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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS

Centro de Estudios de Población y Desarrollo POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS

Oficina Nacional de Estadística e Información Centro de Estudios de Población y Desarrollo República de

Octubre de 2019

Centro de Estudios de Población y Desarrollo POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS

Tabla de contenido

INTRODUCCIÓN ...... 1

PARTE I: LOS ORÍGENES DE LA HABANA, EL CRECIMIENTO DE SU POBLACIÓN HASTA LA OCUPACIÓN INGLESA Y LOS FACTORES DE SU DESARROLLO ...... 5

I.1 El paisaje natural, los pobladores originarios y el emplazamiento geográfico de San Cristóbal de La Habana ...... 5

El paisaje natural, ¿recursos o resistencias? ...... 5

Los primeros pobladores y su rápida desaparición ...... 6

La operación de los colonizadores para poblar la Isla de Cuba y las fundaciones de las siete villas ...... 7

Los orígenes y avances del emplazamiento de San Cristóbal de La Habana y de su poblaciónhasta su ocupación por los ingleses ...... 9

I.2 Los factores del desarrollo y los ciclos económicos de La Habana ...... 15

La posición estratégica de La Habana, la Corriente del Golfo y el sistema de flotas. Los “situados” ...... 15

Las concesiones de tierras y el otorgamiento de mercedes en La Habana ...... 18

El ciclo del cuero y del cerdo ...... 20

El ciclo productivo del tabaco en La Habana ...... 20

La plantación esclavista de la caña de azúcar, la inmigración forzada de africanos y el cultivo del cafeto en La Habana ...... 21

PARTE II: CRECIMIENTO Y DINÁMICA DEMOGRÁFICA DE LA HABANA, OCUPACIÓN DE SU TERRITORIO Y EJES DEL POBLAMIENTO A PARTIR DE SUS CENSOS DEMOGRÁFICOS ...... 26

II.1 La ciudad de La Habana en las divisiones políticas administrativas de la isla a través del tiempo ...... 26

II.2 El crecimiento demográfico y los componentes de su dinámica ...... 32

El monto y ritmo del crecimiento (1774-2018) ...... 32

La dinámica y rol de las variables demográficas, nacimientos, defunciones y migraciones según períodos históricos ...... 37

II.3 Los ejes del poblamiento y la distribución de las densidades demográficas en la Ciudad de La Habana...... 40 POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Obstáculos, ejes de poblamiento e islas en la trama urbana:...... 40

Evolución de las densidades demográficas a través de los censos ...... 44

PARTE III: LA COMPOSICIÓN DE LA POBLACION SEGÚN DIFERENTES ATRIBUTOS A PARTIR DE LOS CENSOS ...... 47

III.1. Las características de la población en La Habana y en sus territorios colindantes según censos del período colonial ...... 47

La composición de la población por sexos y el índice de masculinidad en la Jurisdicción de La Habana y otras colindantes a través de diferentes censos coloniales ...... 48

La población según grupos de edades en la Jurisdicción de La Habana y las jurisdicciones colindantes según censos seleccionados ...... 50

Población residente por color de la piel en las Jurisdicciones de La Habana y colindantes según los censos seleccionados ...... 511

Alfabetismo y analfabetismo durante la época colonial en la Jurisdicción de La Habana y las jurisdicciones colindantes según censos disponibles ...... 533

Las proporciones de población ocupada en sectores de la actividad económica en las jurisdicciones de La Habana y colindantes según censos coloniales seleccionados...... 555

III.2. Las características de la población en el municipio de La Habana y en los municipios colindantes según censos del periodo republicano (1899 a 1953) ...... 58

Algunas características de los censos republicanos y sus aportes para estudiar el estado de la población en La Habana ...... 5959

La composición de la población por sexos y el índice de masculinidad en los municipios de La Habana y los colindantes a través de diferentes censos republicanos ...... 600

La distribución de la población por grupos de edades según censos republicanos ...... 611

Distribución de la población por color de la piel según censos del período republicano...... 633

La condición de alfabetismo y analfabetismo como parte de las características educacionales de la población ...... 655

Las proporciones de población ocupada en sectores de la actividad económica en el municipio de La Habana y colindantes según censos seleccionados del período republicano ...... 677

III.3. Las características de la población en el período revolucionario a través de sus censos ...... 700

El fenómeno de las migraciones externas e internas durante el período analizado y sus repercusiones en La Habana ...... 711

El índice de masculinidad a través de diferentes censos del período revolucionario ...... 722 POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS La población según grupos de edades a través de los diferentes censos del período revolucionario ...... 744

Población según color de la piel en los censos seleccionados ...... 766

Población según la condición de actividad en los censos del 2002 y 2012 ...... 777

Población según los sectores de la actividad económica en los censos del 2002 y 2012 ...... 799

PARTE IV: PERSPECTIVAS DEMOGRÁFICAS DE LA POBLACIÓN HABANERA...... 811

IV.1 Breve introducción metodológica sobre el trabajo de proyecciones para Ciudad de La Habana (2019-2050)...... 811

IV.2 Tamaño y características demográficas más generales de la población habanera: un acercamiento al momento de la conmemoración de los cinco siglos de su fundación...... 811

IV.3 Las proyecciones demográficas de la población de La Habana hasta el año 2050...... 822

CUATRO IDEAS CENTRALES EN UNA SUERTE DE CONCLUSIÓN ...... 87

BIBLIOGRAFIA ...... 8888

ANEXOS ...... 93

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Dos características relevantes se han puesto de manifiesto en el desarrollo histórico de la Ciudad de La Habana, una es su papel preponderante en el mundo de la España colonial debido a la importancia de su puerto, su astillero y sus obras militares y civiles, mientras que la otra ha sido la celeridad con que los adelantos tecnológicos de todo tipo se implantaron en ella.

Entre dichos adelantos se cuentan la Zanja Real (1592); el sistema de fortalezas (1779); la pavimentación de las calles (1780); el ferrocarril primero que en la metrópoli (1837); el gas (1848); el telégrafo (1855); el teléfono (1881); el alumbrado eléctrico (1890); el cinematógrafo (1897); el automóvil y el tranvía eléctrico (1901); la radio (1922); la televisión en blanco y negro y en colores (1950 y 1958) más un rosario interminable de valiosas obras de ingeniería y arquitectura que demuestran la capacidad y el sentido innovador que caracterizan a sus habitantes. Estrategia, Grupo para el Desarrollo Integral de la Capital, 1995. POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS INTRODUCCIÓN

El aniversario de la fundación de La Habana también convoca a demógrafos y especialistas del Centro de Estudio de Población y Desarrollo de la Oficina Nacional de Estadística a saludar dicha celebración, pero haciéndolo mediante el ejercicio de una investigación, que tiene como objetivo central el análisis de la evolución y expansión del poblamiento capitalino y de las principales características sociales y demográficas de su población durante los 500 años de existencia, especialmente a través de los censos de población, así como de las perspectivas de su crecimiento demográfico hasta el año 2050, empleando para ello las metodologías e instrumentos propios de la ciencia demográfica. Pero tal propósito entraña no pocos desafíos.

La primera dificultad para llevar a cabo un análisis del desarrollo histórico de la población capitalina es la búsqueda de la novedad, puesto que han sido varios los estudios de carácter histórico sobre la ciudad, pero aquellos que le confieren un enfoque demográfico alcanzan tal vez al examen de su población según los resultados de un censo de población determinado o a lo largo de un período de tiempo limitado. El estudio que nos ocupa pretende analizar no solo el desarrollo histórico de la población de La Habana y de sus características socio demográficas generales, sino también la ocupación sucesiva de su territorio , en donde se pusieron de manifiesto factores naturales que actuaron como recursos y resistencias al poblamiento, que aparecían y desaparecían según el avance en el tiempo de las fuerzas productivas.

Pero también sobrevienen desafíos de orden metodológico que tienen que ver con la concepción y alcance territorial del asiento físico del objeto de estudio, es decir del espacio geográfico que define los límites de la capital del país, los que a través de los diferentes censos han variado 1.

Habría que precisar que, en la generalidad de los censos del país, pocas veces se estableció el concepto de capital del país y se acudía a los límites de la división político administrativa de La Habana donde se iban perfilando por aproximación los límites de la ciudad capital. Así, para los primeros años del período colonial se puede entender como capital el asiento que se reconoció como Villa al momento de su fundación y más tarde, el concepto de jurisdicción de La Habana, la abarcaba. En el censo de 1827, aparece, por ejemplo, que la jurisdicción de San Cristóbal de La Habana estaba integrada por… “La siempre fidelísima ciudad de San Cristóbal, capital de la Isla, del gobierno de su nombre /…/ de sus barrios extramuros y 43 partidos rurales; que comprende 1 ciudad 42 pueblos y 24 aldeas o caseríos” (CUBA, CENSO DE 1774), con una desagregación incompleta de la población de la capital. En otros censos aparecen nominalizados los datos de población de los distritos del asentamiento intramuros, y más tarde también los de los extramuros de la ciudad. Después, los partidos pedáneos que conformaron la jurisdicción colonial de La Habana a partir del censo de 1861, y ya entrado el último tercio del siglo XIX, en 1877, aparecería como capital el término municipal o ayuntamiento de La Habana, adscrito a la provincia del mismo nombre dentro del Departamento Occidental.

1El país dispone de una rica tradición censal con 19 recuentos censales generales que según períodos considerados por los autores para los análisis, son los siguientes: período colonial , que comprende no menos de nueve censos generales y otros 6 o 7 locales, estos son, los censos de 1774, 1792, 1817, 1827, 1848, 1846, 1861-62, 1877 y 1887; los censos del período republicano que son seis: 1899, 1907, 1919, 1931, 1943 y 1953; mientras en el período revolucionario se han levantado cuatro censos: 1970, 1981, 2002 y 2012. Existe documentación que demuestra que en al año 1846 se realizó un censo general de población, pero por su bajo nivel de cobertura no es reconocido como parte de la historia censal del país

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Debe destacarse que en todos los censos coloniales y los levantados en el período de la república, los límites de la capital del país estaban incluidos dentro de la división administrativa con igual nombre que la contenía. Por primera vez en el censo del año 1953 (CUBA, Censo de 1953, T. 10, p. 20) aparece el concepto de Área Económica Metropolitana, integrada por la población residente del Término Municipal de La Habana y de las zonas urbanas de los municipios de Bauta, , , , Santa María del Rosario y , sin que se ofrezca adicionalmente alguna otra información demográfica, salvo la cantidad de población de las zonas urbanas de dichos municipios. Sin embargo, los censos posteriores al triunfo revolucionario reconocen todos los atributos de la población residente en la ciudad capital y en todos los municipios que la integran.

Por otro lado, la ausencia de información en varios censos coloniales acerca de la extensión superficial que servía de asiento primero a la Villa, o también a la ciudad cuando alcanzó esa categoría en 1592, a sus distritos, sus partidos pedáneos, la jurisdicción colonial o al propio término municipal donde estaba la capital, en ocasiones impidió que se pudiera calcular su densidad demográfica en cada momento censal. Asimismo, no siempre en dichos censos se cuenta con los derroteros de los límites, cuestión que facilitaría la labor de calcular la superficie por técnicas cartográficas propias de las nuevas tecnologías.

Pero los cuadros, anexos, figuras y mapas que se exponen en el informe de la investigación hacen alusión no solo a la división administrativa o territorio donde se asentaba la capital, sino también a los terrenos de las jurisdicciones y más tarde de los términos municipales de Guanabacoa, Santa María del Rosario, Santiago de las Vegas, Marianao, que, con el transcurso del tiempo hasta el momento actual, fueron conformando, aproximadamente, lo que es hoy la capital del país. Es por ello que se hace generalmente alusión a La Habana propiamente y sus divisiones colindantes, con el propósito de ofrecer la imagen de como a lo largo de sus 500 años de historia, la población fue ocupando el espacio geográfico de la ciudad o provincia actual de La Habana.

El informe de investigación cuenta con cuatro partes. En la primera se exponen fundamentalmente los elementos históricos de las fundaciones de las siete villas y del origen de la villa de San Cristóbal de La Habana, dedicando especial interés al balance de los elementos del paisaje natural original y de su impronta para los conquistadores, a quienes se prefiere denominar como tal y no como descubridores. En esta parte, luego de describir el desarrollo de la población habanera en los siglos XVI hasta finales del XVIII donde no se contaba con censos demográficos que respaldarán los análisis, los autores exponen los factores naturales y socioeconómicos, que también se identifican como ciclos económico- productivos 2 del desarrollo de la ciudad y su población, algunos de los cuales influyen en el comportamiento demográfico de los períodos históricos más recientes.

La segunda parte se refiere al análisis de la evolución histórica del monto o tamaño de la población habanera a partir de los resultados censales desde 1774 a 2012 y cálculos oficiales de las poblaciones posteriores hasta el año 2018. De igual manera en esta parte también se acude al análisis del peso de la capitalinidad o proporción de población residente en la ciudad con respecto a la población total de Cuba. Se hacen algunas consideraciones en este epígrafe a los componentes o variables demográficas del crecimiento de la población, entiéndase como natalidad, o mejor fecundidad, mortalidad y migraciones, que podrían explicar el peso de cada una de ellas en la magnitud de la

2 Se han empleado por los autores las consideraciones de los ciclos económicos o fases sucesivas de la actividad productiva para toda la Cuba colonial, desarrolladas por Juan Pérez de la Riva en 1973 con el propósito de explicar la conquista del espacio cubano. Estas consideraciones también pueden contribuir a interpretar su correspondencia con el desarrollo histórico del poblamiento de la ciudad de La Habana.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS población habanera según los tres períodos históricos empleados, pero lamentable el análisis es incompleto porque las estadísticas demográficas que registran los nacimientos, defunciones y saldos migratorios no se llevaron a cabo a nivel del país en todos los períodos estudiados, ni mucho menos para las provincias y ciudades. Finalmente, esta segunda parte tiene un último epígrafe dedicado a caracterizar la evolución de la ocupación del poblamiento habanero sobre el territorio y el análisis de la distribución de las densidades en los diferentes censos en que ello fue posible.

La tercera parte del informe de la investigación se reserva para analizar las características de la población que forman parte del estado o composición de la población habanera y de sus territorios colindantes a través de los censos de los tres períodos históricos analizados, es decir, colonial, republicano y revolucionario. Las características o atributos de la población que se han seleccionados para su análisis son aquellas que aparecen en la mayor parte de los censos que se corresponden con los períodos analizados, así por ejemplo, la composición por sexos, por grupos de edades y el color de la piel, que se cuentan entre los atributos demográficos más generales; mientras que también se analizan la condición de la población alfabetizada o no alfabetizada y el desempeño de la población según lleve a cabo actividades ocupacionales de carácter lucrativo, es decir, aquellas en que se recibía un pago, salario o beneficio económico por su ejecución.

La cuarta y última parte del informe se enmarca en el ámbito de las proyecciones demográficas, por lo que se pretende ofrecer de manera aproximada cual podría ser la magnitud y las características de la población habanera en una perspectiva cercana a los 30 años, partiendo de las tendencias mostradas por las variables del crecimiento demográfico en los últimos años, es decir, la fecundidad, la mortalidad y las migraciones.

Se pretende además la aproximación a lo que estaría sucediendo con la población habanera en el momento mismo de la conmemoración de los cinco siglos de su fundación, o sea en 2019, y posteriormente como estaría evolucionando hasta el año 2050.

En las conclusiones se destacan aquellas ideas generales que han identificado el desarrollo de la población de la ciudad de La Habana a lo largo de su evolución.

Trabajaron en este empeño investigativo, especialistas del Centro de Estudio de Población y Desarrollo (CEPDE) de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), entre los cuales se encuentran los siguientes, según las actividades llevadas a cabo atendiendo al orden de presentación del contenido del informe: Blanca Morejón Seijas, que tuvo la responsabilidad de desarrollar el contenido de las partes I y II del informe, con el acompañamiento de Edgar Figueroa Fernández, en lo que se refiere a todo el trabajo cartográfico y elaboración de mapas del trabajo. Mayra Piloto Otero y Masiel Toledo Montiel quienes participaron en la recopilación, registros, procesamientos, análisis y redacción de los epígrafes III.1 y III.3, así como en sus cuadros, figuras y anexos correspondientes. Helen Cano Rosas y Tatiana Rodríguez Trejo se desempeñaron con iguales alcances en todo lo concerniente al epígrafe III.2. El director del CEPDE, Enrique González Galbán tuvo la responsabilidad de desarrollar íntegramente la Parte IV de la investigación y finalmente los trabajos de edición y ejecución de algunas tablas le correspondieron al licenciado Enrique Frómeta Sánchez. Se agradece también el concurso de los estadísticos Mario Santiso Rodríguez, Reinaldo Betancourt Moya, Antonio Hernández Rodríguez y Milae Rodríguez Vega, quienes apoyaron en la recopilación de datos. Asimismo, el Vice Jefe de la ONEI, Juan Carlos Alfonso Fraga tuvo a su cargo la concepción e idea inicial del proyecto de la investigación. En la revisión y aprobación final del trabajo estuvieron los directivos del CEPDE Enrique González Galbán y María del Carmen Franco Suárez. Trabajaron en la edición final Abel Bermejo Morejón, Anays Montequín Jiménez y Helen Cano Rosas.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Los autores agradecen la colaboración de las entidades, que de una manera u otra han ofrecido información importante para llevar a cabo esta empresa, principalmente a los especialistas del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS PARTE I: LOS ORÍGENES DE LA HABANA, EL CRECIMIENTO DE SU POBLACIÓN HASTA LA OCUPACIÓN INGLESA Y LOS FACTORES DE SU DESARROLLO

I.1 El paisaje natural, los pobladores originarios y el emplazamiento geográfico de San Cristóbal de La Habana

La vista de La Habana a la entrada del puerto, es una de las más alegres y pintorescas: un campo siempre verde y hermoseado por las copas de las gigantescas palmas de fondo, divisándose la ciudad cubierta de arboladuras de todas dimensiones. JACOBO DE LA PEZUELA, 1853.

El paisaje natural, ¿recursos o resistencias?

Según estudios publicados por Leo Waibel en 1943 los bosques de madera dura y pinares ocupaban las dos terceras partes de la superficie del país al momento de la colonización española, parte de los cuales, especialmente los de madera dura, estuvieron localizados en las hoy fértiles tierras de las llanuras ferralíticas o rojas que se extienden por la parte central de las provincias de Pinar del Río, Artemisa, Mayabeque, Matanzas, incluyendo la mitad meridional de La Habana. Mientras, el 27% de la superficie de la Isla estuvo conformada por sabanas y el 9% restante era vegetación propia de ciénagas y cayos (Waibel, L. 1943, 30).

Precisamente, sabanas 3 en la porción septentrional de la actual provincia capitalina y bosques hacia el sur, donde hoy se asienta parte de la llanura Habana-Matanzas, que fueron paulatinamente derribados en el transcurso de los diferentes ciclos productivos del desarrollo histórico de la capital durante los cuatro primeros siglos, constituyeron parte de los elementos más importantes del paisaje natural original.

Otros accidentes naturales fueron también factores importantes para el desarrollo del poblamiento habanero, así, la densa y rica red de cuencas fluviales, con extensos bosques de galerías, como las del río que los aborígenes llamaban Casiguaguas , pero que los colonizadores denominaron primero La Chorrera y más tarde Almendares 4,con cerca de 59 km de longitud y más de 400 km 2 de superficie, seguidas por las cuencas de los ríos , Bacuranao, Cojímar, Jústiz o Boca Ciega, Martín Pérez, Quibú o Marianao, Jaimanitas, Luyanó (antes Uyanó) y Tarará, según orden decreciente por su longitud, en cuyos nombres predominan los vocablos aborígenes (Rodríguez Díaz, Oscar, 2018, p.73).

A ese paisaje natural antes descrito a partir de su vegetación y su red hidrográfica, se une, un factor físico-geográfico muy importante, su espléndida bahía, de bolsa por su configuración y origen, con sus ensenadas de Marimelena, Atarés y Guasabacoa, nombradas según su posición geográfica desde el

3El vocablo sabana de origen arahuaco no había sido conocido por los españoles antes de llegar a las tierras descubiertas por ellos, y se refiere a “todos los terrenos sin árboles, pero con mucha hierba alta y baja”, así denominados por Guillermo Fernández de Oviedo, uno de los conquistadores, a su vez citado por Leo Waibel, op.cit 2, p.6. 4Se cree que dicho nombre es una derivación del nombre de Fray Alonso Enríquez de Armendáriz, uno de los obispos de Cuba entre 1610 a 1624.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS norte hasta el sureste. Esta bahía constituyó uno de los recursos naturales que explicaría no solo el sitio actual 5de la ciudad, sino también un factor decisivo del desarrollo histórico de su poblamiento.

Estos eran los elementos más trascendentes del paisaje, pero estaban también sus primeros pobladores, los aborígenes. A la llegada del conquistador europeo a estas tierras, el tamaño y distribución geográfica de sus primeros pobladores, la población aborigen, eran muy variados y han sido difíciles de precisar, debido al escaso desarrollo y a las imprecisiones de las fuentes históricas, fundamentalmente las proporcionadas por los cronistas y los propios conquistadores.

Los primeros pobladores y su rápida desaparición

Algunas estimaciones refieren que al comenzar la conquista de Cuba por los españoles en 1510, la población indígena ascendía, según cálculo aproximado, a unos 300 mil habitantes, pero Juan Pérez de la Riva en un ensayo publicado en 2004 (Pérez de la Riva, Juan, 2004, 23) propone la cifra de 112 mil habitantes para el archipiélago cubano en 1510, o sea, en vísperas de la conquista española, basándose en los estudios arqueológicos de los científicos cubanos Ernesto Tabío y Estrella Rey 6.

Según el citado autor, el 90% de esta población indocubana estaría compuesta por sub-taínos, con nivel de desarrollo dedicado a la agricultura de subsistencia y ceramistas, mientras que el 10% restante estuvo representado por siboneyes “aspecto Cayo Redondo” que se dedicaban a la recolección y la caza, pero no eran ceramistas. La mayor parte de estos últimos, estarían asentados en la región occidental del país para un 9%, o sea cerca de 10 mil aborígenes, viviendo cerca de las costas y manglares en pequeñas comunidades muy alejadas unas de otras. Sin embargo, no existen evidencias de asientos arqueológicos comprobados de civilización india precolombina en lo que era el enclave original de La Habana, pero en 1961 se encontraron restos fúnebres en Guanabo y cerca de la laguna de Ariguanabo (Departamento de Arqueología. Centro de Antropología, 2008, p. 199).

El nombre de San Cristóbal de La Habana, dado a la villa fundada por el Adelantado Diego Velázquez de Cuéllar, fue tomado de uno de los muchos cacicazgos indios que algunos historiadores refieren que presumiblemente existieron, tal como sucedió con otras fundaciones donde al nombre hispano le siguió el vocablo aborigen ya acostumbrado.

Se puede presuponer que los elementos naturales del paisaje original que caracterizaron el sitio de La Habana y su región, en donde primaban los bosques de madera dura al centro, y de galerías a lo largo de sus ríos; la llanura septentrional y la vegetación costera, representaron recursos y resistencias al poblamiento europeo y a los siboneyes, de manera diferenciada. Para los colonizadores, los bosques, las sabanas, las aguas fluviales y la bahía protegida, constituyeron recursos naturales de gran valor a diferencia de las costas al descubierto y los manglares que obstaculizaban su asentamiento; mientras que para la exigua población aborigen que se asentaba en la zona, la vegetación costera y cercana a la desembocadura de los ríos y lagos se erigieron en recursos indispensables de donde extraía su sustento.

5Este es el tercer sitio del capital establecido por los conquistadores, pues la villa originaria fue fundada en la costa sur de la provincia de Mayabeque el 25 de julio de 1515, recibiendo en aquel entonces el nombre de Villa de San Cristóbal en saludo al día del santo patrón de los navegantes. Años más tarde se trasladaría a la costa norte cerca de la desembocadura del Rio Casiguaguas o de La Chorrera, hoy Almendares. 6 Pérez de la Riva se refería al libro Prehistoria de Cuba publicado por esos reconocidos autores

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Es bien probable, según relatan participantes en la conquista, que hubiera en el territorio actual de La Habana presencia aborigen a inicios de la colonización, puesto que el paisaje original era propicio, la toponimia primitiva lo presupone y los testimonios de algunos cronistas refieren la convivencia de alguno que otro soldado español con tribus aborígenes desde 1509, cuando una de las naves de Sebastián de Ocampo carenó durante el bojeo de la isla. Sin embargo, la crueldad desenfrenada de los conquistadores y colonizadores de la Isla, redujo, en menos de cuarenta años, o sea, hacia 1550 7, a no más de 4,000 el número de los aborígenes que quedaban en la isla (Roig de Leuchesering, T. 1, 1963, 11).

Fueron varios los factores que explican el rápido exterminio de los indios que no sólo se debió a las violentas persecuciones y el maltrato de que fueron víctimas, sino también a los rudísimos trabajos a los que fueron sometidos por sus nuevos amos, los colonizadores, a quienes se les asignaban tierras y se les encomendaban indios para trabajar fuera de su hábitat tradicional. A ello se unen la ruptura de su precario equilibrio ecológico, las hambrunas debido a la pérdida de su base alimentaria, las nuevas enfermedades importadas por los colonizadores, así como el hecho de que, según cuentan los propios cronistas españoles, llevados a la desesperación por aquella vida de esclavitud y sufrimientos incontables, apelaron frecuentemente al suicidio. (Pérez de la Riva, Juan, 2004, 38).

Se cuentan diversas reacciones contra aquellos maltratos. En 1510 sobrevino una primera reacción por parte de Fray Antón Montesinos en La Española (Ibídem, 50), seguida por los empeños históricos reconocidos de Fray Bartolomé de las Casas. No sería hasta el año de 1552 que esta lucha terminaría cuando se pone en práctica tardíamente en la isla una ley promulgada por el rey Carlos V en Madrid con fecha 2 de agosto de 1530. Algo menos de 18 mil indios que para entonces quedaban en toda Cuba resultaron liberados, pero fueron reunidos en poblados como Guantánamo, Jiguaní, El Caney (ibídem, 53). En La Habana, se reunieron en Guanabacoa y otros se establecieron en el barrio llamado de Campeche, hoy al sur de La Habana Vieja cerca de la Iglesia de La Merced, y también en las riberas del río Uyanó, hoy Luyanó, concediéndoles el Cabildo merced de tierras para sus viviendas y cultivos hasta que terminaron por fundirse con la población (Roig de Leuchesering, T. 1, 1963, 13).

La operación de los colonizadores para poblar la Isla de Cuba y las fundaciones de las siete villas

Diez y ocho años transcurrieron desde la llegada del navegante y almirante Cristóbal Colón a Cuba por primera vez en 1492, hasta el comienzo de la conquista española de la isla por Diego Velázquez en 1510. Este último, que formara parte como soldado de varias expediciones de conquista y fuera tripulante en el segundo viaje de Colón donde se había asentado en la isla de La Española y atesorado tierras y gran fortuna, fue comisionado por Diego Colón, hijo del Almirante y Gobernador de las Indias, para que llevara a cabo la ocupación de Cuba, cumpliendo con ello instrucciones reales formuladas por Fernando de Aragón “para saber el secreto de Cuba” 8. Dicha conquista, concebida como una operación militar de reconocimiento e invasión tenía como propósitos declarados poblara aquellos territorios y pacificar a sus pobladores convirtiéndoles a la fe cristiana, tal como se hizo en isla de La Española, que reúne hoy los países de Haití y República Dominicana.

7 Se registran actas del cabildo habanero a partir de esa fecha, ya que las primeras registradas desde la fundación han desaparecido debido a los ataques e incendios perpetrados por corsarios y piratas. 8 Tal secreto se refería a la sospecha de que en Cuba pudiera haber oro.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Al término de dicha ocupación por toda la isla en 1514, se terminaron de fundar por el propio Velázquez las primera siete villas, allí donde habían al menos poblados aborígenes cercanos, y en este orden: La Asunción de Baracoa y San Salvador de Bayamo en 1511 y 1513, respectivamente; la Santísima Trinidad, Santa María del Puerto del Príncipe, Sancti Spíritus y San Cristóbal 9, en ese mismo año de 1514 y en el verano de 1515 se fundaría Santiago de Cuba(Portuondo, Fernando, 1965, 68).Con excepción de Baracoa, todas las villas, serían trasladadas de sitio a partir de su primer asiento. En el caso de la villa de San Cristóbal, dicho primer traslado obedeció a varios factores, entre ellos intereses españoles de la conquista que ya por aquel entonces miraban a México y a La Florida, además del clima insalubre y los insectos en la costa sur.

Fueron fundadas entonces las primeras 7 villas en algo más de 2 años de ocupación y con una distancia promedio aproximada de 300 a 400 kilómetros entre una y otra. La fundación de cada villa según el plan de Velázquez y su legión de conquistas venía acompañada con las consecuentes determinaciones de vecinos 10 , moradores 11 y estante s 12 o transeúntes, teniendo los primeros la facultad de elegir un cabild o o ayuntamiento que entre otras atribuciones registraba los hechos, designaba el alcalde y llevaba a cabo el repartimiento de tierras y la encomienda de indios para trabajar.

La operación militar que se había fraguado en 1510 para poblar resultó positiva y aparentemente eficaz, hasta que comenzaron a extinguirse las exiguas cantidades de polvo de oro aluvial y los aborígenes que serían sustituidos con pequeñas cantidades de indios procedentes de La Española, yucatecos y los primeros pequeños contingentes de esclavos africanos traídos de España.

No puede olvidarse que los hombres que vinieron a conquistar la isla no fueron colonizadores como sucedió en otros continentes, sino buscadores de fácil fortuna que en varias ocasiones abandonaron las villas fundadas cuando se percataron que el poco oro aluvial se agotó, enrolándose después en cuanta empresa y expedición hubiera, tal como sucedería con los primeros pobladores de La Habana durante las faenas de la conquista de México y de La Florida después. Ello trajo aparejado, como más tarde se demostrará, el lento crecimiento de la isla durante los dos primeros siglos.

9 Se trata del primer asiento de La Habana en la costa sur ya referido en nota anterior, sin que se documente el sitio y fecha exactos de su fundación por Diego Velázquez ya que desaparecieron los Libros del Cabildo anteriores a 1550. No obstante, hay historiadores que aluden al 25 de julio de 1514 como fecha de la fundación del primer asiento de la villa. 10 Los vecinos eran los residentes con carácter permanente y su condición quedaba acreditada en las Actas Capitulares concediéndoseles el derecho del sufragio para elegir a los alcaldes y regidores que cada primero de enero se llevaba a cabo, el disfrute de solar y tierra para edificar y labrar o criar ganado y otros derechos inherentes a su condición. 11 Los moradores vivían en la villa con mayor estabilidad, incluso que los vecinos, con la intención de que se les autorizara a convertirse en vecinos. 12 Los estantes o transeúntes constituían la población flotante, tripulaciones de barcos, funcionarios de la metrópoli, efectivos de la guarnición militar, etc.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Los orígenes y avances del emplazamiento de San Cristóbal de La Habana y de su población hasta su ocupación por los ingleses Luego del traslado de la villa fundada en algún momento del año 1514 en la costa sur hacia algún lugar cercano a la desembocadura del río La Chorrera, hoy llamado Almendares, situado en la costa norte del cacicazgo o provincia aborigen o Habana, muy pocos años después, nuevamente se produce otro traslado de la villa, esta vez a 8 kilómetros más hacia el este, en la orilla occidental de una bahía amplia, de aguas profundas a diferencia de la desembocadura de La Chorrera, bien protegida de las miradas de otros navíos extranjeros por bosques y por su estrecho canal de entrada, puerto al que ya los conquistadores conocían con el nombre de Carenas, desde el año 1509cuando Sebastián de Ocampo se detuvo mientras exploraba esa zona durante el bojeo de Cuba y donde habitaban pequeños grupos de aborígenes diseminados (Roig De Leuchsering, Emilio, op.cit, 38).

El asentamiento anterior de La Chorrera conservó por algún tiempo el nombre de Pueblo Viejo. De igual manera existieron también dos poblaciones, una en la costa Sur, a la cual llamaron específicamente San Cristóbal, y la otra en la costa Norte, que denominaron primero Puerto de Carenas , y que por las ventajas que ofrecía este último lugar sobre aquél, fue mudándose e incorporándose la población de San Cristóbal y de La Chorrera a la de Carenas, hasta desaparecer aquéllas por completo, sin que quedasen huellas físicas de esos primeros sitios (Ibídem, 34).

Dos motivos poderosos contribuyeron a que el nuevo lugar elegido para el nuevo establecimiento de lavilla tuviese el carácter de permanente y definitivo: la grandiosidad del puerto que a diferencia de la desembocadura del río Almendares daba cabida a cientos de navíos, como años más tarde sucedió; puerto este que estaba dotado de admirables condiciones de seguridad, así como su estratégico sitio y condiciones topográficas del terreno, llano en una gran extensión, y de clima benigno y saludable para los extranjeros y con inmediato acceso a la boca del puerto. Tales ventajas explicaron entonces la refundación de la villa con el nombre de San Cristóbal de La Habana el 16 de noviembre de 1519, que heredara el nombre original del santo patrón de los navegantes, o quizás también del almirante Colón y de la provincia o cacicazgo aborigen 13 . En el mismo año se celebró la primera misa y el primer cabildo debajo de una hermosa ceiba cerca de donde hoy se halla .

El sitio inicial ocupado por la población estuvo entre los terrenos que hoy ocupan el Castillo de la Fuerza, el Palacio de las Capitanes Generales y la Aduana. Pero durante las dos primeras décadas después de su fundación, la entonces villa de La Habana no era más que un pobre caserío de bohíos extendido —según apunta la historiadora Irene Wright — «a lo largo de la orilla de la bahía» (Ibídem, 38), desde el fondo del castillo de la Fuerza, hasta el lugar donde se alza el edificio de la antigua Lonja del Comercio. El centro de la villa en aquel entonces era la plaza, situada precisamente donde se empezaría a levantar en 1540 el Castillo de La Fuerza, como años después lo fuera la llamada plaza de gobierno frente al Palacio de los Capitanes Generales.

Como la población de la Villa era muy escasa en sus primeros tiempos, no es posible acudir a datos suministrados por reportes de censos de población, ya que el primero de estos se levantó a finales del siglo XVIII. Las informaciones que sobre el monto o tamaño demográfico existen obedecen a estimaciones de cronistas, viajeros, visitas pastorales o recuentos elaborados por los propios cabildos.

13 El topónimo Hauana, Habana, Havana, Abana, Vana, y otras variantes como Zabana o Sabana parecen significar lo mismo, nombre Araguaco para designar tierras llanas. Lo cierto es que el nombre Havana se empieza a generalizar en 1798 hasta que en 1818 se impone el definitivo de Habana. La ortografía de este topónimo ha sido muy variable en el tiempo (Núñez Jiménez, Antonio, 2014, 251).

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS No obstante, ello, y debido a la importancia de su posición geográfica, factor importante en su desarrollo, ya en 1532 la villa contaba con más habitantes que Santiago de Cuba, que era la capital donde radicaba el Gobernador de la isla, que para entonces contaba tan solo con dos demarcaciones independientes: Santiago de Cuba y La Habana.

En 1544 solamente había en la Villa 40 vecinos; y en 1553, 60, pero teniendo en cuenta que los vecinos formaban parte de la minoría privilegiada, eran los “ cabezas de familia ”, parte de la población real residente. En una de aquellas informaciones citadas se dice que en 1544 había en la villa 362 habitantes, es decir «40 vecinos casados y por casas; indios naborías naturales de la Isla, 120; esclavos indios y negros, 200; un clérigo y un sacristán » según constaba en un recuento elaborado por el obispo Diego Sarmiento en sus visitas pastorales recorriendo la isla (Friedlander, H., 1978, 36). En 1554 el total de habitantes era de 700(Roig de Leuchesering, op.cit., 98). Un año antes el Gobernador de la isla se traslada definitivamente de Santiago de Cuba para San Cristóbal de La Habana con la encomienda real de convertirla en capital de la isla en 1556.

El crecimiento de la villa era lento, no solo debido a los pobladores que se enrolaban en cualquier expedición de conquista hacia otras tierras, sino también porque lo poco que pudieron construir sus habitantes fue incendiado y destruido en 1537, 1538, 1543 y 1555 14 por corsarios y piratas. La amenaza de los enemigos de España, que no eran pocos, condicionó que en San Cristóbal de La Habana se comenzaran a construir fortificaciones desde mediados del siglo XVI como el Castillo de la Real Fuerza (1540-1577), los castillos de Los Tres Reyes del Morro y de San Salvador de La Punta (1589-1630).

En 1590, La Habana contaba con 800 vecinos y un total de 4 mil habitantes y dos años después, en saludo al primer centenario del descubrimiento por Colón, el rey Felipe II le confiere a la villa capital, La Habana, el título de Ciudad, construyéndose la presa del Husillo y la Zanja Real 15 que partían del río Almendares (Ibídem, 41). Tal decisión se justifica por la importancia que fue cobrando la Villa debido a su situación geográfica y el paso de las flotas españolas.

La originaria villa, ya convertida en ciudad capital con un tamaño de población bien reducido, lograba fácilmente autoabastecerse de los principales productos agrícolas y derivados de la ganadería, cuestión que se realizaba en gran medida, desde el territorio dela actual , que, por esa época, era el espacio territorial más aledaño (Ibídem, 34) a la ciudad, donde se encontraban sitios y estancias que se especializaban en diversas producciones agrícolas .

Cuando ya estaba por finalizar el siglo XVI que vio nacer a La Habana, existe una narración escrita en 1598 que refiere que:

San Cristóbal va progresando no obstante los inconvenientes de piratas y el poco comercio. Esta población se está construyendo con mucha irregularidad. La calle Real (hoy Muralla) , la de las Redes (hoy Inquisidor), la del Sumidero (O Reilly) y la del Basurero (Teniente Rey) es en donde se fabrican las habitaciones en línea, las demás están planteadas al capricho del propietario, cercadas o defendidas, en sus frentes, fondos y costados, con una muralla doble de tunas bravas. Todas las casas de esta villa son de paja y tablas de cedro, y en su corral tienen sembrados árboles frutales, de que resulta una plaga insufrible de mosquitos, más feroces que los

14 El asedio y ataque a La Habana por Jacques de Soresdurante cerca de un mes, trajo la muerte y desolación a la villa por medio del fuego a las embarcaciones, a las maltrechas casas, a las estancias vecinas y dando muerte a los esclavos que las atendían y a quienes repelieron su ataque. 15 El cauce de la Zanja Real llegó en 1597 hasta el Callejón del Chorro en la hoy .

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS de Castilla. Me han asegurado que un mancebo de la Nao de Antón Ruiz fue víctima de estos venenosos insectos. Después de cerrada la noche nadie sale a la calle: y el que tiene que hacerlo por urgencia, va acompañado de muchos, armados y con luces; así lo exige el crecido número de perros jíbaros o sean monteses que vagan por ellas y el atrevimiento de los cimarrones que vienen a buscar recursos en lo poblado” (Roig de Leuchesering, T. 1, 1963, 52).

Durante el nuevo siglo XVII la población de la isla aumentaría rápidamente de 10 mil a 50 mil habitantes. La información a propósito del tamaño de la población residente en Cuba y en la villa de San Cristóbal seguirá siendo poco precisa y solo existen estimaciones de viajeros que la visitaron. Así por ejemplo, Pérez de la Riva, estimaba a partir de esas fuentes, que para el inicio del siglo residía en La Habana la mitad de los 10 mil pobladores que debía tener la isla, donde habría un habitante por 30 o 40 km 2, mientras que en Bayamo y Santiago de Cuba, tendrían, en conjunto mil 500 habitantes; Sancti Spíritus y Puerto Príncipe, menos de 800; en el resto de las villas, la población de cada una no pasaba de unas docenas de habitantes y en los bosques y sabanas, de manera dispersa habrían menos de 3 mil personas (Pérez de la Riva, op.cit. 2004, 87).

Según el mismo autor, la población de la isla crecería, no obstante, dos veces más aprisa que la población de España en la misma época debido a la inmigración esclava, aún de poca magnitud, y fundamentalmente de población libre, peninsulares, entre ellos aquellos que muy pobres procedían de las Islas Canarias y Andalucía quienes se vincularon con la producción de tabaco, pero también de dos a tres mil españoles procedentes de Jamaica después de la conquista de esa isla por los ingleses en 1655, hecho este último que se repetiría a lo largo de los siglos XVII, XVIII y XIX cuando tuvieron lugar las pérdidas de otras colonias españolas en el continente.

La población de la ciudad en 1666, ocho años después que comenzara la construcción de la muralla de más de 2 kilómetros de extensión, contaría con 8 a 10 mil habitantes. Pero la atracción de la villa para los enemigos de España continuaba aún después de la construcción de las murallas hasta su completa terminación en 1740 16 . En 1668, Henry John Morgan, pirata de origen norteamericano, después de varias depredaciones en Santiago de Cuba y otros puertos antillanos y centroamericanos, se presentó a la vista de La Habana con el intento de asaltarla por la parte no fortificada, desembarcando para ello en Matabanó, hoy Batabanó, setecientos hombres, que se disponían entrar por Jesús del Monte; pero, conocedor el pirata de los serios preparativos de defensa llevados a cabo por la jefatura del gobierno y guarnición de la ciudad, abandonó su propósito, atacando y saqueando entonces impunemente a la villa de Puerto Príncipe, hoy Camagüey, donde muchos de sus pocos habitantes emigraron hacia La Habana.

En 1725 se construye un astillero para fabricar y arbolar 17 buques de guerra en los terrenos de los edificios de la actual Aduana, en el muelle de la Machina 18 (Pezuela, Jacobo de la, 1863, Tomo II, 25) y que en 1754 amplía sus producciones trasladándose parte de su ubicación al llamado Arsenal de La Habana en el espacio que hoy ocupan los terrenos del actual Muelle “la Coubre” y la Terminal de Ferrocarriles. La producción de barcos de toda clase, que, en un número mayor de cien, se construyeron en La Habana entre 1724 a 1759, constituyeron la prueba de la importancia que había

16 Las murallas se comenzaron a derribar a partir del año 1863 porque desde mucho antes había concluido el asedio de piratas y corsarios y constituyeron entonces un obstáculo a la extensión del poblamiento citadino. 17 Poner en una embarcación los palos que sujetan las velas. 18 Los astilleros de la Machina estuvieron situados en lo que hoy se conocen por las edificaciones de la Aduana. En ese primer astillero se construyeron navíos de guerra para la flota española hasta 1725 cuando comenzó a trabajar el Arsenal.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS adquirido su puerto, que permitió que La Habana se distinguiera en aquel entonces por la fabricación de buques de guerra (Pezuela, Jacobo de la, op.cit, 148).

Desde 1739 se hacían sentir en la ciudad los antagonismos existentes entre Inglaterra a España. Por este motivo, a partir de 1740, los terrenos de extramuros en la parte norte, se prepararon para un asalto enemigo con obstáculos, como fosos y estacadas, así como obras de carácter militar para la defensa de la ciudad, convirtiéndose esta área en una zona de difícil asiento para la población, donde quedó terminantemente prohibido todo tipo de construcción. Esta es una de las razones de la urbanización tardía de los terrenos vedados para la población, en el área que hoy ocupa el .

En 1755 se lleva a cabo la visita pastoral del obispo Pedro Morell de Santa Cruz 19 que duró dos años recorriendo las parroquias por toda la isla. Los resultados de dicha visita arrojaron como conclusión una estimación de la población total del país registrada en las parroquias de 149 mil 46 habitantes y el 51 por ciento de ella, es decir 77 mil 152 personas, se concentraban en la capital y en las tierras al este y sur, pero no más allá de Guanabacoa y Bejucal, que representan aproximadamente algo menos del espacio geográfico de la actual provincia de La Habana. La cantidad de población registrada dentro del recinto amurallado era aproximadamente de 35 mil habitantes residentes o pobladores, pero si se agregaban los pobladores de los terrenos extramuros aledaños, sumaban 53 mil 761 habitantes residentes, que representaban el 36 por ciento de la población total de Cuba, en uno de los espacios más densamente urbanizados de América que no sobrepasan las 138 hectáreas. Esto cobra mayor significación cuando se tiene en cuenta que en ese espacio capitalino se podían añadir 50 mil personas transeúntes. (Venegas Fornias, Carlos, 2002, 23). Estas cifras suponen una densidad promedio de 389 habitantes por cada hectárea de la población habanera residente.

Entre 1700 a 1750 el crecimiento de la población del país aumentó 5 a 7 veces más rápido que en los principales países europeos. Este ritmo se mantendrá durante todo el siglo XVIII y debido esta vez a la introducción creciente, de esclavos africanos y también de población blanca. Cuba manifestaba por aquel entonces una gran desigualdad de su poblamiento, tanto en las características étnicas de su población como en la irregularidad de la distribución de sus asentamientos y en la densidad de su ocupación.

Como más de la mitad de la población de la isla se concentraba en la región habanera, gran parte de esa inmigración se asentaría en los alrededores de la ciudad, debido al papel que va representando la actividad portuaria de ésta y la intensa acumulación de capitales y de atracción para los inmigrantes de la metrópoli española.

Pero sobreviene entonces en 1762 la declaración de guerra de los ingleses a España y las acciones bélicas se ponen de manifiesto en las colonias, especialmente en Cuba y también en Manila, Filipinas, como parte de las acostumbradas contradicciones entre ambos imperios para lograr el predominio en la navegación y el comercio marítimos.

Una poderosa agrupación naval inglesa con propósitos beligerantes, apareció el 6 de junio de1762 frente al Castillo del Morro de La Habana, integrada por 30 mil efectivos que se enfrentarían contra menos de 4 mil soldados que formaban parte de la guarnición, los dos fuertes: la Punta y la Real Fuerza, y unos pocos millares de residentes mal armados, fundamentalmente población antes esclava.

19 Pedro Morell de Santa Cruz y Lora fue Obispo de Cuba entre 1754 a 1768. Su visita a las parroquias y recuento de los pobladores de la isla entre 1754 a 1757, es considerada como una especie de primer censo no oficial de Cuba

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS El asedio y lucha se prolongó durante casi dos meses. La ciudad era una plaza muy fortificada y especialmente el Castillo de El Morro, ofreció gran resistencia al mando de un oficial de la guarnición, Luis de Velasco, hasta que los ingleses desembarcaron por Cojímar y consiguieron vencer la resistencia en El Morro. Sin embargo, las fuerzas armadas compuestas por vecinos de Guanabacoa y de La Habana, principalmente campesinos de la zona, dirigidos por el héroe popular José Antonio Gómez, Pepe Antonio, regidor del Ayuntamiento de Guanabacoa, se enfrentaron a las tropas invasoras inglesas con tenaz decisión. La ciudad capitula el 13 de agosto y es ocupada. Los ingleses cometerían excesos en sus incursiones por las localidades de Los Quemados, y Santiago de la Vegas, incendiando el primero de estos asentamientos que radicaba en lo que es hoy Marianao.

Las pérdidas totales de hombres ascendieron a dos mil 910 individuos, incluyendo tropas de tierra y marina, tripulaciones de la propia escuadra inglesa, milicianos de todos los colores y gente de tierra adentro, además cerca de 900 esclavos negros que sus propietarios habían cedido y que fallecieron en las tareas de acondicionamiento de la defensa del Morro (Pezuela, Jacobo de la. 1865, T. 3, 51).

El proceso de capitulación que exigieron los ingleses al gobierno de La Habana fue muy severo: la entrega de “los efectivos de la Real Compañía de Comercio que llegaba a cien mil pesos y además una suma de 75 mil pesos en moneda que pagaron los comerciantes” (Friedlander, H., op.cit., 86).Los ingleses ocuparon la ciudad durante once meses, pero la clase aristócrata habanera obtuvo, no obstante, gran provecho de ello, porque en ese intervalo de tiempo se estableció un intenso intercambio comercial y cerca de un millar de embarcaciones comerciales de varias banderas entraron al puerto para descargar y cargar mercancías, se introdujeron cerca de 5 mil esclavos procedentes de Jamaica que se distribuyeron entre los hacendados dueños de ingenios en la capital y la oligarquía multiplicó su capital (Ibídem).

Luego de la devolución de La Habana a España por parte de los ingleses a cambio de La Florida y la parte oriental de la Luisiana, que eran propiedad del imperio español, la monarquía consideró conveniente llevar a cabo reformas y concesiones para retener sus posesiones en el hemisferio, como fueron el replanteo del sistema defensivo, la captación de recursos financieros por vías fiscales para enfrentar las urgencias, el establecimiento de servicios de correos periódicos entre la colonia y España, el intercambio comercial entre esta isla con otras del Caribe y con varios puertos españoles.

Para 1762, La Habana que tomaron los ingleses era ya una rica y populosa ciudad de más de 50 mil habitantes, contando sus áreas intramuros y sus arrabales más próximos en las áreas extramuros. Era la tercera ciudad del continente americano, después de México y Lima, por su población y riqueza, y el más importante de todos los puertos del hemisferio (Pérez de la Riva, Juan, 1975, 304).

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Mapa 1. La Habana intramuros y extramuros en 1798

Fuente: Elaborado por los autores a partir de plano del siglo XVIII

El mapa que se acompaña, elaborado a partir de uno similar perteneciente al año de 1798, es decir casi 30 años después de la toma de La Habana recoge las tres las fortificaciones que ya estaban construidas a la llegada de los ingleses, con la salvedad de aquellas que se construyeron por el gobierno español luego de la retirada de la fuerza invasora: la Fortaleza de San Carlos de la Cabaña y los castillos del Príncipe y Santo Domingo de Atarés. Aparecen además los principales caminos y la Zanja Real.

En el epígrafe que sigue, se analizan con más nivel de detalle los factores que hicieron posible el crecimiento de la población habanera y su territorio, desde sus inicios en el siglo XVI hasta la expansión de la plantación esclavista azucarera a mediados del siglo XIX.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS I.2 Los factores del desarrollo y los ciclos económicos de La Habana

“La Habana es la llave del Nuevo Mundo y antemural de las Indias Occidentales”. REALES CÉDULAS DE 24 DE MAYO DE 1634 Y 10 DE MARZO DE 1717

Los elementos del paisaje natural que encontraron los conquistadores en las tierras del cacicazgo aborigen de la Habana donde fundaron el asentamiento actual de la Villa de San Cristóbal de La Habana, fueron bien aprovechados cuando concurrieron otras circunstancias de carácter económico para potenciarlos y hacerlos funcionar como recurso natural.

Entre ellos están la posición estratégica y también sus llanuras septentrionales, y bosques más al sur con sus suelos ferralíticos y su intensa red fluvial. Todos ellos desempeñaron un rol importante a lo largo del desarrollo histórico de la población habanera.

Historiadores como Juan Pérez de la Riva se han referido a los ciclos económicos y a los factores del desarrollo del poblamiento de Cuba (Pérez de la Riva, Juan, 2004, 67), cuyas características pueden ser también válidas para interpretar el crecimiento de la población y el poblamiento de La Habana.

La posición estratégica de La Habana, la Corriente del Golfo y el sistema de flotas. Los “situados”

La posición estratégica de La Habana en la costa norte de la isla frente al Estrecho de La Florida y muy cerca de esta última y del Virreinato de Nueva España, hoy México, constituyó la ventaja principal de los habitantes de La Habana. Frente a las costas de la Villa, circula la corriente marina del Golfo, que se desplaza en la dirección este y luego noreste a razón de casi 2 metros por segundo y con una anchura promedio de mil kilómetros hasta llegar a Europa (Rodríguez, Oscar, 2018, 8). Precisamente esta fue la senda de regreso a España que utilizaron los navegantes españoles, apoyándose a la altura de la península de Terranova en los vientos contralisios del hemisferio norte para llegar mucho más rápidamente a la metrópoli, que si lo hubieran hecho atravesando el Océano Atlántico 20 .La influencia de esa corriente convertiría a La Habana en el puerto escala del sistema de flotas.

La Casa Real de Madrid estuvo valorando desde 1543 un sistema de navegación para llevar a cabo el intercambio de mercancías y bienes con sus colonias en Las Américas que consistía en navíos mercantes debidamente custodiados por barcos de guerra. Este sistema se organizaría a partir de la quinta década del siglo XVI, para llevarlo a cabo dos veces al año, en abril y agosto, hasta que se estableciera de manera regular desde 1566 hasta 1778.

Las flotas que partían de Sevilla traerían al continente americano más de 20 navíos convoyados por galeones de la Armada Naval del imperio español para la protección contra piratas, corsarios y buques franceses e ingleses. La Habana sería escogida por su posición geográfica como punto de reunión de todos los buques que navegarían meses después rumbo a España.

El sistema estaba integrado por dos flotas, una que partía rumbo a México, y en ocasiones cubría tránsitos por Honduras, La Española y Puerto Rico y la otra lo hacía en agosto con barcos hacia Cartagena y Portobello, que se encuentran en los actuales países de Colombia y Panamá. Ambas

20 Esta corriente la descubrió Juan Ponce de León en 1513 durante su expedición colonizadora a La Florida.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS flotas pasarían el invierno en los puertos americanos y en el verano estarían en La Habana para emprender el retorno a España, con parte de los galeones de la Armada que allí quedaron en espera del resto de la flota (Portuondo, Fernando, op.cit, 144).

Mapa 2. Cuba y las flotas en el mar Caribe (siglos XVI al XVIII)

Fuente : Portuondo, Fernando, Historia de Cuba, 1492 a 1898 . Instituto Cubano del Libro, Editorial Pueblo y Educación, La Habana, 1965.

Durante la estadía en La Habana de los navíos de la flota que quedaban en espera del último barco para zarpar de regreso al imperio, la ciudad quedaba invadida de tripulantes y pasajeros en un número que excedía con creces a la población residente, del orden de 6 mil a 9 mil hombres 21 , quienes pasaban una estancia, a veces prolongada, hasta de uno a seis meses, lo cual ocasionaba grandes dividendos a las familias que rentaban casas o habitaciones, y a quienes les proporcionaban la venta de avituallamientos, pero también modos de disfrute del tiempo para matar el ocio, a través de fiestas, juego y prostitución.

La población residente participaba comprando a crédito cuanto fuera posible y pensando en el día feliz en que el vigía del Morro anunciase el arribo de la flota porque a partir de ese momento se podían saldar las deudas: casas, solares, cueros, tabaco, azúcar y otras cosas de menor valía, que se compraban a crédito para pagar cuando viniera la flota.

Los navíos venían no muy cargados desde España, con muebles, vinos, quesos, instrumentos de trabajo, animales, entre otros, pero se llevaban el oro, la plata, las esmeraldas, las caobas y otras maderas preciosas de los bosques centroamericanos y de Cuba, dinero como pago de impuestos y tributos desde las colonias. En su retirada a su paso por La Habana, se acometía la última oportunidad de cargar, y la oligarquía, que se fue gestando en La Habana, la aprovechó sobremanera, enviando

21 Según Juan Pérez de la Riva eran “gente de mar y de guerra, funcionarios, representantes del comercio de Cádiz, pacotilleros, clérigos y aun simples viajeros” (Pérez de la Riva, Juan. La población habanera En: El barracón y otros ensayos, La Habana, Editorial de Ciencias Sociales, Sociología, 1975, p. 303-315.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS maderas preciosas, cobre que venía por barco desde las minas de Santiago de Cuba hasta el puerto de Matabanó, hoy Batabanó, producciones agrícolas como cueros indispensables para los amarres, carnes saladas, casabe, azúcar y frutas procedentes de los pequeños trapiches, estancias y sitios de labranzas situados alrededor de la villa, pescado salado, agua potable y demás avituallamientos para la travesía oceánica.

La población habanera incorporó a su modo de vida una suerte de vocación terciaria, de trabajar prestando servicios de avituallamiento y hospedajes para los extranjeros hace algo menos de 500 años, quienes dos veces por año llegaban a puerto; mientras los miembros del cabildo se enriquecían acumulando capitales para financiar inversiones posteriores.

La corona española facilitó condiciones para que La Habana pudiera llevar a cabo la función de puerto escala de la flota. Es por ello que el sistema defensivo de la Villa resultó fortalecido y se comenzó la construcción de los Castillos del Morro y de La Punta que defendían la entrada de la bahía y les cerraban a los enemigos el canal de acceso a través de una especie de pasarela o cadena que unía las dos orillas de la entrada. Se construyeron no sólo la Zanja Real 22 para garantizar el abasto de agua de una cantidad mayor de población, un muelle donde pudieran atracar los navíos, que en número de 19 a 30 como promedio diariamente anclaban en el puerto y se crearon las condiciones para reparar barcos en el astillero construido para ese fin.

Luego de terminadas dichas construcciones, la mano de obra y la tradición constructora se empleaban en levantar mansiones de cal y canto para los grandes vecinos, sin desdeñar desde luego, numerosísimas iglesias y conventos, cuyos campanarios y plazuelas serán el rasgo más sobresaliente del paisaje urbano.

Pero muy pronto la metrópoli se percató que era necesario acudir a otra fuente de inversión para garantizar todo el sistema defensivo de sus posesiones en el continente americano, y en especial la salvaguarda de su mejor pieza, La Habana, debido a su posición estratégica. Era imprescindible entonces que las restantes colonias contribuyeran a reducir los costos de tamaña empresa, por lo que se planificó que cada una de ellas le “situaba” a La Habana una especie de presupuesto para financiar no solo las obras militares necesarias para la seguridad de la flota cuando estaba anclada en el puerto, sino también la manutención de la guarnición (Pérez de la Riva, 2004, 86).

Tan temprano como en el año 1540, el Virreinato de Nueva España, lo que es hoy México, aportaba su primer situado anual a La Habana para la construcción del Castillo de la Real Fuerza, que según Pezuela los fondos representaban 20 mil pesos por año en la segunda mitad del Siglo XVI; 6 millones 250 mil pesos serían expedidos por la Caja de la Tesorería de México durante el siglo XVII; 210 mil pesos por año entre 1700 y 1760 y finalmente según la misma fuente de los estimados, estos alcanzarían a 2 millones 500 mil pesos por año entre 1760 a 1800 cuando La Habana se convirtió en la más grande base naval del Caribe a partir de las construcciones de barcos en el Arsenal (Pezuela, Jacobo de la,op.cit.558).

El valor económico que representaron los beneficios aportados por la Flota y los “situados” cobra sentido cuando se conoce que la población residente total en La Habana intramuros, en sus inicios, era aproximadamente de 2 mil individuos, que las tropas en muchas ocasiones se alojaban en las casas de los pobladores y que la mano de obra empleada en las fortificaciones estaba formada por

22 Una canal de 7 km de largo traía agua pura y fresca de la cascada del Husillo hasta la ribera del puerto

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS esclavos rentados por los vecinos con mayor poder económico. Una decena de vecinos cabezas de familia que formaban parte del Cabildo habanero, se apoderaron de los mayores beneficios, los que emplearon después en la adquisición de concesiones de tierra.

En el año 1814, tras casi tres siglos de enviar el situado a La Habana, termina México de enviar el último, cuando estalla allí la época de la revolución para escapar del dominio español. Así fue el final de la época de los situados , a partir del momento en que algunas de las colonias españolas se liberaron del dominio español. Pero ya la isla estuvo en condiciones de sufragar sus gastos defensivos y militares con el producto de sus propias rentas.

Las concesiones de tierras y el otorgamiento de mercedes en La Habana

El 31 de agosto de 1520, algo menos de un año después de fundada la villa de San Cristóbal de La Habana en su sitio actual, se confieren los primeros repartimientos de tierras realizados por el Gobernador de la Isla y los Consejos de los Cabildos de las villas fundadas a los primeros pobladores, sobre la base de autorizaciones que los Reyes Católicos otorgaron a Cristóbal Colón en 1497 (Pérez de la Riva, op.cit., 74). Diego Velázquez no tenía autoridad legal para repartir tierras pero los cabildos disponían de esa prerrogativa y lo llevaron a cabo a través de la concesión de mercedes que tenían una conformación en el terreno casi siempre circular 23 .

Desde finales del siglo XVI hasta la mitad del XVII se produjo en La Habana importante número de mercedes concedidas para sitios de labranza y estancias con la finalidad de criar ganado, principalmente de cerda. Esta avalancha de concesiones solicitadas estuvo motivada por la concentración de capitales que la oligarquía habanera ya poseía y por las demandas de productos derivados de la agricultura que la función puerto escala de la Flota conllevaba.

Hasta el año de 1729 los cabildos de toda la isla otorgaron desde el año 1509 un total de 858 Corrales y 100 Hatos (Jiménez Verdejo, Juan Ramón y otros, 2018, 4). Pero fue hasta entonces que conservaron esta facultad, pero no las repartían en propiedad como a los primeros pobladores, sino sólo otorgaban el derecho a la posesión, puesto que ello era solo prerrogativa del soberano. Es en 1819 cuando se otorgaría la propiedad a quienes demostraran estar en posesión de dicha merced durante los últimos 40 años (Mateo Domingo, Alfredo, 1977, 5).

Como los agraciados con la concesión de una merced estaban obligados a construir una casa de pasajeros próxima a la de las haciendas, provista de agua y leña para hacer fuego a fin de que pudieran pernoctar los transeúntes, dichas mercedes se convirtieron en el asiento futuro de la red de asentamientos y villas que se fundaron a fines del siglo XVII y principios del XIX porque concentraron servicios en el cruce de los caminos o en el centro donde estuvo originalmente la hacienda

Se acompaña un mapa que muestra cerca de treinta diferentes mercedes concedidas en el espacio geográfico de La Habana actual durante los siglos XVI al XVIII. Se puede apreciar que las mismas en su trazado respondían a corrales para criar ganado de cerda porque no hubo en la región habanera capitalina crías extensivas de ganado vacuno. En el mapa 3 se exponen el nombre y localización aproximada de algunas de ellas, informaciones estas recopiladas a partir de fuentes citadas en el

23 La merced se definía como una gracia o concesión que hacían los cabildos a los primeros pobladores de cierto terreno yermo para la crianza de ganado, si era de cerda recibía el nombre de “corral” y poseía una legua de radio, es decir su área era de 5 mil 600 has., pero si era vacuno, se trataba de un hato y contaba con 2 leguas de radio y su superficie era de 26 mil has. El cabildo también concedía tierra para sitios de labranza y solares para edificaciones

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS mapa y su correspondiente ubicación en los mapas topográficos actuales y en el de Esteban Pichardo publicado en España. (Pichardo, Esteban, 1875).

Habría que señalar que la mención de una merced en las actas del Cabildo no sería prueba suficiente de colonización, tan solo de apropiación del suelo. La riqueza de los topónimos aborígenes que existen en el país y también en los terrenos de la antigua Habana, sugieren la imagen de un poblamiento, muy precario y asentado mucho antes que el Cabildo se ocupara de conceder la tierra, tal como se puede observar en el mapa (Bernardo y Estrada, Rodrigo, 1857).

Mapa 3. Corrales mercedados para la cría de ganado menor durante los siglos XVI al XVIII

Fuente: Elaborado por los autores a partir de Bernardo y Estrada, Rodrigo de, Prontuario de mercedes, o sea, Índice por orden alfabético de las mercedes concedidas por el Ayuntamiento de La Habana según aparece en los protocolos originales, La Habana, 1857 y por Pezuela, Jacobo de la, Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la Isla de Cuba, Imprenta del establecimiento de Mellado, Madrid, España, 1863

En 1552 el cabildo habanero también concedió una porción de tierra que se consideraba una propiedad colectiva mercedada por el Rey, o sea el ejido 24 de la Villa donde estaban los terrenos comunales para uso de todos los vecinos “donde los ganados de esta villa han de pastar e andar ” y se

24 Eran tierras comunales para cultivos de subsistencia alrededor de las villas y que estaban integradas por pequeñas parcelas de 13 a 26 hectáreas (has.).

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS ordena al vecino Juan Sánchez cerque una estancia que poseía “en el ejido ”, pues por no tenerla cercada se han recrecido o recrecen muchos inconvenientes. Indudablemente esta alusión en el prontuario sirve para consignar que dicho terreno estaría situado en la prolongación actual de la calle Monserrate o Avenida de Bélgica hacia la Estación Terminal de los ferrocarriles, que tiene por nombre calle Egido (Roig de Leuchsering, op.cit, 41).

Al cabo de muchos años las mercedes fueron cayendo en desuso, fundamentalmente porque ya no quedaron terrenos que mercedar y porque los favorecidos o sus descendientes llevaron a cabo compra-ventas, hipotecas, y también por los litigios que sobrevinieron por los errores en la delimitación de dichas propiedades a lo largo de dos siglos.

A partir de la apropiación de tierras y la acumulación originaria de capitales que las flotas y los situados promovieron, la oligarquía habanera, participaría activamente, en el plazo de una a otra generación de propietarios, en los diferentes ciclos económicos que en el espacio geográfico de la ciudad y su entorno territorial de influencia, fueron sucediéndose en el decursar de los años: de fomento y producción de ganado de cerda, cultivo en vegas de tabaco, desarrollo de cafetales y de la plantación azucarera con la consiguiente inmigración forzada de esclavos.

El ciclo del cuero y del cerdo

El paisaje de sabana permitió la multiplicación en Cuba del ganado mayor que se trajo desde España. Sin embargo, en La Habana, donde no hubo grandes sabanas como en otras partes de la isla, algunas de las decenas de puercas traídas por Diego Velázquez se reprodujeron de una manera exponencial (Pérez de la Riva, op.cit.,84). Como en las regiones de La Habana y Matanzas predominaban los bosques tropicales húmedos y abundantes en palmas, ello resultó de hecho un hábitat privilegiado para la cría de cerdos

La carne de cerdo y el casabe indígena fueron la base de la alimentación, aunque después predominó en forma de jamón, tocino o manteca, además los puercos vivos o en cuartos de carne salada o ahumada eran cargados en los navíos de la flota. Pero los cueros salados o semi-curtidos, de gran utilidad en la producción de tapices para muebles, constituyeron un rubro importante de exportación que se cargaba en los barcos de la flota. Durante un siglo y hasta fines del siglo XVII, el cuero sirvió de moneda de cambio para obtener los artículos europeos (Ibídem, 86).

No obstante, ese rol del ganado de cerda en la economía de la época, el mismo no modificó el paisaje natural ni promovió inmigración alguna y resultó muy en correspondencia con las bajas densidades del poblamiento en los tiempos del llamado desierto cubano, aproximadamente en 1600, cuando la densidad demográfica estaba en el orden de un habitante por cada 30 o 40 kilómetros cuadrados, caracterizado por la inestabilidad de su poblamiento (Ibídem).

El ciclo productivo del tabaco en La Habana

El tabaco es oriundo de las Américas y los indios lo fumaban, pero fueron los piratas ingleses y holandeses quienes introdujeron el hábito de aspirar y fumar tabaco en las Antillas españolas. En el año 1614 se autorizó el cultivo del tabaco por parte del Consejo de Indias, pues se consideró que era fuente de dinero, pero como ya no quedaban prácticamente indios que supieran cultivarlo, se promovió la inmigración de pequeños contingentes de isleños de las Canarias que se revelaron como buenos cultivadores (Ibídem, 94)

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Los canarios cosechadores de tabaco se establecieron como aparceros en el interior de las mercedes, sin estatutos jurídicos que los amparasen, más no obstante la producción de tabaco devino en un producto complementario para la venta de cueros. El paisaje que poco a poco construyeron se extendió en el siglo XVII en un radio de 50 kilómetros alrededor de La Habana

Pero poco a poco se fueron generando conflictos entre los hacendados propietarios de las mercedes y los vegueros que alcanzaron más de un siglo. En 1717 la monarquía española impuso el estanco o monopolio del tabaco y los hacendados comenzaron a quejarse de esos huéspedes a quienes le habían dado entrada, que pagaban poca renta, extendían sus parcelas y se molestaban cuando las reses y el ganado menor afectaba sus cultivos.

En la región habanera los vegueros promovieron varias protestas para exigir la supresión del estanco, entre ellas en agosto de 1717, fecha en que organizaron una resistencia armada en Jesús del Monte, no lejos de la capital, que ya era un asentamiento con parroquia, en la que participaron cerca de 500 vegueros que procedían de ese lugar y de Santiago de las Vegas, Guanabacoa y San Miguel del Padrón. Los sublevados, incitados por los propietarios hacendados, llegaron hasta la capital sin que encontraran resistencia alguna, haciendo incluso que el Capitán General renunciase y marchara para España y los vegueros se tranquilizaron esperando que finalmente se aboliera el estanco.

Estas luchas para exigir el levantamiento del estanco duraron hasta el año 1723 en que en una de esas rebeliones entre vegueros y fuerzas de infantería y artillería cayó muerto un veguero y otros once fueron hechos prisioneros; más tarde serían fusilados y sus cuerpos colgados en los arboles del camino de Jesús del Monte para que sirvieran de escarmiento público (Historia de , 2004, 19).

Finalmente, el imperio español falló a favor de los hacendados propietarios de tierras mercedadas, quienes se convirtieron en propietarios plenos y los vegueros terminaron por ser desalojados, incorporándose a otras tierras al oeste de la región habanera, en Pinar del Río, y al este en Güines y más tarde en Sancti Spíritus.

La plantación esclavista de la caña de azúcar, la inmigración forzada de africanos y el cultivo del cafeto en La Habana

A diferencia del puerco, el tabaco, y en menor medida, el cafeto, la plantación cañera impuso la modificación drástica del paisaje anterior, fundamentalmente por el desmonte de los bosques, la mayor cantidad de instalaciones productivas y el mayor número de trabajadores que se requerían, además de los servicios públicos que poco a poco se iban generando en los pequeños bateyes. Pero los propietarios de los ingenios eran en su inmensa mayoría absentistas 25 , a diferencia de los dueños de las vegas de tabaco y de los cafetales. Esto resume, de manera comparada la impronta de este ciclo económico con respecto a los anteriores y sus consecuencias en el paisaje.

La introducción de la producción de azúcar se introdujo en 1535 procedente de Islas Canarias, pero el inicio del ciclo productivo de la industria azucarera tardaría en llegar hasta finales de ese siglo porque el volumen de las producciones era aún muy pobre, con la salvedad de que ya desde la tercera década de ese mismo siglo se sembraba y se molía caña en región habanera, cerca de los ríos

25 Se emplea para referirse a propietarios que residen fuera del lugar en que se encuentran sus bienes inmuebles.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS mediante trapiches rudimentarios movidos por agua, que extraían sus jugos para elaborar algunas confituras y barras con el propósito de endulzar los alimentos y hasta dar comida a los animales.

En 1575 el Cabildo había concedido licencia para un ingenio junto al río de La Chorrera y la Ciénaga del Cerro y cinco años después ya había gran número de siembras de caña en las inmediaciones de la ciudad (Pezuela, Jacobo, op.cit). Sin embargo, los primeros ingenios se establecieron en 1595, frente al puente de Chávez 26 y también en los terrenos cercanos a Jesús del Monte, el Cerro, y del actual Cementerio de Colón cerca de las faldas meridionales del Castillo del Príncipe, donde se encontraba el ingenio San Antonio Chiquito.

Se inserta además el mapa 4 donde se localiza el sitio aproximado de más de 50 ingenios que fue posible localizar en los terrenos de la actual provincia de La Habana durante los siglos XVI al XIX, así como las tres vías férreas principales que se construyeron durante el siglo XIX a partir del ferrocarril de La Habana-Bejucal (1835), Ciénaga-Rincón (1845) y Habana-Matanzas (1857) (Ibídem, Tomo Segundo, 329 y ss.). La mayor parte de estos ingenios habaneros se localizaron casi todos en los valles de la intensa red fluvial del territorio citadino por aquella época, en los caminos radiales que ya existían y en los que la red de ingenios iba tejiendo.

Mapa 4. Algunos ingenios en los terrenos de la actual provincia de La Habana que existieron durante los siglos XVI al XIX

Nota: Se han localizados e identificados en las cartas topográficas los siguientes ingenios dispuestos por orden alfabético: Aguacate, Alberro, Almirante, Aranda, Barrera, Beatriz, Calvo, Carbonera, Carrillo, Castilla, Coca, La Chorrera, Doña. Felicia, Doña Juana de Zayas, Doña Luisa de Zárate, Doña Josefa Santa Cruz, Doña María Santa Cruz, Duarte, Guadalupe, Ingenio, Jesús María, Jesús, María y José, Jústiz, Las Vegas, Marrero, Nuestra Señora del Carmen, Ojo de agua, Pacheco, Paso Seco, Pedroso, Puente de Chávez, Quiebra Hacha, Ramírez, Ricobal, Risel, El Rosario, El Retiro, Salazar, San Antonio Chiquito, San Blas, San Francisco, San Hilario, San. Juan Nepomuceno de Veitía, San Nicolás, San Pedro, San Rafael, San Agustín, Santa Catalina, Santa Cruz, Santa Teresa, Santo Domingo, Viejo y Zayas, entre otros. Fuente: Elaborado por los autores a partir de: Jacobo de la Pezuela, Letra I, 1853

26 Se trata del puente sobre la entrada de una de las lenguas de agua de la bahía que años después fue rellenada con tierra. En la actualidad estaría aproximadamente cerca de las intersecciones de las calles Cristina y Manglar.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS La demanda y el valor del azúcar comenzaron a crecer y a competir con la disponibilidad de tierras y de otras producciones. El ingenio como tal, dispuso siempre de menores extensiones de tierra, por lo que los primitivos trapiches del siglo XVI surgieron dentro de las estancias mercedadas por los cabildos para sitios de labranza que eran de menor dimensión que los corrales empleados en La Habana para la cría de ganado de cerda o porcino.

También por estos años se declaran vedados o prohibidos en La Habana los cortes de madera diez leguas al este y diez leguas al oeste del puerto con el propósito de proteger el desarrollo del astillero que requería madera y las labores agrícolas en los ejidos. Esta prohibición limitó en ese período la expansión cañera, pero algunos dueños de ingenios, animados por los precios del azúcar en el mercado mundial, violaron estas medidas (García, Rodríguez, Mercedes, 2006, 46).

Es por todo lo anterior, que la superficie disponible para la producción azucarera se fue desarrollando a partir de compras de las estancias colindantes. Sin embargo, esa decisión contó con fuerte oposición dentro del Cabildo, ya que la caña desplazaba a otros cultivos prioritarios para la alimentación, afectándose seriamente el abastecimiento de la ciudad y de las flotas.

Ya en 1750 en los alrededores de San Cristóbal de La Habana se localizaban 62 fábricas de azúcar y 21 estaban en construcción con una producción de 93 mil arrobas de azúcar de caña, pero cada ingenio requería 10 a 25 esclavos. Ello demostró la necesidad de un mayor número de esclavos y es debido a esto que se comienza a propiciar entonces la trata de esclavos (Torres Cuevas, Eduardo y Loyola Vega, Oscar, 2001). A finales de esa década, en 1759, La Habana contaba con 88 ingenios activos y unos diez en construcción, que producían el 75 por ciento del total de azucares elaborados en toda la isla, pero el crecimiento continuó de forma súbita, pues ya entre 1770 y 1780 la cifra de ingenios de la región habanera, se había duplicado, reportándose 180 ingenios produciendo azucares, y en 1792, la cifra se había elevado a 228, es decir, se habían fundado en sólo doce años 48 nuevos ingenios (Naranjo, C y González, M., s. f.).

La demanda de azúcar alcanzó niveles muy altos, tanto en Europa como en los Estados Unidos. Cuando después de 1776 las colonias inglesas de América del Norte se lanzaron a luchar por su independencia, se permitió la entrada en el puerto de La Habana de barcos procedentes de los Estados Unidos para que compraran productos cubanos a cambio de harina de trigo, de equipos y maquinarias, así como esclavos. Ya una vez independientes esas antiguas colonias inglesas, empezaron a desarrollar el comercio entre Cuba y ese país, constituyéndose poco a poco en el principal mercado de algunos productos cubanos, entre ellos el azúcar, hecho que duraría hasta los inicios del período revolucionario.

Como se hizo necesario emplear más brazos en los ingenios, los propietarios en el año 1789 pidieron autorización oficial al Gobierno colonial para traer todos los esclavos africanos que estimaran conveniente (Le Riverend Brussone, Julio, 1999, 36). Pero muchos de ellos ya habían estado entrando con dificultades desde mediados de la década de 1760.

Estudios de historiadores cubanos recogen estimaciones de la introducción de esclavos africanos, uno de ellos (Pérez de la Riva, Juan, 1970, 314), pone de manifiesto que desde 1521 hasta 1763 habían entrado a La Habana mil 700 esclavos africanos, con la salvedad de los 5 mil esclavos procedentes de Jamaica que los ingleses habían traído durante los 11 meses que duró la ocupación de la ciudad en agosto de 1762. Sin embargo, a raíz del desarrollo de la plantación esclavista, entraron, fundamentalmente por el puerto La Habana, 24 mil 875 negros procedentes de África desde 1764 a 1789.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Para el último tercio del siglo XVIII, cuando los habaneros adinerados se lanzan al apogeo de la plantación azucarera en toda la antigua provincia de La Habana, un primer grupo de estos centrales que alcanzaban la cifra de un centenar, se localizaban en las cercanías de la villa de Guanabacoa donde molían 11 ingenios. Luego aparece un grupo más de ingenios que se dirige al este siguiendo el curso del camino de Guanabo hasta Canasí, algunos de ellos fuera de los límites de la ciudad actual de La Habana, en donde se localiza el ingenio de Peñas Altas, cerca del propio Guanabo, donde tuvo lugar la más grande sublevación esclavista del siglo XVIII. La tercera línea de expansión también parte de Guanabacoa, pero sigue el camino de Santa María del Rosario y Managua. Partiendo de Managua hay un cerco de ingenios alrededor de la ciudad que recorre Santiago de las Vegas, Rincón, El Cano, Guatao y Cangrejeras (Moreno Fraginals, T. 1, 2014, 166).

Los nombres de estos ingenios repitieron los toponímicos de la zona, pero en otros casos dieron lugar a varios asentamientos con esos nombres, y en su mayor parte dejaron huellas en el paisaje.

La Habana ya no dependía tanto de los recursos que la flota dejaba, sobre todo para la clase adinerada. Se colocaría a finales del siglo XVIII en la avanzada del crecimiento azucarero de Cuba y el mundo, seguida a distancia por las regiones centro-orientales del país, dedicadas fundamentalmente a la rama pecuaria de ganado mayor. La Habana comienza a ser en lo fundamental puerto de embarque de una notable producción azucarera, y no ya exclusivamente puerto-escala. Pero la colonización azucarera exige el fomento de nuevos pueblos, la descentralización del potencial humano y todo esto va en detrimento del auge capitalino.

Sin embargo, la plantación azucarera esclavista se va expandiendo hacia el oeste, desde Guanajay hasta Bahía Honda, pero también al este, desde Jaruco hasta Matanzas. El antiguo cinturón azucarero que rodeaba La Habana diezmó los bosques que suministraban leña para los ingenios, y poco a poco, a través de las quemas fue agotando también el suelo. Los ingenios se ven obligados a retirarse cada vez más lejos de la ciudad, cuyo desarrollo demográfico en constante ascenso, reclama áreas cada vez más extensas para el desarrollo urbanístico.

Los terrenos cercanos a la ciudad elevan mucho su valor y para no sucumbir los propietarios tienen que concentrar ingenios o trasladarse, y las decisiones dependerán de la cuantía de los capitales acumulados.

Pezuela en su Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la Isla de Cuba, publicado en 1859 refería que ya en ninguno de los cuatro Partidos Pedáneos de la Jurisdicción de La Habana (, Calvario, Quemados y Puentes Grandes) existían ingenios, mientras que solo en las jurisdicciones colindantes de Guanabacoa, Santa María del Rosario y Santiago de las Vegas, se mantenían aún diez ingenios de vapor, y uno de ellos era un trapiche que trabajaba con leña Este fue el escenario de la plantación azucarera habanera que quedaría 50 años después del apogeo

Pero por suerte entran en escena nuevos actores, propietarios e inversionistas con algunos capitales, administradores y técnicos y agrónomos bien calificados de origen francés que emigran desde Haití, después de las guerras civiles que se suscitan en ese país entre 1782 a 1800 y también colonos franceses desplazados de La Luisiana cuando en 1804 Bonaparte vende este territorio a Estados Unidos (Pérez de la Riva, op.cit, 103).

Sobrevino entonces el ciclo económico del cultivo del cafeto en Cuba con la llegada de más de cerca de la mitad de los 30 mil refugiados que huyeron de las tierras de Haití y la oligarquía habanera se aprovechó de ello, primero para tratar de modernizar la industria azucarera, para desarrollar el cultivo

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS del cafeto en el y en mayor medida en la región suroeste de la antigua provincia de La Habana, es decir en el triángulo formado por Guanajay, Artemisa y Soroa. Cuba se convirtió por aquel entonces en el primer tercio del siglo XIX en el primer país productor del grano a nivel mundial (Ibídem, 105).

El cultivo del cafeto llegó tardíamente a Cuba, pero la región oriental sacó gran provecho del concurso de los colonos franceses que allí se asentaron. Llegó cuando el tabaco y el azúcar ya se conocían desde tiempos atrás “Si el tabaco fue nativo tesoro de América y el azúcar fue riqueza originaria del continente euroasiático, el café ha sido un don del África negra” (Ortiz, Fernando, 1944).

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS PARTE II: CRECIMIENTO Y DINÁMICA DEMOGRÁFICA DE LA HABANA, OCUPACIÓN DE SU TERRITORIO Y EJES DEL POBLAMIENTO A PARTIR DE SUS CENSOS DEMOGRÁFICOS

II.1 La ciudad de La Habana en las divisiones políticas administrativas de la isla a través del tiempo

“…conjugar de la manera mejor posible la centralización indispensable que nos garantice lo que conviene a los intereses sociales en general del país, y, a la vez, la descentralización que garantice los intereses particulares de las localidades y de la base, que desde un centro no se pueden atender debidamente…” RAÚL CASTRO, 1974

Durante casi tres siglos después de la conquista, permaneció la Isla de Cuba sin que contara con límites internos precisos que delimitaran demarcaciones territoriales del área de acción de sus poblaciones. La recuperación de La Habana después de la toma de ésta por los ingleses, conllevó a que el imperio español sintiera la necesidad de modernizar la demarcación de los territorios como punto de partida imprescindible para potenciarlos y preservarlos contra agresiones extranjeras futuras. Es por ello que se hizo imprescindible la demarcación de unidades espaciales, como paso previo para aplicar las reformas de carácter fiscal a fin de garantizar las inversiones necesarias en el campo de la administración pública y mejoramiento de las obras defensivas, que debieron introducirse en la Isla después de la recuperación por España de su capital en 1763.

Le correspondió esa tarea al Gobernador de la isla, Felipe Fondesviela Ondeano o Marqués de la Torre (1771-1777), bajo cuyo gobierno se organizó el primer censo cubano de población (1774) luego de haber organizado los trabajos preparatorios de la división administrativa de la isla, quedando esta con 18 jurisdicciones. En el censo posterior de 1792 se mantienen las mismas jurisdicciones y en el de 1817 se aumentó la de San Antonio Abad de los Baños (Mateo Domingo, Alfredo, óp. cit. 43).

En el censo de 1827, catalogado por los especialistas en la materia, como el más ordenado y amplio de los que hasta ese momento se hubieran levantado, aparece la isla dividida en tres departamentos, occidental, central y oriental, cuyas capitales fueron La Habana, Puerto Príncipe y Santiago de Cuba, en el mismo orden, pero con 22 jurisdicciones. Estas divisiones de primer orden en tres departamentos con unidades de segundo orden, las jurisdicciones y de tercer orden, los partidos pedáneos 27 , que iban poco a poco aumentando en número, se mantuvieron hasta 1860, en que la isla se divide en dos departamentos occidente y oriente, razón por lo que en el censo de 1861 aparece la isla dividida de esta manera.

El cuadro II.1 que sigue recoge la evolución en el tiempo desde los censos de 1774 hasta 1861 de la población residente en cada uno de los tres departamentos, su ritmo de crecimiento demográfico expresado en tasas promedio anuales, la densidad en habitantes por kilómetro cuadrado, el por ciento de población del departamento con respecto a la cantidad total de habitantes en la isla y además los por cientos de población esclava y el índice de masculinidad. El propósito que se persiguió con este

27 Llevaban el nombre de partidos pedáneos porque en teoría podían caminarse a pie .

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS cuadro estadístico estriba en poner de manifiesto las desigualdades demográficas en la isla, a favor del departamento occidental donde está enclavada la jurisdicción de La Habana, y en ella la capital.

Cuadro II.1. Cuba: Población total, tasas de crecimiento demográfico intercensal, densidades demográficas, composición de la población esclava y por sexos según departamentos, 1774 a 1861

Notas: (a) Los autores hicieron un ajuste en los censos de 1774, 1792, 1817 y 1861 a fin de dividir la isla en tres departamentos tal como estuvo agrupada en los censos de 1827 y 1841 a fin de establecer comparaciones. (b) Con respecto al total de la población de Cuba. (c) Son tasas de crecimiento intercensal promedio anual en por ciento. (d) Población entre la superficie de cada departamento, o sea habitantes por kilómetro cuadrado. (e) Por ciento con respecto al total de población esclava en Cuba. (f) Población masculina por cada 1000 individuos de la población femenina. Fuente : Elaborado a partir de notas de Juan Pérez de la Riva y de Sagra, Ramón, Historia económica, política y estadística de Cuba, 1831, pp. 21 a 25. (En formato digital) y de los censos de los años 1841 y 1862.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Se advierte fácilmente que más de la mitad de la población cubana residía en el departamento occidental, en donde las densidades demográficas también eran notablemente mayores, al igual que los índices de masculinidad ´debido al predominio de la población masculina esclava. Los porcentajes de población esclava en ese territorio excedieron a más del 60% del total de la población esclava del país, y en 1841 llegaron a representar casi el 74%, cuestión que se redujo notablemente años después, debido al impacto de las presiones inglesas 28 de prohibir la trata africana, de las preocupaciones del gobierno español y la oligarquía para que no se repitiera en Cuba la experiencia de la rebelión haitiana de principios del siglo, y en especial a causa de la introducción de los adelantos tecnológicos, como las máquinas de vapor en los ingenios y el ferrocarril 29 para transportar los productos de la industria azucarera al puerto.

Esta desigualdad demográfica de los indicadores de población entre los departamentos coloniales, que tiene su razón de ser en factores históricos y económicos, se tradujo en lo que Juan Pérez de la Riva en 1968 denominó la Cuba A y la Cuba B, cuyos límites pasaban por la sabana de Manacas, en la porción occidental de la actual provincia de Villa Clara (Pérez de la Riva, Juan, 2004, 189-208). La mayor parte de las causas de estas desproporciones demográficas territoriales heredadas hasta gran parte del siglo XX, obedecen en gran medida a los factores del desarrollo que se explicaron cuando se analizaba el devenir histórico de La Habana en páginas anteriores y en la estructura económica capitalista que se fue gestando.

En el Anexo II.1 se muestra la inclusión de la Jurisdicción de La Habana, donde se asentaba la población de la capital según censos seleccionados de 1774 a 1861 junto a la población de las demás jurisdicciones según departamentos. Aparece también el peso relativo de la población de dicha jurisdicción con respecto a la población total de la isla. En esos resultados censales se demuestra cómo va perdiendo peso demográfico la Jurisdicción de La Habana entre los censos de 1774 a 1861, cuando su población pasa de 44% en 1774 a 20% en 1861 con respecto a la de todo el país, debido a la disminución de la trata africana, la expansión de la industria azucarera hacia las regiones de Matanzas y Bahía Honda y a los esfuerzos de las juntas de fomento de población blanca que traerían entre 1818 hasta 1820 más de 10 mil colonos. Nuevitas, Cienfuegos, Santo Domingo y Guantánamo debieron su fomento a esos inmigrantes extranjeros (Portuondo, Fernando, op.cit, 317).

A partir del año 1878 se firma un Real Decreto que estipula la creación de seis provincias que caracterizarían la división política administrativa durante el final del período colonial (1898), de toda la república (1899-1958) y parte del período revolucionario. Las razones de esa decisión por parte de la metrópoli española formarían parte de decisiones políticas que el gobierno colonial se vio precisado a implementar, luego del fin de la Guerra de los Diez Años, relacionadas con una supuesta representación en las Cortes del gobierno español en Madrid. El Real Decreto de 1878 se deroga el 19 de mayo de 1906 por la ley Orgánica de los Municipios. A tenor de estas legislaciones, en donde las demarcaciones territoriales fueron siempre seis provincias, los municipios o ayuntamientos a nivel del país variaron en función del crecimiento demográfico, desde 132 en 1887 a 74 en 1899, debido a las

28 Las presiones inglesas perseguían privar a las colonias españolas de la mano de obra abundante y barata que constituían una fuerte competencia mercantil debido a los bajos precios de sus productos. 29 Estos adelantos demostraron que con 79 esclavos se podía producir la misma cantidad de azúcar que antes requería una dotación de 300.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS pérdidas humanas por la Guerra de Independencia (1895-1898) y la Reconcentración de Valeriano Weyler 30 , para aumentar de nuevo a 126 municipios en el censo de 1953.

La antigua provincia de La Habana contenía lógicamente además del ayuntamiento o término municipal de La Habana, que a todos luces se consideraba como la capital del país, los municipios o ayuntamientos colindantes que estarían también contenidos en el espacio geográfico de la actual provincia de La Habana, ellos son, en orden alfabético: los ayuntamientos de El Cano, Guanabacoa, Managua, Marianao, Regla, Santa María del Rosario y Santiago de las Vegas, representando la población de todos estos, el 57% del total de la población de la antigua provincia de La Habana, hasta que en 1976 se aprobaría una nueva división política administrativa. 31 .

Al interior de la ciudad, en lo que antes fuera la Jurisdicción de La Habana, se produjeron cambios en los límites de las demarcaciones de segundo orden a lo largo del tiempo. Así, en la llamada Habana Intramuros de 1765 se le daba el nombre de cuartel a los barrios que allí se dividían sin que estuviese aún expandida la parte extramuros de manera notable.

El cuadro II.2 que sigue expone la población según divisiones o demarcaciones territoriales internas de la ciudad según el censo de 1827. En el mismo se aprecia las proporciones de la población blanca y esclava según barrios extramuros, que para ese entonces ya estaban bien delimitados. Además, se incluye la parte intramuros atendiendo también al color de la piel y condición de la población esclava o liberta.

Las cifras demuestran que para esa época ya la población de la parte intramuros, desbordaba las murallas y la población de la parte extramuros era mayor en tamaño y representaba el 57%.

La población blanca residente en la Habana intramuros y extramuros estaba representada con algo menos cantidad de sujetos que el resto del conjunto de la población mulata y negra, por lo que posiblemente fue la población blanca la primera en desbordar las murallas. La proporción más baja de ésta se asentaba en los barrios de La Salud y Jesús María, que eran a su vez los más poblados de los barrios extramuros.

Las proporciones de población esclava eran más altas en la Habana intramuros a diferencia de la población liberta que estaba proporcionalmente más representada en los barrios extramuros. Las proporciones de población esclava en el barrio extramuros de El Cerro son más altas que el porcentaje de población esclava en la Habana intramuros, lo que sugiere que sean esclavos domésticos de la población blanca allí residente.

30 Penúltimo Gobernador español de la Isla quien llega en 1896 con la encomienda de enfrentar la última etapa de la Guerra de Independencia iniciada en 1895. Entre sus decisiones lleva a cabo la reconcentración de la población residente en poblados y medios rurales en las ciudades, con la finalidad de impedir con ello el apoyo a las tropas independentistas por parte de los pobladores. 31 En el Primer Congreso del Partido Comunista de Cuba celebrado en 1976, se crearía mediante la Ley 1304, la Cuidad de La Habana y a partir de ese momento la capital adquiere el nombre original de La Habana, la cual se compone de 15 municipios y más de 100 consejos populares. Los municipios son: La Habana Vieja, Centro Habana (municipio más pequeño y más densamente poblado), Cerro, Plaza de la Revolución, Diez de Octubre (municipio con mayor cantidad de población), Arroyo Naranjo, , Guanabacoa, San Miguel del Padrón, La , Regla, , Playa, Marianao y . El territorio de esta gran ciudad o provincia abarca un área aproximada de 727km² y se ubica en el centro norte de la región occidental de la isla de Cuba. (Ayes Ametiler, Gilberto Norberto, 2017, 28). Pero será en al año 2010 cuando se lleve a cabo la decisión de crear las provincias de Artemisa y Mayabeque a partir de la división de la antigua provincia de La Habana, y entonces la capital recobre el nombre originario de La Habana.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Llama la atención el hecho que la población liberta residente sea mayor en número y en términos proporcionales en los barrios extramuros, especialmente en La Salud y Jesús María.

Cuadro II.2 Población en Habana intramuros y barrios extramuros por color de la piel y condición. Censo 1827.

Fuente: Elaborado a partir de Humboldt, Alejandro de, Ensayo Político sobre la Isla de Cuba , París, 1829, p.207

Más adelante en el tiempo, la división territorial al interior de La Habana se expandió y para finales de la década de 1850 la ciudad contaba con seis distritos que agruparon parte de los territorios intramuros y extramuros más cercanos al centro. Asimismo, se empleaban los partidos pedáneos para referirse a las partes periféricas de la jurisdicción habanera , por ejemplo, los partidos pedáneos de Arroyo Naranjo, Calvario, Puentes Grandes y Los Quemados. Se remite al lector al Anexo II.2 donde se relacionan las demarcaciones internas de La Habana y los tipos de asentamientos y población en la década de 1850.

También se acompaña el siguiente mapa donde aparecen los períodos de fundación de los asentamientos y tipos de estos, apreciándose que para ese entonces gran parte de la red de asentamientos ya estaba conformada.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Mapa 5: Red de asentamientos en el espacio geográfico de la provincia de La Habana en 1860

Fuente : Elaborado por los autores a partir de Jacobo de la Pezuela, 1853:

El mapa permite apreciar la expansión de los asentamientos a lo largo de los caminos en dirección oeste y la coincidencia de muchos de ellos con los ingenios que se mostraron en el mapa 4. Los colores amarillo y naranja sirven para denotar aquellos asentamientos que en número predominante se crearon en los siglos XVIII y XIX, por lo que ya para 1850 la red de los principales asentamientos cubría prácticamente todo el espacio geográfico de lo que actualmente es el territorio de la provincia de La Habana.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS II.2 El crecimiento demográfico y los componentes de su dinámica

“Las ciudades son la mente de las naciones; pero su corazón, donde se agolpa, y de donde se reparte la sangre, está en los campos. José Martí

El monto y ritmo del crecimiento (1774-2018)

Los censos del período colonial, republicano y revolucionario ofrecen de manera general información aproximada que permite acercarse al monto o tamaño demográfico de la población de la capital, que, según los períodos comentados, está referida en la mayoría de las ocasiones a los habitantes que residían en la Jurisdicción de La Habana o también en el término municipal de igual nombre para los censos del periodo colonial y republicano, respectivamente.

Las cifras sobre la población residente en la capital en los censos de 1970 y siguientes sí están referidas al monto demográfico del espacio geográfico de lo que ya se había determinado como provincia de La Habana.

Figura II.1 Población total de Cuba y de La Habana (1792 a 2018)

Fuente: Censos de los años respectivos y cálculos de población de ONEI desde 2013.

La figura que se adjunta recoge de forma sintética el crecimiento de la población residente en la capital, señalada en color más oscuro, con respecto a la población total del país en cada año censal y cálculo elaborado a partir de las estadísticas vitales. Llama la atención como se va expandiendo el área que representa la población total de Cuba con respecto a la población total de La Habana. Asimismo, se observa como decrece la barra que representa la población de Cuba en 1899 a diferencia de la barra más oscura que señala la población habanera. en el mismo año.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS El cuadro estadístico II.3 que se acompaña pretende poner de manifiesto los detalles del crecimiento comparado de lo que se ha concebido como capital en función de la fuente estadística disponible con respecto a Cuba, a la vez que recoge las tasas de crecimiento demográfico promedio anuales y también la proporción o peso específico de la población capitalina en relación a la población total de la isla, que se ha denominado como grado de capitalinidad.

Cuadro II.3 Población y tasa de crecimiento demográfico de ciudad de La Habana y Cuba según censos y cálculos de población (1792-2018)

La Habana más municipios ( c ) Tasa de Tasa de Grado de colindantes La Universo AÑO Cuba crecimiento (a) crecimiento (a) capitalinidad (b) Habana geográfico Tasa de (%) (%) (%) (a) Total crecimiento (%)

1792 273 979 2,5 51 307 Ciudad -2,1 19 1817 553 033 2,8 84 075 Ciudad 0,4 15 1827 704 487 2,1 94 023 Ciudad 1,1 13 1841 1 007 624 2,5 162 508 Ciudad 3,8 16 1861 1 366 232 1,6 179 996 Ciudad 0,5 13 1877 1 509 291 0,5 198 721 Municipio 0,6 13 1887 1 609 075 0,6 205 972 Municipio 0,1 12 253 926 1899 1 572 797 -0,2 242 055 Municipio 1,6 15 295 107 1,9 1907 2 048 980 3,3 302 526 Municipio 2,8 19 362 623 1,7 1919 2 889 004 2,8 363 506 Municipio 1,5 13 466 188 2,1 1931 3 962 344 2,6 542 522 Municipio 3,3 14 720 739 3,6 1943 4 778 583 1,6 676 376 Municipio 1,8 14 935 670 2,2 1953 5 829 029 2,0 787 765 Municipio 1,5 14 1 210 920 2,6 1958 6 824 542 3,1 1 364 908 Ciudad 10,7 20 1970 8 529 121 2,2 1 786 522 Provincia 2,8 21 1981 9 723 605 1,2 1 929 432 Provincia 0,7 20 2002 11 177 743 0,7 2 201 610 Provincia 0,6 20 2012 11 163 934 0,0 2 106 146 Provincia -0,4 19 2013 11 210 064 0,4 2 117 343 Provincia 0,5 19 2014 11 238 317 0,3 2 121 871 Provincia 0,2 19 2015 11 239 004 0,0 2 125 320 Provincia 0,2 19 2016 11 239 224 0,0 2 130 081 Provincia 0,2 19 2017 11 221 060 -0,2 2 129 553 Provincia 0,0 19 2018 11 209 628 -0,1 2 131 480 Provincia 0,1 19 Notas: (a) Son tasas de crecimiento promedio anual por cada cien habitantes. (b) Es el por ciento de la población de La Habana con respecto a la población total de Cuba. (c) Es la suma de la población de La Habana más las sumas de las poblaciones de los municipios colindantes: Guanabacoa, Marianao, Regla, Santa María del Rosario y Santiago de las Vegas. Fuentes : Censos de los años respectivos y cálculos de la población según ONEI desde 2013.

Las tasas más altas de crecimiento demográfico habanero en los censos del periodo colonial se alcanzan de 1827 a 1841 cuando está en pleno auge la plantación azucarera y son más elevadas las cifras de entradas de población africana a la isla, y es por ello que aumenta el peso de la población habanera con respecto al total de habitantes del país durante el siglo XIX, alcanzando el 16%. En la medida que la plantación azucarera se extiende hacia otras jurisdicciones, más allá de las

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS jurisdicciones colindantes de Santiago de las Vegas, Guanabacoa y Santa María del Rosario, disminuyen los ritmos de crecimiento demográfico y la capitalinidad, tal como se observa entre los censos de 1841 a 1861, lo que evidencia que La Habana va perdiendo su tradición de puerto de embarque azucarero que ahora se desplaza hacia el este, para Matanzas, y más hacia el oeste, en Bahía Honda.

Durante los años que median entre 1840 a1850 y 1868 a 1871 tienen lugar importantes epidemias de cólera que afectan a La Habana, que ocasionan cifras elevadas de fallecidos además del azote de la fiebre amarilla en primera instancia (CUBA, Censo de 1907, 168). A estas pérdidas se unen también la ocurrencia de grandes huracanes como la tormenta San Francisco de Asís con más de 158 barcos desaparecidos en el puerto, además de 2 mil 500 casas derribadas y más de un centenar de muertos. Dos años después pasaría al oeste de la capital la tormenta San Francisco de Borja dejándola en ruinas y ocasionando más de centenar y medio de fallecidos, más de 50 mil damnificados y 235 embarcaciones destruidas en el puerto (Rodríguez Díaz, Oscar, 2018, 71)

Se aprecian tanto para Cuba como para La Habana las disminuciones de la tasa de crecimiento demográfico que dejan la Guerra de los Diez Años y las dificultades en las entradas legales de esclavos africanos que tienen lugar a partir de la mitad del siglo XIX. Cuando finalizó la guerra, el Gobierno colonial se vio forzado a decretar la abolición oficial de la esclavitud en un plazo de seis años (1880-1886). De este modo, se consagraba un proceso de transformación social, el más importante que se produjo en los cuatro siglos de colonialismo según algunos historiadores (Le Riverend Brussone, Julio, 1999, 61), cuando todos los que trabajaban se convirtieron en proletarios, marcando el inicio de la clase obrera en el país.

Las pérdidas humanas de la guerra de independencia se hacen sentir, especialmente en Cuba, cuando la tasa se vuelve negativa por efectos de la propia contienda y de la Reconcentración de Weyler, precursor antillano de Hitler. Las pérdidas humanas totales de los tres últimos años de la guerra (1896-1898) ascendieron a cerca de 400 mil vidas. Tan solo por efectos de la reconcentración, el hambre y las epidemias se calcula que murieron cerca de trescientas mil personas en toda la isla. Cuando Valeriano Weyler asume el cargo en febrero de 1896 con más de 200 mil hombres de su ejército regular, sin contar los voluntarios y guerrilleros al servicio de España, llevó a cabo con ese ejército la custodia de ciudades, pueblos, ingenios, cafetales y demás objetivos económicos, y con ello la reconcentración de más de 300 mil pobladores en las principales ciudades para evitar el apoyo al Ejército Libertador (Portuondo, Fernando, op.cit, 578).

Este pasaje en la historia del país trajo gran repercusión demográfica para Cuba y sus provincias con respecto a la cantidad de defunciones y de nacimientos. En la provincia de La Habana, según la división política administrativa de 1887, fallecieron entre 1895 a 1898, 58 mil 496 personas, a razón de más de 14 mil fallecidos como promedio anual, cifra dos veces superior a la media de defunciones de la provincia entre 1890 a 1894. Por otro lado, los nacimientos en el periodo 1895 a 1898 se redujeron a 23 mil menos, estando el término municipal de Guanabacoa entre los más afectados de la provincia (Izquierdo Canosa, Raúl, 1997, 36).

Pero no puede dejar de mencionarse los probables efectos del bloqueo naval impuesto a Cuba por los Estados Unidos en abril de 1898, casi dos meses después de la misteriosa explosión del acorazado norteamericano Maine en la bahía de La Habana que fuera enviado para visitar Cuba. El bloqueo agravó la situación difícil de la población, además del efecto de la reconcentración que ya sufría, porque impidió la entrada a la isla de alimentos y medicamentos, incluso la asistencia de la Cruz Roja

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS de su propio país que no la dejaron desembarcar para prestar ayuda. Tan solo en 1898 murieron 109 mil 272 personas, que fue el 62% de las defunciones ocurridas entre 1896 a 1897. (Ibídem, 67).

En cumplimiento del Tratado de París, el primero de enero de 1899, las autoridades colonialistas españolas entregaron el poder al general yanqui John Brooke, quien fuera designado Gobernador Militar de Cuba. Aquellos, como el poeta Bonifacio Byrne, que habían luchado por muchos años por la independencia de Cuba, tanto dentro como fuera de la isla, vieron con amargura al entrar al puerto de La Habana, que la bandera norteamericana ondeaba en el castillo de El Morro.

La Habana tenía entonces 242 mil 055 habitantes lo que representaba el 15 % de la población total de la isla, proporción algo más elevada que la del censo anterior. Al terminar la guerra, decenas de miles de campesinos hambrientos, testigos sobrevivientes del crimen de Weyler, vagaban aún por las calles de la urbe adolorida en busca de comida, como parte de los que decidieron no regresar a sus hogares destruidos y “muchos prefieren buscar acomodo en una ciudad que renace y donde el nuevo poder ocupante vierte a manos llenas sus recursos económicos en vano intento por congraciarse a los cubanos” (Pérez de la Riva, 1975, 309). A partir de ese momento y luego de la aprobación de la Enmienda Platt 32 el gobierno norteamericano se tomaría el "derecho" de intervenir en los asuntos internos de la Isla, como hizo, por ejemplo durante los años 1906 a 1909, 1912, 1917 a 1920, 1933 a 1934, enviando tropas y barcos de guerra que entrarían al puerto de La Habana.

A partir del censo de 1899 las tasas de crecimiento demográfico se elevan y se suceden las nuevas inmigraciones internacionales, antillanos y peninsulares. Estas tasas son mucho más altas si se toma en cuenta el crecimiento demográfico de La Habana y sus municipios colindantes, aquellos que junto a ella conforman, de manera aproximada, el espacio geográfico de la actual provincia de La Habana. En 1919 hay 363 mil 506 habitantes residentes en el municipio capitalino, el 13 % de la población nacional, pero más de 488 mil residen en el espacio geográfico de lo que sería entonces la actual provincia de La Habana. La población de la “gran Habana” crece a un ritmo más rápido que la población del término municipal de La Habana, donde la superficie está cubierta totalmente de edificaciones.

Entre 1907 a 1931 la población del país presenta tasas de crecimiento más altas que las de la población que reside en el municipio de La Habana. El azúcar aleja a los cubanos de La Habana y se traslada a las provincias del extremo oriental y nuevamente hay desmonte feroz de árboles, es la nueva expansión azucarera, pero mucho más allá de La Habana. Es la danza de los millones porque el precio del azúcar se elevó a 20 centavos la libra, “las vacas gordas”, pero más tarde sobrevendrán las “vacas flacas” entre 1920 a 1921. Lamentablemente cinco años después de ese infortunio, el 26 de octubre de 1926, la capital se estremecería con vientos de más de 225 kilómetros por hora al paso de un huracán que ocasionó innumerables pérdidas y más de 600 fallecidos (Rodríguez Díaz, Oscar, 2018,72).

Entre 1929 a 1934 se manifiesta en Cuba la repercusión de la crisis general del capitalismo, cuando cayó el precio del azúcar, irrumpió el crack bancario y la inmigración internacional da paso a la emigración, primero de los antillanos, haitianos y jamaicanos, que el dictador devuelve a la fuerza a sus países de origen, aunque muchos se esconden en las montañas orientales,

32 Apéndice al proyecto de Ley de los Presupuestos del Ejército aprobado por el Congreso de Estados Unidos, e impuesto como parte del texto de la primera constitución cubana después de 1899 que fuera aprobado por 16 votos contra 11 por la Asamblea Constituyente de 1901, bajo la amenaza de que si no la aceptaba, Cuba seguiría ocupada militarmente.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS razón por la que el ritmo de las tasas de crecimiento demográfico promedio anual entre 1931 a 1943 desciende. A partir de la década de 1940 las tasas de saldo migratorio externo resultan negativas y Cuba se convierte en un país de emigración.

En el intervalo 1943-1953 los ritmos de crecimiento demográfico aparentemente se estimulan a nivel de todo el país, pero la situación se presenta bajo un aspecto diferente para La Habana. La gran urbe, que no son solo los 787 mil 765 habitantes residentes en el municipio de La Habana que recoge el cuadro en 1953, sino que, si le añadimos la población de los términos municipales de Marianao, Santiago de las Vegas, Santa María del Rosario, Guanabacoa y Regla, que ya constituye un espacio habitado prácticamente continuo, tendría entonces 1 millón 210mil 920, casi el 18 % del total de la población nacional. Esta hipertrofia metropolitana se pone de manifiesto por vez primera en este siglo y va a tener sus repercusiones en la trama urbana.

El cuadro recoge el 10% de tasa de crecimiento demográfico de la población residente en el municipio capitalino en el período 1953 a 1958, pero ello obedece al hecho que el espacio de La Habana ha variado. Los estimados demográficos de 1958 y posteriores a esa fecha se han elaborado a partir de los límites actuales de la provincia de La Habana, capital del país, donde se recogen las poblaciones de los actuales 15 municipios capitalinos. En realidad, la tasa de crecimiento demográfico del período 1953 a 1958 es menor que el 10% antes comentado, porque el espacio geográfico de La Habana, tanto en 1953 como en 1958, se ha expandido.

En la ciudad aparecen entonces las oleadas de inmigrantes internos y en la trama urbana habanera se multiplican los barrios llamados marginales en donde se vive en condiciones muy precarias (CEDEM, 1976, 115). Pero es también a finales de los 50 que sobreviene la guerra en las montañas orientales y la resistencia en el llano. Aparecen cifras de residentes cubanos que emigran hacia el exterior, por razones económicas y también políticas, que buscan en el extranjero empleo y en el exilio garantías para sus vidas.

Las tasas de crecimiento demográfico que se registran entre 1958 y 1970 son positivas, especialmente las de La Habana y recuerdan las de los años del boom azucarero de inicios de siglo. En los primeros años de ese período se produjo una expansión de la fecundidad, la que estuvo contenida durante la etapa de crisis política del último lustro de los años 50, pero ello duró hasta mediado de la década de los 70 cuando la fecundidad retoma sus tendencias históricas, propias de países como Argentina, Uruguay, Chile, con importante inmigración europea, medianamente urbanizado y con escasa influencia de prácticas natalistas, donde el aborto era frecuente. No puede obviarse que en esos años se implementaron un grupo importante de las reivindicaciones auguradas en el Programa del Moncada, que se convirtieron en políticas públicas: pleno empleo, educación y salud gratuitos, entre otras, que estimularon la fecundidad.

Las tasas de crecimiento de los años posteriores a los 80 se tornan bajas y en ocasiones negativas, debido a las fuertes restricciones económicas que lastran el desarrollo cubano a partir de la agresión continuada de Estados Unidos contra el país, y la aparición de crisis migratorias como las de Camarioca, Mariel, Balseros, que han disparado los períodos de emigración desde Cuba hacia el exterior.

En la estructura por edades y en la distribución por sectores de la población ocupada ha habido también cambios que reflejan las profundas transformaciones que la construcción del socialismo ha operado en una sociedad urbana. Pero eso es tema de la parte III de este informe de investigación.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS La dinámica y rol de las variables demográficas, nacimientos, defunciones y migraciones según períodos históricos

La historia demográfica cubana atesora fuentes censales en gran número y bastante calidad desde el período colonial hasta el revolucionario, pues se cuentan más de veinte censos entre generales y locales, los que han permitido, no sin algunas dificultades metodológicas que dificultan las comparaciones en el tiempo, disponer de buenas informaciones para conocer el estado de la población a través de los años.

Sin embargo, en cuanto a la estadística demográfica de carácter continuo, aquella que se lleva a cabo mediante registros de hechos vitales, tales como los nacimientos y las defunciones, no se dispone de ella para todos los períodos históricos, lo que entorpece las posibilidades de evaluar la acción de los componentes naturales, es decir, la mortalidad y la fecundidad, en el crecimiento demográfico entre uno y otro momento en el tiempo.

En el período colonial muchos de estos hechos, sobre todo los nacimientos y defunciones, se registraban en los libros de bautismos y de enterramientos de las parroquias. Salvando la distancia que puede mediar entre un nacimiento y un bautismo o entre una defunción o un enterramiento, y el hecho que no toda la población frecuentaba las parroquias, lo cierto es que resultaron poco provechosos tales registros pues no se contabilizaban de manera íntegra, y en la mayoría de los casos muchos de los registros parroquiales cubanos se deterioraron o resultaron quemados durante las guerras. No obstante, ello, en esos años algunos censos coloniales, registran estadísticas de este tipo para Cuba y para La Habana que pueden ser de alguna utilidad como marco de referencia para comparaciones posteriores.

El Censo de 1827 refiere el número de bautismos y defunciones ocurridas ese año según los tres departamentos de la isla. La estimación de las tasas de natalidad con respecto a mil personas de la población al momento del censo de cada departamento reveló que las tasas brutas de natalidad más altas la mostraban los departamentos occidental y oriental, con43 y 46 nacidos por cada mil habitantes de la población de los departamentos respectivos, mientras que en el departamento central esta era de 36 por cada mil habitantes, cifras que resultan coherentes y en todos los casos los datos se refieren a nacidos vivos 33 .

De manera similar se calcularon las tasas brutas de mortalidad de la población de cada departamento, a partir de la cantidad de enterramientos, observándose que las mismas resultaron en 26, 15 y 21 defunciones por cada mil sujetos de la población residente al momento del censo en los departamentos occidental, central y oriental, respectivamente. Cuando se restan las tasas de mortalidad con respecto a las de natalidad para calcular el crecimiento natural, los resultados de tales estimaciones ponen de manifiesto que el crecimiento natural era positivo, pero menor en el departamento occidental, del orden de 7 almas o sujetos de ganancia neta por cada mil personas al momento de ese censo.

En el periodo republicano también resultaron muy poco frecuentes los datos procedentes de los registros de estadísticas continuas. El censo de 1907 realiza un pormenorizado examen de las estadísticas demográficas hasta ese entonces. El subregistro de nacimientos y defunciones era

33 Estas estimaciones se llevaron a cabo a partir de los datos procedentes de la sección de movimiento natural que aparece en las páginas 61 al 68. del censo de 1827.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS elevado, aunque siempre existieron mayores esfuerzos por mantener los estudios de las defunciones y en especial el análisis de las causas de muertes debido a la ocurrencia de enfermedades infecto- contagiosas como la tuberculosis, y sobre todo debido a las epidemias de cólera, fiebre amarilla malaria, paludismo, poliomielitis que azotaban la isla. El censo del año 1907 dedica varias páginas al análisis y descripción histórica de la herencia colonial que dejaron los españoles y los esfuerzos de saneamiento que el gobierno interventor norteamericano hubo de realizar. De igual manera incluye un epígrafe sobre las defunciones y los nacimientos en la capital, aunque estos últimos con menor atención.

En dicho censo se adjuntan algunos datos de las defunciones registradas en La Habana a partir de 1820, fundamentalmente para la población blanca y se valora que las fluctuaciones que presentan las tasas obedecen a la ocurrencia de epidemias, obteniéndose un promedio de tasa de mortalidad durante el período español de 40 por mil, en tanto que desde la intervención republicana se redujo a 22 por mil. Era lógica la preocupación por la seguridad de la población residente en La Habana y…por el bienestar de los efectivos militares norteamericanos acantonados en la ciudad.

Las epidemias de cólera invadieron la ciudad en 1833, 1850 hasta 1854 y luego en 1868 hasta 1871 sin que se llegue a conocer el monto de estas muertes.

En 1906 se registraron en la capital 5 mil 744 nacimientos para una tasa de 19 por mil, bastante baja sobre todo si se tiene en cuenta que las defunciones superaron a los nacimientos en 400 unidades (CUBA, Censo de 1907, 168).

Se dispone de más información estadística a propósito de las migraciones internacionales en Cuba que con respecto al movimiento natural de su población. Pérez de la Riva refiere que el país recibió 225 mil inmigrantes desde los inicios del siglo XVI hasta finales del siglo XVIII; un millón 200 mil en el siglo XIX, más de la mitad, negros, y un millón 800 mil durante el primer tercio del siglo XX, correspondiéndole las tres cuartas parte de ellos a migrantes procedentes de España (Pérez de la Riva, 2004, 69). No obstante, existe un mejor conocimiento sobre la inmigración africana y asiática que a propósito de las personas que llegaban de la península; ello era así porque tales entradas de africanos y asiáticos precisaban del pago de derechos de entrada y las prohibiciones internacionales sobre la trata de esclavos eran muy bien controladas y reportadas por los ingleses.

En los primeros treinta años del siglo XX llegaron a Cuba más de un millón 200 mil inmigrantes entre españoles, antillanos y chinos, para dar respuesta a la demanda de brazos del segundo despegue de la plantación azucarera, esta vez en las tierras de la porción oriental del país. A partir de la tercera década de ese siglo se invierte el patrón migratorio externo de Cuba, y también de La Habana, convirtiéndose en áreas de emigración internacional, sin que se puedan ofrecer informaciones periódicas que cubran ese fenómeno migratorio para la capital del país.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Figura II. 2. La Habana: Tasas de movimiento natural y migratorio (1970 – 2018)

16.2‰ 12.8‰ 10.7‰

-0.2‰ -2.5‰

-12.0‰ -16,4‰ -14.6‰

-40.3‰

Fuente: Las mismas del anexo II.3

El período revolucionario se ha caracterizado por un control efectivo de la actividad registradora de los eventos demográficos, la que la Oficina Nacional de Estadística e Información recopila y analiza cada año, incluyendo en esta tarea no solo las emigraciones e inmigraciones internacionales sino también los cambios de domicilio permanente o migración interna, hecho este que muy pocos países del mundo tienen establecido. La figura que se acompaña, cuyos datos aparecen en los anexos, resume muy elocuentemente el peso de los componentes de la dinámica demográfica desde 1970 hasta el año 2018, a través de tres curvas que muestran los valores de las tasas en por miles de movimiento natural, en verde, las del saldo migratorio externo con el color rojo y las tasas de saldo migratorio interno, en negro, para cada uno de los años que median en ese intervalo de tiempo.

La evolución del movimiento natural, que expresa la diferencia entre la natalidad y la mortalidad, es decir entre la acción de los nacimientos y las defunciones, pone de manifiesto la ganancia natural, positiva o negativa, cuando los nacimientos son mayores en número que las defunciones, y por el contrario señalan el decrecimiento de un grupo humano o población cuando son mayores las tasas de mortalidad que las de natalidad. En el caso de la capital estas tasas están por debajo de cero, es decir son negativas, desde el año 2005, porque son mayores las defunciones que los nacimientos

La curva en rojo que describe las tasas de saldo migratorio externo, resultan negativas por efectos de que las emigraciones son mayores que las inmigraciones desde antes del triunfo revolucionario. A lo largo de estos años se han agudizado los valores negativos de dichas tasas que se han hecho un elemento demográfico distintivo del comportamiento demográfico del país como parte del diferendo político y económico entre Cuba y Estados Unidos.

El último componente demográfico que aparece en la gráfica es la evolución de las tasas de saldo migratorio interno, siempre positivas, y que parecen complementar el curso que siguen las tasas de saldo migratorio externo cuando los valores se hacen más negativos. Las migraciones internas a la capital pueden contribuir a contrarrestar los efectos del proceso de envejecimiento y las tasas negativas de saldo migratorio externo y de crecimiento natural.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS II.3 Los ejes del poblamiento y la distribución de las densidades demográficas en la Ciudad de La Habana.

…Si escribo todo esto es únicamente para decirte que mis pies no se cansan de andar por estas calles que fueron de barro... MIGUEL BARNET

La forma en que la población va ocupando el territorio a lo largo del tiempo depende de las características naturales de este, pero también de las circunstancias históricas y económicas que prevalecieron y dieron lugar al emplazamiento geográfico de las actividades productivas. Los pobladores de la villa de San Cristóbal de La Habana supieron aprovechar las ventajas de su bahía convirtiéndola en puerto que albergó embarcaciones de grandes dimensiones, a la vez que desarrolló las tierras circundantes para beneficio del puerto y de la propia oligarquía habanera mediante el concurso de brazos blancos y negros, libres, esclavos o emancipados, criollos y peninsulares, en fin, de todos los que laboraban de una forma u otra en la villa y su zona de expansión aledaña. Para poblar la villa y las concesiones de tierra que la rodeaban habría entonces que vencer obstáculos, que solo el desarrollo de las fuerzas productivas imperantes lograría dominar.

Obstáculos, ejes de poblamiento e islas en la trama urbana

Algunos de los obstáculos fueron primero recursos del paisaje original, por ejemplo, la propia bahía, elemento más preciado que atrajo a los pobladores de la primera villa asentada al sur. Al mar se le robó superficie de la bahía y de algunos ríos que allí descargaban sus aguas, cubriéndola para fabricar edificaciones, caminos, puentes más viables y hasta para proporcionarle más calado a las embarcaciones o ir acomodando los desperdicios sólidos en el antiguo Cayo Cruz que se convirtió en península en el medio de la bahía.

Mapa6. Contraste en el contorno de la bahía de La Habana, siglos XVII y XX

Autor : Abreu, M. 2000 a partir de Mapa Toponímico del siglo XVII y Planimétrico GEOCUBA.

La imagen que se acompaña, proporcionada por especialistas del Instituto Nacional de Planificación Física, recoge el territorio actual que fue ganado al mar dentro la bahía y el trayecto por donde iba la Zanja Real.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Además de los elementos naturales muchos de los ríos requirieron segar sus cauces o erigir puentes como los de los ríos Marianao y Almendares para garantizar la circulación por el Camino Real de Vuelta Abajo que sigue el trayecto de la hoy avenida 51. Asimismo, el río Almendares desempeñó un papel importante, no solo como suministrador de agua potable en los primeros años de la colonización, sino también en la expansión de la población habanera a lo largo de lo que siglos más tarde sería la Avenida 23, constituyó un obstáculo complejo que salvar, por lo que las construcciones de sus puentes se pospusieron hasta principios del siglo XX. A partir de esas construcciones se facilitó la circulación hacia el oeste del poblamiento por la avenida 23 y calle Calzada, garantizando con ello las urbanizaciones de los repartos Kholy y Miramar, las que dieron lugar a varios pleitos entre los dueños de terrenos y financistas de esas obras.

También existieron ejes o líneas de expansión por las que la población circularía sin impedimentos de forma natural, apoyándose en primer lugar en las primeras concesiones de tierra que otorgaría el cabildo a partir de la fundación de la villa.

Así poco a poco a lo largo del siglo XVI, la población cercana a la antigua plaza central ubicada en los terrenos detrás del Castillo de la Fuerza, se fue extendiendo primero en torno a tres calles, una suerte de ejes de expansión de su poblamiento. Primero, el eje de las calles de los Oficios y de los Mercaderes, como más próximas al punto de desembarque de los navíos; también por la hoy calle Muralla, que daba salida al campo donde se situaron los primeros sitios de labranza en el recorrido del llamado Camino de San Antonio, que después se convertiría en avenida de Luis Gonzaga o de la Reina.

Un viajero que visitaba la ciudad (Wurdemann, J., 1989, 47) en 1843 refería que las calles eran uniformes y se cruzaban en ángulo recto, que en 1584 la villa solo tenía cuatro calles y citaba que los notarios de aquellos días comenzaban sus escrituras con la frase: “Se publica en las cuatro calles de esta Villa”, por lo que a consecuencia de ello en el año de su visita a la ciudad no pasaban de 15 las calles dentro de la muralla.

También la población se expandiría hacia el norte por las calles de Habana y después por las de Aguiar y Cuba, porque conducían a un camino bien protegido cerca del litoral que se dirigía hacia el oeste hasta el torreón de la caleta de San Lázaro donde había permanentemente apostados vigías para avisar la llegada de piratas (Torre, José María de la, 1857, 17).

Pocos años después de concluido el Castillo de la Real Fuerza, en 1584, la población comenzó a extenderse hacia el litoral surde la propia Habana intramuros por el camino que llevaba primero, al llamado barrio de Campeche sobre los terrenos cercanos a la que es hoy la iglesia de La Merced y que se destinó para concentrar los indios que sustituyeron a la población aborigen ya diezmada y que procedían de Yucatán. El camino llegaba después a lo que entonces se llamaba el Ancón, la actual ensenada de Guasabacoa donde desemboca el río Uyanó o Luyanó, que dio nombre a la barriada del mismo nombre y cuyas aguas abastecieron el consumo de la villa hasta 1591. Esta vía muy rudimentaria también sirvió para acceder por tierra al caserío de Regla (Ibídem).

Hubo también un proceso temprano de expansión de la comunicación externa de mayor alcance de la villa que se extendió mayormente hacia el sur, bordeando el camino de Jesús del Monte, actualmente Calzada del Diez de Octubre y que resultaba el camino inicial de entrada de las producciones de cobre y madera de gran valor y también alimentos, extraídos de la región más oriental de la isla que llegaba por barco hasta el poblado de Matabanó, hoy Batabanó, con el propósito de ser llevados a España en los barcos de la flota.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS De igual manera y casi coincidente en el tiempo, otro eje de expansión externa seguía el curso de dirección de la Zanja Real, por Carraguao hasta el Cerro y se entroncaba ahí con el camino de Jesús del Monte a la altura del puente de Chávez, pero siguiendo un rumbo hacia el este para continuarse como camino a las barriadas del Cerro, Puentes Grandes y más adelante Camino Real de Vuelta Abajo. Este último tramo del camino, llamado Calle Real o Avenida 51, años después aumenta su importancia cuando en 1832 se construye sobre el curso medio del río Marianao, el puente de La Lisa, considerado una de las más importantes construcciones del gobierno colonial en La Habana en aquellos años (Roig De Leuchsering, óp. cit, 38).

En el espacio de la capital se iba tejiendo una incipiente trama urbana con ejes de poblamiento radial que partían desde las puertas de la muralla, primero hacia el sur e inmediatamente hacia el oeste para acceder a los caminos que enlazaban a la villa con Batabanó y Vuelta Abajo, respectivamente, muy lejos aún en la distancia.

Alrededor de la ciudad se habían logrado edificar, casas de paredes de madera y techos de palma, muy cerca de las parroquias en terrenos donados por los propietarios de las concesiones de tierra otorgadas por el cabildo. Así nacieron barriadas como Jesús del Monte, San Miguel del Padrón, El Cano, Managua, Quemados, entre otras, cuyos nombres respondieron a los sitios mercedados de aquella época; además surgieron de tal manera antes citada, los barrios de Guadalupe, La Salud, Jesús María, cercanos a las murallas, y también Regla (Venegas Fornias, Carlos, 2002). Ahora bien, aunque en Cuba no se desarrolló el régimen feudal con los llamados señoríos, también surgieron los poblados de El Rincón y Santiago de las Vegas que se fundaron en las ricas posesiones del marquesado de San Felipe y Bejucal y de Santa María del Rosario en tierras de los condes de Casa Bayona.

Durante el siglo XVIII fueron escasos los avances en materia de fundaciones de asentamientos alrededor de los ejes nombrados y de los enlaces que partían de ellos, tal como demuestran las fechas de fundaciones de los asentamientos en el mapa 5 del epígrafe II.1. Entre 1757 y 1798 había 13 asentamientos con menos de 20 casas en los terrenos aledaños a La Habana extramuros. Pero ello cambiaría en los primeros años del siglo XIX, en 1817, cuando ya la plantación esclavista azucarera estaba en franco crecimiento había 59 poblados en la antigua jurisdicción y 21 estaban en un radio de 40 kilómetros alrededor del centro (ibídem). Por las calles de La Habana intramuros en 1810, circulaban 2500 volantas, que suponían más de 3 mil bestias diariamente; el estado de las calles llenas de lodo casi todo el año, con excepción de las adoquinadas, primero con maderas y luego con cantos de roca caliza o serpentina, explicaba la preferencia de este medio de transporte y también el poder de las clases adineradas. La cantidad de caballos y mulas a alimentar pone de manifiesto el uso agrícola de muchos terrenos en los alrededores inmediatos de la capital que se convirtieron en potreros 34 (ibídem).

El desarrollo del ferrocarril se inició en la tercera década del siglo XIX. En 1837 llegó a Bejucal, partiendo de su primera estación, la Estación de Villanueva, que estaba entre las Puertas de Tierra y Monserrate, en parte de los terrenos que hoy ocupa Nacional, bordeaba las faldas del Castillo del Príncipe y se encaminó hacia los terrenos de Ciénaga donde están hoy los talleres con ese nombre en la intersección de Calzada del Cerro y Avenida de Rancho Boyeros, dirigiéndose desde allí

34 Jacobo de la Pezuela, Antonio del Valle Hernández y Juan Pérez de la Riva confirman estas referencias en algunas de sus obras.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS para enlazar Santiago de las Vegas y más al sur Bejucal, por lo que algunos caseríos cobraron vida a lo largo de este último tramo.

El ferrocarril no cambiaría en mucho la expansión del poblamiento a lo largo de sus vías en los terrenos de la Jurisdicción de La Habana, como si lo hizo en el resto de las jurisdicciones vecinas, cuando este medio de transporte llegó hasta allá. En La Habana no se empleó para el transporte de caña sino parta el traslado de azúcar al puerto.

A finales del siglo XIX y principios del XX se desarrollan algunas vías férreas urbanas haciendo uso del tranvía, como en la calle Línea creándose un eje de poblamiento que uniría el barrio de El Carmelo, originado cerca de la desembocadura del rio Almendares con la parcelación de El Vedado, los que se unirían a la altura de la hoy Calle Paseo

El malecón habanero con cerca de 8 kilómetros hoy de largo, se construiría con su avenida y muros de contención, primero desde el Castillo de La Punta hasta la calle de Belascoaín en 1901, luego desde allí hasta el parque donde estuvo el monumento al Maine al costado del Hotel Nacional en 1921; años más tarde, en 1930, desde ese lugar hasta la Avenida de los Presidentes y, por último, en los primeros años de la década de l950 hasta el torreón de La Chorrera. Durante esos años se fueron erradicando los baños populares que la población fue creando en partes del litoral habanero (ibídem)

La carretera central que comenzó en la segunda década del siglo XX, crearía una línea interminable de edificaciones por las vías que se utilizaban para acceder a Luyanó, San Miguel del Padrón y demás poblados hacia el este y llegar hasta Güines en su recorrido. Algunos especialistas admiten que la carretera central sirvió para mejorar las comunicaciones con el resto del país, pero también para desarrollar el poblamiento lineal a lo largo de todo el país y facilitar la entrada de los inmigrantes que se asentaron en terrenos que iban rellenándose en los municipios del este a lo largo de esa vía. (Centro de Estudios Demográficos, 1976)

Con la construcción del túnel de la Bahía de La Habana en 1958, que une un extremo a otro de la misma, se terminaría lo que algunos llaman la Batalla de los Tres Puentes 35 y, dio lugar a la circulación expedita por toda la Avenida Monumental y su enlace con la Vía Blanca y las parcelaciones de varios repartos y playas a finales de la década del 50. Algunas de esas parcelaciones se truncaron en 1959 con el advenimiento del período revolucionario, y la revolución en el poder las utilizó posteriormente, creando numerosas urbanizaciones hacia el este de la ciudad.

Grandes islas dentro de la gran ciudad se fueron creando en el proceso de expansión del poblamiento habanero, especialmente en el siglo XX. El tejido urbano no es continuo, existen barreras, naturales como los terrenos cenagosos y bajos del curso de algunos afluentes del río Almendares y de grandes obras construidas en el proceso de desarrollo como instalaciones fabriles y de servicios hospitalarios, que algunas se construyeron en el primer tercio del siglo XX y otras como los más de veinte cementerios existentes en la capital, datan del siglo XIX. También las redes viales secundarias no enlazaban repartos que se expandían de forma natural y otros que se creaban de manera desordenada y respondiendo a intereses especulativos.

35 Los intereses financieros de grandes empresarios propietarios de terrenos y urbanizaciones se disputaron la primicia de las áreas de expansión más lejanas de la ciudad, pero ello suponía vencer obstáculos como el río Almendares y la bahía mediante la construcción de puentes y túneles, que subían el valor del suelo de los repartos contiguos.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS La trama urbana heredada a partir del siglo XIX pone en evidencia que la expansión del poblamiento residencial se hizo a grandes saltos. Así, por ejemplo, ocurre la creación de los barrios populares y marginales como El Horcón y Jesús María, que ya no cabían en la Habana intramuros, pero también los que rodeaban a las urbanizaciones o repartos de la oligarquía y burguesía habanera que también saltaban la muralla hacia terrenos inmediatos de la Habana extramuros. Así se encuentran las urbanizaciones de Guadalupe, El Pilar, El Canal que iban rodeando los repartos de la burguesía o se apoderaban de ellos cuando las clases adineradas volvían a rebasar esos límites. Esos islotes recorren la ciudad y se observan en los municipios Plaza de la Revolución, Cerro y en el municipio Playa rodeando parte de Miramar (Arquitectura, Habana 1, 1971). El proceso revolucionario iniciado en 1959 cambió drásticamente ese panorama.

Evolución de las densidades demográficas a través de los censos

En el anexo II.4 se muestra la información que ha servido para elaborar cuatro mapas donde se refleja la distribución de las densidades demográficas de la población residente según los cuatro censos de período revolucionario. El cálculo de las densidades no fue posible llevarlo a cabo con la información de los censos del período colonial por no constar en ellos el área o superficie de las jurisdicciones de esas épocas, con excepción de los censos de 1792 y 1861 porque en el diccionario de Jacobo de la Pezuela aparecía información sobre la superficie de las jurisdicciones en esos períodos históricos.

Se acompañan los mapas de las densidades de los municipios capitalinos para los censos del período revolucionario.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Mapa 7. Distribución de las densidades demográficas por municipios capitalinos según los resultados delos censos del período revolucionario : 1970 a 2012

Para interpretar mejor los resultados habría que apoyarse en el anexo II. 4 donde aparecen los valores de las densidades demográficas de cada municipio capitalino según censos del período revolucionario.

En ellos se aprecia que los cambios de categorías más notables se ponen de manifiesto en el municipio de La Habana del Este en 1970, cuya densidad asciende de categoría en los mapas de los censos posteriores. Igualmente se observan cambios de categorías en el municipio de Centro Habana porque los valores de su densidad descienden en cerca de 10 mil habitantes de 1970 a 2012

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS El mapa 8 que se adjunta responde a un trabajo complejo de localización por los autores de identificación en la Base Cartográfica Digital del Censo de Población y Viviendas del año 2012 de los repartos o nuevas urbanizaciones construidas después del triunfo revolucionario. Estas localizaciones se precisaron a partir de algunas fuentes municipales publicadas en formato digital en la primera década del 2000 36 y mediante el criterio de expertos.

Mapa 8. Localizaciones aproximadas de algunos repartos o barrios construidos después del triunfo de la Revolución

La mayoría de estas urbanizaciones fueron construidas con edificios multifamiliares o biplantas levantadas en espacios verdes que formaban parte de los municipios de la capital.

Otras respondieron a repartos destinados a la población que residía en los antiguos barrios marginales que nutrían el cinturón que rodeaba la ciudad a finales de 1950.

Se aprecia que en los municipios de Centro Habana y Habana Vieja no aparecen ese tipo de repartos debido a que los mismos no presentaban espacios verdes que permitiese su construcción, aunque si cuentan con edificios de más de 10 plantas en alguna barriada que no fueron tomados en cuenta en este mapa por el tamaño de la escala

También debe destacarse la escasa presencia de este tipo de repartos en el espacio geográfico de los municipios de Guanabacoa y porción oriental de La Habana del Este, donde se localizan centros de trabajo, unidades militares y en especial potreros y fincas.

36 Se trata de las historias de los 15 municipios de la provincia de La Habana que se elaboraron por grupos de especialistas locales de cada territorio y que fueron orientadas por el Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba en ese período, las que aparecen en formato digital disponibles en la Oficina del Plan Maestro de la Oficina del Historiador de La Habana...

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS PARTE III: LA COMPOSICIÓN DE LA POBLACION SEGÚN DIFERENTES ATRIBUTOS A PARTIR DE LOS CENSOS

III.1. Las características de la población en La Habana y en sus territorios colindantes según censos del período colonial

“… Los vaqueros tornan sus numerosas vacas a sus pastos, ya por la calle de la Reina, ya por la calzada del Monte, como para acabar de obstruir el paso, interrumpido Incesantemente por multitud de carruajes y caballos que van y vienen por ellas a estas de la mañana…” Fragmento de un artículo costumbrista sobre los pobladores de La Habana antigua.

Los censos de población proporcionan información del estado de la población en el momento del levantamiento acerca de la residencia en un lugar determinado, la composición de ésta por sexo, edad y color de la piel además de otros atributos como el nivel de escolaridad, la situación ante la actividad económica, la situación conyugal, la composición de las familias atendiendo al número de sus integrantes y sus relaciones de parentesco, y otras, que están en dependencia de los objetivos del estudio que se realice.

Dentro del estudio de las características o atributos socio-demográficos de la población, resultan fundamentales las variables de carácter general, sexo, edad y color de la piel, que con frecuencia se incluyen en los censos de población para realizar el análisis del estado o composición de la población.

En el caso de Cuba, son escasas y poco confiables las fuentes de información sobre la población durante los primeros dos siglos y medio de fundada La Habana. Posterior a este período, se cuenta con una cantidad importante de censos a lo largo de su historia, lo que constituye un excelente medio para analizar el estado de la población cubana.

Estas características fundamentales de la población se pueden estudiar de diversas maneras, pero en este estudio se van a abordar fundamentalmente a partir de las proporciones de personas por sexos, por grupos de edades y por color de la piel 37 , con respecto a la población total.

Fueron necesarios más de 260 años de coloniaje español, para que la metrópoli europea sintiera la necesidad de llevar a cabo un recuento censal de los pobladores y riquezas de la “siempre fidelísima Isla de Cuba”, y ello se realizó pocos años después de la retirada en 1763 de la ocupación inglesa de La Habana. A partir de entonces se realizaron otros ocho censos generales en la época colonial, que enriquecieron la tradición censal del país, además de varios censos locales. A partir del levantamiento censal de 1774, siguieron los recuentos de 1792, 1817, 1827, 1841, 1846 38 , 1861, 1877 y 1887, por lo que se dispone de una serie sucesiva de informaciones relacionadas con algunas las características

37 Para el estudio de esta variable se emplea el concepto de raza que alude a características antropológicas y etnográficas. En el caso del color de la piel los censos coloniales distinguen entre blancos y personas de color. También se clasifican los habitantes de acuerdo con la pigmentación de la piel y suelen clasificarse por separado a los mestizos, nacidos del mestizaje o cruzamiento de personas con colores de la piel diferentes. 38 El Censo de 1846 tuvo una omisión muy elevada, razón por la cual no es considerado por varios demógrafos como una fuente confiable. Incluso no se hace referencia al mismo en la historia censal del país. No obstante, fue utilizado en este estudio sobre La Habana en términos de estructura para caracterizar algunos atributos de la población

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS demográficas generales de la población total y jurisdicciones coloniales hasta el censo de 1861 y los ayuntamientos municipales en los censo de 1877 y 1887.

Debe aclararse que no siempre fue posible analizar la composición de la población según los atributos y características explicadas anteriormente para el espacio territorial u objeto de este estudio: La Habana, por lo que, en la mayoría de las ocasiones, se va a emplear información sobre la población de las jurisdicciones o ayuntamientos municipales coloniales

Se ofrecerá información no solamente para la jurisdicción colonial de La Habana, donde está comprendida la ciudad, sin que exista observación explícita sobre el área y límites de la misma, por lo que se utilizó la jurisdicción de La Habana como patrón de referencia en ausencia de datos más específicos sobre la capital. Es necesario aclarar que en este estudio se utilizan como unidades geográficas de análisis las jurisdicciones colindantes a La Habana, a saber, Santiago de las Vegas, Santa María del Rosario y Guanabacoa, porque todas ellas en conjunto forman en parte, lo que hoy es el territorio actual de la provincia de La Habana. Además, se incluyen a los efectos de hacer comparaciones

La composición de la población por sexos y el índice de masculinidad en la Jurisdicción de La Habana y otras colindantes a través de diferentes censos coloniales

Las tablas que se muestran en los anexos, ofrecen información sobre la composición de la población por sexo en los censos de 1774, 1792, 1827,1846, 1861 y 1887.

En los años comprendidos de 1774 a 1873, entraron a Cuba un millón 273 mil 900 esclavos que fueron arrancados violentamente de sus tierras para ser posible el desarrollo de la plantación esclavista (Pérez de La Riva, Juan, 1974, 80). Entre 1763-1800 en Cuba, se introdujeron 109 mil 600 esclavos originarios de África, esto trajo como consecuencia que en casi cuatro décadas entraron más esclavos, que en los dos siglos y medio anteriores a la toma de La Habana por los ingleses (Los Censos…, 1988, 97).

En los 10 años transcurridos entre 1817-1827, la tasa media anual de crecimiento fue de 2,1% y de 2,5%. Estas tasas de crecimiento de la población, relativamente altas, se asocian a la trata libre de esclavos, producto de la expansión azucarera, que se convirtió en el primer renglón de exportación en esa época en Cuba (Ibíd.145).

Los efectos de las migraciones a nivel de la población repercuten sobre la evolución en el tiempo de su composición por sexos.

Para analizar la composición de la población por sexo se utiliza el llamado Índice de Masculinidad 39 . En este caso se pone de manifiesto el tema de la calidad de algunos censos. Nótese que para 1774 el indicador para La Habana es de 1505 hombres por cada mil mujeres. De igual forma, en las jurisdicciones colindantes es de 1790, mientras que en Cuba es de 1413. Sin embargo, para el siguiente censo el valor del indicador está por debajo de mil en todos los casos, lo que indica que hay más mujeres que hombres. Vale aclarar que demográficamente no es posible que ocurra un cambio tan brusco en el breve plazo de 18 años que transcurrió entre ambos censos, sin que haya ocurrido

39 Es el cociente que resulta de relacionar el número de personas del sexo masculino con la cantidad de personas del sexo femenino, expresado regularmente por cada mil habitantes de la población masculina

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS una guerra catastrófica. El barón Alejandro de Humboldt estudió detenidamente estos dos primeros censos (Humboldt, A., 1826) y al igual que otros estudiosos llegó a la conclusión que hubo una importante omisión en el censo de 1792 de 88 mil 721 personas (Cuba, Estimaciones /…/, 1998, 127).

Posteriormente, ya en el censo de 1827, el indicador es para La Habana de 1333 hombres por cada mil mujeres y en el resto de las subdivisiones territoriales analizadas mantiene una secuencia con tendencia a la baja, pero en niveles lógicos con respecto a lo registrado en el censo de 1774.

Obviamente, los elevados valores del Índice señalados están asociados al efecto de la trata, con predominio de hombres entre los esclavos africanos, a lo que se suma la inmigración de peninsulares que venían a probar fortuna a la colonia. Así mismo, la disminución posterior de este indicador está relacionada con la supresión paulatina de la trata ilegal de esclavos, y por la sobre mortalidad masculina producida por la Guerra de los 10 Años, que afectó fundamentalmente a la población negra masculina

Los cuadros que se muestran reflejan los valores de este indicador. Se revela información no solamente para la jurisdicción colonial de La Habana, donde está comprendida su ciudad. Se añade información sobre la composición de la población por sexos de las jurisdicciones colindantes empezando por el oeste, jurisdicciones de Santiago de las Vegas, Santa María del Rosario y Guanabacoa, porque todas ellas en conjunto forman en parte, lo que hoy es el territorio actual de la provincia La Habana.

Cuadro III.1.1. Índices de Masculinidad de la población residente según Jurisdicción de La Habana, las colindantes y Cuba en censos coloniales (1774-1887).

Total de las Jurisdicción de Censos Jurisdicciones Cuba La Habana Colindantes

1774 1 505 1 790 1 413 1792 866 977 1 138 1827 1 333 1 433 1 344 1846 1 213 1 785 1 323 1861 1 292 1 177 1 268 1887 1 251 1 028 1 167

Fuente: Cálculos de los autores a partir del Anexo III.1.1.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Figura III.1.1. Índices de Masculinidad según jurisdicciones de La Habana, las colindantes y Cuba en los censos de 1774 a 1887

Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos de los censos de población de 1774, 1792, 1827, 1846,1861 y 1887 que aparecen en el Anexo III.1.1.

La población según grupos de edades en la Jurisdicción de La Habana y las jurisdicciones colindantes según censos seleccionados

El tratamiento de la información por edades en los primeros censos coloniales fue irregular y complejo para establecer comparaciones. Los tabulados se conformaban por grupos de edades agrupados de maneras diferentes. Es por ello que se seleccionaron tan solo la información de los censos de 1827 y de 1846, agrupando los datos solo en dos grandes grupos de edad, de 0 a 15 años y 15 años y más. La existencia de información por sexo en ambos recuentos censales posibilitó enriquecer el análisis con el cruce de información por sexo y edad.

Se evidencia que, en todos los grupos de edades de todas las jurisdicciones analizadas, hay más hombres que mujeres. En cuanto a la cantidad de población según estos dos grandes grupos de edades, como era de esperarse, es mayoritaria la población de 15 y más años dada la amplitud de ese grupo abierto, tanto de hombres como mujeres, pero su proporción disminuye entre los dos censos, tanto para un sexo como para el otro.

En la jurisdicción de La Habana la proporción de hombres menores de 15 años es superior a la de mujeres de esa misma edad, sin embargo, en el censo de 1846 dichas proporciones se igualan.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Además, la proporción de hombres de 15 y más años en la Jurisdicción de La Habana se reduce entre ambos censos.

En el año 1827, la población masculina de las jurisdicciones colindantes a La Habana concentraba un 43,4% de la población de 15 años y más. Situaciones análogas se observan para La Habana y en general para Cuba, donde en todos los casos sobrepasan el 40 %. Llama la atención que en el censo de 1846 la proporción de hombres de 15 y más años de La Habana y Cuba mantenían similares proporciones, próximas al 40 %, sin embargo, las jurisdicciones colindantes redujeron su proporción por debajo del 38 %

Figura III.1.2 Proporciones de población por grupos de edades en las Jurisdicción de La Habana, las colindantes y Cuba en los censos seleccionados de 1827 y 1846

Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos de los censos de población de 1827 y 1846 que aparecen en los anexos.

Población residente por color de la piel en las Jurisdicciones de La Habana y colindantes según los censos seleccionados

La composición de la población por color de la piel para Cuba, vista a través de los censos coloniales, muestra como la proporción de población con color de piel negra fue aumentando entre 1774 y 1827, cuando la proporción de personas no blancas sobrepasó a la blanca hasta alcanzar el 55,8 % del total.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS A partir de ese momento comienza un descenso en la proporción de la población negra y mestiza que llega al 30,0 % en el último censo de la etapa colonial.

Cuadro III.1.2. Estructura de la población por color de la piel en las Jurisdicciones de La Habana, colindantes y Cuba según censos coloniales (1774 a 1887)

Total en Años censales / La Habana Juridicciones Cuba Color de la piel Colindantes

1774 Población Blanca 57.4 59.2 56.2 Población de Color 42.6 40.8 43.8 1792 Población Blanca 45.9 55.8 49.0 Población de Color 54.1 44.2 51.0 1827 Población Blanca 40.6 36.5 44.2 Población de Color 59.4 61.9 47.9 1846 Población Blanca 51.5 53.9 47.2 Población de Color 48.5 46.1 52.8 1861 Población Blanca 59.8 54.6 54.8 Población de Color 40.2 45.4 45.2 1887 Población Blanca 72.9 75.0 67.6 Población de Color 27.1 25.0 32.4

Fuente: ONEI/CEPDE. El color de la piel según el Censo de Población y Viviendas de 2012, La Habana, julio 2015.

En 1861, los porcentajes de población blanca de nuevo superan al resto de los grupos étnicos debido a la disminución del tráfico legal y clandestino gracias a la abolición total de la esclavitud (Ibídem, 1988, 97).

Las transformaciones económicas, especialmente en la industria azucarera, trajeron consigo cambios radicales en la composición de la sociedad cubana, destacándose la ruina de los terratenientes criollos orientales, que se convirtieron en arrendatarios o propietarios pequeños dependientes de los centrales azucareros «colonos», mientras que la abolición de la esclavitud, significó el desarrollo del proletariado, o sea, el surgimiento de una nueva clase social (Ibídem, 1988, 196).

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Figura III.1.3. Por ciento de la población según el color de la piel y el sexo en las Jurisdicciones de La Habana, colindantes y Cuba (1774 a 1887)

La Habana Población Total Masculina Femenina Blanca de Color Blanca de Color Blanca de Color 1774 57.442.6 42.6 58.042.0 42.0 56.543.5 43.5 1792 45.954.1 54.1 51.548.5 48.5 41.059.0 59.0 1827 40.659.4 59.4 38.861.2 61.2 43.256.8 56.8 1846 51.548.5 48.5 52.347.7 47.7 50.649.4 49.4 1861 59.840.2 40.2 59.440.6 40.6 60.339.7 39.7 1887 72.927.1 27.1 77.322.7 22.7 66.034.0 34.0

Jurisdicciones colindantes a La Habana Población Total Masculina Femenina Blanca de Color Blanca de Color Blanca de Color 1774 59.240.8 40.8 54.445.6 45.6 67.732.3 32.3 1792 55.844.2 44.2 56.643.4 43.4 55.144.9 44.9 1827 36.563.5 63.5 32.967.1 67.1 41.658.4 58.4 1846 53.946.1 46.1 51.648.4 48.4 56.643.4 43.4 1861 54.645.4 45.4 55.844.2 44.2 53.246.8 46.8 1887 75.025.0 25.0 77.322.7 22.7 72.627.4 27.4

Cuba Población Total Masculina Femenina Blanca de Color Blanca de Color Blanca de Color 1774 56.243.8 43.8 55.344.7 44.7 57.542.5 42.5 1792 49.051.0 51.0 49.950.1 50.1 48.151.9 51.9 1827 44.255.8 55.8 41.858.2 58.2 47.452.6 52.6 1846 47.252.8 52.8 45.055.0 55.0 50.249.8 49.8 1861 54.845.2 45.2 55.944.1 44.1 56.143.9 43.9 1887 67.632.4 32.4 68.831.2 31.2 66.233.8 33.8

Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos de los censos de población de 1792 a-1887 a partir del Anexo III.1.3.

Las figuras que se acompañan, muestran las proporciones de población blanca y de color, pero en esta ocasión ponen de manifiesto su distribución por sexos a nivel de Cuba, La Habana y las jurisdicciones colindantes. La gráfica sirve a grandes rasgos para revelar que las proporciones de población blanca fueron, en general, mayores a nivel de la población femenina con respecto a la mostrada por la población masculina. Una razón de ello se relaciona con la escasa presencia de mujeres en los contingentes de esclavos.

Alfabetismo y analfabetismo durante la época colonial en la Jurisdicción de La Habana y las jurisdicciones colindantes según censos disponibles

La información al respecto del nivel de escolaridad fue bastante incompleta en el período colonial y cuando se indagó, se hizo acudiendo a la pregunta si la población sabía o no leer y escribir. Se refleja solamente la información analizada en los resultados del censo de 1887 y a partir de ésta se recogen en anexo y figura respectiva, los resultados de dicha indagación.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS En el anexo III.1.2se exponen los porcientos de población alfabetizada 40 , es decir, que declararon que sabían leer y escribir para el año 1887, obteniendo como resultado que para la jurisdicción de La Habana existía 55,7% de alfabetos 41 y un 40,8% de analfabetos 42, con respecto a la población total de La Habana.

Los datos para el total de Cuba en dicho censo revelan la existencia de un 26,0% de alfabetos y 72,3% de analfabetos; esto indica que a pesar del alto grado de analfabetismo que mostraba la población en La Habana, está ya poseía probablemente una concentración de recursos humanos más instruidos, debido a una diversificación mayor de sus actividades económicas y de servicios.

De manera general, en el gráfico referente al nivel de escolaridad para el año 1887, se observa que La Habana es la provincia con un mayor nivel de instrucción con respecto a Cuba y al resto de sus provincias. Además, las zonas colindantes con un 33,6% están por debajo de La Habana, pero por encima de Cuba y el resto de la isla.

Figura III.1.4. Porciento de población alfabeta y analfabeta según La Habana, municipios colindantes y Cuba en el censo de 1887

Nota: Se excluyen de los porcentajes las poblaciones que no respondieron a la pregunta. Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos del Anexo correspondiente.

40 La información censal disponible en los censos coloniales tan solo brindó datos sobre personas que sabían o no leer y escribir sin alusión alguna a niveles de instrucción. Las personas que a una cierta edad saben leer y escribir forman parte del grupo de alfabetos, las restantes personas se consideran analfabetos. 41 Se considera alfabetos a aquellas personas que declararon ser capaces de leer y escribir, al menos un texto sencillo de hechos relativos a su vida cotidiana. 42 No cumple la condición de alfabetos, son personas que no saben leer ni escribir.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Las proporciones de población ocupada en sectores de la actividad económica en las jurisdicciones de La Habana y colindantes según censos coloniales seleccionados.

Antes del inicio de la época de los levantamientos censales en La Habana, ya la población residente en la parte amurallada de la ciudad, resultaba menor en número a la cantidad de residentes que vivían en la porción extramuros y en las jurisdicciones vecinas, por lo que el mayor número de población ocupada se encontraba en las afueras, tanto los esclavos como la población blanca y liberta, que se dedicaban, principalmente a las actividades agrícolas y de apoyo a éstas.

En La Habana intramuros se desarrollaban muchas actividades ocupacionales que estaban asociadas a la atención al sistema defensivo y prestación de servicios a la población transeúnte que cada año arribaba al puerto en los navíos de la flota. Desde muy temprano se empezó a poner de manifiesto cierta vocación terciaria de la población habanera como una condición heredada desde los orígenes de la fundación de La Habana. Durante los escasos meses en que los barcos no estaban anclados en la bahía, la población habanera se enfrascaba también, junto con los esclavos, en la construcción de plazas, conventos, iglesias y grandes mansiones en donde residía la población adinerada.

El censo habanero de 1828 y el levantamiento de 1861 recogen informaciones muy útiles a propósito de la cantidad de personas que desempeñaban actividades lucrativas, es decir, llevaban a cabo ocupaciones por las que recibían una remuneración o salario, es decir se trata de población libre y las personas emancipadas. En el caso del censo de 1828, la misma se refiere solo a la población masculina, mientras que el censo de 1861 recoge los dos sexos.

En los anexos III.1.3 se incluye la población, que hemos concebido como ocupada, sin que puedan identificarse las edades de incorporación a las mismas y sin que se conozca la cantidad de personas que estuviesen desarrollando más de una actividad lucrativa u ocupación. A partir de la información extraída de ambos recuentos, los autores determinaron las actividades ocupacionales vinculadas a los sectores primario, secundario y terciario de la economía.

Figura III.1.5. Proporciones de población ocupada en sectores de la actividad en la Jurisdicción de La Habana en el censo local de 1828

Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos del censo de 1828 a partir del Anexo III.1.3.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS La figura expone la proporción de personas ocupada por los tres sectores de la actividad en La Habana para el censo local de 1828. Se puede observar que en la jurisdicción habanera se concentraba mayormente la población ocupada 43 en el sector terciario, es decir, el vinculado a la prestación de servicios, actividades gubernamentales, etc.

En Cuba predominaba de manera general, la rama primaria de la actividad, o sea, las ocupaciones agropecuarias, de la pesca y de extracción minera, pero en contraposición a ello, había más trabajo en el sector terciario de la economía en La Habana, que en el resto de los jurisdicciones, debido a que en las últimas estaban más dedicados a trabajos realizados en medios rurales que se desarrollaban en las afueras de la jurisdicción donde estaba la capital, mientras que la mayor concentración de población laboral se encontraba en la capital, producto de sus atractivos y diversos servicios, mejores medios de trabajo, situación geográfica, entre otros.

En el anexo III.1.3 que brinda la información del censo de 1828, de manera general, las ocupaciones de los blancos se diferenciaban de los de las personas de color y libres, ya que estos últimos se dedicaban fundamentalmente a las actividades domésticas y otras ocupaciones como: carpinteros, zapateros, sastres, peones, albañiles, carretilleros, talabarteros y carceleros; mientras que los blancos estaban dedicados al sector del comercio y de la tabaquería. Había ocupaciones exclusivamente de blancos, como son, boticarios, cirujanos, hacendados, letrados, etc. Estas diferencias son el reflejo del sistema racista y esclavista dominante.

La figura que sigue a continuación muestra las proporciones de población ocupada según el desempeño de actividades lucrativas asociadas a los sectores de la economía según el censo de 1861 para la Jurisdicción de La Habana y la suma de ella más la de las jurisdicciones colindantes. Se pueden establecer comparaciones entre esta última, es decir, el espacio aproximado que ocuparía la provincia de La Habana actual y la población ocupada en Cuba según sectores.

Figura III.1.6. Proporciones de población ocupada en sectores de la actividad económica en las Jurisdicciones de La Habana y colindantes según el censo de 1861

Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos del censo de población de 1861 a partir del Anexo III.1.3

43 Personas de 15 años y más ocupadas con un empleo remunerado, bien en dinero o en especie.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS En general, las informaciones recopiladas y procesadas de los censos pertenecientes al período colonial, han intentado ofrecer una imagen de las características más relevantes de la población de la Jurisdicción de La Habana y de aquellas jurisdicciones como las de Guanabacoa, Santa María del Rosario y Santiago de Las Vegas, que permiten acercarnos, a través del tiempo, al territorio de la actual provincia de La Habana.

Las variables del estado de la población tales como proporciones por sexos, por grupos de edades, por color de la piel, por condición alfabetizada de la población residente y ocupación según sectores de la economía, reflejan, no obstante, la carencia de los resultados de algunas preguntas en los censos coloniales, que la población habanera en el período censal correspondiente al siglo XIX era una población donde predominaban efectivos masculinos, de origen peninsular y africano. Los efectos de la inmigración internacional que esta región recibió y la condición puerto escala de la ciudad influyeron en las características de su población en este período.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS III.2. Las características de la población en el municipio de La Habana y en los municipios colindantes según censos del periodo republicano (1899 a 1953)

Por supuesto que a Cuba se le ha dejado poca o ninguna independencia con la Enmienda Platt... Creo que es una adquisición muy deseable para los Estados Unidos, la Isla se norteamericanizará gradualmente y a su debido tiempo contaremos con una de las ricas y deseables posesiones que hay en el mundo... Wood, Leonardo, 1901

La composición de la población de Cuba al finalizar el dominio español, y las estrategias que fue diseñando el mando militar estadounidense en el territorio en aquellos años, resultan elementos importantes para entender muchos de los problemas que tenía la sociedad de entonces, así como los retos a los que se debía enfrentar.

Con la firma del Tratado de Paz de París 44 , el 10 de diciembre de 1898, terminaba el imperio colonial español. Mientras, los Estados Unidos se insertaban entre las potencias mundiales más fuertes, tras la búsqueda de nuevos mecanismos, acorde a sus necesidades y objetivos hegemónicos, para la dominación del mundo. En este contexto, Cuba se ubicaba entonces, en el punto de mira del imperialismo estadounidense (López Civeira, Francisca y otros, 2012).

El primero de enero de 1899 comenzó, de forma oficial, la ocupación norteamericana de Cuba. El Departamento de Guerra de los Estados Unidos decidió realizar un censo para conocer el estado de país al inicio de la ocupación, quizás con el propósito de evaluar el potencial de sus recursos, algo que a los españoles les había costado más de dos siglos llevar a cabo después de conquistada la isla (Ibídem). Los datos arrojaron para ese momento, una disminución del monto demográfico del orden de 2,5% del total de habitantes, que en 1899 era de 1 millón 572 mil 797, inferior al existente al comienzo de la guerra 45 .

La cruenta guerra desarrollada desde 1895 y la reconcentración de la población llevada a cabo por el Capitán General Valeriano Weyler, habían provocado grandes pérdidas en todo el territorio nacional, cuya población más afectada fue la menor de 14 años (López Civeira, op.cit.). Según los datos del Censo de1899, tres de los términos municipales pertenecientes a la Provincia La Habana más afectados por la reconcentración fueron Guanabacoa, La Habana y Regla. En el caso del primero, tenía 28 mil 043 habitantes en 1887 y en el año1899 disminuyó esa cantidad a 20 mil 080, mientras que, La Habana, en 1887 estaba habitada por 200 mil 448 personas, cifra que aumentó para 1899

44 Convenio o tratado de paz bilateral, entre los gobiernos de Estados Unidos y España, mediante el cual renuncia España a su soberanía y propiedad sobre Cuba, pero no se hizo referencia a la independencia de Cuba, lo que dejó demostrado las intenciones de Estados Unidos y provocó la frustración de las aspiraciones de libertad de los patriotas cubanos. En cuanto a Cuba, el Tratado de París echaba por tierra el sacrificio de su pueblo, durante 30 años de cruenta guerra que llevó aparejada la inmolación de varias decenas de miles de patriotas y la destrucción de gran parte de sus riquezas materiales. Un conjunto de factores condujo poco después a Estados Unidos al establecimiento en Cuba del modelo de dominación neocolonial y los vicios consecuentes a la administración foránea. 45 En el Censo de 1887 la población cubana de derecho era de 1 millón 609 mil 075 personas .

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS resultando en 242 mil 055 habitantes. Regla, por su parte, contaba en 1887 con un total de 10 mil 316 habitantes y en 1899 con 11 mil 363 46.

La situación existente con la población infantil se haría sentir en la escasez de fuerza de trabajo diez años más tarde, cuando este grupo debía llegar a la adultez y, por consiguiente, a la población activa. Sin embargo, en algunas de las ciudades de entonces, especialmente en la capital, se trató de preservar la imagen de una vida normal, con todas sus actividades sociales, mientras el país luchaba por su independencia.

Algunas características de los censos republicanos y sus aportes para estudiar el estado de la población en La Habana

Una vez terminado el dominio español sobre la Isla, fueron levantados seis censos nacionales. Los primeros, 1899 y 1907, estuvieron dirigidos por los gobiernos provisionales norteamericanos, o sea, primera y segunda intervenciones norteamericanas, y los siguientes, 1919, 1931, 1943 y 1953 por funcionarios de las instituciones gubernamentales cubanas concebidas para ese fin (Los censos…, Tomo I, Vol.1,1988).

El Censo de 1899 sería la base para la instauración de “un gobierno libre e independiente en Cuba”, por ello la importancia en la exactitud de los datos. Se determinó que las tablas del censo debían limitarse no solo a la población, sino también con datos y análisis sobre la agricultura y educación, por ser estos tres los asuntos de mayor importancia en el momento. El mismo se procesó en EE.UU. empleando técnicas modernas como la de tabular los datos con tarjetas perforadas. Se propuso entonces que el censo se realizara entre oficiales cubanos y norteamericanos bajo la supervisión del Gobernador General de la Isla, con la intención de condicionar la culminación de los trabajos censales a la perspectiva de creación de un gobierno cubano y dar a entender que el censo sólo perseguía examinar la situación económica de Cuba, como medida organizativa preliminar, y aparentar que el censo fue elaborado y dirigido por cubanos. Esta acción era una imagen más que clara de la conducta demagógica del gobierno norteamericano.

El Censo de 1907, entre sus propósitos tuvo además la elaboración de los Registros Electorales Municipales. Los datos obtenidos en el censo anterior, es decir en 1899, sobre agricultura y educación, se ignoraron en éste, falta que se reparó, en parte, con las estadísticas que aparecían en sus tablas de análisis sobre población.

El Censo de 1919 tenía como único objetivo ser un censo electoral, pero la Ley bajo la que se realizó instauró el sistema de censos decenales. El informe oficial del mismo se propuso para la creación de un buen servicio estadístico central, que ocupara el lugar que dejaría vacante la Oficina Nacional del Censo, en vista a su desaparición por falta de créditos.

La periodicidad decenal establecida no se cumplió en 1929, pues por la Ley de abril de ese año se dispuso su suspensión. Dos años más tarde, se levantó entonces un Censo de Población que comprendía también la “Estadística Industrial y Agrícola de Cuba”. Sus resultados fueron conocidos entre enero de 1938 y septiembre de 1939, mientras un resumen de su memoria inédita se publicó durante la época revolucionaria por iniciativa del Comité Estatal de Estadísticas en 1978. El Censo de 1931fue deficiente ya que los datos de población y sus agrupaciones eran inadecuados y con una

46 Los totales de población por municipios aparecen en los anexos III.1.2 (1887) y III.2.3 (1899)

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS completa omisión de investigaciones estadísticas de referencia. En cambio, ha de considerarse la opinión emitida por especialistas de la Harvard University Press 47 al comentar que los censos levantados en Cuba entre 1899 y 1931, en lugar de mejorar con el transcurso, se habían degenerado, tanto en su alcance como en su exactitud.

El Censo de 1943, a pesar de tener una técnica superior que el anterior, ignoró la línea de los trabajos sobre las estadísticas agrícolas, comerciales e industriales que se tuvieron en cuenta en el Censo de 1931. Fue organizado con prisas y sin la debida preparación para iniciar las labores censales, interferido por cuestiones de orden político, que establecieron un cerco alrededor del censo para acaparar su dirección y desvirtuar sus fines esenciales.

El Censo de Población y Viviendas y Electoral de 1953 tuvo una labor preparatoria más eficiente, especialmente la cartográfica, pues además de elaborarse un Atlas por municipios, que también se hizo para 1943, se organizaron planos de los barrios y circunscripciones pequeñas para los enumeradores, aunque también tuvo sus fallos, pues se copiaron los cuestionarios del Censo de Puerto Rico de 1950 e incluso ilustraciones de su Manual de Enumeración. El Censo de 1953 formó parte del programa COTA (Comisión del Censo de las Américas de 1950), en el cual estaba representada Cuba, que aceptó los acuerdos adoptados, pero fijó el censo para el 28 de enero de 1953 48 , en homenaje al natalicio del Héroe Nacional de Cuba, José Martí.

La composición de la población por sexos y el índice de masculinidad en los municipios de La Habana y los colindantes a través de diferentes censos republicanos

La Figura III.2.1 permite observar los valores del índice de masculinidad en el municipio de La Habana, en sus municipios colindantes y en Cuba a lo largo de todos los censos del período republicano, los que en general denotan la presencia de mayor número de personas del sexo masculino dentro de la población estudiada. Se aprecia el aumento del índice de masculinidad en el censo de 1919 con respecto a los censos anteriores y a partir de entonces, de manera general, la tendencia a la disminución del índice.

Los cambios en las tendencias de los valores de esos índices obedecieron al inicio a los primeros beneficios sobre la población femenina de acciones en materia de salubridad llevadas a cabo por el gobierno interventor norteamericano en la isla, pero también al aumento paulatino de la inmigración internacional a partir de 1900, tanto de peninsulares como de población masculina antillana, incentivada por la expansión de la industria azucarera que se originó en los primeros años del siglo XX y que tuvo su período de mayor auge en los años de la primera guerra mundial cuando se dispararon los precios del azúcar en el mercado internacional llegando a más de 20 centavos 1918. Poco tiempo después llegaría el desplome de esa situación de bonanza económica.

Entre los años 1899 y 1953, el índice de masculinidad muestra paulatina tendencia a disminuir en el municipio de La Habana, pasando de 1100 a 928 hombres por cada 1000 mujeres, exceptuando el año 1907, que alcanzó una cifra de 1126. Asimismo, el municipio Marianao en comparación con el municipio de La Habana, reporta para todos los años, excepto para 1953, índices de masculinidad mayores (Ver FiguraIII.2.1).

47 Harvard University Press (HUP) es una editorial fundada el 13 de enero de 1913, como una división de la Universidad de Harvard, y especializada en publicaciones académicas. 48 La fecha seleccionada para el levantamiento impidió que se pudiera apreciar en toda su magnitud el nivel de desempleo imperante que había en el país porque el censo se levantó en plena zafra.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS En cambio, para Cuba, de 1899 a 1919, la tendencia de este indicador es al aumento por efectos de la inmigración de peninsulares y de antillanos, preferiblemente hombres, ya comentada, que llegarían, especialmente a la porción oriental del país, pero de 1943 a 1953, hay un punto de descenso debido, esta vez, a la repatriación forzada de extranjeros de color que el General Machado decretó y a la pérdida de la condición de Cuba como país de inmigración, por más de cuatro siglos, para convertirse en país de emigración internacional.

Figura III.2.1. Índice de Masculinidad de la población de los municipios capitalinos en el periodo republicano1899-1953

Fuente: Elaboración a partir del Anexo III.2.1.

La distribución de la población por grupos de edades según censos republicanos

El análisis de la composición de la población por los tres grandes grupos de edades más conocidos, es decir menos de 15 años, de 15 a 59 años y 60 años y más, a través de los censos permite apreciar el avance del proceso de envejecimiento y el paulatino descenso de la fecundidad mediante la observación de los cambios de magnitud del último y el primer grupo de edad, así como el potencial de población que está en las edades laborales y que forma parte del grupo intermedio de edades.

En el caso de los censos levantados durante el período republicano, no ha sido fácil llevar a cabo los análisis mencionados porque la información publicada sobre las edades de la población de los municipios capitalinos que constituyen el objeto de análisis de esta investigación, aparece conformada por cinco grupos de edades con intervalos diferentes según se trate de uno u otro censo. Así por

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS ejemplo en los censos de 1899 a 1919 los dos primeros grupos de edades son menos de 5 años y de 5 a 17 años y el último, 45 años y más. En el censo de 1943 los grupos conformados son de menos de 5 y de 5 a 13, mientras que el último cierra en 50 años y más. En el censo de 1953 parte de menos de 5, de 5 a 14, y el último grupo retoma la edad de cierre de 45 y más nuevamente. Todos los censos respetaron el grupo inicial de menos de 5 años de edad.

Para llevar a cabo un análisis comparativo aproximado entre los diferentes censos se empleó una conformación por tres grandes grupos de edades que tuvieran en cuenta un primer grupo de edad inicial de 0 a 17 años de edad, válido para los censos de 1899 a 1919, y un último grupo de edad que cierra con 45 años de edad y más en casi todos los censos menos en el censo de 1943, que lo hace en 50 años y más.

Cuadro III.2.1. Estructura por grupos de edades de la población residente en los municipios capitalinos en el período republicano según los censos de 1899-1953 Por ciento

Municipios colindantes La Habana Municipio Total de y los de La Santa María Santiago de Cuba Guanabacoa Marianao Regla (a) municipios municipios Habana del Rosario Las Vegas AÑOS CENSALES colindantes colindantes

1899 Población total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 de 0 a 17 años 34.3 40.2 37.8 39.8 41.8 39.1 39.6 35.2 43.5 de 18 a 44 años 50.4 45.1 46.0 45.8 45.5 46.5 45.7 49.6 42.3 45 años y más 15.3 14.6 16.2 14.4 12.7 14.4 14.7 15.2 14.2 1907 Población total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 de 0 a 17 años 33.5 41.4 39.2 44.2 36.3 39.8 34.5 43.1 de 18 a 44 años 51.6 43.4 46.9 42.4 47.0 45.2 50.5 43.0 45 años y más 14.9 15.2 13.9 13.4 16.6 15.0 14.9 13.9 1919 Población total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 de 0 a 17 años 34.9 46.0 44.9 45.8 50.8 40.4 45.0 37.1 48.8 de 18 a 44 años 48.8 36.3 42.0 39.3 33.2 40.5 39.3 46.7 37.4 45 años y más 16.3 17.7 13.1 14.9 16.0 19.1 15.8 16.2 13.8 1943 Población total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 de 0 a 17 años 20.6 28.8 23.3 28.0 30.6 24.2 25.5 22.0 34.3 de 18 a 44 años 62.8 56.4 63.1 57.8 55.4 58.2 60.2 62.1 53.3 45 años y más 16.5 14.8 13.7 14.2 14.0 17.6 14.4 16.0 12.4 1953 Población total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 de 0 a 17 años 22.5 31.9 27.0 28.7 32.8 25.5 28.6 24.7 36.3 de 18 a 44 años 51.0 48.6 51.6 49.8 48.5 51.0 50.5 50.9 45.8 45 años y más 26.4 19.5 21.3 21.5 18.8 23.5 20.9 24.5 17.9

(a) Nota 1: No aparece la información para el Censo de 1931. Nota 2: En el año 1943 se analizó la población para las edades comprendidas entre 0 a 49 años y para los 50 años y más. (a) No aparece la información para este municipio en el Censo de 1907, porque está incluido en el municipio La Habana. Fuente: Elaboración a partir del Anexo III.2.2.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS En el Cuadro III.2.1 se muestra la columna que totaliza a todos los municipios colindantes más el propio municipio de la capital y los datos de toda Cuba. Al analizar los datos y proporciones de forma comparativa, la información correspondiente a los porcentajes de las personas que se encuentran en el primer grupo de edad, de 0 a 17 años, son superiores para Cuba con respecto a los demás territorios, propio de poblaciones con fecundidad más elevada a diferencia de lo que sucede con la población del Municipio de La Habana y los demás municipios colindantes. Por el contrario, las proporciones de población en el último grupo de edad de Cuba, resultan más bajas, en donde el proceso de envejecimiento no se avizora aún.

En el municipio de La Habana, las proporciones de población con las edades más avanzadas, incluso en el penúltimo grupo de edad, resultan las más altas en cualquiera de los años censales, propios de una ciudad cuya población está envejeciéndose con respecto al resto del país. Asimismo, los porcentajes de población en el penúltimo grupo de edad, de 21 a 44 años, o de 20 a 44 o 49 años son más altos que para Cuba y el resto de los municipios colindantes, lo que revela el paulatino proceso de envejecimiento de la capital, y también la concurrencia de efectivos de población inmigrante desde el resto del país, atraídos por los efectos demostrativos de la capital que comenzará a apreciarse con mayor relevancia a partir del censo de 1953.

Distribución de la población por color de la piel según censos del período republicano

El contexto cubano ha estado permeado por la diversidad multicultural que ha llevado a la conformación de su identidad como nación y que hacen de Cuba un país multirracial. Desde los tiempos más remotos, acerca de los cuales se tienen datos estadísticos, se ha reportado un gran número de personas de color negro en la Isla, y siempre han existido en ella, en menor o mayor medida y en distintas proporciones, hasta la época de prohibición de la trata africana y de abolición de la esclavitud posteriormente.

La Figura III.2.2 y el Anexo correspondiente, recoge las proporciones de población por color de la piel y los valores absolutos, respectivamente, en todos los censos analizados de la época republicana. En la población total de los censos de 1899, 1907 y 1919 está incluida la población extranjera y los porcentajes de la población por color de la piel están calculados con respecto a la población total de origen cubano. Del millón 430 mil 699 habitantes que tenía Cuba en 1899 de origen cubano, 520 mil 400 eran no blancos, representando el 36.4% de esa población. El municipio con más alto porcentaje de personas blancas de origen cubano era Santa María del Rosario con un 76.4%. En cambio, el municipio de La Habana, registra el mayor porcentaje de personas no blancas con un 36.2%.

En Cuba residían 2 millones 048 mil 980 personas en 1907, de ellos 1 millón 845 mil 343 eran de origen cubano. De esa cantidad, más de la mitad, cerca del 70% eran personas blancas, y los no blancos se concentraban en el 31.7%. En el municipio de La Habana la población no blanca disminuyó en un 2.8% en relación a 1899, y al mismo tiempo hubo un aumento de la población blanca, que puede ser consecuencia de que en ese año Regla no se contabilizaba como un municipio aparte, sino que pertenecía a La Habana.

Según el censo de 1919, la proporción de personas no blancas de origen cubano, que incluía a los negros, mestizos y amarillos, constituía un 27.3%. En 1931, esta misma población no blanca de origen cubano ascendía a 1 millón 105 mil 388, cifra que representaba el 34.1% de la población de origen cubano.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Figura III.2.2. Estructura por color de la piel de la población residente en los municipios que conforman la capital actual según los censos de 1899-1953

Nota 1: En los censos analizados se tuvo en cuenta el total general de la población de Cuba y demás municipios analizados incluyendo los extranjeros, pero para la caracterización en sexo y raza solo se tomó la población de origen cubano. Nota 2: En el año 1943 se analizó la población para las edades comprendidas entre 0 a 49 años y para los 50 años y más. (a) No aparece la información para el municipio Regla en el Censo de 1907, porque está incluido en el municipio La Habana. Fuente: Elaboración a partir del Anexo III.2.3.

La población blanca de origen cubano en 1943 ascendía a 3 millones 412 mil 242 y los no blancos sumaban un millón 175 mil 164, cifras que representaban el 74.4% y el 25.6% del total de habitantes, respectivamente.

Asimismo, se apreciará que la disminución gradual relativa de la población no blanca viene produciéndose desde 1907. Esta disminución se debe a varios factores de distinta importancia. En el primer puesto se encuentra la influencia que ha ejercido la disminución de la inmigración y el éxodo de extranjeros que ha tenido lugar a partir de la década de 1930, que ha afectado casi exclusivamente a los negros, ya que los emigrantes han sido mayoritariamente haitianos y jamaiquinos repatriados por disposición del Gobierno cubano.

La disminución de la población de origen asiático se debe probablemente al hecho que se detuvieron las entradas de esas personas y a la natural mortalidad de la población de ese color de piel, debido a la paralización de su inmigración.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Durante el periodo republicano la población blanca crece más rápidamente que el resto de las poblaciones con otro color de piel. La figura demuestra como los blancos de origen cubano, aumentaron de un 63.6% en 1899 a un 74.3% en 1953.

El municipio de La Habana tenía en el año 1953 una población no blanca que representaba el 26.6% de su población de origen cubano, manteniéndose con el más alto porcentaje de personas no blancas, dentro de los municipios analizados, tal y como sucedía en el año 1899 y durante todo este período.

La condición de alfabetismo y analfabetismo como parte de las características educacionales de la población

Un aspecto que muestra la situación social de Cuba al terminar el dominio español es el grado de alfabetismo de sus habitantes. Aunque el sector educativo nunca gozó de amplios recursos durante la república, se debe reconocer que en ese período se instauró un sistema de educación primaria pública, gratuita y obligatoria, aunque era muy deficiente.

Sin embargo, la información censal disponible de la etapa republicana no desciende a las divisiones políticas administrativas menores, es decir municipios, para ofrecer datos que permita calcular el alfabetismo y demás características educacionales en los municipios que conformaban La Habana. No obstante, dichos censos ofrecen información a propósito de la cantidad de población que declaraba su condición de alfabetismo, a partir de la cualidad de saber y no saber leer y escribir.

Al comenzar el nuevo siglo la situación de la educación primaria, secundaria y preuniversitaria era precaria. Una de las medidas impulsadas por el gobierno intervencionista de los Estados Unidos bajo la guía del Gobernador Militar de Cuba Leonardo Wood fue impulsar el desarrollo educativo de la Isla, para ello le encargó al ilustre académico cubano Enrique José Varona la elaboración de un programa para la reforma de la enseñanza secundaria y universitaria en Cuba.

Durante los años 1899 y 1902 se iniciaron algunas reformas educacionales en la Isla, creándose la Secretaría de Instrucción Pública, el cargo de Comisionado de Escuela y la Junta de Superintendentes. En 1899 comienza la formación de técnicos de nivel medio de la salud al fundarse en La Habana la primera Escuela de Enfermería. Más adelante se crean varias escuelas incluyendo las provincias de Camagüey y Santiago de Cuba. Se fundaron dos escuelas de oficios para niños desvalidos y dos escuelas correccionales para niños delincuentes bajo la dirección del Departamento de Beneficencia.

Los datos del Censo de 1899 develaron que el total de habitantes con de 10 años de edad y más, en el municipio de La Habana era de 198 mil 788 personas, y solo el 2.5% no sabía leer ni escribir, mientras que el mayor porcentaje de analfabetismo lo tenía Santa María del Rosario, con el 61.1% de la población de 10 años de edad y más. Esta cifra evidencia que es un municipio habitado por personas que se dedican más a actividades rurales o agropecuarias, y que no reúnen la calificación para incorporarse a las opciones de empleo que les ofrece una ciudad.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Figura III.2.3. Porcentaje de población por condición de alfabetismo según municipios capitalinos en los censos del período republicano (1899-1953)

Nota: No aparece la información para este municipio en el Censo de 1907, porque está incluido en el municipio La Habana. Fuente: Elaboración a partir del Anexo III.2.4.

Las cifras de las proporciones de población alfabeta y no alfabeta se exponen en la figura que se acompaña en donde aparece también reflejada la población que no dio información al respecto.

El Anexo correspondiente permite apreciar que cuando se analiza de manera conjunta La Habana y los municipios colindantes en 1899 el porcentaje de analfabetismo es bastante bajo, con una cifra de 9.4% de los habitantes de 10 años y más de edad. Sin embargo, para Cuba la proporción es más alta, de un millón.215 mil.810 personas en ese grupo abierto de edad en 1899, solo el 36.5% sabía leer y escribir, es decir, que el 56.8% de la población cubana de aquel entonces era analfabeta.

En el Censo de 1907, hubo un aumento del alfabetismo, pues la cifra de los que sabían leer y escribir era del 49.0% de la población de 10 años y más, quedando para los que no saben leer el 43.4% de dicha población. En el municipio de La Habana tres cuartas partes de la población de 10 años de edad y más sabe leer y escribir, con una cifra de 75.4%. A su vez, Santa María del Rosario se vuelve a situar en el último lugar con el mayor porcentaje de analfabetismo, 51.3% de la población de 10 años y mayores. En cambio, al agrupar a La Habana y los municipios colindantes se puede apreciar que el porcentaje de la población analfabeta aumenta con respecto a 1899, de 9,4% a18,5% lo que pone en evidencia posibles causas, como, por ejemplo, errores censales al momento de la captación de las respuestas y una proporción elevada de personas que no informaron al respecto en el censo de 1899.

En el Censo de 1919 la tendencia al crecimiento de la población cubana se mantiene y del mismo modo, la población de 10 años y más registró un aumento, reportándose que el 51.0% de la misma sabía leer y escribir.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Si comparamos el Censo de 1907 con el de 1919 en cuanto a nivel de alfabetismo, se pone de manifiesto que, en el municipio de La Habana, al mismo tiempo que aumenta el porcentaje de quienes saben leer y escribir, 75.4% en 1907 y 76.7% en 1919, disminuye el porcentaje de analfabetos, de 16.4% en 1907 y 14.0% en 1919. Este comportamiento se mantiene igual para La Habana y los municipios colindantes, siendo Santa María del Rosario aún el municipio con más analfabetos, entre los analizados, con 37.8% de personas de 10 años de edad y más que no saben leer ni escribir.

En el Censo de 1931, el alfabetismo se informó a partir del total de los habitantes de 21 años de edad y más. De esta forma, en el municipio de La Habana se registró un 92.5% de personas que sabían leer y escribir, y solamente un 7.4% de analfabetos. Respecto a La Habana y los municipios colindantes, se puede observar en el Anexo III.2.4.que había un 8.8% de analfabetos, y en Cuba en general, un 28.8%.

En 1943 se definió como universo para este análisis a las personas de 20 años de edad y más. Los resultados fueron que para Cuba el 73.0% de esa población sabía leer y el 21.1% no sabía leer ni escribir, y que en el municipio La Habana, solo el 5.1% de esa población no sabía leer, para un 92.4% que sabían leer y escribir. La Habana y los municipios colindantes también muestran un comportamiento similar. Si se analiza el porcentaje de alfabetismo de la población de 20 años de edad y más en La Habana con todos sus municipios, el 8.4% no sabía leer, mientras que el 82.6% sabía leer y escribir.

En el Censo de 1953, el 23.6% de la población cubana de 10 años de edad y más era analfabeta, lo que significa que el 76.4% de la población comprendida en ese grupo de edad estaba alfabetizada (ver FiguraIII.2.3). Si se observa la población de 10 años y más del municipio de La Habana, se apreciará que el 95.0% de sus habitantes con 10 años de edad y más, estaban alfabetizados. Del mismo modo, al agrupar a La Habana y los municipios colindantes, el porcentaje de analfabetismo resulta con una cifra del 6.4% de la población de 10 años de edad y más.

Al analizar los datos a nivel de país, se verá que Cuba tiene para este año el porcentaje más alto de alfabetismo, respecto a todos los censos estudiados. Sin embargo, ello no era suficiente, se contabilizaba más de 1 millón de niños sin escuela; más de 1 millón de analfabetos; una enseñanza media que llegaba sólo a la mitad de la población escolar; una enseñanza media y superior que estaba reservada para una minoría, solamente en grandes núcleos de población urbana; 10 mil maestros sin trabajo a pesar de la inmensa necesidad de su labor; alrededor de 550 mil niños de 6 a 14 años que no asistían a la escuela. La instrucción pública se debilitaba mientras crecía la escuela privada (Martínez Puente, 2003).

Las proporciones de población ocupada en sectores de la actividad económica en el municipio de La Habana y colindantes según censos seleccionados del período republicano

La distribución de la población cubana según dispusiera de alguna ocupación lucrativa revelaba aspectos de importancia en cada uno de los censos referidos en este texto. La variedad de ocupaciones que presentaba la población resultaba un índice muy útil para los ocupantes norteamericanos, a la vez que era ilustrativo de las ocupaciones en 1899.

La mayoría de los que tenían ocupación clasificaban en el grupo de agricultores, pescadores y mineros y el otro grupo mayoritario era el agrupado en “servicio doméstico y personal”. En manufacturas e industria mecánica se empleaban una gran parte de la población y menos aún en comercio y transporte (Censo de 1899, Departamento de la Guerra, 1900). Sin embargo, la cifra mayor no

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS correspondía a ninguna de estas actividades, sino a la cantidad de personas “sin ocupación lucrativa” que eran 950 mil 467, es decir personas no empleadas, o mejor, que no devengaban salario o modo de sustento alguno.

Cuadro III.2.2. Porcentaje de población en los municipios capitalinos que posee o no ocupación lucrativa en el periodo republicano por censos seleccionados (1899-1953)

Por ciento

Municipios colindantes Municipio La Habana y Total de de La Santa María Santiago de los municipios Cuba Guanabacoa Marianao Regla (a) municipios Habana del Rosario Las Vegas colindantes AÑOS CENSALES colindantes

1899 Población total 242,055 20,080 8,593 11,363 2,730 10,276 53,042 295,097 1,572,797 Sin ocupación lucrativa 54.3 61.9 56.1 62.1 61.2 58.8 60.4 55.4 60.4 Con ocupación lucrativa 45.7 38.1 43.9 37.8 38.8 41.2 39.6 44.6 39.6 1907 Población total 302,526 24,968 18,156 3,915 13,058 60,097 362,623 2,048,980 Sin ocupación lucrativa 53.3 64.2 59.4 65.3 63.8 62.7 54.9 62.3 Con ocupación lucrativa 46.7 35.8 40.6 34.7 36.2 37.3 45.1 37.7 1919 Población total 363,506 31,389 37,464 14,489 4,913 14,427 102,682 466,188 2,889,004 Sin ocupación lucrativa 56.9 70.0 62.5 65.8 68.2 71.7 66.8 59.1 67.2 Con ocupación lucrativa 43.1 30.0 37.5 34.2 31.8 28.3 33.2 40.9 32.8 1953 Población total 787,765 112,333 229,576 26,755 21,600 32,891 423,155 1,210,920 5,829,029 Buscando trabajo 9.0 11.5 8.7 16.7 11.7 12.0 10.2 9.4 8.4 Tasa de actividad (%) 55.0 52.4 54.8 50.6 52.8 44.7 37.9 41.0 35.3 Nota 1: La población a la que se hace referencia en el cuadro, para el censo de 1899, es la población de 10 años y mayores. Para el resto es 14 años y más. Nota 2: No se encontraron datos para los censos de los años 1931y1943. Nota 3: La información del censo de 1953 obedece a una forma diferente de estudio de la ocupación. Se parte del concepto de Población Económicamente activa. (a) No aparece la información para este municipio en el Censo de 1907, porque está incluido en el municipio La Habana. Fuente: Elaboración a partir del Anexo III.2.5.

En 1899, con el cese de la dominación española se registraba en todo el territorio nacional un 60.4% de personas carentes de ocupación lucrativa, cifra que se muestra alta debido a la existencia de un grupo de personas que estaban ocupadas a tiempo parcial (Ibídem). Como se observa en el Cuadro III.2.2, casi dos quintas partes de los habitantes de Cuba tenían una ocupación lucrativa.

En el mismo cuadro se muestran las proporciones de personas que exhibían algún tipo de ocupación o empleo que le ofreciera un sustento o ingreso, datos que indican que las proporciones de personas con ocupaciones lucrativas son siempre más altas en el municipio de La Habana, representando en 1899 el 45.7% de su total de habitantes, más que en los municipios colindantes.

Dichas ocupaciones son más frecuentes en La Habana debido a la influencia predominante de la población allí residente cuyas demandas de servicios son mayores y más diversificados por lo que tiene más alta cantidad de personas dedicadas a diferentes oficios que el resto de los municipios

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS analizados. Asimismo, se puede apreciar que Regla, en 1899 es el municipio con mayor porcentaje de personas sin ocupación lucrativa con un 62.1%, seguido de Guanabacoa, con un 61.9%.

Para el año 1907, La Habana tenía una proporción del 46.7% de personas que se manifestaron tener una ocupación lucrativa. En el resto de los municipios estudiados, el comportamiento de las cifras de ocupación es bastante parecido al de 1899, así, por ejemplo, Santa María del Rosario se ubica este año como el municipio con mayor cantidad de habitantes sin ocupación lucrativa, con un 65.3%, seguido de Guanabacoa, con 64.2%. Si se hace una comparación de la situación de Cuba en cuanto a la ocupación, entre los Censos de 1899 y 1907, se pondrá de manifiesto que el porcentaje de habitantes sin ocupación lucrativo aumentó, del 60.4% al 62.3% de sus habitantes.

En 1919, el número de personas con ocupaciones lucrativas en Cuba era de 948 mil 841, cifra que representaba el 32.8% del total de habitantes del territorio nacional. Si se compara con los censos anteriores, los resultados serán que en 1907 esta proporción era mayor, representando el 37.7% de la población, y en 1899 era aún más grande, con un 39.6%. En este año el municipio de La Habana registró un 56.9% de habitantes sin ocupación lucrativa. Mientras, Santiago de las Vegas se situó como el principal en términos de mayor porcentaje de personas en esta situación, con 71.7%, seguido de Guanabacoa con 70% y Santa María del Rosario con 68.2%. La manera en que podía ser analizada la participación de la población en la actividad económica mediante los censos, tanto en el período colonial como en el republicano, dista mucho de ofrecer una visión adecuada de la incorporación de las personas a los medios de obtención de su sustento. No solo hay dificultades que se ponen en evidencia con respecto a las edades de incorporación a la vida laboral, sino también lo relativo al tiempo de trabajo. Los censos más modernos, promovidos en la quinta década del siglo XX trataron de resolver algunas de estas dificultades. El censo de 1953, el último de la época republicana, incorporó el concepto de Población Económicamente Activa para recoger información sobre la participación de los sujetos en la vida económica. En el Cuadro III.2.2 se incorporan los porcentajes de población de 15 años y más en la actividad económica y dentro de esta cifra, se encuentran los individuos que buscan trabajo porque lo han perdido, lo que permite arribar a un porciento aproximado del desempleo. En el cuadro, la población cubana muestra un porcentaje de población económicamente activa con respecto a la edad de 15 años y más relativamente bajo, y un por ciento de personas que buscaban trabajo del orden de 8%, mientras que el porcentaje de desempleo en el municipio de La Habana era de 9%. Regla muestra los más altos por ciento de desempleo. Las informaciones que sobre las características de la población en el período republicano se han ofrecido, demuestran también el efecto acumulado de la inmigración internacional sobre la conformación de las características de la población residente durante las primeras décadas del siglo XX. Asimismo, la pérdida de la condición de Cuba como país de inmigración a partir de la década de 1930 y las huellas que dejaron las repercusiones de las dos guerras mundiales sobre la población y la dependencia económica de la población cubana, constituyen elementos que lastraron el desarrollo demográfico del país.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS III.3. Las características de la población en el período revolucionario a través de sus censos

“…Si nosotros no nos ocupamos de desarrollar el interior del país, si nosotros no llevamos a cabo una política de crear condiciones que hagan agradable la vida en el interior del país, el fenómeno de querer mudarse para La Habana seguirá manteniéndose y el problema de la capital será cada vez peor…” FIDEL CASTRO RUZ,1966.

El comandante Fidel Castro, el 16 de octubre de 1953 fue llevado ante los tribunales para ser juzgado por los sucesos del ataque al Cuartel Moncada. Al presentar su alegato de autodefensa, donde justificaba sus acciones y planteaba sus planes para Cuba, Fidel presenta los principales problemas existentes en el país: “el problema de la tierra, el problema de la industrialización, el problema de la vivienda, el problema del desempleo, el problema de la educación y el problema de la salud del pueblo; he ahí concretados los seis puntos a cuya solución se hubieran encaminado resueltamente nuestros esfuerzos, junto con la conquista de las libertades públicas y la democracia política” (Castro Ruz, Fidel, 1967, 38 y ss.).

A partir del triunfo de la Revolución, el primero de enero de 1959 y hasta principios de 1961, se tomaron numerosas medidas y se aplicaron leyes que daban cumplimiento a lo planteado por Fidel en aquel juicio; entre estas se pueden citar: “la reforma agraria, la reforma integral de la enseñanza y la nacionalización del trust eléctrico y el trust telefónico, devolución al pueblo del exceso ilegal que han estado cobrando en sus tarifas y pago al fisco de todas las cantidades que han burlado a la hacienda pública” (Ibídem), todo ello con el objetivo de lograr la independencia económica, soberanía política, democracia y justicia social en la sociedad cubana.

El triunfo revolucionario marcó un cambio importante en la dinámica demografía del país y en las características sociales y económicas de la población cubana como consecuencias de las transformaciones contenidas en el Programa del Moncada y de la aplicación de un modelo de desarrollo social diferente. Dichas trasformaciones consistieron, en primer lugar, en la existencia de un programa de desarrollo único y en la erradicación de todo el régimen político anterior al triunfo de la Revolución. De esta manera se fueron aprobando las leyes para dar cumplimiento al Programa del Moncada a través de las leyes de Reforma Agraria y de Reforma Urbana, la nacionalización de la banca e inversiones extranjeras, la confiscación de propiedades mal habidas o abandonadas por sus dueños la garantía de servicios gratuitos como la educación a todos los niveles y la salud, entre otras.

A diferencia de los otros períodos, por ejemplo, el peso del crecimiento natural empieza a tener mucha más importancia, cuestión que no sucedió en el período colonial, y, además, producto del diferendo político entre Cuba y Estados Unidos que surgiría desde el mismo momento del triunfo revolucionario, comenzaron a manifestarse con mayor énfasis las emigraciones hacia el exterior desde los primeros años del triunfo rebelde.

En los últimos 60 años de Revolución, se han levantado cuatro censos de población entre los años 1970 al 2012. El triunfo de la Revolución y todas las tareas que trajo consigo no permitió llevar a cabo un censo en la década del 60, como era de esperar, dado que se cumplían diez años desde el censo anterior de 1953. El énfasis se puso entonces en implementar un sistema de recopilación de estadísticas demográficas que proporcionara información periódica anualmente, a la vez que ir ganando experiencia para llevar a cabo el censo de 1970. A partir de ese entonces, los censos levantados se convirtieron en la principal investigación estadística de Cuba con un nivel mayor de

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS detalle y con datos a nivel de divisiones política administrativas mayores, es decir provincias y regiones, cuando las hubo, y también menores, como los municipios.

Los autores han tratado de analizar las características de la población, tal como se hizo en el período colonial y en el de la república; lógicamente, en la medida en que se avanzó en el tiempo, hay información disponible con mayor certeza y profundidad. En el análisis del estado de la población a través de los censos, en este período revolucionario, al igual que se hizo en los epígrafes anteriores, se ha tratado de caracterizar la población de la ciudad de La Habana a partir de los censos de 1970, 1981, 2002 y 2012.

Como ya se manifestó, los censos, al ser una investigación costosa, se recomienda sean levantados con una periodicidad de 10 años, para que de esta manera se puedan obtener datos lo más suficientemente actuales y se garantice una mejor comparabilidad de los mismos, a nivel del propio país y con otros países. En el caso de Cuba, no siempre se ha podido lograr dicho lapso de tiempo, debido a los cambios en el contexto político y económico cubano a partir de la desaparición del campo socialista europeo y el recrudecimiento del bloqueo de EEUU, que trajeron aparejado la crisis de los años 90 del pasado siglo.

El fenómeno de las migraciones externas e internas durante el período analizado y sus repercusiones en La Habana

Como antes fue analizado, Cuba se convirtió en país de emigración desde la década de 1930, luego de haber experimentado grandes contingentes de inmigrantes, peninsulares, africanos, antillanos, asiáticos, a lo largo de más de 500 años de conquista por el imperio español. ´

En los primeros años del triunfo de la Revolución prácticamente por cada tres personas que se iban hacia el exterior del país, dos lo hacían desde la antigua provincia de La Habana, tal como se demuestra a partir de la observación de las estadísticas demográficas del saldo migratorio externo a nivel de Cuba y de la antigua provincia de La Habana (JUCEPLAN, Anuarios 1965 al 1970). Este hecho es un resultado de la existencia de personas antes residentes en la antigua provincia, y en especial en la capital, que estaban muy comprometidas con el régimen de Batista; además, que una parte importante de los terratenientes y la gran oligarquía afectada por las primeras leyes revolucionarias eran residentes en la ciudad de La Habana.

Con el propósito de alentar la emigración cubana hacia el exterior, la política de inmigración de cubanos a los Estados Unidos se rige desde 1966 por la Ley de Ajuste Cubano, que esencialmente expresa que cualquier persona que salió ilegalmente de Cuba y entró a los Estados Unidos (incluyendo sus aguas continentales) estaría autorizada a obtener la tarjeta de residencia permanente un año después, hecho que no ocurre con otras minorías que llegan a EEUU y que resulta un tratamiento diferencial (Aja Díaz, Antonio, 2000).

Durante el período revolucionario Cuba ha visto limitado su proceso de transformaciones debido al diferendo político existente con los diferentes gobiernos de Estados Unidos, que no cesan de obstaculizar el desarrollo del país por varias vías, una de ellas ha sido a través de la política migratoria externa. Además del fomento y estímulo a la emigración desde Cuba hacia Estados Unidos, se mantiene desde principios de la década del 60 el bloqueo que limita el desarrollo socioeconómico de la población cubana.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Un hecho que marcó la emigración hacia Estados Unidos, además de los eventos de Camarioca y Mariel, se produjo entre julio y agosto de 1994, conocida como Crisis de los Balseros; un acontecimiento motivado por la política del gobierno de Estados Unidos, cuyo objetivo era aprovecharse de la difícil situación económica por la que atravesaba la isla tras la desintegración del campo socialista y el recrudecimiento del bloqueo a Cuba. Los Estados Unidos lanzaron una campaña dirigida a incentivar la ilegalidad y la desobediencia civil, unida a los múltiples secuestros armados de embarcaciones La crisis de los balseros respondió principalmente a la aguda situación de dificultades económicas que vivía el país a partir de la desaparición del campo socialista europeo y del Consejo de Ayuda Mutua (CAME) entre esos países y el recrudecimiento del bloqueo estadounidense contra Cuba, dicha situación económica implicó una reducción de las importaciones hacia Cuba del orden de 75% y del PIB en un 35% en el cuatrienio de 1989 a 1993, y manifiesta de forma nítida la definición de una emigración económica y de reunificación familiar (Benítez Pérez, María Elena, 2009, 14).

Todas estas acciones condujeron a un aumento en el número de inmigrantes externos cubanos. Con la última Encuesta Nacional de Migración realizada por el Centro de Estudio de Población y Desarrollo de la ONEI en el 2016 (OFICINA NACIONAL DE ESTADISTICA E INFORMACIÓN, 2018) se obtuvo información por primera vez sobre la migración externa a nivel de una encuesta de hogares, reflejando sus causas, los principales lugares de destino, etc. Además, se realiza un análisis de la inmigración interna y los efectos beneficiosos en los territorios receptores a mediano y a largo plazo, debido a los altos niveles de envejecimiento como, por ejemplo, La Habana, ya que la llegada de personas en edad laboral, con nivel y alguna experiencia laboral, resultan un recurso importante para contrarrestar no sólo el proceso de envejecimiento y los déficits que origina su emigración externa. Los movimientos migratorios internos también pueden aliviar tensiones en los lugares de emisión donde la oferta de empleos puede ser más limitada.

El índice de masculinidad a través de diferentes censos del período revolucionario

Como se expresó en epígrafes anteriores, el índice de masculinidad, indicador que sirve para describir la composición de la población por sexos, relaciona mediante un cociente la existencia de personas del sexo masculino con respecto a las del sexo femenino.

La población de la actual provincia de La Habana, presentaba valores de este índice de 942 y 955 varones por cada 1000 hembras respectivamente. Para 1981 disminuye el índice significativamente con respecto a los años anteriores, manteniéndose de manera estable por debajo de mil en los años posteriores.

Comparando Cuba en general con La Habana, el índice ha aumentado a partir de 1953 hasta 1970, y después empieza a disminuir desde 1981 a 2012 obteniendo en este último año, 995 hombres por cada 1000 mujeres. El censo que presentó mayor índice es el de 1970 de manera general para Cuba con 1052 hombres por cada 1000 mujeres. Como ya se observó la tendencia a nivel de Cuba del índice de Masculinidad, ha ido disminuyendo con el paso de los censos de este período.

A diferencia de los períodos colonial y republicano, el índice de masculinidad de la población de Cuba, se sitúa con valores algo superiores a mil personas del sexo masculino con respecto a la población del sexo femenino y ha mantenido una tendencia a la disminución, no así en La Habana donde se mantiene estable ese indicador en los tres últimos censos.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Los valores del índice de masculinidad reflejan un comportamiento diferencial según se trate de los municipios capitalinos situados al centro 49 de la provincia como de los llamados municipios periféricos ubicados alrededor del centro.

En general, los valores del índice de masculinidad de los municipios capitalinos del centro son menores que los valores que presentan las poblaciones de los municipios periféricos, lo que evidencia que la población femenina predomina en el centro con respecto a la población masculina.

FiguraIII.3.1. Índices de Masculinidad en los censos del período revolucionario (1970- 2012)

Fuente: Cálculos de los autores a partir del Anexo III.3.1.

La mayor diversidad de empleos en el sector terciario de la economía y la más alta presencia de población femenina más envejecida en los municipios capitalinos del centro de la ciudad, explican el mayor predominio de población femenina en el centro de la capital.

La figura y cuadro estadístico que se acompañan, muestran como tanto los municipios capitalinos de la periferia y del centro de la misma, muestran la tendencia a exhibir los últimos, valores por debajo de 1000, pero más altos los exhibidos por los municipios periféricos, pues en ellos hay mayores espacios

49 Los autores han considerado como municipios del centro de la capital a Plaza de la Revolución, Centro Habana, Habana Vieja, Regla, Diez de Octubre y Cerro, mientras que el resto se clasificaron como municipios de la periferia. Esta distinción se acerca un poco a lo que en el período colonial y republicano se concibió como el espacio geográfico que ocupaba la jurisdicción de La Habana y durante la etapa republicana, el término municipal de La Habana. Los actuales municipios periféricos se asemejan algo a las jurisdicciones y términos municipales de Santiago de las Vegas, Santa María del Rosario y Guanabacoa.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS geográficos que sirven de asiento a la población inmigrante interprovincial que recibe la ciudad, cuyos efectivos son algo más jóvenes.

La población según grupos de edades a través de los diferentes censos del período revolucionario

La figura que se acompaña y la información dispuesta en los anexos, muestra que el 54% de la población cubana se concentra en las edades comprendidas entre los 15 a 59 años. Esta población va aumentando favorablemente en el transcurso de los años censales, pero el proceso de envejecimiento que viene acentuándose hará que el porciento de la población en ese grupo de edad comience a disminuir para alimentar la población de 60 años y más, como lógica consecuencia del proceso de envejecimiento de la población cubana.

Figura III.3.2. Proporción de población por grupos de edades en los censos de 1970 a 2012

Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos de los censos de población de 1970, 1981,2002 y 2012 que aparecen en el anexo III.3.2.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS En los municipios del centro existe un mayor por ciento de la población envejecida residente en el grupo de edad de 60 años y más con respecto a La Habana en su conjunto a diferencia de los municipios periféricos.

El grupo de edades de 0 a 14 años va disminuyendo a medida que pasan los años mientras el grupo de 60 años y más va aumentando, propio de un país de población envejecida debido a la disminución de la fecundidad por debajo del nivel de reemplazo desde al año 1978.

Se muestran cuatro pirámides que representan la estructura por edades simples según cada sexo de la población residente en la provincia de La Habana en los censos de 1981, 2002 y 2012.

Figura III.3.3. Estructura de la población por grupos simples de edad y sexos en La Habana según los censos de 1981, 2002, 2012 y cálculo para el 2018

Año 1981 Año 2002

Año 2012 Año 2018

Fuente: Censos de los años 1981, 2002 y 2012 y cálculos realizados por el CEPDE para el año 2018.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS En ellas se muestra cómo se va acentuando desde 1970 hasta el 2012 el proceso de envejecimiento de la población, como resultados de las políticas concebidas para elevar el progreso social de la población, y en particular, de las féminas. Dichas políticas, superación y altos niveles de calificación, acceso a la asistencia médica integral gratuita, promoción de la incorporación al empleo, entre otras, conllevaron a la disminución de la fecundidad hasta valores por debajo del reemplazo 50 . Se produjeron poco a poco contracciones de los efectivos poblacionales en las primeras edades representadas por las barras inferiores de las pirámides (proceso de envejecimiento por la base de las pirámides), fenómeno más acentuado en las áreas más urbanizadas.

Las pirámides muestran también el engrosamiento de los efectivos situados en la cima o cúspide de las mismas (envejecimiento por la cúspide), en la medida que la disminución de la fecundidad va acompañada por el aumento de la esperanza de vida, tal como sucede en toda Cuba.

De igual manera se observa en las pirámides capitalinas cierto engrosamiento de las barras que representan a la población femenina, que como ya se expresó, superan en número a los efectivos masculinos, a causa de la tendencia general de la sobremortalidad masculina y de migraciones internas diferenciales por sexos.

Población según color de la piel en los censos seleccionados

En el censo de 1981, Cuba presenta un 66,1% de la población con color de la piel blanco, siendo este el mayor dato registrado con respecto al resto de los censos cubanos del periodo.

La Habana, con respecto a Cuba y a los municipios periféricos reflejan un por ciento ligeramente inferior de población blanca que ha ido disminuyendo con el paso de los años a costa del aumento de las proporciones de población mestiza, ya que la población blanca en el año 1981 era de 63,2% y en el 2012 de 58,4%.

Las proporciones de población mestiza tienden a aumentar en La Habana y en los municipios del centro y de su periferia a través de los años censales. Las más altas proporciones de población mestiza se concentran en los municipios del centro de la capital.

50 Valores insuficientes del nivel del reemplazo demográfico se alcanzan cuando la población femenina al término de su vida fértil tiene como promedio menos de 1 hija por mujer, indicador este que se puso de manifiesto en Cuba a partir de 1978.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Figura III.3.4 Porcentaje de la población según el color de la piel en los censos de 1981 a 2012

Fuente: Gráfico elaborado a partir de los datos de los censos de población de 1981,2002 y 2012 que aparecen en el anexo III.3.3.

Población según la condición de actividad en los censos del 2002 y 2012

Para analizar la participación de la población en la actividad económica se acostumbra a emplear el concepto de población económicamente activa (PEA) 51 que reúne a todas las personas de cualquier sexo que, en teoría, cubren la oferta de trabajo para la producción de bienes y servicios, tal como la define el sistema de cuentas nacionales y balances de las Naciones Unidas para un período de tiempo dado que se emplea como referencia. Este concepto incluye a las personas empleadas y a las que no tienen trabajo y lo están buscando.

En la estructura por edades de la población hay grupos de edades que se consideran marginales con respecto a la ocupación y suelen estar comprendidos en las edades de 15 a 19 años y de 60 años y más, o sea, los grupos donde se concentran la mayoría de las personas que habitualmente no trabajan, y, por tanto, aportan muy poco a la actividad laboral. Esto implica que, en el análisis general de la población a nivel social según su condición de actividad, los mayores porcientos se concentren en las edades de 25 a 59 años.

En los censos cubanos levantados antes del siglo XXI, es muy probable que la cantidad de población ubicada en las llamadas edades marginales de la participación de la población ante la actividad económica fuera mayor, debido a que no existían medidas legales para el arribo de la población joven

51 Comprende a las personas de 15 años de edad y más ocupadas y a las que buscan trabajo porque lo han perdido o lo hacen por primera vez

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS al empleo y la retirada del mismo en las edades más envejecidas. A partir del triunfo de la revolución, la población infantil dispone de educación universal gratuita y tiene, por ello, la obligación de estar insertada en la enseñanza educacional hasta el nivel medio superior. La población adulta de mayor edad, con más de 60 años, en el caso de las mujeres, y 65 años en los hombres, dispone de seguros sociales con pensiones vitalicias al término de la edad legal de su jubilación.

En las figuras que se insertan se muestran las tasas de actividad 52 y de desocupación de la población de ambos sexos en el censo de 2012 de Cuba, La Habana y el conjunto de sus municipios del centro y periferia. La fuente de las figuras aparece en el Anexo III.3.4 y en ella se desestimó mostrarlas por sexos separados, porque haría más dilatado el análisis de dichas tasas por grupos de edades, debido al comportamiento diferencial de éstas por sexos.

Figura III.3.5 Indicadores relacionados con la participación de la población en la actividad económica por grupos de edades en La Habana, sus municipios y Cuba en el censo de 2012

Fuente: Elaborado a partir de los datos de los censos de población de 2012 que aparecen en el anexo III.3.4.

El análisis del comportamiento de las tasas de actividad por grupos de edades a través del citado anexo, pone de manifiesto que las que corresponden al censo del 2012 alcanzan mayores valores en todos los grupos de edades que las del censo de 2002. Este comportamiento se repite en provincia de La Habana, sus municipios del centro y de su periferia, al igual que en Cuba.

Otro rasgo que distingue este patrón de comportamiento es que el grupo de edad donde se concentran las tasas de mayor valor es 40 a 44 años, cuestión que se cumple en La Habana, sus municipios del centro y la periferia y en Cuba, por igual.

52 Se refiere a la relación por cociente entre las personas activas, es decir, ocupadas y que buscan trabajo porque lo han perdido o lo hacen por primera vez, con respecto a la población de 15 años de edad y más a nivel global o de un grupo de edad determinado. Se expresan en por cientos.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Se aprecia, finalmente cierta tendencia a que, en los municipios capitalinos de la periferia las tasas de actividad de la población más joven sean ligeramente mayores que las que muestra la población residente en los municipios del centro, pero al alcanzar los 25 años pasan a ser los municipios del centro los de mayor tasa de actividad. En todos los grupos de edades las tasas de actividad de La Habana son ligeramente superiores a las del país.

Se han calculado también las tasas de ocupación 53 por grupos de edades de la población ocupada de ambos sexos, con respecto a la población económicamente activa de 15 años y más de edad o para un grupo de edad dado en ambos censos, a nivel de la población de La Habana y sus municipios del centro y la periferia y de la población cubana.

La tasa de ocupación 54 para los dos años censales analizados, 2002 y 2012, en Cuba, La Habana, los municipios del centro y los periféricos, se encuentra con valores que oscilan entre 90 y 100%, concentrándose los mayores valores en los últimos grupos de edades, hecho que indica que la mayor parte de las cifras del denominador de las tasas, se corresponde con personas ocupadas.

Finalmente se expresan las tasas de desocupación 55 que se refiere solo a las personas que buscan trabajo. La tasa de desocupación es mayor para los grupos de edades más jóvenes.

Se observa que las tasas de desocupación en general han aumentado ligeramente entre uno y otro censo, no se aprecian grandes contrastes a nivel de los municipios del centro con respecto a los de la periferia excepto en los grupos de edades más jóvenes y que las tasas del país son inferiores a las de La Habana.

Población según los sectores de la actividad económica en los censos del 2002 y 2012

Para los años censales de 1970 y 1981, la división política administrativa era diferente a la de los años 2002 y 2012. Es por ello que los autores obviaron la información anterior al censo de 2002 y tomaron la decisión de agrupar los datos de la población ocupada por sectores de la actividad derivados de los censos de 2002 y 2012, agrupándose los municipios habaneros en los dos conjuntos, centro y periferia. En este análisis se determinó la población ocupada por sectores de la actividad económica, es decir, a partir de las diferentes ramas de la actividad económica agrupándolas por sectores, es decir primario, secundario y terciario.

53 Se refiere a la relación por cociente entre las personas realmente ocupadas con respecto a la población económicamente activa, o sea, aquella que toma en cuenta a los ocupados y a todos los que buscan trabajo a nivel de la población de 15 años y más o de un grupo de edad determinado. Se expresan en por cientos. 54 Se calcula dividiendo la población ocupada entre la población económicamente activa. Se expresa en por cientos. 55 Se calculan como el número de desocupados, personas que buscan trabajo, dividido entre la población económicamente activa. Se expresan en por cientos.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Cuadro III.3.1. Porcentaje de la población por sectores de la actividad económica según La Habana y los municipios capitalinos del centro y la periferia en los censos del 2002 y 2012

Resto Municipios Municipios La Habana Cuba del Centro AÑOS CENSALES periféricos

2002 Población Total 100.0 100.0 100.0 100.0 Primario 1.4 3.6 2.8 22.1 Secundario 17.5 20.3 19.3 19.8 Terciario 77.9 73.0 74.9 55.6 No Especificado 3.2 3.1 3.1 2.5

2012 Población Total 100.0 100.0 100.0 100.0 Primario 1.7 4.2 3.3 22.0 Secundario 14.4 16.1 15.5 15.8 Terciario 79.9 75.2 76.9 59.7 No Especificado 4.1 4.5 4.4 2.5

Fuente: Cálculos de los autores a partir del Anexo III.3.5a.

Las proporciones de población ocupada en el sector terciario de la actividad económica son notablemente más elevadas con respecto a los que presenta la población ocupada en Cuba, sobre todo en el censo de 2012. Ese es un comportamiento típico de las grandes ciudades donde se suelen concentrar las actividades de prestación de servicios de todo tipo.

El mayor porcentaje de ocupados dentro del sector terciario de la actividad económica lo presentó el municipio Plaza de la Revolución, tanto para el año 2002 como para el 2012, con un 84,4% y un 85,6% respectivamente. En La Habana, la actividad terciaria se concentra mayormente en los municipios del centro, lo que afirma que la vocación de la capital sigue siendo la de ofrecer servicios a la población por encima de las proporciones que tiene Cuba en su conjunto.

Las proporciones de población ocupada en el sector secundario de la economía resultan muy semejantes a la que muestra la población ocupada a nivel nacional y se concentran en los municipios periféricos. El análisis de la actividad económica de la población ocupada en el sector secundario a nivel de toda La Habana muestra una disminución del porcentaje de ocupados en ese sector en el censo de 2012 con respecto al censo de 2002, ya que dichas cifras relativas pasaron de 19,3% en el 2002 a 15,5% en el año 2012. Las proporciones de población ocupada en este sector de la economía son algo mayores en los municipios periféricos en ambos años censales, y sus porcentajes se sitúan en 17,5% en los municipios del centro en el año 2002 y 20,3% en los municipios de la periferia, mientras que en el censo del 2012 presentan porcentajes de 14,4% y 16,1%, en uno y otro tipo de municipio, respectivamente.

Las proporciones de población residente ocupada en el sector primario de la economía, lógicamente son las más bajas y se concentran en los municipios de la periferia situados al este de la capital, por ejemplo, Guanabacoa y Cotorro, donde hay espacios propios para el fomento de actividades agropecuarias.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS PARTE IV: PERSPECTIVAS DEMOGRÁFICAS DE LA POBLACIÓN HABANERA

La Habana es un tesoro intemporal que nos concierne a todos los que fuimos, los que somos y los que serán”. LEAL SPENGLER, EUSEBIO, 2016

IV.1 Breve introducción metodológica sobre el trabajo de proyecciones para Ciudad de La Habana (2019-2050)

Luego de haber caracterizado sociodemográficamente el poblamiento y la población de La Habana en sus 500 años de existencia en los capítulos anteriores, resulta tentador preguntarse, ¿cómo será la capital de todos los cubanos en el futuro?

Como todo trabajo de pronóstico, las proyecciones de población tienen determinado nivel de incertidumbre, lo que depende del cumplimiento de las hipótesis elaboradas sobre el comportamiento futuro de las variables que intervienen en el crecimiento de la población, a saber, fecundidad, mortalidad y migraciones.

Otro elemento a considerar en estos pronósticos es el intervalo de tiempo transcurrido. Generalmente la precisión del pronóstico mantiene una relación inversamente proporcional al tiempo transcurrido; en otras palabras, cuanto más cerca se está del inicio de la proyección, más se parece a la realidad y cuanto más alejado se está de ese momento, las distorsiones suelen ser mayores.

Además, se debe tener en cuenta durante la lectura de este capítulo, que se trata de una proyección elaborada sobre la base de la tendencia mostrada en los últimos años por las variables del crecimiento demográfico antes mencionadas.

Teniendo en cuenta los elementos mencionados en los párrafos anteriores, se pretende en esta parte ofrecer un entorno sobre las características de la población habanera en una perspectiva cercana a los 30 años. Primeramente, se busca un acercamiento a lo que estaría sucediendo en el momento de la conmemoración de los cinco siglos de su fundación y posteriormente, como estaría evolucionando hasta el año 2050 en cuanto a tamaño de población, estructura por sexo y edades, y población en edad laboral. También el análisis comprende la población económicamente activa y distribución de los hogares según edad y sexo de sus jefes y según la cantidad de integrantes, pero limitado en este caso hasta el año 2030, debido lógicamente al mayor margen de incertidumbre cuando se trata de pronosticar aspectos de la población de carácter más cualitativo.

IV.2 Tamaño y características demográficas más generales de la población habanera: un acercamiento al momento de la conmemoración de los cinco siglos de su fundación

Para noviembre de 2019 la población de La Habana estará en un entorno de 2 millones 127 mil habitantes, de los cuales el 52,1 % será del sexo femenino. Expresado a través de la razón o índice de masculinidad, habrá 991 personas del sexo masculino por cada 1000 personas del sexo femenino.

En consonancia con el proceso de envejecimiento por el que atraviesa el país, en la capital la llamada población adulta mayor, o sea con 60 años de edad y más, alcanzará la cifra de 466 mil personas, lo que representa el 21,9 % del total y clasifica según su estructura etaria como una población

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS envejecida. La edad mediana de la población, es decir aquella en la cual hay la misma cantidad de población por encima y por debajo de la misma, debe ser de alrededor de 43,5 años.

El coeficiente de carga demográfica ofrece una idea de la presión que ejerce la población en edad inactiva sobre los que están en edades activas 56 . Para la conmemoración del aniversario de la fecha de fundación este indicador estaría en 559 inactivos por cada mil activos, lo que se considera todavía una relación favorable en cuanto al potencial de aprovechamiento de los recursos laborales.

A lo largo del año 2019 se espera que ocurran 20 mil 800 nacimientos y poco más de 21 mil 600 defunciones, de modo que, desde el punto de vista del crecimiento natural, o sea, aquel que obedece solo a la diferencia entre los nacimientos y las defunciones, la capital decrece en poco más de 800 habitantes. El saldo migratorio total, que toma en cuenta tanto las migraciones internas como las externas, en cambio, es de signo positivo en una cifra cercana a 2 mil 500 personas de ganancia neta por efecto de las mismas.

La población capitalina residente en edad laboral será de 1 millón 373 mil personas, mientras que su población económicamente activa 57 estará cercana a 1 millón 28 mil, para una Tasa de Actividad 58 de 56,2 %. El número bruto de años de vida activa 59 que se espera tenga una persona residente en la capital en ese momento del año 2019, será de 36,1 años, con 45,5 para los hombres y 28,2 años para las mujeres.

En cuanto a la cantidad de hogares, se distribuirán por todo el territorio habanero un total de 715 mil, de los cuales 414 mil 400 tendrían jefes de hogar del sexo femenino, para el 58 % del total de hogares. Predominarán los hogares cuyos jefes tendrán 70 años y más de edad, siguiéndole los de 55 a 59 años y los de 50 a 54 por ese orden.

En cuanto al tamaño del hogar capitalino, se tiene que en el año 2019 la mayoría de los hogares estarán integrados por dos y tres personas, que representan porcentualmente el 26,9 y 23,7 % del total de hogares con esos tamaños, respectivamente. Llama la atención la alta proporción de hogares unipersonales que ya hay en la ciudad con el 19,9 % del total de ellos para la fecha de la conmemoración del aniversario de su fundación.

IV.3 Las proyecciones demográficas de la población de La Habana hasta el año 2050

En la perspectiva. la población de La Habana estará creciendo lentamente hasta el año 2023, en que alcanzará su tamaño máximo de población con 2 millones 131 mil 600 habitantes. A partir de ese momento comenzará a decrecer y para el 2043 su población será inferior a los 2 millones de habitantes. Al arribar al 2050 se espera que la población de la capital esté en el entorno de 1 millón 900 mil habitantes.

56 Es la relación entre la suma de la población de 0 a 14 años y 60 años de edad y más, entre la población de 15 a- 59 años, multiplicado por mil 57 Se define como la población de 17 años y más que está ocupada en la economía y la que busca empleo 58 Es la relación por cociente entre la población económicamente activa y la población en edad laboral, expresada en por ciento. 59 Promedio de años que se espera alcance una persona formando parte de la población económicamente activa

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Cuadro IV.1. La Habana. Población proyectada 2019 - 2050

AÑOS DE PROYECCIÓN Población AÑOS DE PROYECCIÓN Población AÑOS DE PROYECCIÓN Población

2019 2,127,3572030 2,112,4482041 2,015,857 2020 2,129,0462031 2,106,7752042 2,004,166 2021 2,130,2942032 2,100,4932043 1,992,024 2022 2,131,1962033 2,093,5652044 1,979,732 2023 2,131,5572034 2,085,5912045 1,967,074 2024 2 131 0542035 2,077,0172046 1,954,090 2025 2,129,8092036 2,067,8902047 1,940,784 2026 2,127,8152037 2,058,2902048 1,927,159 2027 2,125,1092038 2,048,2302049 1,913,340 2028 2,121,7662039 2,037,9152050 1,899,293 2029 2,117,4252040 2,027,106 Fuente: ONEI-CEPDE. Proyecciones de la Población Cubana 2015-2050; Cuba y provincias. La Habana, 2015

La estructura por sexo de la población de la capital, se mantendrá prácticamente constante hasta el año 2050 con valores próximos al 52 % de población femenina con respecto al total. Sin embargo, en su estructura por edades sucederán cambios significativos. De manera genera, la población de 0 a 14 años descenderá discretamente, mientras la de 15 a 59 lo hará marcadamente, desde un 64,1 % en la actualidad hasta el 50,9 en el año 2050. En una proporción similar aumentará notablemente el peso de personas de 60 años y más, que para los años finales de la proyección se aproximará al 36 %. Sin dudas será todo un reto el hecho que uno de cada tres habaneros forme parte de la población adulta mayor.

Cuadro IV.2. La Habana. Estructura de la población por grupos de edades seleccionados 2019- 2050

Año Grupos de Edades 2019 2020 2030 2040 2050

Total 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 0 - 14 14,0 13,9 14,3 13,5 13,3 15 - 59 64,1 63,7 55,2 52,7 50,9 60 y más 21,9 22,4 30,6 33,8 35,8

Fuente: ONEI-CEPDE. Proyecciones de la Población Cubana 2015-2050; Cuba y provincias. La Habana, 2015

Visto a través de las pirámides de edades se aprecia como la base de las mismas se mantiene más o menos en la misma dimensión por mantenerse estable la proporción de población joven, o sea, de 0 a 14 años. En las edades de 15 a 59 años ocurre un estrechamiento porque se reduce su proporción, mientras, por el contrario, en las edades de 60 años y más ocurre un ensanchamiento como consecuencia del aumento de su proporción con respecto al total de la población.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Figura IV.1. La Habana. Pirámides de población por grupos de edades y sexos para los años 2019, 2030, 2014 y 2050.

En correspondencia con lo antes expuesto, se espera un marcado descenso de la población en edad laboral 60 , cifra que en la actualidad supera los 703 mil efectivos, pero se verá reducida a 540 mil en el año 2050. Nótese que ocurre una reducción de casi 164 mil personas en edades laborales. Con respecto a la población económicamente activa, que es la que realmente está vinculada a la actividad productiva, la situación no parece crítica, pues si bien desciende, lo hace en apenas en 32 mil personas.

En relación a la ocupación hay un hecho que parece paradójico, pues mientras la Tasa de Actividad desciende hasta el 2030, los Años de Vida Activa aumentan. La explicación viene dada por el hecho, de que si bien habrá menos personas ocupadas, las que estén trabajarán en promedio más años que en la actualidad.

60 Población de 17 a 64 años en los hombres y de 17 a 59 en las mujeres

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Cuadro IV.3 La Habana. Tasa de Actividad (%) y Número Bruto de Años de Vida Activa (años), 2019 - 2030

Tasa de Años de Tasa de Años de Vida AÑOS DE PROYECCIÓNActividad Vida Activa AÑOS DE PROYECCIÓN Actividad Activa

2019 56,2 36,12025 56,2 37,5 2020 56,3 36,42026 56,1 37,7 2021 56,4 36,62027 55,9 38,0 2022 56,4 36,82028 55,8 38,2 2023 56,4 37,12029 55,6 38,4 2024 56,3 37,32030 55,6 38,6

Fuente: ONEI-CEPDE. Proyecciones de la Población Económicamente Activa 2015-2030; Cuba y provincias. La Habana, 2016

En cuanto a la conformación de los hogares se va a registrar una concentración aun mayor de jefes de los mismos en las edades más avanzadas.

Más del 29 % de los hogares estarán encabezados por personas de 70 años y más, al que sigue el grupo de 65 a 69 y 60 a 64 años, por ese orden. De conjunto, que el 43,5 % de los hogares tendrán en el año 2030 un jefe de hogar adulto mayor.

Resulta conveniente resaltar que en el 2019 la proporción de estos hogares, cuyos jefes serán del sexo femenino, estará en el orden de 58,1%, cifra que para el 2030 se eleva ligeramente hasta alcanzar el 59,8%.

Cuadro IV.4. La Habana. Cantidad de hogares según edad y sexo del jefe del hogar, 2019 y 2030

2019 2030 Grupos de Edades Población Población Hombres Mujeres Hombres Mujeres Total Total Total 714,910 300,504 414,406 743,699 293,152 450,546 15-19 2,171 986 1,184 1,768 832 936 20-24 9,697 4,404 5,293 6,629 3,127 3,502 25-29 20,464 8,737 11,726 13,685 5,555 8,130 30-34 32,592 13,634 18,958 25,109 9,723 15,386 35-39 33,365 14,175 19,190 32,660 12,099 20,561 40-44 44,751 18,805 25,946 43,780 16,254 27,526 45-49 71,761 29,147 42,614 42,859 15,076 27,783 50-54 90,962 38,017 52,945 50,102 19,422 30,680 55-59 97,996 42,200 55,796 80,812 31,674 49,138 60-64 73,638 32,335 41,304 107,317 44,500 62,818 65-69 71,747 31,551 40,196 120,278 51,131 69,147 70 y + 165,766 66,512 99,254 218,699 83,760 134,939 Fuente: ONEI-CEPDE. Proyecciones de los Hogares cubanos 2015-2030. La Habana, 2016

Finalmente resulta interesante conocer que la distribución de los hogares según la cantidad de integrantes del mismo no presenta mucha variación entre su estructura actual y la que se espera que tenga en el 2030.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS Los hogares con dos y tres personas seguirán concentrando más de la mitad del total, siguiéndole en importancia los hogares unipersonales. Uno de cada cinco hogares habaneros está conformado en la actualidad por un solo integrante y así se mantendrá hasta el año 2030.

Cuadro IV.5. La Habana. Distribución de los hogares según cantidad de integrantes, 2019 y 2030

Tamaño del Hogar 2019 2030

1 19,9 20,0 2 26,9 27,5 3 23,7 22,8 4 15,7 15,2 5 7,7 7,9 6 3,3 3,5 7 y más 2,8 3,0

Fuente: ONEI-CEPDE. Proyecciones de los Hogares Cubanos 2015-2030. La Habana, 2016

En resumen, luego de cumplir sus quinientos años de fundada, La Habana, no escapa a la dinámica demográfica general por la que atraviesa el país, caracterizada en lo fundamental por crecimientos demográficos bajos con tendencia a decrecer, acelerado proceso de envejecimiento y elevados niveles de envejecimiento. De mantenerse las tendencias actuales el envejecimiento demográfico es y será un elemento presente en todos los sectores de la sociedad habanera.

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS CUATRO IDEAS CENTRALES EN UNA SUERTE DE CONCLUSIÓN

Los autores no se resignan a ofrecer conclusiones en este ejercicio de investigación, pero no del tipo de aquellas indagaciones que parten de presupuestos o hipótesis que necesitan de la demostración y su validación en la fase conclusiva.

Se desea sobre todo dejar expuestas algunas ideas centrales que recorren muchos de los pasajes que se han descrito a lo largo de esta investigación, una de las cuales debe ser valorada como un rasgo distintivo de la fase en que se encuentra la población de La Habana desde el punto de vista estrictamente demográfico.

• La población actual de La Habana al momento del 500 aniversario de su fundación, está en franco proceso de envejecimiento, sin lugar a dudas de naturaleza irreversible y que no obedece a fenómeno inusual alguno, sino que ha llegado hasta este estadio como parte de la evolución histórica de sus tendencias demográficas. Pero el contexto político en que este fenómeno tiene lugar, hace que las consecuencias para la población envejecida y la población en edad laboral sobre la que descansan los rigores del trabajo cotidiano, sean un aspecto importante a considerar bajo las condiciones actuales del desarrollo económico del país.

Pero hay otras ideas centrales a destacar:

• La población de la villa de San Cristóbal de La Habana se aprovechó con creces, sobre todo la clase oligarca, de las ventajas del paisaje natural original que motivó el traslado del primer asiento desde la costa sur a su situación actual. Su amplia, profunda y abrigada bahía, que la protegía de sus enemigos, la corriente marítima del Golfo de México que baña sus costas y su posición geográfica en la puerta del hemisferio americano, son elementos que explicaron también el desarrollo de la ciudad y su gente. Su bahía y posición geográfica han sido determinantes en su devenir histórico, económico y social por lo que la expresión “…es la llave del Nuevo Mundo, mantiene vigencia aún en el ámbito de un mundo más globalizado”.

Como una consecuencia de las ventajas de su posición geográfica, la población de la villa primero y de la ciudad años más tarde:

• Desarrolló a lo largo de su historia, una vocación terciaria de servir a los transeúntes que llegaban como tripulantes de los navíos del sistema de flotas, proporcionándoles avituallamiento y alojamiento a través de los siglos, hecho que constituye también rasgos propios de la idiosincrasia desenfadada y abierta del habitante de la ciudad y de las poblaciones que miran al mar. • Su población estuvo asediada, en sus inicios por corsarios y piratas, que la asaltaron y quemaron en varias ocasiones, por las tropas de la Armada Naval inglesa que empleó dos meses para tomarla, por los buques de guerra de los gobiernos interventores de los Estados Unidos que en varias ocasiones anclaron en su puerto y por la inminencia de un ataque nuclear en los años de la Crisis de los Misiles en la década de 1960. La ciudad de La Habana enfrenta desde hace cerca de 60 años, al igual que toda Cuba, el asedio y tenaz bloqueo del vecino país que comparte las aguas de sus costas que son las mismas que bañan la bahía habanera.

José Martí escribió que “…la riqueza exclusiva es injusta, que sea de muchos…de los que honrada y laboriosamente la merezcan”. Los habaneros de hoy, sin importar distingos de origen nacional, celebran este aniversario de su fundación, trabajando para vencer las dificultades.

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ANEXOS

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS II II

POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS III

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS V

POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS VI VI

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS IX IX

POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS X

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POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS XII

POBLACIÓN Y OCUPACIÓN DEL ESPACIO GEOGRÁFICO DE LA HABANA: DESDE LA FUNDACIÓN DE LA VILLA HASTA LA CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS XIII

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