“2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”

Senado de la Nación Secretaría Parlamentaria Dirección General de Publicaciones

(S-3231/15)

PROYECTO DE DECLARACION

El Senado de la Nación

DECLARA

“Su adhesión al 189 aniversario de la Batalla del Tala ocurrida el 27 de Octubre de 1826 entre el caudillo riojano Juan y Gregorio de Lamadrid en donde triunfan las fuerzas de Quiroga , apodado el Tigre de los Llanos”

Hilda C. Aguirre de Soria.-

FUNDAMENTOS

Señor Presidente:

La Batalla de El Tala (27 de octubre de 1826) fue un combate ocurrido durante las guerras civiles , entre las tropas del caudillo riojano Juan Facundo Quiroga y el gobernador de Tucumán, Gregorio Aráoz de Lamadrid, el 27 de octubre de 1826, que se saldó con una victoria de Juan Facundo Quiroga.

El coronel Lamadrid había sido enviado al norte argentino a reclutar tropas para la guerra del Brasil, pero aprovechó las primeras que reunió para deponer al gobernador tucumano Javier López y ocupar la gobernación de su provincia natal. Poco después tomó parte en una pequeña guerra civil local en la vecina provincia de Catamarca, asegurando el triunfo para el contendiente del partido unitario.

Poco antes, el conflicto interno había sido pacificado gracias a la intervención de Facundo Quiroga, que había salido de garante de un arreglo pacífico entre las partes; pero la intervención de Lamadrid violó ese arreglo, y Quiroga buscó recomponer el equilibrio, interviniendo en la guerra civil. Tras varias idas y venidas de ambos vecinos, Quiroga logró el triunfo para el candidato federal y, para evitar nuevas intromisiones, invadió Tucumán para derrotar al ejército de Lamadrid.

Por otro lado, el presidente , que no era reconocido en todo el país ni mucho menos, encargó a Lamadrid deponer a los gobernadores que se negaban a reconocerlo,5 entre ellos los de Catamarca, La Rioja y del Estero. Quiroga comprometió al gobernador de esta última, Juan Felipe Ibarra, pero “2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”

éste sufrió una invasión desde Salta por el coronel Francisco Bedoya, que le impidió participar, viéndose obligado a llevar a cabo una campaña de tierra arrasada que logró hacer retroceder al enemigo.

Apenas entrado Quiroga en la provincia de Tucumán, le salió al encuentro Lamadrid con sus tropas, en el paraje de El Tala. El encuentro pareció comenzar con una rápida victoria del tucumano, pero una veloz recuperación de Quiroga desorientó a los hombres de Lamadrid. Para empeorar las cosas, Lamadrid estaba enfermo de indigestión.

Lamadrid fue seriamente herido en la batalla, y sus hombres huyeron. Los soldados de Quiroga desnudaron el cuerpo del jefe enemigo, pero cuando éste lo buscó para darle sepultura, no lo encontró. Lamadrid logró esconderse y refugiarse en Tucumán algunas semanas más tarde, donde logró reasumir el gobierno para una revancha. Las heridas de Lamadrid quedaron como terribles cicatrices en su cara, y la pérdida de la mitad de una oreja, características que harían inconfundible la figura del jefe unitario en el futuro.

Para entonces las batallas por la independencia ya se mezclaban con nuestras guerras civiles y Lamadrid optó por el bando unitario.

Lamadrid dice el historiador Felipe Pigna; Será el gran enemigo de Quiroga, que lo derrotó en El Tala el 27 de octubre de 1826. Aquí ocurrió una de esas escenas de película en la vida de Lamadrid: se le vino encima un pelotón de quince montoneros a los que decidió enfrentar solo. Terminó con el tabique nasal roto, varias costillas quebradas, una oreja cortada, una herida punzante en el estómago y un tiro de gracia en la cabeza. En ese momento a uno de sus atacantes le entró la duda de si no habían matado nada menos que a Lamadrid, pero eso era imposible. La duda siguió y el hombre convenció a sus compañeros para que regresaran a revisar el cadáver, pero ya no estaba.

Sacando fuerzas de vaya a saber dónde, el malherido logró arrastrarse muchos metros hasta un rancho y sobrevivir. El Tala fue una derrota tremenda, pero también la partida de nacimiento de la leyenda de “Lamadrid el inmortal”. Algo de eso había porque para diciembre ya había recuperado no sólo la salud sino el mando de su provincia y las ganas de revancha frente a Quiroga que lo volvió a derrotar en el Rincón de Valladares el 6 de julio de 1827. Eligió el camino del exilio en Bolivia aunque al enterarse de la sublevación de Lavalle, a fines de 1828, se unió a sus filas pero trató por todos los medios a su alcance de impedir el fusilamiento del gobernador derrocado, el federal .

“2015 - Año del Bicentenario del Congreso de los Pueblos Libres”

Lo cierto es Sr. Presidente que esta batalla señala una vez más la convicción del Tigre de los Llanos por hacer triunfar el “ Federalismo” en nuestra Patria como uno de los valores más fuertes y más vivos de la Constitución Argentina.

Hilda C. Aguirre de Soria.-