Risa, Comicidad E Imagen a Través De Los Periódicos De Caricaturas 1
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CUADERNOS DE HISTORIA 10 Imágenes del pasado: POLÍTICA , POLÍTICOS , CARICATURAS (1876-1903) Ministro de Educación y Cultura Ricardo Ehrlich Director de la Biblioteca Nacional Carlos Liscano Coordinadora del Departamento de Investigaciones Alicia Fernández Labeque Coordinador de edición Julio Osaba Digitación de imágenes Nancy Urrutia Coordinador de publicaciones Andrés Echevarría Diseño e impresión Tradinco S.A. Minas 1367 - Tel: 2409 4463 © 2013, Biblioteca Nacional ISSN 1688-9800 1ª edición, setiembre 2013. Impreso en Uruguay Queda hecho el depósito que marca la ley. Todos los derechos reservados. Esta publicación no puede ser reproducida, ni en todo ni en parte, ni registrada en o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, sin el permiso previo por escrito del autor. Cuadernos de Historia 10 Presentación Puesta en escena Ésta es la tercera puesta en escena pública de estas caricaturas. La distancia temporal entre la primera y las dos si- guientes tiene al siglo XX de por medio. La puesta en escena original tuvo lugar en los últimos veinticinco años del siglo XIX a través de los diversos periódicos de sátira política de la época que en sus páginas incluían caricaturas como forma de vehículo expresivo sobre la cotidianeidad política, económica, social y cultural. Sin duda que en el acotado Montevi- deo de la época hubo quién accedió a estos periódicos, sonrió o rió francamente, toleró, se enojó, protestó y porque no reclamó, o sea, dotó de sentido a esas imágenes y en el comentario con otros las socializó. Pero el tiempo pasó en muchos aspectos, se extinguieron los eventos que promovieron la inquietud representacional del artista, esos periódicos y esos artistas desaparecieron, las formas de producción, representación y recepción de la imagen cambiaron y un enorme etc. Solo quedó el papel, archivado, conservado, restaurado, ya no formando parte de la discusión cotidiana, sino como parte del acervo de la Biblioteca Nacional. La segunda puesta en escena de esas caricaturas, se sustancia en líneas de trabajo que viene desarrollando el Depar- tamento de Investigaciones de la institución, fruto de esto en octubre de 2011 se inauguró la muestra “La política y los políticos del último tercio del siglo XIX a través de los periódicos de caricaturas” en donde se conjugaban desde aspectos de investigación histórica hasta concepciones sobre la conservación del acervo patrimonial. Todos estos esfuerzos presididos por el ánimo de mostrar, o sea, justamente hacer una puesta en escena pública de una pequeña parte del patrimonio de la institución, que es en definitiva patrimonio de toda la sociedad, y de esta manera (re)generar espacios de intercambio y discusión pública. Esta tercera puesta en escena es un necesario derivado de la anterior, ya que entendemos que no alcanza con mostrar, o que esta función no se agotó con el colgado de las reproducciones, instancia inclusiva pero restrictiva a la vez, sino que creemos necesaria una mayor socialización de estas caricaturas a través de un objeto librado a la construcción de múltiples sentidos y apropiaciones: artísticas, didácticas, históricas. Los periódicos de caricaturas Si bien para la segunda mitad del siglo XIX son rastreables alrededor de 70 publicaciones periódicas que contienen caricaturas y/o imágenes, la inmensa mayoría montevideanas, el grueso de las mismas se publica en los últimos 25 años del siglo, diferentes razones podrían explicar este fenómeno. El horizonte tecnológico puede plantearse en primer térmi- no, aunque no de modo determinante, ¿qué tipos de técnicas se utilizaban para la impresión?, ¿qué tipo de imprentas?, ¿estás favorecían o dificultaban la periodicidad de las publicaciones y su contenido?, se hace indispensable una historia 5 Cuadernos de Historia 10 de la técnica, su circulación geográfica y los impulsos sociales que la imponen1. Por otro lado, la emergencia de la imagen (dibujada) como forma de representación tiene que ver con dos aspectos indisociables, por un lado la necesidad del emi- sor, la inquietud por caricaturizar y satirizar una determinada realidad, y por otro lado la recepción del público, enfoque que permite reflexionar sobre gustos, consumos y códigos compartidos, o sea, la circulación social de las imágenes y la caricatura como vehículo expresivo. Estos periódicos en muchos casos son de efímera existencia y desaparecieron con los hechos que los motivaron, como por ejemplo la publicación The Monigoty nacida para apoyar la candidatura presidencial de José Batlle y Ordóñez en 1903. De todos modos existen varios ejemplos de perdurabilidad en el tiempo, aún en forma intermitente tal el caso de El Negro Timoteo y sus tres épocas (1876-1887; 1895-1899; 1901), o el periódico La Mosca que salió ininterrum- pidamente por un lapso de veinticinco años (1891-1916). Las razones que expliquen lo antedicho podría depender de diversos factores a investigar, por ejemplo, la forma de gestión y financiamiento, en tal sentido la mayoría de los periódicos de los que se ofrecen reproducciones funcionan por sistema de suscripción, aunque también venden núme- ros sueltos. La publicidad comienza a influir en el ocaso del siglo, lo que es un indicativo importante desde el punto de vista del cambio de hábitos sociales y las formas de financiamiento. Tampoco son de despreciar los favores de los distintos gobiernos o de personas privadas, sabido es la existencia de varios “periódicos asalariados” en el período. En sentido contrario también debe tenerse en cuenta la censura gubernamental, de la cual los gobiernos de Pedro Varela y Máximo Santos son ejemplos radicales. La temática preferida en estas caricaturas, es la política y los políticos en una expresión de severa actualidad, o sea, la cotidianeidad política y sus más sobresalientes agentes pasan por la traducción del caricaturista que condensa y satiriza la coyuntura. Estas imágenes además, permiten poner rostro y características a los diferentes actores políticos dada la escasez de imágenes de todo tipo sobre el período. De esta manera, la espada y los habanos de Latorre, el exagerado jopo de Herrera y Obes -aunque la exageración forma parte del “arsenal del caricaturista” (Gombrich)-, la enorme boina o los atuendos de Idiarte Borda, el perrito alado con que se lo representa a Ángel Brian, el curtido rostro de Cuestas, el robusto cuerpo de Batlle y Ordóñez, son todos aspectos reconocidos y reconocibles que orientan al lector en cuanto al personaje y la situación narrada, constituyéndose en universos representacionales que funcionan como marcas iconográficas. Las fir- mas de los dibujantes van desde el anonimato hasta personajes como Charles Schütz, Diógenes Héquet o Hermenegildo Sabat; estos artistas conjugan por un lado su percepción de la realidad local y por otro, elementos clásicos de los modos de representación del mundo occidental, creando una iconografía propia y distintiva. Los periódicos de los cuales se presentan reproducciones, cubren cronológicamente el período que va desde el as- censo de Latorre hasta la presidencia de Cuestas. Existe un salto cronológico para el período Vidal-Santos y el gobierno de Tajes dado las pocas reproducciones disponibles, por lo que quedaron afuera de esta selección. Los periódicos de los que se tomaron las reproducciones son los siguientes: La Ortiga (1876); La Chancleta (1878); Caras y Caretas (1890, 91, 94 y 95) La Mosca (1892, 93 y 96); El Negro Timoteo (1895); La Alborada (1898-1902); La Fusta (1900); The Monigoty 1 Para una síntesis sobre imprentas, litografías y litógrafos ver: Beretta Curi – García Etcheverry (1998). Ver también: Beretta García (2012) 6 Cuadernos de Historia 10 (1903). Todos ellos, con excepción de La Alborada, eran periódicos de sátira política en donde la caricatura ocupa un lugar central. *** A continuación se ofrecen dos reflexiones en torno a la imagen en general y a las caricaturas en particular, que tienen derivación directa e interrelacionada con la enseñanza de la historia y la investigación histórica. En primera instancia, Alicia Fernández Labeque recalca la necesidad en cuanto a la utilización de la imagen en la clase de historia como objeto mismo de estudio, abierto a la construcción de múltiples sentidos. En segundo término Julio Osaba propone horizontes teóricos para el abordaje de esas representaciones visuales, abordaje en el que se entrecruzan una cultura de la risa y lo cómico, con una cultura de lo visual, situados históricamente. Luego, aparece una selección de cuarenta y dos reproducciones de caricaturas publicadas en los periódicos referidos, ordenadas por periodos de gobierno y dentro de estos agrupados por diferentes ejes temáticos. Cada caricatura está acom- pañada por la data correspondiente que incluye publicación, fecha y dibujante, además del personaje representado. Al final se agregan por un lado un índice de los personajes representados en cada período de gobierno con un par de líneas sobre el desempeño de los mismos; y por el otro una ficha de cada uno de los periódicos utilizados. Complementando el material escrito se incluye un CD en el cual figuran las reproducciones de las caricaturas. Bibliografía: GOMBRICH, Ernest H., “El arsenal del caricaturista”, en E. H. Gombrich, Meditaciones sobre un caballo de juguete. Y otros ensayos sobre la teoría del arte, Madrid: Editorial Debate, 1998, pp. 127-142. BERETTA CURI, Alcides y GARCÍA ETCHEVERRY, Ana, Los trazos de Mercurio. Afiches publicitarios en Uruguay (1876-1930), Montevideo: Editorial Aguilar, Fundación Banco