Edadmedia.Pdf
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
PORTADA PARA WEB 22/4/09 08:14 Página 1 QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 1 QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 2 QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 3 VISITANDO LA EDAD MEDIA: REPRESENTACIONES DEL MEDIEVO EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 4 QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 5 VISITANDO LA EDAD MEDIA: REPRESENTACIONES DEL MEDIEVO EN LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX Editores: Julián Ortega y Rebeca Sanmartín Teruel, 18 y 19 de abril de 2007 QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 6 Edición: Centro de Documentación Hartzenbusch adscrito a la Fundación Amantes de Teruel. La Fundación Amantes de Teruel es una institución cuyos patronos son: Obispado de Teruel y Albarra- cín, Gobierno de Aragón, Ayuntamiento de Teruel, Diputación Provincial de Teruel e Ibercaja. © Fundación Amantes de Teruel para la presente edición, Teruel, 2009. Diseño de cubierta y maquetación: Batidora de Ideas. Imprime: Perruca. Industria Gráfica. D. L.: TE -6- 2009 I.S.B.N.: 978-84-612-9576-0 QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 7 ÍNDICE “Introducción: Visitando la Edad Media: [Re]presentaciones del Medievo en la España del siglo XIX” Julián M. Ortega Ortega y Rebeca Sanmartín Bastida 8 “Interpretación de la Edad Media en la novela histórica española durante el Romanticismo” Enrique Rubio Cremades 20 “Verdad y ficción en la novela histórica española: José de Espronceda y Enrique Gil y Carrasco” Epicteto Díaz Navarro 36 “Visión del Reino de Aragón en la pintura española de historia del siglo XIX” 7 Wifredo Rincón García 50 “El camino hacia Hartzenbusch: la reescritura teatral de la leyenda de los Amantes de Teruel” Esther Borrego Gutiérrez 68 “Medievalismo y Modernismo: la generación de los poetas premodernistas” Rebeca Sanmartín Bastida 104 “La otra Edad Media modernista: el sueño de Al-Ándalus” Amelina Correa Ramón 120 “Visitando la construcción del canon medieval: el caso de la mutación genológica de la Gran conquista de Ultramar en la historiografía literaria del siglo XIX” César Domínguez 136 “La visión literaria de la Edad Media: del teatro del XIX a la narrativa actual” José Manuel Cabrales Arteaga 164 “El peso de la Corona: el Aragón legendario y los medievalistas turolenses” (1850-1936) Ignacio Peiró Martín 184 Resúmenes de los trabajos presentados 200 QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 8 Introducción “Visitando la Edad Media: [re]presentaciones del 8 medievo en la España del siglo XIX” Julián M. Ortega Ortega y Rebeca Sanmartín Bastida Universidad de Teruel y Unidad Complutense de Madrid Nadie, como es bien sabido, ha regresado nunca del pasado para ha- cernos saber de primera mano qué sucede habitualmente allí. Al igual que ocu- rre con los regresos al futuro, las visitas al pasado son posibles sólo mediante (re)construcciones, simulacros más o menos persuasivos de una de las utopías más genuinamente modernas: viajar en el tiempo como se viaja en el espacio, buscando o huyendo de algo1. Desde las exitosas novelas históricas o sus respec- tivas adaptaciones cinematográficas hasta parques temáticos y otras recreacio- nes lúdico-festivas, son multitud las manifestaciones sucedáneas de esta ilusión no del todo inocente, no siempre ajena al reciente proceso de desburocratización que rige la creación más reciente de imágenes del pasado2. Esta es, quizás, la principal paradoja de nuestro modo de trabajar el tiempo, el hecho de que el pasado deba constituirse como diferencia del presen- 1 Véase M. BARCELÓ, “País en ruinas”, El País, 19/06/2002. 2 Para un examen preliminar de estas cuestiones, véase R. SANMARTÍN BASTIDA, “De Edad Media y Medievalismos: Propuestas y perspectivas”, Dicenda, 22 (2004), pp. 229-247. Consúltense, asimismo, las monografías de la revista Studies in Medievalism, cuyo número del 2004 está dedicado a “Postmo- dern Medievalisms”, editado por Richard Utz y Jesse G. Swan; G. SERGI, La idea de Edad Media, Barce- lona, Crítica, 2002, y VV. AA., Il Medioevo al passato e al presente, Turín Einaudi, 2005. Este mismo año 2008 aparecerán sendos volúmenes de la Revista de Poética Medieval bajo el título “Medievalismo/s: De la disciplina y otros espacios imaginados”, coordinados por César Domínguez y con carácter in- terdisciplinar. QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 9 te para adquirir significación, y la tensión que se crea entre ambos, fundamen- to del cambio que requiere la noción ochocentista de la historia, aquella en la que se investiga el pasado para establecer un diagnóstico del presente que sirva de guía de cara al futuro. Y, sin embargo, aunque en el seno de la misma con- ciencia histórica de la Modernidad el pasado deba ser en nuestra percepción dis- tinto del presente, su armazón conceptual no puede escaparse de las reglas bá- sicas que nos permiten construir mundos, siempre necesariamente contempo- ráneos de quien los (d)escribe. Para poder proyectar en el pasado los fantasmas del presente antes –o, mejor, a la vez– es preciso construir un tiempo que pueda actuar como receptáculo de nuestras obsesiones. Como todos los otros mundos de los que hablaba Paul Éluard, también los pretéritos están condenados a per- manecer en el aquí y el ahora, encerrados en una limitada y contingente imagi- nación. Esta misma contingencia, que dota de un carácter necesariamente histórico a cualesquiera productos de la imaginación, es precisamente la que convierte a tales sucedáneos, a estos artefactos conceptuales de difícil manejo, 9 a estas “invenciones”3, en una privilegiada vía de acercamiento –y a menudo también de alejamiento– a las representaciones de la Edad Media a lo largo del siglo XIX, puesto que en cada construcción del pasado, y del futuro, perdura, in- deleble, la huella de los criterios del momento que los ha generado. Y esto vale para nuestros propósitos: analizar en los albores del siglo XXI la imagen que en el Ochocientos se tenía del siglo XI, del XIII, o del XV, del Medievo en definitiva, no deja de ser, al fin y al cabo, otra de las paradojas reflexivas de un tiempo empe- ñado en replegarse sobre sí mismo mientras, a su alrededor, las geografías se ha- cen cada vez más globales. Llevados por esta paradoja, la intención de las Jornadas que se cele- braron el 18-19 de abril de 2007 bajo el título “Visitando la Edad Media: Repre- sentaciones del Medievo en la España del siglo XIX” y coordinadas por los aquí firmantes, ha sido construir un punto de arranque para un proyecto más vasto destinado a precisar los procedimientos empleados en la labor de construcción de la categoría “Edad Media” y la posición que pasó a ocupar en el seno del en- tramado intelectual y artístico del siglo XIX, así como a definir cuál es nuestra re- lación con tales procedimientos y con dicha posición, intentando comprender la Edad Media a través y no a pesar de cómo fue pensada en el Ochocientos. Se tra- ta, en suma, de discernir qué parte de nuestra genealogía cultural está susten- tada en las elaboraciones derivadas de esa idea que constituyó, para el siglo XIX, 3 Moyen Age, mode d’emploi fue el título dado al monográfico de la revista Médiévales, 7 (1984) dedicado a examinar cuestiones de concepto. Un título similar, “Edad Media, instrucciones de uso”, da nom- bre a una magnífica síntesis sobre los usos ideológicos de la Edad Media en el contexto europeo ela- borada por J. J. CARRERAS (en Miradas a la historia, eds. E. Nicolás y J. A. Gómez, Murcia, Universidad de Murcia, 2004, pp. 15-28). Para la Edad Media como invento o invención, basta señalar los títulos de las obras de N. CANTOR, Inventing the Middle Ages: The Lives, Works, and Ideas of the Great Medieva- lists of Twentieth Century, Nueva York, William Morrow & Co., 1991 y de J. HEERS, La invención de la Edad Media, Barcelona, Crítica, 1995. QX MAQUETA VISITANDO LA EDAD MEDIA 08.qxd 22/4/09 08:16 Página 10 el Medievo; o, si se prefiere, de descubrir qué fueron capaces de hacer las gentes cultas del Ochocientos con ese imaginario y qué tenemos que ver hoy nosotros, investigadores y ciudadanos en general, con tales realizaciones4. Seguramente, el producto más conspicuo de todas esas mismas cons- trucciones haya sido la constitución de un área de estudio de la Edad Media co- mo disciplina académica, dotada, a pesar de su diseminación en numerosos de- partamentos, facultades, universidades y otros centros de investigación (histo- ria, arte, arquitectura, literatura, filosofía, derecho, etc.), de pleno reconocimien- to oficial en el seno de los estudios humanísticos en todo el mundo occidental, y en nuestro país, más concretamente, desde que fuera aprobada, según decre- to de 25 de septiembre de 1857, la creación de la asignatura Historia de España de los siglos medios que habrían de cursar los alumnos de la recién fundada Escuela de Diplomática5. No deja de ser significativo el desinterés en dotarse de una me- moria propia que esta disciplina exhibe. Reconocía no hace mucho A. Guerreau que “A finales del siglo XX, la medievalística continúa viviendo en el olvido me- tódico de su propio pasado”6. Su apreciación se refería sobre todo al medio aca- démico francés, pero es aplicable, todavía con mayor motivo, al español, donde 10 cualquier tipo de aproximación a la historia de la historiografía que no sea la ha- giográfica es a menudo observada como un ejercicio de diletantismo académi- camente intrascendente o, en el mejor de los casos, como un buen tema de in- vestigación para los demás, particularmente los historiadores del mundo con- temporáneo.