ción permitirían contextualizar los poblados y aportarían matices importantes en el análisis de conjuntos. Por último el desarrollo en esta línea de es- tudios sobre antropología política tales como los realizados por D. Plácido (1988, 1995), F. Beltrán (1988, 1993), M.V. García (e.p.), I. Sastre (1998), P. López (1999), posibilitarían establecer un marco de referencia para con- trastar los resultados de los trabajos que co- mo éste utilicen el análisis espacial como marco metodológico para el estudio de la or- ganización del poblamiento de las sociedades del Hierro.

19 No solamente la de este trabajo con otras futuras sino tam- bién con las tres estudiadas por Parcero (e.p.) que se aproxi- man a este factor de escala. 66 Pastor Fábrega Álvarez

grata de médicos de las máquinas y por cui- dar primero de Apolo y después de Ventarrón. A Mati(lde Millán) y Mar (Bóveda) por atender AGRADECIMIENTOS a las peticiones de los arqueólogos, no quisie- ra verme en su piel. A Mar (López), Roberto Llegado este título me toca agradecerles a (Aboal), Raquel (López), David (Barreiro), aquellos que tienen parte implícita en este Rebeca (Blanco), Lolo (Santos), Pili (Prieto) y texto la ayuda prestada. Con algunos mi deu- Sofía (Baqueiro) por enseñarme tanto en los da es disciplinar, con otros es personal y con fríos (ahora entrañables) veranos en A Serra muchos mantengo ambas. Espero que algún do Xistral, a Miguel (Abraira) por acompañar- día pueda devolverles todo lo que me han me en esa y otras aventuras. A Elena (Cabre- dado y que sirvan estas (mis) palabras de re- jas), Elena (Lima), Rocío (Varela) y Rafa(el cibo. Carreira) por su amabilidad, alegría y buen humor tan necesario en algunos momentos. A Agradezco a Marco (V. García Quintela) su Paula (Ballesteros) por estar siempre dispues- esfuerzo por acercarse a un “análisis ágrafo”, ta al diálogo; terrazas de cultivo, sociedad sus aportaciones formales al texto y sobre to- tradicional o “negras” y desoladoras noticias do su entusiasmo contagioso por la investiga- han sido algunos de los temas de preocupa- ción. ción. A Celso (Barba) y Eloy (Saavedra), por Por otra parte, sería injusto olvidarse de la risa que me da y por hacer el trabajo de quien ha dirigido mi tercer ciclo aportando campo mucho más llevadero . A Xurxo buena parte de la teoría sobre la que se (Ayán), Yolanda (Seoane) y Álvaro (Arizaga) asienta este trabajo. Gracias Felipe (Criado) por ir “a Hierro” conmigo. A Paula (Méndez) por tu maestría e implicación. por acompañarme a pasear mis dudas. A Vir- Siempre he tenido debilidad por aquellos ginia (Castro) y Oscar (Alonso) siempre dis- que no figuran pero siempre están al pie del puestos a perder el tiempo conmigo entre cañón. Su nombre se omite en los papeles charlas y bromas. A Carlos (Otero) por sus oficiales. Sin embargo su sombra se proyecta consejos, su ayuda para todo, su facilidad pa- con fuerza en este trabajo. Gracias César ra hacernos reir y sobre todo por no dejar que (Parcero) por enseñarme, por compartir y por el mito nos coma. A Camila (Gianotti) por ten- ese silencioso despertar que te caracteriza...a derme la mano desde el primer día, por su in- César lo que es del César. conformismo y por su colaboración. A Marta (Tabarés) por compartir conmigo más de un Mi vinculación al Laboratorio de Arqueolo- camino y defender con coraje a afiladores y xía me ha permitido aprovecharme de las paragüeros. A Patri(cia Mañana) por hacerme ventajas que ofrece una labor en grupo, pero compañía en la noche de trabajo y contar también padecer los problemas del trabajo co- conmigo en días y noches festivos. A María lectivo. No obstante aprovecho para decir que (Cacheda) por “darme de leer”, por tomar el las primeras han sido más que los segundos. camino más difícil y por permitir que me ría Muchos han sido mis compañeros de tra- primero de ella y luego con ella. bajo, algunos por largo tiempo y otros even- A Fidel (Méndez) por encontrar siempre un tualmente, éstos últimos no por ello menos momento para el intercambio de opiniones y recordados. Con todos he pasado por buenos por narrar sus divertidas batallas sobre los momentos pero también por otros francamen- que ahora son mis compañeros más vetera- te malos... nos. Agradacido estoy a Sofía () y Te- A Isa(bel Cobas) por estar tan próxima es- re(sa Neo) por no perder los papeles. A Anxo tando tan lejos, por los días y noches compar- (Rodríguez) por resolver todas mis dudas so- tidos, por reconocer que los castros no se bre dibujo digital y representaciones imposi- pueden medir con cinta métrica, por caerte bles. A Bea (Íñiguez) y Yolanda (Porto) por conmigo por parapetos y fosos, por todo... saciar mi curiosidad sobre tantos “e ben feitos nunca lo olvidaré. cacharriños”. A Suso (Amado) por ayudarme con inventarios, catálogos y desordenados A todos GRACIAS... planes de ordenación. A Irujo (Ruiz), David (Fraiz) y María (Fuentes) por esa labor tan in- Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 67

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- Wheatley, D.; Guillings, M. 2002. Spatial Technology and Archaelogy. The Ar- chaelogical Applications of GIS. London: Taylor and Francis. 70 Pastor Fábrega Álvarez

Topónimo: Punta de Mourama Lugar: O Cadaval / Mourama Parroquia: S. Xulián de Loiba CATÁLOGO DE YACIMIENTOS Ayuntamiento: Ortigueira Provincia: A Coruña Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- Mourama tera C-642 en dirección a O Barqueiro. En Tipología: castro Loiba se toma una carretera a la izquierda en ACC: Edad del Hierro dirección a Loureiro y Picón y en el lugar de Penelas se sigue la carretera hacia el lugar de Descripción: Se trata de un castro formado Loureiros y se sube hasta la zona más eleva- por un único recinto emplazado sobre un gran da. Al llegar al lugar de Cadaval se encuentra acantilado que actúa como defensa natural el castro enfrente de la carretera. por el lado N. El resto del perímetro del recin- to posee estructuras defensivas artificiales Cartografía de detalle: 1:5.000/002-53 consistentes en una muralla precedida por un Cartografía 1:10.000: 32 foso, y un terraplén. La muralla se pierde Cartografía 1:25.000: III hacia el E debido a labores agrícolas y el foso Cartografía 1:50.000: 2 se encuentra bastante colmatado en algunos Vías naturales de tránsito: Por las proximi- puntos, quedando interrumpido al E por el tra- dades del yacimiento y rodeándolo desde el zado de un Camiño Real, aunque en algunas NE hasta el SW discurre una vía de tránsito zonas conserva una profundidad de más de 2 natural costera que se extiende desde Estaca m. Por último, al E se extienden diferentes te- de Bares hasta O Porto de Espasante, y que rrazas de cultivo, cuya vinculación al yaci- ha sido reautilizada posteriormente como miento resulta dudosa. Camiño Real. En la actualidad la abundante vegetación Visibilidad: Desde el interior de la croa existe existente en la croa impide observar restos de una visibilidad en abanico amplio en el arco construcciones, si bien existen referencias a SW-NE, mientras que en el arco NE-S ésta su existencia (Inventario Arqueolóxico de A queda interrumpida por la altura de las mura- Coruña). llas. Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, Vegetación puntual: Monte bajo, pinos y eu- E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico caliptos y tierras de cultivo. de Galicia. Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1935. La dis- Folklore tribución de las estaciones prehistóricas orte- Descripción: Relato contado por un varón de galesas y sus características. Boletín de la 70 años de edad y otro de 50 años pertene- Real Academia Gallega, T. XXII, nº 259: 169- cientes al lugar de Mourama, y el relato hace 81. referencias al lugar de Punta de Mourama. Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a Antiguamente se contaba que en el castro vi- Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. vían los 'mouros', y que había casas antiguas En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, en la zona pero debido a que se las llevaba el J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- mar fueron trasladadas más hacia el interior, ra: 51. A Coruña: Vía Láctea Editorial. hasta el actual lugar de Mourama. Además de Romero Masiá, A. Mª. 1980. Asentamentos esto, cabe señalar que Romero Masiá (1980: castrexos costeiros do Norde de Galicia. Ga- 68) documenta también referencias a encan- llaecia. 6: 67. Santiago de Compostela. tamientos, fuentes de oro y túneles. Situación geográfica Céltigos UTM X: 600.047 UTM Y: 4.843.655 Tipología: castro Longitud: 07.45.27,5 ACC: Edad del Hierro Latitud: 43.44.18,2 Descripción: Se trata de un castro confor- Altitud: 125 m. mado por dos recintos: la croa, circular, y el antecastro, de forma también circular, situado Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 71

al NE del primero, en un nivel inferior y dividi- Latitud: 43.42.49,1 do en dos mitades por el camino de acceso Altitud: 159 m. que lleva al recinto principal. Topónimo: O Castro de Céltigos El yacimiento dispone de estructuras defensi- Lugar: O Viso vas artificiales, consistentes en una línea de Parroquia: S. Xulián de Céltigos muralla que rodea ambos recintos, y que se ven completadas de forma natural hacia el Ayuntamiento: Ortigueira SW por el propio emplazamiento, puesto que Provincia: A Coruña existe una caída de pendiente brusca hacia el Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- río Dola. Hacia el S-SE se extiende una terra- tera C-642 en dirección a O Barqueiro, pasa- za y hacia el W-NW varias líneas de terrazas, do el PK 51 en el lugar de O Viso se toma un aunque su relación con el yacimiento es difícil desvío a la derecha. Unos metros más ade- de determinar. lante, frente a unas casas, se divisa el castro Maciñeira (1934: 140) califica este yacimiento a la derecha de la carretera. como castro prehistórico tipo b, por tener dos Cartografía de detalle: 1:5.000/002-63 recintos, menciona la existencia de un peñas- Cartografía 1:10.000: 32 co de varias pequeñas cazoletas elípticas y Cartografía 1:25.000: III circulares, "una de ellas muy profunda, admi- Cartografía 1:50.000: 2 rablemente excavada en forma de vaso", que no han podido ser localizadas, posiblemente Folklore debido a la abundante vegetación. Sin em- Descripción: Relato contado por una mujer bargo, cabe destacar que una vecina de O Vi- de 72 años perteneciente al lugar de O Viso y so de 72 años también hizo referencia a la referido a Castro de Céltigos. existencia de grabados en una roca del yaci- miento, señalando que cuando sus hijos eran Se cuenta que en el castro habían vivido los pequeños encontraron "letras" grabadas en 'mouros' y los romanos. una roca, y que ella también las vio, pero que ahora están ocultas por la vegetación. Castelos Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, Tipología: castro E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico ACC: Edad del Hierro de Galicia. Descripción: Se trata de un castro compues- Castillo, A. Del (1972). Inventario de la rique- za monumental y artística de Galicia. Ed. de to por un único recinto bastante irregular em- los Bibliófilos Gallegos: 126 (I). Santiago de plazado originalmente en una punta costera que a causa de la erosión marina se ha divi- Compostela. dido en dos. Este recinto se encuentra defen- Catálogo de yacimientos arqueológicos. Mi- dido de forma natural por el acantilado en el nisterio de Cultura Dirección General de Pa- lado N, mientras que hacia el S y SE se do- trimonio Artístico, Archivos y Museos. cumentan dos líneas de murallas y dos fosos, Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1934. Los cas- ascendiendo a continuación el terreno sua- tros prehistóricos del norte de Galicia. Anuario vemente hacia el SE. Tanto en el promontorio del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Ar- separado de la península como en el extremo queólogos. Vol.I: 140, Lám I, 2. Santiago: NE de ésta se observan restos de paramen- CSIC (I). tos. Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, de Galicia. J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- ra: 67-70. A Coruña: Vía Láctea Editorial. Situación geográfica UTM X: 597.127 Situación geográfica UTM Y: 4.842.274 UTM X: 599.359 Longitud: 07.47.38,9 UTM Y: 4.840.895 Latitud: 43.43.34,8 Longitud: 07.46.00,1 Altitud: 10 m. 72 Pastor Fábrega Álvarez

Topónimo: Os Castelos Este yacimiento se corresponde con el que F. Lugar: O Barral Maciñeira cataloga como castro romanizado Parroquia: S. Xulián de Céltigos "castra státiva de Ladrido" (Maciñeira 1934, Ayuntamiento: Ortigueira Lam. I: 5). Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, Provincia: A Coruña E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- de Galicia. tera C-642 en dirección a O Barqueiro, y pa- Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1934. Los sado el PK 49 se toma una pista a la derecha castros prehistóricos del norte de Galicia. hacia Céltigos y Mazorgán. A menos de 100 Anuario del Cuerpo Facultativo de Archiveros, m de la Iglesia de Céltigos se toma una pista Bibliotecarios y Arqueólogos. Vol. I: 129-47. a la izquierda que desciende hasta la playa, al Lam I, 5. Madrid. final de ésta y a su derecha se sitúa el yaci- miento. Maciñeira Pardo de Lama, F. 1935. La distri- bución de las estaciones prehistóricas ortega- Cartografía de detalle: 1:5.000/002-62 lesas y sus características. Boletín de la Real Cartografía 1:10.000: 31 Academia Gallega, T. XXII, nº 259: 169-81. Cartografía 1:25.000: III Ramil González, E. 1989. Castros do Conce- Cartografía 1:50.000: 2 llo de Ortigueira (Ortigueira, A Coruña). Ar- queoloxía Informes 1. Campaña 1987: 58-63. Tallo Ramil González, E. 1999. Prehistoria. Orti- gueira entre o Paleolítico e a Idade do Ferro. Tipología: castro En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, ACC: Edad del Hierro J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- Descripción: Se trata de un castro constitui- ra: 34-8. A Coruña: Vía Láctea Editorial. do por un único recinto de grandes dimensio- Romero Masiá, A. Mª. 1980. Asentamentos nes emplazado en una punta costera y al cual castrexos costeiros do Norde de Galicia. Ga- se accede por el SW. Dicho recinto se en- llaecia 6: 68. Santiago de Compostela. cuentra defendido de forma natural por el Tomás Botella, V.; Ramil González, E. 1987. acantilado en el arco N-NE, mientras que por Informe preliminar das excavacións arqueo- el resto de su perímetro consta de defensas lóxicas en castros do Concello de Ortigueira. artificiales constituidas por una línea de mura- Informe depositado en la DXPHD. Inédito. lla con un trazado bastante anguloso y refor- zado en la zona de la entrada, y un foso mu- Situación geográfica cho más profundo al SE. UTM X: 594.926 En este yacimiento se realizó en 1987 una campaña de sondeos dirigida por E. Ramil UTM Y: 4.841.058 González y financiada por la Dirección Xeral Longitud: 07.49.18,0 de Patrimonio Cultural de la Xunta de Galicia, Latitud: 43.42.56,5 que permitió caracterizar el área de habitación Altitud: 40 m. (mostrando que ésta ocupa una zona bastan- Topónimo: Punta do Tallo te reducida y consiste en estructuras perece- Lugar: Os Castros deras en las que se observan agujeros de Parroquia: Sta. Eulalia de Ladrido poste y evidencias de hogares), y reconocer la estructura de la muralla (conformada por Ayuntamiento: Ortigueira piedras de mediano tamaño y barro y delimi- Provincia: A Coruña tada en la parte inferior por un pequeño muro Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- de contención de piedras colocadas a hueso). tera C-642 con dirección a O Barqueiro y pa- Asimismo, se demuestra la existencia de un sado el PK 47 en el lugar de Ladrido se toma único nivel de ocupación que, por las caracte- una pista a la izquierda y se sigue durante 1 rísticas de la cultura material (ocupación, mu- Km. A continuación se toma una pista a la de- ralla y abundantes materiales muebles) pare- recha y se sigue unos 700 m hasta llegar a un ce encuadrarse entre los siglos VI-V a.C. campo de fútbol. Se sigue la pista a la dere- (Tomás y Ramil: 1987, Ramil 1999: 34-8). cha y tras recorrer unos 500 m se encuentra el camino de acceso al castro. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 73

Cartografía de detalle: 1:5.000/002-61 tra la elevación de A Croa a la derecha de la Cartografía 1:10.000: 31 pista. Cartografía 1:25.000: III Cartografía de detalle: 1:5.000/007-28 Cartografía 1:50.000: 2 Cartografía 1:10.000: 14 Cartografía 1:25.000: II Maior Cartografía 1:50.000: 7 Tipología: castro Folklore ACC: Edad del Hierro Descripción: Un vecino de A Bodeguiña, lla- Dimensiones: El yacimiento no ha podido ser mado J. A. Martínez de unos 70 años de medido puesto que la vegetación impide el edad, nos informó de que se contaba que en acceso al mismo. la noche de San Juan en As Croas se veían Descripción: Existen referencias sobre la carros cargados de oro. Este relato nos fue existencia de un castro en lo alto de Monte de contado también por un vecino de San Clodio As Croas. En concreto J. A. Martínez Pereira de 60 años, quien nos dijo que esto ya lo con- nos informó de que cuando él era joven y no taba su padre. había tanta vegetación ni arbolado, se podía observar en la cima del monte una explanada Folklore cóncava rodeada por un muro. Topónimos, Descripción: J. A. Martínez, vecino de A Bo- emplazamiento, leyendas y las referencias de deguiña de 70 años, nos informó de que se los vecinos del lugar hacen pensar que pueda contaba que en la noche de San Júan en el existir un yacimiento de la Edad del Hierro, sin castro de As Croas se veía una gallina con embargo, la abundante, espesa y elevada ve- pollos de oro. Esta leyenda también nos fue getación de 'toxos', así como la repoblación contada por dos vecinos del lugar de O Pico de eucaliptos, no nos han permitido acceder de unos 60 años. al lugar para poder confirmarlo. Folklore Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil González, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Ar- Descripción: J. A. Martínez, vecino de A Bo- queolóxico de Galicia. deguiña de 70 años, nos informó de que se contaba que en el castro de As Croas nacía Situación geográfica una fuente de agua, y que en las noches de UTM X: 589.202 San Juan se veían allí los 'mouros'. Esta le- UTM Y: 4.833.304 yenda también nos fue contada por dos veci- nos del lugar de O Pico de unos 60 años. Un Longitud: 07.53.38,4 vecino de San Clodio de 60 años nos dijo que Latitud: 43.38.47,7 su padre contaba que lo que se veía allí la Altitud: 285 m. noche de San Juan eran mujeres encantadas. Topónimo: Monte Maior / Coto da Croa / A Croa Prados Lugar: A Armada / Casa do Coto / O Escorial Parroquia: Sta. María de Mera de Arriba / Tipología: castro Santiago de Mera de Abaixo / Sta. María de ACC: Edad del Hierro San Clodio Descripción: Se trata de un castro constitui- Ayuntamiento: Ortigueira do por un único recinto de pequeñas dimen- Provincia: A Coruña siones, emplazado en un saliente de costa rodeado de acantilados, muy deformado a Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- causa de la erosión eólica y marina, que ha tera comarcal C-642 con dirección a Ferrol, y ocasionado la pérdida de parte de su superfi- en el PK 42 se toma una pista a la izquierda cie, y de la acción antrópica, que ha provoca- que lleva al lugar de Carballo de Boi y a la es- do su actual morfología escalonada hacia el tación de ferrocarril de Ponte de Mera. Al lle- S. Al W, el recinto se encuentra defendido de gar a esta última se toma una pista a la iz- forma natural por el acantilado, mientras que quierda que va bordeando la dorsal por su la- en la parte E interior está protegido por es- do E y tras recorrer unos 2,50 Km se encuen- tructuras artificiales consistentes en dos lí- 74 Pastor Fábrega Álvarez

neas de muralla de gran altura, dos fosos A través de la configuración de las estructuras bastante colmatados, sobre todo el primero y documentadas en el castro y de la cultura ma- un parapeto exterior muy afectado por la ero- terial recuperada se han diferenciado dos sión. momentos de ocupación mediante datación En el yacimiento se han realizado entre 1987 relativa: uno antiguo, datado en el siglo I a.C., y 1993 varias actuaciones arqueológicas, diri- al que corresponden las construcciones de gidas por E. Ramil González y financiadas por esquinas redondeadas, y otros más recientes, la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta entre los siglos I-II d.C., al que pertenecen las de Galicia, cuyo objetivo era la documenta- estructuras superpuestas a las anteriormente ción de yacimientos (campañas de 1987, mencionadas, así como el 'monumento con 1988, 1990 y 1991) y su consolidación y forno' construido en el foso (Ramil 1995- puesta en valor (campañas de 1987, 1988, 1996). 1989, 1993). La información disponible en la En la actualidad el yacimiento está siendo ob- actualidad acerca del yacimiento, que a conti- jeto de una serie de actuaciones arqueológi- nuación resumimos, se debe a dichas actua- cas destinadas a su recuperación y puesta en ciones (Tomás y Ramil 1987, Ramil 1989a, valor en el Marco del Programa Ortegalia rea- 1989b, 1990, 1991a, 1991b, 1995, 1995- lizado por la Fundación Federico Maciñeira 1996, 1999): con la asistencia técnica del Laboratorio de Las excavaciones realizadas en el recinto in- Arqueoloxía e Formas Culturais. terior han confirmado el uso del recinto princi- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, pal como espacio habitacional, disipando las E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico dudas existentes anteriormente al respecto de Galicia. (Romero 1980: 68), puesto que se documen- Ayán Vila, X. Proyecto de limpieza y adecua- taron abundantes elementos de cultura mate- ción del yacimiento Castreño de Punta dos rial, además de los cimientos de dos cons- Prados (San Xoan de Espasante, Ortigueira, trucciones probablemente pertenecientes a A Coruña). Campaña 2000. Fundación Maci- dos casas de esquinas en ángulo y una su- ñeira y Laboratorio de Arqueoloxía e Formas perposición de estructuras cerca de la muralla Culturais. Informe valorativo depositado en la (una posible vivienda escuadrada que se le- DXHP. Inédito. vanta sobre otra anterior de esquinas redon- Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1934. Los cas- deadas, una construcción en ángulo y otra tros prehistóricos del norte de Galicia. Anuario casa probablemente de forma circular del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Biblio- (1989a). tecarios y Arqueólogos. Vol. I: 129-47. Madrid. En la primera campaña también se documen- Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1935. La dis- tó una estructura pétrea correspondiente a un tribución de las estaciones prehistóricas orte- 'monumento con forno' (1989a), situado en el galesas y sus características. Boletín de la primero de los fosos. Esta estructura fue ex- Real Academia Gallega, T. XXII, nº 259: 169- humándose a través de las distintas campa- 81. ñas posteriores, lo cual permitió comprobar Ramil González, E. 1988. Consolidación no que tenía características similares a las de- Castro dos Prados (Espasante, Ortigueira, A más de este tipo documentadas hasta el mo- Coruña). Informe depositado en la DXPHD. mento, tanto en su configuración morfológica, Inédito. como en su emplazamiento, fuera del espacio habitacional propiamente dicho (Ramil 1995- Ramil González, E. 1988. Informe da II cam- 1996), y confirmar la hipótesis de que este ti- paña de excavación no castro dos Prados po de edificaciones funcionaban como bal- (Espasante). Informe depositado en la nearios indígenas (Ramil 1991a). Finalmente, DXPHD. Inédito. esta estructura fue consolidada íntegramente Ramil González, E. 1989a. Castros do conce- a través de diferentes actuaciones con la do- llo de Ortigueira (Ortigueira, A Coruña): Cas- ble finalidad de evitar su deterioro y de facili- tro dos Prados. Arqueoloxía Informes 1. tar el conocimiento del mismo por parte del Campaña 1987: 62-3. público (Ramil 1989b, 1991b, 1995, 1995- Ramil González, E. 1989b. Excavación e con- 1996). solidación no castro de Punta dos Prados Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 75

(Espasante, Ortigueira, A Coruña). Arqueolo- sado el PK 48 se toma un desvío a la izquier- xía Informes I. Campaña 1987: 64-9. da en dirección a O Porto. Se sigue la carrete- Ramil González, E. 1990. Castro de Prados- ra y al final de la misma, a su derecha, se di- Espasante. Excavación de su Pedra Formosa. visa el castro. Revista de Arqueología, 108: 38-9. Madrid. Cartografía de detalle: 1:5.000/002-61 Ramil González, E. 1991a. Castro de Punta Cartografía 1:10.000: 31 dos Prados (Espasante, Ortigueira, A Coru- Cartografía 1:25.000: III ña). Arqueoloxía Informes 2. Campaña 1988: Cartografía 1:50.000: 2 63-6. Ramil González, E. 1991b. Consolidación do castro dos Prados (Espasante, Ortigueira, A Ladrido Coruña). Arqueoloxía Informes 2. Campaña Tipología: castro 1988: 271-3. ACC: Edad del Hierro Ramil González, E. 1992. Excavación arqueo- Descripción: A causa de la abundante vege- lóxica no Castro dos Prados. Informe prelimi- tación de 'toxos' de gran altura y repoblación nar. Informe depositado na DXPHD. Inédito. de eucaliptos no hemos podido acceder a la Ramil González, E. 1995. Consolidación do cima en la que se sitúa el castro, por lo que Castro dos Prados, Espasante (Ortigueira, A nos remitimos a la información ofrecida por Coruña). Arqueoloxía Informes 3. Campaña Maciñeira (1934: 138-9), los autores de la ca- 1989: 217-9. talogación realizada en 1986 (Rodríguez et al. Ramil González, E. 1995-1996. O monumento 1986) y el arqueólogo que dirigió las excava- con forno do castro de Prados-Espasante (Or- ciones en el yacimiento (Ramil 1999: 51-6, tigueira, A Coruña). Memoria de Investiga- Tomás y Ramil 1987) que lo definen como un ción. Brigantium 9: 13-60. castro compuesto por dos recintos: la croa, de Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a forma casi circular y escasas dimensiones, y Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. el antecastro, situado hacia el S del primero, En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, por donde también se encuentra el acceso al J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- recinto principal. El castro posee un sistema ra: 56-65. A Coruña: Vía Láctea Editorial. defensivo artificial que rodea a ambos recin- Romero Masiá, A. Mª. 1980. Asentamentos tos, consistente en una muralla pétrea y un foso alterado a causa de la repoblación fores- castrexos costeiros do Norde de Galicia. Ga- tal. Además, el emplazamiento del yacimien- llaecia 6: 68. Santiago de Compostela. to, en una cima con pronunciadas pendientes, Tomás Botella, V.; Ramil González, E. 1987. posibilita la defensa natural del mismo. Informe preliminar das excavacións arqueo- Maciñeira en su tipología de castro clasifica lóxicas en castros do Concello de Ortigueira. Memoria Técnica depositada en la DXPHD. este yacimiento como castro prehistórico de Inédito. tipo b (1934: 137). Este autor realizó un exca- vación en un punto del recinto superior del Situación geográfica yacimiento descubriendo restos de una pe- queña construcción rectangular en la que UTM X: 595.749 existían residuos de un hogar con cenizas y UTM Y: 4.842.052 trozos de diversas vasijas de barro (entre las Longitud: 07.48.40,6 que destacan unos fragmentos de cerámica Latitud: 43.43.28,3 con pastas bastante finas, exteriormente bien Altitud: 20 m. empastada de materia blanca, y, sobre todo, Topónimo: Punta dos Prados / Castro de Es- un campaniforme), además de un pequeño pasante / Garita do Mouro pulidor de mano de piedra arenisca. Con es- tos datos el autor otorga al yacimiento una Lugar: Espasante cronología antigua (Maciñeira 1934: 138-9). Parroquia: S. Xoán de Espasante En el año 1987 se realizó en el yacimiento Ayuntamiento: Ortigueira una campaña de sondeos dirigida por E. Ra- Provincia: A Coruña mil González y financiada por la Dirección Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- Xeral de Patrimonio Cultural de la Xunta de tera C-642 en dirección a O Barqueiro, y pa- Galicia para estudiar la relación entre ambos 76 Pastor Fábrega Álvarez

recintos y la estructura de la muralla, en la Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- que no se confirmó la cronología antigua tera C-642 en dirección a O Barqueiro y pa- otorgada por Maciñeira, sino la existencia de sado el PK 47 en Ladrido se toma una pista a una fase galaico-romana (Ramil 1999: 53), en la izquierda y se continúa unos 400 m, segui- donde se exhumaron recintos habitacionales damente se toma una pista a la derecha que y muralla. Los sondeos en el recinto principal lleva al cementerio y desde él se sube hasta dejaron a la vista un suelo de ocupación con la cima del monte, en donde se encuentra el un porcentaje muy alto de estructuras de yacimiento. planta cuadrada con esquinas redondeadas, Cartografía de detalle: 1:5.000/002-71 muy juntas entre sí en algunas zonas, cons- Cartografía 1:10.000: 41 truidas con mampostería en hiladas pétreas Cartografía 1:25.000: III horizontales unidas con barro y cimentadas sobre la roca madre. En el segundo recinto no Cartografía 1:50.000: 2 se documentaron restos de construcciones Folklore habitacionales y la cerámica recogida fue muy escasa, por lo que se otorga a este recinto Descripción: Relato de varios vecinos de La- una funcionalidad defensiva, aunque también drido en el que contaron que se decía que en se documentó un conchero de ostras. Se ob- la Croa de Ladrido habían vivido los 'mouros'. serva que ambos recintos son sincrónicos y responden a un único nivel de ocupación que Fornelos por las características de los restos cerámi- Tipología: castro cos, semejantes a ambos recintos, parece da- tarse en los s. I-II d. C. (Ramil 1999, Tomas, ACC: Edad del Hierro Ramil 1987). Descripción: Se trata de un yacimiento es- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, tructurado a partir de un recinto central de E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico planta oval, y grandes dimensiones bastante de Galicia. alargado en sentido SE-NW, existiendo hacia Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1934. Los cas- el E del mismo un segundo recinto de forma tros prehistóricos del Norte de Galicia. Anua- semicircular, casi rectangular, en sentido N-S rio del cuerpo facultativo de Archiveros, que parece una ampliación del anterior. Las defensas del yacimiento consisten en una mu- Bibliotecarios y Arqueólogos. Vol. I:138-9. ralla que rodea casi todo el perímetro del re- Lám II, 8. Madrid cinto central excepto hacia el NE en donde el Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a mar constituye la defensa natural, con un de- Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. sarrollo irregular, siendo mucho mayor hacia En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, el W, en donde alcanza los 2 m de altura en la J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- parte interna y 6 o 7 m en la parte externa, y ra: 51-6. A Coruña: Vía Láctea Editorial. menos elevada hacia la zona E, observándo- Tomás Botella, V.; Ramil González, E. 1987. se aquí simplemente un pequeño muro de Informe preliminar das excavacións arqueo- apenas 1 m de altura que actúa como refuer- lóxicas en castros do Concello de Ortigueira. zo de las defensas naturales constituidas por Informe depositado en la DXPHD. Inédito. el acantilado, una segunda muralla transver- sal a ésta y de menor tamaño (unos 2 m de Situación geográfica alto por el interior y 5 m por el exterior), que UTM X: 595.580 rodea por el S a la terraza situada hacia el E UTM Y: 4.840.278 del recinto central, convirtiéndose en un sim- Longitud: 07.48.49,3 ple muro que refuerza el acantilado por la zo- Latitud: 43.42.30,9 na E; y un foso amplio y profundo que rodea todo el yacimiento (recinto central y terraza) Altitud: 114 m. en dirección SW-SE, desapareciendo en la Topónimo: A Croa zona E-NE en la que está defendido de forma Lugar: Cotorredondo natural por el mar. Las murallas presentan Parroquia: Sta. Eulalia de Ladrido cortes debidos a la construcción de pistas y Ayuntamiento: Ortigueira caminos, que permiten observar su composi- Provincia: A Coruña Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 77

ción, básicamente de tierra mezclada con de un recinto de desguace que ocupa la parte abundantes piedras. de la croa. Asimismo la periferia del yacimien- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, to se encuentra alterada en varios puntos por E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico extracciones de piedra, y las murallas y el re- de Galicia. cinto central se encuentran muy revueltos por Maciñeira Pardo de Lama, F. 1935. La distri- las raíces de los eucaliptos de repoblación de bución de las estaciones prehistóricas ortega- gran tamaño existentes por todo el área, de- lesas y sus características. Boletín de la Real jando todas estas obras de construcción cor- Academia Gallega, T. XXII, nº 259: 169-81. tes en las murallas en los que se pueden ver abundantes piedras pertenecientes a las Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a mismas. El foso se encuentra colmatado Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. hacia el SW. En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- Grado de alteración: gravemente alterado ra: 45-6. A Coruña: Vía Láctea Editorial. Causas de alteración: pistas y carreteras Agentes de alteración: particulares Situación geográfica Régimen de propiedad: público UTM X: 591.073 Grado de protección legal: inventariado UTM Y: 4.837.148 Modo de protección legal: planeamiento ur- Longitud: 07.52.12,5 banístico Latitud: 43.40.51,5 Protección física: ninguna Altitud: 10 m. Topónimo: Punta de Fornelos / Os Castros Montoán Lugar: Leixa Tipología: castro Parroquia: Sto. Adrao de A Veiga ACC: Edad del Hierro Ayuntamiento: Ortigueira Dimensiones: El recinto mide aproximada- Provincia: A Coruña mente unos 60 m de diámetro y la altura del Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- terraplén oscila entre 2 m al SE y 4 m al NW. tera C-642 con dirección a Ferrol y tras el Descripción: Se trata de un yacimiento cons- Puente de Mera se toma una carretera a la tituido por un único recinto de planta circular y derecha que lleva a Cariño y aproximadamen- reducidas dimensiones, que presenta una li- te a 1,50 Km se sigue una pista a la derecha gera inclinación de NW a SE. Actualmente no que lleva a Fornelos. Se continúa unos 2,30 se aprecian estructuras defensivas artificiales, Km y se llega directamente hasta el castro. sino únicamente una elevación irregular (4 m Cartografía de detalle: 1:5.000/001-88 al NW y 2 m al SE) de la superficie del recinto Cartografía 1:10.000: 44 con respecto a su entorno; sin embargo, la Cartografía 1:25.000: IV realización de unos sondeos en el año 1990 Cartografía 1:50.000: 1 dirigidos por E. Ramil González y financiados por la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural Folklore de la Xunta de Galicia, permitió documentar la Descripción: Rodríguez et al. (1986) docu- existencia de un sistema defensivo, desapa- menta que los vecinos cuentan que el castro recido recientemente debido al acondiciona- es un lugar hecho y habitado por los 'mouros' miento del terreno para labores agrícolas, pe- y el foso que lo defiende estaría lleno de agua ro del que todavía se conservan referencias para poder entrar las barcas. orales, consistente en una muralla perimetral realizada en piedra menuda y tierra, y un fo- Situación Patrimonial so, que en la actualidad únicamente ha deja- do un nivel de derrumbe de la muralla colma- Fecha: 24-09-01 tando el foso (Ramil 1990). Estado de conservación: El castro se en- Los sondeos realizados por este mismo ar- cuentra gravemente alterado por la existencia queólogo en el interior del recinto permitieron de una pista que lo corta por el centro en di- documentar un único nivel de ocupación en el rección E-W, por la construcción de un em- que no se localizaron restos de construccio- barcadero en el lado E y por la construcción 78 Pastor Fábrega Álvarez

nes sino sólo pequeños derrumbes, y en don- ción E-W, cuya morfología se encuentra bas- de destacan la aparición significativa de ce- tante desfigurada debido a la existencia de rámica con decoración estampillada (Ramil construcciones en el lado N y tierras de culti- 1990). vo. El sistema defensivo no puede definirse Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, con claridad, apreciándose un terraplén pro- E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico nunciado hacia el N y el E, aunque es posible de Galicia. que haya existido un foso y un parapeto (Ro- Ramil González, E. 1990. Informe preliminar dríguez et al. 1986). Hacia el W la ladera está da III Campaña de excavaciones arqueolóxi- cortada formando un terraza de forma semi- cas na comarca de Ortegal. Informe deposita- circular en la que se asienta un antiguo cole- do en la DXPHD. Inédito. gio abandonado en la actualidad, y que no pa- rece estar relacionado con el castro. Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- de Galicia. ra: 43-5: A Coruña: Vía Láctea Editorial. Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. Situación geográfica En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, UTM X: 589.279 J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- UTM Y: 4.837.157 ra: 46-7. A Coruña: Vía Láctea Editorial. Longitud: 07.53.32,7 Situación geográfica Latitud: 43.40.52,6 UTM X: 588.400 Altitud: 20 m. UTM Y: 4.835.989 Topónimo: O Castro Longitud: 07.54.12,6 Lugar: Montoán Latitud: 43.40.15,1 Parroquia: Sto. Adrao de A Veiga Altitud: 26 m. Ayuntamiento: Ortigueira Topónimo: O Castro / As Croas / Castro de Provincia: A Coruña Mera Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- Lugar: O Castro tera C-642 con dirección a Ferrol y pasado el Parroquia: Santiago de Mera de Abaixo puente de Mera se toma a la derecha la carre- Ayuntamiento: Ortigueira tera que lleva a Cariño. Al llegar a Santo Adrao de A Veiga se toma a la derecha una Provincia: A Coruña pista que lleva hasta Punta Fornelos y se Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- avanza unos 400 m hasta llegar a un antiguo tera C-642 en dirección a Ferrol y pasado el colegio. Allí se toma una pista a la izquierda y PK 43, antes de llegar al Puente de Mera, en se sigue unos 100 m, encontrándose el yaci- una curva a la izquierda se divisa el castro a miento a unos 30 m a la derecha de la pista. la izquierda de la pista. Cartografía de detalle: 1:5.000/001-88 Cartografía de detalle: 1:5.000/001-87 Cartografía 1:10.000: 44 Cartografía 1:10.000: 44 Cartografía 1:25.000: IV Cartografía 1:25.000: IV Cartografía 1:50.000: 1 Cartografía 1:50.000: 1

Mera A Volta Tipología: castro Tipología: castro ACC: Edad del Hierro ACC: Edad del Hierro Dimensiones: El recinto principal mide 40 m Descripción: Se trata de un yacimiento muy en el eje E-W y 25 m en el eje N-S. desfigurado debido a las diferentes obras rea- Descripción: Se trata de un castro compues- lizadas en el espacio que ocupa. Posee un to por un único recinto de reducidas dimen- recinto central que se encuentra muy desfigu- siones y forma oval con el eje mayor en direc- rado al N por el paso de la carretera C-642 y Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 79

al W por la realización de labores de cantería, alcanza su mayor altura en el lado N. Hacia el de forma bastante angulosa en los lados E y E se extiende una terraza, aunque resulta di- S. Las estructuras defensivas consisten en fícil asegurar que se encuentra relacionada una línea de muralla bastante mal conservada con el yacimiento. al E y S y desaparecida al N y W, y un foso Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad C.; Ramil, que se conserva bastante colmatado al E. E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico Se han localizado materiales al S del castro, de Galicia. en el lugar en el que se emplazan las instala- Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a ciones de Fenosa, que pueden significar que Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. el yacimiento haya ocupado un área mayor de En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, la conservada (Rodríguez et al. 1986). J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, ra: 48. A Coruña: Vía Láctea Editorial. E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Situación geográfica Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a UTM X: 592.395 Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. UTM Y: 4.834.942 En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, Longitud: 07.51.14,9 J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- Latitud: 43.39.39,4 ra: 48. A Coruña: Vía Láctea Editorial. Altitud: 53 m. Situación geográfica Topónimo: O Castro / Monte de Chousa / UTM X: 589.551 Castro de Saa UTM Y: 4.835.539 Lugar: O Castro Longitud: 07.53.21,5 Parroquia: S. Xulián de Senra Latitud: 43.40.00,0 Ayuntamiento: Ortigueira Altitud: 42 m. Provincia: A Coruña Topónimo: A Volta dos Castros Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- tera C-642 en dirección a Ferrol y antes de Lugar: Carballo de Boi llegar al Km 39 se toma la carretera LC-101 Parroquia: Sta. María de San Clodio hacia Insua siguiéndola unos 1,30 Km. Allí se Ayuntamiento: Ortigueira toma una pista a la derecha y se sigue unos Provincia: A Coruña 100 m, tomando entonces una pista a la dere- Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- cha situada junto a la casa de Instrucción de tera C-642 en dirección a Ferrol y tras reco- Senra y tras recorrer unos 400 m se toma un rrer unos kilómetros se toma un desvío a la camino a la derecha que lleva directamente al izquierda, encontrándose el yacimiento entre castro. la C-642 y la pista anteriormente mencionada. Cartografía de detalle: 1:5.000/007-18 Cartografía de detalle: 1:5.000/007-18 Cartografía 1:10.000: 14 Cartografía 1:10.000: 14 Cartografía 1:25.000: II Cartografía 1:25.000: II Cartografía 1:50.000: 7 Cartografía 1:50.000: 7 Folklore Descripción: Relato contado por un vecino Saa de O Castro de 56 años de edad referido a O Tipología: castro Castro, nos dijo que desde siempre habían ACC: Edad del Hierro existido relatos sobre la existencia de 'mou- Descripción: Se trata de un castro compues- ros' en el castro, a los cuales se les atribuía la to por un único recinto, de forma oval con construcción de una fortaleza y la del hoyo en estrechamiento en la zona central (Rodríguez el centro del castro. et al. 1986) que se encuentra alterado en su interior debido a la realización de actividades extractivas. Las estructuras defensivas visi- bles se reducen a una línea de muralla que 80 Pastor Fábrega Álvarez

Cartografía 1:50.000: 7 Folklore Xestal Descripción: Relato contado por una vecina, Tipología: castro de 70 años de edad, del lugar de A Torre y re- ACC: Edad del Hierro ferido a Castro do Xestal. Nos dijo que se contaba que en el castro do Xestal habían vi- Dimensiones: El recinto principal posee vido los 'mouros' por lo que se le llamaba aproximadamente 70 m de diámetro. Monte dos Mouros. Descripción: Se trata de un castro compues- Rodríguez et al. (1986) recogen el topónimo to por dos recintos: la croa, de forma circular, de Castelo dos Mouros y el documento de con un diámetro de aproximadamente 70 m y una vecina que dice que vivían allí 'os mou- un antecastro ubicado al N de ésta. El siste- ros', había túneles y el suelo retumbaba. ma defensivo consiste en una línea de mura- lla, de aproximadamente 1 m de altura en el interior y unos 2 o 3 m en el exterior, que ro- O Castriño dea tanto el recinto principal como el antecas- Tipología: castro tro; precedido por un foso y un terraplén. El ACC: Edad del Hierro acceso al interior del recinto se realiza por el N del yacimiento. Descripción: La mala conservación del yaci- miento dificulta su caracterización, sin embar- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, go en el estado actual en el que se encuentra E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico parece tratarse de un castro con un único re- de Galicia. cinto de forma ligeramente oval en dirección Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a E-W, de escasas dimensiones y ligera inclina- Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. ción hacia el W, que muestra una posible te- En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, rraza o antecastro hacia el lado NE, por don- J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- de los vecinos documentan la existencia de ra: 48. A Coruña: Vía Láctea Editorial. una entrada. Respecto a las estructuras de- Situación geográfica fensivas en la actualidad no se documentan restos de muralla ni foso, sino únicamente un UTM X: 591.259 terraplén suavizado, quizá debido a la realiza- UTM Y: 4.834.633 ción de labores agrícolas y de extracciones de Longitud: 07.52.05,8 piedra; ya que los vecinos nos informaron de Latitud: 43.39.29,9 la existencia de muros que rodeaban el castro Altitud: 79 m. en dirección S-N que fueron extraídas para utilizar en construcciones diversas. Topónimo: Monte dos Mouros / Castro / Cas- tro de Xestal / Castelo dos Mouros Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico Lugar: Castro / O Xestal de Galicia. Parroquia: Sta. María de San Clodio Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a Ayuntamiento: Ortigueira Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. Provincia: A Coruña En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- tera C-642 en dirección a Ferrol. Antes de lle- ra: 50. A Coruña: Vía Láctea Editorial gar al kilómetro 40 se toma una pista hacia la izquierda que indica hacia San Clodio y se si- Situación geográfica gue unos 100 m; a continuación se toma una UTM X: 594.130 pista a la derecha y se sigue unos 50 m. Se UTM Y: 4.837.776 toma entonces una pista a la izquierda y se Longitud: 07.49.55,7 continua unos 300 m, encontrando a la dere- cha de la pista la entrada al castro. Latitud: 43.41.10,5 Cartografía de detalle: 1:5.000/007-18 Altitud: 23 m. Cartografía 1:10.000: 14 Topónimo: O Castriño Cartografía 1:25.000: II Lugar: O Castro Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 81

Parroquia: Sta. María de Lubia medieval) en las construcciones del camino Ayuntamiento: Ortigueira actual de acceso al yacimiento (Rodríguez et Provincia: A Coruña al. 1986). Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil tera C-642 en dirección a O Barqueiro, y pa- González E.; Tomás, V. 1986. Inventario Ar- sado el PK 34 se toma una pista a la derecha queolóxico de Galicia. que lleva a la iglesia parroquial. Desde allí, a Catálogo de yacimientos arqueológicos. Mi- la derecha de la pista, se divisa ya el castro. nisterio de Cultura, Dirección General de Pa- Cartografía de detalle: 1:5.000/002-81 trimonio Artístico, Archivos y Museos. Cartografía 1:10.000: 41 Dávila Díaz, J. 1902. Apuntes históricos y descriptivos de la villa y partido judicial de Cartografía 1:25.000: IV Santa Marta de Ortigueira. Buenos Aires. Cartografía 1:50.000: 2 Dávila Díaz, J. 1931. Geografía descriptiva de la comarca de Ortigueira: (municipios de Orti- Campo da Torre gueira, Cedeira, Cerdido, Mañón y Puentes Tipología: Castillo de García Rodríguez): con algunas notas his- tóricas, planos y fotograbados. La Coruña: ACC: Edad Media Est. Graf. Zincke Hermanos. Descripción: Se trata de un yacimiento com- Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1892. Cróni- puesto por un recinto principal de forma circu- cas de Ortigueira. La Coruña. Est. Tip. De La lar con unos 60 m de diámetro en el que ac- Voz de Galicia. tualmente se conservan las ruinas de un mo- lino de viento situado en el lugar en el que Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1934. Los cas- existen referencias de la existencia de la anti- tros prehistóricos del Norte de Galicia. Anua- gua torre de homenaje del castillo medieval rio del cuerpo facultativo de Archiveros, del s. XII perteneciente al Conde de Santa Bibliotecarios y Arqueólogos. Vol. I: 129-47. Marta de Ortigueira (Rodríguez et al. 1986, MaciñeiraMadrid. y Pardo de Lama, F. 1935. La dis- Maciñeira 1892, Usero 1974). Este recinto se tribución de las estaciones prehistóricas orte- encuentra rodeado por un profundo foso galesas y sus características. Boletín de la precedido de un fuerte terraplén, perdiéndose Real Academia Gallega, T. XXII, nº 259: 169- ambos hacia el S y el W, a causa de la exis- 81. tencia de construcciones y tierras de cultivo Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a respectivamente. Hacia el E parece extender- Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. se una pequeña terraza, difícil de delimitar a En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, causa de la vegetación y por el N, en direc- J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- ción W-E, parecen extenderse tres líneas de ra: 49-50. A Coruña: Vía Láctea Editorial. terrazas, vinculadas al yacimiento. Romero Masiá, A. Mª. 1980. Asentamentos Este yacimiento ha sido calificado por F. Ma- castrexos costeiros do Norde de Galicia. Ga- ciñeira como castro prehistórico, tipo a, situa- llaecia 6: 68. Santiago de Compostela. do en la cumbres de un cerro (1934: 136-7), y Usero, R. 1974. Gran Enciclopedia Gallega. J. Dávila (1931: 86-7) también se refiere a él Vol. XXIII: 128. Voz Ortigueira. diciendo que el castillo se asienta sobre "uno de los catorce castros que existía en el con- Situación geográfica torno de la ría de Ortigueira". Posiblemente se UTM X: 592.287 trate de un yacimiento con larga ocupación UTM Y: 4.837.735 desde la Edad del Hierro hasta la Edad Mo- Longitud: 07.51.18,0 derna. Sin embargo, la información disponible (cerámica y monedas de época medieval y Latitud: 43.41.10,0 moderna), así como la estructura y morfología Altitud: 45 m. general y las fuentes documentales, única- Topónimo: O Campo da Torre mente nos permiten asegurar su adscripción a Lugar: O Campo da Torre la Edad Media, resultando también destacable Parroquia: Sta. Marta de Ortigueira la existencia de un escudo de los Montenegro Ayuntamiento: Ortigueira (condado al que perteneció la villa en época Provincia: A Coruña 82 Pastor Fábrega Álvarez

Accesos: Desde el ayuntamiento de Ortiguei- Cartografía 1:25.000: II ra se toma un camino a la izquierda que as- Cartografía 1:50.000: 2 ciende entre casas hasta la cima de O Cam- po da Torre por el lado S. Espiñaredo Cartografía de detalle: 1:5.000/001-88 Cartografía 1:10.000: 44 Tipología: castro Cartografía 1:25.000: IV ACC: Edad del Hierro Cartografía 1:50.000: 1 Descripción: Lo que pudo ser un yacimiento castreño, hoy se reduce a un terreno más o Folklore menos llano dedicado a pastos y atravesado Descripción: Relato contado por una vecina por un camino de tierra. Tiene un cierto resal- de Ortigueira de unos 70 años de edad, dijo te sobre los campos que quedan al W, del los que se contaba que existía un camino subte- que se ve aislado en el sector S por un desni- rráneo que comunicaba la iglesia de Santa vel o terraplén que puede situarse quizás en Marta de Ortigueira con el recinto central del el lugar de una defensa hoy desaparecida. En yacimiento de Campo da Torre, y que allí vi- la base de éste discurre un camino. Se puede vían los 'mouros'. Estas leyendas también imaginar una forma circular, ya en el sector N fueron recogidas por Rodríguez, Abad, Ramil y E, muy perdida por nivelaciones para pra- y Tomás en la catalogación realizada en dos. 1986. Bibliografía: Ramil González, E.; Tomás Ba- talla, V. 1987. Inventario Arqueolóxico de Ga- licia. Estaca Tipología: castro Situación geográfica ACC: Edad del Hierro UTM X: 579.200 Descripción: Yacimiento castreño con em- UTM Y: 4.839.150 plazamiento peninsular, defendido en todo su Longitud: 08.01.01,7 perímetro por altos cantiles, excepto el com- Latitud: 43.42.01,3 plejo defensivo que aísla el recinto habitacio- Altitud: 90 m. nal de su entorno, que consiste actualmente Topónimo: Os Castros en un parapeto y dos fosos, el primero con- serva hacia el E 6 m de altura y 10-15 m de Lugar: Espiñaredo ancho. Parroquia: Sta. Eulalia de Cervo Bibliografía: Ramil González, E.; Tomás Bo- Ayuntamiento: Cedeira tella, V. 2002. Inventario Arqueolóxico de Ga- Provincia: A Coruña licia. Accesos: Desde la villa de Cedeira se toma la carretera que se dirige a Faro da Candela- Situación geográfica ria y desviarse a la derecha en la pista que UTM X: 605.950 está señalada hacia Cervo, a la derecha. Hay UTM Y: 4.849.250 que lleva esta pista hasta el lugar de Espiña- Longitud: 07.40.59,7 redo, enfrente de las casas de cal se situaba este yacimiento. Latitud: 43.47.16,5 Cartografía 1:10.000: 43 Altitud: 84 m. Topónimo: Castro de Estaca de Bares Cartografía 1:25.000: IV Cartografía 1:50.000: 1 Lugar: Vila de Bares Parroquia: Bares Ayuntamiento: Mañón Porteiro Provincia: A Coruña Tipología: castro Accesos: Se toma la carretera que desde O ACC: Edad del Hierro Barqueiro conduce hasta el Faro de Estaca Descripción: Se trata de un yacimiento que de Bares, donde se encuentra el yacimiento. se encuentra en la actualidad totalmente cu- Cartografía 1:10.000: 23 bierto de vegetación por lo que resulta difícil Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 83

conocer su morfología. Se trata de un castro Parroquia: Santiago de Mera de Abaixo situado en un promontorio cercano a la costa Ayuntamiento: Ortigueira que posee un recinto principal de forma re- Provincia: A Coruña dondeada y reducidas dimensiones, ubicado Accesos: Desde Ortigueira se toma la carre- en la cima del monte, y dos terrazas, una de tera C-642 en dirección a Ferrol. Pasado el ellas de gran tamaño que se extiende en di- Puente de Mera se toma a la derecha la ca- rección NE-SE y otra más pequeña situada rretera que lleva a Cariño y después de reco- hacia el W. rrer unos 100 m se toma una pista a la iz- El sistema defensivo resulta bastante comple- quierda, y tras 300 m se toma una segunda jo con una línea de muralla que rodea el re- pista también a la izquierda que se continúa cinto principal, con una altura de 1 m hacia el durante unos 200 m. Se toma una pista a la interior y entre 2 y 5 m hacia el exterior y dis- derecha y tras unos 300 m se llega al lugar de tinto sistema defensivo para las terrazas Caparelle, accediendo desde allí al castro si- puesto que la situada hacia el E (NE-SE) úni- tuado a la izquierda de la pista. camente está precedida por un terraplén más Cartografía de detalle: 1:5.000/001-87 / o menos elevado según la zona, mientras que 1:5.000/007-17 la terraza situada al W queda separada del recinto principal por la muralla mencionada y Cartografía 1:10.000: 44-14 por dos fosos y un parapeto intermedio, y está Cartografía 1:25.000: IV-II precedida por un tercer foso. Cartografía 1:50.000: 1-7 En el interior del recinto principal se observan, Folklore abundantes piedras y existen referencias so- bre la retirada de las mismas por los vecinos Descripción: Se trata de un relato contado (Rodríguez et al. 1986). por un vecino, de 90 años, del lugar de O Por- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, C.; Ramil teiro y referido al Castro do Porteiro. Nos in- González, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Ar- formó que antiguamente se contaba que los queolóxico de Galicia. 'mouros' venían al castro a enterrar a los Catálogo de yacimientos arqueológicos. Mi- muertos. También se cuenta que en el lugar nisterio de Cultura, Dirección General de Pa- se había encontrado una virgen. trimonio Artístico, Archivos y Museos. Folklore Maciñeira y Pardo de Lama, F. 1934. Los cas- Descripción: Se trata de un relato contado tros prehistóricos del norte de Galicia. Anuario por un vecino de 80 años de edad y pertene- del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Ar- ciente al lugar de Caparelle nos contó que en queólogos. Vol.I: 129-147, Lám II, 9. Santi- el castro habían vivido los 'mouros', los roma- ago: CSIC (I) nos y los celtas, y que habían construido unos Ramil González, E. 1999. Ortigueira entre a caminos que llevaban directamente al río, en Cultura dos Castros e a Etapa Altomedieval. donde recogían agua. En Ramil González, E.; Breixo Rodríguez, J.C.; Grandío Seoane, E. Historia de Ortiguei- ra: 47. A Coruña: Vía Láctea Editorial. Riba Romero Masiá, A. Mª. 1980. Asentamentos Tipología: castro castrexos costeiros do Norde de Galicia. Ga- ACC: Edad del Hierro llaecia 6: 68. Santiago de Compostela. Descripción: Se trata de un recinto de forma Situación geográfica oval con defensas consistentes en parapeto y terraplén rodeando el castro, excepto en el UTM X: 587.909 NW que conserva muralla. En el S el recinto UTM Y: 4.835.601 está muy alterado por la construcción de vi- Longitud: 07.54.34,7 viendas. Desde el SE al NW hay un foso en- Latitud: 43.40.02,7 contrándose mejor conservado al N. Altitud: 74 m. Bibliografía: Tomás Botella, V.; Ramil Gon- Topónimo: Garita dos Mouros / Castro de zález, E. 1987. Inventario Arqueolóxico de Caparelle / Castro de Porteiro Galicia. Lugar: Caparelle / Porteiro 84 Pastor Fábrega Álvarez

Situación Geográfica Lugar: Os Castros UTM X: 581.000 Parroquia: S. Román de Montoxo UTM Y: 4.834.350 Ayuntamiento: Cedeira Longitud: 07.59.43,9 Provincia: A Coruña Latitud: 43.39.25,0 Accesos: En la carretera Cedeira-Campo do Altitud: 222 m. Hospital, en el kilómetro 6,50 aproximada- mente se toma la pista señalada a Montoxo. Topónimo: Castro de Riba Tras pasar el lugar se debe ir hacia A Mu- Lugar: Riba ruxas, y antes de llegar, en un puente por de- Parroquia: S. Román de Montoxo bajo de esta pista, se toma a la izquierda una Ayuntamiento: Cedeira pista sin asfaltar que lleva directamente al ya- Provincia: A Coruña cimiento, a unos 100 m. Accesos: En la carretera Cedeira-Ortigueira, Cartografía 1:10.000: 13 al llegar al Km 5, hay una pista que se toma a Cartografía 1:25.000: II la izquierda y lleva al lugar de Riba, situándo- Cartografía 1:50.000: 7 se las casas sobre el yacimiento. Cartografía 1:10.000: 13 Cheda Cartografía 1:25.000: II Tipología: castro Cartografía 1:50.000: 7 ACC: Edad del Hierro Descripción: El yacimiento se encuentra Montoxo completamente alterado por las nivelaciones Tipología: castro de terrenos para aprovechamiento económi- ACC: Edad del Hierro co, la única estructura un poco clara que se Descripción: Se trata de un recinto castreño, conserva se encuentra en el borde de la ca- hoy aparentemente de pequeño tamaño, y rretera, y consiste en un terraplén de defensa que puede clasificarse como castro fluvial. El situado al S y cerrado por el E limitando con río le sirve de protección por los lados W y N, el río, y por el W coincidiendo con un pequeño siendo aquí las defensas de poca altura. En el regato. A continuación de estos límites y el N ángulo NE comienza una pendiente que se va son zonas aterrazadas y no se conservan res- ampliando hacia el N y aquí se convierte en tos del yacimiento. un terraplén que recorre el lado W ganando Bibliografía: Tomás Botella, V.; Ramil Gon- altura por la mitad de este lado y volviendo a zález, E. 1987. Inventario Arqueolóxico de perderla hacia el S, donde desaparece tras Galicia. dar la vuelta. El río le sirve de foso natural en Situación Geográfica este último lado. Yacimiento mal conservado, ya que las lógi- UTM X: 582.450 cas defensas que debían inflar este coto de UTM Y: 4.833.250 tierra por el S y E desaparecieron, posible- Longitud: 07.58.39,7 mente a causa de los cultivos, siendo la zona Latitud: 43.38.48,8 donde se intuye muy transformada, con multi- Altitud: 154 m. tud de aterrazamiento para el regadío. Topónimo: Castro de Cheda de Abaixo Bibliografía: Ramil, E.; Tomás, V. 1987. In- Lugar: Cheda de Abaixo ventario Arqueolóxico de Galicia. Parroquia: S. Román de Montoxo Situación Geográfica Ayuntamiento: Cedeira UTM X: 582.721 Provincia: A Coruña UTM Y: 4.834.509 Accesos: En la carretera Cedeira-Ortigueira, Longitud: 07.58.27,0 a la altura del kilómetro 9, el yacimiento se si- Latitud: 43.39.29,5 túa a la izquierda en el borde de dicha carre- tera. Altitud: 194 m. Cartografía 1:10.000: 13 Topónimo: Os Castros Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 85

Cartografía 1:25.000: II de su perímetro el foso se convierte en una Cartografía 1:50.000: 7 terraza defensiva. Puede existir una tercera plataforma que se va perdiendo entre los campos actuales, salvo al W, donde se apre- Carracedo cia desde la cima una caída más abrupta. Tipología: castro La entrada aparece en el lado E, protegida ACC: Edad del Hierro por tres líneas de muralla, entrada hoy an- Descripción: Recinto de forma circular, ro- cheada y deformada por la pista de acceso al deado de una alta muralla en todo su períme- grupo escolar. tro, excepto en el N, donde desaparecen por Bibliografía: Carneiro Rey, J. S.; Serra Ote- explanación. Es posible la existencia de un ro, J. 1999. Cerdido: Patrimonio Arqueolóxico- foso por el N y W por donde hoy discurre un etnográfico. El legado cultural de la Iglesia camino que lo rodea, al igual que por el E, mindonense. Congreso do Patrmonio da Dió- hoy convertido en pista. No existe una entra- cese de Mondoñedo. Ferrol. da clara, pues los que están a la vista pare- Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, cen modernos. V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. En el NE hay un montículo de gran altura que pudiera tratarse de los restos de una explota- Situación Geográfica ción de cantería de un penedo de mayor ta- UTM X: 581.256 maño aquí situado. UTM Y: 4.830.400 Bibliografía: Tomás Botella, V.; Ramil Gon- Longitud: 07.59.34,6 zález, E. 1987. Inventario Arqueolóxico de Latitud: 43.37.16,9 Galicia. Altitud: 164 m. Situación Geográfica Topónimo: Socastro UTM X: 584.500 Lugar: Castrillón UTM Y: 4.833.300 Parroquia: S. Martiño de Cerdido Longitud: 07.57.08,2 Ayuntamiento: Cerdido Latitud: 43.38.49,6 Provincia: A Coruña Altitud: 219 m. Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol hay una Topónimo: A Croa desviación hacia Cerdido, en el kilómetro 54. A 4 Km se encuentra Villa de la Iglesia, donde Lugar: Carracedo hay que tomar una pista a mano derecha Parroquia: S. Xulián de Montoxo hacia Castrillón. Otra pista a mano izquierda Ayuntamiento: Cedeira se dirige al grupo escolar situado en el castro. Provincia: A Coruña Cartografía 1:10.000: 23 Accesos: Carretera Cedeira-Ortigueira, al Cartografía 1:25.000: II pasar Figueiras se toma la tercera pista a la Cartografía 1:50.000: 7 izquierda. El yacimiento, a unos 200 m a la izquierda de la pista, se encuentra en el bor- de. Felgosas Cartografía 1:10.000: 13 Tipología: castro Cartografía 1:25.000: II ACC: Edad del Hierro Cartografía 1:50.000: 7 Descripción: Recinto casi circular, rodeado por muralla en todo su perímetro, con foso y Socastro parapeto en el N, E y S. Pudiera haber existi- do un antecastro, hoy destruido por cultivos y Tipología: castro talud que linda con la carretera en el N y NW. ACC: Edad del Hierro Las murallas del recinto principal han sido Descripción: Castro de defensas complejas destruidas en parte por obras de cantería, en que consta de un recinto principal central, ro- el N y E, fue efectuado un desmonte, que deado de una muralla de gran altura, reforza- afectó también a esta estructura en el W, para da con foso por sus lados N y NE. Al S y resto la construcción de una vivienda. Dentro del 86 Pastor Fábrega Álvarez

recinto, en el N se instala un depósito de agua Situación Geográfica y una pequeña construcción al E. La carretera UTM X: 583.000 lo circunda por el S, W y N. UTM Y: 4.827.556 Bibliografía: Carneiro Rey, J. A.; Serrano Longitud: 07.58.18,3 Otero, J. 1999. Cerdido: Patrimonio Arqueo- lóxico-etnográfico. El legado cultural de la Latitud: 43.35.44,0 Iglesia mindoniense. I Congreso de Patrimo- Altitud: 267 m. nio da Diócese de Mondoñedo. Ferrol. Topónimo: Castro Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, Lugar: Castro V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Parroquia: S. Martiño de Cerdido Ayuntamiento: Cerdido Situación Geográfica Provincia: A Coruña UTM X: 584.631 Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol, a la al- UTM Y: 4.829.519 tura del Km 58, se toma una pista a la dere- Longitud: 07.57.04,5 cha, encontrándose a unos 600 m el yaci- Latitud: 43.36.47,0 miento a la derecha de la pista. Altitud: 308 m. Cartografía 1:10.000: 23 Topónimo: Castro de Felgosas Cartografía 1:25.000: II Lugar: Felgosas Cartografía 1:50.000: 7 Parroquia: S. Antonio de Barqueira Ayuntamiento: Cerdido Torre Provincia: A Coruña Tipología: castro Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol, poco ACC: Edad del Hierro antes en la Barquera, se encuentra el cruce de Cerdido, situándose el castro a la izquierda Descripción: Recinto de forma más o menos en la curva. elíptico rodeado de una muralla de tierra y piedra menuda en los lados W y parte del N y Cartografía 1:10.000: 23 S; en cambio en el lado E la muralla es más Cartografía 1:25.000: II problemática identificarla ya que se observa Cartografía 1:50.000: 7 un ancho muro de sillar de piedra en disposi- ción bastante rectilínea. La defensa se ve Cerdido completada en el lado W por un profundo foso y un parapeto formado con la tierra extraída Tipología: castro de dicho foso. En el lado E hay una fuerte ACC: Edad del Hierro pendiente natural. Frente a la muralla del W, Descripción: Recinto de forma oval defendi- donde presuntamente se encuentra la entrada do en todo su entorno por una alta muralla de original al recinto, se encuentra una amplia piedras y tierra, que se ve protegido además terraza. en la parte E por la fuerte caída natural al río Bibliografía: Rodríguez, E.; Ramil, E.; To- que por allí discurre. Se observa abundante más, V.; Abad, J. C. 1986. Inventario Arqueo- piedra en todo el recinto, incluso algún posible lóxico de Galicia. muro. La entrada se sitúa al SW, frente a la cual existe una terraza bastante amplia que Situación Geográfica pudo haber sido un antecastro. UTM X: 587.150 Bibliografía: Carneiro Rey, J.; Serrano Otero, UTM Y: 4.830.675 J. 1999. Cerdido: Patrimonio Arqueolóxico- Longitud: 07.55.11,5 Etnográfico. El legado cultural de la Iglesia Latitud: 43.37.23,4 mindoniense. I Congreso de Patrimonio da Diócese de Mondoñedo. Ferrol. Altitud: 272 m. Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, Topónimo: Torre do Crego V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Lugar: Barqueira Vella Parroquia: S. Antonio de Barqueira Ayuntamiento: Cerdido Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 87

Provincia: A Coruña Descripción: Recinto de forma oval, defendi- Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol a la al- do en todo su perímetro por una muralla de 6 tura de A Barqueira se toma la desviación a la a 8 m de altura compuesta de tierra y piedras. izquierda que lleva hasta Barqueira Vella, te- Se completa con foso y parapeto en el lado niendo que llegar hasta el invernadero de SW. Presenta una elevación de forma oval plantas, una vez en él se tomará la primera adosada a la parte interior de la muralla en el pista la izquierda que lleva al pie del yaci- lado N, y separada por una estrecha vaguada. miento. Podría tratarse de un torreón con aparejo de Cartografía 1:10.000: 24 piedra. Una entrada, posiblemente la original rompe la muralla por el lado W. En este punto Cartografía 1:25.000: II se inicia el foso. El lado E presenta un muro Cartografía 1:50.000: 7 de división en el interior del recinto. Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ra- Sor mil, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueo- Tipología: castro lóxico de Galicia. ACC: Edad del Hierro Situación Geográfica Descripción: Yacimiento castrexo emplazado UTM X: 580.800 en la ladera del monte, con forma oval. Se UTM Y: 4.825.613 aprecia la muralla pétrea y un profundo foso con el objetivo de aislar el recinto del entorno Longitud: 07.59.57,5 superior, así como varias terrazas con pro- Latitud: 43.34.41,9 nunciados taludes. Altitud: 220 m. Bibliografía: Ramil González, E.; Tomás Bo- Topónimo: Castro de Abade tella, V. 2002. Inventario Arqueolóxico de Ga- Lugar: Abade licia (11 de marzo de 2002). Parroquia: Santiago de Abade Situación Geográfica Ayuntamiento: Moeche Provincia: A Coruña UTM X: 603.675 UTM Y: 4.840.100 Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol, en el Km 62 se toma una pista a la derecha, encon- Longitud: 07.42.47,8 trándose el castro a unos 200 m a la izquier- Latitud: 43.42.21,2 da. Altitud: 83 m. Cartografía 1:10.000: 33 Topónimo: Castro de Ribeiras do Sor Cartografía 1:25.000: IV Lugar: Insuas Cartografía 1:50.000: 7 Parroquia: Ribeiras do Sor Ayuntamiento: Mañón Casablanca Provincia: A Coruña Tipología: castro Accesos: Carretera CP-4401, que desde O Barqueiro llega a Ribeiras do Sor, desviarse ACC: Edad del Hierro en Barral de Abaixo hacia Insua, y desde este Descripción: Pequeño altozano levemente lugar subir a Monte do Castro por un sendero elevado sobre el entorno, lo que permite dis- que llega hasta la cima, encontrándose el ya- tinguirlo como posible lugar de enclave de cimiento a media ladera. una yacimiento castreño, junto con la toponi- Cartografía 1:10.000: 42 mia y el folklore. Cartografía 1:25.000: III Bibliografía: Usero, R. Gran Enciclopedia Gallega, Vol. XXI. Cartografía 1:50.000: 2 Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Abade Situación Geográfica Tipología: castro ACC: Edad del Hierro UTM X: 580.200 UTM Y: 4.824.025 88 Pastor Fábrega Álvarez

Longitud: 08.00.25,1 Caleira Latitud: 43.33.50,7 Tipología: castro Altitud: 250 m. ACC: Edad del Hierro Topónimo: O Castro / Castro de Casablanca Descripción: Castro de forma elíptica, defen- Lugar: Casablanca dido en todo su perímetro por una elevada Parroquia: S. Xoan de Moeche muralla de piedra y tierra, con caída tanto Ayuntamiento: Moeche hacia el interior del recinto como hacia el ex- Provincia: A Coruña terior. Presenta un foso en la parte N, siendo Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol a la al- probable que existiese en más zonas del con- tura del Km 62, se toma la carretera de So- torno, pero probablemente ha sido aprove- mozas. A unos 800 m se toma la pista a mano chado para su uso como camino. derecha que va hacia San Ramón, encon- Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ra- trándose a 1 Km de aquí el yacimiento, a ma- mil, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueo- no izquierda. lóxico de Galicia. Cartografía 1:10.000: 33 Situación Geográfica Cartografía 1:25.000: IV UTM X: 584.847 Cartografía 1:50.000: 7 UTM Y: 4.823.000 Longitud: 07.56.58,6 Labacengos Latitud: 43.33.15,6 Tipología: castro Altitud: 210 m. ACC: Edad del Hierro Topónimo: A Caleira / Castro de Santa Cruz Descripción: Se trata de un castro con planta Lugar: Castro cuadrangular, con bordes redondeados, con Parroquia: Sta. Cruz de Moeche una muralla de tierra y piedra a dos vertien- Ayuntamiento: Moeche tes, que en algún punto alcanza una altura de 8 m. Provincia: A Coruña Bibliografía: Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ra- Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol, a la al- mil, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueo- tura del Km 62 desviación a la carretera hacia lóxico de Galicia. Somozas, en un cruce a 5 Km de aquí, se to- ma la pista a Santa Cruz, y a 2 Km se en- Situación Geográfica cuentra el castro. UTM X: 582.400 Cartografía 1:10.000: 33 UTM Y: 4.824.175 Cartografía 1:25.000: IV Longitud: 07.58.47,0 Cartografía 1:50.000: 7 Latitud: 43.33.54,7 Altitud: 255 m. Cariño Topónimo: Os Castros Tipología: castro Lugar: Labacengos ACC: Edad del Hierro Parroquia: Sta. María de Labacengos Descripción: Dadas las modificaciones que Ayuntamiento: Moeche se han llevado a cabo en la superficie, se Provincia: A Coruña hace difícil imaginar su configuración primiti- Accesos: Carretera Ortigueira-Ferrol, se to- va. En la actualidad se pueden apreciar restos ma en el Km 62 en dirección a Somozas, to- de un foso y muralla en los lados E y W, es- mando luego una pista a la izquierda hacia tando mucho mejor conservados en le lado Labacengos, encontrándose en las proximi- W; observándose un desnivel de más de 8 m. dades de la estación del tren. El restos del castro se encuentra bien defen- Cartografía 1:10.000: 33 dido por el mar y los acantilados. Cartografía 1:25.000: IV Bibliografía: Romero Masiá, A. Mª. 1980. Asentamietno castrexos costeiros no norde de Cartografía 1:50.000: 7 Galicia. Gallaecia, 6: 69. Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 89

Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, Topónimo: Castro da Moura V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Lugar: Figueiroa Parroquia: Sta. María de Piedra Situación Geográfica Ayuntamiento: Cariño UTM X: 591.551 Provincia: A Coruña UTM Y: 4.843.898 Accesos: En la carretera Cariño-Mera se to- Longitud: 07.51.47,1 ma la desviación que se dirige hacia Figueiroa Latitud: 43.44.30,0 en el lugar de A Pedra; desde Figueroa una Altitud: 12 m. pista lleva hasta la punta donde está el yaci- Topónimo: Punta do Castro miento, hoy cercado con una valla por pastar Lugar: Cariño allí ganado. Parroquia: Cariño Cartografía 1:10.000: 34 Ayuntamiento: Cariño Cartografía 1:25.000: IV Provincia: A Coruña Cartografía 1:50.000: I Accesos: El acceso más claro al antiguo cas- tro se efectúa por el callejón que, desde las Frades últimas casas del puerto, ascienden hacia la Tipología: castro parte más alta de Cariño, bajo las cuales se encontraba el yacimiento. ACC: Edad del Hierro Cartografía 1:10.000: 34 Descripción: Se encuentra localizado en una punta de gran tamaño, rodeada por acantila- Cartografía 1:25.000: IV dos, excepto por el lado W en el que se pue- Cartografía 1:50.000: 1 de apreciar restos de una muralla que lo de- fiende del lado en el que se une a la tierra. Es Moura de destacar una pequeña elevación pegada a la muralla por el lado interior que podría co- Tipología: castro rresponderse con un elemento defensivo (to- ACC: Edad del Hierro rre de vigilancia) Descripción: Consta de un doble recinto, En El área defendida sería de gran extensión, por tierra firme, una muralla y un foso circunda- lo que es difícil delimitar la totalidad del yaci- ban un espacio de ladera costero en fuerte miento. pendiente hacia el mar. Bibliografía: Romero Masiá, A. Mª. 1980. El segundo recinto es una pequeña penínsu- Asentamiento castrexos costeiros no borde de la, con un islote unido a tierra por un estrecho Galicia. Gallaecia, 6: 69. istmo. No precisa defensa, pues se halla ro- Cristobo. 1980. Suplemento de La Voz de Ga- deado en todo su perímetro por altos acanti- licia 21/06/80. La Coruña. lados. Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, Bibliografía: Romero Masía, A. Mª. 1980. V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Asentamietno castrexos costerios no norde de Galicia. Gallaecia, 6. Situación Geográfica Carre Aldao, E. 1980 (ed. facsímil). Provincia UTM X: 592.598 de La Coruña. In Geografia General del Reino UTM Y: 4.840.600 de Galicia. Ed. Gallegos. Longitud: 07.51.02,3 Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Latitud: 43.42.42,7 Altitud: 45 m. Situación Geográfica Topónimo: Anxeira Vella / Punta dos Frades UTM X: 592.273 / Castro dos Fornos UTM Y: 4.842.100 Lugar: Figueora Longitud: 07.51.15,9 Parroquia: Sta. María de Pedra Latitud: 43.43.31,4 Ayuntamiento: Cariño Altitud: 40 m. Provincia: A Coruña 90 Pastor Fábrega Álvarez

Accesos: En la carretera Cariño-Mera, al lle- se va perdiendo en el lado NE y un foso que gar al lugar de A Pedra se toma la pista que protege los lados N y W. conduce a la playa de Fornos. El yacimiento Bibliografía: Maciñeira, F. 1934. Los castros cierra esta playa por el extremo N. prehistóricos del Norte de Galicia. Cartografía 1:10.000: 31 Rodríguez, E.; Abad, J.; Tomás, V.; Ramil, E. Cartografía 1:25.000: III 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Cartografía 1:50.000: 2 Situación Geográfica Sismundi UTM X: 589.150 UTM Y: 4.838.800 Tipología: castro Longitud: 07.53.37,4 ACC: Edad del Hierro Latitud: 43.41.45,9 Descripción: Es un promontorio tendente a Altitud: 34 m. circular con defensas artificiales de muralla en Topónimo: Castro / Castro de Cancela la parte W, la que limita con tierra firme. El re- sto de su perímetro, se encuentra defendido Lugar: Cancela por el mar, aunque en algún momento se en- Parroquia: S. Pedro de Feás cuentra reforzado, posiblemente con muralla Ayuntamiento: Cariño superior al talud. En la parte N se observa un Provincia: A Coruña saliente en espolón. Accesos: Siguiendo la carretera Cariño- Bibliografía: Castillo, A. del 1972. Inventario Landoi, en el lugar de Cubilote se toma una de la Riqueza Monumental y Artística de Gali- pista a la izquierda que se abandona en el lu- cia. Santiago de Compostela: Ed. de los Bi- gar de Cancela, tomando aquí un sendero bliófilos Gallegos. que lleva al yacimiento. Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, Cartografía 1:10.000: 44 V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. Cartografía 1:25.000: IV Situación Geográfica Cartografía 1:50.000: 1 UTM X: 591.200 UTM Y: 4.840.189 Pedra Longitud: 07.52.05,0 Tipología: castro Latitud: 43.42.30,0 ACC: Edad del Hierro Altitud: 10 m. Descripción: El yacimiento se sitúa sobre un Topónimo: Punta do Castro pequeño otero y rodeado por los ríos Lodeiro Lugar: Punta Sismundi y Lourido. Consta de un único recinto que conserva en el lado NE, restos de lo que sería Parroquia: S. Estevo de Sismundi un pequeño parapeto que posiblemente tuvie- Ayuntamiento: Cariño ra como finalidad la protección del asenta- Provincia: A Coruña miento en el lado de más fácil acceso. Accesos: En la carretera Cariño-Mera, en el Bibliografía: Ricart Guillot, S.; González Fer- lugar de Sismundi se toma la pista que lleva a nández, A. 1998. Inventario Arqueolóxico de la punta. Galicia (28/10/98). Cartografía 1:10.000: 44 Situación Geográfica Cartografía 1:25.000: IV Cartografía 1:50.000: 1 UTM X: 588.400 UTM Y: 4.842.400 Longitud: 07.54.08,8 Cancela Latitud: 43.43.42,9 Tipología: castro Altitud: 207 m. ACC: Edad del Hierro Topónimo: Castro Descripción: Croa superior y dos terrazas. El Lugar: Castro sistema defensivo consta de una muralla que Parroquia: A Pedra Territorio, Sociedad y Romanización de la Cultura Castreña en la comarca de Ortegal 91

Ayuntamiento: Cariño Cartografía 1:25.000: III Provincia: A Coruña Cartografía 1:50.000: 8 Accesos: Carretera de A Pedra a Castro. Al llegar al lugar de Castro se toma un camino a Insua la izquierda que cruza unos prados y lleva hacia un pequeño otero donde se ubica el ya- Tipología: castro cimiento, entre los ríos Lodeiro y Lourido. ACC: Edad del Hierro Cartografía 1:10.000: 34 Descripción: Es un recinto de forma circular Cartografía 1:25.000: IV con una muralla que lo circunda, muralla de poca altura en algunos tramos, quizá debido a Cartografía 1:50.000: 1 allanamientos en la plataforma superior para fines agrícolas. Además de esta defensa hay Carrusco que contar con su carácter insular, que lo aís- Tipología: castro la en marea alta y dificulta su acceso en ba- jamar. ACC: Edad del Hierro Bibliografía: Romero Masiá, A. Mª. 1980. Descripción: Se trata de un coto dotado de Asentamientos castrexos costeiros no norte fuerte pendiente, de forma circular y llano en de Galicia. Santiago de Compostela. la cima (de unos 40 m de diámetro). Del lado S-SE enlaza en suave pendiente con la ladera Rodríguez, E.; Abad, J. C.; Ramil, E.; Tomás, del valle de Carrasco. Hacia el NW se produ- V. 1986. Inventario Arqueolóxico de Galicia. ce una fuerte caída hacia el río Sor. Situación Geográfica El carácter dudoso de este yacimiento viene dado por el hecho de que no se observan en UTM X: 605.450 superficie, restos de estructuras artificiales UTM Y: 4.840.975 que lo definan claramente como tal. Sin em- Longitud: 07.41.27,9 bargo, este hecho puede deberse a la abun- Latitud: 43.42.48,7 dancia de la vegetación en toda su superficie, Altitud: 25 m. que tal vez podría estar enmascarando algún Topónimo: Castro da Insua tipo de restos. Lugar: Illa de San Martiño Bibliografía: Inventario Art. Provincial de Lu- Parroquia: S. Miguel de Negradas go, I, 1975: 266-70. Ayuntamiento: O Vicedo Penedo, R.; Bonilla, A. 1992. Inventario Arqueolóxico de Galicia (25/5/92). Provincia: Lugo Accesos: La isla está situada en el estuario Situación Geográfica del río Sor, río que hace frontera entre las UTM X: 604.600 provincias de Lugo y A Coruña. Para llegar al UTM Y: 4.821.300 lugar de San Roque, desde donde puede ac- cederse, hay que tomar, en la carretera Orti- Longitud: 07.42.19,6 gueira- la desviación a Negradas. Latitud: 43.32.11,5 Cartografía 1:10.000: 32 Altitud: 413 m. Cartografía 1:25.000: III Topónimo: O Castro Cartografía 1:50.000: 2 Lugar: Carrusco Parroquia: Sixto Os Castros Ayuntamiento: Ourol Provincia: Lugo Tipología: castro Accesos: Desde Ourol, carretera C-640 en ACC: Edad del Hierro dirección S, a la parroquia de Sixto. Desde Descripción: Muralla de tierra y cachote si- allí, pista que hacia el SW lleva al lugar de tuada en la parte E y de unos 3 m de altura. Carrusco. Desde este lugar, camino hacia el Por el W pasa una pista y por el E lo circunva- W, que conduce hasta el castro. la un camino de carro paralelo al lienzo de la Cartografía 1:10.000: 42 muralla. 92 Pastor Fábrega Álvarez

Bibliografía: Carneiro Rey, J. A.; Serrano Otero, J. 1999. Cerdido: Patrimonio Arqueo- lóxico-Etnográfico. El legado cultural de la Iglesia Mindoniense. I Congreso do Patrimo- nio da Diócese de Mondoñedo. Ferrol. Situación Geográfica UTM X: 585.175 UTM Y: 4.828.160 Longitud: 07.56.41,0 Latitud: 43.36.02,7 Altitud: 262 m. Topónimo: Os Castros Lugar: Os Castros Parroquia: S. Antonio da Barqueira Ayuntamiento: Cerdido Provincia: A Coruña Cartografía 1:10.000: 23 Cartografía 1:25.000: II Cartografía 1:50.000: 7

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