Las Fronteras, La Paz Y El Concierto En Cuba
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LLASAS FRONTERAS,FRONTERAS, LALA PAZPAZ Y ELEL CCONCIERTOONCIERTO ENEN CUBACUBA Por HABEY HECHAVARRÍA PRADO uando terminó el Concierto La política de un concierto que se Tales argumentos tuvieron buena C“Paz sin Fronteras”, el pasado pretendió apolítico acogida, al menos aceptación, en me- 20 de septiembre alrededor de las 7 y dio de las autoridades gubernamenta- 20 pm, una atmósfera de victoria pare- “Un concierto apolítico”, repetían les de Washington y La Habana, dos cía flotar sobre el eufórico gentío que los organizadores, como para senten- importantísimos actores del problema desbordó la habanera Plaza de la Revo- ciar que no pretendían introducirse en bilateral. Sin embargo, tanto dichas lución. Para quienes vimos la transmi- el intríngulis del ya absurdo diferendo razones y los planes de concreción fue- sión televisiva en vivo y desde Cuba, entre Cuba y Estados Unidos, y menos ron rechazados vigorosamente por los el ambiente sonoro del final, interpre- apoyar a alguna de las partes. La decla- principales representantes políticos del tado por Los Van Van, y la emoción ración anterior implicaba también una exilio cubano en el país norteño y sobre general, delataba, antes que un puro abstención en cuanto a las circunstan- todo en el Estado de Florida y en Mia- esfuerzo artístico, una apoteosis de la cias internas de la realidad sociopolíti- mi. Grupos radicales de esta ciudad voluntad y de la inteligencia en medio ca de Cuba. El objetivo, afirmaron con manifestaron su oposición al concier- de circunstancias adversas. El alcance insistencia el músico colombiano Jua- to mediante algunas reacciones extre- del acto cultural, devenido aconteci- nes y el cantante español Miguel Bosé, mas, gestos que tuvieron gran impacto miento social después de las polémicas principales promotores del espectá- mediático, incluso en Cuba. Con tales y tensiones que su preparación había culo junto al cubano Amaury Pérez, respuestas, donde no faltaron amenazas generado, parecía descubrir, en medio y respaldados por varias instituciones al músico colombiano y a su familia, de los abrazos que se prodigaban los cubanas de la cultura, era promover la la edición cubana del Concierto “Paz realizadores, un inconfundible matiz paz, celebrarla por adelantado y tender sin Fronteras” (el cual ya se había rea- político. puentes de distensión y entendimiento lizado el año 2008 sin ningún arrebato entre los pueblos. en una zona limítrofe entre Venezuela, Espacio Laical 4/2009 45 Ecuador y Colombia) penetraba de lle- dimiento, a pesar de las diferencias y nes tampoco la encontramos en medio no en un terreno minado de la política de los adversarios, declaraciones como de las sociedades y del mundo porque internacional que lamentablemente no aquellas solo podrían leerse de forma nadie puede dar lo que no tiene. Esos posee todavía una perspectiva definida ideológica y alejada de un contexto de tres registros, el hombre, la sociedad para su culminación. paz y reconciliación. y el mundo, que están implicados orgá- Aunque el gobierno cubano no En casos semejantes uno entiende nicamente en todo empeño existencial, emitió declaraciones oficiales, sí lo que la paz no consiste en una simple tampoco pueden faltar en la búsqueda y hicieron algunos de los participantes, ausencia de enfrentamientos bélicos. defensa de la paz. quienes con mucha cautela, aún antes Las cuatro décadas de Guerra Fría, que Da la impresión que Juanes y su del concierto, dejaron ver el interés de culminaron hace exactamente 20 años equipo pensaban que un concierto de ayudar en la configuración de mejores con el derrumbe del simbólico Muro de paz en La Habana constituiría una vic- relaciones y circunstancias para el de- sarrollo del país. En cualquier caso, resulta obvio que todo empeño a favor de la tranquilidad pública o la reconciliación interviene en cuestiones propias de la esfera so- ciopolítica e influye sobre el poder, aún cuando no tenga el propósito de favore- cer a uno de los dos bandos. Lo mismo podemos decir del intento de crear un clima de no agresión, diálogo y respeto hacia el exterior y hacia el interior de las sociedades. Por ende, este concierto autodeclarado “apolítico” (quizá des- de su génesis no podía aspirar a tanto) procuró colocarse por encima de las diferencias originadas en tendencias políticas que se consideran enemigas. Acaso no sea desatinado concluir que el mérito fundamental al concebir el concierto haya sido la superación de las ideologías políticas y del típico pensa- miento ideológico que las incita. Un pensamiento a-ideológico o post-ideo- lógico, y no apolítico en cuanto traza su propia línea social, imaginó una multi- tudinaria reunión habanera de artistas y público con diversos credos sociales al amparo enaltecedor de la música que, según pensaban los antiguos griegos, deleita, educa y purifica. De la concepción a la concreción Berlín, lo ejemplifican. La paz tampo- toria en sí mismo, un pequeño paso de un concierto de paz co depende de tratados de no agresión, hacia la armonía. Entonces, el proyec- y antes de vincularse a manifestacio- to debía disolverse ante la ausencia de Una pregunta clave nos emplaza. nes, signos o aparentes situaciones de estrellas de la música continental cuyos ¿El concierto consiguió o no los ob- calma, es una virtud que pertenece al nombres en un principio se menciona- jetivos que se había propuesto? Caben estado del alma humana, una meta espi- ron como posibles participantes (Ric- varias respuestas. Si las pretensiones ritual conseguida mediante la voluntad, ky Martin) u otros que estuvieron en eran realizarlo contra todo obstáculo, como reconocen diferentes concepcio- la cita colombo-venezolana (Alejandro tuvieron sentido ciertas declaraciones nes éticas y religiosas. Luego, muchas Sanz, Carlos Vives, Juan Luis Guerra y triunfales de imposición sobre quienes veces pensamos que los caminos de Ricardo Montaner) pero que no actua- habían puesto esos obstáculos. Pero la concordia dependen solo de ciertas rían en la versión cubana. si la meta estuvo en fraguar un recital leyes o determinados acuerdos. A la Cuba recibió a un elenco nacional como mensaje de concordia y enten- inversa, cuando falta paz en los corazo- e internacional que, de forma gratuita, Espacio Laical 4/2009 46 integraron, además de la estrella princi- Dios, develó la doble intención de des- de temas que estuvieran en consonancia pal, los españoles Bosé, Víctor Manuel marcarse de las rigurosas coordenadas con los fines deseados, introdujo breves y Luis Eduardo Aute, los puertorrique- ideológicas del lugar, y a la vez bus- comentarios, expresiones sugerentes, ños Olga Tañón y Danny Rivera, el caba emprender un derrotero propio, alusiones específicas o recados perso- rapero italiano Jovanotti, el ecuatoriano alejándose de los márgenes políticos nales, como el que Olga Tañón dirigió Juan Fernando Velasco, y los cubanos desde un referente distinguido por su a una muchacha cubana cumpliendo un Amaury Pérez, Silvio Rodríguez, el verticalidad moral. pedido de su padre residente en Miami. grupo Orisha, X Alfonso, Cucu Dia- En fin, de esta forma el concierto ron- mante (acompañada por la agrupación Los defensores de la paz son dó en más de una ocasión el área de lo Yerba Buena), Carlos Varela y Los Van amigos de la libertad político explícito, aunque sin caer del Van. Ningún artista de origen cubano y de la justicia todo. Las intervenciones, por esporá- residente en Estados Unidos aceptó ve- dicas y medidas, no comprometieron el nir a su patria con este motivo, tampo- Derribadas las fronteras físicas proyecto ni arrastraron la naturaleza del co participaron otros que viven en la emergieron las fronteras mentales: tras recital fuera de sus pretensiones. Isla como el polémico y muy escucha- la necesidad de orden, se dispusieron Un elemento que ayudó al éxito lo do grupo de hip hop Los Aldeanos (a medidas de seguridad, delimitaciones descubrimos en que algunos de los par- quienes Juanes saludó en un momento de áreas en la plaza, determinada dis- ticipantes son admiradores del proceso del show), ni siquiera Pedro Luis Fe- tribución del público. Los promotores revolucionario cubano o de sus innega- rrer, prestigioso y popular cantautor respondieron con una agenda que apos- bles beneficios en las áreas de la salud, que poco a poco resurge a la luz públi- taba por la libertad y la responsabili- la educación, la cultura y una parte ca a través de conciertos y de la radio, dad. Artistas y públicos irían vestidos de la atención social. Los voceros de después de varios años alejado de los de blanco (excepto Carlos Varela que la paz, en esta ocasión, fueron artistas medios de comunicación. no resistió la tentación de aparecerse enlazados de una forma u otra con los Abundan las especulaciones so- con ropa negra) en una expresión de ideales de justicia social y de bienestar bre cuál debió ser la composición, y compromiso y de correspondencia, no para la mayoría de los ciudadanos que si dicha composición inclinaba el con- hubo presentadores en el escenario (sí inspiran a la sociedad socialista. Ellos cierto hacia la izquierda o no, con la los usó la transmisión de la televisión defendieron una paz que pasa por el re- correspondiente ganancia para un sec- cubana), y se evitó (hasta donde pre- conocimiento de la libertad del otro, se tor u otro del espectro político. Los cariamente se pudo) introducir comen- desenvuelve en los predios de la justi- devaneos analíticos en tal sentido, a la tarios que politizaran el evento. Cada cia, infinita galería a la cual se le pide altura de la conclusión del espectácu- músico, al cantar un pequeño número siempre un poco más y cuya plenitud lo, solo pueden empujarnos hacia una consideración. Se realizó el concierto que se pudo, y se pudo el que las cir- cunstancias y los criterios personales permitieron. Por supuesto, nunca fue ni el ideal ni lo que soñaron, imagino, sus responsables.