Lengua Y Folclor
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Lengua Si yo fuera tinta Y mi corazón tintero, y Con la pluma de mi alma Escribiría: te quiero. Folclor ¿Cómo se dice el gato se cayó, en chino? -Mao se tun. En la calle de la A Si amarte es un delito Me encontré con la M Delincuente yo seré Y me dijo que la O Y cumpliré mi condena: Para siempre te amaré. Era amiga de la R meses de embarazo. ¿Qué es una mujer fecunda? -Es una mujer que a los tres meses de casada ya tiene seis En la cabeza los dientes, Y en la barriga, la boca; Andalacio Cuando las tripas me tocan Escribiría: te quiero. Hago bailar a la gente: Con la pluma de mi alma Por palacio (La guitarra) Perro come Y mi corazón tintero, Tu espinazo Si yo fuera tinta Oswaldo Encalada Vásquez 1 2 Lengua y Folclor Oswaldo Encalada Vásquez Cuenca - Ecuador Julio de 2008 3 © Centro Interamericano de Artesanías y Artes Populares, CIDAP P.O.Box. 01.01.1943 E-mail: [email protected] www.cidap.org.ec Hermano Miguel 3-23 (La Escalinata) Teléfono (593-7) 2840919 / 2829451 / Fax 2831450 Edición, julio de 2008 ISBN: 978-9978-85-034-3 Impreso en Gráficas Hernández Telf. 2860688 Textos: Oswaldo Encalada Vásquez Diseño gráfico: Alicia Dávila A. Encalada Vásquez, Oswaldo Lengua y folclor / Oswaldo Encalada Vásquez.--Cuenca: Cidap, 2008. 280 p.: ilus. Incluye índice, anexos y bibliografía. ISBN: 978-9978-85-034-3 1.-LENGUAJE POPULAR 2.-TRADICION ORAL 3.-ECUADOR-LENGUAJE POPULAR 4.-FOLCLOR POPULAR-ECUADOR 5.-LITERATURA POPULAR 6.-ADIVINAZAS 7.- AUTOGRAFOS 8.-REFRANES 9.-RIMAS POPULARES 10.-SALOMAS MILITARES 11.-VERSOS 12.-POEMAS 13.-PEGAS(ENIGMAS) 14.-RETRUÉCANOS POPULARES I. Título. 4 Presentación Una de las peculiaridades del ser humano, que lo diferencia de los demás integrantes del reino animal es su capacidad para crear signos y símbolos y valerse de ellos para comunicarse con los demás de manera expedita. El más dinámico sistema de sígnos es el lenguaje y la difusión de su uso es para algunos antropólogos como Marvin Harris el hecho que marca el acelerado distanciamiento entre el ser humano y los animales. Nadie nace sabiendo un idioma, aprende luego de poco tiempo de nacido aquel que se habla en su entorno más cercano. En todo idioma hay un contenido semántico relacionado con el significado de las palabras en torno al cual debe haber consenso en el grupo, pero hay también pautas para su pronunciación y el ordenamiento, pues un idioma no se limita a una colección de palabras con su sentido. En los albores de la sis- tematización de la educación, en la Edad Media, el Trivium se centraba en el adecuado uso del lenguaje mediante su ordenamiento, la gramática, los medios para llegar a los demás con mayor éxito en la persuasión, la retórica y el sistema de argumentación coherente, la dialéctica. Los seres humanos no podemos prescindir del lenguaje, ni siquiera imaginarnos qué ocurriría si des- apareciera, siendo parte esencial de él el ordenamiento que responde a diferentes propósitos. El lenguaje sirve para comunicarnos con los demás transmitiendo ideas, pero tiene también una función fundamental: la emotiva, en virtud de la cual expresamos nuestros sentimientos frente a hechos, situaciones y personas, nuestra posición de adhesión o rechazo y el sentido del mensaje que transmitimos al otro o los otros. Extraño, por decir lo menos, sería el caso de 5 una persona que comunique su amor a una mujer mediante un sólido e impecablemente lógico raciocinio sobre la necesidad de que un hombre y una mujer compartan sus vidas y asuman obli- gaciones entre ellos y la prole cuando llegue. La declaración amorosa –en nuestra cultura debe estar a cargo del hombre- requiere un muy alto contenido emotivo en el que puede aplicarse, con las limitaciones el caso, la célebre frase de Pascal: “Hay razones del corazón que la razón no entiende” o, en términos más prosaicos, el dicho popular: “El amor es ciego” en el sentido de que los sesudos razonamientos pasan a un plano muy secundario. La función emotiva nos lleva a usar el lenguaje dando prioridad a su componente de belleza que llega a sus niveles más altos en la poesía, sin descartar sus posibilidades agresivas en la diatriba que hace de la vista gorda la lógica o la refuerza con connotaciones que van más allá de la observancia de las normas de los silogismos. Además de animales racionales, somos también estéticos en cuanto, hasta lo que sabemos, somos los únicos integrantes del reino animal que podemos captar la belleza del entorno natural en el que vivimos y podemos plasmar aquellas vivencias de nuestro interior en obras de arte, en el sentido más difundido en nuestros tiempos. El sonido debidamente organizado tiene un alto contenido estético en la música. Materiales de diverso tipo pueden ser portadores de belleza salidas del cerebro y la mano del artista en las artes visuales y, el lenguaje mismo, puede ser portador, más allá de los conceptos fríos, de contenidos de belleza, es decir puede hacerse de él una obra de arte según la sensibilidad y oficio del poeta, en el sentido amplio de este término. Ante la vieja discusión entre lo bello y lo feo en el universo del arte y de posiciones que con- sideran que lo feo puede también ser bello, vale la pena considerar para este propósito que la finalidad del artista es la de intensificar las emociones igual en la Pietá de Miguel Ángel que en una representación pictórica del infierno. Se han escrito abundantes y, a veces casi incomprensibles y tediosos, tratados de estética aplicados al lenguaje como elemento susceptible de intensificar emociones. Tomando en consi- deración lo que, con los avances de la Antropología Cultural, ha logrado mayor respetabilidad en el mundo académico, en el universo de la semiótica, ha logrado cada vez mayor importancia en nuestro tiempo la pragmática que Victorino Zecchetto define como “El estudio de los usos del lenguaje en las comunicaciones ordinarias y en los contextos concretos en los que se producen. Considera los hechos de la lengua en su forma dinámica, en su acción y movimiento comunica- tivo”. Más allá de las normas del uso de nuestro idioma establecidas, con carácter inapelable por la Real Academia de la Lengua que de tiempo en tiempo hace “concesiones” al lenguaje popular cotidiano, el común de la gente aprovecha la muy rica flexibilidad del lenguaje para expresar su creatividad y sus intenciones dentro de la colectividad en que funciona partiendo, no siempre conscientemente, de los contextos culturales en los que se desarrolla la vida. La cultura popular se caracteriza por la espontaneidad en sus manifestaciones respaldadas en el respeto a la tradición. Circunscribiéndonos al lenguaje, se siguen los lineamientos estable- cidos para el uso del idioma sin la estrictez de las normas propias de la cultura elitista. Además de la comunicación inmediata, se elaboran formas de pensamiento sintéticas que interpretan situaciones de la vida real y sirven de consejo para el ordenamiento de la conducta más allá de las generaciones. Un clásico ejemplo es el de los refranes que se caracterizan por ser cortos a fin de que sean memorizados y transmitidos con facilidad, sobre todo porque en la cultura popular, hay un predominio de la cultura oral. En la mejor novela de todos los tiempos: El Ingenioso 6 Hidalgo Don Quijote de la Mancha, junto a los sólidos razonamientos elaborados en forma de discursos por el Caballero de la Triste Figura, su escudero, Sancho Panza constantemente se re- fiere a situaciones que se presentan con refranes que, de manera anónima, han sido elaborados a lo largo del tiempo. En esta forma se reconoce, enfáticamente, que hay una sabiduría popular de enorme peso y contenido global y que funciona plenamente en los sectores menos cultivados. Oswaldo Encalada aborda este tema –los refranes son una de las partes- recurriendo a su sólida formación en el manejo de la lengua. Ha recolectado a lo largo de años con encomiable paciencia un elevado número de expresiones de nuestro entorno. Más allá de la meritoria reco- lección hay en este libro una coherente clasificación y pautas para la comprensión y correcto análisis de sus contenidos y mensajes. Toma en cuenta el componente generacional al dar im- portancia a tipos de expresiones propias de adolescentes y jóvenes que enfrentan los problemas y situaciones de la vida con una visión distinta de la de los adultos. Una tendencia generalizada ha sido la de dar importancia sobresaliente a los escritos formales y mirar de hombros para abajo lo oral o lo escrito sin pretensiones de publicación. Leyendo esta obra nos damos cuenta de la enorme riqueza de este filón del lenguaje, lo que nos permite una comprensión más realista de los complejos recovecos de la vida que, más allá de lo excepcional, fluyen por los cauces de lo cotidiano. Cada vez se considera más importante la comprensión de la cultura popular para reforzar nuestra identidad, así como la necesidad de dar la debida importancia a los otros respetándolos. Contribuye este libro, en forma sólida y carente de pretensiones a sentirnos con más fuerza parte de un universo en el que hemos nacido y nos hemos desarrollado. Claudio Malo González 7 8 Introducción general La lengua no es solamente el principal sistema de comunicación de los seres humanos sino que, por la forma de uso y por los materiales propios de cada lugar y de cada grupo, que son incorporados para intentar conseguir la eficacia en la transmisión de los mensajes, se vuelve también un factor de gran importancia para la identidad de un pueblo.