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1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 3 QUINTO ENCUENTRO DE ESTUDIOS SOBRE EL JUSTICIADE ARAGÓN Zaragoza, 28 y 29 de abril de 2004 JUSTICIA DE ARAGÓN Zaragoza, 2004 1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 4 Edita EL JUSTICIA DE ARAGÓN Depósito Legal Z-2.630/2004 I.S.B.N. 84-89510-62-8 Prohibida la reproducción total o parcial de textos e ilustraciones sin permiso expreso por escrito del editor © De la edición EL JUSTICIA DE ARAGÓN © De cada una de las partes de los respectivos autores Impresión San Francisco Artes Gráficas. Zaragoza Con la colaboración de 1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 5 ÍNDICE PRESENTACIÓN ............................................................................................... 7 Fernando García Vicente INTRODUCCIÓN .............................................................................................. 9 Carlos Forcadell Álvarez BAJAR A LA NACIÓN DEL PEDESTAL ....................................................... 15 Josep Maria Fradera EL TIEMPO DE LAS ESCULTURAS: LA CONSTRUCCIÓN DE LA “CULTURA DEL RECUERDO” ESPAÑOLA DURANTE LA RESTAURACIÓN................................................................... 41 Ignacio Peiró Martín CIUDADANÍA Y LIBERALISMO EN ARAGÓN. EL JUSTICIA: DE MITO A MONUMENTO ............................................................................ 63 Carlos Forcadell Álvarez ENTRE LIBERALISMO E INTERÉS REGIONAL. LA HISTORIA DEL MONUMENTO AL JUSTICIAZGO............................. 81 Sören Brinkmann “LA GAMAZADA” Y EL MONUMENTO A LOS FUEROS DE NAVARRA. LOS LÍMITES POLÍTICOS DEL NAVARRISMO VASQUISTA (1893-1915) ................................................................................... 101 Ángel García Sanz Marcotegui EL MONUMENTO CONMEMORATIVO Y LAS IDENTIDADES COLECTIVAS EN ESPAÑA EN TORNO A 1900 .......................................... 131 Carlos Reyero Hermosilla LA REIVINDICACIÓN DE LA HISTORIA DE NAVARRA Y ARAGÓN EN DOS MONUMENTOS CONMEMORATIVOS: A LOS FUEROS Y AL JUSTICIAZGO .......................................................................................... 159 Manuel García Guatas 1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 6 Coordinador del Encuentro Carlos Forcadell Álvarez Catedrático de Historia Contemporánea. Universidad de Zaragoza Secretaría Técnica Rosa Aznar Costa Asesora Jefe del Gabinete del Justicia de Aragón Los colaboradores de este volumen Josep María Fradera Catedrático de Historia Contemporánea. Universidad Pompeu Fabra Ignacio Peiró Martín Profesor Titular de Historia Contemporánea. Universidad de Zaragoza Carlos Forcadell Álvarez Catedrático de Historia Conemporánea. Universidad de Zaragoza Sören Brinkmann Profesor de Historia Contemporánea. Universidad de Erlangen-Nuremberg Ángel García Sanz Marcotegui Profesor Titular de Historia Contemporánea. Universidad Pública de Navarra Carlos Reyero Hermosilla Catedrático de Historia del Arte. Universidad Autónoma de Madrid Manuel García Guatas Profesor de Historia del Arte. Universidad de Zaragoza 1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 7 PRESENTACIÓN De la muerte de Juan de Lanuza por Felipe II se pueden hacer muchas lecturas. La más frecuente es ver en ella un enfrentamiento entre el poder cen- tral y uno de los más importantes Reinos de España: Aragón. Pero siendo eso verdad, creo que, lo que hubo en realidad, fue un enfrentamiento entre dos for- mas de entender la vida pública y los derechos individuales de los ciudadanos; una, absolutista y otra, mucho más respetuosa con los derechos y libertades de los ciudadanos. Las Cortes de Tarazona de 1592 convocadas al año siguiente de la deca- pitación de Lanuza, supusieron un quebranto importante a la figura del Justi- cia, porque su independencia quedó muy mermada al poder ser nombrado y cesado libremente por el Rey. Pero la Institución subsistió hasta 1708, cuando con los Decretos de Nueva Planta se suprimieron todas las instituciones públi- cas aragonesas, probablemente como represalia por el apoyo de la Corona de Aragón a los Austrias, en contra de los Borbones, durante la guerra de sucesión a la Corona de España. Sin embargo, en el siglo XIX se produce un resurgimiento de la figura del Justicia; lo que se ha dado en llamar su mitificación. Los liberales utilizan la fi- gura del Justicia como paradigma de la defensa de derechos y libertades frente los absolutistas. Se pintan numerosos cuadros, siendo quizás el más famoso el de Unceta; se escriben obras de teatro, como las del Duque de Rivas o Marcos Zapata o relatos históricos como el del Marqués de Pidal sobre las Alteraciones de Zaragoza. En un determinado momento, esta figura, pasa a formar parte de la sim- bología pública. Por eso en el Congreso de los Diputados se coloca su nombre a la derecha de la Presidencia, junto a los de Padilla, Bravo y Maldonado. Una parte de sus restos se inhuman en el panteón de hijos ilustres en Madrid. El Rey le concede honores de Capitán General con mando en plaza, cuando se hace el 7 1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 8 traslado solemne a la Iglesia de San Cayetano. En el proyecto del Estatuto de los Notables, realizado por Palá, Rocasolano y otros intelectuales, se llega a de- cir que el Justicia además de tener competencias casacionales y posibilidad de imponer sus resoluciones a la Administración, será la primera autoridad de Aragón, excepto cuando esté el Presidente de la República. Es en ese siglo cuando se inician los trámites para construir un monu- mento a la figura del Justicia en un lugar muy destacado de Zaragoza; en octubre de este año se cumplirá el centenario de su inauguración; de cómo se hizo y de todo lo que representa esta estatua se ocupa este libro. Dirigido, con acierto, por el Profesor Carlos Forcadell, se celebró este año en la Facultad de Filosofía y Letras, el Quinto Encuentro de Estudios sobre el Justicia de Aragón que, hasta ahora, habían sido dirigidos con entusiasmo y éxito creciente por el Profesor Eloy Fernández Clemente. Como todo lo que se ha venido haciendo en los Encuentros, esta obra pretende ser multidisciplinar. En ella han intervenido los profesores Sören Brinkman, Carlos Forcadell, Josep María Fradera, Manuel García Guatas, Ángel García Sanz Marcotegui, Ignacio Peiró y Carlos Reyero. A todos ellos, venidos desde distintos lugares, quiero testimoniar mi agradecimiento por el trabajo serio, riguroso e interesante que han hecho y que además puede contribuir a que un día se escriba la historia del Justicia, que está por hacer y habría que impulsar. Han transcurrido cien años desde que se levantó el monumento, una pe- queña parte de la historia del Justicia. Lo que diferencia el día de hoy del mo- mento en que se inauguró es que, de nuevo, la Institución vuelve a estar en la vida real, no sólo en el mito y en la estatua, y eso supone un motivo de alegría para los aragoneses porque el Justicia siempre ha sido símbolo de libertad y por eso una seña de identidad de este viejo pueblo, que ha hecho del respeto de sus libertades, derechos y garantías un rasgo de su personalidad. Hoy, son numerosas las calles que en Aragón llevan el nombre del Justi- cia, incluso hay una en Valencia. Ojalá estas calles, como la figura y monu- mento al Justicia no sólo sobrevivan otros cien años, sino continúen siendo tes- tigos de los más importantes acontecimientos de la vida ciudadana. Fernando García Vicente JUSTICIA DE ARAGÓN 8 1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 9 INTRODUCCION Hace cien años, un 22 de octubre de 1904, se inauguraba el monumento al Justiciazgo en la Plaza de Aragón; al día siguiente, el solemne y ciudadano ceremonial se trasladó a la Plaza de España para celebrar el nuevo conjunto es- cultórico dedicado a “los mártires de la religión y de la Patria”, en recuerdo de las “innumerables” y remotas víctimas cristianas de las persecuciones del emperador romano Daciano (Siglo IV) y de los más cercanos defensores ara- goneses muertos en la Guerra de Independencia; cuatro años después, en 1908, los Reyes de España descubrían el “Monumento a los Sitios”, obra también, como el anterior, del escultor Agustín Querol; los monumentos conmemorati- vos mas significativos de la identidad ciudadana zaragozana y aragonesa fue- ron construidos por las mismas fechas, los tres en recuerdo de heroicos sacri- ficios contra imponentes enemigos exteriores y extranjeros, los paganos emperadores romanos, el poder absoluto del hispánico imperio de Felipe II, las ambiciones y designios del emperador de los franceses. Ya desde comienzos del XIX algunos habían pensado y propuesto la erec- ción de un monumento al Justicia de Aragón, pero solo el paso del tiempo y del siglo posibilitaron que todos estuvieran de acuerdo en el significado sim- bólico de la histórica institución del viejo reino; aunque, logrado el consenso en torno a la memoria del Justicia, también el emplazamiento de la estatua con su pedestal fue motivo de conflicto, pues en principio estaba destinado a ocu- par el centro de la plaza de la Constitución, pronto de España, pero la derecha tradicional y los muy dominantes sectores eclesiásticos de la Zaragoza de la época emprendieron una campaña contra la centralidad urbana de un símbolo laico y de perfume liberal, y consiguieron desplazar a Juan de Lanuza hacia el sur, a orillas del Huerva, y reservar el corazón del Coso para la memoria de una identidad cristiana y patriótica tan tradicional como antimoderna. De modo que la religión y la patria (y la raza) quedaron con España en la plaza así recién 9 1. Introduccion 15/10/04 08:47 Página 10 nombrada, y Aragón y el Justicia desfilaron 500 metros hacia el sur, despla- zando, más