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The Band, , Band , Doris Troy, ,, Leslie West, Grant Green, Eagles, Paul Pena, , , Rory Gallagher, , KGB, Fenton Robinson, Jesse “Ed” Davis, , Alan Haynes,Stone The Crows, Buffalo Springfield, Jimmy Johnson Band, The Outlaws,

Jerry Lee Lewis, The Byrds , , Free, Herbie Mann, Grateful

Dead, & Junior Wells, Colosseum, , Taste

Iron Butterfly, Buddy Miles, Nirvana, Grand Railroad, , The Allman Brothers, Delaney & Bonnie & Friends Rolling Stones , , J.J. Cale, Doors, Jefferson Airplane, , , Mike , Aretha Bloomfield, Al Kooper Franklin , ZZ Top, Steve Stills, Johnny Cash The Charlie Daniels Band , Scorpions Black Sabbath, , Buddy Bachman-Turner Overdrive Miles, Nirvana, Son Seals, Jeff Beck, , Neil Young Cream, Elliott Murphy, Años Creedence Clearwater Thin Lizzy 2 Deep Purple Años B.B. King Blodwyn Pig

The Faces De

Rock And Roll rockandrollismyaddiction.wordpress.com

1 2012 - 2013

Cuando decidimos dedicar varios meses de nuestras vidas a escribir este segundo libro recopilatorio de más de 100 páginas, en realidad no pensamos que tendríamos que dar las gracias a tantas personas. En primer lugar, es de justicia que agradezcamos a toda la gente que sigue nuestro blog, la paciencia que han tenido con nosotros a lo largo de estos dos años.

En segundo lugar, agradecer a todos los que en determinados momentos nos han criticado, ya que de ellas se aprende. Quizás, en ocasiones pecamos de pasión desmedida por un arte al que llaman . En tercero, agradecer a todos aquellos que durante años, nos transmitieron todos sus conocimientos musicales en una época en la que todavía no existía Internet. Quiero creer, que nos enseñaron mucho más de lo que habríamos podido soñar.

Por último, creemos que nuestras familias y amigos se merecen cierta gratitud por nuestra parte, debido a frecuentes ausencias y por los, sin dudarlo ni un momento, constantes aburrimientos provocados por nuestras largas conversaciones musicales, que han dado como fruto este segundo libro. Y también, nos disculparemos ante todos aquellos que alguna vez nos llamaron por teléfono y no obtuvieron respuesta, porque bien nos encontrábamos hablando entre nosotros acerca de algún artículo, o porque estábamos enganchados 2 escuchando algún disco, intentando buscar más y más información.

Dice una leyenda del rock, que detrás de cada disco se Dos años de Rock’n’Roll© 2013. esconde una historia. Y ahí estaremos nosotros, cada martes y cada viernes, para contártela. rockandrollismyaddiction.wordpress.com Muchas gracias a todos, [email protected] rockandrollismyaddiction.wordpress.com Javier Suarez Rubén Borrajo

Ourense – Galicia - España

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“Dedicado a nuestros amigos, por la paciencia y apoyo incondicional que nos habéis mostrado durante estos dos años”.

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Índice de Artículos

Prólogo 6 From Big Pink (Capitol 1968) 7 Ten Years After – (Chrysalis 1969) 8 Keef Hartley Band – Halfbreed (Deram 1969) 9 Doris Troy – Doris Troy (Apple 1969) 10 John Lennon – Imagine 11 George Harrison – All Things Must Pass 12 y 13 Super Black – T-Bone Walker – Joe Turner – Otis Spann (Bluestime 1969) 14 Leslie West – Mountain 15 Grant Green – Alive! (Blue Note 1971) 16 Eagles – Hotel 17 y 18 Paul Pena – New Train (Hybrid 2000) 19 Bruce Springsteen – 20 y 21 Peter Green’s Fleetwood Mac 22 Rory Gallagher – Rory Gallagher (Chrisalys 1971) 23 Stephen Stills – Manassas 24 KGB (MCA 1976) 25 Fenton Robinson- Somebody Loan Me A Dime (Alligator 1974) 26 Jesse “Ed” Davis – ¡Jesse Davis! 27 Chicken Shack – 100 Ton Chicken (Blue Horizon 1969) 28 Alan Haynes – Wishing Well 29 Stone The Crows – Ontinuous Perfomance (Polydor 1972) 30 Buffalo Springfield – Buffalo Springfield (Atco 1966) 31 Jimmy Johnson Band – Johnson´s Whacks (Delmark 1979) 32 The Outlaws – The Outlaws ( 1975) 33 – The Session (“Recorded In With Great Guest Artist” / Mercury 1973) 34 The Byrds – Untitled ( 1970) 35 y 36 Willie Dixon – I Am the Blues (Columbia 1970) 37 Free – Fire And Water (Island Records 1970) 38 Herbie Mann – Memphis Underground (Atlantic 1969) 39 – Skull And Roses (Warner 1971) 40 Buddy Guy & Junior Wells – Drinkin’ TNT ´N´ Smokin´ Dynamite (Blind Pig 1988) 41 Colosseum – Live (Polydor 1971) 42 Bo Diddley – The Black Gladiator (Checker Records 1970) 43 Taste – Taste (Polydor 1969) 44 Humble Pie – Humble Pie (A&M Records 1970) 45 The Charlie Daniels Band – Fire on the Mountain (Kama Sutra Records 1974) 46 Otis Spann – The Biggest Thing Since Colossus (Blue Horizon 1969) 47 y 48 Fleetwood Mac – Rumours (Warner Bros Records 1977) 48 – Lady Soul (Atlantic 1968) 49 ZZ Top – Tres Hombres (London Records 1973) 50 Black Sabbath – Paranoid (Vertigo Records 1970) 51 King Curtis – (Atco 1971) 52 Bachman-Turner Overdrive – Not Fragile ( 1974) 53 Luther Allison – Luther´s Blues (Motown 1974) 54 Rhythm Section – A Rock and Roll Alternative (Polydor 1976) 55 Freddie King – Cannonball (Shelter 1972) 56 Las estrellas, están en el cielo 57 Super Session ( / Al Kooper /Steve Stills – Columbia 1968) 58 Johnny Cash – At San Quentin – (Columbia Records 1969) 59 y 60 Wilson Pickett – Hey Jude (Atlantic 1969) 61 Scorpions – Taken by Force (RCA 1977) 62 Iron Butterfly – In-A-Gadda-Da-Vida ( 1968) 63 Buddy Miles – Them Changes (Mercury 1970) 64 Nirvana – Nevermind (DGC Records 1991) 65 y 66 – Survival ( 1971) 67 Son Seals – Live and Burning (Alligator 1992) 68 Jefferson Airplane – Volunteers (RCA Records 1969) 69 The Faces – First Step (Warner 1970) 70 Blodwyn Pig – Ahead Rings Out (Island 1969) 71 4

Delaney & Bonnie & Friends – On Tour with Eric Clapton (ATCO 1970) 72 y 73 Traffic – Welcome To The Canteen (Island 1971) 74 – Wipe The Windows, Check The Oil, Dollar Gas (Capricorn 1976) 75 Crosby, Stills, Nash & Young – Déjà Vu (Atlantic 1970) 76 – Brand New (Fantasy 1971) 77 – The Doors (Elektra 1967) 78 y 79 Ike & Tina Turner – Working´ Together (Liberty 1971) 80 J.J. Cale – Troubadour (Shelter Records 1976) 81 – Here Comes (Epic 1970) 82 & the Silver Bullet Band – (Capitol Records 1981) 83 John Mayall – The Turning Point (Polydor 1969) 84 Metallica – Metallica – Black (Elektra Records 1991) 85 y 86 David Bowie - The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (RCA 1972) 87 y 88 J.J. Cale & Eric Clapton - The Road To Escondido (Reprise Records 2006) 89 Cream - Wheels of Fire (Polydor 1968) 90 y 91 - With A Little Help From My Friends (A&M – Emi - 1969) 92 Pink Floyd – The Dark Side Of The Moon (Harvest / Capitol 1973) 93 Albert King With – In Session (Stax Records – 1999) 94 & The Wailers – Exodus (Island 1977) 95 AC/DC – Back In Black (1980) 96 – The Song Remains The Same (Swan Song Records 1976) 97 Vinegar Joe - Rock´n Roll Gypsies (Island 1972) 98 Eric Clapton – Slowhand (RSO / Polydor 1977) 99 Patti Smith – Horses (Arista 1975) 100 y 101 Tito & Tarantula – Tarantism (Cockroach Records 1997) 101 J.J Cale – In Session At The Paradise Studios LA 1979 (Warner 2002) 102 Mike Oldfield – Tubular Bells (Virgin Records 1973) 103 – Aloha From Hawaii Via Satellite (RCA 1973) 104 y 105 Dire Straits – Dire Straits (Vertigo Records 1978) 106 Magic Slim And The Teardrops – Raw Magic (Alligator 1982) 107 & The Destroyers – Bad To The Bone (EMI 1982) 108 – Aerosmith (Columbia Records / Sony Music – 1973) 109 Wattstax - The Living Word- Live From the Original Movie Soundtrack (Fantasy - Stax 1972) 110 y 111

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Prólogo – Dos Años de Rock And Roll

rremediablemente, nuestra vida cotidiana quedó vinculada para siempre a este pequeño blog, porque con él, de algún modo viajamos por el tiempo. Y aunque hemos de confesar que en más de una ocasión, nos propusimos Iponer fin a un proyecto que hoy, 20 de septiembre de 2013, cumple ya dos años de edad, la pasión desmedida que sentimos por la música nos lo impidió.

Quizás, analizar discos y destacar las más variopintas anécdotas que los rodean resultó una afición apasionante. No sólo hablamos de discos y de música, sino también de historia.

En este segundo libro recopilatorio, escribimos aún con más intensidad los rasgos más característicos de las leyendas del rock and roll. Y creemos, que recoge narraciones detalladas de los más variados aspectos que se dan cita en la que algunos llaman la música del diablo. Desde el talento compositivo de J.J. Cale, Lennon y Harrison hasta el genial rock sureño de los Allman Brothers y The Outlaws, pasando entre otros por The Band, David Bowie o The Doors.

2013, ha sido un año muy triste para rock. El 6 de Marzo, nos dejaba para siempre el gran guitarrista , líder de los Ten Years After. . El 20 de Mayo, Ray Manzarek, poeta del teclado y esencial músico de los Doors. El 27 de Julio, J.J. Cale, el mago de Oklahoma.

Desafortunadamente, la muerte hizo su aparición triunfal y nos privó de seguir disfrutando de su fantasía y talento. Pero no se fueron, sin antes obsequiarnos con un legado absolutamente legendario. Y una de las leyes de este blog, siempre ha sido recordar a aquellos que tanto han hecho por la música. Como ya es habitual y por segundo año consecutivo, creemos que no puede faltar en este prólogo un guiño a nosa terra da chispa que es Ourense, y a la banda de rock que siempre llevó el nombre de nuestra ciudad natal allá dónde fuera que se dirigiesen, Los Suaves.

Así mismo, también es el momento de dar las gracias a Jordi Gené, del grupo Lone Star, por el e-mail que nos envió agradeciéndonos el esfuerzo depositado en nuestro reportaje <>. Ojalá, la luz de la estrella solitaria nunca se apague.

Gracias a Ricardo José Blanco, del programa de radio RockSession en Caracas, Venezuela, por dar los créditos de nuestro blog en tu programa. Gracias a todas aquellas personas que de algún modo u otro, siguen nuestro blog. Gracias a todos nuestros amigos de Facebook por aguantar nuestras ingentes descargas de rock and roll. Gracias a Victoria, por su no intromisión.

Ya han pasado dos años y habéis sido un total de 38.724 los que visitásteis nuestro espacio a lo largo de todo este tiempo. A nosotros, siempre nos llena de satisfacción decir que las cifras no son más que pura y simple estadística. Es más, no nos importan ni lo más mínimo. Por ello, creemos que también debemos dar 38.724 gracias.

Así concluye este prólogo y en cuanto pases página, comenzará este segundo libro recopilatorio 2012-2013. Esperamos querido lector, que disfrutes de los 92 artículos que se incluyen, en los que podrás encontrar un análisis pormenorizado de varios de los artistas más grandes del blues y el rock, así como su historia, sus asombrosas giras y otros detalles interesantes.

El rock, el movimiento cultural más poderoso del siglo XX, el género musical que enciende la llama de la emotividad, a la vez que manifiesta y denuncia su preocupación por los problemas del mundo. A nuestro juicio, los músicos que aquí se citan, marcaron el principio y el fin de una generación. Y originaron, el despertar de una nueva conciencia. rockandrollismyaddiction.wordpress.com 6

The Band – Music From Big Pink (Capitol 1968) Posted by Ruben.Borrajo on 25 septiembre, 2012

Conquistando el corazón de medio mundo, debutaban en la escena musical de 1968 los canadienses The Band con este “Music From Big Pink”. Un emotivo álbum procedente de una época ya olvidada, que se convirtió en una auténtica obra de culto desde el primer momento en que vio la luz. Sobran todas las palabras, adjetivos y calificativos para describir a esta joya de incalculable valor, lo único que podemos decir, es que te llenará de admiración en cuanto llegue a tus oídos.

Poseedor de una belleza, elegancia y sutileza musical fuera de lo común, se publicaba en día de conjunción de astros favorable, un lacrimógeno verano del 68 por el sello Capitol Records. Rodeado de un alto componente sentimental, podemos considerar a “Music From Big Pink” como un disco que ha otorgado banda sonora a la vida de generaciones. Incluye un glorioso e inolvidable tema central “The Weight”, al que nunca nos cansaremos de hacer referencia elevándolo al estatus de patrimonio cultural de la humanidad. Infinidad de veces versionado, lo han usado en multitud de BSO, series de televisión y películas como “Easy Rider”. Durante 1965 y 1966, The Band (anteriormente The Hawks) fue el grupo de acompañamiento de Bob Dylan en su primera gira, apoyándolo en la transformación del folk hacia el rock eléctrico. Tiempo después, se desvincularon del genio de Minessota para seguir su camino, componer sus propias canciones y regalarnos infinidad de hits que permanecerán eternos e inalterables al paso de los años.

Como ya es costumbre, haremos mención a los integrantes de The Band: (guitarra y voz), (, batería, voz), : (órgano y saxofón), : (bajo, voz) (batería, voz).

Con una escasa repercusión en los medios de comunicación y realizando una exquisita combinación de estilos como el country, folk, soul o rock, se forjaba la leyenda de uno de los mejores álbumes que ha visto nacer el rock. Impregnado de un cierto sentimiento folk, se alejan de la psicodelia reinante en aquellos tiempos y toman como base de su música los estilos tradicionales norteamericanos. Su grabación se produjo en el sótano de una casa <> pintada de rosa y ubicada cerca de , en Nueva York.

Centrándonos en el álbum, fue producido por John Simmons y consta de once pistas. Inicia con la sensación melancólica que nos proporciona “Tears Of Rage”, coescrita por Dylan y Richard Manuel. Seguidamente, nos encontraremos con las magníficas “To Kingdom Come”, “In a Station” y “Caledonia Mission”, todas ellas muy elaboradas instrumentalmente. Cierran la cara A con ese clásico entre clásicos que es “The Weight”, propiedad de Robbie Robertson e invadida por la peculiar voz de Levon Helm.

La cara B abre con ese diamante en bruto que es “We Can Talk”, y la balada tradicional “Long Black Vei”, perteneciente a los cantantes de country estadounidenses Marijohn Wilkin y Danny Dill.

Otro importante clásico es el inmortal “Chest Fever”, tema que The Band empleó habitualmente en diversos directos y recopilatorios. Continúan con “Lonesome Suzie” y unos dosificados toques de psicodelia reflejados en «This Wheel’s on Fire” para finalizar con el “I Shall Be Released” de Dylan, otro de los puntos álgidos de este espléndido trabajo y que también fue utilizado para cerrar su antológico concierto despedida de 1976 “The Last Waltz” dirigido por Martin Scorsese.

Así concluye este disco y nuestro pequeño blog comienza su nueva etapa 2012-2013. En su momento, Music From Big Pink no obtuvo el reconocimiento que se merecía y con el paso de las décadas terminó por convertirse en una obra clave en la historia del rock. Como dato anecdótico, su característica portada es una pintura de Bob Dylan.

El infortunio, se cebó con los miembros The Band: el bajista Rick Danko falleció en 1999, al igual que Richard Manuel, que desgraciadamente apareció ahorcado en 1986 en la habitación de un hotel de Florida. En abril de 2012, también nos dejaba para siempre el baterista Levon Helm a los 71 años, víctima de un cáncer. Figura esencial y músico con letras mayúsculas, representó el espíritu del rock and roll.

Conocidos como “La Banda”, serán recordados como unos tipos sencillos, algunos de ellos hijos de granjeros, que fueron antes compañeros de ruta de Ronnie Hawkins y después de Dylan. Pero nosotros les evocaremos, como unos geniales artistas que un buen día decidieron irse a grabar al campo y cuando regresaron, nos obsequiaron con todo un monumento a la música.

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Ten Years After – Ssssh (Chrysalis 1969) Posted by javisuarezadmin on 28 septiembre, 2012

“Esta música es la música de los Ten Years After”…

Con esta frase directa y unas breves notas escritas por Alvin Lee en la contraportada de este álbum, comenzaba a forjarse la leyenda de “Ssssh”, considerado como un disco de culto y publicado en un ya lejano junio de 1969.

Originarios de Nottingham, los Ten Years After pronto se ganan un lugar importante en la Inglaterra de finales de los sesenta, tocando en infinidad de locales y festivales, apostando claramente por un marcado estilo blues-rock y rythm & blues, siguiendo las pautas de bandas fundamentales como Cream, Fleetwood Mac, o los Bluesbreakers de John Mayall. Después de grabar tres excelentes discos bajo el sello Deram, (uno de ellos en directo, en un pequeño club), fichan por una compañía de reciente creación denominada , formada por Chris Wright y Terry Ellis. En poco tiempo, se asentaba como uno de los sellos esenciales del rock and roll, albergando entre las alas de su legendaria mariposa a bandas históricas como Jethro Tull, o músicos como el inmortal Rory Gallagher.

Ssssh se grabó en los “Morgant Studios” de Londres en junio de 1969 y teniendo una mayor libertad de producción, se cubrieron de gloria gracias a esta antológica obra, poseedora de un sonido demoledor y aplastante. Obtuvieron un extraordinario disco, de esos que “crean escuela” y que sin ningún tipo de contemplaciones, puede pasar del tema más contundente y pesado a un acústico dulce y tierno.

LosTen Years After están liderados por el prolífico guitarrista, cantante y compositor Alvin Lee, el magnífico bajista , los teclados y a cargo de y el contundente baterista .

Centrándonos en el álbum, es el cuarto de su discografía y consta de ocho cortes absolutamente soberbios. Quizás buscaban un sonido envolvente, incorporando en algunos de ellos efectos especiales, como el caso de “Bad Scene”, abriendo con lo que parecen unos maullidos de un gato, interrumpidos por un sonido rápido y pesado. A continuación nos obsequian con “Two Time Mama”, un acústico con cierto sabor a la auténtica música del delta del Mississippi. Siguen con “Stoned Woman”, en donde la sección rítmica hace gala de un virtuosismo incontestable, dejándonos una de las piezas más vistosas del álbum. Todos los temas están compuestos por Alvin Lee, a excepción de la tantas veces versionada “Good Morning Little Schoolgirl”, propiedad del bluesman Sonny Boy Williamson.

Una mención honorífica merece el apoteósico “Good Morning Little Schoolgirl”, toda una perla que se situó como una de sus canciones más emblemáticas y de las más utilizadas en sus colosales directos. Cabe destacar el espléndido trabajo de toda la formación y sobre todo los duelos entre el maestro de bajistas Leo Lyons y el guitarrista Alvin Lee.

La segunda parte inicia con “If You Should Love Me”, una balada simplemente perfecta y en dónde la voz de Alvin Lee cobra un protagonismo mayúsculo, dándonos muestras de que aparte de ser un gran guitarrista, es también un gran vocalista. “I Don´t Know That You Don´t Kown My Name”, es un bello tema rodeado de cierto aire folky, muy corto pero que refleja la versatilidad del grupo. En “The Stomp” se puede sentir la influencia del bluesman . Y para finalizar, una joya llamada “I Woke this Morning”, puro blues-rock de raíces, que los convierte por méritos propios en una de las mejores bandas que ha visto nacer el rock.

La curiosa portada de Ssssh fue obra de John Fowlie y el músico Graham Nash. Consiguieron un peculiar montaje fotográfico y una de las carátulas de álbum más representativas de TYA y de la historia del rock. Poco después de la publicación de Ssssh, los Ten Years After dejan una profunda huella en Woodstock’ 69, realizando una espectacular actuación y siendo una de las más recordadas de este festival. Un hecho, que le sirvió para abrirse camino hacia el mercado americano y encumbrar a Alvin Lee como un héroe de la guitarra eléctrica.

Para la memoria colectiva, quedará su imagen omnipresente y su fantástico rock and roll, siempre acompañado por su inseparable guitarra Gibson ES-335 llena de pegatinas. Y todo ello, en medio de una nostálgica época tan especial… ¡¡¡Sssssssssh!!!! … silencio…!!!! Rock and roll!!!!

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Keef Hartley Band – Halfbreed (Deram 1969) Posted by javisuarezadmin on 2 octubre, 2012

“La Keef Hartley Band que más fama alcanzaría fue la que grabó el LP “Halfbreed”, un álbum que ponía de manifiesto la gran calidad y personalidad de Hartley dentro de un blues sugestivo y brillante”.

Jordi Sierra i Fabra, uno de los mayores estudiosos y conocedores de la historia del rock en España, describía con esta frase a la “Keef Hartley Band” en su publicación “Historia de la Música Pop (1962-72)”, mencionando así el debut de Keef en solitario.

Keith Hartley, nace en Preston, la ciudad más grande del condado de Lancashire, en la Inglaterra de 1944 y pronto comienza a despuntar tocando la batería. Le llegó su oportunidad sustituyendo a en el grupo “Rory Storm And The Hurricanes”, con base en Liverpool. Poco después, tras su paso por los Artwoods, Keef recala en los legendarios Bluesbreakers de John Mayall, dónde graba algunos de los discos fundamentales de los sesenta, acompañado por el “padrino del blues blanco”.

En 1969, John Mayall prescinde de los servicios de Keef y este decide formar su propia banda. Aportando unas ideas innovadoras, con libertad total de movimientos y una particular visión musical, la Keef Hartley Band graba su primer álbum titulado “Halfbreed”, en tan solo tres días, arropado por un sensacional elenco de músicos y ayudado por su amigo Neil Slaven, productor de la mayoría de sus composiciones.

La banda estaba liderada por Keef a la batería, el guitarrista Miller Anderson, Peter Dines al órgano y clavecín, Spit James a la guitarra y Gary Thain al bajo. Al margen de esto, contaban con una magnífica y versátil sección de vientos compuesta por el ex Bluesbreaker (trompeta y violín), Harry Becket (trompeta), Lynn Dobson (saxo tenor y flauta) y Chris Mercer al saxo.

Grabado para el sello discográfico Deram, el álbum les sirve como plataforma para aventurarse en el festival de Woodstock’69, causando un tremendo impacto, sobre todo por la característica personalidad de Hartley, que adoptó la cultura y temática “Red Big Indian”, a menudo disfrazándose , ataviado con ropas y enseres de auténtico indio Cherokee en muchos de sus conciertos.

Curiosamente, abre en su cara A con una llamada telefónica de John Mayall diciéndole a Keef que ya no forma parte de su grupo. Este tema, denominado “Sacked”, se une a “Confusion Theme”, que sumado a “Halfbreed” conforman el primer corte del disco. Un fantástico instrumental, que viene seguido de “Born To Die”, un blues de extraordinaria factura, en dónde se aprecia el espléndido trabajo del grupo y en especial la guitarra de Miller Anderson.

A continuación llega “Sinnin´ For You” uno de los temas centrales y más populares, haciendo gala de un estilo blues-progresivo, en el que respecto a improvisaciones y jams eran sencillamente magistrales.

La cara B inicia con el apoteósico “Leavin´Truck” de Sleepy John Estes, en dónde realizan un sólido y pesado blues, para pasar a la enigmática y suave “Just To Cry”. En “Too Much Thinking”, nos dejan un tema realmente mágico, con una sensibilidad inaudita y un memorable solo de violín. Y para finalizar, el semi-acústico “Think It Over”.

Para el recuerdo colectivo, la Keef Hartley Band quedará como una sobresaliente banda que nos obsequió con una obra inolvidable a finales de los sesenta. Reflejaron como nadie supo hacerlo, el fiel sentimiento del rhytm and blues verdadero, quizás un baterista discreto, pero poseedor de una fe ciega en su manera de interpretar la música. Y logró excelentes álbumes, aunque sin demasiada repercusión ni un excesivo protagonismo.

Desafortunadamente, Keef falleció en 2006 a los 67 años de edad, pero su carisma y peculiar carácter le sirvió para ser considerado como un gran y querido músico, encontrándose entre sus mejores amigos leyendas de la talla de John Mayall o Eric Clapton.

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Doris Troy – Doris Troy (Apple 1969) Posted by javisuarezadmin on 5 octubre, 2012

Hija de un predicador Baptista, Doris Troy nace en Nueva York en 1937. Desde muy joven estuvo vinculada al mundo de la música, destacando rápidamente por su extraordinaria voz, sus excelentes interpretaciones y por su peculiar manera de tocar el piano en estilos como el góspel, soul o el blues.

En 1963, ficha por el prestigioso sello , especializado por aquellas fechas en la música soul. Grabó un single llamado “Just One Look”, con el que lograba una gran popularidad. Un año más tarde, el grupo británico “The Hollies” (en el que militaba Graham Nash), realizaba una espléndida versión de este éxito, proporcionándoles un nada despreciable Nº 2 en las listas musicales de Inglaterra.

Desde 1965 hasta 1970, Doris Troy formaría parte de “The Sweet Inspirations”, uno de los mejores conjuntos femeninos de soul de la década de los sesenta, por el que pasaron vocalistas de la talla de , Dee Dee Warwick, Estelle Brown, Myrna Smith, o Cissy , esta última madre de la recientemente fallecida Whitney Houston. Las Sweet Inspirations se especializarían en hacer los coros a estrellas como Aretha Franklin, Van Morrison, Wilson Pickett, los o el mismísimo Elvis Presley. Doris decidió vivir en Londres, porque sentía una pasión desmedida por Inglaterra, al igual que Inglaterra tenía admiración por su figura. En 1970 le llegaría su gran oportunidad por mediación de (que venía de cooperar en el último LP de los Beatles), le presentan a George Harrison.

Desde el momento que se conocieron personalmente y desde que vio a Doris actuar en las sesiones de Billy Preston en su álbum “That´s The Way Planned It”, surge el flechazo musical y la oferta de George Harrison, que le preguntó: “¿ Quieres cantar para Apple?”… a lo que contestó: “Si! ¿Es en serio?”, a lo que George replicó “Bueno, quiero escribir canciones, producir y tocar, Ok”, a lo que Doris contestó con un simple “OK”.

Y así Doris Troy se unió a la casa discográfica de reciente creación Apple Records, constituida para los últimos discos de los Beatles, bajo la EMI y Capitol. Arroparon a un nutrido número de artistas bajo su famoso distintivo, una gran manzana Granny Smith.

Centrándonos en el álbum, poseedor de un sonido de absoluta gloria, se grabó en los Trident Studios en el barrio Soho de Londres y en los Olimpyc Studios, a finales de 1969 y principios de 1970. Gracias a la influencia de George Harrison, contó con la ayuda de músicos de lujo y de renombre, amigos del ex-beatle como Billy Preston (que sería uno de los productores), Eric Clapton, Ringo Starr, Klaus Voorman, Stephen Stills, Delanney And Bonnie o entre otros.

En su edición original, contiene trece temas y seis bonus track. En la edición de 2010, se le suma uno nuevo, pudiéndonos encontrar versiones espectaculares, como el “Get Back” de los Beatles, el psicodélico de Buffalo Springfield “Special Care”, esta vez con un sonido más Rythm & Blues y dinámico. Y una grata sorpresa de auténtico blues, cortesía del tándem George – Doris denominada “Give Me Back My Dynamite”, reflejando a la perfección la fuerza en el tarareo de Doris, junto a esa llama celestial que es “What You Will Blues”.

Abren el disco con “Ain´t That Cute”, un tema escogido que sirvió para lanzar el primer single del álbum, en dónde podremos apreciar el virtuosismo de la banda y su personalísima voz. El segundo single es el tradicional “Jacob´s Ladder”, un admirable góspel inspirado en la biblia.

Plagado de temas incomparables, destacar el contundente “You Give Me Joy Joy”, “Don´t Call Me No more”, la versión de “Games People Play”, la bellísima “Vaya Con Dios” o la composición de “I´Ve Got To Be Strong” , con sección de vientos incluida. Tras esta maravillosa colaboración con George Harrison y con varios genios de la música, Doris Troy continuó trabajando hasta que nos dejó para siempre en 2004, víctima de una enfermedad pulmonar.

Para la memoria colectiva, Doris Troy quedará como una gran dama de la canción, que prestó su genuina voz en algunos de los temas más emblemáticos de la historia del rock, como “You Can´t Always Get What You Want” de los Rolling Stones, el “You´re So Vain” de Carly Simon o el legendario “Dark side Of The Moon” de Pink Floyd .

Infinitas gracias Doris.

<< Este artículo se lo dedico a ese amor de mi vida que es mi hija Emma, el día de su tercer aniversario. Felicidades Emma, papá te quiere muchísimo>> 10

John Lennon – Imagine Posted by Ruben.Borrajo on 9 octubre, 2012

Quizás un día de alineación planetaria propicia, John Lennon recorrió la senda de los sueños, imaginando un mundo mejor, más justo y solidario, sin guerras ni violencia. Un lugar sin fronteras, sin odio, sin rencor, en donde la confianza y la amistad reinan pacíficamente. Desafortunadamente, el sueño de John se quedó en una mera ilusión.

Pero a Lennon le bastó una obra extremadamente preciosista a la que bautizó como “Imagine”, para concienciar a la humanidad de la necesidad de estos valores tan bellos. Publicada en 1971, contiene “Imagine”, uno de los himnos pacifistas más representativos que jamás se hayan escrito. Clásico entre clásicos, eclipsa al resto de temas que conforman este álbum. Su delicadeza, sensibilidad y elaboradas letras, conquistan el corazón del oyente y es casi imposible no enamorarse de ella al primer contacto. Así mismo, “Imagine” también es considerado como el mayor éxito en la carrera de John Lennon como solista.

A nuestro juicio, escuchar “Imagine”, supone realizar un absoluto ejercicio de liberación que ahuyenta todas las miserias que invaden este mundo. Y este disco también significó otras muchas cosas, siendo una de las más relevantes, las burlas y ataques directos hacia su ex compañero Paul McCartney, debido a las fuertes tensiones y discrepancias que tuvieron en su etapa Beatles. Desde mi humilde opinión personal, Paul McCartney vivió encasillado en la mediocridad musical durante gran parte de su trayectoria. Ya lejos de su figura, Lennon, Ringo Starr y George Harrison, le demostraron nuevas formas de concebir la música. Y sobre todo, que había vida más allá de los Beatles.

Centrándonos en el álbum, vio la luz en 1971 por el sello Apple y consta de 10 pistas. Fue grabado en los Ascot estudios de Tittenhurst Park (Inglaterra), propiedad de Lennon y en los de Nueva York. A raíz de este disco, se filma en 1972 el documental “Imagine” por Lennon y . Cabe destacar, que una buena parte de los temas, fueron compuestos por un genio cuya creatividad no entiende de límites y que responde al nombre de John Lennon.

Producido por Phil Spector, Yoko Ono y el propio John Lennon, contó con la colaboración de músicos de la talla de George Harrison, Tom Evans, Rod Linton, Joey Molland y a las guitarras, el alemán Klaus Voorman al bajo, King Curtis al saxofón, , , Michael Pinder y a la batería y percusión, , John Tout y John Barham a los pianos y la sección de coros al J&P Duo Group. Varios de ellos, integrantes de la . Abre el álbum con ese símbolo inmortal que es “Imagine”, y al que me faltan adjetivos para describirlo. Antológico comienzo, en dónde se desata un cúmulo de emociones de tal magnitud, que hicieron estremecer los cimientos de la comunidad musical. Continúa con los peculiares toques country de “Crippled Inside”, para llegar a otro de los puntos álgidos a cargo de la emotiva balada “Jealous Guy” (originalmente denominada“Child of Nature”), glorioso hit y otra de sus monumentales canciones.

Un brusco cambio se presenta y lo sentiremos gracias a “It’s So Hard”, I Don’t Wanna Be a Soldier” y “Gimme Some Truth”, en dónde podremos palpar un excelente rock y , con un cierto sabor callejero. Otro de los momentos importantes es “Oh My Love”, una maravillosa balada cargada de melancolía y escrita por Lennon y Yoko Ono. Seguidamente, la ironía reflejada en “How Do You Sleep?”, todo un alegato contra Paul McCartney. Concluyen con la sutileza de “How?” y la explosión de alegría plasmada en “Oh Yoko!”

Así se despide esta obra de arte, cortesía de John Winston Lennon, uno de los grandes iconos musicales que ha visto nacer el siglo XX. Profeta de la paz, activista político y luchador incansable por los derechos humanos, lideró todo un movimiento antibelicista de protesta contra el Vietnam, dejándonos para la posteridad su famoso “Bed In”. Un acto, que le costó la repulsa del gobierno británico y norteamericano, llegando a intentar expulsarle del país durante el mandato del presidente Nixon. Se suele decir que el rock es el arte de los rebeldes y de los inconformistas, pero también de los que defienden con firmeza sus ideas. Y Lennon es el mejor ejemplo que podemos compartir hoy aquí con vosotros.

Como todos sabéis, esta no fue una historia con final feliz. Tal día como hoy, un 9 de Octubre de 2012, John Lennon hubiese celebrado su 72 cumpleaños. Pero un maldito 8 de diciembre de 1980 sucede uno de los episodios más tristes del rock. Un enfermo mental llamado Mark David Chapman asesinaba a John Lennon disparándole cinco tiros por la espalda, acabando con su vida a la entrada del Edificio Dakota, en Nueva York. En ese preciso instante, el rock también muere con él… Y ya no quiero seguir escribiendo nada más sobre este artículo, me duele demasiado.

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George Harrison – All Things Must Pass Posted by Ruben.Borrajo on 12 octubre, 2012 Durante su etapa como miembro de los Beatles, George Harrison fue eclipsado por las figuras mediáticas de Lennon / McCartney y en cierto modo le “condenaron” a permanecer oculto en la sombra. En ocasiones, sus aportes fueron considerados como superficiales, por no decir ignorados. Tras la ruptura de los Beatles, Harrison decidió recopilar su propio material y acompañado de su innegable talento compositivo, nos obsequió con esta referencia inexcusable de la década de los setenta a la que llamó “All Things Must Pass”.

Una extraordinaria y conmovedora obra, que te hará humedecer los ojos y a la que valoramos como un vendaval musical de una altura sin precedentes. Auténtico disco de culto, poseedor de una profundidad lírica increíble. Sus letras están impregnadas de una temática relacionada a la religión, el amor o la fe.

Grabado en los Abbey Road Studios de Londres, “All Things Must Pass” se publicó en noviembre de 1970 por el sello Apple/EMI, en formato triple y fue producido por el gran Phil Spector. Originalmente, constaba de 23 temas, dividiéndose en dos vinilos con canciones y un tercero titulado “Apple Jam”, que incluye pistas e improvisaciones realizadas en el estudio de grabación, cooperando con otras estrellas del rock. En sucesivas rediciones como la de 2001, supervisada por Harrison y editada por EMI, los tres vinilos se reducen a doble CD, añadiendo temas extra y dotando de color a la portada.

Absolutamente memorable, la amplia selección de leyendas que colaboraron en este álbum, muchos de ellos, amigos personales de George Harrison: Badfinger, Dave Mason, Peter Frampton y Eric Clapton (guitarras), y Carl Radle (bajo), , Bobby Whitlock, Billy Preston y Gary Brooker (teclados), Jim Gordon, Ringo Starr, Alan White, Phil Collins, y Pete Drake (batería y percusión), (saxofón), Ray Cooper (pandereta), (trompeta), Dhani Harrison, Sam Brown (coros) y John Barham (arreglos orquestales). Un inolvidable elenco de mitos, varios de ellos procedentes de bandas fundamentales del universo rock como Cream, Traffic o los Derek and the Dominos entre otros.

Abre el álbum con esa perla que es “I’d Have You Anytime“, coescrita por George Harrison y Bob Dylan. Seguidamente, uno de los puntos culminantes llegará a cargo del glorioso hit y tema central “”, que arropado por unos bellos coros, acapara todas las miradas y de manera instantánea, se situó como el mayor éxito de la carrera de George Harrison como solista, alcanzando rápidamente el Nº 1 en las listas musicales del momento.

“My Sweet Lord”, generó cierta polémica y se vio inmerso en un proceso judicial, debido a que Bright Tunes Music, una empresa de Nueva York, denunció a George Harrison por un supuesto plagio, alegando la similitud de la melodía de “My Sweet Lord” con el tema “He’s So Fine” de 1963, perteneciente a la formación “The Chiffons”.

Continúa con Wah, Wah, en el que hace alusión a los problemas que tuvo con Paul McCartney y John Lennon en su época Beatle. Sencillamente genial, es esa gema denominada “”Isn’t It a Pity”, para seguir con “What Is Life”, imperecedero su riff de guitarra y single que popularizó Olivia Newton John posteriormente, obteniendo una gran fama.

A todo el álbum lo envuelve una exquisitez extrema, reflejada en cortes como ese diamante en bruto que es “It Not For You”, propiedad de Bob Dylan, para seguir con “Behind That Locked Door”, el pegadizo estribillo de “Awaiting on You All”, “Let It Down”, la bella balada “Run of the Mill“, o la marca inconfundible que deja Mr. Eric Clapton en ”Plug Me In”, “I Remember Jeep” y “Thanks for the Pepperoni”. El fantástico “Beware of Darkness”, tendrá su lugar privilegiado en el olimpo gracias a su excelente “solo” de guitarra. Para uso y disfrute de la comunidad rock es el tema “All Things Must Pass”, que da nombre al álbum. Con un espléndido riff nos deleitará en “I Dig Love”, el rock se palpará en “Art of Dying”, o el magnífico “Hear Me Lord”, de las mejores canciones del disco.

Destacar la característica portada, en la que podemos visualizar a George junto a unos gnomos y sentado en su casa de Friar Park, en Henley On Thames, fue obra de Barry Feinstein, un célebre fotógrafo que ya había trabajado con artistas de la talla de Miles Davis, Bob Dylan o .

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Y así concluye“All Things Must Pass”, cortesía de George Harrison, aquel que desde mi humilde opinión, juzgaron erróneamente como el “tercer beatle”. Siempre respetando toda clase de gustos musicales, todos sabéis que este pequeño blog desde sus orígenes ha manifestado su indiferencia hacia el cuarteto de Liverpool. Pero sentimos una especial admiración por las trayectorias individuales de Harrison y Lennon, e incluso por ese buen baterista que es Ringo Starr.

Al margen de esto, fue aclamado por la crítica y resultó ser el álbum más vendido y el primero publicado por un Beatle en solitario. A nuestro juicio, este disco fue el ejercicio de liberación que siempre deseó George Harrison, después de la separación de los Beatles.

Para el recuerdo colectivo, Harrison quedará como el creador de esta delicia sonora única e irrepetible, repleta de espiritualidad. Pero también será evocado, por sus numerosas contribuciones caritativas, su tremenda calidad musical y por su quizás tímida, pero fuerte personalidad que le hizo luchar contra la comercialidad.

Cuando los Beatles anunciaron su disolución definitiva, George Harrison hizo lo que realmente anhelaba, rodearse de amigos y de paso, poner el mundo a sus pies gracias a esta antológica obra, que sigue y seguirá resonando eternamente, esperando el amanecer de siglos venideros.

In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, Amén.

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Super Black Blues – T-Bone Walker – Joe Turner – Otis Spann (Bluestime 1969) Posted by javisuarezadmin on 16 octubre, 2012

A finales de 1969 y coincidiendo en el tiempo con algunas de las mejores publicaciones de la historia del rock and roll, tres de las principales figuras que ha dado el blues se reúnen para grabar una sesión informal el 17 de Octubre de 1969 en Nueva York. Y el resultado que obtuvieron, fue una obra de una altura sin precedentes dentro de este género.

T-Bone Walker, Joe Turner y Otis Spann, son mitos de la música negra que posiblemente hayan sido los representantes más influyentes de este arte al que llaman blues. Su fantástica música, inalterable al paso de los años, posee un gran nivel y fue crucial para una buena parte de los grupos emergentes de rock-blues ingleses, proporcionándoles una base musical importantísima durante la década de los sesenta.

Este magnífico trío de ases, nacieron en los albores del siglo XX y fueron protagonistas de la modernización del blues tal y como lo conocemos hoy en día. Marcaron el camino, dando pasos esenciales y novedosos, como por ejemplo el caso de T-Bone Walker, que se convirtió en los años cuarenta en uno de los pioneros en electrificar la guitarra.

Originario de Kansas, Joe Turner también apodado “”, fue uno de los más sobresalientes vocalistas de blues, iniciando su carrera allá por los años veinte del siglo pasado, cuando todavía el y el blues iban de la mano, teniendo un papel transcendental en el nacimiento del rock and roll en los cincuenta.. Para el recuerdo colectivo, quedará su genial compañera de ruta, la vocalista femenina Bessie Smith, una de las voces más destacadas de esa época.

Y poniendo fin a esta apoteósica asociación, el legendario pianista del Mississippi, Otis Spann. Siendo el más joven, era un integrante habitual de la banda de . Y también célebre, por tocar al lado de virtuosos guitarristas y por dar continuidad a otros músicos fundamentales del blues como Menphis Slim, Eddie Boyd o Roosevelt Sykes.

Bajo la producción de Bob Thiele, (recordado por trabajar con el mítico John Coltrane y otros artistas del Jazz en el sello Impulse) que ya había colaborado con algunos de estos miembros en solitario, decide invitar a otras estrellas para la realización del álbum, entre las que se encontraban, nombres como George “Harmónica” Smith, uno de los grandes armonistas de blues y componente de la banda de Muddy Waters.

Ampliaron esta inolvidable selección con la incorporación de Ron Brown (bajo), Arthur Wright (guitarra), Ernie Watts (saxo tenor) y (batería). Estos dos últimos, excelentes músicos de sesión afincados en California, que crean una espectacular base rítmica e impregnan al disco de una atmosfera increíble.

El álbum cuenta con escasos cuarenta minutos de duración y contiene solamente cuatro pistas, que fueron grabadas de una sola vez. Comienzan con una extensa “Paris Blues”, infinitos catorce minutos en dónde apreciaremos el sabor del auténtico blues y de como debe ser ejecutado.

Tres de los cuatro temas, son compuestos por T-Bone, exceptuando el segundo llamado “Here Am I Broken Hearted”, más corto pero igual de espléndido y que da paso a un extraordinario “Jot´s blues”, en el que se van intercalando las voces y la banda toca un blues sencillamente magistral. Y para terminar “Blues Jam”, del más puro estilo Chicago en el que los músicos nos dan muestra de su innegable talento.

Grabado originalmente por el sello Flying Dutchman Blues Time y publicado en 1970, no sería reditado en formato CD hasta 2001, cuando la casa discográfica RCA Victor decide rescatar una nueva edición. Lo dotaron de un sonido de absoluta gloria, elevándolo hacia los altares del blues. Desafortunadamente, poco después de salir a la luz pública este LP, el blues llora a Otis Spann, que nos dejó para siempre un maldito 24 de Abril de 1970, víctima de un cáncer a los 40 años de edad.

Pero como dijo antes de comenzar la grabación: “Amigos, vamos a tocar blues”….

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Leslie West – Mountain Posted by Ruben.Borrajo on 19 octubre, 2012 El excelente debut en solitario del guitarrista neoyorquino Leslie West, al que bautizó como “Mountain”, le sirvió para consagrarse como uno de personajes más carismáticos de la escena musical de finales de los años 60 y 70. Poco tiempo después, el gran Leslie fundaba “Mountain” una de las bandas más representativas que ha visto nacer el rock. Y curiosamente, le otorgaría el mismo nombre que da título a este primer álbum.

En 1969, Leslie West se asocia con Félix Pappalardi, para crear la formación estadounidense “Mountain”, tomando como base de su música estilos como blues rock o el hard rock y muy influenciados por mitos de la talla de Jimi Hendrix o Eric Clapton. El resultado de esta unión, fue absolutamente soberbio y viviendo del directo, su hábitat natural, los Mountain dejan una profunda huella en el festival de Woodstock 69, realizando una espectacular actuación.

Centrándonos en el disco, haremos una mención especial acerca del personal que participó en este imprescindible trabajo: Leslie West (guitarra y voz), (bajo y teclados) Norman D. Smart II (batería) y Norman Landsberg (órgano). En su edición original se publicó en julio de 1969 por el sello Windfall Records y consta de once pistas. En 1996, sale a la luz una nueva redición por Columbia Records. Fue producido por Felix Pappalardi, un genial músico procedente del Bronx (Nueva York) que tuvo un papel fundamental en el desarrollo de bandas históricas como Cream.

Abre el álbum con un estelar “Blood Of The Sun”, todo un clásico que va directamente al corazón y en dónde podremos sentir la potente voz de Leslie. Continúan con los suaves ritmos de “Long Red”, en dónde los teclados de Pappalardi cobran un protagonismo mayúsculo. Siguen con el aire hard rock que cubre a “Better Watch Out”, para llegar a nuestro querido blues rock a cargo de un magnífico “Blind Man” con el que ya nos va preparando para el resto del LP.

Uno de los momentos culminantes, tendrá lugar con “Baby, I’m Down”, envuelto por espléndidos punteos guitarreros y marcado por la desgarradora voz de Leslie. Con “Dreams of Milk and Honey”, West nos demuestra su fantástica técnica a las seis cuerdas. Rodeada de cierta calma, se presenta “Storyteller Man”, con la que nos relajaremos un poco… hasta que suenan los primeros acordes de esa antológica pieza llamada “This Wheel’s on Fire”, propiedad de Dylan y el bajista de The Band, Rick Danko.

Se aproximan a la psicodelia con “Look To The Wind” y Southbound Train, esta última una auténtica joya, de las mejores canciones que nos encontraremos en el álbum. Y también habrá espacio para la sensibilidad, reflejada en “Because You Are My Friend”, con el que ponen punto y final a esta obra.

El infortunio, se cebó una vez más con los integrantes de Mountain. En 1983, Felix Pappalardi era asesinado por su esposa Gail Collins, coautora de varios de los temas de esta agrupación.

Así concluía este álbum y comenzaba la leyenda del virtuoso Leslie West, aquel que en su día no obtuvo el reconocimiento que se merecía por parte de los analistas. Cariñosamente apodado “The King of Tone”, en 2011 se le amputa una pierna por problemas causados por la diabetes y su excesivo peso.

En la actualidad, Leslie sigue coronando la cima del rock y salvando toda clase de obstáculos, ofrece conciertos desde una silla, deleitando al público gracias a su extraordinaria forma de tocar la guitarra, de la que logra sacar un sonido único e irrepetible. A su carácter innovador, lo arropa una creatividad que no entiende de límites, situándose como uno de los más importantes músicos que ha dado el universo sonoro. Y todo ello, al servicio de un arte que conocemos como rock and roll.

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Grant Green – Alive! (Blue Note 1971) Posted by javisuarezadmin on 23 octubre, 2012

Durante la época dorada del rock, comprendida bajo nuestra humilde opinión de los años 1968 a 1971, se gestaron algunos de los álbumes más emblemáticos de la historia, junto a otras grabaciones míticas de estilos como el jazz. Un período especial, en el que una variedad importante de veteranos músicos se acercan positivamente a la corriente musical de los sesenta, realizando versiones de temas soul, funk e incluso el blues, dejándonos obras maestras de incalculable valor.

Uno de estos músicos fue Grant Green, grandísimo guitarrista de jazz, nacido en 1935 en la ciudad de Saint Louis (Missouri), dónde comienza a tocar la guitarra a una temprana edad, ofreciendo su primer concierto a los trece años.

Poseedor de una técnica muy personal y gracias a la labor del saxofonista Lou Donaldson, pronto ficha por el prestigioso sello de jazz Blue Note, dónde prácticamente graba la totalidad de sus álbumes. En la mayor parte de los casos, siendo acompañante de relevantes estrellas de la década de los sesenta y en otras como solista.

Pero no sería hasta el 15 de agosto de 1970, cuando Green graba su primer álbum en directo en el club Cliché Lounge de Newark de New Jersey, rodeado de una atmósfera hipnótica, que solamente se logra vivir en los locales dedicados al jazz. Según el crítico y escritor de jazz Stanley Dance, nos la describe con esta frase reflejada en el interior del LP: el vino, las mujeres y las canciones, en combinación son la más infalible garantía de un buen momento, el vino y las mujeres sugieren el color para la apreciación de la música”.

Desde el primer momento, este directo es grabado con una vitalidad verdaderamente infecciosa, contagiándonos al instante con sus sorprendentes ritmos funky. Y por supuesto, haremos mención a los extraordinarios músicos que hicieron posible esta obra: Grant Green a la guitarra, arropado por unos espléndidos instrumentistas como Claude Bartee (saxo tenor), Wiliam Bivens (vibráfono), Neal Creque y Ronnie Foster intercambiándose a los teclados, Joseph Armstrong (congas) y el incombustible Idris Muhamad a la batería.

Producido por Francis Wolff, (un carismático fotógrafo desde los inicios de Blue Note) el disco editado en 1971 contiene cinco pistas y se le suman tres más en la edición remasterizada del año 2000.

Todo el disco es instrumental y empieza con el tema de estilo soul groove “Let The Music Take Your Mind”, una magnífica y larga versión de Kool & the Gang, para continuar con una balada hermosa y épica llamada “Time To Remember”, en donde la sensibilidad y la calidad de los músicos se pone de manifiesto con espectaculares solos de guitarra, saxo y vibráfono.

Tras una pequeña introducción de la banda, el álbum sigue con uno de los cortes más representativos del directo, el inmortal “Sookie Sookie” (perteneciente a Don Covay y Steve Cropper, muy vinculados al soul) al que marca un ritmo demoledor e incluso “sexy”. De nuevo, Grant Green nos vuelve a obsequiar con un clásico eterno.

Originariamente concluye con “Down Here On the Ground”, tema del prestigioso compositor argentino Leo Schifrin y G-Garnett, que tiempo después de ser interpretada por West Montgomery, Grant Green nos muestra su genial versión, pero en directo y fuera de los estudios. Las tres últimas canciones son incluidas como bonus track y eran temas del repertorio de Grant Green por aquellos días: “Hey Western Union Man”, versión con un inconfundible trabajo a la guitarra del tema soul de Jerry Butler. Llegará “It´s Your Thing”, otra antológica versión de los Isley Brothers y finaliza con la extensa “Maiden Voyage” propiedad de Herbie Hancock.

Aun que podemos encuadrar este álbum dentro de música jazz, artistas de la talla de Grant Green nos dejaron obras fundamentales, que también están presentes en nuestras discografías referentes al rock and roll. Se codeó con éste género, convirtiéndose en un guitarrista de culto, que a finales de los sesenta y principios de los setenta, influenció a un buen número de mitos musicales, como el legendario guitarrista tejano Stevie Ray Vaughan, su gran admirador.

El infortunio, se cebó sobre la figura de Grant Green, falleciendo prematuramente en el interior de su vehículo, el 31 de enero de 1979, víctima de un infarto a los 44 años. Posiblemente fue debido a sus excesos con la heroína, pero no se fue sin antes regalarnos una fructífera obra. Siempre será recordado como uno de los guitarras esenciales del siglo XX.

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Eagles – Hotel California Posted by Ruben.Borrajo on 26 octubre, 2012

En el amplio y creciente reino de lo desconocido y lo paranormal, todo lo extraño y lo curioso, lo extravagante y lo secreto, producen y mantienen un interés fuera de lo común, aunque este sea solamente transitorio. Y así es “Hotel California”, un controvertido álbum cortesía de la banda estadounidense Eagles, publicado por un ya lejano 1976.

Lo cierto es que todo comenzó un día de hechizo, en la habitación de aquel hotel encantado. A través de su ventana, la comunidad musical contemplaba el amanecer de uno de los mejores discos que ha visto nacer el universo sonoro. Cuando los Eagles nos invitaron a perdernos entre sus mágicas paredes, ya nada sería igual, su extraordinaria música y sus viejas incógnitas, varias de ellas no resueltas en la actualidad, quedarían marcadas a fuego en el recuerdo colectivo del rock.

Hablar de su memorable tema central, el genial “Hotel California”, es hacer referencia a todo un himno que ha traspasado fronteras. Sus perfectas melodías, acompañadas por la peculiar voz del batería Don Henley y unas guitarras impecables, lo convierten en todo un clásico entre clásicos que permanecerá inalterable al paso del tiempo. Rápidamente se alzó con el primer puesto en las listas musicales de la época, obteniendo una gran popularidad y variedad de premios. Los créditos de escritura de la canción están compartidos por el trío Don Henley, Glenn Frey y Don Felder como respectivos autores.

Una serie de enigmáticas leyendas se ciernen sobre este álbum, siendo una de las más extendidas, que la canción “Hotel California”, fue compuesta por Don Henley en el hotel de un pueblo situado al sur de Baja California, llamado Todos Santos.

Según cuentan, Don Henley estaba extenuado e hizo un alto en el camino para descansar en un pequeño Hotel denominado “California”. Al entrar, lo recibió una mujer llamada Mercedes, le entregó la llave de su habitación y le dijo: “Bienvenido al Hotel California, en donde siempre tenemos la misma estación anual”. Al parecer, también le ofreció una botella de vino, pero nunca la volvería a ver. Cuando Henley despertó a la mañana siguiente, en la recepción le aseguraron que entre el servicio del Hotel, no existía ninguna “Mercedes”… ¿aparición espectral?…

Por supuesto, que la imaginería popular no entiende de límites y que esta ficticia historia, aunque muy arraigada en la sociedad, nunca fue confirmada por parte de Don Henley, ni por ningún miembro de los Eagles. Mediados los años 80, corre el rumor de que este hotel era el sitio al que hacía alusión el tema Hotel California de los Eagles. Se propagó velozmente y de nada sirvió, que en su momento Henley hiciera unas declaraciones en la televisión pública desmintiendo todo esto, diciendo por activa y por pasiva que jamás había visitado ese hotel.

En realidad, existe un Hotel llamado “California”, que está ubicado en la avenida principal de Todos Santos, pero ni tan siquiera las fotos de portada del álbum fueron tomadas dentro de él, ya que verdaderamente se realizaron en el Hotel Beverly Hills de Los Ángeles, más conocido por el sobrenombre de “Pink Palace”.

Mucho y muy variado se ha escrito sobre el misterio que encierran las profundas letras de “Hotel California”, consideradas como una compleja metáfora. Incluso se han formulado infinidad de teorías, relacionándolas con temáticas relativas a Satanás o a la religión. Según la versión oficial que mantiene Don Henley (que algo debe saber), hacen referencia a los excesos cometidos por la alta sociedad norteamericana y a la parte oscura del “sueño americano”.

Centrándonos en el álbum, haremos mención a los integrantes que moldearon este magnífico trabajo: Glenn Frey (guitarra y voz), (guitarra, pianos y voz), Randy Meisner (bajo y voz), Don Felder (guitarra y voz), Don Henley (batería, percusión y voz). Quinto en su discografía, vio la luz en 1976 por el sello Asylum Records. Consta de 9 pistas y fue producido por Bill Szymczyk, un ingeniero de sonido que colaboró con artistas de la talla de B.B. King o Elvin Bishop.

Comienzan con el eterno“Hotel California”, tema estrella que también da nombre al disco y que eclipsa al resto, en el que podremos disfrutar de un espectacular solo de guitarra, gracias al virtuosismo de Joe Walsh y Don Felder. Continúan con “New Kid In Town”, otro de sus hits, poseedor de una hermosa melodía y cubierto por un cierto aire country. Un excelente rock nos presentan con “Life in the Fast Lane“.

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Nos invadirá la melancolía, con esa bella balada llamada “Wasted Time”, para seguir con un “reprise” del tema anteriormente mencionado, que encajaría perfectamente como BSO de cine. Llegará esa joya que es “Victim Of Love”, impregnada de rock y con un Don Felder que toma el mando. En “Pretty Maids All in a Row“, sentiremos el liderazgo del magistral Joe Walsh. Y nos acabarán contagiando con el pegadizo estribillo de “Try and Love Again“, para finalizar con la sutileza de “The Last Resort”, que pone la guinda a un disco absolutamente brillante.

En la actualidad, el Hotel California de Todos Santos es visitado por multitud de turistas, atraídos por el mito de haber sido el lugar en dónde los Eagles se inspiraron para componer su canción más exitosa. De algún modo, los Eagles nos han transportado hacia los confines del más allá, obsequiándonos con un maravilloso hospedaje, al que valoramos con cinco estrellas.

Su característica y polémica portada, en la que podemos visualizar el Hotel Beverly Hills de L.A. (según el fotógrafo oficial de la banda, David Alexander), dio la vuelta al mundo y se convirtió en todo un objeto de debate y provocó numerosas especulaciones.

Y ya no quiero continuar aportando ningún dato de lo que significó Hotel California, ni seguir explorando los dominios de lo sobrenatural, intentando desentrañar lo inexplicable. Porque para esta ardua labor, ya tenemos a nuestro querido presentador del canal Cuatro de televisión española, Iker Jiménez, que nos acompaña semanalmente capitaneando la “nave del misterio” en su programa Cuarto Milenio.

Al margen de esto y a nuestro juicio, Hotel California es uno de las obras más importantes que ha dado el rock.

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Paul Pena – New Train (Hybrid 2000) Posted by javisuarezadmin on 30 octubre, 2012

Tras veintisiete largos años en el olvido, en el 2000 se edita por primera vez este álbum absolutamente mágico, uniéndose así a una extensa lista de publicaciones inéditas, bien sea por problemas discográficos, judiciales o porque simplemente permanecieron ocultas en algún lugar recóndito, sin que nadie se preocupase por rescatarlas.

Este magnífico disco es uno de estos casos, custodiado por el prolífico músico, compositor y productor , en su día no pudo ver la luz, quizás por algún conflicto relacionado con la discográfica. Ben Sidran colaboró estrechamente con el guitarrista y le proporcionó una copia de la grabación. A raíz de esto, Miller versionó uno de los hits más importantes de su carrera, el inolvidable “Jet Airliner”, éxito de 1976 que vendió millones de copias, pero compuesto por Paul Pena.

Paul Pena nace en 1950 en Hyanes (Massachusets), muy cerca Boston, en dónde muy pronto comienza a tocar diversos instrumentos, debido a la influencia que sus padres caboverdianos ejercen sobre su persona. Desde su nacimiento, Paul Pena padece de un glaucoma congénito que le deja prácticamente ciego durante su infancia, pero le aporta una sensibilidad musical fuera de lo común y un oído extremadamente especial. Mientras cursa sus estudios universitarios, Paul se inicia en el uso de instrumentos como el violín, el contrabajo e incluso la trompeta. Pero ya domina totalmente la técnica del piano y la guitarra, ofreciendo conciertos en locales y cafeterías.

En 1969, le llega la oportunidad de tocar en el prestigioso Festival de Folk de Newport, codeándose con artistas de la talla de Kris Kristofferson, Joni Mitchell o James Taylor. Esa actuación le sirvió como plataforma para para trasladarse a San Francisco y grabar su primer LP con un relativo éxito, después de especializarse en el blues y tocar al lado de grandes personalidades de este arte como T-Bone Walker, John Lee Hooker, B.B. King o Muddy Waters.

Para la grabación de este álbum y bajo la producción de Ben Sidran y Jon M. Waxman, Paul Pena contó con un excelente elenco de músicos, como el propio Ben Sidran (piano y órgano), Harvey Brooks (bajo) y Gary Malabar (batería). Destacar las otras estrellas invitadas que participaron este disco: el legendario guitarrista Jerry García de los Grateful Dead, Merle Saunders a los teclados, los coros de “The Persuassions” y Charles Greene, el guitarrista Arthur Adams, Dave Woodford al saxo y The Funky Ladies.

Consta de diez temas y fue grabado en los Intermedia Studios de Boston, en el Studio A de Capitol Records y en los Wally Heider Studios de San Francisco por el sello Hybrid. Abren con un pegadizo “Gona Move”, versionado recientemente con gran éxito por la Derek Trucks Band y Susan Tedeschi. Continúan con “New Train”, que da nombre al disco y en el que podremos sentir el espléndido trabajo de los coros.

Siguen con el mejor tema de Paul, el glorioso “Jet Airliner”, en dónde nos muestra su fantástica técnica a la guitarra y poseedor de unos ritmos de alto voltaje. Como ya mencionamos antes, lo popularizó Steve Miller. Después de vender millones de copias, resultó crucial para que Paul Pena se desenvolviera económicamente hasta el fin de sus días. A nuestro juicio, esta versión es musicalmente superior a la de Steve Miller.

Otros cortes de variados estilos son “Venutian Lady”, acercándose al country y que cuenta con la colaboración de Jerry García al Pedal Steel y del apoteósico Merle Saunders, realizando una interpretación a la altura del Hendrix en “Cosmic Mirror” o el ritmo frenético de “Wait On What You Want”.

Otras pistas totalmente hechizantes, a las que envuelve su aterciopelada voz son: “Let´s Move And Groove Together”, las semi-acústicas “Indian Boy” y “Taking Your love Down” o las buenas armonías vocales de “A Bit Of All Right”, que completan esta joya de los setenta.

Paul Pena nos dejó para siempre el 1 de octubre de 2005, víctima de la diabetes. Pero no se fue sin antes consagrarse como un artista muy personal, de vida delicada. Quizás su obra fue corta, pero logró llevar su genial música a los confines más inhóspitos de Mongolia, empapándose de culturas tan separadas en el tiempo y que podremos ver en un documental llamado “Genghis Blues”.

Escribió con el corazón, reflejando el sentimiento de las calles y con un gran positivismo, se abrió paso como un soplo de aire caliente, en medio de una peligrosa tormenta, de grandes nubarrones… muy, muy oscuros….

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Bruce Springsteen – Born To Run Posted by Ruben.Borrajo on 2 noviembre, 2012

Esta es una historia de superación personal, pero también de amistad, fe, esperanza y supervivencia. Unos bellos valores, que el cantautor estadounidense Bruce Springsteen tuvo siempre presentes durante toda su trayectoria y que jamás abandonaría. Y esto, acompañado de su extraordinaria música, es lo que hace a Bruce Springsteen tan grande.

Bruce Springsteen es una leyenda de nuestro tiempo, que sigue empeñado en que se le vea como una persona normal, siendo una de las pocas estrellas del complejo universo musical al que parece no haberle afectado la fama y la gloria de los millones.

Originario de un barrio obrero de Long Branch (Nueva Jersey), este hombre de aspecto corriente, logró transmitirnos a través de su música impregnada de épica urbana, situaciones cotidianas de la vida y de la calle, tales como el trabajo, las relaciones personales o el éxito y el fracaso. Y también nos mostró las grietas de una sociedad con unas desigualdades demasiado patentes.

En 1974, Springsteen estaba pasando por graves dificultades económicas y soportaba la presión de la casa discográfica CBS, que amenazaba con despedirle porque sus dos anteriores discos no obtuvieron las ventas esperadas. Pero en 1975, se publica Born To Run, el álbum más importante de su longeva carrera y que cambiaría para siempre su vida. Rápidamente, Born To Run se alzó con los primeros puestos en las listas musicales de la época, consiguiendo una enorme popularidad.

Una obra sencillamente magistral, rodeada de un alto componente sentimental y una fuerte carga emocional, en la que sobresale el excelente piano de y el saxo de Clarence “Big Man” Clemons.

Sin este disco, probablemente nadie le conocería y Bruce Springsteen subsistiría a duras penas, tocando en pequeños locales y clubs de Nueva Jersey. Afortunadamente para el rock, el destino quiso que no fuera así.

Las maratonianas e interminables sesiones de grabación que llevaron a cabo Springsteen y su banda, en las que repasaban incansablemente todas y cada de una de las cuidadas letras de Born To Run, se pueden clasificar de obsesivas. Resaltar la valiosa aportación de , que al lado de una en estado de gracia, hicieron posible que Born To Run alcanzara el estatus de legendario.

Centrándonos en el álbum, tercero de su discografía y grabado en los estudios “914 Sound” de Blauvelt y en los “Record Plant” de Nueva York, sale a la luz en Agosto de 1975 por el sello Columbia Records. Consta de ocho pistas y fue producido por el propio Bruce Springsteen, junto a Mike Appel y el prestigioso crítico musical , autor de la célebre frase “hoy he visto el futuro del rock y se llama Bruce Springsteen”. Este comentario, expresado por Landau en 1974, se produjo tras ver actuar a Bruce Springsteen en las proximidades de la Universidad de Harvard, cuando solamente tenía publicados dos discos y era prácticamente un desconocido.

Por supuesto que una mención especial, merece la amplia selección de músicos que dieron forma a este inolvidable trabajo, varios de ellos integrantes de la magnífica “E Street Band”: Bruce Springsteen (voz, guitarra, armónica), Richard Davis y Garry W. Tallent (bajo), Roy Bittan (piano, coros), (piano y órgano), (órgano), Suki Lahav (violín), y Ernest “Boom” Carter (baterías), Charles Calello y Steven Van Zandt (arreglos y coros), Mike Appel (coros), Wayne Andre (trombón), y David Sanbor (saxofón), (trompeta) y el virtuoso saxofonista , fallecido en 2011 víctima de un derrame cerebral, a los 69 años de edad. Clemons, fue un fiel compañero de ruta desde los inicios de Bruce Springsteen y se consolidó como un pilar fundamental de la “E Street Band”.

Abre el disco con esa joya que es “Thunder Road”, poseedora de una hermosa melodía y un espléndido piano, que mezclado con una delicada armónica, atrapa al oyente al primer contacto. Continúan con el aire soul de “Thent Avenue Freeze – Out” y la pura energía desatada en “Night”, a la que envuelve un fantástico saxofón de Clarence Clemons.

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Uno de los puntos culminantes, tendrá lugar con “”, otro de sus grandes hits, para seguir con el emblemático “Born To Run”, momento álgido, clásico entre clásicos y uno de los himnos más representativos de Springsteen, aparte de ser el tema que da nombre al LP. Una vez más, el saxofón de Clarence Clemons, cobra un protagonismo mayúsculo. Siguen con “She’s The One”, hasta llegar a los sutiles toques jazzísticos, que nos encontraremos en “Meeting Across The River”, gracias a la mágica trompeta que suena en su introducción.

Y que mejor manera de finalizar, que con ese auténtico diamante denominado “”, absolutamente hechizante su piano y muy elaborada instrumentalmente. El “solo” de saxofón que se produce a mitad de tema, cortesía de Clarence Clemons, permanecerá inalterable al paso del tiempo.

Su característica portada, en la que podemos visualizar a Springsteen apoyado en el hombro de Clarence Clemons, ya forma parte del recuerdo colectivo del rock. Como dato curioso, si nos fijamos en la guitarra que sostiene Bruce en la fotografía del álbum, todo parece indicar que se trata de una Fender Telecaster. Pero resulta que todavía no se ha aclarado si realmente es una Telecaster. En la portada de Born To Run podremos apreciar como en la pala se puede leer: Fender “Esquire”… pero la etiqueta, no está situada en el sitio correcto.

Las guitarras “Fender Esquire” se fabricaron por primera vez en 1953 y se dejaron de producir en el año 1970. Muchas de ellas, fueron vendidas como defectuosas por tener el logotipo mal colocado en la pala. Con el paso de los años, acabaron en manos de restauradores, que las modificaron y con una probabilidad muy alta, casualmente Springsteen la compraría… para beneficio del rock.

A raíz de este disco, Bruce Springsteen y su E Street Band, se embarcaron en una gira por Europa, en la que ejecutaron una soberbia actuación en directo en el Hammersmith Odeon de Londres en 1975.

Pero no todo fue alegría, en aquel momento, Bruce Springsteen se sentía muy molesto por la campaña promocional realizada para sus conciertos en Londres. Su mánager y la discográfica ordenaron que se pegaran unos carteles en los que se podía leer: “Por Fin Londres está preparada para Bruce Springsteen”. Profundamente incomodado, Bruce se dedicó a arrancar todos los posters que pudo por toda la ciudad.

Los analistas musicales de la época, sentados en la primera fila del auditorio Hammersmith, estaban preparados para ver a esa joven y emergente promesa del rock que estaba causando sensación en todo el mundo.

De algún modo, fueron para criticar a ese chico desaliñado que tocaba con su banda de la calle E. Al finalizar el evento, se recogieron las siguientes palabras: “Esto ha sido una pasada de concierto”. Bruce Springsteen salió victorioso y se convierte en un mito del rock. Con sudor, lágrimas y trabajo sin descanso, por fin lograba aquello por lo que tanto había luchado. Y como ya es costumbre, una de las leyes de este humilde blog, es recordar a los que tanto han hecho por la música.

En este show, nos encontraremos con temas pertenecientes a Born To Run y podremos sentir a la E Street Band en todo su esplendor, como en el genial “Rosalita (Come Out Tonight)”, “Spirit in the Night”, “Kitty’s Back”, el increíble “The E Street Shuffle” o “Detroit Medley”. Grabado en Noviembre de 1975, se publicó por primera vez en 2006, siendo rescatado del olvido por Springsteen.

Y así concluye esta aventura musical que tuvo como protagonistas principales a Bruce Springsteen y a su incombustible E Street Band, aquellos que un buen día se presentaron ante el mundo diciéndonos que habían nacido para correr. Miembros esenciales de esta querida familia del rock and roll y trovadores errantes de espíritu tenaz, recorrieron interminables carreteras en medio de la nada, conduciendo destartaladas furgonetas en busca de un futuro mejor.

Ya han pasado cuatro décadas desde su creación, pero en la actualidad, todavía nos siguen obsequiando con sus maravillosas canciones y sus colosales directos, representando con una pasión desmedida, la grandeza de este arte al que llaman rock and roll.

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Peter Green’s Fleetwood Mac Posted by Ruben.Borrajo on 6 noviembre, 2012

Lo cierto es que todo comenzó cuando un ya olvidado verano del 67, el padrino del blues blanco John Mayall, decide despedir de los Bluesbreakers a John McVie (bajo) y (batería), dada su pasión desmedida por el alcohol. Casi al mismo tiempo, también “invita” a irse al guitarrista Peter Green, ya que por aquella época, Eric Clapton optaba por retornar a los Bluesbreakers.

En 1967 y asociado con Jeremy Spencer, el legendario Peter Green fundaba “Fleetwood Mac”, una de las formaciones de blues más influyentes que ha visto nacer la historia musical contemporánea. Podemos considerar a Fleetwood Mac, como una banda camaleónica, ya que a lo largo de su longeva carrera, han sufrido constantes cambios en su alineación, siendo uno de los más representativos la incorporación del guitarrista Daniel Kirwan en 1970.

Otro de los factores que provocó una gran conmoción entre sus miembros, fue la enfermedad mental del guitarrista británico Peter Green, su líder indiscutible. Los fuertes brotes esquizofrénicos que Green padecía, junto a su tremenda adicción al LSD, le hicieron cometer auténticas excentricidades, como dejar la música y ponerse a trabajar de camarero, declarar el dinero como “maldito”, odiar profundamente la fama, deshacerse de toda su fortuna y cederla a la iglesia, o tratar de convencer a sus compañeros de Fleetwood Mac para que hicieran exactamente lo mismo. Según el testimonio del propio Peter Green, el motivo de todo esto fue porque “tuve un viaje y nunca regresé”.

A raíz de esta difícil situación, Peter Green abandona Fleetwood Mac en 1970, pero no se fue sin antes dejarnos obras memorables, como este sensacional álbum de debut al que bautizó como “Peter Green’s Fleetwood Mac”. Con este disco, Green y sus Fleetwood Mac obtienen un enorme éxito en el Reino Unido, colocándose rápidamente en los primeros puestos de las listas musicales de la época. Y así de esta manera, ya había comenzado la leyenda de Fleetwood Mac y el magistral guitarrista Peter Green, aquel que pudo situarse en el olimpo al lado de mitos de la talla de Jimi Hendrix o Eric Clapton, pero lo tiraría todo por la borda…

Centrándonos en el álbum, fue producido por Mike Vernon y publicado por el sello Blue Horizon en 1968, consta de 12 pistas y a excepción de un par de versiones, todas ellas son propiedad del dúo Peter Green / Jeremy Spencer. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes que hicieron posible este espléndido trabajo: Peter Green (guitarra, voz y armónica), Jeremy Spencer (voz, guitarra slide, piano), John McViey Bob Brunning (bajo) y Mick Fleetwood (batería). Algunos de ellos, como el bajista John McVie o Peter Green, procedentes de bandas fundamentales como los Blues Breakers de John Mayall.

Abre el disco en su cara 1 y sentiremos la atmósfera blusera con “My Heart Beat Like a Hammer”, en el que la espectacular guitarra de Green y la voz de Spencer cobran un protagonismo mayúsculo. Siguen con el ritmo relajado que imprimen a una bella balada llamada “Merry-Go-Round”, para acabar contagiándonos con los pegadizos ritmos de” Long Grey Mare”, gracias a su excelente armónica. También nos encontraremos otros temas realmente curiosos, como el caso del emotivo “Hellhound On My Trail”, invadido por un buen piano… mejor escucharlo. Llegará la extraordinaria versión del “Shake Your Moneymaker”, perteneciente al bluesman Elmore James y ya nos van preparando para lo que viene después. Cierran la primera parte con un suave “Looking for Somebody”.

La cara 2 empieza con toda la fuerza del blues, reflejada en “No Place To Go”, de Howlin’ Wolf. Otros cortes esenciales son “My Baby’s Good To Me”, impresionantes sus guitarras, la sensación de calma mostrada en “I Loved Another Woman”, un magnífico “Cold Black Night”, para pasar a un antológico “The World Keep On Turning”, en dónde Peter Green nos demuestra el porqué de su grandeza, para finalizar con el “Got To Move” de Elmore James. Y así concluye esta primera aventura musical cortesía de los Fleetwood Mac, en sus inicios caballeros del blues, que décadas después se decantaban por otros géneros tan diferentes como el pop.

Internado en un psiquiátrico de Londres, la carrera de Peter Green, “el único hombre que hizo sudar a B.B. King”, esta marcada por altibajos y por su imprevisible carácter derivado de su esquizofrenia. Genio musical de una altura sin precedentes, escribió clásicos del rock como “”, canción eterna que posteriormente popularizaba el guitarrista mexicano . A nuestro juicio, entre los temas de este “Peter Green’s Fleetwood Mac”, no hay puntos culminantes, ni momentos álgidos, ya que el virtuosismo incontestable de uno de los guitarristas de blues más importantes del siglo XX, lo rodea en su totalidad.

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Rory Gallagher – Rory Gallagher (Chrisalys 1971) Posted by javisuarezadmin on 9 noviembre, 2012

Después de realizar una soberbia actuación en el legendario “Isle Of Wight ” de 1970, aquel irlandés de fuego originario de la ciudad de Cork, decide separarse de la banda “Taste”, debido a diversos problemas relacionados con su mánager y por las continuas diferencias musicales existentes dentro de la formación.

Rory Gallagher y su grupo “Taste”, creado en Irlanda del Norte en 1966, obtienen un gran éxito en la escena musical de los años 1966 a 1970. Durante este período, nos dejaron dos álbumes espectaculares y reclutan una importante cantidad de fieles seguidores, entre los que se incluía el beatle John Lennon.

Desde el momento en que Rory Gallagher abandona “Taste”, experimenta una total libertad musical que le hace regresar a los estudios “Advision” de Londres. Acompañado del ingeniero Eddy Offord (que ya había trabajado con Rory en el segundo y último disco de Taste, llamado “On The Boards”) y después de unas cuantas sesiones de grabación, comienza a forjarse la historia de su primer álbum en solitario, incorporando simplemente su nombre completo en la portada.

Considerado como uno de los mejores y más finos guitarristas ya a finales de los sesenta, Gallagher se presenta como un extraordinario músico y compositor, tocando en este LP diversos instrumentos como el saxo alto, mandolina o la armónica. Una mención especial, merece su inolvidable compañía, formada por su amigo incondicional e inseparable bajista Gerry McAvoy, el baterista Wilgar Campbell y Vincent Crane al piano, los dos naturales de Belfast.

Centrándonos en el disco, fue producido por el propio Rory bajo el sello Chrysalis. Originalmente se publicó en 1971 y consta de diez pistas. En la edición remasterizada de 1999 por RCA, se añaden dos más.

Abre el disco con “Laundromat”, un incendiario blues-rock que nos dejará estupefactos, gracias a su ritmo endiablado y poseedor de uno de los riffs más recordados de los primeros setenta, marca de la casa. La maestría de Rory con su vieja guitarra Fender Stratocaster del 61, se hace evidente en “Hands Up” o la balada “For The Last Time”, con un sonido impecable. Realmente magnífico a la slide, el tema “Sinner Boy”, procedente de su anterior etapa con Taste.

Este debut de Rory Gallagher contiene cortes de distintos estilos, en los que habrá espacio para el romanticismo, como un melódico “I Fall Apart”, los acústicos “Just The Smile”, arropado solamente por timbales, el country reflejado en “It´s You”, o el “Wave Myself Goodbye”, en colaboración con el genial pianista Vincent Grane, que más adelante tocaría con grupos de la talla de Atomic Rooster o Arthur Brown.

Sobresalientes, los espléndidos ocho minutos de duración de “Can´t Believe It´s True”, en dónde Rory experimenta con el jazz tocando el saxo. Gallagher sentía una pasión desmedida por el jazz y era un acérrimo seguidor de Eric Dolphy y John Coltrane.

Los dos temas extra, pertenecen a Muddy Waters y , dos grandes figuras a las que Rory Gallagher admiraba. Las versiones increíbles del “Gypsy Woman”, de Muddy Waters, con el que venía de tocar en el mítico “The London Muddy Waters Sessions” y el clásico “It Takes Time” de Otis Rush, empleándose magistralmente con un puro blues de Chicago, quedarán marcadas a fuego en la memoria colectiva del rock.

Así concluye esta obra y el carismático guitarrista Rory Gallagher iniciaba su carrera en solitario. Nos obsequió con un álbum redondo, intimista y muy personal, con el que se comenzó a forjar una de las leyendas más queridas del rock and roll. Destacó por su humildad, por su estilo inconfundible y por sus antológicos shows en vivo llenos de adrenalina, en los que se podía apreciar desde el rock más duro y visceral, hasta las más bellas baladas o el blues más auténtico.

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Stephen Stills – Manassas Posted by Ruben.Borrajo on 13 noviembre, 2012

Cuando en 1971, el norteamericano Stephen Stills fundaba “Manassas”, aquella legendaria banda ya estaba destinada a coronar la cima del rock. Muy pocos adjetivos se nos ocurren para calificar este álbum. A nuestro juicio, lo podemos considerar como el fiel reflejo de la auténtica música americana. “Manassas”, es el mejor espejo en que los artistas de ayer y de hoy pueden mirarse.

La intención principal de Stephen Stills tras abandonar Crossby, Stills, Nash & Young, era crear un supergrupo de country rock que se basara en todos y cada uno de los aspectos de la música tradicional americana. En 1971, logró su objetivo y bautizó a la banda como “Manassas”. Exploraron magistralmente un amplio territorio sónico que comprende desde estilos como country, folk, latin jazz o rock, hasta llegar a la exquisitez del blues, bluegrass o el blues rock.

Y el resultado que obtuvieron fue sencillamente genial, dando lugar a uno de los álbumes dobles más importantes de la década de los setenta y de toda la historia del rock. Desde una humilde opinión, “Manassas”, resulta esencial para comprender la música americana de los 70.

Para la realización de este disco homónimo, Stephen Stills contó con la valiosa colaboración de músicos de la talla de Chris Hillman, un gran compositor, ex integrante de los Byrds y también miembro fundador de The Flying Burrito Brothers, Al Perkins componente de The Flying Burrito Brothers, a la voz y guitarras, Calvin “Fuzzy” Samuels (bajo), Paul Harris (piano), Joe Lala (percusión y voz) y Taylor (batería). Una mención especial merece el personal adicional, capitaneado por el Stone Bill Wyman (bajo), Sydney George (armónica), Jerry Aiello (piano, órgano), Roger Bush (bajo acústico) y Byron Berline (violín).

Una inolvidable selección de músicos, entre los que se encontraba el excelente violinista de bluegrass Byron Berline, que grabó con artistas del nivel de Bob Dylan, , , The Band o los Byrds. Centrándonos en el disco, grabado en los “Criteria Sound Studios” de Miami, se publicó en abril de 1972 por el sello Atlantic Records. Fue producido por el propio Stephen Stills, Chris Hillman y Dallas Taylor. En su edición original consta de 21 temas divididos en cuatro partes, que abarcan diferentes géneros como el country, folk, blues o rock, correspondiéndose cada una con las cuatro caras de los vinilos.

La primera parte titulada “The Raven”, es una combinación de rock y sonidos latinos, incluyendo magníficos temas como “Song Of Love”, en dónde las guitarras del dúo Stills / Hillman cobran un protagonismo mayúsculo. El extraordinario meddley “Rock & Roll Crazies /“Cuban Bluegrass”, atrapará al oyente al primer contacto. Otras pistas reseñables son “Anyway” y un glorioso “Both Of Us (Bound To Lose)”, con una jam final realmente soberbia.

Con la segunda parte “The Wilderness”,vnos transportan a un maravilloso viaje al viejo oeste, gracias al country / bluegrass mostrado en “Fallen Eagle” (fantástico y pegadizo su impecable violín) y unas joyas de incalculable valor: “Jesus Gave Love Away For Free”, un genuino country rock “Colorado”y un antológico “So Begins The Task”.

La tercera parte, “Consider”, rodeada en su totalidad de folk y folk rock, destacaremos el memorable hit “It Doesn’t Matter”, Johnny’s Garden, “How Far”, “Move Around”, y “The Love Gangster” (canción en la que toca Bill Wyman, el bajista de los Stones).

La cuarta parte, denominada “Rock & Roll Is Here To Stay”, está impregnada de un genial blues rock, conteniendo cortes de una gran calidad como “The Treasure”, absolutamente épicos sus ocho minutos de duración, “Right Now”, “What To Do” o el espléndido acústico “Blues Man”, que cierra el álbum y en dónde Stephen Stills nos demuestra el porqué de su grandeza. Este último tema, fue dedicado a la memoria de los tristemente fallecidos guitarristas Jimi Hendrix, y Al Wilson.

Su curiosa fotografía de portada, en la que podemos visualizar a la banda de pie, bajo el cartel de una estación de ferrocarril, fue tomada en la localidad estadounidense de Manassas (Virginia). Y así finalizaba el recorrido de Manassas por la música y cultura popular americana, obsequiándonos con una obra perfecta de principio a fin, situándose como una referencia inexcusable de la época dorada del rock. Posteriormente, esta formación estadounidense anunciaba su disolución definitiva en 1973, por diversos problemas relacionados con la publicación de su segundo LP “Down The Road”. Quizás tuvieron una carrera corta, pero lo suficientemente intensa como para dejarnos un álbum que sigue y seguirá, brillando con luz propia en el centro de este universo infinito al que llaman rock and roll. 24

KGB (MCA 1976) Posted by javisuarezadmin on 16 noviembre, 2012

A mediados de la década de los setenta, algunas de las estrellas más representativas de la historia de la música rock se unen para formar una gran banda denominada “KGB”.

Carol Clerk, una de las primeras mujeres periodistas de la industria del rock, era una amante y fiel defensora de las formaciones musicales pertenecientes a la vieja escuela. Se le recuerda constantemente por sus trabajos en la prestigiosa revista musical “Melody Maker”. En su momento, define con estas palabras al grupo: “KGB era un supergrupo de supergrupos, la crème de la crème, un colectivo de mediados de los setenta con algunos de los músicos más impecables de Inglaterra y de los Estados Unidos”.

KGB estaba constituida por verdaderos talentos musicales, como Carmine Appice, acreditado como uno de los bateristas pioneros del heavy-rock, que formó parte de grupos legendarios, más bien orientados hacia este estilo como Vanilla Fudge, Cactus o los “Beck, Bogert & Apicce”, una banda creada por el héroe de la guitarra Jeff Beck. Otro pilar esencial fue el bajista Ric Grech (ex Blind Faith, Family, Ginger Baker´s Air Force o Traffic).

Ray Kennedy fue su vocalista, quizás el menos conocido, pero atesoraba un enorme virtuosismo, aportando colorido con su voz y demostrando ser un excelente músico y compositor. Arropados por unos acompañantes de lujo, como Barry Goldberg (teclados) y el genial guitarrista Mike Bloomfield, conformaron este supergrupo en 1976.

Centrándonos en el álbum, fue producido por Jim Price y grabado para la MCA Records en los estudios Village Recorders West. L.A en California. En 2005, sale a la luz pública la redición en CD por el sello Lemon Recordings. Contiene diez temas entre los que podemos encontrar variedad de estilos, sobresaliendo el clásico “Sail On Sailor”, compuesto por el carismático líder de los Beach-Boys, Brian Wilson y Ray Kennedy para el disco “Holland” de 1973. Y “Sail On Sailor“ fue magistralmente versionada por KGB, con un espléndido trabajo de Mike Bloomfield a la guitarra.

“Let Me Love You” abre el LP, convirtiéndose en uno de los clásicos inmortales junto a “It´s Gonna Be A Hard Night”, en el que imprimen un impresionante ritmo funky, con unos sensacionales punteos de Bloomfield, unos buenos coros y en cierta medida, siguiendo el estilo musical característico de mediados de los setenta.

El reggae hace acto de presencia en “Workin´For The Children”, co-escrita por Goldberg y Bloomfield. Y también habrá espacio para baladas muy bellas como “You´ve Got The Notion”, interpretada con gran acierto e incorporando la Steel Guitar por parte del maestro Mike Bloomfield. La eterna “I´ve Got A Feeling” de Lennon-McCartney es magníficamente versionada gracias a la voz de Ray Kennedy y al virtuosismo de un grupo perfectamente engrasado.

El resto de cortes no tienen la brillantez de los anteriores, pero si hay que destacar que musicalmente hablando son extraordinarios y están ejecutados de manera soberbia, como las baladas melancólicas “Midnight Traveler”, “Baby Should I Stay Or Go”, la épica “High Roller” o “Magic In Your Touch”, que cierra el disco

Su curiosa portada, en la que podemos visualizar unos paracaidistas en pleno salto y con el símbolo de un lobo feroz, fue obra del fotógrafo Jim McCrary y el diseñador Mike Schwarb.

KGB simplemente fue una reunión de amigos, amantes de la buena música que por supuesto no tuvo las expectativas deseadas. Posteriormente, tendrían continuidad con un segundo LP llamado “Motion”, pero ya sin el bajista Grech y sin Mike Bloomfield, que abandonaron el grupo nada más acabar la grabación de este primer trabajo. Pero fue suficiente para crear una música solamente a la altura de los más grandes.

En la actualidad KGB se sitúa como una obra de culto, que gana calidad con el paso del tiempo y que permanece como una rareza y codiciada pieza dentro del universo melómano, siendo un álbum muy buscado entre los coleccionistas del rock and roll.

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Fenton Robinson- Somebody Loan Me A Dime (Alligator 1974) Posted by javisuarezadmin on 20 noviembre, 2012

En 1971, Bruce Iglauer funda en Chicago el sello independiente de blues “Alligator Records”, debido a la negativa de Bob Koester, el dueño de la “Delmark Records”, a grabar un álbum para el legendario “Hound Dog Taylor & The Houserockers”, siendo este disco el primero grabado en Alligator Records.

Nadie se imaginaba la transcendencia que esta casa discográfica llegaría a adquirir con el paso del tiempo, teniendo un papel muy importante en la historia del blues eléctrico de Chicago y del blues en general. Y así se forjaba la leyenda del inigualable sello del caimán, aquel que albergó bajo sus voraces fauces a varios mitos del blues, rescatando a viejos bluesman del olvido y dando a conocer futuras estrellas emergentes, poniendo de manifiesto la modernización de este arte y especializándose en blues contemporáneo.

Uno de estos músicos fue el guitarrista y cantante Fenton Robinson, uno de los bluesman más finos y creativos del blues moderno de Chicago, autor en 1967 del célebre estándar “Somebody Loan A Dime”. Este tema fue popularizado por en 1969, en compañía del genial guitarrista Duane Allman. Nos dejaron una versión absolutamente magistral, pero se vio inmersa en multitud de problemas legales, ya que se atribuyó a Boz Scaggs por error.

Fenton Robinson como otros muchos músicos de blues, nace en Mississippi en 1935. Después de peregrinar por Memphis, Arkansas, Lousiana o Texas, finalmente recala en Chicago en 1962.

Posteriormente, sale a la luz pública su primer single, “Tennesse Woman” que le proporciona cierta fama. Gran admirador de T-Bone Walker, pronto se hace con un lugar relevante en la escena musical del Chicago de los sesenta, junto a otros ilustres como Sonny Boy, Junior Wells y Otis Rush. Fenton Robinson toca constantemente en los clubs más emblemáticos de Chicago, como el “Pepper´s“, el “Walton´s Corner”, “The Silver Moon” o el “Ma Bea´s” en dónde se convierte en un habitual del blues eléctrico de Chicago.

Pero no sería hasta 1974, cuando firma por el recién creado “Alligator Records” grabando con verdadero éxito el magnífico “Somebody Loan Me A Dime”, todo un clásico del blues y rodeado de músicos veteranos como el guitarrista Mighty Joe Young, el bajista Boyson, el baterista Tony Gooden o el tecladista Bill Heid, arropados por una espléndida sección de vientos capitaneada por el saxofonista Dave Baldwin.

Centrándonos en el álbum, fue producido por Fenton Robinson y Bruce Iglauer. Se grabó en los “Sound Studios” de Chicago y contiene once pistas, en su mayoría composiciones propias.

Abre con “Somebody Loan Me A Dime”, que da nombre al disco, y dónde nos muestra un blues modesto, sencillo y sensible que solamente Fenton lograba aplicar a sus composiciones. Continúa con otros clásicos como “The Getaway”, “Going To Chicago” o el espectacular “You Say You´Re Leaving”, respaldado por una fantástica sección de vientos y acercándose al blues-jazz, gracias a su peculiar e inconfundible técnica a la guitarra.

Un extraordinario tema del más puro estilo Chicago y clásico entre clásicos es “You Don´t Know What Love Is” al igual que “Country Girl” con buen acompañamiento al piano. Otros impecables cortes que completan esta obra son “I´ve Changed”, “Gotta Wake Up” y la excelente versión de “Texas Flood”, que cierra el disco.

Fenton Robinson alcanzó por méritos propios la categoría de “héroe del blues de Chicago”, poseedor de una voz suave y bella, se consolidó como un maestro a la guitarra de estilo único, que nos dejó álbumes memorables durante la década de los setenta. Entre sus fieles seguidores, se encontraban reputados músicos como los tejanos o Stevie Ray Vaughan.

Una vez más, el infortunio se cebó sobre la figura de Fenton Robinson. En 1997 fallece víctima de un cáncer y el blues pierde a uno de sus célebres artistas. Pero no se fue sin antes obsequiar con un legado imperecedero a los amantes de este gran género que es el blues.

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Jesse “Ed” Davis – ¡Jesse Davis! Posted by Ruben.Borrajo on 23 noviembre, 2012

Descendiente directo de las tribus y “Muscogee Creek”, el guitarrista indio Jesse “Ed” Davis” es considerado un héroe por la gran mayoría de los jóvenes nativos americanos.

Nacido en 1944 en la ciudad de Norman (Oklahoma) y criado en una reserva india, desde su infancia comienza a sentir verdadera pasión por mitos del rock como Chuck Berry o Elvis Presley. Con el paso del tiempo y gracias su fantástica técnica a las seis cuerdas, Davis se consolida como un extraordinario guitarrista de sesión, haciéndose con un lugar importante dentro de la escena musical de la década de los sesenta y primeros setenta.

De memorables, se pueden calificar sus estelares colaboraciones con varias de las estrellas más transcendentales de la historia del rock, siendo muy recordado por formar parte de la banda del bluesman y por sus espectaculares apariciones en eventos como el “Rock And Roll Circus” de los Rolling Stones en 1968, o el festival benéfico de 1971 “The Concert For Bangladesh” organizado por George Harrison.

En 1971, Jesse Davis decide emprender su carrera en solitario, obsequiando a la comunidad musical con este álbum de debut homónimo, con un exquisito sabor a blues rock. Al margen de esto, también es un disco altamente codiciado por los coleccionistas de rock. Alquilando el estudio de grabación para un fin de semana, las sesiones se vieron inmersas en un ambiente extremadamente turbulento, fluyendo de manera habitual sustancias no permitidas…

Centrándonos en el álbum, que contiene ocho pistas, se grabó en los “Olympic Sound Studios” de Londres en 1970 y fue publicado por el sello Atco en 1971. Destacar que una buena parte de los temas que se incluyen en esta obra, fueron compuestos por Jesse Davis.

Una mención especial merece el legendario personal que participó en este álbum: Eric Clapton y Joel Scott Hill (guitarras), y Steve Thompson (bajo), , John Simon, , Ben Sidran y Larry Pierce (teclados y piano), (ex Byrds y The Flying Burrito Brothers), , Bobby Lee Jones, , Venetta Fields, Nickey Barclay, Maxine Willard Waters, Merry Clayton (voces), Patt Daley, Jackie Lomax, Pete “Big Boy” Waddington, Alan Yoshida, Sanford Konikoff y (percusión), Steve Mitchell, Bruce Rowland, Alan White, Chuck Blackwell (baterías), , Tommy Oliver, Frank Mayes, Jerry Jumonville (saxofón) Jim Gordon (saxo, clarinete) y Darrel Leonard (trompeta).

Algunos de ellos, como el pianista de jazz Ben Sidran, produjeron posteriormente a talentos musicales como Paul Pena.

Abriendo el disco, nos encontraremos con “Reno Street Incident”, excelente tema marcado por un ritmo de guitarra incesante. Otras pistas como “Tulsa County”, el frenético “Every night is saturday night”, “You belladona you”, o “Golden Sun Godness”, llevan el sello inconfundible de Mr. Eric Clapton.

Llegará el momento álgido, con el magnífico “Washita Love Child”, que sin dudarlo ni un instante, es el mejor tema del LP. Nuevamente, Eric Clapton sensacional a la guitarra. Reseñaremos el corte “Crazy Love”, una espléndida versión perteneciente al irlandés Van Morrison, que cierra el disco.

Y así concluye la primera aventura musical del semidesconocido Jesse Edwin Davis III, un virtuoso de la guitarra slide, que según cuentan, fue una las fuentes de inspiración para el mismísimo Duane Allman.

Desafortunadamente, las campanas de muerte resonaron una vez más en el universo del rock and roll. Un maldito 22 de Junio de 1988, el cuerpo sin vida de Jesse Davis es encontrado en un lavadero de Venice (California), debido a una sobredosis de heroína. Tenía 43 años. Quiero creer en las remotas tradiciones ancestrales indias y que su espíritu se mantendrá eterno, situándose como un acompañante de lujo, al lado de los genios más grandes que ha dado el rock.

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Chicken Shack – 100 Ton Chicken (Blue Horizon 1969) Posted by javisuarezadmin on 27 noviembre, 2012

En la segunda mitad de la década de los sesenta, surgen en Inglaterra un gran número de bandas, en la mayoría de los casos poseedoras de una calidad extraordinaria, que dieron origen de manera instantánea, a una corriente musical que se bautizaba con el nombre de” british-blues”, o “british-rock-explosion”.

Una buena parte de estas formaciones tuvieron una gran reputación, pero inexplicablemente pasaron a un segundo plano, siendo eclipsadas por grupos más conocidos y de renombre, o simplemente porque fueron desplazadas por música con una orientación mucho más comercial, que sonaba en aquellos años.

Una de estas históricas agrupaciones fue “Chicken Shack”, capitaneada por el virtuoso guitarrista y compositor , que acompañado por al bajo, Alan Morley a la batería y Christine Perfect a la voz y teclados, fundaban una de las bandas más sólidas del panorama musical de los finales de los sesenta y principios de los setenta.

Con el curioso título “100 Ton Chicken”, presentaban su tercer álbum bajo el emblemático sello discográfico “Blue Horizon” en la primavera de 1969, tras la marcha Christine Perfect para casarse con el legendario bajista de los Fleetwood Mac, John McVie.

Christine Perfect se consagra como una de las vocalistas más destacadas de la época, según la popular revista musical Melody Maker, que aparte de cantar, componer y llevar los coros, tocaba el teclado. Se situó como un pilar fundamental de los Chicken Shack en sus dos primeros álbumes, mostrándonos su innegable calidad en temas como la magnífica versión de : “I´d Rather Go Blind”.

Inmediatamente después de que Christine abandonara Chicken Shack, fue sustituida por , quedando conformado el grupo con Stan Webb (voz y guitarra), Andy Silvester (bajo), Dave Bidwell (batería, congas) y el antes mencionado Paul Raymond (órgano y piano).

El álbum fue grabado en los Barry Morgan´s Studios ubicados al norte de Londres. Cambiaron el lugar de grabación por primera vez desde sus trabajos anteriores, sin duda una decisión rápida, pero meditada por Stan Webb. Una gran idea, quizás un cambio brusco, pero con el que Chicken Shack daba un giro totalmente inesperado, que les proporcionó un sonido más duro, distinto y contundente.

Bajo la producción del ilustre Mike Vernon, el disco original incluye once temas. En 2012, sale a la luz una nueva redición por el sello Talking Elephant Records y se le añaden dos pistas más: “The Things You Put Me Through” y el eterno “Night Life”, co-propiedad de .

Y entre composiciones propias, en esta obra nos encontraremos con excelentes versiones en la línea blues de Freddie King como “Look Ma, I´m Crying”, Clarence Carter con “Weekeng Love”, el clásico de “Reconsider Baby” o “Midnight Hour” de Clarence “Gatemouth” Brown.

En temas de auténtico blues, como “The Way It Is” o “Horse And Cat”, Stan Webb realiza un trabajo realmente soberbio a la guitarra y a la voz. Arropado por una más que aceptable sección rítmica, el disco contiene joyas como la semi-jam “Evelyn”, la maravillosa balada “Tears In The Wind” o la acústica “Anji” entre otras.

Chicken Shack tiene una discografía espléndida, repleta de álbumes mágicos, aunque menos conocida por el gran público, posiblemente fue una de las bandas con menos reconocimiento por parte de los analistas, pero de las más estables y enérgicas.

Y el artífice de todo esto, fue un trabajador incansable que responde al nombre de Stan Webb, convirtiéndose por méritos propios en uno de los mejores guitarristas de la escuela británica, dejándonos momentos sublimes en la historia del blues rock.

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Alan Haynes – Wishing Well Posted by Ruben.Borrajo on 30 noviembre, 2012 Dentro del complejo universo musical podemos distinguir entre dos grandes circuitos: el comercial y el alternativo. El comercial es aquel que todo el mundo conoce y en el que un músico vende sus álbumes a una casa discográfica, para que los distribuyan, los promocionen y lleguen en condiciones óptimas a un determinado público para que los pueda comprar.

En un elevado porcentaje de casos, el sendero comercial descuida factores esenciales como la calidad de los discos o el estado anímico del artista. Salvando contadas excepciones, las multinacionales someten a una presión extrema al músico, exigiéndole constantemente que publique un disco o realice una gira en una fecha concreta. Lo único que importa es que el álbum venda, da igual como suene, quien toque o el tiempo que lleve su producción. Que venda y punto.

Al otro lado del inmenso cosmos sónico, nos encontraremos con el atractivo circuito alternativo, que ha sido creado por aquellos músicos que no quieren ser títeres en manos de poderosos ejecutivos trajeados y a los que tanto les da vender discos que sujetadores. En la gran mayoría de ocasiones, estos geniales artistas son mucho mejores que los que fluyen habitualmente por el panorama comercial.

Y así es el extraordinario guitarrista tejano Alan Haynes, un semidesconocido rey de las seis cuerdas y uno de los máximos exponentes de lo alternativo, por el que sentimos especial admiración. Nacido en 1956 en Houston (Texas), desde su infancia comienza a interesarse por el blues, influenciado por mitos como B.B. King, , Albert King o Freddie King.

Posteriormente, se une a la “Texas Boogie Band”, como guitarrista principal de la banda, al lado del bajista Tommy Shannon, que ya había tocado con Johnny Winter y que años más tarde se uniría a los Double Trouble de Stevie Ray Vaughan. Liderando la “Texas Boogie Band”, esta formación rápidamente se hace muy popular a nivel local y le permite abarcar un sector de público más amplio. Y Alan Haynes ya es considerado uno de los más espectaculares guitarristas del “”…

Su carrera profesional se inicia en 1970, trabajando con leyendas del blues como Johnny Winter, John Lee Hooker, The Fabulous Thunderbirds, Albert King, , , Otis Rush o Stevie Ray Vaughan. Posteriormente, decide formar su propio grupo, “Alan Haynes And the Stepchildren”, con el que graban su primer EP llamado “Seventh Son” y acompañado por el virtuoso batería “Uncle” John Turner, que ya había colaborado con el legendario bluesman Johnny Winter.

Centrándonos en el álbum, segundo en su discografía y al que bautizaron como “Wishing Well”, fue publicado en 1994 por el sello Focus Records y consta de once pistas. Impregnado de un exquisito sabor a Texas Blues, nos encontraremos con magníficos cortes como la bella balada “Everynight and Everyday”, “Here in the Dark”, “Knocking at your door”, “Mean Old World” o el “Wishing Well”, un espléndido blues, que hace los honores a este género al que llaman “la música del alma” y que también da nombre al disco.

Como ya es costumbre, haremos una mención sobre el personal que hizo posible este disco: Alan Haynes (guitarra y voz), Reese Wynans (teclados), los ex Double Trouble Tommy Shannon (bajo) y (batería), el ex componente de “The Fabulous Thunderbirds” Preston Hubbard (bajo) y George Rains (baterías).

Concluye esta obra, pero Alan Haynes sigue ofreciendo conciertos asiduamente en el Joe’s Generic Bar de Austin (Texas), deleitando al público con su particular visión musical y su maestría a la guitarra. No con mucha frecuencia, suele realizar alguna que otra gira por Europa, sobre todo en Alemania y Dinamarca, países en dónde tiene una gran cantidad de fans. Quizás el único hándicap de Haynes, sea conseguir sus discos, ya que para ello, es mucho más fácil dar un paseo cualquier noche por el Joe’s Generic Bar, ver sus actuaciones y con un poco de suerte, nos lo regalará.

Fiel a sus ideas y poseedor de un espíritu rebelde que le hace luchar contra la comercialidad, Alan Haynes es un músico auténtico que no necesita mansiones de lujo, ni vehículos caros, ni tan siquiera hospedarse en hoteles de cinco estrellas. Lo único que precisa es su guitarra, un par de amigos y un lugar acogedor dónde tocar blues, cuando quiera y con quién le apetezca. 29

Stone The Crows – Ontinuous Perfomance (Polydor 1972) Posted by javisuarezadmin on 4 diciembre, 2012

A comienzos de la década de los setenta, se forma en la ciudad obrera de Glasgow (Escocia), “Stone The Crows”, una de las grandes bandas de rock-blues inglesas, descubiertas por el emblemático productor de los Led Zeppelin, Peter Grant.

Los integrantes de Stone The Crows, poseían una gran calidad musical y estaban liderados por la sensacional vocalista , el guitarrista Leslie Harvey, el bajista Jim Dewar, el batería Colin Alen y John McGinnis a los teclados. En 1970, editan en tiempo récord dos álbumes, con los que obtienen cierto éxito, pero escaso número de ventas. Como dato anecdótico, reseñar que el guitarrista Leslie Harvey era el hermano pequeño de , fundador de la legendaria banda de glam-rock “The Sensational Alex Harvey Band”.

Por aquella época, la espectacular vocalista Maggie Bell es frecuentemente comparada con Janis Joplin, debido a su fuerza vocal e interpretativa. Por otra parte, Leslie Harvey es considerado como uno de los más destacados guitarristas de su tiempo. Tras su tercer álbum “Teenage Licks” de 1971, Maggie Bell es proclamada mejor solista inglesa en 1972. Pero en esta etapa, sufren constantes cambios en su formación, el bajista McGinnis y el tecladista Dewar, son remplazados por Stephen Thompson (ex – Mayall) y Ron Leahy. Toda esta conjunción de desfavorables factores, unido a un desafortunado percance, truncan el futuro prometedor de la banda…

Durante un concierto en la Universidad de Swansea, el guitarrista Les Harvey se electrocuta con un micrófono que le causa la muerte. Impactados por el terrible suceso, el grupo anuncia su disolución definitiva…

Pero la fuerte personalidad de Maggie Bell, le lleva a rehacer la banda, sustituyendo al tristemente fallecido Les Harvey por Jimmy McCulloch, un virtuoso y joven guitarrista procedente de los “”. Jimmy se situó como un pilar fundamental de los Stone The Crows, ayudándoles a terminar el disco “Ontinuous Perfomance”, obra inacabada por el desaparecido Les Harvey.

Centrándonos en el álbum “Ontinuous Perfomance” es el último disco grabado en estudio por The Stone the Crows, producido por y Peter Grant para el sello Polydor. Incluye siete pistas y no llega a los cuarenta minutos de duración. Y por supuesto, haremos una mención especial sobre la histórica alineación que completaría la obra póstuma de Les Harvey: Maggie Bell (voz), Jimmy McCulloch (guitarra), Ron Leahy (teclados), Steve Thompson (bajo) y (batería).

Abre el disco con “On The Highway”, en dónde sobresalen los teclados y la poderosa voz de Maggie. Continúan con una bella balada “One More Chance” para pasar al puro blues reflejado en “Penicillin Blues”, con un buen trabajo de Les Harvey a la Slide. Seguidamente, un delicado instrumental “King Tut”. Originalmente, la cara B empieza con “Good time Girl” uno de los cortes más rítmicos y por primera vez, la guitarra de Jimmy McCulloch cobra un protagonismo mayúsculo, arropado por una magnífica sección de vientos a cargo de Roger Ball y Malcolm Duncan.

“Niagra” es una de las canciones centrales del LP, a nuestro juicio el último gran trabajo de Les Harvey en la segunda parte del tema. Finalizan con la balada “Sunset Cowboy”, posiblemente dedicada a Harvey, al igual que el resto del disco.

En 2007 se publica un DVD llamado “In Concert, Beat Workshop”, grabado en Alemania en 1973, en el que podremos visualizar la grandeza de la banda. Debido al bajo número de ventas y a los diversos conflictos que los rodearon, los Stone The Crows tuvieron que poner punto y final a su corta, pero palpitante carrera. Posteriormente, cada componente siguió su propio camino, Maggie Bell grabó en solitario con Jimmy Page un excelente álbum, McCulloch se incorporó a los “Wings” de Paul McArtney y Collin Allen formó parte de la banda de rock progresivo “Focus”.

Y como expresó el prestigioso historiador musical Jordi Serra i Fabra: <>

Ya sobran todas las palabras.

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Buffalo Springfield – Buffalo Springfield (Atco 1966) Posted by Ruben.Borrajo on 7 diciembre, 2012

Originarios de , los estadounidenses Buffalo Springfield son considerados como una banda de culto desde el primer momento que salen a la luz pública. Por sus filas han pasado mitos del rock de la talla de Stephen Stills o el inolvidable canadiense Neil Young.

Lo cierto es que todo se inició durante un encuentro fortuito en el Greenwich Village de Nueva York y que tuvo como protagonistas principales, al cantante Richie Furay y al tejano Stephen Stills. Posteriormente, se asocian con Neil Young y crean “Buffalo Springfield” en 1966. Tuvieron una corta, pero intensa trayectoria de dos años en la que sentaron cátedra dentro del folk rock y el country rock. Buffalo Springfield nunca ha sido un grupo de masas, ni de gran éxito comercial, pero poseían una extraordinaria calidad musical que influenció a multitud de formaciones venideras gracias a su peculiar e innovador estilo.

Buffalo Springfield, también sirvió para lanzar a varios de sus integrantes hacia el estrellato del panorama rock, en especial al dúo Stills / Young. Y tomando el nombre de una marca de apisonadoras, los Buffalo Springfield debutan con este primer álbum homónimo por un ya lejano 1966, alcanzando una gran popularidad en la escena musical de la época.

Centrándonos en el disco, la edición original se publica en 1966 por el sello Atco e incluye 12 pistas. Curiosamente, en Marzo de 1967 editan una nueva redición estéreo en la que sustituyen el tema “Baby, don’t scold me”, por el inmortal “For what it’s worth”, canción escrita por un genio cuya creatividad no entiende de límites y que responde al nombre de Stephen Stills.

Como ya es costumbre, haremos mención al legendario personal que moldeó esta obra: Richie Furay (voz y guitarra), Dewey Martin (batería y voz), Jim Messina, Jim Fielder y Bruce Palmer (bajo), Stephen Stills (guitarra, teclados, voz), Doug Hastings y Neil Young (guitarra, armónica, piano y voz).

Clásico entre clásicos y tema central, abre el álbum con “For what it’s worth” (por lo que vale), escrita por Stephen Stills, se forjó en un tiempos extremadamente turbulentos y cargados políticamente, en el que factores como la guerra del Vietnam impregnaban el ambiente de tensión y nerviosismo. Instantáneamente, se convierte en todo un himno generacional y en una canción protesta que fue usada de manera habitual, pero erróneamente atribuida en temáticas referentes a los conflictos bélicos.

Según declaraciones de Stephen Stills, las letras de “For what it’s worth”, están relacionadas con los violentos métodos empleados por la policía durante una manifestación pacífica en el Sunset Strip de Los Ángeles. Una parte de la sociedad, se rebelaba contra el cierre inminente del club “Pandora’s Box” uno de los locales más emblemáticos de la zona. El Sunset Strip, era el centro neurálgico de la vida nocturna de Hollywood y un importante punto de reunión para la contracultura de aquellos tiempos.

Al margen de esto “For what it’s worth”, también se utilizó como BSO de películas como “Forrest Gump” o “El Señor de la guerra” protagonizada por Nicolas Cage.

Otros temas de excelente factura y con cierto aire country son “Pay the Price” y “Go and Say Goodbye”. Llegará nuestro querido blues con “Hot Dusty Roads” y sentiremos la magnífica voz de Richie Furay y la maestría de Neil Young en joyas como “Flying on the ground is wrong” “Burned” o “Out of My Mind”.

Y así concluye esta aventura musical de los fugaces Buffalo Springfield por los designios del rock and roll. El infortunio, se cebó una vez más sobre sus componentes, el bajista Bruce Palmer fallecía en 2004 víctima de un ataque cardíaco, al igual que el batería Dewey Martin, en 2009.

Debido a las continuas discusiones entre Young y Stills y a los constantes problemas con las drogas del bajista Bruce Palmer, el grupo anunciaba su disolución definitiva en 1968. Pero a Buffalo Springfield, le fue suficiente un par de años, tres álbumes y una pequeña canción, para situarse como una de las bandas más recordadas, prestigiosas e históricas que ha visto nacer el rock.

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Jimmy Johnson Band – Johnson´s Whacks (Delmark 1979) Posted by javisuarezadmin on 11 diciembre, 2012

Como otros muchos grandes bluesman de la historia, Jimmy Johnson nace en 1928 en la localidad de Holly Springs (Mississippi), un estado fundamental para comprender la música blues, que tan amplio legado nos ha dejado.

Como en la mayoría de los casos de músicos de blues, desde muy temprana edad comienza a tocar instrumentos como el piano y la guitarra, empapándose de ese estilo afro-americano y espiritual que es el góspel. Posteriormente decide trasladarse a Chicago, dónde rápidamente destaca como un bluesman pasional y un cantante singular.

Durante los años sesenta, tuvo sus propias bandas, colaboró con infinidad de artistas y en innumerables álbumes, pero tocando rythm and blues en una buena parte de ocasiones. En la década de los setenta, decide dar el gran paso, incorporándose a legendaria banda de Jimmy Dawkins, tocando blues, que de alguna manera era su auténtica devoción.

Después de su gira épica por el país del sol naciente en el verano de 1976, tocando en la banda del incombustible Otis Rush, del cual quedaría como testimonio el clásico en directo, “Live In Concert” y de colaborar con estrellas consagradas como Buddy Guy, Jimmy Dawkins o Louis Myers, Jimmy Johnson inicia su carrera en solitario, quizás algo mayor, alrededor de los cincuenta años de edad.

Centrándonos en el disco,producido por Bob Koester, se graba a finales del 78 y principios del 79 por “Delmark Records”, un sello esencial para el blues y el jazz. Contiene diez pistas, sin el más ningún desperdicio, con temas muy personales e intimistas, en dónde reflejan su maestría a la guitarra, en algunos casos incendiaria.

Obtuvo multitud de críticas favorables y el tan ansiado reconocimiento por parte de los analistas del mundo del blues. Después de salir publicados los volúmenes clásicos de Alligator “Living Chicago Blues”, Jimmy encuentra su sitio, quizás un poco tarde, tras pasar toda una vida por las carreteras de los Estados Unidos, Europa y otros lugares del mundo, acompañando a un buen número de artistas y amigos.

Una mención especial, merecen los músicos de la Jimmy Johnson Band: el fantástico pianista Carl Synder, el bajista Ike Anderson, Dino Alvarez (batería), Rico McFarland (guitarra rítmica) y Jerry Wilson (saxo tenor).

En el álbum nos podemos encontrar temas de diversa índole, marcados por la corriente musical del blues del momento como el que abre el disco “The Twelve Bar Blues” o “I Stand Alone”, de estilo Funky “Slamming Doors” o “Jockey Sports”, del más puro estilo blues de Chicago como “Ashes In My Ashtray”o el clásico “StranGe How I Miss You (When I Haven´t Even Lost You Let)”.

Una de las canciones más recordadas del álbum es la magnífica versión del estándar de Jazz “Take Five”, que allá por los años sesenta, inmortalizaría para siempre el recientemente fallecido Dave Brubeck. En esta versión, nos obsequian con un extraordinario trabajo a la guitarra y al piano por parte de Carl Synder y que unidos a temas como el divertido country “Drivin´Nails In My Coffin” y la triste balada “I Need Some Easy Money”, nos dejan un álbum que es considerado un clásico.

Jimmy Johnson fue un trabajador incansable, que afortunadamente sigue estando entre nosotros, pese a sus altibajos y al terrible accidente sufrido por él y su banda a principios de los ochenta, trágico suceso en dónde perecieron dos de sus integrantes, quedando el resto malheridos.

En la actualidad, continúa dedicándose a su verdadera pasión: el blues…

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The Outlaws – The Outlaws (Arista Records 1975) Posted by Ruben.Borrajo on 14 diciembre, 2012

Sucedió hace ya treinta y siete años, cuando cinco inolvidables forajidos que respondían al nombre de “The Outlaws”, se presentaban ante el mundo dejándonos uno de los álbumes más espectaculares, emblemáticos e históricos que ha visto nacer el denominado “rock sureño” o “southern rock”. En cuanto llegue a tus oídos, de manera instantánea pasará a formar parte de esa colección a la que valoramos como “un disco para el recuerdo”.

Originarios de Tampa (Florida), los Outlaws se constituyen como grupo musical en 1972, siendo capitaneados por el guitarrista Hughie Thomasson, su miembro fundador. En 1990, abandona los Outlaws para unirse a los legendarios .

Por supuesto, haremos una mención sobre el personal que realizó esta obra, liderado por Hughie Thomasson (guitarra y voz), Henry Paul (guitarra y voz), Billy Jones (guitarra) el bajista Frank O’Keefe y Monte Yoho a la batería. Destacar el excelente trío de guitarras y especialmente al gran Hughie Thomasson, un genial músico, que se situó como un pilar fundamental dentro de los Outlaws, siendo responsable del éxito de la formación y autor de una buena parte de sus mejores composiciones.

Centrándonos en el álbum, fue producido por el afamado Paul A. Rotchild, también recordado por sus trabajos con los Doors. Primero de su discografía, se publicó en 1975 por el sello “Arista Records”. Esta casa discográfica, la fundó , célebre productor que consiguió atrapar en Arista Records a artistas de la talla de Grateful Dead, Aretha Franklin o Patti Smith. Como dato curioso, este disco homónimo de los Outlaws fue el primero lanzado para Arista Records.

Incluyendo diez pistas, abre el LP con uno de sus hits más memorables “There goes another love song”, en dónde podremos apreciar todo el sentimiento sureño y su característico sonido, que lo invade en su totalidad. Siguen con un glorioso “Song for you”, una de sus canciones más populares, en la que sobresalen unas espléndidas guitarras acompañadas de unas perfectas armonías vocales, al igual que la magnífica “Song of the breeze”.

Llegará una emotiva balada “If follows from your heart”, para pasar a los ritmos frenéticos de “Cry No More”. Con el gran instrumental “Waterhole” y sus toques country, emprenderemos un maravilloso viaje por el “viejo oeste”… Ya no te dejarán escapar, gracias al pegadizo estribillo de “Stay with me”, continuando con el aire sureño de un alegre “Keep prayin’”, y nuevamente nos transportarán por los designios del country, reflejado en “Knoxville girl”.

Y que mejor forma de poner punto y final a un disco absolutamente brillante, que con un soberbio “Green Grass And High Tides”, clásico entre clásicos del rock y canción insignia de los Outlaws. A sus épicos diez minutos de duración lo envuelven unas extraordinarias guitarras y lo consideramos un “temazo” de dimensiones desproporcionadas. Nunca querrás que llegue a su fin…

Así concluye esta aventura musical de los Outlaws, cariñosamente apodados “The Florida Guitar Army” quizás fueron merecedores de mucho más reconocimiento por parte de la crítica. Y como ya es costumbre, una de las leyes de este humilde blog, es rescatar del olvido a los que tanto han hecho por la música.

Una vez más y desafortunadamente, la ciudad del rock and roll se quedaba sin tres de sus estrellas. En 1995 el bajista Frank O’Keefe y el guitarrista Billy Jones nos dejaban para siempre y en 2007, Hughie Thomasson fallece de un ataque al corazón. Pero estos carismáticos músicos “fuera de la ley” no se fueron, sin antes elevar todavía más el rock a la categoría de arte.

A nuestro juicio, los Outlaws se consagraron como una de las bandas que realizaron uno de los últimos sacrificios por el rock en la década heroica de este género. Muy poco tiempo después, la escena musical cambiaba radicalmente, los sintetizadores y la música de baile predominarían en el día a día de la sociedad…

Dios salve al rock and roll.

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Jerry Lee Lewis – The Session (“Recorded In London With Great Guest Artist” / Mercury 1973) Posted by javisuarezadmin on 18 diciembre, 2012 Aunque parezca increíble, algunos discos de auténtico y puro rock and roll se realizaron fuera de las tierras que vieron nacer a este esencial fenómeno musical del siglo XX.

“The London Sessions”, como se le llamaría popularmente a este extraordinario álbum, fue uno de estos casos atípicos, originando el retorno de una de las figuras más influyentes y salvajes de la primera e inmortal generación del rock and roll.

Jerry Lee Lewis, el legendario pianista de Lousiana, apodado universalmente “The Killer”, después de obtener un tremendo éxito y ser el autor de varios de los himnos más célebres de la historia del rock, ve su carrera salpicada por engorrosos escándalos y tristes sucesos. Y no sería hasta 1973, cuando regresó para situarse en los altares del género gracias a este espectacular álbum.

La idea de grabar en Londres, fue de alguna manera la de unir e invitar a algunos de los mejores músicos de británicos junto a su propia leyenda, para tratar de llegar así a la audiencia del momento y sobre todo devolver a Jerry a la cima de las listas de éxitos, fichando por el prestigioso sello discográfico Mercury.

Centrándonos en el doble álbum, fue grabado Enero de 1973 en los “Advision Studios” de Londres y consta de 19 temas. Como dato curioso, Jerry Lewis desconocía a la mayoría de los músicos que formaban parte de la grabación, todos muy jóvenes, pero de sobrada experiencia para poder tocar sin problemas las geniales canciones del “Killer” de Lousiana.

Las sesiones contaron con un elevado número de artistas, todos ellos de una gran calidad musical. Y creemos que por justicia, debemos citar a los más representativos: Delaney Bramlett, , Andy Brown, Tony Colton, Kenny Jones, Klaus Vormann y Gary Wright. Una mención honorífica, merecen los guitarristas Rory Gallagher, Alvin Lee, Peter Frampton y Albert Lee. Y perfectamente arropados por una espléndida sección de vientos, violines, e incluso un coro llamado “Thunderthighs”.

Las sesiones de grabación estuvieron marcadas por una gran incertidumbre, suponemos que por el carácter y la fuerte personalidad de Jerry Lewis… Pero la música comenzó a fluir, sorprendiendo incluso el rostro duro e impenetrable de Lewis, dejándonos magníficos temas y excelentes versiones.

Jerry Lee Lewis desarrolla durante todo el disco un trabajo muy serio y profesional al piano, quizás con su voz algo más calmada de lo habitual, pero interpretando magistralmente temas clásicos de su época dorada como “Drinking Wine Spo-Dee-O-Dee”, “High School Confidential”, “Whole Lot Of Shakin´Goin´On” ,“Movin´On Down The Line” o el imperecedero “Sea Cruise”.

Lewis comenzó en la música country y en este álbum no será una excepción, reflejando este estilo en joyas como “Taking My Music To The Man” o el clásico “Early Mornning Rain. Llegarán fantásticos temas de blues: “Baby What You You Want Me to Do” y “Big Boss Man” y una bella balada “Pledding My Love”.

Esta obra contiene grandes versiones como el “Bad Moon Rising” de la Creedence, “Johnny B. Good” o el estándar de “What´d I Say”. Finalizan con “Rock & Roll Medley: Good Golly Miss Molly, Long Tall Sally, Jenny Jenny, Tutti Frutti, Whole Lot Of Shakin´Goin´On”, una mezcla explosiva de temas eternos del rock.

A nuestro juicio, Jerry Lee Lewis posee uno de los grados de jerarquía más altos del rock. Un mito que rivalizó durante la década de los cincuenta con el mismísimo rey del rock, Elvis Presley. Pese a sus conflictos y a una vida extremadamente turbulenta, Jerry L. Lewis fue capaz de obsequiarnos con discos memorables como este, respaldado por una generación inolvidable.

Actualmente, Jerry Lewis sigue haciendo las delicias del público… a sus 77 años de edad…

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The Byrds – Untitled (Columbia Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 21 diciembre, 2012

Aclamado por la crítica, el memorable álbum sin título de los Byrds se situó como una de las últimas grandes obras del complejo universo musical.

Unas legendarias aves del paraíso, que fueron capaces de explorar de manera brillante, un vasto territorio sónico que comprende desde el arte del folk o el bluegrass, pasando por el rock psicodélico, hasta llegar a los confines más recónditos del country rock. Coronaron la cima del rock durante años difíciles y políticamente cargados, acompañando con su genuina música a toda una generación.

Originarios de Los Ángeles, los estadounidenses Byrds fue una de las bandas más influyentes surgidas en la década de los sesenta, siendo pioneros del folk rock, country rock y el rock psicodélico. A nuestro juicio, se consolidaron como el único grupo capaz de frenar la denominada “invasión británica”, que supuso la llegada masiva de formaciones musicales como los Beatles o The Rolling Stones y que acaparaban las listas de éxitos norteamericanas en aquella época.

Podemos considerar a los Byrds como una banda camaleónica, dado los diversos cambios que sufrieron en sus filas a lo largo de su trayectoria. Inicialmente, los Byrds se constituyen a mediados de los años sesenta, formado por un trío californiano de guitarras folk con Jim McGuinn (que poco después pasaba a llamarse Roger), David Crosby y . Posteriormente, se le unen como apoyo instrumental el batería Michael Clarke y el bajista Chris Hillman. Y así nacen los Byrds, por un ya lejano 1964.

Atrás quedaban los tiempos del “Turn, Turn, Turn” y en 1970, con una de sus alineaciones más estables, presentaban este (“Untitled”). Un curioso título le otorgaron a esta obra, quizás sugiere algo de “incerteza”, y fue cortesía de la torpeza de un productor que envió el álbum a la casa discográfica cuando todavía no tenían decidido el nombre… Y el sello entendió que (“Untitled”) era el título definitivo. Un célebre malentendido, que perduró hasta nuestros días… y con el paréntesis incluido.

Por supuesto que una mención especial, merecen los músicos que hicieron posible este “Untitled”, liderados por el compositor y mago de la guitarra “Rickenbacker” de doce cuerdas, Roger McGuinn, el soberbio guitarrista Clarence White, Skip Battin (bajo y voz) Gene Parsons (batería, armónica y voz). De sencillamente exquisito, podemos calificar al personal adicional, capitaneado por Gram Parsons, Terry Melcher al piano, a la guitarra pedal steel y el extraordinario violinista de bluegrass Byron Berline.

Centrándonos en el doble álbum, producido por Terry Melcher y Jim Dickson se publicó en 1970 por el sello Columbia Records y consta de 16 pistas. La primera parte del LP incluye temas en directo grabados en el auditorio “Colden College Center” de Nueva York y con un segundo que incorpora canciones nuevas de estudio.

Abre el disco con un glorioso “Lover Of The Bayou”, composición histórica propiedad del dúo Jacques Levy / Roger McGuinn, para continuar con una gran versión del “Positively 4th Street” perteneciente a Bob Dylan, al igual que la fantástica revisión del“Mr Taumborine Man”, en dónde la genial guitarra de Clarence White cobra un protagonismo mayúsculo.

Otros temas excelentes de los Byrds, en dónde nos muestran todo su poderío en directo son“So YouWant To Be A Rock N Roll Star” y“Mr. Spaceman”. Calificaremos como auténticas joyas musicales al clásico entre clásicos “Chestnut Mare”, impregnado por la peculiar voz de McGuinn, “All the Things” y “Just a Season”.

Nos encontraremos con cierta similitud a los Crossby Stills, Nash And Young, reflejada en los acústicos “Yesterday’s Train” y “Well Come Back Home”. El momento álgido del disco llegará gracias a un magnífico “Eight Miles High”, infinitos sus dieciséis minutos de duración, envueltos por una jam eterna y sencillamente magistral.

Desafortunadamente, las campanas de muerte volvieron a resonar en el rock and roll. Con los fallecimientos de Gram Parsons (1973), Clarence White (1973), Gene Clark (1991) y el batería Michael Clarke (1993), la historia musical contemporánea perdía a cuatro integrantes de leyenda, porque hablar de los Byrds, es hablar de una de las fuentes de riqueza musical más grandes que ha dado el rock.

En 1973, Roger McGuinn volvía a reunir al quinteto original de los Byrds, intentando mantener el mismo espíritu que les caracterizó en sus inicios. Pero debido a una serie de 35 problemas internos y discográficos, McGuinn decide abandonar el nuevo proyecto, poniendo fin así, a una de las mejores agrupaciones musicales que ha visto nacer el siglo XX.

Y así concluye esta épica aventura de los Byrds, un esencial grupo que ha dejado una de las huellas más profundas del rock and roll. Quizás un buen día, estos inolvidables pájaros tuvieron un sueño, quiero creer que fue el de volar y volar con libertad, cada vez más alto.

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Willie Dixon – I Am the Blues (Columbia 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 26 diciembre, 2012

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Quizás un título que sugiere cierto egocentrismo, pero que define a la perfección a uno de los grandes mitos que ha dado este género.

Nacido el 1 de Julio de 1915 en Vicksburg (Mississippi), Willie Dixon fue una de las figuras más representativas en el desarrollo del blues americano. Rápidamente destacó por su extraordinario virtuosismo compositivo, con el que alcanzaría un enorme éxito internacional. Sus inolvidables temas, ya clásicos del blues, han sido interpretados por leyendas de la talla de Howlin’ Wolf, Muddy Waters o Little Walter y versionados por bandas de rock como Led Zeppelin, The Doors, Cream o .

La influencia de Dixon en el blues y el rock ha llegado a casi todos los rincones del universo sonoro. Aparte de un sensacional compositor, también se ha distinguido como un magnífico bajista, pianista, cantante, contrabajista e histórico productor discográfico de la casa “ Records”. Todo esto, le valió para consagrarse como el máximo exponente en la creación del denominado “Chicago Blues”. Dixon ha trabajado durante su trayectoria con artistas como Chuck Berry (con el que llegó a tocar el bajo en sus primeros discos), Koko Taylor, Bo Diddley, Jimmy Witherspoon o Muddy Waters entre otros.

Centrándonos en el álbum, se publicó en 1970 por el sello Columbia y consta de nueve pistas. Como ya es costumbre, una mención especial merecen los músicos que moldearon esta obra: Willie Dixon (bajo y voz), Sunnyland Slim (piano), Johnny Shines (guitarra) Walter Horton (armónica) y Clifton James (batería). Todos ellos, reputados bluesman por aquella época, procedentes de esa meca del blues de Chicago llamada Chess Records.

Abre el disco con el eterno “Back Door Man”, uno de sus memorables hits en el que sentiremos la fantástica voz de Dixon y el protagonismo mayúsculo que cobra la guitarra de Johnny Shines. Este tema, se incluyó anteriormente en el primer álbum homónimo de los Doors en 1967, siendo versionado magistralmente por esta legendaria formación.

Siguen con un espléndido “I Can’t Quit You, Baby”, impregnado por el piano de Sunnyland Slim. Y es otro de los temas, que añadieron los británicos Led Zeppelin en su disco de debut de 1969. Otras canciones estándar del blues que tienen una importante presencia en el LP son “The Seventh Son”, el mítico “Spoonful”, esta última incorporada por los Cream de Eric Clapton en su álbum “Fresh Cream” de 1966.

De puntos álgidos, está plagado “I Am The Blues” y llegarán con los inmortales “I Ain’t Superstitious” (revisada por Jeff Beck en su LP “Truth” de 1968”), “You Shook Me”, (I’m Your) (popularizado por Muddy Waters), el clásico entre clásicos “The Little Red Rooster” (recordado en más de una ocasión por los Doors, Howlin’ Wolf y los Rolling Stones), o el que cierra el disco “The Same Thing”.

Y así concluye “Yo soy el blues” cortesía de William James Dixon, el cerebro de la “música de alma”. A nuestro juicio y gracias a sus espectaculares canciones, Willie Dixon fue capaz de hacer más grande la carrera musical de una amplia cantidad de artistas y bandas.

Desafortunadamente, Willie Dixon fallece en 1992 víctima de una hepatitis y el blues llora a una de sus estrellas más célebres. Pero su imprescindible legado y su vibrante historia, repleta de momentos brillantes, permanecerá inalterable al paso del tiempo, situándose como uno de los músicos más fundamentales que ha visto nacer el siglo XX. Y también, como un genio que ha hecho a los demás, mucho mejores.

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Free – Fire And Water (Island Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 1 enero, 2013

Apenas rondaban los 20 años de edad, pero la juventud de los legendarios Free no fue impedimento alguno para reflejar el tremendo potencial que atesoraban.

Originarios de Londres, los Free se situaron como una de las bandas más representativas de la llamada “invasión británica” y en la actualidad está considerada una de las formaciones precursoras del hard rock. Sus inicios datan de 1968, cuando Paul Kossoff (guitarra) y Simmon Kirke (batería) conocen al vocalista Paul Rodgers en un local de su zona.

Tiempo después, fichan a un jovencísimo bajista de 15 años de edad llamado , que ya había colaborado con John Mayall, completando de esta manera, la alineación de los Free. En 1970, alcanzan la cima del éxito gracias a un excelente álbum al que bautizaron como “Fire And Water”. Un disco al que valoramos como sencillamente perfecto de principio a fin, impregnado de blues rock y aderezado con un exclusivo estilo hard rock.

Clásico entre clásicos del rock, el LP contiene “All Right Now”, uno de sus temas más célebres y que ya forma parte del patrimonio cultural de la humanidad. Gracias a este magnífico “All Right Now”, los Free obtienen una gran popularidad y son contratados para tocar en el histórico festival de la Isla de Wight en 1970. Realizaron una espectacular actuación en directo, quedando marcada para siempre en la memoria de aquellos 600.000 asistentes.

Centrándonos en el álbum, tercero en su discografía, se publicó en 1970 por el sello Island Records e incluye siete temas. Una mención especial, haremos a los inolvidables integrantes de Free, que hicieron posible esta obra: el poderoso vocalista Paul Rodgers, el magistral guitarrista Paul Kossoff, el gran bajista Andy Fraser y el batería Simon Kirke.

Abre el disco con un diamante en bruto denominado “Fire And Water”, tema homónimo al álbum con el que sentiremos el blues rock en todo su esplendor, elegante y de bella factura. Hacia este mismo género, nos llevaran gracias a otras pistas de gran calidad como “Remenber”, “Oh I wept”, en las que destacaremos la voz de Paul Rodgers.

También habrá espacio para la emotividad, que tendrá lugar con unas espléndidas baladas: Don’t say you love me y “Heavy Load”. Uno de los puntos álgidos llegará con ”Mr. Big” que lleva el sello hardrockero de Fraser y Kossoff. Cierra el disco con el inmortal “All Right Now”, y al que ya hemos hecho referencia anteriormente.

Y así concluye “Fire And Water”, una obra cortesía de Free, agrupación que contribuyó a que el rock fuera cada día, un poco más grande. En 1973 anuncian su separación definitiva, surgen diversas tensiones dentro de la banda y Paul Rodgers y Simon Kirke deciden abandonar el proyecto para fundar Bad Company.

Desafortunadamente, durante un vuelo de Los Ángeles a Nueva York en 1976, el guitarrista Paul Kossoff fallece debido a problemas cardíacos, contraídos por su fuerte adicción a las drogas cuando solamente tenía 25 años.

Poseedor de un talento innato a las seis cuerdas, Kossoff será recordado como uno de los mejores guitarristas que ha dado el rock. Sus restos mortales fueron trasladados a Londres y en el epitafio de su tumba, figura una inscripción en la que se puede leer: “All Right Now”, un gran himno y un excepcional riff que lo acompañará eternamente, al igual que los irrepetibles Free.

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Herbie Mann – Memphis Underground (Atlantic 1969) Posted by javisuarezadmin on 4 enero, 2013

Dentro del gran universo del rock y del elevado número de estilos musicales que fueron evolucionando a finales de la década de los sesenta, músicos ya consagrados de otros géneros como el jazz, se introdujeron y exploraron nuevos caminos, llegando a fusionar con verdadero acierto dicho género con otros tan importantes como el R&B, el soul o el funk.

Este es el caso del prolífico flautista Herbert Jay Solomon, más conocido por el seudónimo de “Herbie Mann”. Nacido en 1930 en el barrio neoyorquino de Brooklyn, a los nueve años de edad comienza a tocar el piano, el saxo y el clarinete. Poco tiempo después se interesa por la flauta, un instrumento considerado por los puristas de música jazz como “no apto”, por “estar conceptuada como demasiado suave, dulce, delicada, femenina, en definitiva para hermanarse con el sonido áspero y fuerte del metal, de los saxos o de la batería”

Durante los años cincuenta y principios de sesenta, gracias a su innegable virtuosismo y a su carácter humanista, Herbie Mann se hace con un lugar relevante en la escena jazz, formando agrupaciones musicales, grabando para la televisión, intercambiando diversidad de sonidos en África y publicando varios álbumes. Pero no sería hasta 1961, cuando conquista el éxito versionando el tema “Comin´ Home Baby” (grabado por primera vez en 1961, propiedad del pianista Donald Bailey), actualmente valorado por los analistas como un estándar del jazz.

Y en 1969 Herbie Mann decide trasvasar su flauta al rock, publicando el clásico álbum “Memphis Underground”, con el que estableció un sonido vanguardista, puro y demoledor, convirtiéndose al instante en un disco de culto.

Centrándonos en el álbum, fue producido por Tom Dowd y se grabó en los estudios de la Atlantic Records. Para su realización, contó con la ayuda de músicos jóvenes, pero todos ellos grandes talentos emergentes en aquellas fechas: el gran vibrafonista Roy Ayers, los históricos guitarristas Larry Coryell y Sonny Sharrock, arropados por una sección rítmica envidiable formada por Reggie Young (guitarra rítmica), Bobby Emmons (órgano), Bobby Wood (piano eléctrico y acústico), alternándose al bajo Tommy Cogbill o Mike Leech y Gene Christman (batería).

El álbum es en su totalidad instrumental y consta de cinco pistas, todas ellas de excelente factura. Abren con “Memphis Underground”, tema compuesto por Herbie que da nombre al LP, poseedor de un ritmo soul pegadizo y envolvente, advirtiéndose el magnífico trabajo de Mann, Coryell y Ayers.

Continúan con “New Orleans”, más bien corto pero intenso y genial en cuanto al sonido que imprime a la flauta de Herbie Mann. Siguen con uno de las piezas legendarias del disco, una versión absolutamente magistral del famoso tema de L. Hayes / D. Porter, “Hold on I´m Comin”, popularizado anteriormente por el dúo de soul Sam & Dave, con el que nos exponen ritmos fantásticos, mezclando jazz-soul y Herbie dándonos muestra de su extraordinaria calidad a la flauta, perfectamente acompañado por la guitarra de Larry Corryell.

La otra espléndida versión que incluyen es el “Chains Of Fools” de D. Covay (popularizada por Aretha Franklin), y que en este disco traspasa todas las barreras sónicas. En él, sentiremos toda la fuerza de la banda y su continua exploración global del Jazz-Rock.

Y que mejor manera de finalizar, que con una adaptación de la canción tradicional arreglada por Herbie “Battle Hymn Of the Republic”, uno de los himnos americanos por excelencia e impregnada por la soberbia flauta de Mann.

“Memphis Underground” situó a Herbie Mann entre los grandes innovadores sónicos de la música de vanguardia del momento, junto a otros genios como Miles Davis o Herbie Hancok. Recorrieron exhaustivamente nuevos territorios sonoros, nos dejaron álbumes maravillosos en años venideros, al lado de leyendas como Duane Allman, o Albert Lee… pero eso ya es otra historia…

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Grateful Dead – Skull And Roses (Warner 1971) Posted by Ruben.Borrajo on 8 enero, 2013

Máximos exponentes de la contracultura y el movimiento hippie en la década de los sesenta, los estadounidenses “Grateful Dead” se consolidaron como una de las bandas más innovadoras, peculiares e insólitas que ha visto nacer la historia musical contemporánea. Muy influenciados por la psicodelia, fusionaron con gran éxito un elevado número de estilos como el folk, rock, blues, jazz o country. A nuestro juicio, Grateful Dead ha sido un grupo único, unos inolvidables reyes de la improvisación que fueron capaces de realizar “jams” absolutamente magistrales, elevando la música hacia el infinito.

Expatriados del “mainstream” y de las corrientes comerciales del momento, los Grateful Dead pronto se hacen con un lugar importante dentro de la escena musical de los sesenta y setenta. Originarios de San Francisco (California) y liderados por el guitarrista Jerry García, los Dead comienzan a abrirse camino de manera brillante en una época dominada por formaciones británicas como los Rolling Stones o The Beatles. El carismático Jerry García jamás quiso asumir el rol de liderazgo de los “Grateful Dead”, y en ocasiones cedía todo el protagonismo a su banda. Pero su fuerte personalidad y marcado carácter, le llevaron a que el público le viera como un icono legendario y de paso, se convertía en una de las figuras más emblemáticas del rock.

El verdadero poder de los Grateful Dead residía en sus conciertos en directo, en los que obsequiaban a los fans (conocidos como “Dead Heads”) con larguísimas jams y una música auténticamente delirante, impregnada de blues, rock, bluegrass, folk o psicodelia. Y en 1971, sale a la luz este excelente “Skull And Roses”, un doble álbum en vivo publicado por el sello Warner Bros Records y que incluye once pistas.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial sobre los músicos que hicieron posible esta obra: (guitarra, voz), (guitarra rítmica y voz), (bajo y voz), Ron “Pigpen” McKernan (órgano, armónica y voz), (batería) y el fantástico pianista estadounidense Merl Saunders arropando a los Grateful Dead. Merl Saunders, ha trabajado con artistas de la talla de Paul Pena, Michael Bloomfield, B.B. King o Tom Fogerty. Abre el disco en con “Bertha”, un tema pegadizo y poseedor de bellas melodías. Seguidamente, el country toma protagonismo con “Mama Tried”, una espléndida versión de un éxito de Merle Haggard. Llegará nuestro querido blues con “Big Railroad Blues”, canción en la que al guitarrista Jerry García no le supone impedimento alguno que le falten dos tercios de su dedo corazón en la mano derecha.

Continúan con “Playing in the Band”, uno de los puntos álgidos del álbum y todo un clásico en el repertorio de los Dead. Este tema, apareció por primera vez en este “Skull & Roses” y con el paso del tiempo, lo usaron habitualmente en sus shows. “The Other One”, capta a la perfección la esencia musical de los Dead, con dieciocho minutos de duración y un gran solo de batería en sus inicio, sin dudarlo nos encontramos ante una antológica “jam”, que lleva el sello inconfundible de sus singulares creadores. Y ocupa toda una cara del vinilo…

De sencillamente espectacular, podemos calificar el “Me & My Uncle”, propiedad de John Philips (ex miembro de The Mamas & The Papas), al igual que el “Me and Bobby McGee” de Kris Kristofferson. Y no podía faltar el homenaje al rock and roll de los cincuenta con una magnífica versión del “Johnny B. Goode” de Chuck Berry. Una cierta sensación melancólica nos invadirá con la balada “Wharf Rat” para cerrar el disco con “Fade Away/Goin’Down The Road/Feeling Bad”, con unos grandes punteos guitarreros de Jerry García.

Su característica portada, en la que podemos visualizar una calavera coronada con rosas, fue un trabajo de Alton Kelly y Stanley Mouse, dos importantes artistas de psicodelia. Los álbumes de Grateful Dead, también se han caracterizado por sus impactantes carátulas, consideradas objetos de culto para los coleccionistas de rock.

Desafortunadamente, el guitarrista Jerry García (descendiente de gallegos, su abuelo era coruñés) padecía una fuerte adicción a las drogas y al LSD. En 1995 fallece de un ataque al corazón a los 53 años de edad y los Grateful Dead anuncian su disolución definitiva. Como dato anecdótico, el lugar de su muerte se produce en un centro de rehabilitación de Forest Knolls, California en el condado de Marin. Fruto de la casualidad o designios del destino, pero el nombre de esta localidad, coincide con el municipio gallego de Marín en Pontevedra. Y así concluye esta aventura sonora de los particulares “muertos agradecidos”… Pero su extraordinaria música, permanecerá eternamente viva al paso del tiempo. Con un curioso nombre, bautizaron a la banda y según cuenta la leyenda, procede de tradiciones folclóricas arraigadas en varios países de Europa… ¿Quizás le contó su abuelo gallego historias da nosa terra de meigas?… 40

Buddy Guy & Junior Wells – Drinkin’ TNT ´N´ Smokin´ Dynamite (Blind Pig 1988) Posted by javisuarezadmin on 11 enero, 2013

El legendario “Montreux Jazz Festival” de Suiza, se creó en 1967 como un evento en el que solamente tenía cabida el jazz. Pero a partir de 1970, la organización decide incorporar la música blues en su programa de conciertos. Y lo curioso, es que todo comenzó en ese santuario del jazz, cuando un bendito 28 de junio de 1974, los asistentes allí presentes ni se imaginaban que se encontraban ante uno de los más memorables conciertos de blues en directo. Aquel día, la denominada “música del alma” resonaría en todos y cada uno de sus rincones…

La bellísima ciudad de Montreux está situada a orillas del lago Leman, en el corazón de la vieja Europa. Y aunque nada tiene que ver con Chicago, en aquel verano de 1974, el blues más puro y auténtico procedente de la gran urbe americana hace acto de presencia, para la suerte de un público afortunado que tuvo el honor de ver en vivo a varios de los más brillantes bluesman de la vieja y nueva escuela.

Las circunstancias que rodearon al concierto fueron un tanto peculiares, el organizador del eventoClaude Nobs invitó a Bill Wyman y le pidió que formara una banda junto a Buddy Guy y Junior Wells.El entonces stone crea una poderosa agrupación musical únicamente para la ocasión, compuesta por él mismo al bajo, un tándem de lujo con Buddy Guy / Junior Wells, acompañados por Pinetop Perkins (uno de los mejores pianistas de blues) y arropados por la frescura de Terry y Dallas Taylora la guitarra rítmica y batería.

Apenas sin tiempo para ensayos, comienzan realizando una actuación rotunda y trepidante, desgranando un blues caliente y salvaje, coprotagonizado por el maravilloso dúo interpretativo deBuddy Guy / Junior Wells, intercalándose los temas, y ejecutando un trabajo espectacular a la armónica, guitarra y voces, perfectamente respaldados por una contundente sección rítmica.

Centrándonos en el álbum, que contiene diez pistas, fue producido por Bill Wyman y no fue mezclado hasta el año 1980 en Londres, saliendo publicado en 1988 por el sello Blind Pig Records, bajo los derechos de Ripple Records. Tras una pequeña introducción en francés, inician con el clásico “Ah´W Baby/ everything Gonna Be Alright”, para continuar con una composición propia “How Can One Woman Be So Mean”, un blues en estado puro y algo más calmado con la inconfundible guitarra de Buddy Guy.

Seguidamente, llegará un tema básico como “Checking On My Baby”,perteneciente a Sonny Boy Williamson y magistralmente versionado, para convertirse con los clásicos “Ten Years Ago”, el “Messing With The Kid” y la emblemática pieza de Junior Wells “Hodoo Man Blues”, en las canciones más recordadas del disco.

Al final de la actuación y para mayor sorpresa de los allí presentes, la banda continúa tocando junto a la gran estrella invitada del festival, el mítico Muddy Waters. Ofrecen un concierto estelar e histórico con temas como “Hoochie Coochie Man”, “Mannish Boy”, “The Same Thing” o “Got My Mojo Workin´”, quedando reflejadas en la película “Messin´ With the Blues”, Muddy Waters With Buddy Guy & Junior Wells, publicada en 2006 en formato DVD.

Con un sonido excelente, los artífices de este magnífico show nos dejaron una grabación sólo a la altura de los más grandes, comandados por el genial bajista de los Rolling Stones Bill Wyman al lado de mitos como Buddy Guy y Junior Wells. Todos ellos, lograron sacar de la música blues pura dinamita…

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Colosseum – Live (Polydor 1971) Posted by javisuarezadmin on 15 enero, 2013

Poseedores de una corta pero intensa carrera, esta banda de verdaderos colosos se unieron para dar lugar a un proyecto musical al que valoramos como legendario. Colosseum serían los responsables y el ejemplo más claro de lo que en un principio se denominó el primer vanguardismo británico, estando liderados por el carismático baterista .

Sus orígenes se remontan hacia 1968, tras varías escisiones y salidas de las innumerables bandas del “padrino del blues blanco”, John Mayall y de la Organization, los Colosseum comienzan su andadura en Londres, siendo fundados por Jon Hiseman y Dick Heckstall-Smith, dos grandes talentos del blues británico.

Tras cuatro álbumes arrolladores que comprenden desde su inicio en 1968 hasta 1971, tres de ellos de estudio y uno en directo (uno de éstos solamente editado en U.S.A), los Colosseum se sitúan como uno de los grupos más representativos del rock vanguardista.

Después de colaborar en el mítico concierto “”, al lado de nombres como , Eric Clapton, Stephen Stills o Buddy Miles, llega su segundo y último disco grabado en directo al que bautizaron como “”, que pondría punto final a lo que podemos llamar la primera etapa de este supergrupo.

Sufrieron múltiples cambios en sus filas durante estos tres años, pero no perdieron en ningún momento la esencia de su música y su personalísimo trabajo. Y en 1971, presentaban su alineación con Jon Hiseman (batería), Dick Heckstall – Smith (saxofón), Dave (órgano y vibráfono), Dave “Clem” Clempson (guitarra), (voz) y (bajo).

El doble álbum fue grabado en directo en marzo de 1971 en dos localizaciones distintas, una de ellas en la Manchester University y la otra en el Big Apple en Brighton. Producido por Jon Hiseman y por el resto de la banda, se publica en ese mismo año por el prestigioso sello Polydor Records.

El LP contiene solamente seis pistas, varias de ellas de extensa factura y que nos sorprenderán satisfactoriamente gracias a un sonido demoledor, pudiendo pasar desde más el puro ryhtm blues británico, al jazz-rock, viajando por el blues o llevándonos hacia un extraordinario rock progresivo.

Todo esto, aderezado por unos monumentales instrumentalistas, haciéndose patente su calidad en temas como el tantas veces versionado “Walking In The Park” o el “Skelington”, destacando al gran vocalista Chris Farlowe.

En “Tanglewood 63” sobresale la aportación de Dick Heckstall-Smith, excelente saxofonista que tenía la particularidad de tocar tanto individual o con los dos saxos a la vez, uno tenor y otro soprano, logrando sacar un sonido único que hacía las delicias del público y perfectamente acompañado por una espléndida banda.

Continúan con “Encore…Stormy Monday Blues”, gran hit del blues y magistralmente interpretado, que se convierte en todo un clásico de la música rock junto a un sensacional “Lost Angeles”, una larga canción que cierra el disco. Reseñaremos sus dos partes diferenciadas, finalizando con un magnífico punteo del semidesconocido, pero exquisito guitarrista de la Inglaterra de los setenta, Clem Clepson.

En la edición de 1998, publicada por el sello Castle Communications se incorpora un tema extra llamado “I Can´t Live Without You”.

Estos colosos de la música británica tuvieron numerosos problemas y diferencias entre ellos, lo que provocó su repentina desaparición. Unos conflictos que surgieron incluso durante este concierto en directo, siendo relatados por el propio Jon Hiseman en 1998 apostillando que “para hacer el álbum fue toda una aventura” y “que aunque hubiese momentos de tensión fue una fantástica actuación con momentos maravillosos”.

A nuestro juicio, Colosseum es una banda transcendental para poder entender el rock progresivo. Tuvieron una segunda etapa en 1975, llamándose “Colosseum II”, en la que un gran guitarrista recientemente fallecido formaría parte de su plantilla, su nombre era ….

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Bo Diddley – The Black Gladiator (Checker Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 18 enero, 2013

Referencia inexcusable en la historia del rock and roll y figura clave en el desarrollo del género, el estadounidense Ellas Otha Bates, más conocido por el sobrenombre de “Bo Diddley”, supo construir su propia leyenda en torno a una innovación sónica y rítmica que rompía los límites de lo establecido. Creador de magníficas composiciones, ya clásicas del rock como “I Am A man”, “Who Do You Love”, “Road Runner” o “Not Fade Away”, el gran Bob Diddley es al rock and roll lo que Albert Einstein a la física.

Bo Diddley nace en diciembre de 1928 en McComb (Mississippi), desde su infancia comienza a interesarse por el violín y la guitarra. Cuando tenía 7 años su familia se traslada a Chicago. En 1951 se inicia su carrera musical por las calles de la ciudad del viento, tocando en diversos locales de su zona y colaborando con artistas históricos del rock y el blues como Chuck Berry o Muddy Waters.

Pero no sería hasta 1954 cuando le llega su primera gran oportunidad fichando por el sello “Checker Records”, una subsidiaria de la Chess Records. Durante la década de los cincuenta graba espléndidos temas, siempre rodeado por músicos de altísimo nivel, como el pianista Otis Spann o el cantante Billy Boy Arnold. En 1958, sale a la luz su primer LP titulado “Bo Diddley”, toda una obra de culto que le lanzaría hacia el estrellato internacional.

Bob Diddley ha sido un músico con arraigadas raíces en el blues, góspel y rhythm & blues, estilos que combinó magistralmente para dar lugar a lo que más tarde se llamaría “rock and roll”.

Centrándonos en el álbum, impregnado de un maravilloso estilo funky, “The Black Gladiator” fue publicado por el sello Checker Records en 1970 e incluye 10 pistas. En 2012, sale a la luz una nueva redición en formato CD realizada por la casa discográfica Future Days.

Abre el disco con un poderoso “Elephant Man”, poseedor de un ritmo frenético y arropado por la gran voz de Diddley. Seguidamente, “You, Bo Diddley”, fantástico y pegadizo estribillo con el que ya no te dejará escapar…

El genial funk, hace acto de presencia en “Funky Fly”, con “I’ve Got a Feeling” y “Black Soul”, Diddley nos demuestra una vez más, el porqué de su grandeza. Llegará nuestro querido blues con “Hot Buttered Blues” interpretado al más puro estilo Bo. Auténticamente soberbio el contundente “Power House”. Y que mejor manera de finalizar, que con un divertidísimo “I Don`t Like You”, curiosa su introducción, con ciertos aires de ópera rock, que cierra el disco.

Así concluye “The Black Gladiator“, excelente obra de este incansable arquitecto del rock and roll. Pasarán los años y generaciones venideras recordarán a Bob Diddley por su increíble e influyente música, por sus dotes de showman sobre el escenario y como no, por su característica guitarra rectangular fabricada por él mismo, de la que lograba sacar un sonido psicodélico único e irrepetible.

Desafortunadamente, Bo Diddley falleció en 2008 debido a un paro cardíaco en su casa de Archer (Florida), a los 79 años de edad. Con su muerte, el rock and roll queda huérfano y la comunidad musical llora a una de sus estrellas más célebres. En ocasiones fue injustamente subestimado, pero gracias a un virtuosismo fuera de lo común, se situó como todo un pionero del rock, que ha sido la fuente de inspiración más grande para mitos de la talla de , The Rolling Stones, Eric Clapton, The Beatles, Jimi Hendrix, o el mismísimo Elvis Presley.

Como dato anecdótico, tuvimos la inmensa fortuna de presenciar un show de Bo Diddley en directo junto a otros mitos como Chuck Berry o Jerry Lee Lewis. Corría el año 1993 y durante el “Concierto de los Mil Años” celebrado en A Coruña (Galicia – España), la experiencia que vivimos resultó inolvidable. Considerado como uno de los espectáculos musicales más destacados que han tenido lugar en Europa, le recordaremos siempre por su exquisita música, acompañado de su guitarra cuadrada, su peculiar sombrero y sus características gafas.

A nuestro juicio, el rock le debe mucho a Bo Diddley. Sus temas han sido versionados hasta la saciedad por multitud de grupos. Desde una humilde opinión, sus extraordinarios ritmos fueron copiados con descaro por otras bandas muy populares en los años ochenta, a las que algunos analistas llegaron a calificar erróneamente como “legendarias”.

Bo Diddley nunca cobró los royalties que por ley, le pertenecían por la autoría de sus canciones.

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Taste – Taste (Polydor 1969) Posted by javisuarezadmin on 22 enero, 2013 En 1969, se publica el primer trabajo de la banda irlandesa “Taste”, una espectacular agrupación de rock blues capitaneada por Rory Gallagher, uno de los mejores guitarristas de la historia del rock. Originario de Ballyshanon en el condado de Donegal, el gran Rory se cría en la ciudad de Cork (Irlanda del Norte).

“Taste” se forma a mediados de los sesenta y consigue adquirir cierta repercusión, tocando en numerosos locales de Belfast e incluso en la ciudad alemana de Hamburgo. Pero no sería hasta 1967, cuando Rory Gallagher conoce a Eddie Kennedy, que posteriormente sería su manager y le aconseja que se vaya a Londres.

Disuelto el grupo original, Eddie le presenta a los que serían sus compañeros de viaje en su nuevo proyecto. Y así nace la legendaria alineación de los “Taste”, con Rory Gallagher (guitarra y voz), John Wilson (batería) y Richard McCracken (bajo).

Con una fórmula basada en el power-trio a lo Cream o The Jimmi Hendrix Experience, los Taste cogen el testigo y rápidamente logran convertirse en el inmediato sucesor de este género. Considerados uno de los grupos básicos de blues-rock británicos, los arropaba el innegable talento de Rory, que siendo tan sólo un niño, era un fiel admirador de estrellas americanas como el rey Elvis Presley, Woodie Guthrie o el mítico Leadbelly.

Bajo la producción de Tony Colton, en abril de 1969 sale a la luz su primer álbum por el sello Polydor Records. Destacaremos el extraordinario virtuosismo de Gallagher, siempre a lomos de su inseparable guitarra “Fender Stratocaster Sumburst” del 61 y respaldado por John Wilson y Richard McCracken. En los temas de este disco, ejecutan un blues rotundo y sin concesiones, en el que brillan las propias composiciones de Rory. Toda esta conjunción de factores, enmarcan este álbum de debut como un clásico dentro del universo rock.

El LP consta de nueve temas y nos encontraremos con temas propios de Rory, como el que abre el disco “Blister On The Moon”, de claro estilo blues-rock, la oscura “Same Old Story” o la movida y poseedora de un ritmo demoledor “Dual Carriageway Pain”. Seguidamente, arreglos tradicionales de blues, en la actualidad verdaderos estándares como “Sugar Mama”, “Catfish” o el “Leaving Blues” perteneciente a Hudie William Leadbetter, más conocido por “Leadbelly”.

En otros cortes como “Hail”, nos muestran un blues auténtico, al más puro estilo del delta, o el tema que cierra el álbum “I´m Moving On”.

Este disco homónimo, situó a “Taste” como una de las bandas más en forma de la Inglaterra de finales de los sesenta, gracias al carisma y el buen hacer del héroe irlandés Rory Gallagher. Tocaron por diversos puntos de la geografía europea y tuvieron la enorme fortuna de saltar el charco, actuando como teloneros de los Blind Faith de Eric Clapton, durante su gira por los Estados Unidos y Canadá. Y aunque todo hay que decirlo, tuvieron menos expectación de lo esperado, pero en Europa obtuvieron un gran éxito.

Así concluye la aventura musical de Rory Gallagher y su enérgico grupo, dejándonos su testimonio con esta joya auto titulada “Taste”. Una obra imperecedera, que años después solamente tendría continuidad con otro soberbio álbum y una apoteósica actuación en directo en el “The Isle Of Wight Festival” de 1970.

Grabaron magníficamente este ¡Live! de los Taste en la Isla de Wight, editándolo en 1972 en formato LP. Y toda la comunidad musical gozaría inmensamente de este evento, recogido también en la película documental de 1997 “Message To Love”. Rescataron esta cinta del olvido, después de permanecer 27 largos años oculta en la sombra, debido a diversos problemas discográficos. Pero por fortuna para los amantes del género, pudimos disfrutar de los Taste con mucho gusto…

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Humble Pie – Humble Pie (A&M Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 25 enero, 2013

El británico ha sido un vocalista y guitarrista muy peculiar en la historia del rock. Un tipo sencillo y magnífico cantante, que se ganó a pulso el reconocimiento de la comunidad musical, gracias a su virtuosismo a las seis cuerdas y a unas extraordinarias dotes de liderazgo.

A nuestro juicio, la fuerte personalidad de Steve Marriott elevó a los Humble Pie a los altares del rock. Su pasión desmedida por el hard rock, dotó al grupo de un sonido único e inconfundible.

En 1969 y tras abandonar las filas de los legendarios Small Faces, el gran Steve decide aliarse con Peter Frampton (guitarra), (bajo) y el batería Jerry Shirley, para formar una nueva banda a la que bautizaron como “Humble Pie”. Tomando como base de su sonido estilos como el hard rock, blues rock, folk rock o el country rock, los Humble Pie comienzan a despuntar en la escena musical del momento, obteniendo una gran popularidad y diferenciándose claramente del ambiente psicodélico que predominaba en aquellos años.

Centrándonos en el álbum, tercero de su discografía, se publicó en 1970 por el sello A&M Records e incluye 10 pistas. Fue grabado en los “Olympic Sound Studios” de Londres y producido por el británico Glyn Johns, un famoso ingeniero de sonido que arropó a bandas como Led Zeppelin, The Band, Small Faces, Eagles o la .

Como ya es costumbre, haremos una mención a los integrantes de Humble Pie y que hicieron posible esta obra: Steve Marriott (guitarra, voz), Peter Frampton (guitarra, voz), Greg Ridley (bajo, voz) y Jerry Shirley (batería, voz). Para la realización del LP, también contaron con la colaboración de B.J. Cole, todo un especialista en guitarra steel que trabajó con músicos de la talla de Roger Waters, David Gilmour o . Y nos encontraremos con una grata sorpresa, John Wilson, el batería de los “Taste” (la agrupación de Rory Gallagher) participa en algunas canciones del disco.

Abre el álbum con una bella balada semi blues “Live With Me”, seguidamente no olvidan unas ciertas raíces folk con “Only A Roach” y el acústico Theme from Skint (See You Later Liquidator). El rock más contundente y rítmico, se presentará con “One Eyed Trouser-Snake Rhumba”, y “Red Light Mama, Red Hot!”, que acompañados por la espléndida guitarra de Frampton, se sitúan como los mejores temas del LP.

Llegará uno de los puntos álgidos, con una excelente versión del “I’m Ready” de Willie Dixon, en el que sentiremos la poderosa voz de Marriott en todo su esplendor. Y cerrando el disco, una suave balada “Sucking on the Sweet Vine”, para calmar el ánimo…

Así concluye esta aventura musical, cortesía de los incombustibles y semidesconocidos “Humble Pie”, uno de los primeros súper grupos que ha dado el universo rock. Desgraciadamente, el infortunio volvió a caer sobre sus componentes. En 1991, el guitarrista Steve Marriott fallece a los 44 años de edad, a causa de un incendio en su domicilio de Essex (Londres). En 2003, el bajista Greg Ridley nos deja para siempre en Alicante (España), víctima de una neumonía.

Debido a la falta de apoyos comerciales y a diferentes puntos de vista musicales entre Steve Marriott y Peter Frampton, los Humble Pie anunciaban su primera separación en 1975. Continuamente, Marriott acusaba a Peter Frampton de intentar “endulzar” el sonido del grupo. Tiempo después, cada uno seguiría su propio camino y Peter Frampton alcanzaría un gran éxito comercial en años venideros…

Pero la fe ciega que Marriott depositaba en su música y en su querido hard rock, le llevó a esquivar las corrientes comerciales del momento y volver a reunir a los Humble Pie en 1980, ya sin Frampton en la formación. Tras dos álbumes y unas ventas modestas, se disuelven definitivamente en 1981, poniendo fin así a una de las bandas más injustamente subestimadas del rock.

Pasará el tiempo, y generaciones venideras interesadas en el arte del rock, buscarán incansablemente el genial legado que Steve Marriott nos ha dejado. Y quizás se pregunten: ¿Quién era Steve Marriott?… Seguramente, le recordarán como un músico con letras mayúsculas y un eterno fugitivo del mainstream, o también como un icono imperecedero del rock, que ha influido enormemente en bandas del nivel de Led Zeppelin, Ozzy Osbourne o Black Sabbath.

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The Charlie Daniels Band – Fire on the Mountain (Kama Sutra Records 1974) Posted by Ruben.Borrajo on 29 enero, 2013

Apóstol del rock sureño, el estadounidense Charlie Daniels predicó su particular doctrina musical por medio mundo. Trovador errante de arraigado sentimiento sureño, influyó en varios artistas clave del rock y el blues como Chuck Berry, Elmore James o el mismísimo Elvis Presley.

Originario de Wilmington (Carolina del Norte), el gran Charlie Daniels nace en el seno de una familia de leñadores el 28 de octubre de 1936. Desde su infancia, comienza a interesarse por la guitarra y el violín, actuando como cantante en la iglesia de su ciudad natal e impregnándose de estilos como el góspel, bluegrass, rhythm & blues o country.

Posteriormente, funda una banda a la que bautizó como “The Jaguars”. Sin dirección alguna y tomando como único refugio la soledad de la carretera, tocan en diversos bares, clubs nocturnos y poblaciones perdidas por la inmensidad de Texas, de los años 1958 a 1967.

En 1967, disuelve “The Jaguars” y se traslada a Nashville, dónde rápidamente destaca como un excelente músico y compositor, que domina perfectamente instrumentos como la guitarra, bajo, violín o el banjo. Durante esta etapa, conoce al productor Bob Johnston, que le contrata para colaborar en diversos álbumes junto a Bob Dylan (“Nashville Skyline” de 1969, “Self Portrait” y “New Morning” de 1970). Al margen de esto, Charlie Daniels también participa en otros discos con figuras emblemáticas como Peter Seeger, o el ex beatle Ringo Starr.

Pero no sería hasta 1970, cuando decide iniciar su carrera en solitario y crea la legendaria “The Charlie Daniels Band”, constituyéndola al estilo de “The Allman Brothers” y arropados por dos guitarras y dos baterías. Por supuesto, haremos referencia a los integrantes de la Charlie Daniels Band, que hicieron posible este LP: Charlie Daniels y Barry Barnes (guitarras y voz), Joel “Taz” DiGregorio (teclados y voz), Mark Fitzgerald (bajo), Gary Allen y Fred Edwars (baterías). De sencillamente espectacular, podemos calificar al personal adicional, capitaneado por el miembro de los Allman Brothers Band, Richard “Dickey” Betts al dobro y Jaimie Nichols a las congas.

Centrándonos en el álbum, “Fire On The Mountain”, quinto de estudio en su discografía, se publicó en 1974 por el sello “Kama Sutra Records” e incluye 9 pistas. Curiosamente, las dos últimas canciones son actuaciones en directo grabadas en el “War Memorial Auditorium” de Nashville (Tennessee). Para la realización del disco, contaron con la producción de Paul Hornsby, un famoso músico que trabajó para destacadas bandas del rock sureño como “The Marshall Tucker Band” o “Wet Willie”. A nuestro juicio, el mejor homenaje que le podemos rendir a Charlie, es pinchar sus discos en nuestros reproductores, darle al play y dejarnos llevar.

Dentro del LP, nos encontraremos con temas de espléndido country rock, pasando por un exquisito rock sureño, reflejado en hits como “The South’s Gonna Do It Again”, que sin dudarlo ni un momento, se sitúa como la canción estrella del álbum.

Otros al más puro estilo Charlie Daniels son: “Caballo Diablo”, los fantásticos teclados del anteriormente mencionado “The South’s Gonna Do It Again”, el divertido country de “Long Haired Country Boy” o la bella balada “Georgia”. Contundente y agresivo, se presenta un magnífico “New York City, King Size Rosewood Red”, dónde nos muestran todo el poderío de una banda musical con letras mayúsculas. A más de uno, le hará saltar del sillón con los geniales punteos guitarreros de “No Place To Go”, de once minutos de duración. Y para finalizar, los frenéticos violines de “Orange Blossom Special”, con el que emprenderemos una travesía que nos llevará hacia el viejo oeste…

Y así concluye “Fuego en la Montaña”, una magistral obra, cortesía de un inolvidable cowboy, que gracias a una particular visión musical, se consolidó como el líder más carismático del denominado “southern rock”. Rey de la improvisación y sensacional compositor, varias de sus canciones han sido versionadas por mitos de la talla de Elvis Presley. Eterno forajido del mainstream y poseedor de un fuerte espíritu que le hace luchar contra la comercialidad, Charlie Daniels también es el responsable de organizar el programa de conciertos “Volunteer Jams”, por dónde pasan anualmente varios de los grupos más representativos de la hermandad sureña, como los Allman Brothers, Lynyrd Skynyrd, The Marshall Tucker Band, The Outlaws y un larguísimo etcétera…

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Otis Spann – The Biggest Thing Since Colossus (Blue Horizon 1969) Posted by javisuarezadmin on 1 febrero, 2013

Lo cierto, es que todo comenzó durante la primera gira de los británicos Fleetwood Mac por los Estados Unidos en un ya lejano 1968. Una dorada época, en la que se fraguaron unas fructíferas relaciones musicales, que incluía a varios de los artistas más granados del blues del momento, fusionando el más puro estilo Chicago y del Delta, con el emergente blues anglosajón ya iniciado desde los albores de los años sesenta.

Después de una espectacular acogida tras una de estas colaboraciones, recogidas en el soberbio álbum “Blues Jam in Chicago” (grabado por artistas de la talla de Willie Dixon, S.P Leary, Walter Horton, Buddy Guy u Otis Spann, junto a jóvenes talentos ingleses como Fleetwood Mac, entre los que figuraban Peter Green, John McVie, Danny Kirwan y Mick Fleetwood,) los Fleetwood Mac, empapados de auténtico blues, se embarcan en un nuevo proyecto encabezado por el legendario pianista Otis Spann y su inseparable baterista S.P. Leary.

Y el resultado que obtuvieron fue “The Biggest Thing Since Colossus”, una segunda colaboración con algunos miembros de Fleetwood Mac, que unidos a la veteranía del emblemático pianista Otis Spann, nos obsequiaron con un espléndido álbum de blues, que aunque no es muy conocido, se consolidó como uno de los grandes clásicos de la década de los sesenta.

Como la inmensa mayoría de artistas de este género, Otis Spann nace en una pequeña granja en el Delta del Mississippi en marzo de 1930. Rápidamente destaca desde muy joven en su faceta de pianista, cantante y compositor, rodeándose de viejas leyendas como Sunnyland Smith, Little Brother Montgomery o su verdadero ídolo Big Maceo Merryweather.

Otis se traslada a Chicago, ciudad en dónde logra alcanzar un protagonismo mayúsculo, gracias a su peculiar forma de tocar el piano. Posteriormente y tras ganarse un lugar importante en el mundo del blues, comienza a grabar en la casa discográfica “Chess Records”, codeándose con mitos como Howlin´Wolf o Bo Diddley, y pasa a formar parte de la banda de Muddy Waters, dónde se situaría como un pilar básico y en la que permanecería hasta 1968.

A mitad de la gira americana de los Fleetwood Mac, surge la idea de grabar con uno de los bluesman más carismáticos de aquellos años, pero con la condición de que Otis Spann tocaría con su compañero y baterista predilecto (S.P Leary), desplazando a Mick Fleetwood, lo que, al contrario de lo que pueda parecer, le resultó tremendamente gracioso, llegando a comentar que de esa manera podía “aprender la técnica de un baterista veterano de blues, lo cual podía ser básico en su formación”.

Centrándonos en el álbum, se grabó en enero de 1969 en los “Tempo Sound Studios” de Nueva York, para el sello discográfico “Blue Horizon”, bajo la producción de Mike Vernon. Como ya es costumbre, haremos una mención especial al personal que hizo posible esta obra: Otis Spann (piano y voz), Peter Green y Danny Kirwan (guitarras), John McVie (bajo) y S.P. Leary (batería).

El álbum contiene diez pistas, en su mayoría compuestos por Otis Spann y entre los que podemos reseñar grandes clásicos como el que abre el disco “My Love Depends on You”, un excelente tema dónde sobresale el magnífico piano de Otis y la magistral guitarra de Peter Green. Continúan con un rítmico “Walkin”, dónde sorprendentemente el batería S.P Leary nos deleita con un fugaz “solo” de batería.

El blues más puro, hace acto de presencia en canciones como “Temperature Is Rising (100.2ºF)”, “I Needs Some Loving” o el clásico “Ain´t Nobody Bussiness” propiedad del también histórico bluesman Jimmy Whitherspoon.

Los Fleetwood Mac aportan su característico estilo británico, en cortes algo más movidos como “Dig You”, o en “She Needs Some Loving”, que se convierte en uno de los temas más recordados del LP, al igual que “Someday Baby”, que cierra definitivamente el disco.

Con la curiosa portada de un ciervo volante (de la familia de los coleópteros, Lucanus Cervus), sobre un fondo rojo intenso, “The Biggest Thing Since Colossus” nos deja el testimonio de un disco clásico, sencillo y atemporal, llevado a cabo por uno de los mejores grupos del blues rock, acompañado por uno de los máximos exponentes que ha dado

47 el blues. Todos ellos, supieron transmitirnos a la perfección, el exquisito sabor y la intensidad del blues en su estado más puro.

Desafortunadamente, el gran Otis Spann falleció en 1970, a los 40 años de edad, víctima de un cáncer de hígado. Así concluye esta aventura y los Fleetwood Mac siguieron su propio camino y cosecharían un rotundo éxito, sin dudarlo ni un instante, pasaron por uno de los momentos más álgidos de su ya extensa carrera… Fleetwood Mac – Rumours (Warner Bros Records 1977) Posted by Ruben.Borrajo on 4 febrero, 2013

¿Pop de calidad?, por supuesto. Así valoramos a “Rumours”, uno de los discos más importantes que ha visto nacer la música pop, cortesía de los británicos Fleetwood Mac.

A nuestro juicio, Rumours ha sido una historia que nada tiene que ver con la música que esta magistral banda realizó anteriormente. Desde sus inicios en 1967 y liderados por el virtuoso guitarrista Peter Green, los Fleetwood Mac se decantan por el blues rock, obsequiándonos con fantásticos álbumes a lo largo de su trayectoria. Considerados una formación camaleónica, debido a los constantes cambios que sufren en sus filas y muy afectados por los conflictos con Peter Green, que abandonaría el grupo en 1970, los Mac varían de manera drástica su estilo musical.

Posteriormente, emprenden una memorable travesía por los designios del pop, se introducen profundamente en sus desenfadadas y pegadizas melodías, pero sin descuidar factores esenciales como la lírica o la calidad de los álbumes.

Y tal día como hoy, un 4 de febrero de hace 35 años, sale a la luz pública “Rumours”, el disco más mediático de los Fleetwood Mac. Aclamado por la crítica, se situó como su obra más comercial, vendiendo alrededor de 40 millones de copias en todo el mundo. Rápidamente se colocó en los primeros puestos de las listas musicales de 1977, obteniendo una gran popularidad.

Pero este disco, esconde algo más que grandes y espléndidas canciones. Su proceso de grabación fue absolutamente caótico, ya que uno de sus miembros fundadores, el baterista Mick Fleetwood, estaba en pleno proceso de separación matrimonial. Por si fuera poco, se le sumaba el continuo abuso de cocaína y las constantes tensiones internas provocadas por celos, desamores e infidelidades entre las parejas Lindsey Buckingham / Stevie Nicks y John y Christine McVie. Toda una serie de circunstancias, más propias de un guión de película al más puro estilo “Lo que el viento se llevó”, que de un Long Play de música.

Culebrones aparte y centrándonos en el álbum, decimoprimero de su discografía, la edición original se publicó en 1977 por el sello Warner Bros Records e incluye 11 pistas. Por supuesto, haremos una mención especial al personal que hizo posible este LP: Lindsey Buckingham (guitarra y voz), Stevie Nicks (voz), Christine McVie (voz, teclado), John McVie (bajo) y Mick Fleetwood (batería).

Dentro del disco, nos encontraremos con hits como la emotiva balada “Dreams”, o diversas gemas pop, que hacen los honores al género “Don’t Stop” escrita por Christine McVie, y en dónde no olvidan sus raíces blues. Este tema, mundialmente conocido, se convirtió instantáneamente en la canción estrella del álbum. Y ahora es cuando los españoles debemos iniciar un nostálgico viaje hacia el pasado. Tiempo después, la marca andaluza de cervezas “Cruzcampo”, adaptaba “Don’t Stop”, para promocionar su campaña publicitaria… ¡¡¡ Que recuerdos!!!…

Otros éxitos que completan “Rumours”, son “Go Your Own Way”, poseedora de excelentes armonías vocales y un contagioso estribillo. El cúmulo de emociones y una fuerte carga sentimental, se reflejan en “Oh Daddy”. Elegantes y muy cuidadas instrumentalmente se presentan “You Make Loving Fun”, I Don’t Want to Know, o el “Gold Dust Woman”, que cierra el álbum. En 2004, se remasteriza una nueva versión de “Rumours” en formato CD, añadiendo material extra y varios temas inéditos. Se comenta, que con motivo de su 35º aniversario, la casa discográfica Rhino Records volverá a reeditar el disco próximamente, incluyendo actuaciones en directo.

Y así concluye esta millonaria aventura de los Fleetwood Mac. Aquellos que un día fueron reyes del blues, quizás rompieron con cierto establishment al que nos tenían acostumbrados, pero sin dudarlo ni un momento, nos dejaron una gran música que bailaríamos durante generaciones…

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Aretha Franklin – Lady Soul (Atlantic 1968) Posted by javisuarezadmin on 8 febrero, 2013

Como un soplo de aire fresco, la diva de la canción Aretha Franklin, ya consagrada como gran dama del Soul, irrumpe en 1968 con este espléndido álbum de soul, blues y rythmn& blues, al que bautizó como “Lady Soul”.

Fue grabado a lo largo de 1967, un año mágico que resultaría crucial para la música. Por aquella época, el mundo observa como nuevamente emergen de manera espectacular estilos como el blues y el Soul, dentro de la reciente historia de la música pop del momento.

Aretha nace en la legendaria y musical ciudad de Memphis (Tennessee) en 1942, pero desde la infancia se cría en los barrios industriales de Detroit. Hija de padre predicador y madre cantante de góspel, su padre pronto vio en ella un enorme potencial, que la llevó a rodearse de las voces más influyentes del género, como Mahalia Jackson o grandes vocalistas del jazz como Dinah Washington y Ella Fitzgerald, que la inició en el arte del piano.

Tras una etapa fundamental en su carrera dedicada al góspel, y grabando para prestigiosos sellos como “Columbia” o “Harmony”, a mediados de los sesenta da un paso esencial en su carrera, fichando por “Atlantic Records”, un mítico sello especializado en jazz y soul.

Después de cosechar un rotundo éxito con sus dos primeros trabajos para la Atlantic, llega “Lady Soul”, grabado durante los meses de febrero, junio y diciembre de 1967. Oficialmente, el disco es lanzado el 22 de enero de 1968, bajo la producción de Jerry Wexler. Y por supuesto, como ingeniero de sonido, el gran Tom Dowd, que demostró una vez más, su especial olfato y talento para la música.

Para la grabación del LP, la Atlantic Records pone toda su maquinaria en funcionamiento, contando con un magnífico elenco de músicos, entre los que se encuentra la celebradísima sección rítmica de los miembros de la “Muscle Shoals”, que providencian un perfecto acompañamiento musical y apoyados por las “Sweet Inspirations”. Como dato curioso, dos integrantes de las Sweet Inspirations eran sus dos hermanas Emma y Carolyn Franklin, junto a Cindy Houston.

Una mención honorífica merecen la magistral sección de vientos, liderada por el excelente saxofonista King Curtis, y otros invitados de lujo como Bobby Womack, Joe South o el guitarrista Eric Clapton, militando por aquel entonces en el grupo Cream, entre otros no menos conocidos.

El álbum contiene diez temas, comenzando con un clásico de Don Covay llamado “Chain Of Fools”, de claro estilo rythmn & blues. Arropado por unos sobresalientes coros, podremos sentir la irrepetible voz de Aretha y su peculiar forma de tocar el piano. Y de manera instantánea, “Chain Of Fools”, se convirtió en un habitual de su extensa carrera. Continúan con una versión funky de “Money Won´t Change You” y con la clásica de Curtis Mayfield denominada “People Get Ready”, una dulce y bella versión de Lady Soul.

Como una de las canciones estrella, se sitúa la balada “(You Make Me Feel Like) A Natural Woman”, en dónde se pone de manifiesto su impresionante voz, y sumado a “Good To Me As I Am To You”, tema blues compuesto por Aretha, nos sorprenden gratamente gracias a la fantástica colaboración con el héroe de la guitarra Eric Clapton.

Otras pistas remarcables son “Come Back Baby” de Ray Charles, o la deliciosa versión de los The Young Rascals “Groovin”. Y para finalizar una melancólica “Ain´t No Way”, acompañada por el virtuoso saxo de King Curtis.

La increíble habilidad de Miss Franklin para combinar diferentes estilos musicales y atraparnos en su maravilloso soul, o el sentimiento impuesto en cada uno de los temas, hacen de este álbum todo un clásico, como suele decirse “apto para todos los públicos”.

Actualmente, Aretha Franklin nos sigue deleitando con su voz y sus extraordinarias interpretaciones pasados ya los setenta, brillando como una estrella que nunca se apaga, que reinará eternamente desde su trono del soul.

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ZZ Top – Tres Hombres (London Records 1973) Posted by Ruben.Borrajo on 12 febrero, 2013

Todo ocurrió mucho antes de que los tejanos ZZ Top se dejasen largas barbas hasta límites insospechados. Corría el 26 de Julio de 1973, año de gracia para el grupo y fecha especialísima para estos oriundos de Texas. Desde el primer momento en que se publicó “Tres Hombres”, el único destino posible de los ZZ Top era convertirse en todo un clásico del rock.

Así comenzaba la leyenda de este exitoso álbum, pieza clave en la discografía de uno de los power trío más famosos del rock. Con él, los legendarios barbudos iniciaban una nueva etapa, endureciendo su característico sonido “Texas Blues”, aderezado con un exquisito ingrediente hardrockero.

Y es que Tres Hombres posee un sabor único e inconfundible. Un sabor auténtico, genuino y con denominación de origen, combinando a la perfección un marcado estilo blues rock de riffs endiablados, con divertidas letras referentes a coches, chicas y burdeles varios, perdidos en la inmensidad del desierto tejano.

Pero si este LP permanece grabado a fuego en el recuerdo colectivo del rock, es gracias a su memorable tema central denominado “La Grange”. Todo un hit con el que alcanzarían una gran popularidad, siendo utilizado en multitud de anuncios publicitarios, radio, televisión y en un buen número de películas como Armageddon o Striptease. Y es que toda gran canción, esconde una historia…

Según se comenta, las letras del tema hacen alusión a un poblado situado a las afueras de La Grange (Texas), en dónde existe un conocido prostíbulo. Tiempo después se le cambió el nombre por “Chicken Ranch”. Curiosamente, esta casa de citas fue el guion principal del film “The Best Little Whorehouse in Texas”, protagonizado por Burt Reynolds y Dolly Parton en 1982.

Centrándonos en el álbum, tercero de su discografía, se editó en 1973 por el sello London Records e incluye 10 pistas. Contó con la producción de Bill Ham, artífice del gran éxito que obtuvo la banda y el responsable de moldear su imagen. Como ya es costumbre, haremos mención al poderoso triplete que realizó esta inolvidable obra: Billy Gibbons (guitarra y voz), Dustin Hill (bajo, voz y teclado) y Frank Beard (batería).

Abre el disco en su cara 1 con “Waiting For The Bus”, espléndido blues rock de riffs magistrales y muy elaborado rítmicamente. Seguidamente llegará “Jesus Just Left Chicago”, un blues más pausado con cierto aroma a pantano.

A continuación, sentiremos una potente descarga de rock con un enérgico “Beer Drinkers & Hell Raisers”… ¡¡¡Ooohh Yeeeahh Rock And Roll!!!! . También habrá espacio para la emotividad, con una bella y melancólica balada titulada “Hot Blue And Righteous”.

En la cara 2 nos encontraremos con otros cortes remarcables como “Move Me On Down The Line” y una joya de incalculable valor “Precious And Grace”, tema contundente al más puro estilo ZZ Top. Por supuesto, que llegará el punto álgido con “La Grange”, clímax sonoro y pista estrella del álbum. Y para poner fin a un disco absolutamente brillante “Shiek” y “Have You Heard”, impregnadas de un peculiar aire sureño.

Y así concluye la aventura musical más célebre de los cariñosamente apodados “The Little Ol Band from Texas”. Aquellos, que por un ya olvidado 1971 iniciaban su carrera obsequiando al mundo con dos emblemáticos discos “ZZ Top First Album” y “Río Grande Mud”. Pero cuando llegó “Tres Hombres”, los eclipsó completamente…

Atesorando una trayectoria de más de cuarenta años, actualmente los estadounidenses ZZ Top continúan deleitando al público con sus explosivas actuaciones y sus colosales directos. Todo ello, manteniendo la formación original y el manager incluido.

En 1984, la prestigiosa marca de cuchillas Gillete, ofreció al grupo un millón de dólares a cambio de afeitarse sus prominentes barbas, para realizar un anuncio de televisión. Rápidamente, la nada despreciable oferta fue rechazada. Sin duda, el mejor ejemplo de que los viejos rockeros nunca mueren.

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Black Sabbath – Paranoid (Vertigo Records 1970) Posted by Ruben.Borrajo on 15 febrero, 2013

18 de septiembre de 1970. Sin duda, una legendaria fecha que permanecerá grabada a fuego en la memoria de la historia musical contemporánea. Desafortunadamente, también es considerada como maldita, por ser el día de la muerte del gran Jimi Hendrix.

Pero a su vez, fue un día de catarsis colectiva, de celebración y de luz. Quizás, los británicos Black Sabbath recorrieron el mundo de los sueños y la senda de la locura, explorando magistralmente todos los rincones del subconsciente. Y tuvieron una extraña visión: le llamaron “Paranoid”.

A nuestro juicio, analizar uno de los discos más importantes que ha visto nacer el universo sonoro, es tarea difícil. Pero lo cierto, es que con la publicación de Paranoid, los nativos de abrieron las puertas del averno, dando origen y definiendo de manera espectacular, un nuevo estilo al que hoy todos conocemos como Heavy Metal.

“Paranoid” es todo un álbum de culto y el primer disco de Heavy Metal de la historia. Y aunque otras bandas del nivel de Blue Cheer, Led Zeppelin o Deep Purple ya habían endurecido anteriormente su sonido, añadiendo ese componente de fuerza y potencia a su música, los Black Sabbath han sido los pioneros y máximos exponentes del Metal.

Y es que “Paranoid” significó mucho más que un álbum, tanto para el Heavy Metal como para el rock en general. Con él, se comenzaba a forjar la leyenda de Black Sabbath y de dos mitos del género: el guitarrista Tony Iommi y el peculiar cantante Ozzy Osbourne. Pero sin desmerecer lo anterior y desde nuestra humilde opinión, el bajista Geezer Butler y el baterista Bill Ward, llevaron al grupo hacia otra dimensión musical. Unos virtuosos músicos que lanzaron a Black Sabbath a lo más alto del olimpo.

Una serie de curiosos datos rodean al disco. En un principio, se iba a titular como “War Pigs”, (cerdos de guerra), pero debido a fuertes presiones de la discográfica, y a ciertos problemas derivados de la guerra del Vietnam, se le cambió el nombre a “Paranoid”. Centrándonos en el álbum, segundo de su discografía, fue publicado por el sello Vertigo Records en 1970 e incluye 8 pistas. Aclamado por la crítica, obtuvo un gran éxito y cuatro certificaciones de platino, alcanzando las posiciones más elevadas en los rankings de ventas, debido a su carácter innovador. Contó con la producción de Rodger Bain, que ya había colaborado con Black Sabbath en su disco homónimo.

Y por supuesto, destacaremos que este antológico Long Play es una obra sencillamente perfecta de principio a fin, tanto en calidad musical y lírica. La tristeza y oscuridad de sus letras, hacen referencia a temas como los conflictos bélicos, la condición humana o las drogas. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los inolvidables integrantes de Black Sabbath, que hicieron posible este monumental trabajo: Ozzy Osbourne (voz), Tony Iommi (guitarra) Geezer Butler (bajo) y Bill Ward (batería).

Desde el primer momento que el vinilo comienza a rodar, ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. Inician con un poderoso “War Pigs”, arrollador tema de claro sentimiento antibélico, para continuar con el clásico entre clásicos “Paranoid”, canción estrella del LP y su hit más famoso, poseedor de un genial riff. Según cuentan, fue compuesto en media hora.

¿Qué decir del espectacular “Iron Man”?, pista célebre, apoteósico riff y otra joya de incalculable valor. Mejor escucharla. Otros cortes que completan el álbum son la relajada balada “Planet Caravan”, en dónde sentiremos en todo su esplendor, la característica voz de Ozzy Osbourne y en un aterrador “Electric Funeral”. Con un sobresaliente, calificaremos al guitarrista Tony Iommy en “Rat Salad” y “Fairies Wear Boots”, con el que ponen punto y final.

Así concluye esta pieza angular del heavy metal y el rock, cortesía de Black Sabbath. Y han sido estos cuatro chicos ingleses procedentes de una época ya olvidada, los que descubrieron una nueva forma de entender la música. Quizás, fueron como una brillante luz de esperanza, que se abrió paso hacia un futuro incierto. Lo que sí es seguro, es que le otorgaron nombre propio: Heavy Metal.

Bienvenidos al infierno. 51

King Curtis – Live at Fillmore West (Atco 1971) Posted by javisuarezadmin on 19 febrero, 2013

A principios de la década de los setenta, el legendario saxofonista King Curtis se encontraba en un gran momento de popularidad, que le llevaría a consolidar una estrecha relación profesional con Aretha Franklin y a la consecución de varios shows transcendentales para ambas trayectorias.

Estos conciertos, tuvieron lugar en marzo de 1971 en el auditorio Fillmore West de San Francisco, propiedad del célebre promotor . Para su realización, ejecutaron una maniobra espectacular que ideó el periodista Jerry Wexler, en la que pretendía llegar a la audiencia hippie de San Francisco, pasando por la música Soul y también por la denominada “música del alma”.

Curtis Ousley, más conocido por el sobrenombre de “King Curtis” nace en 1934 en Fort Worth (Texas). Comienza su carrera en los años 50, especializándose en géneros que abarcan desde el soul-jazz, southern-soul, R&B o el harp bop. En esta época, graba para un elevado número de compañías discográficas de Nueva York, y logra convertirse en un virtuoso saxofonista, obteniendo mucho éxito con temas como el clásico “Soul Twist”. Todo ello, le valió para poder fichar por el gigante discográfico “Atlantic Records” en 1958.

Durante la década de los sesenta, decide cambiar de sello discográfico. Pero curiosamente, vuelve a recalar en Atlantic Records en una nueva segunda etapa y colabora con algunos mitos del soul. Consigue el tan ansiado reconocimiento, y se sitúa como director musical de la dama del soul, Aretha Franklin.

Centrándonos en el álbum, para su grabación y conciertos, King Curtis formó un “dream team” para la ocasión, compuesto por Cornell Dupree (guitarra), Jerry Jemmont (bajo), Bernie “Pretty” Purdie (batería), Truman Thomas (piano eléctrico) y Pancho Morales (congas). Por si fuera poco, a estos extraordinarios músicos los acompaña como estrella invitada el genial Billy Preston a los teclados, arropados por la incendiaria sección de vientos “The Memphis Horns”.

El disco se publica en julio de 1971 por el sello subsidiario de la Atlantic, ATCO. Fue producido por el propio King Curtis y el galardonado Arif Mardin. Incluye nueve temas, en su mayoría instrumentales, abriendo con uno de sus hits de los sesenta “Memphis Soul Stew”, en el que Curtis presenta a la banda y terminan con un ritmo muy movido.

Continúan con la excelente versión de Procol Harum, “A Whiter Shade Of Pale”, en dónde King Curtis nos demuestra su innata habilidad al saxo, junto a la enorme calidad de Billy Preston. Siguen con una versión desconcertante del famoso tema de los Led Zeppelin “Whole Lotta Love”, esta vez en clave soul-funk, destacando el espléndido trabajo del baterista Bernard Purdie.

Una de las pistas más memorables del LP es “I Stand Acussed”, soberbio saxo, que da paso a “Them Changes”, otra de las conocidas versiones del álbum, perteneciente a Buddy Miles, ex baterista de Jimmi Hendrix. Otras joyas de incalculable valor son el clásico “Ode To Billie Joe”, “Mr. Bojangles” con un solo sencillamente perfecto y la infernal versión de Stevie Wonder “Signed, Sealed Delivered (I´m Yours)”.

Y para finalizar, un antológico “Soul Serenade”, uno de sus más celebrados éxitos de antaño, compuesta allá por 1963, y que actualmente es una de las canciones más sonadas en el repertorio de la “The Derek Trucks Band”, una de las mejores bandas musicales de hoy en día. En la redición en CD de 2006, se añaden cinco cortes más alternativos a este monumental álbum.

Con un sonido de absoluta gloria y una atmósfera increíble en directo, King Curtis se posicionó como uno de los más grandes saxofonistas del R&B, y en uno de los máximos exponentes de la música negra, dejándonos como testimonio este magistral Long Play para la posteridad.

Desafortunadamente, unos meses después de la grabación del disco, su carrera en estado de gracia y su vida se vieron truncadas de manera inesperada. El 13 de agosto de 1971, fue asesinado en las escaleras de su apartamento de Nueva York. De este vil modo, se llevaron a esta gran estrella a la tumba, nos privaron de su genuina música para siempre, en un año maldito para la ya extensa historia del rock and roll.

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Bachman-Turner Overdrive – Not Fragile (Mercury Records 1974) Posted by Ruben.Borrajo on 22 febrero, 2013

Quizás, la banda de rock canadiense Bachman-Turner Overdrive haya sido merecedora de mucho más reconocimiento por parte de la crítica. Haciendo gala de un marcado estilo hard rock, un enérgico sonido y una sección rítmica desbordante, presentaban en 1974 este magnífico álbum al que bautizaron como “Not Fragile”. A nuestro juicio, el mejor LP de toda su carrera.

Originarios de Winnipeg (Canadá), se constituyen como grupo en 1972, siendo fundados por el guitarrista y ex líder de The Guess Who, Randy Bachman bajo el nombre de “Brave Belt”. Posteriormente, se le une su hermano Robbie Bachman a la batería, el bajista Fred Turner y el guitarra Chad Allan, que abandonaría la formación poco tiempo después, debido al escaso éxito comercial de sus primeros álbumes.

Y sería durante esta etapa, cuando deciden cambiar nuevamente su nombre, haciéndose llamar “Bachman-Turner Overdrive”. Para ello, utilizan un juego de palabras derivado de los apellidos de dos de sus componentes “Bachman- Turner” y le añaden “Overdrive”, por la pasión desmedida que sentían varios de sus miembros por el mundo del camión y los motores. “Overdrive” era el título de un famoso magazine especializado en esta temática.

Para suplir la baja de Chad Allan, fichan a Tim Bachman (hermano de Randy y Robbie), con el que grabarían dos espléndidos LP’S en 1973 con el sello Mercury Records: “Bachman-Turner Overdrive” y “Bachman-Turner Overdrive II”. Una mención especial merece este último, al que valoramos como sencillamente espectacular y que contenía hits como “Let It Ride” o “Takin’ Care Of Business”.

Sin duda, disfrutaron de su época más gloriosa durante la década de los setenta, obteniendo una gran popularidad y llegando a vender alrededor de 7 millones de discos. Y en este período sufren otra variación en su alineación, el guitarrista Tim Bachman es reemplazado por Blair Thornton.

Centrándonos en el álbum, ”Not Fragile” es el tercero en su discografía, fue publicado en 1974 por la compañía Mercury Records e incluye nueve pistas. Como ya es costumbre, recordaremos a los integrantes de la BTO, que hicieron posible esta excelente obra: Randy Bachman (guitarra y voz), Blair Thornton (guitarra y voz), Fred Turner (bajo y voz), Robbie Bachman (batería) y Frank Trowbridge (guitarra slide).

Abre el disco con “Not Fragile”, tema contundente que ya nos va preparando para el resto del LP. Seguidamente, llegará uno de los puntos álgidos con ““Rock Is My Life, and This Is My Song”, que hace los honores al hard rock y en dónde la BTO brilla una vez más, con luz propia.

Continúan con un frenético “Roll On Down the Highway”, para pasar a otro de sus cortes más memorables “You Ain’t See Nothing Yet”. Un momento estelar, tendrá lugar con “Free Wheelin’”, incendiaria pista instrumental dedicada al legendario guitarrista de los Allman Brothers y desafortunadamente fallecido, Duane Allman. Otras canciones de gran calidad son “Blue Moanin’”, de cierto aire blues y los maravillosos punteos guitarreros de “Givin’ It All Away”, con el que ponen punto y final a este espléndido “Not Fragile”.

En 1977, Randy Bachman deja la formación para crear una agrupación denominada “Ironhorse” y emprende su trayectoria en solitario. Huérfanos de Randy, la banda prosigue bajo las siglas de B.T.O., lo que provocó una serie de disputas legales, que le llevaron a anunciar su disolución definitiva en 1984. Pero actualmente, se han vuelto a reunir y siguen ofreciendo ingentes cantidades de rock…

Y así concluye la aventura musical más galardonada de la Bachman-Turner Overdrive, cortesía de aquellos que a través de una música explosiva, intensa y palpitante, lograron transmitirnos la energía del hard rock elevada a la máxima potencia.

Peligro, alto voltaje.

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Luther Allison – Luther´s Blues (Motown 1974) Posted by javisuarezadmin on 26 febrero, 2013

En la historia contemporánea de la música blues, uno de los nombres más representativos del género fue Luther Allison. Sin duda, un grandísimo bluesman que tuvo un especial protagonismo a ambos lados del Océano Atlántico, durante las tres etapas bien diferenciadas de su exitosa carrera.

Luther nació un 17 de agosto de 1939 en la localidad de Wineder, en el estado de Arkansas. Desde muy joven, se inclina hacia un buen número de instrumentos musicales por tradición familiar. Una y otra vez, la historia vuelve a repetirse y como otras tantas estrellas de blues americanas, Luther y su familia se trasladan en 1951 a esa capital mundial del blues llamada Chicago.

Durante esta década, comienza a despuntar como una joven promesa en el barrio de West Side, tremendamente influenciado por artistas de la talla de B.B King, Freddie King, Magic Sam o Eddy Clerawater, llegando incluso, a formar parte de las bandas de leyendas del blues, como Howlin´Wolf o Freddie King. En los años sesenta obtiene cierta reputación como guitarrista y actúa en eventos de prestigio como el “Ann Arbor Blues Festival” cerca de Detroit. Tiempo después, recala en el sello discográfico de Jazz y Blues “Delmark Records” en 1967, para debutar oficialmente en 1969.

Posteriormente y tras conseguir el tan ansiado reconocimiento, ficha en 1972 por la casa discográfica “Motown”. Curiosamente, Luther es uno de los pocos artistas de blues que colabora con este carismático sello, propiedad de Berry Gordy, que había creado un estilo único denominado “Motown Sound”.

Centrándonos en el álbum “Luther´s Blues” sería el segundo LP grabado para esta compañía en los “Motown Record Studios” de Detroit. Se publica en febrero de 1974 y contiene nueve temas. En la reedición de 2001, se añaden tres más, incorporando una pista en directo en el festival de Ann Arbor de 1973.

Contó con la producción de Joe Peraino y arropado de espléndidos músicos como Bob Babbit (bajo), Andrew Smith (batería), Paul White (piano y teclados) y Ray Goodman (guitarra rítmica) entre otros. Todos ellos, magníficos músicos de sesión procedentes de la Motown.

Abre el LP con “Luther´s Blues”, tema que da nombre al disco, blues con letras mayúsculas y en dónde Allison nos demuestra su talento a la guitarra eléctrica. Continúan con “Someday Pretty Baby”, de claro estilo blues de Chicago y con una magistral versión del “Easy Baby”, patrimonio del legendario Willie Dixon.

La mano y el marcado estilo de la Motown se notan en cortes como “Now You Got It”, con un soberbio Luther a la guitarra slide impregnado del más puro funky de los setenta, al igual que en “K.T.”, excelente canción con sección de vientos incluida. El blues más puro y visceral aparece en “Let´s Have A Little Talk”, y en la clásica “Driving Wheel” perteneciente Roosevelt Sykes, para finalizar con un bello “Into My Life”.

En los Bonus Tracks destaca la incendiaria versión de Freddie King: “San-Ho-Zay”, que sitúa a Luther Allison entre los mejores guitarristas de blues del momento. Una mención honorífica haremos sobre la genial jam “Boomington Closing” y el medley “I´m Gonna Miss My Babe/Bad News Is Coming/ The Thrill Is Gonne”, temas en directo que engrandecen aún más este ya clásico álbum de Mister Allison.

En 1997, el infortunio volvió a cebarse sobre su figura, falleciendo prematuramente víctima de un cáncer a los 57 años de edad. Y fue esta desgraciada enfermedad, la que nos privó repentinamente de su extraordinaria música, impidiéndole seguir representando con una pasión desmedida, la grandeza de un arte al que llaman blues. Pero de algún modo, su legado permanece vivo a través de su hijo Bernard Allison, que llegó a militar en su propia banda, posicionándose como todo un referente mundial del blues moderno.

Luther Allison tuvo una segunda y fructífera etapa exiliado en Francia, durante los años ochenta y noventa, hasta que nuevamente regresó a su patria, pero eso… lo dejaremos para otra ocasión…

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Atlanta Rhythm Section – A Rock and Roll Alternative (Polydor 1976) Posted by Ruben.Borrajo on 1 marzo, 2013

Sin duda, el rock sureño es uno de los géneros musicales que posee un mayor sentimiento. Quizás para los analistas, la “” no se haya situado a lo largo de su historia como una de las bandas más conocidas e idolatradas. Pero a nuestro juicio, fueron auténticos caballeros del sur que reflejaron con orgullo a través de su música, cuáles eran sus orígenes y de dónde procedían.

Oriundos de Doraville (Georgia), la ARS se constituyen como grupo a principios de la década de los setenta en los “Studio One” de Atlanta, uno de los primeros y más prestigiosos estudios de grabación construidos por el ingeniero . Posteriormente, por sus legendarias salas pasarían artistas de la talla de Al Kooper, Lynyrd Skynyrd o Dickey Betts.

Una buena parte de los componentes de la Atlanta Rhythm Section ya habían tocado con bandas como “Classics IV” o “The Candymen”, durante los años 60. Pero fue la particular visión musical de su carismático líder, el vocalista, productor y mánager , quien ensambló a la perfección todo el talento de estas dos formaciones para dar lugar a esta gran agrupación llamada Atlanta Rhythm Section. Así mismo, Buddy Buie también fue el responsable del éxito que obtuvo la ARS durante su trayectoria y el autor de varios de sus temas más célebres.

En sus inicios, editan sus primeros discos “Atlanta Rhythm Section” (1972), “” (1973) y Third Annual Pipe Dream (1974), realizando una interesante y suave mezcla de country / rock / blues / pop, que le valió para ganarse cierta reputación en el panorama musical del momento. Pero no sería hasta 1976, cuando realmente nos obsequian con este magnífico “A rock And Roll Alternative” y al que valoramos como su obra más completa.

Centrándonos en el álbum, fue publicado en 1976 por el sello discográfico Polydor e incluye ocho pistas. Como ya es costumbre, haremos una mención especial al personal que hizo posible este fantástico LP: Buddy Buie (voz), Barry Bailey (guitarra), J.R. Cobb (guitarra, voz), Paul Goddard (bajo), (teclados), (batería) y Ronnie Hammond (voz).

Dentro del disco, nos encontraremos con su inolvidable tema central y su hit más memorable “So Into You”, en el que destacaremos su bella melodía y su elegancia instrumental de cierto aire pop. Otras pistas de excelente factura son un espectacular “Sky High”, “Hitch-Hikers’ Hero”, “Neon Nites” o la gran versión del “Outside Woman Blues” perteneciente a los Cream de Eric Clapton.

El infortunio, se cebó una vez más sobre las figuras de la ARS. El vocalista Ronnie Hammond falleció en 2011 víctima de un ataque al corazón y el baterista Robert L. Nix nos dejaba para siempre en 2012 a los 67 años de edad. Actualmente y tras sufrir diversos cambios en sus filas, la ARS continúa ofreciendo conciertos, realizando miradas nostálgicas hacia los setenta, su época de máximo esplendor.

Y así concluye esta sexta aventura de la Atlanta Rhythm Section, cortesía de aquellos que quizás, se presentaron como una alternativa más calmada a los míticos Allman Brothers Band o los Lynyrd Skynyrd, pero sin vacilar ni un instante, su genuina música sigue y seguirá, siendo absolutamente brillante.

Qué amarga, es la vida del rock and roll, la Atlanta Rhythm Section ha sido una de las bandas más injustamente subestimadas del complejo universo musical…

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Freddie King – Texas Cannonball (Shelter 1972) Posted by javisuarezadmin on 5 marzo, 2013

En 1972 y bajo la supervisión del pianista Leon Russell, se publica este espléndido álbum de blues rock al que bautizaron como “Texas Cannonball”. Curiosamente, lo grabaron para el sello “Shelter Records”, una casa discográfica de reciente creación en aquella época y fundada por Leon Russell y Denny Cordell.

“Texas Cannonball”, fue el segundo LP del legendario guitarrista Freddie King para la Shelter Records, después del no menos clásico “Getting Ready”. Y llegó en uno de los momentos álgidos de su carrera, en el que continúa con su progresión hacia un nuevo estilo e introduce en su blues explosivo, nuevas audiencias más orientadas a un público con ganas de escuchar el mejor blues-rock americano a ambos lados del Atlántico.

Freddie King nace en ese estado de la estrella solitaria llamado Texas en 1934. Desde su infancia comienza a tocar la guitarra, siendo muy influenciado por sus compatriotas también tejanos Lightnin´ Hopkins y el pionero de la guitarra eléctrica T-Bone Walker. A principios de los cincuenta, su familia se traslada a Chicago y durante su adolescencia actúa con varios mitos del blues. Rápidamente se consolida como una pieza básica en el circuito blues de Chicago, dejándonos temas clásicos como el versionadísimo “Hideway”.

Centrándonos en el álbum, “Texas Cannonball” fue grabado en dos localidades distintas y por dos bandas diferentes. La primera sesión tuvo lugar los días 2,3 y 4 de febrero de 1972 en los Skyhill Studios de Los Ángeles , interviniendo Freddie King a la guitarra, Leon Russell (piano), (guitarra), Donald “Duck” Dunn (bajo) y Al Johnson (batería), estos dos últimos recordados y fundamentales miembros de los Booker T & The MG´S.

En esta parte de la grabación, los seis temas escogidos fueron “I´d Rather Be Blind”, con una base rítmica demoledora y firmado por Russell. Seguidamente nos encontraremos con “Can´t Trust Your Neighbor”, composición histórica del tándem Isaac Hayes-David Porter, y en dónde Freddie King nos deleita con su maestría a la guitarra, introduciendo una curiosa sección de cuerdas un tanto desconcertante…

Otras pistas que se acercan más al puro estilo Chicago son “You Were Wrong” y el “How Many More Years” de Howlin´Wolf. Con un sobresaliente, calificaremos al estándar “The Sky Is Crying”. Y para completar esta parte, nos obsequian con una maravillosa versión de Bill Withers y su “Ain´t No Sunshine”.

La segunda parte de las grabaciones fueron realizadas los días 26 y 27 de febrero en los “Ardent Studios” de Memphis (Tennessee). Para la ocasión, el carismático Leon Russell seleccionó personal de su propia banda, dado que Russell, todo un caballero originario de Oklahoma, era todo un especialista en el denominado “Sonido Tulsa”. Y por supuesto, toca junto a Freddie King y otros geniales músicos de su tiempo, como Don Preston, John Gallie (órgano), Carl Radle (bajo), Chuck Blackwell y Jim Gordon (baterías).

Esta magnífica formación colabora en cuatro canciones, iniciando con un movido “Lowdown In Lodi” de , siguen con “Reconsider Baby”, demostrándonos una vez más, que Freddie King es uno de los reyes del blues, elevando la guitarra hacia el infinito y arropado por su poderosa y profunda voz.

En “Big Legged Woman” y “Me And My Guitar”, el grupo ejecuta dos soberbios temas con cierto aire funk-rock, un estilo que caracterizaría a Freddie King en sus siguientes álbumes hasta su prematura muerte en 1976.

Freddie King y Leon Russell. Talento innegable y trabajo exquisito. Sin duda, dos grandes nombres, que fueron capaces de regalarnos discos de incalculable valor, que después de cuarenta años, es todavía un placer, el poder seguir disfrutándolos.

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Las estrellas, están en el cielo. Posted by Ruben.Borrajo on 7 marzo, 2013

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Desafortunadamente, ayer por la noche se producía una triste noticia para el mundo del rock. El guitarrista Alvin Lee, carismático líder de la banda británica “Ten Years After “(en castellano, diez años después), fallecía a los 68 años de edad debido a una complicación quirúrgica, según el comunicado oficial que emiten en su página web.

Sin duda, el universo del rock llorará eternamente su pérdida. Porque el gran Alvin Lee, ha sido una leyenda de nuestro tiempo. Un hombre de aspecto corriente y una de las pocas estrellas del rock, al que parece NO haberle afectado la fama ni la gloria del dinero. Y tampoco le importó demasiado, tocar junto a cuatro chicos ourensanos que respondían al nombre de “Los Suaves”. Puso a su disposición su magistral guitarra, en aquel gran disco “Maldita Sea Mi Suerte” de 1991, impregnado por el sello único e inconfundible da nosa terra da chispa.

Y realizando una cierta mirada nostálgica, recuerdo aquella frase de Alvin Lee, que se puede leer en el interior del álbum de Los Suaves “Maldita Sea Mi Suerte”: <<“¿A quién se le ocurrió esta idea tan loca? Esto fue lo primero que dijo Alvin Lee cuando entro en el estudio. Todos sonreímos y yo pensé que no sabía si la idea era loca o no. Lo único que sabía es que nunca hubo una reunión de tantos y tan buenos guitarristas y sobre todo de tantas y tan buenas personas. A todos con nuestro agradecimiento lo único que puedo decirles es que al estar en nuestro disco, es que como si estuvieran en nuestro corazón”>>

Alvin Lee, paseó su espectacular blues rock desde los años 60 por todo el planeta. Y lo cierto, es que si nos transportamos a un ya lejano 17 de Agosto de 1969, rápidamente nos daremos cuenta de que no fue un domingo cualquiera. Sucedió allí, en un histórico festival de Woodstock’ 69, en dónde la lluvia convirtió aquel inmenso prado, en un gigantesco barrizal de lodo y fango. Pero no fue impedimento alguno, para que Alvin Lee y sus incombustibles Ten Years After, entonaran al viento un antológico “I’m Going Home”, cuajando una de las actuaciones más aclamadas de Woodstock´69.

Fue aquella noche del 69, en la que el cielo rugía feroz, tornándose gris y melancólico, cuando alzaste tu inmortal guitarra, convirtiendo los acordes en eternos, imperecederos e inalterables al paso del tiempo, haciendo que la humanidad se estremeciese.

Por ello, la comunidad musical, sólo te puede dar las gracias por representar con una pasión desmedida, la grandeza de un arte al que llaman rock and roll. Las estrellas, están en el cielo.

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Super Session (Mike Bloomfield / Al Kooper /Steve Stills – Columbia 1968) Posted by Ruben.Borrajo on 8 marzo, 2013 Quizás sucedió, por casualidades de un antojadizo destino o por designios de la diosa fortuna. Pero lo cierto, es que a lo largo de la historia musical contemporánea, los mejores músicos siempre han estado en permanente contacto, buscando ese lazo tan especial que les une.

Y por un ya lejano 1968, se produjo una fructífera colaboración entre Mike Bloomfield, Al Kooper y Steve Stills, para realizar un magistral álbum al que bautizaron como “Super Session”. Sin duda se trata de tres mitos, tres auténticas leyendas del rock y el blues, que se juntan para obsequiar a la comunidad musical con un disco que alcanzó el estatus de legendario desde el primer momento en que se publicó.

“Super Session” fue ideado en su totalidad por el gran Al Kooper y se diferencia en dos partes. La cara A la protagoniza el héroe de la guitarra Mike Bloomfield y Al Kooper. Y en la B el genial Steve Stills acompañado nuevamente por Kooper.

Curiosamente, Steve Stills nunca coincide tocando con Bloomfield en este Long Play. Al margen de esto, Mike Bloomfield solamente grabó la cara inicial del álbum y se marcharía a mitad de su producción, creemos que debido a su inestable personalidad y a sus problemas con las drogas. Posteriormente, entraría Steve Stills para completar el disco.

Hablar de la fantástica música que impregna a esta obra, es emprender una memorable travesía que nos llevará por diversos géneros como el blues, el soul, el rock e incluso en ocasiones, nos acercarán al jazz.

Centrándonos en el álbum, fue editado en 1968 por el sello discográfico Columbia Records e incluye 9 pistas. Producido por Al Kooper, contó con la ayuda estelar de virtuosos músicos como Barry Goldberg (piano), Harvey Brooks (bajo) y Eddie Hoh (batería). Todos ellos, reputados instrumentistas e integrantes del grupo “The Electric Flag”, como el pianista Barry Goldberg o el bajista neoyorkino Harvey Brooks, que también habían participado junto a Bob Dylan en el “Highway 61 Revisited”.

Dentro del disco, nos encontraremos con soberbios temas como el instrumental “Albert’s shufle”, al que arropa un magnífico piano cortesía de Al Kooper. Llegará nuestro querido blues con “Really”, el aire soul de “Man’s Temptation” propiedad de Curtis Mayfield, o el cierto toque jazzístico de “His Holy Modal Majesty”, en dónde el guitarrista Mike Bloomfield, nos demuestra una y otra vez, el porqué de su grandeza.

Seguidamente, toma las riendas el dúo Steve Stills / Al Kooper, con una extraordinaria versión del “It Takes A Lot To Laugh, It Takes A Train To Cry” perteneciente a Bob Dylan. Uno de los puntos álgidos tendrá lugar con “Season Of The Witch”, apoteósica jam de once minutos de duración, arropados por una banda sencillamente espectacular. Continúan con el blues reflejado en “You Don’t Love Me” de Willie Cobb, para poner punto y final con “Harvey’s Tune”, que pone la guinda a un disco absolutamente brillante.

En la parte 2, destacaremos la imprescindible aportación de Al Kooper y Steve Stills, este último tocando con su particular country rock y en dónde podremos notar los distintos puntos de vista musicales con Mike Bloomfield. En 2003, La compañía Legacy Records reedita una nueva versión de este clásico álbum en el que añaden cuatro pistas más, una de ellas en directo.

Así concluye la aventura de este inmortal trío de hombres blancos, que parecen haber sido tocados por algún tipo de poder divino. Poseedores de un alma muy negra, fueron capaces de dejarnos un disco de música con letras mayúsculas, de esos que difícilmente se olvidan.

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Johnny Cash – At San Quentin – (Columbia Records 1969) Posted by Ruben.Borrajo on 12 marzo, 2013 Fue la voz de los desfavorecidos y los débiles. La voz de los oprimidos, los infortunados y marginados. La voz de aquellos que han sido privados de la palabra, de los que han caído en el olvido, condenados a una existencia sin más futuro que el día a día.

Así comenzaba la leyenda del estadounidense Johnny Cash, icono imperecedero del country, del rock y de la historia musical contemporánea. Un artista único, que ha pasado toda su carrera amparado en la soledad de la carretera, sin más compañía que su guitarra y un talento innato para componer canciones.

Johnny Cash nace en Kingsland (Arkansas) en el seno de una humilde familia en 1932. Desde muy pequeño tuvo que trabajar en los campos de algodón, realizando largas e intensivas jornadas, provocadas por la Gran Depresión económica que reinaba en aquellos tiempos. Y fue en esta época, cuando empieza a interesarse por géneros como el folk, el góspel y principalmente por el country, estilo que lo convertiría en inconfundible durante gran parte de su longeva trayectoria.

Su vida, digna de la mejor película de cine, está repleta de infinidad de anécdotas, debates y controversias. A continuación, citaremos algunas de las más representativas: 1950. Se alista en la fuerza aérea de los Estados Unidos y residiendo en Europa, se compra su primera guitarra. Posteriormente, funda una banda llamada “The Barbarians” junto a un grupo de amigos, para tocar en diversos locales cercanos a la base militar.

En 1954, lo contrata la Sun Records, propiedad de Sam Phillips, el descubridor de mitos como Elvis Presley o Jerry Lee Lewis. Johnny Cash publica “Hey” y “Cry, Cry, Cry”, a su vez, viaja al lado de Elvis Presley, obteniendo una elevada popularidad. Seguidamente, vería la luz otro de sus clásicos “Folsom Prisom Blues”. En 1959, se edita el álbum “The Fabulous Johnny Cash”, con el que llega a vender más de un millón de copias. En la década de los sesenta tiene lugar su particular calvario: una fuerte adicción a las anfetaminas, que tomaba en grandes dosis para poder resistir sus interminables giras. Finalmente, lograría superar su dependencia.

Centrándonos en este álbum en directo, dedicado a los reclusos de San Quentin, fue grabado el 24 de Febrero de 1968 en la Prisión Estatal de San Quentin (California) y se publicó el 4 de Junio de 1969 por el sello Columbia Records. En su edición original el disco contenía 10 temas. En sucesivas reediciones, como la de 2006 por la casa discográfica Legacy Records, añadieron más pistas, alcanzando un total de 31 y ofreciendo un documental relacionado con todo lo que allí sucedió, así como entrevistas a funcionarios e internos.

Por supuesto, que una mención honorífica merecen los músicos que participaron en este espléndido “At San Quentin”: Johnny Cash (guitarra acústica y voz), Marshall Grant (bajo), Carl Perkins y Bob Wootton (guitarras eléctricas), W.S. Holland (batería), Carter Family (voces, guitarras), The Statler Brothers (voces), y la mujer de Cash, June Carter Cash (voz).

Como no podía ser de otra manera, el legendario concierto abre con su clásica frase << Hello, I’m Johnny Cash>> (Hola, soy Johnny Cash). El repertorio de canciones, ya forma parte del patrimonio cultural de la humanidad, como los hits “I Walk The Line”, el “Wanted Man” de Bob Dylan, “Orange Blossom Special”, “Peace in the Valley” o el magnífico “Folsom Prison Blues”.

Otras canciones históricas compuestas para el evento fueron “A Boy Named Sue” y “San Quentin”, esta última todo un punto álgido del show y un momento de sobre excitación por parte de los reclusos, ya que se identificaron con el tema. Según las propias palabras de Cash: “los internos se subieron a las mesas y las golpeaban con los pies. Querían que la volviese a cantar y lo hice inmediatamente. Todos pasamos un mal rato, porque hubo instantes de excesivo entusiasmo”.

Para la posteridad, quedará la foto tomada por el fotógrafo Jim Marshall… ¿Cuál será su significado?…

Johnny Cash siempre ha sido un músico con una especial sensibilidad ante los colectivos con mayor riesgo de exclusión social. Invirtió una buena parte de sus ganancias en

59 apoyar a centros de disminuidos psíquicos, mujeres maltratadas o asociaciones de enfermos de cáncer.

Y así concluye esta imprescindible obra musical del gran Johnny Cash. Quizás, su nombre no diga nada a las actuales generaciones. Pero llegará un momento en el que tengan que abrir el libro del tiempo y rápidamente se darán cuenta, de que se encuentran ante uno de los músicos más importantes que ha dado el siglo XX.

Desafortunadamente en 2003, Johnny Cash fallecía en un hospital de Nashville, la capital de la música country, debido a complicaciones derivadas de la diabetes que padecía. Pero se le recordará eternamente, por su genial música y también por su generosidad y calidad humana. Se arrastró por medio mundo durante más de cincuenta años, situándose como un luchador incansable y un fiel activista en favor de los derechos de los nativos americanos y los presos.

Siempre vestido de negro, alegró los corazones de aquellos sujetos con cadenas y candados, haciéndoles saber, que desde sus jaulas podrían volar juntos también. Al menos durante unas horas, les hizo sentirse libres.

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Wilson Pickett – Hey Jude (Atlantic 1969) Posted by javisuarezadmin on 15 marzo, 2013

Wilson Pickett. Sin duda, uno de los mejores cantantes de la historia de la música negra americana, que nos ha dejado un incomparable legado y que ha sido encumbrado como rey absoluto del sonido “southern-soul”. Y por un ya lejano 1969, nos agasajaba con este clásico demoledor titulado “Hey Jude”, acompañado por el legendario guitarrista Duane Allman.

Wilson Pickett, nace en 1941 en el estado sureño de Prattville, Alabama (Estados Unidos). En 1955 se traslada rumbo al norte, concretamente a la ciudad industrial de Detroit, en dónde comienza a despuntar a principios de los sesenta como vocalista del grupo “The Falcons” con orientación más bien góspel.

En 1965 y tras la estrecha cooperación con The Booker T & Mg´s y Steve Crooper, Wilson Pickett revoluciona la música soul gracias a una voz tremendamente agresiva y explosiva. Durante esta época publica varios de sus temas más celebres, como la épica “In The Midnight Hour”, “Mustang Sally”, “Land OF 1000 Dances”, “Don´t Fight It” o “Everybody Needs Somebody To Love”, que serían utilizados en infinidad de bandas sonoras para ese otro arte que es el cine.

Volviendo al álbum, “Hey Jude”, fue producido por Rick Hall y Tom Dowd y se grabó en los Fame Studios, Muscle Shoals en Alabama en 1968. Publicado en 1969, contó con la colaboración estelar de prestigiosos músicos de sesión de la Muscle Shoals como Roger Hawkins (batería), Jerry Jammot y David Hood (bajistas), James Johnson, Albert Lowe y Duane Allman (guitarras), Barry Beckett (piano) Marvell Thomas (órgano). Todos ellos, arropados por una magnífica sección de vientos y el excepcional coro “The Sweet Inspirations”.

Así mismo, “Hey Jude” es un disco rodeado de anécdotas realmente simpáticas y curiosas. A continuación, mencionaremos algunas de las más representativas: Wilson Pickett, siempre vestido de manera inmaculada y elegante, se encontró al mítico guitarrista Duane Allman (que por aquel entonces era músico de sesión de la Atlantic) en los estudios de grabación, instantáneamente le impactó profundamente su aspecto hippie y desaliñado, quedó estupefacto y desorientado, pero todo cambió cuando Allman hizo sonar los primeros acordes con su Gibson Les Paul.

Otra de las innumerables anécdotas sucede cuando Duane Allman le sugiere a Wilson Pickett grabar un nuevo tema recientemente publicado por The Beatles, “que está subiendo como la espuma”, llamado “Hey jude”. Seguidamente, lo que Pickett le responde es “que de ninguna manera y que es una idea absurda”. Pero el poder de convicción de Duane Allman y su carácter afable, lograrían convencer a Wilson “Wicked” Pickett.

Y más sorprendido aún, quedaría cuando observa la destreza y los geniales solos de guitarra de Allman, lo que le valió para ponerle el apodo de “SkyDog”. Tras grabar “Hey Jude”, Wilson Pickett decidió grabar un álbum de versiones y de las once que contiene el disco, destacaremos la estratosférica “Hey Jude”, con la extraña conjunción Beatles-Pickett-Allman.

Otras excelentes versiones que atesora el Long Play son “The Hold” de Isaac Hayes, impregnado de la guitarra inconfundible de Mr. Allman, al igual que un fantástico “Born To Be Wild” de Steppenwolf, recién salida del horno por aquel entonces y popularizada en el film “Easy Rider”, o el tema “My Own Style Of Loving”.

Wilson Pickett, también participó con otro grande de la música en este disco como Bobby Womack, y nos obsequiaron con pistas como “Sit Down And Talk This Over” o “People Make The World”. Y para finalizar, un espléndido “A Man And A Half” y la maravillosa balada “Back In Your Arms”.

Wilson Pickett emergió como un potente volcán en erupción a mediados de los sesenta y se consolidó como uno de los vocalistas más extraordinarios que ha dado la música soul. En este álbum, consiguió acercarnos hacia un estilo denominado southern-rock, asumiendo también gran parte de culpa, el héroe de la guitarra Duane Allman.

Wilson Pickett falleció el 19 de enero de 2006 en Virginia, víctima de un infarto al corazón a los 64 años de edad, año en que también se aprovechó para reeditar el álbum en CD por el sello DBK Works.

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Scorpions – Taken by Force (RCA 1977) Posted by javisuarezadmin on 19 marzo, 2013

A mediados de la década de los setenta, el quinto álbum de los legendarios “Scorpions”, supuso el final de la primera etapa de la banda, motivado en gran parte por las diferencias musicales entre algunos de los componentes de esta formación.

Surgidos de la ciudad de Hannover (Alemania) en los años sesenta, originalmente se hicieron llamar “Nameless”, luego “The Scorpions” y finalmente se rebautizaron como “Scorpions”. En 1972, irrumpen de manera impactante en la escena musical de la época, con su disco de debut “Lonesome Crow”, de claro estilo hard – rock – progresivo.

Tras sus primeros LP’S, obtienen un rotundo éxito y enfocan su sonido hacia el heavy- metal, sobre todo después del magistral “In Trance” de 1975, con el que traspasan fronteras, tanto en Europa, América o llegando incluso a lugares tan lejanos como Japón, país dónde se convierten en todo un referente musical.

Volviendo al álbum, “Taken By Force” es la piedra angular de los Scorpions. Fue publicado en 1977 por el sello RCA y se grabó en los “Dierks-Studios” de Hamburgo, aparte de contar con el excelente trabajo del conocido productor “Dieter Dierks”.

Su histórica alineación, valorada en muchas ocasiones por la crítica, como una de las mejores que jamás hayan tenido los Scorpions, quedó conformada por los guitarristas Rudolf Schenker y Ulrich Roth, el vocalista Klaus Maine, Herman Rarebell a la batería y Francis Buchholz al bajo.

Este disco sería el último para el magnífico guitarrista Uli Jon Roth, que como ya mencionamos antes, mantenía fuertes diferencias musicales con Klaus Meine y Rudolf Schenker. Una y otra vez, se encontraban e iniciaban acaloradas discusiones, debido a los distintos puntos de vista sonoros y al futuro musical que debía tomar grupo.

Ulrich tocaría por vez primera con el sensacional baterista Herman Rarebell (de ahí viene lo de la histórica alineación), que junto a la voz inconfundible de Meine, Schenker y el resto de miembros, alcanzarían uno de los sonidos más cruciales e inconfundibles de los germanos. Añadiendo algunos efectos especiales y acompañados siempre por la poderosa voz de Meine, el disco contiene ocho temas y se sitúa como una obra maestra de principio a fin. Cada uno de ellos, clásicos absolutos de la ya larguísima carrera de los Scorpions.

El Long Play comienza en su cara A con el demoledor sonido de un martillo neumático y el contundente tema “Steamrock Fever”, para dar paso a “We´ll Burn The Sky”, una de las canciones estrella del álbum, compuesta por Schenker y una ex -novia de Jimi Hendrix llamada Mónica Dinneman. En él, los Scorpions se emplean a fondo y nos demuestran su enorme virtuosismo, en una pista que sin ninguna duda, conseguirá emocionarte.

Continúan con el pegadizo “I´ve Got To Be Free” y el disco termina en su cara A con “The Riot Of Your Time”, dejándonos riffs sencillamente espectaculares e impregnados de la formidable voz de Meine, arropados en todo momento por una banda perfectamente ensamblada. La segunda parte de “Tomado por la fuerza” prosigue por el sonido rudo de “The Sailor Of Charon” y sigue con la maravillosa y melódica “Your Light”, demostrándonos Uli Roth una vez más, su talento innato a lomos de su guitarra.

Y para finalizar, un memorable “He´s A Woman- She´s A Man”, puro y visceral, que a lo largo del tiempo permanecerá como uno de los grandes clásicos de la historia del heavy-metal, al igual que la triste balada de más de siete minutos de duración “Born To Touch Your Feelings, que pone el cierre a un LP realmente brillante.

La censurada portada original no salió en innumerables países del mundo, por considerarse ofensiva, ya que en la imagen tomada por el fotógrafo Michael Von Gimbut, se puede observar a unos niños jugando a la guerra en un cementerio de Francia. Scorpions rivalizó durante décadas con multitud de bandas anglosajonas, consiguiendo millones de ventas por todo el mundo y lograron consolidarse como una de las agrupaciones más representativas del rock. A nuestro juicio, establecieron una base fundamental para el sonido heavy-metal durante los setenta, en buena parte gracias álbumes tan fantásticos como este “Taken By Force”.

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Iron Butterfly – In-A-Gadda-Da-Vida (Atco Records 1968) Posted by Ruben.Borrajo on 22 marzo, 2013

Es muy posible, que los estadounidenses Iron Butterfly se perdiesen en la inmensidad de un amplio cosmos psicotrópico. Quizás, se plantearon resolver cierto problema de álgebra y aritmética, buscando el riff perfecto e incluyendo combinaciones alfanuméricas. En 1968, despejaron la incógnita y obtuvieron el ansiado resultado final, que fue todo un mensaje subliminal: le llamaron “In-A-Gadda-Da-Vida”.

Y así se presenta este ya clásico álbum, impregnado de psicodelia de principio a fin y que permanecerá imborrable en la memoria del rock, gracias a su inolvidable hit central: “In-A- Gadda-Da-Vida”, tema homónimo al disco y el más exitoso de su carrera.

Según cuenta la leyenda, inicialmente la canción se iba a titular “In The Garden Of Eden” (En el Jardín del Edén). Pero durante el proceso de grabación, el cantante , que se encontraba bajo los efectos de las drogas y el LSD, pronunció las letras de la frase por otras ininteligibles… “In-A-Gadda-Da-Vida”. Y lo cierto, es que esta versión de los hechos nunca se confirmó oficialmente. Para la posteridad, quedarán sus infinitos 17 minutos de duración, su espectacular riff de guitarra y bajo, al igual que su extraordinario “solo” de batería y su oscuro y gótico órgano.

Surgidos de la ciudad de San Diego (California), los Iron Butterfly liderados por el talento compositivo de Doug Ingle, se constituyen como banda en 1966. Inicialmente, su alineación estaba formada por Darry Deloach (voz), Doug Ingle (piano y voz), (guitarra), Jerry Penrod (bajo) y (batería). Los podemos considerar como una formación camaleónica, dado que durante sus primeros años, sufren diversos cambios en sus filas.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Iron Butterfly, que hicieron posible esta obra: Erik Brann (guitarra, voz y violín), Doug Ingle (piano y voz), (Bajo) y Ron Bushy (batería).

Centrándonos en el disco, primero de platino de la historia, fue publicado en 1968 por el sello Atco Records y contiene 6 temas. Dentro del Long Play nos encontraremos en su cara A con todo un despliegue de psicodelia y guitarreo incesante, reflejado en cortes como “Most Anything You Want”, Flowers and Beads”, “My Mirage” o “Termination”. Y el momento culminante llegará con el tema estrella del álbum “In-A-Gadda-Da-Vida”, que ocupa toda la cara B del vinilo y que echa el cierre a un disco absolutamente legendario.

Como dato anecdótico, los Iron Butterfly fueron contratados para tocar en el festival de Woodstock’69, pero según se comenta y debido a una pelea entre sus componentes en el aeropuerto, no pudieron acudir al histórico evento.

Desafortunadamente, las campanas de la muerte volvieron a resonar en el universo del rock. En 2003, el guitarrista Erik Brann fallece víctima de un ataque cardíaco a los 52 años de edad, y el bajista Lee Dorman nos dejaba para siempre en 2013. Su cuerpo sin vida, fue hallado en el interior de su vehículo, curiosamente cuando se dirigía a su médico.

Pero siempre recordaremos las bellas alas de estas mariposas de hierro, que un buen día decidieron llegar a nuestras vidas, posándose majestuosas y libres, en lo más alto de la cima del rock.

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Buddy Miles – Them Changes (Mercury 1970) Posted by javisuarezadmin on 26 marzo, 2013

Poseedor de un talento innato, divertido y a veces contagioso, Buddy Miles se convirtió por méritos propios en uno de los bateristas más carismáticos de la época dorada del rock. Supo transmitir a la perfección, toda su frescura musical a varias leyendas de la guitarra como Mike Bloomfield, Jimi Hendrix o Carlos Santana, durante los años sesenta y principios de los setenta.

Originario de Omaha, George Allen Miles nace en el estado norteamericano de Nebraska en 1947. Desde su infancia comienza a tocar la batería en la banda de jazz de su padre, también un reputado músico, que a su vez se codeaba con otras estrellas históricas del jazz. Posteriormente, se traslada con su familia a Chicago y siendo prácticamente un adolescente, ya toca en bandas de rythm & blues y soul como los Delftonics o Wilson Pickett.

Pero su gran oportunidad le llegaría gracias al virtuoso guitarrista Mike Bloomfield, que decide incorporarlo en su nuevo proyecto llamado “The Electric Flag”. Rápidamente, el genial Buddy se gana a pulso un puesto importante entre los más grandes, dejándonos momentos estelares como por ejemplo en el “Monterey Pop Festival” de 1967.

Una vez que los “The Electric Flag” se disuelven definitivamente, Buddy Miles decide formar su propia banda, a la que bautizó como “”. Y por supuesto, contó con la inestimable ayuda de la sección de vientos de la ya extinta Electric Flag. Así mismo, logra que el grupo sea producido por el héroe de la guitarra Jimi Hendrix, siendo esta la primera colaboración entre estos dos mitos del rock. Tiempo después, continúan con su exitosa y fructífera relación musical, que llegaría a su fin en 1970, debido al fallecimiento de Jimi Hendrix.

Centrándonos en el álbum, “Them Changes”, es el tercer disco en solitario de su carrera. Producido por el propio Buddy Miles, Robin McBride y Steve Cropper, fue grabado en los “Audio-Finisher Studios” de Chicago en 1970 para el prestigioso sello Mercury Records.

Para su realización, se rodeó de una extraordinaria agrupación formada por un amplio elenco de músicos, entre los que destacaremos a Buddy Miles (batería, bajo, guitarra y voz), el joven y magnífico guitarrista Charlie Karp, Bob Hogins (órgano), David Hull (bajo), arropados por una espléndida sección de vientos junto a un coro inolvidable. El resultado que obtuvieron fue absolutamente magistral con un sonido sencillamente espectacular.

El LP contiene ocho cortes intensos y de estilo único, en el que Buddy Miles crea un enérgico sonido basado en el funk-rock. El disco abre con “Them Changes”, tema que da nombre al álbum y que consigue situarse como una de las canciones más populares y versionadas de su trayectoria. Al margen de esto, también nos da muestras de su excelencia compositiva.

Seguidamente nos encontraremos con otras joyas como la melódica “Heart´s Delight”, o las fantásticas versiones de “Dreams” o el clásico “Down By The River”, perteneciente a Neil Young.Y para finalizar mencionaremos otras dos pistas básicas del álbum, como el movido “Memphis Train” o el instrumental “Paul B. Allen, Omaha, Nebraska” de estilo jazz y que hace honor a sus orígenes.

Para la posteridad quedará su portada impagable, obra del fotógrafo Burnell Caldewell. Y así concluye esta aventura sonora cortesía de Buddy Miles, aquel músico de voz dulce pero poderosa, que con su ritmo pegadizo y su legendario estilo a la batería, fue capaz de obsequiarnos con una de las perlas más brillantes que ha dado la música rock.

Desafortunadamente, el corazón de esta figura esencial del rock dejó de latir en 2008 a los sesenta años de edad . Pero siempre le recordaremos por ser miembro de los míticos “The ” de Jimi Hendrix, por su trabajo incansable y por sus innumerables colaboraciones a lo largo de la ya extensa historia musical contemporánea.

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Nirvana – Nevermind (DGC Records 1991)

Posted by Ruben.Borrajo on 29 marzo, 2013

Surgieron del underground musical más profundo, oscuro y tenebroso que recuerda la historia musical contemporánea. Navegaron entre sombras, actuando en los suburbios más impenetrables, anónimos y recónditos de la ciudad de Seattle. Quizás, se perdieron en cierto ambiente de drogas, humo y nicotina, pero realizaron una inolvidable poesía clandestina.

Y así comienza la leyenda de los estadounidenses Nirvana. Sin lugar a dudas, ha sido la banda musical que popularizó e impulsó el “grunge” a escala mundial. Sin ser en ningún caso los creadores del estilo, verdaderamente fueron los máximos exponentes de este nuevo género del rock que se venía gestando desde mediados de los años 80 en el estado de Washington.

El grunge, como movimiento contracultural y alternativo, no cumple con las características habituales de la musical comercial, oponiéndose y despreciando incluso lo que la palabra “comercial” significa. No importa que vendas millones de discos. No importa que te hagas rico y famoso con el negocio de la música. Es mejor que te reconozcan por tu ideología y por tu música.

Desde nuestra opinión, Nirvana nunca supo asimilar el éxito al que se vieron sometidos. Lo que sí es innegable, es que al margen de obsequiarnos con ese diamante al que bautizaron como “Nevermind”, posibilitaron que otros muchos grupos de la escena independiente publicaran sus trabajos.

Originarios de Aberdeen (Washington), los estadounidenses Nirvana se constituyen como grupo en 1987. Anteriormente, actuaban bajo el nombre de “Fecal Matter” y siendo liderados por Kurt Cobain, esta banda fue el embrión de lo que más adelante se llamaría “Nirvana”. Sus comienzos fueron muy difíciles y en 1988 son contratados casi por compasión por la casa discográfica independiente “Sub Pop Records”.

En 1989 publican “Bleach,” su disco de debut con el que lograron reseñas positivas, pero Nirvana no pasaba de ser una banda únicamente conocida en el circuito grunge de los Estados Unidos. Y los críticos musicales tampoco le auguraban el éxito desmesurado que muy poco tiempo después obtendrían.

Uno de los principales problemas de Nirvana era conseguir un puesto de batería estable. Continuamente, Kurt Cobain y el bajista Krist Novoselic se mostraban muy preocupados porque no encontraban un baterista que les convenciese. Pero en 1990, se cruza en su camino Dave Grohl, un desconocido multiinstrumentista procedente de Ohio, que tocaría con el grupo hasta su disolución definitiva. Finalmente, la alineación de Nirvana quedó conformada por Kurt Cobain (voz, guitarra), Krist Novoselic (bajo) y Dave Grohl (batería).

Y 1991, sería la fecha que cambiaría su destino para siempre. Ya fichados por el sello discográfico DGC Records, vio la luz “Nevermind”, su obra magna con la que alcanzarían la fama mundial. Una serie de curiosos datos rodean al disco, a continuación citaremos algunos de los más representativos: Nevermind, logró relevar a un segundo plano al “Dangerous” de Michael Jackson, colocándose rápidamente en lo más alto de las listas de éxitos de la época. Así mismo, fue premiado 10 veces como disco de platino.

En un principio, el LP se iba a titular “Sheep” (oveja). Según cuentan lo escogieron a modo de protesta, para hacer alusión a que ninguna casa discográfica podría comprarlos. Finalmente, declinaron la idea y le llamaron “Nevermind”. Para la posteridad quedará su impactante portada, en la que podemos visualizar un bebé nadando bajo el agua hacia un billete de un dólar. El niño en cuestión es Spencer Elden, hijo de Rick Elden, amigo personal del fotógrafo oficial de la banda Kirk Weddle, que fue el responsable de captar el célebre cover. Los padres del chico, solamente recibieron 200 dólares, por permitir que saliera en la portada.

Centrándonos en el álbum, segundo de su discografía, fue publicado el 24 de septiembre de 1991 por el sello DGC Records. Contiene 12 temas y adicionalmente se incluye una “pista oculta” llamada “Endless, Nameless”. Destacaremos también el valor lírico de “Nevermind”, puesto que sus letras están llenas de amargura, tristeza y rabia contenida.

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Contó con la producción de Butch Vig, un reconocido músico procedente del circuito alternativo y que ha colaborado con artistas como Jeff Beck, Alanis Morissette o Korn. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Nirvana, que hicieron posible esta crucial obra: Kurt Cobain (voz, guitarra), Krist Novoselic (bajo) y Dave Grohl (batería).

El disco abre con el clásico entre clásicos y tema estrella “Smells Like Teen Spirit”, que impregnado de cierta épica musical, se situó como el himno inmortal de la denominada “Generación X”. Y es que “Smells Like Teen Spirit” es un espectacular despliegue de guitarreo sucio, acompañado por la desgarradora voz de Cobain y una contundente batería.

Otras joyas que nos encontraremos en el álbum y que hacen los honores al grunge son “Polly”,”Lithium”, “Come as You Are”, “In Bloom”, “Territorial Pissings”, “Stay Away”, o un melancólico “Something in the Way”.

Y así concluye la segunda aventura musical de aquellos que rompieron los límites de lo establecido y lo políticamente correcto. En 1993, uno de los momentos álgidos del grunge, tuvo lugar durante el concierto en directo ofrecido por Nirvana para la cadena de televisión MTV. Ante los ojos de todo el planeta, comenzaron a destrozar el escenario de una de las instalaciones más poderosas de la industria del disco. Creemos que fue todo un gesto rebelde y agresivo provocado por la manera en que los managers y la MTV manejaban los asuntos del grupo.

Desafortunadamente, un 5 de Abril de 1994, la muerte se llevó al apóstol rubio del grunge a los 27 años de edad. Las causas del fallecimiento de Kurt Cobain nunca han sido del todo esclarecidas, aunque todos los datos apuntan al suicidio.

Su cuerpo sin vida, fue hallado por un electricista en su casa de Seattle. Y así entraba Cobain a formar parte del fatídico club de los 27, junto a otros mitos del rock como Jim Morrison, Janis Joplin o Jimi Hendrix, que nos dejaron a esa misma edad. Con motivo de esta trágica noticia, los Nirvana anunciaban su separación pocos meses después.

A nuestro juicio, Nirvana y Kurt Cobain todo un icono controvertido de naturaleza atormentada, fueron víctimas de aquello que siempre odiaron, algunos le llaman comercialidad.

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Grand Funk Railroad – Survival (Capitol Records 1971)

Posted by Ruben.Borrajo on 2 abril, 2013

1971 sería una fecha memorable para la Grand Funk Railroad y para el rock en general. Tras dejarnos un debut antológico con su disco “” de 1968 y varias joyas como “Grand Funk” (1969) y “” (1970), los originarios de Michigan nos presentaban “Survival”, todo un álbum de culto con el que aumentaban todavía más su leyenda.

Quizás, “Survival” sea un Long Play mucho más suave que sus antecesores, pero rebosante de calidad musical en su totalidad y que marcaría un antes y un después en la carrera de la Grand Funk Railroad.

Con él, conquistaron el corazón de América y obtuvieron un gran éxito en Europa. Para la posteridad, quedará su prehistórica portada, en la que podemos visualizar a la banda emulando a unos hombres de las cavernas, fue ideada por . Y así es “Survival”, todo un derroche de blues rock con cierta tendencia al rock duro.

Centrándonos en el álbum, fue publicado en Abril de 1971 por el sello discográfico “Capitol Records” e incluye 7 pistas. Contó con la producción del célebre Terry Knight, mentor de la Grand Funk Railroad y ex integrante del grupo. En 2002, sale a la luz una nueva redición en formato CD en la que se añaden 5 Bonus Tracks y diverso material inédito.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial sobre los miembros de este inolvidable power trio que hicieron posible esta obra: (voz, teclados y guitarra), (bajo) y (batería y voz).

Dentro del disco, nos encontraremos con magníficos temas como el que abre el LP “Country Road”, muy elaborada instrumentalmente y con un Mel Schacher al bajo sencillamente espectacular. Seguidamente, uno de los puntos álgidos llegará con “All You’ve Got Is Money”, una excelente canción que contiene un gran solo de guitarra y unos desgarradores gritos de Mark Farner.

Otro de los momentos estelares tendrá lugar con “Comfort Me” todo un clásico de la Grand Funk marcado por pegadizos riffs de guitarra y una seductora batería. Cerrando la cara A del vinilo, se presenta una extraordinaria versión del hit “Feelin’ Alright” perteneciente a Dave Mason de Traffic.

La Cara B comienza con un genial ““I Want Freedom” impregnado de cierto aire góspel y arropado por unos espléndidos coros femeninos. Continúan con una maravillosa balada “I Can Feel Him in the Morning” y que mejor manera de poner punto y final, que con una demoledora versión del famoso “”, corte absolutamente magistral propiedad de los Rolling Stones.

Y así concluye la cuarta obra maestra de la Grand Funk Railroad, cortesía de aquellos que en su día fueron el centro de iras por parte de la crítica musical, pero que sin dudarlo ni un instante, se lograron consolidar como uno de las formaciones más impactantes, históricas y emblemáticas que ha visto nacer el universo del rock.

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Son Seals – Live and Burning (Alligator 1992)

Posted by javisuarezadmin on 5 abril, 2013

El gran Son Seals se ha convertido por méritos propios en uno de los mejores bluesman de Chicago en el último tercio del siglo XX y principios del XXl, gracias a un incansable trabajo en la carretera, su innegable talento a la guitarra y su poderosa voz.

Nacido en Osceola en 1942, en el Estado de Arkansas, comienza desde muy joven a desenvolverse en el mundo de la música con tan sólo trece años de edad. A los dieciséis, se establece como profesional, colaborando con infinidad de artistas de renombre como Albert King, Bobby Bland o Junior Parker entre otros.

En 1971 decide mudarse a la gran urbe del blues y Chicago enseguida le da la bienvenida, logrando fichar poco tiempo después por el histórico sello discográfico de reciente creación “Alligator Records”, de la mano del célebre productor Bruce Iglauer.

Centrándonos en el álbum, “Live And Burning” fue grabado en 1978, pero no sale a la luz pública hasta 1992. Esta grabación en directo fue concebida después de sus dos primeros y esenciales discos para el sello del caimán, en la que recogieron de manera extraordinaria su actuación en un local que Son Seals frecuentaba habitualmente. Y allí se encontraba como pez en el agua, tocando para sus amigos, su familia y clientes asiduos al club.

Son Seals realizaba constantemente giras musicales, incluso en ocasiones se le podía ver actuando en un festival en Paris, como pocos días después tocaba en el South-Side de Chicago, lugar dónde era realmente feliz y siempre arropado por una magistral agrupación totalmente entregada, que hacía las delicias del público.

La incendiaria banda estaba compuesta por Son Seals (guitarra y voz), el legendario A.C. Reed (saxo), Lacy Gibson (guitarra rítmica), Snapper Mitchun (bajo), Tony Gorden (batería) y Alberto Gianquinto (piano).

“Live And Burning” fue producido por Son Seals, Bruce Iglauer y Richard McLeese y fue grabado en el norte de Chicago, en uno de los dos locales que Seals visitaba por esas fechas llamado “Wise Fools Pub”.

Él álbum contiene nueve pistas de auténtico vértigo, impregnados por la guitarra extremadamente afilada de Seals y animada por su excelente voz. Y acompañándole, una espléndida formación de verdaderos músicos de blues, como el saxofonista A.C. Reed.

Esta obra, aderezada en algunos casos con letras sencillas pero directas, es una joya del blues y posee temas fantásticos de composición propia, invadidos por el más puro sonido eléctrico de Chicago.

Inicia el disco con el clásico “I Can´t Hold Music”, tema para abrir boca para seguidamente pasar a “Blue Shadows Falling”, dónde se aprecia el sabor del magnífico trabajo de este genial bluesman de carretera, respaldado por el saxo de A.C. Reed.

Con todo el calor del público continúan con una sucesión de temas movidos y lentos como el célebre “Funky Bitch”, compuesta por el mismo, “The Woman I Love” o “Help Me, Somebody”. El resto del álbum, que nos trasladará inmediatamente a un local de Chicago, contiene otras perlas como “She´s Fine”, “Call My Job” o “Last Night” y para terminar el clásico de Seals “Hot Sauce”.

La imagen de la portada, en la que podemos visualizar a Son Seals entregándose plenamente sobre el escenario rodeado de llamas, es un fiel reflejo de como aborda su música.

Desafortunadamente, Son Seals tuvo una vida muy agitada, casi proporcionalmente a la intensidad de sus conciertos. Una y otra vez, lo marcaron profundamente los contratiempos y una salud muy delicada, pero supo reponerse gracias a su fuerte personalidad y a una pasión desmedida por el blues.

Nos obsequió con un espectacular legado musical, hasta que en 2004 y por complicaciones de la diabetes, nos dejó para siempre.

Irrepetible. 68

Jefferson Airplane – Volunteers (RCA Records 1969)

Posted by Ruben.Borrajo on 9 abril, 2013

Todo sucedió durante el ocaso de la era de las flores y el hippismo, en un tiempo en que la música estaba a la vanguardia de los movimientos de protesta. Quiero creer, que encarnaron a la perfección un inmortal espíritu de amistad y cooperación que constituyó el símbolo de toda una generación contra la guerra.

Y así es “Volunteers”, todo un disco de culto impregnado de un fuerte sentimiento antibelicista con la guerra del Vietnam como trasfondo, cortesía de los estadounidenses Jefferson Airplane. A nuestro juicio, este álbum es la adecuada conclusión a una época de protestas, de paz y amor. Una época difícil y políticamente cargada, cuando la gente todavía cree en el poder de la música para cambiar el mundo. Poseedor de unas letras reivindicativas, “Volunteers” se situó como un emblema de lucha y desaprobación no sólo contra los conflictos bélicos, sino también en el aspecto político- social.

Originarios de San Francisco (California), los Jefferson Airplane se constituyen como banda en 1965, siendo fundados por el vocalista Marty Balin, que conoció al guitarrista Paul Kantner en los locales de ambiente musical de la ciudad San Francisco. Su formación inicial estuvo compuesta por Marty Balin y Signe Anderson (voz), Jorma Kaukonen y Paul Kantner (guitarras), Jack Casady (bajo) y Skip Spence (batería). En 1966, Signe Anderson abandona el grupo y es reemplazado por la cantante femenina Grace Slick, de potente voz y belleza exuberante.

Rápidamente, se consolidan como una de las bandas más representativas del movimiento contracultural y psicodélico de la costa oeste americana en la década de los sesenta. Obtuvieron un gran éxito, con su Long Play de 1967 “Surrealistic Pillow” y sus memorables actuaciones en el Monterey Pop Festival de 1967 y Woodstock’69.

Centrándonos en el al álbum, sexto de su discografía, fue publicado en 1969 por el sello RCA Records e incluye 10 pistas. Grabado en los “Wally Heider Studios” de San Francisco, contó con la producción de Al Schmitt, un famoso ingeniero de sonido que ha trabajado para artistas de la talla de Neil Young o Ray Charles. En 2004, sale a la luz una nueva redición de Volunteers en la que se añade diverso material extra y 5 pistas adicionales en directo. Entre ellas, podemos encontrar su clásico tema “Somebody To Love” de su LP “Surrealistic Pillow” de 1967.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Jefferson Airplane que hicieron posible esta obra: Grace Slick (voz y piano), Marty Balin (voz y percusión), Paul Kantner, Jorma Kaukonen (guitarras y voz), Jack Casady (bajo) y Spencer Dryden (batería). Y por supuesto, destacaremos al histórico personal adicional que colaboró en este disco, como el gran pianista Nicky Hopkins, los componentes de CSNY David Crosby y Stephen Stills o Jerry García de Grateful Dead entre otros.

Abre el disco con “We Can Be Together”, magnífico riff de guitarra y polémico tema escrito por Paul Kantner, ya que contenía la frase <> (contra la pared, hijos de puta). El sello discográfico RCA mostró su descontento por este tema, pero finalmente Jefferson Airplane logró que se publicara.

Otras joyas que se posicionan como las mejores pistas del disco son “A Song for All the Seasons” toda una bella balada de cierto aire country, el corte tradicional “Good Shepherd” en el que sobresale la voz de Marty Balin, o el “Hey Fredrick”, invadido por excelente piano de Hopkins y la voz de Grace Slick, que son los protagonistas de esta eléctrica canción de más ocho minutos de duración.

La épica musical demostrada en “Eskimo Blue Day” quedará para la posteridad, al igual que un “Wooden Ships” que lleva la firma de Stills, Kantner y Crosby. Y para poner el cierre a un disco absolutamente legendario, el aclamado hit “Volunteers”, todo un clásico de los Airplane que también da nombre al álbum. En 1972, los Jefferson Airplane anuncian su disolución definitiva, tras sufrir diversos problemas internos entre sus miembros, poniendo fin a una de las agrupaciones más emblemáticas que ha visto nacer el universo del rock.

Y así concluye Volunteers, politizada aventura sonora de Jefferson Airplane. Aquellos que un buen día decidieron utilizar un arte llamado rock, para expresar que la humanidad ya estaba exhausta de guerras inútiles que no llevan a ninguna parte. En la mayoría de los casos, provocadas por líderes políticos con demasiadas ansias de poder. Por eso, se matan los hombres. 69

The Faces – First Step (Warner 1970)

Posted by javisuarezadmin on 12 abril, 2013

Surgidos en Inglaterra en noviembre de 1969 y para dar continuidad a los Small Faces, los rebautizados simplemente como “The Faces”, se forman básicamente con los integrantes más destacados de dos bandas transcendentales de la historia del rock británico, los Small Faces y The Jeff Beck Group.

De los Small Faces, con su sonido más bien de orientación mod y psicodélica, provienen el mítico bajista , el baterista Kenny Jones y el tecladista Ian McLagan, dejando a la otra parte del grupo seguir su propio camino, como el caso del gran Steve Marriot que finalmente recaló en las filas de los Humble Pie.

Y de la Jeff Beck Group, una vez disuelta en el verano de 1969, ya con un sonido más duro y con incursiones en el blues, proceden , extraordinario vocalista de voz áspera y extraña, junto al guitarrista Ron Wood.

Esta virtuosa formación comienza en 1970 una carrera de éxitos mayúscula, a la par que Rod Stewart inicia varias grabaciones en solitario, originando una curiosa dualidad que en determinados momentos provocó ciertos problemas internos en el seno de la banda.

Centrándonos en el álbum, se grabó en los “De Lane Lea Recording Studios” de Londres el 21 de Marzo de 1970, para la Warner en Inglaterra y fue producido por los propios Faces en un tiempo récord. En apenas cuatro meses, realizaron un espléndido trabajo, aunque recibiendo duras críticas por parte de los analistas. Hoy en día, “First Step” se ha convertido en un disco de culto para los amantes del rock y que mejora con el tiempo, como los buenos vinos.

Como ya hemos mencionado antes, la banda quedó conformada para este LP con Rod Stewart (voz y banjo), Kenny Jones (batería), Ronnie Lane (bajo y guitarra acústica), Ron Wood (guitarras, armónica) y Ian McLagan (órgano y piano).

Sin tiempo para realizar las composiciones, estos geniales músicos fueron capaces de atreverse con todo, demostrándonos una enorme madurez musical. Nos obsequiaron con diez auténticas perlas, llegando a versionar al mismísimo Bob Dylan en el tema “Wicked Messenger” que abre el disco. La personalísima voz de Rod Stewart se puede apreciar en bellas canciones como “Devotion”, la tristeza que impregna en “Nobody Knows” o en “Flying”, uno de los temas estelares del álbum, propiedad de John Baldry y arropado por una banda magistral.

La versatilidad de los Faces se pone de manifiesto en pistas como la folky “Stone”, los instrumentales “Pineapple And Monkey” o el “Looking Out The Windows”, con un Rod Wood absolutamente espléndido a la guitarra. Para finalizar el álbum, nos deleitan con “Three Button Hand Me Down”, que define a la perfección el sonido de los Faces.

Para la posteridad quedará su divertida portada, tomada por el fotógrafo Martin Cook. En ella, podemos visualizar a todos los miembros de los Faces sentados, irónicamente sobresale en el centro de la imagen Ron Wood, que lee una revista de la época llamada First Step, para iniciados en el instrumento de las seis cuerdas, en la que se puede leer debajo de su título “cómo tocar la guitarra”, acompañados de Mickey Mouse con su pulgar levantado.

Así concluye esta obra y The Faces daban su “primer paso” hacia la gloria. En ese mismo año, se embarcaron en una gira por los Estados Unidos, dónde siguieron llamándoles “Small Faces”, (insertando el nombre en los discos originales americanos), y se lograron consolidar como una de las grandes formaciones que ha dado el rock, rivalizando incluso, con los todopoderosos The Rolling Stones.

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Blodwyn Pig – Ahead Rings Out (Island 1969)

Posted by Ruben.Borrajo on 16 abril, 2013

Tras abandonar las filas de los legendarios Jethro Tull en 1969, debido a los distintos puntos de vista musicales con , el magnífico guitarrista fundó una nueva banda a la que bautizó como “Blodwyn Pig”.

Originarios del Reino Unido, los Blodwyn Pig obtuvieron una gran popularidad en la escena musical del momento, gracias a este álbum de debut al que denominaron “Ahead Rings Out”. Haciendo gala de un espectacular blues rock con cierta tendencia jazzística, alcanzaron un notorio lugar en las listas de éxitos de la época.

Pero si hay un músico imprescindible en el característico sonido de esta formación, se llama Jack Lancaster. Co-fundador del grupo junto con Mick Abrahams, Lancaster logró consolidarse como un virtuoso saxofonista, flautista y violinista, que ha colaborado con músicos de la talla de Gary Moore, Brian Eno o Vangelis.

Centrándonos en el álbum, fue publicado en agosto de 1969 por el sello Island Records e incluye 9 pistas. Grabado en los “Morgan Studios” de Willesden (Inglaterra), contó con la producción de Andy Johns, un ingeniero de sonido británico que trabajó con bandas del nivel de Humble Pie o Free. En 2006, sale a la luz una nueva redición remasterizada por la casa discográfica EMI, en la que se añaden 7 pistas adicionales.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Blodwyin Pig, que hicieron posible este “Ahead Rings Out”: Mick Abrahams (guitarra y voz), (bajo), Jack Lancaster (violín, flauta y saxo) y Ron Berg (batería).

Abre el Long Play con “It’s Only Love”, frenética canción con un fantástico saxofón de Lancaster a la que arropa la peculiar voz de Abrahams. Seguidamente, nos encontraremos con un relajante “Dear Jill”, para pasar al aclamado hit “Sing Me a Song That I Know”, que ya nos va preparando para el resto del disco. En todo su esplendor, sentiremos a Jack Lancaster en “The Modern Alchemist” (el alquimista moderno), uno de los puntos álgidos del LP, impregnado de aires jazzísticos.

Otra de las pistas destacadas son el “Leave it With Me” (sobresaliente la flauta de Jack Lancaster), o el “Ain’t Ya Coming’ Home, Babe?, que cierra el disco.

Para el recuerdo quedará su divertida portada, en la que podemos visualizar un cerdo con auriculares, gafas de sol y un cigarrillo, es obra del fotógrafo Brian Ward. En 1970 y para dar continuación a este disco, editaban el que sería su segundo y último álbum llamado “Getting To This”. Sin duda tuvieron una corta, pero intensa carrera repleta de calidad musical.

Durante esta etapa, Mick Abrahams decidió irse de la banda y los Blodwyn Pig anunciaban su disolución definitiva. Los demás miembros de la formación, intentaron seguir con el proyecto, pero los fans echaban en falta la magistral, espléndida y genial guitarra de un músico con letras mayúsculas que responde al nombre de Mick Abrahams.

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Delaney & Bonnie & Friends – On Tour with Eric Clapton (ATCO 1970)

Posted by javisuarezadmin on 19 abril, 2013

Después de un breve noviazgo y unidos también como dúo musical, Delaney Bramlett y Bonnie Lyn deciden contraer matrimonio por un ya lejano 1967. Pero ni por un solo instante, se podían imaginar la aventura sonora tan fascinante en la que se verían sumergidos pocos años después.

Delaney Bramlett nace en 1939 en el estado de Mississippi, posteriormente ingresa en la Marina Americana y una vez licenciado se traslada a Los Ángeles, dónde comienza su periplo musical formando parte del dúo “The Shindogs”, adquiriendo cierta relevancia en los años sesenta.

Y es en 1967 cuando conoce a Bonnie, una bella mujer con voz maravillosa que venía de formar parte de las “Ikettes” de Ike and Tina Turner, que había cantado con Fontella Bass y también había colaborado con el mítico Albert King.

Después de su rápido noviazgo y de su boda, la pareja comienza a tocar, grabando para un sello independiente sin apenas repercusión. En 1968, logran fichar por la Stax Records, una sello de reciente creación especializado en soul y rythm & blues y siempre respaldados por los Booker T & The MG´S.

Con un poder de atracción inusual, Delaney y Bonnie forman una legendaria “banda de amigos” llamada simplemente “Friends”, que llegó a contar con algunos de los mejores músicos de la historia, entre los que se encontraban artistas como Leon Russell, Duane Allman, Rita Coolidge, Jim Gordon, Bobby Whitlock, Jim Price, Carl Raddle o Bobby Keys, con los que grabaron el antológico álbum “The Original Delaney & Bonnie” de 1969.

Pero el clímax de esta estupenda reunión, se vio incrementada nada más y nada menos que con Eric Clapton, Dave Mason y George Harrison. Harrison era un ferviente admirador del dúo y enseguida le propuso que fueran los teloneros de Blind Faith, grupo en el que militaba por aquel entonces Eric Clapton, originando así una admiración recíproca, que sería la consecuencia del disco en el que nos centraremos.

“Delaney & Bonnie & Friends On Tour With Eric Clapton” fue grabado durante la gira que ofrecieron por Inglaterra, el 7 de diciembre de 1969, saliendo publicado oficialmente en junio de 1970 por el sello ATCO, subsidiario de la Atlantic Records.

Producido por Jimmy Miller y el propio Delaney Bramlett, es de justicia mencionar el equipo que completa esta súper banda formada por Delaney y Bonnie (guitarra rítmica y voces), Eric Clapton (guitarra solista), Dave Mason (guitarra), Carl Radle (bajo), Jim Gordon (batería), B. Whitlock (órgano), Jim Price (trompeta y trombón), Bobby Keys (saxo), Tex Johnson (conga y bongos) y Rita Coolidge acompañando las voces.

Con ocho magníficos temas, el álbum abre con “Things Get Better”, pista con reminiscencias del más puro estilo soul, dónde se pueden admirar las buenas armonías vocales de esta pareja, con un Eric Clapton soberbio a la guitarra. A continuación, dos composiciones estelares de cosecha propia: “Poor Elijah-Tribute To Johnson”, la primera con toques góspel y entremezclándose con la segunda a un ritmo más movido.

La banda realiza una excelente versión del aclamado hit compuesto por Dave Mason “Only You Know And I Know” y siguen con “I Don´t Want To Discuss It”, dónde Mr. Clapton realiza un solo de guitarra magistral.

El Long Play cuenta también con incursiones en el blues como “That´t What My Man Is For”, aires de rock sureño “Where There´s A Will, There´s A Way” o el espléndido “Coming Home” tema central del LP, al más puro estilo Delaney & Bonnie.

Y para finalizar, “ Medley”, que como el propio nombre indica, es un pequeño homenaje a Little Richard y al rock and roll, con cuatro temas consecutivos, empezando con “Tutti Frutti, enlazan con “The Girl Can´t Help It” y “Long Tall Sally” y concluyen con “Jenny Jenny”.

La divertida portada del álbum en el que se pueden ver unos pies colgando hacia el exterior de la ventanilla de un estupendo Rolls-Royce Silver Cloud en el medio del desierto, fue obra del gran fotógrafo Barry Feinstein. Como curiosidad, los agradecimientos de la realización del disco fueron para el dueño de la Atlantic, 72

Ahmet Ertegun y para un tal “Mysterioso”, que creemos y tenemos nuestras sospechas de que se trata de George Harrison.

El magnetismo de esta pareja, tanto en el plano musical como el personal, hizo que grandes estrellas del rock como Eric Clapton , George Harrison o Dave Mason, protagonizaran junto a ellos una de las giras más apoteósicas de 1970, dejándonos para la posteridad este soplo de aire fresco y uno de sus álbumes más reconocidos.

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Traffic – Welcome To The Canteen (Island 1971)

Posted by javisuarezadmin on 23 abril, 2013

Incontables, han sido las diferencias internas y constantes idas y venidas de los miembros fundadores de la banda británica Traffic. Poco tiempo después de editar lo que sería su cuarto y exitoso álbum llamado “John Barleycorn Must Die”, se reorganizan en 1971 para ofrecer una serie de conciertos con todos sus integrantes originales e incorporando a tres nuevos componentes.

En 1968, Dave Mason es expulsado de Traffic, ya que su gran poder como compositor provoca muchas discrepancias en el seno de la formación y especialmente con Stevie Winwood y . Llegados a este punto, Dave Mason inicia su carrera en solitario, involucrándose en proyectos musicales para amigos personales como Jimi Hendrix o los Rolling Stones

Aunque los Traffic continúan sin Dave Mason, posteriormente anuncian su disolución definitiva cuando Winwood crea junto con Eric Clapton la mítica agrupación Blind-Faith en 1969.

Pero como ya hemos mencionado anteriormente, Winwood reorganiza Traffic en 1970 y con su vuelta, obtienen un gran éxito con el álbum “John Baeleycorn Must Day”. Una y otra vez, nos dan muestras de la creatividad que poseen Winwood, Jim Capaldi y Chris Wood, aunque sin desmerecer en lo que musicalmente se refiere al resto de la banda, que realizaron una labor multi-instrumentalista absolutamente brillante.

En Mayo de 1971, deciden expandirse y le dan una oportunidad a Jim Gordon, baterista de los Derek & The Dominos, para que tocase con ellos. Esta situación, produce un desplazamiento de Jim Capaldi hacia un nuevo énfasis como emergente vocalista y con la novedosa incorporación del bajista Rick Grech y el percusionista Ghanés “Rebop” Kwku Baah, la banda seduce con una flamante y contundente sección rítmica, que deriva en la relajación musical de Winwood y Capaldi.

Todo esto, unido al regreso de Dave Mason, deja la banda constituida por Stevie Winwood (voz, órgano, piano y guitarra), Rick Grech (bajo), Dave Mason (voz, guitarra solista, guitarra acústica), Jim Gordon (batería), Jim Capaldi (voz, percusión y pandereta), Chris Wood (saxo, flauta, piano eléctrico, órgano) y al africano Rebop a las congas, timbales y bongos.

Centrándonos en el álbum, fue producido por el sello discográfico Island Records, que observó con gran habilidad el significado y magnitud de tan apoteósica reunión. Contaron con la colaboración del ingeniero de sonido Brian Humphries y fue grabado en directo en dos shows. El primero, tuvo lugar en julio de 1971 en el centro cultural “Fairfield Hall” de Croydon, ubicación habitual para las grabaciones de la BBC. La segunda parte es un concierto denominado “Oz Benefit Concert”. Las dos actuaciones, fueron en la ciudad en Londres.

El disco contiene solamente seis temas, cuidadosamente seleccionados por el grupo y procedentes de sus álbumes anteriores, entre los que se encuentran “Medicated Good”, las composiciones individuales de Dave Mason “Sad And Deep As You”, (delicioso tema acústico) y “Shouldn´t Have Took More Than You Gave”, de incesante ritmo guitarrero.

Seguidamente, llegarán baladas de excelente factura y canciones fundamentales como “40,000 Headmen”, los infinitos diez minutos de duración del clásico “Dear Mr. Fantasy” y para finalizar, una magistral jam del inmortal “Gimme Some Lovin´”.

Aunque esta antológica reunión duró solamente seis conciertos y tuvo críticas más bien duras, puso de manifiesto el virtuosismo de la banda, con todos sus músicos en estado de gracia, dejándonos para la historia una cierta incertidumbre de lo que pudo haber pasado, si estos legendarios músicos y esta agrupación tuvieran continuidad.

Como curiosidad, reseñaremos que en la portada del disco, no se menciona la palabra “Traffic”. Pero sí en cambio su conocido emblema en la parte posterior, figurando los nombres de todos los integrantes, sin ningún ánimo de protagonismo y siendo este el nombre del grupo en un primer momento, aunque más tarde salió como “Traffic”.

¡¡¡¡ Bienvenidos a la taberna del rock….!!!

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The Allman Brothers Band – Wipe The Windows, Check The Oil, Dollar Gas (Capricorn 1976)

Publicado por Ruben.Borrajo el 26 abril, 2013

Presentando a dos nuevos integrantes, Lamarr Williams (bajo) y Chuck Leavell (piano) en sustitución de los fallecidos Duane Allman y Berry Oakley, los legendarios Allman Brothers obsequiaban a la comunidad musical con este excelente “Wipe The Windows, Check The Oil, Dollar Gas”, que hace los honores al rock sureño.

Es muy posible, que para los analistas simplemente significara un disco más de los Allman Brothers, pero lo cierto, es que aún se podía sentir la absoluta complicidad musical entre sus componentes en todas y cada una de sus canciones. Y todo ello, después de sufrir las terribles pérdidas del héroe de la guitarra Duane Allman (1971) y el bajista Berry Oakley (1972). Al margen de esto, también de algún modo utilizaron este disco para despedirse de su público, dando por finalizada una primera etapa.

Centrándonos en el doble álbum en directo, fue publicado en 1976 por el sello Capricorn Records y consta de 11 temas. Producido por los propios Allman Brothers, el LP recoge varias actuaciones en vivo realizadas en las ciudades de Nueva Orleans (1972), San Francisco (1973), Nueva York, Bakersfield y Oakland (1975).

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los miembros de los Allman Brothers, que hicieron posible esta obra: Gregg Allman (guitarra, voz y órgano), Richard “Dickey” Betts (guitarra y voz), Chuck Leavell (piano y voz), Lamarr Williams (bajo), Jay Johanny Johanson y Butch Trucks (baterías).

Abre el álbum con la introducción del mítico Bill Graham (propietario del auditorio de Nueva York) y a continuación, un magnífico “Wasted Words”, para ir calentando motores. Seguidamente nos encontraremos con “Southbound”, con un guitarreo incesante a cargo de Gregg Allman. Uno de los momentos álgidos llegará con el “Ramblin’Man”, clásico entre clásicos de los Allman Brothers y un aclamado hit del 73 invadido de aires sureños.

Otros espléndidos cortes impregnados de southern rock son el espectacular “In Memory of Elizabeth Reed”, infinitos sus 17 minutos de duración y en dónde los Allman Brothers nos demuestran porqué son los reyes de la improvisación.

La grandeza del “Don’t Want You No More”, sigue siendo palpable a lo largo de sus 2.47 minutos y en dónde rememoran una vez más, su extraordinario debut allá por 1969, con su disco homónimo. Y para finalizar un estelar “Jessica”, apoteósica y pegadiza canción instrumental, que pone la guinda a este álbum en vivo.

Destacaremos la peculiar portada del LP, que fue un trabajo del pintor estadounidense Jim Evans. El curioso nombre que da título al disco “Wipe The Windows, Check The Oil, Dollar Gas”, proviene de la canción “Too Much Monkey Business” de Chuck Berry.

Y así concluye este Long Play, cortesía de la banda precursora del rock sureño. Cuando este álbum salió a la luz pública, no captó la atención necesaria por parte de la crítica. Quizás, debido a que las comparaciones resultan odiosas y todo el mundo rememoraba su antológico, estelar y monumental “At The Fillmore East” de 1971. Para muchos, el mejor ¡Live! de todos los tiempos.

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Crosby, Stills, Nash & Young – Déjà Vu (Atlantic 1970)

Publicado por Ruben.Borrajo el 30 abril, 2013

Nunca ha habido un disco como este y nunca más lo habrá. Una vez más, la historia se repite y como el propio título del álbum indica, los reyes del folk rock Crosby, Stills, Nash & Young volvieron a escribir uno de los episodios más célebres y emblemáticos del universo del rock.

Con “Déjà Vu”, los CSNY alcanzan rápidamente el número 1 en las listas de éxitos de la época y de paso, nos dejaron un documento esencial para comprender lo que significó el movimiento musical hippy de la Costa Oeste de los Estados Unidos.

En cierto modo, podemos considerar a este Long Play como el debut oficial del cuarteto estadounidense, ya que en sus inicios sólo eran tres (Crosby, Stills y Nash) los componentes del grupo. Y para la realización de este disco, tuvieron la maravillosa idea de invitar a un inolvidable cuarto miembro, un canadiense llamado Neil Young, que les aportó todo su virtuosismo musical e hizo que “Déjà Vu” se cubriera todavía más de gloria. Finalmente, la banda quedaría para los anales de la historia bajo el nombre de “Crosby, Stills, Nash & Young”.

Centrándonos en el álbum, segundo de su discografía, fue publicado en 1970 por el sello Atlantic Records e incluye 10 pistas. Producido por los propios CSNY, se grabó en 1969 en los “Wally Heider’s Studio C”, de San Francisco y en los “Wally Heider’s Studio III”, de Los Ángeles.

Como ya es costumbre haremos una mención especial a los integrantes de CSNY, que hicieron posible esta obra: David Crosby (voz y guitarra), Stephen Stills (voz, guitarra, teclados y bajo) Graham Nash (voz, teclado y guitarra) Neil Young (voz, guitarra, armónica).

Como todo gran disco que se precie, no pudo faltar la colaboración estelar de músicos como el líder de Grateful Dead, Jerry Garcia (guitarra pedal steel), Greg Reeves (bajo), John Sebastian (armónica) y el baterista Dallas Taylor, que muy poco tiempo después acompañaría a Stephen Stills en su proyecto “Manassas” de 1972.

Abre el álbum con el clásico “Carry On” de Stephen Stills, canción impregnada de bellas armonías vocales y que se situó como todo un hit, que quedaría marcado a fuego en la memoria colectiva del rock. Quizás, nos falten adjetivos para describir a “Teach Your Children”, un tema extremadamente preciosista de Graham Nash y con el protagonismo del pedal steel de Jerry Garcia.

Otras pistas magníficas son “Almost Cut My Hair”, que según cuenta la leyenda, fue escrita por David Crosby la misma noche que asesinaron a Robert Kennedy, fiscal general de los EE.UU. Sencillamente genial, la balada acústica “Helpless” de Neil Young, siempre respaldado por la magistral guitarra de Stills y una fantástica versión denominada “Woodstock”, tema perteneciente a la cantante Joni Mitchell, toda una oda al hippysmo que lo compuso como dedicatoria al tan aclamado festival.

Seguidamente, nos encontraremos con “Déjà Vu”, pista que da título al álbum y arropada por la excelente armónica de John Sebastian. Como no podía ser de otra manera, Graham Nash toma el mando en “Our House” para pasar a un simple pero grandioso “4 + 20”, muy estética su guitarra, junto a una perfecta sincronización vocal.

Para finalizar, ya con un poco más de ritmo electrizante y a toda velocidad, se presenta “Everybody I Love You”, que pone el cierre a un disco absolutamente legendario.

Y así concluye esta grandiosa aventura sonora llena de luz, cortesía de aquellos que a través de sus pensamientos de libertad y su genuina música, fueron capaces de obsequiarnos con este vendaval de sentimientos al que bautizaron como “Déjà Vu”.

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Woody Herman – Brand New (Fantasy 1971)

Publicado por javisuarezadmin el 3 mayo, 2013

En 1971, el veterano saxofonista y clarinetista Woody Herman tuvo la brillante idea de grabar un disco instrumental de blues junto a su Big Band, acompañados por un joven y esencial guitarrista de Chicago llamado Mike Bloomfield.

El genio del jazz Miles Davis fue el primero en sugerir esta idea a Woody Herman, que sin dudarlo ni un momento, se puso en contacto con Bloomfield.

Una vez planteada la pregunta, “¿te gustaría tocar blues con una buena Big-Band?”, Mike respondió con un simple “sería un honor para mí” y seguidamente comentó: “siempre estuve buscando grabar con una big-band, especialmente con la banda de Woody”. En pocas semanas, empezaron a trabajar en la realización de este espléndido y singular álbum.

Woodroo Charles Herman nació en 1913 en Milwakee (Winconsin) en los Estados Unidos. En el ocaso de los años veinte y prácticamente desde la adolescencia, ya comienza a actuar y formar parte de innumerables bandas y orquestas, logrando convertirse en un afamado músico de jazz.

Durante décadas, Woody fue un gran músico de orquesta, lo que le llevó a consolidarse como un magistral instrumentista muy preparado en el saxo alto y el clarinete, aparte de dirigir sensacionales “Big Bands” e incluso cantar con un cierto aire cómico.

En los años sesenta, decidió crear una cantera de virtuosos músicos especializados en instrumentos de viento para sus bandas musicales, de las que saldrían reputados artistas. Dado los grandes cambios que se avecinaban en la industria musical, Woody comenzó a colaborar con innovadores y emergentes talentos como Chick Korea, John Coltrane o con grupos de rock como los legendarios The Doors.

Centrándonos en el álbum, “Brand New” se grabó en marzo de 1971 en los “Wally Heider Studios” de San Francisco por el sello discográfico Fantasy Records. Producido por el propio Woody Herman y Ray Shaklin, el disco contó con la participación de un elevado número de músicos como Mike Bloomfield (guitarra), Tony Klatka y Tom Harrel (trompetas), Bobby Burgess e Ira Nepus (trombones), Sal Nistico y Frank Tiberi (saxos), Ed Soph (batería), Alan Read (bajo), Alan Broadbent (piano) y Woody Herman (voz, clarinete y saxos).

Conteniendo ocho pistas, el Long Play abre con el estándar “Sidewalk Stanley”, uno de los temas más populares del disco, con un apoteósico Mike Bloomfield a la guitarra y dónde Herman se atreve con su característica y divertida voz. Continúan con “After Hours”, clásico entre clásicos del blues en dónde podremos apreciar la excelencia musical de esta Big Band.

Siguen con “Since I Feel For You”, canción de bella factura en dónde Mike Bloomfield nos demuestra el porqué de su grandeza, siempre arropado por una agrupación sencillamente monumental. Y para terminar la primera parte, una fantástica versión del histórico “” perteneciente a los míticos Credence Clearwater Revival.

La segunda parte inicia con un blues incendiario titulado “Hitch Hike On The Possum Trot Line” siete minutos de duración realmente espectaculares intercambiándose magníficos solos Wooody y Mike Bloomfield.

Y para finalizar el álbum, Brand New y Woody Herman nos obsequian con tres temas al más puro estilo de las big- bands americanas y con incursiones en el jazz como “Love In Sillent Amber”, “I Amost Lost My Mind” y “Adam´s Apple” dónde se suceden solos de instrumentos como el trombón, el clarinete, la trompeta o el fliscornio.

Quizás “Brand New” sea una obra poco conocida, más bien es un álbum de culto, pero la conjunción de dos leyendas de distintas épocas como Herman-Bloomfield, supieron transmitirnos la experiencia de uno con la frescura del otro, dejándonos para la posteridad un álbum lleno de maestría… pero sobre todo música, muy buena música.

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The Doors – The Doors (Elektra Records 1967)

Publicado por Ruben.Borrajo el 7 mayo, 2013

Se arrastraron por los clubes de noche más oscuros del Sunset Strip, deambularon entre las mágicas paredes del Whisky A Go-Go y llegaron a ofrecer shows de dimensiones épicas en locales de escasa reputación. Quizás, fueron influenciados por algún tipo de poder místico procedente de los chamanes indios, una cultura que fascinaba profundamente a ese mito del rock llamado Jim Morrison.

Así comienza la leyenda de los Doors, una de las bandas más representativas que ha dado el universo sonoro. Cuando por una ya lejano 1967 se lanza a la venta este explosivo álbum de debut homónimo, genera una gran polémica (era 1967), ya que sus letras abordan temas como la sexualidad o las drogas. Canciones como “Light My Fire”, “Break on Through” o “The End”, son la prueba de porqué el rock es el arte de los rebeldes e inconformistas.

Y el ojo censor, implacable, se cebó sobre todos y cada uno de los movimientos del grupo. Incluso, el circuito moralista más conservador de los Estados Unidos llegó a considerar a los Doors como una amenaza para la sociedad.

Entre tanto, Jim Morrison, todo un poeta nacido en tiempos difíciles y políticamente cargados, continuaba con sus provocaciones, realizando estimulantes actuaciones en vivo. Bailaba como un hechicero indio y aportaba significativas dosis de teatralidad al rock, algo nunca visto hasta la fecha.

Oriundos de Los Ángeles (California), los Doors se constituyen como grupo musical en el verano de 1965, cuando Jim Morrison y Ray Manzarek, dos jóvenes estudiantes universitarios, se encuentran en la playa de Venice y deciden formar una banda de rock. Según cuentan, hay dos versiones sobre el origen del nombre de “The Doors”. La primera de ellas, dice que se basa en una obra de Aldous Huxley <>. La segunda, se debe a un párrafo de un libro de William Blake << Cuando las puertas de la percepción se abran, el hombre verá las cosas como realmente son, infinitas>>. El resto de su biografía, ya está escrita con letras de oro en la biblia del rock.

Centrándonos en el álbum, fue publicado el 4 de enero de 1967 por el sello discográfico Elektra Records e incluye once pistas. Producido por Paul A. Rothchild, se grabó en los estudios “Sunset Sound Recorders” de Hollywood (California) en agosto de 1966.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de los Doors que hicieron posible esta obra: Jim Morrison (voz), Ray Manzarek (órgano, piano y bajo), Robby Krieger (guitarra), John Densmore (batería).

Desde el primer momento que el vinilo comienza a rodar, ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. Ya han pasado más de 45 años desde su publicación, pero todavía conserva toda su fuerza y energía. Abre el disco con “Break on Through”, un rock agresivo, clásico entre clásicos, que fue utilizado en multitud de BSO de películas como la oscarizada Forrest Gump. Seguidamente llegarán “Soul Kitchen” y “The Crystal Ship”, impregnadas por la peculiar voz de Morrison y el piano de Roy Mazarek. ¿Qué decir de “Alabama Song (Whisky Bar)”?, pegadizo y divertido tema de cierto aire circense, del poeta Bertolt Brecht. Llegará el punto álgido del LP con el apoteósico “Light My Fire”, todo un hit que catapultó a los Doors hacia el estrellato internacional, alcanzando rápidamente el número 1 en las listas de éxitos de la época.

Continúan con “Backdoor Man”, una violenta versión perteneciente al rey del blues Willie Dixon. A nuestro juicio y un tanto ensombrecida por las demás canciones, se presenta una joya llamada “Take It as It Comes”, de las pistas más destacadas del álbum.

Para poner el cierre a un disco absolutamente legendario, nos obsequian con el aclamado “The End”, infinitos sus once minutos de duración, impregnados de cierta atmósfera hipnótica y con unas letras de contenido altamente… a más de uno le hará saltar del sillón. Este tema, también será eternamente recordado por formar parte de la BSO del film bélico “Apocalypse Now”, dirigido por Francis Ford Coppola en 1979.

Así concluye esta magistral aventura sonora de los Doors, una banda que tuvo una corta, pero intensa trayectoria musical de ocho años. De sobra conocidos, son los excesos que 78

Jim Morrison cometía con las drogas, una desafortunada pasión que le llevó a fallecer en circunstancias nunca esclarecidas en su piso de París en 1971 a los 27 años de edad. Sus restos mortales, descansan en el cementerio parisino de “Père-Lachaise”.

Jim Morrison perdió la vida, pero entró en la inmortalidad. Y buena parte de culpa, la tienen discos como éste.

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Ike & Tina Turner – Working´ Together (Liberty 1971)

Publicado por javisuarezadmin el 10 mayo, 2013

El dúo formado por el matrimonio Ike y Tina Turner, se consolidó durante años como una de las parejas más explosivas de la historia del rock, tanto en el aspecto musical como en el sentimental.

Ike Turner nace en el año 1931 y es oriundo de la localidad de Clarksdale (Mississippi). Gracias al entusiasmo que siente por la guitarra, rápidamente comienza a grabar en la década de los cincuenta, obteniendo un notable éxito.

En esta década y siempre acompañado de su banda, la “Turner Revue”, Ike es capaz de abordar magníficamente diversos estilos como rythm and blues, el blues o el rock and roll. El constante aprendizaje musical al que se sometía, le valió para tocar con mitos de la talla de Bobby Bland, Howlin´ Wolf o B.B. King. Y durante esta etapa de su vida, se cruzaría en su camino una mujer llamada Anne Mae Bullock, más conocida por el seudónimo de Tina Turner, una vez establecidos como matrimonio.

Tina Turner nace en Nustbush, (Tennesse) en 1938. A finales de los cincuenta, siente una ferviente admiración por Ike y su grupo, hasta que una noche, le surge la posibilidad de cantar para Ike. A raíz de esta actuación, se forma una de las parejas musicales más prolíficas, míticas y pasionales de este arte llamado rock and roll. Con un elevado número de singles, grabaciones y miles de conciertos a sus espaldas, Tina Turner se convierte en la reina indiscutible de la música negra, junto a su inseparable y visionario .

Después de diversos álbumes y de célebres hits como “River Deep Mountain High” de 1966, (producido por el mago Phil Spector), se publica este “Working´ Together” en 1971, bajo el sello Liberty, en su segunda colaboración con esta casa discográfica. Y todo ello, siendo ya poseedores de una veteranía y madurez musical más que contrastada.

El disco producido por Ike Turner, se grabó a finales de 1970 y contó con la colaboración de una espectacular banda, siempre arropados por el coro “Ikettes”, tres bellas bailarinas y excelentes vocalistas que durante años fueron parte esencial del grupo.

El Long Play consta de once temas absolutamente legendarios y en su interior nos podremos encontrar con versiones clásicas como el “Get Back” y el “Let It Be” de los Beatles, canciones estilo funky como el soberbio “Funkier Than A Mosquita´s Tweeter” y otras revisitadas de épocas anteriores como el “Ooh Pooh Pah Doo”.

La total influencia de los Rolling Stones se puede palpar en “The Way Love Me”. Quizás, causada por giras anteriores con sus satánicas majestades. Pero si hay un tema especial en el álbum, ese se llama “Proud Mary”, el hit más grande de su carrera y versión extraordinaria propiedad del ilustre John Fogerty.

Al resto del disco, lo impregna el talento compositivo de Ike Turner, reflejado en pistas como “Workin´ Together” o la bella balada “You Can have It” .Curiosamente, en el LP original Ike Turner firma como “Eki Renrut”, que viene a ser su propio nombre pero escrito al revés.

Y así concluye esta aventura sonora, cortesía de un dúo pasional que a la par de su enorme popularidad, también tuvo una relación extremadamente turbulenta. Todo ello, lo podremos apreciar en la película de 1994 “What’s Love Got To Do With It’”, basada en su libro biográfico <>. El film, fue protagonizado por las estrellas de Hollywood Angela Bassett y Laurence Fishburne.

El LP cuenta también con una de las portadas más emblemáticas de la época dorada, en la que podemos visualizar su fotografía, que logra reflejar de alguna manera el temperamento de estos dos sensacionales artistas. Trabajando juntos, consiguieron dejarnos uno de los discos más grandes que ha dado la música contemporánea.

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J.J. Cale – Troubadour (Shelter Records 1976)

Publicado por Ruben.Borrajo el 14 mayo, 2013

J.J. Cale es el artista entre artistas. Un semidesconocido mago de la música que tras dejarnos espléndidos álbumes como “Naturally” (1971) o “Really” (1973), decidió volver a escribir otro de los episodios más célebres y emblemáticos del rock… le llamó “Troubadour”.

Sin duda, nos encontramos ante uno de los personajes más peculiares del rock. Originario de Oklahoma y poseedor de un gran talento compositivo, J.J. Cale es un tipo sencillo que padece de cierta alergia hacia la fama y el estrellato, apartándose continuamente de los focos y de la ajetreada vida provocada por la popularidad.

Centrándonos en el álbum, cuarto de su discografía, se publicó en 1976 por el sello Shelter Records e incluye 12 pistas. Todas las canciones fueron escritas por J.J. Cale excepto I’m a Gypsy Man”, que es propiedad de Sonny Curtis.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a la amplia selección de músicos (la gran mayoría amigos personales de Cale) que hicieron posible esta obra: J. J. Cale (voz, guitarra y piano), Doug Bartenfeld, Gordon Payne, Chuck Browning, Reggie Young, Harold Bradley, Bill Boatman, Lloyd Green, Buddy Emmons (guitarras), Bill Raffensberger, Charles Dungey, Tommy Cogbill, Joe Osborn (bajistas), Kenny Buttrey, Karl Himmel, Buddy Harman, Jimmy Karstein, Kenny Malone (baterías), Farrell Morris, Audie Ashworth, J.I. Allison (percusión), Don Tweedy (arpa), Bobby Woods y Bill Purcell (piano), George Tidwell (trompeta), Dennis Goode (trombón) y Billy Puett (saxofón).

Dentro del disco, nos encontraremos con sorprendentes temas impregnados del característico “Sonido Tulsa”, (una mezcla de country, rock y blues, del que J.J. Cale fue uno de sus creadores) como “Hey, baby” que abre el LP, un impecable “Travelin’ Light” o “You Got Something”, una bella canción que transmite una grata sensación de calma y tranquilidad gracias a su exquisita percusión.

El aire jazzístico de “Hold On”, nos demuestra porqué J.J. Cale es uno de los mitos más grandes que ha dado el universo sonoro. Y si este Long Play es recordado eternamente, buena parte de culpa la tiene “Cocaine”, pegadizo riff y clásico entre clásicos perteneciente a J.J. Cale, que fue versionado con gran éxito por Mr. Eric Clapton en su álbum “Slowhand” de 1977.

Otros cortes destacables son el instrumental “Let Me Do It to You” y la versión del “I’m a Gypsy Man” de Sonny Curtis, quizás el tema más duro y rockero dentro del relajado estilo de J.J Cale. Y para poner el cierre a un álbum absolutamente brillante se presentan “Cherry” y “You Got Me on So Bad”, invadidas por su calidez vocal.

Así concluye “Troubadour”, cortesía de J.J. Cale, todo un trovador errante del rock y eterno fugitivo del mainstream. A nuestro juicio, Cale ha ejercido su arte esquivando los a veces ridículos caprichos del mundo de la música, escapando del despliegue publicitario habitual en las discográficas y haciendo caso omiso de las exigencias comerciales. Su música, se ha hecho leyenda y nos obsequió con un disco excepcional que se sitúa entre los mejores de su ya longeva carrera.

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Shuggie Otis – Here Comes (Epic 1970)

Publicado por javisuarezadmin el 17 mayo, 2013

“Here Comes”, grabado con tan sólo dieciséis años de edad, fue el primer disco en solitario de Shuggie Otis, hijo del pionero y afamado músico de rythm & blues, Johnny Otis.

El padre de Shuggie, el californiano Johnny Otis, comenzó allá por los años cuarenta a forjar su extensa carrera, tocando el piano en innumerables bandas y orquestas de Swing. A mediados de esta década formó su propio grupo, integrando estilos como el swing, rythm & blues o el blues y consigue alcanzar éxitos de gran repercusión, llegando incluso a establecerse como un extraordinario productor y descubridor de nuevos talentos musicales.

Y en 1953, nace su hijo Johnny Alexander Veliotes, más conocido por el seudónimo de “Shuggie”. Rodeado desde su infancia por músicos de relevancia y prácticamente desde la cuna, ya toca la guitarra y un amplio abanico de instrumentos.

Con un aprendizaje como si de un genio se tratase, Shuggie comienza a trabajar como profesional con tan sólo doce años en la banda de su padre, adquiriendo una prodigiosa madurez y visión musical que resultó inusual en un músico tan joven. Desde este momento, es comparado con los más grandes guitarristas de la época y se siente tremendamente influenciado por el blues, el jazz y por artistas de la talla de B.B. King o Lowell Fulson. Este último, el espejo en el que Shuggie se miraría durante años.

En 1969 y después de actuar con reputados músicos, realiza la grabación del álbum “Here Comes” con un elevado número de excelentes músicos invitados, entre los que se encontraban su padre Johnny Otis, el reconocido bajista Wilton Felder, el pianista Ray Johnson o el tecladista Leon Haywood entre otros no menos conocidos y arropados por una espectacular sección de vientos.

Por si fuera poco, también podremos escuchar a Shuggie en su faceta de multi-instrumentista, tocando la guitarra, la armónica, el piano, el órgano, la celesta y el clavicémbalo. Y todo ello, aderezado con una sección de cuerdas compuesta por violines, violas y celos realmente magnífica.

Centrándonos en el álbum, producido por Johnny Otis, se publicó en 1970 por el sello discográfico Epic. Cuenta con diez temas llenos de frescura, imaginación desbordante y un maravilloso trabajo a la guitarra, que abarcan géneros como el soul, funky, blues o el soul psicodélico.

El elepé inicia con el clásico “Oxford Gray”, poderoso instrumental psicodélico, con dos partes diferenciadas y un final espléndido. Continúan con la balada “Jennie Lee”, un rítmico “Bootie Cooler” o con temas al más puro estilo funky y como el propio nombre indica: “Funky Thithee”.

En la segunda parte del LP nos encontramos con el fantástico “Shuggie´s Boogie”, un antológico blues en el que Shuggie Otis nos demuestra su virtuosismo a la guitarra, al igual que en “Gospel Groove”. Otras pistas de extrema elegancia musical son “Hurricane”, “Baby, “I Needed you” y “The Hawks”, que ponen la guinda a un disco absolutamente histórico.

Antes de editar este “Here Comes”, Shuggie Otis venía de participar en el álbum “Kooper Session” de 1969 junto al emblemático Al Kooper. Durante esas fechas, el bluesman B.B. King llegó a afirmar que <>. Poco tiempo después, otro ilustre músico llamado Frank Zappa lo reclutó para grabar el memorable “Hot Rats”, en el que Shuggie toca magistralmente el bajo en el eterno tema “Peaches And Regalia”.

Shuggie Otis grabó infinidad de LP`S con lo más granado de la élite musical hasta nuestros días, no siendo así en su trayectoria como solista, con tan sólo cuatro álbumes en su haber. Pero nos dejó instantes imborrables, tanto en sus discos como en sus colaboraciones, siempre acompañado por su mentor y legendario padre, Johnny Otis.

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Bob Seger & the Silver Bullet Band – Nine Tonight (Capitol Records 1981)

Publicado por Ruben.Borrajo el 21 mayo, 2013

Un incansable gladiador del rock, un luchador infatigable, o quizás si lo prefieren, el búfalo de Detroit. Pero lo cierto, es que detrás de estos simples adjetivos se esconde uno de los personajes más carismáticos e imaginativos que ha dado el complejo universo musical. A nuestro juicio, la música de Seger enciende la llama de la emotividad, suena nostálgica y hace todos los honores al rock and roll clásico.

Muy influenciado por el soul y el rock and roll de los cincuenta, Robert Clark Seger, más conocido por el nombre de Bob Seger, comienza su carrera musical en 1964. Con apenas 15 años, decide formar su propio grupo de rock al que bautizó como “The Decibels”. Tiempo después, funda una nueva banda “The Bob Seger System”, pero no sería hasta 1968, cuando su carrera cambia definitivamente y gracias a su talento compositivo, ficha por el sello Capitol Records, obteniendo un gran éxito con temas como “2+2” o “Ramblin’ Gamblin’ Man”. Al margen de esto, también dejó gloriosos álbumes como “Back in ’72”.

Durante esta etapa de su vida, las dudas le asaltan y se plantea retirarse de la música para iniciar una carrera universitaria. En 1975 y por suerte para el rock, Seger vuelve a irrumpir de manera impactante en la escena musical de los Estados Unidos, con discos como “Beautiful Looser” (grabado con músicos de gran nivel, procedentes de la “Muscle Shoes Rhythm Section”) o “Night Moves” ya acompañado por sus incombustibles “The Silver Bullet Band”.

Centrándonos en el doble álbum, las grabaciones en vivo de este “Nine Tonight” se captaron en 1980 en los auditorios “Cobo Hall” de Detroit y en el “Boston Garden” de Boston. Publicado en 1981 por el sello Capitol Records, fue producido por el propio Bob Seger y Punch Andrews e incluye 16 pistas.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este excelente disco en directo: Bob Seger (guitarra, piano, voz), Kathy Lamb, Pamela Moore June Tilton y Colleen Beaton (voz), (guitarra), Chris Campbell (bajo y voz), Craig Frost (piano), Shaun Murphy (percusión), (flauta y saxofón) y (batería y voz).

De celebridades sonoras rebosa este LP, pudiéndonos encontrar con el clásico entre clásicos “” (un viejo rock and roll), su canción más emblemática y por la que será eternamente recordado. Por si fuera poco, se le suman un genial “Night Moves” (la noche pasa), arropado por la calidez vocal del coro y un magnífico saxo cortesía de Alto Reed.

Dice Seger que el rock and roll no perdona, y buena fe de ello la dan un rítmico “Rock And Roll Never Forgets” y el guitarreo incesante de “Let It Rock”, tema de pegadizo estribillo, siempre respaldado por el saxofón de Alto Reed y la desgarradora voz de Bob Seger. Otros cortes de espléndida factura son la balada “Mainstreet”, un contundente “The Fire Down Bellow” y el hit “Against The Wind”. A toda máquina y a un ritmo trepidante, se presentan un poderoso “” y “”, tema invadido por la voz de Seger y las vibrantes guitarras de la Silver Bullet Band.

Actualmente, Bob Seger, unos de los artistas más queridos del mundo sonoro, continúa ofreciendo ingentes descargas de rock en sus conciertos. Quiero creer, que seguirá levantando al público de sus sillones en inolvidables noches llenas de adrenalina. Y todo ello, aunque solamente sea eso, un viejo, pero espectacular rock and roll.

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John Mayall – The Turning Point (Polydor 1969)

Publicado por javisuarezadmin el 24 mayo, 2013

Como el propio título del álbum indica, el británico John Mayall logró traspasar la frontera del blues y el rythm & blues, originando un “punto de inflexión” con este disco absolutamente magistral, sólo a la altura de los más grandes. “The Turning Point” es el resultado de un maravilloso experimento llevado a cabo por Mayall, padrino del blues blanco y creador de los míticos Bluesbreakers.

Y la fórmula que utilizó para realizar este LP, consistió en prescindir de la batería y del potente sonido de la guitarra eléctrica (aunque en contadas ocasiones, suena una Telecaster a muy bajo volumen). Sin duda, algo muy poco común hasta la fecha en la mayoría de las bandas, dado el intenso momento musical que se vivía. John Mayall encumbró todavía más el año 1969, considerado por los críticos musicales como uno de los años más prolíficos del rock. En 1969, Mayall ya poseía una trayectoria fructífera y cargada de varios álbumes esenciales del blues y rythm & blues británico. Durante esta década, decide cambiar su orientación musical, a raíz de sus constantes giras y vivencias personales en los Estados Unidos.

Impregnado de la cultura hippie, crea un grupo con una suave orientación blues, eliminando un instrumento tan indispensable como la batería e introdujo la flauta. Para las filas de su nueva banda, reclutó al exquisito guitarrista acústico Jon Mark y a un talentoso bajista de jazz llamado Steve Thompson. A todo esto, se le sumaba el multi-instrumentista Johnny Almond (flauta, saxos y percusión) y el propio John Mayall (voz, armónica, guitarra, panderetas y percusión)

Centrándonos en el álbum, producido y diseñado por Mayall (por aquel entonces, Mayall era un fichaje reciente del sello Polydor), fue publicado en 1969. En apenas cuatro semanas de ensayos, se grabó en directo el 12 de julio de 1969 en el teatro “Bill Graham´s Fillmore East” de Nueva York. Y por supuesto, contó la ayuda del prestigioso ingeniero de sonido .

El LP incluye siete pistas realmente extraordinarias, una buena parte compuestas por Mayall, exceptuando solamente dos que fueron coescritas junto al bajista Steve Thompson. En todas y cada una de ellas, relatan de algún modo sus vivencias personales, observando a los jóvenes de la época como caen en la amargura de las drogas, pasando por romances y otras historias llenas de realidad. El disco abre con un magnífico “The Laws Must Change”, gloriosa canción en dónde podremos apreciar el excelente trabajo a la flauta de Johnny Almond, que intercambia “solos” con la maestría a la armónica de Mayall. Continúan con un delicado “Saw Mill Gulch Road” y el tema dedicado al bluesman J. B. Lenoir “I´m Gonna Figth For You J.B”, de clara influencia blues.

“So Hard To Share” es una pieza con un ritmo brillante, que se convierte en una de las joyas del elepé y con un soberbio Jon Mark a la guitarra. Como dato anecdótico, destacaremos que durante la grabación de los conciertos, Mark estuvo acompañado por Marianne Faithfull, la cantante y actriz que anteriormente fuera pareja sentimental del vocalista de los Rolling Stones Mick Jagger. Y para concluir este clásico, tres temas espléndidos, iniciando con el transcendental “California” de casi diez minutos de pura improvisación. Seguidamente aparece “Thoughts About Roxanne”, un blues triste dedicado a un antiguo y especial amor de John Mayall en Los Angeles.

El punto álgido del Long Play llega con el inmortal “Room To Move”, imposibles y antologicos sus solos, al igual que los extraños sonidos de la armónica de Mayall en la parte central del tema, con el hacen las delicias de un público totalmente entregado en la parte final del show. Curiosamente, en el álbum original y debajo del título de esta última canción, Mayall lo dedica de la siguiente manera: <>

En 2001, el disco se reedita en formato CD, remasterizado con un sonido espectacular y le añaden tres bonus-tracks. “The Turning Point”, se situó como todo un éxito de ventas y fue el primer disco de oro en la carrera de este venerado artista. John Mayall es un músico tremendamente admirado por todos sus colegas a los dos lados del Atlántico. Un tipo sencillo, de ideas sencillas, amante de la experimentación y la libertad musical, que fue capaz de dejarnos uno de los discos en directo más emblemáticos e innovadores de su tiempo.

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Metallica – Metallica – Black Album (Elektra Records 1991)

Publicado por javisuarezadmin el 28 mayo, 2013

A Mara…

Desataron un vendaval eléctrico de dimensiones desproporcionadas, encendieron la llama de la emotividad y nos dejaron un álbum épico que entró en el olimpo del metal y el rock desde el primer momento en que salió publicado. Siempre conviene recordarlo y hay que tenerlo muy presente, porque Metallica ha convertido este disco en único y quién sabe si irrepetible.

Este álbum homónimo al grupo, más conocido bajo el nombre de “Black Album” por su portada negra, obtuvo un gran éxito, casi directamente proporcional a la polémica que generó. Para los puristas del trash metal, el álbum negro se aleja por completo del característico sonido de Metallica y toma una orientación más comercial. Y una buena parte de culpa de esta controversia, la tuvo el productor Bob Rock, personaje clave en esta obra y el centro de iras para muchos de los fans de Metallica.

Surgidos a principios de los ochenta en Los Ángeles y procedentes del underground musical más profundo, los Metallica fueron herederos directos del sonido más duro del heavy metal y del punk más áspero, siendo fundados por el batería Lars Ulrich y el vocalista James Heitfield.

Tras un inicio arrollador con la salida de su primer álbum (Kill ‘Em All 1983), el sonido del grupo traspasa las fronteras del heavy metal, logrando crear una nueva corriente musical junto a otras bandas de renombre como Slayer, Megadeth o Anthrax. Desde ese preciso instante, Metallica se consolida como una de las formaciones pioneras de un nuevo estilo al que los analistas bautizaron como “trash- metal”.

Durante la década de los ochenta, nos obsequiaron con variedad de álbumes que podemos considerar como lo mejor del género y que forjaron la trayectoria imparable de Metallica, a pesar de las constantes idas y venidas de algunos de sus miembros. Incluso, tuvieron que sobreponerse al desafortunado fallecimiento del bajista Cliff Burton.

Centrándonos en el disco, quinto de su discografía, el Black Album fue grabado en los estudios “One on One” de Los Ángeles (California), entre octubre de 1990 y junio de 1991. Y por fin, un 13 de Agosto del 91, sale a la luz pública por el prestigioso sello Elektra Records. Fue producido por Bob Rock (su primer trabajo con la banda) y por los propios fundadores de Metallica (James Hetfield y el danés Lars Ulrich).

Mezclado por el ingeniero Randy Stoub, por aquel entonces considerado como uno de los más prolíficos de su tiempo, dotó al Black Album de un sonido más blando, ocasionando fuertes críticas por parte de los incondicionales del puro sonido “Metallica”. Sin duda, esto provocó un giro brusco, sorprendente y totalmente inesperado.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Metallica que inmortalizaron este LP: Lars Ulrich (batería), James Hetfield (voz, guitarra rítmica), Jason Newsted (bajo) y el magnífico guitarrista Kirk Hammett.

El álbum, repleto de himnos generacionales para la década de los noventa, contiene 12 temas, de los cuales media docena fueron auténticos hits y consiguieron atrapar a un tipo de público muy poco común para las bandas de trash metal. Toda esta conjunción de factores, originó un gran escándalo, llegando a tildar el disco como <>, no siendo así el reflejo multimillonario de sus ventas. De algún modo, cayeron en las peligrosas redes del mainstream, pero sin descuidar algo tan esencial como la calidad musical.

Abre el disco con un legendario tema llamado “Enter Sandman”, dejándonos para la posteridad uno de los riffs de guitarra más antológicos del metal y el rock. La vena más pesada la podemos encontrar en cortes como “Sad But True”, “Holier Than True”. A continuación llegará cierta sensación de tristeza demostrada en “The Unforgiven”.

Uno de los puntos álgidos tendrá lugar con la “Nothing Else Matters”, una balada extremadamente preciosista dedicada a los fans del grupo, que se sitúa como uno de los temas estrella. Otras pistas como “Wherever I Many Roam”, “The God That Failed” o “The

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Struggle Within”, atesoran un espléndido sonido y un buen trabajo a la guitarra, siempre respaldados por una impecable sección rítmica y la peculiar voz de James Hetfield.

Destacaremos su curiosa y sencilla portada, en la que podemos visualizar una amenazante serpiente (todavía no sabemos si estaba lista para atacar), acompañada del nombre de la banda.

Así concluye esta inolvidable aventura sonora, despreciada por muchos y alabada por otros. A nuestro juicio, el Black Album permanecerá eterno al paso del tiempo. Con él, Metallica llegó al corazón de miles de almas, utilizando para ello, un lenguaje universal que se llama rock and roll.

….namaste……

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David Bowie – The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars (RCA 1972)

Publicado por Ruben.Borrajo el 31 mayo, 2013

Ya están aquí. Ya han llegado. Miles de testigos les han visto surcando los cielos de todo el planeta. Algunos incluso comentan que han presenciado, perplejos, el aterrizaje de un insólito ser extraterrestre con ojos de distinto color y que responde al nombre de Ziggy Stardust. Y no viene solo, a bordo de su nave, le acompañan las “Arañas de Marte”, con la única misión de evitar que en los próximos cinco años el mundo que conocemos se desintegre.

A nuestro juicio, la imaginación del británico David Bowie, todo un icono fundamental del universo glam rock, no entiende de límites. Corría el ya lejano 1972, cuando decidió dejarnos un álbum absolutamente estelar al que bautizó como “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars”. Para su realización, ideó a un personaje ficticio creado por él mismo al que llamó Ziggy Stardust.

La extravagante historia que Bowie se inventó para este disco no tiene el más mínimo desperdicio: el álbum, narra las peripecias de Ziggy Stardust, un alien andrógino encarnado en estrella del rock, que llega a la Tierra con el objetivo de advertir a la humanidad de su extinción.

Para lograr su misión, busca la manera de salvar al mundo a través de la música, enviando un mensaje de paz y esperanza, pero finalmente sería corrompido por los excesos de la fama y el ego, cayendo en la decadencia. Y por supuesto, que para completar tan ardua tarea, no dudó en ayudarse de las “Arañas de Marte” un genial grupo de rock liderado por el guitarrista Mick Ronson, el bajista y Mick Woodmansey a la batería.

Quizás, este rocambolesco relato de Bowie sea el fiel reflejo de una parte de su vida y del ambiente musical impregnado por las drogas que se respiraba en la década de los 70.

Durante toda la historia del rock, los analistas han utilizado multitud de apodos para referirse a David Bowie como “El Camaleón del Rock“, El Duque Blanco” o “Ziggy Stardust”. Desde mi humilde opinión, describiré a Bowie en tan solo tres palabras: “un artista irrepetible”. Aparte de su faceta como músico multi-instrumentista y excelente compositor, es también un ávido lector y un fantástico actor que bebe de diversas fuentes como la filosofía, el teatro, la literatura o el cine. Sin duda, Bowie aportó significativas dosis de teatralidad al rock, inspirándose en el cantante británico Vince Taylor.

Pero si hay algo muy especial que distingue a Bowie por encima de los demás, es su peculiar y camaleónica forma de vestir. En sus conciertos, aparece ante el público totalmente maquillado y calza elevados tacones, se enfunda en trajes elásticos y bañado en purpurina, ofrece una imagen muy cuidada, casi hipnótica y súper estética que causó una gran revolución en la moda.

Incluso, me atrevería a decir que su look fusiona a la perfección el género masculino y femenino. Bowie tiene un concepto que va mucho más allá de lo que significa él y ella. Sin duda, una mezcla explosiva en la que ellos pueden teñirse el pelo de colores y calzar tacones. Y ellas, pueden llevar pantalones y se visten igual que los hombres. Ciertamente, el aspecto de Bowie, dista mucho de aquel al que otras leyendas del rock nos tienen acostumbrados.

Centrándonos en el álbum, quinto de su discografía, incluye 11 pistas y fue grabado entre 1971 y 1972 en los “Trident Studios” de Londres para el sello RCA Records. Publicado el 5 de Junio de 1972, día de alineación astral favorable, contó con la producción del propio David Bowie y Ken Scott.

Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que participaron en esta glamurosa obra: David Bowie (voz, guitarra y teclados), Mick Ronson (guitarra, voz y piano), Trevor Bolder (bajo), Mick Woodmansey (batería).

Dentro del disco, repleto de hits, nos encontraremos con canciones de gran calidad musical “Five Years”, que abre el álbum, “Soul Love” y temas más duros como “It Ain’t Easy”, “Suffragette City” o Hang On To Yourself”.

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Una de las joyas del LP es la preciosista semi balada “Starman”, sus tonos acústicos y su pegadizo estribillo, la convirtieron en todo un clásico entre clásicos obteniendo un gran éxito. Llegará uno de los puntos álgidos con “Ziggy Stardust”, canción central del disco, en la que explica su auge y declive como figura del rock. Para cerrar el disco, se presenta un amargo “Rock ‘n’ Roll Suicide”, sus bellos sonidos acústicos y la voz de Bowie lo sitúan como otra de las referencias inexcusables del Long Play. La fotografía de portada del elepé, que fue un trabajo del diseñador Brian Ward, tuvo lugar en el Nº 23 de la calle Heddon de Londres.

Así concluye esta magistral aventura sonora, cortesía del rey indiscutible del glam rock. Ya han pasado más de cuarenta años desde su publicación, pero su música tomó dimensiones interplanetarias. Buena fe de ello, puede dar el astronauta canadiense Crhis Hadfield, que recientemente interpretó una versión acústica del tema “Space Oddity” de Bowie, desde el espacio exterior, en estado de ingravidez.

Quizás la música de Bowie sea glam rock, pero es también rock salvaje en toda su esencia. Guste o no a los sectores más puristas del rock, ese hombre de las estrellas llamado David Robert Jones provocó un fuerte impacto en la música y cultura popular del siglo XX. Y nos obsequió, con una de las obras más importantes, espectaculares y emblemáticas que ha dado el rock.

Al margen de este álbum, Bowie y sus arañas de marte ofrecieron un apoteósico concierto en el teatro “Hammersmith Odeon” de Londres el 3 de Julio de 1973. Esa noche, sería la última vez que Bowie representó el papel de Ziggy Stardust, un curioso extraterrestre que llegó a intentar adueñarse de la propia vida personal de Bowie, llevándolo casi hacia la degeneración. Tiempo después, declaró que << No sabía si yo estaba controlando a los personajes o los personajes me estaban controlando a mí, o si todos éramos la misma persona>>.

El show, grabado por D.A. Penenbaker, fue publicado por la casa discográfica EMI en formato DVD en 2003, con motivo de su 30º aniversario bajo el título de :“Ziggy Stardust And The Spiders From Mars (The Motion Picture)”.

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J.J. Cale & Eric Clapton – The Road To Escondido (Reprise Records 2006)

Publicado por Ruben.Borrajo el 4 junio, 2013

El dúo musical formado por el mago de Oklahoma y Slowhand obtuvo una gran aceptación por parte de la crítica en 2006. J.J Cale y Eric Clapton son tipos sencillos, de ideas sencillas, eternos fugitivos del mainstream y viejos amigos que sienten una admiración mutua.

En 2005, decidieron poner rumbo hacia la población de “Escondido” (de ahí el nombre del disco), valle ubicado cerca de San Diego, (California) y lugar impregnado de cierta aureola mística, dado los rituales que allí se llevan a cabo por los indios americanos.

El álbum, grabado y producido por J.J. Cale y Eric Clapton, se publicó en noviembre de 2006 por el sello discográfico Reprise Records e incluye 14 temas. Está dedicado a la memoria del magnífico pianista Billy Preston, por ser el último disco en que colaboró.

Billy Preston, falleció en junio de 2006, víctima de una enfermedad renal producida por el continuo abuso de alcohol y drogas. Músico con letras mayúsculas, durante toda su carrera tocó al lado de leyendas como George Harrison, Bob Dylan, The Rolling Stones o John Lennon.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a la amplia selección de músicos que realizaron esta obra: J.J. Cale (guitarra, voz y teclados), Eric Clapton (guitarra y voz), Derek Trucks, Christine Lakeland, Doyle Bramhall II, John Mayer y Albert Lee (guitarras), Gary Gilmore, Nathan East, Pino Palladino y Willie Weeks (bajistas), Abraham Laboriel Jr, Jim Karstein, James Cruce y Steve Jordan (baterías), Taj Mahal (armónica), Bruce Fowler, Jerry Peterson , Marty Grebb y Steve Madaio (sección de vientos), Dennis Caplinger (violín), Walt Richmond (piano), Simon Climie , David Teegarden (percusión) y el pianista Billy Preston.

Sin duda, entre este elenco estelar de mitos del rock nos podemos encontrar con la propia banda de acompañamiento de J.J. Cale, artistas de la talla de John Mayer, Albert Lee o Derek Trucks (uno de los grandes guitarristas del momento), con el embajador del blues Taj Mahal y con el monumental pianista Billy Preston.

El disco, invadido por el blues y el característico “Sonido Tulsa”, del que fue pionero J.J. Cale, abre con “Danger”, canción de marcados toques bluseros arropada por la peculiar voz de Clapton. Muy elaboradas instrumentalmente se presentan “Heads In Georgia”, un rítmico “Missing Person” y “When This War Is Over”, con unos excelentes punteos de guitarra cortesía de Mr. Eric Clapton.

“Sporting Life Blues”, nos hará sentir una grata sensación de calma y tranquilidad, gracias a un blues suave, lento y muy vocal, siempre respaldados por la genial armónica de Taj Mahal. Continúan con el gracioso aire country y el espectacular violín de “Dead End Road”, tema en dónde J.J. Cale nos demuestra su virtuosismo a la guitarra y con el que nos transportarán en un viaje hacia el lejano oeste…

Otras pistas como “Don’t Cry Sister” o “Last Will And Testament”, Cale y Clapton brillan con luz propia, tanto en el aspecto vocal como a las seis cuerdas. Y para finalizar, “Ride The River”, corte de cierto aroma a pantano en el que Clapton vuelve a tomar un protagonismo mayúsculo.

Así concluye esta aventura sonora, propiedad de dos de los artistas más célebres que ha dado la historia musical contemporánea. Quiero creer, en una leyenda del rock que dice que los verdaderos músicos hacen música por el placer de hacerla y no por dinero. Su nombre, J.J. Cale y Eric Clapton.

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Cream – Wheels of Fire (Polydor 1968)

Publicado por javisuarezadmin el 7 junio, 2013

En 1968, los británicos Cream alcanzaban el éxito absoluto gracias a un legendario segundo álbum al que llamaron “Disraeli Gears”, con el que logran originar un cambio radical en la orientación musical del momento hacia la música de vanguardia. Grabado en Diciembre de 1967, se convirtió en uno de los pilares básicos del rock psicodélico, un género que llegó a su máxima popularidad ese mismo año.

Disraeli Gears obtuvo tanto reconocimiento, que fue declarado disco del año en innumerables países del mundo y por un amplio sector de críticos musicales, lo que desembocó en una de las giras más apoteósicas que recuerdan los Estados Unidos de América.

Durante esta tremenda y abarrotada gira, nace “Wheels Of Fire” publicándose por primera vez en Agosto de 1968 como doble álbum, uno denominado “In The Studio” y el otro “Live At The Fillmore”. Y los responsables de esta espléndida obra, fueron tres gigantes de la escena musical de todos los tiempos: Eric Clapton (guitarra y voz), Jack Bruce (bajo, armónica y voz principal) y el genial baterista Ginger Baker.

La producción del LP corrió a cargo de Felix Pappalardi, personaje clave dentro de Cream y más adelante bajista de Mountain. Pappalardi, venía de colaborar con Cream desde Disraelí Gears, implicándose en las composiciones y aportando su gran calidad como multi-instrumentista. Incluso, en ocasiones llegaron a considerarle como <> pero solamente participaba en discos de estudio.

Wheels Of Fire también contó con los arreglos de Robert Stigwood, mánager de los Cream y gran empresario discográfico, ayudado por el ingeniero de sonido Tod Down.

Una de las partes del álbum en estudio, se grabaron durante los meses de Julio y Agosto de 1967 en los IBC Studios de Londres. La otra parte, tuvo lugar en los meses de Septiembre y Octubre de 1967 y entre Enero, Febrero y Junio de 1968, en los Atlantic Studios de Nueva York.

En cuanto el vinilo comienza a rodar, ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. Abre el álbum con el clásico entre clásicos “White Room”, uno de sus temas más conocidos, impregnado del característico sonido “Made In Cream” y de la fantástica guitarra de un por aquel entonces jovencísimo Eric Clapton.

Continúan con “Sitting On Top the World”, una magnífica versión propiedad del bluesman Howlin´ Wolf. Sin duda, todo un blues de alto octanaje en el que cabe destacar de manera sobresaliente el buen hacer de este joven, pero a su vez veterano trío. La psicodelia hace acto de presencia en canciones como “Pressed Rat And Warthog”, “Those Were The Days” (inolvidables sus campanas de fondo), “Passing The Time” o el acústico “As You Said”.

Otros cortes mayúsculos de esta parte en estudio son “Deserted Cities Of the Heart”, “Politician”, un excelente blues fruto de la relación musical que Jack Bruce inició junto a su amigo y músico Pete Brown, creador también de varios hits para los Cream. Llegará el himno generacional “Born Under A Bad Sign”, antológica versión de Booker T., que Albert King inmortalizó para siempre en el disco que lleva el mismo nombre.

La segunda parte del Long Play, llamada “Live At Fillmore West” (aunque en el álbum tres pistas están localizadas en el auditorio Winterland de San Francisco), se captó en directo en Marzo del 68 y contiene cuatro temas de auténtico éxtasis. Abren con el “Crossroads” de Robert Johnson, en el que Eric Clapton nos deja un magistral “solo” de guitarra para la posteridad.

Siguen con el “Spoonful” de Willie Dixon, en dónde los Cream se emplean a fondo, realizando una versión absolutamente brillante y llena de improvisación durante sus infinitos dieciséis minutos de duración. Para finalizar, se presentan “Traintime”, canción con la que tratan de transportarnos hacia el Delta del Mississippi y un monumental “Toad”, poseedor de uno de los “solos” de batería más espectaculares de la historia del rock, cortesía del baterista Ginger Baker.

La portada del álbum, fue obra del dibujante underground Martin Sharp, todo un polifacético artista de origen australiano. 90

Y así concluye esta esencial aventura sonora, protagonizada por la banda que se adelantó tres años a su tiempo. La crème de la crème, tres virtuosos músicos ingleses que revolucionaron el rock. Verdaderos talentos, que pocos meses después, tocaban su canción de despedida en el auditorio Royal Albert Hall de Londres.

Posteriormente, cada uno escogió su propio camino y anunciaron su disolución definitiva, debido a las constantes discrepancias que se producían en el seno de la formación. Irónicamente y en palabras de uno de sus miembros, los Cream eran <> y como muy bien expresa el título del disco <>

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Joe Cocker – With A Little Help From My Friends (A&M – Emi – 1969)

Publicado por javisuarezadmin el 11 junio, 2013

Aquella estelar actuación en el festival de Woodstock’ 69, situó a Joe Cocker como uno de los grandes intérpretes y vocalistas del rock de todos los tiempos. Y si a esto, le unimos su impactante álbum de debut unos pocos meses antes, sería el punto de partida de una intensa carrera plagada de éxitos.

El cantante británico Joe Cocker nace en 1944 en Sheffield, ciudad industrial ubicada al norte de Inglaterra. Desde la adolescencia, comienza a formar parte de algunas bandas de escasa transcendencia y compagina su trabajo con el de actuar en infinidad de locales y pubs nocturnos. Su gran oportunidad le llegaría a mediados de los años 60, cuando funda los históricos “The Grease Band”, junto al excelente pianista e inseparable amigo, . Este primer grupo contó con la participación de una amplia selección de músicos, varios de ellos fundamentales del rock británico, como Jimmy Page, Stevie Winwood, Henry McCullough o Albert Lee entre otros.

La particularidad de este álbum surge meses antes de publicarse, ya que dos de sus temas estrella salen en formato single el año anterior y se graban en los estudios Olympia” y Trident de Londres. Los temas escogidos fueron “Marjorine” y “With A Little Help from My Friends”. El primero no alcanzó el éxito acordado, no siendo así con el segundo, todo un hit y fantástica versión de The Beatles, que rápidamente elevó a Joe Cocker y a su grupo a un más que merecido Nº1 en Inglaterra.

Aprovechando la gran repercusión y calidad musical de la banda, en 1969 siguen grabando los temas que conformarían el Long Play en los mismos estudios. Finalmente, la alineación de tan espectacular banda quedaría constituida por Jimmy Page y Henry McCullough (guitarras), Stevie Winwood y Matthew Fisher (teclados), Chris Stainton (piano) Mike Kellie (bajo) y B. J Wilson (batería). Y por supuesto, siempre arropados por la poderosa voz de Joe Cocker y un extraordinario coro liderado por la cantante americana Madeleine Bell y Rosa Hightower.

Centrándonos en el disco, se editó en abril de 1969 por el sello discográfico A&M / EMI. Fue producido por Dennis Cordell, ayudado por el ingeniero de sonido Tony Visconti, muy conocido por sus colaboraciones con David Bowie. Haciendo gala de una gran inteligencia y visión musical, deciden titular el álbum como “With A Little Help From My Friends”, dada la enorme popularidad que consiguieron gracias a esta famosa canción.

De los diez temas que contiene el LP, siete son versiones y tres composiciones propias del dúo Cocker / Stainton. Abren con el “Feeling Alright” de Dave Mason y Traffic, pista especialmente escogida por Cocker, haciéndola prácticamente suya, obsequiándonos con una versión antológica y con una memorable introducción emulando música latina. Fue grabada en Los Ángeles con músicos de sesión de la A&M Records durante la gira que ofrecieron por América.

Continúan con clásicos de bella factura como la balada “Bye Bye Blackbird” dónde podemos disfrutar de un genial “solo” de Jimmy Page. Siguen con “Change In Louise” y “Marjorine”, notándose la influencia de los Beatles, en el tema más pop del álbum. Dos versiones de Bob Dylan, “Just Like A Woman” y “I Shall Be Released”, ponen de manifiesto la gran voz de Joe Cocker, curiosamente, las dos cierran sendas caras del LP original. El resto de pistas que completan el disco son: una hermosa balada llamada “Do I Still Figure In Your Life?”, la movida “SandPaper Cadillac”, y una apoteósica versión del ”Don´t Let Me Be Misunderstood”, tema compuesto para Nina Simone en 1964 y popularizado un año más tarde por los Animals, siempre respaldados por una banda sencillamente excepcional.

El punto álgido del LP tendrá lugar con el “With A Little Help From My Friends”, todo un himno generacional perteneciente a Lennon / McCartney que también da nombre al disco, con el que ponen punto y final.

Meses después, la nueva “Grease Band” tocó en el Festival de Woodstock 69, dejándonos para la posteridad una de las mejores actuaciones del evento. Joe Cocker, aquel chico de aspecto desaliñado, realizó una interpretación monumental. Siempre se recordarán sus peculiares “toques de guitarra sin guitarra” y sus característicos gestos cargados de expresividad, que de algún modo, quedaron reflejados en la portada del álbum.

A nuestro juicio, buena parte del éxito que cosechó, fue gracias a Woodstock 69 y a este sobresaliente disco, que marcó el inicio de una brillante carrera. Por suerte para el rock y después de muchos excesos, Joe Cocker logró llegar felizmente hasta nuestros días. 92

Pink Floyd – The Dark Side Of The Moon (Harvest / Capitol 1973)

Publicado por Ruben.Borrajo el 14 junio, 2013

The Dark Side Of The Moon, el lado oscuro de la luna, o quizás si me lo permiten, todo un disco de culto que provocó la apoteosis definitiva del rock sinfónico y progresivo. Con él, los británicos Pink Floyd alcanzaban el éxito absoluto, situándose durante más de tres años consecutivos en lo más alto de las listas musicales de la época.

Pink Floyd se convirtió desde ese momento, en un fenómeno musical a escala mundial gracias a este Long Play, considerado por muchos como su obra magna. The Dark Side Of The Moon es uno de los álbumes más vendidos de toda la historia musical contemporánea. A nuestro juicio, creemos que 70 millones de copias dan buena fe de ello.

Sin duda, me faltan adjetivos para describir a una de las formaciones más influyentes, rompedoras y legendarias que ha dado el rock. Mediante este LP, nos mostraron sus inquietudes artísticas, su tremenda calidad musical e hicieron gala de un virtuosismo instrumental fuera de lo común. Centrándonos en el álbum, octavo de su discografía, se grabó entre 1972 y 1973 en los “Abbey Road Studios” de Londres e incluye 10 pistas. Publicado en Marzo de 1973, fue producido por los propios Pink Floyd y contó con la ayuda del famoso ingeniero de sonido Alan Parsons, un personaje clave en esta obra, que aportó todo un derroche de innovación musical nunca vista hasta la fecha.

Destacaremos la profundidad de las letras del LP, escritas en su mayoría por Roger Waters, que abarcan una compleja temática referente a las distintas fases de la vida humana como el envejecimiento, la muerte o la locura, haciendo especial énfasis en esta última, dado la gran conmoción que supuso para el grupo que Syd Barrett, su miembro fundador, les abandonara en 1968. Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que hicieron posible este antológico álbum: David Gilmour (voz, guitarra, sintetizador), Roger Waters (bajo, voz, sintetizador), Richard Wright (teclados, voz sintetizadores) y Nick Mason (batería).

De sencillamente espectacular, podemos calificar al personal adicional que colaboró con Pink Floyd, pudiéndonos encontrar con una espléndida y esencial sección de coros liderada por la gran dama de la canción Doris Troy, Lesley Duncan, Clare Torry, Barry St. John y Liza Strike. Y por supuesto, siempre respaldados por el saxofonista Dick Parry.

Comienza a rodar el vinilo y rápidamente nos trasportará hasta los confines más recónditos del rock espacial. Y es que el lado oscuro de la luna es grande, muy grande, tanto, que en ocasiones sentiremos que los Pink Floyd consiguieron descifrar los secretos del vuelo astral a través del rock. Experiencias extracorpóreas al margen, canciones como “The Great Gig in the Sky”, la introducción instrumental “Speak to Me”, o los infinitos siete minutos de “Us and Them”, nos demuestran una y otra vez que Pink Floyd es mucho más que una banda de rock.

Uno de los puntos álgidos del LP tendrá lugar con el clásico entre clásicos “Money”, monumental tema de los más utilizados por el grupo en sus gloriosos shows en directo. Otra de las joyas musicales que completan el disco es “Time”, extraordinaria composición cortesía de los cuatro jinetes del rock sinfónico.

Y que mejor manera de poner punto y final que con “Eclipse”, célebre pista e inolvidables sus latidos de corazón a bajo volumen. Para el recuerdo colectivo, quedará la frase que pronuncian al cerrar el LP: <>. Para la posteridad quedará la enigmática portada del disco, en la que podemos visualizar un prisma piramidal refractando una luz, fue obra del diseñador George Hardie.

Mucho y muy variado se ha escrito sobre el significado del cover, rodeado de un profundo halo de misterio. Y como la misión de este blog no es ni mucho menos explorar los dominios de lo sobrenatural, creemos que para realizar tan arduo trabajo de investigación de lo paranormal, ya tenemos a nuestro querido presentador del canal Cuatro de televisión española, Iker Jiménez, que nos acompaña semanalmente capitaneando la “nave del misterio” en su programa Cuarto Milenio.

Y así concluye esta delicia sonora, propiedad de Pink Floyd, los caballeros del rock sinfónico y progresivo. Tiempo después, seguirían obsequiando a la comunidad musical con geniales álbumes como “Wish You Were Here” (1975) o The Wall (1979). Solamente Pink Floyd, han sido capaces de hacer este disco único y quién sabe si irrepetible.

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Albert King With Stevie Ray Vaughan – In Session (Stax Records – 1999)

Publicado por Ruben.Borrajo el 18 junio, 2013

En un principio, esta célebre reunión de leyendas del blues estuvo a punto de no producirse debido a la negativa de Albert King en 1983. Y el principal motivo, fue que Albert King dijo que no sabía quién era aquel guitarrista tejano llamado Stevie Ray Vaughan.

Vaughan era un fiel seguidor de Albert King y cada vez que ofrecía uno de sus conciertos, el mítico Stevie no perdía la oportunidad de verle actuar. Finalmente, Albert King decidió tocar con SRV, pero solamente porque le reconoció como un asiduo a sus conciertos. In Session es un disco especial, a nuestro juicio, lo consideramos como un homenaje de Stevie Ray Vaughan a todo un grande del blues eléctrico, Albert King. En él, podremos sentir la tremenda complicidad musical de estos dos geniales artistas.

Centrándonos en el álbum, las sesiones fueron grabadas en directo para la televisión el 6 de diciembre de 1983 en los <> de Hamilton, Ontario (Canadá) y se publicaron el 17 de Agosto de 1999 por el sello Stax Records. En 2010, se edita en formato DVD, conteniendo entrevistas y diverso material extra.

Como ya es costumbre, haremos una mención al personal que colaboró en este excelente show: Albert King (guitarra, voz), Stevie Ray Vaughan (guitarra), Tony Llorens (órgano, piano), Gus Thornton (bajo) y Michael Llorens (batería).

Incluyendo 11 temas, abre el disco con el clásico “Call It Stormy Monday” perteneciente a T-Bone Walker, un blues lento en dónde nos muestran su virtuosismo a las seis cuerdas, siempre respaldados por una sección rítmica espectacular.

Seguidamente, “Old Times” segunda pista del disco en dónde tiene lugar una interesante conversación entre King y Vaughan, en la que intercambian opiniones y recuerdos. Vaughan, nostálgico, evoca la primera vez que vio tocar a Albert King allá por 1973. Como respuesta, Albert King elogia la calidad musical del tejano, diciéndole que hay muy pocos guitarristas que posean velocidad y “alma de blues”. Sin duda, dos cualidades que convirtieron a Stevie Ray Vaughan en un mito del blues.

Llegará uno de los puntos álgidos con “Pride And Joy”, todo un hit propiedad de Vaughan procedente de su explosivo álbum de debut Texas Flood de 1983. Otros cortes que completan el disco son la magnífica versión del “Ask Me No Questions” de B.B. King, un suave y exquisito “Blues At Sunrise”, el guitarreo incesante de “Match Box Blues” y el extraordinario “solo” de “Overall Junction”.

Destacaremos la portada del LP, que de alguna manera, transmite a la perfección la sencillez del arte del blues, un estilo que no necesita de abarrotados estadios ni supermillonarias producciones para demostrar su grandeza.

Así concluye esta obra, cortesía de Stevie Ray Vaughan y Albert King. Desafortunadamente, la denominada “música del alma” perdió para siempre a Stevie Ray Vaughan en 1990, en un fatídico accidente de helicóptero. En 1992, Albert King fallecía de un ataque cardíaco en Memphis. Pero no se fueron sin antes dejarnos una colaboración histórica, que sirvió para iluminar una vez más el firmamento del blues.

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Bob Marley & The Wailers – Exodus (Island 1977)

Publicado por javisuarezadmin el 21 junio, 2013

En la década de los setenta, Bob Marley se convierte por méritos propios en el máximo exponente del reggae, un género musical surgido en Jamaica a finales de los 60. La música reggae, emerge como movimiento musical en esta colonia británica, para inicialmente dar el salto a Inglaterra y poco tiempo después, proyectarse a nivel mundial.

El reggae (aunque según los analistas no está muy claro) tomó su mayor influencia de la música negra americana, sobre todo de lugares relativamente próximos como New Orleans y del nacimiento de la música soul, aunque el principal atractivo de dicho género, es que proviene del folklore ancestral y primitivo de la propia isla.

Bob Marley, hijo de madre jamaicana y de padre capitán de la armada inglesa, fue el mayor de cinco hermanos. Con apenas dieciséis años, ya graba sus primeras composiciones y es por estas fechas cuando comienza a relacionarse con otros músicos fundamentales de la isla, y con los que serían durante años, sus eternos compañeros los Wailers.

Sumergido profundamente en la cultura rasta e involucrado hasta la médula en los problemas político-sociales, ejerce como pacifista, sobre todo en los suburbios de Trench Town, la ciudad que lo vio nacer. Y así se forja la leyenda de aquel jovencísimo Bob Marley durante los 70, grabando sus primeros álbumes con los Wailers y situándose como el rey indiscutible del reggae.

Después de realizar varios discos y obtener un buen número de éxitos, Bob Marley sufre un atentado en Jamaica en 1976, debido a los recelos políticos y a su condición de pacifista, en el que también estuvieron implicados su mujer y su mánager.

Motivado por este desafortunado incidente, Marley decide abandonar Jamaica y se instala en Londres para grabar <>. Desde el primer momento en que se publicó, el disco logra colocarse como el mejor álbum de la música reggae y posiciona a Bob como uno de los compositores más relevantes de la música popular. Incluso, sería todo un referente para otras estrellas de la música como Eric Clapton o los mismísimos Led Zeppelin.

Centrándonos en el álbum, Exodus fue grabado en Londres a principios de 1977 y se publicó en Junio de ese mismo año para el sello discográfico Island Records. Bob Marley, dio vida a este LP siempre acompañado por sus inseparables Wailers, entre los que se encontraban Aston “Familyman” Barret (bajo), el hermano de Aston, Carlton Barret (batería y percusión), Tyrone Downie (teclado y voz), Alvin “Seeco” Patterson (percusión) Julian “Junior” Marvin (guitarra solista) y el recordado coro femenino formado por su hermana Rita Marley, Marcia Griffiths y Judy Mowatt.

Producido por el propio Bob Marley y sus Wailers, el Long Play contiene varias de las canciones más representativas de su carrera y está repleto de composiciones llenas de fuerza y amor, destacando hits históricos como “Jamming”, las exquisitas baladas “Waiting In Vain” o “Turn Your Ligths Down Low”. Llegará un tema titulado “Exodus”, que da nombre al disco y que referencia el “Movement Of Jah People”, movimiento rastafari basado en el nombre divino de la biblia a Yavé.

Otras pistas esenciales que completan el LP son “Natural Mystic”, “The Heathen” y los mundialmente conocidos que irradian una alegría inusitada: “Three Little Birds” y “One Love/ People Get Ready”.

Y así concluye esta obra maestra, cortesía de Bob Marley, aquel que apodaron como el <>. Gracias a este legendario álbum, se consolidó como una de las grandes figuras de la historia musical contemporánea. Marley cambió el sonido del rock en los 70 y difundió como nadie supo hacerlo la situación jamaicana en aquella época. Y para ello, utilizó el mensaje de los rastas, que venía cargado de música, paz y amor.

A nuestro juicio, Bob Marley, mesías del reggae, es el ejemplo de que la música tiene poder para cambiar el mundo.

Y ahora, vamos todos: ¡¡¡ one love! one heart! let’s get together and feel all right… !!!

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AC/DC – Back In Black (1980)

Publicado por Ruben.Borrajo el 25 junio, 2013

Tras sufrir la pérdida del cantante Bon Scott, los australianos AC/DC alcanzaban la cima del éxito gracias a este magnífico LP, que provocó un fuerte impacto en la escena musical de los 80. Ciertamente los comienzos de AC/DC allá por 1973 fueron muy difíciles, pero poco a poco fueron conquistando el corazón del mundo, a base de ingentes descargas de rock. Primero se ganaron Australia, su país de origen, para dar el salto definitivo a Inglaterra, Europa y los Estados Unidos.

Habían pasado ya casi 7 años de rock, de historia y de carretera, cuando en 1980 la voz de Bon “Dragón Tatuado” Scott se apagó para siempre. La conmoción que produjo este terrible incidente estuvo a punto de disolver al grupo, pero supieron rehacerse y obsequiar a la comunidad musical con un soberbio disco al que llamaron “Back In Black”.

Sin duda, muchos españoles recordaremos con nostalgia la primera vez que vimos actuar a los AC/DC y a Bon Scott. Ocurrió en 1980, en aquel programa de televisión denominado “Aplauso”, en dónde fueron presentados por Silvia Tortosa. Invadieron el plató a un ritmo vertiginoso, con un <> que captó la atención de jóvenes y mayores. Diez días después, Bon Scott falleció. Y así, se iniciaba el mito de los AC/DC, aquellos que tomaron su nombre de las letras de una máquina de coser que rezaba en su parte inferior <> (corriente alterna / corriente directa). Sin duda, música de alto voltaje para una banda que se consolidó como los nuevos héroes del hard rock.

Centrándonos en el álbum, séptimo de su discografía, fue grabado en los Compass Point Studios de Nassau (Bahamas) y se publicó en Julio de 1980. Producido por Robert Lange, Back In Black llegó a vender más de 50 millones de copias en todo el mundo, situándose como uno de los discos más vendidos de la historia musical.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de AC/DC, que hicieron posible esta célebre obra: Brian Johnson (voz), Angus Young (guitarra), Malcolm Young (guitarra rítmica), Cliff Williams (bajo) y Phil Rudd (batería).

Incluyendo 10 pistas, el LP incluye hits como el inmortal <>, que da nombre al disco, << You Shook Me All Night Long>>, poseedor de un poderoso riff y pegadizo estribillo, <>, <>, <> o <>. Y si a todos ellos, le sumamos la afilada voz de Brian Johnson, arropado por una sección rítmica desbordante y la enérgica guitarra de Angus Young, el resultado que se obtiene es un todo un álbum clásico en el rock.

Destacaremos la portada del álbum, en la que podemos visualizar el logo de AC/DC sobre fondo negro, está dedicada a la memoria de Bon Scott, antiguo vocalista de la banda, que falleció el 19 de Febrero de 1980 debido a una intoxicación etílica. En este disco, aparece por primera vez el cantante británico Brian Johnson, que sustituyó a Bon Scott después de su desafortunada muerte.

AC/DC es uno de los grupos más queridos del rock, una banda de culto y toda una leyenda viva del universo musical que siguen agotando entradas para sus conciertos en cuestión de horas. Allá donde se dirijan, abarrotarán estadios y harán vibrar al público en inolvidables noches llenas de adrenalina, de electricidad y de rock.

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Led Zeppelin – The Song Remains The Same (Swan Song Records 1976)

Publicado por Ruben.Borrajo el 28 junio, 2013

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The Song Remains The Same, película concierto de una altura sin precedentes, capta al grupo Led Zeppelin, reyes de del acid rock, en escena y fuera de ella, a lo largo de su apoteósica gira de 1973 por los Estados Unidos de América.

Led Zeppelin, memorable cuarteto, ha sido uno de los nombres principales en la historia del rock. Auténticas bestias musicales que viven del directo, su hábitat natural y que nos obsequiaron con este extraordinario concierto en el que solamente hay que sentarse, escucharlo y aplaudir.

Centrándonos en el álbum en directo, fue grabado en vivo los días 27, 28 y 29 de Julio de 1973 en el de Nueva York. Producido por Jimmy Page, se publicó en formato LP en Septiembre de 1976 por el sello Swan Song Records. En 2007, la casa discográfica Warner Bros lo reeditó en DVD y CD, añadiendo diverso material extra y temas inéditos que no habían sido incluidos en el disco original.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Led Zeppelin que participaron en esta histórica obra: Robert Plant (voz y armónica), Jimmy Page (guitarra y guitarra de 12 cuerdas), John Paul Jones (bajo y teclados) y (batería).

Sin desmerecer al resto de leyendas que componen Led Zeppelin, destacaremos la increíble calidad musical que mostró el baterista John Bonham en este concierto. Quizás, golpeó a la eternidad, cual ángel de la guarda, ahuyentando todas las miserias que invaden este mundo. Desafortunadamente, Bonham falleció en la casa de Jimmy Page en 1980 debido a una intoxicación etílica. Tenía 32 años.

Antes del inicio del evento, podremos ver unas bellas imágenes de los Led Zeppelin paseando por Nueva York…

Y da comienzo el show, con un intenso tema denominado “Rock and Roll”, todo un clásico entre clásicos impregnado por la desgarradora voz de Robert Plant y la poderosa entrada de batería de Bonham. Continúan con una joya llamada “Celebration Day”, para seguidamente hacer enloquecer al respetable con “The Song Remains The Same”.

Como no podía ser de otra manera, la explosividad del bajista John Paul Jones y la magistral guitarra de Jimmy Page – por aquella época considerado como uno de los mejores guitarristas del momento – se unen para tocar hits como “Black Dog”, “Dazed and Confused”, el antológico “Whole Lotta Love” y el épico “Stairway to Heaven”, una de las canciones más oscuras y famosas de los Zeppelin, a la que envuelve cierta atmósfera hipnótica.

De sencillamente espectacular, calificaremos a “Since I’ve Been Loving You”, tremendo blues que hace las delicias del público. Me faltan adjetivos para describir a “No Quarter” y “Moby Dick”, casi mejor, será que veáis al batería Bonham con vuestros propios ojos.

Y así concluye este monumental ¡Live!, cortesía de los británicos Led Zeppelin, aquellos que nos dejaron un documento imprescindible para poder entender el rock de los 70. A nuestro juicio, el escenario de aquel mítico pabellón neoyorquino sintió todo el estruendo, histeria, fuerza y pasión, que solamente el rock sabe transmitir.

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Vinegar Joe – Rock´n Roll Gypsies (Island 1972)

Publicado por javisuarezadmin el 3 julio, 2013

Vinegar Joe, banda británica surgida a principios de los 70, pasó a formar parte de los <> de la historia del rock, dado que tuvieron una intensa, pero fugaz popularidad en sus apenas tres años de existencia. Sin duda una corta carrera, de la que salieron dos estrellas de renombre muy poco tiempo después de su repentina desaparición.

Fundados en 1971 bajo el nombre de <>, en ese mismo año pasan a llamarse <>. En 1972 publican “Vinegar Joe”, álbum homónimo al grupo y primero en su discografía, con el que alcanzan un lugar importante dentro del panorama musical británico del momento.

Con un estilo basado en el rock and roll el rythm & blues e incluso el soul, comienzan a destacar notablemente en sus actuaciones en vivo. Acompañados por un excitante elenco de grandes músicos, despuntaban sus dos vocalistas principales, siendo esta una característica prácticamente única en el universo musical de aquellos años.

Estos dos excelentes cantantes fueron la explosiva y el gran Robert Palmer, que junto al guitarrista Pete Gage y dieron vida a esta legendaria banda.

Aprovechando el tirón del primer disco y tras sufrir varios cambios en la formación original, graban este “Rock´n Roll Gypsies” en directo, inmortalizando para siempre sus geniales conciertos.

Centrándonos en el álbum, fue editado por el sello discográfico Island Records y producido por Pete Gage y Vic Smith. Las grabaciones fueron recogidas en tres ubicaciones emblemáticas como The Manor, Olympic y los Island Studios a lo largo de 1972.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que participaron en esta obra: Robert Palmer y Elkie Brooks (voces solistas), Jim Mullen y Pete Gage (guitarras), Steve York (bajo y armónica), Mike Deacon (teclados) y John Woods y Keef Hartley a la batería, (éste último, insigne baterista vinculado al padrino del blues blanco John Mayall) .

El disco cuenta con diez pistas en total, pudiéndonos encontrar con temas de diferentes géneros, predominando canciones al más puro estilo rock británico como “So Long”, que abre el álbum, “It´s Getting To The Point”” o “Buddy Can You Spare Me A Line”. Robert Palmer brilla en composiciones como “Falling”, o la maravillosa balada “Forgive Us”.

Otros cortes que completan el Long Play son una magnífica versión del “Angel” de Jimi Hendrix, balada en dónde Elkie Brooks nos demuestra el potencial de su emotiva voz y una versión del “Whole Lotta Shakin´ (Going On)”, clásico entre clásicos del rock and roll de los 50.

Y para concluir, “Rock´n´Roll Gypsies”, balada que da título al álbum, en donde sobresale la voz de Elkie Brooks arropada por una banda sencillamente espectacular. Después de publicar este disco, los Vinegar Joe solamente grabaron un LP más, poniendo fin así a una breve pero palpitante carrera, convirtiéndose en uno de los últimos testigos de la época dorada del rock británico por excelencia.

A nuestro juicio, Vinegar Joe sentó las bases de las trayectorias en solitario más prolíficas del rock, Robert Palmer y Elkie Brooks, dos vocalistas únicos e irrepetibles.

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Eric Clapton – Slowhand (RSO / Polydor 1977)

Publicado por Ruben.Borrajo el 10 julio, 2013

<<’She don’t lie, she don’t lie, she don’t lie…cocaine!!’>>

Así comienza Slowhand / Mano Lenta, con <>, canción poseedora de uno de los riffs de guitarra más famosos del rock. Sin duda, el sello personal y la genialidad de Mr. Eric Clapton se aprecian en todas y cada una de sus interpretaciones.

Ciertamente, a estas alturas del siglo XXI creemos que ya no hace falta describir a Eric Clapton, porque su vida, llena de altibajos, su biografía y sus antológicas obras ya están grabadas a fuego en la memoria colectiva de la historia musical contemporánea.

Habían pasado 10 años desde la famosa pintada del <>, en aquella pared de la estación Islington de Londres, cuando en 1977 decidió volver a obsequiarnos con otro disco absolutamente legendario al que bautizó como <>. Con él, obtuvo un gran éxito y otra vez más, vuelve a ser aclamado por los analistas musicales de la época.

Centrándonos en el álbum, grabado en los “Olympic Studios” de Londres, se publicó en noviembre de 1977 por el sello discográfico RSO e incluye 9 pistas. Producido por Glyn Johns, con motivo de su 35º aniversario, en 2012 sale a la venta una edición deluxe en la que se añade diverso material extra y otros temas en directo recogidos en el auditorio Hammersmith Odeon de Londres.

Como ya es costumbre, haremos una mención a los músicos que hicieron posible esta obra: Eric Clapton (guitarra y voz), Carl Radle (bajo), Mel Collins (saxofón), George Terry (guitarra), Dick Sims (teclados), Jamie Oldaker (batería), Marcy Levy e Yvonne Elliman (coros).

Dentro del LP, nos encontraremos con clásicos como el “Cocaine” de J.J. Cale, sencillamente magistral y canción estrella del disco. Seguidamente, nos regala un hit denominado “Wonderful Tonight”, para pasar a los divertidos toques country de “Lay Down Sally”.

Otros cortes que completan el Long Play impregnados de esencia blusera son: “Next Time You See Her”, la balada “We’re All The Way”, un diamante llamado “The Core” con un buen saxofón de Mel Collins, el blues de “Mean Old Frisco” de Arthur Crudup y el excelente instrumental “Peaches and Diesel”, que pone el cierre a un disco imprescindible en la carrera en solitario de Clapton.

Para la posteridad quedará la portada del álbum, en la que podemos visualizar la mano de Clapton sujetando su guitarra Fender sobre fondo blanco, es un fiel reflejo de la conexión especial de Clapton con las seis cuerdas.

Y así concluye Slowhand, cortesía de aquel que fue guitarra principal de los Yardbirds, de los Derek & The Dominos, de los míticos Cream, de los Bluesbreakers de John Mayall, de la The Plastic Ono Band, de Blind Faith y de los junto a John Lennon, Keith Richards, Mick Jagger y . Todas ellas, bandas fundamentales del blues y el rock en las que, a nuestro juicio, Clapton siempre sobresalió muy por encima de los demás guitarristas.

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Patti Smith – Horses (Arista 1975)

Publicado por javisuarezadmin el 17 julio, 2013

Considerado como uno de los álbumes más rompedores de su tiempo, Horses, todo un clásico inmortal, vio la luz en 1975, época en la que Patti Smith y su banda prácticamente debutaban en la escena musical del momento, fusionando rock, poesía, reggae e incluso le añadieron retazos de un nuevo género emergente llamado punk.

Patti Smith nace en Chicago, obtiene una amplia cultura musical gracias a sus padres y también recibe una educación religiosa un tanto excesiva. En 1967, decide mudarse a Nueva York, dónde conoce al insigne fotógrafo Robert Mapplethorpe.

Con una clara vocación para la interpretación, la música y la poesía, Patti Smith logra hacerse con un lugar importante dentro del circuito underground de Nueva York, actuando como perfomance, además de saltar el charco varios años después para ofrecer conciertos en Paris y codearse con formaciones ya consagradas como Blue Oyster Cult. En 1974 decide crear Patti Smith Group, grabando dos singles no exentos de curiosidad y dando conciertos continuamente, hasta que en noviembre de 1975 se publica Horses, su álbum debut.

Centrándonos en el disco, se grabó para el sello Arista Records y fue producido por John Cale, mítico integrante de la Velvet Underground. Como dato anecdótico, el Long Play fue financiado por su fiel amigo, el fotógrafo Robert Mapplethorpe,

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los componentes originales de la banda que dieron forma a Horses: Richard Sohl (piano), Lenny Kaye (guitarra), Ivan Kral (bajo), Jay Dee Daugherty (batería) y Patti Smith (voz).

El disco consta de ocho temas, todos compuestos por Patti Smith, apoyada por los demás miembros del grupo. En cuanto el vinilo comience a rodar, nos encontraremos con algunas de las joyas más conocidas de su carrera y sobre todo de su etapa inicial. A nuestro juicio, Horses es un álbum muy difícil de encajar dentro de un género en concreto, ya que está impregnado de varios estilos como el rock, reggae, beat y según muchos analistas, proto-punk.

Abre el LP con “Gloria”, canción clásica de los Them de Van Morrison, dividida en dos partes, “In Excelsis Deo” y la versión simple de “Gloria”. Y todo ello, a un ritmo frenético que nos cautivará en cuanto llegue a nuestros oídos. Para la posteridad, quedará en su versión libre la frase: <>, junto a otras no menos impactantes.

Destacaremos las letras de los temas, cargadas de poesía y extraordinarias ocurrencias que se ven reflejadas en pistas como “Redondo Beach” o la extensa “Birland”, entre recitada y cantada, nos cuenta una historia totalmente surrealista, demostrándonos la grandeza de la interpretación de la “madrina del punk”, acompañada de un excelente piano y buenas guitarras.

Otro de los cortes principales del álbum y quizás el más rockero es “Free Money”, siguen con el divertido “Kimberly” y “Break it Up” dónde interviene el guitarrista Tom Verlaine de la banda Television.

Y para finalizar, un largo tema diferenciado en tres partes titulado “Land: Horses, land Of Thousend Dances, La Mer (De)” dónde Patti nos obsequia con una obra maestra de interpretación, repleta de lirismo, poesía y frases antológicas, enmarcadas dentro de la liberación sexual femenina. En “Elegie”, último y delicado corte participa Allen Lanier, guitarrista de los Blue Oyster Cult.

La legendaria foto de la portada del álbum, fue un trabajo de su amigo de siempre, el fotógrafo Robert Mapplethorpe. Está llena de curiosidades, aunque no lo parezca, como intentonas de retoques, al parecer, por una pelusilla en el bigote de la propia Patti, arreglos de luz etc…

En 1996, Horses se reedita en formato CD y agregan una fantástica versión del My Generation de los Who, extraída de un concierto celebrado en The Agora, Cleveland (Ohio) el 26 de junio de 1976.

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Y así concluye esta obra, que convirtió a la gran Patti Smith en todo un referente musical. Patti, colaboró con innumerables artistas como Bruce Springsteen, influyó en las nuevas generaciones, estuvo implicada en un sinfín de causas activistas e introdujo los valores feministas en la música.

Hoy en día y a sus 66 años, todavía mantiene ese espíritu joven que siempre le caracterizó.

Bienvenida a nuestro humilde blog, Patti.

Tito & Tarantula – Tarantism (Cockroach Records 1997)

Publicado por Ruben.Borrajo el 24 julio, 2013

¿Quién no conoce “La Teta Enroscada / The Titty Twister”.”? Según cuentan, se trata de un extraño burdel perdido en mitad del desierto mejicano, en el que suelen parar una gran variedad de camioneros y motociclistas. En su interior, podremos disfrutar de un ambiente hipnótico, casi mágico, impregnado de potentes riffs y un vibrante blues rock, cortesía de una magnífica banda que responde al nombre de Tito & Tarantula.

<>, es una película de 1996 dirigida por y protagonizada por George Clooney, Quentin Tarantino y . ¿Y qué tiene de especial? Sin duda, su banda sonora original, en la que tuvo mucho que ver Tito & Tarantula. Anteriormente, este grupo ya arrastraba cierta fama y una importante legión de fans, pero gracias al film, obtuvieron un gran éxito y les sirvió como plataforma de lanzamiento de su trayectoria musical.

Para la posteridad, quedará su interpretación del eterno “After Dark”, el clásico “Angry Cockroaches (Cucarachas enojadas) y un excelente “Opening Boxes”.

Tito & Tarantula se constituyen como grupo de rock en Los Ángeles en 1992, siendo fundados por el cantante, guitarrista y compositor mejicano (Ciudad Juárez 1953). Años antes, la carrera de Tito Larriva se forjaba entre varias bandas de y blues, como The Impalas, , The Flesh-Eaters y The . Tito Larriva también ha colaborado en las BSO de otras películas como <> de Robert Rodriguez.

Centrándonos en el álbum, primero en su discografía, fue producido por Tito Larriva y el director de cine Robert Rodriguez. Se publicó en 1997 por el sello Cockroach Records e incluye 10 pistas. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este disco: Tito Larriva (guitarra y voz), Peter Atanasoff (guitarra, voz), Lyn Bertles (violín, mandolina, armónica y voz), Jennifer Condos (bajo y voz) y Nick Vincent (batería).

Dentro del álbum, nos encontraremos con el hit “After Dark”, todo un blues rock lleno de sensualidad y erotismo, que se encargó de inmortalizar la actriz mejicana Salma Hayek con su baile en Abierto hasta el amanecer. Un tema épico, enorme, magistral y realmente espectacular, con el que por un momento, nos harán recordar a los mismísimos The Doors.

A un ritmo frenético se presenta el genial “Angry Cockroaches / Cucarachas enojadas”, invadido por cierto aire punk y un guitarreo incesante, se sitúa como uno de los temas más emblemáticos de Tito & Tarantula y del disco. Por si esto fuera poco, nos obsequian con un hit llamado “Back To the House”, elegante y muy elaborado instrumentalmente. Otras canciones de gran calidad que completan Tarantism son el guitarreo sucio de “Smiling Karen”, la bella balada “Flying in My Sleep”, el rock duro de “Slippin’ and Slidin”, “Jupiter” y “Killing Just For Fun”.

Así concluye Tarantism, el explosivo debut de Tito & Tarantula en el panorama musical de la década de los 90. Hicieron gala de un fantástico blues rock, le añadieron tintes hardrockeros mezclados con punk, sonidos latinos y rock fronterizo con humor mariachi. El resultado que obtuvieron es un disco de los que difícilmente se olvidan. ¿Haréis un alto en el camino en ese insólito bar de carretera llamado “La Teta Enroscada”? Seguro que merecerá la pena, cuando veamos a Salma Hayek y los Tito & Tarantula como banda residente…

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J.J Cale – In Session At The Paradise Studios LA 1979 (Warner 2002)

Publicado por javisuarezadmin el 28 julio, 2013

En el año 2002, se publican por primera vez estas sesiones inéditas pertenecientes al <> J.J Cale, junto al también legendario Leon Russell, co-partícipe e integrante de este concierto único e irrepetible, que tuvo como protagonistas a dos de los artistas más admirados de la música americana.

Estas sesiones, ideadas por J.J. Cale, magnífico guitarrista e impulsor del “”, recogen casi ochenta minutos de grandísima e íntima música. Fueron grabadas en Junio de 1979 y están cargadas con las mejores composiciones de los álbumes iniciales de Cale. La mayoría, canciones emblemáticas e imprescindibles, cortesía del genio de Oklahoma.

La grabación original analógica fue descubierta en Nashville en el año 2001. Tras superar un arduo proceso de restauración, digitalización y remasterización, esta pieza insólita logra publicarse un año después para uso y disfrute de los fans. Para su realización, se desplazaron a los Leon Russell´s Paradise Studios de Los Ángeles, a finales de la década de los 70.

Bajo la dirección y producción de Robert Garofalo, Leon Russell y Daryl Booth, el evento contó con la colaboración de una banda de músicos excelentes. Por allí estaba la mujer del propio J.J. Cale, Christine Lakeland, su compañera inseparable y espléndida guitarrista acústica, Leon Russell a los teclados, Jimi Karstein a la batería y el virtuoso pianista Marty Green. Y por supuesto que a su lado, no podían faltar otros reconocidos instrumentistas como Larry Bell, Nick Rather, Bill Boatmano Ambrose Campbell.

El DVD contiene veintiún temas, más cinco adicionales en los Bonus Tracks, haciendo un inolvidable recorrido por lo mejor de su discografía. Incluye clásicos atemporales como “Nowhere To Run”, “Cocaine”, “Sensitive Kind”, “Roll On”, “Crazy Mama”, “After Midnight”, “Don´t Cry Sister”, “Call Me The Breeze” o “Lies” entre otras. Incluso, ejecutan magistralmente clásicos del blues como “Going Down” o T-Bone Suffle, dejándonos jams sencillamente espectaculares.

Uno de los momentos más curiosos y simpáticos de la filmación, ocurre cuando Cale nos muestra <>, exhibiendo en todo momento su humildad y sencillez. J.J. Cale ha sido uno de los artistas más alabados, queridos y respetados por varios de los músicos más importantes de la historia del rock.

John Weldon Cale, popularmente conocido como “el mago de Oklahoma”, falleció ayer sábado, 27 de Julio de 2013 a los 74 años de edad, debido a un repentino ataque cardíaco. Nos dejó huérfanos de su gran personalidad, pero no de su antológica música, que perdurará en nuestros corazones para siempre.

Allá donde quiera que estés, desde este blog te damos las gracias, J.J. Cale. Las estrellas, están el cielo.

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Mike Oldfield – Tubular Bells (Virgin Records 1973)

Publicado por Ruben.Borrajo el 7 agosto, 2013 Mike Oldfield, gurú del rock sinfónico-progresivo, maestro multiinstrumentista o quizás si lo prefieren, uno de los músicos más grandes que ha dado el siglo XX. En 1973, Mike decidió obsequiar a la comunidad musical con un legendario disco al que bautizó comoTubular Bells, ofreciendo un extraordinario despliegue de virtuosismo, imaginería y talento al servicio del rock.

Y así comienza esta mítica historia de las campanas tubulares, en la que Oldfield se esforzó al máximo intentando captar algo nuevo, explorando un vasto territorio sónico y tocando más de veinte instrumentos.

Aclamado por la crítica, Tubular Bells obtuvo un gran éxito, tanto para Mike Oldfield como para la casa de discos Virgin Records, logrando alcanzar rápidamente el número uno en las listas musicales del momento y situándose como uno de los LP’S más vendidos de todos los tiempos. El disco también originó un doble debut, el de Mike Oldfield y la Virgin, por aquel entonces, sello discográfico de reciente creación.

Centrándonos en el álbum, primero de estudio en su discografía, se publicó el 25 de Mayo de 1973 para la Virgin Records e incluye dos extensos temas de 25 y 23 minutos de duración. Producido por el ingeniero Tom Newman, Simon Heyworth y el propio Mike Oldfield,Tubular Bells vio la luz gracias a Richard Branson, personaje clave en esta obra, por aquella época un pequeño, pero inteligente empresario que había creado la Virgin Records. Las complejas sesiones de grabación tuvieron lugar en los estudios “The Manor” de Inglaterra.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este magnífico trabajo: Mike Oldfield en condición de multiinstrumentista, su hermana, Sally Oldfield yMundy Ellis (voces), Jon Field (flautas), Lydsay Cooper (bajos), Steve Broughton (baterías), (maestro de ceremonias), Inhar I de Espilla y el coro “The Manor” .

En cuanto el vinilo comienza a rodar, inmediatamente ya nos daremos cuenta del porqué de su grandeza. A nuestro juicio, Tubular Bells es el mejor ejemplo de que la música es un estado de ánimo. En ocasiones, nos invadirá la melancolía, en otras enciende la llama de la emotividad y nos abrirá la puerta hacia un nuevo mundo sonoro por descubrir.

Para la posteridad, quedará uno de los pasajes instrumentales del disco, que se utilizó como BSO de la película de terror “El Exorcista” de 1973, dirigida por William Friedkin. Toda esta conjunción de factores, aumentaron todavía más la fama del álbum y lo convirtieron en un objeto de culto. Destacaremos la emblemática portada del elepé, en la que podemos visualizar la campana tubular, fue realizada por el diseñador inglés Trevor Key.

A raíz de la popularidad que consiguió el álbum y justo un mes después de su publicación, se organizaba un concierto de presentación en el auditorio Queen Elizabeth Hall de Londres. Para la ocasión, Mike Oldfield formó una banda compuesta por músicos como el guitarrista de los StonesMick Taylor, Pierre Morlen o Steve Hillage entre otros. En 2009, sale a la luz una redición en formato CD en la que añaden diverso material extra y un DVD.

Así concluye esta obra maestra, todo un patrimonio cultural de la humanidad repleto de sonidos secretos y celebridades sonoras. Una obra histórica, que lanzó al británico Mike Oldfield, Reading 1953, hacia el estrellato del rock. Su nombre, siempre irá ligado a Tubular Bells.

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Elvis Presley – Aloha From Hawaii Via Satellite (RCA 1973)

Publicado por Ruben.Borrajo el 16 agosto, 2013

La obra que a continuación vas a leer, ha sido grabada en alineación astral favorable, 14 de Enero de 1973, noche de hechizo. Una noche mágica, en la que Elvis Presley fue como un rayo en llamas.

<>. Esta frase, pronunciada por John Lennon, es la que consideramos más adecuada para comenzar este artículo dedicado a la memoria de Elvis Aaron Presley, la figura más transcendental del universo rock and roll.

Tal día como hoy, 16 de Agosto de 2013, se conmemora el 36º aniversario de su muerte y el 40º de Aloha From Hawaii. Y lo cierto es que a estas alturas del siglo XXI, ya sobran todos los adjetivos para referirse a la leyenda más grande del rock. Nadie ha vendido más discos que él y nadie encarnará jamás el rock como él. Porque Elvis Presley, ha sido el corazón del rock and roll, la luz que ha guiado a los demás artistas y quizás si me lo permiten, una religión.

Centrándonos en el álbum en directo, la actuación se grabó el 14 de Enero de 1973 en el Honolulu International Center Arena de Hawai y fue publicado por el sello RCA Records el 4 de Febrero de 1973. Producido por Marty Pasetta y Joan Deary, Aloha From Hawaii fue retransmitido vía satélite y se convirtió en el primer concierto televisado a escala mundial. Alrededor de 1500 millones de personas, vibraron desde su televisor con el show que ofreció el rey indiscutible del rock and roll.

El gran éxito de ventas que obtuvo Aloha From Hawaii, fue directamente proporcional a su elevado coste de producción de casi 2,5 millones de dólares, por aquel entonces, se situó como el espectáculo más caro del mundo. Como dato anecdótico, destacaremos que el evento no se vio en Europa hasta el día siguiente, el 15 de Enero de 1973. Y curiosamente, en USA no lo visualizaron hasta 4 meses más tarde, debido a que coincidió con la celebración de la Super Bowl.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que tocaron al lado de Elvis en esta gloriosa filmación: la TCB Band, integrada por artistas del nivel de Ronnie Tutt (batería), James Burton (guitarra), John Wilkinson (guitarra rítmica), Glen Hardin (piano y teclados), Charlie Hodge (guitarra acústica y voz), Jerry Scheff (Bajo), los coros vocales J.D. Sumner & the Stamps Quartet (Donnie Sumner, Ed Enoch, Bill Baize, , Edward Wideman), la voz de “cristal” de Kathy Westmoreland, las extraordinarias coristas The Sweet Inspirations (Sylvia Shemwell, Myrna Smith, Estelle Brown). Y por supuesto, siempre respaldados por la genialidad de la “Joe Guercio Orchestra”.

Para el recuerdo del imaginario colectivo, Aloha From Hawaii quedará como con un concierto de dimensiones épicas. Elvis, llegó en helicóptero al evento y comenzó a desgranar a un ritmo trepidante antológicas canciones, tanto de su etapa inicial como de la más reciente. Entremezcló temas con gran acierto y amenizó el show con diálogos divertidos y entretenidos, demostrándonos su gran personalidad e incluso su calidad humana.

Como era habitual en la época, el espectáculo inicia con “Also Sprach Zarathustra”, un tema realizado por el compositor alemán Richard Strauss en el siglo XIX, para musicalizar un poema de Friedrich Nietzsche. Apenas unos años antes, Stanley Kubrick lo había utilizado para la película “2001: Una Odisea Del Espacio”.

Elvis contó con la colaboración esencial de Joe Guercio, que lleva las riendas de su orquesta y dota a su música de una gran profundidad, acompañada por una espléndida sección de vientos que llegó a ser considerada por el propio Elvis como <>, en el momento de su presentación.

El set list que ofreció, en el que se incluyen más de veinte canciones, Elvis interpreta temas clásicos en su repertorio como “”, “Fever”, “Hound Dog”, “Love Me”, y el medley “Long Tall Sally/ “Whole Lotta Shakin´Goin´On”, algunos catalogados como clásicos en los albores del rock and roll y compuestos por el magnífico tándem formado por Jerry Leiber y Mike Stoller.

El disco cuenta también con pistas de auténtico blues, género fundamental del que se alimentó Elvis, obsequiándonos con temas como “See See Rider” o “Stemroller Blues”, dónde se puede 104 apreciar el virtuosismo a la guitarra de James Burton a lomos de su histórica Fender Telecaster.

“My Way”, corte sencillamente fantástico, es una versión básica popularizada años atrás por su amigo Frank Sinatra, en la que Presley aporta una voz pletórica, melódica, maravillosa, aterciopelada y a su vez rotunda. Se atreve también con una balada romántica de The Beatles llamada”Something”, perteneciente a George Harrison y con el clásicos de clásicos “Johnny B. Good”, obra de Chuck Berry.

Y lo que fue constante durante los años 70 en su repertorio, fueron hermosas canciones de amor y desamor como “It´s Over”, “I Can´t Stop Loving You”, “Il Remember You” o “I´m Lonesome I Could Cry”, con las que hipnotiza a un amplio sector de público femenino. Otras pistas demoledoras que forman una parte importante del elepé son: Burnning Love”, “You Gave Me A Mountain”, la exitosa “Suspicious Minds” o la épica “An American Trilogie” basada en himnos de la Guerra Civil Americana, con una soberbia interpretación vocal. Y para finalizar, la maravillosa balada de baladas “I Can´t Help Falling In Love”.

Elvis Presley arropado en todo momento por un grupo de músicos con letras mayúsculas, se sentía realmente cómplice con el trío rítmico Burton, Tutt y Scheff, quizás no muy conocidos para el público en general, pero grandísimos músicos en sus respectivos puestos. Unidos al rey y a su voz eterna, nos regalaron estelares actuaciones en directo. El traje blanco que Elvis lució para la ocasión, decorado con pedrería y el emblema de un águila, es todo un objeto de culto y permanece expuesto en su mansión de Graceland.

Y así concluye Aloha From Hawaii, cortesía de Elvis Aaron Presley, el creador del rock and roll. Originario de Tupelo, Mississippi 1935, nos dejó un legado magistral y sentó las bases de lo que actualmente se conoce como rock. Desafortunadamente, la muerte hizo su aparición triunfal y se llevó a Elvis un maldito 16 Agosto de 1977, fecha en la que una silenciosa lágrima cayó sobre la mejilla de la humanidad.

Atrás quedó la bella historia de aquel solitario soñador, la de un chico pobre de Memphis que conducía un camión y que desencadenó el movimiento cultural más poderoso del siglo XX. En agosto del 53, Elvis decidió entrar a las oficinas de los estudios Sun Records, en Memphis (Tennessee) para grabar un disco. Y creemos que fue allí, y no en otro lugar, en dónde nació el rock and roll.

<>. Elvis Presley.

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Dire Straits – Dire Straits (Vertigo Records 1978)

Publicado por Ruben.Borrajo el 21 agosto, 2013

El debut estelar de los Dire Straits se incrustó súbitamente en la memoria colectiva del rock. A nuestro juicio, este magnífico trabajo ya estaba destinado a perdurar en el tiempo desde el primer momento en que vio la luz. En un principio, el disco no obtuvo el reconocimiento que se merecía, incluso, las ventas fueron pobres, pero por suerte para el rock, finalmente se consolidó como uno de los LP’S más famosos de la época. Y todo ello, en plena explosión punk.

Centrándonos en el álbum, primero en su discografía y homónimo al grupo, fue publicado en junio de 1978 por el sello Vertigo Records en Europa y por la Warner en los EEUU. Incluyendo 9 pistas, se grabó en los Basing St. Studios de Londres y contó con la producción de Muff Winwood, ex integrante de la Spencer Davis Group y hermano del legendario Stevie Winwood. Reseñaremos que todas las canciones del LP fueron compuestas por Mark Knopfler, (Glasgow, 1949).

Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los músicos que hicieron posible este histórico disco: Mark Knopfler (guitarras y voz), David Knopfler (guitarra, coros) John Illsley (bajo, coros) y Pick Withers (batería).

Abre el elepé con “Down to the Waterline”, todo un hit del que destacaremos su lenta introducción y su aumento rítmico a medida que se va desarrollando el tema. El característico riff de guitarra que realiza Mark Knopfler, lo convirtió en todo un éxito y en una de las piezas célebres de los Dire Straits.

Continúan con el aire blues de “Water of Love”, para pasar a “Setting me up”, poseedora de un gran riff y pegadizo estribillo. “Six Blade Knife” es un corte suave y tranquilo, impregnado por la voz ronca de Knopfler y unos nítidos punteos de guitarra. En “Southbound Again” un bello tema, predomina la guitarra de Mark Knopfler y nos da muestras de su virtuosismo a la guitarra.

Seguidamente, llegará una joya llamada “Sultans Of Swing”, canción estrella, clásico entre clásicos del rock y punto álgido del disco, está llena de magistrales riffs de guitarra cortesía de Mark Knopfler. Sultans Of Swing, es un homenaje que los Dire Straits dedican a varios grupos de jazz que amenizaban la noche londinense.

Emitida sin cesar por las emisoras radiofónicas de todo el planeta, “Sultans Of Swing” fue el primer single de los Dire Straits y se situó como una de las canciones más emblemáticas de la banda, logrando obtener numerosos premios y certificaciones. Quizás, a muchos españoles nos invada la nostalgia cuando recordemos aquella tarde de junio del 79, año en el que por primera vez, pudimos ver la actuación en directo de los Dire Straits en el programa de televisión “Aplauso”.

Otras excelentes pistas que completan el LP son la balada “Wild West End”, “In The Gallery” y una hipnotizante “Lions”.

Así concluye este antológico álbum, el que lanzó a los británicos Dire Straits hacia el estrellato internacional. Un álbum mítico, que asombró a medio mundo gracias a su imaginación desbordante y a su gran calidad musical. Y por supuesto, logró convertir a Mark Knopfler en el nuevo profeta de las seis cuerdas.

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Magic Slim And The Teardrops – Raw Magic (Alligator 1982)

Publicado por javisuarezadmin el 28 agosto, 2013

Bruce Iglauer, el insigne fundador del sello Alligator Records, afirmó en una ocasión: <>. Con estas acertadas palabras, definía Bruce Iglauer la música de Magic Slim y sus Teardrops a principios de los ochenta.

Morris Holt, más conocido por el sobrenombre de “Magic Slim”, nace en 1937 en Torrance, Mississippi, cuna de otros tantos músicos de la familia del blues de Chicago. Desde su infancia, comienza a tocar la guitarra en la ciudad de Grenada, pero en 1955 decide trasladarse a la ciudad del viento, dónde se gana cierta reputación tocando el bajo para <>, llamado Magic Sam. La relación entre ambos fue tan cordial, que después de la prematura muerte de Magic Sam, suponemos que Slim decidió adoptar su apodo como honor personal.

Magic Slim era un músico veterano con cientos de actuaciones a sus espaldas y que llegó a compartir su vida musical con la de conductor de camión. En 1965 y después de tocar varios años bajo el nombre de “Mr. Pitiful And The Teardrops”, reestablece su banda y se centra más que nunca en su música, tocando en los locales más concurridos de Chicago junto a otros músicos procedentes de otros grupos. Pero no sería hasta mediados los setenta, cuando le llegaría su gran oportunidad, siendo invitado a tocar con el mítico Hound Dog Taylor. Desde ese preciso momento, Slim se plantea vivir de su propia música.

Durante años, Slim toca durante tres, cuatro e incluso cinco noches por semana en el South Side - el barrio por excelencia del blues de Chicago – en lugares tan famosos como el Checkerboard. En otras ocasiones, gustaba de tocar en el North Side – otra parte de la ciudad – en locales como el B.L.U.E.S. y el Zoo Bar de Lincoln en el estado de Nebraska, alternando todos estos conciertos con innumerables incursiones en Europa.

Con un estilo genuino, arropado por su carismática voz y su peculiar forma de interpretar, realiza sus primeras grabaciones, aunque no en la primera línea de los grandes de Chicago, pero, en 1979, ya es incluido en los históricos álbumes de la Alligator <>

Centrándonos en el álbum, Raw Magic se grabó en los “Condorcet Studio” en Tolouse, siendo producido en Francia (debido a la multitud de shows que ofrecían en este país por esas fechas) por Didier Tricard y en EEUU por Bruce Iglauer, para la prestigiosa Alligator Records en 1982. Como ya es costumbre, haremos una mención especial a los integrantes de Magic Slim y “sus ardillas”, que hicieron posible este magnífico LP: Magic Slim (guitarra solista y voces), su hermano Nick Holt (bajo), Junior Pettis (guitarra) y Nate Applewhite (batería). Todos ellos, experimentados músicos de blues.

Conteniendo tan sólo siete temas, el disco inicia con el blues auténtico de “You Can´t Lose Never Had” y continúan con uno de sus éxitos de siempre titulado “Gravel Road” al más puro estilo Chicago. Magic y su banda siguen desgranando clásicos de blues eléctrico como “Ain´t Doing Too Bad”, el extraordinario “Mama, Talk To Your Daughter” de J. B Lenoir, a un ritmo infernal y con virtuosas guitarras, o el tantas versionado y bailable “Mustang Sally”, sencillamente fantásticos sus casi ocho minutos de duración, para finalizar con “In The Heart Of The Blues”.

A partir de la década de los ochenta, Magic Slim fue aclamado como uno de los mejores guitarristas de blues de Chicago. Formó un equipo excepcional al lado de sus Teardrops, dotó a su música con un ritmo caliente, enérgico y se dedicó durante toda su vida al blues, su gran pasión. A nuestro juicio, creó una música divertida y mágica. Magic Slim falleció el 22 de febrero de 2013 a los 75 años de edad, pero siempre nos quedará su legado, su magistral estilo a la guitarra, su simpatía y su buen hacer como grande del blues.

Mágico.

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George Thorogood & The Destroyers – Bad to the Bone (EMI 1982)

Publicado por Ruben.Borrajo el 3 septiembre, 2013

El estadounidense George Thorogood es un guitarrista auténtico, genuino y con denominación de origen. Un guitarrista blanco con el alma muy negra que bebió del estilo de maestros del blues y el rock como Bo Diddley, Elmore James, John Lee Hooker, Willie Dixon,Chuck Berry, Howlin’ Wolf o Muddy Waters.

Sin duda una influencia clave para su música, logrando mezclar con gran éxito blues y rock de una manera totalmente diferente al resto.

Y la guitarra de George sonó furiosa aquel verano de 1982, año mágico en el que obsequió a la comunidad musical con <>, todo un álbum clásico en el universo blues rock. George Thorogood nace en Wilmington, en el estado norteamericano de Delaware el 24 de febrero de 1950.

Su pasión por el blues comienza a los veinte años, cuando ve tocar al bluesman John Paul Hammond en Chicago, la capital de la música del alma. Tiempo después, funda la banda “The Destroyers”, integrada por el bajista Michael Leviney el baterista Jeff Simon.

Centrándonos en el álbum, se publicó en 1982 por el sello discográfico EMI y contiene 10 pistas. En 2007 y con motivo de su 25º aniversario, sale a la luz una nueva redición del disco en la que se añaden varias pistas adicionales y diverso material extra.

Como ya es costumbre, haremos una mención especial hacia los músicos que hicieron posible este LP: George Thorogood (guitarra y voz), Billy Blough (bajo), Hank Carter (Saxofón), Jeff Simon (batería) y el legendario tecladista de los Rolling Stones, Ian Stewart.

Dentro del álbum, nos encontraremos con temas que hacen todos los honores al blues rock, como“Blue Highway”, “New Boogie Chillun” o el Back To Wentzville, ejecutadas a un ritmo frenético. Las magníficas versiones del “No Particular Place To Go” de Chuck Berry, el “Wanted Man” de Dylan o el“New Boogie Chillun” de John Lee Hooker, completan un LP absolutamente redondo que obtuvo numerosos premios y certificaciones.

El punto álgido tendrá lugar con <>, todo un hit que da nombre al elepé y posiblemente su canción más identificable. Para la posteridad quedará su majestuoso e icónico riff de guitarra, que se convirtió en el himno motero de los 80 por excelencia, junto al inmortal <> de los Steppenwolf.

Y así concluye Bad To The Bone, la obra que lanzó a George Thorogood hacia el estrellato internacional. Actualmente, Thorogood, todo un guerrero incansable del blues rock, sigue deleitando al público con su incendiaria música, rememorando continuamente la cultura de aquellos artistas negros que le inspiraron.

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Aerosmith – Aerosmith (Columbia Records / Sony Music – 1973) Publicado por Ruben.Borrajo el 10 septiembre, 2013

Y una vez más, el blues, la música del alma, atrapó a los Aerosmithentre su estructura de doce sencillos compases, dando lugar a este excelente álbum de debut homónimo publicado por un ya lejano 1973.

Así comenzaba a forjarse la leyenda de los estadounidensesAerosmith, los chicos malos de Boston. Los inicios del grupo datan de 1970 y surgen en la ciudad de Sunappe, New Hampshire, durante un encuentro entre el cantante Steven Tyler y el guitarrista en la tienda en la que trabajaba este último. En sus comienzos, losAerosmith se arrastraron actuando en recónditos clubes de noche, incluso, en un principio la crítica llegó a despreciarlos comparándolos como una versión “Light” de los Rolling Stones.

A nuestro juicio, Aerosmith es una formación que posee una gran calidad musical y virtuosos instrumentistas, que se miraron en otros mitos del blues y el rock como Jimi Hendrix, Yardbirds,Led Zeppelin, Peter Green o los Rolling Stones. Desde mi humilde opinión, en la actualidad losAerosmith no hacen otra cosa que subirse al carro del mainstream. Quizás provocado, por la enorme popularidad que consiguieron y un exceso de fama que pasa factura y les repercute negativamente en el tipo de música que realizan hoy en día.

Rápidamente, la banda liderada por Steven Tyler se hizo con un puesto destacado en la escena musical del momento, hasta que en 1972 les llega su gran oportunidad fichando por la CBS.

Centrándonos en el álbum, primero en su discografía, vio la luz en octubre de 1973 por los sellos Columbia Records / Sony Music e incluye 8 pistas. Se grabó en los Intermedia Studios de Boston(Massachusetts) en tan sólo dos semanas, siendo responsable de producción del LP Adrian Barber, un reputado ingeniero que ya había trabajado con bandas míticas como The Allman Brothers Band, Cream o Buffalo Springfield. Reseñaremos que la mayor parte de temas, fueron compuestos por su polémico cantante, Steven Tyler.

Como ya es habitual, haremos una mención especial a los integrantes de Aerosmith, que hicieron posible esta obra: Steven Tyler (voz, teclados y armónica), Joe Perry y Brad Whitford (guitarras y coros), Tom Hamilton (bajo y coros), Joey Kramer (batería) y David Woodford (saxofón).

Dentro del disco, de fuertes raíces bluseras, nos encontraremos con hits como “Mama Kin”, “Make It” o una espléndida versión del “Walkin’ the Dog” de Rufus Thomas.

El punto álgido llegará con la épica “Dream On”, apoteósica balada impregnada por la desgarradora voz de Steven Tyler y canción estrella del elepé. “Dream On”, clásico entre clásicos del rock, es una maravilla que no caduca. Este tema, también fue su primer sencillo y se convirtió en un éxito tardío (no fue reconocida hasta 1976), situándose como uno de los himnos clave de los originarios deBoston.

En 1975, obsequiaban a la comunidad con geniales LP’S como “Toys in The Attic” (juguetes en el ático), o “Rocks” de 1976.

Y así concluye este disco, el que lanzó a los Aerosmith hacia el estrellato internacional. Con él, dieron muestras de la magnífica formación de hard rock que estaba naciendo y alcanzaron notorios puestos en las listas musicales de la época. Pero eso es lo de menos, lo importante es que trascendió a su tiempo como un fuego que nunca se apaga.

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Wattstax – The Living Word- Live From the Original Movie Soundtrack (Fantasy – Stax 1972)

Publicado por javisuarezadmin el 14 septiembre, 2013

“A las tres de la tarde del domingo, bajo un calor intenso del mes de agosto y un inusual cielo limpio y despejado, en el Memorial Coliseum de la ciudad de Los Ángeles, éste recinto deportivo se transformó en una conmovedora expresión de la Palabra Viva….y fue un deslumbrante revival de música soul, de baile y de un espontáneo y fascinante espectáculo…”

Con estas acertadas palabras sobre el festival, el autor nos describe el comienzo de esta gran aventura, que se incluyen en el interior del doble álbum. Y de algún modo, también nos advierte lo que fue la música y la historia de esta película documental denominada Wattstax, filmada un 20 de agosto de 1972.

Dirigida por el director de cine y productor Mel Stuart, el “Woodstock Negro”, que así se llamó en su día, fue organizado para conmemorar el séptimo aniversario de los disturbios originados el 11 de agosto de 1965 en el desfavorecido barrio de Watts (Los Ángeles). Watts se convirtió en uno de los únicos barrios en dónde la inmensa población afro-americana podía vivir, en medio de una época convulsa, tensa, con mucho paro, marginalidad y curiosamente sin hospitales.

Y aunque un año antes se creó una nueva ley llamada Acta de Derechos Civiles para proteger esta marginalidad y crear viviendas dignas, el estado de California decidió bloquearla con la famosa “Proposición 14”, y eso dio lugar a que los residentes de este necesitado barrio, se acogieran a un sentimiento de injusticia total ante tal desamparo.

Los disturbios que allí se ocasionaron, fueron provocados por una simple detención de tráfico, duraron una semana, comenzando con fuertes peleas callejeras y con una alta presencia policial y militar. Desgraciadamente, fallecieron 34 personas, hubo más de 1000 heridos y según muchas fuentes, quedaron dañados la espeluznante cifra de 600 edificios.

Debido a todos estos desafortunados factores se creó este concierto histórico, en el que participaron grupos de la casa discográfica Stax Records, junto otros invitados para el film. Y contó con los comentarios del excelente artista cómico Richard Prior, héroe de los afro-americanos y gran activista como el reverendo Jesse Jackson.

Nos dejaron para la posteridad un memorable discurso de apertura, gritando con el puño derecho cerrado alzado, ¡¡¡I’ Am Somebody!!! que fue coreado por las 112.000 almas que pagaron el precio simbólico de 1 dólar. La recaudación fue destinada y en beneficio de la Stickie Cell Anemia Foundation, al Martin Luther King Hospital y para futuros festivales veraniegos.

Centrándonos en el álbum, con una duración de siete horas, hubo cabida para diferentes estilos musicales, predominando el funk, el R & B, el góspel, el blues y sobre todo el soul, con una amplia lista de grupos, entre los que destacaremos los del disco original publicado en 1972.

La primera parte del evento, lo abre emblemático grupo familiar “The Staples Singers” con su mítico Pop Staples y la gran voz de Mavis Staples. Nos obsequian con cuatro temas extraordinarios, como “Oh La De Da”, “I Like The things About Me”, “Respect Yourself”, (que fue versionado posteriormente por Aretha Franklin), y “I´ll Take You There”.

Eddie Floyd interpreta temas absolutamente magistrales, como el clásico de clásicos “Knock On Wood” , obra inmortal compuesta por el propio Eddie y Steve Crooper, y una maravillosa versión de“Lay Your Loving On Me”. Los siguientes protagonistas serán por separado, primero Carla Thomas y luego su padre, el legendario cantante, compositor y cómico Rufus Thomas. Carla, poseedora de una dulce y poderosa voz nos deja temas como “I Like What You´re Doing”, “Gee Whiz” y “I Have A Good Who Loves”

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A continuación, Rufus enloquece al público con “The Breakdown”, “Do The Funky Chicken” y “Do the Funky Pengüin”, situándose como uno de los instantes estelares del show, cuando el público, sin violencia aparente, salta al coliseo, ya que la grada estaba acordonada y la gente baila frenética, al ritmo del popular funky del pollo.

La segunda parte del disco inicia con la actuación del grupo “The Bar-Kays”, ataviados con sus peculiares ropajes, nos regalaron temas como “Son Of Shaft/Feel It” y una versión funky del “I Can´t turn you Loose”, e intercambiando opiniones sobre la situación que se vivía en aquel momento.

El incombustible bluesman Albert King tuvo sus minutos de gloria, consolidándose como una de las actuaciones más importantes del evento, tocando temas como “Killing Floor”, el célebre “I ll Play The Blues For You” y “Angel Of Mercy”. Soul Children, serán los siguientes en aparecer, con dos espléndidas canciones, “I Don´t Know What this world Is Comming To” y “Hersay”, con unas magníficas armonías vocales.

Y para finalizar, cuando ya cae la noche, un tema de Isaac Hayes, apodado el <>.Actuación fantástica, que elevó a Hayes como uno de los héroes del show. Sin palabras, el “Ain´t No Sunshine”, de Bill Whiters, con el que llegaron al clímax sonoro durante 16 minutos.

En la filmación, intervienen otras bandas antológicas y se pueden escuchar más temas de los anteriormente mencionadas como el“Shaft” de Isaac Hayes y otras formaciones y solistas como The Dramatics, Little Milton, William Bell, The Golden 13, LittleSonny, David Porter, The Rance Allen Group, The New Commers, entre otros no menos conocidos.

Esta película documental se proyectó en el Festival de Cannes de 1973 y fue nominada para los premios Globos de Oro, uno de los más prestigiosos del séptimo arte. En 1974, se crea la obra de teatro obteniendo un gran éxito. En 2004, se distribuye por laWarner, con motivo de su 30º aniversario, en una edición especial para el disfrute de las nuevas generaciones.

Y así concluye este evento sin precedentes en la historia, lleno de reivindicaciones, de solidaridad, de paz, de amor, de curiosidades, pero sobre todo de genial música en directo, que conquistó nuestros corazones para siempre.

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