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La Argentina 1911 EL BAILE DE ANTONIA MERCÉ: LAZO ENTRE LOS PUEBLOS, ¡·.. :··················W·····l!! PUENTE ENTRE LOS TIEMPOS

l {\ . .• •~ ...... ~- n-..5T'I .. ·'.""T" ..... -••••••••R~. Ana Isabel Fernández Val buena: ...... · Profesora de Dramaturgia. Instituto Superior de Danza "Alicia Alonso" : " "

...... · . l·Nadie en el mundol. ¡·ha sabido escribir en¡. ·lel viento dormido.l ¡·este arabesco de.~ lsangre y hueso como ~ ·~ Antonia Mercé. Por-.l lque une a su intui-l ¡ción nativa de la¡ · . ¡danza una inteligen-l ¡cia rítmica y una¡ ¡comprensión de las¡ Wormas de su cuerpo¡ ¡que solamente han¡ ~ tenido los grandes¡ ¡·maestros de la da nza .~ lespañola. ¡ -17- : ...... : Son palabras de Federico García Lorca dedi- una corriente intensa de amor por lo íntimo nuestro. Los hombres más cadas en 1930 a "La Argentina", excepcional selectos en las diferentes actividades de la cultura: filósofos, poetas, bailarina (1890 - 1936) hija de castellano y músicos, pintores y críticos han dedicado lo mejor de su empeño a andaluza, apodada así por su nacimiento en hacer lo mismo que la Argentina ha hecho con el baile: a comprender, . De sus padres recibió su prime­ universalizar y purgar de localismo y ra formación en las filas de la compañía del patriotería el genio verdadero de España. y comenzó su andadura como Antonia Mercé consiguió que la Danza solista en los teatros de variedades en la pri- Española interesara a los creadores de su mera década del siglo XX. Los críticos dicen momento histórico de la misma manera que entonces de ella que "es una mocita que baila les había interesado la música . Así lo muy raro" pues transforma los tiempos y demuestran sus colaboraciones con artistas sobre ellos inventa nuevos pasos, con un plásticos como Fontanals, o Bacarisas; o el acompañamiento de las castañuelas de finos interés por ella de músicos como Manuel de matices. La prensa madrileña (El liberal, Falla, así sus relaciones con poetas como J. 1909) la compara con las bailarinas europeas Ramón Jiménez, Rafael Alberti o García más célebres: "/ .. ./ Su tango es singular, ori- Lorca, quien decía de ella (1930): ginalísimo, bello, de una arte intensamente Todas las danzas clásicas de esta gran artista son su palabra única, al sensual, "comprimido" y casi silencioso, como mismo tiempo que la palabra de su país, de mi país. España no se repi­ los bailes de la Mata Hari y de Isadora te nunca y ella, siendo antiquísima, poseyendo quizá la gracia de aque­ Duncan". Y es que el primer tercio del siglo llas bailarinas de Cádiz que eran ya famosas en Roma y danzaban en las XX fue una época de definición para la danza fiestas imperiales, teniendo el mismo corazón nacional de aquellas española, que buscaba dar respuesta a la espléndidas danzarinas que entu­ siasmaban al genio en los dramas de modernidad en plena eclosión de las vanguar­ Lope de Vega, baila hoy en New York con un acento propio. dias históricas; de ahí que en Almería (El No sólo en Estados Unidos, Antonia concitó popular, 13, julio, 1911, Antonio G. de en París -donde estableció su residencia al Linares) no duden en bautizarla como "La alcanzar fama internacional - a grandes artis- bailarina estética", adjetivo que se daba tam- tas españoles consagrados y a jóvenes talen- bién a las mencionadas más arriba: La señorita Mercé es una figura tos provocando el boom de lo español. Su sobresaliente en esa legión tan breve como excelsa de las bailarinas partenaire ocasional, el bailarín V. Escudero, estéticas, que han restituido a los bailes de la escena aquella nobleza y contaba a propósito de la celebridad de ella la aquel clasicismo de las antiguas dan- zas griegas. Hasta hoy las bailarinas siguiente anécdota (1950): Nuevo Mundo 1912 españolas cifraron todo su arte en la c:¡imnasia de los pies y del vientre. Unica artista entre ellas, la Argentina cuida de buscar, y refleja fielmente, el espíritu de los ritmos populares, febriles perseguidores del ideal.

En efecto, la destilación del género hoy Ilama- do " Danza española" encontró en Antonia

Mercé, una intérprete de excepción, como expresan las palabras de Ángel Del Río

(1930: 12) en ese homenaje tributado en

Nueva York a la bailarina en el que participó

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Ha habido en el siglo XX en España • , ¡ , • ¡ •••••••••••••••••••• •• .-. •• , ", • • ,.~ ...... ••- •••••••• e = -=

nivel eu ropeo gracias a la labor de ciertas En esta dirección García Larca (1930) afirma­ Homenaj e en personalidades del ballet, el desarrollo de la ba que el pueblo español había encontrado en técnica en la Danza Española sufrió, gracias a el baile una de las expresiones más elevadas

Antonia Mercé, una progresión geométrica a de su genio. El baile español lo imaginamos como lo largo del siglo XX. Ella vivió de cerca la una sola persona que se mueve con di vulgación del decálogo expresionista y lo máxima libertad y que al parecer hace lo que le da la gana j .. ./ como recogió de forma tan avanzada que a veces todas las manifestaciones de la cul-

1911

1917, México 1932 Nuevo Mundo

su mensaje estético no fue entendido. De tura española, es esencialmente individual. España es un pueblo hecho tuvo frecuentes relaciones con bailari- donde los individuos bailan solos, o nas como Mary Wigman, entonces un signo con su pareja, que es otra manera más dramática de bailar solos. "Yo militante de vanguardia; de ello dan prueba me lo bailo", "solita me lo bailo yo", las numerosas fotografías donde aparecen son ex presiones de los cantares populares llenos de sentido. juntas en distintas fechas y lugares. Pe ro en No obstante, este baile español, esencial- España había cierta resistencia a concebir el mente individual, gracias a figuras como esta baile como una profesión masculina, y no que se reseña se proyectó hacia horizontes eran frecuentes las compañías de danza, inéditos. Junto a La Argentina habría que pu es era costumbre ver bailarinas individua- señalar muchos otros: La Macarrona, La les, no coreografías colectivas. Así lo explica Malena, María Albaicín, o la sevillana Amalia un cronista en 1921 (Bonnat, A.) : Nosotros tenemos bailarinas sueltas, Malina . Abundando en lo que tiene de indivi- artistas de varietés que se bailan dual el baile hispano, Cipriano Ri vas Cherif, unos flamencos y dan fuertes taco- compañero de libretos de danza del poeta sentido la hipótesis de que la danza escénica española es un fenómeno granadino, confesaba que prefería a La artístico del siglo XX (habida excep­ Argentina en sus recitales a solo que en las ción de la Escuela Bolera y sus apli­ caciones que continuaban desde obras con argumento. En esa misma confe- antiguo) que se enmarca en la reno­ rencia de 1930 Larca añadía a su visión de vación del ballet y la aparición de los movimientos modernos que hoy son este arte: ya parte y cimiento de las vanguar­ / ... / lo mismo que en el cante jondo dias históricas. / ... / Su arte escénico andaluz están superados en comple­ estaba relacionado con el resto de jidad, inteligencia y riqueza musical las manifestaciones plásticas y musi­ los viejos cantos orientales, oscuros cales de una manera tan orgánica y llenos de monotonía, en la danza que podía hablarse de una escuela . española se acusa de manera más / .. ./ Buscó la renovación de la danza fuerte el perfume de las antiguas española dándole un empaque escé­ danzas religiosas del Oriente con nico que nunca antes tuvo / .. ./ rea­ toda la cultura y la serenidad y la lizando un esfuerzo por borrar las medida del Occidente. / .. ./ Una bai­ fronteras entre el folklore, el flamen­ larina actual de la India, aparte de co y la academia. su gracia personal humana, baila como siempre han bailado y, en Por eso, en la compañía que funda La general, bajo las normas de siempre. Argentina a finales de los años '20 en París se Una bailarina española o un cantaor

Artículo,Soldmer Zeite Dibujos La Crónica Artículo de Octavio Ramirez :§ (J) -'< ti) 3: (1)- x :2 ñ' 'll p Cl (J) r- Q¡ ¡:: ':::1 .2 c: :J ..,.ti¡ u Q] t Q. « o. :J <: Q¡ 6· :Jec ...

o un torero inventan, no resucitan, encuentra entre otros Frasquillo, virtuoso del crean. Crean un arte único que des­ zapateado, que aporta a la estrella los secre- aparece con cada uno y que nadie puede imitar. tos del más antiguo baile , que ella Tal vez por eso, Argentina murió - se propone estilizar. De igual modo quiere prematuramente - con la pena de no haber transmitido su legado en una renovar el vestuario y bailar sobre músicas de escuela, en una metodología, a autor en versiones pianísticas - en formato pesar de varios intentos malogrados de fundar su propia academia, sobre de concierto - a las que añade sus castañue- todo en Latinoamérica. Fuera del las, que toca como nadie; un arte que ella aprendizaje académico sus maestros fueron gitanas del Albaicín, bailado­ misma explica (Unión Mercantil, Málaga, 25 ras de ventas, cortijos y cafés can­ abril, 1933): tantes, mozos y mozas de los pue­ Yo, cuando era chica / ... / sentía por blos y villorrios de toda España . Ella el sonido de los palillos un horror necesita apoderarse del secreto del invencible. Hasta el extremo de que me ocultaba en lo más apartado de pueblo, de su estilo, que hace casi la casa para no oír los que tocaba mi imposible para ningún artista profe­ padre, que era un gran maestro de sional el expresar la emoción de un baile. / .. ./ Hasta mí los palillos eran baile o de un cantar verdaderamen­ el acompañamiento del baile. Yo no creía que debieran ser eso y en esta te populares. Así lo afirma Salas R. creencia / .. ./ comencé a ensayar con (AA.VV., 1990): ellos unos silencios estudiados; unos / .. ./ con ella, como con nadie cobra pianos debilísimos ... Hoy hay quien dice que mis crótalos hablan. vincias españolas como la Jota de Aragón, la danza española, «encanallada hasta ayer Muñeira, de Galicia y de Asturias; las por tanto sensualismo impuro». El perio­ Los periódicos decían de ella que los tocaba Sardanas, de Cataluña ; las Guipuzcoanas en dista limeño observaba similitudes entre el las provincias Vascongadas, y las Pasiegas de nacionalismo ruso y el español : como si se tratara de un instrumento solista: Santander. Estos bailes tienen muchos puntos Ambos se sustentan en la producción D'Annunzio ha dicho que todo el de semejanza y su música está tomada de los popular, ambos estilizan ritmos tomados cuerpo de La Gioconda era como una más poéticos y sentimentales aires nativos. principalmente de las danzas; en ambos mirada. La Argentina es la Gioconda Monótonos a veces por su sencillez, hay algu­ domina el mismo sentimiento oriental de del baile. Más, como si su expresión nos muy dulces, de una armonía tan suave un fatalismo nostálgico, común a los pue­ multiforme fuera insuficiente, la que conmueven desde la primera vez que «se blos eslavos y a los que han sufrido la admirable danzante es una maga de oyen». El mérito principal de estos bailes influencia árabe. Para que las similitudes las castañuelas, que en sus manos estriba en el brío y agilidad con que se mue­ fueran absolutas era preciso que España se transforman en instrumento ven los bailadores, cuya resistencia raya en lo tuviera también su Nijinsky que estilizara musical, insospechable. Recorren la increíble. estos ritmos, estos gestos, que son lo que gama de la belleza sonora: musitan Finalmente, explicaba su fusión entre la hay de más espontáneo y de más instinti­ pianissimo, y repercuten violentas, danza española y la moderna, intentado des­ vo en las manifestaciones de un pueblo. La acarician el corazón, lloran de ternu­ terrar la rudeza y la acrobacia de aquélla, crítica ha dicho aquí, con gran acierto, que ra y relampaguean de alegría . (Ben aplicando sus constantes estudios y buscando La Argentina ha estilizado la danza españo­ Abad, Las novedades, enero, 1916) la euritmia de los ademanes y movimientos. la; esa es sin duda su más grande gloria . La tarea no había sido fácil : En su libro Historia del baile español y sus Si al decir de benévolos críticos, yo he con­ El referente ruso, sinónimo de calidad, era seguido mucho como innovadora o reforma­ evoluciones hasta nuestros días Antonia cla- dora, no se crea que debo poco a mi tenaci­ inevitable : Pavlova y Mercé fueron las dos sificaba nuestros bailes en tres grupos: clási- dad. La tarea ha sido larga y espinoso el camino, pues he tenido que luchar a brazo divas más retratadas y adoradas de su abierto con la idiosincrasia del pueblo espa­ cos (de escuela bolera), gitanos (flamencos) tiempo. Ambas hicieron del solo de con­ ñol, tan apegado a sus rutinas y tan rebelde y otras manifestaciones. Afirmaba en 1927 a la evolución de sus bailes populares. Esa cierto un emblema de presentación y la resistencia, si me inquietó, no podía desani­ que las danzas clásicas seguían una escuela marme al ver cómo en las academias y en rivalidad entre ellas es un hecho: a Mercé los teatros los artistas del género se empe­ que hasta seis años antes estaba sometida a ñaban en la reforma sancionando las ten­ frecuentemente se le aplicó el calificativo dencias de mi escuela con la copia y la imi­ un método riguroso de reglas in variables, que tación. Hoy día y así lo reconocen autoridades de "La otra Pavlova" o "La Pavlova españo- en la materia esa escuela tiene ella deseaba renovar. Ante los bailes flamen- innumerables adep­ la". Paul Morand dijo "Nadie ha sabido tos y puede decirse cos mostraba cierta desconfianza: en su opi- que define el carác­ morir en escena como muere Ana Pavlova . nión eran danzas en las que el ejecutante ter que correspon­ de al verdadero En cambio, nadie es capaz de vivir en baile español como obra ad libitum, a menudo degenerando en lo escena como Antonia Mercé". factor de la cultura grotesco. Sin embargo, flamencas puras, estética dentro y La compañía que formó, llamada Ballets fuera de España. como Juana Vargas, " La Macarrona" decía de El bailarín Miguel de Malina en su prólogo al Espagnols, la componían artistas que libro de López Manso (1993) alaba en ella el ella "Argentina, de haberse dedicado habría refinamiento de su escuela bolera en la que hicieron sus armas en los teatros de "entretejía pasos y más pasos como si fuera sido más flamenca que nosotras". Su descrip­ un encaje." Este proceso de estilización de la variedades, por lo que no resultaba fácil danza española fue visto por algunos como ción de los bailes regionales, que formarían paralelo al realizado por los Ballets Rusos con resolver los problemas de uniformidad y respecto de su propia tradición. En 1920 parte del tercer grupo, es más positiva : disciplina técnica, coordinar a los artistas y Considero danzas regionales los bailes que Salinas Cossío la comparaba con Nijinsky, son populares, característicos de ciertas pro- elogiándola por haber sido capaz de redimir la afrontar una versión pantomímica, narrati- :···········t.··,···.····· .,.-·····: : ,h't.-It..I'fl- : ~ \.'" 1'1, f :'E TI,. : ~ • Vl · 'e :• 0..ro

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' " _ ,0 ,., ..: .:.... I • , f ... _ "...... ~ ,...... va, expresiva y moderna de la danza espa- y fuera; en lo que nos rodea y en lo vuelta al globo, de América a As ia, con que somos. Verá usted: yo recibo ñola. Además de bailar, ella era responsa- una obra musical; la estudio; medito Europa como cuna y lo español como inspira - mucho sobre ella, y ... la obra es a la ble de la dirección de los espectáculos, de postre a manera de excitador exter­ ción. Desde su tiempo al nuestro la Danza no, que pone en potencia un sentido Española ha crecido y ha generado su propia la elección de los decorados y los trajes. que vivía latente y oculto. Lo que brota del espíritu, estaba allí, pero Diseñaban para ella modistos y figurinistas tradición, gracias a Antonia Mercé y a muchos ha brotado porque de fuera, por una sugestión que a veces no nos expli­ de Nueva York a París. El pintor Néstor de de su generación, y de la siguiente, que ten- camos, ha podido manifestarse. La Torre (1877 - 1938) fue uno de sus asi- dieron puentes hacia el futuro partiendo de lo Forma casi religiosa de concebir la creación a duos colaboradores. Su sentido de la esce- más hondo de nuestra cultura. la que habría que añadir sus palabras de nografía y el barroquismo modernista de BIBLIOGRAFÍA DE REFERENCIA 1932 (San Francisco News,): "La danza que los trajes que diseñó para la Mercé asom- ÁLVAREZ, A.- CANO, 1.- GONZÁLEZ Ma J. (1998): permanecerá es la danza que procede - igual Ritmo para el espacio. Los compositores españoles braron al mundo, especialmente a la cuna y el ballet en el siglo XX, INAEM, Madrid. que una canción - del corazón de la gente." parisina de la alta costura, por su corte AA. VV. (1989) : España y los Ballets Russes. Sin duda un camino que ella supo recorrer, Catálogo, Festival de Música y Danza de Granada . arquitectónico, cifra de su modernidad: pues en otra entrevista concedida en Buenos AA . Vv. (1990): Homenaje a Antonia Mercé, INAEM , deformaciones de volúmenes cúbicos, que Madrid. Reúne testimonios y artículos de Mariemma, Aires en 1933 (a Juan José de Soiza Reilly) Roger Salas, entre otros. conectan con la arquitectura vernácula de contaba la siguiente anécdota: AA.VV. (2001): CD-Rom multimedia Música yespa­ cios para la vanguardia española, INAEM, Obra su Gran Canaria . Desde este ángulo de Daba yo en el Teatro Real de Madrid mi últi- Social de Caja Madrid. mira ha de verse Triana (ballet con música mo espectáculo. Me iba a Oriente. Entre las BENNAHUM, Ninotchka (2000): Antonia Mercé "La Argentina". Flamenco and The Spanish Avant Garde, de Albéniz, 1929), o El Fandango de candil ovaciones salió del paraíso un grito sollozan- Wesleyan University Press, New England, Hanover (1927, de Gustavo Durán), con decorados BONNAT, A. (1921): " Páginas festivas. Todos baila­ te: "iArgentina, no te vayas de España !"... Yo rines", Mundo Gráfico, 13-14. de Néstor, quien afirmaba en 1915. El traje / ... / debería expresarse siempre me contengo para no emocionarme, DE LA TORRE , Néstor ( 1915): Summa, febrero. siempre con arreglo al proyecto del artista encargado del conjunto porque en escena nada parece al público más DEL RÍO, Ángel - GARCÍA LORCA, Federico - MARO­ de la obra, porque hay que tener TO, Gabriel (1930): Antonia Mercé, La Argentina, falso que una artista que llora de verdad ... en cuenta no solamente al perso­ Instituto de Las Españas, New York naje que representa, sino ade­ Aquel grito se me metió en el alma. Lloré. No ESCUDERO, Vicente (1950): Pintura que baila, Edit. más, las condiciones físicas indivi­ Afrodisio Aguado, Madrid duales, el decorado, la fuerza de tuve más remedio. Aquel" iArgentina, no te la luz que ha de marcar los distin­ LA MERI (1945): Spanish Dancing, Barnes & tos momentos del día, del colorido vayas de España!", me hizo pensar que yo por Company, Nueva York. de los demás trajes y hasta el pensamiento expuesto en la obra privilegio de mi propio destino, era un lazo de LÓPEZ MOYA, Diego (1917): . Libro de y la pSicología de cada uno de los confidencias, Madrid, Establecimiento Tipográfico J. personajes que intervienen en la amor entre dos grandes pueblos. Yagües. representación . Sin duda así fue su arte, un lazo que dio la MANSO, Carlos ( 1993): La Argentina fue Antonia Mercé, Prólogo Miguel de Molina, Ediciones Deve nir, En suma, el traje debe contribuir a la Buenos Aires armonía total de un cuadro escenográfico. MENÉNDEZ SÁNCHEZ, N.: ( 1996: " Dos conceptos de la danza espa­ Así lo creía también La Argentina, de tem- ñola escénica antes de la guerra civil. Las compañías de Antonia Mercé y pera mento profundamente teatral, que Encarnación López" en 1 Congreso Nacional de Danza Española, Córdoba, renunció a trabajar en el cine, a pesar de CSI-CSIF. (1999): "La imagen de la danza española las cuantiosas ofertas que recibió pues a través de la crítica europea del primer tercio del siglo XX", en El discurso artísti­ afirmaba estar reñida con el séptimo arte. co Norte y Sur: eurocentrismo y transcul­ turalismos, Universidad de Oviedo, pago "El cinema no responde a mi temperamen- 575-578. to" (Crónica, Madrid, 1930). Pero esta MERCÉ, Antonia (1917): " El baile español", La elección no empañó su fama y los recono- Discusión, La habana, Cuba , 20, 2, SALINAS COSSÍO, G. (1919): " La Argentina. La esti­ cimientos internacionales que se le tributa- lización de la danza española", El comercio, Lima , 4,1. ron fueron muy numerosos. En una entre- Con agradecimiento a la Biblioteca de la Fun­ vista en Málaga (1932) un crítico le pre- dación Juan March en Madrid, por las falibilida­ guntaba por las fuentes de su arte: des para la consulta del legado "Antonia La fuente está dentro de nosotros :Num. 115 u..oI.I'tWi11NA.¡..,._... ~s:. ~~~::~=I,... ~<:t6;,~,.,.., . .. no 20Ctmos: Mercé", ...... -.. .-.-.-...