R e s e r v a P r o v i n c i a l Isla De Los Estados Su Patrimonio Natural y Cultural

Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas

Provincia de Antártida e Islas del Atlántico Sur Provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur

Hlopec, Ricardo Reserva provincial Isla de los Estados : su patrimonio natural y cultural / Ricardo Hlopec y Nora Loekemeyer ; con colaboración de Silvia Gigli ... [et.al.]. - 1a ed. - : Secretaria de Desarrollo Sustentable y Ambiente. Dirección de Areas Protegidas y Biodiversidad. , 2009. 40 p. ; 30x21 cm. - (Sistema Provincial de áreas protegidas; 2)

ISBN 978-950-9427-22-8

1. Recursos Naturales. 2. Reservas. 3. Conservación. I. Loekemeyer, Nora II. Gigli, Silvia, colab. III. Título CDD 333.951 6

Fecha de catalogación: 13/07/2009

© 2009 Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad. Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente. Autores: Ricardo Hlopec y Nora Loekemeyer

Colaboradores | Silvia Gigli (Dirección de Áreas Protegidas y Biodiversidad), Martín Vázquez (MFM), Roberto Agüero (Dirección de Catastro. Departamento Sistema Información Geográfico), Andrea Raya Rey (CADIC) y Germán Palé (FVSA). Agradecimientos | Agradecemos la colaboración prestada por los siguientes organismos y personas, sin la cual no hubiese sido posible realizar esta publicación: Dirección de Catastro y Dirección de Planeamiento Estratégico del Ministerio de Economía Museo Provincial del Fin del Mundo (MFM), Instituto Fueguino de Turismo (Infuetur), Centro Austral de Investigaciones Científicas (CADIC), Fundación Vida Silvestre (FVSA), Miguel Isla, Graciela Ortíz, Ilde Lizarralde, Marcelo Sakayan, Patricia Mosti, Adrián Schiavini, Flavio Quintana, Augusto Máspero, Fabricio Iriarte, Gustavo Valdéz, Teresa Rosas de la Fuente, Juan Carlos Rokich, Luis Bala, Mark Royo Celano, Andrés Johnson, Osvaldo Peralta, Carlos Vairo, Gustavo Aparicio y Gustavo Piaggio. Foto de tapa | Lobería de lobos de dos pelos en Cabo San Juan. Gentileza Osvaldo Peralta / Infuetur. Diseño | Clareo Diseño Corrección | Ana Hib

: b : Bahía Colnett. Foto: R. Hlopec

R e s e r v a P r o v i n c i a l Isla De Los Estados Su Patrimonio Natural y Cultural

Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas

Con el apoyo de: Costa Norte. Foto: F. Iriarte

IN­TRO­DUC­CIÓN La creación de áreas naturales protegidas individuales, y más aún la constitución de sistemas de áreas protegidas –organizadas y planificadas en forma regional– son algunas de las herramientas más eficaces para garantizar la conservación del patrimonio natural y cultural, y para mantener los valiosos servicios que prestan los ecosistemas al hombre. El objetivo del presente documento es continuar con la serie de trabajos iniciados con la primer publica- ción sobre “El sistema de Áreas Naturales Protegidas de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”, la cual busca difundir los valores naturales de las áreas protegidas de la provincia. En este caso, se abordará un área cuyo valor ha sido destacado ya desde tiempos remotos. La Reserva Provincial Isla de los Estados o Chuanisin –tierra de la abundancia, como la nombraron los pue- blos originarios– es reconocida y apreciada por su exuberante y singular naturaleza. Además, posee una alta relevancia relacionada con la historia de la Argentina, los descubrimientos y las aventuras antárticas, y el desa- rrollo de la navegación y poblamiento de esta porción del Atlántico Sur. Es por ello que, en reconocimiento de su importancia, su condición de área protegida y patrimonio de todos los fueguinos, fue plasmada en la propia Constitución Provincial, la cual le asigna un valor especial al estable- cer en su Artículo 54º: “Declárese a la Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e islotes adyacentes, patrimonio intangible y permanente de todos los fueguinos, 'Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística'".

: 2 : Con el fin de avanzar en el conocimiento y conservación de esta valiosa porción del patrimonio fueguino, el Gobierno Provincial encargó la realización de un estudio que estableció lineamientos para el manejo del área. El resultado del mismo es el documento "Desarrollo y conservación de la Isla de los Estados (Tierra del Fuego, Argentina)", realizado con la asistencia del organismo alemán para la cooperación GTZ. En dicho documento se plantea que la Reserva debe ser resguardada del uso extractivo de los recursos naturales, siendo además compatibles con su conservación el uso científico y la actividad turística, no masiva y estrictamente regulada. Sobre la base de este estudio, un equipo multidisciplinario del Gobierno Provincial elaboró el plan de tra- bajo “Reserva Provincial Isla de los Estados. Diseño, Implementación y Evaluación de un Proyecto Piloto para el uso turístico" en el marco del Programa de uso público de la misma. Dicho proyecto establece los criterios, con- diciones y restricciones para el uso turístico no masivo de la Reserva. Asimismo, el Gobierno Provincial conformó la “Comisión Asesora Isla de los Estados”, un organismo de consulta en el cual se tratan y acuerdan las diferentes cuestiones inherentes a la planificación y gestión del área protegida. La comisión se halla integrada por las áreas de Gobierno competentes en materia de planifica- ción, patrimonio natural e histórico, y turismo. La integran también el Centro Austral de Investigaciones Cientí- ficas y la Armada Argentina. Es en el ámbito de esta Comisión que se acordó, entre diversos proyectos tratados, la gestión por parte de la Provincia ante el Proyecto "Prevención de la Contaminación Costera y Gestión de la Diversidad Biológica Marina", la adquisición de equipamiento para el control de la navegación (radar) en el área de la Reserva, que fuera puesto a cargo de la Armada Argentina para su funcionamiento. En el mismo sentido y colaborando con los objetivos provinciales de gestión de la Reserva, la Fundación Vida Silvestre Argentina ha gestionado financiamiento para la construcción de infraestructura de senderos para el cuidado ambiental, y un refugio para el desarrollo de actividades de control e investigación. La instalación de dichas facilidades permite asimismo avanzar en la concreción de los compromisos que la Provincia y la República Argentina asumieron al suscribir el Acuerdo sobre Conservación de Albatros y Petreles. Al respecto, la Reserva Isla de los Estados constituye un sitio de especial atención, ya que posee dos de las cua- tro colonias reproductivas de petrel gigante del sur (Macronectes giganteus) en la costa argentina. Los valores naturales y culturales de la Reserva no se restringen únicamente a su área terrestre y es nece- sario avanzar en el establecimiento de un marco legal que determine la extensión del área marina adyacente sujeta a regulación. De esta forma se pretende garantizar la conservación integral de esta área protegida, cuyos principales valores son descriptos en el presente documento.

Estrecho Le Maire. Foto: N. Loekemeyer

: 3 : : 4 : QUÉ sON lAs áReAs PRO Te gI DAs sIs Te mA PRO vIN CIAl De áReAs NA TU RA les PRO Te gI DAs Se gún la Co mi sión Mun dial de Áreas Pro tegi das, un área pro te gi da es “una su per fi cie de tierra y/o de mar es pecial men te O b je ti vo s de di ca da a la pro tec ción y man teni mien to de la diver si dad bio ló- Las áreas pro te gi das de Tie rra del Fue go es tán orien ta das gi ca y de los re cur sos na tu ra les y cultu rales aso cia dos, mane ja da a la con ser va ción de mues tras re pre senta ti vas de los di fe ren tes a tra vés de me dios ju rí di cos y otros me dios efi ca ces”. Tam bién son eco sis te mas te rres tres y ma ri nos. En el área te rrestre, de be rán de no mi nadas áreas de con ser va ción o uni da des de conser va ción. com pren der sec to res de la es te pa fuegui na, de la re gión de bos- que an di no pa ta gó ni co y del eco to no entre las cita das re gio nes. Im POR TAN CIA De lAs áReAs PRO Te gI DAs En re la ción con el área ma ri na, debe rán con si derar se las zonas ma rí ti mas del Océa no Atlán ti co y el Canal Bea gle. Sos tie nen co mu ni da des hu ma nas y mues tran có mo los pue blos pue den vi vir en ar mo nía con la na tu rale za, a tra- La con ser va ción de áreas sin gula res –con cep tua das así por vés de ac ti vi da des de sa rro lla das en forma sus ten table sus atri bu tos na tu ra les, por poseer pai sa jes so bre sa lien tes o por (co mo la pes ca, el uso fo res tal, gana de ro, la re co lec ción). su va lor cul tu ral–, y el res guar do de áreas na tu ra les con pro pó si- tos de in ves ti ga ción cien tí fi ca, edu ca ción am bien tal y re crea ción, Son esen cia les pa ra la con ser va ción de la na tu rale za, for man par te de su fi na li dad. Tam bién se pro cu ra con ellas con- pa ra la su per vi ven cia de es pe cies amena za das de ex tin- tri buir al de sa rro llo re gio nal a tra vés del uso sus ten ta ble de los ción y pa ra el res guar do del pa trimo nio cul tural. re cur sos na tu ra les. Pro veen agua y ai re pu ro. Po de mos or de nar en ton ces sus ob je ti vos de la si guien te for ma: Ac túan co mo al ma ce nes del ma terial ge né tico de la a) Con ser var am bien tes na tu ra les re presen ta tivos de las uni da- na tu rale za, pa ra su uso en me di cinas y en el me jora mien- des bio geo grá fi cas te rres tres y acuá ti cas, ma ri nas y con ti nen- to de cul ti vos y ani ma les do mésti cos. ta les exis ten tes en la Pro vin cia. Son ge ne ra do ras de fon dos pa ra el apo yo a la eco nomía b) Pro te ger áreas sin gu la res, con si de ra das co mo ta les por con- lo cal y na cio nal, y de em pleos (es pe cialmen te a través te ner: del tu ris mo). eco sis te mas úni cos En ellas las per so nas pue den estar en con tac to con la pro ce sos na tu ra les, co mu ni da des o es pecies ame naza das na tu rale za. Pro por cio nan una fuente de ri que za es pi ritual o ra ras, ras gos pai sa jís ti cos sobre sa lien tes y de bie nes tar pa ra las co mu nida des de todo el mundo. há bi tat de im por tan cia crí ti ca pa ra es pe cies au tóc to nas y Pro te gen las be lle zas geo grá fi cas. en es pe cial pa ra es pe cies mi gra to rias al tas cuen cas Fa ci li tan la edu ca ción, in ves ti ga ción y con trol del medio va lo res an tro po ló gi cos o cul tu ra les aso cia dos a am bien tes am bien te na tural. na tu ra les In ten tan man te ner mues tras repre senta ti vas de las prin- tes ti mo nios ar queo ló gi cos o pa leon to ló gi cos ci pa les uni da des bió ti cas co mo eco siste mas en fun ciona- c) Con ser var en el es ta do más na tu ral po sible, am bien tes o mien to a lar go pla zo. mues tras de sis te mas eco ló gi cos, pa ra con tri buir el man te- ni mien to de la di ver si dad bio lógi ca y asegu rar la existen cia de re ser vo rios ge né ti cos in si tu. sIs Te mA De áReAs PRO Te gI DAs d) Con tri buir a la ra cio nal con ser va ción de eco sis temas na tu ra les. Un sis te ma de áreas na tu ra les pro te gi das es un con junto de e) Con tar con ám bi tos pa ra in ves ti ga ciones cien tí ficas (en es pe- es pa cios na tu ra les o se mi na tura les de re le van te im por tan cia eco- cial aque llas orien ta das a los re queri mien tos del desa rro llo ló gi ca y so cial, que or de na da mente re la cio nados en tre sí, y a tra- re gio nal). vés de su pro tec ción y ma ne jo, con tribu yen al lo gro de de ter mi- na dos ob je ti vos. El ob je ti vo cen tral es la con ser vación de la di ver- f) Brin dar es pa cios pa ra la con vi ven cia ar mó ni ca del hom bre con si dad bio ló gi ca en ten di da co mo la varie dad de vida en to das sus la na tu ra le za, la edu ca ción am biental y la recrea ción de las for mas, ni ve les y com bi na cio nes (eco sis temas, es pe cies y ge né ti- ac tua les y fu tu ras ge ne ra cio nes. ca ). Con ese fin se de ben res guar dar tan to mues tras repre sen ta- Foto: F. Iriarte ti vas de aque llos ele men tos que son abundan tes y de am plia dis- tri bu ción geo grá fi ca co mo de los que resul tan esca sos, ya sea por con di ción na tu ral o por ha ber sufri do pro ce sos de pér di da. ENCUADRE LEGAL PROVINCIAL El ar­tí­cu­lo 82º de la Cons­ti­tu­ción de la Pro­vincia­ de Tie­rra del Fue­go, An­tár­ti­da e Is­las del Atlán­ti­co Sur, san­cio­na­da en el año 1991, es­ta­ble­ce que el Es­ta­do Pro­vincial­ po­drá des­ti­nar su­per­fi­cies de sus tie­rras fis­ca­les pa­ra la crea­ción de re­ser­vas y par­ ques na­tu­ra­les, des­lin­dan­do de los mis­mos las su­per­fi­cies no in­dis­pen­sa­bles que puedan­ afec­tar la eco­no­mía lo­cal. En 1992 se san­ciona­ la Ley Pro­vincial­ Nº 55, que es­ta­ble­ce en su ca­pí­tu­lo “De Las Áreas Pro­te­gi­das” el do­mi­nio pú­bli­co y el ca­rác­ter de­fi­ni­ti­vo de di­chas áreas. También­ dis­po­ne que la Auto­ ­ri­dad de Apli­ca­ción de­be or­ga­ni­zar, de­li­mi­tar y man­te­ner un sis­te­ma de áreas natu­ ­ra­les pro­te­gi­das, pa­ra lo cual se preser­ ­va­rán mues­tras o ex­ten­sio­nes re­pre­sen­ta­ti­vas de los distin­ ­tos ambien­ ­tes de la Pro­vincia.­ Fi­nal­men­te, el man­da­to cons­ti­tu­cio­nal es re­gla­men­ta­do en 1996 a par­tir de la Ley Pro­vin­cial 272, que crea el Sis­te­ma Pro­ vin­cial de Áreas Na­tu­ra­les Pro­te­gi­das. En­tre sus prin­ci­pios ge­ne­ra­les, es­ta­ble­ce que el Siste­ ­ma re­fe­ri­do se ­re­gi­rá por lo dispues­ ­ to en esa Ley y los re­gla­men­tos a que ella dé lu­gar. Es­ta­rá cons­ti­tui­do por to­das las Áreas Natu­ ­ra­les Pro­te­gi­das ba­jo ju­ris­dic­ción pro­vin­cial, pla­ni­fi­ca­das y creadas­ por Ley de la Legis­ ­la­tu­ra Pro­vin­cial, so­bre ba­ses cien­tí­fi­co-téc­ni­cas, co­mo un siste­ ­ma in­te­gral que res­pon­da a los ob­je­ti­vos glo­ba­les de con­ser­va­ción per­se­gui­dos. Tam­bién la nor­ma dis­po­ne que la pla­ni­fi­ca­ción y cons­ti­tu­ ción del Sis­te­ma Pro­vincial­ de Áreas Na­tu­ra­les Pro­te­gi­das se ba­sa­rá en la ca­rac­te­ri­za­ción, diag­nós­ti­co y ac­tua­li­za­ción per­ma­ nen­te del Pa­tri­mo­nio Na­tu­ral de la Pro­vin­cia y es­ta­rá a car­go del Po­der Eje­cu­ti­vo Pro­vin­cial.

Ca­te­go­rías de áreas del Sis­te­ma Pro­vin­cial

La Ley Pro­vin­cial 272 de crea­ción del Sis­te­ma Pro­vin­cial de Am­bien­tes de Con­ser­va­ción Pai­sa­jís­ti­ca y Na­tu­ral Áreas Na­tu­ra­les Pro­te­gi­das, es­ta­ble­ce do­ce ti­pos po­si­bles, con­te­ Com­pren­den una varie­ ­dad de ambien­ ­tes prís­ti­nos o poco­ ni­dos en cua­tro ca­te­go­rías de ambien­ ­tes de con­ser­va­ción. De­ter­ mo­di­fi­ca­dos, la to­ta­li­dad de sus ele­men­tos y ca­rac­te­rís­ti­cas, prin­ mi­na las ca­rac­te­rís­ti­cas ge­ne­ra­les que de­ben reu­nir las áreas ci­pal­men­te ras­gos pai­sa­jís­ti­cos y vi­da sil­ves­tre. na­tu­ra­les que in­te­gran ca­da una, los obje­ ­ti­vos de con­ser­va­ción Im­pli­can un ré­gi­men de pro­tec­ción, pre­ser­va­ción, uso no perse­ ­gui­dos, y las moda­ ­li­da­des de ad­mi­nis­tra­ción y uso. ex­trac­ti­vo y de ca­rác­ter res­trin­gi­do. La asig­na­ción de la cate­ ­go­ría de­be rea­li­zarse­ en el momen­ ­to de crea­ción del área pro­te­gi­da. Ello pre­su­po­ne un pro­ce­so de pla­ Am­bien­tes de Con­ser­va­ción Bió­ti­ca ni­fi­ca­ción don­de se ana­li­cen los va­lo­res na­tu­ra­les y cul­tu­ra­les que Com­pren­den los am­bien­tes de ma­yor pu­re­za, o aque­llos po­sea el área na­tu­ral, se iden­ti­fi­que el o los ob­je­ti­vos a al­can­zar so­bre los que se apli­que un ma­ne­jo in­dis­pen­sa­ble pa­ra su su­per­ me­dian­te el ma­ne­jo de la mis­ma y las ac­ti­vi­da­des com­pa­ti­bles con vi­ven­cia. Im­pli­can re­gí­me­nes de pro­tec­ción o preser­ ­va­ción, y un el lo­gro de di­chos ob­je­ti­vos. uso res­trin­gi­do no ex­trac­ti­vo, re­fe­ri­do a am­bien­tes, co­mu­ni­da­des o es­pe­cies de plan­tas y ani­ma­les y su ám­bi­to fí­si­co. So­bre la ba­se de ca­rac­te­rís­ti­cas y ap­ti­tu­des, ob­je­ti­vos de conser­ ­va­ción, mé­to­dos de ad­mi­nis­tra­ción, uso admi­ ­si­ble y ser­vi­ Am­bien­tes de Con­ser­va­ción y Pro­duc­ción cios que propor­ ­cio­nan a la vida­ hu­ma­na, las ca­te­go­rías de áreas Com­pren­den am­bien­tes con una misma­ iden­ti­dad bio­geo­grá­ na­tu­ra­les del Sis­te­ma Pro­vincial­ se in­te­gran y or­de­nan en las fi­ca y con­si­de­ra­dos ap­tos pa­ra un uso ex­trac­ti­vo, que reú­nen áreas si­guien­tes cla­ses de am­bien­tes na­tu­ra­les: y re­cur­sos con de­fi­ni­das con­di­cio­nes na­tu­ra­les, trans­for­ma­das por el hom­bre en di­ver­sos gra­dos y mo­dos. Im­pli­can un ré­gi­men que re­gu­le su apro­ve­cha­mien­to, so­bre la ba­se de cri­te­rios y prác­ti­cas de con­ser­va­ción de re­cur­sos na­tu­ra­les.

Am­bien­tes de con­ser­va­ción cul­tu­ral y na­tu­ral Son am­bien­tes na­tu­ra­les de sig­ni­fi­ca­ción eco­ló­gi­ca que pre­ sen­tan una va­rie­dad de va­lo­res de ín­do­le cul­tu­ral. Im­pli­can un ré­gi­men de con­ser­va­ción com­pren­si­vo de usos con­tro­la­dos o res­ trin­gi­dos, se­gún co­rres­pon­da.

: 6 : De­sig­na­cio­nes in­ter­na­cio­na­les Si­tios de la Red He­mis­fé­ri­ca de Re­ser­vas pa­ra Aves Pla­ye­ras La Red He­mis­fé­ri­ca de Re­ser­vas pa­ra Aves Pla­ye­ras es un acuer­do vo­lun­ta­rio que iden­ti­fi­ca y pro­mue­ve la con­ser­va­ción de si­tios crí­ti­cos pa­ra aves playe­ ­ras. Su mi­sión es conser­ ­var las es­pe­ cies de es­tas aves y sus hábi­ ­tats en to­da Amé­ri­ca, a tra­vés de una red de si­tios cla­ve. La Red es coor­di­na­da por el Con­se­jo He­mis­fé­ri­co, y al­gu­nos Si­tios Ram­sar paí­ses han for­ma­do Con­se­jos Na­cio­na­les. La ofi­ci­na de coor­di­na­ Es­ta de­no­mi­na­ción corres­ ­pon­de a sitios­ in­clui­dos en la Lis­ ción de la Red ope­ra co­mo un pro­gra­ma del Cen­tro Ma­no­met pa­ra ta de Hu­meda­ ­les de Im­por­tan­cia In­ter­na­cional­ es­ta­ble­ci­dos por la las Cien­cias de la Con­ser­va­ción, ubi­ca­do en Bos­ton, Es­ta­dos Uni­dos Con­ven­ción Ram­sar, de la cual par­ti­ci­pa la Re­pú­bli­ca Argen­ ­ti­na. de Nor­tea­mé­ri­ca. La pro­pues­ta de desig­ na­ ­ción de hume­ ­da­les en Tie­rra del Fue­ En el año 1992 la Re­ser­va Cos­ta Atlán­ti­ca de Tie­rra del Fue­go go de­be ser efectua­ ­da por el Go­bierno­ Pro­vincial.­ fue in­cor­po­ra­da a la Red He­mi­fé­ri­ca de Re­ser­vas pa­ra Aves Pla­ye­ras En el año 1995, se in­clu­yó la Re­ser­va Cos­ta Atlán­ti­ca de Tie­ co­mo “Si­tio He­mis­fé­ri­co”, la má­xi­ma ca­te­go­ría otor­ga­da por di­cha rra del Fue­go en la lis­ta re­fe­ri­da, cons­ti­tu­yen­do el Si­tio Ram­sar más Red en vir­tud de la al­ta con­cen­tra­ción de aves pla­ye­ras re­gis­tra­da aus­tral del mun­do. du­ran­te la tem­po­ra­da es­ti­val. Foto: L. Bala Bandada de playero rojizo (calidris canutus).

CATEGORÍAS DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

a) Ambientes de conservación paisajísti- Parques Naturales Provinciales ÁREAS DESTINADAS A USO NO ca y natural EXTRACTIVO Y RIGUROSA INTERVEN- CIÓN DEL ESTADO b) Ambientes de conservación biótica Reservas de Conservación de la Naturaleza Monumentos Naturales Provinciales

a) Ambientes de conservación y produc- Reservas Provinciales de Uso Múltiple ción Reservas Hídricas Naturales Reservas Costeras Naturales ÁREAS DE APTITUD PRODUCTIVA Reservas Marinas Naturales CONTROLADAS TÉCNICAMENTE POR Reservas Forestales Naturales EL ESTADO Reservas Naturales de Fauna Reservas Recreativas Naturales b) Ambientes de Conservación Cultural Reservas Culturales Naturales y Natural

ÁREAS DE INTERÉS MUNDIAL Reservas de la Biosfera

: 7 : ÁREAS QUE INTEGRAN EL SISTEMA PROVINCIAL DE ÁREAS NATURALES PROTEGIDAS

: 8 : Foto: F. Quintana Foto: F. Colonia de cormoranes en isla Año Nuevo. Foto: O. Peralta / Infuetur Foto: F. Quintana Foto: F. Foto: G. Palé Pingüino de Magallanes. San Juan de Salvamento. Carancho común. Foto: A. Máspero Pingüino penacho amarillo.

Mapa del sistema provincial de ANP

: 9 : La Reserva Provincial Isla de los Estados se halla a aproxi- madamente 230 km. de las ciudades más cercanas, Río Grande y Ushuaia. Su acceso es muy dificultoso, ya que únicamente se puede llegar por vía marítima. LOCALIZACIÓN GEOGRÁFICA Se encuentra ubicada al este del archipiélago fueguino, entre Comprende la isla homónima, el archipiélago de islas Año los 63º 45’ y 65º de Longitud Oeste de Greenwich y entre 54º 35’ Nuevo y varias islas e islotes más pequeños situados a escasa dis- y 55º de Latitud Sur, separada de Península Mitre en la isla Gran- tancia de la isla de los Estados. La superficie del conjunto de islas de de Tierra del Fuego, por el estrecho de Le Maire de unos 29 km e islotes es de 50.736 hectáreas. de ancho.

Fuente: Departamento de Sistemas de Información Geográfica. Dirección de Catastro, Secretaría de Promoción Económica y Fiscal. Ministerio de Economía. FISONOMíA

Un cordón montañoso constituye el cuerpo de la Isla de los Estados. Éste puede considerarse el extremo sur-oriental de la cor- dillera fueguina. El relieve de esta isla, así como el de las diferen- tes islas pequeñas, es muy variado, con costas muy irregulares y accidentadas que forman abundantes fiordos, caletas y bahías. Las alturas no son muy elevadas. El Monte Bove, con 823 metros, es el pico más alto del archipiélago. La zona occidental de la Isla de los Estados presenta un relieve general más bajo que la zona central y oriental, y está caracterizada por montañas y costas muy abruptas. Foto: R. Hlopec Bahía Vancouver.

Archipiélago Islas de Año Nuevo. Fiordo Parry. Foto: F. Iriarte Las Islas de Año Nuevo tienen un aspecto redondeado y mesetiforme. Emergen del mar suavemente, manteniendo una altura homogénea desde sus márgenes hacia el centro, y su forma –vista en planta– es subcircular. La costa sur de la Isla de los Estados es mucho más abrupta que la costa norte. La conformación litoral de la costa sur incluye acantilados que caen a pico al mar, con montañas que se elevan a gran altura a pocas decenas de metros de la costa. La costa norte ofrece un relieve costero menos pronunciado, y aunque también se pueden encontrar acantilados, la cantidad de fiordos y bahías pro- tegidas es mayor que en la costa sur. Por ejemplo, la cantidad de puertos apropiados para embarcaciones menores en la costa sur es de tres, en la costa norte esta cantidad es de siete. Foto: A. Schiavini Puerto Hoppner:

El clima es de tipo oceánico, muy húmedo. El viento y oleaje predominantes azotan el archipiélago desde el sudoeste. La mayor isla del archipiélago es Isla de los Estados, cuya longitud en sentido OSO-ENE es de 63 km. Su ancho es variable, presentando un mínimo de aproximadamente 500 metros en el

Foto: G. Palé istmo que une Puerto Cook con Puerto Vancouver. El grupo Año Nuevo está compuesto por cinco islas deno- minadas: Observatorio, Elizalde, Alférez Goffré, Zeballos e islote Gutiérrez. La Isla Observatorio es la de mayor superficie (400 ha) y la más elevada de este archipiélago (51 m sobre el nivel del mar). Las islas Menzies y Dampier, que en realidad constituyen islotes de gran tamaño, son las de mayor superficie en la costa sur. Foto: A. Schiavini Bahía Capitán Canepa. Cabo San Juan. Foto: F. Iriarte Foto: F. Prehistoria de LA Isla de los Estados Las poblaciones canoeras habitaron una extensa área que abarcó todo el rosario de islas e islotes del sur y el oeste de Tie- rra del Fuego, e incluso más al norte. Su economía estaba basa- da en la explotación de la variada gama de recursos disponibles en el ambiente litoral del archipiélago Magallánico-Fueguino. Las canoas, construidas con corteza de árbol, eran una pieza funda- mental de su modo de vida ya que brindaban la posibilidad de tras- ladarse rápidamente y a largas distancias a todo un grupo fami- liar. El recurso principal lo constituían los lobos marinos, fuente de grasas y calorías en abundancia, fundamental para cubrir el alto requerimiento metabólico que exigía hacer frente a las inclemen- cias climáticas. Ocupaciones datadas entre los 6.300 y los 5.900 años atrás, atribuibles a grupos con este modo de vida, fueron registradas en el canal Beagle, el sur de Isla Navarino, el mar de Otway al norte del Estrecho de Magallanes y hasta en sectores tan orientales como Bahía Valentín en Península Mitre. Esta amplia y explosi- va dispersión de un sistema adaptativo denota claramente su efi- ciencia para aprovechar un ambiente que hoy consideraríamos muy adverso y, sin lugar a dudas, estaba basada en el potencial Los primeros grupos humanos que poblaron el extremo aus- de movilidad que les brindaban las canoas. Los canoeros habitaron tral de la arriban a estas tierras provenientes del norte, sin mayores cambios tecnológicos el área de los canales Magallá- a fines del Pleistoceno. Numerosas son las evidencias dejadas en nico-Fueguinos hasta momentos históricos, tiempos en los cuales antiguos campamentos y estaciones de cacería en cuevas y aleros las informaciones vertidas por navegantes, cronistas y etnógrafos de la patagonia chilena y argentina. Décadas de dedicada inves- dan cuenta de la existencia de los yámanas. tigación arqueológica nos han permitido saber que se trataba de grupos pequeños, muy móviles, que cazaban principalmente gua- En el marco de este proceso histórico-evolutivo, que invo- nacos y algunas especies hoy extinguidas como caballos america- lucró todo el Archipiélago Fueguino, la Isla de los Estados tiene nos y milodones; estos grupos cazadores-recolectores habitaron una larga historia de ocupaciones que se remonta al menos a dos las estepas patagónicas y el norte de Tierra del Fuego entre los milenios antes de su “redescubrimiento” por parte de los nave- 13.000 y los 9.000 años antes del presente. gantes europeos del siglo XVII. Las investigaciones arqueológicas en la Isla de los Estados se encuentran en un estado inicial. Por el Ahora bien, la patagonia de esos tiempos no era exactamente momento sólo fueron realizadas prospecciones en algunos secto- igual a la de hoy: los glaciares tenían una extensión mucho mayor res del noroeste de la isla –Bahía Crossley principalmente y algu- o recién se habían retirado; el nivel del mar se encontraba mucho nos sectores de Franklin y Flinders– y solamente se realizó una más bajo que el que hoy conocemos y por lo tanto la forma y exten- sión de la tierra emergida era distinta. Tierra del Fuego no era una isla, sino que estaba unida al continente por un puente terrestre. El clima era más riguroso aún, los bosques tenían una extensión mucho más reducida y existían varias especies animales hoy extin- guidas. Con el retroceso de los glaciares hacia los 10.000 años antes del presente, el clima y la geografía van transformándo- se gradualmente hasta convertirse en lo que hoy conocemos. Las poblaciones humanas también son parte de este proceso, los cam- bios geológicos y climáticos influyen en ellas de manera determi- nante y los cazadores se adaptan a condiciones cambiantes. Los grupos cazadores pedestres de Tierra del Fuego quedan aislados de los del continente por la aparición del Estrecho de Magallanes y hacia los 6.300 años antes de presente aparece en escena un nuevo sistema adaptativo: los canoeros o nómades del mar.

: 14 : excavación muy restringida en un yacimiento de bahía Crossley. Lo de los pingüinos, tales como lobos marinos, cormoranes, gaviotas poco que aún se conoce de la prehistoria de la isla genera más pre- y moluscos. guntas que respuestas; sin embargo es posible aseverar que gru- El estado del conocimiento arqueológico del extremo orien- pos canoeros se establecieron en bahía Crossley en repetidas oca- tal del archipiélago fueguino, incluida la Isla de los Estados, es siones entre los 2.700 y los 1.500 años antes del presente. aún inicial. Por el momento sólo podemos afirmar que los gru- Los canoeros, yámanas y sus antecesores, ocuparon diversas pos canoeros ocuparon Bahía Valentín, en la costa sur de Penín- islas alejadas de los canales interiores del archipiélago, como las sula Mitre, al menos de forma esporádica durante los últimos 6 islas del cabo de Hornos; por lo que no resulta sorprendente que milenios, y que cruzaron el estrecho de Lemaire en repetidas oca- hayan logrado cruzar el estrecho de Le Maire. siones. Futuros trabajos permitirán arrojar luz sobre la dinámica de las poblaciones humanas en la prehistoria de estas regiones, La Isla de los Estados presentaba una abundante oferta de su antigüedad y forma de vida. Los bajos niveles de transforma- recursos para una sociedad cazadora recolectora. Antes de la ción que han sufrido la Península Mitre y la Isla de los Estados las explotación industrial de pingüinos y lobos marinos, entre fines del convierten en espacios ideales para el desarrollo de investigacio- siglo XVIII y principios del XX, estas especies deben haber estado nes arqueológicas y piezas fundamentales para la reconstrucción presentes en grandes cantidades. Las bahías ubicadas en el oeste del rompecabezas prehistórico del extremo austral del continen- y noroeste de la isla presentan características que las hacen aptas te americano. para las ocupaciones humanas: playas amplias, relativamente más protegidas de los vientos predominantes que la costa sur, alberga- ban densos bosques de Notophagus, fundamentales para la con- fección de canoas, etc. Hasta el momento fueron detectados dos yacimientos en Bahía Crossley y uno más en Flinders. En la primera fue excava- da una pequeña porción del yacimiento, ubicado a poca distan- cia de la costa, entre un campo de dunas. Los resultados de esta excavación, si bien reducida, constituyen una prueba fehacien- te de la presencia de cazadores-recolectores con movilidad marí- tima en la isla. Estos grupos, seguramente pequeños, explotaron variados recursos animales presentes en sus costas, principalmen- te pingüinos. El análisis de los restos óseos faunísticos recupera- dos en excavación sugieren que en este sitio se realizaron activi- dades de matanza y procesamiento de diversas especies además

Estas imágenes son de carácter referencial y no fueron tomadas en Isla de los Estados. Corresponden a la Misión Científica francesa al Cabo de Hornos. Colección Reservada Museo del Fin del Mundo : 15 : lOs vIAJes AlReDeDOR Del mUNDO Los navegantes holandeses Schouten y Le Maire son quie- nes la dan a conocer al mundo occidental. Avistan sus costas en enero de 1616, mientras se dirigen hacia el sur en El listado de navegantes que recorrieron y sufrieron sus cos- busca de un paso alternativo al estrecho de Magalla- tas es extenso, y muchos de ellos son recordados con sus nombres nes para acceder a los puertos de las especias del en la designación de los fiordos, bahías, caletas y demás acciden- Océano Pacífico. La denominaron Tierras de los tes geográficos de la Reserva. Estados Holandeses. El 1º de enero de 1775 James Cook, procedente de Nueva Zelanda, visita la isla. Atraviesa el estrecho de Le Maire y se dirige hacia el este en busca de un puerto seguro. Fondea en la costa sur de la actual Isla Obser- vatorio. Lo hace atraído por la fauna marina que observa al circunnavegar la isla, y la relativa pro- tección de los vientos que otorga dicho sitio. Lo deno- mina puerto Año Nuevo

Fuente: archivo Colección Reserva del Museo del Fin del Mundo El capitán Alejandro Malaspina, al mando de la expedición Tanto esta expedición como los viajes realizados por James española, visita la isla en diciembre de 1789, procedente de las Weddell sugieren que los archipiélagos del confín austral pueden islas Malvinas. Navega la margen norte en sentido Oes- ser un puerto seguro para naúfragos y lugar para aprovisionarse de te-Este en busca del cabo San Juan, luego se dirige agua y madera. Como resultado de estas expediciones los marinos hacia el este para rodearla y poner rumbo hacia empiezan a considerar puertos seguros a las caletas del archipié- el cabo de Hornos. lago fueguino. En 1823 James Weddell releva sus cos- A partir de entonces la isla sólo contó con pobladores espo- tas, realiza un esquema de la entrada de la rádicos y solitarios (loberos, navegantes) de los que se tiene esca- caleta de San Juan y la sugiere como un fon- so registro. deadero seguro. También recorre sus cos- tas la primer expedición hidrográfica inglesa al confín austral, al mando del capitán Parker King. A bordo de la Aventure visita Puerto Año Nuevo en 1829 donde se encuentra con el capitán Henry Foster, quien al mando de otro navío de la expe- dición es quien recorre exhaustivamente las costas de la isla, asignando topónimos a varios accidentes geográficos.

Detalle, La parte sudeste de Tierra del Fuego con Isla de los Estados, Cabo de Hornos e Isla Diego Ramírez relevado por el Capitán Robert Fitz Roy R.N. y los ofi ciales del H.M.S. Beagle 1830-1834; Isla de los Estados relevado por el Teniente E.N. Kendal en 1828 Presencia Argentina En 1882 el Instituto Geográfico Argentino encarga al oficial de la marina italiana Giácomo Bove una expedición de carácter Hasta 1829 no hay asentamientos fijos en Isla de los Estados. científico al extremo austral del país. Junto a Bove visitan la isla Unos años antes Luis Vernet había obtenido la isla en concesión e el botánico Carlos Spegazzini, el zoólogo Decio Vinciguerra y el instaló allí una factoría lobera en Bahía Hoppner; también se dedi- geólogo Domingo Lovisato. Piedra Buena fue el capitán al mando có a la explotación de madera, a través de una concesión forestal, de la nave Cabo de Hornos. El informe de Bove destaca la impor- para la colonia instalada en las Islas Malvinas. tancia del puerto de San Juan de Salvamento para la instalación Luis Piedra Buena fue el argentino que estuvo más estre- de un destacamento permanente, opinión que fue apoyada por chamente ligado a la presencia argentina en la Isla de los Esta- Piedra Buena. dos. Este marino establecido en la Isla Pavón, cerca de la desem- bocadura del río Santa Cruz, salía a explorar la costa patagónica hasta el Cabo de Hornos. Sin proponérselo se convierte en defen- El Faro y el presidio sor natural de la soberanía argentina en el mar austral. Las acti- A partir de 1881, se decide incrementar la presencia argenti- vidades principales de Piedra Buena estaban concentradas en la na en el extremo austral, e instalar faros y subprefecturas en Isla caza de lobos marinos y en el auxilio a los buques naufragados. En de los Estados y Tierra del Fuego. El gobierno nacional nombra 1862 establece un puesto en Puerto Cook para su dotación encar- al Coronel de Marina Augusto Lasserre al mando de la “División gada de la caza de pingüinos y lobos marinos y para el auxilio de Expedicionaria al Atlántico Sur”. A mediados de abril de 1884 la los náufragos. expedición llega a la Isla de los Estados. En San Juan de Salva- En 1868 pide y consigue que el gobierno nacional le otorgue mento, paralelamente a la instalación del faro, comienza una inci- la propiedad de la Isla de los Estados. La Ley N° 269 señala: “... piente colonia penal. Con la expedición de Lasserre llegan diez Concédase al capitán de Marina don Luis Piedra Buena, la propie- presidiarios con el objeto de ser empleados en los diversos tra- dad de la Isla denominada del Estado, situada sobre el Cabo de bajos que se originen en las Subprefecturas de Tierra del Fuego e Hornos, extremidad del Cabo San Diego...”. Islas de los Estados, y cumplir allí sus respectivas condenas.

Presidio en Puerto Cook. Foto: Colección Reservada Museo del Fin Mundo

: 18 : Foto: Archivo General de la Nación Presidio en Puerto Cook.

De allí en más en la Isla de los Estados, en Puerto San Juan A comienzos de 1902, luego de una inspección a Puerto Cook, de Salvamento, hubo algunos condenados por la Justicia Militar se recomendó se procediera a la inmediata clausura del Presidio ocupados en las tareas más pesadas que requerían el manteni- Militar, en buena parte debido a la rigurosidad del clima y a los miento del faro y de la subprefectura. El pequeño grupo humano estragos que éste producía en penados y guardianes. El sitio esco- fue creciendo hasta llegar a un número aproximado de 56 indivi- gido para el nuevo cambio fue Bahía Golondrina en la Península duos hacia 1898, entre los que se contaban 6 mujeres, que estaban de Ushuaia. El 30 de noviembre de 1902 el jefe del presidio llevó a allí con la clara intención del entonces presidente Julio Argentino los primeros 36 presos a Ushuaia. Estos serían los encargados de Roca de fomentar una colonia penal. preparar el nuevo presidio. En 1898 Roberto J. Payró, en su crónica periodística La Aus- El faro de San Juan del Salvamento presentaba limitaciones de tralia Argentina deja un extenso relato de lo que era la colonia en alcance vinculados a la localización donde fue emplazado y a la poten- San Juan de Salvamento, que tenía entonces medio centenar de cia del equipamiento lumínico. Funciona hasta 1902, cuando la Arma- presidiarios, y comenta que se estaban realizando visitas a bahías da Argentina construye el faro Año Nuevo en las Islas de Año Nuevo. cercanas en la búsqueda de un ambiente más apto para el esta- En 1912 el Estado Nacional decide comprar la isla a los here- blecimiento de la colonia penal. El presidio en San Juan de Salva- deros de Piedra Buena. mento funcionó entre 1884 y 1899. Faro de San Juan del Salvamento. Para marzo de 1899 ya estaban fun- cionando las nuevas instalaciones del Pre- sidio en Puerto Cook, mientras que en San Juan de Salvamento solamente quedó en funcionamiento el faro. Puerto Cook se encuentra a sólo 6 millas de San Juan de Salvamento sobre la costa norte de la Isla de los Estados. Según el Ministerio de Marina el cambio mejoró la situación de los penados ya que el nuevo emplazamiento "...es todo lo con- fortable que permite serlo el clima destem- plado de la isla...". Allí, llegaron a convivir 119 penados custodiados por 30 miembros del 1° Cuerpo de Infantería con asiento en Río Grande y 16 hombres como personal subalterno de la Armada. Foto: tomada de C. Vairo (1997) Foto: tomada de C. Vairo

: 19 : lUgAR De PAsO De lAs eXPeDICIONes En noviembre de 1903, casi dos años después de su prime- CIeNTíFICAs ANTáRTICAs ra visita, la Expedición Antártica Sueca llega nuevamente a la Isla de los Estados. En esta oportunidad pueden cotejar las mediciones magnéticas de sus instrumentos con los que se hallan instalados Impulsados por los Congresos Geográficos, los últimos años en el observatorio magnético. del siglo XIX y principios del XX estuvieron caracterizados por las incursiones científicas de las naciones europeas hacia los polos. Arriban a bordo de la Corbeta Uruguay al mando del tenien- Estas expediciones se aventuraban hacia un mundo desconocido, te Julián Irizar, quien fuera enviado por el gobierno argentino en con una meteorología extrema, con medios de movilidad primiti- misión de rescate de la expedición sueca, en el que fue el primer vos y sin comunicación con el resto de la humanidad. Muchos deja- rescate realizado en el territorio antártico. ron su vida en el empeño, pero otros como Nordenskjold, de Ger- También la primer expedición Francesa a la Antártida, al lache, Charcot y Bruce, reconocieron distintas zonas del continen- mando del Dr.Jean Baptiste Charcot, visita la Isla Año Nuevo te antártico y aportaron fundados conocimientos que enriquecie- en 1903. ron el saber del hombre. Casi todas estas expediciones recalaron en Isla de los Estados, antes de internarse hacia las tierras hela- das de la Antártida. OBseRvATORIO mAgNÉTICO La primer expedición en visitar la Isla de los Estados fue la meTeOROlÓgICO eN IslA AÑO NUevO nave Bélgica al mando de Adrien de Gerlache en 1897. Fondean en San Juan y visitan las instalaciones del presidio y el faro de San Durante el Congreso Internacional de Geografía celebrado Juan del Salvamento. También recorren la lobería y la pingüinera en Berlín en 1899, la República Argentina subscribe un acuerdo que se encuentra en cercanías del cabo San Juan. El segundo ofi- de cooperación con la Comisión Internacional Organizadora de la cial de esta expedición era Roald Amundsen, quien años más tarde Expedición Antártica. A través del mismo, nuestro país se compro- se convertiría en el primer hombre en pisar el Polo Sur geográfico. metía a prestar apoyo a las expediciones en forma directa insta- Otto Nordenskjold, al mando de la Expedición Antártica lando y manteniendo dos observatorios magnéticos. Uno de ellos Sueca, visita Isla de los Estados a principios de enero de 1902 fue ubicado en la Isla Año Nuevo en 1902, además de instalacio- con la intención de cotejar sus instrumentos magnéticos y cronó- nes meteorológicas, depósitos y casas. Éstas funcionaron hasta metros, con los que se hallaban en la estación de Isla Año Nuevo. 1917, momento en que fueron retirados todos los instrumentos. Es Junto al alférez José María Sobral se dirigen a los edificios en a partir de la construcción de estas instalaciones, por parte de la busca del personal. El nuevo faro se encuentra en construcción Armada Argentina, que la isla pasa a llamarse Observatorio. y aún no han sido instalados los instrumentos en el observatorio. Observatorio magnético en Isla Año Nuevo.

: 20 : lUgAR PARA AClImATAR lOs PeRROs ANTáRTICOs

De regreso de la expedición sueca, Nordenskjold manifiesta la idea de donar los perros al gobierno argentino, y consideran que el lugar más apropiado para prestar servicios es la Isla Observato- rio en Isla de los Estados. Nueve perros groenlandeses, cinco hem- bras y cuatro machos, fueron desembarcados junto con trineos de tiro con el fin de ayudar al personal en las tareas de traslado de víveres desde el embarcadero hasta las casas, a través de la turba.

Imágenes: Colección Reservada Museo del Fin del Mundo

: 21 : PATRIMONIO HISTÓRICO

El Patrimonio Histórico de la Isla de los Estado está ligado principalmente a los restos de las instalaciones penitenciarias, el faro, cementerios (San Juan de Salvamento y Cook), restos de naufragios y de unos pocos asentamientos vinculados a las acti- vidades loberas y pingüineras. De las construcciones que se levantaron en la Reserva Pro- vincial, ninguna se mantiene íntegramente en pie, sólo quedan vestigios de su presencia, a excepción del faro de Año Nuevo y la casa en Isla Observatoro donde funciona un destacamento de la Armada Argentina en temporada estival, que fuera refaccio- Foto: A. Schiavini nado hace menos de una década. Restos del Espora en Bahía Franklin.

En el antiguo emplazamiento del faro de San Juan de Sal- vamento se ha construido un edificio similar al que albergó al torrero, y donde funcionaba el faro. A uno de los costados pue- den verse aún restos de madera del faro original. Parte de estos restos fueron trasladados a Ushuaia y se encuentran en la répli- ca (maqueta 1:1) del faro ubicada en el Museo Marítimo y del Presidio. El faro funcionó desde 1884 hasta 1902, momento en que se traslada a la Isla Observatorio. El sitio donde estaba empla- zado el faro fue declarado Lugar Histórico Nacional, lo mismo que la totalidad del Puerto de San Juan de Salvamento. Foto: A. Schiavini Faro de Año Nuevo. Puerto Cook. Foto: O. Peralta / Infuetur Las construcciones que formaron parte de la colonia penal de San Juan de Salvamen- to habían sido traídas de Caleta Misioneros en Santa Cruz y pertenecieron al presidio que fun- cionó en el lugar. Posteriormente fueron trasla- dadas, en 1899, a Puerto Cook y finalmente a Bahía Golondrina en Ushuaia, donde aún perma- nece una de las viviendas. Recorriendo la playa de Puerto Cook se puede apreciar una línea de postes de unos 30 a 50 cm enclavados en la misma, además de res- tos de algunas construcciones. Entre ellas sólo se mantienen en pie las paredes de una construcción de material que está emplazada sobre la línea de la costa. En el mismo lugar se registran además Foto: R. Hlopec cimientos, pisos y huecos de un posible retrete Cementerio Puerto Cook. construido en ladrillos. Unos doscientos metros hacia el sudeste se ubica el cementerio donde descansan los restos de penados, personal del presidio, de la subprefectura y varios náufragos. El faro Año Nuevo –en Isla Observatorio–, que funciona desde 1902, fue declarado Monu- mento Histórico Nacional. Se trata de la construc- ción propia del faro y la casa-habitación contigua. Foto: R. Hlopec Cementerio de Puerto Cook. Restos Faro San Juan del Salvamento. Foto: F. Iriarte PATRIMONIO NATURAL

Fitogeográficamente la Reserva se ubica en la Provincia Subantártica, Distrito Magallánico, compartiendo elementos –no arbóreos– de la provincia insular (Malvinas y Georgias). Consti- tuye, junto con las costas de la Isla Grande de Tierra del Fuego, únicos sitios con formaciones boscosas costero-marinas del país. La vegetación dominante es el bosque siempre verde, que se destaca por ser el límite oriental del bosque andino-patagónico, constituido principalmente por una asociación de guindos (Notho- fagus betuloides) y canelos (Drymis winterii), acompañado por un denso sotobosque de helechos, líquenes y musgos que le dan una apariencia exuberante. También se encuentran “ñires” (Nothofa- Foto: F. Iriarte Foto: F. gus antarctica), en cañadones protegidos y en algunos límites de Canelo. vegetación. pasto “tussok” (Poa flabellata) que con presencia importante en Otras comunidades vegetales de importancia son las corres- la Reserva, están ausentes en el territorio continental argentino pondientes a los turbales graminosos y las alfombras o parches y son escasos en el extremo sudoriental de la isla Grande de Tie- de Astelia pumila; así como también los pastizales costeros de rra del Fuego. A la fecha, se han coleccionado en la isla unas 177 especies de plantas. De éstas, se contabilizan como no nativas en la Reser- Pingüino penacho amarillo. va el 4% del total, lo que indica que aún existe un buen estado de conservación en la misma. El denso sotobosque de helechos, líquenes y musgos, pre- senta además otras especies, destacándose la “chaura” (Pernett- ya mucronata), “mata negra” (Chiliotrichum diffusum), “michay” (Berberis ilicifolia), “calafate” (Berberis buxifolia), helechos gigan- tes (Blechnum magellanicum), “Senecios” (Senecio sp), “murti- lla” (Empetrum rubrum) y comunidades de apio silvestre (Apium australe). También se han registrado en la Reserva las siguien- tes especies de la flora como especies endémicas o propias de la zona o ámbito geográfico reducido: Senecio humifusus, Sene-

Pasto tussok. Foto: A. Máspero Foto: F. Quintana Foto: F.

: 24 : Foto: J. P. Rokic Foto: J. P. Helechos. Foto: R. Hlopec Bandas de viento. Cochayuyo. cio eightsii, Senesio websteri, Naussauvia latissima, de la fami- lia de las compuestas; y Festuca cirrosa y Poa darwiniana, entre las gramíneas. En distintos sitios y sobre todo en las laderas de los fiordos se puede observar un fenómeno interesante de acción de los vien- tos predominantes sobre el bosque. Esta dinámica, que genera las denominadas bandas de viento, se manifiesta por la presencia de fajas de bosque muerto en pie o en proceso de decrepitud, con regeneración por debajo y que se desarrolla progresivamente a bosque maduro, cerrando el ciclo. La vegetación marino-costera se compone principalmen- te por especies de algas pardas que conforman los bosques de “cachiyuyo” (Macrocystis pyrifera) y “cochayuyo” (Durvillea antarctica), comunidades de “lessonia” (Lessonia fuscescens) y otras especies de algas rojas o rodofíceas. Los bosques de algas pardas albergan una importante comunidad de invertebrados aso- ciados y constituyen sitios de alimentación de las diversas espe-

cies de aves y mamíferos marinos. Foto: O. Peralta / Infuetur Por otro lado, sus costas irregulares y accidentadas, que for- grandes de pingüino de penacho amarillo del sur (Eudyptes man numerosos fiordos, caletas y bahías, ofrecen una amplia dis- chrysocome) de las registradas en la República Argentina, con- ponibilidad de hábitats para especies costeras. Además, es el centrándose en la reserva el 14% de la población mundial de esta único lugar en Argentina donde se encuentran fiordos. especie. Debido al alto número de parejas reproductivas existen- tes en Bahía Franklin y en Punta San Juan, la Reserva constituye La avifauna costera es uno de los atributos más importan- un importante refugio para esta especie, incluida como vulnerable tes de la Reserva. Se destaca la presencia de las dos colonias más en el Libro Rojo de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). El pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus) nidifica en Isla Observatorio e Isla Goffré, siendo particularmente numerosa la colonia existente en la primera localización, en tanto la existente en Bahía Franklin se encuentra en declinación. Isla Observatorio y Península López constituyen sitios de nidificación del petrel gigante del sur (Macronectes giganteus), una especie pelágica con distribución circumpolar en el hemisfe- rio sur, calificada como Vulnerable, de acuerdo al Libro Rojo de la UICN y considerada Amenazada por la Convención para la Conser- vación de Especies Migratorias. Foto: F. Quintana Foto: F. Pingüino de Magallanes. Pingüino penacho amarillo. Foto: A. Raya Rey Foto: A. Schiavini Carancho austral. De fondo colonias de cormoranes.

Petrel gigante del sur con cría. Isla Observatorio.

El cormorán de cuello negro (Pha- lacrocorax magellanicus), es otra de las especies formadoras de colonia presen- te en diversas localidades costeras de la Reserva, donde nidifica en acantilados.

El carancho austral (Phalcoboenus australis), es una carroñera que habita exclusivamente en las costas del extre- mo sur de América. Se la encuentra siem- pre asociada a apostaderos y colonias de lobos marinos, cormoraneras y pingüineras, donde encuentra su alimento. Este ambien- te también es habitado por la Remoline- ra negra o antártica (Cinclodes antarcti- cus), que puede ser observada en rocas y pastizales costeros, capturando insec- tos en loberías y sitios de nidificación de otras aves. Foto: F. Quintana Foto: F.

: 27 : Foto: O. Peralta/Infuetur Lobo de dos pelos. Otra especie de distribución restringida a las costas del sur El lobo marino de un pelo (Otaria flavescens), especie de América es el cauquén costero (Chloephaga hybrida). Se ali- que también sufrió una importante presión extractiva en el pasa- menta de algas y nidifica en la costa marina, islas e islotes princi- do, se encuentra en la Reserva pero en núcleos de baja importan- palmente en el extremo sudoriental de la región y sector occiden- cia numérica. La comparación con la situación registrada décadas tal del Estrecho de Magallanes. atrás evidencia que la especie no ha podido recobrarse con vigor a consecuencia de la presión sufrida. Por ello, su conservación y Las loberías de lobo marino de dos pelos (Arctocepha- seguimiento merece especial atención. lus australis) existentes en la isla de los Estados son, exceptuan- Cauquén costero. do las de las Islas Malvinas, las más importantes de la Repúbli- ca Argentina, tanto por su número como por la alta producción de cachorros. Ello es un factor fundamental para la recuperación de las poblaciones afectadas por la actividad lobera desarrollada en el pasado.

Lobo de dos pelos. Foto: O. Peralta/Infuetur Foto: O. Peralta/Infuetur Foto: F. Quintana Foto: F. Cauquén real. El elefante marino del sur (Mirounga leonina) está presen- te en las playas de la Isla Goffré, y también ha sido registrado en la playa sur de la Isla Elizalde, ambas del grupo de las islas Año Nuevo. De constituir colonia de cría, ésta sería uno de los pocos sitios de cría extra-antártico, además de las colonias de Chubut.

Elefante marino del sur. Foto: A. Schiavini Ratón de los guindales.

Cabra doméstica. Foto: A. Schiavini

La Reserva posee valor especial para la conservación del hui- llín (Lontra provocax) una nutria calificada como Amenazada por la UICN. Tal como sucede en la zona austral de Chile y en el sec- tor argentino del Canal Beagle, en Isla de los Estados los huillines Foto: A. Schiavini habitan la zona costera, habiéndose registrado signos de presen- cia de la especie tanto en el litoral norte como sur de la Reserva. Entre las especies exóticas se encuentra la cabra En cambio, no hay evidencias acerca de la presencia actual de otra doméstica (Capra hircus), el ciervo colorado (Cervus ela- nutria Amenazada, el chungungo (Lontra felina), citada para la zona phus), el conejo europeo (Oryctolagus cuniculus), la rata pero sin registros recientes en Argentina. Se requiere el desarro- negra (Rattus rattus) y la rata parda (Rattus norvegicus). llo de relevamientos para determinar si esta especie todavía habi- La presencia de cabras y ciervos colorados, ha oca- ta en nuestro país. sionado un importante impacto en la vegetación de secto- En cuanto a la fauna terrestre, el ratón de los guindales res como Bahía Crossley, Bahía Franklin y otros sitios del (Abrothrix xanthorhinus llanoi) –único mamífero terrestre nativo área occidental de la isla. Ello puede derivar en la inte- registrado– fue descripto como exclusivo de isla de los Estados. rrupción del proceso de renovación del bosque, fenómeno ya observado en Bahía Crossley.

Ciervo Colorado. Foto: I. Franco Navarro Foto: G. Palé Lobo de un pelo. : 29 : UN ÁREA PROTEGIDA DE ALTA FRAGILIDAD

Los usos extractivos de los recursos naturales y los asen- tamientos humanos, a excepción de los destacamentos que hoy posee la Armada Argentina, no están permitidos en esta unidad de conservación. En 1978 la Armada Argentina creó el Apostadero perma- nente Comandante Luis Piedra Buena en Puerto Parry. A fines de 2003 la Armada Argentina refaccionó las instalaciones de la casa vivienda y el faro Año Nuevo en Isla Observatorio, donde funciona un destacamento en temporada estival. La Provincia ha

dotado a uno de estos destacamentos con un radar para el con- Foto: A. Schiavini trol marítimo del área. Colonia de petreles en Isla Observatorio. La investigación científica es la única actividad admitida para todos los sectores de la Reserva, aunque para llevar adelan- te investigaciones en la misma, aquellos/as responsables de estu- dios deben contar con la autorización pertinente extendida por el Gobierno de Tierra del Fuego. En función de la fragilidad de los ambientes se ha restrin- gido el uso turístico, no obstante, en tanto se avance en la ela- boración del Plan de Manejo de esta Reserva, se trabajó en un proyecto piloto de turismo no masivo, que atiende el objetivo turístico comprendido en su declaratoria de área protegida. Este proyecto incluye una serie de condiciones, restricciones y exi- gencias para el desarrollo de visitas no masivas. A partir de los diversos trabajos de planificación se han identificado determi- nados sitios con potencial para un uso turístico no masivo. En el marco de esta experiencia, y en forma simultánea, se realizaron las evaluaciones ambientales y las referidas a la actividad turís- tica específicamente. Foto: Colección reservada Museo del Fin Mundo Yacimiento arqueológico en Bahía Crossley.

Pingüinos de penacho amarillo en Bahía Franklin. Foto: F. Quintana Foto: F. Foto: A. Raya Rey El proyecto fue desarrollado por un equipo de trabajo inte- grado por técnicos del Ministerio de Producción y Turismo, de la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Ambiente, del Museo del Fin del Mundo, y la empresa Antarpply S.A., que posee un buque polar especialmente acondicionado para turismo antártico y que al cumplir las exigencias establecidas por la IAATO (Asociación Internacional de Operadores Turísticos Antárticos), cumple ade- cuadamente los objetivos planteados. El diseño e implementa- ción del Proyecto será considerado como una experiencia cuyos resultados sean incorporados al Programa de Uso Público del Plan de Manejo de la Reserva. Foto: F. Iriarte Foto: F. Apostadero Naval en Puerto Parry. Foto: O. Peralta / Infuetur Foto: R. Hlopec

Sendero Puerto Cook-Vancouver. Bahía Franklin.

Yacimiento arqueológico en Bahía Crossley. Foto: R. Hlopec Arco Doña Luisa. Bahía Franklin. : 31 : ANTeCeDeNTes De PROTeCCIÓN PATRImONIAl Los antecedentes de protección del área se remontan a 1923, cuando por Decreto de la Nación, se declara ¨Reserva Nacional para lobos de dos pelos¨. En 1937, según decreto del Poder Ejecutivo Nacional 104.169, este declara la Isla de los Estados "… reservas nacionales para toda clase de fauna, sin excepción, al grupo Foto: A. Schiavini de islas denominadas de los Estados, islotes de su litoral Lugar del emplazamiento de la colonia penal en Puerto San Juan. adyacente, inclusive al grupo de islas de Año Nuevo…". En 1991 los constituyentes, conscientes del alto valor histórico y natural de esta porción del territorio fueguino, expresaron en el Art. 54º de la Constitución Provincial: “Declárese a la Isla de los Estados, Isla de Año Nuevo e islotes adyacentes, patrimonio intangible y permanente de todos los fueguinos, 'Reserva Provincial Ecológica, Histórica y Turística'". En 1998, con el fin de asegurar la conservación de esta área protegida en tanto se avanzara en los distintos aspec- tos que hacen al conocimiento y manejo de la Reserva, se dictó el Decreto Provincial Nº 2603/98, el cual establece un régimen de uso de carácter restrictivo, limitado a la investi- Foto: A. Schiavini Faro de Año Nuevo. Isla Observatorio. gación científica. En 1999 el Poder Ejecutivo Nacional sanciona el decreto 64/99 mediante el cual declara con categorías de Monumento Histórico Nacional y Lugar Histórico Nacional a varios sitios de la provincia de Tierra del Fuego. En su artícu- lo 3 establece que el edificio del Faro Año Nuevo y su vivien- da como Monumento Histórico Nacional, y en sus artículos 9 y 10 declara a los sitios donde estuvieron emplazados el faro de San Juan de Salvamento y la subprefectura de Puerto San Juan, como Lugar Histórico Nacional. Foto: Ricardo Hlopec Puerto Cook. Foto: F. Iriarte Foto: F. Punta Lasserre y réplica del faro del fi n del mundo.

: 32 : HACIA UNA CONSERVACIÓN INTEGRAL... Todos los estudios realizados durante el siglo XX señalaron el alto valor del área, y su interés científico destacado. De acuerdo con estudios recientes, la población reproducti- va del petrel gigante del sur (Macronectes giganteus) está dismi- nuyendo en la mayoría de las colonias comprendidas en toda su distribución geográfica. La pesca incidental derivada de las pes- querías comerciales es citada entre los factores responsables de la reducción en las poblaciones de especies de albatros y petreles gigantes. En este contexto, el Plan de Acción Nacional del Acuer- do sobre Conservación de Albatros y Petreles (ACAP) ratificado por nuestro país según ley 26.107, destaca la importancia de volcar esfuerzos para la conservación tanto de los sitios de cría como de las áreas marinas de las cuales dependen. Existen algunas herramientas que indirectamente convergen en ese sentido. En 2004 el gobierno provincial adhiere a la resolu- ción 3/2004 emitida por el Consejo Federal Pesquero mediante la cual restringe la pesca de arrastre de fondo y la captura de la espe- Foto: Mark Royo Celano. Petrel Gigante del Sur.

Foto: O. Peralta / Infuetur El conocimiento disponible a la fecha nos permite pro- Albatros. poner la identificación de áreas importantes, como por ejem- plo zonas de desove de especies de interés comercial o zonas cie merluza negra (Dissostichus eleginoides) como pesca objetivo, de alimentación de aves y mamíferos marinos. en el área definida al este de los 54º latitud sur, sobre aguas pro- vinciales. Esta reglamentación es positiva ya que apunta a mitigar Aplicando un criterio precautorio se podría establecer los impactos generados por este arte de pesca sobre los fondos un límite preliminar de 10 o 12 millas náuticas por fuera de marinos, no obstante no restringe la actividad de barcos que pes- las líneas de base recta del archipiélago, y así se protege- can con palangre (línea con anzuelos), que también afectan a las rían las comunidades intermareales, las extensas camas de especies de albatros y petreles. macroalgas, así como zonas de alimentación de muchas de las especies de aves y mamíferos marinos que tienen su base Asimismo, el decreto 3799/04, que reglamenta la pesca en en las islas. aguas provinciales, adopta la línea de base recta para determi- nar la zonificación de la pesca costera, reservando una superficie Esta área marina deberá ser manejada de modo tal que de aproximadamente 63.000 km2 de aguas interiores del archipié- permita la interacción natural de las aves y mamíferos mari- lago donde no se realizan actividades extractivas. nos con el ambiente marino. Foto: F. Quintana Foto: F. Colonia de cormoranes en Punta Pájaros en Isla Observatorio. : 33 : COlONIAs De NIDIFICACIÓN Y APOsTADeROs De Aves Y mAmíFeROs mARINOs Foto: M. Royo Celano Foto: A. Johnson

Lobo marino de un pelo.

Petrel gigante del sur.

estrecho de le maire Foto: R. Hlopec Delfín austral.

El pingüino penacho amarillo de Isla de los Estados utiliza El petrel gigante de Isla Observatorio utiliza las aguas de las aguas de la Reserva durante su migración post reproduc- la Reserva durante la temporada reproductiva. La figura tiva. La figura muestra las áreas de mayor concentración de muestra las áreas de mayor concentración de posiciones posiciones de animales, obtenidas en base a transmisiones de animales, obtenidas en base a transmisores satelitales. satelitales. El círculo indica la localización de la colonia en Isla El círculo indica la localización en la Isla Observatorio. de los Estados. Datos de F. Quintana. Datos de K. Pütz, A. Raya Rey y A. Schiavini.

: 34 : Es evidente que estas islas, junto a su lecho y mar circundante, conforman sistemas ecológicos estrechamente interconecta- dos y hasta inseparables. Por ello no puede pensarse en una isla oceánica como reserva si ésta no protege tanto ambientes terres- tres como marinos. En este sentido, la protección de la fauna costero-marina y la conservación de los recursos ictícolas deberán considerarse en un esquema de protección integral. Así, la Reserva Provincial Isla de los Estados, podrá ser considerada por siempre “Tierra de la Abundancia”.

TABlA De ReFeReNCIAs Pingüineras Petreles Cormorán Lobos marinos Isla de los Estados Aguas interiores del archipiélago 4 Millas (Área de pesca artesanal) La ley nacional 23.968 fija las líneas de base de la República Zona de veda de merluza negra Argentina (las líneas de base normal y de base rectas definidas), a par- 12 Millas (Aguas de Jurisdicción Provincial) tir de las cuales se miden sus espacios marítimos. Océano Atlántico Foto: Archivo FVSA Foto: O. Peralta / Infuetur Pingüino de Magallanes. Albatros de ceja negra.

: 35 : BIBLIOGRAFÍA:

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: 36 : Provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur Foto: A. Schiavini

Pingüino Rey incubando un huevo en Puerto Roca en 2004, en el mismo sitio donde hace 130 años existía una colonia que fue explotada hasta su desaparición. Su regreso es un mensaje de esperanza.

R e s e r v a P r o v i n c i a l Isla De Los Estados Su Patrimonio Natural y Cultural

Provincia de Tierra del Fuego Antártida e Islas del Atlántico Sur

secretaría de Desarrollo sustentable y Ambiente Dirección de áreas Protegidas y Biodiversidad

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