La Revolución De Mayo: Moreno, Castelli Y Monteagudo. Sus Discursos Políticos*
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La Revolución de Mayo: Moreno, Castelli y Monteagudo. Sus discursos políticos* Noemí Goldman La visión más habitual de la Revolu- las investigaciones recientes modi- ción de mayo de 1810 en los discursos ficaron las formas tradicionales de y prácticas políticas de los dirigentes aproximarse al tema. Así, revisaremos criollos más radicales, los llamados las antiguas y nuevas contribuciones “morenistas” en alusión al secretario sobre la relación entre la filiación de la Primera Junta, Mariano More- ideológica del pensamiento emanci- no, los asimila al modelo jacobino de pador y el carácter de la revolución de la Revolución Francesa. Un estudio Mayo, para luego abocarnos al análisis preliminar a sus discursos políticos de la concepción de la revolución en no puede entonces eludir abordar la Moreno, Castelli y Monteagudo1, des- referencia a ese modelo. Sin embar- plazando el interés desde las influen- go, un análisis cabal del tema deman- cias doctrinales hacia los discursos y daría un examen comparativo de los sus vocabularios políticos. procesos revolucionarios que tuvie- ron lugar, con un intervalo de veinte Breve revisión 321 años, en Francia y en el Río de la Plata a fines del siglo XVIII y principios del historiográfica XIX, respectivamente. No es nuestra La historiografía de la Revolución de intención realizar aquí ese estudio, Mayo nos legó un extenso debate en sino mostrar los diversos usos que torno a las influencias de los filósofos Revista número 22-23 • agosto 2009 la historiografía realizó del modelo y de la Ilustración en el pensamiento cómo, desde diferentes perspectivas, emancipador, y en relación a las con- * El texto proviene del libro Historia y lenguaje, los discursos de la Revolución de Mayo, Buenos Aires, Centro Editor de América Latina, 1992. Usamos la segunda edición (Buenos Aires, Editores de América Latina. 2000) 1 Muchos de los temas que abordaremos en este estudio fueron ya tratados por la autora en diferentes trabajos, cuyas referen- cias bibliográflcas se indicarán en notas. cepciones y practicas políticas de los Por otra parte, la publicación del Plan revolucionarios de Mayo. El modelo de operaciones, atribuido a Moreno y de la Revolución Francesa predomi- conservado en secreto durante su go- nó en la interpretación de la política bierno3, constituyó el punto de partida revolucionaria de la Primera Junta. de un extenso debate sobre las con- El primero en hacer mención al jaco- cepciones y formas de lucha revolu- binismo como modelo fue el propio cionaria en el Río de la Plata. La serie hermano de Moreno. Manuel More- de medidas políticas y de terror pro- no, en la biografía que consagra al puestas en ese misterioso plan, con el secretarlo de la Junta, reflexiona de fin de conquistar la independencia por la siguiente manera: “Después de la medio de una transformacion radical Revolución de Francia ha sido muy del orden social tradicional, fue consi- frecuente atacar las empresas de li- derada la prueba más contundente de bertad, denigrándolas con el odioso la adopción por parte de los morenis- carácter del jacobinismo, que tan jus- tas del modelo jacobino. La historio- tamente ha escarmentado al mundo, grafía liberal coincidió en general en Universidad Católica Boliviana y el descrédito que estas máximas establecer una filiación directa tan- han merecido, ha continuado en ser to del pensamiento de la llustración empleado como arma poderosa con- como del programa político francés de tra el uso de los derechos sagrados del 1789 con la Revolución de Mayo. pueblo... El doctor Moreno profesaba Paul Groussac fue uno de los prime- principios sólidos de política y estaba ros en enfrentarse a esta tradición versado en la historia de las naciones, cuando sostuvo que la formación para no haber caído en errores, que fllosófica y política de los revolucio- la experiencia hace en el día inexcu- narios era muy débil, y más aun, que sables. Con todo esto, los discursos desconocían el proceso político fran- con que se dirigía en la Gaceta a sus cés4. Sin embargo, Groussac no pare- conciudadanos, no han dejado de ser ce haberse basado en investigaciones mirados por el interés y la prevención de archivo para sustentar su nueva como esfuerzos del jacobinismo....”2. tesis, llegando a dudar en la clasifica- Manuel Moreno enfatiza así el carác- ción del Plan: en un primer momento ter ante todo político que la etiqueta lo considera apócrifo, luego lo atribu- de jacobino tuvo en la Revolución de ye a la mano de “un partidario terri- Mayo: ésta se habría constituido en ble y exaltado de Moreno”5. el más audaz instrumento ideológico 322 de lucha política contra el secretario La identificación entre Moreno y de la Junta. En efecto, según se verá, Robespierre fue plenamente estable- el mote denigratorio fue utilizado no cida, con sentido positivo, por José sólo por los españoles contrarrevo- Ingenieros en su obra La evolución. lucionarios sino igualmente por los de las ideas argentinas6. Para Inge- criollos moderados. nieros la acusación de jacobino rea- 2 Manuel Moreno. Vida y memorias del Doctor Don Mariano Moreno, en Biblioteca de Mayo, t.ll. Buenos Aires. Senado de la Nación. 1960, pp. 1253-1254. 3 Escritos de Mariano Moreno, compilacion y prólogo a cargo de Norberto Piñero. Buenos Aires, Biblioteca EI Ateneo, 1896. 4 Paul Groussac. “Escritos de Mariano Moreno”, en La Biblioteca, Año 1. t I, Buenos Aires. 1896, p. 138. 5 Paul Groussac. “Escritos dc Mariano Moreno”; (Segundo artículo), en La Biblioteca, t.VII, 1898., p. 138. Revista número 22-23 • agosto 2009 6 Jose lngenieros. La evolución de las ideas argentinas, I, Buenos Aires, Editorial Futuro, reed. 1961, (1ra. Edición, 1918). lizada contra el secretarlo de la Jun- las revoluclones burguesas europeas. ta constituye “su más legítimo título Moreno se constituyó dentro de esta de gloria desde el punto de vista de visión del proceso revolucionario, en la Revolución”7. Pero los revisionis- el portavoz de la “revolución demo- tas de comienzos de nuestro siglo no crática burguesa”11. tardaron en oponerse a esta visión Esta última tesis de una indepen- de la Revolución de Mayo, al soste- dencia concebida como fruto de un ner la tesis del complot. Así, lbargu- proceso de maduración interna, apo- ren calificó a Moreno y a sus adeptos yada en la existencia de un grupo como hombres del terror que por social con conciencia de clase, que medio de las doctrinas “anárquicas” requería de la independencia para y “antisociales” quisieron desatar su desarrollo y que, en consecuen- una guerra interminable en contra cia, elaboró un programa revolucio- de los españoles8. nario, fue reemplazada -a partir de A uno de los fundadores de la Nueva los aportes de la historiografía de los Escuela Histórica debemos el primer últimos tiempos, en particular de los estudio erudito de Mariano Moreno trabajos de Tulio Halperín Donghi12- y la Revolución de Mayo. Ricardo por la idea más plausible de un pro- Levene se propuso en su obra9 una ceso independentista como efecto de revalorización de las fuentes hispá- la crisis de las monarquías ibéricas. nicas para el análisis de los orígenes Las tendencias de los criollos hacia intelectuales de la Revolución de una mayor participación política no Mayo. Ello le permitió reconstruir habrían sido suficienles para produ- gran parte de las lecturas de origen cir el despertar revolucionario: por español e indiano de Moreno cuan- ello fue necesarlo que al colapso es- do era estudiante en la Universidad pañol se uniera la presión británica de Chuquisaca, para conclulr con la para crear en los criollos la convic- negación de toda influencia francesa ción de que un gobierno propio era sobre el pensamiento revolucionario, posible. Esta nueva visión del origen y la recusación, a través de numero- de la revolución implicó asimismo sas pruebas, de la autenticidad del la reformulación de la idea segun la Plan de Operaciones10. Cabe men- cual la llustración rioplatense prepa- cionar aquí también los trabajos de ró intelectualmente al movimiento historiadores como Sergio Bagú o de independencia. Rodolfo Puigrós, que concibieron a la En efecto, recientes estudios reali- 323 Revolución de Mayo como una espe- zados por José Carlos Chiaramon- cie de traducción, aunque trunca, de te sobre la actividad intelectual de 7 Ibíd.. p. 102. 8 Carlos lbarguren. “El terrorismo de Moreno: capítulo de un trabajo histórico”. en Boletín de la Junta de la Historia y Numis- Revista número 22-23 • agosto 2009 mática Americana, 1924, t. 1. pp. 177-186. 9 Ricardo Levene. Ensayo histórico sobre la Revolución de Mayo y Mariano Moreno, Buenos Aires, 1920-1921. 10 Ricardo Levene. El Plan atribuido a Moreno y la Instrucción a Chiclana. Publicación del Instituto de Investigaciones His- tóricas de la Facultad de Filosofía y Letras. UBA, Buenos Aires. 1921. 11 Sergio Bagú. Mariano Moreno. Pasión y vida del hombre de Mayo. Buenos Aires, Editorial Claridad. 1939: y Rodolfo Puigrós. Mariano Moreno y la revolución democrática argentina, Buenos Aires. Editorial Problemas. 1941. 12 Una presentación del problema en Tulio Halperín Donghi, Historia contemporánea de América Latina, Madrid, Alianza Editorial. 1969. pp. 74 y ss.: Id.. Reforma y disolución de los Imperios Ibéricos 1750-1850, en Hstoria de América Latina, vol. 3. Madrid. Alianza Editorial. 1985, pp. 75-102. fines del siglo XVIII en el Río de la reforzamienio de la alianza entre los Plata pusieron de relieve -frente a soberanos y sus noblezas, se afirma- los trabajos que concedían casi una ron por anticipado como negación exclusiva atención al examen de las misma de la revolución. En la mis- influencias de la llustración europea ma Francia el ideal revolucionario es en el rastreo de las “fuentes ideoló- preparado por el clima que el llumi- gicas” de la independencia- la impor- nismo contribuye a crear, pero no se tancia de las modificaciones internas identifica totalmente con el ideario en los cauces tradicionales del mun- de este movimiento: el pensamien- do cultural hispano13.