LA CASA POPULAR EN LOS PEDROCHES

MANUEL MORENO VALERO

DEFINICION Pedroches en general es poco dado a extroversiones y grandilocuen­ Nos referimos a la casa generali­ cias, y si, dado al recato , a la simpli­ zada en esta comarca y habitada cidad , a la austeridad tanto en su por la mayoría de sus habitantes. consumo como en su vestimenta y Podemos denominar así a la casa esto se manifiesta a la hora de realizada por una persona sin estu­ construir su propia vivienda. dios de arquitectura en cuanto a los Unas constantes vitales de las planos, materiales y dimensiones. personas de esta comarca son su Cuando se construyeron eran pragmatismo, sencillez y huida de lo tiempos en que aun no se conocían superfluo. Casas-Deza que vivió en los planes de urbanismo. Estos apa­ , ejerciendo la medicina, recen con fuerza con los hombres donde según sus memorias no le de la Ilustración que también quisie­ fue demasiado bien por problemas ron ordenar de manera más científi• que tuvo que soportar y habló siem­ ca la misma ciudad para hacerla pre con reticencia acerca del modo más agradable y cómoda. Hasta de ser de los hab itantes de la entonces se habían ido construyen­ comarca, dice «son pacíficos y do las viviendas de manera anárqui­ laboriosos, y aunque no carecen de ca sin ninguna alineación preconce­ talento son inciviles y toscos, como bida y ordenada por la autoridad también interesados, maliciosos y administrativa y de ahí que en las suspicaces, cualidades que deben partes más antiguas de los pueblos haber adquirido con el tráfico y se pueden observar los recovecos negociación (frecuentemente ilegíti• que hacen las calles a veces de ma, cual es el contrabando) a la que manera fortuita, realidad que desa­ se dedican de continúo» (3). Y en parece cuando a partir del siglo otro lugar niega compartir la opinión XVllhse-impone poco a poco la ali­ generalizada de que «los habitantes neación rectilínea de las calles y hay de la sierra son sencillos y francos y planteamientos nuevos como aper­ los únicos para decirlo de una vez, tura de plazas y jardines o paseos que se han preservado de la corrup­ públicos con abundancia de arbole­ ción de los siglos» (4). da (1). Antonio Porras Márquez, natural El urbanismo surgió con las de Pozoblanco dice del hombre de Ordenanzas Municipales que regu­ esta comarca: «Mira mucho el laban el uso del suelo. Las Orde­ mañana, teniendo por tanto una nanzas de Pozoblanco de 1899 en sana y bien definida tendencia a la su título 11 trata sobre la seguridad , y previsión y al ahorro.... Quizá o sin el capítulo IV lo dedica a las edifica­ quizá, por este hábito de ahorro, el ciones (2). Valle, en general, es rico; no habrá muchos enormes capitales, pero tampoco hay pobres»(5). CARACTERISTICAS HUMANAS Y Otro más cercano a nosotros, CLlMATICAS Alfredo Gil Muñiz que ejerció "el " magisterio entre sus habitantes En la construcción el hombre ha dice:«el pedrocheño es fuerte de tenido siempre en cuenta varios voluntad , parco en el hablar, sobrio aspectos como el clima del lugar y en el alimento y vestido , y muy eco­ los materiales que la misma natura­ nómico» (6). leza aporta. El clima, junto con otros La temperatura de Los Pedro­ aspectos, tiene una gran importan­ ches es la propia de un clima medi­ cia para la construcción de la mora­ terráneo continental. Tiene unas da. En concreto el hombre de Los precipitac iones moderadas entre 3 500 Y 700 mm. muy desigualmente son troncos c1aveateados sobre los distribuidas a lo largo del año. que se colocan extendidas las jaras. Las máximas precipitaciones tie­ En esta comarca ha sido tradicio­ nen lugar en otoño-invierno con un nal la forja sobre todo hay dos loca­ segundo máximo en primavera y lidades que son Pozoblanco e acusada sequía estival. que han brillado Las tempe raturas se sitúan entor­ en su pasado por estos trabajos no a los 17 grados centígrados, (1 0), de ahí que es siempre un ele­ ofreciendo un marcado contraste mento a tener en consideración el entre los meses de invierno y los de uso de forja en la vivienda. verano (7). El hombre de la comarca de Los Pedroches ha sido generalmente ganadero teniendo la ganadería MATERIALES DE LA ZONA mucha importancia por el tiempo que se le dedicaba ya que su eco­ A todas luces aparece y es muy nomía depend ía prácticamente de abundante la piedra de granito que ella y en su casa también debía como sabemos está formada por tener cabida al menos parte de ese tres compuestos que son feldespa­ ganado por ejemplo las bestias de to, cuarzo y mica (8). En tiempos pasados existieron labranza o de tiro del carro, el cerdo unas zonas frondosas llenas de y las gallinas. De ahí que dentro de encinas llamadas las dehesas, de su vivienda hubiera lugar para la tal manera que los árabes llamaron cuadra, para la zahurda, y para el a esta zona el Valle de las Bellotas gallinero (11). pero en el siglo XVIII se talaron y se La misma orientación de la casa arrasaron muchos de ellas para tenía en cuenta todos estos elemen­ conquistar tierras de labrantía y de tos y el pasillo que la atravesaba era pastoreo . Sus troncos retorcidos camino de tránsito de estos anima­ pero indómitos eran transportados les cuando volvían de su jornada para entibar las minas de azogue de campes ina y cada uno se dirigía a Almadén y también se usaron para su establo particular (12). la construcción de las viviendas (9). Es frecuente ver en los techos que separaban el cuerpo bajo de la DESCRIPCION DE LA CASA cámara o dob lado como se sostie­ POPULAR nen con gruesos y ennegrecidos troncos de encinas que por allí lla­ El enlucido o revocado exterior mamos «aquilones» y sobre ellos se hacía mediante una mezcla de «tiquillos» de madroño. Así mismo la cal y arena que luego se blanquea­ estructura que sostiene los tejados ba. En el interior se usaba el yeso.

Pedroche. Calle San Gregorio, 9. 4 Exterior o fachada: enlucidos con la mezcla de arena y cal llamada mortero (1 4). Podíamos dividirla en tres tipos de vivienda según la situación eco­ Puertas y ventanas: nómica y social de los grandes, medianos y pequeños prop ietarios La entrada está marcada por variando en su cons ecuencia los cuatro gruesas piezas de piedra de metros cuadrados de superficie. granito siendo las dos verticales Hay fachadas de cinco ventanas de jambas y la que hace puente sobre tres y de una, si bien estas últimas las jambas dintel y al peldaño en la son las menos y las más abundan­ parte inferior para introducirse en la tes las segundas. mansión se llama «batior.. o batien­ La anch ura sue len darla tres te. cañones o galerías que se extienden La apertura o vano suele ser: en profundidad . las dos laterales 1,30 m. de alto por 2,60 m. de dan albergue a las alcobas y el cen­ ancho. El grosor de la piedra equi­ tro es el pasillo o vereda que une vale al del grosor del muro de entra­ todas las dependencias de la casa y da que suele ser de 70 u 80 cms. la casa con el portal y patio. La pro­ Se pueden ver distintos modelos fundidad está dividida en tres cuer­ de dinteles: el clásico y el más pos separados entre sí por un tap ial común que es del mismo grosor o tabique. que el de las jambas y con ellas Las medidas de la fachada sue­ forma en su unión dos ángulos rec­ len ser de 10 ó 12 metros. Algunas tos. han sido construidas con bloques Frecuentemente la cal tapa parte de granito tallado de peq ueñas de la piedra no dejando ver la sime­ dimensiones y su unión se hace tría que forman las piedras sino med iante mortero que luego se ocu ltando bajo la cal las escuadras blanquea. En Pozoblanco y Añora de arriba como los inicios de abajo. hemos visto trozos de calle que Los hay de ángu lo conopial y con conservan así sus fachadas aunque diversos elementos decorativos rea­ en otros lugares las hemos visto lizados en la misma piedra que van revocadas con mezcla y encaladas desde pequeñas bolas en relieve a (13). dibujos circu lares o estrellas (1 5). Como es bien sabido la blancura Hay ejemplares de dinteles en los es característica de la vivi enda que aparece una sola pieza pero de andaluza que tiene la finalidad de mayor dimensión en su anchura. ornamentar y también de refractar el Unas veces esta piedra monum en­ calor, tan acusado en estío. Se con­ tal está labrada y tiene dibujos con sigue a base de encalar toda su símbolos religiosos. Otras veces fachada y testeros prev iame nte simplemente fechas e incluso norn-

Pozoblanco . Calle Pozo Viejo. -Casa de la Viga-. 5 . Calle Rogelía Femández, 10.

bres propios. Las hay lisas y tam­ del cerrojo que mantenía cerrada la bién rematadas en un débil pretil en puerta. la parte superior y el inicio de los Existía un orificio común en la lados desde arriba. En otras hemos puerta y en su parte más baja que visto incluso una hornacina dedica­ era totalmente redondo y se llama­ da a una advocación religiosa como ba gatera porque por ese edificio pasa en Añora y otras un escudo entraban y salían los gatos que como en Hinojosa del Duque, libraban a los habitantes de ratas y Belalcázar y (16). ratones (18). Pero existen otros más recientes En tiempos pasados era muy fre­ en casas de cierta relevancia con cuente ver la puerta de la casa con gran fachada y normalmente cuatro un emparrado, o sea que de uno de ventanas, en las que se ve el dintel los lados arrancaba el tronco de una y la parte superior de las ventanas parra que subía y luego a través de en forma de arco descansando alambre o tela metálica dirigían los sobre las jambas . sarmientos de la planta para que Este vano está cub ierto por lo cubriesen ese espacio e hiciese las que verdaderamente es la puerta veces de vestíbulo. Allí acostumbra­ construida con dos grandes tablo­ ban las vecinas a tener sus tertulias nes de madera generalmente con mientras hacian sus múltiples servi­ clavos de cabeza gruesa que la cios al hogar como era remendar la adornan. En la puerta , parte dere­ ropa, hacer punto .... (19). cha, tiene un pequeño ventano que La parte baja de la fachada de se abre sin necesidad de abrir toda aproximadamente medio metro de la hoja y por donde habitualmente altura y en toda su longitud menos miraban los moradores desde el el vano de la puerta, lo const ituía el interior (17). zócalo que en las casas más nobles Para la puerta se emplea madera eran de grandes piedras de granito de encina cortada en dos grandes (20). tablones. Sobre la madera se ador­ La acera está formada por pilas­ naba con hileras de clavos de hierro trones o losas grandes de granito forjado de cabeza gruesa. A la dere­ de unas medidas aproximadas de cha o la izquierda iba el llamador 80 por 80 cms. de lado y situadas que podía tener forma de ese o de en el sent ido long itudinal de la anillas. La cerradura , muchas veces fachada. artística con llave de hierro forjado. El «regajo» o centro de la calle Normalmente en el interior tenían estaba señalado por unos bloques un cerrojo y aldaba y al exterior una de unos 40 cms. de largo por 8 de cerradura que se abría con la llave y ancho en plano inclinado para que desde ese vano se proced ía a tirar corrieran por allí las aguas que 6 Plaza Zúñiga, 13. caían de las canales y hasta que Cubierta: existieron cañerías y se urbanizaron los pueblos, también corrían por allí Tejados: todas las aguas llamadas residua­ Los tejados son de dos aguas a les. Desde la acera hasta el regajo las que divide el caballete cubierto estaban empedradas las calles y de teja árabe. cuando ocasionalmente se produ­ Las aguas son recogidas por unos canalones de chapa que están cían los paros estacionales era en el colocados a lo largo de los aleros y repaso del «empiedro» donde se que se distribuyen desde el canalón colocaban a los hombres parados y desde donde es arrojada al suelo se aprovechaba para dar un arreglo mediante un adorno parecido a una a todas las calles al mismo tiempo boca hecha del mismo material y que se solucionaba un problema semejando las górgolas de las cate­ social. drales y a veces sigue canalizada hasta el suelo de la calle. El tejado se coloca sobre lo que Ventanas: se ha venido llamando «tijeretas» o tijeras consiste en un palo de encina Las ventanas suelen medir 1,20 m. (21) de largo y grueso proporciona­ de altura por 0,80 de ancho y van do a la dimensión de la fachada. En dotadas de rejas carceleras de hie­ ese palo luego se van clavando dis­ rro forjado formando bien rombos tintas tijeras que consisten en for­ con unos hierros verticales y otros mar como costillar siendo el espina­ que los atravesaban a estos en hori­ zo el palo reseñado y a uno y otro zontal o simplemente dos hierros en lado claveteados otros más cortos . forma de cruz en las casas más De lo que podríamos llamar una humildes. costilla a otra, llevan también clave­ Cuando la casa tiene doblado o teado un cañizo hecho de cañas cámara suele tener otra ventana en trenzadas de soguina. Sobre esas cañas a veces se colocaba una el centro por encima del vano de la capa de matas de jara o hiniesta y puerta u otras dos por encima de sobre ellas se situaban las tejas de cada una de las que están en la modo que la ancha y fabricada en el vivienda que sirven para la ventila­ torno sustentaba a uno y otro lado a ción e iluminación de aquel espacio. una teja clásica árabe. Cuando en lugar de estar habilitada En algunos tejados puede verse para cámara lo está para vivienda airosa una veleta que gira conforme suele tener un balcón volado en la soplan los vientos. parte central con reja de hierro forja­ Por lo general la casa ha sido do y asentado en piedra de granito. recogida, íntima, señorial y acoge- 7 dora, tal vez algo oscura, porque la En las casas de la labranza solían luz y ventilación le llegaban a través tener otra entrada para las bestias y de unas grandes cristaleras abati­ aperos del campo, bien a un lado de bles que tenían en la parte alta de la fachada o en la puerta falsa o tra­ los tabiques de separación, para sera con unos portones. En este que recibieran la luz de las ventanas último caso estaban rematados por que daban a la calle o patio. un tejadillo de dos aguas con teja. Esta semioscuridad le daba cier­ to toque de belleza serena y elegan­ te que propiciaba el recogimiento y DISTRIBUCION INTERIOR DE LA el descanso rodeados de toda clase VIVIENDA de comodidades. Las paredes se construían de Alero: piedra y barro formando un muro de sesenta o sesenta y cinco centíme• El alero solía ser de medio ladrillo tros de espesor en medidas de porque la otra mitad formaba la ocho metros de ancho por cinco parte de la pared. Se buscaba para metros de alto. Este espesor ade­ ellos principalmente que fueran sóli­ más de hacer permanecer el calor dos y duraderos para su sosteni­ en invierno y el fresco en el verano miento y porque en su construcción consegu ía aguantar el empuje que se usaba poca cantidad de cemen­ luego harían las bóvedas que ser­ to. vían de forjado y const ruían con ladrillo macizo y yeso por lo que Chimenea: pesaban mucho y lo hacían en sen­ tido horizontal, de ahí que las facha­ Una forma tradicional de caldear das exteriores tenían gran espesor material y espiritualmente la vivien­ para poderlas aguantar. da ha sido siempre la chimenea a la Las bóvedas se rellenaban con que se la ha dado el nombre de las escorias del carbón quemado hogar porque mantenía el fuego de por la máquina de vapor del tren o la casa siempre ardiendo y allí se en las fraguas y herrerías. El suelo realizaban las faenas culinarias y de la cámara en muchos casos se entre otras la del cocido que necesi­ dejaba de tierra y si se embaldosa­ taba toda la mañana para estar a ba se hacía con losa de barro. En punto a la hora de comerlo. las casas de labranza se constru ían En esta comarca allí se cura la además trojes o trojas para almace­ matanza, la chacina fabricada que nar el grano por lo que el peso que se come a lo largo del año. tenían que soportar era mucho. La losa sobre la que se hace el La mayor parte de estas vivien­ fuego forma un ángulo recto con das eran terrizas lo mismo en la otra losa llamada «monja», «morilla» planta baja que en la cámara y se o «piedra de fuego» ennegrecida de nivelaban con tierra aprisionada y aguantar la lumbre y de do nde una vez que se-endurecía el piso, se arranca a un lado y a otro una pare­ les ponía la solería. Con anterioridad dilla de cuarenta centímetros de las mujeres echaban una capa de ancho y ochenta de alto. A esa altu­ excrementos de vaca. Con ellos se ra hay un saliente donde se colocan formaba una pasta con la que se los vasos y de ahí el nombre de impregnaba el suelo y adquiría una vasar y arranca lo que se llama la gran dureza que sin embargo no campana que va estrechandose exhalaba olor alguno, ni levantaba conforme sube hasta salir por enci­ polvo al barrer. Algunas las hemos ma del tejado. conocido pintado todo el pasillo de La cocina está en el segundo rojo adornado todo con una cínta cuerpo de la casa. La forma de la alrededo r, sobre todo en la vereda chimenea, en la parte exterior del del pasillo que era la que más lucía tejado, es distinta según los rema­ pero también en el inicio de la pared tes. Las hay abiertas totalmente y señalando la unión en angula recto con tejadillo y aún quedan dos que formaba el lienzo de la pared ejemplares en la «Casa de la Viga» con el suelo. en Pozoblanco que finalizan en una Lo más frecuente era el empe­ bonita construcción de tejadillo a drado en el suelo por el lugar por cuatro aguas con su caballete divi­ donde pasaban las caballerías que sorio. debía ser consistente. En Añora 8 recogían un tipo de piedra de varios colores y sus enchinados revestían un colorido inusual formando dibu­ jos geométricos y a veces adornos florales (22). En otros pueblos el tipo de piedra que usaban era las piedras pulimen­ tadas de los arroyos, guijarros que también pod ían cogerse de distinto color y medida y se construían dibu­ jos también muy artísticos. Para la unión de estas piedras se usaba cemento con lo cual quedaba totalmente solidificado y hecho una pieza. En el segundo cuerpo a la dere­ cha estaba la cocina y el suelo era de grandes losas de piedra de gra­ nito. Tenía su chimenea y dentro de la chimenea se colgaban los llares, unas cadenas de hierro para colgar grandes calderas con agua para la matanza en otras ocasiones, el soplillo, espec ie de canuto de hierro con un orificio en la punta por donde salía el aire, tenazas y todos los útiles para atizar la candela. A un lado de la coc ina estaba situada la cante ra. Era un arco y Villanueva de Córdoba. como base de l arco un po yete sobre el que se co locaban tres cán­ taros, con sus tapaderas de barro o donde estaba apilada la leña. Y a un de hojalata y alguno más en la parte lado del corral y como continuación baja. Se escog ía un lugar fresco en de lo ed ificado exist ía el pajar verano y templado en invierno. donde terminadas las eras se alma­ A un lado y otro de la la alcoba cenaba la paja y se tupía bien para enfrente de la coc ina se franqueaba que almacenase mayor cantidad dejando atrás los chineros que que luego se utilizaba durante el había a un lado y a otro. Con sus año para darle pienso a las bestias puertas enmarcadas en cristal y en los pesebres de la cuadra. detrás del cr istal los visillos . La cámara o doblado está dividi­ Uniendo un chinero y otro había una da en cuatro hermosos trojes o tro­ espec ie de media naranja donde se guardaba gran parte de la loza del jas con sus paredes divisorias de ajuar. En el tercer cue rpo nos cuarenta cent ímetros y una entrada encontramos co n la escalera que da a ras de suelo. Allí puede verse ascenso a la cámara o doblado y amontonado el trigo o la cebada y antes una alacena donde se guar­ en el montón de cereal manchado daba la despensa del momento. por los tomates, patatas, etc. apar­ Pasado los tres cuerpos llega­ te de las que cuelgan de sus cas illas mos al portal cubierto donde en un de juncia de los palos que sostienen rincón estaba la cocina y en otro el el tec ho de los que salen clavo s. La fregadero. cámara también se convierte en Desde el portal había acceso a la almacén de trastos viejos. cuadra donde do rmían las bestias después de sus faenas agrícolas. Pozo y lavade ro Al fondo del portal nos enco ntra­ mos con el co rral o patio donde casi En un rincón del patio o co rral siempre estaba el pozo que surtía estaba el pozo . Debido a la falta de de agua a la casa y la zahurda agua en la comarca cada familia donde se cebaba al cerdo, se guar­ buscaba su propia solución si no daba la matanza del año y sueltas total al menos en parte. Cada casa por el corral las gallinas que ponían tenía su prop io pozo pero a veces sus nidos debajo del "tamaral» también lo construían en la media- 9 nería y servía para dos casas e sobre la paja fueran tupiéndola. El incluso para más viviendas. polvillo se metía en los ojos y en la Naturalmente el agua de los garganta y se pasaban malos ratos pozos de casa no suele ser potable pero el capricho y el afán de juego porque en su recorrido pasa por era superior a estos inconvenientes. estercoleros que pueden in fectarla. Si el carro no pod ía llegar hasta la Pero aunque no servía para beber si puerta del pajar, entonces mediante pod ía utilizarse para otros usos sábanas cog idas por sus cuatro como el aseo personal y local, lavar, puntas se trasladaba la paja desde regar las flores, etc. el carro al pajar. El brocal era bien de barro cocido a estilo árabe o de piedras de grani­ to unidas entre si mediante unas NOTAS: pinzas de hierro metidas en unos agujeros que se llenaban con plomo (1) En Pozoblanco se indica en este derretido. tiempo la concepción del la actual Plaza De una parte a otra del brocal de la Iglesia a propósito de las obras de había un arco de hierro y en el cen­ la iglesia parroquial de Santa Catalina se alinean los alrededores. Cfr. Moreno tro una garrucha para facilitar el tra­ Valero Manuel «la Iglesia Parroquial de bajo. La soga se introducía por el Santa Catalina». canal de la garrucha , en un extremo (2) En su artículo 104 dice: «la apertu­ de la cuerda se ataba el caldero de ra de calles nuevas y el ensanche de las cinc y se colocaba en uno de los existentes, se sujetaran al plano que extremos del asa un pequeño hierro establezca el Ayuntamiento, Ibi. para que facilitara recoger el agua. (3) Casas Deza: «Corografía de la Del otro extremo de la soga se tira­ pro vincia y obispado de Córdoba » tomo ba hasta tener a mano el caldero I p. 21. Edición CajaSur, 1986. lleno de agua. (4) Idem, anterior I p. 105. Junto al pozo estaba la pila de (5) Porras Márquez Antonio: «Prác­ lavar. Había varias clases de pilas: ticas de derecho y economía popular unas de alfarería de barro cocido de observadas en la villa de Añora». Premio forma ovalada de una altura de cua­ de Ciencias Políticas. Madrid 1916. renta centímetros y un metro de (6) Gil Muñiz Alfredo en Boletín de la larga y en un extremo un agujero Real Academia de Córdoba, n.O 12 (1 925), pp. 131-167. para dejar salir el agua sucia; este agujero se taponaba con un corcho. (7) Cfr. Valle Buenestado Bartolomé: «Geografía de los Pedroches ». El lavadero era de madera sobre (8) Famosas son las canteras existen­ la que se echaba la mujer. tes en todos los pueblos: , También existían pilas de piedra Belalcázar, Villanueva de Córdoba, de una sola pieza y estas ya tenían Villanueva del Duque, Pozoblanco, Dos incorporado el lavador en forma de Torres, Conquista. Cfr. Gil Muñiz Alfredo. plano inclinado. B.RAC. n." p. 135. En todos estos pue­ blos puede verse reflejado en los inte­ rrogatorios del Catastro de Ensenada. Pajar (9) Cfr. Ocaña Torrejón Juan: «Los Cada municipio tenía de sus bie­ Motes», de en Brac. nes comunales, una o varias dehe­ (10) En unas de las sevillanas que sas para que tuviera cada familia cantan los Amigos del Pueblo, conjunto de Pozoblanco, hace referencia a esta para poder sembrar. Estaban dividi­ realidad cuando dice: das en decenarios y la familia que «En arte y buenos oficios tenía intenciones de sembrar unía el mi Valle tiene solera: suyo. El pedazo de terreno lo sem­ artesanos y labriegos braba y así obtenía la paja para los de cuero y de la madera. animales, etc. Gañanes y ganaderos La paja de las eras tampoco se hombres que labran la tierra, desperdiciaba sino que se transpor­ hombres que hacen feligranas con el hierro y la piedra» , taba en carros con unas redes de soga. Con el bieldo se echaba la (11) Cfr. Casas-Deza: «Corografía...» donde dicen que en parte la prosperidad paja al carro y los niños y personas que obtuvo Pozoblanco la debe a la mayores las aplastaban o pisaban venta de ganado mular y caballar que para que cupiera mayor cantidad. hizo en tiempos de guerra a los ingleses Cuando se llegaba a la casa se o franceses. metía en el pajar y lo mismo se invi­ (12) En tiempos pasados existió el taba a los niños para que saltando porquero que pagaba el Consejo e iba 10 recogiendo por las calles los cochinillos verse por estos pueblos estampas de que cada familia engordaba para la tertul ias de personas mayores sentadas matanza y abrían la zahurda y salía el en sus sillas de enea a la puerta de la animal y lo mismo cuando el porquero casa. Esta vieja y ancestral costumbre volvía por la tarde el animal solo, se de coviviencia debió implantar la som­ introducía directamente en su zahurda. bra del emparrado a la puerta de la (13) En Pozoblanco existe el calle de vivienda. Era como traerse lo rural a la San Rafael y en Añora en una de las propia vivienda, luego quedó reducido al calles que desembocan en el Santuario emparrado del patio. de de las Virgen de la Peña. (14) Siempre para la feria anual es (20) En los años de la postguerra clásica la estampa de subirse en una existió la costumbre de hacer los zóca­ escalera y con una brocha enjalbergar la los ficticiamente de granito a base de puerta. Incluso la costumbre era recor­ una mezcla de cemento y piedra tritura­ dada por un bando del Ayuntamiento da y pasándole luego como una espon­ cada año. ja. (15) Son de estilo gótico primitivo. (21) Modernamente y dado que no se Cfr. permite arrancar encinas este palo divi­ (16) No podemos silenciar que en sorio se ha sustituido por el de pino. esta comarca ha tenido y tiene fama de ser muy religiosa. (22) Esteban Márquez Triguero dice que estos materiales son las escorias de (17) Posiblemente esto sea un resa­ antiguas fundiciones de época romana bio del antepasado árabe y sustituto de la celosia pues quien más se asoma por que se pus ieron en exp lotación en este ventanuco es la mujer que está en época moderna para aprovechar su alto casa. contenido en plomo. Cfr. «Mosaicos (18) Al tener despensa, los olores Populares del Valle de los Pedroches atraían este tipo de roedores del que se (Córdoba) >>. En Pedroches ya existían defendían alimentando varios gatos. estos empiedras artísticos en el siglo (19) Se deja entrever la calma con XVII según documentación aparecida en que vivían aquellas gentes. Aún pueden el archivo parroquial.

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