Informe Final
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INFORME FINAL PROYECTO FIP Nº 2006-25 “DIAGNÓSTICO BIOLÓGICO PESQUERO DEL RECURSO ALGAS PARDAS EN LA V Y VI REGIÓN, BASES PARA LA FORMULACIÓN DE UN PLAN DE ADMINISTRACIÓN” SEPTIEMBRE 2008 REQUIRENTE CONSEJO DE INVESTIGACION PESQUERA, CIP FONDO DE INVESTIGACION PESQUERA, FIP Presidente del Consejo: Jorge Chocair Santibáñez, Subsecretario de Pesca EJECUTOR UNIVERSIDAD CATOLICA DEL NORTE FACULTAD DE CIENCIAS DEL MAR DEPARTAMENTO DE BIOLOGIA MARINA AGRADECIMIENTOS SUBSECRETARIA DE PESCA SERVICIO NACIONAL DE PESCA VI REGION INSTITUTO DE FOMENTO PESQUERO (VALPARAISO) ORGANIZACIONES DE PESCADORES DE LA V REGION ORGANIZACIONES DE PESCADORES DE LA VI REGION 2 JEFE DE PROYECTO Dr. Julio Vásquez C. AUTORES Julio Vásquez Fadia Tala Alonso Vega Mario Edding Ana María Guerrero Nicole Piaget COLABORADORES Andrés Bodini Rossana Rojas David Yánez Roberto Varela Horacio Bastías Francisco Díaz Leonardo Miranda Ariana Araya 3 RESUMEN EJECUTIVO En Chile, las algas marinas son exportadas y utilizadas como materia prima, en la industria local de alginatos, carragenanos y agar; y en menor grado, consumidas como alimento. Durante la última década, la creciente importancia económica por estos recursos ha llevado a niveles de explotación de 27.000 a casi 47.500 ton secas por año, con un retorno de US $ 25 millones a US $ 26,8 millones. Las algas tienen una importancia social relevante, dado que la recolección es realizada por pescadores artesanales y sus familias, quienes dependen total o parcialmente de estos recursos. En algunos casos, la importancia social es mayor ya que la actividad de recolección y cosecha es realizada por personas que conforman un grupo social de extrema pobreza y marginalidad. Las algas comerciales son también ecológicamente importantes, no sólo por ser la base de cadenas tróficas bentónicas, sino porque además constituyen hábitat y refugio, zonas de reproducción de numerosas especies de invertebrados y peces, de asentamiento larval y reclutamiento de juveniles. En áreas intermareales y submareales someras Macrocystis, Lessonia y Durvillaea actúan como especies ingenieras (sensu Jones et al., 1994) de estos ecosistemas costeros, albergando otras especies de importancia económica y social (e.g. lapas, loco, erizos, peces de peña). La pesquería de algas pardas en Chile, escapa a los patrones tradicionales de otras pesquerías bentónicas. La utilización como materia prima ha estado históricamente sustentada por la recolección de la mortalidad natural de las poblaciones intermareales y submareales. La biomasa destinada a la industria del alginato es secada, enfardada y vendida a intermediarios en playa, que las llevan a las plantas de proceso y de picado ubicadas principalmente entre la III y V Región. La producción de materia prima para consumo humano proviene principalmente de la cosecha directa de plantas de Cochayuyo, con métodos históricamente tradicionales, así como su procesamiento por los mismos recolectores. En un contexto general, regulaciones de las extracciones en función de parámetros bio-ecológicos y reproductivos, y un manejo adecuado de las poblaciones naturales, deberían asegurar la sustentabilidad de las macroalgas pardas en la costa de Chile. Lo anterior, junto con la evaluación de los patrones de distribución y abundancia, espaciales y temporales, de las algas pardas condicionan las estrategias de seguimiento y control de la explotación de cada una de estas especies. La fragilidad de las algas pardas a eventos oceanográficos de gran escala (El Niño), y de sus atributos morfo-funcionales (distribución de estructuras reproductivas y meristemas de crecimiento, donde el corte a cualquier nivel interrumpe eventos de reproducción y de 4 regeneración), sugieren que el impacto de las cosechas deberían tener efectos poblacionales que se propagan hacia la estructura y organización de sus comunidades asociadas. Esto, a corto plazo, debiera tener consecuencias en las actividades económicas que dependen de las algas pardas (e.g. Industria de Alginatos, Alimento humano, Cultivo de Abalones), y de otras con importantes proyecciones (e.g. Turismo). El estudio integrado de la biología, ecología y productividad de las algas pardas y de los factores exógenos, tales como los económicos y sociales que regulan su explotación (presiones del mercado, desempleo, abundancia y disponibilidad de otros recursos bentónicos, etc.) son claves para la implementación de medidas de administración pesquera de las poblaciones naturales de estos recursos. Es en este contexto es que el presente estudio tiene como objetivo general “Realizar un diagnóstico biológico-pesquero del recurso algas pardas en la V y VI Región y establecer las bases para la formulación de un plan de administración”. Así, el presente informe da cuenta de los resultados obtenidos de cada uno de los objetivos específicos planteados para cumplir con este objetivo general. 1. Determinar y caracterizar las principales áreas de extracción de algas pardas, esfuerzo pesquero especificando y caracterizando a los extractores/as en cuanto a nivel educacional, socioeconómico, edad y otras actividades desempeñadas, entre otros. Los resultados indican diferencias a escala regional (entre la V y VI región) en el uso de los recursos algas pardas, con un esfuerzo pesquero dirigido principalmente a la cosecha y recolección de Durvillaea antarctica o Cochayuyo en la VI Región; mientras que en la V Región se enfoca a la cosecha y recolección de Lessonia sp. y Macrocystis sp. A escala espacial, las áreas de extracción parecen estar determinadas por la accesibilidad a la costa (e.g. en la VI Región) o por la proximidad de la fuente demandante (e.g. abaloneras en la V Región). A escala temporal, las cosechas son marcadamente estacionales para el Cochayuyo, o se realizan durante todo el año, como es el caso de la recolección y/o cosecha de huiro negro y de huiro canutillo en la V Región, con incrementos azarosos estacionales que dependen de las varazones (e.g. huiro negro y huiro palo) y/o de la demanda del mercado (e.g. huiro canutillo). Los recolectores son la base de la cadena productiva. En la pesquería de Durvillaea, una característica importante de la fracción femenina que participa en la cosecha y recolección de algas pardas es que, además de amarrar Cochayuyo, también cosechan otras algas (e.g. Luga y luche). 5 En general, el nivel educacional que poseen las personas es básico y medio incompleto. Esta situación es más marcada en la VI Región principalmente dado que el litoral presenta una clasificación de zona rural. Sobre el 70% del total de los pescadores y recolectores de orilla registrados están inscritos en el RPA, y pertenecen a un tipo de organización. La edad promedio de los encuestados muestra una diferencia entre las regiones. Mientras que en la V Región los encuestados alcanzan los 40 años, en la VI Región son personas que sobrepasan los 45 años, y en algunos casos llegan a los 60 años. Además, los usuarios de la VI Región, son personas que trabajan en la actividad desde muy jóvenes, entre los 20 y 30 años. La mayoría de los pescadores y recolectores artesanales son jefes de hogar, con grupos familiares en promedio de 3 - 4 personas. La mayor parte de estos hogares explotan el recurso algal por una temporada (5-7 meses), y luego desarrollan otras actividades, asociadas al mar o la agricultura. La estadística pesquera de los últimos años muestra que el desembarque de algas pardas de la V y VI Región contribuye en un bajo porcentaje al desembarque total del país, aportando solo con un 1,5% y un 0,6% respectivamente. Sin embargo, la VI Región contribuye con un 36% al desembarque del recurso Cochayuyo a nivel nacional. Aunque existen áreas de manejo en ambas regiones, y con recursos algales incorporados a sus PMEA, se detecta que una gran fracción del desembarque proviene de áreas de libre acceso. El esfuerzo pesquero (nº de pescadores, nº intermediario) es de mayor importancia en la zona de Pichicuy (V Región), y en las zonas de Topocalma, Pichilemu y Bucalemu (VI Región). 2. Generar información bio-ecológica relativa a abundancia y biomasa, aspectos reproductivos y productivos de praderas de algas pardas en la V y VI Región en un periodo de 12 meses. Las localidades seleccionadas para determinar el grado de intervención de las praderas de algas pardas (y su comunidad asociada), muestran distintos escenarios de explotación: Escenario 1: áreas con algas pardas sin explotación (e.g. Montemar, Las Cruces) que están siendo protegidas por Universidades (Universidad de Valparaíso y Pontificia Universidad Católica de Chile). Escenario 2: áreas con AMERB que incluyen alguna de las algas pardas en los planes de manejo y explotación. 6 Escenario 3: áreas con AMERB que excluyen a las algas pardas en los planes de manejo y explotación, y que prohiben su cosecha. Escenario 4: áreas de libre acceso que son cosechadas mensualmente por los usuarios y que incluyen alguna de las algas pardas en estudio. Los resultados sugieren un componente local en la abundancia y estructura de talla de las poblaciones, dado por la exposición al oleaje, especie(s) dominante(s) y actividad pesquera. En general, los sitios de muestreo para Durvillaea antarctica en la VI Región muestran mayor densidad de plantas y producción de biomasa que la V Región. Esta situación se debería a que la alta tasa de explotación y manejo histórico en la VI Región, genera una mayor tasa de reemplazo (reclutamiento, presencia de tallas pequeñas), en contraste en la V Región las poblaciones están conformadas por individuos adultos (tallas mayores). Una situación opuesta se da para Lessonia nigrescens, con mayores abundancias (y menores tallas) en la V Región. Lessonia trabeculata es un recurso ausente en la VI Región, principalmente por la dinámica del fondo de arena en el submareal, y a la escasez de sustrato rocoso apto para el asentamiento de propágulos. Además, es un recurso con bajo nivel de explotación en la V Región, lo que hace que la variabilidad de la abundancia y talla dependa de la disponibilidad de sustrato rocoso y de la presencia de herbívoros.