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PAISAJE URBANO, CIUDAD LINEAL Y MASONERIA

Antonio Bonet Correa The cityscape, Ciudad Lineal and freemasonry La creación de una nueva ciudad, próxima al de Arturo Soria y Mata (1844-1920), positivist philosopher , pero autónoma, con un trazado racional y armonios o scientist, topographer, mathematician and geometrist devot- y que convertiría las tierras baldías y polvorientas de la pe- ed his life to the building of a new city just outside the limit s riferia de la capital de España en oasis bellísimos, habitados , of Madrid proper . The paper explains that he wished it to b e cultivados y productivos, fue la empresa a la que consagr ó independant of the capital, have a rational and harmoniou s su vida el geómetra, topógrafo, matemático, científico y filó- ground plan and be an oasis of beauty reclaimed from dust y sofo positivista Arturo Soria y Mata (1844-1920) . El pensa - and barren waste ground, this to be cultivated, productiv e miento que desde su génesis rigió su nuevo concepto de l o and lived within . The thinking for his knew master scheme fo r urbano, lo mismo que su lema «para cada familia una casa , city life and for his motto «For each family a house and t o en cada casa una huerta y un jardín, inspirado en la novel a each house a garden and an orchard» he drew from the no- El año 3000 (1897), del médico e higienista italiano Paol o vel «The Year 3,000» written by the italian doctor and hygien e Mantegazzo, suponía toda una filosofía moral y social de mar - expert Paolo Mantegazzo whose ideas bear the imprint of phi- cado carácter filantrópico y masónico . Arturo Soria, que e n lanthropic freemasonry . Soria was received in 1870 into th e 1870 se inició en la logia «Herculina» de La Coruña con e l Herculania Lodge at Corruna and took the symbolic nam e nombre simbólico de Solón, uno de los siete sabios de Gre- «Solon» in honour of that sage amongst the seven of classi- cia, se identificaba de esta forma con el legislador, estadis- cal greece who had striven as a legislator statesman, poe t ta, poeta y filósofo antiguo que hizo posible el cambio en e l and philosopher to bring about those changes in his City-Sta- derecho de la propiedad, antes exclusivo de la aristocraci a tes Laws as to property that were to allow for the participa- y al que, gracias a sus leyes, pudieron acceder las clase s tion of the middle and merchant class in things public, a bai- mercantiles y medias . En lo relativo a la vivienda, Soria pro - liwick hitherto held to be the preserve of the aristocracy . I n pugnaba la casa unifamiliar, acorde con el usuario, integran - housing, Soria was for building single family dwellings to fit th e do con sus correspondientes tipologías a todas las clases so- tenants needs and brougth into his topological la out each an d ciales, incluida la trabajadora . Sus arquitectos «modernistas » every social class including labourers . His architects were o n formaban parte de la vanguardia madrileña de la época . a par with all that was most «modernist» in that epoch .

.. convertir tierras baldías y polvorientas e n Ilos que, ya convencidos de antemano, ojeaba n oasis bellísimos, habitados, cultivados, pro- o leían los prospectos y el periódico La Ciudad ductivos . Ahí está, para no desmentir, la Ciu- dad Lineal . » Lineal, primero diario y después semanario, e n cuyas páginas don Arturo Soria y Mata, y des- La Ciudad Lineal, núm . 744, 10 de pués sus hijos y seguidores, vertían su entusias- septiembre de 1923, p . 205 . ta y encomiástica literatura urbanística . Los qu e ¡La Ciudad Lineal, panacea del urbanismo mo- la habitaban no ponían en duda tales aciertos . derno! ¡La Ciudad Lineal autónoma y feliz, la ciu- Todos los testimonios recogidos, como el de do n dad-sanatorio, la ciudad-jardín, la ciudad-colme- Julio Casares, autor del famoso y utilizadísim o na, la ciudad-higiénica, la ciudad-armoniosa, l a Diccionario Ideológico, lo confirman (1). Para ciudad-modelo, la ciudad del futuro! Esto junto y muchos profesionales, intelectuales y profesore s aún más parecía o podía parecer a todos aqué- fue el desideratum de su vida (2) . El convertir e n

Antonio Bonet Correa es Catedrático de Historia del Arte . sor de Matemáticas de la Institución Libre de Enseñanza, autor de u n (1) Arturo SORIA Y PUIG, «Semblanza de Arturo Soria» . en e l manual de Matemáticas y de otro de Geometría para niños, tuvo siem - voumen Arturo Soria y /a Ciudad Lineal, dirigido y anotado por Geor- pre la ilusión de vivir en la Ciudad Lineal . Su suegra y él compraro n ge R . COLLI y Carlos FLORES . Ensayo biográfico por Arturo SORI A dos solares con el fin de construir . Finalmente acabó vendiendo el so - Y PUIG . Ediciones de la Revista de Occidente, Madrid, 1968 , lar para comprar un chalet en la primera fase del barrio de . pp . 136-137 . Un testimonio de la atracción que despertaba la Ciudad Lineal e n (2) Consuelo Gutiérrez del Arroyo de Vázquez de Parga me ha aquéllos que querían luz y , además de un jardín, es el del poet a contado que su padre don Luis Gutiérrez del Arroyo Cebreiro, profe- Miguel Hernández . que en una carta a su esposa decía que espera-

24 8 96 - n .° 3/1991 CIUDAD Y TERRITORIO - 89

PARA CADA FAMILIA LA CIUDAD LINEAL UNA CASA ; EN CADA EJ LA FORMULA of L A CASA UNA HUERTA Y r:aaon q.:nii; ,ARCUITECTURA RA- _- ~+.X1 ku<'S ~ UN JARDIN ~ CIONAL EA3 CIUDADE S ii • « « 70

PLAN DE â . CIUDAD LINEAL atreaedur de .tlndAd . - Primera} segunda barriada en construcción c explanación muc arleantaria . si rre ase las diferentes vises fórreas v carreteras de accecn a la Ciudad Lineal c que enlazan eon la capital 749 PAISAJE URBANO. CIUDAD LINEAL Y MASONERIA - A. B . C 97 - n . 3/199 1

realidad el sueño del posible comprador de un a ahorro igual los que poseían una cuantiosa parcela para poder construir una casa unifami- como modesta fortuna -podían adquirir un so- liar en medio de un jardín, en una calle ancha y lar en el que levantar una mansión grande o pe- arbolada, en medio del campo abierto y soleado queña, montar una pequeña industria o un taller de , no muy lejos del centro de Madrid , de artesanía era posible . El lema de Arturo Soria de «Para . La Ciudad Lineal, que por expresa cada familia, una casa ; en cada casa, una huer- voluntad de su creador suponía la urbanizació n ta y un jardín», inspirado en la novela del médi- zonificada por clases sociales de la ciudad ca- co e higienista italiano, Paolo Mantegazza, El ao pitalista, integrando todos los tipos de viviendas , 3000, no parecía una falacia (3) . Gracias al hoteles, villas y casas modestas, para burguese s

ba que «cuando todo termine» podrían ira vivir a una casita de la Ciu- za), libro para los jóvenes ... (Madrid, 1899), La Filosofia del amor (Bar- dad Lineal . Véase Fernando RAMON, Ideología urbanística, 2 .a ed ., celona, 1904), Filosofía del Placer, traducido por Carmen de Burgo s 1970, nota 5, p . 34 . (Colombine) (Barcelona, 1912), Los amores de los hombres (Barce- (3) Paolo MANTEGAZZO, (Monza, 1831-Florencia, 1910), médi- lona . 1913), Los secretos del amor (Barcelona, S . A .), Pensamientos, co higienista y antropólogo, fue escritor de libros de divulgación cien- 2 .a ed . (Madrid, 1924) . tífica muy leídos en su época . Su carrera médica comenzó en Argen - Por otra parte hay que señalar que Arturo Soria era muy aficiona - tina y Paraguay, para luego ser catedrático de Patología en la Univer- do a la literatura de anticipación . Pedro NAVASCUES en el tomo 3 sidad en Italia . Autor muy prolífico fue autor de libros muy populares del libro Madrid, publicado por Espasa-Calpe en 1979, p . 1105, se- como lgea o el médico en casa, tratados de fisiognomia, psicología, ñala que don Arturo Soria era lector de Julio VERNE, pues ve coinci- frenología, fisiología, higiene sexual, arte de ser feliz, etc . Traducid o dencias entre la Ciudad Lineal y Los Quinientos millones de la Bé- a todas las lenguas, su importancia puede comprobarse en el ficher o gum (París, 1879) . Para la descripción de esta ciudad Verne se habí a de la Biblioteca Nacional de Madrid en donde hay ejemplares suyos inspirado en las ideas del médico inglés RICHARDSON, autor d e en varias lenguas, en especial en portugués y español . Hygeia (1876) . El pensamiento de los higienistas, tan de moda en de - Obras suyas vertidas al español son : El siglo de los nervios (Bo- terminados medios, incluido Pío BAROJA en su novela El Arbol de la gotá, 1888), Arte de elegir marido (Madrid, 1894), Arte de elegir mu- Ciencia (Madrid, 1911), fue determinante para muchas personas a la jer (Madrid, 1898), Fisiología del amor (Madrid, 1899), Testa (cabe - hora de escoger una vivienda . 98 - n° 3/1991 CIUDAD Y TFRRITORIO - 89 25 0 pudientes o jornaleros, dentro de la misma área , vida nueva», que llegó a afirmar que existían era la Ciudad Lineal para aquéllos que desea- avanzados y retrógrados, según fuesen o no par- ban una vida en contacto con la naturaleza, que tidarios de la Ciudad Lineal, pensaba que a los estaban en contra de la ciudad convencional. «ciudadanos lineales» les correspondía «ir a la Con su creación no sólo se solucionaba el pro- izquierda en las guerrillas de la vanguardia de la blema de la vivienda sana e higiénica, de habi- civilización>> . No es extraño, pues, que las auto- taciones soleadas y claras, sin las estrecheces y ridades municipales más corrompidas de la Res- miasmas del hacinamiento del centro urbano , tauración u órganos de la prensa más reaccio- sino que se atajaban otros males sociales, des- naria, como El Debate (1911), dificultasen o com- de el impedir la emigración del campo a la ciu- batiesen sus ideas y realización. Arturo Soria, vo- dad y el convertir en propietarios estables a to- luntarista y tesonero, nunca rehusó el combate. dos los ciudadanos, incluidos los jornaleros o tra- Sus reiterados e insistentes escritos y actos de- bajadores de salario modesto . El pensamiento muestran un temple de hombre de férrea men- utópico se convertía así en realidad solucionan- talidad . Arturo Soria, que de su grandioso pro- do el grave problema social . La Ciudad Lineal , yecto de 48 km. que rodearían Madrid sólo logr ó racional y vertebrada, gracias al tranvía de cir- realizar el fragmento entre Fuencarral y , dorsal que con sus enlaces nunca decayó en su moral . Su fe en la obra em- cunvalación, espina muy grande. Sarcástico e imagina- con la vieja ciudad hacía posible vivir en las afue- prendida era trabajar a diario en el centro de Madrid, su - tivo, se refugiaba en sí mismo y su familia, rién- ras y dose de lo torcido o dejando volar, según sus ponía un avance urbanístico indudable . Sus ha- propias palabras, «el aeroplano de la fantasía» . bitantes, imbuidos del espíritu social alentado y o conscientes de Su «filosofía barata» era un baluarte más segur fomentado por su creador, eran y reconfortante . También su pertenencia a la res- que su ciudad era nueva, pertenecía a un nuevo petable hermandad, la «de sus hermanos de l orden de cosas. pensamiento libertario» a la que alude su amigo Para Arturo Soria tare importante como la reso- y partidario, el teósofo y masón Roso de Luna, le lución del acuciante problema de la vivienda fue , proporcionaba la necesaria e indudable fortale- desde 1882 en que concibió la Ciudad Lineal y za ética (4). 1894 en que se puso la primera piedra y duran- Tal como se sabe hoy Arturo Soria ingresó e n te su prosecución hasta el final de su vida, en la masonería el 21 de julio de 1870, en la Logia 1920, el crear una nueva ciudad, una nueva for- Herculina núm . 10 de La Coruña, ciudad en l a ma de vivir. El geómetra, el matemático, el cien- que a la sazón era Secretario del Gobierno Civil . tífico y el filósofo positivista que era Arturo Sori a En 1889 se le registra todavía como tal, aunque no se contentaba con sólo proporcionar un cua- no sabemos si después pertenecía a la catego- dro más racional y agradable a los que iban a ha- ría de los hermanos dormidos o había cesado de bitar la Ciudad Lineal . Su pretensión era más am- tener relaciones con las logias madrileñas . En biciosa. Arturo Soria quería, por medio de su todo caso, el testimonio citado y la estrecha creación, cambiar la mentalidad de las gentes, amistad con Roso de Luna, masón muy activo, hacer que pensasen de otra forma. De ahí las nos hacen pensar que Arturo Soria, al menos in- adhesiones incondicionales y las resistencias te- telectualmente, continuó gozando de una gran naces que encontró para la realización de su estimación y respeto entre sus hermanos de obra. Arturo Soria, partidario de «siglo nuevo, ideas (5) .

(4) Mario ROSO DE LUNA escribió el prólogo al libro póstum o lum masónico es muy activo . en varios talleres, llegando en septiern- de Arturo SORIA Filosofía Barata . Apuntes Sociológicos Científicos, bre de 1921 al grado 33 .° Sobre ROSO DE LUNA masón véase el li- Madrid, Imprenta de la Ciudad Lineal, 1926 . En este prólogo titulado bro de Pedro Víctor FERNANDEZ FERNANDEZ La Masonería en Ex- ..En Memoria del Hermano y Amigo .., ROSO DE LUNA, masón y teó- tremadura, Colección Historia Diputación Provincial de Badajoz, 1989 , sofo, hace el panegírico del técnico estudioso, del discípulo de Scho- pp . 217-221 . También véanse los trabajos de José Antonio FERRE R penhauer, del matemático y geómetra, cuyo pensamiento estaba ex - BENIMELI, «Roso de Luna y la Teosofía masónica», y Pedro Victor traído de los antiguos misterios iniciáticos . AI referir que en el día de FERNANDEZ FERNANDEZ, .Mario Roso de Luna, la Teosofía y la Ma- la repentina muerte de Arturo Soria iba a celebrarse un //pitagórico sonería•, en el volumen Mario Roso de Luna. Estudios y opiniones , ágape» «en el hermoso comedor de la Ciudad Lineal» nos hace sa - Esteban CORTIJO (coordinador), Institución Cultural «El Brocense» , ber que no fue suspendido por el expreso deseo de su familia, de for - Excma . Diputación Provincial, Cáceres, 1989, pp . 179-194 y 194-212 . ma que la reunión de los comensales de . .una respetable fraternidad , En dicho volumen Esteban CORTIJO (p . 21) nos hace saber qu e que no tengo por qué nombrar .., se convirtió de esta forma en u n ROSO DE LUNA «dirigió y redactó en gran parte La Ciudad Lineal re- «banquete fúnebre», en toda la regla . De sobra es conocida la im- vista sufragada por la iniciativa de quien fuera gran amigo de Roso , portancia de los ágapes y banquetes lo mismo que las tenidas fúne- el arquitecto Arturo Soria y Mata .. . bres en la masonería . El fallecimiento y la memoria de Arturo Soria Arturo SORIA, que escribió en la revista La Ciudad Lineal, año quedaron de esta forma bajo el sello de los ritos masónicos . 1917, sobre Roso de Luna, elogiaba que ..entre las muchas cosas Mario ROSO DE LUNA (Logrosán, 1872-Madrid, 1931), conocid o buenas de su trabajo está la tendencia a explicarlo desconocido den- por el «mago de Logrosán.., fue teósofo, astrónomo, escritor y ate- tro de los cánones de la ciencia positiva»- Los dos hombres debía n neísta . Licenciado en Filosofía y Letras, Ciencias y Derecho, se dedi- sentirse hermanados en su afán de descubrir el secreto del univers o có al estudio de las ciencias ocultas . Como astrónomo descubrió u n por medio de la especulación intelectual . Sobre Roso de Luna, véan- planeta que lleva su nombre . Entre su extensa bibliografía destaca n se D . Liberia CANETTI Y ALVAREZ DE GADES, El mago de Logro- obras como El tesoro de los lagos de Somiedo (1916, reedición 1980) , sán, vida y milagros de un raro mortal, teósofo y ateneísta, Madrid , Simbolismo de las religiones y De Sevilla al Yucatán, obras tambié n 1917 ; Romano GARCIA, El mago de Logrosán . Mario Roso de Luna . reeditadas recientemente por la editorial Eyras . A propósito de la s Un genio extremeño olvidado, Institución Cultural «El Brocense» . Cá- corrientes ocultistas pueden señalarse las vinculaciones que en Nor- ceres, 1981, y Esteban CORTIJO, Mario Roso de Luna. Teósofo yate- teamérica hacia 1880 tuvo la teosofía con el pensamiento de los ur- neísta, Institución Cultural «El Brocense», Cáceres, 1982 . banistas Olmsted y Bellamy, tan ligados a sociedades del tipo de The (5) El artículo que ahora publicamos fue escrito en el año 1982 First Nationalist Club de Boston . para ser publicado en las Actas del Coloquio «Homenaje a Arturo So- ROSO DE LUNA entró en la masonería el 5 de enero de 1917 e n ria y Mata en el Centenario del nacimiento de la idea de la Ciudad la logia Isis y Osiris, núm . 377, de Sevilla yen febrero de 1918 se afi- Lineal-, que se celebró los dias 22 a 26 de noviembre de 1982 . En- liaba a la logia Fuerza Numantina, núm . 355, de Madrid . Su cu«ícu - tonces sólo suponíamos que Arturo Soria era masón . La confirmación

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DISPOSICIÚN DE LAS CALLES, DE LAS MANZANAS Y DE LOS LOTES DE LA CIU= DAD LINEAL

_ _JÇALL~ PRAL~ ° .°r.c Y>4t4t : tl :t- . :• tttttttittttttttt44-~st " et4t4 tx t 1 t~4t•YS° 4Yt4ttY4ittt4tx> i CA~LE R AN6vERSAL, •I[le~O metre. aneh• CALC A SVERSAi âé•2~ir.e~roeSeen .-he~ ~ < .P l t t i t t t t t t l : Y ttl .tttt•4ttt~ t 444YttttttttYt ; °a °áttttLYtYtti44t it4t tt ° ttttttttttttk ° .~ < . <.~ ; ,F^t «..~, _ . <- . .° ;. . _ ._ _.. ._ -_ ~ . , . ._ . .~~e , _ i .,_ .~it :.__- .,er_l ..i: _ .. t ., . s s i

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Arturo Soria adoptó en la masonería el nombr e formar parte de la Asamblea política. Bajo s u simbólico de Solon. Su decisión fue en extremo mandato estimuló la actividad económica mer- significativa y acorde con las ideas filosóficas y cantil por medio del aumento de la producción , reformistas del futuro fundador de la Ciudad Li- la mejora de los oficios y el incremento del co- neal . Considerado uno de los siete sabios de mercio. Progresista, a Solon, según Aristóteles , Grecia, Solon, legislador, estadista, hombre de se debe el ulterior esplendor democrático de negocios, filósofo y poeta, fue uno de los impul- Atenas . No es extraño, pues, que Arturo Soria se sores de la grandeza de Atenas . De familia no- identificase con la obra de un sabio, legislador, ble venida a menos, hizo su fortuna con los ne- filósofo y poeta antiguo y a la vez progresista. E n gocios . Consciente de la necesidad de controlar la génesis de la Ciudad Lineal de Arturo Soria Ias rutas marítimas, convenció por medio de la subyace no sólo el ejemplo político y social de poesía a los atenienses para que conquistasen Solon, su patronímico masónico, sino también la Salamina. Muy estimado por su patriotismo y doctrina de la ciudad utópica, fundada sobre la honradez, fue elegido arconte con poderes ex- libertad, igualdad y fraternidad, ideario universal- traordinarios en caso de guerra civil . Arbitro en- mente defendido por la masonería. tre los Eupatridas, los oligarcas terratenientes, y Imbuido de una sociología práctica y de un pa- los pequeños propietarios, estos últimos despo- radójico positivismo crítico, Arturo Soria fue in- seídos de sus tierras y amenazados de escla- condicional partidario de las ideas de asocia- vitud, hizo que la crisis social se resolviese ción. Individualista acérrimo, pensaba que la me- mediante la exoneración de las deudas y la am- jor palanca social era la vida comunitaria en ar- nistía política, favoreciendo la partición de los la- monía y que el hombre tenía que aunar los es- tifundios. Con su obra legislativa abolió las desi- fuerzos para lograr la realización de un mundo gualdades de los ciudadanos, concediendo e l más perfecto . Regeneracionistas, al igual que derecho del voto a todas las clases sociales para sus coetáneos los hombres de la Institución Li-

de la sospecha me la proporcionó Jose A . Ferrer Benimeli, quien me 1728-1939, del Instituto de Cultura «Juan Gil-Albert» (Alicante-Valen- envió una carta con fecha de 26 de abril de 1988, en la cual me no- cia, 1989), en la p. 94 se le menciona corno masón junto a don San- tifica que Soria tenia el número 74 en el citado registro de 1889, ha- tiago Ramón y Cajal . En donde no figura es en el libro de Alberto VA - ciéndose constar que, iniciado el 21 de junio de 1870 en la masone- LIN FERNANDEZ, La Masonería y La Coruña. Introducción a la histo- ría alcanzó el grado 2 .° et 17 de octubre, y el grado 3.° el 10 de no- ria de la Masonería Gallega (Ediciones Xerais de Galicia, Vigo, 1984) . viembre del mismo año 1870 . Ferrer Benimeli cree que en Madrid si - Por otra parte es de señalar que el año 1870 fue el momento álgid o guió siendo masón, pero me informa que todavía no ha localizado s u de la masonería española, cuando Manuel Ruiz Zorrilla fue nombrado logia . En el catálogo de la Exposición La Masonería Española, Gran Maestre de la Gran Logia Simbólica de España .

100-n°3/1991 CIUDAD Y TERRITORIO - 89 252

Uno de los accesos con doble línea de tranvías electrices. A un lado y paralela a la vía está la carretera de Chamartin, qu e pone e n comunicació n la con la Ciuda d Lineal.

Izquierda : - Pinar de Charmartín contiguo a una finca de la manzan a 71 . Colegio -Maria Teresa , manzan a 86. Interior de la Iglesia de la Manzan a 99.

Derecha : - Escenario del Kursaal. - El públic o presenciando los espectáculos. 253 PAISAJEURBANO .CIUDADLINEAL Y MASONERIA - A . B . C . 101 - n .° 3/1991

Vista general del parque de Diversiones .

Izquierda : - Automotor haciendo el recorrido de - Teatro. Vista parcial del Salón Restaurante. Bar al Aire libre.

Derecha : - Máquina voladora en el Parqu e de diversiones.

102 - n .° 3/1991 CIUDAD Y TERRITORIO - 89 254

bre de Enseñanza, que Joaquín Costa o Luca s Mallada, quería remediar los «Males de la Pa- tria», hacer que España fuese más culta y prós- pera, que el mundo fuese más pacífico, armonio - Una calle de las céntricas d e so y progresivo . Corolario de todo ello era la ur- Madrid. banización de la ciudad, el vertebrar la pobla- ción por medio de un eje viario principal, una ca- lle única prolongada de manera indefinida, en l a que circulase el tranvía, el dotarla de una infraes- tructura indispensable de agua y luz eléctric a propias, hacer que dispusiese de locales y ser- vicios comunitarios propios, aptos para el de- sarrollo de la vida social, el convertirla en una ciudad autosuficiente y autónoma . En principio y en muchos aspectos la Ciudad Lineal era supe- rior a cualquier otro barrio del centro de Madrid, ya que sus habitantes disponían en ella de todo lo necesario para desarrollar su inteligencia y sensibilidad: leer un periódico propio, ver teatro y cinematógrafo, oír conciertos, asistir a confe- rencias, tomar clases de idiomas y aprender mú- sica, practicar deportes, además de disponer de servicios médico-farmacéuticos, clínicas de ur- gencia, establecimientos de comestibles, carni- cerías, vaquerías, carbonerías y otras tiendas, estafeta de Correos, oficinas de teléfono y telé- Una calle de l a grafos, bares y restaurantes . La construcción su- Ciudad Lineal. cesiva de una iglesia, de un Teatro-Escuela y otro al aire libre, de un Parque de Diversiones o Atracciones, con un Kursaal, una sala de ban- quetes, tobogán y carrusel, un velódromo par a Ias carreras de a pie y en bicicleta, un campo d e deportes, con un estadio de fútbol y un aeropuer- to, el primero civil de Madrid, para la navegació n aérea de vuelos con y sin motor, además de otros proyectos no realizados (, me- tro suburbano), hicieron que la Ciudad Lineal constituyese un asentamiento humano excepcio- nal en Madrid, que fuese algo así como una nue- va población de un nuevo mundo, una especie de ciudad americana, del Nuevo Continente, el cual inspiró en parte a Arturo Soria, que, lo mis- mo que Ildefonso Cerdá, admiraba la obra de los conquistadores y pobladores españoles de Amé- rica y a la vez estaba al tanto de todo lo que se hacía y pensaba en Norteamérica (6) . Gracias a Arturo Soria, según Roso de Luna, la Ciudad Lineal, antítesis del Madrid viejo, tétri- graciosas casas de campo, cercadas de flores , co y pésimo de los Austrias, había logrado con- ni bosquecillos, arroyuelos, isletas, caídas de vertir en un jardín las devastadas afueras de Ma- agua, parques, estanques, alamedas como las drid, «apestosas como un aduar marroquí», d e que embellecen las cercanías de tantas ciuda- campos talados y amarga des extranjeras . La imagen era la de la yerma melancolía. La perife- meseta» (7) . ria de la capital de España, que Angel Fernán- Arturo Soria escribía : «Mirad los al - rededores de Madrid desde cualquier sitio ele- dez de los Ríos quería transformar en un ameno vado . No cinturón de verdura, seguía siendo a fines veréis más que sierras peladas, áridas del si- planicies», y se preguntaba por qué las acequia s glo pasado un desolado paisaje de desmontes y del Canal de Lozoya no habían convertido «a las terrenos incultos . Para Lucas Mallada, en 1890 , cercanías de Madrid en sitios amenos llenos de al extranjero que llegaba a Madrid no le anun- arbolado» . Al igual que sus coetáneos John C. ciaban «la proximidad a la capital de la nación Olmsted o Henri George, pensaba que el ciuda- ni grandes fábricas y talleres, ni lindas aldeas, ni dano nuevo y democrático era contrario al haci-

(6) A propósito de esta influencia sobre el urbanista catalán Cer- za Editorial, Madrid, 1969, p . 18 . Para Angel FERNANDEZ DE LOS dá, véase A . BONET CORREA, «Ildefonso Cerdá, el Padre Caramuel RIOS, véase El Futuro Madrid, Madrid, 1868, edición facsímil con in - y el urbanismo hispanoamericano-, en el vol_ Urbanismo e Historia Ur- traducción de A. BONET CORREA, Los libros de la frontera, Barce- bana, Universidad Complutense, Madrid, 1979 . lona, 1975, 2 .a ed ., 1989 . (7) Lucas MALLADA, Los males de la patria (1890), ed . de Alian -

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COLONIA 00C ! r~ A0 .

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namiento, partidario de la vida familiar y tranqui- fiesta anual en la que, además de las plantacio- la, en las áreas dulces y más libres de la natu- nes realizadas por los ciudadanos lineales, s e raleza (8) . Pero para lograrlo había que transfor- celebraban competiciones al aire libre y otras ac- mar el campo, en España históricamente aban- tividades comunales . Al sentido lúdico y la exal- donado y devastado por la mano del hombre za- tación propia de la nueva estación se unía e l fio e inculto, el machadiano hijo de Caín . Con el amor a la naturaleza . Periódicamente se publica- fin de poner remedio a la erosión y desertizació n ban fotografías para mostrar los progresos he- y celebrar la terminación de la traída de aguas , chos en la arborización . La creación de un man- Arturo Soria, con el arquitecto Mariano Belmás , to vegetal que proporcionase umbría e hiciese instituyó la Fiesta del Arbol, lanzando un progra- más propicio al hombre el paisaje natural y ur- ma de plantación de 30 .000 árboles, en especial bano, era así un deliberado objetivo . coníferas . Al igual que el norteamericano «Arbor Arturo Soria y Mata, como otros muchos hom- Day», la Fiesta del Arbol, desde 1899, para los bres de su tiempo, creía que la salvaguardia de l habitantes de la Ciudad Lineal al llegar la prima- individuo se lograba a través del contacto con e l vera se convirtió en un acontecimiento, en un a paisaje natural unido a la vida social . Al igual qu e

(8) Sobre la influencia en España de Henri GEORGE, el autor d e portancia del pensamiento de Olmsted, véase de Francesco DAL C O la Doctrina del impuesto único (traducido al español, Barcelona , «De los parques de la región . Ideología progresista y reforma de l a 1918), véase la tesis de Ana María MARTIN URIZ, publicada en ex - ciudad americana>,, en el vol . colectivo La Ciudad Americana, Biblio- tracto por la Universidad Autónoma de Barcelona, 1981 . Sobre la im - teca de Arquitectura, Ed . Gustavo Gill, Barcelona, 1975 . 104-n .°3l1991 CIUDAD Y TERRITORIO - 89 256

Cerámica Victoria, fábrica de ladrillos en el Cerro del Aire.

Vaquería de D. Alons o Saavedra, en l a calle María Lombillo, manzana 96.

la hoy desaparecida Colonia del Doctor Rubio , también lo que intentó hacer en Barcelona el fa- fundada por aquellos años en la villa de Gua- moso Doctor Andreu . Su creación del Parque de darrama, al pie de la Sierra madrileña con fines Atracciones en el Tibidabo no sólo quería pro- de carácter sanitario, para enfermos del pecho y porcionar diversión a los habitantes de la gran personas de salud delicada, deseosos de pasa r ciudad, sino convertirse en un lugar de residen- en la montaña los calores del estío, la Ciudad Li- cia en las montañas cercanas al antiguo centro neal disponía no sólo de los edificios comunita- urbano. En la Ciudad Lineal no faltaban los en- rios suficientes, sino que se programaban las tretenimientos y ocasiones para cultivar el espí- reuniones y fiestas que servían de solaz y edu- ritu : conciertos de música moderna sobre tod o cación de sus habitantes (9) . Algo parecido fue compositores franceses como Berlioz, Saint-

(9) El Doctor Federico RUBIO Y GALI, que nació en el Puerto d e tífica y médica, fundando instituciones médicas muy renovadora s Santa María (Cádiz) en 1827 y falleció en Madrid en 1902, fue una d e como el Instituto de Terapéutica Operatoria y la Escuela de Enferme - Ias figuras más brillantes de la medicina española de la segunda mi- ras Santa Isabel de Hungría. Gran cirujano, fue un innovador en las tad del siglo xix . Autor de un Manual de Clinica Quirúrgica (1849), pu- técnicas quirúrgicas . Por otra parte, fue uno de los primeros teóricos blicado antes de graduarse en medicina en Cádiz, fue médico en Se- en Europa de la patología social . Sus libros como La Felicidad. Pri- villa, en donde además de adquirir fama de gran cirujano, se relacio- meros ensayos de patología y de terapéutica social (1894), publica - nó con los ambientes intelectuales y políticos más progresistas . Ami- dos con el seudónimo de Doctor Ruderico, lo ligan a las preocupa- go de Federico de Castro, el discípulo del krausista Julián Sanz del ciones sociales manifestadas por Arturo Soria . También la colonia sa- Río, en 1863 publicó El libro chino, yen 1864, El Ferrando, en dond e nitaria de Guadarrama ofrece gran paralelismo con la Ciudad Lineal . expresó sus ideas filosóficas. Radical en política, tuvo que exiliars e Existe una bibliografía sobre el Dr . Rubio que se recoge en la obr a en 1860 y 1864, lo que le sirvió para completar su formación científi- de J . M . LOPEZ PINERO y otros Diccionario histórico de la Ciencia ca en Inglaterra y Francia, respectivamente . En 1873 volvió a Londre s Moderna en España . Ediciones Península, Barcelona, 1983, vol . II , y viajó por los Estados Unidos de Norteamérica . En 1870 fijó su resi- pp. 268-272 . dencia en Madrid, en donde desarrolló una importantísima labor cien - 257 PAISAJEURBANO,CIUDADLINEAL Y MASONERIA - A . B. C. 105-n3/199 1

Sala de espera en las Venta s para viajeros de las líneas de Ciudad Lineal- .

Uno de los kiosco s construidos en la calle principal para el servicio de teléfono y vigilancia .

Saens o Massenet y el teutón Wagner-, confe- La tejería y ladrillería, la «Cerámica La Victo- rencias literarias y científicas, sesiones de teatro ria>, con sus hornos y edificio horizontal de na- y circo, banquetes y otros actos colectivos cons- ves de tipo basilical, o las vaquerías como La tituían un calendario inteligente y bien dosifica- Merced, de rústicos edificios y rediles de cercas do . La actuación de coros, como el de Clavé, y de valladas, proporcionaban al paisaje el aspec- los concursos infantiles de carácter recreativo y to entre industrial y bucólico-campestre desea- educativo iban a la par que las competicione s do. La Fábrica de electricidad, de alta chimene a deportivas en las que las carreras de bicicleta s de ladrillo, y la Imprenta, ambas de sobrios edi- y el fútbol eran preferentes . El habitante de la ficios con interiores de grandes salas de esbel- Ciudad Lineal podía estar además al corriente de tas columnas de hierro fundido y modernas ma- Ias novedades científicas y técnicas que figura- quinarias, completaban el ban en las columnas del periódico editado por y panorama de tipo me- para él. Pertenecer a su vecindad era participa r cánico. En la calle principal, los graciosos kios- de un espíritu nuevo, el sentir que individualmen- kos para el tranvía, con sus acristaladas salas d e te se contribuía a construir una sociedad más espera, las garitas de vigilancia, con el llamado culta y perfecta. Fortín o el neoárabe de Teléfonos, las farolas y Los edificios construidos para los servicios y demás mobiliario urbano comunicaban un air e actos comunitarios pertenecían a una arquitec- entre elegante y burgués a la amplia y arbolad a tura apta para la función a la que se les destina- avenida . La iglesia neogótica y el modernista tro ba a la vez que a su utilidad unían las calidades al aire libre, lo mismo que los espacios abiertos de belleza y el valor simbólico necesario para se- del Velódromo y el Estadio completaban el con- ñalar su categoría de lugares colectivos . junto urbanizado . La alta máquina voladora de 106-n °3l1991 CIUDAD Y ILRRITORIO - 89 258

Edificio del Colegio de Huérfanos de la Armada, construido por la Compañia Madrileña de Urbanización en la calle Arturo Soria, manzana núm. 67. Vista y Planos de la planta baja y principal.

hierro y empinada espiral del tobogán, lo mism o nuosidades de decoración modernista. Comple- que el edificio del Kursaal convertían a la Ciu- tada, poco a poco, la Ciudad Lineal con edificio s dad Lineal en una especie de vienés Prater en cada vez más ambiciosos y de mayores dimen- miniatura. En el Casino, con sus terrazas, en el siones como el Colegio de Huérfanos de la Ar- bar del Teatro o en el gran Restaurante, de mu- mada y la Estación de Radiotelégrafos y Radio- ros y techos de cristal, con su interno jardín d e teléfonos de la misma, lo que antes eran barojia- aclimatación y sus grandes paneles de pintur a nos campos, ásperos, yermos y abandonados mural de tipo floral, se respiraba un ambiente desmontes se iban civilizando y amenizando, ha- confortable, acorde con las flexibles y rítmicas si - ciendo que cada vez fuese más grata la estan- 259 PAISAJE URBANO, CIUDAD LINEAL Y MASONERIA - A . B. C. 107- n .°3/199 1

Vista de l a Estación Radiotelefónica de la Marina . situada en la manzana núm. 67 de l a Ciudad Lineal.

cia para los que optaban por vivir en el marco tima guerra civil, era una especie de muestrari o ajardinado creado por la «Compañía Madrileñ a de estilos arquitectónicos que abarcaba tanto el de Urbanización» (10). ecléctico historicismo y pintoresquismo finisecu- En la arquitectura doméstica o individual las lar y del modernismo de principio de siglo como construcciones de la Ciudad Lineal eran de lo la arquitectura racionalista de los años treinta . más heterogéneo . Lo que era rigidez o rectitud Lo más avanzado en cuestión de vivienda, tan - en la planta se perdía en el alzado, en el que, to de lujo como barata, se llevó a cabo en la Ciu- dentro de los límites de una sobriedad propia d e dad Lineal. El arquitecto Mariano Belmás Estra- la mentalidad de los que allí habitaban, se pro- da, fundador de la compañía «La Constructor a ducían los más diferentes gustos de carácter in- Mutua» y de la revista La Gaceta de Obras Pú- dividual . En primer lugar, existían varias catego- blicas y autor de un tipo de construcción econó- rías de solares y construcciones según las fortu- mico de casas para obreros, fue el primer arqui- nas y clases sociales . Desde el hotel, pasando tecto que trabajó al lado de Arturo Soria (11) . Sus por la villa hasta la casa modesta del jornalero , discípulos Ricardo Marcos Bauzá, autor del Tea- se daban allí los diferentes tipos y estilos desd e tro modernista, Jesús Carrasco, de la iglesi a el clásico palacete de estilo ecléctico o el hotel (1899-1904), y Ricardo García Guereta, de va- modernista hasta el chalet de tipo nórdico de in- rios de los hoteles de lujo, fueron los principales clinados tejados y ventanales acristalados a lo in- constructores de la nueva urbanización . Sus glés, construidos en piedra o cemento. En las ca- obras, igual en la Ciudad Lineal que en el centro sas obreras, la edificación de planta cuadrada de Madrid, marcaron con su novedad el estilo de era de ladrillo . Según fueron evolucionando los un barrio o parte de la ciudad, que difería en mu - tiempos también fue cambiando la arquitectura cho por su modernidad del resto de la población de la Ciudad Lineal que, en 1936, antes de la úl- madrileña (12) . En su segunda etapa, a partir d e

(10) En 1911 eran unos 4.000 habitantes . Según la enciclopedia en Arquitectos, Consejo Superior de Arquitectos, número de julio-a- Espana gracias a las facilidades de comunicación »se nota de dia e n gosto de 1982 . día el aumento de gentes que prefieren vivir la vida tranquila de cam- (12) Acerca de estos arquitectos no existen estudios monográfi- po rodeados de huertos y jardines, al bullicio del centro de Madrid» , cos . Sólo recordemos aquí de Jesús Carrasco que con Ricardo Gar- en « ... lindos hoteles, en los que no se echa de menos el lujo y las cía Guereta trabajó en la iglesia de Santa María Magdalena, Ias »Re- comodidades más refinadas, rodeados de vegetación y ambient e cogidas» en la calle de , en 1903, presentó un proyecto qu e agradable» . En el volumen de la Guide BLEUE Espagne (ed . 1927) fue escogido entre siete de los que se consideraban mejores en e l se dice que la Ciudad Lineal, desde la cual se disfruta la mejor vist a Concurso Internacional para el Casino de Madrid . Suyos son las in- de la Sierra del Guadarrama, era muy frecuentada en el verano . teresantes construcciones del edificio »Nuevo Mundo», levantado e n (11) Acerca de Belmás, véanse los artículos de José Ramón la calle Larra en 1907, sede del periódico El Sol y después de l a ALONSO PEREIRA, «Mariano Belmás arquitecto de la Ciudad Lineal» , guerra de Arriba y del Hotel Victoria o edificio Simeón en la madrile- y Angel ISAAC, «Ideal arquitectónico y alojamiento obrero», en el Pri- ñísima Plaza de Santa Ana . Sin duda, la obra principal de este inte- mer Congreso Nacional de Arquitectos de 1881, publicados ambos resante arquitecto religioso, autor también de la iglesia y convento del

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=A 7= Modelos de construcciones. p038 TROS 109-n.°3/199 1 261 PAISAJEURBANO,CIUDAD LINEAL YMASONERIA - A. B . C .

Y2. 110 - n.° 3/1991 CIUDAD Y TERRITORIO - 89 262

Modelo de construcciones. 263 PAISAJE URBANO . CIUDAD LINEAL Y MASONERIA - A . B . C. 111- n .°31199 1

Manzanas 76 96 79 96 82 7 7 96 78

Manzanas 90 71 73 83 82 74 91 73

Ejemplo de vivienda s construidas . 112-n°3/1991 CIUDAD Y TERRITORIO - 89 264

la muerte de Soria, discípulos suyos como don vienda consistirá en las grandes obras de la na- Hilarión González del Castillo mantendrán vivo e l turaleza, los árboles, las plantas y las flores y en espíritu de una búsqueda de una arquitectur a la reproducción de Ias obras de los artistas más singular, contraria al bloque plurifamiliar de pisos famosos» . Por medio de tal mansión y de una de anodina arquitectura . Precisamente, Gonzá- vida culta y educado refinamiento espiritual se lo- lez Castillo combatió el madrileño afán de cons- graría habitar en un «paraíso, no fantástico sin o truir los primeros rascacielos, que se simboliza- real y positivo», pues el goce sería continuo, si n ban en el Titanic de . cansar, «porque una serie de placeres, todos Soria, teórico y seguidor de todo lo nuevo, de- ellos artísticos, sabiamente combinados no da- bía sentirse satisfecho al ver ir poblándose de ría lugar al aburrimiento» . Estamos seguros qu e edificios modernos su ciudad ajardinada . Muy don Arturo, absorbido por su obra y su despier- significativo es leer su artículo «Virtudes Medici- ta curiosidad intelectual de pitagórico sabio, sus nales de la Belleza», recogido en el volumen Fi- especulaciones, sus poliedros e inventos, nunc a losofía Barata. Tras proclamar: «¡Soñemos alma, se aburrió . soñemos!», Soria describe lo que considera la Si se recorren las páginas de la revista La Ciu- mansión ideal . Su texto no puede ser más anti- dad Lineal, se puede muy bien seguir la vida y cipador. «Una vivienda lujosísima, pero sin bibe- el aspecto sucesivo que tuvo ésta desde que s e lots ni garambainas antiguas y modernistas, e l fundó hasta su último momento de esplendor o lujo de la sencillez y del gusto exquisito que tie- vida bajo la «Compañía Madrileña de Urbaniza- ne por base fundamental el proporcionar el ma- ción» . De los primeros chalets todavía en des- yor número de comodidades y de ventajas co n campado, con algunos raquíticos árboles plan- el mínimo de esfuerzo proveyéndonos de habi- tados a su alrededor, se pasa a los que, rodea- taciones, de mobiliario, de utensilios, efectos y dos de umbrosas sombras, presentaban un as- maquinarias que nos libren de los molestos con- pecto ameno y agradable. Las leyendas al pi e tactos del servicio doméstico .» Lo mismo que su de sus fotografías son dignas de ser leídas: «Pre- coetáneo Francisco Giner de los Ríos, piensa cioso hotel ... construido con piedra de Colmenar que el mobiliario y el interior más bello es el más Viejo.. .», «Hotel burgués.. . la hermosura del ar - sencillo y pulcro (13) . Contrario a las modas efí- bolado es digna de admirar .. .», etc . Algunas tie- meras, cree que «el adorno principal de la vi - nen un texto más explícito, como .Preciosa terra-

Cristo de Medinaceli, además de intervenir en la iglesia de la Con- de ciudadela o castillo, su autor quiso con ella simbolizar el espírit u cepción de la calle , es el Templo Nacional de Santa Teresa d e de las Moradas de Santa Teresa . Jesús y convento de los padres Carmelitas descalzos de Madrid . Si- (13) Francisco GINER DE LOS RIOS, El mobiliario, en el vol . X V tuado espectacularmente al fondo de la plaza de España es una es- de las Obras Completas . Estudios sobre Artes Industriales y Cartas pecie de fortaleza neogótica, neomúdejar y modernista . Construido Literarias, Madrid, 1926, pp . 5-17 . entre 1916 y 1923, en hormigón armado, con su inacabado aspecto

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Portadas de la Revista -La Ciudad Lineale (febrero 1923) y del libro El Chalet de las (Editorial Ra. we Sempere . e .R . .I . Valencia, 1923) . RADIOTr.[PONIAEN [SPAriA rru[b

PM1neRACERIAP COneRCIALDe MADRI D

LOS GRANDER oescuolorslercros. SE PUED E VIYIR SIGLO Y n Oe 0 . COMO n _O CONTARON. Te I. cueis-r o (ANECDOTAS)~ .. . rLORKOLTOpI : quevASVAR1eDeDes De PLO- R es + ... aRalUQ11O6b cunPLlnlenTO D[L COnve- NIO fON LOS ACtteCOORü. - nUüTRAS NOTICIAS : E IN _ - O PAGOS_VERIPICA- _- - LA_COnPARIA n ERA D zAL16_N_o uRANTe os mese, DE JULIOU AGOST_O v EPTIenDRe DC 1.22 :

vPN CA D[ TEItR[ NOS APLAZOS EX LA A- __- _ .- _ ._ .__ _ _ OJ - R _RETERA DL CANILLA S .___ ._ ._ . - uNCI 1 oS Madrid 1aalMeiasl 10 1e febrero di 1Q3

za de una magnífica finca, situada en la manza- que «vivía en una casa nueva y triste, de esas na 71, donde la familia que la habita pasa ratos que en el desarrollo de las ciudades por los si - felicísimos contemplando el hermoso jardín qu e tios pobres se construían haciendo toda clase de rodea la vivienda» . En su fotografía vemos a unos economías, con lo estrictamente necesario en las niños pulcramente vestidos acompañados por su que había que vivir, ya se sabía de antemano , madre. Uno de los niños, sostenido amorosa- con estrechez» (14) . En una ciudad de aristócra- mente por su progenitora, está sentado sobre l a tas y funcionarios, en las que pocas personas te- baranda de bellos balaustres ornada con una es- nían el dinero suficiente para pagarse un coche cultura en el poyo o machón . Otro infante, de «simón» en el que salir a respirar el aire de la más edad, está a horcajadas sobre la barandill a Moncloa, aún eran más escasas las que se aven- y se agarra a la esbelta columna que sostien e turaban a construir en el extrarradio . Unicamen- una florida pérgola que da sombra al grupo. En te los nobles y los potentados levantaban en l a otra ilustración vemos a una señora joven que , Castellana sus elegantes palacetes . vestida de blanco, con una sombrilla también También algunos nuevos ricos, para adquiri r blanca, posa a la puerta de su propiedad «cer- cierto lustre y porte aristocrático, construían una cada de seto vivo» . Igual sucede con los obre - mansión unifamiliar, con jardín. Ejemplo típico es ros, vestidos humildemente, pero que posan or- el de la familia burguesa que retrata Carmen d e gullosos ante sus jardineras llenas de enredade- Burgos (Colombine), escritora íntimamente liga- ras. También los comerciantes bigotudos y tie- da a Ramón Gómez de la Serna, en la novela cor- sos posan tras el mostrador de su tienda, mos- ta Villa María . Construida en una zona de moder- trando su satisfacción de ser «ciudadanos li- no trazado, «aunque estaba un poco en las afue- neales» . ras, no era un hotel de arrabal como los de los El contraste entre el centro lleno de vida y mo- barrios apartados. Habían tenido suerte en en- vimiento y la quietud y paz de la Ciudad Lineal contrar aquel solar en el Paseo Nuevo : porque, tenían que llamar la atención de los madrileño s aunque el Paseo Nuevo era tan largo que linda- de la época. Las gentes pudientes preferían to- ba con aquellos barrios, el hotel no dejaba de es- davía vivir en el centro, en el barrio del Palaci o tar en el centro mismo» (15) . El Ensanche, en es- Real, Calle de o la Carrera de San Jeró- pecial, en el barrio de todavía no se nimo. Un testimonio literario significativo es el del había colmatado, quedando muchos solares va- escritor Corpus Barga, el cual, en sus Memorias cíos y calles enteras sin construir. De repente la (Crónica de la vida madrileña de ha- ciudad se acababa en pleno campo de sembra- cia 1906), a propósito de un amigo suyo, dic e dos o pedregales. Las desabridas afueras y e l

(14) Corpus BARGA, Las Delicias, Barcelona, Buenos Aires , (15) Hay una edición moderna con prefacio por Rosa ROMA , 1967, pp . 132-133 . Emiliano Escolar editor, Madrid, 19?? .

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extrarradio no era para gentes civilizadas . Como no de mujeres, una especie de Landrú o Mon- muy bien decía Baroja, Madrid, Corte de Espa- sieur Verdoux «avant -l a lettre>, que aprovecha l a ña, era ciudad de contrastes que presentab a soledad de la Ciudad Lineal para actuar crimi- «luz fuerte al lado de sombra oscura ; vida refi- nalmente lejos de la curiosidad de las gentes. nada, casi europea en el centro ; vida africana d e Ramón Gómez de la Serna, cuyo concepto de la aduar en los suburbios» (16) . Nadie sensato, a novela era crear por medio de la narración u n no ser un personaje raro y extravagante como el ambiente reverberante en una serie de explosio- escritor Silverio Lanza, que vivía en Getafe, en nes atomizadoras y reveladoras de la «realidad» , un chalet rodeado de electrificadas, tenía se interesó en gran manera por la arquitectura, su domicilio fuera del centro de la capital (17) . y en especial, por Madrid (19) . Escrita cuando No es extraño así que aquéllos que durante el poseía su casa «EI Ventanal» en Estoril (Portu- primer tercio del siglo xx vivían en las colonias gal), a la cual dedicó su novela La Quinta de Pal- de los incipientes barrios de ciudad-jardín fue- mira, en la que la protagonista femenina huye por sen considerados «socialistas», personas raras miedo a los vicios de la ciudad, El Chalet de las o un tanto fuera de lo normal . No es extraño así Rosas es, lo mismo que ésta, una novela en la que en Zaragoza a la ciudad-jardín creada a que una casa solitaria es el personaje principal, principios de siglo en la subida de Cuéllar, cer- convirtiéndose en un objeto obsesivo del escri- ca del Parque Pignatelli, junto al Canal de Ara- tor, quien entre el estado anímico del individu o gón, popularmente se le conociese, tal como me y el mundo que lo rodea establece una orgánica lo contó García Mercadal, como «La ciudad de correspondencia . Es el problema de Las cosa s los Chiflados» (18) . y «el ello (1934), en el cual lo concreto y el sub- Arturo Soria y Mata, contrario de los grandes consciente se entrelazan . El tema de la soledad , bloques y rascacielos, que en 1883 había escri- de la existencia plácida, la defensa contra el ex- to que «los familisterios, las casas de vecindad , terior, el tedio y el aburrimiento son motivo de in- Ias fondas de familia, las casas mixtas para po- quietud, asaltando la mente de Ramón, obsesio- bres y ricos y muchas otras creaciones ingenio - nado en este período de su vida por lo ma- sas contemplan el árbol del mal desde distinto s cabro (20) . puntos de vista y arrancan sus ramas», que fir- Un personaje que pudo inspirar las ideas ma- memente creía que había que acabar con el ha- cabras que sobre la Ciudad Lineal tenía Ramó n cinamiento y la falta de higiene de las grandes Gómez de la Serna fue, quizá, el novelista Felip e ciudades y alojar a los habitantes en casas uni- Trigo. Propietario de «un hotel claro, alegre, con familiares, en contacto con la naturaleza urbani- paredes blancas, con grandes ventanales por zada, lo que contribuiría a hacer mejor al hom- donde entrar el sol y el aire>>, tal como nos lo des- bre, a realizar la revolución desde arriba, nunc a cribe Manuel Abril, Felipe Trigo construyó s u hubiera podido comprender la novela de Ramón casa unifamiliar con el deseo «de tener despejo Gómez de la Serna El Chalet de las Rosas . Ata- de campo y tranquilidad de alojamiento» (21) . ques malevolentes de personas reaccionarias s í Propagandista entusiasta entre sus amigos de la había recibido . Ya estaba acostumbrado a ellos . Ciudad Lineal, escribió en su mansión «Villa Lui- Pero que un escritor de vanguardia, que además siana» la novela Jarrape/lejos (1914) y el libro de era masón, opinase desfavorablemente de su ensayos Crisis de la Civilización (1915). Aficio- creación urbana, probablemente le hubiese dis - nado a la carpintería y a la fotografía en color, es- gustado profundamente. Publicada en 1923, tres tuvo durante tres años encerrado en su hotel par- años después de la muerte de Arturo Soria y ticular, construyéndose estanterías y armarios y Mata, la novela de Ramón no influyó, sin embar- cultivando rosas. De repente surgió de sopetón , go, en sus detractores . Novela de humor negro , encontrándosele en Madrid por todas partes . en ella se relata la historia de un siniestro asesi - Pero de nuevo volvió a enclaustrarse entre las

(16) Pío BAROJA, La Busca, Madrid, 1904, p . 282. como escritor preocupado por la arquitectura y el urbanismo . Sola- (17) Juan Bautista Amorós y Vázquez de Figueroa (1856-1912 ) mente se toca de pasada el tema en algunas notas del estudio de Ca- fue un -raro . que vivía en soledad sin tratar con sus vecinos . Vivia rolyn RICHMOND para la edición de La Quinta de Palmira, Seleccio- en la finca núm . 18 de la calle de Olivares en Getafe. Era la primera nes Austral, Espasa-Calpe, Madrid, 1982 . casa del pueblo, frente a un convento. Llena de numerosas plantas , (21) Manuel ABRIL y Felipe TRIGO, Exposición y glosa de s u aparatos de gimnasia y antropometría, estaba cruzada por numero- vida, su filosofía, su moral, su arte, su estilo, Renacimiento, Madrid , sos cables que a manera de un sistema nervioso comunicaban todas 1917, pp . 74-75 . las habitaciones y el exterior de la casa mediante una combinación Según Abril, Felipe Trigo «se trasladó entonces a la Ciudad Lineal . de timbres y luces eléctricas . Parece ser que este dispositivo de pro- Era la manera de tener despejo de campo y tranquilidad de aloja - tección contra los ladrones sonaba tan pronto se cernía una tormenta miento . . Su mansión, en la que se dedicó a la carpintería y fotogra- sobre la casa . Descrita por Ramón Gómez de la Serna y el Dr . Farre - fía, era «un hotel claro, alegre, con paredes blancas, con grande s ras era una mansión muy especial . El mejor estudio sobre Silverio Lan- ventanales, por donde entra el sol y el aire ; abajo el gabinete de tra- za sigue siendo el de Luis S . GRANJEL, publicado como introducción bajo de Trigo, lleno de máquinas fotográficas, y el cuartito de revelar, a su Obra Selecta, Ediciones Alfaguara, Madrid, Barcelona, 1966. hecho exprofeso ; el salón de billar y de música, el hall en la terraza , Véase también José GARCIA REYES, Silverio Lanza: entre el realis- sobre el jardín ; en el comedor otro pequeño hall confidente, con gran - mo y la generación del 98, Ediciones Universidad de Salamanca, des cristaladas también sobre el jardín -el hermoso jardín con rosa s 1979 . frescas a diario, que venían a adornar los sombreros de las hijas- , (18) En este bello barrio bien conservado en el que quedan bas- y los inmensos y bellos eucaliptos sobre el cielo de Poniente . tantes hotelitos de principios de siglo se encuentra la casa verde, d e Trigo podía contemplar todo ello terminado, construido bajo su di- arquitectura racionalista, construida por Rafael Bergamin, hoy emiso- rección, ganado con sus obras; y en el hotel sus hijos todos ... . Su ra de radio . hijo y homónimo Felipe Trigo fue más tarde arquitecto que trabajó en (19) No vamos a haber aquí el recuento bibliográfico de Ramón la Ciudad Lineal . GOMEZ DE LA SERNA, que escribe libros sobre el Rastro, la Puerta En su libro Socialismo individualista (1903), TRIGO expone su doc- del Sol, el Paseo del Prado y su famoso Elucidario de Madrid. trina política y social que en gran medida es acorde a las ideas de (20) Todavía no se ha estudiado a Ramón Gómez de la Serna Arturo Soria .

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cuatro paredes de su chalet . La neurastenia que , dad sin sucesos», era lugar propio para un gra n según Manuel Abril, «es el achaque de los hom- manicomio o un sanatorio de niños retrasados , bres de acción, y Trigo tenía que padecer forzo- para tíficos y maniáticos . samente aquella enfermedad, por razones fisio- El silencio «malo» de la casi deshabitada Ciu- lógicas, morales, y hasta me atrevería a deci r dad Lineal, »sólo perturbado por el paso de tran- metafísicas», lo llevó a suicidarse con un tiro en vías», la soledad y el ambiente de crimen que s e la sién. Era el año 1916 . En los medios intelec- respira en El Chalet de !as Rosas, va a la par d e tuales y artísticos madrileños la trágica desapa- la imagen de tristeza que le produce a Ramón l a rición de Felipe Trigo, cuyo cuidado dandism o población diseminada a lo largo de la calle prin- se mezclaba a la de su faz un tanto mefistoféli- cipal, «triste como un canalillo, un canalillo d e ca, contribuyó a crear su fama de escritor un tan - casas se entiende dos filas de casas a lo larg o to diabólico . Trigo, que en su juventud había sid o del camino solitario» . Los hotelitos le parecen po- médico se convirtió tras su muerte en símbolo y bres y pretenciosos, ideales para la nueva aris- estampa de la hiperestesia y el desequilibrio psí- tocracia en busca de lo distinguido . Ciudad to- quico que produce la soledad excesiva en u n davía por hacer, en plena «dentición» según Ra- hombre ansioso de la vida intensa. món, causaba asombro a los visitantes domin- gueros, los cuales al verla «no acababan d e A Ramón Gómez de la Serna, enamorado de l centro de la ciudad, la Puerta del Sol, el Pase o creer que aquélla fuese una ciudad, ni lineal si - quiera» . Ninguno de ellos se llegaba a forma r del Prado y el Rastro, la periferia de Madrid le pa- una idea de sus habitantes, «ciudad para los de- recía triste y desolada. En El Chalet de las Ro- lineantes y matemáticos de un orden especial» . sas el relato se pasa casi íntegramente en la Ciu- Casi nadie preguntaba si quedaban casas libres , dad Lineal, a la cual repetidas veces califica d e pues, según Ramón, los que iban a vivir a la Ciu- «ciudad abortada», «ciudad mortecina, ciuda d dad Lineal lo hacían «arrastrados por la fatali- de los tristes» . Ante todo señala su tristeza, d e dad», pues «no se va voluntariamente a la ciu- «ruinas nuevas», de «cementerio de vivos», d e dad de los apagados, a la ciudad apagada y «falsa ciudad-jardín y auténtica ciudad-pan- mortecina» . teón» (22) . Sobre ella y sus aledaños campos so- La novela de Ramón Gómez de la Serna des- litarios parece planear la muerte . Especie de de el punto de vista literario es espléndida. Su vi- «Suiza de cuestas, no de montañas, llena d e sión macabra alcanza límites poco frecuentes . campos intermedios llenos de basuras y de hon- Otra cosa, en realidad, era la Ciudad Lineal . Qui- donadas muy propias para matar niños», la Ciu- zá Ramón, amigo de gentes extravagantes, s e dad Lineal, en medio de un árido paisaje africa- sintió atraído por los habitantes de lo que él ca- no no podía inspirar más que agresividad . «Ciu- lificaba «camino de tumbas» (23) . Sin duda s e

(22) Es curioso constatar que el tipo de edificación de casa eco- Ila se conservaban unas alineaciones construcciones de este singu- nómica inventado o propuesto por Beimás presenta aire de alinea- lar tipo . ciones de fúnebres panteones . También que su ensayo en firme se (23) Arturo Soria, cuya fisonomía y silueta se han comparado a hizo en unas barriadas construidas en la antigua carretera de Franci a las de un personaje del Greco, en 1921 escribió un artículo titulado y frente a la Sacramental de San Martín . Parece ser que en Cercedi - «El Greco era un genio», recogido en el volumen de Filosofía barata.

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hubiese sentido más atraído si hubiese conoci- jotesco y especial, un tanto «raro», puede servi r do, en el camino de Hortaleza, La Huerta o Quin- de paradigma de su propia creación . La Ciuda d ta de la Salud (1928) . Antigua propiedad de lo s Lineal como ciudad pertenece a una concepción Duques de Frías, fue reedificada en 1894. En totalmente opuesta a la del centro tradicional d e 1928 su entonces propietario, el notario don Pe- Madrid . Con su deliberada geometría y raciona- dro Tovar Gutiérrez, en esta finca modelo o «cot o lidad resulta polar al pintoresco trazado barroco . redondo acasarado», además de utilizar par a Más bien enlaza con la ideal ciudad herrerian a sus dependencias técnicas modernas de prefa- de cúbica abstracción, geométrica y cerebra l bricado en hormigón, colocó en un balcón o ga- pese a su pretensión de orgánico contacto con lería de su casa, suspendido en el muro en un a la naturaleza . No es de extrañar que Soria seña- estantería, el féretro de su mujer, que no hac e lase en la vida la superioridad de las formas ani- muchos años podía verse colgado en medio d e males sobre las formas vegetales . En su sistema las ruinas de esta interesante hacienda . Su am- de mecanismo es esencial . El constructor que e n biente no podía resultar más siniestro y folletines - él se albergaba no podía concebir el universo co . El discurso del abogado defensor del asesi- más que como forma racionalmente dispuesta. no del Chalet de /as Rosas alega como atenuan- Su ciudad era la encarnación de sus ideas al res - te que la Ciudad Lineal es un lugar que induc e pecto. Y así lo debían comprender muchos de al crimen, «un paisaje de Viernes Santo», un té- sus colegas y correligionarios . Además de mu- trico lugar, un «locus», un «altozano sacrifica- chos pedagogos como Domingo Barnés, en la dor», que en la primavera adquiere tonos de cua- Ciudad Lineal vivieron bastantes arquitecto s dro del Greco (24) . Para Ramón Gómez de l a como Rubio, García Guereta y el «raro» y genia l Serna difícilmente se podía comprender que futurista e inventor Casto Fernández Shaw. existiesen partidarios de la ciudad que Arturo So- Sólo la lectura de la leyenda popular andaluza ria había creado con un afán regeneracionista Manolín, en la que se describe la utópica colo- dentro de conceptos éticos, humanitarios y ma- nia agrícola socialista se puede parangonar en sónicos, totalmente opuestos a los que él pos- España con la ideal concepción de la Ciudad Li- tulaba. neal, acerca de la cual conocemos el origen li- Un acierto indudable de Ramón Gómez de l a terario del lema de don Arturo Soria repetido in- Serna es su caracterización de los habitantes d e sistentemente en su Decálogo y en todas sus pu- la Ciudad Lineal, «esa ciudad para delincuente s blicaciones: «iPara cada familia, una casa; e n y matemáticos de un orden especial» . Don Artu- cada casa, una huerta y un jardín!» Como ya di- ro Soria que como individuo se nos presenta qui - jimos, esta divisa está sacada de la novela ita-

Hay que recordar aqui la vinculación entre el Greco y la Institució n Es de señalar que entre los proyectos que se pensaban construi r Libre de Enseñanza por medio de don Manuel Bartolomé COSSIO, au- en esta urbanización figuraba el modernísimo «Parque Rusia, con jar- tor de una célebre monografia sobre El Greco (1908) . Ramón tambié n dines de recreo, un lago, salón cubierto para teatros, conciertos, pa- escribirá un libro de carácter literario sobre el pintor cretense, titula- tinaje y baile público, amén del indispensable servicio de res- do El Greco . El Visionario de la Pintura, Ediciones Nuestra Raza, Ma- taurante . . drid (s . a .), 1935 . El autor del proyecto, de arquitectura neoárabe en hierro y cristal , (24) Es interesante comparar el crimen literario inventado por Ra- fue el ya tan citado aquí arquitecto Mariano Belmás . món Gómez de la Serna al doble asesinato que Ramón DEL VALL E Un film de 1949, Una mujer cualquiera, de Rafael GIL, en el que INCLAN en su folletín La Casa de Dios (1899) sitúa en la urbaniza- María Félix y Arturo Vilar eran los protagonistas, se desarrollaba en l a ción, creada de nueva planta en 1890, «Madrid Moderno» . Dotadas Ciudad Lineal . En sus secuencias había un crimen . Durante la pos- Ias viviendas de la urbanización con abundancia de agua, alcantari- guerra española la Ciudad Lineal era percibida por las gentes com o llado, gas y luz eléctrica fueron codiciadas por la burguesía aco- un lugar retirado y siniestro, propicio al vicio un poco oculto y secre- modada . to, un escenario de misterioso atractivo en los márgenes de la mora l El comentario de VALLE INCLAN no puede ser más elocuente : -A l y de la ciudad . La falta de medios de comunicación acentuaba est a principio, las gentes se negaban a creerlo . Muchos dudaban, afir- impresión de lugar apartado . La ciudad sigue inspirando desde est a mando que Madrid Moderno no era barrio para tragedias de aquel veta de necrofilia, tal que se comprueba en la novela Las bodas se- jaez .» Véase Francisco AGUILAR PIÑAL, «, el Parqu e cretas de Lilia (Editorial Debate, Madrid, 1991) . de Fermin SOUZA . de las Avenidas», en el vol . 3, Madrid, Espasa-Calpe, Madrid, 1979 , p . 987 . 269 PAISAJEURBANO,CIUDADLINEAL Y MASONERIA - A . B . C . 117-n°3/199 1 liana de anticipación El año 3000, un sueño de a los que concurrieron unos veinte mil especta- Paolo Mantegazza (1897) (25) . La propaganda dores. Su descripción merece la pena ser leida . para encontrar compradores de solares era dia- Su prosa tiene un ritmo de vanguardia. Su opti- metralmente opuesta al ambiente descrito en El mismo es estimulador, de partidarios del depor- Chalet de las Rosas. El personaje con sombrer o te entonces tan de moda . Miles de personas lle- de paja de Italia y pantalón rayado que sonrien- gan a la Ciudad Lineal

(25) Esteban BELTRAN, Socialismo Agrícola . Segunda Parte de Mano/in, Biblioteca de Visionarios Heterodoxos y Marginados . Editora Nacional, Madrid, 1979 .