Elecciones Y Partidos Politicos En Palencia Durante La Ii Republica
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ELECCIONES Y PARTIDOS POLITICOS EN PALENCIA DURANTE LA II REPUBLICA por LEANDRO POZO GUTIERREZ ELECCIONES Y PARTIDOS POLITICOS EN PALENCIA - II REPUBLICA lUS Antes de iniciar el tema propiamente dicho, conviene resaltar, aunque sea sólo en unas brevísimas notas, la situación económica, social y demográfica de la provincia al iniciarse la década, y que nos van a servir de marco, y a menudo de clara explicación, de los re- sultados políticos que se producen durante los procesos electorales de la II República. La evolución de la provincia a lo largo de los treinta primeros años del siglo había sido muy lenta, y su estructura social y econó- mica permanecía prácticamente estática. Alejada de los núcleos in- dustriales su desarrollo estaba íntimamente ligado al devenir de las provincias agrícolas de la Cuenca del Duero, y la situación del mer- cado cerealista marcaba en muchos casos la pauta de la vida econó- mica provincial. Por otra parte estaba escasamente poblada, y en 1930 su densi- dad era de sólo 24,6 habitantes por kilómetro cuadrado, concentrada mayoritariamente en pequeños municipios. Sólo la capital, con 23.936 habitantes, era el único núcleo urbano importante. Los siguientes datos proporcionados por el Anuario Estadístico de 1930, nos muestra el reparto de la población, característico de Castilla la Vieja: Menos 100 101-500 501-1,000 1.001-2.000 2.001-3.000 3.001-5.000 5.001-10.000 1 127 82 22 10 6 1 Por lo tanto, de los 250 municipios de la provincia, más de la mitad oscilaba su población entre 100 y 500 habitantes, y casi el 84 % de todos ellos están comprendidos entre 100 y 1.000 habitantes. Además, la evolución de esa población a lo largo del siglo había sido de un lentísimo crecimiento, casi puramente vegetativo, con una emigración muy escasa. Solo en la capital se observa un creci- 104 LEANDRO POZO GUTIERREZ miento más acelerado, debido esencialmente a la creciente emigra- ción de los pequeños pueblos agrícolas de la provincia hacia las mayores oportunidades de empleo que ofrece la ciudad. Los suce- sivos censos desde 1900 nos permiten conocer esta evolución, con un ligero descenso en la década de los años veinte, como consecuen- cia de la fuerte incidencia de la epidemia de gripe de 1918, que po- voca un aumento importante de la tasa de mortalidad^. Este fenó- meno se produce con carácter general en la mayoría de las provin- cias castellanas, al propio tiempo que comienza a aparecer el fenó- meno migratorio. 1.900 1.910 1.920 1.930 Provincia 192.473 196.031 191.719 207.54G Capital 15.940 18.055 19.543 23.396 La estructura económica de la provincia presenta en estos años una clara dualidad, con dos espacios, a grandes rasgos, claramente diferenciados : La gran zona agrícola del centro y del sur, y la zona minera del norte. Ello no quiere decir, por una parte, que no exis- tieses pequeños núcleos industriales en el sur, coma Venta de Baños y su ferrocarril, Villarramiel y la industria de cierta importancia de la capital, y por otra, que toda la zona norteña tuviese la minería como actividad predominante, lo que haría olvidar la importancia ganadera de Cervera de Pisuerga, Aguilar de Campoo y su pequeña agricultura, pero la delimitación "a priori" de la provincia en estos dos claros esquemas, nos puede servir para explicar con mayor cla- ridad los fenómenos políticos q_ue se producen. Por lo tanto, estas dos zonas van a determinar una estructura social y política claramente diferenciada : mientras en la zona agra- ria predomina un tipo de sociedad tradicional, conservadora, apegada a la tradición, dificilmente inclinada hacia extremismos de uno u otros signo, de religiosidad tradicional, afecta políticamente a op- ciones moderadas y derecñistas de signo conservador, la zona mi- nera, numéricamente mucho más reducida, se inclinará decidida- mente hacia posiciones de izquierda, fuertemente relacionada con las cuencas mineras de Asturias y León, dotada de un mayor dina- mismo social. Además la provincia no puede aislarse de su contexto geográ- fico en el que está inserta, la zona castellano-leonesa, presentando sus típicos rasgos de un bajo índice de analfabetismo, en 1930 alre- ELECCIONES Y PARTIDOS POLITICOS EN PALENCIA - II REPUBLICA 105 dedor del 30 %, con predominio de la actividad agraria, con un mayoritario sistema dc pequeña propiedad familiar, y un latifundis- mo prácticamente inexistente. Una vez hecho este pequeño preámbulo, y aunque el período del presente trabajo se reduce a la II República entre el 14 de abril de 1931 y el 18 de julio de 1936, como punto de apoya puede servir el panorama general que a partir de la caida del General Primo de Rivera en los últimos días del mes de enero de 1930. A partir de esta fecha, la vida política de la provincia comienza lentamente a adquirir su ritmo habitual. Una nota que publica "El Diario Palentino" el día 6 de febrero, apenas una semana después de la caida del Dictador, nos ofrece un primer panorama de los par- tidos políticos tradicionales. D. Abilio Calderón Rojo, ex-Ministro y ex-diputado, y que luego lo será repetidamente de nuevo en las Cortes Republicanas, lider en Palencia del Partido Liberal-Conservador que sigue a Sánchez Guerra, acude a Madrid para recibir instrucciones ante la nueva etapa. El Partido Republicano, que cuenta con hombres destacados en la provincia como César Gusano, Matías Peñalba, Vicente Aran- giiena, Pablo Pinacho, David Rodríguez, etc., y que ahora aparece unido, pronto se va a deshacer entre los distintos grupos que for- marán el ámplio espectro de la derecha y el centro republicanos, que comienza a publicar el semanario "Alerta", impreso en los Ta- lleres de "El Diario Palentino", que luego será sustituido por "Re- pública" y"Nueva Luz", publicaciones que servirán de portavoz de las opciones republicanas primero, y más tarde, en concreto, de Acción Republicana. El pequeño grupo liberal de Santiago Alba también comienza a agruparse en torno a su presidente, el abogado don Jerónimo Arro- yo ; El Partido Radical-Socialista, no incluido en la primera rela- ción, se apresura al día siĝuiente a dar señales de vida, publicando un manifiesto en el que aparecen camo miembros del Comité Pro- vincial Carlos Alonso, Argentino Bleye, Antonio Casañé y Roque Nieto Peña. De los sectores que ya la prensa del momento denomi- na "demócratacristianos" aparece un pequeño núcleo en torno a don Juan Díaz Caneja, del grupo encabezado por Cambó. Todos estos partidos son esencialmente grupos de "notables", agrupados en torno a una figura prestigiosa, y unidos esencialmente en función de las consultas electorales, para apoyar al prohombre del partido, y la mayoría de ellos, o desaparecen, o han de sufrir 106 LEANDRO POZO GUTIERREZ una importante transformación que les pemita adecuar su estruc^ tura a los nuevos tiempos. El Partido Carlista, de honda raigambre en la vida palentina, comienza tambien su reorganización y de la mano de su principal impulsor, el canónigo lectoral de la Catedral D. Anastasio Orejón, se consigue formar el Comité Provincial que preside D. Félix Pollos. El Partido Socialista Obrero Español, fundado en Palencia ha- cia 1886 por el tipógrafo Fructuoso López, que emigra de Madrid^, con otros compañeros tras el fracaso de la huelga de la casa Riva- deneyra, cuenta en 1930, con unas 15 Agrupaciones locales en los principales núcleos de la provincia, destacando las de la capital, Villarramiel, Venta de Baños y Barruelo de Santullán y su zona minera, que cuenta entonces con una pequeña imprenta donde se difunde la hoja informativa "Vida Social". El número de afiliados del partido en esa fecha puede cifrarse alrededor de unos 400, la mayoría en los núcleos citados. Finalmente el Partido Comunista de España contaba entonces can un reducidísimo grupo de militantes, unos 50 en la provincia, de ellos 25 en la capital y el resto repartidos en la zona minera del norte y en el núcleo de Baltanás, como centro de influencia en el Cerrato. Este pequeño grupo, estructurado primero en torno a Mau- rín y el órgana de difusión "La Batalla", se integra más tarde en el partido oficial. De las Centrales Sindicales Obreras, UGT y CNT, era la prime- ra la más fuertemente implantada en la provincia, especialmente en la zona minera y en los pequeños núcleos industriales de Venta de Baños y Villarramiel. La Federación de Trabajadores de la Tierra en este año anterior a la República apenas contaba con alguna or- ganización, aunque poco a poco irá implantándose, especialmente en el Cerrato (Dueñas, Cevico de la Torre) y en los núcleos del sur de Campos, Fuentes y Paredes de Nava, especialmente. Respecto a CNT su influencia era decidamente menor ; sólo en pequeños sectores de la minería y algunos núcleos en la capital, aunque fuertemente combativos ; la prensa relata a veces diversas detenciones de militantes anarquistas por venta de su periódico "Tierra y Libertad", protagonizando además algunas de las huelgas que se producen en la capital, con una fuerte influencia, dado ese carácter más radical, entre los obreros en paro. También los Sindicatos Católicos cantaban indudablemente con una fuerza numérica grande, especialmente en las zonas agrarias de ELECCIONES Y PARTIDOS POLITICOS EN PALENCIA - II REPUBLICA l^i Saldaña y Carrión, donde no conseguirá nunca su implantación la central socialista. En la capital y en los demás núcleos industriales, con el decidido apoyo de la jerarquía eclesiástica, mantienen una línea acorde con ella, y su actividad reivindicativa es mínima, si bien apoyan, por una vez, una huelga en la capital en febrero de 1933, en contra de UGT que, por ser la mayor implantada, era su principal rival.