HISTORIA DEL REINO DE NAVARRA EN LA EDAD MEDIA
HISTORIA DEL REINO DE NAVARRA EN LA EDAD MEDIA
José M.a Lacarra
(s E I M CAJA DE AHORROS DE NAVARRA © Caja de Ahorros de Navarra - 1975 Segunda Edición - 2000. Depósito Legal: NA 278-1976 I.S.B.N. 84-500-7465-7 Impreso en Gráficas Estella, S.A. éxito obtenido por la: «Historia Política del Rci- El Consejo de Administración de la Caja de Ahorros V y no de Navarra, desde sus orígenes hasta su in- de N avarra eslimó adecuado y pertinente que juera el M Lm corporación a Castilla», de D. José María Laca- propio Sr. Lacarra, autor de la Historia extensa de N a rra de Miguel, publicada en la «Biblioteca Caja de Aho varra, publicada en tres lomos, quien llevara a efecto la rros de Navarra» en 1972, animó a la Caja a insistir so Historia resumida, en ejemplar único perfectamente ma bre el tema, pero bajo otro ángulo más sencillo y divul nejable. gador. Su contenido ameno y docente, ilustrativo y orien Era imprescindible una fuente histórica de consulta tador, cumple muy satisfactoriamente su tarea vulgaríza- que enriqueciera la bibliografía navarra. Y así lo hicimos, dora, sin perder por ello tono, rango, ni categoría. al amparo de la competencia -por todos reconocida- del Todo ello ha quedado inmerso dentro de las aspira ilustre medievalista estellés Sr. Lacarra de Miguel. ciones de la Caja de Ahorros de Navarra de servir a Pero era preciso también llegar al conocimiento me nuestra cultura regnícola, mediante el conocimiento de dio de las gentes del país mediante la elaboración de una nuestra Historia que nosfedata las enormes virtudes hu Historia de Navarra, más resumida, aunque no por ello manas de nuestros Reyes y de nuestras gentes. menos exhaustiva. Tal es nuestro propósito con la publicación de esta No dejaba de ser tarea bien difícil, porque el margen Historia de Navarra que fue impresa con motivo de la editorial venía a suponer cierto peligro de incidir en omi fiesta del libro del año 1976 y que hoy se reedita. siones de aconteceres importantes; pues nuestro antiguo Reino fue en ellos no ya abundante, sino exhuberante. Caja de Ahorros de Navarra
ÍNDICE
PRELIMINAR ...... 17
CAPÍTULO I.
Cristiandad e Islam
Los vascos antes del Islam ...... 19 Pamploneses y musulmanes ...... 20 Roncesvalles ...... 21 Entre francos y musulmanes...... 22 Frente al Imperio carolingio ...... 23 íñigo Arista en el poder ...... 24 Pamploneses y asturianos. García íñiguez ...... 28 Los condes de Aragón y otras familias del país ...... 29 Los Banu Qasi contra Pamplona. Fortún Garcés ...... 31 Bibliografía ...... 34
CAPÍTULO II.
El reino de Pamplona en el siglo X
Sancho Garcés I (905-925) ...... 35 El eclipse de los Banu Qasi, conquista de la Rioja y sumisión de Aragón ...... 3 6 Campaña de Abd al-Rahman III contra Pamplona (924) ...... 37 Prestigio de la nueva dinastía ...... 37 La sucesión de Sancho Garcés (9 2 5 ) ...... 38 García Sánchez y el Califato de Córdoba ...... 38 Los reyes de Pamplona y la sucesión al trono de León ...... 4 0 Sancho Garcés II Abarca y al-Hakam II ...... 42 Sancho Abarca ante Almanzor ...... 43 García Sánchez II (994-1004) ...... 44 Bibliografía ...... 46
CAPÍTULO 111.
Estructura política, social y cultural (Siglos IX y X)
La frontera m ilitar ...... 4 7 Cristianos y muladíes ...... 4 8 Vida religiosa y cultural ...... 4 8 Los territorios diferenciados ...... 51 La monarquía y la administración del reino ...... 52 Bibliografía ...... 54
9 CAPÍTULO IV
Sancho el Mayor (1004-1035)
Sancho el Mayor y el Islam ...... 55 Incorporación de Sobrarbe y Ribagorza ...... 56 Sancho el Mayor y el condado de Barcelona ...... 57 Las relaciones con Gascuña ...... 57 Sancho III, tutor y protector del conde de Castilla ...... 59 Sancho el Mayor, conde de Castilla y protector del reino de León ...... 61 Sancho III en León ...... 61 Bibliografía ...... 6 3
CAPÍTULO V.
Los sucesores de Sancho el Mayor (1035-1076)
La sucesión de Sancho el Mayor ...... 65 Acrecentamiento territorial: Castilla la Vieja (1037) ...... 6 6 Toma de Calahorra (1045) ...... 67 Atapuerca (1054) ...... 67 Sancho de Peñalén (1054-1076) ...... 6 8 Frente a C a s tilla ...... 6 9 Sancho de Peñalén y la taifa de Zaragoza...... 71 El rey y los señores ...... 72 Muerte de Sancho en Peñalén (1076) ...... 72 Bibliografía ...... 74
CAPÍTULO VI.
Navarra y Aragón (1076-1134)
El territorio de Aragón hasta 1076 ...... 75 La reconquista bajo Sancho Ramírez (1076-1094) ...... 76 La reconquista bajo Pedro I (1094-1104) ...... 77 Alfonso el Batallador (1104-1134) ...... 79 Matrimonio de Alfonso y Urraca ...... 8 0 La conquista de Zaragoza (1 1 1 8 ) ...... 81 Las fronteras de Castilla y de Lérida ...... 82 Expediciones a Andalucía y a Valencia ...... 8 4 Las paces de Tám ara ...... 8 4 Política ultrapirenaica y asedio de Bayona ...... 85 El desastre de Fraga (1 1 3 4 ) ...... 8 6 El testamenro real y sus consecuencias ...... 87 Bibliografía ...... 88
10 CAPÍTULO VIL El rey y el reino. Vida económica, social y cultural (1004-1134)
La monarquía ...... 8 9 La Curia y la Corte ...... 9 0 La Corte y los señores bajo la dinastía aragonesa ...... 91 Renovación económica ...... 92 Rutas de peregrinación y de comercio ...... 93 Desarrollo urbano ...... 93 Nueva estructura social ...... 9 4 La Iglesia ...... 95 La renovación eclesiástica ...... 9 6 Las artes y las letras ...... 9 8 Bibliografía ...... 101
CAPÍTULO VIII.
Restauración de la monarquía navarra (1134-1234)
García R amírez el R estaurador (1134-1150) ...... 103 Restauración de la monarquía ...... 103 Navarra frente a Castilla y Aragón ...... 104 Se proyecta el reparto de Navarra y fracasa (1140) ...... 105 Campaña de Almería y su trascendencia para Navarra (1147) ...... 106 Sancho el Sabio (1150-1194) ...... 107 Nuevo reparto de Navarra (1151) ...... 108 La Rioja y el «reino de Artajona» ...... 108 Recuperación de la Rioja (1162-1163) ...... 111 Albarracín ...... 111 La reacción castellana y tratado de paz (1179) ...... 112 Política en torno a Navarra hasta la muerte de Sancho el Sabio (1194) ...... 114
Sancho el F uerte (1194-1234) ...... 1 16 El acoso de Navarra y reparto del reino (1198) ...... 116 Ocupación de Alava y Guipúzcoa y sus consecuencias ...... 117 Las Navas de Tolosa (1212) ...... 118 Las fronteras del reino ...... 120 La sucesión al trono y el prohijamiento con Jaime el Conquistador...... 120 Bibliografía ...... 123
CAPÍTULO IX.
El reino, la iglesia, la economía y la cultura (1134-1234)
1:1 reino de Navarra ...... 125 La monarquía ...... 126 Las fuerzas disolventes ...... 126 El gobierno del reino ...... 127
11 Los obispos y la Iglesia de Pam plona ...... 128 Rutas comerciales y desarrollo urbano ...... 129 Auge económico ...... 130 Los barrios de Pamplona ...... 131 La población burguesa ...... 132 Estructura social ...... 133 Las artes y las letras ...... 13 4 Bibliografía ...... 137
CAPÍTULO X.
La casa de Champaña (1234-1274)
T eobaldo I (1234-1253) ...... 140 El rey ante sus nuevos súbditos ...... 14 0 Primeros choques con los nobles ...... 141 El Fuero Antiguo ...... 141 Cruzada a Tierra Santa ...... 142 Política nacional ...... 143 El rey Teobaldo ...... 144 T eobaldo 11 (1253-1270) ...... 145 El juramento real ...... 145 Resistencia de la Corona y mediación de San L u is ...... 147 Sumisión de la nobleza y concordia con el obispo ...... 148 Exaltación de la realeza ...... 148 Gobierno interior ...... 149 La Cruzada a T ú n e z ...... 149 E nrique I (1270-1274) ...... 150 Bibliografía ...... 151
CAPÍTULO XI.
Navarra bajo el dominio francés (1274-1328)
J uana I de N avarra (1274-1305) ...... 154 Entre Aragón y Castilla ...... 154 Blanca de Artois y Felipe el Atrevido ...... 155 La guerra civil y destrucción de la Navarreria ...... 155 Liquidación de la guerra civil ...... 157 Los gobernadores ...... 158 Los hijos de J uana 1 y F elipe el H ermoso (1305-1328) ...... 159 Luis el Hutln (1305-1316) ...... 159 Felipe el Largo (1316-1322) ...... 161 Carlos el Calvo (1322-1328) ...... 161 Gobernadores y reformadores...... 162 Restauración de la Navarreria ...... 162 Bibliografía ...... 164
12 CAPÍTULO XII.
Estructura política, sociedad y cultura (1234-1328)
Los reyes y sus consejeros ...... 165 Gestión financiera ...... 166 Las salidas al mar ...... 167 Los estamentos ...... 167 Los ricoshombres ...... 168 Infanzones y caballeros ...... 169 Buenas villas ...... 169 La Iglesia ...... 170 Los labradores ...... 172 Moros y ju d ío s ...... 173 Cultura: letras y artes ...... 174 Bibliografía ...... 177
CAPÍTULO XIII.
El reino de Navarra entre Francia y España (1328-1425)
Ju a n a II y Felipe de Evreux (1328-1349) ...... 179 Navarra se desliga de la corona de Francia ...... 179 El juramento real ...... 180 Matanza de judíos ...... 182 Amejoramiento de los Fueros ...... 182 Gobierno del reino ...... 182 La Cruzada de Algeciras y la muerte del rey (1343) ...... 183 Juana II (1343- 1349) ...... 184 Carlos II (1349-1387) ...... 185 Carlos II, rey de Navarra ...... 185 Carlos II en Francia. Prisión del rey (1356) ...... 185 Liberación de Carlos II y las revoluciones campesina y urbana ...... 186 Carlos II en Navarra. Alianza con Pedro I de Castilla ...... 187 Alianza con Aragón ...... 188 Batalla de Cocherel (1364), y vuelta a la alianza con Castilla ...... 189 Las Grandes Compañías expulsan a Pedro 1 (1 3 6 6 ) ...... 190 Carlos II ante las Compañías inglesas ...... 191 Enrique II instalado en Castilla ...... 192 Carlos II en Francia: la baronía de M ontpellier...... 192 Hacia la liquidación de las cuestiones con Castilla ...... 193 Prisión del infante don Carlos y guerra con Castilla ...... 195 Tratado de Briones (1379) ...... 196 Regreso del infante don Carlos (1381) ...... 197 Las relaciones exteriores ...... 197 Hacia la liquidación del tratado de Briones ...... 197
13 Muerte de Carlos II ...... 198 Los navarros en Grecia ...... 199C arlos III el N oble (1387-1425) ...... 2 0 0 Amistad con Castilla ...... 2 0 0 Los problemas pendientes: Inglaterra, Francia y el Cisma ...... 201 El ducado de Nemours y final del Cism a ...... 2 0 2 La familia de Carlos III y su política matrimonial ...... 2 0 3 Matrimonio de Blanca con el infante don Juan ...... 2 0 4 Muerte de Carlos III (1425) ...... 2 0 5 Bibliografía ...... 2 0 7
CAPÍTULO XIV.
Estructura política y administrativa, sociedad, economía y cultura (1328-1425)
Los reyes de la Casa de Evreux ...... 2 0 9 Administración central ...... 2 1 0 Administración territorial ...... 211 Defensa del reino ...... 211 Aspectos económ icos ...... 211 Las finanzas del Estado ...... 21 2 La m o n e d a ...... 2 1 3 La población ...... 2 1 4 Estructuras sociales ...... 2 1 4 Nobleza y aristocracia ...... 2 1 7 Cortes, fueros y legislación ...... 2 1 7 La corte ...... 2 1 9 Aspectos culturales: Artes y letras ...... 2 2 0 Bibliografía ...... 2 2 3
CAPÍTULO XV
Doña Blanca de Navarra y el príncipe Carlos de Viana (1425-1461)
Juan II y Blanca de Navarra ...... 2 2 5 Guerra con Castilla ...... 2 2 6 Gobierno de don Juan y doña Blanca ...... 2 2 7 Matrimonio de los infantes ...... 2 2 7 Muerte de la reina (1441) ...... 2 2 8 Gobierno del Príncipe de Viana ...... 2 2 9 Intervención de don Juan ...... 2 2 9 La ruptura ...... 231 Guerra civil y prisión del principe ...... 2 3 2 El príncipe desheredado (1455) ...... 2 3 4 Mediación de Alfonso el Magnánimo ...... 2 3 4 Juan 11, rey de Aragón ...... 2 3 5
14 Prisión y libertad del príncipe ...... 2 3 6 Muerte del Príncipe de Viana ...... 2 3 8 Bibliografía ...... 2 3 9
CAPÍTULO XVI. Leonor y Gastón de Foix (1462-1479)
Gastón de Foix, mediador entre los reyes de Francia y Aragón ...... 241 Tratado de Olite y prisión de Blanca de Navarra (1462) ...... 2 4 2 Gastón de Foix y la alianza franco-aragonesa ...... 2 4 2 Sentencia arbitral de Bayona (1463) ...... 2 4 3 Sumisión de los beaumonteses y muerte de Blanca de Navarra (1464) ...... 2 4 3 Beaumonteses y agramonteses ...... 24 5 El Príncipe de Viana, Gastón, Lugarteniente de Navarra (1469-1470) ...... 2 4 6 Leonor heredera de Navarra ...... 24 7 Leonor desengañada de su padre y hermano ...... 2 4 9 Remado y muerte de Leonor (1479) ...... 2 5 0 Bibliografía ...... 25 2
CAPÍTULO XVI1.
Las Casas de Foix y de Albret (1479-1512)
Francisco Febo (1479-1483) ...... 2 5 4 Catalina de Foix y su matrimonio con Juan de Albret ...... 2 5 5 Entre Francia y España ...... 2 5 7 Coronación de los reyes y protectorado castellano ...... 2 5 8 Oscilaciones de la política exterior hasta 1504 ...... 2 5 9 Crisis castellana y cambio de alianzas ...... 261 Luis XII y Fernando el Católico frente a los reyes de Navarra ...... 26 3 Los reyes de Navarra ante la Santa Liga ...... 2 6 4 Muerte de Gastón de Foix y negociaciones bilaterales (abril-julio, 1512) ...... 2 6 5 Conquista del reino ...... 2 6 6 Incorporación a Castilla ...... 2 6 8 Navarra partida en d o s ...... 2 6 8 Bibliografía ...... 2 7 0
CAPÍTULO XVIII.
Administración, economía y sociedad (1425-1512)
Los reyes ...... 271 Administración del reino ...... 2 7 2 El ejército y la Hermandad ...... 2 7 3 Estructura social y económ ica ...... 2 7 3 La Iglesia y los eclesiásticos, moros y judíos ...... 2 7 5 Bibliografía ...... 2 7 7 15
PRELIMINAR
dependiente y administración separada. La separa omo todos los reinos peninsulares, el de ción total se logrará tras fuerte resistencia de los na Navarra tiene su origen en la reacción de varros, estrechamente unidos frente a los extraños. defensa de los cristianos ante el invasor Esta unión reafirmará su espíritu nacional y permiti C musulmán. Movimiento en un principio de resistenrá afianzar sus instituciones públicas. Unas dinastías cia, que pronto se trocará en guerra de Reconquista. propias -primero de Evreux, luego de Foix y de Al-
Nacido en tierra vascona, se extenderá por el Pi bret — seguirán manteniendo intereses familiares a rineo oriental sobre lo que seria condado de Aragón; uno y otro lado del Pirineo, y complicando a los na por el sur y oeste hacia la Rioja y Castilla. Con San varros en empresas no siempre convenientes a sus cho el Mayor (1004-1035) toda la España cristiana, propios intereses. desde León a Barcelona, busca su protección. En el En la marcha hacia los tiempos modernos, Na siglo XII los monarcas de los «Cinco Reinos de Espa varra no podía conservar su personalidad política in ña» tendrán a Sancho el Mayor como su antepasado dependiente frente a las coronas de Francia y Casti- más esclarecido. Durante cincuenta y ocho años, de lla-Aragón, rivales entre sí. Como un incidente de es 1076 a 1134, la historia de Navarra correrá unida a tas rivalidades Navarra fue ocupada por Fernando el la de Aragón, y, tras recobrar su vida independiente, Católico (1512), y, tres años después, incorporada a participará en las empresas comunes de Reconquista la corona de Castilla, «guardando los fueros e cos -las Navas de Tolosa, Algeciras- pese a no tener fron tumbres del dicho regno», es decir, su administra teras con los moros. ción y gobierno privativo.
No obstante su reducida extensión, Navarra Esta incorporación sólo afectaba al territorio pe mantiene su personalidad a costa de grandes esfuer ninsular del reino navarro, ya que las tierras del otro zos frente a reinos vecinos poderosos. Por algún lado del Pirineo, conocidas como Baja Navarra, aca tiempo (1274-1328) los reyes de Francia gobiernan baron por incorporarse a la monarquía francesa, a la vez el territorio navarro, pero con titulación in aunque conservando también su administración in 17 dependiente, y así siguieron hasta la Revolución En las páginas que siguen pretendemos trazar francesa. Las tierras de la Navarra propiamente di las líneas generales de la trayectoria política e insti cha, de mucha mayor extensión e importancia, con tucional del reino hasta su incorporación a Castilla. servaron sus Tribunales, Cortes, legislación civil, pe De la última etapa de su historia política y adminis nal y administrativa -con moneda propia, aduanas, trativa -de 1515 a 1841- nada diremos aquí, aunque etc.-, hasta la Guerra Civil (1833-1839) y la Ley Pac- bien merecería que fuese objeto del atento estudio de cionada de 1841, en que sus instituciones privativas los historiadores. fueron acomodadas a la unidad constitucional de la m onarquía.
18 CAPITULO I
Cristiandad e Islam
Los vascos antes del Islam dada en el siglo I antes de Cristo, aseguraba el trán sito por la vía de la Galia, sería refugio de mercade l reino de Navarra -o mejor de Pamplona, res, y por tanto centro de romanización y de cristia como se le llama en un principio-, surge nización más tarde. Una vía romana que de Pamplo con ocasión de la lucha que los cristianos na conducía a la desembocadura del Bidasoa asegu mantienen con los musulmanes invasores. Peroraba de la la salida de las explotaciones mineras del Piri organizaciónE y medios de vida de estos cristianos, asi neo Navarro, pero no tenemos noticia de asenta como de los primeros pasos de la monarquía tene mientos de población romana en las tierras de la mos informaciones muy confusas. m ontaña.
El territorio estaba habitado por gentes de estir Por eso, si en las zonas agrícolas hay conviven pe vasca, que llevaban largos siglos de aislamiento de cia entre indígenas y romanos, ésta apenas existe en los pueblos vecinos. Es verdad que la ruta del Pirineo las zonas boscosas y húmedas del norte; si en el sur por Roncesvalles seria recorrida por todos los pue se ha establecido una nueva ordenación de la pro blos que, procedentes del centro de Europa, invaden piedad, con nuevas técnicas de cultivo, en el norte la Península. Pero son pocos los invasores que que las gentes siguen viviendo al modo tradicional, que dan en el país. apenas podemos adivinar, y conservan su lengua vas Los romanos, que habían llegado a dominar ofi ca. La separación económica y de estructuras socia cialmente todo el territorio, están interesados en te les se vería acentuada con la barrera cultural que es ner asegurado el paso de Roncesvalles, y se asientan tablece la lengua. De aquí que las sucesivas crisis con preferencia en las tierras de mayor rendimiento porque pasa el Imperio repercutan inmediatamente agrícola. En las tierras de la Ribera y en los cursos de sobre los ricos propietarios de las «villas», que se ve los ríos Aragón, Arga y Ega los propietarios romanos rán asaltados por las gentes del país. Los vascos de la instalarán sus «villas», viviendo a tono con los refi Navarra húmeda, que dedicados al pastoreo y con namientos de la civilización romana; Pamplona, fun una deficiente agricultura se lanzan en busca de ví 19 veres, aceleran la crisis y acentúan la raralidad y bar lio de Toledo. El relato de los cronistas nos ilustra so barie, frente a la civilidad y urbanidad de los coloni bre el sistema de lucha, propio de la guerrilla: ataque zadores. Al aislamiento mental en que habían vivido por sorpresa y dispersión al ser acosados por fuerzas vascos y romanos cuando convivían en el mismo te superiores. El modo de sumisión es el propio en es rritorio, seguirá ahora el aislamiento de todo el terri tos casos, y que volverán a utilizar los musulmanes torio dominado por los indígenas, respecto a los pue cuando poco después tengan que pacificar el país: blos que les rodean. tomarles rehenes y someterles al pago de tributos.
Fechas notables de esta transición son la defen No cabe duda que una lucha tan prolongada sa de los Pirineos en el año 407 por Dídimo y Veri- tuvo que contribuir a que entre los vascones surgie níano con sus tropas privadas (407); en 408 el em ra una organización que agrupara bajo el mando de perador Honorio anima a los jefes de las milicias de unos jefes de prestigio a los hombres útiles para el Pamplona a la defensa, pero al año siguiente los sue ataque y para la defensa, aunque fuese de un modo vos, vándalos y alanos lograron atravesar el Pirineo más o menos transitorio; entre las familias de estos derramándose por la España occidental; hacia 472 jefes se tomarían los rehenes para pacificar el país, y un ejército enviado por Eurico, al mando del conde con ellos concertarían los monarcas visigodos el tri Gauterico, se dirige a Zaragoza por Pamplona y ocu buto que debían pagar. Todo ello podemos adivinar pa la provincia Tarraconense hasta el Mediterráneo. lo, pero apenas podemos afirmar nada con certeza. Para entonces ningún indicio de autoridad romana La historia de los dos siglos inmediatos no sería, en quedaba en los territorios de la antigua Vasconia. cierto modo, sino una continuación de la que ahora sugerim os. Después, hay un largo paréntesis hasta el año 581, en que se inician las luchas de los vascos con las nuevas monarquías -de francos y de godos- que se han afirmado en sus fronteras del norte y del sur. Las Pamploneses y musulmanes represiones de éstos responden generalmente a irrupciones depredatorias de los vascos, y su coinci En la primavera del año 714 los musulmanes dencia cronológica hace pensar que unas mismas hicieron su aparición en el valle del Ebro, y antes del causas, sin duda económicas, les mueven a saquear año 718 la guarnición visigoda de Pamplona se so los campos vecinos. Primero es Leovigildo, que para metía a los nuevos dominadores. Esto no suponía contenerlos funda la ciudad de Victoriacum (581); para los sometidos cambio alguno sustancial, ya que luego Suintila, que les hizo construir a sus expensas las autoridades conservaban sus cargos, se respetaba la ciudad de Olite (621); en 653 ayudan al preten a los habitantes en su religión y en la propiedad de diente Froya contra Recesvinto y llegan en sus de sus casas y tierras, obligándose tan sólo a pagar un predaciones hasta Zaragoza; Wamba estaba luchando impuesto personal y a no acoger a los enemigos del contra cántabros y vascones cuando tuvo noticia de Islam. En 732 Abd al-Rahman al-Gafiqi pasaba los la rebelión de Paulo en la Narbonense (672-673). Pa Pirineos por Pamplona, para ser derrotado en Poi- ralelamente, en la vertiente norte luchan contra Chil- tiers por Carlos Martel, y los restos de su ejército re perico; en 587 descienden de las montañas saquean gresarían a la Península por el mismo camino segui do los campos; en 602 son derrotados por Teodo- do a la ida. berto II, rey de Austrasia, y Teodorico II, rey de Bor- Pero la dominación musulmana resultaba tan gona; en 637-638 sorprenden en el valle de Soule, a inestable como la de los visigodos, o tal vez mayor: un ejército enviado contra ellos por el rey Dagoberto su autoridad no estaba todavía bien asentada en la y matan a su jefe con las tropas más escogidas. Península, ni por tanto se hallaban en condiciones de Pamplona, que debía conservar en bastante exigir el pago regular de los tributos. Sabemos que buen estado su recinto murado de origen romano, Abd al-Malik ibn Qatan (732-734) se esforzó, sin sería poseída por los visigodos, al menos con inter éxito, por reducir a las gentes del Pirineo, y su suce mitencias. El obispo Liliolo asistió al III Concilio de sor, Uqba (734-741), tuvo que someter de nuevo a Toledo (589) y al 11 de Zaragoza (592), y en 683 el Pamplona, sino que ahora, para asegurar su autori obispo Atilano se hizo representar en el XIII Conci dad, instaló una guarnición musulmana. 20 El levantamiento de los bereberes, las luchas in En la España musulmana, Abd al-Rahman 1 se ternas entre yemeníes y qaysies, obligarían a retirar ha puesto al frente del emirato cordobés (756), pero las guarniciones de las plazas fronterizas; la fuerza su jefatura tropieza también con grandes resistencias. expansiva del Islam había cesado, y Pamplona ya no El territorio del valle del Ebro, desde Zaragoza a Bar era lugar de tránsito hacia la Galia. Los antes someti celona, escapaba prácticamente a su autoridad, y dos, dejaban de pagar los tributos convenidos, y los aquí surgiría una conspiración, cuyos jefes solicita musulmanes no estaban en condiciones de exigirlos. ron el apoyo de Carlomagno. Eran éstos, Sulayman Por eso, cuando en 755 el gobernador Yusuf al-Fihri ibn Yaqzan ibn al-Arabi, que se había alzado con el quiere desembarazarse de unos contradictores ino mando de la región, Abul Aswad, hijo de Yusuf al- portunos, los envía con pocas fuerzas contra los vas- Fihri -antiguo gobernador de la España musulma cones de Pamplona para que perezcan desastrosa na- y al-Husayn ibn Yahya al-Ansarí. En la primave mente, como así ocurrió. Algo análogo sucedía en la ra del año 777 se presentaron en Paderborn (Sajo frontera alavesa, en que, tras diversos combates, sus rna), Sulayman y el hijo y yerno de Yusuf al-Fihri gentes se vieron sometidas, hacia 867 a pagar tribu ofreciendo -según dicen los autores carolingios- ha to y a entregar rehenes. cerle entrega de las ciudades que mandaban, es de Nada sabemos de lo que ocurría en Pamplona cir, de toda la región del Ebro. mientras tanto, pero lo podemos imaginar. De ser ca Carlos aceptó, y en la primavera siguiente se di beza de un distrito -visigodo primero, musulmán rigió a la Península con un gran ejército, que avanzó después- ha pasado a depender del jefe indígena que por los dos extremos del Pirineo. Una columna pe mande en el territorio. Es decir, que el grupo huma netró por la Septimania, y siguiendo probablemente no asentado en Pamplona no irradiará su autoridad a la ruta de Barcelona, Lérida y Huesca se presentó una comarca, sino al revés, la ciudad quedará some ante Zaragoza. La otra, mandada por el rey en perso tida a la autoridad indígena que domine en el medio na, se puso en marcha a fines de abril, y por Ronces- rural. Los autores francos nos dicen que en el siglo valles pasó a Pamplona, y sin obstáculo especial se VIII Pamplona era la fortaleza de los navarros, nom reunió con la anterior ante los muros de Zaragoza. bre éste que ahora suena por primera vez aplicado a Pero la ciudad no se entregó, pues al-Husayn ibn los vascos de la vertiente sur. Yahya, otro de los conjurados, se negó a acoger a Carlos. Éste, temiendo tal vez que había sido objeto de un engaño para alejarle de sus bases, no se deci Roncesvalles dió a atacar la plaza, y emprendió el regreso con cier ta precipitación; aunque, para mayor seguridad, se De Pamplona no volveremos a tener más noti llevó consigo a Sulayman que, según lo prometido, cias hasta la expedición de Carlomagno en 778. En había salido a su encuentro, y sin duda facilitaría la estos años, tanto en la Francia carolingia como en la marcha de los francos por territorio musulmán. Pero España musulmana, se habían producido dos movi cuando ya el ejército se alejaba, y Carlos se creía se mientos hacia la unidad de mando. Entre los francos, guro, Sulayman fue liberado por sus hijos, que re el éxito de Carlos Martel en Poitiers aseguró el poder gresaron con él a Zaragoza y se unieron a la rebelión a su alrededor, y lo transmitió a su hijo Pipino el Bre de al-Husayn. ve. Pero una vez alejado el peligro musulmán rebro tan las disidencias, localizadas en el ducado de Aqui- Carlos llegó a Pamplona y, «para que no pudie tania; los vascones figuran entre los más batalladores ra rebelarse -dicen los Anales reales- destruyó sus aliados de la nueva dinastía ducal, que durante trein muros». El fracaso ante Zaragoza primero, y el nue ta años resistirá a la autoridad de Pipino. Cuando vo fracaso ante los hijos de Sulayman, contribuirían éste muere (768), su hijo Carlomagno tuvo que lu a la desmoralización del ejército. El abandono de char con Hunoldo II, quien pasó el Garona y se re Pamplona indica que confía en los vascones tan poco fugió en territorio netamente vascón, regido por un como en los musulmanes, y que no tiene esperanzas jefe (dux) llamado Lupo, quien se vio obligado a en de volver. A mediados de agosto, cuando todavía era tregar al rebelde. La autoridad, al menos nominal, de tiempo de campañas militares, Carlos renuncia a la Carlos se extendía así hasta el Pirineo. empresa española y se dispone a cruzar el Pirineo. 21 Es clásica la descripción que hace de la batalla Carlos se apresuró a asegurar su soberanía en Eginardo, biógrafo de Carlomagno, que escribe cua Aquítania, reemplazando los altos funcionarios, así renta años después de los sucesos: «Cuando el ejér como obispos y abades, por gentes de estirpe franca cito caminaba en columna alargada, como la angos y de toda confianza. En 781 creó el reino de Aquita- tura de aquellos pasos exigía, los vascos, emboscados nia para su hijo Luis, que tenía tres años, y en el que en lo alto de la montaña (ya que el lugar es apropó- se incluía la antigua Vasconia -del Garona al Pirineo- sito para las sorpresas por la abundancia de bosques) que seguía refractaria a la política nacional de los acometieron desde arriba a los que iban en la última francos. A este reino, con capital en Tolosa, corres parte del bagaje, y a las tropas que cubrían la marcha pondería aplicar, desde 798, la política imperial de del grueso del ejército, y los arrojaron a un profundo defensa o expansión, creando condados en la que se valle, donde, trabada la lucha, los mataron a todos. denominará Marca Hispánica.
Después de robar el bagaje, amparados por la noche Cuenta el biógrafo de Ludovico Pío que cuando que se aproximaba, se dispersaron con rapidez. Los el joven monarca se presentó ante la asamblea de Pa- vascos tenían en su favor la ligereza de las armas y la derborn, en 785, iba vestido, siguiendo las sugestio disposición del lugar donde se luchaba; los francos, nes paternas, al modo de los vascos, «con traje corto por el contrario, resultaban inferiores por el peso de y redondo, enseñando las mangas de la camisa, cu las armas y la aspereza del terreno. En esta batalla biertas las piernas, sujetas la espuelas en el calzado y murieron el senescal Eggihardo, el conde palatino llevando una jabalina en la mano». Mucho había cre Anselmo, Roldán, duque de la Marca de Bretaña y cido el prestigio de los vascos, vencedores en Ron otros muchos. Esta derrota no pudo ser vengada por cesvalles siete años antes, cuando el primogénito de entonces, porque el enemigo, terminada la lucha, de la monarquía era presentado así ante la corte. Sin tal modo se dispersó que ni siquiera quedaron indi duda quería halagar de esta forma a los más belico cios de donde se pudiera encontrar». sos de sus súbditos y preparar al mismo tiempo la Se ha discutido entre los eruditos quiénes fue entrada de Luis en su nuevo reino. ron los auténticos vencedores de Roncesvalles. Los Abd al-Rahman 1, por su parte, tras de someter autores carolingios próximos a los sucesos sólo ha Zaragoza, realizó una expedición, hacia 781-782, blan de vascones, y los autores árabes no tienen no por las tierras fronterizas ocupadas por cristianos, ticia de que sus gentes intervinieran en ningún gran que sin duda habían mostrado cierta solidaridad con encuentro. Para la leyenda los vencedores son los los rebeldes. La ruta seguida no es bien conocida. Pa moros: Carlomagno viene a España para combatirles rece que comenzó por la Rioja, donde destruyó for y propagar la fe cristiana, y Roldán es el héroe y már talezas, devastó Pamplona y siguió hacia Aragón, tir de este encuentro. Menéndez Pidal piensa que en pues acampó en el país de Ibn Balaskut, «cuyo hijo Roncesvalles debieron luchar vascones y musulma tomó en rehenes y le concedió la paz obligándose nes unidos, estos últimos para liberar a Sulayman. aquél a pagar un tributo personal». Así, pues, donde Abadal, por el contrario, y de acuerdo con los auto encontró resistencia actuó con energía y destruyó res carolingios, cree que sólo intervinieron vascones, fortalezas; en otros casos procedió por el sistema ha y que éstos eran de la otra vertiente del Pirineo, bitual: concederles la paz (am an) con el compromiso aquéllos que vimos gobernados por el dux Lupo, y de pagar un impuesto personal, y, como garantía de que de una manera forzada habían acatado el poder cumplimiento, la entrega de rehenes. de Carlos en 769. Los cristianos del Pirineo, puestos entre dos po derosos vecinos, se veían forzados a aceptar una u otra forma de sumisión: condados al servicio de los Entre francos y m usulm anes francos cuyos titulares, aunque escogidos entre miembros de familias con arraigo en el país, no des Si la expedición militar de Carlos había fracasa mentían su condición de funcionarios; o aceptar el do, tuvo sin embargo importantes consecuencias, am an, especie de tratado de paz o alianza, en la que, tanto en los dominios musulmanes como en los ca cumplidas las cláusulas acordadas -generalmente el rolingios. pago de un tributo-, el emir no intervenía en el régi 22 men interno del grupo que había pactado. Las dos pamploneses que se mostraban complacientes con la fórmulas se intentaron, y se aplicaron con resultado política expansionista de los francos. Unos y otros bien diverso. Francos y musulmanes necesitaban estaban, pues, unidos por los intereses y los resenti apoyarse en grupos familiares de la misma región, o m ientos. que al menos estuvieran en íntimo contacto, cultural Amrus hizo correrías por tierras de Pamplona o lingüístico, con sus gentes; procurarían hacerse castigando duramente a sus habitantes, pero en una con partidarios dentro de cada valle o familia y fo segunda excursión contra Pamplona encontró mayor mentarían las disidencias internas. resistencia, pues los cristianos se sienten fuertes con Los musulmanes contaban con una ventaja ini el apoyo de los Banu Qasi. En el año 803 pamplone cial: cuando las tropas de Musa llegaron al valle del ses y Banu Qasi se apoderaron por sorpresa de lúde Ebro, el conde Casius, jefe del distrito de Borja, no la, plaza que Amrus había fortificado y encargado de sólo capituló sino que se hizo musulmán, y entró en su defensa a su hijo Yusuf. Éste fue llevado prisione la clientela del califa al-Walid. Sus descendientes, los ro a Sajra Qais, fortaleza instalada no lejos de Pam Banu Qasi, se mostraron fieles a estos lazos de clien plona, pero su padre, reuniendo tropas en Zaragoza tela que les unían al omeya Abd al-Rahman I, y lo logró liberarle. Los aliados habían tenido que aban mismo a su hijo Hisham I (788-796), y no se suma donar Tudela, y, no pudiendo resistir la presión de ron a los movimientos levantiscos de Zaragoza. Por Amrus, «navarros y pamploneses» -dicen los Anales otra parte, no se habían borrado los lazos culturales carolingios-, es decir, la familia de los Iñigo y tal vez que les unían a las gentes del país, lazos que, como otros grupos del país, se acogen a la protección caro veremos, anudarían con relaciones de parentesco. lingia el año 806. Posiblemente con el apoyo de los «baskunes» -com o les llaman los textos árabes- que habían aceptado la paz, se instalaría en Pamplona un miembro de esta familia, Mutarrif íbn Musa ibn Furtun, que en 798 Frente al Imperio carolingio gobernaba la plaza en nombre del emir. La presión carolingia se había venido acentuan Dos tendencias o grupos rivales se dibujan entre do en toda la frontera pirenaica: el año 800 un ejér los cristianos de Pamplona: unos, partidarios de cito mandado por Luis el Piadoso se había acercado aceptar la protección carolingia; otros, de mantener a Barcelona y saqueado los campos de Lérida y Hues la situación actual, es decir, de aceptar los pactos ca; al año siguiente, tras una campaña cuidadosa acordados con el emir. En 799 un golpe de fuerza, mente preparada, se somete Barcelona; hacia el año probablemente alentado por la corte de Ludovico Pío 806 vemos a los condes de Tolosa establecidos en la -que el año anterior había celebrado una asamblea región de Pallars-Ribagorza, y por los mismos años el en Tolosa para tratar de los asuntos de España- de conde Aureolo instalaba guarniciones en el Alio Ara rribó a Mutarrif e instaló en Pamplona un gobierno gón, frente a Huesca y Zaragoza; poco después, en afecto a los carolingios y a sus aliados los asturianos. 811, un ejército mandado por el hijo del conde de Pero por poco tiempo. En 803 ya estaba la familia de Tolosa, fracasaba ante los muros de Huesca. los Iñigo o Jimeno instalada en Pamplona con el apo yo de los Banu Qasi, vengando así la muerte de Mu- Parece que en 812 se negoció una paz entre el tarnf. emir y Carlomagno, que entrañaba un reparto de zo nas de influencia: el emir abandonaba a los francos Una estrecha alianza se había establecido por es Barcelona, que ya ocupaban, y tal vez Huesca, a la tas fechas entre ambas familias. Parece que Onneca, que aspiraban, y Carlos por su parte renunciaba a madre de Iñigo llamado Arista, una vez viuda (al pa Zaragoza y Tortosa. En todo caso los valles altos del recer de un tal Jimeno), casó con Musa ibn Fortun, Pirineo aragonés y la tierra de Pamplona -todos ha de cuyo matrimonio nacería Musa íbn Musa, que bitados por cristianos- estaban incluidos en la zona años adelante sería el principal caudillo de los Banu de influencia carolingia. Qasi. Éstos se hallaban a la sazón fuertemente ene mistados con el gobernador de la frontera, Amrus Por estas fechas encontramos en Aragón al con ibn Yusuf. Los Iñigo se hallaban enfrentados con los de Aznar Galindo, probablemente un indígena con 23 arraigo en el país, que viene a encarnar al grupo tran fue difícil a los Arista, con la complicidad de los sigente con la dominación carolingia, si no obraba Banu Qasi volver a hacerse cargo de Pamplona, des por expresa delegación imperial, así como los Iñigo plazando a Velasco. o Jimeno acaudillaban la tendencia anti-franca al sur La rebelión se extendió a Aragón en un movi del Pirineo. miento provocado por García, llamado «el Malo», La paz, ahora negociada, dejaba a Carlomagno hijo de Galindo Belascotenes, que se hallaba casado las manos libres para intervenir en la frontera, y en con Matrona, hija del conde Aznar Galindo. A con efecto, ese mismo año se decidió una intervención secuencia de una tragedia familiar, García mató a su militar sobre Pamplona, que fue mandada por Luis el cuñado Céntulo, abandonó a su mujer y tomó por Piadoso. He aquí el relato de uno de los biógrafos del esposa a una hija de Iñigo Arista. Con esto entró en rey: la alianza del pamplonés y de los Banu Qasi, y Gar cía «el Malo» quedó instalado en el condado de Ara «Llegado el estío y convocado el pueblo en gón. Aznar Galindo pasó a Francia, «se echó a los asamblea general, les retuvo el rumor que llegó a sus pies» del emperador, quien le nombró conde de Ur- oídos de que cierta parte de los vascones, con ante gel-Cerdaña, y allí murió. rioridad recibida mediante capitulación, se había su blevado con una traición meditada, y la pública con La frontera de este sector -Aragón, Pamplona y veniencia pedía acudir a reprimir su pertinacia. Pro Rioja- quedaba así repartida entre Aristas y Banu cedió consiguientemente a mover y disponer el ejér Qasi, que obraban en estrecha alianza con el emir. Es cito. Vino a la ciudad de Dax y mandó presentarse a probable que en estas fechas Musa ibn Musa fuese el los que iniciaban la infidelidad. Pero resistiéndose a amin de Tudela y su comarca. venir, avanzó hacia ellos y permitió saquear m anu m i En estas circunstancias es cuando el emperador litan todo lo suyo. Al fin, destruido cuanto parecía lleva a cabo la última tentativa para someter a los pertenecerles, vinieron suplicantes y, perdido todo, vascos de la zona de Pamplona, y fracasó rotunda obtuvieron la extraordinaria merced de ser perdona mente. En el año 824 un gran ejército reclutado en dos. Habiendo subido por difíciles pasos los Alpes tre los vascones ultrapirenaicos y mandado por los Pirineos, descendió a Pamplona, permaneciendo allí condes Eblo y Aznar pasó los Pirineos y se presentó el tiempo que le pareció, y ordenando cuanto con en Pamplona. «Terminada la misión que les llevaba ducía tanto a la conveniencia pública como a la pri -dicen los autores francos- experimentaron la ordi vada. Pero cuando hubo de volver por las estrechu naria perfidia del lugar y el genuino fraude de los ha ras de los mismos montes, los vascones, siempre in bitantes. Pues rodeados por éstos, y destruido todo el clinados a poner en práctica su nativa y usada cos ejército, cayeron en poder de sus enemigos. A Eblo tumbre de engañar, son asegurados con prudencia y lo enviaron a Córdoba para el rey de los sarracenos, evitados con cautela, pues mientras uno de ellos se pero a Aznar, porque les tocaba en afinidad de san lanzó a provocar fue cogido y colgado, a casi todos gre, le perdonaron», dejándole volver a su casa. los demás se les cogieron sus mujeres y sus hijos, siendo conducidos con nosotros hasta que sus frau des ningún daño pudieran ocasionar al rey ni al ejér cito». Iñigo Arista en el poder
Pese a este accidentado regreso, creo que Luis El reparto que se hizo de los prisioneros nos está llegó a instalar en Pamplona una administración pro revelando quiénes fueron los vencedores de este en pia, que funcionó muy poco tiempo. Esta fue enco cuentro, y el envío a Córdoba de Eblo es prueba de mendada a un tal Velasco, al que el cronista Ibn Hay- las excelentes relaciones en que los Banu Qasi se ha yan llama Balask al-Galasqi, quien seguirá una polí llaban con el emir. tica de estrecha alianza con el rey de Asturias. Velas co y sus aliados los asturianos son atacados y derro Eran éstos, Iñigo Arista y su hermano por parte tados por el emir (816); una serie de levantamientos de madre Musa ibn Musa, que estrecharía los lazos de los vascos ultrapirenaicos impedirán a Luis el Pia con aquél casando con su hija Assona. En adelante doso prestarle socorro, y en estas circunstancias no no intentarán los francos someter a los vascos espa- 24 ENLACES ENTRE LAS FAMILIAS BANU QASI (TUDELA), IÑIGO ARISTA (PAMPLONA), GALINDO BELASCOTENES (¿SARATANIYY1N = CERDAÑ A?) Y Y AZNAR GALINDO (A RAGO N ) 2 tí oo co - C U- s ao ts d ° £l tí 25 S i O £ CJ O S3 í t C
: : descendencia hipotética ñoles de la región de Pamplona, que han acreditado reconocía el dominio sobre sus tierras con la condi su peligrosidad. Por otra parte, las luchas en que se ción de pagar 700 diñares anuales de capitación. En debaten los francos bajo el gobierno de Luis el Pia este amán entró también otro jefe cristiano situado doso les impide concentrar su atención en este sec más hacia el este, que llaman Ibn Garsiya al Sirtan, y tor de la frontera. se estipuló que serían devueltos todos los cautivos
Ahora bien, la estrecha amistad entre Aristas y que tuvieran de Huesca y de otras partes. Banu Qasí, si bien protege a aquellos de cualquier La ruptura del pacto por parte de Musa, y sin ataque musulmán, les somete a los vaivenes de la po duda también de su aliado íñigo Arista, provocó la lítica de sus inquietos aliados. Por eso hasta el año más violenta campaña por parte de Abd al-Rahman 841, en que los Banu Qasi están en paz y amistad II, que emprendió en el siguiente año de 843. Salió con el emir, hay tranquilidad en Pamplona, y como de Córdoba el 24 mayo, penetrando en tierras de consecuencia los cronistas árabes nada nos dicen de Pamplona, que taló, pero tuvo que enfrentarse con los cristianos del país. Las expediciones del emir de una numerosa armada enemiga. Al frente de ella iban Córdoba se desvían hacia Álava, y en varias de ellas Musa ibn Musa y García íñiguez, o tal vez, dicen colaboran activamente los Banu Qasi. otros, Fortún íñiguez, hermano de Musa por parte La enemistad de Musa con el emir surgió del de madre. El encuentro, que fue muy reñido, tuvo choque con alguno de los grandes de la corte, lo que lugar a fines de julio y quedaron victoriosos los mu motivó el nombramiento de dos walíes, uno para Za sulmanes. Murieron, entre los cristianos, Fortún íñi ragoza y otro para Tuclela. Éstos se dedicaron a sa guez, hermano de íñigo Arista, «que era, sin contra quear las propiedades de Iñigo Arista y a hacer cuan dictor posible, el mejor caballero de Pamplona, y el to daño podían a las gentes de Musa, por lo que éste que mayor daño hacía a los musulmanes», y con él se sintió desligado de la lealtad debida al gobierno. un grupo de alrededor de 115 caballeros. Musa ibn Todo ello enfrentará con el emir a Aristas y Banu Musa fue derribado del caballo y escapó por su pie. Qasi en luchas de gran violencia, pese a lo cual la fa íñigo Arista y su hijo Galindo huyeron heridos. Abad milia de Iñigo Arista no podría ser removida de Pam al-Rahman envió a Córdoba las cabezas de Fortún y plona y su comarca, lo que prueba el fuerte arraigo de otros de los muertos famosos y los musulmanes se que tenía en el país. ensañaron recorriendo y talando las tierras. Nos dice En el año 841 Musa fue desalojado de Borja y Ibn Hayyan que un grupo de las principales gentes tuvo que entregar lúdela, trasladándose a Arnedo. de Pamplona se pasó al emir pidiendo el amán, y que Acosado por el walí de Zaragoza, Harit ibn Bazi, so entre ellos figuraba Velasco Garcés con sesenta de sus licitó la ayuda de su cuñado García íñiguez -el hijo hom bres. de Iñigo Arista- y ambos le fueron preparando em Al año siguiente, 844, preparó el emir una ter boscadas de caballería, logrando capturarle al pasar cera campaña contra Pamplona, cuyo mando enco el Ebro, entre Calahorra y San Adrián. mendó a su hijo Muhammad. En Tuclela se le some Para vengar la derrota y castigar la colaboración tió Musa ibn Musa, y entonces se dirigió contra Pam de los pamploneses, salió Abd al-Rahman 11 en cam plona donde tuvo nuevos e importantes encuentros paña a comienzos de mayo del año 842. Ésta sería su con los cristianos. Se pasaron a Muhammad, Lubb primera campaña contra Pamplona. Llegó hasta la ibn Musa, hermano de Musa ibn Musa, y Galindo fortaleza de Sajrat Qais, que conquistó un mes des íñiguez, hijo de íñigo Arista. En años sucesivos se re pués. Recorrió la vega de Pamplona, talando panes, petiría varias veces la misma historia: alzamiento de destruyendo y haciendo cautivos, y volvió, al decir Musa y rápida sumisión tras una campaña de intimi de lbn Hayyan, lleno de botín y victorioso. dación por parte del emir, y como derivación de la Probablemente fue entonces cuando se concertó misma, una excursión de las tropas cordobesas para el amán de Musa con la condición de ser nombrado saquear las tierras de Pamplona. Parece que la ene walí de Arnedo. Musa puso en libertad a Harit y mistad de Musa se dirigía más contra los delegados otros prisioneros, que se incorporaron a las tropas del emir que contra el propio emir. Éste, a su vez, del emir en el campamento de Carcastillo. Entonces trataba de separar a Musa de sus parientes y aliados se concertaría también el amán de Iñigo Arista. Se le los cristianos de Pamplona. 26 LAS FAMILIAS J1M ENA, IÑIGA Y BANU Q A SI U E LU r-“ ¿s o c e E II * - O co < •£ U- U- ■ BP E o r- u co rO E 27 O O X 00 Ü _ -C < < o O ™ 2 O £•& O DiC¿ -o Q ¡ os.¡2 o - N 3 C c W n
c c - O — Ü CQ •E O O DO O 03o n £ tú U O •E c c 2 o C ca < c Dp O II j en 3 0 CTJ c •o = oc C p -c £ « £
Sancho Toda, reina Sancha Jimena = Sancho Garcés =Jimeno Garcés = *fi'8° Garcés, rey 905-925 re>' En el levantamiento de Musa del año 850 le da favorablemente en la asamblea de Verberie (junio, ayudó su medio hermano íñigo Arista. Musa tuvo 850). Las relaciones con el rey de Asturias se estre que entregar a su hijo Ismail como garantía de paz chan ahora con lazos matrimoniales, pues sabemos con el emir; en esta paz entró también íñigo Arista que una hija de Ordoño I, Leodegundia, casó con un que murió al año siguiente. príncipe de Pamplona, matrimonio en el que se ha bía cifrado grandes esperanzas. Todo induce a pensar que la muerte de íñigo Arista cierra una etapa de la naciente monarquía, que ahora trata de abrirse a Pamploneses y asturianos. nuevos horizontes. García íñiguez Por el contrario, Musa, que había sido nombra do walí de Tudela y luego de Zaragoza y gobernador Hasta ahora los cristianos de Pamplona, y espe de toda la Marca, extremó su lealtad al emir. Cuando cialmente la familia de los Arista, han llevado una en 854 Ordoño envió tropas para socorrer a los tole política propia para asegurar la autonomía de su gru danos sublevados, el emir contó con el apoyo de po, sin mantener contacto alguno con los reyes de Musa, mientras que el asturiano se veía apoyado por Asturias, antes bien contando en alguna ocasión con el «rey de los vascones». Para castigar, sin duda, esta su hostilidad. Pero a mediados del siglo IX el pano colaboración, el emir envió al año siguiente un ejér rama político cambia: la muerte de Ramiro 1 de As cito al mando de Musa, que saqueó las tierras de turias (850), que casi coincidió con las de íñigo Aris Álava, talando sus panes y conquistando castillos. ta (851) y Abad al-Rahman 11 (852), introduce per sonajes nuevos y nuevas alianzas. Los pamploneses Los autores árabes nos dan, con referencia al entran en relación con el reino asturiano, cuya polí año 859, una noticia extraña: los nonnandos, que en tica secundan en ocasiones, apartándose un tanto de varias ocasiones habían saqueado las costas del Is la amistad de los Banu Qasi. lam, aparecieron por Andalucía, y después de reco rrer las costas del Mediterráneo, donde perecieron Cuando el nuevo rey de Asturias, Ordoño I dos navios en un encuentro con los del emir, «los (850-866), iniciaba su reinado, tuvo que acudir a so restantes subieron hasta varar al pie de Pamplona, e focar un levantamiento en tierras de Vasconia, reci hicieron algaras contra los baskunes, matando a mu biendo en seguida la noticia de que un ejército mu chos y haciendo prisionero a su emir García íñiguez. sulmán avanzaba contra él. Eran las tropas de Musa El rescate se fijó en 70.000 monedas de oro. Por di ibn Musa, que desde la posición fortificada de Albel ferirse el pago de parte, quedaron en rehenes sus hi da amenazaba por el flanco al ejército cristiano. Or jos, y a él lo soltaron». doño se volvió contra él, sitió Albelda, que tomó, y asaltó el campamento de Musa instalado en Monte El mismo año de la prisión de García íñiguez re Laturce. La versión musulmana dice, por el contra gistran los autores árabes un ataque contra Pamplo rio, que a pesar de haber recibido Musa treinta y cin na dirigido por el gobernador de Tarazona, es decir, co lanzazos, los cristianos sufrieron la peor derrota, y Musa ibn Musa, en el que conquistó un castillo e la tierra quedó cubierta de cadáveres. No es seguro hizo cautivos, pero la campaña terminó desgraciada que el rey de Pamplona colaborara en esta ocasión mente para los musulmanes. Al año siguiente (860) con el rey de Asturias, aunque no cabe duda de que el emir Muhammad I se dirigió contra el rey de Pam se iban aflojando los lazos de sangre que unían a su plona, que ya había sido rescatado de los normandos dinastía con los Banu Qasi, a la vez que se anudaban y estaba en alianza con Ordoño I. Durante treinta y nuevos enlaces con los reyes asturianos. En efecto, dos días dirigió sus armas contra García arruinando íñigo Arista había estado enfermo los últimos años aldeas y cultivos, y conquistando diversos castillos de su vida, hasta su muerte en 851, y era su hijo Gar -¿Caparroso, Falces, Carcastillo?-; en este último fue cía íñiguez quien llevaba la dirección de las campa capturado Fortún, hijo del Rey de Pamplona, apoda ñas militares. Todavía en vida del padre hay noticia do el Tuerto, que fue llevado a Córdoba donde esta de una embajada enviada a Carlos el Calvo por dos ría prisionero durante veinte años. «duques de los navarros», ofreciendo presentes, em El año 862 falleció Musa ibn Musa en lucha con bajada -dicen los autores carolingios- que fue acogi su yerno, que residía en Guadalajara; con él desapa 28 rece una de las figuras más representativas de estos que no puede ocupar las ciudades, que dependían de españoles islamizados que durante más de un siglo Ismail o de su sobrino Muhammad ibn Lubb. han de disponer a su antojo de las principales plazas Hay que reconocer que la situación del emir era del Valle del Ebro. Sus éxitos, dice la Crónica de Al por esas fechas extremadamente delicada. El levanta fonso III, le llenaron de orgullo, haciendo que los su miento de Ornar ibn Hafsun en Andalucía y los ejér yos le llamaran «el tercer rey de España». A su muer citos de Alfonso 111, que atizaban rebeldías en todas te, su hijo Fortún se apresuró a reconocer la obe las fronteras del Islam, impiden al emir atacar a fon diencia del gobierno, pero falto de las condiciones de do al pequeño reino de Pamplona. su padre, la nueva etapa que ahora se inicia había de suponer un breve respiro para la pequeña monarquía pamplonesa.
Las expediciones musulmanas, que se repiten Los condcs de Aragón casi todos los años, se dirigen contra las tierras de y otras familias del país Álava y Castilla; los asturianos estrechan sus contac tos con los navarros, pues por estas fechas (869?) el Hemos tenido ocasión de aludir a Aznar Galin nuevo monarca asturiano, Alfonso III, contraía ma do, como un conde subordinado a la autoridad del trimonio con Jimena, de familia pamplonesa, tal vez monarca carolingio en tierras de Aragón. Se instala de la misma rama que más adelante se había de asen ría coincidiendo, quizá, con la expedición de Ludo- tar en el trono de Pamplona. A la vez, una hija de vico Pío a Pamplona (812), aunque era, sin duda, un García, llamada Onneca, casaba con el conde Aznar indígena con arraigo en la región. Por eso, tras haber Galindo II de Aragón. Con ello el príncipe de Pam sido desplazado por García el Malo en connivencia, plona ampliaba hacia oriente sus alianzas e influen como dijimos, con íñigo Arista, su hijo Galindo Az cias. La monarquía de García íñiguez parecía, pues, nar logró recuperar el condado hacia 833 y lo regirla asentada y prestigiada. hasta la segunda mitad del siglo. Su gobierno coinci diría, poco más o menos, con el de García íñiguez de Esto se hará patente en los años siguientes, Pamplona. cuando surjan nuevos levantamientos en el valle del Ebro. En 870 Amrus ibn Umar se alzó a traición con El condado comprendía entonces el valle de tra el amin de Huesca, Musa ibn Galindo, y cuando Echo como núcleo central, y se extendía por el este las tropas del emir se dirigieron contra él, buscó el hasta el de Canfranc. Su reducida extensión y su ais apoyo de García íñiguez y de los Sirtaniyyun. Resta lamiento no le permitían seguir una política expansi blecido el orden, son los hijos de Musa ibn Musa los va propia, pero tampoco estaba expuesto a las fuer que provocan un levantamiento general con la ayuda tes presiones de los walíes de Huesca. más o menos encubierta de García íñiguez. En ocho Para mejor asegurar su independencia, sus con días los cuatro hijos de Musa -Lubb, Mutarrif, For des procuran seguir una política de alianzas, por vía tún e Ismail- se apoderaron de Tudela, Zaragoza, matrimonial, con los jefes de los territorios vecinos. Huesca y Monzón (872). Vimos cómo Galindo Aznar 1 (¿833-864?) casó a su El apoyo que García íñiguez y otras familias vas hijo Aznar II con Onneca, hija del rey de Pamplona cas habían prestado a la revuelta de los Banu Qasi, García íñiguez, con lo que el condado vino a caer atrajo las iras del emir. En 873 éste, tras ocupar bajo la protección y tutela de los reyes de Pamplona, Huesca y fracasar ante Zaragoza, dirigió sus ataques aunque conservando en todo momento su persona contra Pamplona, antes de regresar a Córdoba. Al lidad independiente y con derecho a la sucesión den año siguiente, el infante al-Mundir después de sa tro de la familia Aznar. El conde Aznar II (¿864- quear los campos de Zaragoza hizo lo propio con las 893?) casaría a su hijo Galindo II con Acibella, hija cosechas de Pamplona. En años sucesivos los ataques del conde García Sánchez de Gascuña, y después con de al-Mundir se han de dirigir contra Álava y Casti Sancha, viuda de íñigo, hijo éste del rey Fortún de lla (877), contra Zaragoza, Tudela y Pamplona (878), Pamplona, y hermana de padre del rey de Pamplona, contra Zaragoza, Borja, Tarazona y Tudela (879) o Sancho Garcés I; a su hija Sancha casó con al-Tawil, contra Zaragoza (881), saqueando los campos, ya walí de Huesca desde 887. Con estos enlaces parece 29 LOS CONDES DE ARAGON Z < o c H 5 a O < N c¿ j O O < Z o 3 Q jo JO UJ O • o < O 1/1 C3 Z Q < ^ ^ § ís 'O — X — = m í= o u i o o —i. - o o u-< u £ £ T3 3 o 2 ai ce « II — Valtierra y el castillo de San Esteban-, con lo que nos indica la dirección de sus ataques. que redondeó su territorio. Otro grupo familiar, cuya trayectoria se sigue Pero no llegó a reconciliarse con el emir, ya que también confusamente, es el de los Jimeno, que se se negó a entregarle Zaragoza, ni logró ganarse la supone radicaría hacia Sangüesa y Aibar. Documen amistad de Alfonso 111, que también gestionó. Por tos aragoneses del siglo IX hablan de un rey García eso al año siguiente (883) las tropas del emir saquean Jiménez, coetáneo del conde Galindo I de Aragón, sus tierras, llegando hasta San Esteban de Deyo como reinando en Pamplona y actuando conjunta (Monjardín), aunque sin lograr entrar en ningún cas mente con él en el condado. De otros personajes ha tillo. En situación tan embarazosa, Muhammad tuvo blan las crónicas árabes, a los que dan título de reyes, una salida original: vender al emir la ciudad de Zara y dicen que sus hijas casaron con jefes musulmanes goza, con lo que cambió totalmente el panorama de de la frontera. En todo caso la familia de íñigo Aris las fuerzas enfrentadas en el valle del Ebro. Zaragoza ta, que en un principio cuenta con el apoyo de los estará en adelante regida por gobernadores omeyas, Banu Qasi -éstos con firme apoyo en el valle del hasta que seis años más tarde los Tuchibies se alcen Ebro- parece ostentar en todo momento como una con el poder. supremacía reconocida por omeyas y asturianos, su Muhammad será en adelante un súbdito relati premacía que en el siglo X recaerá, según veremos, vamente leal al emir, que fortificará la frontera y lu en la familia Jimena. chará encarnizadamente con los cristianos de Pam- 31 LOS BANU Q A SI o c § - £ § - g s W t i -§ irt Oi"_C :-r» ^ T3 ^ o •- •- o ^ ^ S3 5 CJ o C y•75 8 S r* î3 -F»C ^ QJ ' ' 3
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-3 .§ .§ -3 Ë u S 5 ai <5 13 5 E S piona reduciéndolos a la impotencia. Dominaba en condición tan arriscada como su padre. Alfonso III Tudela por conquista, y el emir le había nombrado tan pronto como tuvo noticia de la muerte de gobernador de Arnedo y Tarazona. «Destruyó -dice Muhammad celebró una entrevista con el rey de ibn Hayyan- la flor y nata de los moradores de las Pamplona, y fueron movilizados los cristianos de los ciudades de Álava y Pamplona y no respetó a sus pa dos reinos, que se dirigieron al valle de Borja, donde cíficos habitantes, los cuales eran frecuentemente sufrieron una terrible derrota (900). Según un autor blanco de sus ataques directos e indirectos». árabe murieron 6.000 cristianos, que otro autor re Ya en el año 882 había asaltado el castillo de Ai- duce a la mitad, liberándose también los cautivos bar y parece que en su campaña contra Pamplona se que los cristianos tenían en su poder. había apoderado de lo más importante de ella. Los Lubb ibn Muhammad se presentaba como dig emires al-Mundir (886-888) y Abd Allah (888-912) no continuador de la dinastía, siguiendo en todo los le renovaron el nombramiento que le había hecho pasos de su padre y abuelos. Fortificó Monzón, lo Muhammad I, haciéndolo extensivo a la ciudad de Tudela, donde puso como lugarteniente suyo a su que provocó la lucha con al-Tawil, nuevo señor de hijo Lubb ibn Muhammad. En una expedición por Huesca; no tardó en llegar a un arreglo con él en vir tierras de Álava (886) hizo una gran matanza de cris tud del cual éste le cedía la Barbitania y le daba su tianos. Fortificó Falces y Caparroso, se apoderó de hija en matrimonio. Los toledanos solicitaron su Monzón y de Lérida y reconstruyó los castillos de apoyo y le ofrecieron el mando de la ciudad, envian Nájera y Viguera. En 891 asaltó el castro Silbaniano, do él a su hermano Mutarrif, que fue proclamado se en los dominios del rey de Pamplona, que tal vez ñor de la misma (octubre 903). Alfonso III, escar haya que identificar con Sibrana o Sibirana, en tér mentado con el desastre anterior, levanta el sitio de mino de Luesia. «Por un tiempo, dice Ibn Hayyan, Grañón y sale huyendo al enterarse de que Lubb ha logró apoderarse de Toledo, nombrando gobernador conquistado el castillo de Bayas, en Álava (904). Este de la m ism a a su hijo Lubb ibn M uhamm ad. Esto le mismo año Ramón de Pallars sufre otro feroz ataque dio nombradla y mucha influencia en todas partes». por parte de Lubb, que le ocupa varios castillos, mala Luchando con Muhammad al-Tuchibi, que mandaba 700 cristianos y le hace un millar de caulivos. en Zaragoza, fue muerto a traición en el Arrabal de esa ciudad (septiembre, 898) y su cabeza fue envia Es entonces cuando se produce en Pamplona un da a Córdoba, donde estuvo expuesta ocho días a la cambio de dinastía: a la familia íñiga, que venía diri puerta de palacio. giendo los destinos del reino en el siglo IX, sucede la familia Jimena, a la que ya hemos hecho alusión. La muerte de Muhammad ibn Lubb no devolvió la paz a los cristianos, ya que su hijo Lubb era de
33 BIBLIOGRAFÍA
Como obra general de consulta, con indicación de annalitiques et historiographiques relatifs a l'expédition fran fuentes y bibliografía J. M.a L a c a r r a , Historia política del que de 778 en Espagne, «Revue Suisse d'Histoire», t. 24, reino de Navarra, desde sus orígenes hasta su incorporación a fase. 3, 1924, pp. 373-400. Castilla, «Biblioteca Caja de Ahorros de Navarra», Editorial Fuentes arabes editadas recientemente, E. G a r c ía Aranzadi, tres vols., Pamplona 1972-1973; para este capí G ó m e z , Textos inéditos del «Muptabis» de Ibn Hayyan sobre tulo véase vol. I, pp. 15-105; M. V i g i l y A. B a r b e r o . Sobre los orígenes del reino de Pamplona, «Al-Andalus», XIX los orígenes sociales de la Reconquista: cántabros y vascones (1954), pp. 295-315; F d e l a G r a n j a , La Marca Superior en desde fines del Imperio romano hasta la invasión musulmana, ¡a obra de al-Udri, «Estudios de Edad Media de la Corona «Bol. de la Real Academia de la Historia», t. 156 (1965), de Aragón» (EEMCA), t. 8 (1967), pp. 447-545. pp. 271-339; 2.a ed.; Barcelona 1974. Entre las fuentes cristianas, J. M.a L a c a r r a , Textos na Sobre la batalla de Roncesvalles, R. d e A b a d a l , La ex varros del códice de Roda, EEMCA, I (1945), pp. 193-283. pedición de Carlomagno a Zaragoza en 778. El hecho históri Otros estudios, C. S á n c h e z A l b o r n o z , Vascos y navarros en co, su carácter y su significación, «Coloquios de Roncesva su primera historia, Madrid 1974, donde reúne sus diver lles», Zaragoza, 1956, pp. 39-71; R. M e n é n d e z P i d a l , La sos estudios publicados sobre el tema; A . J. M a r t ín D u q u e , Chanson de Roland y el neotradicionalismo, Madrid 1959, Los «Cerníanos» y los orígenes del reino de Pamplona, «Mis con edición de los textos latinos y árabes; P A e b i s c h e r , Ele- celánea José M.a Lacarra», Zaragoza 1968, pp. 353-361. ments tradilionels et ¡nterventions personelles dans les textes
34 CAPITULO II
El reino de Pamplona en el siglo X
Sancho Garcés I (905-925) plona y comenzó a levantar construcciones cerca de la ciudad; pero Sancho le tendió emboscadas y en o sabemos cómo tuvo lugar el cambio de una de ellas fue muerto con muchos de los suyos (29 dinastía. Fortún era ya viejo, y parece que septiembre). Al-Tawil, que pretendió llegar hasta se retiró al monasterio de Leire. En todo Pamplona por la ruta de la Valdonsella y Sos, se reti caso el nuevo monarca, Sancho Garcés, debióró al de tener noticia de la llegada de Sancho (911); Abd contarN desde un principio con el apoyo del conde Allah ibn Muhammad, que había sucedido a su her Ramón de Pallars -hermano de su madre- y del rey mano Lubb en el mando de Tíldela, atacó el castillo de Asturias, Alfonso 111, aparte de la familia del pro de Luesia, sin llegar a ocuparlo. Al-Tawil moriría pio Fortún Garcés, con cuyos descendientes estaban poco después (913). casados tanto él como sus hermanos. Aun no siendo Más decisivas serían las conquistas de Sancho el primogénito, una vez rey contó también para sus Garcés por la tierra de Estella y frontera del Ebro: empresas con el apoyo de sus hermanos. Sin duda ocupó San Esteban de Deyo (Monjardín), avanzada Sancho había acreditado sus dotes guerreras en los que había sido de los Banu Qasi, fortificó Carear y calamitosos días del rey Fortún, y el cambio se hizo Calahorra, mientras que el rey García de León com sin demasiada violencia. batía en Arnedo (19 marzo, 914). El avance navarro Sus primeros éxitos militares acreditaron lo hacia la Rioja lenía especial importancia, ya que era acertado de la elección. Recordemos que la frontera una de las principales rulas seguidas por los musul islámica se hallaba entonces defendida por Lubb ibn manes, y especialmente por los Banu Qasi, para ata Muhammad, de la familia de los Banu Qasi, cuya au car al reino de León. A la penetración de los pam toridad se extendía desde Nájera hasta Monzón, y ploneses respondieron las gentes de la frontera re subordinado a él aparecía gobernando Huesca su cuperando Calahorra (15 junio, 914); Yunus, her suegro al-Tawil. En 907 Lubb estableció puntos de mano de Abd Allah ibn Lubb, puso en estado de de defensa para tener a raya a los habitantes de Pam fensa Valtierra y Caparroso, pero ya se habían ini
35 ciado las rivalidades entre los Banu Qasi, pues un de aquí se dirigió hacia el interior de los territorios tercer hermano, Yusuf, destruyó Arnedo, Alfaro y de Sancho. Entonces Sancho desde Arnedo y Ordo- Falces, plazas que sin duda estaban en poder de Abd ño que no estaría lejos, avanzaron hacía el valle de Allah. Yerri para hacerle frente. El encuentro tuvo lugar el día 25 de julio entre Muez y Salinas de Oro, en el campo que llamaban Junquera (Iuncaria), y los cris tianos fueron completamente derrotados. Las cróni Eclipse de los Banu Qasi, cas árabes dicen que en el castillo de Muez fueron conquista de la Rioja capturados y decapitados 500 cristianos entre con y sumisión de Aragón des y caballeros. Se sabe por autores cristianos que en la batalla fueron hechos prisioneros Dulcidio, Es entonces cuando se inicia el rápido eclipse de obispo de Salam anca, y H erm ogio, obispo de Tuy, y la familia Banu Qasi, según registran los autores ára llevados a Córdoba, pero fueron rescatados poco bes, «sobre todo desde que Sancho, desde Pamplo después. na, se atrevía ya con ellos». El vacío dejado por los Banu Qasi trataría de llenarlo Abd al-Rahman III, La campaña de Valdejunquera había sido de cas pero seria también aprovechado por Sancho Garcés I tigo, más que de conquista. Aunque se perdieron las para avanzar por la Rioja en estrecha alianza con Or- recientes adquisiciones de Sancho en la Rioja, el emir doño II. En 915 Sancho apresó a Abd Allah, que no aseguró lo conquistado, y pronto volvería a caer mandaba en lúdela, y murieron en el encuentro un bajo la presión acorde del leonés y del navarro. En millar de caballeros de la ciudad. Abd Allah pudo ser efecto, no mucho después Muhammad ibn Abd rescatado a cambio de entregar Falces y Caparroso y Allah -que residía en Tudela, pero con jurisdicción de dejar en rehenes a su hija Urraca -que casaría con hasta Nájera y Viguera- organizó una ofensiva; San Fruela II de León- y a un hijo de Fortún, que acaba cho avisó a Ordoño, y mientras éste se dirigía sobre ría por hacerse cristiano. Nájera, los pamploneses fueron sobre Viguera, en cuyo castillo se habían refugiado los musulmanes. Sancho y Ordoño avanzaron juntos hacia Náje- Sancho ocupó el castillo y apresó a sus defensores ra (comienzos de junio de 918), que no pudieron (12 mayo, 922). Muhammad ibn Abd Allah moría conquistar; de aquí se dirigieron hacia Tudela, ocu poco después. El emir envió como gobernador a Tu pando de paso Calahorra, Arnedo y Viguera, cuyas dela a Abd al-Hamid ibn Basil, que guarneció la pla defensas reforzó Sancho; cruzando el Ebro cerca de za con tropas del ejército regular, y los Banu Qasi Tudela, Sancho se dirigió a Valtierra, donde derrotó a quedaron definitivamente desplazados de la región. las gentes del arrabal y quemó la mezquita, pero no pudo tomar el castillo. La expedición había sido un Pero la Rioja Alta podía darse por definitiva paseo militar. Aún tuvo tiempo de acudir -en unión mente ganada para los cristianos. De momento Cala de su aliado y pariente Fortún ibn Muhammad, horra quedó incorporada a los dominios de Sancho, miembro de la familia de al-Tawil- al encuentro de aunque luego sería recuperada por los musulmanes. otro ejército musulmán que atacaba por el Duero Desde Calahorra la frontera la formaban los ríos Ebro (agosto). y Aragón, y todavía los cristianos dominaban Capa rroso, haciendo de frontera el desolado de las Barde- Abd al-Rahman III respondió a estas provoca nas. Sancho y Ordoño se aplicaron a restaurar y for ciones con la expedición conocida entre los musul tificar la vida cristiana en la región. Ordoño restauró manes como «campaña de Muez». Era la primera el antiguo monasterio de Santa Coloma, al S. E. de que Abd al-Rahman dirigía personalmente contra los Nájera, mientras que Sancho instituía el monasterio cristianos. Salió de Córdoba el 4 junio del año 920; de San Martín de Albelda, que estaría llamado a ser desde Tudela envió al gobernador de esta plaza a ata el centro cultural de la Rioja en el siglo X. Aún se es car el castillo de Cárcar, que fue evacuado por los trechó más la amistad entre los dos monarcas, ya que cristianos, mientras que el emir marchaba contra Ca Ordoño, que había repudiado a su esposa Aragonta, lahorra, que Sancho había poblado y fortificado, y casó con Sancha, hija del rey de Pamplona. donde solía residir; Sancho se retiró, y el emir pasó dos días en arruinar y devastar los alrededores. Des Una política más sutil de alianza con cristianos 36 y musulmanes del sector oriental, llevaría a la incor asegurar su defensa», y aun cuando éste trató de ha poración pacífica del condado de Aragón. Recorde cer frente, no pudo impedir que la iglesia y la aldea mos que Sancho era hijo de Dadilda, hermana del fuesen igualmente destruidas. Luego, siguiendo el conde de Pallars-Ribagorza; que su hermana Sancha curso del Arga y por Mañera, pasó al valle del Ega había casado con el conde Galindo 11 de Aragón, y para dirigirse a Calahorra, que encontró abandona que una hija de un segundo matrimonio de éste, da. Por fin llegó a Valtierra, primera plaza musulma Toda, había casado con el conde Bernardo de Riba- na, que abasteció de víveres, y luego a Tudela, don gorza, primo del pamplonés. A la vez mantenía San de quedó algún tiempo. cho estrechos lazos de amistad -y aun de parentesco, Había salido de Tudela el 10 de julio y regresa según vimos- con Fortún ibn Muhammad, que des ba el 1 de agosto. La expedición había sido un paseo de 919 rige los destinos de Huesca, lo mismo que militar llevado a cabo por tropas numerosas y bien con su hermano y rival por el dominio de la fronte equipadas, a las que las gentes de Sancho no podían ra, Amrus al-Tawil. El condado de Aragón rodeado presentar batalla, pero sí hostilizar a lo largo de todo por todas partes por parientes y aliados de Sancho, el recorrido. Las ciudades y castillos habían sido pre quedó incorporado a los dominios de éste. No obs viamente evacuados por los cristianos, y las tropas tante, el conde Galindo II siguió gobernando el terri del emir se limitaban a desmantelar las fortalezas, in torio hasta su muerte, aunque reconociendo la su cendiar las viviendas, así como los campos, lleván premacía del rey de Pamplona, el único que de modo dose los cereales que encontraban recogidos. Pero la efectivo podía proteger su integridad territorial. frontera de cristianos y musulmanes no sufrió altera ción.
Campaña de Abd al-Rahman III contra Pamplona (924) Prestigio de la nueva dinastía
La conquista del castillo de Viguera, donde fue En veinle años de reinado Sancho había exten ron apresados personajes importantes, movió al emir dido su autoridad desde las fronteras de Sobrarbe a emprender una nueva campaña contra Pamplona, hasta Nájera, incluyendo en ellas el territorio de Ara que también fue llevada personalmente por él. San gón. Originario de tierras de Sangüesa, se había he cho no podía contar ahora con el apoyo de Ordoño, cho cargo, como hemos dicho, del gobierno de Pam que acababa de morir, y el país seria recorrido y sa plona, había arrebatado a los musulmanes la tierra de queado en sus centros vitales por las tropas musul Deyo con las fortalezas al otro lado del Ebro -N áje manas. ra, Viguera, Calahorra y Arnedo, como más impor
Desde Tudela Abd al-Rahman se dirigió a Cár- tantes- y sometido a su autoridad el territorio del car, que había sido previamente evacuada por San condado de Aragón. La línea fronteriza por él esta cho, y de aquí a Peralta, Falces y Tafalla, siguiendo blecida y fortificada va a sufrir escasas variaciones en por Carcastillo y la ribera del rio Aragón hasta San más de un siglo: pérdida y recuperación de Calaho güesa. Luego siguió el curso del Irati, y por Lumbier rra y Arnedo, y poco más. Por el este la línea fortifi pasó a Leguin -castillo próximo a Urroz-, y de aquí cada iba por Uncastillo y Luesia hasta el Gallego, de a Pamplona, que los cristianos habían abandonado. forma que el condado de Aragón, sin fronteras con «Entró allí el príncipe en persona -dice el cronista los moros, no tenía posibilidad de crecer. árabe- y después de haber recorndo la población, Su reino se extiende fuera de las zonas de habla dio orden de destruir todas las viviendas y una céle vasca en que hasta entonces habían venido actuando bre iglesia que allí había y que servía a los infieles los distintos grupos familiares, y se ha liberado la para sus prácticas religiosas; no quedó piedra sobre Rioja Alta habitada por cristianos. Por eso, una cró piedra». De aquí Abd al-Rahman marchó a Sajrat nica de la época nos lo presenta como «reverentísi Qais, donde Sancho había edificado otra iglesia «en mo de la fe de Cristo, piadoso entre los fieles, com la que había puesto todos sus cuidados y que duran pasivo con los católicos oprimidos y campeón de las te mucho tiempo se había dedicado a adornarla y a gentes ismaelitas». Este espíritu de liberación de la 37 Cristiandad, frente al anterior, reducido a salvaguar ocupar la regencia, o quizá el reino prescindiendo de dar sus dominios patrimoniales, está en consonancia los derechos de su sobrino. La crisis, no bien expli con el que animaba a los monarcas asturianos, con cada, duró poco, de 931 a 933, y García pudo ser es los que actúa de completo acuerdo. Los contemporá tablecido en el trono gracias a las activas gestiones de neos se dieron cuenta de que con Sancho Garcés sur su madre, la reina Toda, y a la mediación personal de gía un nuevo reino. Un documento de la época nos Abd al-Rahman III. dirá: «Viviendo todavía el rey Fortún erigió Dios al La reina Toda, que ejercerá de hecho la regencia rey Sancho Garcés como señor y gobernador de la de su hijo, se va a revelar como mujer excepcional patria y defensor del pueblo»; otro le califica de «em mente dotada para el mando y a la vez para la diplo perador óptimo», y una crónica de su reinado termi macia. Mujer absorbente, su hijo le estaría subordi na así el relato de sus hazañas: «una vez expulsados nado aun después de alcanzar la mayor edad. Con su todos los réprobos, emigró de este siglo, fue sepulta actuación el reino de Pamplona será en los años ve do en el pórtico de San Esteban y reina con Cristo en nideros una de las claves de la política peninsular, lo el cielo». mismo en la lucha con el Islam que en la resolución Su prestigio y el de su familia se extenderá al rei de los pleitos sucesorios que van a plantearse en el no de León, en cuya política interior decidirán en reino de León. ocasiones -él y su mujer la reina Toda- como árbi tros. Cuando en 925 murió Fruela II de León y se planteó con acritud la cuestión sucesoria, ésta fue de García Sánchez cidida en favor de Alfonso IV (925-931), casado con y el Califato de Córdoba Onnega, hija de Sancho Garcés; y cuando Alfonso abdica en su hermano Ramiro II (931-951), éste para La lucha entre el reino de Pamplona y el Islam afirmar su posición política, se separa de su mujer tendrá desde ahora un carácter totalmente distinto al Adosinda, y casa con Urraca, otra hija de Sancho que había tenido en el siglo anterior. No hay ya en el Garcés de Pamplona. Las bodas de otras hijas suyas valle del Ebro familias rebeldes con las que los cris nos hacen ver que el prestigio e influencia de la di tianos puedan pactar, pues el califa ha restablecido nastía navarra se extendía desde León hasta Bigorra, su autoridad en toda la Frontera Superior, y las pla pasando por los condados de Vizcaya, Álava, Castilla zas de Tudela y Huesca se hallan bien pobladas y de y Ribagorza. En circunstancias que ignoramos pare fendidas. Los cristianos, por su parte, se verán obli ce que realizó un viaje a la abadía de Remiremont, en gados a reforzar sus defensas. En 936 hay una tenta Lorena, tal vez para entrevistarse con algún monarca tiva por parte de los cristianos de fomentar defeccio carolingio. Es lástima que de estos contactos con el nes entre los jefes de la frontera, pero fracasó estre exterior carezcamos de mayores informes. pitosamente, y los castellanos y alaveses que habían contribuido a sublevar Calatayud, fueron muertos (julio, 937). Abd al-Rahman se dirigió desde Calata La sucesión yud al territorio de la reina Toda, saqueó las cerca de Sancho Garcés (925) nías de Pamplona y obligó a la reina a pedir la paz. Los avances llevados a cabo en el primer tercio El gran ascendiente adquirido por Sancho Gar del siglo X por el rey de León y los condes castella cés se puso bien de manifiesto cuando a su muerte nos habían trasladado la frontera hasta las riberas del (11 de octubre de 925) sólo dejó un hijo varón, Gar Duero. La lucha se va a centrar ahora en estas tierras. cía, de seis años de edad. Éste fue reconocido como Medinaceli, Osma, Gormaz y San Esteban serán pun rey, gobernando en su nombre, como ayo o tutor, su tos disputados, y el rey de León seguirá contando tío Jimeno. Era la primera vez en la historia peninsu con el apoyo de los pamploneses y de la animosa rei lar que se reconocía el derecho al trono de un menor. na Toda. Cuando en 939 Abd al-Rahman III organi Sólo a la muerte de Jimeno (931) parece que otro zó una gran expedición, que calificó con el pomposo hermano de su padre y mayor que éste -com o hijo nombre de «campaña de la omnipotencia», el leonés de un primer matrimonio-, Iñigo Garcés, intentó contó con la eficaz ayuda de los pamploneses. El en- 38 ENLACES ENTRE LOS D ESC EN D IEN TES DE SANCHO GARCES I Y LAS CASAS DE LEON Y C A S T IL L A u < z X O O U j p <-n < II "O U O Ü <-n < z X < < cc < O < u. < O T3 "O < ’t/i C c c O C 39 o l C t n¡ rs B O QJ N co u O u < z X < co < < £ 3 D O D U e Gce E g 'es o c w fc c O C Ñ fc II O o cuentro tuvo lugar en el valle del Duero, junto a Si Ordoño 111, el primogénito de Ramiro II, heredó mancas, donde se enfrentaron con el califa, Ramiro II el reino, contando en un principio con el apoyo de con sus condes Fernán González y Assur Fernández, su suegro Fernán González. Pero sin duda el segun y el rey de Pamplona García Sánchez con su madre do hijo, Sancho, que ya se había hecho ilusiones de doña Toda. El combate, que duró varios días, fue un heredar todo o parte del reino, se alza contra él. triunfo espectacular de los cristianos; un autor árabe Cuenta en su favor con el apoyo de su abuela doña dice que sus muertos fueron cincuenta mil. En la re Toda y muy pronto con el del mismo Fernán Gonzá tirada por la ruta de Ayllón a Atienza fueron alcanza lez, que espera, sin duda, obtener mayores ventajas dos por los cristianos -especialmente por los pam del concurso de Pamplona que de su yerno el rey de ploneses- causándoles nuevas víctimas y capturando León. Y así, el rey de Pamplona García Sánchez y Fernán González, cada uno con su ejército, se diri rico botín. La fama de este encuentro traspasó las gen a León para deponer a Ordoño y colocar en su fronteras, pero el único nombre que recogen los cro lugar a su hermanastro Sancho. Pero Ordoño se de nistas del centro de Europa es el de la reina Toda de fiende con habilidad y energía, expulsa a los invaso Pam plona. res, y abandona a su mujer Urraca, la hija del conde castellano, para unirse con Elvira, de estirpe gallega, con la que tiene un hijo, que será el futuro Bermudo Los reyes de Pamplona II. Fernán González, dándose cuenta de que en Or y la sucesión al trono de León doño ha encontrado un rival de categoría, se esfuer za en hacer las paces con él, Elvira es apartada de la Los estrechos lazos de parentesco que se habían corte, y vuelve Urraca, y con ella su padre, el inquie establecido entre las dos familias reales forzarán a la to conde castellano, a gozar de la confianza del rey de Pamplona a intervenir en las complejas cuestiones de León (954). Pero Ordoño III muere pronto (956); sucesorias que van a suscitarse en León por espacio Bermudo, el hijo de Elvira, era todavía un niño, y na die pensó en él, quizá por esto y por su origen ilegí de cuarenta años. timo. El hecho es que Sancho, el hijo de Ramiro II y Vimos como Toda había aprovechado todas las Urraca, encuentra ahora el camino líbre para el tro oportunidades para colocar a sus hijas en los puestos no. Con él están los pamploneses y no hay que decir clave de León y condados fronterizos. Así, Ramiro II que Fernán González, pues, olvidadas historias pasa y Fernán González, casados con dos hermanas, ca das, espera alcanzar ventajas de la nueva situación. minaron en buena armonía hasta después de la bata Sancho comenzó su reinado negándose a ratifi lla de Simancas. La reina Toda, en la lucha entre sus car un tratado humillante que su antecesor había ne dos yernos, parece ayudar discretamente a Fernán gociado con Córdoba, pero cuando un ejército mu González, que se defiende en la parte oriental de su sulmán le atacó en el verano de 957, no estuvo a la condado hasta febrero de 943. Al año siguiente es altura de las circunstancias. Fernán González y los encarcelado, y Ramiro 11, sin duda para halagar a condes gallegos se revelaron contra él, y Sancho, doña Toda y calmar a los castellanos, que suspiran cuya obesidad le impedía cumplir sus funciones mi por su conde, envía a Castilla a su hijo el infante San litares, abandonó León y se refugió en Pamplona. cho -nieto, por tanto, de doña Toda-, y como ayo o Fernán González y los condes gallegos apoyaron consejero suyo a Assur Fernández, conde de Mon entonces la candidatura de otro nieto de doña Toda, zón, rival de Fernán González, y que será quien efec a quien la historia conoce con el nombre de Ordoño tivamente quede encargado del condado. IV Era éste hijo de Alfonso IV y de Onnega -otra hija Saldadas todas las diferencias con Ramiro II, de doña Toda-, que había vivido oscuramente retira Fernán González reaparece en 947 como conde úni do desde la muerte de su padre (931). Ni sus cuali co de Castilla, y una hija suya, Urraca, casa con Or- dades físicas ni morales decían mucho en su favor, doño, que era hijo de un primer matrimonio de Ra pues era jorobado y la historia le conoce con el nom miro II. Por eso, cuando a principios del año 951 bre de el M alo, pero Fernán González feliz con su ha muere el rey Ramiro, el conde de Castilla aparecerá llazgo, se apresuró a entregarle en matrimonio a su patrocinando al nuevo monarca, que es su yerno. hija Urraca, que acababa de enviudar de Ordoño III. 40 LA SUCESION AL TRONO DE LEON DURANTE EL SIGLO X < vô “ O Z iT) o -vOJ - U 00 00 ON ^ _ £ — ¿2 i S i S O -r o J- < 2 G < d ON Cd O o Z O & o c3 O O c3 c o O -a 3 T O o O Z < OS ' Co O ~ o ” o en < \r\ ^ z< w U O C 00 7 7 £ — ^ o = g J S l — Il
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O > O Z en □ - u 1—1 < "t- 0 o-i 00 ON O G- n Los pamploneses, que hasta entonces habían apoya nación popular explicara la liberación del conde por do a Sancho tienen que salir de León. unos amores secretos de Fernán González con la in fanta pamplonesa, que acude a consolarle en la pri Pero doña Toda no estaba dispuesta a ceder; pa sión. rece que Sancho, criado más en contacto con su abuela, gozaba de todo su afecto; entabla negociacio La muerte de Ordoño IV haría fracasar todos los nes con Abd al-Rahman 111 para que le ayude en sus planes del califa para colocar en León a un monarca cuitas, y de ello se encarga un judío, Abu Yusuf Has- vasallo, y Sancho el Craso, sin temor ya a nuevas day, que gozaba fama de ser tan buen médico como competencias, se apresura a estrechar sus alianzas diplomático. Hasday curó a Sancho de su obesidad, con el conde de Castilla, el rey de Pamplona y los y gestionó que la reina Toda y su hijo el rey García condes de Barcelona Borrell y Mirón. El califa res acudieran a Córdoba para negociar un tratado de paz pondió atacándoles separadamente. En 963, García en favor suyo, y una alianza ofensiva en favor de su Sánchez fue atacado por el gobernador de Zaragoza nieto Sancho para que el califa devolviera a éste su Yahya ibn Muhammad al-Tuchibi. García solicitó el reino y le ayudara contra sus adversarios. No hay que auxilio del rey de León, pero ambos fueron derrota decir que el califa recibió a los reyes con toda pom dos. Más tarde los generales Galib y Sa'id ganaron la pa, y que los objetivos propuestos fueron alcanzados. ciudad de Calahorra, que fue fortificada y bien guar Sancho avanzó desde Córdoba con un ejército mu necida de tropas. El gobernador de Huesca hizo otra sulmán, que por Zamora se dirigió a León. incursión por la frontera en la que capturó abundan te botín e hizo numerosos prisioneros. García Sán Mientras tanto, otras tropas del rey de Pamplo chez, al igual que otros príncipes cristianos, tuvo que na García Sánchez atacaban por la Rioja y apresaban enviar a Córdoba una embajada compuesta por va a Fernán González en Cirueña, siendo trasladado a rios obispos y condes solicitando la paz; ésta les fue Pamplona. Estos sucesos tenían lugar entre 959 y concedida, dice un cronista musulmán, «no obstan 960, y en la primavera de 961, Sancho el Craso ya te el retraso y mala fe que este monarca había de aparecía sólidamente instalado en su reino. En su sé mostrado últimamente». quito encontramos, como garantía y apoyo, a una se rie de personajes navarros, con sus huestes, y entre En noviembre de 966 moría Sancho el Craso y ellos a Ramiro, hijo del rey de Pamplona. El pobre volvía a abrirse la sucesión al trono de León. Ramiro Ordoño IV, abandonado de todos, no halló otro refu III, el hijo de Sancho el Craso, tenía tan sólo cinco gio que la Córdoba califal. años, pero la herencia no fue discutida: gobernaría -siguiendo el precedente sentado en Pamplona- bajo En estas fechas el panorama cambia bruscamen la tutela de su tía Elvira, monja del monasterio de te, lo mismo en Córdoba que en territorio cristiano. San Salvador de León. Debieron jugar importante Alxl al-Rahman III había muerto el 16 de octubre de papel en esta solución y en el afianzamiento del mo 961, y Ordoño IV moriría muy poco después de lle narca, los magnates pamploneses que por estas fe gar a Córdoba. El nuevo califa, Al-Hakam II exige de chas figuraban en la corte de León. Cuando en 970 León la entrega de diez plazas fronterizas de acuerdo (22 febrero) muere el rey de Pamplona, García Sán con los tratados, y de los pamploneses la entrega de chez, y pocos meses después Fernán González, los Fernán González que retenían prisionero. Unos y reinos cristianos aparecían en una situación de fran otros se negaron en redondo, y los pamploneses pu ca inferioridad respecto al Islam, y este desequilibrio sieron en libertad a Fernán González. No sólo eso, se iba a acentuar en el último tercio del siglo. sino que Fernán González contraería matrimonio con Urraca, hija del rey García de Pamplona, y el pri mogénito de Pamplona, futuro Sancho Abarca, casa ba con Urraca, hija de Fernán González, viuda de Sancho Garcés II Abarca Ordoño III, y ahora nuevamente viuda de Ordoño IV y al-Hakam II Una prisión que acaba en boda, y en boda entre una pareja tan desigual en edad como era la que forma Al rey García Sánchez sucede en Pamplona su ban el conde de Castilla y la hija del rey de Pamplo hijo Sancho II (970-994), a quien los historiadores na, era motivo más que suficiente para que la imagi conocen con el sobrenombre de A barca. Los más es 42 trechos lazos unían a las familias reinantes en Pam netes, pensando que Abd al-Rahman no se había se plona, León y condado de Castilla, lo que explica parado todavía del ejército de Galib; envió por de que el vacilante reino de León, regido por un menor lante doscientos jinetes a correr la tierra por las Bar- tutelado por una mujer, se vea sostenido por los denas, hacia Tudela. En Estercuel, unos kilómetros al magnates navarros. Pero todos tienen que hacer fren sur de Tudela, junto al Ebro, fueron sorprendidos al te a la creciente presión de los califas. Los condes se gunos de sus hombres, de los que fueron muertos verán obligados a tomar iniciativas sin esperar las re treinta y tres. soluciones que lleguen de León, iniciativas que aca barán muchas veces en unas negociaciones directas con al-Hakam II. Éste, halagando a los condes subal Sancho Abarca ante Almanzor ternos, dirigirá toda la política peninsular, minando con ello la autoridad real de León y de rechazo la de El 1 de octubre de 976 moría el califa al-Hakam, Pamplona y Castilla. No hay que decir que el califa sucediéndole su hijo Hisham II, un niño con menos to tenía montado un excelente servicio de informa de doce años de edad; pero pronto se alzará a su lado ción en todas las cortes cristianas. la absorbente personalidad de su primer ministro, De Pamplona hay también noticia de varias em Almanzor, quien se hará cargo de todos los resortes bajadas enviadas por Sancho Abarca: el 12 agosto de del Estado. La guerra contra los reinos cristianos va a 971 recibía el califa al abad Bassal y al juez de Náje- cobrar ahora una especial dureza. Hasta su muerte, ra, Velasco, con sus comitivas; el 30 de septiembre en 1002, dirigirá dos y hasta tres expediciones por del mismo año recibía al conde Jimeno, hermano de año, procurando herir a los cristianos en sus fibras Sancho Abarca, que estaba como rehén por parte de más sensibles, humillándolos y enfrentando a unos éste, sin duda para asegurar las treguas. contra otros cuando le fue posible.
Mientras tanto leoneses, castellanos y pamplo Tan pronto como fue nombrado general, Al neses preparan la ruptura, y quien dirige el movi manzor empezó a acosar a los cristianos sin inte miento es el conde de Castilla Garci Fernández. rrupción; en tres años emprendió siete campañas, al Aprovecharon que Galib, jefe de la frontera media guna contra Pamplona, campañas que no respondían con residencia en Medinacelí, había sido enviado a a ningún ataque cristiano anterior; esto alarmó a los Ceuta, y que otras tropas habían salido de Zaragoza cristianos, y por eso cuando estalló la guerra entre con el mismo destino al mando del propio goberna Almanzor y su suegro, el famoso general Galib, éste dor de la marca superior. El 2 de septiembre de 974 contó con el apoyo del conde Garci Fernández de las tropas de Garci Fernández atacaron el castillo de Castilla y con el rey de Pamplona Sancho Garcés. En Deza, al nordeste de Medinacelí, y saquearon la re el encuentro, que tuvo lugar en Torrevicente, al sur gión. Al año siguiente una gran coalición, en la que de la provincia de Soria, Galib murió y los cristianos entraban el rey de Pamplona, el conde de Castilla, huyeron; entre los muertos citan los autores árabes a Pedro Ansúrez, los Banu Gómez y otros, sitiaron con un príncipe de Pamplona (981). grandes fuerzas el castillo de Gormaz; llegaron re El rey de Pamplona, amenazado como los de fuerzos musulmanes al mando de Galib, y nuevos re más principes cristianos, está dispuesto a aliarse con fuerzos cristianos mandados personalmente por Ra todos ellos para luchar con Almanzor. El mismo año miro III y su tía Elvira. La lucha fue larga y dura, pero 981 debieron luchar los pamploneses unidos al con las tropas de Galib lograron levantar el asedio de de Garci Fernández en un encuentro contra Alman Gormaz. zor en Tarancueña, entre Atienza y Osma. Al año si Las tropas del caid de Zaragoza, Abd al-Rahman guiente tuvo lugar la expedición llamada «de las Tres íbn Yahya al-Tuchibi, que habían asistido a estos Naciones», en la que el enemigo hizo dos penetra combates, tuvieron un encuentro victorioso con la ciones en territorio cristiano, tal vez la primera con caballería navarra, cuando regresaban a sus bases. tra el reino de León y luego por Castilla o por Pam Según parece, Ramiro Garcés, hermano de Sancho plona. En los comienzos del año 983 la alianza cas Abarca, que gobernaba el territorio de Viguera, salió tellano-pamplonesa se vio incrementada con la in del castillo de Sos, donde residía, con quinientos ji corporación de Ramiro 111. F.1 encuentro decisivo 43 tuvo lugar en Rueda,, a unos 25 kilómetros al sudo pidiendo la paz, y en 997 fue enviado a Pamplona el este de Simancas, y los cristianos sufrieron una terri juez Muhammad ibn Amir al-Bakri para que García ble derrota. jurara los pactos y se hiciera efectiva la paz con la li beración de los posibles cautivos musulmanes. Pero Almanzor aprovechó una crisis política en el rei esta paz duró poco, y en la primavera de 998 Al no de León para terciar primero en favor de Ramiro manzor emprendió una expedición contra Pamplo III (985), y muerto éste para erigirse en protector de na. El poeta Ibn Darray nos habla de la entrada triun Bermudo II; a cambio, el leonés debía aceptar el es fal del caudillo musulmán en Pamplona, y de su en tacionamiento de tropas musulmanas en el país, y sin trevista con el rey que, humillado y arrepentido, duda el pago de un tributo. Algo análogo debió ocu vuelve a pedir piedad y se compromete a pedir la rrir en el reino de Pamplona, aunque ignoramos de paz. talles. Sabemos que por estas fechas (983?) Alman zor casó con una hija de Sancho Abarca, la cual isla Un episodio que nos trasmite el mismo poeta mizó y era calificada por sus contemporáneos de Ibn Darray nos habla bien de la dureza de estas lu «Vascona». Fue madre de Abd al-Rahman, al que en chas y del carácter implacable de Almanzor. Llegó a recuerdo de su propio padre ella daba el nombre de Córdoba la noticia de que una partida de jinetes cris «Sanchuelo». Es de suponer que este matrimonio lle tianos, procedentes de territorio navarro, habían pe varía consigo una tregua entre Pamplona y Córdoba, netrado en tierras musulmanas. El objetivo del ata aunque no faltaron incidentes entre los dos Estados. que fue Calatayud, donde los agresores dieron muer te al hermano del gobernador. Las represalias de Al Para calmar a Almanzor, o tal vez para ratificar manzor no se hicieron esperar. Hacía algunos años, la paz, Sancho Garcés hizo un viaje a Córdoba en en una de sus campañas, Almanzor había capturado 992, donde fue recibido con todos los honores y con en Uncastillo un grupo numeroso de los caballeros unas paradas impresionantes, más con propósitos de más allegados al rey de Pamplona e incluso algunos intimidación y amenaza que de hospitalidad; en au miembros de la familia real. Estos cautivos fueron diencia privada tuvo que oír los reproches que Al llevados a Córdoba, a título de rehenes que garanti manzor le hacía por su reciente actitud. Una reata de zaban el cumplimiento de las condiciones acordadas muías cargadas de regalos le acompañó a su residen para mantener la paz entre Córdoba y Pamplona. cia. Cuando tuvo lugar el ataque cristiano contra Calata Un año después, Gonzalo hijo del rey de Pam yud, Almanzor mandó ejecutar a cincuenta entre sus plona, acudía a Córdoba, sin duda para confirmar lo cautivos. La venganza de Almanzor fue completa. Su convenido por su padre y dar seguridades de que hijo Abd al-Rahman (Sanchuelo), que por aquel en Pamplona seguiría una política amistosa y sumisa. tonces tendría unos catorce años, mató por su propia mano a uno de los nobles navarros emparentados con su madre, hija de Sancho Garcés Abarca. Tal vez en respuesta al ataque navarro fue la expedición que García Sánchez II (994-1004) el año 999 dirigió Almanzor contra Pamplona, de la que no conocemos detalles, y en la que parece que Sancho Garcés II Abarca mucre hacia el año 994 no llegó a firmarse ninguna paz. sucediéndole su hijo García, casado con Jimena, de Entre Pamplona y Córdoba las relaciones se estirpe leonesa, y al que las crónicas califican de el guían tensas. Por eso cuando el año 1000 Almanzor Tembloroso. Muy poco después, el conde de Castilla, dirigió contra el conde de Castilla la expedición lla Garci Fernández, era herido y capturado en lucha mada de Cervera, contó con el apoyo del pamplonés. con Almanzor, muriendo en Medinaceli unos días El encuentro tuvo lugar el lunes 29 de julio, y fue más tarde (995). muy duro para ambas partes; gracias a una maniobra García Sánchez seguirá una política opuesta a la del ejército de Almanzor, mal interpretada por el de su padre, y no mucho después de acceder al tro conde de Castilla, el ejército cristiano se retiró en de no le veremos enfrentado con Almanzor. En esta lu sorden, perseguido por los musulmanes. Aun así, Al cha le acompañará el nuevo conde de Castilla, San manzor había tenido más de setecientos muertos, lo cho García. En 996 se vio obligado a enviar emisarios que prueba que la resistencia cristiana empezaba a 44 constituir un seno peligro. Luego Almanzor pasó a pañas devastadoras del Islam, que habían de conti Zaragoza y entró al asalto en un castillo fronterizo del nuar durante el breve gobierno de su hijo Abd al-Ma- reino de Pamplona (4 septiembre). La última campa lik. De él citan los autores árabes una expedición ña de Almanzor parece que fue también dirigida con contra Pamplona el año 1006, de la que ignoramos tra los dominios del rey de Pamplona, pues se cree detalles, tal vez por su poco éxito. Sabemos en cam que en ella se saqueó e incendió el monasterio de San bio, de sus asaltos por tierras de Ribagorza, donde Millán. Almanzor, enfermo, y acosado tal vez por los ocupó la sede de Roda y, apresó a su obispo Aimeri- cristianos, se retiró a Medmaceli, muriendo a los po co. Hasta diez años después, en que Sancho el Mayor cos días en la noche del 10 al 11 de agosto de 1002. incorporó este territorio a su corona, la región había La muerte de Almanzor no puso fin a las cam quedado desolada.
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46 CAPITULO III
Estructura política, social y cultural (Siglos IX y X)
La frontera militar el siglo VIII al X los vascones de la tierra En la primera mitad del siglo IX -cuando Aris de Pamplona pasan de mantener una acti tas y Banu Qasi marchan acordes- no había propia tud defensiva -y aun de convivencia con mente una frontera militar, sino dominical: muladíes el Islam- a la de Reconquista de territorios para la D al sur, y cristianos que han pactado, al norte. La línea Cristiandad. Este cambio de actitud hay que ponerlo de separación sería, probablemente, la zona de la Na en relación con la evolución política de los territorios varra Media que divide la Montaña de la Ribera. Pero colindantes: recesión en el Imperio carolingio, mayor en la zona sur, los musulmanes sólo constituían una presión del emirato y califato sobre el valle del Ebro, superestructura de índole político-religiosa montada avance de la monarquía asturiana en colaboración sobre una población hispano cristiana mucho más con la de Pamplona. num erosa. Consecuencia de las presiones que vienen del Las defensas se fijarán en el curso de los ríos que sur y del ímpetu reconquistador será la fijación, pri facilitan el paso a las tierras del interior. Los musul mero, de unas fronteras defensivas entre vascones y manes disponen de plazas bien fortificadas, como musulmanes; después, el avance hacia el valle del Huesca, Zaragoza, Borja, Tarazona y 'lúdela, que se Ebro y la incorporación de tierras que ya no forma rán los principales lugares de concentración de tuer ban parte del solar tradicional de los vascones. Con zas y de ataque, además de algunos castillos riojanos, ello el elemento humano que integra la nueva mo como Nájera, Viguera y Arnedo, entre otros. Éstos narquía será también distinto. Los diversos grupos serían también los centros de islamización y de ara- de gentes que en un pnncipio mantenían la resisten bización, en un principio muy precaria. cia en los valles pirenaicos, aparecen ahora reunidos en torno a una monarquía única, que dirige la lucha La defensa de los cristianos no podía basarse en ante la presión creciente de los últimos días del cali castillos ni en recintos fortificados, sino -siguiendo fato. su modo tradicional de lucha- en el ataque por sor 47 presa, y tras él la dispersión y la huida. Las fortalezas mente diferenciada, que tuvo en siglos anteriores; lo situadas en los pasos estratégicos eran torres de vigi urbano ha quedado disuelto en lo rural y tribal vas lancia, más que de defensa. La fortaleza de Sajrat co, que predomina en todas partes. Los distintos gru Qais -situada ya en el interior, junto a Pamplona- pos humanos responderían a unidades geográficas serviría para guardar tesoros y prisioneros, y con más o menos amplias, y de ellos jugarían papel más todo fue repetidas veces asaltada por los musulma decisivo los situados en las zonas de máxima presión nes. Éstos, a su vez, no pensaban tanto en la con musulmana. Las zonas del interior, de Urbasa al Baz- quista y ocupación de territorios como en la destruc tán, no parece que tomaran parte en estas luchas. En ción y saqueo de las cosechas, e incendio de las al todo caso, las informaciones de la época son escasas deas. Por ello las zonas montañosas y boscosas, en y confusas. que predomina la ganadería, ofrecían mejor defensa Los autores francos hablan de pamploneses y que las villas de la Ribera que viven de la agricultu navarros, comprendiendo con este último nombre a ra. los habitantes de la zona media de la actual Navarra. Una posición avanzada de Tudela era Valtierra. Los autores árabes califican a los de Pamplona de Parece que Funes, Falces y Carcastillo cayeron en po baskunís. Dicen que ésta era «tierra poco favorecida; der del Islam en 860. En el último tercio del siglo IX, sus habitantes son pobres, no comen lo suficiente y al endurecerse la lucha, los musulmanes fortifican se dedican al bandidaje; la mayor parte hablan el vas Falces y Caparroso y reconstruyen los castillos de la co, lo que los hace incomprensibles». El vascuence Rioja; por entonces dominaban también el castillo de sería lengua común a todos estos grupos, aun cuan San Esteban de Deyo (Monjardín). Zona especial do su grado de romanización sería muy diverso. En mente conflictiva era el paso del río Aragón, por los territorios nuevamente agregados -Aragón y Rio donde se accedía a las tierras de Sangüesa, solar de la ja - el sustrato humano era ya netamente románico y familia Jimena, que aparece vigilado, entre otras po cristiano. siciones, por Santa María de Ujué; en 882 Muham- La convivencia y los frecuentes enlaces que a lo mad ibn Lubb forzaba el castillo de Aibar. largo del siglo IX se establecen entre miembros de es A comienzos del siglo X -en tiempo de Sancho tas familias pirenaicas y otros de renegados del valle Garcés 1- son posiciones cristianas Cárcar, Peralta, del Ebro, plantean otras cuestiones de índole cultu Falces, Carcastillo, Caparroso, Peña y Sos. Este mo ral y espiritual. Vemos que los hijos de estos matri narca fortificó toda la línea fronteriza desde la parte monios adoptan unas veces nombres árabes y otras septentrional de los Al bas hasta cerca del Gállego, de nombres hispánicos. La arabización de estas familias los que Lucsia y Uncastillo eran las plazas principa de muladíes sería muy superficial, y el romance, y tal les en la vertiente subpirenaica. Por el oeste, sometió vez el vascuence, sería su lengua del hogar en un Monjardín y toda la tierra de Estclla, como hemos principio, ya que era frecuente que tomaran sus mu visto, y repasó el Ebro ocupando toda la Rioja Alta. jeres entre familias de estirpe vasca. Por eso los emi Con estos avances la monarquía pamplonesa se res procuran que entronquen con mujeres del sur, y asienta sobre una base territorial mucho más amplia, que se les instruya en la lengua y tradiciones árabes. que se extiende desde Sobrarbe hasta Castilla. Sus De acuerdo con la ley musulmana, las mujeres dadas gentes responden a tradiciones y cultura muy diver en matrimonio no tenían porqué aceptar la religión sas, pese a su no gran extensión. del marido, pero los hijos de estos matrimonios mix tos siguen siempre la ley del padre. No obstante, en algunos casos se mostraban propicios a cambiar de religión al variar sus inclinaciones políticas. C ristiano y muladíes
El núcleo originario del reino lo forman gentes de estirpe vasca, que habitan los distintos valles que Vida religiosa y cultural van desde Roncal y Sangüesa hasta Berrueza y Alava. Pamplona había perdido su condición de centro ur No tenemos una información muy abundante bano director, con una población étnica y cultural sobre la vida espiritual y la organización religiosa de 48 los núcleos vascos originarios, y ésta se refiere a Pam del valle de Ansó; el de San Julián de Labasal estaba plona y al sector oriental, que corresponde a la cuen a la entrada del valle de Echo, y en el interior del va ca del Aragón y de sus afluentes. En Pamplona sub lle el de San Pedro de Siresa, el más importante de siste en el siglo IX el obispado que hallamos docu todos por el número de sus monjes y por la santidad mentado al final de la época visigoda. En el sector y ciencia de los mismos, «que iluminaba todo el Oc oriental, entre Navarra y Aragón, se percibe una re cidente con el ejercicio de la disciplina regular» al novación monástica que enlaza con el renacimiento decir de San Eulogio de Córdoba. carolingio. Es San Eulogio, el mártir y paladín de los cris Sabemos de un obispo Opilano, que en 829 tianos cordobeses, el que nos facilita más informa consagra la iglesia de San Pedro de Usún, y de sus ciones de estas comunidades religiosas. En una car sucesores Wilesindo, Jimeno y Basilio, éste fallecido ta, que dirigió al obispo de Pamplona Wilesindo, re en 921. De Aragón no hay noticias seguras de obis lata cómo deseando visitar a sus hermanos que ha pos para el siglo IX; no sabemos si el territorio esta bían ido por asuntos comerciales a tierras de Baviera, ría sometido a la jurisdicción más o menos teórica intentó cruzar el Pirineo por la ruta habitual de la del obispo de Huesca o del de Pamplona, aunque Marca Hispánica, y luego por el paso de Roncesva- prácticamente la dirección espiritual la llevarían los lles; pero no pudo, pues los desórdenes provocados monasterios. Cuando en tiempo de Sancho Garcés 1 por el conde Guillermo en un extremo y el conde tuvo lugar la gran ampliación del reino, se procedió Sancho Sánchez en el otro hacían muy peligroso el a restaurar la jerarquía eclesiástica en los territorios paso. En estas circunstancias el obispo Wilesindo le liberados y a reorganizar las sedes en las tierras libres acogió y orientó para que visitara los monasterios del de antiguo. El obispo de Pamplona, Galindo, que ha Pirineo. Recorrió los de Leire, Igal, Urdaspal, Cillas y bía sucedido a Basilio, consagró cuatro obispos: Si- Siresa. Tuvo ocasión de admirar el espíritu de cari suldo para Calahorra; Teodorico para Tobía -tal vez dad, humildad y obediencia que animaba a los mon tratando de restaurar en este lugar, próximo a Náje- jes, y también su cultura literaria. Todo ello respon ra, la sede de O ca-; otro obispo para Aragón, proba día al renacer religioso e intelectual llevado a cabo en blemente Ferriolo, a quien se da el título de obispo la corte de Carlomagno y de Ludovico Pío. De estos «Sisabensis»; y otro llamado Feliza cuya sede ignora monasterios llevó consigo, entre otros libros, el de la mos, pero que tal vez correspondiera a la tierra de Ciudad de Dios de San Agustín, La Eneida de Virgilio, Deyo. Pero las sedes no prosperaron, y perdida Cala composiciones métricas de Juvenal, poemas satíricos horra, quedaron reducidas a tres: la de Aragón, Pam de Flacco, opúsculos de Porfirio, composiciones epi plona -cuyo prelado se titula en Pamplona y en gramáticas de Adhelelmo, fábulas métricas de Avieno Deyo-, y la de Nájera, donde reside la corte. y una brillante antología poética de himnos católicos, De la vida y cultura monástica tenemos mayores etc. La llegada de estas obras a Córdoba debió de referencias. En el siglo IX se pueden documentar una producir una conmoción entre los cristianos dedica serie de monasterios a la entrada o en el interior de dos al cultivo de las letras, y pronto se verá reflejada los valles pirenaicos: San Pedro de Usún, a la entra en los escritos de Alvaro Cordobés y Juan de Sevilla, da del valle de Salazar; Igal, en el interior del propio El viaje había tenido lugar hacia el año 848, y la car valle; Santa María de la Fuenfría, que se hallaba a la ta en que lo relata está fechada el 15 de noviembre entrada del valle del Roncal en la orilla occidental del de 8 5 1 . Esca, al norte de la villa de Salvatierra; había sido Otra muestra de la cultura literaria y musical de fundado por el rey García íñiguez con intervención estos monjes del Pirineo es el epitalamio compuesto del obispo de Pamplona, Wilesindo, y el abad de Lei- con ocasión del matrimonio de Leodegundia, hija de re, Fortún; dentro del valle de Roncal, en término de Ordoño I, con un príncipe de Pamplona y que es el Burgui, estaba el monasterio de Urdaspal. El monas más antiguo texto con notación musical que ha lle terio de Leire era el único que ocupaba una posición gado hasta nosotros. dominante a manera de atalaya que vigilaba el valle del río Aragón, en sus dos vertientes, la aragonesa y En los territorios ríojanos liberados por Sancho la pamplonesa. En territorio de Aragón encontramos Garcés la situación era algo diferente. La cristiandad el monasterio de San Martín de Cillas, a la entrada había subsistido en aldeas y campos con su organi 49 zación parroquial y monástica; así, sabemos que en en la Biblioteca del Escorial. En él se reúnen los prin 869 se edificaba un templo en Arnedillo; una vida cipales textos canónicos (actas de los concilios na eremítica, practicada en cuevas según tradición visi cionales, de muchos generales y particulares de otras goda, hallamos en San Millán, Nájera y valles del Ire- naciones), jurídicos (decretales pontificias, Fuero gua y Leza, donde luego surgieron los monasterios Juzgo), calendario mozárabe, textos cronísticos, tra de Albelda y Monte Laturce. Su ambiente cultural se tados de cronología, de aritmética, etc. Por primera ría muy pobre. Por eso, tras la conquista, los reyes se vez se recogen en un texto occidental las nueve cifras interesaron por la restauración monástica, como afir que los árabes decían haber tomado de los indos. Sus mación de una política nueva con nuevos ideales. En 88 folios miniados son una de las más espléndidas 923 Ordoño II restaura el monasterio de Santa Colo manifestaciones de la miniatura española del siglo X. ma, cerca de Nájera, y Sancho Garcés funda el de San El monasterio de San Millán, situado en la fron Martín de Albelda. Otros varios se pueden docu tera de Castilla, muestra también desde un principio mentar en el siglo X: San Cosme y San Damián, jun el influjo cultural de las abadías castellanas. Sus con to a Viguera; Santa Águeda y Santas Nunilo y Alodia tactos con Albelda son también muy estrechos como en Nájera, San Millán de la Cogolla, San Andrés de puede verse en el famoso códice Emilianense, escri Cirueña, etc. to en 992, que si no es copia del Vigilano, sus rela En los monasterios riojanos se va a centrar el ciones son clarísimas. más importante foco cultural del reino -en lo que Reflejo de esta influencia castellana es también hoy podemos conocer-, y aun uno ele los más nota la curiosidad que mostraron los escritorios monásti bles de la cultura monástica peninsular. Nada sabe cos de la Rioja hacia la historia nacional, entendida mos para esta época de los monasterios pirenaicos hasta entonces como la historia de la monarquía as- que visitara San Eulogio en el siglo anterior, lo que tur-leonesa. De ellos proceden las más antiguas co nos hace pensar en la importancia de las destruccio pias conocidas de las crónicas llamadas de «Alfonso nes llevadas a cabo en los últimos años del califato. III» y de «Albelda» así como otros textos históricos En Leire ha podido reconocerse la cimentación de como la llamada «Crónica Profètica», todos ellos re una iglesia, que parece corresponder a la destruida dactados en el siglo IX. En ellos se inicia también la por Almanzor. De entonces datará el monasterio de historiografía nacional pamplonesa. Así, el códice Vi San Juan de la Peña, que comenzaría como un refu gilano contiene una breve crónica pamplonesa, que gio eremítico. va desde el año 905 hasta 976, en que se termina de De los monasterios riojanos, los más notables no escribir el manuscrito. En otro códice, llamado de sólo por sus posibilidades económicas, sino por su Roda, pero que parece escrito en Nájera a fines del si pujanza cultural, son los de San Martín de Albelda y glo X, hallamos junto a crónicas y textos jurídicos y San Millán de la Cogolla. canónicos de un interés general, otros de interés es
El monasterio de Albelda debe mucho en sus trictamente navarro: unas muy exactas genealogías primeros pasos a la abadía castellana de San Pedro de de las dinastías reales de Pamplona y de los condes de Aragón, Pallars, Gascuña y Tolosa, muy dentro del Cardeña. En tiempo del abad Dulquito (¿942-951?) sistema seguido por los genealogistas árabes del siglo tenía cerca de doscientos monjes, y el escritorio del X; un obituario de los obispos de Pamplona, una car monasterio aparecía abierto a las más variadas in ta del emperador Honorio a las milicias de Pamplo fluencias. En 951 el obispo de Puy-en-Velay, Gotes- calco, cuando hacía la peregrinación a Santiago, en na para que defiendan los pasos del Pirineo (siglo V), el epitalamio de la reina Leodegundia (siglo IX), y cargó la copia de un códice con el tratado de San Il otras noticias que interesan directamente para la his defonso sobre la Virginidad perpetua de Santa María. toria de Pamplona, y que indudablemente se conser El abad Salvo (953-962) enriqueció la liturgia con varon en esta ciudad en contacto con la corte. nuevos himnos y devotas oraciones, y compuso una regla dedicada a las monjas del monasterio najerense Otra novedad que encontramos entre los libros de Nunilo y Alodia. La gran obra del monasterio de de la biblioteca de San Millán son las glosas, interli Albelda es el llamado códice Vigilano o Albeldense, neales o marginales, con que los monjes aclaraban escrito en 976 por el monje Vigila, y hoy conservado las palabras latinas que encerraban para ellos mayo 50 res dificultades. Por ellas podemos percibir los pri ban la monarquía pamplonesa en el siglo X -Aragón, meros balbuceos del romance castellano, ya que Pamplona y Nájera-, era Aragón el que tenía una como aclaración a las palabras de interpretación difí personalidad más definida. Tenía su obispo propio y cil, ponían a veces su equivalencia romance y aún siguió gobernado por sus condes, según vimos, pero vasca. Las últimas líneas del sermón de San Agustín al no tener frontera con el Islam, no estaba en condi que se copia en primer lugar ya no son glosadas, sino ciones de aumentar su territorio hacia el sur. En cam íntegramente vertidas, añadiendo al final unas emo bio por el este parece haberse extendido hasta ciertas cionadas palabras de oración. Si los monasterios de zonas de Sobrarbe. Como Galindo II no dejó hijos la Rioja a lo largo del siglo X se van en cierto modo varones de su matrimonio con Sancha, hermana del «navarrizando» -tanto en cuanto a la composición rey de Pamplona, la vinculación del condado al rei de sus comunidades religiosas, como a los libros que no se hizo cada vez más estrecha (923?). El matri copian o redactan- siguen, no obstante, abiertos a las monio del rey García Sánchez (925-970) con Andre- corrientes culturales que llegan tanto del occidente goto Galíndez, hija de Galindo II, venía a reforzar los peninsular como de la Europa continental. No olvi títulos del rey de Pamplona sobre el condado de Ara demos que se ha iniciado ya la peregrinación a San gón. Pero el matrimonio no perduró, tal vez por ra tiago, por cuya ruta circularán todas las novedades li zones de parentesco, ya que los cónyuges eran pri terarias y artísticas del mundo cristiano. mos carnales. García Sánchez y Andregoto se separa ron, pero el hijo nacido de esta unión, Sancho, fue Pero todavía el país parece anclado en el pasado: tenido como legítimo. tradición visigótica con ligeros tintes orientales apor tados por árabes y mozárabes. El renacer caroltngio, Entonces se inicia una práctica que estaría lla que veíamos reflejado en las bibliotecas de los mo mada a tener gran desarrollo en tiempos posteriores: nasterios pirenaicos, se extingue sin dejar otro re el primogénito recibe el gobierno del condado de cuerdo. Los documentos del siglo X se escriben en Aragón, investido de la jerarquía real, si bien a las ór cursiva o en minúscula visigótica, como en el reino denes del rey de Pamplona, y, como en este caso es de León. En arquitectura parece percibirse algún in un menor, queda de momento bajo la tutela de su flujo carolingio en las iglesias de San Miguel de Ex- ayo o eitan, el conde Fortún Jiménez. Andregoto Ga celsis y en la de Leire destruida al final del califato, líndez vivió muchos años, probablemente retirada en en muros de la ciudad de Pamplona y poco más. La Lumbier y en Aragón, y aun sobrevivió a su marido, tradición visigoda, mozárabe o asturiana veremos re muriendo hacia el año 972. El condado de Aragón flejada en las iglesias de San Juan de la Peña, Santa seguirá durante el siglo X gobernado en forma aná Coloma, San Miguel de Excelsis, San Millán de la loga; así, bajo García Sánchez II (994-1004) estaban Cogolla. En cuanto a las artes industriales es pieza de al frente del mismo su madre doña Urraca y su her excepcional valor la cruz procesional de marfil de mano Gonzalo. gran tamaño, obra de artista mozárabe, pero forma De los territorios de Pamplona y Leire, solar tra do en talleres reales cordobeses, de finales del siglo dicional de la monarquía, tenemos menos informa X; procede de San Millán de la Cogolla, y de ella se ciones para el siglo X. En parte puede ser debido a conservan dos ramas verticales en el Museo del las destrucciones a que ya hemos aludido, y también Louvre y dos brazos en el Museo Arqueológico Na a que al trasladar los reyes su residencia a Nájera, y cional. De la misma procedencia se conservan en el con ella la dirección política del reino, Pamplona Museo Arqueológico fragmentos de un altar portátil, pasa a ocupar un lugar secundario. En el siglo X sue en marfil, también dentro del arte califal, y que pro na como territorio diferenciado Deyo -tierra de Este- bablemente se hizo con ocasión de la consagración lia-, que corresponde a las tierras de «Deyo y Be- de la iglesia de Suso en 959 o en 984. rrueza», que según los cronistas asturianos siempre habían sido poseídas por sus habitantes. Pero el re cuerdo de su personalidad se esfuma rápidamente.
Los territorios diferenciados El centro político, cultural y económico radica en el siglo X en las tierras ganadas en la Rioja por De los tres territorios diferenciados que integra Sancho Garcés I. Allí residen el rey y los jefes que de 51 fienden la región de la base musulmana y bien forti La monarquía y la administración ficada de Calahorra. Cuando García Sánchez (925- del reino 970) se separó de Andregoto, volvió a casarse con Teresa, de estirpe leonesa, de la que nacieron Rami Sabemos poco de cómo entendían la institución ro, Urraca yjim eno. El primogénito, Ramiro, jugaría monárquica los pamploneses del siglo IX, ni en qué un papel destacado en la política de su tiempo. Es de forma llegó a establecerse una autoridad real única pensar que su madre pretendiera que le sucediera en sobre todos los jefes que dirigían la resistencia y ha el trono, o al menos que se le dotara como al primo bían establecido pactos con los musulmanes. Entre génito Sancho, que aparecía gobernando el condado todos ellos se anudan alianzas y lazos de parentesco, de Aragón. Y así se hizo. Del territorio de Nájera se y es muy probable que, como ocurre más adelante, desgajó una parte que comprendía, cuando menos, se dé el título de reyes o régulos a los hermanos e hi los valles del Iregua y el Leza, para crear con ellos jos de los reyes. De los distintos grupos familiares, es una «hereditas», cuyo gobierno se encomendó a Ra el de los Arista el que ostenta una autoridad recono miro. Es el que los documentos llaman «reino de Vi- cida por todos. Dos notas caracterizan esta autori guera», y a su titular califican de rex o regulus, aun dad: no reconocer que su poder sea debido a ningu que sometido a la suprema autoridad de su hermano na autoridad extraña y superior; de aquí el título real el rey. El reino de Viguera era una creación artificial, que ostentan, frente al condal que llevan los que go basada en motivos familiares, pero no respondía a un biernan los territorios de la España oriental, desde territorio con personalidad propia, con un elemento Aragón; la otra es su cristiandad, que señala bien San humano y unas tradiciones jurídicas diferenciadas. Eulogio cuando contrapone su triste situación, en la Por eso no fue difícil a Sancho el Mayor, al faltar la prisión de Córdoba, «gimiendo bajo el impío yugo descendencia masculina en la tercera generación, el de los árabes, cuando vos en Pamplona gozáis de la obtener la reversión a la corona. dicha de ser amparado bajo el señorío del príncipe La expansión política hacia tierras riojanas había que reverencia a Jesucristo». ido acompañada de un asentamiento de pobladores Pero mientras los jefes de la familia Arista sólo cristianos procedentes del norte -tierras de Navarra aspiran a conservar sus dominios patrimoniales, sin y de Alava- con expulsión de los reducidos núcleos sentirse campeones de la Cristiandad oprimida, San de musulmanes allí instalados. Esto contribuirla a cho Garcés I aparece contagiado del mismo espíritu unificar culturalmente los distintos territorios. La ex que, según las crónicas de la época, animaba a la mo pansión alavesa había sido especialmente masiva en narquía asturiana: «alcanzar la libertad del pueblo algunos valles, como Ojacastro, pero se había exten cristiano», «la salvación de España»; como los astu dido igualmente por Castilla -cuencas de los ríos Ti rianos, emplea la cruz como lábaro del ejército real, rón, Oca y Arlanzón-, con lo que se borraban las po y Sancho Abarca (970-994) y la reina Urraca manda sibles diferencias, en cuanto a la composición del ron labrar una cruz de oro y piedras preciosas, en elemento humano en estas regiones. La falta de cas memoria de su padre el rey García Sánchez, sin duda tillos y guarniciones permanentes en este sector -da- para ser instalada en el panteón familiar del castillo dos los estrechos lazos de afinidad con la familia con de San Esteban. dal castellana- hacía que los límites fronterizos en esta zona resultaran confusos. Ya en tiempo de Fer El prestigio que Sancho Garcés había dado a la nán González percibimos una penetración de la in nueva monarquía explica que a su muerte le suce fluencia pamplonesa en tierras de Álava. Los enlaces diera su hijo menor de edad y no sus tíos, para lo que matrimoniales de los reyes, la protección que en oca no había precedentes en la legislación peninsular. Así siones brindan los navarros a los reyes de León, ex se fue estableciendo un sistema sucesorio con gran plican la presencia de navarros en los territorios oc seguridad, sin las indecisiones que se daban en el rei cidentales de la Península, lo que fácilmente puede no de León. Las mujeres, pese a la indudable in apreciarse en la onomástica. Serán también navarras fluencia que tuvieron en el gobierno, no fueron ad muchas de las gentes que acudan a colonizar las tie mitidas a la tutela del rey menor, al revés de lo que rras del Duero, desde Salamanca, Ávila, Segovia y se hacía en León. Sin duda, como dice Ramos Los- Burgos. certales, actuaba el círculo de derecho nobiliario pi 52 renaico, exigiendo de la monarquía la jefatura de un Junto a la comitiva de barones que rodea al rey varón de linaje real con el fin de que no experimen está la del conde de Aragón, con sus barones arago tase lesión su «honra» al tener que servir con las neses. Éstos dan la sensación de formar un círculo «honores» poseídas -tierras, castillos-, al jefe inves muy reducido; con ellos va el conde de caza o a la tido temporalmente de la autoridad militar. guerra y le asisten en su pequeña corte con el conse jo o en la administración de justicia. Es, en pequeño, Otra prudente medida tomada al plantearse la un remedo de la corte pamplonesa. primera sucesión hereditaria fue la de no desintegrar el reino, es decir, transmitir al sucesor todos los te A lo largo del siglo X la corte (palatium ) se ve rritorios adquiridos por el fundador en la forma que adornada con nuevos cargos, que normalmente sólo fuese. Cuando en el reino de León, ya en vida de Al aparecen en la documentación del territorio donde fonso III, habían asomado estas ideas secesionistas, y tienen su residencia habitual, es decir, en la Rioja: va sus hijos se reparten sus dominios, en Pamplona te nos condes, el juez de Nájera, que lo sería de la cor rritorios tan dispares como Aragón y Nájera se man te, un c h a '. Los cargos palatinos que pueden docu tienen bajo las mismas riendas, pese a la minoría del mentarse con seguridad sólo se encuentran a finales rey y a que éste no debió de dar en su mayoría de de siglo: mayordomo, botiliario, caballerizo. Todos edad muestras especiales de energía. El derecho de formarían parte de la Curia o Consejo del rey (Cuna primogenitura quedó firmemente asentado cuando a palatii, toga palatii, militia palatii). la muerte de García Sánchez 1 (970), le sucedió el Completan el cuadro de cortesanos, y en ciertos hijo del primer matrimonio, Sancho Garcés Abarca. momentos no serían los menos importantes, los ecle Pero el primogénito del segundo matrimonio fue he siásticos: obispos, abades o simples clérigos. En la redado espléndidamente con el «reino de Viguera», corte figuran a veces príncipes extranjeros emparen según hemos dicho, aunque integrado él en la uni tados con la familia real: Sancho el Craso, Sancho dad de la monarquía, en la que ocupará hasta su Guillermo, hijo del duque Guillermo de Gascuña y muerte un puesto destacado. de Urraca, hija ésta del rey García Sánchez 1. Así, durante todo el siglo X la sucesión al trono Pese a las contiendas con el Islam, la frontera ex se realizó sin incidentes, y el biznieto del fundador perimentó pocas variaciones. Tan sólo en los finales de la dinastía, García Sánchez el Trémulo (994-1004), del siglo X debieron de perderse algunas posiciones pudo transmitir a su hijo, Sancho el Mayor, el patri fronterizas. La defensa de la frontera exigió la insta monio creado por aquél sin menguas ni divisiones. lación en los lugares adecuados de fortalezas con En todo momento la persona del rey va acompa guarniciones permanentes, al mando de un jefe, al ñada de una corte, que paulatinamente se va organi que empieza a calificarse de «sénior»; éste, junto al zando y complicando. A Sancho Garcés 1 vemos re mando militar, ostentará la representación del rey en solver los asuntos públicos un tanto familiarmente, el territorio de su distrito (honor), y las gentes del acompañado de sus hermanos, cada uno con su co mismo quedarán bajo su dependencia, lo mismo mitiva de barones; a veces sólo de su hermano Jime- para subvenir a las necesidades económicas de la no, a quien se da también el título de rey. Su hijo Gar guarnición, que para la defensa en casos extremos. cía se ve en un principio acompañado en la resolu Esta organización, que ahora se inicia, podremos do ción de los asuntos públicos de su madre, doña Toda; cumentarla mejor para los siglos siguientes. pronto empiezan a figurar en los documentos su mu jer y sus hijos, a los que también se denomina reyes.
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54 CAPITULO IV
Sancho el Mayor ( 1004- 1035 )
Sancho el M ayor y el Islam n el primer tercio del siglo XI tiene lugar un cambio de coyuntura decisivo: el califa De momento, quienes se aprovecharon de la cri to, que venía presionando sobre todos los sis del califato fueron el conde Sancho de Castilla y territorios cristianos, se hunde, y de vencidos losy hu condes catalanes, Ramón Borrell de Barcelona y Emillados los cristianos pasan a la ofensiva. Se inician Ermengol de Urgel; unos y otros ayudaron a los par entonces las etapas de la gran Reconquista peninsu tidos en contienda y entraron sucesivamente en Cór lar; la cristiandad hispana reanuda sus contactos con doba, saqueándola. El conde de Castilla aprovechó Europa, facilitados por la mayor intensidad que ad su colaboración para obtener una serie de lortalezas quiere la peregrinación a Santiago; por esta ruta lle perdidas en los días de Almanzor: San Esteban, Clu- garán las novedades culturales -literarias, artísticas, nia, Osma, Gormaz, etc. Tan pronto como Sancho el religiosas- que contribuirán a la «europeización» de Mayor se enteró de la entrega de estas fortalezas, «es los reinos cristianos, alejándolos un tanto de la tradi cribió con amenazas -dice Ibn Hayyan- exigiendo cional cultura hispano-mozárabe. otras y se le concedió lo que pedía». Probablemente estarían en las zonas que habían soportado los más Sancho el Mayor y su suegro el conde Sancho de fuertes ataques en los últimos años: valle de Funes y Castilla serán, en esta primera fase renovadora, las fi guras de mayor peso. Al navarro habrá que atribuir de Onsella, Uncastillo -que sabemos que se había perdido con Almanzor- y frontera con Aragón. en buena parte los nuevos rumbos que toma la polí tica peninsular, y también las nuevas orientaciones En 1016 Sancho llegó a un acuerdo con el con culturales. Pero resulta difícil, dada la escasez de do de de Castilla, fijando las fronteras de la futura ex cumentos, aquilatar bien la participación personal pansión de sus dominios; la línea pasaba cerca de del rey de Pamplona en todas estas empresas. Garray, «antigua ciudad desierta», es decir, la antigua Numancia, respetándose para Castilla los territorios situados a orillas del Duero y al sur de este río, y para
55 el navarro quedaba como zona de expansión todo el En el valle de Funes se crearon nuevos gobiernos mi valle del Ebro y la mitad oriental de la provincia de litares en Arlas, Falces, y, sobre todo en Caparroso, a Soria. La nueva taifa de Zaragoza tendría en el rey la orilla izquierda del río Aragón, de forma que cris Sancho su mayor enemigo. tianos y musulmanes se ven separados tan solo por
Para contener al rey de Pamplona, Mundir de el desierto estratégico de las Bardenas. En la frontera Zaragoza trata de concitar contra él a los dos pode aragonesa se fortifican Ruesta, Ulle, Luesia, Biel, rosos condes de Barcelona y de Castilla. Cuando se Agüero y Munllo de Gállego. Jimeno Garcés es la concertó el matrimonio entre Sancha, hija del caste persona de confianza en este sector, con residencia llano, y Berenguer Ramón, hijo del de Barcelona, en Sos, pero se encarga también de la defensa de Un- Mundir se ofreció obsequioso para que los esponsa castillo y en ocasiones de Boltaña. Jimeno Garcés es les se celebraran en Zaragoza, y aun acompañó a la el eitán -ayo- del futuro rey Ramiro I. En el paso del novia hasta la región catalana para entregarla a su fu río Gállego, además de Munllo, se establece otra po turo cónyuge. Un autor árabe coetáneo nos da deta sición en Cacabello, y más hacia Huesca otra en Loa- lles del viaje del conde de Castilla y de su hija hacia rre. La plaza de Loarre será la fortaleza más impor Zaragoza, y de la resistencia que ofrecieron a su paso tante dirigida hacia la llanada de Huesca antes de la los vecinos de Tudela, y termina con estas palabras: conquista de esta ciudad en 1096. Desde aquí la lí «No he visto entre los cristianos guerreros como los nea fronteriza la marcan las Sierras de Gabardiella y de Sancho, ni entre sus príncipes un hombre que le Guara, de acceso difícil, y enlazará con la nueva fron igualase en gravedad de aspecto, en valentía, claridad tera ganada para la Cristiandad en tierras de Sobrar- be y Ribagorza. de mente, sabiduría y elocuencia; el único que pu diera comparársele era su pariente y homónimo, Esta línea defensiva, de la que pueden recono Sancho hijo de García, señor de los Vascos, que, a la cerse restos en algunas de las fortalezas citadas, ape muerte de Sancho de Castilla, reinó sólo». Es decir, nas sufrirá alteraciones hasta los finales del siglo XI. Sancho el Mayor, rey de Pamplona.
Las ilusiones que Mundir pudo hacerse sobre este enlace resultaron vanas. Al año siguiente -5 fe Incorporación brero, 1017- moría el conde Sancho de Castilla, y de Sobrarbe y Ribagorza poco después el conde Ramón Borrell de Barcelona. Sancho el Mayor quedaría como tutor de su cuñado La presión del Islam en los últimos años del ca el «infant» García de Castilla, que sólo contaba siete lifato había sido especialmente fuerte en la frontera años, y estaba unido por el mismo lazo de parentes de Sobrarbe y Ribagorza. El conde Isarno de Riba co con el nuevo conde de Barcelona, Berenguer Ra gorza había muerto luchando con los moros en Mon món 1. zón (1003); su hermana, la condesa Toda, tuvo que La presión del navarro contra el rey de Zarago soportar en 1006 una fuerte embestida de Abd al- za no decayó, bien provocando incidentes fronteri Malik, el hijo de Almanzor, que asaltó la sede riba- zos, bien atizando disidencias para desplazarle de gorzana de Roda, donde apresó a su obispo Aimeri- Zaragoza. Cuando en 1022 murió Mundir, Sancho co, y ocupó la parte inferior del condado. No mucho trata de intervenir en la sucesión apoyando a algún después, éste pasaba a manos de su sobrina doña rebelde. Las hostilidades se interrumpen con treguas Mayor, hermana del conde de Castilla, Sancho Gar y alguna breve reconciliación. Tal vez, para ajustar cía. Mayor había estado casada con el conde Ramón treguas, Sancho acudió a Zaragoza -según nos cuen III de Pallars, quien no sólo la había repudiado, sino ta el poeta ibn Darray- donde él, sus jinetes y séqui que pretendió desposeerla del condado de Ribagor to fueron recibidos con todos los honores. Sancho za. La pobre condesa se refugió en el valle de Sos, en había hecho preceder la entrevista, que se celebró en el extremo norte del condado, donde en 1018 seguía las afueras de la ciudad, de un lujoso regalo com defendiendo su territorio. puesto por varios caballos de caza. Era el momento oportuno para la intervención Resultado de estas fricciones sería establecer de Sancho el Mayor. Éste, utilizando a la vez las ar una sólida línea fortificada a lo largo de la frontera. mas y la diplomacia, se apoya de una parte en los 56 cristianos fronterizos sometidos de mala gana al Is se nos escapa totalmente el alcance que pudo tener lam, y de otra fomenta las disidencias entre los jefes este acuerdo. musulmanes. El resultado fue la ocupación por San cho de la plaza de Buil, en Sobrarbe, antes de mayo de 1017, y a continuación de toda la ribera del Cin- ca hasta Perarrúa. Ahora, invocando no ya los dere Las relaciones con Gascuña chos de su mujer doña Mayor, sino los de su tía del mismo nombre, podía presentarse como liberador Las relaciones de Sancho el Mayor con los terri del territorio, usurpado al norte por el conde de Pa- torios de Gascuña están mejor documentadas. La fa llars y al sur por los moros. A principios de 1018 ha milia que regía el ducado de Gascuña descendía del bía liberado de los moros la parte inferior de Riba- duque Guillermo Sánchez, cuya hija Acibella había gorza, hasta Roda. Paulatinamente la documentación casado a fines del siglo IX con el conde Galindo Az- del territorio invoca el nombre del rey Sancho, omi nar II de Aragón. Otra hija del mismo duque, llama tiendo el del rey Roberto de Francia, como era tradi da Andregoto, sería la madre de Guillermo el Bueno, cional. A partir de 1025 empieza a contar el año pri conde de Burdeos. El ducado de Gascuña se trans mero de su reinado en Ribagorza, sin duda por re mitió de García Sánchez a su hijo Sancho Garcés y de nuncia de la condesa propietaria doña Mayor. Ésta se éste a su hijo Guillermo Sánchez, que casó con Urra retiró a Castilla, para terminar sus días como abade ca, hija de García Sánchez de Pamplona y viuda del sa del monasterio de San Miguel de Pedroso. conde de Castilla Fernán González, según dijimos.
Guillermo Sánchez incorporó a sus dominios el condado de Burdeos a la muerte, hacia 977-988, de Sancho el Mayor su primo hermano Guillermo el Bueno, con lo que el y el condado de Barcelona ducado, que había sufrido a finales de la centuria an terior las desastrosas devastaciones de los norman dos, se encontraba ahora fortalecido y ampliado ha La documentación de Sancho el Mayor alude a cia el norte. Por el sur se extendía, siguiendo la cos las relaciones que mantuvo con los condados de Bar ta atlántica, hasta el Pirineo, incluyendo el país de celona y de Gascuña, sin que sea fácil medir su al Labourd. Según el cronista Raúl Glaber, Guillermo cance. Sánchez había colaborado más de una vez con sus Tal vez coincidiendo con la incorporación de Ri ejércitos en la lucha contra Almanzor. Al morir Gui bagorza, en 1025, algunos documentos aragoneses llermo Sánchez (hacia 996) le sucedió su hijo Ber empiezan a citar a Pallars entre los territorios sobre nardo Guillermo, y muerto éste sin sucesión mascu los que dominaba Sancho el Mayor. Esto puede res lina (25 diciembre 1009) vino a recaer el ducado de ponder, simplemente, a que algunos territorios de Gascuña, juntamente con el condado de Burdeos, en Ribagorza, que el conde Ramón III tenía ocupados, su hermano Sancho Guillermo (1009-1032). pasaron desde entonces a depender del rey de Pam plona. Por otra parte, en varios documentos de San Sancho Guillermo, en quien no estaba prevista Juan de la Peña aparecen como testigos y confirman la sucesión del ducado, había vivido en España en la do los documentos del rey Sancho, los condes Be- corte de su tío Sancho Abarca y de su primo el rey renguer Ramón I de Barcelona y Sancho Guillermo García Sánchez. En Nájera suscribe documentos rea de Gascuña. les de los años 992 y 996. No parece aventurado su poner que ya en España se había iniciado una amis Las menciones del conde de Barcelona se hacen tad entre tío y sobrino, pese a la gran diferencia de durante los años 1025 y 1030, o quizá sólo entre edad, y que fue aquél quien encaminaría a Sancho el 1027 y 1030, es decir, cuando el conde de Barcelona Mayor hacia las tierras de Gascuña. ha contraído un segundo matrimonio con Guisla, al quedar viudo de Sancha de Castilla. Probablemente El hecho es que tan pronto como Sancho Gui se alude con ello a alguna «convención» de ayuda llermo accede al ducado vemos asistir a los dos San mutua, en la que el conde de Barcelona, como parte chos a las festividades celebradas en Saint Jean d'An- más débil, hubiera puesto grandes esperanzas; pero gely (Saintonge) con ocasión del hallazgo de la cabe- 57 LOS DUQUES DE GASCUÑA Y DE AQUITANIA Y LOS REYES DE PAMPLONA JC O $ ■3 § u g o a T3 u 'O 00 O .2 w rd55 J3 O ON rví o n 3 ' •S - - -a — CQ u P -c $ < a u 1— cu !S a o g o ii Ü O £ - 3 j T ' 3 T ON O ¿ •c 'H I o> 2 . 58 = J $ o 3 rs| 2 '3 ° o T3 c - ^ D-S I I 3 -£ !-3 ------O é 1 « « s s t § £ «u 1 -d ■o 2 ? < 3 2 ■3 1 R R 1 3 E E E 8 -3 ~ “ ^ ~ — c « p ’"3 ' I 3 c II - I M S 2>•S ON J T73 I' •o ON 8 Í ■8 S .i ■S u < cu O o _ u CJ C3 ¿S _D C3 DO 60 u O O z . X < 9 <2 I í ' S a oc ra — e 55 js 2 2 1 p o ca w 0 T3 U •“ ai es QJ CN t/í o hcuCh O o r-» -a •o C'l O ce c co o co ■o m dos: el «infant» García, conde de Castilla, casaría con acuerdo, que se trasluce a través de la intitulación de Sancha, hermana del rey Bermudo de León. Sancho los reyes en los documentos de la época. En él ac el Mayor procuraba a su cuñado y tutelado un ma tuarían de mediadores, además de la reina Urraca, el trimonio favorable, mientras que Urraca y los leone gobernador de León, Fernando Lainez -prim o carnal ses veían en este enlace la solución de uno de los de Sancho el Mayor, pues sus madres eran herma asuntos más espinosos de la política exterior del rei nas-, los obispos y otros funcionarios, todos los cua no: las relaciones con los condes de Castilla, que se les siguieron rigiendo las ciudades del reino leonés venían conduciendo como príncipes soberanos. bajo el nuevo gobierno. Pero el matrimonio proyectado con tan favora Sancho se cree obligado a proseguir su política bles auspicios, conduciría a una nueva crisis: cuando de unión y pacificación, y gestiona el matrimonio de el «infant» García entraba en León para celebrar los su hijo Fernando con Sancha, la hermana de Bermu esponsales, una familia de exiliados castellanos pro do. El matrimonio debió de celebrarse a fines de vocaba un tumulto en el que moría asesinado el jo 1032. Fernando tendría cuando más veinte años y ven conde (13 mayo, 1029). Los asesinos eran los Sancha diecinueve. Si el anterior matrimonio de San hermanos Rodrigo e Iñigo Vela, descendientes de un cha se había quebrado por el crimen de los Velas, conde alavés desterrado de Castilla, que aprovecha Sancho no renunciaba a solucionar las diferencias ba la oportunidad de presentarse en León el hijo de castellano-leonesas por vía matrimonial. Debe, ade su enemigo para vengar viejos agravaos. más, dar un matrimonio digno a la hermana del rey de León, su protegido. Entonces se precisarían mejor los derechos y obligaciones de Sancho respecto al reino de León, como se refleja inmediatamente en los Sancho el Mayor, conde de Castilla documentos expedidos por el rey en estas fechas al y protector del reino de León añadir a sus títulos habituales de rey de Aragón, Pamplona y Castilla, «et in Campis vel in Legione He aquí cómo por un cúmulo de circunstancias imperiali culmine». En el otoño de ese mismo año, va a recaer sobre Sancho el Mayor la plena responsa después de la muerte del duque de Gascuña, recla bilidad en el gobierno del condado de Castilla, a la ma, según hemos explicado, la sucesión de este te vez que será llamado para mantener la paz en el rei rritorio. Por eso, en una donación al monasterio de no de León. Leire expedida el 26 de diciembre de 1032, dice: Sancho tuvo que hacerse cargo del gobierno de «Reinando el serenísimo rey Sancho en Pamplona y Castilla, que le correspondía por su mujer doña Ma en Aragón, en Sobrarbe y en Ribagorza, en toda Gas yor, hermana primogénita del conde asesinado. To cuña y en toda Castilla, y además de todo esto, im das las personas responsables, y en este caso los fa perando en León y en Astorga por la gracia de Dios». miliares más directos del desgraciado conde de Cas tilla, recibían a Sancho con entusiasmo, y se acogían a él como única tabla de salvación (29 julio, 1029). Sancho 111 en León Pero Sancho no se tituló conde de Castilla, sino su hijo segundogénito Fernando, y como tal aparecerá Probablemente Sancho no apareció por León hasta que en 1037, por muerte de Bermudo III, ocu hasta fines de 1033 o comienzos de 1034, en espera, pe el trono de León. quizá, de liquidar la sucesión del ducado de Gascu Más difícil era el caso de León, donde los desór ña. No hay que decir que en ningún momento se denes se habían extendido a todo el reino y durarían presenta como conquistador, sino cumpliendo pac mucho tiempo. Un acuerdo debió de ser pactado a fi tos pacificadores. Con él están los obispos de León y nes de 1029 en virtud del cual Sancho se encarga de de Astorga y otros personajes leoneses del séquito mantener el orden en León, mientras que Bermudo y real, que continuarán con Bermudo cuando Sancho sus consejeros, entre ellos la reina Urraca, hermana abandone la ciudad a principios de 1035. Cuando en del navarro, se reservan el gobierno directo de Gali el verano de 1034 vacó la sede de Astorga, Sancho cia y Asturias. Desconocemos los términos de este intervino en la designación del sucesor, el presbítero 61 e historiador Sampiro, que desde hacía cerca de cua real de Pamplona y por tres condesas de la familia renta años venía sirviendo con lealtad a la casa real condal castellana: Urraca de Covarrubias, Toda de leonesa. Liébana y Mayor, que había sido condesa de Pallars; no olvidemos que las tres eran tías de la reina de De la estancia de Sancho el Mayor en tierra leo Pamplona, doña Mayor. nesa sólo se recuerda un acto de gobierno: la erec ción de la sede episcopal de Palencia, para poner fin Sancho debió de estar en León hasta fines de a las rencillas entre Castilla y León. Se trataba de cre enero de 1035, y pocos días después, el 17 de febre ar una diócesis con los discutidos territorios com ro, Bermudo III se apresuraba a aceptar la restaura prendidos entre el Cea y el Pisuerga, que dejará se ción hecha por Poncio, aunque corrigiendo ligera paradas las sedes de León y de Burgos. El obispo de mente los límites de la nueva diócesis en perjuicio de Burgos se atribuía la representación de todo el con Burgos y en favor de León. El nuevo diploma del leo dado, y se titulaba obispo de Castilla. El de León se nés aparece confirmado por los obispos de Lugo, guiría lógicamente las inspiraciones del monarca de León, Astorga y Oviedo -que es el mismo Poncio que este reino. La creación de un nuevo obispado en es había gestionado la restauración- y con ellos Fer tos territorios polémicos reforzaría su unidad al agru nando Lainez, gobernador de León, y otros varios se parlos bajo una misma jefatura espiritual. La idea ya ñores que habían suscrito el privilegio expedido por parece que se había estudiado en tiempo de Alfonso Sancho el Mayor. El acuerdo entre los dos monarcas V, es decir, antes de 1028, y ahora será llevada a cabo era, pues, completo. por Sancho III merced a las gestiones del obispo Sancho ya no volvió a León. Tal vez su último Pondo, que dice contaba para ello con la autoriza acto de gobierno en estas tierras fuese gestionar el ción del papa Benedicto IX. Al estar todos los terri matrimonio de su protegido Bermudo con Jimena, torios bajo el mando de Sancho la cosa era más ha hermana de la reina doña Mayor y del desgraciado cedera, y contaría sobre todo con la adhesión y sim «infant» García. Bermudo tenía entonces diecisiete patía de los castellanos, ya que las tierras de la nue años y Jimena unos veinte. Sancho regresó a sus tie va sede parecían desglosarse de la diócesis de León. rras de Navarra y murió el 18 de Octubre de ese mis El documento se expidió, probablemente, el 21 de mo año 1035. diciembre de 1034, y fue suscrito por toda la familia 62 BIBLIOGRAFÍA Orientaciones generales en L a c a r r a , Historia política milia de la madre de Sancho el Mayor de Navarra, «Archivos del reino de Navarra, 1, cap. VI; J. P é r e z d e U r b e l , Sancho Leoneses», núm. 49 (1971), pp. 143-150; J. P e r e z d e U r el Mayor de Navarra, Madrid 1950; A . U b i e t o A r t e t a , Es b e l . El condado de Castilla, Madrid 1970, t. III, cap. IV y ss. tudios en tom o a la división del reino por Sancho el Mayor de Para Ribagorza, F V a l l s T a b e r n e r , Els comtats de Pa- Navarra. «Príncipe de Viana», 1960, pp. 5-56, 163-236. llars i Ribagorfa, a partir del segle XI, en «Obras», voi. IV, Además, R. M e n é n d e z P i d a l , El «romanz del infant Barcelona 1961, pp. 125-205; R. D e A b a d a l , Els comtats de García» y Sancho de Navarra antiemperador; en «Obras», Pallars i Ri bagorda, en «Catalunya Carolingia», voi. Ili, Bar vol. II, Madrid 1934, pp. 31-98; M a h m u d Ali M a k k i , La celona 1 9 5 5 ; del mismo, Origen y proceso de consolidación España cristiana en el diwan de Ibn Darray, «Bol. de la Real de la sede ríbagorzana de Roda, EEM CA, t. V (1952), pp. 7- Academia de Buenas Letras de Barcelona», núm. XXX 8 2 ; A . J . M a r t ín D u q u e , Colección diplomática de Obarra (1963-1964), pp. 63-104; J. R o d r í g u e z M a r q u i n a , L a fa - (siglos XI-XIII), Zaragoza 1 9 6 5 . 63 CAPITULO V Los sucesores de Sancho el Mayor (1035-1076) La sucesión de Sancho el Mayor l dominio de Sancho el Mayor sobre León era puramente circunstancial; se apoyaba De los cuatro hijos que sobrevivieron a Sancho en las cualidades personales del monarca III, Ramiro, el primer nacido, no reunía la condición navarro y, jurídicamente, en sus acuerdos con legal el rey de primogénito, ya que había sido tenido con EBermudo. El reino de León tenía una personalidad Sancha de Aibar siendo su padre soltero; pero reco demasiado acusada, y una potencia económica y mi nocido por éste, ingresó en el linaje con los derechos litar muy superior a la del reino pirenaico, para que inherentes al mismo. Sólo García, por su condición pudiera ser absorbido por éste. de primogénito, podía heredar el reino de Pamplona. En cuanto al reino de Pamplona, al faltar San Ramiro recibió probablemente en vida de su pa cho fue transmitido de acuerdo con la tradición jurí dre, unos territorios para gobernar en «tenencia» o dica del mismo, contraria al reparto entre los hijos. por delegación suya, los cuales venían a coincidir Es decir, que el primogénito heredaba los bienes pa con el antiguo condado de Aragón, pero acrecido; trimoniales -el reino con los acrecentamientos que también para esto había precedentes en el siglo ante éste hubiese obtenido- aunque pudiendo el padre rior. Dentro de los límites asignados a Ramiro, Gar constituir para los demás hijos un patrimonio con cía y Gonzalo recibieron algunas villas, y en el terri bienes territoriales, que podían trasmitir a sus here torio de Pamplona Ramiro recibe a su vez otras tie deros, pero sin desvincularlo totalmente del reino. Es rras y villas que formaban parte del patrimonio real lo que se había hecho en el siglo X al crear el «reino» Esta donación de tierras y villas no respondía a la su de Viguera, y volvería a hacerse ahora con los hijos cesión testamentaria del trono pamplonés, sino al de Sancho el Mayor. Aunque un cúmulo de circuns deseo de satisfacer el derecho que el hijo, una vez re tancias acabarían por dar permanencia a este repar conocido como tal, tenía en los bienes, rentas y de to. rechos del padre. En tanto éste viviera, no había pro blema alguno en cuanto a la sumisión y obligaciones 65 del hijo respecto al padre y soberano. Respecto a produciéndose en breves años un desequilibrio ines García, hijo y sucesor en el reino, Ramiro se com perado entre los dominios de los hermanos. Ramiro, prometió mediante juramento a ayudarle con todo como hemos visto se incorpora la herencia de su her su poder a mantener sus tierras. La donación de San mano Gonzalo. Además, según dice Ximénez de cho el Mayor era transmisible a los descendientes de Rada «ensoberbecido con el nombre de rey», buscó Ramiro con las mismas limitaciones de fidelidad ha el auxilio de los reyes moros de Zaragoza, Huesca y cia la rama primogénita de Pamplona. Por eso, algu lúdela, y trató de quitarle el reino. Pero García reac nos documentos de Pamplona dicen, tanto de Rami cionó con energía, y le puso en fuga; en el encuen ro como de su hijo Sancho Ramírez, que gobiernan tro, que tuvo lugar en Tafalla, Ramiro perdió el caba «a modo de rey» (quasí pro rege ín A ragone), aunque llo cuando huía. No obstante, pronto se restableció la lo normal es que se les dé a ambos el título de reyes amistad entre los dos hermanos, que siempre fue o «régulos», de acuerdo con la tradición pamplone más estrecha y cordial que con Fernando. sa. Esto explica que García acuñe moneda en Aragón El desequilibrio principal vino por parte de con los mismos tipos que acuñaba en Nájera, y se ti Fernando. Éste, como conde de Castilla estaba bajo tule «ungido de Dios mi Señor», y «rey por la gracia la dependencia del rey de León, dependencia que, de Dios», mientras que Ramiro se titula en sus di según sabemos, era más nominal que efectiva. Los plomas «hijo del rey Sancho». castellanos solían datar sus documentos así: «rigien Del tercer hijo, Gonzalo, tenemos escasa infor do el condado Fernando Sánchez», o bien, «el rey mación. Sin duda recibió las tierras de Sobrarbe y Ri- Bermudo y el conde Fernando en sus reinos». Fer bagorza en condiciones análogas a las de Ramiro. nando heredaba, pues, con el condado toda la ani Fue muerto en circunstancias desconocidas el 26 de mosidad que los castellanos tenían contra León. El junio de 1045 -o tal vez un año antes- en la villa de enfrentamiento vendría, como siempre, por los te Lascorz (ayunt. de Foradada de Toscar). El sucesor rritorios polémicos comprendidos entre los ríos Cea legítimo -en caso de no haber tenido descendencia, y Pisuerga. Parece que Fernando venía ocupando según parece- era García, como hermano que era de esos territorios como dote debida a su mujer San pareja. Pero tal vez por elección de los barones de la cha, hermana del leonés. El hecho es que éste pene tierra y por la presión de Ramiro, o por ambas cosas tró en el condado de Castilla tratando de recuperar a la vez, éste incorporó a sus dominios las tierras de los por la fuerza. su hermano. Fernando solicitó la ayuda de su hermano Gar Respecto al cuarto hijo, Fernando, hemos visto cía y el encuentro tuvo lugar en el pequeño valle de cómo en vida del padre había sido designado para Tamarón, unos quince kilómetros al oeste de Burgos, gobernar el condado de Castilla, heredado por su donde Bermudo al caer de su caballo es atacado y madre doña Mayor (1029). Fernando era entonces muerto por siete combatientes (4 sept. 1037). Como muy joven -de diez a quince años-, y aunque de he Bermudo III no tenía hijos, el trono venía a recaer en cho gobernara su padre, es él quien ostenta siempre el propio Fernando por los derechos de su mujer, el título condal. El rey de León aceptó esta solución, hija de Alfonso V y hermana del rey difunto. La si y le dio su hermana Sancha en matrimonio (1032). tuación no podía ser más violenta, y de momento en Era Fernando el único de los hermanos que estaba contró resistencia para ser aceptado como rey. Tras casado al morir su padre. Sancho el Mayor no tuvo, negociaciones, cuyo detalle ignoramos, Fernando pues, que adjudicar nada a Fernando en forma testa entró en León. Al frente de la ciudad estaba Fernán mentaria, ya que el condado había pasado directa Lainez, primo de Sancho el Mayor, y que más ade mente del «infant» García a su sobrino Fernando con lante figuró al servicio del nuevo rey. Pocos días des el beneplácito de los burgaleses y de los reyes de pués -el 22 de junio de 1038-, Fernando era consa León y de Pamplona. grado rey en Santa María de León y ungido por el obispo Servando. Así, tal vez en aplicación del dere Acrecentamiento territorial: cho navarro, si bien Sancha heredaba el reino, la po Castilla la Vieja (1037) testad real era ejercida por su marido, quien lo regi Este reparto de tierras pronto se vio alterado, ría en nombre de su mujer. 66 La colaboración de García fue pagada por Fer condes catalanes como el rey de Pamplona se prestan nando con un reparto amigable del antiguo condado a defender a Ahmad; pero enemistado con ellos, se de Castilla. García se quedó con la parte norte del pasan al partido de Yusuf, quien con su ayuda puso condado, que iba desde la bahía de Santander hasta sitio a Zaragoza (.1051-1052). los Montes de Oca. Incluía, por tanto, todos los te Estas ayudas no eran, naturalmente, desintere rritorios netamente vascos de Álava, Vizcaya y Du- sadas, pues tanto los condes catalanes como el rey de rango, que antes había fluctuado en la esfera de los Pamplona percibían por ellas pingües cantidades en condes de Castilla, y también Guipúzcoa, cuyas pri oro. Es la política de parias -pago en oro de una pro meras noticias seguras son de esta fecha. Por prime tección prestada, o de una paz negociada- en la que ra vez entran a formar parte de los dominios del rey el conde de Barcelona, Ramón Berenguer 1 el Viejo de Pamplona todos los territorios cispirenaicos de (1035-1076), aparece como iniciador y maestro con habla vasca, más una marca fronteriza, que era pre sumado en estas fechas, al que inmediatamente sigue cisamente la que constituía el núcleo originario de el rey de Pamplona. La paria de Zaragoza suponía, Castilla. probablemente, 10.000 dinares, y sería compartida En adelante el navarro agrega a sus títulos habi por el rey de Pamplona y el conde de Barcelona. So tuales de rey de Pamplona y Nájera, el de Castilla la lía emplearse en sostener sedes episcopales y monas Vieja (Castella Vetula), mientras que su hermano Fer terios; en Navarra los beneficiados serían la iglesia de nando se dice reinar en León y Burgos. El condado Pamplona y el monasterio de Santa María la Real de de Castilla había dejado de existir. El cambio de do Nájera, fundado en 1052. El diezmo de la paria su minación puede situarse en el verano de 1037. pondría para cada uno de estos santuarios 500 dina res. Más tarde, Fernando desde León ocupará Lame- Toma de Calahorra (1045) go (1057), Viseo (1058) y Coimbra (1064), y presio nará sobre los reinos de Toledo, Badajoz, Sevilla y García sabe aprovechar las rivalidades entre los Zaragoza para que paguen parias; Ramiro tratará, sin reinos de taifas para aumentar sus dominios. En éxito, de avanzar por Graus, pero su empeño sería 1043 se había entablado una lucha entre Yahya al- proseguido con mayor fortuna por sus sucesores en Mamun de Toledo y Sulayman al-Mustain de Zara el reino. goza. El toledano se gana la amistad del rey de Pam Así, la toma de Calahorra anunciaba la época de plona enviándole dinero y regalos. Sulayman pide las grandes conquistas cristianas, que había de seguir apoyo al rey Fernando de León. En el verano de sin interrupción durante dos siglos; a la vez iniciaba 1044 García devasta las tierras de Zaragoza destru una táctica de presión económica sobre los reinos de yendo las cosechas y haciendo prisioneros. Al año si taifas -cuando la conquista resultaba imposible- tác guiente, después de recibir nuevas ayudas económi tica de la que habían de sacar grandes beneficios los cas del toledano, García saquea las tierras entre condes catalanes, los reyes de León y el Cid Campe Fluesca y Tudela, dirigiéndose luego contra Calaho ador. rra, que fue tomada el 30 de abril de 1045. A la con quista debió de colaborar Ramiro, cumpliendo con la fidelidad debida al soberano. Con la toma de Calahorra se abría una nueva Atapuerca (1054) etapa en las relaciones entre cristianos y musulma nes. A la defensa de las fronteras sucede ahora una Hemos visto cómo los ties hijos de Sancho el presión militar ejercida en todos los frentes. García Mayor y sus dominios territoriales siguieron trayec aprovecha la división de la taifa de Zaragoza entre los torias diferentes. Fernando pasó de conde de Castilla hijos de Sulayman ibn Hud (1046-1047) para inter (1029-1037) a rey de León, gracias a la ayuda que le venir en las diferencias surgidas entre éstos, especial prestó su hermano García; con ello su poder supera mente entre Ahmad -que gobierna Zaragoza- y Yu- ba al del primogénito. Fernando se entregó de lleno suf, al que había correspondido Lérida. Tanto los a los asuntos de su nuevo reino, cuyas fronteras en 67 sanchó; sus afectos se volcaron también sobre León, diócesis evitando que ningún territorio de su reino alejándole de Castilla; si en un principio ofreció ha estuviera sometido a la jurisdicción de un obispo cer del monasterio de Arlanza su panteón familiar, castellano. Así, todas las iglesias de Castilla la Vieja luego prepararía en León un gran panteón en la igle que habían sido incorporadas a su reino -desde Sa- sia de San Juan Bautista y San Pelayo, después lla jazarra hasta Cudeyo, en el Cantábrico- pasaron a mada de San Isidoro, por él edificada. depender de la Iglesia de Nájera. Como éstas habían dependido, en parte de la sede episcopal de Burgos o Las relaciones entre García y Ramiro fueron más Castilla, pero sobre todo de la de Valpuesta, ésta fue frecuentes y cordiales, según hemos tenido ocasión suprimida. Por eso al obispo de Nájera-Calahorra se de ver, pese al episodio de la «arrancada» de Tafalla. le llama a veces de Castilla la Vieja. En el Cantábnco Ramiro visita con frecuencia la corte de García, y restauró, o mejor, fundó el monasterio de Santa Ma confirma sus documentos. Los dos casaron con dos ría del Puerto (Santoña). Pero todas estas medidas re hermanas, Ramiro con Gilberga en 1036, que cam sultaron insuficientes, y los resentimientos e intere bió el nombre por Ermesinda; García con Estefanía ses heridos arrastrarían a una lucha entre hermanos. en 1038. Ambas eran hijas de Bernardo Roger, con de de Foix y de Couserans, y de Garsinda, heredera El encuentro tuvo lugar entre Agés y Atapuerca, del condado de Bigorra. Eran, por tanto, sobrinas de a unos 20 kms. al nordeste de Burgos, el día 1 de Ermesinda, condesa de Barcelona, madre ésta de Be- septiembre de 1054, y en él halló la muerte el rey renguer Ramón I, el conde tan estrechamente vincu García de Pamplona. En el mismo campo de batalla lado a la política y la familia de Sancho el Mayor. Pro fue proclamado rey su hijo Sancho. bablemente ambas se habían criado en Barcelona al Sobre el hecho corrieron diversas versiones le amparo de su tía y todopoderosa condesa. El parale gendarias, que encuentran expresión en relatos épi lismo entre Ramiro y García se continúa con otros as cos hoy perdidos. AI cabo de dos o tres generaciones pectos de la vida familiar. Los dos tuvieron en su ju resultaba difícil de comprender cómo sin incidentes ventud un hijo no legítimo, al que ambos pusieron previos se había llegado al horror de una guerra fra de nombre Sancho; cuando contrajeron matrimonio tricida, en la que hallaría la muerte el rey de Pam legítimo con las hermanas Gisberga y Estefanía, al plona. A la vez resultaba inexplicable cómo siendo primer hijo varón que tuvieron volvieron a llamarle Castilla el territorio más importante, no fue hereda Sancho. El de Aragón es el conde Sancho Ramírez; el do por el primogénito García, y por qué Ramiro, hijo de Pamplona es el infante don Sancho, abuelo del ilegítimo, fue equiparado a los otros hermanos en el que luego sería rey de Pamplona García Ramírez. reparto, obteniendo el reino de Aragón. Decía la le F.1 reparto del antiguo condado de Castilla entre yenda que García había acusado a su madre de adul Fernando y García crearía un estado de insatisfacción terio, de cuya acusación había sido defendida, preci en el país, que arrastraría a la lucha entre hermanos. samente, por Ramiro. La Historia Silense cargaba las La autoridad del rey García sobre los territorios de tintas sobre la ambición y la envidia de García frente Oca, Bureba y la Vieja Castilla hasta Trasmiera se a la mansedumbre de Fernando, y habla de caballe asentaba sobre bases poco firmes. En realidad Casti ros leoneses que, instigados por la reina Sancha, tra lla era el territorio patrimonial de Fernando, que, de tan de vengar «la sangre común» matando a García. acuerdo con el derecho pirenaico debía trasmitir ín Éstas y otras explicaciones legendarias responden al tegramente a su primogénito. León era tan solo un ambiente hostil al reino de Pamplona que se va cre «acapto», con el que podía gratificarse a otro here ando en Castilla tras la ocupación de la Rioja por Al dero. Que estas normas se estimaban vigentes en la fonso VI. estirpe de Fernando lo veremos en el reparto que el rey y sus sucesores hacen de sus dominios. García había procurado confiar el mando de los Sancho de Peñalén (1054-1076) distintos territorios o plazas a navarros o a gentes con arraigo en el país y particularmente fieles a su perso A la muerte de su padre en Atapuerca, Sancho, na. La conquista de Calahorra y la fundación de San llam ado de Peñalén, apenas habría cumplido los ca ta María la Real de Nájera le permitía reorganizar la torce años. Por eso sus primeros pasos estarán guia dos por su madre la reina Estefanía, que firma con él cita a Fernando I como «rey de toda Castilla». El rey los documentos. Fiel cumplidora de la voluntad de de Pamplona conservaba, junto a la Rioja, las tierras su marido, cuidó de acrecentar la fundación de San de Álava y Vizcaya. Fernando 1 moría en 1065 (27 ta María de Nájera, donde había sido enterrado, y en diciembre), sin que se hubieran producido nuevas 1056 pudo procederse a la consagración de su Igle fricciones en esta frontera. sia por el arzobispo de Narbona, ceremonia a la que Tal vez el rey de Aragón, Ramiro 1, no fuese aje asistieron los tíos del rey y hermanos del fundador, no a la resolución acorde de este asunto, acudiendo Fernando de León y Ramiro de Aragón. No mucho en apoyo de su sobrino el rey de Pamplona. Por eso, después -el 25 de mayo de 1058- moría Estefanía poco después le entregaba éste el castillo de Sangüe dejando el reino a merced de las apetencias de los se sa y las villas de Lerda y Undués, comprometiéndo ñores. se Ramiro con «la amistad, fidelidad, ayuda y conse Desde 1060 Sancho aparece casado con Placen- jo» hacia el rey de Pamplona. La antigua subordina cia, y hasta entonces le vemos acompañado de sus ción del rey de Aragón hacia la rama primogénita se hermanos, especialmente Ramiro, y sobre todo Ra afianzaba ahora con un nuevo lazo, la entrega de món y Erm esinda. Poco sabem os del carácter del rey, «honores», o como se diría al otro lado del Pirineo, pero parece haber sido de impulsos violentos, y tal de «feudos». vez poco equilibrados. Esto explicaría, en alguna for La muerte de Fernando I y los problemas que ma, sus agrias disputas con los señores del reino y su encontró su sucesión tranquilizaron un tanto las desastrado fin. fronteras de Navarra. El primogénito, Sancho II, he redó Castilla, que desde 1029 constituía el patrimo nio de su padre, y con ella todas las reivindicaciones Frente a Castilla históricas contra León, reino que había correspondi do a su hermano Alfonso VI. La lucha fratricida se inició en 1067, al morir doña Sancha, viuda de Fer Con la muerte del rey García en Atapuerca co nando I, y reina propietaria de León, y acabaría con menzaron a disgregarse los territorios castellanos que la muerte alevosa de Sancho 11 en Zamora (1072) y Fernando le había cedido en 1037. Primero fueron la prisión de su hermano García, a quien había co las tierras fronterizas de Ubierna, Urbel y La Piedra; rrespondido el reino de Galicia (1073). de 1057 es la última noticia segura del dominio na varro en Valpuesta; en 1058 parece que una parte de En estos cinco años no parece que hubiera nin la Bureba había pasado al rey de León. Los monaste guna intervención abierta por parte de Castilla para rios jugaban un papel importante en esta política de reivindicar territorio del rey de Pamplona. Textos atracción de intereses, por lo que castellanos y nava muy tardíos hablan de un combate singular del Cid rros favorecían a porfía a Oña y a San Millán; por Campeador con otro caballero navarro por el castillo otra parte, la división política resultaba artificial, de Pazuengos; también se dice que ante la presión pues eran muchos los señores que por tener domi creciente de Castilla, el navarro reclamó la ayuda de nios en una y otra zona eran vasallos de los dos mo su primo el rey de Aragón, quien rechazó a los cas narcas, y hermanos o miembros de la misma familia tellanos, que habían pasado el Ebro, cerca de Viana; se repartían indistintamente bajo una u otra sobera el rey de Castilla, según estas versiones, tuvo que nía. huir precipitadamente a caballo, pero sin freno ni si lla, solamente con cabestro, mientras que Sancho Ra Iñigo López, conde de Vizcaya, casado con una mírez le persiguió victorioso, pasando el Ebro y re hija de Fortún Sánchez, ayo o eitan del rey muerlo, cuperando las tierras que el castellano había ocupa no se sumó a la rebelión, lo mismo que Sancho For do en el reino de Navarra. Es la guerra que algunos tunen, señor de Pancorbo, cuya defensa salvó el paso autores llaman «de los tres Sanchos», y fechan entre de los Montes Obarenes hasta 1061. En 1062 parece agosto y septiembre de 1067. que se llegó a una inteligencia entre el rey Sancho y los nobles navarros, a la vez que hubo una rectifica Pero si no hubo lucha abierta, sí hubo por par ción de fronteras por parte de Castilla a base de un te de Castilla una política deliberada de atracción de acuerdo entre ambos monarcas. Desde entonces se iglesias, monasterios y nobles. En 1068 el rey Sancho 69 DESCENDENCIA DEL REY GARCIA EL DE NAJERA 70 GARCIA RAMIREZ Elvira Gil María Remir Fernando Andregoto Sancha Fortún García EL RESTAURADOR (b) (b) (b) (b) (b) (b) r. 1134-1150 II restauraba el obispado de Oca, o mejor de Burgos, rias con carácter exclusivo, es decir, desplazando de con vistas a una unificación de todo el territorio su papel de protectores a los reyes de Aragón y de -desde el Cantábrico hasta el rio Duero- bajo un Pamplona. En 1067 Sancho II se dirigió a Zaragoza, mismo prelado; aumentó sus liberalidades al monas exigiendo para levantar el cerco de la ciudad el pago terio de Oña, sin duda para asegurar más la autori de una fuerte indemnización de guerra y además el dad en Bureba, Álava y tierras de Villarcayo, donde compromiso de una cantidad anual al modo como el monasterio tenía numerosas villas y posesiones. El las venían percibiendo los reinos pirenaicos. monasterio de San Millán de la Cogolla estaba den De Sancho de Peñalén conservamos el texto del tro de los dominios de Navarra, pero su devoción se pacto ajustado en abril de 1069, sin duda prórroga hallaba muy extendida por tierras de Castilla y de de otros anteriores, por el que Muqtadir se compro Álava, de donde acudían numerosos peregrinos. In mete a pagar al primero mil monedas de oro todos teresaba también tenerlo propicio. Hacia 1073 el rey los meses, de las que dará adelantadas 5.000 por los de Pamplona negociaba con el conde Gonzalo Salva cinco meses futuros, a partir de abril de 1069. De es dores un seguro para que los de Lara, que en ade tas 5.000, Sancho percibirá 2.500 en el momento de lante fueran a visitar el sepulcro del santo «con es firmar el pacto, y las otras 2.500 irá a cobrarlas a Za portilla y bordón», no fuesen molestados. El mismo ragoza uno de los fieles barones del pamplonés, al Alfonso VI acudía en 1074 a San Millán, donde rati cual se le pagarán al finalizar el próximo mes de ficaba las donaciones hechas por sus antepasados y mayo. Sancho se compromete, por su parte, a no concedía otras nuevas. Esto, y los intereses de la no aliarse ni apoyar a las gentes que de la parte de Fran bleza repartidos en los dominios de ambos reinos, cia o de otro lugar pasarán por los puertos de su rei había de facilitar la rápida intervención de Alfonso VI no para dirigirse contra Muqtadir. Sin duda éste tie cuando el trono de Pamplona quedó vacante a la ne presente la campaña dirigida contra Barbastro cin muerte del rey Sancho en Peñalén. co años antes, y teme que pueda repetirse. Muqtadir, a su vez, no se aliará con cristianos o musulmanes que vayan contra Sancho. Uno y otro tomarán las medidas convenientes para asegurar la tranquilidad Sancho de Peñalén de las fronteras comunes, así como la libre circula y la taifa de Zaragoza ción por las vías de comunicación entre uno y otro país. Tal vez, para prestar ayuda a Muqtadir en vir La buena amistad existente entre el rey Sancho tud de estos acuerdos, se hallaba Sancho en Zarago y su tío Ramiro I de Aragón iba a permitir a aquél za el 23 de marzo de 1072 acompañado de los ofi proseguir la política de presión sobre la taifa de Za ciales de su palacio. ragoza, que con tan lucidas ventajas económicas ha Por otra parle, la amistad entre Sancho y Muq bía iniciado su padre. La protección que prestaba al tadir no dejaría de sufrir oscilaciones dada la fragili rey de Zaragoza a cambio de parias suponía la pre dad de las bases en que se apoyaba. Bastaba que las sencia en Zaragoza de una guarnición más o menos parias dejaran de pagarse con puntualidad, o que permanente. Cuando en 1058 Muqtadir trató de ase otro príncipe cristiano ofreciera mejor protección, sinar a su hermano Yusuf, se valió, dice Ibn Jaldun, para que la amistad se trocara en guerra. Los prínci «de uno de sus caballeros cristianos y navarros, que pes cristianos exigen sumas cada vez más crecidas, y tenía a su servicio y del cual se fiaba». el rey de Zaragoza defiende sus intereses enfrentan Hacia 1060 empezó también a interesarse por do los unos contra los otros. Sancho Ramírez venía los asuntos de Zaragoza y parece que Muqtadir se vio dando especiales muestras de agresividad, y, tras for sometido a pagarle igualmente panas anuales. Cuan tificar Loarre, avanza sobre Huesca, y se permite ha do en diciembre de 1065 moría Femando I, adjudi cer cabalgadas por tierras de Zaragoza; incluso está caba las parias que debían darle en Zaragoza a su hijo dispuesto a dar paso por sus tierras a la Cruzada in Sancho II, a quien dejaba como sucesor en el reino ternacional predicada por Gregorio Vil. Como Muq de Castilla. A partir de este momento, Castilla em tadir no puede enfrentarse a la vez con los reyes de pieza a intervenir de un modo más activo en la polí Pamplona y de Aragón, procura fomentar las dife tica de Zaragoza, pretendiendo incluso cobrar las pa rencias entre ellos, y trata de atraerse al de Pamplo 71 na, como más peligroso de momento. Por eso el nue ciones militares que se imponían podían hacer poco vo pacto, firmado por Sancho de Peñalén y Muqtadir apetecible su aceptación. Ocupada Calahorra, se es el 25 de mayo de 1073, va dirigido especialmente tablecen las bases o tenencias de Autol, Quel y Ame- contra Sancho Ramírez de Aragón. do; más en retaguardia quedan Ocón, Clavijo, Albe- En esa fecha Muqtadir y Sancho de Peñalén se rite, etc.; en la orilla izquierda del Ebro, Sartaguda, devuelven los castillos que mutuamente se habían Resa o San Esteban, Azagra; en la zona de penetra tomado, comprometiéndose este último a pagar a ción del valle de Funes, además de esta plaza, las de Sancho 12.000 mancusos anuales de buen oro, y si Peralta, Falces, Arlas y Alesves (hoy Villafranca de éste prefiere recibirlos en plata se le abonarán a razón Navarra); la línea del Aragón hasta Sangüesa se sigue de siete sueldos de plata de la moneda de Zaragoza. vigilando desde Santa María de Ujué, quedando en Tan pronto como Muqtadir haya cumplido con sus retaguardia Tafalla. obligaciones, Sancho se compromete a interponer Las plazas de Castilla debieron de plantear los sus buenos oficios con Sancho Ramírez para que se primeros conflictos entre el rey y los nobles, y al retire de las tierras oscenses ocupadas y no siga ha tranquilizarse esa frontera Sancho hacía una dona ciendo daño en los dominios del rey de Zaragoza. De ción a los monjes de Leire, «porque rogaron por mí no retirarse, el rey de Pamplona cabalgará contra él a Dios -dice- en las tribulaciones que tuve con los con todo su poder, con lo que Sancho y Muqtadir se señores de mi tierra» (29 diciembre 1062). La vigi hallarán en estado de guerra con el rey de Aragón. lancia de la frontera con Zaragoza, o la protección de esta taifa, podía resultar onerosa aun cuando fuera pagada. El 13 de abril de 1072 llegó el rey a un acuerdo con sus barones «para establecer una buena El rey y los señores concordia entre ellos y poner fin a todos los males». Sancho se comprometía a mantener con ellos una re Las fricciones latentes con Castilla y la necesi lación de buena fe, según el derecho tradicional y a dad de mantener una posición dominante ante la tai no quitarles sus «honores» mientras se mantuvieran fa de Zaragoza exigían tener las fronteras bien asegu fieles. Los barones le prometen también lealtad, y radas, Para ello se reorganizan y multiplican las «te servirle fielmente y sin engaño, conservando bien las nencias» u «honores», cada una mandada por un sé tierras que les eran encomendadas para gobernar, sin nior o tenenlc. Suelen comprender un núcleo central que de ellas pudiera venir daño alguno a la persona de población o un castillo y un pequeño distrito te del rey o a su reino; le ayudarían a mantener su tie rritorial. El sénior solía percibir la mitad de las utili rra contra moros y cristianos y no abandonarían sus dades, consistentes en una parte de los productos de castillos mientras hubiera guerra; terminada ésta, si la tierra y de la justicia real. A la vez ostentaba en el querían hacerlo, pagarían los ingresos correspon distrito la representación real, tanto en lo que se re dientes a un mes, y si no disponían de tales ingresos fiere a la administración del mismo como a la defen los dejarían antes de que empezara la guerra para sa. Las más importantes, pero que implicaban mayo que el rey pudiera abastacerlos. res obligaciones eran las de la frontera; había otras en el interior, que podían ofrecer mayores ventajas eco nómicas. Una estructura distinta tenían los extensos dominios señoriales, sin núcleos urbanos, no fronte Muerte de Sancho en Peñalén (1076) rizos -y por tanto sin castillos-, como eran los con dados de Vizcaya y Álava, y las tierras cié Guipúzcoa El día 4 de junio de 1076 el rey Sancho era y Baztán. muerto en Peñalén, víctima de una conjuración polí En principio el cargo de tenente no era heredi tica, en la que entraron sus hermanos Ramón y Er- tario, y sus titulares podían ser removidos a voluntad mesinda, y otros nobles suyos «infidelísimos», según del rey. Pero había alguna diferencia entre las tenen se expresaban documentos coetáneos de los monas cias instaladas frente a Castilla y las dirigidas contra terios de Leire e Irache. Ramón se refugió en Zarago la taifa de Zaragoza, pues si aquéllas planteaban za, donde vivieron sus descendientes hasta después cuestiones de fidelidad política, en éstas las obliga de la ocupación cristiana de la ciudad. Ermesinda se acogió a la corte de Alfonso VI, y por eso éste sólo quedarse con toda la herencia del monarca pamplo acusó del crimen a su hermano Ramón. nés. A estas pretensiones sumaba la de conquistar Zaragoza. La sitió en el verano de 1086, después de Los reyes de Castilla y de Aragón se apresuraron la conquista de Toledo, pero tuvo que retirarse rápi a intervenir para repartirse el reino. Alfonso VI se damente para pasar a Badajoz a contener la invasión presentó inmediatamente en Nájera, donde residían almorávide. La derrota cristiana de Zalaca (23 octu la mayor parte de los miembros de la familia real, y bre 1086) influiría decisivamente en las relaciones el 10 de julio lo encontramos en Calahorra acompa ñado de la reina Inés. El rey de Aragón fue acogido que en adelante habían de mantener los reinos de primero por los vecinos de Ujué, y de allí pasó a Castilla y Aragón, y también en la solución que se Pamplona. Sancho Ramírez en su avance había ocu daría a la cuestión del reino de Pamplona. El acuer pado la mayor parte del territorio navarro sito en la do con Sancho Ramírez permitiría arreglar la cues orilla izquierda del Ebro hasta Azagra. Alfonso la ori tión navarra y a la vez oponer un frente unido al po lla derecha hasta Calahorra. La frontera la formaba el der creciente de los almorávides (1087). río Ega hasta la altura de Montejurra, poco más o En virtud de este acuerdo pasaban definitiva menos, quedando Montejurra y Monjardín para San mente a Castilla las tierras que efectivamente venía cho. Álava -desde Marañón-, Vizcaya y, tal vez, par ocupando Alfonso VI en la Rioja y al sur del Ega, con te de Guipúzcoa quedaron para Alfonso, quien pre Marañón, Álava y Vizcaya. Para Aragón serian las tie mió con su gobierno al conde Lope íñiguez, hijo del rras de la Montaña, las situadas al este del río Ara antiguo señor de Vizcaya; Lope había tenido que re gón, con Sangüesa, Sada y Eslava; las situadas al nor nunciar al señorío de Nájera, que había regido su pa te del río lrati y Cuenca de Pamplona, con las tenen dre, pues Nájera, Calahorra y en general toda la Rio- cias de Salazar, Navascués, Echauri y Huarte, además ja pasaron a depender del conde García Ordóñez, de lo últimamente conquistado por Sancho Ramírez que casó con Urraca, hermana del rey asesinado. en la Ribera, como Arguedas (1084). Se creaba el Otro hermano de éste, Ramiro, se incorporó también condado de Navarra, integrado por Pamplona, Aibar, a la corte de Alfonso VI, conformándose con una Tafalla, Falces, Leguín, Monjardín y, quizás Erro, apariencia de autoridad; las hermanas del rey difun condado que quedaría bajo el gobierno del conde to, Mayor y Jimena, así como la reina viuda doña Pla- Sancho Sánchez; éste era hijo del infante Sancho cencia quedaron igualmente en la Rioja. Garcés, hermano mayor por línea bastarda del rey Sabemos que Sancho dejaba descendencia, aun despeñado, que había reconocido la autoridad de Al que nadie hizo caso de ella por su menor edad. Es fonso VI y había muerto a su servicio en la traición decir, que por complicidad, por simpatía o por fuer de Rueda (1083). El conde Sancho Sánchez, que se za de las circunstancias, todos los miembros de la fa titula señor de Erro, casó con Elvira, hija de los to milia legítima del rey difunto -salvo Ramón- queda dopoderosos señores de la Rioja, García Ordóñez y ron dentro del territorio ocupado por Alfonso VI. Urraca. Era, pues, la persona más indicada para ser Aparte de dificultar con ello una posible restaura vir de enlace entre los dos reyes. ción, Alfonso trató por todos los medios de ganarse El condado de Navarra, si bien aparecía inclui la voluntad de las gentes del país. En Nájera confir do en los territorios dominados por Sancho Ramírez, mó los fueros de la ciudad, tal y como estaban en sería un condado vasallo del rey de Castilla, y por él tiempos de Sancho el Mayor y de su hijo García, mi prestaría homenaje el rey de Aragón. Alfonso tomó tigando -según decía- las duras costumbres implan entonces el título de emperador de todas las nacio tadas por el rey difunto. En Calahorra confirmó nes de España, título éste de emperador que procu igualmente las donaciones hechas anteriormente a su ran no omitir los documentos expedidos en el terri iglesia por el rey García de Nájera. torio navarro sometido a Sancho Ramírez. Éste, para Faltaba llegar a una fórmula de arreglo con el asegurar el dominio de los territorios navarros ahora rey de Aragón sobre los derechos respectivos en las incorporados, reorganizó todo el sistema de tenen tierras del rey de Pamplona, lo que no resultaba fácil cias, encomendando el gobierno de las plazas princi dadas las pretensiones de Alfonso VI. Éste, que a par pales a personas de su confianza, bien navarros o tir de 1076 empieza a titularse Emperador, aspira a aragoneses. 73 BIBLIOGRAFÍA Orientaciones generales en La c a r r a , Historia política Las relaciones de los reyes con los señores y con el Is del reino de Navarra, I, cap. VII; J. R a m o s L o s c e r t a l e s , El lam, J. 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Las tierras in reino de Aragón. corporadas a Aragón constituían el núcleo y solar tradicional de la monarquía pamplonesa, y sobre ellas se haría la restauración del reino en 1134. Las tierras de la Rioja habían sido una expansión del mis El territorio de Aragón mo, aunque plenamente asimiladas. Por eso, y du hasta 1 0 7 6 rante mucho tiempo, serán consideradas como tierra irredenta de Navarra, lo mismo que Álava, Vizcaya y Desde la m uerte de Sancho el Mayor (1 0 3 5 ), el ciertas zonas de la Vieja Castilla, según tendremos territorio adjudicado a su hijo Ramiro había conoci ocasión de ver, y sólo de modo transitorio volverían do un notable desarrollo, y, sobre todo, había adqui a incorporarse al reino que en adelante se llamará de rido una firmeza y estabilidad difíciles de prever en Navarra. los primeros años. Se habían incorporado Sobrarbe y Ribagorza, y sus gentes combatían con ardor en las De aquí que, para estos años de eclipse del rei fronteras del Islam llevando a cabo pequeñas rectifi no, nos ocupemos tan sólo de los sucesos referentes caciones fronterizas. Pero la pequeña extensión del al territorio regido por el rey de Aragón, con cuyos territorio, la falta de unidad geográfica y la dificultad intereses e ideales los navarros se sienten plenamen de las comunicaciones interiores reducían enorme te identificados. La etapa que va de 1076 a 1134 será mente la potencia ofensiva del reino de Ramiro I. también decisiva tanto para la cristalización de las instituciones públicas, como para la formación de las Por otra parte, los reyes de Pamplona y de Cas 75 tilla, según vimos, se erigen en protectores de la tai mente acrecidas sus fuerzas con la incorporación de fa de Zaragoza a cambio de las parias que perciben. una parte principal del reino de Pamplona (1076). Castilla, en sus ansias imperiales, aspiraba a extender Poco después, la muerte de Muqtadir (1081), y el re sus dominios por todo el valle del Ebro hasta Torto- parto del reino entre sus dos hijos, con la secuela de sa. Así, cuando Ramiro pretendió abrirse paso hacia rivalidades entre ellos, dejaría muy debilitado el la llanura, fracasó, y al intentar apoderarse de Graus principal enemigo de Aragón. No mucho más tarde, perdió la vida el monarca aragonés (1063). Apoya la llegada de los almorávides a la Península (1086), ban en esta ocasión a Muqtadir de Zaragoza fuerzas que constituían un peligro mucho mayor para toda la castellanas al mando del infante don Sancho. cristiandad hispana, forzará a Alfonso VI a solicitar el Las relaciones entre Sancho Ramírez, hijo y su apoyo del rey de Aragón, y a buscar arreglo al pleito cesor de Ramiro I, y su primo el rey de Pamplona, sucesorio de Navarra. Con ello cesaría el aislamiento Sancho de Peñalén, no fueron tan cordiales como lo en que se había visto encerrado el reino de Aragón, y habían sido con su padre. Pero el aragonés, hombre podía lanzarse con éxito a la empresa reconquistado dinámico y emprendedor, sabe sacar el máximo pro ra. vecho de su situación. Un peligro que amenazaba Porque la dificultad principal con que tropeza por igual al rey de Pamplona y al de Aragón eran las ban los cristianos del valle del Ebro, y en especial los ansias imperiales de Fernando I y luego de Alfonso aragoneses, era la falta de hombres para poder sitiar VI, para las que contaban con el apoyo cluniacense. y asaltar las plazas enemigas, y sobre todo la falta de Sancho Ramírez sabe contrabalancear el peligro bus caballería para combatir a largas distancias y enfren cando el apoyo del Papado. Con ayuda de Roma se tarse con la caballería musulmana. Por eso, si hasta había preparado una cruzada franco-catalana, que en entonces se habían mantenido en una actitud defen 1064 conquistó Barbastro, aunque por poco tiempo; siva, ahora estaban en condiciones de extenderse por poco después los aragoneses ocupaban Alquézar las riberas del Ebro e intentar el asedio de sus ciuda (1067). En la primavera de 1068 Sancho Ramírez des. acude a Roma en peregrinación, y coloca su persona Los primeros avances se inician en la zona con y reino en manos de Dios y de San Pedro. Los mo flictiva del Cinca y del Esera, pero luego se extienden nasterios de San Juan de la Peña y San Victorián fue por toda la frontera: castillo de Muñones (1081), ron puestos bajo la inmediata tutela de la Santa Sede, Graus, Ayerbe (1083), y Arguedas frente a Tudela y la liturgia romana sería recibida en Aragón antes (1084). Contenido por el Cid cuando iba en apoyo que en los reinos de Navarra y Castilla (1071). de Alhayib de Lérida, es vencido por aquél, y entre Así, Sancho Ramírez buscaba apoyos espiritua los vencidos figura el conde de Navarra, Sancho Sán les y remotos ante dificultades materiales y más pró chez (1084). El Cid sin embargo, no llegaría en nin ximas. En su apertura hacia el exterior, Sancho -que gún momento a enfrentarse seriamente con Sancho había quedado viudo de una hija del conde de Ur- Ramírez y pronto serían buenos amigos y aliados. gel- casó con Felicia, hija de Hilduino, conde de Cuando Alfonso VI sitiaba Zaragoza, en 1086, llegó Roucy. El Papado, que preparaba una nueva Cruzada la noticia de la invasión almorávide, y Alfonso solici en tierras de Aragón, encomendó el mando a Eblo de tó la ayuda de Sancho Ramírez. Éste envió a su hijo Roucy, hermano ele Felicia. La Cruzada fracasó, o tal Pedro, que por aquellas fechas estaba luchando en vez no llegó a iniciarse (1073), pero la amenaza ser tierras de Tortosa. viría para estrechar la alianza entre el rey de Pamplo El rey de Aragón, siguiendo la tradición pam na y Muqtadir de Zaragoza. plonesa, encomendó a su hijo Pedro el gobierno de Sobrarbe y Ribagorza, a título de rey, aunque some tido a la superior autoridad del padre. Los avances La reconquista por la cuenca del Cinca, con la ocupación primero bajo Sancho Ramírez (1076-1094) de Estada (1087) y luego de Monzón (1089), am pliarán considerablemente la base del nuevo reino y Al morir Sancho de Peñalén la amenaza navarra servirán de apoyo a las pretensiones expansionistas había cesado, y el rey de Aragón vio considerable hacia Lérida y Tortosa. 76 Las fuerzas reunidas de Pamplona y Aragón van gio cualquier homicida o malhechor que se acogiera a permitir a su rey ir paulatinamente ocupando las a la plaza. aldeas y castillos de la provincia de Huesca. En 1088 El sistema seguido para la repoblación había se ha ocupado Tierz y fortificado Montearagón, ame sido ensayado con éxito en otras partes: el rey premia nazando muy de cerca la ciudad de Huesca. Cada vez con tierras, exenciones y derechos especiales a quie más valoradas las tropas navarro-aragonesas, acaba nes colaboran en la construcción o en la defensa de rán por ser requeridas insistentemente por el Cid fortalezas o puestos avanzados. En 1086 Sancho Ra para que apoyen sus conquistas en Valencia, y por mírez concede a diversos señores autorización para Alfonso VI para que, en virtud del homenaje acorda instalarse en Arguedas con sus comitivas de caballe do en 1087, defiendan sus Estados de la presión al- ros y siervos o colonos, y para ello recibían tierras morávide. para cultivar y autorización para hacer casas en el En 1091 Sancho Ramírez ocupa la fortaleza del castillo y en la villa; si por cualquier motivo querían Castellar, sobre el Ebro, a cuatro leguas de Zaragoza, marcharse, podían hacerlo con tal de que dejaran un y encarga al obispo de Pamplona la construcción de hombre que siguiera ocupando las casas del castillo. su iglesia. Aunque la dotación real era espléndida, el En 1088 los reyes Sancho Ramírez y Pedro 1 encar obispo no considerándose con medios suficientes garon a Galindo Sánchez, que era señor de Sos y de para llevarla a cabo, conviene con el abad de Leire en Arguedas, la construcción o quizá reconstrucción, que la hagan a medias, repartiéndose también por del castillo de Liscarre, repartiéndose por mitad en mitad los beneficios. La defensa de esta plaza se en tre él y el rey las utilidades de los que acudan a po comienda al conde navarro Sancho Sánchez. La ins blarlo, recibiendo también en pago casas en la alca talación de esta fortaleza a las puertas de Zaragoza zaba y en la villa de Arguedas y tierras de cultivo en era para Mustain una provocación inadmisible, y se Uncastillo. apresuró a pedir ayuda al Cid Campeador. Sancho A medida que se avanzaba hacia el sur, para en Ramírez y Pedro I congregan un gran ejército dis lazar con las bases de Arguedas y el Castellar, las po puesto a encararse con el Cid y con Mustain, y pe blaciones musulmanas de Ejea, en el interior, y Pra- netran en tierras de éste hasta Gurrea de Gállego. El dilla, a orillas del Ebro, quedaban más expuestas a Cid, que mide la gravedad de los peligros que ame las depredaciones de los caballeros cristianos. Para nazan por el sur, logra contener las impaciencias de comprar su tranquilidad pagan parias a éstos, y sus Mustain y reafirma la amistad con Sancho Ramírez, diezmos los entregó Sancho Ramírez al monasterio sin que éste renuncie a la posición del Castellar. de la Sauve Majeure (Gironde), con la promesa de La extensa zona desértica comprendida entre los entregarle también sus mezquitas cuando se con ríos Gállego y Aragón había sido, antes de la unión quistaran de los moros (1091). con Aragón, zona de expansión de la monarquía pamplonesa, y motivo de discordia entre ambos rei nos. Seguían utilizándose las bases establecidas por el reino de Pamplona hacía un siglo -Sos, Uncastillo, La reconquista Luesia, Biel, Agüero y Murillo de Gállego-, y sus igle bajo Pedro I (1094-1104) sias seguían dependiendo del obispo de Pamplona, lo mismo que las de nueva creación en el Castellar Pedro I era hijo de Sancho Ramírez y de su pri (1091), Luna (1092) y Sádaba (hacia 1096). Las nue mera esposa Isabel de Urge!. Con la mirada puesta en vas posiciones avanzadas de Arguedas y el Castellar, el exterior, como su padre, buscó sus dos esposas permitían vigilar de cerca las plazas de Tudela y Za fuera de la Península: la primera Inés de Poitiers, era ragoza, pero dejaban tras de sí amplias zonas despo hija clel duque Guillermo VIII de Aquitania; al en bladas. Para atraer defensores a estos puestos de pe viudar casó con Berta, probablemente italiana de la ligro y fomentar la vigilancia a caballo en la reta región del Piamonte. Del primer matrimonio nació guardia, se establece que el labrador de Arguedas que una hija, Isabel, y un hijo, Pedro, que casó con Ma mantenga caballo y armas no estará obligado a pres ría; hija del Cid Campeador. Los enlaces matrimo tar servicio a ningún señor, es decir, que alcanza la li niales preludiaban sus alianzas políticas: amistad con bertad y franqueza; en el Castellar podría hallar refu Urgel, y aun derechos eventuales a la sucesión en 77 este condado por su madre; alianza estrecha con el señor de Funes y Arguedas; Lope López, señor de Cid y con la política que éste sostenía en tierras de Ruesta y Uncastillo, y otros señores aragoneses. Levante; por sus dos mujeres, amistad con los du Tras la toma de Huesca, la plaza de Barbastro era ques de Aquitania y al parecer, también, con la fami difícil de sostener, y fue ocupada por el rey de Ara lia de los emperadores Salios. En política interior, gón en octubre de 1100; luego se reforzaron las po aparte de su amistad con el Cid Campeador, respetó siciones a ambas orillas del Cinca, para contener al fiel a los pactos acordados por su padre con Alfonso rey de Lérida en su posición avanzada de Fraga. VI, aun cuando no había de hallar en el castellano la En el sector navarro la zona más conflictiva era misma leal correspondencia. Pero toda esta política la situada en la confluencia de los ríos Arga y Aragón, se quebró al morir Pedro I en plena juventud (1104), es decir, el valle de Funes, peligro que se acentuó y antes que él sus descendientes. cuando, tras la toma de Calahorra, Tudela se consti Sancho Ramírez había muerto cuando estaba tuye en la avanzada del reino de Zaragoza. Por eso, empeñado en el cerco de Huesca. Pedro apretó el cuando después de la derrota de Zalaca se predicó asedio y, como no era fácil proceder al asalto, com una Cruzada internacional para socorrer a Alfonso pletó el cerco con una nueva posición permanente, a VI, al estimarse ésta innecesaria, se puso a las órde la que se dio nombre de Pueyo de Sancho. Mustain nes de Sancho Ramírez con el propósito de conquis pidió ayuda a Castilla, de donde acudieron refuerzos tar Tudela, aunque sin éxito. Tudela se hallaba ro que se sumaron al ejército musulmán que llegó de deada de importantes «tenencias» cristianas: Funes, Zaragoza; pero todos fueron derrotados en la batalla Peralta, Falces, Arlas, Caparroso, Ujué, Rada, Argue de Alcoraz (19 noviembre 1096), en la que cayó pri das. En 1098 Pedro I establece la atalaya de Milagro sionero el conde castellano García Ordóñez, y se de -M irácu lo, «mirador»- para vigilar Tudela, y en fecha cidió la entrega de la ciudad a los pocos días. Fue, sin imprecisa se fortificó en las proximidades de esta ciu duda, el encuentro más importante, y también el más dad otro Pueyo de Sancho, análogo al montado jun sangriento, en que habían intervenido hasta la fecha to a Huesca para preparar la conquista de esta última los reyes de Aragón, pues algún autor musulmán ci plaza. Los vecinos de Marcilla habían establecido en fra en cerca de diez mil el número de sarracenos la Bardena una torre para completar la vigilancia, y el m uertos. rey premiaba su esfuerzo, así como la guardia per El obispo de Pamplona y el abad de Leire, que manente que establecían en todo el valle de Funes, sin duda habían colaborado en el cerco de Huesca, otorgándoles, en 1102, toda el agua que necesitaran, fueron gratificados con el reparto de casas y otros tanto para el riego como para construir molinos. bienes en la ciudad. Una mezquita situada junto a la El círculo defensivo se completó incrementando iglesia de San Pedro el Viejo -la iglesia de los mozá la población de las plazas de Caparroso y Santacara. rabes- sería dedicada a la iglesia de San Salvador y de Para ello Pedro I les concedió en 1102 fueros en que las santas Nunilo y Alodia, recordando así a las san otorgaba a los que acudieran a poblarlas la franque tas martirizadas en Huesca y cuyos restos se conser za e «ingenuidad» y diversas ventajas procesales, vaban en Leire. económicas y militares. En la defensa del territorio Cuando Alfonso VI era derrotado en Consuegra interesó también a dos grandes santuarios, otorgán (15 agosto 1097) y ocho días después Alvar Háñez doles las iglesias de la región. El primero fue Santa Fe en Cuenca, Pedro I suspende sus fiestas nupciales de Conques, al que el obispo de Pamplona, de acuer con Berta y acude a Toledo, amenazado por las hues do con el rey, dio en 1092 las iglesias de Caparroso y tes de Yusuf; los almorávides no llegaron hasta la ciu Murillo el Cuende. Pero sobre todo fue la gran fun dad imperial, y Pedro regresó a sus tierras navarras dación aragonesa de Montearagón la que obtuvo en sin combatir. La ayuda se prestaba de acuerdo con 1093 de Sancho Ramírez, confirmada y completada los compromisos contraídos en 1087 por el vasallaje por Pedro I en 1099, una amplísima donación, que del condado de Navarra, y en la hueste tomaron par comprendía, entre otras, las iglesias de Funes, Arlas, te el conde de Navarra, Sancho Sánchez; Fortún Marcilla, Rada, Alesvés (Villafranca), Peñalén, Mila Sanz, señor de Huarte; íñigo Béliz, señor de Echauri; gro, Larraga, Ibero, Unzué, Olite, Pitillas, Santacara, Iñigo Fortuñones, señor de Salazar; Sancho Sánchez, Murillo el Fruto y Carcastillo. 78 Esta enumeración señala bien el círculo defensi le califique de «rey cruzado». Era ésta la primera vez vo que, en unión de Arguedas, se había formado que el emblema de la cruz y la palabra «cruzado» se frente a Tudela, y que se completaba con las bases de utilizaba en la Reconquista española. Calahorra y Azagra. En medio quedaban las posicio nes musulmanas de Valtierra, Cadreita y Murillo de las Limas, que para asegurar su tranquilidad debían pagar parias a los cristianos. El diezmo de estas pa Alfonso el Batallador rias fue otorgado por Sancho Ramírez al monasterio (1104-1134) de Saint-Pons de Thomiéres cuando en 1093 hizo ofrenda de su hijo Ramiro, el futuro Ramiro el Mon Alfonso I, llamado el Batallador, era hijo segun je. A la donación añadía la promesa de entregar tam do de un segundo matrimonio de Sancho Ramírez bién sus términos e iglesias cuando fuesen conquis con Felicia de Roucy. De este matrimonio habían na cido tres hijos: Fernando, que murió antes de 1094; tados. Alfonso, nacido hacia 1073, y Ramiro que en 1093 El premio a los monasterios, nacionales y ex ingresaría como monje en Saint-Pons de Thomiéres. tranjeros, respondía a la colaboración material o es Nadie, pues, podía prever los altos destinos que le piritual que prestaban a la obra de reconquista. En estaban reservados, y, pese a haber cumplido treinta traba en el espíritu de la época, pero en Aragón la años, permanecía soltero. Su padre y su hermano le ofensiva guerrera aparece marcada de una fuerte im habían encomendado durante su gobierno misiones pronta religiosa. Parece que fue con ocasión de la militares de confianza: en la batalla de Alcoraz man campaña de Tudela (1087) cuando el rey prometió daba la vanguardia de las tropas aragonesas y poco pagar a Dios y a San Pedro un censo anual de 500 después acudía con su hermano Pedro I en socorro mancusos por él y por sus hijos, y sus caballeros un del Cid Campeador y tomaba parte en la batalla de mancuso cada uno. Como respuesta el Papa tomaba Bailén. El futuro rey de Aragón tuvo así oportunidad bajo su dominio y protección la fundación real de de conocer los campos levantinos y de informarse Montearagón y extendía su protección apostólica al acerca de la nueva táctica guerrera de los almorávi rey, a sus hijos y a todo el reino (1089). des, con los que tendría que contender en años su La Cruzada predicada por Urbano II en Cler- cesivos. mont (1095) hallaría el campo abonado en tierras de Cuando Alfonso se hace cargo del reino no ha Pamplona y Aragón, de donde de tiempo atrás iban bía una línea bien definida que separara la tierra do peregrinos a Roma y a Jerusalén. Por aquellas fechas minada por el rey de Aragón o por el rey moro de Za (1092), el conde Sancho Ramírez, hermano de su ragoza. Tras la conquista de Monzón (1089), Huesca homónimo el rey se dirigía a Jerusalén; doña Erme- (1096) y Barbastro (1100), no hay batallas campales sinda, hermana de Sancho de Peñalén, partía para ni asedios prolongados de villas o castillos. La guerra Tierra Santa en 1100 en unión de su marido Fortún es un avance zigzagueante, en que se buscan los pun Sánchez. Pedro I, que al predicarse la Cruzada esta tos de menor resistencia. Alfonso inició su reinado ba empeñado en el asedio de Huesca y en socorrer al atacando simultáneamente por las Cinco Villas y por Cid en Valencia, se cruzó en 1101 para ir a Jerusalén, el sector de Balaguer. En la primera dirección ocupó aunque su voto no lo cumplió en Tierra Santa sino Ejea y Tauste, por lo que puede decirse que, en en España. Movido tal vez por los legados pontifi 1105, toda la margen izquierda del Ebro hasta Jusli- cios, dirigió sus tropas contra Zaragoza, y él mismo bol estaba bajo su dominio, aunque la posesión de con multitud de caballeros «luchando con el estan Tauste aún volvería a ser disputada por los musul darte de Cristo», tuvo la plaza sitiada durante algún manes. En esta empresa debieron de colaborar el tiempo. El campamento, instalado a cinco kilóme monasterio de San Juan de la Peña, y tal vez la mitra tros del casco urbano, recibe el significativo nombre de Pamplona. de Deus lo vol (Justibol), que era el grito de guerra de los cruzados de Oriente. Si la conquista de Zaragoza Requerido para que colaborara en la recupera no era realizable con los precarios medios de que dis ción de Balaguer, que se había perdido por la presión ponía el monarca, el hecho tuvo la significación sufi almorávide, asentó sus reales ante Lérida, amenazan ciente para que un documento pamplonés coetáneo do a esta plaza, y ocupó los castillos de Tamarite y 79 San Esteban de Litera (1107). Por entonces pidieron rido que pudiera mandar el ejército y dirigir la de su ayuda algunos señores del sur de Francia, que dis fensa de las fronteras. Es decir, se buscaba un mari puestos a ir a la Cruzada, querían asegurar la protec do y un rey, y el candidato fue el rey Alfonso de Ara ción de sus bienes durante una ausencia que se pre gón, que contaba no sólo con el apoyo de Alfonso VI, veía larga o tal vez definitiva. Así Bertrán, conde de sino con el del arzobispo de Toledo don Bernardo y Tolosa, se presentaba en Barbastro (mayo, 1108) de una parte de la nobleza. Las bodas se celebraron ofreciendo entregarle las ciudades de Rodez, Narbo- con rapidez (octubre 1109) y en las capitulaciones na, Béziers y Age; Bernardo Atón, vizconde de Bé- matrimoniales se especificaban las arras y dote acor ziers, a su regreso de Tierra Santa buscó también la dadas por el marido a la mujer, y los derechos que protección de Alfonso. cada uno de los monarcas tendría en los reinos del consorte, así como las previsiones necesarias para la Pero tuvo que abandonar todas estas empresas, sucesión en los mismos en el caso de que el matri ya que era llamado de forma apremiante para inter monio tuviera descendencia. venir en los asuntos de Castilla, donde la situación no podía ser más aflictiva. Urraca había sido dotada, antes del matrimonio, con una serie de castillos en Navarra y Aragón (Este- En efecto, los almorávides, después de haber so lia, Sos o Uncastillo a su elección, Ejea, Huesca, metido a los reinos de taifas -salvo el de Zaragoza-, Montearagón, Jaca, etc.); ahora (diciembre 1109) se acentuaban su presión sobre los reinos cristianos. Va agregaba a la dotación toda la tierra de Alfonso, para lencia había tenido que ser evacuada por la viuda del que ella pudiera ejercer la soberanía en el reino de su Cid, al no poder ser defendida por Alfonso VI marido, y con la tierra recibiría el vasallaje de los (1102), y por la ruta de Tortosa los almorávides pre hombres de su reino. Alfonso recibía, en compensa sionaban sobre Lérida y Balaguer, según hemos vis ción, los reinos de Castilla y León que Urraca había to. A lines de mayo de 1108 los almorávides habían heredado de su padre. derrotado a los castellanos en Uclés, y una serie de plazas fronterizas -Fluete, Ocaña, Cuenca- caían en Pero el matrimonio resultó un fracaso, tanto por poder del enemigo, pero, lo que era más grave, en el el carácter de los esposos -autoritario él, voluntario encuentro había muerto el infante don Sancho, here sa ella- como por los intereses que lesionaba: los de dero del trono de Castilla y León. La muerte de Al Alfonso Raimúndez, hijo del primer matrimonio de fonso VI el 30 junio del año siguiente venía a au Urraca, pendientes de la posible descendencia del se mentar la confusión en que estaba sumido el reino gundo matrimonio de ésta; los de Teresa, hermana más importante de la Península, y mes y medio más bastarda de Urraca, que había planeado con su mari tarde el nuevo emir almorávide, Alí, avanzaba sobre do Enrique de Borgoña repartirse la herencia de Al Talavera, que ocupaba, cercaba Toledo durante tres fonso VI; los de algunos nobles ansiosos de poder, y días y sus tropas saqueaban los campos de Madrid, por último el alto clero que esperaba poder disponer Guadalajara y toda la frontera. de la voluntad del rey de Aragón -conociendo su re ligiosidad y la de su dinastía-, pero que ignoraba su En tan críticas circunstancias Alfonso 1 aparecía carácter rectilíneo y firme. como el único hombre fuerte de la España cristiana, y como tal era requerido en Castilla. Fueron cinco años de intrigas y revueltas en Castilla y León, en los que si bien Alfonso contó con el apoyo de los caballeros de la frontera y, en general, de los castellanos, acabó por convencerse de la este M atrim onio rilidad de la contienda, ya que su sueño de una coo de Alfonso y Urraca peración de los dos grandes reinos peninsulares en una empresa superior de reconquista resultaba irrea La muerte del infante Sancho dejaba como úni lizable. Sobre el rey pesaría también la presión de los ca heredera de Castilla a Urraca, viuda desde 1107 obispos, que habían declarado nulo el matrimonio del conde Raimundo de Borgoña, con dos hijos me por razones de parentesco. Todo ello le movió a re nores, Alfonso, de tres años de edad, y Sancha. Al pudiar a su esposa en Soria, declarando «que no fonso VI pensó inmediatamente en buscarle un ma quería vivir en pecado con ella». 80 La conquista de Zaragoza (1118) para reconocer las murallas de la plaza y tantear las fuerzas enemigas. A comienzos del año siguiente, en Durante estos cinco años de intrigas castellanas un concilio reunido en Toulouse, fue aprobada la ex la reconquista aragonesa estuvo paralizada. Pero en pedición a España, que venía así a alcanzar los ho tretanto los problemas se habían complicado de nores de Cruzada. Se dice que asistieron a dicho con modo extraordinario. En efecto, el 24 de enero de cilio los arzobispos de Arles y de Auch, y los obispos 1110, mientras Alfonso estaba en los reinos de su de Lesear, Pamplona, Bayona y Barbastro, de estirpe mujer, moría en un incidente fronterizo el rey de Za francesa todos ellos. Muy reciente todavía la primera ragoza, Mustain. Éste, que solía residir en el castillo Cruzada a Tierra Santa, que había conmovido a las de Rueda de Jalón, organizó una algarada contra la gentes del Midi, el entusiasmo se propagó a todas las frontera cristiana —¿Olite? ¿Arnedo?- y al regreso fue clases sociales. alcanzado por la caballería de aragoneses y pamplo Los cronistas musulmanes nos cuentan que, neses, derrotándole en Valtierra. Entre las víctimas convocados los franceses por el rey de Aragón, «se estaba el rey Mustain. La campaña había sido tan rá colocaron bajo su estandarte como enjambres de lan pida que apenas duró un mes, y no hubo tiempo ni gostas y hormigas». De la frontera ultrapirenaica sa necesidad de llamar al rey de Aragón. bemos que acudieron: el vizconde Gastón de Bearne; El hijo, Abd al-Malik, fue reconocido por las su hermano Céntulo, conde de Bigorra; Bernardo, gentes de Zaragoza ese mismo día, después de com conde de Comminges; Pedro, vizconde de Gabarret, prometerse formalmente a no servirse de los cristia casado con una hija de Gastón de Bearne; Auger, viz nos y no mezclarse para nada en sus asuntos. El go conde de Miramont o de Tursan; Arnaldo de Lave- bernador de Valencia, que al mes siguiente trató de dan; Guy de Lons, obispo de Lesear. Todos ellos es ganar Zaragoza para los almorávides, fue convenci tuvieron presentes en la toma de la ciudad. La figura do por sus habitantes de que se retirara para no más representativa era el vizconde Gastón de Bearne, provocar la revuelta con los que ya habían recono casado con Talesa, prima por línea bastarda del rey cido a Abd al-Malik. Pero éste no pudo cumplir lo de Aragón. prometido, volvió a entrar en tratos con los cristia El asedio se formalizó el 22 de mayo, cuando nos, y los sarracenos llamaron de nuevo al gober aún no había llegado el rey; con su llegada arreciaron nador de Valencia, el emir Muhamad b. al-Hayy, las acometidas cristianas, y antes de cumplirse el mes quien se presentó en Zaragoza en la mañana del 31 de cerco, fue asaltado el alcázar de la Aljafería. Al en de mayo de 1110. La ciudad abrió sus puertas sin terarse el gobernador de Granada Abd Allah b. Maz- resistencia, y Abd al-Malik se refugiaba en Rueda. dali, que mandaba la única fuerza organizada de An Aunque Alfonso llegó rápidamente desde Galicia y dalucía, salió hacia Aragón, combatió con las fuerzas combatió a las puertas de Zaragoza, no pudo entrar de Alfonso cerca de Tarazona y pasó a establecerse en en la ciudad. Tudela, para reforzar sus defensas. Como Alfonso no Durante siete años Zaragoza estará bajo el man levantara el cerco de Zaragoza, y la situación se hacía do de gobernadores almorávides, mientras que Abd difícil, Ibn Mazdali con un cuerpo de sus más ague al-Malik desde la fortaleza de Rueda, y con el apoyo rridos soldados entró en la ciudad a fines de sep cristiano, polariza la resistencia de los musulmanes tiembre; pero mes y medio después fallecía el gober hispanos a los almorávides africanos. La división rei nador. nante entre las gentes de Zaragoza, sostenida por el En diciembre se pactó la entrega de la ciudad. El rey de Aragón, frenaba el impulso agresivo de sus go día 18 entró el rey a visitar la Aljafería, y al día si bernadores almorávides. Son los años que Alfonso guiente tomaría posesión de la azu da o palacio del emplea en liquidar los asuntos castellanos y en reor gobierno y de las oficinas reales. Entre los conquista ganizar las cosas de su reino, hasta entonces un tan dores figuraban, aparte de los señores franceses que to abandonadas. ya hemos citado, los principales señores del reino: El día 8 de julio de 1117 Alfonso estaba a las don Diego López de Haro, señor de Vizcaya, y don puertas de Zaragoza acompañado del vizconde Gas Ladrón, afincado en Álava y Rioja; de Navarra, los se tón de Bearne y de su hermano Céntulo, sin duda ñores de Leet, Punicastro, Marañón, Turrillas, Náje- 81 ra, Calahorra, Estella, Funes, etc.; de Aragón, los se rey de la repoblación de Soria, e inmediatamente se ñores de Sos, el Castellar, Belchite, Biel, Loarre, Ayer- dirigió sobre Calatayud. be, Huesca, Piracés, etc. Los señores de Pallars, Riba- Mientras tanto el emperador Alí ordenó a su gorza y Sobrarbe iban encabezados por el conde Ber hermano Ibahim, Gobernador de Sevilla, que dedi nardo Ramón de Pallars. Acompañaban también al cara todo el invierno de 1119-1120 a preparar una ejército sitiador los obispos de Huesca y Pamplona. expedición contra el rey de Aragón para recuperar El rey nombró señor de Zaragoza a Gastón de Bear- las plazas perdidas, o al menos para frenar sus avan ne, principal artífice de la conquista. ces hacia Levante. Alfonso tuvo que suspender el Alfonso se mostró magnánimo en el momento asedio de Calatayud, y le salió al encuentro en Cu- de la capitulación. Los musulmanes que quisieran tanda, doce kilómetros al este de Calamocha, donde quedarse podrían hacerlo sin ser molestados, y esta el ejército musulmán quedó completamente deshe rían sujetos a los mismos impuestos que venían pa cho (17 jumo 1120). Alfonso estuvo auxiliado por gando hasta entonces; los que prefirieran abandonar un cuerpo escogido de seiscientos caballeros al man la ciudad para ir a tierra de moros podrían también do de Guillermo IX el Trovador, duque de Aquitania, hacerlo con entera libertad. Durante un año podían que acudía a España como cruzado al serle levanta seguir viviendo en sus casas del recinto urbano, y pa da la excomunión. sado este plazo deberían irse a vivir al «arrabal de Por mucho tiempo no estarían los almorávides curtidores». Hasta entonces seguiría en su poder la en condiciones de presentar un ejército tan numero mezquita mayor. Los moros conservarían en todo so y bien equipado, y Alfonso podría mientras tanto momento sus autoridades y legislación propias, y se consolidar sus conquistas y aun proseguir sus ata reglamentaba el procedimiento a seguir en sus causas ques en todas direcciones. De momento fueron ocu con los cristianos. padas Calatayud (24 junio) y Daroca con las cuencas La ocupación de Zaragoza suponía la sumisión del Jalón y del Jiloca. La frontera se llevaría hasta de todo el reino que en el siglo XI había gobernado Monreal del Campo y Singra, con lo que quedaba la dinastía de los Banu Hud. Alfonso sólo tenía que abierta la ruta de Levante. atacar las plazas de que se habían adueñado los al morávides, que eran las de Tudela, Tarazona y Cala- tayud. El campo se mantenía en actitud expectante. Sobre Tudela se dirigió la hueste tan pronto como se Las fronteras sometió Zaragoza, y se entregó el 25 de febrero de de Castilla y de Lérida 1119, firmándose el pacto de capitulación en el Pue- yo de Sancho, sobre la misma ciudad, en el mes de Cuando Alfonso estaba metido de lleno en la re marzo. Las bases para la entrega fueron las mismas conquista del valle del Ebro, asuntos graves le dis que las de Zaragoza, y fueron juradas por Alfonso el traen tanto de parte de Castilla como del conde de Batallador y quince de sus barones. Del señorío de Barcelona. El monarca despliega una actividad febril, Tudela se encargaron en un primer momento Aznar haciendo frente a los problemas políticos de Castilla, Aznárez, que lo era de Funes, y Fortún Garcés Cajal, a las intrigas del conde de Barcelona para frenar la que lo era de Nájera. A los judíos, que sin duda ha expansión aragonesa hacia el Mediterráneo, y a la vez bían abandonado la ciudad, se les concedió el fuero que asegura el dominio sobre lo ganado al Islam y que disfrutaban los judíos de Nájera, con otras ven prepara futuras conquistas. tajas, a fin de que volvieran a habitarla. Con Castilla y León la situación sigue confusa a Poco después se ocupó Tarazona, donde inme pesar de la separación matrimonial, y el joven Alfon diatamente se pensó en restaurar la sede episcopal. so Raimúndez despierta grandes esperanzas, mien El obispo de Pamplona, Guillermo, que tan activa tras que Urraca, con su crédito en entredicho, no en parte había tomado en la conquista de Zaragoza, Tu cuentra en Gelmírez los apoyos que podía esperar. dela y Tarazona, recibió del rey -estando en el asedio Alfonso conserva sus guarniciones a lo largo de la de esta última ciudad- la iglesia de Santa María Mag ruta de Santiago -Cam ón, Castrojeriz, Burgos-, y la dalena de Tudela. En marzo de 1120 se preocupó el mayor parte de Castilla le sigue fiel. 82 El 18 de noviembre, cuando Alfonso está empe tes en una empresa común. La alianza se establecía, ñado en el asedio de Zaragoza, Alfonso Raimúndez naturalmente, contra el conde de Barcelona, que as entra en Toledo. Sin embargo, el aragonés no se de piraba igualmente a incorporar Lérida a sus domi sentiende de las tierras de la frontera o de la Extre nios. La toma de Zaragoza y la derrota de Cutanda madura, como entonces se decía, pues sigue domi asustó a Abifilel, alcaide de Lérida, que se apresuró a nando en Segovia, Sepúlveda y en toda la línea del entrar en tratos con el conde de Barcelona. Del com Duero, y aún más al sur, en las cabeceras deljarama promiso acordado el 14 de noviembre de 1120 pare y del Henares. En diciembre de 1119 lo encontramos ce deducirse que el musulmán ponía en manos de en Pedraza, junto a Segovia, donde se cuida de la res Ramón Berenguer III todos los territorios entre el tauración eclesiástica de esta ciudad, cuyo primer Cinca y Tortosa, a cambio de conservar ciertas pro obispo, Pedro, fue ordenado el 25 de enero de 1120, piedades y derechos, adquirir otras en Barcelona o en y donde, incluso, llegó a acuñar moneda. Gerona y facilitarle los medios para pasar a Mallorca. En la pugna entre Urraca y su hijo, Alfonso se En todo caso Abifilel se ponía al servivio del conde inclina por la madre, con la que llegó a un acuerdo en sus luchas con otros musulmanes, y percibía la en 1120 cuyo alcance desconocemos. Probablemen mitad de las parias que al conde correspondiera co te afectaría a la demarcación de fronteras entre sus brar. reinos y a los derechos que el Batallador tenía en Tan pronto como Alfonso tuvo noticia de estos Castilla y en la Extremadura después de la separa tratos, se dirigió sobre Lérida. Esto explica su pre ción matrimonial. Ese mismo año Alfonso avanzaba sencia ante la ciudad en abril de 1122, sus viajes al por el Jalón para completar la reconquista de los Bearne y a Soule para buscar aliados que oponer a los afluentes del Ebro, repoblaba y daba fueros a Soria, aliados del conde de Barcelona, especialmente el que tenía guarnición el año anterior, así como a otras conde de Poitiers. En febrero de 1123 Alfonso insta plazas de la región. En septiembre de 1121 le vemos la sus reales sobre Gardeny, a la vista de Lérida, don sitiando Tardajos, no lejos de Burgos. Se preocupa de levantó un castillo, dispuesto a vigilar de cerca la más tarde de la creación del obispado de Sigúenza, plaza, según era táctica tradicional en la reconquista pues trata, sin duda, de fortificar espiritualmente la aragonesa. Pero acudieron contra él los condes de frontera al mismo tiempo que crea en ella intereses a su favor. Poitiers y de Barcelona, y Alfonso levantó el campo. De momento la cuestión de Lérida quedó paralizada, Bruscamente, en mayo de 1122 está Alfonso en ya que los almorávides reforzaron el frente por este las proximidades de Lérida; en el mismo mes pasa al sector, y en 1124 derrotaron a Ramón Berenguer en Bearne, donde, en Morlaas, el conde de Bigorra re Corbins, entre Balaguer y Lérida. El pacto firmado nueva el vasallaje, que ya su padre había prestado a con el alcaide de Lérida estaba anulado. Sancho Ramírez en 1082; en junio lo vemos en el va lle de Soule, donde dice dominar -sin duda porque El avance espectacular de las tropas cristianas su vizconde, Gassion se ha hecho vasallo suyo- y le planteaba al rey dos graves problemas, los dos estre vanta un castillo nuevo. De aquí pasa a Milagro, en chamente unidos: la defensa y la repoblación del Navarra, donde se ocupa de la repoblación de Puen país. Defensa de las fronteras ganadas al Islam, y te la Reina; en noviembre está en Olmedo, de donde también de la frontera con Castilla, no bien delimita pasa en diciembre a Fresno. da todavía. Para ello trata de asentar aragoneses y na A partir de febrero de 1123 está otra vez sobre varros lo mismo en las tierras de la Extremadura que Lérida, donde le veremos sin interrupción hasta el en Soria y en la nueva frontera aragonesa con el Is mes de julio. Abierta la ruta al mar por Valencia, se lam. De entonces datarán las colonias de navarros en trataba de asegurar la otra ruta al Mediterráneo, la tierras de Soria y en toda la línea del Duero hasta Sa del Ebro, vieja aspiración de los reyes de Aragón. Un lamanca, de que ha quedado recuerdo en la toponi primer paso suponía asegurar el dominio sobre Léri mia; también se establecieron muchos navarros en da. La amistad entre Aragón y Urgel hizo que en el Aragón, lo mismo en las ciudades que en los campos, pasado no se hicieran proyectos independientes de como recuerdan los nombres de Villar de los Nava conquista, sino que sus principes aunaran sus hues rros, Herrera de los Navarros, y otros. 83 Expediciones a propuestos, Alfonso no renunció a la idea de avanzar Andalucía y a Valencia hacia Levante. Repuebla Daroca, y la ribera del Jüo- ca hasta Celia, donde instala colonos en 1128. Por Uno de los hechos de armas que más fama ha consejo de Gastón de Bearn, crea en Monreal una Mi- dado al rey Batallador es su aventurada expedición litia Chhsti, a la manera de las de Jerusalén, cuyo ob por tierras de Levante, Murcia y Andalucía, de don jetivo -según dice- era «una vez sometidos todos los de rescató unos miles de cristianos (mozárabes) que sarracenos de esta parte del mar, abrir una ruta para estaban oprimidos por los almorávides. navegar hasta Jerusalén». Era su obsesión constante, ya que no le había sido posible tomar parte en la Parece que los mozárabes granadinos le habían Cruzada de Tierra Santa. El mismo ideal había presi dirigido largos mensajes para que acudiera en su au dido la constitución años atrás de otra Cofradía mili xilio, ofreciendo ponerse a su servicio. Es probable tar en Belchite. Por eso, asegurado este sector de la que pensara instaurar un principado cristiano con el frontera tras la toma de Molina (diciembre, 1128), apoyo de los mozárabes, pues sin duda tenía presen prepara otra campaña contra Valencia. te el ejemplo de la Valencia sometida al Cid, que Al fonso había conocido en su juventud. Antes de aven A comienzos de mayo de 1129 estaba sitiando turarse a entrar en Andalucía, en el invierno de 1124 Valencia, aunque tal vez su propósito no fuese tanto a 1125, dirigió una expedición a Peña Cadiella (Be- tomar la ciudad como ocupar posiciones con vistas a nicadell), para asegurar este paso entre la huerta de una conquista definitiva. El emir Ali b. Yusuf reclutó Valencia y Alicante, y en el otoño siguiente un ejérci tropas en Andalucía y en África, y en Cullera, no le to escogido, mandado por el rey, penetró en territo jos de Alcira, los ejércitos musulmanes fueron derro rio musulmán. tados. Sucumbieron, según los autores árabes, más de 12.000 musulmanes, entre muertos, heridos y Lo componían 4.000 caballeros, o según otros prisioneros. 5.000 caballos y 15.000 infantes. Formaban parle de la expedición Gastón de Bearne y los obispos de Za ragoza, Huesca y Roda. El 20 de octubre de 1125 lle gó el ejército a Valencia, y por Peña Cadiella pasó a Las paces de Támara Murcia; desde aquí, por Baza y Guadix, llegó a la vis ta de Granada el día 7 de enero de 1126. Tal vez el Tras la expedición a Andalucía, y antes de la ambiente mozárabe no estuviera tan propicio a la re posterior campaña de Valencia y Cullera, Alfonso ha belión como lo habían pintado los granadinos o lo tenido que tomar importantes decisiones en orden a hubiera imaginado el rey; o que la lentitud de movi sus relaciones con Castilla y las fronteras de este rei mientos del cristiano diera tiempo a los musulmanes no. En efecto, mientras el Batallador estaba en Anda para preparar la resistencia. El hecho es que los cris lucía había muerto doña Urraca (8 marzo, 1126), tianos de Granada no pudieron abrir las puertas de la dando paso de forma definitiva a la sucesión a la co ciudad, como se esperaba, y Alfonso se lanzó a reco rona de Castilla y León. Alfonso Raimúndez -ahora rrer los campos de las actuales provincias de Córdo titulado Alfonso V il- reclama los derechos de su ma ba y Málaga. Después de vencer en Arnisol o Aran- dre, pero como su padrastro tiene guarniciones esta zuel -en Puente Genil- al ejército llegado de Sevilla blecidas hasta en Carrión, aun prescindiendo de al mando de Abu Bakr, hijo del emir de los musul otras tierras de soberanía más controvertida -las rei manes, desembocó en la costa mediterránea entre vindicadas por el rey de Aragón como descendiente Motril y Salobreña, llegando hasta Vélez Málaga. de los reyes de Navarra, y la Extremadura soriana, Desde aquí emprendió el regreso por la misma ruta, por él repoblada-, son muchas las tierras sobre las siempre acosado por los musulmanes, pero sin que que Alfonso 1 tendrá que tomar una decisión en pla se atrevieran a presentarle batalla. En el mes de junio zo perentorio. de 1126 estaba de regreso en sus Estados. A él se No obstante, en el invierno de 1126 a 1127 unieron varios miles de cristianos, cuya permanencia otros asuntos distrajeron su atención: los moros de la en tierras granadinas hubiera sido peligrosa. zona de Fraga-Lérida, tal vez aprovechando la au Aunque no se habían conseguido los objetivos sencia del rey, habían hecho una atrevida incursión 84 por tierras del interior, que hacía muchos años no la Extremadura Soriana hasta San Esteban de Gor- habían presenciado el paso de musulmanes; el rey maz, donde se mantuvo guarnición aragonesa. Una tuvo por entonces una entrevista en Calasanz con el plaza donde, contra el texto del pacto, se mantuvo conde de Barcelona y con sus dos hijos, el futuro Ra guarnición aragonesa fue Castrojeriz. món Berenguer IV y Berenguer Ramón. A comienzos Más controvertida podía ser la situación de de 1127 lo encontramos en Huesca, Sos y Sangüesa aquellas plazas de la frontera, como Atienza, Sigüen- tomando disposiciones sobre la repoblación y otros za y Medinaceli, que ocupadas primero por Alfonso asuntos de gobierno interior. En Pamplona asistió a VI, se habían perdido tras la batalla de Uclés (1108), la consagración de la catedral, pasando por Estella a para ser recuperadas después por el rey de Aragón. Entrena, cerca de Logroño, donde estaba en el mes Se estimó que debían corresponder a la corona de de abril. El 30 de abril las tropas de Alfonso Vil, ocu Castilla, aún cuando los límites no quedaron fijados pan el castillo de Burgos, después de herir a su de de modo definitivo hasta después de la muerte del fensor, el aragonés Pedro Arnal, y el rey de Aragón se Batallador. Este conquistó de los moros Molina, tras ve obligado a tomar cartas en el asunto. Hasta ahora un largo asedio (diciembre 1128), y se mantuvo en ha obrado con gran parsimonia en la cuestión de la Almazán frente a las pretensiones de Alfonso Vil sucesión al reino de León. No sueña con reconquis tar unas tierras que no pudo someter cuando conta ba con mejores títulos, pero tiene que amparar a las guarniciones que le son fieles en territorio castellano. Política ultrapirenaica En el mes de junio le encontramos en Briviesca y en y asedio de Bayona julio está con sus huestes entre Castrojeriz y Horni llos del Camino, en el valle de Támara. Es allí donde Hemos aludido a la protección brindada por Al tuvo lugar el encuentro con el ejército leonés que fonso I a los nobles del sur de Francia que acudían a acabó en pacto. la Cruzada. Esta proyección exterior del rey de Ara Parece que el rey de León, inducido por los me gón había de dar sus frutos, ya que muchos de ellos diadores entre ambos ejércitos, suplicó a su padras colaborarían, como sabemos, en la reconquista del tro que le restituyera de hecho el reino de sus mayo valle del Ebro. Los que actuaron de forma más per res, ya que no podía privarle de él en derecho, pues manente, y fueron premiados con pingües señoríos, él estaba dispuesto a ayudarle como un hijo. No ol fueron Gastón de Bearne, que recibió el señorío de videmos que en aquellas fechas el rey de Aragón ca Zaragoza, y más adelante el de Huesca y Uncastillo; recía de descendencia, y bien podía Alfonso Vil ser su medio hermano Céntulo II, conde de Bigorra, que su heredero eventual. El Batallador, conmovido, ac fue señor de Tarazona hasta su muerte en 1130 y le cedió a los ruegos de su hijastro y ordenó que todos sucedió su hijo político Pedro, conde de Marsán; el los que tenían castillos y fortalezas por él se las resti vizconde de Soule, Gassión, que figura desde 1 125 tuyeran al joven Alfonso. como señor de Belorado, y otros. De acuerdo con el pacto de Támara, el Batalla La colaboración de Rotrou, conde del Perche, dor entregaría a Alfonso VII antes de cuarenta días el con sus normandos, se inicia algo después. Era pri reino que le correspondía por derecho hereditario, mo carnal de Alfonso el Batallador; sus madres eran tal y como lo tuvieron sus padres. Parece que Alfon hermanas, e hijas del conde Hilduino de Roucy. Se le so VII renunciaba a todas las adquisiciones hechas ha atribuido la conquista de Tudela, pero no hay por Castilla a lo largo del siglo XI en la frontera de prueba ninguna de ello, ni tampoco el que asistiera a Navarra, restaurándose los viejos límites navarros se la conquista de Zaragoza. En 1123 ya lo encontra gún quedaron a la muerte de Sancho el Mayor o tal mos afincado en Aragón y participando activamente vez de Sancho de Peñalén, es decir hasta cerca de la en la guerra desde el año siguiente. Fue premiado ciudad de Burgos. El Batallador renunciaba al título con los señoríos de Tudela y Corella, y con un barrio de emperador, que le había correspondido mientras de Zaragoza, que todavía en el siglo XVI se conocía mantuvo sus derechos al reino de León, pero que ya con el nombre de «barrio del conde de Alperche». apenas utilizaba. Sabemos que el rey de Aragón con servó Álava y parte de Castilla, con Belorado, Sona y Aparte del vasallaje prestado por los señores del 85 sur de Francia, sabemos que Alfonso el Batallador tuvo que recuperar Sariñena, y hacía entrega al mo reinaba en Arán, donde le vemos instalado en la pri nasterio de Montearagón de la mitad del castillo y la mavera de 1130. Durante su asusencia fueron muer villa de Curb, junto a Grañén, para que «lo pueblen tos en lucha con los moros Gastón de Bearne y el rápidamente como puedan y hagáis allí una buena obispo Esteban de Fluesca, que había sido maestro fortaleza para honor de toda la Cristiandad» (enero del rey, su compañero de armas y su hombre de con 1133). Pero Fraga y Lérida, una vez conquistada Ta fianza tanto en los asuntos eclesiásticos como en los rragona, constituían una avanzada almorávide, que bélicos. sólo podía comunicarse con las tierras de Al-Andalus a través de Tortosa. Como tanto el rey de Aragón Ese mismo año, y desde el mes de octubre, esta como el conde de Barcelona aspiraban a incorporar rá el rey empeñado en el sitio de Bayona. En la lucha las a sus dominios, los almorávides hicieron las pa colaboraban fuerzas de todo el reino, y contaba tam ces con el barcelonés mediante la entrega que le ha bién con la adhesión de sus vasallos que eran al mis rían de 12.000 dinares al año. De esta forma el amir mo tiempo grandes señores en la vertiente norte del Ali b. Yusuf sumaba a su partido al conde, y sólo ten Pirineo; sabemos que el rey preparó naves, sin duda dría que enfrentarse con el rey de Aragón. Alfonso, para completar el cerco por el río Adour. Pero lo que tan pronto como tuvo conocimiento de este pacto, se ignoramos es el motivo que le llevó a mantener una afirmó en la idea de ocupar estos territorios. lucha tan prolongada, ya que estuvo un año ante los muros de Bayona. Tal vez estuviera relacionado con la La operación requería una preparación minu nueva política iniciada por Alfonso Jordán, conde de ciosa. Por la orilla derecha del Ebro, adalides aventu Toulouse, de aliarse con su primo Alfonso Vil de Cas reros habían llegado hasta Horta de San Juan, a seis tilla, pues sabemos que el tolosano acudió a levantar leguas de Tortosa (1132). Pero el avance debía ha el asedio de la plaza, sin conseguirlo. cerse por las dos orillas, y sobre todo el abasteci miento y las comunicaciones de las tropas tenía que En el mes de noviembre de 1.131 Alfonso regre hacerse por el río. Para ello preparó una pequeña flo saba de Bayona sin conquistarla, aunque con algunas ta fluvial, con maderas que se cortaban en los Mon pretensiones sobre la plaza -tal vez el pago de algún tes de San Millán. A fines de 1132 se había conquis tributo- pues él dice reinar «desde Belorado hasta tado Mequinenza después de tres semanas de duro Pallars y desde Bayona hasta Monreal». asedio; en junio de 1133 se había ocupado Escarpe, Cuando todavía estaba el rey en Bayona, y poco a orillas del Segre, donde el rey instaló su campa antes de levantar el sitio (octubre de 1131), hizo su mento, y de aquí pasó a poner sitio a Fraga. No le famoso testamento en el que dejaba el reino a las tres vantaría el asedio hasta el desastre final. Órdenes Militares de Oriente, el Temple, el Hospital La actitud del rey se había endurecido, pues los y el Santo Sepulcro. defensores de la plaza ofrecieron entregarse según ciertas condiciones, que Alfonso rechazó. Todo ello contribuiría a endurecer la resistencia y daría tiempo El desastre de Fraga (1134) para preparar un ejército de socorro. Mientras unas tropas enemigas atacaban de frente y eran derrota Alfonso se aplicó inmediatamente a los proble das, otra parte considerable -a la que se unieron gen mas de repoblación interior y a preparar nuevas ex tes salidas de la ciudad— atacaban por la espalda pro pediciones contra el Islam. vocando el pánico y la derrota. Ésta fue total, y el rey apenas pudo abrirse paso con sólo diez de su séqui De las dos rutas de acceso al mar -la de Valen to. Entre éstos figuraba García Ramírez, que había de cia y la de Tortosa-, va a insistir nuevamente sobre sucederle en el trono de Navarra. Tortosa. Una razón poderosa le movía a ello. Los al morávides habían dado pruebas de especial agresivi El encuentro había tenido lugar el día 17 de ju dad desde Fraga y Lérida; en 1125 García Ramírez, lio de 1134, y en él perecieron los obispos de Hues futuro rey de Navarra, tomaba Monzón, perdido sin ca y Roda, el abad de San Victorián, el conde Céntu- duda tras un golpe de mano de los moros de Lérida; lo de Bearne, el conde Beltrán y otros muchos del antes de avanzar sobre Fraga, el propio Alfonso 1 ejército. El rey se retiró hacia Zaragoza y pronto em 86 pezó a tomar las medidas necesarias para aminorar la pues, lo mismo en Pamplona que en Aragón o en los magnitud del desastre: nombró «tenentes» de las territorios nuevamente ganados de Zaragoza, se ne principales plazas que habían quedado vacantes, y gaba al rey Alfonso el derecho a disponer libremente para las sedes de Huesca y Roda designó respectiva del reino, por estimar que esta medida estaba en mente a Dodón y a su hermano Ramiro. El 7 de sep pugna con el derecho tradicional. tiembre fallecía en Poleñino, aldea situada entre Sa- La Curia pontificia se interesó por defender los riñena y Grañén. Tres días antes, el 4 de septiembre, derechos de las Órdenes, pero evitó agravar los pro ratificaba en los mismos términos el testamento he blemas, ya de si difíciles, en que se debatía el reino. cho en Bayona. El papa se dirigió a Alfonso VII y a los grandes espa ñoles para que dieran cumplimiento al testamento del Batallador. La fórmula finalmente aceptada ven El testamento real dría, en cierto modo, a dar satisfacción a todos los y sus consecuencias pretendientes. La muerte de Alfonso sin sucesión directa abría Ramiro contrajo matrimonio con Inés de Poi- una crisis profunda en el reino de Aragón. La ratifi tiers, hija de Guillermo IX, duque de Aquitania, y cación de su testamento tres días antes de morir y la viuda de Aimeri V, vizconde de Thouars, del que ya elección de su hermano como obispo de Roda, su había tenido tres hijos. Con ello se aseguraba la fe ponía una desautorización expresa de los posibles cundidad de la esposa y el apoyo de Aquitania. derechos de éste a la herencia paterna y un firme Como la hermana del conde de Barcelona, Berengue- propósito de que la Reconquista fuese continuada la, acababa de casar con Alfonso VII, los derechos de hasta el fin. Pero el testamento, obra de un idealista, Ramiro II corrían el peligro de verse rechazados por era inaplicable y nadie puso especial empeño en que catalanes, castellanos y navarros. Por eso, tan pronto se aplicara literalmente. Las Órdenes Militares, ape como nació su hija Petronila, se apresuró a despo nas difundidas por el reino, no estaban en condicio sarla con el conde Ramón Berenguer IV de Barcelo nes de hacerse cargo del poder. Además, eran mu na, interesándole así en la defensa de sus derechos. chos los intereses que el testamento venía a lesionar. Las Órdenes Militares aceptaron los hechos con Los nobles podían considerar que la mayor par sumados, y reconociendo que Ramón Berenguer era te del reino se había conquistado con su esfuerzo «útil y necesario para regir y defender el país», re personal, y en último término había que contar con nunciaron en su favor «con el asenso de los nobles su opinión al decidir el futuro del mismo; no podían caballeros del reino de Aragón», y mediante ciertas ellos servir con sus «honores» a ese complejo extra compensaciones, a la parte que a cada Orden corres ño formado por las Órdenes de Oriente. Cuando Al pondía en la herencia del Batallador. fonso Vil se presentó en Zaragoza (diciembre de El derecho aragonés y los derechos patrimonia 1134), se apresuró a confirmar a los nobles la carta les de la familia real aragonesa quedaban a salvo al de sus privilegios. El reino de Zaragoza, el más nece heredar el reino Ramiro II, único descendiente legíti sitado de apoyo, podía, pues, contar para su defensa mo por línea de varón del fundador de la dinastía. con los cabalgadores de la frontera reforzados por el De él pasaban a su hija Petronila y de ésta a su espo rey de Castilla. so y descendientes. Las Órdenes Militares mante Ramiro, a su vez, podía reclamar, de acuerdo nían, a su vez, la ficción de que el reino había recaí do en ellas, de acuerdo con el testamento del Bata con el derecho aragonés, la parte correspondiente a llador, y que eran las propias Órdenes las que lo ce la herencia paterna, es decir, los territorios de Aragón y de Huesca, que habían pertenecido a su padre y a dían a Ramón Berenguer y a su descendientes; sólo a falta de éstos, revertiría a las mismas Órdenes. su hermano Pedro. Más discutibles eran sus derechos al reino de Zaragoza, que había sido conquistado por Como las Órdenes no llegaron a un acuerdo ex el Batallador. García Ramírez, señor de Monzón y de preso con García Ramírez, la Iglesia no reconoció a Tudela, reclamaba por el mismo derecho familiar las éste como rey de Navarra. Hasta 1196 la Cancillería tierras del reino de Pamplona que hasta 1076 habían Pontificia otorgará a sus reyes el título de duque pertenecido a su tío abuelo Sancho de Peñalén. Así, (dux), según veremos. 87 BIBLIOGRAFÍA Orientaciones generales en L a c a r r a , Historia política Alfonso el Batallador, Zaragoza 1971; A. FIuici M iranda, Los del reino de Navarra, I, cap. VIII; J. 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El abad Oli- L la unidad y sucesión hereditaria en el primogénito,ba le llama rex Ibericus, y el obispo Bernardo de Pa aunque fuera menor. tencia dirá que «con justicia pudo ser llamado rey de los reyes de España». Todo ello hace alusión a la gran Cuando Sancho el Mayor comenzó a reinar te extensión que alcanzó su poder; a que, para sus con nía unos doce años, y fueron su madre Jimena y su temporáneos, aparecía como el autentico represen abuela Urraca las que guiaron sus primeros pasos, se tante de la Cristiandad hispana, al que los otros prín ocuparon de la regencia y familiarizarían al joven cipes pedían ayuda. Su figura crecerá con el tiempo, monarca en los entresijos de la política de Castilla y y durante un siglo todos los reyes ele España serán León. En el primer documento expedido a su nom descendientes suyos por línea de varón. bre (1005), se ve que intervienen también en el go bierno, a modo de tutores, los obispos de Nájera, La costumbre de la dinastía navarra -com o dice Aragón y Pamplona; junto al «mayordomo» de la rei Ram os L oscertales- obligaba al rey, si m oría con des na madre aparece una incipiente casa del rey, con su cendencia legítima, a transmitir el reino a su primo «mayordomo» y su «botillero». Sancho de Peñalén, génito tal como lo había recibido de manos de ante que también era menor al comenzar su gobierno, fue cesor. Sobre las nuevas adquisiciones territoriales, tutelado por su madre la reina Estefanía. siempre que constituyesen entidades tradicionales tí picas, podía disponer con mayor libertad en favor de Sancho el Mayor llegó a extender su poder (im- sus otros hijos. perium ) -que en algún caso sólo fueron aspiraciones- desde León a Barcelona y Gascuña; llega a la cumbre Por eso, lejos de dividir el reino entre sus hijos, de su poder (impeñali culmine), y acuña moneda en como generalmente se dice, dejó a su hijo primogé 89 nito, García, su reino patrimonial de Pamplona, y a bierna Aragón por la gracia de Dios. Aun cuando el Gonzalo los territorios adquiridos de Sobrarbe y Ri- papa ya le designa en algún documento como rex bagorza con Loarre y Samitíer. Ramiro recibió el pri H ispaniae, él se conduce respecto al pontífice más mitivo núcleo aragonés engrandecido, más una serie como caballero de San Pedro (miles beati Petri), que de villas sitas en el reino de Pamplona, pero con la como príncipe soberano, y sólo después del asesina obligación respecto al hijo primogénito García de to del rey Sancho en Peñalén y de la ocupación de que «si alguien intentase actuar violentamente o re Pamplona (1076), podrá Sancho Ramírez titularse, sistir al rey de Pamplona, con el designio de dismi ahora sin disputa de nadie, rey por lagracia de Dios de nuir sus tierras, Ramiro contraía el deber de ayudar Aragoneses y Pamploneses. le con todo su poder». En este sentido, dice Ramos Los contactos entre Sancho Ramírez y el Papado Loscertales, «quedaba sometido a la soberanía pam tenían otra vertiente política. El monarca había he plonesa a causa de los bienes que, procedentes de cho en 1068 un viaje a Roma y había colocado su ella, había recibido en pleno dominio; y el incumpli persona y su reino en manos de Dios y de San Pedro. miento de esta obligación lo dejaba incurso en el de Eran los tiempos en que los papas se hallaban empe lito de mala traición, y, en consecuencia, en situación ñados en recuperar no sólo una autoridad espiritual, de enemistad con su soberano, quien adquiría, con en parte oscurecida, sino en lograr la supremacía so todos sus vasallos naturales, el derecho de actuar bre los poderes temporales del Occidente cristiano. contra la persona y bienes del traidor». Fernando ha Cuando en 1087 promete el «servicio» de 500 man- bía sido instalado, en vida de su padre, en el conda cusos, quedaría formalizado el vasallaje. En adelante do de Castilla (1029), que recibía como herencia ma los reyes deberían recibir el reino de manos del Pon terna. Castilla no había formado parte de los domi tífice (1089). Urbano II añadió la excepcional conce nios del rey de Pamplona, y siguió sometida a la au sión de que ningún obispo ni arzobispo, ni siquiera toridad del rey de León. legado romano, pudiera excomulgar al monarca, ni De lodo ello resulta que, muerto Gonzalo, sólo condenarle a interdicción sin mandato especial del la situación de Ramiro de Aragón podía ser conflicti pontífice (1.095). va respecto a la rama primogénita. Ni él ni su hijo Sancho Ramírez se sienten reyes de Aragón con la misma plenitud de atribuciones con que los herma nos de la rama legítima se decían reinar, el uno en La curia y la corte Pamplona y el otro en León. Sometido Ramiro por el vínculo de la fidelidad a la rama primogénita, basta Los reyes se veían asistidos con el consejo y la ba que quedara incurso en traición, para que las tie colaboración de sus barones a través del «aula» o rras que gobernaba revertieran al reino del que jurí «palacio» del rey y de la Curia o Consejo; uno y otro dicamente seguían formando parte. La situación era organismo se van complicando al correr de los años, semejante a la que se había llegado años atrás con el según se extienden los dominios reales; su composi rey Ramiro de Viguera, aunque ahora tendría distin ción y funcionamiento variará también según la per ta trascendencia. sona que ostente la corona. Tanto Ramiro I como Sancho Ramírez no se ti Al frente de la casa del rey hay un mayordomo tulan «reyes de Aragón», sino que reconocen que go (m aiordom o in p alatio regis), y diversos servidores de biernan el territorio en bailia de Dios y de sus santos, y la casa y de la mesa (architriclinius, bothecarius, bo- no p or la gracia ele Dios, sino en servicio de Dios. Ra tiliarius, pincernarius, scanciano, taliatore); con Gar miro 1 ante las dificultades por las que pasa su sobri cía de Nájera aparece el a lferíz o arm iger, que cumple no Sancho de Peñalén, pacta con él de igual a igual, una misión específica, que el Fuero General recogerá y redondea sus fronteras occidentales con la entrega más adelante: llevar la insignia real cuando sale la de Sangüesa (1063). Sancho Ramírez busca apoyos hueste contra el enemigo, de forma que los neos- espirituales y remotos que le ayuden a soltar los vín hombres pueden ir tras ella, como si fuesen a las ór culos, más peligrosos por más inmediatos, que liga denes directas del rey, sin sufrir deshonra. Especial ban a la casa de Aragón con la rama primogénita de importancia adquieren los cargos relacionados con Pamplona. Sancho proclamará en seguida que go las caballerizas: maior equoum, stabularius, caballerizo. 90 Ocupando una posición muy inferior figura alguna Los cargos de la corte tienden a simplificarse y vez un argentero, un p ropin ator o helemosinarius que pasan a ocupar un lugar secundario. cuidaría de las larguezas reales, y, al igual que en las Con Sancho Ramírez subsisten el mayordomo, comunidades religiosas, un prepósito que lleva los ne caballerizo, botillero, taliatore y alférez; con Pedro I gocios reales, y un scn ba que extendía los documen y Alfonso 1 sólo se citan, muy incidentalmente, algún tos. mayordomo, alférez, repostero y «botegarius»; en la Observamos una gran movilidad entre los car cancillería aparecen un gramático, algún capellán y gos de la Casa del rey, especialmente en los secunda diversos notarios o escribanos. Ganan, en cambio, rios, pero ignoramos cuál era la influencia que mu importancia quienes cumplen una función adminis chos de ellos tenían en el gobierno; sin duda ésta de trativa: merinos, que administran los intereses del pendería más de sus cualidades personales que del rey en ciudades y villas, justicias y zalmedinas. cargo que desempeñaban. En tiempo de Sancho el Iglesias y monasterios se contagian también del Mayor y de su hijo García de Nájera era persona de nuevo ambiente bélico, e independientemente de las gran confianza Fortún Sánchez, llamado también obligaciones militares a que estén obligadas como se Buenpadre (Bonuspater), y a quien se califica de con- ñores de vasallos, algunas logran una situación privi lactaneus o coleganeus de Sancho el Mayor, y de nu legiada al ser consideradas como «capillas reales». Lo tricio o eitan de García Sánchez. A él se encomienda fueron la catedral de Pamplona y Santa María de Tíl el gobierno de Nájera, donde reside la corte. Iñigo dela. El monasterio de Montearagón, según recuer López, primer conde o rector de Vizcaya y Durango, dan los fueros de Navarra, estaba obligado a enviar a debería mucha de su fortuna a estar casado con su las expediciones del ejército mandado por el rey con hija Toda Ortiz; al morir su suegro le sucedería en el tra los sarracenos, tres acémilas para llevar la vesti gobierno de la ciudad regia, ya bajo Sancho de Peña- menta, el capellán y su escolar, y veinte caballeros lén. equipados de todas sus armas, que le deben acom pañar hasta que cese la hueste. En la corte suelen figurar también los hijos o los hermanos del rey, algunos obispos y abades y los sé Las obligaciones militares de los nobles, en niores o tenentes de las plazas más importantes. To cuanto vasallos naturales, eran muy reducidas, pues dos ellos integrarían la Curia, con cuyo consejo el rey respondían a la mentalidad de la primera época en que el reino se mantenía a la defensiva: los nobles de decidía los asuntos más importantes (cum consensu bían asistir al rey durante tres días a su propia costa; principorum meorum), lo mismo judiciales que milita pasado ese plazo podía el rey retenerlos más tiempo, res. pero pagando el servicio. No hay que decir que un servicio de tres días, sólo podía prestarse dentro del reino. Entraba también dentro de las obligaciones del La Corte y los señores vasallo natural el acudir en defensa de la persona del bajo la dinastía aragonesa rey si estuviera cercado de sus enemigos. El rey premiaba a los que participaban en la em La estructura de la Corte y la función de los sé presa de reconquista con la concesión de «honores» niores sufre cambios importantes con el paso de la di -tierras, rentas- bien en plena propiedad, o en sim nastía navarra a la aragonesa. El reino ha pasado de ple «tenencia». Entonces las obligaciones militares mantener una actitud defensiva a una fase de inten del noble se ampliaban a tres meses, fuese dentro o so movimiento reconquistador. Hay que conquistar, fuera del reino. Los favorecidos eran libres de acep repoblar y defender lo conquistado, así como prepa tar o rechazar tales concesiones, ya que las nuevas rar los avances para alcanzar unas fronteras seguras. obligaciones podían ser excesivas, aun pagadas. Aquí Las viejas estructuras político-militares, montadas radica el éxito de los reyes, al hacer apetecible la en para la defensa, no eran adecuadas para la nueva si trega de bienes; los nobles se ligaban así más estre tuación, y deben adaptarse en todo momento a las chamente a la política de la monarquía de dilatar el circunstancias políticas o topográficas de las zonas reino a costa del Islam. Es frecuente que el rey pacte en conflicto. con un noble la construcción de una torre o fortale 91 za avanzada; el castillo solía quedar en este caso pro Renovación económica piedad del señor, y las tierras del distrito y sus po bladores se repartían por mitad entre el señor y el En el tránsito del siglo XI al XII tienen lugar im rey. portantes cambios que afectan tanto a la actividad económica como a la estructura social y a la vida cul La actividad militar desplegada a lo largo de la tural. segunda mitad del siglo XI, las expediciones de larga duración -como las emprendidas contra el reino El hundimiento del califato en el primer tercio moro de Zaragoza o contra Valencia en ayuda del del siglo XI redujo considerablemente el prestigio Cid- exigían la formación de grandes núcleos de ca político de la España musulmana, aunque los reinos balleros que permanecieran en la hueste en tanto de taifas conservaron por mucho tiempo una supe fueran necesarios sus servicios. Para esto el rey va a rioridad económica manifiesta. Este desequilibrio disponer de otra suerte de ingresos: las parias que entre su escasa potencia bélica y su prosperidad eco percibía de los musulmanes. El rey de Aragón, al nómica se restablecía pagando parias, en buen oro, a igual que otros personajes cristianos -los reyes de los diferentes príncipes cristianos para que les defen dieran. El conde de Barcelona y el rey de Pamplona Castilla, los condes de Barcelona, Arnau Mir de Tost, iniciaron con excelentes resultados una política de el Cid Campeador, etc - podrá disponer de gran nú protección a la taifa de Zaragoza desde mediados del mero de mesnaderos, gentes ligadas a su persona, siglo XI. En Aragón, como en otras zonas fronterizas, contratadas por dinero, y por tanto sin arraigo en la se cobraban parias locales para asegurar la tranquili tierra ni con gobierno de honores. dad de los pueblos de la frontera. Con Alfonso el Batallador la empresa de recon La unión de Pamplona y Aragón (1076) dará a quista adquiere un volumen insospechado. La corte Sancho Ramírez y a su hijo Pedro una mayor fuerza semeja ahora a un cuartel o consejo militar, aunque para reclamar parias. La instalación de posiciones constituido por unos guerreros que mucho tenían de avanzadas, como el Castellar, servia para presionar la monjes, a juzgar por los ideales que les animaban; al exigencia de nuevas parias. De esta forma, Sancho gunos obispos participaban plenamente de las aficio Ramírez puede ofrecer al papa un censo anual de nes bélicas del monarca. Los jefes son ahora escogi 500 mancusos al entrar en vasallaje, y cada uno de dos por su capacidad militar y por su íntima compe sus caballeros un mancuso anual (1089). Probable netración con los ideales religiosos del rey. Muchos mente este censo se pagó con regularidad, ya que en son extranjeros, algunos parientes del rey, otros com 1099 el abad Frotardo de Thomiéres era encargado pañeros de infancia y juventud. Varios han estado ya por Pedro I de llevar a Roma el canon de 1.000 man en Tierra Santa, y otros proyectan hacer la peregrina cusos, correspondiente a los dos últimos años. Otros ción. Como no todos pueden desplazarse tan lejos monasterios, como San Juan de la Peña y Monteara- sin peligro para la seguridad del reino, cumplen sus gón, pagaban como censo una onza de oro y la ca obligaciones militares y alcanzan las mismas gracias nónica de Lasieso, fundada por el conde Sancho Ra espirituales ingresando en las Milicias de Belchite o mírez, era entregada al papa (1095-1096) con el ca de Monreal creadas por el rey a imitación de las non anual de media onza de oro. Órdenes Militares de Oriente. Los alicientes de la Otra fuente importante de ingresos la constituía empresa son tan grandes, que los nobles pedirán que el pago de aduanas en los dos pasos principales de las ganancias (honores) no se repartan con los extra Jaca y de Pamplona. El desequilibrio económico en ños al reino; otra aspiración antigua de la nobleza tre la España musulmana y la Europa cristiana se ha tendía a que tales concesiones quedaran vinculadas cía patente en las dos rutas de comunicación citadas. en sus familiares y que no se vieran privados de ellas Eran con las de Cataluña las únicas utilizadas, ya que sino por causas bien probadas. Alfonso I pudo du el paso de Guipúzcoa no se establece hasta mucho rante su reinado mantener el interés de la corona so después. Los dos pasos pirenaicos estaban a comien bre el de los nobles, y de esta forma dispuso de me zos del siglo XI bajo el dominio de Sancho el Mayor, dios suficientes para extender las fronteras del Esta aunque sólo adquieren importancia comercial en el do. último tercio del siglo XI, es decir, bajo Sancho Ra 92 mírez. De su época, o tal vez anterior, es el primer real-, en el camino de Santiago. Al calor de la pere arancel de aduanas que conocemos; por él sabemos grinación se crea la villa de Estella para que sirva de que llegaban de los países del norte pieles, tejidos fin de etapa a los peregrinos (1090), por las mismas franceses o flamencos, metales y armas, y de la Espa fechas encontramos la primera mención de Puente la ña islámica especias, tejidos de seda u otras telas ri Reina, y poco después nace la nueva Sangüesa, en su cas, monedas de oro, e incluso cautivos remitidos actual emplazamiento. En los accesos principales del por los reinos cristianos. Pirineo surgen dos alberguerías u hospitales famosos en todo el mundo: Santa Cristina de Somport y Con los recursos de las parias y los del comercio Nuestra Señora de Roncesvalles. los reyes estaban, pues, en condiciones de defender mejor el reino reparando sus fortalezas, y de prepa El paso de Roncesvalles había sido utilizado sin rar los avances pagando en oro a sus caballeros. Las interrupción desde la época romana; un refugio ha iglesias y monasterios reconstruyen sus edificios, y bía en lo alto de Ibañeta bajo la advocación de San Sancho Ramírez puede acuñar en Jaca moneda de Salvador y una iglesia con hospital en la llanura don oro, más por razones de prestigio que por razones de hoy está Burguete (Burgo de Roncesvalles), que en mercantiles; sin duda ésta se utilizó para el pago del 1101-1104 fue dada por el conde Sancho de Erro a servicio ofrecido al papa. El diezmo de los peajes que la abadía de Santa Fe de Conques. En 11 27 se esta se cobraban en Jaca y en Canfranc se aplicó a la cons bleció una nueva hospedería en lo alto de la monta trucción de la catedral de Jaca. Sancho Ramírez con ña, y en 1132 se trasladó a su actual emplazamiento, cedió una renta de 200 sueldos a la iglesia de Pam como lugar menos expuesto a las inclemencias del plona con cargo a los ingresos del portazgo de esta tiempo. Las dos rutas de acceso -Canfranc y Ronces- ciudad, la cual en 1135 fue elevada a 500 sueldos valles- confluían en Puente la Reina, y de aquí por por García Ramírez. De éstos, 150 fueron destinados Estella, Los Arcos, Logroño, Nájera, Santo Domingo por el obispo para el sostenimiento de la enfermería. de la Calzada se alcanzaba la ciudad de Burgos. Rutas de peregrinación Desarrollo urbano y de comercio De lo dicho puede deducirse que en la primera El paso de mercaderes entre la Europa cristiana mitad del siglo XI apenas hubo núcleos urbanos que y la España musulmana se ve reforzado en el último merecieran el nombre de tales, ya que la actividad tercio del siglo XI con la corriente de viajeros que lle mercantil había sido muy reducida. El más impor gan de Europa siguiendo el camino de Santiago. Al tante era Nájera, residencia de la corte hasta 1076. portazgo o puesto aduanero de Jaca se añaden los de En 1052 se cita un barrio del mercado y un barrio de Canfranc y Candanchú, y al de Pamplona los de Os- las tiendas; sabemos que el mercado se celebraba el tabat, San Juan de Pie del Puerto y San Miguel el Vie jueves; el comercio estaba en manos de los judíos y jo. de los francos, aunque parece que el mercado estaba en el barrio de los castellanos. Pamplona, reducida al La peregrinación, que se inicia a raíz del descu- barrio en que se asienta la catedral, es señorío del brimiento del sepulcro de Santiago a comienzos del siglo IX, adquiere especial trascendencia social y eco obispo, que a la vez es abad de Leire. Los reyes no parece que tuvieran más intereses en la ciudad que nómica en el siglo XI. Se atribuye a Sancho el Mayor los que les proporcionaba la percepción de los pea el haber desviado la ruta primitiva, que iba por ca jes. minos extraviados de Álava, para dirigirla por la que será durante mucho tiempo su trazado clásico. Gar Pero, paralelamente al desarrollo de la peregri cía Sánchez creó o fomentó la creación de hospitales nación y a la mayor actividad comercial, las pobla en la ruta (hache, Nájera), Sancho Ramírez favoreció ciones del camino conocerán un auge inesperado. las alberguerías catedralicias de Jaca (1084) y Pam Había que disponer alberguerías, acumular víveres plona (1092) y dio a la abadía francesa de Santa Fe para peregrinos y viajeros, abrir establecimientos de Conques la iglesia de Garitoain -no lejos de Mon- donde pudieran cambiar las monedas o adquirir ro 93 pas y útiles necesarios para proseguir el viaje. Fueron Nueva estructura social llegando extranjeros, que para mejor desarrollar sus negocios, se instalaron en ciertos puntos estratégicos. La repoblación urbana iniciada en el último ter En Aragón y en Navarra esta colonización urbana cio del siglo XI suponía una revolución social. En un con gentes llegadas del norte respondió a una políti Estado en el que la agricultura era la única riqueza, ca dirigida por sus reyes, muy especialmente por su posesión estaba subordinada al mejor cumpli Sancho Ramírez y Alfonso el Batallador. miento de los fines de la comunidad nacional que, en estas fechas, era la defensa del territorio. De aquí que Se inició en Jaca cuando Ramiro I se propuso fuesen los seniores los que disfrutaban de las rentas instalar allí su sede episcopal, y el programa fue lle de la tierra, y que los cultivadores de la tierra les es vado a cabo por Sancho Ramírez al otorgar a los que tuvieran subordinados. Aquellos son calificados de acudieran a la nueva población fueros y libertades es nobles, tienen libertad y poder, mientras que los la peciales. El proceder de tierras remotas -de otras bradores aparecen sometidos precisamente por ra costumbres, sometidos a otras leyes, hablando len zón de la tierra que cultivan, cuyas rentas se confun guaje distinto- ya hubiera sido motivo suficiente den muchas veces con los tributos públicos. Algunos para que el rey les sometiera a un estatuto especial; abonaban la novena parte de las cosechas, y se lla pero sobre todo, por el hecho de dedicarse al comer m aban novenarii. cio, necesitaban garantías y protecciones especiales. En Pamplona el principal colaborador en esta em Esto explica que la creación de estos núcleos ur banos con hombres libres y aún privilegiados, que presa fue el obispo Pedro de Roda (1083-1115), no dependen de otro por razón del suelo que culti quien junto a la vieja ciudad episcopal, llamada co van o de la tierra en que viven, apareciera a los ojos múnmente fruña, levanta un barrio para extranjeros de quienes estaban insertos en el régimen señorial bajo la advocación de San Saturnino. Hemos aludido hasta entonces vigente, como una verdadera revolu a las poblaciones de Estella, Sangüesa y Puente la ción. Sancho Ramírez había concedido a los que fue Reina. En la Rioja el desarrollo urbano y la política ran a poblar Jaca que pudieran comprar y vender sus de atracción de extranjeros tiene lugar bajo Alfonso heredades a quien quisieran, y sin que quedaran gra VI y por las mismas fechas (Logroño, Santo Domin vadas por ningún censo que implicara sujeción a go de la Calzada) y sería proseguida por Alfonso el ningún señor; se acortaban los plazos para la pres Batallador (Belorado). cripción de estas adquisiciones; se suavizaban las pe Los pobladores de estos barrios o «burgos», a nas y se humanizaban los procedimientos judiciales, los que se califica de «francos», proceden de distin no pudiendo ser detenidos si daban fianzas de estar tas partes de Europa, pero muy especialmente de a derecho. Francia. Los primeros pobladores de Jaca parece que Estas bases jurídicas se extendieron rápidamen llegaron de la región de Toulouse y de Gascuña. Los te a todas las poblaciones de francos de Navarra. de Pamplona y Estella tienen una procedencia más Ningún franco de Estella podía ser citado a juicio variada a juzgar por sus apellidos, que evocan todas fuera de su burgo, y si algún extraño se querellaba las regiones de Francia. La voz «franco» cobra así la contra él debía verse la causa en Estella y de acuerdo acepción de «extranjero privilegiado». Forman gru con su fuero, «porque no debe recibir juicio de al pos étnica y profesionalmente separados, ya que en calde de fuera»; incluso el merino del rey no podía los burgos creados para ellos se prohíbe expresa percibir «calonias» (multas) de ningún hombre de mente la recepción de pobladores navarros, aunque Estella sin la previa aprobación de seis buenos veci sean clérigos o infanzones; son posaderos, artesanos, nos del burgo. En Pamplona, a pesar de haberse cambiadores de moneda; los burgueses de San Sa creado el burgo de San Saturnino (San Cemm) en te turnino de Pamplona son los únicos en la ciudad que rrenos de la mitra, las atribuciones del obispo eran pueden vender pan y vino a los peregrinos. En el as muy limitadas. Alfonso el Batallador confirmó o dio pecto cultural, su lengua occitana facilitará la recep nuevos fueros a los burgos de francos que se crearon ción y comercio con viajeros y peregrinos extranje en su tiempo (Pamplona, Sangüesa, Puente la Reina, ros. Belorado); como tales pobladores se extienden a lo 94 largo del camino de Santiago, se explica que el Bata los nuevos centros mercantiles, y que sin duda emi llador contara con el apoyo de los burgueses en sus gra de territorio musulmán donde los almorávides luchas con el poder señorial -episcopal o abacial- de hacen incómoda la convivencia. León y de Galicia. Así, pues, en el tránsito del siglo XI al XII se ha Las conquistas llevadas a cabo por Alfonso el bían introducido importantes novedades en cuanto a Batallador habían de introducir otras novedades en la composición del elemento humano del reino de cuanto a la estructura social se refiere. Las condicio Navarra y también en lo relativo a las relaciones de nes en que se sometieron los moros de Tudela y en sus gentes con el rey y con los señores. general las poblaciones del valle del Ebro no podían ser más beneficiosas para los vencidos. Durante un año podían permanecer en sus casas, conservando el culto en la mezquita mayor; pasado este plazo debe La Iglesia rían trasladarse a un barrio extramuros, pero conser vando sus bienes muebles y las fincas que tuvieran Hasta 1076 el reino de Navarra venía girando en en los términos de la ciudad o en cualquier otra par torno a dos centros: el tradicional de Pamplona y el te. Los que vivían en el campo o en las aldeas ni si de la Rioja, localizado en Nájera, donde reside la cor quiera tenían que trasladar sus viviendas. La capitu te; y lo mismo ocurría en el aspecto eclesiástico. El lación fomentaba, por tanto, la persistencia de la po núcleo originario, o mejor la corte, es la que dará blación musulmana, especialmente de la población muestras de una actividad renovadora. agrícola, pues nada tenía que perder con el cambio, Con Sancho el Mayor se producirá una acelera ya que aun los impuestos a que quedaban sometidos ción en las reformas eclesiásticas que ya eran familia eran los mismos de la época anterior -la décima par res en Cataluña, reformas que afectaban especial te de los frutos- y conservaban sus mezquitas, sus mente a los monasterios benedictinos en cuanto a jueces y sus leyes especiales. Incluso en las contien costumbres y espiritualidad. Sancho el Mayor está en das que surgieran entre moros y cristianos cada uno contacto con el abad Oliba de Ripoll y con el abad de era juzgado según su ley. Cluny, San Odilón, y entra como «socio» y «fami Por eso, la masa de la población rural continuó liar» de la abadía borgoñona. Monjes españoles que cultivando el campo bajo el régimen habitual de se habían refugiado en Cluny, serían utilizados para aparcería. Aun cuando las tierras hubieran sido adju introducir la reforma en algunos monasterios de su dicadas a un señor cristiano a raíz de la conquista, reino, aunque las noticias que sobre ello tenemos son los aparceros musulmanes (exan cos) fueron respeta bastante confusas. La reforma se iniciaría en San Juan dos en sus derechos y en las mismas condiciones en de la Peña, hacia 1025, y probablemente alcanzó que estaban anteriormente. Sólo si el ex a ñ co se había también a Oña, Albelda e hache, pero ya al final de marchado a tierra de moros, adquiría el propietario su reinado. Las abadías, no obstante, siguieron so cristiano el pleno dominio de las tierras por él culti metidas a los obispos, que eran uno de los apoyos vadas. más firmes de la política de Sancho el Mayor y con sejeros suyos muy escuchados. Éstos le acompañan Otro elemento nuevo de población lo constituí en sus desplazamientos, y suscriben muchos de sus an los mozárabes o cristianos que habitaban las tie documentos; pero a su vez los obispos le están estre rras conquistadas; en Tudela tenían una iglesia abier chamente subordinados, ya que su nombramiento ta al culto, que tal vez fuese la de Santa María Mag depende de la corona. dalena. Como los señoríos de Tudela y Corella fueron otorgados a Rotrou, conde del Perche, muchas casas Un ejemplo representativo es lo ocurrido con el y tierras fueron repartidas entre sus vasallos y ami obispo de Roda. Cuando Sancho el Mayor empezaba gos. Por eso no es raro encontrar entre los coloniza a avanzar por Sobrarbe, moría el obispo de Roda, Ai- dores de la primera hora a franceses procedentes del merico, y su sucesor Borrell era elegido con el asen norte, de Normandía y de Champaña, junto a otros timiento del conde Guillermo de Pallars, consagrado de la región de Toulouse. Por entonces se nota tam por el obispo de Urgel y aceptaba su subordinación bién un aumento en la población judía, que acude a a esta sede episcopal (21 noviembre 1017); pero 95 muerto Borrell, es designado obispo Arnulfo, perso ninguna comunidad benedictina, sino a una «hones na leal a Sancho y recibe la consagración episcopal ta congregación de clérigos, que vivan regularmente en Burdeos (1028). Con ello se ve que el rey de Na según el orden que disponen los sagrados cánones y varra trata de romper los vínculos que unían a la sede padres antiguos». de Roda con la de Urgel e incluso separarla de la ju La sede de Pamplona aparecía por entonces un risdicción canónica del metropolitano de Narbona, tanto oscurecida. Los obispos viven de antiguo con para atraer el obispado a la esfera de occidente. Ar su «canónica», o como dicen algunos documentos nulfo, efectivamente, se unió al séquito de Sancho el «sub regula monacorum»; Jimeno, abad de Leire, ha Mayor mientras éste vivió y apenas hizo acto de pre bía pasado a ser obispo de Pamplona (1005-1024), sencia en su diócesis. Pero muerto Sancho el Mayor, pero su sucesor Sancho ostentará la Sede episcopal su hijo Ramiro 1 da un cambio total a la política ecle sin renunciar a la dirección de la abadía; la ausencia siástica en lo referente al obispado de Roda, y Arnul de la corte favorecería el asentamiento del señorío fo actúa en adelante en estrecha dependencia del temporal de los obispos sobre la ciudad de Pamplo obispo de Urgel. na. Su intervención en la creación de la diócesis La situación cambiará con el reparto del reino de Patencia -y el nombramiento de Bernardo como entre Alfonso VI y Sancho Ramírez. Pamplona pasa su primer obispo- suponen la entrada de aires re ba a ser la sede más importante de la nueva dinastía, novadores procedentes de la parte oriental de la y su obispo prestaría su apoyo al rey de Aragón. Península, ya que aquí se seguía el rito romano, frente al isidoriano o mozárabe que regía en los do minios de Sancho el Mayor. Pero en este orden de cosas tampoco introdujo novedad alguna en sus La renovación eclesiástica reinos. También sus hijos García de Nájera y Sancho de Los cambios más importantes, en lo que a la Peñalén protegieron a los grandes monasterios de su Iglesia se refiere, tuvieron lugar, al igual que venimos reino, pero sin introducir novedades sobre disciplina observando en la economía y vida social, en el últi monástica o reforma litúrgica. San Millán de la Co- mo tercio del siglo XI, y afectaron tanto a las relacio golla recibió varios monasterios en tierras de Castilla, nes con Roma como a la renovación del alto perso y ante la afluencia de peregrinos el cuerpo del santo nal eclesiástico. fue trasladado a la parte baja, al nuevo monasterio de Los reinos españoles no habían tenido hasta en Yuso, que ofrecía mayores comodidades que el viejo tonces relaciones directas con Roma; en esto, como de Suso; Irache, Oña y Leire se vieron también muy en otras cosas, les habían precedido los condes y favorecidos por los reyes; la iglesia y cripta de este úl obispos catalanes. Del mismo Sancho el Mayor no timo se construyó en la primera mitad del siglo y re hay noticias de que mantuviera relaciones directas cibió su consagración en 1057. La gran fundación de con Roma, sino con Cluny; sus hijos, tanto García de los reyes García de Nájera y Estefanía es el monaste Nájera, como Ramiro I, apenas cultivaron estas rela rio ele Santa María la Real de Nájera. Sus obras fue ciones con Cluny. Pero en la rivalidad que a lo largo ron llevadas a cabo con gran celeridad, y su iglesia del siglo XI va a establecerse entre Roma y Cluny por pudo ser consagrada en 1056. la hegemonía sobre los reinos peninsulares, Fernan La política eclesiástica se siguió llevando por los do I y Alfonso VI se aliaron estrechamente con Cluny reyes de forma muy personal, ya que hasta el ponti para contrarrestar las aspiraciones soberanas de ficado de Alejandro 11 (1061-1073) no vemos al Pa Roma, mientras que el rey de Pamplona, pero sobre pado intervenir en los asuntos internos de la Iglesia todo el de Aragón, estrecharán más sus relaciones española. García de Nájera, al igual que su padre rea con Roma. Del viaje a Roma de García de Nájera te firma la tradición nacional, y en ningún momento re nemos referencias muy imprecisas. Las primeras re nunció a los privilegios que venían disfrutando los laciones seguras corresponden al reinado de Sancho reyes en el régimen de iglesias y monasterios. La igle de Peñalén. que coincide con el pontificado de Ale sia de Santa María de Nájera no fue encomendada a jandro II (1061-1073), uno de los grandes papas re 96 formadores, muy preocupado a la sazón por la unifi medida no hubiera sido acompañada de una profun cación litúrgica. da renovación de los elementos rectores de las igle sias, que estuvieran formados en las nuevas discipli Una primera misión del cardenal Hugo Cándido nas. Esta renovación se inicia hacia el año 1083 y po no dio los resultados apetecidos (1064-1065), pero demos centrarla alrededor de Frotardo, abad de alarmó a los prelados españoles al ver que su rito era Saint-Pons de Thomiéres, a quien Gregorio Vil había acusado de herético. Para prevenir posibles peligros acordaron éstos enviar a Roma tres obispos: Muño, enviado al norte de España con plenos poderes, po de Calahorra; Jimeno, de Oca (Burgos) y Fortuño, de niendo en sus manos todo lo referente al derecho Álava, los cuales eran portadores de varios libros li eclesiástico de los reinos de Navarra y Aragón. túrgicos seleccionados en los monasterios navarros, Frotardo designó, en 1083, para obispo de Pam el Líber Ordinum de Albelda y de Irache, y el Líber plona a Pedro de Andouque o de Rodez, a quien se M íssarum de Santa Gema (cerca de Estella). La rela conoce en España como Pedro de Roda, antiguo ción que nos ha conservado estas noticias dice que monje de Sainte-Foy de Conques, de donde había fueron examinados por Alejandro II en un concilio pasado al monasterio de Saint-Pons de Thomiéres. -probablemente en Roma en 1065 o en 1069- y de La iglesia de Pamplona, que atravesaba una larga cri clarados católicos. sis desde la muerte del obispo Blasco (1079), se iba A la intervención de Hugo Cándido habrá que a enderezar con la llegada de un nuevo prelado enér atribuir el viaje a Roma de Sancho Ramírez en la pri gico y emprendedor. En Leire fue instituido el abad mavera de 1068. En 1071 encontramos otra vez a Raimundo, Al quedar vacante la sede de Jaca, Fro Hugo Cándido en Aragón, donde sus gestiones fue tardo consagró al obispo electo Pedro (1086), y ron coronadas del éxito más completo, pues queda cuando más adelante murió el obispo de Roda, Ra ron directamente sujetos a Roma los monasterios de món Dalmacio, parece que impuso su candidado, el San Juan de la Peña y de San Victorián, y con la re monje Pondo, de Saint-Pons de Thomiéres. forma monástica se introdujo en los mismos la refor Los monasterios benedictinos, que habían cono ma litúrgica; desde aquí se fue extendiendo a otros cido su reforma monástica, estaban en su apogeo. Es monasterios. En 1074 podía darse ésta por termina el gran momento, en Navarra de Leire e Irache, y en da para Aragón. Aragón, de San Juan de la Peña. Es también la época Gregorio Vil (1073-1085), sucesor de Alejandro de la reforma de los cabildos catedrales. En Jaca el II, acentúa sus pretensiones tanto en lo que afectaba obispo García había introducido la vida canónica, se a la disciplina eclesiástica, como en la pretensión de gún la regla de San Agustín (1079); parece que de someter todos los reinos hispánicos a la soberanía de aquí fue extendida a otros monasterios de Aragón. San Pedro. En el primer sentido dirigió una carta En 1082 es impuesta por el rey en el monasterio de conjunta a Alfonso VI y a Sancho de Peñalén (19 San Pedro de Siresa, que era capilla real; en 1092 el marzo, 1074), exhortándoles a aceptar el orden y ofi obispo Ramón Dalmacio la introduce en Roda. cio eclesiástico de la Iglesia romana, insistiendo en En Pamplona la reforma canónica fue llevada a las acusaciones de herejía hacia el rito hispánico. La cabo por el obispo Pedro de Roda: instituyó los dis muerte de Sancho de Peñalén facilitaría la incorpora tintos cargos u oficios para los diversos servicios de ción de Navarra al rito romano. Ésta, no obstante, se la casa, creó la escuela episcopal, se ocupó de la al- haría lentamente, y no sin cierta resistencia especial berguería y en 1100 comienza la construcción de mente en los medios rurales, resistencia de la que una nueva catedral. Surge así una nueva institución, nos han llegado algunas noticias. En Castilla el rito que asumía el papel que hasta entonces habían de romano se acepta definitivamente en 1078. Uno de sempeñado los grandes monasterios benedictinos. los centros de resistencia a la recepción estaría preci Un privilegio de Sancho Ramírez (1092) precisa y samente en la Rioja, pues casi todos los escritos en afirma la jurisdicción episcopal sobre la diócesis, a la defensa del rito nacional proceden de San Millán de vez que se confirman y concretan los derechos y ju la Cogolla. risdicción del obispo sobre la ciudad de Pamplona. De poco hubiera servido la decisión real de aco El obispo de Pamplona pasará a ser el más poderoso ger en sus reinos el rito y disciplina romanos, si esta señor del reino, con el que los reyes deberán contar 97 en todo momento. Sobre los ingresos que percibía mezquita mayor. Su cabildo se sujetó a la regla de como señor de sus tierras, peajes de Pamplona y San Agustín, como ya era uso de las iglesias catedra cuartas decimales de los fieles y del patrimonio real, les. verá aumentada su jurisdicción señorial con la repo blación de Pamplona por él llevada a cabo en el bur go de San Saturnino. Durante el gobierno de la casa de Aragón, una situación tan anómala no plantearía Las artes y las letras problemas, ya que el centro de gravedad del reino avanzaba hacia el sur a compás de la Reconquista. En las tres generaciones que van desde los tiem Después, se plantearían, y muy graves, con la corona pos de Sancho el Mayor a Alfonso el Batallador el y con los propios vecinos de Pamplona. cambio producido en las estructuras económicas, so ciales y religiosas no ha podido ser mayor. Un cam Con la llegada de Pedro de Roda se produjo una bio semejante percibimos en las manifestaciones ar verdadera colonización eclesiástica en favor de mo tísticas y culturales. nasterios del sur de Francia. La iglesia de Artajona fue entregada a Saint-Sernin de Toulouse en agrade En la primera mitad del siglo XI la vida política cimiento a la intervención que tuvo esta iglesia en la se centra en la corte y en los monasterios; los recur institución de la canónica de Pamplona; a Conques, sos económicos, especialmente el oro procedente de que lo había acogido de niño, dio el obispo varias las parias, se empleará en la defensa -construcción iglesias en Navarra y estableció un pacto de herman de fortalezas, pago de soldadas-, en el mayor es dad entre Pamplona y Santa Fe. Los monasterios de plendor del culto divino y en lujo de la corte. Pero la Sauve-Majeure, no lejos de Burdeos, la catedral de no fomenta la artesanía ni el comercio de unas clases Bayona y otros centros eclesiásticos recibieron igle burguesas inexistentes. El rico mobiliario de los san sias y rentas en la diócesis. tuarios (marfiles, telas, orfebrería, etc.) procede del sur (botín de guerra, comercio con el Islam), y en Las conquistas llevadas a cabo por Alfonso el menor número de encargos hechos a artistas de la Batallador en el valle del Ebro plantearían el proble Europa Central. De la corte sabemos menos, pero el ma de la restauración del culto en sus iglesias, de la cronista Ibn Hayyan nos presenta al conde Sancho de reorganización y dotación de sus sedes episcopales Castilla, suegro de Sancho el Mayor, «sentado en su así como de la recluta de un clero idóneo para la nue estrado guarnecido de almohadones y vestido a la va y difícil misión que ahora se le encomendaba. De manera musulmana», y su ejemplo creo que puede la diócesis de Zaragoza fue encargado Pedro de Li- generalizarse. brana (1118-1129), probablemente bearnés; de la de Tarazona Miguel (1119-1151), religioso de San-Ser- Con Sancho el Mayor, frente a las influencias del nin de Toulouse. En la sede de Pamplona, el gascón sur o carolmgias, vamos a encontrar las primeras no Guillermo (1115-1122) había sucedido a Pedro de tas de un arte cristiano con paralelos en Occidente Roda; probablemente era un antiguo canónigo de los (Asturias) y en Oriente en arquitectura, y con la Eu incorporados por éste a su cabildo catedral. En Bar- ropa germánica en cuanto a las artes industriales: bastro, a Ponce, antiguo monje de Saint-Pons de adiciones a las iglesias de San Millán de Suso y de Thomiéres (1097-1104), había sucedido Ramón San Juan de la Peña, castillo de Loarre y otras forta (1104-1126), otro monje de Sant-Sernin. Los nuevos lezas de frontera, en las que el arco de herradura es prelados colocaron al frente de los cabildos catedra sustituido por el arco de medio punto, puertas con les y en los puestos de mayor responsabilidad a clé dintel y arco de descarga y aparejo menudo. De Ca rigos de su confianza personal, muchos extraños al taluña avanza el arte lombardo -también de sillares país, que a la vez irían extendiendo el rito romano en menudos, arcuaciones en los ábsides y con bóvedas- las tierras ahora incorporadas a la Cristiandad. En que se detiene en Aragón. Junto a él se lleva a cabo Tudela, que entonces era más importante que Tara- un ensayo original, dentro de las tentativas prerro- zona, se estableció una iglesia Colegial con su cabil mánicas, de gran envergadura. Es la iglesia de Leire, do, bajo la dependencia del prelado de Tarazona. tal vez comenzada en los días de Sancho el Mayor, y Éste procedió a su dedicación el día 14 de abril de consagrada solemnemente -su cripta y primer tramo 1121, aprovechando sin duda el mismo edificio de la de la iglesia- en 1057. Sin precedentes claros, se per 98 ciben los titubeos del artista, que se lanza a una obra En Navarra encontramos los balbuceos de este de gran empeño; esto y el tamaño de los sillares, ru arte en la cabecera de Santa María de Ujué (1089?), damente trabajados, nos produce hoy una extraña pero los ejemplares más ricos estaban en Sos, Leire y impresión de grandiosidad y primitivismo. catedral de Pamplona, estos últimos conservados muy fragmentariamente. Aquí aparece clara la parti A mediados del siglo XI se llevan a cabo en la cipación de Esteban, maestro que era de la catedral Rioja dos programas constructivos, que fueron sin de Santiago de Compostela y que posiblemente fue a duda de gran interés artístico, a juzgar por el empe parar a estos reinos siguiendo los pasos de su obispo ño puesto en ellos por el monarca, pero de los que Diego Peláez, que a fin del siglo XI aparece desterra apenas podemos decir nada. Son las iglesias de al- do en Aragón. La iglesia de Leire, ampliada en tres berguerías de San Millán de Yuso (1053) y de Santa tramos, y completada con una portada esculpida María de Nájera (1056); de esta última conocemos dentro del nuevo arte románico de las rutas de pere un capitel que va a tono con la nueva escultura de las grinación, fue solemnemente consagrada en 1098. rutas de peregrinación; la presencia del arzobispo de Narbona y de otros personajes en su consagración, La catedral de Pamplona, empezada a construir nos hace pensar que no se trataba de la repetición ru por el obispo Pedro de Roda, respondía por lo que podemos imaginar, al mismo tipo que las de Saim- tinaria de modelos nacionales, sino que contenía no Sernin de Toulouse y Santiago de Compostela, que vedades que hacen más sensible para nosotros su son, dentro de las iglesias de peregrinación, las más pérdida total. En una y otra se recurrió a artistas ex semejantes en su estructura. La de Pamplona sería la tranjeros para su mobiliario eclesiástico: los marfiles más moderna de la serie. La primera piedra fue colo que decoran el arca de San Millán son obra de un ta cada en 1100, dirigiendo las obras el citado maestro ller renano; el retablo de Nájera, labrado en oro, imá Esteban, pero su terminación y consagración no ten genes repujadas, pedrerías y esmaltes, se ha perdido, dría lugar hasta el año 1 127. Antes de terminarse la pero por las descripciones que conocemos y por el catedral, todavía en vida de su iniciador Pedro Roda, texto de las inscripciones que llevaba sabemos que se comenzó la construcción del claustro, que debió era obra de A lm anius, germano sin duda. Hacia acabarse hacia 1137. Los capiteles que han llegado 1090-1094, con ocasión del traslado a San Millán del hasta nosotros son, en opinión de Gudiol y Gaya arca de San Felices, se labra otra arca con placas de Ñuño, «una verdadera obra maestra del arte románi marfil, obra también de artistas centroeuropeos. Des co europeo..., reliquias únicas de lo que debió ser un conocemos cuáles serían las estructuras artísticas de maravilloso claustro con capiteles dobles y columnas otros monasterios e iglesias que en el siglo XI alcan gemelas. Son, probablemente, las esculturas más de zaron especial potencia económica e influencia polí licadas del siglo Xll español». tica -Irache por ejemplo-. En Leire se siguió traba Hasta la muerte de Alfonso el Batallador, y de jando durante todo el siglo XI dentro de las líneas ge aquí en adelante, el arte de los que podíamos llamar nerales trazadas por los iniciadores de comienzos de territorios tradicionalmente cristianos, iba al unísono siglo. con las corrientes más progresivas de Europa, gracias En el último tercio del mismo, y coincidiendo a la gran arteria cultural del camino de Santiago. No con la renovación del personal eclesiástico, las gran ocurría lo mismo en las tierras reconquistadas por des iglesias y monasterios de Aragón y de Navarra Alfonso I. La ocupación de esos territorios en breví conocen una transformación total, dentro de las nue simo espacio de tiempo, y la existencia de edificios vas comentes artísticas del que se ha llamado arte de apropiados para el culto, como eran las mezquitas, las rutas de peregrinación. Este arte afecta de modo hizo que por algún tiempo este arte cristiano no se muy interesante a la escultura, de la que quedan extendiera al sur. En las mezquitas se harían las como obras maestras la catedral de Jaca, la iglesia de adaptaciones convenientes para su nuevo destino, Santa María de lguácel, levantada por el conde San seguramente dentro del estilo tradicional en la re cho Galíndez y su esposa Urraca, y terminada en gión, por artistas muchas veces musulmanes, que 1071; Santa Cruz de la Seros y la iglesia del castillo manejaban distintos materiales de construcción. Para de Loarre, con su valiente cúpula sobre trompas. la adaptación se aprovecharían materiales de obras Todo ello en Aragón. anteriores, y la obra nueva sería muchas veces copia 99 o imitación de la anterior, como se comprueba en al tad del siglo XII. Con el cambio de letra, los viejos gunos modillones de la catedral de Tudela. Así, pues, códices hispanos se van arrinconando en las biblio a partir de Alfonso el Batallador percibimos dos co tecas por resultar su lectura más incómoda. A la vez rrientes artísticas muy diversas: un arte románico de con la nueva liturgia penetran nuevas devociones y tipo internacional en el norte, y en el sur una super un nuevo santoral. Ya con Sancho el Mayor habían vivencia y adaptación del arte hispanoárabe. penetrado en Castilla y León nuevas corrientes ecle siásticas franco catalanas, con nuevos cultos -como Algo semejante observamos en lo que afecta a el de San Antolín-, pero ahora los colonizadores otras manifestaciones de la cultura. Veíamos cómo en francos aportarán nuevas devociones regionales -San el siglo X los monasterios de la Rioja estaban situa Saturnino, Santa Fe-, milagros y relatos legendarios, dos en una encrucijada de influencias andaluzas y leyendas épicas y canciones de gesta. Sería interesan europeas. En el siglo XI un monje de San Millán re te saber qué es lo que cantaban los juglares navarro- sume el argumento de una versión de la Chanson de aragoneses que se citan en los documentos de los si Roland, según un texto más antiguo que los actual glos XI y XII. mente conocidos. Esta atención hacia la épica fran cesa alrededor de los años 1065-1075 se explica por Ahora bien, no faltan clérigos de los llegados su proximidad a la ruta de peregrinación, pero no con los colonizadores extranjeros que muestran una deja de llamarnos la atención tan temprana apertura especial curiosidad por las letras, y sobre todo por las hacia temas literarios y profanos. ciencias que habían venido cultivando los musulma nes del valle del Ebro. Tudela había sido, después de En 1079 Alfonso VI incorporaba la iglesia de Zaragoza, la ciudad más importante y cuyas comuni Nájera al monasterio de Cluny; a ello había sido in dades hebrea y musulmana habían alcanzado un ele- ducido por su esposa Constanza de Borgoña, con la vadísimo nivel cultural. En Tudela había nacido, ha que acababa de contraer matrimonio. Trataba sin cia 1075, Yehudá ha-Leví, famoso poeta y apologista duda el monarca de borrar el recuerdo fervoroso que judío, que muy joven se trasladó a Andalucía, mu en esta iglesia se guardaba hacia la dinastía del fun riendo en Palestina. De Tudela procedía también R. dador. La donación se hizo no sin resistencia y pro Abraham ibn Ezra (1092-1167), el hebreo que, sin testa general, cuyo eco todavía perduraba en 1155. A duda más contribuyó a propagar por Europa la cien la antigua comunidad española sustituye otra france cia hispanoarábiga; poseedor de una cultura enciclo sa que tiene al frente a un prior, también francés, de pédica, en su formación prevaleció lo científico sobre signado por la abadía madre de Cluny. Nájera será en lo literario; aunque la mayor jnarte de su producción adelante un centro de irradiación de la cultura fran la escribió en hebreo, su docencia entre los cristianos cesa y cluniacense. la hizo en latín, sin duda para facilitar entre los estu El cambio de rito obligaría a acelerar la copia de diosos latinos y judios de las comunidades europeas manuscritos llegados de Francia, y a retirar los que el conocimiento de la brillante civilización hispanoá contenían la liturgia tradicional. La copia de manus rabe e hispanohebrea. En Tarazona, y tal vez en Tu critos lleva aparejada la imitación de la letra, y pron dela, funcionó uno de los grandes centros de traduc to en la minúscula visigótica usada en los reinos cris ciones de obras arábigas y hebreas -antes de la fa tianos van apareciendo influencias de la letra Caroli mosa Escuela de Toledo-, gracias a la protección que na o francesa, que acaba por generalizarse, tanto en brindaba a estos estudios su obispo don Miguel los libros como en los documentos, en la primera mi (1119-1151). 100 BIBLIOGRAFIA Sobre la monarquía e instituciones públicas véanse con Cluny; K e h r , Cómo y cuándo se hizo Aragón feudatario de las obras ya citadas anteriormente de R a m o s L o s c e r t a l e s , la Santa Sede; del mismo. El Papado y los reinos de Navarra El reino de Aragón bajo la dinastía pamplonesa; L a c a r r a , y Aragón hasta mediados del siglo XII; D u r a n G u d i o l , L a «Honores» et «tenencias» en Aragón (XI siccle); U b i e t o , Ho Iglesia de Aragón durante los reinados de Sancho Ramírez y menaje de Aragón a Castilla por el condado de Navarra; y Pedro I; A b a d a l , Origen y proceso de consolidación de la sede además, A. G a r c ía G a l l o , El Imperio medieval español, en ribagorzana de Roda; G o ñ i G a z t a m b id e , L o s obispos de Pam «Historia de España. Estudios publicados en la revista Ar- plona del siglo XII; además, J. P e r e z d e U r b e l , El último de bor», Madrid 1953, pp. 108-143; R a m o s L o s c e r t a l e s , Ins fensor de la liturgia mozárabe. «Miscelánea Litúrgica in ho- tituciones políticas del reino de Aragón hasta el advenimiento norem L . 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G a i l l a r d , La escultura del siglo XI en Navarra antes de las Sebastián, Pamplona 1969; del mismo, Los franceses en la peregrinaciones, «Príncipe de Viana», XVII (1956), pp. reconquista y repoblación del valle del Ebro en tiempo de Al 121-130; F Í ñ i g u e z A l m e c h , El monasterio de San Salvador fonso el Batallador, «Cuadernos de Historia», Madrid II de Leyre, «Príncipe de Viana», 1966, pp. 189-220; J. E. (1968), pp. 65-80. U r a n g a G a l d i a n o y E Í ñ i g u e z A l m e c h , Arte medieval nava Para la Iglesia los estudios ya citados de C h . J. B i s h - rro, vol. II, Pamplona 1973. k o , Fernando I y los orígenes de la alianza castellano-leonesa 101 CAPITULO VIII Restauración de la monarquía navarra (1134-1234) GARCÍA RAMÍREZ EL RESTAURADOR Restauración de la monarquía (1134-1150) No cabe duda de que ya en vida de Alfonso 1 se habrían manifestado opiniones contrarias al testa arcía Ramírez era hijo del infante Ramiro mento real, y las gentes se irían agrupando según las Sánchez y de Cristina, hija del Cid Cam distintas soluciones propuestas. Esto se comprueba peador, y nieto del infante don Sancho y de por la rapidez con que obraron tanto Ramiro 11 como GConstanza, hermano aquél por línea bastardaGarcía de Ramírez. Aun cuando los señoríos de éste se Sancho de Peñalén. Su padre, Ramiro Sánchez, había hallaban en la región del Cinca, sus apoyos principa sido señor de Monzón entre 1104 y 1116; él había les los habría de encontrar en tierras de Pamplona. recuperado Monzón en 1125 y continuó con el se Estos fueron el obispo de Pamplona, Sancho de La- ñorío de la plaza, al que en ocasiones añadió el de rrosa, que era aragonés, y con cuyos tesoros pudo Logroño (1130) y Calatayud (1133), y sobre todo García Ramírez pagar sus primeros caballeros; el Tudela. Este último venía rigiendo, desde 1133, por conde Ladrón, hijo de Iñigo Vélaz, señor de Vizcaya, cesión o a nombre de su señor Rotrou, conde del Guipúzcoa y Álava, que llevaba consigo la sumisión Perche, con cuya sobrina Margarita se había casado. de estos territorios; Guillermo Aznar de Oteiza y Xe- Así, pues, García Ramírez, tanto por su ascendencia men Aznar de Torres. El monasterio de hache tam paterna -nieto del Cid y de un infante de Navarra- bién ayudó económicamente, no sé si espontánea como por su matrimonio con una sobrina del Bata mente; igualmente los burgueses de Estella. No así el llador, ocupaba un puesto destacado en la corte del abad de Leire, García, que era partidario de Ramiro rey difunto, y nada tiene de extraño que su candida II. Hemos visto cómo Alfonso VII se apresuró tam tura hallara fuertes apoyos. bién a intervenir en el pleito sucesorio, y se presentó en Zaragoza en diciembre de 1134, donde se ganó la adhesión de los señores del «reino de Zaragoza». 103 Buscando una solución armónica, de acuerdo Respecto a Logroño se convino en que García no con la tradición jurídica del país, los nobles de Pam levantaría allí alcázar ni lo fortalecería más de lo que plona y Aragón propusieron que el rey-monje fuese estaba; Logroño entraba también en las tierras por las como el «padre» y García Ramírez el «hijo»; los dos que el navarro prestaría vasallaje, pero la plaza no se conservarían sus respectivos reinos, pero Ramiro ten convertiría en una amenaza para Castilla. Hasta 1143 dría el principado sobre todo el pueblo, y García Ra figura teniendo Logroño por el rey García el señor mírez estaría al frente de los caballeros y los manda Martín Sanz. Las tierras que conquistara García si ría en la guerra. Tal fue el acuerdo tomado en los pri guiendo el curso del Ebro, bien hacia Zaragoza o ha meros días de enero de 1135, en una reunión tenida cia Soria, quedarían para Alfonso VII, salvo las que en Vadoluengo -cerca de Sangüesa- a la que asistie en aquel momento eran propiedad del rey García, es ron tres caballeros aragoneses y los tres navarros an decir, Tudela y sus propios señoríos. tes citados, cada uno representando a sus respectivos Inmediatamente García Ramírez se sumó al cor señores. En el mismo tratado de Vadoluengo se fija tejo de Alfonso VII, y el 2 de junio lo vemos asistir ron los límites de sus reinos. en León a la solemne ceremonia de la coronación im El pacto de Vadoluengo tuvo una duración efí perial, ocupando el rey de Navarra la derecha del mera. Durante tres meses -de enero a mayo- Ramiro emperador, el obispo de León la izquierda, y en su II se titula «rey de los aragoneses y pamploneses», y derredor, Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y dice que García Ramírez reina en Pamplona «bajo mi cuñado del castellano, el reyezuelo Zafadola -des mando» o «bajo mi mano» (sab meum imperium, sub cendiente de los Banu Hud de Zaragoza-, Alfonso m a m m ea). No hay que decir que los documentos Jordán, conde de Tolosa, y otros condes y magnates navarros, según costumbre, no dicen nada de esta de Francia. subordinación. Es entonces cuando entra en pugna Terminadas las ceremonias de León, los dos re el tercer aspirante en discordia, el rey de Castilla, que yes se lanzaron sobre el reino de Zaragoza. Estaba dispone del dominio efectivo sobre Zaragoza. A par éste constituido por las tierras del valle del Ebro ocu tir de mayo de 1135, García Ramírez entra en vasa padas por Alfonso el Batallador, y sobre las cuales llaje de Alfonso VII, y con ello se acentúa la separa Ramiro II no podía invocar un estricto derecho suce ción de Navarra y Aragón, ahora de modo definitivo. sorio. Eran sus ciudades principales Zaragoza, Daro- En virtud de este acuerdo, firmado en Nájera, ca, Calatayud y Tarazona. El avance sobre Zaragoza García entraba en vasallaje de Alfonso VII por toda la parece que no ofreció dificultades, y Alfonso VII, se tierra de Pamplona, que ya tenía, vasallaje que se gún lo convenido, la entregó en encomienda al rey presentaba como una continuación del que Sancho de Navarra, quien la gobernarla en nombre del em Ramírez y Pedro I habían prestado en otro tiempo a perador cuando menos hasta julio de 1136. La adhe Alfonso VI. El pacto pretendía, pues, retrotraer la si sión de los hermanos Ladrón y Lope íñiguez atraía a tuación del reino de Pamplona al estado anterior al su influencia los territorios de Alava y Guipúzcoa. He matrimonio de Alfonso 1 y Urraca. Las tierras que aquí los éxitos fulgurantes logrados por el nuevo mo éste se había reservado en Castilla la Vieja y Rioja narca en el primer año de reinado. después del pacto de Támara (1127), revertían a Cas tilla. Este vasallaje, pese a los eclipses que sufrió, se Navarra frente a ría una de las claves de la política exterior de García Castilla y Aragón Ramírez el Restaurador. Verdad es que la situación no era exactamente la misma que en tiempo de Al En el verano de 1136 la política de Alfonso VII fonso VI, ya que, en primer lugar, García Ramírez da un giro total: García Ramírez es privado del seño ocupaba la plaza de Logroño, y además, el pacto se río de Zaragoza y el emperador entra en contacto con hacía con vistas a conquistar y a asegurar el dominio Ramiro II el Monje. de Alfonso VII en el valle del Ebro, y especialmente en Zaragoza, vieja aspiración, como sabemos, de los Éste una vez fracasada la fórmula de la filiación emperadores castellanos. artificial pactada en Vadoluengo, acudió a la filiación 104 auténtica contrayendo matrimonio con Inés de Poi- -despoblado entre Sangüesa y Sos-, y también figu tiers, y en ese verano precisamente nacía Petronila. ran señores navarros en Petilla y Gallipienzo. Alfonso VII ve entonces el modo de reforzar con nue La ofensiva no era sólo militar sino política. Se vos títulos su dominio sobre Zaragoza: reconoce que trató de privar de las rentas y de la jurisdicción en Ramiro es el rey de Zaragoza, pero que ante la difi Navarra a los establecimientos eclesiásticos cuya sede cultad de su defensa, hace entrega de ese reino al em estaba en Aragón. El monasterio de Montearagón fue perador para él y sus descendientes. Poco después, privado de todas las iglesias de que había sido dota Ramón Berenguer IV, joven de 24 años y cuñado del do por Sancho Ramírez y Pedro 1 en territorio nava emperador, contraía esponsales con Petronila, cuan rro, y el rey las incorporó a la Iglesia de Pamplona do ésta tenía poco más de un año (11 agosto, 1137). para que formaran parte de su capilla real. Una me El pacto entre Alfonso VII y Ramiro II entraña dida análoga se tomaba con el obispo de Tarazona. ba el compromiso de reducir a García Ramírez y La iglesia de Santa María de lúdela, con las iglesias arrebatarle el reino. Sin embargo, el rey de Navarra circunvecinas de ella dependientes, era incorporada se defendió magníficamente, lo mismo en el aspecto a la sede de Pamplona con la obligación de mantener bélico que en el diplomático. Alfonso VII no podía la capilla real bien provista de ornamentos. Con ello, ver con buenos ojos que el rey de Aragón, y luego decía el rey, agradecía al obispo y a los canónigos la Ramón Berenguer IV, recuperaran las fronteras que gran generosidad y los muchos servicios que le pres este reino había tenido desde 1076. Era para él pre taron en la adquisición del reino que sus parientes ferible entenderse directamente con el pequeño rei habían perdido injustamente. no de Navarra sometido a vasallaje. Y así, mientras durante tres años Navarra va a mantener con Casti lla una guerra, que supongo fingida, con Aragón va Se proyecta el reparto de a sostener una lucha efectiva por toda la frontera co Navarra y fracasa (1140) mún. Figura importante en estas negociaciones secre El 22 de febrero de 1140 el emperador y Ramón tas fue, sin duda, el conde Ladrón, que vimos era Berenguer acordaban repartirse el reino de Navarra. uno de los principales consejeros del rey de Pamplo A este tratado se llegó, sin duda, por presión de Ara na, y de los que más habían trabajado para su insta gón. Alfonso se quedaría con Marañón y con las tie lación en el trono. El conde Ladrón se pasó al servi rras navarras que habían pertenecido a su abuelo Al cio de Alfonso Vil y le prestó juramento de fidelidad fonso VI en la izquierda del Ebro; Ramón Berenguer (sept. 1136); pero el rey de Navarra no rompió por incorporaba a su reino el resto de las tierras de Gar eso con su familia, ya que el hijo y hermano del con cía que ya habían pertenecido a Aragón en los días de seguían conservando importantes tenencias en de Sancho Ramírez y Pedro 1. Entre éstas estaba una Navarra y gozando de la confianza del rey. Por un parte importante que comprendía el territorio de documento de Alfonso VII, fechado en octubre de Pamplona, por el que los citados reyes aragoneses 1137 entre Calahorra y Alfaro, sabemos que ya había habían hecho homenaje a Alfonso VI; de este territo hecho «una paz firme con el rey García». rio, Alfonso VII se quedarla con una tercera parte, la Con Aragón la lucha siguió sin interrupción. En más próxima, en la que se incluía el castillo de Este- 1137 García Ramírez avanzó con su ejército sobre lia; las otras dos partes, con la ciudad de Pamplona, serían de Ramón Berenguer, y por ellas prestaría al Jaca, quemando los burgos de la misma. En su avan ce parece que contó con el apoyo del prior de San emperador el mismo homenaje que habían hecho los reyes Sancho Ramírez y Pedro I. Convinieron tam Juan de la Peña, Iñigo, quien le ayudó con 2.100 bién no hacer paz ni tregua separada con el rey de sueldos. Ese mismo año García sitiaba personalmen Navarra. te Ablitas y avanzaba por todo el sector, ocupando Malón, Fréscano, Bureta, Barillas hasta las inmedia El ataque partió de Ramón Berenguer, quien an ciones de Gallur. En julio del año siguiente Pedrola tes de julio de 1140 había entrado con su hueste en estaba en poder de los navarros, gobernada por el se Lónguida y en Pamplona, y poco después era derro ñor de Logroño. Después se ocuparían Sos y Filera tado García Ramírez en Ejea de los Caballeros. La 105 ofensiva militar fue también acompañada de una ges so VII, las cuales habían de conducir a la celebración tión, no bien clara, con algunos caballeros navarros, de un nuevo matrimonio con una hija del empera como Rodrigo Abarca, señor de Funes y Valtierra, a dor. Era ésta Urraca, hija no legítima, tenida con quien Ramón Berenguer entregó el señorío de Zara doña Guntroda, de noble familia asturiana. La boda goza. El rey de Navarra contó en esta ocasión con la tuvo lugar en León, el 19 de junio, de 1144 en me ayuda del nuevo abad de Leire, Pedro, que le soco dio de grandes festejos que describe con todo detalle rrió con 170 marcos de plata. la crónica real. Alfonso VII no estaba, sin embargo, dispuesto a Asistieron a la misma gran número de nobles as que Aragón volviera a incorporar parte de Navarra, y turianos, el emperador y la emperatriz Berenguela y pronto entró en negociaciones con García Ramírez. una nutrida representación de la nobleza castellana. Ese mismo año de 1140 se concertaban los desposo García Ramírez acudió con un lucido cortejo de ca rios del hijo del emperador, futuro Sancho III el De balleros. La infanta doña Urraca se presentó acompa seado, con Blanca, hija del rey de Navarra. No mu ñada por su tía la infanta doña Sancha, hermana del cho después, el conde Ladrón volvía a sus dominios emperador. A las puertas del palacio se colocó un ta de Aibar. blado en el que estaban los solios del emperador y del rey García. Hubo allí ejercicios ecuestres, justas y El navarro, libre de cuidados por la frontera cas cañas, corridas de toros azuzados por perros y muer tellana, avanzó sobre Jaca y volvió a quemar el bur tos con venablo; ciegos, que trataban de matar puer go de esta ciudad; Ramón Berenguer se dirigió otra cos, y que con frecuencia se herían entre sí, con gran vez contra García Ramírez y entró en Pamplona con algazara de los circunstantes. El emperador hizo al sus tropas. En 1142 nuevas luchas por este sector, en rey de Navarra grandes regalos de oro, plata, caballos el que el navarro se mantiene a la defensiva, sitiado y acémilas, y lo mismo la infanta doña Sancha a su en Sangüesa, mientras el conde de Barcelona estuvo sobrina. A fines de agosto ya estaban los reyes de re acampado quince días en Lumbier. García, por su greso en Pamplona. Les acompañaron los condes Ro parte, se permitió hacer correrías hasta las puertas de drigo Gómez y Gutiérrez Fernández con otros jefes Zaragoza e incluso conquistar la plaza de Tarazona. castellanos, los cuales fueron a su vez obsequiados Para ganar a su partido al obispo de Tarazona, o en Pamplona. como dice el documento «para que una firme paz reine entre las Iglesias de Pamplona y Tarazona», el El papel del rey de Navarra se afirmaba interna rey de Navarra devolvió a ésta la jurisdicción sobre la cionalmente. En 1146 una hija suya, Margarita, casa Iglesia de Santa María de Tudela que antes le había ba con Guillermo, duque de Nápoles, y desde 1154 arrebatado, y compensó al obispo de Pamplona con rey de Sicilia. la villa de Marcilla. Unas paces, o mejor treguas, fue Respecto a Aragón la rivalidad persistió. Los na ron acordadas este año de 1143, en que ocurrían es varros ocupaban Tauste (1146) y en la cuenca del tos sucesos, sin duda para que Ramón Berenguer pu Queiles el castillo de Bierlas. Pero Alfonso VII tenía diera ir a Montpellier, pero tan pronto como regresó recursos para obligarles a vivir en paz, o al menos de allí con su hueste, recuperó Tarazona y conquistó para que pactaran treguas. Si Ramón Berenguer era Sos, que quedó incorporado a los dominios del rey cuñado y vasallo del emperador, García Ramírez era de Aragón. también vasallo y ahora yerno del emperador. En no Las relaciones entre Alfonso VII y el rey de Na viembre de 1146, y convocados por el emperador, el varra seguían estrechándose, mientras que el pleito navarro y el aragonés se reunieron en San Esteban de con Aragón se enconaba cada vez más. Alfonso VII Gormaz para firmar la paz. intentaba por todos los medios poner paz entre Na varra y Aragón, para lanzarse de lleno a la guerra contra el Islam. El momento era oportuno, ya que el Campaña de Almería imperio almorávide había entrado, a partir de 1143, y su trascendencia en plena descomposición. Con Navarra la empresa para Navarra (1147) no fue difícil. García Ramírez, que en mayo de 1141 había enviudado, entró en negociaciones con Alfon El objetivo de esta paz era aunar los esfuerzos 106 cristianos para la toma de Almería. Parece que cuan en la corte castellana, donde tienen grandes intereses do Alfonso VII estaba sitiando a Ibn Ganya en la sin abandonar por eso sus dominios en Navarra. «madina» de Córdoba, recibió la visita de legados ge- El contacto entre García Ramírez y Ramón Be noveses y písanos que le exhortaron «a destruir Al renguer tuvo otra inesperada consecuencia: la firma mería, sede de marinos ladrones... y nido de pira de un tratado de paz entre los dos principales rivales tas». Alfonso tuvo que levantar el sitio de Córdoba al (1 julio 1149). Por él Ramón Berenguer se compro tener noticia de los primeros desembarcos almoha metía a casarse con Blanca, hija del navarro; la paz y des en la Península, pero la empresa de Almería es amistad se pactaba a perpetuidad, aun cuando Blan taba ya decidida. La plaza sería atacada por tierra y ca muriera antes de contraer matrimonio o de ser por mar. Por tierra atacaron las tropas castellanas, madre. El matrimonio estaba previsto para la próxi navarras y tal vez contingentes aragoneses. El blo ma fiesta de San Miguel (29 septiembre). El tratado queo por mar lo mantendrían las naves catalanas, pi- parece que fue gestionado por el arcediano de Pam sanas y genovesas. plona, Roberto de Ketton, que extendió el documen García Ramírez llegó con un lucido ejército, que to como «capellán principal del rey García y clérigo unido al del emperador, tomó parte en la conquista del conde». de Baeza (agosto 1147). Almería fue conquistada el Este tratado iba contra toda la política de sumi 17 de octubre, y estuvo diez años bajo dominio cris sión y apoyo que había seguido el navarro con el em tiano. perador, ya que Blanca se hallaba prometida en ma Era la conquista de Almería la primera gran trimonio al heredero de Castilla y estaba viviendo en empresa a la que acudían convocados por el empe la corte castellana. Ramón Berenguer, por su parte, rador sus dos grandes vasallos, García Ramírez y tenia concertado el matrimonio con Petronila, lo que Ramón Berenguer. Esta colaboración puso fin de le autorizaba a actuar como «señor y principe de momento a las querellas entre sus reinos, pero so Aragón», ya que el titulo de rey lo seguía ostentando bre todo había de tener importantes consecuencias Ramiro II. para la orientación política de los mismos en años Todo parece indicar que el tratado fue un sub sucesivos. Ramón Berenguer pudo contar con la terfugio de Ramón Berenguer para asegurar la paz ayuda genovesa para la conquista de Tortosa con Navarra con vistas a la guerra que preparaba en (1148), lo que facilitó la posterior ocupación de sus fronteras con el Islam. En el tratado se preveía el Fraga y Lérida (24 octubre, 1149). Para Navarra, y reparto por mitad de las conquistas que uno u otro concretamente para los nobles, supuso la apertura hicieran sobre los sarracenos, y Ramón Berenguer de nuevos horizontes. aprovechó la oportunidad para lanzarse con éxito so En efecto, la campaña había venido a mostrar bre Lérida y Fraga. El tratado, que posiblemente per que, si bien Navarra carecía de fronteras con el Islam, maneció secreto, no tuvo más consecuencias, y las la empresa de la Reconquista y las ganancias que ésta aguas volvieron a sus cauces: en junio de 1150 Gar reportara, no estaban cerradas a sus gentes. Una po cía Ramírez acompañaba al emperador en su expedi lítica fluida y hábil del rey de Castilla permitiría que ción por Andalucía, y ese mismo verano Ramón Be caballeros navarros obtuvieran beneficios en Castilla, renguer casaba con Petronila. El 21 de noviembre en la Rioja especialmente, sin renunciar a su condi moría el rey de Navarra en Lorca, cerca de Estella. Le ción de navarros. El precedente del conde Ladrón, y sucedía su hijo Sancho, al que la historia conoce con sin duda otros más, tendiia en adelante desarrollos el nom bre de el Sabio. insospechados. Don Rodrigo de Azagra, señor de Valtierra y de Estella, y uno de los personajes más importantes de la corte de García Ramírez, asistió a la campaña de Almería. Por los extraordinarios servi SANCHO EL SABIO (1150-1194) cios que prestó al emperador en la toma de Baeza fue premiado en el mismo campo de batalla con la villa de Alcanadre y, tal vez con el mismo motivo, con la Con él las relaciones de Navarra con los dos rei villa de Aradón. A sus hijos hemos de verlos fluctuar nos vecinos vuelven a plantearse en los mismos tér 107 minos que estuvieron en tiempo de su padre: políti La Rioja y «el reino» de Artajona ca agresiva por parte de Aragón, y deseo de sumi sión, con vistas a la absorción de Navarra, por parte La política de captación seguida por Castilla era de Castilla. Sancho tuvo la sabiduría suficiente, no más sutil y a la larga podia ser más eficaz. Por un sólo para sortear ambos peligros, sino para plantear lado estaban los lazos afectivos y de intereses mante seriamente las aspiración de los navarros a recuperar nidos por los enlaces familiares: la hermana del rey las viejas fronteras con Castilla, es decir, las que al de Navarra, Blanca, casada con Sancho III, heredero canzaron en el siglo XI. Desde el primer momento de Castilla; su mujer, Sancha, era hija del emperador, tuvo que hacer alarde de su habilidad negociadora. y por tanto hermana de Sancho III; la madrastra del navarro, Urraca, era también hija, aunque bastarda, del emperador. Nuevo reparto de Navarra (1151) De otra parte, la creación del reino de Nájera, con la política de atracción hacia él de nobles nava El día 27 de enero de 1151 se reunían en Tude- rros deseosos de aumentar su poder y sus rentas. Fi jén, el emperador, su hijo Sancho III, que gobernaba nalmente, la instalación en el corazón de Navarra de el reino de Nájera, y Ramón Berenguer, para repar un territorio autónomo regido y administrado por la tirse, una vez más, el reino de Navarra y para planear reina Urraca, viuda de García Ramírez. Alfonso VII acordes las futuras conquistas contra el Islam. En el piensa que los afectos y los intereses pueden ser más tratado todo eran ganancias para Ramón Berenguer. efectivos para someter el reino que los lazos simbóli Se llevaba una parte sustancial del reino, pero pres cos de vasallaje. taría homenaje al emperador por Pamplona y tierras La Rioja era pieza esencial en la política imperial próximas; se le reconocía una zona de expansión en de Alfonso VII, tanto para hacer efectiva su autoridad la frontera musulmana -Valencia, desde el Júcar has sobre el reino de Zaragoza como para la política de ta Tortosa, y también Denia-, con promesa de ayu captación de Navarra. Por eso se apresuró a instalar darle a conquistar el reino de Murcia, excepto Lorca en Nájera al conde Lope Díaz, hijo del antiguo con y Vera; pero sobre todo obtenía la promesa de que de de Vizcaya, Diego López, que había sido desposeí doña Blanca sería alejada de la corte castellana, si así do del gobierno de la ciudad por Alfonso el Batalla lo pedía Ramón Berenguer. No cabe duda que si dor. Alfonso Vil multiplica las donaciones a las igle Blanca, prometida de Sancho III, llegaba a ser reina sias de la Rioja y sigue una política tenaz de castella- de Castilla, hubiera sido difícil contar con la ayuda nización del territorio, procurando arraigar en el país castellana para ir contra Navarra. a las más conspicuas familias castellanas, y aun a na Pese a tan solemnes promesas y juramentos, tres varros rebeldes. Cuando en 1143 recuperó Logroño, días después, tenía lugar en Calahorra el matrimonio creó el reino de Nájera, cuyo gobierno encomienda a de Sancho III y doña Blanca. Acompañaban a ésta su su hijo y heredero Sancho, con el título de rcx, si hermano el rey Sancho de Navarra y entre su séqui guiendo en esto la costumbre navarra. Las zonas en to iban el conde Ladrón y su hijo Bela, y los herma que actúa el nuevo monarca son Rioja, Soria y parte nos Rodrigo y Gonzalo Pérez de Azagra, señores de oriental de Castilla, es decir, aquellos territorios re Estella y Monteagudo. Hay que pensar que en todo poblados por navarros y donde, precisamente, eran este negocio Castilla no había procedido de buena fe, acogidos los señores navarros más o menos discre y que para cuando se firmaba el tratado de Tudején pantes con su monarca. ya estaba en tratos con el rey de Navarra para la ce Otro caso más grave de intromisión de los inte lebración del matrimonio. A cambio de éste, el rey de reses navarros era el de las tierras de Artajona, Larra- Navarra entraba en vasallaje del emperador, ga y Cebror -hoy despoblado cerca de Larraga- so Así, mientras con Aragón subsiste un estado de bre las que en 1153 decía reinar Urraca, la viuda de hostilidad, las relaciones con Castilla se estrechaban García Ramírez, y que sin duda había recibido como aún más: el día 2 junio 1153, estando en Soria, el dote al contraer matrimonio. Coincidiendo con el emperador armaba caballero al rey de Navarra, le acuerdo matrimonial de Sancho el Sabio con la hija daba su hija en matrimonio, «e hizo la paz con él». del emperador, su madrastra vuelve a sus tierras de 108 LA DESCENDENCIA DE GARCIA RAMIREZ O < O 3 < < ■ o c - i 2 ¡ ^ s C D j O U Cu 2 . 0 3 § 03 T E o - Tt- w J U ■—i CQ E m °o— ss — S ^ 5 U LO ? o »*■ —i cü ¡ y n ¡2 .y t¡ S E ro (o O vO lo Ü -3 £ o j in cj £ c3 O' t i 109 C 2 Q n n -Q J2 u ^ ^ u 8 3 S U C J U UJ H LL- < z X P¿ 2 £ ^ as £ c O £- 2 O 3 - 2¡ § U g «—11 Asturias, donde Alfonso VII le concede honores y go sa doña Rica, con el primogénito de Ramón Beren bierno. Probablemente esto se hizo a cambio de re guer. nunciar a sus dominios en Navarra, que pasaron des Una vez más, los planes de reparto del reino fra de esta misma fecha a ser gobernados por su herma casaron rotundamente. El 21 agosto de 1157 moría nastro Sancho III. el emperador al regresar de una expedición por An La situación no podía ser más humillante para el dalucía, repartiéndose el reino entre sus hijos. San rey de Navarra: pese a estar prometido en matrimo cho el primogénito, recibía, de acuerdo con la tradi nio con una hija del emperador, y de tener a su her ción navarra, Castilla, y Fernando heredaba León. mana Blanca casada con Sancho III, no sólo se ve Sancho el Sabio se apresuraba a negociar con su cu contenido en la frontera de la Rioja, sino que tiene ñado y convecino Sancho III de Castilla, y el 11 de que contemplar cómo en el centro mismo de su rei noviembre, estando en Soria, renovaba el vasallaje no, varias villas reconocen la soberanía de su cuña que había prestado a su padre y contraía matrimonio do. Fueron años cargados de dificultades, en los que con su hermana Sancha. El tratado de Lérida, y con muchos señores se pasaron al servicio del rey de Cas él el reparto de Navarra, quedaba sin efecto. tilla. En tan apurada situación, Sancho contó con el Ahora bien, la política matrimonial, si bien era apoyo económico y moral del obispo de Pamplona, importante en una época en que el poder público era don Lope. ejercido por los reyes de forma muy personal, tiene Para colmo, Ramón Berenguer prosigue su tenaz en contra la fragilidad de la vida humana. Las unio política de ofensiva bélica y diplomática contra el rei nes y alianzas que se iban ajustando en bodas se iban no de Navarra, ante la cual Sancho había de reaccio soltando con la muerte. Primero murió doña Blanca nar en los dos campos. Quebrantando sin duda una (12 agosto, 1156), sin llegar a reinar en Castilla, pero tregua en la que había mediado el obispo de Pam dejando un hijo de un año escaso, el futuro Alfonso plona, el navarro recuperó la plaza de Fontellas e VIII, el de las Navas, que pudo por algún tiempo ti hizo una campaña de saqueo hasta las puertas de Za tularse heredero de Navarra, ya que hasta después de ragoza, aprovechando para ello la ausencia de Ra 1157 no tuvo descendencia Sancho el Sabio. Des món Bereguer en tierras de Provenza (diciembre pués dejaba esta vida su marido Sancho III (31 agos 1156). Ante el temor de las represalias aragonesas, el to, 1158), tras un año de reinado, quedando Castilla obispo don Lope intervino de nuevo, y se eniregó a merced de las turbulentas apetencias de los Castros como rehén, garantizando así la paz entre los dos rei y los Laras. nos. No olvidemos que una parte importante de su Sancho 111, en su breve reinado efectivo, trató de diócesis -casi toda la actual provincia de Zaragoza liquidar con generosidad todos los conflictos pen entre el Ebro y el Gallego- dependía del obispo de dientes. Con Navarra, devolviendo a su cuñado el li Pamplona, quien tenía que contar en todo momento tigioso «reino» de Artajona; éste se había ido agran con la benevolencia del rey de Aragón. A su regreso dando, sin duda por defección de algunos señores de Provenza, Ramón Berenguer acentuó las presiones navarros, y comprendía no sólo Artajona, Larraga y para fomentar la defección de algunos señores nava Cebror, sino Miranda y Olite. Con Aragón, cediendo rros. Como la ultima palabra la tenía el emperador, el reino de Zaragoza al heredero de Ramón Beren Sancho el Sabio trata de congraciarse con éste, y por guer sin más obligación que la de acompañarle en la esas fechas lo encontramos en Toledo (abril 1157). curia en el acto de su coronación llevando la espada Pese a la mediación del emperador, que trató de im delante de él. poner la paz entre los dos príncipes, la presión ara gonesa conduciría a la firma de un nuevo tratado de No obstante, entre Aragón y Navarra continua reparto de Navarra en el que figuran de una parte el ron los incidentes fronterizos, aunque parece que emperador y sus dos hijos, Sancho y Fernando, y de eran cosa de poca monta. El 31 de agosto de 1158 otra Ramón Berenguer (Lérida, mayo 1157). Se com moría Sancho III, y poco después el conde de Barce prometen a no apoyar a Sancho el Sabio ninguno de lona y el rey de Navarra llegaban a un acuerdo que los firmantes, y para afianzar más los vínculos entre ponía fin a sus diferencias. La paz interesaba a los el conde y el emperador acordaron también el matri dos, al conde y al rey de Navarra, con mayor apre monio de Sancha, hija de éste y de su segunda espo mio a aquél, ya que tenía que atender a sus proble 110 mas de Provenza. En Castilla se inicia el reinado de toda la Rioja y una zona de la Vieja Castilla en torno Alfonso VIII, que contaba poco más de dos años de a Miranda en las dos orillas del Ebro. El rey de Na edad. varra se ocupó de atraer a su política a los territorios conquistados y de fortificar su posición en las zonas fronterizas. Recuperación de la Rioja Según una tradicción local, y muy posterior, cuando Sancho el Sabio llegó hasta las inmediaciones (1162-1163) de Burgos, sus tropas robaron ganados del monaste rio de Cardeña y de sus pueblos; tuvo entonces que La situación de Castilla al morir Sancho 111 no salir a su encuentro el abad donjuán con diez mon podía ser más angustiosa. Había éste confiado la tu jes llevando la bandera del Cid; Sancho se detuvo, y, tela de su hijo Alfonso VIII a don Gutierre Fernán por consideración a su bisabuelo, accedió a las sú dez, de la familia de los Castro, y la regencia a don plicas del abad y devolvió los ganados; el mismo rey Manrique de Lara. Pero Castros y Laras no se enten fue a Cardeña y puso la bandera de su antepasado dieron. El rey de León, Fernando II, tío de Alfonso ante el altar, estando allí tres días y dando a los mon VIII, se apresuró a intervenir en Castilla, entrando en jes 200 monedas de oro en sufragio del alma de su Toledo (1162). Poco después, el 8 agosto 1162, mo glorioso bisabuelo, retirándose después. ría Ramón Berenguer, y Aragón pasaba también por las dificultades de una minoría. La muerte del conde Manrique, regente de Al fonso VIH (9 julio, 1164), facilitaba la creciente in Los tutores de Alfonso II, nuevo rey de Aragón, tervención en Castilla del rey de León, quien aprove buscaron la protección de Fernando II frente a una chó la oportunidad para incorporar el Infantazgo. El posible agresión navarra, y confirman su alianza con rey de Navarra entra entonces en contacto con Fer Inglaterra para mejor defender sus intereses en Fran nando II, y en una reunión que tuvieron en Tudela el cia. Fernando II se erige en protector del pequeño 28 enero 1165 el leonés dio a la reina de Navarra, su rey de Aragón contra cristianos y sarracenos, y «es hermana Sancha, el Infantazgo de todo el reino, es pecialmente contra el rey de Navarra» (Agreda, 27 decir, de Toledo, Trasierra, Extremadura, León, Bier- septiembre 1162). No creo que el pacto tuviera in zo, Galicia y Asturias, villas, castillos y monasterios, tenciones agresivas contra Navarra, sino más bien de la mejor forma en que lo había tenido su tía la in defensivas o preventivas. Por eso no fue difícil al rey fanta doña Sancha y demás infantas. de Navarra conjurar rápidamente el peligro firmando unas paces con Aragón, que se acordaron por trece años. El rey de Navarra tenía ahora las manos libres para lanzarse a recuperar los territorios de la Rioja. Albarracín Entre octubre de 1162 y marzo de 1163 los na varros ocuparon diversas plazas de la Rioja, la más Aunque al restaurarse la monarquía navarra con importante Logroño, y también Navarrete, Entrena y García Ramírez el reino ya no tenía fronteras con el Pazuengos, pero no Nájera que resistió; al sur del Islam, los navarros no se desentendieron de la Re Ebro fueron tomadas Ausejo, Resa, Autol, Quel y conquista. La crisis de la España musulmana en el Ocón, pero no Calahorra, cuyos campos fueron tala tránsito del dominio almorávide al almohade era dos. Se recuperaría igualmente Álava con Estíbaliz, propicia no sólo para que los reinos cristianos avan Divina y la tierra de Durango, cuyo conde don Beila, zaran sus fronteras, sino para que los caballeros de en sus diversas fluctuaciones había venido sirviendo seosos de aventuras realizaran pingües ganancias y al rey de Navarra. En el desconcierto provocado por los reyes percibieran parias sustanciosas. Vimos la sorpresa, las tropas navarras debieron penetrar cómo la colaboración en la empresa de Almería ha más en Castilla, ocupando Grañón, Cerezo, Treviana, bía acercado a la corte castellana a don Rodrigo de Villuércanes, Miranda de Ebro, Ameyugo, Ayuelas, Azagra, señor de Valtierra y de Estella. En enero de Santa Gadea, Salinas de Añana, Portilla y Bnviesca, 1158 el rey de Navarra suscribía, como vasallo de hasta las proximidades de Burgos. Es decir, que sal Sancho III, la cesión de Calatrava al abad de Fitero vo Nájera y Calahorra, Sancho había recuperado casi San Raimundo y a todos los frailes para que la de fendieran «de los paganos enemigos de Cristo». En vasallos suyos, en gran parte procedentes de Nava mayo de 1163 daba el monarca navarro a la Orden rra. El tratado firmado el 19 diciembre 1168 entre de Calatrava la villa de Burguillo, y sabemos que los reyes de Navarra y Aragón, senaria para legitimar, poco antes había acudido personalmente a Murcia, desde el punto de vista navarro, las adquisiciones de sin duda en ayuda de Ibn Mardanis. don Pedro Ruiz de Azagra en los dominios del rey Lobo. La omisión del nombre de Albarracín en este Era éste -conocido entre los cristianos como «el tratado es significativa, ya que el rey de Aragón con rey Lobo»- quien mejor podía contener a los almo sideraba que Santa María de Albarracín entraba en el hades. Por eso estuvo casi siempre en excelentes re campo de sus futuras conquistas. laciones con el rey de Castilla; pactó con frecuencia treguas con el rey de Aragón, e incluso con Pisa y Gé- Albarracín seria desde ahora caballo de batalla nova cuando necesitó contener las presiones del mo entre don Pedro Ruiz de Azagra y el rey de Aragón, narca aragonés. Las más de las veces contó, sin em aquél apoyado, según las circunstancias, por Castilla bargo, con la ayuda militar de los cristianos, bien ne y por Navarra. El señor de Albarracín no había roto gociando directamente con sus reyes, o con señores definitivamente con Navarra: en 1168, mientras él particulares, los cuales entraban a su servicio con la está en Toledo, se encarga del gobierno de Estella su remuneración consiguiente. hermano Martín Ruiz, y en 1170 vuelve a figurar don Pedro Ruiz hasta su muerte en 1184. Pero no creo En 1166 encontramos a don Pedro Ruiz de Aza- que Estella fuese por esas fechas su residencia habi gra, hijo de don Rodrigo, en Toledo, que acababa de tual. El señorío de Albarracín, especialmente a partir ser recuperada por el rey de Castilla, y al servicio de de la muerte de Ibn Mardanis (1172), iba a plantear este monarca estará durante dos años siguiendo a la le problemas que requerían su presencia personal corle y residiendo habiiualmente en Toledo. Tal vez allí. entonces se iniciaran las relaciones personales entre don Pedro Ruiz de Azagra y el rey Lobo, que sabe Era de Castilla de donde don Pedro Ruiz de Aza mos estuvo en Toledo en 1167. Quizá el mismo Ruiz gra podía recibir mayores ayudas ante las pretensio de Azagra mediara para que ese año se firmaran unas nes de Aragón, pues no eran sólo los reyes, sino tam treguas entre Castilla y Navarra, por una duración de bién los obispos de Zaragoza los que incluían Alba diez años. El 19 diciembre 1168 se reunían en San rracín dentro de su jurisdicción. Por eso don Pedro Adrián o Vadoluengo el rey de Aragón -que mes y Ruiz de Azagra buscó el apoyo del arzobispo de To medio antes había firmado una tregua con el rey ledo, para que consagrara como obispo de Albarra Lobo- y el de Navarra para acordar una paz por vein cín al canónigo toledano Martín, con el título de te años y realizar conquistas a costa de los musulma obispo de Arcábica. El señorío de Albarracín quedó nes, y más concretamente en tierras del rey Lobo. Se vinculado en la familia de los Ruiz de Azagra, que, concedían salvoconductos para atravesar los respec rechazando por él el vasallaje a ningún rey cristiano, tivos reinos, aunque esto tan sólo afectaba al rey de se titularán vasallos de Santa María. A don Pedro Navarra, que no tenía fronteras con el rey Lobo. Una Ruiz de Azagra le veremos personalmente ligado al cláusula especial prevé que el reparto alcance a las vasallaje de Navarra por su tenencia de Estella, al de tierras ganadas a los sarracenos «por cualquier modo Castilla de modo muy firme, e incidentalmente al de que se adquieran, bien por ellos mismos o por sus Aragón, según tendremos ocasión de ver. hom bres». Tal vez para esas fechas don Pedro Ruiz de Aza gra se hubiera hecho dueño de Albarracín, que has La reacción castellana ta entonces había dependido del rey Lobo, pues sa y tratado de paz (1179) bemos que éste, aparte de pagar la acostumbrada sol dada a sus colaboradores cristianos, instalaba colo Estos años de 1169 y 1170 fueron de gran mo nias de cristianos en lugares estratégicos. Pudo entre vilidad diplomática, y también de gran movilidad en 1166 y 1168 ceder Santa María de Albarracín a su tre los grandes señores que fluctuaban alrededor de aliado don Pedro Ruiz de Azagra, quien se apresuró las cortes de Navarra, Castilla y Aragón. Alfonso VIII, a incrementar la población cristiana ya existente, con que había alcanzado su mayor edad en 1169, se 112 apresuró a asegurar las paces con Aragón (1170), a la bieron de abreviarse al entrar por nuevos derroteros vez que completaba el círculo de sus alianzas con la política exterior de Castilla a partir de 1170. certando el matrimonio con Leonor, hija de Enrique En 1173 Castilla inició la lucha por la recupera II de Inglaterra y de Leonor, duquesa de Aquitania y ción de la Rioja en alianza con Aragón. Poitou. Como arras entregaba diversas villas y casti Primero se ocuparían las plazas sitas alrededor llos, y entre ellos las discutidas plazas de la Rioja, de Miranda de Ebro, en la Vieja Castilla, y después muchas de las cuales habían sido arrebatadas por el Grañón y Pazuengos, en Rioja. Posiblemente la ini rey de Navarra y estaban en su poder. Era un modo ciativa de la lucha esté en relación con el movimien de interesar al inglés en su pleito con Navarra. Como to de señores que hemos comprobado alrededor de por otra parte, Leonor había sido dotada por sus pa 1169-1170. En 1172-1173 una hermana de Sancho dres con la Gascuña, fronteriza con Navarra, de cum el Sabio casaba con don Pedro Manrique de Lara, plirse estas dotes en su integridad, Navarra hubiera hijo del conde don Manrique, señor de Molina. El quedado por el norte y por el sur fuertemente estre rey de Navarra se hacía con el castillo de Rueda de chada por el rey de Castilla, quien lógicamente aspi Jalón, el cual desde los tiempos de Zafadola pertene raría a incorporar a sus dominios Álava y Guipúzcoa cía al rey de Castilla. Pedro de Arazuri, señor navarro para establecer comunicaciones directas con Gascu ahora al servicio de Aragón, se pone al servicio de ña. Castilla sin abandonar Aragón, y se hace cargo de la Aragón, por otra parte, aprovechó la muerte de defensa de Calahorra, mientras que su yerno don Pe Gastón V de Bearne para someter el vizcondado a un dro Ruiz de Azagra procura mantenerse leal a los re estrecho vasallaje. Gastón había casado hacia 1165 yes de Navarra y de Castilla. En julio I 173 Alfonso con Sancha, hija de García Ramírez. Pero al morir sin VIH atacó personalmente por la Rioja y ocupó Quel, hijos, su hermana y heredera María, se presentó en cerca de Arnedo; en un nuevo ataque en profundi Jaca (30 abril, 1170) reconociendo el señorío del rey dad llegó hasta Artajona (18 septiembre), y luego a de Aragón y prometiendo no casarse sin su consenti Pam plona. miento. Muy poco después, contraía matrimonio con Al año siguiente las relaciones entre los reyes de Guillermo de Moneada. El Bearne, que por un mo Castilla y de Aragón se estrecharon aún más al con mento parecía inclinarse hacia Navarra, va a mover traer matrimonio éste con Sancha, hermana del cas se ahora en la esfera de influencia del rey de Aragón. tellano (18 enero). En la primavera se ponen de Una movilidad no menor mostraron algunos acuerdo los dos monarcas para atacar conjuntamen grandes e influyentes señores navarros, atraídos por te al rey de Navarra, y mientras Alfonso VIH avanzó los premios que podían ofrecerles los reyes de Casti hacia Pamplona, teniendo cercado al navarro duran lla y Aragón. Se ha entrado en una fase en que se te dos días en el castillo de Leguín -cerca de Urroz-, acepta como algo normal la pluralidad de vasallajes, el de Aragón interrumpe su iniciado viaje a Perpiñán, todos ellos premiados con tenencias o concesiones para atacar por Milagro, donde estaba en el mes de en plena propiedad. La dificultad reside en servir julio, destruyendo la villa y castillo. No sabemos si lealmente a varios señores que no están bien aveni en 1175 hubo también campaña contra Navarra, que dos entre sí. Los reyes, también, tienen que defen en todo caso fue de corta duración. A fines de julio derse de que sus aliados no acojan a los vasallos des de 1176 Alfonso VIII se dirigió nuevamente contra leales, juego éste que, pese a los tratados, debió de Navarra; pasó el Ebro por Calahorra y atacó el casti ser en estos años harto frecuente. En el pacto de Za llo de Leguín, que ocupó, y el 22 de agosto estaba de ragoza de 1178 los reyes de Castilla y Aragón acor regreso en Nájera. daban notificarse por cartas o por nuncios cuando al El rey de Navarra consideró inútil seguir resis guno retiraba su gracia a algún vasallo para que el tiendo, y el 25 de agosto, en una entrevista tenida otro lo hiciera a la vez, comprometiéndose a hacerle con el rey de Castilla entre Nájera y Logroño, acor todo el daño posible. Los reyes de Castilla y Aragón daron someter sus diferencias al arbitraje de Enrique tratan a su vez de ganar adeptos entre los monaste II de Inglaterra. rios fronterizos o entre los señores navarros. Por eso, las treguas entre Castilla y Navarra, acordadas en Fi- En marzo de 1177 se presentaron en Inglaterra tero (octubre 1167) por diez años de duración, hu los embajadores de los dos reinos, y presentaron sus 113 alegatos. Los navarros hacían arrancar sus demandas tra cristianos y musulmanes, «pero muy especial desde los días de García de Nájera, época de máxima mente contra el rey de Navarra». En él, los dos reyes extensión de la monarquía pamplonesa, en que sus prometían repartirse por mitad cuanto pudieran ga dominios llegaban hasta Cudeyo, en Santander; los nar en tierra del rey de Navarra. El tratado era, en castellanos desde la ocupación de la Rioja por Alfon suma, un arma en manos de Alfonso VIII para pre so VI, en 1076. La sentencia no podía basarse en ar sionar sobre el navarro, quien rápidamente se avino gumentos jurídicos, pues todos ellos parecían bien a negociar. fundados, según la época a que se retrajeran las re Las entrevistas que pusieron fin a todas las cues clamaciones; el rey de Inglaterra tuvo que apoyarse tiones territoriales tuvieron lugar el día 15 de abril de en la autoridad de arbitraje elegido y aceptado por 1179 entre Nájera y Logroño. Se acordó la devolu las partes. ción, con ciertas formalidades y garantías, de las tie Enrique II en su fallo mandaba restituir a cada rras según la sentencia dada por el rey de Inglaterra; una de las partes las conquistas hechas en tiempo de Navarra se quedaría con el castillo de Rueda. Alfonso VIII, es decir, Logroño, Navarrete, Entrena, Había otros territorios de antiguo controverti Autol y Ausejo, a Castilla; Leguín, Portilla y el casti dos: las Vascongadas y las tierras comprendidas des llo que tiene Godín, a Navarra. Les manda también de Burgos y Soria hasta el Ebro, aquéllas reclamadas guardar la tregua de siete años firmada por pactos por el castellano, y éstas por el navarro. anteriores, y que el rey de Castilla dé a su tío el rey de Navarra 3.000 maravedís anuales, durante diez Álava, que comprendía también la parte de Du- años, pagaderos por cuatrimestres en Burgos. rango, aparecía desde la restauración del reino de Navarra como patrimonio de la familia del conde La El tratado, sin embargo, no satisfizo a nadie, y drón. Con Sancho el Sabio es el conde Beila Ladrón menos al rey de Navarra, que veía definitivamente quien, con fidelidad claudicante, viene titulándose perdidas todas sus posesiones en la Rioja. Pero fue conde de Álava y Vizcaya, y a veces de Guipúzcoa, Alfonso VIH, con mayores recursos diplomáticos, tanto en documentos navarros como castellanos, y lo quien se movió más rápidamente, para reforzar sus mismo hacen sus hijos Juan Beila o Bela y Pedro Bela. alianzas contra Navarra. En una entrevista tenida con Las tierras por ellos gobernadas quedarían en ade el rey de Aragón en el sitio de Cuenca (1177), se lante para Navarra, de acuerdo con el tratado. Com confirmaron los pactos anteriores entre los dos rei prendían desde Icíar y Durango, inclusive, hasta Zu- nos sobre repartos de la tierra musulmana y de Na varrutia y Badaya hacia Navarra, y desde allí a Oca varra, pero sin exigir ningún vasallaje ni servicio en (Nanclares de Oca), y desde Oca hacia el sur, por el favor de Castilla por el reino de Zaragoza o por las Zadorra, hasta el Ebro. Dentro de este territorio se conquistas que Aragón hiciera en tierras de Valencia excluyen los castillos de Malvecín y de Morillas que o Murcia. Aragón, que se mostraba receloso con la eran del rey de Castilla. El rey de Navarra dejaba a instalación en Albarracín de don Pedro Ruiz de Aza- los alaveses sus heredamientos, excepto Castellar y gra, y ahora con los avances castellanos por Cuenca, Treviño. Respecto a los territorios reclamados por veía abierto el camino de su expansión hacia Levan Navarra en tierras de Burgos y Soria -navarros desde te. los días de García de Nájera, o repoblados por nava Tras la toma de Cuenca quedaba por liquidar el rros bajo Alfonso el Batallador- quedarían para Cas asunto de Navarra como uno de los más interesantes tilla. para Castilla. Alfonso VIII se atrajo a Aragón con el señuelo de las futuras conquistas en tierras musul manas, para, una vez asegurada esta alianza, amena zar a Navarra en todos los frentes. Las reuniones tu Política en torno a Navarra vieron lugar en Cazóla (entre Medinaceli y Ariza), el hasta la muerte 20 de marzo de 1179, de donde salieron dos trata de Sancho el Sabio (1194) dos: uno señalando las zonas de expansión de las respectivas monarquías a costa del Islam; otro era un El tratado de 1179 aseguró la paz entre Navarra pacto de alianza y amistad de ambos monarcas con y Castilla hasta la muerte de Sancho el Sabio, aun 114 cuando durante quince años los peligros siguieron nuevos acuerdos de los dos reyes reunidos en Tara- rondando las fronteras del reino. El poder creciente zona para ir contra Castilla, y tropas navarras y ara de Castilla no dejaba de crear recelos en los remos gonesas entraron por las tierras de Soria, aunque sin vecinos, y en el juego de alianzas, Navarra había de mayores consecuencias. verse implicada contra su voluntad. No faltaron ro La presión de Celestino III -elevado al solio ces entre Castilla y Aragón por cuestiones fronterizas pontificio en 1191- para poner paz entre los prínci en los que trató de implicarse a Navarra. pes españoles, empezaba a dar sus frutos. Envió a su La enfermedad de don Pedro Ruiz de Azagra y sobrino el cardenal Gregorio de Sant Angelo (1192- la esperanza de ambos monarcas de poder hacerse 1194) con la misión de aunar a los reyes de España con sus dominios de Albarracín -ya que aquél care en la lucha contra el Islam. Las cuestiones fronterizas cía de descendencia directa- acercó a los reyes de entre Castilla y Aragón fueron encomendadas al ar Castilla y Aragón (1186). En sus pactos se prometían bitraje de los obispos de Osrna y Tarazona. Entre ayuda mutua contra los sarracenos, contra el rey de Castilla y León fue dictada la paz por el cardenal Gre Navarra y contra don Pedro Ruiz de Azagra. En estos gorio (Tordehumos, 20 abril 1194). El 27 de junio pactos ya Alfonso VIH muestra sus aspiraciones a moría el rey Sancho de Navarra, cuando la batallona quedarse con Álava, para el caso «de que éste -el rey cuestión de las fronteras del reino se hallaba en un de Navarra- me la quiera dar». El 16 de noviembre compás de espera. de ese mismo año moría don Pedro, y se hacía cargo Un episodio curioso de la proyección de Nava del señorío de Albarracín su hermano Fernando, rra fuera de sus fronteras tuvo lugar en estas fechas: quien siguió figurando en la documentación navarra es el matrimonio de Berenguela, hija de Sancho el Sa como señor de Estella. Alfonso 11 de Aragón rompió bio, con Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra. inmediatamente las hostilidades con Navarra, cer Es una historia novelesca y confusa, que se inserta cando el castillo de Rueda de Jalón, sin conseguir entre las rivalidades entre el rey de Francia y el de In ocuparlo, y atacando en el verano siguiente con gran glaterra, como señor que era éste de Aquitania. Ri aparato las fronteras de Navarra (1187). Por un pac cardo se negó a casarse con su prometida Adelaida, to celebrado entre los reyes de Castilla y Aragón poco hija de Felipe Augusto, rey de Francia, y contrajo después (Sauquillo, 30 noviembre 1187), se ve que el aragonés tenía grandes esperanzas de hacerse con matrimonio con Berenguela en la isla de Chipre (12 los dominios de Albarracín, pero nada consiguió de mayo, 1191), iras un viaje lleno de aventuras, cuan momento. do el marido acudía a la Cruzada a Tierra Santa. El matrimonio hubiera podido constituir una útil alian Sin embargo, las relaciones entre Castilla y Ara za para el navarro, ya que hubiera asegurado la paz gón iban deteriorándose en provecho de Navarra, en la frontera del Pirineo, pero no fue así, antes bien que ahora vemos, por primera vez, en estrecha alian hubo de acarrear nuevos compromisos. Apresado Ri za con Aragón. En una reunión que ambos reyes tu cardo a su regreso de la Cruzada, es retenido más de vieron en Borja el 7 de septiembre de 1190, se alia un año por el emperador de Alemania (21 diciembre ron contra el rey de Castilla, y salió fiador de la alian 1192-4 febrero 1194), lo que ofrecía una buena za don Fernando Ruiz de Azagra. En occidente, San oportunidad al rey de Francia para vengarse de su ri cho l de Portugal y Alfonso IX de León llegaron a un val. acuerdo para el matrimonio de éste con la infanta portuguesa doña Teresa, olvidando la promesa de ca Sancho, el primogénito del rey de Navarra, acu sarse con una hija de Alfonso VIII (febrero 1191). de ahora en defensa de su cuñado. Sabemos que en Este fue el comienzo de una alianza general contra la 1192 estaba en Gascuña con ochocientos soldados, hegemonía del rey de Castilla, que cristalizó en el cuando el senescal de este territorio, que se hallaba pacto de Huesca (mayo, 1191), en el que los reyes de enfermo, se vio atacado por el conde de Perigord, Portugal, León y Aragón se aunaron contra Alfonso vizconde de la Marca y otros muchos barones de VIII. El rey de Aragón pasó luego a Tudela (11 jumo) Gascuña. Con sus tropas entró en tierras del conde a entrevistarse con el rey de Navarra; después fue de Tolosa, tomando muchos castillos y llegando has Sancho el Sabio a Zaragoza con su hijo, donde fue re ta las puertas de esta ciudad. En mayo de 1194 ve cibido con gran pompa el 24 de junio. En julio hay mos otra vez al infante don Sancho ayudando a Ri 115 cardo Corazón de León en la toma de Loches contra los almohades, envalentonados, llevaron sus razzias el rey de Francia, y con ciento cincuenta ballesteros en los años siguientes hasta Talavera, Madrid y Gua devasta la tierra de Godofredo de Rancón y del con dalajara. de de Angulema. Se hallaba combatiendo en Aquita- Alfonso II de Aragón trató de unir a los cuatro nia cuando le llegó la noticia de la muerte de su pa reyes peninsulares contra los almohades, celebrando dre. sucesivas entrevistas con el de León (1195), Portugal Sancho el Sabio falleció el 27 de junio de 1194, (febrero, 1196), y con los de Castilla y Navarra, esta y fue enterrado en la catedral de Pamplona. De su última en el confín de los tres reinos, entre Agreda y matrimonio con Sancha, hija de Alfonso Vil y Beren- Tarazona, donde, según la tradición, los tres monar guela, había tenido dos hijos y tres hijas: Sancho, lla cas comieron a una mesa estando cada cual sentado mado el Fuerte, que le sucedió en el trono; Fernan dentro de su reino (marzo, 1196). Pero la reunión no do, que murió en Tudela el 18 de diciembre de 1207; dio resultado alguno práctico. Berenguela, que había casado con Ricardo Corazón de León, rey de Inglaterra; Constanza, que murió sol tera, y Blanca que casó con Teobaldo, conde de Champaña. En su largo reinado de 44 años demos El acoso de Navarra tró gran sabiduría política al conservar la integridad y reparto del reino 1198 de su reino, pese a las fuertes presiones de Castilla y de Aragón; ataca en el momento oportuno y se apre Los reyes de León y de Navarra, desconfiados y sura a negociar cuando las armas no pueden decidir temerosos, habían pactado con los almohades su el triunfo; sabe contrarrestar el poder de atracción neutralidad en caso de nuevos conflictos. Alfonso que las riquezas del rey de Castilla ejercen sobre sus VIII se dirigió al papa, quien les apremió a romper nobles, y sobreponerse a los difíciles conflictos que esta alianza y a unirse a los otros reyes cristianos con éstos le crearon al comienzo de su reinado. Supo, fi tra los enemigos de la fe. Para que su palabras fuesen nalmente, apartar al rey de Aragón de su tradicional más persuasivas, Celestino III se decidió a otorgar al alianza con Castilla para repartirse el remo de Nava navarro el título de rey, que la curia romana venía ne rra. gándole desde 1134. Todos los monarcas deberían confederarse con el navarro para combatir juntos contra los sarracenos. Si Dios les concedía la victoria, partirían entre sí las conquistas; se permitiría a San cho paso libre hasta el frente de combate, con dere cho a las conquistas que le tocasen en el reparto (29 SANCHO EL FUERTE (1194 - 1234) marzo, 1196). Pero en los planes de los reyes de Cas tilla y Aragón no sólo no entraba la idea de repartir las ganancias con don Sancho, sino que venía ron Temperamento muy opuesto al de su padre, dándoles la vieja aspiración de repartirse amigable Sancho el Fuerte no podría resistir la presión cre mente el reino de Navarra. ciente de Castilla. Ésta se ejercía en todas direccio nes, y suscitaba el recelo tanto de Alfonso IX de La muerte de Alfonso II (25 abril, 1196) facili León como de Alfonso II de Aragón; aunque, muer taría los proyectos de la reina viuda doña Sancha de to éste en 1196, su viuda la reina doña Sancha, vol poner las fuerzas de su reino en favor de su sobrino vería a orientar la política aragonesa hacia una estre el rey de Castilla. Juntos atacaron y vencieron al rey cha alianza con Castilla. El rey de León llegó a unir de León, y luego se dirigieron contra Navarra. Alfon se a los musulmanes para atacar a Castilla, pero so VIII buscaba pretextos. Acusó al navarro de haber cuando los almohades avanzaron hacia la frontera quebrantado las treguas, e incluso le denunció ante cristiana, lo mismo el rey de León que el de Navarra el nuevo papa, Inocencio III, de que había sido ex se apresuraron a ir en su socorro. Fue la excesiva comulgado por el cardenal Gregorio. Antes de que el confianza de sus propias fuerzas lo que movió a Al nuevo legado pontificio hubiera podido informarse fonso VIH a atacar sin esperar el socorro, y que pro de la veracidad de las denuncias, los reyes de Casti vocaría la terrible derrota de Alarcos (julio, 1195); lla y Aragón se habían adelantado con un tratado 116 para repartirse, una vez más, el reino de Navarra (Ca- Ocupación de Álava y Guipúzcoa latayud, 20 mayo, 1198). (1199-1200) En el tratado se prometían ayuda para ellos y y sus consecuencias sus sucesores, y muy especialmente «contra el rey de Navarra, cualquiera que sea y contra los que le suce La tregua acordada con el rey de Navarra no sir dieran en el reino». El reparto del reino se haría tra vió de nada. Súbitamente en la primavera de 1199, zando una línea de sur a norte, en la que Castilla lle Alfonso VIII, ahora sin el concurso del aragonés, ata vaba la parte principal. Serían para Castilla: Corella, có por Treviño y puso sitio a Vitoria. La plaza ocu Milagro, Funes, Peralta, Falces, Miranda, Larraga, paba una posición fácilmente defendible y resistió el Mendigorría; la línea seguía por Artederreta a Noain, cerco. Mientras tanto iba sometiendo otras poblacio Badostain y Pamplona, y, cruzando el Arga, por Val- nes de Alava y Guipúzcoa. Don Sancho, que no con derro a Roncesvalles. Serían de Aragón: Noain, Ba taba con medios para resistir, y se veía abandonado dostain, Valderro y Roncesvalles y la mitad de Pam por los otros príncipes cristianos, se dirigió a los al plona, más todo lo situado a la derecha de la línea de mohades en busca de socorro. demarcación; Huarte sería de Castilla. Seguía en vi Acababa de morir el sultán Yakub (23 enero, gor el tratado de Cazóla sobre reparto de las con 1199), y era el momento de renovar con al-Nasir la quistas en tierras musulmanas. Alfonso VIII era el alianza que había tenido con su padre, a la vez que principal interesado en este acuerdo, y también el de solicitar ayuda militar contra Alfonso. Pero las cir más favorecido. Ya no se ceden a Aragón tierras na cunstancias no eran propicias para ayudas militares varras en vasallaje, sino que se incorporan llanamen dadas las dificultades con que se enfrentaba el mis te al reino de Castilla. Se ve también que empieza a mo al-Nasir en Africa, y Sancho fue entretenido por preocupar el problema de la sucesión de Navarra. largo tiempo, colmándole de regalos y asignándole, Los dos aliados penetraron rápidamente por dos probablemente, algunas rentas en Valencia. Mientras frentes opuestos y comenzaron a devastar el país. El se hallaba en país musulmán, vería desfilar a los em aragonés avanzó por Burgui y por Aibar, y el caste bajadores de Aragón y de Castilla, pues también es llano ocupó Miranda de Arga e Inzura. El ataque tos firmaron en 1200 unas treguas con al-Nasir por contravenía expresamente lo dispuesto en la bula de una duración de diez años. Celestino 111 de 29 de marzo de 1196, que protegía El sitio de Vitoria se prolongaba excesivamente, al navarro contra las presiones de los reyes de Casti y los vecinos estaban a punto de rendirse cuando lla y Aragón. El pueblo navarro no sabía cómo eva medió el obispo de Pamplona quien con un caballe dirse de la tempestad que se le venía encima, cuan ro de los sitiados acudió en busca de Sancho, todavía do el rey de Aragón, que desconfiaba de su colega en tierra sarracena, para que les autorizara a entre castellano, envió secretamente mensajeros a Sancho garse al rey de Castilla. El asedio se había prolonga proponiéndole una tregua, y que le entregase su her do, cuando menos, hasta principios del año 1200. mana en matrimonio. Así lo prometió, pero el caste Alfonso VIII puso al frente de los territorios conquis llano temiendo que ésta fuese una añagaza de su co tados a don Diego López de Haro, quien el 11 de oc lega, exigió, antes de retirarse de tierras navarras, que tubre de 1200 era tenenle en Soria, Nájera, Marañón Sancho lo prometiera conjuramento. Inocencio III le y San Sebastián, y el rey dice reinar en Castilla, relevaría del juramento por el parentesco existente Álava, Campezo, Marañón, Guipúzcoa y San Sebas entre los prometidos. tián. El rey don Sancho se vio socorrido en tan críti Alfonso VIII no tenía muy tranquila la concien cas circunstancias por el obispo de Pamplona, don cia por la forma en que había procedido, y en su tes García Fernández, quien le dio 70.000 sueldos san- tamento de 8 de diciembre de 1204 decía: «Prometo chetes. El monarca correspondió con esplendidez, y también que, si Dios me da salud, restituiré al rey de le cedió sus palacios de Pamplona (actual Gobierno Navarra todo lo que tengo desde Ponte de Araniello militar), el diezmo del peaje de esta ciudad y otras hasta Fuenterrabía y los castillos de Buradón, de San varias concesiones y privilegios que venían a reforzar Vicente, de Toro, de Marañón, de Alcázar, de Santa la autoridad del obispo en la capital del reino. Cruz de Campezo, la villa de Antoñana y el castillo 117 de Atauri y de Portilla de Corres. Pues sé que todo en Estella, donde se había acogido con muchos no esto que digo debe ser del reino de Navarra y a él bles castellanos, no pudo ser capturado. Alfonso rei pertenece: a condición, sin embargo, de que el rey de vindicó el título de «señor de Gascuña», que le co Navarra me dé absoluta seguridad de que jamás ha rrespondía por su mujer, e intentó ocupar estos te de procurar mi daño ni el de mi hijo». Repuesto de rritorios. Aun cuando sometió algunas plazas en su enfermedad, sólo muy parcialmente cumplió su 1205, no pudo entrar ni en Bayona, ni en Buercleos, promesa. ni en La Reole, y tuvo que desistir de la empresa. «Pareció día feliz para Castilla -dice un cronista cas La amputación de Álava y Guipúzcoa era la me tellano de la época- aquél en que el glorioso rey de dida más grave tomada contra el reino de Navarra sistió de una empresa que había secado fuentes de desde su restauración en 1134. No sólo reducía con oro y agotado la nobleza de los proceres». siderablemente la extensión de un reino, ya de por sí muy reducido, sino que le privaba de una salida al Las diferencias entre Castilla y Navarra queda mar. Para Alfonso VIH suponía establecer por prime ron resueltas por el tratado de Guadalajara, en que se ra vez una comunicación por tierra con Francia. Por pactaron treguas por cinco años (29 octubre 1207). otra parte, la muerte de Ricardo Corazón de León (6 Con Aragón los arreglos eran más fáciles, y el 10 fe abril, 1199), va a provocar una aguda lucha entre el brero 1209 reunidos los dos reyes en Monteagudo rey de Francia y Juan Sin Tierra, hermano y sucesor acordaron no admitir el uno vasallos del otro sin li de Ricardo, lucha en que uno y otro buscaron alian cencia de los reyes respectivos, y que se ayudarían en zas: el rey de Francia en Alfonso VIII; Juan Sin Tierra el caso de que algún ricohombre o caballero se alza en el rey de Navarra. Así, el conflicto entre Castilla y ra con algún castillo o bienes, o provocara guerra o Navarra va a tener otra dimensión internacional. disturbio en el reino vecino. Como Pedro II de Ara gón se movía entre grandes dificultades económicas, Fracasada la idea de hacer de San Sebastián el tuvo que acudir al rey de Navarra en busca de ayu puerto principal del reino, Sancho el Fuerte apoya a da. Éste le fue adelantando cantidades crecidas por los burgueses de Bayona. Con ello cerraba el paso a las que el aragonés iba empeñando villas y castillos la penetración castellana en Guyena, protegía los do fronterizos: Peña, Escó, Perilla, Gallur, Trasmoz, así minios ingleses, a la vez que abría una vía comercial como Burgui y el valle de Roncal, que aún conserva con salida al mar. Con Juan Sin Tierra acordaba el 14 ba en su poder. de octubre de 1201 una paz y amistad perpetuas contra todos los hombres, excepto el rey de Marrue cos, y el 24 de noviembre el rey don Juan se lo co municaba a los burgueses de Bayona para «que aco Las Navas de Tolosa (1212) jáis con honor y cortesía a los mercaderes y otras gentes de Navarra que vengan a vosotros o atraviesen Alfonso VIII no apartaba de su mente la idea de vuestra ciudad». En un segundo tratado (Angulema, la derrota sufrida en Alarcos, y buscaba el desquite. 4 febrero, 1202), se hacía extensiva esta alianza a sus La oportunidad se presentó al expirar en 1210 las herederos y se comprometen a no hacer paz ni tregua treguas firmadas con el rey de Marruecos, treguas con los reyes de Castilla y Aragón hasta que el rey de que no fueron ratificadas. Resultado de esta primera Inglaterra no reciba satisfacción de los agravios reci confrontación de fuerzas fue la derrota cristiana en bidos. Sancho el Fuerte recibía poco después a los Salvatierra (1211), que llenó de consternación al rey burgueses de Bayona bajo su protección y defensa, de Castilla. El Papa predicó una Cruzada, secundan asegurándoles la libre entrada y circulación por su do la iniciativa de Alfonso VIII y de sus obispos, que reino, con tal de que no ayudaran a sus enemigos, es en este año llevaron a cabo una intensa propaganda decir, a Alfonso Vlll. por Europa. El rey de Castilla tropezó con diversas dificulta Alfonso VIII se dirigió a los príncipes cristianos des para completar sus proyectos de expansión. Don para que se sumaran a la Cruzada. Pedro II prometió Diego López de Haro se desnaturalizó, devolvió a Al su colaboración y en la fecha fijada se presentó en fonso VIII los señoríos que de él tenía y se pasó al rey Toledo con sólo un caballero; luego se le unieron los de Navarra. Sitiado por los reyes de León y Castilla demás; como era pobre y estaba cargado de deudas, 118 el rey de Castilla tuvo que gastar grandes sumas an de ejército se le habían añadido milicias concejiles, tes de que saltera de su reino, y luego pagar el esti figurando en el del rey de Navarra las de Segovia, pendio de sus caballeros. Los leoneses se mostraron Ávila y Medina. remisos, pues querían que el rey de Castilla les de El choque fue terrible. La vanguardia y la se volviera antes algunos castillos en disputa. Al final, el gunda línea se vieron gravemente comprometidas. rey de León no se sumó a la Cruzada aunque algunos Diego López de Haro, que iba en vanguardia, vio caballeros acudieron a título particular. Más dudosa cómo al primer encuentro caían cuarenta de sus aparecía la colaboración de Navarra, cuyo rey tenia hombres de infantería. Alfonso VIII daba ya todo por graves resentimientos contra el castellano por la ocu perdido. La dificultad estaba en romper el palenque pación de Álava y Guipúzcoa. Además, aquel mismo enemigo que coronaba la colina donde estaba al-Na- año, en octubre, espiraban las treguas de cinco años sir recitando versículos coránicos. El palenque se ce acordadas en Guadalajara (1207), y no se sabía cual rraba con fuertes estacas unidas con gruesas cadenas. sería la actitud de su rey. El arzobispo de Narbona, Cuando los cristianos lo empezaban a asaltar, al-Na- Arnaldo, que había sido abad de Poblet, cuando lle sir montó a caballo y huyó casi sólo a Baeza, y aque gaba con sus gentes, se desvió hacia Navarra para lla misma noche, después de cambiar de montura, tratar de convencer a don Sancho. Debió de recibir llegó a Jaén. una respuesta ambigua, y esta noticia llevaría a Tole Se ha discutido quién fue el primero en asaltar do -lugar de concentración de las fuerzas- cuando se el palenque, detalle que omiten las versiones oficia presentó allí el día 3 de junio. Pero un mes más tar les castellanas. Indudablemente hubo un movimien de, cuando el ejército cristiano había ocupado Alar- to envolvente llevado a cabo por las fuerzas de caba eos, apareció el rey de Navarra acompañado de 200 llería de las dos alas -las únicas que podían asaltar caballeros. Como era el banquero de los reyes, no ha esa defensa- pero la tradición y el testimonio de la bía necesitado ayuda económica. Las figuras más re propia hermana de Alfonso Vlll en su carta a la con presentativas eran los tres reyes peninsulares de Ara desa de Champaña, atribuyen el mérito al rey de Na gón, Navarra y Castilla. varra. Cuenta ésta que tras el choque frontal de la Alfonso VIII era de parecer que se cercase Sal vanguardia cristiana, en que perecieron cuarenta in vatierra, a lo que replicó el rey de Navarra que se fantes, «el rey de Navarra se dirigió un poco a la de trataba de un castillo bien defendido, cuyo asedio recha, y escalando un montículo muy difícil, los llevaría mucho tiempo, y podrían faltar los víveres. arrojó de allí vigorosamente. Al momento de un solo Era mejor pasar los puertos e ir al encuentro de Mi- ímpetu los cristianos descendieron y enseguida los ramamolín, y que fuese lo que Dios quisiera. El rey sarracenos volvieron la espalda». El éxito inesperado de Aragón y Arnaldo de Narbona fueron de la mis fue, pues, debido a un movimiento envolvente, y el ma opinión. Alfonso replicó que Miramamolín po mérito corresponde al rey de Navarra. día darse por vencido, ya que no osaba comparecer Sancho tendría entonces unos 54 años, pero era en su presencia, y que lo mejor era volverse contra famoso entre sus coetáneos por su valor. Corpulento el rey de León que en aquellos momentos estaba tra -media de 2'227 a 2'319 m .-, podía manejar con sol tando de recuperar los castillos discutidos. A lo que tura los pesados látigos de armas que se conservan contestó el rey de Navarra que él no había venido en Roncesvalles, y que sin duda formaban parte de sino por causa de la Cruzada y por Dios, y que no su panoplia. Los eslabones que se colgaron en los estaba dispuesto a volver sus armas contra los cris tres templos de la Virgen -Irache, Tudela y Ronces- tianos sino contra los sarracenos. A este parecer se valles- formaban, sin duda, parte de los trofeos traí volvieron a sumar el rey de Aragón y el arzobispo de dos de las Navas por el rey. Este, que tenía más mo Narbona, y el ejército prosiguió su marcha. Del 12 tivos para alejarse de la lucha -falla de frontera con al 13 de julio empezaron a ocupar el puerto del Mu rada! los moros, cuestiones no resueltas con Castilla- se sumó a la contienda por móviles puramente espiri Llegados al lugar del combate, dispusieron las tuales. tropas en tres cuerpos: en el centro Alfonso VIII; Pe dro II a su izquierda y Sancho de Navarra a la dere cha. Los reyes iban en la retaguardia. A cada cuerpo 119 Las fronteras del reino y Ademuz, sitos en el llamado rincón de Ademuz, en Valencia, comprometiéndose a abastecerlos desde Sancho el Fuerte no intentó recuperar los terri Teruel con las bestias de los hombres de sus aldeas. torios perdidos de Álava y Guipúzcoa, por más que, Para su abastecimiento, Sancho el Fuerte había he durante varias generaciones, siguieron los navarros cho también adquisiciones en el interior de Aragón, mirando a esos países como tierras irredentas. Su po que le facilitarían el tránsito: don Pedro Fernández lítica exterior no es revanchista. Se aplica a fortificar de Azagra, señor de Albarracín, le entregaba en pren sus fronteras mediante la adquisición de castillos y da el castillo de Chodes, junto al Jalón y la Peña de mejora de sus defensas, y a la vez a la adquisición de Zalatamor; su hermano Gonzalo Fernández empeña fortalezas en la frontera musulmana de Levante. Pero ba el castillo de Rodenas y lo que tenía en Burbágue- se niega a aprovechar la minoría del reino de Aragón na, no lejos de Daroca; el rey de Navarra tomaba bajo al morir Pedro II (12 sept. 1213) y la de Castilla a la su protección a los vecinos de Zaragoza y a sus mer muerte de Alfonso VIII (mayo 1214), para reivindi cancías que transitaran por el reino de Navarra, con car territorios perdidos, pese a las solicitudes que re reciprocidad por parte del concejo de Zaragoza. cibió desde esos reinos. Pero Sancho se mostró muy cauto ante los es Parece como si su intervención en la batalla de pléndidos ofrecimientos del infante don Fernando, las Navas le hubiera revelado las grandes ganancias hermano de Pedro II, a quien había aspirado a suce que podían hacerse desde los castillos fronterizos der y luego pretendió ejercer la regencia de su sobri con las algaras en tierra de moros. La expansión en la no, sin conseguirlo. Un incidente provocado en la frontera musulmana la hizo, de una parte, compran agitada minoría de Jaime I, permitió al navarro forti do castillos a señores necesitados, es decir, prestán ficar su posición en la frontera aragonesa, haciéndo doles dinero con garantía de sus castillos; de otra, su se con la villa y castillo de Sádaba, como compensa mándose a las Cruzadas predicadas por el Papa. ción de los daños recibidos. Otros varios castillos fronterizos -de dentro y de fuera de Navarra- pasa En 1214 Pedro íñiguez de Araciel daba en pren ron a poder del rey de Navarra, casi siempre por da el castillo de Alocaf, no lejos de Morella, por compra o como garantía de préstamos no devueltos. 3.000 sueldos alfonsíes. Dos años después, Honorio Junto a estas adquisiciones de villas y fortalezas en la III confirmaba a Sancho el Fuerte la propiedad de línea fronteriza de la Rioja y Aragón, son innumera una serie de castillos (Alehedo, Allocaf, Mallo, Peña bles las compras de fincas urbanas y rústicas, tanto de Aragón, Arcediello y Abengalbón), «que adquiris en Aragón como en Navarra, especialmente en Tude- te con tu esfuerzo y gasto, juntamente con los que la y su distrito; o los préstamos, como el de 20.000 puedas construir en la frontera de los sarracenos». sueldos hecho a su hijo Remiro, obispo de Pamplo En 1217 el rey de Navarra lomó parte en la Cruzada na. Todo ello nos revela que hasta el fin de sus días que condujo a la toma de Alcácer do Sal, en Portu Sancho manejó ingentes cantidades de dinero. gal. En 1219 el ejército navarro se unía a la Cruzada que predicada por Honorio III, era dirigida por Xi- ménez de Rada como legado pontificio. El papa or denó al arzobispo de Toledo que velara para que na La sucesión al trono die invadiera o perturbara el reino navarro durante la y el prohijamiento campaña. El rey, por su parte, debía abstenerse de con Jaime el Conquistador causar molestias a su paso por el territorio de Aragón camino de la frontera musulmana. No obstante, El rey don Sancho había llegado a los setenta cuando su ejército se batía con los moros, A. de Luna años y carecía de descendencia legítima. Como úni y otros caballeros de la diócesis de Zaragoza, Tarazo- co posible heredero aparecía Teobaldo hijo de su na y Calahorra irrumpieron hostilmente en tierra na hermana Blanca y de Teobaldo III, conde de Cham varra y la saquearon. paña. Teobaldo era hijo postumo; había nacido en No fueron éstas las únicas posesiones navarras 1201 y hasta la mayoría de edad, en 1222, fue su en la frontera de moros. Años adelante, Jaime I em madre la que cuidó de él y del condado. Madre e hijo peñaba al rey de Navarra los castillos de Castielfabib estuvieron siempre atentos a los asuntos de Navarra. 120 A Remiro, bastardo de Sancho el Fuerte, le hicieron En la entrevista de Tudela hablaron los reyes de canciller de Champaña antes de ocupar el obispado cómo repeler la agresión de don Lope Díaz y de los de Pamplona; clérigos navarros y otros vecinos de castellanos. Don Sancho explicó a don Jaime cómo Pamplona vemos por estas fechas en torno a la corte por su edad avanzada podía dar razón de muchas co champañesa. Sin duda madre e hijo cultivaban las sas que habían acontecido en sus días: «Hubo ya amistades de su presunto reino. guerra entre el rey de Castilla y nuestro padre y, gra cias a Dios, cada vez que se encontraban los suyos A principios de 1225 hizo Teobaldo un viaje a con los nuestros, los navarros se portaban con gran Navarra, quizá informado de la mala salud de su tío; valor y si alguna vez cedieron fue porque los nues a la vez concertaba una alianza (27 marzo) con Gui tros eran muy pocos, y tenían que luchar con un ene llermo de Moneada, vizconde de Bearne, por la que migo excesivamente numeroso; mas teniéndoos a éste se comprometía a ayudarle a ocupar el reino de vos por auxiliar, poco nos costará vencerlos, si Dios Navarra a la muerte de su tío; pero la muerte de Gui quiere». Don Jaime ofreció aportar 2.000 caballeros llermo en 1229 privó a Teobaldo de este posible apo y propuso que el navarro aportara otros tantos, más yo. Trató de que los señores del reino le prestaran el caudal para pagar todas las tropas, víveres y otras homenaje como sucesor, a reserva de los derechos de cosas necesarias para la guerra. Con su entusiasmo don Sancho; pero parece que el obispo Remiro y juvenil, presentó todo un plan de campaña, pero don Guillermo, otro bastardo del rey don Sancho, levan Sancho le cortó en seco, diciéndole que cada cual se taron a las gentes contra el conde de Champaña, y la ocupara de sus propios asuntos. Al día siguiente, en mayor parte de los nobles se negaron a ello. Teobal nueva entrevista, don Jaime pidió prestados 100.000 do se volvió a su país sin haber logrado nada en fir sueldos, a lo que don Sancho accedió; aquél dio me, antes bien suscitando los recelos de su tío, que como garantía los castillos de Ferrera, Ferrellón, Za- ahora se vería trabajado por los que se oponían a su latamor, Ademuz y Castielfabib. Además hizo dona candidatura. ción al navarro de dos peñas, una llamada Faxina, al Sancho se había vuelto receloso y desconfiado. pie del Moncayo, y otra Peña Redonda, para que éste Vivía encerrado en su castillo de Tudela, de donde la las fortaleciera y poblara, de forma que ningún daño edad, la obesidad y otros achaques le impedían mo saliera de ellas para el rey de Aragón. Luego se des verse. Enfrentado con su sobrino, buscó quien pu pidieron, ofreciendo don Jaime tener prestos mil ca diera sucederle en el trono de Navarra, y se dirigió al balleros para Pascua y otros mil para San Miguel; el rey de Aragón, joven de 23 años, dinámico y batalla navarro aportaría mil caballeros. dor, que había realizado con éxito la conquista de Pero don Jaime por Pascua de ese mismo año Mallorca. Más que el amor al rey don Jaime, movía a tuvo que pasar a Mallorca y no pudo cumplir lo pro Sancho el despego hacia su sobrino y el recelo y ren metido. Cuando más adelante volvió a Tudela a jus cor que sentía hacia Castilla de donde no había reci tificarse ante don Sancho, lo encontró mucho más bido más que daños. Por aquellas fechas el conde decaído, sin voluntad para tomar decisiones, y des Lope Elíaz, señor de Vizcaya, le había arrebatado va confiando de todos sus ricoshombres, que sólo se rios castillos, sin que él pudiera oponerse. Al ofrecer proponían, dice, sacarle dinero. Tal vez como liqui a don Jaime la sucesión en el reino de Navarra espe dación de estos compromisos, don Jaime le dio, de raba contar con un apoyo eficaz frente a las agresio por vida, los castillos de Ferrellón, Ferrera y Zalata- nes castellanas. mor (13 noviembre, 1213). De la entrevista de los dos monarcas nos ha que Como don Jaime tenía comprometidos todos dado una versión muy viva y circunstanciada, que sus recursos en las empresas guerreras, no estaba en recoge el rey de Aragón en su Crónica. Los dos reyes condiciones de devolverle las cantidades prestadas. de prohijaron mutuamente, haciéndose cada uno he Por eso, en marzo del año siguiente aún extendió redero de los reinos del otro. Dada la edad de Sancho otro documento, probablemente destinado a mante y la juventud de don Jaime, todas las ventajas eran nerse secreto, por el que le hacía donación pura y para éste. El acuerdo fue firmado en Tudela el 2 de simple de los tres castillos de Ferrellón, Ferrera y Za- febrero de 1231, y ratificado dos meses después por latamor, así como de los de Faxima y Peña Redonda; el juramento de los nobles de ambos reinos. reconocía que Castelviello, construido por don San 121 cho en Trasmoz, era suyo; promete no reclamarle Montpellier; en caso de morir éste sin dejar hijos, se nada por los castillos de Gallur, Trasmoz, Peña, Peri ría sustituido por su primo Ramón Bereguer, conde lla y Escó, que don Sancho tenía en prenda desde ha de Provenza y sus descendientes, y en su defecto lla cía tantos años; los castillos de Castielfabib y Ada- maba a sucederle al infante don Femando su tío, y muz, dados como garantía del último préstamo, se sucesivamente a los más próximos parientes de estir guían empeñados en poder de don Sancho. Reafirma pe real. Ninguna alusión se hace en este documento en este escrito el documento de prohijación pública a los derechos repetidamente reconocidos, del rey de mente jurado el año anterior, y añade que todas las Navarra a sucederle en todos sus dominios. tierras, villas y castillos que conquistara de los moros No mucho después, el 7 de abril de 1234, mo serían de don Sancho si sobrevivía a don Jaime, de ría don Sancho en Tudela, donde seguía recluido. El acuerdo con dichos juramentos. Entre estas donacio retrato que nos ofrecía el rey don Jaime en su Cróni nes -lo dice expresamente- estaba todo el reino de ca era el de un hombre acabado y desengañado de Mallorca, que acababa de conquistar. Insiste en que, todos. Hombre de gran simplicidad, sin doblez, que a pesar de los hijos que tiene o pueda tener, si él cree en la rectitud de intenciones de cuantos le ro muere antes que el navarro, todo lo que tiene o pue dean, se vio engañado muchas veces, especialmente da tener en adelante, será para él. Sancho podría dis por el rey de Castilla, y no obstante se sumó a sus poner de los castillos dados en garantía como de sus ejércitos cuando fue invitado a luchar en las Navas, propios bienes, si moría antes de don Jaime. Todavía, pese a que ningún peligro amenazaba a su reino, y tras la fecha, se añadieron unas cláusulas finales: don no esperaba alcanzar beneficios territoriales. Se ha Jaime se comprometía a no hacer donación de nin insistido en sus pactos y treguas con los almohades, gún castillo, villa o heredad realenga, ni de lo que se olvidando que todos los reyes cristianos mantenían conquistara a los moros o a otros. con ellos los mismos tratos. No quiso aprovechar Como se ve, en este documento todo eran ofre para sus reivindicaciones las agitadas minorías de cimientos por parte de don Jaime, sin nuevas contra Aragón y de Castilla a pesar de las sugestiones que partidas del navarro. Pero aquél no procedía de bue recibió para ello de los rebeldes de esos reinos. Sien na fe. Había tenido oportunidad de ver cómo la sa do infante acudía en socorro de su cuñado el rey de lud de don Sancho se resentía por momentos. Podía, Inglaterra, para proteger sus Estados de Gascuña in pues, pujar en las ofertas. Para colmo, el 6 de mayo vadidos por varios señores vecinos. En la vejez no se de ese mismo año, antes de embarcarse para Mallor sentía con ánimos para organizar una hueste contra ca redactaba su primer testamento en el que volvía a el conde de Vizcaya, que le estaba asaltando las fron legitimar a su hijo el infante don Alfonso, instituyén teras. dose heredero de todos sus reinos, y del señorío de 122 BIBLIOGRAFÍA Orientaciones generales de historia política, L a c a r r a , d a l » , 111 U 952), pp. 515-526; M. A l m a g r o , Hist. de Alba- Historia política del reino de Navarra, 1. 11, caps. X, XI y XII. rracíny de su Sierra, III. Teruel 1 9 5 9 ; E J. 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En ocasiones ambos monarcas L yo económico del obispo de Pamplona, de algunosdicen reinar «en todas las Montañas», refiriéndose, a burgueses (Estella) y tal vez de algún monasterio las tierras situadas al norte de Pamplona. Poco a (Irache). La adhesión de la familia del conde Ladrón poco, durante el reinado de Sancho el Sabio se in permitía a García Ramírez el Restaurador incluir en su cluirá bajo el nombre de Navarra a todos los territo titulación real los territorios de Álava, Vizcaya y Gui rios sobre los que el monarca ejerce su soberanía. púzcoa. Su matrimonio con Margarita, sobrina de Este es el título con que será conocido en los docu Rotrou, conde del Perche, le serviría para asentarse mentos de los reinos vecinos. con más firmeza en Tudela, que ya venía gobernan No obstante, las gentes del país dan el título es do como tenente desde poco antes de morir Alfonso pecífico de «navarros» a los comprendidos dentro de el Batallador. límites más o menos precisos. El fuero de Estella de Cada uno de estos territorios tiene una persona 1164 exigía que el «navarro», en pleito entre franco lidad definida, y sobre cada uno de ellos (Pamplona, y navarro, debía ser de la zona comprendida entre Álava, Vizcaya, Guipúzcoa, Tudela) gobernará con tí Lazagurría, el puente de Arquijas, Pamplona y el tulos y autoridad distinta. Las presiones exteriores puente de San Martín, éste situado sobre el río Irati -de Castilla, y sobre todo de Aragón- acentuarán la entre su confluencia con el Salazar y su desemboca unión y contribuirán a formar la conciencia nacional. dura con el Aragón. A fines del siglo XII ni Araquil ni Navarra bajo García Ramírez aparece todavía como Peralta se consideraban territorio navarro, y en 1237 uno más de los grupos diferenciados en la enumera tampoco Tudela se incluía entre las tierras de Nava 125 rra, aunque nadie dudara de que eran parte inte del siglo XII en el mismo plano jurídico en que se ha grante del reino. llaban los «Cinco Reinos de España»: Portugal, León, Castilla, Navarra y Aragón. Ignoramos cual era el alcance exacto del vasalla La monarquía je del rey de Navarra hacia el emperador y las obli gaciones que comportaba. Éste se refería, en el trata La realeza ahora restaurada tendrá un carácter do de 1135, a Pamplona y demás tierras que el na muy diverso a la antigua monarquía de Pamplona, varro tenía en la orilla izquierda del Ebro, pero no se pese a que se presente como su continuadora. Se al incluyen las que eran propiedad de García Ramírez, zaba contra la voluntad de la curia pontificia, que es es decir, Tudela y sus propios señoríos. Sabemos que taba interesada en que se cumpliera el testamento del en momentos excepcionales era convocado a la curia Batallador, y García Ramírez no llegó a un acuerdo real, y también a las grandes empresas ofensivas con expreso con las Órdenes Militares, como su rival Ra tra el Islam. En todo caso sus obligaciones eran muy món Berenguer IV. Por eso la curia romana negó a él inferiores a las que sujetaban a Ramón Berenguer por y a sus sucesores el título de reyes de Navarra, otor el reino de Zaragoza, según se expresa claramente en gándoles tan sólo el de duques de Pamplona o de el tratado de Tudején de 1151; en ningún momento Navarra. citaba Alfonso VII a Pamplona o a Navarra entre los En tales condiciones la accesión del monarca al reinos que formaban parte de su señorío, como lo poder no podía hacerse con el ceremonial religioso hace siempre con Zaragoza. Renovado el vasallaje a -unción y coronación- de la antigua monarquía Sancho 111 el Deseado, cesó a la muerte de éste el 31 pamplonesa; la cosa no tenía, sin embargo, mayor agosto 1158, sin que Sancho el Sabio volviera a pres trascendencia, ya que otros varios soberanos de Eu tarlo a su hijo y sucesor Alfonso VIH. El viejo y ana ropa -entre ellos los reyes de Aragón- tampoco eran crónico pacto había dejado de existir. ungidos. Hubo, pues, que recurrir a otro ceremonial, el del alzamiento sobre el escudo, que era usual en tre los antiguos germanos, de ellos penetró en el Bajo Imperio aplicándolo al dux, y volveremos a encon Las fuerzas disolventes trarlo en el derecho castellano del siglo XIII para la investidura del «adalid», que era una especie de dux. La nueva monarquía restaurada nacía, según he mos visto, con la hostilidad de la cuna romana y de Si los derechos de los antiguos reyes de Pam las monarquías vecinas, y estaba a merced del apoyo plona se basaban, aparte de la gracia divina, en la he que le prestara la alta nobleza. rencia y en la «elección», entendida ésta como una aceptación por parte de los súbditos, la nueva mo Con la curia romana no hubo dificultades. Si narquía pone su acento en el reconocimiento por bien le faltó -hasta 1196- el reconocimiento oficial, parte de los nobles que le «eligen», le alzan sobre el Roma no podía ignorar su existencia, y así Eugenio escudo y le juran fidelidad. En el juramento que mu III en carta al conde de Barcelona lo nombra iUustrem tuamente se prestan el rey y los ricoshombres puede Pampilonensium duce (1150), y Alejandro III se dirige fácilmente reconocerse el homenaje feudal entre va a Sancho el Sabio llamándole Satirio Navarrorum duci sallos y señores. Así, el nuevo monarca deberá el po nobilissimo (1174). Los reyes, por su parte, procura der tan sólo a sus súbditos. ron interesar en su causa a las Órdenes Militares, es pecialmente a la del Temple y del Hospital, que co La aproximación de García Ramírez y de Sancho menzaban a formar su patrimonio territorial sobre la el Sabio al emperador de Castilla les aseguraba la je antigua herencia de Alfonso el Batallador. rarquía real, aunque sometida a vasallaje. Las suges tiones de los reyes de Aragón y de Castilla sobre los La presión ejercida en sus fronteras por los reyes señores navarros, venían a minar por otra vía la au de Castilla y Aragón fue, según hemos visto, contra toridad del rey de Navarra. Mucho fue si los dos pri producente, y los sucesivos tratados acordados para meros reyes de la dinastía lograron afianzar la mo repartirse el reino-en 1140, 1151, 1179, 1198-ca narquía hereditaria, y colocarla en la segunda mitad recieron de efectividad. 126 Mayor peligro suponía la oligarquía nobiliaria mento de extrema necesidad, en que ningún princi que había apoyado la restauración, y que se creía con pe del país ni burgués quiso auxiliarle. derecho a encauzar la política del reino en su propio El avance navarro por la Rioja (1162-1163) y la provecho. Como el territorio se había reducido con reacción castellana diez años después será excelente siderablemente, el poder efectivo radicaba en pocas ocasión para que señores navarros de la zona del familias que acaparaban el gobierno de las principa Ebro ofrezcan su adhesión, siempre bien gratificada, les plazas fronterizas y las rentas de la tierra. Sus leal a los reyes vecinos. Aludimos ya a la fortuna de don tades serán puestas a prueba por los reyes de Castilla Rodrigo de Azagra, bien heredado en Castilla por Al y de Aragón. En la lucha con Aragón, el territorio de fonso VII, sin abandonar sus tenencias de Estella y Tudela es el de fronteras más móviles, ya que eran Tudela, y la de su hijo, más famoso, don Pedro, se muchos los que poseían intereses en ambos reinos, ñor de Albarracín; su hermano Gonzalo estaba, des creados en días de su conquista. de 1160, al servicio permanente del rey de Castilla. La sumisión de la tierra vascongada estaba a Don Pedro de Arazuri, suegro de don Pedro Ruiz merced de la lealtad de la familia del conde Ladrón, de Azagra, es quien da ejemplo de mayor movilidad. que se arrogaba unos derechos patrimoniales sobre la Había comenzado siendo mayordomo de Sancho el misma. Las campañas de Andalucía habían abierto Sabio y señor de Alesves (1154), pasando luego a go los ojos de los principales caballeros sobre la posibi bernar Leguín (1155), Larraga, Tudela (1159-1169) y lidad de acrecer sus señoríos, y Alfonso VII primero, Logroño (1162-1168); luego le vemos al servicio del y más tarde Alfonso VIII, utilizaron las tierras gana rey de Aragón como señor de Huesca (1 169-1 175, das en Toledo, en la misma Rioja o en el pequeño 1179 y 1182), y ocupando Daroca (1169-1175) y «reino de Artajona» para premiar lealtades. El rey de Epila (1171-1 173). Más tarde sin abandonar el servi Aragón utilizaría la misma vía, aunque con menos cio del rey de Aragón, se pone al servicio del rey de posibilidades. Castilla y se hace cargo de la defensa de Calahorra Alfonso Vil logra por este procedimiento que contra el rey de Navarra, mientras que su yerno don muchos señores navarros, al comenzar Sancho el Pedro Ruiz de Azagra procura mantenerse leal a los Sabio su reinado, se pasen al servicio de Castilla, o reyes de Navarra y de Castilla. Para la defensa de Ca más concretamente al de su hijo Sancho III, que rei lahorra no duda el de Arazuri en percibir -sin saber na en la Rioja. Son, entre otros, el conde Ladrón y lo el rey- la cantidad ele 5.000 maravedís del prior de su hijo Bela, Marcos de Rada y Oxaba de Navarra; Osma, don Bernardo, para alcanzar el obispado, acto en sus dominios de Aibar y Leguín fueron sustitui simoníaco que obliga a intervenir al papa Alejandro dos por García Almoravid y Semen de Aibar, res III, y que el propio monarca se comprometió a resar pectivamente. En 1155 García Almoravid se pasa, a cir en su testamento de 1204. su vez, al servicio de Castilla y se le encomienda la plaza de Calahorra; entonces el gobierno de Leguín pasa a don Pedro de Arazuri y el de Aibar a Iñigo de Rada. A su vez Remir Garcés, que gobernaba Olite, El gobierno del reino se suma a la rebelión, y Olite queda incorporado a este pequeño reino de Artajona que seguía rigiendo Los conflictos internos y externos no impidie Sancho III; más adelante, en 1157, Pedro de Arazu- ron que a lo largo del siglo XII la administración del n gobernará Artajona al servicio del monarca caste reino se montase con una jerarquía rígida, a tono con llano. los tiempos, en cuya cima se asentaba el rey y su cu ria. Esto sería, sin duda obra de Sancho el Sabio, al Sancho el Sabio dice en un documento de 1154 que unos Anales de Teruel califican de «orne muy sa- cómo a la muerte de su padre se encontró muy de vio e entendido en las cosas temporales» y otras cró samparado, «no teniendo otro consolador ni protec nicas navarras dicen también que era «varón de gran tor sino a Dios y a Santa María de Pamplona». En sabiduría». tonces el obispo de Pamplona le prestó muchos ser vicios y le hizo donativos, y vencido por los ruegos Las decisiones importantes son tomadas por el del monarca, le socorrió con 1250 áureos en un mo rey de acuerdo con sus barones y caballeros, que in 127 tegran su curia; según los asuntos a tratar, asisten agravios, rieptos y desafíos entre nobles, de claro ori también el obispo o representantes de las órdenes re gen castellano, algunos tal vez reflejo de un supues ligiosas. En casos excepcionales, como en el de la to Ordenamiento de Nájera. El mismo Sancho el Sa prohijación de Sancho el Fuerte y Jaime I, fueron bio reguló en 1192 los desafíos entre nobles con una convocados -según cuenta éste en su Crónica- no Ordenanza que sería más tarde incorporada al Fuero bles, caballeros y diez hombres por cada ciudad y General de Navarra. cuatro por cada villa de importancia, para que pres La nobleza inferior la formaban los infanzones y tasen juramento y homenaje de señorío y fidelidad al los caballeros. Aquéllos eran una nobleza de sangre; rey de Aragón. En la curia del rey se ventilaban los li éstos suelen prestar servicios militares a las órdenes tigios que los ricoshombres tuvieran con el monarca de los ricoshombres. Unos y otros tienen ventajas sobre tenencias y honores, o entre los propios ricos- económicas y procesales, que se irán perfilando me hombres y grandes señores, que en algunas ocasio jor en los años siguientes al acentuarse la conciencia nes eran ajenos al reino. A la curia del rey de Nava de clase. rra acudió Roberto de Couley, príncipe de Tarragona, para justificarse de no haber tomado parte en la muerte del arzobispo de Tarragona Hugo de Cervelló (1171); en 1196 acudían a la curia del rey en Olite, Los obispos a ventilar sus diferencias, Gastón de Bearne y Ramón y la Iglesia de Pamplona Guillem, vizconde de Soule. En la curia había siem pre jueces especializados; el cargo de «escanciano» Con la restauración de la monarquía sólo había de la curia del rey lo desempeñaba un vecino de un obispo, el de Pamplona, con sede en el reino. Sus Urroz (1195). grandes rentas hacían de él el señor más poderoso de La más alta jerarquía nobiliaria la ocupan los ba Navarra. Esto, y el señorío que ejercía sobre la ciu rones, a los que se empieza a conocer con el nombre dad de Pamplona, sería fuente de graves conflictos de «ricoshombres». El rey les concede «honores» o con la corona durante dos siglos. Los dominios que «beneficios», de los que ellos pueden ceder parte en la iglesia de Pamplona conservaba sobre territorio «prestimonio» a otros infanzones. Pero unos y otros aragonés daban también a sus prelados un especial los pierden si eran declarados traidores o perdían «el relieve en la política internacional. La jurisdicción amor del rey». En las plazas importantes el sénior o que el obispo de Tarazona ejerce sobre la iglesia de tenente designaba un «alcaide» que guardara la for Tudela sólo ciaría lugar a fricciones en las primeras taleza, y encomendaba a merinos la administración etapas de la restauración monárquica. Aún cuando de las rentas. Baztán y las tierras de Ultrapuertos estaban sujetas a la mitra de Bayona, no surgieron en este sector pro A fines del siglo XII se van reduciendo las fun blemas especiales. ciones del tenente a medida que se desarrolla el régi men municipal; su misión apenas pasa de encargar A lo largo del siglo XII las rentas de la sede han se de la defensa de la fortaleza y de cobrar determi ido en aumento, tanto por concesiones reales como nadas rentas; algunos desaparecen y las funciones por donaciones de particulares, y los obispos han ve administrativas que antes desempeñaban en su dis nido secundando la política nacional de los monar trito son ahora ejercidas por merinos u otros funcio cas. Un primer incidente, que rompió la armonía en narios reales con más amplia jurisdicción territorial. tre ambas potestades fue provocado con ocasión de Esta organización en merindades, donde ejerce sus los conflictos de los reyes con Aragón. atribuciones el m erino del rey, la verem os desarrolla Era obispo de Pamplona don Lope de Artajona da en el siglo XIII. Igualmente encontramos jueces (1142-1159), que había mediado en una ocasión con reales cuya jurisdicción alcanza a toda una comarca. Ramón Berenguer para establecer una tregua, que sin El contacto de la oligarquía nobiliaria con la co duda fue quebrantada por el rey (1156); el obispo se rona de Castilla favorecerá la penetración en el dere entregó en rehén del conde, comprometiéndose a cho navarro (Fuero de Viguera, Fuero General) de permanecer bajo su poder hasta la total reparación ciertos usos sobre paces y treguas, reparación de de los daños causados. Pero esta gestión mediadora 128 simó de poco, al negarse el rey a pagar indemniza para someter al arbitraje del rey de Inglaterra el lar ciones; el obispo entraba luego en vasallaje del con go pleito que se arrastraba con el rey de Castilla. de al modo feudal, con sus castillos, villas y hom Hizo otros viajes a la curia romana para asuntos par bres, hasta que el rey de Pamplona le rescatara de su ticulares de su iglesia, y en 1179 acudió a Roma con condición de rehén y el príncipe le absolviera gratis vocado por Alejandro III al concilio 111 de Letrán. En de las obligaciones que ahora contraía; el conde se el Fuero General de Navarra se recuerdan varias dis comprometía a no hacer paz ni treguas sin consenti posiciones tomadas por Sancho el Sabio en favor de miento del obispo. El rey, mientras tanto se había las órdenes religiosas a petición del obispo (III, 15, apoderado de los bienes temporales del obispo y 17; III, 22, 1); otra de ellas regulaba el matrimonio ocupado las torres de la catedral. El obispo se com canónico -«a fuero de eglesia»- frente al matrimonio prometía (febrero de 1158) para cuando estuviera que venía celebrándose de acuerdo con el fuero (IV, repuesto en su oficio a lanzar el entredicho contra 1, 5). Sancho el Sabio y todo su reino, hasta que éste repa La misma estrecha compenetración hubo entre rase los daños causados al conde de Barcelona y le Sancho el Fuerte y los obispos García Fernández restituyese a él los castillos y bienes que le había qui (1194-1205) y Juan de Tarazona (1205-1211). Los tado. Prometió también que ayudaría al conde con conflictos que se anuncian dentro de la propia sede todo su poder, y que si éste se lo pedía le cedería el y con la corona, y, sin duda la voracidad del monar mando de los castillos que recuperase, mientras que ca para acumular riquezas, le movieron a promover el conde se comprometía a ayudarle también con para la sede de Pamplona a su propio hijo Remiro, todo su poder. Establecida la paz entre el rey y el que gobernó la diócesis de 1220 a 1228. conde, en el mes de julio de ese mismo año ya se ha bía reintegrado el obispo a su sede. Las órdenes monásticas, aunque en plano infe rior, van a adquirir en este siglo una serie de intere La atracción política que los reyes de Castilla y ses -tierras, rentas, vasallos-, con los cuales habrá Aragón venían ejerciendo sobre la alta nobleza no que contar en adelante. Junto a los antiguos monas podía menos de pesar sobre los prelados de Pamplo terios benedictinos, que conservan sus rentas y aun na, y se pondría de manifiesto en las elecciones epis las acrecen (Leire, Irache), y las comunidades estre copales. Al morir Lope de Artajona (1159) el partido chamente vinculadas a la sede y liliales suyas, que aragonés eligió como obispo a Pedro, que fue consa ahora se desarrollan (Roncesvalles, San Miguel F.x- grado por el arzobispo de Tarragona -a cuya metró celsis), hacen su aparición las Encomiendas de las poli había sido agregada la sede en 1154- y contó Órdenes Militares (Hospital y Temple), y los monas con el apoyo de Ramón Berenguer IV. Frente a él fue terios cistercienses. Primero Filero, que comienza elegido Sancho, hijo de Sancho el Sabio, que recibió siendo una fundación castellana en zona fronteriza y la ordenación episcopal del arzobispo de Toledo, pri conflictiva (1140); luego La Oliva (1150) e Iranzu mado de las Españas. La doble elección provocó un (1176), este último fundado por el obispo don Pedro cisma en la diócesis que duró cuatro años, y mientras de París; Tulebras y Manilla se fundan para religio que Sancho, apoyado por su padre, ejerce la juris sas cistercienses. dicción en las iglesias del reino, Pedro y su sucesor Raimundo la ejercían sobre las iglesias que estaban en territorio aragonés. Las presiones del papa con dujeron a la elección unánime de un nuevo prelado, Rutas comerciales Pedro Compostelano, que puso fin al cisma, y sólo y desarrollo urbano vivió unos meses. El largo pontificado de Pedro de Artajona Pese al ambiente conflictivo en que se desenvol (1167-1193), llamado también Pedro de París por vió la política exterior, el último tercio del siglo XII y haber cursado estudios en esta ciudad, representa se el reinado de Sancho el Fuerte fueron épocas de gún Goñi Gaztambide, «uno de los momentos cum prosperidad económica, que veremos reflejada tanto bres en la historia de la diócesis». Hubo también una en las construcciones, especialmente eclesiásticas, perfecta compenetración entre el rey y el obispo. Éste como en un aumento de la población urbana con la presidió la embajada que en 1177 se envió a Londres llegada de nuevos pobladores extranjeros. 129 Es una etapa de expansión que afecta a toda la fuero de Jaca. Las mercancías descargadas en San Se Península, y que coincide con los avances de la Re bastián por barcos extraños, tenían una reducción de conquista, desarrollo de la ganadería y activación del la tercera parte en el pago de lezda si eran destinadas comercio exterior, Alfonso VIII acuña por primera a Pam plona. vez moneda de oro -los morabetis o mitcales de oro al- La ocupación de Álava y Guipúzcoa por Alfon Jo n s íe s - que vienen a sustituir a las piezas de oro al so VIII tenía, aparte del interés político de reivindi morávides, que dejan de acuñarse. Estas acuñacio car los derechos que se le habían reconocido en Gu- nes, tan necesarias para el comercio exterior, se ha yena al casar con doña Leonor, el de abrir una nueva cen entre 1172 y 1214. vía terrestre de comercio, que había de enlazar con el Castilla, sin fronteras con Francia, utiliza la vie núcleo comercial de Burgos, librando a Castilla de ja rata de Santiago a través de Navarra. Las ciudades los portazgos que se pagaban en Navarra. Por eso Al del camino conocerán un notable desarrollo, pero ya fonso VIII se apresuró a confirmar los fueros de los no se hacen exclusivamente para extranjeros, y se ad gascones que se habían instalado en San Sebastián mite en ellas también a los navarros. En Sangüesa el con Sancho el Sabio (1202), y a extender su fuero a viejo recinto urbano trazado por Alfonso I es rebasa las villas de Guetaria (1201), Fuenterrabía (1203) y do, y hacia 1137-1142 está ya edificada fuera de él la San Vicente de la Barquera (1210), y el fuero de Lo iglesia de Santiago; todavía en 1171 se creó un nue groño a Laredo (1200). Pero el afianzamiento de esta vo barrio en el Pueyo de Castellón, a la orilla derecha nueva vía de comunicación y de comercio sería muy del Aragón, no lejos del puente. Los Arcos se repue lento, y había de tardar todavía más de medio siglo. bla con infanzones, labradores y francos, y disfruta El rey de Navarra, no obstante, acusó el golpe y se es de un mercado semanal (1175). En Estella se ha de forzó, según vimos, por compensar la pérdida de San sarrollado espontáneamente un mercado fuera del Sebastián, apoyando a los burgueses de Bayona para burgo de francos, con su barrio (San Miguel), pero al obtener una fácil salida al mar. resultar insuficiente se crean sucesivamente el de San Por otro lado, Sancho el Fuerte ponía todo su Juan, con su gran plaza para mercado (1187), y el de interés en ampliar o mejorar el dominio de la rata te San Salvador del Arenal (1188). En Pamplona ha surgido con anterioridad, pero en fecha imprecisa, rrestre navarra tanto por el norte como por el sur. Sin un «nuevo burgo» -el de San Nicolás-, sobre terre duda Ricardo Corazón de León abandonó en favor nos del arcediano de la Tabla; la población se hace, de su cuñado Sancho el Fuerte sus derechos sobre al igual que las anteriores, tanto para francos como los territorios de la vertiente norte del Pirineo. En para navarros; la de Villava, iniciada sólo para fran 1196 Arnaldo Ramón, vizconde de Tartas y Dax se cos (1174), acepta diez años después a los poblado ñor de Mixa y Ostabaret, hacía homenaje de sus tie res navarros; Villafranca recibía en 1191 el fuero de rras a Sancho el Fuerte, y aun cuando encontró re San Nicolás de Pamplona. Otras repoblaciones se sistencia en algunos señores, como Pedro Arnaldo de proyectan, como en Leire en 1173, pero no prospe Luxa, que fortificó Ostabat, todos ellos, y el mismo raron. Pedro Arnaldo en 1228, fueron reconociendo la so beranía del rey de Navarra. Ostabat, era, precisa Como consecuencia de la paz entre Alfonso VIII mente, una importante encrucijada de caminos de la y Sancho el Sabio (1 5 abril,1179), éste trata de atraer ruta de Santiago, y por tanto de las vías comerciales pobladores hacia Alava y Guipúzcoa para reforzar de Ultrapuertos. En dirección a Logroño -ya que la sus fronteras: fueros de Vitoria (1181), Antoñana y recuperación de esta plaza parecía imposible- se de Bernedo (1182), San Cristóbal de Labraza (1196), dicó don Sancho a fortificar el sector, dando fueros a etc. En esta coyuntura se inscribe la repoblación de Laguardia (1209), y creando en 1219 la villa de Via- San Sebastián, hacia 1180, aunque aquí los propósi na por la concentración en su recinto de las gentes de tos del monarca no son tanto defensivos, como co una serie de aldeas vecinas. merciales. Se trata de hacer del nuevo burgo el puer to de Navarra, y su repoblación está en íntima rela ción con el incremento de población de los barrios Auge económico de francos de Navarra, y más concretamente de Pam plona. Al igual que éstos, sus vecinos disfrutan del En sus treinta años de reinado Sancho el Fuerte 130 manejó grandes cantidades de dinero. Prestaba, se portazgo, aunque no hay seguridad de que lo perci gún vimos, lo mismo a reyes -Pedro II y Jaime 1- que biera íntegramente, a juzgar por reclamaciones pos a los nobles aragoneses y riojanos, casi siempre con teriores del obispo. la garantía de castillos o villas; pero a la vez adquirió por compra gran cantidad de fincas rústicas y urba nas, tanto en Aragón como en Navarra, especialmen te en Tudela y su distrito. Se ha supuesto que sus ri Los barrios de Pamplona quezas provenían de los tesoros traídos de su viaje a Andalucía, pero si algo recibió -lo que no está pro La historia de la ciudad de Pamplona trasciende bado- no podía dar para tanto, ya que el monarca si de la simple historia local, y será una de las claves de guió manejando grandes cantidades hasta el fin de su la historia política de los reinados siguientes. vida, y un autor contemporáneo estima que al morir Sancho el Fuerte se sentía extraño en Pamplona, dejaba en el tesoro 1.700.000 libras. y residía habitualmente en Tudela. Los reyes anterio Mostraba el rey un afán por amontonar rique res tampoco habían tenido allí su residencia habitual, zas, de que se hizo eco la posteridad; y esto no siem pues la ciudad era señorío episcopal. Ésta compren pre por procedimientos muy limpios, ya que a su día cuatro barrios: la Ciudad propiamente dicha o muerte hubo que nombrar unos jueces «sobre las Navarrería, donde estaba la catedral; el burgo de San emparangas e los deseredamientos e las fuergas feitas Saturnino, la Población de San Nicolás y el Burgo de de heredades» por el rey don Sancho «en so regno a San Miguel. El más importante, tanto por el número cavalleros e a duermas e a infanzones e a todos ornes de sus habitantes como por su riqueza, era el de San de linage». No son raros, en efecto, los casos en que Saturnino o San Cernin. el monarca es prohijado por señoras con muchos A fines del siglo Xll la Navarrería se iba despo bienes inmuebles, que luego recibe en herencia. Del blando en beneficio de los burgos, ya que en aquélla obispo don Juan de Tarazona (1205-1211) obtuvo los claveros reales podían ejercer con mayor libertad los castillos de Huarte, Oro y Monjardín con sus vi sus funciones recaudatorias y abusar de ellas. Sancho llas y pertenencias, así como catorce casas censales, el Sabio, en 1189, para repoblar la Navarrería supri dos prados y otros bienes, que años después serian mió la clavería e hizo que sus propias heredades en reclamados por la mitra. la ciudad y en el término se sujetasen al derecho co Naturalmente que no todas sus rentas procedían mún; extendió a la Navarrería el fuero del burgo de de exacciones violentas o injustas. Al regresar de su San Cernin, y autorizó para poblar todo el espacio li viaje a Andalucía cuidó de organizar las finanzas con bre, fuera y dentro de la ciudad, incluso entre la igle una administración escrupulosa. Siguiendo la políti sia de Santa Cecilia y la barbacana del burgo de San ca iniciada por su padre en los últimos años de su Cernin, lo cual estaba vedado en el fuero otorgado en reinado, a una gran parte de las villas y aldeas seña 1129 por Alfonso el Batallador. Con esta medida se ló unas pechas fijas generalmente en cereales y en di echaba la semilla de futuras discordias. A cambio de nero, suprimiendo las variadas pechas y prestaciones estas concesiones el rey recibía de los vecinos de la de tipo señorial, ya anticuadas y no rentables. Las Navarrería la cantidad de mil áureos, el prado de cantidades señaladas eran, sin duda, muy superiores Acella Landa y un solar para ampliar el que habla ad a las que estaban acostumbrados a pagar; así, los de quirido de Iñigo Almoravid, ya que antes el monarca Ulzama pagarían ocho sueldos por cada casa, cuan no tenía casa en la ciudad, ni en su territorio. Sancho do antes sólo pagaban dos sueldos, pero advirtiendo, el Sabio volcaba así todo su apoyo en favor de la Na dice el rey, «que si yo pudiera probar en adelante y varrería. saber en verdad que solíais dar más de dos sueldos, como me dijisteis, según aquel aumento de dos suel Los barrios se hallaban separados por murallas y dos a ocho, así aumentaréis proporcionalmente vues fosos, y sus vecinos recelaban unos de otros. Las ri tra pecha». Uno de los ingresos más saneados eran, ñas y litigios eran frecuentísimos. En 1213 el rey y el sin duda, los peajes, sobre todo el de Pamplona, que obispo dictaron unas disposiciones para poner paz era compartido entre el rey y el obispo. En 1198 ha entre ellos, perseguir malhechores, prevenir incen bía concedido al obispo el diezmo de dicho peaje o dios intencionados y defenderse de enemigos comu 131 nes. Sancho el Fuerte mostró su simpatía por el bur En Jaca y en otros burgos de la ruta va surgien go de San Saturnino frente a los vecinos de la Nava- do un cuerpo de doctrina jurídica, adaptado a estas rrería. A éstos y a los de San Nicolás prohibió levan gentes que viven de la artesanía y del comercio; en tar torre, muro o barbacana -aparte de las ya exis los casos dudosos acuden en consulta a la ciudad de tentes- que fuesen dirigidas contra el burgo, autori Jaca, e incluso en apelación, como sabemos que lo zando a éstos para impedirlo (1214). Los de la Na- hacían los vecinos de San Sebastián, Fuenterrabía y varrería, no obstante, construyeron una torre, y el Pamplona, aun cuando parece que en Navarra estas obispo la mandó destruir, y a la vez renovó la prohi apelaciones cesaron por prohibición de Sancho el bición real de edificarlas. En 1222 la Población de Fuerte. El rey —o el obispo, en el caso de Pamplona- San Nicolás fue asaltada por los de San Saturnino, las designan las autoridades que le representan en los gentes se refugiaron en la iglesia, que fue incendiada, burgos de francos, pero el cargo de alcalde suele ser y muchas perecieron. Por la presión de Sancho el nombrado a propuesta de tema de los propios veci Fuerte y de su hijo Remiro, ahora obispo de Pam nos; él con los doce jurados designados por vecinos, plona, los barrios que más habían sido lesionados se ostentan desde fines del siglo XII la representación vieron obligados a aceptar una paz por la que renun municipal, una de cuyas misiones más delicadas es, ciaban a toda indemnización. precisamente, la de admisión de nuevos vecinos. En este aspecto, los vecinos de San Saturnino de Pamplona, en constante discordia con los otros ba La población burguesa rrios de la ciudad, son los que se muestran más celo sos de la unidad interna del gaipo. En 1180 acorda La clase ciudadana que vimos aparecer en los fi ron expulsar del Burgo a todos los navarros que mo nales del siglo XI y primer tercio del siglo XII se ha raban en él, pudiendo retener excepcionalmente bía incrementado notablemente en el último tercio como vecinos a aquellos que les interesara y estuvie del siglo con la creación de nuevos burgos. Si bien no ron inscritos en una carta que tenían los burgueses. todos son «francos» o extranjeros, lodos gozan de Aun así, estos privilegiados no serían admitidos como franquicias especiales, y casi todos se rigen por las testigos contra los burgueses ni los burgueses los pre normas del fuero de Jaca. sentarían como testigos contra extraños, a la vez que Uno de los artículos del fuero de Jaca disponía se comprometían a no recibir como vecinos a nava que ningún vecino debía ser juzgado fuera de su ciu rros que no fueran hijos de franco o de franca, ni les dad, sino por su propio alcalde y de acuerdo con su alquilarían casas para vivir, ni les enseñarían determi propio derecho. No hay que decir que un estatuto nados oficios que cuidadosamente enumeran, y tan tan privilegiado tenía que chocar con muchas gentes, sólo los recibirían como sirvientes, labradores, horne especialmente con la clase nobiliaria. Sancho el Sabio ros y jornaleros. De estos oficios, sin duda el más im reiteraría a los burgueses de Pamplona y a los francos portante era el de cambista. Del radio de acción de es de Sangüesa el pleno disfrute de este derecho, y si al tos mercaderes puede darnos idea el caso de Rainal- guien, fuese «rey, príncipe, obispo, caballero o villa do de Concoz, que hacia 1204-1205 pudo adelantar no, clérigo o laico o de cualquier orden», tuviera al obispo de Pamplona las cantidades necesarias, y en pleito con ellos, y se negaba a ser juzgado de acuer diversas monedas, para sus viajes a Normandía, Di do con el fuero de Jaca, perdía el pleito e incurría en namarca e Inglaterra en servicio del rey. la pena de mil sueldos (1158). Los vecinos de Tudela no gozaban de la condi Con ello se fortalece la autoridad judicial del ción de francos, sino de la de infanzones. Como se burgo y su estatuto jurídico, que viene a reforzar la trataba de una infanzonía ciudadana, sus vecinos no cohesión que establecía la estirpe o procedencia de eran juzgados directamente por el rey ni por la justi sus gentes. Para acentuar sus diferencias se aferran al cia real en la corte, sino que estaban sometidos a una uso de su lengua occitana, una especie de lengua jurisdicción especial ciudadana, donde administraba franca, que utilizan tanto para sus transacciones con justicia un funcionario de nombramiento real. Los los otros francos de la ruta de Jaca a Estella, como extraños debían presentar sus demandas en Tudela, y con los mercaderes del Languedoc, con los que man el vecino podía hacerlo en Tudela o donde mejor tienen activas relaciones comerciales. quisiera; entre vecinos los asuntos debían resolverse 132 «vecinalmente» entre sí, y directamente con el rey, Todo ello da a las comunidades religiosas una pero ningún vecino podía aducir contra otro a un fuerza y autoridad grande sobre las gentes del cam hombre sometido a una jurisdicción independiente po, aparte del prestigio moral de que gozaban. Junto -potestad, caballero o infanzón-, manteniéndose en al clero rural, reclutado casi siempre en las mismas tre los ciudadanos la unidad de fuero frente a los es aldeas, está el de las iglesias catedrales que se recluta tatutos privilegiados. Veinte jurados representan en entre las clases más elevadas, segundones de familias Tudela a la comunidad ciudadana. Así, por distintos de infanzones o de pequeños propietarios aparte de caminos, los vecinos francos y los infanzones urba extranjeros. El aumento creciente de la riqueza de la nos tienden a equiparar su estatuto jurídico. sede, administrada personalmente por el obispo, provoca las quejas de los canónigos. Decían «que el obispo con su inmoderada familia y sus innumera bles huéspedes, gastaban todas las rentas y ellos pa Estructura social decían penuria». En 1177 el obispo don Pedro de París hizo una división de las rentas con los canóni En el tránsito del siglo Xll al XIII ha cambiado gos, y los ánimos se aquietaron. sensiblemente la estructura social del reino. Emergen como grupos sociales bien definidos la Iglesia y las Las clases ciudadanas también emplean parte de clases ciudadanas. sus rentas en adquirir tierras de cultivo en las inme diaciones de sus lugares de residencia, y al igual que La Iglesia, con la creación de nuevas comunida los monasterios hacen plantaciones de viñas. Tien des religiosas adquiere un peso en la sociedad rural den a equipararse jurídicamente los vecinos de las que antes no tenía. Los antiguos monasterios bene que se llamarán «buenas villas» o villas reales, aun dictinos aumentan considerablemente sus propieda cuando no sean «francos» de estirpe. Como en unas des rurales o urbanas. Las nuevas comunidades cis- se admiten ya a «francos» y a navarros, y en otras tercienses, alejadas de centros urbanos, crean huertas -Los Arcos, Tafalla, Olite, Villafranca, etc.- no llegó bien cultivadas junto a sus residencias, con cuyos in a haber colonias de extranjeros, la equiparación re gresos pueden adquirir nuevas tierras, y, en ocasio sulta menos violenta. En las villas de francos se em nes -como en Fitero- desplazar a sus antiguos culti pieza a distinguir el que es vecino, con plenos dere vadores. chos, del simple morador, «estaiant» o «abitant», cu Las donaciones piadosas, en sus diversas formas yas obligaciones y también sus derechos son meno -con reserva de usufructo, con pago de un censo du res; en las demás subsiste la diferencia entre infanzo- rante la vida del beneficiario, etc - acrecen los bienes nes y labradores. inmuebles de iglesias y monasterios; es frecuente la La población urbana o mercantil se incrementa entrega de toda o parte de la hacienda a una iglesia en el siglo XII con el aumento de las comunidades -como en Tudela-, donde los donantes son recibidos judías. La había en Tudela al tiempo de la conquis como «familiares» de la misma, con obligación por ta, y habitaba dentro del recinto urbano; en 1170 parte de aquélla de proveerles de su sustento duran Sancho el Sabio les autorizó para instalarse con ma te toda su vida; la fundación de aniversarios y cape yor seguridad en el castillo y les confirmó el fuero de llanías es un modo muy lucrativo de acrecer las ren los judíos de Nájera; lo mismo hizo con la aljama de tas eclesiásticas; se introduce la moda de crear capi los judíos de Funes (1171). Otra aljama importante llas funerarias, que se acreditan entre nobles y no no era la de Estella. En 1154 había autorizado el rey bles que prefieren enterrarse allí a hacerlo, por ejem para que el obispo pudiera instalar judíos en Pam plo, en la catedral de Pamplona, con grave daño para plona y en Huarte con las mismas seguridades de los derechos de ésta. Sancho el Sabio prohíbe que in que gozaban los de Estella; durante los siete prime fanzones y labradores se entierren en la que había le ros años estarían sujetos a la doble dependencia del vantado doña María de Leet en el término de Cofin, rey y del obispo; después lodos los derechos serían en Milagro, y ordena que si aquéllos querían conser del obispo. var los «honores» concedidos por el rey, o éstos no querían ser desheredados, deberían trasladar los ca La documentación de la época, muy poco ex dáveres a otro lugar (1170). presiva, acredita otros movimientos de población la 133 bradora dentro de Navarra. Sabemos también que en talmente remozadas en la época gótica; en cambio Peralta había a fines del siglo XII una colonia de gas conservamos la iglesia románica de San Miguel de cones, algunos procedentes de Bayona, pero ignora Excelsis que, aunque dependía directamente del mos el motivo y circunstancias de su llegada. obispo, que administraba sus bienes, recibía dona ciones propias. La clase de los labradores juega, como en los de más países, un papel meramente pasivo. Hay una Desparramadas por la diócesis se levantan en la tendencia a sustituir el vínculo personal -«colla primera mitad del siglo XII gran cantidad de peque zos»- por obligaciones económicas fijas, y a restrin ñas iglesias rurales, generalmente de una nave, con gir la servidumbre personal; generalmente los colla bóveda de cañón, a veces decoradas con bella labor zos pagan un «censo» anual en dinero, y más fre de escultura; tales construcciones se siguen haciendo cuentemente en especie, aparte de otras prestaciones a lo largo del siglo XII y comienzos del XIII cada vez variadas (cenas, servicios, opilarinzadas, etc.); el cen en aldeas más modestas, recurriendo para la decora so es proporcional a la heredad y ésta se transmite a ción a ingenuos artistas locales, o en ocasiones a ma los hijos. estros que trabajaban en iglesias más importantes de las inmediaciones. Son, por ejemplo, las iglesias de En suma, si al iniciarse la restauración de la mo Artaiz, San Jorge de Azuelo, con planta de cruz y cú narquía, ésta sólo podía contar con el apoyo de una pula sobre trompas; San Martín de Unx, con cripta e reducida oligarquía nobiliaria, con el obispo de Pam iglesia consagrada en 1156; San Bartolomé de Agui- plona a la cabeza, en la segunda mitad del siglo XII lar de Codés; San Pedro de Aibar, con cañón seguido la nobleza ha ensanchado su base con un grupo nu en la nave central y de tres cuartos en las laterales; meroso de caballeros e infanzones; la Iglesia deja de iglesias o ermitas de Echano, Cataláin, Azcona, Orí- estar reducida al señorío personal del obispo de soain, etc. Pamplona, quien debe contar no sólo con la inter vención creciente de su cabildo catedral, sino con las De las construcciones eclesiásticas levantadas en nuevas comunidades religiosas; las clases ciudada los centros urbanos son notables las de Sangüesa, Es- nas, al crecer en número y asimilar su estatuto los tella y Tudela. En Sangüesa, la iglesia de Santa María burgos de francos y las demás «buenas villas», for la Real, comenzada en el primer tercio del siglo XII, marán una nueva fuerza social que dejará sentir su sería rehecha varias veces, sin duda a consecuencia peso político en la centuria siguiente. de las avenidas del río Aragón. Las distintas épocas y artistas han dejado su huella en la escultura de la es pléndida fachada montada a fines del siglo XII con los elementos decorativos más variados: estatuas co Las artes y las letras lumnas que recuerdan el pórtico de la catedral de Chartres; algunas, obra segura del llamado maestro La nueva estructura de la sociedad navarra y el de San Juan de la Peña; otras que reproducen distin mayor bienestar económico se verá reflejado en el tas escenas de leyendas nórdicas. En Estella las obras gran número de edificaciones de esta época que han más notables son del último tercio del siglo XII y res llegado hasta nosotros, y que no son sino una parte ponden a una cierta variedad de escuelas y tenden reducida de las que se levantaron. Casi todas son cias: la iglesia de San Miguel, con su cabecera de cin templos u obras de carácter eclesiástico que no sólo co ábsides -sólo tres acusados al exterior- fue termi son prueba del poder económico del grupo eclesiás nada en época gótica; su bella fachada esculpida re tico, sino de la piedad de los fieles que en ocasiones cuerda a obras del autor de los últimos relieves de Si las sufragaban. los y a otros maestros castellanos; la iglesia de San A comienzos del reinado de García Ramírez se Pedro de la Rúa, en su amplio ábside central lleva había terminado el espléndido claustro de la catedral unos absidiolos de gran originalidad; su claustro lo de Pamplona, coincidiendo con una fase de auge forman una serie de capiteles de iconografía evangé económico de la sede; de las otras obras que pudie lica y otra de animales fantásticos y vegetación inspi ron hacerse en el siglo XII, nada sabemos, pues la rada en tejidos orientales. iglesia, claustro y dependencias claustrales fueron to Este orientalismo, visto con mentalidad occi 134 dental, percibimos en la portada de la misma iglesia rres Balbás, son generales a muchas iglesias góticas de San Pedro de Estella y en las de San Román de Ci- del norte de Francia. Es, dice el mismo autor, «la más rauqui y Santiago de Puente la Reina, todas de fina puramente francesa de la Península y una de las pri les del siglo XII; de inspiración islámica más directa meras, si no la primera, en la que se estrenaron del son las celosías de la iglesia de Irache y catedral de lado de acá de los Pirineos nuevas formas del arte gó Tudela, y sobre todo la bóveda de la iglesia de Torres tico, como son las bóvedas sexpartitas, el triforio, los del Río, que repite estructuras de la mezquita de pilares cilindricos para la separación de naves y los Córdoba. Responde esta última a un tipo de capillas arbotantes». funerarias, que sin duda se propagó por influencia de Todas estas iglesias estaban, sin duda, ricamen las Órdenes de San Juan y del Temple, aunque las te decoradas, algunas con pinturas murales o reta iglesias conservadas no puedan atribuirse a estas ór blos pintados; otras con imágenes de orfebrería. Sa denes; todas tenían en lo alto una especie de linterna bemos que Leire disponía de una tabla de antealtar, que se iluminaba en cienos actos religiosos; a la mis donada por la señora de Orcoyen, y que el abad dio ma serie de capillas funerarias responde la iglesia de en 1141 al rey -en total 70 marcas de plata- para so Eunate, rodeada de una graciosa arquería claustral, y correrle en sus necesidades. Hoy conservamos el es tal vez, pero con otra inspiración artística, la capilla pléndido retablo de cobre dorado y esmaltado de San de Sancti Spiritus de Roncesvalles. Miguel de Excelsis, una de las piezas más importan En Tudela, aparte de los tímpanos románicos de tes que se conocen en su género, y las imágenes de San Nicolás y de la Magdalena, es pieza de primera las Vírgenes de Irache, Santa María de Pamplona, de magnitud la catedral, iniciada su construcción, como las Antorchas de Estella, de Ujué, evangeliario de todas las obras que vamos citando, en el último ter Roncesvalles y otros ejemplares de rica orfebrería. cio del siglo XII; a esta primera etapa corresponden Junto a las variadas muestras de la arquitectura la cabecera de cinco ábsides, las puertas laterales, el religiosa, apenas podemos ofrecer otros ejemplos de claustro y la puerta del Juicio Final, esta última de la arquitectura civil que los restos de construcciones hacia 1200. Tanto el claustro como la puerta del Jui fortificadas, como las murallas y torres de Artajona.y cio son una de las muestras más ricas de la escultura el palacio de Estella -este espléndido y tal vez úni románica peninsular; en la puerta del Juicio, si el ar co-, que podemos imaginarlo como construido bajo tista responde a escuelas del norte de Francia, la ins Sancho el Sabio, y para su uso personal. piración temática -con el deleite que se percibe en el Para el período románico en el campo de la castigo que sufren los condenados- nos harían pen pintura miniada se pueden citar un buen número sar en el ambiente local saturado de orientalismo. de obras, algunas de singular calidad, en fuerte La catedral de Tudela nos acerca por su arqui contraste con la escasez de pinturas murales o so tectura a las construcciones cistercienses, más imper bre tablas conservadas para este mismo período. sonales, y de las que Navarra puede ofrecer magnífi Entre las más notables, figuran la Biblia compuesta cos ejemplos en los monasterios de Fitero, La Oliva para Sancho el Fuerte bajo la dirección de su canci con dimensiones de catedral e Iranzu; la iglesia del ller Ferrando Pérez de Funes, y terminada en 1197. monasterio de Irache muestra los tanteos del cambio Es una Biblia puramente pictórica, ilustrada con entre una técnica románica y los inicios de las bóve 871 escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, vidas das de crucería; es también muy notable por su ri de santos y Apocalipsis de San Juan. El mismo ta queza escultórica; otras construcciones de la época ller de Pamplona, dirigido por el propio Ferrando -San Pedro de Olite, cripta de Gallipienzo, hospital Pérez de Funes, produjo para un personaje desco del Crucifijo de Puente la Reina, etc - son ejemplos nocido otra Biblia ilustrada similar con 976 ilustra de la gran actividad constructora y de la variedad de ciones. En la Biblioteca Nacional de París (Nouv. escuelas en que se inspiraron sus artistas. acq. lat. 1336), se conserva un B eato escrito en le La situación del reino y las variadas relaciones tra gótica, y cuyas sesenta miniaturas hacen pensar que mantenían sus monarcas con tierras remotas, ex -en palabras de Domínguez Bordona-, en la técni plican las características de la iglesia de Roncesvalles, ca de las vidrieras y en los más característicos es construida por Sancho el Fuerte, que, como dice To maltes del siglo XIII. Algunos misales y estatutos de 135 cofradías van también ilustrados con bellas minia cluso con Roma; fue «capellán principal» de García turas o iniciales. Ramírez v honrado con la amistad de Sancho el Sa bio; su presencia en Navarra está documentada has Menor información tenemos en lo que respecta ta 1157. a la cultura literaria de la época. Parece que en el si glo XII ya funcionó alguna escuela catedralicia en De la cultura de la comunidad hebrea de Tude- Pamplona; algunos eclesiásticos con grados académi la, aparte de la gran figura de R. Abraham ibn Erza, cos adquiridos fuera de Navarra y una formación li de quien ya hemos hablado, es un buen ejemplo teraria y orientación cultural bien definida, fueron Benjamín de Tudela, del que nos queda el relato de incorporados al cabildo catedral. De éstos el más fa un curiosísimo viaje por tierras de Oriente para visi moso es el inglés Roberto de Ketton o de Chester, a tar las comunidades judías. Emprendió el viaje hacia quien el abad de Cluny, Pedro el Venerable, halló en 1160 y lo terminó hacia 1171. De Tudela pasó a Za 1141 en la región del Ebro juntamente con Hermann ragoza y por Cataluña, sur de Francia e Italia llegó a el Dálmata, dedicado a estudios de astronomía y ma Grecia; de Corfú pasó a Constantinopla, islas Egeas, temáticas. El abad de Cluny le encomendó que pre Asia Menor, Palestina, Siria y el Irak; estuvo en Egip parara una traducción del Corán al latín para poder to y de aquí fue a Sicilia, Italia y Francia hasta París, refutar con fundamento la doctrina de Mahoma. Esta donde interrumpe su narración. Se interesa por el es traducción estaba terminada en 1143, cuando Ro tado de las comunidades hebreas que visita y sus re berto era arcediano de Pamplona -probablemente de cuerdos históricos o arqueológicos, y acredita gran Valdonsella-, y, pese a sus imperfecciones sería repe des conocimientos bíblicos y talmúdicos, recuerdos tidas veces copiada y editada hasta el Renacimiento. clásicos y de la literatura cristiana, aparte de un co nocimiento de la lengua árabe. Roberto de Ketton es autor de un breve resumen de la vida de Mahoma y sus seguidores, y de diver Una generación posterior, y dentro de la comu sas traducciones científicas: la primera traducción nidad cristiana, recordaremos el nombre de otro tu- del tratado de álgebra de Al-Jwarizmi, que había di delano, Guillermo de Tudela, autor de la C hanson de fundido entre los árabes el sistema indio de numera la Croisade Albigeoise, poema provenzal -la fuente ción; el Líber de compositione alchimiac, la prim era más acreditada para el estudio de esta lucha- que pa obra de su género que aparecía en lengua latina, y rece fue escrito poco después de 1214. otras obras de astronomía. Sin duda hay que relacio Entre la literatura latina de la época es de seña nar a Roberto de Ketton con el círculo formado alre lar el poema en elogio del Hospital de Roncesvalles, dedor del obispo Miguel de Tarazona (1119-1151) escrito en 42 estrofas rimadas, y en el que se cuenta para la traducción de obras arábigas y hebreas, en el la excelente acogida que se hacía a los peregrinos que que también trabajó el español Hugo de Santalla. Ro en él se hospedaban. Fue compuesto entre 1199- berto quedó más estrechamente vinculado a la sede 1215, y el P. Fita sugirió si sería obra de Rodrigo Xi- de Pamplona, donde gozó de la confianza del obispo ménez de Rada. quien le encomendó delicadas misiones en los pro cesos que llevaba la curia con diócesis vecinas e in 136 BIBLIOGRAFIA Además de las obras señaladas en el capitulo anterior, c i t a d a s de GoÑt Gaztambide y de K e h r . pueden verse para otros aspectos de historia jurídica, ur Aspectos culturales, E B u c h e r , The Pamplona Bibles, bana y económ ica, P E. S c h r a m m , Der Kónig von Navarra New Haven and London, Yale University Press, 1970, dos (1035-1512), en «Zeitschrifder Savigny-Stiftung für Recht- vols.; 1. Gonzalez Lluvera, Viajes de Benjamín de Tudela, geschichte», t. LXXX1 (1951), p. 151; J. M . a L a c a r r a y A. 1160-1173, por primera vez traducidos al castellano, Madrid J. M artín Duque, Fueros de Navarra, I. Fueros derivados de 1918; La Chanson de la Croisade Albigeoise, «Les Classiques Jaca, l Estella-San Sebastián, Pamplona 1969; 2. 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Respecto a la Iglesia véanse las obras repetidamente 137 CAPITULO X La Casa de Champaña ( 1234- 1274) zarse los intereses de Navarra e Inglaterra en las inci lo largo de un siglo, de 1134 a 1234, había dencias de la guerra de los Cien Años y por los do logrado Navarra recuperar y afirmar su in minios que los reyes de Navarra tenían en Norman- dependencia, aunque muy recortada en su día. extensión territorial en relación con la que habían al A La introducción de la casa de Champaña acele canzado en otros tiempos los dominios de los reyes ró, de una parte, el distanciamiento que se había pro de Pamplona. Se había asegurado el dominio sobre ducido bajo Sancho el Fuerte entre el rey y sus súb San Juan de Pie del Puerto, donde ya encontramos ditos; de otra, pondría en contacto más directo a las tenentes navarros en 1194, pero se dan por definiti clases dirigentes del país con la cultura francesa, cen vamente perdidas la Rioja y los territorios de Álava y trada en la corte de San Luis. Guipúzcoa. Las fronteras con Aragón apenas han te nido alteraciones hasta nuestros días. Como recuer Si Sancho el Fuerte había permanecido en sus do de deudas impagadas, quedaría para Navarra el últimos años encerrado en el castillo de Tudela, los territorio de Perilla en Aragón. Mayor movimiento nuevos monarcas aparecen separados por la barrera hubo en la frontera con Castilla, ya que la estableci del idioma -no comprendido ni aun por los burgue da por Alfonso VIH no respondía a realidades geo ses francos, de hablas occitanas-, y sobre todo por el gráficas, y las fricciones continuaron en toda la Edad distinto concepto que de la autoridad monárquica Media. había en Francia y en Navarra; los reyes de la casa de Champaña acentuarán, como veremos, el carácter di La pérdida de los puertos de Vascongadas en vino de la realeza, y se rodearán de un aparato buro 1200 disminuyó la importancia de Navarra para In crático, a tono con los tiempos, en buena parle cons glaterra, cuyo rey buscaba en 1191 esposa en la di tituido por extranjeros. nastía navarra. Subsistió, no obstante, la frontera co mún de Aquitania; pero hasta el siglo XIV, con el go Todo ello facilitarla un contacto más directo con bierno de la casa de Evreux, no volvieron a entrecru las modas y gustos de París y del norte de Francia. Si 139 hasia entonces los burgueses de las villas navarras de 1234 concertó treguas con Enrique III de Inglate habían comerciado casi exclusivamente con las ciu rra, asegurando que ningún daño saldría de Navarra dades del Midi -Tolouse, Montpellier- ahora, some contra los dominios de éste en Gascuña y viceversa. tido el Languedoc tras la Cruzada contra los albigen- Con ello Teobaldo se veía reconocido por todos los ses, toda Francia acataba las directrices políticas y reyes vecinos. culturales que llegaban de la corte francesa, en la que los condes de Champaña ocupaban un puesto desta cado. El rey ante A la vez, la conciencia de una personalidad na sus nuevos súbditos varra tendrá ocasión de manifestarse frente a una presión auténticamente extranjera, pues como tal se No obstante, la compenetración entre el rey y estima la que llega de la Francia del norte. los nuevos súbditos se hacía difícil. No sólo la lengua y las costumbres, sino las ilusiones que los nobles navarros, encabezados por el obispo de Pamplona, se habían hecho al gestionar su venida, resultaban difí cilmente conciliables con el concepto que de la auto TEOBALDO I (1234-1253) ridad real podía tener Teobaldo. Tampoco favorecía mucho el buen entendimiento el carácter versátil y ligero del nuevo monarca. Castilla y Aragón tenían puestas sus miras en el Todos los problemas internos -fricciones entre reino de Sancho el Fuerte, cuya muerte se esperaba las distintas clases- que parecían dormidos en la úl hacía tiempo. Una vez más los navarros, dando al ol tima etapa de Sancho el Fuerte, salieron a flote. El vido la voluntad del rey difunto, se atuvieron al de obispo y la alta nobleza esperaban erigirse en men recho sucesorio del país y se apresuraron a llamar a tores del rey, para salvaguardar sus intereses. Apar Teobaldo, quien al mes de la muerte de don Sancho tados un tanto bajo Sancho el Fuerte de la alta fun se presentaba en Pamplona, donde era alzado por rey ción asesora que de antiguo habían ejercido en tor y juraba los lucros. Sin duda pesó más en los nava no al monarca, creían llegado el momento de recu rros el temor a los vecinos que el amor a un principe perar el ascendiente perdido. Pero no fue así. En la desconocido. negociación con Fernando III habían intervenido Pronto aseguró Teobaldo el reconocimiento de tres champañeses y dos navarros; los acuerdos con Aragón renunciando a cuatro castillos aragoneses el conde de Bretaña, que implicaban la herencia del -Gallur, Escó, Zalatamor y Trasmoz- que tenía en reino, se tomaron a espaldas de los navarros, y cuan prenda Sancho el Fuerte, y que Jaime 1 se había apre do más tarde (1238) Teobaldo se preparaba para ir a surado a ocupar. Como no ocupó Petilla, que tam la Cruzada, dispuso del reino, en un testamento se bién estaba en prenda, esta plaza quedaría como en creto, sin contar para nada con los súbditos: aquél clave en Aragón bajo dominio de Navarra. Con Cas pasaría a su hija Blanca y al marido de ésta, y si el tilla se pactó el matrimonio de Blanca, hija de Teo rey o su hija morían sin descendencia legítima, le baldo, con Alfonso -el futuro Alfonso el Sabio- pri sucedería su hijo natural Nicolás. Y es que el rey, ha mogénito y heredero de Fernando III, y su descen bituado a gobernar personalmente sus Estados de dencia heredaría el reino de Navarra; Fernando ofre Champaña, desconocía el papel que la alta nobleza cía, además, al rey de Navarra, mientras éste viviera, había desempeñado en los Estados pirenaicos. toda Guipúzcoa y otras tierras, pero no Álava, que el Como le urgía regresar a Champaña, encargó duran navarro solicitaba. Al año siguiente Blanca casaba te su ausencia el gobierno de Navarra a un champa con Juan, hijo del conde de Bretaña, con el compro nes, Pong de Duyme, con el título de senescal y ro miso también de sucederle en el reino de Navarra deado de consejeros de su país. aun cuando Teobaldo tuviera un hijo varón de su re La nobleza inferior, formada por infanzones y ciente matrimonio con Margarita de Borbón. Pero caballeros, acusó también su oposición al nuevo mo nada de esto se cumplió. Al regresar a Francia a fines narca. De tiempo atrás venían constituyendo Juntas, 140 Hermandades o Cofradías, con autorización de la co misión de jueces árbitros designacios por los intere rona, para defenderse de los abusos y violencias que sados. cometían, tanto algunos barones, como malhechores Las dificultades principales vendrían de parte de de toda clase. Sus éxitos frente a algunos barones la nobleza. Cuando Teobaldo hizo público el voto de acreció su prestigio en la zona media de Navarra. Pri ir a la Cruzada de Ultramar (1235), obtuvo del papa mero se reunían en Miluce, luego se extendieron a que todas las juntas de nobles fuesen disueltas, aun otras comarcas -la Ribera, Irache, Obanos, Arteaga- que sus miembros estuviesen ligados por virtud del aunque la Junta era única. Al morir Sancho el Fuer juramento, y encargó al abad de lranzu y a los priores te aparecía como una de las fuerzas representativas de Roncesvalles y de Tudela que llevaran a cabo este del país. El obispo de Pamplona no dudó en presen cometido. Los comisionados conminaron a varios in tarse ante la Junta para que le apoyara en sus recla fanzones a comparecer en su presencia (1237), y ex maciones contra el rey, pero los de la Junta no le qui pirado el plazo los excomulgaron. Pero éstos despre sieron recibir. Poco a poco, sin perder su primitivo ciaron la excomunión, y aun ganaron la adhesión de carácter de hermandad contra malhechores, va co algunos eclesiásticos, lo que indica que el movimiento brando una dimensión nueva: defender los fueros o tenía fuerte arraigo en el país. El voto ultramarino, y la derechos de una clase nobiliaria de condición media. subsiguiente protección pontificia, había renovado la alianza entre el rey y el obispo de Pamplona. Éste y un ricohombre fueron enviados por el rey para parla mentar con los infanzones, pero sin éxito. Primeros choques con los nobles Los caballeros e infanzones, juramentados, ha bían recurrido a Roma, y el rey aceptó presentar En los asuntos litigiosos Teobaldo procuró so también sus demandas ante el tribunal «del Apostó- meter las diferencias a la decisión de árbitros desig ligo». Para ello llegó a un acuerdo con cincuenta ca nados por las partes. Ante las primeras quejas de ca balleros e infanzones en virtud del cual una y otra balleros e infanzones sobre las incautaciones e injus parle se atendrían a la sentencia papal; estos cin ticias cometidas por Sancho el Fuerte, había nom cuenta caballeros se comprometían a obtener de los brado, de acuerdo con ellos, una comisión de cinco demás el asentimiento a la sentencia que llegara de jueces para que deshicieran las fuerzas y violencias Roma, o a proceder contra los que se resistieran a que fuesen contra los derechos de nobles y eclesiás acatarla. En su forcejeo con la alta nobleza, el rey ha ticos. En algunos casos procedió con ligereza y acep bía renovado la ordenanza de Sancho el Sabio sobre tó dinero por la resolución de cuestiones controver desafíos entre nobles, y ante el gran número de gen tidas. El mismo rectificó alguna disposición suya an tes que alegaba su condición de infanzones, se dicta terior, porque «nos como orne nuevo non entendía ba una ordenanza, fruto de una avenencia (1237), mos encara las costumpnes nin los feyctos sabíamos sobre el modo de probar la infanzonía los que eran de Navarra». acusados de villanos, ordenanza que no tuvo general aceptación, ya que en ella se exigía el juramento de El obispo de Pamplona, don Pedro Remírez de tres infanzones o caballeros, y eran muchos los que Piedrola, pretendía recuperar castillos, villas y pose afirmaban que bastaba para probar la condición de siones arrebatadas a su iglesia por Sancho el Fuerte, infanzón el juramento de sólo dos caballeros o in y el rey aplazó su respuesta hasta su regreso de fanzones. Champaña; mientras tanto el obispo buscó el apoyo de Roma. Pero al fin el rey logró atraerse al obispo a su causa. En 1235 reconocía éste que debía a Teo baldo 12.666 sueldos y ocho dineros de sanchetes El Fuero Antiguo por mil cahíces de trigo que el monarca le había ade lantado. Tampoco tuvo problemas con los burgueses La tirantez aumentó a fines de 1237. Los nobles de las buenas villas. Las diferencias entre la corona recordaban al rey las obligaciones que había contraí y el concejo de Tudela, que venían arrastrándose do al jurar los fueros en el día de su alzamiento. Pero desde Sancho el Fuerte, fueron resueltas por una co se hacía necesario concretar cuáles eran las obliga 141 ciones del rey para con los súbditos, y las de éstos ña y de «cómo ganavan las tierras sin rey los mon- hacia él, ya que nunca habían sido consignadas por taynneses»; cómo disputaban sobre el reparto de las escrito. ganancias y del fruto de las cabalgadas, y cómo con sultaron «al apostóligo Aldebano, a Lombardía que En una reunión celebrada en Estella el 25 de enero de 1238 se acordó nombrar una comisión, son ombres de grant iusticia, et a Francia», y todos compuesta por diez ricoshombres, veinte caballeros, les dijeron que eligieran un rey que los acaudillase, diez hombres de órdenes, que con el rey y el obispo pero que antes tuviesen sus «establimientos jurados de Pamplona a la cabeza pusiera por escrito «aquei- et escriptos». E hicieron como les aconsejaron, y lue llos fueros que son e deven seer entre nos et eillos, go eligieron rey. ameillorándolos de la una parte et de la otra como La explicación era necesaria para que un rey «de nos con el bispo et aquestos esleitos viéremos por estranio logar e de estranio lengoage», se hiciera car bien». go del papel que constitucionalmente representaban De esta comisión saldría el llamado Fuero Anti los ricoshombres, y de la sumisión del rey a los fue guo, núcleo del Fuero General y también del Fuero ros y a las leyes, que eran anteriores y superiores a él, de Tudela. En él es fundamental el capítulo primero y que debía jurar antes de hacerse cargo del poder. «de rey alzar», que sentaría las bases constituciona La aceptación por la monarquía de estos principios les del país: antes de ser alzado rey, éste debía jurar había de tener hondas repercusiones no sólo en la los fueros, deshacer las fuerzas y partir el bien de historia política de Navarra, sino en la historia y en cada tierra con hombres del país, y no con extraños; la literatura jurídica de los reinos de la Corona de si accedía al trono «ombre de otra tierra o de estra- Aragón. nio logar o de estranio lengoage», no podía poner a Tal vez no fuese ajeno a la idea de colocar este más de cinco hombres de esa tierra en cargos de go prólogo al frente del Fuero Antiguo el gran historia bierno, ni al servicio del rey a «hombres estranios de dor navarro don Rodrigo Ximénez de Rada, pues co otra tierra»; no podía ser administrada justicia sin nocidas son las amistosas relaciones que mantuvo consejo de los ricoshombres naturales del reino, ni con Teobaldo I, su estrecha vinculación con el obis podía hacer con otros reyes guerra, paz o tregua, «ni po de Pamplona, y su presencia en Tudela por las fe otro granado fecho o embargamiento de regno», sin chas en que aquél debió redactarse. consejo de doce ricoshombres o doce de los más an cianos sabios de la tierra. Sólo después del juramen to real y de la ceremonia del alzamiento, los doce ri coshombres o sabios juraban al rey fidelidad y le be Cruzada a Tierra Santa saban la mano. En otras disposiciones se señalaban las garantías Teobaldo 1 pasó su reinado viajando continua para que el rey pudiera quitar o retener los honores mente de Navarra a Champaña, y aún tuvo tiempo de los ricoshombres; el orden de sucesión a la coro de permanecer año y medio en Ultramar. Tenía que na; la sucesión en los reinos o bienes ganados por los atender a dos Estados diferentes, con problemas po reyes, matrimonio de sus hijas y sobre alzar rey líticos muy diversos. Si las tierras de Champaña le cuando el monarca carecía de herederos; función del eran familiares, y allí se encontraba más en su am alférez real, que sustituye a la persona del rey en el biente, las de Navarra eran desde ahora mucho más mando de la hueste; plazos para juzgar los presos; importantes para él, pues no sólo le habían elevado a garantías procesales de los infanzones; sobre respon la dignidad real, sino que habían aumentado consi der los hijos por las deudas de los padres y sobre la derablemente sus ingresos, reforzando su posición libertad de testar de ricoshombres, caballeros e in ante los grandes señores de Francia. fanzones. En 1230 Teobaldo había hecho voto de ir a Ul Todo esto se presentaba como una legislación tramar con cien caballeros, y cuando en 1234 Gre preexistente desde los tiempos de don Pelayo, e igual gorio IX predicó la Cruzada, él sería uno de los pri para lodos los reinos de España. A la recopilación se meros en tomar la cruz. El papa hizo todo lo posible agregó un prólogo explicativo de la pérdida de Espa por facilitar su partida: se dirigió a príncipes y ciu 142 dades para que le dejaran paso libre por sus tierras; trataron de repetir la hazaña, sufriendo una terrible al rey de Francia y a los obispos franceses, a Fernan derrota. Murieron 1.200 hombres, entre ellos el con do 111 de Castilla y a doña Berenguela -que proyec de de Bar, y 600 fueron hechos prisioneros y llevados taban invadir Navarra-, y al arzobispo de Toledo y al al Cairo, y con ellos el conde de Montfort. Aun cuan obispo de Osma, se dirigió también para que no tur do Teobaldo quiso tomar venganza, se le hizo ver el baran la paz en las fronteras de sus Estados. Hemos riesgo que corrían los prisioneros cristianos, y volvió visto las medidas que tomó el pontífice para desha a San Juan de Acre, acampando luego en la llanura cer las coaliciones de algunos señores navarros. El de Seforia, en Galilea. monarca no podía ser excomulgado en tanto estuvie Las rencillas entre los musulmanes permitieron ra en la Cruzada, ni su tierra sometida a entredicho a los cristianos tomar posiciones ventajosas. El sultán sin mandato especial de la Santa Sede; esta tutela de de Egipto temiendo perder todo entró en negocia su persona y reino duraría hasta dos años después de ciones secretas con los cristianos, cedió Ascalón y su regreso. Puso también a disposición de Teobaldo confirmó el dominio de los cristianos sobre la Ciu un donativo voluntario del clero navarro, las reden dad Santa y Belén, con devolución de los prisioneros ciones de votos de los cruzados de la tierra del rey, y hechos por las dos partes. Aunque la paz suscitó re otros recursos económicos. servas, se impuso el argumento sentimental de la li Entonces compuso la primera de sus tres Can beración de los prisioneros. Esta división de opinio ciones de Cruzada incitando a sumarse a la empresa: nes contribuyó a mermar la autoridad de Teobaldo Seigneus, sachiez- qui or ne s'en ira en el campo cristiano. Por eso, después de hacer la En cele Ierre ou Deusju morz et vis peregrinación a Jerusalén, se embarcó en San Juan de Et qui la croiz d'Outremer ne prendía, Acre rumbo a sus Estados a fines de septiembre de A pames mes ira en Paradis. 1 240. (Sabed, señores, que quien no vaya a aquella tierra A pesar de su apariencia deshilvanada -dice en la que Dios vivió y murió, y no tome la cruz de Grousset-, la campaña había tenido mejores resulta Ultramar, difícilmente irá al Paraíso). dos que las dirigidas por predecesores suyos en la re Teobaldo llegó a San Juan de Acre el 1 de sep conquista de Tierra Santa, hábiles en juegos diplo tiembre de 1239 y poco después se concentró todo máticos, pero menos afortunados que él. el ejército cruzado. Lo formaban la flor de la caballe Ximénez de Rada, que lo estimaba en mucho, ría francesa: el duque de Borgoña, los condes de Bre nos ha dejado esta versión de la estancia de Teobal taña, Bar, Lille, Montfort y Nevers con unos 1.000 a do en Ultramar: «Este Teobaldo inflamado por el 1.500 caballeros, muchos de ellos navarros, sin con celo de la fe, se fue a socorrer a Tierra Santa, llevan tar los escuderos y peones. Como Teobaldo era el do a sus órdenes grandísima multitud de caballeros, único que ostentaba la dignidad real, su jefatura fue capitanes y barones; se apoderó de muchos lugares reconocida sin dificultad. que devolvió al dominio de los cristianos; allí pagó el Pero la Cruzada se emprendía sin la menor pre regreso a los caballeros necesitados, aun a los que no paración diplomática. El sultán de Egipto, Malik al- habían ido a sus expensas; y con tratados y dinero Kamil, que en 1229 había acordado una tregua con rescató a la mayor parte de los que habían caído en los cristianos y les había cedido Jerusalén, había cautiverio por la astucia de los agarenos». muerto el 8 de marzo de 1239, y su imperio era dis putado por sus hijos, hermanos y sobrinos. El primer resultado de la expedición sería la recuperación de Jerusalén por los musulmanes, y de ello se enteraron Política nacional los cruzados al desembarcar. El conde de Bretaña hizo una temeraria incursión por tierra enemiga y Sin abandonar sus dominios de Champaña, sorprendió un convoy, volviendo a su campamento Teobaldo se compenetró cada vez más con los asun cargado de botín. Todos pensaron en emular la proe tos de Navarra. Los ánimos parecían más tranquilos za del conde, y pese a las enérgicas reconvenciones una vez encauzadas las cuestiones políticas. Cuenta de Teobaldo, el duque de Borgoña y el conde de Bar con el apoyo de algunos ricoshombres, y en sus au 143 sencias será un navarro quien ocupe el puesto de se a sus mayores extremos. En 1245 compareció perso nescal. Continuando la tradición navarra, estrechó nalmente ante Inocencio IV para quejarse de los atro sus relaciones con la familia de los Azagra de Alba- pellos del rey contra la libertad de la Iglesia; al resis rracín; Sancho Fernández de Azagra, hermano del tirse el rey a toda transacción, hubo que llevar el señor de Albarracin se reconoce vasallo del rey de asunto por vía judicial. Teobaldo acudió a Lyon, don Navarra por los castillos, villas y fortalezas que pu de residía Inocencio IV, y obtuvo de éste diversos pri diera conquistar de los moros (1238), y un hijo del vilegios, entre ellos el de no poder ser excomulgado señor de Albarracin, Alvaro, casaría con Inés, hija na durante tres años sin mandato especial de la Sede tural de Teobaldo. Apostólica. El rey hubiera deseado la renovación En la frontera de Gascuña, inseguramente teni pura y simple de los privilegios, acordados con oca da por el rey de Inglaterra, son muchos los señores sión de la Cruzada, pero Inocencio IV, limitó la exen vecinos que buscan la protección del rey de Nava ción del entredicho tan sólo al condado de Champa rra, en lo que no hacían sino renovar una tradición ña (1246). No obstante, el rey manejaría hábilmente que venía del reinado anterior: en 1234 el vizconde esta bula para eludir todas las sentencias que sucesi de Soule renueva el homenaje por el castillo de vamente se iban dictando contra él. Las relaciones Mauleón, y lo mismo hará su hijo diez años des con el obispo llegaron a un punto, en que éste te pués; en 1237 lo hace Arnaldo Guillermo, señor de miendo por su seguridad se trasladó a Navardún, en Agramont; uq año después es Pedro Arnaldo, señor la Valdonsella, dentro del reino de Aragón, aunque de Sault, de Hasparren y Saint Pée de Ibarren quien en diócesis de Pamplona. El obispo en su intransi entra al servicio de Teobaldo; en 1243 son los veci gencia rechazaba todo lo que supusiera interferencia nos de la villa de Urt, en Labourd, cerca del Adour, del rey en los asuntos de la ciudad de Pamplona, y los que espontáneamente se dirigen a Teobaldo en así el rey no podía tener propiedades en Pamplona busca de «so comienda et so defendimiento e son por ningún título, pero el obispo se consideraba francadge, por sí e por sus succesores»; al año si exento de cumplir el fuero que le obligaba a poner guiente era Roger de Comminges, hijo del conde de cien caballeros al servicio del rey, y aún a acom pa Pallars quien entraba en vasallaje de Teobaldo. Vasa ñarle personalmente en caso de guerra contra el llos del rey de Inglaterra, como Ramón Arnaldo de moro o de agresión por parte de un rey extraño. El Tartas, hacían homenaje al rey de Navarra (1247), monarca fue repetidamente condenado al negarse a éste por el castillo de Villanueva (Garris) y las tierras responder ante la curia romana a las demandas sobre de Mixa y Ostabarets. Por un acuerdo con Simón de cuestiones temporales, el reino fue puesto en entre Montfort, todas las diferencias entre los reyes de Na dicho e incluso un concilio provincial reunido en Al- varra e Inglaterra serían resueltas por cuatro árbi cañiz (1250) excomulgó nominalmente al rey de Na tros, dos por cada una de las partes (1248). En varra en toda la provincia eclesiástica de Tarragona, 1244, y gracias a las gestiones de su prima Garsen- pero el papa renovó por tres años el privilegio de que da, condesa viuda de Bearne y de su hijo Gastón, sin mandato especial de la Santa Sede nadie pudiera devolvió a Fortaner de Lascún el castillo de Sádaba, excomulgar al rey, ni poner su condado en entredi respondiendo aquéllos de que desde él no se haría cho (4 abril 1251). daño alguno al rey de Navarra. Así Fortaner de Las cún pasaría al servicio de Teobaldo como uno de sus ricoshombres. Pero frente a las adhesiones de los nobles, tro El rey Teobaldo pezó con la oposición violenta del nuevo obispo de Pamplona, don Pedro Ximénez de Gazólaz (1242- Poco después de regresar de Champaña fallecía 1266). Los extensos dominios del obispo ya venían el rey en Pamplona, el 8 julio 1253, siendo enterra siendo objeto de controversia con los reyes anterio do en la catedral de Pamplona. El poeta Anelier re res, pero era especialmente conflictiva la situación de cuerda cómo «cuando fue alzado hubo grandes fies la ciudad de Pamplona, en la que el nuevo prelado tas y regocijos, y dio a los juglares caballos y vesti no aceptaba la menor ingerencia del rey. Su carácter dos, muías y palafrenes y muchas copas de oro; lue enérgico y autoritario le movieron a llevar la disputa go reinó con gran rectitud, amó mucho la justicia, de 144 tal modo que durante su gobierno mandó que se tra otra de sus hijas, y, si aquél moría, ésta casaría con el tara por igual al pobre que al rico». hijo de Margarita que reinara en Navarra. El tratado era suscrito por diez ricoshombres navarros. Pero su fama es mayor como poeta que como gobernante, fama que ya tuvo en su siglo y que la Alfonso el Sabio, instigado por Gastón Vil de posteridad ha confirmado. El romanista E Gennich Bearne, se aprestó a intervenir. No es que le interesa lo tiene por el poeta más importante de la primera ran directamente los asuntos navarros. Es que Gas mitad del siglo XIII. De él nos quedan canciones de tón, dispuesto a crear dificultades a Enrique III de amor, piadosas, pastorelas, canciones de cruzada, Inglaterra, animó al rey de Castilla a reclamar los de etc. Sus amores con Blanca de Castilla, madre de San rechos sobre Gascuña heredados de su bisabuela Luis -que espíritus maldicientes propagaron- fueron Leonor de Inglaterra. Se anudaron alianzas con va puramente platónicos, al gusto de la época; ella era rios señores gascones y se iniciaron los levantamien trece años mayor que él y madre de once hijos; algu tos. Pero reprimida la rebelión con gran violencia, las nos poetas ironizan presentándolo demasiado obeso cortes de Inglaterra y de Castilla entraron en nego para estar enamorado, aunque él replica que la gor ciaciones para llegar a la paz por vía matrimonial. Al dura se la da la esperanza de ser amado. Garci López fonso X daba a su hermana Leonor en matrimonio al de Roncesvalles nos dirá «que era valiente, rey ale príncipe Eduardo, y renunciaba en favor del rey de gre, gran cantador». Inglaterra a sus pretensiones sobre Gascuña (22 Casó tres veces. La primera con Gertrudis Dabo abril, 1254). Enrique por su parte, ofrecía enviar su o Dagbourg, viuda y seis años mayor que él, pero el ejército al mando de su hijo Eduardo, a la guerra de matrimonio fue anulado dos años después sin que Navarra, en ayuda del castellano. tuvieran descendencia; la segunda con Inés de Beau- Jaime I, mientras tanto, se acercó a la frontera de jeu, prima hermana de Luis VIII, de la que nació Navarra y tuvo una entrevista con Teobaldo II en Blanca, que casaría con el conde de Bretaña; con Monteagudo (9 abril, 1254), en que se ratificó la Margarita de Borbón, su tercera mujer, tuvo siete hi alianza y amistad entre los dos reyes. Teobaldo actúa jos, cuatro varones, y aún tuvo cuatro ilegítimos. Le sólo, sin su madre, acompañado de los ricoshom sucedería en el reino y condados, Teobaldo, el mayor bres, caballeros y hombres de la villa de Tudela. Pero de los varones, hijo de Margarita. ahora no se habla de la boda de Teobaldo y Cons tanza, ya que uno de los objetivos del viaje de Mar garita a Francia era, precisamente, buscar la alianza con San Luis por vía matrimonial. Con estas garan tías y seguridades por parte de Aragón, Teobaldo marcha a Francia para hacerse cargo del condado de TEOBALDO II (1253-1270) Champaña. Jaime I, mientras tanto, hace frecuentes viajes a Navarra y anuda amistades con los nobles re Teobaldo heredaba el trono cuando apenas tenía beldes al rey Sabio, y entre ellos D. Diego López de catorce años de edad, y desde el primer momento Haro, señor de Vizcaya, con quien se entrevista en tuvo que hacer frente a los mismos problemas que su Estella, y muerto éste, con sus hijos. padre: que su autoridad fuese reconocida por los rei nos vecinos, Castilla en este caso, y que fuese acep tado por los ricoshombres y otros estamentos del país. El juram ento real Los ricoshombres se agruparon en torno a la rei na Margarita. Como navarros y aragoneses recelaban Faltaba, sin embargo, el reconocimiento legal de del predominio que iba alcanzando Castilla -y ade Teobaldo por parte de los navarros. Subsistía entre más Jaime I se hallaba enemistado con su yerno Al las gentes el mismo recelo a verse gobernadas por fonso X - no fue difícil llegar a un entendimiento con gentes extranjeras, y ya hemos visto que, de acuerdo Aragón, que se formalizó en Tudela el 1 agosto 1253. con el capítulo primero del Fuero Antiguo, era pre Por él, Jaime se comprometía a defender los derechos ciso que el rey jurase los fueros, y también el desha de Teobaldo II, quien casaría con Constanza o con cer las «fuerzas» cometidas por sus antecesores. Sólo 145 LA DINASTIA DE CHAMPAÑA g n S I S 2 — r^l F— £ u £ 5 - ' - r O DJD ¿C a u >c w 03 - Q c¡s E a 2 G - -O < H U4 -a ~ u. r 2 • ¿ ¿ *1° Ü . Q o Cu ^ U 3 -Gaj 03 o3 £ ^ ^ G Il • = II O G• 00 G " - G-G CÛ CÛ £ U - O " 3 T "G ü O T> g ü «u O > a> tu o £ ^ . à G 03 C U 03 > — r—I »— o o \ 146 TD U -a CÛ O -G -G 'G H LU O cû < _J o S r eu G ^ S l_ oû C3 II 03 ri 2 ”u -G < U ~ o -C > 03 P 03 O tú X q u CÛ •o O G 03 £ Q_i O T3 "O Soco ^ eu j ç ir> <~-4 i ir>-i= r^i O os m o ~ H Li ) Z < z < X tú o l/l - G 03 > 03 '— a - U- Por eso, cuando Teobaldo regresó a Navarra traí- Por lo demás, la concordia con el obispo, fruto a instrucciones nuevas: no podía estar en guerra con de una transacción inteligente y realista, no prospe el rey de Castilla, que iba a emparentar con su suegro ró. Con ella el obispo veía reconocidos sus derechos y señor el rey de Francia. Pero de Francia traía tam en el orden eclesiástico, y también la devolución bién medios suficientes para imponer su autoridad en condicional de los castillos de Oro y Monjardín, ce Navarra. diendo en cambio la mitad del dominio sobre la ciu Los ricoshombres fueron convocados a Estella, dad de Pamplona, a la vez que se reconocía al rey el donde se hallaba Teobaldo con un lucido séquito de derecho a poseer propiedades en la capital del reino. señores franceses, y fueron requeridos individual Pero algunos canónigos denunciaron el concordato mente para prestar juramento de fidelidad y home como perjudicial a los intereses de su iglesia, y el naje a su rey y señor. Los términos en que están re acuerdo fue anulado por el papa. dactadas las actas prueban bien la repugnancia con Con Castilla el arreglo fue fácil. Desde Estella el que los barones navarros miraban al extraño cortejo rey se trasladó a Vitoria, donde le esperaba Alfonso el que rodeaba al monarca, pues se decía en ellas que Sabio, quien el 1 de enero de 1256 «en amor a mi debían guardar lealtad no sólo al rey sino a «vuestra amado pariente e amigo don Tibalt» le hacía dona gent e vuestros hommes qualquier que en vuestro ción de las villas de San Sebastián y Fuenterrabia, servicio sea», y en otra se puntualiza: «e vuestra gent mientras viviera, con todas las rentas de mar y tierra. de lengua francesa e de otra lengua qualquier que en Afirmada la paz y amistad entre Navarra y Castilla, vuestro servicio sea». Por las mismas fechas las bue las hostilidades entre Castilla y Aragón cesaron tam nas villas de Navarra -Pamplona, Sangüesa, Olite y bién. El 30 de marzo de ese mismo año 1256 se en Tudela- fueron jurando fidelidad al rey Teobaldo, trevistaban en Soria los dos monarcas y acordaban el «salvos nuestros buenos fueros e nuestras buenas matrimonio de Constanza, hija de don Jaime -la no costumnes». via antes ofrecida a Teobaldo 11- con el infante don En la misma reunión ele Estella el rey llegó a una Manuel, hermano del rey Sabio. transacción o concordia con el obispo de Pamplona sobre todas las cuestiones pendientes y que tanto ha bían enconado los últimos años de Teobaldo I, y a la Exaltación de la realeza vez designó como senescal de Navarra a Geofroi, se ñor de Bourlemont, noble champañés arruinado, pa También sería inspiración de San Luis el nuevo riente de las casas de Joinville y de Dampierre, y por acento que se quería dar a la monarquía navarra. En tanto pariente de la reina madre Margarita. 1257 obtuvo Teobaldo del papa que el rey de Nava Las decisiones tomadas en Estella señalan bien rra pudiera ser ungido por el obispo de Pamplona; la nueva dirección que iba a llevar la política de Teo esta consagración debía hacerse «según la costumbre baldo II: estrecho entendimiento con los poderes que se observa para tales casos con otros reyes cató eclesiásticos, y mano fuerte con los barones e infan licos y de acuerdo con las normas canónicas». Ante zones, y en general con el poder civil. Las Juntas o la repugnancia que debió encontrar entre los súbdi Cofradías de Navarra fueron reprimidas, aunque no tos para introducir esta novedad en el ceremonial, anuladas. La Junta de Obanos va cobrando un carác aclara el papa que una vez hecha la «elevación» del ter cada vez más nobiliario; se sigue reuniendo con rey por sus súbditos, pueda llamarse rey y recibir la tra la voluntad del rey, y nombrando sus cabos sin unción cuando quiera (1259); esta prerrogativa de buscar la confirmación regia. El rey obtuvo de Urba unción y coronación se hizo poco después extensiva no IV, en 1264, una bula dirigida al arzobispo de a la reina, y podía ser llevada a cabo por cualquier Burdeos para que disolviera todas las juntas o ligas obispo católico en el caso de estar vacante la sede de hechas en Pamplona y en el reino de Navarra. Dada Pamplona, o que su litular no pudiera o no quisiera la juventud e inexperiencia del monarca, creemos ver hacerla. 148 Al gestionar Teobaldo II el derecho a la unción mientos con San Luis fue la Cruzada emprendida a y coronación no sólo trata de realzar su dignidad so Túnez. Por eso, cuando el 25 de marzo de 1267 San bre la de los ricoshombres y grandes vasallos, sino Luis hizo voto de ir a la Cruzada, ya le había prece que pretende señalar que esta misma dignidad y au- dido en unos días Teobaldo. Los preparativos fueron tondad regia no se basaba en la voluntad de los súb largos, pues los que en otro tiempo se habían mos ditos que le «alzaban» como rey. Pero no tenemos trado celosos de la guerra santa manifestaban ahora noticia de que esta unción y coronación llegara a re escaso entusiasmo. alizarse. Mientras que Teobaldo se esfuerza en acen Teobaldo obtuvo las ventajas espirituales y eco tuar el carácter divino de la realeza, los navarros po nómicas que el papa solía otorgar a los cruzados; nen todo su interés en el «alzamiento sobre el escu concedió la centésima parte de las rentas eclesiásticas do» y en el juramento real, las dos partes del cere de Champaña y la décima de las de Navarra por tres monial que marcaban bien la «elección» nobiliaria y años. El día 1 de julio de 1270 embarcaba San Luis la sumisión del rey a las leyes. La unción y corona en Aguas Muertas rumbo a Cagliari, y el día 4 de ju ción no fueron recogidas en el Fuero General, y el lio lo hacía Teobaldo en Marsella. En Cagliari se de conocido texto del capítulo 1 del Fuero Antiguo si cidió que la Cruzada se dirigiría a Túnez. No están guió inalterable. bien claros los motivos de este cambio hacia un ob jetivo secundario. Se ha dicho que San Luis proyec taba la conversión del emir reinante Abu Abd Allah Gobierno interior al-Mostansir billah (1249-1277), que mantenía amistosas relaciones con los cristianos. El papa espe Teobaldo hizo frecuentes viajes a Francia, y pa raba que se dirigieran hacia Siria -donde su presen rece que estuvo allí doble número de años que en cia era mucho más necesaria- y seguramente fue él el Navarra. Se encontraba más en su ambiente, tanto en primer sorprendido del cambio. De Cagliari se diri Champaña como en París, junto a su suegro, al que gieron a la península de Cartago, donde desembarca le unía una entrañable compenetración espiritual. ron el 18 julio. Durante sus ausencias, un champañés se encargaba Aquí se encontraron con un enemigo inespera de la administración del reino con el título de senes do: el calor, al que no estaban acostumbrados. Era un cal. Sus atribuciones eran las de un gobernador con enemigo mucho más peligroso que las armas musul amplias atribuciones, que cuida no sólo de la ha manas. Equipados con pesadas armaduras, tenían cienda y administración de justicia, sino que acuerda que soportar los ardores del sol, sin más refugio que tratados con los monarcas vecinos y se encarga de un foso, mientras los musulmanes encontraban có mantener el orden en el interior y en las fronteras. De moda retirada en la ciudad. La disenteria provocada éstas, la más agitada era la de Álava y Guipúzcoa, no por el calor y la fatiga, empezó a ocasionar gran nú por animosidad del monarca castellano, sino por ri mero de bajas; el 3 de agosto murió Juan, conde de validades vecinales que solían terminar en robos de Nevers, hijo preferido del rey de Francia, y el mismo ganado, asaltos e incendios de villas. Fue grande el día cayó enfermo San Luis. El poeta Anelier nos número de champañeses que ocuparon puestos en la cuenta, como testigo presencial, los prodigios de va casa del rey, en las finanzas y en la cancillería, y a la lor del rey Teobaldo con sus navarros. vez otros navarros ocuparon puestos de confianza de los reyes en el condado de Champaña. Algunos ri Pero toda la empresa terminó trágicamente. El coshombres navarros enlazaron con damas de estir día 25 de agosto moría San Luis. Todavía los cristia pe champañesa, como García Almoravid, que casó nos resultaron vencedores en tres encuentros sucesi con María de Marigny, y Pedro Sánchez de Montea- vos: uno el 4 de septiembre en que se distinguió Teo gudo con Elisenda de Trainel. baldo, que mandaba la retaguardia; otro el 2 octubre y el tercero unos días después. Ante estas derrotas, el rey de Túnez firmó una paz ventajosa para los cris La Cruzada a Túnez tianos (3 octubre 1270), que emprendieron el regre so unos días más tarde. Antes de embarcar en Carta Una prueba de la comunidad de ideas y senti go, Teobaldo estaba ya enfermo de la peste y falleció 149 en Trápani el 4 de diciembre; su cuerpo, embalsama berto de Artois, hermano de San Luis. Siguiendo los do, fue llevado al convento de franciscanas de Pro- precedentes de su padre y hermano, Enrique I juró vins. Su viuda, la reina Isabel, que le había acompa los fueros y extendió a villas y prelados cartas en que ñado en todas las fatigas de la desgraciada expedi juraba deshacer o anular las fuerzas, daños y canti ción, no le sobrevivió largo tiempo, y murió de re dades percibidas injustamente desde tiempo de los greso en las islas de Hiéres, cerca de Marsella, en dos Teobaldos y Sancho el Fuerte; que nadie pudie abril del año siguiente; fue enterrada junto a su es ra ser preso ni embargados sus bienes dando fiador poso. de derecho; mantener la moneda por doce años, y en toda su vida no batir sino una moneda. Teobaldo había muerto cuando sólo contaba 32 años de edad. «Su muerte -dice Guillermo de Nan- Hizo sus acostumbrados viajes a Francia, donde gis, escritor contemporáneo- afligió a todo el mundo prestó homenaje feudal a Felipe el Atrevido por sus y privó al ejército de uno de sus mejores miembros, estados de Champaña. En la sublevación nobiliaria porque Teobaldo era, después del rey de Francia, el contra Alfonso X, que acaudillaba el infante don Fe más poderoso de los jefes del ejército, era un hombre lipe, hijo de San Fernando, fue requerido el rey de de buen consejo y nadie daba a los pobres con más Navarra para intervenir en su favor. El propio infan liberalidad el socorro de sus beneficios». te y los jefes de los conjurados se presentaron en Tu- dela y prestaron homenaje al rey don Enrique (Ene El poeta Guillermo Anelier nos dirá: ro, 1274). Pero, apenas podemos formarnos idea de Morí lo reí Francés e'l reí N avarr arríselos, la personalidad política del monarca, ya que a los Dont tot Christianismc baisset 11 escalos tres años murió víctima de la obesidad. Parece que (El rey francés y el rey navarro murieron los dos, con mostró cierto interés por congraciarse con la pobla lo que todo el cristianismo bajó dos escalones). ción urbana; se habla también de su avaricia y de las presiones ejercidas sobre la nobleza y iglesia. «La muerte dice el poeta Anelier, que no perdona a na die, le llevó allí donde impera la justicia». ENRIQUE I (1270-1274) Enrique dejaba una hija, Juana, de un año de edad. Su único hijo varón, Teobaldo, había muerto poco antes al caer de las almenas del castillo de Es- Su hermano Enrique, que durante su ausencia tella de brazos de su nodriza. había gobernado el reino, le sucedió a falta de hijos. Tenía 21 años y estaba casado con Blanca, hija de Ro 150 BIBLIOGRAFÌA Obras generales. L a c a r r a , Historia político del reino de 178, 2 1 6 -2 2 0 ; R. G r o u s s e t , Histoire des Croisades et du ro Navarra, caps. XIII. XIV y XV; T. Domínguez A revalo. Los yaume de Jérusalem. 111, pp. 372-392, 651-654; del mismo. 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El estricto juramento on la instauración de la dinastía de Cham a que debía someterse el rey jugará en ello un papel paña, Navarra había pasado a ser una pie especial. Pues, no sólo hay que decidir sobre quién za importante en las negociaciones inter ostenta mejores derechos a la corona de Navarra, C nacionales. Si hasta el siglo XIII eran Castilla ysino Ara sobre la acomodación de las cláusulas del jura gón las que se disputaban el reparto de Navarra, aho mento regio a las circunstancias especiales de cada ra son cuatro los Estados en discordia, ya que la m om ento, y aun el m ism o cerem onial, para el caso Francia de San Luis ha extendido hasta los Pirineos de que el presunto monarca fuese un menor o una un dominio que venía siendo puramente nominal; mujer. pero este dominio tiene que compartirlo con su po En los cincuenta y cuatro años que va a durar la deroso vasallo el rey de Inglaterra, como señor que es crisis dinástica -los que Navarra estuvo incorporada de Gascuña. La rivalidad entre los cuatro vecinos les a dominio francés- renacen las Juntas de Infanzones, mantendrá atentos para atraerse al reino de Navarra, cobran vida especial las asambleas y uniones de bue cuando sea posible por vía matrimonial, si no, por nas villas, los ricoshombres se aferran tenazmente a otros procedimientos; pero a la vez permitirá manio sus privilegios frente al autoritarismo de los reyes -lo brar a los navarros para asegurar su independencia que dará lugar a una guerra atroz, con destrucción de política. la Navarrería de Pamplona-, y la Iglesia, con algunas En efecto, la adhesión mostrada por los navarros oscilaciones, mantiene una actitud más discreta. a las normas constitucionales contenidas en el capí Como consecuencia de este forcejeo los distintos es tulo 1 del Fuero Antiguo -ahora incorporado al que tamentos sociales refuerzan su personalidad, y el país ya se llama Fuero General-, les mantendrá unidos camina visiblemente hacia un Estado representativo, frente a los diversos pretendientes, y a la larga les en el que las Cortes, o los Tres Estados, como ya em permitirá asegurar la instauración de una dinastía piezan a llamárseles a la manera francesa, jugarán un propia, que previamente se hubiera comprometido a papel primordial. 153 JUANA I DE NAVARRA (1274-1305) satisfacer las apetencias de los reinos vecinos: Ara gón, Castilla y Francia, pues el rey de Inglaterra -con La sucesión de Enrique I no ofrecía dudas des cuyo hijo había sido prometida Juana en vida de En de el punto de vista legal. Si la Casa de Champaña rique I- no desempeñó en esta disputa papel alguno, había reinado en Navarra era por los derechos de dada su subordinación al rey de Francia. doña Blanca, hermana de Sancho el Fuerte. No ha Aragón y Castilla se movieron con rapidez. bía, pues razón para que doña Juana, hija del difun Ambos reinos procuraron atraerse la adhesión de to monarca, fuese alejada de la sucesión del reino. algunos ricoshombres navarros, que podían decidir La realidad era, sin embargo, mucho más com la cuestión. Eran éstos, don García Almoravid, que pleja. Estaba, en primer lugar, la dificultad de elegir dominaba en la Cuenca de Pamplona; su tío don un gobernador a gusto de todos, gobierno que se Gonzalo Ibáñez de Baztán, en tierras de Estella y preveía largo, hasta que Juana cumpliera los doce don Pedro Sánchez de Monteagudo, en todo lo de años y pudiera contraer matrimonio. De otra parte, más. Jaime I se dirigió a los ricoshombres y a las vi la repugnancia latente del país hacia el gobierno y llas para que apoyaran sus derechos; no descartaba administración francesa, más manifiesto en la alta la posibilidad de un enlace de su nieto -futuro Al nobleza y en los infanzones, menos en los burgos de fonso 111 de Aragón- con la reina doña Juana o con francos. Finalmente, las apetencias de los reinos ve alguna de las sobrinas de Enrique I; con ello satis cinos a incluir al reino de Navarra en su esfera de in facía los escrúpulos de legitimidad de los navarros fluencia. y reforzaba los derechos de la Casa de Aragón. Pro curó atraerse a la nobleza ofreciendo pagar las «ca- La reina madre, Blanca de Artois, convocó una verias» a 500 sueldos, en vez de a 400. Las nego reunión en la catedral de Pamplona para designar go ciaciones iban por buen camino, tanto que las Cor bernador del reino y fue elegido don Pedro Sánchez tes reunidas en Olite el día 1 noviembre, con asis de Monteagudo, señor de Cascante, quien juró que tencia muy numerosa -entre los que se contaban el gobernaría lealmente, que mantendría a todas las gobernador don Pedro Sánchez y el alférez don gentes en sus tueros, y que desharía las fuerzas co Gonzalo Ibáñez de Baztán-juraron que tan pronto metidas, tanto por el rey don Enrique como por sus como el infante don Pedro, hijo de Jaime 1, se pre antecesores desde el rey don Sancho. sentara en Navarra para cumplir lo prometidoi le Mas la situación era tan tensa y la incertidumbre reconocerían como rey. sobre el porvenir era tal, que en el mismo acto los re Alfonso X había lanzado la candidatura de su presentantes de las villas asistentes a la jura se cons primogénito el infante don Fernando de la Cerda. tituyeron en hermandad. Ésta se proponía velar por Podía alegar peores títulos que el de Aragón, y pro el exacto cumplimiento de los juramentos prestados cedió menos diplomáticamente, pues en lugar de ne por don Pedro Sánchez y los que le sucedieran en el gociar con las Cortes, recurrió a las armas. Aun cuan cargo. La hermandad se constituía por treinta años, y do contó con el apoyo de algunos ricos hombres el juramento que ahora hacían sería renovado cada -com o don Corbarán de Navarra y don Juan de Vi- siete años por todos los vecinos de su villas que fue daurre- se ganó las antipatías de los navarros, y su sen mayores de doce años. Por el estado de emer candidatura fue pronto descartada. gencia en que se hallaba el país, acordaron también que cada tres meses se reunirían en Olite dos hom No laltaban, entre los nobles y entre las buenas bres buenos por cada una de las villas para examinar villas, quienes se atenían a la legalidad vigente, y re la situación. La creación de la hermandad y la reacti chazaban toda ingerencia tanto de Aragón como de vación de las Juntas de Obanos, nos hacen ver que Castilla. Y ésta fue la tendencia que acabó por impo Navarra ha entrado en un período constituyente. nerse. El ataque a Viana y la ocupación de Mendavia por los castellanos, tuvieron la virtud de agrupar a los navarros en torno a la pequeña reina doña Juana, Entre Aragón y Castilla de acuerdo con el juramento que ya los vecinos de Estella habían prestado en su favor el día 14 de no La dificultad radicaba, como hemos dicho, en viem bre. 154 Blanca de Artois siones, se dirigía a París donde era obsequiado por su y Felipe el Atrevido cuñado Felipe el Atrevido. La reina doña Blanca, confiando totalmente en Por su parte, la reina doña Blanca se siente to el rey de Francia, le hizo entrega de la administración talmente extraña al país. Ve que el porvenir de su del condado de Champaña, y éste se cuidó de bus hija, íntimamente ligado al del reino, escapa de sus carle un marido en la persona de Edmundo de In manos. Por eso, una vez nombrado gobernador de glaterra, hermano del rey Eduardo I. Edmundo hizo Navarra, se dirigió a Francia buscando el apoyo de su homenaje del condado de Champaña a Felipe el primo el rey Felipe el Atrevido. Aquí, tras de pres Atrevido, y en adelante la historia de este condado tarle homenaje por el condado de Champaña (nov. discurrirá totalmente separada de la de Navarra, sal 1274), y recibir el de sus vasallos (diciembre), con vo el breve paréntesis correspondiente al gobierno de certó el matrimonio de Juana con uno de los hijos de Luis Hutín. aquél (mayo, 1275). Juana sería educada en la corte de Francia, y Felipe el Atrevido se hacía cargo de la defensa de Navarra frente a castellanos y aragoneses. La guerra civil Tanto el rey de Francia como doña Blanca se y destrucción de la Navarrería apresuraron a dar cuenta de estas novedades al go bernador del remo y a lodos los navarros. A la pre La autoridad de Pedro Sánchez de Monteagudo gunta que aquél les hacía sobre cómo los navarros era discutida por un sector de la nobleza, encabeza pensaban obedecer a los que enviara para guardar el da por García Almoravid, que parece que había aspi reino, éstos insisten en que el senescal o gobernador rado también el cargo de gobernador del reino. Si de enviado, en nombre de la reina doña Juana, su seño aquél era conocida su inclinación hacia Aragón, Gar ra, deberá jurar los fueros y costumbres, deshacer las cía Almoravid se veía sostenido por el apoyo caste violencias o fuerzas cometidas, no quitar las tierras y llano. Al rencor de Almoravid contra el gobernador honores a los nobles sin causa legítima y probada en -a quien había retado y jurado vengarse-, se unía la la curia del reino. Además, no entregarán ningún animosidad de un gran sector de la nobleza contra el castillo a ningún ser viviente, ni con cartas ni con dominio francés. Estas disensiones entre la nobleza emisarios, sino tan sólo a su señora doña Juana, per encontraron campo adecuado en la tensión perma sonalmente y cara a cara, ya que así es fuero, y en nente en que vivían los distintos barrios de la ciudad toda España no puede hacerse de otra manera sin de Pamplona. deshonra. La respuesta, no hay que decir, correspon día a un sector muy nutrido de barones y caballeros, Aquí, al difícil equilibrio por mantener la paz que apoyaban al gobernador actual don Pedro Sán entre los burgos de francos y la Navarrería, se unía la chez de Monteagudo. falta de armonía entre la corona y el obispo por el se ñorío y gobierno de la ciudad. Los barrios se aprove A lo largo del año 1275 todas las bazas estaban chaban de las diferencias entre los señores, y a la vez a favor de Francia. Alfonso X, que había ido a Beau- el rey y el obispo se apoyaban respectivamente en los caire a entrevistarse con el papa sobre sus pretensio burgos y en la Navarrería para mejorar sus posicio nes al imperio, y a la vez negociar el matrimonio de nes. Juana de Navarra con uno de sus nietos, se encontró con que el papa ya había concedido dispensa para El equilibrio, que se había mantenido bajo los que se casara con un hijo del rey de Francia. En no Teobaldos, con ventaja para el Burgo de San Saturni viembre fallecía el primogénito de Castilla, don Fer no, se rompió cuando Enrique I autorizó a los de la nando de la Cerda, casado con Blanca de Francia, Navarrería para levantar fortalezas. Ante la inseguri hermana de Felipe el Atrevido, y éste apoya los dere dad reinante, los de la Navarrería hicieron uso de la chos de los infantes de la Cerda a la herencia de Cas concesión, amparados por García Almoravid y otros tilla, frente a las pretensiones de Sancho, hijo segun ricoshombres, y dirigieron las fortalezas contra los do de Alfonso el Sabio. Respecto a Aragón, el infan burgos de francos. Don Pedro Sánchez, no conside te don Pedro, que ha renunciado a todas su preten rándose con autoridad para enfrentarse con la situa 155 ción, presentó la dimisión ante una asamblea de ba con lo que el antiguo partido aragonés veía en la rones, caballeros y burgueses, Dos comisionados en amistad ofrecida por Castilla una garantía de paz y viados a París expusieron la situación a Felipe el seguridad. Se dice, incluso, que los nobles sugirieron Atrevido, el cual designó como gobernador a sire al gobernador que apoyara al grupo castellano que Eustaquio de Beaumarchais. Era éste un antiguo se defendía a los infantes de la Cerda -Lope Díaz, señor nescal de Poitou, que ahora desempeñaba el mismo de Vizcaya, y otros- para poder caer sobre él y ma cargo en Toulouse, y que había prestado excelentes tarle. servicios a los reyes de Francia. Cercado el gobernador en los burgos, y tras una Beaumarchais juró los fueros en la forma habi apretada lucha desarrollada en los meses de mayo y tual, y para asegurarse la adhesión de los nobles y de junio de 1276, Beaumarchais envió varios mensaje las buenas villas exigió a unos y otras juramentos se ros al rey de Francia exponiendo su situación. Tres parados y escritos de adhesión y lealtad, tanto a él ejércitos se pusieron en marcha sobre Pamplona, dos como a los gobernadores que sucesivamente fuese enviados por el rey de Francia y otro por el de Casti enviando el rey de Francia, y además su conformidad lla. con el casamiento de la reina doña Juana con un hijo De los ejércitos franceses llegó primero el reclu del rey de Francia. No olvidemos que, tanto el go tado en tierras del Midi, que iba mandado por el bernador anterior como un amplio sector de la no condestable Imbert de Beaujeu y Roberto de Artois, bleza por él movida, se habían manifestado partida hermano de la reina viuda de Navarra, y en el que fi rios del matrimonio con el infante don Alfonso de guraban los condes de Foix, Armagnac y Perigord, Aragón. Beaumarchais se ocupó a la vez de preparar Gastón de Bearne y otros personajes. Por Jaca y San el juramento real, de acuerdo con el Fuero. Pero fra güesa llegaron a Pamplona en el mes de septiembre. casó su intento de poner paz entre los barrios. Casi al mismo tiempo llegaban las tropas castellanas, Todos se van uniendo contra el gobernador ex que se situaron en la sierra de la Reniega (el Perdón), tranjero. El obispo y el cabildo se ponen en favor de y de ahí no pasaron. la Navarrería; los nobles, que hasta entonces habían El desenlace fue rápido y trágico. Pedro Sánchez estado divididos, van apretando filas, y parece que de Monteagudo, convencido por Gastón de Bearne, fue Gonzalo Ibáñez de Baztán el encargado de poner había intentado pasarse al bando del gobernador, y de acuerdo a García Almoravid con Pedro Sánchez era asesinado por orden de García Almoravid. Este, de Monteagudo. Los villanos de las aldeas que ro dean a Pamplona acuden «como monjes a sermón, que aparecía como principal jefe de la resistencia, porque ninguno ama a los burgos», y talan viñas y avisado por uno de los sitiadores, escapó una noche huertas. con todos los nobles rebeldes. A la mañana siguien te las tropas francesas penetraron en la Navarrería sin Para mayor complicación, la lucha aparecía encontrar resistencia y la sometieron a un concien como un episodio de la rivalidad entre Alfonso el Sa zudo saqueo. La catedral con sus tesoros, las sepul bio y el rey de Francia; mientras éste apoyaba las pre turas de los reyes, la biblioteca, todo fue robado o tensiones de sus sobrinos los infantes de la Cerda, destruido; degollaron o ahorcaron a clérigos y segla aquél se esforzaba por evitar la intervención de Fran res, y las viviendas de la ciudad fueron incendiadas. cia en los asuntos de Castilla, alejándola de Navarra. «Nunca se vio a ningún hombre vengarse tan bien», Alfonso ofreció a los navarros firmar treguas por comenta el trovador Anelier. quince años, restableciendo el tráfico comercial nor mal entre ambos reinos, pero con la condición de Las tropas castellanas, después de estar unos que la joven reina no admitiera a más de diez caba días a la expectativa, se retiraron sin combatir Otro lleros a su servicio, y que no hubiera franceses a este ejército francés, mandado personalmente por Felipe lado de los puertos. Beaumarchais rechazó la pro el Atrevido, se acercó al Pirineo, amenazando a la vez puesta, considerándola como una traición a la reina a Castilla y a Navarra. Pero no pasó de Salvatierra, en y a su señor el rey de Francia. Por aquellas fechas Bearne, pues llegaron noticias del buen éxito de la -27 julio, 1276- fallecía Jaime I; Aragón seguía la operación de Pamplona, y el rey de Inglaterra envia política francesa de apoyo a los infantes de la Cerda, ba mensajeros proponiendo un arbitraje con Castilla. 156 Liquidación En vista de ello el cabildo se decidió a negociar de la guerra civil directamente con el rey de Francia cediendo a éste la mitad del dominio temporal sobre los cuatro barrios El aplastamiento del movimiento nobiliario ha de Pamplona, a cambio de una compensación bía sido total. Destruida la Navarrería, fueron some (1281). Como señal a Goñi Gaztambide, «la iglesia tidos todos los focos de resistencia. Los ricoshombres de Pamplona ha visto por experiencia que su domi pudieron huir, y sus bienes fueron confiscados salvo, nio temporal, cada vez más ilusorio, no podrá ser naturalmente, los de don Pedro Sánchez de Montea- efectivo mientras el rey esté en contra; que la última gudo, que había sido asesinado cuando intentaba se guerra ha exacerbado el sentimiento laico. La gente pararse de los rebeldes. García Almoravid, persegui prefiere el dominio real al de la iglesia». Pero tampo do tanto por la justicia real como por la familia de co este convenio -al igual que el de 1255- obtuvo la Pedro Sánchez, se refugió primero en el castillo de aprobación pontificia, a pesar de ser tan realista y fa Sara, después en Castilla, desde donde intentó entrar vorable. Hubo que esperar diez años más, para ne en Navarra violentamente; algunos nobles parece gociar un nuevo convenio, el más desfavorable para que pasaron a la isla de Cerdeña. Gonzalo Ibáñez de la iglesia de cuantos se habían pactado. En él se ce Baztán murió en el destierro, con sus bienes confis dían también a la corona la mitad del dominio tem cados, pero el rey ordenó que se devolviesen a su hija poral y las rentas de Pamplona, y se renunciaba ex Teresa los bienes que se estimase en justicia. Sólo dos presamente a toda reparación por la destrucción de ricoshombres habían estado desde el primer mo la Navarrería y saqueo de la catedral, valorada por los mento al lado de Beaumarchais y habían resistido inquisidores de Felipe el Atrevido en 24.000 libras, con él el asedio: don Corbarán de Vidaurre y don sin contar las reliquias, ornamentos, privilegios y Fortuño Almoravid. otras cosas inestimables. Este convenio obtuvo al fin la aprobación pontificia, aunque pronto tropezaría No hay que decir que los vecinos de los burgos con la reacción hostil de los jurados de los burgos, de San Cernin y San Nicolás fueron indemnizados de que no tardaron en darse cuenta de cuán pesado era los daños recibidos en la guerra. Más delicada era la el yugo real en comparación con la situación anterior situación de los eclesiásticos que habían manifestado de verdaderas repúblicas autónomas bajo la autori claras simpatías por los rebeldes. El obispo Armingot dad más nominal que efectiva del obispo. murió poco después (8 mayo, 1277), probablemen te en Navardún, sin haber podido hacer nada en fa Quedaba todavía por arreglar el pleito entre Fe vor de la iglesia de Pamplona. Su sucesor, Miguel lipe el Atrevido y Alfonso el Sabio. Éste, que duran Sánchez de Uncastillo (1277-1287), acudió perso te la lucha se había acercado a Navarra -primero en nalmente a la corte de Felipe el Atrevido solicitando Santo Domingo de la Calzada y luego en Vitoria-, la devolución de los bienes, reliquias y privilegios ro entró en negociaciones con el rey de Francia acor bados a la catedral; pidió protección contra posibles dando poner fin a las diferencias provocadas por la atropellos al obispo y a las personas inocentes del ca sucesión al trono en Navarra y en Castilla (7 no bildo y clero de Pamplona, e intercedió por diversos viembre, 1276). desterrados; solicitó moratorias en las deudas que el En lo que respecta a Navarra, Alfonso concedía obispo podía tener con los judíos y el gobernador, una tregua hasta que doña Juana tuviera la edad etc. A todo accedió el monarca en carta al goberna competente, según el fuero de Navarra, sin que esta dor, de la que se dio traslado al obispo. Pero el go tregua supusiera renuncia a los derechos que pudie bernador se negó a cumplimentar las órdenes. Cuan ra alegar a este reino; los barones y caballeros de Na do nuevamente el obispo, prior y canónigos se pre varra a quienes perdona el rey de Francia, conserva sentaron ante el rey, éste les dijo, con gran sorpresa rán los castillos que ahora tienen al servicio de la rei suya, que no se haría restitución alguna, por más que na de Navarra, de acuerdo con el fuero y costumbre lo ordenara por escrito. Tampoco dieron resultado del país. En lo que se refiere a la sucesión castellana, algunas gestiones hechas con el papa, para que éste se estaría a lo que resolvieran unas Cortes, que Al interpusiera sus buenos oficios ante el rey de Fran fonso convocaría antes de un año, y que el rey de cia. Francia se comprometía a acatar. 157 En otro acuerdo de la misma fecha se especifica mucho tiempo la cuestión batallona será la de los in la situación de los rebeldes de uno y otro país: el rey fantes de la Cerda, excluidos del gobierno de Casti de Francia concedía una amplía amnistía a todos los lla al heredar el trono Sancho IV Navarra, siguiendo barones expulsados de Navarra y a sus familias, con la política francesa, se verá enfrentada con Aragón y devolución de bienes y honores; las gentes expulsa Castilla; la intervención de Pedro III de Aragón en Si das de la Navarrería recuperarían sus posesiones y cilia volverá a enfrentar a Aragón con Francia casas; el rey de Castilla perdonaba a Juan Núñez, a su (1283), y la lucha tendrá sus repercusiones en la hermano y a otros caballeros que se habían pasado al frontera navarra. A la vez Navarra, como un peón en servicio del rey de Francia. Pero el perdón y amnis la política francesa, servirá de refugio a los nobles tía no pasaron del texto de los tratados, según hemos castellanos y aragoneses en rebeldía con sus monar tenido ocasión de ver. En una tregua acordada el 15 cas. agosto 1280 entre Alfonso X y el rey de Francia se Educados sin el menor contacto con el reino, excluyen de ella expresamente, García Almoravid, Juana 1 y Felipe el Hermoso son mirados como unos Gonzalo Ibáñez y otros nobles navarros, y de Castilla extraños; ni ellos tampoco pensaron que para acce Juan Núñez y Lope Díaz. En lo que se refiere a la Na der al trono de Navarra no era suficiente la consa varrería, hasta 1324 no autorizarían los reyes de gración recibida en la catedral de Reims. La Junta de Francia la reconstrucción de las viviendas. infanzones de Obanos cobra nueva vida, así como la de las buenas villas que vimos constituirse en 1274 bajo el gobernador Pedro Sánchez de Monteagudo, y Los gobernadores que seguía reuniéndose en Olite. Infanzones, caba lleros y villas forman una alianza estrecha que los go Hasta su matrimonio con Felipe el Hermoso (16 bernadores tratan de deshacer, bien por la fuerza o agosto, 1284), tanto la reina Juana I como el reino ganando con halagos la voluntad de los componen están bajo la tutela del rey de Francia, Felipe el Atre tes. vido; después, Felipe el Hermoso pasa a titularse rey En 1294 la comunidad de las villas de Navarra de Navarra y conde de Champaña y Bria, y desde el se dirige por separado a Felipe el Hermoso y a la rei año siguiente, por muerte de su padre, será a la vez na Juana -a ésta para que influya sobre su marido- a rey de Francia y de Navarra. fin de que sea respetada la norma jurídica de que na Pero, en ningún momento los nuevos reyes hi die podía ser preso dando fiadores de derecho en la cieron acto de presencia en Navarra, y rigieron el forma señalada por el fuero. En 1297 se juramentan país por medio de gobernadores con amplios pode las villas y los infanzones de Obanos para que «si al res. Bajo los gobernadores hay lugartenientes y meri gún o alguns más poderos» viniese a Navarra por ha nos, casi todos franceses, que cuidan de mantener el cerles mal, que se ayudarán bien y lealmente a de orden y de toda clase de funciones administrativas; la fender el reino como fieles vasallos deben hacer a su recaudación de rentas suele encomendarse a dos re señor. La amenaza iba sin duda dirigida contra el go cibidores, uno francés y otro navarro; el rey vigila bernador, y tal vez contra el mismo Felipe el Hermo desde París los más menudos detalles de la adminis so. «El señor -dicen- o quien en su lugar tenga Na tración, y a él se dirigen solicitudes de toda clase, varra, haga lo que se debe hacer a los infanzones y a cuya resolución transmite a los gobernadores para su las buenas villas». La leyenda del sello de los infan cumplimiento, y desde París pide información de los zones de Obanos es todo un programa: pro libértate ingresos efectuados. p atria gens libera State, sed libres para conseguir una patria libre. No habrá tampoco una política internacional propia del reino de Navarra, pues el país queda, Las reuniones se multiplican y se va estrechando como los demás territorios de la corona francesa, so la unión entre los distintos estamentos sociales. En metido a la autoridad del rey de Francia y a su polí 1298 tuvo lugar una magna asamblea en Pamplona a tica. No obstante, Navarra será una pieza importante la que asistieron los obispos de Pamplona y Calaho en la política del rey de Francia cuando trate de in rra -éste por los bienes que tenía en Navarra-, el tervenir tanto en Castilla como en Aragón. Durante prior de Roncesvalles, abad de Irache y otros eclesiás 158 ticos; ricoshombres, caballeros y representantes de las Como ya era tradicional, las buenas villas dieron buenas villas y diversos valles. Todos ellos se com el primer paso. El 19 de mayo de 1305 renovaron la prometieron a no prestar ayuda de ninguna clase a los habitual «unidat e jura» para defender el reino si al que no se sumaran a la petición que habían hecho a guno más poderoso viniese a hacer daño en él, y para los reyes en relación con los fueros, usos, costumbres ayudarse a demandar y mantener sus fueros, privile y franquezas. Otra Cort general convocó el goberna gios y franquezas. El 27 de junio se dirigieron las dor para el año siguiente en Estella. Cortes al principe don Luis, primogénito de Juana y Felipe el Hermoso, dándole cuenta de las muchas Sin duda todas estas asambleas iban dirigidas a guerras, escándalos y disensiones ocurridas desde la lo mismo: aparte de protestar de infracciones come muerte de su abuelo Enrique I «por la ausencia del tidas por los gobernadores, a que los reyes juraran señor natural», y le piden que acuda cuanto antes a los fueros, de acuerdo con la fórmula tradicional. Navarra, donde será recibido como rey y señor. Transigían con que los procuradores se trasladaran a París para recibir el juramento real y prestar a la vez El príncipe no había cumplido los catorce años, el juramento de fidelidad, y a este fin se redactó la y según la fórmula de juramento propuesta a su pa fónnula adecuada a las nuevas circunstancias. Según dre, éste debía dejar el reino cuando su hijo cum ella, como Felipe el Hermoso reinaba «comoextran- pliera los veintiún años. No hay que decir que Feli gero» por el derecho de su mujer doña Juana, caso pe el Hermoso no había previsto esta eventualidad, y de morir ésta dejaría el reino a su hijo Luis al cum siguió titulándose rey de Francia y de Navarra. plir éste 21 años; cumplida esta edad y viviendo la La nobleza es la que se mostró más impaciente, reina, dejaría igualmente el reino si ésta y los Estados movida por los ricoshombres Fortuno Almoravid, al así lo deciden; si moría la reina sin dejar hijos de él, férez del reino, y Martín Ximéniz de Aibar. En una Felipe abandonaría el reino para que los Tres Estados reunión celebrada en Estella el 11 de octubre de lo puedan «fazer render et delivrar» a quien corres 1306, a la que asistieron infanzones y buenas villas, ponda «por herencio legitimo». Cuidan de añadir se acordó guardar el reino para don Luis, su señor que los Estados y el pueblo de Navarra no estaban natural, y requerirle para que viniera personalmente obligados a obedecer lo que el rey hiciera en contra a Navarra en el plazo que habían prometido los en del juramento prestado. viados especiales de Luis el Hutín, plazo que expira No hay seguridad de que los reyes llegaron a ba el próximo 3 de abril. Si no venía en este plazo, prestar el juramento, tal como lo habían propuesto ellos prometían que «no obedezcan ni consientan en los Estados. governador ninguno, ni en su logartenient, ni en ofi cial ninguno que por la seynoria sea en el regno de Navarra ata quel vienga en el fazer en el regno de Na varra et los del regno en él». Es decir, hasta que jure los fueros y sea jurado por los navarros. Si alguno fal LOS HIJOS DE JUANA Y FELIPE tase a este acuerdo, sería «encorrido del cuerpo et es EL HERMOSO tragado de todos sus bienes». (1305-1328) La impaciencia de los navarros crecía con cada aplazamiento que sufría el prometido viaje de Luis el Hutín, y tuvo que mediar el papa Clemente V para Luis el Hutín (1305-1316) aplacarles. Cuando el 1 de septiembre de 1307 se reunieron Cortes en Pamplona para tratar de la uni El 4 de abril de 1305 moría Juana 1, la hija de dad, los representantes de la Iglesia se mostraron re Enrique 1, abriéndose paso a la sucesión a la corona. ticentes. Comparecieron ante la asamblea dos repre No así desde el punto de vista francés, ya que su ma sentantes de la corona con cartas del gobernador di rido, Felipe el Hermoso, vivaría hasta 1314. Los na rigidas a los cuatro brazos allí presentes, pero los re varros, no muy satisfechos de la administración fran presentantes de los brazos seglares se negaron a reci cesa, y celosos de sus fueros, vieron una oportunidad birlas, ya que estimaban que desde el 15 de agosto de desligar su caso del de la corona de Francia. Guillem de Chauneday no podía titularse goberna- 159 LA CASA DE FR A N C IA J3 U n CM tn ^ 03 6 P- C ^ < ~ oó ' ^ £ W O II ZP 03 rt* T3 7 "O p71 rv| H < X 2 2 = 03 P p o rN* -TJ os c u Il - : ° u: 2 D- _o T3 U £ S >S £ 'fi CO 2 TD -O N D - | _C -O "T3 £ S < di 'o o S.S < CO >c , 160 e - -a CO "13 -a co S ~a o i — ^ «Lss •r^ i ~ S ,g r~*. o ^ ^ - ‘C U-l cn J U 03 — UJ Z £ C " 2 3 C 03 £ 3 03 C 3 03 o d- d- y (N u (y £ ? a u 0 u OS C 03 u i— iu i — ii 11 11 " u rò Z T3 -a z 03 g c . , 03 03 CLÌ > r; DJO r— « o c 03 T3 —1 1— J Ù T3 •% .x: •7 > U w » I — O jr CJ (/I 03 3 T ~ o 5b io 03 c o ,^-v 0 r^- r<ì N r - r i T " _ - U > Z n - .£ - U LU H c_ UJ <-> ù 2 J S - 1 — ” 3 I cs I 3 LT) u tJ- o o •B s 5 X < T3 Ante tan apremiantes llamadas, Luis el Hutín se pero su segunda esposa, Clemencia de Hungría, daba presentó en Navarra escoltado por el condestable de a luz el 14 noviembre de 1316 un hijo, Juan, llama Francia y los senescales de Felipe el Hermoso, y juró do el Postumo, que murió cinco días después. Hasta los fueros de Pamplona el día 1 de octubre de 1307. entonces había actuado como regente de los dos rei Hizo un rápido recorrido por el país confirmando los nos Felipe, llamado el Largo, hermano de Luis el Hu fueros de las distintas villas, y el 15 de diciembre vol tín. Luego, no le fue difícil al regente proclamarse rey, tanto en Francia como en Navarra, aquí contra vía a Francia para no regresar más. todo derecho. En su breve visita al reino, Luis el Hutín desti Faltaba, no obstante, el reconocimiento del rei tuyó autoridades y puso al frente de la administra no. El 24 de octubre de 1317 dirigió una carta al go ción a personas de su confianza, todas francesas; bernador de Navarra para que, ante la imposibilidad gran número de gentes, entre las que abundaban los de venir a Navarra, convocase a los prelados, baro clérigos, pero donde no faltaban los infanzones, me nes, caballeros, infanzones y gentes de las buenas vi nestrales y labradores, fueron condenados a grandes llas para que designaran las personas que habían tic multas; los ricoshombres que acaudillaban la resis trasladarse a Francia y prestar ante ellas el juramen tencia, Fortuno Almoravid, alférez del reino, y Mar to debido, tal como lo habían hecho sus predeceso tín Ximéniz de Aibar, fueron apresados con engaño res. La carta fue, sin duda, recibida con repugnancia, en Estella y llevados a Francia. Encerrados en las cár como lo prueba el que los convocados tardaran cer celes de Toulouse, Fortuno Almoravid, que ya debía ca de dos años en reunirse para designar sus «man ser de edad avanzada -recordemos que treinta años daderos» (11 junio, 1319). Parece que fue el nuevo antes había defendido al gobernador Beaumarchais obispo de Pamplona, Arnaldo de Barbazán, quien contra la Navarrería- murió en prisión. Martín Xi contribuyó a suavizar la tensión. Una representación méniz pudo regresar a Navarra años después, por las de las Cortes, compuesta por cuarenta y dos procu gestiones de Carlos de Valois, hermano de Felipe el radores, presidida por el obispo de Pamplona, se Hermoso. Con ellos fueron llevados también a Fran trasladó a París y recibió y prestó juramento el día 30 cia gran número de nobles, cortando así la posibili de septiembre de 1319. dad de reacción, y todo, dice una Crónica aragonesa coetánea, fue en «grant danno de Navarra, ca ellos mantenían la tierra en verdat e los fueros». El rey se apresuró a dar órdenes para que se construyera un Carlos el Calvo (1322-1328) castillo en Pamplona adosado a la Navarrería, en la que luego se llamaría Plaza del Castillo. Muerto Felipe 111 el 3 de enero de 1322, volvió Apresados los caudillos de la resistencia, depor a plantearse la cuestión sucesoria. Como sólo dejaba tados a Francia gran número de nobles y multadas o hijas, su hermano Carlos al que en Navarra llamaron puestas en prisión las gentes más modestas, el país el C alvo -en Francia se le conoce como Carlos IV el quedó en apariencia pacificado. Pero fácilmente se H erm oso- le sucedió sin dificultad. Pero los navarros comprenderá que no eran éstos los procedimientos seguían abogando por los derechos de la hija de Luis más adecuados para llevar la convicción a los espíri el Hutín, y como dice un cronista coetáneo, tanto Fe tus. lipe como Carlos reinaron «más por fuerza que por derecho». El 2 de diciembre de 1323 se dirigió Carlos al 161 gobernador de Navarra, Alfonso de Roubray, solici do a las gentes a que se salieran de la Junta, amena tando que las buenas villas enviaran sus «mandade zando y castigando a los rebeldes; muchos fueron ros» a Toulouse, donde recibirían el juramento real ahorcados, otros se refugiaban en Castilla, y entraban en Navidad del año próximo. Las villas nombraron secretamente en el país. sus procuradores en número de veinticuatro, pero el Actividad de los gobernadores fue la defensa de rey no llegó a prestar juramento, sin duda por la re las fronteras, más que en guerra con otros reinos, sistencia ofrecida por los demás estamentos. como medida de protección contra el bandidaje o en Aunque reinó hasta su muerte, acaecida el 1 de pleitos locales entre concejos vecinos. Especialmente febrero de 1328, Carlos no debiera, en realidad, fi conflictiva era la que se ha llamado «frontera de mal gurar en la nómina de reyes, pues como dice un cro hechores», de Álava y Guipúzcoa. Los bandoleros, nista de la época, tuvo a Navarra «quasi forzada, e los dedicados especialmente al robo de ganado, actua navarros non lo juraron, pero como era rey de Fran ban indistintamente en uno y otro reino, y si en unos cia e tenía las fortalezas, havian de seer sujectos al momentos contaban con la protección de autorida rey, más por fuerza que non por grado». Su legitimi des o familias de un territorio, a veces las autorida dad como rey de Navarra sería impugnada por todos des de ambas fronteras se ponían de acuerdo para los navarros y por su sucesor en el trono, Felipe de perseguirles. En el sector guipuzcoano se acordaron Evreux. paces y treguas entre los de la villa de Huici y los del bando de Onaz, se autorizó la fortificación de Echa- rri-Aranaz, y los merinos de Estella y Pamplona se hallaban en un estado de alarma permanente. El epi Gobernadores y reformadores sodio más cruento fue el descalabro de Beotibar (sep tiembre, 1321), en que los guipuzcoanos, o tal vez La ausencia de los reyes durante el gobierno de mejor los de Oñaz y los malhechores de la frontera, la Casa de Francia exigía la presencia en Navarra de habían ocupado el castillo de Gorriti, lo que obligó al un grupo de consejeros en constante contacto con la gobernador vizconde de Aunay a organizar una corte, que informaran de las novedades, y en muchos hueste para recuperarlo y contener la audacia de los casos resolvieran sobre la marcha, de acuerdo con las malhechores; en la lucha murieron los merinos de instrucciones recibidas. Si la institución no era una Estella y de las Montañas, Martín de Aibar, alférez de novedad en la administración francesa, ahora vamos Navarra, y sus dos hijos y otros muchos caballeros. a encontrarlos en Navarra con una gran frecuencia y Otras zonas conflictivas, que siguieron, como ésta, a con el título de Inquisidores y Reformadores del es lo largo de todo el siglo XIV, eran la de Corella y Cin- tado del reino de Navarra. truénigo frente a Alfaro, y la de Sangüesa frente a Sos. Estos reformadores suelen trabajar en equipo. Es frecuente que se envíen al comienzo de cada rei En otros aspectos, Navarra es incitada a seguir la nado para una mejor información del monarca, y política eclesiástica dictada por la corona. Entre 1303 para poner en ejecución las nuevas instrucciones; y 1304 hay un movimiento del clero de adhesión a también es normal que alguno de ellos quede luego Felipe el Hermoso, cuando pedía la reunión de un de gobernador, Si las atribuciones de los gobernado Concilio general, y en 1307 se procedió, al igual que res eran amplísimas, no suelen ser menores las de los en Francia, a la detención de los Templarios, so pre reformadores; en ocasiones las instrucciones del rey texto de herejía, antes de que hubiera ninguna orden van dirigidas al gobernador y reformadores, y las ór papal contra ellos. Sus bienes fueron incorporados a denes de éstos van también firmadas conjuntamente. la Orden de San Juan. No conocemos las instrucciones dadas en cada momento a los reformadores de Navarra, pero pode mos en parte deducirlas de su actuación. Una preo Restauración de la Navarrería cupación real fue evitar la resurrección de las Juntas. En 1313 y 1314 Miles, señor de Noyers, recorría la La favorable actitud que hacia los monarcas merindad de lúdela con sus agentes y tropas instan franceses mostraron los prelados que rigieron la sede 162 de Pamplona, facilitó las negociaciones sobre el do En el acuerdo el rey se había comprometido a minio temporal de la ciudad y la repoblación de la repoblar lo antes posible la Navarrería y el burgo de Navarrería. Pero, como en todas las jurisdicciones San Miguel. Restablecida la concordia entre los dos compartidas, resultaba muy difícil llevar a la práctica poderes, ya no había peligro de que la repoblación el acuerdo de 1290, ratificado después por Luis el supusiera una extensión de la jurisdicción señorial Hutín (1307). Pronto llegaron todos a la convicción del obispo, y ésta se aceleró. Se dieron normas para de que el señorío temporal, origen de tantas discor el trazado de las calles, se reguló la constitución del dias era perjudicial para la Iglesia. Por eso, no fue di concejo de la nueva ciudad, a la que se otorgó el fue fícil llegar en 1319 a un nuevo acuerdo, éste defini ro de Jaca y otros privilegios. En 1323 ya estaban re tivo, por el que la Iglesia recibía, como renuncia a partidos y tasados 148 solares, y en 1350 la Nava sus derechos, el patronato sobre una serie de iglesias rrería contaba con 263 fuegos. y tierras que produjeran una renta anual de 500 li bras. 163 BIBLIOGRAFÍA Orientaciones generales y aspectos políticos en Mo- Cuillaume Anelier de Toulouse, París 1856; J. M.a D o u s s i n a - r e t , Anales del reino de Navarra, l i b s . XXIV a XVI11; L a c a - g u e , La Guerra de la Navarrería. Rectificaciones al P Moret r r a , Hist. política del reino de Navarra, caps. XVI, XVII y según el Poema de Anelier, «Príncipe de Viana», XIX (1945), XVIII; del mismo, El juramento de los reyes de Navarra p p . 2 0 9 -2 8 2 . (1234-1328), Zaragoza 1972. Es muy útil la docum entación recogida por G. 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La merindad de Estella avanzaba porlos laque encomendó funciones directivas en la chan- orillaE izquierda del Ebro hasta Laguardia, San Vicen cilleria (Guido), en el consejo y en la administración te de la Sonsierra y Buradón, por tierras hoy alavesas (León de Sézanne, Gerardo Melaront, «sire.» Ugas y y ríojanas; en la merindad de las Montañas estaban Creste de Sézanne, maestre Roben Dauphin, Gui de los castillos de Ataun y Ausa, que hoy son Guipúz Sautour y Jean de Molins, caballeros) y en la defensa coa; Fitero y Tudején, en cambio, no se incorporarán (Robert de Sézanne, tenente de Estella); algunos, definitivamente a Navarra hasta 1373. Estaba, ade como Lamben de Chat ilion, habían gozado de la más, la merindad de Ultrapuertos, que comprendía confianza personal de su madre doña Blanca. Vimos los valles de Cisa, Baigorri, Oses, Irisarri, Ostabaret, también cómo en la primera ausencia del rey encar Mixa y Arburúa, y como población más importante gó del gobierno de Navarra a un Cham pañés, Pont,' San Juan de Pie del Puerto, en Cisa. En torno a la de Duyme, con el título de senescal. frontera de Gascuña había una serie de señoríos que, Con ello se va orillando a los señores navarros sin formar parte del reino, reconocían la autoridad que habían ocupado puestos destacados en el conse feudal del rey de Navarra. jo y en el gobierno de las principales fortalezas, y que autorizaban con sus nombres los documentos reales más solemnes. Ante la reacción de la nobleza, que se Los reyes y sus consejeros siente defraudada, Teobaldo 1 seguirá una política oportunista. Tuvo que transigir para que se consig Hemos aludido al distanciamiento que se pro naran por escrito las bases que fijaban las relaciones duce entre los reyes de la Casa de Champaña y sus del rey con sus súbditos, y más especialmente con la 165 alia nobleza; en algunas sentencias todavía se hace ni la de no entregar fortalezas sino en manos de no constar que se han dictado «habiendo tenido consei- bles naturales del reino, eran aplicadas con rigor una 11o de ricoshombres, cavalieros e otros hombres sa vez asentados en el trono. bios», pero, como es natural, los asesores de su ma yor intimidad serán en buena parte champañeses, y lo mismo ocurre con sus sucesores. Gestión financiera El alejamiento de los súbditos todavía fue mayor con los reyes de la Casa de Francia, ya que en los cin La administración, especialmente la financiera, cuenta y cuatro años de gobierno, sólo Luis el Hutín fue acomodada en lo posible a las prácticas usuales visitó Navarra durante mes y medio. No olvidemos en la casa de Champaña y en general en la curia real que la monarquía francesa caminaba desde Luis IX francesa. Teobaldo I procuró reunir en cartularios o hacia un poder cada vez más absoluto, y que la fe registros la documentación de sus predecesores y la monárquica sería llevada por Felipe el Flermoso has suya propia. Entonces se introducirían los registros ta el fanatismo. No sin fuerte presión diplomática, de contabilidad, de los que conservamos fragmentos había conseguido Felipe el Flermoso la canonización de 1258-1259 y noticia de alguno de 1252. de San Luis (1296), su abuelo, y el prestigio del rey santo, unido al que le daba la unción, elevaba a sus La unión de Navarra a la corona francesa haría descendientes no sólo sobre todos sus súbditos, sino que esta gestión se llevara con mayor cuidado. Los aun sobre los monarcas vecinos. recibidores de las diferentes merindades y de algunos núcleos urbanos, así como los peajeros reales, rendí En tres ocasiones fueron especialmente violen an cuenta detallada de sus ingresos y gastos, en di tos los choques entre el rey y los estamentos más re nero y en especie; sobre estos registros parciales el te presentativos, y en los tres se intensificaría la presión sorero hacía la cuenta general o balance, con inclu real sobre las estructuras políticas y administrativas. sión de ciertos gastos centralizados. Estas cuentas La primera cuando Teobaldo II, después de haber durante el gobierno de la casa de Francia eran envia prestado el juramento que le impusieron nobles y das a París para su examen. Floy conservamos de esta burgueses, les obligó, gracias a la ayuda militar de su época algunos registros sueltos distribuidos entre el suegro Luis IX, a prestar juramento individual de fi Archivo de Comptos de Navarra, los Archivos Na delidad y homenaje (1255), e impuso un gobernador cionales y la Biblioteca Nacional de París. francés. Otra fue cuando, tras la destrucción de la Navarrería, se confiscaron los bienes de los ricos- Un repaso a las cuentas de los recibidores del hombres rebeldes, y tanto Felipe el Atrevido como año 1280 nos hace ver, por ejemplo, que de un in Felipe el Hermoso llevaron directa y muy personal greso total de 12.268 libras, unas 5.000 correspon mente la gestión administrativa desde París, y desde den a la merindad de la Ribera (incluida Tudela), y allí dictaban instrucciones minuciosas: el goberna una proporción semejante en cuanto a la tributación dor, que ahora es siempre un francés, no podía nom en especie; sigue en importancia Estella (capital y brar mesnaderos ni porteros sin orden especial del merindad) con unas 2.250 libras; Sangüesa contri rey; si el procurador real era francés cobraba más que buye con unas 1.400 libras, pero su contribución en si era navarro, y los jueces de la curia debían prestar especie es superior a la de Estella. el mismo juramento que los de la curia francesa. Un En las partidas de ingresos figuran tanto las va nuevo choque, también de profunda repercusión en riadas pechas a que estaban sometidos los villanos la gestión administrativa del reino, fue cuando Luís reales (pecha propiamente dicha, cena, hueste, diez el Hutín, contra la voluntad de su padre, fue obliga ma, novena, etc.), como las rentas de las propiedades do a venir a Navarra a jurar los fueros (1307). rústicas y urbanas del rey -especialmente en la Ribe No hay que decir que las limitaciones puestas al ra-; multas (calonias); rentas de propiedades agríco arbitrio real en el juramento prestado ante los esta las y urbanas confiscadas, entre las que son impor mentos eran muchas veces letra muerta: ni la limita tantes las de los castigados (banidos) con ocasión de ción a cinco de los cargos que el rey podía repartir la guerra de la Navarrería; peajes o aduanas; aljamas entre extranjeros, ni la de acuñación de la moneda, de moros y judíos, especialmente la de la judería de 166 Tudela, que era de 800 libras, lo que suponía el 25% rra con el reino de Navarra. Esta protección sería re de la pecha de la ciudad. Entre los gastos, el más im novada en 1281 haciéndola extensiva a todos los portante era el capítulo de defensa del reino -obras mercaderes de Pamplona. en castillos, retenencias, honores y mesnaderías-, Ante la implantación en Castilla del nuevo im que suponían los 2/3 del total. puesto del décimo, los mercaderes navarros desvían Respecto a la moneda, a raíz del aplastamiento sus salidas hacia Bayona; pero todos estaban intere de la Navarrería, el gobernador Eustaquio de Beau- sados en seguir utilizando los puertos guipuzcoanos. marchais y el condestable de Francia, Imbert de Por eso, a petición de Juan López de Estella, Sancho Beaujeu, rogaron a la Cort general reunida en Pam IV así lo otorga: los navarros no pagarán diezmo por plona que autorizase la circulación de la moneda las mercancías que carguen o descarguen en el puer tornesa mientras las tropas francesas estuvieran en to de San Sebastián con destino a Flandes o a otros Navarra; esta autorización fue renovada por cuatro lugares (1286). En 1290, a petición del concejo de años en 1291 y en 1293. Es de advertir que la mo Fuenterrabía, se hace extensiva la exención para to neda tornesa ya circulaba entre los cambiadores de das las mercancías que vayan o vengan de Navarra, los burgos de francos desde muchos años atrás. es decir, no como la anterior que se había extendido en favor tan sólo de los marcaderes navarros. Al año siguiente son también los de Fuenterrabía los que in terceden ante Sarcho IV, a petición de los de Pam Las salidas al mar plona, para que se les comunique a éstos la exención, agregando que si hubiera guerra entre Navarra y Cas A pesar de la incorporación de Guipúzcoa a la tilla se diese un plazo de cuarenta días a los de Pam corona de Castilla, y de las facilidades obtenidas en plona y en general a los de Navarra, para poder reti el puerto de Bayona, los puertos de San Sebastián y rar sus mercancías. Fuenterrabía siguen siendo utilizados por los merca deres navarros. Las tres poblaciones tratan de atraer hacia ellas a los mercaderes de Navarra. Los estamentos En 1245 el consejo de Fuenterrabía ofrece aco ger y proteger a los navarros que allí acudan con sus A lo largo del siglo XIII van cobrando persona mercancías; sabemos que en 1249 los mercaderes de lidad los distintos estamentos. Figuran, en primer lu Estella hacían simultáneamente la ruta de Bayona y gar, los ricoshombres, en número muy reducido, de de San Sebastián. Ese mismo año el concejo de Ba doce aproximadamente; les sigue la nobleza media yona se dirige a Teobaldo I dando salvaguardas a él y de infanzones y caballeros, mucho más numerosa, y a los mercaderes del reino, y en caso de que ordena finalmente las buenas villas, que se agrupan también se lo contrario el rey de Inglaterra, les darían cuaren para defender sus intereses. ta días de plazo para salir salvos y seguros con sus Se puede seguir bien su entrada sucesiva a par mercancías; si llegaran por mar, tendrían también ticipar en las responsabilidades del poder. Con Teo cuarenta días de plazo desde que se lo hicieran saber; baldo 1 se declara que el consejo del rey, donde se ad la salvaguarda fue renovada en 1253. ministra justicia o se decide la paz y la guerra u otro Ya hemos aludido a la donación que Alfonso el «granado fecho», debe estar formado por los doce ri Sabio hizo a Teobaldo 11 de las villas de San Sebas coshombres o doce de los más ancianos sabios de la tián y Fuenterrabía, mientras viviera, con todas sus tierra; en 1238 veinte caballeros entraban a formar rentas de mar y tierra (1256), aunque no sabemos si parte de la comisión encargada de recopilar los fue la donación tuvo alguna efectividad. En 1253 Alfon ros; en 1253 son los ricoshombres, caballeros e in so el Sabio tomaba bajo su protección a los del bur fanzones, juntamente con los «buenos hombres de go de San Saturnino de Pamplona para que entraran las villas», los que presionan a Teobaldo II para que y salieran libremente por tierra y por mar, «pagando preste el juramento de guardar los fueros, como efec los derechos que deven dar et non sacando cosas ve tivamente lo hizo a ellos y a la Iglesia y «a todo el dadas de mí tierra», y esto aunque estuviera en gue pueblo de Navarra». Ricoshombres, infanzones y vi- 167 lias participan en la Cort general que convoca el rey castillos y villas que ganaran, era el mismo que regía o el gobernador para decidir sobre los «fechos gra para las conquistas de los reyes. nados», o se reúnen juntos o separados en las crisis En el Fuero General se regulan también con políticas a que hemos hecho alusión. todo detalle los derechos del ricohombre sobre el ho La Iglesia tiene problemas especiales, tanto en lo nor: cuando tomaba posesión de él, los villanos de que afecta a la jurisdicción señorial como en el orden bían contribuir a la «cena de salvedat» con carne, puramente espiritual y eclesiástico; por eso, en oca vino, avena y pan, en proporción al número de casas siones va de acuerdo con los demás estamentos y pecheras; de las otras pechas -fonsadera, homicidios otras actúa separadamente. y calonias de toda clase- la mitad era del rey y la otra mitad del señor solariego se regula también la leña La clase más numerosa de los labradores carece que puede cortar en el monte, la comida de las bes de personalidad política, y se halla sometida a la ju tias que lleve, etc. El ricohombre suele entregar el risdicción señorial. Grupo aparte forman también las «honor» a un caballero o «prestamero», que le re aljamas de moros y de judíos. presenta y percibe sus beneficios. La sumisa situación de la población rural a ellos encomendada se puede deducir de las distintas dis Los ricoshombres posiciones del Fuero General redactado en esta épo ca: los vecinos, por ejemplo, se ocupaban de que en Eran poderosos tanto por su riqueza como por la iglesia se dieran espaciadamente tres toques de su influencia política; son consejeros natos del rey y campana en los días que no eran de fiesta, por si el esLán obligados a acom pañarle en la guerra; la co n ricohombre o su prestamero, que está en la villa, dición se adquiere por herencia y por nombramien quiere asistir a misa; si estando en la iglesia se le es to real. tropeasen los vestidos por el agua de alguna gotera, Su riqueza procede, en buena parte, de «hono deben reparar el daño; a la hora de comer deben ir el res» -tierras, rentas, villas- que el rey les ha conce «preste con su escolano» a bendecirle la mesa; si le dido para prestar estos servicios militares, pero que dan de comer, deben ir todos los días que allí estu ellos tratan de patrimonializar. De aquí el interés que viere, si no, deben ir el primer día tan sólo; al sen mostraron frente a Teobaldo I por asegurar la trasmi tarse a comer debe alumbrarle el villano hasta que sión de estos «honores» a sus descendientes. Se con concluya, y llevarle leña para el fuego. El mismo Fue signó en el Fuero Antiguo que el rey no podía quitar ro aclara que «el ricohombre teniendo la honor, non tierra ni «honor» a ricohombre sin que mediara jui debe robar», sino hacer justicia a todos, sin percibir cio de Cort, dando las razones para ello. Por otra por ello más que los derechos que el rey le adjudica parte, el rey no podía «facer Cort» -es decir, admi ba como sueldo. nistrar la alta justicia- sin consejo de los ricoshom El rey procura conservar una mayor libertad de bres del reino. Era, pues, una justicia ínter pares. disposición sobre los castillos que entrega en «tenen El procedimiento estaba minuciosamente regu cia». Para ello se asigna a los tenentes una paga a fin lado en el Fuero. Si el ricohombre ha hecho al rey tal de que sostengan la guarnición permanente con el daño que no pueda ser enmendado, podía quitarle el armamento adecuado; aparte, en concepto de «ho «honor», y pasados diez días echarle de su tierra y nores y mesnaderías», reciben subvenciones para prendar sus cosas; pero en esos diez días nadie debía mantener en pie de guerra un determinado número hacerle mal. Ahora bien, si el ricohombre presentaba de gentes. Es frecuente que los tenentes perciban su paga sobre los tributos del pueblo donde se asienta fiadores de derecho o enmendaba el daño, se le de volvía el «honor». El rey no podía retener el «honor» el castillo, y, si no los perciben puntualmente de los recaudadores del rey, suelen echar m ano por su del ricohombre más de treinta días; si lo hacía, el ri cuenta de la pecha que tienen más cerca. cohombre debía mostrarlo en la Cort y despedirse de él pasados diez días, podía querellarse del rey como Los ricoshom bres no van a la guerra sino a las si le hubiese quitado algo que era de propiedad suya. órdenes directas del rey o de su alférez, que lleva la El sistema hereditario de los ricoshombres para los enseña real y que aparece como cabeza del estamen 168 to nobiliario. Según el fuero de Viguera-Val de Fu Era, en su conjunto, una clase muy numerosa, nes. cumplidos los setenta años estaban excusados pero de condición económica muy desigual. La ma de ir personalmente en hueste y cabalgada. yoría vivían de la agricultura, algunos muy pobre mente. Otros se dedicaban a la milicia, y eran más conocidos como caballeros o mesnaderos. Las dife rencias entre unos y otros resultan siempre confusas. Infanzones y caballeros El servicio de las armas ennoblece, y puede ser tam bién un medio de hacer fortuna, aparte de que per La nobleza inferior está formada por los infan mite contar con el apoyo de algún ricohombre o de zones, caballeros, o como se les llamará también, hi otros caballeros compañeros de armas. Pronto se in dalgos. Es una nobleza de sangre, es decir, que se troducirá el rito de armar caballero. El rey se armaba transmite por herencia, aun cuando el rey siempre en el día de su alzamiento, y ese día no podía ser ar puede conceder la infanzonía a quien quiera. En mado ningún otro caballero. Los caballeros que ro principio, eran infanzones los hijos de infanzones y baran o hicieran cosas que deshonraran su dignidad, los de infanzón y villana, siempre que ésta no aporte eran depuestos en presencia del señor de la tierra, el bienes ni haya pagado pecha; los hijos de infanzona cual cortaba con un cuchillo la correa de la espada y villano se tenían por villanos. para que ésta cayera a tierra. No hay que decir, que Los infanzones gozaban de especiales privile ningún ricohombre ni caballero podía hacer caballe gios, exenciones económicas y honores: No podían ro al hijo de villano. A los caballeros no se les podía ser juzgados sino en la Cort del rey, por su alcalde y embargar las bestias sobre las que cabalgaren, ni tra con asistencia al menos de tres ricoshombres e in bar de sus riendas; si vieren en peligro al que les hizo fanzones; sus palacios gozaban, al igual que las igle caballero, por haber muerto su caballo en batalla o sias, del derecho de asilo, salvo de los que fueran la torneo, deben darle su propio caballo; pero si no re drones manifiestos, traidores probados o presos; acu cibían puntualmente sus pagas, podían dejar el ser sados de hurto por un villano, eran absueltos por la vicio del ricohombre o señor, llevándose las presas primera vez bajo su juramento. Los infanzones no que hubieran hecho. pagan portazgo por las mercaderías que compran y La defensa de sus privilegios, especialmente de venden; pueden sacar hierro de su heredad y llevar los infanzones dedicados a la agricultura y de condi lo donde quieran; tenían doble porción que los villa ción más modesta, les movió a agruparse en Juntas o nos en la leña de los montes y en la rotura de ellos; Hermandades, para defenderse de posibles abusos no estaban obligados a ayudar a la reparación de los de nobles más poderosos o del rey mismo cuando, muros de la villa; si se niegan a hacerlo, deben dejar desde Teobaldo I, los monarcas y sus funcionarios entre sus casas y el muro espacio para que «el cavay- hacían caso omiso de su condición. La importancia llero garnido con su cavayllo pueda tornar aderre - de estas Juntas, de cuya actuación ya hemos hablado, dor». se puede apreciar por el hecho de que en los mo Había un tipo de infanzones, llamados de a b a r mentos más apurados de la lucha con la realeza, son ca, en número mucho más reducido, que pagaban un convocadas expresamente por los gobernadores a censo en especie al rey; sus heredades sólo podía Cort general, y llegan a acuerdos con éste, que luego comprarlas otro infanzón de abarca; debían seguir al serán ratificados por los sobre junteros y consejeros rey a la guerra, pero con su «conducho», es decir, a de las distintas comarcas (1299). su propia costa. Como en todo estamento privilegiado, son mu chos los que aspiran a ser tenidos por infanzones. La Buenas villas prueba de la infanzonía se hacía por juramento de otros dos infanzones, y con carta extendida por el El siglo XIII señala el despertar a la vida pública rey; los que juraban en falso, pasaban con su des del tercer Estado, el de las «buenas villas», que ad cendencia a la condición de villanos, y se les cortaba quieren conciencia de su poder, y entre las cuales se la lengua. establece una estrecha solidaridad. 169 Eran «buenas villas» las villas realengas, es de Población de Pamplona; San Martín de Estella). La cir, las que no reconocían otra jurisdicción que la del representación municipal -jurados-, solían acaparar rey. Podríamos señalar como excepción los burgos de la unas cuantas familias adineradas del burgo. En ge francos de Pamplona, que estaban bajo el señorío del neral, se mantenía el principio de que para adquirir obispo, pero esto nos indica lo nominal que era tal la vecindad era preciso residir durante un año v un señorío, pues en realidad el «señorío» se opone a la día, con fuego encendido (Tudela), pero además so «franqueza». Si el no estar sometidas a señorío de un lía exigirse el ser propietario de bienes inmuebles en particular les daba a las villas una libertad para su ac la localidad; de esta forma había la garantía de que el tuación pública, no obstante había entre ellas gran vecino podía responder de los impuestos locales y des diferencias tanto en lo que respecta a la compo salir fiador de sus convecinos frente a extraños. sición del elemento humano como a su actividad Las villas que parece despertaron primero a la económica y organización municipal. vida política fueron las que contaban con importan Las que en su origen habían sido pobladas por tes núcleos de francos, y esta expresión «francos de francos o extranjeros se regían por el fuero de Jaca o las villas de Navarra», figura en los juramentos de derivados de él (Pamplona, Sangüesa, Estella), fuero Teobaldo II en 1253. Los alcaldes designados para que se extendió a núcleos de población menores en «juzgar sobre los clamos de las fuergas» eran los de que el elemento indígena era preponderante o total, San Cernin de Pamplona, Estella, Sangüesa, Olite, como Olite, Monreal, Villafranca, Villava, etc. Los ve Los Arcos y Puente la Reina. Estas villas serán las que cinos de otras villas no se tenían por «francos», sino figuren a la cabeza de todos los movimientos. La her por infanzones, como ocurría en Tudela. No hay que mandad constituida en 1274, a raíz de la muerte de decir que los burgos originarios de francos, especial Enrique I, la forman el Burgo y la Población de San mente los de Pamplona y Estella, tenían una activi Nicolás de Pamplona, Estella -con sus concejos de la dad mercantil mucho más acusada. En cualquier Rúa de San Martín, parroquias de San Miguel y de caso, los alcaldes de las principales villas tenían la San Pedro de Lizarra y Población de San Juan-, Oli suficiente autonomía judicial para, con sus senten te, Sangüesa, Puente la Reina, Los Arcos, Viana, La- cias, ir creando un derecho propio. guardia, Roncesvalles, San Juan de Pie del Puerto y Pero pese a la diversificación de estos derechos Tudela. En 1294 se dirigen a la reina doña Juana las locales, se produce en el siglo XIII un movimiento citadas villas, y además Villafranca, para que sean que tiende a unificar tanto la relación de sus vecinos respetados sus fueros conculcados por el goberna con la corona como el derecho privado -civil, mer dor; en 1297 se unen mediante juramento con la cantil, y aun penal y procesal- de las comunidades Junta de los Infanzones de Obanos esas mismas villas urbanas. El núcleo de este derecho es el Fuero de y Larrasoaña, Villava y Monreal. Poco a poco se va jaca, recibido en Pamplona, y aceptado en parte en dibujando la lista de las buenas villas que tendrán Tudela; muchas de sus disposiciones habían sido asiento en Cortes. En 1319 y en 1324 figuran, ade acogidas por la Cort en el Fuero General. Esta ten más, las de San Vicente y Lumbier designando pro dencia hacia la unificación jurídica se acusa en el curadores para tomar en París juramento a Felipe el Amejoramiento del Fuero General de 1330, cuando Largo. En el siglo XIV los reyes, que hacen las con se dispone que los variados fueros porque se regían vocatorias de unas Cortes ya institucionalizadas, los distintos estamentos y las diversas villas se redu agregaron otros nombres de menor importancia a la jeran a tres: uno para los hidalgos, otro para los «m a lista de las villas convocadas. Lo que había sido un nos» -es decir, hombres de las buenas villas- y otro movimiento del llamado estamento popular, ha pa para los labradores. Pero el proceso unificador que sado a ser un honor que otorga la corona. aquí se anuncia, avanzaría lentamente, especialmen te en lo que se refiere a las villas. Por su estatuto privilegiado, es preciso señalar La Iglesia bien las condiciones requeridas para adquirir la ve cindad. Más exigentes seguían siendo los burgos for El estamento más poderoso, como fuerza polí mados exclusivamente por francos (San Cernin y la tica y económica, era sin duda, la Iglesia. Su fuerza 170 radicaba en buena parte en su mayor unidad hacia tacara y otras. El monasterio de Leire, de tan brillan el exterior, lo que hacía que los conflictos con la co te historia en siglos pasados, entró en el siglo XIII en rona, pese a la violencia que adquirieron en ocasio una grave crisis: por instigación de su abad, Domin nes, tomaran ordinariamente cauces jurídicos. Los go de Mendavia, o mejor, por la oferta de mil mara obispos utilizaban con frecuencia como arma la ex vedís de oro hecha a Teobaldo 1 en 1236, el monas comunión, pero la misma multiplicación de los ana terio pasó a la Orden del Císter, iniciando una serie temas -en los que a veces aparecían incursos cléri de graves conflictos entre los monjes, en que se fue gos y laicos, y los mismos obispos-, les quitaba fuer dilapidando buena parte de su patrimonio; en 1270 za moral. los benedictinos apoyados por Enrique I, a quien ha Como propietarios de tierras y aun de castillos, bían comprado por 8.000 maravedís de oro, arroja las iglesias y monasterios tenían, a veces, jurisdicción ron a mano armada a los cistercienses; la triste histo sobre las gentes del dominio; a la vez los clérigos te ria volvería a repetirse con varias alternativas y nue nían su propia jurisdicción y eran juzgados por tri vas violencias hasta fines del siglo en que quedaron bunales eclesiásticos. Como tales señores territoriales definitivamente instalados los monjes blancos. Otros tenían fuertes intereses que defender, a veces contra monasterios cistercienses de rentas inferiores eran La la corona; de aquí que participaran en algunas oca Oliva e Iranzu. El monasterio de Irache serla el úni siones en las asambleas con los demás estamentos; la co que traspasaría el siglo XII1 sometido a la regla be interferencia real en otros aspectos de la jurisdicción nedictina. eclesiástica daría también lugar a conflictos. De las Órdenes Militares era, sin duda, la de San Unas obligaciones especiales pesaban de anti Juan la más rica; distribuidas sus heredades por toda guo sobre el obispo de Pamplona y el abad de Mon- Navarra, se agrupaban en varias encomiendas o resi tearagón, como señores que eran de vasallos o por dencias con escaso número de freires en cada una; su ser sus iglesias capillas reales. El obispo debía acom actividad hospitalaria en Navarra era muy reducida, pañar al rey con cien caballeros cuando saliese en y tampoco fue grande su intervención en la vida pú hueste contra los moros, pero si el rey de Navarra le blica del reino; mucho menor fue la importancia al vantaba hueste contra sus enemigos cristianos, el canzada por la Orden del Temple, cuyos bienes se obispo aparejaría ¡os cien caballeros, pero no le incorporaron a la de San Juan al ser disuelta aquella acompañaría personalmente. El abad de Monteara- en 1307. gón, aparte de disponer la capilla regia con su cape Estas comunidades, juntamente con la de Urdax llán y tres bestias cuando salía la hueste, aparejaría -premostratenses, diócesis de Bayona- y el Deán de veinte caballeros bien armados en caso de invasión, Tudela, tendrán puesto permanente en las Cortes del y los mantendría en servicio hasta que los enemigos siglo XIV abandonaran la tierra del rey de Navarra. Tales obli Si los monasterios, que podemos llamar tradi gaciones, que en estas fechas habían caído en desu cionales, pasaban por una etapa de decadencia, el si so, darían, no obstante, lugar a fricciones entre am glo XIII es la gran época de las Órdenes mendican bas potestades. tes, que pronto se instalan en los principales núcleos Ya hemos señalado que la mayor parte del reino urbanos y entran en contacto lo mismo con la bur estaba sometido a la jurisdicción del obispo de Pam guesía que con los medios rurales. Primero fueron plona. Le seguían en importancia los de Tarazona, los franciscanos, que ya llegaron en tiempo de San Calahorra y Bayona, por este orden. cho el Fuerte a Sangüesa y Pamplona; el monasterio Dentro de la diócesis de Pamplona era el Hospi de clarisas de Pamplona parece ser el primero de la tal de Roncesvalles el que disfrutaba de mayores ren Orden erigido fuera de Italia (1227); luego siguieron tas; de aquí los continuos pleitos por la elección de los conventos de franciscanos de Tudela, Estella, Oli prior, que según la carta fundacional debía recaer en te; clarisas de Estella; dominicos de Pamplona, Este un canónigo de la catedral de Pamplona; le seguía en lla, Sangüesa y Tudela, especialmente favorecidos importancia el monasterio de Montearagón, que dis por los reyes de la casa de Champaña; agustinos de frutaba de una serie de parroquias muy rentables: Pamplona y Estella; carmelitas de Sangüesa; merce- Olite, Ujué, Funes, Milagro, Víllafranca, Mélida, San- daríos de Estella y Sangüesa y religiosas benedictinas 171 y cistercienses de Estella. Las cirtercienses de Marcí- rey quiere que se las lleven a algún castillo, sólo es 11a son de fundación anterior. taban obligados a hacerlo durante el día, de sol a Sobre todos ellos el obispo reclama sus derechos sol, pero no más; si la pecha era de granos o de episcopales, y la instalación de alguno, como el de vino, el rey o sus bailes ponían los sacos o los odres franciscanos de Pamplona, no se hizo sin una vio y los villanos sus bestias con todos los aparejos. Era lenta oposición del diocesano. Era éste don Pedro XI- ya habitual, tanto para las tierras de realengo como ménez de Gazólaz (1242-1266), que no sólo tuvo de abadengo, el acordar el pago de un canon fijo largos pleitos con los reyes por el dominio temporal anual; desde fines del siglo XII el rey tiende a seña sobre Pamplona y los castillos de Monjardín, Oro y lar la cantidad global que debe pagar al año cada Huarte, y con sus villas y pertenencias, sino con mu pueblo de realengo, o bien señala la cantidad que chos monasterios, a la vez que seguía una política corresponde a cada vecino. Pero éstos no estaban centralizadora en la provisión de iglesias. obligados a pagar ni pecha ni costería (guardas del campo), si la cosecha se perdía totalmente. El fijar La Iglesia de Pamplona, que pasó por su más la pecha en proporción a la tierra recibida, y la tras grave crisis con ocasión de la destrucción de la Na- misión de ésta a la descendencia del cultivador, va varrería y saqueo de sus bienes, no tardó en rehacer borrando el vínculo personal del antiguo «collazo» se. Los dos últimos prelados del siglo XIII, Miguel para transformarlo en un censo enfitéutico; ante el Sánchez de Uncastillo (1277-1287) y Miguel Pérez peligro que esto encierra para el propietario, se de Legaría (1287-1304), arreglaron las cuestiones tiende a cederles la tierra por un tributo anual pero controvertidas sobre el dominio de Pamplona, frente a plazo fijo. En todo caso, los antiguos siervos, a la resistencia de los burgueses y del propio cabildo. mezquinos y collazos van camino de convertirse en Los obispos, o los vicarios generales durante las lar arrendatarios. gas vacantes de la sede (1304-1310), se mostraron prudentes y propicios a servir de mediadores con la En la tierra de solariego, los derechos señoriales corona. Es ésta una etapa de indudable bienestar se reparten entre el rey y el señor solariego. De las económico para la iglesia pamplonesa, que se va a re pechas (fonsadera, homicidios y calonias de toda cla flejar en las magníficas construcciones que entonces se) la mitad era del rey y la otra mitad del solariego, se inician. Los papas se reservan el nombramiento de pero al rey correspondía la «cena de salvedat» (de re los obispos -antes confiado a la elección capitular- y conocimiento del señorío) íntegramente, y el solarie con el gascón Arnalt de Puyana (1310-1316) empe go percibe la opilarinzada (una torta y una arinzada zaría la serie de obispos de origen francés, varios de vino), y donde no había vino, pagaban por opila nombrados por los papas de Avignon para complacer rinzada 16 dineros. a los monarcas, aunque no todos llegaron a ocupar la Estos villanos de solariego debían ir a labrar las sede. tierras para el rey tres días al año y dos para el sola riego; al año siguiente, dos para el rey y tres para el solariego, y debían trabajar de sol a sol. El Fuero Ge Los labradores neral especifica la comida que se les debe dar en es tos casos. Hay villanos que tienen que trabajar un día Constituían la mayor parte de la población del a la semana para su señor. En este caso, aclara el Fue reino; se les llama también villanos y pecheros, por es ro, deben ir al paso del sayón, esto es a buen paso, tar sujetos al pago de pechas. Su condición jurídica todos en cuadrilla, y trabajar de sol a sol; el que no y económica era muy variada, y estaba en constante lo hiciere paga como multa un sueldo o un robo de evolución hacia regímenes de mayor libertad e inde trigo, salvo si estuviere enfermo y no trabajare para pendencia. Con todo, carecían -como ya hemos di sí. Los clérigos ordenados no deben trabajar para sí, cho- de toda participación en la vida política. Unos ni para otro, pero si lo hicieren algunos días al año, dependían directamente del rey (realengos); otros, de deben trabajar también para el señor, a no ser que algún noble (solariegos) o eclesiástico (abadengo). éste les dispense. Los villanos realengos debían conducir sus pe Un recuerdo de la antigua servidumbre personal chas debidas al rey hasta el primer mercado; si el queda en el Fuero General cuando cuenta cómo de 172 ben repartirse los hijos del villano entre «la seynal» llevándose sus muebles y el cubierto de la casa, pero (el rey o su ricohombre) y el señor solariego; si el nú dejando un lecho sobre cuatro patas. mero de hijos es impar, «la seynal» tomará la pierna Por lo demás, las leyes reconocen a los villanos derecha y el señor solariego la izquierda, partiendo el derecho de propiedad sobre sus bienes muebles e todo el cuerpo con la cabeza; pero, aclara el Fuero, si inmuebles y a trasmitirlos a sus descendientes; pue alguno de ellos da fiadores, no le deben partir, y otra den reclamar ante los tribunales y alzarse del alcalde versión posterior explica que la declaración se hace m enor al mayor, pero no a la C o n , a no ser que el porque cada uno sepa «demandar sus dreytos et no pleito sea entre hidalgo y villano. por matar ni por desmembrar». La sociedad navarra, que es esencialmente rural, Los villanos de abadengo deben dar al prelado acomoda su vida diaria al ritmo de la agricultura y en del monasterio en el primer año de su elección una un ambiente de estrecha religiosidad, sobre todo en cena en reconocimiento del señorío; los basconga- las aldeas de la montaña. Lo mismo las multas que dos, dice el Fuero, la llaman on bazendu avaría. En la los gastos de entierro se evalúan en frutos del campo montaña pechas tradicionales de los villannos rea o en ganado; las mujeres colaboran a las labores agrí lengos tienen nombres vascos: alaguenico, erret bidé, colas «que son convenibles a eyllas». Tanto los villa guirisseüu (oí; ilumbecor, itunia...; los pecheros de nos realengos como los encartados se encargan de la Urroz y de Badoztain, cuando el rey iba a la guerra, reparación de sus iglesias; para que sea uno recono debían «escanciar» ante él, uno de una villa otro de cido como vecino, debe hacer la ofrenda en la iglesia otra; los de Gurbindo y Lénaroz, llamados «cazado de la villa al menos en las tres Pascuas del año; en res», deben ser los guardas del rey cuando éste va a esas fechas todo fiel cristiano debía confesar y co la caza. mulgar, y en ninguna iglesia principal debían ser di Fn la segunda mitad del siglo XIII se generaliza chas las horas correspondientes a esas fiestas, sin que el contrato de cultivo de tierras a plazo fijo -4, 10, todos los cristianos presos hubieran sido juzgados y 15 o más años- o por toda la vida del arrendatario; sacados de prisión. en él se fijan las cantidades a pagar en especie o en Ahora bien, esta religiosidad externa no estaba dinero, a veces otras obligaciones, e incluso la altera reñida con una intensa criminalidad, y una crueldad ción del tributo según la cosecha recogida. Este con en las penas impuestas y en sus formas de aplicación, trato ya no prejuzga la condición social del cultiva que hoy nos producen asombro. En la Montaña pre dor. Un tipo especial de contrato es el que se hacía domina el bandolerismo y en la Ribera y ciertas villas para la plantación de viñas. de la zona media los delitos de sangre. El Fuero regula también la situación de unos cultivadores parciarios, cuyo contrato se renueva to dos los años, de enero a enero, para que el labrador no pueda alegar título de posesión; no podía sem M oros y judíos brar, sin consentimiento del propietario, sino trigo, cebada, comuña o avena, y el propietario debía dar Tanto moros como judíos eran considerados le la simiente. Hay también labradores contratados a como «proprios speciales del rey», y gozaban de su jornal, a los que debe pagarse el mismo día de su tra protección. bajo; si por la noche no ha cobrado, podrá citar al La población musulmana seguía concentrada en deudor ante la justicia, con dos testigos, y si no com la meríndad de la Ribera (Tudela, Cascante, Corella, pareciera, pagará una multa de cinco sueldos y los Cortes, Ablitas, Ribaforada, etc.), constituyendo en jornales dobles. algunos lugares más de la mitad de los pobladores. Finalmente, si algún villano, dejando la tierra Cultivaban el camjDO o ejercían oficios diversos (teje que cultiva como collazo, pasaba a villa de realengo, dores, herreros, albañiles...) y en ocasiones servían aunque su señor lo encontrara, debía ser villano del como ballesteros en las expediciones que organiza rey; el señor podía entonces apoderarse de todos bie ban los merinos de la Ribera. Seguían sin pagar diez nes del villano y cobrarse los créditos que tuviera. mos a las iglesias por las tierras que tenían de sus an Los villanos de Larráun podían cambiarse de lugar tepasados, pero sí por las que adquirían de los cris- 173 tíanos. Los moros se consideraban como especial círculos estrechos para los que el saber escribir era mente rentables; por eso, tanto el rey como los in una necesidad: la corte, la Iglesia y la burguesía, y fanzones mostraban interés por atraérselos para cul aun dentro de ellos de modo muy desigual. Junto a tivar sus heredades respectivas, cosa que el Fuero la necesidad de la escritura estaba la de unos conoci General trata de corregir. mientos jurídicos mínimos para la defensa de sus in tereses. Estos conocimientos, como es natural, se ba La población judía, dada su especial dedicación saban en los usos y derecho indígenas. Pero en el si a actividades mercantiles, se hallaba más repartida glo XIII se acusa un progresivo conocimiento del De por el reino. Eran los únicos autorizados para rea lizar préstamos a interés, que en el Amejoramíento recho romano y canónico en la redacción de las es de 1330 se fijó en el 20%. Prestaban a los reyes, a crituras, si bien no puede propiamente hablarse de monasterios y a concejos, y contribuían con cantida una recepción del Derecho romano «como de un he des elevadas a las peticiones extraordinarias de los cho que marque un nuevo período en el desenvolvi reyes. De aquí la protección que éstos les otorgaban, miento del Derecho». La curia regia o tribunal de la pese a la animadversión popular. El homicidio de un Cort, así como la curia eclesiástica serían los caminos judío o un moro era, según el Fuero General, de 500 de esta penetración romanística y canónica. sueldos, y, según el Fuero de la Novenera, el rey ele La corte de la casa de Champaña va a introducir vó el homicidio del judío a 1.000 sueldos. De acuer otra novedad: el uso, bien que excepcional, de la len do con la política antijudía de Luis IX, el papa Ale gua francesa, que era la coloquial de los reyes, en la jandro IV autorizó a Teobaldo II para incautarse de administración. Las lenguas usadas por escrito son, los bienes de los judíos adquiridos por usuras, y res normalmente, un gascón u occitano circunscrito a tituirlos a sus dueños si eran hallados, o para apli los burgos de francos de Pamplona, Estella y San carlos en caso contrario a fines piadosos (1257); pero güesa, el romance navarro o el latín. no creo que la medida llegara a aplicarse. Cuando Dentro del círculo de la corte, la poesía y la mú tras la guerra de la Navarrería, muchas gentes que sica, tan caras a Teobaldo 1, tendrían una especial daron arruinadas, todos solicitaron la prórroga de los acogida. Sabemos que en la corte de Champaña eran préstamos hechos por los judíos, y el rey, buscando varios los barones y nobles de inferior categoría que la tranquilidad del reino, procuró por buenos me componían canciones: Juan, conde de Brienne Teo dios que se alargaran los plazos de vencimiento. No baldo, conde de Bar-le-Duc, Felipe de Nantueil, Raúl obstante, en 1299, dio orden Felipe el Hermoso de de Soisson y otros más. Si la lírica francesa no podía que se aplicaran en Navarra las Ordenanzas de San hallar eco entre los navarros, sí lo tuvo la épica sobre Luis contra la usura, aunque tampoco sabemos en temas carolingios: en el Archivo de Navarra se con qué medida tuvieron cumplimiento. serva la más antigua imitación en verso de la Chan- Los núcleos principales de población judía eran son de Roland hecha en romance peninsular, y com Pamplona, Monreal, Tudela, Estella y Funes, pero ha puesta a fines del siglo XIII por autor navarro, obra, bía grupos dispersos por otros lugares; su movilidad dice Menéndez Pidal, que «a pesar de su brevedad, era grande según las circunstancias. Destruida la ju llena un enorme vacío en la historia de la literatura dería de Pamplona con el asalto a la Navarrería en épica española, dándonos una muestra de la más an 1276, fue autorizada su reconstrucción en 1280, tigua poesía carolingia». En 1268 el infante aragonés aunque nada se hizo por entonces. Al distribuirse los don Pedro, hijo de Jaime I, tenía a su servicio un ju solares para la reconstrucción de la Navarrería, en glar de Pamplona. Respecto a la música, sabemos por 1323, se tuvo cuidado en reservar un espacio para el testimonio de cierto teórico inglés anónimo, que reedificar la judería donde antes estaba. en 1272 pasó de Inglaterra a París, que en Pamplona había una escuela musical, de música polifónica de primer orden, que persistía a principios del siglo XIV' Cultura: letras y artes Teobaldo II trató de erigir una Universidad en Tudela, y obtuvo de Alejandro IV el privilegio de La cultura literaria, en su más amplio sentido, se exención de la obligación de residencia en sus cargos hallaba reducida, como ocurría en todas partes, a a los escolares que asistieran al Estudio (1259); se 174 cita el bedel del Estudio en 1265, y sabemos que en Las Órdenes mendicantes traen aires nuevos. él cursó Ximen Pérez de Salanova, vecino de Zarago Dedicadas principalmente a la predicación, cada z a , jurista famoso y Justicia de Aragón (1295-1330); convento es como un centro de estudios para la en pero no parece que el Estudio tudelano alcanzara señanza del latín, la filosofía y la teología; algunos de gran prosperidad. Recordaremos, finalmente, como sus religiosos completaban su formación en las uni obra de la corte, pero de la corte francesa, el famoso versidades. Los primeros en organizar sus estudios Colegio de Navarra, fundado en París en 1304 por la fueron los dominicos; se cursaba en Pamplona lógica reina doña Juana, para albergar 70 estudiantes po y teología, y en Estella teología y gramática,y parece bres, y a fin de que hubiera más maestros y doctores que a fines del siglo XIII se implantaron enseñanzas en el campo de la teología. Fue el primer estableci de lengua árabe. El convento de franciscanos de miento de este género en la Universidad de París. Pamplona también cuenta desde el siglo XIII con va La cultura literaria del clero mejora notable rios lectores y doctores. Las primeras Escuelas de mente, a juzgar por el latín de la documentación Gramática en Navarra son las de Tudela (12.30) y conservada. No obstante, todavía en 1254, en el ca Sangüesa (1241). bildo catedral de Pamplona había cuatro canónigos La postración en que veíamos a los monasterios que eran analfabetos y un solo graduado. A fines del tradicionales se refleja en su escasa preocupación por siglo XIII empiezan los canónigos a frecuentar las las actividades culturales, aun por las que estaban Universidades, especialmente la de París. En 1305 el más próximas a la esfera religiosa; los benedictinos arcediano Juan Juániz de Aizaga puso a disposición no se interesaron por alcanzar grados académicos; del cabildo 500 libras de sanchetes para adquirir una los cistercienses, por sus constituciones se ocupaban casa en París donde se alojarían cuatro canónigos más en la explotación agrícola que en las tareas de que allí cursaran estudios; el colegio llevó una vida cultura; sin duda el ejemplo de las Órdenes mendi lánguida y en 1333 se disolvió; luego acudían a cur cantes debió incitarles a crear en Estella un Estudio sar estudios a Toulouse, Bolonia y Montpellier. Ron- General (1289), al que sabemos que en 1302 acu cesvalles, pese a sus grandes rentas, no parece que dían monjes navarros y extranjeros. Cuando Bene tuviera escuela para la formación de sus miembros, dicto XII se propuso fomentar los estudios de teolo ni que éstos se graduaran en Universidades extranje gía, suprimió el Estudio de Estella, trasladándolo a ras. En cambio el cabildo de lúdela fue el primero Salamanca; los monjes navarros, que antes iban a Es que se preocupó de organizar la Escuela de Gramáti tella, acudirían a Toulouse. ca y de enviar a sus canónigos a seguir cursos uni versitarios. Los vecinos de los burgos y de las buenas villas, cuya actividad principal es el comercio, necesitan ha Menos noticias tenemos del clero rural, que es cer frecuente uso de la escritura; en contacto con sus de pensar tuviera una formación literaria, cuando la colegas del Midi -Toulouse y Montpellier, principal tenía, muy elemental. Cuando un letrado, hijo de la mente-, no son tampoco ajenos a las preocupaciones brador, quería ser clérigo, debía obtener primero el literarias. Sabemos que se compusieron historias de consentimiento de su señor, y éste se presentaba al la guerra de la Navarrería, y conservamos la canción obispo para dar fiador de que no reclamará al cléri que sobre este tema escribió en provenzal Guillermo go como hijo de su villano; pero si el obispo ordena Anelier de Tolosa, que intervino activamente en la ba al hijo de villano sin contar con el señor, el cléri misma. Parece que, afincado en Pamplona, acabó sus go no salía de la jurisdicción señorial, y aun aquél días condenado como falsificador de moneda en podía querellarse al obispo por haberlo ordenado sin 1291. su consentimiento. Por otra parte, el Fuero General disponía que el párroco debía ser un clérigo vecino En lo que a las bellas artes se refiere, Navarra de la villa o hijo de vecino; presentado por los veci será una puerta de penetración de nuevas modalida nos de una aldea y estrechamente vinculado a ella, es des artísticas, tanto en arquitectura como en lo que a de pensar que no se alejaría mucho del ambiente las artes menores se refiere. San Luis regaló a Teobal- mental en que se había criado. En las aldeas de habla do II una espina de la corona del Salvador, con pre vasca, siempre serían vascohablantes, lo que nos cioso relicario de plata sobredorada, que se conserva ayuda a explicar la perduración de la lengua. en la catedral de Pamplona; otras piezas de orfebre 175 ría, miniaturas y pinturas llegarían de la Isla de Fran Francia para recaudar fondos. Las obras del nuevo cia, de Champaña y de Tolosa, y servirían de motivo claustro comenzaron por el lado oriental, y muv de inspiración a otros artistas locales. De Tolosa pro pronto se trabajaría también en el lado meridional, cede la bellísima imagen de la Virgen de Roncesva- con su «puerta preciosa», excelsa obra de escultura lles, e inspirada en ella, pero obra de un orfebre tal gótica monumental. Las obras continuaron durante vez pamplonés de hacia 1300, sena otra imagen me la vacante de la sede, y cuando en 1318 accede al nor guardada en el Museo de la Colegiata; la precio episcopado el gascón don Arnaldo de Barbazán la sa tabla de la Crucifixión conservada en la catedral obra del claustro se hallaba ya bastante avanzada. La de Pamplona parece también obra francesa de hacia espléndida capilla del claustro, que lleva el nombre 1300. de Barbazán, y el refectorio y cocina, levantados en el lado meridional, estarían terminados antes de 1330, En cuanto a la arquitectura, aparte de las gran des construcciones ya iniciadas y que ahora se conti en que aparece fechada la pintura de Juan Oliver que decora el testero del refectorio. núan en un estilo que podríamos llamar tradicional -catedral de Tudela, monasterios de Fitero, La Oliva, Especial interés, dentro de las artes plásticas, Iranzu...-, están las iglesias que siguen las nuevas co tiene la pintura mural, que ahora se manifiesta en be rrientes llegadas de Francia. Dentro del estilo lan- llas obras de transición al gótico, y que nos dará sus guedociano que propagan las Órdenes mendicantes, obras maestras en la etapa siguiente. Las pinturas de está el monumental convento de Santo Domingo de la iglesia de Artaiz y las de la primera época de Arta Estella. Son muy representativas una serie de iglesias jona y San Pedro de Olite responden todavía a una de nave única de gran anchura sin capillas laterales, época de transición, en que sobre modelos románi todas de fines del siglo XIII: Santa María la Real de co-bizantinos empiezan a manifestarse tímidamente Olite, San Saturnino de Pamplona y San Saturnino las influencias llegadas de la Isla de Francia. Pero en de Artajona. La portada de Santa María de Olite y la la pintura del claustro que ha venido titulándose, del Santo Sepulcro de Estella están anunciando el es con error, Árbol de Jessé, y que podría fecharse antes pléndido taller escultórico que se va a forjar en tor de 1320, vemos ya la mano de artistas llegados di no al claustro de la catedral de Pamplona. Las obras rectamente del Languedoc o de la misma Isla de del claustro fueron comenzadas por el obispo don Francia. Miguel Sánchez de Uncastillo (1277-1287) y conti No cabe duda de que la etapa de gobierno de la nuadas por don Miguel Pérez de Legaría (1287- Casa de Francia en Navarra había sido especialmen 1304), una vez solucionados todos los problemas te favorable para el cultivo de las bellas artes. con la corona y ordenadas las rentas de la iglesia; aun así se hicieron colectas por otras diócesis del sur de 1 /6 BIBLIOGRAFÍA Para los aspectos políticos, económicos y sociales, A. ta de Felipe el Atrevido en Navarra (1277-1281), «Ligarzas C a m p i ó n , La constitución de la primitiva monarquía y el orí- 2», pp. 87-108. gen y desenvolvimiento de las Cortes de Nabarra, «Euskaria- Para la Iglesia de Pamplona las obras de G o ñ i G a z - na (Quinta Serie)», Pamplona 1915, pp. 139 y ss.; en el t a m b i d e citadas en el capítulo anterior. mismo volumen, pp. 241 y ss. 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El futuro monarca debía ju a muerte de Carlos el Calvo sin descenden rar «según fuero, uso e costumbre del regno de Na cia masculina y sin hermanos había de faci varra». Juraron también ayudarse a mantener los luc litar la separación de la corona navarra de la ros, usos, costumbres, privilegios y franquezas que Lfrancesa. Cuando murió, el f de febrero de 1238, cadade uno tenía. Si el rey o su gobernador agraviara a jaba una hija de su segunda mujer, y la tercera, Jua alguno de ellos, se prestaría ayuda para pedir la re na de Evreux, estaba encinta. El día 1 de abril Juana paración del agravio. Esta unidad se mantendría has dio a luz una hija, pero para entonces los navarros ya ta cuatro años después de que el monarca hubiese se habían puesto en movimiento. prestado el referido juramento. El 13 de marzo se reunía en Puente la Reina una Otros acuerdos se tomaron en Puente la Reina magna asamblea, en la que los asistentes juraron que no constan en la carta de «unidat et amiztat el unirse para «goardar el regno de Navarra pora qui jura». Se destituyó al gobernador de Navarra, Pedro debe regnar, et que nos aiudemos unos a otros a def- Remón de Rabastens y a otros oficiales nombrados fender el dicho regno». A la reunión asistieron 8 ri- por Carlos el Calvo, y se confió la dirección del país coshombres, 43 caballeros, personalmente o por re a dos ricoshombres con el título de regentes: Juan presentación, 13 por las agrupaciones de infanzones Corbarán de Lehet, alférez del reino, y Juan Martínez y representantes de 26 villas, a las que en días suce de Medrano, el Mayor. Se convino también en que 179 quien viniera a reinar no podría mudar o renovar los concretar algunos detalles de importancia, de acuer oficiales que ellos ponían hasta cuatro años después do con la experiencia adquirida: el más importante de la jura. Por último, en la misma reunión de Puen se refería al rey consorte, tanto en lo que se afectaba te la Reina se lanzó la candidatura del conde de al gobierno del reino como al ritual del juramento y Evreux y de su mujer doña Juana, y si éstos no acep alzamiento, que venía a prejuzgarlo. Hubo largas taban, juraron «obedecer y entregar los castillos al conversaciones con los dos embajadores enviados que el reino escoja en la línea de la reina Juana, que por el rey y menudearon las reuniones de prelados, fue madre del rey Luis», es decir, de Juana I de Na barones y buenas villas para concordar criterios. El varra, hija de Enrique 1. clero se mostraba más transigente. Por fin los reyes se presentaron en Navarra, y en una reunión de Cortes Para los navarros no había la menor duda sobre tenida en Larrasoaña (27 febrero, 1329) los regentes el derecho hereditario aplicable: Teobaldo 1 había hicieron resignación de sus cargos, se anularon todas reinado por los derechos trasmitidos por rama feme las juras y uniones hechas hasta entonces, y se perfi nina; Blanca de Artois, viuda de Enrique I, y la hija laron algunos detalles de la ceremonia de la jura real. de ambos, Juana 1, había permitido vincular el trono de Navarra a la Casa de Francia. Pero en Francia no Ésta tuvo lugar en Pamplona el día 5 de marzo. había tales precedentes. El rey y la reina juraron los fueros y fueron alzados sobre el pavés conjuntamente, pero las Cortes acep Las buenas villas, como ya tenían por costum bre, hicieron otra unión más estrecha para defender taron que el gobierno fuese ejercido por don Felipe en nombre de su mujer. En el juramento se especifi el reino «con los cuerpos et con los averes... como ca que los castillos y fortalezas se entregarán a natu fieles et leales vasaylos deven fazer a su seynor, pora rales del reino, los cuales jurarán que, al fallecimien qui deve heredar el dicho regno de Navarra», y acor daron reunirse en Olite cada cuatro meses. to de la reina los entregarán al heredero o herederos del reino; que no se hará donación, venta o anexión Ante las noticias contradictorias que llegaban de del reino de Navarra a ningún otro reino. En orden a Francia, donde Felipe VI de Valois había sido reco la sucesión, juró don Felipe, que muerta la reina, de nocido como rey -rechazando todo derecho de suce jaría el reino al hijo mayor de ambos, cuando hubie sión no sólo a las mujeres sino a los varones descen ra cumplido los veintiún años, para que lo gobierne dientes por línea femenina-, los regentes se apresu como «rey natural». Don Felipe percibiría entonces raron a convocar Cortes en Pamplona para el día 1 la cantidad de cien mil moltones de oro del cuño de de mayo. La concurrencia fue tan numerosa que las Francia por los gastos que había hecho para recupe deliberaciones tuvieron que hacerse «en el prado de rar el reino. Si moría doña Juana sin dejar hijos, don la procesión de los freires predicadores», es decir, en Felipe abandonaría igualmente el reino de Navarra y la actual plaza del Castillo. Por unanimidad se acor sus fortalezas «para que los dichos tres Estados los dó reconocer los mejores derechos al trono a Juana, puedan fazer render o delibrar a aquél o aquélla que hija de Luis el Hulín, casada con Felipe de Evreux. por herencio legítimo debrá aber e heredar el dicho Al día siguiente los reunidos juraron guardar y de regno de Navarra». Expresamente se decía también fender el reino en su nombre, y los tenentes de los que los navarros no estaban obligados a obedecer lo castillos le prestaron fidelidad; finalmente, designa que el rey hiciera en contra de este juramento. ron dos embajadores para que le comunicaran estos Faltaba precisar mejor ciertas situaciones espe acuerdos y le rogaran que hiciera lo antes posible ciales, sólo aludidas en el acta del juramento real: los acto de presencia en Navarra. gastos hechos por el rey para obtener el trono de Na varra, que en realidad eran indemnizaciones a los que se creían con derecho al mismo, para lograr su El juramento real renuncia; otra, cómo se constituiría la regencia en el caso de que los dos reyes fallecieran antes de que el Los navarros lograban así su vieja aspiración de heredero cumpliese los 21 años. Todo ello se estudió desligar su suerte de la del reino de Francia, y a la vez y resolvió en unas Cortes, celebradas en Olite, en el la de restaurar la legitimidad sucesoria de acuerdo claustro de la iglesia de San Pedro, en mayo de ese con la legislación del país. Pero faltaba, no obstante, mismo año de 1329. El Consejo de Regencia, según 180 .¡£2II -2 c - t > J : : muerte c. conde : -a Ô : matrimonio d. duque : Uex "a CL> ~ -o 25 -a -3 .s JS —— U J 2 c cd c_i ^ 3 U - • r o 25 < X D ■i S Ü I tu 3«■> ro - re2 JS 5 pi , bc ß P . ^ O | | > O C II -a w 25—- -aru w a 8! < l/)H < z re z « 5 o; < < -JTO COo ^ O — C ^ X & S UJ g t UJ 5 Q111 Z re a> <✓} X c k- 3 re -S 2 2 O' O ■< 7 i— • to < "a O-T “ ■ r«"» ' — r — _2 "So m J2aC Ï--Jm 181 el acuerdo de las Cortes, estaría constituido por un de Pamplona. Muchos municipios y aldeas -aparte Amo o presidente y doce miembros: tres por el Esta de particulares- fueron condenados a pagar diversas do eclesiástico, seis por los ricoshombres y caballe cantidades hasta la cifra de 22.920 libras; Estella fue ros, y tres por las buenas villas. Entre los ricoshom condenada a pagar 10.000 libras. Su aljama fue re bres figuraban los antiguos regentes, don Juan Cor- poblándose lentamente, sin alcanzar la importancia barán de Lehet y don Juan Martínez de Medrano, lo que había tenido hasta entonces. que prueba que el prestigio adquirido lo conserva ban intacto. Pero el Consejo de Regencia no tuvo ocasión de actuar. Amejoramiento de los Fueros A lo largo del siglo XIII el Fuero Antiguo, que Matanza de judíos vimos se empezó a recopilar bajo Teobaldo I, se ha bía ido ampliando con disposiciones diversas toma La crisis política coincidió con la exacerbación das de los fueros vigentes en Estella, Pamplona, usos de un movimiento antisemita, que desde hacía tiem locales, jurisprudencia de la Cort, etc., formando un po se venia incubando en el sur de Francia. Era el cuerpo jurídico sistemático, pero hacía el que los na movimiento de los pastorclos, que en 1321 se infiltró varros mostraban un gran apego. Su prestigio había por Navarra, pero que pudo ser contenido. Con la crecido con los años, sobre todo por la autoridad que muerte de Carlos el Calvo aumentaron los temores se concedía al prólogo y por su primer capítulo, que de las autoridades. El gobernador, Pere Rernón de regulaba el juramento del rey y las formalidades del Rabastens y los merinos y bailes tomaron medidas «alzamiento» real, y limitaba las atribuciones de la protectoras en Tudela, Estella y Pamplona. Pero corona. cuando los regentes se hicieron cargo del poder, se Algunas personas de su confianza señalaron a vieron rebasados. Del 5 al 6 de marzo de 1328 fue Felipe de Evreux la conveniencia de corregir algunos asaltada y destruida la judería de Estella, y la mayor capítulos, aclarar otros e introducir disposiciones parte de los judíos de Funes y de San Adrián fueron nuevas, para lo que creó una comisión asesora for muertos. La vigilancia de las autoridades evitó que se mada por seis m iem bros, designados por el rey, y en asaltaran las juderías de Pamplona y Tudela. tre ellos fray Pedro de Aterrabia, franciscano, y fray No es fácil calcular el número de víctimas. La ci Ochoa de Salinas, dominico, lector de teología, que fra, muchas veces repetida, de 10.000 es notoria anteriormente habían sido comisionados por las mente exagerada, aún referida a las de toda Navarra. Cortes para comunicar a los reyes su elección; otros En cuanto a los causantes, hay que pensar en un mo cuatro fueron propuestos por los prelados, cuatro vimiento de incubación lenta, resultado de las predi por los ricoshombres y cuatro por los caballeros, más caciones de algunos clérigos exaltados; de ellos, fray varios designados por las buenas villas. Esta comi Pedro de Ollogoyen, parece el más caracterizado. sión tuvo varias reuniones a lo largo del año 1330, y Aprovechando la crisis de autoridad, muchos conce por fin hubo una reunión general de Cortes en Pam jos se lanzaron al asalto de las juderías, viéndose plona, donde el 10 de septiembre de ese año se apro también envueltas algunas autoridades inferiores, bó la reforma que es conocida con el nombre de por debilidad o complicidad. Amejoramiento de Felipe III. A partir de entonces convocó varias veces a las Cortes para ir introdu Como las aljamas eran una fuente saneada de ciendo mejoras en las leyes vigentes. ingresos para la corona, los reyes tomaron medidas conducentes para, al castigar a los culpables, resar cirse en alguna forma de los daños causados al era rio. Esto preocupó más que la indemnización a las Gobierno del reino familias de las víctimas. Los judíos venían pagando unas 4.000 libras de pecha anual, a las que Estella Los reyes Felipe y Juana, al igual que sus ante contribuía con 1.100. El descenso que esta pérdida cesores, permanecieron largas temporadas en Fran suponía se procuró suplir elevando el tributo de la cia, con preferencia en París. No es que los dominios que tenían en Francia requirieran su presencia fre Felipe de Evreux, mantuvo con él excelentes rela cuente; se trata, sencillamente, de que se amoldaban ciones y colaboró en las tareas de gobierno como ár con dificultad a los gustos y costumbres de Navarra, bitro y asesor tanto de la corona como de los gober cuya lengua desconocían. Navarra volvía a caer, una nadores en cuestiones litigiosas, en poner paz en la vez más, en manos de gobernadores con muy am frontera de Guipúzcoa y en cuantas gestiones era re plios poderes. Como éstos y sus oficiales tendían a querido. Por parte de la corona se respetaba escru abusar de sus atribuciones, el rey envía inquisidores pulosamente la inmunidad eclesiástica. No obstante y reformadores para que le informen y corrijan las algunos incidentes con los reformadores y procura deficiencias. dores del reino vinieron a perturbar esta situación. Felipe se sentía estrechamente ligado a su primo Uno fue la condena hecha por el obispo de un judío el rey de Francia, y secundó en todo su política. Se avecindado en Pamplona, Milón, del que se averi esforzó también por asegurar las buenas relaciones guó que en tiempo de la persecución de los pastore- con Castilla y Aragón. En Castilla reinaba Alfonso XI, los, se había bautizado en Toulouse, y ahora vivía y con él acordó una paz en 1330; no hay noticia de como judío. Otro fue la orden dada por el goberna que apoyara las pretensiones del príncipe don Alfon dor y los reformadores en 1340 de que ninguna Or so, hijo del infante don Fernando de la Cerda, a pe den ni persona de iglesia pudiera adquirir rentas, sar de los ofrecimientos que éste le hizo. Con Aragón castillos, villas, términos, montes ni otras heredades, llevó a cabo negociaciones para casar a su hija pri y para que en el plazo de un año dejasen las que hu mogénita, Juana, con Pedro -el futuro Pedro IV - pri bieran adquirido después de la prohibición de Luis mogénito de Aragón. El matrimonio no llegó a cele el Hutín. brarse por haber entrado Juana en religión, pero Una nueva medida fiscalizadora ele la adminis pronto se hicieron nuevas gestiones para el matrimo tración iba a distanciar, una vez más, al obispo de la nio de Pedro IV con María, hija segunda de los reyes corona. Con ocasión de la Cruzada a Algeciras, el go de Navarra, que casarían en 1338. bernador trató de aplicar la vieja disposición sobre la No obstante, contra la voluntad de los tres reyes asistencia del obispo con 100 caballeros. La medida vecinos, un pleito local sobre la propiedad del mo no sólo había caído en desuso, ya que en cien años nasterio de Fitero y del castillo de Tudején, acabaría no había tenido ocasión de aplicarse, sino que ahora, en conflicto armado entre Castilla y Navarra, en el privado el obispo de su dominio temporal sobre la que también se vio mezclado Aragón. Por fin se acor ciudad de Pamplona, resultaba exorbitante. Se le re dó aceptar el fallo de cuatro árbitros, dos por cada clamaba también el palacio episcopal de San Pedro, reino, y en caso de desacuerdo someterse a la deci sito en la Navarrería, al cual el rey había renunciado sión del cardenal Jacobo Gaetano (1336). El pleito expresamente años atrás. Sin duda, tras todas estas sobre Fitero proseguiría lentamente, y hasta 1373 no reclamacioners estaba el procurador real Jacques Li- se sentenciaría que el monasterio y el castillo de Tu cras. El rey tuvo que ir a Algeciras sin las huestes del dején estaban dentro de los términos de Tudela y Co- obispo, mientras que éste, refugiado en Navardún, rella, y que por tanto pertenecían a Navarra. El mo veía cómo se le seguía un proceso en regla por «re nasterio, que había comenzado siendo castellano, belión», y sus bienes incautados, lo mismo que los fundado y favorecido por los reyes de Castilla, acabó del abad de Montearagón, que se hallaba en el mis por navarrizarse totalmente. mo caso. La lucha por la posesión de Fitero coincidió con una penetración por la frontera de Guipúzcoa, aná loga a otras de que ya hemos hecho mención. Otras La cruzada de Algeciras cuestiones fronterizas, también de carácter local, se y la muerte del rey (1343) ventilaron en 1340 por las diferencias entre los veci nos de Sangüesa y los de El Real, plaza aragonesa ins Ya al comienzo de su reinado, Felipe de Evreux talada en sus proximidades. se había entusiasmado con la idea de colaborar en El obispo de Pamplona, Amaldo de Barbazán, una expedición contra los moros de Granada. Pro que tanto había cooperado en la entronización de curó el concurso de Eduardo III de Inglaterra, pues 183 Navarra, sin salidas al mar, tendría que utilizar el a quien se acusaba de diversas irregularidades en el puerto de Bayona para embarcar las provisiones y ejercicio de su oficio (1345). Un incidente fronterizo pertrechos necesarios. Deseaba ayudar a los monar tuvo lugar en la zona, siempre polémica, de Alfaro cas de Castilla y Aragón «sin tomar ni pedir más que con los vecinos de Tudela, Corella y Cintruémgo. El la gracia de Dios», prometiendo entregarles las posi obispo de Pamplona fue enviado a suplicar al rey de bles conquistas. En la primavera de 1330 todos pa Castilla que hiciera lo posible por calmar a sus gen recían muy animados, cuando la tregua firmada en tes y restablecer la paz sin castigar a los navarros cul tre Alfonso XI y el rey de Granada (febrero, 1331), pables del incidente. Alfonso XI, «por honra de la hizo fracasar el proyecto. En 1333 vuelve sobre sus reina de Navarra y por facer merced et honra al di proyectos de Cruzada, ahora a Ultramar; pero la cho obispo» accedió a todo lo que le pedía. Otros in ayuda que tuvo que prestar a Felipe de Valois en sus cidentes con los guipuzcoanos también se trató de luchas con el rey de Inglaterra distrajeron su aten arreglar pacíficamente. ción. Juana II contó en todo momento con la ayuda Poco después cambiaría el panorama peninsu de su tío el rey de Francia, cuya política secundó con lar. La lucha por el dominio del Estrecho, que corta fidelidad. Como éste tratara de separar a Alfonso XI de la amistad con los ingleses, proyectó el matrimo ra la llegada de nuevos refuerzos africanos, estaba en nio de Blanca, hija de los reyes de Navarra, con el in su apogeo. La victoria del Salado (1340) atrajo cola fante don Pedro de Castilla. Aun cuando se pactaron boraciones de todas partes. Alfonso XI no se opuso a alianzas entre Francia y Castilla y el matrimonio la llegada de extranjeros, y acudieron ingleses, ale quedó acordado (1345), éste no llegó a celebrarse. manes y franceses, y las flotas de Génova, de Aragón Todo había sido un ardid diplomático de Alfonso XI, y de Portugal. Felipe de Evreux recorrió Navarra re que al mismo tiempo llevaba negociaciones análogas cogiendo ayudas económicas y pertrechos, que se con los ingleses. Blanca, que fue prometida a Juan II llevaron a los puertos de Guipúzcoa. En julio de el Bueno de Francia, casaría con el padre de éste, el 1.343 el rey se presentaba en el campamento de las rey Felipe VI de Valois (19 enero, 1350), para quedar tropas que sitiaban Algeciras, con cien caballeros y viuda siete meses después. Todavía hubo una nueva trescientos peones, siendo agasajado por Alfonso XI. tentativa para casarla con Pedro I, ahora rey de Cas Pero pronto contrajo una grave enfermedad que le tilla, pero ella se negó. llevaría al sepulcro en Jerez, el día 26 de septiembre de 1343. Por las mismas fechas se negociaba el matrimo nio de Gastón Febo, conde de Foix y vizconde de Bearn, con Inés, otra hija de los reyes de Navarra. Este sí que se celebró, patrocinado por el rey de Francia, pero resultó un fracaso, ya que Inés sería re pudiada por Gastón en 1363 con el pretexto de cier JUAN A II (1 3 4 3 -1 3 4 9 ) tos atrasos en el pago de la dote. La reina moriría en Conflans, el 6 de octubre de Como el hijo mayor, Carlos, sólo tenía once 1349, siendo enterrada en Saint Denis, al lado de su años, y los navarros consideraban a la reina doña padre Luis el Hutín. De su matrimonio con Felipe de Juana como su señora natural, no se abrió la sucesión Evreux, aparte de las tres hijas de que hemos habla hasta la muerte de ésta seis años después. Estaba en do -Juana, Blanca e Inés- tuvo otra, a la que también Francia cuando la muerte de su marido, y ya no vino pusieron el nombre de Juana, y que casaría hacia a Navarra. Desde Francia daba las órdenes pertinen 1377 con Juan I, vizconde de Rohan. De los hijos, tes, que cumplimentaban los gobernadores. Carlos heredaría el reino de Navarra; Felipe, los esta dos de Longueville, y Luis el condado de Beaumont. Una primera medida de orden interno fue res taurar las buenas relaciones entre la corona y la mi tra, perturbadas por el pleito sobre la aportación mi litar a que estaba obligado el obispo. Otra fue la con dena y ejecución del procurador real Jacques Licras, 184 CARLOS 11 (1349-1387) cabezada la Junta, Carlos pregonó por aldeas y mer cados la noticia de las ejecuciones, renovando la prohibición de hacer nuevas juntas o cofradías que no estuvieran dedicadas al servicio de Dios o a fines Carlos II, rey de Navarra benéficos. Carlos II tenía diecisiete años cuando se hizo cargo del poder, y pese a su juventud dio muestras desde el primer momento de extraordinarias dotes Carlos II en Francia. de sagacidad y de gobierno, así como de un elevado Prisión del rey (1356) concepto de la dignidad real. Llegó a Navarra en la primavera de 1350, y el 27 junio fue solemnemente Rápidamente el rey se trasladó a Francia, donde coronado en Pamplona. se habían producido cambios importantes en el pa norama político. El 22 de agosto de 1350 había Un incidente, que pudo revestir mayor grave muerto Carlos VI de Valois, y le había sucedido su dad, pero que fue cortado bruscamente y en em hijo Juan II, quien nombró al rey de Navarra tenien brión, serviría para afirmar el carácter autoritario de te suyo en Languedoc. En Navarra quedó como lu la monarquía, a la vez que aseguraba la traquilidad garteniente su hermano el infante don Luis (1351). en el interior del reino. Con ocasión de la corona ción, las Cortes de Estella otorgaron a Carlos II la Carlos entró rápidamente en el círculo de la cor «ayuda» conocida con el nombre de «monedage». Se te francesa, y el 22 de febrero de 1352 casaba con concedía para que, de acuerdo con el Fuero, el rey Juana, hija del rey de Francia, que sólo contaba ocho pudiera fabricar nueva moneda. Pero la forma en que años de edad. Parecía que el destino señalaba a Car se otorgó era excesivamente gravosa, y además recaía los el primer puesto en la corte de Francia; pero muy casi exclusivamente sobre los francos u hombres de pronto se vio defraudado. las villas y los labradores o pecheros, ya que tenían Quien realmente acaparaba la amistad y con que pagar 8 sueldos por fuego, y estaban exentos los fianza del rey era Carlos de España, hijo de Allonso nobles e hidalgos -a no ser que tuvieran heredades de la Cerda y nieto del infante don Fernando, anti pecheras- y los eclesiásticos, si no se dedicaban al guo pretendiente al trono de Castilla; compañero de comercio. Por otra parte, la moneda acuñada era de la infancia de Juan II, éste acababa de hacerle con tan baja ley que hubo que hacerla de circulación for destable de Francia. El rey de Navarra tenía especia zosa. De la impopularidad del impuesto da idea el les motivos para estar quejoso de él, pues no sólo le hecho de que el alcalde y preboste de la Navarrería alejaba de la gracia del rey, sino que éste le había de Pamplona, encargados de recaudarlo, rogaron al otorgado algunos de los bienes asignados a los pa tesorero «que lo mandase coger a ponteros o a quien dres del navarro. Adem ás, ni se le pagaba la dote quisiere, y no a ellos, porque del todo no sean mal quistos de la gente». ofrecida, ni se le habían entregado las compensacio nes prometidas a su madre por la cesión de los con Pronto los francos y labradores dieron muestras dados de Champaña y Bria. Entre el rey de Navarra de resistencia. Se organizaron Juntas o Hermanda y el condestable hubo disputas y palabras rencoro des, que, a diferencia de las anteriores, no agrupaban sas, y el 8 de enero de 1354 moría éste asesinado por a infanzones o hidalgos, sino a labradores. Sin espe gentes al servicio del rey de Navarra. Sin que queda rar a que el movimiento tomara mayor amplitud, ra probada la participación de Carlos II, él se hizo Carlos detuvo de improviso a ocho capitanes de la responsable de los hechos, amparando a todos sus Junta; cuatro de ellos fueron colgados de unas horcas servidores. preparadas con gran secreto en los prados de Miluce; otros cuatro fueron llevados a Pamplona y ahorcados Frente a la justa indignación del rey de Francia, en un tablado levantado en el mismo mercado de la el partido navarro reveló su fuerza: las posesiones de ciudad, para que sirvieran de escarmiento a los veci Carlos II en Normandía podían facilitar el desembar nos; el sozmerino de la Cuenca fue condenado a ser co de los ingleses. Carlos se preparó rápidamente despeñado y el de Val de Araquil fue ahorcado. Des para la defensa, y el rey de Francia tuvo que sacrifi car su deseo de venganza. Por mediación de las rei afueras de Rouen, y sus cuerpos colgados del patíbu nas viudas -Juana de Evreux, viuda de Carlos el Cal lo. Carlos II fue encerrado en el castillo del Louvre, vo y tía del rey de Navarra, y Blanca, viuda de Felipe luego llevado al Chatelet y otras prisiones. Una me VI y hermana del navarro-, secundadas por el carde dida tan arbitraria atrajo la simpatía general hacia el nal de Bolonia y otros prelados y barones, se llegó al rey de Navarra. El pueblo sospechaba que la verda tratado de Mantés, enteramente favorable al rey de dera traición de que se le acusaba era de la resisten Navarra (22 febrero, 1354). Por él, aparte de diver cia ofrecida a pagar los impuestos acordados última sas compensaciones en tierras y en dinero que le eran mente para levantar un ejército de 30.000 hombres. debidas, se acordó que todos los que habían tomado Todos temían por la vida del rey de Navarra, y su parte en la muerte del condestable pasarían a ser va hermano el príncipe Felipe, desafió al rey de Francia. sallos de Carlos en Normandía, y lo mismo éste que Ahora, la traición del rey de Francia echaba a sus hermanos serían perdonados. sus enemigos en brazos de los ingleses. El duque de Un perdón obtenido en tales circunstancias no Lancaster desembarcó en Cotentin y, aliado con Feli restableció la buena inteligencia entre los dos mo pe de Navarra y Godefroy d'Harcourt, tío de uno de narcas. Nadie se cuidaba de dar cumplimiento al tra los ejecutados, atravesó Normandía llegando a las tado de Mantés, por lo que Carlos conociendo el re puertas de París. Poco después, otro ejército manda sentimiento del rey, se ausentó de Normandía y se do por el Príncipe de Gales (el Príncipe Negro), su presentó en Avignon, donde se celebraban conferen bía de Burdeos y derrotaba al rey de Francia en Poi- cias para poner fin a la lucha franco-inglesa. Allí tiers, cayendo prisionero éste y su hijo Felipe (19 mantuvo conversaciones con el duque de Lancaster, septiembre, 1356), que eran llevados a Inglaterra. La quien tenía plenos poderes para concertar una alian situación de Francia no podía ser más desastrosa: el za con él, y desde Avignón se dirigió a Pamplona. delfín aparecía descalificado por la traición cometida Juan II aprovechó la ausencia para apoderarse de to en su presencia, el tesoro estaba vacío, los caballeros das las tierras del rey de Navarra, salvo seis plazas derrotados o prisioneros. La persona del rey de Na fuertes donde había guarnición de navarros, los cua varra, mucho más popular, gana ahora un prestigio les dijeron que sólo las entregarían a su rey. inesperado. Por eso, cuando el 17 de octubre el del fín convoca los Estados Generales, uno de sus pri Carlos empleó la primavera de 1355 en reclutar meros acuerdos es solicitar la liberación del rey, de tropas en Navarra, que embarcaron en Bayona rum Navarra. Pero el delfín se negó. bo a Cherburgo. Todo se hacía de acuerdo con Eduardo III de Inglaterra, quien tenía dispuestas dos escuadras en el Támesis. La expedición navarra la mandaba el rey en persona, y se componía de 2.000 Liberación de Carlos 11 hombres; había costado más de 30.000 libras, que y las revoluciones campesina y urbana venían a ser el total de los ingresos de un año de las arcas reales de Navarra. La operación tuvo el carácter Muchas gestiones realizaron los navarros para li intimatorio deseado, y Juan II envió tropas para con berar a su rey, pero todas resultaron infructuosas. tener a los ingleses, y parlamentarios para negociar Mientras tanto en Francia soplaban aires de fronda. con el rey de Navarra. Por un nuevo tratado acorda Los Estados Generales tratan de recortar las atribu do en Valogne (10 septiembre, 1355) se confirmaba ciones de la corona. Piden la revocación de los prin el tratado de Mantés y se devolvían a Carlos II las cipales consejeros del rey, la reunión periódica de los plazas de Normandía. Pocos días después, el navarro Estados y se niegan a votar los subsidios mientras el se presentaba en París para hacer la sumisión al rey. rey no cumpla sus compromisos. La burguesía pari sina en torno a Etienne Marcel mantiene el fervor re Pero la paz había de durar poco. El día 5 abril volucionario. 1356, cuando el rey de Navarra estaba cenando con el delfín en el castillo de Rouen, fue sorprendido por Es entonces cuando, impensadamente, es saca el rey de Francia en persona y reducido a prisión con do Carlos de su prisión de Arleux por un grupo de otros caballeros. Al día siguiente cuatro de sus acom fieles (9 noviembre 1357), y llevado a Amiens donde pañantes eran decapitados sin juicio alguno en las es recibido en triunfo. De aquí pasó a París acompa 186 ñado de nobles y burgueses, y el pueblo salió a su Carlos 11 en Navarra. encuentro hasta Saint Denis. Al día siguiente, 30 de Alianza con Pedro I de Castilla noviembre, arengó a una multitud de burgueses y es tudiantes en el Pré-aux-Clercs, junto a los muros de La guerra franco-inglesa prosiguió con vana for Saint-Germain: expuso la injusticia que con él se ha tuna, y Carlos II renunciando a sus pretensiones a la bía cometido, y dijo que estaba dispuesto a morir por corona de Francia apoyó a los ingleses. Pero cuando el reino de Francia, ya que por su sangre tenía más en Brétigny se llegó a un arreglo, de momento, entre derecho a la corona que el que estaba prisionero en Francia e Inglaterra (8 mayo, 1360), Carlos II no Inglaterra. El delfín acabó por reconciliarse con él y tuvo más remedio que reconciliarse con el rey de consintió en devolverle los castillos y plazas confis Francia. La paz fue negociada por Felipe de Navarra, cados desde su detención (12 diciembre). herm ano del rey, y así pudo de nuevo entrar en po De París, Carlos se dirigió a Rouen, donde hizo sesión de sus bienes en Normandía (24 octubre, descolgar los cuerpos de los decapitados. Las desgra 136 0 ). cias habían acrecentado su popularidad, y la burgue Carlos confió su hijo mayor -el futuro Carlos el sía sobre todo, piensa en el rey de Navarra que pue Noble- que acababa de nacer en Mantés (22 julio, de libertar al país de las Grandes Compañías y con 1361), a su hermana Blanca, encargó a su hermano tener al partido de la corte. Es el momento de Etien- Felipe del gobierno de Normandía, y embarcó en ne Marcel y de la burguesía de París; con sus gentes Cherburgo rumbo a Navarra, donde ya estaba en no irrumpe en la cámara del delfín, y asesina en su pre viembre de ese mismo año. Pronto se adaptaría a la sencia a los mariscales de Champaña y de Norman- circunstancia navarra, y sólo en una ocasión, de día; el delfín se ve obligado a ponerse el capirote rojo 1369 a 1372, volvería a la tierra que le vio nacer. y azul, que es la insignia adoptada por los burgueses Cuando Carlos llegó a Navarra finalizaba la gue de París, mientras que Marcel coloca en su cabeza la rra que durante cuatro años habían sostenido los re del delfín (22 diciembre, 1358). El delfín, ahora con yes de Castilla y Aragón. En estos años, pese a las su el título de regente, va recuperando prestigio; nego gestiones de uno y otro de los contendientes, el in cia con el rey de Navarra, y en los primeros días de fante don Luis había logrado mantener el reino en mayo hace su entrada en la capital del reino. una estricta neutralidad. La derrota de Enrique de Entonces tiene lugar un movimiento popular de Trastámara en Nájera (abril, 1360) apoyado por Ara carácter muy distinto: el de los campesinos, que se gón, conduciría al tratado de Terrer (13 mayo, levantan contra los nobles. Pero ahora el rey de Na 1361), que ponía fin a la lucha entre los dos reinos. varra en unión de la caballería francesa e inglesa les El tratado se hizo bajo la garantía de Navarra; los re hace frente, y el jefe de la ja cq u erie es capturado con henes de Castilla y Aragón serían entregados a Car engaño y ejecutado. La represión fue sangrienta. Car los II, si estaba en el país, o en su nombre al infante los II, aspirante al trono de Francia, aparecía ahora don Luis. El de Trastámara pasó a Francia y se puso como el representante del orden. a las órdenes del mariscal Arnoul de Audrehem. En esta coyuntura es cuando Carlos II hace su aparición Por un momento parece que sus sueños se van en Navarra. a hacer realidad. Etienne Marcel, sitiado en París por el regente, llama al rey de Navarra y le ofrece el títu Difícilmente hubiera podido mantener una acti lo de capitán de París. Arenga a las gentes diciendo tud equidistante en las contiendas peninsulares. Si su lo mucho que amaba al reino de Francia, pues esta temperamento le llevaba, como hemos visto, a inter ba rodeado de lises por todas partes; dijo que su venir activamente en todos los conflictos que veía a «madre hubiera sido rey de Francia, de haber sido su alrededor, ahora la lucha entre Castilla y Aragón hombre». Pero su popularidad, como la de Marcel, iba a adquirir unas dimensiones internacionales y empezaba a gastarse. Su alianza con los ingleses es una virulencia a la que nadie podía escapar. Ese mis hábilmente explotada por los partidarios del regente. mo año de 1361 Pedro el Cruel de Castilla había Carlos no cesaba de negociar, ya con los ingleses ya dado muerte a su esposa Blanca de Borbón, lo que le con el regente. Al fin Marcel es asesinado el 31 de ju alejaba de la alianza francesa. Blanca era hija del du lio, y el regente entra en París. que de Borbón, primo del rey de Francia, y hermana 187 de Juana, mujer del delfín. Pero Francia, necesitada conquista de «otro país»; con el regente se compro de aliados, veía con temor a las naves castellanas del metió a sacar de Francia a estos mercenarios. Luego Cantábrico reforzando la marina inglesa. Por eso, la pasó a Aragón y negoció secretamente la colabora llegada del fugitivo Enrique de Trastámara había de ción de este remo, ofreciendo a Pedro IV la sexta par permitir llevar la lucha civil al interior de Castilla, y, te del territorio que se conquistase en Castilla (Mon de triunfar, sumar a su bando a este reino con su flo zón, 31 marzo, 1363). ta, y contener así a los ingleses de Aquitania. Tanto la Mientras tanto, Pedro I llevaba a cabo una ofen paz de Brétigny como el tratado de Terrer habían siva fulminante, ocupando Tarazona, Borja, Canhena sido un compás de espera, pues todos buscaban el y avanzando hacia Valencia, donde acampaba en el desquite. mes de mayo. Un contingente de tropas navarras, Castilla esperaba la paz con Granada para lan mandadas por el infante don Luis, colaboró al cerco zarse de nuevo contra Aragón; el rey de Navarra so de Tarazona, y luego siguió hasta Valencia, donde to ñaba con crear dificultades al rey de Francia en Nor- maron parte en las negociaciones de paz. La misión mandía. Mirando cada uno a sus propios intereses y del contingente navarro sería desde un principio más no a los del vecino, no fue difícil llegar a una inteli pacífica que guerrera, pues por aquellos días Carlos gencia entre Carlos II de Navarra y Pedro I de Casti II y Pedro IV tenían en Sangüesa conversaciones se lla, que se concretó en un tratado concertado en Es- cretas. Navarra actuó, pues, de mediadora entre Cas tella en mayo de 1362. El navarro, confiando en que tilla y Aragón, y las plazas puestas como garantía por Pedro 1 estaba en paz con Aragón, esperaba mucho uno y otro contendiente fueron encomendadas a ca de su amistad. Algo parecido le ocurría al castellano. pitanes navarros, con el compromiso de entregarlas a la parte que hubiera guardado los acuerdos, si la otra Pedro invitó a Carlos a una entrevista en Soria, faltase. y le hizo saber que si había firmado la paz con Ara gón había sido contra su voluntad, por lo que en vir tud de los tratados pedía al navarro que le ayatdara a recuperar las fortalezas que le había lomado el rey de Alianza con Aragón Aragón. Carlos no tuvo más remedio que acceder: es taba en Castilla, en poder de su rey, y «lo podría pa La paz de Murviedro (2 julio, 1363) era una de sar mal si non ficiese como él quería»; por otra par rrota para Aragón, pero fue el rey de Castilla el que te, el castellano había reunido un gran ejército con el se negó a cumplir el tratado y preparaba tropas para pretexto de la guerra con Granada, pero en realidad seguir el acoso de Aragón. Pedro IV, asustado, se para ir contra Aragón, e igualmente podía dirigirlo atrajo a Carlos II con unas ofertas tan magníficas contra Navarra si Carlos se negaba a sus proposicio como irrealizables, en unas conversaciones secretas nes. Navarra no estaba preparada para una lucha. Se que tuvieron durante los días 25 y 26 de agosto en separaron, comprometiéndose Carlos en cercar algún Uncastillo, y que se tradujeron en dos tratados. castillo del rey de Aragón. Aparte de enlaces matrimoniales entre las dos fami En el mes de julio Carlos se instaló en Sangüesa lias reinantes y fuertes ayudas económicas a Navarra, y sus tropas ocuparon por sorpresa algunas plazas proyectaban el reparto de buena parte del reino de fronterizas. Lucha puramente formularia, «como Castilla entre Navarra y Aragón. quier que lo facía contra su voluntad», dice el cro Ahora bien, la conquista de Castilla no podía nista Ayala. El de Aragón procuró disolver la alianza llevarse a cabo sin la colaboración de Enrique de de Navarra y Castilla interviniendo cerca del rey de Trastámara, es decir, sin que previamente se reanu Francia para que la sucesión al ducado de Borgoña dara la guerra entre los dos hermanastros por el tro -a la que aspiraban los dos monarcas- fuese someti no de Castilla. Algo debió sospechar Enrique de es da a su arbitraje y al de seis cardenales. tos acuerdos, por lo que anunció su propósito de re Pero la guerra iba a tomar pronto un sesgo dife gresar a Francia. Pedro IV se apresuró a retenerlo rente. Enrique de Trastámara, de acuerdo con Arnoul dándole toda clase de seguridades, y se emprendie de Audrehem, tomó a sueldo las Compañías, que ha ron nuevas negociaciones entre Pedro IV, Carlos II y bían quedado libres en Francia, para dirigirlas a la Enrique. Negociaciones todas apresuradas, con gran 188 des ofrecimientos mutuos, que al parecer nadie esta nia en socorro de Pedro I. La Rita de Irún no era ac ba dispuesto a cumplir. Todos buscaban con apremio cesible a ejércitos regulares. Carlos II tenía que es el apoyo de posibles aliados, a la vez que negociaban forzarse, pues, en tener expeditas sus comunicacio con sus enemigos para tener cubiertas todas las posi nes con Normandía a través de Bayona y los puertos bilidades. castellanos del Cantábrico, y comprometerse lo me nos posible en lo referente a la lucha en la Penínsu La realidad es que en aquella complicada made la. Todo será un prodigio de habilidad y de picares ja de intereses encontrados, Aragón, y mucho más ca diplomática, en la que hemos visto que se movían Navarra, tenían que defenderse a fuerza de alianzas por igual todos los monarcas de la época. que les permitieran sumar fuerzas contra el enemigo principal, que era Castilla. Sus recursos militares Carlos necesitaba reforzar sus guarniciones de eran muy superiores a los de los dos reinos unidos, y Normandía, donde las Compañías, mal pagadas, bien se. había visto en las largas guerras tenidas con sembraban el pánico por todas partes. Por aquellas Aragón. Navarra, a fuerza de habilidades, había lo fechas (29 agosto, 1363) había fallecido el infante grado evitar un enfrentamiento militar con los dos don Felipe que gobernaba esos territorios, y Carlos 11 reinos vecinos. Pero el ambiente estaba demasiado envió tropas que puso al mando de un caballero gas cargado, lo mismo en Francia que en España, para cón, llamado Juan de Grailly, más conocido como el poder navegar con fortuna hasta el fin. captal de Buch. Cuando los navarros desembarcaron en Cherburgo se enteraron de las correrías que Bel- trán du Guesclin, siguiendo instrucciones del delfín, llevaba a cabo por Normandía; había ocupado por Batalla de Cocherel (1364), sorpresa las plazas de Mantés y Meulan y los posibles y vuelta a la alianza con Castilla amigos y partidarios de Carlos eran perseguidos y ejecutados. En estas circunstancias el captal de Buch Carlos II tenía que atender simultáneamente a concentró las guarniciones navarras en Evreux y sus Estados de Normandía y de Navarra. Si quería sumó a las suyas las Compañías inglesas para en defender aquéllos de las apetencias del rey de Fran frentarse con Du Guesclin. Pero fueron derrotados en cia, su aliado natural era Inglaterra. No olvidemos Cochcrel (16 mayo, 1364), donde muchos jefes an- que los dominios ingleses lindaban también con Na glo-navarros murieron o fueron apresados, entre es varra por los Pirineos. La amistad que venía mante tos últimos el captal de Buch. niendo Pedro I con los ingleses, exigía del navarro no El infante don Luis fue nombrado lugarteniente distanciarse demasiado de este monarca. Ingleses y y capitán general de las tierras que Carlos II tenía en castellanos podían cerrarle los puertos del Cantábri Francia, y salió con nuevos refuerzos para Norman- co dejando incomunicada a Navarra de Normandía. día. Con la victoria de Cocherel empezaba su reina A la vez el rey de Francia, cuando ve que no do el antiguo delfín y regente, cuñado del rey de Na puede contar con la ayuda de las naves castellanas varra, a quien la historia conoce con el nombre de para contener a las inglesas, se inclina cada vez más Carlos V el Sabio. Pero este éxito afortunado obliga a apoyar la candidatura de Enrique de Trastámara al ría a Carlos II a estrechar sus relaciones con ingleses trono de Castilla. Este apoyo sólo podía hacerse a y castellanos. través de Aragón. La larga contienda que venían sos Por un tratado firmado por Pedro 1, Carlos po teniendo franceses e ingleses sobre territorio francés, dría utilizar los puertos de Fuenterrabía y de Oyar- se trasladaría a la Península, ya que la suerte de la lu zun, así como fletar hasta diez navios a su propia cha ci\al entablada en Castilla podía ser decisiva para costa en el señorío de Castilla. Durante el año 1365 la guerra franco-inglesa. Navarra pudo hacer uso de estas facilidades; con ello La fuerza militar del reino de Navarra era escasa Fuenterrabía se convertía en puerto franco de Nava y nada podía decidir en el juego de alianzas, pero en rra, y Carlos haría las obras necesarias para facilitar el acceso. cambio su territorio era paso obligado tanto para las tropas francesas que por Aragón se dirigieran a Cas El rey de Aragón, ante este cambio de actitud tilla, como para las inglesas que llegaran de Aquita- del navarro, presiona cuanto puede para que el rey 189 de Francia declare la guerra a Navarra, y el rey de los II, para conjurar el peligro, entró en conversacio Navarra, a su vez, se dispuso a presionar sobre el rey nes con Enrique de Trastámara y con el rey de Ara de Francia. Pero todo pudo arreglarse, de momento, gón, quien procuró entretenerlo, mientras que a fi satisfactoriamente. Como siempre, mediaron las rei nales del año 1365 las Compañías cruzaban el Piri nas Blanca y Juana, hermana y tía del rey de Navarra, neo por Cataluña. y el captal de Buch, a quien el rey de Francia trataba En los primeros días de marzo comenzaba la de unir a su causa, y para ello había obtenido su li ofensiva contra Pedro I con la ocupación de Maga- beración de Bertrán du Guesclin. Por un tratado ne llón, Borja y Tarazona por las tropas de Hugo de Cal gociado el 6 marzo 1365, Carlos II renunciaba a las vely. Carlos 11, prudentemente, se había trasladado a plazas de Mantés y Meulan, y al condado de Lon- Ultrapuertos para alejarse del frente de lucha y no gueville -que el rey de Francia ya había dado a Du verse comprometido. Por eso, cuando Du Guesclin y Guesclin como rescate del captal de Buch- y recibía otros jefes fueron a buscarle a Tudela, no lo encon a cambio la baronía de Montpellier, así como la res traron. titución de Evreux y el Cotentin. Sus pretensiones El 16 marzo, estando en Calahorra, Enrique de sobre Borgoña quedaron sometidas al arbitraje del papa. Trastámara se hizo proclamar rey de Castilla, mien tras que Du Guesclin se proclamaba rey de Granada, Con ello el rey de Francia lograba alejar al nava sin duda para cohonestar el aire de Cruzada que se rro de las mismas puertas de París. Por otra parte, la había dado a la empresa. De aquí pasó a Burgos, y concesión de la baronía de Montpellier no se hizo sin por Toledo llegó a Sevilla, siguiendo de cerca a Pedro restricciones, y estuvo sometida a las variadas alter I, quien por Portugal se dirige a Galicia y de aquí a nativas porque pasaron las relaciones entre ambos Gascuña, buscando la protección de Eduardo III. monarcas. La hábil y tenaz política del rey de Fran Pero pese a los éxitos fulgurantes del conde de Tras- cia iba dando sus frutos. támara, la guerra no se había decidido a su favor. Al gunas ciudades de Guipúzcoa, Soria, Agreda, Logro ño y Zamora continuaban resistiendo. Galicia y Mur Las Grandes Compañías cia escapaban también a su autoridad. El apoyo del expulsan a Pedro I (1366) rey de Inglaterra había de dar nuevas fuerzas a la causa de Pedro I, y lo que era más peligroso para Na En 1362 había fracasado la tentativa de poner varra, el reino quedaba en el centro mismo del con las Grandes Compañías al servicio de Enrique de flicto. Trastámara, pero en 1366 las circunstancias se pre Carlos II, con gran cautela, entabló negociacio sentaron propicias para su envío a España. La situa nes con todos sin comprometerse en firme con na ción de Aragón parecía desesperada, ya que los cas die: con el rey de Francia, con Avignón, con Enrique tellanos ocupaban gran parte de las actuales provin de Trastámara, sin olvidar a Bertrán du Guesclin, el cias de Zaragoza y Teruel, y por Levante las avanza conde de Denia y los caballeros ingleses de las Com das castellanas llegaban hasta Murviedro. Asi, con la pañías; a la vez entró en contacto con el Príncipe de colaboración económica del Papa, a quien se pudo Gales. Por eso, cuando Pedro 1 llegó a Bayona el 1 de persuadir a que presentara la empresa como una agosto, ya el rey de Navarra había tenido oportuni Cruzada contra los moros, las Compañías se pusie dad de mantener largas conversaciones con él para ron al servicio de Enrique de Trastámara, con el de preparar un acuerdo. Éste se firmó en Libourne el 23 cidido propósito de instalar a éste en el trono de Cas de septiembre de 1366, y por él los ingleses se com tilla. prometían a reponer por las armas al rey don Pedro El rey de Francia colocó al frente de estos aven en el trono de Castilla. Respecto a Navarra, Carlos II tureros profesionales al bretón Bertrán du Guesclin, se comprometía a poner mil hombres a caballo y mil y con él iban el inglés Hugo Calvely, el conde de la a pie, cuya soldada sería pagada por Pedro I; el Prin Marca, Juan de Borbón, primo hermano de la des cipe de Gales resarciría con 200.000 florines los da graciada Blanca de Borbón, mujer de Pedro I de Cas ños y gastos que el paso de las Compañías habían de tilla, el mariscal de Audrehem y otros capitanes. Car causar en Navarra. Se estipulaba también que don 190 Pedro entregaría Guipúzcoa y Álava con sus villas y arzobispo de Zaragoza, ardiente partidario del de castillos, Navarrete, Calahorra, Alfaro y Fitero, que Trastámara, creyó que era el momento oportuno de dando a juicio del Príncipe de Gales las reclamacio atraerse a Carlos II, y negoció una entrevista secreta nes de Carlos II sobre Treviño, Nájera, Haro, Briones, de los dos reyes, que tuvo lugar en Santa Cruz de Labastida y otros pueblos que se decían habían per Campezo (enero, 1367). Carlos, según lo acordado tenecido a su patrimonio. Pero todo esto debía man en ella, cerraría los pasos del Pirineo a las fuerzas in tenerse secreto hasta que don Pedro se apoderase de glesas, y obtendría la plaza de Logroño como pago a Burgos y pudiera hacerlo firme sin temor a alborotos. su colaboración; las demás peticiones navarras serían La colaboración del Príncipe de Gales tampoco era resueltas por una comisión arbitral. desinteresada, pues recibiría en pleno dominio toda Pronto fueron conocidas en el campamento de Vizcaya, con los puertos de Bilbao, Bermeo y Le- Dax, donde se concentraban las tropas invasoras, las queitio y el señorío de Castrourdiales. andanzas de Carlos II con Enrique de Trastámara, Por las mismas fechas se iba concretando la pero renació la tranquilidad al saber que Hugo de alianza de Pedro IV con la corte francesa: el 29 de Calvely estaba en Miranda de Arga y Puente la Reina, septiembre se firmaba en Toulouse un tratado con el y que Martín Enríquez de Lacarra era enviado con duque de Anjou -no con el rey de Francia-, contra 300 lanzas para facilitarles el paso del Pirineo. Mien el rey de Navarra. El reino de Navarra pertenecería tras tanto, Carlos 11 ocupaba Logroño -plaza que le por derecho de conquista al de Aragón y se incorpo había sido ofrecida tanto por Enrique II como por raría a éste. Lo que el rey de Navarra tuviera en Fran Pedro I- facilitando con ello el paso de las tropas cia, sería del rey de Francia. El duque procuraría que desde Navarra a Castilla. su hermano el rey de Francia aceptara y jurara estos A mediados de febrero de 1367 las vanguardias acuerdos. comenzaban a cruzar el Pirineo. Formaban el ejérci to del Príncipe de Gales -el Príncipe Negro, como se le llamaba por el color de su armadura- tropas de las Carlos II ante más variadas procedencias: ingleses mandados por el las Compañías inglesas duque de Lancaster y John Chanclos; gasconés al mando de los condes de Albret y de Armagnac y el La realidad era que ni el rey de Aragón, ni el de Captal de Buch; un cuerpo de caballería mandado Navarra, ni tampoco Gastón Febo, vizconde de Bear- por Jaime III de Mallorca, las trescientas lanzas de ne, deseaban meterse en el espinoso asunto de la Martín Enríquez de Lacarra, las tropas de Gastón guerra civil de Castilla. Todos obraban movidos por Febo, castellanos fieles a Pedro I y mercenarios de la temores distintos, y de muy buena gana se habrían Gran Compañía. Jamás se había visto un ejército tan mantenido al margen del conflicto. La política vaci aguerrido -su fuerza radicaba en los célebres artille lante y tortuosa que en él observan los tres persona ros ingleses-, ni dirigido por un tan brillante estado jes, y sobre todo los reyes de Navarra y de Aragón, mayor. De Pamplona el grueso del ejército se dirigió resulta perfectamente explicable, pues tenían que de por Irurzun, Alsasua, Salvatierra y Vitoria; desde fender los superiores intereses de sus reinos. aquí se retiraron a Navarra por Santa Cruz de Cam pezo, el 31 de marzo acampaban a las puertas de Via- Conocemos los grandes temores que embarga na, y por Logroño se dirigieron a Navarrete. ban por esas fechas al rey de Aragón. No eran meno res las vacilaciones de Carlos II, aunque desconoce El día 3 abril tenía lugar en las inmediaciones de mos detalles. En octubre de 1366 enviaba simul Nájera el encuentro decisivo, en que las tropas de táneamente mensajeros a Enrique II y a Pedro I; Enrique eran completamente derrotadas. Entre los mantiene negociaciones secretas con el alcalde de prisioneros estaban Du Guesclin, el mariscal de Logroño y otros capitanes, pero se resiste a dejar pa Francia Audrehem; don Sancho, hermano de Enri sar los refuerzos que Pedro I quiere enviar a esta pla que II; el bastardo de éste don Alfonso Enríquez, y za. Los partidarios de don Enrique temían que tan otros muchos caballeros castellanos y aragoneses. pronto como don Pedro estuviera en Navarra se le Enrique de Trastámara logró huir. Conducido por vantarían en su favor todos los pueblos de Castilla. El Pedro de Luna, futuro Benedicto XIII, pasó el Pirineo 191 por Somport y fue acogido en Orthez por Gastón Enrique cuenta ahora con menos fuerzas, pero la lu Febo, que le facilitó el paso a Toulouse. cha toma un carácter más nacional. Carlos II aprove chó la circunstancia de que algunas plazas fronterizas Cuando las tropas estaban todavía en Pamplona, -Vitoria, Salvatierra de Alava, Logroño, Santa Cruz Carlos II, incierto sobre el resultado de la guerra, y de Campezo- se resistieran a reconocer a Enrique II, no queriendo aparecer más comprometido de lo que para presionar sobre ellas e incorporarlas a Navarra. ya estaba con ninguno de los beligerantes, recurrió a una astucia de zorro. Se entendió con Olivíer de Carlos, escarmentado de los peligros pasados, Mauny, caballero bretón, primo de Du Guesclin, que trata de alejar las intervenciones extranjeras, para guardaba el castillo de Borja, para que, simulando que la contienda se limite al ámbito peninsular; su que iba de caza, le hiciera prisionero y le retuviera giere que en todo caso, en cualquier trato que se hasta que hubiera decidido si el triunfo era de Pedro haga ya con el Príncipe Negro o con don Pedro o con o Enrique, Con ello aparecía legítimamente excusa don Enrique, Navarra y Aragón vayan unidas. Pero la do de no acompañarles personalmente en la lucha, política decidida y firme que Enrique II había de se como había prometido a ambos. guir en adelante desbarató los planes del navarro y las ambiguas negociaciones del aragonés. Enrique Decidida la contienda en favor de Pedro I, Car nombró al rey de Francia árbitro para ajustar sus di los II invitó a Olivier a acompañarle a Tudela para ferencias con el rey de Aragón y firmó a la vez un tra pagarle lo ofrecido por sus servicios, pero una vez en tado de mutuo auxilio marítimo contra el rey de In Tudela, Carlos que ya estaba seguro en sus dominios, glaterra. Como consecuencia, Du Guesclin fue envia mandó apresar a Olivier y a un hermano suyo que le do por el rey de Francia en ayuda de Enrique, dis acompañaba. puesto a poner fin a la lucha; cruzó Aragón y se ins Carlos había salido bien librado de todos sus taló en sus dominios de Borja. Desde aquí, y antes de compromisos, tanto que, cuando el Príncipe Negro pasar a Castilla, quiso Du Guesclin saldar la cuenta regresó a sus tierras cinco meses después, pudo ob que él y su primo Olivier de Mauny tenían con el rey sequiarle a su paso por Navarra con toda esplendi de Navarra. Amenazó con penetrar en son de guerra dez, y acompañarle hasta San Juan de Pie del Puerto. y tal vez con descubrir los tratos secretos tenidos Más apurado se vería el rey de Aragón, que tras el cuando la falsa prisión de Borja, y Carlos, cogido en triunfo de los aliados podía esperar que sus tierras sus propias redes, tuvo que ceder. El navarro les ofre fuesen invadidas por las Compañías inglesas. Cuan ció grandes cantidades -y al no disponer de moneda do ya se preparaba a la defensa, vio con sorpresa que contante se vio en la necesidad de entregar las joyas el ambiente se presentaba propicio a una negociación de la reina- y varios castillos en Normandía. Muy con los ingleses, pues las sangrientas represiones de pronto se decidiría la guerra fratricida en los campos Pedro 1 y las dificultades que hallaba para cumplir de Montiel, con muerte de Pedro I (23 marzo, 1369). sus compromisos económicos, desengañaron al Prín cipe Negro, quien rápidamente entró en negociacio nes con Aragón. Carlos II en Francia; la baronía de Montpellier Enrique II instalado en Castilla Carlos II salió para Francia en el mes de junio de 1369, llegando a Cherburgo el 13 de agosto. Su au Pero las negociaciones, que apresuradamente sencia había durado ocho años. Estimaba, sin duda, llevaban navarros y aragoneses con los ingleses, que una vez asentado Enrique II en Castilla, y en pronto quedaron desfasadas, pues Enrique II con amistad con Aragón, no eran de prever graves acon una discreta pero decidida ayuda francesa, había pe tecimientos en la Península. Por otra parte, reanuda netrado en la Península, y a través de Aragón y de da la guerra franco-inglesa, con desventaja para sus Navarra, que cruzó casi de incógnito, pasó el Ebro amigos los ingleses, su presencia en Francia se hacía por Azagra y el 28 de septiembre estaba en Calaho cada vez más necesaria. rra. En Castilla volvía a encenderse la guerra chal. El asunto que más le preocupaba era el de la si 192 tuación de la baronía de Montpellier. Carlos 11 se ha tando de contener a unos con la amenaza de una bía visto obligado a permutar Mantés. Meulan y el alianza con sus enemigos. condado de Longueville por Montpellier, según diji En el mes de agosto de 1369 envió tres de sus mos, pero Carlos V pretendía reducir la concesión consejeros a Inglaterra para discutir las condiciones tan sólo a la «parte nueva» de la ciudad, es decir, a la de una alianza. El mismo Carlos hizo un viaje secreto que había sido adquirida por Felipe VI del rey de a Inglaterra en el mes de agosto de 1370, y como re Mallorca, reteniendo la «parte antigua» o «rectoría», sultado del mismo, el 2 de diciembre sus enviados y cedida por el obispo de Maguelone a Felipe el Her los de Eduardo III acordaron en Clarendon una cu moso en 1293, y también el emolumento de la juris riosa alianza ofensiva y defensiva contra los reyes de dicción local, conocido con el nombre de «pequeño Francia y de Castilla, y eventualmente contra el rey de sello». El rey de Navarra reclamaba, naturalmente, Aragón, en el caso de que éste atacara a Guycna o a las dos partes de Montpellier y el disfrute de todos Navarra. Carlos obtenía diversas ventajas territoriales, los derechos útiles. El 29 de marzo 1367 el duque de pero si Eduardo III llegaba a ceñir la corona de Fran Anjou, pretextando la alianza de Carlos II con Pedro cia recibiría además, la Champaña, Bria, el ducado de 1, frente a su protegido Enrique II, ocupó la baronía Borgoña y recobraría las ciudades de Mantés, Meulan de Montpellier, aunque fue devuelta tres meses des pués. Una concesión tan precaria carecía de interés y el condado de Longueville. Pero el tratado no llegó para Carlos II, y lógicamente aspiraba a la rescisión a aplicarse, ya que el Príncipe de Gales se negó a rati de los tratados para recuperar Mantés, Meulan y ficarlo, pues en él se proponía la cesión al navarro de Longueville. Limoges y el Limousin. El Príncipe, por otra parte, no quería embarcarse en ninguna acción contra Enrique Tan pronto como Carlos II desembarcó en Nor- II sin contar con Aragón. Hay que reconocer que en mandía planteó al rey de Francia la cuestión de esta alianza Carlos arriesgaba mucho, ya que de des Montpellier. Carlos V se negó a la rescisión de tos tra cubrirse, todas sus posesiones en Francia corrían el tados, y sólo accedió a que se le entregara la rectoría riesgo de ser confiscadas, como en efecto ocurrió de Montpellier y el emolumento del pequeño sello; años después. Fracasada la negociación con Inglate recibiría también el condado de Gessenon y otras tie rra, a Carlos no quedaba otro recurso que entenderse rras que habían pertenecido a Enrique de Trastáma- de la mejor manera posible con el rey de Francia. ra, hasta tanto que las rentas que ahora se le otorga ban igualaran a las de Mantés, Meulan y Longueville, De tiempo atrás venía éste gestionando un en que cedía; le prestaría cincuenta mil francos oro, y cuentro con el navarro. No se habían visto desde que después de prestar homenaje al rey de Francia, ha Carlos V ocupaba el trono de Francia. Por fin, des blarían de un posible matrimonio del delfín con una pués de haberle enviado el rey varios personajes de las hijas del navarro (23 marzo, 1370). Pero este como rehenes, que Carlos II alojó en su castillo de acuerdo tampoco tuvo efectividad. Evreux, éste compareció ante Carlos V en Vernon (25 Carlos, según su costumbre, estaba otra vez ne marzo, 1371), donde el navarro le prestaba por pri gociando secretamente con los ingleses. De una par mera vez homenaje por las tierras que poseía en el te veía la necesidad de aliviar la suerte de sus súbdi reino de Francia. Todavía surgieron dificultades para tos de Cotentin, que sufrían los saqueos continuos aplicar los acuerdos de Verhon a propósito de Mont de los salteadores; de otra la esperanza de contar con pellier, y por fin el 20 de marzo de 1372 hacía Car el apoyo inglés frente a las reclamaciones de Enrique los II su solemne entrada en Montpellier, donde es de Trastámara. El triunfo inesperado de éste le había tuvo hasta el 22 julio en que emprendió el viaje de colocado en una situación desairada. Era de temer regreso a Navarra. Pasó por Barcelona y Huesca, lle que Enrique pensara en recuperar las tierras que el gando a Olite a principios de septiembre: navarro le había ocupado al socaire de la lucha civil, y por otra parte la estrecha alianza entre Enrique y el rey de Francia podía ser peligrosa para sus dominios Hacia la liquidación tanto en Francia como en Navarra. Carlos llevaba, de las cuestiones con Castilla pues, una doble negociación, con franceses e ingle ses, ofreciéndose al mejor postor, o mejor dicho, tra La ausencia de Carlos II, como era de temer, fue 193 aprovechada por el rey de Castilla para tratar de re ría entregado en rehenes al castellano. Como prenda cuperar las plazas ocupadas por aquél durante la de paz para tiempos futuros se acuerda el matrimo guerra civil. La reina doña Juana, que gobernaba Na nio entre el infante don Carlos, primogénito de Na varra en su nombre, logró negociar unas treguas, y varra, con Leonor, hija de Enrique II. Si de este ma que se sometieran las diferencias al arbitraje del papa trimonio hubiese hijos varones, sucederían en el tro y del rey de Francia. Las villas de Logroño, Vitoria y no de Navarra, aun en el caso de que su padre mu Salvatierra fueron puestas en secuestro del papa y del ñese antes de remar, y a falta del infante primogéni rey de Francia, pero el rey de Castilla, que negociaba to de Castilla y de otros hijos legítimos de don Enri desde posiciones de fuerza, aprovechó la ocasión que, heredaría la corona de Castilla y León, doña para poner a discusión las viejas reclamaciones de Fi- Leonor, excluyendo a cualquier otro heredero. tero y Tudején, así como las villas de Laguardia y San Se acordaba a la vez una alianza contra posibles Vicente de la Sonsierra, con sus fortalezas, que nada enemigos exteriores, especialmente contra los ingle tenían que ver con los actuales conflictos. ses. En relación con los asuntos discutidos, el carde Cuando Carlos 11 regresó a Navarra pretendió nal falló que los castillos de Logroño, Vitoria y Salva dar marcha atrás en la política de negociaciones y tierra, con sus territorios, se devolvieran a Castilla; aplicar mano fuerte contra Castilla. Pero las circuns los de San Vicente, Laguardia y Buradón se adjudica tancias habían variado mucho desde su ausencia, y el rían al rey de Navarra, y éste percibiría, además, fracaso fue total. Las Cortes reunidas en Pamplona 30.000 doblas por los gastos y mejoras que había he hacia el 4 de marzo de 1373 habían acordado conce cho en el castillo de Logroño. Respecto a las deman der al rey una ayuda extraordinaria de 50.000 libras das castellanas sobre Fitero y Tudején, así como de para armar 3.000 hombres, de cuya ayuda no eran las rapiñas de los hombres de Guipúzcoa, el cardenal excluidos ni los nobles ni los eclesiásticos, Esto le aplazaba su sentencia hasta que tuviera una mejor enemistó con el tesorero del reino, que era familiar y infonnación. Para las demás cuestiones que pudieran hombre de confianza del obispo, el cual fue destitui surgir se someterían ambos a la resolución del papa. do de su cargo; se mandó abrir expediente contra el El 3 de octubre de ese mismo año el cardenal de Bo obispo y el deán, donjuán Cruzat, y ambos busca lonia, estando en Tudela, completó sus sentencias, ron la salvación en la fuga. El obispo, Bernat Folcaut, declarando que el monasterio de Fitero y el castillo llegó a Avignón, donde fue acogido en la corte papal, de Tudején pertenecían al reino ele Navarra. y ya no volvió a su diócesis; el deán fue alcanzado y El arbitraje del cardenal Guido tuvo una rápida muerto cerca de Logroño. Los bienes de ambos fue ejecución: el infante don Carlos fue a Burgos, donde ron confiscados. No era esta la política más oportu celebró los esponsales con Leonor; él tenía poco más na para enfrentarse con una guerra exterior, y te de doce años y ella aproximadamente la misma edad. niendo como única solución de emergencia el arbi Cuando Carlos regresó a Navarra, su hermano Pedro traje del papa. fue enviado a Castilla, donde estaría al cuidado de la Este fue emitido por el cardenal Guido de Bolo reina, hasta que el primogénito contrajera matrimo nia el 4 de agosto de 1373. Enrique 11 y Carlos 11 tu nio. Las villas de Vitoria y Logroño fueron entregadas vieron una entrevista entre Briones y San Vicente de al rey de Castilla. Sonsierra, y otro día el rey de Navarra pasó a Briones, Sometida Navarra, Enrique II siguiendo los dic en Castilla, donde comió con Enrique II. El arbitraje tados de su alianza con Francia, se prepara a conte del cardenal Guido, pese a incidentes -algunos gra- ner el peligro inglés, pues el duque de Lancaster, que ves- que no faltaron, sentaría las bases para una fu había desembarcado en Calais con un gran ejército tura alianza entre Castilla y Navarra. (julio, 1373), se dirigía a Burdeos atravesando el te Se establecía una perpetua paz, concordia y rritorio francés. Un ejercito castellano, de acuerdo amistad entre los dos reyes y sus sucesores, sin per con el duque de Anjou, proyectaba atacar Bayona, juicio de los compromisos que el rey ele Navarra te cuyas gentes causaban daños en los puertos de Viz nía con el rey de Francia y el de Castilla con el rey de caya y Guipúzcoa. Después de dar seguridades a Na Francia y el duque de Anjou. Como garantía de esta varra, una parte de las tropas pasaron por Roncesva- paz, el infante don Pedro, hijo del rey de Navarra se lles y San Juan de Pie del Puerto; otras entraron di 194 rectamente por Guipúzcoa, completándose el cerco Francia e Inglaterra, y ambos países se disponían a en la segunda quincena de junio de 1374. Pero el du reforzar sus alianzas con vistas a la reanudación de la que de Anjou no acudió a la cita y los castellanos le lucha. Navarra tenía todavía pendiente la cuestión de vantaron el campo. la permuta de Mantés, Meulan y Longueville por el señorío de Montpellier. En otras circunstancias Car Carlos II, que se veía abocado a una alianza for los II había utilizado a sus hermanos para represen zada con Castilla, la cual formaba un apretado blo tarle en estos territorios y poder llevar con una cier que con Francia, hizo una gestión en favor de sus ta autoridad sus gestiones ante el rey de Francia. Pero amigos los ingleses para reconciliarlos con Castilla, muerto el infante don Felipe, y alejado de estas tie pero sin éxito. Todas las bazas estaban a favor de rras por su matrimonio el infante don Luis, había te Castilla: ingleses y franceses entraban en negociacio nido que recurrir últimamente a su mujer, la reina nes, que conducirían a una tregua general en Brujas; dona Juana. Pero ésta había fallecido en 1373 cuan castellanos y aragoneses firmaban la paz de Almazán do llegaba a Normandia con esta misión. No creyen (12 abril), que ponía fin a largos años de luchas y do prudente alejarse de Navarra, el rey decidió en malentendidos. Enrique II se propuso afianzar las viar a Francia a Carlos, su hijo primogénito (1 378). paces celebrando los matrimonios acordados en ellas: el de Carlos de Navarra y Leonor de Castilla, y El rey de Francia, que tenía idea de los manejos el de Leonor de Aragón con Juan, primogénito de dobles de su cuñado, aprovechó este viaje para cap Castilla. La primera boda tuvo lugar en Soria el 27 de turar en ruta ajacques de Rué, chambelán y hombre mayo de 1375; la segunda en Soria, el 18 de junio. de confianza de Carlos 11, que formaba parte del sé quito, y luego a Fierre du Ten re, secretario del rey de Enrique II se apresuró a cumplir las otras cláu Navarra, y pretextando las declaraciones de éstos, sulas de la sentencia que tendían a estrechar los vín ocupó la mayor parte de las plazas del navarro en culos entre Navarra y Castilla. El 2 de junio de 1375 Normandia. También fueron arrestados el infante las Cortes de Castilla reconocían al infante don Car don Carlos con sus hermanos Pedro y Bona. Jacques los, como marido de doña Leonor, los derechos a la de Rué y Fierre du Tertre fueron juzgados con gran herencia del trono castellano en caso de muerte del solemnidad por el parlamento y condenados a muer primogénito. El 10 de agosto los procuradores de te. Quería el rey mostrar asi no sólo la culpabilidad ambos reyes se reunían en Logroño para declarar nu de los acusados, sino justificar ante todos el derecho las cualesquiera reclamaciones que se produjesen en que le asistía para poner mano sobre las tierras y cas torno a la sentencia arbitral. Al año siguiente las Cor tillos del rey de Navarra. Pensó, incluso, abrir un tes de Navarra fueron convocadas para jurar, de proceso a éste, pero luego desistió. acuerdo con la sentencia arbitral, que si el infante don Carlos muriese antes que el rey, su padre, su pri Carlos II perdía de un golpe todas sus posesio mogénito sucedería en el trono de Navarra. nes en Francia, salvo Cherburgo, y tres de sus hijos quedaban retenidos a disposición de Carlos V. Sino Con ello parecían asegurarse largos años de paz que éste, muy ladinamente, no confiscó los bienes y tranquilidad entre ambas monarquías. Pero, como del navarro, sino que simuló constituirse en guardián muchas veces ocurre, quedaba un cabo suelto. Car de la herencia de sus sobrinos los II, que no mostraba la menor simpatía personal Mientras tanto los reyes de Francia y de Castilla hacia Carlos V de Francia, prefería la amistad ingle estrechaban su alianza. Ahora, los sucesos de Francia sa. Enrigue II estaba firmemente decidido a seguir aceleraban la declaración de guerra. El rey de Casti con la alianza francesa. Todo dependía, pues, de la lla había preparado un ataque sobre Navarra, y a la buena amistad y armonía de franceses e ingleses. vez envió una flota para proteger las costas de Nor- mandía, pero las medidas tomadas por navarros e in gleses permitieron salvar Cherburgo. La plaza fue ce Prisión del infante don Carlos dida por Carlos II a los ingleses con el compromiso y guerra con Castilla de éstos de facilitar 500 arqueros y 500 hombres de armas durante cuatro meses al año para luchar en la En 1377 expiraba la tregua concertada entre Península contra el rey de Castilla Por otra parte, las 195 declaraciones de Jacques de Rué hablan descubierto tó Carlos II una maniobra de diversión para atraerse los tratos que se llevaban entre Pedro Manrique, ade al rey de Aragón, proponiendo el matrimonio del du lantado de la frontera, para entregar Logroño y otras que de Gerona con una de las hijas del navarro. Al plazas al rey de Navarra. Pedro Manrique pretendió fracasar, Carlos II no vio más solución que entrar en entonces apoderarse de la persona de Carlos II cuan negociaciones directas con el rey de Castilla. do éste acudía a tomar posesión de Logroño, pero Carlos, que algo debió sospechar, se volvió desde la mitad del puente del Ebro, diciendo que otro día lo haría buenamente. Tratado de Briones (1379) El incidente de Logroño daría un buen pretexto El tratado, firmado en Briones el 31 de marzo de a Enrique II para romper las hostilidades. La inva 1379, suponía la derrota diplomática del rey de Na sión fue fulminante. El ejército castellano, tras fraca varra. Carlos se comprometió a cambiar de alianzas, sar en un ataque a San Vicente, avanzó hacia Pam obligándose a romper todas las ligas o tratos con el plona, esquivando la zona de Estella, mejor defendi rey de Inglaterra o con el tío de éste el duque de Lan- da. En Pamplona convergieron las tropas llegadas de caster; las contiendas que hubiera entre los dos reyes Álava por la Burunda con las que por el Arga había de Francia y de Navarra serian sometidas al arbitraje ocupado Larraga y Artajona. El infante donjuán, que del rey de Castilla para que éste buscara la concordia; mandaba a las tropas castellanas, fue a instalarse a la este arbitraje forzoso del castellano duraría siete aldea de Gorráiz, en la Cuenca de Pamplona, donde años. estuvo un mes. Pedro Manrique ocupó el castillo de Tiebas, que parece que fue incendiado en el mes de Como garantía de todo ello, Carlos entregaría en agosto. Pero Pamplona fue defendida por Roger Ber- rehenes al infante de Castilla los castillos de Tudela y nart de Foix, vizconde de Castelbon, primo de Gas San Vicente de la Sonsíerra; el castillo de Estella se tón Febo. ría entregado a Remiro Sanchiz de Arellano, a condi ción de que se desnaturalizara del rey de Navarra. El Carlos, había confiado en la ayuda inglesa, pero infante castellano retendría durante diez años los ésta llegó tarde; aun tuvo que hacer el rey un viaje a castillos y villas que hubieran sido conquistados por Burdeos en el mes de octubre, y sólo entonces se ini él y por su padre en Navarra, y que eran: Viana, Le- ció la recluta de fuerzas. Ante el anuncio de su llega rín, Larraga, Miranda, Cárcar, San Adrián, Andosilla, da los castellanos levantaron el cerco de Pamplona, Azagra, Bernedo, Toro, Genevilla, Zúñiga, Artajo, replegándose a los acantonamientos de invierno en Ciordia, Ábalos y Sartaguda; estos castillos, como los tre Logroño y Santo Domingo de la Calzada. Todavía de Tudela y San Vicente, serían dados en tenencia a en el mes de noviembre los castellanos ocuparon Via- naturales del rey de Castilla, y sus vecinos deberían na, que fue entregada a Pedro Manrique. jurar que en el caso de que el rey de Navarra faltase Otro grave problema con el que tenía que en a las condiciones estipuladas en el tratado serian ple frentarse el rey era el de hallar recursos para sufragar namente de este rey. Se exigió, además, que Carlos II los extraordinarios gastos de la guerra. Las Cortes le entregara cincuenta y seis personas en rehenes, esco otorgaron en dos ocasiones una ayuda de 60.000 flo gidos entre los burgueses de Pamplona, Olite, La- rines; las principales iglesias fundieron sus candela guardia y Sangüesa y los hijos de ricoshombres, ca bros de plata y otros objetos artísticos para batir mo balleros y escuderos del reino. Como dice J. R. Cas neda. El retablo o frontal de plata que, por mandato tro, este tratado ponía fin a las ininterrumpidas aven- del rey se estaba fabricando para la catedral de Pam luras bélicas de Carlos II, que quedaba totalmente plona, valuado en 2.000 florines, se fundió también inmovilizado, y es un testimonio del recelo que ins para fabricar moneda. piraba su conducta. Navarra quedó arrumada y pa San Vicente y Estella fueron defendidas con tro decía las consecuencias de la política de un rey que pas del país y gasconas. Trivet llegó a Navarra con subordinó los intereses de su reino a los personales. pocas fuerzas inglesas, y se instaló en Tudela. Desde Sólo la prudencia y lealtad de su sucesor Carlos III, allí intentó un golpe de mano sobre Soria en el mes exacta contrafigura de su padre, pudo reparar las de diciembre, que resultó un fracaso. Todavía inten onerosas condiciones del tratado de Briones. 196 Regreso del infante don Carlos (1381) entre 1384 y 1385 utilizar los buenos servicios del papa de Avignón, para mejorar su situación en Fran Éste estuvo retenido en Francia durante tres cia, pero sin éxito. El rey de Francia dio un paso más, años. Carlos II, enfrentado como estaba con Francia y el 20 de marzo de 1385 declaró nulo el gobierno y con Castilla, nada podía hacer en su favor. Pero de los dominios navarros otorgado al infante don pronto las circunstancias facilitarían su regreso. La Carlos, y le privó de nuevo de todas sus rentas en tie muerte de Carlos V en 1380 suavizaría un tanto su rra francesa. situación, pues el nuevo monarca, Carlos VI, que no Pero Carlos, que no se resignaba a moverse en había cumplido los doce años, no podía abrigar con los estrechos límites de su reino, ensayó una nueva tra él los odios y recelos que separaban a sus padres. proyección sobre el territorio francés al casar a su Se le otorgó la administración de los bienes confisca hija Juana con Juan IV, duque de Bretaña. Este, al dos para que pudiera sostener su estado y el de su igual que Carlos 11, se había aliado con Inglaterra, hermano Pedro, e hizo homenaje por ellos al rey de había sufrido las violencias de Carlos V de Francia, Francia. que le privó de sus Estados, y que al fin pudo recu El nuevo rey de Castilla, su cuñado, hizo gestio perar con el compromiso de no aliarse con los reyes nes a instancias de su hermana la infanta doña Leo de Inglaterra y de Navarra. La boda con la infanta doña Juana tuvo lugar en la catedral de Bayona nor, para que se le autorizara el regreso. Así, pudo (1386), y al morir el duque de Bretaña, Juana casaría ponerse en camino el 1 de octubre de 1381, y por con Enrique IV de Inglaterra. Avignón y Montpellier pasó a Barcelona, para llegar a Navarra a finales del año. Luego emprendió la pe regrinación a Santiago, sin duda en cumplimiento de un voto, y al pasar por Castilla fue muy obsequiado Hacia la anulación por el rey Juan I. del tratado de Briones La llegada del infante don Carlos fue un alivio providencial para su padre, enfermizo y achacoso, Las relaciones exteriores despojado de sus tierras en Francia y con una parte de las de Navarra en rehenes del rey de Castilla. Dos Francia e Inglaterra estaban pasando por análo asuntos centraban por aquellas fechas la atención de gas crisis políticas: dos reyes menores, gobernados la corte navarra: la ratificación del tratado de Briones por sus líos, rapaces y egoístas, que colocaban al rei y la adhesión del reino a uno de los dos papas, al de no al borde de la lucha civil. Pero Carlos II, tras el Roma o al de Avignón, en que se había dividido la tratado de Briones, había perdido toda posibilidad de Cristiandad. Los dos estarán íntimamente unidos, y maniobrar. en los dos jugaron papeles decisivos el infante don Con Inglaterra estaba pendiente la cuestión de Carlos y el cardenal de Aragón don Pedro de Luna. la plaza de Cherburgo, que, cedida en 1378 por un Las relaciones del infante don Carlos con su cu plazo de tres años, era ya llegado el momento de su ñado Juan I eran excelentes, tanto que cuando el devolución. Pero fracasaron todas las gestiones he conde de Noreña se levantó contra el rey de Castilla chas en este sentido, ya que Cherburgo era, junta en Gijón, el infante se sumó a las tropas sitiadoras. mente con Bayona, Brest y Calais uno de los princi Era el momento de obtener del rey de Castilla las an pales puntos de apoyo para posibles ofensivas ingle siadas reciificaciones al odioso tratado de Briones. sas en Francia. Tras conversaciones celebradas en Segovia y en El Es Con Francia era ya mucho lo que se había lo pinar se tomaron dos acuerdos complementarios, grado gracias al buen ambiente que disfrutaba en la uno público y otro secreto (1383). Por el primero el corte el infante don Carlos. Pero el 28 de octubre de infante don Carlos se subrogaba a Juan I en la tenen 1382, con el pretexto de malos tratos de oficiales na cia de los castillos cedidos en el tratado de Briones; varros, el rey privó al navarro del señorío de Mont como aliado y amigo, el infante se comprometía a pellier y lo incorporó a la corona. Carlos II intentó acudir personalmente a Castilla en caso de guerra, 197 salvo, naturalmente, si era contra Francia o contra fante de Navarra hicieron posible una solución favo Navarra. rable de los problemas fronterizos con Castilla -anu Los acuerdos secretos abarcaban dos puntos. En lación del tratado de Briones-, cada uno desde su pe culiar punto de vista. el primero se decía que Carlos II debía hacer una de claración de adhesión al papa de Avignón dentro del Aún cuando el tratado de El Espinar no había mes en que el tratado empezara a ponerse en ejecu tenido efectividad -precisamente por la resistencia ción. Por el segundo, el infante se comprometía a no de Carlos II a publicar su adhesión al papa de Avig poner en los castillos que se le entregaban gentes de nón- el infante don Carlos se creyó obligado a pres ultrapuertos sin beneplácito del rey de Castilla. tar ayuda a su cuñado en la guerra de Portugal. Acu Tanto en la gestión del acuerdo público como en dió con sus gentes a los asedios de Coimbra y Lisboa, el secreto se ve la mano del cardenal de Aragón, que hasta que la pestilencia que se cebó en los sitiadores los suscribe como legado del papa de Avignón. Sin obligó a los castellanos a levantar el campo (otoño de embargo, Carlos II se negó a ratificar un tratado tan 1384). Aún volvió al año siguiente a la campaña de ventajoso, sin duda por la condición secreta de la de Portugal, aunque no llegó a tiempo para combatir en claración en materia del Cisma. Aljubarrota. El Cisma se había planteado en 1378 cuando el Mientras tanto el cardenal de Luna hacía una lar rey de Navarra mantenía graves controversias con ga estancia en Pamplona (de abril a julio de 1385), Francia y con Castilla, y estaba aliado con Inglaterra. con poderes del rey de Castilla para negociar un arre El rey de Francia apoyaba, naturalmente, al papa de glo fronterizo con Navarra, que supondría la liquida Avignón, mientras que el de Inglaterra se adhería al ción del tratado de Briones, aunque con la mira pues papa de Roma. De aquí la primera actitud de simpa ta en el reconocimiento del papa de Avignón. En Es- tía de Carlos hacia el papa romano, Urbano VI. Lue tella se firmó, al fin, el tratado (1386), que pondría fin go las relaciones de amistad aunque forzadas, hacia a todas las diferencias existentes entre los dos reinos. Castilla, a consecuencia de la paz de Briones y la lle Sus cláusulas principales eran: el cardenal de gada a Pamplona del obispo Martín de Zalba, decidi volvía al rey' de Navarra las villas y castillos que el do partidario de Avignón (fines de 1.379), le hicieron castellano tenía en rehenes, salvo los de Tudela, San afirmarse en su actitud de «indiferencia» con signifi Vicente y Estella; aquéllos serían entregados al infan cativos gestos de inclinación hacia el papa de Avig te don Carlos para que los tuviera en nombre de su nón, Clemente VII. La llegada más tarde del infante padre, pero con obligación de conservarles los privi don Carlos venía a reforzar la candidatura del papa legios que les hubiera concedido el rey de Castilla francés. Esto, la política castellanista del infante, y la mientras estuvieron en su poder. En relación con el intervención del cardenal Pedro de Luna, habían reconocimiento de Clemente VII se decía taxativa conducido a los acuerdos de El Espinar (1383), tan mente que el rey y su hijo estarán a lo «que el dicto favorables a Carlos II, pero que llevaban implícita la cardenal de Aragón sobre eillo ordenare». El rey adhesión política y oficial hacia el papa de Avignón. mostró su satisfacción por el acuerdo haciendo es Pero a Carlos, que ve las ventajas que puede ob pléndidos regalos al cardenal y a su séquito. tener de Castilla con su adhesión a Avignón, no le in Todos los artículos del tratado tuvieron puntual teresa romper con Urbano VI, ya que con Inglaterra cumplimiento, salvo el referente a la declaración del tenía pendiente la devolución de Cherburgo, que Ri reino en favor del papa de Avignón. Muerto poco cardo 11 no negaba, pero tampoco concedía. Intentó, después Carlos 11, se completó la cancelación del tra como hemos visto, obtener a través del papa de Avig tado de Briones con la entrega a su hijo Carlos III de nón el arreglo de las cuestiones pendientes con Fran los castillos de Tudela, San Vicente y Estella. cia, pero sin éxito. Carlos II no era ya el enemigo pe ligroso de otros tiempos, que hiciera doblegarse al rey de Francia. Fracasada la posibilidad de obtener de Francia las ventajas deseadas, había que preocu M uerte de Carlos II parse de no perder los ofrecimientos castellanos. To dos, el rey de Castilla, el cardenal de Aragón y el in Carlos II falleció en Pamplona el día 1 de enero 198 de 1387, siendo enterrado en la catedral; su corazón rrible peste que acometió a su ejército. Ahora, en fue llevado a Ujué, donde se conserva. Su persona ha 1368, Carlos Topia se apoderaba de Durazzo, y su re sido diversamente juzgada por los historiadores. El cuperación había de correr a cargo del infante don apodo de M alo, con que se le conoce, es relativa Luis, apoyado por su hermano el rey de Navarra. mente moderno, pues parece haber sido introducido Se entendió primero con cierto capitán de mer en el siglo XVI por Diego Ramírez de Ávalos de la cenarios, llamado Ingeram de Coincy, que en 1372 Piscina, un médico historiador, que se presenta como se comprometió a alistar en Gascuña un escogido pariente de Juan Remírez de Arellano, y que tenía cuerpo de quinientas lanzas y quinientos arqueros a una larga lista de agravios que vengar. caballo para la conquista del reino de Albania. Con El monje de Saint Denis, contemporáneo suyo, tó también con la ayuda económica de Carlos II, y nos dice que era de pequeña estatura pero de ingenio entre febrero y junio de 1376 se traslado la Compa vivo y mirada perspicaz, de palabra fluida y grata, de ñía en barcas y pontones desde Tudela a Tortosa, una astucia inaudita y una afabilidad singular, supe donde habían de embarcar. Iban cuatrocientas perso rior a la de los otros príncipes, con lo que atraía el nas con víveres y armas. ánimo de las gentes para faltar a la fidelidad debida No sabemos detalles de su viaje y llegada a Al al rey de Francia. Su continua y tenaz intervención bania. Lo que no cabe duda es que la Compañía, a las en todas las desgracias que afligieron a la Francia de órdenes del infante, logró arrancar a Durazzo de los su tiempo, le aseguraron una fama de hombre capaz albaneses. Muy poco después, ese mismo año moría de los mayores crímenes y bajezas. Por otra parte, fue el infante. La situación de sus tropas no podía ser hombre espléndido y aún pródigo con los amigos, más insegura, sobre todo desde que su soberana, la con los santuarios de devoción y con las órdenes re duquesa viuda de Durazzo, contraía nuevas nupcias ligiosas para que oraran por su alma. Hasta el fin de con Roberto, duque de Artois. su vida guardó absoluta fidelidad a los que le habían Desamparados en tierras lejanas, y sin recursos sido leales: en su testamento de 1385 deja legados para regresar a Navarra, pensaron ofrecer sus servi importantes a la familia de los Piquigny, que le ha cios a Pedro IV de Aragón (1377). Como jefes de la bían sacado de la prisión, a la viuda e hijos de Este Compañía, que a partir de entonces debió de consti ban Marcel, y a otros que le habían sido fieles. tuirse en una especie de república autónoma, apare cen Pedro de Lasaga, Mahiot de Coquerel, camarlen gos del rey de Navarra; Juan de Urtubia y Garro, és Los navarros en Grecia tos dos últimos con el título de escuderos. Pedro de Lasaga, que debía ser el personaje más calificado, es La paz de 1365 entre Francia y Navarra tuvo taba de regreso en 1380; las principales figuras de la una derivación inesperada: la expedición de una Compañía serán en adelante Juan de Urtubia y Compañía navarra a Albania, su establecimiento en Mahiot de Coquerel. la Grecia continental -conquista de Tebas- y por ul Mal avenidos con el nuevo soberano Roberto de timo en la Morea o principado de Acaya. Artois, se ven solicitados para que se trasladen a Mo Tras la paz se había acordado el matrimonio del rea, desde 1378 a 1380, por distintos personajes: infante don Luis, hermano de Carlos II, con Juana de Nerio Acciajuoli, señor de Corinto; el Gran Maestre Sicilia, duquesa de Durazzo, y heredera del reino o de la Orden del Hospital, Juan Fernández de Heredia principado de Albania. El matrimonio contó con el y Jaime de Baux, príncipe titular de Acaya y último apoyo de Carlos V, que veía con satisfacción al infan aspirante latino a la corona imperial de Bizancio. te abandonar las tierras de Normandía, para instalar Los navarros ocuparon Corfú, y alzaron por su se en los dominios de su esposa. En 1369 estaba ya señor y rey a Jaime de Baux. En los primeros meses en Italia. Pero la herencia de su mujer tenía que ser de 1379 tenía lugar la invasión del ducado de Atenas defendida y aún reconquistada. Durante veinte años por el grupo de Juan de Urtubia. Su principal objeti había estado en poder de su tía Juana, mal protegida vo fue Tebas; la presencia de los navarros en las lla v por muchos deseada. En 1362 el albanés Carlos nuras de Beoda levantó a los habitantes del país, de Topia la asaltó, aunque sin éxito, a causa de una te safectos a los catalanes, y atrajo al propio tiempo 199 contra éstos a algunos enemigos exteriores, que des Príncipe fastuoso, amigo del lujo y de las gran de tiempo atrás deseaban su ruina. lebas fue asalta des fiestas, estableció su corte en Olite, haciendo de da por los navarros y la noticia produjo en Atenas sus palacios una de las más bellas mansiones reales una gran impresión. de la Península. De grandes afectos familiares, sus re Pero el dominio navarro en Tebas fue breve, y laciones políticas guardan estrecha relación con la probablemente en 1382 Juan de Urtubia y los suyos política matrimonial seguida con sus hijos. Su tem habían salido de Beocia uniéndose a sus hermanos peramento le lleva no sólo a evitar los motivos de del Peloponeso. Mahiot de Coquerel y el gascón Pe discordia con su reino, sino que trata de arreglar los dro de San Superano o Saint Exupery, señor de Lan- conflictos entre terceros, allí donde se encuentra. De dirans, eran los jefes, ahora unidos a Urtubia. ahí que la vida exterior del reino se desarrolle tran quila, sin enemigos, y también sin guerras ni inva Al morir Jaime de Baux, su señor de mero nom siones. bre (julio, 1383), quedan de hecho los navarros due ños de la situación. Al frente de ellos está Mahiot de Coquerel; sus hombres se reparten los feudos del principado, cuyos anteriores poseedores, o se habían Amistad con Castilla refugiado en Nápoles o hacía tiempo que habían muerto. Coquerel muere en 1386, y la Compañía eli Carlos III recordaba sin duda con nostalgia el ge por jefe a Pedro de San Superano, quien en 1396, ambiente castellano en que había vivido en los pri cambia el título de Vicario por el de Príncipe heredi meros y felices años de su matrimonio con Leonor de tario de Acaya, bajo la soberanía de Nápoles, dando Trastámara, y conservó con el rey de Castilla la mis así un golpe definitivo a las pretensiones de todas las ma amistad que habían mantenido siendo infante. casas reinantes que se disputaron Morea. Las relacio Juan I se apresuró a devolver a su cuñado, según di nes con los catalanes de Atenas son ahora amistosas jimos, los castillos de Tudela, San Vicente y Estella y proceden acordes en sus conquistas sobre griegos y (agosto, 1387), cancelando así todas las cargas im turcos. Pero la historia de estos grupos dispersos está puestas en el tratado de Briones; cuando el duque de alejada de Navarra, con la que no tienen comunica Lancáster renovó sus pretensiones al trono de Casti ción. La muerte de Pedro de San Superano en 1402 lla e invadió Galicia, Carlos III estuvo de parte del señalaría el fin del principado de los navarros en Gre rey de Castilla y facilitó el paso por Navarra de los cia, aunque su viuda todavía gobernó durante dos socorros que conducía el duque de Borbón (1387). años como regente de sus hijos menores. Un incidente pareció nublar las amistosas rela ciones, y pudo ser soslayado por la prudencia del castellano y la paciencia y amor de la esposa de Car CARLOS III EL NOBLE (1387-1425) los III. La reina doña Leonor al llegar a Navarra vio resentida su salud, y cayó en un estado de melanco Carlos III, llamado el N oble, era com o la contra lía en ella habitual. Llevada a Castillajuan I se hizo figura de su padre: sereno y conciliador, sin dobleces cargo de su hermana y de tres de sus hijas (1388). ni subterfugios. La leal amistad que mantuvo con su Pero su estancia se prolongaba excesivamente, ale cuñado Juan I de Castilla le había sido muy útil para gando temores que carecían de fundamento. Más tar defender los intereses de Navarra. Esa misma lealtad de, con ocasión de la muerte de Juan l (1390), Car hacia los reinos vecinos le permitiría mantener su los 111 hizo nuevas gestiones para el regreso de su es reino en paz, y aun obtener ventajas de Francia y de posa, pero sin éxito. Sin embargo, la intervención de Inglaterra pese a que la guerra franco-inglesa cobra doña Leonor en las revueltas provocadas por la no ría nuevo vigor. La considerable reducción de sus in bleza castellana, que aspiraba a la regencia del rey tereses en Francia, hizo que su actividad política se menor, había de precipitar las cosas, concillando los centrara en Navarra, y así este joven de veintiséis deseos del navarro con los de Enrique III, una vez al años nacido en Francia, de padres y antepasados to canzada por éste la mayoría de edad. Por un acuerdo dos franceses, vino a ser el príncipe más peninsular entre los dos monarcas, Enrique III prometió enviar y navarro desde hacía ciento cincuenta años. a Navarra a doña Leonor y sus hijas las infantas Blan 200 ca y Beatriz; a la vez que los dos reyes se ayudarían varra, donde doña Leonor ejercía por aquellas fechas mutuamente en la pacificación de sus reinos respec el gobierno en ausencia de su marido. Por eso al re tivos cuando fueran requeridos (21 junio, 1394). gresar éste de Francia negoció con Castilla y Aragón Aun tuvo el castellano que recurrir a la fuerza para -pues Fernando de Antequera, que había sido elegi reducir a doña Leonor, y en marzo de 1395 era en do rey de Aragón, también presionó- la entrega del tregada a su marido. Enrique 111 la acompañó hasta duque con las debidas garantías hacia su persona Alfaro y Carlos la esperaba en Tudela. Pronto doña (1 4 1 4 ). Leonor se serenó, el incidente fue totalmente olvida El acuerdo para salvaguardar la vida del duque do y la compenetración entre los esposos fue perfec de Benavente se inscribía en el cuadro de unas nego ta. Por eso, cuando en 1401 Leonor hizo un viaje a ciaciones más amplias de paz y amistad entre los dos Castilla marchó con confianza en sí misma y en su reinos, que se estaban celebrando en Salamanca du marido. rante el mes de abril. Como los dos reyes estaban en Muerto Enrique 111 en 1406, el rey de Navarra excelentes relaciones tanto con Francia -el de Casti seguiría la misma política amistosa durante la mino lla era aliado y el navarro estaba heredado allí- como ría de Juan II. Cuando el infante don Fernando, re con Aragón, donde acababa de instalarse Fernando gente de Castilla y sobrino de la reina de Navarra, de Antequera, el tratado venía a ser la reafirmación emprendió, en 1407, la guerra contra Granada, se de una diáfana política de amistad en la que no se sumaron a sus tropas el conde de la Marca, Jacques percibe sombra alguna. Aparte del convenio político, de Borbón, casado con Beatriz, hija de Carlos 111, en se firmó otro tratado para facilitar el comercio entre unión de otros caballeros navarros. En las últimas los dos reinos. jornadas bélicas que condujeron a la conquista de Antequera no participó el conde de la Marca, pero sí el navarro Carlos de Arellano. Los problemas pendientes: Inglaterra, Francia y el Cism a Se esforzó también por reducir en lo posible las querellas tan frecuentes entre pueblos fronterizos, Cuando Carlos III se hizo cargo del gobierno de tanto en la región del Ebro -especialmente entre Al Navarra había tres cuestiones de singular importan faro y Corella- como en Guipúzcoa y Álava. Enrique cia pendientes de resolución: la devolución de Cher- III había tenido que frenar en 1400 a las villas y her burgo por Inglaterra, la situación de las posesiones mandades de Álava y Guipúzcoa obligándoles a rati francesas y la adhesión a uno u otro pontífice, sacan ficar, bajo graves amenazas, las viejas treguas acorda do a Navarra de la situación de «indiferencia» en que das con los navarros en 1375, que no eran sino re la había dejado su padre. La tramitación que iba a novación de la hermandad formada en 1369 por los darles Carlos III difería com pletam ente de la que concejos de la tierra de Álava y Guipúzcoa de una hasta entonces había seguido Carlos II. parte con los de Navarra de otra, para extinguir los malhechores. En 1412 hay un nuevo acuerdo entre Las gestiones con Inglaterra fueron lentas, y por los dos reinos en virtud del cual los malhechores que fin el 23 de noviembre de 1393 se acordaba la devo se refugien en el reino vecino serán acusados ante la lución de Cherburgo, cuya entrega se hizo el 1 de di hermandad del mismo para que les persiga y aplique ciembre. Los navarros indemnizaron con 25.000 las mayores penas. francos por el valor de los víveres, armas y artillería de la plaza. Al frente de ella se puso como capitán a Otro incidente pondría a prueba el carácter pa Martín Enríquez de Lacarra, quien la mandó duran cífico y componedor de Carlos III, y los deseos de te diez años, y a él sucedió don Leonel de Navarra, mantener a toda costa sus amistosas relaciones con bastardo de Carlos II. Castilla. Fue la fuga del duque de Benavente don Fa- drique de la prisión en que estaba encerrado por su Al recuperar Cherburgo, tenía el rey de Navarra participación en las revueltas nobiliarias (1410); el una buena baza para negociar con Francia la devolu duque era hermano bastardo de la reina de Navarra, ción de algunas de sus posesiones confiscadas en este y ésta no había sido ajena a los movimientos dirigi país. Pero esta gestión había de resultar mucho más dos por el duque. Éste fue muy bien acogido en Na larga y difícil. 201 La caótica situación de Francia no permitía una una reunión de Cortes propuso a los procuradores negociación regular con un gobierno estable. Regida que juraran la ordenanza que el rey iba a hacer en su por un rey menor, Carlos VI, saldría de la minoría testamento sobre su heredero y sucesor, en caso de para recaer en la locura. Hasta noviembre de 1388 muerte o de que se viese privado «de su franca e li habían venido gobernando sus tíos los duques de beral voluntad». Como el rey no les manifestó el Anjou, de Berry y de Borgoña, más atentos a sus pro contenido de esa ordenanza, tuvo que jurar «en pa pios intereses privados que a continuar la prudente labra de rey» que no había en ella nada que pudiese política de Carlos V. En esa fecha se produce un gol perjudicar a los fueros y costumbres del reino. En su pe de teatro y Carlos VI, movido por su hermano viaje le acompañaba un numeroso séquito, de acuer Luis, duque de Turena y pronto de Orleans, toma do con las costumbres aparatosas de la época. En personalmente las riendas del poder, aunque en rea septiembre de 1398 estaba de regreso en Pamplona, lidad para entregarlo a los antiguos y experimenta sin resultado alguno práctico. Aun preparó un nue dos consejeros de su padre. Por aquellas fechas esta vo viaje en 1401, que al fin quedó aplazado. ba en París una embajada del obispo de Pamplona Martín de Zalba, el caballero Pedro de Lasaga y Fran cés de Villaespesa, chambelan del rey, para reclamar El ducado de Nemours las posesiones confiscadas. y final del Cisma Varias embajadas y viajes personales del rey fue ron necesarios para lograr algún resultado. La táctica No mucho después las circunstancias habían que ahora sigue es diversa a la empleada por su pa cambiado. El rey de Inglaterra, Enrique IV, celebró sus dre: peticiones humildes, argumentos jurídicos, no esponsales, el día 4 de mayo de 1402, con Juana de presiones belicosas. En 1392 solicitó con urgencia de Navarra, hermana de Carlos III y viuda del duque de las Cortes una ayuda de 92.000 florines para trasla Bretaña. Esperaba, sin duda, sacar de este matrimonio darse a Francia, pero el viaje no llegó a realizarse. grandes ventajas para su lucha con Francia. La guerra Fueron enviados en su lugar Francés de Villaespesa y franco-inglesa volvía a revalorizar la posición navarra Juan Ruiz de Aibar, cuya estancia se prolongó dos de Cherburgo. Carlos III aumentó sus precauciones a años y ocho meses. medida que en Francia se deterioraba el orden públi Mientras tanto había surgido otro motivo de dis co. Hizo testamento en previsión de su muerte o de crepancia: Carlos III se había adherido en 1390 al que se viera privado de libertad. En otro testamento papado de Avignón, pero en 1 394 había muerto Cle secreto, que sólo debía ser abierto si se le privaba en mente VII, y era elegido como sucesor el cardenal de Francia de su libertad, daba instrucciones sobre las Aragón, Pedro ele Luna, que tomó el nombre de Be gestiones que debían hacer la reina, sus hijas y los Tres nedicto XIII. A Francia ya no le interesaba un papa Estados con el rey de Francia, sus tíos y otros grandes en Avignón que no fuese francés, mientras que Na para que fuera liberado. Si éstas no bastaban, les auto varra seguía fiel al nuevo papa, que tenía entre sus rizaba para ofrecer al rey de Francia el castillo y villa más devotos seguidores al cardenal de Pamplona, de Cherburgo «por suficient compensación». Martín de Zalba. Las gestiones hechas por Francia Salió de Navarra en noviembre de 1403 y el 15 para atraer a Carlos 111 a este nueva política no tu enero del año siguiente estaba en París. Esta vez vieron éxito (1396). En estas condiciones tan poco hubo negociaciones y acuerdo. Francia, que, al rea propicias para una negociación, Carlos 111 prepara nudarse la lucha en el mar, deseaba contar con la pla un nuevo viaje a París, Conciliador por tempera za de Cherburgo, se mostraba ahora más propicia. mento, confía en poder solucionar con su presencia En un primer documento de 9 de junio de 1404 Car tanto sus reclamaciones privadas ante la corte de los 111 renunciaba en favor del rey de Francia a sus Francia como sus discrepancias doctrinales en la condados de Evreux y Avranchez y demás villas y cuestión del Cisma. castillos de Normandía a excepción de Cherburgo. A En enero de 1397 era enviado a París el alférez cambio de ello, recibía 12.000 libras tomesas de ren del reino Carlos de Beaumoni. En mayo de ese mis ta en tierras, que comprendía una serie de villas y mo año el rey se pone también en camino. Antes, en castellanías con las que se erigía ahora un ducado, 202 que llevaría el nombre de Nemours. Éste es el título La familia de Carlos 111 que en adelante ostentarán Carlos III y sus descen y su política matrimonial dientes. Por otro documento de la misma fecha, el rey de Navarra vendía al rey de Francia la villa, cas Un estudio pormenorizado de la descendencia tillo y castellanía de Cherburgo por 200.000 libras de Carlos III y de sus enlaces matrimoniales nos ayu tornesas, de las que la mitad recibiría al contado y la daría a comprender la política de equilibrio que tra otra mitad en rentas del señorío de Provins, que per tó de mantener a toda costa entre los principados ve cibiría hasta resarcirse de dicha cantidad. cinos. Aunque de su numerosa prole y de los varios El tratado fue una medida prudente y realista. enlaces concertados, sólo uno, el de Blanca y Juan, Carlos III obtuvo todo lo más a que podía aspirar, de infante de Aragón, había de tener transcendencia unos derechos que ya tenía perdidos. Estuvo en para la sucesión del reino. Carlos y Leonor tuvieron Francia hasta 1406, en que emprendió el regreso por seis hijas y dos hijos, y Carlos tuvo otros seis hijos e Lyon, Narbona y Barcelona. hijas de procedencia no legítima. Aun realizó Carlos un nuevo viaje a Francia, que Desde 1382 en que nació la primogénita Juana, sería el último y el de más duración. Encomendó el hasta 1.397 en que nació Carlos, el primer varón, los gobierno del reino a su hija Juana, pues la reina Leo reyes habían tenido cinco hijas, Todas las especula nor estaba en Castilla, y él salió en julio de 1408 para ciones en torno a la sucesión del reino tenían que ha regresar a Tudela en enero de 1411. Carlos dejó a su cerse a base de una sucesión femenina. Por otra par hermano Pedro, conde de Mortain, como su lugarte le, de los dos hijos varones, el mayor, Carlos, sólo vi niente en el ducado de Nemours y encomendó la vió cinco años, de 1397 a 1402, y el segundo Luis, guardia del castillo de Nemours ajoanco de Piedra- siete meses. A partir de 1402 la posibilidad de una millera. Su estancia en Francia coincidió con una de transmisión de la corona por línea de varón quedaba las fases más tormentosas de la rivalidad entre los descartada. La primogenitura recayó, pues, durante duques de Orleans y de Borgoña, en que el de Or- mucho tiempo en Juana. leans era asesinado por asalariados del de Borgoña, En 1402 los reyes de Aragón, Martín el Huma Juan sin Miedo. Carlos III intervino en los intentos no y María de Luna, pensaron asegurar la sucesión al pacificadores que entonces se hicieron, y como du trono aragonés casando a su único hijo supervivien que de Nemours participaba en todas las fiestas y so te, Martín de Sicilia, que había quedado viudo el año lemnidades públicas entonces tan frecuentes. anterior. Se dirigieron a los reyes de Navarra, que También coincidió la estancia de Carlos III en acudieron con sus cinco hijas a unas entrevistas que tuvieron lugar en Corles y en Mallén en el mes de Francia con la convocatoria del concilio de Pisa, para enero. Fue elegida Blanca, que en noviembre tic poner fin al Cisma (1408). Carlos III siguió, no obs 1402 hacía su entrada en Sicilia. tante, fiel a Benedicto XIII, pese a que como duque de Nemours le había sustraído la obediencia (24 En el mismo año casaba la infanta Juana con marzo, 1409). Pero cuando en 1414 se convocó el Juan, primogénito de los condes de Foix. Se convino concilio de Constanza, que acabaría con la división en que el conde de Foix aseguraría a su hijo la he de la Iglesia, el rey de Navarra envió sus embajado rencia de lodos los bienes de la casa de Foix; Carlos res, y tras complicadas negociaciones, el día 18 de III, por su parle, se comprometía a dejar el trono de junio de 1416 se publicó solemnemente la sustrac Navarra a la infanta Juana en el caso de no tener hi ción de la obediencia de Navarra, en presencia de las jos varones. La boda se celebró en Olitc el 3 de di Cortes reunidas en Estella. Poco después, la repre ciembre de ese mismo año 1402, y al día siguiente sentación navarra se incorporaba oficialmente a las los nuevos esposos juraron ante los Tres Estados tareas del concilio y apoyaba a la representación de guardar los fueros y fueron reconocidos como here Castilla en la forma en que debía reunirse el cóncla deros del reino. Juana tuvo oportunidad de ejercer la ve para la elección de pontífice. El obispo de Dax, gobernación del reino durante las ausencias de su como representante de Navarra, participó en la elec padre en Francia y de su madre en Castilla. Juan he ción (noviembre 1417), y Martín V contó desde el redaría el condado de Foix y vizcondado de Bearne primer momento con la adhesión del reino. en 1412, y hasta 1413 sería a la vez heredero del tro 203 no de Navarra. Pero en julio de 1413 moría la infan Lerín. Con este título y el de condestable del reino ta Juana sin dejar descendencia. La unión de las ca veremos a don Luis de Beaumont y a sus descen sas de Foix y de Navarra, que parecía inminente, no dientes actuar como cabezas del partido que se llama llegaría hasta medio siglo después. «beaumontés» en las luchas que han de asolar el rei no durante el siglo XV Con ello ascendía a ocupar el primer puesto en la sucesión del reino su hermana doña Blanca, que en 1409 había quedado viuda del rey don Martín de Sicilia, toda vez que la segundogénita María, de salud Matrimonio de Blanca muy precaria, había fallecido en 1406. Todo el inte con el infante donjuán rés de las cancillerías se centra ahora en la boda de doña Blanca. En 1413 Blanca, viuda de Martín de Sicilia des De las otras hijas de los reyes, Beatriz casó con de 1409, había pasado a la condición de heredera de Jacques de Borbón, conde de la Marca, pero ella fa Navarra, al morir su hermana la infanta doña Juana. lleció dos años después, en 1407, dejando una hija, Seguía residiendo en Sicilia, y tan pronto como Fer Leonor, que más adelante casaría con Bernardo de nando I se hizo cargo del reino de Aragón, se apre Armagnac. El conde de la Marca, una vez viudo vol suró a confirmarle en la lugartenencia de Sicilia (1 vió a casar con Juana II, reina de Nápoles y de Sici octubre, 1412). El 6 de agosto de 1414 moría el rey lia, y terminó sus días en un convento de francisca de Nápoles Ladislao de Anjou, dejando el trono a su nos de Besanzón, el año 1438. A Isabel, la última de hermana Juana II, mujer cuarentona y caprichosa. las hijas, y la única nacida en Navarra, se pensó ca Era una baza que no había que despreciar, y el rey de sarla con donjuán, hijo del infante don Fernando de Aragón se apresuró a despachar a su hijo el infante Castilla, para reforzar así los lazos de amistad con don Juan a Sicilia con el título de Lugarteniente y este reino. Pero la boda no se celebró. Las aspiracio Gobernador General, pero a la vez para contraer ma nes del infante don Juan y las de su padre, ahora rey trimonio con la reina Juana de Nápoles. La reina le cíe Aragón, iban por caminos más ambiciosos, según doblaba en edad, pues él no había cumplido los 17 veremos. Por fin, Isabel casaría con Juan, conde de años. En el compromiso matrimonial se hacía cons Armagnac, boda que se reforzaría con un tratado tar que, en caso de preceder al esposo en la tumba, preferencial de amistad y alianza entre las dos casas. recibiría libremente el remo de Nápoles. Así, a base de los matrimonios de sus hijas, Carlos 111 Como donjuán estaba comprometido con la in iba tejiendo una red de alianzas y de amistades, que, fanta Isabel de Navarra, cuya boda estaba fijada para a diferencia de las que preparaba su padre, no iban aquellos días, el rey de Aragón tuvo que despachar a dirigidas contra nadie. su mayordomo Juan de Moncayo con la enojosa mi Los enlaces de los hijos bastardos no servían sión de dar explicaciones a Carlos III sobre el apla para anudar alianzas políticas. El mayor, Lancelot, zamiento de la misma, y proponiendo sustituir aquél fue destinado a la Iglesia y más concretamente fue por su hermano don Enrique. Pero el rey de Navarra preparado para obispo de Pamplona; aunque obtuvo no aceptó, y doña Blanca regresaba a Navarra en los la jurisdicción completa sobre la sede, no llegó a re primeros días de septiembre de 1415. Había salido cibir la consagración episcopal. El rey mostró espe en 1402 para ser reina de Sicilia, y regresaba ahora cial predilección por el otro hijo bastardo, Godofre, como heredera del reino de Navarra. que fue nombrado mariscal del reino en 1411, y más Tanto Fernando de Antequera como sus hijos, tarde conde de Cortes. Tuvo también dos hijas bas los famosos «Infantes de Aragón», venían mostrando tardas, ambas de nombre Juana. Una casó con Iñigo una singular apetencia de poder y enriquecimiento Ortiz de Stúñiga, hijo del justicia mayor de Castilla familiar. Pero ahora no acompañó la fortuna al in Diego Ortiz de Stúñiga. La otra casó con Luis de fante don Juan de Aragón, pues a poco de desem Beaumont, hijo de Carlos de Beaumont, que a su vez barcar en Palermo (6 abril, 1415), vio con sorpresa era hijo bastardo del infante don Luis, duque de Du- que la voluble reina doña Juana había cambiado de razzo. Al concertarse el matrimonio, en 1424, Carlos opinión y se decidía ahora por el conde de la Marca, III creó para ella y sus descendientes el condado de Jacques de Borbón, viudo como hemos visto de doña 204 Beatriz de Navarra. Ahora bien, si donjuán había re Blanca, reina, y a don Ju an , infante, puesto que here nunciado a casarse con la infanta Isabel, era precisa daba el reino como estrangero, como su marido p or el mente porque no era la heredera del trono, y a cam derecho a ella pertenesciente. bio veía la perspectiva de hacerse con el remo de Ná- La boda se celebró en Pamplona el día 10 de ju poles al casar con la reina Juana II. lio de 1420. Doña Blanca solía residir en el castillo de Por eso, al acceder doña Blanca a la condición Peñafiel, que formaba parte de los extensos dominios de primogénita, toda la presión de los Trastámara se de su marido. Allí nació el primogénito, el día 29 de lanzó en esta nueva dirección. La reina doña Leonor, mayo de 1421, que llevaría el nombre de Carlos, viuda de Fernando de Antequera, se apresuró a en como su abuelo, y que será conocido en la historia viar a la corte navarra una embajada para hacer ver a como el Príncipe de Viana por antonomasia. Al año Carlos el Noble las ventajas de un matrimonio con su siguiente fue traído a Navarra, y el 11 de junio las hijo donjuán. Pero había que tomar las precauciones Cortes reunidas en Olite le juraron como rey y señor necesarias para no dejar escapar la dignidad real. natural, una vez muerto su abuelo y su madre doña Una de las condiciones puestas fue que Carlos el No Blanca. Ninguna mención se hizo en este juramento ble se comprometiera a no contraer matrimonio en del padre de la criatura, el infante don Juan: los na tanto perdurara el que ahora se concertaba entre don varros reconocían al heredero com o rey, a la muerte Juan y doña Blanca, ni aunque se disolviese éste, si de la reina su madre. quedaban hijos de él; que no legitimaría a ninguno de sus hijos y que reconocería a doña Blanca como heredera del reino de Navarra y del ducado de Ne mours. A todo ello accedió Carlos III, y sólo sobre es Muerte de Carlos 111 (1425) tas bases se prepararon los capítulos matrimoniales. Donjuán tras su matrimonio con Blanca regre Donjuán tenía entonces 22 años y doña Blanca só a Castilla y entró de lleno en la lucha por la pri 34. Las capitulaciones, más que un contrato de amor, vanza, o mejor, por hacerse con la voluntad del débil como dice Vicens Vives, fueron un concierto políti Juan II y desbancar a su hermano don Enrique. co, económico y diplomático. Si tenían hijos, el ma Cuando en 1422 es arrestado don Enrique por orden yor heredaría el reino de Navarra y todas las rentas y del rey, el infante don Juan, en unión de don Alvaro señoríos que el infante tenía o pudiera tener por ma de Luna, parecía haber triunfado en toda la línea. yorazgo en Castilla y en Aragón. Este primogénito, Aunque el triunfo fue obra del de Luna, que aparecía dentro del año de su nacimiento, serla enviado a Na un poco en segundo término, el infante donjuán era varra para que «sea criado en el dicho reyno a las presentado a los ojos de todos como el que despoja costumbres de la tierra». Si morían sin hijos, puesto ba o al menos consentía en el despojo de los bienes que don Juan llegaba como extrangero a la subcesión e de su hermano. Por eso, cuando Alfonso V regresó herencio del reino, por causa e razón del derecho de la di de Italia (1424) lomó las medidas conducentes para cha reyna donna Blanca, él se apartaría realmente e de obtener la libertad de su hermano Enrique. Jecho del dicho reyno de Navarra e del dicho ducado de Nemos, los cuales irían a parar a quienes Carlos el La lucha parecía inevitable y Carlos el Noble Noble hubiera dejado en su testamento por herencio realizó un esfuerzo para mediar y establecer la paz legítimo. El rey y las Cortes no reconocían como he entre los reyes de Castilla y Aragón. Alfonso V se rederos más que a la dicha señora reyna o al dicho sen- apresuró a convocar a don Juan a Cortes de Aragón, nor infante durante el dicho matrimonio o soltándose convocatoria a la que no podía negarse como here aquél a los descendientes dellos. Ahora bien, el matri dero que era al trono aragonés -Alfonso V no tenía monio podía soltarse, bien por muerte de la reina, hijos-, pero con esto se había abierto una fisura en el bien por muerte del infante; en este último caso no frente castellano. La tentativa de paz del rey de Na cabía duda alguna, ya que doña Blanca seguiría con varra había fracasado. Alfonso V anunció que el 21 servando los mismos derechos que tenía antes de su de junio de 1425 emprendería la lucha contra Casti matrimonio. La cláusula sólo podía referirse, por tan lla, o mejor, contra don Alvaro, por la libertad de su to, a la muerte del infante don Juan. Observemos, hermano. Hubo que transigir y autorizar a que el in además, el cuidado que se puso en titular a doña fante don Juan pasara a verse con su hermano el rey 205 de Aragón. Las entrevistas tuvieron lugar en la fron de Aragón y ambos recorrieron el campo, precedidos tera de ambos reinos, y se concluyeron con el trata de sus alféreces, mientras el rey de armas decía en do de Araciel -despoblado cerca de Corella- el 3 de alta voz: Real, real, por el rey don Juan de Navarra e por septiembre. la reina doña Blanca su mujer. «En esta solemnidad, dicen los cronistas castellanos, non se acaesció nin No se habían separado todavía los dos herma gún hombre del estado del reino de Navarra, aunque nos, cuando llegó al cam pam ento la noticia de la se facia dentro del reino, e hobieron tiempo para ve muerte de Carlos el Noble, ocurrida en Tafalla el día nir. Diz que se ficiera a sabiendas, porque según sus 8 de septiembre. Las Crónicas castellanas son las fueros e costumbres, non le habían de alzar por rey únicas que nos dan algunos detalles de la muerte y fasta que primeramente jurase los privilegios del rei de lo que ocurrió después. Padecía de gota en los no en cierto lugar, e en cierta forma». pies, y falleció súbitamente; sólo pudo decir que lla maran a su hija Blanca. El rey de Aragón, que estaba Por su parte los navarros hacían en Olite a la rei dispuesto a levantar el campo, tuvo que detenerse na doña Blanca otra solemnidad semejante. El P. Ale- tres o cuatro días porque el infante don Juan se ha són comenta: «Estas aclamaciones separadas, y la del bía encerrado en su tienda al recibir la noticia de la rey hecha en reales del ejército extranjero, aunque muerte de su suegro. Cuando llegó el pendón de Na dentro de Navarra, pudieron ser anuncio de las divi varra y las sobrevestas reales que le enviaba la reina siones y guerras, más que civiles, que después hubo doña Blanca, montó a caballo juntamente con el rey entre el rey y el hijo, nacido ya en este matrimonio». 206 BIBLIOGRAFIA Juana II y Felipe de Evreux H alphen», pp. 3 4 5 -3 5 0 ; A. 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Cesan las Juntas, Cofradías y juras de carácter C son Iranceses; en cuanto a los procuradores reales, de defensivo, tanto de villas como de infanzones, antes ocho titulares nombrados por los reyes en la prime tan frecuentes. Pese a que Felipe de Evreux residió ra mitad del siglo, cinco son franceses; en la segunda en Francia la mayor parte de su reinado, su com mitad, de ocho, siete son navarros. Parece que la na prensión y respeto hacia las leyes del reino no dieron varrización de la administración coincidió con una pretexto para mostrar la menor oposición. Ayudaría mayor eficacia y honradez en su gestión; sin duda el eficazmente a esta mejor compenetración y entendi mayor control ejercido por Carlos II y Carlos III co n miento entre los reyes y el reino el obispo don Ar- tribuyó a este saneamiento. naldo de Barbazán (1318-1355), que era la persona lidad más destacada con residencia permanente en No obstante, se acentúa el distanciamiento entre Pamplona. Una tentativa de organizar Juntas o Co los reyes y el pueblo, tanto por el lujo y tono de vida fradías, frente a ciertas medidas económicas de Car en que se mueve la corte -especialmente bajo Carlos los II, fue cortada de raíz apenas iniciada y ya no vol III- como por la sublimación religiosa de la dignidad vió a repetirse. real. A Carlos II y a Carlos III se les atribuyen virtu des curativas por imposición de manos, como miem Los Inquisidores o Reformadores, habituales bros que eran de la familia real francesa. Al igual que bajo el dominio francés, prosiguen durante el go otros monarcas de la época, Carlos III declara «que bierno de Juana 11 y Felipe de Evreux, pero cesan al en lo temporal no reconoce más superior que a 209 Dios», pues sus atribuciones, dice, no son inferiores tos para examinar las cuentas que presentaban los a las imperiales. distintos recibidores, oidores que actuaban a las ór denes del tesorero, pero sin que tuvieran atribucio nes fiscalizadoras. Es a partir de 1365 cuando se constituye propiamente la Cámara de Comptos con Administración central esta misión, y se integra por maestros oidores -cua tro en un principio- y por uno o dos notarios. La Cá Con la nueva dinastía y muy especialmente a mara puede exigir cuentas a los recaudadores, al te partir de Carlos II, los órganos de la administración sorero y a todo el que tenga que ver con la Hacienda del Estado quedan mejor perfilados en su composi real; investiga cuales son los derechos del rey en todo ción y funciones. el remo, pudiendo exigir su cobranza y castigar a los El órgano supremo es el Consejo Real, que pre infractores; informa sobre las condiciones de nuevos side el rey, y que ju n to a la m isión de asesorar al m o impuestos, o de la concesión de franquicias, etc. El narca en los asuntos sometidos a su consulta, actúa tesorero forma la cuenta o balance general con las como supremo tribunal de justicia, al que se apela cuentas que le trasmiten los distintos recibidores; del tribunal ele la Con; dicta también ordenanzas de por su mano pasan las órdenes de pago expedidas general aplicación, por lo que pueden reconocérsele por el rey, y las trasmite a los recaudadores; tiene atribuciones legislativas. Su composición es numero también atribuciones judiciales para resolver en ape sa y variada: nobles (ricoshombres, con o sin función lación los pleitos surgidos de la recaudación tributa en la corte), eclesiásticos (obispo de Pamplona y de ria. Como personaje clave de la gestión financiera, ya las sedes próximas, prior de la Orden de San Juan, hemos visto que el tesorero forma parte del Consejo etc.), altos cargos de la administración (canciller, Real. Al no haber una clara distinción entre la ha procurador real, tesorero, maestre de su hostal) y téc cienda del Estado y la del rey, la Cámara de Comptos nicos (alcaldes de la Cort, oidores de Comptos, se revisaba igualmente las cuentas de! hostal de los re cretarios del rey). Apenas puede hablarse de conseje yes y de los infames. ros natos -en todo caso lo serían los ricoshombres, Carlos 111 instituyó en 1400 el oficio de procu según el Fuero General-, y tanto su nombramiento rador patrimonial de la Cámara de Comptos, encar como su consulta están en relación directa con la gado de «administrar, visitar, demandar, recobrar et confianza que inspiran al rey pues no se trata tanto poner en debido estado todo el fecho de nuestro pa de un órgano deliberante como consultivo; por lo trimonio». Este cargo era distinto del de procurador demás, las mercedes y prebendas que distribuye el real o fiscal, que existía de antiguo en relación con el monarca aseguran la lealtad de los consejeros. tribunal de la Cort, y que tenía por misión defender De carácter más técnico que el Consejo era la los intereses reales lo mismo frente a los concejos y Cort, el más alto tribunal de Justicia, aunque de sus particulares que frente a los reinos vecinos. decisiones podía apelarse al Consejo. Tradicional El más alto funcionario de la administración era mente se componía de cuatro alcaldes -que desde el canciller. En 1.332 el cargo era ostentado por Feli Carlos 111 son uno por cada uno de los tres brazos de pe de Meleun, primo del rey Felipe de Evreux y su las Corles y otro por el rey-, el procurador fiscal, lugarteniente en ocasiones; desde 1375 lo fue Martín cuatro notarios y un número variable de «porteros de de Zalba, obispo de Pamplona, y luego cardenal; des la Cort», que eran los subalternos encargados de de 1397 fue canciller mosén Francés de Villaespesa, cumplimentar las decisiones de la misma. Carlos 111 aragonés de nacimiento, quien sin duda llegó a Na dio en 1413 unas ordenanzas sobre el funciona varra en el séquito del cardenal de Aragón, don Pe miento de la Cort y sus aranceles. dro de Luna, pero que pronto se ganó la confianza de La Cámara de Comptos era el órgano encargado Carlos 11, y sobre todo de Carlos 111, que le confió de de fiscalizar las finanzas del Estado; su reorganiza licadas misiones diplomáticas. Junto al canciller hay ción se lleva a cabo en 1365. Cuando, a partir de una serie de clérigos titulados «secretarios del rey», 1328, dejaron de enviarse a París las cuentas de los cuya función no siempre es la de simples amanuen recibidores, solían nombrarse unos oidores de comp ses, pues algunos forman parte del Consejo Real. 210 Administración territorial lezas. En la guerra ofensiva su utilidad era escasa, y suelen redimirse pagando 20 sueldos los hidalgos y Administrativamente el reino aparece dividido 15 los pecheros. Pese a las periódicas revistas - a l a r en cinco merindades: las Montañas (Pamplona), San de, muestra- de los mesnaderos, éstos a veces carecen güesa, Estella, la Ribera (Tudela) y tierra de Ultra de caballo o armas, y simulan su falta pidiéndolos puertos. En 1407 Carlos III creó la merindad de Oli- prestados. te con tierras segregadas a Tudela, Estella y Sangüe El poder ofensivo de un ejército así reclutado es sa. Un merino ostentaba la suprema representación bien escaso, por lo que los reyes de Navarra no to del rey, con atribuciones muy complejas: políticas y man la iniciativa en ninguna guerra. Cuando más, administrativas, fiscales, judiciales y de policía; otros negocian, como Carlos II, la entrega de plazas ene funcionarios, con atribuciones más reducidas, sur migas al amparo de las luchas civiles, o se ven obli gen al complicarse la gestión administrativa, con gados a intervenir en las mismas en virtud de alian nombres variados y con misiones no siempre bien zas poco afortunadas. Para las guerras de Norman- delimitadas: bailes, prebostes, almirantes y justicias. día, o ante las serias ofensivas castellanas, hay que Poco a poco la administración de justicia y la re contratar tropas, muchas veces extranjeras, con gran caudación de pechas y tributos generales escapan a la des dispendios. competencia del merino. La función judicial está en Las contiendas fronterizas tienen lugar en las zo comendada en su grado inferior a los alcaldes locales nas tradicionalmente conflictivas: Corella y Cintrué- y de valles, de los que cabe apelar a los alcaldes ma nigo frente a Alfaro; Sangüesa con Sos y el Real; fron yores o del mercado, nombrados directamente por el teras de Guipúzcoa y de Álava. El reino, especial rey, y con residencia en las principales villas del rei mente en sus fronteras, estaba erizado de castillos, no; sobre ellos hay un alcalde mayor de Navarra, y el torres y plazas fortificadas, muy numerosas, aunque tribunal de la Cort, de que ya hemos hablado. de poder defensivo muy desigual. En lodos ellos ha El merino se emplea cada vez más en el orden bía alcaides pagados por el rey. Aun así, lo más que público, defensa de las fronteras y de los campos, y se evitaba era la entrada del enemigo en los castillos lleva a cabo una justicia sumaria contra malhechores y ciudades fortificadas, donde se refugiaban los veci públicos y bandidos. Desde 1350 la merindad de las nos de los contornos, pero no el saqueo de aldeas y Montañas se reparte entre dos merinos; hay, además, destrucción de cosechas. Éste era el principal daño a sozmerinos y otros funcionarios subalternos. En la que estaba expuesto el reino en las guerras exterio tierra de Ultrapuertos no hay merinos, agrupándose res, ya que éstas solían ser escasamente mortíferas. el territorio en tres bailías: San Juan de Pie del Puer La debilidad militar del reino explica los equili to, Micxa-Ostabares y La Bastida de Clarenza. brios diplomáticos de Carlos 11 ante las graves con tiendas civiles de Castilla y la intervención de las Grandes Compañías. Defensa del reino Para la defensa del reino había lo que podríamos Aspectos económicos llamar un ejército relativamente permanente, forma do por unas 200 caballerías y mesnadas, encomen La escasa potencia bélica del reino se debía, dadas a ricoshombres, caballeros y escuderos. Por aparte de su reducida extensión territorial, a la pro cada una se cobraba 400 sueldos, con la obligación gresiva disminución de su población y al agotamien de mantener caballo, armas y un compañero a pie, o to de sus fuentes de riqueza como consecuencia de cuarenta infantes; este servicio debían prestarlo du las pestes y de las guerras. Esto ocurre, precisamen rante cuarenta días al año. te, cuando el reino tiene que enfrentarse con las mo En la guerra defensiva participaban también los narquías vecinas en trance de expansión territorial y pecheros de la comarca, que además contribuían con de concentración de poder. Por otra parte, al tratar dinero o personalmente a la reparación de las forta Carlos III de instalar la realeza con el lujo y refina miento de la corte de los reyes y grandes señores nes del siglo XIV eran 28 las ferrerías explotadas, y franceses, arrastraría al reino a unos gastos muy su cuya localización conocemos. En 1385-1386 se esti periores a sus posibilidades, ya que no se alumbran maba la producción en unos 4.000 quintales; el be nuevas fuentes de riqueza. Así, las pestes, las guerras neficio para la corona fue de 3.000 libras en 1379 y y los lujos de la corte conducen a un empobreci de 700 florines en 1388. Interesado el rey en que no miento progresivo de la clase productora más nume se redujera la producción de hierro, solía hacer a sus rosa que sigue siendo la de los cultivadores del cam propietarios remisión de pechas para que repararan po. sus ferrerías y trabajaran en mejores condiciones. La Los recursos naturales con que contaba el país producción no sólo bastaba para las necesidades del no eran muy grandes. Su base era la agricultura, sin reino, sino que se exportaba regularmente a Aragón. que haya excedentes para una exportación aprecia- Poco éxito tuvieron las tentativas de mejorar las ble. Suele importarse aceite de Aragón, y Carlos III se industrias locales e introducir otras nuevas. Los pa preocupó por fomentar las plantaciones de olivos, ños de lujo eran todos importados. Carlos II quiso para lo que dictó una ordenanza en 1399. Muy apre instalar en 1365 una industria de paños en Estella, ciadas eran las viñas, cuyo límite alcanzaba zonas trayendo de Zaragoza un pelaire, un tintorero, un te montañosas donde hoy no se cultiva, como en co jedor y ocho mujeres para hilar y cardar la lana; otro marcas situadas al norte de Pamplona y valles de la intento se hizo en 1372 para instalar la industria en merindad de Sangüesa. La merindad de las Monta Tudela con artesanos traídos también de Zaragoza. ñas, pobre de recursos agrícolas, lo mismo que Ul Tampoco tuvieron gran éxito los intentos de Carlos trapuertos basaba su economía principalmente en la III para mejorar la pequeña industria de paños y tin cría de cerdos; de aquí se abastecía Pamplona, y otra torería de Tudela. parte menor se enviaba a Bayona. En cuanto a las rutas comerciales, Navarra ha Un esfuerzo especial se hizo para beneficiar las dejado de ser el paso obligado para el comercio de minas e introducir explotaciones nuevas. En 1340 el Castilla con Europa, al poder contar con la ruta te florentino Paolo Girardi extraía de las minas de Urro- rrestre de Guipúzcoa, y sobre todo al abrirse las ru bi cobre y plata por valor de 1.647 libras. En 1362 tas marítimas de los puertos del Cantábrico. El co Carlos II reactiva su explotación; en 1391 son ale mercio, en lo que puede apreciarse por los peajes manes los que buscan minas por encargo del rey; al conservados, es de poco volumen, y tan sólo para el año siguiente se hicieron ensayos en las montañas de abastecimiento del reino, más un comercio de tránsi Cinco Villas buscando minas de plata; nuevos maes to de pescado entre Guipúzcoa y Aragón. tros mineros llegan en 1394, y al siguiente vienen de Alemania buscando cobre y plata. La atención seguía centrada en Urrobi, aunque también se hicieron re- conocimientos en otros sitios. Las finanzas del Estado No obstante, las únicas minas rentables y regu Tres etapas podríamos distinguir en cuanto a la larmente explotadas eran las de hierro, cuyas «ferre- administración financiera, que corresponden a los rías» se extendían por todo el Pirineo desde Roncal a reinados de Felipe de Evreux y Juana 11 (1328- Guipúzcoa; eran explotadas por particulares pagan 1349), Carlos II (1350-1387) y Carlos III (1387- do un canon, o bien el rey se hacía cargo de toda la 1425), pues no olvidemos que la gestión personal de producción para revenderla por su cuenta. Desde los reyes no sólo orienta la política internacional, 1368 las minas de hierro eran monopolio real, y eran sino toda la vida económica del reino. explotadas directamente por la corona o por conce sión a particulares con ciertas condiciones; en este Durante el reinado de Felipe de Evreux, los in caso el rey solía comprar la producción, que reven gresos ordinarios bastaban para satisfacer las necesi día a mayor precio. dades normales del Estado; sólo se votó una «ayuda» para constituir la dote de la infanta María al casar con En 1376-1377 era comisario real para las ferre- Pedro IV (1338). rías Sancho de Mayer, quien compró en diez meses 11.190 quintales, con un valor de 11.522 libras. A fi Con Carlos II estas «ayudas» acordadas por las 212 Cortes a petición del monarca, se hacen anuales. Los calonias menores, u otorgando, también en arriendo, motivos no faltan: para la coronación del rey; para las peajes o alcabalas. frecuentes guerras con Francia, Aragón y Castilla; Los ingresos ordinarios sufren escasas oscilacio para fortificación del reino; dotes de infantas; expe nes. La pecha, a la que sólo estaban sujetos los la dición a Albania del infante don Luis, etc. No bas bradores no hidalgos, suponía el 60 ó 70% de los tando estas «ayudas graciosas», el rey recurre a prés mismos; otros ingresos ordinarios eran los peajes, tamos, en principio voluntarios, en la práctica forzo pechas de judíos, minas de hierro, confiscaciones y sos, no sólo de judíos, sino de funcionarios, caballe condenas, etc. La recaudación de pechas se mantie ros, eclesiásticos, concejos, etc.; ante necesidades ur ne prácticamente estacionaria, pues no aumentan en gentes, el rey ofrece como garantía joyas -las joyas de la proporción en que suben los precios o se devalúa la reina fueron varias veces empeñadas-, o el perdón la moneda; se recaudaba, como sabemos, en dinero de tributos o la compensación en tierras. Carlos 11 in y en especie; hasta 1370 lo recaudado en dinero su troduce una forma especial de «ayuda», conocida pera a lo recaudado en especie, luego ocurre lo con con el nombre de «alcabala», a imitación de lo que trario, ya que, aun siendo invariable la cifra pagada venía haciéndose en Castilla: el pago de ciertas can en especie, los precios se han elevado por la inflación tidades por las transacciones comerciales; autorizada monetaria. Es interesante señalar que el orden de como una nueva «ayuda» o impuesto extraordinario, contribución por merindades a los gastos ordinarios y por tanto, temporal y pasajero, acaba por generali era, en la primera mitad del siglo XIV, Ribera, Estella, zarse y renovarse periódicamente con tasas diversas. Sangüesa y Montañas; luego, el orden es, Estella, Con Carlos III no se dan ya los préstamos for Sangüesa, Ribera y Montañas. zosos y se generaliza el préstamo a interés -interés a Hemos señalado cómo, especialmente desde veces elevadísimo-, pero la paz en las fronteras no Carlos 11, los ingresos extraordinarios rebasan am supone una reducción de las cargas al contribuyen pliamente a los ordinarios. Según los cálculos de Za- te; los costosísimos viajes a Francia, los lujos de la balo, a quien seguimos, mientras los ordinarios osci corte y las fastuosas construcciones reales de Olite y laban entre las 30 y 40.000 libras, los extraordinarios Tafalla consumían cantidades a veces mayores que fueron del orden de 62.603 libras para 1370, 50.206 las que antes se empleaban en la guerra. Así, los gas para 1380, 118.799 para 1390 y 80.541 para .1400. tos del «hostal» -la corte del rey, desde las personas reales a lacayos y servidores- que con Carlos II as cendía de 10.000 a 31.000 libras entre 1360 y 1380, subió en el año 1390 a 124.700 libras; en esta cifra La m oneda se incluyen las fiestas de la coronación, ya que el «hostal» de reyes e infantes fue de 59.700 libras, en Un recurso de emergencia utilizado por los re el año 1400 los gastos del «hostal» llegaron a yes era el de «quebrar» la moneda, es decir, fabricar 68.684 libras. moneda de más baja ley, con el mismo valor nomi Para prevenirse ante imposiciones imprevistas, nal. Siendo la moneda un monopolio real, esto per los pueblos prefieren pagar una cantidad alzada al mitía al monarca obtener pingües ganancias, pero le año -pecha tasada-, que luego distribuyen entre los convertía en el primer falsificador de moneda. El vecinos. La norma, que ya venía aplicándose desde desbarajuste que con ello se introducía en los pre finales del siglo XII, ahora se generaliza, Para el rey cios, había movido a las clases burguesas a intervenir supone el poder contar con unos ingresos seguros, en la vida pública, obligando a los reyes a jurar que con independencia de la reducción del vecindario o sólo acuñarían una moneda «en su vida», o a mante de las malas cosechas; así, puede asignar sueldos o ner la moneda vigente durante doce años, y no hacer pensiones sobre las pechas de los pueblos. No obs más que una acuñación en todo su reinado; pero no tante, ante situaciones extremas, que no dejan de ser siempre se cumplía. En el siglo XIV era normal, al frecuentes, los reyes suelen condonar o reducir el comienzo de cada reinado, autorizar al rey a acuñar pago de pechas en forma colectiva o individual, o nueva moneda, para lo que se concedía la «ayuda» conceder moratorias. La recaudación se facilita tam del monedaje. Así se hizo con Luis Hutín y Felipe de bién arrendando a los concejos o al mejor postor las Evreux. De él estaban exentos los nobles, a no ser 213 que tuvieran heredades pecheras, y los eclesiásticos, acredita crecimiento de población; no obstante, pa si no se dedicaban a actividades mercantiles. rece que la población del reino siguió aumentando -pese a algunas epidemias parciales- hasta los años El otorgado a Carlos II en Cortes de Estella 1401 y 1411, en que nuevas pestes dejaron sentir sus (1350) fue a razón de 8 sueldos por fuero; pero la efectos, de los que todavía se hace eco el censo de moneda que acuñó -los «carlines»- era de tan baja 1428. ley que pronto se desacreditó, y ante las generales protestas tuvo que hacer nuevas emisiones en 1355: Tal vez la merindad mejor documentada en este carlines blancos y carlines negros o prietos, con un aspecto sea la de Estella, que también era la de ma valor de un sueldo blanco por dos negros, estable yor densidad en 1330. En 1350 había perdido el ciéndose pronto la equivalencia de 12 dineros blan 62% de su población, sin duda a consecuencia de la cos por 22 negros, equivalencia que se mantendría peste de 1348, y hasta 1366 sufre un descenso que hasta 1370. A imitación de Pedro IV, y más por razo puede calcularse en el 77% de las cifras de 1330. De nes de prestigio, hizo una corta emisión de moneda bió seguir una recuperación del potencial humano, de oro: los florines. no fácil de concretar por falta de datos, pero en el re cuento de 1428 se cifra en 3.981 el número de sus Desde 1355 hasta 1375 parece que las cecas na vecinos frente a 3.103 desaparecidos. Como causa varras estuvieron inactivas. A partir de esta fecha se principal, aparte de la peste de 1400, se apunta la observa una fuerte elevación de precios: es conse guerra con Castilla, que hizo descender la población cuencia de la inflación monetaria provocada directa de las villas y valles fronterizos: San Vicente, Laguar mente por el rey al rebajar la ley de la moneda. El dia, Bernedo, Viana, Labraza y valle de Lana. Con «provecho de la moneda», como se decía, suponía de respecto a la villa de Estella se dice «que estos sesen momento saneados ingresos: 12.000 libras negras en ta años acá, poco más o menos, son disminuidas y 1380; 30.000 en 1385, data culminante de la infla cerradas... por mortaldades 482 casas, poco más o ción. Pero con el desbarajuste introducido, se incita m enos». ba la actividad de multitud de falsificadores, y, a la vez, la alteración en los cambios establecidos por el En la merindad de Sangüesa, y para la misma fe rey en ordenanzas sucesivas, producían desconcierto cha de 1428, se señalan como causas de la despobla entre las gentes. Para detener al rey en esta política ción, aparte de las «mortaldades» (epidemias), ios de «quebrar» la moneda, las Cortes le concedían cambios de residencia de los labradores por no po nuevas «ayudas». Es de advertir, sin embargo, que la der soportar las cargas a que estaban sometidos. La política de los reyes navarros no se diferenciaba mu merindad de las Montañas no acusa las bruscas osci cho de la que seguían los monarcas vecinos. laciones de población que notamos en la de Estella. Una de las zonas más densamente pobladas, parece haber sido la de Ultrapuertos, que con el 12% de la extensión del reino tenía el .15% de la población en La población 1353. Parece que la población de Navarra alcanzó su mayor densidad en el primer tercio del siglo XIV, para sufrir un rápido colapso a mediados de siglo, Estructuras sociales con ocasión de la Gran Peste (1348), descenso que prosigue -ya que hubo otra peste en 1362- hasta el La presión fiscal repercute en forma distinta so año 1366, en que se alcanza la cota más baja. De esta bre los diversos grupos sociales, dando lugar, en oca fecha data el censo más completo, que permite cal siones, a un mayor desajuste entre la situación eco cular la población total del reino en unos 18.219 fue nómica y la condición jurídica de sus individuos. Por gos; de los núcleos urbanos, Pamplona y Tudela so otra parte, las exenciones económicas de que gozan brepasan ligeramente los 1.000 fuegos; le sigue Este determinados grupos hará especialmente apetecible lla con 865 y, por encima de Sangüesa, que no llega su pertenencia a el, lo que se traducirá en la conce al millar, está Laguardia con 637. Algún censo parcial sión de privilegios individuales o colectivos de exen de la merindad de Sangüesa, para el año 1370, no ción; todo ello provocará una gran confusión entre 214 los encargados de la percepción de impuestos, pues balleros, infanzones o hidalgos) están exentos del la clase o grupo social se traduce, fundamentalmen pago de pechas e impuestos ordinarios, asi como del te, en la sumisión o no al pago de terminados im monedaje (1350, 1353), pero deben contribuir a puestos. En un siglo de gobierno de la Casa de otras «ayudas» (1366); no obstante la terminología Evreux no sólo se producen cambios en cuanto al resulta confusa, y mientras en algunas localidades, número y distribución de sus habitantes, sino que las como Pamplona, hidalgos e infanzones se identifican distintas clases sociales acusan una gran movilidad. y no pagan monedaje (1350), en Corles, Ribaforada, Según los estudios de Juan Carrasco para el si etc., los hidalgos están exentos y los infanzones pa glo XIV, la población de Navarra podía agruparse en gan. Los francos o ruanos -com o también se les lla 1366 en los siguientes porcentajes: sobre un 46,4% ma-, no pagan pecha, pero si otros impuestos ordi de población pechera (labradores) y un 1 , 1 % de narios (lezdas, sello, calonias, etc.), así como mone mora, se alineaban un 2 2 ,6% de francos y manos, daje y «ayotdas». más un 3,3% de judíos y un 15,5% de hidalgos. Los Los clérigos tenían régimen jurídico propio, no clérigos calcula Carrasco serían unos 1.800. A éstos sólo en lo judicial -tribunales eclesiásticos-, sino en habrá que añadir los ricoshombres, que no figuran lo económico, pues el obispo actúa como recaudador en los censos fiscales. de sus clérigos; pagan ayudas y préstam os al rey, y Si estas cifras pueden reputarse como aproxima los clérigos rurales pagan, además, pechas por sus das desde el punto de vista fiscal, no nos dan idea tierras propias. Desde Carlos II los reyes navarros muy clara de la situación económica y de la condi mostraron resistencia a la política centralista de los ción social, efectiva, de los distintos grupos, así como papas de Avignón, lo mismo en cuanto al nombra de su distribución por las distintas merindades. miento de obispos que en el aspecto fiscal, hacién dose cargo de los «espolies» episcopales. Tras la re En este último aspecto, la distribución era muy sistencia mostrada a la muerte de Arnaldo de Barba- desigual. Respecto a los hidalgos parece acusarse una zán (1 355) por la designación de un obispo extran tendencia a su disminución al correr de los años: Tíl jero para la sede de Pamplona, la Santa Sede se abs dela, que en 1350 tenía un 30% de hidalgos, en tuvo de otorgar la mitra de Pamplona a extranjeros, 1366 se habían reducido al 15%; Sangüesa, que en decorando con ella a servidores o familiares de la di 1366 tenía un 23%, en 1428 eran 17,30% ;la merin- nastía reinante a suplicación de los monarcas. A la dad con mayor número de hidalgos era Ultrapuertos, muerte de los obispos Miguel Sánchez de Asiain con 66% en 1366, y la menor Estella con 9%, la ma (1364) y Bernart de Folcaut (1377), Carlos II se in yor parte instalados al sur u oeste de la capital; Pam cautó y dispuso de lodos sus bienes muebles. Carlos plona-Montañas tenía en 1366 un 24% de hidalgos. III se apoderó en 1403 de los bienes dejados por el Respecto a los francos, eran en Estella el 19% de su cardenal Martín de Zalba, y dando un paso más ha población; en Sangüesa el 20%; en la Ribera el cia el regalismo, no mucho después de la muerte del 32,4% y en Pamplona-Montañas el 33%, incluyendo cardenal Miguel de Zalba, confió a su hijo bastardo entre ellos la capital, siempre en 1366. Los labrado Lancelot (1408), la administración de las temporali res eran en Estella el 64%, en Sangüesa el 55%, en dades de la iglesia de Pamplona mientras la sede es Montañas el 42%, en la Ribera el .35,6% y en Ultra tuviera vacante. puertos el 33%. Los porcentajes de labradores en los valles montañosos de Sangüesa y Pamplona son mu Sobre los moros pesaban impuestos especiales; cho mayores, llegando al 100%, a la vez que parece en ocasiones resultaban tan gravosos, que en 1345 reducirse la proporción de francos o ruanos y de ju los moros de Cortes se ausentaron del reino, y hubo díos, siempre en beneficio de los labradores. Desde que reducirles la pecha. los finales del siglo XIV se nota una progresiva con Los judíos se agrupaban a efectos contributivos cesión de hidalguías o infanzonías colectivas en los en cinco aljamas (Tudela, Pamplona-Monreal, Este- medios rurales, siempre a efectos fiscales, que pro lia, Viana y Funes), sobre las que pesaban también ducirán un aumento un tanto artificial de esta clase tributos especíales y mayores que los de los cristia social. nos, que los mismos judíos se encargaban de recau Hemos visto cómo los nobles (ricoshombres, ca dar. No olvidemos que la fiscalidad de un labrador, y 215 aun la de un comerciante, es mucho más fácil que la rentables, y el rey prohíbe que sus labradores entren de un prestamista. Según las Ordenanzas de 1392, en la guarda ni encomienda de aquéllos, so pena de un Rabí Mayor actuaba de coordinador de todas las los cuerpos (1337). Una disposición general fue to aljamas para la recaudación de impuestos; en cada mada en Cortes de 1342 para que los hidalgos no aljama comparte su oficio con los ordenadores, car pudieran acoger en «comienda» a ningún collazo del go de elección popular, y, tras sucesivas subastas y rey, de orden o de ruano, «ca más razón es que sean pujas, surgen los tríbutadores, remadores, diputa en comienda de nos o de nuestros officiales que non dos, etc. El primer Rabí Mayor con arreglo a la Or de otro ninguno». denanza fue Juce Orabuena, médico real, quien tenía Las clases ciudadanas conservan su nivel de un sueldo anual de 100 florines de oro de Aragón, vida, y pueden adquirir tierras -en las que a veces estaba exento de pecha y gozaba de otras franquicias. plantan viñas- para ayudar a su economía familiar. La inmensa mayoría de los navarros vivía del «Unas cuantas estirpes burguesas -dice Martín Du campo, bien cultivándolo directamente o percibien que- dedicadas al comercio, al cambio de moneda y do sus rentas. Los ricoshombres y reducidos grupos a la banca, con una base patrimonial y un prestigio nobiliarios dominan el mundo rural, mientras que afirmados desde la centuria anterior, aciertan a vivir los francos o ruanos gobiernan el medio urbano. Si intensamente y aprovechar la coyuntura favorable a los judíos gravitan, en buena parte, sobre el medio los negocios que representó la generación de Carlos urbano, la Iglesia -y especialmente desde que en II, y multiplican su fortuna. Paralelamente, tienden a 1320 el obispo renunció al señorío de Pamplona- monopolizar las magistraturas urbanas, van ganán dose la confianza de los soberanos y conquistan asi obtiene sus principales ingresos en el medio rural cargos de relieve e influencia en la administración Así, nobles, burgueses, judíos y labradores sufrirán la central y territorial, ocupan buenos beneficios ecle creciente presión fiscal en formas distintas y en pro siásticos prestigiosos y rentables, llegan a conseguir porciones diferentes. la mitra de Pamplona, como los Folcaut y los Zalba, Las más directamente afectadas serán las clases y aun dos de éstos obtienen el capelo cardenalicio». rurales. Aunque su condición jurídica mejora desde En líneas generales hay un aumento de la población el siglo XIII, su situación económica se hace cada vez urbana sobre la rural, especialmente en Pamplona; más difícil. Sin duda en siglos anteriores las clases aumentan los asesores jurídicos de la corona y otros consumidoras -especialmente las empleadas en la funcionarios al hacerse más técnicas las tareas de la guerra y en la Iglesia- vivían modestamente, no dife justicia y de la administración en general, y con Car renciándose mucho de las gentes del campo en lo los III aumentan los servidores de la corte, que viven que a comodidades de la casa y lujos de la mesa se de rentas de la tierra y de sueldos, todos los cuales refiere. Pero ahora se acentúan sus diferencias con las vienen a engrosar la población urbana. Es de señalar clases más elevadas de la sociedad; cada vez se hace que en Sangüesa la población urbana, estimada en más uso de la moneda, aunque persisten los pagos en 1366 en 443 fuegos y en 1400 en 441, desciende en especie de pechas y rentas. No son raros los casos de 1428 a 274. abandono de pequeños núcleos rurales al no poder La crisis rural repercute muy especialmente so pagar las pechas. Los censos fiscales registran el nú bre la nobleza tradicional, ya que tanto la presión fis mero de personas que no pueden pagar la pecha o cal, como las mayores necesidades que sienten los que la pagan reducida; de aquéllos, que podemos ca nobles al adaptarse al nuevo tono de vida, debe ser lificar de pobres de solemnidad, eran en 1330 en la soportada por los labradores. Algunos de los graves merindad de Estella el 2% de los fuegos varones y el enfrentamientos que tuvo Carlos II con las clases no .36% de los femeninos; en 1350 el porcentaje de po biliarias habría de buscarlos en la reducción progre bres, incluyendo los que pagaban alguna cantidad siva de sus rentas, que tratan de compensar obte era el 23%. En otras meridades el 22%. niendo mercedes de los reyes de Castilla. En ocasio Los pecheros oscilan entre seguir con su señor nes la desesperación de los labradores provoca le solariego o hacerse de realengo. Muchas veces los ri vantamientos, como en Falces, cuando en 1357 ata coshombres, caballeros y escuderos tratan de au caron a la comitiva del infante don Luis, gobernador mentar el número de sus protegidos, que resultan del reino, poniendo en peligro la vida de éste; mu 216 chos fueron ahorcados, y se confiscaron las cosechas Carlos III otorgó a Juan de Bearne, casado con y ganado de la mayor parte de los vecinos; en 1370 Juana, hija bastarda de Carlos II, el título de barón de tenían que ir gentes de armas a las tierras de Mixa y Beorlegui (1391); a Bertrán de Ezpeleta hizo vizcon Ostabares, cuyas gentes 110 querían pagar algunos de de Valderro (1408); a Godofre de Navarra, hizo impuestos. conde de Cortes (1411); su sobrino Felipe de Nava rra, hijo natural de su hermano bastardo Leonel, fue En resumen, disminución de la productividad nombrado vizconde de Muruzábal y de Val de Ilzar- de las tierras, con empobrecimiento de sus cultiva be (1424); a Luis de Beaumont, hizo conde de Lerín dores y de los que viven de sus rentas; desarrollo de (1425). Para mantener el prestigio de sus casas, se les una burguesía poco numerosa, pero cuyos ingresos otorgan señoríos con grandes rentas, y, lo que hasta crecen extraordinariamente, y que tenderá a equipa entonces había sido excepcional, con jurisdicción, rarse a la aristocracia de la sangre con la que irá em que comprendía en muchas ocasiones la alta y baja parentando. Sobre ésta se irá montando una nueva justicia. En todo ello se ve la influencia castellana, nobleza. manifiesta desde el último tercio del siglo XIV. Para mayor esplendor de la corte, Carlos III creó a imitación de otras francesas, una Orden caballeres Nobleza y aristocracia ca y puramente honorífica, titulada del lebrel blanco o de la b o rn e Jo i, cuyos caballeros lucían largos mantos A lo largo del siglo XIV se produce un desplaza y collares de oro o de plata de los que colgaba un le miento en el estamento nobiliario. Junto a los ricos- brel de plata. En la cúspide de esta jerarquía nobilia hombres de vieja raigambre navarra, con bienes raí ria colocó el principado de Viana, título creado en ces en una y otra vertiente del Pirineo, se destacan 1423, a imitación de lo que se hacía en otros reinos, hombres de armas en los que el rey -Carlos II, espe para que lo ostentara el heredero de la corona, que a cialmente- depositan su confianza y obtienen merce la sazón era su nieto Carlos, hijo de doña Blanca. des que les elevan a los primeros puestos de la corte; Por último, Carlos III propagó la creación de los también parece notarse en la segunda mitad del siglo mayorazgos o mayoríos, en virtud de los cuales las un cierto predominio de las familias hidalgas de Ul tierras otorgadas a ciertos nobles quedaban vincula trapuertos, como si las continuas guerras hubieran das al heredero mayor. La creación de estos señoríos reducido el número de infanzones en condiciones de y vinculaciones suponen una nueva estructuración empuñar las armas en la Navarra cispirenaíca. Entre de la propiedad y de las rentas del país, cuyas conse los nuevos ricoshombres, algunos son bastardos rea cuencias se notarán en los siglos siguientes. Sobre la les, o que enlazan con hijas bastardas de los reyes, antigua ordenación en ricoshombres, infanzones, uniendo a su riqueza y prestigio de clase el de su si francos y labradores se monta esta nueva nobleza, tuación en la corte y el afecto que sobre ellos vuelcan con grandes rentas y con justicia civil y criminal, cu los reyes, y que se traduce en la concesión de pin yos dominios se asientan en la mitad inferior del rei gües señoríos y de los primeros títulos nobiliarios. no, y en íntimo contacto con Castilla. Algunos de es Ésta será la política seguida, muy especialmente, por tos nuevos señores, como los Slúñiga, Dávalos y Carlos III. Hurtado de Mendoza eran, a la vez, grandes señores Las más altas dignidades de la milicia eran el al castellanos. férez y el mariscal. Con Carlos II era alférez Martín Enríquez de Lacarra, descendiente por línea bastarda de Ennque I; su hijo del mismo nombre fue hecho mariscal por Carlos III; desde 1379, y hasta su muer Cortes, fueros y legislación te en 1432 ostenta el cargo de alférez Charles de Beaumont, sobrino de Carlos II; el hijo de éste, Luis En el siglo XIV las Cortes del reino, cuyo proce de Beaumont, casado con Juana, hija bastarda de so formativo veíamos en capítulos anteriores, funcio Carlos III, fue hecho condestable; en 1411 Godofre nan con regularidad. Se les llama Cort General, Curia de Navarra, bastardo de Carlos III era hecho maris G en eral o simplemente C orl, pero que no debe con cal. fundirse con el tribunal de justicia del mismo nom 217 bre. También se habla, a la manera francesa, de los Juan de Jerusalén. Las buenas villas con derecho a Tres Estados. asistir son unas dieciocho, número que fue aumenta Ante las Cortes son coronados los reyes y alza do por Carlos III. Si todos tienen su puesto en la ce dos sobre el escudo; el rey jura los fueros y recibe el remonia de la coronación y jura real, en ocasiones juramento de los Estados; se ocupan de la designa menos solemnes la representación del clero puede ción de herederos de la corona, tutores y regentes, y faltar. De aquí la fuerza creciente de la representación en 1397 se resisten las Cortes a prestar un juramen de las buenas villas, especialmente cuando se trataba to en blanco en relación con el gobierno del herede de oponer reparos a la concesión de «ayudas». ro y sucesor de Carlos III, «en caso que en guerra, Es de advertir que el monarca, a través del Con bataílla o otrament su persona sería empachada e sejo Real, desarrollaba también una importante acti fuera de su franca e liberal voluntat». Intervienen vidad legislativa dictando Ordenanzas de aplicación también las Cortes en ciertas causas criminales (re general. Así, Carlos II dicta ordenanzas sobre alzas tos, quebrantamiento de treguas), las cuales se veían (1351), sobre labradores y judíos (1351), organiza a veces fuera de las Cortes para no alargar éstas. Las ción de la Cámara de Comptos (1365); Carlos 111 so Cortes suplican al rey la reparación de agravios, y se bre organización y funcionamiento de la Cort (1387, reúnen con frecuencia para acordar el subsidio o 1413), sobre bienes censales (1401), sobre el modo «ayudas» que han de otorgar al monarca, así como de probar las obligaciones contraídas por los judíos para legislar, es decir, para «mejorar los fueros». Del (1417), privilegio de la Unión de Pamplona (1423), respeto y consideración que las Cortes merecían a etc. A través de las Cortes se dictaron disposiciones Carlos III nos da idea el hecho de. que habiendo re bajo Felipe de Evreux sobre el procedimiento a se cibido en 1416 una embajada del Concilio de Cons guir en orden a los duelos judiciales entre hidalgos, tanza y del emperador para que sustrajera el reino a tan frecuentes en Navarra a mediados del siglo XIV la obediencia de Benedicto XIII (Pedro de Luna), no Es posible que para mayor ilustración de los encar quiso publicar la ordenanza correspondiente hasta gados de dirimir estas pruebas, se recibieran en Na no convocar a los Tres Estados del reino, «pues no podía hacer otra cosa sin menoscabo de su honor». varra las disposiciones del Fuero Real (IV, 21), que aparecen copiadas en varios manuscritos del Fuero Hemos aludido ya al Amejoramiento del Fuero General con el título De reptorios. General hecho por Felipe III y Juana II en Cortes de Pamplona de 1.3.30; otras varias reformas legislativas Pese al deseo de los reyes y de la administración llevó a cabo este monarca en sucesivas reuniones de central de unificar la legislación -que ya se anunció Cortes; reinando Carlos III se haría otro Amejora- en el Amejoramiento de 1330-, los pueblos seguían miento de los fueros en Cortes reunidas en 1418. La apegados a sus legislaciones o fueros locales. Esta necesidad de recursos en que se debatía la corona adscripción a uno u otro fuero afectaba tanto a go hará que las Cortes se reúnan con frecuencia, en la bernantes como a gobernados, ya que se ponía a dis segunda mitad del siglo XIV, para votar las «ayudas», cusión la pena aplicable y las calonias a percibir. Re que tienen carácter voluntario, aunque en realidad cordemos que e.1 rey o sus agentes percibían un por no lo son en absoluto, pues no faltan medios a los re centaje en las multas impuestas no sólo por delitos yes para presionar sobre las Cortes. penados en todo el reino, sino por infracción de las La composición de las Cortes conoce pocos ordenanzas de cada concejo, y muchas veces resulta cambios a lo largo de un siglo. El estado de la noble ba difícil, averiguar cuál era el fuero que debía apli za lo integran los ricoshombres y los caballeros, que carse bien en cada localidad o a personas determina asisten en número aproximadamente igual; los pri das, según su clase social. Las Cortes de Olite de meros están cada vez más vinculados a la realeza por 1417 volvieron a acordar que se igualasen los fueros enlaces familiares o por los cargos que ocupan en la de los pueblos, y para ello se nombró una comisión, corte o en el Consejo. Por el estado eclesiástico solían pero sin resultado, pues los funcionarios reales si asistir el obispo de Pamplona, deán de Tudela, prior guieron aplicando penas y percibiendo sus derechos de Roncesvalles, abades de Irache, Leire, Iranzu, Fi- de acuerdo con el Fuero General o los fueros de Vi tero, Urdax, La Oliva y el prior de la Orden de San gueta, de San Martín de Estella, de las Montañas, etc. 218 La corte rey; predominan los franceses, aunque los hay tam bién navarros; hay juglares de cuchillos, de boca -sin La corte de los reyes de la Casa de Evreux será duda recitadores o cantores de poesías- de arpa, un trasunto de la de los reyes de Francia. Si con la di cuerda, viola, laúd, citóla y órgano; todos reciben re nastía de Champaña percibimos ya una fuerte in galos del rey, y a veces los becaban «por ir a las es- fluencia de la Francia del Norte, a partir de Felipe de cuellas», es decir, a especializarse en sus artes. Evreux, en que los reyes vuelven a residir en Pam Aficionados a la caza, especialmente Carlos III, plona, su hostal es una réplica, en pequeño, del de la enviaba halconeros a Flandes o a Inglaterra a que le Casa real francesa. Fue el mismo Felipe de Evreux proporcionaran halcones, y el duque de Bretaña, el quien trajo el modelo de hostal que regía en la casa mariscal de Rieux y otros personajes le regalaban le de su padre que, como sabemos, era hijo de Felipe breles blancos, perros para la caza del zorro, etc. Car III el Atrevido. los 11 tenía un león y una leona que le había regala Al frente del hostal figuran uno o dos m aestres do Pedro IV, y se hacía acompañar de estos animales, del estamento de los clérigos o de los caballeros, y en llevados en andas. Carlos 111 siguió cuidando este pe cada departamento u oficio otros m aestres con un nú queño zoo, que aumentó con otros animales más o mero variable de servidores (escuderos, clérigos, va menos exóticos -casi todos servidos a través de Ara léis). D epartam entos tradicionales eran la botillería o gón-, y que animaban los jardines y estancias reales: escanciería, panadería, cocina, frutería, escudería y un camello, un avestruz, cinco cisnes, una mona, etc. furrielería, estos últimos encargados de alimentar y Aficionados también a las fiestas de toros, hacían tra mantener en buen estado los caballos del rey y los er «matatoros» de Zaragoza o de Castilla, aunque equipajes para viajes. Otros departamentos y servi otras veces actuaban diestros del país. Hombre ca cios eran la cámara (con diversos camareros o cham prichoso, pero de caprichos caros, Carlos 111 se gas belanes, ujieres, barberos, etc., que a la vez se ocu taba en un diamante la mitad de los ingresos ordina paban de la enfermería y botica), guardarropa, capi rios de un año, colecciona monedas y lleva a su co r lla y lim osnas. te a un artífice para que le fabrique un astrolabio y una esfera armilar. La reina tenía su propio hostal, aunque sin duda menos numeroso cuando los esposos residen en el De una esplendidez, rayana en la prodigalidad, mismo lugar, y también ios infames con su confesor, hacen a sus cortesanos y servidores magníficos rega médico, juglares o ayas y maestros. Sí Felipe de tos. Lo mismo en las alegrías que en los actos fúne Evreux sólo esporádicamente residió en Navarra, y bres hacían alarde de esplendidez. La infanta María, apenas pudo montar con carácter permanente todos hija de Carlos II, se hacía acompañar en 1365 de un los servicios de su casa, Carlos íí y sobre todo Carlos séquito de 26 personas, 2 frailes, 13 pobres y dos pe III se rodearon de una multitud de servidores. rros; cuando llegó a Cherburgo el convoy que iba a tomar posesión de la plaza (1394), Carlos III celebró Carlos 111, muy aficionado a la pompa, en sus el acontecimiento vistiendo a 400 pobres; a tas exe viajes a Francia trataba de emular a los grandes se quias de ta infanta Juana, hija de Carlos 111 (1413), ñores franceses, y se hacía acompañar de un brillan asistieron 40 pobres con hachas y vistiendo sayal y te séquito de caballeros, prelados y capellanes, li capirotes; el día de Navidad de 1405 sentó la reina a mosneros, físicos, astrólogos, pajes, heraldos, halco su mesa a 3 3 4 personas, y en navidad de 1421 aco neros, juglares, ministriles, trompeteros, etc.; y de gió el rey a 200 invitados; para festejar Carlos III el sus viajes volvía cargado de tapices y paños lujosos, privilegio de la Unión de Pamplona (1423), «fizo joyas de alto precio y muebles para decorar sus pala conbit» al alcalde, justicia, jurados, prelados, caba cios, y también de artistas -escultores, orfebres, relo lleros, etc., en total 336 personas; el día de jueves jeros- para que se los fabricaran en Navarra. santo de 1424 «tuvo sala» en Tafalla y asistieron el Un internacionalismo, muy propio de las cortes Príncipe de Viana, el conde de Cortes, el mariscal, su principescas de la época, flotaba por la corte de na hija bastarda juana y otros muchos, hasta un total de varra. Carlos ÍI acoge a juglares y ministriles de las 148 personas, más tres pobres. Una fiesta, que ya era más variadas procedencias, de paso de corte en cor tradicional en el palacio de Oiite, consistía en coro te, pero hay otros con residencia habitual junto al nar el día de ios Reyes Magos a un muchacho del 219 pueblo, con el título de «rey de la Faba», a la vez que María de Viana, aguja de la torre de San Pedro de era regalado por los reyes. Olite, y buen número de iglesias parroquiales en ám bito rural. En 1391 se hunden las naves de la catedral de Pamplona, destruyendo el panteón real, lo que mo Aspectos culturales: vió a Carlos III a interesarse por su reconstrucción. artes y letras Se inició la obra de 1394, según planos de Perrin de Simur, y hasta 1425 se habían comenzado con el La ordenación administrativa introducida por la apoyo del rey la nave central y la del evangelio; el Casa de Evreux había concentrado el poder en la mo obispo Sancho Sánchez de Oteiza (1420-1425) se narquía y en la Iglesia, y en ésta la sede de Pamplo encargó de la reconstrucción de la parte correspon na era la mejor dotada. Los mayores recursos se tra diente a la nave de la epístola. ducirán en las construcciones que se emprenden y en las obras de arte que en ellas se acumulan. Pero si Aparte de la escultura que decora los templos ci Felipe de Evreux, por residir con frecuencia en París, tados, es obra de primera magnitud el sepulcro de no cuidó de disponer en Navarra de residencias con Carlos III y de la reina Leonor, labrado para la cate fortables, Carlos II emplearía buena parte de sus re dral de Pamplona por Johan Lome de Tournay, artis cursos en la guerra, y sería Carlos 111 el que daría un ta que trae Carlos III de su viaje a Francia en 1411, mayor impulso a las artes civiles, tanto a la arquitec En 1413 comienza la labra del sepulcro, que termi tura palaciega, como a las artes decorativas e indus naría, con interrupciones, en 1420. El mismo artista triales, así com o a la música. dirigiría algún tiempo la construcción de la catedral de Pamplona, teniendo como ayudante a Juan de En cuanto a orientaciones artísticas, continuó la Bruselas; falleció en Viana en 1449. Otra obra de es intensa corriente de intercambios, establecida desde pecial interés es el sepulcro de mosén Francés de Vi- hacía un siglo, entre Francia y Navarra, pero que llaespesa, en la catedral de Tudela, también dentro de ahora se abre a horizontes más amplios, de acuerdo la escuela de Borgoña. con la intensa vida internacional de la monarquía de En cuanto a la pintura mural, es pieza funda Evreux: Italia a través de Avignón, Inglaterra por las mental para lodo el arte europeo la gran pintura re amistades de Carlos II y Borgoña con Carlos III. presentando la Pasión de Cristo, que se hizo para el De las construcciones eclesiásticas, el monu refectorio de la catedral de Pamplona, obra fechada mento más considerable es la catedral de Pamplona. en 1330 y firmada por Juan Oliver. Se trabaja activamente en su claustro, que estaría ter Se trata de una composición muy equilibrada, minado en sus lineas generales en la primera mitad obra de un artista que conoce las últimas aportacio del siglo XIV, y que es, sin disputa, el mejor claustro nes internacionales en el arte del color, lo mismo en gótico de Europa, tanto por sus elegantes proporcio pintura que en miniatura o vidriería, en obras locali nes, como por la riqueza escultórica y por las pintu zadas en Toulouse y en Westminster, en Rouen y ras que se acumularon en él y en sus dependencias. Evreux; ello sin olvidar la importante aportación de En relación con el taller escultórico centrado en la la escuela italiana, sienesa en particular, que por catedral -y en el que trabajaron artistas franceses, in aquellos años comenzaba a llegar con intensidad a gleses y alemanes- están otras construcciones que se Francia, a través de Avignón. Otras obras de consi emprendían en Navarra o en su vecindad: portadas derable interés, que permiten que se hable de una es de Santa María de Ujué y de Santa María de Laguar- cuela navarra de pintura mural, son las del segundo dia, claustro (desaparecido) de Roncesvalles y capilla maestro que en Artajona decora la iglesia de San Sa de San Agustín, portadas de las catedrales de Hues turnino con escenas del legendario traslado del cuer ca, Vitoria, etc. po de San Saturnino desde Saint Denis a Toulouse; Algunos templos románicos se amplían con está dentro del estilo gótico lineal, en relación con grandes naves góticas, como los de Leire (de 14 m.) obras pertenecientes al campo de la miniatura y vi y Ujué (de 12,50), y se emprende la construcción de driería, guardando parentesco con otras del Langue- otros con gran empuje: iglesias de San Pedro y Santa doc y con las del mismo Oliver. En Gallipienzo y en 220 Olleta otros artistas, el primero más tosco, el otro palacio, donde hoy está el Parador Nacional de Tu más delicado y expresivo, decoran sus iglesias a me rism o. diados del mismo siglo XIV Multitud de artistas, que el rey traía de sus via Las primeras influencias italianas se reflejan en jes a Francia, o que eran contratados en Castilla y una segunda decoración de la torre del Campanal de Aragón, decoraban las estancias con artesonados do la iglesia de San Pedro de Olite, y que nos muestra la rados, vidrieras, yeserías mudejares, azulejos, pintu capacidad de evolución del taller navarro; más den ras, etc. En 1411 se llevaron de Pamplona a Olite una tro de la corriente italiana, y en la misma catedral de serie de tapices lujosos, alguno al parecer regalo de Pamplona, está la que decoraba el muro oriental del San Luis. Un viajero alemán, que en 1442 recorría las claustro, que recoge pasajes del ciclo de la Natividad, cortes europeas, decía: «Seguro estoy que no hay rey obra de hacia 1350-1370, donde ya se acusa el arte que tenga palacio ni castillo más hermoso, de tantas de la escuela Toscana, lo mismo que en la del sepul habitaciones doradas». Completaban el palacio be cro del obispo don Miguel Sánchez de Asiain, de llos jardines con plantas adquiridas en Valencia: to análoga cronología. En los comienzos del siglo XV -y ronjales, cipreses, mirtos, palmas, rosales de Alejan obra ya plenamente italiana- habrá que colocar las dría, etc. delicadas figuras de ángeles que todavía decoran el La vida cortesana era a la vez centro de otra ma sepulcro de los vizcondes de Zolina en los citados nifestación artística, ya tradicional en Navarra: la claustros. música. Carlos II desde el comienzo de su reinado Los reyes de Navarra no contaron con residen protegió y tuvo a su servicio al famoso poeta-músico cias dignas, y de su plena propiedad, hasta que a fi Guillaume Michaut, quien para consolarle mientras nes del siglo XIV emprendieron la construcción o el monarca estuvo en prisión, escribió el poema ampliación de sus palacios de Tafalla y Olite. En «Confort d' Amí». Hemos aludido al gran número de Pamplona el rey solía residir en el palacio llamado ministriles y juglares de arpa y boca que pasaron por del obispo, porque, cedido por Sancho el Fuerte al su corte; una prueba de su internacionalismo es que obispo de Pamplona, seguía sin embargo habitado al concurso de ministriles celebrado en Bruselas en por los monarcas en disputa con los prelados; otras 1366 asistieron artistas enviados por los reyes de Di casas, palacios o castillos que el rey utilizaba como namarca, Navarra y Aragón, y de los duques de Lan- residencia (Puente la Reina, Sangüesa, Estella, Tie- cáster, Baviera y Brunswick. Pero no parece que Car bas, etc.) eran reparados y acondicionados cuando el los II contara con una capilla musical propia para el rey iba a habitarlas. Corresponde a Carlos II, y sobre servicio del culto divino en su capilla. Carlos III, más todo a Carlos III, la construcción de los palacios de selecto en sus gustos, contó con una capilla real que, Tafalla y Olite. Este fue, sin duda, mucho más im según Anglés, podía ponerse al lado, y aun competir portante. con las mejores capillas reales de Europa. Puede do cumentarse desde 1396, y sus primeros cantores La idea de emprender estas grandes construc proceden de Avignón. Es interesante que en 1400 ciones le vendría a su regreso del primer viaje a Fran contara con niños para la ejecución de la polifonía, y cia. No sería tampoco ajena la reina doña Leonor, que para instrucción de los mismos se compusiera que conocía las construcciones palaciegas levantadas un libro encargado ajohan Huguet en 1401; la m a por los Trastámaras, especialmente en Segovia. El he yor parte de los cantores eran franceses, otros italia cho es que en el verano de 1399 empezaron las obras nos; en 1416 hizo traer músicos de Venecia para to de Olite, como ampliación de un viejo palacio, que mar parte en las fiestas de la corte. ya se documenta en el siglo XIII; corresponde al es pacio situado detrás de la iglesia de Santa María, y En lo que afecta a los estudios superiores, las que los documentos llaman Palacio de la Reina. Por Universidades más frecuentadas en el siglo XIV por las mismas fechas se iniciaría el cuerpo central y más los estudiantes navarros eran las de Avignón y Tou- importante del palacio, con la cámara del rey y «ga louse, y sus principales concurrentes, y que alcanza lería sobre los toronjales»; las ampliaciones siguieron ron mayor número de grados fueron los canónigos entre 1402 y 1414 hacia la torre de los Cuatro Vien del cabildo de Pamplona y los dominicos. Carlos II tos, emprendiéndose más tarde, la reforma del viejo había comenzado a edificar un Colegio en Ujué, y la 221 obra quedó interrumpida por la guerra con Castilla el de Pamplona, donde estudian varios bastardos rea en 1378; también otorgó subvenciones para seguir les, y el de Olite, que dependía del abad de Montea- estudios universitarios, política que intensificaría ragón. Carlos 111. Según Goñi Gaztambide, entre 1351 y En cuanto al lenguaje, el romance navarro se 1423 hay noticia de que la corona dispensó su pro castellaniza intensamente, y los romances occitanos tección a 46 estudiantes. De los Estudios de Gramá tienden a desaparecer en todos los burgos de francos tica aparecen acreditados: el de Sangüesa, a donde desde mediados del siglo XIV Carlos II envió en 1367 para su instrucción a sus tres sobrinos, Tristán de Beaumont, Lanzarot y Charlot; 222 BIBLIOGRAFIA Sobre la administración y hacienda del reino en el si la politique économique de Challes le Mauvais en Navarre. glo XIV es fundamental, J. Z a b a l o Z a b a l e g u i , La adminis «Actas del Primer Congreso Internacional de Estudios Pi tración dd reino de Navarra en el siglo XIV, Pamplona, 1973. renaicos», t. VI, Zaragoza 1952, pp. 95-107; E. G o y h e n e - Además, L a c a r r a , Las Cortes de Aragón y Navarra en el si c h e , Lclcvagc des porcs en Basse-Navarre 6 4 5-652; E I d o a t e , Un formulario de la Cancillería navarra d'études régionales», Pau 1966, pp. 11-22; del mismo. 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H o n o r e D u v e r g e , Notes sur 223 CAPITULO XV Doña Blanca de Navarra y el príncipe Carlos de Viana (1425-1461) de España acabarían por incorporarse los de sus res on la muerte de Carlos III se inicia el proce pectivas vertientes. so de descomposición del reino de Navarra. A la paz y equilibrio interno sucede una siembra de odios partidistas que se prolongarán has C Juan II y Blanca de Navarra ta la incorporación de Navarra a Castilla en 1515. Si hasta 1425 el reino de Navarra gozaba de un El nuevo rey de Navarra, conocido como Juan II prestigio entre las monarquías de Occidente, pese a (1), era, como hemos dicho, uno de los «infantes de su escasa extensión y poder material, después, sólo Aragón» de que nos habla Jorge Manrique, muy bien será una pieza de discordia entre los reinos circun heredados en Castilla, y deseosos de gobernar este dantes. reino en su propio provecho. De ellos lal vez don Instrumento eficaz de esta crisis es la personali Juan era el más intrigante y el de más empuje. Como dad arisca de Juan II, rey consorte de Navarra, y el dice su panegirista Alonso de Falencia, desde los carácter apocado de su hijo Carlos de Viana. Pero veinte años empezó a enredarse en la guerra y a pe aunque la actuación de las primeras figuras sea deci learse con escasos contingentes contra nutridos ejér siva en las monarquías medievales, otros factores aje citos, sin que nadie le viera abatido en la adversidad. nos al reino y a sus gobernantes contribuirían a acen Tras su aclamación como rey consorte, pronto se tuar este desequilibrio: mientras las monarquías ve volvió a Castilla, dejando el gobierno de Navarra en cinas reagrupan sus territorios, aumentan su cohe manos de su señora natural, la reina doña Blanca. sión interna y fortifican la autoridad real, Navarra, sin unidad interna, se verá gobernada por una mo 1. Recordemos que Luis el Hutfn habla tenido con su esposa narquía cuyos dominios cabalgaban a ambas vertien Clemencia de Hungría un hijo, Juan el Póslumo, que vivió del 14 al 19 tes del Pirineo, y sin posibilidad de defenderlos. En de noviembre de 1316. Las Cortes de Olile de 1329 le reconocieron la reagrupación de territorios, los reyes de Francia y como rey legítimo. 225 Pero ahora volverá a mezclarse en todas las intrigas salió de Castilla, la corte de Juan II dio muestras de decorado con los títulos de rey de Navarra y conde hostilidad. A la vez el rey de Aragón y sus hermanos de Ribagorza, este último otorgado por su hermano reforzaban la liga familiar y se concertaban para en Alfonso V de Aragón. trar en Castilla con gente armada. Don Alvaro de En su pugna por alcanzar la voluntad de su cu Luna se adelantó, confiscando las posesiones de los ñado y homónimo Juan II de Castilla, necesita ex infantes, para repartirlas entre la nobleza y sumar pulsar del círculo de la corte a don Alvaro de Luna, partidarios. Por eso, cuando los aragoneses penetra lo que consigue en septiembre de 1427. Pero las ri ron en Castilla por Ariza (junio, 1429), no hallaron validades entre los nobles vencedores eran tales, que el eco que esperaban. cuatro meses después don Alvaro regresaba triunfan Sí bien la lucha se desarrolló principalmente en te, acompañado, precisamente, por el rey de Navarra la frontera aragonesa, pronto se propagó a Navarra, y su hermano el infante don Enrique. Un éxito de pues los castellanos atacaban simultáneamente por la don Juan fue el concertar el matrimonio de su her linea del Ebro y por las fronteras de Álava y Guipúz mana Leonor con don Duarte, heredero de Portugal coa. Clave de la defensa era Estella, cuyas fortifica (16 febr. 1428). Con ello los infantes de Aragón ciones fueron rápidamente reparadas. La ímprepara- completaban el cerco familiar de Castilla, ya que su ción del país era total. El tesoro estaba exhausto; la hermano Enrique había casado con Catalina, herma reina doña Blanca tuvo que vender sus joyas en Bar na del monarca de Castilla. Otro éxito fue el tratado celona; don Juan daba orden de vender los censales firmado en Tordesillas el 12 de abril, de mutua ayu muertos hasta alcanzar la suma de 15.000 florines; da entre los tres soberanos de Navarra, Aragón y Cas los Tres Estados ordenaban recoger toda la plata de tilla; don Juan ostentaba en este acto la representa las iglesias para darla en préstamo a mercaderes de ción de su hermano el rey de Aragón. Pamplona. No mucho después, don Juan regresaba a Nava No hay que decir, que la guerra era totalmente rra, En Castilla se le hizo ver discretamente que su impopular en Navarra. Doña Blanca hizo gestiones presencia constante no era grata; de otra parte, la rei para salvaguardar los intereses del reino, separando na doña Blanca le instaba al regreso, ya que, entre otros asuntos importantes estaba todavía pendiente la guerra de Navarra de la de Aragón. Sus enviados la ceremonia de la coronación. Antes, las Cortes reu hicieron ver que no podía emprenderse una guerra nidas en Pamplona (9 agosto, 1427) habían jurado sin justa causa y sin guardar ciertas formalidades; como heredera a la infanta dona Leonor, en defecto que los castellanos atacaban precisamente por las tie del primogénito Carlos y de su hermana Blanca, y rras que constituían su dote y los dominios de su sus tutores juraron en nombre de ella guardar los hijo el Principe de Viana; que don Juan había hecho fueros y libertades del reino. La coronación y unción a su hijo donación de todas las tierras de Castilla de tuvo lugar en Pamplona el 18 mayo de 1429, y allí las que ahora se incautaba el monarca, sin que ni ella los Tres Estados juraron como rey a don Juan p or el ni el príncipe le hubiera hecho agravio alguno. Fra derecho que a vos pertenesce por causa de la reina y sein- casadas las negociaciones separadas, prosiguió la nora, propietaria del dicho reyno de Navarra, y a doña guerra con dureza, perdiéndose San Vicente de la Blanca como nuestra reina et seinnora natural. Los ju Sonsierra, Cabredo, Genevilla y Laguardia, esta últi ristas navarros no desaprovechaban la ocasión de ma en 1430 tras gran resistencia. puntualizar bien los derechos que asistían a cada uno Por fin, en julio de 1430, se firmaron en Maja de los monarcas y su distinta relación con los súbdi no, aldea de Soria, unas treguas por cinco años, en tos. las que para nada se habló de las posesiones castella nas del rey de Navarra. Una comisión arbitral de ca torce miembros, siete por cada parte, estudiaría las Guerra con Castilla reclamaciones y cuestiones pendientes. Don Juan premió la colaboración prestada por mosén Pierres Mientras tanto, la guerra rondaba las fronteras de Peralta con las villas de Peralta y Falces, y la ju de Navarra. Ya en 1428, tan pronto como don Juan risdicción baja y mediana. 226 Gobierno de dos: Laguardia, Assa. Tudején, Buradón, Gorriti, To- donjuán y doña Blanca lonio. Toro, Castejón, Araciel y Sartaguda: Briones, aunque bajo el señorío personal de donjuán, queda En todo lo relativo a la administración del reino ría incorporado al reino de Castilla. Lo importante entendía directamente doña Blanca, pero si acciden para el rey de Navarra era la cláusula incluida en el talmente don Juan se hallaba en Navarra, las órdenes tratado por la que se concertaba el matrimonio entre aparecen firmadas por los dos. Ninguna disposición el príncipe de Asturias, don Enrique, y la infanta de gobierno aparece dada por donjuán sin la aquies doña Blanca, hija mayor de los reyes de Navarra. Con cencia de la reina. En 1429 se había concedido una este matrimonio recuperaba Medina del Campo, Ol ayuda de 80.000 florines para la guerra y en 1431 se medo, Roa, Coca y Aranda de Duero, mas el mar acordó otra por la misma cantidad. Como en Majano quesado de Villena, que don Juan entregaba como se había acordado una tregua, no una paz, hubo que dote de su hija, y que podría administrar durante seguir manteniendo tropas en la frontera. Por otra cuatro años, hasta que el matrimonio se consumara. parte, la pérdida de las cuantiosas rentas castellanas Se convino también que el novio entregaría en con debían ser compensadas con «ayudas» del reino de cepto de arras 50.000 llorínes. El matrimonio per Navarra. mitiría al rey de Navarra -padre político del futuro monarca castellano- seguir interviniendo en la polí Ahora bien, Navarra apenas podía sufragar las tica de Castilla. necesidades de donjuán, siempre en aumento, apar te de que el reino había quedado muy dolido de la reciente contienda. Una encuesta sobre la población y riqueza de Navarra hecha en 1428 había revelado Matrimonio de los infantes la gran despoblación y el empobrecimiento general del país a consecuencia de las mortandades. Don Donjuán y doña Blanca tuvieron un hijo, Car Juan había podido contar con el apoyo de su herma los, nacido en 1421, que ostentaría el título de Prin no Alfonso V, pero éste, enfrascado en los asuntos de cipe de Viana, creado para el por su abuelo Carlos Italia, se desentendía de las contiendas de sus her 111, y tres hijas: Juana, que sólo vivió tres años (1422- manos. Don Juan, para convencer a su hermano, 1425), falleció en Olite y fue enterrada en el conven hizo un rápido viaje a Italia (junio 1434-dic. 1435), to de San Francisco de lúdela; Blanca, nacida en en el que tuvo lugar la espectacular captura de los 1424, y Leonor, que nació en 1426. dos reyes en Ponza y su no menos inesperada libera Primero se concertó el matrimonio de Leonor ción y regreso de don Juan a la Península. Mientras con Gastón de Foix, hijo de Juan, conde de Foix, tanto (1435), las Cortes de Navarra otorgaban una que, según vimos había quedado viudo en 1413 de ayuda de 44.500 libras, de las cuales 34.500 serían Juana, primogénita de Carlos llly hermana de la rei para el rey y el resto para la reina. na doña Blanca. Se asignó a la infanta una dote de A su regreso de Italia, donjuán llegaba con un 50.000 florines de Aragón sobre las villas de Falces, nuevo título: el de Lugarteniente general de Valencia Miranda y Larraga. Gastón de Foix llevaba el título y Aragón, puesto que no abandonaría más que para de vizconde de Castelbón, y su padre se comprome ceñir la corona, mientras Alfonso V seguía en Italia. tía a dejar a su hijo como sucesor en todos los domi Su residencia habitual será Zaragoza. El rey de Nava nios de la casa de Foix, salvo en los vizcondados de rra convencido de que su hermano no regresaría de Lautrec y de Villemur, que el conde se reservaba para Italia, se apresuró a iniciar negociaciones para una dotar a su segundo hijo. Los prometidos eran toda paz con Castilla. Ésta se firmó en Toledo el 22 de vía muy jóvenes -ella tenía ocho años y él once-, por septiembre de 1436, y constituyó un éxito diplomá lo que la boda no se celebraría hasta 1441. tico del navarro. Las rentas que recuperaba no eran La boda de Blanca y Enrique de Castilla, con tan grandes: 21.000 florines anuales, de los que certada en 1436, se retrasó hasta 1440, también por 6.500 serian para doña Blanca y el Príncipe de Via- la temprana edad de los contrayentes. Ésta tuvo lu na, más otros 10.000 anuales en rentas. Se acordó la gar en Valladolid, en el momento oportuno, es decir, devolución a Navarra de las villas y castillos ocupa cuando el rey de Navarra, tras un nuevo destierro de 227 don Alvaro de Luna, disponía del poder en Castilla. de los momentos más agudos de la lucha por el po Pero, como dicen los cronistas de la época, «la boda der en Castilla, entre la liga de nobles, a la que apo se hizo quedando la princesa tal qual nasció, de que yaba el rey de Navarra, y don Alvaro de Luna. En todos ovieron gran enojo». marzo de 1441 hizo algunas gestiones para evitar el * La elección de novia para el Príncipe de Viana rompimiento, pero sin éxito. Dos meses después, fa era asunto más complicado, ya que el nuevo matri llecía la reina en Santa María de Nieva. Su marido no monio habría de recoger no sólo la herencia de Na pareció enterarse. Metido de lleno en la lucha caste varra sino la de la Corona de Aragón, a la que su pa llana, la liga de nobles logrará capturar al rey en Me dre estada llamado a suceder. Ni en Castilla ni en dina del Campo (28 junio), y en adelante, y durante Portugal había princesas casaderas; tampoco tenía dos años y medio, don Juan de Navarra dispondrá hijas el conde de Foix; la hija mayor del rey de Fran como amo y señor del gobierno de Castilla. cia sólo tenía diez años. Don Juan pensó en la casa En su testamento de 17 de febrero de 1439 dis de Borgoña, la más importante de Francia después ponía doña Blanca su enterramiento en Santa María de la casa real. La elegida fue Inés de Cleves, hija de de Ujué; pero enterrada en Santa María de Nieva, na Alfonso de Cleves y de María de Borgoña, y sobrina die cuidó de señalar especialmente su sepultura ni de por tanto del duque Felipe de Borgoña. La elección, trasladar sus restos a Ujué. Años más tarde, su hija desde el punto de vista político y económico no fue Leonor dispuso que se trasladaran a Nuestra Señora un acierto. La familia de Cleves no era rica, pues toda de la Misericordia de Tafalla, pero tampoco se llevó a su riqueza le venía de la casa de Borgoña. Sus padres efecto. habían tenido diez hijos -tres varones y siete hijas- e Doña Blanca dejaba a su hijo don Carlos como Inés era la tercera, nacida en 1422. La boda se cele heredero universal en el reino de Navarra y ducado bró en Olite el 30 septiembre de 1439. de Nemours, y en todos los otros bienes que tuviera o pudiera tener, bienes que serían trasmitidos a sus hijos y descendientes de legítimo matrimonio, prefi Muerte de la reina (1441) riendo los hijos a las hijas. Aunque el príncipe -d ice- pueda titularse y nombrarse después de nues tra muerte, a título de heredero y por derecho reco La reina doña Blanca pronto inició a su nuera en nocido, rey de Navarra y duque de Nemours, no obs la vida piadosa de la corte, pues el ambiente en que tante, le ruega encarecidamente que por el honor de aquella se movía no podía ser más opuesto al que ro bido al rey su padre, no tome esos títulos sin su be deaba a su marido. Frente a la actividad trepidante de éste, la reina vivía recogida en sus devociones, en nevolencia y bendición. Si el primogénito Carlos mo fermiza, rodeada de médicos que con frecuencia eran ría sin hijos o descendientes legítimos, el reino de Na varra y el ducado de Nemours y demás bienes irían a moros y judíos a los que contagiaba su piedad. Sepa rada de su marido, está sin embargo pendiente de su otra hija la infanta doña Blanca, trasmitidos en la sus pasos. Cuando su prisión en Ponza manda en misma forma, es decir, con preferencia de sus hijos sobre sus hijas, y a falta de éstos, a su otra hija Leo cender velas por la salud y venida del rey y por la paz nor y sus descendientes. de Castilla. Pero el desvío de don juán hacia la reina es patente. Ella se encierra en una devoción exaltada El Príncipe de Viana, afirmó en su testamento y mística, multiplicando sus actos de piedad. En ológrafo, hecho durante su prisión en Zaragoza 1433 hizo una peregrinación a la Virgen del Pilar, (1453), que «la reyna mi señora, al tiempo de su acompañada del príncipe Carlos, y con este motivo muerte, de su mano les scrivió que, ella fenescida, le instituyó una cofradía con ribetes de Orden caballe levantasen luego por rey e señor suyo, la qual scrip- resca, a la que tendrían acceso con el príncipe quin tura, fecha por mi notificar al rey, mi señor, sin la de- ce varones y nueve damas. xar publicar, en peijuyeio mió fue mandada rasgar por su alteza». Doña Blanca, que había acompañado a su hija en las bodas con el príncipe de Asturias, ya no re No sólo no entraba en el ánimo de donjuán el gresó a Navarra. De Valladolid fue en peregrinación abandonar su título real, sino que no habían pasado a Guadalupe. Su salud se resintió. Coincidía con uno seis meses de la muerte de doña Blanca, cuando ya 228 planeaba un nuevo matrimonio, ahora con Juana En 1441), vio que podía dilatar la solución definitiva de riquez, hija del almirante de Castilla, el más podero la herencia, y le otorgó el nombramiento de Lugarte so señor de este reino. niente general del reino. Carlos, aun protestando de que el nombramiento «parecía ir en petjuicio del de recho de propiedad que tenía al reino», se dejaría lla mar Lugarteniente general «por respeto a la persona El gobierno del Príncipe de Viana del rey su padre, y no porque le reconociera derecho alguno sobre el reino». Poco después de su matrimonio, el Principe de La administración del príncipe no era todo lo Viana es autorizado por el rey su padre para firmar escrupulosa que debiera, conduciéndose en esto órdenes de gracias y provisiones, que tendrían el como un gran señor de su tiempo, liberal y dadivoso mismo efecto que si las firmara el rey. En ausencia hasta el despilfarro. Es espléndidamente premiado el del padre, y ocasionalmente de la madre, se titulará círculo de sus amigos, y entre éstos la familia de su «por la gracia de Dios, Principe de Viana, primogé ayo y principal consejero don Juan de Beaumont, nito, heredero y gobernador general de Navarra y prior de San Juan de Jerusalén, que era nieto de don duque de Gandía» (1440). Al año siguiente, cuando Luis de Beaumont, duque de Durazzo y hermano de cumplía los veinte años, hereda el reino por muerte Carlos 1!. Con ello echaba la semilla de las graves dis de su madre. cordias que vendrían después. Como los ingresos or Pero el príncipe carecía de dotes de mando. dinarios no bastaban, según sabemos, para sostener Aunque había recibido una educación militar propia los gastos ordinarios del reino, el príncipe reúne re de un caballero de su tiempo, sus aficiones iban ha gularmente las Cortes para obtener las «ayudas» co cia las letras y las artes, y su ocupación habitual se rrespondientes. Estas se cobraban por cuartas partes, rian las fiestas y diversiones, para las que el palacio de tres en tres meses, y se conocían con el nombre de de Olite ofrecía un marco maravilloso. Los precepto «cuarteles»; era costumbre que el rey, y ahora el prin res que le había puesto su padre -el bachiller Alfon cipe, «remitiera» o perdonara el pago de cuarteles, so de la Torre, el poeta Pedro Torrellas, su escudero bien como gracia especial, o porque el favorecido y mayordomo, y otros- continuaron en la corte de prestaba especiales servidos al rey o al reino. Olite tras el matrimonio del príncipe. Aficionado a la Don Juan, muy ocupado en Castilla, no inter caza y a los animales salvajes, que ya eran tradición viene sino rara vez en los asuntos del reino, y esto en el palacio de Olite, le gustaban, al igual que a su cuando necesita dinero. padre y abuelo, los trajes lujosos, las joyas y los mue bles suntuosos. Las comidas y los bailes volverán a animar los salones del palacio, donde pululaban bu fones, locos y enanos al servicio de los príncipes. Intervención de don Juan Su matrimonio con Inés de Cleves traería a la En 1444 surgen las primeras dificultades para corte de Navarra las modas y gustos de Borgoña, la donjuán, cuando don Alvaro de Luna vuelve a regir más famosa corte de Occidente por sus lujos, sus los negocios de Castilla y la liga nobiliaria pasa a la fiestas y sus caprichos. Estos años de 1440 a 1448, oposición. Donjuán se presentó en Pamplona y em en que muere la princesa, serían, sin duda, los más pezó a organizar la defensa ele la frontera de Castilla. felices de la vida del príncipe y los más animados de Como tiene intervenidas sus rentas castellanas, se ve la corte de Olite. obligado a recurrir al tesoro de Navarra para pagar a La muerte de la reina doña Blanca debería haber los servidores que le habían acompañado en Castilla. abierto la sucesión al trono, de acuerdo con las leyes Estudia los recursos que puede sacar de Navarra y la del país. Pero a donjuán resultaba muy duro renun forma de reclamarlos, y para ello hace que le remitan ciar al título rea! que venía ostentando desde hacía la carta de juramento que hizo al tiempo de su coro dieciséis años, para resignarse a la simple condición nación, Tal vez date de entonces la primera manifes de heredero de Aragón. En una entrevista que tuvo tación de resistencia del príncipe y de su consejo con su hijo en Santo Domingo de la Calzada (nov. ante las pretensiones de donjuán. El príncipe expu 229 so secretamente a sus consejeros las pretensiones de se pensó en casar a éste -que acababa de enviudar- su padre de lograr «por vías indirectas» derogar los con una hija de aquél. Pero en Navarra no encontra derechos que él tiene como «seynor propietario de ba el rey apoyo suficiente para sus magnos proyec este regno», y una de ellas era la de convocar Cortes, tos. cosa que hasta entonces venía haciendo el príncipe. Las relaciones entre don Juan y su hijo fueron Sus consejeros se inclinaron por obrar con pruden haciéndose cada vez más tirantes. Don Juan había cia, ya que su padre estará pocos días en el reino, y contraído matrimonio con la hija del almirante de es preferible hacer las oportunas protestas escritas, Castilla (13 julio 1447), sin habérselo siquiera noti pero no públicas, para evitar los escándalos que so ficado al reino; ahora trataba de casar a su hijo, ha brevendrían en las Cortes que se estaban celebrando ciendo de él un peón más de sus proyectos castella esos días. Las Cortes reunidas en Olite (dic. 1444), nos. votaron una ayuda de 32.000 florines, de los que 13.000 serían para los gastos del rey. En los últimos días del año 1449 hace donjuán su aparición en Tudela, y nombra nuevos colectores Tras este primer éxito, donjuán se considera au y comísanos para la recaudación de cuarteles y orde torizado para que, una parte de las ayudas votadas en na que se abra una información sobre las rentas or Cortes, se otorguen expresamente para los gastos del dinarias del patrimonio real, así como de las enaje rey, con independencia de las que se concedan para nadas de la corona desde la muerte de Carlos III. El el príncipe o las necesidades del reino. Después de su día 31 de diciembre se instala en Olite, seguido de derrota de Olmedo (19 mayo, 1445), el rey se pre un ejército de servidores y de nobles castellanos sentó en Tudela (6 junio). Las Cortes que en 1446 arruinados, que se acogen a la generosa hospitalidad habían votado en Falces seis cuarteles para el soste que don Juan les brinda en su reino. Con él viene su nimiento del príncipe, volvieron a votar en Olite hijo natural, Alfonso de Aragón, maestre de Calatra- (1447) cinco cuarteles más, tres para el rey y dos va. Desde el primer momento actúa como soberano, para el príncipe, estos últimos para pagar también las sin guardar hacia el príncipe las menores atenciones. gentes de armas que defendían algunos lugares, aun que protestando las Cortes por su deseo de que se Dos cosas le preocupan principalmente: ofrecer restableciera la paz. En 1448 se votan dos cuarteles desde Navarra un nuevo frente contra Castilla y ob para pagar lanzas y fortificar las fronteras, y como tener del país los recursos necesarios para la guerra y consecuencia de ello se. trabaja en la fortificación de para instalar decorosamente a su séquito castellano. Olite con maestros bretones. La intervención de don Para mayor agilidad funciona ahora una Diputación Juan en la recaudación y cuentas es cada vez mayor, de los Tres Estados, que, a la vez permite ejercer una y va desplazando al príncipe y sus colaboradores. En mayor presión sobre sus miembros. Convoca una 1449 da orden de que se le remitan los libros y es- reunión de Cortes en Olite, y sale para Zaragoza don crituras de la Cámara tocantes al patrimonio y rentas de simultáneamente se estaba celebrando otra reu reales. nión de Cortes. Las Cortes de Navarra votaron 27.000 florines para la guerra con Castilla, y las de La progresiva penetración de don Juan en los Aragón, de modo condicional, 15.000 libras con el asuntos navarros era una consecuencia de la orienta mismo fin. Paralelamente el rey va desplazando de ción que tomaban las cuestiones de Castilla. El 1 1 de sus puestos y privando de mercedes reales a todo el mayo de 1448 don Alvaro de Luna, en un golpe au círculo de amigos del príncipe, para repartirlas entre daz, apresó a los más conspicuos jefes de la liga no sus rivales o los recién llegados con él. Con ello las biliaria, aunque el almirante don Fadrique y el con sordas quejas que pudo haber contra la administra de de Castro pudieron refugiarse en Aragón. La nue ción del príncipe, se acentúan al mediar entre los ri va liga reconstituida en Zaragoza buscó el apoyo de vales fuertes intereses económicos. Alfonso V, y se planeó con gran amplitud: alianza con Portugal, incorporación de Murcia y Cuenca a la co Si el príncipe había volcado su apoyo sobre la rona aragonesa, sumar el reino de Navarra al nuevo familia del prior de San Juan, don Juan de Beaumont, plan ofensivo a la vez que se buscaban en él recursos el rey donjuán se apoyó en la familia de mosén Pie- económicos para la empresa. Para atraer hacia el gru rres de Peralta el Viejo, cuya hija Juana estaba casada po al conde de Haro e interesar al Príncipe de Viana, con el mariscal don Felipe de Navarra, hijo bastardo 230 de don Leonel, hermano natural de Carlos el Noble. gociaciones antes de que el príncipe concertara una Cuñado de don Felipe de Navarra era Pierres de Pe alianza con el rey de Castilla. Pero donjuán no pien ralta el Joven, que había defendido la causa de don sa en ningún momento en renunciar a la situación y Juan al frente de las lanzas navarras en Pampliega y prerrogativas logradas, que hace extensivas a su mu en Olmedo, y también, aunque de línea bastarda, je r doña Ju ana. don Martín de Peralta el Viejo, obispo de Pamplona. La fuga de don Carlos había conmovido a todas A la desconfianza del rey hacia su hijo, se unía aho las cancillerías; para Castilla la ruptura entre el padre ra la profunda sima abierta entre dos de las principa y el hijo era una excelente brecha para atacar al rey les casas del reino, alrededor de las cuales se iban don Juan; también el conde de Foix vio en la fuga del agrupando los intereses o simpatías de los demás. El príncipe la oportunidad de iniciar su intervención en Principe de Viana, sin arrestos militares ni habilida los asuntos navarros. Al fin y al cabo era, por su mu des diplomáticas, nada podía esperar en esta lucha jer doña Leonor, un eventual heredero del reino. Por contra su padre, hombre duro, tenaz y ducho en in eso, cuando don Carlos estaba en San Sebastián (28 trigas y componendas. agosto, 1450), Gastón de Foix, amparándose en su cargo de lugarteniente de Carlos Vil en el Midi, se di rigió al rey de Castilla y a don Alvaro de Luna solici La ruptura tando el exacto cumplimiento de la alianza castella na, alianza que se veía alterada al apoyar a don Luis Lo que rebasó la paciencia del príncipe, hacién de Beaumont y a los beumonteses, que eran anglofi dole ver que no había ninguna posibilidad de enten los, según decía. El rey de Castilla y Alvaro de Luna dimiento, fue la presencia en Navarra de Juana Enri- pronto se dieron cuenta del verdadero motivo de esta intromisión, y le contestaron de forma altiva que el quez, la hija del almirante de Castilla, y segunda es condestable don Luis y su hermano no eran ingleses, posa del rey don Juan. Para nadie era dudoso que y tenían verdadero derecho a entrar en Castilla, y que este segundo matrimonio hacía decaer todos los de rechos que pretendía ostentar don Juan al reino de si no fuera por la amistad que le unía al rey de Fran Navarra. Éste, asimilando las normas de derecho pri cia «le hubiera respondido por otra vía». vado al derecho público, había retenido la adminis El rey de Castilla, por su parle, ya habla envia tración del reino a título de usufructo foral, pero ese do emisarios al rey de Francia solicitando ayuda para usufructo se perdía, según el Fuero, en caso de se el Príncipe de Viana (24 agosto, 1450). El 26 de sep gundo matrimonio. Carlos, al aceptar la Lugartenen- tiembre el castellano se dirigía al conde ele Haro para cia, y contentarse con simples protestas escritas, se que trabajara en la conclusión de los tratados de paz había metido en una ruta de la que no cabía salir sino con el Príncipe de Viana a la vez que se mantenían por la violencia. Como no estaba hecho para solu contactos entre don juán y don Alvaro de Luna para ciones de fuerza, optó por la huida, y la señal fue la la firma de una paz (8 diciembre, 1450). Al rey de presencia en Olite de doña Juana Enriquez. Castilla interesaba ahondar las diferencias entre el Don Carlos se trasladó a Guipúzcoa, donde lo padre y el hijo, apoyando alternativamente a uno y a otro. Así, pues, la paz era un ardid del de Luna para encontramos en julio de 1450, y allí se le unen el engañar al de Navarra, pero indirectamente venía a condestable don Luis de Beaumont y otros partida facililar la reconciliación entre don Juan y su hijo. rios. La fuga del príncipe privaba al gobierno de don Pero ni don Alvaro, ni don Juan, ni los partidarios Juan de toda apariencia de legalidad, pues ésta se ba del príncipe confiaban para nada en ella, y cada uno saba en la ficción de la Lugartenencia y en el buen esperaba lograr sus propósitos por otras vías. acuerdo con el principe. La sorpresa y alarma, tanto del rey como de la Diputación de los Tres Estados, En marzo de 1451 el príncipe se sometió. Sen debió de ser enorme. En San Juan de Pie del Puerto timental por naturaleza, don Juan había sabido ex se alzaron don Luis de Beaumont y don Juan de plotar, una vez más, sus libras sensibles. Desde Belo- Luxa; su resistencia fue larga y tenaz, y hubo que en rado, donde estaba el 15 de marzo, pasó a San Vi viar minadores bretones. El rey y la Diputación de cente, Viana, Olite, Tafalla y Ujué, donde se encon los Tres Estados deseaban resolver el asunto por ne traba el 22 de marzo. La sumisión era total. El prín 231 cipe y sus acompañantes se comprometían a entregar das por las de Laguardia y Viana cuando éstas pasa las fortalezas que habían hecho causa común con ran a su obediencia. ellos, aunque donjuán ya anunciaba desde el primer Las tropas castellanas evacuaron inmediatamen momento que «aqueillos que han seydo inobedien te Navarra. El tratado de Puente la Reina suponía la tes, nuestra voluntad es sean castigados». Por otro ruptura definitiva entre el Príncipe de Viana y su pa lado, extrema las muestras de deferencia hacia el dre. Como dice Desdevises du Dezert, hacía diez príncipe, y hace que parte de los últimos cuarteles años y cuatro meses que el príncipe era heredero de votados por las Cortes se apliquen al sostenimiento la corona con derecho a ostentar el título de rey; no de la casa del príncipe y del rey, y los diputados se podía ser acusado de impaciencia cuando decidió re adelantan a dar órdenes de que se paguen ciertas clamar la autoridad y la independencia que le co cuentas atrasadas del príncipe. En sus nueve meses rrespondía legítimamente. La decisión, sin embargo, de exilio, tal vez su principal consuelo fue el recuer do de su amada doña María de Armendáriz. Por eso dejaría como secuela cuarenta años de guerras civi el 2 de mayo de ese mismo año le prometía tomarla les. por mujer si de ella tenía descendencia y pensó ca sarse públicamente y con solemnidad, pero fue di suadido por don Juan de Beaumont y por don Juan Guerra civil de Cardona que amenazaron con matarla para evitar y prisión del príncipe el matrimonio. El castellano no había desmovilizado sus fuerzas Toda Navarra parecía alzada en favor del prínci y seguía presionando en la fromera. Don Juan teme pe. Algunos autores modernos han pretendido pre que los partidarios del príncipe se unan a los caste sentar la lucha como resultado del enfrentamiento llanos. En el mes de agosto las tropas castellanas tradicional entre las gentes de la Montaña y las de la mandadas por el infante don Enrique penetraron en Ribera, pero no hay tal. don Juan sólo podía contar Navarra, ocuparon Buradón y avanzaron sobre Este- con las villas de la Ribera que había repartido entre lia, que fue defendida por Lope de Baquedano. A sus amigos, despojando a sus adversarios, y las pla ellas se unieron enseguida el rey de Castilla y don zas de Estella y Tudela, pero Lerín, Sesma, Mendavia Alvaro de Luna. ¿Estaba don Carlos de acuerdo con y Arellano eran fieles a la casa de Beaumont. Pam los invasores? Tal vez no, pero sí sus seguidores. Así plona, Olite y los valles de la Montaña estaban por el no fue difícil llevarle a la convicción de que había príncipe. De éstos sólo Roncal seguía a don Juan, y que llegar a un acuerdo con los castellanos y resta por esta ruta podía comunicar con el conde de Foix. blecer la paz a cambio de una alianza. Los partidos van quedando deslindados: los Be Ésta fue firmada por el príncipe en Pamplona el aumont apoyan decididamente a don Carlos, y el 7 de septiembre y por los castellanos en el campa alma del grupo es su antiguo ayo donjuán de Beau mento junto a Puente la Reina al día siguiente. Cas mont, prior de San Juan; de ahí el título de beau- tilla ofrecía al príncipe auxilios militares hasta la to m onteses con que se les conocerá en la historia; con tal expulsión de su padre del reino de Navarra; éste procuraría que se devolviera Briones al rey de Casti el rey está el mariscal don Pedro de Navarra, aunque lla; el príncipe no haría alianza ni reconciliación con el elemento más combativo del grupo es mosén Pie su padre sin acuerdo del rey de Castilla y de su hijo, rres de Peralta el Joven. Viejas querellas de dos anti ni tampoco lo harían éstos sin consentimiento de guas casas de Ultrapuertos -los Luxa y Gramont- co don Carlos, pero en cambio le ayudarían a establecer bran ahora nuevo vigor, y si don Juan de Luxa esta una alianza con el rey de Francia; don Carlos casaría ba con el príncipe, los Gramont apoyan al rey, y da con Leonor de Velasco, hija del conde de Haro, y rán a su grupo el nombre de agramonteses. Beau- Sancho, hijo tercero del de Haro, casaría con Ana, monteses y agramonteses van a ensangrentar los hija del condestable de Navarra don Luis de Beau campos de Navarra durante tres cuartos de siglo, y mont. Finalmente, el príncipe entregaría en rehenes, las rencillas de los navarros agrupados en uno u otro como garantía de cumplimiento, las villas y fortale bando perdurarán mucho tiempo después de la in zas de Larraga y Mendavia, las cuales serían cambia corporación del reino a Castilla. 232 Antes de llegar a un encuentro hubo las habi sión en que estábamos en el castillo de Monroy, a tuales gestiones para lograr una transacción. Se había donde si todo el mundo pacíficamente poseiéramos jurado un compromiso (23 octubre, 1451), cuando -dice don Carlos a su hermana Blanca- no solamen los más impacientes se lanzaron a la lucha en Aibar, te a Su Alteza, que por natura nos es padre e señor, y el principe resultó vencido y prisionero, así como mas a cualquier estrangero, cathólico o infiel, fiziéra- el condestable don Luis de Beaumont, que fue pues mos donación de todo lo nuestro por ser suelto e li to en manos de mosén Pierres de Peralta, su más bre». Esto explica que el pacto no llegara a cumplir cruel enemigo. Pero la lucha continuó en villas y se. Nadie confiaba en la clemencia e imparcialidad de campos de Navarra con extremada dureza. donjuán, y los beaumonteses no desarmaron ni en Mientras el príncipe estuvo en cautividad -has tregaron sus fortalezas. A la ira del padre se unía aho ta el 21-23 de mayo de 1453-, Navarra quedó divi ra el resentimiento del hijo ante la ofensa que con él dida en dos facciones en contienda: una que encabe se había cometido. La lucha continuó en Navarra con za el prior de San Juan con un gobierno en Pamplo mayor dureza si cabe. na y otra que manda mosén Pierres de Peralta como Mientras tanto en Castilla han ocurrido sucesos capitán general del rey en la zona que estaba bajo su de importancia, que obligarán a don Juan a proceder autoridad. Funcionan dos administraciones parale con prudencia. El día 5 de abril de 1453 era apresa las, pero funcionan mal. El rey cuenta con las plazas do don Alvaro de Luna y ejecutado tres meses des de Tafalla, Cáseda, Sangüesa y Sos -donde ha insta pués. El príncipe de Asturias -futuro Enrique IV- lado a doña Juana Enríquez para mayor seguridad- y apresura el proceso de divorcio con doña Blanca, la desde allí, por Roncal, pasa en pleno invierno a San hija del rey donjuán, pues trata de casar con Juana, Juan de Pie del Puerto, que recupera con ayuda del hermana de Alfonso V de Portugal. Los aragoneses conde de Foix (2 a 5 de enero, 1452).Don Juan cede estaban cansados de guerras, y por otra parte el prín al conde de Castro el señorío de Cascante para com cipe de Asturias, en su antigua antipatía hacia don pensarle de las posesiones que ha perdido en Casti Juan, animaba a don Carlos y sus parciales a resistir lla, al almirante de Castilla las rentas de Cortes, a en Navarra. Alfonso el Magnánimo desde Nápoles mosén León de Garro el castillo de Sangüesa la Vie daba a todos consejos de prudencia, y la reina doña ja, llamado Rocaforte. María, su esposa, llevaba a cabo por encargo suyo El príncipe estuvo primero detenido en Tafalla, una gestión de paz. El 7 de diciembre de 145.3 se y pronto fue trasladado a Tudela, Mallén, Monroyo, acordó una tregua de un año para que el rey de Cas y finalmente a la Aljafería de Zaragoza. Estando en tilla y doña María estudiaran las diferencias que se prisión se enteraría del nacimiento en Sos de su her paraban a don Juan de su hijo, tregua que fue con manastro Fernando el 10 de marzo de 1452. Antes firmada por Alfonso el Magnánimo el 16 de marzo de llevarlo a tierra aragonesa, obtuvo el rey de las au de 1455. El 21 de julio moría Juan II de Castilla y su toridades de Aragón que renunciaran a los privile hijo Enrique IV confirmaría la paz seis días después. gios de «firma» y de «manifestación», para que él y Los primeros pasos de Enrique IV fueron enca sus acompañantes -don Luis de Beaumont y don minados a liquidar las viejas contiendas entre Casti Juan de Cardona- no pudieran ser sustraídos a la lla y Aragón. El 8 de octubre de ese mismo año se justicia real. Las Cortes de Aragón, reunidas en abril acordó en Agreda la renovación de paces entre Cas de 1452, trataron de mediar entre el padre y el hijo, tilla y Aragón, y el rey don Juan, su hijo Alfonso y su y al fin el 9 de enero de 1453 era llevado el príncipe sobrino Enrique renunciaban definitivamente a sus a Zaragoza y puesto bajo la jurisdicción de las Cortes dominios castellanos por unas compensaciones en de Aragón. El 24 de mayo se fijaron las condiciones dinero. Pero si su atención por los asuntos castella que, a reserva del fallo arbitral de Alfonso el Magná nos decae, al no tener intereses directos que defen nimo, había de procurar la paz en Navarra. der, los asuntos de Navarra iban a enconarse cada Pero la concordia había sido lograda por la fuer vez más. za, sin que los mensajeros del príncipe hubieran po Aunque las treguas fueron prorrogadas hasta dido verse nunca con el rey su padre, y de acuerdo agosto de 1455, ya se habían roto las hostilidades con unos capítulos que se le enviaron a «la cruel pri por una y otra parte. ¿Quién fue el causante? En si 233 tuaciones tan tensas es difícil repartir responsabilida Salió de Navarra en mayo de 1456, dejando a des. Parece que la hostilidad era animada desde Cas donjuán de Beaumont como gobernador del reino y tilla. Don Juan de Beaumont es ahora capitán gene encomendando los negocios de su casa a su herma ral del príncipe. Con él está también su hermana na doña Blanca. Se dirigió primero a la corte de Fran doña Blanca, la infanta repudiada por el rey de Cas cia, sin obtener por este lado una ayuda eficaz. tilla. El príncipe convoca Cortes en Pamplona para el Don Juan reaccionó estrechando su alianza con 22 de noviembre, «por conveniencia y reposo del su yerno el de Foix, e hizo que los Tres Estados reu reino y por entender en lo conveniente al sosteni nidos en Estella (12 enero, 1457) confirmarán el miento del estado del dicho príncipe y de la prince pacto y proclamarán solemnemente como herederos sa, su hermana». del remo al conde y a la infanta Leonor. Donjuán de Pero para entonces el rey donjuán ha entablado Beaumont contestó convocando otras Cortes en negociaciones con el conde de Foix para tomar la Pamplona, que proclamaron a don Carlos rey de Na gravísima decisión de despojar al príncipe y a su her varra (16 marzo, 1457). Afortunadamente para don mana Blanca de los derechos al trono de Navarra y Juan, Enrique IV, antes tan afecto a la causa de su cu pasárselos a su otra hija Leonor, casada con el conde ñado el Príncipe de Viana, volvía a la alianza con de Foix. Aragón. El círculo se iba estrechando contra la causa del príncipe. El 12 de junio en Estella y el 23 de ju nio en Ejea, se firmaron nuevos acuerdos entre Jua na Enríquez y dona Leonor, que inmediatamente re El Príncipe desheredado (1455) cibió el título de Lugarteniente general por el rey su padre. Con ello fracasaban todas las gestiones que Don Juan se dirigió a los condes de Foix ofre Alfonso V había ya iniciado para llegar a un feliz en ciéndoles la sucesión en el trono de Navarra (oct. tendimiento entre el príncipe y su padre. 1455). Previamente Gastón IV debería ayudar a re ducir a la obediencia Pamplona y demás plazas re beldes; se reunirían Cortes, donde serían declarados Mediación de Alfonso el Magnánimo herederos; en las ausencias del rey, el conde sería su lugarteniente general, y ausente éste lo sería la infan Al llegar a Italia don Carlos se detuvo en Roma ta Leonor, su mujer. Como señala Desdevises du De- para ver si el papa Calixto III mediaba en su favor, y zert, el tratado no era sino una serie de decretos ile sólo encontró una actitud de cordial neutralidad. gales, pues desde la muerte de doña Blanca (1441), Con su tío Alfonso V la cosa era diferente. Alfonso don Juan no tenía ningún derecho sobre Navarra, y había desaprobado muchas veces la política de su aun admitiendo que lo hubiera conservado en usu hermano como lugarteniente de Aragón, Eran dos fructo, éste lo perdió con su segundo matrimonio temperamentos muy opuestos. Zurita le atribuye la (1447). Es más, aun cuando hubiera sido propietario frase: «Mi hermano el rey de Navarra, e yo, nacimos del reino, no estaba en sus manos el cambiar el or de un vientre,e non somos de una mente». Tenía, den de sucesión. pues, motivos para esperar que en la corte del Mag Obtenida la aquiescencia del rey de Francia, nánimo se estudiaría su caso con serenidad y se re como señor del conde de Foix, sus tropas se pusie solvería en justicia. Pero aun reconociendo el Mag ron en movimiento. Ocuparon la tierra de Ultra nánimo los derechos que asistían al Príncipe de Via puertos, y se dirigieron a Sangüesa, donde se les jun na, conocía bien a su hermano y sabía que nada po tó la infanta doña Leonor. Donjuán por su parte, se día herirle tanto como el verse privado de su digni dirigió también a Sangüesa, mientras que Pierres de dad real. Se ofreció como mediador, y los pasos del Peralta, y sobre todo su hermano Martín, se multi príncipe en Nápoles están claramente inspirados por plicaban recorriendo Navarra en todas direcciones. Alfonso V. El príncipe de Viana presionado por el norte y por el Don Carlos escribió sendas cartas a Enrique IV sur, abandonó Pamplona y decidió poner su causa en y a la ciudad de Pamplona para separar al rey de Cas manos de su tío Alfonso el Magnánimo. tilla de la estrecha alianza que en su ausencia había 2.34 establecido con los beaumonteses. Cuando le llega la Juan II, rey de Aragón noticia de que las Cortes de Pamplona le han procla mado rey, se apresura a desautorizar el acuerdo, ya Al morir Alfonso el Magnánimo, Juan 11 pasaba que, dice, había causado indignación a su tío «en el a ocupar el trono de Aragón. Pero para el Príncipe de cual sólo empués Dios restaba nuestro reparo e con Viana su situación no mejoró. Si hasta entonces su suelo». padre no había querido otorgarle el libre gobierno Sin embargo, el enviado de Alfonso V para esta del reino de Navarra, menos toleraría la intromisión misión de paz, Rodrigo Vidal, no encontró apoyo a de éste en los asuntos de la Corona de Aragón, de la que Carlos pasaba a ser heredero presunto. Como tal sus sugerencias ni en el rey donjuán ni en donjuán heredero su figura crece a los ojos de todas las canci de Beaumont. Los beaumonteses declaraban que llerías, y su matrimonio, para asegurar la descenden preferían «padecer cualquier ofensa y trabajo estan cia, será estudiado con especial interés. Los beau do en la protección de su alteza, que tener paz y so monteses, que habían defendido el derecho de Na siego tan infame y afrentoso». varra a tener un monarca propio, defenderán la Nuevas gestiones hechas por Alfonso V para re unión de Navarra con Aragón, y los agramonteses solver el pleito familiar logran que las Cortes beau- que habían secundado los planes del rey de Aragón, montesas revoquen el título real concedido al Prínci como éste habla designado por heredera a Leonor, pe de Viana. El príncipe pone oficialmente en manos pasaban a defender una postura separatista. del Magnánimo la resolución del pleito, y su padre Don Juan rehusó la propuesta del Parlamento no puede negarse al arbitraje del Magnánimo de siciliano, que pedía para Carlos el virreinato perpe quien era lugarteniente en Aragón. Pero el arbitraje tuo y el reconocimiento como primogénito, o sea, de no llegó, pues el 27 de junio de 1458 fallecía el rey heredero y sucesor de la corona de Aragón, y le hizo de Aragón. regresar, instalándose en Mallorca, donde le manda Durante su estancia en Nápoles, don Carlos es su padre que espere sus resoluciones. Don Carlos taba en constante comunicación con sus parciales y aparece en todo momento como un hijo sumiso, atento a los asuntos del reino. Se interesó por la de pero con la íntima convicción de que al pasar a ser signación de obispo de Pamplona, asunto de capital heredero de la Corona de Aragón no puede haber ya importancia, y propuso al papa el nombre de don motivos de recelos y suspicacias por parte de su pa Carlos de Beaumont, sobrino del prior de San Juan; dre. Pero esto es lo que precisamente su padre no pero se le adelantó el rey don Juan, y la mitra fue quiere concederle. Y, sin embargo, el mismo día en otorgada a Martín de Peralta el Joven, sobrino y ho que Juan 11 prestaba en Zaragoza el juramento real mónimo del prelado difunto. Martín de Peralta mu ante el Justicia de Aragón (27 julio, 1458), firmaba rió en Roma al año siguiente sin haber llegado a es una provición nombrando a Fernando, que tenía seis tar en Navarra, y el papa, en un gesto conciliador, en años, duque de Montblanc, conde de Ribagorza y se comendó el gobierno de la diócesis al cardenal Besa- ñor de Balaguer, ducado y señorío que correspon rión (25 julio, 1458). Pero el rey, que había solicita dían al Príncipe de Viana de acuerdo con las capitu do la mitra para Nicolás de Echávarri, deudo de los laciones matrimoniales de sus padres. hermanos Pierres y Martín de Peralta, prohibió a los El príncipe reconocía que la falta de hijos legíti suyos, bajo pena de muerte, obedecer al nuevo pre mos eran la causa principal de los desórdenes que se lado. habían producido en Navarra, y había hecho algunas En Nápoles don Carlos encontraría poetas y gestiones matrimoniales. Enrique IV piensa en una amigos de su corte de Olite de otros tiempos, y entre boda del Príncipe con su hermana Isabel -la futura ellos a su antiguo preceptor Alfonso de la Torre. Y Isabel la Católica- como una baza para intervernir en allí, por indicación del rey, emprendió la traducción Navarra y separar aún más al padre y al hijo. Juan II, castellana de las Eticas de Aristóteles, según la ver en cambio, está interesado en el matrimonio de ésta sión latina de Brum de Arezzo. con su hijo Fernando, y en el de Alfonso, hermano de Isabel, y presunto heredero de Castilla, con otra hija suya. Por eso, cuando en abril de 1459 el emba 235 jador portugués propone mediar entre donjuán y su Prisión y libertad del príncipe hijo, negociando el matrimonio de éste con Catalina, hermana de Alfonso V de Portugal, donjuán aceptó El día 28 marzo de 1460 Carlos desembarca en encantado, como un paso más en la política de cerco Barcelona, donde se le hizo un recibimiento magnífi de Castilla, y como un medio de alejar a don Carlos co. Los reyes se dirigieron también a Barcelona, y de su camino. Carlos salió a su encuentro hasta Igualada. Allí cono ció por primera vez a su madrastra, haciéndose mu El príncipe había hecho unas proposiciones tuamente una acogida afectuosa. La de su padre, al concretas de arreglo con su padre durante su breve día siguiente, fue menos cariñosa. Hacía siete años estancia en Salou camino de Mallorca (17 agosto, que no se habían visto. Según la versión que corría 1459), y éstas sirvieron de base para la concordia de por Valencia, sus palabras fueron: «Si haces hechos Barcelona de 26 de enero de 1460. Por ella don Car de buen hijo, te haré hechos de buen padre». Bien los se comprometía a devolver a su padre los territo sabía don Juan que no podía enfrentarse con su hijo rios de Navarra que seguían su obediencia y el rey le en el plano jurídico, sino en el estrictamente familiar, otorgaba su perdón, con autorización para residir abusando de su autoridad paterna. El día 15 de donde quisiera, salvo en Navarra y Sicilia; no sería mayo hicieron todos su entrada solemne en Barcelo obligado a acudir a la corte contra su voluntad; se na, entre grandes festejos y luminarias para celebrar ofrecía el rey a ocuparse del matrimonio del príncipe la «unión y concordia». y a su satisfacción. El principado de Viana le sería de Desde Barcelona Carlos envió a Lisboa a su vice vuelto y se le darían rentas razonables para su sub canciller Pedro de Sada para pedir oficialmente la sistencia. mano de doña Catalina. Pero fue Juan II quien hizo Quedaban sin resolver dos pumos fundamen imposible el matrimonio, ya que el rey de Portugal tales: la herencia de Navarra y la primogenitura de exigía que el príncipe fuese reconocido como primo Aragón. Respecto a la primera, las cosas quedaban génito; quería que su hermana fuese un día reina de como estaban antes de la muerte de la reina doña Aragón y de Navarra, y donjuán no estaba dispues to a consentirlo. Perdida toda esperanza de arreglo Blanca. De la primogenitura no se habla, pues el -tanto en la cuestión de su matrimonio con Catalina, arreglo se redujo tan sólo a la cuestión navarra. An como en la de la primogenitura- aceptó complacido tes, el 13 de enero, se había publicado el perdón del las sugestiones que se le hacían desde Castilla para su rey hacia sus hijos don Carlos y doña Blanca. Si matrimonio con Isabel, la hermana de Enrique IV, para don Juan la concordia suponía una rectifica que llevaría consigo el fuerte apoyo de este reino ción de la conducta seguida en los últimos años, para sus reivindicaciones. Si Juan II se había concer para don Carlos y su partido suponía un fracaso to tado con la liga de nobles castellanos alzados contra tal, pues entregaba unas plazas seguras y disolvía Enrique IV (Tudela, 4 abril), éste replicaba apoyando un partido sin ninguna oferta razonable por parte en todo al príncipe contra su padre. Estas gestiones, de su padre. A doña Blanca se le entregaron 3.000 de las que Juan II estaba perfectamente enterado, en libras para su mantenimiento y otras tantas a doña cizañadas por quienes más interés tenían en perder al Leonor, pero a ésta añadieron los Tres Estados príncipe, condujeron a su detención en Lérida el día 3.000 más, y fijó su residencia en Pamplona. Doña 2 de diciembre de 1460. Blanca había sido ya entregada en rehenes al rey su La insigne torpeza, como escribe Vicens Vives, padre, juntamente con Ana y Felipe, hijos naturales desató un vivo sentimiento de repulsión en el resto del príncipe, siguiendo instrucciones de éste, y para de Europa, una nueva oleada de guerra civil en Na que aquél pudiera tomar pacífica posesión de todo varra, el temor de un inminente conflicto con Casti el reino. lla, y lo que resultó más grave, puso en marcha el El príncipe quedó pues, totalmente desarmado mecanismo de la revolución catalana. frente a su padre, y por tanto sin fuerza para poder Don Carlos fue llevado primero a Aitona, des hacer valer unos derechos que éste le negaba insis pués a Fraga, más adelante a Zaragoza y luego de tentemente. nuevo a Fraga. Los diputados catalanes y su Consejo 236 decidieron proclamar primogénito al Principe de ban por una puerta mientras el de Peralta salía por la Viana y levantar un ejército contra el rey. Este tiene otra con los suyos cubiertos de luto. Por entonces le que escapar desde Lérida a Fraga ante el peligro de llegó a Enrique IV la conformidad del principe para un golpe de mano. Lleva consigo al Príncipe de Via su matrimonio con Isabel, que le llenó de alegría. na a quien encierra en Morella fuertemente vigilado Las cartas del príncipe reflejan el hondo resenti (17 febrero); donjuán de Beaumont, que había esta miento que abrigaba contra su padre: «¿Llamaremos do encerrado en la prisión común de la ciudad de padre o seguiremos a quien poco ha nos tuvo en pri Zaragoza, es llevado a Morella y de aquí al castillo de sión y decidió ponernos de nuevo en manos de Mar Játiva. tín de Peralta, nuestro mortal enemigo, para privar La prisión fue breve. Cuando Juan II llegó a Za nos de la vida? ¿A este Martín, que sabemos tenía ragoza se enteró de que las tropas catalanas avanza preparado el veneno para matarnos? ¡Oh iniqui ban sobre Fraga, y que los diputados de Aragón se dad!». negaban a hacerles frente; don Luis de Beaumont, Don Carlos empieza a disponer del reino de Na con tropas castellanas pasaba la frontera y avanzaba varra como si ya fuera suyo. Da plenos poderes a don sobre Boija; en Zaragoza las gentes pedían la libertad Luis de Beaumont para continuar la guerra y castigar del príncipe; el papa había expedido en 23 de enero a los rebeldes (1 junio). Desgraciadamente no en la bula Recipiet fraternitas tua, ordenando a los prela contró en Cataluña el menor apoyo para sus empre dos catalanes que pidiesen la libertad del príncipe. sas, en buena parte quiméricas. El rey de Aragón, Donjuán tuvo que claudicar. El 25 de febrero daba mucho más hábil y realista, acabó por ganarse la orden de que don Carlos fuese liberado. Juana Enrí- alianza del rey de Castilla. quez, para mayor disimulo, fue encargada de llevar personalmente la orden de ponerlo en libertad. Don El 21 de junio de 1461, tras largas negociacio Carlos llegó a Tarragona el 8 de marzo acompañado nes entre los catalanes y el rey, y en nom bre de éste de doña Juana, pero los catalanes disuadieron a ésta con Juana Enríquez, llegaron a la capitulación de Vi- de que siguiera hasta Barcelona. El príncipe hizo su llafranca del Panadés. En lo que al príncipe se refie entrada en la ciudad entre explosiones de entusias re, éste era reconocido como primogénito y herede mo de la multitud el día 12 de marzo. ro «presunto» de todos los reinos y tierras del rey; se ría Lugarteniente general irrevocable de Cataluña, En Navarrra volvía a encenderse la guerra civil, Rosellón y Cerdeña; no se podría intentar contra él pues tan pronto como los beaumonteses tuvieron ningún procedimiento por delito alguno «por gran noticia de la liberación clel principe se echaron al de y enormísimo que pudiera decir o pensar, aunque campo, y pidieron ayuda a Enrique IV Doña Leonor, fuese o se dijera enemigo de su real persona». Don que seguía de gobernadora de Navarra, se trasladó a Juan de Beaumont sería liberado en el plazo de quin Jaca para mayor seguridad, mientras que Juan II se ce días. Los castillos y fortalezas del reino de Navarra instala en Sangüesa. Don Carlos se dirigió a Enrique serían encomendados a personas notables de Ara IV solicitando apoyo, y lo mismo hizo el rey de Ara gón, Cataluñia y Valencia «para mejor servicio de gón. El de Castilla era el árbitro de la situación. En Dios y de su alteza, y beneficio y reposo de dicho rei un principio el castellano se pronunció por don Car no». los. El 17 abril recibe el príncipe una embajada de Juan II hacía más hincapié en restringir el tenor Enrique IV en que le anima a recobrar el reino de Navarra, en lo que sería ayudado por los castellanos, de las cláusulas respecto a los derechos de don Car los como primogénito, que no en defender otras pre y «que tenga por artículo de fe» que no hará acuer do separado con el rey su padre. Enrique se pone al rrogativas más aparatosas. Aceptado como primogé frente de las tropas, y con el maestre de Calatrava se nito, su cargo no tenía validez, según señala Vicens Vives, en tanto no fuera admitido por las Cortes, dirige a la frontera. El 13 de mayo estaba en Logro ño donde recibe la noticia de la rendición de La- cuya convocatoria se reservaba el soberano. De este guardia, San Vicente y Los Arcos. A principios de ju modo, mediante un hábil juego de palabras, lo que Juan II había dado con una mano, lo quitaba con la lio fue sitiada Viana por Gonzalo Saavedra, y pese a otra. la tenaz resistencia que opuso mosén Pierres de Pe ralta, tuvo que rendirse. Las tropas castellanas entra Don Juan mientras tanto maniobra en silencio 237 con la liga nobiliaria castellana, y por fin el 26 de emocional en Barcelona, se buscaron antecedentes agosto llegaba a un acuerdo con el rey de Castilla. De para hacerle unos funerales regios, y el pueblo le ca un golpe deshizo todas las esperanzas e ilusiones del nonizó inmediatamente. En el «Complant» de Gui- principe: ni matrimonio con Isabel, ni apoyo de En llem Gibert, testigo de su muerte, se dice rique IV -a quien dos meses antes miraba como a un Jesús heneyt, nol' as lexat regnar padre-, ni recuperación del reino. El pleito navarro perqué rey sant algú no' l merexia quedaría sometido a una junta de notables castella (Jesús bendito, no le has dejado reinar porque rey nos y aragoneses, que darían su fallo en el plazo de santo nadie lo merecía). cuatro meses, y lo dictaría Enrique IV si aquellos no En el «Dietari» de Safort la anotación del día de se ponían de acuerdo. No hubo lugar ni a cumpli su muerte dice «Sant Karles, primogenit d' Aragó e mentar las disposiciones tomadas sobre la entrega de de Sicilia»; en la del 25 dice: «Aquest die comenga de plazas navarras como garantía, pues el día 23 de sep fer miracles lo beneyt senyor don Karles», y se ano tiembre moría el Príncipe de Viana. tan en ese día y siguientes los milagros que se le van atribuyendo. Vinculado con la causa de las libertades catalanas, el culto a San Carlos de Viana se propagó Muerte del Príncipe de Viana por todo el principado, y hasta el siglo XVIII se le atribuían milagros en el monasterio de Poblet, don La muerte del principe se atribuyó a veneno su de fue enterrado. El mismo Luis XI parecía satisfecho ministrado por su madrastra. Pero la acusación care de contar con un santo en la familia. ce de todo fundamento Es verdad que su padre le En su testamento dejaba 366.000 florines, que había amenazado de muerte como reo de crimen de le correspondían por el contrato matrimonial de sus lesa majestad, pero don Juan está también libre de padres, a sus hijos naturales Ana, Felipe, conde de toda sospecha La realidad es que la salud del prínci Beaufort, y Juan Alfonso, que más tarde sería abad de pe, siempre precaria, se había resentido durante su San Juan de la Peña y obispo de Huesca; a su padre estancia en Italia, de Mallorca salió porque los aires dejó mil florines y el encargo de cuidar de su herma de la isla no le convenían, las privaciones y las emo na, hijos y servidores suyos. El reino de Navarra, que ciones de los últimos meses fueron debilitando su por derecho le pertenecía, lo dejaba a su hermana cuerpo y acentuando la inestabilidad de su carácter doña Blanca, de acuerdo con los testamentos de su Su muerte hay que atribuirla a un proceso avanzado abuelo Carlos el Noble y de su madre doña Blanca, y de tuberculosis, según reveló la autopsia. de los juramentos prestados por las Cortes. Pero nada de esto se cumplió. La muerte de don Carlos provocó una explosión 238 BIBLIOGRAFÍA Son fundamentales las historias clásicas de Z u r i t a , esposa de Berenguer de Peguera; descendencia de este matri Anales de 1a Corona de Aragón, lib. XIII y ss.; A l e s ó n , Ana monio, «Estudios Históricos y Documentos de los Archivos les del reino de Naratra, lib. XXXII. y entre la historiografía de Protocolos», IV, Barcelona 19 7 4 , pp. 2 3 9 - 2 7 0 ; J. Vicens moderna las obras ya citadas d ej. V i c e n s V i v e s , Juan II de Vives, Trayectoria mediterránea del Principe de Viana, «Prin Aragón (1398-1479). Monarquíay revolución en la España del cipe de Viana», XI (1 9 5 0 ), pp. 21 1-250; N. C o l l . Juana siglo XV Barcelona 1953; L . S u Ar e z F e r n á n d e z , Los Trasto Ennquez, lugarteniente general de Cataluña ( 1461-1468), rnaras de Castilla y Aragón en el siglo XV (1407-74), en Madrid 19 5 3 , 2 vols.; J. Queralt v Nuet, Relación histórica «Hist. de España», dirigida por R. Menéndez Pidal, y j. V i- del serenísimo señor príncipe don Carlos de Viana, «Codoin 88, 4 4 3 c e n s V i v e s , Los Trastámaras y Cataluña, en el mismo volu España», t. pp. y ss.; una versión abreviada en «Col lecció de manuscrits inédits de monjos del reial mo- men. Además, L a c a r r a , Hist. política del reino de Navarra, caps. XXIII y XXIV nestir de Santa Maria de Poblet, transcrits per J. Guiten i Fontseré», Barcelona 1948; M. 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Un imperio pirenaico bien las cuestiones de Cataluña, ni apaciguó los soldado le permitiría actuar en forma decisiva en la ánimos en Navarra, antes bien todo vino a política de la Corona de Aragón. complicarse más: doña Leonor actuaba de Lugarte L Ya en 1459, reinando Carlos VII en Francia, ha niente general del reino, los beaumonteses seguían bía logrado inclinar a Juan II hacia la política france altivos contando con el apoyo de Enrique IV, y Juan sa, lo que suponía -com o señala Regla- sacrificar la II hizo gestiones para que éste devolviese lo que ha política tradicional de Aragón en Italia, en beneficio bía ocupado en Navarra y se desentendiera de los de los Anjou, y abrir una brecha en las relaciones asuntos de ese reino (5 noviembre 1461). franco-castellanas, para que la entente de Francia y Aragón mantuviera a Castilla alejada de Navarra. Ahora, estrecha sus relaciones con Luis XI casando a Gastón de Foix, su hijo Gastón con Magdalena, hermana del rey de mediador entre Francia (1462). Pero Luis XI seguirá una política más los reyes de Francia y Aragón tortuosa, suscitando dificultades al rey de Aragón en todos los campos, lo mismo en Cataluña que en Na varra, o anudando alianzas con Castilla. 1.a cuestión Pieza fundamental de la política de Juan II en de Navarra será decisiva en este juego de alianzas, y Navarra es el conde de Foix: la ambición de éste no el conde de Foix, como marido de doña Leonor, será tiene límites, y su habilidad política corría pareja a la el que actúe de mediador en todas las negociaciones. de sus poderosos vecinos los reyes de Francia y de Aragón. Gastón de Foix aspira a remar en Navarra. Si Juan II se hallaba con Cataluña sublevada y acu su autoridad ya se extendía al norte del Pirineo des ciado por Castilla. Trató de arreglar sus diferencias de Gascuña hasta el Mediterráneo, el dominio de Na con Enrique IV aceptando la sentencia arbitral de varra serviría para afirmarse en la vertiente sur don Madrid (22 marzo, 1462), por la que se devolverían 241 las villas y castillos tomados en Navarra por los cas dirigir el ejército francés de socorro fue Gastón de tellanos, excepto Viana, y se concedería una amnistía Foix. para todos los jefes beaumonteses, con devolución El día 5 de julio de 1462 dirigió el conde un del cargo de condestable a don Luis de Beaumont. manifiesto exhortando a los del Rosellón y Cerdaña Para contener el levantamiento de Cataluña te a someterse al rey legítimo, «considerando el in nía que contar con el apoyo del rey de Francia. El conveniente que podría venir a la religión cristia mediador sería Gastón de Foix, pero antes tenía éste na... al tolerar tales procedimientos tiránicos y con que asegurar sus derechos al trono de Navarra. trarios al derecho divino y humano... considerando que a ejemplo de los citados (catalanes) otras na ciones podrían cometer semejantes acciones contra sus reyes y príncipes... en ofensa por tanto de la re Tratado de Olite ligión cristiana». A lo que los Tres Brazos de los y prisión de condados respondieron: «Y como vuestra gran no Blanca de Navarra (1462) bleza, para alcanzar el reino de Navarra, había par ticipado en aquellos negocios según aparece por es El conde de Foix, con plenos poderes de Luis crituras y por otros hechos, que comprueban la pri XI, firmó en Olite un tratado con el rey de Aragón, sión de la ilustrísima y virtuosísima princesa her por el que se reconocían a éste plenos derechos a la mana suya (de Carlos de Viana), inhumanamente y corona de Navarra, derechos que heredaría su hija contra toda paternal clemencia entregada a vos para Leonor, y Luis XI ayudaría a Juan II a recobrar las quitarle la sucesión de dicho reino de Navarra, con plazas navarras todavía en poder de sus enemigos gran ofensa de la Majestad divina y contra toda pie (12 abril 1462). Para ello era preciso deshacerse de dad, deber natural y leyes divinas y humanas, lo Blanca de Navarra, a la que los beaumonteses consi que la verdadera religión cristiana, de la cual en deraban como legítima heredera del reino. Entregada vuestra carta se hace mención, no acepta, por eso al conde de Foix, fue llevada prisionera al Bearne, tenemos la firme creencia de que la venganza divi pese a sus enérgicas protestas en que acusaba a su na está preparada y no tardará en una rápida ejecu padre de ser el «principal percuptor y destruidor de ción». El 21 de julio pasó el Perthus y el 6 de agos mi honor, heredad y derechos», y suplicaba «al Se to levantó el asedio de Gerona, donde se hallaban ñor Dios que le quiera perdonar aqueste tan grave en situación muy apurada Juana Enríquez y su hijo caso e pecado contra mi (que soy su carne propia) Fernando. cometido, e lo quiera yluminar el entendimiento, de Los catalanes, acosados por los reyes de Aragón manera que venga en conoscimiento e faga verdade y de Francia, llamaron en su auxilio a Enrique IV y ra penitencia». le ofrecieron la corona de Aragón. Éste, que se pre sentaba como heredero de doña Blanca y defensor de sus derechos, aceptó encantado, pero muy cauta Gastón de Foix mente no se tituló rey de Aragón, sino conde de Bar y la alianza franco-aragonesa celona, y nombró lugarteniente suyo en Cataluña a donjuán de Beaumont. Asegurados los derechos del conde de Foix en Gastón fracasó en su intento de tomar Barcelo Navarra, Juan II podía dirigirse a Luis XI solicitando na, ocupó Tarragona por sorpresa y se retiró a Ara su ayuda para someter a los catalanes. En Bayona se gón. El compromiso de Luis XI era reducir a los ca acordó que Juan 11 cedería a Luis XI los derechos so talanes a la obediencia. Pero ahora había surgido un beranos sobre Rosellón y Cerdaña hasta el pago total elemento nuevo: la intervención del rey de Castilla, de 300.000 escudos en que se estimaba el apoyo mi que era precisamente uno de los jefes de Estado que litar que el francés iba a prestarle en Cataluña (9 el ejército de socorro francés no debía combatir. Gas mayo 1462). El tratado de Bayona había sido nego tón llegó a Zaragoza en diciembre de 1462, pero se ciado por Fernando de Baquedano y Pierres de Pe negó a combatir con tropas castellanas mandadas por ralta en nombre del rey de Aragón, y el encargado de don Juan de Híjar, cuñado de don Juan de Beau- 242 mont, que habían ocupado Belchite. Luego, por Na Como tanto el conde de Foix como Juan 11 esta varra, regresó al Bearne. ban interesados en que la sentencia no se cumpliera, y Enrique IV se dio cuenta de la dificultad de su eje Si Gastón no había liberado Cataluña, de acuer cución, no quedaba más solución que llegar a un en do con los compromisos contraídos en Bayona, Luis tendimiento directo entre Castilla y Aragón, prescin XI conseguía asentarse en Rosellón. Los reyes de Cas diendo de la mediación del rey de Francia. A esto se tilla y Aragón se hallaban ahora enfrentados tanto en llegó en el tratado de Pamplona (9 julio 1464), ne Cataluña como en Navarra, y Luis XI volvía a ser el gociado entre Gastón de Foix y Leonor, en nombre árbitro de la situación. de Juan 11. y el licenciado de Ciudad Rodrigo por En rique IV En el se estableció una tregua por un año, con mutua ayuda contra todos sus enemigos. Es de Sentencia arbitral señalar que Enrique IV hablaba en nombre propio, de Bayona (1463) en el de las tierras que venía ocupando en Navarra, y de «los que están en voz e en nombre de la illustre Las negociaciones para la paz se iniciaron en Ba princesa doña Blanca». yona a principios de abril de 1463. Enrique IV pro puso a Luis XI el reparto de la Corona de Aragón: Cataluña sería dada a Carlos, duque de Berry y her Sumisión de los beaumonteses mano del rey de Francia, el cual casaría con la prin y muerte de cesa Isabel de Castilla; Enrique IV recibiría las forta doña Blanca de Navarra (1464) lezas de los reinos de Aragón y Valencia; Gastón de Foix se quedaría con Navarra, por renuncia en su fa El tratado de Pamplona preludiaba la incorpora vor del rey de Castilla. En la sentencia, dictada el 23 ción de los beaumonteses a la política de Juan II. Esta de abril, Enrique IV renunciaba a sus pretensiones, se efectuó en dos tiempos, pero sin duda los movi contentándose con la plaza de Estella y demás forta mientos estuvieron coordinados. De un lado, los que lezas y villas de la merindad; éstas serían entregadas habían defendido en Cataluña el Príncipe de Viana, y en el plazo de treinta y cinco días, y en el mismo pla ahora la candidatura de Enrique IV, y de otro todos zo serían perdonados todos los que habían seguido el los dem ás. partido de Carlos de Viana o de Enrique IV En Cataluña la figura más representativa era don Pero la sentencia no gustó a nadie, ni su ejecu Juan de Beaumont. Como nada le ligaba a don Pedro ción pudo llevarse a cabo en todas sus partes. El pri de Portugal, el nuevo monarca elegido por los cata mer lastimado era el conde de Foix, que veía reduci lanes, y viendo que el tratado de Pamplona facilitaba dos sus dominios navarros, y así se lo hizo saber a la pacificación de Navarra, se pasó con los suyos al Luis XI. En Navarra, no hay que decir, que la sen rey de Aragón. Su defección cayó como una bomba tencia fue recibida con gran disgusto, y las Cortes na en Barcelona, y no hay que decir que fue recibido varras protestaron ante el rey de Francia, ya que Juan por Juan II con ios brazos abiertos. Con él fueron II no tenía poderes para desmembrar el reino. Las acogidos su hijo Menando y Carlos de Cortes —hijo Cortes reclamaron la devolución de la villa de Viana, de don Godofre, y nieto de Carlos III-, con sus sé ocupada por la fuerza, y las de San Vicente, Laguar- quitos de navarros, catalanes, aragoneses y castella dia. Los Arcos y Larraga, entregadas en tercería, y nos. No pudiendo reponerles en los mismos puestos cuyo plazo había cumplido. Los vecinos de Estella y rentas, hubo que buscar otras compensaciones. resistieron las acometidas del ejército de Enrique IV, En la sumisión de otros jefes beaumonteses acaudillados por mosén Pierres de Peralta, quien sin -Carlos de Artieda, Arnaldo de Ozta, etc.- medió el duda cumplía órdenes de Juan II. Los de Los Arcos, obispo de Pamplona, Nicolás de Echávarri. Las ne plaza que estaba en tercería en poder del castellano, gociaciones tenían lodo el carácter de un pacto entre se sometieron con la condición de seguir gozando de dos potencias, y no era para menos, ya que podían los privilegios, usos, costumbres y libertades del rei llevar consigo la pacificación del reino. Abarcaban no de Navarra. aspectos que podríamos decir privados: devolución a 243 LINAJES BEAUMONT, NAVARRA Y PERALTA 244 n. : nacimiento ma.: marqués = = : matrimonio c. : conde m. : muerte s. : señor d. : duque Entre paréntesis, fechas de nacimiento y muerte. los acogidos de los bienes y honores que habían po pendencia de sus antecesores don Carlos y dona seído hasta 1451 y los que después habían recibido Blanca. del Príncipe de Viana, o en su defecto las compensa Frente a Castilla, Gastón de Foix ocupó Calaho ciones adecuadas; perdón general a todos los que si rra e intentó tomar Alfaro, presionando para que los guieron a doña Blanca; las dudas y demandas que se castellanos devolvieran las plazas navarras que éstos plantearan serían resueltas por un tribunal arbitral detentaban; tropas navarras, a cuya cabeza iba el presidido por el obispo de Pamplona y formado por conde de Lerín, don Luis de Beaumont, recuperaron representantes de los dos bandos; equitativo reparto Viana, donde encontraron gran resistencia; los beau de oficios entre agramonteses y beaumonteses. monteses parecen ahora los favoritos de la nueva si Mayor alcance tenía otro acuerdo de carácter tuación, y doña Leonor no tiene inconveniente en in político: la princesa doña Blanca sería traída al reino, vocar a su hermana Blanca, «de gloriosa memoria». y se convocaría a los Tres Estados, y en presencia del Las relaciones de Leonor con Luis XI se hacen cada rey, del conde de Foix y de doña Leonor, de don Luis vez más estrechas. El rey de Francia había contribui de Beumont y de otros jefes que habían sido leales a do a pagar las cantidades con que se había compra la causa de la princesa «entendiesen y platicasen jun do la adhesión de don Luis de Beaumont. A Gastón, tamente sobre lo que tocaba a la sucesión de aquel hijo de los condes de Foix, casado con la hija del rey remo y al estado, vivienda y libertad de la princesa» de Francia, se le da el título de Príncipe de Viana. (22 noviembre 1464). Rápidamente se van perfilando dos partidos que agrupan las dos tendencias opuestas, acaudillados Pero antes de que pudiera llevarse a efecto este por dos jefes enérgicos y aun brutales, don Luis de último acuerdo, se difundió la noticia de la muerte Beaumont, que seguía las inspiraciones de Leonor, de la princesa doña Blanca, «con gran nota e infamia Lugarteniente general del reino, y mosén Pierres de del conde de Foix y de la infanta doña Leonor, su Peralta, que sigue en todo fiel a Juan 11. mujer», según dice Zurita. Se dice que murió el día 2 de diciembre del veneno que una dama de la con La lucha entre los dos jefes refleja en estos años desa de Foix le dio por orden de sus amos. Fue en la sorda oposición entre Juan II y su hija Leonor. Una terrada en la catedral de Lesear. vez más Juan II utilizó como mediadora a su mujer, Juana Enríquez, la que llegó a un arreglo amistoso En Tafalla hubo una concordia entre doña Le con Leonor: la reina y la princesa serían en adelante onor y don Luis de Beaumont, Carlos de Artieda y «amiga de amiga, es enemiga de enemiga contra to Arnaldo de Ozta (10 abril 1465) para poder orde das las personas de! mundo sin excepción de perso nar ia compleja madeja de las compensaciones na alguna», con el compromiso de reconocer a ésta acordadas; intervinieron los Tres Estados, que en la sucesión en Navarra y ducado de Nemours, y al viaron mensajeros al rey, que estaba en Amposta, y príncipe Femando la de todos los estados de la Co al fin todo el grupo beaumontés se enrolaría en la rona de Aragón (Ejea, 20 junio, 1467), Con esta se política de Juan 11, guridad pensaba sin duda, el rey de Aragón que los condes de Foix podrían resistir las angustiosas pre siones que recibían de Luis XI para independizarse en Navarra. Beaumonteses y agramonteses Pero el acuerdo de Ejea no sirvió para nada: ni La muerte de doña Blanca permitiría a Leonor desarmó a Luis XI, ni mejoró las relaciones entre titularse, ahora sin disputa, Princesa primogénita y Juan II y Leonor, que van a pasar en 1468 por una heredera de Navarra. Luis XI colaboró muy directa crisis muy aguda. Juan II, para poder contar con el mente en la empresa de captación de los beaumon apoyo de las dos facciones en pugna, dio en casa teses, y aglutinando el patriotismo navarro contra la miento su hija natural, Leonor, a don Luis de Beau sentencia arbitral que él mismo había dictado, les mont, mientras que la princesa Leonor repartía mer animó a luchar contra Castilla. De esta forma Gastón cedes para sumar adhesiones. y Leonor, movidos por el rey de Francia, habían de Cuando en 1468 1a princesa y los Tres Estados heredar con el principado las aspiraciones a la inde elevaron quejas y consultas a Juan II sobre la con 245 ducta de ciertos oficiales del rey, sobre el escaso di rey estaba decidido a apoyar a mosén Fierres hasta el nero que ella recibía para sus gastos y para que con último extremo. A las quejas del conde de Foix a cretara las atribuciones de la princesa como Lugarte Juan II sobre su prodigalidad en reparto de merce niente del rey, éste contestó ásperamente y amenaza des, que venían a enajenar el patrimonio real de Na dor: «toda la culpa de aquesto -abusos de sus oficia varra, en el poco cuidado puesto por el rey en recu les- está en dicha ilustrísima princesa su fija, e des perar las villas y fortalezas de la merindad de Estella, pués della en el obispo e en los otros del Consejo de etc., sólo respondió que enviaría dos caballeros para aquel reino»; respecto a los ingresos de la princesa le que pusieran fin a las diferencias entre los Beaumont dice que él sólo recibe los 2.000 florines de la pecha y los Peralta. de los judíos para pagar sus criados, cantidad insufi En junio de 1469 se había firmado una aliaza ciente, cuando en tiempo de Príncipe de Viana sus entre Juan II, su hijo Fernando y los condes de Ar- ingresos eran de 12.000 florines, y ahora desde que magnac y de Foix, que permitiría al conde Juan V de ella es Lugarteniente en nada le ayuda el reino. En lo Armagnac casar con Juana, hija del de Foix. Con ello que se refiere a las atribuciones de la princesa como el ambicioso conde de Foix extendía sus tentáculos Lugarteniente, le responde con vaguedades y amena sobre nuevos territorios, contra los deseos y preven zas, recordándole cómo el príncipe Carlos de Viana, ciones de Luís XI. En octubre de ese mismo año te por seguir a sus consejeros, «según ella bien sabe le nía lugar el matrimonio de Fernando e Isabel de Cas fizo caer en el hierro en que cayó, e lo traxo a fenes- tilla, en cuya preparación tanto había intervenido cer como fenesció; e por semblant, la princesa su hija Pierres de Peralta. Es entonces cuando Juan II se de (Blanca), que Dios haya, siguiendo el camino de su cide a lomar una medida que pudo revestir gran tras hermano, perdió asi mesmo la succesión de aquel cendencia: destituir a Gastón y Leonor del rango de regno». Lugartenientes en Navarra para nombrar al hijo de La respuesta encerraba una seria advertencia éstos, Gastón, casado con Magdalena, hermana del para la princesa y para el obispo de Pamplona, su rey de Francia (11 diciembre, 1469). consejero. Las Cortes se reunieron de nuevo para Juan II, decidido a que las luchas entre las fac examinar la respuesta regia; los ánimos se excitaron; ciones navarras no se interfirieran en su camino, Fierres de Peralta defendía en lodo la posición del confiaba la Lugartenencia a su nieto Gastón, asistido rey, y amenazó al obispo. A pesar de haber mediado por un consejo formado por los elementos más tem la princesa, aquél preparó una emboscada cuando plados de uno y otro grupo. Era una advertencia a iba a visitar a la princesa, y sus sicarios le mataron a los condes de Foix para que moderasen sus preten lanzadas en su presencia y le desvalijaron. Esto ocu siones, e introducía un elemento de discordia en la rría en Tafalla el día 23 noviembre de 1468. El cri casa de Foix Gastón, que se titulaba Príncipe de Via- men produjo el escándalo que es de suponer, y su na, tenía entonces 24 años. Pero mientras Luis XI misma familia le desafió. Pero Juan 11 amparó en apoyo entusiasmado la designación, pues veía en ella todo momento a Fierres de Peralta, se negó a que la un modo de intervenir más directamente en los causa fuese juzgada en Navarra, y acabó concedien asuntos del reino, los condes de Foix no se resigna do una amnistía general, incluso para delitos ele lesa ron, pese a que la destitución se hizo «sin nota de in majestad (1470). famia para ellos». Otra importante decisión tomaron Juan II y su hijo Fernando por estas fechas: negociar el matrimo El Príncipe de Viana, Gastón, nio de Ana de Aragón y de Navarra, hija del Princi Lugarteniente de Navarra (1469-1470) pe Carlos de Viana, con don Luis de la Cerda, conde de Medinaceli. Con ello se atraían la amistad del con de, adversario que había sido del matrimonio de Fer La muerte del obispo de Pamplona no hizo sino nando e Isabel, y apuntaban la posibilidad de otra echar leña al fuego en que se consumían los partidos solución a la herencia de Navarra, que no tardarían navarros. Gastón y Leonor tenían fuertes argumentos en reclamar los nuevos esposos. legales y morales para enfrentarse con Juan II. Los beaumonteses se alzaron contra los Peralta, pero el Gastón y Leonor siguen titulándose Gobernado 246 res o Lugartenientes generales por el rey don Juan, Lerín, Juan de Beaumont y Carlos de Artieda con rechazan la petición de Luis XI de que cedan el go mosén Pierres de Peralta y el mariscal don Pedro de bierno a su hijo, y no se sabe que éste llegará a venir Navarra, que quedaban citados para acudir dentro de a Navarra. Una noticia inesperada cambiaría el curso doce días a presencia del rey, quien resolvería en jus de los acontecimientos, y volvería a acercar los con ticia. Doña Leonor se obligó a hacer que dentro de des de Foix al rey de Aragón: el 23 noviembre de doce días jurase también estos artículos el conde de 1470 moría su hijo Gastón, de las heridas recibidas Foix. en un torneo tenido en Libourne el 18 octubre. De El tratado de Olite se inserta en la línea del ne jaba dos hijos de corta edad -Francisco Febo y Cata gociado en Ejea por Leonor y Juana Enríquez en lin a -, que, estaban llam ados a ocupar sucesivam ente 1467: renuncia por Leonor de sus derechos a la Co el trono de Navarra. El Principado de Viana pasaba a rona de Aragón a cambio de asegurar la de Navarra. Francisco Febo, bajo la tutela de su madre Magdale Aunque negociado el tratado con la vista puesta en la na de Francia. Luis XI había negado a Gastón de Foix pacificación del reino, nada se consiguió, pues de el derecho a ejercer la tutela de su nieto. jando al juicio de Juan II las reclamaciones más im portantes de los beaumonteses, éstos se llamaron a engaño, y se lanzaron a una lucha cruel y desespera Leonor, heredera de Navarra da, a la que sus contrarios respondían con otra no menos cruel. Los beaumonteses se alzaron con las plazas en que tradicionalmente contaban con más La muerte del Príncipe de Viana, Gastón, redu partidarios, y, como réplica, se preparó una opera jo considerablemente las posibilidades de Juan II ción de sorpresa para apoderarse de Pamplona, en la para negociar en el asunto de Navarra. No veía más que hallarían la muerte a traición el mariscal don Pe solución que entenderse con Leonor y su marido, dro de Navarra y otros de los suyos fueron ahorcados pues de lo contrario tendría que hacerlo con la Prin (1 4 7 1 ). cesa de Viana, Magdalena, hermana del rey de Fran cia, cuyas inspiraciones seguía. El conde de Foix, por Mientras los beaumonteses entran en contacto el contrario, daba muestras de mayor independencia con Fernando e Isabel, y con nobles castellanos en política al unirse a los señores meridionales rebeldes frentados con Enrique IV, Juan 11 sigue apoyando a a Luis XI, y tomar parte en todas las intrigas de que Pierres de Peralta y desinteresándose de los asuntos fue teatro la corte de Guyena en 1471-1472. de Navarra. Gastón de Foix, para sacar a su mujer de sus dificultades, solicitó una ayuda de los Estados del El conde se da cuenta de que toda transacción Bearne (26 marzo, 1472), y se disponía a pasar los con Juan 11 tiene que ser a base de sacrificar un tan Pirineos, cuando murió en Roncesvallcs el 10 de ju to a los beaumonteses, para aliarse con el todo pode lio. roso Pierres de Peralta, al que el rey multiplica las pruebas de afecto. Así se llegó a un nuevo acuerdo, En su testamento, dejaba como heredero uni celebrado en Olite entre padre e hija (30 mayo, versal a Francisco Febo; la princesa doña Leonor 1471), en el que se reconocía a Juan 11 como rey quedaría como dueña y señora de sus propios domi mientras viviera, y Gastón y Leonor serían goberna nios en la misma forma que los lenía, mientras vivie dores perpetuos en vida del rey, cargo del que no po ra. Con ello Navarra y Bearne quedaban separados drían ser revocados, salvo cuando el monarca estu de modo iransitoiio: en Navarra gobierna la princesa viera en el reino; los Tres Estados jurarían fidelidad a Leonor en nombre de su padre; en Bearne doña Mag los príncipes, prometiendo reconocerles como reyes dalena, que presta juramento de fidelidad a su her a la muerte del padre. Amnistía de todos los críme mano Luis XI en nombre de sus hijos Francisco y nes políticos cometidos en el pasado, «por más enor Febo y Catalina. mes que fueses» -quedaba, pues, incluido el asesina Leonor tiene que enfrentarse ahora con fuerzas to del obispo de Pamplona-, y devolución en el pla muy superiores a las suyas. No cabe duda que, des zo de siete meses de villas, castillos, haciendas, ofi de el pacto de Barcelona de 1455, las decisiones más cios, etc., que se hubiesen ocupado unos a otros. No importantes habían sido obra de su marido, y ella se comprendían aquí las diferencias entre el conde de había sido un dócil instrumento en sus manos. Aho- 247 DESCENDENCIA DE CARLOS III Y Y TRANSMISION DE LA CORONA DE NAVARRA O < a- O « a o o y oo ca Q UJ 4 f - z "E Z < < u o í >—• tí- *— vo cu M O O *1- O j -a nj fO o 't- J- 248 o £ -o O 2 •j- « Q < — m « •— tu £ < ^ ^ ^ m O u , i/i , o z Tt_ O =r c d £ ^ ^ < ° “ ^ 2 > c3 asc3 «« ^ oßco C3 a r= ra cí , S 03 & s 7 ^ 7= - •— o so Z - u FRANCISCO FEBO CATALINA = 1491 JUAN DE ALBRET Germana de Foix = 1505 Femando el Católico Gastón de Foix, (1467-1483) de Foix d. de Nemours (1470-1517) ,______2 S "2 — |sj ■— tí O T3 O ra tenía que decidir por sí sola en medio de los en zas para que la reina de Castilla, su mujer, devolvie crespados odios interiores, y de los enconados inte ra también a Navarra los lugares de Laguardia, San reses de sus tres vecinos: Francia, Aragón y Castilla. Vicente, Los Arcos y cualesquiera otros incorporados a Castilla en virtud de la sentencia de 1463. El rey de Francia, para no perder la baza de Na varra, utiliza el halago y la amenaza. Separada de sus El pretexto que se invocaba era la pacificación hijos y nietos, Leonor envía frecuentes correos al del país y evitar la invasión francesa. Fernando se Bearne, donde apenas miran por ella. Luis XI quiere presentaba como un desinteresado protector, que que le facilite la entrada de tropas en Navarra, pero ampara a su desvalida hermana, la cual por afecto fa Leonor se resiste en todo momento. Juan II sigue miliar había desoído las halagadoras ofertas del rey apoyando ciegamente a Pierres de Peralta, lo que de Francia. A la vez rehúsa ocupar todas las plazas mantiene encendido el ambiente de guerra civil. Los navarras que le vienen a ofrecer los beaumonteses, beaumonteses para contrapesar esta fuerza, buscarán por respetar los derechos de su sobrino Francisco ayudas en tierras de Castilla, bien secundando las Febo. Con este papel de caballeroso defensor de los pretensiones del conde de Medinaceli -casado con débiles, Fernando implanta un verdadero protectora Ana de Navarra, hija de Carlos de Viana-, o siguien do sobre Navarra. El tratado de Tudela será el mode do las inspiraciones de Fernando el Católico. Leonor lo a que se ajustarán otros acuerdos análogos entre trata de seguir la política de su padre, del que es go Castilla y Navarra en los años siguientes. bernadora, pero su prestigio disminuye a los ojos de La que primero acusó el golpe fue Magdalena, la todos. madre del futuro monarca Francisco Febo, que se Cuando a la muerte de Enrique IV, Fernando el negó a ratificar el tratado; sus consejeros vieron en la Católico es reconocido como rey de Castilla (1475), ocupación de Pamplona por las tropas castellanas un reivindica la tradicional política castellana de inter primer paso para privar a su hijo de los derechos al vención en los asuntos navarros, es decir, en su pro reino de Navarra; ella apuntó la posibilidad de ges pio provecho, y desoye la sugerencia de su padre de tionar con su hermano el rey de Francia una tregua que devuelva a Navarra las villas y lugares de Son- de ocho a diez años entre las naciones rivales. Mag sierra, que habían sido dadas en rehenes a Enrique dalena podía contar con el apoyo de Luis XI, y de IV Es más, será Fernando quien lleve ahora la inicia momento con la simpatía de los agramonteses, des tiva en los asuntos navarros, dando muestras de una contentos del favor que gozaban ahora los beaumon- visión muy realista: pacta una tregua con el conde de leses. Pronto se iba a sentir decepcionada la propia Lerín y el partido beaumontés (6 mayo, 1476), y, iras princesa doña Leonor. una entrevista tenida con su padre en el mes de agos to en Vitoria, se llega a unos acuerdos firmados en Tudela entre los días 2 y 4 de octubre. Leonor desengañada Asistieron a esta reunión, tenida en Mimanos, de su padre y hermano término de Tudela, Luis de Beaumont y Pierres de Peralta, y concertaron una tregua de ocho meses en Fernando refuerza sus posiciones en Navarra, nombre de sus respectivos partidos. Se acordó que la mientras mantiene contactos con el rey de Francia ciudad de Pamplona y otras plazas que seguían al con vistas a asegurar una paz. Ambas actitudes pron conde de Lerín (Viana, Puente la Reina, Huarte Ara- to hicieron ver a Leonor que había sido engañada por quil, Lumbier, Torralba, Zúftiga, Artajona, Larraga, su hermanastro, y que la ocupación de Pamplona no Lerín, Mendavia, Andosilla, etc.), se pusieran en ter había sido tanto para protegerse de una posible inva cería del rey de Castilla. El día 4 de octubre se cam sión francesa como para aseguiar su dominio en el biaron notas entre Femando y Leonor, por las que país. El sospechoso apoyo que prestaba a los jefes ésta se comprometía a abonar los gastos de ocupa beaumonteses le haría ver que tampoco la ocupación ción y a no reclamar esas plazas en lanto no se hu servía para pacificar el reino. Otros contactos se lle bieran resarcido tales gastos; Femando devolvería las varon a cabo entre Francia y Aragón, en los que sir plazas tan pronto como le fueran reclamadas, e in ve de intermediario el cardenal Pedro de Foix, hijo cluía la vaga promesa de trabajar con todas sus fuer de Leonor, pero ella permanece alejada de estas ne- 249 gocíaciones. En todo caso, una aproximación entre rar de los reyes de Aragón y de Castilla. Por eso, en Francia y Aragón, al margen de la princesa Leonor, sus últimos escritos acusa de los daños y peligros a no serviría sino para distanciar a ésta de Magdalena que están sometidos ella y el reino a «la magestad del y de su hijo. rey mi señor», le recuerda cómo ha rechazado las grandes ofertas que continuamente le hacía el rey de Fernando sigue una actitud equívoca, apoyando Francia, y le amenaza con que si no acude en perso en todo caso a los beaumonteses, mientras que Juan na a poner paz en el reino, no tendrá más remedio II apoya a los agramonteses, y es en éstos en los que que aceptar los «partidos que fasta aqui havemos re confía Leonor. Pero ni el padre ni el hijo muestran la cusado por redimir a nos en este regno que por su menor prisa por dictar el laudo que había de poner servicio está acabado de perder». fin a las diferencias entre ambos partidos, y mientras estas diferencias se mantuvieran vivas, estaba justifi cada una intervención en el país. Las Cortes del gru po agramontés enviaron un emisario a Juan II, que se Reinado y muerte de Leonor (1479) hallaba en Barcelona, para instarle a que se apresura ra a dar la prometida sentencia arbitral (11 noviem Leonor fue jurada como reina el día 28 de ene bre). La princesa, a su vez, se dirigía a su padre para ro de 1479, en Tudela, donde residía, y murió en la que la socorriera contra las agresiones beaumontesas; misma ciudad, en las casas del deán, quince días des el haberse entregado de lleno a los reyes de Aragón y pués, el 12 de febrero. De tan breve reinado, dos he Castilla, su padre y hermano, le había privado de chos nos dan alguna luz sobre cuál era su postura percibir los 4.000 florines que le correspondían política y estado de ánimo en aquellos días. Uno es como condesa viuda de Foix. De hecho era Fernan la titulación oficial que adopta: reina de Navarra, in do quien por esas fechas disponía a su antojo del rei fanta de Aragón y de Sicilia, duquesa de Nemours, no de Navarra, a través de su «conservador» Miguel de Gandía, de Montblanch y de Peñafiel, condesa de de Ansa y del conde de Lerín. Foix y señora de Bearne, condesa de Bigorra y de Ri- Leonor insistía una y otra vez ante su padre en bagorza, y señora de Balaguer, reivindicando con ello el deseo de entrevistarse con él para aclarar su situa todos los títulos y estados en que pretendió suceder ción. Su política en favor de los intereses peninsula al principe Carlos, su hermano, a tenor de los acuer res la habían distanciado de su nuera, la princesa dos matrimoniales entre Juan II y la reina doña Blan Magdalena, y de su nieto, exponiendo al reino a las ca, su madre. presiones del rey de Francia, pero Juan II, demasia Otro fue su testamento, redactado en Tudela dos do ocupado en Cataluña, no tiene tiempo de atender días antes de su muerte. Leonor dejaba el reino a su a las cosas de Navarra. Fernando respondió a las nieto Francisco Febo, hijo de Gastón de Foix y de quejas de su hermana con una proposición egoísta y Magdalena de Francia, recomendándole «que en ofensiva: que se casara con don Luis de la Cerda, caso que para la defensa y crecimiento de la corona conde de Medinaceli, que había quedado viudo de de Navarra hubiese menester favor y ayuda, fuese cloña Ana de Navarra. Con ello trataba de atraer el obligado a demandarla al cristianísimo rey de Fran reino de Navarra a la esfera de influencia castellana, cia»; la misma recomendación hacía a sus súbditos. con perjuicio de los derechos de Francisco Febo, nie Ninguna mención hacía de su hermano Fernando, a to de Leonor. Por absurdo que parezca -Leonor tenía quien viéndolo ya gobernando conjuntamente Ara entonces 52 años y le doblaba en edad-, su padre no gón y Castilla, miraba más como enemigo en poten rechazó la idea, y proyectaban hablar del asunto en cia, que como amigo y aliado, por el favor que pres la entrevista que padre e hijo habían de celebrar en taba a los beaumonteses. enero del año siguiente, cuando murió el rey de Ara Leonor dejaba una descendencia numerosa. De gón (19 enero, 1479). sus hijos varones, el mayor, Gastón, había muerto, se El desinterés mostrado por Juan II hacia Leonor gún dijimos en 1470. habiendo tenido con Magdale y el reino, y sin duda el hecho de que aceptara la idea na de Francia dos hijos, Francisco Febo y Catalina de de tan extemporáneo matrimonio, acabaron por con Foix, que reinarían en Navarra uno después de otro; vencer a la Princesa de que nada sensato podía espe Juan, vizconde de Narbona, que casó con María, her 250 mana del que luego seria Luis XII de Francia, y fue De las hijas, María, la mayor, casada con el mar padre de Gastón de Foix, duque de Nemours, y de qués de Montferrato, había muerto en 1467; Juana, Germana, que años adelante casaría con Fernando el que casó con el conde de Armagnac; Margarita, que Católico; el tercer hijo de Leonor, Pedro, había sido casó con el duque de Bretaña, y fue madre de la du nombrado cardenal el 18 de diciembre de 1477; el quesa Ana de Bretaña, la que a su vez casaría sucesi menor, Jaime, era el único que había nacido en Na vamente con los reyes de Francia Carlos VIII y Luis varra, y aquí se había criado. Estaba soltero, y su ma XII; Catalina, que casaría con Gastón, conde de Can- dre le dejó en su testamento 30.000 florines sobre los dale, y fue madre de Ana, que a su vez casó con La estados que le pertenecían en los reinos de Castilla, dislao, rey de Hungría y Bohemia. De sus dos hijas Aragón, Cataluña y Valencia, herencia puramente no menores, Leonor, había nacido en Navarra (1457), y minal, que Fernando el Católico no estaba dispuesto murió soltera, después de estar prometida al duque a reconocer. En Navarra le dejó el condado de Cortes, de Medinaceli; Ana, nació y murió en 1464. que venía disfrutando don Alonso de Aragón, bastar do de Juan II, y la villa y castillo de Miranda. 251 BIBLIOGRAFÍA Orientaciones generales en La c a r r a , Hisl. política del Zaragoza 1962, que alcanza hasta el año 1481; L. S u á r e z reino de Navarra, cap. X X V ; H. C o u r t e a u l t , Gastón IV, com F e r n á n d e z , Política internacional de Isabel la Católica. 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V i c e n s V i v e s , Juan II de Aragon (1398- C o l l JU L lÁ , El dilema franco-español en la política de Leonor 1479). Monarquía y revolución en la España del siglo Bar de Navarra, «Principe de Viana», XIII (1952), pp. 413- celona 1953, ya citado, J. C a l m e t t e , Louis XI, Jean II et la révolution catalane (1461-1473), Toulouse 1903. 418. Para Castilla, J. V i c e n s V i v e s , Fernando II de Aragon, 252 CAPITULO XVII Las casas de Foix y de Albret (1479-1512) puerta de España, los Reyes Católicos tratan de ce n la segunda mitad del siglo XV las monar rrar la posible ruta de penetración con enlaces ma quías de Occidente ofrecen un panorama trimoniales de sus reyes, alianzas con los partidos na bien diverso al del siglo anterior: a la anti varros, o tratados de amistad, que en el fondo son gua rivalidad franco-inglesa sucede la rivalidadacuerdos fran- de protectorado. El halago y la amenaza se Ecoespañola, mantenida tanto en los Pirineos como en rán las armas, que, debidamente dosificadas, utiliza tierras de Italia. En Francia se restaura el autoritaris rán a lo largo de su reinado. La unión del reino con mo monárquico sometiendo a los feudales. En la Pe los Estados de la Casa de Foix -y a partir de 1484 nínsula, mientras los reinos de Castilla y Aragón se con los de la Casa de Albret (Gascuña, Perigord, Li- unían bajo la mano firme de los Reyes Católicos, en mousin)-, más que de refuerzo sirvió para aumentar Navarra quedaba entronizada la dinastía de Foíx. La los peligros. Se trataba de Estados con instituciones estabilidad de la monarquía navarra depende, pues, muy diversas, sin comunidad alguna de intereses ni del buen entendimiento de sus dos poderosos veci de lengua, celosos de sus usos y costumbres, y que nos. tienden a restringir la autoridad de sus príncipes. Los Ahora bien, la dinastía de Foix, hacia la que los reyes residen habitualmente en Bearne, donde se ha navarros no se sentían ligados por ningún afecto es llan más en su ambiente, y se sienten soberanos fren pecial, extendía sus dominios por los condados de te al rey de Francia. Bigorra y Foix, y vizcondados de Bearne, Marsan, Una situación tan inestable tenía que conducir a Gavardan y Nébouzan, Couserans y una parte de la sumisión de sus príncipes al vasallaje de Francia o Comminges, Tursan, Andorra y vizcondado de Cas- de España. Más difícil les sería reafirmar su indepen telbón, y por todos éstos, salvo por el Bearne, estaba dencia, aunque se ensayó esta solución. Quedaba sometido a la soberanía eminente del rey de Francia. otra posibilidad: un reparto amistoso de sus domi Y mientras el monarca francés acentúa sus presiones nios entre los reyes de Francia y de España, lo que sobre los reyes de Navarra para tener abierta esta también se intentó, primero por Fernando el Católi 253 co (1483), luego por Carlos VIII (1497) y Luis XII nio del mariscal don Felipe de Navarra con una hija (1509). Es la solución que triunfó al fin, con la in del conde de Lerin, y que en adelante los oficios y corporación del reino a la corona de Castilla en empleos deberían repartirse a medias entre beau 1512. Pero hasta llegar a ella, sus jóvenes monarcas, monteses y agramonteses, como efectivamente se Francisco Febo y Catalina, tuvieron que recorrer un vino haciendo hasta el siglo XVII. largo camino de intrigas y violencias que partían de Apenas habían pasado unos seis meses de la tre las dos poderosas monarquías vecinas. gua de Aoiz cuando parecía que la guerra civil iba a estallar con más violencia que nunca. En la semana de Pascuas de 1480, cuando el mariscal don Felipe de Navarra se dirigía a Villafranca para conferenciar Francisco Febo (1479-1483) con Juan de Ribera, enviado del Rey Católico, era asesinado por el conde de Lerín; se dice que aquél se Francisco Febo tenía once años al comenzar su había negado a casarse con la hija del conde, y que reinado. La regencia es ejercida por su madre, la entre ambos se habían cruzado palabras injuriosas. princesa de Víana, Magdalena de Francia, mujer de buen sentido, reservada y prudente, que entonces Como a pesar de todo, tanto Luis XI como Fer contaba treinta y seis años de edad. Su principal con nando el Católico estaban decididos a mantener la sejero era su cuñado, el cardenal Pedro de Foix, jo paz a toda costa, multiplican los gestos de benevo ven inteligente, ávido de cargos y honores, que había lencia hacia sus reyes, a la vez que se esfuerzan por hecho la carrera eclesiástica al amparo de Luis XI, aumentar el número de sus partidarios. El cardenal pero que estaba dispuesto a pasarse al servicio del de Foix convocó Cortes en Pamplona para tratar de rey Fernando si así convenía a sus intereses. En Na la venida del rey, las cuales, en efecto, aceptaron la varra podían contar con el apoyo agramontés. Los petición de alcabalas para los gastos de la venida del beaumonteses, siempre turbulentos, eran manejados rey «por ser cosa muy mucho necesaria e oportuna por Fernando el Católico. Pero sólo Fernando, que en este su dicho regno, con la qual esperamos todos ocupaba diversas villas y fortificaciones, podía res los trabajos y males havrán fin» (1480). taurar la paz. Interesado ahora en mantener unas pa El miércoles 21 de noviembre de 1481 hizo cíficas relaciones con Francia, era indispensable co Francisco Febo su solemne entrada en Pamplona menzar por asegurar la paz en un territorio presto a acompañado de 1.500 lanzas al mando del senescal la revuelta. de Foix y de numerosos peones. El sábado 8 de di No hay que decir que el mismo espíritu anima ciembre fue a la catedral para hacer la vigilia «segunt ba a Magdalena de Francia, madre del rey. A este fin el fuero manda», y el domingo fue coronado y ungi tuvo una entrevista con Fernando en Zaragoza (julio- do, interviniendo en las ceremonias los más destaca agosto, 1479), luego reunió Cortes en Olite y de aquí dos miembros de las dos parcialidades. La estancia pasó a Sangüesa donde, en el mes de septiembre, fir del rey en Navarra fue muy breve. De Tudela, donde mó una tregua con los beaumonteses. Las condicio juró los fueros el 24 de diciembre, pasó a Olite don nes puestas por el conde de Lcrín eran fuertes: no de se celebraban Cortes, y en febrero de 1482 ya es sólo se devolvían sus honores y pensiones, sino que taba en Bearne. Ignoramos cuál fue la causa del rápi se le reconocía el derecho a recaudar en provecho do regreso del rey a sus Estados de Bearne, aunque propio los cuarteles y alcabalas de sus dominios; el se han apuntado varias. mando de una compañía de 100 lanzas, pagadas por Una de ellas el recrudecimiento de las luchas el tesoro de Navarra; que no se nombraría ningún lu entre los dos partidos, pues pese a los esfuerzos del garteniente del reino de Navarra que no fuese origi cardenal de Foix y del infante don Jaime para pacifi nario del reino y adepto al conde. Era tanto como car al conde de Lerín y a don Pedro de Navarra, her instalar un Estado dentro de otro Estado; con todo, mano del asesinado mariscal, aquél intentó asesinar la regente creyó que con estas paces habían sido «fe- a éste cerca de Añorbe y tuvo que huir a uña de ca nescidas e acabadas las discensiones, guerras e males ballo, aunque varios de los suyos resultaron muertos. que trenta annos y más duraron en él». Se dice que, Esto fue un día de viernes santo, y el día anterior, en para asegurar la paz, se acordó también el matrimo un intento de pacificación llevado a cabo por el vi 254 rrey, ambos habían comulgado en la misma hostia. na Catalina, de trece años de edad, y la perspectiva Pero, como dice un autor antiguo, era el conde de tal de una larga minoría iba a poner en guardia a los dos condición «que nunca hombre que con él yantase sa monarcas vecinos. En la corte castellana hubo gran bía donde había de cenar». alarma, pues se temía que el rey de Francia aprove Otra pudo ser el deseo de su madre de no com chara la oportunidad para exigir a su hermana, la prometerse, de momento, en los proyectos matrimo princesa de Viana, la entrega de alguna fortaleza, o niales que para Francisco Febo preparaban los reyes tal vez de todo el reino, el asunto de Navarra se esti de Francia y de Castilla. Mientras éste abrigaba la maba tan importante, que apresuradamente se ges idea de casarlo con su segunda hija Juana, la futura tionó el matrimonio de Catalina -que se había con Juana la Loca, Luis XI gestionaba su enlace con Jua vertido en una de las novias más ricas de Europa- na la Beltraneja, apoyando de paso sus derechos al con el príncipe don Juan, heredero de los Reyes Ca trono de Castilla. El rey de Francia se interesaba, tólicos; de otra parte, se aproximaron tropas a la además, por el matrimonio de Catalina, hermana del frontera en previsión de acontecimientos, y sin duda rey Febo, con su primo Gastón de Foix, hijo de Juan, para llamar la atención de la regente. conde de Candale, y fiel servidor del rey de Francia. Nadie dudaba, ni en Castilla ni en Navarra, de Para coaccionar a la regente, Luis XI apoyaba las pre los derechos que asistían a Catalina, pues había una tensiones de Juan de Narbona a suceder a su herma larga tradición de gobierno de mujeres, pero Juan de no Gastón IV en todos los dominios de la Casa de Narbona, tío de Catalina, aprovechó la oportunidad Foix, como heredero más directo que su sobrino para renovar sus reclamaciones a la herencia de Foix, Francisco Febo. Esta reclamación, hábilmente mane y aun llegó a titularse rey de Navarra. jada por los reyes de Francia, pendería cual espada Los Reyes Católicos redoblaron los esfuerzos, no de Damocles sobre los últimos soberanos de Nava sólo ante la regente sino ante quienes tenían el poder rra; cualquier sospecha de deslealtad por parte de és efectivo en Navarra -el cardenal de Foix, el conde de tos, podía privarles de sus derechos a la herencia Lerín y Pierres de Peralta- pasando desde el halago francesa. De momento, Juan de Narbona había ocu al cohecho y la amenaza, con una gama de solucio pado algunas plazas del condado de Foix, que Luis nes que iban desde el protectorado -por enlace ma XI se había apresurado a poner en secuestro. Hay trimonial- hasta la anexión pura y simple. Las ges que reconocer que ninguno de los proyectos matri tiones fueron llevadas personalmente por Isabel la moniales era para entusiasmar a la regente: la Beltra- Católica, ya que Fernando tenía que volver a la gue neja tenía más de veinte años, y la infanta Juana ape rra de Granada. El programa esbozado era éste: se nas había cumplido los tres años. convocarían Cortes, a ser posible en Esteila -donde Es posible que la mala salud del rey influyera se esperaba que acudieran de ambas parcialidades-, también en el rápido regreso al Bearne, ya que éste ¡as que aprobarían el matrimonio de Juan y Catalina; falleció en el castillo de Pau el 30 de enero de 1483. las Cortes enviarían procuradores a Magdalena para El día anterior había hecho testamento en el que or solicitar el matrimonio; ésta no tenía por qué con denaba su enterramiento en la catedral de Pamplona, sultar al rey de Francia; si Magdalena se negaba, se en la que había recibido «su real coronación». No procedería a la proclamación del príncipe don Juan obstante, fue enterrado en la catedral de Lesear. Se como rey de Navarra; los beaumonteses le entrega dijo que había muerto envenenado poco después de rían las fortalezas que de ellos dependían, y recibi tocar la flauta, como solía; pero esta versión carece rían Laguardia; en primer lugar se entregaría Tudela, de fundamento; la realidad es que de tiempo atrás es que había de quedar incorporada a Castilla, pero con taba enfermo, tal vez de tuberculosis. el fuero de Aragón. El programa se cumplió en casi todas sus partes, pero sin los resultados que se esperaban: las Cortes Catalina de Foix de Navarra se reunieron separadamente, las beau- y su m atrim onio con Juan de Albret montesas en Puente la Reina y las agramontesas en Esteila, pero estuvieron acordes en nombrar embaja El rey había dejado como heredera a su herma dores a don Fernando de Baquedano y a don Juan de 255 Jassu, con el encargo de que suplicaran a doña Mag Gabardan, Marsan y Nébouzan), el día 16 de febrero dalena que viniese con su hija la reina y aprobase el de 1484, y el clero y la mayor parte de la nobleza se matrimonio castellano. Al mismo tiempo se dirigían inclinó por Juan de Albret. En el tercer Estado hubo los embajadores a los Estados de Foix y de Bearne diversidad de opiniones. Magdalena, con grandes te para interesarles por el matrimonio con el príncipe mores por su parte, tuvo que aceptar la decisión del de Castilla y Aragón, no sólo «por el gran feudo y rey y de los Estados. sangre que entre ellos es, e por la pacificación uni Magdalena no había dirigido consulta alguna a versal», como porque «tememos, dicen, que si este las Cortes de Navarra, que, como vimos, se habían matrimonio se desviase, sucedería, en lugar de deu adelantado a propugnar la candidatura castellana. do entrañable, enemistad de que no podría ser me Temiendo la reacción del país, se había apresurado a nos», convirtiéndose asi «la paz e beneficio que con destituir al cardenal de Foix, del cargo de virrey el dicho matrimonio se espera, en mal y daño intole -com o vendido a los reyes de Castilla-, y a sustituir rable». lo por el infante don Jaime de Navarra. Esperaba con Si todos los navarros se mostraban unánimes en ello atraerse al sector más moderado de los agra- apoyar el matrimonio castellano, no era el mismo el monteses, y al suegro de éste, mosén Pierres de Pe ambiente que dominaba la corte de Pau. Magdalena ralta. No hay que decir que, tanto agramonteses temía enemistarse con su hermano. Varias candida como beaumonteses, a los que repugnaba el gobier turas circulaban por la corte de Francia, y los agen no de un monarca francés, se sintieron decepciona tes castellanos recorrían el país recogiendo rumores. dos. La guerra de nervios estaba en su apogeo, e Isabel se Las Cortes beaumontesas, ante los primeros ru instaló en Vitoria para seguir de cerca los aconteci mores que llegaban de Francia, dirigieron a la prin mientos. Transigía con que, si no se podía lograr el cesa de Viana una dura requisitoria, en la que refle matrimonio de Catalina con el príncipe donjuán, se jan la inquietud de la corte de los Reyes Católicos, y buscara un marido neutral y, al menos, obtener de de las palabras pasaron a los hechos. Las gentes del Magdalena la seguridad de que nunca casaría su hija conde de Lerín se apoderaron del castillo de Belme- sino con persona de la confianza de los Reyes Cató cher, en Estella, pero no de la ciudad, que seguía en licos. poder de los agramonteses, ya que llegaron tarde las En estas circunstancias tiene lugar la muerte de tropas castellanas enviadas en su socorro. El enérgi Luis XI el 30 agosto de 1 4 8 3 , y le sucedía Carlos co mosén Pierres de Peralta, rompió también con la VIII, de nueve años; pero la regente y sus consejeros princesa, e hizo homenaje al Rey Católico por el cas se apresuraron a acelerar el matrimonio de Catalina tillo de Tudela (12 mayo, 1484). Los vecinos de Tu- con Juan de Albret, cumpliendo sin duda indicacio dela se dirigieron dos días después al Rey Católico, nes del mismo Luis XI. En las instrucciones que lle que estaba en Tarazona, diciéndole que ellos mante vaba Antoine de la Tour a la corte de Pau no olvida nían lo ofrecido de reconocer por rey al príncipe don recordar a Magdalena que el candidato español no es Juan y a la reina Catalina si casaba con aquél, y que de la casa de Castilla, sino de la de Aragón, que siem alzarían pendones por ellos y por sus padres los re pre ha sido enemiga de Francia; que si los del reino yes de Castilla y Aragón, como legítimos administra de Navarra se rebelan contra la reina, el señor de Al dores, si en todo el mes de junio no llegaba una res bret tiene medios para someterlos, y que después de puesta favorable de la princesa de Viana. Más come todo el rey de Francia es el soberano de la mayor par didas, pero reflejando el mismo disgusto, estuvieron te de los dominios de la Casa de Foix, mientras que las Cortes agramontesas reunidas en Estella. ninguno de sus territorios depende del monarca de Antes de que expirara el plazo señalado por los Castilla, y si procede contra su voluntad sin causas vecinos de Tudela, Magdalena comunicaba oficial razonables, puede el rey de Francia privarle de sus mente a los embajadores españoles que el matnmo- tierras. Frente a esta amenaza, Magdalena tuvo que nio de su hija con el príncipe don Juan no era acon ceder. sejable por la corta edad de éste. El pretexto fue bien La princesa de Viana convocó en Pau a los Tres encajado por los Reyes Católicos. Interesados a toda Estados de la Casa de Foix (Bearne, Bigorra, Foix, costa en mantener la paz con Francia, saben que gra 256 cias a las divisiones internas de Navarra podrán con años- y su aspecto poco seductor, proyecta su matri tar con fuertes apoyos en el país, el cual en ningún monio con la heredera Ana, que apenas tenía diez momento podría ofrecerles dificultades serias. Para años. Los Reyes Católicos, que tienen pendiente la Navarra se anunciaba una larga minoría, ya que Juan devolución del Rosellón, ven en la cuestión de Breta de Albret sólo tenía siete años, y Catalina le doblaba ña un medio de suscitar dificultades al rey de Fran en edad. cia, y entran en la coalición. El resultado sería un tra tado negociado en Valencia, en marzo de 1488, por el que aparte de la ayuda militar a Bretaña, que se prestaría a través de Alain de Albret, los Reyes Cató Entre Francia y España licos recibirían en su alianza y amistad a los reyes de Navarra. El resultado sería someter más estrecha La princesa de Viana había logrado sortear el mente a Navarra al protectorado castellano, y de re problema del matrimonio de Catalina salvando la in chazo atraerse la enemistad de Francia. Los reyes de tegridad territorial de sus Estados. Pero no pudo evi Navarra no se deciden a venir al reino, temerosos de tar que la autoridad de los futuros reyes de Navarra que el señor de Narbona les invada Bearne y aun Na quedara mediatizada por la de sus poderosos veci varra. Este cuenta con el apoyo del rey de Francia, nos, los reyes de Francia y de España; y es que la po quien hace que el pleito de la sucesión de Foix sea lítica del reino de Navarra se inserta en el marco mu transferido al Parlamento de París; la princesa de Via cho más amplio de la política general de equilibrio na y su hija son emplazadas a comparecer ante este que estas dos monarquías van a seguir durante el go tribunal (3 enero, 1488). París tolera los saqueos que bierno de los Reyes Católicos. lleva a cabo el vizconde de Narbona, y Bigorra se de La autoridad de la princesa de Viana en el reino clara en favor del pretendiente, aun cuando los Reyes de Navarra no podía ser más precaria. Primero actúa Católicos rechazaron una vez más las pretensiones de virrey el infante don Jaime, pero su autoridad ape del señor de Narbona. nas es reconocida por nadie; buscando una persona Al serenarse las relaciones franco-españolas se alejada de los partidos en pugna, entrega el gobierno alejan los peligros de las fronteras de Navarra, y el a su consuegro Alain de Albret, pero éste compro país puede contar con una breve etapa de tranquili meterá a Magdalena en las coaliciones feudales con dad en lo que afecta a su política exterior. Será Car tra Carlos VIH, lo que acarreará la enemistad de los los VIH quien al fin case con Ana de Bretaña -los Re Reyes Católicos. yes Católicos habían lanzado la candidatura de su Fernando el Católico vigila la frontera a través hijo el príncipe Juan- y, preocupado por su expedi del capitán general Juan de Ribera, que tiene poderes ción a Italia, no quiere conflictos en retaguardia. El para entender en las diferencias entre los súbditos de 15 de octubre de 1491 los Estados de Bearne, junta los reyes de Navarra y los de Castilla y Aragón, y aun mente con los representantes de Foix, Bigorra y Né- para negociar con cualquier ciudad o villa de Nava bouzan, juraron fidelidad a Catalina y Juan de Al- rra, o con cualquier persona particular que quiera bret. pasarse a depender de la corona de Castilla. Las ne En Navarra seguían las violencias, mantenidas gociaciones con el conde de Lerín (1485) suponían especialmente por parte de los beaumonteses, y esto una actualización de la tregua de Aoiz de 1479, y, retrae a los soberanos de presentarse en el reino para como en ésta, se decía que el Lugarteniente o Gober ser coronados. Fernando el Católico observa en esta nador que se nombrara seria neutral y acepto al con etapa una actitud ambigua, lo mismo en el apoyo destable. Todo ello a cambio de que el conde y sus que presta a los rebeldes que en las gestiones que lle partidarios se comprometiesen a «favorecer» el viaje van a acabo los reyes para que la designación de de la reina Catalina y hacerla coronar, que era la gran obispos de Pamplona recaiga en persona propuesta preocupación de los navarros, repetidamente mani por los mismos, como solía hacerse en otros reinos. festada en las Cortes. Las Cortes de Navarra, reunidas en Olite el 10 Alain de Albret intriga en la sucesión del duca agosto de 1493 habían pedido con insistencia la pre do de Bretaña, y pese a su edad -m ás de cincuenta sencia de los reyes para que conocieran a sus natura 257 les y juraran los fueros. Votaron a este fin 80.000 li tarían matrimonio de su hija heredera, Ana, sino con bras, a condición de que vinieran antes de septiem hijo o nieto de los Reyes Católicos y que si tenían un bre. Pero la venida de los reyes dependía de la acti hijo varón casaría con hija o nieta de los reyes de tud de los beaumonteses, y éstos a su vez de los in Castilla si éstos así lo querían; en todo caso cualquier tereses del Rey Católico. El enviado de éste, Onta- casamiento de sus hijos se haría de acuerdo con los ñón, fue a Pau para poner sus condiciones, y los re reyes de Castilla. Éstos confirmaron la paz y alianza yes de Navarra, autorizados por Carlos VIII, firmaron estando en Medina del Campo el 30 de abril. Mien las paces con el conde de Lerín, que era tanto como tras Fernando aseguraba su protectorado sobre Na hacerlo con el Rey Católico. Con ello don Juan y varra, el rey de Francia, que estaba ya camino de Ita doña Catalina tenían vía libre para entrar en Navarra lia, hacía a los Reyes Católicos partícipes del arbitra y coronarse. je en que habían de resolver las diferencias con los reyes de Navarra. Poco duró la tranquilidad interior del reino. Los reyes, fuertes con la amistad de Castilla, se disponían Coronación de los reyes a tomar medidas de buen gobierno, ordenando abrir y protectorado castellano una información sobre la situación del patrimonio real, y los motivos de la disminución de las rentas. Se Después de diez años de espera pudieron don vio que muchos bienes, en ausencia de los reyes y Juan y doña Catalina ser jurados y coronados como con motivo de las guerras, habían sido enajenados reyes de Navarra en la catedral de Pamplona. El acto pretextando ventas y trueques. Pronto chocaron con tuvo lugar el domingo 12 de enero de 1494, ajustán el conde de Lerín y los beaumonteses, que más se ha dose en todo al orden establecido en el capítulo I del bían beneficiado de esta situación. Éstos atacaron a Fuero General. En el juramento de Juan ele Albret se los vecinos de Artajona, súbditos del rey, y cometie tuvo el cuidado de especificar que si la reina fallecía ron otras tropelías, a las que los reyes respondieron dejando hijos, el rey conservaría el reino en usufruc con energía. Por primera vez, en muchos años, se to mientras permaneciera viudo; que el heredero me empezaba a notar la existencia de una autoridad dis nor estaría bajo el gobierno de tutores hasta cumplir puesta a hacerse respetar. Se ordenó el embargo de los 21 años, tutores que serían nombrados a pro los bienes del conde de Lerín y de sus secuaces y la puesta de las Cortes; si fallecía el rey, la reina con ser ocupación de los castillos y fortalezas mandados por varla el usufructo de todos los señoríos del señor de hombres suyos. El conde de Lerín, por su parte, se Albret. El primogénito sería criado en el reino «en la había apoderado de Viana y fortificado sus iglesias lengua e con las gentes de aquél»; la reina haría tam con tropas castellanas mandadas por el duque de Ná- bién «residencia continua o la mayor parte del tiem jera; había hecho prisionera a la guarnición de San- po en este dicho nuestro regno, considerando quan- tacara, ocupó por sorpresa Olite e intentaba sitiar tos tiempos ha que aquél carece de rey e señor pro Puente la Reina. La lucha se llevaba a cabo con una pietario, de donde se han seguido tantos males e da crueldad inaudita. ños». A continuación prestaron juramento los miem Los Reyes Católicos se interpusieron para resta bros de los Tres Estados. Acompañaron a los reyes en blecer la paz y tuvieron que salir fiadores del conde la ceremonia los embajadores de Castilla y los envia de Lerín para que no fuese aplastado por la justa in dos del rey de Francia. dignación de los reyes de Navarra. Su plan era una Los reyes habían podido coronarse gracias a las ocupación militar del territorio navarro con vistas a tropas que, a petición suya, Juan de Ribera había lle una evental ruptura de hostilidades con Francia. Au vado a Pamplona. Fernando el Católico cobró caro mentaron, pues, las presiones y demostraciones ar este beneficio. El 19 de enero de ese mismo año fir madas en la frontera y los reyes de Navarra se vieron maron los reyes dos documentos. Por uno de ellos se obligados a negociar el derecho a castigar a un vasa comprometían bajo juramento a no dejar pasar por llo rebelde. Los Reyes Católicos acababan de romper sus tierras de Navarra y Bearne a gentes extranjeras con Francia, y como la princesa de Viana, Magdale que fuesen contra los reinos de Castilla y Aragón. Por na, había fallecido el 23 de enero de 1495, aquéllos otro de la misma fecha prometieron que no concer se entendieron con Alain de Albret, sobre quien re 258 cayó la dirección política del reino. Fernando el Ca de fidelidad y homenaje que prestan los señores na tólico sabía que éste estaba en malas relaciones con varros a los reyes de Castilla, comprometiéndose a el rey de Francia, y le veía más dispuesto a negociar que las cláusulas de neutralidad consignadas en el que a luchar. No fue, pues, difícil conducirlo hacia tratado de Madrid sean respetadas, y en caso contra una nueva negociación, que sometería el reino a un rio unirse a las tropas castellanas. Así, cada nuevo auténtico protectorado castellano; a cambio de ello, paso que daban los reyes para mantener su equidis el Rey Católico se comprometía a alejar de Navarra al tancia entre Francia y España acentuaba la política conde de Lerín, promotor de los disturbios. Tal es, intervencionista de Castilla. en síntesis, el resultado de los acuerdos de Madrid de marzo de 1495. Como prenda de la neutralidad navarra en la Oscilaciones de guerra con Francia, los reyes se comprometieron a la política exterior hasta 1504 entregar a su hija Magdalena, que apenas tenía un año, y que seria puesta durante cinco en custodia de Hemos visto cómo la paz y neutralidad de Na Fernando e Isabel, con el compromiso de devolverla varra no dependía tanto de la voluntad de sus reyes en ese plazo si los reyes navarros observaban fiel como de las relaciones de buena vecindad que man mente el tratado. Harían también entrega, por el mis tuvieran los Reyes Católicos con los reyes de Francia. mo plazo, de las villas y castillos de Viana y Sangüe Los monarcas navarros aspiraban instintivamente a sa, que serían ocupados por guarniciones castellanas. sacudirse la tutela castellana, pero sin caer bajo do Los Reyes Católicos se comprometían a devolver Oli- minio francés. Política esta fácil de expresar, pero di te y retirar de allí la guarnición castellana que estaba fícil de realizar, aun para príncipes de mayor sabidu al servicio del conde de Lerín. Una comisión de cua ría política que la de Juan de Albret y Catalina de tro personas, dos por cada reino, investigaría sobre Foix: el alejarse del rey de Francia suponía resucitar los bienes de que se había apoderado el conde de Le el viejo pleito de la casa de Foix; al apartarse de Fer rín, para proceder en consecuencia. El conde de Le nando el Católico se avivaban las disidencias del rín sería desterrado de Navarra por toda su vida. conde de Lerín y de su grupo, con las habituales con Pero la aplicación de este último acuerdo supo centraciones de tropas en la frontera; aproximarse al nía un nuevo dogal puesto a los reyes de Navarra. Rey Católico suponía, por otra parle, apretar un poco Pues a cambio de las tierras y pensiones que Fernan más las clavijas del protectorado. No menos peligro do concedió al conde en tierras de Granada -m ar so era un sincero entendimiento entre los dos pode quesado de Huáscar, villas de Vélez Rubio, Vélez rosos vecinos, que podía acarrear un amistoso repar Blanco y Castillejo-, el capitán general Juan de Ribe to del rico patrimonio de las casas de Foix y de Na ra pasaba a ocupar las fortalezas y tierras de Lerín, varra. Larraga, Mendavia, Sesma, Carear, Andosilla, San Fernando el Católico había intentado la incor Adrián, Alio, Arróniz, Sartaguda, Baigorri, Monjar- poración de Navarra por vía matrimonial (1483). dín y Santacara, es decir, una serie de posiciones cla Ahora Carlos VIII lanzaba una propuesta al Rey Ca ves sitas en la frontera de Castilla. tólico para entregarle Navarra a cambio de la renun Los reyes de Navarra intentaron varias veces li cia por parte de éste a sus derechos en Italia (1497). berarse de la estrecha sumisión al rey de Castilla, Pero el rey de Francia ofrecía algo de que nunca po aproximándose al rey de Francia, y sólo consiguieron dría disponer -como era el reino de Navarra- para que se reafirmara el protectorado castellano. Temía el llevarse en Italia la parte del león. Para Fernando la Rey Católico que la lucha que venía manteniendo sustitución del protectorado sobre Navarra por la con Francia en los campos de Italia se extendiera a la anexión pura y simple podía crearle más problemas frontera pirenaica. En una entrevista tenida en Al fa que ventajas. La sugerencia fue, pues, rechazada. A ro con los Reyes Católicos, en noviembre de 1495, fines de ese mismo año cinco enviados franceses accedieron los reyes a que las principales fortalezas comparecían en Alcalá de Henares con nuevas pro de Navarra se encomendaran a personas de la con puestas: cesión de Calabria a Fernando, quedándose fianza de Fernando. Se multiplican los juramentos Carlos lo restante del reino, y cuando quisiera re- 259 nunciar a Calabria recibiría del rey francés Navarra abiena la puerta a la negociación, y Juan de Albret se «con voluntad del rey don Juan y de la reina Catali vio forzado a ir a Sevilla para negociar personalmen na y de los naturales del reino», y treinta mil duca te con los Reyes Católicos. El navarro acudió teme dos de renta. La proposición volvió a ser rechazada. roso, pero los Reyes Católicos le abrumaron de ho No hay indicios de que los reyes de Navarra estuvie nores, y accedió a cuanto le pidieron (14 mayo, sen enterados de tales ofertas. 1500). Las Cortes de Navarra, menos fáciles de con vencer, le pidieron explicaciones. Es verdad que se La muerte de Carlos VIII (8 abril, 1498), a quien sucedía el duque de Orleans, Luis XII, facilitaría, de devolvían los castillos que los Reyes Católicos tenían en tercería, pero los reyes de Navarra perdonaban al momento, el apoyo de Francia y la amistad del papa Alejandro VI. Luis XII, que necesitaba de la amistad conde de Lerín, parientes y vasallos, reponiéndoles del papa para lograr su divorcio y casarse con Ana de en los bienes y cargos que tenían el día de la corona Bretaña, negoció el matrimonio de César Borja, hijo ción real, y éstos no eran menos peligrosos; se ase de Alejandro VI, con Carlota de Albret, hermana del guraba la neutralidad del reino con juramentos de fi rey de Navarra. Los soberanos navarros vieron así delidad exigidos a los alcaides navarros, y se preveía allanadas todas las dificultades que arrastraban con la anexión del mismo por el matrimonio de la here la sucesión de la casa de Foix. El herm ano del rey, dera o heredero de Navarra con algún descendiente de los Reyes Católicos, o bien se exigiría el consenti Amadeo de Albret, fue nombrado cardenal cuando contaba 22 años (22 septiembre, 1500), e incluso se miento de éstos para que aquéllos celebraran otro matrimonio. Así se aseguraba que las alianzas matn- pensó en resucitar en su favor un viejo proyecto de moniales de la casa de Navarra pudieran anudarse en Carlos III de establecer en Pamplona una sede me tropolitana, con obispados en Tudela, Sangüesa y perjuicio de Castilla. Roncesvalles, a los que se agregarían los de Lesear y Durante unos años el reino de Navarra tuvo paz Oloron. Así, el clero navarro y bearnés no depende interior y tranquilidad en sus fronteras. La vuelta del ría de metropolitanos extranjeros, y, en caso de gue conde de Lerín, sin duda bien aleccionado y vigila rra, los eclesiásticos navarros podrían contribuir a los do, no trajo las consecuencias que eran de temer. gastos del Estado. Pero la idea no prosperó. Cuando en 1501 proponen los reyes a las Cortes que entiendan en la reforma del patrimonio real, se nom Contando ahora con el apoyo francés y la bene bró una comisión en la que entraron las figuras más volencia de Alejandro VI los reyes navarros iniciaron gestiones para que les fueran devueltas las villas y representativas de ambas parcialidades. Lograron por fortalezas que fueron del conde de Lerín y las que el breve tiempo conservar buenas relaciones con Luis Rey Católico tenía en tercería, toda vez que asentada XII, e iniciaron lazos de amistad con la Casa de Aus la paz entre los reyes de Francia y de España no eran tria, que luego se harían más estrechas. necesarias esas garantías (1498). Reclamaban tam Pero en 1503 Luis XII y Fernando el Católico se bién los señoríos de Castilla y Aragón que habían hallan enfrentados por la cuestión de Nápoles. Alain sido vinculados a la Corona de Navarra en virtud de de Albret, nombrado lugarteniente general de Luis las capitulaciones matrimoniales de la reina Blanca y XII en Guyena, concentra tropas en la frontera pire Juan II (Medina del Campo, Olmedo, Peñafiel, Cué naica. No fue difícil a Fernando, por medio de sus llar, Gandía, Ribagorza, Montblanc, Balaguer, etc.), y embajadores, neutralizar a los reyes de Navarra, ac las villas de la merindad de Estella que habían pasa tuando una vez más de árbito en sus diferencias con do a Castilla en virtud de la sentencia arbitral de Luis don Luis de Beaumont, y acercando tropas del con XI, de 1463, así como las de San Vicente, Laguardia, destable de Castilla y del duque de Nájera a las fron Bernedo y otras ocupadas con anterioridad (1499). teras de Navarra. El momento era oportuno, pues en 1500 expiraba el Sobre los problemas políticos gravitaban las plazo de cinco años fijado en los tratados de Madrid preocupaciones familiares de los reyes: el 17 de abril para la ocupación de las plazas navarras. de 1503 había muerto el primogénito Andrés Febo, Como de costumbre, Fernando lanzó una cam de dos años de edad, y ocho días después Catalina paña de amenazas y falsos rumores para desacreditar daba a luz en Sangüesa otro hijo varón, Enrique. Los a los reyes ante sus súbditos, a la vez que dejaba reyes al dirigirse el 27 de noviembre a las Cortes de 260 Navarra expresaban gráficamente su temor, pues «es cia, hija de Luis XII. Los Reyes Católicos veían con tamos puestos -decían- entremedios de dos grandes sorpresa cómo se rompía el cerco diplomático a que fuegos, como que con ambas partes tengamos deudo tenían sometido al rey de Francia. El tratado fue ra tan allegado». En septiembre proponían los Reyes tificado en Hagenau el 4 de abril de 1505. Católicos el matrimonio del recién nacido Enrique Femando, que se había hecho cargo de la re con su nieta Isabel, hija de Juana la Loca y de Felipe gencia de Castilla hasta que llegaran sus hijos, rece el Hermoso, lo que fue formalizado en Medina del laba de Felipe el Hermoso, así como éste desconfia Campo el 3 de marzo de 1504. Enrique era institui ba de su suegro, temiendo que tratara por diversas do heredero universal de sus padres. Las Cortes pen artes de conservar el dominio efectivo del reino. En saron aprovechar la oportunidad de la alianza para Blois y en Hagenau se había convenido en secreto insistir en las viejas reivindicaciones navarras: devo que en el caso de que Fernando el Católico no se atu lución de Los Arcos, San Vicente, Bernedo, castillos viera a lo allí acordado, el rey de Francia podía em de Toro y Herrera, pero la política de los Reyes Cató prender la recuperación de Ñápeles. Todo ello impli licos era tomar garantías sin soltar prendas, y nada se caba el apoyo de Luis XII a Felipe para apoderarse de logró. la gobernación de Castilla. Muchos nobles, el duque Luis XII, por su parte, alentaba las reclamacio de Nájera entre ellos, se aproximaban ya al archidu nes de Gastón de Foix, hijo de Juan de Narbona, pre que. Es entonces cuando Fernando, dispuesto a rom sentadas ante el parlamento de París en 1502, y Ca per la coalición de Francia con el Imperio, en un gol talina era condenada a pasarle una pensión de 2.000 pe de audacia, envía una misión a Luis XII para ne libras. Gastón tomaba oficialmente el título de rey de gociar la paz, solicitando en matrimonio alguna prin Navarra, conde de Foix y de Bigorra con el tácito cesa de Francia. La elegida fue Germana de Foix, hija asentimiento de Luis XII (12 abril, 1503). Las Cortes de María de Orleans, hermana de Luis XII, y de Juan de Navarra votaban en 1505 un subsidio de 2.000 li de Foix, vizconde de Narbona. Las negociaciones se bras «para el pleito que la reina lleva en París», y llevaron a cabo de agosto a septiembre, y el 19 de oc mientras, Luis XII multiplicaba las muestras de desa tubre tenía lugar la boda en la capilla del castillo de fecto hacia los Albret. Blois. La noticia era para alarmar a los reyes de Nava rra, dadas las pretensiones reiteradamente expuestas Crisis castellana por el hermano de Germana de Foix a la herencia de y cambio de alianzas Foix y aun al trono de Navarra. El propio archiduque les advierte del peligro, y les ofrece ayuda, a la vez El 26 de noviembre de 1504 moría Isabel la Ca que solicita su apoyo para el caso de que se tratara de tólica y la política exterior de Castilla pasará por privarle de sus derechos al gobierno de Castilla. Los grandes oscilaciones al compás de los vaivenes que reyes de Navarra hicieron una última gestión con sigue su política interna. Isabel había dispuesto en su Fernando el Católico para la devolución de Los Ar codicilo que «se vean los títulos e derechos que yo cos, Laguardia y San Vicente, a la vez que se mostra tengo a las villas de Los Arcos e Laguardia que fue ban dispuestos a considerar firmes las alianzas sus ron del regno de Navarra, e si se hallare que justa critas en tiempo de la rema Isabel; le recuerdan una mente e con buena consgiengia, yo e mis sugessores petición anterior para que fuese liberado César Bor- no las podemos tener, las restituyan a quien de dere ja, preso en el castillo de la Mota de Medina; final cho se hallare que se deven restituir». Los Arcos se mente, apuntan su inquietud por las consecuencias restituyó en 1752, pero no Laguardia. que pudiera tener el matrimonio con Germana de Foix. La herencia de Castilla recaía en Juana la Loca y su marido, Felipe el Hermoso, que se hallaban en La «Paz perpetua» asentada en Salamanca entre Flandes. Éste, ya antes de la muerte de Isabel había Felipe y el Rey Católico (24 noviembre 1505) llenó a suscrito con Luis XII el primer tratado de Blois, en el éste de alegría, y los reyes de Navarra se apresuraron que ratificaba el propósito de casar al que luego fue a felicitarle; Fernando les aseguró que las capitula Carlos I de España con la princesa Claudia de Fran ciones acordadas en Segovia en tiempo de la reina 261 Isabel serían mantenidas. Hasta el padre del rey de castillo de Viana, donde se defendía el primogénito Navarra, Alain de Albret, se acercaba a la corte caste del conde de Lerín, pero fue socorrido por gentes de llana negociando su matrimonio con una hermana Mendavía en medio de una gran tormenta; dada la del condestable, que no llegó a realizarse. En cambio alarma, se creyó que eran tropas del duque de Náje- la enemistad con Luis XII era efectiva, y en julio de ra que iban en ayuda de los sitiados. César Borja se 1506 autorizaba a Gastón de Foix a reivindicar el du adelantó impetuoso, separándose de los suyos, y fue cado de Nemours, como heredero de los derechos de muerto por tres soldados del conde de Lerín que ha la dinastía de Evreux-Navarra, en perjuicio de los bían salido de Mendavia para proteger la retirada de verdaderos soberanos Juan y Catalina. los sesenta caballeros que habían acudido a socorrer el castillo de Viana. Los vencedores se dieron cuenta Cuando tras la ruptura de Felipe el Hermoso de la calidad de la víctima por la riqueza de su ar con el Rey Católico éste se vio obligado a abandonar madura. De esta forma oscura y anónima perecía una el gobierno de Castilla para retirarse a sus Estados, de las más destacadas figuras del Renacimiento, que los reyes de Navarra se apresuraron a negociar con el poco antes, como dice Zurita, era el verdugo y cu nuevo monarca un tratado de amistad, que se firmó chillo de Italia. El rey acudió personalmente a tomar en lúdela el 27 de agosto de 1506. Pero la muerte el castillo de Viana, viendo su ejército reforzado con pocos días después de Felipe el Hermoso (25 sep tropas que le enviaba el condestable de Castilla. tiembre 1506) iba a dejar a los reyes de Navarra más expuestos que nunca a la animosidad de Luis XII, al La lucha en Navarra era un episodio más de la resentimiento del Rey Católico, quien pudo pensar que se mantenía entre la nobleza castellana por la que en el último momento le habían abandonado, y restauración de la regencia del Rey Católico. El inte sin el apoyo de Juana la Loca, que obraba al dictado rés del rey de Navarra estaba en vencer al conde de de los consejeros de Fernando. Sólo el emperador Lerín antes de que el Rey Católico regresara de Italia. Maximiliano prestaría apoyo a los reyes de Navarra Mientras el duque de Nájera se acercaba a la fronte frente a las presiones del rey de Francia. ra para socorrer al conde su consuegro -su heredero Luis de Beaumont estaba casado con una hija suya- En Castilla la opinión de los nobles se hallaba el arzobispo de Zaragoza, hijo del Rey Católico, en dividida. No faltó quienes hablasen de llamar a Ma viaba gente desde Aragón. Viana se rindió, y Larraga, ximiliano, quienes al rey de Portugal; otros proponen que también se había alzado, capituló el 22 de mar meter en Castilla al rey de Navarra. Sin duda los re zo de 1507. yes de Navarra eran ajenos a todas estas intrigas para desplazar a Fernando el Católico de la regencia de Ante el aplastamiento de los beaumonteses, el Castilla, pero su nombre no dejaba de aparecer en Consejo de Castilla, presidido por Cisneros, se apre boca de los nobles castellanos. Finalmente, cometie suró a tomar cartas en el asunto: interesados en «su ron la torpeza de acoger en Navarra a César Borja, fu bien y conservación», le dicen al conde de Lerín, es gado de su prisión, lo que excitaría las iras de Luis difícil apoyarle en los términos en que ha planteado XII, del Papa y sobre todo de Fernando el Católico, el levantamiento, pues ven «quan grave cosa es favo- pues se decía que su misión era traer de Flandes al rescer contra justicia los súbditos contra los superio príncipe Carlos e instalarlo en Castilla bajo la tutela res»; a los reyes piden que encuentren algún medio de su abuelo Maximiliano. de arreglarse con el conde «y sobreseer con el rigor que han comencado contra él». El conde de Lerín no Por entonces se había iniciado una lucha entre aceptaba ninguna transacción, y por otra parte el du el conde de Lerín y los reyes. Las causas no aparecen que de Nájera y el arzobispo de Zaragoza, que actua claras. Se dice que habiéndole enviado los reyes un ba de Lugarteniente de su padre en Aragón, no se de oficial para comunicarle cierto mandato, el conde le cidieron a iniciar una guerra abierta contra Navarra, dio de palos y lo encerró en el castillo de Larraga. Al pues a las peticiones hechas por doña Juana a su pa negarse a comparecer ante la justicia real fue conde dre éste había respondido que se ocuparía de los nado en rebeldía y sus bienes confiscados. Con el asuntos del conde cuando estuviera de vuelta en conde se alzó toda su parcialidad. Castilla. Las tropas reales fueron tomando una a una Los reyes procedieron con rapidez, y se confió el todas las plazas beaumontesas, que se repartieron en mando de las tropas a César Borja. Este puso sitio al tre los vencedores: a don Antonio de Velasco, conde 262 de Nieva se le dio Mendavia; a don Alonso de Peral de apoyarse en los beaumonteses. Maximiliano, que ta, el oficio de condestable y la tierra de Andosilla; a lo mismo que su hijo Felipe el Hermoso, siempre ha Vergara, la de San Adrián; a Carlos de Arellano, con bía visto con benevolencia a los reyes de Navarra, de de Aguilar, los cuarteles y alcabalas de Arellano. medió en el asunto, y sólo logró paralizar de mo El 6 de julio de 1507 comunicaban los reyes a mento todo acto de violencia, pero quedando Luis las Cortes reunidas en Puente la Reina que habían XII en libertad para proseguir el acoso ju rídico contra sido recuperados todos los pueblos y castillos del los dominios de los Albret en Francia. conde y restablecido la paz del reino. El 20 de julio Juan y Catalina negaban que el Parlamento de desembarcaban en Valencia Fernando el Católico y Toulouse tuviera la menor competencia sobre el Germana de Foix. El conde de Lenn se retiró a Ara Bearne, ya que como señores de Bearne sólo depen gón, donde murió el 16 de noviembre de 1508, y fue dían de Dios, y sobre ello hicieron apelación al papa enterrado en el monasterio de Veruela. (10 marzo .1508). Luis XII propuso de nuevo, como una gracia, reconocer a Juan y Catalina como sobe ranos de Navarra y de los señoríos que éstos poseían en Cataluña (vizcondado de Castelbón), pero exi Luis XII y Fernando el Católico giendo que se entregara a Gastón de Foix todo lo que frente a los reyes de Navarra poseían al norte de los Pirineos, propuesta que fue, naturalmente, rechazada. El 7 de enero de 1510 el Durante tres años se llevará a cabo un intere Parlamento de Toulouse acordaba la confiscación de sante juego diplomático entre las grandes potencias sus bienes en Francia. Los Estados de Bearne, reuni -Fernando, el papa, Maximiliano, Luis XII e Inglate dos en Sauveterre decidieron resistir por lodos los rra-, y los reyes de Navarra bascularán entre Francia medios. Las Cortes de Navarra recordaban el 2 1 de y España sorteando amenazas de invasión o de re enero que si gentes de armas entraban en son de gue parto. Tanto Luis XII como Fernando el Católico rra, levantarían levas según fuero. El peligro común mantienen una actitud inamistosa contra sus reyes, unió a navarros y bearneses, y una delegación de las pero el mismo recelo que éstos se tienen entre sí, sal Corles de Navarra pasó a Sauveterre para formar una vará la independencia del reino. Por estas fechas de confederación y alianza con los Estados del Bearne. bió entrar en el ánimo del Rey Católico la idea de anexión de Navarra, a la que muchos le excitaban, La táctica seguida por Fernando el Católico ten pero Fernando tenía que recordar los muchos que cha a restablecer el protectorado sobre Navarra, o al braderos de cabeza que había dado a su padre el mal menos conseguir meter en el reino a los beaumonte planteamiento de la cuestión navarra, y que ahora ses, como nuevo caballo de Troya. El pretexto se lo vendría a complicarse con las reclamaciones de su daba la muerte del viejo conde de Lerín y el deseo, cuñado Gastón de Foix, apoyadas por el rey de Fran decía, de ayudar al nuevo conde «por ser mi sobrino cia. Toda la prudencia del Rey Católico tenía que po y de mi sangre... a quien yo no podría faltar». Al nue nerse a prueba, para ofrecer sin dar, y amenazar sin vo conde no podía acusarse de los delitos que había atacar, negociando a la vez con los beaumonteses, cometido su padre, y debía ser perdonado y restitui con Francia y con Navarra. do. La respuesta fue negativa, pese a las amenazas de Fernando, e inmediatamente comenzaron las presio Luis XII está dispuesto en 1507 a despojar a los nes en la frontera. Albret de sus Estados de las dos vertientes del Piri neo. Les había declarado la guerra, y se entendía a la El 23 de julio don Luis de. Beaumont recibió au vez con los beaumonteses. Prosiguió sus presiones torización para concentrar tropas en Calahorra y Al- ante el Parlamento para privarles de sus dominios e faro con el propósito de recobrar «por furto alguna hizo una gestión ante Fernando el Católico para que cosa buena, sí pudiese». Las instrucciones del rey al le ayudara a instalar en ellos a Gastón de Foix. Se de Beaumont eran secretas, pero éste se fue de la len propuso a los reyes que abandonaran Foix, Bigorra y gua y convocó públicamente a sus amigos y parien Beame, es decir, los territorios de la vertiente france tes para tomar «no por vía de maña m de furto, sino sa, reservándose a ellos el reino de Navarra. Recha por vía de fuerza de romper abiertamente la guerra zada la propuesta por Juan y Catalina, trató Luis XII sin tomar primeramente nada por furto ni por trato». 263 El Rey Católico tuvo que contenerle, haciéndole ver do a los reyes de Francia y de España con pasarse al que estando avisados los de Navarra no se podía ha campo adverso. cer nada útil, «sino yendo a ellos poderosamente, y Los reyes de Navarra se apoyan en Maximiliano esto no se ha de facer agora, y no lo faciendo de esta para contener las iras de Luis XII, y en el papa que manera, en lugar de aprovechar podría ser recibiera nombra obispo de Pamplona al candidato de los re alguna vergüenza». Se dieron también órdenes secre yes, el cardenal Amadeo de Albret (13 mayo, 1510). tas en el mismo sentido al capitán general de la fron El mismo cambio de actitud se observó en Femando tera, Juan de Silva, y a los concejos y justicias de Gui el Católico. El 3 de julio de 1510 daba el papa al Rey púzcoa para que estuvieran preparados a la menor Católico la investidura de Nápoles. Era el primer indicación de Juan de Silva. paso para la formación de una liga entre Julio II, Fer El Rey Católico no estaba dispuesto a emplear la nando el Católico e Inglaterra para echar a los fran fuerza contra los reyes de Navarra, que en aquellas ceses de Italia. Ante los rumores de que se iba a ne circunstancias no hubiera hecho más que favorecer gociar una paz, los reyes de Navarra se apresuraron a los designios de Luis XII. Se limitó, pues, a aumen enviar una embajada al Rey Católico (6 febrero tar sus dificultades, sin llegar a la agresión. 1511) para que, de ser así, procurase que sus Estados Inesperadamente los reyes de Navarra iban a en de ambas vertientes del Pirineo no sufrieran perjui contrar un momento de respiro al tomar nuevos cio alguno; a la vez se interesaban una vez más por la rumbos la política internacional. El cambio se inició devolución de las villas de San Vicente, Los Arcos, a fines del año 1509 al firmarse en Blois una concor Laguardia y demás tierras de la Sonsierra. Fernando dia entre Maximiliano y el Rey Católico, concordia respondió con buenas palabras, pero aprovechó la garantizada por Luis XII, y mediante la cual se ase oportunidad para pedir a su vez la devolución a don guraba la sucesión en los dominios españoles del Luis de Beaumont de su patrimonio navarro. No hay príncipe Carlos, descartando a los hijos que pudie que decir que tampoco pensaba en la devolución de ran nacer de doña Germana de Foix. Un entendi las villas reclamadas. miento entre Fernando y Maximiliano, suponía que Ahora bien, una independencia tan trabajosa aquél no estaba ya moralmente obligado a apoyar a mente mantenida se iba a perder en el breve plazo de Gastón ele Foix en sus reivindicaciones -en realidad dos meses -de junio a julio de 1512- al endurecerse nunca había hecho nada práctico en su favor-, ni a las relaciones entre Luis XII y Fernando el Católico, secundar los designios del rey de Francia. Es enton con ocasión de las guerras de Italia. Los reyes de Na ces cuando Luis XII ejerce las máximas presiones so varra se esforzaron, una vez más, por mantenerse al bre Juan de Albret y Catalina para desposeerles del margen del conflicto, no entrando en ninguna liga o señorío sobre el Bearne, aunque por poco tiempo. alianza que pudiese ir enderezada contra uno de los vecinos. Esperaban que, como en ocasiones anterio res, podrían salvar la unidad de sus dominios de las dos vertientes pirenaicas negociando a la vez con Los reyes de Navarra ante la Santa Liga Francia y con España. La empresa ofrecía dificulta des aún para los más expertos diplomáticos, y los re yes don juán y doña Catalina no se acreditaron como En mayo de 1510 se produce el cambio diplo tales. Verdad es que les hubiera sido difícil triunfar mático definitivo. Embarcado Luis XII en las aventu frente a las argucias de Luis XII, y sobre todo frente ras italianas, pierde gran parte de su libertad de ma al genio diplomático del Rey Católico. niobra. Queda rota la liga de Cambray, que le había permitido acercarse al Rey Católico. La tenaz resis El 4 de octubre de 1511 se había acordado una tencia que durante los meses de febrero a abril ha Santa Liga entre el Papa Julio II, el Rey Católico y el bían ofrecido los Estados de Navarra y Bearne a la dux de Venecia, a la que luego se adheriría Enrique política de absorción del rey de Francia, les había VIII, cuyo fin aparente era proteger a la Iglesia, aun permitido recuperar la iniciativa diplomática. Al que el verdadero fuese arrojar de Italia a los france romperse la alianza franco-española, pueden volver a ses. El aspecto religioso de la contienda estaba en bascular entre las dos potencias vecinas, amenazan que Luis XII había amenazado a Julio II con apelar 264 frente a su autoridad a la de un concilio general, y tos resquicios por donde poder evadirse de los com aún llegó a convocar una asamblea (Conciliábulo de promisos adquiridos. Los reyes de Navarra no se es Pisa, 5 noviembre) que aparecía respaldada también capan a esta táctica, y, presionados a la vez por Fran por el emperador Maximiliano. La entrada del rey de cia y España, negocian simultáneamente con los dos Inglaterra en la Liga derivaría la lucha hacia otro sec con la esperanza de firmar con ambos países tratados tor, el de Aquitania, vieja reivindicación de. la corona simplemente defensivos que aseguren su neutrali inglesa. Se convino el 17 de noviembre de 1511, en dad. Francia trata, con la alianza navarra, de defen que, tan pronto como Fernando atacara al monarca derse de la invasión, que ya ve próxima a juzgar por francés en Italia, Enrique VIII rompería las hostilida los preparativos anglo-españoles. Los reyes de Nava des, y al efecto enviaría en abril del año siguiente un rra pretenden asegurar en sus tratos con Francia que ejército a los confines de Aquitania, al que se unirían sea reconocida la soberanía del Bearne. Fernando, otras tropas de refuerzo del Rey Católico. tras la muerte del duque de Nemours, endurece su actitud contra Navarra; insistirá en el peligro que su Los reyes de Navarra rechazaron todas las soli pone para su propia seguridad una alianza entre los citudes que Luis XII y el emperador Maximiliano les reyes de Francia y de Navarra, y se presentará como hicieron para que tomaran partido contra la Santa defensor de la Santa Sede. A este fin se había dirigi Liga y se adhirieran al concilio convocado en Pisa, lo do al Papa para que le enviara dos bulas: una de in que les acarreó una actitud abiertamente hostil de dulgencia plenaria para quienes tomaran parte en la Luis XII, quien puso todos sus recursos, jurídicos, y guerra; otra para publicar en Navarra y Bearne exco de toda índole, en la guerra de nervios que desenca mulgando a quienes ayudaran al rey de Francia o es denó contra la Casa de Albret. Fernando el Católico, torbaran a !os ejércitos españoles o ingleses la entra por su parte, una vez declarada la guerra a Francia da en Guyena. (marzo, 1512) y decidido a atacar a Luis Xll en su propio territorio, trató de renovar los antiguos trata Los navarros ofrecían no prestar ningún socorro dos de protectorado con los reyes de Navarra; pero al rey de Francia que fuese contra el Rey Católico y éstos dilataron las negociaciones. Fernando volvió a contra la Iglesia, pero Fernando va presentando su sus habituales tácticas de intimidación. cesivos proyectos cada vez más inaceptables: uno, que se le entregaran algunas fortalezas (Estella, San Juan de Pie del Puerto y Maya), que las tendrían per sonas de Navarra, y al rey de Francia podrían darse Muerte de Gastón de Foix otras en el Bearne para que las tuvieran bearneses; y negociaciones bilaterales otro, poner las fuerzas de Navarra a favor de la Liga (abril-julio 1512) y de las del Bearne a favor de Francia, fórmula esta disparatada, pues no sólo iba contra la neutralidad Es entonces cuando tiene lugar la muerte de tan deseada, sino que sus súbditos se encontrarían Gastón de Foix, duque de Nemours, en la batalla de luchando unos contra otros; podían también poner Ravena (11 abril, 1512), que había de cambiar total se al servicio de la Liga, y en este caso ofrecía devol mente los términos en que estaban planteadas las re verles Los Arcos, San Vicente y Laguardia. laciones triangulares de Francia, España y Navarra. El 19 de jumo los reyes de Navarra informaron Francia no tiene ya ningún interés en defender los a las Cortes del estado de las negociaciones con Cas derechos de Gastón a la herencia de Foix, que pasa tilla y también de las que habían empezado con el rían a su hermana Germana, la mujer del Rey Cató rey de Francia, pues éste «dejados los enojos que por lico. Germana se apresuró a iniciar gestiones en la causa de mosén de Narbona» había habido, quería corte de Francia en este sentido, mientras que Luis tener paz y amistad con los reyes de Navarra; éstas se XII enviaba un emisario a Pamplona para abrir nego habían emprendido siguiendo el consejo y parecer ciaciones con sus reyes con vistas a preparar un tra del rey de Aragón de que tengan paz con Francia tado de paz y amistad. guardando las alianzas que con él tienen. Informa Son unos días cruciales en que las cancillerías ban también a las Cortes del gran aparato de gente muestran una trepidante actividad, negociando a la armada que se notaba por todas partes, por lo que les vez cosas contradictorias, y tratando de dejar abier pedían lomaran las providencias convenientes. Fi 265 nalmente, en vísperas de hacer estas proposiciones gen un ultimátum para que se dé paso por Navarra y -era ya el 20 junio- les llegaba la alarmante noticia Bearne a las tropas españolas e inglesas; éste fue pre de que el Rey Católico no estaba satisfecho de las se sentado por el obispo de Zamora, Antonio de Acuna, guridades ofrecidas y pedía «cierta ampliación en las y el antiguo embajador de Inglaterra en España, Jhon dichas alianzas y por seguridad de ello algunas forta Stil. Los reyes de Navarra hacen unas contraposicio lezas... de que estamos maravillados»; por falta de nes, que Fernando finge discutir para prolongar las tiempo no hacían proposición sobre ello, aunque ad negociaciones. La realidad era que al marqués de vertían a las Cortes su gran alarma de que en «esta Dorset repugnaba atacar a Navarra, ya que las ins coyuntura tales cosas se nos demanden». trucciones que traía eran de emplear sus fuerzas en la guerra de Guyena y contra Francia. En estas dis Así, pues el Rey Católico había entretenido a los cusiones pasaron parte del mes de julio con gran im navarros con falsas seguridades de que se renovarían paciencia del Rey Católico y de sus tropas. Femando las antiguas alianzas, les había aconsejado que hicie aprovechó esos días para ultimar los detalles de la ran las paces con Francia, para exigirles en el último ocupación. momento unas seguridades inaceptables, a la vez que negociaba las bulas en Roma y concentraba fuerzas en la frontera. El día 13 de junio las tropas del duque de Alba habían llegado a las inmediaciones de Vito Conquista del reino ria, y en Navarra no se había tomado la menor me dida defensiva. Las Cortes acordaron levantar 300 El tratado firmado en Blois el 18 de julio era un caballos y 4.000 hombres para la defensa del reino. engendro desafortunado: se iniciaba con la frase ha Las negociaciones con Francia eran muy traba bitual de hacer del rey Cristianísimo y de los reyes de josas también, pues los reyes de Navarra exigían la Navarra «amigos de amigos y enemigos de enemi anulación de la sentencia del Parlamento de Toulou- gos», comprometiéndose ambas partes a no dejar se sobre la soberanía del Bearne, devolución de los paso por sus tierras a enemigos del otro reino; como bienes de la Casa de Foix, el ducado de Nemours y «los ingleses, antiguos enemigos del reino y de la co demás bienes de que habían sido privados, ofrecien rona de Francia» habían fondeado en Fuenterrabía do en cambio alianza perpetua entre los reyes de Na para invadir este reino, los de Navarra venían obliga varra y de Francia, comprometiéndose a impedir el dos a declararse sus enemigos y hacerles la guerra; paso por sus Estados de tropas enemigas; Navarra y pero se pretendía cohonestar esta alianza con otro ar Bearne permanecerían neutrales en cualquier caso, y tículo en el que, recordando la antigua alianza de los las alianzas con Castilla serían respetadas. A fines de reyes de Navarra con el rey de Aragón y la reina Isa junio parece que se había llegado a un principio de bel, ésta conservaría toda su fuerza y vigor, y por esto acuerdo, y el 28 rompió Luis XII las conversaciones los reyes de Navarra negarían el paso a toda fuerza que a la vez llevaba con Felipón, el enviado de Ger extranjera que fuese a atacar a Castilla, al igual que mana de Foix. En la primera quincena de julio se to lo negarán a toda fuerza castellana o extranjera que maron las providencias necesarias para dar cumpli pase por Navarra para hacer la guerra a Francia. miento a los acuerdos previos a la firma de los trata Los reyes de Navarra al insertar esta cláusula se dos, que fueron jurados en la capilla de Blois el día veían movidos por la obsesión que tenían de mante 17 de julio, y ratificados al día siguiente. nerse neutrales en los conflictos, pero en realidad fa Mientras tanto, Fernando el Católico estaba ya vorecía a Francia, que era la que en aquel momento estaba amenazada. Por otra parte, el romper con In decidido a ocupar Navarra, y así lo hace saber, en el glaterra en aquellas circunstancias era tanto como mes de julio, el duque de Alba al jefe de las fuerzas hacerlo con Castilla. Los reyes habían sido atraídos inglesas, sir Thomas Grey, marqués de Dorset. Toda hacia esa alianza gracias a las sustanciosas concesio vía fueron enviados a Burgos el mariscal Pedro de nes que en Francia les habían sido otorgadas. Navarra y Juan de Jassu para presentar nuevas pro posiciones, y Dorset mandaba a Pamplona al emba De todo ello tenía Fernando el Católico puntual jador inglés, John Willian Knygt, para requerir a los noticia, y así el día 17 de julio, la víspera de la firma reyes a que se sumaran a la Liga. El 28 de junio diri del tratado, pudo dar a la publicidad una «Suma de 266 la capitulación e concierto entre el rey de Francia y yena, cumpliendo los acuerdos de la Santísima Liga. el rey de Navarra contra la Santa Liga de la Iglesia», Exigía la entrega de todas las villas y fortalezas del que si no se ajustaba totalmente a los términos de la reino, y reclamaba, además, «que los dichos rey e rei alianza, respondía en parte a los temas tratados du na, nuestros sobrinos, nos entreguen al dicho princi rante la negociación y a algunos de sus acuerdos. Se pe su hijo, para que esté en nuestra casa real fasta había convenido en Blois que el tratado permanecie que todo lo que toca a la dicha empresa sea del lodo ra secreto hasta que el ejército del rey de Francia es acabado». Por eso, en los primeros días don Fernan tuviera en condiciones de socorrer a Juan de Albret. do se titula «Depositario de la corona de Navarra y Fernando el Católico, al dar a la publicidad la del reino, y del señorío y mando de él». «Suma» donde se recogían hechos ciertos y otros su Las operaciones militares se llevaron con rapi puestos, había hecho inútil esta precaución y dispo dez, reclutándose nuevos refuerzos en Guipúzcoa y nía de un excelente medio de propaganda para em en Aragón. El 10 de agosto se sometió Lumbier. Fer prender la conquista. nando se acercó a Logroño el 15 de agosto, y pronto La ocupación de Navarra era tarea que no ofre se establecieron guarniciones en Viana y Estella, aun cía graves dificultades a un ejército tan numeroso y que aquí resistió el castillo algunas semanas. El 3 de aguerrido como el que mandaba el duque de Alba, septiembre se sometió Roncal y el 9 Tudela. Práctica curtido en las guerras de Italia. El día 21 de julio las mente podía darse por sometida toda Navarra, pues vanguardias llegaban a Huarte Araquil, donde trope sólo había habido algunos conatos de resistencia en zaron con un grupo de roncaleses, que se replegaron Estella y en Tudela. El 1 de septiembre tomó el du para defender el paso de Osquia. El rey don Juan or que de Alba el camino de Roncesvalles para pasar a denó que doña Catalina y sus hijos se retiraran al San Juan de Pie del Puerto, y, en combinación con Bearne, y con la precipitación de la marcha, el calor Dorset, que pasaría desde Guipúzcoa, ocupar Bayo y el cansancio, falleció el infante don Francisco, de na; pero los ingleses no estaban dispuestos a luchar, catorce años de edad. El día 23 habían llegado las ni siquiera por Bayona, y se retiraron a mediados de tropas a dos leguas de Pamplona, y ese día se ausen octubre, embarcando para Inglaterra. Esto, y el tó el rey para organizar la resistencia. El día 24 los anuncio de un ataque francés por Roncal, movieron vecinos de Pamplona fueron conminados a la rendi al Rey Católico a ordenar el regreso del duque de ción, y al día siguiente el duque de Alba hacía su en Alba, para defender Pamplona. trada en la ciudad. El rey se apresuró a entablar ne Las bulas, con tanto apremio solicitadas, fueron gociaciones con el duque para aclarar la situación, expedidas en Roma el día 21 de julio de 1512 y lle pero éste remitió la solución de todo a lo que deci garon a España un mes después. Eran el monitorio diera el Rey Católico, que estaba en Burgos. La ver Etsi hi¡ qui christiani y la bula Pastoñlle caclcslis. El dad es que el rey don Juan nada tenía que ofrecer, primero contenía una advertencia general, para que cuando era el Rey Católico quien disponía de la fuer nadie ayudara a herejes y cismáticos. La bula, más za y contaba, además, con el apoyo de muchos nava explícita, hace historia del movimiento promovido rros, pues el conde de Lerín y otros de su parcialidad por el rey de Francia, y conmina a que nadie se deje formaban en las filas del ejército invasor. El 30 de ju arrastrar por las falsas sugestiones de los cismáticos, lio decía a los de Tudela que pensaba enviar a algu «especialmente a los Vascos y Cántabros y gentes cir nos de su consejo a verse con el rey de Castilla, cunvecinas, que siempre fueron devotísimas de la mientras él decidía ir al Bearne a visitar a la reina, y Santa Sede», amenazando con excomunión lalae sen- ordenaba que el Consejo y la Corte mayor se instala tentiac a los que obraran en contrario, pudiendo ser ran en Olite para resolver los asuntos de trámite. confiscados todos sus bienes, que pasarían a ser pro Esto era desconocer la situación real y la mentalidad piedad de quien se apoderara de ellos. La bula fue del Rey Católico, que no estaba dispuesto a negociar publicada en la iglesia de Calahorra el día 22 de sobre la cuestión navarra. agosto, y al día siguiente la invoca por primera vez el Fernando, sin esperar la llegada de los conseje Rey Católico en carta dirigida a los de Tudela; pero la ros anunciados, daba al día siguiente, 31 de julio, un verdad es que ni los de Tudela ni los reyes se creye «Manifiesto» en el que explicaba la ocupación de Na ron especialmente afectados por el contenido de las varra como medida necesaria para la empresa de Gu- bulas. El Rey Católico, sin embargo, a la vista de la 267 bula P astor Ule caelestis publicó un manifiesto en que, nados para recuperar el reino de Navarra, pero todos haciendo expresa invocación de la misma, tomaba el resultaron baldíos. El primero en octubre de 1512, título de rey de Navarra. No obstante, el 16 de octu por el rey don Juan en persona, pero con tropas bre volvió a apremiar a su embajador en Roma para mandadas por el delfín Francisco, conde de Angule que le enviara otra bula más explícita referente a la ma y Mr. de la Palice, e integrada por navarros y fran concesión del reino de Navarra. La nueva bula, Exi- ceses, pero entre las que iban también alemanes y al- git contumacíum, fue otorgada por Julio II el día 18 de baneses tomados a sueldo; el mariscal don Pedro de febrero de 1513, y el día 21 fallecía el papa. Navarra, que estaba en la corte de Logroño, se sumó a la rebelión; convocó a los agramonteses y pronto se levantó la ciudad de Estella -el castillo había seguido defendiéndose-, Tafalla expulsó a la guarnición y lo Incorporación a Castilla mismo sucedió en Cábrega y Monjardín; el duque de Alba entró en Pamplona el 26 de octubre y la ciudad Al capitular Pamplona el 24 de julio de 1512 volvió a sufrir el bloqueo y asalto del ejército francés sus vecinos habían solicitado que la justicia, admi (7 y 27 de noviembre de 1512), sin resultados. La nistración y exacciones tributarias siguieran hacién expedición se retiraba a primeros de diciembre por el dose en nombre de sus reyes Juan de Albret y Cata Baztán y Maya -la fortaleza estaba todavía por Juan lina, y «que si en algún tiempo los dichos señores re de Albret- rumbo a Bayona. En marzo de 1516 nue yes, con próspera fortuna, fuesen poderosos y seño va tentativa de recuperación, acaudillada por el ma res del campo, pudiesse la dudad entregarse a ellos riscal don Pedro de Navarra, que fue vencido y he o a sus legítimos sucesores, sin cargo alguno». El du cho prisionero. que de Alba contestó que no tenía poderes para ello, pero que trasmitiría sus deseos al Rey Católico. Este, naturalmente, lo denegó. A fines de agosto, una vez que el Rey Católico decidió tomar el título de rey de Navarra por derecho de conquista, el duque de Alba volvió a requerir a los de Pamplona para que le acep NAVARRA PARTIDA EN DOS taran por tal. Estos le hicieron la sutil distinción de que «ellos estaban prestos de le tomar por rey y se ñor, mas que rey natural no podían, en cuanto el otro Con la conquista llevada a cabo por el Rey Ca estaba vivo, a quien tenían jurada naturaleza»; adu tólico y la incorporación de Navarra a Castilla, el rei cían, además, «que ser súbditos estaban prestos para no no se extingue, sino que queda escindido en dos. lo jurar, mas que vasallos no podían ni lo debían ju Carlos V abandonó la merindad de Ultrapuertos al rar, pues tenían privilegios de mucha antigüedad, de no resultar fácil su defensa, especialmente ante las no ser sino súbditos, y pues que él les había confir luchas que van a mantener el emperador y el rey de mado sus franquezas, que esta, que era la principal Francia. Pero este pequeño territorio -no mayor de no les traspasase». 1.250 km2- servirá de base para que Enrique II de Albret pueda seguir titulándose rey de Navarra, una En 1513 el virrey de Navarra, marqués de Go vez muertos sus padres Juan de Albret (17 junio mares, juraba ante las Cortes de Pamplona, reunidas 1516) y Catalina (12 febrero 1517). el 23 de marzo, observar los «fueros, leyes, privile gios... sin que aquellos sean interpretados sino en Los dos reinos de Navarra van a seguir durante utilidad y provecho del reino», juramentos que se varios años una vida paralela, pero no idéntica. rían ratificados por el Rey Católico en Valladolid el Enrique II de Albret (1517-1555) era un corte 12 de junio del mismo año. Poco después (julio sano, compañero de placeres y de guerras de Fran 1515), se hizo la incorporación del reino de Navarra cisco I de Francia, y con él cayó prisionero en Pavía. a la corona de Castilla en Cortes reunidas en Burgos, Su hija Juana III (1555-1572) casó con Antonio de «guardando los fueros e costumbres del dicho reg- Borbón, y le sucedió su hijo Enrique III de Navarra, no». que pasaría en 1589 a ser rey de Francia con el títu Varios esfuerzos hicieron los monarcas destro lo de Enrique IV el B eam és. Si sus dominios del Bear- 268 ne eran mucho mayores que los de Navarra, éstos le después de la incorporación a Castilla. El rey estaba conferían la jerarquía real, y muy celosamente sus representado en Pamplona por un virrey -cargo que sucesores conservaron separada -aun después de ac ya había sido conocido en el reino-, y subsisten los ceder al trono de Francia- la titulación de reyes de viejos órganos administrativos: Consejo Real, tribu Francia y de Navarra hasta la Revolución. Luis XIII nal de la Corte Mayor y Cámara de Comptos. Carlos aceptó una recopilación de lo Fors et costiunas deu Ro- V y luego Felipe 11 tuvieron buen cuidado de que a yaume de Navarra dega-ports (1611), pero cuidando los navarros de Ultrapuertos se les reconocieran, a de que no se incluyeran en ella capítulos de derecho todos los efectos, su naturaleza navarra, declarándo público; en la fábrica de Saint-Palais se acuñan cuar los hábiles para ocupar toda clase de puestos políti tos de escudo con las anuas de Francia y de Navarra, cos y militares, así como beneficios eclesiásticos en y cuando en 1620 publica el edicto de incorporación los dominios de Navarra y Castilla. Pero si algún es del reino de Navarra -y de los territorios del Bearne, crúpulo habían tenido sobre el derecho que les asis Andorra y Donnezan- a la corona de Francia, lo hace tía a la conquista del reino, éste se apagó ante el ma conservando a sus habitantes en sus «fueros, fran trimonio de Juana 111 con Antonio de Borbón, prín cipe puramente francés, y más tarde con la introduc quezas, libertades y derechos»; cuando en 1624 se ción del protestantismo en el Bearne. trata de unificar la justicia de Navarra y del Bearne, trasladando la sede de Saint-Palais a Pau, como ciu La Navarra española al contar con los órganos dad más importante, al tribunal se le dio el título de centrales de la administración, tuvo una trayectoria Parlamento de Navarra, sin duda para calmar a los diferente. Si la política exterior es llevada directa navarros que habían opuesto alguna resistencia por mente por la corona, que se encarga también de la la dificultad de encontrar intérpretes que conocieran defensa del país, en cuanto al gobierno interior la au el vascuence y por la enemistad surgida con los bear- tonomía es completa. El rey no estaba autorizado, neses a causa de las diferencias religiosas. Para tran con arreglo al Fuero, sino a poner cinco extranjeros quilizar a los navarros, se estableció en Saint-Palais -es decir, castellanos- en «bayllia»; así puede, a tra (1639) una senescalía de la que podía apelarse al vés de sus tres oidores del Consejo Real ganarse la Parlamento de Navarra. Pero los monarcas franceses voluntad de éste; los otros dos se distribuían entre la Corte Mayor y la Cámara de Comptos. Por eso, siguieron jurando antes de ser proclamados mante mientras el Consejo Real lleva generalmente la voz ner los fueros de Navarra y no interpretarlos sino «en de la corona, las Cortes aparecerán en esta nueva eta provecho y honor del reino». La Revolución supri pa como las auténticas representantes de la voluntad mió primero el título de reyes de Francia y de Nava del país, y la Diputación del Reino ganará una auto rra (8 octubre 1789), y más tarde la Asamblea Na ridad que hasta entonces no había tenido. Estas se cional por toda respuesta a la gestión hecha por los reúnen con frecuencia, hasta 1828-1829, tanto para navarros para su incorporación amistosa y volunta legislar como para reparar contrafueros. Todavía el 2 ria, decretó la formación del departamento de los Ba de marzo de 1834 fue proclamada Isabel 11 como Isa jos Pirineos, en el que entraron Navarra y otras tie bel I de Navarra. Pero las instituciones no pueden rras próximas, juntamente con el Bearne (12 enero funcionar con normalidad, entre el fragor de una 179 0 ). guerra civil, que divide los campos de Navarra de La Navarra de la vertiente española, que com 1833 a 1839. La Ley Paccionada de 1841 permitiría prendía aproximadamente la actual provincia de Na acomodar las leyes del viejo reino al sistema consti varra, conservó íntegras sus instituciones privativas tucional de la monarquía española. 269 BIBLIOGRAFÍA Para toda esta época es obra fundamental, P. Bois- dnd 1944. SONNADE, Histoire de la réunion de la Navarre a la Castille. Ultimas etapas de la monarquía y conquista del rei Essai sur les relations des princes de Foix-Albret avec la Fran no, B a r ó n d e T e r r a t e ig , El Rey Católico y la excomunión de París, 1893. Orientaciones ge ce et l'Espagne (1479-1521), los reyes de Navarra, «Bol. de la Acad. de la Hist.», t. 124 nerales en La c a r r a , cap. 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Juan II aparece comoestuvieron un primero bajo una larga regencia, y siem torbellino lanzado sobre Castilla para conservar y pre bajo la presión de los reyes de Francia y de Cas acrecentar las grandes rentas que allí tenía, y para tilla, que se interfieren constantemente en el gobier disponer a la vez de la voluntad de sus reyes. Extra no del reino. Enfrentados como se hallaban en los ño a Navarra, sólo se acordará del reino cuando ne asuntos del Rosellón y de Italia, u ocupados en sus cesita de sus recursos para luchar en Castilla o pre problemas internos, no pudieron en un principio miar a sus colaboradores castellanos. plantear a fondo la cuestión navarra. Cuando llegó el En esta primera etapa, la vida de la corte y la ad momento oportuno, los reyes de Navarra, sin espe ministración del remo serán como una continuación ciales dotes diplomáticas y de gobierno, no estuvie de la de Carlos III. Los palacios de Olite son la resi ron en condiciones de asegurar su independencia. dencia habitual de la reina Blanca y del Príncipe de Sesenta años de anarquía no eran tampoco fáciles de Viana; corte piadosa y devota bajo la rema, más frí corregir. Cuando en 1495, tras el destierro del conde vola bajo el príncipe, sin que de ellos parta ninguna de Lerín, intentaron restaurar su autoridad, era ya iniciativa renovadora. Luego, medio siglo de guerra larde. civil habitúan a nobles y ciudades a conducirse con Juan de Albret -o de Labrit, como se le llama en una independencia que será difícil de frenar. Los des los documentos navarros- era un hombre sencillo y tinos del reino están a merced de agramonteses y de no grandes luces: alto, grueso y de mucha piedad, beaumonteses, bandos que sirven de apoyo al rey y según el testimonio de Jerónimo Múnzer, que visitó al principe, cuya autoridad queda rebajada a la de la corte navarra en 1495. «Fue humano, gracioso y 271 en extremo alegre, dice de él Dávalos de la Piscina; bre todo, era como decía doña Leonor en 1467 «un fue hombre leído y filósofo natural tuvo una muy organismo encargado de estudiar, entender y aconse singular librería; fue tan dado a las mujeres y cosas jar lo que interesa al servicio y utilidad real»; los con de placer que entendía poco en las cosas de guerra». sejeros gozaban de grandes privilegios y exenciones Chappuys, secretario del bearnés Enrique IV, dice económicas. que cuidaba tan poco de la gravedad real, que asistía En 1437 se dispuso que los oidores de Comptos a las fiestas populares y se invitaba él mismo a las ca fuesen competentes en las querellas sobre las ferre- sas de sus súbditos, por lo que era querido de unos rías, orden que fue renovada en 1478; en 1446 el y de otros despreciado. La reina doña Catalina, algo Príncipe de Viana autorizó a los consejeros y oidores mayor que su marido, parece haber tenido más ta de Comptos para que pudieran comprar el primer lento y también más energía. Pero una fecunda ma pescado fresco que llegara a Pamplona, porque ocu ternidad la tuvo ocupada casi toda su vida, pues tuvo pados en su trabajo «quando viene el pescado fresco, catorce hijos, de los que sólo cuatro hijas y dos hijos antes que lo sopiesen, era vendido et fincaban sin él». llegaron a edad adulta. Ambos monarcas mostraban El número de oidores de Comptos se había aumenta mayor interés por las cosas del Bearne, donde se sen do hasta seis, y Juan II ordenó en 1477 que se redu tían más en su ambiente, lo que no dejaban de re jeran a cuatro y dos notarios, como en un principio. procharles sus súbditos en ocasiones. De aquí que Las Cortes se reúnen regularmente casi todos los escogieron con frecuencia sus servidores de confian años, principalmente para acordar las «ayudas» con za entre extranjeros, con protesta de las Cortes. las que subvenir a los gastos del reino. Por breve Cuando a finales del siglo XV todas las monar tiempo, y cuando ya se anuncia la guerra entre Juan quías reforzaban su autoridad frenando la actuación II y el Principe de Viana -de 1449 a 1451- funciona de las asambleas representativas y aumentando los una Diputación de los Tres Estados, que, si evita con órganos consultivos, cada vez más especializados, vocar asambleas muy numerosas, permite a la vez acreciendo sus recursos financieros y el volumen de ejercer una mayor presión sobre sus miembros. Pero sus ejércitos permanentes, los monarcas navarros sus poderes no estaban bien precisados, y encontró veían limitada su autoridad por el poder que iban alguna resistencia en los oidores de Comptos. adquiriendo las Cortes y los Estados en Navarra y en A partir de la guerra civil toda la administración el Bearne, sus recursos económicos eran muy reduci se descompone. Funcionan dos Cámaras de Comp dos e inseguros, y el ejército permanente de un valor tos, una en Pamplona del Príncipe, y otra en San sim bólico. güesa del rey. Las Cortes se reúnen también separa das por parcialidades. Los altos cargos de la nobleza -condestable y mariscal-, que se han hecho heredi Administración del reino tarios, se reparten según los bandos. El más impor tante era el de condestable, que había venido a susti Hasta la guerra civil subsisten los mismos órga tuir el antiguo de alférez, y estaba vinculado a la casa nos de la administración central con escasas noveda de Beaumont; pero en 1494 y en 1507 sería despoja des respecto a la época anterior: Consejo real, Cáma do de él el conde de Lerín, para ser otorgado el agra- ra de Comptos, tribunal de la Corte. montés Alonso de Peralta; el cargo de mariscal no sa lió de la casa de Navarra, Felipe y Pedro de Navarra, La intervención del Consejo real en asuntos de agramonteses, pero menos arriscados que su rival. justicia es cada vez mayor, y por pertenecer al mismo los alcaldes de la Corte se hace necesaria una mayor Bajo el reinado de Juan de Albret y de Catalina separación de funciones. En Cortes de Olite de 1450 apenas se introdujeron reformas en la administra se dispuso que los alcaldes de la Corte no vieran plei ción, Se señalaron las atribuciones de la Cámara de tos en el Consejo y sólo pudieran acudir a informar. Comptos y de la Corte Mayor, de forma que todos El Consejo sólo podía conocer en los asuntos co los asuntos tocantes al real patrimonio se ventilaran menzados en la Corte cuando ésta los hubiese sen en la Cámara de Comptos, no en la Corte (1490). El tenciado; asi se va situando el Consejo como un tri tribunal de la Corte ve también reducidas sus atnbu- bunal más permanente y de grado superior. Pero, so ciones en beneficio del Consejo real. No se podían 272 ejecutar, sin previo examen del Consejo, letras apos amigos navarros o castellanos. En caso de emergen tólicas (1512). En el Consejo real se tendió a reducir cia se recurría a contratar tropas extranjeras; en 1444 el número de consejeros, pues su abundancia produ el Príncipe de Viana mandó traer 100 arqueros de cía desórdenes (1494). En 1508 el Consejo real tenía Burdeos a 4 florines por mes. Todavía en casos ex dos secciones: un Consejo privado o secreto com tremos los reyes podían ordenar la movilización en puesto por siete miembros, y un Consejo ordinario masa; es lo que se hizo en 1510 y 1512, pero ni por formado por cuatro consejeros, cuatro alcaldes de su disciplina, instrucción y armamento la infantería Corte y los oidores de Comptos; todos eran bachille así reclutada estaba en condiciones de enfrentarse res y gentes de letras. En 1511 los reyes propusieron con las tropas profesionales del duque de Alba. a las Cortes que se ocupasen de un arreglo del códi Vimos que la defensa del país se cifraba tradi go foral, dado el desconcierto que había en la admi cionalmente en los castillos, numerosos -m ás de un nistración de justicia, por la variedad de fueros, or centenar-, y a finales del siglo XV en gran parte denanzas y leyes, y por los muchos delitos que se arruinados. Sólo los de Pamplona, Estella, Viana, cometían; pero las Cortes no mostraron demasiado Sangüesa, Tudela, Lumbier y San Juan de Pie del entusiasmo por la reforma, temerosas de que fuese Puerto estaban en condiciones de hacer frente a la ar contra «las libertades, privilegios y exenciones del tillería. Esta se había introducido en Navarra en reyno, en general o en particular». Las Cortes repro tiempo de Carlos II, y el Príncipe de Viana fabricaba chaban a los reyes en 1504 que aun cuando manda culebrinas en Otite, pero no era todavía un arma de ban reparar los agravios por ellas presentados, luego cisiva. Apenas había guarniciones permanentes en «ninguna memoria queda de los tales reparos». las mismas, y debían ser reforzadas ante un peligro En resumen, que al revés de lo que ocurría en exterior. Al agudizarse la guerra civil, cada bando Francia y en Castilla, la autoridad real no llegó a ha procurará hacerse con el dominio de las mejores pla cer grandes progresos; no sólo estaba a merced de los zas, que serán también las que reclame Fernando el nobles y de las villas, que a su vez se hallaban repar Católico como garantía de neutralidad. Por entonces tidas en parcialidades, sino que las frecuentes reu los nobles multiplican las torres y casas fortificadas niones de las Cortes reducían a estrechos límites la en las pequeñas villas y aldeas. autoridad de los reyes: las Cortes votaban las «ayu Una milicia organizaron las Cortes en 1450 das», vigilaban el gobierno interior y la política exte «para paz, utilidad y provecho del reino». Era la Her rior hasta en los menores asuntos, se mezclaban en la mandad, más tarde llamada Santa Hermandad, cuyo designación de los miembros del Consejo, en sus presidente y juez era el alcalde de Pamplona. Solía sueldos o reglamentaban los gastos de la casa real. establecerse por un año, y se sostenía con recursos votados por las Cortes, las cuales regulaban su fun cionamiento. Pero le es difícil sustraerse al espíritu de partido que animaba toda la política navarra a fi El ejército y la Hermandad nes del siglo XV En 1489 la formaban 200 hombres de armas, más las tropas de a pie. En 1496 la ciudad Los reyes no podían tampoco apoyarse en el de Tudela y el valle del Roncal se resistieron a entrar ejército, poco numeroso para una situación tan con en la Flermandad porque estaban en guerra entre sí. flictiva, y además de escasa eficacia, ya que estaba En 1510 las Cortes, «después de haber mucho plati confiado a la nobleza. Podía llegar hasta las 500 ca cado sobre el negocio de la Hermandad, conoscien- ballerías o mesnadas que, en la época anterior a la do aquella ser sin ningún fruto ni provecho para el guerra civil, el príncipe o la princesa distribuían en regno», no la quisieron prorrogar; ni tampoco las tre los principales caballeros: en 1443 don Luis de Cortes de 1511, a pesar de que el rey la estimaba ne Beaumont percibía gajes de 50 lanzas, Juan de Luxa cesaria. 40, y Pierres de Peralta 30; las lanzas se pagaban a 100 libras, aunque algunos servidores más directos del principe cobraban 135 libras por lanza. En 1450 Estructura social y económica se acordó que las 400 lanzas del reino se pagaran a 30 florines cada una, que Juan II reparte entre sus Si Carlos III, según vimos, había exaltado la alta 273 nobleza dotándola de grandes señoríos con pingües a otro ninguno». Y así el aumento de señoríos redu rentas, el Príncipe de Viana había seguido la misma cía considerablemente las rentas de la corona. política, pero centrando las concesiones entre el gru Otro medio utilizado por los reyes para ganar po de sus amigos de la Casa de Beaumont. El patri adeptos, y que a la vez tendría graves repercusiones monio real se dilapidaba para ganar adeptos, de lo económicas, eran las concesiones colectivas de hidal que se quejaban amargamente las Cortes. Al volcar guía, que se multiplican en el siglo XV En 1429 los Juan II todo su apoyo sobre el bando rival no dismi vecinos de Aoíz son declarados francos, infanzones e nuyeron las rentas y prerrogativas de la alta nobleza, hidalgos; en 1435 se otorga la prerrogativa de hidal sino que cambiaron simplemente de poseedores. Pie guía e infanzonía a 110 casas pecheras de Arberoa; el rres de Peralta obtenía en 1463 el singular privilegio Príncipe de Viana declara en 1440 que todos los ve del derecho de asilo para una casa que había edifica cinos y moradores del valle de Baztán son hidalgos. do en Estella. En 1461 los estamentos eclesiásticos y La guerra civil es una buena ocasión de ganar parti popular protestaban al rey de que se trataran asuntos darios mediante nuevas concesiones: en 1457 obtie en las Cortes antes de que se repararan los agravios nen la franqueza e hidalguía los de Munárriz, en hechos al reino en la enajenación del patrimonio 1462 los de Aézcoa, etc. La misma política seguirían real. Cuando los beaumonteses se incorporaron a la donjuán de Albret y doña Catalina. política de Juan II (1464) hubo que habilitar nuevos recursos que, naturalmente, había que buscarlos en Ya hemos visto que la nobleza, aun la más mo tre los bienes que siempre habían sido patrimonio de desta de los hidalgos, es apetecida por las ventajas la corona. económicas que lleva consigo. A una consulta hecha por los vecinos de Laguardia a Juan II (1461), éste Donjuán y doña Catalina trataron de recuperar recordaba cuáles eran los derechos que tradicional las rentas y derechos del patrimonio real, y en 1487 mente disfrutaban los hidalgos: no debían dar al rey ordenaron su restitución revocando las provisiones ni a sus oficiales vituallas ni provisiones sino por su otorgadas por los reyes a favor de pueblos y particu dinero, ni prestar servicio alguno o contribuir a las lares. Una nueva tentativa hicieron en 1494, dicien obras reales; si el enemigo atacaba, debían defender do «que los reyes antiguos... predecesores nuestros al rey y al reino con provisión para tres días, pasados de loable recordación, tenían propio patrimonio en que sostcniesen su estado real», sin oprimir al pue los cuales era a costa del rey; éste no podía imponer blo. Consecuencia de la investigación abierta fue el les ninguna carga económica sino a través de los Tres levantamiento del conde de Lerín de que ya hemos Estados reunidos en Cortes y de conformidad con las hablado. En 1501 se ocuparon las Cortes de ordenar mismas. Recordemos también que sólo los hidalgos el patrimonio real y nombraron una diputación para podían fundar mayorazgos. A la vez, en las ciudades averiguar lo que se había enajenado y había ido a pa tienden a borrarse las diferencias entre francos o rua rar a los estados eclesiásticos, militar y de universi nos e hidalgos; en Tafalla unos y otros quedaron en dades, y que debía ser recuperado «para la real coro 1436 sometidos al mismo alcalde y jurados y afora na e para el sostenimiento del Estado real, por relie dos al Fuero General. vo (alivio) del pueblo». La multiplicación de estas Así, pues, los privilegiados y económicamente medidas indica los mediocres resultados que alcan exentos aumentan, sin que se alumbren nuevas fuen zaban. Por lo demás, los mismos reyes eran los pri tes de riqueza. En 1462 reconocía Juan II que los meros en seguir contribuyendo al despilfarro. gastos del Estado excedían en 22.500 libras a las ren Recordemos, finalmente, que los villanos sola tas. Los ingresos normales, aparte de pechas de tra riegos -a diferencia de lo que ocurría en Castilla-, no dición medieval y de escaso rendimiento, eran las debían contribuir al rey por ningún concepto, sino a «tablas» o aduanas, las alcabalas, que tenían que ser su señor; en 1504 las Cortes se quejaban a los reyes votadas en Cortes, y el servicio o donativo, también de la fuerza que sus agentes «facen a los collazos et votado en Cortes. En 1482 se calculaba la alcabala en labradores que los perlados e caballeros tienen, cons- 30.000 libras, y si sus productos no cubrían esa can triñéndolos a traer leña et paja, et tomando las galli tidad se repartía el déficit entre las merindades. Pero nas et facer otras servitudes contra la disposición del las ayudas, donativos o cuarteles que otorgaban las fuero, las cuales servitudes deben a sus señores et no Cortes se veían muy mermadas y desigualmente re 274 partidas por las muchas gracias y remisiones que se sólo aceptado por el grupo beaumontés. Nicolás de concedían: a las ciudades, buenas villas, gentes del Echávarri (1462-1468) ascendió también «por el ca Consejo, los que mantenían armas y caballos, casas mino tortuoso de la política»; aunque intervino acer solariegas, etc. tadamente en la pacificación de agramonteses y beaumonteses, su renombre lo debe a su asesinato, Muchas de estas remisiones se basaban en la también por motivos políticos. gran despoblación y miseria a que habían llegado los pueblos: en 1435 por la gran pobreza en que han caí Con Nicolás de Echávarri se cierra la serie de do los vecinos de Abaurrea Alta y Baja piden que se obispos navarros que durante más de un siglo -con les haga gracia de cuarteles e imposiciones; en 1436 la breve excepción del cardenal Besarión- habían re de los 300 vecinos de Cascante que contribuían a la gido la diócesis, y se inicia una nueva etapa de obis pecha, sólo quedaban 40; en 1462 se condonan los pos extraños, poco escrupulosos en cuestiones eco censos de Villava; en 1468 se reduce la paga de cuar nómicas, como Alfonso Carrillo (1473-1491), o sin teles al valle de Orba en atención a las mortandades ordenar de menores y sin el menor espíritu eclesiás y despoblación. Los eclesiásticos y la nobleza, vien tico, como César Borja (1491-1492), que goberna do el gran desorden que había en la tasa de la alca ron la sede casi siempre a través de vicarios genera bala y cuarteles -pues por las gracias y franquezas la les, o que, como el cardenal Antoniotto Pallavicini gente del campo pagaba la mayor parte- pidieron en (1492-1507), ni siquiera se acercaron a la diócesis. Cortes de 1505 que se aumentase la alcabala al doble Todos estos nombramientos se hicieron tras grandes y que se rebajasen los cuarteles, pero los procurado protestas de los reyes, que reivindican el derecho de propuesta de que ya gozaban otros monarcas. res de los pueblos no aceptaron la reforma. Los reyes y las Cortes del reino defendieron en Quedaba como recurso la fabricación de mone todo momento la jurisdicción civil frente a los obis da de más baja ley, al que acudían los reyes en casos pos o la curia papal. En 1482 las Cortes de Tafalla or extremos, pero de resultados contraproducentes. En denaron que los notarios eclesiásticos, aunque fue 1498 las Cortes pidieron al rey que cesara en la acu sen apostólicos, no autorizasen contratos de legos ñación de monedas de oro llamadas ducados por ser sino en casos de evidente necesidad; trataron de res de poco valor y de precio tan subido que ningún rei tringir las apelaciones a Roma en los procesos sobre no las quería lomar. En 1504 las Cortes se quejaban propiedad de beneficios eclesiásticos; se resisten a a los reyes con gran dureza sobre la mala calidad que que las bulas pontificias sean promulgadas sin previa había llegado la moneda navarra, y pedían que se ce aprobación del Consejo real; las Cortes de Sangüesa rrase la casa de la moneda o que se batiese del valor (1503) trataron de evitar que en los contratos de le de la que el rey expendió en el acto de su coronación. gos se sometieran a la jurisdicción eclesiástica, por los graves inconvenientes que se seguían, ya que «muchos de ellos morían excomulgados». La iglesia y los eclesiásticos, En 1478 doña Leonor prohibía a los clérigos ad moros y judíos quirir bienes raíces en todo el reino. La prohibición era antigua, pero son muy ex De las clases privilegiadas de la sociedad, tal vez presivos los motivos que se alegan: «vemos que los sea el estamento eclesiástico el que ve menos acreci prelados, religiosos y eclesiásticas personas... debién das sus atribuciones y su prestigio. dose contentar, según la ley evangélica, con las déci Martín de Peralta el Viejo (1426-1457) accede a mas u oblaciones, pues les bastan y aun lo que de la sede de Pamplona por el favoritismo, y no puede aquello les sobre es propiamente de los pobres de ejercer una gran influencia, pues la fuerte personali nuestro Señor... se han dado y dan a cosas profanas, dad de Juan 11 dirige toda la política del reino. Su so procurando beneficios y oficios temporales, adqui brino Martín de Peralta el Joven (1457-1458) tan riendo lugares, jurisdicciones, rentas, herencias, po sólo fue aceptado por la facción agramontesa, y resi sesiones e ganados, e lo que peor es, convertidos en dió en Roma, lo mismo que su sucesor el cardenal mundanal afecto, se facen mercaderes... e algunos de Besarión (1458-1462), propuesto por el papa, pero ellos, contra toda urbanidad y lei divina e civil, dan 275 públicamente dineros e bienes a usura... Otro si... en Mayor acuerdo había en las medidas restrictivas las ciudades, villas y lugares de este dicho reino las contra los judíos. Se quiere que vuelvan a habitar en más casas y herencias son censales a ellos, e si por las juderías de Pamplona (1469) y de Corelia (1488), nos no se miraba en los debidos remedios, presta se restringe su circulación en los días de fiesta mente adquirirían tanto que a los legos, súbditos (1482), y cuando son expulsados de Castilla (1492) nuestros ninguna cosa quedaría libre ni franca, y el los pueblos toman precauciones para que no sean re patrimonio temporal, que es propiamente nuestro e cibidos. Al fin serían expulsados de Navarra en de los dichos nuestros súbditos, quedarían entera 1498. En Tudela quedaron viviendo 180 conversos, mente en poder de ellos». aunque las conversiones venían de antes. Ya en 1501 se había dispuesto que, suponiendo en los cristianos Los navarros, especialmente los vecinos de lú nuevos falta de «solicitud y experiencia», no se les dela, se vieron presionados por Fernando el Católico dieran «oficios ni beneficios» en ciudades, villas, y por los inquisidores de Aragón, y fueron puestos en iglesias, ni cargo alguno «fasta ser pasada la segunda entredicho por haber impedido recibir información generación inclusive». sobre la muerte de San Pedro Arbués (1481); los Re yes Católicos se dirigieron a las autoridades de lúde La población musulmana, concentrada en la la para que ayudaran a los inquisidores que perse merindad de Tudela, se hallaba muy reducida. Pare guían a los herejes huidos de Aragón, pues les habían ce que en 1440 no había ya moros en Corella, cuan amenazado con echarles al rio (1486), y todavía en do un siglo antes formaban el 15 % de la población. 1510 el ayuntamiento de Tudela encargaba a sus pro Al ordenarse la expulsión en 1516, quedaron en Tu curadores en Cortes «que nos quiten de aquí este dela 200 casas deshabitadas; en Cortes los bienes de fraile que se dice inquisidor». Juan de Albret se mos los moros expulsados fueron adquiridos por el señor traba más contemporizador, pues según escribían los de la villa don Alonso de Gurrea y Aragón, conde de diputados de la ciudad, «estaba fuerte en lo de la in Ribagorza. quisición y contra Tudela». 276 BIBLIOGRAFÍA La documentación para esta época puede verse pu Algunas orientaciones en G. D e s d e v i s e s d u D e z e r t , blicada o extractada en J. M.a d e Z u a z n a v a r , Ensayo histó- Don Carlos d'Aragón. Prince de Viane. 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