REDESCRIPCION Y BIOLOGIA T)Tlu . JACJOBAEAE (NJLIKEÉ+)

(, ).

por HORAcio F. E. Rizzo]

SUMMARY : Redesoription and biology of Rothsohildia/.¢oob¢e¢G (Walker) -(J;op¢.dopúG- ra, Sotiu"üda,e).

This work considers a redescription of the {1ifferent stages of development of Ro£^8¿`h¿!d¿¢ jtt¿`oba"rG (Wa]ker), its bio]ogíca.l cyclo and th® number of year]y gel,emtio],s. The wiltl ¿md cultivated hosts of this Saturniidae aiid the extent and n¿Lture of tlie damage it causes, is also treated here. Lastl.T, a consultecl bibliography is indicated.

REDESCRIPCION DE LOS DIST]NTOS ESTADOS HUEvo (fig.1) Es aproximadamente ovoide algo achatado lateralmente, siendo más pla. no en la zona de apoyo y en las de co.ntacto con otros huevos. Mide unos 2 mm de longitud o diámetro mayor por 1,5 mm de ancho o diámetro transiverso. Posee superficie lisa con un punteado muy £ino. Color blanco, poco bri- 1lante excepción hecha de los lugares donde se une a otros huevos y a la super£icie en que los colocó la hembra, en los cuales presenta una película adhesiva semejante a la cola de carpintero, de coclor caramelo, a veces pardo- rojiza o pardo oscura, de aspecto vítreo y brillante.

LARVA Pri.m,er e's£adíoi.. Cuando neonata mide unos 3-4 mm d`e largo presentando el mayor grosor -1 mm aproximadamente- en el protórax desde donde el mismo disiminuye paulatinamente hacia caudal. Cabeza blanco sucio brillante con manchas osicuras y cerdas de igual co- lor, dispersas, £inas y cortas. Cuerpo amarillo anaranjado con protórax y uró- mero anal de un amarillo algo más vivo. Cada segmento presenta un pliegue transiversal sobre el que se encuentran los scoli del color del cuerpo, de los cuales parten espinas ocre claro. Se cuentan seis scoli i)or urómero: dos.

t lngeniero Agróiiomo. Profesor Adjunto del Depa,rtamento de Patología Vegetal, oTien- tación Zoo]ogía Agrícol.n, de ]a F¿`cultad de Agronomía y Veterii`aria do la Universidad de Buenos Aires.

REv. SoC. ENT. ARG., Vol. XXVIII (1-4), i)p.17-32, Bs. As., 20 de octubre de 1966 ]8 REVISTA DE LA SOCIEDAD ENTOMOLÓGICA ARGENTINA XXVIII, |965

dorsales-subdorsales, dos supraespiraculares y dos s.Libesrjii`aculares, salvo en el penúltimo en el que hay cuatro, en el último en el que hay dos y cn los segmentos torácicos donde hay ocho. En la zona anterior y posterior de cada segmento existen cinco manchas puntiformes negruzcas: una dorsal pequeña, dos subdorsales más grandes y dos espiraculares de mayor tamaño que las anteriores. Patas torácicas y espuripedios blanco brillante con zonas oscuras. Excepción hecha de los pliegues sobre los que se encuentran los scoli el resto del cuerpo paulatinamente se vuelve amarilló muy pálido, ade` más las espinas son claras y débilmente pardas hacia el ápice, salvo las subes- piraculares que ahora son completamente negras. Las manchas puntiformes negruzcas resultan más evidentes. Región ventral brillante algo opalescente` Al término del primer estadio mide alrededor de 7 mm de largo ; el pro` tórax ya no prcsenta un evidente mayor diáme[ro que el resto del cuerpo`

li`ig.1. -Huevos sin eclosionar y i`estos de coi.ion tras h ec]osion

Oi.iginal. (X 2,5)

Segz{,Jido 'es£aidjo'.. Cabeza negro brillante con unas pocas manchas claras.` Color general del cuerpo amarillo pálido con la zona límitante --anterior y posterior- de los distintos segmentos, verde muy páliclo. En la zona anterior y pos[erior de los segmentos -coincidiendo con los espacíos existentes entre los scoli- existen sieis manchjtas negras apenas alargadas. De cada scolus parten divergentemente espinas rígidas negro bri- llanté, además hay una esipina central, vertical, con idénticas característicasi la disposición de los scoli es la misma que la sei~ialada para la larva de,. primer estadio. Espiráculos negros. Patas toráricas aribarinas terminadas en uñas negro brillante; espuripedios también claros, presentando exteriormente una placa` negro brillante. Región ventral clara. Con el correr de los días los pliegues de los distintos segmentos s,e observan` de un amarillo m,ás pálido, siendo los scoli amaríllen[o translúcido. Próxi- ma a la exuviosisi presenta estas características: cabeza con sutura epicraneaÉ HOR.Acio F. E. Rizzo, RedeLsc7.ípcío'7i y Z>ÍoJogí¢ de Rothsc`hildia jacobaeae 19 y ramas de la misma negras, zona frontal existente entre las ramas de la su- tura epicraneal verde claro brillante; por £uera de cada rama y paralela a las mismas hay una barra negra, mieniras los espacios situados entre las ramas y barras negras recién mencionadasi son rosado anaranjado. Genas verde claro con una mácula negro brillante en la parte posterior de cada una. El color' general del cuerpo es verde claro observándose los dos últímos urómeros más amaríllentos-, pero £inalmente se tornan también verdes. Los scoli tienen ápice negro brillante y parte inferior del color del cuerpo; basalmente, están ro- deados por un anillito amarillo pálido. El protórax es ya, de manifiesto menor diámetro que el resto del cuerpo, siendo frecuente obs,ervar que la cabeza se invagina dentro de él y a su vez éste en el mesotórax. Patas torá,Ó.icas. ne-gras co'n una pequeña mácula anúlar. rosadQ pálido en la parte medi`a externa; uñas. negras. Ijos cua[ro primeros pares de espuripe-. dios tienen :el color general del cuerpo con una placa anaranjado bri]lante ex-. terior rematada hacia ventral por una angoéta Íranja transversal negra, mien-` tras los urómeros anales presientan lateralmente una ,.mancha triangular ana- ranjado muy pálido ribeteada de negro basalmente. En los di.s-tiñt-os segmentos: se obs,ervari aún m,anchitas negra; poseyendo los esÉiráculos,',.`.t.ambién este color. La región ventral es homogéneam'eíite ver.de. '. Mide unos 25 mm de largo.

>, Tercer `es£cidío.. El aspecto de la larva es'-parecido a]. que presenta al finalizar el segTndo estadio, siendo las diferencias existentes las stiguientes: no tiene manóhitas! neg.ras; el ápice de los scoli es azul cobalto; en la placa supranal eritre-los dos scoli hay una mancha rosa pálido. ; A los pocos días de .transcurrido este estadio s'e aprecia que los scoli se tornan tptalmente azul:cobalto-, la placa supranal' es-`bien .evidé`nte y en la` zona anterior de los ocho primeros urómeros, delanté de los s¿oli y es,pi-. ráculos,, ariarece una franja blanco-amarillenta q-ue a modo de herradura - por do`rsal - une los scoli s,ubespiraciúares:. Paula[inámente el ani-. 11ito de lá base de los scoli se va tornapd,o verde.`Las franjás que pre-- sentan los urómeros son blancas con ligero .tinte amarillentg.; la mancha de la placa supranal y la de los urómeros ariales es rojo vivo,-~p'oseyendo color amarillo el borde de la placa suprana.l.. En la base de la 'paite externa de` 1os cuatro Primeros pares de espuripedios se observa poco antes de la terceraL exuviosis una pequeña área amarillenta. Mide unos 40-45 mm de longitud.

CL¿¢r£o es£c!d¿o. (figs. 2 y 3) : Cilindroide, color general verde claro con £ranjas transvers`ales blancas qu'e se tornan amarillas poco antes de empupar.. Cabeza, patas torácicas y espuripedios con partes verde claro, anaranjado, claro y negro; una mancha roja en placa supranal y en cada urómero anal. Espiráculos negros con peritrema claro. Cuerpo con scoli azul cobalto de los que nacen espinas, negro brillante, cortas y gruesas (cabe señalar que` dichas espinas no son urticantes) . Totalmente desarrollada mide 80-85 mm de largo y aproximadamente 15 mm de grosor en la parte media del cuerpo. Cabeza: Cápsula quitinizada, brillante hipognata. Altura, 4 mm; ancho. máxjmo, 3 mm aproximadamente. Características similares a las indicadas para la larva de s,egundo estadio próxima a la exuviosis. Cabe agregar que el clípeo es verde, labro negi`o con una escotadura, mandíbulas negras, cortas y bien córneas. Labium blanco-ver- 20 REVISTA DE LA SOCIEDAD ENTO.MOLÓGICA ARGENTINA XXVIII,1965

doso con palpos más pequeños que los maxilares. Se ohservan asimismo dos dimínutas anteiias blanquecinas con el ápice levemente pardusco del que parte un pelo claro delgadísimo. En toda la super£icie se observan -con lente de aumento - esparcidos pelos claros y finísimos. Por lo general la cabeza suele encontrarse invaginada en el protórax. Tórax: Protórax de pequeño diámetro, largo y retráctil, permitiendo la in. vaginación de la cabeza. Totalment.e verde claro, con espiráculos`elípticos de 0,8 mm -de largo, negros con peritrema claro poco visible en la región posjte- rior del segmento. Hacia anterior de cada espiráculo - casi sobre el borde anterior del protórax - y a su altura, se encuentra un scolus azul cobalto

Figs. 2 y 3. - Lai.vas de últ,imo estadio sobi.e su huésped i)i.edilecto, .Bcwc7tcw.¿.s scúzt.cé/oZ¿¢ Pers., chiloa,. Oi.iginal. (X 0,75 y X 0,90 i.espeotivamente)

del que parten divergentemente varias espinas, cónicas, finast, rígidas, cortas, negro brillant'e; entre ella y la pata torácica del lado correspondiente se en- •cuentra otro scolus más pequeño, también azul cobalto con espinast negras y cortas. Además se observan pelos blanquecinos espaciados, delgadísimos, visi- bles sólo con lente de aumento. En la región ventral se a].ticula el primer par ide patas. Generalmente la mayor parte del protórax se halla invaginada •en el mesotórax. Mesotórax: De diámetro mayor que el protórax, totalmente verde claro con ocho scoli azul cobalto, dos dorsales y dos subdorsales de Ígual tamaño, dos es,piraculares más pequeños y dos subespiraculares de menor tamaño aún. De todos estos scoli parten espinas divergentes, £inas, rígidas, cor- tas, cónicas., negro brillante, cuyo largo y grosor guarda relación directa con el tamaño de los scoli ant-esi citados. Con una lente de aumento se observan •escasos pelos blanquecinos delgadísimos. En la región ventral se articula el segundo par de patas. Generalmen.te una parte del mesotórax está invaginada HORiAci.o F. E. Rizzo, Redekscri.pcío'r. y bioJogía de Rothsc`hildia jacobaeae 21

en el m:etatórax. Metatórax: Tiene mayor diámetro que el mesotórax. En la parte anterior, exactamente en el pliegue, en el que s.e comunica con el mesotórax y abarcando la región dorsal y siubdorsal se observa una £ina y difusa franja blanquecina (a veces no existe) . Presenta ocho scoli azul cobal- to con espinas divergentes, finas, rígidas., cortas, cónicas, negro brillante de tamaño y disposición igual a la señalada para el m'esotórax. Con lente de aumento se observan escasos pelos blanquecinos delgadísimos. En la región ventral se articula el tercer par de paias. Patas torácicas: Cónicas, interior- mente blanco nacarado, exteriormente anaranjado claro brillante con una franja transversal negro brillante en el centro y que síe extiende por los costados separando`1a parte blanca interna de la anaranjada clara exterior. Cada pata termina en una uña curva negro bri]lante. Presentan pelos cortos, finos y clarosi, visibl€s con aumento; además estas patas se caracterizan por aumentar de longitud y diámetro del primer al tercer par, siendo esta dife- rencía muy significativa entre el primer par y los otros clos y por el contrario` insignificante entre el segundo y el tercer par. Abdomen: Consta de nueve urómeros; a partir del séptimo y hacía caudal se observa inenor diámetro de los urómeros. Presentan co]or verde claro y en la parte anterior cada uno de los ocho primeros urómei.os tiene una £ranja blanca de alrededor de 1,5 mm de ancho dispuesta a modo de herradura ~ anillo incompleto - uniendo los pliegues ]ongitudinales que separan los flancos del vientre, es decir que en la región ventral no exis.te dicha franja blanca ; para ser más exacto, cada franja blanc.a une los scoli s`ubespiraculares` de cada urómero, ubicados justamente sobre los pliegues laterales antedichos. El noveno urómero, sobre el pliegue dorsal, tiene una faja blanca menos an- cha y en muchos casos poco visible. Del pi'imero al séptimo urómeros se pre- sentan sieis scoli azul-cobalto, de cada uno de los cuales parten espinas cortas, cónicas, finas, rígidas, negro brillante, no urticantes, al igual que las del tórax. Los scoli sie disponen de este modo: dos dorsales-subclorsales, dos su- praespiraculares y dos subepiraculares; todos se encuentran en la parte media en cuanto a su distribución con respecto al ancho de cada urómero. El octavo` urómero presenta cinco scoli azul-cobalto con espinasi generalmente cortas, cónicas, finas, rígidas, negro brillante, díspuestos así: uno dorsal, dos supraes- piraculares y dos.' subespiraculares. Todos se hallan en la parte media en cuanto a su distribución en ancho de cada urómero; .el noveno urómero es. distinto en formato a los anteriores ya que presenta un i]1iegue doncle se encuentran cuatro scoli azul cobalto con espinas similares a las del octavo urómero; a continuación d'el pliegue sie hal]a la placa supranal., aproximada- mente triangular; cuyos bordes son amarillo cromo encontrándose junto al vértíce caudal - que dichos bordes forman al unirse -- una mancha ova]- elíptjca de color rojo. I.os espiráculos están limitando con el borde posterior de la franja blanca de los urómeros. Son elípticos, de 1,2 mm de largo aproximadamente, negros, con débil peritrema claro. El noveno urómero no presenta espíráculos. Ijos cuatro primeros pares de espuripedios en la base son verdes -del co- Ior general del cuerpo - terminando en una ventosa negro mate con crochets del mismo tono. Exteriormente y por encima de ]a ventosa oscura se encuen- tra una placa anaranjado claro algo brillante, aT)roximadamente circular, de T.5 mm de diámetro con ribete angosto negro, observándose pelos claros me- dianamente cortos y £inos algunos de los cuales también sie encuentran en el resto del espuripedio pero en 'escaso número. Los espuripedios anales (pigo- podios) , son carnosos, aplanados, aproximadamente triangulares, verdes con una mancha, también triangular, de color rojo; cada uno termina asimismo en una ventosa negro mate. Crochets uniseriados, birjrdina]es, dispuestos del 22 REVISTA DE LA SOCIEDAD ENTOMOLÓGicA ARGENTiNA XXVIII,1965 lado medial de los espuripedios; dichos crocheisi poseen ganchos bien des- arrollados.

CRisÁLiDA (fig. 4) Castaño-negruzca; en la unión de ]os s`egmentos abdominales -al disten- derlos - se observa un color más claro, por lo general pardo-amarillento. Mide unos 30 mm de largo por unos ].2 mm de diámetro mayor. El cremás- ter es poco notable.

ADULTOS Los colores predominantes son el castaño y en mucha menor proporción el vínoso pos.eyendo mayor intensidad, en general, en los machos que en las hembras; según Schreiter (23),1os ejemplares de Buenos Aires resaltan por sus colores más intensos.

Fig`. 4. -Oi.isá]ida oi`igim`l (X 1,5)

Di.aut y Benjamín (`13) hablan de formas osicuras y claras; para dichos entomólogos las "£ormas oscuras" provendrían de regiones o zonas húmedas mientras sucedería todo lo contrario con las "formas claras". Pero también, ciertas variaciones en los. colores parecen ser debidas a factores hereditarios que originan pau]atinamente cambios de tonalidad y aún es factible que tenga influencia en la coloración, la especie vegetal con la que se alimentó la larva. Como en todas las especies de Ro£hschízdjc!: es característica en cada ala un área transiparente (fenestrae) debida a la £alta absoluta de escamas sobre ]a membrana alar de aquí que en Brasil vulgarmente se las denomine "bor- boletas espelho" y en Méjico "cuatro ojos"; en este último país los primiti- vos habitantes las identificaban con el Dios "Itzpapa'lotl" (iztli, £lechas o puntas de lanza y papalotl, maripos.a) .

Zzemb" (fig. 6) : La mayoría de los 'ejemplares miden entre 115 y 120 mm de expansiión alar y unos 30 mm de longitud corpoi.al. Cabeza: Se halla ubicada en la región ántero-inferior del tórax. Pequeña, lo que unido a su posición la hace poco visible. El vértex y la frente se encuen- tran cubiertos por una abundante pubesicencia castaño rojiza. HORAcio F. E. Rizzo, Rede`scrz.pcío'ri y b¿o£{)gí¢ c!e Rothsc`hildia jacobaeae 23

0jos globosos, grandesi, prominentes, de color cas[año. Antenas cuadripec- linadas, curvas, ocráceas, de 9-10 mm de longitud ; en el punto de inserción de las mismas con la cabeza se observa un diminuto mechón de pelos blancos. Son lígeramente más angositas que las de los machos, disminuyendo gradualmente su ancho hacia el ápice. Carece de proboscis. Tórax: Protórax dor'salm,ente pubescente, blanco, mien[ras que ven. `tralmente es pubescent`e pero de color castaño rojizo. Mesotórax: Presenta, al igual que el protórax, un apubescencia castaño rojiza que es blanca s.ólo en el lugar de jnserción de las alas anleriores. Metatór¿ix: Pubescente, cas. taño rojizo como el protórax y mesotórax, salvo en el lugar de inserción de las alas posterioresi donde la pubescencia es blanca; además limitando con el abdomen, uniendo los lugares de inserción de ambas a]as a modo de arco, •hay una abundante pilosidad blanca. Patas: Las anteriores nacen virtual. •mente detrás de los ojos; son pardo claro. Los fémures presentan una pubes. cencia blanca en la cara interna; dicha pubescencia es castaño rojiza a nivel de las articulaciones con los trocánteres, continuándose has[a la inserción de las patag en 'el prosterno. Tibias rectangulares, Íuertes, más anchas que los Íémures, contrastando justamente con la delgadez de los tarsos. Presentan una pilosidad abundante de su mismo color. Las patas medianas tienen el mismo color que las, anteriores, es decir, son pardo claro. Fémures fuertes con parte interna recubierta por una pubescencia blanca, abundante. Tibias •Patasmucho posterioresmás delgadas de quecolor las similar anteriores al de y lasi sin anterioresla abundante y medianas; pilosidad de fémures éstas. luertes reves,tidos de abundante pilosidad blanca en la parte interna, con una lista pubescente castaño-rojiza ubicada longitudinalmente en posterior ; tibias ±inas, poco riás largas que los fémures. Alas anteriores (fig. 5) triangulares, con ápice y tornus redondeados; margen costal de unos 70 mm, apical levemente escotado en la parte media, de unos 40 mm de longitud y el anal - que es el más redondeado - tiene también alrededor de 40 mm de largo. Faz dorsal: Contra el margen costal hay una angosta lista sepia, m,ás fina hacía el ápice pei.diéndose antes de llegar a él. A dos. tercios de la base y sobrc costal -- a alrededor de lmm de éste - y aproximadamente hasta dos tercios de la base sobre anal se extiende una banda curva, ondulada, blanca (línea transversal postmediana), que va ensanchándose leve y gradualmente hacia posterior; está ribeteada de negro hacia interior. A continuación hay una amplia región pubescente de color castaño que is`e vuelve más pilosa y rojiza a medida que s'e acerca a la base alar. Próxima a ésta se observa una V blanca pilosa, ribeteada de negro por £uera, con vértice dirigido al margen apical; de las ramas de esta V la supe- rior es más corta - termina en la lista sepia costal - siendo la inferior la de mayor longitud, alcanzando el margen anal. Des.de la línea transversal postmediana blanca hasta la base y entre la región castaña y la angosta área cosital sepia, se observa imperfectamente delímitada un área vinosa alar- gada ; entre la V antes citada y la línea transversal postmediana blanca -célu- la discal o sea la región castaña- hay una fenestrae que puede seriejarse Por su forma general a un triángulo (en realidad es un pentágono), cuyos vértices están asií dispuestos: uno muy cercano al vértice de la V -hay ejemplares en que lo toca - otro próximo a la línea ti.ansvresal postme- diana blanca - puede o no 11egar a tocarla - y el tercero, que no puede considerarse realmente un vértice ya que es un cortísimo lado - común. mente de 1-2 mm de largo -apoya sobre la nervadura Medial (M). En cuanto a los lados de la fenestrae el superíor es, recto y paralelo al mar- gen anal, el interno es cóncavo y el tercero que se díspone como un ángulo muy obtuso - formado entonces por dos seg.mentos -- apoya un segmento 21 REWISTA DE LA SOCIEDAD ENTO'MOLÓGICA ARGENTINA XXVIII,1963

Sobre la nerv`adura Cubital (Cu) , y en el punto en que de esta parte la Medial a (M3) el otro segmento se eleva hacia el ápice. La £enestrae está delimitada perimetralmente por una angosta franja blanca pubescente que a su vez y hacia exterior está ribeteada de negrot galvo la pequeña parte que apoya sobre la nervadura Medial (M), y el seg` mento del lado in£erior, que limita con la Cubita] (Cu) , en que no hay negro. El margen anal es piloso y ocre claro has[a la línea transversial postme` diana blanca. A continuación de es.ta y hacia el margen apical observamos,

I ______

Fig.. 5. -Ala antei.ioi. y postei`iui. con sus cori-csitontlientes nei``7adui`:is (Origiiial) (Tamario mt`ira])` Estruotui`as genita]es : A, vista venti`al; B, vista ]ateral; C, aetleagus (do Michfiner). (Muy aumeiitado)

Siguiendo sus curvas hasta costal, donde se ensancha, una banda color cacaoi luego otra constituida por numerosísímos y diminutos puntitos vinosos poco más ancha que la anterior, y más hacia apical una banda castaño claro casi el doble de ancha que la última citada; estas dos bandas nacen del margen anal y terminan entre Mediali (Mi) y Medial2 (M2). En el ápice, a continuación de la banda cacao, por arriba de la terminación de las bandas vinosa y cas`taño claro y hasta costal, se obs€rva un área esca` mosa canela sin pub.escencia. Siguiendo el margen apical, a continuación de la banda castaño claro y hasta donde se extiende la misma hay unas figuias en forma de medialuna y de barra las inferiores, de contorno mostaza con interior mostaza claro, siendo mostaza oscuro el área que se extiende desde la superior de ellas -entre Mediali (Mi) y Medial2 (M2) -hasta el ápice; en dícha área se observan tres manchitas negras, una supei.ior puntiforme entre Radíal2 (R2) y Radial3+4 (R3+4) ; otra interH`icd.ia cuneiforme con HOR!Acio F. E. Rizzo, Red€¡scr].pcío'n y bz.o¿'ogítt d€ Rothsc`hildia jacobaeae 25 vértice hacia margen apical, entre Radial .u 4 (R3 + 4) y Mediali (Mi) , y la tercera por debajo de esta última, entre Medjali (Mi) y Medial2 (M2), seme- jante a .ella pero más pequeña; cada una hacia interior pres`enta una banda cacao angosta limitada por un £ino arco blanco ribeteado de rojo.

Faz ventral: Presenta el mismo diseño y colorido que la faz dorsal, excep- ción hecha de la V blanca pilosia, que no se observa ventralmente. Alas posteriores (fig. 5) redondeadas, de menor tamaño que las anterio- res. presentando similar distribución y tonalidad de colores; margen anal levemente cóncavo. Faz dorsal: Adyacen[e a margen cos[al se extiende una franja blanquecina muy pubescente; de ella, a dos tercios de la bas'e alar y hasta anal se extiende una línea curva postmediana blanca, hacia exterior y descríbiendo su curvatura observamos una faja color cacao, lueg.o otra for- mada por diminutos y densos puntitos vinososi -poco más ancha que la ante- rior-, a la que sigue una banda castaño c|aro cle casi dcible ancho que la vi- nosa. Luego se observa una franja angosta ocre claro dc boi.de irregular en 26 REVISTA DE LA SOCIEDAD ENTOMOLÓGICA ARGENTINA XXVIII,1965

Ia que se distingue una hilera de manchitas ovales. o elípticas de color sepia muy cercanas unas de otras, existiendo algunas fusionadas formando manchas de mayor longitud. Esta hilera de manchitas color sepía se halla orlada ex. teriormente por una guarda suavemente ondulada de aproximadamente 1 mm de ancho, color mostaza, que se continúa hasta el exterior en una franja ocre más ancha que ella; este color también lo pi.esentan lost cortos y compactos pelos que se desprenden del margen apical y que no parecen ser tales sino la continuación de la membrana alar. La línea curva posimediana blanca se encuentra delimitada interiormente en sus en[radas y salienciasi por una línea negra que se ensancha levemente al lleg.ar a anal; esta línea en 1-a. parte su- perior 11ega hasta una. pequeña mancha color sepia, adyacente a la franja blanquecina pubescente costal. Dicha mancha se extiende en forma de arco angosto -sepia también- hasita la abundante pubescencia blanquecina del margen anal. Hacia interior de la línea curva postmediana negra cxiste un área castaña que se torna algo rojiza y pubescerite hacia la base alar, 1legando hasita el arco sepia anteriormente mencionado. En esta área castaña, castaño rojiza - célula discal- hay una .fenestrae con forma de alinendra de unos 22 mm de largo cuyo vértice está muy próximo a la línea curva postme,diana blanca ; hay veces que la alcanza y aún sobrepasa. El área transparente esitá delimitada perimetralmenlc` por una angosta franja blanca pubescente que a su vez y hacia exterior está ribeteada de negro excepción hecha del costado de la fenestrae próximo al margen anal y parte del costado opuesto. E'| área existente entre el arco color sepia y la inserción alar es blanquecina, muy pubesicente -cs la continuación hacia anal de la Íranja blanquecina, muy pubescente, adyacente a costal- di£erenciándose una pequeña zona vinos`a, asimismo muy pubescente. Faz ventral: Presenta el mismo diseño y colorido que la faz dorsal, salvo que la línea curva postmediana negra hacia superior llega hasta 1,5 -2 mm del margen costal, disponiéndose paralela a ésite hasta la inserción alar, cerca de la cual se curva algo más hacia anal. El área castaña, castaño-rojiza donde se encuenira l`a fenestrae queda entonces delimítada por la línea negra -en parte postmed.iana paralela al margen apical y en parte paralela al costa.1 -y el margen anal; no se observa el arco sepia ni la abundante pu. bescencia blanquecina basal del dorso. Abdomen: Grueso, bombiciforme; sigue el ancho general del meso y me. tatórax, presentando unos 20'mm de largo y unos 11 mm de diámetro en la parte media. Está recubierto por un pubescencia casitaño-rojiza mucho más corta que la pilosidad del tórax. Se observan cuatro lín€as longitudinales de pubescencia blanca, dos dorsales y dos ventrales, estando iinidas la dorsal y ventral de cada lado por £inasi líneas pubescentes blancas ubicadas en los bordes de los urómeros. Además a cada costado del abdomen se observan dos líneas de ab.un- danre pubescencia blanca lo que hace que catla £lanco abdominal presente tres hileras de manchas del color de £ondo. jl4aH:ho (fig. 7) : La mayoría de los ejemplares miden entre ]10 y 115 mm de expansión alar y unos 30mm de longitud corporal. Cabeza, tórax y patasi: Como en la hembra; puede señalarse que las antenas -también cuadripectinadas- disminuye,n bruscamente de ancho en ]a zona próxima al ápice, donde son estrechamente bipeciínadas. Alas: El color básico de las cuatro alas, así como su distribución -tanto dor.al como ventralmente- responde al descripto para el imago hembra si bien los ,tonos, para una misma región, resultan generalmente más intensos enlosmachos,. i i : HOR\Acio F. E. Rizzo, Reczescrz.pcíó7} y bíozogíc£ de Rothsc.hildia jacobaea.e

Las fenestrae anteriores generalmente son más estrechas que las hemhra poseyendo además - en la mayoría de los ejemplares macho lado próximo a la insíerción basal, cóncavo. Abdomen: De menor diámetro que en las hembi.as; no es bombiciforme como en éstas, sino que se aguza suavemente hacia caudal. Genitalia: Las estructuras genitales son las que sie observan en la figura 5 A, 8 y C.

BIOLOGIA

Los adultos que provienen de crisálidas invernantes aparecen en la Capi- tal Federal y el Gran Buenos Aires, principalpente en oc.iubre, y en ciertas ocasiones. también hacia £ines de setiembre y principios de noviembre í.

]uz¥:ce::=ídpoessaednat=eenet]eírgí¥v,:;:t:e]aár£:fehse,ypaerrb=]:tnoes:]eaE::d::aLadsohs:ra]sugc:: de reposo y volando como perdidos si se veri molestados o en peligro. Como carecen de aparato bucal no se alimentan tenienclo por tanto vida efímera si bien en algunas oportunidades observé ejemplares que vivieron hasita 18 días. .La cÓpula, por lo común, se lleva a cabo en horas de la noche, comen- zando la oviposición aproximadamente 48 horas después. Los huevos -en número de 20'0 a 300- son colocados en grupos desor- {1enados, s.iempre en una sola capa, a veces aisladamente, sobre hojas, ramas, [allos y hasta pétalos de diversos vegetales, pero prefereniemente sobre sus huéspedes. Cada grup.o reúne un número variable de huevos, desde tresi hasta unos veinticinco.. Están firmemente adheridos entre sí y contra los te- jidos donde los depositó la hembra por medio de una éustancia muy adhesiva. La oviposición se cumple totalmente en unos. tres a cinco días, colocando ]a mayoría de los hueúos durante las primeras 24 horas. El macho muere tras fecundar a la hembra mientras ésta deja de existir uno o dos días después de termínada [a ovíposícíón. El período embrionario se prolonga entre diez y c.atorce días. Para emer- ger del huevo, las larvas e£ectúan un orificio bas[an[e grande en uno de los extremos del corion dejando intacto el resto, pues no se nutren del mismo. Ijas larvas neonatas virtualmente no sie mueven, además no se alimentan; durante el primre estadio se nutren relativamente poco, aumentando su vora- cidad a medida que crecen, siendo máxima en el último estadio. Siempre se hallan en las ramitas de sus huéspedes donde obtienen lasi hojas alimenticias ayudándose de las patas torácicas para cortarlas. Por lo general se encuentran en la parte siuperior de las plantas; se mue- ven poco, ya que paulatinamente van despojando de hojas y brotes a una ramita antes de pasar a otra y así ,sucesivamente. Esta característica., junta- m.ente con s.u color y su hábito de vivir aisladamente, tornan dificultosa su localjzación. Suelen des.cansar aseguradas a una rama, por medío de sus espuripedios irguiendo la parte anterior del cuerpo mientras inclinan la cabeza hacia abajo, semejando entonces por su posición a un hipocampo. Cuando se ven molestadas expelen por la boca un líquido débilmente ver- doso, además invaginan de inmediato la cabeza dentro del protórax y éste en el mesotórax. Para efectuar la exuviosis se cuelgan por lost espuripedíos anales y muy

] LÍL temrteratum metliít iit)riii¿il tlel iiic.` tle octiibre, para Villa Ortúzcu, es de 15,8°C. 28 REVISTA DE LA SOCIEDADJ ENTOMOLÓGICA ARGENTINA XXVIII,1965

]entamente comienza a desprenderse la vieja piel desde el tagma cefálico ha- cia caudal. I.os excrementos larvales son irregulares, de aspecto granuloso y color negro mate. El estado larval en la primera y segunda generación, comúnmente durai entre 39 y 50 días, mientras que en la terccei.a puede prolongarse algo más, siendo factible encontrar orugas aun en el mes de junio; comprende cuatro. estadios, variando la duración de cada uno de elJos según lasi condiciones ambientales y la generación de que se trate. En los momentos finales del últim.o estadio las larvas no se alimentan, ob- servándose que las franjas transversales blancas, dispuestas a modo de herra` dura por dorsal, van tornándose paulatinamenie de co]or amarillo poseyendo

Fig. 8. --C:Lijullo adlieL.ido a iiii:i i..iiiiir:b tlcl liiLésiic(]. OrigiiH`l (X 0,90) la máxima intcnsidad - amarillo patito - a las 30-35 horas de iniciado el viraje, volviéndose luego más amarillo mostaza. La trans£ormación del color de las franjas, del blanco al amarillo, es un siíntoma inequívoco de inminente crisalidación, comenzando a tejer el capullo aproximadamente unos dos días después de haber empezado el viraje de co]or y tras evacuar por el ano un ]íquido viscoso negro. El capullo (fig. 8) lo comienza a tejer adherirdo longitudinalmente a una i.amita del huésped, asegurándolo asimismo a otras ramitas menores y pecío` los foliares vecinos al lugar donde se halla. A unas 16-18 horas de iniciado el capullo tiene su formato definitivo, si bien la larva se observa claramente en su iiiterior, mos[rando el extremo abdominal encorvado y un continuo movimiento de vaivén de su cabeza,, que le permite ir tejiendo su secreción sedosa. A las 24-30 horas ya la la larva no se ve, si bien aún no ha te.rmínado to[almente la trama del ca` pullo. A las 55-60 horas el capullo está erminado. Se halla constituido por un tejido sedoso, de trama espesa; 1a hebra de seda con que la larva lo va tejiendo es finísima, resistente y de color plateado brillante ; el capullo, mien- tras se observa por transparencia la oruga en su intei-ior, [ambién lo es, pero HORAcio F. E. Rizzo, Redascrz.pcÍó7z y ó}.oíogía de Rothsc'hildia jacobaeae 29 una vez terminado generalmente presenta color canela o pardo rosado, obs.er- vándose a veces ciertas variaciones de tonalidad y aún de color -los hay €rema sucio, pardos, cacao-, esto quizás se relacione con la especie de planta ¢on la cual se alimentó la larva. La larva va disponiendo los hílos sedosos e;t`r`átificadamente, dejando en €1 extremo superior del capullo una abertura muy disimulada, de manera tal que la mariposa al emerger y abandonarlo generalmente no lo perjudica. El capullo es fusiforme, o respetando su posición natural posee forma de trompo invertido u ovoide, con parte basal ancha y roma y superior adelga- :zada; en toda su longitud se encuentra adherirdo por una parte a una ra- mita de la planta huésped. Mide 50 a 60mm de largo; el diámetro máximo es de unos 20mm y se €ncuentra en la parte media e inferior de] capullo, de acuerdo a su posición normal en el vegetal. En Brasil, las especies del género Ro£hschíJdi.an sion llamadas vulgarmente "bichos de seda brasileiros", pues: en este país en épocas pasadas se hicieron mumerosos ensayos con los capullos, principalmente de Rofhschízczi.¢ a'z¿ro£a (Cramer), para obtener seda como la del "gusano de seda" Bomby# morí L. Una vez £inalizada la con£ección del capullo la larva procede a empupar. La duración del período pupal depende de 18. generación que se considere, así por ejemplo la tercera generación pas.a todo el invierno como-crisálida, o sea que ésta es la forma de resistencia inverna] de la especie. En observaciones efectuadas en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires., •se han contado, por lo común, tres generaciones anuales.

HUESPEDES

Esta especie, si bien muestra predilección por Baccharís sazjcí/ozja[ Pers., no s,e alimenta exclusivamente de dicho vegetal. Burmeister (8) 1a observó en SeJiecío spp. y Cepha!Zon£hr¿s s¢rar®cJj Schum. en Mart.; Hayward ('14) en Cro£o7L spp., S£e'nroíob£z¿,m s£ci7# Juss. y Jcica"irtdó acutifozia H. -8. T£!£.-Schre±teT oL+a _Baccharis salicifozL± P`er.s. y_ Ba_c.c.karis_Triar- .g¡Jicizz.s DC. y Cosita Lima esta últi.ma compuesta. Para la República Orien- tal del Uruguay, Biezanko, Ruffinelli y Carbonell (2) señalan como huéspedes •Baccharis irtriem DC., Bacchowris cortdifo`tia DC., Semecio brasi,l;iensi,s Less. y tla aquifoliácea JzeA; p'¢"gz"ríeJLsís Saint Hil., . Por mi parte la encontré con mayor frecue,ncia sobre Boc'c!haris s¢'Z£cá/o'Z¿a Pers.. en la zona ribereña del Río de la Plata, arroyos y canales afluentes del -mismo, en terrenos baldíos y en ejemplares del Jardín Botánico de la Facul- `tad de Agronomía y Veterinaria de Buenos A.ires. Más raramente observé larvas sobre L¿gz#£"m sín,e'rLse' Lour., oleácea arbustiva ornamental conocida -vulgarmente como ligustrina. En £orma aislada ha sído encontrada asimismo 'en el monte £rutal de la antes citada Facultad sobre ciruelo ÍprLmLw dome's- ZÍc¢ L.) , al que le ocasionó Tma deíuliación bastante inte.nsa. I-as características principales de algunos de ]os huéspedes citados así como su distribución geográfica son las siguientes: B¢ocharís sa'ZícÍ/oizía Pers.: Planta compuesta, vulgarmente denominada chilca si bien con este nombre se designan corrientemente a varias esipecies de B¢cch¢rís. Arbusto de 1 a 2 metros de altura, ramoso y con muchas hojas •caracterizadas por ser lanceoladas, cortam.ente pecioladas y as.erradas en la -mitad superior. En la República Argentina se desarrolla espontáneamente, en especial en la zona ribereña del Río de la Plata y en las barrancas del ¥ío Paraná. 30 REVISTA DE LA SOCIEDADi ENTOMOLÓGICA ARGiENTINA XXVIII,1965

86!cchcLrL.s £ríme!ra DC.: Compuesta arbustiva conocida vulgarmente comcb carqueja. Perenne, de unos 30-50 centímetrosi de altura; hojas reducidas. Común en América Meridional. Ba!ccharL.s corídá/ozjcü DC.: Subarbusto vulgarmente llamado romeril]o o mío-mío; tóxico para el ganado. Ramoso con mucha foliación, de unos 50-80. centímetros de altura. Hojas lineales, enteras. Está distribuído en el sur de~ Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina. SeJie`c£o bra's¿/¿e47isís Less: Compuesta perenne, de tallos, erectos, ramosos, de aproximadamente 1,50 metros de altura. Hojas profundamente pinatisec` tas. Se encuentra distribuida por el sur de Brasil, Uruguay y en el noreste de ]a República Argentina, abundando en el delta de Paraná y en la zona ribe` reña y. aledaña al Río de la Plata. Cephci`Z¢Ji£hL# sorcmd£ Schum. en Mart.: Rubiácea arbustiva de hojas lan+ ceoladas y enterasi, conocida vulgarmente como sarandí o sarandí colorado® Común en la ribera platense y en el delta del Paraná, en islas fácilmente inundables y a orillas de ríos y arroyos. Cro£oJ. spp.: Euforbiáceas de regiones tropicales y subtropicales de las que hay unas 25 especies. argentinas. En nuestro país se las encuentra, prefe` rentemente, en el centro y noreste

S£eJLo'ZoZ7£z¿m s£a7" Juss.: Bignoniácea arbórea, denominada vulgarmente guaranguay o guarán amarillo. Posee hojas compuestas, lanceoladas, caducas. Esta ornamental es típica de las regiones tropicales y subtropicales de Sud` américa.

Jaca!ro'Jiczci cmz¿£á/oZíci H.B.H.: Bignoniácea arbórea originaria de Perú, co- nocida comúnmente como jacarandá o tarco ; abunda en el noroes,te argentino`

DANOS

En todos los casos ocasiona los daños al alimentarse de las hojas y brotesb devorándolos completamente. Por ahora no provoca perjuicios c,omo para ser temidos, si bien debe s.er considerada enemigo potencial de la agricultura. La paulatina adaptación a alimentarse de otros vegetales puede haberse producido por una necesidad de la especie para subsis[ir, pues Bacch¢rE.s. scLzi.cz./o.Zi.o Pers., su huésped predilecto como antes dije, abundante en la zona: ribereña del Río de la Plata, fue elíminado de numerosos lugares al cons` truírse diversas obras.

C ONC LUSIONES

Las nuevas observaciones registradas para Rothschildia jacobaeae (Wal+ ker) , son las siguientes: 1) Las larvas totalmente desarrolladas ^son verdes con anillos blancos, tor- nándose amarillos dichos anillos unas horas antest de comenzar a tejer- el capullo, por lo q.ue este cambio de coloración es un s.igno indicador. muy preciso de la próxima e-1aboración del capullo y ulterior órisa` lidación. 2) Tiene cuatro estadios larvales. HORAcio F. E. Rizzo, Red€'scri.pcÍo'it y bíozogíft de Rothsc`hildía jacobaeae 31

3) La mayor aparición de adultos proveníentesi de capullos con crisálidas invernantes se registra, para la Capital Federal y el Gran Buenos Ai- res, bajo condiciones de. temperatura normales, principalmente du- rante el mes de octubre. 4) En la Capital Federal y Gran Buenos Aires comúnmente se cuentan tres generaciones anuales. 5) Por lo general se alimenta de plantas silvestres, en `especial chilca, pero como en los últim`os años se han encontrado lai.vas sobre lígus- trina y en raras ocasiones. sobre ciruelo, ello indicaría una peligrosa adaptación hacia vegetales cultivados.

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NOTA BIBLIOGRAFICA

DERKSEN, W. y SCHEiD'iNG, U.1963. Jnde'# LÍ££era£z¿"e! E7itomoizogícaq Serie 11: Die W'elt- Líteratur über die gesamte Entomologie von 1864 bis 1900. Band 1: A-E. Berlin, i-xii - 1-697. Deutsche Akademie der Landwirtschaftswissenschaften zu Berlin.

Cuando entre 192,8i y 1929i los reputados entomólogos alemanes Walter Horn y Sigmund Schenkling publicaron su "Index Litteraturae Entomologícae" que cubría la totalidad de la bibliografía entomol.Ógica aparecida desde la Xa. ed. del S.ystema Naturae hasta el primer volumen del Zoological Record, prestaron a los entomólogos investigadores un servicio Ínapreciable de vigenc'ia permanente. Pero ahora, con un criterio y plan similar, acaba de aparecer el tomo primero de esta ambiciosa compilación bibliográfica que tiene como £undamento los ficheros y biblioteca del Deutsche Entomologische lnstitut. Destacar la bondad de la obra es tarea difícil por ser tantos sus merecimiento. En primer lugar, cubre prácticamente 35' años de ediciones, jus- tamente en los años en que el Zoological Record no había alcanzado la difusión actual y, por ende. esos años primeros son los que Íaltan en la gran mayoría de las bibliotecas de los institutos más modernos. Además, en el trascurso de los años, ha sido posible catalogar muchas publicaciones que escaparon al Zoological Record ,y que en este lndex se encuen- tran registradas. OTdenado alfabéticamente por autores, lleva, después del nombre de los príncipales, una pequeña nota biográfic'a con las referencias biblíograíías sobre eventuales biografías y bibliografías editas. Calculan los autores que una vez completa, esta bibliogra- Íía abarcara más de 90.000' referencia5. La edíción es cuidadosa, sin iujo, pero con una encua.dernación en tela, bien realizadai que asegura su conservación, ya que es obra de consulta frecuente. Tanto los autores, por la fabulosa labor de recopilación y ordenamiento, como la Academia que la edita, merec'en el reconocimiento de los entomólogos investigadores. - R. N. ORFILA.