Música Grabada
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
MÚSICA GRABADA 2015, año cero EUGENIO VIÑAS I Redactor jefe de Cultura de Valencia Plaza 1 PANORAMA GLOBAL DEL SECTOR DE LA MÚSICA GRABADA 2 LA MÚSICA GRABADA EN ESPAÑA 3 4 ANUARIO SGAE DE LAS ARTES ESCÉNICAS, MÚSICA MUSICALES Y AUDIOVISUALES 2016 GRABADA TABLAS TABLA 1 Ventas mundiales de música grabada por regiones y tipo de soporte (físico/digital). 2010-2015 2 Principales países en ventas de música grabada. 2015 3A Principales países en ventas físicas. 2015 3B Principales países en ventas digitales. 2015 4 Servicios legales online de descargas de música en el panorama internacional. 2015 5 Evolución del mercado discográfico español según soportes. 2010-2015 6 Evolución del mercado discográfico nacional según soportes. 2010-2015 Evolución de la presencia del repertorio español e internacional entre los 50 álbumes 7 más vendidos en España. 2004-2015 8 Álbumes más vendidos en España. 2015 9 Recopilaciones más vendidas en España. 2015 10 DVD musicales más vendidos en España. 2015 11 Top radio en España. 2015 12 Los lanzamientos de álbumes de más éxito en Europa. 2015 13 Top global de música digital (singles). 2015 2 7 3 4 ANUARIO SGAE DE LAS ARTES ESCÉNICAS, MÚSICA MUSICALES Y AUDIOVISUALES 2016 GRABADA GRÁFICOS GRÁFICO 1 Evolución de las ventas mundiales de música grabada. 2006-2015 2 Evolución de las ventas globales de música grabada según soportes. 2006-2015 3 Evolución mundial de ventas globales de música grabada digital. 2006-2015 4 Evolución de ventas globales de música grabada digital. 2007–2015 5 Ventas de música grabada en España según el tipo de mercado. 2014-2015 6 Ventas de música en España en formato digital. 2011-2015 Evolución de la presencia del repertorio español e internacional entre los 50 álbumes más 7 vendidos en España. 2004-2015 8 % de individuos que descargan música desde internet en España. 2008-2015 9 Volumen total de archivos musicales descargados al año. 2007-2015 10 Evolución de las descargas de archivos digitales de música por internet en España. 2007-2015 11 Población española que escucha música en streaming. 2015 12 Total canciones en streaming (total dispositivos). 2014-2015 3 7 3 4 ANUARIO SGAE DE LAS ARTES ESCÉNICAS, MÚSICA MUSICALES Y AUDIOVISUALES 2016 GRABADA 2015, año cero EUGENIO VIÑAS I Redactor jefe de Cultura de Valencia Plaza El año cero de cada siglo rara vez coincide con la variación de dígitos en el calendario. El XVIII, por ejemplo, se inició con la llegada de la máquina de vapor (1705) y se consolidó con la edición de la gran enciclopedia de Diderot y d'Alembert; el XIX se activó antes de haber empezado, con la Revolución Francesa de 1789, y el XX tuvo que espe- rar hasta 1914 para que una matanza sin precedentes ni fronteras marcara su identidad: la Primera Guerra Mundial. Ese momento en el que la humanidad experimenta un avance tecnológico que define su carácter llega de forma caprichosa, y el caso del siglo XXI no fue distinto. Aunque es posible que el mediático Efecto 2000 estimulara a aquella aldea global, el verdadero cambio de régimen social no llegó con la propagación de las líneas ADSL, sino con sus con- secuencias, y la industria discográfica es un ejemplo paradigmático de ello. El año 2000, esta joven industria, convertida en motor económico en apenas unas décadas, lograba la mejor cuenta de resultados de su historia. Aquellos más de 15.000 millones de dólares facturados ejercieron de elemento dis- torsionador frente a la realidad que había empezado a gestarse en las habitaciones de dos jóvenes de 18 y 19 años: Shawn Fanning y Sean Parker. En junio de 1999, nacía de su mano Napster, y aunque antes de que acabara el año el gigante efímero del intercambio de archivos peer-to-peer ya había recibido sus primeras demandas, la idea del inter- cambio de canciones, álbumes y discografías completas a través de internet había colonizado el acceso a este bien en todo el mundo. El paradigma del acceso libre a la cultura y el poder que la ciudadanía había otorgado a las grandes estrellas de la música se desvanecía como un azucarillo. El genial músico y megalómano Lars Ulrich, batería de los best-seller Metallica, era el primero en denunciar por su cuenta a Parker y Fanning. A cambio, el mismo icono capaz de generar millonarios adelantos editoriales por la previsión de ventas de sus discos recibía el rechazo de buena parte de sus seguidores y se convertía en mofa de la situación como protagonista de un capítulo de South Park. De la noche a la mañana, la influyente serie satírica de televisión mostraba a un Ulrich aleccionador que convencía a los niños de lo malo que era descargarse música ilegalmente. ¿La razón? Demostrar cómo ese delito impedía que multimillonarios como él pudieran comprarse cosas tan extravagantes como un tanque de tiburones para decorar la enorme piscina de su inabarcable mansión. La devaluación del establishment discográfico se proclamaba en su cúspide, aunque los dos factores esenciales de la descalcificación correspondían a lugares y años remotos a lo que Ulrich o Napster parecían protagonizar. Cómo dejamos de pagar por la música (publicado por Contra, 2015) es la investigación periodística de Stephen Witt en su viaje hasta esos dos hechos. El primero de ellos, a inicios de los años noventa, para conocer el trabajo de los ingenieros ale- manes que crearon el sistema mp3. El equipo de científicos comandado por Karlheinz Brandenburg planteó una idea revolucionaria: aceptar que el oído humano es incapaz de percibir los sonidos que se registran en las grabaciones de alta fidelidad, extraer dichas frecuencias y lograr así un archivo más ágil para su transmisión y no menos fiel ante la asimilación mental de los sonidos. El segundo de esos sucesos primigenios para entender la piratería sucede precisa- mente a inicios de la pasada década en una fábrica de Carolina del Norte, en Estados Unidos, donde un trabajador que retractila los álbumes de PolyGram cuelga en todo tipo de redes los álbumes mainstream de media industria. El impac- to de un solo individuo para las discográficas, con total impunidad y durante unos seis años, supuso la pérdida de miles de millones. No fue el único. El trabajo de Witt, una narración fría y mordaz de la demolición de la industria tal y como la conocíamos, muestra a las majors ajenas al cáncer que albergan dentro durante demasiado tiempo, pero amplía necesariamente la visión de lo sucedido durante estos primeros 15 años de siglo: “¿Qué ocurre cuando toda una generación comete el mismo crimen?”, cuestiona el libro. Lo que ocurre en el caso de la industria discográfica es un suceso 4 7 3 4 ANUARIO SGAE DE LAS ARTES ESCÉNICAS, ARTES ESCÉNICAS MUSICALES 2015, año cero Y AUDIOVISUALES 2016 EUGENIO VIÑAS I Redactor jefe de Cultura de Valencia Plaza único en la afectación de una tecnología a la forma de entender y desarrollar un negocio, una convulsión llegada en su momento más dulce a escala global, frente a una epidemia que la ha trasladado desde su clímax a su estado más crítico... hasta la fecha. En España, la publicación del libro de Witt coincidió en 2015 con un momento crucial en la narración de esta especie de thriller industrial: las ventas de música digital superaron a la edición física por primera vez en nuestro país, según los datos de Promusicae. Lo hicieron un año después que en el ámbito global, según la Federación Internacional de la Industria Discográfica. El streaming es imprescindible para aceptar un cambio de modelo “imparable”, en pala- bras de Antonio Guisasola, presidente de la citada patronal. Es la esperada basculación de la piratería al consumo online, la estrategia ganadora –quizás in extremis– para la regeneración de un sistema que ha afectado, en última ins- tancia y como valor incalculable, a las posibilidades creativas de los artistas de toda una generación. La música graba- da celebra así su particular año cero 5 7 3 4 ANUARIO SGAE DE LAS ARTES ESCÉNICAS, MÚSICA PANORAMA GLOBAL DEL MUSICALES Y AUDIOVISUALES 2016 GRABADA SECTOR DE LA MÚSICA GRABADA 1 PANORAMA GLOBAL DEL SECTOR DE LA MÚSICA GRABADA Las ventas de música grabada continúan la tónica iniciada en los últimos dos años, manteniéndose estables y deteniéndose así el retroceso que venía produciéndose en los años previos. Las ventas en el año 2015 fueron de 15.000 millones de dólares, similares a las del año anterior. El mantenimiento de las ventas en soporte digital y el incremento de las ingresos derivados de la comunicación pública y radiodifusión explican esta estabilización de las ventas de música grabada durante 2015. Países como Japón, uno de líderes en ventas de música grabada, descienden en ventas globales. Sin embargo, países como EEUU, Reino Unido, Corea del Sur, Italia, Países Bajos o China incrementan su volumen de ventas. En España aumentaron las ventas de música grabada, puesto que en 2014 fueron de 122,9 millones de dólares y en 2015, de 133,95 millones de dólares, un aumento de 11 millones de dólares en un año, lo que supone un crecimiento del 8,9%. Al igual que en otros muchos países, el mercado digital va en aumento de un año a otro, y en 2015 alcanzó en nuestro país un porcentaje ya superior al mercado físico. El soporte físico representó un 49,5% del mercado frente al 50,5% del formato digital, lo que en términos absolutos supuso 66,3 millones de dólares de ventas de música en soporte físico y 67,6 millones de dólares de ventas de música grabada en soporte digital. Sin embargo, si utilizamos los datos provenientes de Promusicae y expresados en euros, se observa que el mercado de música grabada en nuestro país ha crecido un 7%, pasando de 149.912.000 euros en 2014 a 160.190.000 euros en 2015.