PERSONALIDADES (IV) Los vaivenes de a lo largo del mundo, con Melina Antes de conocer a , Ju­ les Dassin era otro: el cine social norte­ Fue un realista en USA, donde conoció a Mark Hellinger; americano y el mundo exterior le habían después abandonó su país en tiempos de McCarthy; dado prestigio de realista. Su obra más re­ después conoció a Melina Mercouri. ciente ha fortalecido la imagen de que Da­ Una obra muy variada y cambiante, con intereses que oscilan ssin es un apasionado, un humorista y un ad­ entre el planteo social, la reflexión poética, la alegoría sobre la libertad mirador de lo griego, incluida Melina, los y el individuo, aproximaciones a clásicos griegos, a la personalidad clásicos de la tragedia y el teatro. Claro que el teatro form ó parte de su-primera vocación de la Mercouri, propone, la interrogante de su final definición como creador. y que sus antecedentes son griegos. Empero Las explicaciones se intentan en este análisis. su obra se fractura cuando abandona los Es­ Lo que no ofrece dudas es que err varios films Dassin ha demostrado tados Unidos y se va a Europa donde en ser capaz de lograr obras mayores 1950 dirige Siniestra obsesión, que prolon­ y en dos ejemplos concretos alcanzar la maestría. ga su obra previa, y en 1954 , que es un film policial y se parece a los que hizo en su país entre 1947 y 1950. Dos años des­ pués hace El que debe morir, que es un rela­ to apasionado, y dos años después padece la fijación de Melina y la.causa griega, que tie­ nen sus costados pasionales. Para algunos observadores su período más innovador y valioso está ubicado en USA; para otros su europeización se identifica con una mayor densidad conceptual, con un descubrimien­ to de la vida, con una maduración como in­ dividuo. El dato complementario es que -como Melina- la carrera europea de Dassin transita por numerosos países: hace cine en Francia, en Italia, en Grecia, en Turquía, vuelve a tra­ bajar para los sellos norteamericanos, regresa a Francia y a Grecia, va a Suiza y hace unos meses term inó su primer film canadiense con Richard Burton y Tatum O'Neal. Parte de esos viajes coinciden con las recorridas de su esposa por el mundo occidental empu­ jando la causa de la democracia griega, que por el momento es medianamente escasa. Otra parte parece más bien autobiográfica, o decidida por razones impulsivas y persona­ les. Así, Grito de mujer intercala desavenen-

EL QUE DEBE MORIR Una culminación crítica que le sirve para conocer lugares, gente y hechos cotidianos. En los primeros tiempos en la RKO alterna su empleo en el estudio y dirección teatral en'Broadway En cuatro años muy activos, entre 1936 y 1940 Dassin hace muchas cosas y debuta como director a los 29 con Fuera del pasado, que era una pe­ lícula de encargo. En 1947 conoce al pro­ ductor Mark Hellinger, un inquieto que im­ pulsaba la film ación de historias reales en ambientes reales y que son la perspectiva del tiempo puede verse como el mentor de Das­ sin, Siodmak (Los asesinos), Raoul Walsh (Altas sierras), y varios más, con películas policiales y tensas identificables para el es­ pectador con historias reales que podían o- currir a su lado o en la vereda de enfrente Es probable que por esos años Dassin fuera un joven inquieto sin vocación definida y es probable que la influencia de Hellinger deci­ diera su estilo. A la muerte de Hellinger el director intentó prolongar esa experiencia l a c iu d a d d e s n u d a con una película para Fox que se llamó Obra maestra realista Mercado de ladrones, pero por entonces ese cias y disputas entre un director que no es género de-film s estaba mal visto por McCar- Dassin y una actriz que es Melína, y Círculo thy, que estaba investigando a Hollywood, La verdad de dos (1980) parece ser una confesión de de manera que al año siguiente Dassin va a infidelidades sentimentales que se reflejan Lo que me interesa es la verdad, y Inglaterra para dirigir Siniestra obsesión en el veterano Burton y en la juvenil O'Neal. que es de nuevo una película tensa y realista créo encontrarla en el marco del docu­ Esa variedad puede provocar algún asombro con Richard Widmark y elenco norteameri­ mental, pero una cierta poesía debe com­ y de paso el malestar de los críticos que sue­ cano, pero que termina bloqueada por los pletar el aspecto docum ental len exigir a Dassin rigores que el director no distribuidores de USA, quienes rechazan al Para mí el cine es sobre todo un arte se propone. Ni siquiera su período norte­ film porque lo dirige Dassin y el director es­ de masas. Es la diversión más barata Ls americano fue tan uniforme y constante: tá en conflicto con una comisión investiga­ menos costoso que el circo, el teatro. Al antes de Entre rejas (1947), que es el prime­ dora de actividades antiamericanas, ante la comienzo, sobre todo en Estados Uni­ ro de una serie de films marcados por un que se piega a comparecer. Dassin declara su dos, para las clases elevadas el cine era al­ fuerte realismo,, había hecho cosas tan ende­ decisión de no retornar a los Estados Unidos go poco digno, e incluso la elección de bles como El fantasma de Canterville que pero debe esperar cuatro años para dirigir temas era en función de la masa. Se tra­ decía inspirarse en Oscar Wilde pero no se nuevamente. taban sus problemas, sus conflictos, sus notaba, o Reunión en Francia que aprove­ Su carrera posterior es más esquiva y va­ aspiraciones, y lamento que se haya re­ chaba a los nazis como malvados pero olvi­ riada, con intentos de regresar ai teatro, con nunciado a ello. Ahora no se procura si­ daba un análisis más real del mundo en sucesivos viajes a Grecia y sobre todo con el no fabricar el artículo que conviene a 1942. conocimiento de una actriz tan griega como todo el mundo, a pesar de las ideas diver­ ¿QUIEN ES DASSIN?.- Se sabe que es­ temperamental que además está comprome­ gentes.... Un film debe ser una diversión, tudió arte dramático en Europa, que regresó tida en una causa muy peleada que tiene que pero, en toda la historia del arte, las a Estados Unidos en 1936 y se integró al ver con la democracia griega. Dassin se iden­ obras que perduran, que sobreviven, son Yiddish Theatre, de donde pasó al grupo Ar- tifica con esa pelea y participa de una movi­ las que han contribuido al progreso inte­ tef como director y actor. Estos comienzos lización internacional en torno del asunto lectual, social, y todo eso está perdido en tienen poco que ver con su carrera cinema­ que en parte siente como propio (sus ante­ el cine norteamericano. De tanto en tan­ tográfica en USA, que empezó como asisten­ pasados comprenden algún griego, más algún to, hay un film que nos golpea. Enton­ te de estudio en la RKO. Entre ambas activi­ judío) a la manera ética de El que debe mo­ ces, lo que ustedes dudan en mis films dades se incluye un período en que trabaja rir, que era una novela de Nikos Kazantzakis norteamericanos, esa mezcla de docu­ en radio como reportero, una experiencia antes de ser el primer film que el director mental y de lirismo, es mi pobre búsque­ da de una expresión de la verdad, incluso cuando uno está limitado a las series ne­ FILMOGRAFIA JULES DASS/N gras o a los policiales. Es una desgracia que se deba buscar una verdad indirecta COMO ASISTENTE DE DIRECCION Imposible elegir un tem a que sea un es­ 1 9 4 0 -La mujer del otro IThey Knew What fuerzo total con el ñn de provocar una The'y Wanted). Director, Garson Ka- nin. Libreto de Robert Ardrey sobre diferencia de opinión, controversias. Eso pieza de Sidney Howard. Fotografía, es lo rico. En un film, que agrada a todo Harry Stradling. Música, Alfred New- man. Con Charles Laughton, Carole el mundo, hay algo a criticar. Cuando se Lombard, William Gargan, Harry Ca­ piensa en las desgracias de Ibsen por re y . 9 6 ’ . 1941-Casados y descasados (Mr, and Mrs. ejemplo, o de cualquier otro creador im­ Smith). Director, Alfred Hitchcock. portante. Estoy seguro que si Becthoven Libreto de Norman Krasna. Fotogra­ fía, ' Harry Stradling. Música Roy hubiera gustado de inmediato a todo ef Webb. Con Carole Lombard, Robert mundo, hubiera sido menos importante. Montgomery, Gene Raymond, Jack Pero en fin: hay un conflicto entre el ar­ Carson, Philip Merivale. 9 5 ’. te y la industria donde la inversión debe CORTOMETRAJES ser protegida y eso es muy difícil. La re­ 1 9 4 0 -El corazón revelador (The Tell-Tale volución artística del cine consistirá en Heart). Director, Jules Dassin. Libre­ to de Don Hoag sobre cuento de Ed­ encontrar un medio de hacer films tres gar Alian Poe. Con Joseph Schild- veeerí más baratos, el tercio de su costo kraus, Román Bohnen. actual. Sin ello, nunca se podrá hacer LARGOMETRAJES nada. Les puedo asegurar que se es muy 1941 -Fuera del pasado (). Di­ consciente durante el rodaje de un film, rector, Jules Dassin. Libreto de John Meehan, Paul Gangeli. Fotografía, de que la inversión debe ser protegida, í>i Harry Stradling. Con , no, no se hace más cine. ♦ Ann Ayars, Frank Reicher, Dorothy Jules Dassin (mayo 1955) Tree, Martin Kosleck. 84’. 1941 - The Affairs of Marthe / Once Upori a

26 film a con libertad de elección, en 1956. Por idealizada de la libertad moral, a planteos nes, su última película en Hollywood, y en entonces llevaba dieciseis años haciendo cine contra la opresión (sexual, económica, de siniestra obsesión, la primera que filmó en y en reportajes de la época explica que su o- caracteres). Europa. bra previa fue hecha en mayor o menor me­ EL REALISMO AMERICANO.- En Del mismo modo que New York era el dida de encargo, que R ¡fifi,premio en Can- 1947 el productor Mark Hellinger llamó a centro de La ciudad desnuda, un sector de nes, la film ó a desgano y para dubsistir. Se Jules Dassin y le entregó un libreto de Ri­ San Francisco es el protagonista accidental de sabe entonces que, efectivamente, sobre su chard Brook sobre una prisión, el odio de Mercado de ladrones, que extrae motivos, carrera previa influyeron RKO, Metro y los presos hacia un sádico comandante, una ambientes y personajes del lugar físico de Fox, que su período de mayor entusiasmo fuga de presos. El film se llamaría Entre re­ una trama sobre transportista de manzanas coincidió con la experiencia junto a Hel- jas pero el requisito previo fue que el direc­ que se enfrenta a un villano ai que derrota linger en Warner, y que su vocación no pa­ tor pasara algunas semanas en la cárcel an­ en una pelea final violenta moderadamente rece tan realista como aparentaba antes. El tes de comenzar la filmación. Le fue más fá­ novedosa y con muchos cajones por el suelo. premio de Cannes, el reconocimiento de la cil documentarse sobre New York, una ciu­ Las virtudes del film provienen del trata­ crítica europea en 1954 y el apoyo de los dad que es protagonista real de La ciudad miento de esa historia. El apunte familiar hermanos Bérard como productores le per­ desnuda y a la que Dassin conocía personal­ del protagonista y sus padres, las relaciones miten elegir libremente. Cabe suponer que mente desde antes, con su mundo callejero con novia tonta y prostituta, la lucha de los desde entonces sus ataduras habrán sido me­ poblado de gente, con bares, casas con esca­ camioneros contra un accidente posible, la nores para la elección de film s diferentes y leras exteriores, ventanas abiertas, ruido. competencia en un mercado donde el prime­ cambiantes como La ley bajo el sol medi­ Esos dos film s, los únicos que hizo para Hel­ ro que llega obtiene el mejor precio, son los terráneo, el mismo que habrá de bañar a linger, marcaron su carrera después de de- datos que se alternan con la trama conven­ Nunca en domingo, Topkapi y Verano a las declarar su desconformidad con el acabado cional .y de alguna manera son el motivo de 10.30, ambientado en llanura española. de La ciudad desnuda, para la que había f il­ mayor interés de la película. Así también la El punto en común es , empero, la lucha mado tres veces más metraje del necesario y vida diaria en la prisión sustituye una intriga de los oprimidos contra la opresión, un nexo que fue en detalle y en tensión el centro de de odio y planes de evasión, o la visión acci­ que empieza con Entre rejas (descripción de una investigación policial como muchas, con dental del asesino que no es visto por el de­ la vida en un presidio), La ciudad denuda (la la particularidad de que sus policías y sus tective que lo busca, el detalle y la m in u i- investigación de un crimen en New York delincuentes eran gente común y vulgar, sin cia descriptiva y semi-documental del• con­ descubre desasosiegos mucha gente), Mer­ los relumbres de excepción con que el cine texto hace de esos film s (Entre rejas. La ciu­ cado de ladrones (las disputas con los due­ rodea a esos personajes. Esos film s se incri- dad desnuda. Mercado de ladrones), ejem­ ños del mercado de manzanas de San Francis­ bían en una tendencia de Hollywood hacia plos de un cine realista. Siniestra obsesión co) y se prolonga con El que debe morir lu­ un cine semi-documental, con influencias repite la fórmula con Londres, una cuidad na vasta alegoría en Creta según la cual Cris­ del reciente neorrealismo y de Lustrabotas y más neblinosa, con calles que brillan en la to sería de nuevo crucificado de volver a la Roma ciudad abierta que venían de estrenar- humedad, con detallismo para ubicar al es­ tierra), La ley (el descontento sexual y eco­ seén USA. La otra influencia era la del pe­ pectador en Picadilly, en East End, el'Soht, nómico en una aldea de pescadores), hasta riodismo que Hellinger conocía muy bien y el Embankment, más night clubs de la peor Grito de mujer donde las descontentas son Dassin había ejercido como cronista radial. muerte, un gimnasio de lucha greco-romana. mujeres que se hierguen contra la domina­ Por entonces el cine norteamericano coinci­ Ese film era una crónica del hampa londi­ ción masculina que las oprime según Medea día éon un interés público, despertado por nense, con sordideces que lo aproximan a las de Eurípides, con paralelos al presente y a la guerra reciente, donde la realidad era no­ de la cárcel de ¡Entre rejas, y a los barrios Melina Mercouri que no acepta las imposi­ ticia y todos querían enterarse. El mundo bajos de New York en el film siguiente. ciones de un director y hace literalmente lo había Cambiado, también había cambiado el Pero el afán era el realismo, sin dudas, una preferencia que en Rififi parece perd en que se le ocurre, entre otros motivos porque cine y películas como lasque hacían Hellin­ ella es mujer y porque ha estado casada con ger y Dassin interesaban en la medida que a- medio de la perfección de un asalto planea­ el director de la ficción que interpreta. Si portaban información, datos, hechos concre­ do al segundo con personajes descritos en esos últim os film s (a los que habría que su­ tos. El espectador de La ciudad desnuda era mar Promesa al amanecer) se interpretan testigo de una investigación con detectives como expresiones personales de Dassin, ha­ que se lanzan a correr la ciudad en busca de bría que adm itir que la influencia de su ac­ datos y con datos que son vistos por el es­ triz preferida es notoria. Lo que en su mo­ pectador (un crimen a través de una venta­ mento hizo Hellinger para volcar a Dassin na, un cadáver en el muelle). Esa modalidad hacia el realismo social, ahora lo hace Melina quedaría impresa sobre el cine norteameri­ para decidirlo a la vitalidad, al rodaje al aire cano de aquellos año.s y sería prolongada libre y al sol del'Mediterráneo, a una defensa por el propio Dassin en Mercado de ladro-

ca, Franz Waxman, tdward Poweil. ñ o r. 9 5 ’ . Con Richard Widmark, Gene Tierney, 1944 - (t.l. Una carta para Googie Withers, Hugh Mariowe, Her- Evita). Director, Jules Dassin. Libreto bert Lom, Francis L. Sullivan, Mike de Al Freedman. Fotografía, Karl Mazurki. En Inglaterra,. 101’. Freund. Con Hume Cronyn, Marsha 1 9 5 4 - R ififi (Du rififi chez les hommes). Di­ H u n t. rector, Jules Dassin. Libreto de Jules 1 94 7 -Entre rejas (Brute Forcé). Director Dassin, René Wheelér, Auguste Le- Jules Dassin. Libreto de Richard breton sobre novela de Auguste Le- Brooks sobre novela de Robert Pat- breton. Fotografía, Philippe Agostini. terson. Fotografía, William Daniels. ' Música, Georges Auric. Con Jean Ser­ Música, Miklos Rozsa. Con Burt Lan-' váis, Cari Mohner, Robert Manuel, caster, Hume Cronyn, Charles Bick- Perlo Vita (Jules Dassin), Marie Sa- ford, Yvonne de Cario, Ann Blyth, bouret, Marcel Lupovici. En Francia. Ella Raines. 96’. 1 94 8 - La ciudad desnuda (). 110’. Director, Jules Dassin. Libreto de Al- 1 95 6 -El que debe morir (Celui qui doit bert Maltz, Malvin Wald sobre novela mourir). Director, Jules Dassin. Li­ de Malvin Wald. Fotografía, William breto de Ben Barzman Jules Dassin Daniels. Música, Miklos Rozsa, Frank sobre la novela “ Chrisxo recrucifica- Skinner. Con Barry Fitzgerald, Don do“ de Nikos Kazantzaki. Fotografía TAylor, Howard Duff, Dorothy Hart, (MegaScope), Jacques Natteau. Músi­ Ted de Corsia, Adelaide Kíein. 96'. ca, Georges Auric. Con Jean Serváis, 1 94 9 -Mercado de ladrones (Thieves High- Cari Mohner, Pierre Vaneck, Gregoire way). Director, Jules Dassin. Libreto Asían Gert Froebe, Teddy Billis, Re­ de A .l. Bezzerides sobre su novela né Lefevre. En Francia. 120’. “The Red of My Blood” . Fotografía, 1 95 8 - La ley (La loi). Diredtor, Jules Dassin. Norbert Brodine. Música, Alfred New- Libreto de Jules Dassin, Diego Fabbri, Frangoise Giroud. Fotografía, Otelio man. Con Richard Conte, Valentina Martelli. Música, Román Vlad. Con Cortesa, Lee J. Cobb, Jack Oakie, Gina Lollobrigida Pierre Brasseur, Millard Mitchell, Joseph Pevney, Bar­ Melina Mercouri Yves Montand, Pao- bara Lawrence. 94’. lo Stoppa. Raf M attioli. En Francia/ 1 9 5 0 - Siniestra obsesión (The Night and the Italia. 125 . City). Director, Jules Dassin. Libreto 1 9 5 9 - Nunca en domingo (Poteíin kyriaky). de Jo Eisinger sobre novela de Gerald Director, Jules Dassin. Libreto de GRITO DE MUJER Kersh. Fotografía, Max Greene. Músi- Jules Dassin. Fotografía. Jacques Nat- Melina entre las mujeres terminado, el sello se negó a estrenarlo en sonaliza. Hasta Atenas llega un filósofo nor­ novela que había sido filmada como El dela­ USA y sólo después lo distribuyó fuera del teamericano (Jules Dassin) dispuesto a en­ tor por John Ford, se ubica entre los negros país. Para entonces el realismo había desa­ contrar la Grecia eterna y encuentra en cam­ norteamericanos en lugar de rebeldes irlan­ parecido y Hollywood volvía a ser la fábrica bio a una prostituta del Pireo, muy vital deses, con variantes de violencia , resistencia de sueños como se la conoce tradicional­ (Melina Mercouri) que le enseña una lección y prescindencia de los blancos. En Promesa mente. Dassin se quedó en Europa, contrajo de la vida: la sensualidad es vital y lo mejor al amanecer las cosas parecen más normales cinco años de deudas que pagó con Rififi y es dejarse de filosofar. El asunto está vestido y rutinarias, sobre relaciones de madre e empezó una nueva vida, como Losey, otro con la calidez del paisaje, con canciones de hijo, devoción fam iliar, idische mame posesi­ expatriado gracias a McCarthy. Melina y con un tono de comedia que va, ambos a las vueltas por Europa, con pin­ LA VARIEDAD EUROPEA.- Lo p ri­ Dassin no frecuentaba antaño. En Fedra el toresquismos como el descubrimiento del mero que le pasa a Dassin en Europa es el mundo de las finanzas sirve para comprobar cine mudo en épo'ca de Lenin y la segunda premio de Cannes y el elogio crítico para lo que ya sabían Eurípides, Séneca y Rá­ güera, entre los que se pierde el drama y la Rififi, con lo cual parece descubrir fina l­ eme: que enamorarse del hijo del marido es psicología de los personajes. En Grito de mente su libertad artística. Así lo dice en re­ una desgracia y esa suerte de adulterio de­ vnujer Melina Mercouri se identifica con la portajes de la época, pero en 1956 conoce riva en una tragedia. En una escena final el Medea que debe representar y con una ase­ a Melina Mercouri, que hace un papel secun­ joven A nthony Perkins se lanza por los acan­ sina presa en la cárcel de Atenas mientras dario en El que debe morir, hija del alcalde tilados hablando solo, quizás por huir de Me­ pelea con media humanidad incluido a su de Atenas, condenada después al exilio en lina. El film pudo verse como un ejemplo de director escénico, que algún mal pensado tre 1967 y 1974, y las motivaciones se am­ libertad para actualizar una tragedia clásica puede emparentar con Dassin, para el caso el director de la película donde pasan plían. El apasionado cuadro de El que debe pero la catarsis no fue debidamente aprecia­ morir, donde una querella-religiosa se con­ da por públicos exigentes, después de lo esas cosas . En las relaciones vierte en una alegoría inequívoca sobre cris­ cual sólo quedaba volver a los asuntos poli- sexuales y emocionales entre el veterano tianos oprimidos y su lucha contra quienes cialep: Topkapi se parece a Rififi porque Richard Burton que deja esposa por el cami­ los oprim en, es quizás la culminación de su aquí| Melina Mercouri convence a gente va­ no y la ninfula Tatum O'Neal introducen visión del mundo y de una temática que ria de la utilidad y urgencia de penetrar a un una nueva variante a los vaivenes de inspira­ palacio turco que figura en el título y des­ ción de Dassin, ahora en Canadá. Dassin identifica como propia. El film discu­ pués de burlar la seguridad y robar una daga te el sentido de la caridad, que no debe con­ Aparte los ocasionales aciertos y el vigor con esmeralda verde que deberá ir a Grecia de detalle de varios de estos film s, no hay fundirse con sumisión y pasividad ("Y o no he o a donde sea. La fórm ula es una mezcla de entre ellos otro parentesco que cierta acti­ NO DELATARAS venido a traer la paz...", dice Jean Serváis en comedia más suspenso con intrigas y nadie tud bienpensante, la simpatía por los débiles Confusión e intenciones una clara cita evangélica), y convierte a sus la tom ó en serio, empezando por Dassin que (los oprimidos de La ley, la protituta de su conducta, en gestos y err reacciones ten­ pacifistas en luchadores que toman las ar­ se divierte con estas cosas. En Verano a las 1 Nunca en domingo, las mujeres de Grito de sas. mas. Los personajes dominantes, el goberna­ 10.30, el director elige la seriedad, sobre no­ mujer, por ejemplo) y una sensibilidad para Por cierto que Dassin no fue el único d i­ dor, el alcalde y el pope pueden verse como vela de Marguerite Duras, para investigar transmitir como un gozo el sol pleno, el rector de Hollywood que descubrió el rea­ símbolos y todo el film con su tensión y de­ desde fuera a un m atrim onio. V toda investi­ aire libre (el pueblo de La ley,el Pireo de lismo como un estilo y una modalidad ex­ senlace como una clave presente con fondo gación semejante parece inevitablemente un Nunca en domingo, los exteriores cotidianos presiva. Dmytryk, Elia Kazan, John Huston, histórico. rompecabezas, donde la mujer (Melina) es de Topkapi, el tránsito por lugares varios de fueron también capaces de trasplantar am­ Lo que sigue en la carrera de Dassin es atraída por Romy Schneider y no sólo por Promesa al amanecer, en tiempos de Valen­ bientes y personajes auténticos tal como se mucho menos preciso y directo, como si su marido, por lo cual cae en adulterio para tino, es cierto). Si se quiere, a esos rasgos los ve en la vida diaria. Ese estilo pareció progresivamente prefiriera la militancia polí­ sentir a través de interpósita persona a la o- habría que agregar el pulido form al del que sospechoso, originó quejas e investigaciones tica en la vida diaria junto a su mujer y utili­ tra mujer. La sensualidad que Europa le dió ahora Dassin es capaz más que antes. Pero contra tanto liberalismo. Como lo contó zara el cine para expresiones más personales a Dassin hace que los personajers aparezcan parece d ifícil descubrir una identificación después Dassin, quien se negó a declarar su en parte evasivas. En La ley la humillación inmersos entre objetos y que el contorno personal con semejante variedad de persona­ cr$do político ante la Comisión que investi­ del juego y la venganza oscura y confusa de que rodea sus complicadas vidas, pese sobre jes, situaciones, épocas, y con la disparidad gaba a H ollyw ood, el m ovimiento fue que­ los pobres, sobre novela de Roger Vailland, ellos y sobre el espectador. No delatarás, o- de alegorías, comedias y tramas de suspenso. brado por las sospechas exteriores. Actores produce otra alegoría de la vida misma, tra variante, sobre Liam O'Flaherty y una Los retorcimientos emocionales que bor­ v técnicos se negaban a participar en pelícu­ donde el juego de Jas reglas (el patrón de dean incestos, adulterios con fines infre­ las de directores investigados y en una etapa juego decide, las mujeres con su conducta-a­ cuentes, madres con hijos a los que absor­ posterior esos directores vieron sus contratos portan sumisión) implican la formulación de ben, se reiteran casi siempre en torno de rescindidos por los estudios. Su solución una sociedad feudal, el ultraje representado Culminación Melina Mercouri que, como se sabe, es tem­ personal fue convencer a la Fox que lo en­ en los asedios a la virginidad de Gina Lollo- El momento culminante de Dassin peramental y dominante, un dato privado brigida como acto de dominación masculina coincide con la voluntad de dictadura viara a Inglaterra a rodar una película pro­ que Dassin utiliza públicamente con una fi­ artística de los partidarios de McCarthy ducida con capitales norteamericanos. y señorial en un medio de decadente noble­ nalidad artística dudosa. En ocasiones ( Gri­ za. En Nunca en domingo la alegoría se per- y, si Dassin fue finalmente una de las víc­ Cuando el film (Siniestra obsesión) estuvo to de mujer) el esquema le sirve, pero el eje- timas, obligado a expatriarse, le debe pio no vale porque el film es también un también el interés de sus films. Esa at- intento de actualizar la tragedia griega (co­ mófera de “compromiso” que ha faltado mo Fedra), una tangente para explicar que en sus últimas películas, la encontró en­ teau. Música, Manos Hadjidakis. Con O’Flaherty. Fotografía (color), Boris las mujeres están oprimidas hoy en día y de­ Melina Mercouri, Jules Dassin, Geor- Kaufman. Música, Booker T. Jones. tonces. Trabajando con algunos de los li­ ges Foundas, Tito Vandis, Mitsos L¡- Con Raymond Sr. Jacques, Ruby ben liberarse y un vehículo para la actriz guisos, Despo Diamantidou. En Gre­ Dee, Frank Silvera, Julián' Mayfield, bretistas más marcados de la época (Ri- más preferida del director. cia. 9 7 ’ . Roscoe Lee Browne, Janet Maclach- .chard Brooks, Albert Maltz,Melvin Wald, 1961 -F e d ra (Phaedra). Director, Jules Das­ lan, Max Julien. 104’. Entre idas y venidas, Jules Dassin, sin sin. Libreto de Margarita Liberaki, 1 9 7 0 -Prom esa al am anecer (La promesse Jo Eisinger) büscó ante todo describir embargo , ha de figurar entre los directores Jules Dassin. Fotografía, JacquesNat- de l’aube). Direcor, Jules Dassin. Li­ con veracidad una América que la “ca­ teau. Música, Mikis Theodorakis. Con breto de Jules Dassin sobre memorias importantes de los últim os cuarenta años. Melina Mercouri, Anthony Perkins, de Rcmain Gary y pieza teatral "First za de brujas” quería dimular. De los ro­ Por lo menos tres de sus film s en USA y o- Raf Vallone Elízabeth Ercy, Olym- Love” de Samuel Taylor. Fotografía bos en el boxeo (Sinienstra obsesión) al pia Papadouxa, Jules Dassin, George (color), Jean Badal. Música, Georges tros tres en Europa deben incluirse en cual­ Saris. En Grecia. 116*. Delerue. Con Melina Mercouri, Assai de los mercados de alimentos (Mercados quier lista exigente. Dos de ellos (La ciudad 1964 - Topkapi (Topkapi). Director, Jules Dayan Didier Haudepin, Frangois de ladrones), de la opresión penitenciaria Dassin. Libreto de Monja Danischews- Raffoil, Fernand Gravey. Én Francia. desnuda. El que debe morir) son además o- ky sobre la novela "The Light of 102’. (Entre rejas) a la delincuencia (La ciudad bras mayores y memorables. Otros quizás sea Day" de Eric Ambler. Fotografía (co­ 1 9 7 8 - Grito de mujer (). desnuda), lo que denunciaba era el terro­ lor), Henri Alékan. Música, Manos Director Jules Dassin. Libreto de Ju­ mejor olvidarlos, o tomarlos con calma, ha­ Hadjidakis. Con Melina Mercouri, Pe- les Dassin sobre la versión moderna rismo y la intolerancia. Como Kazan, bida cuenta que el director nunca se pro­ ter Ustinov, M aximilian Schell, Robert de Minos Volonakis de "Medea" de Moriey, Akim Tam iroff, Gilíes Segal, Eurípides. Fotografía (color), George que después cambió bastante, o Losey, puso ser el creador riguroso e inflexible que Jess Hahn, Titos Wandis. 119'. Arvanitis. Música, Vannis Markopou- partía del menor hecho real (un trans­ la crítica podría exigirle. Quizás sea un 1 9 6 6 - V eran o a las 1 0 .3 0 (10.30 P.M. Sum- los. Con Melina Mercouri, Ellen Brus- mer). Director, Jules Dassin. Libreto tyn, Andreas Voutsinas, Despo Dia­ porte de manzanas en Mercado de ladro­ hombre influenciable (bajo, nervioso,-de de Jules Dassin Margherite Duras so­ mantidou, Dimitris Papamichael. En nes) para glorificar la resistencia a la mirada penetrante, muy alerta al mundo y a. bre novela de Marguerite Duras. Fo­ Suiza/Grecia. 110’. tografía (color), Gabor Pogany. Músi­ 1 9 8 0 - Circle of Two (t.l. Círculo de dos). opresión, la lucha contra los estafadores la gente que lo rodea), como demostraron ca Cristóbal Hallfter. Con Melina Director, Jules Dassin. Libreto de más diversos. La violencia y la fuerza de el productor Mark Hellinger y una actriz Mercouri, Peter Finch, Romy Schnei- Jules Dassin, Tom Hedley. Fotogra­ der, Julián Mateos, Isabel María Pé­ fía (color),David Nicholson, Música, sus films les confería la eficacia mística griega con garra pero muy inconstante, vital rez. 8 5 '. Les George. Con Richard Burton, del antagonismo del Bien y el Mal ♦ y de impulsos cambiantes. Como la obra re­ 196 8 - No delatarás (Up Tight). Director, Ju Tatum O’Neal, Nuela Fitzgerald, Patrick Brion (en Diction- ciente de Dassin, casualmente. + les Dassin.. Libreto de Jules Dassin, Tudi Wiggins, Robín Gammell, Patri­ Ruby Dee^ Julián Mayfield sobre la naire du cinéma, París 1966) novela "The Informer", de Liam cia Collins, Donann Cann. En Cana­ M. Martínez Carril dá.

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