ADERNOS DE MARCHA Cuadernos De MARCHA Es Una Publicación Uruguaya Mensual, Editada Por MARCHA En Tall
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DE LA PAZ DE ABRIL A LORENZO LATORRE NUMERO 58/FEBRERO 1972 /PRECIO $ 150 ADERNOS DE MARCHA Cuadernos de MARCHA es una publicación uruguaya mensual, editada por MARCHA en Tall. Gráf. 33 S. A Director: Carlos Quijano Administrador: Laureano Sebé B artolom é M itre 1414 - T eléf.: 8 56 60, 91 33 25 y 98 51 94 C asilla de C orreo N9 1702 Montevideo - Uruguay © Cuadernos de MARCHA de los artículos originales y de las traducciones en castellano. Queda hecho el depósito que marca la Ley. Impreso en Uruguay - Printed in Uruguay \ FACULTAD de HUMANIDADES y » E S 'NSTITUTO DE CJEiyCíAS HISTORICAS Entró el....y. /"7 de MARCHA /_. ' N U M E R O 5 8 FEBRERO 1972 SUMARIO- INTRODUCCIÓN LA GUERRA CIVIL Y LOS PARTIDOS, por Carlos María Ramírez .... EL BANQUETE DE LA JUVENTUD Discursos de Carlos María Ramírez, Daniel Muñoz, Julio Herrera y Obes, Pablo de María, José Pedro Vareta ............................................................. .................. 15 LOS PROGRAMAS DE LOS PARTIDOS Club Radical, Club Nacional, Club Libertad . 23 DEL AUGE DEL PRINCIPISMO A SU CAÍDA (1872-1875), por Juan A. Oddone . .............................................. .. 35 EL 10 DE ENERO DE 1875. Testimonios y versiones de Joaquín de Salterain, Juan Domingo Lanza, Pablo de María, “ El Siglo"; el editorial postumo de Francisco Lavandeira; Mensaje de Ellauri; la última palabra del principismo;.Llega Latorre, el salvador; Cartas de José Pedro Ramírez .................................//<§y%7 "¡.... ^ . í I 5 i 9 Este es el segundo de los Cuadernos dedicados a analizar él turbulento período que se extiende desde la Revolución de 1870 a la dictadura de Latorre. Del apogeo del principismo al apogeo del militarismo. El tercero es tará dedicado a Latorre y a la Revolución Tricolor. Un breve itinerario del proceso ayudará al lector a penetrar en la mara ña de sucesos,: viejos de un siglo pero que cobran hoy una trágica actualidad. 1868 — Asesinato de Flores y Berro. 1868 — Asume la presidencia Lorenzo Batl¡e. 1870 — Revolución de Timoteo Aparicio y Anacleto Medina. 1871 — Los principistas entran en escena: aparece La Bandera Radical y se funda el Club Radical; folleto de Carlos Marta Ramírez, “La guerra ci- wjf-y Iqs partidos”. 1872: Presidencia Gomensoro - La Paz de Abril - Banquete de la juven- \ í tud - Militantes del Partido Colorado fundan el Club Libertad - Manifiesto y programa del Club Radical - Manifiesto y programa del Club Nacional - Cisma del Partido Colorado - Elecciones generales. 1873 — Elección de Ellauri - EUauri renuncia dos veces; pronunciamien to müitar que exige el retiro de la segunda de §sas renuncias - Las cámaras del 73 y el auge del principismo - Elecciones de senadores. 1874 — La crisis econórnicp - Lucha entre candomberos y principistas - Alzamiento de. Máximo Pérez y Gervasio Galarza - Él asesinato de Romualdo Castillo en Paysandú. ■ - ............................ 1875 — La elección de Alcalde Ordinario el 19 ¡fíe enero - Su posterga ción para el 10 - Los asesinatos del 20 de enero - Motín militar del 15 de etie- ro encabezado por Latorre, con la colaboración del coloradismo neto - Desig nación de Pedro Varóla gobérnádor provisorio y después presidente de la República - Caída del principismo - Cesantía de sus legisladores; expulsión a Lq Habana de algunas de las figuras más representativas de esa corriente. CAREOS MARIA RAMIREZ LA GUERRA CIVIL' Y IOS PARTIDOS • En enero de 1871 Cárlós María Ramírez, que había actuado á comienzos dé la Revolución de Timoteo Aparicio como secretario del jefe gubernis- ta Goyo Suárez, publica, después de su frustrada experiencia en los campos de batalla, su folleto “La guerra civil y los partidos” donde condena a una. y otros. Dé ese folleto damos la segunda parte. Los partidos vecha esa disposición para elevarse sobre las ruinas de la libertad pública. Sin prever para nosotros tal extremidad, las funestas he prevenido ya contra los peligros consecuencias que arrastra el espíritu de V®* de los partidos cuando sus discusio partido, deben inducirnos a desanimarlo y nes tomen un carácter geográfico; dejad contenerlo; ese espíritu en todas partes don me ¿hora preveniros contra los perniciosos de reina, no deja nunca de agitar los con efectos del espíritu de partido en una acep sejos nacionales y de debilitar la acción pú ción más general. Ese espíritu es desgracia blica; enciende los odios, fomenta y produ damente inseparable de nuestra naturaleza; ce insurrecciones; da la influencia a los ex se une a las más fuertes pasiones del cora tranjeros e introduce la corrupción en to zón humano; existe bajo diferentes formas dos los ramos dél gobierno; y es así como la en todos los gobiernos, pero es sobre todo política y la voluntad de una nación están en los gobiernos populares donde ejerce ma sometidas a la política y a la voluntad de yores estragos y se puede en verdad consi otra nación.” derarlo como sü más encarnizado enemigo. La dominación alternativa de las facciones (Adiós de Wáshington al pueblo aviva esa sed de venganza que caracteriza dé los Estados Unidos,) las disensiones civiles. És ella misma un despotismo horrible y acaba por traer otra I más durable, Los desórdenes y las desgra cias que de ella resultan, preparan a los El espectáculo de la guerra civil me ha hombres para buscar la seguridad y el re hecho pensar muy largas horas sobre los poso en el poder de uno solo: y más tarde partidos en que los orientales Sé dividen, y o más temprano, más hábil o más feliz que al levantar mi cabeza dé la cavilación, pro sus rivales, el jefe de alguna facción apio- funda, he visto desvanecer la sombra de mu» m u m o tsm I chas preocupaciones poderosas, y germinal sus mejores tiempos uno de sus más cons el rayo de una bella esperanza presentida. picuos miembros, hubieran tenido que re-, Los partidos en la guerra civil nacidos, petir mil veces, las palabras históricas de en la guerra civil educados, me parecieron Arístides, a propósito de sus eternas disen destinados a conservar eternamente las fac siones con Temístocles: ciones, de su madre y el carácter de su —¡Oh! atenienses, si queré's.vivir tran maestra. quilos, ambos debemos caer en el abismo Los apercibí con sus divisas de ejército, 'donde caen los condenados! con sus viejas armas- heredadas y con sus tradicionales recuerdos de combate, siempre II dispuestos a reabrir su inacabable duelo, apenas interrumpido para dar a los paladi Fuera de su tiempo, de- los sucesos que nes un fugitivo instante de reposo. les diéi on vida, de los errores que los hicie Estudié su espíritu, analicé su índole, y ron necesarios, los partidos actuales son in vi que el ideal grabado en ellos, como el conciliables con -los primordiales elemen paraíso de la religión escandinava, es la re tos de la sociedad y del estado. producción indefinida de la lucha en los ili Inconciliables con el espíritu de las ins mitados cielos de la historia. tituciones democráticas. El mundo ha conocido muchas veces ese Inconciliables con el desarrollo de los in género, de facciones irreconciliables que no tereses materiales. ven el fin de sus debates sangrientos sino Inconciliables con las formas cultas de en las cadenas dé la"tiranía interna o bajo sociabilidad. el yugo de la servidumbre nacional. Inconciliables con la estabilidad del or Ahí está para los pueblos meridionales den público. cuyo temperamento tan fácilmente los in Inconciliables con el principio dé la na duce a la idolatría política como a la idola cionalidad. tría religiosa, ahí está el .ejemplo palpi tante de las Repúblicas Itálianas con sus III Güelfos y Gibelinos implacables, no sacia dos de cadalsos, de proscripciones y de gue He dicho que inconciliables con el espí rras hasta que sobre los unos'y los otros se ritu de las instituciones democráticas. levantó un tirano de hierro o clavó su ban El gobierno que esas instituciones esta dera de conquista el extranjero! blecen es un gobierno de discusión, de tran Los partidos formados por esas extra sacción y de armonía. ordinarias épocas de convulsión y de tras Discusión de todas las opiniones sinceras. tornos que nunca faltan a la vida de los Transacción entre todos los intereses pueblos, no pueden conservarse y perpe honrados. tuarse en el futuro sin someter la sociedad Armonía para todas las aspiraciones le a la repetición periódica de la crisis doloro- gítimas. ’ sa en que nacieren. ¡Y bien! Yo he visto que los partidos de mi patria niegan la discusión de toda idea El fanatismo y el ardor del combate los. extraña al dogma individual de cada uno. acompañan siempre, trasmitidos de genera ción en generación como el legado de las en Rechazan la transacción con todos los fermedades impuras, hasta que una muerte intereses que no se identifiquen servilmen desastrosa viene a interrumpir la sucesión te a los suyos propios respectivos. de tantos sufrimientos incurables. Rompen la armonía para toda aspiración ¿Qué fuera de la Francia si en vez de que no se amolde a la naturaleza de sus as relegar al estudio severo de la historia las piraciones exclusivas. pasiones desencadenadas en su revolución Veo todo eso, tanto en las preocupacio gloriosa, hubiese aspirado, invocando el re nes y pasiones que a cada paso me revelan, cuerdo del 31 de Mayo o del 9 de Termidor, como en los hechos de intolerancia, de atro a continuar el sangriento, drama dé las lu pello y de violencia que me muestran en chas entre girondinos y jacobinos, entre ro- cuarenta años de consecutiva anarquía. bespierristas y termidorianos? El lema de la democracia, es el que os Esos partidos hubieran tenido que repe tenta esa república’ sublime cuya influen tir mil veces, como ya lo había hecho en cia convierte los supremos desastres de la Francia en fuente de regeneración y de gistratura judicial, de la municipalidad, del grandeza: jurado, de la carrera militar, y hasta de las Libertad, igualdad, fraternidad.