1. Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas 6. Verificação da estrutura fatorial de críticas uma medida de traços de Juçara Clemens, Mériti de Souza y personalidade da busca de sensação Maria Alice Ferreira em jovens

2. Las mujeres en los narcocorridos: Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, idealización y devaluación, Marcos Aguiar De Souza conversión trágica y desenmascaramiento cómico 7. Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y David Pavón Cuéllar, Miguel Vargas micro Frutos, Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís Isaac Molina Pérez, Emily Ito Sugiyama

3. Depresión y problemas de salud en 8. Proyecto de vida laboral de estudiantes universitarios de la bachilleres tecnológicos: estudio de carrera de Medicina. Diferencias de caso género Norma Vania Gabucio Aguilar Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez 9. El papel del psicólogo en el ámbito educativo 4. Funções parentais e adolescência na contemporaneidade: considerações Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia a partir de uma ilustração clínica Mendoza Mendoza, Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas 10. Problemáticas (contextos) a las que Gomes Gonçalves se enfrenta el docente para implementar las TIC en su práctica 5. Invarianza factorial de modelo docente hexadimensional de autoconcepto en estudiantes universitarios Francisco Alberto Pallares Campos y chilenos Jorge Guerrero Barrios

Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo

Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII. Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015.

Indizada en PsycInfo, PSERINFO, PEPSIC Y EBSCO febrero-julio 2013

Revista alternativas en psicología, órgano de difusión científica de la Asociación

Mexicana de Alternativas en Psicología, A.C.

Indizada en PsycInfo, PSERINFO, PEPSIC Y EBSCO

Toda comunicación dirigirla a AMAPSI:

Instituto de Higiene núm. 56, Col. Popotla,

CP 11400, México, D.F.

Teléfono/Fax: 5341-8012

www.alternativas.me

[email protected]

La responsabilidad sobre la información y opiniones vertidas en los artículos

corresponde únicamente a los autores.

Diseño: creamos.mx. Foto de la portada: Danielle Pereira

Edición y corrección: Laura Guadalupe Zárate Moreno

Revista Alternativas en Psicología, año XVIII, número 31, Agosto 2014 – Enero 2015 es una publicación semestral editada por la Asociación Mexicana de Alternativas en Psicología, A.C.,

calle Instituto de Higiene No. 56. Col. Popotla, Delegación Miguel Hidalgo. C.P. 11400. Tel.

5341-8012, www.alternativas.me, [email protected]. Editor responsable: Laura Evelia

Torres Velázquez. Reserva de derechos al uso exclusivo No. 04-2012-102212263800-203 otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. ISSN: 2007-5251. Responsable de la

actualización de este número: creamos.mx, Javier Armas. Sucre 168-2, Col. Moderna.

Delegación Benito Juárez. C.P. 03510. Fecha de última modificación: 14 de octubre de 2014.

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación. Queda prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes

de la publicación sin previa autorización de la Asociación Mexicana de Alternativas en

Psicología, A.C.

agosto 2014 – enero 2015

Revista “Alternativas en Psicología”

Fundador: Marco Eduardo Murueta Reyes

Presidenta actual: Laura Evelia Torres Velázquez

Directora fundadora: E. Joselina Ibáñez Reyes

Vicepresidente actual: Jorge Guerrero Barrios

Consejo editorial

Marco Eduardo Murueta Reyes Laura Evelia Torres Velázquez

UNAM, FES Iztacala. Fundador UNAM, FES Iztacala. Fundador

E. Joselina Ibáñez Reyes Rocío Soria Trujano

UNAM, FES Iztacala. Fundadora UNAM; FES, Iztacala. Fundadora

José de Jesús Vargas Flores Jorge Guerrero Barrios

UNAM, FES Iztacala. Fundador UNAM, FES Iztacala. Fundador

María Rosario Espinosa Salcido Ma. Refugio Ríos Saldaña

UNAM, FES Iztacala. Fundadora UNAM, FES Iztacala

Esther M. Marisela Ramírez G., Ma. Teresa Hurtado de Mendoza Z,

UNAM, FES Iztacala. Fundadora UNAM, FES Iztacala

Enrique B. Cortés Vázquez

UNAM, FES Iztacala. Fundador

agosto 2014 – enero 2015

Comité editorial internacional

Fabián Spinelli Carmen Mier y Terán

Universidad de Buenos Aires, Argentina UAM, Iztapalapa

Edgar Galindo José Joel Vázquez Ortega

Portugal UAM, Iztapalapa

Manuel Calviño Lucy Reidl

Universidad de la Habana, Cuba UNAM, Facultad de Psicología

Fernando González Rey Luis Joyce Moniz

Cuba-Brasil Universidad de Lisboa, Portugal

Fernando Ortiz Nuria Codina

Universidad Estatal de Washington Universidad de Barcelona, España

Jorge Pérez Alarcón Carolina Moll Cerizola

UAM, Xochimilco Universidad Católica, Uruguay

Alma Herrera Márquez Ana María Caballero

UNAM, FES Zaragoza Paraguay

Germán Gómez Humberto Giachello

UNAM, FES Zaragoza Coordinadora de Psicólogos del Uruguay

María del Refugio Cuevas Luis Morocho

UNAM, FES Zaragoza Colegio de Psicólogos del Perú

Brian McNeill Luis Benítes Morales

Universidad Estatal de Washington Universidad de San Martín de Porres, Perú agosto 2014 – enero 2015

Mario Molina Eduardo Almeida,

Federación de Psicólogos de la República Universidad Iberoamericana, Puebla

Argentina Emily Ito Sugiyama,

Ada Casal Sosa UNAM, Facultad de Psicología

Universidad Médica de la Habana, Cuba Odair Furtado

Ana María del Rosario Asebey, Presidente Consejo Federal de Psicología

UA de Querétaro de Brasil

Rosalba Pichardo, Javier Guevara Martínez

UA de Querétaro GRECO, México

Dulce María Arredondo, Marcos Ribeiro Ferreira

UA de Querétaro CRP, Santa Catarina, Brasil

Betty Sanders Brocado, Héctor Magaña Vargas

UAM, Xochimilco UNAM, Fes Zaragoza

Carlos Guardado, Bernardo Muñoz Riverol

Universidad Hispanomexicana DGEO, UNAM

Antonio Tena Suck, Carmen María Salvador Ferrer

Universidad Iberoamericana, Santa Fe Universidad de Almería, España

Ana Merces Bahia Bock

Universidad Católica de Sao Paulo, Brasil

agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII. Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Indizada en PsycInfo, PSERINFO, PEPSIC Y EBSCO

Índice de contenido

Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas ...... 8

Juçara Clemens, Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira

Universidade Federal de Santa Catarina - Brasil

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, conversión trágica y desenmascaramiento cómico ...... 22

David Pavón Cuéllar, Miguel Vargas Frutos, Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. Diferencias de género...... 45

Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Universidad Nacional Autónoma de México

Funções parentais e adolescência na contemporaneidade: considerações a partir de uma ilustração clínica ...... 60

Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves

Sigmund Freud Associação Psicanalítica, Porto Alegre/RS, Brasil

Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, Porto Alegre/RS, Brasil

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto en estudiantes universitarios chilenos ...... 74

Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo

Universidad Católica de Temuco, Chile

Universidad del País Vasco, España

agosto 2014 – enero 2015

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade da busca de sensação em jovens ...... 92

Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza

Faculdade Mauricio De Nassau – Brasil

Universidade Federal Da Paraíba – Brasil

Universidade Federal Rural Do Rio De Janeiro – Brasil

Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro ...... 113

Isaac Molina Pérez, Emily Ito Sugiyama Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México

Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso ...... 130

Norma Vania Gabucio Aguilar Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México

El papel del psicólogo en el ámbito educativo ...... 144

Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia Mendoza Mendoza, Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Universidad Nacional Autónoma de México

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el docente para implementar las TIC en su práctica docente ...... 156

Francisco Alberto Pallares Campos y Jorge Guerrero Barrios

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Universidad Nacional Autónoma de México

agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII. Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías

feministas: algunas lecturas críticas

Juçara Clemens1, Mériti de Souza2 y Maria Alice Ferreira3

Universidade Federal de Santa Catarina - Brasil

Resumen

El artículo aborda el tema de la diferencia sexual en las lecturas postuladas por el psicoanálisis freu- diano, por los autores referenciados en el psicoanálisis y en los estudios feministas. Inicialmente, se analiza la diferencia sexual en la obra freudiana enfatizando el contrapunto teórico entre la tenden- cia inicial que alimentó esa obra y la concepción de la feminidad que emerge en su fase tardía. Para ese análisis teórico se discute la posición freudiana concomitante con la posición de autores pos- freudianos sobre el tema.

Palabras claves: diferencia sexual, psicoanálisis, feminidad.

Resumo

O artigo aborda o tema da diferença sexual nas leituras postuladas pela psicanálise freudiana e por autores(as) referenciados(as) na psicanálise e nos estudos feministas. Inicialmente, analisa-se a dife- rença sexual na obra freudiana enfatizando o contraponto teórico entre a tendência inicial que ali-

1 Psicóloga. Mestre em Psicologia pela PUCRGS. Doutoranda em Psicologia na UFSC. Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil. Correo-e: [email protected] 2 Doutora em Psicologia Clínica pela PUC- S.P., Brasil. Professora na Graduação e na Pós Graduação em Psicologia na UFSC. Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil. Correo-e: meritisou- [email protected] 3 Psicóloga. Mestranda em Psicologia na UFSC. Universidade Federal de Santa Catarina, Brasil. Cor- reo-e: [email protected]

8 Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas agosto 2014 – enero 2015

mentou essa obra e a concepção da feminilidade que emerge na sua fase tardia. Para essa análise teórica discute-se a posição freudiana concomitante a posição de autores pós-freudianos sobre o tema.

Palavras-chaves: diferença sexual, psicanálise, feminilidade.

Abstract

The article addresses the sexual difference in the readings postulated by the Freudian psychoanaly- sis and authors referenced in the psychoanalysis and feminist studies. Initially, it analyzes the gender difference in the Freudian work emphasizing the theoretical contrast between the initial trend that fueled that work, and the conception of femininity that emerges in the late stage. For this analysis, it is discussed the Freudian position concurrently to the status of post-Freudian authors about the subject.

Keywords: sexual difference, psychoanalysis, femininity.

Introducción vector de la causa material de la engendra- ción, y para el hombre el poder de la causa

En Occidente, a lo largo de los siglos, se desta- formal, considerada superior a la causa mate- ca la subordinación de las mujeres hacia los rial. Desde esa perspectiva, el hombre porta- hombres, así como la construcción de teorías ría el principio divino siendo considerado per- en las diversas áreas del conocimiento que fecto y el único capaz de engendrar otro ser. establecieron la diferencia sexual como pará- Por lo tanto, el hombre fue concebido como metro para el establecimiento de esa jerar- portador de la actividad y la mujer de la pasi- quía (Duby y Perrot, 1993a, 1993b; Del Priore, vidad y de la recepción. La teoría del sexo úni-

2008). Desde la Antigüedad observamos el co establece una jerarquía en la que el hom- modelo de sexo único y de la relación jerár- bre es perfecto y la mujer imperfecta, para- quica entre el hombre y la mujer. A título de digma que estuvo presente en el imaginario ejemplo, Aristóteles consideraba a las mujeres occidental por un largo período de tiempo como seres inferiores e igualaba la humani- (Laqueur, 2001; Birman, 2001). dad plena con la masculinidad. De manera general, la diferencia sexual, con

Aristóteles estableció su modelo a través de la dos sexos distintos y bien diferenciados, pue- teoría de las cuatro causas (material, formal, de ser considerada como un acontecimiento eficiente y final). Para la mujer es designado el reciente en la historia de Occidente, con lo

9 Juçara Clemens , Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira agosto 2014 – enero 2015

cual convivimos de forma naturalizada. Tam- vivió Freud, y que también explicitan las nove- bién, esa diferencia sexual es pensada en con- dades que su obra trae más allá de ese pen- trapunto con los aspectos del sexo único, que samiento. es referencia y paradigma desde la Antigüe- El psicoanálisis, como una modalidad del co- dad. A partir del Siglo XVII, esos aspectos su- nocimiento engendrado en los Siglos XIX y XX, frieron presiones desde los descubrimientos se caracterizó por la fuerza del descentra- de la anatomía y de las diferencias morfológi- miento que presentó al pensamiento vigente, cas en los cuerpos de los hombres y de las hasta entonces, sobre la sexualidad humana. mujeres. En el Siglo XVIII, una nueva relación En esa perspectiva, la sexualidad es concebida entre los sexos producirá una teoría natural como no siendo determinada por una marca de la diferencia sexual: ser hombre o ser mu- somática o instintiva, sino que partiendo de la jer estará relacionado a la naturaleza biológi- pulsión es construida en las relaciones afecti- ca. Entonces el paradigma anterior es susti- vas y en los contextos sociales. Mientras, el tuido por el modelo de la diferencia sexual pensamiento freudiano mantuvo algunos as- (Laqueur, 2001; Birman, 2001). pectos relacionados con las lecturas sobre las

Consonante con su tiempo histórico, la revi- diferencias sexuales hegemónicas en su época sión que Freud va a realizar acerca de los te- (Birman, 2001). En ese compromiso, la lectura mas de la diferencia sexual y de lo femenino, freudiana sobre la sexualidad generó tensio- acompaña las directrices dominantes de su nes en la cultura al mantener algunos aspec-

época en distintas áreas del conocimiento. tos de las teorías vigentes en su época, como

Mientras, ese autor innova en diversos aspec- también, al presentar otros modos de pensar tos de su lectura y, particularmente, en el sobre esa cuestión. transcurso de la producción de su obra, esos cambios se presentan en relación a esos te- Método mas. Así, realizar un análisis de la diferencia En este artículo teórico proponemos discutir sexual y de lo femenino en la teoría freudiana la diferencia sexual a partir de las líneas de significa depararse con un discurso que pasó tensiones presentes en la obra freudiana, en por múltiples contradicciones y ambigüedades consonancia con la lectura iniciada por los que tanto demuestran las influencias del pen- autores asociados con la matriz psicoanalítica samiento dominante de la época en la cual

10 Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas agosto 2014 – enero 2015

que relevan la crítica para la perspectiva sobre sea, ella no existiría apenas en el aspecto geni- las diferencias sexuales. Entendemos que en tal. A lo conocido por la sexualidad como si- la obra freudiana ocurre tanto la referencia al nónimo de genitalidad, se presenta una se- modelo de sexo único, en la articulación del xualidad en la que una serie de excitaciones y tema de la sexualidad, como ocurren altera- de actividades presentes desde la infancia, ciones que modifican esa referencia y el con- proporcionan un placer irreducible para satis- cepto de feminidad es un marco en esas alte- facer una necesidad fisiológica. La sexualidad raciones. pasa a ser considerada como organizadora de

la subjetividad y presenta diversas formas de Destacaremos como líneas de fuerza la forma manifestaciones. Así, ocurren diversos mo- en que fue abordada la diferencia sexual, su mentos de embestida libidinosa en los cuales asociación a la mujer y a lo femenino presente predominan las sensaciones y la forma de los en otras épocas históricas, contextos sociales vínculos con los objetos correspondientes a y que todavía están vigentes. Iniciaremos pro- determinadas zonas erógenas (Freud, blematizando la teoría de la diferencia sexual 1905/1989). y de la jerarquía entre lo masculino y lo feme- nino, su entrelace con la obra freudiana y con Es importante resaltar que la teoría freudiana los análisis de los autores psicoanalistas con- inicialmente sufre la influencia de las ideas temporáneos. relacionadas con la fuerza de la realidad del

cuerpo como posibilidad para la ordenación

Psicoanálisis y lecturas sobre la diferencia del psiquismo y, la idea de que ese período sexual evidencia los presupuestos del paradigma moderno en la comprensión de la diferencia

El discurso freudiano sobresale cuando señala sexual. Entre tanto, Freud retoma esas con- que la sexualidad buscaba el placer y no esta- cepciones en los textos más tardíos de su ría volcada solamente a la reproducción de la obra y cambia su teoría: abandona la tenden- especie. Ese punto, por sí solo, ya configura cia inicial que alimentó esa obra, por la cons- una crítica a la sexología biológica de la época trucción de la diferencia sexual a partir de lo y a la teoría sobre las causas de neurosis. Para masculino, y elabora la concepción de la femi- el psicoanálisis, la sexualidad podía ser consi- nidad que emerge en su fase tardía, la cual derada en el aspecto infantil y pregenital, o denota la complementariedad de lo femenino

11 Juçara Clemens , Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira agosto 2014 – enero 2015

y masculino, la complementariedad de pasivi- escena familiar, delineando su identidad se- dad y actividad. Para Birman (2001), cuando xuada y su destino erótico.

Freud analiza la cuestión edipica recurre a En los textos iniciales en los que discurre so- sistemas diferentes de pensamiento, sugiere bre los diferentes destinos ante la amenaza de diferentes posibilidades para la constitución castración, Freud señala los caminos por los psíquica y propone el concepto de feminidad que la libido se expresa al unirse con las per- (1923/1976; 1924/1976; 1931/1976; sonas significativas de la historia de niños y 1933/1994). En las nuevas producciones teóri- niñas. En los niños, el miedo de perder esa cas acerca de la diferencia sexual, Freud afir- parte del cuerpo, el pene, fuente de placer ma que una mujer se hace. En otras palabras, que es también considerada de forma narci- la diferencia sexual en la obra freudiana enfa- sista, se transformaría en angustia por la cas- tiza el contrapunto teórico entre la tendencia tración y eso lo haría abandonar el Complejo inicial que alimentó esa obra y la concepción de Edipo. En la niña, la trayectoria tiene carac- de la feminidad que emerge en su fase tardía terísticas diferentes. Para ellas no existe una y caracteriza el descentramiento de lo mascu- amenaza efectiva por no tener un pene que lino. pueda ser perdido. Pero, en su trayecto libidi-

Una marca de la teoría psicoanalítica freudia- noso, la niña “ha visto, sabe que no lo tiene y na es que las lecturas de la sexualidad mascu- quiere tenerlo (Freud, 1925/1976, p. 314). lina y femenina registraron cambios y altera- Inicialmente, Freud construye la narrativa edi- ciones. Esos aspectos evidencian una contra- pica acompañando la perspectiva masculina, y dicción básica. De forma específica, la teoría dejando la perspectiva femenina de lado. Es- sobre el complejo de Edipo ilustra ese escena- tos aspectos presentan el fundamento de la rio, pues se refiere inicialmente a la construc- tradición social, implicando en el reconoci- ción de la diferencia sexual y de la sexualidad miento y en la atribución de la masculinidad a partir de la referencia de lo masculino. En la una superioridad ontológica en relaciòn a la descripción teórica del complejo de Edipo, femeneidad. Nuevamente, estamos ante una existe la formulación de la ley de la prohibi- concepciòn jerárquica de los sexos, como en ción del incesto, ley que regularía los inter- la Antigüedad. Pero, en seguida Freud verificó cambios afectivos y eróticos del niño en la la naturaleza libidinosa entre las figuras del

12 Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas agosto 2014 – enero 2015

hombre y de la mujer. Es decir, en el discurso lina y femenina registraron cambios y altera- freudiano, la diferencia sexual pasa a ser con- ciones. Freud recurre a sistemas diferentes de siderada a partir de la libido y no en base a la pensamiento, siendo que uno de ellos deriva anatomía y fisiología. “La particularidad del de la concepción iluminista y presupone la discurso freudiano fue intentar articular todo existencia de dos sexos a partir de la diferen- eso con la concepción moderna de la diferen- cia de anatomía entre ellos. Esos aspectos cia sexual, razón por la cual esta diferencia evidencian una contradicción básica en la teo- pasó a ser esbozada, ahora, como de natura- ría freudiana, pues considera al sexo feme- leza libidinosa entre las figuras del hombre y nino como poseedor de una masculinidad que de la mujer” (Birman, 2001; p.185). le resulta extraña, también.

Inicialmente, Freud nos hizo creer que la figu- Cuando el recorrido freudiano pasó a formu- ra de la mujer podría ser concebida a partir de lar algo específico sobre la figura femenina, la figura del hombre. Sin embargo, en seguida los enigmas fueron mejor decifrados. En los

Freud verificó que no era así y tuvo que cons- textos producidos entre 1924 y 1932, Freud truir, posteriormente, una teoría edípica de la (1924/1976; 1925/1976; 1931/1976; 1932- mujer destacando su especificidad en relación 1933/1994; 1933/1994) trató de fundamentar al hombre. Él trató de problematizar, más su lectura de lo femenino y de la sexualidad tarde, ese enunciado a partir del enunciado de de la mujer. Viene, desde ese período, el desa- la femineidad, postulado inicialmente como rrollo teórico de las relaciones de la niña con enigmático y, a continuación, como una marca la madre primordial, llamada como preedípica de la constitución psíquica. y de lo que denominó como el continente ne-

gro de la mujer. La relación con la figura de la Birman (2001) enfatiza que en el título del madre arcaica también sería constitutiva del texto freudiano que abordará primero la lec- niño, aunque en su constitución, la psiquis de tura de la feminidad: Algunas consecuencias la mujer va a tener marcas indelebles. psíquicas de la distinción anatómica entre los sexos (1925/1976), y los estudios titulados Se- Destacamos que en la obra sobre el análisis xualidad femenina y La Femineidad, está pre- lego, Freud, (1926/1976; p. 242) al presentar la sente una marca de la teoría psicoanalítica conocida frase de que la sexualidad de las freudiana: las lecturas de la sexualidad mascu- mujeres configura un “continente oscuro”,

13 Juçara Clemens , Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira agosto 2014 – enero 2015

también comenta que no considera finalizada los descubrimientos sobre las consecuencias la discusión acerca de la sexualidad femenina. de las diferencias sexuales anatómicas anun-

Además, es importante destacar que en la ciadas en 1925, y da un nuevo énfasis a la

XXXIII Conferencia sobre femineidad, afirma que intensidad y larga duración de la conexión

“[...] aquello que constituye la masculinidad o preedípica de la niña para la madre. Él realiza femineidad es una característica desconocida un análisis de su propia obra y problematiza la que está fuera del alcance de la anatomia” cuestión del elemento activo en la actitud de

(Freud, 1932-1933/1994; p. 115). la niña con la madre y en la femineidad en

general. También, analiza la cuestión de la Conforme Birman (2001), Freud también está bisexualidad, enfatizando que en términos de produciendo alteraciones en su teoria cuando la anatomía, una persona no se configura co- anuncia que la mujer, al constatar su condi- mo exclusivamente femenina o masculina. De ción de castrada, va a tomar diferentes posi- forma específica, Freud crítica la concepción ciones psíquicas y va a ocupar posiciones di- que sobrepone lo masculino a lo activo y lo versas en los procesos identificatorios: la inhi- femenino a lo pasivo, como también, destaca bición sexual, la virilización y la maternidad. que esas sobreposiciones transcurren en mu- Esa lectura propicia una ruptura con el deter- chas de las imposiciones sociales. El autor minismo natural de las concepciones neuro- menciona que en la constitución psíquica de patológicas anteriores al psicoanálisis, dando hombres y mujeres ocurre una pérdida de las una apertura para la historia de la subjetivi- representaciones invertidas narcisísticamente dad y para la serie de posibilidades a partir de y fálicamente. Ese contexto hace con que las un mismo acontecimiento estructural. Esas personas tengan que lidiar con el desamparo. cuestiones mencionadas por el autor sirven como referencia para las afirmaciones de que Retomando lo que discutimos hasta el mo-

Freud nunca abandonó el estudio sobre la mento, el paradigma de la diferencia sexual diferencia sexual, como también, no restringía está correlacionado con la modernidad en esas cuestiones sobre el abordaje biológico. Occidente, pues hasta el final del Siglo XVIII

era el modelo del sexo único que dominaba al En 1931, Freud presenta un estudio titulado imaginario sexual de nuestra tradición. Sin Sexualidad femenina y en 1933 publica el estu- embargo, la jerarquía entre los sexos no dejó dio La Femineidad. En esos trabajos, renuncia a de existir, pero fue dislocada para el registro

14 Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas agosto 2014 – enero 2015

biológico de la naturaleza. Así, con la llegada constitución psíquica y a la diferencia sexual de la modernidad emerge el nuevo paradigma (Beauvoir, 2000; Cixous, 1995; Irigaray, 1988; de la diferencia sexual, en la que el hombre y Butler, 2003; Birman, 2001; Nunes, 2000). la mujer tendrían esencias diferentes, siendo irreductibles entre sí. La ontología de lo feme- Discusión - Cultura y constitución psíqui- nino y de lo masculino pasó a ser concebida ca: referencias críticas como una matriz de la naturaleza diferenciada e inconfundible entre las personas. En el escenario contemporáneo, Simone de Beauvoir (2000) enfatiza que tanto en la filoso-

Conforme vimos, el discurso freudiano no fía como en la sociedad en general ocurrió escapa a esa tradición, y en el recorrido histó- una predominancia del empleo de caracterís- rico que envolvió la diseminación de la teoría ticas del hombre como padrón de juzgamien- psicoanalítica gana hegemonía la concepción to para la humanidad. Beauvoir denominó inicial de la obra freudiana sobre la diferencia como yo al conocimiento filosófico, el cual sexual y sobre lo femenino. No obstante, con- tendría como característica a la actividad y a la forme dijimos anteriormente, el psicoanálisis conciencia. Ese conocimiento sería masculino freudiano sufre cambios en su trayecto y abre por falta de oposición de su par binario, fe- espacios para las nuevas lecturas más allá de menino, que ella llamó de otro y lo describió la orientación exclusivamente biologica. como pasivo, sin voz y sin poder. Demostró su

preocupación en el modo en que las mujeres En ese contexto, encontramos autores con- fueron consideradas iguales a los hombres temporáneos que dedicaron sus trabajos a por actuar como ellos, a través de una argu- investigar las relaciones de poder y de jerar- mentación de que la igualdad es ser o hacer lo quía entre hombres y mujeres a partir de la mismo que los hombres. Destaca que mujeres crítica a la perspectiva falocéntrica que anima y hombres son diferentes, siendo que cada teorías y lecturas sobre la diferencia sexual. uno construye el mundo a partir de su propia Así, tanto en el campo de los estudios históri- conciencia, organizando cosas y sentidos a cos como en el campo del movimiento femi- partir de su experiencia. Su frase célebre so- nista y en el campo de los propios psicoanalis- bre el hecho de que la mujer no es una refe- tas localizamos lecturas que buscan criticar la rencia biológica, sino que es antes una cons- predominancia del falo como referencia a la trucción cultural, enfatiza que creamos una

15 Juçara Clemens , Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira agosto 2014 – enero 2015

existencia cuando producimos aquello en que y utiliza sus análisis para defender lo que ella nos queremos convertir. En otras palabras, la denominaba como “heterosexualidad radical”. autora destaca que no existe una única moda- Para esa autora la diferencia es irreductible y, lidad de ser mujer y señala la separación entre de esa forma, la cuestión de la sexualidad no lo biológico y la femineidad considerada como se somete a binarismos, oposiciones, ontolo- una construcción social. gías universales, parámetros que orientan las

teorías hegemónicas sobre lo masculino y lo La filósofa y también psicoanalista Luce Iriga- femenino. En otras palabras, defiende una ray analizó la estructura linguística del incon- modalidad de singularidad calcada en la irre- ciente para afirmar que el lenguaje es configu- ductibilidad de la diferencia. rado a partir de las referencias de lo mascu- lino. Así, ella entiende que todo discurso, los Nunes (2000) destaca que Freud recurre a valores y los deseos asociados a lo masculino sistemas diferentes de pensamiento, siendo son establecidos como ley, sin embargo, ella que uno de ellos deriva de la concepción ilu- resalta que cada sexo establece una relación minista y presupone la existencia de dos se-

única con valores, deseos y sueños. Con esas xos a partir de la diferencia de anatomía entre afirmaciones, ella quiere resaltar el hecho de ellos. Ese abordaje es heredado de la lectura que cada persona establece una relación con que adopta los presupuestos de los Siglos la razón, con la locura, y que este postulado XVIII y XIX acerca de la feminidad y de la mas- pone en tela de juicio a la tradición occidental culinidad. Esos presupuestos implican la atri- que asocia lo masculino con la razón, y a lo bución para la mujer de la característica de femenino con el afecto y la desestabilización pasividad y al hombre de la característica de de la razón. actividad, siendo que la presencia de la activi-

dad en la constitución femenina se relaciona Conocida como teoría de la diferencia, Irigaray con la masculinidad. Por lo tanto, Freud tam- (1988) destaca que el paradojo de la diferencia bién utiliza una lectura monista “según la cual sexual establecida a partir de dos sexos está existiría la fantasía infantil apenas del órgano en que el mismo se sitúa apenas en la refe- sexual, el pene, el mismo aparece como un rencia al sexo masculino. Ella analiza la cues- heredero del pensamiento occidental antiguo tión de la construcción de las teorías sobre la que [...] presupone la existencia de apenas un diferencia, particularmente en el psicoanálisis, sexo, el masculino (p. 174)”.

16 Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas agosto 2014 – enero 2015

Para la psicoanalista Nunes (2000), cuando en za/cultura, hombre/mujer, cabeza y corazón. el pensamiento freudiano se describe el desa- Estos pares son clasificados de modo jerárqui- rrollo sexual de la mujer, lo hace dándole un co, en los que un elemento es considerado destino de acuerdo con su ideal femenino. La dominante o superior (masculino y activo) y el niña abandona su sexualidad excesiva, mascu- otro elemento inferior es más débil (femenino lina y se adapta a la imagen de mujer pasiva, y pasivo). Cixous (1995), en sintonía con los receptiva y que hará sacrificios para ser ver- cuestionamientos feministas, cree que cues- daderamente femenina, destacando que es- tionar ese padrón jerárquico del pensamiento taba en discusión teórica, en ese período, la implica en cambios filosóficos, sociales y polí- sexualidad perversa-polimorfa, la cual puede ticos. asumir diferentes formas. Ya estaba en circu- En otras palabras, ella comenta sobre los pa- lación, también, el concepto de inconsciente, res actividad y pasividad, naturaleza y cultura, la sexualidad y las relaciones afectivas con los hombre y mujer, entre otros, y destaca que padres en los procesos de subjetivación. La esos conceptos operan a partir de una diná- autora enfatiza que esos aspectos ofrecen al mica binaria que establece la superioridad de sujeto humano un potencial para una varie- uno en relación al otro. Argumenta que esos dad de formas masculinas y femeninas de ser conceptos acompañan a las teorías sobre la que no van a depender del sexo biológico. Así, diferencia sexual y la analizan a partir de esa “si la sexualidad humana se desarrolla en el dinámica, siendo que la jerarquización somete registro de las fantasías, de las representacio- toda organización conceptual al hombre: “Pri- nes psíquicas, nada de lo que pertenezca a la vilegio masculino que se distingue en la oposi- sexualidad sería predeterminado” (p.176). ción que sostiene, entre la actividad y la pasi-

Ya Hélène Cixous, poeta, romancista y filósofa, vidad. Tradicionalmente, se habla de la cues- destaca la influencia de las oposiciones en el tión de la diferencia sexual acoplándola a la pensar que atraviesa los siglos. La autora ar- oposición: actividad-pasividad” (Cixous; p. 14). gumenta acerca de la jerarquización promovi- Butler (2003) deconstruye categorías identifi- da por los conceptos y por el binarismo a par- catorias como género, sexualidad, cuerpo, tir del cual funcionan los mismos Hay una heterosexual y homosexual. Problematiza la tendencia del pensar en el agrupamiento de división binaria y jerárquica establecida entre los elementos en pares opuestos: naturale-

17 Juçara Clemens , Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira agosto 2014 – enero 2015

las categorías del sexo y del género destacan- social, político y las posiciones que hombres y do que la constitución de la diferencia sexual y mujeres ocupan en el mundo, y como ellos(as) de la subjetividad no se basa exclusivamente fueron encontrando medios de manifestarse y en la cultura o en lo biológico, pero antes se posicionarse políticamente, socialmente y entrecruzan y se entrelazan. El lenguaje, en su sexualmente. dimensión de actuación, es utilizado por la autora para analizar el entrelace entre las Consideraciones finales denominadas dimensiones culturales y bioló- El privilegio del universalismo presente en los gicas, particularmente en la constitución de la discursos hegemónicos del mundo occidental representación del cuerpo y del deseo, que permea la construcción de teorías y de repre- culminan en la forma en que cada persona se sentaciones sobre hombres y mujeres. De reconoce y se relaciona consigo y con el otro. forma específica, el análisis de la diferencia De forma general, Butler analiza la construc- sexual y de los discursos elaborados acerca de ción y la diseminación de la matriz heterose- ese concepto, explicita la presencia de la je- xual. Ella escribe que las mujeres configuran rarquía de lo masculino sobre lo femenino en una modalidad de sexo que no es único. Para esos discursos. Ese predominio no sólo lleva a Butler, a pesar de las imposiciones y de las la construcción de teorías reduccionistas y normas binarias que disocian los cuerpos y homogeneas sobre la diferencia sexual, sino deseos en pares de opuestos para las perso- que también a la construcción de teorías nas, se constituyen de diversas formas más igualmente reduccionistas y homogeneas so- allá de las matrices de lo heterosexual y ho- bre la constitución subjetiva. Ese proceso me- mosexual, de lo masculino y de lo femenino. rece ser explicitado y criticado, pues el mismo

Conforme podemos entender, a partir de las acompaña la producción de teorías desenfo- breves descripciones de los trabajos presen- cadas de la perspectiva histórica y de la pers- tados anteriormente, pensar sobre la diferen- pectiva crítica, en las más diversas áreas del cia sexual en el escenario contemporáneo conocimiento. demanda realizar un camino histórico-crítico Es importante resaltar que la mayoría de las sobre las teorías acerca de la diferencia sexual teorías sobre la diferencia sexual y la sexuali- y sus relaciones con lo masculino y lo feme- dad encuentran sus raíces en una matriz me- nino. Así, es importante considerar el lugar

18 Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas agosto 2014 – enero 2015

tafísica en la cual los conceptos de sustancia, justamente el embate entre la lectura univer- continuo, representación y causalidad, entre sal de la constitución subjetiva unida a la lógi- otros, están producidos y referenciados en el ca del modelo universal y masculino y a la supuesto universal del Hombre como modelo. femineidad como propuesta que articula lo

Así, el universalismo y el humanismo como singular. parámetros éticos, teóricos y políticos siguen La epistemología moderna es calcada de la una determinada lectura que adopta concep- concepción del sujeto del conocimiento como tos basados en referencias específicas, en las marcado por el hecho en el sentido ontológico que los atributos correlacionados con ellos y simbólico del sujeto sustantivado como fueron considerados como científicos. A su masculino. Así, lo que escapa a la representa- vez, son verdaderos aquellos que fueron atri- ción y a los sentidos preestablecidos es desca- buidos como constitutivos de lo masculino: la lificado, denominado como negativo, falta o razón, la cultura, la sustancia y el falo, entre caos. Mientras tanto, esa descalificación expli- otros. Todavía, los conceptos asentados en cita el defasaje del conocimiento que no dis- referencias en las que los atributos correla- pone del aparato teórico e instrumental nece- cionados con ellos fueron considerados como sario para la lectura de la realidad que extra- no siendo ni científicos ni verdaderos son pola la sustancia, lo determinado, lo represen- aquellos que fueron atribuidos como constitu- tado y lo lineal. En esa senda, lo femenino, al tivos de la mujer: el vacío, el afecto, la natura- encarnar lo vacío, lo negativo y volverse blan- leza y lo incompleto (Haraway, 1995; Harding, co de descalificación, también encarna al des- 1996; Schiebinger, 2001). conocimiento que acompaña al saber humano

No obstante, conforme vimos anteriormente, y explicita la angustia generada por el mismo. el psicoanálisis encarna una teoría que se Lo femenino cuestiona al status quo dominan- abre para la modernidad y explicita tanto los te, pues expone el límite de lo referencial epis- límites históricos y filosóficos de la concepción témico y ontológico que asocia conocimiento, del sujeto racional, cognoscente y universal, poder, representación, sustancia y falo. Pro- como también la cuestión de la subjetividad blematizar esos presupuestos demanda la dividida y de su descentralización. La contra- producción de epistemologías y ontologías dicción interna al propio psicoanálisis freu- que se junten con la calificación de lo que fue diano y que configura su fortuna teórica es

19 Juçara Clemens , Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira agosto 2014 – enero 2015

excluído y descalificado en el saber moderno y Beauvoir, S. (2000). O Segundo Sexo. 1 Fatos e ocidental. Mitos. Rio de Janeiro: Nova Fronteira.

No obstante, lidiar con esas cuestiones de- Birman, J. (2001). Gramáticas do erotismo: a manda concebir lo subjetivo y el conocimiento feminilidade e as suas formas de subjetiva- sin arrastrar a la lógica identificatoria y a la ção. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira. metafísica de la presencia en la teoría y en la Butler, J. (2003). Problemas de gênero: femi- intervención. Como destaca Foucault (1987), nismo e subversão da identidade. Rio de Ja- los discursos y las teorías acerca de la diferen- neiro: Civilização Brasileira. cia sexual y de la sexualidad fueron contruí- dos a partir de modalidades de saber que Cixous, H. (1995). La Risa de la Medusa: ensa- configuran la red social moderna y hablan al yos sobre la escritura. Barcelona, Anthopos; respecto de prácticas y discursos que sostie- Madrid, Comunidad de Madrid; San Juan, nen una red de poder. Así, los cambios y las Universidad de Puerto Rico. alteraciones en las teorías y en las prácticas en las diversas áreas del conocimiento cuestio- Del Priore, M. (2008). História das mulheres no nan las relaciones de poder y de jerarquias Brasil. São Paulo: Contexto. establecidas. En el escenario contemporáneo Duby, G. y Perrot, M. (1993a). Historia de las localizamos varias prácticas y discursos acerca mujeres: El siglo XIX – cuerpo, trabajo y mo- de la diferencia sexual que articulan redes de dernidad. Vol. 8. Madrid: Taurus Ediciones. poder y de jerarquía establecidas entre los denominados masculino y femenino. Es im- Duby, G. y Perrot, M. (1993b). Historia de las portante cuestionar esos discursos, prácticas y mujeres: El siglo XIX: La ruptura política y los sus implicaciones para la vida de las personas, nuevos modelos sociales. Vol. 7. Madrid: produciendo una escucha para las personas Taurus Ediciones. que se configuran de formas diferenciadas frente a los modelos y normas establecidas. Foucault, M. (1987). Arqueologia do saber. Rio

de Janeiro: Forense Universitária.

Freud, S. (1905). Três ensaios sobre a teoria

Referencias da sexualidade. In Edição Standard Brasilei-

20 Diferencia sexual, psicoanálisis y teorías feministas: algunas lecturas críticas agosto 2014 – enero 2015

ra das Obras Psicológicas Completas de Sig- Freud, S. (1932-1933) Novas conferências in-

mund Freud (Vol. VII). Rio de Janeiro: Ima- trodutórias sobre Psicanálise. In Edição

go,1989. standard brasileira das obras psicológicas

completas (Vol. XXII). Rio de Janeiro. Imago, Freud, S. (1923) A organização genital infantil. 1994. In Edição Standard Brasileira das Obras Psi-

cológicas Completas de Sigmund Freud (Vol. Freud, S. (1933). A feminilidade. In Edição

XIX). Rio de Janeiro: Imago,1976. standard brasileira das obras psicológicas

completas (Vol. XXII). Rio de Janeiro: Imago, Freud, S. (1924) A Dissolução do Complexo 1994. de Édipo. In Edição Standard Brasileira das

Obras Psicológicas Completas de Sigmund Haraway, D. (1995). Saberes localizados: a

Freud (Vol. XIX). Rio de Janeiro: Imago, questão da ciência para o feminismo e o

1976. privilégio da perspectiva parcial. Cadernos

Pagu, 5, p. 7-41. Freud, S. (1925). Algumas consequências

psíquicas da diferença anatômica entre os Harding, S. (1996). Ciência y Feminismo. Ma-

sexos. In Edição standard brasileira das drid: Morata.

obras psicológicas completas (Vol. XIX). Rio Irigaray, L. (1988). Speculum de la otra mujer. de Janeiro: Imago, 1976. Madrid: Saltés.

Freud, S. (1926). A questão da análise leiga. Laqueur, T. (2001) Inventando o sexo: corpo e In Edição standard brasileira das obras psi- gênero dos gregos à Freud. Rio de Janeiro: cológicas completas (Vol. XX). Rio de Janeiro: Relume Dumará. Imago, 1976.

Nunes, S. A. (2000). O corpo do diabo entre a Freud, S. (1931) Sexualidade feminina. In Edi- cruz e a caldeirinha: um estudo sobre a ção standard brasileira das obras psicológi- mulher, o masoquismo e a feminilidade. cas completas (Vol. XXI). Rio de Janeiro. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira. Imago, 1976.

Schiebinger, L. (2001). O feminismo mudou a

ciência? Bauru-SP: EDUSC.

21 Juçara Clemens , Mériti de Souza y Maria Alice Ferreira agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII. Número 31.

Agosto 2014 – Enero 2015

Las mujeres en los narcocorridos:

idealización y devaluación, conversión trágica y des-

enmascaramiento cómico

David Pavón Cuéllar4, Miguel Vargas Frutos5, Mario Orozco

Guzmán6 y Flor de María Gamboa Solís7

Universidad Michoacana de San Nicolas de Hidalgo

Resumen

Se ofrece un análisis discursivo del papel de la mujer en una muestra de 100 narcocorridos grabados y difundidos en México entre 1984 y 2012. Este papel es analizado a través de los nombres que se asignan a las figuras femeninas, sus atributos, sus posicionamientos como objeto y como sujeto, y sus intervenciones dentro y fuera de la esfera de actividad y organiza- ción del narcotráfico. Se examina la progresiva desidealización de la mujer, así como un proce- so que puede interpretarse ya sea como una conversión trágica o como un desenmascara- miento cómico de las mujeres degradadas o pervertidas en el desarrollo de los narcocorridos.

Palabras clave: narcotráfico, narcocorridos, mujer, análisis de discurso, psicoanálisis.

4 Profesor investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Correo-e: pavoncuellarda- [email protected] 5 Correo-e: [email protected] 6 Profesor investigador de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Correo-e: or- [email protected] 7 Profesora investigadora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Correo-e: florgam- [email protected]

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 22 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

Abstract

The paper offers a discursive analysis of the role of women in a sample of 100 “narcocorridos” recorded and broadcasted in between 1984 and 2012. This role is analyzed through the names that are assigned to the female figures, their attributes, their positions as object and subject, and their interventions inside and outside the sphere of drug trafficking. The pa- per examines the progressive devaluation of women and a process that can be interpreted either as a tragic conversion or as a comic unmasking of degraded or perverted women in the development of narcocorridos.

Keywords: drug-trafficking, narcocorridos, woman, discourse analysis, psychoanalysis.

Introducción: mujeres, narcotráfico y nan y se popularizan los corridos que le cantan a la mujer ajusticiada: una “Rosita narcocorridos Alvírez”, víctima funesta de la intolerancia

El emergente subgénero musical mexicano de un hombre que no admite que se le conocido como narcocorrido, cuya temática rechace, o una “Martina” que vincula, en la está centrada en el narcotráfico, pone en ingenuidad de su mentira, la entrega del evidencia un cambio radical del papel de amor con la traición al deber y a la sumi- las mujeres en la sociedad. Este cambio es sión conyugal. Los primeros narcocorridos, correlativo de la transformación del con- entre los años treinta y setenta, consiguen texto social y de manifestaciones culturales liberar a la mujer de su condición de vícti- como el género mismo de los corridos. Las ma del hombre, por ejemplo cuando le luchas territoriales entre las organizaciones cantan a “Ignacia Jasso”, “la Nacha”, famosa ligadas al narcotráfico han suplantado las narcotraficante de Ciudad Juárez, o cuando batallas y luchas fratricidas de la Revolu- “Camelia la Tejana” y “Margarita la de Ti- ción. Los corridos revolucionarios presen- juana” pasan de ser quienes sufren a quie- taban a una “Rielera” abandonada por su nes ejercen la violencia y matan a sus com-

“Juan”, a una “Adelita” a la que se le busca- pañeros (Ramírez Pimienta, 2010). ría aunque se fuera con otro y a una “Va- Los actuales narcocorridos incluyen fre- lentina” por cuyo amor se arriesgaría la cuentemente a figuras femeninas, herede- vida. Poco después de la Revolución, retor- ras directas de Ignacia Jasso, que se rela-

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 23 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

cionan de algún modo u otro con el nego- mo simples ilustraciones, las imágenes de cio de las drogas. Las mujeres pueden ser presuntas narcotraficantes que circulan en traficantes o sicarias, pero también amigas, la televisión, la mediatización en torno a las familiares, esposas o amantes de los trafi- hijas y esposas del Chapo Guzmán, la cele- cantes o sicarios, así como prostitutas, can- bridad alcanzada por las jefas del narcotrá- tantes, animadoras u otras empleadas pa- fico Enedina Arellano Félix y La Reina del gadas por ellos, y desconocidas o mujeres Pacífico, o el escándalo en torno a la her- indefinidas o generalizadas. En muchos de mosa Miss Sinaloa 2008 o Laura Elena Zú- estos casos, ocupan lugares centrales y ñiga Huizar, aprehendida por sus presun- protagónicos en un ámbito que suele con- tos vínculos con el narcotráfico8. cebirse como esencialmente masculino.

Además, también con bastante frecuencia, En el ámbito preciso de los narcocorridos, desempeñan papeles que desbordan los recordemos la fama de la diva Jenni Rivera, marcos representativos tradicionales de la la conmoción por su muerte y la importan- figura femenina en México, tal como han cia de su feminidad (Cobo, 2013). Recor- sido identificados por la feminista Marcela demos también tantos “asuntos de muje-

Lagarde (2005) en términos de cautiverios, res” (Grillo, 2012; p. 285), por los que ha- como Cautiverios de las mujeres mexicanas: brían sido asesinados cantantes de narco-

“madres, esposas, locas, monjas, presas y corridos entre los que destaca el “mujerie- putas” (p. 2). go” Valentín Elizalde (Pérez, 2012; p. 72). Tampoco habría que olvidar, en el mismo

En realidad, los fenómenos recién mencio- ámbito de los narcocorridos, aquellas si- nados, que se entretejen constantemente tuaciones tan significativas en las que la con la negación o la desvalorización de la figura masculina puede llegar incluso a feminidad, no sólo se pueden apreciar en desvanecerse o a pasar a un segundo el texto de los narcocorridos, sino también plano, como es el caso de los rumores en en el contexto simbólico en el que se com- torno a los amores lésbicos por los que la pone y se canta ese texto, un contexto constituido por sucesos, noticias, opinio- nes, valoraciones, actitudes, personajes, rumores, palabras, etc. Consideremos, co- 8 Para más ejemplos, consultar Ronquillo (2008).

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 24 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

cantante Zayda Peña Arjona y su amante muestra de 100 letras de narcocorridos habrían sido asesinadas. (Tabla 1) relativamente recientes, grabados

y difundidos entre 1984 y 2012, es decir, en Teniendo en cuenta la centralidad y el pro- las dos últimas etapas del desarrollo de tagonismo del elemento femenino en el este subgénero musical que distinguen contexto simbólico de los narcocorridos y Maihold y De Maihold (2012). Nuestro aná- no sólo en el texto de sus letras, podemos lisis está limitado a los siguientes aspectos comprender la actual proliferación de pu- de las referencias a la mujer en los narco- blicaciones en las que se estudian las más corridos: diversas formas de actuación de la mujer en el universo del narcotráfico en México 1. Los nombres de la mujer. Sustantivos,

(Ovalle y Giacomello, 2008; Ronquillo, 2008; adjetivos sustantivados y elementos peri- frásticos con los que la mujer es designa- Carrillo, 2012; Maihold y De Maihold, 2012; da e identificada. Santamaría, 2012). De modo más puntual, 2. Los atributos de la mujer. Sustantivos, encontramos también un cierto interés en adjetivos y elementos perifrásticos con los que la mujer es descrita o caracterizada. la cuestión de la feminidad en textos aca- 3. La mujer como sujeto y como objeto. La démicos acerca de los narcocorridos (Tina- diferencia discursiva entre los posiciona- jero y Hernández, 2004; Arias y Fernández, mientos de la mujer como receptor pasi- vo y como agente activo. 2009; Jegerings, 2011), así como trabajos 4. La mujer en el trabajo y en el placer. Las específicos dedicados a las mujeres en este intervenciones de la mujer dentro y fuera subgénero musical (Cota y Esquivel, 2002; de la esfera de actividad y organización del narcotráfico. Mondaca, 2004; Ramírez Pimienta, 2010).

Una vez que hayamos considerado cada

Material y método uno de estos aspectos, prestaremos una

atención especial a aquellos narcocorridos Haciendo nuestra particular aportación a en los que se emplean múltiples nombres las investigaciones que ya se han realizado para la mujer. Veremos cómo esta multipli- en torno a las figuras femeninas en los cidad puede realizar o comportar diversos corridos que versan principalmente sobre procesos discursivos: la distinción entre narcotráfico, aquí ofrecemos un análisis mujeres, la acentuación de un aspecto de discursivo del papel de las mujeres en una la mujer, la diferenciación entre facetas

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 25 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

femeninas y la narración de una sucesión longitudinal en una muestra amplia de de avatares de la feminidad. Al detenernos narcocorridos y explorando interpretati- en el último proceso, examinaremos lo que vamente la evolución ideológica y las orien- puede interpretarse, ya sea como una con- taciones evolutivas en el seno del discurso versión trágica o como un desenmascara- textual de las letras. Todo esto debería miento cómico de las mujeres que se ven permitirnos cumplir con el propósito prin- degradadas o pervertidas en el desarrollo cipal de nuestro análisis, que no está en mismo de los narcocorridos. Para terminar, sus resultados analíticos e interpretativos, ahondaremos en esta interpretación a la sino en la reflexión acerca de un posible luz de otra propuesta interpretativa que sentido teórico de estos resultados en una habremos hecho con anterioridad, a saber, doble perspectiva marxista y psicoanalítica. la progresiva desidealización que se obser- varía en la evolución de los mencionados Los nombres y su evolución en el tiem- aspectos de las referencias a la mujer en po: de las mujeres y las hembras a las los narcocorridos. morras, plebes y plebitas

A diferencia de los anteriores trabajos en la En los 100 narcocorridos analizados, he- investigación del papel de la mujer en los mos detectado 35 sustantivos, adjetivos narcocorridos, el presente no ofrece una sustantivados o elementos perifrásticos visión general y panorámica del tema como con los que la mujer es designada e identi- la que tenemos en Mondaca (2004), ni pro- ficada: mujer, dama, dama traficante, queri- fundiza en la relación de la feminidad con da, novia, amiga, dueña de mi amor, señora, la violencia como ya lo han hecho Cota y vieja, viejona, reina, reina de reinas, jefa de

Esquivel (2002), ni tampoco relata los ante- jefas, hembra, , potranca, jovencita, cedentes, los orígenes y la historia de las chica, chiquitita, nena, muchacha, mucha- figuras femeninas en los narcocorridos, lo chona, chavalona, morena, morra, plebe, que fue magistralmente realizado por Ra- plebita, plebona, barbi, cabrona, tonta, cha- mírez Pimienta (2010). Nuestro análisis se calosa, desmadrosa, malandrina y buchona. limita a los aspectos estrictamente discur- Entre estos nombres, hay los que siempre sivos a los que ya nos hemos referido, pero son utilizados en plural y que suelen desig- estudiándolos analíticamente de manera nar tanto a objetos de placer carnal como a

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 26 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

colaboradoras en el negocio del narcotráfi- tienden a designar mujeres jóvenes que se co: nenas, muchachas, muchachonas, more- dedican a la prostitución o al narcotráfico, y nas, morras, plebes, plebitas, barbis, cabro- que irrumpen tardíamente, de modo súbi- nas, tontas, chacalosas, desmadrosas y bu- to, masivo y arrollador, a partir del año chonas. El singular es el único empleado en 2009: morras, morritas, plebes, plebitas, cha- otros nombres que tienen una clara conno- valonas, cabronas, tontas, chacalosas y des- tación positiva y que vehiculan una cierta madrosas. dosis de respeto o afecto hacia la mujer: En el período comprendido entre 2009 y señora, novia y dueña de mi amor. Encon- 2012, los nombres más frecuentes son tramos asimismo nombres aparentemente morras, plebes y plebitas, mientras que en la neutros, como hembra, dama y mujer, que primera época, en los noventa, predomi- se emplean en singular y en plural, y que naban las mujeres y las hembras. Estos dis- pueden adquirir diversas connotaciones. tintos nombres parecen implicar diferentes

Podemos apreciar una interesante evolu- relaciones con las mujeres a las que desig- ción de los nombres de la mujer a lo largo nan. En un registro más bien tierno y ro- de las tres décadas en las que se distribu- mántico, las mujeres y las hembras de los yen los narcocorridos analizados. El reper- noventa les “gustan” a los narcotraficantes torio está limitado en los primeros años, [1]*, se “brinda” por ellas y se les “tiene en hasta 1999, a los nombres mujer, hembra, mente” [6], son “bonitas” [15] o “inocentes” señora, vieja, reina, hembra, potranca, mu- [16], tienen “corazón” y pueden ser “heri- chacha, novia y barbi. Entre 2000 y 2006, das” [17]. En cambio, a partir del 2009, en este repertorio se ve enriquecido con da- una exacerbación del elemento sexual y ma, jefa, amiga y malandrina. Luego, entre violento correlativa de un debilitamiento de

2006 y 2012, vemos aparecer todos los la ternura y del romanticismo, las morras, demás nombres ya mencionados. Hay que plebes y plebitas pueden operar ya sea co- destacar, en este último período, la prolife- mo narcotraficantes o bien como prostitu- ración de los nombres más característicos del género, que suelen emplearse en plu- * Los números entre corchetes remitirán en lo ral, que se vinculan más con el sexo y la sucesivo a los corridos numerados y referen- violencia que con la ternura o el afecto, que ciados en la tabla incluida al final de este ar- tículo.

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 27 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

tas, objetos eróticos y amantes en acto o tal, amoroso y tierno, hasta uno sensual y en potencia. Como narcotraficantes, están violento, gozoso e interesado. En el espacio

“aceleradas” [39], tienen “mentalidad de topológico desplegado por la ideología malandras” y “balacean” a quien “se pasa burguesa imperante en el mundo occiden- de lanza” [62], están simultáneamente tal moderno, caemos de lo ideal a lo carnal

“bien vestidas con elegancia” y “con pistola y lo material. Podemos describir este mo- al bolso” [69], andan “alteradas” y “a la mo- vimiento descendente como una desideali- da” [80]. De no ser narcotraficantes, las zación. Hay algo ideal que se pierde, en morras, plebes y plebitas caen en una di- efecto, al pasar de “la hembra” que tiene mensión estrictamente sexual: “se suben “corazón” [17], la “mujer” por la que se solas” a las “trocas” de los narcotraficantes “brinda” y que se “tiene en mente” [6], a la

[41], se les “trae” para “bailar tubo” [54], “morra arremangada” que “se trae” para

“tienen cuerpos despampanantes” [62], son “bailar tubo” [54], la “plebe” que sólo tiene

“desmadrosas” [70], le “sobran” a los narco- un “cuerpo despampanante” [62]. Al final, traficantes [74], se cuentan por “puños” después de la desidealización, tenemos un

[87], “no faltan” [88], pero también “dejan cuerpo despampanante en lugar de un cora- novios por todos lados” [78]. En éstos y en zón. Es entonces cuando el hombre puede otros pasajes posteriores a 2009, tanto en ya traer a la mujer a bailar tubo en lugar de la sexualidad como en el negocio del nar- tener que limitarse a brindar por ella y te- cotráfico, la motivación de las morras, las nerla en mente. Pero evidentemente aquella plebes y las plebitas oscila entre el dinero y mujer en la que se pensaba ya no es la el placer o la diversión, mientras que ve- misma que la morra que se ve mientras mos desvanecerse un amor y un senti- baila y se desviste. Esta última ya no es una miento que eran decisivos para las mujeres idea, sino un cuerpo arremangado, una piel y las hembras en años anteriores. desnuda, una carne desidealizada.

El desplazamiento de los nombres femeni- Otro aspecto llamativo del mismo despla- nos de las hembras y mujeres a las morras, zamiento es su orientación regresiva en la plebes y plebitas implica entonces una pro- lógica de lo que Freud (1900) se representó funda evolución ideológica en la que nos como un rasgo característico del fenómeno precipitamos desde un registro sentimen- onírico y como un aspecto clave de su fun-

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 28 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

cionamiento. De las tres formas de regre- biología de su sexo. Para ser nombrada sión distinguidas por Freud, tomaremos “mujer”, es condición ser madre. La resul- solamente una como punto de apoyo: la tante del desplazamiento regresivo es en-

“regresión formal” en la que “primitivos tonces una mujer infantilizada a quien el modos de expresión y de figuración susti- hombre puede mirar desvestirse y bailar tuyen a los habituales” (p. 541). ¿No es lo en un tubo o con quien puede satisfacerse que apreciamos en la sustitución de los sexualmente, carne con carne, pero des- nombres hembra y mujer por los de morra, embarazado de los problemas y compro- plebe y plebita? ¿No hay acaso una marcha misos ligados a la prole. hacia atrás de la feminidad, una suerte de infantilización de las mujeres, al referirse a Los atributos de la mujer ellas como si se tratase de niñas? Morra, En la evolución ideológica de los narcoco- plebe o plebita son equivalentes de adoles- rridos que observamos a partir de 2009, la cente, púber y niña o niñita, que son las de- desidealización de la mujer se comprueba nominaciones correspondientes a los esta- claramente en sus atributos, es decir, en dios anteriores del desarrollo biológico de aquello que se le atribuye y que se expresa la hembra y la mujer. Se ha remplazado así en el discurso a través de los sustantivos, un modo habitual de expresarse del ser del adjetivos y elementos perifrásticos con los sexo femenino adulto –mujer, hembra– por que se le describe o caracteriza. Ya hemos una figuración alusiva a su estado primitivo visto, en el apartado anterior, que el atribu- –plebe, morra o plebita. Esta regresión for- to de “corazón” [17] es remplazado por el mal trastoca el fundamento patriarcal de la de “cuerpo” [62], así como lo “bonito” [15] y feminidad entendida como “madura” o lo “inocente” [16] cede su lugar a lo “des- “normal”, el de la procreación, ya que una pampanante” [62], lo “desmadroso” [70], lo plebe o plebita es una niña o niñita que difí- “alterado” y “a la moda” [80]. Esta misma cilmente asociamos a la fecundidad repro- evolución puede apreciarse en otros atri- ductiva, mientras que una mujer o una butos en los que se entreteje con otras hembra puede ser una madre, una pro- orientaciones evolutivas: creadora, y su nombre es condición de ello y le hace mantener firmemente hundidas las raíces de su feminidad en el suelo de la

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 29 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

1. En su exterioridad física, después de ser alcohol. El vicio, el desmadre y la orgía, vie-

“chula” [12] y “hermosa” [24], la mujer es nen a ocupar el lugar de la presunción y la crudamente descrita como “buenota” en coquetería. El rostro se borra y sólo subsis- función de su cuerpo y haciendo abstrac- ción de su cara [53]. te el cuerpo. El talento de mujer se pierde y 2. En sus interioridad psíquica, la mujer sólo queda una mentalidad enferma de ma- pierde su “talento” [9] y adquiere una landra. “mentalidad de malandra” [62], una “mentalidad enferma” [64]. 3. En su actitud hacia el hombre, la mujer La mujer como objeto y como sujeto ya no es únicamente “coqueta y presumi-

da” [5], sino que pasa al acto y se vuelve Al comparar las narcocorridos anteriores y “desmadrosa” [70], “aventada” [77] y “po- posteriores a 2009, alcanzamos a descubrir nedora” en “la orgía” [89]. 4. En su actitud ante el peligro, la mujer también, paralelamente a la desidealiza- “decidida” [9] es tristemente suplantada ción y a las otras orientaciones evolutivas a por la “maldita” y “agresiva” [59], la “ace- las que nos hemos referido, una tendencia lerada” [37, 85] y “atravesada” [77]. 5. En sus cualidades morales, la mujer “sen- desconcertantemente reaccionaria y regre- cilla y de respeto” [31] se deja sustituir siva consistente en la creciente propensión por la “enmafiada” [85] y “malandrina” a reducir a la mujer a un simple objeto, [90]. 6. En su estado de ánimo, la mujer “alegre” receptor pasivo de las acciones o pasiones [31] cae en la condición de “peda y pani- del hombre. Esta propensión es lógicamen- queada” [53], “enferma” [77] y “alterada” te correlativa de una supresión de la subje- [77, 80], “pesada” [78, 85], “loca y ma- tividad femenina. La mujer pierde paulati- rihuana” [90]. namente su calidad de sujeto, su papel de No es difícil discernir algunas de las princi- agente activo, que parece convertirse cada pales orientaciones entretejidas en la evo- vez más en un privilegio reservado al hom- lución ideológica de los narcocorridos. La bre. A título únicamente indicativo, note- mujer no sólo es desidealizada, sino que se mos que la intervención de la mujer como ve alterada y enmafiada, perturbada o des- sujeto en los narcocorridos analizados es equilibrada, pervertida y depravada. Se de 86% hasta 2008, 68% después de 2009 y vuelve maldita y agresiva en lugar de ser 40% en 2012. tan sólo decidida. La sana alegría se torna estado enfermo y alterado por la droga o el

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 30 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

Además de que la mujer pase por su tiene” [93] o al que metafóricamente se desubjetivación y objetivación, también “ejecuta” [94] y se “levanta” [98]. debe padecer una cierta degradación de Entre las acciones de las que la mujer es aquello de lo que es objeto o receptor pa- objeto después de 2009, hay algunas cla- sivo. Hasta 2008, la mujer será sucesiva- ramente degradantes y sin parangón en los mente objeto de un hombre al que le “gus- años anteriores. La morra y la plebe sobran ta” [1], que la “quiere” [3, 29], que “brinda” y son usadas. Son aquello que se jala de un por ella [6], que se “pasea” con ella [14, 16, lado a otro y que termina por adornar la 22, 33], que la “disfruta” [24, 35] y la “ama” cama. Resulta esclarecedor comparar las [26], y finalmente, después de 2005, la po- acciones más frecuentes de que es objeto see o la “tiene” [27, 29], la “goza” [28] y la la mujer antes y después de 2009: antes, lo “desea” [32]. A partir de 2009, la mujer cier- que se hacía más con la mujer era pasear tamente no le dejará de “gustar” [45] e in- con ella; después, lo que se hace más con cluso “fascinar” al hombre [51], que seguirá ella es traerla. En el primer caso, ni siquiera “paseando” con ella [55] y continuará “que- es seguro que la mujer esté siendo conce- riéndola” [39, 65] y “gozándola” [96]. Sin bida como objeto, pues en cierto sentido embargo, en estos últimos años, la mujer constituye un sujeto con el que se pasea, que será objeto de toda una serie de acciones pasea con uno tal como uno pasea con él. En masculinas radicalmente diferentes a las cambio, cuando es traída, la mujer aparece mencionadas. La más frecuente, que sor- netamente como un objeto en una total prende por su insistencia, es la acción de pasividad que nos hace pensar en una cosa “traer” [46, 47, 54, 73, 84, 85, 97]. Además o bulto que se trae, que uno mueve y que de ser aquello que se trae en el vehículo o a no se mueve por sí mismo. las fiestas, las mujeres, particularmente en plural, son el objeto que se “usa” [36] o se La mujer en el trabajo y en el placer “jala” [54], que “sobra” [56, 74], al que se le

“llama” [71] o se le “marca” [86], por el que La mujer suele caer en la condición de ob- “se va” [87], el que “adorna la cama” [88], al jeto en el ámbito del placer, pero éste no que se le “invita” [89] o al que se le “lleva” es único ámbito en el que la vemos inter- de un lugar a otro [92, 99], al que se “man- venir en los narcocorridos. Además de ser

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 31 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

un simple objeto de placer de los narcotra- [59, 68], las “agallas” [49] o el hecho de “no ficantes, la mujer puede ser ella misma temer a nada” [60, 83], y así constituye un narcotraficante y participar activamente registro de exaltación de la feminidad que como agente o como sujeto en la esfera de no deja de operar en la caracterización de actividad y organización del narcotráfico. la mujer narcotraficante. Es en este registro

La participación en este ámbito de trabajo en el que se le canta sucesivamente a la le permite conservar la subjetividad que “mujer decidida” que “no conoce el miedo” tiende a perder en los ámbitos del placer [7], a la “ señora” que “mata a que- del hombre y del trabajo de la mujer como marropa” [11], a las “malandrinas” que “de prostituta. En contraste con la prostituta y nada tienen miedo” [19], a una “traficante con la amada o amante, la narcotraficante muy famosa” que es “señora muy valiente” no deja de ser tratada como sujeto. Cabe [21], a las “morras aceleradas” que “no le conjeturar que nos encontramos ante un temen al peligro” [37], a las “mujeres que contexto discursivo, socioeconómico, polí- sabemos son valientes” [48], a unas “damas tico e ideológico, en el que la mujer sólo con tantas agallas” que “se dan de tiros” puede preservar su dignidad subjetiva me- unas a otras [49], a las “plebonas que no le diante una acción criminal. Incluso después temen a nada” [60], a la “hembra moderna” de 2009, la mujer narcotraficante se hace que “a nada le tiene miedo” [64], a una respetar. Se le canta, se le exalta y se le “mujer de mucho valor” que “no se le raja a reconoce constantemente su valentía. nadie” [68], a unas “mujeres poderosas”

que “no cualquiera las asusta” [82] y a “mo- Entendemos que “la mujer valiente” consti- rritas enmafiadas” que “no temen a nada” tuya por sí sola una categoría clasificatoria [83]. en la “taxonomía del narcocorrido” que nos ofrecen Arias y Fernández (2009; p. 227). Al analizar los narcocorridos, podemos

Por nuestra parte, observamos que la va- percatarnos de que la valentía femenina es lentía de la narcotraficante es la virtud sub- decisiva en la relación de la mujer con el jetiva femenina en la que más insisten los hombre, no sólo porque implica necesa- narcocorridos analizados. Esta “valentía” riamente un posicionamiento subjetivo de

[11, 21, 48] se conecta estrechamente con la mujer como agente activo, sino también otras virtudes subjetivas como el “valor” porque frecuentemente parece cuestionar

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 32 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

los estereotipos de género y exigir un pro- se apliquen jamás a las caracterizadas co- nunciamiento explícito con respecto a las mo valientes en la lucha armada. Esta lucha relaciones de poder y a la igualdad o dife- parece constituir en los narcocorridos, lo rencia entre hombres y mujeres. Por ejem- mismo que en el corrido tradicional estu- plo, al elogiar la valentía de una “hembra” diado por Magdalena Altamirano (2010), narcotraficante ayudada por un policía “una parcela donde la mujer sí ha podido judicial, se dice que “tenía de sobra lo que a desarrollar un protagonismo de signo posi- muchos les faltaba” [23]. En otro narcoco- tivo” al encarnar “el arquetipo de la mujer rrido, cantándole a una mujer que hereda valiente” (p. 459). Una vez que la mujer la valentía de su padre, se dice que es tan toma la pistola, da muestras de valentía y valiente que “varios hombres quisieran se nos descubre como una mujer de armas tener su valor” [59]. Otro narcocorrido nos tomar, automáticamente adquiere una dice que la “hembra moderna”, que “a nada subjetividad, deja de ser tan sólo el objeto le tiene miedo”, se caracteriza precisamen- sexual del hombre, tiende a desempeñar te por no permitir que los “hombres” la un rol protagónico y puede merecer los

“dominen” [64]. Es como si no pudiera de- más honrosos nombres que los narcoco- jarse de pensar en los hombres, en su po- rridos reservan a sus protagonistas feme- der sobre las mujeres y en el prejuicio de ninas: “mujer” [7, 21, 48, 68], “señora” [11], su desigualdad con respecto a ellas, al “dama” [49] y hasta “reina” [21, 68]. momento de reconocer la valentía femeni- na. Múltiples nombres en un solo narcoco- rrido: distinción entre mujeres, acen- En los viejos y nuevos narcocorridos, la tuación de un aspecto de la mujer, di- valentía es el atributo más utilizado para ferenciación entre facetas femeninas y dignificar y revalorizar a la figura femenina narración de una sucesión de avatares y para preservarla así de aquella tendencia constante por la que se ve cada vez más de la feminidad devaluada y despreciada. Es muy significa- Hay narcocorridos en los que la mujer es tivo que los nombres o atributos más inju- designada con múltiples nombres que ad- riosos para la mujer, como tonta, cabrona, quieren valores simbólicos diferentes en loca, maldita o de mentalidad enferma, no

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 33 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

función de sus posiciones en la estructura En algunos casos, la diferencia entre los discursiva. Los nombres pueden corres- aspectos designados puede ser creada por ponder a distintas mujeres, como en el las mismas designaciones aun cuando no siguiente pasaje: “Una dama traficante / parezca existir distinción alguna entre las

Saben que soy chacalosa / Pa’ que se me- mujeres designadas: “Chiquititas no se ten conmigo / Yo soy la jefa de jefas / Mis agüiten / Pronto estaré llegando / Viejas pa’ guaruras son mujeres” [27]. Las simples tirar pa’ arriba / Mujeres de selección” [61]. mujeres, en plural, no son más que guaru- En este pasaje, aunque no haya tres grupos ras, guardaespaldas que trabajan para la de mujeres, sí apreciamos una diferencia- dama traficante y jefa de jefas, la cual, en ción entre facetas femeninas captadas por una posición jerárquica superior, no se diferentes nombres que hacen aparecer a confunde con ellas y posee una individuali- diferentes clases de mujer: las mujeres dad singular acentuada en su designación propiamente dichas son selectas o de selec- como jefa de jefas, jefa en singular de las ción, a diferencia de las viejas, que sólo se jefas en plural. caracterizan por ser numerosas, abundan-

tes e incluso demasiado abundantes, pa’ Además de corresponder a mujeres dife- tirar pa’ arriba. Por otro lado, en un tono un rentes, los distintos nombres pueden refe- tanto humorístico, las chiquititas se agüi- rirse a una sola mujer o a un mismo grupo tan*, se entristecen aparentemente por la de mujeres: “Las plebes pisteando / Morri- ausencia del hombre que pronto estará tas controlando / Con sus escuadras faja- llegando. Estas chiquititas agüitadas operan das / Y la nariz bien polveada / Morras ace- como la primera presentación, cómicamen- leradas / Echándose un suspiro / No le te- te tierna y sentimental, de la cruda realidad men al peligro” [37]. Las mismas mujeres carnal de las viejas pa’ tirar pa’ arriba, que al son aquí presentadas como plebes, morras final son revalorizadas por ser de selección. y morritas, sin que haya una diferencia evi- Es como si el carácter selecto compensara dente entre las tres designaciones que el hecho de que las viejas no corresponden parecen insistir en una misma identidad o en un mismo aspecto de la feminidad ca- racterística de las plebes y morras concebi- * Verbo pronominal empleado en México y en El das como narcotraficantes. Salvador. Sinónimo de “entristecerse”, “ape- narse” o “afligirse”.

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 34 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

exactamente a unas chiquititas agüitadas la reina que usa él / Que se traigan las mu- que hacen pensar en adolescentes virgina- chachas más bonitas pero ya / La mejor es les y enamoradas, novias de pueblo, en- pa’ mi amigo / y si acaso no le gusta / Trái- carnaciones mexicanas de Penélope. Ade- ganle una sin usar” [36]. La jovencita o mu- más de esta compensación, está desde chacha sin usar no se confunde con aquello luego la ganancia del efecto cómico produ- en lo que se convierte una vez usada, esto cido primero por el desconcertante plural es, la reina que usa él, pero también, de de la Penélope multiplicada en las chiquiti- manera implícita, la muchacha que no le tas que esperan agüitadas a un solo hom- gusta porque ya fue usada por alguien más. bre, y luego por una desidealización que Tanto la muchacha usada como la reina que toma la forma del desenmascaramiento de usa el narcotraficante se distinguen clara- las viejas pa’ tirar pa’ arriba, quizá prostitu- mente de la jovencita o muchacha sin usar. tas experimentadas, que no parecen estar Esta última no es la máscara de las prime- agüitadas más que por la falta de clientela, ras, como las chiquititas agüitadas eran pero que se consuelan con un solo hombre máscaras de las viejas, sino que es aquello que pronto estará llegando. Hay que notar que eran antes de convertirse en lo que que el hombre se jacta de poder consolar- son. De lo que se trata es de una conver- las a todas, aun cuando las hay pa’ tirar pa’ sión, transformación real de la muchacha arriba, lo que refuerza el efecto cómico del sin usar en la muchacha usada, y no de una plural de las chiquititas. simulación de esta conversión trágica en

un desenmascaramiento cómico por el que Si la transición de las chiquititas a las viejas la vieja, la muchacha usada, se quita la más- no fuera únicamente un desenmascara- cara de jovencita, de muchacha sin usar o de miento cómico, entonces podría servir para chiquitita agüitada. narrar una sucesión de avatares o meta- morfosis de la feminidad. Esto es lo que Conversión trágica y desenmascara- encontramos, por ejemplo, en un intere- miento cómico: hablarle a las nenas, sante narcocorrido sobre un jefe narcotra- encerrarse con las viejonas y cantarle a ficante que prefiere usar mujeres vírgenes las muchachonas felices de compras o sin usar: “Se llevó a una jovencita al salir de aquel lugar / Está bien acompañado por

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 35 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

Dado que hay una simulación de la conver- de retorno a una idealización, a una con- sión por el desenmascaramiento, puede quista de la felicidad, a través del acto de resultar difícil discernir lo simulado y aque- comprar. Las muchachonas están felices de llo que lo simula. Medimos esta dificultad compras porque tienen con qué dotarse de en un denso y enigmático narcocorrido bienes que alcanzan a consagrar la impre- como el siguiente: “Le hablé a unas nenas / sión de que no les falta nada. Este sujeto de

Me las llevé pa’ Las Vegas / yo con mi ciga- compras, excelso en su plenitud, y el objeto rrón iba en las nubes con tres viejonas / de compras, “más repugnante porque se

Nos encerramos en suite de lujo / Mucha- manifiesta como deseante y deseable” chonas felices de compras” [99]. La doble (Dor, 1996; p. 118), marcan dos polos conversión de las nenas en viejonas y de las opuestos de las condiciones de la mujer viejonas en muchachonas, de las jóvenes en mediatizadas por el espectro del dinero amantes y de las amantes en compradoras, proveniente del narcotráfico. parece no ser más que una desidealización El dinero parece profundizar la personali- consistente en un doble desenmascara- dad femenina y dotarla de un meollo eco- miento por el que las muchachonas felices nómico materialista que se mantenía disi- de compras nos muestran su rostro ale- mulado tras la materialidad carnal y no gremente materialista e interesado una vez sólo tras la idealidad sentimental. Más allá que se quitan primero la máscara ideal de las viejas que mostraban su rostro car- superficial de las nenas a las que se les ha- nal al quitarse la máscara sentimental de bla y luego la máscara más profunda, car- las chiquititas agüitadas, ahora la carnalidad nal o sexual, de las viejonas con las que el de las viejonas podría ser también una hombre se encierra en suite de lujo. máscara que oculta el rostro de las mucha-

De la ternura ideal a la sensualidad carnal y chonas felices que van de compras. Estas sexual, y luego de esta sensualidad al espí- compradoras, consumidoras y quizá inclu- ritu interesado y materialista, parece plas- so consumistas, serían la verdad oculta por marse la conversión que Freud (1895) pro- las simulaciones de las nenas a las que se ponía para que el deseo pudiera franquear les habla y de las viejonas con las que el la senda intachable, no castrable, de la pu- hombre se encierra en suite de lujo. Si las reza (Orozco, 2008). El movimiento final es nenas aceptan hablar con el narcotrafican-

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 36 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

te, viajar con él a Las Vegas y luego conver- Lacan (1957; p. 448) y ser así un “cuento tirse en las viejonas que se encierran con él verdadero” como el defendido por Marx en su suite de lujo, tal vez no sea más que (1843) al concebir “la mentira” (p. 312) que para ser al final las muchachonas felices de “se hace verdad” (p. 316). La verdad se re- compras que revelan felizmente su verdad, vela en la mentira. El rostro se adivina en su motivación íntima, el dinero, el valor sus máscaras. simbólico por excelencia del sistema capi- talista. El dinero que se da a las muchacho- Conclusión: del análisis discursivo a la nas constituiría entonces la esencia del sexo reflexión teórica que se tiene con las viejonas, el cual, a su vez, sería la esencia de las palabras que se Del repudiable objeto de abyección a la hablan con las nenas. La tierna joven, la mascarada sonriente de la felicidad como nena con la que se habla, sería la máscara sujeto de consumo capitalista, se dibuja un de la amante, la viejona en la suite, que trayecto donde la figura femenina se ubica sería la máscara de la prostituta, la mucha- en un lugar cada vez más distante con res- chona feliz de compras. pecto al campo violento en el que se desa- rrolla la guerra del narcotráfico. La violen-

El desplazamiento de las palabras a la ca- cia parece alejarse, pero no el motivo de la ma y finalmente al centro comercial apare- violencia. El dinero es lo que mantiene feli- ce como una desidealización por desen- ces a las muchachonas felices de compras. mascaramiento, como una profundización Entre gastarlo y ganarlo, se abre un abismo en la esencia del capitalismo, como una en el que no deja de resaltar, en la distan- revelación de su verdad. El sujeto femenino cia, la imagen de la jefa de jefas, en una del capitalismo sería la muchachona que tradición de personajes memorables como gasta dinero y no la viejona a la que se pe- la Nacha, Camelia la Texana y Margarita la netra ni la nena con la que se comunica. de Tijuana. Estas mujeres valientes desen-

Pero también es verdad que la nena y la mascaran un rostro muy diferente al de las viejona revelan ya la verdad de la mucha- muchachonas felices de compras. Y sin em- chona. La verdad entendida como aletheia, bargo, en un caso como en el otro, lo des- como revelación, puede tener una “estruc- enmascarado tiene una fisonomía tendida tura de ficción” como la que le atribuye y modelada por el mismo dinero que se

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 37 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

gasta o que se gana. Este dinero se revela que permite que una amante en carne y en el rostro de quien lo gana y de quien lo hueso termine convirtiéndose en prostituta gasta, pero volviendo a lo que ya sugeri- e intercambie, ya no sólo su carne por car- mos, ¿acaso no se revela también en las ne, sino esta carne material por el valor máscaras de este rostro? ideal abstracto del dinero? ¿Acaso el dinero

no puede ser aquí un representante ideo- En el último narcocorrido analizado, cuan- lógico de la carne y del cuerpo? Semejantes do la nena se deja llevar a Las Vegas y preguntas nos conducen a todo lo que el cuando la viejona se deja encerrar en una materialismo freudiano y lacaniano, el ma- suite, ya se está delatando a la muchacho- terialismo del cuerpo y de la sexualidad, na que desea tener dinero e ir alegremente puede aportar al de Marx y sus seguidores, de compras. El desenmascaramiento em- el cual, por su parte, puede también apor- pieza con las máscaras. La forma de las tar mucho al primero, haciéndole ver todo máscaras anuncia la fisonomía del rostro. lo que le ocurre al cuerpo sexuado cuando Este rostro no es más que una revelación es mediado por la materialidad económica. particularmente nítida, pero tal vez haya revelaciones más nítidas, más reveladoras, En una fecunda confluencia entre los mate- y de cualquier modo hay que reconocer rialismos del psicoanálisis y del marxismo que las máscaras ya son también revela- (Pavón Cuéllar, 2009; 2012), podemos ir ciones. Por lo demás, ¿por qué estas reve- más allá del “materialismo vulgar” que re- laciones de la nena y la viejona, de la tierna duce lo psíquico a una “excreción” (Bern- joven y de la sensual amante, serían menos feld, 1926; p. 19) de lo material y que “sólo reveladoras que la revelación de la prosti- cree en lo corpóreo” (Fenichel, 1934; p. tuta? ¿Por qué lo que interpretamos como 162). Tan sólo así podremos aprehender el un desenmascaramiento no sería un triste sentido radical del “amor sensual” (Marx, enmascaramiento? ¿Acaso la prostituta no 1845; p. 493), escapar a su banal reducción se ve constreñida frecuentemente a adop- a la “secretio seminis” (p. 493) y reconocer tar la máscara de la amante? que no todo se reduce a una “sensualidad”

entendida como “secreto del amor” (p. ¿Acaso no hay una cierta idealización que 494). Este secreto no parece radicar en el opera cada vez más en los narcocorridos y registro sensual de los “asuntos de coito”,

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 38 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

sino “más allá”, en algo que recela el secre- la amante que se entregó al hombre? ¿Y si to de la sensualidad y a lo que “se atienen” esta amante fuera la máscara de la joven las mujeres en el amor (Lacan, 1972-1973; enamorada que aceptó irse con él a Las p. 92). Vegas? ¿Y si la nena ingenua fuera el único

rostro de todas las máscaras? ¿Y si la En el ejemplo del último narcocorrido que desidealización, la emancipación del sexo y analizamos, ¿acaso la amorosa ternura de el dinero que festejamos en el mundo con- la joven con la que se habla no podría ser temporáneo, fuera también una idealiza- el secreto de la sensual amante que sería el ción-ideologización exitosamente realizada secreto de la prostituta? ¿Y si el rostro de la por el sistema capitalista de la cultura? prostituta no fuera más que la máscara de

Tabla 1. Narcocorridos analizados.

No. Compositor Cantante Título Disquera Año

1 Ramiro Cavazos Los Tigres del Norte Los tres amigos Fonovisa 1984

2 D.A.R. Los Tigres del Norte La camioneta gris Fonovisa 1989

3 Reinaldo Martínez Los Tigres del Norte Margarita la de Tijuana Fonovisa 1994

4 Francisco Quintero Jenny Rivera Las mujeres pueden Brentwood 1995

5 Jenny Rivera Jenny Rivera La chacalosa Brentwood 1995

6 Mario Quintero Los Tucanes de Tijuana Clave privada Unisono 1995

7 Santiago Iracheta Fronterizos de Nuevo Amparo del Fierro Disa 1996

Laredo

8 Arturo González Los Originales de san Juan La raza de Michoacán EGO 1996

9 Francisco Quintero Grupo Exterminador Las panteras Fonovisa 1996

10 Francisco Guti Grupo Exterminador El perro negro Fonovisa 1996

11 Martin Rubalcaba Los Huracanes del Norte La dama de rojo Fonovisa 1996

12 Francisco Quintero Grupo Exterminador Las Monjitas Fonovisa 1996

13 Francisco Quintero Los Tigres del Norte Las novias del traficante Fonovisa 1997

14 Silvestre Solano Los Originales de san Juan El rey del cristal EMI 1998

15 Hugo Arrollo Los Originales de san Juan La peda EMI 1998

16 Hugo Arrollo Los Originales de san Juan Sello de la mafia EMI 1998

17 Ángel González Los Tigres del Norte Contrabando y Traición Fonovisa 1998

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 39 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

18 Silvestre Solano Los Originales de san Juan Patrón de patrones EMI 2000

19 Jenny Rivera Jenny Rivera Las malandrinas Fonovisa 2000

20 Enrique Franco Los Originales de san Juan Vendetta Michoacana Univision 2001

21 Teodoro Bello Los Tigres del Norte La reina del sur Fonovisa 2002

22 D.A.R. Los Huracanes del Norte Mafia Michoacana Fonovisa 2002

23 D.A.R. Valentín Elizalde La dama y el judicial Universal 2003

24 Wilfrido Elenes Los norteños de Cosala Mujeres y polvo Ayana 2005

25 Jenny Rivera Jenny Rivera Jefa de jefas Fonovisa 2005

26 Francisco Gutiérrez Los zafiros del Norte Tierra de valientes Reca 2005

27 Jesús Chávez Los Originales de san Juan 100% Michoacano EMI 2006

28 Sergio Cazares Los Originales de san Juan Ando alegre EMI 2006

29 Mario Quintero Los Tucanes de Tijuana Mis tres viejas Fonovisa 2006

30 Jesús Eulogio Sosa Los buitres de Culiacán Con una bolsita Universal 2007

31 D.A.R Los buitres de Culiacán Las cabronas Universal 2007

32 Juan Carlos Ochoa Los buitres de Culiacán El malecón Universal 2007

33 José Meza El coyote Vida mafiosa Univision 2007

34 Esteban Guajardo Los amos de Nuevo León Desmadre en el baño Vene music 2007

35 Felipe Meza Los inquietos del Norte Pedos hasta la chingada Universal 2008

36 Federico Méndez Banda MS Está de parranda el jefe Disa 2009

37 Saúl Beltrán Colmillo norteño Al nuevo altata Fonovisa 2009

38 José Alfredo Ríos El komander Caravanas en las motos Fonovisa 2009

39 José Alfredo Ríos Ulises Quintero El katch Fonovisa 2009

40 Paulino Vargas Los Tigres del Norte Reina de reinas Fonovisa 2009

41 Adolfo Valenzuela Los buitres de Culiacán El bucanas Fonovisa 2009

42 Adolfo Valenzuela Los buitres de Culiacán Ladies mafia Fonovisa 2009

43 D.A.R. Los zafiros del Norte El cobrador Reca music 2009

44 D.A.R Los zafiros del Norte El cocol Reca music 2009

45 D.A.R. Los zafiros del Norte El gozo Reca music 2009

46 D.A.R. Los pesados del hyphy Mujeriego number one Solo records 2009

47 Felipe Meza Los inquietos del Norte Gastando los verdes Universal 2009

48 Felipe Meza Los inquietos del Norte La clika Universal 2009

49 Jesús Chávez Los originales de san Juan Las dos Michoacanas Universal 2009

50 Felipe Meza Los inquietos del Norte Las parrandas Universal 2009

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 40 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

51 Felipe Meza Los inquietos del Norte El plebe y el primo Universal 2009

52 Felipe Meza Los inquietos del Norte Pedo y cocodrilo Universal 2009

53 D.A.R. La ley de Michoacán Las desmadrosas Disa 2010

54 D.A.R. Los buchones de Culiacán El refuego Disa 2010

55 Rafael Becerra Calibre 50 Plebada alterada Disa 2010

56 Mario Quintero Los Tucanes de Tijuana El diablo Fonovisa 2010

57 Teodoro Bello Los Tigres del Norte La fama de la pareja Fonovisa 2010

58 Rossina Silva Rossina Silva Dama de la troca colora- Sin compa- 2010

da ñía

59 D.A.R. Fabiola Deniss La mafiosa Huma 2010

60 D.A.R. Fabiola Deniss La patrona Huma re- 2010

cords

61 Alfredo Ríos Los buitres de Culiacán El corrido del tamarindo La disco 2010

62 D.A.R. Los buitres de Culiacán Las plebes high class La disco 2010

63 D.A.R. Los nuevos elegantes El hijo del diablo La disco 2010

64 D.A.R. Vanessa García Hembra moderna La disco 2010

65 D.A.R. Los zafiros del Norte El cocodrilo Reca music 2010

66 D.A.R. Ely Quintero Viejas chacalosas Three sound 2010

67 D.A.R. Ely Quintero 4 damas en 300 Three sound 2010

68 Marco Méndez Violeta La plebada parrandera Three sound 2010

69 D.A.R. Ely Quintero Las juniars Three sound 2010

70 D.A.R. Ely Quintero Morras desmadrosas Three sound 2010

71 José Meza Los inquietos del Norte 90 millas Universal 2010

72 Felipe Meza Los inquietos del Norte De sangre traficante Universal 2010

73 José Meza Los inquietos del Norte Locos desde ayer Universal 2010

74 Jesús Sauceda Calibre 50 Estilo de vida Disa 2011

75 Efrén Ávila Los zafiros del Norte Fiebre michoacana EGO 2011

76 D.A.R. El coyote Las morenas ISA music 2011

77 D.A.R. Yesenia Jiménez Enferma y atravesada La disco 2011

Twins

78 D.A.R. Grupo comando alterado Las plebes pesadas La disco 2011

79 Manuel Chaidez Los mayitos de Sinaloa El quincenas La disco 2011

Twins

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 41 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

80 D.A.R. Grupo estrategia La dolce alterada La disco 2011

Twins

81 D.A.R. Kory Velarde La plebe pesada Trhee sound 2011

82 D.A.R. Ely Quintero Mujeres macizas Three sound 2011

83 D.A.R. Oscar García Morritas enmafiadas Twins 2011

84 Esteban Guajardo Los amos de Nuevo León Perrona parranda Vene music 2011

85 Pancho “pikadien- Calibre 50 Aguaje activado Disa 2012

tes”

86 Armando Osuna Grupo impredecible Trato cerrado Disa 2012

87 Pancho “pikadien- Banda los recoditos Los compadres Disa 2012

tes”

88 D.A.R. La ley de Michoacán Ando bien amanecido Hyphy music 2012

89 D.A.R. La ley de Michoacán Con rumbo al infierno Hyphy music 2012

90 D.A.R. La ley de Michoacán De peda en California Hyphy music 2012

91 D.A.R. Luis Salomón Al 120 ICON & EBO 2012

92 D.A.R. La ley de Michoacán Loqueando en Michoacán Pica records 2012

93 D.A.R. Ely Quintero La Cheyenne sin placas Three sound 2012

94 D.A.R. Los valedores de la sierra El acelerado Three sound 2012

95 Adolfo Ríos El komander El diablo Twiins music 2012

96 Christian Montez El komander El taquicardio Twiins music 2012

97 D.A.R. El RM Radio pechera y metralla Twins 2012

98 José Meza Los inquietos del Norte Le hable a mi compa Vene music 2012

99 Felipe Meza Los inquietos del Norte El bluntonon Vene music 2012

100 Fidel Rueda Fidel Rueda Sinaloense hasta las ca- Disa 2012

chas

Referencias de Dialectología y Tradiciones Populares, 65(2), pp. 445–464. Altamirano, M. (2010). Representaciones

femeninas en el corrido mexicano tradi-

cional. Heroínas y antiheroínas. Revista

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 42 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

Arias, M. L. O., y Fernández, V. J. A. (2009). Marxismo, Psicoanálisis y Sexpol (pp. 160-

El Narcocorrido en México. Cultura y 183). Buenos Aires: Granica, 1972.

droga, 14, pp. 207–232. Freud, S. (1895). Estudios sobre la histe-

Bernfeld, S. (1926). Socialismo y psicoaná- ria. En Obras completas, vol. II. Buenos

lisis. En H. P. Gente. Marxismo, Psicoaná- Aires: Amorrortu, 1979.

lisis y Sexpol (pp. 15-37). Buenos Aires: Freud, S. (1900). La interpretación de los Granica, 1972. sueños. En Obras completas, vol. IV.

Carrillo. H. E. (2012). ¿Vinculadas al narco? Buenos Aires: Amorrortu, 1979.

Mujeres presas por delitos contra la sa- Grillo, I. (2012). El narco. En el corazón de lud. Desacatos, 38, pp. 61–72. la insurgencia criminal mexicana. México:

Cobo, L. (2013). Jenny Rivera: The Incredible Tendencias.

Story of a Warrior Butterfly. Nueva York: Jegerings, M. M. A. (2011). La dinámica del Penguin. narcocorrido: Representación, verdad y la

Cota, A. M., y Esquivel, R. M. (2002). Mujer comunidad imaginada. Tesis de la Facul-

y violencia en el narcocorrido –una sim- tad de Humanidades. Utrecht: Universi-

bología aproximada. En Memorias del dad de Utrecht.

XVII Congreso de Historia Regional. Méxi- Lacan, J. (1957). La psychanalyse et son co: Instituto de Investigaciones Econó- enseignement En Écrits (pp. 434-456). micas y Sociales, Universidad Autónoma París: Seuil (poche), 1999. de Sinaloa.

Lacan, J. (1972-1973). Le séminaire. Livre Dor, J. (1996). Clínica psicoanalítica. Ense- XX. Encore. París: Seuil (poche), 1999. ñanza, conducción de la cura, estudios

clínicos. Barcelona: Gedisa. Lagarde, M. (2005). Los cautiverios de las

mujeres: madresposas, monjas, putas, Fenichel, O. (1924). Sobre el psicoanálisis presas y locas. México: UNAM. como embrión de una futura psicología

dialéctico-materialista En H. P. Gente.

David Pavón Cuéllar , Miguel Vargas Frutos , 43 Mario Orozco Guzmán y Flor de María Gamboa Solís agosto 2014 – enero 2015

Maihold, G., y De Maihold, R. M. S. (2012). Sinaloense de Ciencias Sociales, 17, pp.

“Capos, reinas y santos – la narcocultura 32–45.

en México”. México Interdisciplinario 2 Pavón Cuéllar, D. (2009). Marxisme laca- (3). nien. París: Psychophores. www.maihold.org/mediapool/113/1132

142/data/Narcocultura_en_Mexico_GM_ Pavón Cuéllar, D. (2012). El manzano re- SdM.pdf volucionario de Gustave Flaubert y los

ocho materialismos de Jacques Lacan. Marx, K. (1843). L’interdiction de la ‘Leip- Affectio Societatis, 9(17), pp. 1–20. ziger Allgemeine Zeitung’ dans l’Etat

Prussien. En Œuvres philosophie (pp. Pérez, E. (2012). Que me entierren con nar- 311-317). París: Gallimard-Pléiade, 1982. cocorridos. Las historias de los gruperos

asesinados. México: Grijalbo. Marx, K. (1845). La Sainte Famille ou cri-

tique de la critique critique. En Œuvres Ramírez Pimienta, J. C. (2010). “Sicarias, philosophie (pp. 427-661). París: Galli- buchonas y jefas: perfiles de la mujer en mard-Pléiade, 1982. el narcocorrido”. The Colorado Review of

Hispanic Studies, 8–9, pp. 327–352. Mondaca, A. (2004). Las mujeres también

pueden. Género y narcocorrido. México: Ronquillo, V. (2008). La Reina del Pacífico y Universidad de Occidente. otras mujeres del narco. México: Planeta.

Orozco, M. (2008). El orden de la seriación Santamaría, A. (2012). Las jefas del narco. en la “Liebenslebens” de Sigmund México: Grijalbo. Freud. Psikeba: Revista de Psicoanalisis y

Estudios Culturales, 8. Tinajero, M. R. y Hernández Iznaga, M. R.

(2004). El narcocorrido: ¿tradición o mer- Ovalle L. P., y Giacomello C. (2008). “La cado? México: Universidad Autónoma mujer y el ‘narcomundo’. Imágenes tra- de Chihuahua. dicionales y alternativas”. Arenas. Revista

Las mujeres en los narcocorridos: idealización y devaluación, 44 conversión trágica y desenmascaramiento cómico agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII.

Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Depresión y problemas de salud en estudiantes

universitarios de la carrera de Medicina.

Diferencias de género.

Rocío Soria Trujano9, Edy Ávila Ramos10 y Ana Karen

Morales Pérez11

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Universidad Nacional Autónoma de México, México

Resumen

Los estudiantes del área de la salud tienen un exceso de trabajo que puede ser factor que se relacione con síntomas de depresión y daño físico. El objetivo del presente estudio fue evaluar la presencia de depresión y malestares físicos y hábitos de salud en hombres y mujeres estu- diantes de la carrera de medicina. La muestra estuvo integrada por 150 alumnos de una uni- versidad pública. Se empleó el Inventario de Depresión de Beck y se diseñó una escala tipo Likert para evaluar los aspectos de interés. En los resultados no se encontraron diferencias significativas entre géneros para ambas variables. Los porcentajes revelaron que la mayoría de los participantes no presentó depresión. Sin embargo, hubo daño en su bienestar físico. Se sugiere incluir en las universidades programas de afrontamiento del estrés para los alumnos.

Palabras clave: depresión, estudiantes universitarios, estrés académico.

9 Área Psicología Clínica. Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Universidad Nacional Autónoma de México, México. Correo-e: [email protected] 10 Área Métodos Cuantitativos. Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Universidad Nacional Autónoma de México, México. Correo-e: [email protected] 11 Egresada Licenciatura Psicología. Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Universidad Nacional Autó- noma de México, México. Correo-e: [email protected]

45 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

Abstract

The health of young college students may be affected by stressful academic situations. Stu- dents in the field of health are overworked, which can be a factor that relates to symptoms of depression and physical damage. The aim of this study was to evaluate the presence of physi- cal ailments, health habits and the presence of depression in males and females students at medical career. The sample consisted of 150 students from a public university. A Likert scale was designed to assess aspects of interest, and the Beck Depression Inventory was used. No significant gender differences were found for both variables. The percentages revealed that most of participants showed not depression. However, there was damage to their physical well being. In the universities, stress coping programs for students must be included.

Keywords: depression, university students, health, academic stress.

Introducción su tiempo de manera que puedan cumplir con la carga de asignaturas y de trabajo

Para muchos jóvenes y para sus familiares, académico, así como contar con habilida- estudiar una carrera universitaria repre- des para afrontar el alto nivel de estrés que senta una meta al considerar que obtener producen las demandas escolares, ponien- un grado académico incrementa las opor- do en juego su autoestima, la cual puede tunidades laborales y, por ello, se está en basarse en sus éxitos o fracasos. Así, el posibilidades de aspirar a mejorar la cali- ámbito universitario puede convertirse en dad de vida. Para lograrlo, el ámbito uni- un espacio de riesgo que influye en los versitario no sólo requiere que los jóvenes estados físico y psicológico de los estudian- tengan interés en los estudios sino que tes, debido a las posibles dificultades para también deben mostrar buena organiza- cumplir las exigencias escolares y para ción, autonomía, habilidades específicas y afrontar las situaciones altamente deman- capacidad para afrontar las situaciones dantes y estresantes. escolares estresantes.

Los estudiantes deben ser capaces de es- tablecer buena relación con sus compañe- ros de clase y con el profesorado; distribuir

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. 46 Diferencias de género. agosto 2014 – enero 2015

El estrés académico y sus consecuen- en situaciones reales, etcétera. Todo esto cias puede tener efectos negativos en su bie- nestar físico y psicológico y pudieran pre-

Barraza (2004) señala que el estrés acadé- sentar síntomas somáticos tales como ce- mico es un proceso adaptativo en el que faleas, alteraciones del sueño, dolores de los estudiantes se someten a demandas espalda, cansancio, desvanecimientos; valoradas por ellos mismos como estreso- problemas conductuales y cognitivos como res, las cuales provocan un desequilibrio irritabilidad y falta de concentración; así que se manifestará con determinados sín- como problemas asociados a trastornos tomas situación a la que los jóvenes deben psicológicos como la depresión y la ansie- entonces afrontar la para lograr un nuevo dad. Además, pueden mostrar baja moti- equilibrio. vación, sensación de fracaso, poco interés

por enfrentarse día a día a los estresores, y Casuso (2011) menciona que los estresores algunos habrán de desertar por considerar académicos son los factores o estímulos que no logran adaptarse a un ambiente del ambiente educativo que presionan o que tanto les exige (Balanza, Morales y sobrecargan al estudiante, quien evalúa su Guerrero, 2009; Casuso, 2011; Evans y Ne- entorno con demandas a las que puede lly, 2004; González, Landero y García, 2009). responder adecuadamente, o tal vez no debido a la falta de recursos y de control Al respecto, Agudelo, Casadiegos y Sánchez de la situación, siendo entonces que no (2008) y Cova, Alvial, Bonifetti, Hernández y todos los alumnos presentan estrés pues Rodríguez (2007), señalan que los principa- algunos tienen mejor disposición para les motivos de consulta psicológica en la afrontar los acontecimientos estresantes. población estudiantil son la depresión y la

ansiedad, y que es en la adolescencia tar- Varios son los estresores a los cuales se día cuando se ha detectado que se acen- pueden enfrentar los estudiantes en el túan estos problemas de salud mental, ámbito escolar, por ejemplo, los horarios haciendo hincapié en que la presencia de de clases, las evaluaciones, el alto nivel de síntomas depresivos en los estudiantes es competitividad, la incertidumbre sobre la un factor que puede generar bajo rendi- aplicación de sus conocimientos teóricos

47 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

miento y fracaso académico, causando a su contrando que el 30% de las mujeres están vez, deserción escolar. deprimidas y estima que para el año 2020

esta patología será la segunda causa de Algunas investigaciones (Cuenca, Almirón, muerte, después de las enfermedades car- Czernik y Marder, 2005; Czernik, Giménez, diovasculares. Mora y Almirón, 2006; González, Landero y

García, 2009; Guavita y Sanabria, 2006; Ahora bien, cuando se estudian aspectos

Gutiérrez, Montoya, Toro, Briñón, Rosas y epidemiológicos relacionados a la preva-

Salazar, 2010) arrojan datos interesantes lencia de depresión en estudiantes univer- en cuanto a la prevalencia de síntomas sitarios, destacan las diferencias entre gé- depresivos en población estudiantil univer- neros, siendo el femenino el que reporta sitaria de carreras como odontología, me- mayor incidencia; al respecto, los estudios dicina, veterinaria, biología y psicología, de Dávila, Ruíz, Moncada y Gallardo (2011); encontrándose que los alumnos reporta- Fouilloux, Barragán, Ortiz, Jaimes, Urrutia y ron problemas académicos de moderados Guevara (2013); Guavita y Sanabria (2006); a severos debidos a esta sintomatología Riveros, Hernández y Rivera (2007); Soria, generada por el estrés que implican la ele- Muñoz y Vega (2010), indican que las muje- vada carga académica y las expectativas res son más vulnerables de presentar sin- sobre el futuro profesional en el campo tomatología depresiva. laboral. Gaytán (1997) y Matud, Guerrero y Matías

De acuerdo a la Organización Mundial de la (2006) mencionan que tradicionalmente las

Salud (OMS, 2005) los trastornos como la mujeres han sido diagnosticadas con ma- depresión y la ansiedad, afectan aproxima- yor frecuencia con problemas de salud damente a una de cada tres personas y se mental que los hombres, constatando que han convertido en un serio problema de la presencia de algunos trastornos menta- salud pública, constituyendo el 41.9% de les difiere en función del género, que es los casos de incapacidad entre las mujeres más probable que las mujeres presenten y el 29.3% entre los hombres. Menciona más ansiedad y depresión que los hom- que el 15% de la población de los países bres, mientras que éstos presentan más desarrollados sufre depresión severa, en- trastornos de personalidad antisocial y

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. 48 Diferencias de género. agosto 2014 – enero 2015

abuso de substancias. Estos datos sugieren Alumnos del área de salud y estrés que en muestras de niveles educativos académico bajos, las mujeres son más depresivas que los hombres y que esta diferencia disminu- Los alumnos de profesiones del área de las ye a medida que se incrementa el nivel ciencias de la salud, además de aprobar escolar, aunque en las mujeres es frecuen- asignaturas de índole teórica, deben cubrir te detectar una sintomatología más mar- créditos de trabajo práctico aplicando co- cada (Mirowsky, 1996; Walters, 2002; cita- nocimientos en situaciones reales; por dos en Matud, Guerrero y Matías, 2006). ejemplo, cuando los alumnos de medicina cursan los primeros cuatro semestres, lo

Extremera y Durán (2007) realizaron un hacen en el espacio escolar y aún no deben estudio en el que obtuvieron datos que cubrir asignaturas prácticas que impliquen señalan que el género femenino se asocia la atención directa a pacientes. Estos estu- con una mayor percepción de estresores diantes tampoco tienen que pasar días académicos y que suele dirigirse hacia el fuera de su casa, viviendo en alguna insti- manejo de las emociones, mientras que el tución de salud ni radicar en zonas rurales género masculino se dirige más hacia la o en ciudades alejadas del lugar de resi- solución de problemas. Así, encontraron dencia de sus familiares (excepto los jóve- que las estudiantes desarrollaron más es- nes de provincia que se han separado de tados de depresión, que atribuían sus fra- su familia nuclear para ir a la universidad) casos a factores internos, fueron más pe- como sucede con los de grados más avan- simistas acerca de sus propias capacidades zados que si lo hacen, que cumplen con su y tendían a generalizar una deficiencia es- internado y/o su servicio social, lo cual pecífica a otras áreas de su vida. Por su puede favorecer la percepción de situacio- parte, Casuso (2011) revela datos que nes más estresantes. muestran que las estudiantes universita- rias reportan más agotamiento físico, que No obstante, hay estudios que arrojan da- descansan menos, tienen mayores niveles tos que indican que los jóvenes de los pri- de irascibilidad y más pensamientos nega- meros semestres de la carrera, aun cuando tivos, que los estudiantes. no tienen que cumplir con trabajo clínico, han reportado estar sometidos a altos re-

49 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

quisitos de memorización, a muchas horas Método al día estudiando, al estrés producido por las evaluaciones, a horarios irregulares de Participantes alimentación, descanso y convivencia fami- Se evaluaron 150 estudiantes de la carrera liar, lo que puede afectar su bienestar físico de medicina de la Facultad de Estudios y psicológico, observándose en ellos alta Superiores Iztacala, de la Universidad Na- prevalencia de estrés, correlacionado con cional Autónoma de México. El 59.33% de algunos malestares tales como fatiga cró- la muestra total cursaba el segundo semes- nica, mala digestión, dolor abdominal, en- tre y el 40.66% el cuarto semestre, del fermedades alérgicas, hipertensión, ansie- turno matutino. Todos los participantes dad, depresión, mala concentración (Ca- eran residentes de la ciudad de México o suso, 2011; Marty, Lavin, Figueroa, Larrain y área metropolitana; 75 fueron mujeres y 75 Cruz, 2005; Valenzuela y Fraijo, 2011). hombres; el rango de edad para las muje-

res fue de 18 a 25 años, con una media de 19.1; para los hombres, de 18 a 23 años, Objetivo con una media de 19.5.

Evaluar la presencia de sintomatología Se les contactó a través de sus profesores, depresiva; y evaluar la presencia de males- siendo la muestra no probabilística, de tipo tares físicos como irritabilidad, cansancio, intencional, ya que se requerían participan- dolores de cabeza, dolores musculares, tes con características específicas. Recibie- problemas de apetito y ansiedad, así como ron información completa con respecto a la frecuencia de hábitos tales como dormir los objetivos de la investigación, de los ins- el tiempo requerido para sentirse descan- trumentos a emplearse y de la forma en la sado, ingerir las tres comidas principales que sería su participación a fin de contar del día (desayuno, comida, cena) y hacer con su consentimiento informado. Además, ejercicio. se hizo del conocimiento de los estudiantes que los datos obtenidos en la investigación

podrían ser presentados en eventos cientí-

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. 50 Diferencias de género. agosto 2014 – enero 2015

ficos y/o publicados en revistas especiali- decendencia, situación laboral, carrera zadas, respetando su anonimato. profesional en la que se estaba inscrito y

horario de estudios. Para este instrumento Instrumentos se obtuvo consistencia interna a través de

una prueba de ítem scala, teniendo 35 Se aplicó el Inventario de Beck (1983) el reactivos significativos y consistentes. El cual consta de 21 ítems que evalúan sín- Alpha de Cronbach fue de .788. tomas cognoscitivos relacionados con es- tados depresivos. El participante evaluado Procedimiento elige la frase que se aproxime más a cómo se ha sentido durante las últimas semanas. Se aplicaron los instrumentos de manera

grupal, haciendo uso de algunos salones Se diseñó una escala tipo Likert de 35 ítems de clase. Se pidió a los participantes que y cinco códigos de respuesta (muy frecuen- leyeran las instrucciones y expresaran si temente, frecuentemente, pocas veces, casi existía alguna duda para aclararla, de no nunca y nunca), con el propósito de medir ser así, se procedía a contestar el inventa- el impacto de los factores género y profe- rio y la escala. sión, sobre indicadores tales como relacio- nes sociales y escolares; el instrumento Análisis de datos permite obtener puntuaciones mínimas y máximas para establecer puntos de corte Se obtuvieron frecuencias y porcentajes que dan la oportunidad de categorizar di- para datos demográficos y depresión y se cho impacto (bajo, moderado, severo). aplicó la prueba t de Student para mues- tras independientes, con el fin de estable-

Con base en esta escala se evalúan aspec- cer posibles diferencias entre géneros en tos familiares, sociales y escolares de los cuanto al área de salud. estudiantes además de la incidencia de malestares físicos y estilos de vida ya men- Diseño cionados y que conforman los objetivos del Estudio exploratorio descriptivo. presente estudio. En este instrumento se incluye la aportación de datos demográfi- cos tales como sexo, edad, estado civil,

51 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

Resultados de origen, y el 2.66% casados; el desglose de los datos por género aparece en la Ta-

El 97.33% de los participantes del presente bla 1. De los casados, solamente 3 mujeres estudio eran solteros y vivían con su familia reportaron tener un hijo.

Frecuencia Porcentaje Estado civil Mujeres Hombres Mujeres Hombres Soltera (o) 72 74 96% 98.66% Casado (a) 3 1 4% 1.33% Total 75 75 100% 99.99%

Tabla 1. Frecuencias y porcentajes de estado civil por género.

El 84% de la muestra total sólo se dedicaba a estudiar, mientras que el 16% trabajaba y estu- diaba; los datos por género se aprecian en la Tabla 2.

Frecuencia Porcentaje Ocupación Mujeres Hombres Mujeres Hombres Sólo estudian 64 62 85.33% 82.66% Estudian y traba- 11 13 14.66% 17.33% jan Total 75 75 99.99% 99.99%

Tabla 2. Frecuencias y porcentajes de ocupación por género.

En cuanto a depresión, en la muestra total se pudo observar que un 56.6% de los participantes no reportó sintomatología; el 25.3% fue evaluado con depresión leve, un 13.3% con depresión moderada, y un 4.6% con depresión grave. La Tabla 3 muestra los datos con base en el género de los participantes.

Nivel depre- Mujeres Hombres sión Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Sin depresión 40 53.3% 45 60% Leve 24 32% 14 18.66% Moderado 10 13.3% 10 13.3% Grave 1 1.3% 6 8%

Tabla 3. Frecuencias y porcentajes de participantes en cuanto a sintomatología depresiva por género.

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. 52 Diferencias de género. agosto 2014 – enero 2015

Al realizar las comparaciones entre males- nivel severo. La mayoría de los participan- tares físicos y hábitos, y el género, los da- tes manifestaron un nivel bajo; sin embar- tos indicaron que no se encontraron dife- go, la presencia de nivel moderado es im- rencias significativas t148 = 1.854 p > 0.05. Si portante, notándose mayor incidencia en el se consideran los porcentajes, se observa género femenino. Además, en éste se iden- que el 54.7% del género femenino mostró tificó un porcentaje, aunque bajo, de nivel un nivel bajo de presencia de malestares severo. Al llevar a cabo las comparaciones físicos y hábitos no deseados (dormir poco por género para cada ítem de interés del y no sentirse descansada, no ingerir las instrumento, sólo se obtuvo diferencia tres comidas principales y no hacer ejerci- significativa para el correspondiente a “Ha- cio); el 42.7% nivel moderado y un 2.7% go ejercicio” t148 = 3.689 p < 0.05. Los por- nivel severo. En cuanto al género mascu- centajes mostrados en Tabla 4 indicaron lino, el 62.7% reportó un nivel bajo, el que los hombres realizan ejercicio con más

37.3% nivel moderado, y no se indicó un frecuencia.

Femenino Masculino Ítems Muy fre- Muy fre- Frecuentemente Frecuentemente cuente cuente Irritable 41.3% 21.3% 64% 6.7% No dormir bien 45.3% 40% 60% 28% Dolores cabeza 40% 29.3% 56% 10.7% Dolores musculares 33.3% 18.7% 46.7% 18.7% Ansiedad 16% 46.7% 30.7% 32% Consulto al médico 33.3% 17.3% 49.3% 17.3% Tres comidas principa- 12% 32% 22.7% 22.7% les Problemas apetito 6.7% 18.7% 6.7% 16% Hago ejercicio* 5.3% 5.3% 17.3% 20% Cansancio 30.7% 41.3% 29.3% 38.7%

Tabla 4. Porcentajes de participantes para cada ítem de malestares y hábitos, en cuanto a género.

*En este ítem sí se obtuvo diferencia significativa.

Al revisar los datos correspondientes al nes tanto mujeres como hombres, señala- motivo por el cual consultan al médico, se ron que lo hacen por padecer gastritis (ver pudo observar que la mayoría de los jóve- Tabla 5).

53 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

Mujeres Hombres Motivo de consulta Frecuencia Porcentaje Frecuencia Porcentaje Gastritis 34 45.33% 48 54.66% Gripe 18 24% 10 18.66% Chequeo 11 14.66% 5 10.66% Problemas coagulación 2 2.66% 2 2.66% Migraña 1 1.33% 1 1.33% Lesiones musculares 1 1.33% 2 2% Colitis 2 2.66% 1 2% Infecciones urinarias 1 1.33% 0 0% Problemas cardíacos 0 0% 2 1.33% Problemas hormonales 2 2.66% 1 2% Insomnio 1 1.33% 1 1.33% Alergias 2 2.66% 2 2.66%

Tabla 5. Frecuencias y porcentajes de participantes en cuanto a motivo de consulta médica.

Conclusiones etcétera. Los requisitos de ejecución por parte del alumnado que le demanda la

Los datos obtenidos en el presente estudio profesión pueden ser un factor que genere indican que en lo que respecta a depresión, autopercepción de ineficacia y baja autoes- más de la mitad de la muestra general de tima, lo cual podría llevar a los estudiantes estudiantes de segundo y cuarto semestres a abandonar sus estudios. En algunas in- de la carrera de medicina, no presentaron vestigaciones se han obtenidos datos que sintomatología. No obstante, de los restan- apoyan estos señalamientos (Feldman, tes, 38 alumnos se evaluaron con depre- Goncalves, Chacón, Zaragoza, Bagés y De sión leve y otros 20 con depresión mode- Pablo, 2008; Jiménez, 2010; Preciado y Váz- rada. Además, se detectaron siete casos quez, 2010). con depresión severa. Todo ello indica que Se pueden encontrar reportes con respecto 65 estudiantes alcanzaron alguno de estos a que las estudiantes universitarias tienden niveles. La presencia de este trastorno po- a manifestar depresión con mayor fre- dría estar asociada al estrés académico al cuencia que los hombres; no obstante, en que pudieran estar sometidos cotidiana- el presente estudio, al revisar los datos mente los jóvenes: poco tiempo para reali- obtenidos por género, se observa que un zar las tareas, evaluaciones, lectura y me- mayor porcentaje de mujeres mostró de- morización de altas cantidades de material,

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. 54 Diferencias de género. agosto 2014 – enero 2015

presión leve y ambos géneros reportaron irritabilidad en los y las jóvenes está pre- depresión moderada; sin embargo, se de- sente; no duermen bien o el tiempo sufi- tectaron más casos de varones con depre- ciente, lo cual no permite que se relajen sión severa. Las mujeres pueden ser más después de cada rutina académica; sufren vulnerables a la depresión por factores de dolores de cabeza y musculares y no psicosociales que se relacionan con el he- tienen hábitos adecuados de alimentación, cho de que ellas pueden expresar más lo cual puede ser el factor que se asocie al libremente sus sentimientos, por discrimi- reporte de gastritis en la mayoría de los nación social y/o por tener más demandas participantes. Cada muestra, por género, y limitaciones en los ámbitos familiar y estuvo conformada con el mismo número social. Los varones pueden estar expuestos de estudiantes y si se analizan los porcen- a demandas sociales más exigentes: éxito tajes en cuanto a la elección de las opcio- escolar y después laboral, y mayores pre- nes de respuesta “muy frecuentemente” y siones económicas. Es frecuente encontrar “frecuentemente”, en relación a la ansie- reportes de investigación que indican que dad, se puede notar que está presente de las mujeres tienden a ser más depresivas manera similar tanto en hombres como en que los hombres, pero que en la medida en mujeres. la que desaparecen las diferencias en los Cabe mencionar que se detectaron más niveles educativos, también lo hacen las estudiantes hombres que realizan ejercicio, diferencias entre géneros. aunque los porcentajes para ambos géne-

En lo que respecta a la presencia de males- ros fueron bajos. Es posible que la falta de tares físicos y hábitos, no se detectaron tiempo libre y el cansancio sean factores diferencias estadísticamente significativas que influyan para que los jóvenes no pue- entre hombres y mujeres, siendo que la dan ejercitarse y que en realidad no se mayor parte de la muestra manifestó nivel trate de un rechazo a la posibilidad de ob- leve; no obstante, no se pueden dejar de tener beneficios por vía de alguna actividad mencionar los datos correspondientes a física. Gran parte de los jóvenes de la los niveles moderado y severo que sugie- muestra sólo estudiaba; sin embargo, el ren que muchos alumnos ya reportan pro- trabajo académico no les permite contar blemas. Los porcentajes revelaron que la con tiempo para realizar ejercicio.

55 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

Los alumnos y alumnas evaluados cursa- ello requiere de las buenas condiciones ban el segundo o el cuarto semestre de la física y psicológica de estos profesionales, carrera, lo cual indica que aún no realiza- de ahí la importancia de contar con pro- ban prácticas de campo y que el trabajo gramas de afrontamiento de estrés con el académico se relaciona con materias teóri- fin de que esta población estudiantil pueda cas. Resulta interesante llevar a cabo un desempeñarse de manera óptima. estudio en el que se evalúen alumnos de semestres más avanzados que desempe- Referencias

ñen trabajo práctico comunitario, con el fin Agudelo, D., Casadiegos, C. y Sánchez, D. de conocer si hay diferencias entre ellos. (2008). Características de ansiedad y

Se sugiere estudiar el apoyo social de fami- depresión en estudiantes universitarios. liares y amigos como factor protector, me- International Journal of Psychological Re- diador, en la presencia de estrés y depre- search, 1(1), pp. 34-39. sión, al generar habilidades de afronta- Balanza, S., Morales, I. y Guerrero, J. miento a los estresores académicos. En la (2009). Prevalencia de ansiedad y de- Facultad de Estudios Superiores Iztacala, de presión en una población de estudian- la Universidad Nacional Autónoma de Mé- tes universitarios: factores académicos xico, se cuenta con una clínica en la que se y sociofamiliares asociados. Clínica y Sa- ofrece el servicio psicológico, entre otros, al lud, 20(2), pp. 177-187. cual pueden tener acceso los alumnos de la institución. Es importante que los profeso- Barraza, A. (2004). El estrés académico en res motiven a los jóvenes a asistir a este los alumnos de postgrado. Revista Psico- servicio puesto que el trastorno depresivo logiaCientifica.com. puede favorecer la aparición de conductas www.psicologiacientifica.com/estres- adictivas tales como el consumo de tabaco, academico-postgrado/ la ingesta excesiva de alcohol y en ocasio- nes, de drogas altamente dañinas. Habrá Beck, A. T., Rush, A. J., Shaw, B. F. y Emery, que tener en cuenta que los estudiantes de G. (1983). Terapia cognitiva de la depre- medicina serán responsables en el futuro sión. Bilbao: Desclee de Brouwer. del bienestar físico de muchas personas y

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. 56 Diferencias de género. agosto 2014 – enero 2015

Casuso, M. J. (2011). Estudio del estrés, y percepción de apoyo social en estu-

engagement y rendimiento académico diantes de Odontología de la Universi-

en estudiantes universitarios. Tesis doc- dad de Chile. Revista de Psicología, 20(2),

toral. Facultad de Enfermería, Fisiotera- pp. 148-172.

pia, Podología y Terapia Ocupacional. Evans, W. y Nelly, B. (2004). Pre- España: Universidad de Málaga. registration diploma student nurse

Cova, F., Alvial, A., Bonifetti, A., Hernán- stress and coping measures. Nurse Edu-

dez, M. y Rodríguez, D. (2007). Proble- cation Today, 24, pp. 473-482.

mas de salud mental en estudiantes de Extremera, N., y Durán, R. (2007). Inteli- la Universidad de Concepción. Terapia gencia emocional y su relación con los Psicológica, 25(2), pp. 105-112. niveles de Burnout, engagement y es-

Cuenca, E., Almirón, L., Czernik, G. y Mar- trés en estudiantes universitarios. Revis-

der, G. (2005). Evaluación de rasgos de ta de Educación, 34(2), pp. 239-56.

depresión en estudiantes de Veterinaria Feldman, L., Goncalves, L., Chacón, G., Za- de la ciudad de Corrientes. Revista Ar- ragoza, J., Bagés, N. y De Pablo, J. (2008). gentina de Clínica Neuropsiquiátrica, Relaciones entre estrés académico, 12(2), apoyo social, salud mental y rendimien- http://www.alcmeon.com.ar/12/46/07_c to académico en estudiantes universita- uenca.htm rios venezolanos. Univ Psychol, 7(3), pp.

Czernik, G., Giménez, S., Mora, M. y Almi- 739-751.

rón, L. (2006). Variables sociodemográ- Fouilloux, C., Barragán, V., Ortiz, S., Jai- ficas y síntomas de depresión en estu- mes, A., Urrutia, M. E. y Guevara, R. diantes universitarios de Medicina de (2013). Síntomas depresivos y rendi- Corrientes, Argentina. Revista Argentina miento escolar en estudiantes de Medi- de Clínica Neuropsiquiátrica, 13(2), pp. cina. Salud Mental, 36(1), pp. 59-65. 64-73.

Gaytán, A. (1997). El trabajo invisible de Dávila, A., Ruíz, R., Moncada, L. y Gallardo, las mujeres. En G. Saavedra y E. Flores. I. (2011). Niveles de ansiedad, depresión

57 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

Ser mujer: un riesgo para la salud. Del Marty, C., Lavin, M., Figueroa, M., Larrain,

malestar y enfermar, al poderío y la salud D. y Cruz, M. (2005). Prevalencia de es-

(261-293). México: Red de Mujeres, A. C. trés en estudiantes del área de la salud

de la Universidad de Los Andes y su re- González, M., Landero, R. y García, J. lación con enfermedades infecciosas. (2009). Relación entre la depresión, la Revista Chilena de Neuro-Psiquiatría, ansiedad y los síntomas psicosomáticos 43(1), pp. 25-32. en una muestra de estudiantes univer-

sitarios del norte de México. Revista Matud, M., Guerrero, K. y Matías, R.

Panamericana de Salud Pública, 25(2), (2006). Relevancia de las variables so-

http://dx.doi.org/10.1590/S1020- ciodemográficas en las diferencias de

49892009000200007 género en depresión. International of

Clinical and Health Psychology, 6(1), pp. Guavita, P. y Sanabria, P. (2006). Preva- 7-21. lencia de sintomatología depresiva en

una población estudiantil de la Facultad Organización Mundial de la Salud (2005).

de Medicina de la Universidad Militar http://www.un.org/spanish/Depts/dpi/b

Nueva Granada, Bogotá, Colombia. Re- oletin/mujer/genderwomen.html

vista Facultad de Medicina de la Universi- Preciado, M. y Vázquez, J. (2010). Perfil de dad Nacional de Colombia, 54(2), pp. 76- estrés y síndrome de Burnout en estu- 87. diantes mexicanos de odontología de

Gutiérrez, J., Montoya, L., Toro, B., Briñón, una universidad pública. Chil Neuro-

M. A., Rosas, E. y Salazar, L. E. (2010). Psiquiat, 48(1), pp. 11-19.

Depresión en estudiantes universitarios Riveros, M., Hernández, H. y Rivera, J. y su asociación con el estrés académico. (2007). Niveles de depresión y ansiedad Revista CES Medicina, 24(1), pp. 7-17. en estudiantes universitarios de Lima

Jiménez, L. G. (2010). Estrés en estudian- Metropolitana. Revista de Investigación

tes de farmacia de la Universidad de en Psicología, 10(1), pp. 91-102.

Costa Rica. Actualidades Investigativas en

Educación, 10(2), pp. 1-29.

Depresión y problemas de salud en estudiantes universitarios de la carrera de Medicina. 58 Diferencias de género. agosto 2014 – enero 2015

Soria, R., Muñoz, C. y Vega, Z. (2010). De- Valenzuela, L. y Fraijo, B. (2011). Integra-

presión y apoyo social: un análisis de ción y estrés en estudiantes universitarios.

género. Alternativas en Psicología, Año Ponencia en el XI Congreso Nacional de

XV (22), pp. 81-91. Investigación Educativa, Universidad

Pedagógica Nacional:

http://www.comie.org.mx/congreso/me

moriaelectroni-

ca/v11/docs/area_16/2151.pdf

59 Rocío Soria Trujano, Edy Ávila Ramos y Ana Karen Morales Pérez agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII.

Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Funções parentais e adolescência na contemporanei-

dade: considerações a partir de uma ilustração clínica

Roberta Araujo Monteiro12, Mônica Medeiros Kother

Macedo13, Thomas Gomes Gonçalves14

Sigmund Freud Associação Psicanalítica, Porto Alegre/RS, Brasil

Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul, Porto Alegre/RS, Brasil

Resumen

La adolescencia es un momento complejo en la vida de un joven que se encuentra con inten- sas demandas psíquicas, biológicas y sociales que causarán transformaciones en su mundo intrapsíquico y en sus procesos interrelacionales. Con una comprensión que no puede enten- der el adolescente aislándolo del contexto en que vive, es fundamental situarlo frente a las demandas contemporáneas, reanudando elementos acerca del proceso de construcción del sí mismo. Es esencial hablar de la relevancia de la cualidad y de las condiciones de las funciones parentales también pasibles de influencias del actual contexto. Este trabajo propone una re- flexión sobre el ejercicio de las funciones parentales y sus efectos en la relación con los ado- lescentes en el escenario actual. A través de presentación de elementos teóricos y de una ilus- tración clínica, se percibe que los dichos actuales de autocentramiento parecen hacer frágiles las relaciones y potencializar actos de desinvestidura y descuido parental.

12 Psicóloga, Psicanalista, Mestre em Psicologia Clínica (PUCRS/CNPq). Membro Associado da Sigmund Freud Associação Psicanalítica – Porto Alegre/RS – Brasil. Correo-e: [email protected] 13 Psicóloga, Psicanalista, Doutora em Psicologia (PUCRS). Professora Adjunta da Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul – Porto Alegre/RS – Brasil. Correo-e: [email protected] 14 Graduando em Psicologia, Bolsista de Iniciação Científica (BPA/PUCRS). Pontifícia Universidade Católica do Rio Grande do Sul – Porto Alegre/RS – Brasil. Correo-e: [email protected]

Funções parentais e adolescência na contemporanei-dade: 60 considerações a partir de uma ilustração clínica agosto 2014 – enero 2015

Palabras clave: adolescencia, funciones parentales, contemporaneidad, psicoanálisis.

Resumo

A adolescência é um momento complexo do ciclo vital no qual o jovem se depara com inten- sas demandas psíquicas, biológicas e sociais que acarretarão transformações no seu mundo intrapsíquico e em seus processos inter-relacionais. A partir do entendimento que não se po- de compreender o adolescente isolando-o do contexto em que vive, torna-se fundamental situá-lo frente às demandas contemporâneas, retomando elementos importantes relativos ao processo de construção do si mesmo. Nessa direção, é essencial abordar a relevância da qua- lidade e das condições referentes às funções parentais também passíveis de influencias do atual contexto. Esse artigo propõe uma reflexão sobre o exercício das funções parentais e os efeitos destas na relação com os filhos adolescentes no cenário contemporâneo. Através da apresentação de elementos teóricos e de uma ilustração clínica, percebe-se que os ditames atuais de autocentramento parecem fragilizar as relações e potencializar atos de desinvesti- mento e descuido parental.

Palavras-chave: adolescência, funções parentais, contemporaneidade, psicanálise.

Introdução Discutir sobre a complexidade do processo de constituição do psiquismo implica ter

A Psicanálise, considerando o valor que como ponto de partida uma ideia não de- atribui à singularidade dos processos in- senvolvimentista, ou seja, assumir a propo- trapsíquicos, dedica-se a compreender os sição de que o aparelho psíquico não está efeitos oriundos das transformações so- dado desde a origem da vida. Considera-se, ciais, políticas e culturais nos campos intra dessa forma, o relevante papel desempen- e intersubjetivo. Ao lançar seu olhar inte- hado pelas experiências e conflitivas rrogativo e reflexivo a respeito das impor- próprias às diversas etapas da vida, já que tantes demandas atuais sobre o processo essa ampla gama de experiências terá uma de construção psíquica, assim como ao importante contribuição no processo de abordar as modalidades de padecimento constituição do psiquismo. A partir de tais psíquico que daí podem advir, a Psicanálise considerações, afirma-se o nascimento de reafirma sua vitalidade como teoria, méto- um sujeito psíquico a partir do encontro do e técnica. com o outro. A necessidade dos seres hu-

61 Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves agosto 2014 – enero 2015

manos de humanizarem-se na cultura faz lescência, o sujeito se depara com a inadiá- com que a presença do semelhante seja vel exigência de rever o passado e prepa- inerente a sua própria constituição (Blei- rar-se para o futuro, bem como assumir chmar, 2005). Este é um encontro inaugu- um papel mais ativo em relação a suas ral sob vários aspectos e, como refere Blei- transformações (Rother Hornstein, 2006). chmar (2005), A adolescência é, portanto, um momento

“no outro se alimentam não somente bastante complexo no ciclo vital, abarcan-

nossas bocas senão nossas mentes; do em si mesma a expressão de contra-

dele recebemos junto com o leite, o dições inerentes à condição humana. O

ódio e o amor, nossas preferências jovem se depara com novas conquistas e

morais e nossos valores ideológicos. possibilidades de investimento num tempo

O outro está inscrito em nós e isso é futuro; por outro lado, enfrenta a necessi-

inevitável” (p. 08). dade de dar conta de intensas demandas

psíquicas, biológicas e sociais que acarreta- Além de inevitável, esse é um encontro rão transformações tanto em seu mundo vital e necessário no processo de consti- intrapsíquico, quanto em seus processos tuição de um sujeito psíquico. Sendo assim, inter-relacionais. Nessa etapa, não é mais as marcas decorrentes desse encontro possível manter os privilégios da infância e trazem desdobramentos e efeitos distintos há um desejo de acesso às prerrogativas nas etapas do desenvolvimento, entre as do mundo adulto; porém, essa transição quais está inscrita a singularidade da ado- não se dá de forma linear ou isenta de con- lescência. flitos. Lerner (2006) assinala que a subjeti-

vidade diz respeito “à possibilidade que Durante a infância é ainda possível adiar tem um sujeito de criar ao outro, ao mun- encontros, atos e decisões, porém, na ado- do e a si mesmo” (p. 30). Nas palavras do lescência, esse adiamento não é mais pos- autor, explicita-se o principal trabalho psí- sível. A adolescência marca uma diferença quico da adolescência: a partir de inter- em relação à temporalidade, à sexualidade câmbios que fazem parte de sua história; e à realidade. Nessa etapa da vida, as ex- trata-se agora de estabelecer os limites do periências têm como centro as problemáti- cas relativas ao próprio Eu, ou seja, na ado-

Funções parentais e adolescência na contemporanei-dade: 62 considerações a partir de uma ilustração clínica agosto 2014 – enero 2015

si mesmo e o lugar do outro em seu mun- cenário contemporâneo. Para isso, apre- do psíquico. sentam-se elementos teóricos que serão

retomados a partir da apresentação de A adolescência é um momento da vida no uma ilustração clínica. Assim, busca-se qual são desfeitos, refeitos e construídos ampliar a discussão a respeito das conse- investimentos tanto em relação a si mesmo quências de um tempo marcado por de- como aos outros. O mundo pulsional se vê mandas de autocentramento sob a quali- diante de novos desafios e possibilidades; dade do exercício das funções parentais as vicissitudes dos investimentos estão que têm em sua essência uma ligação com atreladas às condições de elaboração e a capacidade de cuidar do outro. Especial- metabolização das intensidades psíquicas. mente frente às demandas de cuidado da A sucessão de ligações, desligamentos e adolescência, os ditames de autocentra- religamentos psíquicos conta da complexi- mento parecem fragilizar as relações e dade e da diversidade deste “tempo” na potencializar atos de desinvestimento e de vida. descuido, disfarçando-os no discurso pa-

rental de respeito à autonomia de seus A partir do entendimento que não se pode filhos adolescentes. compreender o adolescente isolando-o do contexto no qual ele vive, torna-se funda- Impacto da contemporaneidade na mental situá-lo frente às demandas con- vivência do adolescente temporâneas, retomando alguns elemen- tos importantes referentes ao processo de Uma compreensão sobre o sujeito só é construção do si mesmo. Logo, é essencial possível se este é considerado “imerso no que se aborde a relevância da qualidade e histórico-social, entramando práticas, dis- das condições referentes às funções tam- cursos, sexualidade, ideais, desejos, ideo- bém passíveis de influencias frente às de- logias e proibições” (Hornstein, 2008; p.17). mandas próprias do atual contexto inter- Logo, refletir sobre temáticas da ado- subjetivo. Esse artigo propõe uma reflexão lescência significa reafirmar sua implicação sobre as condições que marcam o exercício com os cenários social, biológico e psíquico das funções parentais e os efeitos destas nos quais o jovem está imerso. na relação com os filhos adolescentes no

63 Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves agosto 2014 – enero 2015

No acesso à puberdade, a dimensão bioló- Lasch (1983) e Bauman (2000), respectiva- gica evidente e as transformações corpo- mente. Todas essas formulações remetem rais, anatômicas e fisiológicas que contem- à ideia de autocentramento e ao predomí- pla e até mesmo a ampliação de capacida- nio da superficialidade e fluidez dos laços des cognitivas, levadas a seu máximo, são afetivos sustentados na contemporânea facilmente identificáveis e inventariáveis, sociedade do espetáculo. sendo bastante conhecidas em sua origem, A partir disso, Maia (2005) entende que as seus mecanismos e sua evolução (Cahn, relações tornam-se formas de alcance do 1999; p.15). No entanto, afirmar a existên- prazer imediato, e, quando há qualquer cia de aspectos “menos discutíveis” não ameaça de sofrimento, o outro é, rapida- significa desconsiderar as diversidades mente, descartado. Dockhorn e Macedo possíveis quanto a ritmo, desarmonias e (2008) argumentam, ainda, que o desejo, implicações destes no plano afetivo. Já no ao invés de se constituir como uma ferra- âmbito social, é necessário reconhecer a menta de modificação e reinvenção do si incidência de variáveis mais complexas. mesmo, do social e do mundo, passa a ter Dessa forma, associam-se e se interpene- uma direção exibicionista e autocentrada, tram os efeitos da dimensão social e a di- levando a um esvaziamento do espaço da mensão psíquica. intersubjetividade. Em uma sociedade or-

No ritmo que marca a passagem do tempo, ganizada pelo consumo, a exigência é de as configurações da contemporaneidade estar sempre pronto para o aproveitamen- também trazem a herança de um tempo to absoluto dos “bens” e para o desenvol- passado. O sujeito “se encontra em um vimento de novos desejos frente a inces-

âmbito de intercâmbio localizado no es- santes seduções que se apresentam sem- paço-tempo, no qual constrói um mundo e pre como indispensáveis. por sua vez é construído por esse mundo Ao tomar como referência essa imagem que constrói” (Lerner, 2006, p.31). Os tem- social construída para o sujeito, salienta-se pos atuais podem bem ser definidos a par- o fato de os afetos humanos perderem o tir de conceitos, como “sociedade do espe- seu lugar no mundo contemporâneo. A táculo”, “cultura do narcisismo” e “tempos angústia e a tristeza não podem ser senti- líquidos”- formulações de Debord (1997),

Funções parentais e adolescência na contemporanei-dade: 64 considerações a partir de uma ilustração clínica agosto 2014 – enero 2015

das no ideário pós-moderno, e qualquer sa pretensa completude, que a posse de sinal destas torna-se uma ameaça a ser bens de consumo promete e não pode combatida por meio de dispositivos que cumprir? Assim, o não alcance das metas possam neutralizá-las, sejam antidepressi- ou ideais contemporâneos pode rapida- vos ou outras drogas diversas (Maia, 2005). mente associar-se a ideias de fracasso e

A partir da crescente mercantilização de incapacidade. Se a completude é garantia todos os domínios da experiência humana, de felicidade, qual o lugar destinado à in-

“vende-se” o corpo, na busca por se tornar completude humana? Nessa dinâmica, o o reflexo dos modelos perfeitos e idealiza- vazio e o tédio adentram a vida do adoles- dos, e “vende-se” a alma, inundada pelos cente denunciando o risco dos frágeis e apelos de psicofármacos, livros de auto- fraturados investimentos resultantes des- ajuda e programas midiáticos (Dockhorn e ses tempos de pressa e consumo. Ao si-

Macedo, 2008). Todas essas características tuar-se aquém da proposta contem- apontam para uma sociedade na qual a porânea de completude, impossível de ser ausência de padecimentos ou a completu- atingida independente da existência ou de ilusória acenam como condições passí- não de capacidades por parte do adoles- veis de serem alcançadas. cente, abrem-se condições de expressão

de excessos via padecimentos no campo Esse cenário traz, também, importantes das adições, das transgressões e do ime- consequências no movimento que possibi- diatismo, os quais, assim como práticas lita ao adolescente fazer a alternância de fetichistas, denunciam uma perversidade e desinvestimentos e investimentos que ser- uma parcialidade no cenário intersubjetivo. ve como um relevante fator na promoção de seus projetos, metas e ideais, os quais Os desafios da contemporaneidade dei- lhe permitem investir em um tempo futuro. xam, portanto, efeitos no processo de sub-

Nessa direção, como fica, nesses tempos jetivação adolescente, e, muitas vezes, a de pretensa completude, a exigência de desmesura do que o invade expõe a preca- não se ocupar da falta justamente por não riedade de suas possibilidades de enfren- poder reconhecê-la? E quais consequências tamento. A partir disso, Lerner (2006) faz têm para o adolescente a constatação que um contraponto, no cenário atual, entre o se impõe, a partir da fratura da ilusão des- que denomina dois tipos de adolescentes:

65 Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves agosto 2014 – enero 2015

o adolescente navegador, dotado de uma cia sem o encontro com outro humano. plasticidade egóica e o adolescente do des- Sem dúvida, as possibilidades de metaboli- carte ou da desorganização, o qual se situa zação e contenção de experiências no de- na esfera das psicopatologias, como de- correr da vida e suas respectivas cargas de pressões, doenças psicossomáticas, frag- investimento psíquico abarcam a premissa mentações e adições. Nas palavras do au- de que tenha ocorrido uma condição de tor, o adolescente da desorganização, ao ligação psíquica nos primeiros tempos da contrário do adolescente navegador, não vida do sujeito. Sendo assim, pode-se afir- pode navegar, tampouco construir, expe- mar que as demandas da criança, oriundas renciando um colapso em qualquer projeto de seu desamparo inerente, encontraram que inicia. Para que seja viabilizado o in- no outro deste encontro primordial con- verso dessa configuração de descarte, é dições de serem supridas e cuidadas. Den- importante, segundo Lerner (2006), que o tre tantas atualizações e repetições que a sujeito estruture projetos, arme histórias e, adolescência promove, também está a assim, gere um futuro. Adentra-se, dessa reedição de uma condição de desamparo. forma, o terreno da intersubjetividade, Não é a repetição de um estado anterior levando em conta a qualidade de relações idêntico, mas sim de uma possível defasa- já experimentadas. O adolescente conta a gem entre as demandas e as condições de história de suas identificações e das con- processá-las. Por isso, se pode associar o dições de seu contexto emocional e social tempo da adolescência a um tempo de de várias formas; uma delas por meio dos exigência de intenso trabalho psíquico. recursos psíquicos que dispõe para lançar Não se trata apenas de elaboração de lu- mão na travessia do mundo infantil para o tos, reedição da conflitiva edípica, ou da mundo adulto. exigência de ressignificar a si mesmo; trata-

se, sobretudo, da exigência de situar-se Esse contexto intersubjetivo é de suma ativamente como sujeito frente a seus con- importância, uma vez que, desde a infân- flitos e suas demandas intrapsíquicas. A cia, o tema do desamparo se faz presente adolescência alude a uma inquestionável na vida do ser humano. Trata-se de um pressão e tensão oriunda de novos proces- desamparo estrutural, imperioso diante da sos identificatórios importantes para que inevitável constatação da não sobrevivên- se possa estabelecer uma nova modalida-

Funções parentais e adolescência na contemporanei-dade: 66 considerações a partir de uma ilustração clínica agosto 2014 – enero 2015

de de inserção como sujeito no cenário Constata-se a importante tarefa que o ado- intersubjetivo. Na repetição de suas confli- lescente tem diante de si: responder aos tivas, o adolescente é exigido no sentido de interrogantes sobre si mesmo, os quais metabolizar e processar o já experenciado envolvem profundas ressignificações psí- e dar forma àquilo que se apresenta na quicas e lhe exigem a capacidade de refletir amplitude de seu campo exogâmico. sobre suas condições como sujeito psíqui-

co. Tarefa esta associada a desafios que se A constatação de Lerner (2006), a respeito intensificam quando a busca se dá na fragi- do naufrágio de um modelo adolescente lidade das condições de reconhecimento de não muito tempo atrás, no qual este do si mesmo e do outro. Nesse lugar de acreditava ser essencial estar imerso numa desamparo, com quem pode o adolescente cultura de busca de sua identidade e acre- contar? Retomando a ideia de porto segu- ditando que devia encontrar sua vocação ro, proposta por Lerner (2006), e partindo de uma vez e para sempre, resultou no das considerações feitas, chega-se, assim, à fato de os adolescentes da contempora- reflexão sobre o papel das funções paren- neidade terem de aprender novas formas tais na construção subjetiva do adolescen- de navegar, assim como de conviver com a te. Tendo as figuras parentais uma influên- ideia de que o encontro com sua vocação cia ímpar no processo de construção da vai ser muitas vezes transitório. No univer- subjetividade de seus filhos, as modalida- so do adolescente, antes navegar era che- des de investimentos que habitam esse gar a um porto seguro, porém, na contem- espaço intersubjetivo não podem ser ex- poraneidade, a navegação é em si mesmo, cluídas de uma reflexão a respeito da ado- pois não há promessa alguma de alcançar lescência. Logo, é fundamental uma maior um porto seguro e abrigado. Isso porque compreensão sobre as funções parentais se considera a condição de desamparo não nos tempos de hoje. só de recursos internos, mas também na evidência de lacunas deixadas pelas re- Funções parentais em uma ilustração lações com as figuras parentais, que antes clínica representavam esse porto seguro e, no cenário contemporâneo, configuram-se, As demandas pulsionais próprias da ado- muitas vezes, como um terreno instável. lescência reativam a experiência edípica

67 Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves agosto 2014 – enero 2015

como uma segunda chance de processar voltou a morar na cidade paterna, junto psiquicamente elementos oriundos dessa com a irmã e a mãe. A mãe diz que deixou conflitiva, em especial os referentes a o filho, então com 8 anos de idade, decidir questões de identidade e às modalidades se queria ou não morar com ela. Após dois de investimentos do sujeito na relação com anos, a mãe muda-se novamente para uma o outro. Considerando a importância das cidade distante, deixando o menino com o relações que o adolescente foi estabele- pai, com a madrasta e com o irmão desse cendo, não só com seus pais, mas também novo relacionamento paterno. Porém, ao nos outros âmbitos da sua vida, deve-se saber de uma nova gravidez da segunda ponderar sobre as influências desses en- esposa, o pai do menino considerou que contros e do contexto social em que vive. não poderia mais ficar com o filho alegan-

do dificuldades financeiras. Pedro volta a Pedro é um adolescente de 16 anos que morar com a mãe e segundo ela, a partir chegou para atendimento por intermédio deste fato o filho nunca mais foi o mesmo, da mãe que o considerava muito violento, se mantendo cada vez mais isolado e tris- além de apresentar baixo rendimento es- tonho. colar. Durante o período de avaliação psi- cológica, Pedro falou sobre sua difícil re- Desde pequeno, Pedro era considerado um lação com a mãe e com a irmã, revelando garoto com problemas, evidenciando uma situação na qual pensou em matar a traços depressivos. Luísa, a irmã, sempre irmã e outras nas quais evidenciou ideação foi vista como mais autônoma, dinâmica e suicida. motivada para alcançar seus objetivos.

Desde a infância, Pedro não tem um es- Ao contar sua história, o jovem revela uma paço próprio, não sendo valorizado frente vida marcada pela desorganização e ins- aos pais e à família e experencia uma com- tabilidade das figuras parentais. Seus pais paração contínua que o coloca aquém da se separaram e passaram a morar em ci- irmã. Pode-se considerar que deste contex- dades diferentes quando ele tinha sete to familiar lhe é oferecida uma imagem anos. O adolescente sentia muita saudade fragilizada e debilitada de si mesmo. A do pai e reclamava bastante sobre isso forma de Pedro descrever a si mesmo con- com sua mãe. Depois de um ano, Pedro firma esta hipótese:

Funções parentais e adolescência na contemporanei-dade: 68 considerações a partir de uma ilustração clínica agosto 2014 – enero 2015

Eu não presto para nada, não sei por ocupar uma função de outro que o investe

que meus pais quiseram me ter. Eu fi- amorosamente é fundamental no processo

cava lá no quarto chorando que nem de constituição psíquica da criança, o que

um doido, queria me matar, ficava fica evidente no envolvimento com de-

em baixo do travesseiro, pensando: mandas de sua educação e na formação de

Eu nem deveria ter nascido, eu não sua identidade. Logo, o exercício de

sirvo pra nada. funções parentais é um constante exercício

de investimento e de cuidado sob a moda- Sua baixa autoestima denuncia a precarie- lidade de um compromisso amplo e irrevo- dade de investimentos recebidos, demons- gável, um compromisso que parece situar- tra um exercício parental precário e falho se na contramão da modalidade contem- em sua função de tomar o outro como porânea na qual predomina a fluidez e objeto de investimento amoroso e de con- fragilidade dos vínculos. ter as angústias do filho.

Muitos pais mostram indisponibilidade de A fala da mãe sobre Pedro reforça estes cuidado no sentido da não abertura de atributos: espaços em suas vidas frente às demandas

de seus filhos (Kehl, 2001). Pedro fala da Ele sempre teve problemas na escola. relação frágil que tem com seus pais, na A primeira série também foi um ano qual eles parecem centrados em si, tendo difícil, praticamente o deixaram pas- dificuldades para abrir um espaço psíquico sar para ver se ele conseguiria melho- que acolha as demandas próprias dessa rar. Ele foi assim a vida inteira, puxa- função. Sobre o pai, fica marcada a impos- do pelo outro, sempre ia muito mal sibilidade de acolhimento das necessida- na escola. A irmã é bem diferente de- des do filho o que gera uma reação intensa le. no adolescente, confirmando no excesso

Desde o nascimento, o sujeito é atravessa- de seus atos aquilo que esperam dele: o do pelos enunciados identificatórios ofere- fracasso e a desorganização. cidos pelos pais, que vão compondo a As vivências de desproteção dos indivíduos noção do si mesmo e do mundo em que frente a situações de violência e insegura- vive. Percebe-se que conceber um filho,

69 Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves agosto 2014 – enero 2015

nça social têm seu reflexo no âmbito fami- gue esse modelo como uma das vias mais liar no qual se perderam a coesão e a co- conhecidas de expressão, pois frente ao municação entre seus membros. A fala de desamparo pensa em matar ou matar-se.

Pedro evidencia um ambiente familiar com Birman (2006) entende que os investimen- a força da autoridade parental inexistente tos de cuidado no âmbito familiar foram ou enfraquecida, além de uma grande ins- bastante afetados nos tempos atuais, mar- tabilidade em relação à experiência dos cando uma precariedade de investimentos laços afetivos: nas crianças e nos adolescentes e, por isso,

O meu pai me bate até hoje. Só que incidindo diretamente sobre as novas for-

ele me bate com vassoura. (...) Teve mas de subjetivação. A ilustração clínica

uma vez, eu estava com uma roupa, denuncia os efeitos de experenciar encon-

aí meu pai chegou no quarto e me viu tros com figuras parentais que se apresen-

com essa roupa e falou: “Não, tira es- tam de forma precária e falha.

sa roupa que essa camisa está furada A adolescência de Pedro é marcada por aqui na gola.”. Eu falei assim: Não, situações nas quais o jovem fica marginali- pai, está bom assim, dá pra usar ain- zado seja no ambiente familiar, seja no da. – “Não filho, você não vai sair ambiente escolar, o que dificulta significati- com essa roupa.”. (...) Eu achei que vamente o estabelecimento de relações ele tinha parado, só que ele tinha ido consistentes e satisfatórias no âmbito pegar a vassoura. Aí ele chegou e deu exogâmico. Para que as experiências uma vassourada nas minhas costas. próprias da adolescência tais como as des- Quebrou assim: Puf! a vassoura. (...) cobertas sexuais, o estabelecimento de Achei que ia doer, mas acho que nem planos para o futuro, a inserção saudável doeu como eu achei. em um grupo de iguais e o distanciamento

A dor física, frente à dor psíquica de Pedro, das figuras parentais possam ocorrer sem perde em intensidade. As formas de co- que sejam exigidos maiores esforços do municação familiar ficam muitas vezes adolescente é necessário que conte com pautadas no modelo de dirigir ao outro a uma bagagem que lhe permita distanciar- agressividade em forma de ato. Pedro se- se e retornar sempre que preciso.

Funções parentais e adolescência na contemporanei-dade: 70 considerações a partir de uma ilustração clínica agosto 2014 – enero 2015

O caso de Pedro ilustra exatamente a im- sas, os ideais sociais e políticos, sem que possibilidade de se estabelecer uma re- isso remeta ao convívio e contato entre os lação de confiança e de cuidado para que, sujeitos? depois, o mundo exogâmico possa ser o mundo da experimentação sem riscos Considerações Finais desnecessários ao si mesmo. Ao ser cuida- Na vigência de tempos nos quais o efême- do, o adolescente adquire a condição de, ro, a fragmentação e a frágil ou ausente posteriormente, cuidar-se. Cabe conside- demarcação de espaços impõem seus efei- rar, em relação ao exercício das funções tos no processo de constituição psíquica e parentais na contemporaneidade, o quanto na produção de subjetividades, cabem o discurso de fragmentação e de abolição questionamentos sobre a relação existente de toda condição de assimetria em nome entre adolescência e o exercício contem- de uma pretensa liberdade, serve ao pro- porâneo das funções parentais. Como bem pósito de não cuidar, de não reconhecer a destaca Bleichmar (2005), na atualidade parcela de responsabilidade inerente a constata-se uma mutação social e cultural essas funções. que deixou os seres pensantes numa si-

Para que se possa promover alguma mu- tuação de desconcerto. dança neste cenário que compromete sig- Na adolescência, pode-se encontrar no nificativamente as esperanças no futuro, é amparo e no cuidado recebido via exercício urgente uma reflexão que abarque os mo- das funções parentais uma vivência fun- delos identificatórios que são oferecidos damental para que depois, em um segun- aos jovens na contemporaneidade. Quan- do tempo, o jovem possa experimentar-se do as funções parentais são exercidas em em novos investimentos e condições. Pe- um modelo de sociedade como se elas não dro ilustra com sua história os efeitos noci- aportassem diferenças à vida de seus fil- vos de vivências de desamparo e descuido hos, é inquestionável a legitimidade da parental. Esses efeitos vêm à tona na ado- preocupação com os efeitos deste descui- lescência, momento no qual o jovem deve do nos espaços de alteridade. Como pen- enfrentar significativas demandas psíqui- sar a construção de valores morais, a fra- cas, físicas e sociais. ternidade, os modelos de escolhas amoro-

71 Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves agosto 2014 – enero 2015

Frente ao intenso cenário contemporâneo Birman, J. (2006). Tatuando o desamparo: de autocentramento e performance, é ne- A juventude na atualidade. In M. R. Car- cessário refletir sobre a necessidade hu- doso. Adolescentes. São Paulo: Escuta. mana de experenciar a vivência de ter sido Bleichmar, S. (2005). Subjetividad en riesgo. tomado como objeto amoroso por um ou- Buenos Aires: Topía Editorial. tro. Tal situação continua sendo essencial à produção de sua condição humana, sendo Cahn, R. (1999). O adolescente na psicaná- um exercício resultante da capacidade de lise: A aventura da subjetivação. Rio de amar e de cuidar que não pode ser me- Janeiro: Companhia de Freud. nosprezado. A maior liberdade que a ado- lescência possibilita ao ser humano não Debord, G. (1997). A sociedade do espetá- desfaz a necessidade de que o jovem possa culo. Rio de Janeiro: Contraponto. contar com o exercício das funções paren- Dockhorn, C. e Macedo, M. (2008). A tais no registro do cuidado e da necessária complexidade dos tempos atuais: refle- assimetria que viabiliza a proteção. Deste xões psicanalíticas. Revista Argumento intrincado jogo de ir e vir em sua história Psicologia, 54(26), pp. 217-224. de vida, das oscilações de desejo entre querer crescer e querer se manter criança, Hornstein, L. (2008). As depressões: afetos resultam os recursos para que um jovem e humores do viver. São Paulo: Via Lette- construa, no tempo presente, uma reserva ra: Centro de Estudos Psicanalíticos. de capital pulsional que lhe permita inves- tir em um tempo futuro, a partir de um Kehl, M. R. (2001). Lugares do feminino e existir ético e autônomo. do masculino na família. In M. C. M. Ca-

parato. A Criança na Contemporaneidade

Referências e a Psicanálise. Vol. I. São Paulo: Casa do

Psicólogo. Bauman, Z. (2000). Modernidade líquida.

Rio de Janeiro: Jorge Zahar Editor. Lasch, C. (1983). A cultura do narcisismo.

Rio de Janeiro: Imago.

Funções parentais e adolescência na contemporanei-dade: 72 considerações a partir de uma ilustração clínica agosto 2014 – enero 2015

Lerner, H. (2006). Adolescencia, trauma, Rother Hornstein, M. C. (2006). Entre de-

identidad. In M. C. Rother Hornstein. sencantos, apremios e ilusiones: barajar

Adolescencias: trayectorias turbulentas. y dar de nuevo. In M. C. Rother Horns-

Buenos Aires: Paidós. tein. Adolescencias: trayectorias turbulen-

tas. Buenos Aires: Paidós. Maia, M. (2005). Extremos da alma: dor e

trauma na atualidade da clínica psicanalí-

tica. Rio de Janeiro: Garamond.

73 Roberta Araujo Monteiro, Mônica Medeiros Kother Macedo, Thomas Gomes Gonçalves agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII.

Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de

autoconcepto en estudiantes universitarios chilenos

Alex Véliz Burgos15, Pedro Apodaca Urquijo16

Universidad Católica de Temuco, Chile

Universidad del País Vasco, España

Resumen

Se probó la invarianza factorial de un modelo hexadimensional del autoconcepto, utilizando el Test AF5 en 691 universitarios chilenos. Se estableció la invarianza configural imponiendo la misma estructura factorial para hombres y mujeres.

El siguiente proceso fue imponer que los pesos factoriales estimados sean idénticos, constitu- yendo una prueba de invarianza métrica. Se añadió que, varianzas y covarianzas de los facto- res tengan valores idénticos al estimarlos. Posteriormente, asignar igualdad de las varianzas de error en dos niveles: igualdad de varianzas de error de ítems que conforman la dimensión autoconcepto académico e igualdad de varianzas de error para ítems de la Escala Autoconcep- to.

Los resultados evidencian que los ítems del factor autoconcepto académico no son invariantes según género lo que implicaría funcionamiento diferencial.

Palabras clave: autoconcepto, autoconcepto académico, invarianza factorial.

15 Universidad Católica de Temuco, Chile. Correo-e: [email protected] 16 Universidad del País Vasco, España. Correo-e: [email protected]

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 74 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

Factorial invariante of a hexadimensional model of the self concept in Chilean university stu- dents

Abstract

Factorial invariance was tested in a hexadimensional model of the self concept, using the AF5 Test in 691 Chilean university students. Configural invariance was established applying impo- sing the same factor structure for men and women.

It is assumed imposed that the estimated factor weight would be identical, constituting a met- ric invariance analisis. Furthermore, the factor variances and covariances have identical values when estimated. Subsequently the equality of the error variance on two levels: Equality of the error variance of the iteams which compose the academic self concept dimension and equality of error variance for the items on the Self Concept Scale.

The results show that the items of the factor academic self concept are not invariants accord- ing to gender which would imply differential funcioning.

Keywords: self-concept, academic self concept, factorial invariance.

Introducción ran como la imagen que cada sujeto tiene de su persona, reflejando sus experiencias

Existe consenso en definir el autoconcepto y los modos en que estas experiencias se como la percepción y valoración coherente interpretan. No obstante, el modelo que ha que una persona hace de sí misma en tres recibido más apoyo empírico para su estu- dimensiones básicas; cognitiva, afectiva y dio es el jerárquico propuesto por Shavel- comportamental (Burns, 1990). También son, Hubner y Stanton (1976), mismo que hay coincidencia para considerar que el ha sido replicado en los estudios realizados autoconcepto se construye a través de las por Marsh (1990); Marsh y Craven (2006); experiencias y de las relaciones con el en- Marsh, Craven y Debus (1991); Moritz, torno social (L´ecuyer, 1985; Ballester, Read, Clark, Callahan y Albaugh (2009). March y Orte, 2006). En términos generales, los autores del mo-

Harter (1990) lo define como las percep- delo jerárquico del autoconcepto, postulan ciones que tiene el individuo sobre sí mis- un componente de autoconcepto único y mo; Amezcua y Pichardo (2000) lo conside- global en su parte superior y un segundo

75 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

nivel inferior dividido en autoconcepto sí mismo, lo que influencia su motiva- académico y no académico. Este enfoque ción y sus actitudes en relación al es- permite establecer relaciones entre las tudio” (p. 17). distintas dimensiones y otras variables De esta manera, además de poder contar como: valores, rendimiento académico, con instrumentos para la medición del au- habilidades sociales, adaptación académi- toconcepto que permitan predecir y/o me- ca/laboral/social, autoeficacia, bienestar jorar el éxito escolar, es necesario generar psicológico, bienestar social. Al tratarse de modelos que presenten la misma estructu- un constructo multidimensional incluye ra factorial para hombres y mujeres que no aspectos como la relación alumno-escuela, impliquen funcionamiento diferencial. la aceptación social, el atractivo físico, las habilidades sociales y físicas (Marsh y Cra- El autoconcepto y su relación con el ven, 2002; Marsh, 1993; García, Musitu y género de los individuos Veiga, 2006).

Los resultados de las investigaciones que De acuerdo a Simões (1997), el autocon- han analizado las diferencias de género en cepto escolar es definido como el universo el autoconcepto y autoestima, muestran de representaciones que el estudiante tie- resultados divergentes. La mayor parte de ne de sus habilidades, de sus realizaciones las investigaciones encuentran diferencias escolares, las evaluaciones que él hace de significativas en la autoestima y observan esas mismas capacidades y realizaciones. menores puntuaciones en las mujeres (Ga- Las vivencias de este proceso son percibi- raigordobil y Durá, 2006). Sin embargo, das de forma positiva o negativa. Fernan- otros estudios no han hallado diferencias des, Bartholomeu, Dos Santos, Marín, significativas en el autoconcepto global de Boulhoca y Fernandes, 2005, sñalan que adolescentes hombres y mujeres (Garai-

“Mientras el estudiante es solicitado gordobil, Cruz y Pérez, 2003). Es importante

para ejecutar las tareas propuestas y señalar que normalmente los individuos

se siente capaz y habilitado para eso, experimentan descensos en la valoración

desarrolla el sentido de realización y de su autoconcepto a finales de la infancia

construye una visión más positiva de y durante la adolescencia temprana (8 a 13

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 76 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

años) y posteriormente un aumento (Har- cas, física, logro, habilidades y apariencia ter, 2006). física, mientras que las niñas muestran

puntuaciones más altas de autoconcepto Estos cambios evolutivos han sido atribui- en las facetas verbal, social, satisfacción dos a la mayor capacidad para evaluar de escolar, honestidad, confiabilidad y en la manera realista sus habilidades en compa- relación con personas del mismo sexo ración a los períodos anteriores y para eva- (Harter, 1982; Marsh, 1989). Marsh y Sha- luar a las otras personas y a los cambios velson (1985) y Marsh (1986) encontraron emocionales, cognitivos y físicos que se que el autoconcepto matemático y el ver- producen a lo largo de este periodo; en bal prácticamente no estaban correlacio- éstos, existen diferencias de género. En un nados entre sí, sin embargo, existe eviden- estudio longitudinal realizado por Fraine, cia de las diferencias de género en los nive- Van Damme y Onghena (2007) respecto a les medios del autoconcepto académico, las diferencias entre los géneros en adoles- donde los niños tienden a tener mayor centes, revelaron que el autoconcepto de autoconcepto en matemáticas y las niñas las adolescentes era más bajo que el de los tienden a tener mayor autoconcepto verbal adolescentes, mientras los resultados ob- (Marsh, 1986). tenidos por Harter (2006), Kling, Hyde, Du- chas y Buswell, (1999), muestran que las Amezcua y Pichardo (2000) realizaron una mujeres reportan inferiores niveles de au- investigación en la que examinaron las toconcepto que los hombres a partir de diferencias de género en el autoconcepto finales de la infancia y hasta finales de la de adolescentes, encontrando que los va- adolescencia. rones presentaron un autoconcepto global

más positivo y las mujeres destacaron en la Otras investigaciones respecto al autocon- dimensión familiar, no encontrándose dife- cepto han sugerido diferencias de género rencias en la dimensión académica de am- en dominios específicos (Marsh, 1989; bos grupos. Hattie (1992) y Marsh, (1990) Boersma y Chapman, 1985), obteniendo señalan que los logros académicos, la per- resultados que señalan que los niños sistencia, los cursos de selección y las aspi- muestran consistentemente un autocon- raciones de educación a largo plazo están cepto superior que las niñas en matemáti- relacionados sistemáticamente con el au-

77 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

toconcepto académico, pero no se asocian dimiento académico general, rendimiento con el autoconcepto no académico (auto- académico en lenguaje y en matemáticas. concepto social y físico) y con la autoestima El autoconcepto también se relaciona indi- global. rectamente con logro a través de influencia

como predictor del valor que un estudiante Algunas investigaciones encuentran dife- le da a un tema de interés en la selección rencias entre el género de los participan- de un curso, la elección de una carrera y, tes, observando en las mujeres peor auto- en última instancia, a la productividad en la concepto global, pero mejor autoconcepto vida adulta (Muldoon y Reilly, 2003; Tenen- social y familiar (Amezcua y Pichardo, baum y Leaper, 2003; Moritz, Read, Clark, 2000). Sin embargo, otros trabajos no han Callahan y Albaugh, 2009). encontrado diferencias significativas ni en el autoconcepto (Garaigordobil, Cruz y Pé- Fernandes et al. (2005) encontraron en su rez, 2003) ni en la autoestima (Lameiras y estudio con niños y niñas brasileños que el

Rodríguez, 2003; Garaigordobil, Durá y autoconcepto personal y el autoconcepto

Pérez, 2005). Una de las explicaciones que social, fue alto en los niños y las niñas que se puede dar a estos resultados contradic- mostraron mayor autoconcepto escolar, torios son los alcances de los análisis esta- resultados consistentes con numerosos dísticos realizados, situación que abordará estudios en la materia (Guay, Marsh y este estudio. Boivini, 2003; Ahmed y Bruinsma, 2006).

Además, los estudiantes que realizaron

El autoconcepto en el ámbito académi- una evaluación positiva de sí mismos en lo co académico, son los más motivados en las tareas académicas. Este resultado es con-

En el contexto académico, el desempeño gruente con estudios que exploraron la del estudiante en las actividades propues- relación entre autoconcepto académico y tas de la escuela es interpretado como un motivación académica (Harter, 1982; Ah- preanuncio de las capacidades y de su po- med y Bruinsma, 2006), concluyendo que tencial productivo. Diversos estudios han existe una importante relación entre auto- encontrado una asociación significativa concepto académico y rendimiento aca- entre el autoconcepto académico y el ren- démico. Así, mientras un estudiante se

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 78 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

siente con mayor capacidad y habilidad, Metodología más elevado será su logro. Diseño Al respecto, observamos que una de las implicaciones de estos hallazgos se rela- El diseño del estudio es de tipo instrumen- ciona al hecho de que las mujeres posean tal (Montero y León, 2005), dado que se medias más altas en sus autoconceptos pretende la adaptación y el estudio de las positivos, así como en los estilos de afron- propiedades psicométricas de la escala de tamiento seguros de las alumnas universi- Autoconcepto AF5 de García y Musitu tarias, en lo que respecta a sus capacida- (1999) en un contexto distinto al de su des para sentirse seguras y controlar sus creación. Este tipo de diseño presenta vali- relaciones en el contexto escolar (Ballester, dez externa de situación o validez ecológica

March y Orte, 2006). (Bronfenbrenner, 1977) puesto que la apli- cación de los instrumentos se ha realizado

Lo anteriormente planteado hace necesa- de la manera menos intrusiva posible, con- rio verificar cuan invariante es la escala de siderando la ubicación y composición habi-

Autoconcepto AF5 de García y Musitu tual de los grupos. (1999) en todas las dimensiones o en algu- na en particular, respecto al género, de Participantes manera que se pueda establecer si se re- Con relación a las características generales quieren normas de interpretación diferen- de la muestra, estuvo constituida por 691 ciadas para hombres y mujeres. estudiantes de la Universidad Católica de

Objetivos del estudio Temuco, Chile. Respecto al género, las mu- jeres representaron un 62.1%, y los hom-

Analizar la Invarianza factorial del modelo bres un 37.9% de la muestra con un rango dimensional de la escala de Autoconcepto de edad entre los 17 y 30 años; media de

AF5 de García y Musitu (1999) entre hom- 21.4 y desviación estándar de 2.6. En el bres y mujeres universitarios chilenos. caso de los hombres, la media corresponde

a 22.3 años (dt = 2.8) y en las mujeres la

media es de 21.7 años (dt = 2.9).

79 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

Instrumento su implicación, participación e inte- gración en el medio familiar.

El instrumento analizado es la escala de e) Autoconcepto físico; este factor ha-

Autoconcepto AF5 de García y Musitu ce referencia a la percepción que

(1999), diseñada y estandarizada en España tiene el sujeto de su aspecto físico y para medir el autoconcepto de la población de su condición física. general; consta de 30 ítems, formulados para distintos niveles etarios. Para el pre- Análisis de datos sente estudio se utilizó un formato tipo Se realizó un análisis factorial confirmato- Likert de cinco opciones de respuesta, rio del modelo pentadimensional de García donde 1= total desacuerdo y 5 = total y Musitu (1999), lográndose unos niveles acuerdo. Posee cinco subescalas o dimen- de bondad de ajuste insuficientes para siones, compuestas por seis ítems: considerar este modelo adecuado desde el

a) Autoconcepto académico/laboral; punto de vista empírico. Por lo tanto se

se refiere a la percepción que el su- exploraron otros modelos dimensionales

jeto tiene de la calidad del desem- alternativos y se procedió a la comparación

peño de su rol como estudian- de los niveles de ajuste obtenidos con cada

te/profesional. uno de ellos. Se probaron los modelos uni-

b) Autoconcepto social; se refiere a la dimensional, bidimensional, bidimensional

percepción que tiene el sujeto de con factor general de segundo orden, pen-

su desempeño en las relaciones so- tadimensional con factor general de se-

ciales. gundo orden y un quinto modelo hexadi-

c) Autoconcepto emocional; hace re- mensional propuesto por el investigador.

ferencia a la percepción del sujeto El modelo hexadimensional resulta ser de su estado emocional y de sus significativamente superior en su ajuste a respuestas a situaciones específi- los modelos probados. La diferencia más cas. importante entre este modelo y el penta- d) Autoconcepto familiar; se refiere a dimensional es que el primero subdivide la percepción que tiene el sujeto de en dos el factor de autoconcepto físico

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 80 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

conformando dos nuevas dimensiones: En la Tabla 1 se observa que los modelos capacidad física y apariencia física. pentadimensional y hexadimensional son

los que presentan mejores índices de ajus- En el análisis de la validez de constructo se te. Se aprecia además que el modelo hexa- probó la estabilidad del modelo entre dimensional (M6t) tiene coeficientes de ajus- hombres y mujeres. Para ello se realizó el te apreciablemente mejores que el modelo análisis de Invarianza factorial siguiendo un pentadimensional (M5). Se realizó un con- esquema secuencial y jerárquico. traste de hipótesis para verificar que estas

diferencias en el ajuste son estadísticamen- Resultados te significativas. Para ello se utilizó el coefi-

ciente Chi-cuadrado dado que, cuando los Comparación entre modelos modelos son anidados, las diferencias en

La comparación entre diversos modelos este estadístico se distribuyen según Chi- nos permite analizar si el modelo hexadi- cuadrado para grados de libertad equiva- mensional propuesto es, en términos rela- lente a la diferencia de los grados de liber- tivos, aceptable; es decir, establecer en qué tad de los modelos que se comparan. medida su ajuste es superior a otros mode- los alternativos.

Tabla 1. Modelos dimensionales alternativos en Universitarios Chilenos: Índices de Ajuste.

RMSEA (rango inferior – Modelo X2 (gl) CFI NNFI SRMR rango superior)

M1 3537.51 (324) .14 (.14-.14) .68 .65 .11

M2 2907.13 (323) .12 (.12-.13) .74 .72 .10

M2.2 2908.75 (323) .12 (.12-.13) .74 .72 .10

M5 1488.81 (314) .074 (.071-.078) .88 .87 .069

M5.2 1556.15(323) .080 (.076-.083) .88 .87 .097

M6t 1098.43 (309) .061 (.058-.065) .92 .91 .067

Nota: M1 – Modelo unidimensional; M2 – Modelo bidimensional de primer orden; M2.2 – Modelo bidimen-

sional de segundo orden; M5 – Modelo pentadimensional de García y Musitu; M5.2 – Modelo pentadimen-

81 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

sional con factor general de segundo orden; Mt – Modelo hexadimensional; X2 = ji cuadrado; RMSEA =

Root Mean Square Error of Approximation; CFI = Comparative Fit Index; NNFI = Non-Normed Fit Index;

SRMR = Standardized Root Mean Square Residual.

Se observa que las diferencias en el ajuste primer orden (M5) como con el modelo entre el modelo M6t (hexadimensional) y los pentadimensional de segundo orden (M52). modelos M1, M2, M2.2 y M5.2 son estadística- Complementariamente se utilizaron otros mente significativas incluso para niveles de criterios para analizar la solvencia o rele- error de .001. En relación a la comparación vancia de las diferencias en el ajuste entre entre los modelos principales de este estu- modelos alternativos. Siguiendo las reco- dio (M6t y M5), puede afirmarse que sus mendaciones de Cheung y Rensvold (2002), diferencias en el ajuste son también esta- se recogen en la Tabla 2 los cambios o in- dísticamente significativas para el mismo crementos en el coeficiente de ajuste CFI. nivel de probabilidad de error (p = .001). Según estos autores incrementos en el Estas diferencias son favorables al modelo ajuste en el CFI iguales o superiores a .01 hexadimensional por lo que puede afir- implicarían cambios sustanciales o equiva- marse que la distinción entre los dos as- lentes a una diferencia estadísticamente pectos del autoconcepto físico se ha mos- significativas. Estos incrementos deben trado conceptualmente consistente y empí- ponderarse por el diferencial en grados de ricamente sostenible. Esta superioridad en libertad de los modelos en comparación. el ajuste se demuestra tanto en su compa- ración con el modelo pentadimensional de

Tabla 2. Test jerárquico para diferencias entre modelos anidados.

Modelo delta X2 delta gl p delta CI

M1 - M6t 2439.08 15 < .001* .24

M2 - M6t 1808.70 14 < .001* .18

M2.2 - M6t 1000.32 14 < .001* .18

M5 - M6t 390.38 5 < .001* .04

M5.2 - M6t 457.72 14 < .001* .04

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 82 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

Nota. M1 – Modelo unidimensional; M2 – Modelo bidimensional de primer orden; M2.2 – Modelo bidimen-

sional de segundo orden; M5 – Modelo pentadimensional de García y Musitu; M5.2 – Modelo pentadimen-

sional con factor general de segundo orden; M6t – Modelo hexadimensional.

(*) Diferencias estadísticamente significativas.

Siguiendo este segundo criterio de compa- De esta forma se realizó un análisis ex- ración encontramos igualmente que el haustivo tanto del contenido literal de los modelo hexadimensional resultaría supe- ítems como de los significados y compo- rior al resto de modelos incluyendo el mo- nentes emocionales que éstos pudieran delo pentadimensional de García y Musitu evocar y que fueran ajenos al constructo

(1999), mostrando un ajuste significativa- de autoconcepto, objeto de medida. Com- mente superior a los otros, incluso supe- plementariamente se observaron los Índi- rior al planteado por los autores de la esca- ces de modificación y coeficientes de cam- la. Sin embargo, el ajuste logrado puede bio esperado que el programa LISREL pro- considerarse insuficiente puesto que los porciona para aquellos parámetros cuyo coeficientes alcanzados no son enteramen- valor esté fijado a un valor concreto (en te satisfactorios al acercarse pero no alcan- general a 0). De la conjunción de ambos zar los niveles habitualmente considerados criterios, conceptual/teórico y empírico, se como aceptables. observó la conveniencia de liberar la inter-

relación entre los errores de los siguientes Mejora del modelo hexadimensional median- pares de ítems dado que dicha covariación te el control estadístico de artefactos de me- dida reflejaría ruido o artefacto de medida:

Una vez comparados los ajustes de los  Ítems af 9 (me siento feliz en casa) y diferentes modelos alternativos, se proce- af 17 (soy una persona alegre); el dió a realizar algunas especificaciones adi- primero de ellos pertenece al factor cionales que podrían mejorar el ajuste del familiar y el segundo al factor so- modelo hexadimensional eliminando algu- cial. nos elementos de perturbación o ruido en  Ítems af 22 (me cuesta hablar con la medida del autoconcepto mediante el personas que apenas conozco) y af

AF5. 23 (me pongo nervioso cuando me

83 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

pregunta el profesor); el primero de ajuste del modelo mejora sensiblemente.

estos ítems pertenece al factor so- En la Tabla 3 se puede apreciar que al in-

cial y el segundo al factor emocio- corporar las mejoras al modelo hexadi-

nal. mensional liberando las covarianzas de

 Ítems af 5 (me cuido físicamente) y errores de los ítems af 9 y af 17, af y af 23 y

af 20 (me gusta cómo soy física- af 5 y af 20, el modelo mejora en sus indi-

mente); ambos ítems pertenecían cadores de ajuste. El RMSEA alcanza un

originalmente al mismo factor de valor de 0.60 límites de buen ajuste, los

autoconcepto físico contemplado valores CFI y NNFI aumentan en una centé-

por García y Musitu (1999) en su sima cada uno acercándose a 0.95 y final-

modelo pentadimensional. Sin em- mente SRMR toma un valor de 0.65 ligera-

bargo, en el modelo hexadimen- mente por encima del valor adecuado. De

sional que defiende este estudio, acuerdo a Hu y Bentler (1999) un valor

ambos ítems pertenecen a dos fac- RMSEA inferior a 0.060 es considerado

tores diferentes: capacidad física y signo de un buen ajuste, valores CFI y NNFI

apariencia física. Al revisar la escala superiores a 0.95, indican adecuado ajuste

se puede observar que estos ítems del modelo y valores SRMR inferiores a

utilizan la misma palabra en la 0.05, los valores resultantes darían cuenta

afirmación aunque en sentidos. que el modelo en su conjunto presenta un

ajuste aceptable. Al liberar la covarianza de errores entre los

ítems af 5-af 20, af 9-af 17 y af 22-af 23, el

Tabla 3. Índices de bondad de ajuste para el modelo hexadimensional con mejoras en Universitarios

Chilenos.

RMSEA (90%, rango bajo- X2 (gl) CFI NNFI SRMR rango alto)

1024.28 (306) .060 (.056-.064) .93 .92 .065

Invarianza factorial por género del modelo hexadimensional

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 84 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

De acuerdo a Elosua (2005) la comparación Invarianza configural (Mc) consistente en entre los resultados obtenidos con un test analizar el nivel de ajuste alcanzado impo- o escala en contextos o grupos diferentes niendo únicamente la misma estructura es una práctica que desde una perspectiva factorial. Este nivel de ajuste nos indicaría psicométrica sólo es admisible si se justifi- hasta qué punto el modelo dimensional, en ca empíricamente la equivalencia formal y su configuración, es estable o invariante en sustantiva de la prueba o escala utilizada. ambos grupos, asimismo, jugará el papel

No tendría sentido comparar puntuaciones de línea base del ajuste. A continuación se ni resultados de personas pertenecientes a procedió a imponer nuevas restricciones al dos grupos culturales en un constructo que modelo. En segundo lugar, se impuso que no tuviera la misma representación (signifi- los pesos factoriales estimados sean idén- cado) en las dos culturas. ticos para hombres y mujeres constituyen-

do una prueba de la Invarianza métrica o Se debe por lo tanto asegurar que las di- factorial (Mc+m). En tercer lugar, a las res- mensiones, las puntuaciones y los resulta- tricciones anteriores se añadió que las va- dos son invariantes de un grupo a otro. La rianzas y covarianzas de los factores ten- invarianza de medida se define con rela- gan valores idénticos en su estimación para ción a un grupo o forma de un test, de tal hombres y mujeres (Mc+m+f). En cuarto lugar modo que el significado formal y sustantivo se atribuyó la igualdad de los varianzas de de la medición es independiente respecto a error para analizar la fiabilidad o invarianza ellos (Elosua, 2005). Para ello, se intentó de los ítems. Este último nivel de prueba probar que el modelo hexadimensional tiene dos niveles. Primero, la igualdad de propuesto es invariante de acuerdo al gé- las varianzas de error únicamente de los nero de los participantes del estudio lo que ítems que conforman la subescala o di- indicaría que en hombres y mujeres la es- mensión de Autoconcepto académico cala estudiada y las dimensiones propues- (Mc+m+f+e-F.Acad.). Esto es así debido a que los tas son similares para ambos sexos. pesos factoriales y los errores de los ítems

de esta dimensión habían mostrado apre- De esta manera, se realizaron pruebas de ciables diferencias entre hombres y muje- invarianza factorial de forma secuencial y res lo cual apunta a un posible funciona- jerárquica. En primer lugar se estableció la miento diferencial. Finalmente, se procedió

85 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

a imponer la igualdad de varianzas de error En la Tabla 4 se presentan los niveles de para todos los ítems de la escala de Auto- ajuste alcanzados para cada uno de esos concepto (Mc+m+f+e). modelos anidados.

Tabla 4. Prueba de Invarianza Factorial de la Escala AF5 en Universitarios Chilenos.

SRMR SRMR Modelo X2 (gl) RMSEA CFI X2 hombres X2 mujeres hombres mujeres

1434,20 640,97 793,23 Mc 0,062 0,92 0,080 0,068 (618) (44,69%) (55,31%)

1451,93 651,91 800,02 Mc+m 0,061 0,92 0,081 0,069 (639) (44,90%) (55,10%)

1471,37 664,59 806,78 Mc+m+f 0,060 0,92 0,084 0,072 (660) (45,17%) (54,83%)

Mc+m+f+e- 1490,13 674,89 815,23 0,061 0,92 0,085 0,071 F.Acad (666) (45,29%) (54,71%)

1501,45 682,01 819,44 Mc+m+f+e 0,059 0,92 0,084 0,071 (687) (45,42%) (54,58%)

Nota: Mc Invarianza configural o estructural; Mc+m Invarianza configural y métrica (pesos factoriales); Mc+m+f

Invarianza configural, métrica y Varianzas/Covarianzas latentes; Mc+m+f+e-F.Acad. : Invarianza configural, mé-

trica, Varianzas y Covarianzas latentes y Errores ítems Factor académico; Mc+m+f+e Invarianza configural, métrica, Varianzas/Covarianzas latentes y Errores ítems; CFI = Comparative Fit Index; SRMR = Standar-

dized Root Mean Square Residual; RMSEA = Root Mean Square Error of Approximation.

En la Tabla 5 se puede apreciar que los ítems del factor de autoconcepto académi- diferentes niveles de restricciones no im- co muestran un comportamiento diferen- plican diferencias estadísticamente signifi- cial entre los grupos de hombres y muje- cativas en el ajuste salvo en el caso de la res. Los resultados encontrados evidencian restricción a ser iguales de las varianzas de que estos ítems no son invariantes según error de los ítems del factor de autocon- género lo que implicaría sesgo o funciona- cepto académico (Mc+m+f+e-F.Acad.). En los aná- miento diferencial. lisis que se presentan a continuación los

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 86 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

Tabla 5.Test jerárquico de invarianza entre hombres y mujeres.

Modelos X2 delta gl P delta CI

Mc+m - Mc 17,73 21 > .05 0,00

Mc+m+f - Mc+m. 19,44 21 > .05 0,00

Mc+m+f+e-F.Acad.-Mc+m+f. 18,76 6 < .05* 0,00

Mc+m+f+e - Mc+m+f+e-F.Acad. 11,32 21 > .05 0,00

Este resultado puede ser relevante al cons- Cuando se efectúan restricciones respecto tatarse que la dimensión de autoconcepto a los pesos factoriales, la interrelación en- académico presenta sesgo de género en la tre los factores, las varianzas de los facto- muestra de estudiantes universitarios chi- res y los errores, esto último únicamente lenos. Se apunta la necesidad de una re- para los ítems de la subescala académica, elaboración de esta subescala con el fin de aparecen diferencias estadísticamente sig- incluir reactivos que garanticen la compa- nificativas en el ajuste con respecto a la rabilidad de los resultados entre hombres y solución donde no se efectúan restriccio- mujeres. Sin embargo, para el resto de nes respecto a ninguno de los errores. Esto elementos del modelo como serían los quiere decir que los errores de esos ítems, errores en el resto de factores o subesca- y por lo tanto los pesos factoriales que los las, las varianzas de los factores o las inter- explican, son diferentes para hombres y relaciones entre los mismos, podemos para mujeres. afirmar la invarianza o estabilidad del mo- En definitiva, las puntuaciones en estos delo entre hombres y mujeres. ítems así como en el conjunto de la dimen-

Conclusiones sión, presentan funcionamiento diferencial o sesgo según género. Por lo tanto, en su

Los análisis de invarianza por género han configuración actual esta subescala no mostrado la presencia de funcionamiento funciona correctamente en estudiantes diferencial en los ítems que conforman la universitarios chilenos. Se requiere probar subescala de autoconcepto académico. estos análisis en un grupo etario más am-

87 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

plio para probar si el modelo hexadimen- Boersma, F. J. y Chapman, J. W. (1985). sional sigue presentado un mejor ajuste Manual of the student´s perception of que el modelo original además de variable ability scale. Edmonton, Canadá: Univer- para hombres y mujeres en la subescala sity of Alberta. académica. De lo contrario se requeriría Bronfenbrenner, U. (1977). Toward an una reelaboración de esta escala con el fin experimental ecology of human develo- de incluir reactivos que garanticen la com- pment. American Psychologist, 32, pp. parabilidad de los resultados entre hom- 513-530. bres y mujeres.

Burns, R. (1990). El autoconcepto. Teoría, Referencias medición, desarrollo y comportamiento.

Bilbao: Ediciones Egea. Ahmed, W. y Bruinsma, M. (2006). A struc-

tural model of self-concept, auto- Cheung, G. W., y Rensvold, R. B. (2002). nomous motivation and academic per- Evaluating goodness-of-fit indexes for formance in cross-cultural perspective. testing measurement invariance. Struc- Electronic Journal of Research in Educa- tural Equation Modeling, 9, pp. 233–255. tional Psychology, 10(4), pp. 551-576.

Elosua, P. (2005). Evaluación progresiva Amezcua, J, y Pichardo, M. (2000). Dife- de la invarianza factorial entre las ver- rencias de género en autoconcepto en siones original y adaptada de una esca- sujetos adolescentes. Anales de Psicolo- la de autoconcepto. Psicothema, 17(2), gía, 16(2), pp. 207-214. pp. 356-362.

Ballester, L., March, M., y Orte, C. (2006). Fernandes, F., Bartholomeu, D., Dos San- Autoconcepto, estilos de afrontamiento tos, A., Marín, F., Boulhoça, A. y Fernan- y conducta del alumnado universitario. des, A. (2005). Funcionamento diferen- Revista de Ciencias Sociales, 27. cial de items para avaliar a agressivida- www.apostadigital.com/revistav3/heme de de universitários. Psicologia: Reflexão roteca/brage.pdf e Crítica, 21(3), pp. 476, 481.

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 88 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

Fraine, B., Van Damme, J. y Onghena, P. García, F., Musitu, G., Veiga, F. (2006). Au-

(2007). A longitudinal analysis of gender toconcepto en adultos de España y Por-

differences in academic self-concept tugal. Psicothema, 18(3), pp. 551- 556.

and language achievement: A multiva- García, F., y Musitu, G. (1999). Autocon- riate multilevel latent growth approach. cepto Forma 5, AF5. Publicaciones de Contemporary Educational Psychology, Psicología Aplicada. Madrid: TEA. 32, pp. 132–150.

Guay, F., Marsh, H., y Boivini, M. (2003). Garaigordobil, M, y Durá, A. (2006). Rela- Academic self-concept and academic ciones del autoconcepto y la autoestima achievement: developmental perspecti- con la sociabilidad, estabilidad emocio- ves on their causal ordering. Journal of nal y responsabilidad en adolescentes Educational Psychology, 95(1), pp. 124- de 14 a 17 años. Revista Análisis y Modifi- 136. cación de Conducta, 32, pp. 37-64.

Harter, S. (1982). The perceived compe- Garaigordobil, M., Cruz, S., y Pérez, J. I. tence scale for children. Child Develop- (2003). Análisis correlacional y predicti- ment, 53(1), pp. 87-97. vo del autoconcepto con otros factores

conductuales, cognitivos y emocionales Harter, S. (1990). Identity and self- de la personalidad durante la adoles- development. In S. Feldman and G. cencia. Estudios de Psicología, 24(1), pp. Elliott (Eds.). At the threshold: The develo- 113-134. ping adolescent (pp. 352-387). Cambrid-

ge, MA: Harvard University Press. Garaigordobil, M., Durá, A., y Pérez, J. I.

(2005). Psychopathological symptoms, Harter, S. (2006). Developmental and in- behavioural problems, and self- dividual perspectives on selfesteem. En concept/self-esteem: A study of adoles- D. K. Mroczek y T. D. Little (Eds.), Hand- cents aged 14 to 17 years old. Annuary book of personality (pp. 311–336). of Clinical and Health Psychology, 1, pp. Mahwah, NJ: Lawrence Erlbaum Asso- 53-63. ciates.

89 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

Hattie, J. A. (1992). Self-concept. Hillsdale Marsh, H. W. (1986). Global self-esteem:

NJ: Lawrence Erlbaum Associates. Its relation to specific facets of selfcon-

cept and their importance. Journal of Hu, L. y Bentler, P. M. (1999). Cutoff crite- Personality and Social Psychology, 51(6), ria for fit indexes in covariance structu- pp. 1224-1236. re analysis. Conventional criteria versus

new alternatives. Structural Equation Marsh, H. W. (1989). Age and sex effects

Modeling, 6, pp. 1-55. in multiple dimensions of selfconcept:

Preadolescence to Early Adulthood. Kling, K. C., Hyde, J. S., Showers, C. J., y Journal of Educational Psychology, 81, pp. Buswell, B. N. (1999). Gender differen- 417-430. ces in self-esteem: A meta-analysis.

Psychological Bulletin, 125, pp. 470-500. Marsh, H. W. (1990). Self-description Ques-

tionnarie-II. San Antonio, USA: The L´ecuyer, R. (1985) El concepto de sí- Psychological Corporation. mismo. Barcelona. Oikos-Tau. (Original:

Le concept de soi. Paris: Universitaires Marsh, H. W. (1993). The multidimensio-

de France). Versión Castellana de Fe- nal structure of academic selfconcept:

rrer. Invariance over gender and age. Ameri-

can Educational Research Journal, 30, pp. Lameiras, M., y Rodríguez, Y. (2003). Eva- 841-860 luación del sexismo ambivalente en es-

tudiantes gallegos/as. Acción Psicológica, Marsh, H. W., Craven, R. G. y Debus, R.

2, 131-136 (1991). Self-concepts of young children

aged 5 to 8: Their measurement and Marsh, H. y Craven, R. (2002). The pivotal multidimensional structure. Journal of role of frames of reference in academic Educational Psychology, 83, pp. 377-392. self-concept formation: the big fish little

pond effect self-concept enhancement and Marsh, H. W., y Shavelson, R. J. (1985).

learning facilitation (SELF). Research Cen- Self-concept: its multifaceted, hierarchi-

tre, Sydney: University of Western Syd- cal structure. Journal of Educational

ney. psychologist, 20, pp. 107-123.

Invarianza factorial de modelo hexadimensional de autoconcepto 90 en estudiantes universitarios chilenos agosto 2014 – enero 2015

Marsh, H. y Craven, R. (2006). Reciprocal Muldoon, O. y Reilly, J. (2003) Career

effects of self-concept and performance choice in nursing students: gendered

from a multidimensional perspective. constructs as psychological barriers. J

Beyond seductive pleasure and unidi- Adv Nurs, 43(1), pp. 93–100.

mensional perspectives. Perspectives on Shavelson, R. J., Hubner, J., y Stanton, J. Psychological Science, 1(2), pp. 133-163. (1976). Self-concept: Validation of cons-

Montero, I. y León, O. (2005). Sistema de truct interpretations. Review of Educatio-

clasificación del método en los informes nal Research, 46, pp. 407-411.

de investigación en psicología. Interna- Simões, M. F. (1997). Autoconceito e de- tional Journal of Clinical and Health senvolvimento pessoal em contexto es- Psychology, 5(1), pp. 115–127. colar. Revista Portuguesa de Pedagogía, 3,

Moritz, K., Read, M., Clark, R., Callahan, C. pp. 195-210.

y Albaugh, S. (2009). Grade and Gender Tenenbaum, H. R., y Leaper, C. (2003). Pa- Differences in Gifted Students Self- rent child conversations about science: Concepts. Journal for the Education of the The socialization of gender inequities? Gifted, 32(3), pp. 340-367. Developmental Psychology, 39, pp. 34-47.

91 Alex Véliz Burgos, Pedro Apodaca Urquijo agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII.

Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Verificação da estrutura fatorial de uma medida

de traços de personalidade

da busca de sensação em jovens

Nilton Soares Formiga1, Jamila Leime2, Marcos Aguiar De

Souza3

Faculdade Mauricio De Nassau – Brasil

Universidade Federal Da Paraíba – Brasil

Universidade Federal Rural Do Rio De Janeiro – Brasil

Resumen

El estudio de la personalidad en la ciencia psicológica ha sido un interés desde su base científi- ca. De los muchos puntos de vista sobre la personalidad, la teoría del rasgo ha sido un cons- tructo prometedor para evaluar el comportamiento. Ellos (los rasgos) pueden ser considera- dos como una categoría capaz de describir la organización de las diferencias individuales, es- pecialmente en relación con la búsqueda de nuevas experiencias y emociones entre los jóve- nes. El presente estudio tiene como objetivo evaluar la estructura factorial del inventario de búsqueda de sensaciones. Dos muestras de hombres y mujeres, entre 14 y 20 años de niveles primario y secundario en la educación privada y pública de Brasil (João Pessoa-PB y Palmas- TO) respondieron el inventario de búsqueda de sensaciones. Se observó en ambas muestras,

1 Doutor em Psicologia Social pela Universidade Federal da Paraíba. Atualmente é professor do curso de Psicologia na Faculdade Mauricio de Nassau – JP. Correio-e: [email protected]. 2 Graduando do curso de Psicologia – Universidade Federal da Paraíba (UFPB). Correio-e: jamila- [email protected] 3 Doutor em Psicologia. Professor Associado do Departamento de Psicologia e do Mestrado em psicolo- gia, na Universidade Federal Rural do Rio de Janeiro. Correio-e: [email protected]

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 92 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

indicadores psicométricos, los cuales, más robustos, y que además de corroborar la estructura propuesta, aseguró la exactitud del inventario para muestras brasileñas.

Palabras clave: búsqueda de sensación, jóvenes, análisis confirmatoria.

Resumo

O estudo sobre a personalidade na ciência psicológica tem sido interesse desde as suas bases científicas. Das muitas perspectivas sobre a personalidade, a teoria dos traços ainda tem sido um construto promissor para a avaliação do comportamento. Eles podem ser considerados como uma categoria capaz de descrever a organização das diferenças individuais, especial- mente, em relação à busca de novas experiências e emoções entre os jovens. O presente es- tudo tem como objetivo testar a estrutura fatorial do inventário de busca de sensação. Duas amostras de homens e mulheres, com idades de 14 e 20 anos, do nível escolar fundamental e médio da rede particular e pública de educação dos Estados de João Pessoa-PB e Palmas-TO, responderam o Inventário de Busca de sensação. Observaram-se, nas duas amostras, indica- dores psicométricos, os quais, mais robustos e que, além de corroborar a estrutura proposta, garantiram a acurácia do inventário para amostras brasileiras.

Palavras-chave: busca de sensação, jovens, análise confirmatória.

Verification of the factorial structure of a measure of personality traits in sensation seek- ing young

Abstract

The study of personality in psychological science has been interest from its scientific basis. Of the many perspectives about personality, trait theory has yet been a promising construct to performance evaluation. They can be considered as a category capable of describing the or- ganization of individual differences, especially in relation to the search for new experiences and emotions among the young. The present study aims to test the factor structure of the in- ventory of sensation seeking. Two samples of men and women, ages 14 to 20 years, in elemen- tary and middle school level in private and public education from João Pessoa and Palmas-TO, responded to the inventory of sensation seeking. It was observed in both samples, psychomet- ric indicators, which, more robust and that, in addition to corroborate the proposed structure, ensured the accuracy of inventory to Brazilian samples.

Keywords: sensation seeking, young; confirmatory analysis.

93 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

Introdução promotor da explicação do comportamen- to e as diferenças individuais das pessoas

Os estudos sobre personalidade têm se alicerçando uma psicologia neste campo de centrado, geralmente, sobre a dinâmica e a estudo (Allport, 1973; Brody, 1972; Clonin- estrutura interna no indivíduo, bem como, ger, 1999; Endler e Magnusson, 1976). sobre a capacidade que este construto Desta maneira, os traços podem surgir do possui quanto à predição do comporta- senso comum, podendo ser um simples mento humano, especialmente, em relação nome ou se apresentar apenas como hábi- às disposições e capacidades individuais do tos ou um comportamento qualquer, etc. sujeito. Uma das grandes dificuldades nas Apesar da contradição existente nessa pesquisas sobre a personalidade diz res- abordagem, pois, sua estabilidade é consi- peito à apreensão e ao estudo da indivi- derada por alguns como fixa e imutável ao dualidade humana, pois, se buscou por um longo da vida, ou poderá sofrer uniformi- longo tempo avaliar a pessoa como um dade e predeterminar o curso do desen- todo em seu contexto, generalizando, tanto volvimento a partir da idade, ou ainda, em teoria quanto em metodologia, duas concebê-lo como resultante das inúmeras grandes perspectivas: a concepção da in- evoluções e influências ocorridas no indiví- fluência ambiental no comportamento e a duo. Assim, os traços de personalidade são teoria dos traços (Ávila, Rodríguez e Herre- características individuais consistentes do ro, 1997; Liebert e Spiegler, 1994; comportamento exibido pelo indivíduo em McAdams, 1996; Sarason, Smith e Diener, diversas situações, normalmente, concebi- 1975; Trzop, 2000). do como disposições. De forma geral, os traços de personalidade Segundo Paunonen (1998), a perspectiva podem ser considerados como uma cate- dos traços permite a construção de um goria capaz de descrever a organização modelo de personalidade, o qual, por sua comportamental dos indivíduos que, além vez, é organizado, hierarquicamente, par- de poder conter um realismo heurístico e tindo do nível mais baixo da hierarquia, ser organizado neuropsiquicamente, tam- atribuindo vários comportamentos especí- bém, deve-se considerar a influência do ficos e definindo um padrão comum da fator ecológico, social e situacional como

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 94 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

resposta do indivíduo, capaz de apresentar A teoria dos traços já havia sido trabalhada um modelo característico de comporta- com Allport (1973), o qual considerava a mento. Desta forma, as respostas habituais natureza humana composta de estruturas dos indivíduos passam a se combinar entre capaz de apresentar relativa estabilidade, si formando os traços, estes, por sua vez, variando apenas na sua situação, assim, a formam um fator ou dimensão da persona- personalidade era composta de inúmeros lidade, tornando saliente a personalidade hábitos específicos, apresentando uma humana e as causas comportamentais a equivalência de respostas na organização e partir deles. semelhanças funcionais na busca de seus

componentes básicos. É então, a partir A tentativa de unir tais procedimentos ava- dessa concepção, que este autor elabora a liativos sobre personalidade, apesar das teoria sobre os traços, apesar de ambígua, contradições existentes, pode-se extrair considerando que o ser humano faz com- descrições das diferenças individuais tanto parações a partir da sua observação da na dimensão nomotética e extrair uma sociedade, verificando as características maior riqueza para a ideográfica através da mais comuns entre os sujeitos de uma de- narrativa e codificação dos dados que esta terminada população. dimensão oferece. O importante está no que diz respeito ao autoconceito do indiví- De acordo com Hutz, Nunes, Silveira, Serra, duo, pois é a partir da conscientização das Anton e Wieczorek (1998), além de Allport, características ou perfil que este apresente também, Guilford, Comrey, Cattell e Ey- que sua resposta será precisa e capaz de senck contribuíram para a perspectiva dos ser mensurado, o que segundo, poderá traços, especialmente, as dos multitraços, tornar o comportamento mais consciencio- bem como, Tupes e Crital. Estes últimos so e, de certo modo, capturar uma das autores são considerados uns dos primei- características mais fiéis por parte dos ob- ros pesquisadores a abordarem a perspec- servadores diretos, isto é, identificar o tiva dos traços e consecutivamente, dos traço personalistico em determinado sujei- cinco grandes fatores, porém tal estudo to. permaneceu desconhecido numa revista

da força aérea. Tanto esses autores quanto

a perspectiva dos traços, ganharam desta-

95 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

que nos estudos de Cattell e Eysenck, refe- presentativas dos traços, podendo ser de- rindo-se, não somente, a estrutura psíquica finido como características individuais con- que guia o indivíduo, consistentemente, à sistentes do comportamento exibido pelo conduta individual, mas também, às expli- indivíduo em diversas situações, normal- cações a respeito das diferenças entre as mente, concebido como disposições (Costa pessoas e suas respostas diante de um e McCrae, 1992; John, Donahue e Kentle, mesmo estímulo. Desta forma, passando a 1991). Essa perspectiva individual, atribuída considerar não somente os traços como às dimensões personalísticas e a expli- universais, mas também os idiossincráticos cação do comportamento juvenil, pretende

(Díaz, 1998). entender a relação entre personalidade e

as variações de comportamentais, toman- A partir desses pesquisadores, especial- do como base, a busca de novas experiên- mente Cattel e Eysenck, têm se evidenciado cias e emoções entre os jovens (Mussen, a existência, quanto à avaliação da perso- Conger, Kagan e Huston, 1990). nalidade, com os cinco grandes fatores. A avaliação, se através de auto-relato ou es- A busca de novas experiências e emoções calas validadas, poderá criar uma taxono- pode ter seu alicerce de compreensão, a mia básica capaz de descrever os traços da partir da concepção de alguns profissionais personalidade humana correspondendo a e leigos, quanto ao comportamento do esse modelo que parecem assegurar o jovem seria algo que permearia uma ne- conhecimento de que as pessoas têm so- cessidade de expansão do seu mundo psí- bre si quanto estão respondendo o ques- quico e social, para o qual eles se colocam tionário e de que o uso de alguns traços faz disponíveis e de prontidão aos convites parte do vocabulário das pessoas no seu pessoais ou sociais para viver suas desco- cotidiano (Noller, Law e Comrey, 1987; bertas interpessoais e de manifestação

Peabody, 1987). espontânea despreocupados do possível

risco que poderiam correr. Sendo assim, Assim, o construto dos traços de persona- concebe-se tal organização da conduta lidade, não diz respeito às questões pato- juvenil pode ser caracterizada como a bus- lógicas, mas, à díade genética/meio am- ca de sensações (Arnett, 1994; Michel, biente, a qual implicaria em sentenças re- Mouren-Siméoni, Perez-Diaz, Fallissard,

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 96 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

Carton e Jouvent, 1999; Omar e Uribe, rísticas individuais consistentes do compor-

1998; Zuckerman, 1971). tamento, exibido pelo indivíduo em diver-

sas situações, normalmente, são concebi- Este construto busca de sensações, consi- das como disposições (Costa e McCrae, derado como um traço personalístico, teve 1992; John, Donahue e Kentle, 1991; Saudi- seus estudos iniciados por Zuckerman no e Plomin, 1996). A partir dessas dispo- (1971); Zuckerman, Eysenck e Eysenck sições, seriam geradas taxonomias que (1978) referindo-se à necessidade de viver permitam ao sujeito expressar através das experiências complexas e de novidades condutas, formas específicas para si e para apenas pelo desejo de afrontar riscos físi- os outros quando em interação social cos e sociais e satisfazer suas necessidades (Formiga, Yepes e Alves, 2005), situação em pessoais. Porém, Arnett (1994) a partir da que na maioria das vezes atende-se a dese- perspectiva de Zuckerman, bem como, jabilidade social, procurando parecer mel- fazendo referência a alguns limites tanto hor para os outros, descrevendo-se como na concepção do construto quanto em sua gostaria que fosse descrito por quem o instrumentalização e seleção dos itens, observa, justamente porque essa auto- propôs um modelo alternativo, defenden- imagem exigida se deve a uma co- do que a busca de sensação varia em inten- dependência dos “papéis” sociais represen- sidade e novidade, não apenas em termos tados por cada um de nós (Queiroga, For- de complexidade das experiências como miga, Jesus, Gouveia e Andrade, 2001). concebia Zuckerman. Esse traço de perso- nalidade deve ser enfatizado sobre o pro- Historicamente, a personalidade tem sido cesso de socialização o qual seria capaz de explorada como um construto capaz de modificar predisposições biológicas ao explicar as diferenças individuais, propor- invés dos fatores idiossincráticos (Omar e cionando um marco teórico importante

Uribe, 1998). nos estudos a respeito das idiossincrasias

do indivíduo e a estabilidade da conduta Partindo da perspectiva dos traços de per- humana (Ávila, Rodríguez e Herrero, 1997; sonalidade, os quais, como já mencionado, Barbaranelli e Caprara, 1996), bem como, referem-se à díade genética/meio ambien- da possibilidade de que, a partir das carac- te implicaria no enfoque de que as caracte- terísticas individuais, avaliadas cientifica-

97 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

mente ou em termos das crenças popula- nas pelo desejo de afrontar riscos físicos e res, seja possível em situações e momen- sociais, com o intuito de satisfazer suas tos variados predizer reações ou dispo- necessidades pessoais), a busca de sen- sições futuras das pessoas (Gazzaniga e sação visa o grau com que os sujeitos em-

Heatherton, 2005; Paunonen, 1998; Peabo- pregam energia para sentir a ‘flor da pele’ dy, 1987; Trzop, 2000). O conhecimento da uma experiência de novidade e intensida- personalidade, não somente poderia con- de. tribuir na organização das relações inter- No Brasil estudos relacionado a adaptação pessoais, como também, apontar em dire- e validação da escala de Arnett (1994) ain- ção de um fator de proteção dessas rela- da é excasso, condição essa, que motivou a ções (McAdams, 1992), principalmente, realização de tal estudo. Desta forma, to- aquelas tendenciosas ao risco social e indi- mando como base o estudo de Arnett vidual. (1994) e, principalmente, o de Omar e Uri-

Desta maneira, concebendo que o jovem be (1998) com argentinos, optou-se em tem uma necessidade latente em expandir testar a estrutura fatorial da busca de sen- seu mundo ideal e “real” através do com- sação, seguindo não somente a direção portamento de reivindicação e instrumen- teórica desenvolvida por esses autores, talidade, estando este, disposto a convites bem como, fatorialização verificada pelos pessoais ou sociais para viver novas des- mesmos. Desta forma, pretende-se, a par- cobertas e senti-las intensamente, é que, tir de uma análise de modelagem de

Formiga, Aguiar e Omar (2008) partiram equação estrutural, testar a organização dessa perspectiva teórica, concebendo-a item-fator proposta pelos autores que como busca de sensações. Diferente do desenvolveram tal escala. que concebia por Zuckerman (1971); Zu- Um estudo nessa direção empírica, a qual ckerman, Eysenck e Eysenck, (1978), bem tem sido comum na área das ciências hu- como, outros autores, especificamente, já manas e social - especificamente, na Psico- destacados no parágrafo anterior em re- logia (MacCallum e Austin, 2000; Pitali e lação ao construto busca de sensação (por Laros, 2007) – partindo dos pressupostos exemplo, uma necessidade de viver ex- teóricos e metodológicos, contribui, a partir periências complexas e de novidades, ape-

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 98 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

da análise e modelagem de equação estru- do modelo, mas, a sua probabilidade sis- tural no programa AMOS 16.0, em direção temática na relação entre as variáveis. de uma comprovação teórica da hipótese a Um dos principais objetivos das técnicas que se pretende avaliar garantindo uma multivariadas – neste caso, considera-se a robustez explicativa entre as variáveis, bem modelagem de equação estrutural - é ex- como, apontar em direção da dinâmica pandir a habilidade exploratória do pesqui- multivariada entre elas. sador e a eficiência estatística e teórica no

Especificamente, a técnica da análise da momento em que se quer provar a hipóte-

Modelagem de Equação Estrutural (MEE) se levantada no estudo. Apesar das técni- tem a clara vantagem de levar em conta a cas estatísticas tradicionais compartilha- teoria para definir os itens pertencentes a rem de limitações, nas quais, é possível cada fator, bem como, apresentar indica- examinar somente uma relação entre as dores de bondade de ajuste que permitam variáveis, é de suma importância para o decidir objetivamente sobre a validade de pesquisador o fato de ter relações simul- construto da medida analisada e sua di- tâneas; afinal, em alguns modelos existem reção associativa entre as inúmeras variá- variáveis que são independentes em algu- veis. Desta forma, dois resultados princi- mas relações e, dependentes em outras. A pais podem ser esperados ao trabalhar fim de suprir esta necessidade, a Modela- com essa análise: 1- estimativa da magni- gem de Equação Estrutural examina uma tude dos efeitos estabelecida entre variá- série de relações de dependência simul- veis, as quais estão condicionadas ao fato tâneas, esse método é particularmente útil de o modelo especificado (isto é, o diagra- quando uma variável dependente se torna ma) estar correto, e 2 - testar se o modelo independente em relações subseqüentes

é consistente com os dados observados, a de dependência (Silva, 2006; Hair, Ander- partir dos indicadores estatísticos, poden- son, Tatham e Black, 2005) do dizer que resultado, modelo e dados De acordo com Farias e Santos (2000), Hair, são plausíveis, embora não se possa afir- Anderson, Tatham e Black (2005) e Zamora mar que este é correto (Farias e Santos, e Lemus (2008) ao considerar a modela- 2000). Atende-se assim, não a certeza total gem estrutural do modelo – isto é, a análise

99 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

de caminhos (path analysis) - relaciona-se Para que os resultados sejam obtidos faz- as medidas de cada variável conceitual se necessário considerar índices de ajuste como confiáveis, acreditando que não exis- (escores co-variantes) – os quais destaca- te erro de medida (mensuração) ou de es- dos na metodologia do presente estudo, na pecificação (operacionalização) das variá- sessão do procedimento – os quais enfati- veis; cada medida é vista como exata mani- zam a teoria a que se propõem e sua expli- festação da variável teórica. Assim conside- cação, simultânea, entre as variáveis inde- rado, desenha-se o modelo teórico que se pendentes e dependentes, além de garan- pretende tomando a partir elaboração hi- tir uma melhor avaliação associativa entre potética entre as variáveis independente e as variáveis a que se pretende corroborar dependente, isto é, entre as variáveis laten- no modelo. A grande importância no uso tes e variáveis observáveis, por exemplo: dos estudos de modelagem é tanto em no desenho desse modelo – elaboração da relação à segurança dos resultados multi- ligação entre as figuras caracterizando as variados, quanto, partindo de um estudo variáveis estudadas - um retângulo é con- anterior ou de uma perspectiva teórica - ou siderado como variável observada medida até, de ambas. Sendo assim, espera-se pelo pesquisador; uma elipse é considera- encontrar, de forma mais robusta, uma da variável latente, isto é, construto hipoté- estrutural fatorial que se assemelhe a que tico não observado; uma seta com uma propôs Arnett (1994) e à observada por ponta indica o caminho ou a relação causal Omar e Uribe (1998). entre duas variáveis; uma seta com duas pontas representa a covariância, isto é, que Método estas variáveis se associam entre si; por Amostra fim, uma bolinha preenchida com um nú- mero e letra referem-se a um erro de me- Duas amostras fizeram parte do estudo: dida. A partir do momento em que se ela- uma com 235 jovens da cidade de João bora a hipótese, identifica cada uma dessas Pessoa-PB e outra amostra com 284 jovens figuras associando as variáveis que se quer da cidade de Palmas-TO, Todas as amos- provar a múltipla influência. tras foram distribuídas igualmente no nível

escolar fundamental e médio da rede par-

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 100 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

ticular e pública de educação das cidades conduta habitual. Omar e Uribe (1998) em que foram aplicados os instrumentos. comprovaram a existência desses dois fa-

Os respondentes foram do sexo masculino tores em uma amostra argentina. e do sexo feminino com idades de 14 e 20 Caracterização sócio-demográfica. Foram anos e com uma renda econômica média, elaboradas perguntas que contribuíram aproximadamente, de 1.540,00 Reais nas para caracterizar os participantes deste amostras das cidades. Essa amostra foi não estudo (por exemplo, sexo, idade, classe probabilística, pois o propósito era garantir sócio-econômica), bem como, realizar um a validade interna dos resultados da pes- controle estatístico de algum atributo que quisa. possa interferir diretamente nos seus re- Instrumento sultados.

Os participantes responderam um ques- Procedimento tionário composto das seguintes medidas: Procurou-se definir um procedimento pa-

Inventário de Busca de sensação. Este ins- drão que consistia em aplicar os instru- trumento, construído por Arnett (1994; mentos coletivamente em sala de aula, em

Omar e Uribe, 1998) trata-se de uma escala escolas da rede publica e particular das composta por vinte itens, os quais origi- cidades de João pessoa - PB e de Palmas - nam duas sub-escalas referentes à busca TO. Colaboradores com experiência meto- intensidade e novidade na estimulação dos dológica e ética ficaram responsáveis pela sentidos, cada uma com dez itens cada coleta dos dados. Após conseguir a autori- uma. Para respondê-la a pessoa utilizava zação tanto da diretoria da escola quanto uma escala de resposta tipo Likert com dos professores responsáveis pela discipli- quatro pontos (1 = não me descreve em na no momento da aplicação do instru- nada; 2 = descreve-me em alguma medida; mento, os aplicadores se apresentavam em

3 = descreve-me bem e 4 = descreve-me sala de aula como interessados em conhe- totalmente) devendo indicar nela com um X cer as opiniões e os comportamentos das ou circulando o número que indicasse o pessoas sobre o cotidiano, solicitou-se a quanto cada um dos itens descreve sua colaboração voluntária dos estudantes no

101 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

sentido de responderem um questionário No que se refere à análise dos dados desta breve. pesquisa, utilizou-se a versão 15.0 do paco-

te estatístico SPSS para Windows. Foram Para isso, foi-lhes dito que não havia res- computadas estatísticas descritivas (ten- posta certa ou errada e que, mesmo ne- dência central e dispersão). No AMOS16.0, cessitando de uma resposta individual, foram computados e avaliados os indica- estes não deveriam sentir-se obrigados em dores estatísticos para o Modelo de responder o instrumento podendo desistir Equações Estruturais (SEM) considerado, a qual momento, seja quanto tivesse o segundo uma bondade de ajuste subjetiva, instrumento em suas mãos ou ao iniciar os seguintes indicadores: 2/gl (grau de sua leitura, ou outra eventual condição. Em liberdade), que admite como adequados, qualquer um desses eventos, não haveria índices entre 2 e 3, aceitando-se até 5; Raiz problema de sua desistência, apenas bas- Quadrada Média Residual - RMR, indica o tava contatar as pessoas responsáveis pela ajustamento do modelo teórico aos dados, aplicação do instrumento na sala de aula. na medida em que a diferença entre os

dois se aproxima de zero (0); índices de A todos era assegurado o anonimato das qualidade de ajuste, dados pelos GFI/AGFI, suas respostas, enfatizando que elas se- que medem a variabilidade explicada pelo riam tratadas, estatisticamente, em seu modelo, e com índices aceitáveis a partir de conjunto de respostas; apesar do questio- 0,80; NFI, varia de zero a um e pode ser nário ser auto-aplicável, contando com as considerado aceitável para valores superio- instruções necessárias para que possam res a 0,90. Caracteriza-se por ser uma me- ser respondidos, os colaboradores estive- dida de comparação entre o modelo pro- ram presentes durante toda a aplicação posto e o modelo nulo, representando um para retirar eventuais dúvidas ou realizar ajuste incremental; CFI, que compara de esclarecimentos que se fizessem indispen- forma geral o modelo estimado e o modelo sáveis, não interferindo na lógica e com- nulo, considerando valores mais próximos preensão das respostas dos respondentes. de um (1) como indicadores de ajustamen- Um tempo médio de 30 minutos foram to satisfatório; Expected Cross-Validation suficientes para concluir essa atividade. Index (ECVI) e o Consistent Akaike Information

Criterion (CAIC) são indicadores geralmente

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 102 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

empregados para avaliar a adequação de estados brasileiros (João Pessoa-PB e Pal- um modelo determinado em relação a ou- mas-TO). tro. Valores baixos do ECVI e CAIC expres- Para isso, empregou-se o pacote estatístico sam o modelo com melhor ajuste e o AMOS 16.0 realizando uma análise fatorial RMSEA refere-se ao erro médio aproximado confirmatória hipotetizando o modelo bifa- da raiz quadrática, deve apresentar interva- torial encontrado por Omar e Uribe (1998) lo de confiança como ideal situado entre no contexto argentino e proposto por Ar- 0,05 e 0,08 (Bilich, Silva e Ramos, 2006; nett (1994) comparando a um modelo para Hair, Tatham, Anderson e Black, 2005; Jo- a sua estrutura fatorial. Procurou-se testar reskög e Sörbom, 1989). uma estrutura fatorial do inventário da

Resultados e discussao busca de sensação considerando os se- guintes modelos: a) Modelo 1: unifatorial,

Considerando a análise realizada por Omar em que todos os itens da busca de sen- e Uribe (1998), os quais, identificaram duas sação apresentam saturação em um único dimensões para o inventário da busca de fator e b) Modelo 2: neste optou-se em sensação: a primeira dimensão, busca de avaliar a estrutura com dois fatores, a qual sensação a novidade (refere-se à experiên- é proposta teórica e empiricamente. Op- cia do sujeito em procurar em coisas novas tou-se por deixar livre as covariâncias (phi, ou que assuma a originalidade dessa pro- φ) entre os fatores; os indicadores de qua- curar como estimulo para os seus sentidos) lidade de ajuste de cada modelo se mos- apresentou um alfa de Cronbach de 0,66 e traram próximas as recomendações apre- a segunda dimensão, busca de sensação a sentadas na literatura (Byrne, 1989; Van De intensidade (refere-se a tensão, força ou Vijver e Leung, 1997). grau elevado na experiência que o sujeito De acordo com os resultados obtidos nes- emprega como estimulo para os sentidos) tas análises, observados na tabela 1, é pos- obteve um alfa de 0,50 para a amostra sível destacar que o melhor modelo para o argentina. Com base no estudo desses inventário da busca de sensação para a autores, procurou-se neste trabalho avaliar amostra da cidade de João Pessoa-PB, foi o com maior rigor e critério psicométrico tal modelo bifatorial, apresentando, especifi- inventário em duas amostras de diferentes

103 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

camente, os seguintes indicadores de qua- 0.98, RMSEA (90% IC) = 0,01 (0,00-0,02), CAIC lidade de ajuste: χ2/gl = 2.90; GFI = 00.97 = 501,69 e ECVI = 1,09.

AGFI = 0.95, RMR = 0,05, NFI = 0.99, CFI =

Tabela 1: Comparação entre os modelos teóricos da estrutura fatorial da escala das atividades de hábi-

tos de lazer em jovens em diferentes Estados brasileiros.

RMSEA Modelos X²/gl RMR GFI AGFI NFI CFI CAIC ECVI (intervalo)

Amostra 1 (Jovens de João Pessoa-PB)

0,03 Unifatorial 4,18 0,08 0,92 0,90 0,87 0,89 ------(0,00-0,04)

0,01 501,69 1,09 Bifatorial* 2,90 0,05 0,97 0,95 0.99 0.98 (0,00-0,02) (1,05-1,22)

Amostra 2 (Jovens de Palmas-TO)

Unifatorial 3,91 0,06 0,91 0,87 0,84 0,87 0,06 (0,04-0,07) ------(1,28-1,52)

0,00 1,00 Bifatorial* 2,19 0,04 0,96 0,94 1,00 0.99 678,38 (0,00-0,02) (1,00-1,10)

Notas: * p > 0,05

Como é possível observar na figura 1, rela- Além disso, todas são estatisticamente cionado a amostra de João Pessoa-PB, que diferentes de zero (t > 1,96, p < 0,05), co- todas as saturações (Lambdas, λ) estão rroborando a existência dos dois fatores dentro do intervalo esperado |0 - 1|, deno- do inventario da busca de sensação. tando não haver problemas de estimação.

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 104 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

0,27 1 bs01 0,07 0,52 2 bs03 0,14 0,27 3 bs05 0,20 0,13 4 bs07 0,17 0,22 5 bs09 0,47 Busca de 0,33 0,58 Novidade 6 bs11 0,17 0,07 7 bs13 0,22 0,15 0,11 8 bs15 0,11 0,44 9 bs17 0,20 10 bs19 0,10 0,82 11 bs02 0,20 0,19 12 bs04 0,10 0,45 13 bs06 0,11 0,17 14 bs08 0,41 0,10 15 bs10 0,20 Busca de 0,31 0,10 Intensidade 16 bs12 0,20 0,14 17 bs14 0,44 0,19 0,27 18 bs16 0,17 0,23 19 bs18 0,15 20 bs20

Figura 1: Estrutura Fatorial do Inventário de Busca de Sensação

para amostra de João Pessoa-PB.

Ainda na tabela 1, para a amostra da cida- ram dentro do intervalo esperado não ha- de de Palmas-TO, é possível observar, tam- vendo problemas de estimação, sendo bém, que o modelo bifatorial apresentou todas estatisticamente diferentes de zero (t indicadores de qualidade de ajuste aceito > 1,96, p < 0,05). Esse resultado corrobora, pela literatura: χ2/gl = 2.19; GFI = 0.96, AGFI com essa amostra, que os dois fatores do

= 0.94, RMR = 0.04, NFI = 1,00, CFI = 0.99, inventário da busca de sensação se organi-

RMSEA (90%IC) = 0,00 (0,00-0,02), CAIC = zam de acordo com o esperado e que se

678,38 e ECVI = 1,00. Na figura 2, todas as assemelha a estrutura encontrada com a saturações (Lambdas, λ), também, estive- primeira amostra.

105 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

0,07 1 bs01 0,17 0,26 2 bs03 0,29 0,42 3 bs05 0,54 4 0,22 bs07 0,46 0,25 5 bs09 0,50 Busca de 0,46 6 0,21 bs11 Novidade 0,50 7 0,25 bs13 0,49 0,24 0,23 8 bs15 0,51 0,15 9 bs17 0,26 10 bs19 0,78 0,14 11 bs02 0,15 0,38 12 bs04 0,28 0,39 13 bs06 0,53 0,16 14 bs08 0,40 0,28 15 bs10 0,53 Busca de 0,58 16 0,34 bs12 Intensidade 0,46 0,21 17 bs14 0,43 0,19 0,44 18 bs16 0,40 19 0,20 bs18 0,28 20 bs20

Figura 2. Estrutura Fatorial do Inventário de Busca de Sensação

para amostra de Palmas-TO.

De acordo com os resultados obtidos nes- refere aos traços personalísticos, inseridos tas análises para as duas amostras pode-se no processo de socialização juvenil, como destacar que a estrutural bifatorial do in- variações do comportamento de risco a ventário da busca de sensação foi compro- partir da investida que o jovem dá a busca vada. Neste sentido, assume esse modelo de novas experiências e emoções intensas. como o mais adequado neste estudo, para Os diversos critérios empregados para representar o construto da busca de sen- definição do número do fator a ser extraí- sação assumido por cada jovem, o qual se

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 106 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

do, por exemplo, χ2/gl, GFI, AGFI, RMR, NFI, dinâmica psicossocial juvenil (por exemplo,

CFI, RMSEA, CAIC e ECVI, reforçam a solução lazer, delinqüência, dinâmica familiar, etc.). bifatorial para o que se esperava teorica- De forma geral, pretende-se, com tal inven- mente. Estes indicadores foram satisfató- tário, ir além da explicação de que os jo- rios estando em intervalos que têm sido vens – neste caso, destacando os do pre- considerados como aceitáveis na literatura sente estudo - ao procurarem eventos que vigente (Byrne,1989; Kelloway, 1998). os levem a sentir sensações de novidade e

de intensidade, estes jovens não são esti- Ao considerar esse inventário e sua mulados ou realizados no vazio social, ou adequabilidade com amostras brasileiras apenas, atribuir-lhes que essa situação se aponta-se não somente para uma análise deve a uma condição de organização hor- da funcionalidade dos traços de personali- monal e de instinto humano em que eles dade, mas, também, da estrutura desses buscam viver a vida se arriscando. traços como um sistema interdependente da díade individuo-grupo, não mais assu- Ao destacar o construto busca de sen- mindo, pelo menos para esse inventário, sação, proposto por Arnett (1994) e Omar e uma espécie de inatismo personalístico, Uribe (1998) destaca-se a construção de mas que, é possível refletir em direção de um inventário dos traços de personalidade uma convergência entre situação, caracte- -isto é, a busca de sensação- ocorrendo na rísticas individuais e o processo de sociali- dinâmica da socialização. Trata-se de uma zação juvenil quanto ao estímulo do jovem convergência entre as características indi- para adesão a experiência à novidade e a viduais e o processo socializador vivido por intensidade da sensação em estar disponí- esses jovens e que estes poderão influen- vel para viver as situações e relações so- ciar a conduta juvenil. ciais de risco em seu entorno. Assim, além desse inventário ser útil para

Considerando a evidência de validade fato- compreensão da variação da conduta juve- rial e consistência interna da escala estu- nil, a utilização desse instrumento, com o dada, justifica-se seu emprego no contexto objetivo de avaliar os traços personalísticos brasileiro para pesquisas acerca de variá- da busca de novas experiências e emoções veis antecedentes e conseqüentes da intensas, não devem ser consideradas co-

107 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

mo o único instrumento que avaliam os com o objetivo de comparar os construtos traços de personalidade, outras escalas estudados aqui para outro espaço geo- existem no Brasil, por exemplo, as di- político e social (Muenjohn e Armstrong, mensões da busca de sensação de Zu- 2007; Triandis e cols., 1993; Triandis, 1995; ckerman, os cinco grandes fatores da per- Van De Vijver e Leung, 1997), a fim de con- sonalidade, a escala fatorial de ajustamen- hecer os aspectos que podem ser comuns to emocional/neuroticismo, entre outras a todas as culturas e aqueles que são es-

(Aguiar, Omar e Formiga, 2006; Hutz e Nu- pecíficos, contribuindo para consolidar um nes, 2001; Tróccoli e Vasconcelos, 2002; marco teórico dos traços de personalidade

Pasquali, Araújo e Tróccoli, 1999) são de da busca de sensação. grande valor para diagnosticar questões Por fim, poderia ser útil avaliar as respos- referentes ao tema proposto. tas de jovens que vivem em busca de di-

O inventário de busca de sensação pode versões arriscadas (por exemplo, compe- ser considerado como uma peça no quebra tições automobilísticas, excursões de risco cabeça dos estudos sobre traços da perso- (selvas ou matas, praias, etc.), etc., bem nalidade, mas, tomando como direção de como, comparar as respostas de jovens de estudo sua a inclusão desse construto na diferentes contextos sócio-econômicos e dinâmica socializadora do jovem. Essa sistema familiar, outra estudo que poderia condição permite pensar em futuros estu- contribui bastante para a acurácia desse dos: avaliar a estrutura desse inventário, construto e perspectiva teórica seria a ava- em outros contextos sociais e culturais, liação da convergência entre os instrumen- tendo em conta os aspectos mais específi- tos que avaliam os traços personalidade. cos ou universais de cada cultura na ava- De forma geral, espera-se que os objetivos liação dessa escala. tenham sido alcançados, principalmente,

no que diz respeito à sua consistência e Por um lado, é importante considerar as validade estrutural do instrumento analis- dimensões locais, específicas ou exclusivas ado para o contexto brasileiro. (emics) da orientação de cada cultura, bem como, e não menos importante, avaliar as dimensões universais (etics) da Cultura,

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 108 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

Referências bibliográficas Bilich, F.; Silva, R. e Ramos. P. (2006). Aná- lise de flexibilidade em economia da in-

Aguiar, M., Omar, A. e Formiga, N. S. formação: modelagem de equações es-

(2006). Generalização transcultural do truturais. Revista de Gestão da Tecnologia

questionário de personalidade Zucker- e Sistemas de Informação, 3(2), pp. 93-

man-Kuhlman: Um estudo Brasil- 122. Argentina. Anais do II Congresso brasilei-

ro psicologia: Ciência e profissão. São Brody, N. (1972). Personality research and

Paulo: FENPB. theory. New York: Academic Press.

Allport, G. W. (1973). Personalidade: pa- Byrne, B. M. (1989). A primer of LISREL:

drões e desenvolvimento. São Paulo: EPU. Basic applications and programming for confirmatory factor analytic models. New

Arnett, J. (1994). Sensation seeking: a new York: Springer-Verlag. conceptualization and a new scale. Per-

sonality and individual differences, 16(2), Cloninger, S. C. (1999). Teorias da persona-

pp. 289-296. lidade. São Paulo: SP. Martins Fontes.

Ávila, A. E., Rodríguez, S. C., e Herrero, J. R. Costa, P. T. e McCrae, R. R. (1992). Four

S. (1997). Evaluación de la personalidad ways five factors are basic. Personality

patológica: Nuevas perspectivas. Em E. and Individual Differences, 13, pp. 653-

Cordero (org.). La evaluación psicológica 665.

en el año 2000. Madrid: TEA. Díaz, L. R. (1998). Cultura y personalidad:

Barbaranelli, C. e Caprara, G. V. (1996). rasgo universales e idiosincrásicos. In

How many dimensions to describe per- Alcaraz y Bouzas (Coord.). Las aporta-

sonality? A comporison of Cattel, Com- ciones mexicanas a la psicología. México:

rey, and the Big Five taxonomies of per- UNAM.

sonality traits. European Review of Ap- Endler, N. S. e Magnusson, D. (1976). Mul- plied Psychology, 46(1), pp. 15-24. tidimentional aspects of state and trait

anxiety: a crosscultural study of canadi-

109 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

an and swedish college students. In C. no modelo dos cinco grandes fatores.

D. Spielberger e R. Diaz Guerrero (Eds.). Psicologia: Reflexão e Crítica, 11, 395-411.

Cross-cultural anxiety. Washington DC: Hutz, C. S. e Nunes, C. H. S. S. (2001). Esca- Hemisphere. la Fatorial de Ajustamento Emocional/

Farias, S. A. e Santos, R. C. (2000). Mode- Neuroticismo (E F N). São Paulo: Casa do

lagem de Equações Estruturais e Satis- Psicólogo.

fação do Consumidor: uma Investigação John, O. P., Donahue, E. M. e Kentle, R. L. Teórica e Prática. Revista de Adminis- (1991). The “Big Five” inventory & versions tração Contemporânea, 4(3), pp. 107-132. 4a and 54. Berkeley: University of Cali-

Formiga, N. S., Yepes, C., e Alves, I. (2005). fornia, Institute of Personality and So-

Correlatos entre traços de personalida- cial Research.

de e afiliação com pares sociais: Refle- Joreskög, K. e Sörbom, D. (1989). LISREL 7 xões a respeito da formação personalís- user's reference guide. Mooresville: Sci- tica em jovens. Anais do IV Congresso entific Software. Científico do Ceulp-Ulbra: Ética e Ciência

(pp. 277-279). Palmas-TO. Kelloway, E. K. (1998). Using LlSREL for

structural equation modeling: A resear- Gazzaniga, M. S. e Heatherton, T. F. cher’s guide. Thousand Oaks, CA: Sage. (2005). Personalidade. In Ciência psicoló-

gica: mente, cérebro e comportamento. Liebert, R. M., e Spiegler, M. D. (1994). Porto Alegre: Artmed. Personality: Strategies and issues. Pacific

Grove, CA: Brooks/Cole. Hair, J. F., Tatham, R. L., Anderson, R. E., e

Black, W. (2005). Análise Multivariada de MacCallum, R. C. e Austin, J. T. (2000). Ap- Dados. Porto Alegre: Bookman. plications of structural equation model-

ling in psychological research. Annual Hutz, C. S., Nunes, C. H., Silveira, A. D., Se- Review of Psychology, 51, pp. 201-226. rra, J., Anton, M. e Wieczorek, L. S.

(1998). O desenvolvimento de marcado-

res para a avaliação da personalidade

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 110 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

McAdams, D. P. (1992). The Five-factor sensaciones. Psicologia: Teoria, investiga-

personality profiles. Journal of Personali- ção e prática, 3, pp- 257-268.

ty Assesssment, 60, pp. 329-361. Pasquali, L., Araújo, R. M. e Troccoli, B. T.

Michel, G., Mouren-Siméoni, M. C., Perez- (1999). Manual técnico e de aplicação –

Diaz, F., Falissard, B., Carton, S. e Inventário Fatorial de Personalidade –

Jouvent, R. (1999). Construction and val- Versão reduzida. Brasília: LABPAM.

idation of a sensation seeking scale for Paunonen, S. V. (1998). Hierarchical or- adolescents. Personality and individual ganization of personality and prediction differences, 26, pp. 159-174. of behavior. Journal of Personality and

Muenjohn, N. e Armstrong, A. (2007). Social Psychology, 74(2), pp. 538-556.

Transformational leadership: the influ- Peabody, D. (1987). Personality dimen- ence of culture on the leadership be- sions through trait inferences. Journal of haviours of expatriate managers. Inter- Personality and Social Psychology, 46(2), national Journal of Business and Infor- pp. 384-403. mation, 2(2), pp. 265-283.

Pilati, R. e Laros, J. A. (2007). Modelos de Mussen, P. H., Conger, J. J., Kagan, J., e equações estruturais em Psicologia: Huston, A. C. (1990). Child development conceitos e aplicações. Psicologia: Teoria and personality (7th ed.). New York: e Pesquisa, 23(2), pp. 205-216. Harper & Row.

Queiroga, F., Formiga, N. S., Jesus, G. R., Noller, P., Law, H., e Comrey, A.L. (1987). Gouveia, V. V., e Andrade, J. M. (2001). Cattell, Comrey and Eysenck personality Desejabilidade social e Personalidade. factors compared: more evidence for Anais do XXXI reunião anual de psicolo- the five robust factors? Journal of Per- gia: A construção da psicologia na pesqui- sononality and Social Psychology, 53, pp. sa e no ensino. (p. 306). Rio de Janeiro: 775-782. SBP.

Omar, A. e Uribe, H. D. (1998). Dimensio-

nes de personalidad y búsqueda de

111 Nilton Soares Formiga, Jamila Leime, Marcos Aguiar De Souza agosto 2014 – enero 2015

Sarason, I., Smith, R., e Diener, E. (1975). Tróccoli, B. T. e Vasconcelos, T. S. (1999).

Personality re-search: Components of Inventário dos cinco grandes fatores de

variance attributed to the person and personalidade. Manual técnico e de apli-

the situation. Journal of Personality and cação. Brasília: LabPAM.

Social Psy-chology, 32, pp. 199-204. Trzop, B. M. (2000). The big five: taxonomy

Saudino, K. J. e Plomin, R. (1996). Person- of trait theory.

ality and behavior genetics: where have www.personalityresearch.org/papers/p

been and where are we goin? Journal of opkins.html

Research in Personality, 30, pp. 335-347. Van de Vijver, F. e Leung, K. (1997). Meth-

Silva, J. S. F. (2006). Modelagem de ods and data analysis for cross-cultural

Equações Estruturais: Apresentação de research. Thousand Oaks, CA: Sage Pub-

uma metodologia. Dissertação (Mestra- lications.

do em Engenharia de Produção). Uni- Zamora, C. S. e Lemus, I. S. (2008). Mode- versidade Federal do Rio Grande do Sul. los de Ecuaciones Estructurales: ¿Qué Recuperado em 25 de agosto de 2009, es eso? Ciencia & Trabajo, 10(29), pp. da WEB (página da WEB): 106-110. http://hdl.handle.net/10183/8628.

Zuckerman, M. (1971). Dimensions sensa- Tabachnick, B. G., e Fidell, L. S. (1996). tion of seeking. Journal of consulting and Using multivariatestatistics. New York: clinical psychology, 36, 45-52. HarperCollins.

Zuckerman, M., Eysenck, S. B. G., e Ey- Triandis, H. C. (1995). Individualism and senck, H. J. (1978). Sensation seeking in collectivism. Boulder, CO: Westview England and America: Cross-cultural, Press. age and sex comparisons. Journal of

Triandis, H. C. e cols. (1993). Na etic-emic consulting and clinical psychology, 46,

analysis of individualism and collec- 139-149.

tivims. Journal of cross-cultural psycholo-

gy, 24(3), pp. 366-383.

Verificação da estrutura fatorial de uma medida de traços de personalidade 112 da busca de sensação em jovens agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII.

Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Análisis temático del sentido de justicia:

factores macro, meso y micro

Isaac Molina Pérez17, Emily Ito Sugiyama18

Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México

Resumen

El presente estudio tiene por objetivo el análisis del sentido de justicia desde el dispositivo teórico poco explotado, el address frame, en dos comunidades del Distrito Federal. Desde una aproximación cualitativa, se realizó un estudio temático de seis entrevistas aplicadas a jóvenes varones de dos comunidades que presentan características opuestas. Se reportan los tres grandes temas obtenidos desde esta aproximación, divididos en las categorías macro (la au- sencia del gran otro), meso (justicia en el pueblo y barrio) y micro (el sujeto se hunde o tras- ciende). Los resultados arrojaron, como principal conclusión, que estos componentes se en- cuentran presentes en la pertinencia de un sentido de justicia, aunque ninguno por sí solo de manera determinante o suficiente, sino imbricados en una dinámica compleja. No obstante, este esfuerzo refleja una primera aproximación desde esta perspectiva teórica que, aunque prometedora, necesita de futuros esfuerzos para una mayor implicación sobre el tema.

Palabras clave: justicia, address frame, comunidad.

Abstract

The present study has as a main goal the analysis of a justice motive from a theoretical device underdeveloped (address frame) in two communities from . From a qualitative ap- proach, we conducted a thematic analysis of six interviews with Mexican young man living in two opposing communities. Three large topics were obtained in the present research divided

17 Profesor de Asignatura Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México. 18 Profesora de Carrera de la Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México.

113 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

in categories macro (the absence of a great other), meso (justice from the village and the sub- urb) and micro (the individual sinks or transcend). The main conclusion points out that these three components stand out in the pertinence of a justice motive in these communities, but none for itself is enough to determinate it, rather they are implied in a complex dynamics to- wards what justices is and implies. This effort although promising, is just a first effort from this theoretical stand and further research is needed to assess the future of the perspective.

Keywords: justice, address frame, communitie.

Introducción que mientras estos fueron útiles e idóneos para el desarrollo económico en el que las

Amartya Sen (2010) expone que la justicia personas no vivían en la ilusión de que el puede concebirse de dos maneras basadas sistema hiciera al mundo perfectamente en corriente sánscritas de la ética y filosofía justo, sino que sabían que este tipo de so- hindi del derecho. Por un lado tenemos ciedad era injusta. una concepción denominada como niti que Desde este último punto es que, más allá habla de la idoneidad de las instituciones y de entender lo que debería de ser o es justo la corrección del comportamiento; en ella, (de esto parecen estar ocupándose los al crear una institución ideal o regla que filósofos económicos o políticos), se debe satisfaga a la mayoría, dependiendo del conocer cómo estos esquemas se conjugan mecanismo que se considere “idóneo” (uti- con otros en la vida y la forma de percibir litarista, libertario o igualitario), sólo debe- el mundo de las personas para compren- ría observarse el cumplimiento correcto de der de dónde surgen y cuáles podrían ser la justicia. Por el otro lado, existe el concep- sus alternativas; es decir, desde una pers- to de nyaya, el cual se refiere al mundo en pectiva psicosocial, más que preocuparnos el cual se establecen las reglas e institucio- por facetas niti de la justicia o el compor- nes; aquí, no sólo se busca juzgar su fun- tamiento de la justicia, resultaría necesario cionamiento, sino a la sociedad en general. estudiar los aspectos nyaya de la misma. Como ejemplo de lo anterior, Sen (2010) nos invita a pensar en los sistemas escla- vistas de los Siglos XVIII y XIX, señalando

114 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

Una visión psicológica de la justicia otro, se encuentran enfocadas en situacio- nes particulares que se asumen a priori

En psicología, el estudio de la justicia no como un fenómeno relativo a la justicia insta en señalar qué principios deben ser que permanece estable en la estructura de los parámetros para la regla de o cuá- la persona (p. 290). les son los principales motivadores del mundo justo, de lo que trata es de los pro- El autor postula que en lugar de estudiar la cesos psicológicos o conductuales relacio- relación entre la personalidad y el carácter nados con ella. Sobre este punto, se ha social de la justicia, dicho vínculo puede alcanzado un amplio corpus de conoci- convertirse en la manera para enriquecer y miento acerca de las creencias, emociones, profundizar las dinámicas asociadas a ella. motivaciones y procesos cognoscitivos aso- Una forma de entender e ilustrar lo ante- ciados a la justicia e injusticia en una varie- rior puede ser su propuesta del concepto dad de escenarios como el hogar, la vida “address frame”19, a la que hace referencia cotidiana, o el lugar de trabajo. No obstan- de la siguiente manera: te, el entendimiento sobre el papel de la “Defino al address frame como el justicia en el individuo como un todo inte- punto de vista que las personas ‘ima- grado ha permanecido relativamente vago. ginativamente’ asumen o adoptan en

Dentro de los esfuerzos por concebir a la completar las respuestas a sus pro- justicia como parte de la estructura del pios gestos. Por lo tanto, un address sujeto, Edward Sampson (1980) revisa dife- frame es el ‘a quién’ se dirigen las rentes aproximaciones que la psicología de personas en sus diálogos externos o la justicia ha tomado en consideración internos, es decir; ‘el otro’, cuyas res-

(creencias, conducta, identidad, entre puestas proveen significado a los otras). Sin embargo, argumenta que tales propios gestos. Por ejemplo, Jane esfuerzos fallan en el entendimiento de la justicia de dos maneras: por un lado tien- den a ser universalistas, asumiendo un 19 Se mantiene el término en su idioma original carácter implícito proveniente de sesgos como address frame ante la dificultad de una traducción satisfactoria; este término podría culturales en la concepción de sujeto; por funcionar como marco de referencia, así co- mo de destinatario o punto de partida.

115 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

adopta lo que ella construye imagina- anterior, no colocamos a la justicia en ideas

tivamente como la posible respuesta aisladas o valores, sino que la posiciona-

de Sandra a su (de Jane) gesto, y por mos en el lugar de una construcción social

lo tanto se dirige a sí misma como un que permite entender “cómo situaciones

objeto desde el punto de vista de Ja- específicas y eventos históricos influyen en

ne”20 (Sampson, 1983; p.105). las maneras en las cuales funciona la justi- cia para guiar el comportamiento social”

Al tiempo que presenta este concepto, lo (Sampson, 1983; p. 108). relaciona con el estudio de la justicia, esta- bleciendo cuatro puntos importantes para b) El rol de los factores sociohistóricos ello: Como seres sociales, vivimos dentro de

una cultura con tradiciones y un pasado. En a) El significado de la motivación a la justi- cia como address frame la concepción provista por Sampson, el autor observa los diferentes periodos en el Debido a que el addres frame adopta el tiempo o en las culturas como diferentes punto de vista de algún otro, entonces la contextos interpersonales, en los cuales las concepción de justicia se vuelve una cons- personas han formulado sus propios pen- trucción interpersonal, es decir, aquello samientos y entendimiento. Al tomar en que consideremos justo es establecido cuenta a la sociedad y a la historia como la dentro de algún marco o interacción social; base de procesos tales como el pensamien- para juzgar debemos tener un marco de to, la motivación y la personalidad, conta- entendimiento, no en lo que la justicia sig- mos con un enfoque que permite entender nifica para mí, sino en lo que significa para que lo que ahora descubrimos como psico- aquel con quien me estoy comunicando. logía humana (la motivación a la justicia), Estos procesos pueden encontrarse implíci- no es inevitable o necesariamente un pun- tos dentro del grupo social o de pertenen- to de vista universal, en cambio representa cia, incluso en ideales compartidos por una una formulación profundamente enraizada persona o comunidad. Al considerar lo en el contexto social contemporáneo.

c) La cualidad negociada de la justicia 20 Traducción del autor del presente texto. Énfa- sis del texto original.

116 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

Sampson (1980) postula que no siempre embargo, también se ha observado que nos dirigimos a los mismos otros en nues- cuando estas personas toman conciencia tra vida cotidiana, por tal razón, frecuen- de tales situaciones, a menudo intentan temente somos confrontados por puntos restaurar dicho equilibrio utilizando proce- de vista desde diferentes marcos o concep- sos conductuales, cognoscitivos y sociales ciones de lo que es la justicia; sin embargo, (Tyler y Smith, 1998; Okimoto, Wenzel y en lugar de una cerrazón al diálogo o una Feather, 2012). Lo que encontramos central total sumisión de nuestro punto de vista, lo en la concepción de Sampson es el papel que en la mayoría de los casos ocurre es primordial que da a la construcción de la una concesión de ambas partes, para al- justicia como un motor de cambio social. canzar algún acuerdo compartido, aun d) La inteligibilidad cambiante del addres cuando lo anterior puede ser inequitativo. frame de la justicia “Si observamos la motivación a la justicia de manera interpersonal, por ejemplo a Lo que consideramos como un asunto rela- través del concepto del addres frame, en- tivo a la justicia, muchas veces puede ser tonces introducimos el proceso de las per- parte de un punto de vista externo a él. Por sonas interactuando unas con otras e in- tal razón, para el entendimiento de la tentando negociar algún acuerdo o conce- (in)justicia desde el pasado y el futuro, de sión sobre lo que será aceptado como lo aquí y allá, primero es necesario examinar justo” (p. 111). los marcos de dicha situación a fin de eva- luar la pertinencia de concebirla como vin-

Adicionalmente a la perspectiva de Sam- culada o no con la justicia. Desde esta pson, desde la psicología, algunos postula- perspectiva, observando lo justo como algo dos hablan sobre la justicia como un “equi- construido de manera cultural e interper- librio psicológico” que es alterado cuando sonal, no podemos esperar que todo lo una persona es consciente de estar siendo anterior esté basado en valores o derechos víctima y, frecuentemente, también victi- universales, por lo que entonces se vuelve mario en una situación injusta (Walster, fundamental enriquecer y comprender el

Walster y Berscheid, 1978; Mikula y Scha- escenario donde ocurre la justicia antes de lemberger, 1985; Cropanzano y Folger, hablar sobre ella. 1989; Bing, Shanshi y Donglai, 2014). Sin

117 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

Adicionalmente Sampson (1980), con base desde la concepción teórica del address en los trabajos de Erich Fromm (1947), pos- frame? tula que el “carácter social” es una vía para estudiar los componentes motivacionales Método inconscientes que tienen diferentes tipos La presente investigación se basa en un de personalidades respecto de la justicia, estudio cualitativo cuyo objetivo consistió mencionando que dependiendo tanto del en observar la pertinencia del concepto momento histórico y sociedad donde se address frame en dos escenarios sociales viva como de la forma individual de rela- (comunidades) distintos de la Ciudad de cionarse con los demás, se creará un senti- México. do de justicia que motivará nuestro com- portamiento y significados de lo que es Participantes y unidad de análisis justo.

Las comunidades analizadas fueron selec- El concepto de address frame y los elemen- cionadas bajo la lógica de una muestra de tos de Fromm, nos permiten centrarnos en máxima variación (Hudelson, 1994). Se la pertinencia de lo justo desde el mismo eligió una comunidad con una alta densi- contexto en el que acontece y, al mismo dad de población, límites geográficos vagos tiempo, teniendo en consideración que las y escasa convivencia entre sus pobladores; comunidades pueden ser influidas por a este escenario se le denominó barrio. La algún agente externo logrando una visión segunda, en contraste, cuenta con un ritmo compartida de cómo son las cosas y cómo de vida lento, baja densidad de población, pueden ser. De la misma manera, pode- un profundo sentido de pertenencia de mos vincular a la justicia con el comporta- parte de sus pobladores, límites claros con miento y procesos cognoscitivos (factores otras poblaciones y otras características micro) que pueden manifestarse en signifi- rurales; a este escenario se le denominó cados sociales (factores meso) en una ma- pueblo. nera inteligible, negociada y cultural (facto- res macro). Por ello resulta pertinente in- En cada comunidad se trabajó con tres dagar ¿Cuál es el alcance y los resultados individuos. Estos fueron convocados a tra- obtenidos al explorar un sentido de justicia vés de la red personal del investigador y a

118 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

la importante labor de informantes clave tes, se regresó con cada participante para que introdujeron tanto a los participantes obtener su aprobación y recoger sus ob- como a las comunidades en sí. Todos los servaciones. En general, se cuidaron los participantes fueron varones de entre 22 y principios de respeto, autonomía, confi-

29 años, solteros y aún compartían vivien- dencialidad y competencia de los infor- da con sus padres. Ninguno había asumido mantes. responsabilidades económicas con alguna Procedimiento, recolección y análisis persona; cuatro eran solventes económi- camente y cinco reportaron como su prin- de información cipal actividad el estudio (cuatro a nivel Se elaboró una guía de entrevista semies- posgrado y dos de licenciatura), aunque tructurada con preguntas que abordaron todos mencionaron haber tenido un em- diez ejes temáticos: entorno, familia, pare- pleo o más en distintas actividades por ja, crianza, trabajo, justicia, ideales, moral, periodos mayores de un año, sólo uno re- modelos culturales y visión a futuro. Las portó depender actualmente del ingreso de entrevistas se realizaron durante los meses su comercio. Cabe mencionar que, en con- de enero a abril de 2013 en los lugares y gruencia con el planteamiento de investi- fechas acordados con cada participante, y gación, la unidad de análisis fue la comuni- fueron grabadas en audio para su poste- dad y no cada uno de los informantes. rior transcripción y análisis. Los contenidos

Consideraciones éticas se revisaron para identificar temas impor- tantes en los discursos de los informantes

En la presente investigación, todo partici- siguiendo la lógica de un análisis temático pante actuó de manera libre y sin coerción. (Howitt, 2010). A continuación se presentan

De la misma manera, les fue expuesto el los resultados más representativos relati- propósito del estudio y el futuro manejo de vos a un sentido de justicia. la información que proporcionaría, así co- mo la advertencia y las medidas conducen- tes acerca de los posibles riesgos emocio- nales a los que podría estar expuesto. Una vez realizados los análisis correspondien-

119 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

Resultados actor próximo; se habla del gobierno o país en general sin mencionar su comunidad o

Factores macro: la ausencia del gran personas con las que conviven. otro Sobre México, las respuestas giran en

Todos los participantes de ambos escena- torno a una concepción de nación multicul- rios reportaron un cinismo inicial al repor- tural; se habla del mexicano como una tar que no creen que el mundo sea justo y mezcla de mexicanos. Es importante men- al cuestionar si pueden brindar ejemplos cionar que algunos referentes culturales - de injusticia, el primer referente mencio- como la tradición del día de muertos o el nado es el gobierno describiéndolo como carnaval- se encuentran anclados muy corrupto o injusto, principalmente, en lo fuertemente en el escenario del pueblo; sin concerniente a la violencia, la distribución embargo, es en este sentido de identidad de recursos y administración de la riqueza. donde muchas de las declaraciones de

ambos escenarios hacen referencia al go- Pueblo: …pienso [sobre la justicia] bierno con las características antes men- como que… como algo que es una cionadas. ilusión una falacia, algo inexistente,

cuando me dicen que hay justicia en Barrio: Primero diría que no hay “el

el mundo, lo primero que digo es mexicano”, que es muy diverso, que

¿Dónde? ¿Cuándo? Se me vienen ca- hay diferentes clases, diferentes re-

sos cercanos a ti, como casos que has giones, o sea, no es lo mismo Monte-

escuchado, como luchas reprimidas a rrey que Oaxaca o Neza y en el mis-

lo largo de todo el mundo, gente que mo DF no es lo mismo Polanco que Iz-

se está muriendo de hambre, gente tapalapa o mi casa.

que se ha tenido que ir a ganar la vi- De acuerdo con Roger Bartra (1991), el da. nacionalismo tradicional mexicano -muy

Sin embargo, en una primera instancia, útil en el proceso posrevolucionario- ha aunque los participantes mencionan este caído en crisis con las modernizaciones del tipo de ejemplos al escuchar la palabra país y el mundo, señalando que este punto justicia, ellos son abstractos, sin ningún había sido ventajoso cuando la base del

120 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

estado se centraba en el ámbito rural dedi- ceres y héroes mencionando algunas de cado a la producción campesina y la fuerza sus cualidades, ahora también se observa empresarial, donde la burocracia se encon- la inclusión de cualidades negativas o cues- traba bien definida. No obstante, en la ac- tionamientos a sus figuras; no obstante, es tualidad, las fuentes de legitimidad obede- importante remarcar que para todos los cen a una eficiente administración de los participantes, Frida Kahlo y Sor Juana Inés recursos, se han creado nuevos centros de de la Cruz son las mujeres que se señala- producción regionales descentralizados y la ron como modelos culturales a las que se burocracia ya no es uniforme a lo largo del refieren de manera más positiva. país, sino definida por cuestiones locales. Factores meso Aunado a lo anterior, se encuentra la in- fluencia de lo que el autor llama “la trans- La justicia en el barrio nacionalización de la cultura”, es decir, in- fluencias de otras culturas sobre la nuestra Todos los miembros de esta comunidad que han creado nuevas formas de identi- mencionaron como característica impor- dad no basadas en un centralismo patrióti- tante a la clase social con la que se identifi- co, sino más bien en referentes más pró- can, inclusive al momento de describirla ximos o matrioticos, que se refieren a facto- resaltaban que este rasgo es fundamental res más inmediatos con las particularida- en cuestiones que ellos experimentan en des de los escenarios donde se habita y se su entorno y como punto de comparación trabaja. Esto puede verse de forma concre- social. También, se reconocen como “ocu- ta en sincretismos identitarios entre el pantes extraños” al barrio, es decir, los tres american way of life y las tradiciones guada- participantes mencionan que provenían de lupanas que producen la implosión de sig- otros lugares y que posteriormente se tras- nificados que minan la derecha tradiciona- ladaron a éste: dos de ellos lo hicieron a lista (p. 136). diferentes edades, uno desde muy peque-

ño, por lo que no lo recuerda y el otro a los Como se ha indicado, este aspecto resulta diez años; el tercer participante emigró al evidente cuando los participantes son barrio desde muy pequeño, pero no le pa- cuestionados en la sección de modelos culturales ya que mientras se habla de pró-

121 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

reció relevante mencionarlo durante la Por el tipo de necesidades que mencionan entrevista. los participantes, en este caso la remodela-

ción de la iglesia, su concepto de “sociedad” En este escenario, sobre la justicia, uno de no se encuentra en un “gran otro” paterna- los referentes más mencionados es la au- lista que solucione sus problemas desde toridad (los gobiernos local y federal), y en un lugar distante. En cambio, se aluden a un segundo lugar se encontrarían los pares un problema más centrado en una necesi- (otros miembros de la comunidad, compa- dad y realidad inmediata del barrio, una ñeros de la escuela). Sin embargo, la men- necesidad comunitaria o un déficit vincula- ción a la autoridad en temas de justicia no do con su día a día, en un objeto con el que se hace en abstracto, se encuentra fuerte- conviven diariamente que aunque es aten- mente vinculada a necesidades o deman- dido por la comunidad, el actor se concibe das de la comunidad. como pasivo frente a esta acción.

Barrio: Pues no sé si aplique el tér- La justicia en el pueblo mino justicia pero [es] algo así que el

grueso de la comunidad quiere, como En el pueblo, la primera característica que

ahora lo de la iglesia, que acabaron los tres participantes usan para describir el

el campanario, que era pura obra lugar donde viven, es la tranquilidad. Indi-

negra como desde hace 30 años. Ah y can que “uno puede caminar sin temor a

me enteré porque fui a mi única misa ser asaltado” y aunque reconocen la pre-

del año que me toca ir y pues era la sencia de actos de robo, declaran no estar

última misa del padre este que se fue, preocupados por esta cuestión, ya que,

y lo que hizo fue hacer una colecta en además de ser poco frecuentes, las perso-

toda la comunidad y se juntó; como nas en la comunidad “se cuidan entre

que le dieron el acabado y pues eso ellos”. Relativo a esta tranquilidad, mencio-

sería bueno yo no me incluyo, pero nan que otro de los aspectos positivos es el

pues es algo que el grueso de la co- ritmo de vida en el lugar. De acuerdo con

munidad quería que se hiciera una los informantes, el pueblo es un lugar “no

obra, y que se hiciera, que no es algo agitado, donde todos se conocen”, donde legal, más cotidiano.

122 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

“la actividad comienza a tempranas horas Dos referentes sobre justicia son particu- del día”. larmente importantes en este escenario;

uno es la naturaleza, con la cual todos los Los ejemplos de justicia que los participan- participantes negocian concepciones de tes del pueblo observan son referidos a justicia, además de ser continuamente re- momentos y procesos comunitarios, por ferido al mencionar lo justo o injusto, por ejemplo, cuando el pueblo se organiza para ejemplo, se encontraron frases como: recuperar un espacio o tomar una decisión, y en experiencias cotidianas como la escue- Pueblo: Pues creo le hemos quitado la o el trabajo. Una constante en estos re- mucho a la naturaleza y pues como ferentes es el otorgamiento de recompen- dicen hay que tratar de devolver algo, sas o castigos debido al mérito, muestran aunque el gobierno, nos calla mucho una orientación grupal de equidad. Su vi- con dinero, me inclino más a acepto sión del mundo justo se centra en la igual- tu dinero siempre y cuando se pueda dad de todas las personas. remedia el daño que hacemos o la

contaminación, o sea que no sólo ha- Pueblo: Lo vi en la escuela [algo jus- ya beneficio para el gobierno sino pa- to]; por ejemplo, en una ocasión un ra ambos. compañero hizo una actividad, pero

otro que no hizo nada como que re- El segundo referente es el pueblo mismo,

tomó las ideas y se lo copió. Pero no- ya que la unidad de la comunidad en la

sotros sabíamos y el compañero que toma de decisiones se observa, principal-

se esforzó sacó menos calificación y mente, como una brújula que dota ciertas

luego decían que el otro chavo tenía acciones de justicia. De esta manera, estos

prestigio porque se llevaba bien con dos referentes no son simples marcos de

los profesores, pero este profesor sí referencia con los que los jóvenes guían su

sabía, y le dijo no te voy a seguir ayu- conducta sino que pueden encontrar, a su

dando y ya después el profesor actuó vez, una simbiosis de sus actos con las

de forma justa, cambió la calificación, formas en que tanto la naturaleza como el

le dijo tú te mereces esta calificación y pueblo obtiene beneficios y viceversa, no

el otro, no.

123 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

separan lo que entienden por estos refe- dad como un ente unificado con el cual el rentes de su forma de actuar en el mundo. actor mantiene una responsabilidad y un

papel activo. Sin embargo, como se men- Pueblo: Pues de ahí [la producción de cionó, el papel del escenario es sólo una alimentos] básicamente la comercia- parte, aunque importante del ser humano lización es una actividad muy desgas- en las concepciones individuales y las ex- tante, que no hay gente que no te periencias de vida, no es único ni absoluto. quiere pagar lo que es justo, que te Los factores familiares o de crianza pueden quiere pagar la mitad o menos por tu estar también relacionados con lo que se producto y lo va a vender sin haberse entiende o vive como justicia. involucrado, que no hay espacio para los pequeños productores para ven- Factores micro: el sujeto se hunde o

der, para que no podamos vender di- trasciende rectamente nuestro producto. Que

sea tan ridículo en la central de abas- Aunque la influencia de los factores macro-

tos, porque no tienes un espacio. sociales y comunitarios en lo que los parti-

Tampoco me gusta la angustia de que cipantes observan cómo la justicia es con-

no puedes vender y se te va a echar a siderable, éstos no se encuentran limitados

perder tu producto y en la cuestión de a ellos. Los factores de personalidad inter-

temporal por que el temporal lo ha- vienen también de manera importante en

yamos jodido tanto, que se te muera la percepción de justicia. Tomemos, por

el maíz eso es angustiante. ejemplo, el caso de dos participantes con una similar orientación del carácter, esto

Si bien los referentes de la justicia son pró- es, una orientación acumulativa (Fromm, ximos, a diferencia de los participantes del 1947), es decir, son personas desconfiadas barrio, lo que se entiende por justicia en el del exterior a quienes les cuesta mucho pueblo trasciende su beneficio personal y trabajo compartir y cuyos vínculos familia- recompensas personales o individuales. Es res son distantes. decir, se observa un sentido de justicia donde la acción social y la pertinencia de Siguiendo estos planteamientos, en el par-

éste, se encuentra centrado en la comuni- ticipante del pueblo se obtuvo información

124 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

que lleva a concluir que posee una visión salud, que pueda tener el derecho a de justicia defensiva, con desconfianza la educación también y donde la vida hacia los demás y aprehensivo de sus po- no solo sea para trabajar y sobrevivir, sesiones. En esta persona observamos una pero también tenga espacio para di- visión acumulativa en cuanto a sus referen- vertirse, para el arte y para la cultura, tes comunitarios, toma todo aquello que y sobre todo donde insisto, no haya viene de fuera del pueblo con desconfianza desigualdad, donde unos se enrique- y en una actitud de defensa, primero opo- cen a costa de los demás, y sin violen- niéndose y muy pocas veces abriéndose al cia, un mundo sin violencia. diálogo con estas fuerzas externas. Cuando Sampson (1980), con base en las categorías se le plantean otros escenarios posibles, del carácter de Fromm, plantea una hipó- como el mundo justo, éste no amplía sus tesis de cómo este tipo de personas enten- horizontes, observa una justicia donde las derán la justicia en quienes podríamos desigualdades disminuyen, pero minimi- esperar una visión donde la justicia se deri- zando el papel de las fuerzas externas (“un va del trabajo duro, pero seguramente, mundo menos burocrático”) pero los refe- dada su mentalidad de escasez, siempre rentes siguen siendo los mismos, el pueblo, han de preocuparse por sus agotables re- el gobierno y los intermediarios. servas. Si nunca hay suficiente de lo que se

En contraste, el participante acumulativo necesita, entonces, el individuo pasará no- del barrio, al ser cuestionado con respecto ches en vela con una actitud defensiva. a estos mundos posibles, indica compo- Seguramente no disfrutará al compartir y nentes de solidaridad e igualdad, y como él dar, especialmente cuando haya mucha mismo menciona, una justicia sin violencia, escasez. además de agregar cuestiones que no al- Podemos entonces, observar que las hipó- canza a vislumbrar en su entorno. tesis de Sampson pueden confirmarse par-

Barrio: Pues me imagino un mundo cialmente, por ejemplo, en el participante

donde haya mayor igualdad, donde del barrio observamos que a pesar de te-

los trabajos sean trabajos dignos, ner esta visión del carácter acumulativo, su

donde la gente tenga asegurada su visión a futuro y lo que el concebiría como

125 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

un mundo justo, no sólo se encuentra de- traste, en el pueblo, la vinculación activa limitado por lo que observa a su alrededor, con la naturaleza y la relación con acciones sino que va más allá al ver las cosas como comunitarias ante agentes externos; y por podrían o deberían ser. último, con respecto a los aspectos motiva-

cionales o de personalidad (micro) denotan

Reflexiones finales su carácter como una forma particular de

relacionarse con el mundo. Pocos objetos de estudio han tenido una tradición y una mirada tan amplia como lo Factores como las transformaciones sufri- la justicia, han pasado más de veinte siglos das por un sistema social y la pérdida de desde La Republica de Platón hasta nues- una guía moral tan omnipresente como tros días. A través de esta investigación, se algún día fue el gobierno, parecen incidir si intentó observar cómo un fenómeno tan no en lo que la justicia es, si en lo que no abstracto y centrado en una lógica de su- debería ser. Al tener la ausencia de este perestructura puede incidir en aspectos gran otro, las personas viran hacia referen- psicológicos de los individuos, pasando por tes comunitarios que se encuentran más factores comunitarios. próximos a su realidad social donde en-

cuentran guías de lo que debe ser justo, Podemos identificar que los aspectos anali- delimitadas por los otros miembros de la zados de la justicia se encuentran interac- comunidad o los valores del grupo en don- tuando entre sí para lo que se entiende por de se vive, así como en aspectos de aten- ella y el sentido de ésta en la vida de las ción y mejoramiento barrial. Al respecto, personas. Por ejemplo, con respecto a los autores como Claude Dubar (2000), men- histórico-sociales (macro), observamos la cionan que ante esta crisis de identidades, percepción de un gobierno como injusto y la negación de referentes societarios y la la ausencia de un gran otro en ambas loca- regresión a comunitarios, pueden crear un lidades; los referentes comunitarios (meso) sentido egocéntrico y fatalista en las per- en el caso del barrio, se asocian a necesi- sonas centrándolos sólo en sí mismos y en dades de la comunidad como la remodela- los que les rodea. ción de la iglesia y el papel pasivo de los informantes ante estas acciones y por con-

126 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

Sin embargo, hemos podido identificar De acuerdo al análisis realizado se puede ejemplos de cómo a pesar de darse esta observar como este componente teórico regresión de lo macro a lo meso, los facto- resultó una aproximación pertinente al res individuales de una persona actúan explorar dos comunidades para encontrar como una fuerza que da sentido y lleva a espacios de inflexión con respecto a lo que vislumbrar una forma de ver a la justicia se entiende por justicia; por ejemplo, en más allá de lo inmediatamente observable esta investigación, la ausencia de un gran o accesible, actuando como un motivador otro o el papel del carácter en la construc- que trasciende las problemáticas de vio- ción de un ideal de justicia, lo cual puede lencia o pobreza que aquejan a los entre- ser importante dentro de un proceso de vistados; dicho sentido no tiende a ser uni- mediación entre dos partes y la construc- versal, pero tampoco se encuentra delimi- ción de acuerdos. De la misma manera, el tado a la comunidad, ya que como se ob- constructo nos permitió observar cómo servó, el papel del individuo es importante interactúan diferentes factores sociales y para trascender a nuevos esquemas y po- cogniciones para comprender lo que se sibilidades de lo que “podría” ser justo; es está entendiendo por justicia, cómo el am- decir, la justicia en última instancia se en- biente social próximo puede delimitar lo cuentra en constante negociación entre que estamos observando como justo o estas instancias. injusto, y la forma de relacionarnos con

estos espacios lo que puede llevarnos y Por último, este esfuerzo no es sino un motivarnos a una visión diferente e inno- botón de muestra de cómo ninguno de los vadora. factores considerados es por sí solo de- terminante en el sentido que se otorga a la El observar la justicia de esta manera resul- justicia en nuestras comunidades. Sin em- ta indispensable para poder acercarnos a bargo, para lograr la comprensión de un un entendimiento integral de cómo la justi- sentido niti y nyaya de justicia, se propone cia es en lugar de como debe de ser y con observar los distintos factores a nivel ma- ello, aspirar a alcanzar una democracia cro, meso y micro desde una sola perspec- razonada. tiva como lo plantea el concepto de adress frame.

127 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

Referencias Mikula, G. y Schlamberger, K. (1985). What people think about an unjust event: to-

Bartra, R. (1991). Oficio mexicano. México: ward a better understanding of the

Grijalbo. phenomenology of experiences or in-

justice. European Journal of Social Psy- Bing, M., Shanshi, L., y Donglai, L. (2014). chology, 15(1), pp. 37-49. The impact of organizational identifica-

tion on the relationship between proce- Okimoto, T. G., Wenzel, M., y Feather, N.

dural justice and employee work out- T. (2012). Retribution and Restoration as

comes. Social Behavior & Personality: An General Orientations Towards Jus-

International Journal, 42(3), pp. 437-444. tice. European Journal of Personali-

ty, 26(3), 255-275. Cropanzano, R. y Folger, R. (1989). Refer- http://psycnet.apa.org/psycinfo/2012- ent cognitions and task decision auton- 10328-010 omy: beyond equity theory. Journal of

Applied Psychology, 74(2), pp. 293-299. Sampson, E. (1980). Justice and social

character. En G. Mikula (Ed). Justice and Dubar, C. (2000). La crisis de las identida- social interaction. New York: Springer- des. Barcelona: Bellatera. Verlag.

Fromm, E. (1947). Man for himself. New Sampson, E. (1983). Justice and the critique York: Rinehart. of pure psychology. New York: Plenum.

Howitt, D. (2010). Introduction to qualita- Sen, A. (2010). La idea de la justicia. Méxi- tive methods in psychology. Essex: Pear- co: Taurus son.

Hudelson, P. M. (1994). Qualitative re-

search for health programmes. Ginebra: WHO.

128 Análisis temático del sentido de justicia: factores macro, meso y micro agosto 2014 – enero 2015

Tyler, T. y Smith, H. (1998). Social justice Walster, E., Walster G. W., y Berscheild E.

and social movements. En D. Gilbert, S. (1978). Equity: theory and research. Bos-

Fiske, y G. Lindzey (Eds.). The Handbook ton: Allyn and Bacon.

of social psychology. New York: Oxford

University Press.

129 Isaac Molina Pérez , Emily Ito Sugiyama agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII.

Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos:

estudio de caso21

Norma Vania Gabucio Aguilar22

Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México

Resumen

A partir de la psicología socio-histórica que busca comprender la internalización del mundo externo (objetividad) en el mundo interno (subjetividad) y considerando el contexto de las de- mandas del mercado de trabajo, se presenta el resultado de la exploración del proyecto de vida laboral de una estudiante del nivel medio superior tecnológico público, en el marco de una ciudad con tradición industrial en México, León, Guanajuato. El caso de Daniela ilustra la aplicación del método que consta de tres fases, determinadas por la teoría: detección de pre- indicadores, inferencia de indicadores e identificación del núcleo de significado. De los hallaz- gos obtenidos se concluye que el proyecto de vida laboral se asocia a los ámbitos profesional, familiar, laboral y se centra en la realización personal, lo que exige una mayor capacidad para tomar decisiones apropiadas con relación a lo que se quiere ser y hacer en la vida.

Palabras clave: expectativas laborales, egresados de bachillerato tecnológico, mercado de trabajo, psicología socio-histórica.

Abstract

From the Socio-historical Psychology, that seeks to understand the internalization of the external world (objectivity) on the inner world (subjectivity), in addition to considering the context of the de-

21 Este trabajo forma parte de una investigación doctoral más amplia, en la cual participaron diez estu- diantes del nivel escolar mencionado. Sin embargo, se ha decidido presentar sólo un caso para reali- zar un análisis más detallado. 22 Doctorante en Psicología, Programa de Maestría y Doctorado en Psicología. Universidad Nacional Au- tónoma de México. Correo-e: [email protected]

130 Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso agosto 2014 – enero 2015

mands of the labor market, this work explores the job expectations of one graduate student of a public technical high school in the Mexican industrial heartland of León, Guanajuato. The case study of Daniela illustrates the application of the proposed research method of the investigation, that it is divided in three phases, determined by the theory: detection of pre-indicators, inference of indica- tors and identification of core meaning. The findings focus on the job expectations associated with professional and family life areas, and personal fulfillment, and requires a greater ability to take appropriate decisions related to what one wants to be and make important life decisions.

Keywords: job expectations, graduate students of technical high schools, working conditions, socio- historical psychology.

Introducción En consecuencia, la educación requiere ajustar los contenidos y los procesos edu-

En el marco de la globalización, las oportu- cativos con el fin de preparar a los jóvenes nidades que deben incluirse como políticas para el trabajo bajo el esquema de la res- públicas para beneficiar el desarrollo de los ponsabilidad social, además de convenir jóvenes y que destacan como los más im- los recursos y las provisiones educativas, portantes tipos de capital humano son “el permitiendo la universalización en el acce- conocimiento proveniente de la educación so educativo, apostando por la profesiona- y de la fuerza laboral” (Blossfeld, Klijzing, lización de los educandos, y atendiendo las

Mills y Kurz, 2005; p. 9). De esta manera, no demandas del desarrollo humano y del es el tema completo de la educación lo que mundo productivo. Así, la estructura eco- ha acaparado la atención de los organis- nómica neoliberal orienta a la normaliza- mos internacionales, nacionales y locales, ción y estandarización de las competencias sino un aspecto muy focalizado de la mis- que se procuran a la fuerza de trabajo y a ma: la formación de recursos humanos, su validación y certificación con alcance sobre todo, de capital humano y su papel internacional, lo que podría afectar a la en la reorganización económica y la com- formación ofrecida. petitividad nacional e internacional (Mo- Bajo esta perspectiva, la formación tecno- reno, 2002). lógica prepara a los recursos humanos

necesarios en el rápido proceso de indus-

131 Norma Vania Gabucio Aguilar agosto 2014 – enero 2015

trialización y diversificación del aparato de origen, pues en función de los recursos productivo. Dentro de ésta, los alumnos con los que cuente la familia, será posible o son insertados en el mundo laboral porque no mantener a los miembros jóvenes que además de ofrecer los fundamentos del no trabajan. bachillerato general, también los capacita Si desean ingresar a la vida laboral, mo- para el dominio de una especialidad técni- mento crítico dentro de la vida de las per- ca que les permite contar con el título de sonas, se verán enfrentados con situacio- técnico en alguna especialidad posibilitán- nes novedosas, llenas de retos y que exi- doles su incorporación a la actividad pro- gen una mayor capacidad para tomar deci- ductiva, tanto en la industria y como en los siones apropiadas, con relación a lo que se servicios y que, además, permita a los quiere ser y hacer en la vida; es decir, se les egresados integrarse a la educación supe- exige poseer claridad sobre sí mismos, sus rior. intereses, sus capacidades, sus valores y,

De acuerdo a Vigotsky (1996), la vida mo- en general, sobre su proyecto de vida. Esta derna los coloca a los estudiantes adoles- situación da lugar a que los individuos sean centes en un proceso de preparación para convocados a ser responsables de su des- entrar en al sistema productivo y autono- tino, de su sobrevivencia y de su seguridad, mizarse respecto de sus familias de origen, a ser gestores individuales de sus trayecto- enfrentándose a una disyuntiva que les rias y proyectos profesionales, laborales y empuja, ya sea hacia la postergación de su personales. incursión al mundo del trabajo, con la po- El papel que juega el proyecto de vida labo- sibilidad de seguir estudiando sin la certeza ral en la propia cotidianidad y en la historia de que al finalizar la trayectoria educativa e identidad personales de los estudiantes podrán encontrar un empleo adecuado a de educación media superior tecnológica, sus capacidades y conocimientos, o, incor- parte de sus propios valores y de la con- porarse de manera temprana a la actividad cepción de su mundo (Domínguez e Ibarra, laboral, ante la imperiosa necesidad de 2008). Es así que en este proceso de cons- obtener recursos. La resolución de esta trucción de la propia concepción de la vida disyuntiva depende, en muy buena medi- laboral intervienen la identidad personal, da, del estrato socioeconómico del hogar

132 Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso agosto 2014 – enero 2015

los valores como componentes de la con- Psicología socio-histórica cepción del mundo y el proyecto de vida, que son formaciones de la personalidad Como propuesta teórica para el abordaje, cuyo desarrollo comienza desde edades se parte de la psicología socio-histórica, tempranas y se extiende a lo largo de la debido a la relevancia que adquiere el es- vida. tudio de la subjetividad, no como un cam- po abstracto e idealista, sino como una

En el marco de este artículo, se plantea base material vigorosa. La subjetividad y la configurar el sentido que tiene la empleabi- objetividad se construyen una a otra, con- lidad, en tanto responsabilidad individual y fundiéndose entre sí al internalizarse la al pensarse a sí mismo y a sus propias ca- objetividad mediante el lenguaje y permi- pacidades, con el fin de conocer el proyec- tiendo la construcción de sentidos perso- to de vida laboral en el estudiante de edu- nales que se constituyen la subjetividad. cación media superior tecnológica de la ciudad de León, Guanajuato. Esta ciudad Esta perspectiva disciplinar, creada por fue elegida como escenario por su posicio- Silvia Lane (Bock, Ferreira, Gonçalves y Fur- namiento como uno de los más importan- tado, 2007), propone, a partir de la relectu- tes centros económicos del estado de Gua- ra de la obra de Vigotsky, que se estudien najuato y de la región del Bajío, por su ubi- los fenómenos psicológicos como resulta- cación geografía en el centro del país. Ello do de un proceso de constitución social del ha alentado su tránsito hacia una econo- individuo en el que el plano intersubjetivo mía que implementa maquiladoras, y por de las relaciones es convertido en el proce- ende, busca especialistas técnicos como so de desarrollo en un plano subjetivo. En mano de obra calificada y con puestos la- esta psicología se representa la posibilidad borales de mandos medios para empresas de entender al sujeto y a la subjetividad que se establecen, sobre todo, en Silao, como producciones históricas, en la rela- municipio contiguo. ción dialéctica como una realidad objetiva. Por lo que el objeto de esta psicología es el

reflejo del mundo externo en el mundo interno, la interacción del hombre con la

realidad.

133 Norma Vania Gabucio Aguilar agosto 2014 – enero 2015

El fenómeno psicológico, como cualquier será capaz de hablar del fenómeno psico- otro fenómeno, no tiene fuerza motriz lógico, de vida, de las condiciones econó- propia y se sostiene con el mundo material micas, sociales y culturales en las cuales se y social que se desenvuelven como posibi- insertan los hombres. lidades humanas, sin dejar de considerar De esta manera, el mundo social y psicoló- que existe un cuerpo biológico que se insti- gico van a la par en su movimiento: el tuye como elemento básico de la relación y mundo psicológico es un mundo relacio- es en él que se procesará lo que se llama nado con el mundo social; conocer el fe- fenómeno psicológico. Entonces, esta nómeno psicológico significa conocer la perspectiva propone que no se vea al fe- expresión subjetiva de un mundo objetivo- nómeno psicológico superficialmente, co- colectivo; un fenómeno que se construye mo un registro mecánico de lo que se vive en un proceso de conversación de lo social o se experimenta. El hombre afectado por en individual, de construcción interna de el mundo, vive esa experiencia con todo su los elementos y actividades del mundo ser y con toda su diversidad y riqueza de externo. Resulta así que la actividad de las posibilidades. Por lo tanto, las dimensiones personas aisladas dependerá de su contex- de lo psicológico reflejarán una gran diver- to situacional en la sociedad, de sus condi- sidad mediante imágenes, palabras, emo- ciones inherentes y de factores ideológicos ciones y pensamientos. e individuales. Por eso, las ideas y conoci-

Hablar del fenómeno psicológico lleva in- mientos producidos por el hombre en de- eludiblemente a hablar de la sociedad, de terminado momento histórico que inclu- la subjetividad humana y de la objetividad yen creencias, valores y conocimientos de en que viven los hombres. La comprensión todo orden, reflejan la realidad de ese del “mundo interno” exige la comprensión momento histórico, o sea, el presupuesto del “mundo externo”, debido a que son dos es que “el origen de las ideas producidas aspectos de un mismo movimiento, de un socialmente se encuentra en la base mate- proceso en el cual el hombre actúa y cons- rial de la sociedad” (Gonçalves, 2011; p. 39). truye-modifica su propio mundo, a su vez, propicia los elementos para la constitución Para la psicología socio-histórica, el hom- psicológica del hombre. Así, la psicología bre es un ser activo, social e histórico y el

134 Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso agosto 2014 – enero 2015

fenómeno psicológico se desenvuelve a lo Entonces, la capacidad subjetiva del hom- largo del tiempo. Esta es la condición hu- bre de reorganizar intencionalmente su mana que le permite constituir “sus formas pasado, integrarse en él y activamente pro- de pensar, sentir y constituir su propia yectarse al futuro a través de su identidad conciencia23” (Aguiar, 2000; p. 100). Las actual, es generalizable a la subjetividad implicaciones del carácter histórico del social y característica a aquellas unidades movimiento social, en el hecho de que los sociales que devienen en sujetos de un humanos sean activos y vigorosos partici- momento historio concreto. pantes en su propia existencia, son que, en cada etapa del desarrollo, adquieren los Método significados a través de los cuales pueden Para ilustrar la aplicación del método en afectar su propio mundo. este trabajo se utilizó el estudio de caso

En este sentido, “la condición de sujeto (Baxter y Jack, 2008) de Daniela. El trabajo social expresa la capacidad de una unidad empírico se apoyó en una entrevista semi- de integración social de orientarse inten- estructurada, técnica de recolección de cionalmente hacia objetivos definidos por información considerada como idónea sus propios intereses, los que en una fase para la comprensión del objeto de estudio. madura de su desarrollo deben concretar- Lo que se pretendió fue que Daniela hiciera se en un proyecto” (González, 1993; p. 166). consciente el papel que juega la vida labo-

ral en su propia cotidianidad y en su histo-

ria personal, dado que las palabras 23 En el entendido de comprender la conciencia, vía procesos de internalización, se parte del desempeñan un papel central no sólo en el supuesto que esa actividad no es simplemen- te cognoscitiva ni intelectual, sino que posee desenvolvimiento del pensamiento, sino una dimensión emocional. La conciencia también en la evolución histórica de la con- constituye la forma como el individuo conoce el mundo, es un trabajo de interpretación de ciencia y de la subjetividad como un todo, e la vida, de nosotros mismos, de la relación con el mundo, mediante el pensar, el sentir y incluso es un espacio privilegiado de crea- el soñar. La emoción debe, por lo tanto, ser ción ideológica. El procedimiento de vista como un elemento constitutivo de la conciencia. Junto con el lenguaje y el pensa- análisis del material recolectado, se realizó miento, la emoción es una dimensión fun- damental de la conciencia (Aguiar, 2011; p. en varias etapas, de acuerdo con la meto- 104).

135 Norma Vania Gabucio Aguilar agosto 2014 – enero 2015

dología propuesta por la teoría, en donde visión del mundo laboral y obtener un ma- destacan tres: los pre-indicadores, los indi- yor bagaje cultura, pese a que implique cadores y los núcleos de significado cambiar su residencia actual hacia la Ciu-

(Aguiar, 2011; Aguiar y Ozella, 2006). dad de México, e independientemente de

sus planes personales, al posponer la ma-

Resultados ternidad. La definición de su proyecto edu-

cativo a mediano plazo consiste en obtener En un primero momento se efectúa la des- mayor experiencia profesional y laboral. cripción de Daniela mediante una viñeta24, tomando en cuenta los datos que propor- 1) Contexto socio-histórico en el cual se desenvuelven la entrevistada; las cionó durante la entrevista sobre sus tra- motivaciones profesionales, familiares y yectorias familiar, escolar y laboral. Poste- laborales riormente, se presentan los resultados Los servicios de alojamiento temporal y de obtenidos para los tres indicadores que se preparación de alimentos y bebidas repre- obtuvieron como categorías de análisis. sentan la quinta fuente de ingresos de la

Descripción del caso ciudad de León. Usualmente se trata del turismo de negocios vinculado a la realiza-

Daniela es la primogénita de tres herma- ción de exposiciones, congresos y conven- nos; cuenta tanto con el apoyo moral como ciones, sobre todo en el ramo de la indus- el económico por parte de los padres. La tria del cuero-calzado, lo que ha llevado a estructura escolar la encaminó al estudio esta ciudad a ser la quinta a nivel nacional del turismo y no a gastronomía, como ella en la organización de este tipo de eventos, hubiera deseado, por no existir en su ciu- de aquí que exista una gran oferta acadé- dad una carrera técnica en esta área. Debi- mica ligada con este aspecto económico. do a esto, continuará con estudios en hote- lería y de esta manera “luchará” por el ca- Daniela está convencida respecto a la bue- mino profesional que desea al ampliar su na decisión que representa haberse espe- cializado en el área de turismo y haberse

formado en un bachillerato tecnológico, en

el cual se oferta una carrera técnica cerca- 24 Una primera pincelada de su propia biografía en sus propios términos.

136 Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso agosto 2014 – enero 2015

na a sus intereses profesionales, gastro- ya que se ha desempeñado como buena nomía. Ella fue influida por la preparación estudiante, pero si las circunstancias académica que recibieron tanto su padre apremiaran, ella está dispuesta a estudiar y como sus tíos paternos, los cuales estudia- trabajar al mismo tiempo dentro de su ron en el Instituto Politécnico Nacional. No especialidad para costear los gastos de su obstante, ingresar forma parte de uno de educación. sus deseos por cuestiones económicas, ya 2) Evaluación por parte de la estudiante del que al ser la hermana mayor de un total de desarrollo de sus competencias en la tres hermanos, sabe que los padres no conformación de sus aspiraciones podían pagar sus estudios en una institu- profesionales, familiares, escolares y económicas, apropiándose del entorno y ción particular, aun cuando ambos padres de la vida productiva trabajan. Ingresar a un bachillerato tecnológico pú- Por los comentarios y las buenas referen- blico le permitió tener una mayor apertura cias que ha recibido por parte de sus fami- hacia un lenguaje técnico y el acercamiento liares y del medio académico en el cual se a un área de conocimiento que le permite desenvuelve, ha decidido continuar con su conjuntar su preparación académica con el formación universitaria en la misma casa mundo laboral ofertado. Esto también con- de estudios que su papá, independiente- tribuye al desarrollo de sus competencias mente de que ello represente vivir en la para hacer frente a los retos laborales, Ciudad de México, lejos de su familia. Esta como el obtener una mayor seguridad en sí ciudad ofrece, desde su perspectiva, mejo- misma. Parte de sus motivaciones labora- res oportunidades de desarrollo profesio- les se conjugan con su preparación acadé- nal. mica y con su experiencia laboral, al brin-

darle responsabilidades y al sentirse com- Los padres contribuirán con el apoyo eco- prometida en sus quehaceres vinculados nómico y moral para realizar su carrera con la atención al cliente. De esta manera, profesional, lo que permitirá a Daniela po- lo aprendido en la universidad reforzará lo sicionarse en un puesto laboral más alto aprendido en el bachillerato, además de que en el que se ha desempeñado hasta el obtener nuevos conocimientos que le per- momento. No le “quieren truncar su sueño”

137 Norma Vania Gabucio Aguilar agosto 2014 – enero 2015

mitierán desempeñarse en el mundo labo- campo profesional son adquirir y desarro- ral. llar habilidades técnicas con respecto a las

demandas de los clientes, a las responsabi- En este respecto, pretende lograr cierta lidades que implica trabajo, además de solidez en el mundo laboral al contar con conocimientos en lenguas extranjeras, así un título en una especialidad técnica y por como tener una buena presentación, tanto la experiencia profesional adquirida dentro en su arreglo personal como la constitu- del campo real de trabajo, y obteniendo un ción física. mayor bagaje cultural con el fin de lograr una visión más amplia del mundo. Incluso, Por el momento solo continuará con sus su experiencia laboral le he llevado a refle- estudios, pero se cree con las suficientes xionar acerca de sus intereses profesiona- habilidades laborales para emprender ta- les: el servicio a clientes y el trato con las reas básicas en un hotel; pero, sobre todo, personas, los cuales le han conducido a se siente con seguridad para enfrentar las mejorar su desarrollo profesional. problemáticas surgidas en las relaciones

interpersonales entre los compañeros del 3) Orientación personal o visión de sí misma trabajo y el estrés que representa atender a futuro hacia la propia vida laboral, familiar y económica, tomando en cuenta a los clientes. Esta situación la pone en las cualificaciones profesionales, ventaja competitiva frente a sus pares en intereses, objetivos y proyectos cuanto a la obtención y conservación de un

Daniela ha adquirido preparación profe- puesto de trabajo. sional y laboral tanto en bachillerato tecno- El área laboral en la cual podría incursio- lógico público como en el campo de traba- nar, le permitirá obtener ganancias mone- jo, mediante la realización de sus prácticas tarias, lo que representa para ella su inde- profesionales. A partir de aquí, ha tomado pendencia económica, realizando una acti- la decisión de especializarse en hotelería, vidad placentera y de su total agrado. ya que ha comprobado que es un área en Además, posee la claridad de visión de la cual se ha desarrollado con mucha soltu- largo plazo con respecto a ciertas activida- ra y ha podido comprobar que al asumir des extra dentro de su formación, como los objetivos que requiere esta carrera pro- realizar estadías en otros países, y conoce fesional, las exigencias laborales en su

138 Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso agosto 2014 – enero 2015

sus potencialidades, sus deseos y sus obje- dades de autoafirmación desencadenadas tivos, guiada por la competitividad y la me- en esta etapa de la vida y que dan paso a jor capacitación teórica y práctica. una fuerte necesidad de autodetermina-

ción (Domínguez e Ibarra, 2008; p. 165). En cuanto a sus planes personales, no in- cluyen por el momento formar una familia En este sentido, la entrevistada participa de y tener hijos no por no sentirse preparada un contexto social muy específico, con emocional ni económicamente, sino por condiciones económicas, educativas y fami- estar enfocada en sus estudios. Por otra liares particulares, y en una ciudad con una parte, desea poder viajar en un futuro. vida productiva cuyo contexto económico

busca capacitar mano de obra en el sector

Conclusiones terciario, el cual se ha incrementado debi-

do a la actividad industrial histórica de la En la propuesta de la psicología socio- ciudad en el ramo del cuero-calzado y el histórica, el punto central en la edad de desarrollo de la industria automotriz en transición, la adolescencia, es que “el hom- últimos años. Por ende, la entrevistada ha bre tome conciencia de sí mismo como de internalizado su propio entorno socio- una determinada unidad” (Vigotsky, 1996; histórico, el que conforma su entorno vital p. 231), o en otras palabras, que posea desde su más temprana edad. Esta interna- autoconciencia en su dominio, incorporan- lización implica la conversación de algún do gradualmente los factores externos y elemento de la realidad social en algo que, trasladando la atención a la vida interna. casi permaneciendo “cuasi social”, se trans- Así, Daniela da sentido a su propia vida forma en un elemento constitutivo del su- buscando la independencia y la autonomía, jeto (Aguiar, 2011; p. 103), desarrollarse trazando su proyecto profesional desde los profesionalmente para acceder al ámbito aprendizajes adquiridos en un bachillerato laboral. tecnológico, cuyo fin es lograr una inser- ción laboral más definida y, especializán- Por ello, en este entorno es necesario con- dose en una carrera afín a las demandas tar con personal capacitado para ocupar del mercado laboral del entorno. Lo ante- puestos de mandos medios donde un tra- rior constituye el resultado de las necesi- bajador, con nivel de estudios de bachille-

139 Norma Vania Gabucio Aguilar agosto 2014 – enero 2015

rato técnico, se posicione y participe en la valor y el dominio viene del conocimiento” productividad en su ámbito laboral. Como (Gonçalves, 2011; p. 68). observamos, esto es posible debido a que Como podemos observar, todas estas con- el esquema de organización escolar pública diciones socio-históricas inciden en la toma de León facilita la relación entre capacita- de decisiones respecto a su preparación ción educativa y capacitación laboral 25 , como estudiante: ser mano de obra con permitiendo orientar el camino profesional mayor calificación y lograr estudios por tomado por gran parte de los jóvenes que encima de los alcanzados por los propios deciden proseguir con sus estudios de nivel padres al realizar estudios de licenciatura y medio superior. Por lo que resulta una de especialización. Aquí permea la idea que alternativa para formarse en conocimien- Daniela posee con respecto al prestigio de tos, habilidades y competencias, contribu- la gente con mejor educación, quienes sue- yendo a mejorar la propia situación eco- len gozar de mejores ingresos, un beneficio nómica y social. que también se ve reflejado en un mayor

En el caso de Daniela, ella se encuentra crecimiento económico. preparada para laborar en un hotel, mien- En suma, Daniela es un ejemplo de una tras que su historia familiar la incita en estudiante que se forma como recurso proseguir con la especialización profesional humano, en su papel dentro de la organi- y la capacitación laboral, circunstancias que zación económica y la competitividad labo- se van hilando con las decisiones tomadas ral, dentro de la educación técnica de nivel por la entrevistada en el camino que debe medio superior, en uno de los canales ter- seguir en su preparación profesional y la minales diferenciados, organizativos y cu- obtención de un empleo en una ciudad rriculares del sistema educativo. Para ella, vinculada a la industria, como León, ya que los beneficios económicos del capital hu- “el trabajo implica un símbolo de poseer mano, como mayores ingresos, tienen que

compararse, en primer lugar, con el costo

de adquirir ese capital, incluyendo los in-

gresos que su familia ha invertido en su 25 En esta ciudad existen diez instituciones, de las cuales ocho son de educación media su- formación y dejado de percibir en este pe- perior tecnológica.

140 Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso agosto 2014 – enero 2015

riodo, así como el precio de la educación estrategias que asume para enfrentar las misma. En este sentido, ella ha incremen- dificultades o potenciar las posibilidades tado la calidad del capital humano, el cual del entorno en logro de sus objetivos, me- está estrechamente relacionado con el tas y deseos” (Domínguez e Ibarra, 2008; p. sector productivo (PND, 2013; p. 129). 33). En otras palabras, su vida interior y

emocional la orientan hacia horizontes Por consiguiente, el proyecto de vida labo- claros y al cumplimiento de sus trayecto- ral de Daniela, -objetivo de este trabajo-, se rias sociales y laborales de la mejor manera vincula con un alto valor de empleabilidad, posible, buscando oportunidades propias. debido a que no sólo ha obtenido conoci- Una de ellas se vincula con la de proseguir miento en su área de especialidad median- su especialización profesional en otra ciu- te la inversión realizada en sus estudios, dad, que conlleva la determinación de pos- sino que además, al participar en las prác- poner la maternidad y la vida en pareja ticas profesionales, ha logrado tener com- para alcanzar su proyecto laboral. petencias laborales, sociales y psicológicas vinculadas al mundo del trabajo. De esta Por ende, los componentes que se asocian manera, Daniela, quien tiene como refe- con el desempeño profesional y del trabajo rencia la aprehensión de su realidad de Daniela aún se vinculan con lo familiar y

(Aguiar y Ozella, 2006), desea ser producti- cultural, por un lado, y, por el otro, con las va y empleable para acceder a un trabajo y demandas y exigencias del mundo del tra- llevarlo a cabo con altos estándares de bajo. Lo anterior implica que las compe- calidad. tencias profesionales, laborales, relaciona-

les y personales que haya podido desarro- Su interés es proyectar su vida laboral ha- llar facilitarán su posibilidad de integrarse cia el logro de cierta independencia eco- al empleo y, sobre todo, de afrontar con nómica y autonomía con respecto a su éxito los cambios en el mercado, los impac- relación familiar, al especializarse en su tos que en su trabajo conllevan las nuevas campo profesional y lograr estar capacita- tecnologías y las nuevas formas de organi- da para obtener un empleo. Ya que, “el zación de las empresas. carácter activo del sujeto, en la proyección de su futuro, se evidencia en las diversas

141 Norma Vania Gabucio Aguilar agosto 2014 – enero 2015

Referencias

Aguiar, W. (2000, julho). Reflexões a partir Bock, A., Ferreira, M., Gonçalves, M. y Fur-

de psicologia sócio-histórica sobre a ca- tado, O. (2007). Sílvia Lane e o projeto

tegoria: consciência. Brasil, Cadernos de do “Compromisso social da psicologia”.

Pesquisa, 110, pp. 125-142. Psicologia & Sociedade, 19, edição espe- cial 2, pp. 46-56. Aguiar, W. (2011). A pesquisa em psicolo-

gia sócio-histótica: contribuições para o Domínguez, L. e Ibarra, L. (2008). Juventud

debate metodológico. En A. Bock, M. y proyectos de vida. Alternativas en Psi-

Gonçalves, y O. Furtado. Psicologia sócio- cología, Universidad de la Habana, Cu-

histórica: uma perspectiva crítica em psi- ba, 13(18), pp. 28-34.

cologia. São Paulo: Cortez. Gonçalves, M. (2011). A psicologia como

Aguiar, W. y Ozella, S. (2006). Núcleos de ciência do sujeito e da subjetividades: a

significação como instrumento para a historicidades como noção básica. En A.

apreensão da constituição dos sentidos. Bock, M. Gonçalves y O. Furtado. Psico-

São Paulo, Brasil, Psicologia Ciência e logia sócio-histórica: uma perspectiva crí-

Profissão, 26(2), pp. 222-245. tica em psicologia. São Paulo: Cortez.

Baxter, P. y Jack, S. (2008, december). González, F. (1993). Psicología social, teo-

Qualitative case study methodology: ría marxista y el aporte de Vigotsky. Re-

study design and implementation for vista Cubana de Psicología, 10(2-3), pp.

novice researchers. The Qualitative Re- 164-169.

port, 13(4), pp. 544-559. Moreno, P. (2002). Escenarios para la

Blossfeld, H., Klijzing, E., Mills, M., y Kurz, educación en el contexto de la globali-

K. (Eds.). (2005). Globalization, unicertain- zación y la postmodernidad. Puebla,

ty and youth in society. Oxon, Great Brit- México: Revista de la Facultad de Econo-

ain: Routledge Taylor and Francis Group mía, BUAP.

/ GLOBALIFE. Life Courses in the Global-

ization Process.

142 Proyecto de vida laboral de bachilleres tecnológicos: estudio de caso agosto 2014 – enero 2015

PND (2013). Plan Nacional de Desarrollo Vigotsky, L. S. (1996). Obras escogidas IV.

2013-2018. México: Gobierno de la Re- Psicología infantil. Incluye paidología del pública. www.pnd.gob.mx adolescente y problemas de la psicología infantil. Madrid, España: Visor Dis, S. A.

143 Norma Vania Gabucio Aguilar agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII. Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

El papel del psicólogo en el ámbito educativo

Norma L. Cabrera Fermoso26, Herminia Mendoza

Mendoza27, Roberto Arzate Robledo28 y

Rubén González Vera29

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Universidad Nacional Autónoma de México

Resumen

El presente artículo señala que el psicólogo educativo se ha enfocado en desarrollar una colec- tividad de conocimientos que permiten optimizar la enseñanza, así como una serie de pro- puestas que ayudarían a mejorar sustancialmente la educación, particularmente en México. Desafortunadamente, dichas contribuciones no han sido aprovechadas por diversas razones, entre las que se encuentran las políticas educativas, las limitaciones profesionales que se han impuesto al psicólogo educativo, y la falta de investigaciones dirigidas y ubicadas en el contex- to educativo mexicano.

El planteamiento central de este trabajo es que el psicólogo educativo tiene, potencialmente, la posibilidad de enriquecer al Sistema Educativo Nacional siempre y cuando enfoque sus es- fuerzos a investigar de manera metódica los aciertos y problemas del sistema en sus diferen- tes aspectos, apoyándose en diversas escuelas teóricas psicológicas. Por tanto, se requiere que su función profesional no se límite a ciertos aspectos asignados, requiriendo una nueva

26 Profesora de la carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Correo-e: [email protected] 27 Profesora de la carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Correo-e: [email protected] 28 Profesor de la carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Correo-e: [email protected] 29 Profesor de la carrera de Psicología de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, UNAM. Correo-e: [email protected]

144 El papel del psicólogo en el ámbito educativo agosto 2014 – enero 2015

orientación del trabajo psicológico hacia un sistema preventivo y hacia la programación de la práctica didáctica y el currículum general.

La investigación es el producto de las reflexiones y discusión generadas sobre el papel del psi- cólogo en México y su importancia en el contexto educativo mexicano. El objetivo fue realizar una revisión del papel del psicólogo educativo en el sistema nacional y la importancia de su inserción en él.

Palabras clave: psicología, educación, investigación educativa.

Abstract

This letter stated that the educational psychologist has focused on developing a community of knowledge that optimizes teaching as well as a series of proposals that would help substantially improve education in Mexico. Unfortunately, these contributions have not been exploited for various reasons, among which the official educational policies are, professional limitations that have been imposed on the educational psychologist, and the lack of research conducted and located in the Mexican educational context. The central idea is that the educational psychologist potentially has the ability to enrich the national education system provided that focus their efforts to methodically investigate the successes and problems of the system in different ways, based on different theoreti- cal schools psychological. Therefore, it is required that their professional role not limit or end certain aspects assigned, requiring a new orientation towards a psychological work toward scheduling pre- ventive and teaching practice and the general curriculum. This investigation is the product of discus- sions and generated discussion on the role of psychologists in Mexico and its importance in the Mex- ican educational context. The objective sought was to review the role of the educational psychologist in the national system and the importance of their inclusion in the scheme.

Keywords: psychology, education, educational research.

Introducción maestros enseñan y cómo los alumnos aprenden en el contexto de un currículum

Hernández (2008) menciona que en la ac- particular, en el entorno específico donde tualidad, el papel del psicólogo es muy se pretende llevar a cabo la formación o la amplio y su objetivo en la educación es su capacitación. Éstos son un elemento clave comprensión y mejoramiento. Así, los psi- para el funcionamiento adecuado de los cólogos educativos estudian lo que los espacios académicos, ayudando no sólo a

Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia Mendoza Mendoza, 145 Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera agosto 2014 – enero 2015

los alumnos, sino a todo el personal que ción es un instrumento fundamental para ahí labora; por consiguiente, es un especia- comprender el proceso educativo. Esta lista que posee los conocimientos teóricos disciplina se enfoca en el estudio psicológi- y prácticos para tratar de resolver proble- co de los problemas cotidianos de la edu- mas en cualquier aspecto de la educación, cación, a partir de los cuales se derivan tanto en profesores como en alumnos al principios, modelos, teorías, procedimien- contar con los conocimientos suficientes tos de enseñanza y métodos, prácticas de para comprender el desarrollo cognitivo, planeación, instrucción y evaluación; asi- moral, social, y psicológico de las diferentes mismo, desarrolla métodos de investiga- etapas por las que pasa el alumno. ción, análisis estadísticos y procedimientos

de medición y evaluación para estudiar los Así mismo, conoce y debe manejar algunos procesos que desarrollan los estudiantes modelos de aprendizaje, tipos de habilida- en su transcurso formativo, ya sea en el des de enseñanza, técnicas de motivación, nivel escolarizado o en el no formal. estrategias pedagógicas para el manejo del salón de clases, principios y técnicas de El planteamiento de este autor es que los modificación de la conducta, así como mé- psicólogos educativos utilizan los conoci- todos de evaluación (Hernández, 2008). Por mientos y métodos de la psicología general tanto, los psicólogos educativos pueden y otras disciplinas relacionadas para estu- ayudan a diseñar programas educativos, diar el aprendizaje y la enseñanza en diver- fortalecer las herramientas de aprendizaje sas situaciones. Refiere que estos profe- de los alumnos, participar en el diseño de sionales conducen investigaciones para planes y programas de estudio, en la for- probar respuestas posibles, donde, tanto mación docente, y en la calidad educativa, los estudios descriptivos como la investiga- entre otras actividades. ción experimental que realiza, pueden

proporcionar información valiosa para los De acuerdo a Hernández (2008), el objetivo profesores. La experimentación permite ir principal de la psicología educativa es en- más allá de los pronósticos, las correlacio- tender la enseñanza, el aprendizaje y cómo nes advertir eventos que es probable que mejorar la educación; por tanto, la investi- ocurran en el aula o indicar relaciones de gación que se realice dentro de la instruc-

146 El papel del psicólogo en el ámbito educativo agosto 2014 – enero 2015

causa y efecto, ayudando a implementar empleo de las herramientas teórico- cambios útiles en estos fenómenos. metodológico de la psicología para abordar

los problemas educativos con la finalidad No obstante, algunos maestros descono- de comprender y mejorar los procesos cen el papel que desempeña el psicólogo educacionales en un sentido amplio y no educativo, remitiéndolo sólo al conocimien- cerrarlo solamente a los escolares (Guz- to psicológico aplicado a las actividades mán, 2005). dentro del salón de clases; otros más, creen que implica la aplicación de métodos Sin embargo, aun cuando el psicólogo tiene de psicología en el aula y la vida escolar. mucho que ofrecer en el campo educativo,

Esta problemática es, por un lado, parte de su función se ve limitada por el descono- una dificultad político gubernamental ba- cimiento de lo que realiza. En la educación sada en un sistema burocrático complejo básica sólo sigue realizando actividades que impide que la práctica didáctica se para la corrección de problemas académi- enriquezca de las investigaciones genera- cos o psicológicos de casos individuales, o das en las propias escuelas, encontrando bien, para impartir pláticas a los padres, un divorcio claro entre el sistema educativo aun cuando tiene las herramientas necesa- formal y la investigación educativa. Y, por rias para realizar diversas tareas, dejando otro parte, de las limitaciones de los enfo- de lado esa riqueza de contenidos, estrate- ques teóricos y metodológicos de las pro- gias, planeaciones y diseños que puede pias investigaciones realizadas, que al no ofrecer a los alumnos y maestros (Guzmán, contar con los recursos necesarios obtie- 2005 y Flores-Crespo, 2008). nen datos reducidos o limitados (Hernán- Uno de los espacios de trabajo del psicólo- dez, 2008). go como auxiliar y ayuda a la población de

Sobre el papel del psicólogo en la edu- educación básica, que junto con padres, maestros y supervisores, intentan mejorar cación el desempeño de los alumnos en las escue-

La función del psicólogo educativo abarca la es en las Unidades de Servicios de Apoyo no solamente a un individuo, sino a grupos a la Educación Regular (USAER), instancia enteros en formación. Tiene que ver con el pedagógica que brinda apoyos teóricos,

Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia Mendoza Mendoza, 147 Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera agosto 2014 – enero 2015

técnicos y metodológicos para atender a sidad de enfoques teóricos. No obstante, los alumnos con necesidades educativas Hernández (2008) en su artículo Los campos especiales -con o sin discapacidad- en el de acción del psicólogo, señala que la inte-

ámbito de la escuela regular; estas unida- gración de diversas corrientes permea su des ofrecen, además, orientación a padres práctica y abre grandes visiones de trabajo de familia y asesoría a maestros de grupo educativo. Así mismo, considera, que la regular desde un sentido colaborativo, con integración de otros enfoques al área edu- el fin de hacer un esfuerzo conjunto en cativa, como los paradigmas humanistas, bien de los educandos (USAER No. 1, s/f). cognitivos, psicogenéticos y socioculturales,

han contribuido al desarrollo de la psicolo- Sin embargo, el poco apoyo que se le brin- gía educativa. da a este servicio por el propio gobierno, ha provocado que la inserción del psicólo- Algunas conclusiones de los investiga- go se vea menospreciada y desvalorada, dores sobre el sistema remitiéndolo, en el mejor de los casos, a la impartición de pláticas de orientación a los Flores-Crespo (2008) señala la importancia padres, omitiendo la parte de intervención de impulsar la vinculación entre la investi- con los alumnos. Estas políticas, que en gación educativa y las políticas que rigen a otros momentos beneficiaron a los psicó- la educación en nuestro país. Menciona logos, en la actualidad son obstáculos para que el problema de la desvinculación no es su crecimiento y formación. Inclusive, obs- nuevo, pero que con la creación del Conse- taculizan las investigaciones que se puedan jo de Especialistas para la Educación (COE- realizar entre el sistema educativo y la polí- DE), en 2005, y del Consejo Consultivo de tica, tal y como lo menciona Flores-Crespo Educación Básica (COCEBA) en marzo 2007,

(2008), remarcando la importancia de un se hace más evidente esa necesidad. A meta-análisis de estas dos áreas de desa- partir de la creación de estas dos institu- rrollo. ciones, la inserción del psicólogo mexicano

en la investigación tuvo que haberse hecho Otro obstáculo que enfrenta la psicología necesaria, sin embargo, esto no fue así educativa se relaciona con los problemas debido al escaso apoyo que se le brinda internos de la disciplina, debido a la diver- para su trabajo educativo.

148 El papel del psicólogo en el ámbito educativo agosto 2014 – enero 2015

Inclusive, dentro de los lineamientos de El acreditan el ciclo escolar; por último, men-

Modelo de Gestión Educativa Estratégica (SEP, cionan que en las escuelas rurales las habi-

2001) se establece la necesidad de realizar lidades en resolución de problemas es me- investigación educativa básica para rein- nor por lo que se encuentran menos pre- corporar los datos obtenidos para el mejo- parados que los alumnos de escuelas ubi- ramiento de la enseñanza y obtener el mí- cadas en zonas urbanas. nimo de deserción escolar a nivel primaria Otra investigación realizada sobre los pro- ya que en la actualidad los estudios reali- blemas de la educación en México fue la zados siguen demostrando que existe un realizada por Guevara y Macotela (2002), rezago entre la enseñanza que se imparte quienes observaron con qué habilidades entre la zona rural y la zona urbana, obser- lingüísticas y pre-académicas ingresan los vando que las zonas rurales son provistas niños a primer grado de primaria, estu- de menos ofertas educativas lo que reper- diando una población de clase sociocultu- cuten en diversos procesos psicológicos ral baja. Se trabajó una muestra de 100 tales como las resolución de problemas, a alumnos, donde 50 tenían antecedentes de diferencia de las zonas urbanas. preescolar y 50 habían ingresado sin pre-

Al respecto, Díaz y Bermejo (2006) llevaron rrequisitos escolares. Su segundo objetivo a cabo una investigación con una muestra fue comparar a las sub-muestras de alum- de 96 niños urbanos y rurales que cursa- nos. En este estudio se encontró que el ban de primero a cuarto grado, enfocándo- contexto social donde se desarrollan tiene se en la solución de problemas matemáti- un papel importante para definir el nivel de cos, encontrando que los niños urbanos habilidades con que ingresan a primaria. tienen un mejor desempeño que los rura- Encuentran que dicho nivel puede estar les. Los autores concluyen que el contexto cercanamente relacionado con un riesgo tiene una gran influencia en la manera en de fracaso escolar, al menos durante el la que los alumnos van abstrayendo, y que primer grado de primaria. Sin embargo, las esta desigualdad se encuentra en función autoras no encontraron diferencias entre de una construcción inadecuada de cono- aquellos que ingresaron con y sin preesco- cimientos que van desarrollando desde lar, y mencionan que estos hallazgos llevan pequeños y que despliegan conforme a reflexionar sobre los modelos de ense-

Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia Mendoza Mendoza, 149 Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera agosto 2014 – enero 2015

ñanza que se están implementando en la ochenta y noventa, donde la idea de educación preescolar, los programas ope- aprendizaje se torna hacia una construc- rados y la pertinencia de los objetivos y las ción de conocimiento que se forma cuando estrategias pedagógicas. el alumno participa activamente, junto con

el maestro, en esta construcción. Plantea Como se puede observar, los principales programar que los niños tengan experien- hallazgos que se han podido encontrar en cias directas y discusiones de grupo sobre estas investigaciones, hacen referencia al temas que les permitan obtener significa- contexto donde se desarrollan los alum- dos y construir su conocimiento. Esto se nos, al sistema gubernamental y la forma realiza cuando en la rutina diaria existe una educacional que están realizando sobre correspondencia entre lo que el currículum modelos de competencia, trayendo como plantea teóricamente y la práctica cotidiana consecuencia confusión en la instrucción y en el salón de clases. repercutiendo en el aprendizaje de los alumnos. Sin embargo, no basta que el alumno cons-

truya su conocimiento a través de sus ex-

Paradigmas y aportaciones de la psico- periencias, sino es también necesario que logía a la educación (el aprendizaje ac- ese conocimiento tenga significado para él tivo) y poder emplearlo en su vida diaria. Díaz- Barriga y Hernández Rojas (2005) mencio-

Núñez, Solano, González-Pineda y Rosario nan que una alternativa en esta forma de

(2006) mencionan que, en la actualidad, en aprendizaje es el modelo de aprendizaje el proceso de enseñanza-aprendizaje es significativo, en donde el alumno además importante que los alumnos sean sus pro- de construir sus propio conocimiento a pios promotores de enseñanza, que con partir de sus experiencias, puede encontrar ayuda de los profesores logren un aprendi- una forma de aplicación a ese conocimien- zaje significativo de los contenidos apren- to adquirido, en su vida cotidiana en donde didos. Para ello, se ha retomado el modelo el profesor sirve como guía, ya que enseñar de aprendizaje activo para mejorar el no sólo es proporcionar información, sino desempeño escolar en alumnos con bajo ayudar a aprender y para ello, debe tener rendimiento, el cual surge entre los años conocimiento de quiénes son sus alumnos,

150 El papel del psicólogo en el ámbito educativo agosto 2014 – enero 2015

cuáles son sus ideas previas, qué son capa- con el desarrollo del aprendizaje, con la ces de aprender en un momento determi- finalidad de ir mejorando el plan de estu- nado, su estilo de aprendizaje, los motivos dios para que el aprendizaje se desarrolle intrínsecos y extrínsecos que los animan o en las mejores condiciones, ya que gene- desalientan, sus hábitos de trabajo, sus ralmente los contenidos elaborados están valores y actitudes hacia las clases, entre planteados para los profesores; por ejem- otros. plo, si por alguna razón el maestro llega a

faltar, el aprendizaje se minimiza, cosa con- Bajo esa guía, el alumno aprende a apren- traria ocurre si el que falta es el alumno der, a respetar, reflexionar y analizar críti- (Díaz, Riesco y Martínez, 2011). Dentro de camente sus propias ideas y creencias las propuestas pedagógicas que se apoyan acerca de la enseñanza y el aprendizaje, y en la enseñanza y el aprendizaje que fo- está dispuesto al cambio; el aprendizaje se mentan el aprendizaje activo, la responsa- vuelve significativo, teniendo sentido y bilidad del trabajo y sobre los contenidos, siendo funcional para él mismo. El alumno se deposita no sólo en el maestro, sino de establece autonomía y autodirección y para una forma importante en los alumnos a logarlo, el profesor debe apoyarlo en un quienes gradualmente se les plantea la proceso gradual de transferencia de la res- necesidad de asumir el control y la respon- ponsabilidad y del control del aprendizaje. sabilidad de su propio aprendizaje.

Este modelo implica que se tiene que reali- Evaluación basada en el currículum zar un diseño del aprendizaje, en el que participen alumnos, maestros y psicólogos Otra forma de ubicar soluciones se en- en tareas como la clasificación de los mate- cuentra en la denominada Evaluación ba- riales, la elección de un trabajo de almace- sada en el currículum, que es otra estrate- namiento, la delimitación de áreas, tiem- gia que utiliza el psicólogo educativo para pos de trabajo y planeación, entre otros; de diseñar, aplicar y evaluar. González y Ca- esta manera cada niño es apoyado para brera (2010) mencionan que un modelo de desarrollar su iniciativa y organizar sus enseñanza es un plan estructurado que experiencias. También proyecta la necesi- puede usarse para formar un diseño curri- dad de evaluar el currículum escolar, junto cular, diseñar materiales de enseñanza y

Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia Mendoza Mendoza, 151 Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera agosto 2014 – enero 2015

orientar la enseñanza en las aulas. Sin em- de conocimiento y habilidades que haya bargo, no existe un modelo único para adquirido cada persona (SEP, 2001). hacer frente a todos los tipos y estilos de El modelo de aprendizaje significativo, ha aprendizaje. Enseñar, desde una perspecti- sido parcialmente retomado en esta pro- va muy general, significa comunicar algún puesta con la finalidad de obtener mejores conocimiento, habilidad o experiencia a resultado en el aprendizaje del alumno, tal alguien con el fin de que lo aprenda, em- y como lo menciona Tobón (2006) en el pleando para ello un conjunto de métodos proyecto Masesup, se retoman “aspectos y técnicas. básico de la formación basada en compe-

El modelo que se está implementado en tencias”.

México, está basado en un enfoque para la “Las competencias son un enfoque educación más que en un modelo pedagó- para la educación y no un modelo gico, con el fin de disminuir el fracaso esco- pedagógico, pues no pretenden ser lar. El proyecto educativo en el país, así una representación ideal de todo el como el de actualización del sistema edu- proceso educativo, determinando cativo y la calidad de la educación, están cómo debe ser el proceso instructivo, estrechamente relacionados entre sí, pues- el proceso desarrollador, la concep- to que fundamentalmente están centrados ción curricular, la concepción didácti- en la “competitividad”, buscando asegurar, ca y el tipo de estrategias didácticas a entre otras cosas, que el mismo modelo implementar. Al contrario, las compe- sea parte de una política de Estado. Ade- tencias son un enfoque porque sólo más, se propone reemplazar el sistema se focalizan en unos aspectos especí- actual que se basa en grados escolares, por ficos de la docencia, del aprendizaje y un “sistema de niveles educativos de la evaluación, como son: 1) la inte- por competencias” que funcionaría gración de los conocimientos, los pro- con base en créditos escolares, los cesos cognoscitivos, las destrezas, las cuales, en lugar de reflejar los cursos apro- habilidades, los valores y las actitudes bados, representarían los grados o niveles en el desempeño ante actividades y

problemas; 2) la construcción de los

152 El papel del psicólogo en el ámbito educativo agosto 2014 – enero 2015

programas de formación acorde con en el modelo de aprendizaje y el aumento

los requerimientos disciplinares, in- en el uso de la tecnología.

vestigativos, profesionales, sociales, En este contexto, el psicólogo educativo ambientales y laborales del contexto; tiene una función importante en la opera- y 3) la orientación de la educación ción del nuevo plan estructural educativo, por medio de estándares e indicado- donde puede y debe ingresar, ya sea desde res de calidad en todos sus procesos” un enfoque basado en el currículum (con- (p. 1) ductual), o bien, desde un enfoque basado

Así, el autor establece que el enfoque edu- en el aprendizaje significativo (constructi- cativo por competencias pretende orientar vista). Sin embargo, aun cuando este nuevo la formación educativa hacia un desarrollo plan estructural educativo está basado adecuado en diversos contextos sociales y sobre la significancia de acuerdo al contex- culturales, haciendo del estudiante el pro- to social y cultural del alumno, presenta tagonista de su propia formación y apren- algunas deficiencias, como son: dizaje. 1) Se propone una curiosa Norma Oficial

El nuevo modelo educativo se fundamenta Mexicana de Calidad Educativa, de du- en tres áreas a desarrollar: El Área Ser Na- dosa validez y aplicabilidad, ya que cional y Ser Humano, que incluye las mate- quienes elaboraron sus "indicadores" rias de geografía, historia, formación cívica, no tomaron en cuenta las enormes

ética, tecnología, educación física, educa- disparidades que existen entre los dife- ción artística, tutoría y asignatura estatal; el rentes contextos sociales, económicos

Área Ser Universal y Competitivo, donde se y culturales en que funcionan nuestras enfocará el plano global; y otra que se cen- escuelas. trará en el aprendizaje del lenguaje, la co- 2) La actitud de indiferencia que suelen municación, el inglés como segunda len- asumir los docentes ante los retrasos gua, matemáticas, ciencia y tecnología. La académicos de sus alumnos. implementación del nuevo modelo implica- 3) La insuficiente preparación de autori- rá una reforma de libros de textos, cambio dades escolares y profesores para re-

Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia Mendoza Mendoza, 153 Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera agosto 2014 – enero 2015

conocer esos problemas y tomar las cos en alumnos urbanos y rurales. Re-

medidas necesarias para resolverlos. vista Latinoamericana de Psicología,

10(3), pp. 355-364. Conclusiones Díaz, M., Riesco, M., y Martínez, A. (2011).

El psicólogo educativo cuenta con herra- Hacia el aprendizaje activo: un caso prác- mientas psicopedagógicas para la imple- tico de la docencia de sistemas operativos. mentación de programas educativos y para Disponible en ayudar a resolver tanto problemas de http://euitio179.ccu.uniovi.es/geidi aprendizaje como de fracaso escolar (Her- Díaz-Barriga, F. y Hernández Rojas, G. nández, 2008; Guzmán, 2005). Sin embar- (2005). Estrategias docentes para un go, es un área en la que no se le da el cré- aprendizaje significativo. México: dito que merece, relegándolo a realizar Mc.GrawHill. exclusivamente trabajos individuales. Sin embargo, los problemas que se llegan a Flores-Crespo, P. (2008). Investigación presentar en las investigaciones que este educativa y política en México: una rela- profesional puede elaborar, principalmente ción amorfa y elusiva. Revista Electrónica se deben al sistema actuales, que está en- de Educación Sinéctica, 33, pp. 1-21. trometiéndose en cuestiones educativas, para fines políticos, como son la introduc- Ginés, M. J. (2004). La necesidad del cam- ción del modelo de competencias (Tobón, bio educativo para la sociedad del co-

2006 y Flores-Crespo, 2008). nocimiento. Revista Iberoamericana de

Educación, 35, pp. 13-37. Referencias González, R., y Cabrera, N. (2010). Curso

Barrón, T. C. (2005). Formación de profe- de modelos de enseñanza e investigación

sionales y política educativa en década en psicología experimental general.

de los noventa. Perfiles Educativos, 27, p. UNAM-FES-Iztacala, 25 al 29 de Julio del

108. 2011.

Díaz, J. y Bermejo, J. (2006). Niveles de

abstracción de los problemas aritméti-

154 El papel del psicólogo en el ámbito educativo agosto 2014 – enero 2015

Guevara, B., Bejar, C., Bejar, F., Cabrera, rregulado como medio y meta de edu-

N., Coffin, N., Chimal, J., y Suárez, P. cación. Papeles del psicólogo 3(27), pp. 1-

(2001). Relaciones de la psicología con 10. Disponible en

la educación básica en México. Revista http://www.papelesdelpsicologo.es/ver Electrónica de Psicología Iztacala, 4(1), pp. numero.asp?id=1371 1-14. SEP (2001). El modelo de gestión educati-

Guevara, Y., y Macotela, S. (2002). Sondeo va estratégica. Propuesta de la Direc-

de habilidades pre-académicas en niñas ción General de Desarrollo de la Ges-

y niños mexicanos de estratos socio- tión e Innovación Educativa de la Sub-

económico bajo. Revista Interamericana secretaria de Educación Básica México.

de Psicología, 36(1), pp. 255-277. D.F.: SEP.

Guzmán, C. (2005). La formación del psi- Sin autor (2011). Modelo de enseñanza.

cólogo educativo en México. Revista Disponible en

Electrónica de Educación Sinéctica, 25(3), http://www.132.248.25.194:8080/.../Sub pp. 1-12. ComisionModelos/

Hernández, M. P. (2008). Los campos de Tobón, S. (2006). Aspectos básicos de la

acción del psicólogo educativo. Psicología formación basada en competencias. Bo-

Educativa. Disponible en gotá, Colombia: Proyecto Mesesup.

http://www.psicologíacientífica.com. USAER No. 1 (s/f). ¿Quiénes somos? Dis-

Núñez, J., Solano, P. González-Pineda, J., y ponible en http://usaer1.blogspot.com/

Rosario, P. (2006). El aprendizaje auto-

Norma L. Cabrera Fermoso, Herminia Mendoza Mendoza, 155 Roberto Arzate Robledo y Rubén González Vera agosto 2014 – enero 2015

Alternativas en Psicología. Revista Semestral. Tercera Época. Año XVIII. Número 31. Agosto 2014 – Enero 2015

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el

docente para implementar las TIC

en su práctica docente

Francisco Alberto Pallares Campos30 y

Jorge Guerrero Barrios31

Facultad de Estudios Superiores Iztacala

Universidad Nacional Autónoma de México32

Resumen

Las competencias en el empleo de las TIC por parte del docente son una variable clave para su integración en la educación. Este trabajo presenta un panorama sobre las competencias en las TIC que poseen una muestra de profesores de la FES Iztacala, que incluyen desde la infraes- tructura hasta el empleo de las TIC en la docencia e investigación. Se aplicó un cuestionario a profesores que participaron en cursos de capacitación sobre el empleo de las TIC. Los resulta- dos muestran que su empleo es básico. Se observó que aunque conocen el funcionamiento de aplicaciones de la Web 2.0, no han logrado incorporarlas en su práctica docente. Se concluye que influyen varios factores (inmigrantes digitales vs nativos digitales) y una alternativa sería una retroalimentación inmediata acorde a las necesidades educativas de cada docente y dar seguimiento a través de tutorías, posterior a los cursos de capacitación.

Palabras clave: aprendizaje interactivo, competencias, profesionalización docente, tecnología, TIC.

30 Profesor de Asignatura Definitivo de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Correo–e: albpalla- [email protected] 31 Profesor Asociado “C” Tiempo Completo de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala. Correo–e: jor- [email protected] 32 Articulo financiado por el proyecto PAPIME PE303713, FES Iztacala - UNAM

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el docente 156 para implementar las TIC en su práctica docente agosto 2014 – enero 2015

Abstract

Skills in the use of TIC by the teacher are a key variable for the integration of these in education. This paper presents an overview of the TIC skills that teachers have a sample of the FES Iztacala, from infrastructure to the use of TIC in university teaching. A questionnaire was administered to teachers who participated in training courses on the use of TIC. The results show that the use of TIC, is basic. It was noted that although they know the performance of Web 2.0 applications have failed to incor- porate them into their teaching. It is concluded that several factors influence (digital natives vs. digi- tal immigrants) and an alternative would be immediate feedback according to the educational needs of each teacher, and follow through tutoring, after training courses.

Keywords: TIC, skills, professionalisation teaching, interactive learning, technology.

Introducción acceso a la información especializada, fo- mento del trabajo colaborativo, disponibili-

Dentro de la educación se ha puesto énfa- dad de contenidos multimedia, entre otros, sis en la forma de llevarla a cabo, refirién- exigiendo la incorporación de su uso a la dose a ella como la profesionalización de la formación de los individuos que interac- educación o calidad en la educación (Gue- túan en esta nueva sociedad del conoci- rrero, 2010). Sin embargo, a pesar de los miento. Particularmente, en el campo de la avances tecnológicos, en el sistema educa- educación, Álvarez (2003; p.156) señala que tivo estos nuevos recursos aún no logran “…las TIC en educación son canales, medios integrarse, específicamente, en el trabajo y herramientas que permiten procesar en el aula, es decir, no se ha desarrollado el información, producir conocimientos y potencial que de ellos se esperaba. Esto fomentar el logro de aprendizajes”, enten- implicaría proponer la modificación del diéndose como aprendizaje, el realizar las concepto de enseñanza en un salón de conductas y producir los resultados especi- clase al de un aula virtual para propiciar un ficados en las circunstancias establecidas aprendizaje interactivo en ambientes natu- para que ello ocurra (Ribes, 2002). rales representados con apoyo de las Tec- Álvarez plantea que deben entenderse por nologías de la Información y Comunicación TIC a los avances de la computación, la (TIC). informática y las telecomunicaciones las

Las TIC han generado uno de los cambios cuales generan nuevos contextos, propi- más importantes en la sociedad: mayor ciando nuevas funciones para responder a

157 Francisco Alberto Pallares Campos y Jorge Guerrero Barrios agosto 2014 – enero 2015

ese “nuevo” orden social en lo económico, La inclusión de las TIC en la educación mo- político y cultural, promoviendo nuevas difica la forma de establecer nuevas fun- formas de presentar, compartir y generar ciones, de manera planeada, en los estu- información y conocimientos, es decir, a la diantes (uso de aplicaciones en la “nube”, llamada, Sociedad del Conocimiento (Te- creación de recursos multimedia, participa- desco, 2000). Si bien las TIC incluyen arte- ción a través de grupos de discusión, etc.), factos y medios físicos, también implican requiriendo que en el proceso de enseñan- una serie de procesos reflexivos, sistemáti- za, los docentes sean proveedores de re- cos y metodológicos que han de represen- cursos y lleven a cabo actividades para tar su producción, uso, aplicación o incor- organizar y diseñar su propio material y la poración en el quehacer educativo (Alvara- organización de los espacios de aprendiza- do, 2005; citado en Sarmiento y Guillén, je, enfatizando las funciones de tutor-

2008). orientador-facilitador e investigador para

propiciar autonomía en la comprensión y Por otra parte, Cabero (2004) menciona a producción de conocimiento. las TIC como medio de expresión, informa- ción continua, como instrumento para pro- Esta incorporación de las TIC en la educa- cesar datos, canal de comunicación pre- ción, ha favorecido el empleo de hipertex- sencial y/o virtual, medio didáctico, herra- tos que son un sistema hipotético de in- mienta para la evaluación, diagnóstico y formación por medio del cual el usuario rehabilitación, generadora de espacios almacena textos en su integridad y estable- formativos, motivadoras, que facilitan la cer, entre partes de estos textos, relaciones labor docente, permitiendo la realización de tipo no-secuencial en contraposición de nuevas actividades de aprendizaje, pro- con el texto tradicional que son esencial- piciando el establecimiento de nuevas fun- mente secuenciales, lo cual implica que hay ciones, conocimientos y competencias, un orden lineal que define la forma en que como por ejemplo, saber buscar informa- el texto debe ser leído (de la página uno, a ción especializada en Internet, dominio del la página dos, y así). En cambio el hipertex- lenguaje informático, trabajo colaborativo, to se caracteriza por su no secuencialidad, creación de recursos multimedia, etc. o sea, no existe un orden específico sobre

el camino de lectura a seguir.

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el docente 158 para implementar las TIC en su práctica docente agosto 2014 – enero 2015

Además, ofrecen múltiples opciones de cer al utilizarlos en su práctica docente. abordaje, de esta forma, cada lector indivi- Pues, en la última década, se ha observado dual determina el camino a seguir durante que a pesar de las diversas acciones forma- la lectura del texto; por ello, el autor debe tivas dirigidas al profesorado con el propó- preparar diversas alternativas que permi- sito de que implementara las TIC, éste to- tan la exploración de más de un cauce de davía manifiesta que no se encuentra con- información. No obstante, también encie- fiado la utilización de recursos tecnológicos rra una serie de peligros como el hecho de (Calderón y Piñeiro, 2007). que el lector se pierda en la diversidad de De esta manera, podemos afirmar que no enlaces de hipertexto, que lo desvíen o basta con conocer los recursos tecnológi- hagan divagar en diversos temas que pos- cos, sino también se debe tener una for- teriormente les sea difícil integrar en un mación profesional que favorezca su uso. conocimiento sistematizado. Por esta ra- En este sentido, Renier (2000; citado en zón, el docente debe ser capaz de enseñar Sarmiento y Guillén, 2008) menciona dos a sus alumnos a emplearlos como una es- tipos de formaciones, una técnica que hace trategia no secuencial que les permita pro- referencia a todas aquellas actividades cesar información especializada. encaminadas a proporcionar información

En este contexto, uno de los factores im- sobre los equipos de cómputo y su funcio- portantes de la educación es el profesora- namiento, sus componentes y complemen- do, quien juega un rol fundamental en este tos técnicos, que implica que quien la reci- proceso integrador y donde sus competen- be posee conocimientos sobre los apara- cias en el uso de las TIC se convierten en tos, su manejo y funcionamiento y, a veces, una variable clave en la incorporación de sobre su mantenimiento; y una formación los recursos tecnológicos en el proceso de didáctica, que se lleva a cabo cuando el enseñanza-aprendizaje (Ertmer y Otten- centro de atención está en la situación de breif-Leftwich, 2010). Ello implica que el enseñanza y de aprendizaje que se va a profesor domine los recursos tecnológicos desarrollar utilizando una determinada y además, aplique la didáctica que le per- tecnología en el proceso formativo en el mita decidir acerca de qué recursos requie- que se pretende integrarla. re, tiempo y funciones que espera estable-

159 Francisco Alberto Pallares Campos y Jorge Guerrero Barrios agosto 2014 – enero 2015

Por lo anterior, consideramos pertinente aula, aunque esta postura lleva el riesgo de establecer las diferencias entre tecnología generar adicción a la tecnología. y tecnificación. Por tecnología entendemos En la tecnofilia, se da mayor importancia a un conjunto de conocimientos técnicos, las habilidades técnicas en el uso de aplica- ordenados científicamente que permiten ciones y se minimiza el papel pedagógico y diseñar y crear bienes y servicios que facili- didáctico que implica cambiar los métodos tan la adaptación al medio ambiente, mien- de enseñanza tradicionales. Adicionalmen- tras que el concepto de tecnificación hace te para entender porqué se presenta esta referencia a dar o proporcionar recursos actitud en ciertos sectores del profesorado, técnicos a una actividad determinada para debemos retomar dos conceptos intere- mejorarla o modernizarla, por ejemplo con santes propuestos por Prensky (2001): “na- las aplicaciones informáticas se ha tecnifi- tivos digitales” e “inmigrantes digitales”. En cado el trabajo de oficina. esta última categoría se encuentran ubica-

Complementariamente, en el proceso de dos los profesores con más de 15 años de tecnificación debemos considerar las acti- antigüedad, quienes han adoptado en un tudes y percepciones que tienen los docen- momento más avanzado de sus vidas, los tes respecto a la incorporación de las TIC recursos tecnológicos en sus labores do- en su práctica docente. En este sentido centes, provocando que estos “inmigrantes podemos afirmar que estas actitudes fluc- digitales” conserven, hasta cierto punto, su túan en dos polos opuestos de un conti- “acento”, esto significa que hablan una nuo, esto es, entre la tecnofobia y la lengua anticuada (anterior a la era digital), tecnofilia. Dicho en otras palabras, desde el con la cual pretenden enseñar a una po- rechazo en el uso de equipos de cómputo, blación que habla un idioma diferente (ba- debido al desconocimiento, falta de seguri- sado en la era digital). dad en su utilización, expectativas de esca- A pesar de los problemas mencionados so rendimiento, etc., y en el polo opuesto, anteriormente, la profesionalización do- el sentirse plenamente incorporado al cente y el uso de las TIC se ha difundido en mundo de la tecnología, considerando que varias partes del mundo, según lo señala la ésta equivale a progreso y solución de mu- Comisión de las Comunidades Europeas chos problemas que se presentan en el

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el docente 160 para implementar las TIC en su práctica docente agosto 2014 – enero 2015

(2002) así como en Latinoamérica. En Méxi- la máxima información de aquellas perso- co, la FES Iztacala está interesada en pro- nas que tiene algo que decir, esto es, bus- mover, desarrollar e innovar la profesiona- camos los casos característicos y limitados lización docente con apoyo de las TIC. Es- de una población (participantes a cursos pecíficamente, en la carrera de psicología introductorio sobre TIC) y la muestra se se ha comenzado un proceso de capacita- reduce, por tanto, a estos mismos casos. El ción dirigido al personal docente para su 74% de la muestra está compuesta por empleo. mujeres y el 26% por hombres. De ellos un

70% tiene una experiencia docente que Con base en lo anterior, el objetivo del pre- supera los 20 años de ejercicio docente. sente trabajo es tener un diagnóstico sobre el estado actual de conocimientos e infra- Materiales estructura informática que posee el perso- nal docente de la carrera de psicología de Se diseñó un cuestionario empleando la la FES Iztacala con el fin de proponer una aplicación gratuita Google Docs en su mo- planeación estratégica que permita la ca- dalidad de formulario que permite expor- pacitación a nivel técnico y pedagógico tar los datos a un archivo Excel, facilitando para el empleo de las TIC en su práctica su posterior análisis y para establecer el docente. peso de una serie de factores como el nivel de conocimientos sobre el empleo de las

Método TIC en la docencia, nivel de dominio de las aplicaciones de Office (Word, Excel y Power

Participantes Point), disponibilidad de equipo de cómpu-

to y conexión a Internet y aplicaciones em- 50 profesores adscritos a la carrera de psi- pleadas de la Web 2.0 cología de la FES Iztacala, quienes partici- paron en diversos cursos introductorios Procedimiento sobre el empleo de las TIC en la educación superior. El muestreo realizado es de tipo En la sesión inicial de los cursos, se solicitó no-probabilístico e intencional (Bisquerra, a los participantes que contestaran un

2004) basado en el criterio de obtención de cuestionario acerca del empleo de las TIC en su práctica docente. Para ello se les

161 Francisco Alberto Pallares Campos y Jorge Guerrero Barrios agosto 2014 – enero 2015

envió un mensaje a su cuenta de correo Como se puede observar en la Tabla 1, el electrónico donde estaba insertado el cues- principal usos que le dan los profesores a tionario, en el que se expusieron los objeti- Internet es para establecer comunicación vos y se les animó a participar a fin de que con sus colegas o alumnos, a través del lo contestaran inmediatamente. Se les dio correo electrónico y la búsqueda artículos aproximadamente una hora para concluir- en revistas especializadas académicas, em- lo. pleando buscadores y, en menor grado, el

envío/recepción de archivos y la búsqueda Resultados de eventos académicos

Usos de internet Porcentaje

Establecer comunicación (e-mail) con colegas y alumnos 90%

Búsqueda de artículos en revistas especializadas académicas 80%

Buscadores especializados 74%

Envío/recepción de archivos 32%

Búsqueda de eventos académicos 22%

Tabla 1. Principales usos que los profesores hacen de Internet

Respecto al uso de aplicaciones de la Web trabajo. El sistema operativo que instalado

2.0, el 69% de los encuestados contestó no en sus equipos de cómputo es, predomi- conocer ninguna aplicación. El 31% restan- nantemente, Windows (81%) y el resto te reportó emplear foros de discusión, (19%) el de Mac. El 38% informa que posee google drive, google docs, google sites, y un dispositivo móvil (tableta). El nivel de

Facebook, aunque esta última sólo para conocimientos sobre el empleo del sistema comunicarse con sus alumnos. operativo Windows es básico en el 43%, el

31% es intermedio y 6% es avanzado. Todos los profesores mencionaron poseer al menos un equipo de cómputo disponible Respecto al manejo de la suite de Office, en sus casas y poseer conexión a Internet. dependiendo de la aplicación, varió el nivel

Sin embargo, el 50% de los encuestados de conocimientos, por ejemplo, en Word, tiene acceso a Internet en su cubículo de un 50% reportó tener un conocimiento

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el docente 162 para implementar las TIC en su práctica docente agosto 2014 – enero 2015

intermedio, 31% un conocimiento avanza- Point, el 44% informó un nivel de conoci- do y un 19% un conocimiento básico. Para miento básico, 44% un nivel intermedio y el

Excel el 72% informó poseer un nivel de 12% restante un conocimiento avanzado conocimiento básico y un 28% un conoci- (ver Figura 1). miento intermedio. Para el caso de Power

Figura 1. Nivel de conocimientos sobre Office.

Discusión y conclusiones “Los Nativos Digitales están acostum- brados a recibir información muy rá-

El proceso para incorporar las TIC en la pidamente. Les gusta procesar en pa- educación superior plantea una serie de ralelo y la multi-tarea. Prefieren sus obstáculos que tienen que ser superados. gráficos antes que su texto y no lo

Uno de los principales está relacionado con contrario. Prefieren el acceso aleato- la barrera generacional que existen entre rio (como el hipertexto). Funcionan los profesores (inmigrantes digitales) y sus mejor conectados. Se crecen con la alumnos (nativos digitales), pues como lo gratificación instantánea y las re- menciona Prensky (2001) compensas frecuentes. Prefieren los

juegos al trabajo ‘serio’... los Inmi-

grantes Digitales suelen tener muy

163 Francisco Alberto Pallares Campos y Jorge Guerrero Barrios agosto 2014 – enero 2015

poco aprecio por estas nuevas habili- en el hardware y software. La for-

dades que los Nativos han adquirido mación debe centrarse en cuestio-

y perfeccionado a través de años de nes sobre la enseñanza y el apren-

interacción y práctica. Estas habilida- dizaje.

des son casi totalmente extrañas a los 2. Es necesario una buena formación

Inmigrantes, que a su vez aprendie- conceptual que le haga incorporar

ron -y así eligen enseñar- lentamente, conceptualmente lo aprendido so-

paso a paso, una cosa cada vez, de bre las TIC en esquemas concep-

forma individual, y sobre todo, en se- tuales más amplios y en su desa-

rio” (p. 3). rrollo profesional.

3. No debe ser una actividad puntual Los profesores con una antigüedad mayor y cerrada, sino que más bien debe a 25 años, no tienen las habilidades sufi- ser un proceso continuo, en fun- cientes para enseñar a sus alumnos las ción de los medios tecnológicos y diferentes aplicaciones y servicios disponi- de las necesidades que vayan sur- ble en Internet, por ello deben realizarse giendo. diversas acciones formativas orientadas a 4. No existe un único nivel de forma- que el profesorado conozca cómo incorpo- ción, sino que se pueden tener dis- rarlas a la práctica de la enseñanza, sepan tintas competencias y capacidades utilizarlas no sólo técnicamente sino tam- en función de las necesidades que bién didácticamente, y al mismo tiempo le vayan surgiendo. sean capaces de producirlas, evaluarlas y 5. Es importante no sólo el manejo y adaptarlas a las características y necesida- la comprensión de las TIC, sino que des de los alumnos. el profesorado comprenda que las

TIC le permiten hacer cosas dife- Coincidimos con Llorente (2008) que en la rentes y construir escenarios dife- formación del profesorado en TICs, debe rentes para el aprendizaje. tomar en consideración los siguientes as- 6. No sólo es cuestión de cambiar los pectos: instrumentos, tecnologías y meca-

1. Debe centrarse en aspectos más nismos que utilizamos para trans-

amplios que la mera capacitación mitir información, sino también de

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el docente 164 para implementar las TIC en su práctica docente agosto 2014 – enero 2015

cambiar las cosas que hacemos, de estrategias y metodologías docentes que

proponer enfoques diferentes y de favorezcan una enseñanza activa, participa-

crear entornos más ricos, interacti- tiva, colaborativa y constructiva.

vos y variados para que los alum-

nos trabajen en los mismos. Referencias

Asimismo, Tejedor, García Valcárcel y Pra- Álvarez, M. (2003). ¿Qué conocimientos da, (2009) y Álvarez y cols., (2011) señalan necesitan los profesores? Innovación la importancia de considerar las actitudes Educativa, 3. que tienen los docentes acerca de la incor- Álvarez, S., Cuéllar, C., López, B., Adrada, poración de las TIC en la práctica docente C., Anguiano, R., Bueno, A., Comas, I., y ya que este factor condiciona el uso que Gómez, S. (2011). Actitudes de los pro- hagan de estas herramientas. Por ello y ya fesores ante la información de las TIC que este factor no fue monitoreado en la en la práctica docente. Estudio de un presente investigación, se tiene considera- grupo de la Universidad de Valladolid. da la implementación de un instrumento EDUTEC, Revista Electrónica de Tecnología creado explícitamente para medir las acti- Educativa, 35. tudes de los profesores ante las TIC (Teje- http://edutec.rediris.es/revelec2/revelec dor, García Valcárcel y Prada, 2009) con un 35/ alto grado de validez y confiabilidad.

Bisquerra, R. (2004). Metodología de la in- Tomando como base lo anterior podemos vestigación educativa. Madrid: La Mura- concluir que la aplicación de las TIC en la lla. enseñanza es un evento multifactorial y complejo, y por consiguiente, en el ejercicio Cabero, J. (2004). Incidentes críticos para profesional de la docencia deben conside- la incorporación de las TIC a la Univer- rarse una multitud de factores de forma sidad. Revista EDUTEC, 1. estructurada para generar un proyecto www.uib.es/depart/dceweb/revelec.htm educativo innovador que sea acorde con el l entorno social, donde su utilización impli- que la movilización de una diversidad de

165 Francisco Alberto Pallares Campos y Jorge Guerrero Barrios agosto 2014 – enero 2015

Calderón, P. y Piñeiro, N. (2007). Actitudes TIC. Pixel-Bit. Revista de Medios y Educa-

de los docentes ante el uso de las tec- ción, 31, pp. 121–130.

nologías educativas. Implicaciones afec- Prensky, M. (2001, diciembre). Nativos Di- tivas. Monografías.com, 1-6. gitales, Inmigrantes Digitales. Retrieved www.monografias.com/trabajos14/tecn September 30, 2013, from ologiaeducati- http://ceipbeataines.org/pluginfile.php/ va/tecnologiaeducativa.shtml 582/mod_resource/content/2/nativos_in

Comisión de las Comunidad Europeas. migran-

(2002). eEurope 2005: Una sociedad de tes_digitales_marc_prensky_beata_ines.

la información para todos. COM, 263 fi- pdf

nal. Ribes, E. (2002). Psicología del aprendizaje. www.madrimasd.org/queesmadrimasd/ México: Manual Moderno. Pri-

cit/PlanNet/documentos/63/documento Sarmiento, M. y Guillén, J. (2008). Forma- s/publico/eEuropa_2005.pdf ción en TIC: necesidad del profesor uni-

versitario. Laurus, 14(28), pp. 11-34. Ertmer, P. A., y Ottenbreit-Leftwich, A. T.

(2010). Teacher Tecnology Change; How Tedesco, J. C. (2000). Educar en la sociedad Knowledge, Confidence, Beliefs and Cul- del conocimiento. Buenos Aires: Fondo ture Intersect. Journal of Research on de Cultura Económica. Technology in Education, 42.

Tejedor, F. J., García Valcárcel, A., y Prada, Guerrero, B. J. (2010). Importancia de la S. (2009). Medida de actitudes del pro- formación de profesores y su práctica do- fesorado universitario hacia la integra- cente. En Saberes de la psicología. Esta- ción de las TIC. Comunicar, 33(XVII), pp. do de México, México. 115–124.

Llorente, C. (2008). Aspectos fundamenta-

les de la formación del profesorado en

Problemáticas (contextos) a las que se enfrenta el docente 166 para implementar las TIC en su práctica docente