EL (1820–1823)

EL TRIENIO LIBERAL (1820 – 1823) INTRODUCCIÓN

— En 2020 se cumplen doscientos años del inicio del Trienio Del 4 de febrero de 2020 al 31 de enero de 2021 Liberal, un paréntesis constitucional en medio del reina- do absolutista de Fernando VII. El Museo Nacional del Ro- SALA III MUSEO NACIONAL DEL ROMANTICISMO manticismo quiere rememorar este suceso breve pero tras- cendental en la historia contemporánea española con un — C/ San Mateo, 13. 28004 proyecto expositivo que se exhibe en la sala III del Museo. www.museoromanticismo.es Tras la retirada de las tropas napoleónicas y la vuelta 914 481 045 Comisariado: Carmen Linés Viñuales de «el Deseado» al trono español en 1814, Fernando VII Diseño expositivo: Juan Gimeno Martes a sábado Montaje: TdArte derogó la Constitución de 1812 promulgada en Cádiz y re- - Mayo a octubre: 9:30 - 20:30 h. Diseño gráfico: Blenk instauró todas las instituciones del Antiguo Régimen. Se - Noviembre a abril: 9:30 - 18:30 h. Conservación: Carmen Cadenas Domingos y festivos: 10:00 - 15:00 h. Coordinación: Laura González Vidales inició un periodo de gran inestabilidad política en un país Fotografía: Pablo Linés, Javier Rodríguez Barrera devastado por la guerra y en bancarrota, a lo que se sumó — y Biblioteca Nacional de España Metro: la pérdida de las colonias americanas. Durante estos años, - Alonso Martínez (líneas 4, 5 y 10) Prestadores: Museo de Historia de Madrid, conocidos como el Sexenio Absolutista (1814-1820), se su- - Tribunal (líneas 1 y 10) Biblioteca Nacional de España, cedieron diferentes insurreciones frustadas por parte de Autobuses: 3, 37, 40 y 149 Colección Juan Francisco Fuentes y Pilar Garí liberales como Díaz Porlier o Lacy, entre otros, para resta- blecer el orden constitucional. Es en este marco cuando, a principios de 1820, el pro- Edita: Imagen de portada: nunciamiento de triunfó y el monarca se © SECRETARÍA GENERAL TÉCNICA Alegoría de la jura de la Constitución vio obligado a jurar la carta magna gaditana. Se inició así un Subdirección General de Atención al Ciudadano, por Fernando VII (detalle) periodo que finalizó con la intervención del ejército fran- Documentación y Publicaciones ca. 1820. Aguafuerte y buril. © De los textos e imágenes: sus autores Museo de Historia de Madrid. Inv. 2129 cés. Los Cien Mil Hijos de San Luis, auspiciados por la San- ta Alianza, restablecieron el poder absoluto a Fernando VII. — Imágenes guardas: El liberalismo se instauró más por la crisis del modelo NIPO: 822-20-012-7 El Persa aterrado delante de la Constitución del Antiguo Régimen que por el triunfo de una verdadera (detalle) ca. 1820. Aguafuerte y buril. revolución. Apenas cambiaron las estructuras de poder y Museo de Historia de Madrid. Inv. 2132 las clases populares, especialmente las campesinas, no Compañías de ciudadanas voluntarias tuvieron el mismo protagonismo que en la Guerra de la que se están creando con superior aprobación en la benemérita Barcelona (detalle) Independencia. Aún así, el Trienio Liberal marcó un antes 1823. Aguafuerte y buril. y un después, ya que provocó un cambio de mentalidad en Colección Juan Francisco Fuentes y Pilar Garí la sociedad, ayudando a cuestionar el orden establecido. Su eco en Europa fue grande, incitando a que en Nápoles, Piamonte, o Portugal, se proclamaran constituciones que Con la colaboración de: seguían el modelo de la de Cádiz. Anónimo EL DE RIEGO Rafael del Riego Y EL NACIMIENTO DE UN HÉROE 1820–1823. Óleo sobre lienzo (detalle) Sala III, Museo Nacional El 1 de enero de 1820, el teniente coronel Rafael del del Romanticismo Riego proclamó en Las Cabezas de San Juan (Sevi- lla) la Constitución de 1812, y restableció con ello las autoridades constitucionales. Riego se encontraba al frente de un batallón que formaba parte del Ejér- cito Expedicionario, que tenía que embarcar rumbo a América para sofocar sublevaciones en las colo- nias españolas. Otros conjurados fueron Antonio Quiroga, Miguel López Baños y Felipe Arco-Agüero, Riego todos ellos con el objetivo de llegar a Cádiz, si bien fueron frenados por las tropas leales al rey en la Isla consiguió una de León (actual San Fernando). Riego entonces co- popularidad menzó un recorrido por distintas ciudades andalu- zas, lanzando proclamas constitucionales, muchas hasta entonces veces ante la pasividad de la población. Cuando Con su insurrección, Riego consiguió una popu- desconocida, planeaba refugiarse en Portugal, pensando que su laridad hasta entonces desconocida y puede con- empresa había fracasado, le llegó la noticia de que siderársele el primer héroe del ideal liberal y revo- pudiendo Fernando VII había jurado la Constitución en Ma- lucionario en España. Dentro de la tendencia del considerarse drid. Los sucesos de Andalucía habían tenido gran liberalismo a la sacralización de sus símbolos, se el primer repercusión en el resto del país y en los ayuntamien- convirtió en objeto de culto a través de diversas ma- Charles Motte Les Inmortels Y. Arco Aguero, tos de numerosas ciudades como La Coruña, Oviedo, nifestaciones populares: desde procesiones cívicas héroe del Lopez Banos, Riego, Quiroga Murcia, Segovia, Pamplona, o Barcelona donde desfilaba su retrato, a poesías, estampas, aba- 1820. Litografía ideal liberal y Sala III, Museo Nacional había prendido la revolución, restableciéndose la nicos y demás objetos, así como canciones patrióti- del Romanticismo carta magna gaditana. cas, entre las que destacaba, por encima de todas, su revolucionario famoso himno. en España Sus otros compañeros en el levantamiento, los llamados «Héroes de la Isla» también fueron objeto de admiración y culto popular, especialmente en los principios del Trienio Liberal, pero ninguno alcan- zó la aureola legendaria de Riego. La fidelidad a sus principios hasta el final lo convirtieron en símbolo de la lucha por la libertad hasta bien entrado el siglo xx, si bien su figura ha sido controvertida debido a la imagen negativa que de él dieron algunos de sus contemporáneos que, con el transcurso de los años, pasaron a posiciones claramente conservadoras, como fue el caso de Antonio Alcalá Galiano. LA VUELTA A LA CONSTITUCIÓN DE 1812

Las noticias de los sucesos revolucionarios en di- versos puntos de España, el ambiente que se res- piraba en las calles de Madrid y la afirmación del jefe del Ejército del Centro, el general Ballesteros, de que las tropas estaban a favor de la Constitución, crearon gran desasosiego en la Corte. En conse- cuencia, el 7 de marzo de 1820 Fernando VII decla- ró por decreto que, «siendo la voluntad del pueblo», se había decidido a jurar la Constitución promul- gada por las Cortes de Cádiz en 1812. Dos días des- pués, el 9 de marzo, el monarca juró la carta magna en el Salón del Trono frente a representantes del Ayuntamiento de Madrid. Al día siguiente se publi- caba un manifiesto a la nación con la célebre frase «Marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional». Tras la jura, se creó una Junta Provisional a la Aprovechando el clima de entusiasmo que había Anónimo espera de que se constituyeran las Cortes, lo que en la población, especialmente en entornos urbanos, [Constitución de 1812] ca. 1820. Aguafuerte Caja con Fernando VII aconteció el 9 de julio. Se aprobaron una serie de los sectores liberales difundieron imágenes propa- (detalle) jurando la Constitución medidas que seguían el modelo gaditano; valga gandísticas en las que se exaltaba el fervor patriótico Sala III, Museo Nacional ca. 1820. Papel Maché del Romanticismo Sala III, Museo Nacional como ejemplo: la desamortización eclesiástica, la por la Constitución. Estas representaciones emplea- del Romanticismo abolición de la Inquisición, la supresión de mayo- ban un lenguaje alegórico heredado de la Revolu- razgos o la libertad de imprenta. Pero lo cierto era ción francesa, a su vez inspirado en la tradición gre- Abanico con alegoría de la Constitución que, a pesar de estas disposiciones, Fernando VII colatina. Aparecieron así una serie de objetos como El 7 de marzo ca. 1820. Aguafuerte sobre había empezado a conspirar tanto dentro como abanicos, medallas, barajas, cajas o estampas, en los de 1820 papel, madera y hueso fuera del país para derribar esa Constitución que que la Constitución se representaba con diversas Sala III, Museo Nacional del Romanticismo había jurado. formas, entre las cuales la más habitual es la imagen Fernando VII de unas tablas o lápidas sostenidas por una figura declaró por femenina, unas veces caracterizada como diosa Mi- decreto que, nerva y otras como matrona romana. Se ha querido ver en estas féminas la efigie de la diosa Libertad o «siendo la también la personificación de la Constitución. voluntad del Con la caída del Trienio Liberal a finales de 1823, se produjo una violenta ola destructiva por pueblo», se parte de la represión absolutista. En consecuen- había decidido cia, son muy pocos los vestigios que han llegado a nuestros días de esta iconografía, por lo que este a jurar la tipo de piezas reviste gran interés. Constitución LA COMPLICADA VIDA DEL TRIENIO

El Trienio Liberal fue un periodo convulso, con en- Estos conflictos internos fueron aprovechados por frentamientos entre diferentes facciones políticas, Fernando VII y sus partidarios, los llamados realistas pero con valiosas aportaciones de orden social: en el o serviles, que crearon una auténtica contrarrevolu- ámbito liberal hay que citar a las Sociedades Patrió- ción, ya que eran muchos los que veían perjudicados ticas, que surgieron como lugar de debate político y sus intereses: sectores del ejército, de la aristocracia y de transmisión de los principios constitucionales a de la Iglesia, en particular órdenes religiosas posee- En el seno de amplias capas de la población. Su centro de reunión doras de grandes propiedades. Las partidas realistas, solían ser lugares públicos, especialmente cafés, al- alentadas por el clero, fueron más frecuentes en zo- los liberales gunos tan célebres como La Fontana de Oro, inmor- nas rurales del noreste del país, que llegaron incluso muy pronto talizado en la novela de Benito Pérez Galdós. Tampoco a intentar crear un gobierno alternativo en la llamada hay que olvidar el papel de la mujer dentro del libera- Regencia de Urgel. surgieron lismo. Las llamadas «liberalas» empezaron a expresar Las tensiones entre Fernando VII y las Cortes ya fuertes sus reivindicaciones durante este periodo, entre ellas se pusieron de manifiesto en marzo de 1821, cuando desavenencias el poder asistir a las sesiones de las Cortes, y lucharían el monarca intervino en el acto de finalización de la contra el absolutismo en la posterior Década Ominosa. segunda legislatura con el llamado «discurso de la entre coletilla», en el que criticó al Gobierno. El nuevo eje- moderados cutivo fue más conservador y permitió la obstrucción del rey a importantes medidas, como por ejemplo la y abolición de los señoríos. Todo esto creó un clima de Vicente Lopez (P), inestabilidad, que dio lugar a movimientos urbanos Antonio Guerrero (D), de protesta ciudadana. El culmen llegó el 7 julio de Manuel Albuerne (G) Fernando VII 1822 con el fallido golpe de estado orquestado en la ca. 1814. Talla dulce sombra por el rey: el levantamiento de la Guardia Real Sala I, Museo Nacional fue aplastado por la Milicia Nacional, cuerpo de ciuda- del Romanticismo danos armados para defensa de la Constitución. Esta Placa en recuerdo a los héroes del 7 de julio. derrota convenció a Fernando VII de que solo con la Arco de acceso a la Plaza ayuda del exterior podría derribar al Gobierno liberal. Mayor de Madrid

Pero en el seno de los liberales muy pronto surgie- ron fuertes desavenencias entre moderados y exalta- dos. Los primeros eran partidarios de un sistema bi- cameral y eran más tolerantes hacia el poder real. Los segundos se mostraban más radicales y proclives a un acercamiento a las clases más populares. Esta divi- sión tenía su reflejo en las sociedades secretas, entre los moderados era común afiliarse a la Masonería y entre los exaltados a la Comunería. AMARGO FINAL: LOS CIEN MIL HIJOS DE SAN LUIS

La situación política de España preocupaba a las de Angulema, hijo del futuro Carlos X de Francia, potencias continentales europeas que, tras el pe- quien inició la invasión el 7 de abril de 1823. Los riodo napoleónico, rechazaban las revoluciones y liberales españoles, aislados internacionalmente, buscaban la legitimidad de las monarquías. En el esperaban que la intervención francesa levantaría Congreso de Verona, en octubre de 1822, la Santa al pueblo en armas como sucedió en 1808. Pero el Alianza, formada por Rusia, y Prusia, en- ejército galo, además de recibir el apoyo de los gue- vió notas de protesta a España en las que se pedía rrilleros realistas, pagaba a su paso los suministros A principios reforzar el poder real. Se sumó también Francia, que consumía, dejando atrás su antigua imagen de representada por el escritor y político legitimista saqueadores. En su camino a Madrid apenas en- de 1823, François-René de Chateaubriand, partidario de contraron resistencia ni entre la población ni en Luis XVIII una intervención en España y deseoso de recupe- el ejército, que se entregaba al enemigo. Pocas ex- proclamó ante rar para su país y para los Borbones el prestigio cepciones hubo a las deserciones entre los mandos internacional perdido. A principios de 1823, Luis militares, como fue el caso de Espoz y Mina y espe- la Asamblea XVIII proclamó ante la Asamblea Nacional que cialmente de Riego que, luchando hasta el final, fue José Aparicio Nacional que Desembarco de Fernando VII «Cien mil franceses están preparados a marchar apresado por los realistas en la provincia de Jaén. en el Puerto de Santa María invocando al Dios de San Luis para conservar el El Gobierno y las Cortes se trasladaron con la fa- «Cien mil 1823-1828. Óleo sobre lienzo Sala III, Museo Nacional trono de España a un hijo de Enrique IV». Al frente milia real a Sevilla, pero el imparable avance francés franceses están del Romanticismo de las tropas de esta misión se designó al duque hizo que decidieran más tarde refugiarse en Cádiz, lo que provocó una rotunda negativa por parte de preparados Fernando VII. Su oposición hizo que se le declarara a marchar enajenado y se nombrara una regencia durante el invocando al traslado. El cerco francés a Cádiz se prolongó todo el verano, con la toma del fuerte de Trocadero el 31 de Dios de San agosto. Finalmente, ante el dilatado asedio, el Gobier- Luis» no pactó con los invasores y permitió la salida del rey, que se reunió con el duque de Angulema en El Puerto de Santa María el 1 de octubre. Angulema promovió acuerdos y ordenanzas para evitar las represalias y permitir cierta apertu- ra política, pero Fernando VII incumplió sus com- promisos y comenzó la vuelta al absolutismo en un periodo, la llamada Década Ominosa, marcado por el terror y la represión. Muchos liberales marcha- ron al exilio mientras que Riego era ejecutado en la madrileña plaza de la Cebada el 7 de noviembre de 1823, con lo que pasó a convertirse en un mártir de la libertad. A lo largo del año 2020 la sala III del Museo Nacional del Romanticismo mostrará diferentes piezas en relación con los cuatro ejes temáticos tratados.

EL PRONUNCIAMIENTO DE RIEGO Y EL NACIMIENTO DE UN HÉROE LA VUELTA A LA CONSTITUCIÓN DE 1812 Primer trimestre Segundo trimestre

José Ribelles y Helip Anónimo Rafael del Riego Alegoría de la jura de la Constitución por Fernando VII 1820-1823. Dibujo a lápiz ca. 1820. Aguafuerte y buril Museo Nacional del Romanticismo. Inv. 7366 Museo de Historia de Madrid. Inv. 2129

Con la insurrección en Las Cabezas de San Juan el 1 de enero de 1820, Estampa francesa con alegoría constitucional representada por una ma- el teniente coronel Rafael del Riego pasó a encarnar el ideal liberal y trona sedente tocada con casco que porta unas tablas con los artículos de revolucionario, que le proporcionó una popularidad hasta entonces la ley fundamental. A sus pies descansa un león, símbolo de España, que desconocida en España. vence a la serpiente del oscurantismo. Militares, milicianos, mujeres y En conscuencia, fueron muchos los retratos que en su momento cir- niños se acercan a aclamar la carta magna mientras el rey, desplazado cularon de Riego, si bien este perfil «a la romana», obra de José Ribelles, a un lateral de la escena, jura la Constitución. En un segundo plano, a la es una de las efigies más fidedignas que ha llegado hasta nuestros días, izquierda, se alude a la abolición de la Inquisición. La escena está presidi- ya que probablemente fue copiado del natural. Ribelles sintió simpa- da por una bandera verde y roja, colores de la causa liberal, donde se lee: tías por la causa liberal y llegó incluso a ingresar en la logia masónica «Gloria eterna a los / Vallenteus que han / Salvado la España.» La misma de Santa Julia durante la ocupación napoleónica, lo que no le impidió bandera ondea en el barco que aparece a la derecha de la representación. ser nombrado pintor de cámara del rey en 1818. Este retrato se integra dentro de un álbum de dibujos reunidos por el pintor Vicente Camarón. Anónimo El Persa aterrado delante de la Constitución ca. 1820. Aguafuerte y buril Museo de Historia de Madrid. Inv. 2132

La personificación de España, una matrona romana coronada con un castillo, sostiene en su mano derecha una balanza donde se pesa la li- bertad, mientras que con su otra mano blande enérgicamente un escu- do que representa la Constitución. A sus pies, un hombre mayor vestido a la antigua cae al suelo asustado; junto a él vemos grilletes rotos y pa- peles que hacen referencia a la Inquisición y al despotismo. Este per- sonaje ridiculizado alude a los sesenta y nueve diputados que en 1814 pidieron mediante el llamado «Manifiesto de los Persas», la supresión de la Constitución de 1812 y la vuelta al absolutismo. LA COMPLICADA VIDA DEL TRIENIO AMARGO FINAL: LOS CIEN MIL HIJOS DE SAN LUIS Tercer trimestre Cuarto trimestre

Cafetera y tazas de juego de café constitucional Andrés Rosi (D) y Y. P. Wagner (G) ca. 1820. Porcelana Derrota de los revolucionarios en su salida de Museo de Historia de Madrid. Invs. 2592, 2571 y 2575 la Ysla de León en 16 de julio del 1823 1823 Piezas procedentes de un servicio de café de porcelana francesa deco- Museo Nacional del Romanticismo. Inv. 3893 rado con motivos alusivos al restablecimiento constitucional en 1820. En la cafetera, con un lenguaje iconográfico heredado de la Revolución Estampa con representación de la derrota del ejército constitucional por francesa, vemos a un grupo de hombres y mujeres bailando alrededor parte de las tropas francesas en la Isla de León (actual San Fernando, Cá- de un busto dedicado a Antonio Quiroga, el militar de mayor rango de diz) en julio de 1823, perteneciente a una serie sobre los Cien Mil Hijos la sublevación iniciada por Riego. En el reverso de la pieza se repre- de San Luis dibujada por Andrés Rosi. La entrada en España, en virtud sentan un pífano y un tambor con uniforme militar, seguidos de dos de los acuerdos de la Santa Alianza, del duque de Angulema y el ejército civiles que parecen cantar al son de la música, que evocan la popula- de los Cien Mil Hijos de San Luis, obligó al gobierno liberal a trasladarse ridad de las canciones patrióticas, como el Himno de Riego. Las tazas con el rey primero a Sevilla y más tarde a Cádiz, que fue sitiado por los están protagonizadas por hombres y mujeres de diferente condición franceses. El asedio obligó a los liberales a pactar con los invasores unos que leen y comentan textos que les están repartiendo. Estas imágenes acuerdos que no fueron respetados por Fernando VII, lo que puso fin al nos recuerdan el papel de las Sociedades Patrióticas como difusoras de Trienio Liberal y dio comienzo a la Década Ominosa. los principios liberales y de la Constitución.

Imprenta de Francisco Martínez Dávila Anónimo El Restaurador Combate del 7 de julio en la Plaza Mayor Madrid, 1823-1824. Periódico diario 1822. Dibujo a la aguada Biblioteca del Museo Nacional del Romanticismo. Reg. 8010 Biblioteca Nacional de España. DIB/15/12/3 Noticia en el periódico El Restaurador que describe con entusiasmo la En julio de 1822 la Guardia Real, instigada desde la sombra por Fernan- entrada de Fernando VII en Madrid el 13 de noviembre de 1823, fin de su do VII, se amotinó en El Pardo para restablecer el absolutismo, mientras largo viaje de regreso desde Cádiz tras el triunfo de los Cien Mil Hijos de que en el Palacio Real se retuvo a buena parte del gobierno. En la ma- San Luis. Se describen en tono servil «las demostraciones de amor» del drugada del día 7, batallones de la Guardia Real sublevada marcharon pueblo de Madrid, el engalanamiento de la ciudad y el recorrido del rey hacia Madrid, mientras la Milicia Nacional, junto al recién creado Bata- en un carro tirado por cuarenta hombres «primorosamente vestidos». llón Sagrado, así como ciudadanos voluntarios, se apostaron en la calle Este periódico, fundado en 1823 y dirigido por el fraile Manuel Martí- Mayor para defender sus posiciones. Se libró una dura batalla en la plaza nez, representaba la tendencia más absolutista y reaccionaria del espec- Mayor y alrededores, de la que salieron victoriosos los partidarios de la tro político, germen del futuro carlismo. Su posicionamiento ideológico Constitución. El dibujo nos muestra los primeros enfrentamientos, al no impidió que el periódico fuera víctima del real decreto de enero de amanecer, frente a la Casa de la Panadería. 1824 de supresión total de la prensa española.

Anónimo Vicente Barneto (D) y Antonio Caba y Casamitjana (G) Compañías de ciudadanas voluntarias que se están creando Suplicio de don Rafael del Riego con superior aprobación en la benemérita Barcelona ca. 1875. Xilografía 1823. Aguafuerte y buril Museo Nacional del Romanticismo. Inv. 3811 Colección Juan Francisco Fuentes y Pilar Garí Estampa procedente de una publicación datada en el último tercio del Tras el anuncio dado por Luis XVIII a principios de 1823 de la inminente siglo xix que muestra los momentos previos a la ejecución de Rafael del invasión de los Cien Mil Hijos de San Luis a España, hubo movilizacio- Riego. El ajusticiamiento fue el 7 de noviembre de 1823 en la madrileña nes por parte de sectores del liberalismo, algunas de ellas protagoniza- plaza de la Cebada, lugar destinado a este tipo de actos, tras ser arras- das por mujeres, que cada vez iban teniendo un papel más activo. Fue trado el condenado hasta la horca en un serón tirado por un asno. Esta el caso de Barcelona, con la creación de un batallón de milicianas para humillante ejecución, que puso fin al Trienio Liberal, ejemplifica la bru- la defensa de la ciudad. Esta estampa de febrero de 1823 nos muestra tal represión hacia los partidarios de la Constitución durante la Década el uniforme reglamentario de las lanceras barcelonesas, acompañadas Ominosa. Mientras muchos liberales tomaban el camino del exilio, Rie- de cajas de vendajes y sábanas, pues entre sus cometidos estaba el de go pasaba a convertirse en un mártir de la libertad. prestar socorro a los heridos.

EL TRIENIO LIBERAL (1820 – 1823)

— Del 4 de febrero de 2020 al 31 de enero de 2021

SALA III MUSEO NACIONAL DEL ROMANTICISMO

— C/ San Mateo, 13 28004 Madrid 914 481 045 www.museoromanticismo.es

Martes a sábado - Mayo a octubre: 9:30 - 20:30 h. - Noviembre a abril: 9:30 - 18:30 h. Domingos y festivos: 10:00 - 15:00 h.

— Metro: - Alonso Martínez (líneas 4, 5 y 10) - Tribunal (líneas 1 y 10) Autobuses: 3, 37, 40 y 149

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