Libro ARTURO FRONDIZI
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COLECCION VIDAS, IDEAS Y OBRAS DE LOS LEGISLADORES ARGENTINOS Publicación del Círculo de Legisladores de la Nación Argentina con el auspicio de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación COLECCIÓN “VIDAS, IDEAS Y OBRAS DE LOS LEGISLADORES ARGENTINOS” Secretaría de Cultura de la Círculo de Legisladores de la Presidencia de la Nación Nación Argentina Dra. Beatriz K. de Gutiérrez Walker Dip. Nac. (M.C.) Alfonso Carlos Márquez Secretaria de Cultura Presidente Comisión Nacional Protectora de Asesor Honorario Bibliotecas Populares Prof. José María Castiñeira de Dios Prof. Daniel R. Ríos Presidente Colaboradores Dip. Nac. (M.C.) María Acevedo de Literas Secretaria de Cultura Dip. Nac. (M.C.) Bernardo H. Montenegro Secretario de Prensa y Relaciones Institucionales Artes Gráficas Yerbal, S.R.L. Osvaldo H. Nápoli Gerente General Enriqueta Muñiz Coordinación Editorial ARTURO FRONDIZI El Diputado del Desarrollo Prólogo de Emilia Menotti COMISIÓN NACIONAL PROTECTORA DE BIBLIOTECAS POPULARES Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación ESTE LIBRO NO DEBE VENDERSE Círculo de Legisladores de la Nación Argentina © Círculo de Legisladores de la Nación Argentina, 1998 ISBN 987-9336-07-0 Queda hecho el depósito que dispone la Ley 11.723 Impreso en la Argentina Artes Gráficas Yerbal, S.R.L. Av. Cobo 1857 (1406) Buenos Aires. Argentina Tel. Fax: 4921-5817/5819 - 4921/1075 (líneas rotativas) E-mail: [email protected] Diseño Gráfico: Departamento de Arte AGY Foto: Archivo General de la Nación Colección “VIDAS, IDEAS Y OBRAS DE LOS LEGISLADORES ARGENTINOS” l propósito del Círculo de Legisladores de la Nación Ar- gentina al presentar esta Colección de libros dedicados a Ela vida y la obra de los legisladores argentinos, con el aus- picio y el apoyo de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la Nación, se asienta en tres pilares: fortalecer la conciencia na- cional, reafirmar nuestra fe en la Democracia e informar, ense- ñar, persuadir en Libertad. En tiempos de crecimiento, que son tiempos de crisis, en los que un pueblo cuestiona su modo de ser, es decir, su iden- tidad, surge una posibilidad de renovación a partir de una au- toconciencia crítica. Es sabido que en circunstancias traumáti- cas, la sociedad es conmocionada por actitudes nihilistas, que en el campo político se manifiestan como un nuevo anarquis- mo romántico en el que la justificación de la violencia puede aparecer como una crítica pública frente a las disposiciones le- gales. Ello disminuye la confianza en las instituciones y, funda- mentalmente, en lo que es singular de la Democracia, la repre- sentatividad, generándose así un descreimiento colectivo res- pecto de los hombres que asumen la representación política y parlamentaria. Por esos motivos, y porque es en la política donde se da, más que en cualquier otro campo de la realidad, la sensibilidad para predecir el cambio y actuar en consecuencia, creemos con- veniente llevar a cabo una acción programada de “reparación” de la imagen del político. Figuras del Parlamento Argentino como Leandro N. Alem, el Perito Francisco P. Moreno, el poeta nacional José Hernán- dez, el ideólogo de la justicia social Alfredo Palacios, y tantos otros, son “modelos” representativos de la vida parlamentaria, 5 del pensamiento democrático, la conducta cívica y la concien- cia nacional. Por eso la Comisión Directiva del Círculo de Legisladores de la Nación Argentina, que me honro en presidir, ha resuelto edi- tar una Colección de libros sobre “Vidas, Ideas y Obras de los Legisladores Argentinos”, cuyos prólogos o estudios prelimina- res están encomendados a autorizados conocedores de la histo- ria personal del Legislador correspondiente y contienen, ade- más de su biografía, lo esencial de su pensamiento político. Es- te se ilustra en cada libro con extractos de sus discursos y expre- siones públicas, las leyes que nacieron de su labor parlamenta- ria, sus publicaciones, etc. Entendemos que renovar la importancia que se le dio al Le- gislador desde los inicios de la historia argentina debe ser el pri- mer paso para fortalecer la conciencia democrática de nuestro pueblo y revelar, especialmente ante las nuevas generaciones, aquellas personalidades parlamentarias que son paradigmáticas y que constituyen, por sí solas, modelos cívicos a partir de su pensamiento y su acción. Creemos contribuir así a la consolidación del espíritu demo- crático del pueblo argentino y ofrecer un aporte significativo a la vigorización de nuestra cultura. Dip. Nac. (M.C.) Alfonso Carlos Márquez Presidente del Círculo de Legisladores de la Nación Argentina 6 ARTURO FRONDIZI UN DIPUTADO CON VISION DE ESTADISTA Prólogo de Emilia Menotti n un país como la Argentina, que enfrentó con demasiada frecuencia interrupciones de su régimen legal, cobra sin- Egular relieve la valoración que el ciudadano común for- mule sobre la integridad del Congreso de la Nación y la validez de su acción civilizadora, adecuada, en cada caso, a las exigen- cias de su tiempo histórico. En la larga y brillante tradición de esta institución, la actua- ción de Arturo Frondizi sintetizó lo que sería la línea definitoria de su vida, el logro de sus anhelos de legalidad, paz, justicia so- cial y desarrollo de todo el pueblo. Su paso por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación durante los años 1946-52, se convierte en un relevante aporte pa- ra el estudio no sólo de la actividad parlamentaria, sino de la vi- da misma de la Nación, en una etapa crucial de nuestra historia. Arturo Frondizi es una figura emblemática que encarna al ar- gentino que soñó con una patria grande, con los objetivos que hacen a la realización nacional y al bienestar de los pueblos. Su obra legislativa, sujeta a veces a los condicionamientos de la militancia partidaria, le posibilitó apreciar y calibrar en su real envergadura problemas esenciales del país. Hombre de ideas, entrevió las limitaciones que podía imponer la obediencia a un rígido esquema militante y comenzó a definir las prioridades que orientarían su quehacer político. Las palabras que pronunció desde su banca el 1° de junio de 1950 son una clara y explícita definición de la misión de los congresales dentro de la estructuración republicana: “Para que exista un régi- men constitucional en la República no es suficiente la existencia de un edificio que se llama Congreso Nacional ni un recinto como és- 7 te, ni un reglamento ni estas bancas. Es preciso que el Congreso ar- gentino funcione en la integridad de su capacidad y de sus atribu- ciones; es imprescindible que en el Congreso de la Nación Argenti- na se sienten, sí, representantes de partidos políticos, pero que, por sobre todo, se sienten representantes del pueblo dispuestos a servir a los ideales de la Nación Argentina en sus grandes aspiraciones”. Frondizi diputado ya estaba generando al futuro estadista. Pasión y crítica serían dos vertientes insoslayables de su natura- leza de intelectual integrado a la misión de elaborar un pensa- miento estratégico capaz de transformar las estructuras agota- das que regían su país. Síntesis biográfica Gubbio, la milenaria ciudad de Umbría, fue la tierra natal de sus padres, Julio Frondizi e Isabel Ercoli, quienes contrajeron matrimonio el 24 de julio de 1886. Como tantos representantes de la corriente inmigratoria del siglo XIX, se radicaron en la Argentina en 1892, para establecer su hogar en Paso de los Libres, un pueblo correntino aislado de otros centros habitacionales de la provincia, pero con posibilida- des de progreso. Allí nació Arturo el 28 de octubre de 1908. La amplia casona albergó a la gran familia compuesta por doce hijos: Liduvina y Ercilia, nacidas en Italia - donde habían fallecido dos prematu- ramente -; Américo, Virginia y Ricardo Amadeo, en Uruguaya- na que contaba con mejor atención médica, pero fueron anota- dos en Paso de los Libres, el pueblo natal de los otros seis her- manos: María, Julio, Isabel, Orestes, Silvio y Arturo. El menor, Risieri, nació en Posadas. La sólida posición económica forjada por don Julio fue factor preponderante para abrirles el camino del estudio. La inteligen- cia y capacidad les permitió ocupar lugares destacados en sus respectivas profesiones. Américo, farmacéutico y autodidacta en el aprendizaje de idiomas y griego clásico; Ricardo, profesor de inglés; Silvio, abo- 8 gado, y Risieri, quien desempeñó el rectorado en la Universidad de Buenos Aires, ambos autores de trascendentes obras en el campo de la ideología y la filosofía; Virginia, docente por exce- lencia; Orestes, respetado funcionario al igual que Julio, quien había cursado Medicina sin llegar a graduarse, y Arturo, aboga- do, primer hijo de un inmigrante italiano, un “gringuito”, que fue elegido Presidente de la Nación. Cuando Frondizi contaba cinco años, su familia se trasladó a Concepción del Uruguay para que sus hermanos mayores pudie- ran continuar sus estudios en el Colegio Nacional de la ciudad. Allí cursó los primeros grados de la enseñanza primaria que completó en Buenos Aires en la escuela de Las Heras y Coronel Díaz, a la que concurrían exclusivamente niñas. La directora, pa- ra justificar el ingreso de un varón, dijo al presentarlo que ese día se incorporaba un niño que iba a ser importante en el país. No se sabe qué virtudes advirtió para este premonitorio anuncio. En 1922 inició el bachillerato en el Colegio Nacional Justo Jo- sé de Urquiza, de Concepción del Uruguay, y cuando dos años más tarde la familia se instaló definitivamente en Buenos Aires, ingresó a tercer año en el Colegio Nacional Nro. 3 Mariano Mo- reno, donde terminó sus