La “Atmósfera Industrial” Del Calzado En Mallorca, 1970-2002
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LA “ATMÓSFERA INDUSTRIAL” DEL CALZADO EN MALLORCA, 1970-2002 Carles Manera Erbina Ramon Molina de Dios Departamento de Economía Aplicada Universitat de les Illes Balears 1. Introducción Los años sesentas del pasado siglo, marcan un punto de inflexión notable en la economía de las islas Baleares: el inicio del boom turístico. En efecto, a nivel estatal el aumento del número de visitantes es espectacular tan sólo en un año, de 1959 a 1960, fruto de la aplicación de la política económica diseñada en 1959. Tal desarrollo se refleja en Baleares, si bien con expresiones no tan remarcables, toda vez que se observaba esta tendencia desde 1955; sin embargo, la variación entre 1955 y 1960 es espectacular. En definitiva, el turismo de masas segmentaba la historia económica de España (y muy particularmente la de Mallorca) en dos grandes períodos claves: el que estructuraba la base del crecimiento previo al turismo y el que impulsaba de forma intensa esta actividad terciaria. La aparición del fenómeno turístico empezaba a transformar de manera brutal la economía mallorquina y la terciarización se consolidaba a medida que se perdían activos en los otros sectores. En ese contexto, el sector industrial ha sido siempre poco destacado en los análisis sobre la evolución económica de Mallorca en los últimos ciento cincuenta años. Las tesis en relación a la inexistencia de actividades industriales en la isla o los posibles bloqueos a su industrialización han alimentado las grandes líneas interpretativas tanto de la historia como de la economía aplicada insular, de forma que la irrupción del turismo de masas a partir de los años 1960 se edificaría sobre una estructura económica totalmente agraria, con escaso protagonismo del sector secundario 1. Sin negar la enorme trascendencia de la agricultura para el desarrollo económico mallorquín previo al take- off turístico, las investigaciones en historia económica cuestionan en profundidad la perspectiva simplista antes enunciada y delatan la existencia de una industrialización 1 Un importante contrapunto desde la economía aplicada lo ha ofrecido recientemente J.A. ROSSELLÓ, que ha realizado un profundo estudio sobre la situación industrial de Mallorca en el que subraya la importancia del pasado industrial de la isla y su relevancia cualitativa actual; cf. ROSSELLÓ, J.A. (2002). 1 sustentada en sectores no líderes 2. Las características fundamentales de este desarrollo industrial se han explicitado en otro lugar, si bien conviene recordarlas de nuevo en sus enunciados básicos 3. En primer lugar, la industria de Mallorca se orientó especialmente hacia la producción de bienes de consumo (tejidos, calzado, conservas vegetales). En segundo término, son patentes los vínculos existentes entre la industria y el sector primario de la economía, toda vez que el mundo rural consume los instrumentos (herramientas, máquinas) que se producen en las fábricas isleñas. Por su parte, el campo proporciona a los ingenios industriales algunas primeras materias complementarias (cáscaras de almendras) y otras más ortodoxas utilizadas como inputs energéticos, ya que se explotan los recursos mineros propios (lignitos) cuando se resienten las conexiones con los mercados exteriores suministradores de carbones minerales. Es decir, los cambios que se produjeron en la agricultura representaron un claro estímulo para la industria. Esta pauta de desarrollo no se diferencia de otras formas de industrialización existentes en Europa, de manera que la experiencia insular se inserta claramente en procesos industriales a partir de sectores tradicionales que, sin embargo, pueden incorporar moderna tecnología en momentos determinados. El calzado se encuadraría en esta óptica de análisis. Sobre este decisivo precedente histórico, el presente trabajo se ordena en sendos apartados. En el primero, se plantea una radiografía de la situación de la industria del calzado desde la crisis que padece en los años 1970 hasta la actualidad, enfatizándose, no obstante, su clara orientación exportadora. En el segundo, se apuntan algunos de los condicionantes –que deben ser profundizados con investigaciones específicas– que permiten señalar, como sólida hipótesis de trabajo, la existencia de un distrito industrial mallorquín vinculado a la producción de calzado –el sector más resistente en el panorama industrial mallorquín– en la comarca del Raiguer. 2. Un sector con vocación exportadora en un contexto de crisis La retracción del calzado se convierte en un fenómeno estructural del sector a partir de los años 1970 y, sobre todo, a raíz de 1973-1974. En 1981, existían en Mallorca 198 empresas de fabricación de calzado, emplazadas en Alaró (20), 2 M.A. CASASNOVAS (2001), J.M. ESCARTÍN (2001a), C. MANERA (2001a) y R. MOLINA (2002). 3 C. MANERA (2001a). 2 Binissalem (16), Consell (4), Inca (98), Lloseta (26), Llucmajor (12) y Palma (6) 4. Son trece menos que las registradas por la Delegación de Hacienda en 1970. Esos guarismos no son un balance ajustado de la crisis, y deben tomarse con precaución, tanto en el caso de las de 1970 (ya que se trata de registros de carácter fiscal) como en las correspondientes a 1981 (que proceden de una institución que no siempre recoge toda la actividad desarrollada en un sector económico). Pero apuntan en la dirección de una pérdida progresiva del tejido industrial en la estructura económica balear. Indicadores correspondientes a la producción inciden en esa línea: entre 1979 y 1983, Baleares ve desaparecer 2.700 empleos en el calzado, el 43% en términos relativos (frente a la caída del 35% de Alicante). De 6.284 trabajadores censados en 1979 (que suponen el 11% del calzado español), las islas pasan a 3.561 en 1983 (casi el 10% del total nacional) 5. Todas estas variables no casan con otras que surgen del mismo ámbito. Fuentes de diversa procedencia coinciden en diagnósticos cualitativos que asientan que la crisis ha dejado un reguero de empresas quebradas, ha obligado a diseñar –y no siempre aplicar– planes de reconversión del sector, y, en fin, se denuncia la pérdida de un número importante de puestos de trabajo 6. El problema radica cuando a tales afirmaciones –en las que la armonización es completa– les acompañan los números, que es donde se originan las discrepancias. Aquí nace una disparidad enorme, que la era de la estadística no ha podido corregir. Un ejemplo evidente lo constituye la sistematización de la Encuesta Industrial de Baleares, para un período de tiempo que abraza desde el año 1980 hasta 1992. Las magnitudes, que a continuación se exponen, patentizan descuadres con los datos aportados antes y con otros que pueden ser sometidos al análisis del investigador: Indicadores de la fuerza de trabajo en el calzado balear, 1980-1992 4 Los datos proceden del Instituto Nacional de la Seguridad Social. 5 Federación de Industrias del Calzado de España, “Informe General de Coyuntura”; “Un plan de actuación sobre el calzado”. También citado en Conselleria d’Economia i Hisenda, La industria en las Baleares , Govern Balear-Banca March (Madrid 1985), pág. 35. 6 Entidades bancarias e instituciones públicas ofrecen, desde hace ya bastantes años, informes de coyuntura sobre la economía balear que sirven, posteriormente, como base fundamental para análisis más sosegados sobre la evolución económica del archipiélago. Pero en el caso del calzado –como también se da en los cálculos que se establecen sobre el crecimiento del PIB– las variables que se presentan sobre la producción no suelen ser coincidentes. Las disparidad cabe interpretarla como un problema estructural de comunicación de la verdadera realidad del sector, reacio a ofrecer datos que puedan ser utilizados a nivel fiscal. Esta opacidad es, probablemente, la causa que explica estos desencajes estadísticos. 3 Indicadores 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 Centro productivos 302 294 236 239 261 246 219 204 201 170 210 207 137 Personas ocupadas 7.244 7.037 6.415 6.120 6.171 5.374 4.478 3.774 3.489 3.216 3.624 3.167 2.684 Hombres 4.853 4.675 4.333 4.147 3.962 3.727 3.168 2.574 2.422 1.954 2.397 2.077 1.807 Mujeres 2.391 2.362 2.082 1.973 2.209 1.647 1.310 1.200 1.067 1.262 1.227 1.090 877 Personal remunerado 7.008 6.833 6.260 5.892 5.984 5.207 4.257 3.552 3.290 3.038 3.432 3.035 2.602 Obreros 6.381 6.150 5.618 5.350 5.284 4.673 3.806 3.160 2.880 2.610 3.064 2.721 2.282 Hombres 4.130 3.939 3.716 3.502 3.311 3.156 2.623 2.105 1.933 1.516 1.946 1.721 1.488 Mujeres 2.251 2.211 1.902 1.848 1.973 1.517 1.183 1.055 947 1.094 1.118 1.000 794 Empleados 627 683 642 542 700 534 451 392 410 428 368 314 320 Hombres 489 551 484 435 485 417 342 306 315 287 269 234 238 Mujeres 138 132 158 107 215 117 109 86 95 141 99 80 82 Personal no remun. 236 204 155 228 187 167 221 222 199 178 192 132 82 Hombres 234 185 133 210 166 154 203 163 174 151 182 122 81 Mujeres 2 19 22 18 21 13 18 59 25 27 10 10 1 Horas trabajadas 13.747 13.200 11.798 11.158 11.187 9.821 8.110 6.895 6.493 5.806 6.446 5.788 4.802 Por los obreros 12.124 11.537 10.376 9.769 9.590 8.536 6.888 5.755 5.369 4.715 5.498 4.970 4.075 Restante 1.623 1.663 1.422 1.389 1.597 1.285 1.222 1.140 1.124 1.091 948 818 727 Producción bruta 16.878 18.619 19.881 21.174 24.833 26.383 24.504 21.202 24.088 20.236 21.086 20.291 18.965 La producción bruta se registra en millones de pesetas corrientes.