Fuentes Medievales Del Archivo Municipal De Hernani. (1379
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View metadata, citation and similar papers at core.ac.uk brought to you by CORE provided by Hedatuz Victoriano José Herrero Liceaga Montserrat Fernández Martínez FUENTES MEDIEVALES DEL ARCHIVO MUNICIPAL DE HERNANI (1379-1527) 142 Transcripción y edición patrocinada por: 142 SOCIEDAD DE ESTUDIOS VASCOS Institución Fundada en 1918 por las Diputaciones de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya. Directora: Mª Rosa Ayerbe Iríbar. Univ. del País Vasco. Donostia Consejo de Redacción: Francis Brumont. Université de Toulouse – Le Mirail. Toulouse Mª Raquel Pilar García Arancón. Universidad de Navarra. Pamplona Victoriano José Herrero Liceaga. Univ. de Deusto. Donostia Maïté Lafourcade: Université de Pau et des Pays de l’Adour. Baiona José Ángel Lema Pueyo. Univ. del País Vasco. Vitoria-Gasteiz José Luis Orella Unzué. Univ. de Deusto. Donostia José Ángel Ormazabal. Eusko Ikaskuntza. Donostia Felipe Pozuelo Rodríguez. Eusko Ikaskuntza. Bilbao Aingeru Zabala Uriarte. Univ. de Deusto. Bilbao Secretaria de Publicaciones: Eva Nieto. Eusko Ikaskuntza. Donostia FICHA BIBLIOGRÁFICA RECOMENDADA Fuentes Medievales del Archivo Municipal de Hernani (1379-1527) / Victoriano José Herrero Liceaga, Montserrat Fernández Martínez. – Donostia : Eusko Ikaskuntza, 2011. X, 203, XLI p. ; 23 cm. – (Fuentes documentales medievales de País Vasco / dirigida por Mª Rosa Ayerbe ; 142) Índices ISBN: 978-84-8419-215-2 EUSKO IKASKUNTZA - SOCIEDAD DE ESTUDIOS VASCOS - SOCIÉTÉ D’ÉTUDES BASQUES Institución fundada en 1918 por las Diputaciones de Álava, Guipúzcoa, Navarra y Vizcaya Miramar Jauregia - Miraconcha, 48 - 20007 Donostia Internet: http://www.eusko-ikaskuntza.org - E-mail: [email protected] ISBN: 978-84-8419-215-2. Depósito Legal: SS-517-2011 Michelena artes gráficas - Astigarraga (Gipuzkoa) Victoriano José Herrero Liceaga Montserrat Fernández Martínez FUENTES MEDIEVALES DEL ARCHIVO MUNICIPAL DE HERNANI (1379-1527) AGRADECIMIENTOS Esta obra, que recoge la documentación medieval conservada en el Archivo Municipal de Hernani, ve la luz gracias al decidido apoyo de la corpora- ción y especialmente de su alcaldesa, Marian Beitialarrangoitia, quien desde el primer momento alentó el proyecto en la sentida necesidad de divulgar el conocimiento del pasado de la villa reunido en viejos papeles. Igualmente, Txuso, como responsable del Archivo, puso todas las facilidades, colaborando con los autores y preocupandose en la buena marcha de la digitalización y posterior transcripción de los textos. Finalmente debemos dar nuestro reco- nocimiento a la tarea desinteresada de Rosa Ayerbe, que ayudó en la cons- trucción de alguno de los textos, y a Iosu Echezarraga, quien nos revisó la transcripción del único documento escrito en latín. I INTRODUCCIÓN Hernani, mi familia es tu familia. Gracias por adoptarnos. Gracias al valioso patrimonio documental conservado en el Archivo Histórico Municipal de Hernani (a partir de ahora AHM. Hernani) podemos pre- sentar, dentro de la colección de Fuentes Documentales Medievales del País Vasco, un nuevo volumen que aporta 41 documentos con los que iluminar el pasado medieval de la villa de Hernani, y por extensión, de Euskalherria. Las fechas extemas de los textos aquí transcritos, 1379 y 1527 respec- tivamente, hacen necesaria alguna aclaración previa. La data cronológica ini- cial de 1379 viene impuesta por ser la del primer documento atesorado en el archivo1. Documento este, muy conocido por tratarse de una concordia entre las villas de Hernani y Donostia-San Sebastián para el control del valle del Urumea, sobre el que volveremos. En cuanto a la fecha fi nal establecida para el libro 1527, año que sobrepasa el límite cronológico fi jado por la colección, establecido en 1520, como punto de infl exión histórica con la entronización de Carlos de Habsburgo como emperador, se debe a una decisión de los autores al aportar información estadística de gran intensidad. Concretamente se trata de dos padrones fi scales de los vecinos contribuyentes de la villa al impuesto de alcabalas. A través de ellos se nos presenta una foto fi ja de los hernaniarras de comienzos del siglo XVI. De esta forma, en el siglo y medio que transcurre entre la documentación recogida se distribuyen los 41 registros de la siguiente manera: tres textos pertenecen a fi nes del siglo XIV (1379-1388), once documentos se elabora- ron durante el siglo XV (1401-1490) y, fi nalmente, del primer cuarto del siglo 1. Conservado inserto en una copia notarial efectuada en 1467. III XVI se conserban 27 textos. La conclusión a la que estas cifras nos llevan es doble; por una parte, que la maquinaria administrativa, aquella destinada a la generación masiva de escritos, arranca con la llegada del siglo XVI, y por otra, que la desaparición de una importante cantidad de documentos, ha sido motivada, si hacemos caso de la información recogida, no por el descuido del concejo, custodio y garante de la misma, sino por los avatares políticos en los que Hernani, debido a su posición geoestratégica, se ha visto envuelto a lo largo de su historia. Así es como describe Berruezo la ubicación de Hernani: “vigilante desde su estratégica posición de Santa Bárbara, oteando el curso del Urumea –que ya aquí era más que un río, brazo de mar– y el cruce, la encrucijada de los caminos que iban a Francia y venían de Castilla y de Navarra”2. A modo de botón de muestra señalaremos una de las desgracias cono- cidas que se produjo en 1512 con motivo de la entrada de las tropas france- sas, las quales saquearon y quemaron la villa de Hernani “sin que quedase edifi cio ni choza alguna”3. De los destrozos originados, y que causarían la lógica desaparición de los papeles del archivo, nos aportan luz los documen- tos generados en 1516 y 1519 respectivamente4 y cuya redacción se efec- tuó curiosamente en el hospital de Hernani. Así sabemos como la villa envió a la corte al bachiller Juan López de Elduayen, vecino de Hernani, para que tramitase ante la monarquía toda la ayuda posible para su reconstrucción. Las arcas de la villa andaban tan escasas que el bachiller tuvo que reclamar el salario adeudado por la realización de estos servicios. Todavía, tres años después, la villa no estaba reconstruida, y para atender a los gastos de su reconstrucción el concejo sacó en pública almoneda los montes comunales. De este documento conocemos la primera normativa urbanística de la pobla- ción, al especifi car las tareas de construcción de las casas y murallas del casco medieval. Sin embargo años después, en 1528, Andrés de Navajero, embajador de Venecia, al atravesar Gipuzkoa relataba como “Hernani y algu- nos otros lugares de los alrededores están todavía medio quemados a con- secuencia de los incendios provocados por los franceses cuando tomaron Fuenterrabía”5. 2. Berruezo, J.: “Historias de Guipúzcoa”. Ediciones de la Caja de Ahorros Provincial de Guipúz- coa. San Sebastian 1974. p. 80. 3. Arocena, F.: “Indice de los documentos del archivo municipal de la villa de Hernani”. Ed. Grupo doctor Camino de Historia de San Sebastian. San Sebastian, 1976. p. 24 4. Para el año 1516 son los documentos número 28 y 29, y, para el año 1519 es el texto número 21. 5. Berruezo, J.: Opus cit. ps. 86-87. IV Un dato que corrobora la hipótesis de la pérdida documental nos lo apor- tan las ordenanzas que se conservan en el AHM. Hernani, aprobadas por Carlos I en 1542 y en cuyo prólogo indican como tuvieron anteriores ordenan- zas confi rmadas por los Reyes Católicos, que se perdieron a consecuencia del incendio provocado por el ejército francés en 15126. No es de extrañar, por tanto, que en la batalla de Pavía de 1525, quien hiciera preso al rey de Francia, Francisco I, fuera Juan de Urbieta, natural de Hernani7. Para conocer la evolución del AHM. Hernani se hace imprescindible acu- dir a la documentación reunida en el negociado 1 de su inventario donde con el título: Antecedentes Históricos, Archivo y Biblioteca, Fausto Arocena nos señala los lugares en los que hay referencias al mismo8. La organización impuesta a la documentación reunida en el AHM. Hernani por Fausto Arocena marca un antes y un después en la utilización y servicio de la información de los textos admninistrativos. Fausto, quien en 1927 fue nombrado inspector de los archivos municipales de Gipuzkoa, aprovechó el cargo para realizar el inventario de los protocolos de Gipuzkoa, labor que posteriormente sería editada en 1947 por la Diputación Foral de Gipuzkoa, y mediante esta designación también se encargo de clasifi car y describir los documentos conservados por el consistorio municipal, labor que fi nalizó en 1940, aunque el instrumeno descriptivo no fue publicado hasta 1976. Fausto siguió los pasos, en la clasifi cación del fondo municipal, del cuadro generado por su colega y predecesor Serapio Múgica. La característica del cuadro clasi- fi catorio es que estructura la documentación por las materias de que trata y no por la función para la que fue creada, o por la ofi cina encargada de su tra- mitación. La lógica empleada, basada en dilucidar el asunto que plasman los textos, tiene como origen la formación de base historicista de estas personas. Para ellos la utilidad de los documentos de archivo es la de ser instrumentos de reconstrucción del pasado, de los temas que interesan al historiador. Una vez esteblecidas las clases o categorías (Secciones, Negociados y Series) documentales se pasa a la ordenación, cronológica por supuesto, de los docu- mentos. Así cuando rompa este “sagrado” plan organizador nos lo indicará, como en el caso de la serie de hidalguías del AHM. Hernani, donde nos indica Fausto como “se ha desviado algo el plan observado en los índices de otros 6. Arocena, F.: Opus cit. ps. 20-21. 7. Gorosabel, P.: “Cosas Memorables de Guipuzcoa”. Biblioteca de la Gran Enciclopedia Vas- ca. Bilbao. 1972. ps. 525 y ss. 8. Arocena, F.: Opus cit.