ÓRGANO OFICIAL DEL INSTITUTO NACIONAL BROWNIANO Nº 173 | 2018

Brown, su vida social El episodio del Admiral Los intereses marítimos y económica Graf Spee y la defensa y la necesidad de Profesor Alfio Puglisi de la República una marina de guerra Oriental del Uruguay Capitán de fragata (R) Un duelo de caballeros Profesor Alejandro Alberto Gianola Otamendi Magíster Luis Furlan Bertocchi Morán Y mucho más Francisco Zorrilla, Uma questão esclavo liberto, marino diplomática no Brasil y soldado Señor Carlos Fonttes Capitán de navío (R) magíster Tomás Merino

INSTITUTO NACIONAL BROWNIANO Fundado el 22 de febrero de 1948 • Revista del Mar •

ÍNDICE

Editorial...... 3 Honorable Consejo Directivo...... 4 Representaciones del Instituto Nacional Browniano...... 5 Estudios brownianos Revista Brown, su vida social y económica...... 8 del Mar Por Alfio A. Puglisi Un duelo de caballeros...... 17 Nº 173, Año 2018 Por Luis Fernando Furlan Director Historia marítima y naval Magíster Luis Fernando Francisco Zorrilla, esclavo liberto, Furlan marino y soldado, compró su libertad Comité Editorial sirviendo a la patria...... 27 Doctor Alfio Puglisi Por Tomás Merino Licenciado Jorge El episodio del Admiral Graf Spee y la defensa Norberto Mangas de la República Oriental del Uruguay...... 41 Capitán de navío (R) Por Alejandro N. Bertocchi Moran magíster Tomás Merino Uma questão diplomática no Brasil...... 53 Diseño y diagramación Por Carlos Fonttes Guillermo P. Messina Intereses marítimos y fluviales Corrección de textos Los intereses marítimos y la necesidad Analía Hers de una marina de guerra...... 58 Por Alberto Gianola Otamendi Instituto Nacional Browniano Misceláneas Av. Almirante Brown 401 Al Almirante Brown...... 69 Ciudad Autónoma de Por Raúl Lavalle Al Almirante Guillermo Brown...... 71 Tel (011) 4362-1225 / Por Carlos Erik López Cobos Fax (011) 4307-9925 En las aguas, hidalguía...... 72 www.inb.gov.ar Por María Rosa Rzepka [email protected] Romance del Almirante...... 73 Por Susana Angélica Orden Imagen de portada: Efemérides Brownianas...... 74 El Juncal, óleo de José Murature (1865) Actividades y novedades institucionales 2018... 89

2 • Revista del Mar •

Editorial

a Revista del Mar inicia una nueva etapa en su ya larga y reconocida tra- yectoria que se remonta a los orígenes del Instituto Browniano, cuando Laún no poseía el carácter de Nacional y funcionaba como resultado del esfuerzo de quienes estudiaban y difundían la historia naval , a la vez que sentían la patriótica necesidad de velar por los intereses argentinos en la inmensidad oceánica y en los ríos que surcan el territorio nacional. Nuestra Institución se halla entregada al propósito de potenciar siempre más dichas metas y de constituirse en un ámbito en que la investigación y la divulgación funcionen armónica y concertadamente. De ahí que a la pro- moción de proyectos que contemplan la primera, se sume una intensa labor destinada a brindar a los distintos niveles de la enseñanza las actividades que los pongan en contacto con un pasado heroico pero también con la realidad de un país que necesita mirar hacia el mar para consolidar su bienestar ma- terial y su presencia en el mundo. Por otro lado, el Instituto contribuirá a la especialización de quienes poseen formación académica. En ese contexto, la Revista del Mar, que llega con esta edición, corres- pondiente al año 2018, a su número 173, se propone ofrecer trabajos de in- vestigación y de alta divulgación, con el objeto de constituirse en un órgano de referencia entre publicaciones similares del país y del extranjero. Las nuevas tecnologías permiten recurrir al soporte digital que facilita la aparición de publicaciones en tiempos en que los altos costos tornan difícil la edición en papel. Sin renunciar del todo a retomar en el futuro esta última modalidad, recurrimos entusiasmados a un sistema cada vez más difundido que permite llegar a múltiples ámbitos y vehiculizar aportes provenientes de distintas regiones de un mundo cada vez más relacionado y necesitado de intercambiar conocimientos y experiencias.

3 • Revista del Mar •

Con las naturales exigencias de seriedad y originalidad que requieren este tipo de publicaciones, el Instituto Nacional Browniano ofrece su Revista a cuantos se interesen por el pasado, el presente y el futuro del mar en sus múltiples manifestaciones.

• Comodoro de Marina (RN) Doctor Miguel Ángel De Marco Presidente

Instituto Nacional Browniano Honorable Consejo Directivo

Presidente DE MARCO, Miguel Ángel Vicepresidente 1° CIRIGLIANO, Nélida Beatriz Vicepresidente 2° FERNANDEZ, Roberto Secretario General MERINO, Tomas Secretario RAFFO, Luis Augusto Prosecretario PAGLIARO, Ricardo Tesorero FINDLAY WILSON, Carlos Protesorero TOMA, Pedro Vocal Titular 1° MANGAS, Jorge Norberto Vocal Titular 2° BARCENA, Washington Vocal Titular 3° LOPEZ NEGLIA, Héctor Vocal Titular 4° ARENA, Alberto Vocal Titular 5° SPINELLI, Guillermo Sergio Vocal Titular 6° FISHER, Horacio Vocal Titular 7° CLEMENTI, Luis Vocal Suplente 1° GONZALEZ DAY, Luis María Vocal Suplente 2° FURLAN, Luis Fernando Vocal Suplente 3° GHIRIMOLDI, Juan José

COMISION REVISORA DE CUENTAS Titular 1° MARTIN, Daniel Titular 2° MEILAN, Eduardo Alfredo Suplente 1° STURA, Guillermo Suplente 2° FRANCO MARTINEZ, Carlos

4 < VOLVER AL INICIO • Revista del Mar •

Representaciones del Instituto Nacional Browniano

Filial Almirante Brown (Adrogué, prov. de Buenos Aires) Presidente: Adolfo Iñiguez [email protected] filialaltebrown.fundadora

Filial Mar del Plata (provincia de Buenos Aires) Presidente: Sergio Campagnoli [email protected] inbmardelplata

Filial Tres Arroyos (provincia de Buenos Aires) Presidente: Oscar Cipulli [email protected] filialtresarroyos

Filial Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires) Presidente: Juan Manuel Racedo Brown bahí[email protected]

Filial Rosario (provincia de Santa Fe) Presidente: Guillermo Fajardo [email protected]

5 • Revista del Mar •

Delegación Claromecó carlosfrancomartinez14@ (provincia de Buenos Aires) hotmail.com.ar Presidente: Rosana M. Oroquieta delegacion-sndla [email protected] delegacion-claromeco Delegado en Dolores (provincia de Buenos Aires) Delegación Necochea Presidente: Luis Augusto Raffo (provincia de Buenos Aires) [email protected] Presidente: Celso Troncoso delegado-dolores brownianos-necochea@ hotmail.com Delegado en Lanús (provincia delegacion-necochea de Buenos Aires) Presidente: César Augusto Delegación Quilmes Villamayor Revythis (provincia de Buenos Aires) [email protected] Presidente: Alberto Arena delegado-lanus [email protected] delegacion-quilmes Delegado en Tucumán (provincia de Tucumán) Delegación Punta Alta Presidente: Alejandro Saleme Martinez (provincia de Buenos Aires) [email protected] Presidente: Carlos Alberto Lencinas delegado-tucuman [email protected] Delegado en Yerba Buena Delegación Presidencia Roque (provincia de Tucumán) Sáenz Peña (prov.de Chaco) Presidente: José María Posse Presidente: Javier Darío Peralta [email protected] [email protected] Delegada en Villa Dolores Delegación San Nicolás (provincia de Córdoba) de los Arroyos Presidente: María del Carmen Marietán (provincia de Buenos Aires) [email protected] Presidente: Carlos Franco Martínez

6 • Revista del Mar •

Delegado en Puerto Madryn Delegado en (provincia de Chubut) (República Oriental del Uruguay) Presidente: Fernando Luis Romeo Presidente: Alejandro Nelson [email protected] Bertocchi Morán [email protected] Delegado en Puerto Deseado (provincia de Santa Cruz) Delegado en Kerry Presidente: Fernando A. Caferino (República de Irlanda) González Presidente: Mabel C. Aguilera Arias [email protected] [email protected]

Delegado en Ushuaia (provin- Delegado en Madrid cia de Tierra del Fuego) (Reino de España) Presidente: Carlos A. Pombo Presidente: Carlos Pesado Riccardi [email protected] [email protected]

Delegado en Corrientes (pro- Delegado en Avignon vincia de Corrientes) (República de Francia) Presidente: Roberto Iglesia Llano Presidente: Daniel Degani robertoantonioiglesiallano@ [email protected] yahoo.com.ar inb-france

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Estudios brownianos

Brown, su vida social y económica

Por Alfio A. Puglisi1

l almirante Brown desa- rrolló en tiempos de paz Euna intensa vida social. Su actividad principal fue el comercio y el cultivo de la amistad dentro de la comunidad irlandesa e inglesa, a la que estaba ligado por su esposa. Durante varios años, fue un referente de esas colectividades y fue visitado periódica- mente por diversos familiares de ambas ramas de su familia. Formado desde pequeño en el mar mismo, bajo bandera americana o inglesa, en servicio mercante o militar, poseía una rica e invalorable expe- riencia. Casó con inglesa de buena posición, de clase media-alta, Elizabeth Chitty Curling2, hija de sus empleadores quienes poseían una empresa de cabotaje en el Canal de la Mancha. Recién casado, Brown llegó al Plata re- comendado a la rica familia de los Álzaga, comerciantes, que tenían repre- sentantes en toda Sudamérica, en el Caribe, en Cádiz, en Londres y en Ham- burgo. Dueño de varios buques, necesitaban capitanes. Habían tramado un

1 Doctor en Psicología. Licenciado en Metodología de la Investigación. Profesor de Filosofía y Pedago- gía. Fue profesor y jefe del Gabinete Psicopedagógico de la Escuela Naval Militar entre 1969 y 2013. Fue presidente del Instituto Nacional Browniano. 2 Sus padres fueron Tomás de Chitty, matemático (marino entendido en navegación astronómica) y Emily Curling, educadora.

8 • Revista del Mar • Brown, su vida social y económica • golpe contra Liniers y sus hombres habían quedado presos en Montevideo. Brown cultivó después la amistad de Juan Manuel y Félix de Álzaga, herma- no e hijo del anterior, que actuaron como sus abogados. Esta versión la da Carlos M. de Alvear3 y es muy creíble pues él pasa por ser el “descubridor” del almirante, quien en 1814 sugirió a su tío, el Director Supremo Gervasio A. Posadas, su nombre para comandar una nueva escua- dra patriota. No fue un aventurero, radicado en nuestro país, hizo su causa la suya. Por católico, irlandés y republicano no tenía porvenir en la marina inglesa. Tampoco podía heredar pues no era el mayor de los hermanos. Algunos fa- miliares ya se encontraban en ésta cuando él llegó: un hermano (John), una media hermana (Margarita o Rita), un sobrino (Jorge Brown Arnold) y hasta puede que él mismo haya estado aquí durante las Invasiones Inglesas. Llegado poco antes de la Revolución de Mayo, intentó repetir en nuestra tierra el modelo de negocio de allá, una empresa familiar, una PYME, dedi- cada al comercio y el paquete entre ambas orillas del Plata. La actividad le resultó redituable: hacia 1814 era dueño de varias goletas (Amistad, Unión Industria y Hope o Esperanza), cuyos nombres hablan de su ideario. Con anterioridad y por errores del práctico, había varado entre el 2 y 3 de octubre de 1811 el bergantín Eliza (nombre que aludía tanto a su mujer como a la hija de su propietario), cuyo master era el mismo Brown, quien traía un cargamento de armas, acaso consignado para los hermanos Paso (Juan José y Francisco), principales importadores de ellas desde 1810, quie- nes lo defendieron al regresar y ser juzgado aquí en 1819. Gracias a su de- nuedo pudo recuperar la carga y venderla en Chile cruzando los Andes en mula durante el verano de 1811 y 1812. Muy probablemente conoció allí a otros dos militares con sangre irlandesa como él, los generales Bernardo O´Higgins y John MacKenna, quienes junto con los hermanos Carrera di- rigían las fuerzas patriotas de una revolución paralela a la nuestra e iniciada también en 1810. Se volverían a encontrar en Buenos Aires.

3 Rodríguez, G. F. La Patria Vieja. Buenos Aires, Cía. Sudamericana de Billetes de Banco, 1916. Transcribe las “Memorias de Alvear”.

9 • Revista del Mar • Brown, su vida social y económica •

Una primera escuadrilla patriota, destinada a la defensa de los ríos y co- mandada por el maltés Juan Bautista Azopardo fue privada, costeada casi en su totalidad por Francisco de Gurrucha- ga (1766-1846), salteño, que linaje y for- tuna tenía. Poco podía esperarse de ella: casi improvisada, representante de un gobierno con graves disidencias inter- nas, que aún izaba el pabellón del Rey. La escuadra que venció a los españoles en 1814 y liberó el Río de la Plata, fue de ca- rácter mixto, financiada por capitales del Estado y privados siendo su socio mayor Juan Bautista Azopardo (Histarmar) Guillermo Pío White, angloamericano. Dicha escuadra actuó con mayor disciplina porque después de la Asamblea del Año XIII contó con un ideario más claro y un liderazgo efectivo y funda- cional, el del almirante Guillermo Brown. Vencedor de Montevideo se hizo de un botín de armas inmenso que sirvió para proveer a los ejércitos hasta la guerra contra el Imperio del Brasil. La es- cuadra capturada, imposible de mantener y molesta para los intereses extran- jeros en el estuario, fue vendida. El mismo White adquirió un lote de barcos a través de un testaferro. Como no le alcanzaba el dinero para tal propósito pagó a los miembros de las tripulaciones en especies, entre ellos el despensero de la sumaca Santísima Trinidad Leonardo Rosales, luego héroe nacional, quien además debió aportar el vuelto en efectivo. La protesta de los marineros por la demora en recibir su pago no se hizo esperar y la encabezó el mismo Brown, quien tras ser agredido hizo arrestar a White. Éste, Larrea y Posadas lo tildaron de loco y de Don Quijote4. Nada parece haber cambiado en Argentina. Muy pronto Brown volvió a los negocios privados, retomó el comercio con la Banda Oriental, mientras recibía la fragata Hércules como premio, la que destinó al tráfico marítimo con el Brasil. Volvió a encontrarse con mu-

4 Curiosamente libro de cabecera del almirante, el que siempre releía.

10 • Revista del Mar • Brown, su vida social y económica • chos chilenos ahora exiliados quienes lo tentaron para realizar una incursión por el Pacífico. Desencantado ante los tejes y manejes en la organización de ese corso, en un mar de confusión más que de aguas, zarpó por su cuenta sosteniendo: estoy contento de dejar este lugar donde veo a los hombres hones- tos despreciados y a los pícaros favorecidos. Para ambos fines, tanto el comercio como el corso, organizó una PYME familiar. Designó capitán de bandera de la Hércules a su cuñado Walter Dawes Chitty y capitán de la Santísima Trinidad, buque cedido por el Estado, a su hermano Miguel Brown. Acompañaron otras empresas del almirante Brown: Ricardo Chitty5, tío de Eliza y de Walter Dawes quien estuvo aquí un tiempo atendiendo el saladero de Brown en Colonia o explotando la Hércules con fines comerciales hasta su zarpada rumbo al Pacífico de la que no participó6. Se agrega un primo de su esposa, Eliza Chitty, Gideon (Gregorio) Hayman quien llegó aquí muy pequeño acompañando a Brown como timonel, sólo tenía 14 años. Sirvió en la flota con diversos grados. Se radicó en Entre Ríos donde fue Capitán del puerto de Concordia. Casó con Eugenia Bellido y tuvo descendencia. Por fin su propio hermano, John, de bajo perfil, actuó aquí ejerciendo diversas profesiones, fue industrial relojero, carpintero y he- rrero pero en los albores de la independencia fue marino. Su hermano le dio el grado de sargento mayor graduado y el mando de la Belfast tras haberse desempeñado heroicamente como segundo de la misma. Según Rodríguez y Arguindeguy7 por poco tiempo habría comandado también la polacra San Antonio y el bergantín Aranzazú, cerrando su actuación al frente de la Agra- dable, vendida en Liverpool en 1815. Fue corsario de Artigas8. Brown utilizó a su hermano como espía en Montevideo durante 1841, reconocido por su notable parecido fue detenido y deportado. No hay duda que el almirante movía sus fichas.

5 Vuelto a Inglaterra puso una empresa de diligencias y luego un molino harinero. Hacia 1851 parece haber sido nombrado Caballero por su carácter emprendedor. 6 Matheu, D. “Memorias”. En: Biblioteca de Mayo, tomo III. 7 Rodríguez, H. y Arguindeguy, P. E. Buques de la Armada Argentina. Buenos Aires, Instituto Nacional Browniano, 1999. 8 Castillo, R. P. Guillermo Brown en la Banda Oriental. Buenos Aires, PROSA, 2017. 11 • Revista del Mar • Brown, su vida social y económica •

Buenos Aires se transformó en cierta “Meca” para ambas familias, recibien- do las visitas de hermanos y de numerosos sobrinos de su mujer y propios. Mary Ann Brown, casada con John Fitton O’Connor; María Atkins Brown, que lo hizo con el doctor Cornelio Donovan; y Julia Cannon (a veces Canning), con sus her- manas Mary y Emily, las tres eran anglicanas y casaron con estancieros ingleses, sobrinas de su esposa. El RP Miguel Gannon, sacerdote católico irlandés, fue un sobrino del almirante que trabajó aquí en el Colegio Argentino San Martín, se radicó en el interior falleciendo en Bella Vista, Corrientes, en 1859. Se lo confunde con el pastor anglicano Michael Cannon, hijo de Benneth Chitty, casada con William Curling, hermana de Eliza y esposa del Almirante, quienes se radi- caron aquí con sus hijas ya nombradas. De un modo u otro se fue armando una “casa grande”. Volvamos al corso sobre el Pacífico. Esta palabra le queda chica, no por las escenas de heroísmo anfibio o por las capturas marítimas, sino porque a todas luces se trataba de una operación mayor combinada con el cruce de la cordillera por San Martín. Los vientos lo obligaron a marchar más al norte, entonces atacó el Callao desde donde había detectado se abastecía a Monte- video e intentó cortar el abastecimiento de Lima dejando un pequeño desta- camento artillado en San Buenaventura en Colombia9. Brown intercambió correspondencia con los patriotas de Nueva Granada. Allí hizo lo que se pensaba para Coquimbo y que se frustró por el hundimiento del barco de los patriotas chilenos Constitución o Uribe. San Martín había dado acuerdo para esa operación pero demorado por la lentitud resolutiva del Congreso de Tucumán no pudo cruzar la cordillera en fecha. Brown volvió a Buenos Aires. Se le anticipó Bouchard al mando de la Consecuencia que rebautizó La Argentina y con ella emprendió un notable crucero por el mundo paseando nuestro pabellón. El resultado de la expedición browniana repercutió también en el interior de las Provincias Unidas, según carta de Belgrano a Güemes, el 18 de enero de 1817: Brown ha hecho prodigios en los mares de Lima y Chile; iba sobre Chile sin duda, combinado con San Martín (…) se ha hecho de 12 millones de pesos.

9 Véase mi trabajo: “El almirante Brown en Buenaventura”. En: Revista del Mar, Nº 170, 2015. 12 • Revista del Mar • Brown, su vida social y económica •

Casa Amarilla original del Almirante Brown. Gentileza del Instituto Nacional Browniano.

He ahí otro motivo para no entrar a su regreso en el Río de la Plata, en una orilla estaba la codicia porteña, en la otra la portuguesa. Siguió rumbo Norte donde se encontró en el Caribe con la codicia inglesa. Le confiscaron todo, le devolvieron nada. Después de su juicio (que no fue fácil por haberse hecho a la mar sin permiso), gozó de paz suficiente como para dedicarse a hacer crecer sus asuntos privados. Brown practicaba el comercio y el transporte de mercan- cías. Buenos Aires producía pocas cosas exportables: charqui y tasajo, cueros de vaca10, sebo, velas, mate, dulces, crines, algo de leña y aguardiente. De allí venían tabaco, ron y otras bebidas espirituosas, etc. Buena parte se exporta- ba al Brasil, al Caribe, algo menos a la Banda Oriental, que era productora de lo mismo y poseía mayor libertad de comercio que Buenos Aires. Pronto los ingleses descubrieron el potencial minero y ganadero del país. En 1823 John Miller trajo a Buenos Aires al Tarquino, primer reproductor de la raza Shorthorn. La ganadería precedió a la agricultura. Brown adquirió un campo en la Banda Oriental, cercano a la Colonia. Constaba de vivienda, matadero y saladero. Poseía además una casa en la misma ciudad de Colonia. Con el tiempo agregó otros campos: allá en Rosa-

10 Cueros de foca y de elefantes marinos y su aceite eran otros productos muy deseados. Los foqueros lo producían en el extremo sur. Recuérdese a William Low, Charles Barnard, James Weddell, Karl Tid- blom y William H. Smiley, maestro de Luis Piedra Buena, etc. Los tres últimos aparecen en la historia antártica, residían en el país. Por algo un partido de la costa bonaerense se llama Lobería. 13 • Revista del Mar • Brown, su vida social y económica • rio del Colla, aquí en Quilmes y en los Corrales Viejos (actual Plaza España, zona que inspiró El Matadero a Esteban Echeverría). Comenzó a exportar sus productos al Brasil y a llevar ganado en pie a la Colonia, especialmente mular, que primero descansaba y engordaba en Quilmes. El Banco de la Provincia de Buenos Aires abrió sus puertas, como socie- dad anónima el 6 de septiembre de 1822. Es el más antiguo de hispanoamé- rica, siendo el emisor del primer billete nacional. Su primer presidente fue Manuel José García. La guerra contra el Imperio del Brasil no interrumpió una vida bucólica del almirante sino de trabajo. Otra vez Brown tuvo que improvisar una es- cuadra tal como en 1814; entonces, en cien días limpió el estuario, y ahora en un mes ya estaba combatiendo. Esta guerra duró más que la anterior. Como siempre, las finanzas del país no estaban en buen estado, hasta le pidieron que cuide los barcos. Siempre lo mismo. Con los combates como el de Los Pozos, librados a vistas de la ciudad, el prestigio del almirante creció notablemente. Nunca pudieron los imperiales dominar completamente el río. Es más, Brown se les escapó y emprendió un corso sobre las costas del Brasil. Lo que se ganó por las armas se perdió por la política, el tratado de paz, firmado por el ya citado García, ministro de Rivadavia, dejó mucho que desear y provocó la rebelión militar y hasta el fusilamiento que Brown intentó evitar, el de Dorrego, que tenía un proyecto federal. La actuación de Brown como gobernador fue breve y mesurada. Vecino de prestigio y socio inicial del Banco, el 17 de septiembre de 1830 fue nombrado miembro de la comisión investigadora por el faltante de valores por cien mil pesos, en moneda papel impresa en Londres, hallados varios años después en una caja fuerte fuera de uso. Pasó luego a ocupar un sillón en el directorio del mismo, cargo que ejerció durante dos períodos de dos años cada uno. Era el prócer naval de una población que se llamaba a sí misma porteña, por el auge de su puerto, pese a que la ciudad se llamaba Santísima Trinidad. Brown retomó el comercio entre ambas orillas, viajando numerosas ve- ces a la Banda Oriental, donde alojó al general Ignacio Álvarez Thomas, exi- liado. Hacia 1841, por problemas internos en la Banda Oriental y ser lugar de exilio unitario, y por la amenaza que desde allí se bloqueara Buenos Aires,

14 • Revista del Mar • Brown, su vida social y económica • hicieron que Juan Manuel de Rosas con- vocara al almirante Brown, quien tenía 64 años, suficientes para estar retirado. Pasó un año y diez días embarcado y sin bajar a tierra. Venció a la escuadra comandada pri- mero por John H. Coe y luego por José Ga- ribaldi, a quien perdonó la vida en Costa Brava. Mientras bloqueaba ya sin sentido Montevideo, recibió orden de regresar con su escuadra, pero ésta fue inmovilizada por fuerzas anglo-francesas y vaciada de tripu- laciones de origen extranjero. Trasladado a Buenos Aires, sus captores le rindieron José Garibaldi (Wikipedia) honores. Pretendían llevar su comercio río arriba hasta Santa Fe, Corrientes y Paraguay, eludiendo la aduana porteña. Sin flota poco se podía hacer. Lograron pasar la Vuelta de Obligado, pero les resulta- ron adversos los combates de San Lorenzo, Punta Quebracho y Tonelero. Más importante es que en esa contienda Brown se venció a sí mismo: tentado dos veces no aceptó soborno alguno para desertar y abandonar los barcos, algo habitual entonces. Las cifras eran importantes y las ofrecían ele- gantes unitarios vestidos de negro y con sombreros de copa alta que lo visi- taron a bordo. La práctica continuaría en la historia argentina. Entre el 20 y 21 de junio de 1853 José María Pinedo y John H. Coe entregaron sus buques al Estado de Buenos Aires, que imprimió moneda para pagarles. Después de estos ingratos episodios, llegó la paz a este hombre del combate perpetuo. Pudo dedicarse, por fin, al comercio. Suscribía la idea, tal como Belgra- no, que el libre comercio genera el progreso de las naciones. Brown, que muchas veces abordó el comercio internacional, poseía una concepción cosmopolita y atlántica pero no por ello era un librepensador unitario. Sirvió bajo el gobierno de Rosas pero no era federal ni seguía sus liturgias y rituales. Fue un militar pro- fesionalista, con sentido humano, y en su flota no hubo degüello de prisioneros. Siempre estuvo prevenido frente a los intereses anglo-franceses sobre el Plata.

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Tras su partida pronto se vendieron los terrenos de Quilmes y luego la Casa Amarilla. Su sastre estuvo entre los acreedores: había preparado su último uni- forme, usado para comandar la Río Bamba que repatrió los restos de Alvear. Era costumbre de la época inflar las deudas por los acreedores en el juicio sucesorio. En el de su hermano John se facturó hasta por afeitar el cadáver. Su esposa Elisa muchas veces administró los bienes en reemplazo de su marido. Como muchas PYMES de origen familiar, ésta se extinguió con la muerte de sus fundadores. En nuestra época (y más aún después de Malvinas), existe cierta capcio- sidad respecto de nuestros héroes patrios, que alcanza los orígenes familiares del almirante. Todos sus miembros cultivaron el bajo perfil y él actuó por momentos con cierto espíritu ancestral de clan, propio de irlandeses y esco- ceses, pero sin nepotismo ni favoritismo. Demostró ser lo que hoy se llama “un familiero”. Las relaciones que mantuvo con sus hermanos, cuñados y so- brinos prueban que era una familia numerosa, bien constituida y unida con fuertes lazos internos, típicamente irlandesa; por lo general, los hijos natura- les son hijos únicos y, de lo contrario, no guardan buenas relaciones entre sí. El almirante parece estar todavía vivo, desconocido, por muchos argen- tinos e historiadores. Puede ofrecernos alguna nueva sorpresa sobre su per- sona y su actuación. •

Fuentes y lecturas sugeridas ARGUINDEGUY, Pablo y RODRÍGUEZ, Horacio. Brown, apostillas a su vida. Buenos Aires, Instituto Nacional Browniano, 1997. BATOLLA, Octavio C. La sociedad de antaño. Bs.As., Maloney y De Martino, 1908. ------. Los primeros ingleses en Buenos Aires. Bs. As., Rueda, 1928. DE ARRIBA, Héctor Daniel. Presbitero Miguel Gannon ¿culpable o inocente? Buenos Aires, Editorial Dunken, 2013. DE COURCY IRELAND, J. The Admiral from Mayo. Dublín, Edmund Burke, 1995. DE MARCO, Miguel Ángel. Corsarios Argentinos. Buenos Aires, Emecé, 2012. HANON, Maxine. Diccionario de los Británicos en Buenos Aires. Buenos Aires, Edición de la Autora, 2005. HUDSON, Thomas N. Admiral , master of de River Plate. Buenos Aires, Dunken, 2007. OYARZÁBAL, Guillermo A. Guillermo Brown. Buenos Aires, Librería Histórica, 2006. PENSOTTI, Mario F. Los antepasados de Eliza Brown. Buenos Aires , Instituto Browniano, 1983 RATTO, Héctor R. Historia del Almirante Brown. Buenos Aires, Instituto de Publicaciones Navales, 1986.

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Estudios brownianos

Un duelo de caballeros

Por Luis Fernando Furlan1

ecientemente, quien escri- be estas letras se hallaba de Rvisita en el Museo Naval y Oceanográfico de la ciudad de Río de Janeiro, Brasil. Dicho Museo se encuentra ubicado en la zona del Centro, muy cerca de la Plaza 15 de Noviembre, y funciona en el tradi- cional edificio de la Rua Dom Ma- nuel2 Nº 15, tan ligado a la historia de la Marina brasileña. Durante la recorrida por aquel Museo, encontramos que en una vitri- na con elementos personales del célebre Joaquim Marques de Lisboa en 1852. Ilustración tomada de la obra de José almirante Joaquim Marques de Lisboa, Francisco de Lima

1 Magíster en Defensa Nacional. Licenciado y profesor en Historia. Profesor del Liceo Naval Militar “Almirante Guillermo Brown” y de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales (UCES). Do- cente e investigador de la Dirección de Estudios Históricos de la Fuerza Aérea Argentina. Ejerció la docencia en Colegio Militar de la Nación, Escuela de Defensa Nacional, Universidad Argentina “John F. Kennedy” y Universidad del Salvador. Teniente de corbeta de la Reserva Naval (egresado del Liceo Naval Militar “Almirante Guillermo Brown”). Expositor en encuentros nacionales e internacionales. Publicó trabajos en Argentina y en el exterior. Miembro de instituciones nacionales y extranjeras de historia militar. 2 El nombre recuerda al Gobernador de Río de Janeiro Manuel Lobo, quien en 1680 fundó Colonia del Sacramento, de tanta relevancia histórica para España, Portugal y los pueblos del Río de la Plata.

17 • Revista del Mar • Un duelo de caballeros •

Marqués de Tamandaré, Patrono de la Marina del Brasil, se conserva un anteojo marino o catalejo que esconde una emotiva historia entre dos verdaderos Cabal- leros del Mar. Justamente, se ha tomado aquel anteojo marino como una suerte de “disparador” e hilo conductor para elaborar este modestísimo relato, que tra- ta acerca de un enfrentamiento entre una de las más importantes figuras de la historia naval argentina y el principal referente histórico de la Marina del Brasil; dicho encuentro constituye, además, una verdadera muestra de grati- tud, reconocimiento y caballerosidad dada la noble actitud que manifestaron ambos jefes navales durante la lucha.

El contexto: Combate Naval de Bajíos de Arregui (29 y 30 de mayo de 1828)

A fines de mayo de 1828, último año de la guerra entre las Provincias Unidas del Río de la Plata y el Imperio del Brasil, el bergantín-goleta 8 de Febrero3, al mando del teniente coronel de marina Tomás Espora, regresaba de una cam- paña sobre la Banda Oriental, luego de hostilizar el tráfico comercial brasile- ño (con la captura de un bergantín mercante que fue despachado al Salado), combatir contra buques de guerra imperiales, cooperar con las operaciones militares terrestres republicano-orientales y amenazar el flanco litoral del Ejército brasileño. En la madrugada del 29 de mayo de 1828 el bergantín-goleta 8 de Febre- ro se hallaba en la Bahía de Samborombón. Al disiparse la neblina durante el amanecer de aquel día, el buque se encontró, sorpresivamente, en medio de la División Naval brasileña que bloqueaba la boca del río Salado, en las costas del Tuyú, una zona muy utilizada por los corsarios de las Provincias

3 Es el ex Januaria, de la Marina imperial brasileña. Fue capturado por la escuadrilla del almirante Guillermo Brown en el combate naval de Juncal (8 y 9 de febrero de 1827). Se lo incorporó a la Marina de las Provincias Unidas del Río de la Plata con el nuevo nombre de 8 de Febrero (en recuerdo a la primera jornada de Juncal). Características del buque: eslora 32 m.; manga 4 m.; puntal 4 m.; calado medio 2, 10 m.; toneladas 200; armado con 10 piezas de artillería (cuatro cañones largos “de a 8” y seis gonadas cortas “de a 12”); tripulación 79 hombres. Arguindeguy, P. E. Apuntes sobre los buques de la Armada Argentina, tomo I, p. 462. 18 • Revista del Mar • Un duelo de caballeros •

Unidas para sus operaciones y para el envío de presas. La División imperial bloqueadora se encontraba al mando del capitán Juan Francisco de Oliveira Botas, y se componía de unos 10 buques con aproximadamente 130 piezas de artillería. Ante semejante desventaja, el 8 de Febrero se dirigió hacia la costa para aprovechar la escasa profundidad y sus numerosos bancos, y evitar así ser al- canzado por los buques brasileños. Durante el desigual combate contra toda la División imperial, el 8 de Febrero maniobró para embicar la costa y dejar atrás a sus perseguidores, pero encalló en los bajos fondos denominados Ba- jíos de Arregui, cerca de la desembocadura del riacho San Clemente. En aquella crítica situación, nuestro 8 de Febrero sufrió el tremendo cañoneo de todos los buques brasileños, pero respondió al fuego enemigo durante diez horas, hasta quedar agotadas sus municiones y pólvora y tener a bordo varios muertos y heridos. En la noche del 29 al 30 de mayo el 8 de Febrero finalizó el combate, y Espora hizo evacuar a los heridos y a la tripu- lación con una balsa construida con gran esfuerzo con partes de su castigado buque, y permaneció en el 8 de Febrero junto con su segundo comandante el capitán Toll y Bernadet, sus respectivos ayudantes y cuatro heridos, a la espera de ser rescatados y llevados a tierra. En aquella circunstancia, la goleta imperial brasileña Bela Maria (de 11 cañones), uno de los buques que, por sus características, pudo acercarse más a nuestra nave y someterla al fuego artillero durante buena parte del combate4, se dirigió al varado 8 de Febrero para exigir la rendición a su co- mandante el teniente coronel de marina Tomás Espora, lo que finalmente se concretó en la mañana del 30 de mayo, luego de una resistencia tan prolon- gada como heroica. Quien comandaba la Bela Maria era un teniente llamado Joaquim Marques de Lisboa. Espora y sus compañeros fueron trasbordados a la goleta Bela Maria en la mañana del 30 de mayo, y allí permanecieron hasta el 2 de junio, cuando fueron embarcados en la corbeta Liberal, de 22 cañones, insignia del coman-

4 La Bela María y las cañoneras, siendo de más débil tiro de agua, consiguen ponérsele por sus aletas y muras (sic), y en esa posición continúan causando verdaderos estragos. Carranza, A. J. Campañas Navales de la República Argentina, 2º edición, volumen II, tomos 3 y 4, p. 489. 19 • Revista del Mar • Un duelo de caballeros • dante de la División brasileña que bloqueaba el Salado. El 11 de junio de 1828, regresaron a Buenos Aires.

Los protagonistas: Tomás Espora y Joaquim Marques de Lisboa

Tomás Domingo Espora nació en la ciudad de Buenos Aires el 19 de sep- tiembre de 1800. Con apenas 15 de edad, se embarcó a bordo de la corbeta Halcón, que mandaba Hipólito Bouchard, y, junto con la fragata Hércules que comandaba Guillermo Brown, participó en la notable campaña de corso en el océano Pacífico contra los españoles (1815-1816). Así, el joven Espora intervino con la Halcón en el bloqueo y ataque al Callao (enero de 1816), núcleo del poder español en América; en el asalto a Guayaquil (febrero de 1816); y en las operaciones en Nueva Granada (abril-junio de 1816). Poco después, Tomás Espora realizó el extraordinario y prolongado cru- cero de corso a las órdenes de Hipólito Bouchard a bordo de la fragata La Argentina (1817-1819), durante el cual se circunnavegó el globo y se com- batió al tráfico mercante español, a la vez que se atacaron las más diversas y distantes posiciones hispanas. En 1820 el ya teniente Tomás Espora se incorporó a uno de los buques de la Escuadra Libertadora que se organizó en Chile, la cual, al mando del almirante Lord Thomas Alexander Cochrane, participó en la campaña que condujo el general José de San Martín para lograr la independencia del Perú. Actuó en los bloqueos al Callao, contribuyó con la independencia del Perú y prestó servicios en la Marina del Perú independiente. Entre 1824 y 1825 el capitán Espora intervino en las últimas acciones de la guerra de independen- cia hispanoamericana, ya a las órdenes de Simón Bolívar. Joaquim Marques de Lisboa era siete años menor que Tomás Espora. Nació el 13 de diciembre de 1807 en la Villa de Río Grande, provincia de Río Grande de San Pedro (actual Estado de Río Grande do Sul, Brasil). Su inicio en la vida naval se remonta al 4 de marzo de 1823, cuando ingresó como voluntario a la Marina del Imperio del Brasil, recientemente proclamado independiente. Su primer destino fue la fragata Niterói, donde izaba su in-

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Coronel de Marina Tomás Espora (1800-1835). Óleo Museo Histórico Nacional. Gentileza INB Arriba, Casa del coronel de marina Tomás Espora. Se encuentra en Av. Caseros 2526, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Histarmar) signia el Comandante de las Fuerzas Navales del Imperio del Brasil, el almi- rante Lord Thomas Alexander Cochrane; por lo tanto, Espora y Marques de Lisboa fueron subordinados de aquel bravo almirante escocés en diferentes períodos históricos5. Durante 1823 el voluntario Joaquim Marques de Lisboa participó, bajo las órdenes del almirante Cochrane, en distintas operaciones contra los por- tugueses que todavía resistían en diferentes puntos del Imperio del Brasil. Luchó en el combate naval de Punta de San Antonio, e intervino en el largo bloqueo al puerto de Salvador. Su actuación más destacada fue la prolongada y tenaz persecución con la fragata Niterói, a través del Atlántico, a la impo- nente escuadra de guerra y de la flota mercante de los lusitanos que bus- caban regresar a Portugal, a la cuales combatió y logró capturarles numerosos buques (julio-noviembre de 1823), algunos muy cerca de la mismísima costa portuguesa. El almirante Cochrane y otros altos jefes navales imperiales de- stacaron la actuación de Joaquim Marques de Lisboa en aquellas acciones. A principios de 1826 ascendió a segundo-teniente, luego de concluir sus es-

5 Tomás Espora, como Joaquim Marques de Lisboa, também servira sob as ordens do Almirante Co- chrane, quando este chefiava a campanha naval do Pacífico, na luta pela independência das colônias espanholas na América do Sul. O que vale dizer que ambos perteneciam à mesma escola, na qual a bravura e o desprendimento pela vida na luta em defesa da Pátria e da honra de cada um constituía un apanágio de seus alunos. Lima, J. F. de. Marquês de Tamandaré. Patrono da Marinha (Seu Perfil Histórico), p. 91. 21 • Revista del Mar • Un duelo de caballeros •

tudios en la Academia Imperial de Marina de Río de Janeiro. Durante la guerra contra el Imperio del Brasil (1825-1828), Tomás Espora ejerció el coman- do de diferentes buques y cumplió cargos en tierra. Por su notable desempeño, fue uno de los mari- nos más destacados de esa guerra, lo que le significó ser distingui- do y felicitado por el almirante Guillermo Brown en varias opor- tunidades, además de recibir sus ascensos a sargento mayor y a te- niente coronel, siempre al servicio de la Marina. Luchó en Colonia (26 de febrero de 1826); Los Pozos (11 de junio de 1826); Quilmes (29 y 30 de julio de 1826), donde Almirante Joaquim Marques de Lisboa, comandó la célebre fragata 25 de Marqués de Tamandaré (1807-1897). Fuente: Wikipedia Mayo; campaña de Juncal (febrero de 1827); y Bajíos de Arregui (29 y 30 de mayo de 1828), entre tantos otros combates navales, además de condu- cir campañas de corso contra el comercio brasileño. En la Guerra da Cisplatina (así denominada por los brasileños), contra las Provincias Unidas del Río de la Plata (1825-1828), el teniente Joaquim Marques de Lisboa tuvo una actuación relevante, y fue muy apreciado por el comandante James Norton, uno de los más bravos y destacados jefes na- vales imperiales. Marques de Lisboa participó en numerosos combates na- vales de aquella guerra: Punta Colares o Corales (8/9 de febrero de 1826), Balizas Exteriores (23 a 25 de mayo de 1826), Los Pozos (11 de junio de 1826), Quilmes (29 y 30 de julio de 1826), campañas de Patagones (febrero y octubre de 1827), y contra corsarios en Ensenada (24 de agosto de 1828). Como comandante de la goleta Bela Maria desde el 29 de abril de 1828, se

22 • Revista del Mar • Un duelo de caballeros • enfrentó al bergantín-goleta 8 de Febrero del teniente coronel de marina Tomás Espora en los Bajíos de Arregui (29 y 30 de mayo de 1828), en una lucha prácticamente personal6. El 20 de abril de 1829 Tomás Espora recibió su ascenso efectivo a coronel de marina. Durante el primer gobierno de Juan Manuel de Rosas (1829-1832) ocupó el cargo de Comandante General de Marina y Capitán del Puerto de Buenos Aires. En 1834 comandó una escuadrilla para enfrentar una invasión paraguaya al Noreste de nuestro país. Falleció en la ciudad de Buenos Aires el 25 de julio de 1835, por un derrame cerebral, a la edad de 34 años. Joaquim Marques de Lisboa vivió muchos años más (¡62!) que Tomás Espora. Durante el período de la Regencia en el Imperio del Brasil (1831- 1840), Marques de Lisboa comandó distintos buques y efectuó numerosas actividades navales, especialmente las que se realizaron para sofocar las va- rias revueltas separatistas que estallaron en diferentes puntos del Imperio. Luego de 1840, Joaquim Marques de Lisboa ocupó diversos cargos en la Marina brasileña, que le permitieron concretar una brillante carrera naval y profesional: Comandante de las Fuerzas Navales brasileñas en el Río de la Pla- ta, Capitán del Puerto de Río de Janeiro, Inspector del Arsenal de Marina de la Corte, Miembro del Consejo Naval y del Supremo Tribunal Militar, Consejero del Imperio y Comandante de las Fuerzas Navales Aliadas durante la guerra de la Triple Alianza (1865-1866). Además, fue distinguido con numerosas conde- coraciones y títulos de nobleza: Barón de Tamandaré, Conde de Tamandaré y, finalmente, Marqués de Tamandaré. Ascendió a Almirante en 1867. El almirante Joaquim Marques de Lisboa, marqués de Tamandaré, falle- ció el 20 de marzo de 1897 en la ciudad de Río de Janeiro, a los 89 años de edad, víctima de un síncope. Su larga vida le permitió presenciar todas las etapas de la historia del Brasil: Colonia (1807-1822), Imperio (1822-1889) y República (1889-1897). Por su trayectoria y prestigio, fue declarado “Patro- no de la Marina del Brasil”.

6 Cuando el 8 de Febrero de Tomás Espora encalló en los Bajíos de Arregui, Joaquim Marques de Lisboa, que não se detendo na perseguião e acompanhando a arriscada manobra do inimigo, que acabou en- calhado, foi a encalhar com sua escuna perto dele. Então, o que passou á vista dos demais navios foi qualquer coisa de emocionante, uma vez que, por dez horas, travaram os dois valente comandantes um encarniçãdo duelo, que só terminou com o esgotamento da munição do argentino. Lima, J. F. de. ibídem, p. 91.

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Un anteojo marino, símbolo de la caballerosidad de dos comandantes navales

Volvamos ahora nuevamente al combate naval de Bajíos de Arregui. Al des- cubrir que el 8 de Febrero se encontraba en medio de la División brasileña, Tomás Espora resolvió entablar combate y embicar, retirándose hacia la cos- ta; en ese crítico momento, nuestro jefe naval, según su costumbre en tales ca- sos, se paseaba de babor a estribor con la espada y el anteojo bajo el brazo...7. En la noche del 29 de mayo, luego de diez horas de intenso duelo artillero entre el 8 de Febrero y los 10 buques imperiales (especialmente con la Bela Ma- ria), el combate ya había finalizado. Mientras los buques del Imperio se prepara- ban para capturar o hundir a nuestro buque, Tomás Espora decidió evacuar el 8 de Febrero y envió a tierra a los heridos y a toda la tripulación; durante esa crítica operación, el jefe naval argentino al través de las sombras trasporta su anteojo de un horizonte a otro con la rapidez de los hipógrifos de Ariosto...8. La goleta Bela Maria fue el buque encargado de concretar la rendición y la captura del bergantín-goleta 8 de Febrero, pero como su comandante el teniente Joaquim Marques de Lisboa sospechaba que Tomás Espora podría hacer volar su buque para que no cayera en poder del enemigo, éste le con- testó: “Atraque, señor oficial, con confianza, pues le doy mi palabra que están clavados los cañones, y no tengo pólvora ni para un cigarro”9. El teniente coronel de marina Tomás Espora y el capitán Toll y Bernadet le solicitaron al teniente Joaquim Marques de Lisboa entregar sus espadas a oficiales del mismo nivel que ellos. El comandante de la Bela Maria explicó que a pesar de carecer de instrucciones, no vacilaba en conducirlos armados hasta la goleta a que pertenecía, porque tanto él, como sus compañeros, de- searían poder imitar su conducta en un caso análogo10.

7 Carranza, A. J. Campañas Navales de la República Argentina, ob. cit., 2º edición, volumen II, tomos 3 y 4, p. 489. 8 Carranza, A. J. Campañas Navales de la República Argentina, ob. cit., 2º edición, volumen II, tomos 3 y 4, p. 490. 9 Carranza, A. J. Campañas Navales de la República Argentina, ob. cit., 2º edición, volumen II, tomos 3 y 4, p. 491 (con comillas y cursiva en el original). 10 Carranza, A. J. Campañas Navales de la República Argentina, ob. cit., 2º edición, volumen II, tomos 3 y 4, p. 491. 24 • Revista del Mar • Un duelo de caballeros •

Museo Naval y Oceanográfico, Río de Janeiro. Fotografías del autor

Entre el 30 de mayo y el 2 de junio, Tomás Espora y los pocos hom- bres que lo acompañaban permanecieron a bordo de su brava rival la goleta Bela Maria, donde fueron magníficamente tratados. Los heridos recibieron los correspondientes cuidados, y tanto a Espora como a Toll y Bernadet se les permitieron conservar sus espadas. Luego pasaron a la corbeta insignia Liberal (a bordo de la cual recibieron iguales muestras de respeto y consid- eración), y finalmente fueron enviados a la ciudad de Buenos Aires. Pero an- tes de volver a su ciudad natal, el teniente coronel de marina Tomás Espora tuvo dos gestos de gran nobleza con el teniente Joaquim Marques de Lisboa, que lo demuestran como un auténtico Caballero del Mar:

Ao sair, despedindo-se do Tenente Marques Lisboa, comandante da Bela Maria, que o aprisonara, o Comandante Domingos Espora, en reconhecimento ao tratamento respeitoso que dele recebera, não só o abraçou fraternalmente, como ainda ilhe ofertou, como lembrança daquele encontro, o óculo que o Almirante Brown ilhe presentara na Batalha de Quilmes11.

El anteojo marino o catalejo que el coronel de marina Tomás Espora obse- quió al entonces teniente Joaquim Marques de Lisboa, y que actualmente se conserva en el Museo Naval y Oceanográfico de Río de Janeiro, fue utilizado

11 Lima, J. F. de. Marquês de Tamandaré. Patrono da Marinha (Seu Perfil Histórico), ob. cit., p. 92. 25 • Revista del Mar • Un duelo de caballeros • sucesivamente por el almirante Guillermo Brown12, por el coronel de marina Tomás Espora y, finalmente, por el Patrono de la Marina del Brasil el almi- rante Joaquim Marques de Lisboa, Marqués de Tamandaré. Fue así testigo de grandes, importantes y decisivos acontecimientos de la historia naval de Sudamérica. Aquella pieza histórica simboliza el reconocimiento y la gratitud entre dos grandes próceres navales de Argentina y Brasil, el coronel de marina Tomás Espora y el Marqués de Tamandaré, respectivamente, a la vez que constituye un sólido testimonio de espíritu caballeresco y de respeto entre Hombres de Mar. •

Bibliografía ARGUINDEGUY, Pablo E. Apuntes sobre los buques de la Armada Argentina, tomo I. Buenos Aires, Departa- mento de Estudios Históricos Navales, 1972. ARGUINDEGUY, Pablo E. y RODRÍGUEZ, Horacio. Uno de los tres valientes. Espora. Buenos Aires, Instituto Browniano, 1992. CAILLET BOIS, Teodoro. Historia Naval Argentina. Escuela Naval Militar, Talleres Gráficos de la Escuela Naval Militar, 1967. CARRANZA, Ánjel Justiniano. Campañas Navales de la República Argentina, 2º edición, volumen II, tomos 3 y 4. Buenos Aires, Departamento de Estudios Históricos Navales, 1962. LANNING, Michael L. Chefes, Líderes e Pensadores Militares. Río de Janeiro, Biblioteca do Exército Edito- ra, 1999. LIMA, José Francisco de. Marquês de Tamandaré. Patrono da Marinha (Seu Perfil Histórico). Río de Janeiro, Serviço de Documentação da Marinha, s/f. PICCIRILLI, Ricardo y GIANELLO; Leoncio. Biografías Navales. Buenos Aires, Departamento de Estudios Históricos Navales, 1963. RATTO, Héctor Raúl. Espora 1835-1935. Buenos Aires, Establecimiento Gráfico Argentino S.A., 1935. ------. Historia del Almirante Brown, 3º edición. Buenos Aires, Instituto de Publicaciones Navales, 1986.

12 Es posible que dicho anteojo marino fuera obsequiado por el almirante Guillermo Brown a Tomás Espora luego del combate naval de Quilmes (29 y 30 de julio de 1826), dada la notable participación de Espora en esa memorable y dramática acción naval.

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Historia marítima y naval

Francisco Zorrilla, esclavo liberto, marino y soldado, compró su libertad sirviendo a la patria1

Por Tomás Merino2

orría septiembre de 1814, luego de las acciones navales que comandó el almirante Guillermo Brown entre marzo y mayo de ese año, el 21 de Cjunio el gobernador realista de Montevideo se rendía y abría la ciudad a las fuerzas patriotas al mando de Carlos de Alvear. A partir de esa fecha todos los pertrechos en depósitos del Arsenal de Marina realista y que po- dían ser de utilidad a las fuerzas patriotas, fueron llevados a Buenos Aires. Por razones presupuestarias, ya no siendo necesaria con las dimensiones que había alcanzado, la flota debía reducirse y comenzaban las ventas de varios de los buques que la integraban. Otro problema relacionado con la flota y quienes habían sido sus tripu- lantes era la paga que se les adeudaba. Esa tarea la debía cumplir Guillermo P. White, y por sus turbios manejos los afectados se quejaron ante el almi-

1 Archivo General de la Nación, Departamento de Documentos Escritos, Caja IX-24-5-6, Guerra y Ma- rina, Legajo 47 Expediente 18 (10 Septiembre 1814- 28 junio 1815) Esclavo Francisco, su libertad por servir en la escuadra de Brown. 2 Capitán de navío (R). Especializado en comunicaciones y submarinos. Fue comandante del transporte Canal Beagle y del submarino San Juan. Magíster en Historia de la Guerra (Instituto de Enseñan- za Superior del Ejército-Escuela Superior de Guerra). Miembro de Número Académico del Instituto Nacional Browniano, del cual fue vicepresidente 2º y es actual secretario general. Es miembro del Instituto Argentino de Historia Militar. Autor de numerosos artículos, y del libro Desde el 25 de Mayo es Invencible la causa Americana. Combate naval de San Nicolás de los Arroyos, 2 de marzo de 1811. Conferencista sobre temas históricos.

27 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla • rante Brown, quien era Comandante de la Escuadra. Brown ante el problema que tenían sus subordinados, increpó a White en público y ante la reacción de este lo hizo detener a bordo de una goleta. Pero poco después el Director Supremo Posadas lo sobreseyó y White recuperó su libertad. Pero esa es parte de la historia conocida, en esos días, en el despacho del coronel Francisco Javier de Viana, a cargo de la Secretaría de Guerra y Marina del director supremo Gervasio Antonio de Posadas, ingresaba el siguiente documento:

“Exmo Señor, Francisco, Moreno Esclavo del finado Don Manuel So- rrilla, hoy a cargo de su viuda Doña María Saturnina Sierra, ante Vuestra Excelencia, me presento y digo: que sin embargo de mi triste cituación de la servidumbre, me he dedicado a servir a la Patria; em- pleándome en el servicio de Marina, en la Sumaca Trinidad, hallán- dome en los convates de Arroyo de la China; y en el último convate de la Esquadra nuestra y Montevideana, en que tengo parte de presa, y sueldos devengados a razón de 30 pesos mensuales; en esta virtud, ocurro reverentemente a vustrea Excelencia, suplico que teniéndome por presentado se sirva, mandar se me tase por el que lo es de esta ca- pital; y que con el importe de todo lo que tengo devengado, se satisfaga a mi Ama lo que se abalue por mi persona, y en su consequenca me otorgue mi Carta de Libertad para continuar en el servicio de Mari- na, en obsequio de la Patria. Por tanto A Vustra Exclencia suplico me conceda esta gracia en justicia que imploro de vuestro supremo poder. Por el Suplicante Martín Alpizer.”

Hasta entonces en Buenos Aires se habían producido en las Provincias Uni- das dos hechos muy importantes en relación a los esclavos, y que marcan el inicio del la larga transición a la total abolición de la esclavitud expresada en el Artículo 15 de la Constitución Argentina de 1853. El primero fue un decreto del Primer Triunvirato de abril de 1812 donde se establecía el fin del comercio de esclavos desde el exterior al …prohibir la introducción de expe-

28 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla • diciones de esclavatura en el territorio de las Provincias Unidas…3, que aun- que sufrió modificaciones posteriores, fue un primer paso. El segundo fue el dictado de la libertad de vientres de las esclavas por parte de la Asamblea General Constituyente y Soberana del Año 1813 el 31 de enero de ese año, que se sumó a la ratificación el 4 de febrero siguiente de lo ya aprobado por el Primer Triunvirato al disponer que los esclavos que ingresaran a territorio rioplatense provenientes de otros estados serían libres. Estas disposiciones sufrieron modificaciones y limitaciones, pero marcaron el camino que ter- minó como ya se dijo en la Constitución de 1853. Así Francisco, hasta enton- ces esclavo, y dentro del espíritu de las autoridades de las Provincias Unidas del Río de la Plata, iniciaba el trámite de comprar su libertad. De inmediato Viana dio curso al pedido recibido, haciendo tomar co- nocimiento del mismo a la mencionada señora Sierra, Ama de Francisco. Dicha señora en un primer momento se excusó de informarse aduciendo pretextos frívolos relacionados con el trato formal que expresaba la nota que se le envió. Poco después pasó a los suburbios de la ciudad, más allá de los Corrales de Miserere, donde fue complicado a los oficiales de justicia locali- zarla, pero finalmente, casi terminado el mes de septiembre hacía la siguien- te presentación:

“Exmo Señor, No me ha sido posible evacuar el informe que V. E. se ha servido pedirme a las instancias de mi Negro Francisco, por no tener conocimientos de sus repetidas pretenciones, sino por relación que el mismo verbalmente me a hecho, y aseguro a V. E. que no dé el mayor crédito a sus exposiciones; ahora lo hace contestando al supre- mo decreto de V. E. diciendo que no se con que derecho podrá exigir mi criado Francisco la propiedad de los sueldos y partes de presas que por qualesquiera suceso de los que frecuentemente se experimentan en la Guerra, yo habría quedado despojada de mi criado, yo espero que V. E. se sirva ordenar al Comisario de Presas y de Marina no entreguen cantidad alguna al nominado Negro por parecerme muy

3 Decreto del Primer Triunvirato del 9 de abril de 1812. Publicado en el Suplemento a la Gaceta Ministe- rial del 15 de mayo de 1812.

29 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla •

justo no quede yo privada a su deformación. Estoy muy pronta a que el suplicante quede libre de mis servicios y tendré una satisfacción en que se hagan apreciables a la Patria, por escasa situación de ser una muguer viuda con familia, no me permite usar de la generalidad, de franquearlo sin el legítimo abono de su importe. Buenos Ayres y Sep- tiembre 29 de 1814. María Saturnina Sierra.”

Ante esta posición de la Ama de Francisco, pocos días después se inicia un intercambio de notas que van engrosando el expediente, donde Francisco re- itera que “… con mis sueldos devengados de la Marina, apreciada mi persona, se me de la libertad…”. Doña María Saturnina Sierra argumenta que:

“…yo estoy muy distante de convenir en que quede libre pues merita de los sueldos y parte de Presas que puedan corresponderle en el servicio de marina, esta es una acción que solo puede dudarla Francisco que corresponde a la ama, y no al criado; si mi anterior exposición así no lo ha manifestado, sírvase VS darle este concepto; si mis facultades fuesen otras, podría acaso eximirme de la regla general, donando al Estado, pero por qué principio habré de sufrir el quebranto de que se han parti- cipado todos aquellos cuyos esclavos han sido destinados al Servicio de la Patria; yo espero que VS, en uso de la Justicia que pido se sirva dis- poner se me entreguen como llevo dicho los sueldos y partes de presas, y que si el negro, ha de destinarse a las armas, se me abone por separado, como se ha practicado con los de los Regimientos N° 7 y 8.”

Pero ante el desconocimiento del paradero de Francisco y la no concurrencia de la Ama al despacho del escribano, el expediente queda guardado sin curso. Pasadas las semanas, ya avanzado diciembre, y mejor asesorada por sus abogados, ahora la Ama, y por fuera del expediente que ya se estaba tramitando, realiza la siguiente presentación al Gobernador Intendente de Buenos Aires:

“Señor Gobernador Intendente. Dña María Saturnina Sierra, Ama del negro Francisco que actualmente se halla en el Hospital. Digo que aquel esclavo de propio arbitrio tomó plaza en la Sumaca Trinidad,

30 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla • una de las del bloqueo contra el Puerto de Montevideo, trasladándose del Lanchón de auxilio distinguido del N° 1°, donde le tenía concha- bado por 14 pesos mensuales. Pero sucede, que contando este con los sueldos ganados en la Sumaca Trinidad, y con que se yo, que parte de presa procedió a demandarme ante el Exmo Señor Supremo Director, su libertad por el justo precio en que fuese tasado y prometía abonar- me sobre el fondos de aquellos intereses que cuenta ciertos y suyos. El conocimiento, de este asunto se remitió a VS por su Excelencia; y de facto al de este Gobierno é Intendencia de Provincia se practicaron algunas diligencias bajo actuación del escribano Dn Josef Ramón de Basavilbaso. Bien que hace algunos días que el expediente corre por estrabiado u perdido en tal conformidad, que a pesar de habérsele so- licitado con todo esmero no he podido descubrir su existencia sufrien- do mientras entre otras extorciones la de estar privada del servicio de dicho esclavo por algunos meses, y correr el riesgo de su pérdida por resultado que aquel quedara requisado en resultas de exija resivida independencia tenida después de haber proclamado su libertad por la referida demanda. Pero como parece concluirla resguardándome del fondo de ventajas sobre que el dicho esclavo se ha amparado arbitra- riamente, substrayéndose así mismo de mi poder, casa y obediencia; combiene que el citado escribano, por el Libro de conocimiento ateste de quanto conduzca al allasgo del sobre dicho expediente y demanda: espero de la sircunspección del Gobierno se sirva a providenciarlo sin perjuicio de mandar se expida orden al Hospital Beletmitico para que inmediatamente que comparezca el esclavo de parte de VS sin permi- tirlo por modo alguno salir del mismo a fin de probeher lograda su cu- ración el sequestro y deporte de su persona bien en la cárcel pública, o en el lugar donde queden asegurados completamente los temores de fuga. Pues uno y otro es conforme a justicia y por lo tanto a VS pido y suplico se sirva proveer y mandar como en esta está escrito queda expuesto, y repito por conclusión, con costas. Antonio de Ezquirrenca. María Saturnina Sierra.”

31 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla •

El gobernador intendente Antonio González Balcarce, ante esta presentación ordena la localización de lo actuado los meses anteriores. Además de este trámite dispuesto por Balcarce, como se verá más adelante esta presentación de la Ama provoca que Francisco ingrese en la cárcel según pedía ella, pero no se pudo determinar por orden de que autoridad fue dispuesta tal medida. Una vez localizado el expediente, y requerida por Balcarce su vista por parte del regidor protector de esclavos4 Don José Clemente Cueto, a media- dos de diciembre de febrero de 1815, este opinaba:

“…que por proceder con mas acierto en la presente demanda con- viene se sirva VS mandar que Dn Guillermo White de sugeto que hubiese estado encargado de los sueldos correspondientes a la Marina del Estado, informe sobre los que ganó mi protegido, y si son debidos, como igualmente de la parte de presa que le cupo por la rendición de la Escuadra, y ocupación del Puerto de Montevideo, cuya diligencia evacuada que sea, y resuelto el expediente se evacuará la vista que dejo pendiente.”

Pocos días después agrega: “Otro si digo: que el negro Francisco advierto que se halla en la Cárcel sin previo mandamiento de VS como lo solicitó la ama, por el anterior escrito, por lo que y no siendo justo que este infeliz quedo re- presenta sus servicios a la Causa común gima entre la prisión privado de todo auxilio se ha de servir VS que por la ama inmediatamente se saque en el día, dándole libertad para las agencias del pleito que sostiene por ser de justicia.” El 6 de marzo siguiente White contesta:

“El esclavo Francisco Sorrilla entró a servir en la Zumaca del Estado La Trinidad el día 5 de Abril de 1814; se ha designado para iguales casos el sueldo de 20 pesos mensuales hasta el 31 de Julio siguiente; y posterior, el de 14 pesos. Recivio al tiempo de su salida 10 pesos; cuya suma, con

4 El Regidor Protector de Esclavos era un funcionario judicial previsto en el derecho español con antecedentes en el derecho romano y sus tareas en las relaciones Amo-Esclavo en esa época esta- ban fijadas por Carlos IV desde 1789 en la“Real Cedula de su Magestad sobre la Educación, Trato y Ocupaciones de los esclavos en todos sus dominios de Indias é Islas Filipinas, baxo las reglas que se expresan”. 32 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla •

mas el valor de ropa que haya recibido, y de quedar dará razón su co- mandante D. Angel Hubac, como igualmente del tiempo de su servicio debe descontarse del importe de sus sueldos. Haviendo permanecido este individuo en servicio hasta la rendición de Montevideo, le puede tocar de parte de presa 40 pesos poco mas o menos, no sabido con mas exactitud su importe por no saberse aun el de el fondo de presas.”

Analizada la respuesta por el Regidor Protector de Esclavos, y siendo necesario ampliar información pide al Gobernador Intendente que el sargento mayor Án- gel Hubac, comandante de la zumaca Trinidad amplíe lo informado por White. Además advirtiendo que Francisco, esperando el resultado de su pedido, había terminado encarcelado, también le solicita al Gobernador Intendente “que por uno de los Ministros se le lleve al negro preso a Dña María Saturnina Sierra por ser dispuesto de otro modo que esta Señora cuyo paradero se ignora de cumplimiento a lo mandado a mi anterior pedimento siendo de su costa la diligencia que es de justicia ut supra.” La respuesta de la señora María Saturnina Sierra no se hizo esperar, y nue- vamente con el asesoramiento de su abogado presenta la extensa nota siguiente:

“Dña María Saturnina Sierra, Viuda del Finado Dn Manuel Sorrilla, y Ama del Negro Francisco Moreno, que se halla preso en la Cárcel Pública. Digo: que por conducto seguro, he sido informada de delibe- ración de VS expedida con fecha 14 del mes próximo pasado de mar- zo, a instancia del Sr. Regidor Dn José Clemente Cueto que se titula Protector de Esclavos, por la que se ordena sea aquel conducido de un ministro de Justicia, a mi casa; excarcelándose. Pero sin perjuicio de haber de informar, Dn Angel Hubac, Comandante de la Zumaca Trinidad, a cerca de la parte de presa, y jornales correspondientes a Francisco, en calidad de Marinero de la misma, con que cuenta para satisfacer el precio en que sea tasado: a fin de adquirir, por este preci- so modo, libertad, que me demanda.

Con el referido motivo, he podido instruirme del breve expediente forma- do en razón de ella; y advierto cosas tan particulares a cerca de la acción

33 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla • sobre que se proclama judicialmente la libertad de Francisco; del modo; y de la representación bajo de que se egecuta. Que no puedo menos de po- nerlo en consideración de VS con el objeto de afianzar mi justa defensa, y causa, según conformidad que no resulte tan dilatada, y dispendiosa como lo sería, si aquellos empeños, se hubieran de llevar adelante por los térmi- nos en que se presentan.

Persuadida por ejemplares de repetida propia experiencia del genio espirituoso, atrevido e insolente del Esclavo Francisco, que desde que murió mi finado consorte, me ha llenado, por medio de formidables amenazas, de temores, cuidados, y sobresaltos; tomé la resignación de ponerle a bordo, con plaza de Marinero, en el Lanchón de Auxilio, dis- tinguido del N° 1° ganando 14 pesos mensuales. Y cuando yo reposaba ya de todo cuidado, hizo fuga, transbordándose a la Zumaca Trinidad, que con otras embarcaciones se destinaron a batir la Esquadra nabal armada por el Gobierno de Montevideo, y a bloquear posteriormente su Puerto; habiendo en razón de la plaza de Marinero que sentó en dicho segundo buque, vencido por varios meses jornales, que deben sa- tisfacerse a 20 pesos mensuales desde 5 de Abril de 1814 hasta 31 de Julio; y despues a 14 con mas cierta parte de presa, que ascenderá a 40 pesos mas o menos; según el informe de foja 6ta. Si pues quanto gana el Esclavo, mientras lo es, no lo adquiere para si, sino para su amo, según principios de todo buen dueño; no es posible considerarse a Francisco con acción alguna para a costa de estos intereses, que no son suyos, si mios propios, demandarme libertad. Principalmente quando otras adquisiciones resultan verificadas en defraudación de aquellas a que le tenía dedicado, y con riesgo inminente de la pérdida de su persona, que se habría refundido en mi solo individuo, a pesar según no podía contarse con mi consentimiento y voluntad para haber tomado la Plaza de Marinero en el citado buque de guerra, y concurrido a las empresas hostiles marítimas, a que se le dedicó.

Si pues Francisco, como no se duda, ni puede dudarse, no ha proclamado, o demandado su libertad por otro modo, que el de entregarme el precio en que se

34 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla • avalore, según legítima tasación, y si para esto no cuenta con mas fondo que úni- camente aquellos jornales adeudados, y correspondiente parte de presa, es claro que siendo todo ello mio propio, no suyo, aparese convencido sin acción para tal exfuerzo por absoluto defecto de caudal con que hacer la costa, y ejercitar el dueño que apenas podría considerársele en distinta disposición de fortuna. Por quanto aun en este segundo caso le restaba allanar mi aquiesencia al intento.

Si Señor, quiero decir que aún en el supuesto en que Francisco contase con Patrimonio propio para satisfacerme el precio en que fuese tasado, con el objeto de libertarse; le restaba convencer que yo podía, y debía ser obligada a enagenarme del mismo, sin mas causa, que el beneficio de la libertad, o aspirar a conseguirla por el precio de justa tasación. Mientras estas observaciones conducen a advertirle, como se ha dicho ya, sin acción alguna en que ejercitar la propuesta demanda, yo dejo a salvo, la que me concede todo correcto dueño, para recaudar esa parte de presa, y jornales adeudados, luego que por el informe últimamente pedido, se manifieste su importancia; y hagan sobre la misma, las deducciones expresadas por el citado de fojas 7. El desorden, y arbitrariedad, con que por el expediente de la materia, aparece haberse conducido Francisco en la inconsiderada proclamación de libertad, lo desviaron de ocurrir con ella al Tribunal de Arvitros, ni de Concordia, en el que pretermitida, desde luego, toda la actuación, que se tiene entre manos; yo me venía libre del presente pleito, y el desengañado. Pero ya que por tales principios ha procedido a formalizar el asunto, sin la observancia tan reencargada de aquella formalidad por el reglamen- to de instrucción; y ya que no me es permitido mirar con indiferencia una infracción, que no me puede ser mas perjudicial; también me re- servo usar de la respectiva excepción, para que no se le oiga, o no se le continúe oyéndole, sino después de allanado aquel tropiezo, ante dicho tribunal de Concordia con el Expediente de la materia. Si lo que acaba de exponerse, manifiesta lo que se encuentra dig- no de reparo en dicha actuación acerca del modo, bajo segimiento se ha deducido, y propuesto la incivil demanda de libertad; es de mejor recomendación quanto en la misma se registra, con respecto a la re-

35 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla • presentación del esclavo, encargada por el Decreto de foja 4 vuelta del Señor Regidor Sindico Procurador, Protector de Esclavos; pues si el año pasado de 1814 que es la fecha de dicho decreto, la persona que sirvió tal veintiquatria o Regimiento fue el Dn Manuel Vicente de Masa, y el presente Dn Mariano Tagle; no es posible desentenderse de los inconvenientes, que producen estos dos hechos de notoria constan- te verdad, contra la personería del Sr. Regidor Dn José Clemente Cue- to que se titula protector de Esclavos y por varias circunstancias con comitentes a la propuesta demanda, veo resistida la calidad de Pobre en el clientulo o protegido hasta el extremo de haber usado por volun- tario comprobante de contrario concepto, en quatro escritos, del papel señalado para el uso de personas pudientes. Pero sin embargo de que me es indiferente que la representación del Esclavo Francisco en la proclamación de libertad, se empeñe bien el Señor Regidor Defensor General de Pobres, o por el Señor Regidor Síndico Procurador Protec- tor de Esclavos; con todo ello deseosa de desviarla de articulaciones, bajo de que exponese la protección y representación de Francisco para que se digne fijarla por medio de providencia, que obseqüente con el Decreto d fojas 4 vuelta dege expedito tan solo uno de dos ministerios para el desempeño de ambas, según la naturaleza, actual estado del asunto, y forma prevenida por el reglamento de institución del tribu- nal de Concordia. Por este medio logrará el Esclavo, promover su dueño, sea qual sea, según modo, que para nada haga falta su personal diligencia. Y de con- siguiente aun quando me preste, como de hecho me presto obseqüente, a que se le excarcele, no puedo consentir en que se traslade a mi casa; si a una Panadería u otro igual destino que de acuerdo con su represen- tante se elija apercibiéndosele primero muy seriamente con la pena de azotes u de otra que sea mas del judicial agrado, para que por ningún motivo, ni en tiempo alguno se aserque a la mia hasta en distancia de quatro quadras alrededor. En cuya virtud: A VS Pido y Suplico se sirva proveer mandar como en este Escrito queda expuesto, y repito por Con- clusión. Antonio de Ezguerrema. María Saturnina Sierra.”

36 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla •

Conocida por parte del Regidor Protector de Esclavos esta extensa nota de la señora Sierra, este actuó con prontitud y buscando defender los derechos de Francisco, quien había expuesto su vida en defensa de la Patria y estaba re- cibiendo como retribución permanecer encerrado en una cárcel. Así realizó varias acciones entre las cuales se destaca un acuerdo con la Ama de Francisco, que una vez encaminadas informaba con formato de un convenio firmado por él y la señora Sierra al Gobernador Intendente con esta encendida nota:

“Sr Gobernador Intendente. El Regidor Protector de Criados dice que conducido el Francisco Zorrilla de un noble impulso de ser útil a su Patria, y de contribuir a su Libertad, se substrajo voluntario del Lan- chón en que la Ama le había puesto a Conchavo, y asentó plaza en la Zumaca Trinidad, de los buques de fuerza del Estado.” “Esta fue una de las que mas se distinguieron, por haberse hallado en las dos gloriosas acciones de Martín García, y frente de la Esquadra de Montevideo, que abrió las puertas de aquella Plaza, preparando a las armas libertadoras su mayor timbre, y a la Patria el mayor triunfo. Partícipe de tanta gloria mi protegido continuó en el servicio, hasta que su Comandante Dn. Angel Hubac, lo remitió a la Capi- tal por carta de la Ama Dña María Saturnina Sierra, que repetía la esclavitud de su persona; llegado que fue se personó al regidor de Pobres, y recomendó sus servicios implorando su auxilio para la liber- tad, para cuyo precio ofreció a su Ama los sueldos vencidos, parte de presa que le tocaba, y no alcanzando lo que en lo sucesivo adquiriese. No satisfecha la Ama con su propuesta se figuró expediente el que según su estado, ulterior substanciación y demoras consiguientes im- portaría gastos y perjuicios a los interesados, que pueden con utilidad recíproca obviarse, consultando el beneficio del Criado y Ama. Para ello he convenido con esta, y con consentimiento de Zorrilla, que dejándosele a la Ama los sueldos vencidos y no pagados, le ceda esta la parte de presa, y con ella y la mitad de los sueldos que devengue en la marina, o alguno de los regimientos en que se le coloque se le com- plete el valor del Criado para que se le otorgue la Escritura de Libertad. De este modo cree el Ministro conciliar los derechos de ambas partes, lo

37 • Revista del Mar • Francisco Zorrilla •

mismo que el decoro y el honor de las armas de la Patria, la que no pue- de consentir que los valientes que han tomado su defensa participando de sus peligros y libertándola de los enemigos, vuelvan a gemir en la servidumbre recibiendo en premio de sus afanes: La Patria su Libertad y sus verdaderos hijos la esclavitud por cuyas consideraciones pide el ministro que aprobándose dicho convenio se sirva VS ratificarlo por su judicial aprobación que es de justicia. Buenos Ayres y Mayo 16 de 1815. Otro si digo: “que aprobada que sea esta propuesta se ha de servir VS mandar que el negro se ponga en libertad y se coloque en alguno de los regimientos procediéndose a su tasación por Dn Juan Angel Vega por ser de justicia ut supra. José Clemente Cueto.”

Este proyecto de convenio acordado por el regidor protector de esclavos Dn. José Clemente Cueto con la señora María Saturnina Sierra, Ama de Francisco Zorrila, fue aprobado por el recién asumido gobernador intendente Manuel Luis de Oliden5, dándole carácter de Decreto con fecha 22 de mayo, quien también ordenó que se practique la tasación de Francisco de inmediato. El tasador público justipreció a Francisco, que tenía en ese momento 32 años de edad y que se encontraba sano, en doscientos sesenta pesos. Así el 17 de junio de 1815, el gobernador intendente Oliden ordenó:

“Pase el Moreno Francisco Zorrilla a servir de soldado en el Regimien- to N° 8, con oficio al Señor Coronel del mismo, en que se le prevenga el gravamen que por su convenio con su ama Dña Saturnina Sierra, reconoce de ceder a esta medio sueldo hasta cubrir lo que faltare hasta el completo de doscientos setenta pesos en que ha sido tasado, despues que se liquide o reciba la parte de presa que corresponda a Zorrilla y consigna a dicha señora en parte de pago de su libertad.”

Por último el 28 de junio siguiente el coronel Manuel Dorrego informaba al Gobernador Intendente:

5 El cargo había pasado a mediados de abril de ese año en forma interina al Cabildo de Buenos Ai- res dominado por el general Miguel Estanislao Soler, al ser depuesto como Director Supremo Carlos María de Alvear, siendo designado el Gobernador Intendente recién el 19 de mayo.

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“Señor Gobernador Intendente. Queda incorporado en el Regimiento de mi cargo, el Moreno Francisco Zorrilla, en virtud del convenio que VS me avisa haberse celebrado por él con su Ama, Dña María Satur- nina Sierra, e igualmente queda anotado en la Mayoría el gravamen que por el citado convenio reconoce de ceder a la citada Dña María Sa- turnina Sierra, medio sueldo, hasta cubrir lo que faltare al completo de doscientos setenta pesos en que ha sido tasado, salva la liquidación de parte de presa. Lo que comunico a VS para su gobierno. Dios Guarde a VS ms as, Buenos Ayres 28 de Junio de 1815. Manuel Dorrego.”

El Regimiento de Infantería había sido creado el 13 de julio de 1813 por el general y recibió su bautismo de fuego en la jornada de Vilcapugio el 1 de octubre de ese mismo año, perdiendo su vida el jefe del regimiento, el segundo jefe y más de la mitad de sus oficiales y tropa. Replegados sus supervivientes a Buenos Aires, en 1814 fue reconstituido y su tropa se conformó con esclavos que estaban al servicio de las familias de Buenos Aires. Por esa razón, recibió la denominación de “Libertos” (esclavos liberados). Y se cubrió de gloria durante la toma de Montevideo y el combate de Cerrito. Un año después de esas acciones se incorporaba Francisco Zorrilla, y al año siguiente, en diciembre de 1816, el regimiento fue puesto a las órdenes del general José de San Martín en la provincia de Mendoza. Así pasó a for- mar parte del “Ejército Libertador de Los Andes” y cruzó la Cordillera por el paso de Los Patos, formando parte de la vanguardia. Se batió con bravura e hidalguía durante las jornadas de Chacabuco y Maipú, derrotando al ejército realista. Continuó a órdenes de San Martín durante la campaña al Perú, don- de quedó plasmado en la historia el comportamiento del soldado Antonio Ruiz, apodado Falucho, que prefirió ser fusilado en vez de rendir su bandera y reconocer la de los realistas como propia. La última noticia que tenemos de Francisco Zorrilla fue su incorpora- ción al regimiento, no sabemos si logró sobrevivir o en que batalla habría ofrendado su vida por la Patria, lo que sabemos es que realmente fue un verdadero Patriota, marino con Brown en 1814, y soldado con San Martín desde 1816. Y si queremos rendirle homenaje, considero lo más apropiado

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Sumaca Trinidad. Relación de los individuos que componen la tripulación de dicho buque. Abril de 1814. En la segunda hoja figura como Marinero Francisco Sorrila. hacerlo en la Catedral Metropolitana, al costado de la tumba del general San Martín, donde una pequeña urna tiene los restos del Soldado Desconocido de la Guerra de la Independencia. Francisco Zorrila: ¡Presente! •

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Historia marítima y naval

El episodio del Admiral Graf Spee y la defensa de la República Oriental del Uruguay

Por Alejandro N. Bertocchi Moran1

Fotografías: Histarmar

En el Mar del Norte, 1938 (Fuente: Histarmar / Archivo General de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos. Buenos Aires. Argentina)

1 Autor de varios libros sobre historia naval, y de numerosos artículos en publicaciones de su país y del exterior. Miembro de Número Fundador y actual vicepresidente de la Academia Uruguaya de Historia marítima y Fluvial. Miembro de Número del Instituto Nacional Browniano y delegado en Montevideo. Miembro de Instituto de Historia y Cultura Militar “Coronel Rolando Laguarda Trías”. Profesor de His- toria de los Conflictos Armados (IMES).

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media tarde del día miércoles 13 de diciembre de 1939- mientras el acorazado alemán Admiral Graf Spee penetraba en aguas uruguayas, seguido por los cruceros livianos británicos Ayax y Achilles, tras el A 2 combate dado a unas 350 millas de las costas de Rocha , sobre las 6 de la mañana de esta jornada, se estaba viviendo el comienzo de una situación que colocaría a la República en el marco de uno de los momentos más problemá- ticos de su historia. Recurriendo a la bibliografía sobre el tema, se puede observar el impac- to que todo este evento tuvo y tiene en el imaginario colectivo de los urugua- yos. Es que la mal llamada “Batalla Naval del Río de la Plata”3, supone otro ejemplo de cómo una sociedad pequeña como la nuestra se dejó emocional- mente llevar por un hecho que resultó escenario común para otros pueblos inmersos en aquel conflicto desatado por la invasión alemana a Polonia; y hasta nimio en sus detalles dado el tenor de la dura y cruel lucha destructiva alcanzada en esas lejanas latitudes. Ello significó que, desde aquel verano del 1939 a la actualidad, el solo re- cuerdo de lo acaecido en aquellas jornadas, donde el navío germano se halló sujeto a su trampa montevideana, sea el agua bendita donde abreven decenas de historiadores y afines que han descubierto en este hecho algo así como un verda- dero “El Dorado” donde desatar toda suerte de dispares opiniones, con una línea cuasi común: la ignorancia sobre los elementos dados en la guerra naval. De cara a esto, se observa la casi consuetudinaria aparición de variadas obras sobre el tema, pero que en realidad, prácticamente, pese a la belleza de sus gráficas, nada aportan para el real entendimiento de los sucesos ha- bidos en el período histórico reseñado. Empero, para los bibliófilos e inves- tigadores afines, entre estamelange escrita, resalta el trabajo encarado por la gran figura histórica, que en aquellos días de guerra se halló al frente de los destinos de nuestra defensa nacional: el general de división arquitecto Alfredo R. Campos. Su obra Un episodio de la Segunda Guerra Mundial en aguas territoriales de la República Oriental del Uruguay4, representa junto

2 Posición: 34º 17´30” Sur y 49º 12´Oeste. 3 Una batalla supone un hecho crucial para ambos contendientes, que puede significar victoria o de- rrota según su desenlace para la misma guerra. 4 Publicado por la Biblioteca “General Artigas”, volumen Nº 5.Centro Militar. Montevideo, 1952. 42 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee • al Libro Azul editado por el Minis- terio de Relaciones Exteriores en esa época5, el marco más ajustado a una realidad histórica que significó para el país algo casi tan importante como la misma pérdida del Admiral Graf Spee supuso para Alemania. En este menester, para un ma- yor esclarecimiento del tema, debe- mos conducirnos al mismo combate, cuyo somero análisis lleva al pleno convencimiento del grave error co- metido por el comando del acoraza- do alemán al desistir de rematar la jornada con una segura victoria y po- ner proa al puerto de Montevideo, a la suma, una genuina ratonera donde solo debería salir, para afrontar nuevo combate, o rumbo a su autodestruc- ción, como finalmente sucedió. Para guiarse fielmente en el enfrentamiento referido, se posee la “Comunicación oficial de la Batalla En el Mar del Norte, 1938 (Fuente: Histarmar / Archivo General de Punta del Este presentada por el de la Nación Dpto. Doc. Fotográficos. Comandante de la División de Sud Buenos Aires. Argentina) América Contraalmirante Henry Hardwood a los Comisionados del Almirantazgo”, publicada por el general Campos en su referida obra. Para basarse en lo exclusivamente acaecido en el bando alemán, hay que dirigirse a fuentes inconexas ya que al no aparecer un relato autenticado sobre las directivas y movimientos del comando central del Graf Spee, todo se obtiene de elementos medianamente inciertos, o por medio

5 Antecedentes relativos al hundimiento del acorazado ADMIRAL GRAF SPEE y a la internación del bar- co mercante TACOMA. Montevideo. 1940. 43 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee • de distintas opiniones emanadas de aquellos que se hallaron en la dirección del navío, como es el caso de la obra del entonces teniente de navío Friedrich W. Rasenack6, oficial artillero, quizás quién más cercano se halló, pese a su man- do secundario, ese 13 de diciembre, a las decisiones que en el puente llevaron a lo consabido. El resto son solo versiones muy parciales, como la del oficial de estado mayor, capitán de corbeta Jurgen Wattenberg, vertida en diferentes medios, donde se puede visualizar lo realmente acaecido durante el momento más crucial del combate. Vayamos a los hechos: el alto mando naval alemán había dado expresas ordenes al capitán de navío Hans Langsdorff, Comandante del Admiral Graf Spee, de no trabar combate con buques de guerra enemigos. Solo se debería destruir el comercio embarcado de bandera adversaria en el teatro del Atlán- tico Sur e Indico, orden que se cumplió fielmente, cobrándose nueve presas mercantes. Pero por una concatenación de hechos, donde jugó su baza la fortuna, en la amanecida de ese día 13 de diciembre, el acorazado se dio de bruces con tres cruceros británicos, en una zona de aguas donde discurre la entrada y salida de toda la navegación de ultramar del Río de la Plata. La crónica conocida señala que a las 5.52 de aquella límpida maña- na, desde el telémetro ubicado en la cofa del acorazado, se vislumbró hacia poniente los penachos de humo de dos o tres buques desconocidos. En un principio, la noticia supuso para Langsdorff la esperanza de haber hallado el tan ansiado convoy de mercantes que anhelaba destruir, para así encarar el regreso a la patria. Pero al paso de los segundos se van advirtiendo, poco a poco, los mástiles, de uno, al principio y luego dos más, quizás destructores, que a la postre resultarán el crucero pesado Exeter, y los ligeros Ayax y Achi- lles7. Era la División Sudamérica de la Royal Navy, casi al completo pues solo faltaba el crucero Cumberland al ancla en Port Stanley. Aquí cabe una de las innumerables interrogantes habidas al respecto: ¿qué razón tuvo Langsdorff para no virar 180º y perderse en el azul atlántico a fuerza de sus diesels? El Memorándum de Hardwood refleja que recién a las

6 La batalla del Río de la Plata. Buenos Aires, Ayer y Hoy Ediciones, 2000. 7 Exeter: desplazamiento 8.400 ton.; artillería principal 6 cañones de 8” x 50 calibres. Ayax y Achilles: desplazamiento 6.800 ton.; artillería principal ocho cañones de 6” x 50 calibres.

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HMS Ajax, HMNZS Achiles y HSM Exeter (Histarmar)

6.14 se tuvo conciencia de hallarse ante un acorazado enemigo. Este pequeño lapso de tiempo es cardinal para asumir el momento que vivía el comando alemán. El Admiral Graf Spee andaba arriba de los 15 nudos y arrumbado al 155º verdadero, por lo que bien se podía cumplir la orden del mando central. Empero, Langsdorff creyó hallarse ante un crucero y dos destructores, cus- todias de un convoy tras el horizonte, por lo que, a juicio de los relatos pos- teriores de Wattenberg, decidió aumentar velocidad y cerrar abruptamente distancia contra el buque pesado enemigo, a cuenta de su neta superiori- dad artillera y protección pasiva8. Sobre este especial episodio, importantes navalistas han señalado el error del comando alemán, al no aprovechar el pequeño margen de escape que bien poseía para no empeñar combate, y así alejarse. Aunque perseguido por los ligeros buques británicos, bien los hubiera mantenidos aferrados a su popa en razón del alcance efectivo de sus cañones de 11”, más de 43.000 metros en determinadas condiciones de tiro. Así, al caer la noche, se hubiera despegado con facilidad del adversario (que no tenía radar) para perderse en la vastedad del océano. Pero, ya decidido al combate, Langsdorff confío en su buque y a las 6.18 rompió fuego con sus dos torres principales, a unos 18.000 metros sobre el adversario principal: el pesado Exeter, ahorquillándolo inmediatamente y por ello recibiendo el crucero su primer impacto grave a las 6.22; y luego uno tras otro, dando cuenta de los dichos de Churchill9. Abundan los relatos de lo acaecido a bordo del crucero, y el lector podría remitirse al que considera-

8 Admiral Graf Spee. Desplazamiento a plena carga 16.200 toneladas. Artillería principal: 6 cañones de 280 mm. 9 Sus seis cañones de once pulgadas, su velocidad de 26 nudos y el blindaje que tenían, habían sido comprimidos con pericia maestra dentro de los límites de un desplazamiento de 10.000 toneladas. Ningún crucero británico, solo, podía enfrentarse con uno de ellos. Churchill, W. Memorias. 45 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee • mos más claro: los primeros 50 minutos en el Exeter, de la obra de sir Eugen Millington Drake10, donde se refleja la entidad del castigo que lo llevó inde- fectiblemente a quedar fuera de combate. Se cumplía lo previsto por los mentores del navío de línea ortodoxo. El ingeniero italiano Cuniberti y el almirante Fisher crearon esta concepción: un buque que pudiera permanecer inmutable bajo el fuego enemigo, a favor de su coraza y manteniendo su serie de cualidades materiales: velocidad, au- tonomía, protección, artillería, más lo indispensable: alcance y peso de salva. En este norte era notable la superioridad del acorazado alemán, dado que su cinturón acorazado podía aguantar el impacto de los proyectiles de 8” del Exeter y los de 6” de los otros dos cruceros. Esto así sucedió y las zonas vita- les del Admiral Graf Spee no sufrieron daños y las bajas humanas que sostuvo fueron todas del personal expuesto en cubierta, entre estos el mismo Langs- dorff, herido levemente, pues cometió el error de intentar dirigir el combate desde la cofa, como en los épicos tiempos de la vela. En referencia a Hardwood, ya desde antemano había elaborado la tác- tica para enfrentar un acorazado: dos unidades para divertir el fuego enemi- go por sus dos bandas y espotear el propio. Esto desde el inicio del combate no surtió efecto y por fortuna para el Ayax y el Achilles, la artillería secun- daria del Admiral Graf Spee erró todos sus tiros, cosa que no sucedió en el caso del Exeter, que debió aguantar como pudo el tremendo castigo de los proyectiles de 11” de su adversario. Así lo dice el mentado registro británico en sus numerales 23, 27 y 33, momento clave para la lucha, donde el crucero debió arrumbar al sur, plagado de muertos, con solo una torre operativa, su obra muerta acribillada y lo más grave: 650 toneladas de agua embarcada por varios rumbos, una escora de algo más de 10º a estribor y hocicando un metro hacia proa. Esto hizo que su comando buscara destrabarse y encarar su retiro hacia Malvinas, considerando su posición fuera de combate, ante el peligro que el adversario intentara darle el golpe de gracia. Empero esto último no ocurrió dada la reacción de Hardwood, que atacó cerrando distancias al acorazado, lanzando torpedos en una búsqueda desesperada de evitar que el Admiral Graf Spee acabara con su buque mayor.

10 Millington Drake, E. El drama del Graf Spee y la batalla del Río de la Plata, parte II, p. 124 Montevideo, 1966. 46 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee •

El Graf Spee entrando a Montevideo (Histarmar)

Esto lo logró dado el comportamiento errático del comando alemán: Me pa- reció que el Graf Spee se proponía desdeñar al Exeter y estrechar a la primera división (Ayax y achilles), en un cerco noroeste. Y es en este momento donde se decide no solo el final desarrollo del combate mismo, sino el destino del acorazado, sellado por un inconcebible yerro del comando alemán. Sobre este espacio se han vertido ríos de tinta, donde mucha mitología ha corrido en un interminable rosario de página tras página de absurdos comentarios. Como sabemos Langsdorff dirigió su buque al descubierto, soslayando increíblemente las seguridades del puente acorazado, desde cuya posición debía haber cubierto todas sus responsa- bilidades, pues así no solo lo hacían saber los manuales más elementales, sino por el usufructo de sus más caras funciones frente al desarrollo de una acción donde sobre el acorazado caía el grueso del fuego de los cruceros li- vianos enemigos. Empero su ego pudo más y superó su prudencia. Una de las granadas enemigas, hizo impacto bajo el puente, matando al ayudante del comandante e hiriendo levemente al mismo Langsdorff, quien momentá- neamente pierde el conocimiento, dándose entonces inicio al procedimiento de relevo de rigor. Pero cuando el segundo, capitán de fragata Walter Kay se hacía cargo del comando, Langsdorff se recupera y toma nuevamente la dirección de las acciones, ahora, increíblemente, con un cambio fatal para el destino del buque.

47 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee •

Duros son los comentarios de los grandes profesionales que han anali- zado la “Batalla del Río de la Plata” en este preciso instante. En el momento que esto sucedía en el puente del navío alemán, Hardwood ordenaba desistir de la acción diurna y acercarse e intentar de nuevo al anochecer (numeral 36), cosa que solo tenía una explicación: ante el estado del Exeter y la precisión del fuego pesado enemigo, sólo cabía destrabarse afrontando la derrota. Empero, ocurre un hecho ilógico ya que el acorazado desiste y se aleja con rumbo directo a Montevideo. Así de bruscamente terminó el combate del estuario del Río de la Plata, con la retirada de los tres cruceros britá- nicos que se habían enfrentado a un solo buque alemán, al que creyeron poder batir con facilidad. Tuvieron suerte, si entonces hubiese mandado el Graf Spee cualquier otro oficial de Marina alemán que no hubiese sido Hans Langsdorff, habría invertido el rumbo de su buque sin titubeos, para, a 27 nudos, perseguir a los cruceros ingleses que se retiraban. Siendo estos capa- ces de un andar de 32 nudos, habría transcurrido bastante más de una hora antes de que el Ayax y el Achilles hubieran podido salir fuera del alcance de la artillería pesada del acorazado, suponiendo que hubieran podido hacerlo, lo que no parece nada probable. Por el contrario, lo verosímil es que ambos buques hubieran sucumbido. Por otra parte el Exeter se hallaba inerme, y un solo torpedo o algún proyectil en la línea de flotación hubieran bastado para hundirlo. ¡Jamás oficial naval alguno tuvo tan resonante y completa victoria tan al alcance de la mano y tan torpemente renuncio a ella!11. Duro el destino de Langsdorff; al tomar tamaña decisión, selló la suerte de su buque y su propia vida. Las averías del navío eran bastantes pero nada graves: un gran agujero a proa, prontamente paleteado, otros repartidos so- bre casco y cubierta mas otros desperfectos ocasionados por la metralla. Aquí, sobre porque Langsdorff decidió culminar la lucha en tan favorable momento, se han dado a luz diversas hipótesis muy lejanas a la realidad. Se dice que determinada pieza vital del Admiral Graf Spee fue averiada, seña- lándose la bomba purificadora del agua potable, o asimismo un fallo en el sistema de ronza de alguna de las torres principales, pero en realidad, como señala “la tapa del libro”, todas estas instalaciones “vitales”, en un buque de

11 De la Sierra, L. La guerra naval en el Atlántico, capítulo III, p. 109. Barcelona. 1974. 48 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee • línea, se hallan bien por dentro del cinturón acorazado, y por ello nada sufrieron. Si se re- pasan las opiniones recabadas entre quienes se hallaron en cercanía de Langsdorff, se asu- me que su proceder cambió luego del brutal golpe recibido en cofa. Su errática conducta y notorio agotamiento eran harto visibles, ya que se llevaban 115 días en navegación lo que sumado al ajetreo del combate hizo que en el momento en que recupera el mando, le llegara el reporte de daños y bajas, cosa que lo llevó Hans Langsdorff (Wikipedia) a dar orden de dirigirse a Montevideo pese al consejo de algunos oficiales de su estado mayor. Su carácter lo hacía un jefe inclinado a la preocupación hacia sus subalternos y ese sentido es unánime en la reflexión de sus hombres. Este factor unido al resto, supuso que cayera en fatal yerro, entendiendo que el cansancio hizo fuerte mella en su psiquis, significando condición de peso para que tomara esa decisión que lo llevó a caer en una ratonera. Esto lo hace saber en su carta final, cuando los dados ya estaban echados y no hay dudas de que en su conciencia este pensamien- to fue algo difícil de digerir en las horas montevideanas que sobrevendrán; circunstancia desgraciada: pérdida de una gran unidad y menoscabo de su nombre, cosa que inexorablemente lo conducirán, ya en Buenos Aires, a to- mar su postrer y lamentable resolución. El Graf Spee no intentó seguir, pero se mantuvo en un curso de alre- dedor de 270º avanzando directamente al Río de la Plata, a una velocidad de 22 nudos. Así, con estupor, se expresa Hardwood sobre la extraña con- ducta de su enemigo; victorioso, pero entrando en aguas restringidas, con las consecuencias que habrían de tener y que en definitiva se hallan en la memoria de todos. Ya navegando a la altura de Rocha, el acorazado, pasado el mediodía detuvo al mercante inglés Shakespeare, resolviendo Langsdorff no hundirlo en razón de la prudencia y respeto necesario ante las aguas de la nación a la que su buque se dirigía. Este suceso supone otro mentís a la tan publicitada “persecución” de los cruceros británicos, ya que el navío alemán procedió sin

49 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee • problemas ante este mercante. El Ayax y el Achilles se hallaban a una distan- cia saludable a sus intereses y solo se acercarían al caer la noche, a la altura de Punta del Este, recortado el Graf Spee hacía el orlo solar del oeste, cosa que ocasionará un breve cañoneo sin consecuencia alguna. Sobre la medianoche el acorazado alemán hace entrada al puerto de Montevideo, con la sorpresa que el caso supuso para todo el país. Aquí se habría un capítulo donde la República se hallaría inmersa en una situación diplomática y militar muy sugestiva, marcada a fuego en el imaginario colec- tivo, pero que en muchos detalles ha sido poco analizada. Realmente ambos contendores habían violado en forma flagrante la soberanía nacional y en mayor grado los buques del comodoro Hardwood. El 3 de octubre de 1939, los gobiernos americanos habían firmado en Panamá una declaración neutralista donde establecían un espacio de segu- ridad, como medida de protección continental, que indicaba que las aguas cercanas al continente se debían mantener libres de todo acto hostil por parte de cualquier nación beligerante no americana. Durante el seguimiento del Graf Spee, sobre las 20 horas de este 13 de diciembre, los dos cruceros británicos intentaron atacar al acorazado cuan- do todos cruzaban raudamente la zona de aguas que enfrenta la ensenada de Maldonado. En ese suceso el neozelándes Achilles pasó entre Lobos y Punta del Este, abriendo fuego sobre el navío alemán, cuya silueta se desta- caba hacia poniente, contestándolo este, solo luego de repasar plenamente la península, cosa que significaba otra situación en la que Langsdorff obró con prudencia hacia el país al que se dirigía, pues si hubiera contestado inmediatamente el fuego, sería probable que algún rebote cayera sobre los cascos poblados fernandinos. Esto fue señalado por el capitán de fragata Fernando Fuentes al gobierno nacional, que al comando del crucero Uru- guay se había interpuesto en la línea de fuego en un intento de defender las aguas de la República. Pero esto solo ameritó una protesta diplomática, ya que en realidad Uruguay se halló en un momento crítico, con un poderoso navío en su puerto, que solicitaba perentoriamente determinado tiempo para reparar sus averías, mientras en aguas del río todos creían se acumulaba una flota

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Vista desde un barco cercano, en llamas, con explosiones. (Histarmar) para destruirlo en cuanto asomara su proa sobre el canal de entrada del puerto montevideano. Empero, sobresale en tan álgido momento histórico una correctísi- ma pero helada diplomacia que muestra al mando alemán que se equivocó de puerto12. Es que en las horas en que el Admiral Graf Spee permaneció en

12 Castagnin, D. “Diplomacia y estrategia en el drama del Graf Spee”. En: Revista Naval, Nº 35, p. 80. Montevideo, Club Naval, 1999.

51 • Revista del Mar • El episodio del Graf Spee • aguas montevideanas se desató una tormenta diplomática que fue encarada por el gobierno del general Baldomir, como bien cabía a las muy difíciles circunstancias a que se enfrentaba el país, cuya política debía bascular entre los poderosos contendientes de una guerra europea. Cuando llegó la hora en que finalmente culminaba el tiempo dado al navío germano para que se hiciera a la mar, muchas opiniones discurrían sobre un terreno donde se reflejaba el temor de que su comando no acatara la orden, presentándose una situación particular que el general Campos re- fleja magníficamente en su obra ya señalada. A su lectura deberá remitirse el lector para tomar nota del alcance que las contingencias de esa hora, podían traer sobre la soberanía nacional. Sobre este caso, en el capítulo IX, Campos hace mención de tres pun- tos que se hallaban sobre la mesa del gobierno de cara a esa emergencia, que suponía la posibilidad de que el Admiral Graf Spee, en desobediencia, no zarpara ni aceptara la internación, situación harto delicada pero pasible de acaecer: “Careciendo de medios para hacer efectivo el acatamiento de la orden, se notificaría al señor Comandante por conducto de un oficial de nuestra Ma- rina, la información de dar cumplimiento a la orden, dejando constancia en acta, si esta no era acatada.” Para antaño u hogaño este episodio histórico sucintamente reflejado, debe merecer una permanencia en la memoria, dadas sus circunstancias tan particulares, que muestra en forma cabal como las autoridades nacionales de época supieron enfrentarse a una situación singular que, si no arribó a un mal destino, fue entre otras cosas, por la actitud del capitán de navío Hans Langsdorff, plenamente respetuoso de los dictados de nuestro gobierno y, como militar, de las leyes internacionales de la guerra, concepto asimismo sostenido por los hechos dados en la misma incursión atlántica del acoraza- do, donde no existieron víctimas civiles entre las tripulaciones de sus nueve presas mercantes. •

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Historia marítima y naval

Uma questão diplomática no Brasil

Por Carlos Fonttes1

urante a rendição paraguaia acontecida na cidade de Uru- Dguaiana (Río Grande do Sul, Brasil), em 18 de setembro de 1865, que atualmente é sempre comemo- rado nessa cidade, nada mais justo do que também falarmos da questão diplomática entre o Brasil e a Inglate- rra, na qual essa cidade foi palco de- cisivo do reatamento assinado no dia 23 de setembro daquele ano. A animosidade que levou o Im- pério Brasileiro e a Inglaterra a rom- Charge do Embaixador William Douglas Christie, “detonando” o governo brasileiro perem relações diplomáticas, em ja- (Revista Ilustrada) neiro de 1864, ficou conhecida como “Questão Christie”, a qual teve palco decisivo na história e presenciado no território brasileiro, em plena Guerra do Paraguai. Alguns antecedentes que deram origem a esse rompimento, foram conse- qüências da Lei inglesa Bill Aberdeen que proibia o tráfego de escravos no oceano Atlântico e assim, já pressionava o Brasil, que tinha sua economia baseada na

1 Sargento retirado del Ejército Brasileño. Escritor, investigador y artista plástico. Delegado y miembro de la Academia de História Militar Terrestre de Brasil (Delegación “General Setembrino de Carvalho”). Miembro del Instituto Argentino de Historia Militar.

53 • Revista del Mar • Uma questão diplomática • produção agrícola, com o modelo de latifúndios, onde usavam o trabalho escra- vo, e a elite não se interessava pelo fim desse sistema. O Brasil, por sua vez, em 1850, publicou a Lei “Eusébio de Queirós”, que além de não proibirem o trabalho escravo, ainda estimulou em nosso país um sentimento anti britânico. A “gota d’água” vem acontecer com o naufrágio do navio mercante in- glês Prince of Walles, entre 5 e 8 de junho de 1861, tendo como comandante o Capitán John Mac Kinnon, que viajava com sua mulher, sua filha pequena e 16 marinheiros, com destino a Buenos Aires, quando naufragou na orla do Albardão, a 120km da cidade de Rio Grande. Ao perceberem que iriam naufragar, abandonam o navio, e a carga que transportavam foi totalmente saqueada pelos moradores do local. Os sobreviventes relatam ao embaixador britânico William Dougal Christie, que transmitiu o fato ao imperador Dom Pedro II, solicitando indenização. Este, porém, atendeu as reivindicações muito mais tarde. O clima desagradável entre os dois países foi crescendo, até que em 1862, no Rio de Janeiro, dois marinheiros britânicos provocam briga com brasileiros e são presos, os quais são colocados à disposição da justiça brasileira para serem julgados. Novamente o ministro inglês Christie tenta intervir, ameaçando o Imperador do Brasil, caso não houvesse indeni- zação pelo naufrágio, punir os brasileiros envolvidos nesta briga e demitir os policiais envolvidos e, que fizesse ainda, um pedido de desculpas oficial aos britânicos. O Imperador acabou respondendo que estaria pronto para a guerra. E assim surgiu a famosa “Questão Christie”. Com todos esses fatos, a Inglaterra envia a canhoeira Sheldrake, sob o co- mando do capitão-almirante Thomaz Saumarez, para a cidade do Rio Grande, para assim aumentar a pressão do nosso Império. Acontecendo também, no Rio de Janeiro, em 1863, ter sido invadido o porto daquela Capital, onde foram apre- endidos cinco barcos brasileiros pela Marinha britânica, a título de indenização, o que acirrou mais ainda as relações diplomáticas entres os dois países. Em vista da forte pressão inglesa, no qual se criou uma grave crise inter- nacional entre os dois países, Dom Pedro II toma a firme decisão de impor nossa soberania, cortando relações diplomáticas com a Inglaterra em janeiro de 1864, a pesar de haver indenizado as mercadorias perdidas no naufrágio. Durante uma arbitragem internacional, tendo sido mediador o rei da Bélgica Leopoldo I, foi dado ganho de causa ao Brasil. O interessante é que

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Ministro inglês Edward Thorton Monumento atual da Questão Christie no CTG Sinuelo do Pago aquele Rei era tio da rainha Vitória da Inglaterra, mesmo assim, foi a favor do Brasil nessa questão diplomática. Em pleno curso da Guerra do Paraguai, aproveitando que o Imperador se encontrava em Uruguaiana, na retomada da Vila em 18 de setembro de 1865, a rainha Vitória da Inglaterra determi- nou que o ministro Edward Thorton, de Buenos Aires, fizesse o encontro esperado com o monarca brasileiro. Àquela rainha, reinou a Inglaterra por sessenta e quatro anos e seu governo ficou conhecido como “Era Vitoriana”. Podemos notar aí, o firme interesse dos ingleses em reatar as relações diplomáticas. Acreditamos que eles faziam questão dessa guerra com o Pa- raguai, devido ao fato, principalmente, do livre comércio aqui no Sul na ven- da, inclusive de armamento e, pelo que alguns historiadores já comentaram, aquele país assistiu de “camarote”, enquanto vendia armas aos beligerantes dos países envolvidos nesse conflito. Ao chegar a Vila de Uruguaiana, o Ministro inglês é recebido em comi- tiva, pelo general Cabral, que o aguardava em grande estilo, conduzindo a seguir o ilustre visitante ao acampamento do Imperador, em uma carruagem escoltada por um piquete de cavalarianos, como batedores, cuja recepção muito surpreendeu aquele diplomata britânico. O Conde D’Eu, em seu Di- ário anotou o seguinte:

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Navío Prince of Walles

“chegou do Sul, por terra, o Sr. Edward Thorton, embaixador britâni- co em Buenos Aires. Vem encarregado pelo governo da Rainha para exprimir ao Imperador o seu pesar pelas violências que haviam pra- ticado os navios da estação inglesa no Rio de Janeiro em 1862, e pela ruptura de relações diplomáticas que se lhes seguiu, e que até hoje tem durado. O Imperador marcou a hora de meio-dia para receber na barraca, com toda a solenidade que as circunstâncias comportam. Foram convidados para assistir à cerimônia os comandantes de todos os corpos. Cada um se veste o melhor possível para esta solenidade di- plomática. Torna-se a armar a barraca com as velas e bandeiras, e até se descobre um tapete. Ao lado forma um batalhão de linha comple- to. Além dos oficiais convocados, muitos outros vieram, desejosos de assistir a esta satisfação que se vai dar à honra nacional. Tendo-se o Imperador se colocado ao fundo da barraca, e a seus lados o ministro e as outras pessoas principais, o General Cabral introduz o Sr. Thor- ton, que veio a cidade escoltada por um destacamento de cavalaria. Veste o uniforme diplomático com a comenda da Ordem do Banho. Depois das três reverências do estilo, pronuncia um longo discurso em francês, e logo em seguida a banda colocada do lado de fora toca o

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“Godsavethe Queen”, melodia que bem longe estávamos de supor que viéssemos ouvir aqui no fundo da província do Rio Grande do Sul.”

Após o discurso do visitante, o Imperador brasilei- ro respondeu também em francês, pois era um ex- celente poliglota, dotado de grande conhecimento cultural. Ali, naquele local, nas canhadas da coxília do município de Uruguaiana, onde hoje se encon- tra a sede do Centro de Tradiciones Gaúchas (CTG) “Sinuelo do Pago”, conforme nos conta o professor Raul Pont, naquela data de 23 de setembro de 1865, foi assinado o tratado de amizade entre as duas po- Imperador D Pedro II na tências, ponto fim a famosa “Questão Christie”. cidade de Uruguaiana. (Óleo de Vienot – acervo do Por 1965, no primeiro centenário daquele Museu de Parati/BR) episódio, uma comissão de estudiosos, do Insti- tuto Histórico e Geográfico de Uruguaiana, (Pre- sidente o professor Raul Pont), juntamente com a patronagem daquele CTG e autoridades locais, após definirem o local exato da Barraca Imperial e nar- rativa descrita pelo Conde D’Eu, que presenciara o fato, foi erigido um mar- co de pedras, para simbolizar aquele grande feito da história. Com o símbolo do império gravado nesse marco, constou o seguinte:

Neste acampamento, em 23-9-1865, na barraca imperial, aqui esti- veram SMI Dom Pedro II, Duque de Saxe, Conde D’Eu, Ferraz, Ta- mandaré e os DD.OO de EM Fce Aliança: Mitre, Flores, Caxias, Câ- mara, Canabarro, Porto Alegre, Caldwell, Cabral, Bento Martins de Menezes, Portugal, Codorniz, Argolo e demais autoridades; quando o Ministro inglês Thorton aqui presente, pôr termo à “Questão Chris- tie”, reatando a amizade Brasil-Inglaterra, 1865. •

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Intereses marítimos y fluviales

Los intereses marítimos y la necesidad de una marina de guerra

Por Alberto Gianola Otamendi1

Fotografías: Gentileza del Departamento de Comunicaciones Institucionales de la Armada Argentina

1 Capitán de fragata (R), capitán de ultramar, capitán fluvial, perito naval y licenciado en Sistemas Navales. Posgrado en Gestión de Desastres y Riesgos Naturales. Participó en Misiones de Paz y de Estabilización de la ONU. Fue comandante de distintas unidades navales. Se desempeñó como jefe de la Agrupación Lanchas Rápidas de la Base Naval Ushuaia. Prestó además servicios en diferentes Institutos de la Armada Argentina, donde a su vez cumplió funciones docentes.

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as debilidades nacionales en cuestiones de seguridad han vuelto a poner en discusión política el rol de las Fuerzas Armadas. La trágica pérdida Ldel submarino ARA San Juan con sus 44 tripulantes, ha desnudado el calamitoso estado de la defensa nacional. La ciudadanía, conmovida por ambas situaciones, empezó a interesarse en las investigaciones y debates. La prensa ha tomado nota y puesto en la agenda mediática esos temas, usualmente limitados al gabinete nacional y los estados mayores militares. Con la divulgación, empiezan a aparecer gran cantidad de expertos y supuestos peritos, que apelan a un lenguaje críptico y confuso. Siempre se presenta un trasfondo económico, de presupuesto, que balancea importan- cia nacional, urgencia coyuntural, demanda cívica, idoneidad de los funcio- narios, y sobre todo, ideologías. Respecto a lo naval, deberían ser los intereses marítimos los que condi- cionen el diseño de una Armada eficiente, con capacidad de presencia efec- tiva, control real y proyección eficaz de medios aptos. Al cabo, se discute una fuerza costera, o una flota fluvial y marina. Competencias muy específicas y limitadas, o razonable autonomía para operaciones de cierta complejidad. “Marina chica” vs. “Marina grande”. Brown waters, bluewaters2. Flotillas es- peciales o fuerza naval integrada3. Todo empieza con el tratamiento de los Intereses Marítimos, que mu- chas veces son considerados in-abstracto. Los argumentos suelen ser ma- yoritariamente economicistas, lo que no es poco, considerando que toda guerra y conflicto tienen generalmente una motivación económica. Tallan, consecuentemente las cuestiones de los recursos de las áreas jurisdiccionales: Zona Económica Exclusiva (ZEE), plataforma continental y fondos marinos. También el tráfico mercante y líneas de bandera, de la capacidad de escolta o protección de convoyes, rutas y puertos. Sin embargo, no hay que olvidar que las Fuerzas Armadas son también instrumentos militares de toda la política nacional. No sólo son custodia de

2 Brown waters: aguas costeras y fluviales.Blue waters: aguas oceánicas, largo alcance. 3 Se llama así a la integrada por una flota naval de superficie, un componente de aviación naval de ataque, una fuerza de desembarco de infantería de marina y submarinos.

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los propios territorios, sino también de sus intereses locales o lejanos. Por eso se propone una capacidad de proyección adecuada. Si pensamos en los 5000 km. de extensión de nuestras costas marítimas, la enorme amplitud de nuestro mar jurisdiccional y su plataforma, los archipiélagos e islas que com- ponen el patrimonio bajo control o en disputa, los territorios ultramarinos y las obligaciones internacionales, podemos afirmar, sin duda, que Argentina es una Nación Marítima. Evidentemente, aquello por lo general no se aprecia con claridad. Basta señalar que más de la mitad de la superficie que consideramos argentina, se agrupa en una sola provincia, tal vez la menos poblada y de constitución ideal. Ella comprende las islas de Tierra de Fuego, de los Estados, Observa- torio, los archipiélagos de Malvinas, Sandwich del Sur, Georgias del Sur, Or- cadas del Sur, con sus centenares de islotes y rocas adyacentes, la Península de San Martín, las Shetland y el resto del sector antártico reclamado ante el Tratado Antártico, con sus propias islas y emergentes. No parece poco para justificar una flota de apoyo logístico, investiga- ción, balizamiento y control.

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No hay razón lógica para excluir del análisis, la enorme red de grandes cursos hídricos que conforman las principales vías de tránsito mercantil y actividad económica: los ríos de la Plata, Paraná, Uruguay. Tampoco los pa- sajes limítrofes e interoceánicos, como el Estrecho de Magallanes, el Canal Beagle y el Drake. Sobre ese vasto espectro, la Nación ejerce también obligaciones interna- cionales de protección de la vida humana, como la búsqueda y el salvamento SAR (Convenio Solas 1914). Los medios que implica una cobertura de esa magnitud en cuanto a naves, aeronaves, adiestramiento y equipos, da un in- dicio de la organización que demanda. Asimismo, la Convención del Mar (Jamaica 1982), impone a los Estados litoraleños asegurar medidas contra la piratería. Cabe destacar, que ésta es definida como una serie de acciones ilegales, fuera de la jurisdicción territo- rial, que alcanza las 12 millas marinas. Es decir, no es una tarea policial, pues mientras las policías actúan en un territorio, la demanda de contrarrestar la piratería es extra-territorial. Todo eso es parte de la teoría. En muchas ocasiones, como este caso, re- sulta difícil de visualizar un planteo tan global que parece abstracto. Para hacer los argumentos más concretos y objetivos, podemos ayudarnos con referen- cias históricas propias. La historia nos sirve para aprender y evolucionar. Así, relatemos sintéticamente algunos casos. En los ríos de la Plata, Para- ná y Uruguay, desde la independencia a la fecha, ha habido combates navales con los reinos de España y Gran Bretaña; el Imperio de Brasil; las repúblicas de Francia, Paraguay y Uruguay; además de confrontaciones entre flotas de Estados provinciales secesionistas y caudillos personalistas. Nuestro Mar Argentino también fue escenario de intervenciones arma- das, de fuerzas navales. Los reinos de España, Portugal, Francia y Gran Bre- taña se disputaron posesiones. Más tarde, luego de la independencia, hubo confrontaciones y conflictos que implicaron a nuestra Nación contra los Es- tado Unidos (Malvinas), el Imperio de Brasil (batalla de Carmen de Patago- nes), el Reino Unido de Gran Bretaña (Malvinas), Chile (río Santa Cruz y Canal Beagle), la Unión Soviética (pesca). También fueron testigo de grandes batallas navales en la Primera y en la Segunda Guerras Mundiales, entre el Imperio Alemán y el Reino Unido (bata-

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lla de Malvinas del almirante Graf Spee y batalla del Río de la Plata del acoraza- do Graf Spee). La importancia estratégica ya resultaba interesante de apreciar. Varios submarinos alemanes incursionaron en las playas nacionales y dos de ellos se rindieron en Mar del Plata, en 1945, al final de la Segunda Guerra Mundial (U530, U977). Durante la Guerra Fría entre los bloques occidental (NATO) y pro-soviéti- co (Pacto de Varsovia), en la década de 1960, hubo incidentes submarinos en los golfos Nuevo y San Matías. Presuntamente se habría tratado de naves soviéticas. En 1976 hubo un serio incidente protagonizado por el buque oceano- gráfico británico RRS Shackleton, que exploraba sin permiso, la plataforma continental, al Sur de Malvinas. Fue expulsado por la acción de un destruc- tor y una avión de exploración de la Armada, bajo órdenes del gobierno na- cional. El motivo de sus investigaciones nunca fue aclarado, pero se presume vinculada a determinar la presencia de petróleo. La guerra posterior ¿fue sólo debida a una decisión de la Junta Militar? No parece casual. La crisis de los misiles entre Estados Unidos y Cuba, generó la respuesta militar de la Organización de Estados Americanos (OEA). La política exte-

62 • Revista del Mar • Los intereses marítimos • rior de Argentina, se alineó con la medida internacional, y destacó dos des- tructores para participar del bloqueo a la isla. Entre 1977 y 1978 hubo problemas con la Unión Soviética y países del Pacto de Varsovia, por encontrarse sus pesqueros estatales devastando los cardúmenes de merluzas de la ZEE. La Flota de Mar entera fue destacada en preservación de la pesquería y varios barcos fueron capturados. Durante una de las acciones, con mala meteorología, la lancha de uno de los destructores intervinientes fue tum- bada, causando la desaparición de varios compatriotas marinos. En 1978 hizo eclosión el largo conflicto limítrofe con Chile por las is- las al Sur del Canal Beagle. Estuvimos al borde mismo de la guerra, con una amplia movilización nacional. La escalada forzó la mediación papal, que conllevó a la firma del Tratado de Paz y Amistad de 1984. Al margen de la resolución pacífica del litigio, que evitó un final seguramente muy sangrien- to, a nivel nacional se subestimó la importancia y valor estratégico de las tres islas mayores (Picton, Lennox y Nueva), como del resto de islotes y aguas adyacentes. A la Armada se le asignó el despliegue en Tierra del Fuego y la cobertura del área insular. Desde 1982, año de la guerra con el Reino Unido de Gran Bretaña por la recuperación de los otros grandes archipiélagos australes de Malvinas, Georgias y Sandwich, la Nación se encuentra en disputa alternativamente más fría o caliente, pero siempre con ese territorio ocupado. En esa batalla, se demostró la eficacia de sistemas aeronavales de exploración, integrados a aviones navales de ataque bien dotados de misiles. Los mismo que fueron eficaces otros medios y unidades navales. El tremendo daño causado a la segunda escuadra ultramarina del mundo, hizo rever todo el equipamiento y doctrina de la OTAN. En los años 90 se generó un debate internacional por el tránsito de bu- ques con material radioactivo de desecho, entre Francia y Japón. Se sospe- chaba que los residuos eran arrojados en los fondos oceánicos. Aviones de exploración de largo alcance de la Armada detectaron los transportes, toda- vía a gran distancia, permitiendo que corbetas escoltaran su tránsito por el litoral argentino. El conflicto entre Irak y Kuwait de 1990, desató la Operación Escudo del Desierto, convocando una alianza internacional, para imponer el cumpli-

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miento de resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Como decisión geopolítica nacional, el gobierno determinó integrar la coalición e implementó la Operación Alfil, enviando dos grupos de tareas, compuestos por un destruc- tor, dos corbetas, un transporte con la logística y dos helicópteros de ataque. Esos antecedentes se sumaron a los de Cuba y a la experiencia previa con efectivos terrestres en las operaciones de paz de la Organización de las Na- ciones Unidad (ONU), desde fines de la década del ´50. Así, a partir de 1991, se tomó un rol activo con presencia de medios navales, como un escuadrón de lanchas patrulleras y una sección de sanidad naval en América Central (ONUCA), una compañía de Infantería de Marina en Chipre (UNFICYP) y otra compañía en el Batallón Conjunto en Haití (MINUSTAH). Esas acti-

64 • Revista del Mar • Los intereses marítimos • vidades de apoyo a las relaciones internacionales del país, especialmente en acciones humanitarias y OOMMPP4, continúan hasta la fecha. Cabe destacar que ONUCA, con el Escuadrón Naval argentino, fue la primera misión de la ONU dotada de una fuerza marítima propia, honor que se le ha reconocido a la Argentina y le cabe a nuestra Armada. Ese grupo de tareas fue trasladado al Golfo de Fonseca, desde Ushuaia, por un buque logístico del Comando de Transportes Navales, dotado de grúas y bodegas aptas. El personal de las dotaciones era intercambiadosemestralmente, por vuelos de aviones de transporte de la Escuadrilla Aeronaval de Sostén Logís- tico. En los demás casos, fue frecuente el empleo de aeronaves de pasajeros de la Fuerza Aérea Argentina. En junio de 2002 un gran mercante oceánico alemán, el Magdalena Ol- dendorff, quedó atrapado por los hielos antárticos cuando reabastecía bases rusas. Se encontraba a 2100 millas náuticas de Buenos Aires (5100 km.), es decir 10 días de navegación. Requería un buque especialmente apto para li- berarlo de la barrera de témpanos que lo encerraba, y remolcarlo o rescatar su tripulación. La Armada destacó inmediatamente el Rompehielos ARA Almirante Irízar y un grupo aeronaval de helicópteros de transporte embar- cados con capacidad antártica, en la exitosa misión de salvamento. Ello nos recordó el épico salvataje de la corbeta Uruguay, a la operación del noruego Otto Nordenkjold y su dotación, en 1903. La flota pesquera de múltiples banderas, que arrasa actualmente el ca- ladero argentino, en captura de calamar y merluza, en el límite de las 200 millas, es compuesta también por naves estatales (aunque naciones como China lo encubran con empresas de fantasía). Desde el temprano nacimiento de la patria como tal, la Marina ha de- bido emplear sus mejores medios en el esfuerzo por preservar ese valioso recurso ictícola. Recordemos que desde su descubrimiento, las Islas Malvi- nas fueron objeto de conflictos internacionales permanente entre los reinos europeos. Desde la toma de posesión nacional en 1820, el primer incidente militar ocurrió con la captura argentina de barcos balleneros ilegales ame- ricanos. A ello Estados Unidos respondió enviando al navío USS Lexington,

4 Operaciones Militares de Paz.

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que asaltó la guarnición y tomó prisioneros a sus habitantes, generando una ruptura de relaciones que duró once años. Ante su accionar, la corona britá- nica reaccionó, sustrayendo las islas. El control de la pesca con naves y aeronaves de la Armada, dada la dis- tancia de la costa, su mayor autonomía, velocidad, medios de detección, he- licópteros embarcados, dotaciones para registro, etc. ha participado desde hace décadas, en una gran cantidad de capturas. Del período reciente5, re- cuerdo dos períodos en particular entre 1991 y 1994, y luego entre 2003 y 2006, en que los infractores apresados se contaron por docenas. Luego destacamos la actividad soberana del capitán Piedrabuena, tanto en sus arrojados actos de salvatajes como en sus combates contra loberos y foqueros extranjeros en toda la Patagonia. Y mencionamos las expediciones de fuerzas navales de los comodoros de marina Py y Lasserre, para reafirmar la soberanía nacional, expulsar asentamientos de intrusos foráneos y esta- blecer guarniciones navales (o subprefecturas), en la Isla de los Estados y Ushuaia, en Tierra del Fuego.

5 Ya expusimos que el control contra la pesca ilegal lo inició la Armada a mediados de los ´70.

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El creciente desarrollo de la piratería mundial e incipiente avance re- gional, es una amenaza potencial constante al tráfico marítimo y fluvial, po- niendo las dotaciones civiles, sus naves y su carga en riesgo, exigiendo medi- das de seguridad adicionales, encareciendo los costos de seguro, y por tanto incrementando los fletes de importaciones y exportaciones, lo que reduciría la competitividad nacional. Ya hubo denuncias en el Caribe. Este sintético racconto, intenta ilustrar someramente, que los conflictos marítimos son eventos de ocurrencia frecuente en nuestras propias aguas. En la breve existencia de Argentina, su mar da un claro testimonio de todas las variables de empleo de una escuadra de mar. Hemos sido capaces de grandes logros, de enfrentar y causar graves daños a fuerzas extranjeras, de explorar lejanos continentes, de plantar banderas en extremos remotos, de efectuar cé- lebres rescates antárticos, de participar en operaciones internacionales com- plejas. También hemos sufrido muchas veces el sub-dimensionamiento o la vetustez de nuestro brazo armado. Hay una nueva posibilidad de reamarlo. El potencial energético, minero, pesquero y comunicacional del Mar Ar- gentino (el acceso a la Hidrovía, los pasajes interoceánicos y el pasaje inter- continental América-Antártida), exponen claramente su valor, sólo conside- rando el empeño en estas regiones de las grandes naciones (Estados Unidos, Reino Unido de Gran Bretaña, Brasil, China, Alemania, etc.). Tenemos tres grandes archipiélagos y sus respectivas Zonas Económicas Exclusivas, bajo ocupación del Reino Unido de Gran Bretaña. Mientras tan- to, la Antártida mantiene un endeble statu quo, en base a un tratado cada vez más vulnerado y difícil de sostener. Ya hay naciones explotando sus recursos. El Reino Unido, instalado en las islas del Sur y con protagónico interés antártico, reaviva su flota de alta mar, con los dos más grandes portaaviones de su historia y una nueva línea de submarinos de propulsión atómica. China se expande por el mundo y estrena portaaviones, decenas de fragatas, buques an- fibios y plataformas misilísticas nucleares, mientras desarrolla bases de apoyo militar y espacial en África y América (inclusive en nuestro país). Brasil se ha lanzado con determinación a concretar su propio submarino nuclear y activa su aviación naval de ataque embarcada en su remozado portaaviones Sao Pau- lo, como su proyección anfibia embarcada. Chile continúa con su acelerada carrera de fortalecimiento del poder aéreo, naval, submarino y terrestre.

67 • Revista del Mar • Los intereses marítimos •

Es un error frecuente considerar al país entre La Quiaca y Ushuaia, cuan- do su reclamo llega al Polo Sur. También es una falla de nuestra concepción pampeana, omitir frecuentemente lejanas pero importantes superficies, cuya devolución hemos exigido con sangre, como las islas Sandwich, Georgias y Shetland del Sur. La línea costera marítima no es el límite terrestre de nuestra patria, sino apenas el comienzo de nuestro territorio y jurisdicción marítima, cuya exten- sión es dos veces superior. Si no tenemos con qué sostenerlo, lo perderemos. Cuando veamos el mapa en su extensión, conozcamos nuestra historia despojados de miradas sesgadas y entendamos cuáles son los intereses reales del país, todo planeamiento geopolítico será más sencillo y el dimensiona- miento y despliegue de las Fuerzas Armadas se hará naturalmente. De lo contrario, como en los tiempos del almirante Brown, cada vez que la Na- ción se sienta amenazada, deberá construir una fuerza naval improvisando, de apuro, sin recursos y con escasas chances de victoria. El país no debería seguir perdiendo oportunidades, a riesgo de dejar expuestos a todo tipo de amenazas nuestros territorios marítimos, ultramarinos y fluviales. •

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Misceláneas

Al Almirante Brown Un epitafio latino

Por el doctor Raúl Lavalle1

“Ínsulatégenuit; in ínsulaóptimeegísti: ígnarísnaviúmártemdedístimarís. Félix cértefuítRomanósquiártemnaválem dócuitétfelíx tú ratesnóstrasagéns.”

[Te engendró una isla y en una isla muy bien actuaste: a hombres ignorantes de las naves les diste el arte del mar. Feliz cierta- mente fue quien enseñó a los romanos el arte naval; y feliz tú, que condujiste nues- tros navíos.].

Hace un tiempo leí que Sarmiento había di- cho una vez, poco más o menos: Me gustaría Almirante Guillermo Brown. Miniatura de Henry Hervé. que me hicieran un epitafio en latín. No sé si Museo Histórico Nacional. tal deseo se cumplió en la piedra o en el bron- Gentileza del INB. ce. De cualquier forma yo sí le dediqué uno, qualecumque (valga lo que valga, sin osadía de compararme con grandes poetas del géne- ro epigramático).

1 Profesor titular de Latín de la Universidad Católica Argentina (UCA).

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Pero me entusiasmé todavía más y di forma a un librillo electrónico al que puse por título: Siete epitafios patrióticos (en latín)2. Uno de ellos es el que está arriba, dedicado al Almirante Brown, escritos en dísticos acentuales. Me permito recordar el viaje que hice años atrás a su patria natal: había gente de cierta edad que conocía que un ilustre marino irlandés había fundado la ma- rina de guerra argentina. Por otro lado, aquí en Buenos Aires, en una de sus visitas escuché y conversé con J. J. O’Hara, del museo de Brown en Foxford. En fin, algunas de estas emociones procuré que estuvieran lejanamente en mi epitafio, muy modesto homenaje a alguien tan grande. •

2 Siete epitafios patrióticos (en latín). 70 • Revista del Mar •

Misceláneas

Al Almirante Guillermo Brown

“¡Fuego rasante que el pueblo nos vigila!” Con heroísmo dijo en la batalla- de los Pozos-, venciendo con agalla Al intruso ¡la patria no vacila! Su Fragata era niña en su pupila “Veinticinco de Mayo” que avasalla ¡Es preferible a pique a que se vaya! Dijo el héroe en fuego que fusila. ¡Almirante! Naciste por la Irlanda Pero Padre de Armada de vitrina Un ejemplo al Marino que comanda. Que navega por una mar bolina ¡Mi Almirante acudiste a la demanda! De la Patria ¡tú patria! La Argentina

• Por Carlos Erik López Cobos (Veracruz , México)

Primer Premio Certamen Internacional de Soneto al Almirante Brown, organizado por el Centro Cultural Kemkem de Necochea y la Delegación Necochea del Instituto Nacio- nal Browniano.

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Misceláneas

En las aguas, hidalguía

Las aguas de un río de Plata supieron de tu bravura. Tu destreza demostrada tuvo en Los Pozos la altura del Palo Mayor del barco. Las velas el viento empuja, llevando la nave a puerto y a los realistas mil dudas.

El mar austral vio tu paso, admiró tu valentía. Hacerse a mares de un sur, desierto; de lejanías imposibles de medir, vientos helados, sombrías aguas que ocultan peligros ciertos y mentiras.

Mitos que mueven las fibras y el ansia de prolongar la independencia nacida. Hasta llegar al Perú, sagrada tierra de Incas. Apoyar a San Martín. La libertad florecida.

• Por María Rosa Rzepka (Florencio Varela, provincia de Buenos Aires, Argentina)

Primer Premio Certamen Internacional de Microrrelato al Almirante Brown, organizado por el Centro Cultural Kemkem de Necochea y la Delegación Necochea del Instituto Nacional Browniano.

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Misceláneas

Romance del Almirante

En el río de Solís la fiel nave capitana, existe una isla embrujada con sudor, sangre y coraje, que contiene mil misterios pone al godo en retirada. y una luna desatada... Y en el cielo brilla libre, En su orilla exuberante la bandera azul y blanca. suave brisa nos relata Don Guillermo, el almirante, una historia de marinos lanza al mundo una proclama: y deslumbrantes hazañas. “-En este río infinito Va Guillermo imaginando, que riega tierras del Plata, en la mágica alborada, hemos dejado semillas estrategias ingeniosas de una Patria Soberana, para la ganar la batalla. para que pueblos futuros, Diez barquitos sigilosos puedan, en paz, germinarlas.” se deslizan en la nada, En la quietud de las aguas, preparando al enemigo donde el dios Marte descansa, una certera emboscada. un eco va repitiendo:- Tras sufrir un fiero ataque, ¡Gloria al Padre de la Armada!

• Por Susana Angélica Orden (Ciudad de Buenos Aires, Argentina)

Primer Premio Certamen Internacional de Poesía al Almirante Brown, organizado por el Centro Cultural Kemkem de Necochea y la Delegación Necochea del Instituto Nacio- nal Browniano.

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Efemérides Brownianas

EFEMÉRIDES ENERO 1882). Nieto del Gran Almirante, 4 de enero. Fallecimiento del capi- actuó en la guerra de Secesión de los tán de navío Hipólito Bouchard Estados Unidos (1861-1865), toman- (4 de enero de 1837). Fue coman- do parte por los Estados del Norte. dante del bergantín 25 de Mayo du- De regreso a nuestro país, se desta- rante el combate naval de San Nicolás có en la guerra de la Triple Alianza (2 de marzo de 1811). Como grana- (1865-1870). dero de San Martín, actuó de manera 12 de enero. Creación de la Mesa destacada en el combate de San Lo- de Cuenta y Razón de Marina renzo (3 de febrero de 1813), donde (12 de enero de 1811). Atendía arrebató la bandera al portaestandarte todos los asuntos relacionados con español. Al mando de la corbeta Hal- las cuestiones navales. Era la Institu- cón (1815-1816) y luego de la fragata ción responsable de adquirir, alistar La Argentina (1817-1819), realizó y tripular los buques para enfrentar extraordinarias campañas de corso. al poder naval español en el Río de Intervino en la Expedición Liberta- la Plata. dora del General San Martín al Perú, 12 de enero. Nombramiento del y luego sirvió en la Marina de Guerra Almirante Guillermo Brown de este país llegando a ser por poco como Comandante de la Escua- tiempo Jefe de su Escuadra. Murió en dra (12 de enero de 1826). El 1837 asesinado por un peón del inge- Gran Almirante fue puesto al mando nio azucarero que poseía en Nazca. de las Fuerzas Navales de las Provin- 5 de enero. Fallecimiento del te- cias Unidas del Río de la Plata con niente coronel de marina Gui- motivo de la guerra contra el Imperio llermo Brown (5 de enero de el Brasil (1825-1828).

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15 de enero. Nacimiento del capi- como corsario. Como comandan- tán de navío Hipólito Bouchard te del bergantín corsario General (15 de enero de 1780). Nació en la Brandsen, combatió frente a Per- localidad de Bornes, cercana a Saint nambuco, Brasil, con el bergantín Tropez, Francia. Es uno de nuestros Cacique, al cual derrotó y apresó. grandes héroes navales. 20 de enero. Fallecimiento del EFEMÉRIDES FEBRERO teniente coronel de marina Gui- 2 de febrero. Nombramiento del llermo Enrique Granville (5 de Almirante Guillermo Brown enero de 1836). Heroico marino como Comandante de la Escua- que luchó bravamente a las órdenes dra (2 de febrero de 1841). El del Almirante Guillermo Brown en Gran Almirante fue puesto al mando los combates navales de Juncal (8 y 9 de las Fuerzas Navales de la Confede- de febrero de 1827) y Monte Santiago ración Argentina. (7 y 8 de abril de 1827); en ésta última 7 de febrero. Fallecimiento del acción, un tiro de metralla le destrozó coronel de marina Joaquín el brazo izquierdo, que hizo necesario Hidalgo (7 de febrero de 1849). amputárselo a la altura del codo. Sirvió a las órdenes del Almirante 28 de enero. Apresamiento de la Guillermo Brown durante la guerra fragata española Consecuencia contra el Imperio del Brasil (1825- (28 de enero de 1816). Durante la 1828). En el conflicto contra la campaña corsaria del Brown y Bou- República Oriental del Uruguay, al chard en el Pacífico (1815-1816), fue mando del bergantín Echagüe, apre- capturada esta fragata, que luego fue só al bergantín Cagancha, principal bautizada como La Argentina, que, al buque de la flota oriental. mando de Hipólito Bouchard, realizó 8 y 9 de febrero. Combate naval su memorable campaña de corso alre- de Juncal (8 y 9 de febrero de dedor del mundo entre 1817 y 1819. 1827). En aguas del río Uruguay, el 31 de enero. Fallecimiento del Almirante Guillermo Brown derrotó teniente coronel de marina a la Tercera División Naval brasileña, Jorge De Kay (31 de enero de a la cual se le apresaron la mayoría de 1849). Durante la guerra contra sus buques. Igualmente fue tomado el Imperio del Brasil (1825-1828), prisionero su comandante el capitán tuvo una destacada actuación Jacinto Roque de Senna Pereira. Cons-

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tituye una de las grandes victorias esa plaza durante la guerra contra el navales de nuestro Gran Almirante, y Imperio del Brasil. una de las pocas en la guerra contra el 26 de febrero de 1826. Falleci- Imperio del Brasil en la que combatió miento del sargento mayor de con superioridad de fuerzas navales marina Bartolomé Ceretti (26 respecto al adversario. de febrero de 1826). Murió al 10 de enero. Primeras instruc- mando del bergantín General Balcar- ciones operativas de la Arma- ce durante el ataque a la Colonia del da Argentina (10 de enero de Sacramento, en la guerra contra el 1811). La Junta de Gobierno entregó Imperio del Brasil. al teniente coronel de marina Juan 28 de febrero de 1871. Falleci- Bautista Azopardo las instrucciones miento del teniente coronel de para el desempeño de la Primera marina José Celedonio Elordi Escuadrilla Naval Argentina, que sería (28 de febrero de 1871). Actuó luego vencida en el combate naval de a las órdenes del Almirante Gui- San Nicolás (2 de marzo de 1811). llermo Brown en las guerras contra 20 de febrero. Nacimiento del el Imperio del Brasil (1825-1828) y coronel de marina Juan Bautis- la República Oriental del Uruguay ta Azopardo (20 de febrero de (1839-1851). 1772). Nació en Senglia, isla de Mal- ta. Fue el comandante de la Primera EFEMÉRIDES MARZO Escuadrilla Naval Argentina, que sería 1 de marzo. Nombramiento del Al- luego vencida en el combate naval de mirante Guillermo Brown como San Nicolás (2 de marzo de 1811). Comandante de la Escuadra (1 22 de febrero. Creación de la Aso- de marzo de 1814). El Gran Almi- ciación Civil Instituto Brow- rante fue puesto al mando de las Fuer- niano (22 de febrero de 1948). zas Navales de las Provincias Unidas Creación del actual Instituto Nacional del Río de la Plata para luchas contra Browniano. los españoles de Montevideo. 26 de febrero de 1826. Ataque a la 1 de marzo de 1826. Ataque a la Colonia del Sacramento (26 de Colonia del Sacramento (1 de febrero de 1826). Bajo un intenso marzo de 1826). Bajo un intenso cañoneo, la escuadra al mando del cañoneo, fuerzas navales de las Pro- Almirante Guillermo Brown atacaron vincias Unidas del Río de la Plata

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atacaron esa plaza durante la guerra 10 de marzo. Primera fase del contra el Imperio del Brasil. Falle- combate naval de Martín Gar- cieron los tenientes Carlos Robin- cía (10 de marzo de 1814). La son y Juan Curry y el subteniente escuadra que comandaba Guillermo Félix Chavarría. Brown atacó a las fuerzas navales es- 2 de marzo de 1811. Combate na- pañolas del capitán Jacinto de Roma- val de San Nicolás (2 de marzo rate para tomar la isla Martín García. de 1811). Primer Combate Naval La nave capitana, la fragata Hércules, Argentina. Nuestra Primera Escuadri- varó y fue sometida a un intenso lla al mando del teniente coronel de fuego de artillería y fusilería desde marina Juan Bautista Azopardo, com- los buques y las baterías terrestres puesta por la goleta Invencible, ber- de la, isla que le produjo numerosas gantín 25 de Mayo y balandra Ame- bajas e importantes averías. Durante ricana, fue derrotada en San Nicolás el combate, los demás buques patrio- por una escuadrilla naval española tas se desorganizaron y no pudieron que comandaba el capitán de fragata sostener el enfrentamiento. En la Jacinto de Romarate. noche, la lucha cesó y continuó al día 3 de marzo. Fallecimiento del Al- siguiente. El 11 de marzo, la Hércules, mirante Guillermo Brown (3 de zafó de su varadura, y se retiró para marzo de 1857). Poco antes de mo- efectuar reparaciones. Esta primera rir, había expresado: Comprendo que fase resultó desfavorable para nuestra pronto cambiaremos de fondeadero, ya escuadra. Murieron el teniente co- tengo el práctico a bordo. ronel de marina Benjamín Franklin 7 de marzo. Victoria en Carmen de Seaver, comandante de la goleta Juliet Patagones (7 de marzo de 1827). y segundo jefe de la escuadra, y el Durante la guerra contra el Imperio del capitán Elias Smith, comandante de Brasil, una fuerza imperial realizó un la Hércules. ataque naval y terrestre contra Carmen 15 de marzo. Segunda fase del de Patagones, por ser un centro de ope- combate naval de Martín García raciones de corsarios. Éstos, al mando (15 de marzo de 1814). Toma de de Santiago Jorge Bynnon, rechazaron la isla Martín García por Guillermo a las fuerzas imperiales, las cuales su- Brown. Una fuerza de desembarco frieron la pérdida de cuatro buques y la de marineros y soldados al mando derrota en el Cerro de la Caballada. del sargento mayor de marina Ricar-

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do Baxter y del teniente de dragones el mando de la balandra Americana, Pedro Oroná, desafiando el fuego intervino en la Campaña Naval de español, logró apoderarse de la isla. 1814 contra Montevideo y en Colas- La escuadra de Brown efectuó una tiné sirvió a Buenos Aires durante la maniobra de distracción sobre la es- guerra civil como comandante del cuadra de Romarate, la cual, al verse, bergantín Aranzazú. amenazada por las baterías de la isla 19 de marzo. Fallecimiento del en poder de nuestras fuerzas, y por capitán de marina Santiago Ha- la exitosa operación de los buques de rris (19 de marzo de 1868). Fue Brown, se retiró hacia el río Uruguay. subordinado de Guillermo Brown y La ocupación de la isla, la llave de los de Hipólito Bouchard. participó como ríos Paraná y Uruguay según expre- corsario en la guerra contra el Imperio sión de Guillermo Brown, permitió del Brasil (1825-1828). contar con una posición de gran im- 19 de marzo. Fallecimiento del co- portancia en la cuenca del Plata para ronel de marina Benito José de las operaciones posteriores, a la vez Goyena (19 de marzo de 1871). que dividió al poder naval hispano al Fue titular de la Mesa de Cuenta y quedar Romarate encerrado en el río Razón de Marina, organismo respon- Uruguay y Montevideo privado de la sable de los aspectos administrativos participación de esas fuerzas y de su y logísticos de nuestra Marina. Primer mejor jefe naval. Comisario General de Marina y figura 18 de marzo. Fallecimiento del señera del Escalafón de Intendencia de coronel de marina Ángel Hubac la Armada Argentina. (18 de marzo de 1820). Fallece 27 de marzo. Fallecimiento del como consecuencia de las numerosas capitán de marina Guillermo heridas sufridas en el combate na- Parker (27 de marzo de 1826). val de Colastiné (26 de diciembre de Subordinado del Almirante Guiller- 1819) contra la escuadrilla naval de mo Brown. Participó en la guerra los caudillos federales del litoral que contra el Imperio del Brasil y se ha- dirigía Pedro Campbell. Ángel Hu- lló presente en los ataques a Colonia bac participó en la Reconquista y la del Sacramento. Defensa de Buenos Aires contra los 28 de marzo. Combate naval de invasores británicos (1806 y 1807), en Arroyo de la China (28 de mar- el combate naval de San Nicolás tuvo zo de 1814). La escuadrilla espa-

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ñola al mando del capitán Jacinto de fuerza naval al mando de Guillermo Romarate, encerrada en el río Uru- Brown (goleta Sarandí, bergantines guay tras la derrota de Martín García, República e Independencia y barca rechazó el ataque de una fuerza naval Congreso) se enfrenta a una escua- patriota que comandaba Tomás Not- dra imperial brasileña de unos 18 ter (o Nother), quien murió en la ac- buques. El primer día ambos ber- ción; en ese mismo combate también gantines encallaron, y soportaron falleció el comandante de la balandra el intenso fuego enemigo. Al día Carmen Samuel Spiro, quien hizo siguiente, los dos buques zafaron estallar su buque para no entregarlo y continuaron la lucha. Durante el al enemigo. combate en la jornada del 8, mu- 30 de marzo. Fallecimiento del rió el sargento mayor de marina capitán de marina Pedro Mon Francisco Drummond, comandante (30 de marzo de 1869). Participó del Independencia, quien se había en el combate naval de san Nicolás (2 trasladado a la Sarandí (insignia de marzo de 1811), donde fue tomado de Brown) para buscar municio- prisionero y llevado a Montevideo, nes, y que era el prometido de Eliza pero consiguió huir de allí. Como cor- Brown, hija del Almirante; también sario. combatió el comercio español, fue herido el capitán Granville, y luchó en la Campaña Naval de 1814 comandante del República, lo que le como subordinado del Almirante Gui- provocó la amputación de su brazo llermo Brown. izquierdo. La Sarandí y la Congre- so lograron retirarse del combate. EFEMÉRIDES ABRIL Nuestra escuadra fue derrotada, 2 de abril. Ataque al Puerto del perdió los dos bergantines y sufrió Realejo (2 de abril de 1819). numerosas bajas, pero luchó de La fragata corsaria La Argentina, al manera heroica y honrosa ante un mando de Hipólito Bouchard, atacó enemigo muy superior. el Puerto del Realejo (actual Nicara- 11 de abril. Duelo entre la fragata gua), y logró captuarar cuatro bu- 25 de Mayo y la fragata Nich- ques españoles. teroy (11 de abril de 1826). La 7 y 8 de febrero. Combate na- fragata 25 de Mayo, insignia del Almi- val de Monte Santiago (7 y 8 rante Guillermo Brown, se enfrentó de abril de 1827). Una reducida a la fragata brasileña Nichteroy, que

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comandaba James Norton, uno de los EFEMÉRIDES MAYO más bravos jefes navales imperiales. 1 de mayo. Fallecimiento del co- 26 de abril. Fallecimiento del sar- mandante Guillermo Roberto gento mayor de marina Tomás Mason (1 de mayo de 1843). A Craig (26 de abril de 1863). las órdenes del Almirante Guillermo Participó en numerosas batallas de Brown, intervino en los combates la independencia hispanoamerica- navales de Los Pozos (11 de junio de na (Tucumán, Salta, Vilcapugio y 1826) y de Quilmes (29 y 30 de julio Ayohuma). Incorporado al servicio de 1826) durante la guerra contra el naval, fue subordinado del Almiran- Imperio del Brasil (1825-1828). te Brown durante la guerras contra 15 de mayo. Sanción del Regla- el Imperio del Brasil (1825-1828) mento Provisional de Corso (15 y contra la República Oriental del de mayo de 1817). Organizó toda Uruguay (1839-1851); en ésta última, la actividad referida a ese tipo de tuvo actuación destacada en el com- guerra marítima durante el proceso bate naval de Costa Brava (15 y 16 de de independencia hispanoamericana agosto de 1842). También luchó en (1810-1824). Vuelta de Obligado contra la escua- 17 de mayo. Combate naval de dra combinada británico-francesa (20 Montevideo (17 de mayo de de noviembre de 1845). 1814). La escuadra al mando del 27 de abril. Asalto a la fraga- Almirante Guillermo Brown derrotó ta Emperatriz (26 de abril de definitivamente a la escuadra españo- 1826). El Almirante Guillermo la del Real Apostadero de Montevi- Brown ejecutó un asalto nocturno deo. La victoria puso fin al dominio contra la fragata brasileña Empera- español en el Río de la Plata, y per- triz. Si bien fracasó, la operación fue mitió la caída de Montevideo el 23 muy audaz, y la fragata sufrió averías de junio de 1814. Por su relevancia y bajas en su tripulación; el bergantín histórica, el Decreto Nº 5304 de 1960 Independencia, de nuestra escuadra instituyó el 17 de Mayo como “Día de y que intervino en el asalto, resultó la Armada Nacional”. igualmente muy averiado. 18 de mayo. Fallecimiento del sargento mayor de marina Guillermo Bathurst (18 de mayo de 1844). Tuvo una par-

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ticipación destacada en distintas 29 de mayo. Combate naval de acciones navales contra el Imperio Bajíos de Arregui (29 de mayo del Brasil (1825-1828), como en el de 1828). Nuestro bergantín 8 de asalto a la fragata Emperatriz. Febrero, al mando del coronel de ma- 19 de mayo. Fallecimiento del co- rina Tomás Espora, se enfrentó a una ronel de marino Francisco Seguí fuerza naval brasileña en los Bajíos de (19 de mayo de 1877). Intervino Arregui, cerca de San Clemente del en los combates de la Campaña Naval Tuyú. Luego de resistir hasta agotar de 1814 (Martín García y Arroyo de municiones, Espora rindió el buque el la China). En la guerra contra el Im- 30 de mayo. Por su heroica actuación, perio del Brasil (1825-1828), tuvo una nuestros marinos fueron conducidos a participación destacadísima durante Buenos Aires y puestos en libertad. el combate naval de Juncal (8 y 9 de febrero de 1827), en el cual capturó un EFEMÉRIDES JUNIO buque brasileño y logró la rendición 11 de junio. Combate naval de Los del jefe de la división naval imperial, Pozos (11 de junio de 1826). Ac- quien entregó su espada a Seguí. ción naval durante la guerra entre las 20 de mayo. Fallecimiento del co- Provincias Unidas del Río de la Plata y ronel de marino Leonardo Rosa- el Imperio del Brasil (1825-1828), que les (20 de mayo de 1836). Par- se libró frente a la ciudad de Buenos ticipó en la Campaña Naval de 1814 Aires. Una fuerza naval al mando del contra Montevideo. Tuvo una actua- Almirante Guillermo Brown com- ción destacada en distintos combates puesta por 1 fragata, 2 bergantines, 1 navales durante la guerra contra el Im- barca y 8 lanchas cañoneras, rechazó perio del Brasil (1825-1828). Fue uno el ataque de una escuadra brasileña de los subordinados más apreciados de 31 naves a las órdenes de James por el Almirante Guillermo Brown. Norton. Fue en aquella oportunidad 28 de mayo. Repatriación de los en que el Almirante Brown pronunció restos del General José de San la famosa frase ¡Fuego rasante que el Martín (28 de mayo de 1880). A pueblo nos contempla! bordo del transporte Villarino, de la 20 de junio. Fallecimiento de Juan Marina de Guerra argentina, llegaron Larrea (20 de junio de 1847). a Buenos Aires, procedentes de Fran- Como Ministro de Hacienda del go- cia, los restos mortales del Libertador. bierno del director supremo Gervasio

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Antonio de Posadas, fue uno de los ron la independencia de Chile. Como creadores de la famosa “Escuadra de Comandante General de Marina de las 1814” que, al mando del Almirante Provincias Unidas del Río de la Plata, Guillermo Brown, logró la derrota de desplegó una gran actividad durante la escuadra española en el combate la guerra contra el Imperio del Brasil naval de Montevideo. (1825-1828). 22 de junio. Nacimiento del Al- mirante Guillermo Brown (22 EFEMÉRIDES JULIO de junio de 1777). El “Padre de la 5 de julio. Acción de combate del Patria en el Mar” vio la luz en el pue- teniente de navío Cándido de blo de Foxford, Condado de Mayo, Lasala (5 de julio de 1807). En la Irlanda. Defensa del Retiro, durante la invasión 23 de junio de 1814. Rendición británica de 1807 al Virreinato del Río de Montevideo (23 de junio de de la Plata, el teniente de navío Cán- 1814). Como consecuencia directa dido de Lasala, fue herido en combate del triunfo de la escuadra al mando y falleció pocos días después. Dicho del Almirante Guillermo Brown en el oficial había nacido en la ciudad de combate naval de Montevideo (17 de Buenos Aires, y pertenecía a la Real mayo de 1814), corolario de la Cam- Armada española. Es considerado un paña Naval de 1814, la autoridad espa- referente histórico para la Infantería ñola de Montevideo rindió esa Plaza al de Marina de la Armada Argentina. general Carlos María de Alvear. Así se 5 de julio. Fallecimiento del coro- concretó el fin de la presencia españo- nel de marina Juan Antonio Toll la en el Río de la Plata. y Bernadet (5 de julio de 1864). 27 de junio de 1874. Fallecimiento Subordinado del Almirante Guillermo de brigadier general José Matías Brown durante la guerra contra el Im- Zapiola (27 de junio de 1874). perio del Brasil (1825-1828). En 1844 Se graduó de guardiamarina en la Es- fue Comandante Interino de la escua- cuela Naval Militar española. Adhirió dra por encontrarse enfermo el Almi- a la Revolución de Mayo, y participó rante Brown. Fue el primer marino en la toma de la Plaza de Montevi- que, al mando de un buque argentino, deo. Acompañó al general José de San realizó un viaje de ultramar navegan- Martín en sus campañas libertadoras, do las aguas del océano Índico. e intervino en las acciones que logra-

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9 de julio. Zarpada de la fragata 25 de julio. Fallecimiento del co- La Argentina desde la Ensena- ronel de marina Tomás Espora da de Barragán (9 de julio de (25 de julio de 1835). Siendo muy 1817). Al mando del capitán Hipólito joven, realizó la campaña corsaria de Bouchard, zarpa aquella fragata para la fragata La Argentina con el capitán una extraordinaria campaña de corso Hipólito Bouchard (1817-1819). Fue que duraría dos años y que concreta- uno de los subordinados predilec- ría la circunnavegación del globo. tos del Almirante Guillermo Brown, 5 de julio. Fallecimiento del coro- debido a la bravura que manifestó en nel de marina Julio Fonrouge (5 todas las acciones navales en las que de julio de 1875). Actuó en la gue- intervino durante la guerra contra rra contra el Imperio del Brasil (1825- el Imperio del Brasil (1825-1828), 1828), durante la cual intervino en el tales como Los Pozos (11 de junio ataque a la Colonia del Sacramento y de 1826) y Quilmes (29 y 30 de julio en los combates navales de Los Pozos de 1826). En ocasión de su muerte, (11 de junio de 1826) y Quilmes (29 el Almirante Brown pronunció estas y 30 de julio de 1826); en ésta última palabras: Considero la espada de este acción tuvo una destacada actuación. valiente oficial, una de las primeras de Estuvo presente también en el asalto América, y más de una vez admiré su nocturno a la fragata Emperatriz (27 conducta en el peligro. Es lástima que de abril de 1826). Tomado prisionero un marino tan ilustre haya perteneci- por los brasileños, escapó luego de do a un país que todavía no sabe valo- permanecer seis meses en la cárcel. rar los servicios de sus buenos hijos. Años después, se desempeñó en la ar- 26 de julio. Combate naval de tillería del Ejército Aliado en la batalla Colastiné (26 de julio de 1821). de Caseros (3 de febrero de 1852). Durante las Guerras Civiles, la escua- 24 de julio. Fallecimiento del sar- drilla que apoyaba al caudillo entre- gento mayor de marina Juan rriano Francisco Ramírez, comandada Francisco Seguí (24 de julio de por Manuel Monteverde, fue derro- 1852). Tuvo una destacada actuación tada por fuerzas navales de Buenos durante la guerra contra el Imperio Aires al mando de Leonardo Rosales. del Brasil (1825-1828) y en el bloqueo El encuentro incluyó el uso de armas británico-francés a la Confederación blancas y el combate cuerpo a cuerpo, Argentina (1844-1851).

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y durante la lucha Rosales, en persona, 31 de julio. Fallecimiento del co- hirió de muerte a Monteverde. ronel de marina Álvaro José de 26 de julio. Fallecimiento del co- Alsogaray (31 de julio de 1879). ronel de marina David Jewett Secretario del Almirante Guillermo (26 de julio de 1842). Como Co- Brown durante la guerra contra el mandante de la fragata Heroína, izó Imperio del Brasil (1825-1828); en por primera vez el pabellón argentino ese conflicto, llevó el Diario de Ope- en las islas Malvinas el 6 de noviem- raciones de nuestra escuadra. En el bre de 1820. combate de Vuelta de Obligado (20 de 29 y 30 de julio. Combate naval noviembre de 1845), luchó heroica- de Quilmes (29 y 30 de julio mente al mando de una de las baterías de 1826). El Almirante Guillermo de la costa. Brown, con insignia en la fragata 25 de Mayo, que comandaba Tomás EFEMÉRIDES AGOSTO Espora, se enfrentó a un fuerza naval 1 de agosto. Fallecimiento del co- brasileña que lo superaba en número ronel de marina Juan B. Thorne y poder de fuego. Ante esa circuns- (1 de agosto de 1885). Luchó a tancia, Brown pronunció una de sus las órdenes del Almirante Guillermo célebres frases: Es preferible irse a Brown durante la guerra contra el pique antes que rendir el pabellón. Imperio del Brasil (1825-1828). Tuvo Luego de una encarnizada y desigual una destacada actuación en la de- lucha, en la cual fue apoyado única- fensa de la isla Martín García (11 de mente por la goleta Río de la Plata octubre de 1838) y en el combate de de Leonardo Rosales, Brown se vio Vuelta de Obligado (20 de noviembre obligado a abandonar su buque insig- de 1845) contra la intervención britá- nia (que fue remolcada hacia Buenos nico-francesa. Aires) y continuar el combate a bor- 2 de agosto. Apresamiento de la do del Río de la Plata. Ante el temor escuadra argentina (2 de agos- de quedar varados por la bajante to de 1845). Las escuadras de Gran de las aguas, las naves imperiales se Bretaña y de Francia en el Río de la retiraron, y los buques de Brown, Plata apresaron en aguas de Montevi- empavesados como en los días gala, deo a la Escuadra de la Confederación llegaron a Buenos Aires; Espora fue Argentina, que se hallaba al mando gravemente herido en este combate. del Almirante Guillermo Brown.

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9 de agosto. Fallecimiento del co- 15 y 16 de agosto. Combate naval ronel de marina José Murature de Costa Brava (15 y 16 de agos- (9 de agosto de 1880). Participó en to de 1842). La escuadra de la Con- la guerra contra el Imperio del Brasil federación Argentina al mando del (1825-1828). En la guerra civil entre Almirante Guillermo Brown derrotó a federales y unitarios abrazó la causa la escuadra uruguaya que comandaba de éstos últimos y ayudó con su buque José Garibaldi. Este encuentro, que Luisa a numerosos ciudadanos perse- hizo honor a ambos contendientes, guidos por Rosas para emigrar a Uru- significó un duro golpe para el poder guay. Jefe de la escuadra del Estado de naval oriental. Buenos Aires y de la Escuadra Na- 18 de agosto. Llegada de la fraga- cional. Durante la guerra de la Triple ta La Argentina a Hawaii (18 Alianza (1865-1870) estuvo al mando de agosto de 1818). al mando de de la Escuadra argentina. Hipólito Bouchard, la fragata La Ar- 10 de agosto. Fallecimiento del gentina llegó a Hawaii, donde suscri- teniente coronel de marina Luis be un tratado con el rey aborigen de Piedrabuena (10 de agosto de la isla Kamehamea I que resulta un 1883). Destacado defensor de la implícito reconocimiento de la inde- soberanía nacional en los territorios y pendencia argentina, siendo dicho en las aguas de la región patagónica. soberano la primera autoridad que Con sus buques socorrió a numero- reconoció ese hecho. sos náufragos en el Atlántico Sur, lo 20 de agosto. Fallecimiento del que le significó el reconocimiento de doctor Vicente A. Echevarría la Reina de Gran Bretaña y del Káiser (20 de agosto de 1857). Abogado de Alemania. En la isla Pavón, sobre y armador de corsarios. Dueño de la el río Santa Cruz, instaló una peque- fragata La Argentina que, al mando ña, donde izó el pabellón argentino, a de Hipólito Bouchard, realizó el me- la vez que inculcó a los aborígenes el morable viaje de corso alrededor del sentido de nacionalidad. Al mando de mundo (1817-1819). la goleta Cabo de Hornos, participó en 22 de agosto. Fallecimiento del la expedición del comodoro Luis Py sargento mayor de marina Juan (1878) y contribuyó a afirmar nuestra King (22 de agosto de 1857). soberanía en Santa Cruz. Tuvo una distinguida actuación a las órdenes del Almirante Guillermo

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Brown en la guerra contra el Impe- de Paysandú contra fuerzas - rio del Brasil (1825-1828) y contra la sas y orientales; herido de gravedad escuadra uruguaya (1839-1845). y rodeado de cadáveres, fue el último 24 de agosto. Fallecimiento del en disparar el único cañón que podía coronel de marina Nicolás Jorge utilizarse. A favor de la Confedera- (24 de agosto de 1866). Se incor- ción Argentina, luchó contra el Estado poró a nuestra Marina en 1811. Par- de Buenos Aires. Entre 1870 y 1873, ticipó en la gloriosa Campaña Naval combatió contra los revolucionarios de 1814, actuando en todos sus com- jordanistas. Como contraalmirante, bates. En la guerra contra el Imperio desempeñó las más altas funciones de del Brasil (1825-1828) se destacó en el la Marina de Guerra nacional, como asalto a Colonia del Sacramento, en el por ejemplo, titular del Estado Mayor. ataque nocturno a la fragata Empera- 19 de septiembre. Nacimiento del triz y en el combate naval de juncal. coronel de marina Tomás Do- mingo Espora (19 de septiembre EFEMÉRIDES SEPTIEMBRE de 1800). Uno de los subordinados 5 de septiembre. Fallecimiento predilectos del Almirante Guillermo del contraalmirante Bartolomé Brown vio la luz en la ciudad de Bue- Cordero (5 de septiembre de nos Aires. 1892). Siendo todavía un niño, era 20 de septiembre. Fallecimiento guardiamarina a la edad de 11 años, del general Matías Irigoyen y y tuvo su bautismo de fuego frente a de la Quintana (20 de septiem- Montevideo el 3 de agosto de 1841, bre de 1839). Tuvo una destacada a bordo del General Belgrano, buque actuación en las luchas de la Banda insignia del Almirante Brown. Tuvo Oriental durante el sitio a Montevi- una heroica actuación durante el com- deo. En distintas oportunidades, se bate naval de Costa Brava (15 y 16 de desempeñó como Comandante Ge- agosto de 1842), cuando en un bote, neral de Marina y como Secretario de acompañado solamente por cuatro Guerra y Marina. hombres, abordó a dos brulotes incen- diarios desprendidos por el enemigo EFEMÉRIDES OCTUBRE y desprendió las mechas; en ese en- 15 de octubre. Ascenso de Gui- tonces, estaba próximo a cumplir 12 llermo Brown (15 de octubre de años. En 1847 participó en la defensa 1828). El gobierno de Buenos Aires

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otorgó a Guillermo Brown el grado de En viaje de regreso a nuestro país, Brigadier General del Ejército al servi- falleció en alta mar y su cuerpo fue cio de la Marina. arrojado al océano. 16 de octubre. Fallecimiento del 23 de octubre. Fallecimiento del coronel de marina Luis Cabassa coronel de marina Juan Bautis- (16 de octubre de 1867). Como ta Azopardo (23 de octubre de subordinado del Almirante Guiller- 1848). Comandante de la Primera mo Brown, luchó en el combate naval Escuadrilla Naval argentina, con la de Costa Brava (15 y 16 de agosto de cual se batió frente a los realistas de 1842). Fue Comandante de la escua- Montevideo en el combate naval de dra de la Confederación Argentina San Nicolás (2 de marzo de 1811), durante la guerra civil contra el Estado donde sus fuerzas fueron derrota- de Buenos Aires. das y él mismo remitido prisionero a 23 de octubre. Fallecimiento del España. Luego tuvo participación en coronel de marina Martín Jaco- la guerra contra el Imperio del Brasil bo Thompson (23 de octubre de (1825-1828). 1819). Realizó su carrera naval en España, donde se graduó como guar- EFEMÉRIDES NOVIEMBRE diamarina de la Real Armada. Tuvo 5 de noviembre. Nacimiento del una destacada actuación durante las coronel de marina Leonardo Ro- invasiones británicas al Río de la Pla- sales (5 de noviembre de 1792). ta, tomando parte en las jornadas de Uno de los subordinados predilectos la Reconquista (12 de agosto de 1806) del Almirante Guillermo Brown vio la y de la Defensa (5 de julio de 1807) luz en la ciudad de Buenos Aires. de Buenos Aires. Adhirió a la causa 6 de noviembre. Toma de posesión de la Revolución del 25 de mayo de de las Islas Malvinas (6 de no- 1810, y pasó a desempeñarse a partir viembre de 1820). El coronel de de ese momento como Capitán del marina David Jewett, Comandante Puerto de Buenos Aires. Ascendido a de la fragata Heroína, toma posesión coronel de marino, fue designado Di- de las Islas Malvinas a nombre de las putado de las Provincias Unidas del Provincias Unidas del Río de la Plata, Río de la Plata ante los Estados Uni- e iza el pabellón nacional. dos, donde, entre otras actividades, 14 de noviembre. Fallecimiento se dedicó a la gestión de armamento. del comodoro Antonio Somelle-

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ra (14 de noviembre de 1889). A 23 de noviembre. Fallecimiento la edad de 15 años ingresó a la Mari- del vicealmirante Mariano Cor- na, y a bordo del bergantín General dero (23 de noviembre de 1899). Rondeau realizó una campaña de Siendo niño, en el combate naval de corso sobre las costas del Brasil du- Costa Brava (15 y 16 de agosto de rante la guerra con el Imperio. Fue 1842) fue tan heroica su actuación que Capitán del Puerto de Buenos Aires, el Almirante Brown le obsequió su y desde ese cargo tuvo una activa propia espada. Jefe de la Escuadra de participación durante la guerra de la la Confederación Argentina durante la Triple Alianza (1865-1870), y tiempo guerra contra el Estado de Buenos Ai- después se lo designó Director de la res, y Comandante General de Marina Escuela Naval Militar. entre 1870 y 1890. 21 de noviembre. Fallecimiento del coronel de marina Francisco EFEMÉRIDES DICIEMBRE Fourmantín (21 de noviembre 18 de diciembre. Instituto Nacio- de 1861). Actuó como corsario nal Browniano (18 de diciem- durante la guerra contra el Imperio bre de 1996). Por Decreto Nº 1486 del Brasil (1825-1828). Tuvo una se constituye el Instituto Nacional participación destacada en la defensa Browniano en el ámbito de la Secre- de Carmen de Patagones contra los taría de Cultura de la Presidencia de brasileños en marzo de 1827. Fue Co- la Nación. mandante de la Escuadra de Buenos 20 de diciembre. Fallecimiento del Aires en operaciones contra la Confe- doctor Francisco de Gurrucha- deración Argentina. ga (20 de diciembre de 1846). 23 de noviembre. Fallecimiento Siendo Diputado por Salta en la Junta del coronel de marina Leonar- Grande tuvo una actuación destacada do Donati (23 de noviembre de en la formación de la Primera Escua- 1871). Combatió a las órdenes del drilla Naval argentina, que se batió Almirante Brown en la guerra contra con los realistas de Montevideo en el los brasileños y los orientales. Intervi- combate naval de San Nicolás (2 de no en el combate naval de Costa Brava marzo de 1811). • (15 y 16 de agosto de 1842).

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Actividades y novedades institucionales 2018

l 22 de febrero de 2018 se Dolores, Delegado en Lanús, Dele- efectuó en el predio de Casa gado en Puerto Madryn, Delegado EAmarilla el acto conmemo- en Tucumán, Delegado en Puerto rativo por el 70º Aniversario de Deseado, Delegado en Corrientes, la creación de la Asociación Civil Delegado en Montevideo (Uru- Instituto Browniano, actual Institu- guay), Delegado en Kerry (Irlan- to Nacional Browniano. da), Delegado en Madrid y Delega- La conmemoración del naci- do en Avignon (Francia). miento (22 de junio) y del falleci- Con motivo de la “XII Feria y miento (3 de marzo) del Almirante Exposición del Libro de Historia Guillermo Brown se concretó con de Buenos Aires” (7 al 14 de junio diversos actos organizados por dis- de 2018), que tuvo lugar en la sede tintas representaciones del Institu- del Club del Progreso, el Instituto to Nacional Browniano: Sede Cen- Nacional Browniano participó con tral, Filial Fundadora Almirante dos conferencias: de la vicepresiden- Brown-Adrogué, Filial Bahía Blan- te 1º licenciada Beatriz Cirigliano ca, Filial Regional La Plata-Beris- (“Elizabeth Chitty, una mujer de so-Ensenada, Filial Mar del Plata, temple”), y del secretario general ca- Filial Tres Arroyos, Filial Rosario, pitán de navío (R) magíster Tomás Delegación Claromecó, Delegación Merino (“Los hermanos Cordero”). Punta Alta, Delegación Necochea, Por Decreto Nº 658/2018 fue Delegación Roque Sáenz Peña, designado como nuevo Presidente Delegación Quilmes, Delegación del Instituto Nacional Browniano San Nicolás de los Arroyos, Dele- el comodoro de marina (RN) doc- gado en Dolores, Delegado en Villa tor Miguel Ángel De Marco, quien

89 • Revista del Mar • asumió el cargo con fecha 16 de de la creación de la Junta Central julio de 2018. de Estudios Históricos de la Ciu- El 15 de agosto de 2018 se rea- dad de Buenos Aires, que tuvo lizó en el predio del Departamento lugar en la Casa del Virrey Liniers de Estudios Históricos Navales-Ca- (13 de octubre de 2018), la vice- sa Amarilla un acto conmemorativo presidente 1º licenciada Beatriz a los caídos en el combate naval de Cirigliano y el vocal magíster Luis Costa Brava. El acto fue presidido Fernando Furlan expusieron so- por el Jefe del Estado Mayor Gene- bre la vida del Almirante Guiller- ral de la Armada almirante IM José mo Brown y el Instituto Nacional Luis Villán, acompañado por el Pre- Browniano. sidente del Instituto Nacional Brow- En la sede del Departamento niano comodoro de marina (RN) de Estudios Históricos Navales-Ca- doctor Miguel Ángel De Marco, y sa Amarilla, el 27 de noviembre por la señora María Cristina Brown de 2018 tuvo lugar la entrega de de Racedo (chozna del Almirante). diplomas a Instituciones amigas, Durante el Ciclo de Encuen- a miembros honorarios natos y a tros en el marco del 50º aniversario miembros distinguidos. •

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