Boletin 2006
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Leticia Pérez Puente Sánchez Rodríguez, Julio. Pedro Moya de Contreras. Maestrescuela de la Catedral de Canarias (1566- 1572) y arzobispo de México (1573-1591). Las Palmas de Gran Canaria: [El autor], 2006, 396 p., il. (Pastor Bonus, 2). isbn 84-611-2214-3 s esta obra parte de la colección en Córdoba y Canarias sobre las que, EPastor Bonus, la cual tiene por prácticamente, no se conocía nada. Así, objetivo reunir las biografías de 19 esta biografía tiene el mérito de apor- prelados, quienes a través de sus vidas tar documentos que dan cuenta de la y su ministerio crearon vínculos entre ordenación de Moya como presbítero las Islas Canarias y América. Fruto de realizada hacia 1565, el haber sido este proyecto de gran envergadura son primer patrono y capellán de la cape- los trabajos del mismo autor sobre: llanía de San Miguel de Córdoba, entre Fray Vicente Peraza O. P. Visitador de dicho año y 1567, y sobre su estancia Canarias (1522–1523), obispo de Santa en Canarias donde, a más de ocupar María de la Antigua de Darién - Panamá la maestrescolía de aquella catedral, (1520-1526); Don Juan López y Agurto participó en lo que al parecer fue la de la Mata, obispo de San Juan de Puerto constitución formal del Santo Oficio Rico (1631-1634) y de Coro, Caracas como un tribunal independiente en (1634-1637), y Francisco Pablo de Matos Canarias, hacia 1568. Coronado, obispo de Yucatán (1734- Escrita en estricto orden cronoló- 1741) y de Michoacán (1741-1744).1 gico, la biografía puede ser dividida A más de aquel interés por mostrar en cuatro grandes apartados: en el los vínculos entre la iglesia de Canarias primero de ellos podríamos reunir y la novohispana, el volumen que aho- los capítulos dedicados a dar cuenta ra nos ocupa, dedicado a Pedro Moya de los orígenes y vínculos familiares de de Contreras, se propuso dar a luz nue- nuestro personaje, la protección que vos hallazgos sobre la trayectoria de le brindó su tío Acisclo Moya de Con- este prelado, principalmente sobre sus treras, su estancia en Salamanca y las años españoles; esto es, sus estancias relaciones con Ovando y aquel grupo D. R. © Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas de México, Instituto Investigaciones Nacional Autónoma D. R. © Universidad Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. 295 Boletín, vol. xi, núms. 1 y 2, México, primer y segundo semestres de 2006 Leticia Pérez Puente de juristas y teólogos que se darían doba y sus nombramientos como: cita en diversos momentos, en torno visitador, presidente del consejo y al colegio de San Bartolomé y la uni- finalmente como patriarca de las versidad. Parte de este primer tiempo Indias, para concluir con sus escritos formativo sería también la estancia de y sus retratos. El libro no se detiene, Moya en la diócesis de Córdoba, donde sin embargo, en la biografía, pues se ordenó y ocupó luego la capellanía a ésta sigue un anexo documental de San Miguel. donde se reproduce digitalmente y Un segundo apartado podría en ocasiones se transcriben parte de comprender los capítulos relativos los documentos que dan soporte a al nombramiento de Moya como aquélla y que resulta ser tan extenso inquisidor de Murcia y su estancia como los capítulos que le anteceden. en la catedral de Canarias como Ahora bien, la figura de Moya maestrescuela. Allí se da cuenta de su de Contreras es, sin duda, un punto de asistencia a las reuniones de cabildo, partida importante para comprender se documenta la participación que el México virreinal y adentrarnos en tuvo en la formación del Tribunal la historia de la monarquía hispá- y su diputación en la Corte como nica.2 Pero no porque se trate de un representante del cabildo, para, final- personaje excepcional o su biografía mente, referirse a su nombramiento sea en sí misma trascendente, como como inquisidor de la Nueva España se pretende demostrar en la obra de y los preparativos de su viaje al lado Julio Sánchez Rodríguez, sino porque de Juan de Cervantes. a través de ella se hacen plausibles En un tercer apartado podrían fenómenos de mayor envergadura, reunirse los capítulos novohispanos que señalaron la segunda mitad del de la vida de Moya: su llegada, su siglo xvi en que le tocó vivir. Estos labor al frente del Tribunal inqui- fenómenos no son abordados por sitorial, su nombramiento como Julio Sánchez; no obstante, conside- arzobispo, sus desencuentros con el ro que resulta importante detenernos cabildo y su labor pastoral; sus tareas un momento en ellos, pues se trata, como visitador de la audiencia y la no debemos olvidarlo, de un tiempo real universidad, su nombramiento en que se da la confluencia y estrecha como virrey interino y finalmente conexión entre la renovación y la el tercer concilio provincial, a más reacción, en el que “la reforma cató- de su participación en los avances lica y la contrarreforma —advierte de la obra de la catedral hasta su Giuseppe Alberigo— se entrelazan salida de la Nueva España. El último en recíproco influjo;”3 y en el que, apartado podría contener su regreso por influencia de aquellas, la Iglesia a España, la visita que hizo a Cór- indiana sienta las bases de su estruc- Bibliográficas de México, Instituto Investigaciones Nacional Autónoma D. R. © Universidad Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. 296 Reseña: Pedro Moya de Contreras... turación jerárquica, de su ordenación que confirmó e hizo ejecutivos todos jurídica e institucional. Finalmente, se los decretos del Concilio ecuménico, trata, asimismo, de un tiempo en el por lo cual puede considerarse como que se pone en ejecución una intensa el comienzo de la era postridentina reforma del Consejo de Indias y de de la Iglesia. la política de Felipe II para América. Etapa aquella de ajuste, concilia- Así, cuando en 1549 Juan de ción y creación que —como señala Ovando obtenía el grado de licen- Fernández Terricabras—4 estuvo ciado, y quizá entonces se hallaba marcada por los enfrentamientos a su lado Pedro Moya en calidad de entre el creciente centralismo papal, paje, se suspendió oficialmente la que pugnaba por la observancia de primera de las reuniones del Conci- los decretos tridentinos y ser el único lio de Trento, luego de haberse tras- árbitro en su aplicación, y el celo con ladado a Bolonia y de cuya primera que la Corona defendía su patrona- convocatoria seguramente supo el to sobre la Iglesia de sus territorios. joven Pedro cuando contaba con 15 Pugnas que en América señalarían no años de edad. Luego, mientras éste sólo el gobierno episcopal de Moya, estudiaba leyes en la Universidad sino también el de otros muchos de Salamanca, se abrió el segundo prelados quienes, a más de reprodu- periodo tridentino (1551-1552) y, cir esas pugnas frente a la autoridad en 1555, cuando ya ostentaba Moya virreinal, debieron conciliar el Regio el título de doctor y fungía como Patronato con el refuerzo y centrali- secretario de Ovando y servidor de su zación de la monarquía personal del tío el obispo Acisclo (1555-1565), fue papa, el derecho canónico y Trento. electo papa Paulo IV, promotor de una Baste recordar a Juan de Mañozca y reforma puramente disciplinaria y de a Juan de Palafox, este último una enérgica acción represiva contra el protestantismo. En esa misma Instrumento perfecto del regalismo época de la vida de Moya, el sucesor estatal, pero no instrumento ciego de de Paulo IV inauguraría el tercer sus designios pues —señala el doctor periodo de Trento (enero de 1562 a De la Torre— siempre tuvo en mente, diciembre de 1563), uno de los más y lo expresó en sus obras, la dignidad consistentes en cuanto al problema de religiosa, la misión político espiritual de la reforma. El año de 1564, cuando la iglesia y las limitaciones que el Estado Moya de Contreras aparece como clé- tenía frente a la misión pastoral.5 rigo de la diócesis de Córdoba y toma posesión del arzobispado de Valencia En sentido opuesto, fue prin- en nombre de su tío Acisclo, es tam- cipal preocupación del arzobispo D. R. © Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Bibliográficas de México, Instituto Investigaciones Nacional Autónoma D. R. © Universidad Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. bién el año de la bula Benedictus Deus Mañozca imponer en la práctica los Bibliográficas de México, Instituto Investigaciones Nacional Autónoma D. R. © Universidad Prohibida la reproducción total o parcial por cualquier medio sin autorización escrita del titular de los derechos patrimoniales. 297 Leticia Pérez Puente criterios del rey, incluso en asuntos lítica real hacia América.9 Sus raíces meramente eclesiásticos, como tam- en Salamanca, en el colegio mayor de bién en ocasiones lo fue para Moya, San Bartolomé, y en las redes priva- quien siguiendo las instrucciones del das de lealtad personal que se tejían rey, intentó detener la publicación del entre funcionarios inquisitoriales, Tercer Concilio Provincial Mexicano.6 letrados, juristas y teólogos, han El Tercer Concilio tuvo un desa- sido puestas en relieve por Enrique rrollo similar al de los concilios euro- González al estudiar sus ecos en los peos,7 y como todos los que entonces claustros universitarios mexicanos vi- se celebraron, quedó marcado por sitados por Moya de Contreras, cuya aquella pugna entre el Papado y Fe- carrera se forjó al calor de aquellos lipe II por supervisar la aplicación de círculos letrados.10 las reformas. A más de ello, el Tercer Así, cómo olvidar que en julio de Concilio significó la incorporación 1568, cuando el cabildo de Canarias de la provincia eclesiástica mexicana autorizó a Moya ausentarse de la isla a la era tridentina y, en consecuencia, por asuntos familiares, en la Corte se las bases de una nueva organización daba inicio a la llamada “Junta Mag- eclesiástica para América.