La Fiesta De Moros Y Cristianos En Tierras Valencianas
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ANALES DE LA UNIVERSIDAD DE ALICANTE ESCUELA de MAGISTERIO 1984 Depósito Legal: A-477-1984 Imprime: Gráficas CIUDAD, S.A., San Juan de Ribera, 30 - ALCOY INDICE M.a Angeles MARTINEZ RUIZ, Narciso SAULEDA PARES Análisis de la estructura didáctica.de los itinerarios de la natura- leza . 7 Jesús Rafael DE VERA FERRE, María Aurora GOMIS SANCHEZ Demografía y cambios parroquiales en la Diócesis de Orihuela en 1952.......................................................... 41 Manuel MORAGON MAESTRE De la lectura a la interpretación textual . 59 Jesús Rafael DE VERA FERRE Geografía y transporte urbano: una aproximación teórica . 69 José GARCIA HURTADO La psicología del procesamiento de la información como modelo de acción . 81 Angel HERRERO BLANCO, M.a Antonia MARTINEZ LINARES Sobre las construcciones «más que»........................... 87 José Manuel TOLEDO GUIJARRO Materiales para una educación para la paz y la no-violencia . 103 M. PASTOR, R. CARDA, J. PONSODA, M.a A. MARTINEZ La enseñanza de conceptos y la integralidad de las ciencias . 143 José Luis BERNABEU RICO La fiesta de moros y cristianos en tierras valencianas. 157 Jordi COLOMINA CASTANYER La generalització de la pérdua de la Id/ intervocalica en el Va lencia meridional alacantí . 173 Víctor-Javier MANGAS MARTIN La biología en la formación del profesorado . 203 Emilia María TONDA MONLLOR La aplicación del ordenador en las ciencias sociales: el amillara miento de Al coy de 1886 .... :·............ 209 José GARCIA HURTADO, M.a Rosario BAGO Y VALLDECABRES La adquisición de algunas competencias docentes: reflexiones en torno a una alternativa metodológica en el currículum del profe- sor en formación . 217 M.a Rosario BAGO Y VALLDECABRES Aportaciones de la psicología cognitiva al currículum del" profesor en formación . 225 LA FIESTA DE MOROS Y CRISTIANOS EN TIERRAS VALENCIANAS* José Luis Bernabeu Rico La fiesta de moros y cristianos refiere un marco histórico en el que acontecen importantes hechos para los valencianos; acontecimientos que manifiestan, a su vez, candentes problemas de la historia hispana. Un pueblo, el morisco, y otro, el de cristianos viejos, incapaces de convivir en forma tolerante, cuyas diferencias en costumbres y cultura se saldan con la expulsión del débil por parte del fuerte. Esta falta de aceptación del otro, de la alteridad, está en los orígenes de la fiesta. Pero la fiesta de moros y cristianos de Alcoi refleja la intrahistoria posterior de la comunidad, con lo que la misma se enriquece de otros significados. Y es que la fiesta alcoiana concentra la mayoría de rasgos culturales de la población. A través de ella se puede observar la coope ración o el conflicto entre los distintos segmentos sociales, así como ~1 mundo de valores de la totalidad social. Estudiar la fiesta de moros y cristianos desde esta perspectiva glo balizadora resulta harto fecundo, pues desde un solo rasgo cultural se estudia la totalidad de ellos. Este es el valor de la fiesta y por ello la importancia que concedemos a su estudio. • Comunicación leída en el Primer Congreso Mediterráneo de Sociología Rural, Italia, junio de 1983. 157 En el siglo XIII las tierras valencianas son conquistadas por Aragón y Cataluña en acción directa de Jaume l. Los invasores, en minoría de mográfica, repueblan las mejores ciudades y huertas, mientras que el musulmán queda reducido, en su mayoría, a las zonas rurales monta ñosas y de secano, en propiedades de régimen señorial y privados de numerosos derechos. Los propietarios del régimen señorial y los mu sulmanes, pese a sus intereses contrapuestos, acaban siendo aliados en las querellas que años más tarde les enfrentará als agermanats, movimiento reivindicativo popular antiseñorial. Al coi, repoblada por los catalanes, se asienta en un entorno geo gráfico muy accidentado. La población semeja un embudo entre coli nas, enmarcado por los ríos Molinar y Barxell. En su lado nordeste las casas cuelgan sobre barrancos y huertas plantadas en terraza. Al ha llarse desde un primer momento en zona fronteriza su seguridad es quebradiza e inestable. El hecho de ser los nuevos colonos minoría en tierras de mayoría musulmana es fuente de numerosos conflictos. Como los que aconte cen en los valles y pueblos que circundan Alcoi. El lógico descontento en que se hallan los antiguos pobladores musulmanes encuentra su aglutinante en AI-Azraq, nombre que le viene por el azul de sus ojos. Este noble guerrillero se adueña en distintas ocasiones de numerosos poblados de las inmediaciones de Al coi; man teniendo en jaque a las tropas del rey Jaume y deshaciendo la unidad política conquistada. En la mañana del 23 de abril de 1276 AI-Azraq ataca la vila murada de Alcoi, bajando por el Barranc del Cinc. En los acontecimientos de aquel día se mezclan la historia y el mito. La población alcoiana enca bezada por mossén Torregrosa hace frente a las tropas musulmanas, y en pleno fragor de la batalla, según narra Beuter, cronista eclesiástico del siglo XVII: vieron los moros correr por encima del muro un cavallero armado con su cavallo, de que se espantaron mucho y tuvieron que aquel era Wali, que nosotros llamamos San George. Por lo cual, en aquel lugar do se apare ció, hicieron los del pueblo una Yglesia a su nombre. El personaje mítico de sant Jordi se convierte en patrón protector de la población, pues les ha librado del enemigo y les ha devuelto la tranquilidad. En torno a san Jorge se produce una primera identifica ción de los alcoianos. Para los cristianos viejos valencianos la minoría morisca es su ene- 158 miga en lo económico, ya que el morisco le compite como mano de obra más barata en las zonas y señoríos rurales. En el medio urbano el morisco domina los oficios, artesanías y profesiones, pese a las trabas y prohibiciones para su ejercicio. En lo social ambas comunidades viven enteramente separadas, sin posibilidad de integración o mixtura en sus usos y costumbres. Hábitos diferenciados que van de la comida y el vestido a las relaciones sexuales, separan a ambas mitades que pue blan las tierras valencianas. En el ámbito de lo político y de la seguri dad ciudadana, particularmente en los siglos XV y XVI, tanto el bando lerismo, cuyo apoyo se organiza en estructuras secretas, como la creencia popular de que el morisco puede actuar cono quintacolumna de las frecuentes incursiones piratas desde la costa, que hacen peligrar el comercio y la supremacía española en el Mediterráneo, agrandan la fosa de incomunicación y hostigamiento existente entre ambos pue blos. Los únicos valedores de los moriscos, los señores, también les abandonan al dejar de interesarles su protección. Son considerados, por tanto, como un enemigo del interior, por lo que queda expedito el camino para su expulsión. En las tierras valencianas, en las que la convivencia es más conflictiva, es donde primero se les expulsa. Este es un acontecimiento lamentable en la historia hispana, por las onero sas condiciones en que se efectúa, ante las que los moriscos se rebe lan. Algunos cristianos viejos obtienen considerables beneficios con su partida, como los que compran bienes inmuebles a bajo precio, mien tras que para otros les significa su ruina, como los rentistas que dejan de percibir los censos y réditos contratados. Las razones para su expulsión son más abundantes y sentidas por los valencianos y alcoianos, dado su carácter de reserva militar que la pone en pie de guerra contra el moro que viene de la costa o el morisco que, aún numeroso, permanece en esta zona valenciana. La partida, a principios del XVII, de la minoría morisca salda este período de tensión y enfrentamientos. En los cristianos viejos se confi gura la imagen y el recuerdo de un pueblo, el musulmán, enemigo y malvado, y no por ello menos desconocido. Ya que el morisco es el descendiente directo de un pueblo y una r.ultura que han dado largos lustros de esplendir a estas tierras mediterráneas y a España entera. Esta enemistad resulta intransigencia en la cuestión religiosa. En el carácter intolerante de la religiosidad de la Contrarreforma cristaliza la no asimilación de la alteridad morisca. La repulsa de lo que no se acepta es una constante en la historia hispana. Y no se acepta al disi dente, al otro. 159 Si la maldad es lo musulmán, enemigo y desconocido, por contra se considera a lo propio, amigo y conocido, como bueno. Mecanismo de defensa cultural calificado de etnocentrismo. Este etnocentrismo va a cobrar un inusitado vigor en la España del XVI y XVII, de la Contrarreforma y el Barroco, y va a ser expresado en lenguaje mítico. En Alcoi surge el mito de la intervención milagrosa de San Jorge a favor de los cristianos en su lucha contra los árabes, en la nueva interpretación que de los hechos de la conquista se hace en este período. Subyace a esta nueva visión un interés político y socioeconó• mico conservador de una realidad social. El mito va a institucionalizar el rito, de acción de gracias al perso naje protector, San Jorge. Y del rito va a surgir la fiesta. Pero los actos festivos que se incorporan al rito lo son laicos y van a aumentar su importancia en la medida que se incrementa la riqueza de la población. La consolidación de la soldadesca, que toma elementos de otros actos festivos, se realiza con una peculiaridad que va a diferenciar esta fiesta valenciana de las demás; la participación masiva de una gran parte de la población, que la hace suya en todos sus nuevos elementos estructu rales. La soldadesca no es más que la representación de la lucha y victoria del cristiano, el bueno, sobre el moro, el malo. La soldadesca y la fiesta, por tanto, desde su primera estructura, expresa este carácter etnocéntrico.