Transgénicos: El prontuario criminal de Por Fernando Glenza Agencia Prensa Mercosur Una reciente resolución de las autoridades científicas de Argentina invita a recordar la historia negra de esta transnacional norteamericana que atenta contra el medio ambiente y la vida. Monsanto se presenta a sí misma como una empresa visionaria, una fuerza de la historia mundial que trabaja para aportar ciencia de vanguardia y una actitud ambientalmente responsable a la solución de los problemas más urgentes de la humanidad. Pero, ¿qué es en realidad Monsanto? ¿Cuál es su origen? ¿Cómo llegó a ser el segundo productor mundial de agroquímicos y uno de los principales proveedores de semillas en el planeta?. ¿Es Monsanto la compañía "limpia y verde" que proclaman sus anuncios, o los mismos apenas representan una operación de imagen que oculta la naturaleza criminal de la compañía? En una Resolución del 13 de diciembre de 2004, el Comité Nacional de Etica en la Ciencia y la Tecnología (CECTE), dependiente del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina, tomó conocimiento de la convocatoria al Premio "Animarse a Emprender", instituido por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas, Educativas y Técnicas (CONICET) y la empresa Monsanto, que otorgaba 30 mil dólares al mejor proyecto en el área de biotecnología y medio ambiente, y recogió las inquietudes formuladas sobre este premio por algunos investigadores. En atención a esas consideraciones, el CECTE estimó que es "inconveniente" que una institución pública de la ciencia y la tecnología se asocie en el otorgamiento de premios a la investigación científica o tecnológica con organizaciones o empresas que "son objeto de cuestionamientos éticos por sus responsabilidades y acciones concretas en detrimento del bienestar general y el medioambiente". Monsanto es la compañía que introdujo al mercado la primera generación de cultivos transgénicos, convirtiéndose en el líder mundial en la promoción de biotecnología en la agricultura. Actualmente, es el mayor vendedor mundial de semillas transgénicas en Latinoamérica, Estados Unidos y Canadá. Sus cultivos representan más del 90 por ciento de todos los cultivos transgénicos del mundo. Los cultivos resistentes a su herbicida "glifosato", como la "soja RR" (Roundup Ready) y el "maíz RR", sólo promueven la agricultura industrial de insumo-dependencia. Una mirada a su historia nos dará algunas claves reveladoras, y puede ayudarnos a entender mejor las prácticas actuales de la compañía. Un resumen de la detallada investigación realizada por Brian Tokar, autor de "Earth for Sale" (South End Press, 1997) y "The Green Alternative" (New Society Publishers, 1992), yprofesor de Ecología Social en el Goddard College, de Plainfield, Vermont, Estados Unidos, muestra una verdadera colección de atrocidades perpetradas por esta multinacional de gran ingerencia actual en Latinoamérica. Con sede en San Louis, , Estados Unidos, Monsanto Chemical Company fue fundada en 1901 por , un químico autodidacta que llevó la tecnología de la fabricación de sacarina, el primer edulcorante artificial, de Alemania a Estados Unidos. En los años 20, Monsanto se convirtió en uno de los principales fabricantes de ácido sulfúrico y de otros productos básicos de la industria química, y desde la década del 40 hasta nuestros días, es una de las cuatro únicas compañías que han estado siempre entre las 10 primeras empresas químicas de Estados Unidos. En los años 40, el negocio de Monsanto giraba en torno a los plásticos y las fibras sintéticas. En 1947, un carguero francés que transportaba nitrato de amonio (utilizado como fertilizante) explotó en un muelle a unos 90 metros de la fábrica de plásticos de Monsanto en las afueras de Galveston, en Texas. Más de 500 personas murieron en lo que llegó a ser considerado como uno de los más grandes desastres de la industria química. La planta producía estireno y plásticos de poliestireno, que aún se usan para envases de alimentos y otros productos de consumo masivo. En los años 80, la Agencia de Protección del Medio Ambiente de los Estados Unidos (EPA), colocó al poliestireno en el quinto lugar de la clasificación de productos químicos cuya producción genera las mayores cantidades totales de residuos peligrosos. En 1929, la Swann Chemical Company, adquirida poco después por Monsanto, desarrolló los bifenilos policlorados (PCBs por sus siglas en inglés), que fueron muy alabados por su estabilidad química y su ininflamabilidad. Su uso más frecuente se dio en la industria de equipos eléctricos, que escogió a los PCBs como refrigerantes incombustibles de una nueva generación de transformadores. En el transcurso de los años 60, los compuestos de la cada vez más numerosa familia de los PCBs de Monsanto fueron también usados como lubricantes, líquidos hidráulicos, aceites lubricantes de herramientas, revestimientos impermeables y selladores líquidos. Las pruebas de los efectos tóxicos de los PCBs se remontan a los años 30, cuando científicos suecos que estudiaban los efectos biológicos del DDT comenzaron a hallar concentraciones significativas de PCBs en la sangre, pelo y tejidos grasos de los animales silvestres. La investigación durante los años 60 y 70 reveló que los PCBs y otros compuestos organoclorados aromáticos eran carcinógenos poderosos, y también los relacionó con un amplio conjunto de trastornos reproductivos, de desarrollo y del sistema inmunológico. La afinidad química de estos compuestos por las grasas es responsable de sus enormes tasas de acumulación y bioconcentración, así como de su expansión a través de la cadena alimenticia marina en el mundo. Aunque la fabricación de PCBs se prohibió en Estados Unidos en 1976, sus efectos tóxicos y perturbadores del sistema endocrino persisten en todo el mundo. La relación de Monsanto con la dioxina se remonta a la fabricación del herbicida 2,4,5-T, que comenzó a finales de la década de los 40. Casi inmediatamente, los trabajadores comenzaron a enfermar, con erupciones en la piel, dolores inexplicables en las extremidades, articulaciones y otras partes del cuerpo, debilidad, irritabilidad, nerviosismo y pérdida del deseo sexual. Documentos internos muestran que la compañía sabía que aquellas personas estaban realmente tan enfermas como decían, pero la empresa mantuvo todas las pruebas ocultas. El contaminante responsable de las dolencias de los trabajadores no fue identificado como dioxina hasta 1957, pero antes de esa fecha, los especialistas en guerra química del ejército de los Estados Unidos se habían interesado por dicha sustancia como una posible arma química. Monsanto envenenó Vietnam. El herbicida conocido como Agente Naranja, que fue usado por las fuerzas militares estadounidenses para defoliar los ecosistemas de selva tropical de Vietnam durante los años 60, era una mezcla de 2,4,5-T y 2,4-D que provenía de varias fuentes, pero el Agente Naranja de Monsanto tenía concentraciones de dioxina muchas veces superiores al producido por Dow Chemical, el otro gran productor del defoliante. Esto convirtió a Monsanto en el principal acusado en la demanda interpuesta por veteranos de la guerra del Vietnam, que experimentaron un conjunto de síntomas de debilidad atribuibles a la exposición al Agente Naranja. Cuando en 1984 se alcanzó un acuerdo de indemnización por valor de 180 millones de dólares entre siete compañías químicas y los abogados de los veteranos, la justicia ordenó a Monsanto pagar el 45,5 por ciento del total. Por supuesto, a los tribunales de Estados Unidos ni se los ocurrió que a una mayor indemnización tenían derecho la sociedad y el Estado de Vietnam. El Roundup es el herbicida más vendido del mundo. Actualmente, los herbicidas de glifosato, tales como el Roundup, representan al menos una sexta parte de las ventas anuales totales de Monsanto, y la mitad de los ingresos por operaciones de la compañía, o quizá algo más, desde que la misma delegó sus actividades en torno a productos químicos industriales y tejidos sintéticos en una empresa aparte, llamada (en septiembre de 1997). Monsanto promociona agresivamente el Roundup como un herbicida seguro y de uso general en cualquier lugar, desde céspedes y huertas hasta grandes bosques. En 1997, Monsanto respondió a cinco años de quejas del fiscal general del estado de Nueva York relativas a que sus anuncios del Roundup eran engañosos, cambiando sus anuncios en el sentido de borrar las referencias a la "biodegradabilidad" y al carácter "ambientalmente positivo" del herbicida. La serie de grandes multas y decisiones judiciales contra Monsanto en Estados Unidos incluyen responsabilidades en casos de muerte por leucemia, multas de 40 millones de dólares por el vertido de productos peligrosos al medio ambiente, y muchos otros episodios. En 1995, Monsanto era la quinta empresa de Estados Unidos en el inventario de vertidos tóxicos de la EPA, con millones de kilogramos de productos químicos tóxicos descargados sobre la tierra, en el aire, en el agua y en el subsuelo. Los productos farmacéuticos de Monsanto tienen también un historial inquietante. El producto estrella de la compañía farmacéutica Searle, subsidiaria de Monsanto, es el edulcorante artificial "aspartame", vendido bajo los nombres comerciales de Nutrasweet y Equal. En 1981, cuatro años antes de que Monsanto comprase Searle, un comité consultivo de la FDA (Food and Drug Administration) compuesto por científicos independientes, confirmó informes que afirmaban que el aspartame podría inducir tumores cerebrales. La FDA retiró a Searle la licencia de venta del aspartame, pero esta decisión fue anulada por un nuevo comisionado nombrado por el entonces presidente Ronald Reagan. En ese momento el actual secretario de Defensa de Estados Unidos, Donald Rumsfeld, era el presidente de la compañía. Un estudio de 1996 publicado en la revista científica Journal of Neuropathology and Experimental Neurology ha suscitado de nuevo la preocupación, relacionando el aspartame con un incremento súbito de cánceres cerebrales a poco de introducirse la substancia. La Unidad de Investigación sobre Política Científica de la Universidad de Sussex, Inglaterra, cita una serie de informes de los años 80, que relacionan el aspartame con un conjunto amplio de reacciones adversas en consumidores sensibles, incluyendo dolores de cabeza, visión borrosa, entumecimiento, pérdida de audición, espasmos musculares y ataques inducidos de tipo epiléptico, entre otras muchas dolencias. La agresiva promoción que Monsanto realiza de sus productos biotecnológicos, desde la hormona recombinante del crecimiento bovino (rBGH) a la soja "Roundup Ready" y a sus variedades de algodón resistentes a los insectos, resulta a ojos de cualquier observador como una continuación de sus largas décadas de prácticas éticamente discutibles. Originalmente, Monsanto fue una de las cuatro empresas que querían introducir en el mercado una hormona sintética del crecimiento bovino, producida por la bacteria E. coli, manipulada genéticamente para producir la proteína bovina. El esfuerzo de Monsanto, que duró 14 años, para lograr la aprobación de la FDA a la comercialización de la BGH recombinante, estuvo lleno de controversias, llegándose a denunciar un esfuerzo coordinado para suprimir información sobre los efectos perjudiciales de la hormona. La hormona de Monsanto se aprobó por la FDA para su venta comercial a principios de 1994. El año siguiente, la Unión de Agricultores de Wisconsin, hizo público un estudio de las experiencias de los granjeros con la droga. Sus hallazgos excedieron los 21 problemas potenciales de salud que Monsanto fue obligada a incluir en la etiqueta de advertencia de su marca Posilac (nombre comercial de la rBGH). Se obtuvieron muchos informes de muertes espontáneas entre vacas tratadas con rBGH, alta incidencia de infecciones de ubres, graves dificultades metabólicas y problemas en los partos y, en algunos casos, imposibilidad de apartar a las vacas tratadas de la substancia, a la que se habían habituado. Muchos ganaderos experimentados que usaron la rBGH tuvieron que reemplazar de repente una buena parte de sus rebaños. En lugar de responder a las causas de las quejas de los ganaderos sobre la rBGH, Monsanto emprendió la ofensiva, amenazando con demandas judiciales contra las pequeñas empresas lecheras que anunciaban sus productos como libres de la hormona artificial, y participando en una acción legal interpuesta por varias asociaciones industriales de comercio contra la primera (y única) ley de etiquetado obligatorio para la rBGH en Estados Unidos. Todo ello mientras aumentaban las pruebas de los efectos perjudiciales de la rBGH en la salud de las vacas y de las personas. Los esfuerzos para impedir el etiquetado de las exportaciones estadounidenses de soja y maíz manipulados genéticamente, parecen indicar que Monsanto sigue aplicando las tácticas ingeniadas por la compañía para sofocar las quejas contra la hormona de la leche. Si bien Monsanto argumenta que su soja "Roundup Ready" acabará por reducir el consumo de herbicidas, el uso generalizado de variedades de cultivos tolerantes a los herbicidas significa un aumento de la dependencia de los agricultores respecto del herbicida. Las malas hierbas que aparecen después de que el herbicida original se haya dispersado o degradado, se tratan a menudo con más aplicaciones de herbicida. Por otra parte, Monsanto ha aumentado su producción de Roundup en los últimos años. Habiendo expirado la patente de Roundup en Estados Unidos en el año 2000, y con una competencia de productos genéricos de glifosato surgiendo en todo el mundo, el "paquete" de herbicida Roundup y semillas "Roundup Ready" se ha convertido en la piedra angular de la estrategia de Monsanto para seguir aumentando sus ventas de herbicida. Los posibles efectos ambientales y sanitarios de los cultivos tolerantes al Roundup no han sido investigados completamente; por ejemplo, los efectos alergénicos, el caracter invasivo o de mala hierba de estos cultivos y la posibilidad de que la resistencia al herbicida se transfiera vía polen a otras semillas de soja o a otras plantas emparentadas. Mientras que los problemas con la soja resistente a herbicidas son despreciados como algo muy genérico y especulativo, la experiencia de los algodoneros con las semillas manipuladas genéticamente por Monsanto constituye una historia muy diferente. Desde 1996 Monsanto ha sacado dos variedades de algodón manipulado genéticamente; una es una variedad resistente al Roundup, y la otra, llamada "BT", segrega una toxina bacteriana para controlar los daños producidos por plagas del algodón. La toxina, derivada del Bacillus thuringiensis (B.t.), se ha utilizado por los agricultores ecológicos desde los primeros años 70 en forma de un aerosol natural bacteriano. Pero a diferencia de las bacterias B.t., que viven relativamente poco, y segregan su toxina en una forma que sólo se activa en los sistemas digestivos de ciertos gusanos y orugas, los cultivos "BT" modificados genéticamente segregan una forma activa de la toxina a lo largo del ciclo vital de la planta. Gran parte del maíz genéticamente manipulado del mercado es una variedad con capacidad de segregar esta toxina bacteriana, ideada para repeler al gusano de la raíz del maíz y a otras plagas comunes. El primer problema de estos cultivos que segregan plaguicidas es que la presencia de la toxina en todo el ciclo vital de la planta favorece la aparición de cepas resistentes al B.t. entre los insectos. La EPA ha determinado que una resistencia extendida al B.t. puede convertir en inefectivas las aplicaciones naturales de la bacteria B.t. en apenas tres o cinco años, y pide a los agricultores que planten hasta un 40 por ciento de sus cultivos con algodón no manipulado genéticamente, para que sirva de "refugio" a los insectos y evitar la aparición de resistencias al B.t. En segundo lugar, la toxina segregada por estas plantas puede dañar a insectos beneficiosos, además de aquellas otras especies que los agricultores quieren eliminar. Pero los efectos nocivos del algodón "BT" han resultado ser mucho más rápidos de lo esperado, tanto que Monsanto y sus socios han retirado del mercado más de 2 millones de kilos de semillas de algodón manipuladas genéticamente, y han acordado pagar a los cultivadores de Estados Unidos una indemnización de muchos millones de dólares. A pesar de estos problemas, Monsanto sigue fomentando el uso de la ingeniería genética en la agricultura al tomar el control de muchas de las mayores y más establecidas empresas de semillas en los Estados Unidos, controlando el 85 por ciento del mercado estadounidense de semillas de algodón. La compañía sigue también en otros países esta agresiva política de adquisiciones de empresas y de venta de productos. En 1997, Monsanto compró "Sementes Agroceres S.A.", descrita como "la principal empresa de semillas de maíz de Brasil", con una cuota de mercado del 30 por ciento. Por otro lado, son conocidas las denuncias de importación ilegal de soja transgénica provenientes de la filial argentina de Monsanto. Con esta larga e inquietante historia, se entiende porqué muchos ciudadanos informados de Europa y Estados Unidos se resisten a confiar en Monsanto el futuro de su comida y salud. No ocurre lo mismo en Latinoamérica. Bajo la gestión de su presidente, Robert Shapiro, Monsanto ha apartado todos los obstáculos para transformar su imagen de un suministrador de productos químicos peligrosos en una institución ilustrada y con visión de futuro, que lucha para alimentar al mundo. Shapiro se describe a sí mismo como un visionario y un hombre renacentista, encargado de la misión de usar los recursos de la compañía para cambiar el mundo: "No es un problema de buenos y malos. No sirve para nada decir -si los malos se fueran, entonces el mundo iría bien-; es el sistema entero el que ha de cambiar; hay una gran oportunidad para reinventarlo, dice el ejecutivo de Monsanto. El sistema "reinventado" de Shapiro es tal que no sólo continúan existiendo las grandes empresas, sino que además éstas ejercen cada vez un mayor control sobre nuestras vidas. Pero últimamente se nos dice que Monsanto se ha reformado, que se ha desprendido con éxito de sus divisiones de industria química y que se ha comprometido a reemplazar los productos químicos con "información", en forma de semillas manipuladas genéticamente y otros productos de la biotecnología. Esto no deja de ser una ironía viniendo de una compañía cuyo producto más rentable es un herbicida. Monsanto demuestra claramente que ha aprendido a utilizar la charlatanería adecuada. Así, Roundup no es un herbicida, sino "una forma de minimizar las labores del suelo y reducir la erosión". Los cultivos de ingeniería genética no son simplemente fuentes de beneficio para Monsanto, "sino que surgen para resolver el problema inexorable del crecimiento de la población". Por último, se nos quiere hacer creer que la agresiva promoción de la biotecnología que lleva a cabo Monsanto no es fruto de la arrogancia empresarial, sino simplemente una "ley de la naturaleza". Monsanto ha bautizado el aparente crecimiento exponencial de lo que llama "conocimiento biológico" con el nombre de "Ley de Monsanto" - nada menos-. Como con cualquier otra presunta ley de la Naturaleza, poco se puede hacer fuera de observar cómo se cumplen sus predicciones, y en este caso, la predicción es ni más ni menos que el crecimiento exponencial continuo del poder mundial de Monsanto. Pero el crecimiento de cualquier tecnología no es simplemente una "ley de la naturaleza". Las tecnologías no son fuerzas sociales en sí mismas, ni simples herramientas neutrales que se pueden utilizar para alcanzar cualquier fin social, sino el producto de unas instituciones sociales y de unos intereses económicos particulares. Por ejemplo, la llamada "Revolución Verde" de la agricultura de los años 60 y 70 aumentó temporalmente los rendimientos de los cultivos, e hizo también a agricultores de todas las partes del mundo cada más dependientes de costosos insumos químicos. Esto provocó desplazamientos generalizados de campesinos fuera de sus tierras, y en muchos países ha ido en detrimento del suelo, las aguas subterráneas y las tierras comunales, que han sustentado a la gente durante miles de años. Estos desequilibrios a gran escala han alimentado la suburbanización y la pérdida de poder social de las comunidades, lo que ha conducido a su vez a otro ciclo de empobrecimiento y hambre. La "Segunda Revolución Verde", prometida por Monsanto y otras compañías biotecnológicas, amenaza con una destrucción aún mayor de las relaciones sociales y de la posesión tradicional de la tierra. Al rechazar a Monsanto y su biotecnología, no estamos necesariamente rechazando la tecnología "per se", sino que queremos reemplazar una tecnología de manipulación, control y beneficios, que niega la vida, por otra verdaderamente ecológica, diseñada para respetar el funcionamiento de la Naturaleza, mejorar la salud personal y comunitaria, sustentar a las comunidades que viven de la tierra y operar a una escala genuinamente humana. Si creemos en la soberanía, es necesario que podamos elegir qué tecnologías son las mejores para nuestras comunidades, en lugar de que decidan por nosotros entidades a las que es muy difícil pedir responsabilidades, como Monsanto. En vez de tecnologías ideadas para el enriquecimiento continuo de unos pocos, podemos basar nuestra tecnología en la esperanza de una mayor armonía entre nuestras comunidades humanas y el mundo material. Nuestra salud, nuestros alimentos y el futuro de la vida en la Tierra están realmente en juego. Monsanto ,-es una empresa que provee de productos para la agricultura. Es conocida por producir el herbicida bajo la marca Roundup. También es productor de semillas genéticamente modificadas. A lo largo de su historia, Monsanto ha ido evolucionando en sus negocios. En sus inicios, en 1901 distribuían sacarina, para 1938 tenían negocios químicos como plásticos y resinas, en 1976 incursionaron en el negocio de los herbicidas y en 1981 se sumaron a la carrera biotecnológica. En el año 2000 contribuyó a descifrar el código genético del arroz, y anunció que la información obtenida en la investigación sería compartida con la comunidad científica mundial. Historia Monsanto fue fundada en San Luis, Misuri, Estados Unidos en 1901. Su fundador, John Francis Queeny, un químico veterano de la industria farmacéutica, fundó la compañía con capital propio. Dio a la compañía el nombre de soltera de su esposa Olga Méndez Monsanto. Monsanto se dedica en la actualidad principalmente a la produccion de herbicidas y de semillas genéticamente modificadas (alimentos transgénicos). En sus primeros años, Monsanto distribuyó sacarina. También proveyó de endulzantes a Coca-Cola, haciéndose uno de sus principales proveedores. En la década de 1920, la Monsanto expandió sus negocios para la química industrial, como por ejemplo ácido sulfúrico. En la década de 1940 fabricaba plásticos, incluyendo poliestireno y fibras sintéticas. En 1938 Monsanto adquirió a Fiberloid Corp y el 50% de Shawinigan Resins, empresas que fabricaban plásticos y resinas. Desde entonces tuvieron negocios relacionados con Searle, quien fabricaba aspartame (NutraSweet) pero en el 2000 Monsanto vendió ese negocio. También tuvieron un negocio enfocado a la somatotropina bovina, que fue luego vendido en 2008. Monsanto sintetizó la hormona somatotropina bovina. Existen diversos puntos de vista respecto a este producto, ahora propiedad de Eli Lilly. En Europa, los alimentos transgénicos, principal actividad actual de Monsanto, encuentran gran resistencia entre la poblacion y los agricultores, que no consideran probada su seguridad para la salud humana. El cultivo de dichos alimentos transgénicos es practicamente inexistente en el territorio de la Union Europea con la unica excepción de España y Rumania. Controversia Monsanto ha sido y sigue siendo una de las empresas que ha creado más controversia a nivel mundial debido al peligro potencial o real de sus productos sobre la salud humana, animales, plantas y sobre el medio ambiente en general. En la década de los 60's Down Chemical, Uniroyal, Hercules, Diamond Shamrock, Thompson chemical, TH y Monsanto fueron contratadas por el gobierno de Estados Unidos para producir un herbicida llamado agente naranja utilizado en la guerra de Vietnam con el fin de destruir la selva vietnamita y las cosechas privando a los Vietnamitas de alimento y de vegetación donde esconderse. El agente naranja fue un potente químico que causó entre la población Vietnamita unos 400.000 muertos y unos 500.000 nacimientos de niños con malformaciones, además de las bajas en el propio ejército norteamericano1 Debido a que el artículo 38 de la Constitución de los Estados Unidos prohíbe a los veteranos de guerra demandar al gobierno por lesiones sufridas en la guerra, muchos afectados han intentado demandar a las compañías químicas, quienes en un inicio fabricaron el agente naranja como un herbicida de uso agronómico y no bélico. El gobierno de Estados Unidos ha tratado de evadir su responsabilidad fincándola en las empresas a quienes ellos utilizaron para producir este químico. El problema era que la prisa por estas empresas por producir el herbicida en un tiempo record y con unos costes mínimos hizo que el producto final contuviera grandes cantidades de la dioxina tetraclorodibenzodioxina, un subproducto altamente cancerígeno que además provoca malformaciones en los fetos. Esto unido a la gran capacidad del agente naranja de permanecer activo en el suelo ha provocado graves daños en las selvas de aquel país, así como generaciones de niños con malformaciones y problemas de cáncer. Monsanto fue productor de la hormona sintética somatotropina bovina (o rGHB recombinante). Existen estudios científicos2 que prueban que la hormona provoca cambios significativos en la biología de las vacas (mastitis, esterilidad, y un aumento de la hormona del crecimiento y de otras hormonas en la leche producida) y también existen estudios que tratan de probar lo contrario, que la hormona es inocua.3 Debido a esta divergencia de opiniones, la leche de vacas tratadas con rGHB está permitida para su comercialización en Estados Unidos, México, Brasil, Rusia, Corea, Colombia, Egipto, Costa Rica, Emiratos Árabes Unidos, Israel, Honduras, Kenya, Jamaica, Perú, Nambia, Eslovaquia, Turquía, Sudáfrica y Zimbabwe, pero está prohibida en Canadá y la Unión Europea, quienes afirman que la hormona puede causar daños no sólo por los problemas ya citados, sino por la dosis extra de antibióticos que contiene la leche de las vacas tratadas con esta hormona suministrados para el tratamiento de las mastitis (infección de las mamas). Grupos de protección al consumidor en Estados Unidos pidieron que se pudiera etiquetar la leche de vacas tratadas, sin embargo el Gobierno de los Estados Unidos denegó la petición en un inicio y grupos de activistas atribuyeron esto a políticas de Monsanto, quien habla sobre esto en un comunicado.4 La negativa del gobierno a esta iniciativa no permitía al consumidor distinguir entre una u otra leche. Después de crecientes peticiones por grupos activistas de protección al consumidor se permitió el etiquetaje de la leche de vacas no tratadas, con la condición de añadir en la etiqueta la información obtenida por los científicos de la Food and Drug Administration (FDA) quienes llegaron a la conclusión de que "la leche de vacas no tratadas con la rGHB no muestra diferencias significativas con la leche de vacas tratadas", aunque no habla de los problemas de salud derivados por la ingesta de antibióticos junto con la leche. En el año 2007 Monsanto fue multado por anunciar que su herbicida Roundup era biodegradable y no tóxico para los animales domésticos y los niños, y la Unión Europea ha clasificado al herbicida de Monsanto como no biodegradable.5 aunque, Estados Unidos a través de la directiva 1999/45/EC lo clasifica como "no peligroso", existen numerosos estudios que prueban que el glifosato (nombre del herbicida conocido comercialmete como Roundup) es altamente persistente en el suelo, por lo que en ningún caso debió ser considerado como biodegradable. Monsanto tuvo que retirar la palabra Biodegradable de su producto y cambiar su publicidad, para poder continuar comercializándolo. Dos trabajos realizados por la CNRS en el 2004 y 20056 demostraron que el compuesto activo del herbicida Roundup estaba relacionado con el cáncer causando desregulaciones en el ciclo celular7 Las concentraciones usadas en campos de cultivo son entre 500 y 4000 veces más elevadas que la concentración mínima necesaria para causar alteraciones en el ciclo celular. En 1935 Monsanto absorbió a la empresa que comercializaba Policloruro de bifenilo (PCB) desde 1927, Swann Chemical Company (inicialmente Anniston Ordnance Company). En su época, el PCB fue un producto útil que tenía gran estabilidad térmica biológica y química, así como una elevada constante dieléctrica. Por sus características anti-inflamables, la mayoría de los aceites dieléctricos con PCB's se usaron fundamentalmente en áreas con alto riesgo de incendio, tales como plantas industriales, en transporte colectivo de tracción eléctrica (tranvías) y en la industria petroquímica sin embargo, tras los avances de la ciencia, se prohibió el uso de PCB en 1970, tras descubrir que se trataba de un agente contaminante para el medio ambiente (según el programa de las Naciones Unidas, es uno de los doce contaminantes más nocivos fabricados por el ser humano). Su uso en agricultura e industria junto con su gran capacidad de permanecer en el medio (incluso durante siglos) hizo que este agente llegara a la hidrosfera, donde se acumuló en sedimentos fluviales y marinos. El agua es bebida por los animales, y el químico con ella; el PCB se almacena en el tejido graso animal, de peces principalmente, que luego servirán para el consumo humano. Así el químico entra en nuestra alimentación. Su toxicidad afecta a personas ya nacidas causando erupciones en la piel. El mayor problema aparece en fetos, donde este agente afecta directamente al desarrollo del sistema nervioso y, como consecuencia, a la capacidad intelectual. En EE. UU. y Canadá se ha estimado que el conjunto de población posterior a la difusión masiva de PCB ha podido nacer con entre un 5% y un 7% de disminución intelectual respecto a las generaciones anteriores, sobre todo en lo que afecta a la memoria. El documental El futuro de la comida hace una crítica sobre las políticas de Monsanto.8 Monsanto ha hablado sobre muchas de las situaciones que trata el documental y también ha expuesto su punto de vista.9 También se exponen algunas críticas sobre Monsanto en el documental La guerra de los cultivos transgénicos (2004) y The Corporation, incluyendo la polémica de Monsanto y su poder sobre los medios. En el documental y libro El mundo según Monsanto trata primero la historia judicial de Monsanto, especialmente lo relacionado al PCB, y luego se tratan los productos de Monsanto del agente naranja al Roundup (Glifosato) y los OGM. 10 Convicciones de Soborno en Indonesia En enero de 2005, Monsanto acordó pagar una multa de $1.5m por sobornar a un funcionario indonesio. Admitió que un alto directivo de la empresa ordenó a una compañía consultora indonesia dar un soborno de $50.000 a un funcionario de alto nivel en el Ministerio del Medioambiente de Indonesia en el 2002, a fin de evitar la evaluación del impacto ambiental sobre su algodón genéticamente modificado. Monsanto ordenó a la compañía disfrazar una factura para el soborno como "costos de consultoría". Monsanto también ha admitido pagar sobornos a varios otros altos funcionarios indonesios entre 1997 y 2002. La empresa hizo frente a cargas criminales y civiles del Ministerio de Justicia y la Comisión de Valores y Bolsas de Estados Unidos (SEC). Se acordó pagar $1m al Ministerio de Justicia y $500.000 al SEC para cumplir la multa de soborno y otras violaciones relacionadas.11 El 5 de marzo de 2008 el acuerdo de procesamiento aplazado contra Monsanto fue negado con prejuicio (sin oposición por el Ministerio de Justicia) por la Corte de Distrito de los EE.UU. para el Distrito de Columbia, de tal modo indicando que Monsanto había conformado completamente con las condiciones del contrato. Actualmente es investigada la empresa por la corte de justicia de los EE.UU Historia en el Mundo Monsanto Company en la Actualidad 2009 Monsanto inaugura el Centro de Aprendizaje de Utilización del Agua en Gothenburg, Nebraska. El primer centro destinado a la agricultura, con el objetivo de mantener y aumentar la productividad de los cultivos, maximizando la utilización del agua y determinar las herramientas que los agricultores necesitan para lograrlo. Monsanto anuncia una subvención de 10 millones de dólares para el Programa Internacional de Becas Beachell- Bourlag de Monsanto, que contribuirá a identificar y apoyar a los jóvenes científicos interesados en mejorar la investigación y producción en arroz y trigo, dos de los cultivos alimenticios básicos más importantes del mundo, mediante técnicas de mejoramiento genético. 2008 Monsanto compra Aly Participacoes Ltda., que controla las compañías brasileras en mejoramiento genético y tecnología en caña de azúcar, CanaVialis S.A. y Alellyx S.A. Con esta adquisición, Monsanto comienza a invertir en la industria de la caña de azúcar. Monsanto lanza el "Sistema de tratamiento de semillas" que lanzado junto con la Soja Roundup Ready 2, estará disponible para el maíz SmartStax® en 2010, el algodón Deltapine en 2011 y otros cultivos en las próximas temporadas. Monsanto anuncia la adquisición de De Ruiter Seeds Group, B.V., una compañía holandesa, una de las principales en mejoramiento genético del mundo. De Ruiter Seeds se dedica a la producción y venta de semillas hortícolas híbridas para los principales productos hortícolas como tomates, pepinos, berenjenas y melones. Monsanto anuncia su Compromiso de Agricultura Sustentable, mediante el cual se compromete a ayudar a los agricultores a duplicar el rendimiento de forma sustentable para el año 2030. Esto es: producir más, conservar más y mejorar su calidad de vida. Para más información, visite nuestra página: http://www.ProduceMoreConserveMore.com Monsanto lanza la tecnología de soja Roundup Ready 2®, la segunda generación de la popular tecnología Roundup Ready utilizada por los agricultores desde 1996. Este producto brinda el mismo control efectivo de malezas, los beneficios de simplicidad y flexibilidad del sistema Roundup Ready y aumenta la productividad de la soja. 2007 Monsanto y Dow AgroSciences anuncian un acuerdo de licencia cruzada con el objeto de lanzar SmartStax al mercado, la primera combinación de la industria de ocho eventos apilados en maíz. Monsanto forma parte de International Seed Group, Inc. (ISG), un holding destinado a la inversión en empresas de frutas y hortalizas por medio de inversiones de capital y tecnología. Monsanto y BASF anuncian un acuerdo de colaboración a largo plazo de I+D (Investigación y Desarrolloso) y comercialización en biotecnología agraria. La colaboración se enfocará en el desarrollo de cultivos de alto rendimiento, más tolerantes a condiciones ambientales adversas como la sequía. 2006 Monsanto introduce el algodón Roundup Ready Flex, brindando a los agricultores una ventana de aplicación más amplia por encima de la superficie del suelo durante toda la campaña agrícola, en comparación con la tecnología de algodón original Roundup Ready. Monsanto se convierte en la primera empresa agrícola en introducir un producto apilado de segunda generación cuando introduce el algodón con protección contra insectos Bollgard II con Roundup Ready Flex. El producto proporciona a los agricultores los mismos beneficios de Bollgard II como así también la tecnología Roundup Ready Flex. 2005 Monsanto adquiere , Inc., líder mundial en la industria de las semillas vegetales y frutales que suministra más de 3.500 variedades de semillas a productores, distribuidores y mayoristas comerciales de frutas y verduras en más de 150 países en todo el mundo. Monsanto introduce la primera tecnología de tres eventos ofrecida por una empresa en la industria agrícola: en una semilla: YieldGard Plus con Roundup Ready - incluidos los dos productos de protección contra insectos de Monsanto más su tecnología Roundup Ready. Monsanto adquiere el negocio del algodón de Stoneville. Monsanto finaliza la venta de Monsanto Enviro-Chem Systems Inc. a una nueva empresa formada por el equipo gerencial de Enviro-Chem y un inversor externo. La nueva empresa recibe el nombre de MECS, Inc. La campaña agrícola 2005 marcó la décima campaña en la cual se sembraron cultivos biotecnológicos en todo el mundo. La campaña 2005 también marcó el año en el cual se sembró la hectárea número 405.000.000 con cultivos biotecnológicos y el año en el cual se cosechó la hectárea número 405.000.000. 2004 Monsanto introduce el maíz YieldGard Plus. Este producto es una versión apilada de los dos productos YieldGard de Monsanto en una semilla. 2003 Monsanto introduce el maíz con protección contra insectos YieldGard Rootworm, el que proporciona a los agricultores protección en la semilla contra el gusano de la raíz del maíz y el maíz con protección contra insectos YieldGard Rootworm apilado con Roundup Ready Corn 2. Este ultimo ofrece dos eventos en una semilla: la protección contra insectos YieldGard Rootworm de Monsanto y su tecnología Roundup Ready 2. Monsanto se convierte en la primera empresa agrícola que introduce un producto de eventos de segunda generación en algodón al presentar el mismo con protección contra insectos Bollgard II. Este brinda a los agricultores los mismos beneficios que su producto original Bollgard como así también una mayor protección contra otras plagas del algodón. 2002 La nueva Monsanto Company es una escisión de Pharmacia y ahora es una empresa independiente. 2001 Monsanto se convierte en la primera empresa agrícola que introduce un producto de eventos de segunda generación cuando introduce Roundup Ready 2. El producto brinda a los agricultores una alternativa más amplia de aplicación que la tecnología en maíz de primera generación. 2000 Se constituye una nueva Monsanto Company, en base a la división agrícola existente previamente en Pharmacia, como una subsidiaria de la empresa farmacéutica. (Pharmacia finalmente se convierte en subsidiaria de Pfizer, en 2003). Monsanto Company en sus Orígenes 1901 Monsanto Chemical Works nació en St. Louis, de la mano de John Francis Queeny, empleado durante 30 años en la industria farmacéutica. Queeny soñaba con formar su propia compañía y así fue como, aún siendo empleado, tomó la decisión de invertir en una nueva compañía para fabricar productos para la industria alimenticia y farmacéutica . La compañía recibió el nombre de su esposa, cuyo nombre de soltera era Olga Méndez Monsanto. El primer producto de la compañía fue la sacarina y entre 1903 y 1905 la producción total de ésta fue enviada a una compañía de bebidas que se iniciaba en Georgia, llamada Coca-Cola. 1928 El hijo de Queeny, Edgar, toma la presidencia de la compañía que alcanza su era de expansión en la década del 30 con la adquisición de Rubber Services Laboratories (químicos de goma) , Nitro, West Virginia, y Merrimac Chemical Co. de Massachussetts (químicos para la industria textil, de papel y cuero). 1933 John Queeny falleció en St. Louis y desde entonces, la empresa se denominó Monsanto Chemical Company. 1938 La compra de Fiberloid Corp y del 50% de Shawinigan Resins, ambas empresas de Springfield, Massachussets, marcan la entrada de Monsanto a los plásticos y resinas. 1976 Comienza la comercialización del herbicida Roundup , que pasaría a convertirse en el herbicida más vendido del mundo. 1981 Se estableció firmemente la biotecnología como el foco de investigación estratégico. Se inauguraron nuevos laboratorios de biotecnología en U Building en el campus Creve Coeur. 1995 Se aprobaron varios productos modificados genéticamente para su comercialización: soja Roundup Ready, resistente a glifosato; papas NewLeaf, protegidas contra insectos; y algodón Bollgard, protegido contra insectos. 1998 En su primer año de comercialización, el maíz Roundup Ready se agotó en ventas. Las adquisiciones y acuerdos de investigación continuaron. 2000 Monsanto vendió su negocio de endulzantes, incluida la marca NutraSweet, y logró descifrar el código genético del arroz, permitiéndole en un futuro cercano, obtener cultivos de excelente rendimiento, calidad y valor nutritivo. Asimismo, anunció que la información obtenida de la investigación sobre el genoma del arroz sería compartida con la comunidad científica mundial. Respuestas a las preguntas más frecuentes sobre los organismos genéticamente manipulados Í n d i c e 1. ¿Qué son los organismos genéticamente modificados o transgénicos? 2. ¿Cómo se pueden identificar los alimentos genéticamente modificados? ¿Cómo se pueden evitar? 3. ¿Son distintos los cultivos transgénicos de los híbridos y los tradicionales? 4. ¿Los alimentos transgénicos son más nutritivos? 5. ¿Qué efectos tienen los transgénicos sobre la salud humana? 6. ¿Qué efectos tienen sobre el medio ambiente? 7. ¿Qué tipo de beneficios tienen? ¿Por qué se los usa? 8. ¿La polémica sobre los alimentos transgénicos tiene algo que ver con las "vacas locas" o las dioxinas en la comida? 9. ¿Es verdad que esta tecnología terminará con el hambre en el mundo? ¿Quiénes introdujeron estos cultivos al país? 10. ¿Qué tipo de efectos económicos tendrá el cultivo masivo de transgénicos? Por mayor información: Greenpeace Argentina, campaña de Biodiversidad Mansilla 3046 (1425) Buenos Aires, Argentina - http//: www.greenpeace.org.ar 1. ¿Qué son los organismos genéticamente manipulados o transgénicos? LOS NUEVOS FRANKENSTEIN Los encontramos mezclados en nuestros alimentos en las góndolas de supermercados (maíz y porotos de soja genéticamente manipulados). Los encontramos creciendo en campos de experimentación y de cultivo en nuestro país. En la Argentina hoy existen la soja, el maíz y el algodón transgénicos, pero ya se habla de peces o cerdos transgé-nicos y otros organismos vivos que in-gresan en esa categoría. A la técnica emplea-da se la conoce bajo diversos nombres como ingeniería ge-nética, modificación genética o manipula-ción genética. Los tres términos signi-fican la misma cosa, el traslado de genes, generalmente de una especie a otra. Los cultivos existentes incluyen máiz con genes de bacterias, tomates con genes de peces, o cerdos con genes de humanos. La ingeniería genética llega camuflada bajo el título de “biotecnología”. Como se observa este procedimiento puede hacerse entre plantas de igual especie, entre espe-cies no relacionadas o incluso trasladando genes de una planta a un animal y vice-versa. Con esta técnica, llamada "ingeniería genética" se han roto las barreras naturales para la reproducción y creación de seres vivos, pues en condiciones naturales sólo es posible el cruzamiento de plantas o animales de la misma especie o de especies relacionadas. A diferencia de otros métodos biotecnológicos de mejoramiento genético (cruzamientos entre especies parientes), la ingeniería genética va mucho más allá: transforma a los seres vivos. Greenpeace los apodó "cultivos Frankenstein" porque son seres mutantes, seres vivos que nunca podrían haber existido en la naturaleza de no mediar el accionar del hombre en un laboratorio. UNA DECISIÓN CORPORATIVA La poderosa industria de la biotecnología ha invertido cientos de millones en un nuevo producto: las semillas transgénicas. Se trata de exactamente las mismas empresas que hasta el momento comercializaban semillas y agroquímicos a nivel global. Postuladas por las empresas como salvadoras del hambre mundial, o solución a la aplicación del cóctel de agroquímicos, las semillas transgénicas significan de hecho la renovación del catálogo de productos de Monsanto, Novartis, Du Pont, Aventis ó Astra Zéneca, quienes dominan por completo el mercado mundial de estas semillas. Los organismos transgénicos no obedecen a un requerimiento de Unicef o de la Organi-zación Mundial de la Salud, sino a la lógica misma de la tendencia del mer-cado: la concentración y la búsqueda de una posición de poder y liderazgo en la base de la agricultura industrial, es decir la industria global de alimentos. TIPOS DE CULTIVOS TRANSGÉNICOS En la Argentina ya existen en el mercado plantas transgénicas con tolerancia a herbicidas (Soja RR) y plagas (Maíz y algodón Bt). En otras partes del mundo, en tanto, se encuentran en distintas etapas de desarrollo plantas resistentes a climas desfavorables, con mayores cantidades de una determina-da propiedad, o plantas con capacidades para prolongar sus períodos de vida. Existen además, la colza resistente a herbicidas; tomates con genes de pez para retardar su maduración; algodón Bt, que al La palabra "transgénico" proviene de "trans" (cruzar de un lugar a otro) y "génico" (referido a los genes). En resumidas palabras, es todo aquel organismo que tiene incorporado un gen extraño. Existen además, la colza resistente a herbicidas; tomates con genes de pez para retardar su maduración; algodón Bt, que al igual que el maíz, produce su propio insecticida y por eso es resistente a una plaga determinada. Siguen en la lista variedades de cultivos transgénicos que están siendo probados en distintos lugares del mundo incluida la Argentina; algunos de ellos son: la papa, el brócoli, la coliflor, la papaya, la mandioca, el sorgo, el melón y hasta árboles, como el eucaliptus. EL GEN TERMINATOR En estos momentos, existe una gran presión por parte de la industria biotecnológica para difundir masivamente las "semillas estériles" que contienen el llamado "gen Terminator". Con este gen, patentado como "Sistema de Protección Tecnológica", las corporaciones biotecnológicas quieren obligar a los productores a comprar todos los años la semilla y los productos agroquímicos que ellas mismas producen. En pocas palabras, pretenden controlar la agricultura y el mercado alimentario mundial. El “gen Terminator” está especialmente pensado para afectar a países como la Argentina, según se deduce de las expresiones del presidente de la empresa Delta & Pine Land Co. (subsidiaria de Monsanto, compañía que desarrolló la Soja RR, utilizada en el país): “Esperamos que [el terminator] tenga implicancias globales, en particular en mercados o países donde las leyes de patentes son débiles o directamente no existen”. Por el momento la empresa Monsanto ha anunciado que no insistirá en imponer el “Terminator” en sus semillas aunque se trata de una decisión transitoria. Un gran número de entidades civiles está cuestionando la seguridad sanitaria y ambiental de esta clase de organismos TRANSGÉNICOS EN NUESTRO PAÍS El gobierno argentino ha promovido la ingeniería genética en forma tal que se ha convertido en el segundo productor mundial de organismos vegetales genéticamente manipulados. Muchos alimentos contienen ingredientes modificados genéticamente. Se calcula que el 60% de los alimentos procesados contienen soja y durante la última cosecha este cultivo cubrió el 90% de la producción total con transgénicos con lo que es altísima la probabilidad de estar consumiendo, sin saberlo, soja transgénica. Con respecto al maíz transgénico, la superficie cultivada alcanza un 20% del área sembrada, según estadísticas oficiales. Otro cultivo transgénico, de menor difusión, es el algodón resistente a plagas. La Red de Alerta sobre Transgénicos (Redast) y el Foro de Asociaciones de Consumidores han recomendado a la gente que exija a empresas y autoridades gubernamentales el etiquetado de los alimentos que contienen componentes derivados de organismos manipulados genéticamente. Quienes consumen transgénicos son privados ilegítimamente de su derecho a elegir si quieren o no correr el riesgo de contraer alergias o resistencia a antibióticos. Estos dos últimos riesgos son los más discutidos actualmente por la comunidad científica, sin que hasta el momento exista un fuerte consenso en una u otra dirección. En la Argentina, los supermercados y las autoridades gubernamentales no han reparado en ello, y hasta la fecha los consumidores no pueden identificar entre la comida producida mediante la agricultura tradicional o la que se origina en los laboratorios de la ingeniería genética. Cultivos (est. 2000) Genéticamente manipulado Naturaleza convencional SOJA 90% 9% MAÍZ 25% 70% ALGODON 1.2% sin datos Quienes consumen transgénicos son privados ilegítimamente de su derecho a elegir si quieren o no correr el riesgo de contraer alergias o resistencia a antibióticos 2. ¿Cómo se pueden identificar los alimentos genéticamente manipulados? LAS ETIQUETAS DE LOS ALIMENTOS EVITAN DECIR SI CONTIENEN INGREDIENTES TRANSGÉNICOS Es difícil identificarlos. Los consumidores argentinos, a diferencia de los europeos y japoneses, no pueden elegir lo que comen porque no existe un etiquetado en los productos que advierta si en sus ingredientes o procesados contienen, o no, organismos genéticamente manipulados. El Gobierno no ha previsto ninguna ley que regule este tipo de tráfico de genes en nuestra comida, y ni siquiera le ha dado a los ciudadanos la posibilidad de estar advertidos de ello. Y pese a los reclamos de los consumidores y Greenpeace, las autoridades argentinas siguen dándole la espalda al reclamo de la gente de saber qué es lo que se lleva a la boca. Las empresas, hoy por hoy, no están obligadas a etiquetar. Las comidas vegetarianas han sido las primeras en ser contaminadas genéticamente. Le siguieron las carnes elaboradas (en especial los bocaditos de pollo o las hamburguesas), luego los aceites, que suelen utilizarse en margarinas o mayo-nesas (obviamente también los aceites de cocina contienen componentes de so-ja) e incluso las golosinas y otros productos de panadería. La soja de Monsanto también estaría en los productos dietéticos. Hoy, en la Argentina, consumir algún alimento que contenga ingredientes con soja, es exponerse a un alto riesgo de introducir en nuestros cuerpos organismos concebidos por la ingeniería genética. Distintas oficinas de Greenpeace en todo el mundo han confirmado en varios test de laboratorios científicos la presencia de soja o maíz transgénicos en los alimentos de consumo masivo. En la Argentina no existen mecanismos para detectarlos o advertirlos en la comida que se consume diariamente. Hoy, en la Argentina, consumir algún alimento que contenga ingredientes con soja, es exponerse a un alto riesgo de introducir en nuestros cuerpos organismos concebidos de la ingeniería genética. CÓMO DETECTAR TRANSGÉNICOS EN PRODUCTOS NO ETIQUETADOS Queda todavía un resquicio para detectar en forma aproximada a la mayoría de estos organismos genéticamente manipulados. Como se sabe, la soja está presente en el 60% de los alimentos, y debe recordarse que el 90% de la soja que se produce en Argentina proviene de la variedad transgénica patentada por la empresa Monsanto. Teniendo en cuenta esos datos, lo más lógico es suponer que alguien que consume algún producto con derivados de soja, está comiendo la soja transgénica de Monsanto. Lo más práctico es analizar la declaración de ingredientes. Hay que prestar atención en las siguientes palabras en los productos que se compran en los super-mercados: lecitina (la mayoría contiene bases de soja) o lecitina de soja (también aparece camuflado con la insripción INS 322 o 322), proteína vegetal texturizada, proteína texturada de soja, dextrosa, aceite vegetal hidrogenado, emulsificante, proteína de soja aislada o harina de soja. Por el momento, lo único que se puede hacer es evitar aquellos productos que contengan los ingredientes citados en el cuadro de la siguiente página. Las comidas vegetarianas han sido las primeras en ser contaminadas genéticamente. RUBRO PRODUCTOS ELABORADOS CARNES salchichas, medallones, supremas, rebosados o bocaditos de pollo, hamburguesas, milanesas, patés, etc. PASTAS fideos, capellettis, ñoquis, pizzas de mozzarella, ravioles, etc. CONDIMENTOS caldos o cubitos de pan. CEREALES arroz y cereales para desayuno GOLOSINAS galletitas, alfajores, bocaditos, bombones, bizcochos, caramelos, chupetines, chocolates, obleas, turrones, etc. PANADERÍA panes lactales, magdalenas, budines, bizcochuelos, tostadas, galletitas de agua o saladas, pan de salvado, etc. leches y chocolatadas en polvo, chocolatadas líquidas, milanesas de soja, sopas, helados, productos de repostería OTROS (bizcochuelos, baños de repostería, cubretortas, mouse, etc.), jugos, cervezas, empanadas elaboradas, margarinas, mayonesas, papas fritas, rabas o aceites. DERECHO A LA INFORMACIÓN "Los consumidores tienen derecho a una mayor protección e información... En primer lugar exigimos a las autoridades que se encargan de ejercer los mecanismos de control que realicen su trabajo sin ceder ante los imperativos comerciales y políticos.... que los productores adopten una política de transparencia de cara a los consumidores y que faciliten el acceso a la información que manejan sobre sus experimentos, aplicaciones, controles, etc." ( del Consumidor, Adelco, Buenos Aires).¿Son distintos los cultivos transgénicos de los híbridos y los tradicionales? LAS DIFERENCIAS La producción de híbridos y el mejora-miento genético tradicional de distintas variedades ha sido una técnica de producción agrícola practicada desde los inicios de la agricultura. Los cruces desarrollados a través de estos métodos convencionales se realizan en variedades iguales o similares. Estas especies tanto animales como vegetales son el resultado de miles de años de evolución. El entrecruzamiento tradicional es el resultado de un proceso natural de reproducción sexual dentro de la misma especie. La información hereditaria de ambos padres se combina y pasa a la cría. En este proceso las mismas secciones de información genética de la especie, conocida como ADN (ácido desoxirribonucleico) se intercambian con los mismos cromosomas (cuerpo del núcleo de la célula que alberga al ADN), pero los genes casi siempre quedan exactamente en el mismo orden y en las mismas ubicaciones dentro de los cromosomas. Un gen estará entonces siempre rodeado por la misma secuencia de ADN a menos que ocurra un accidente o una mutación. Especies que están emparen-tadas también pueden reproducirse, como el caballo y el burro, si bien sus crías (híbridos) la mula serán muy probablemente estériles. La esterilidad y otras disfun-ciones en los híbridos son el resultado de diferencias genéticas entre dos especies, diferencias que devienen en la incompatibilidad genética. Cuando alteramos el paso natural de la evolución y mezclamos en un mismo organismo vivo, un animal con un vegetal o viceversa, se termina allí el entrecruzamiento tradicional y empieza la ingeniería genética. Los cultivos transgénicos son por lo tanto claramente diferentes a los cultivos tradicionales dado su método de creación. Los primeros son concebidos en un laboratorio, mientras que los segundos son concebidos en la naturaleza. Sólo en un laboratorio es posible introducir un gen de un organismo en el ADN (estructura genética) de otro organismo, cuando se trata de otra especie completamente distinta, o incluso de un reino diferente (hay vegetales genéticamente modificados que poseen genes de animales, bacterias, virus, etc.) para añadirle un rasgo o condición específica nueva . “Hace miles de años nuestros ancestros iniciaron la domesticación y la conservación de las plantas que forman la diversidad de cultivos que hoy asegura nuestra alimentación. Está en nuestras manos decidir si queremos ser recordados como la generación “terminator” o si queremos conservar nuestra diversidad, herencia global propiedad de nuestros descendientes”. Centros de Diversidad, Greenpeace Internacional septiembre de 1999. CÓMO SE LLEGA A UN ORGANISMO VIVO GENETICAMENTE MODIFICADO La ingeniería genética se utiliza para tomar genes y segmentos de ADN de una especie, por ejemplo de un pez, y ponerlos dentro de otra especie, por ejemplo un tomate. Al hacerlo, la ingeniería genética provee un grupo de técnicas para cortar el ADN ya sea al azar o en un número específico de lugares. Una vez aislado, uno puede estudiar los diferentes segmentos del ADN multiplicarlos y montarlos (pegarlos) junto con el ADN de cualquier otro organismo. La ingeniería genética hace posible romper la barrera de las especies completamente diferentes o no emparentadas; hace posi-ble por ejemplo, empalmar el gen anticongelante de un pez en los tomates, pasar el gen de una toxina que mata insectos presente en una bacteria al maíz o al algodón, o pasar genes humanos a cerdos. Aún así existe un problema -el gen de un pez no puede trabajar en un tomate a menos que se le adicione lo que se llama un promotor con instrucciones que las células del tomate reconozcan-. La secuencia de ADN de este promotor tendría que ser una secuencia de tomate o una especie similar. La ingeniería genética hace posible romper la barrera de las especies completamente diferentes o no emparentadas Las empresas y la mayoría de los científicos toman aquí un atajo y no se molestan en buscar un promotor apropiado para el tomate, ya que les tomaría años comprender cómo trabajan la regulación y la comunicación interna de las células del tomate. De manera de evitar largos testeos y ajustes la mayoría de las plantas modificadas genéticamente se hacen con promotores virales (sigue). Cultivos autorizados por el gobierno argentino para su comercialización CULTIVOS PROPIEDAD Soja RR Tolerancia a herbicidas Maíz Bt Resistencias a insectos Algodón Bt Resistencias a insectos

Fuente: Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagpya)

(viene del anterior párrafo) Los virus, como generalmente se conoce, son muy activos. Nada o casi nada los detendrá una vez que hayan encontrado una nueva víctima u organismo que los albergue. Integran su información genética dentro del ADN de la célula que los alberga (tales como nuestras células), se multiplican, infectan a las células vecinas y vuelven a multiplicarse. Esto es posible porque los virus han evolucionado como promotores muy poderosos que comandan a la célula que los alberga para leer constantemente los genes virales y producir proteínas virales. Simplemente al tomar un elemento de control es decir, un promotor (el virus de una planta), y colocarlo delante del bloque de información del gen anticongelante del pez, es posible obtener este gen combinado virus/pez para que funcione en la planta en cualquier parte de ella y cuando se requiera. En la Argentina, como se ve en este gráfico, el crecimiento del cultivo de OGMs ha crecido de manera alarmante en los últimos dos años. NOTA AL MARGEN: El organismo oficial que aprueba los OGMs en la Argentina es la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación. 4. ¿Los alimentos transgénicos son más nutritivos? NO SON MÁS SALUDABLES, NI SON MÁS NUTRITIVOS No son más nutritivos, más sabrosos, ni mucho menos más saludables que los convencionales. Hasta el momento, esta rama de la biotecnología ha sido desarrollada principalmente para bajar los costos de producción, no para producir alimentos más saludables. En estos momentos, se está trabajando en alimentos con mayor contenido de hierro y vitaminas, pero el curso de esos proyectos (que se encuentran en distintas fases de investigación y desarrollo) ha encontrado serios reparos en la comunidad científica. SUPUESTAS VENTAJAS PARA SALVAR EL HAMBRE DE... LAS EMPRESAS En la actualidad, debido al temor que generaron estos organismos manipulados en varios países de Europa, Asia y Norteamérica, algunas corporaciones están buscando costados más "atractivos" de esta clase de transgénicos para el consumidor. Por eso se están promocionando vegetales que reduzcan la deficiencia de la vitamina A, por poner sólo un ejemplo. Hasta el momento no han aparecido en el mercado los llamados transgé-nicos de 2da. generación que, según la industria, tendrán inclusive un costo adicional por los beneficios farmacológicos que traerán. Greenpeace ha puesto de manifiesto que estos alimentos deberán pasar las mismas pruebas de seguridad que los transgénicos de primera generación, de los que todavía no se sabe que podría ocurrir y donde el consenso científico sobre su conveniencia esta lejos de concretarse. Los problemas de una dieta balanceada, el acceso a los alimentos y mejor niveles de sanidad pueden ser atacados con soluciones que existen desde hace mucho tiempo y no se implementan por falta de voluntad política. Greenpeace advierte sobre el peligro que podría surgir del desarrollo de “alimentos mágicos” para solucionar males como la deficiencia de vitamina A, debido a que pueden convertirse en una distracción que derive recursos en la dirección contraria a la aplicación de soluciones actualmente disponibles. Muchos quieren presentar al arroz con vitamina A como una solución... Pero el Banco Mundial ha destacado que los planes de la Organización Mundial de la Salud y la Unicef para paliar el hambre y mejorar los niveles de higiene, en los setenta países más pobres del mundo, constituyen las soluciones de menor costo que se puedan aplicar. Las herramientas para eliminar el problema del hambre y la deficiencia de vitamina A ya están disponibles. Y son libres de los riesgos que cualquier organismo transgénico trae. Utilizar esas herramientas, como se dijo, es sólo una cuestión de voluntad política. En estos momentos, se está trabajando en alimentos con mayor contenido de hierro y vitaminas, pero el curso de esos proyectos (que se encuentran en distintas fases de investigación y desarrollo) ha encontrado serios reparos en la comunidad científica. Greenpeace ha puesto de manifiesto que estos alimentos deberán pasar las mismas pruebas de seguridad que los transgénicos de primera generación de los que todavía no se sabe que podría ocurrir y donde el consenso científico sobre su conveniencia esta lejos de concretarse.

5. ¿Qué efectos tienen los transgénicos sobre la salud humana? LOS TRANSGÉNICOS SON SERES EXTRAÑOS EN NUESTRA DIETA Es importante destacar que muchos de los genes usados en esta clase de alimentos no habrían integrado jamás la dieta humana si no fuera por la ingeniería genética. Es decir que es imposible saber cuáles serán los efectos de la ingesta de estos genes sobre la salud humana. Después del desastre sanitario producido con el Mal de la Vaca Loca (generado por la alimentación de elementos ajenos a la dieta de las vacas), la comunidad científica internacional está reclamando, cada vez con más firmeza, un mayor cuidado en el manejo de la tecnología para producir alimentos. Todavía no se sabe mucho acerca de los tan promocionados "alimentos del futuro". Aún así, las advertencias científicas llaman a la alarma. Aquí dos de ellas: 1. Alergias: El New England Journal of Medicine aseguró que los productos modificados por ingeniería genética tienen un potencial alergénico incierto, impredecible e imposible de dimensionar. Algunos alimentos con base de soja ya han generado efectos adversos a la salud humana al transmitir el potencial alergénico de algunos genes Este es el caso, por ejemplo, de la soja que contiene el gen de una nuez de Brasil para aumentar su valor proteico que ha ocasionado serios problemas a personas alérgicas a las nueces. De allí la importancia de que los consumidores sepan qué están comiendo realmente. 2. Resistencia a los antibióticos: La Sociedad Británica de Médicos alertó sobre la resistencia a los antibióticos en los seres humanos que consumen transgénicos en forma reiterada. Es decir: existe la posibilidad de que los genes resistentes a los antibióticos presentes en los alimentos genéticamente manipulados emigren a bacterias patógenas que afectan la salud humana, y desarrolle su propia resistencia. MÁS PREGUNTAS QUE RESPUESTAS "Existen más preguntas que respuestas en relación a esta delicada cuestión. Sigo creyendo en el futuro de la biotecnología, pero considero justificado preguntar: ¿es segura esta comida para el consumo humano?, ¿Los cultivos transgénicos son seguros para el ambiente? ¿Cómo van a afectar a la biodiversidad? ¿Cómo van a afectar a otras plantas, insectos y pájaros?". Lo dijo el propio Robert Shapiro, presidente de Monsanto, en una teleconferencia organizada por Greenpeace en Londres, Reino Unido. El discurso fue calificado por el prestigioso diario The Financial Times, como el más sincero mea culpa jamás pronunciado por algún ejecutivo de la industria biotecnológica. 6. ¿Qué efectos tienen los transgénicos sobre el medio ambiente? LA CONTAMINACIÓN GENÉTICA Greenpeace ha visto en este explosivo crecimiento del uso de plantas transgénicas, una verdadera amenaza para la salud de la gente y el equilibrio ambiental del planeta. Estos organismos, al ser liberados fuera del laboratorio, originarán indefectiblemente una contaminación genética que en la mayoría de los casos se volverá irreversible. La comunidad científica ha dado cuenta de casos de contaminación genética al quedar documentado que las plantas transgénicas liberadas al medio transmiten sus genes de resistencia a herbicidas a especies emparentadas generando las llamadas “supermalezas”. Además las mismas empresas que comercializan el maíz transgénico admiten que en poco tiempo habrá que lidiar con una generación de insectos plaga resistentes a ese tipo de maíz. En enero de este año y bajo el auspicio de las Naciones Unidas más de 130 países admitieron que los organismos vivos modificados genéticamente plantean riesgos ambientales que deben ser debidamente controlados y adoptaron el Protocolo de Cartagena sobre la Seguridad Biológica. PÉRDIDA DE BIODIVERSIDAD Detrás de la promoción de los organismos transgénicos, existe una clara estrategia de homogeneizar el capital genético de la naturaleza con cultivos que sólo generen ganancias a las corporaciones biotecnológicas. Los organismos genéticamente modificados podrían erosionar el banco genético de especies clave para la alimentación y contribuir a una importante reducción de variedades locales de maíz, colza, girasol o papa. Incluso, si el uso o destino es para alimento humano o de animales, existe el riesgo de que se regeneren inintencionalmente, de manera accidental o que el destino original se desvíe y se utilicen para la siembra. Greenpeace advirtió en enero pasado que las variedades de maíces del norte argentino y el sur boliviano podrían desaparecer o contaminarse si continúa el desarrollo de los cultivos transgénicos de ese vegetal. El maíz se originó y se domesticó en México y posteriormente fue domesticado en otras regiones de Sudamérica. A lo largo del tiempo, los indígenas y las comunidades campesinas fueron descubriendo los secretos del cultivo del maíz y lo domesticaron extensivamente. Existen variedades ubicadas en las provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero, Chaco y Formosa. En la actualidad, las variedades locales de los maíces se ven amenazadas por la difusión del maíz Bt, un vegetal al que se le insertó una toxina resistente a las plagas, producido por empresas como Novartis, Aventis y Monsanto, multinacionales dedicadas a la biotecnología con base en Estados Unidos y en otros países de Europa Los transgénicos, al ser liberados fuera del laboratorio, originarán indefectiblemente una contaminación genética que en la mayoría de los casos se volverá irreversible. Los organismos genéticamente manipulados podrían erosionar el banco genético de especies clave para la alimentación y contribuir a una importante reducción de variedades de locales de maíz, colza, girasol o papa. LA SOJA TRANSGÉNICA ¿MÁS O MENOS AGROQUÍMICOS? La soja transgénica conocida comercialmente como Soja RR (por Round Up Ready) fue diseñada para resistir un herbicida total creado por la misma empresa que vende este herbicida de nombre comercial Round Up, cuyo principio activo se llama “glifosato”. Es decir, la empresa vende la semilla resistente solamente al herbicida que ella produce. Uno de los principales argumentos que da esta industria es el hecho de que no será ya necesario utilizar tantos agroquímicos como en el caso de la soja tradicional, donde deben combatirse las malezas con un cóctel de varios agroquímicos diferentes. Esto es una verdad a medias. Si bien las ventas de los agroquímicos en general bajaron y disminuyó notablemente su aplicación, las ventas del herbicida Round Up subieron estrepitosamente y por supuesto también su aplicación (ver gráfico). Existe un sólido consenso entre los expertos del INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) de que es mala idea y podría ser muy perjudicial para los agroecosistemas la aplicación masiva de un solo herbicida. Esto genera un fenómeno llamado presión selectiva que puede activar el crecimiento desmesurado de malezas resistentes al glifosato. Y estas malezas ya están apareciendo en nuestros campos. Esto además puede llevar a un incremento en el nivel promedio de residuos de insecticida y herbicida en los alimentos y puede tener un efecto negativo en los insectos beneficiosos y la vida silvestre. Hay otras amenazas derivadas del uso comercial de la ingeniería genética con fines agrícolas. Por ejemplo, a muchos cultivos transgénicos se le han incorporado genes de una bacteria llamada Bacilus thuringiensis (Bt),que existe naturalmente en el suelo y que sintetiza una toxina que mata larvas de insectos. Esta toxina natural, hoy apropiada por las corporaciones biotecnológicas, puede matar a insectos útiles, generar que otros insectos desarrollen resistencias, o integrarse al suelo por intermedio de los restos de los vegetales (esto generaría efectos adversos en los organismos del suelo, y podría moverse a través de las cadenas alimentarias). Evolución de la superficie de Siembra Directa, Consumo de glifosato y superficie implantada con sojas Roundup Ready (tolerantes al glifosato) en la Argentina.

Año Total de hectáreas Consumo glifosato Sojas RR hectáreas 1991/92 500.000 1.000.000 --- 1992/93 700.000 2.500.000 --- 1993/94 1.600.000 5.000.000 --- 1994/95 2.400.000 8.000.000 --- 1995/96 2.800.000 12.000.000 --- 1996/97 3.300.000 20.000.000 800.000 1997/98 4.000.000 28.000.000 1.417.500 1998/99 7.500.000 58.000.000 7.000.000 (*) Fuente: Walter Pengue, Evaluación tecnoecológica de la producción sojera, de próxima aparición. (*) Un 50% de la semilla utilizada en esta siembra responde a lo que se conoce como “bolsa blanca” (aquella semilla cosechada y guardada por el propio productor o comercializada sin marca). Este cuadro fue publicado como gráfico adjuntado de un artículo de W. Pengue, en la revista Le Monde Diplomatique, edición de mayo de 2000. Si bien las ventas de los agroquímicos en general bajaron y disminuyó notablemente su aplicación, las ventas del herbicida Round Up subieron estrepitosamente y por supuesto también su aplicación. 7. ¿Qué beneficios traen? ¿por qué se los usa? MENOS COSTO, MÁS RIESGO Esta clase de cultivos es promocionada como un ahorro para los agricultores, ya que ahora pueden plantar vegetales que matan pestes (porque se les incorporó ADN de una bacteria a su genoma, permitiéndole producir una proteína insecticida). O que toleran poderosos venenos (científicos de Monsanto aplicaron un gen en la soja que resiste al glifosato, llamado comercialmente Round Up, marca de esa misma corporación). Esto, aparen-temente, generaría una baja en sus costos. Pero la realidad es otra. Los que hacen el verdadero negocio son las corporaciones multinacionales que, como se dijo, venden las semillas genéticamente adaptadas a los químicos que también venden. Los productores sólo son parte del negocio, pero jamás se beneficiarán de él. LA CARRERA BIOTECNOLÓGICA La ingeniería genética nació cuando se descubrieron los datos necesarios para producir un ser vivo, cuando los científicos empezaron a explorar una larga cadena molecular llamada ADN, compuesta por genes que poseen la información fundamental de todo ser. Así, las empresas apostaron en una fuerte carrera dentro de la tecnología biológica (o biotecnología) y contrataron a científicos para desarrollar métodos de corte o inserción de genes de unos seres vivos a otros, gestando de esta forma la llamada ingeniería genética. Rápidamente, crecieron las inversiones para investigar las posibilidades económicas de estos nuevos organismos, generando una competencia feroz entre las compañías agrícolas, que con el tiempo cambiaron su denominación y pasaron a autoproclamarse como "biotecnológicas" o empresas de "ciencias de la vida". Así, las mismas corporaciones que hace 40 años habían contaminado el mundo con sus agroquímicos, ahora habían creado divisiones de investigación molecular para concebir plantas resistentes a sus tóxicos. En poco tiempo, los productores podían comprar cultivos resistentes a sus propios parásitos o a los herbicidas, lo que se tradujo en un aumento vertiginoso de la superficie cultivada con transgénicos. LOS TRANSGÉNICOS NO PUDIERON ELEVAR RENDIMIENTOS EN CULTIVOS En el suplemento Rural del diario Clarín, del 18 de setiembre de 1999, Vernon W. Ruttan, un reconocido experto en políticas biotecnológicas, afirmó: "Los productos de la biotecnología fueron diseñados casi en su totalidad para que los productores logren rindes que se acerquen a los actuales techos y no para que los superen". Y luego señaló: "Cuando le pregunté al director de investigación de una importante compañía de semillas comerciales cuándo esperaba un mayor potencial biológico, respondió: `No sé. Se exagera mucho allí afuera'. Uno de los motivos de su cautela es que el rinde está comenzando a pasar a segundo plano, para dar lugar a una segunda generación que hace énfasis en los rasgos de calidad (...) Aun cuando nos encontramos en los años iniciales de la primera generación de biotecnologías agrícolas, las tecnologías de segunda y tercera generación están siendo proclamadas con entusiasmo". En la Argentina, Greenpeace ha consultado a los profesionales del INTA acerca de los supuestos mayores rindes de la soja transgénica. En todos los casos la respuesta fue que no hay mayores rindes, sólo mayor comodidad en la labor del productor, una reducción de los costos que ronda el orden de un 15 por ciento. En la Argentina, Greenpeace ha consultado al INTA acerca de los supuestos mayores rindes de la soja transgénica. En todos los casos la respuesta fue que no hay mayores rindes. Sólo una reducción de costos. 8. ¿La polémica sobre los alimentos transgénicos tiene algo que ver con la "vaca loca" o las dioxinas en los alimentos? SERIOS PRECEDENTES No existe una relación directa entre el Mal de la Vaca Loca o los alimentos contaminados con dioxinas con los organismos genéticamente manipulados. Sin embargo, estas alertas dejaron en claro que los procedimientos normativos y las regulaciones no eran confiables. Y que la gente debe estar previamente informada sobre lo que come. La oposición a los productos transgénicos, o la fuerte exigencia de los consumidores al etiquetado, es la reacción más razonable frente a lo sucedido. El etiquetado en Europa y Estados Unidos dejó en evidencia que ni gobiernos, ni empresas alimenticias ni consumidores confiaban en Monsanto. La gota que colmó el vaso de la paciencia de la gente se relacionó con dos recientes "incidentes" de Monsan-to, y que tuvieron a sus productos farmacéuticos y alimenticios como sus principales protagonistas: el aspartame y la hormona de crecimiento bovina. La Coalición para la Prevención del Cáncer exigió a las autoridades gubernamentales que retiren la hormona de crecimiento bovina (de Monsanto) por el alto riesgo de cáncer de mama, entre otros cánceres importantes como los de colon y próstata. EL ETIQUETADO: EL DERECHO DE TENER LA POSIBILIDAD DE ELEGIR La industria de la biotecnología y los supermercados argentinos, en el ánimo de bajar costos, se han encargado de infiltrar en nuestros alimentos ingre-dientes que provienen de seres vivos genéticamente modificados en las gón-dolas de los supermercados para que la gente, sin saberlo ni quererlo, los consuma. Anteriormente hablábamos de la poca voluntad del gobierno argentino de etiquetar los transgénicos. Hay que exigir a gobiernos y compañías una mayor transparencia informativa. Existen empresas operando en la Argentina, que ofrecen el etiquetado en países de Europa. Es decir, tácitamente están discriminando entre consumidores de primera y consumidores de segunda. En el viejo continente, las principales compañías alimenticias han asegurado que en sus productos no se utilizan vegetales transgénicos. Pero en la Argentina, Nestlé, Danone o Knorr, por sólo citar algunas de ellas, todavía no se animan a decir que los productos que venden en el país no poseen la soja de Monsanto. Carrefour y Auchan dijeron en el viejo continente que no poseen transgénicos. Pero aquí no. En otros casos, tanto supermercados como compañías de alimentos etiquetan sus productos, respetando los derechos de la gente a conocer previamente lo que se lleva a la boca. Pero esto no ocurre aquí. Greenpeace quiso saber qué posición tienen en el país esos supermercados y esas empresas alimentarias, al igual que las de origen nacional. La mayoría no contestó. Las respuestas de las que sí lo hicieron estuvieron viciadas de una notable ambigüedad. Todo ello, sumado al hecho de que el 60% de la soja que hoy se produce en el país es transgénica, nos hace suponer que estamos comiendo alimentos transgénicos sin saberlo. Ni el gobierno ni las empresas quieren que sepamos lo que comemos. MALA CIENCIA "La combinación, habitual en Monsanto, de mala ciencia, reclamos engañosos, silenciamiento y eliminación de los oponentes y de las informaciones perjudiciales, es más que evidente en el caso del primer producto manipulado genéticamente que se ha comercializado: la hormona de crecimiento bovina", dijo Paul Kingsnorth, un reconocido periodista británico en un artículo publicado en la prestigiosa revista The Ecologist. 9. ¿Es verdad que esta tecnología terminará con el hambre en el mundo?, ¿quiénes introdujeron estos cultivos al país? ES MENTIRA: LA INGENIERÍA GENÉTICA NO TERMINARÁ CON EL HAMBRE EN EL MUNDO La ingeniería genética aplicada a la agricultura no solucionará el hambre en el mundo, como afirman las empresas biotecnológicas. Al contrario: tiene el potencial de generar una mayor dependencia alimentaria. Hoy se produce el 50% más de los alimentos necesarios, según el Programa de Alimentos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Sin embargo, unas 53 millones de personas, sólo en América latina pasan hambre. Ellos forman parte de los 795 millones de seres humanos que se encuentran en distintos estados de desnutrición. La cuarta parte de ellos son niños. Mientras en los países industrializados mucha gente se muere por exceso de comida (colesterol, etc.), en el Tercer Mundo muchos pasan hambre, o mueren por malnutrición. Monsanto dice que los alimentos transgénicos pueden alimentar al planeta. Lo cierto es que la propaganda de Monsanto se alimenta de numerosos mitos de la agricultura moderna en torno al hambre, la producción de alimentos y la propia agricultura. Desgraciadamente estos mitos han sido y continúan siendo repetidos tan a menudo, que se toman como ciertos. La leyenda creada no se refiere al hambre sino a la causa principal que la genera. Monsanto nos hace creer que la producción agrícola no está aumentando al mismo ritmo que crece la población. Hasta ahora numerosos estudios y estadísticas refutan esta afirmación. Aunque el hambre en el mundo aumentó desde 1970, también lo ha hecho en la misma proporción la producción alimentaria per capita. En Sudamérica el número de hambrientos aumentó en un 19%, y los suministros per capita en casi un 18%. En el Sur de Asia el hambre y los alimentos per capita han crecido en un 9%. Estas estadísticas y muchas otras indican que el crecimiento demográfico no ha sido, por lo menos actualmente, la razón principal del aumento del hambre desde 1970. En teoría el volumen total de alimentos disponibles por individuo ha aumentado de manera significativa. El prestigioso biólogo Tewolde Egziabher, el representante de Etiopía ante la Convención sobre Diversidad biológica, indicó: "Todavía hay gente hambrienta en Etiopía, pero padecen hambre porque no tienen dinero, no porque no haya comida... rechazamos enérgicamente la manera abusiva con que se emplea nuestra pobreza para influir sobre la opinión pública". Todavía hay gente hambrienta en Etiopía, pero padecen hambre porque no tienen dinero, no porque no haya comida... rechazamos enérgicamente la manera abusiva con que se emplea nuestra pobreza para influir sobre la opinión pública" (Tewolde Egziabher, jefe nacional del departamento ambiental de Etiopía). Monsanto, transgénicos a la carta España es el país comunitario donde tiene más desarrollo este tipo de cultivos en maiz Sus detractores ven en los transgénicos, organismos genéticamente modificados, un riesgo para la biodiversidad y una mayor dependencia de sólo una serie limitada de semillas con interrogantes en relación con su impacto sobre la salud Dispone de doce centros para la investigación de semillas de cereales Sus defensores, por el contrario, ven en los mismos la única vía para aumentar rendimientos y producciones en todo tipo de zonas y un instrumento indispensable para responder al reto que supone la necesidad de alimentar a una población mundial en crecimiento. Además, en materia de seguridad alimentaria, se argumenta que, mientras en diferentes producciones se han registrado alertas por problemas de contaminación, no ha existido ninguna en relación con las producciones de los transgénicos Monsanto, la multinacional estadounidense líder mundial en el desarrollo de semillas genéticamente modificadas, ha tenido en el último año uno de sus mejores ejercicios económicos con una facturación en 2007 de casi 8.600 millones de euros con un incremento del 17%. De esa cifra, unos 5.000 millones corresponden a las ventas de semillas con un aumento del 25% y otros 3.600 millones a las ventas de productos fitosanitarios con un incremento del 9%. En el caso de España, la multinacional inició su actividad en 1970 tanto con la venta de semillas como de productos fitosanitarios con unas ventas en 2007 estimadas en unos 120 millones de euros. En el conjunto del grupo, la investigación ocupa un lugar prioritario con el destino anual de unos 600 millones de euros. En España, señala Carlos Vicente, director de biotecnología del grupo para España y Portugal, las inversiones en investigación en 2007 se elevaron a 1,3 millones de euros. Los principales trabajos se concretan en campos de ensayo destinados a la obtención de nuevas variedades de maíz tolerantes al Roundop (un producto fitosanitario) y protegidas contra las plagas de taladro. Monsanto cuenta con un centro de investigación en Los Palacios, en Sevilla, y desarrolla igualmente investigaciones en colaboración con organismos nacionales en una docena de centros en el marco del Grupo para la evaluación de nuevas variedades de semillas, sobre todo, para la mejora de variedades. La investigación de las semillas genéticamente modificadas supone un largo proceso de varias fases que se sitúan en una media entre los seis y los once años. En la actualidad, Monsanto cuenta con más de 250 mejoradores investigando en diferentes partes del mundo. Uno de los pesos pesados en la actividad de Monsanto es la venta de semillas resistentes al taladro cuya siembra está autorizada en España, donde supone aproximadamente el 25% sobre una superficie de cultivo de unas 350.000 hectáreas. Se estima que su cultivo puede suponer para el agricultor un incremento en las rentas de hasta un 20% tanto por el ahorro en productos fitosanitarios como por el aumento en los rendimientos. En el mismo cultivo, Monsanto está desarrollando nuevas variedades de semillas resistentes tanto a enfermedades de otros insectos, como a los problemas de la sequía o al estrés en las plantas. En este sentido, la multinacional colabora con la Fundación Africana de Tecnología Agrícola para la puesta en el mercado de nuevas variedades de maíz tolerantes a la sequía con destino a millones de pequeños cultivadores en ese continente. Estas variedades de semillas podrían estar en el mercado en el año 2012. Además de los problemas de rendimientos, las investigaciones se centran en el desarrollo de producciones de mayor calidad. En esta dirección se hallan las investigaciones para el desarrollo de una semilla de soja con alto contenido en ácidos grasos omega 3 frente a los alimentos que en la actualidad proceden en su mayor parte del aceite de pescado. En el algodón, se investigan nuevas variedades tolerantes a la sequía para lograr cosechas estables con un menor consumo de agua o ante situaciones de estrés hídrico. Igualmente, las investigaciones se centran en las frutas y hortalizas a través de la empresa Seminis. - Cosecha de beneficios Si nos atenemos a los datos manejados por Monsanto, la cosecha de los cultivos transgénicos supone solamente un carro de beneficios y de ahorro. Desde la perspectiva de la seguridad, el uso de este tipo de productos para la alimentación animal o humana no ha provocado problemas documentados. En la actualidad, hay doce millones de agricultores que han sembrado cultivos genéticamente modificados en todo el mundo, donde España ocupa uno de los primeros lugares entre los países miembros de la Unión Europea con el maíz resistente al taladro. En materia medioambiental, con el uso de las semillas transgénicas se habrían evitado 289.000 toneladas de pesticidas así como unos 10 millones de toneladas de gases de efecto invernadero por la reducción en el uso de combustible. El ahorro en biocombustibles se estima en unos 1.800 millones de litros. Los beneficios adicionales por el uso de las semillas genéticamente modificadas se estiman en 34.000 millones de dólares. Desde la perspectiva de la alimentación, los defensores de los transgénicos ponen sobre la mesa en la parte positiva el haber contribuido a la preparación de un billón de comidas. - Monsanto y sus transgénicos en el Perú Si existiera impedimento...hable ahora o calle para siempre. Silvia Wú Guin y Fernando Alvarado de la Fuente. Relacionando la tradicional presentación de las damas en sociedad, el 12 de octubre de 2007 el reconocido diario El Comercio de Lima informaba que "Representantes de la transnacional de capitales estadounidenses Monsanto, líder mundial en la comercialización de productos transgénicos, se reunieron ayer con el mandatario Alan García en Palacio de Gobierno para informarle sobre los planes de la compañía de desarrollar un proyecto de semillas en el Perú." De seguro la presentación daba a conocer la dote que recibiría un posible consorte si aceptaba a la dama.

Ya desde 2004 se anticipaba la intención de Monsanto de ingresar a Perú, cuando Doris Sánchez, por entonces congresista, presentó la propuesta de 'ley de promoción de biotecnología moderna', que en realidad, camuflaba el ingreso institucionalizado de la transnacional y sus transgénicos. Así, desde la segunda mitad de 2004 hasta octubre de 2007, los seguidores de esta dama han recurrido a toda estrategia para lograr un consorte acorde con los intereses de la dama: desde la fallida ley, pasando por declaraciones amistosas, agresivas y sarcásticas, hasta invitaciones 100% pagadas a periodistas para visitar campos de cultivos OGM en Colombia y Estados Unidos. Y ha sido indudable, que tras más de tres años de intenso lobby, evidencien agotamiento de paciencia, pues, luego de la presentación formal de la dama en sociedad, transcurrieron 9 meses para anunciar un matrimonio nada menos que con el MINAG como consorte y el INIA como padrino. Agotamiento de paciencia, o no, ciertamente las condiciones fueron inmejorables si recordamos que todo el ejecutivo tuvo facultades especiales para emitir las normas necesarias que permitieran un TLC con EEUU sin tropiezos. Con esta atribución servida en bandeja, en junio 2008, el Ministerio de Agricultura, con el INIA a la cabeza, informaron con orgullo que se hallaban elaborando el reglamento sectorial de bioseguridad y que su promulgación se realizaría en breve plazo. Los argumentos de los padrinos de la dama Monsanto El repentino apuro fue mencionado por El Comercio, y, la explicación provino del seguidor más pro-Monsanto del país "Para Alexander Grobman, experto en temas de biotecnología, esta empresa no podrá elaborar investigaciones de semillas transgénicas en nuestro país mientras no exista el marco legal para ello”. El Comercio añade "Grobman consideró que una empresa como Monsanto, con unas espaldas financieras muy anchas, puede ubicarse en el país que lo considere apropiado. Ya está en Colombia, Brasil, Argentina, China, India, entre otros. Una compañía multinacional puede estar en todas partes y ahora ha elegido al Perú", terminó declarando Grobman, muy entusiasmado, para el diario de mayor tiraje en el Perú. Lo que -verdaderamente- debiéramos entender entrelíneas es que, si Monsanto “puede estar en todas partes y ha elegido Perú para establecerse", serán sus seguidores quienes harán lo imposible para que se constituya el marco legal adecuado. Por tanto, tampoco debe llamar la atención que tras la paciente labor de convencimiento de funcionarios y congresistas, Alexander Grobman, conocido negociante de semillas, actualmente se desempeñe como asesor del Ministro de Agricultura, en una posición inmejorable para influir en la política agraria de un país, a favor de un matrimonio con la dama Monsanto. La labor de convencimiento de Grobman ha sido tan efectiva, que el MINAG actúa como novio embelesado, negándose a escuchar los antecedentes de la novia MONSANTO y de los desastres que ha suscitado en otros países. Padrinos menos estratégicamente ubicados tienen a su cargo la labor mediática. Luis Destéfano por ejemplo, otorga entrevistas y se da tiempo para comentar nuestros artículos. Uno de ellos, 'Tabaco y transgénicos (con "T" de trampa)', mereció sus observaciones (ver carta y nuestra respuesta en el Boletín Compartiendo # 30 - 2008, del 20 julio). Indudablemente, está en todo su derecho de emitir opinión, y nosotros a su vez de extrañarnos que, en lugar de identificar la similitud de falta de ética entre las compañías tabacaleras y las compañías agroquímicas (que era de lo que trataba el artículo), manifestara "... le diré que si yo fumo lechuga lo más seguro es que también me produzca cáncer en el largo plazo. Por qué preguntará Ud.? pues por los productos de combustión. El tabaco no produce cáncer por la nicotina sino por los productos de combustión (el alquitrán entre ellos). Por lo tanto su comparación no corresponde." (sic) Así como Luis Destéfano, otros conocidos científicos pro-transgénicos evaden sistemáticamente la alusión a la falta de honestidad ejercida por las transnacionales en general y las de insumos agrarios en particular; precisamente, en honor a que observamos esta sordera selectiva preparamos otro artículo 'La 'etica' de los pro-transgénicos: una nueva rama de la filosofía (cinco estudios de caso)'. Queda claro, entonces, que no quieren perder tiempo en asuntos de ética, ante todo, ellos son "científicos, expertos y como tales, tienen la razón". Por nuestro lado, haciendo esfuerzo por generar empatía y tratar de entender a estos iluminados de la ciencia, entre los que se suman Ernesto Bustamante y Ricardo Fujita, conozcamos los cuatro argumentos que últimamente vienen exponiendo en los medios... Argumento 1 "Los alimentos transgénicos tienen equivalencia sustancial con cualquier otro alimento; la FAO indica " La equivalencia sustancial en este sentido significa que las plantas modificadas genéticamente o los alimentos derivados de ellas son equivalentes a sus homólogos tradicionales y se pueden tratar de la misma manera que éstos con respecto a la inocuidad"." (http://www.fao.org/ag/agn/agns/biotechnology_safety_equivalence_es.asp) Son innumerables los estudios y evidencias que refutan esta afirmación; la lectura paciente y sistemática de éstos le llevará a la conclusión que los transgénicos, ni son equivalentes sustanciales con los alimentos tradicionales, ni mucho menos son inocuos. Argumento 2 "No queremos imponer cultivos transgénicos, podemos co-existir; para ello existen barreras naturales y métodos de cultivo que impiden la contaminación genética" Argumento 3 "Los cultivos transgénicos son lo más parecido a los orgánicos, usan menos agroquímicos y además tienen mayor productividad" Si estos dos argumentos fueran ciertos ¿dónde quedarían las numerosas experiencias que verifican y confirman la contaminación genética de cultivos tradicionales cuando conviven con transgénicos? ¿dónde los juicios de Monsanto a los agricultores porque demanda el pago de regalías? ¿dónde, a su vez, los registros de las productividades decrecientes y del aumento paulatino del uso de agroquímicos porque los insectos y malezas se hacen resistentes? Argumento 4 "Todos pueden opinar, pero las decisiones políticas deben estar en manos de los expertos" De todos los argumentos, quizá sea éste el que pinta más de cuerpo entero a los científicos pro-Monsanto pues refleja el real tipo de consistencia entre su verbo y su praxis. Su inicial generosidad e interés por el bienestar de la humanidad se desdibuja con actitudes altaneras, excluyentes y dictadoras, intercaladas con insultos y frases destempladas cada vez que alguien osa contradecirles. En el último momento del segundo debate en el programa Objetivos (radio San Borja, domingo 24 setiembre, 8am), Luis Destéfano reflexionó y sentó posición (asumimos que en nombre de todos los pro-transgénicos) "Para terminar quiero decir lo siguiente, yo creo que este debate es muy importante, sin embargo, yo digo que, este debate debe ser al final, decidido por los expertos. Y aquí quiero citar a un hombre de Estado, del siglo XVII, irlandés, Edmundo Burke, que decía que en una república, tu representante te debe, no sólo su inteligencia y su capacidad, sino también su capacidad de juzgar, su capacidad de juicio, pero él te va a traicionar si en lugar de usarlos, sacrifica todo eso y toma tu opinión. "Entonces, la política, las formulaciones de políticas nacionales no se pueden llevar por un concurso de belleza de la opinión pública, cómo va el viento, cómo va la mayoría. Un gobierno debe liderar y liderar significa muchas veces irse contra lo que es popular y tomar lo que realmente es útil para el país y esto es lo que yo espero en estos momentos de mis gobernantes." ¿Realmente nos debemos quedar al margen? ¿Quién debe tener ingerencia sobre los recursos naturales como bien común? Siendo la alimentación un derecho primordial para todo ser humano ¿no debiera preocuparse para que sea sana, nutritiva y segura? Antes de “callarse para siempre”, se desata el debate megadiverso anti-transgénicos Felizmente, y como debe ser, el debate en Perú sobre el ingreso de los transgénicos ha motivado la intervención de los líderes de opinión de los diversos sectores. A continuación, recogemos algunos fragmentos de las opiniones. Antonio Brack, ministro del Ambiente, reconocido ecólogo, experto sobre el potencial de los recursos de nuestra biodiversidad; "El futuro de la agricultura del Perú está en los alimentos orgánicos. Los cultivos transgénicos van a favorecer sólo a unos pocos." Gastón Acurio, chef de prestigio internacional y exitoso empresario; "La agricultura transgénica no es conveniente para la economía del Perú porque la naturaleza del Perú es de gran biodiversidad que le permite convertirse en la gran marca de productos orgánicos en el mundo y los productos orgánicos tienen un valor agregado." Fernando Villarán, economista, experto en promoción y desarrollo de las micro y pequeñas empresas, creador del Centro de Planeamiento Estratégico-CEPLAN; "Cada vez más personas aceptan que la principal fortaleza estratégica del Perú es su megadiversidad; no solo biológica, sino también geográfica, climática, cultural, racial... Poner en peligro estos logros, así como sus potencialidades, para darle gusto a unos cuantos importadores de semillas alteradas genéticamente es algo absurdo e irresponsable." Rafo León, comunicador, difusor convencido de nuestros paisajes; "Algo me dice, doctor Grobmann, que quien no tiene vela en este entierro es usted." William Arteaga Donayre, coordinador general de Agro y Agroindustria de PromPerú; "Nuestro país es tan rico y megabiodiverso que no necesitamos los transgénicos para el desarrollo de nuestra agricultura. Con el manejo del clima y de lo que tenemos, es suficiente." Asociación de Exportadores-ADEX; las noticias subrayaron que ADEX "...descartó cualquier interés por promover los cultivos transgénicos en nuestro país"; "...demandó un mayor apoyo del Estado a la agricultura orgánica"; "...reafirmó su apuesta por la agricultura orgánica y apoya suspender el ingreso de semillas transgénicas por el riesgo a la salud, ambiente y biodiversidad." Carmen Felipe-Morales, Susana Villarán, Isabel Álvarez, Roelfin Haak, María Isabel Remy, John Earls, Mario Tapia, Alfredo Stecher, Julio Díaz Palacios, Eduardo Zegarra, Zósimo Huaman, Nelson Manrique, Jaime Delgado, Mariano Valderrama, Fernando Eguren, Gonzalo Portocarrero, Alfredo García, ... , todas estas personalidades suscribieron la declaración pública 'Antes de que sea demasiado tarde, Moratoria de 5 años a la entrada de transgénicos'. Convención Nacional del Agro Peruano-Conveagro (con sus 19 federaciones agrarias nacionales), RAE Perú, RAAA, ANPE Perú, CCE, que juntas representan a más de medio centenar de gremios de productores y asociaciones de promotores y consumidores, suscribieron otro comunicado público 'Transgénicos ¿Por qué tanta prisa?', también publicado en Perú.21 y La República 77% de ciudadanos respondió estar en desacuerdo con los transgénicos en la encuesta del diario La República, publicada el 24 de julio, con más de mil votantes. El ingreso de transgénicos al Perú, ya sea como cultivos o como insumos en productos transformados, afectará el futuro de los 28 millones de peruanas y peruanos, por ello, bienvenido un debate activo y participativo. La tecnología de los transgénicos suscita una reacción megadiversa y no debe quedar restringido a unos "expertos" que desean ser empleados de Monsanto. Artículo 73°.- Del ámbito 73.1 Las disposiciones del presente capítulo son exigibles a los proyectos de inversión, de investigación y a toda actividad susceptible de generar impactos negativos en el ambiente, en tanto sean aplicables, de acuerdo a las disposiciones que determine la respectiva autoridad competente. 73.2 El término “titular de operaciones” empleado en los artículos siguientes de este capítulo incluye a todas las personas naturales y jurídicas. "Por faltarle un clavo se perdió la herradura, por falta de una herradura se perdió el caballo, por falta de caballo se perdió el jinete". 2.1.- El Futuro Del Planeta En Peligro Por el segundo año de la década de los 60, un libro escrito por Rachel Carson y titulado "Silent Spring" -que podríamos traducir por "La Primavera Silenciosa"- se populariza en los kennedianos EE. UU. de América. En sus páginas, su autora pone de relieve la contaminación que estaba generando un producto puesto en el mercado por la industria química -el tristemente célebre pesticida DDT- de uso habitual en la agricultura para la protección de las cosechas. Con toda probabilidad, éste y algunos otros desgraciados sucesos negativos para la Salud del planeta no muy lejanos en el tiempo, sirvieron de aldabonazo en la percepción de muchas personas de los países económicamente más desarrollados de que algo podía afectar al equilibrio de la Vida e impulsaron el interés de ellas por las cuestiones ecológicas, que unido a una fuerte toma de conciencia por gobiernos y otras autoridades públicas, dio como resultado que ya se prepararan y formularan al respecto en la década posterior una importante cantidad de legislación. Pasado algún tiempo, y si a un más alto nivel de sensibilización existente añadimos el quebranto innegable que las actividades humanas van creando en el entorno (sin ir más lejos, ¿hace falta recordar lo que eminentes científicos mundiales han dicho en relación con el "Cambio Climático" y las nunca vistas "brutales" inundaciones en Centroeuropa de este verano?), en nuestros días el término "MEDIO AMBIENTE" está en la boca y en la mente de cientos de millones de habitantes del planeta Tierra. Si bien es indudable que en España y en Latinoamérica la sensibilización vinculada a los por algunos denominados "asuntos medioambientales" se manifiesta después que en las naciones "más avanzadas", es igualmente cierto que ya en nuestras vidas hispanas también el Medio Ambiente ¡por fín! "se ha puesto de moda". Desde hace algunos años, y primordialmente con la ayuda de los medios de comunicación, estamos día a día adquiriendo conciencia de los graves problemas ecológicos que campan por todo el globo terráqueo: El antes citado "Cambio Climático" y su activo colaborador el "Efecto Invernadero", el creciente agujero en la "Capa de Ozono", el peligroso avance de la desertización, la notable contaminación del mar, el "smog" o niebla contaminante de las mayores concentraciones urbanas, las enormes acumulaciones de basuras en los no menos imponentes vertederos instalados en los alrededores de las grandes ciudades,etc., etc.; efectos todos iniciados significativamente como resultado de las políticas desarrollistas de las décadas de los postbélicos 50 y de los felices 60, de la explosión demográfica y de otros fenómenos contemporáneos, y que a pesar de que en los últimos años ha habido un progreso en el tratamiento de estos espinosos asuntos medioambientales, ya están influyendo negativamente en nuestra CALIDAD DE VIDA, y -de no enmendarse esa "antinatural" dinámica que va generando los dislates citados- mucho más en las generaciones venideras. 2.2.- En Busca De Soluciones En la corrección de todos esos impactos –dejando a un lado al triste fenómeno del consumismo de las naciones más desarrolladas-, los mayores responsables de la contaminación y la degradación ambiental pertenecen a los campos de las actividades industriales, de la esfera energética y del transporte. Por ello, nadie discute que hay que tomar ¡ya!, particularmente en empresas de esos sectores, acciones dirigidas a la protección activa del Medio Ambiente de todos. A nadie se le escapa que una manera que bastantes de esas dichas organizaciones -sean fábricas químicas, sean industrias del cemento, sean centrales energéticas que consumen energías no renovables, etc.- tienen de "enmendar la plana", al menos parcialmente, es cambiar para el futuro, como puede ser el poner en marcha sistemas adecuados que sean capaces de realizar -al igual que se gestiona la Calidad- una correcta gestión del Medio Ambiente; esto es, los llamados "Sistemas de Gestión Medioambiental" (abreviadamente, SGMA). Afortunadamente, en Latinoamérica -aunque con un desfase y con un cierto retraso respecto de la irrupción del "certificacionismo" de los Sistemas de Aseguramiento dentro del movimiento de la Calidad- el boom de las certificaciones de los SGMA de las empresas, obligadas "a conseguir el diploma" muchas veces no por razones éticas sino por exigencias de clientes o por mejora de imagen, etc, ha empezado. En este ámbito juega, de cara al presente y al próximo devenir, un papel decisivo no solo la sensibilización sino también la formación de las personas de nuestras empresas, con el objetivo puesto en la consecución de una eficaz Protección Ambiental en el marco de un ineludible -tarde o temprano- y socialmente justo "Desarrollo Sostenible". 2.3.-¿Por Qué La Gestión Medioambiental En La Empresa? Concretando más, ciertamente podemos dar algunas rotundas razones para ello en forma de ventajas debido a su inclusión en la gestión general de cada organización, partiendo de la base de que hoy en día los asuntos medioambientales actúan sobre las empresas proporcionándoles intensas tensiones, esencialmente desde fuentes como: - La existencia de una legislación progresivamente más vasta y exigente, - Las empresas-clientes comienzan a exigir a nuestras fábricas que posean un SGMA según reglamentación internacional, el cual deberá estar certificado por un organismo acreditado, - Presiones de todo tipo para proteger el ya endeble Medio Ambiente, ejercidas por consumidores, grupos ecologistas, asociaciones vecinales, etc., y - La responsabilidad ética cara al FUTURO de la Humanidad. Todo ello genera una espinosa y compleja situación que consiguientemente reclama -para una idónea gestión que la conduzca a su "normalización"- la adopción de una metodología racional y técnica. Con la inclusión de la Gestión Medioambiental en la Gestión Global de la empresa, lograremos unas no despreciables ventajas como: 1. Reducir el riesgo de fuertes multas y sanciones, de costas judiciales por denuncias, etc. 2. Facilitar -a través de la mejora continua implícita en los SGMA más comúnmente empleados- una evolución "más sostenible" de los procesos productivos 3. Reforzar la imagen de la industria, tan útil a nivel comercial. 4. Posibilitar minimizar costes por accidentes y por descontaminaciones que les sean exigibles. 5. Disminuir la cuantía de las primas de seguros por responsabilidad civil. 6. Permanecer en su sector de mercado, pues el mismo ya va demandando el establecimiento y la certificación del SGMA. 7. Etc., etc. Finalmente, una sugerencia: ¿Por qué aquellos gerentes y directivos que aún no lo han hecho, no van pensando seriamente en emprender esta inexcusable obligación de iniciar una correcta gestión medioambiental en sus organizaciones, sean industriales o no? Dejando al margen razones "de pura empresa clásica", la Responsabilidad Social que aquellas tienen lo está exigiendo, responsabilidad que cada día será mas valorada por los consumidores. Estoy persuadido de que, al igual que la inmensa mayoría de las personas "de a pié" entienden que para curar sus enfermedades deben acudir a los médicos no habiendo previamente estudiado ni Medicina ni Biología, la gente va ya comprendiendo la gravedad del "problemón medioambiental" del planeta sin necesidad de cursar estudios superiores científicos en la Universidad. Artículo 74°.- De la responsabilidad general Todo titular de operaciones es responsable por las emisiones, efluentes, descargas y demás impactos negativos que se generen sobre el ambiente, la salud y los recursos naturales, como consecuencia de sus actividades. Esta responsabilidad incluye los riesgos y daños ambientales que se generen por acción u omisión. RESPONSABILIDAD SOCIAL CORPORATIVA (RSC) Sobre las empresas recae un amplio abanico de responsabilidades que van más allá del cumplimiento de las obligaciones legales, por entenderse que las empresas no pueden quedar al margen de los problemas y de los desafíos a los que se enfrenta la sociedad. En principio, una organización empresarial se crea con la finalidad de proporcionar determinados bienes o servicios a cambio de un beneficio, por lo que su responsabilidad económica es evidente. Además, existen otros tipos de responsabilidades como la ética, la legal y la filantrópica. Las tres implican un comportamiento responsable dentro de la sociedad en la que está localizada, de manera que comprometa parte de los recursos en mejorar la situación y el bienestar de todos. El interés por la responsabilidad social de las empresas ha crecido de forma extraordinaria durante los últimos años en la mayor parte de los países desarrollados. La RSC ha sido tratada de manera multilateral por organizaciones tales como las Naciones Unidas, la Organización Internacional del Trabajo y la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo, en cuyas reflexiones se prevén atajar posibles desequilibrios sociales causados por la globalización. En 1993 la UE se enfrentó por primera vez a una movilización social importante contra el nuevo modelo de desarrollo económico. El Consejo Europeo de Lisboa, en mayo de 2000, introdujo en la agenda social europea un tema tan inesperado para algunos como es la responsabilidad social corporativa. El Consejo hizo un llamamiento especial a las compañías sobre el sentido de la responsabilidad con respecto a las mejores prácticas en cuanto a formación, organización del trabajo, nuevas oportunidades, inclusión social y desarrollo sostenido. Esa responsabilidad ha de presentarse como un compromiso voluntario que va más allá de las normativas vigentes obligatorias y que debe respetarse en todos los casos. Este plan lleva al desarrollo de una nueva relación, también dentro de las compañías, en el diálogo social, formación, igualdad de oportunidades, anticipación y gestión del cambio, en el ámbito local o nacional contribuyendo a fortalecer la cohesión social y económica y la protección de la salud. Y más en general, en lo que atañe al medio ambiente y al respeto a los derechos fundamentales. La UE considera que la responsabilidad social corporativa puede ser una contribución positiva de cara al objetivo estratégico de “ser la economía más competitiva y dinámica del mundo basada en el conocimiento, capaz de mantener un crecimiento económico sostenido con más y mejores trabajos y una gran cohesión social”. Artículo 75°.- Del manejo integral y prevención en la fuente 75.1 El titular de operaciones debe adoptar prioritariamente medidas de prevención del riesgo y daño ambiental en la fuente generadora de los mismos, así como las demás medidas de conservación y protección ambiental que corresponda en cada una de las etapas de sus operaciones, bajo el concepto de ciclo de vida de los bienes que produzca o los servicios que provea, de conformidad con los principios establecidos en el Título Preliminar de la presente Ley y las demás normas legales vigentes. 75.2 Los estudios para proyectos de inversión a nivel de pre – factibilidad, factibilidad y definitivo, a cargo de entidades públicas o privadas, cuya ejecución pueda tener impacto en el ambiente deben considerar los costos necesarios para preservar el ambiente de la localidad en donde se ejecutará el proyecto y de aquellas que pudieran ser afectadas por éste. SOCIEDAD - MEDIO AMBIENTE - EMPRESA Hace años la excelencia ecológica de las empresas era un valor intangible de difícil percepción por parte de los consumidores. Poco a poco la preocupación por los problemas ambientales se ha hecho patente en la sociedad y se demanda cada vez con más fuerza que las empresas respeten el entorno en el que desarrollan su actividad. A su vez, la competencia entre empresas ejerce sobre éstas una presión cada vez más fuerte. La gestión de los impactos sociales, éticos y ambientales asociados a la actuación de las empresas se está convirtiendo en un verdadero imperativo, de manera que la imagen ambiental de una compañía es un valor o una carga que evalúan inversores, aseguradoras, clientes, proveedores y consumidores en general. Sin duda constituye una ventaja competitiva conseguir diferenciarse por el respeto al medio ambiente. También es importante saber explicar la contribución de una determinada industria a la consecución del bienestar de que disfruta la sociedad actual. En este contexto, los sistemas de gestión ambiental son herramientas de ventaja competitiva que responden a la creciente presión pública, de los empleados y del resto de los afectados por la actividad de la empresa. En función de esta ventaja se han configurado programas como el Eco Management and Audit (EMA) de la UE y el Responsable Care de las normas ISO. La mayoría de las empresas informa voluntariamente sobre su actuación ambiental para atender la demanda de colectivos con intereses en ellas: • Los potenciales inversores: bancos, mercados de valores o compañías aseguradoras quieren saber los gastos de capital que son necesarios para cumplir la nueva normativa y qué potenciales responsabilidades ambientales tendrían efecto en las operaciones financieras. • Las comunidades locales desean saber el impacto ambiental de las operaciones de las empresas en su territorio y tienen el poder de respaldar o de rechazar su actividad. • Los consumidores individuales piden información sobre el impacto y los efectos de los productos que compran. En ocasiones, el consumidor elige un producto más caro sólo porque lo considera más ecológico. • Los clientes corporativos buscan obtener la confianza de sus propios clientes mostrando que tienen una política de medio ambiente y una estructura de información. • A los empleados les gusta saber que la empresa para la que trabajan es limpia y transparente. Por otro lado, también existen empresas industriales que aún no se han subido al tren del futuro; empresas que, en un entorno de recursos limitados y conflictos de prioridades, a veces ven el medio ambiente más como un obstáculo que como una oportunidad, y piensan que ir más allá de lo que es el estricto cumplimiento de las legislaciones tiene un alto coste. La existencia de mentalidades diferentes a la hora de gestionar la política ambiental de una empresa hace que esta gestión se convierta en un elemento de diferenciación en el marco de un mercado global cada vez más competitivo. Artículo 76°.- De los sistemas de gestión ambiental y mejora continúa El Estado promueve que los titulares de operaciones adopten sistemas de gestión ambiental acordes con la naturaleza y magnitud de sus operaciones, con la finalidad de impulsar la mejora continua de sus niveles de desempeño ambiental. Principalmente va actuar la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA): es un procedimiento administrativo científico-técnico que permite identificar y predecir cuáles efectos ejercerá sobre el ambiente, una actividad, obra o proyecto, cuantificándolos y ponderándolos para conducir a la toma de decisiones. De forma general, la Evaluación de Impacto Ambiental, abarca tres fases: a) la Evaluación Ambiental Inicial; b) la confección del Estudio de Impacto Ambiental o de otros instrumentos de evaluación ambiental que corresponda; y c) el Control y Seguimiento ambiental de la actividad, obra o proyecto a través de los compromisos ambientales establecidos. LUEGO LOS PROGRAMAS DE ADECUACIÓN Y MANEJO AMBIENTAL (PAMA) , DEL ESTÁNDAR DE CALIDAD AMBIENTAL (ECA), EL LÍMITE MÁXIMO PERMISIBLE – LMP, gracias a la información que contengan estos sistema una empresa o entidad va poder establecer cuales son sus parametoros. Conclusión En la actualidad no sólo se trata de ser competitivos sino de ofrecer calidad pero no sólo cumpliendo con estándares de la misma sino teniendo en cuenta la responsabilidad de cuidar el medio ambiente y de la incidencia de los productos que ofrecen las empresas en él. Las estrategias optimas son adoptar continuamente nuevos enfoque en la forma de hacer negocios y gestionarlos, nuevas políticas y estrategias, lo que exige tomar decisiones, coordinar acciones y dirigir actividades, todas ellas encaminadas a asegurar el futuro de la gestión ambiental. Aunque el problema radica en la cultura de los individuos que conforman este planeta, son tiempos para tomar conciencia de donde venimos , donde vivimos y de qué vivimos. Venimos de la Tierra, vivimos en la Tierra y vimos de ella. "Vacas locas" y uso de hormonas de crecimiento La propagación de la encefalopatía espongiforme bovina (BSE), conocida como "enfermedad de las vacas locas", pudo haber sido propiciada por el creciente uso de hormonas de crecimiento artificiales en Occidente para incrementar la producción industrial de carne y leche El tema fue planteado en Estados Unidos a principios de 1993 por Michael Hansen, investigador del Instituto de Políticas para el Consumo, en su declaración ante el Comité Asesor de Medicina Veterinaria sobre los Efectos Potenciales en la Salud Animal y Humana. El ganado tratado con hormonas de crecimiento (rBGH) necesita una alimentación con mayor concentración energética, que generalmente se suministra a través de un preparado de carne y huesos de animales para su consumo por otros animales herbívoros. Al igual que en los bovinos afectados por una enfermedad vinculada a la BSE, señaló Hanson, en este caso el ganado aparentemente sano cae súbitamente muerto. También señaló que los investigadores comenzaron a sospechar que existe una relación entre la BSE y la muerte repentina del ganado. Los mamíferos contraen la BSE al comer carne infectada, lo que aumenta la posibilidad de que el agente de la enfermedad pueda ser el preparado de carne y huesos suministrado a las vacas inyectadas con rBGH. Hormonas de crecimiento y alimentación carnívora La Hormona de Crecimiento Bovino (BGH) o Somatotropina bovina (BST) es una proteína natural producida por el ganado vacuno. Las BGH recombinadas (rBGH) son hormonas sintéticas, producto de la ingeniería genética, desarrolladas y probadas en los últimos 10 años por compañías farmacéuticas y químicas como Monsanto, Upjohn, Eli Lilley y American Cynamid. La sustancia se inyecta cada 14 días en vacas lecheras durante 200 de los 335 días del ciclo de lactancia, lo que provoca un drástico aumento de la producción de leche. El uso de rBGH fue autorizado por la Administración de Alimentos y Fármacos de Estados Unidos en noviembre de 1993, pero muchos países europeos, Australia y Nueva Zelanda prohibieron su uso. Cada vez hay más pruebas de que esta sustancia puede afectar la salud de vacas y de seres humanos, pero las intensas presiones de las compañías químicas ayudaron a asegurar su uso generalizado en Estados Unidos y Gran Bretaña. Actualmente se la está promocionando en muchos países en desarrollo como una solución para la escasez de alimentos. Pero esto podría representar una economía falsa para el mundo en desarrollo. Las vacas tratadas con rBGH se mantienen en un ciclo perpetuo de gestación y lactancia que deteriora rápidamente sus organismos y reduce su expectativa de vida de 20 o 25 años a cinco o incluso menos. En la actualidad las vacas ya están produciendo leche en exceso. En 1930, una vaca promedio producía diariamente cinco kgs. de leche, cifra que en 1988 había aumentado a 18 kgs., y actualmente, con las inyecciones de rBGH, alcanza los 22 kgs. diarios. Ante la imposibilidad de consumir y digerir suficiente alimento normal como para sostener ese nivel de producción, las vacas inyectadas con rBGH son alimentadas con una dieta altamente concentrada. También son más vulnerables a las enfermedades porque su sistema físico está sobrecargado, por lo que suelen recibir crecientes dosis de antibióticos. A su vez, los residuos de las enfermedades y de los fármacos pasan a la leche. La tensión a que se somete a las vacas reduce su fertilidad, su expectativa de vida y la cantidad de terneros que pueden parir. Industria oculta datos Los científicos británicos Eric Millstone y Eric Bruner, contratados por Monsanto para evaluar los datos sobre la rBGH, declaran que se les impidió dar a conocer los resultados de sus investigaciones, que demostraron un aumento definitivo de casos de inflamación de las glándulas mamarias (mastitis) en vacas tratadas con la hormona sintética. "Es muy curioso que Monsanto haga objeciones a un análisis como el que hicimos, relativamente inofensivo, que demuestra algunos efectos negativos leves", dice Bruner. "Si tratan de eliminar estos datos como lo han hecho en los últimos tres años, entonces ¿podría ser que existieran otras cuestiones que todavía no conocemos?" Posibles efectos negativos Se teme que los residuos de hormonas y antibióticos en la leche y la carne afecten la salud humana, especialmente de los niños. Un gran porcentaje de la carne empleada en hamburguesas proviene de vacas lecheras "agotadas" La pubertad precoz es atribuida por algunos al mayor uso de hormonas en el ganado, y las niñas que menstrúan antes de los 12 años tienen mayor riesgo de contraer posteriormente cáncer de mama. El aumento del uso de antibióticos en animales también es motivo de preocupación debido a la creciente resistencia de las bacterias a los antibióticos. Las vacas inyectadas con rBGH aumentan la producción de un factor de crecimiento similar a la insulina, el IGF-1, cuya estructura molecular es idéntica en seres humanos y bovinos, lo que aumenta la posibilidad de su trasmisión a través del consumo de leche y carne. En los seres humanos, el IGF-1 está vinculado a la acromegalia, una enfermedad que provoca el crecimiento anormal de las manos, los pies, la nariz y el mentón. También se vincula el aumento de los niveles de IGF-1 con el tumor de colon y cáncer, en especial cáncer de mama en la mujer. Según Samuel Epstein, profesor de medicina laboral y ambiental de la Universidad de , en , el "IGF- 1 es un factor de crecimiento que mantiene el carácter maligno, progresivo e invasivo de las células mamarias". Los defensores de la hormona sintética aducen que el incremento de la producción de leche aumentará la cantidad de alimentos disponibles para combatir el hambre en el mundo. Pero la introducción de la rBGH puede suplantar fuentes de alimentos más baratos, seguros y tradicionales, y el consiguiente aumento del uso de alimentos animales implicará una reducción general de las existencias alimentarias. Se estima que una extensión de dos quintos de una hectárea cultivada con vegetales puede alimentar 20 veces más bocas que la misma superficie destinada a una dieta de comida animal. Obviamente las vacas son un gran negocio y los métodos que se utilizan para incrementar las ganancias podrían ser desastrosos en el largo plazo. El caso de la BSE quizás sea apenas el primero de una larga serie. La BSE Científicos británicos identificaron un nuevo modelo de la Enfermedad Creutzfeldt-Jakob (CJD) que afecta a los seres humanos, y anunciaron que no pueden eliminar la posibilidad de que la BSE pueda ser trasmitida a los seres humanos, lo que ha conmocionado a los círculos médicos y científicos. La BSE es una de las enfermedades infecciosas de las que se sabe muy poco, que afecta a diversas especies animales y a los seres humanos. No está provocada por un virus ni una bacteria sino por un agente conocido como proteína "prion", que se supone provoca una lenta reacción bioquímica en cadena que genera un cambio de forma de las moléculas proteicas del cerebro. El resultado es una transformación del cerebro, que pasa a tener la consistencia de una esponja, y que esirremediablemente fatal. Los priones han demostrado ser muy estables y pueden soportar distintas temperaturas, radiación o antisépticos que matarían a otros agentes infecciosos. Aparentemente también inhibirían la respuesta inmunológica de los afectados. La enfermedad provocada por este agente se ha manifestado en las ovejas pero rara vez en las vacas antes de los años 80. Se cree que la actual epidemia de BSE es el resultado de haber incorporado menudos ovinos en el alimento del ganado vacuno, lo que indica que este tipo de enfermedad puede transmitirse entre las especies. En 1989 se prohibió el consumo animal de menudos bovinos, pero la BSE tiene un largo período de incubación. Todavía hay muchas interrogantes sobre cómo se trasmite la enfermedad y qué órganos afecta. En las vacas las investigaciones indican que en general hay daños en el cerebro, la espina dorsal y la retina. Pero todavía se desconoce si la trasmisión entre las especies se da fácilmente o no, ya que no se registran casos de seres humanos que hayan desarrollado la enfermedad a partir de ovejas infectadas; en algunas sociedades es común el consumo de sesos y ojos de oveja. La forma humana de la enfermedad, o CJD, es muy poco usual. Sus síntomas son temblores, nerviosismo, olvidos, pérdida de equilibrio, alucinaciones y debilidad. Los enfermos decaen rápidamente hasta llegar a un estado en que no pueden caminar, hablar ni cuidarse solos. En Gran Bretaña el promedio actual de muertes por esta enfermedad es de una persona por semana. En Europa, las cifras de 1994 están en el orden de 0,53 a 1,04 por millón, siendo Holanda quien registra el valor más elevado. En Papua Nueva Guinea existió una enfermedad bastante similar a la CJD, llamada Kuru, cuyo origen se asocia con los ritos mortuorios de canibalismo durante los cuales los familiares del muerto acostumbraban comer el cerebro del difunto, y se piensa que la enfermedad se propagó a partir de esa práctica con alguien afectado por la enfermedad Creutzfeldt-Jakob. Históricamente, la CJD ha afectado a los mayores de 55 años. Antes de 1994 no se había registrado ningún caso de víctimas adolescentes y hubo sólo cinco en todo el mundo. Algunos contrajeron la enfermedad al ser tratados con extractos infectados de glándulas pituitarias humanas para provocar el crecimiento o combatir la infertilidad. Hubo 17 que contrajeron la enfermedad por el tratamiento, 15 están muertos y otros 1.900 han sido advertidos que están en situación de riesgo. La alarma británica Pero los últimos casos ocurridos en Gran Bretaña muestran un modelo diferente, lo que aumenta la preocupación en el país y en toda Europa. A partir de 1994 se informó de cuatro casos de adolescentes afectados por la enfermedad en Gran Bretaña. Además, cuatro agricultores que trabajaban con ganado infectado con BSE murieron de CJD en los últimos tres años. En 1994 se registraron 55 muertes provocadas por la CJD -el doble que en 1985- pero los científicos del gobierno insistieron que las cifras no se apartaban del índice medio mundial de uno en un millón, sin tener en cuenta los hábitos alimenticios locales ni la presencia de BSE en el ganado del lugar. Pero a fines de marzo, el comité SEAC citó 10 casos de CJD entre personas menores de 42 años que podrían estar ligados a la ingesta de carne vacuna infectada pero que no podían explicarse por análisis genéticos o historias médicas. El gobierno británico aceptó la recomendación de SEAC de que debe haber una investigación "urgente" y más profunda. Existen mayores temores de que los niños puedan estar más expuestos a contraer esta nueva forma de CJD. Stephen Dealler, microbiólogo del Hospital General de Burnely, en Gran Bretaña, quien ha estado estudiando la Enfermedad Creutzfeldt-Jakob desde 1988, teme que en la próxima década tal vez haya una epidemia entre quienes ahora son niños. Según él una epidemia humana se manifestaría aproximadamente 15 años después que en el ganado vacuno y señala que sólo en 1990 se consumió un total de 250.000 vacas enfermas de BSE. Advierte que, en el peor de los casos, para el 2010 podría haber 10 millones de personas infectadas. El profesor en jefe de SEAC, John Pattinson, dice que el año próximo puede ser crucial para demostrar la verdadera dimensión de la amenaza. Autoridades ceden ante presiones de la industria Microbiólogos como Richard Lacey han estado previniendo de estos riesgos desde hace seis años. Lacey estima que unas 500.000 personas podrían estar afectadas en el 2010. Lacey acusa al gobierno de poner los intereses financieros y de la multimillonaria industria vacuna británica delante de las necesidades sanitarias de sus ciudadanos. El doctor Harash Narang está de acuerdo. El fue despedido del Servicio de Laboratorio de Salud Pública hace dos años, después de haber creado un test rápido para detectar BSE en el ganado vacuno. Afirma que su despido se debió a que él sabía demasiado, luego que el gobierno ignoró las pruebas vitales sobre los vínculos posibles que presentó a un Comité Selecto en 1990. "Encontré que dos de los cuatro casos de Creutzfeldt-Jakob que estudié eran atípicos. Eso significa que el modelo era distinto de los demás casos y que se parecían a la enfermedad de las vacas". Narang ha estado estudiando la enfermedad desde 1970. En 1972 identificó una estructura conocida como "nemavirus", que indicó la presencia de BSE en el cerebro. A partir de este descubrimiento, en 1988 ofreció una prueba de diagnóstico de la enfermedad al Ministerio de Agricultura, pero la rechazaron. "No se trata de que el test no sirva o que cueste demasiado dinero, es simplemente el costo que supone tener que matar a los animales", denuncia Narang. Narang continuó su investigación apoyado por el empresario Ken Bell, pero sufrió varios atentados. Le hicieron explotar las ruedas del auto cinco veces, le estropearon los frenos y entraron a su apartamento en Newcastle, donde revolvieron todos sus papeles. dioxina ¿Qué se necesita para identificar y medir las dioxinas en el medio ambiente y los alimentos? El análisis químico cuantitativo de las dioxinas requiere métodos sofisticados de los que sólo disponen algunos laboratorios en todo el mundo, la mayoría de ellos en los países industrializados. El costo de los análisis es muy elevado y depende del tipo de muestra, pero oscila entre US$ 1700 para el análisis de una única muestra biológica y varios miles de US$ para una evaluación exhaustiva de las emisiones de un incinerador de desechos. Se están desarrollando cada vez más métodos biológicos de cribado, basados en células o anticuerpos, cuya utilización en las muestras de alimentos todavía no está suficientemente validada. No obstante, esos métodos de cribado permitirán realizar más análisis con un costo menor. En caso de que una prueba de cribado dé resultados positivos, debe efectuarse una confirmación con análisis químicos más complejos. Actividades de la OMS relacionadas con las dioxinas La reducción de la exposición a las dioxinas es un objetivo importante desde el punto de vista tanto de la salud pública, para reducir la carga de morbilidad, como del desarrollo sostenible. Con el fin de proporcionar orientación sobre los niveles de exposición aceptables, la OMS ha celebrado una serie de reuniones de expertos para determinar la ingesta tolerable de dioxinas a la que puede verse expuesto el ser humano a lo largo de la vida. En la última de esas reuniones, celebrada en 2001, el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos Alimentarios llevó a cabo una evaluación exhaustiva de los riesgos de las PCDD, los PCDF y los PCB análogos a la dioxina. Los expertos concluyeron que se puede establecer una ingesta tolerable de dioxinas partiendo del principio de que hay un umbral para todos los efectos, incluido el cáncer. La larga semivida de las PCDD, los PCDF y los PCB análogos a la dioxina significa que cada ingesta diaria tiene un efecto pequeño o insignificante en la ingesta global. Para evaluar los riesgos que suponen estas sustancias para la salud a corto o a largo plazo se debe determinar la ingesta total o media a lo largo de meses, y la ingesta tolerable debe evaluarse a lo largo de un periodo de al menos un mes. Los expertos han establecido de forma provisional una ingesta mensual tolerable de 70 pg/kg/mes. Esta es la cantidad de dioxinas que se puede ingerir a lo largo de la vida sin que se produzcan efectos detectables en la salud. La OMS, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), a través de la Comisión Mixta FAO/OMS del Codex Alimentarius, ha establecido un Código de prácticas para la prevención y la reducción de la contaminación de los alimentos y piensos con dioxinas y BPC análogos a las dioxinas . Este documento proporciona a las autoridades nacionales y regionales orientación en materia de medidas de prevención. Se está examinando la posibilidad de establecer en el Codex directrices sobre las concentraciones de dioxinas en los alimentos. Desde 1976, la OMS es la encargada del Programa de Vigilancia y Evaluación de la Contaminación de los Alimentos del Sistema Mundial de Vigilancia del Medio Ambiente (SIMUVIMA/Alimentos), que, a través de su red de laboratorios en más de 70 países de todo el mundo, proporciona información sobre las concentraciones de contaminantes en los alimentos y sus tendencias. Las dioxinas están incluidas en ese programa de vigilancia. Desde 1987, la OMS ha llevado a cabo estudios periódicos sobre las concentraciones de dioxinas en la leche humana, sobre todo en países europeos. Estos estudios permiten evaluar la exposición humana a las dioxinas procedentes de todas las fuentes. Datos recientes sobre la exposición indican que las medidas introducidas en varios países para controlar la liberación de dioxinas han producido una reducción considerable de la exposición a estos compuestos a lo largo de los dos últimos decenios. La OMS está colaborando con el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en la aplicación del Convenio de Estocolmo, un acuerdo internacional para reducir las emisiones de determinados COP, entre ellos las dioxinas. Se están examinando internacionalmente varias acciones destinadas a reducir la producción de dioxinas durante los procesos de incineración y fabricación. En respuesta a las necesidades del Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, el SIMUVIMA/Alimentos de la OMS ha elaborado un nuevo protocolo para una Encuesta mundial sobre la presencia de COP en la leche humana, con el fin de cumplir los objetivos de la OMS, el PNUMA y sus Estados Miembros en materia de salud, inocuidad de los alimentos y medio ambiente. Este protocolo ayudará a las autoridades nacionales y regionales a recoger y analizar muestras representativas que permitan determinar el estado actual de la exposición de fondo y, en el futuro, evaluar la eficacia de las medidas adoptadas para reducir la exposición. Las dioxinas están presentes en el medio ambiente y en los alimentos en mezclas complejas. Para evaluar el riesgo de esas mezclas en su totalidad se ha aplicado a este grupo de contaminantes el concepto de equivalencia tóxica. La TCDD, el miembro más tóxico de la familia, se utiliza como compuesto de referencia, y a las demás dioxinas se les asigna una potencia tóxica en relación con la TCDD, basándose en los resultados de estudios experimentales. Durante los últimos 15 años, la OMS, a través del Programa Internacional de Seguridad de las Sustancias Químicas, ha establecido y reexaminado periódicamente en reuniones consultivas de expertos los factores de equivalencia tóxica (FET) de las dioxinas y compuestos conexos. De este modo, la OMS ha establecido valores FET aplicables al ser humano, a otros mamíferos, a las aves y a los peces. La última de esas reuniones consultivas se celebró en 2005 para actualizar los FET del ser humano y de los demás mamíferos. Estos FET internacionales se han desarrollado para ser aplicados en la evaluación y gestión del riesgo, y han sido adoptados oficialmente por varios países y órganos regionales, como el Canadá, Japón, los Estados Unidos de América y la Unión Europea. Que es la Dioxina? a. Resumen histórico de la Dioxina. A principios de los años 40’s, unos investigadores aíslan la hormona que controla el crecimiento de las plantas, de los cuales reproducen la molécula de manera sintética. Constatan que inyectada en dosis débiles, la hormona artificial estimula el desarrollo vegetal y que en dosis fuertes, provoca la muerte de las plantas. Sin embargo, la síntesis de esta hormona artificial libera productos tóxicos derivados de la dioxina TCDD, las más tóxica para el hombre y el Medio Ambiente. Este descubrimiento será utilizado por Monsanto por la creación de su herbicida el “Agente Naranja”, utilizado por el ejército Norteamericano de 1961 a 1971, para la defoliación de la selva vietnamita durante la guerra. Esta molécula tóxica se volvió tristemente célebre el 10 de julio de 1976, en lo que quedó para la historia como “el desastre de Seveso” en Italia. Frente a la amplitud del desastre, los responsables de la empresa Hoffmann-La Roche son obligados de revelar el agente responsable: se trata de la Dioxina, un producto derivado de la fabricación del herbicida 2,4,5-T, un agente químico también producido por Monsanto. Hasta esta fecha, era poco conocido del público y era “un secreto de laboratorio”. b. Definición científica de la dioxina y de sus efectos. La dioxina es un sustancia tóxica producida durante el proceso de fabricación de algunos compuestos químicos clorados (como los PBC) o de su combustión a alta temperatura. El termino de “dioxina” recubre una familia de 210 sustancias emparentadas (para los PBC se habla de “congéneres”). La molécula mas toxica es la “tetrachloro-p-dibenzodioxina” o “2,3,7,8-TCDD” abreviada TCDD. La dioxina, como los PCB, se deposita en la masa grasosa de los animales, y puede contaminar el organismo humano a través de la cadena alimenticia. Se trata de una molécula bioacumuladora, o sea que no se destruye cuando pasa de un organismo vivo a otro. Como consecuencia, el hombre estando al final de la cadena alimenticia, corre el riesgo de absorber una concentración elevada de dioxina. Esta última, alcanza también a los PCB, puede contaminar a los recién nacidos por la vía de la leche materna o por transferencia directa por la placenta durante el embarazo. Fines así que la dioxina TCDD está reconocida como cancerígena para el hombre, según el Centro Internacional de Investigación sobre el Cáncer. Mientras, algunas otras dioxinas están reconocidas que pueden provocar graves malformaciones del embrión y reducir la fertilidad así como trastornos endocrinos u hormonales. Se dice científicamente de la dioxina que es tetarogena, este término designa la producción de malformaciones. Este término que proviene del griego, significa literalmente “creación de mostros”. c. Los peligros de la dioxina y sus efectos sobre el Ser Humano. Efectos poderosos de la dioxina TCDD han podido ser observados después de accidentes industriales que han contaminado trabajadores expuestos. En 1948, Monsanto abre una fábrica de producción 2,4,5-T a Nitro en Virginia Occidental. El 8 de marzo de 1949, una fuga en la línea de fabricación provoca una explosión, liberando un material todavía no identificado que se escapa bajo la forma de una nube. En los días y la semanas siguientes, los obreros expuestos a altas dosis de la dioxina TCDD tienen nauseas, cefaleas persistentes y erupciones cutáneas virulentas conocidas luego como chloracne. Monsanto pide entonces un informe médico interno sobre el estado de salud de sus obreros que será entregado el 5 de diciembre de 1949 y el cual confirmará la contaminación de los obreros por la dioxina. Este estudio será revelado al público hasta los años 80 durante el juicio “Kemner vs Monsanto”. Se pueden ver adjuntas al informe fotografías de los obreros tocados por el chloracne que presentan un rostro desfigurado por grietas y pústulas y también por quistes purulentos en el cuerpo. Finalmente, un estudio fechado en 1950 trata de 6 trabajadores particularmente tocados durante el accidente de Nitro, y realizado por el Dr. Suskind. Esta revela que un año después del accidente, sufrían todavía de chloracne pero también de trastornos de las vías respiratorias, del sistema nervioso central, de los tejidos hepáticos así como de impotencia sexual. El mismo doctor realizará una última investigación sobre el caso de Nitro veinte tres años más tarde, donde constatará que de los treinta y seis obreros contaminados por la TCDD, trece ya han fallecido a un edad promedio de cincuenta y cuatro años. [1] QUE SON LOS TANGENICOS coloquialmente llamamos transgénicos a los organismos modificados genéticamente (OMGs). Estos organismos se fabrican en un laboratorio a base de introducir en un ser vivo, genes que no pertenecen a su especie. Las semillas transgénicas cultivadas hoy en el mundo pertenecen principalmente a cultivos como maíz, soja y algodón, aunque también a otras plantas, animales y otros organismos vivos. Estas semillas han sido manipuladas, en primer lugar para ser resistentes a determinados herbicidas químicos. En segundo lugar, para segregar la toxina Bt (Bacillus Thuringiensis) contra el gusano en el maíz y en el algodón, que ya ha empezado a hacerse resistente a dicha toxina. Las multinacionales incorporan a las semillas y plantas transgénicas genes que inutilizan los efectos de los antibióticos, lo que implica que, a medio plazo, los antibióticos utilizados con estas semillas serán inservibles como medicamentos. Las multinacionales que producen y comercializan transgénicos, los presentan como la solución al hambre en el mundo. Sin embargo, el hambre en el mundo se debe a la dificultad de acceso de los campesinos a recursos productivos como la tierra, el agua, las semillas y otros medios de producción, cuando no el robo o la expropiación que estas empresas propician. Los alimentos transgénicos son una tecnología orientada radicalmente al aumento de la productividad. Los transgénicos agudizan los problemas que prometen resolver: abuso de agroquímicos, crecimiento de plagas, resistencia a los productos que combaten las plagas, aumento de la contaminación de aguas y suelos, pérdida de fertilidad de la tierra, menores rendimientos de los cultivos. Acrecientan la incapacidad de los agricultores para resolver sus problemas “técnicos” y, con ello, su dependencia de las multinacionales. Las relaciones entre los nuevos genes manipulados y los naturales no son predecibles porque nunca han interactuado juntos en el mismo organismo. No podemos determinar qué pasará en las generaciones futuras de dichos organismos. La investigación de riesgos sobre la salud humana por ingestión de organismos con genes modificados es muy escasa. Se reconoce la inestabilidad de los genes implantados y la contaminación inevitable. En el caso del maíz está demostrado que a través de la polinización cruzada, se transfieren los genes modificados de unas plantas a otras, de unos campos a otros y a lo largo de la cadena alimentaria. Con ello aumentan los riesgos sobre la salud de las personas y del propio ecosistema del que los campos de cultivo y el ganado forman parte. Los transgénicos suponen el desarrollo necesario de la agricultura química e industrial. Se presentan como la alternativa a algunos de los problemas generados por la agricultura actual: contaminación química, salinidad y erosión de suelos, resistencia de las plagas a los pesticidas, pérdida de cosechas, etc., pero los transgénicos no eliminan el uso de químicos. Aunque las multinacionales aseguran que los transgénicos reducen la necesidad de algunos herbicidas e insecticidas, hasta la fecha, no es cierto. Además, el uso de genes resistentes a algunos herbicidas, abona precisamente la tesis contraria, que aumentará su uso, en la práctica de la agricultura transgénica. Debemos considerar a la producción “química” y “transgénica” de alimentos como dos formas de la misma agricultura industrial globalizada. La alternativa a dicha agricultura industrial es la agroecología basada en: a) la independencia de la tecnología de las multinacionales, b) la valorización de los conocimientos campesinos tradicionales, c) la promoción tecnologías accesibles a l@s pequeñ@s agricultor@s y campesin@s pobres, d) el diálogo con la naturaleza, e) la defensa de la seguridad y la soberanía alimentarias para toda la población y no sólo para los sectores con solvencia económica. No podemos pretender el fomento de una agricultura responsable, sin afrontar los problemas de la alimentación mercantilizada e industrializada. Que es el randan o El glifosato (N-fosfonometilglicina, C3H8NO5P, CAS 1071-83-6) es un herbicida no selectivo de amplio espectro, desarrollado para eliminación de hierbas y de arbustos, en especial los perennes. Es un herbicida total. Es absorbido por las hojas y no por las raíces. ... EL ROUNDUP NO SÓLO INTOXICA LAS MALAS HIERBAS 2. EL HERBICIDA más utilizado en el mundo: el Roundup de Monsanto, y los otros productos rivales formulados a base de glifosato, han gozado durante mucho tiempo de una reputación de inocuidad con respecto a la salud humana y al medio ambiente. Sin embargo, varios estudios recientes parecen indicar que este principio activo, empleado tanto por los agricultores como por los servicios de vías o por los jardineros dominicales, podría no ser tan anodino como lo proclaman sus promotores. Lo que está en juego es enorme, pues la utilización del glifosato crece con la de los organismos genéticamente modificados (OGM), cuya gran mayoría ha sido especificamente diseñada para tolerar este producto activo, fatal para los vegetales. 3. Si bien, el Roundup y sus semejantes eran empleados al principio sobre las malas hierbas, "se han convertido en un producto alimenticio desde que son utilizados sobre los OGM , que poseen la capacidad de absorberlos sin sucumbir", sostiene el bioquímico Gilles-Eric Séralini. Miembro desde hace años de la Comisión de Ingeniería Biomolecular francesa (CGB en francés), encargada de tramitar los expedientes de solicitud de pruebas en campo, y luego de la comercialización de los OGM, él no deja de exigir la realización de estudios más profundos sobre su eventual impacto sanitario. 4. Miembro igualmente de Criigen, una asociación que ha hecho del control de los OGM su caballo de batalla, él ha orientado su propias investigaciones sobre el estudio del impacto del glifosato. En un artículo publicado el 24 de febrero en la revista estadounidense Environmental Health Perspective, el bioquímico y su equipo de la Universidad de Caen ponen en evidencia, in vitro, varios efectos tóxicos de este compuesto y de sus coadyuvantes, que le son agregados para facilitar su difusión. 5. Para su estudio, los investigadores utilizaron cultivos de células placentarias humanas, en las cuales dosis muy bajas de glifosato mostraron efectos tóxicos y, en concentraciones más bajas, perturbaciones endocrinas. Lo que, para Gille-Eric Séralini, podría explicar los índices a veces elevados de nacimientos prematuros y de abortos, constatados en algunos estudios epidemiológicos -discutidos sin embargo- referentes a los agricultores que utilizan el glifosato. "el efecto, afirma, es proporcional a la dosis, y también al tiempo". 6. Su equipo también comparó los efectos respectivos del glifosato y del Roundup. Y constató que el producto comercial era más perturbador que su principio activo aislado. "La evaluación de los herbicidas debe, señala, tener en cuenta la combinación coadyuvante-producto". 7. Séralini reconoce que su estudio deberá ser complementado con experiencias sobre animales. Pero desafía las críticas sobre la ausencia de un vínculo realista entre las dosis "in vitro" y la utilización normal: "Los agricultores diluyen el producto puro y son expuestos puntualmente a dosis 10.000 más fuertes veces, insiste. Nuestros resultados ponen de manifiesto que es necesario considerar el tiempo de exposición". 8. ERIZOS DE MAR COMO MODELO 9. Se adhiere a sus conclusiones Robert Bellé, de la estación biológica (CNRS) de Roscoff (Finisterre), cuyo equipo estudia desde hace varios años el impacto de las preparaciones de glifosato sobre células de erizo de mar. Este reconocido modelo de estudio de las fases precoces de la cancerogenesis le valió a Tim Hunt el Premio Nobel de medicina en 2001. En 2002, el equipo de Finisterre había puesto de manifiesto que el Roundup actuaba sobre una de las etapas clave de la división celular. 10. "Esta desregulación puede conducir a un cáncer", previene Robert Bellé, que, para hacerse comprender, insiste en resumir los mecanismos de la cancérogenesis: en la división de la célula en dos células hijas, la copia en dos ejemplares del patrimonio hereditario, en forma de ADN, da lugar a numerosos errores. Hasta 50.000 por célula. Esta es la razón por la cual los mecanismos de reparación, o de muerte natural de la célula (apopotosis), se enganchan automáticamente. Pero sucede que ésta escapa a esa alternativa (muerte o reparación) y pueda perpetuarse, bajo una forma inestable, potencialmente cancerosa a largo plazo. Recientemente, el equipo bretón puso de manifiesto (Toxicological Sciencie, diciembre de 2004) que un "punto de control" de los daños del ADN era afectado por el Roundup, mientras que el glifosato solo no tenía ningún efecto. "Se ha demostrado que es un factor de riesgo evidente, pero no se ha evaluado el número de cánceres potencialmente inducidos, ni el momento en que se declaran", admite el investigador. Una gotita pulverizada podría afectar a millares de células. Por el contrario, "la concentración en el agua y en las frutas es bastante inferior, lo cual es más bien tranquilizador". Para el investigador, no se trata de prohibir forzosamente el producto -"corresponde en adelante a las autoridades públicas evaluar los beneficios y los riesgos"-, pero es importante que los usuarios tomen todas las precauciones, tanto para ellos mismos como para el público. "He visto a gente en overol -protesta- pulverizando a algunos metros de un patio de recreo". "Estos estudios in vitro no son suficientes para inferir los efectos sobre el hombre", insiste sin embargo Sophie Gallotti, coordinadora de los estudios sobre los contaminantes de la Agencia Francesa para la Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA). De la misma opinión, para Rémi Maximilien, experto toxicólogo del AFSSA, la experiencia sobre los erizos de mar "muestra un mecanismo potencial de cancerogenesis que aún hace falta demostrar en el hombre". 11. INTERPRETACIÓN CONTROVERTIDA 12. Por su parte, Monsanto no está impresionada por estos resultados. "No nos corresponde juzgar el interés de estas publicaciones, de las cuales no cuestionamos la validez sino la interpretación", indica Mathilde Durif, portavoz de la filial francesa del gigante americano. Estos resultados entran en contradicción con los otros sesenta estudios disponibles, y "ni las autoridades europeas ni la Organización Mundial de la Salud ni la Organización para la alimentación y la agricultura (FAO) de las Naciones Unidas han clasificado este producto como cancerígeno". 13. El glifosato es sin embargo un producto activo, "y es necesario utilizarlo según las recomendaciones". Una actitud de precaución que parece ligeramente contradicha por los esfuerzos de marketing de la empresa. ¿Actualmente esta compañía no es acaso denunciada por una asociación bretona que la acusa de hacer de la "biodegradabilidad" de su producto un argumento publicitario, a pesar de haber sido juzgado falso por la justicia americana? 14.