Mel Gowland, Natalí

El poder de la sangre en la comunidad imaginada de la saga Harry Potter de J. K. Rowling

Tesis presentada para la obtención del grado de Licenciada en Letras

Directora: Featherston, Cristina Andrea

Mel Gowland, N. (2020). El poder de la sangre en la comunidad imaginada de la saga Harry Potter de J. K. Rowling. Tesis de grado. Universidad Nacional de La Plata. Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. En Memoria Académica. Disponible en: http://www.memoria.fahce.unlp.edu.ar/tesis/te.1859/te.1859.pdf

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UNIVERSIDAD NACIONAL DE LA PLATA FACULTAD DE HUMANIDADES Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

DEPARTAMENTO DE LETRAS LICENCIATURA EN LETRAS

El poder de la sangre en la comunidad imaginada de la saga Harry Potter de J. K. Rowling

TESINA PRESENTADA PARA LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE LICENCIADA EN LETRAS

Licencianda: Prof. Natalí Mel Gowland Directora: Dra. Cristina Featherston Haugh La Plata, Junio 2020 El poder de la sangre en la comunidad imaginada de la saga Harry Potter de J. K. Rowling

Licencianda: Natalí Mel Gowland, legajo N° 93725/8 Directora de Tesina: Dra. Cristina Featherston Haugh Institución: Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación, Universidad Nacional de La Plata

Palabras clave: Harry Potter – sangre – poder – nazismo – Rowling

Abstract: La comunidad mágica ideada por J. K. Rowling se encuentra atravesada por un elemento que estructura y recorre la saga por completo: la sangre. Ya sea entendida en el sentido de herencia del poder mágico o en la clasificación que la sociedad hace de sus ciudadanos según sean pure-blood, Half-blood o Mudblood, la sangre se constituye en un factor que divide la comunidad y se erige como la vara que mide la valía y el lugar de pertenencia de sus miembros. Si bien no todos ellos adhieren a esta concepción clasista, lo cierto es que las divergencias planteadas desembocan en un régimen dictatorial durante la II Guerra Mágica cuyos propulsores creen fervientemente en que sólo los magos de sangre pura son los que tienen el derecho (y el deber) de gobernar por sobre todos los otros seres mágicos y no mágicos. En esta tesina se abordará el concepto de “sangre” desde el análisis de las diferentes acepciones que puede tomar (en la biología, el derecho, la antropología cultural), y cómo éstas articulan la trama creada por Rowling. Como construcción literaria que permite visibilizar ciertos aspectos sociales y culturales de la cosmovisión británica que le da origen, también se analizará la concepción de la pureza de sangre en la II Guerra mágica como una posible trasposición de la ideología nazi que tuvo auge durante la II Guerra Mundial, la cual deriva de nociones propias del campo de la biología y de las ciencias sociales que preceden al período. Lejos de considerar que el mundo de Harry Potter resguarde estos preconceptos, veremos que sus protagonistas luchan contra “el Mal” –encarnado en los fanáticos de la concepción purista de la sangre–, mientras la saga promueve un mensaje de igualdad en la comunidad y de problematización por la segregación de la que es objeto.

1 La clásica división entre "ciencias" y "letras" nos sigue pareciendo injustificable. No existen "ciencias" y "humanidades", sino conocimiento, saber y cultura. Muñóz-Chapuli, R.

Agradecimientos

La dedicatoria de esta tesis se divide en siete partes: -A mi “familia platense”, amigos que la vida me ha regalado, que siempre han estado para mí y me ayudaron a volver a creer en mí misma: Leonela, María Judith, Pablo, Sabrina y María Paula. -A mis amigos de carrera, de encuentros, de momentos compartidos, de risas y de llantos. A mis queridos alumnos de sencundaria, mis docentes de FAHCE, mis colegas y mi amada familia, quienes nunca han dejado de creer en mi capacidad, y dieron por buena esta tesis incluso antes de que una sola línea fuera escrita: Constanza, Fernanda, Agustín, Santiago, Paula, Majo, Greta, Tiara, Javier (gracias por el asesoramiento en lo que concierne a Biología), Enzo, Elián, tíos y tías, primos y primas, y a todos los que no estoy nombrando. Gracias infinitas. -A mi amor, Ignacio, compañero y constante como vos solo. Gracias por darme el impulso final y animarme a “ir por más”. -A mi mentora y directora de tesis, Cristina Featherston Haugh. Tu exigencia y apoyo, en partes iguales, hicieron de mí una mejor profesional y una amante de la literatura inglesa. Gracias por acompañarme en este proceso por tantos años. -A mi papá, quien me indujo a amar las Letras y me apoyó en la elección de esta hermosa carrera. -A mi mamá Graciela y a mis hermanas, Marina y Romina; “estrellas” que alumbran mi cielo en medio de la oscuridad. -Y a vos, que estás leyendo este trabajo. Espero que te resulte tan interesante y satsifactorio como a mí.

2 Abreviaciones que usaremos como referencia

 SS: Harry Potter and the Sorcerer’s Stone  CS: Harry Potter and the Chamber of Secrets  PA: Harry Potter and the Prisioner of Azkaban  GF: Harry Potter and the Goblet of Fire  OP: Harry Potter and the Order of the Phoenix  HBP: Harry Potter and the Half-Blood Prince  DH: Harry Potter and the Deathly Hallows (Los siete textos utilizados fueron las primeras ediciones de tapa dura de Scholastic)  AF: Animales fantásticos y dónde encontrarlos (en español, porque esta es la edición que trabajaré y está citada).  TBB: The Tales of Beedle the Bard  TCC: Harry Potter and the Cursed Child  HP: Harry Potter como saga literaria en su conjunto.

3 ÍNDICE

I. Introducción p. 6 1.1 Hipótesis y objetivos generales p. 6 1.2 Objetivos específicos y alcances de la investigación p. 6 1.3 Metodología p. 8 1.4 Disposición de la investigación p. 9 1.5 Consideraciones acerca de las fuentes primarias utilizadas p. 10

II. “Harry Potter”, introducción a su comunidad imaginada p. 12 2.1 Contexto de producción y consideraciones teóricas p. 12 2.1.1 Antecedentes en investigación académica p. 12 2.1.2 Circunscripción del texto a su género p. 14 2.1.3 Breves consideraciones sobre su contexto de producción p. 16

2.2 Análisis literario p. 18 2.2.1 Dos comunidades diferenciadas: magos vs. Muggles p. 18 2.2.2 Squibs y Mudbloods p. 22 2.2.3 Comunidad mágica: magos vs. Otros seres mágicos p. 24

III. Acepciones de “sangre” –biología y antropología en “Harry Potter” p. 32 3.1 Acepciones biológica y antropológica de “sangre” –Marco teórico p. 33 3.1.1 Revisión del término en la historia de la Medicina p. 33 3.1.2 Genética, determinismo biológico y darwinismo social p. 35 3.1.3 El concepto de sangre desde la antropología cultural, la religión y la cuestión (legal y genética) de los matrimonios consanguíneos p. 37 3.1.4 Antropología del parentesco p. 41

3.2 Análisis literario- El poder de la sangre en Harry Potter p. 43 3.2.1 Familias, linaje y herencia dentro de la comunidad mágica p. 45 A. Grupos de familias consanguíneas principales: De derechos y obligaciones p.45 A.1 Potter-Dursley p. 45 A.2 Los Weasley p. 49 A.3 Los Black – Malfoy – Lestrange p. 51 A.4 El heredero del linaje Slytherin: Tom Marvolo Gaunt-Riddle p. 55 B. Relaciones afiliativas no consanguíneas p. 59 B. 1 Famlias por “adopción” p. 59 B.2 “Hermandad” entre Harry y Voldemort: Rituales de sangre, interrelación mente / cuerpo, y simbologías asociadas p. 63 Oposiciones entre Harry Potter y Lord Voldemort p. 64 Paralelismos y convergencias entre los antagonistas p. 70

4 3.3 Algunas problematizaciones respecto de las acepciones de sangre trabajadas p.76 A. Sobre la cuestión antropológica: Matriarcados, parricidios y rituales de sangre p. 76 B. Conformación de la identidad: mitología y objetos en la saga p. 78 C. ¿Determinismo biológico o libre albedrío? p. 82 D. Harry Potter: en defensa de una mancomunidad p. 83

IV. La pureza de sangre, construcción ideológica motor del nazismo (y del gobierno de Lord Voldemort) p. 85 4.1 Neohistoricismo, una forma de leer literatura p. 85 4.2 Sustrato ideológico positivista: darwinismo social y prácticas eugenésicas p. 87 4.3 Ideología, totalitarismos y nazismo: definiciones y aproximaciones teóricas p. 89 4.4 Análisis literario: Resonancias del nazismo en la saga potteriana p. 98 4.5 Vínculos entre el régimen de Voldemort y otras formas totalitarias de poder p. 103

V. Conclusiones p. 105

Bibliografía p. 108

5 I Introducción 1.1 Hipótesis y objetivos generales En la presente investigación sostendremos que la comunidad mágica ideada por Joanne K. Rowling en la saga Harry Potter se encuentra atravesada por un elemento que la estructura y que recorre la saga al completo: la sangre, vehículo de poder. Tanto en el sentido de herencia del poder mágico, como en la división planteada en la sociedad según sus ciudadanos sean pure-blood, half-blood o Mudbloods1, la sangre se erige como la vara con que miden su valía y según la cual sitúan su lugar de pertenencia. Si bien no todos los habitantes de la comunidad mágica concuerdan con esta concepción, lo cierto es que las diferencias planteadas desembocarán en una dictadura durante la II Guerra Mágica cuyos propulsores creen fervientemente en que sólo los magos de sangre pura son los que tienen el derecho (y el deber) de gobernar por sobre todos los otros seres mágicos y no mágicos. Se deduce de dicha categorización que la “sangre” de cada mago lo determina como sujeto de una participación ideológica en pro o en contra de la concepción purista de la sangre. Nuestra hipótesis partirá de que el poder que se le atribuye a la sangre constituye un factor medular para comprender ciertos aspectos de la comunidad mágica en Harry Potter en relación con la cosmovisión británica (extra-literaria) que le da origen. La sangre estructura a la comunidad mágica, habilita las ideologías puristas que serán combatidas por Harry y sus amigos, e interviene activamente en la construcción de la trama. Por lo tanto, el tópico será analizado en sus múltiples acepciones: biológica (familia, “razas” y variabilidad genética); legal (derecho a reinar, a poseer y a heredar); antropológica (simbología y rituales hemofílicos) e ideológica (construcciones culturales).

1.2 Objetivos específicos y alcances de la investigación La importancia del tema a desarrollar es múltiple y parte de la necesidad de comprender la totalidad de la saga desde una perspectiva social e ideológica. La

1 En la saga, se denominan pure-blood a los magos cuyos linajes mágicos se remontan a tiempos antiguos, y que no poseen en su árbol genealógico ascendientes Muggles. Por lo mismo, tienden a realizar uniones endogámicas con otros miembros “puros” de la comunidad, lo que habilita la existencia de una élite de magos que suele detentar el poder político y económico. Los Half-blood son aquellos magos que tienen su árbol genealógico al menos un ascendiente no mágico, aunque sea en generaciones remotas. Por último, se denomina Mudblood, peyorativamente, a los hijos de Muggles; aquellos humanos que poseen magia, pero que no la heredaron de sus progenitores inmediatos. La forma “correcta” de denominar a estos magos y brujas es Muggle-born.

6 literatura, como parte de los bienes simbólicos de cada cultura, históricamente nos ha permitido acercarnos y repensar el contexto de producción en que se ancla, las transposiciones y alegorizaciones desde la realidad a la ficción, y los modos de lectura y apropiación de las cuestiones ideológicas que tematiza. La literatura no es inocente, y los múltiples casos de censura a lo largo de la historia, condenas (morales o punibles) a autores, biblioclastías y demás despotismos lo atestiguan2. La mayor parte de los estudios que se han realizado sobre Harry Potter parten de su lectura como un “cuento de hadas” moderno o un relato de aventuras. Si bien es innegable que los tópicos de uno y otro género se encuentran presentes, en este trabajo nos proponemos ampliar la mirada sobre nuestro objeto de estudio, partiendo de su posición como parte de las producciones culturales de un determinado país (Inglaterra) en un determinado contexto de producción (fines del siglo XX e inicios del XXI), con un público consumidor global; desde un enfoque claramente neohistoricista. Circulan al momento de publicación de esta tesina una gran cantidad de artículos críticos3 que dimensionan el “fenómeno Potter” desde diversas perspectivas que amplían las dos lecturas tradicionales mencionadas: estudios de gender, de marxismo, de psicoanálisis, socio-culturales. Sin embargo, el tema en particular que presentamos aquí (el poder de la sangre) no ha sido abordado en extensión y con la profundidad teórica que –a nuestro juicio– amerita, considerando su complejidad por sus implicaciones ideológicas y sociales. En español existen escasas tesis o tesinas –aunque bien documentadas y argumentadas–, y ninguna de ellas profundiza en los aspectos que pretendemos señalar y analizar en este estudio de grado. Podríamos sintetizar los objetivos específicos de esta investigación en los siguientes ítems:  Desarrollar el tema “el poder de la sangre” en sus acepciones de herencia, de linaje y de construcción antropológica-cultural, a partir del estudio de diversos núcleos familiares de la serie y de capítulos seleccionados, pertinentes al argumento de HP y al enfoque de esta investigación.  Visibilizar los conflictos éticos que derivan de la noción de “pureza de sangre” en la comunidad mágica imaginada, a fin de trasponerla y abordarla en sus dimensiones

2 En el siglo XXI, la saga de J. K. Rowling ha sido objeto de quemas masivas de libros propiciadas por sectores cristianos ultraconservadores que los denunciaban como propulsores de “brujería”. Consultar el artículo de Rebecca L. Stephens “The lightning bolt scar as a lighning rod”, en AA.VV. Anatol (Comp.): Reading Harry Potter again. New Critical Essays. 3 Haremos una revisión por los antecedentes críticos en la segunda parte de esta tesina, de los cuales destacamos la tesis del Dr. Luis Gómez Romero, que nos permitirá discutir sentidos en la saga como construcción ideológica.

7 biológicas, históricas, socio-políticas e ideológicas en la no-ficción. Analizar esta cuestión atendiendo a la difusión de la saga entre adolescentes y jóvenes adultos.  Dialogar con estudios críticos pertinentes a la temática elegida y a la saga en general, para configurar una mirada propia en el abordaje del texto.  Considerar este fenómeno literario como un asidero de la ‘estructura de sentir’ de la comunidad productora y de las tensiones ideológicas pre y post Segunda Guerra Mundial. Para ello, será necesario repensar la comunidad imaginada por J. K. Rowling, con sus fracturas y matices, considerando el papel jugado por Inglaterra en oposición a Alemania durante dicho conflicto armado. A partir del cumplimiento de los objetivos ya mencionados, esperamos repensar esta saga catalogada usualmente como best-seller en sus dimensiones estética y crítica. Esperamos que este estudio resulte un aporte para futuros investigadores y docentes que deseen abordar la enseñanza de la saga desde un enfoque más abarcativo que el análisis tradicional (pensado desde el cuento de hadas, la novela de aprendizaje o la travesía del héroe en una novela de aventuras).

1.3 Metodología La metodología a seguir partirá de un análisis intra-literario que habilite un enfoque comparativo entre la sociedad ficcional recreada por Rowling y las construcciones culturales e ideológicas del mundo no-ficcional que la saga vehiculiza. Partiremos de un enfoque neohistoricista –dado que algunas líneas de esta corriente consideran al texto como un discurso social más (Greenblatt, Hedges)– como una forma de aproximarnos a la lectura literaria a través de la apropiación de su contexto de producción y de las ansiedades e ideologías que el texto vehiculiza. Nos serviremos de la hermenéutica como herramienta principal, término que se aplica a la interpretación y comprensión de los textos, a través de la técnica close reading: una lectura atenta y fundamentada de fragmentos que nos resultan significantes para la elaboración y sostenimiento de una hipótesis plausible4. Para ello, abordaremos una selección de material crítico que dialogue con el tema elegido, tanto en el marco teórico como en el análisis literario propiamente dicho.

4 Debemos tener en cuenta que los textos habilitan múltiples lecturas, tantas como sujetos se adentren en ella. Muchas veces, indica Umberto Eco (1992), la interpretación de un texto trata de explicar cómo las palabras pueden hacer distintas cosas dependiendo de cómo se las lee (Eco 24), aunque paradójicamente nunca haya una interpretación definitiva (Eco 32).

8 1.4 Disposición de la investigación En el aparatado II, “Harry Potter, introducción a su comunidad imaginada”, se explicará en detalle la constitución de la sociedad mágica y sus relaciones internas y externas con el mundo no mágico. En tanto leeremos a través de la literatura determinados elementos de la no-ficción, partiremos de una revisión de los antecedentes académicos que validan nuestra posición, Luego, realizaremos la circunscripción de la saga a su género específico, denominado “fantástico de intrusión”, y haremos un suscinto punteo de la cosmovisión o “estructura de sentir” que el texto vehiculiza. Ya en el análisis literario, se analizarán las fracturas dentro de la comunidad mágica, producto de diferentes concepciones acerca de quiénes son “seres mágicos” con pleno estatuto y quiénes no. Veremos que la sociedad del mundo creado por Rowling diferencia, en principio, a los magos y brujas de los Muggles, relación que se torna desigual. Luego, la comunidad mágica se fragmenta respecto de los magos mismos según su “tipo” de sangre: puros, mestizos, descendientes de Muggles o Squibs, últimos dentro de la escala por no ser capaces de desarrollar su poder. Otra línea de corte se verá entre los magos “humanos” y los “semi-humanos”, quienes sufren discriminación en el mundo mágico (los gigantes y los hombres lobo). Por último, focalizaremos en otros seres mágicos (elfos, , centauros) subyugados por los magos. Este capítulo resulta crucial para quienes no sean lectores habituales de la saga porque permite visualizar cuál es la dinámica social que plantea la comunidad creada por Rowling, cuáles son sus fracturas y sus puntos de convergencia con el mundo no ficticio. En el tercer apartado definiremos las acepciones de “sangre” que retomaremos en esta tesina. Profundizaremos en la acepción biológica del concepto y sus asociaciones derivadas en la antropología cultural y en el derecho5: herencia (en ambos sentidos, genética y material); ideas de “raza” –ya obsoletas, pero que aquí nos serán de utilidad por representar a ciertos sectores de la comunidad que abogan por esta concepción–; linajes, “casas” y lazos de sangre; familias por adopción y grupos de pertenencia; determinismo biológico frente a la posibilidad del libre albedrío. Expondremos los árboles genealógicos de las familias nucleares, y veremos cómo son “recortados” de acuerdo con las uniones matrimoniales y con la descendencia obtenidas. A su vez, expondremos como subhipótesis un posible vínculo “fraternal” entre Harry Potter y Lord Voldemort, que será medular para analizar el sentido global de la saga.

5 Esta decisión responde a que encontraremos permanentes cruces entre las acepciones biológica, cultural y antropológica de “sangre” y de “familia”, lo que dificulta su separación.

9 En el mismo capítulo, analizaremos el poder de la sangre desde una perspectiva antropológica y cultural. Desde tiempos inmemoriales la sangre ha sido asociada a diferentes rituales y conjuros mediante, por ejemplo, la toma de sangre del enemigo vencido. Destacaremos tres momentos cruciales que retoman este valor: el sacrificio de Lily, la toma de sangre de unicornio por parte de Voldemort en SS, así como la reconstrucción de su cuerpo mediante la apropiación de la sangre de Harry en GF. El cuarto apartado aunará los diferentes sentidos que fuimos desarrollando sobre el tópico analizado en los capítulos previos y profundizará en el estudio de las ideologías de la pureza de sangre. Haremos un breve recorrido por la historia de las ideas puristas y eugenésicas que surgen en la Inglaterra victoriana, así como su vinculación con ideologías fascistas posteriores6. A partir de allí, indagaremos en ciertos ecos de la II Guerra Mundial que creemos posible identificar en las Primera y Segunda Guerras Mágicas, en los paralelos que podemos establecer entre el mundo ficcional y no ficcional, así como en diferentes aspectos de la dictadura de Voldemort que se hacen eco de sucesos específicos de la propaganda y medidas llevadas a cabo por el nazismo. Por último, analizaremos sucintamente qué resultados hemos podido inferir de cada capítulo y los sistematizaremos en las “conclusiones”, apartado final de esta investigación.

1.5 Consideraciones acerca de las fuentes primarias utilizadas

Para el desarrollo de esta tesina nos atendremos principalmente a los textos de J.K. Rowling, y no a las versiones fílmicas adaptadas por Warner Bros, a las cuales haremos referencia sólo excepcionalmente. Esta decisión se basa en que las películas del mundo de HP realizan recortes y omisiones fundamentales para la cuestión que aquí nos atañe: por ejemplo, en HBP de David Yates se suprime completamente el capítulo X del libro de Rowling, “The house of Gaunt”, relevante para nuestro análisis. Podríamos enumerar otros episodios de importancia para nuestro trabajo y que fueron suprimidos en las películas: la primera batalla de Hogwarts en HBP; la tortura hacia los Muggles en el Mundial de Quidditch, en GF; la significación de la Fuente de la Hermandad Mágica en OP; la plataforma de derechos élficos impulsada por Hermione y sostenida a lo largo de los últimos tres libros, lo que la hace agente de un cambio político; entre otros.

6 Estas vinculaciones no pueden ser tomadas a la ligera, y por eso se hará hincapié en determinados reparos y consideraciones teóricas entre una y otra línea de pensamiento.

10 Diremos que, en líneas generales, las versiones cinematográficas –aún cuando fueron supervisadas por la autora–, minimizan algunas de las cuestiones políticas e ideológicas en las que nosotros vamos a hacer hincapié: las estratificaciones en la sociedad y sus implicancias, la lucha de los elfos domésticos, la opresión de ciertos colectivos, las huidas y desapariciones durante la dictadura de Voldemort. Adherimos en este aspecto a la argumentación de Luis Gómez Romero: Un repaso de aquellos aspectos políticos omitidos o silenciados en las seis películas que –hasta el momento- mimetizan los episodios de la saga potteriana confirmará su implacable disneyficación a manos de la industria cultural. (…) Newells y Kloves optaron por excluir del film todos y cada uno de los elementos críticos presentes en el libro (…); la petulante arbitrariedad con que los magos y las magas conducen sus relaciones con el resto del mundo desaparece casi por completo… (Gómez Romero 473) Somos conscientes de que la transposición de libro a película implica el uso de lenguajes distintos, de un tiempo de atención por parte del lector / espectador también diferentes, y de la decodificación de códigos audiovisuales en el caso de la película que no se aplica a la saga literaria. De esta forma, no se espera que las adaptaciones fílmicas sean iguales a los libros, ni que traten de emularlos en la totalidad de sus capítulos. Sin embargo, dado que los aspectos que los respectivos directores priorizaron destacar7 no son los que resultan relevantes para nuestro análisis, hemos optado por adoptar los siguientes criterios: basarnos primordialmente en los textos de J.K. Rowling, en su idioma original para así no perder los matices propios de su lengua8; utilizar también como fuente primaria los escritos de la página www.pottermore.com, sitio oficial de J. K. Rowling en materia de la saga, en la que la autora incluye material propio acerca del universo HP y continúa algunas líneas argumentales que por motivos editoriales debieron ser excluidos de los textos publicados; señalar aspectos de las películas sólo excepcionalmente, en los casos en los que se amerite indicar alguna diferencia sustancial con el texto o porque la escena en cuestión constituya un aporte para la investigación; e incluir tres libros que amplían el universo creado por Rowling como fuentes subsidiarias: Fantastic Beasts and where to find them, The tales of Beedle the Bard, y Harry Potter and the Cursed Child.

7 Las películas realzan ciertos aspectos que nosotros consideramos secundarios a la lectura de la saga que pretendemos realizar (como las aventuras del héroe, las intrigas amorosas, la espectacularidad de algunas batallas o los partidos de Quidditch). 8 En todas las citas de este trabajo mantendremos este criterio: citar los textos en su idioma original, ya sea español o inglés, para evitar tergiversar su sentido.

11 II. “Harry Potter”, introducción a su comunidad imaginada Dada la visibilidad que el “fenómeno Harry Potter” cobró a lo largo de los años, la incidencia que la cosmovisión británica logró a través de la difusión de la saga en lugares alejados espacial y culturalmente de ella (como es el caso de Argentina, uno entre muchos), los estudios críticos-teóricos que ha suscitado en los últimos años desde diversos enfoques, y nuestro interés particular en esta heptarquía de la literatura juvenil inglesa, esperamos abordar su estudio desde el particular tópico explicitado en el título: la problematización del poder de la sangre en esta comunidad imaginada. Para ello, partiremos de ciertas consideraciones teóricas y contextuales, e identificaremos el emplazamiento de este mundo mágico y el subgénero literario dentro del cual podemos incluir la saga, lo que nos habilitará a considerar la trasposición del mundo “no ficcional” al ficticio creado por Rowling.

II. 1 Contexto de producción y consideraciones teóricas 2.1.1 Antecedentes en investigación académica La saga Harry Potter se tornó mundialmente conocida desde la publicación de su primer tomo, ya fuera a través de la circulación de sus múltiples traducciones y ediciones impresas, a través de los libros digitales o de las adaptaciones fílmicas que Warner Brothers realizó a lo largo de una década. La saga, creada por la autora inglesa Joanne K. Rowling entre los años 1995 y 2007, dejó un saldo de ventas que superó todos los récords registrados hasta el momento (más de 450.000.000 de ejemplares en todo el mundo), mientras su autora se hacía mundialmente famosa y acreedora de importantes galardones literarios, tales como el Premio Literario Hans Christian Andersen (2010) o el Premio James Joyce (2008), concedido por la Universidad de Dublin. Numerosos trabajos académicos y artículos críticos testimonian la creciente aceptación y significación del “fenómeno Potter”, que en principio fue inscripto por los medios como “literatura de masas” o bestsellers. Actualmente contamos con múltiples publicaciones recopiladas en libros y actas de congresos9, a algunas de las cuales nos referiremos en el desarrollo de este trabajo: The Ivory Tower and Harry Potter. Perspectives on a literary phenomenon (2002); Phoenix Rising: Collected Papers on Harry Potter (2008); Critical Perspectives on Harry Potter (2009); Reading Harry

9 Para una revisión completa de los artículos críticos publicados en Actas, revistas digitales y libros consultar la bibliografía al final de la tesina.

12 Potter (2003); y Reading Harry Potter Again. New Critical Essays (2009). Estas antologías de artículos críticos abordan estudios de la saga desde disciplinas dispares: teoría literaria, de género, de colonialismo; lecturas desde el psicoanálisis, la sociología o la antropología cultural. De entre ellos, destacaremos dos artículos de Gallardo y Smith que analizan la vida del protagonista desde una perspectiva de género en los artículos críticos “Cinderfella: J.K. Rowling’s Wily Web of Gender” y su continuación, “Happily Ever After: Harry Potter and the Quest for the Domestic”. Los autores piensan a Harry como una Cenicienta moderna, pasivo en el hogar de los Dursley, pero activo en el mundo exterior. Ambos artículos plantean que las construcciones estereotipadas de lo femenino / masculino son desafíadas en la saga en formas significativas. En nuestro idioma, podríamos destacar tesinas como Traducción Literaria e Industria Cultural. Condiciones de circulación de la serie Harry Potter en la Argentina (2005), de María Ana Lacquanti y Florencia Mangiapane, que hace foco en los problemas de traducción y circulación de la saga en nuestro país; una tesis de doctorado argentina, Las voces de los clásicos en Harry Potter (2011) de Karina Bonifatti, docente de la UBA, quien analiza los personajes y motivos de HP según se puedan vincular con la mitología griega clásica; o Fantasía, distopía y justicia. La saga de Harry Potter como instrumento para la enseñanza de los derechos humanos del doctor español Luis Gómez Romero, galardonada en los Premios Injuve a Tesis Doctorales 2010. Esta última redefine el término “distopía” y vincula los textos de Rowling a esta tradición literaria, haciendo especial énfasis en sus elementos políticos, en la particular concepción de la justicia en el mundo mágico y en las arbitrariedades de las leyes en esta comunidad imaginada. Entre las publicaciones escritas en inglés, señalamos las dos más interesantes para el presente trabajo: Hoax, Parody and Conservatism In Harry Potter (2002) de Peter Dudink, de la Universidad de Waterloo; y Harry Potter and the Theory of Things (2012) de Erica Lange, Universidad de Bucknell. En el primer ensayo, Dudink analiza la ideología implícita en el mundo creado por Rowling y concluye que la saga toma elementos de la realidad o del imaginario colectivo, así como del sistema de valores de su autora, y los “transforma” mediante una apropiación en su propia invención literaria. Erica Lange, por su parte, analiza pormenorizadamente la relación de los personajes potterianos con los objetos, las disoluciones entre sujeto/objeto operadas entre Voldemort y sus ‘horcruxes’, y la cuestión de la legalidad y los elementos simbólicos en la herencia de objetos valiosos en las diferentes familias de la saga.

13 2.1.2. Circunscripción del texto a su género Ciertos textos como Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carroll, Las crónicas de de C. S. Lewis o La historia interminable de Michael Ende plantean la existencia de un mundo-otro, que se conecta al nuestro a través de algún tipo de puerta (la guarida del conejo, el espejo, el armario, un libro, etc). Otros autores de literatura fantástica se han decantado por la creación de mundos paralelos, con su propia cosmovisión y reglas, que no pertencen a nuestro mundo. Tres ejemplos muy evidentes resultan la creación de la Tierra Media (por J. R. R. Tolkien), Terramar (de Ursula LeGuin) o Los Siete Reinos (de la saga Juego de Tronos, de Goerge R. Martin). De acuerdo con Farah Mendlesohn, cada forma de ingreso al mundo mágico implica a su vez la entrada a diferentes aproximaciones a lo fantástico. En Rhetorics of (2008), la autora define cuatro tipos básicos para el género, que citamos en su idioma original: ‘the portal-quest’, ‘the immersive’, ‘the liminal’ y ‘the intrusion’ fantastic. En la primera categoría, el fantástico portal, el protagonista accede a un mundo fantástico a través de algún tipo de umbral, tal como mencionamos en el caso de Las crónicas de Narnia o como sucede en Alicia. Lo fantástico se encuentra sólo “del otro lado” del portal, y la magia no puede atravesarlo –aunque sí los personajes-. Este modo de entrada de/a lo fantástico implica la transgresión de un límite, transición y negociación (p. XIX). En el segundo caso, el fantástico inmersivo, el protagonista es parte de ese mundo, que tiene sus propias reglas y leyes; no sólo somos “invitados” a incursionar en él, sino a una serie de asumpciones y reglas que le son propias. Podría homologarse al maravilloso puro planteado por Tveztzan Todorov en Introducción a la literatura fantástica (1970)10, en los ejemplos de la Tierra Media o del mundo creado por Frank Herbert en Dune. En el del fantástico liminal, “magic might be or might not be happening” (James and Mendlesohn 2); en este caso, los elementos disruptivos no son percibidos como “fantásticos” en la acepción todoroviana del término, con incertidumbre y extrañeza, sino que apenas causan sorpresa y los protagonistas –así como el lector– los toman con naturalidad11. Lo mágico, o la posibilidad de la magia, se

10 A diferencia del maravilloso todoroviano, la autora indica que este tipo de entrada a lo fantástico no necesariamente implica la presencia de magia; puede asociarse, también, a los mundos de la ciencia ficción (p. XXI). 11 Para esta problemática, y desde nuestro contexto de producción, podríamos confrontar el “fantástico liminal” con la estética conocida como “realismo mágico”, popularizada de la mano de los escritores latinoamericanos del boom de los años ’60 y ’70. Si bien el término se torna también problemático, podemos al menos señalar algunas características que ambas categorías comparten: la creación de una realidad en la que suceden hechos que escapan a las leyes de

14 resuelven como una parte concensuada de la realidad, ya que se nos da a entender que así es nuestro mundo (Mendlesohn XXIII) Podríamos incluir dentro de esta categoría a Mary Poppins de Pamela L. Travers, o The serial garden de Joan Aiken. El último caso identificado por la autora, y el que aquí más nos interesa, es el denominado “fantástico de intrusión”: en éste, “the fantastic breaks into the primary world (which might or might be not our world)” (James and Mendlesohn 2). Aunque la definición puede ser tildada de excesivamente laxa, consideramos que es la que mejor se ajusta al mundo de Harry Potter y a la apertura que propicia, al considerar que el entorno de los Muggles (seres humanos no mágicos) “puede o no ser nuestro mundo”, y al poner como condición específica que lo fantástico sea ‘intrusivo’ al mundo primario. Si consideramos esta clasificación, con Mendhlesohn, como forma de pensar la aproximación al fantástico y al mundo que éste presenta, la categoría señalada nos permite conceptualizar el tipo de universo creado por J. K. Rowling. Al inicio de cada libro, cuando Harry vuelve con su familia, la entrada de lo fantástico genera horror o sorpresa en los Muggles e incluso en nuestro protagonista, criado como tal. Sin embargo, también está ese ‘Mundo Otro’ con sus propias reglas, que está representado metonímicamente por Hogwarts pero que en realidad sobrepasa sus fronteras. Por tanto, los hechos de uno y otro mundo desbordan sus límites, y precisamente esto es posible porque no hay demarcaciones claras, así como tampoco su género lo es (podríamos postular, por lo indicado, que oscila entre el fantástico de intrusión y el inmersivo). Ambos espacios, el mágico y el Muggle, no se encuentran sólo delimitados por fronteras o muros físicos (como podrían ser los del castillo de Hogwarts o la pared para atrevesar la plataforma 9 ¾), sino que incorporan diferencias más sutiles, como hechizos o efectos visuales: por ejemplo, en GF Hermione le explica a Harry que si algún Muggle por casualidad encontrara el emplazamiento de Hogwarts, sólo vería un castillo en ruinas con un letrero que indique su peligro de derrumbe. Además, el espacio en el mundo mágico no funciona cartesianamente, y es así que en DH, en un pequeño bolso Hermione puede llevar consigo un sinfín de libros, ropa, pociones y artículos mágicos en medio del centro de Londres. Hay espacios incluso compartidos por Muggles y magos dentro de la ciudad o de las afueras de Inglaterra: el Ministerio de Magia se emplaza bajo la línea de subterráneos de Londres; el callejón Diagon, un bar oculto “a nuestro mundo que, sin embargo, son tomados con total naturalidad por los personajes y por el lector (la ascensión de Remedios, la bella, en Cien años de soledad es un claro ejemplo). No son recibidos con terror o incertidumbre, sino que se vinculan al orden de lo cotidiano y, paradójicamente, de lo milagroso, cubiertos por un aura de fascinación.

15 plena vista” de los Muggles, se halla en el centro londinense (al igual que el Hospital San Mungo). J. K. Rowling, entonces, creó un mundo mágico inmerso en su propia cultura (la británica) pero que amplía y desdibuja sus fronteras. Ante la repetida tradición literaria que ve al mundo mágico como paralelo al no-mágico o real, como una proyección o un reflejo del mismo, consideramos por lo ya expuesto que en este caso ambos mundos están en interacción, el mágico inmerso en el real; incluso podríamos decir que se encuentran fusionados. Éste es también el parecer expresado en Espacios y tiempos de lo fantástico. Una aproximación desde el siglo XXI, donde se postula que: …el mundo “mágico” resulta el anverso casi idéntico del real y éste, a su vez, deja de ser un modelo del otro, ya que ambos comparten un rasgo dominante de indefinición que desvela una esencia fantástica común (…). Al mundo mágico se accede a través de una “ventana” que coloca actantes y receptores en una dimensión yuxtapuesta a la real, sin ninguna alteración de los ejes espacio/temporales que, tradicionalmente, la entrada al otro mundo implica. Rowling subvierte la función simbólica tradicional de ese acceso (que es en realidad una puerta inexistente o más bien invisible). (…) Una vez en la otra dimensión, se adquiere inmediata conciencia de que esa “puerta”, más que limitar, separar y diferenciar ambos mundos acaba sobreponiéndolos, y se transforma no en el lugar de paso hacia, sino en el lugar de unión entre ambos. (Conde Muñoz 229) La fusión de ambos universos se hace evidente también en las relaciones sociales entre uno y otro: algunos Muggles que tienen familiares magos saben que esta “otra comunidad” está inmersa entre “los suyos”, a pesar de todos los Estatutos sobre el secreto pueda decretar el Ministerio de Magia.

2.1.3 Breves consideraciones sobre su contexto de producción Este punto de partida sobre la forma de vinculación entre ambos mundos, el Muggle y el mágico, es necesario para comprender cómo la cosmovisión que se desprende de la saga HP está inmersa por extensión en la de su autora, y por tanto ciertos elementos de la comunidad mágica y no mágica pueden relacionarse con la historia de Gran Bretaña y con lo que Raymond Williams llamaría “estructura de sentir”. Si bien el concepto williamsiano de ‘structure of feeling’ ha fluctuado a lo largo de su obra, en Marxismo y literatura (1977) hace una analogía que puede aproximarnos a su comprensión: compara la estructura de sentimiento con “experiencias sociales en solución, a diferencia de otras formaciones semánticas sociales que han sido precipita- das y resultan más evidentes y más inmediatamente aprovechables” (Williams 1980, 133). Es decir, el artista trata de captar en sus obras determinados elementos de la vida

16 social que se encuentran en estado emergente, que no han decantado. Estos elementos – parte de toda obra– serán los que a su vez estén en boga en la sociedad productora: Una obra importante es siempre, en un sentido irreductible, individual; al mismo tiempo, las obras de arte forman auténticas comunidades, de género, de época y de estilo […]. El dramaturgo individual produce tal obra, pero, sin embargo, eso que ha producido es parte de eso que nosotros podemos saber más generalmente sobre una época o un estilo. Es a fin de explorar esta relación esencial por lo que utilizo el término ‘estructura de sentimiento’. (Williams 1973, 8-9) La pretensión de agotar las problemáticas en cuestión se consideran exhaustivas al fin de este trabajo. Sin embargo, para nuestra aproximación –mediante un muy breve racconto de algunos episodios clave de las islas británicas–, podríamos distinguir ciertos sucesos que harían a sus habitantes acreedores de un cierto sentido de “superioridad” frente a los ‘Otros’ –lo cual se dejará entrever en el análisis puntual de la saga–: las sucesivas invasiones que sufrieron a lo largo de los siglos (romanas, sajonas, normandas, vikingas) justificarían, para sus habitantes, la necesidad de proteger y aislar su comunidad y de diferenciarse de sus invasores, mientras a la vez incorporaban progresivamente algunas de sus costumbres, como sucede en todo proceso de transculturación –un claro ejemplo está en la evolución de su idioma-. Por otra parte, las repetidas guerras del Reino Unido entre sus países integrantes o contra otros estados europeos –hayan ocurrido por poder, tierras o riquezas–, nos hablan de una sociedad dominante y con cierta idea de “predominio” sobre los demás, con derecho a gobernar. Otro aspecto a considerar son los problemas de sucesión al trono por cuestiones de linaje (como fueron los casos de Edward VII, Elizabeth I o su hermana Mary I, entre muchos otros), ya que esta cuestión dividió en repetidas ocasiones a su monarquía y desembocó en la sucesión de diferentes dinastías que fueron configurando la posición de Gran Bretaña en el mundo. Tampoco podemos eludir la colonización masiva de la cual Gran Bretaña fue protagonista al conquistar parte de las Américas, Sudáfrica e India (entre otros), con la subsiguiente pérdida de sus colonias durante el reinado de George III. Para finalizar esta muy breve recapitulación, la participación puntual de Gran Bretaña en la definición de la I Guerra Mundial, y su decisivo aporte con los Aliados durante la II Guerra Mundial, así como la enorme contribución de sus ciudadanos para vencer el nazismo, constituyen hitos por los cuales los británicos sienten un especial orgullo y son, en parte, motivos que impulsaron la sanción de condiciones diferenciadas para su entrada a la Unión Europea, hechos que repercuten aún al día de hoy.

17 Estos tópicos fueron enunciados aquí como subsidiarios a nuestra principal preocupación teórica. No podemos menos que esbozarlos si pensamos que los textos literarios son –como se ha explicado a partir del concepto de Raymond Williams– parte de una determinada sociedad y contexto histórico, cuyos elementos se encuentran presentes en la cosmovisión de su autora y en la “estructura de sentir” que vehiculiza.

2.2 Análisis literario 2.2.1 Dos comunidades diferenciadas: magos vs. Muggles Una primera aproximación a la sociedad configurada por Rowling muestra una fuerte dicotomía entre magos y Muggles. El tema, extensamente estudiado, puede resumirse en el postulado de Elaine Ostry de su artículo “Accepting Mudbloods: The ambivalent Social vision of J. K. Rowling’s Tales”, que permite ilustrar cómo el mundo mágico se configura a partir de la “diferencia” respecto de otros grupos sociales: The battle between multiculturalism and racism provides the framework for the series; it is the modern liberal version of the fairy-tale battle between good and evil. Race lies at the root of the two major conflicts in the series; tensions between Muggle-born and pure-blood wizards, and between human wizards and nonhuman magical creatures. (Ostry 92) Vamos a señalar primeramente la posición de los magos respecto de los Muggles: percibimos una tensión en la sociedad mágica que nace del miedo ancestral de los magos de ser descubiertos. El descontento entre ambos, sin embargo, no se agota en el miedo, sino que se alimenta de mutua desconfianza y de las profundas diferencias entre una y otra comunidad. Mientras unos pocos magos abogan por la necesidad de defender y apreciar a los Muggles en su propia naturaleza, las actitudes que generalmente percibimos son negativas, y recorren todo un espectro que va desde la condescendencia hasta una declarada “Muggle-fobia”. Es interesante señalar a su vez que quienes aprecian o respetan a los Muggles suelen ser marcados como “inferiores”. Voldemort, el enemigo de Harry Potter, es un mago que cree en la pureza de sangre por sobre todas las cosas12, aunque él mismo sea un half-blood13: según él, sólo

12 Es significativo que la propia ascendencia de Voldemort indica que es un half-blood, igual que Harry. Sin embargo, al ser descendiente de una bruja de poderoso linaje (los Gaunt, que descienden de Salazar Slytherin, uno de los fundadores de Hogwarts), él “omite” o silencia su linaje Muggle amparándose en la supuesta supremacía de su sangre mágica. 13 Decidimos dejar los términos en su idioma original porque consideramos que la traducción efectuada por Salamandra no capta el sentido buscado, además de no responder a un criterio unificado a lo largo de toda la saga (al traducir a veces como “mestizos”, otras como “hijos de muggles” o “sangre impura”); creemos que en la traducción se pierde la idea de la mitad del

18 los magos de sangre pura deberían gobernar y controlar a la comunidad mágica (y por extensión, también la sociedad no-mágica). Durante su dictadura, los half-blood son poco tolerados, y se ven obligados a recrear un linaje “puro” para insertarse en el sistema; los Mudblood14, por su parte, deben exiliarse si quieren sobrevivir. La sangre siempre aparece asociada al poder, a quién tiene el derecho a gobernar, a decidir y a integrar o excluir a otros miembros de la comunidad. Coincidimos con Hijazi cuando indica que las tensiones raciales aparecen como (des)colocadas en la cuestión de la pureza de sangre, por lo que el discurso de la pureza se convierte en la gramática regulatoria a partir de la cual tanto los espacios como las relaciones están organizadas en el Mundo Mágico (Hijazi 101). Ampliemos estos puntos analizando a personajes defensores de los Muggles: la familia Weasley –llamados blood-traitors por los magos de linaje puro– y Dumbledore (un mago de sangre pura, detractor de la concepción purista de la sangre). Arthur, el padre de la familia Weasley, no tiene status ni riqueza en la comunidad mágica a pesar de su condición de sangre pura. Al hacer pública su fascinación por la cultura Muggle no sólo es marginado por los otros magos, sino incluso ridiculizado por su entorno e imposibilitado de ascender de puesto laboral. En su trabajo debe socorrer permanentemente a Muggles que son objeto de las “bromas”15 de los magos, que se muestran como inocentes o inofensivas. En tanto las burlas implican un abuso de poder sobre el Otro, constituyen una clara forma de violencia de unos hacia otros. Tanto Arthur como su esposa Molly aceptan e integran a los half-blood (como Harry), los Mudblood (Hermione), hombres lobo (Lupin) y semi-gigantes (Hagrid) a su círculo social. Sin embargo, hay ciertos prejuicios de la comunidad mágica que ellos reproducen, aún de manera no consciente. En OP, Molly se altera al saber que hay un hombre lobo en el mismo piso en el que está internado su marido, y confiesa que desea su traslado de piso “para la seguridad de todos”. También Ron reacciona negativamente ante las declaraciones de la verdadera identidad de Lupin y de la naturaleza de “gigante” linaje descendiente de muggles, y la otra mitad de magos, sino que se hace énfasis en el aspecto peyorativo del término. 14 En este caso también decidimos dejar el término en su idioma original por la problemática que plantea. La traducción de Salamandra optó por “sangre sucia” o por “sangre impura”. 15 Un ejemplo más exacerbado lo constituye lo ocurrido en el campeonato mundial de Quidditch. Cuando los mortífagos empiezan a “divertirse” a costa de la familia Muggle que les alquiló el predio, son seguidos por una multitud de otros magos que no son secuaces de Voldemort, pero que festejan la “broma” en sus inicios. Para ver un análisis detallado de esta escena consultar el artículo de Westman “Specters of Thatcherism. Contemporary British Culture in J. K. Rowling Harry Potter Series”, citado en la bibliografía.

19 que lleva en sus venas Hagrid (Westman 323). Los Weasley, como actantes benefactores y ayudantes de Harry, tienen una connotación positiva en la saga. Funcionan como una familia “adoptiva” para Harry y además se muestran como “traidores a la sangre”; es decir, no siguen el rígido protocolo y las valoraciones que las familias de sangre pura “deberían tener” de acuerdo con su status. Por eso nos centramos en ella, para mostrar cómo incluso estos personajes ponen de manifiesto los estereotipos vigentes en la sociedad mágica16, precisamente porque estos circulan en el mundo del cual forman parte. En miembros de la comunidad pertenecientes a posiciones jerárquicas, podríamos señalar dos ejemplos de lo analizado: la profesora Burbage y el Ministro de Magia Cornelius Fudge. En DH, la primera escribió un artículo en el diario oficialista de la comunidad en defensa de los Mudblood. Voldemort comunica la noticia a sus mortífagos en el primer capítulo del texto mencionado, bajo el sugerente título de “The Dark Lord Ascending”: “Wizards, she says, must accept these thieves of their knowledge and magic. The dwindling of the pureblood is, says Professor Burbage, a most desirable circumstance… She would have us all mate with Muggles… or, no doubt, werewolves…” (DH 12). Como vemos, para los magos más intransigentes la condición de Muggles se puede asimilar a la de hombres lobo (seres animalizados). A la vez, sabemos por Hermione Granger, la mejor amiga de Harry, que la profesora imparte una de las materias optativas menos elegida por los aprendices, Estudios Muggles: a los magos no les interesa saber sobre esta comunidad, les parecen sumamente excéntricos o aburridos porque no tienen magia; no pertenecen a su propio mundo. Antes de la dictadura de Voldemort en D, el Ministerio estaba a cargo de Fudge, un diplomático que si bien no era abiertamente partidario de la sangre-pura, sí era suficientemente conservador para que se lo relacionara con una postura “tradicional” a la que la mayoría de la comunidad mágica pudiera adscribir. Es por ello que Dumbledore le sugiere, ante la vuelta de Voldemort en GF, que advierta a la comunidad mágica prescindiendo de este prejuicio: You place too much importance, and you always have done, on the so-called purity of blood! You fail to recognize that it matters not what someone is born, but what they grow to be! (…) Fail to act — and history will remember

16 Para ampliar, ver el artículo de Yolanda Carroll “Muggling through: Muggle-borns and half- bloods, and their place in the Wizarding World”, citado en la bibliografía. Lo mismo sucede con Minerva McGonagall y Hagrid, ambos personajes “positivos”: los dos lamentan que Harry tenga que criarse entre Muggles; a priori no los creen capaces ni lo suficientemente buenos para él, y se refieren a ellos despectivamente.

20 you as the man who stepped aside and allowed Voldemort a second chance to destroy the world we have tried to rebuild! (GF 708). El caso de Dumbledore se torna, sin duda, ambivalente en la saga: por un lado se presenta a la comunidad mágica como “the champion of commoners17, of Mudbloods and Muggles” (GF 562), pero en su juventud quiso abusar del poder que confiere la magia junto con su entonces amigo Gellert Grindewald: ellos buscaban determinar lo que consideraban beneficioso para los demás, priorizando la sangre mágica como vehículo para gobernar el mundo Muggle, por “el bien mayor”. Su experiencia y sabiduría lo llevaron finalmente a luchar contra Grindewald y a dirigir Hogwarts18 con una política de pluralidad y no-exclusión; sin embargo, pudimos ver, a partir de su historia personal, que esas ideas también fueron parte de su ideología tempranamente. Debemos considerar el otro polo de la cuestión en la dicotomía magos – Muggles: los segundos no quieren ni aceptan tampoco a los magos; prefieren incluso no creer en la existencia de magia. Arthur Weasley, Hagrid y el conductor del Autobús Noctámbulo coinciden en que los Muggles no oyen ni ven nada, y buscarían cualquier excusa para negar que existe magia antes que admitir, por ejemplo, que sus llaves realmente se achican y cambian de lugar (otra “broma” frecuente hacia ellos). Un ejemplo más serio es el de la locura provocada a Ariana Dumbledore por tres vecinos Muggles que, ante el miedo que les provocaba por ser “diferente”, le hicieron perder la cordura. El paradigma del rechazo hacia la magia dentro de la saga es, lógicamente, la familia Dursley. Desde los primeros libros sabemos de su terror hacia “la palabra que empieza con M”, así como de cualquier evento extraño o mínimamente desviado de las normas. Sus encuentros con magos siempre fueron negativos: cuando conoció a Hagrid,

17 Como sabemos, esta referencia tiene connotaciones políticas marcadas, que pueden ser analizadas a partir de los artículos de Carroll “Muggling through Muggles” (pp. 360-363), y Westman “Specters of Thatcherism” (314): “Further, the adjective frequently used by those who uphold Voldemort’s ideology of difference is the word ‘common’, a word with strong class connotations in British Culture. The choice of adjective indicates the role class plays within this old wizarding concern for ‘purity’: since claims of ‘pure blood’ are illusory in a wizarding culture that has married Muggles to survive, class difference stands in for a whole set of ideological beliefs based on difference”. 18 Hogwarts de por sí puede considerarse sinécdoque de la comunidad mágica en su totalidad. Y si bien fomenta la igualdad y la pluralidad, los estudiantes son divididos en Casas con diferentes ideologías y valores desde su ingreso al Colegio. La fundación misma del colegio refleja esta tensión entre la aceptación de “todos” o la “diferenciación” de aquellos que tienen el derecho a instruirse y a ser parte de la comunidad mágica, a partir de la segregación propiciada por uno de los cuatro fundadores, Salazar Slytherin. Él se negaba a instruir –y si por él fuera, a aceptar- a alumnos cuyo linaje no fuera “puro”; sin embargo, el resto de los fundadores también elegían a su estudiantado según las “dotes” que consideran más valiosas: la valentía en caso de los Gryffindor, la inteligencia en los Ravenclaw y el altruismo en Hufflepuff.

21 el primo de Harry terminó con una cola de cerdo, y en la visita de los Weasley en CS, los Dursley acabaron con media sala de estar destrozada. Sin embargo, su miedo parecería responder a un instinto más primordial. Cuando Harry se entera de su verdadera identidad, Petunia le espeta respecto de su hermana que ella sabía que él sería “just as strange, just as… as… abnormal [as she was]” (SS 53). Lo “diferente”, lo que se aparte de la “normalidad” se torna reprochable. Los Muggles desprecian a los magos y están igual de deseosos que ellos de mantener sus comunidades separadas. El hermetismo que propicia el Estatuto para el Secreto de la Comunidad Mágica pretende preservar a los magos de los Muggles, con quienes toman una política proteccionista en lo oficial19 pero que en definitiva identifican con un “Otro”. La excepción a esta norma, como postula Hijazi, está en un borde: “is the one enacted through desire, sexuality, intermarriage and reproduction” (Hijazi 102). La preservación de la sangre mágica necesita de la variedad genética que aportan los Muggles. Así lo señala Ron, intuitivamente, al dialogar con Harry: “Most wizards these days are half-blood anyway. If we hadn’t married Muggles we’d’ve died out” (CS 116). Un último ejemplo de las relaciones entre magos y Muggles se evidencia con la visita de la tía Marge a Privet Drive, en una escena cuya funcionalidad es principalmente cómica. Sin embargo, al leer las críticas que Marge dirige a Harry respecto a su carácter como un correlato de su “sangre sucia” –en este caso, asimilada a la inferioridad de clase social presumida en sus padres-, lo cómico deja de funcionar para mostrar un nuevo prejuicio en relación a diferencias de clases y, por extensión, al mundo de lo mágico, ya que los lectores sabemos que efectivamente la sangre de Harry es diferente… Su tía Marge lo increpa en términos de pedigree para demostrar la inferioridad de su linaje: “You see it all the time with the dogs. If there’s something wrong with the bitch, there’ll be something wrong with the pup… All comes down to blood… Bad blood will out” (PA 24, los subrayados son nuestros).

2.2.2 Squibs y Mudbloods Dentro de los grupos tanto de magos como de Muggles existen ciertas “excepciones”. Como ya hemos introducido, cuando en una familia de Muggles surge un miembro con magia éste será designado como “hijo de Muggles” (Muggle-born), o bien con su denominación peyorativa, “sangre sucia” (Mudblood). Por otra parte, su

19 Véase la entrevista entre el Primer Ministro Muggle y el Primer ministro del mundo mágico en el primer capítulo de Harry Potter and the Order of the Phoenix (pp. 1-18).

22 contrapartida son los Squib, hijos de magos que por azares de la genética no poseen poder. En este caso, la comunidad mágica también los mantiene al margen por considerarlos inferiores dentro de su casta. Incluso equiparan la categoría de Squib a la de Muggle, “misma” cosa, humanos sin magia: “It’s very character-building stuff, learning to peel sprouts without magic, makes you appreciate how difficult it is for Muggles and Squibs” (HBP 328). En la saga, estos miembros de la sociedad son marginados; es poco lo que se cuenta de sus vidas o de cómo se integran a la comunidad mágica. Un caso es el de Argus Filch, celador de Hogwarts, que funciona como un ‘comic-relief’ y del que suele destacarse su afición a castigar a los estudiantes. En un episodio de CS, el hombre está tratando de aprender a hacer magia con un curso de “Embrujo-rapid” (‘Kwikspell’ en el original) que promete enseñarle los contenidos básicos. En el folleto hay testimonios de diferentes squibs que, a modo de publicidad de televenta, refieren sus experiencias indicando que el curso les salvó de las humillaciones familiares o laborales. Otro caso es el de la Sra. Figg, la vecina de Harry en el mundo no-mágico. Ella decide alejarse de su comunidad de origen y vivir como una Muggle más, un destino muy común para los Squibs. Se encarga, por pedido de Dumbledore, de “echarle un ojo” a Harry mientras está con sus tíos, y de esa forma logra servir a la comunidad de magos. Su condición también es puesta en entredicho por el Ministerio de Magia en OP, ya que al ir a declarar como testigo en el juicio a Harry por uso indebido de la magia, el jurado duda de si un Squib es capaz de ver a los Dementores20 (ya que los Muggles no pueden). Por su parte, el término Mudblood se menciona por primera vez en CS, cuando Draco Malfoy dirige este insulto a Hermione. Ron reacciona violentamente, pero luego les explica a ella y a Harry que el verdadero sentido de estas palabras es realmente ofensivo, “It’s a disgusting thing to call someone. Dirty blood, see. Common blood.” (CS 116). Se enfatiza aquí lo “sucio” y “común” de la sangre porque viene, precisamente, de no-magos, a quienes se los vincula con el “barro” –mud-. Elaine Ostry traza una interesante analogía cuando hipotetiza la asociación entre nuestro mundo y el creado por la autora: “Mudblood is, in short, the N-word for the wizarding world. Perhaps Rowling is aware that one of the worst insults leveled against African

20 Los Dementores son seres invisibles a los Muggles, que custodian la prisión de los magos, Azkaban, y que castigan a sus víctimas mermando en ellos toda la alegría o recuerdos felices que pudieran albergar. Cuando la víctima está desahuciada o condenada a muerte, los Dementores la “besan”, extrayendo su alma y dejando su cuerpo como una cáscara inanimada.

23 Americans is ‘mud people’” (Ostry 92). Este hecho, entonces, que amalgama lo biológico con lo ideológico, dará forma a buena parte de la segunda guerra mágica.

Comunidad mágica: magos vs. Otros seres mágicos Otro aspecto desde el cual podríamos continuar el análisis del poder de la sangre en HP radica en la estratificación de la propia comunidad mágica, en la que además de las diferencias entre purebloods, Mudbloods y half-bloods podemos notar la degradación de otros seres mágicos. Podemos visualizar múltiples ejemplos: el maltrato hacia los elfos domésticos, seres poderosos que han sido “adoptados” por los magos para que los “sirvan”; el enfrentamiento entre centauros y magos que deriva de la presunta supremacía de los magos y es fuertemente resistida por ellos; el prejuicio y marginación de la comunidad de magos hacia los gigantes relatada en OP, hecho que será aprovechado por los mortífagos para incluirlos entre sus huestes; la marginación hacia los hombres lobo, excluidos de posibilidades laborales y del apropiado desarrollo en su vida personal, como vemos en el caso del profesor Lupin; las comunidades de acromántulas y otras criaturas mágicas también excluidas del orden social establecido; o las revueltas de duendes, así como la mutua desconfianza histórica entre ellos y los magos. El primer caso en el que nos detendremos es el de los elfos domésticos. Estos seres de contextura pequeña fueron subyugados durante generaciones, al punto de no sentirse a gusto consigo mismos ante cualquier tipo de rebelión contra sus amos, o ante la exigencia de derechos para su propia estirpe. Nos detendremos en tres casos que dejan ver la relación dispar entre los magos y estos seres: Dobby, Winky y Kreacher. El caso más significativo es el de Dobby, quien aparece a partir de CS y se convierte en aliado de Harry hasta su muerte. El elfo doméstico pertenecía a la casa Malfoy, y cuando llega a la vida de Harry se encuentra fuertemente atado a ella. Sin embargo, él es un “elfo rebelde” y se arriesga a salir al encuentro de Harry para advertirle que no debe volver al colegio. La situación que describe Dobby da cuenta de cómo es tratada su especie por los magos, primero al estar “ligado” a una familia de por vida: “Dobby is a house- –bound to serve one house and one family forever…” (CS 14); luego, al no poder utilizar ropa decente porque eso significaría su liberación: “’This, sir?’ said Dobby, plucking at the pillowcase. ‘Tis a mark of the house-elf’s enslavement, sir. Dobby can only be freed if his masters present him with clothes, sir” (CS 177); a su vez, Dobby relata cómo cambió la situación en general de los elfos desde

24 la caída de Voldemort, aunque su situación particular sigue ligada a su esclavitud anterior: “If Harry Potter only knew! If he knew what he means to us, to the lowly, the enslaved, we dregs of the magical world! Dobby remembers how it was (…) We house- elfs were treated like vermin, sir! Of course, Dobby is still treated like that…” (CS 178). A final de CS, Harry utiliza una artimaña para que Lucius Malfoy libere a Dobby. Sin embargo, el tiempo demuestra que la situación para un elfo libre es angustiosa y desesperada, ya que no representa un “valor de cambio” para la sociedad mágica: “But Dobby hasn’t found work, sir, because Dobby wants paying now. But most wizards doesn’t want a house-elf who wants paying, miss. ‘That’s not the point of a house-elf’ they say, and they slammed the door in Dobby’s face!” (GF 378). Winky, junto a Dobby, es una elfina que trabaja en las cocinas de Hogwarts, y que también ha sido liberada por su amo, aunque en este caso como un castigo. Ella se muestra profundamente infeliz, y comparte la conciencia de clase del resto de la sociedad y de los mismos elfos21, al considerar degradante su nueva condición: Freedom is going to Dobby’s head, sir. Ideas above his stations (…) House- is not paid, sir! No, no, no. I says22 to Dobby, I says, go find yourself a nice family and settle down, Dobby. He is getting up to all sort of high jinks, sir, what is unbecoming to a house-elf. You goes racketing around like this, Dobby, I says, and next thing I hear you’s up I front of the Department for the Regulation and Control of Magical Creatures, like some common . (GF 98, los resaltados son nuestros). De la cita precedente podemos destacar, en primer lugar, lo que el status quo dicta en relación a los elfos: sentar cabeza, no exigir pago, conformarse con una “buena” familia. Por otra parte, podemos ver una nueva relación de exclusión hacia un “Otro” colectivo, ahora entre ellos y los duendes “comunes”. En ambos casos, la relación de estos elfos con los magos es dispar, ya que no se consideran dignos de ellos. Winky pierde su salud al ser excluida de la casa de Crouch, su antiguo amo, por un castigo que se le aplica injustamente. Dobby, por el contrario, se

21 Es de notar que incluso los otros elfos consideran aberrantes los pedidos de Dobby y, cuando Hermione baja a las cocinas para hacerles reclamar por sus derechos, la echan amablemente (GF 538-539); más adelante se niegan también a limpiar la sala común porque ella esconde gorros y medias de lana para liberarlos sin su consentimiento. Este nuevo avasallamiento sobre los elfos es visto negativamente por Harry, Ron y sus hermanos, ya que consideran que ellos “son felices así” y que no es la manera de generar una conciencia de clase. Así, el intento de Hermione de generar conciencia política en los demás magos es boicoteado por la inacción de sus dos mejores amigos y por ella misma, que no entiende que no debe liberarlos por la fuerza. 22 Los errores gramaticales están así en el original. Tanto en la dicción de Hagrid como en la de Winky, notamos permanentemente estas incorrecciones, que nos dan cuenta de una situación de exclusión de la norma también desde lo gramatical, en reflejo de su condición social y de clase.

25 termina rebelando contra sus antiguos amos en DH al acudir a la Mansión Malfoy a liberar a sus prisioneros, salvando así la vida de Harry y sus amigos. En la batalla, él arrebata la varita a su antigua ama Bellatrix y se enfrenta con ella, pero muere apuñalado. Ante esta pérdida, Harry decide enterrarlo sin usar magia, con su propio esfuerzo. Griphook, un que también fue rescatado por Dobby, le dice a Harry que le resulta muy “peculiar”, ya que no comprende que un mago pueda manifestar ese respeto por otros seres: “ and elves are not used to the protection or the respect that you have shown this night. Not from wand-carriers” (DH 488). Lo mismo admiraba Dobby de él: apenas se conocieron, Harry lo invita a sentarse para que le contara qué se proponía, y Dobby estalla en lágrimas ante este pedido: “Dobby has never been asked to sit down by a wizard –like an equal” (CS 13). Resulta central señalar, entonces, cómo la relación entre Harry y Dobby se basa en la igualdad y el respeto hacia el otro, a diferencia de lo que está usualmente signado entre magos, elfos y otros seres. Quizá, al haber sido criado por Muggles y haber sido blanco de la exclusión por ser él mismo un “Otro”, Harry se encuentre en una posición más cómoda que otros magos para ponerse en el lugar de estos seres sin voz ni oportunidad para decidir sobre sus vidas. El mismo principio se habrá de aplicar con Kreacher, el elfo doméstico que Harry “hereda” a la muerte de Sirius, su padrino. Si bien le resulta despreciable desde un primer momento, por su manía con la “pureza de sangre” y porque sus artimañas tuvieron parte de la responsabilidad en la muerte de Sirius, Dumbledore le explica: Kreacher is what he has been made by wizards, Harry. He is to be pitied. His existence has been as miserable as your friend Dobby’s. He was forced to do Sirius’s bidding, because Sirius was the last of the family to which he was enslaved. And whatever Krecher’s fault, it must be admitted that Sirius did nothing to make Kreacher’s lot easier –(OP 832). Es así que en DH, Harry finalmente se hace cargo del destino de Kreacher-, y empieza a tratarlo con compasión y amabilidad, hasta ganarse la lealtad del elfo. Sin embargo, como bien postula Giselle Liza Anatol en su artículo “The Replication of Victorian Racial Ideology in Harry Potter”, podemos considerar el final de la saga al menos ambiguo en el siguiente aspecto: en las líneas finales del último libro, Harry sólo desea tirarse en su cama de cuatro postes y se pregunta si Kreacher podría traerle un sándwich allí: “thus, the closing line of the main body of the novel –and the body of the seven book saga –embraces slavery, rather than firmly rejecting it” (Anatol 113)23.

23 También la autora problematiza las palabras de Kingsley Shecklebolt cuando urge a la audiencia de la radio contra la ideología de “los magos primero”, diciendo que “Every human

26 En la saga se presenta otra comunidad frecuentemente excluida: los centauros, seres mitad caballo / mitad humano que se consideran superiores, en intelecto y fuerza, a los magos. El problema es que estos últimos no les conceden derechos, y además los centauros deben vivir en tierras que les son “legadas” por los magos, lo cual no admiten. De acuerdo con la introducción a Animales Fantásticos, la clasificación de los centauros como “seres” o “bestias”24 históricamente ha sido objeto de controversia por parte de los magos, dado que los centauros se reconocen diferentes: “We are an ancient people who will not stand wizard invasions and insults! We do not recognize your laws, we do not acknowledge your superiority…!” (OP 757). A partir de esta formulación, notamos que los centauros se constituyen como enemigos de los magos por cuestiones relacionadas con lo territorial, y los consideran ofensivos en varios de sus actos. Por ejemplo, en OP, ante el despido de la profesora de Adivinación, Dumbledore decide “contratar” a Fierenze, un centauro del Bosque Prohibido. Los demás centauros atacan a Firenze y lo consideran un traidor por enseñarles a los humanos los secretos que el cielo les develaría sólo a ellos. Por su parte, dentro de las clases de Adivinación y a pesar de haber sido excluido por su grupo, se hace evidente que el orgullo y la superioridad de los centauros es propio de su estirpe, ya que Firenze les hace notar a los alumnos que ciertos métodos adivinatorios de los magos no son más que “human nonsense” (OP 603). También en este tomo de la saga se hace evidente su consideración como “inferiores”: por la ley en general, que los engloba como un tipo de criatura “who is deemed to have near-human intelligence” (OP 754); y, por su parte, Dolores Umbridge, una bruja del Ministerio, los considera “Filthy half-breeds! Beasts! Uncontrolled animals!” (OP 755), entre otros improperios. En el caso de Umbridge, particularmente, su desprecio hacia otros seres no se limita a los centauros, sino también a hombres-lobo y semi-gigantes. Es evidente que en los tres casos los considera inferiores por su linaje mezclado, su parte humana diluida por otra animal; de allí su repetido insulto hacia ellos como “half-breed”25. En el artículo “The Replication of Victorian Racial Ideology in Harry Potter”, Giselle Liza

life is worth the same, and worth saving”. La autora cuestiona, con justa razón, que el énfasis está puesto en la palabra ‘human’. ¿Qué pasa con el resto de los seres no mágicos, entonces? 24 Si bien la ley a partir de 1811 estableció que “cualquier criatura que tenga suficiente inteligencia para comprender las leyes de la comunidad mágica y compartir parte de la responsabilidad que implica su formulación” sería considerada un “ser”, los centauros pidieron la exclusión dentro de este grupo y declararon que manejarían sus asuntos. (AF, pp. XVI-XVII) 25 La mezcla o “degradación” de la pureza racial es una “preocupación” que ha recorrido la historia europea por sus implicaciones genéticas e ideológicas, como veremos en el capítulo IV.

27 Anatol explica este desprecio de Umbridge por “lo mestizo” desde una perspectiva teñida por las teorías colonialistas y deterministas del siglo XIX: Her anti-miscegenation ideology comes through when she calls Hagrid a ‘half-breed oaf’. This disgust for the mixing, more than against the Other itself, could be linked to her obsession with racial purity: if giant blood is mixed with human, this means human blood has been ‘corrupted’ in the process. A good deal of nineteenth-century American literature, for example, expressed panic at the tought of interracial couples, wich could lead to ‘mongrelization’ and ‘racial suicide’. (Anatol 115) Es evidente que la sociedad mágica se rige con principios propios de siglos pasados y, aunque Umbridge decididamente representa un extremo del espectro, hemos visto a partir de varios ejemplos que casi ningún personaje de la comunidad mágica escapa a dichos prejuicios (con excepción de Hermione y Dumbledore). La reacción de Ron, que roza el horror al conocer la verdadera naturaleza de Hagrid y de Lupin, muestra los alcances y la reproducción de prejuicios sociales todavía latentes. En el caso de los hombres-lobo, Umbridge asegura la creación de un Registro por parte del Ministerio para poder “marcar” a todos los seres “infectados” de la sociedad mágica. En la saga, la licantropía podría asimilarse al prejuicio que hace la sociedad de los enfermos de VIH, al excluirlos de las posibilidades laborales y al verse afectadas sus relaciones interpersonales por llevar “el mal” en la sangre. Las esclarecedoras palabras de la autora en su página Pottermore sobre el personaje de Lupin revelan que: La afección de Lupin, la licantropía, era una metáfora de todas esas enfermedades que llevan un estigma, como el VIH y el SIDA. Parece haber todo tipo de supersticiones en relación a las enfermedades de la sangre, probablemente debido a los tabúes que existen sobre ella. La comunidad mágica tiene la misma tendencia a la histeria y los prejuicios que la de los Muggles, y el personaje de Lupin me dio la oportunidad de examinar esas actitudes26. El estigma hacia los hombres-lobo es ambivalente, ya que por un lado está la peligrosidad intrínseca de su especie y la posibilidad de “infectar” a otros humanos como algo que ciertamente hay que temer; pero por el otro Rowling nos muestra la desgracia que conlleva a su “lado humano”: no se los considera dignos de confianza, ni siquiera para salir de testigos ante un evento presenciado (PA 392). Además, se admiten formas de autoexclusión por parte de estas criaturas, como es el caso de Lupin al renunciar a su trabajo, porque “entiende el punto” de los reclamos que le harán los padres de sus alumnos; al negar amor por Nymbphadora Tonks, porque se considera “demasiado viejo, demasiado pobre y demasiado peligroso” para ella; o incluso a

26 Disponible en: http://www.pottermore.com/es/book3/chapter22/moment1/remus-lupin (consultado el 18-05-2017)

28 relegar el cuidado de su hijo en DH, porque la culpa por la posibilidad de haberle transmitido su mal “a un inocente” lo agobia. Es también su condición de hombre-lobo la que genera que Tonks, su esposa, se convierta en un blanco para los Mortífagos y especialmente para su tía Bellatrix, quien no acepta que haya “manchado su estirpe” al casarse con un “half-breed” (DH 10, 76). Los gigantes constituyen un caso aparte dentro de la sociedad mágica, precisamente por su completa exclusión de la misma. Debido a su ferocidad y tamaño se vieron obligados a ocultarse en las altas montañas, pero al ser declarada la Segunda Guerra Mágica, Dumbledore insiste en la necesidad de su inclusión dentro del bando anti-Voldemort. La elección de Hagrid como embajador, por su condición de semi- gigante, lo hace susceptible de ser aceptado –o al menos, escuchado- entre ellos; pero por otra parte es un ‘outsider’ dentro de esta comunidad, demasiado asimilado a los valores de los magos. Precisamente su lado “humano” fue lo que le permitió en primera instancia poseer una varita y aprender magia (aprendizaje prohibido para su estirpe), pero por otra parte es su proximidad a lo salvaje (su amistad con bestias) lo que lo inhabilitó para el uso de la misma cuando fue expulsado de Hogwarts en su tercer año27. También causa temor entre quienes no lo conocen por su aspecto salvaje y su potencial ferocidad, debido a su ascendencia: “It’ll be his giant’s blood. It’s very hard to Stun a giant, they’re like , really tough” (OP 723). El personaje de Hagrid funciona, por momentos, como un ‘comic relief’ en la historia, al amar casi ridículamente a sus criaturas, y mostrarse como alguien que se deja engañar fácilmente, muy inocente y guiado por su buen corazón. Así, cuando está en compañía de los gigantes y descubre que tiene un medio-hermano, no duda en llevarlo a Hogwarts y ocultarlo en el bosque para tratar de “culturizarlo”. Al respecto, podemos ver un intento de colonización del “Otro” interesante por la propia condición de marginalidad de Hagrid. Como puntualiza Anatol, “His immense size and lack of social status make him a physical Other in wizarding society, an apt metaphor for being a racial Other in the Muggle world” (Anatol 114). La autora señala también, acertadamente, que Rowling pone en boca de Hagrid que existen más de cien “tribus”

27 Cabe destacar que Hagrid, mitad gigante y mitad mago, y guardabosques de Hogwarts, adopta y respeta a todas estas criaturas por igual; pero él es la excepción a la norma y, por supuesto, un marginado dentro de la comunidad mágica. Además, como ya indicamos, en su caso el prejuicio sí existe hacia alguien “inferior” en la escala: los Muggles, que a diferencia de estas criaturas y de él mismo no tienen una sola gota de sangre mágica. Esto se hace extensivo también a los Squib, como se ve en el entredicho que tiene con Filch, a quien acusa como perteneciente a esa categoría para insultarlo: “I’m a ruddy teacher, aren’ I, yeh sneakin’ Squib!” (HBP 406).

29 de gigantes alrededor del mundo, término que también era utilizada por el Imperio para nominalizar a los grupos subyugados americanos28. Para finalizar, nos referiremos a otro grupo denostado en el mundo mágico, el de los duendes o goblins, quienes aunque estén presentes en la comunidad (a través de la dirección del banco central y la administración de las actividades comerciales de los magos), no les resultan confiables a los magos. Sabemos por las lecciones de Historia de la Magia que han sido necesarias muchas revueltas y derramamiento de sangre para que los duendes puedan “ganarse” ese lugar. El primer encuentro que tenemos con estos seres se da en SS, donde son presentados como unos personajes estrictos y absolutamente extraños para Harry. Ellos lo guían a su bóveda en el Banco Gringotts, y desde entonces estarán ligados a lo monetario en el mundo mágico. En GF, sin embargo, empezamos a descubrir su verdadera naturaleza al sufrir ellos una estafa por parte de un mago, Ludo Bagman, a quien persiguen hasta hacerlo pagar su deuda. El asunto se hace más grave en DH, ya que será fundamental su intervención para que Harry pueda entrar a Gringotts a tomar un objeto que necesita para destruir a Voldemort. Es en ese entonces que, al negociar con Griphook, Bill le advierte a Harry que tenga sumo cuidado, porque los duendes no perciben el mismo sistema de valores que los magos29: “You must be excepcionally careful. Goblin notion of ownership, payment, and repayment are not the same as human ones” (DH 516). Advertimos su peligrosidad y, aunque de hecho hayan sido engañados por los magos (Bagman, y el mismo Harry trata de hacerlo), esto no les quita su lado peyorativo en la historia: “Griphook was unexpectedly blood-thirsty, laughed at the idea of pain in lesser creatures, and seemed to relish the possibility tht they might have to hurt other wizards” (DH 509). Por último, señalamos una clara alegoría que representa a la sociedad mágica en el Ministerio de Magia. Antes de la toma de poder de los mortífagos, en el centro del hall se alzaba una fuente de oro, la Fuente de la Hermandad Mágica, formada por algunas

28 Para ampliar la lectura respecto de Hagrid y el Colonialismo inglés, ver el artículo de Anatol “The replication of Victorian Racial Ideology in Harry Potter” mencionado en bibliografía. 29 Rowling declare en Pottermore.com (https://www.pottermore.com/writing-by-jk-rowling/the- sword-of-gryffindor): I am interested in what happens when cultural beliefs collide. In the HP books, the most militant of the goblin race consider all goblin-made objects to be theirs by right, although a specific object might be made over to a wizard for his life-span upon a payment of gold. Witches and wizards, like Muggles, believe that once payment has been made, the object belongs to them and their descendants or legatees in perpetuity. This is a clash of values without a solution, because each side has a different concept of what is right.

30 representaciones de criaturas mágicas: un mago, una bruja, un centauro, un elfo doméstico y un duende. Las tres últimas figuras miraban con embeleso a la bruja y al mago (quien a su vez se encontraba emplazado un poco por encima de la bruja). Es decir, se contemplaba una sociedad integrada por seres mágicos, con una clara jerarquía entre ellos. No obstante, muchos no eran representados. Dumbledore, una de las voces más autorizadas de la saga, cuestiona la validez de esa fuente, que parece igualitaria y multirracial, pero que representa una mentira: “The fountain we destroyed tonight told a lie. We wizards have mistrated and abused our fellows for too long, and we are now reaping our reward” (OP 834). El retorno del poder de Voldemort supone el desplazamiento de la fuente por un monumento de piedra negra que reza “Magic is Might” (DH 242), y que representa a un mago y una bruja sentados en una especie de trono. Harry la observa: [He] realized that what he had thought were decoratively carved thrones were actually mounds of carved humans: hundreds and hundreds of naked bodies, men, women, and children, all with rather stupid, ugly faces, twisted and pressed together to support the weight of the handsomely robed wizards. “Muggles,” whispered Hermione. “In their rightful place”. (DH 242) La alegoría es clara: los magos deben tomar el poder, regir la sociedad. Otros seres mágicos no son contemplados, ya que no poseen el status de sangre que debieran; o son “impuros”, o no son seres dignos del respeto de los magos30. Y los Muggles, situados por debajo de los magos, no tienen otra función que soportar su peso aplastante. En ambas fuentes podemos distinguir, entonces, los prejuicios y estratificaciones de la sociedad mágica. En tiempos democráticos se suponen una “hermandad”, aunque con claras diferencias entre los seres que las integran, y como quedó demostrado, con la supremacía de los magos por sobre los demás seres. En tiempos dictatoriales, por otro lado, aflora esta conciencia de clase que daría a los magos el derecho a gobernar por sobre los demás seres. Ya no hay un vínculo fraternal en la comunidad mágica, y está claro que los Muggles (y los magos relacionados con ellos por consanguineidad) deben ser excluidos de esta sociedad en la que la Magia –vehiculizada por la “sangre”– brinda Poder.

30 Es de notar que Voldemort, durante su dictadura, logra atraer para su causa a ciertos grupos como algunas comunidades de hombres lobo y gigantes. Sin embargo, no los considera iguales ni garantiza sus derechos como criaturas mágicas, sino que sólo promete no poner impedimentos a sus impulsos más salvajes mientras los utiliza como peones en sus batallas.

31 III. Acepciones de “sangre” –biología y antropología en “Harry Potter” El concepto de “sangre”, eje de nuestra investigación, ha implicado el estudio de diversas disciplinas por sus posibles acepciones. Desde la hematología hasta la heráldica, el concepto atraviesa la historia, las familias y las naciones. Las acepciones que aparecen en el diccionario de la Real Academia Española31, definen “sangre” como: (Del lat. sanguis, -ĭnis.) 1. f. Líquido, generalmente de color rojo, que circula por las arterias y venas del cuerpo de los animales, se compone de una parte líquida o plasma y de células en suspensión: hematíes, leucocitos y plaquetas, y cuya función es distribuir oxígeno, nutrientes y otras sustancias a las células del organismo, y recoger de estas los productos de desecho. 2. f. Linaje o parentesco. 3. f. Condición o carácter de una persona. También se señalan numerosas expresiones de uso cotidiano, como: “tener mala sangre”, “a sangre fría”, “matar a sangre y fuego”, “sangre azul”, “correr sangre”, “helar la sangre”, “hervirle la sangre a alguien”, “ríos de sangre”, entre muchas otras. Asimismo, en algunos diccionarios prestigiosos de la lengua inglesa se hace hincapié no sólo en el aspecto “material” de la sangre, sino en sus construcciones de significado asociadas a los vínculos familiares y de herencia. Por ejemplo, en el Webster´s new Collegiate Dictionary, además de la definición como fluido, se refuerza la idea de linaje y de la descendencia en relación con el honor o la alcurnia –matiz que no aparecía en la enunciación de la RAE-. ‘Blood’ es definida como: The fluid that circulates in the heart, arteries, capillaries and veins at a vertebrate animal carrying nourishment and oxygen to and bringing away waste products from all parts of the body. // Human stock of lineage. // Relationship by descent from a common ancestor. // Persons related through common descent. // Descent from parents of recognized breed. // Honorable or high birth or descent. (Webster 118) Por su parte, el English Language Dictionary de Collins destaca usos que refieren a la sangre como metonimia de “raza” o incluso como distintivo de “clase social”: “Blood”, the red liquid that flows around your body. // If someone has a person´s blood on their hands, they are responsible for that person´s death. // If you blood is up, you are very anger. // Blood is used to refer to the race or social class that someone´s family come from, and the way this is shown in their appearance or character (Collins 142). De esta forma, hemos de destacar que las fronteras entre unas y otras acepciones son lábiles; los límites son porosos, y muchas veces de un campo pasaremos a otro, por la propia polisemia del término y las múltiples vinculaciones culturales que vehiculiza.

31 http://dle.rae.es/?id=XCjG7b8, consultado el 11/06/2017.

32 3.1 Acepciones biológica y antropológica de ‘sangre’ –Marco teórico 3.1.1 Revisión del término en la historia de la Medicina La primera acepción, que adopta la sangre en sentido literal y biológico, es una de las más amplias por sus implicaciones en medicina y en el imaginario popular. La sangre es parte constitutiva del ser humano, y de allí los significados que habilita para las diversas expresiones metonímicas mencionadas. Estos alcances son los que dieron origen a construcciones culturales relacionadas con la ascendencia y la descendencia; con la construcción de árboles genealógicos; y con el vínculo de herederos en dinastías. En prácticamente todas las civilizaciones antiguas, la sangre era identificada como portadora de vida; y por este mismo motivo, en mayor o menor grado, se recurría a la técnica de la “sangría”32: se trataba a los enfermos mediante cortes que los hacían sangrar, para liberarlos de los “dolores” y males que les aquejaban33. La medicina, en sus albores, estaba relacionada entonces con la curandería y con ciertos rituales; con la administración de determinadas hierbas y con el estudio de la naturaleza –physis–. Si emprendemos un somero recorrido por la historia de la medicina occidental, encontramos que Tales de Mileto (624-548 a.C.) consideraba la physis como una fuerza creadora, cuyo principio esencial era el agua. Más adelante, Anaximandro (610-545 a.C.) y Empédocles (495-444 a.C.) añadirían los otros elementos constituyentes de la Naturaleza: el aire, la tierra y el fuego. En este campo ya fértil surgió la “nueva medicina”, denominada “Escuela Hipocrática” a partir de su fundador, Hipócrates (460- 377 a.C.). En uno de sus textos principales, el Corpus Hipocraticus, expuso por primera vez la teoría de los humores, que iba a prevalecer hasta el Renacimiento y que postulaba, grosso modo, que el cuerpo humano se componía de cuatro humores34 (sangre, bilis amarilla, bilis negra y flema), cuya variación o corrupción era la fuente de las diversas enfermedades; a su vez, indicaba que estos humores eran generados en el corazón, cerebro, hígado y bazo, respectivamente. A partir de esta interpretación, la

32 Ver el artículo citado en bibliografía: Manrique, Jorge (2002). “La sangría. Del mito al logos y del rito a la técnica”. 33 Se consideraba en ese entonces que ciertos seres maléficos o fuerzas oscuras se introducían en la sangre –por ser análoga al alma, fuente de vida– causando las enfermedades. 34 “Puede reconstruirse claramente el camino que llevó al pensamiento griego a este sistema médico: la idea de que el universo está formado por cuatro elementos básicos (agua, aire, fuego y tierra), cada uno de ellos caracterizado por una cualidad específica (humedad, sequedad, calor, frío); (…) El principio básico fue la teoría según la cual todos los fluidos orgánicos están compuestos, en proporción variable, por sangre (caliente y húmeda), flema (fría y húmeda), bilis amarilla (caliente y seca) y bilis negra (fría y seca). Si estos “humores” se encuentran en equilibrio, el cuerpo goza de salud; en cambio, el exceso o defecto de alguno de ellos produce la enfermedad.” (Góngora-Biachi 282)

33 sangría dejó de pensarse como un rito y se constituyó en “técnica” propia de la nueva medicina hipocrática y de la alejandrina, utilizándose para reestablecer los niveles normales de cada uno de estos humores. Las obras y aplicaciones del físico Claudio Galeno (131-203 d.C.) difundieron esta práctica a partir del siglo II d.C, y mantuvo su vigencia hasta entrada la Edad Media35. Sin embargo, a partir del siglo XII el poder eclesiástico prohibió el derramamiento de sangre por considerarlo sacrílego (“ecclesiae aborrexit sanguinis”), y la técnica de la sangría pasó a ser ejercida casi exclusivamente por los minutori o “médicos de toga corta”, con lo que se les impedía a los médicos surgidos de las universidades, llamados “de toga larga”, este ejercicio. Hacia principios del período renacentista, destacamos la contribución del científico William Harvey (1578-1657) que, con su descubrimiento de cómo funcionaba el sistema circulatorio, dio lugar a pensar en reponer la sangre y no sólo en hacer sangrar al paciente para curarlo. En su obra Exercitatio anatomica de motu cordis et sanguinis in animalibus (1628) describe la circulación general, lo que se tradujo en una revolución terapéutica36. El siglo XIX, en el auge del Positivismo, nos resulta ineludible para pensar en cuestiones asociadas con la sangre y la Biología. Si bien las primeras transfusiones sanguíneas de animales a hombres datan de los siglos XVI y XVII, como experimentos excepcionales y censurados, poco a poco se iniciaron las investigaciones en transfusiones de hombre a hombre, y la ciencia fue exponiendo todos los enigmas asociados a la sangre, desmitificando sus propiedades y desacralizando sus usos rituales37. Especialistas en biología y medicina como Blundell, Ponfick, Landis, Arthur

35 Durante los siglos XV y XVI aún se observaba un uso de la práctica de la sangría casi irrestricta, que se utilizaba con objetivos terapéuticos o profilácticos; sin embargo, con el correr del tiempo, ciertos casos le volvieron a generar mala fama (por ejemplo, la muerte de George Washington tras realizarle cuatro sangrías en el transcurso de pocas horas). El uso de las sangrías quedó finalmente desacreditado con la llegada del siglo XIX y de los principios de asepsia de Joseph Lister, por lo que fue relegado al tratamiento de unas pocas enfermedades. 36 El descubrimiento de Harvey destruyó el antiguo modelo de Claudio Galeno, que consideraba que la sangre venosa (de color rojo oscuro, producida en el hígado según Galeno) era diferente de la arterial (más fluida y brillante, con origen en el corazón): estas ‘sangres’ se dispersaban por el cuerpo y eran consumidas por él. Harvey determinó que el hígado necesitaría producir unos 250 litros de sangre por hora para que el cuerpo funcionara (una proporción absurda), por lo que concluyó que la sangre se va reciclando y es, esencialmente, la misma. 37 Como indica el especialista Góngora-Biacchi en su artículo “La sangre en la historia de la humanidad”: Todos los misterios de la sangre empezaron a aclararse desde el siglo XVII. Swammerdam y Antonym van Leeuwenhock describieron los glóbulos rojos y Malpighi las anastomosis capilares. Boyle y Hooke iniciaron la investigación del oxígeno y Priestley y Lavoiisier la completaron durante el XVIII. Y cuando en el siglo XIX Funke describió la hemoglobina, Paul Erlich clasificó los leucocitos -y estableció claramente a la medula ósea

34 y Pager expusieron los efectos fisiológicos y químicos de las transfusiones, y los trabajos inmunológicos de Ehrlich, Bordet y Gengou permitieron a Karl Landsteiner clarificar la existencia de los grupos sanguíneos, lo que supuso la incorporación definitiva de las técnicas de transfusión a la práctica médica. A inicios del siglo XX, y especialmente durante los períodos de las guerras mundiales, las investigaciones en este campo se vieron fuertemente impulsadas y, su crecimiento, sostenido. Entre 1914 y 1918, diversos anticoagulantes –como el citrato de sodio– se utilizaron para prolongar la vida útil de la sangre a través de la refrigeración, y en las décadas ‘20 y ‘30, además, se inició la donación voluntaria de sangre para su almacenamiento y uso. Todo ello permitió, durante la Segunda Guerra Mundial, la utilización de transfusiones a gran escala para tratar a soldados heridos, y llegó a ser bien conocida como técnica para la salvación de vidas. Sin embargo, con el correr de las décadas, también se hizo visible que mediante transfusiones sin cuidados adecuados es posible transmitir enfermedades como el VIH, Hepatits, virus de leucemia humana, mal de Chagas, paludismo, etc., lo que gradualmente hizo necesario extremar sus cuidados38.

3.1.2 Genética, determinismo biológico y darwinismo social En paralelo con el auge de las transfusiones aumentaron los descubrimientos en Genética, disciplina que vincularemos con las ideas de determinismo biológico que primaron desde el surgimiento de las teorías darwinistas del siglo XIX. El término “genética” refiere a una de las ramas más modernas de las ciencias biológicas, con apenas un siglo de existencia, cuyo objeto de estudio es la herencia y la variación; es decir, la forma en que se trasmiten las características de una generación a otra y los aspectos que intervienen en ese proceso. La disciplina puede subdividirse en varias ramas: la Genética Clásica, también denominada mendeliana, que se dedica al estudio general de los genes y la herencia; la Genética Molecular, que estudia principalmente el ADN y la función de los genes desde el punto de vista molecular; la Genética de Poblaciones, que se encarga de estudiar la transmisión de ciertos caracteres a nivel de grupos y poblaciones, aspectos claves en el proceso de evolución de la especie; así como la Ingeniería Genética, que se dedica a la manipulación de los genes como el órgano hematopoyético-; y [cuando] Alfred Donné y William Addison descubren las plaquetas, como señaló el Dr. Álvaro Gómez-Leal, distinguido hematólogo, “la sangre quedó en el triste papel de un líquido sin significación divina o espiritual”. (Góngora-Biacchi 287) 38 Para ver las complicaciones y recomendaciones asociadas a las transfusiones, ver el artículo de Martínez Andrade (222): “Mitos de la transfusión sanguínea”, de la Revista Biomédica.

35 mediante la aplicación de la tecnología. De esta rama, además, partirá el concepto de Eugenesia, disciplina cuyo establecimiento es muy controvertida en la actualidad por sus implicaciones éticas. Por su parte, llamamos “determinismo biológico” a una corriente que intenta explicar los fenómenos sociales de acuerdo con dos principios fundamentales: que las sociedades como un todo son consecuencia de los comportamientos de sus individuos, y que dichos comportamientos son directamente proporcionales a sus características biológicas innatas. Este tópico resulta fundamental para pensar en la saga de HP, que por un lado destaca el parecido de Harry con sus padres, los poderes de Voldemort heredados de su madre, o el status de sangre de cada individuo de la sociedad mágica; mientras por otro hace hincapié en que son las elecciones, y no la propia “esencia”, las que dictan el destino de los personajes. Biología y herencia se fusionan con ciertos imaginarios colectivos, como por ejemplo que el avance de la humanidad se debe “exclusivamente” a notables individuos. Sumado a los postulados mendelianos de herencia y a la teoría de la selección natural propulsada por Charles Darwin, se hace evidente por qué el siglo XIX se constituyó en caldo de cultivo para el determinismo biológico. Hay que agregar a ello la conveniencia de la sociedad que le dio origen a estas ideas, ya que una explicación naturalizada de las relaciones sociales contribuiría a la disolución del problema moral generado entre los ideales declarados por los propios sectores dominantes y el dominio brutal al que eran sometidos diversos grupos humanos –esclavitud- por la economía imperial de la Inglaterra victoriana (Wolowelsky 126). De lo expuesto hasta aquí, entonces, se hace evidente que la sangre no sólo es un constituyente biológico del hombre, o un fluido primordial; sino también habilita construcciones culturales, ideológicas y sociales que atraviesan múltiples variables como lo son las relaciones entre seres, las jerarquías sociales, las condiciones socio- económicas individuales, los preconceptos y la implementación de medidas institucionales para la regulación de la población, entre muchas otras. Por otra parte, en sus sentidos figurados el concepto “sangre” se vuelve aún más significativo para esta tesina, tanto por las construcciones culturales que habilita como por sus conceptos asociados a nivel antropológico, legal e ideológico. Continuaremos explorando las acepciones posibles del término a partir de la interrelación de los tres niveles referidos.

36 3.1.3 El concepto de sangre desde la antropología cultural, la religión, y la cuestión (legal y genética) de los matrimonios consanguíneos Desde tiempos inmemoriales, los seres humanos han visto el vínculo entre la sangre y la vida: cómo ante el desangramiento, animales y humanos perecían; o bien cómo en los muertos la sangre no fluía. Asimismo esta asociación partió del vínculo entre el flujo menstrual y la gestación de vida, con sus subsiguientes partos y renovación del ciclo. De esta forma, disímiles civilizaciones le asignaron diversas propiedades mágicas a la sangre en asociación con la vida, y la utilizaban en rituales mediante su consumo, untamiento o inclusión en ceremonias. Desde la antropología, sabemos que numerosas tribus han ejecutado rituales de sangre para perpetuar su descendencia, demostrar su valía, pedir atributos a los dioses o adquirir los “poderes” del adversario vencido, ya se trate de su juventud, su fuerza o su belleza. Durante la Edad Media se ha hecho uso de la sangre en rituales satanistas, ya que se decía que las mujeres adoradoras del diablo (brujas) tomaban sangre de infantes para complacer a su amo y mantener su aspecto joven y fuerte. Esta creencia pasó también al vampirismo, tópico del gótico posterior que derivó de ciertas leyendas y costumbres medievales, como fue el caso de los empalamientos masivos ordenados por el príncipe Vlad Dracul durante el siglo XV. Por otra parte, los cultos religiosos –entre los que contamos el Cristianismo- han incluido la sangre y sus enfermedades asociadas como parte de su marco teogónico: la estigmatización –según los hematólogos, la Púrpura Psicógena39– ha existido a partir de la crucifixión de Cristo. En el marco de la Teología, es conocido el fenómeno de la Transubstantación, que parte también del poder atribuido a la sangre de Cristo40. Desde otro foco, no olvidemos que el determinismo biológico al que ya hemos hecho referencia está asociado no sólo a la herencia genética –como se lo entendió a partir del siglo XIX– sino a una construcción antropológica que data desde la Antigüedad: se creía que de “buenos” padres nacían “buenos” hijos, y viceversa. La “sangre” de la madre era pasada a su hijo y, con ésta, las virtudes y defectos de los progenitores se vinculaban con las subsiguientes generaciones. El “porcentaje” de

39 Un ejemplo de quien ha padecido esta enfermedad fue San Francisco de Asís, quien promovió el estudio de la Hematología a través de sus estigmatizaciones (Góngora-Bianchi 288). 40 Esta conversión se opera, de acuerdo a lo establecido en el Catecismo de la Iglesia católica, en la plegaria eucarística con la consagración, mediante la eficacia de la palabra de Cristo y de la acción del Espíritu Santo. Se considera que bajo las especies consagradas del pan y del vino, "Cristo mismo, vivo y glorioso, está presente de manera verdadera, real y substancial, con su Cuerpo, su Sangre, su alma y su divinidad" (cf Cc. de Trento: DS 1640; 1651).

37 atribución de las características del hijo a una parte u otra de la familia difiere en distintas sociedades, y responde ya no a una cuestión genética sino de sus creencias y tradiciones. En el texto “Parentesco, residencia y filiación” de Marvin Harris, se afirma: La filiación es la creencia de que ciertas personas desempeñan un importante papel en la creación, nacimiento y crianza de los hijos. Como ha sugerido Daniel Craig (1979), la filiación implica la conservación de algún aspecto de la sustancia o espíritu de la gente en futuras generaciones, y es, pues, una forma simbólica de inmortalidad. (Harris 282). De esta manera, una buena parte de las teorías de la filiación se han asentado sobre la base de que por las venas de cada individuo corre, según se cree, sangre que procede de la madre y del padre, por lo que se puede distinguir a la familia “consanguínea” –que comparte “sangre en común”, según su etimología- de la “política”, que incluye a los parientes relacionados sólo por el matrimonio. Sin embargo, según de qué sociedad se trate, la idea de “filiación” no depende necesariamente de la idea de herencia de sangre, ni tampoco implica necesariamente aportaciones iguales de la madre y del padre41. La cuestión de la sangre como vehículo de virtudes y de defectos atraviesa también la conformación de las dinastías reales, a quienes se les llamaba de “sangre azul” o de “sangre real”42. Desde la antigüedad se creyó en la “pureza de sangre” y muchas familias evitaban vincularse con miembros que no fueran de su propia estirpe, como en el caso de Ramsés II, que llegó a desposar a tres de sus hijas para mantener “la pureza” sanguínea. Esta obsesión (e incluso el “peligro” presumido en los matrimonios interraciales) tenía “fundamentos”, dado que la mezcla y el contacto con sangres que no fueran de la propia casta o de la pureza pretendida conducirían a una “contaminación” o “degeneración”43, lo que llevaría a estas familias a perder su supremacía (Benedict 8).

41 Es el caso de los ‘ashanti’, quienes creen que la madre sólo aporta la sangre, lo que determina las características físicas del hijo, mientras el padre provee con su semen la disposición espiritual y el temperamento de su descendiente (Harris 283). 42 Idea con ecos dentro del Cristianismo, ya que se considera que el Santo Grial (‘San Gréal’ o “sangre real”) fue el cáliz con que se recogió la sangre de Cristo tras su crucifixión. Como tal, este cáliz ha pasado a ser una reliquia, y su búsqueda ha motivado varias expediciones en época de las Cruzadas, así como ha inspirado numerosas leyendas, entre ellas la del Rey Arturo. 43 Sobre este tópico es necesario hacer un aparte, y mencionar que el cruce de sangre dentro de una misma familia ha sido visto como peligroso por la genética, considerando que sin aportar variabililidad, la estirpe “degenera” y produce malformaciones así como psicopatologías. Sin embargo, hoy en día encontramos posiciones encontradas al respecto. Si bien numerosos estudios adhieren a la afirmación precedente, otros estiman que la posibilidad de que surjan malformaciones en la descendencia derivadas de un matrimonio endogámico es solo ligeramente superior al de un matrimonio que no sea consanguíneo, con alrededor de un 3% más de probabilidad. (Para ampliar, ver en bibiografía artículos de Eckerle, Judith. “Consanguinity”, y Díaz et all., “Impacto de la consanguineidad en el retraso mental…”).

38 En Las estructuras elementales del parentesco (1969), el antropólogo social C. Lévi-Strauss afirmaba que, históricamente, el tabú hacia los matrimonios congénitos no radicaba en sí en su posibilidad de engendrar descendencia con malformaciones, sino en cuestiones de otra índole, aunque no claramente definidos: Esta justificación de la prohibición del incesto [la referida a proteger la estirpe de los resultados genéticos de un matrimonio endogámico] es de origen reciente; antes del siglo XVI no aparece en parte alguna de nuestra sociedad. Plutarco propone tres [hipótesis] que son de naturaleza sociológica y de las cuales ninguna se refiere a las taras posibles de la descendencia. (Lévi-Strauss 46) La necesidad de mantener los lazos matrimoniales dentro del propio clan respondía a cuestiones económicas (no dividir el patrimonio y reducir los costes de las dotes), políticas (formar alianzas entre clanes y Estados) e ideológicas (mantener el linaje, a la vez que se genera afinidad entre los novios por compartir educación, valores y extracción social); eran vínculos deseados por las familias de todos los estratos44. El declive de este tipo de enlaces a partir de la segunda mitad del siglo derivaría de un afianzamiento de tradiciones religiosas y del exponencial desarrollo de las ciencias biomédicas (Álvarez y Ceballos 162). Si bien existen algunos estudios acerca de “depresión consanguínea”45 en la descendencia de enlaces incestuosos de la población general, los resultados son limitados debido al tamaño ínfimo de la muestra y los datos insuficientemente documentados a lo largo de la historia. Las familias reales, por el contrario, sí han sido susceptibles de estudio dado los amplios registros genealógicos disponibles, por lo que resultaron, pues, una fuente fiable para considerar la cuestión. En el artículo “Imbreeding and Genetic Disorder”, sus autores estudiaron el acervo genético de la Casa Habsburgo o Austria de España, y demostraron cómo ha incidido en las malformaciones genéticas de algunos de sus miembros el alto índice de consanguinidad. Entre otros resultados, indicaron que el recurrente grado de “cruces” dentro de la misma familia derivó en una indudable depresión endogámica en su descendencia (Álvarez y Ceballos 162-166).

44 Dentro de los sectores más pudientes o cultivados, encontramos el famoso matrimonio entre Charles Darwin y su prima hermana Emma Wedgwood, quienes tuvieron diez hijos (tres de ellos fallecieron antes de los 10 años, y todos fueron proclives a tener una constitución enfermiza). También pueden enumerarse renombrados casos hasta mediados del siglo XX, entre los que se cuentan políticos ilustres como Thomas Jefferson, John Francis Fitzgerald, Franklin D. Roosevelt, o el físico Albert Einstein. 45 Se denomina “depresión consanguínea” al incremento de la homocigosis –un individuo que posee en sus genes dos alelos idénticos- provocada por la consanguinidad, lo que puede afectar negativamente a rasgos del organismo como la supervivencia o la fertilidad.

39 Otra unión célebre en este aspecto fue la de la reina Victoria de Inglaterra con su primo alemán, el príncipe Alberto de la casa Sajonia-Coburgo-Gotha. Tuvieron nueve hijos, dos de las cuales resultaron portadoras del gen de la hemofilia46, y Leopoldo, duque de Alabny, desarrolló la enfermedad heredada. Se estima que el gen que Victoria legó a su descendencia –y, mediante enlaces matrimoniales, a las casas de Rusia, España y Alemania– fue resultado de una mutación heredada en los genes de su padre. Por lo mencionado hasta aquí, se puede plantear que existe desde la Antigüedad una tensión entre grupos familiares que deseaban mantener la descendencia dentro del mismo clan –dinastías europeas incluidas- y la prohibición cultural de realizar matrimo- nios consanguíneos por sus consecuencias genéticas así como por impedimentos morales / sociales; dicha negación fue regulada en una primera instancia por normas no escritas y en un segundo momento por leyes explícitas impulsadas por la Iglesia católica, que asimiló varios aspectos del derecho romano y se apegó a “las leyes del siglo”47. Las cuestiones relacionadas con los vínculos maritales serían definitivamente reguladas a partir del Concilio de Trento48, celebrado entre 1545 y 1563. Por otra parte, debemos tomar en cuenta que cuando hablamos de “clanes” o de “familias” en el Medioevo, no nos restringimos al concepto de seres emparentados biológicamente. En las consideraciones acerca de linaje y parentesco propuestas por Juan Hernández Franco, el autor especifica que, a lo largo de la historia de Europa, los antropólogos mostraron que las relaciones de filiación no se limitaron a la consanguinidad, sino también a la existencia de un parentesco de tipo “espiritual o ritual”, organizado por principios como la lealtad, la amistad, el reconocimiento o el patronazgo: “el parentesco espiritual, es decir fraternidades artificiales que reunían a hombres que no eran de la misma sangre en el marco del vasallaje, contaba al menos tanto como el parentesco de sangre” (Hernández Franco 19). Estas vinculaciones por afiliación, que incluían las redes clientelares, estructuraron la sociedad feudal y los

46 La hemofilia es una enfermedad congénita y hereditaria que impide la correcta coagulación de la sangre. Es una enfermedad incurable pero con paliativos para sobrevellevarla (no lo era durante la época victoriana). Las mujeres son portadoras del gen sin síntomas visibles. 47 Según el artículo de Albani citado en bibliografía, el canon número 5 del I Concilio Lateranense afirma: “Prohibimos que se den uniones entre consanguíneos, porque las prohíben tanto las leyes divinas como las del siglo. Las leyes divinas, en efecto, a quienes así obran y a quienes de ellos proceden, no sólo los rechazan, sino que los llaman malditos, y las leyes del siglo los notan de infames y los excluyen de la herencia.” Albani (171). 48 Ya en el siglo XVI, al celebrarse el Concilio de Trento, la Iglesia definió su total competencia respecto de la legislación del matrimonio, declarando sacramento la unión y reservándose el derecho de decidir sobre materia de nulidad. Remarcó la prohibición de casamiento entre parientes y la implementación de dispensas en familias reales y nobiliarias.

40 vínculos dentro de la corte. Sin embargo, hacia el siglo X se dejaron de lado en pos de la filiación por sangre, el “linaje”, porque dicha construcción resultaba mucho más segura para el control de la descendencia, y la herencia de sus bienes materiales (patrimonio) y simbólicos (traspaso de títulos nobiliarios): Así, la estructura del linaje fue empleada principalmente por el grupo jerárquico y diferenciado de la sociedad estamental, el grupo nobiliárquico, y en especial el segmento que estaba en la punta de la pirámide social, es decir, las casas reales y aristocráticas. El citado principio de linaje (…) llevó a los teóricos a establecer una estrecha similitud entre nobleza y linaje, o quizá para ser más exactos, a autoincluir dentro de la cultura nobiliárquica el cúmulo de valores representados por el linaje. (…) La nobleza emblematizó el linaje como un medio de conservación y transmisión de su status y de prestigio. (Hernández Franco 20) Podríamos concluir, entonces, que los términos “linaje”, “parentesco”, “familia”, “nobleza” y “dinastía” no suponen las mismas categorías para la antropología o la sociología. Sin embargo, en el imaginario popular suelen asociarse a un continuum que resulta eficaz para pensarlas, en definitiva, como construcciones culturales de grupos de individuos relacionados por su sangre común y/o por su comunidad de pertenencia mediante vínculos de amistad, adopción, mentoría o fidelidad –vasallaje-. Por otra parte, encontramos que el concepto de sangre se vincula a determinadas ideas, conocimientos y creencias comunes en sociedades, de por sí, dispares. Ya nos afiliemos a la teoría de la convergencia o a la de la difusión en Antropología49, es innegable que el tópico que estamos analizando recorre (en culturas, épocas y espacios diversos) aspectos que van desde la recurrencia en su uso ritual hasta la ascención –y decadencia– de dinastías; la “herencia” de bienes materiales o simbólicos (entre los que se incluyen los “legados” de rasgos físicos o de carácter a la propia descendencia); o las leyes para la aprobación o denegación de los matrimonios.

3.1.4 Antropología del parentesco Dado que la saga articula varias simbologías relacionadas con cuestiones de pertenencia a un determinado grupo y con la herencia de bienes y derechos, haremos una breve reseña de esta área de conocimiento para luego identificar aquellos núcleos simbólicos que organizan el texto. Quienes dieron nombre a la “Antropología del

49 La teoría de la convergencia implica la aparición de conocimientos idénticos entre gente separada en tiempo y espacio debido al desarrollo espontáneo de ciertas ideas elementales comunes a los humanos. Otros opinan que cada pueblo ha derivado algo de sus vecinos en el espacio y de sus antecesores en el tiempo (teoría de la difusión), “porque nadie ha estado tan aislado para no influir a sus semejantes o ser influidos por ellos”. (Gómez-Leal 161)

41 parentesco” fueron, llamativamente, dos abogados, J. F. McLennan y el suizo J. J. Bachofen. Sus estudios partieron de sus intenciones de encontrar los orígenes de las reglas europeas de parentesco que determinaban el derecho a la herencia o a la sucesión. En su libro El derecho materno (1861), Bachofen postuló que el matriarcado constituyó la forma de organización original de las sociedades primitivas, y se basó en gran parte del acervo mítico universal en el que las mujeres aparecían como figuras de autoridad (Gea o las amazonas, por ejemplo). Así, de acuerdo con este autor el parentesco se fijaba a través de las madres, dado el alto grado de promiscuidad sexual vigente; por otra parte, las mujeres también detentaban el monopolio del poder político, en lo que se dio a llamar como “ginecocracia” (Palerm 159-165). En una investigación independiente, el británico McLennan –desconociendo la obra de su colega suizo– publicó en 1866 El matrimonio primitivo, en el cual argumentaba que las formas de organización parental primitivas se basaban en la observación de determinados ritos, de los cuales el rapto de la novia es un ejemplo arquetípico. Dado que el infanticidio femenino era una práctica recurrente, McLennan explicaba cómo la apropiación de mujeres de otras tribus ampliaba la posibilidad de procreación y supervivencia del propio clan, y traía aparejada la “poliandria” como una primera forma de organizar las relaciones de parentesco entre los seres humanos. En estudios posteriores, la antropología del parentesco estableció además un sistema de nomenclaturas basándose en la doble pertenencia del concepto de familia a las áreas de lo “natural” (procreación, herencia genética, ciclos de nacimiento-muerte) y de lo “cultural” (ritos, normas de conducta). Así, los códigos sociales pueden ser reglados de acuerdo con un conjunto de palabras empleadas por una sociedad para llamar a los miembros de sus redes familiares, lo que se denominó “sistemas terminológicos de parentesco”. Un texto fundamental para explorarlos es Las estructuras elementales del parentesco (1949), de Claude Lévi-Strauss. En su ensayo, el antropólogo francés reconsideró algunas ideas previas que postulaban que los parentescos estaban definidos a partir de la ascendencia de un progenitor común, y en cambio soslayó que estos lazos tenían más que ver con una “alianza” entre familias50, cuando la mujer de un grupo se casaba con un hombre de otro. Resulta oportuno detenerse en dos capítulos que pertenecen a la Introducción, “I. La naturaleza y la cultura” y “II. La prohibición del incesto”. En el primero, Lévi-Strauss señala tres ideas

50 Esta revelación en particular constituye un enfoque interesante al considerar las familias “por adopción” en la saga, que no incluyen vínculos de sangre y que serán exploradas a continuación.

42 fundamentales para la relación naturaleza / cultura del humano: que las reglas que rigen esa relación son creadas por el hombre; que ellas dependen de cada época o de cada cultura (exceptuando la de la prohibición del incesto, que se constituye como universal); y que son inconscientes. Lévi-Strauss justifica profundizar en esta ley de la prohibición del incesto porque en ella está la clave del problema de la distinción entre naturaleza y cultura51. Por otra parte, indica que es el “principio de reciprocidad” el que regula las relaciones incestuosas entre parientes. A grandes rasgos, lo que dicho postulado indica es que los hombres deponen su “derecho” de fecundar a sus hermanas / primas para formar alianzas con otros grupos de hombres que también renunciaron a ejercerlo. Así, ambos grupos se ven beneficiados por el intercambio: “cuantitativamente, porque el sistema garantizaría de modo aproximado una esposa para cada hombre, y cualitativamente, porque esta garantía general resultaría de una red de obligaciones recíprocas establecida en el nivel de las relaciones individuales de parentesco” (Lévi-Strauss 81).

3.2 Análisis literario El poder de la sangre en ‘Harry Potter’: exploraciones desde los conceptos de la Biología y de la Antropología Cultural “Makes a diff’rence havin’ a decent family … Family. Whatever yeh say, blood’s important.” (OP 564)

De lo apuntado hasta aquí, en un muy breve repaso por la disciplina específica en Antropología que analiza las relaciones de parentesco, pudimos observar que hay determinadas reglas y condiciones que regulan las relaciones familiares; y, por otra parte, que su naturaleza responde a una dicotomía básica entre biología y cultura. En la saga de J. K. Rowling, no observamos casos relacionados específicamente al incesto o al establecimiento de un matriarcado y su sistema político adyacente. Sin embargo, sí consideramos que existen múltiples cuestionamientos a la autoridad masculina típicamente asociada con la cosmovisión occidental, así como también hay referencias a formas simbólicas o matizadas de uniones incestuosas a través del cruce de familias interrelacionadas por consanguineidad (de hecho, Arthur y Molly Weasley son

51 En efecto, esta ley es al mismo tiempo natural y cultural: lo primero, porque tiene la universalidad de los instintos, y lo segundo, porque tiene el carácter coercitivo de las leyes sociales. Según el pensador este tópico permite distinguir el pasaje del hombre desde la natura- leza a la cultura, al refrenar sus instintos naturales en pos de la observación de normas sociales.

43 primos en algún grado52). Por otra parte, como ya hemos adelantado, el campo de la Antropología Cultural ha explorado diversas construcciones alrededor de la noción de “sangre”. Sus usos en ritos de magia blanca o negra, en sacrificios religiosos o mediante su ingesta han sido comunes en todas las épocas. HP no constituye una excepción a esta regla, en tanto la sociedad mágica creada por Rowling hace uso de la sangre de diversos seres para realizar pociones, conjurar maleficios o performar rituales ancestrales. Tratando de evitar un enfoque aplicacionista, queremos explorar, en definitiva, la construcción de la identidad de los dos personajes principales, Harry y Voldemort, a través de determinados símbolos y mitos relacionados con la constitución de sus vínculos de sangre, y con los ejes previamente mencionados. La sangre, metonimia de los genes que son transmitidos de una generación a otras, vincula a los miembros de una familia dentro de un mismo árbol genealógico y permite que ciertos miembros hereden de sus progenitores bienes simbólicos o materiales: rasgos de carácter y físicos pueden ser analizados desde su significación simbólica dentro de la saga; así como también los bienes materiales que pasaron de padres a hijos resultan relevantes para nuestro análisis: casas, joyas, cuentas bancarias y Reliquias. Este apartado se dividirá en la exploración de varias cuestiones que nos permitirán organizar el material de los siete tomos. Si pensamos que la saga cuenta con más de doscientos personajes (entre principales, secundarios y circunstanciales) y múltiples grupos familiares, se torna imperiosa la necesidad de reducir dicho conjunto y centrarnos únicamente en los grupos familiares que resulten nucleares para nuestro análisis: serán los Potter-Dursley, los Black-Malfoy, los Weasley y los descendientes de Slytherin (Gaunt-Riddle).

52 Recordemos que, de acuerdo con lo que establece de la saga, todos los magos de sangre pura están emparentados en algún punto. Según lo resumido en Pottermore, podemos señalar que: -Bellatrix Lestrange, Narcissa Malfoy y Andromeda Tonks son primas hermanas de Sirius Black. Por lo que Draco Malfoy y Nymphadora Tonks son primos hermanos. Y Teddy Lupin es primo segundo de Draco. -Una tía abuela de Sirius se casó con un Potter, por lo que también es familiar de James y Harry. -Cedrella Black se casó con Septimus Weasley por lo que Sirius y Arthur son primos en segundo grado y todos los Weasley son primos en tercer grado de Sirius. -Lucrettia Black se casó con Ignotios Prewett, tío abuelo de Molly Weasley (Prewett de soltera) por lo que Arthur y Molly son primos en algún punto. -La tía abuela de Sirius se casó con H. Longbottom por lo que Neville tiene parentesco lejano con Draco, Harry y Ron. - Voldemort y Harry tienen sangre en común porque los Gaunt (familia materna de Voldemort) descienden de Cadmus Peverell, y Lolanthe Peverell (nieta de Ignotius) se casó con un Potter. Fuentes:https://www.pottermore.com/writing-by-jk-rowling/the-potter-family, https://www.pottermore.com/features/who-are-the-sacred-twenty-eight, consultados 16/10/2018.

44 3.2.1 Familias, linaje y herencia dentro de la comunidad mágica Las relaciones de consanguinidad y linaje que recorren los siete libros son uno de los ejes principales para poder analizar la saga de J. K. Rowling. A pesar de los lazos de amistad, parentesco por “adopción” (de los padres de Harry a Sirius, de los Weasley a Harry, etc.) o filiación ideológica, la sangre es determinante para la herencia de poderes o como forma de legitimación de la valía personal; pero también supone una protección mágica, porque en la sangre reside el poder más grande que Harry posee: el amor legado por su madre. Cuando Dumbledore le explica a Harry por qué debió criarse entre Muggles, afirma que su madre “She gave you a lingering protection… a protection that flows in your veins to this day. I put my trust, therefore, in your mother’s blood. (…) He shed her blood, but it lives on in you and her sister. Her blood became your refuge” (OP 836). Esta protección, casi como si fuera un atributo físico, recorre las venas de Harry y circula por su cuerpo, nutriéndose de una unión que lo “ata” o “vincula” a su único pariente vivo relacionado con su propia madre, su tía Petunia. Así, su sangre se vuelve el “refugio” o el “hogar” que permite sobrevivir a Harry hasta el día en que cumple los diecisiete años y se vuelve mayor de edad. Trabajaremos entonces con el eje de la consanguinidad en primer lugar, porque este vínculo da forma a los núcleos familiares principales (muestra de la macro-comunidad a la que pertenecen), y porque liga a sus miembros de manera simbólica y/o legal.

A. Grupos de familias consanguíneas principales: De derechos y obligaciones A.1 Potter-Dursley Ubicar a los Dursley junto a los Potter, antítesis como lo son un grupo familiar del otro, llama la atención. Sin embargo, están unidos por lazos de sangre directos, y allí radica la protección con la que Harry cuenta para sobrevivir en sus años de infancia. El primer capítulo de SS pone el primer foco narrativo en la apropiación del sistema de creencias de la familia Dursley, a la que Harry va a llegar como un invasor, un bebé huérfano que va a desbaratar sus rutinarias, normales –y muy de clase media– vidas: Mr. and Mrs. Dursley, of number four, Privet Drive, were proud to say that they were perfectly normal, thank you very much. They were the last people you’d expect to be involved in anything strange or mysterious, because they just didn’t hold with such nonsense. (…) Mrs. Potter was Mrs. Dursley’s sister, but they hadn’t met for several years; in fact, Mrs. Dursley pretended she didn’t have a sister, because her sister and her good-for-nothing husband were as unDursleyish as it was possible to be. (...) This boy was another good reason for keeping the Potters away; they didn’t want Dudley mixing with a child like that. (SS 2, cursiva nuestra)

45 La historia inicia el día de la derrota de Voldemort, que había instaurado un régimen totalitario en el mundo mágico durante un período que abarcó unos once años, desde 1970 hasta 1981, hasta el día de su ataque a los Potter en el Valle de Godric. Allí mata a Lily y a James Potter, y ataca con la misma maldición a su hijo Harry, un niño de 9 meses de edad. Sin embargo, esta maldición de alguna manera “rebota” en Harry y golpea a Voldemort, quien es despojado de sus poderes y cuya esencia se mantiene viva, errante y sin posibilidades de volver a adquirir un cuerpo por mucho tiempo. Esa misma noche, Harry es llevado a la casa de sus únicos parientes vivos, los Dursley. Dumbledore, deja una nota para su tía Petunia, pidiéndole que le diera a Harry un “hogar” donde pudiera crecer lejos de los peligros que aún lo acechaban. Harry crece con ellos, aunque lejos de poder considerar Privet Drive como un “hogar”53: su primo Dudley hace de su vida un infierno y sus tíos lo maltratan, haciéndolo sentir siempre como un “invasor”, extraño a ellos. La problemática de Harry en el mundo Muggle es retomada parcialmente en los primeros cuatro libros de la saga, en los que el joven mago es considerado por sus familiares como una desviación de lo “normal”, y su mundo es absolutamente rechazado. En OP, sin embargo, ante el ataque de dos Dementores a Harry y su primo, ambos mundos parecen fusionarse y dan lugar a una nueva realidad, que habrá de sostenerse en los últimos tres tomos54 de la saga: It felt very strange to be standing here in Aunt Petunia’s surgically clean kitchen, beside the top-of-the-range fridge and the wide-screen television, and talking calmly of Lord Voldemort to Uncle Vernon. The arrival of the dementors in Little Whinging seemed to have caused a breach in the great, invisible wall that divided the relentlessly non-magical world of Privet Drive and the world beyond. Harry’s two lives had somehow become fused and everything had been turned upside down: The Dursleys were asking for details about the magical world… (OP 37) Es evidente cómo “la sangre” será la responsable de unir ambos mundos. Petunia, tan reacia a aceptar a su sobrino y las excentricidades de su hermana55 es, sin embargo, la única responsable de mantenerlo con vida:

53 En la última escena de la película SS, Chris Colombus enfatiza esta idea cuando Harry, Ron y Hermione emprenden su vuelta “a casa”. Harry les señala que en realidad él “ya está en casa”, lo que puede vincularse tanto al castillo como a su nueva “familia” constituida: sus amigos. 54 Si bien los Dursley nunca aceptan plenamente a Harry ni le dan entidad propia dentro de la familia, es cierto que Harry vuelve a Privet Drive en los últimos dos libros y es tratado hasta con cierto aprecio por parte de su primo Dudley. En HBP, además, Dumbledore se aparece en la sala de estar de los tíos de Harry, con un pedido de renovación de su compromiso a Petunia. 55 Petunia aborrecía a su hermana, o al menos eso demostraba en las pocas alusiones hechas a su sobrino. Cuando Hagrid revela a Harry que él es un mago, ella espeta, furiosa: “How could you not be [a wizard], my dratted sister being what she was? (…) I was the only one who saw her for what she was — a freak!” (SS 53)

46 She was looking at Harry as she had never looked at him before. And all of a sudden, for the very first time in his life, Harry fully appreciated that Aunt Petunia was his mother’s sister. He could not have said why this hit him so very powerfully at this moment. All he knew was that he was not the only person in the room who had an inkling of what Lord Voldemort being back might mean. Her large, pale eyes (so unlike her sister’s) were not narrowed in dislike or anger: They were wide and fearful. (OP 38, los subrayados son nuestros) Ya en el último tomo de la saga, antes de que Harry iniciara su cruzada contra Voldemort, consigue que la Orden del Fénix proteja a sus tíos y primo Muggles. La despedida resulta insulsa, y sin embargo se evidencia que los papeles se han invertido: él es el encargado de proteger a los Dursley, su familia, como ellos lo hicieron con él los últimos dieciséis años de su vida. Si bien Harry nunca se sintió querido ni aceptado por ellos, su refugio reside allí, a través de la sangre de su tía Petunia. Ante la aserción de Harry a Dumbledore de que su tía no lo quiere y que no le importa lo que a él le pudiera suceder, el director le responde: “She may have taken you grudgingly, furiously, unwillingly, bitterly, yet still she took you, and in doing so, she sealed the charm I placed upon you. Your mother’s sacrifice made the bond of blood the strongest shield I could give you” (OP 836, los subrayados son nuestros). En consonancia con lo dicho hasta aquí, cerraremos este análisis con una cita de Skyler James Hijazi: In the Harry Potter universe, consanguinity is the axis upon wich “good” and “bad” kinship relations revolve. The inhumane and abusive treatment Harry receives at the Dursleys’ hands is apparently trumped by the power of ‘blood ties’, and the enduring, almost transcendental power of blood figures biological kinship relations as ‘real’ in a way that elective families (as the Weasleys are for Harry) can seemingly never be: Harry must suffer the Dursley’s abuse because the enduring power of blood is stronger than any other bond. (Hijazi 101) Ahora bien, en cuanto a los Potter, exceptuando las descripciones nada objetivas hechas por los Dursley, es poco lo que sabemos. La saga enfatiza en los siete tomos el parecido físico de Harry con James, aunque sus ojos son iguales a los de Lily: “He looks exactly like James”, “Except the eyes. Lily’s eyes” (OP 47). Asimismo sabemos que la pareja siempre fue leal a Dumbledore y a sus amigos, pero murieron violentamente debido a la traición de uno de ellos, Peter Pettigrew. También conocemos –por una profecía que será clave en OP– que la pareja tuvo tres enfrentamientos con Voldemort – presumiblemente, tareas como miembros de la Orden– de los que escaparon con vida. Por otra parte, ciertos flash-back en la saga nos permiten ver de primera mano algunos acontecimientos de la vida de James y Lily: los pensamientos de Snape revelan que James, a sus 15 años, era pendenciero, arrogante y siempre trataba de impresionar a

47 Lily. Era un excelente buscador de Quidditch, al igual que Harry, y era arriesgado, hasta un poco alborotador junto a su mejor amigo, Sirius Black. Ella, por su parte, tenía un talento natural para realizar pociones y era una muchacha dulce y bondadosa, según los testimonios de Slughorn, profesor del colegio. En las memorias de Snape, Lily se revela como una persona desprejuiciada y amable, con lealtades definidas y una pronunciada aversión a las artes oscuras, razón por la cual se distanciarían eventualmente. A pesar de las múltiples referencias al parecido de Harry con James, en lo físico o en su carácter impulsivo, el final de la saga lo emparenta más con su madre: “In looks, perhaps [he seems like his father], but his deepest nature is much more like his mother’s” (DH 684). También desde el inicio lo vemos: si los ojos, como se considera tradicionalmente, son “la ventana del alma”, podemos entender el carácter y la bondad de Lily se presuponen en su hijo, ambos dispuestos a sacrificarse y a dar su vida por las personas a quienes aman.Notamos en varias ocasiones cómo lo impulsivo de Harry es sosegado por su propia conciencia –que suele hablarle en una voz femenina, la de Hermione-, y cómo a su temperamento impulsivo termina ganando su buen corazón (DH 720). Es también interesante destacar que Harry termina luchando contra Voldemort al final de DH de la misma manera en que lo hizo su madre, y no como se hubiera esperado de él, igual que James: la entrega pasiva a su propia muerte supone una forma de lucha que Voldemort no esperaba, pero es la clave para su derrota56. En el capítulo 17 de DH, se narra el asesinato de los Potter desde la perspectiva de Voldemort. Vemos allí que James va a la lucha inmediatamente, pero no tiene ninguna posibilidad contra él; en cambio Lily ni siquiera intenta levantar su varita. Ella se emplaza como un escudo entre su hijo y Voldemort, y le ruega intercambiar sus vidas. Estos hechos se repiten estructuralmente en la batalla de Hogwarts: Harry no lucha contra Voldemort utilizando la fuerza sino desde el intelecto, la estrategia y finalmente el propio sacrificio. Utiliza su inteligencia como arma primera, ya que el conocimiento es poder y Dumbledore se encarga de dar a Harry muchas pistas para poder eliminar los horcruxes57 que Voldemort tiene como salvaguarda de su vida. Luego, Harry incursiona

56 Gallardo y Smith indican que esta forma de pelear es clave para pensar al personaje como una forma de invertir los roles tradicionales: “Harry becomes the master of both narratives –he has acibvely destroyed the Horcruxes and through inaction become the master of Hallows- and thereby of the masculine/femenine duality the narratives represent” (Gallardo y Smith B 101) 57 El término horcrux remite a un objeto que ha sido embrujado por su amo para que sea húesped de una parte de su alma. Esta forma de “encadenar” el alma a un cuerpo sólido constituye la clave que ha encontrado lord Voldemort para perpetuarse en el tiempo.

48 en el castillo y los destruye, encontrando a su vez la clave que le permitirá comprender que su propia muerte es necesaria y fundamental58. Así, Harry acude voluntariamente al encuentro con su enemigo y se sacrifica “for the greater good”, en este caso con las Reliquias59 utilizadas como una compañía que “se abre al final”60 de su vida, y no como un arma. Nuevamente, sus elecciones y su propia esencia son las que lo emparentan con su madre, y esta protección es la que mantendrá a salvo a sus seres amados cuando se reanude la batalla: “I’ve done what my mother did. They’re protected from you. Haven’t you noticed how none of the spells you put on them are binding? You can’t torture them. You can’t touch them. You don’t learn from your mistakes, Riddle, do you?” (DH 738).

A.2 Los Weasley En un suscinto resumen de lo mencionado anteriormente, la familia Weasley está encabezada por Molly y Arthur Weasley, matrimonio de sangre pura que es considerada “traidora a su sangre” por brindar ayuda a Harry, Dumbledore, hombres-lobo y demás “indeseables” para el régimen de Voldemort. Sobre Arhur realizamos un suscinto análisis en el segundo capítulo. Por su parte, Molly es un ama de casa que maneja diestramente todos los encantamientos asociados a la limpieza, cocina y cuidado del jardín. Paradójicamente, es ella quien acaba con Bellatrix Lestrange en la Batalla de Hogwarts; ante su ataque contra Ginny, Molly Weasley le grita: “NOT MY DAUGHTER, YOU BITCH”. Este hecho refuerza la ambigüedad vigente y que fuera planteada por Gallardo y Smith en “Happily Ever After: Harry Potter and the Quest for the Domestic”: Mrs. Weasley use of the curse Word ‘bitch’, which in the Muggle world is used to demean and disempower women, marks the end of Lestrange’s ascendancy. We are to understand that Lestrange does not stand a chance against Molly Weasley because the latter is fighting for more than herself, she is fighting for her children. (Gallardo B 97)

58 Originalmente, Voldemort se propuso originalmente dividir su alma en siete partes, el número “mágico”. Sin embargo, al atacar a Harry en su cuna, involuntariamente realizó un séptimo corte y su alma quedó dividida en ocho partes: los seis horcruxes que ya tenía, una porción de su alma que vive en Harry, y otra en sí mismo. De allí, la necesidad de Harry de “sacrificarse” y permitir que Voldemort lo mate: Ambos están atados en la vida, y en la muerte. 59 Las Reliquias o ‘Hallows’ que le dan título al último libro son tres objetos que permiten ser Amo de la Muerte: la Varita de Saúco, la Piedra de la Resurrección y la Capa de Invisibilidad. 60 La Snitch que contiene la Piedra de la Resurrección tiene grabado un críptico mensaje: “I open at the close”. Cuando Harry se dirige al Bosque Prohibido y comprende que ese es “su cierre / final”, su propia muerte, utiliza la Piedra para estar acompañado por aquellas personas que amó y que ya no están.

49 La muerte de Bellatrix a manos de Molly plantea, dijimos, una paradoja porque ella asume un papel activo en un ámbito público (rol asignado clásicamente al género masculino) y derrota a la mano derecha de Voldemort, Bellatrix (una “mujer guerrera”, como significa su nombre en latín, que encarna la agresividad masculina en un cuerpo femenino); pero está legitimada para tal hecho precisamente por su rol de madre. Por otra parte, los siete hijos del matrimonio, todos pelirrojos, son leales a Dumbledore y a Harry. Ron y Ginny serán fundamentales a la trama. Ron devendrá en el mejor amigo de Harry desde que se conocen en el Expreso de Hogwarts. Respecto de la temática que nos ocupa, ya indicamos cómo Ron es muchas veces el reflejo de la sociedad en la que se formó; si bien es leal a Harry y sabe diferenciar entre las mentiras del Ministerio y la realidad, no tiene la misma conciencia política de Hermione o el deber impuesto de Harry; se muestra, a su vez, prejuicioso respecto a ciertos grupos que forman parte de la sociedad mágica. Esto se visibiliza en ciertos comentarios que hace respecto a los gigantes y su “sangre salvaje”, en cómo los elfos domésticos en realidad viven para servir a los magos y se sienten a gusto con ello, o bien respecto a la naturaleza aparentemente inmodificable de los hombres-lobo. Ginny, por su parte, constituye el principal interés amoroso de Harry en la saga. Un año menor que él, comienzan a interactuar en CS, cuando ella entra a su primer año de colegio. Si nos aproximamos a la saga desde una concepción psicoanalítica, podemos pensar a la joven como un paralelo de Lily: pelirroja como ella, valiente, amable con sus pares, desprejuiciada, diminuta pero con un poder excepcional. Harry se fija por primera vez en ella recién en HBP, y comienzan su relación amorosa a partir de entonces. De acuerdo con lo narrado en el epílogo del último tomo, Harry y Ginny continuarán con el linaje de sangre pura de ella y “mestiza” de Harry, mientras Ron y Hermione también mezclarán sus sangres y darán continuidad a la variabilidad genética mágica (Hermione es Muggle-born). Bill Weasley, el hijo mayor de la familia, elegirá como compañera a una mujer que que es descendiente de un mago y una veela61. También sabemos que Percy Weasley62 eligió como compañera a Penélope Clearwater, de sangre mestiza, en el período abarcado entre los libros V y VI. Por último, George

61 Si bien los libros no revelan la naturaleza exacta de las veelas, sí se deja claro que no son humanos “normales”, sino seres femeninos que embotan los sentidos de los magos, y que al enfurecerse demuestran una naturaleza bestial, transformándose incluso su aspecto. 62 Percy es el único que se aparta de su familia y de los personajes antes mencionados debido a su desmedida ambición, sumada a sus marcados logros académicos. Sin embargo, cual hijo pródigo, termina retornando al seno familiar y al camino del bien en el último libro, al vislumbrar la realidad de un Ministerio corrupto que encubrió el régimen de Voldemort.

50 Weasley se casará con Angelina Johnson (Pottermore, “The Weasley Family Tree”63), una compañera de Hogwarts de origen afroamericano. Entonces, si bien Molly y Arthur descienden ambos de familias de linaje puro, podemos ver que, en las generaciones que continúan su árbol genealógico, se va a dar entrada a la variabilidad genética. Los Weasley no sólo incorporan miembros de sangre mestiza (hal-fblood como Harry), sino también descendientes directos de Muggles, sin magos conocidos en su árbol genealógico (Hermione); personas con ascendientes “no humanos” (Fleur Delacour, parte veela), con todo lo que ello implica para la sociedad mágica -ya que como vimos en el capítulo I hay un marcado rechazo hacia todos aquellos colectivos no humanos o que lo son en parte-; y, finalmente, se habilita una unión interracial con Angelina Johnson, dando lugar al rechazo de un viejo prejuicio del que la sociedad mágica también parece hacerse eco. No es de extrañar, entonces, que buena parte de la sociedad de magos catalogue a los Weasley como “Blood-Traitors”. Sin embargo, esta familia es consciente del peligro que corre la sociedad de mantenerse los matrimonios sólo entre magos y brujas de sangre pura, así como de las implicancias ideológicas que esas uniones conllevan: “There are some wizards, like Malfoy’s family, who think they’re better than everyone else because they’re what people called ‘pure- blood’. I mean, the rest of us know it doesn’t make any difference at all.” (CS 112)

A.3 Los Black – Malfoy – Lestrange Nos centraremos a continuación en los Black, de importancia en tanto algunos de los mayores adversarios de Harry provienen de este clan (los Malfoy y los Lestrange); también forman parte de esa familia el padrino de Harry, Sirius Black, así como la madre de su ahijado, Nymphadora Tonks64. Es interesante notar cómo la mayor parte de las ramas del árbol genealógico de la familia Black queda trunca. Hay muy pocos matrimonios “fértiles”, y la mayor parte de sus miembros tenderá a la locura, incluso entre los que podemos catalogar como “buenos” dentro de la saga. A continuación reproducimos el árbol genealógico que puede descargarse desde la web oficial Pottermore. Nos servirá para analizar algunas relaciones de consanguinidad así como ciertas características heredadas, y para pensar en la descendencia de un linaje ‘toujours pur’ (“todavía puro”, lema de la Casa):

63 https://www.pottermore.com/features/the-weasley-family-tree, consultado el 09/09/2019. 64 Sirius y Tonks, primos entre sí, renegaron de su árbol familiar y constituyen, junto con los Weasley, la familia “por adopción” de la que Harry forma parte.

51

Analizaremos tres ramas, las de las hijas de Druella Rosier y Signus II Black: las hermanas Bellatrix, Narcissa y Andrómeda. Bellatrix y Andrómeda tienen un parecido remarcado: pelo oscuro, pómulos altos y una mirada orgullosa, aunque Andrómeda tiene una expresión más “suave” en ellos. Narcissa, por su parte, es rubia, diferente al resto de los Black tanto físicamente como por sus acciones. También se suele destacar la risa y la mirada de Sirius, iguales a los de su prima Bellatrix en sus rasgos de insania. La primera de ellas, Bellatrix, casada con Rodolphus Lestrange, es un personaje que demuestra su locura en repetidas ocasiones. Si bien es inteligente y una formidable hechicera, se deja dominar por su “ello” y comete atrocidades en nombre de su “Señor”, Lord Voldemort, a quien idolatra por encima de cualquier otra persona. El siniestro matrimonio de los Lastrange no “da frutos”, como era de esperarse, y su rama permanece estéril. En la única referencia que hace Bellatrix al tema de la maternidad65, le espeta a su hermana Narcissa que “If I had sons, I would be glad to give them up to the service of the Dark Lord” (HBP 35), por lo que entendemos que éste se encontraría determinado por su madre66. Bellatrix, además, es quien mata a su primo Sirius, a los

65 En el artículo de Gallardo y Smith mencionado (“Happily Ever After”) se hace una interesante anaología entre Bellatrix y Lady Macbeth. Ver en bibliografía (B 95) 66 Aquí es necesario hacer una salvedad con respecto al último libro de la saga, incorporado más de diez años después de publicado DH. Harry Potter and The Cursed Child, escrito por Jack Thorne y aprobado por J.K. Rowling para que sea la continuación “oficial” de la saga, nos revela que Bellatrix tuvo una hija con Lord Voldemort. Quitando que Bellatrix muere en la Batalla de Hogwarts y que por lo tanto Delphi ya debería haber nacido para ese entonces,

52 Longbottom (simbólicamente, pues lleva a la locura a Alice y a Frank), y a su sobrina Tonks, encargándose de “podar” todas aquellas ramas que no responden a su ideología. Por su parte, Andrómeda fue eliminada del árbol familiar por casarse con Ted Tonks, un hijo de Muggles. De este matrimonio nació Nymphadora Tonks, casada luego con Remus Lupin. Ellos tendrían un hijo, Ted Lupin y sabemos por Pottermore que él se casará con Victoire Weasley, hija de Bill y Fleur. Es claro que Andrómeda está ideológicamente ligada al bando de “los buenos”, pues ayuda a la Orden del Fénix y a Harry a ocultarse, y pagará con la muerte de su marido e hija67 bajo el régimen de Voldemort. Precisamente por estas alianzas y “traición a su sangre” ninguno de ellos figura en el árbol, una de las pocas ramas fértiles que estaba, inicialmente, incluida. La última de las hermanas, Narcissa, es una bruja que apoya el régimen de Voldemort más por temor a éste y por fidelidad a su mirado Lucius, que por convicción. Tras una serie de desafortunadas acciones que se inician en CS, el matrimonio cae en desgracia a los ojos de Voldemort, hasta verse cautivos en su propia casa, Lucius despojado de su varita, y su hijo utilizado como peón en la batalla contra Dumbledore. Cuando Voldemort le encarga una tarea imposible a Draco, el hijo del matrimonio, Narcissa recurre a Snape para protegerlo; y finalmente, en la tregua del Bosque Prohibido, ella deliberadamente miente a Voldemort y sus secuaces no revelando que Harry aún vivía (a cambio de saber si su hijo había sobrevivido). Esta rama familiar continuará en la descendencia de Draco Malfoy con Astoria Greengrass, una joven de sangre pura que, sin embargo, se negará a criar a su hijo dentro de esa ideología. Por otra parte, Andrómeda, Bellatrix y Narcissa tienen como primos a Sirius y Regulus Black. Regulus, antítesis de su hermano, pertenecía a la casa Slytherin y enarbolaba con orgullo sus colores así como el lema de su casa (DH 185-186), alistándose al bando de los Mortífagos en su juventud. Por el contrario, Sirius reniega

debemos al menos cuestionar este giro argumental por lo que implica para el personaje de Lord Voldemort: narcisista e incapaz de ningún sentimiento amoroso o de deseo hacia el prójimo, tan alejado de su parte humana como ya lo estaba, es difícil entender por qué buscaría dejar descendencia. Su deseo de perpetuidad se aplicaba sólo a su persona (“sólo yo puedo vivir para siempre”, expresa Voldemort en la película DH), por lo que no necesitaba más “herederos de Slytherin” para continuar con su obra; él mismo se bastaba, y con el respaldo de sus horcruxes consideraba que no corría riesgo de morir. 67 Dentro de esta rama cabe destacar el lugar de Tonks. Nymphadora es una metamorfomaga (cambia su apariencia a voluntad), mismo rasgo que heredará su hijo Ted. Ante la noticia de su casamiento, Bellatrix insiste en que “she is no niece of ours, My Lord” y en que “This brat has nothing to do with either of us, nor any beast she marries” (DH 10). Como se hace evidente a partir del uso de los subjetivemas elegidos, esta unión es indeseada por sus implicancias para su árbol, que se considera “todavía puro”.

53 de su familia y se aparta de la misma; pertenece a la casa Gryffindor y se alía con la Orden del Fénix68. Ambos terminarán siendo asesinados por el régimen: Sirius a manos de su prima, en la Batalla del Departamento de Misterios, y Regulus en su temprana juventud, por el mismo Lord Voldemort, a quien se atrevió a desafiar. Por supuesto, esta rama del árbol familiar muere también, y el apellido “Black” junto con ellos. De lo anterior, podemos inferir que aquellas ramas ligadas a personajes cuyas acciones se emparentan con “el bien” son las que darán frutos: la de Andrómeda, y la de Narcissa (quien se redime en DH, al menos, justificando sus acciones desde el “amor” por su hijo). Por su parte, la rama de Bellatrix, al menos en su matrimonio con Rodolphus Lastrange, permanece mustia e incapaz de dejar descendencia. La rama masculina del árbol que estaría encargada de continuar el apellido Black queda trunca al morir ambos hermanos prematuramente y de manera violenta, tanto Sirius como Rodolphus. Se muestra entonces que un linaje “todavía puro” es insostenible, que las ramas “puras” tienden a la locura, y que las más fértiles serán las de aquellos que “traicionen” a su sangre. Resulta interesante destacar, por último, que en el árbol genealógico aparecen apellidos que se repiten en la saga (Crouch, Prewett, e incluso Longbottom, Weasley y Potter); esto sucede así por la tendencia de la familia Black a realizar matrimonios únicamente entre miembros de sangre pura de la sociedad69. De esta forma, la variabilidad genética disminuye y los rasgos asociados a la locura o a las malformaciones aumentan, tal y como podremos apreciar al analizar nuestro siguiente tópico, el de la familia Gaunt. En la misma línea de pensamiento, podemos finalizar este apartado con una interesante referencia a Edgar Allan Poe: The text also makes oblique references to potential inbreeding problems in the Black family. The descriptions of the Black house and the reference to the “top-down” style of the Black family tree, for example, invoke the nearly branchless tree of Edgar Allan Poe’s “The Fall of the House of Usher”, and thereby prefigure the congenital mandness present in another ancient pureblood wizarding family, the House of Gaunt. (Gallardo Smith B 96)

68 Sirius Black, como lo indica su nombre, es precisamente el astro más brillante en medio de toda esa oscuridad. El oxímoron que constituye su nombre es reflejo de su carácter y de su paso por esta vida: brillante pero fugaz, consumido por las tinieblas a su alrededor. Varios miembros del árbol genealógico Black tienen nombre de estrellas o galaxias: Orión, Andrómeda, Pollux, Cassiopea. Bellatrix también se emparenta de esta manera: estrella que pertenece a la constelación de Orión, está “enfrentada” a la constelación del Can, a la cual pertenece el astro Sirio. Viéndolas en perspectiva, también así Sirius y Bellatrix son “primos”. 69 En la página Pottermore hay un artículo que incluye un listado con las 28 familias de sangre pura británicas que quedaban hacia 1930 (el Directorio de Sangre Pura se supone de esa época). https://www.pottermore.com/features/who-are-the-sacred-twenty-eight, consultado 09/09/19.

54 A. 4 El heredero del linaje Slytherin: Tom Marvolo Gaunt-Riddle You think I was going to use my filthy Muggle father’s name forever? I, in whose veins runs the blood of Salazar Slytherin himself, through my mother’s side? I, keep the name of a foul, common Muggle, who abandoned me even before I was born, just because he found out his wife was a witch? (CS 314) El delirio de grandeza de Lord Voldemort y las bases de su régimen ‘anti-Muggle’ se hacen evidentes en esta cita de CS. Él, quien se considera el mago más grande de todos los tiempos, aquél que se atrevió a desafiar a la muerte y a forzar los límites de la magia hasta donde nadie más ha podido, fue abandonado por un “asqueroso” Muggle y privado del amor o la protección de su madre, sólo porque éste se enteró de que ella era una bruja. Como sabemos, este hecho desencadenó el parricidio que Tom comete a los dieciséis años, así como el asesinato de sus abuelos, eliminando de una sola vez toda aquella rama Muggle de la cual desciende (HBP 367). A partir de estos tempranos asesinatos el mago inicia su camino de separación del resto de la humanidad, adopta su nuevo nombre y realiza su primer horcrux, el anillo, vinculado a su otra rama familiar: la de la magia, la de los Gaunt. Esto implica una parcial deshumanización, que se verá reforzada in crescendo con cada nuevo horcrux70 realizado, y será acompañada de una progresiva transformación física hacia un aspecto serpentino. Recapitulemos: Tom Riddle fue hijo de Merope Gaunt, una bruja descendiente de Salazar Slytherin, y Tom Riddle, un simple Muggle. Ni el poder ni la belleza de esta bruja fueron desarrollados: la familia Gaunt exhibe deformidades físicas y, en el caso de Merope, fue oprimida por su padre al punto de no poder demostrar sus habilidades mágicas, por lo que su padre la llama “filthy Muggle” (HBP 205); de acuerdo con su descripción, habría una cierta degeneración en los rasgos de los Gaunt que, como en las novelas victorianas del siglo XIX, deja traslucir la inclinación moral en los rasgos físicos: “Her hair was lank and dull and she had a plain, pale, rather heavy face. Her eyes, like her borther’s, stared in opposite directions” (HBP 205)71. Merope se enamoró de su vecino, el propietario del terreno donde los Gaunt vivían. Tom Riddle no la

70 Se trata de magia oscura, oculta y que “deshumaniza” progresivamente a quien la performa. De allí que el aspecto de Voldemort se haya convertido con el paso del tiempo en algo inhumano, más cercano a un reptil que a un hombre. Este tópico parece continuar con la tradición de Dr. Jekyll and Mister Hyde, en la que la parte “oculta” o “infrahumana” –Hyde- presenta malformaciones físicas, producto de su alma mutilada. 71 Giselle Anatol en “The replication of Victorian Racial Ideology in Harry Potter” vincula la ideología “purista” con la “deformación” de los Gaunt, en el sentido victoriano del término: “Marvolo is strangely proportioned, which gave him the look of a powerful, aged monkey. Rather than witnessing evolution from primates, the reader sees a de-evolution to an apelike criature; Rowling thus connects racism to regression, not progress”. (Anatol 110)

55 quería, por lo que se sintió impelida a darle una poción de amor (fiel a la naturaleza manipuladora de los Slytherin). Sin embargo, la bruja suspendió su administración al saber de su embarazo, porque no quería “atarlo” por medios mágicos. Fue, sin embargo, un desacierto para ella, en tanto Tom la abandonó. Merope, quien no contaba con el apoyo de su familia, huyó de su casa llevándose consigo el relicario de Slytherin; lo malvende, y luego da a luz a su hijo en un orfanato. Perdidas sus fuerzas para vivir, su último acto es nombrarlo “Tom, por su padre, y Marvolo, por su abuelo”, y deja asentado su apellido Muggle, Riddle. Si nos detenemos a pensar en cada una de las piezas del rompecabezas que constituyen su nombre, de su padre Tom hereda su atractivo físico, su egoísmo y su altanería. De su abuelo Marvolo deriva su orgullo, su obsesión con la pureza de sangre y su habilidad para hablar pársel, la lengua de las serpientes. Su apellido, Riddle, constituye un enigma: ¿por qué Merope, como madre soltera que fue, no bautizó a su hijo con su propio apellido, vinculándolo al mundo de la magia? Abandonó a su hijo en un orfanato Muggle, lo que sin embargo no impidió que Tom desarrollara precozmente sus habilidades mágicas. Nada (a excepción de su “sangre” Slytherin) parece haber heredado de su madre, con quien parece definirse por oposición: su pensamiento primero al saber que su ascendencia mágica provenía de Merope fue que si ella hubiera sido una bruja, entonces no podría haber muerto (HBP 275). Aquí se sienta la base para la búsqueda que determina a Tom: la inmortalidad. Continuando con su primer nombre, tanto Harry como Dumbledore devuelven al mago a su condición de “mortal” y de “común” al nominarlo como Tom y no como él mismo elige, “Lord Voldemort”. En todas las instancias de encuentro directo con el mago tenebroso Dumbledore se niega a llamarle así, obligándolo a aceptar su origen mundano, y no el noble que implicaría ser un “Lord”. Por otra parte, la denominación elegida responde a razones íntimamente relacionadas con sus interlocutores, ya que al referirse a él con otros magos –quienes a su vez lo llaman el “Innombrable” – sí lo llama Voldemort. Esto es interesante, ya que hay una dualidad en Dumbledore que lo hace adoptar uno u otro nombre según se trate de la esfera privada o pública. En el caso del ámbito privado, merma la autoridad del mago tenebroso al vincularlo a su nombre Muggle, recordándole su origen mestizo y demostrando que es “común”, no como su extraordinario nombre elegido implicaría. Por otra parte, en la esfera pública no duda en llamarlo Lord Voldemort, pero en este caso para demostrar a la comunidad que “el miedo al nombre sólo acrecienta el miedo al hombre”, casi como en un planteo

56 sausseauriano del término: ¿acaso el objeto designado es su nominación, o bien ambos son arbitrarios y no interdependientes?72 Por su parte, en la batalla de Hogwarts Harry también lo llama “Tom”, siguiendo los pasos de su mentor. El crecimiento de Harry a lo largo de los siete tomos lo lleva a desacralizar al mago tenebroso, devolviéndole su condición de mortal, simbólica y literalmente. Este proceso comienza con la idea de su mortalidad, continúa con una estrategia para mermarla, se visibiliza en el ataque a sus horcruxes y a la identidad autodefinida de Voldemort, al llamarlo por su nombre Muggle, y finaliza con el ataque a su corporalidad73. Los Gaunt, entonces, descienden por vía materna –muy lejana en el tiempo- de Salazar Slytherin. Cuando este brujo se distanció del resto de los fundadores de Hogwarts, dejó construida una Cámara Secreta subterránea en la que albergó un monstruo, el Basilisco, al cual dejó como arma para aniquilar a todos aquellos magos de sangre impura (hijos de Muggles, mestizos y Squibs). Podemos ver entonces cómo desde este antepasado remoto, los miembros de su estirpe heredan la obsesión por la pureza de sangre al considerar que su mezcla con linajes “inferiores” habrá de mermar su poder. Voldemort, heredero legítimo de Slytherin, logró acceder hasta la Cámara en sus tiempos de estudiante y dejó un Diario que le permitiera abrirla en la posteriodad: “I decided to leave behind a diary, preserving my sixteen-year-old self in tis pages, so that one day, with luck, I would be able to elad another in my footsteps, and finish Salazar Slytherin’s noble work” (CS 312). Voldemort entiende que es parte de su legado familiar limpiar y purificar la sociedad mágica de todos los “usurpadores” del poder;

72 Esta dicotomía se vuelve tangible en DH, cuando la palabra “Voldemort” se convierte en tabú: es hechizada para que quienquiera que lo nombre pueda ser rastreado y atrapado. Se muestra una asociación directa entre nombre y objeto, en oposición al uso que Dumbledore hacía de su pseudónimo en la comunidad. La arbitrariedad entre nominación y objeto se ve disuelta para unificar y fomentar el miedo y el respeto al nombre y al “hombre” detrás. 73 Nos gustaría destacar que si bien en la película DH parte II Lord Voldemort se disuelve en cenizas, en un proceso que parece devolverlo a la Nada misma, en el séptimo libro se hace especialmente visible su corporalidad: “Tom Riddle hit the floor wht a mundane finality, his body feble and shrunken, the white hands empty, the snakelike face vacant and unknowing. Voldemort was dead” (DH 744, los destacados son nuestros); “They moved Voldemort’s body and laid it in a chamber off the Hall, away from the bodies of Fred, Tonks, Lupin, Colin Creevey and fifty others who had died fighting him“ (DH 745). Consideramos que esta decisión no es arbitraria: Rowling devuelve a Voldemort a su status de mortal, nombrándolo en su muerte como Tom y dejando en claro que su cadáver yace en el suelo, prueba definitiva para no temerle más: es mortal, y nadie vence a la muerte. Sus restos no se disuelven en la nada. Al hacer explícita la “mundanidad” de su muerte, de su corporalidad, se da por zanjada la cuestión de su regreso así como se da por concluido su paso por este mundo.

57 pero no deja de amalgamar este propósito con su propia ambición personal: vencer a la muerte74. Marvolo Gaunt reivindica su ascendencia en términos de nobleza, y le confiere a su sangre habilidades extraordinarias. Lo demuestra ante un funcionario del Ministerio de Magia que va hacia su casa a enjuiciar a su hijo Morfin por agredir a un Muggle, al hablar en pársel con sus hijos y mediante la exhibición de las reliquias heredadas de generación en generación. Primero le muestra un anillo que lleva puesto: “See this? (…) Centuries it’s been in our family, that’s how far back we go, and pure-blood all the way! Know how much I’ve been offered for this, with the Peverell coat of arms engraved on the stone? (HBP 207); luego, toma del cuello a su hija Merope y le exhibe al funcionario un pesado relicario de oro: “See this? (…) Slytherin’s –yelled Gaunt. Salazar Slytherin’s! We’re his last living descendants, what do you say to that! (…) Generations of purebloods, wizards all –more than you can say, I don’t doubt!” (208). Podemos arguir entonces que la posesión de ciertas reliquias y la sangre que corre por sus venas son el capital que la familia Gaunt posee para considerarse superiores a todos aquellos magos que no son de sangre pura, o incluso de otros que lo son, pero no pueden demostrar su linaje a lo largo de remotas generaciones. Sin embargo, como explica Dumbledore, se hace evidente que también la locura, las malformaciones físicas y sus impulsos violentos (el capítulo narra una serie de agresiones de Marvolo hacia su hija Merope, así como el sadismo de Morfin hacia su hermana y el Muggle Tom) derivan de la endogamia que quisieron mantener para no perder la “pureza” de su sangre: “Marvolo, his son Morfin, and his daughter, Merope, were the last of the Gaunts, a very ancient Wizarding familiy noted for a vein of instability and violence that flourished through the generations due to their habit of marrying their own causins” (HBP 212). Todos estos atributos (locura, impulsos violentos, egocentrismo, sadismo y hasta la progresiva deformación física que sufrirá con el tiempo Voldemort) pasarán a su persona como “herencia” genética; y estos artefactos, el anillo y el relicario, “a cuple of family hairlooms that he [Marvolo] treasured just as much as his son, and rather more than his daughter” (212), pasarán a su persona como “herencia” material. Son objetos que si bien no adquiere por vía legal considera “legítimamente suyos”, y como tales los usurpa, los pervierte y los convierte en extensiones de su propia persona.

74 Podemos ver aquí cómo su ambición desmedida, que podríamos catalogar de hybris, lo lleva a querer perpetuarse a sí mismo desde muy joven, no desde la herencia / descendencia, sino mediante la división de su propio ser. En este caso hizo una duplicación de sí mismo, y más adelante dividirá su alma en varias partes para así poder perpetuarse en el tiempo.

58 B. Relaciones afiliativas no consanguíneas Podemos considerar que en la saga HP se hacen visibles dos modelos de familia: las constituidas por lazos de sangre, y los grupos familiares “elegidos” o por adopción. Como ya hemos esbozado, los lazos de sangre habilitan a la protección de sus miembros por la pertenencia a un determinado status (vinculado a su pureza), por rituales (el sacrificio de Lily y sellado por Petunia al “adoptar” a su sobrino), por el poder ecónomico (hecho que hace “intocable” a Lucius Malfoy hasta que se descubre su vasallaje con el Señor Tenebroso) o por las reliquias que pasan de unos miembros a otros: en el caso de Harry, el dinero de Gringotts “protege” al niño huérfano de la dependencia de un fondo escolar, y lo vincula con la sociedad mágica, si no como un miembro de sangre pura, al menos sí como uno “aceptable” por su clase media-alta. La capa de invisibilidad legada por su padre lo protege literalmente, en tanto ciertos hechizos no pueden penetrarla, y porque le permite realizar sus incursiones sin ser visto, ocultándolo de potenciales enemigos. En el caso de Voldemort, el anillo y el relicario lo vinculan a un linaje de sangre pura poderoso durante siglos en la sociedad mágica, y es lo que le permite demostrar su identidad. También es significativo que, durante su régimen, algunos magos que no poseen un linaje mágico comprobable precisamente se valgan de árboles genealógicos o de objetos que “demostrarían” su pureza de sangre75. Hay, sin embargo, algunos otros indicios de la saga que ponen en tensión la pertenencia de ciertos miembros a sus respectivas familias, ya sea por sus diferencias ideológicas o morales. Estos personajes, además, se vinculan de manera afectiva con otros grupos familiares que de alguna manera los “adoptan” como propios. Son los casos de Harry, Sirius y Tom Riddle, que exploraremos a continuación.

B.1 Familias por “adopción” Ya hemos dicho que el vínculo que ata a Harry con su tía Petunia es la sangre compartida (en sentido biológico y ritual). Sin embargo, Harry nunca sintió Privet Drive como su hogar, y es un huérfano no sólo en el sentido literal (por la muerte de sus padres) sino también figurado. Como una Cenicienta moderna, a Harry le destinan un armario como dormitorio, lo obligan a limpiar, usa ropa y útiles de segunda mano, y lo

75 Tal es el caso de Dolores Umbridge, que castiga a los hijos de Muggles o a los mestizos, cuando ella misma lo es. Para desvincularse de ese impuro status, la bruja adquiere en el mercado negro un relicario (el mismo que fue convertido en un horcrux por Voldemort), e indica en repetidas ocasiones a los miembros de la comunidad que la “S” visible refiere a sus antepasados, los Selwyn (una de las familias pertenecientes a los “Sagrados veintiocho”).

59 excluyen de las actividades o conversaciones cotidianas. Cuando a sus 11 años le es revelada su verdadera identidad, asiste a Hogwarts y conoce a sus mejores amigos, Ron y Hermione. Encuentra en ellos “hermanos” que le da la vida (de hecho, él se refiere a Hermione específicamente en estos términos en DH, 378), y también se siente bienvenido a la familia Weasley, antitéticos de los Dursley: “Ron Weasley’s family, by contrast, reflects a ‘normal’ family: the parents love and support their children even when they’ve misbehaved, there is always plenty of food, and each child has his’her own space, albeit small” (Lacoss 78). Este hecho se va acentuando libro a libro, hasta notar que finalmente Harry considera a los Weasleys como una verdadera familia adoptiva: en CS, los hermanos Weasley “rescatan” a Harry del aislamiento instaurado por sus tíos Muggles, y luego el joven mago pasa un mes en la gustosa compañía de los Weasley; en PA, nuevamente esta familia se acerca hasta Diagonal Alley para asistir a Harry tras el peligro en que se puso al huir de la casa de sus tíos; en GF, cuando los campeones reciben a sus familias antes de su última prueba, Harry recibe con sorpresa y gratitud a Molly y a Bill, quienes pasan un día con él brindándole ánimos y compañía. Es también Molly quien consuela a Harry tras la muerte de Cedric: “He had no memory of ever being hugged like this, as though by a mother” (GF 714). Ya en OP, ante el peligro de su expulsión y la necesidad de Harry de pelear junto a la Orden, Sirius y Molly discuten sobre qué información consideran oportuno darle: “He’s not your son,” said Sirius quietly. “He’s as good as,” said Mrs. Weasley fiercely. “Who else has he got?” “He’s got me!” “Yes,” said Mrs. Weasley, her ip curling. “The thing is, it’s been rather difficult for you to look after him while you’ve been locked up in Azkaban, hasn’t it?” (OP 90) Aquí hemos de introducir otra variante, entonces: la fugaz aparición –entre PA Y OP–, de su padrino Sirius. Para Harry, es una figura que “you were comming to regard as a mixture of father and brother” (OP 831) y cuya relación debiera haber sido feliz y duradera. Sin embargo, no lo fue así principalmente por dos motivos: el largo encierro de Sirius, inculpado por los crímenes de Peter Pettigrew, así como por su muerte prematura. Efectivamente, “the fact that he had someone outside Hogwarts who cared what happened to him, almost like a parent, had been one of the best things about discovering his godfather” (HBP 77). Cuando a fines de PA Harry y Sirius aclaran todos los hechos del pasado, Harry siente por primera vez que puede tener un “hogar” junto a él, su padrino. Sin embargo, esto tampoco llega a cumplirse, porque Sirius debe huir de la justicia y vivir marginado de la sociedad. En el intercambio entre él y Molly que

60 transcribimos más arriba, entonces, vemos un “tira-y-afloja” entre ambos personajes por constituirse como el “padre/madre” adoptivo de Harry, hecho que toca sensiblemente al joven. Sin embargo, al morir Sirius hay una “opción” que queda evidentemente trunca, mientras que la otra sigue fortaleciéndose76. Otros dos hechos se tornan significativos en esta línea de análisis: el primero es el enfrentamiento de Molly con su boggart77: “Crack. Mr. Weasley’s body replaced Bill’s, hs glasses askew, a trickle of blood running down his face. (…) Crack. Dead twins. Crack. Dead Percy. Crack. Dead Harry.” (176) De esta cita se desprende la inclusión de Harry como uno más de sus hijos, a quienes teme ver muertos por el régimen. Además, esta posible muerte le duele por lo afectivo y no porque Harry sea una pieza central para desbaratar los planes de Voldemort (recordemos que ella prefiere preservarlo a él, evitando exponerlo a información o a peligros). El segundo episodio a destacar es el ataque al Sr. Weasley en OP. Si bien Harry se siente en parte responsable, genera la gratitud del clan familiar porque debido a su pronto aviso pudieron socorrerlo a tiempo. El historial de “rescates” a miembros de la familia Weasley, entonces, también constituye uno de los focos de unión entre Harry y los padres de Ron: “[Molly:] Oh, Harry, what can we say? You saved Ginny… you saved Arthur… now you’ve saved Ron… (…) [Arthur:] Half our family does seem to owe you their lives, now I stop and think about it” (403). En DH, nuevamente se resignifica la relación entre Harry y la familia Weasley en varios episodios. El día en que Harry cumple 17 años, Molly organiza un sencillo festejo por su mayoría de edad. Le hace una torta en forma de Snitch y le regala un reloj que pertenece a su familia, como un acto simbólico de incluirlo en la misma: “It’s traditional to give a wizard a watch when he comes of age,” said Mrs. Weasley, watching him anxiously from beside the cooker. (…) The rest of her speech was lost; Harry had got up and hugger her. He tried to put a lot of unsaid things into the hug and perhaps she understood them, because she patted his cheek clumsily when he realeased her… (DH 114) Un segundo hito ocurre en la batalla de Hogwarts: Harry sólo se quita su capa de invisibilidad cuando Voldemort apunta a Molly, luego de que ella acabara con la vida

76 Esto no significa el fin de su influencia: Sirius pasa a ser, como sus padres, un protector (patronus) de Harry, a quien invoca con la piedra de la Resurrección al acercarse su muerte. Su coraje lo impulsa a querer “llevarse consigo” a tantos Mortífagos como pueda –lo que finalmente no sucede, pues Harry “mata” únicamente a Voldemort-, por lo que Dumbledore lo vitorea: “Spoken both like your mother and father’s son and Sirius’s true godson!” (HBP 77). 77 Un boggart es un ser que cambia de forma, adoptando en cada caso la figura que más teme la persona con quien se encuentra. Esta forma de defensa sólo puede vencerse “ridiculizando” al boggart para que ese miedo profundo del mago se transforme en alivio o risas.

61 de Bellatrix: ante la furia del mago tenerboso, que “explota con la fuerza de una bomba”, el hechizo de Harry es igualmente poderoso, y “se expande en el centro del Gran Salón” (DH 737). De esta forma, “Lestrange’s death causes Voldemort to turn in fury on Mrs. Weasley, an act that forces Harry Potter to reveal that he is alive so that he can cast a forceful Shield Charm to protect her –his surrogate mother- from the Dark Lord’s curse” (Gallardo y Smith B 97). Por último, mencionaremos que Harry se vuelve parte de la familia Weasley literal- mente, lo cual sucede a través del vínculo matrimonial con la menor de los Weasleys, Ginny. Este vínculo “sella” la hermandad con su mejor amigo Ron, que pasará a ser su cuñado (o brother-in-law, como se diría en inglés), así como el vínculo entre los padres de Ginny y Harry (que ahora serán sus suegros o mother / father –in law). Otros personajes que se pueden vincular a una “familia adoptiva” son Sirius Black y Tom Marvolo Riddle, a quienes nos referiremos brevemente. En el caso de Sirius, cuando él tenía 15 años se alejó definitivamente de su familia, de quienes se consideraba muy distinto. Él pertenece a la casa Gryffindor aunque desciende de una larga rama de Slytherins; ideológicamente, se alía con la Orden del Fénix, a diferencia de sus familiares, fervientes creyentes en la supremacía de la pureza de sangre. Al mostrarle a Harry su árbol genalógico, Sirius pone al descubierto algunas de las políticas que sus miembros iniciaron contra otros seres y magos: “Aramita Meliflua tried to force through a Ministry Bill to make Muggle-hunting legal… and dear Aunt Elladora… she started the family tradition of beheading house- elves when they got too old to carry tea trays” (OP 113). Además, le indica que cada vez que la casa Black daba a un miembro “relativamente decente”, era “podado” del árbol. Así es que cuando finalmente huye de casa, Sirius encuentra en los Potter su refugio, quienes según él lo adoptaron como un “segundo hijo” hasta que pudo independizarse a los 17 años, y aún así “siempre le daban la bienvenida para los almuerzos de los domingos” (OP 111). En este caso, entonces, no es la sangre la que determina lazos duraderos, sino las afinidades y las elecciones. Los Black provocan una reacción en Sirius de alejamiento y repudio: “I hated the whole lot of them: my parents, with their pure-blood mania (…), my idiot brother, soft enough to believe them…” (OP 111). Al notar Harry su vínculo con Bellatrix, él reafirma su exlusión del árbol Black: “As far as I’m concerned, they’re not my family. She’s certainly not my family. D’you think I’m proud of having relatives like her?” (OP 114).

62 Para finalizar, Voldemort se muestra ambivalente al considerar su inscripción en una “familia”: ya indicamos que reafirma su pertenencia al mundo de la magia por su vínculo con Merope Gaunt (aunque no se identifique con ella), y en cambio rechaza su linaje paterno. Sin embargo, él dice encontrar a su “verdadera familia” en los Mortífagos, como declara en GF, y como nuevamente describe a sus “leales amigos” en HBP. En todo caso, la realidad dista de confirmar sus palabras: en el cementerio, ante la vuelta de su amo, todos muestran temor y respeto, como en una familia despótica a merced del tirano pater-familiae. Estos servidores “gravitaban” a su alrededor desde su época en Hogwarts, donde “se agruparon en torno a un líder que pudiera enseñarles formas cada vez más refinadas de crueldad”. Dumbledore explica entonces que “Riddle undoubtedly felt no affection for any of them” (HBP 361). Es también interesante destacar que tanto Sirius como Harry generan vínculos afectivos duraderos con sus familias sustitutas, mientras que Voldemort no lo hace (y este hecho se ve reflejado, de hecho, en la deserción o traición de varios de sus Mortífagos –Karkaroff, Snape, los Malfoy, Regulus Black–). Los dos únicos casos que pueden considerarse de verdadero “amor” –o devoción– hacia Voldemort son los de Bellatrix y Barty Crouch Jr., que desea por sobre todo ser “closer than a son” (GF 678). Sin embargo, esta filiación no se cumple en los dos sentidos de la unión, ya que Voldemort no corresponde a su “amor” aunque los considere unos muy fieles servidores. Harry y Sirius, por el contrario, están dispuestos a “devolver” de alguna manera el mismo amor y protección que a ellos les fue brindada con los Weasley y los Potter, respectivamente. Tanto es así, que Sirius apadrina a Harry, y éste a su vez toma como ahijado a Teddy, el hijo de Lupin y Tonks.

B.2 “Hermandad” entre Harry y Voldemort: Rituales de sangre, interrelación mente / cuerpo, y simbologías asociadas. There are strange likenesses between us, after all. Even you must have noticed. Both half-bloods, orphans, raised by Muggles. Probably the only two Parselmouths to come to Hogwarts since the great Slytherin himself. We even look something alike… (CS 317)

Establecer un vínculo de “hermandad” o “fraternidad” entre Harry Potter y Lord Voldemort puede parecer excesivo a simple vista, para un lector que sólo haga hincapié en las ideologías y cosmovisiones que uno y otro personaje vehiculizan. Sin embargo, en la saga se encuentran múltiples y suficientes elementos que permiten pensar ambos

63 personajes en una especie de paralelismo, que aquí llamaremos “hermandad” porque en muchos aspectos Harry y su némesis constituyen dos caras de una misma moneda: el bien y el mal, la inocencia y la crueldad, el amor y el odio. Podemos entender que son términos relacionales y graduales: unos no pueden existir sin los otros. Así es cómo, de hecho, estos personajes se relacionan a través de la profecía que marcó a Harry como “igual” a Voldemort: “And either must die at the hand of the other for neither can live while the other survives” (OP 841). Así, si bien en los primeros libros podemos pensar a Harry y a Voldemort como dos opuestos en una dicotomía propia de los cuentos de hadas (en la cual los personajes se definen a sí mismos a partir de términos relacionales y opuestos: el bueno, el malo, el ayudante, el benefactor), progresivamente la ficción creada por Rowling diluye estos arquetipos; al punto de que estas dos entidades, Harry y Voldemort, por momentos parecen fundirse (este tópico atraviesa toda la trama de OP). Desde GF en adelante, al desarrollar personajes con una mayor profundidad psicológica, llegamos incluso a –si no sentir empatía–, tratar de entender al abandonado huérfano Tom, que es en parte lo que las circunstancias –y la genética– lo determinaron a ser; también entenderemos con Harry que su personalidad o la de sus padres no son “perfectas” ni idealizadas tampoco. Vamos entonces a sistematizar algunas de sus oposiciones y similitudes, para entender cómo Harry y Voldemort pueden, en más de una manera, ser “emparentados”.

Oposiciones entre Harry Potter y Lord Voldemort

Oposiciones Harry Potter Tom Marvolo Riddle 1. Nacimiento 31-Julio (Verano en el hemisferio 31-Diciembre (Invierno en el norte) hemisferio norte) 2. Epíteto o “The boy who lived” Lord Voldemort: “Vuelo de la nombre muerte” posiblemente78. adoptado 3. Origen Padre mago – madre descendiente Madre bruja – padre Muggle de Muggles 4. “Abandono” Para salvarlo, y darle un posible Perdió las fuerzas para vivir, sin

78 Sobre la traducción de “Voldemort” hay biobliografía crítica que unifica su significado como “Vuelo de la muerte”: ver el artículo “A marxist inquiry” (Rangwala 132) y la nota 28 de “Happily ever after”, por Gallardo y Smith (B 106). Otra interpretación sugiere que “Volde might be derived from the Latin ‘volens,’ meaning ‘to will, and from the old English spelling of old, ‘olde.’ Thus ‘Voldemort’ could mean ‘the one who wills death,’ or ‘the old death.’ Judging from Voldemort’s ways, and from the fear he instils, the old death is a terrible death. This death contrasts with Dumbledore’s death, which is just a ‘great adventure’” (Dudink 30).

64 de su madre futuro. importarle el futuro de su hijo. 5. Casa de Gryffindor Slytherin pertenencia79 6. Sacrificios Harry es “dador” en los mismos: Voldemort es “receptor” de de su sangre (ritual de sacrificios que otros le brindan resurrección de Voldemort) y (sangre de unicornio, sangre de finalmente de su vida (sacrificio Harry, carne de su vasallo, en la Batalla de Hogwarts). Su hueso de su padre). Su amor por amor por los demás le permite sí mismo le hace “tomarlos” sacrificarse para que otros vivan. para que sólo él pueda vivir. 7. Piedra La esconde; no ansía la vida Voldemort busca la piedra para Filosofal eterna. conseguir vivir para siempre. 8. Piedra de la Aunque no es su heredero, es su Es su legítimo heredero (por vía Resurrección verdadero amo; pero no se la Peverell-Gaunt), pero no le apropia: la utiliza a conciencia obedece. La convierte en un para ser acompañado en sus horcrux sin dimensionar su momentos finales, y luego la poder. No es amo de la Muerte, abandona en el Bosque Prohibido. ni entiende su funcionamiento. 9. Herencia -Harry hereda de su padre la Capa -Voldemort se apropia del anillo material de Invisibilidad y de su padrino la y el relicario de la Casa Gaunt, Casa Black y a Kreacher. que le pertenecen por linaje. -Hereda también la cuenta -No hereda dinero alguno de sus bancaria de sus padres en progenitores, lo que lo hace Gringotts, “una pequeña fortuna” depender del fondo comunita- que le permite incorporarse en la rio de Hogwarts para poder sociedad mágica. incorporarse al mundo mágico. 10. Signature Expelliarmus Avada Kedavra spell80

79 Esta dicotomía central en los libros, Gryffindor vs. Slytherin, enfrenta dos paradigmas de lo que “se debe ser” o “hacer” en una comunidad. A pesar de que ciertas cualidades positivas son adjudicadas a los Gryffindor y otras negativas a los Slytherin, Rowling relativiza estos términos al final de su saga. Por ejemplo, al reivindicar la figura de Severus Snape como el hombre “más valiente” que Harry ha conocido (la valentía es la virtud más representativa de los Gryffindor), y al dejar a Peter Pettigrew –un Gryffindor- como un verdadero cobarde (según la saga, son los Slytherin quienes nunca dudan en salvar su pellejo). Este hecho también se ve relativizado en las figuras de Narcissa, Draco Malfoy o Slughorn por parte de los Slytherin, y parcialmente en Percy Weasley, un Gryffindor sumamente ambicioso. Por otra parte, de acuerdo a TCC estas diferencias tan marcadas entre una y otra casa se ven subvertidas en las figuras de Albus y Scorpius, hijos de Harry y Draco respectivamente. Por su carácter, Albus parece un Slytherin de pura cepa, mientras Scorpius, que fue a parar a esta casa por su ‘bloodline’, tiene una personalidad brillante, risueña y amigable más propia de los Gryffindor que de su casa. 80 Los hechizos que se convierten en “la firma” de cada mago nos dicen mucho de su personalidad. Verde el Avada kedavra y rojo el Expelliarmus –colores contrarios a los ojos de sus “amos”– estos hechizos responden a sus maneras de luchar: Voldemort ejerce una agresión violenta, con fines asesinos, mientras que Harry elige la pasividad (no pelear), mediante el desarme de su oponente. Logra vencer con un ataque indirecto, mediante una estrategia.

65 Los deseos y ambiciones que mueven a uno y otro personajes son divergentes: mientras Harry tiene “la capacidad de amar” y se sacrifica por el bien de la comunidad mágica, ya que entiende que su muerte es la clave para la derrota definitiva de Voldemort, este otro sólo siente admiración por sí mismo, y teme a la muerte. Sus deseos narcisistas y hasta infantiles no llegan al estadio de la madurez (en que todo humano entiende la finitud de la vida) y desea perpetuarse en el tiempo incluso a costa de cometer asesinatos. Esto puede asociarse a su vez a la muerte de sus madres, personajes con quienes ambos se afilian más que con sus padres: Merope es quien brindó a Voldemort su único legado, la magia y su linaje puro, mientras que Lily es quien le dio a su hijo dos veces la vida, al sacarificar la propia para que él pueda vivir. Sin embargo, el abandono que Tom Riddle siente de parte de su madre, así como su incredulidad porque no haya podido “vencer a la muerte”, son los hechos que sientan la base para su falta de empatía con otros seres, el desapego que alimentará sus tendencias sociópatas. Harry, por su parte, termina entendiendo el acto de “abandono” de su madre porque en éste radica la protección que ella le dio; tanto es así, que Harry finalmente se apropia de su sacrificio y lo realiza para proteger a sus seres amados. En este sentido caben destacar los puntos 1 y 2 del cuadro, que podemos entender en forma metafórica y que convergen a la misma conclusión: Harry representa la vida, mientras Voldemort simboliza la muerte, aunque paradójicamente, es Voldemort quien quiere vivir eternamente y Harry quien se entrega a las alas de la Muerte, siendo su legítimo “Amo” (DH 720). Que Harry y Voldemort hayan nacido en las antípodas de una y otra estación del año no hace más que acentuar su oposición (meses y estaciones contrarios), pero como dos términos relacionales de un mismo espectro (meses y estaciones al fin). Mismo día (como si fueran mellizos o al menos un par) pero exactamente seis meses después (hermanos ‘diferentes’, opuestos, el “bueno” y el “malo”). Si el mes de julio en el hemisferio Norte se asocia con el verano, al calor, la vida y la perpetuación de las especies, el mes de diciembre es metonimia del invierno: la nieve, frígida y blanca, inerte, asociada con la muerte, la inactividad y la hibernación. Los ciclos de la naturaleza así lo comprueban, y estas simbolizaciones son visibles en innumerables romances y ficciones (baste recordar el mito de Hades y Perséfone). El punto 2 refuerza esta idea: Harry es nombrado “The boy who lived”, aquel que pervivirá en la memoria y la Historia de la comunidad mágica: “He’ll be famous –a legend- I wouldn’t be surprised if today was known as Harry Potter day in the future – every child in our world will know his name!” (SS 13). Tal como indica el lema en las

66 tumbas de sus padres: “The last enemy that shall be destroyed is death” (DH 328). Esta afirmación, que fácilmente podría confundirse con una máxima del régimen de Voldemort, toma aquí otro significado: la muerte es un enemigo natural, invencible; pero se lo destruye a través del recuerdo, la memoria y el amor, un legado que sus padres le han dejado y que, a su vez, él está dispuesto a traspasar a su comunidad. Por su parte, Voldemort toma su segundo nombre como otra forma de hacerse inmortal, porque como él mismo indica: “There are a lot of Toms” (HBP 275). Este nombre tan común no hace justicia a su extraordinaria persona, por lo que decide adoptar uno nuevo haciendo un anagrama de su nombre verdadero (CS 314). Su epíteto, que lleva en sí mismo la palabra Mort –“muerte” en francés-, lo vincula con su propio temor en un nuevo intento por vencerla (ya que él se encargará de administrarla). En consonancia con lo analizado hasta aquí, también podríamos vincular a Harry y a Voldemort como aquellas pulsiones constitutivas de la psique de todo ser humano: Eros y Tánathos, pulsiones de Deseo (Vida) y Muerte respectivamente. Cuando nos referimos a una y otra, tendremos en cuenta que ambas son necesarias para la existencia de un Yo estable; y comprenderemos, nuevamente, su mutua correspondencia: …podríamos pensar que estamos delante de dos pulsiones [las eróticas y tanáticas] totalmente antitéticas. Sin embargo, no deberíamos entenderlas como dos variables discretas, sino más bien como partes móviles en un segmento continuo, o como dos caras de una misma moneda: el amor y el odio se dan, en ocasiones, de manera conjunta e indiscernible. (Pepiol 71) Si bien el eje de la teoría psicoanalítica de Freud está puesto en la sexualidad, aquí hacemos uso del término Eros no en el sentido de sensualidad o deseo exclusivamente sexual, sino a aquella pulsión del Deseo que se manifiesta en varios niveles: en el deseo de estrechar vínculos con el prójimo (familia, amigos, pareja); en el amor por uno mismo y la necesidad de auto-preservación; y en las manifestaciones artísticas o la adrenalina relacionada con los deportes. En definitiva, se manifiesta en todos aquellos móviles que nos hacen sentirnos, y querer continuar, vivos. Son estas pulsiones las que van a impulsar al Sujeto a satisfacer sus necesidades biológicas, entre las cuales se encuentra arraigada la sexualidad y, en última instancia, la perpetuación de la especie. Harry, a pesar de todos los sufrimientos por los que ha pasado (su orfandad, el maltrato de sus tíos, la exclusión alternada de la comunidad mágica según las circunstancias contextuales, la muerte de todos sus protectores) no tiende a la autodestrucción: “Harry, you can love (…) which, given everything that has happened

67 to you, is a great and remarkable thing. You are still too Young to understand how unusual you are” (HBP 509). Harry lucha incansablemente por sobrevivir (sufre múltiples atentados contra su vida), y termina comprendiendo que “un sufrimiento como el suyo prueba que aún es un hombre, y que el dolor es parte de ser humano” (OP 824). El joven mago acepta la Muerte en DH, no porque la busque voluntariamente, sino porque constituye la única esperanza de librar al mundo de Voldemort. Lo hace, como fuerza creadora / erótica que es, para que exista la posibilidad de un mundo mejor, libre de las fuerzas destructoras, tanáticas, asociadas con Lord Voldemort. Porque, nuevamente, “el último enemigo a vencer es la Muerte”. Aquel poder que indica la profecía, que Harry tiene y Voldemort “no conoce”, no es otro que el amor. De aquí la vinculación del protagonista con Eros, y su sacrificio por la humanidad: [Love] is at once more wonderful and more terrible than Death, than human intelligence, than forces of nature. (…) It is the power held within that room that you possess in such quantities and which Voldemort has not at all. That power took you to save Sirius tonight.” (OP 844) Harry arriesga su propia integridad repetidas veces para salvar al prójimo: lo hace por Ginny en CS, por Gabrielle Delacour (a quien apenas conoce) en GF, por Sirius en OP, y por todos sus amigos en DH –Hermione visibiliza este hecho al señalarle que tiene algo así como un “síndrome del héroe”-. Sin embargo, esta es precisamente su diferencia capital con Voldemort, el punto en el que ambas pulsiones se vuelven irreconciliables. Harry, como indica Dumbledore, es “the selfless person” que ha conocido, frente a Voldemort, que nada entiende del amor por el prójimo o el sacrificio: “Of house-elves and children’s tales, of love, loyalty, and innocence, Voldemort knows and understands nothing. Nothing. They all have a power beyond his own, a power beyond the reach of any magic, is a truth he has never gasped.” (DH 709) A diferencia de las pulsiones eróticas y creadoras del ser humano, entonces se encuentran las tanáticas, que se manifiestan en las tendencias agresivas y destructivas: las notamos en comportamientos extremos como el sadismo o la autodestrucción, o incluso en los sentimientos de culpa o de melancolía agudizadas (cuando se tornan peligrosos para nuestra auto-preservación). Ambos comportamientos característicos, el sadismo y la autodestrucción, son constitutivos de Tom Riddle: aún niño, él le muestra a Dumbledore su verdadera naturaleza: “His powers were surprisingly well-developed for such a Young wizard and (…) he was already using magic against other people, to frighten, to punish, to control. The little stories of the strangled rabbit and the Young

68 boy and girl he lured into a cave were most suggestive…” (HBP 276) El sadismo, la satisfacción que le reporta poder controlar a otros, y la violencia física hacia seres inde- fensos (animales y niños), típicos rasgo temprano de los sociópatas, se hacen evidentes. Además, la autodestrucción se torna tangible ya que para alcanzar la inmortalidad Voldemort mutila su alma, destruyendo su esencia literalmente y deformando su cuerpo. Otra vía es posible para reconocer en él las pulsiones tanáticas: etimológicamente Thánatos refiere al dios de la muerte, quien en la mitología griega tenía un hermano gemelo, Hypnos, el dios del sueño. “Así, la Muerte, ese largo sueño, y el Sueño, esa corta muerte, estaban íntimamente emparentados. También lo están en el psicoanálisis freudiano, ya que las pulsiones tanáticas o de muerte se manifestarán sobre todo en los sueños” (Pepiol 70). Este hecho es muy interesante, ya que la presencia de Voldemort en los siete libros se hace sentir casi exclusivamente a través de los sueños de Harry – siempre que no se encuentren en confrontación directa–. Muchas veces nos enteramos de lo que está tramando Lord Voldemort a través las visiones de Harry, que tienen una conexión directa con la mente de su enemigo. Es el caso de lo narrado en el capítulo “The Riddle House” (GF); el ataque al Sr. Weasley que Harry “presencia” en el Departamento de Misterios o la obsesión que este recinto le genera a Voldemort; el castigo que sufren los mortífagos y duendes cuando Voldemort se entera de que robaron un horcrux de las bóvedas de Gringotts (DH), entre otros episodios81. Estas visiones se explican por la conexión que ambos poseen, al compartir parte de su mente y parte de su “alma” (lo cual analizaremos en el siguiente apartado). Según Hermione, el único proceso posible para reconstituir un alma dañada (mutilada por los horcruxes) es un proceso tan doloroso que puede llegar a matar a quien lo intente: el arrepentimiento (DH 103). Voldemort, quien se encuentra totalmente dominado por las pulsiones tanáticas, es incapaz de sentir culpa porque está desapegado del resto de la humanidad. Harry insta a Voldemort a arrepentirse antes de atacarlo, lo que demuestra nuevamente la magnanimidad del protagonista y su empatía por el prójimo: “I’d advise you to think about what you’ve done… Think, and try for some remorse, Riddle (…) I’ve seen what you’ll be otherwise… Be a man… try… Try for

81 Entre los tomos I y III, Harry también vinculaba y presentía hechos concretos relacionados con Voldemort a través de sus sueños. Incluso antes de saber que era un mago, Harry soñaba con un flash de luz verde y la risa de Voldemort (en un probable recuerdo reprimido del ataque sufrido cuando era un bebé, SS 29). También lo evidenciamos en SS, cuando Harry, apenas ingresado a Hogwarts, ya asocia en sueños el turbante del profesor Quirrell con Slytherin, inconscientemente vinculándolo a Voldemort (SS 130).

69 some remorse” (DH 741). Sin embargo, su némesis está muy lejos de una posible salvación, y ya no puede volver a “ser un hombre”. Harry, que en un punto deseó “no ser humano” por el sufrimiento que le había causado la pérdida de Sirius (OP 824), trascendió esa etapa y se entregó a su muerte en pos de sus deseos eróticos, no tanáticos. El verdadero Amo de la Muerte, como demuestra ser, “he accepts that he must die, and understands that there are far, far worse things in the living world that dying” (DH 721). El punto 9 de nuestro cuadro, que quizá parezca no ser homologable al resto de las oposiciones, es sin embargo significativo de otra forma: vemos que Harry hereda de sus protectores –padre y padrino- bienes simbólicos asociados a una idea de comunidad: la casa de Sirius, el “hogar” que podría haber formado con él, y a la vez el único refugio que Ron, Hermione y él tendrían en la ciudad de Londres en tiempos del régimen; el elfo doméstico Krecher, un ser viviente a quien Harry debió cuidar y aprender a valorar; y la capa de invisibilidad heredada de su padre, cuyo mayor poder reside no en el hecho de hacer invisible a quien la use, sino en proteger a otros (DH 716). Por su parte, Voldemort hereda dos objetos inservibles para tales fines: no le permiten constituir un hogar, cuidar de un prójimo o protegerlo, sino que son joyas asociadas con la belleza y el poder (las sortijas de los reyes, las joyas como adornos narcisistas). Ni el anillo ni el relicario se tornan vehiculizadores de vínculos: en el relicario se podrían guardar fotos, pero cuando finalmente se abre vemos que no hay nada allí, sólo los ojos rojos de su amo, su propia alma oscura. El anillo, símbolo de unión / matrimonio para diversas civilizaciones, aquí no expresa tampoco este vínculo; es aquí una herencia de varias generaciones Slytherin-Gaunt, que usa el patriarca de familia para demostrar su poder por sobre los demás, para oprimirlos. Es el anillo de los reyes, el poder concentrado en la propia persona por una investidura dada por la sangre o la religión.

Paralelismos y convergencias entre los antagonistas Similitudes Harry Potter y Lord Voldemort 1. Apariencia Ambos, de muchachos, tienen tez blanca y pelo muy oscuro; se física los describe como delgados y atractivos. 2. Orfandad Ambos quedan huérfanos siendo apenas bebés y se crían dentro del mundo Muggle, descubriendo la existencia de la comunidad mágica al cumplir sus 11 años de edad. En el caso de Harry queda a cargo de familiares que le dan, a su manera, un “hogar”; Voldemort, teniendo a su padre vivo, queda sin embargo al cuidado de un orfanato.

70 3. Linaje mágico Ambos son descendientes de los Peverell. Este tópico es uno de común los más interesantes para postular una hermandad, porque Harry y Voldemort están, aunque lejanamente, emparentados por lazos sanguíneos. Este hecho queda claro al final de Deathly Hallows, y también a partir del contenido publicado en Pottermore82: Harry es descendiente de Ignotus Peverell, el más precavido de los tres hermanos, y es de quien hereda la Capa de Invisibilidad, una de las Reliquias de la Muerte. La nieta de Ignotus, Iolanthe, se casó con Hardwin Potter y desde ese matrimonio la Capa fue pasando de una generación a otra. Tom Riddle, por su parte, desciende de la rama de Cadmus Peverell, el hermano del medio, poseedor de la Piedra de la Resurrección que pasó de generación en generación hasta las manos de Marvolo Gaunt. 4. Status de Si bien ambos descienden de una rama mágica común muy sangre poderosa, la de los Peverell, ambos son ‘half-blood’: Harry por parte de su madre, cuyo apellido es Evans, y Voldemort por su padre, apellidado Riddle. Es interesante destacar que, en ambos casos, es su ascendiente Muggle quien les da su “segunda vida” a sus hijos, y no el padre/madre “mago”: “they both had heir uses, did they not? Your mother died to defend you as a child… and I killed my father, and see how useful he has proved himself, in death” (GF 646). 5. Habilidades Ambos son, probablemente, los únicos hablantes vivos de pársel mágicas de su época. Esta lengua, la de las serpientes, es muy inusual. Voldemort posee este don por ser el legítimo heredero de Slytherin, y al transferir algunos de sus poderes a Harry cuando trató de asesinarlo, también le dio esta habilidad mágica. 6. Modus Ambos personajes se constituyen como quebrantadores de las operandi leyes para lograr sus objetivos. En el caso de Voldemort, opera desde la clandestinidad y el secreto para fomentar el miedo en la comunidad, así como para poder dar rienda suelta a sus impulsos. Es el “verdadero Ministro” al instaurarse su dictadura, pero no lo hace “oficial”. De más está decir que “trasciende” las normas y leyes escolares, sociales y morales. Harry también tiene un interesante prontuario de quebrantador de leyes. En todos los libros infringe las normas de Hogwarts: traspasa horarios en los que no puede estar deambulando por los pasillos, “roba” ingredientes para hacer pociones clandestinas, va a lugares que tiene expresamente prohibidos (la cámara de los secretos, el ala Oeste del castillo, el bosque prohibido,

82 https://www.pottermore.com/features/why-were-harry-potter-and-lord-voldemort-so- obsessed-with-the-deathly-hallows, consultado el 09/09/19.

71 Hogsmeade, la Casa Slytherin); infringe varias normas de la sociedad mágica, e incluso sufre un juicio en el que casi lo expulsan de Hogwarts por hacer magia delante de un Muggle siendo menor de edad (ya tenía antecedentes por inflar a su tía Marge); incursiona en lugares penados por la ley (en bóvedas ajenas de Gringotts); rompe con los Decretos Educacionales de Umbridge (crea una sociedad ilícita de Defensa contra las Artes Oscuras); o realiza entrevistas vedadas a medios “no oficiales” para dar su versión de la vuelta de Voldemort en OP. A su vez, elige operar desde la clandestinidad y el secretismo en DH, rechazando la ayuda “oficial” del Ministerio para poder escapar del régimen y ofrecer resistencia83. 7. Hermandad Las varitas de Harry y Voldemort son relativamente opuestas en entre varitas sus características (tipos de madera, largo, flexibilidad), pero comparten un núcleo gemelo: cada una posee una pluma de fénix proveniente del mismo ser mágico (Fawkes, compañero de Dumbledore). 8. Dualidad A partir de OP se evidencia una conexión entre las mentes de mente-cuerpo Harry y Voldemort, que llega incluso a revelarse en sus cuerpos. 9. Doble lazo: La conexión entre sus mentes / almas, unión que “ata” a alma – sangre Voldemort a la vida a principios de SS, se refuerza con un segundo lazo, el de la sangre compartida, que “ata” a Harry a la vida al final de DH. 10. Otras -Ambos consideran que encontraron en Hogwarts su “verdadero similitudes: hogar”, y en ella encuentran una “familia sustituta”: Este hecho, puntualizado en el apartado anterior, también se relaciona con lo que el castillo supuso en ambos casos. -En algún momento, la sociedad mágica los ha aclamado (“The boy who lived”, o Voldemort en su época de “joven promesa”), pero en otros los ha denostado. En ambos casos, los magos aplican la misma regla: nominarlos desde la negatividad (Voldemort es el “In-nombrable”, Harry es el “In-deseable N°1”). -“Harry” y “Tom” son considerados nombres muy comunes, hecho que fastidia a Voldemort pero no a Harry (nota al pie 17) Como podemos observar, hay múltiples similitudes entre Harry y Voldemort. Desde su apariencia física –cuestión que podría ser arbitraria o que podría tener que ver con su acervo genético común, ya que ambos descienden de los hermanos Peverell-, hasta habilidades mágicas compartidas –lengua pársel-, la saga hace evidente sus muchos paralelismos, que resumimos en el cuadro precedente. En algunas ocasiones

83 Es paradójico, sin duda, que al llegar a la adultez Harry termine siendo “Head of Law Enforcement” en el Ministerio de Magia. Podríamos interpretarlo como una “vuelta” al sistema y a la legalidad, en un Ministerio más justo y menos corrupto que el representado hasta DH.

72 llegan a confundirse los límites entre uno y otro cuerpo o mente, y hasta resultan “intercambiables”. Un ejemplo podría ser la confusión generada alrededor de la cuestión sobre “el heredero de Slytherin”, que los estudiantes de Hogwarts presuponen sería el mismo Harry. Incluso Harry y sus amigos lo consideran como una posibilidad, lo cual es llamativo porque, como él mismo se cuestiona, “Could he be a descendant of Salazar Slytherin? He didn’t know anything about his father’s family, after all... But (…) The Sorting Hat wouldn’t have put me in here if I had Slytherin blood” (CS 196). La pregunta acerca de su “sangre” en el sentido de linaje se vuelve reveladora, ya que lo que en realidad lo emparenta con la lengua de las serpientes es su conexión mental con Voldemort, no su cuerpo (sangre). Nos explicamos: en HP, tanto las mentes como las sangres de Harry y Voldemort son lazos que unen a uno y otro mago. Al respecto, vamos a desarrollar los puntos 8 y 9 del cuadro, iniciando con una significativa cita:

What you must understand, Harry, is that you and Lord Voldemort have journeyed together into realms of magic hitherto unknown and untested (…). Without meaning to, as you know, Lord Voldemort doubled the bond between you when he returned to a human form. A part of his soul was still attached to yours, and, thinking to strengthen himself, he took a part of your mother’s sacrifice into himself. If he could only have understood the precise and terrible power of that sacrifice, he would not, perhaps, have dared to touch your blood. (DH 710, los subrayados son nuestros) El primer vínculo que unió a uno y a otro mago fue el horcrux que Voldemort realizó inintencionadamente al atacar a Harry, y es el que une a ambos a la vida: “Part of Lord Voldemort lives inside Harry, (…) a connection whit Lord Voldemort’s mind that he has never understood. And while that fragment of soul, unmissed by Voldemort, remains attached to and protected by Harry, Lord Voldemort cannot die” (DH 686). Este inicial lazo entre sus almas / mentes84 opera como una primera fusión entre ambos, y genera la transferencia de poderes de Voldemort a su víctima. Además, permite que Harry pueda acceder a los pensamientos o sensaciones del mago tenebroso, no en el sentido convencional de “leer su mente” sino que él “siente” sus estados de ánimo, su “humor” de alguna manera (OP 382); incluso, en ocasiones Harry “presencia” las torturas o asesinatos de algunos de los súbditos de Voldemort (especialmente en DH). Por otra parte, esta conexión de sus mentes se hace evidente en OP, cuando los miembros de la Orden del Fénix consideran que Voldemort está “poseyendo” a Harry (491) después de que él hubiera presenciado el ataque al Sr. Weasley desde la mirada de

84 A veces utilizamos la palabra “mente” y otras, “alma”, porque, como especifica Dumbledore en DH (685), en el caso de Harry y Voldemort hablar de una es prácticamente hablar de la otra.

73 la serpiente que lo mordió. Sin embargo, Snape plantea la misma cuestión en otros términos: “the visión you had shortly before Christmas represented such a powerful incursion upon the Dark Lord’s thoughts…” (532). Es decir, se trata de una conexión en dos sentidos. A partir de allí, Harry trata de cerrar su mente a través de la Oclumencia, pero tanto en su carácter irascible como en su cuerpo (un destello rojizo en sus ojos, OP 828) hay “rastros” de su enemigo. Al finalizar la batalla entre Dumbledore y Voldemort, la fusión entre sus mentes y cuerpos se torna literal: “he was locked in the coils of a creature with red eyes, so tightly bound that Harry did not know here his body ended and the creature’s began. They were fused together, bound by pain” (816). Finalmente Harry logra rechazarlo mediante el amor por su padrino y amigos, que le dan fuerzas para sobrevivir, y no desde su mente (Oclumencia): “In the end, it mattered not that you could not close your mind. It was your heart that saved you” (844). Ahora bien, si el primer lazo que une a Voldemort con Harry se constituye entre sus mentes/almas, el segundo se forma a través de la sangre compartida. El primer vínculo (mente/alma) “ata” a Voldemort a la vida, mientras el segundo (sangre) lo hace con Harry. De allí la ambigüedad de la profecía que los une, pues “either must die at the hand of the other for neither can live while the other survives”. Allí reside también la explicación de la supervivencia de Harry tras el último ataque de Voldemort: “He took your blood and rebuilt his living body with it! Your blood in his veins, Harry, Lily’s protection inside both of you! He tethered you to life while he lives” (DH 709). Significativamente, entonces, es la sangre en sentido literal (y ritual) la que determina la resurrección de Harry. Voldemort también, en su momento, había “resurgido” al reconstruir su cuerpo, en GF. Los dos magos, entonces, sufrieron un proceso de muerte y resurrección, y en ambos casos la muerte se produce a manos del otro85. El último rasgo de “hermandad” a analizar se corresponde con ese proceso compartido, la resurrección. Significativamente, las varitas de Harry y Voldemort se consideran hermanas (twins) porque incluyen en su núcleo la pluma de un mismo fénix.

85 En el primer ataque, Vodemort “muere” (es despojado de su cuerpo) a causa de la maldición que rebota en Harry, pero su cuerpo es reconstruido a partir de la sangre de su enemigo en GF, con quien comparte desde entonces una conexión mental porque en Harry reside una parte de su alma. En el segundo caso, Harry “muere” a manos de Voldemort, pero vuelve a la vida porque los ata la sangre compartida de Lily, que aún fluye en el cuerpo de su asesino. Sin embargo, en ese ataque finalmente muere la parte del alma de Voldemort que ambos compartían, y el resultado es que Harry recupera la suya: “He destroyed it [The part of his soul that was in you, Harry]. Your soul is whole, and completely your own.” (DH 708)

74 Hay tres momentos en que se evidencia esta conexión, que estructuralmente se condicen con el inicio de la saga (SS), el punto de inflexión (GF) y el final (DH). En SS, cuando Harry compra su varita a Diagon Alley, Mr. Ollivander le revela que “the Phoenix whose tail feather is in your wand, gave another feather –just one other. It is very curious indeed that you should be destined for this wand when its brother gave you that scar” (SS 85). Este hecho, reducido a una simple “curiosidad”, tomará relevancia a partir de la resurrección de Voldemort en GF; porque esta conexión le permite salvar su vida a Harry cuando los hechizos de una y otra varita se funden en uno solo, el Prior Incantatem. Este encantamiento se vinculará literalmente al canto del fénix: un sonido de esperanza, de vida, en medio de una situación desolada: “And then an unearthly and beautiful sound filled the air… It was coming from every thread of the light-spun web (…): phoenix song.” (GF 664) En DH Voldemort busca agredir a Harry con una varita diferente a la propia para que no vuelva a producirse el encantamiento mencionado. Sin embargo, ante el ataque la varita de Harry actúa por motu proprio, localiza a su enemigo y lo vence, reduciendo a cenizas la varita prestada (DH 61). Entendemos así que la conexión entre ambos magos es mucho más lejana que los límites conocidos de la magia: Harry y Voldemort funcionan como un par interconectado; Mr. Ollivander trata de explicarle a Voldemort que “the connection exists only between your two wands” (DH 84), pero es evidente que la trasciende. Como Dumbledore explica al final de DH: …Your courage won, your wand overpowered his. And in doing so, something happened between those wands, something that echoed the relationship between their masters. I believe that your wand imbibed some of the power and qualities of Voldemort’s wand that night, which is to say that it contained a little of Voldemort himself. So your wand recognized him when he pursued you, recognize a man who was both kin and mortal enemy, and it regurgitated some of his own magic against him. (DH 711) Metonimia y extensión de Harry, su varita también adquirió una “parte” de Voldemort, lo que la haría poseedora de una especie de horcrux (en este caso, del alma de la varita de Voldemort). Como sus amos, son “compañeras” y “enemigas mortales” a la vez. Los magos están “marcados como iguales”, ya que Voldemort al interpretar la profecía eligió “not the pureblood (which, according to his creed is the only kind of wizard worth being of knowking), but the half-blood, like himself”. Así, “he saw himself in you before he had ever seen you” (OP 842): espejo uno del otro, “hermanos” opuestos y complementarios a la vez, Eros y Tánatos, Voldemort y Harry constituyen dos caras de una misma moneda.

75 3.3 Algunas problematizaciones respecto de las acepciones de sangre trabajadas A. Sobre la cuestión antropológica: Matriarcados, parricidios y rituales de sangre Hemos hecho referencia, como hipótesis de interpretación de la saga, a las personalidades de Harry y de Voldemort como representaciones de las pulsiones eróticas y tanáticas del ser humano. A su vez indicamos que la posibilidad de resurrección de los dos personajes se vio posibilitada por el vínculo con el progenitor de origen Muggles, así como por el doble lazo que los une. Y también analizamos la constitución de las familias biológicas y por elección en cada caso. Veremos ahora cómo algunos objetos, símbolos y mitemas vinculados con estos dos personajes permiten reforzar las líneas de interpretación hasta aquí esbozadas. Iniciaremos retomando el tópico del cuestionamiento al patriarcado tradicional en la saga. El caso más evidente es de la familia Weasley, en el que Molly se erige como matriarca indiscutible del clan familiar. Todas las decisiones finales, así como los castigos y los premios, son impuestos por ella. En una familia constituida en su gran mayoría por varones, Molly desmuestra un carácter “de armas tomar”. Es interesante, además, notar que Harry elige como compañera a Ginny, quien heredó el mismo carácter de su madre. Si consideramos con Gallardo y Smith (A) que Harry encarna un ethos asociado a lo “femenino” más que a lo “masculino”, Ginny –absolutamente “femenina” en su aspecto–, es el complemento ideal para él en su carácter más bélico y decidido –atributos considerados típicamente “masculinos” convencionalmente–. Otro ejemplo de organización tendiente a lo matriarcal es el de la familia Dursley. Si bien en apariencia Vernon es el típico “padre de familia”, proveedor, y Petunia es un estereotipo de la perfecta “ama de casa”, ante las cuestiones que atañen a decisiones importantes el matrimonio termina resolviendo según el parecer de la mujer. En el primer capítulo de la saga, en el que el narrador focaliza en los Dursley, Vernon comienza a ver cosas “extrañas” sucediendo a su alrededor, producto de la caída de Voldemort, y se pregunta si se atrevería a decirle a su esposa que escuchó el apellido “Potter”: “He decided he didn’t dare” (SS 7). Este comentario, en apariencia trivial, da cuenta de la relación de fuerzas en el matrimonio, lo que se verá reforzado en OP. Ante el ataque de Los Dementores a Harry, cuya víctima colateral resulta ser su primo Dudley, Vernon pierde la poca paciencia que le queda y echa a su sobrino del hogar: “He stays,” she said. (…) Aunt Petunia ignored him [To Vernon]. She turned to Harry. “You’re to stay in your room,” she said. “You’re not to leave the house. Now get to bed”. (OP 40-41)

76 En esta pequeña muestra de su decisión, Petunia se impone ante el resto de su familia ignorando olímpicamente la voluntad de su marido. La explicación reside, como ya indicamos, en el uso ritual de su propia sangre, del cual ella es conciente. La cita siguiente explica la conexión entre Lily, Harry y Petunia: “She may have taken you grudgingly, furiously, unwillingly, bitterly, yet still she took you, and in doing so, she sealed the charm I placed upon you. Your mother’s sacrifice made the bond of blood the strongest shield I could give you.” (…) “He shed her blood, but it lives on in you and her sister. Her blood become your refuge. (…) I suspected the dementor attack might have awoken her to the dangers of having you as a surrogate son.” (OP 836) Según podemos ver, la saga habilita a pensar en formas de magia que van más allá de algunos hechizos y maleficios pronunciados en latín. Este uso de un rito ancestral se relaciona con un vínculo de sangre entre las dos hermanas y el hijo de una de ellas, lo que hace que sólo Petunia pueda sellar el encantamiento y sea ella quien se convierte en un refugio para Harry. Así, y a pesar del peligro que supone mantener a Harry como su “hijo adoptivo”, Petunia lo protege. Los muchos guardianes de Harry (Dumbledore, Sirius, la Orden del Fénix) no pueden suplantar el gran poder investido en estas dos mujeres, que son realmente quienes dieron y mantuvieron con vida al joven mago hasta su mayoría de edad a través de un rito ancestral, el cual no supone otra cosa que un vínculo de amor. Incluso Voldemort reconoce el poder ritual que este sacrificio conlleva: “His mother left upon him the traces of her sacrifice… This is old magic, I should have remembered it, I was foolish to overlook it” (GF 652-653). Por su parte, Lord Voldemort también es objeto de dos rituales de sangre: el primero implicó la ingesta de la sangre de unicornio en SS, con la consecuencia del pago de un terrible precio: adquirir por media vida, una vida maldita (SS 258). El segundo ritual es aquel que realiza para la reconstrucción de su cuerpo en GF en el capítulo titulado “Flesh, blood and bone”, en el cual toma la carne de un sirviente ofrecida “voluntariamente”, los huesos de su padre, y la sangre del enemigo vencido (Harry). La consecuencia directa sesrá el refuerzo del vínculo ya analizado entre ambos. Mientras Harry no pidió –ni mucho menos calculó- el uso de la sangre de su madre en su favor, Voldemort no puede menos que destacar con orgullo su hazaña: “I killed my father, and see how useful he has proved himself, in death”86 (GF 646). Su

86 En la saga hay dos parricidios, en franca oposición a los “matriarcados” que analizamos como nucleares. Si el lugar de la mujer es el hogar, en el sentido de “protección”, el padre es utilizado y despojado de su autoridad por algunos personajes negativos: el mismo Voldemort, y Barty Crouch Jr. Ambos cometen parricidio (tornándose literal la “muerte al padre) y realizan una transformación, al revés: mientras Barty convierte en un hueso a su padre para enterrarlo,

77 personalidad es narcisista y los rituales que performa están asociados con la magia negra, no con actos trascendentales de ofrenda sino con la quita de los elementos que necesita. Por el contrario, Harry sí tiene una identificación muy marcada con su padre, lo cual se evidencia a través de la forma que toma su Patronus87, un ciervo. En el mundo de Rowling, los Patronus se tornan reflejo de la interioridad de los personajes, como un tótem88 que los protege de los males. Es muy común, en varias culturas, encontrar animales que funcionan de esta forma y que, por tanto, se consideran sagrados. En Inglaterra, el ciervo es considerado un animal representativo de los Bosques y asociado con la fertilidad y con la pureza, por herencia de su mitología celta. En el Cristianismo, además, se lo vincula con el acercamiento a Dios y se lo considera un enemigo natural de la serpiente, representativa de las fuerzas del Mal (en la saga, este animal acompaña a Voldemort). Así, no es casual que el Patronus de Harry, que toma la misma forma que su padre James cuando se convertía en animago, esté asociado con la renovación de la vida y a la idea de espiritualidad89. En su caso, también, se vuelve reflejo de su propia identidad: “Your father is alive in you, Harry, and shows himself most plainly when you have need of him. How else could you produce that particular Patronus? Prongs rode again last night. (…) You found him inside yourself.” (PA 428)

B. Conformación de la identidad: mitología y objetos en la saga La insistencia en la idea de “hogar” es la que da, podríamos decir, una directriz a las acciones de Harry. Tanto en el epílogo de la saga como en la búsqueda de su identidad a lo largo de los siete tomos, este leitmotiv regresa insistentemente: el hogar

Voldemort desentierra un hueso de su padre para revivir. A la inversa, los intentos de infanticidios se dirigen exclusivamente a niños varones (Harry Potter, Cedric Diggory). 87 Este hechizo es la defensa que los magos y brujas tienen ante el ataque de los Dementores. 88 Etimológicamente, según la RAE tótem significa “Objeto de la naturaleza, generalmente un animal, que en la mitología algunas sociedades toman como emblema protector de la tribu o del individuo, y a veces como ascendiente o progenitor”, interesante en este caso por la asociación de Harry con su padre. (https://dle.rae.es/?id=aACKbtf, consultado el 27/08/2019) 89 Para ampliar, consultar el artículo de Jesús D. García citado en bibliografía: “Los ciervos en la literatura caballeresca hispánica”. En un breve racconto, el autor introduce las múltiples simbologías que adquiere el ciervo para diferentes comunidades. Desde la mitología griega y el legado oriental, hasta las leyendas celtas y la cultura del cristianismo, “el ciervo es, entre otros seres que conducen al héroe en la llamada de la aventura, el guía hacia la claridad y el Otro Mundo, en oposición a la serpiente que representa la negrura y la vida subterránea; antagonismo que se reafirma en las descripciones de los bestiarios medievales, donde el ciervo deviene en una encarnación de Dios en su lucha contra el demonio, que es la serpiente o el dragón. (MALAXECHEVERRÍA 1986, 106-109).” (García 501)

78 que implica refugio y seguridad (la sangre de Petunia, Hogwarts90, la casa heredada de los Black), y el fin último a conseguir (el hogar conformado junto a Ginny y sus hijos). Podríamos vincular a Harry, entonces, con Odiseo91, un héroe que atraviesa infinidad de obstáculos para lograr regresar a la paz del hogar constituido por su mujer Penélope y su hijo Telémaco. La cicatriz de Harry, muestra de reconocimiento, así como el enfrentamiento y derrota de la esfinge, son tópicos que también permiten vincular a Harry con Odiseo. Recordemos, por otra parte, que Harry no constituye el típico héroe clásico al estilo de Aquiles o de Heracles, sino que es un héroe inteligente, un joven curioso que actúa sopesando las causas y consecuencias de sus acciones –generalmente, es cierto, guiado o impulsado por Hermione, cuyo nombre deriva de Hermes, el dios Mensajero y de las rápidas negociaciones-. Muchas de sus hazañas requieren descifrar enigmas o superar obstáculos que no están relacionados con el uso de la fuerza bruta: podemos citar como ejemplos las pruebas del laberinto en que debe atravesar una misteriosa niebla o resolver el enigma de la esfinge; la apertura o búsqueda de objetos y lugares sellados a través de su ingenio, como sucede con el relicario de Slytherin, la cámara de los secretos, o la piedra filosofal en el Espejo de Erised; o su manera de vencer a Voldemort: en vez de entablar una lucha cuerpo a cuerpo92, lo vence a través de una artimaña con sus varitas, como si de un moderno deux ex machina se tratara.

90 Hogwarts como castillo es a la vez una fortaleza de estilo medieval así como un centro de formación integral, una escuela. Está en su esencia, por lo tanto, la protección y la educación de sus miembros, tal como se supone que también debiera estar presente en la unidad constitutiva básica de toda sociedad: la familia. 91 Para otra interpretación respecto a los paralelos entre la mitología grecoromana y la saga, ver el texto de Karina Bonifatti citado en bibliografía, Las voces de los clásicos. A grandes rasgos, su hipótesis propone que existe un sistema de correspondencias entre el trío protagonista y los hijos de los grandes héroes clásicos. Así, Harry se condeciría con Pirro, hijo de Aquiles; Hermione, con Hermione, la hija de Helena y Menelao; y Ron, con Orestes, hijo de Agamenón. La autora plantea otros tantos paralelos en la saga: Hagrid como Ulises; Voldemort como el dios Apolo; Aquiles como James Potter; McGonagall como Minerva, la diosa de la sabiduría. En particular, encontramos que algunos de ellos nos resultan forzados o inexactos –Voldemort, Harry, Hagrid-, motivo por el cual nos alejamos de dicha interpretación. Pero lo mencionamos porque algunas de las ideas postuladas en el texto nos resultan interesantes y enriquecedoras. 92 En los momentos en que sí hubo batallas, por otra parte, Harry se reconoce actuando por impulso, generalmente participando de las luchas en forma defensiva más que agresiva: tal es el caso de los desiguales enfrentamientos entre Quirrell y Harry en SS, de Riddle y Harry en CS e incluso entre Voldemort y nuestro aprendiz de mago en GF, ya que Harry “sale” a la lucha sólo ante la provocación de Voldemort. En OP y en HBP, contrariamente a lo que se muestra en las películas, Harry no participa de los enfrentamientos en el Departamento de Misterios ni en la Torre de Astronomía, en ambos casos impedido de acción. El resto de las luchas en las que participa (la Primera Batalla de Hogwarts en HBP, el enfrentamiento en Gringotts y la Segunda Batalla de Hogwarts en DH) nos encontramos ante ya un joven adulto, mayor de edad, que enfrenta dichos obstáculos siempre en pos de la derrota del enemigo.

79 En relación con los objetos y hechizos que se tornan simbólicos en la constitución de la identidad de Harry, destacaremos la Capa de Invisibilidad, herencia de la línea Peverell-Potter por varias generaciones. Ya hemos indicado que su principal atributo no reside en ocultar a su dueño, sino en proteger a otros de encantamientos y de la vista de los enemigos –la Muerte misma, en la versión que le da origen en el “Cuento de los Tres hermanos”93-. En un nuevo paralelo con Odiseo, maestro del disfraz y del engaño, Harry pasa buena parte de DH ocultando o modificando su apariencia a través de la utilización de diversos encantamientos, pociones y de la Capa. Si pensamos en el final del “Cuento”, además, se plantea que ésta resulta el artilugio perfecto para ocultarse de la Muerte (Tánathos, Voldemort): es, por lo tanto, fundamental para salvaguardar la Vida (Eros, Harry). Si entendemos a Harry como representante de las pulsiones eróticas constitutivas del ser humano, la Capa será entonces el complemento ideal para él: por su carácter comunitario, por su asociación con la conservación de la propia existencia, así como con la entrega pasiva a la Muerte para, en cambio, dar posibilidad a la Vida de las generaciones futuras: But though Death searched for the thrid brother for many years, he was never able to find him. It was only when he had attained a great age that the youngest brother finally took off the Cloak of Invisibility and gave it to his son. And then he greeted Death as an old friend, and went with him gladly, and, equals, they departed this life. (TBB 93) Como podemos leer en las Notas del profesor Dumbledore al “Cuento”, la moraleja que deja es clara: “human efforts to evade or overcome death are always doomed to disappointment” (TBB 94). Aunque en ocasiones el cuento ha sido malinterpretado por generaciones de magos, que entendieron que reunir las tres reliquias harían a su poseedor Amo y Vencedor de la Muerte, tanto Harry como todos sus ascendientes no reveleron el secreto de la Capa (TBB 97), y en cambio entendieron que lo mejor que uno puede esperar es posponer el encuentro con la muerte lo más posible (94): “This youngest brother knows that taunting Death –by engaging in violence, like the first brother, or by meddling in the shadowy art of necromancy, like the second brother- means pitting oneself against a wily enemy who cannot lose” (TBB 95).

93 Este cuento pertenece a The tales of Beedle the bard, antología de “cuentos de hadas” de origen folklórico, anónimos, con los que se crian los jóvenes brujos de la sociedad mágica. “The tale of the three brothers”, en particular, narra la historia que da origen a las tres reliquias de la muerte, por lo que es fundamental para la lectura de DH.

80 Un segundo objeto para pensar en la identidad y la construcción del personaje de Harry es el Espejo de Erised, un artefacto mágico que muestra los más profundos deseos de quien se refleja. Así, cuando Harry se observa se ve rodeado de toda su familia: A woman standing right behind his reflection was similing at him and waving. (…) She was a very pretty woman. She had dark red hair and her eyes –her eyes are just like mine, Harry thought, (…) The tall, thin, black- haired man standing next to her put his arm around her. He wore glasses, and his hair was very untidy. It stuck up at the back, just as Harry’s did. (…) And slowly, Harry looked into the faces of the other people in the mirror, and saw other pairs of green eyes like his, other noses like his, even a little old man who looked as though he had Harry’s knobbly knees –Harry was looking at his family, for the first time in his life. (SS 208-209) La cita muestra que la vinculación por sangre del personaje se constituye en un deseo desesperado de su corazón: la necesidad de conocer a su familia biológica es lo que determina este reflejo. Este es el motivo por el cual el álbum de fotos que Hagrid confecciona para Harry al final de SS converge a esta línea de interpretación. Su vinculación e identificación con su madre y padre es muy diferente de la de Voldemort, si bien se puede pensar en un nuevo paralelo entre ellos: debido a la profecía que lo señala como “igual” a Voldemort, Harry se torna “culpable” de la muerte de sus padres (en sentido, por supuesto, figurado). Voldemort en cambio literalmente comete parricidio y genera, con su nacimiento, la muerte de su madre. En todo caso, no podemos desoir los ecos que el némesis principal de la saga hace resonar con los mitemas asociados a Edipo: la orfandad, con la consecuente pérdida de su identidad –creció como un Muggle, sin madre que lo protegiera–; el “enigma” que representa desde su apellido mismo, “Riddle”; la creencia en profecías que, en vez de llevarlo a la Verdad, lo llevan a su perdición; la ceguera absoluta ante los actos atroces cometidos; la imposibilidad de expiación ante el parricidio; la hybris absoluta de sus propósitos (alcanzar la inmortalidad, escindir su alma, desafiar todo orden natural); incluso su madre tiene el mismo nombre que la madre adoptiva de Edipo, Merope. Voldemort, como Edipo, sin recuerdos propios de cariño ni ideas de pertenencia, desoye a los demás y siempre hace lo que le dictan sus instintos, guiado por una “razón” que resulta adversa a sí mismo. Si recordamos que Harry en DH utiliza la piedra de la resurrección sabiamente, para ser acompañado por sus seres queridos en sus últimos momentos, y que en cambio Voldemort la convierte en un horcrux, sin utilizarla –le teme a los muertos y no amó a nadie lo suficiente como para “revivirlo”-, nos damos cuenta de que representan ideas antitéticas en cuanto a pulsiones (Eros, Tánathos) así como incluso en sus asociaciones mitológicas: Odiseo es el eterno superviviente, aquél

81 que enfrenta mil obstáculos para regresar a “casa”, a salvo, habiendo “sobrevivido” incluso una incursión en el Inframundo; Edipo, en cambio, es el culpable que en su camino hacia la anagnórisis comete una y otra vez diferentes actos de hybris hasta alcanzar su propia perdición.

C. ¿Determinismo biológico o libre albedrío? “It is our choices, Harry, that show what we truly are, far more than our abilities” (CS 333)

Como indica la cita precedente, la saga plantea que más que las aptitudes naturales serían nuestras elecciones las que marcan la esencia de cada uno. Sin embargo, hay rasgos y características recurrentes en varios grupos familiares que habilitarían a considerar que más que las elecciones, entonces, sería la biología la que determine el curso de las acciones. Ya hemos indicado la constitución de los grupos familiares principales, los vínculos por familias adoptivas, así como las resistencias de algunos personajes a su herencia. A fin de decantarnos por una u otra opción (determinismo biológico o libre albedrío) podemos argüir que las características físicas y de carácter en los grupos familiares parecen confluir en unos y otros, indicando un determinismo biológico bastante marcado en las ramas familiares, ya sea en su accionar, ideología94 o algún rasgo físico (el cabello de los Weasley o de los Black). Acerca de las decisiones específicamente tomadas por Harry, nos preguntamos si se torna en un “juguete del destino” que debe pelear porque la profecía así lo dicta, o bien puede “elegir” una vida diferente. Como en una especie de profecía autocumplida, Harry no tiene que luchar pero decide hacerlo, ya que de otra manera morirá: -The prophecy does not mean you have to do anything! But the prophecy caused Lord Voldemort to make you as his equal… In other words, you are free to chose, quite free to turn your back on the prophecy! But Voldemort continues to set store by the prophecy. He will continue to hunt you… which makes it certain, really, that… -That one of us is going to end up killing the other –said Harry. (HBP 512)

94 El caso de los Malfoy, que pareciera ser el menos determinista por el cambio en sus acciones de los últimos dos libros, en realidad se condice con sus propias naturalezas. Privilegiando salvarse ellos mismos, huyen del régimen en el que estaban ya en un peligro mortal, haciendo lo necesario para sobrevivir; incluso cuando esto implicara no delatar a Harry o mentirle a su Amo.

82 Nuevamente, entonces, nos preguntamos, ¿es libre albedrío? ¿Harry, está eligiendo luchar contra Voldemort? Lo está haciendo en pos de lo que Voldemort le quitó –sus padres- así como por defensa, aunque lo hace valientemente, como sus padres: It was, he thought, the difference between being dragged into the arena to face a battle to the death and walking into the arena with your head held high. Some people, perhaps, would say that there was little to choose between the two ways, but Dumbledore knew –and so do I, thought Harry, with a rush of fierce pride, and so did my parents –that there was all the difference in the world (HBP 512). A pesar del orgullo que le reporta enfrentarse a Voldemort como sus padres lo hicieron, consideramos que en realidad esta elección de Harry no es libre, sino que está mediada por las circunstancias y por sus características biológicas, heredadas. También está condicionada por la protección de sangre que Lily le legó, ya que le dio un “poder que Voldemort no conoce”, el amor. Como una serpiente que se muerde la cola, Harry debe luchar –“elige” luchar- porque así lo determinó el destino: “If Voldermort had never murdered your father, would he have imparted in you a furious desire for revenge? Of course not! If he had not forced your mother to die for you, would he have given you a magical protection he could not penetrate? Of course not!” (510). Parece, entonces, que la cuestión entre determinismo y elección no está definida, resulta ambigua pues, ¿acaso salir arrastrado a la arena para enfrentar la muerte, o salir con la cabeza en alto caminando hacia allí, no implica el mismo fin? La diferencia radicaría más en la actitud para enfrentar las circunstancias, que en la posibilidad de cambiarlas o elegirlas: ellas ya están ahí, son ineludibles. Salir a la arena estaría aquí determinado, y a lo sumo el margen de movimiento habilitado radica en cómo salir a la misma.

D. Harry Potter: En defensa de una mancomunidad Para finalizar el apartado, vamos a mencionar lo que se deja entrever a partir del Epílogo de la saga. Como ya vimos a partir de lo analizado en este capítulo, la biología y la herencia genética (la consanguineidad) se constituyen en ejes principales alrededor de los cuales se estructura Harry Potter. Si bien hay relaciones de adopción o de filiación ideológica entre miembros de distintos grupos familiares, son los vínculos de sangre los que protegieron a Harry, los que guían sus acciones y los que, en última instancia, le hacen “elegir” luchar contra Voldemort y su régimen. Lo mismo sucede con otros personajes, que actúan en consonancia con los esperado de ellos por la sociedad o sus familias de origen (los Weasley, Neville, Harry) –con las ya mencionadas excepciones: Sirius, Tonks, Narcissa–.

83 Asimismo, Lord Voldemort, que por un lado rechaza a su familia biológica, sin embargo se sirve de ella para sus fines porque la biología parece predominar: el hueso de su padre es necesario para su ritual de renacimiento debido a que allí reside parte de su herencia genética. También lo es el linaje de su madre, de quien hereda sus poderes mágicos y su status de “heredero de Slyherin”. Aunque se enfatice un claro rechazo hacia ambos, evidenciado en su transformación a un ser diferente –en su apariencia y en su nueva nominación–, Voldemort no puede desvincularse de su sangre. El final de la saga refuerza, además, los vínculos familiares al predominar la vida –Eros– por sobre la muerte –Tánathos–. Harry, Ron y Hermione tienen descendencia, que será la nueva generación de Hogwarts, en un mundo que se espera menos dicotómico: de allí el sentido de las palabras de Harry a su hijo Albus Severus95, cuando le asegura que si fuera sorteado para la casa Slytherin a él no le molestaría; al contarario, lo alienta para que tome sus propias decisiones. Habiendo incorporado las enseñanzas de su mentor (“son tus elecciones las que determinan quién eres, mucho más que tus habilidades”), pero por el otro lado perpetuando su propia herencia (genética y material), la saga no termina de definirse por una respuesta concreta entre biología o libre albedrío, pero creemos –por todo lo hasta aquí argumentado– que se decanta más por la primera opción que por la segunda, en todo caso. Por último, diremos que este final se destaca como un recordatorio del poder de la sangre en la comunidad mágica a partir de la “diversidad”, al haberse incoroporado Harry y Hermione a la familia Weasley mediante vínculos matrimoniales. Esta familia “adoptiva” de Harry pasa a ser su familia política, y finalmente su propio grupo filial constituido al procrear con Ginny a sus tres hijos. En este contexto, no dejan de tener relevancia las palabras con que iniciamos el apartado: “Makes a difference to have a decent family. Whatever yeh say, blood’s important”.

95 Es interesante considerar que tanto Snape como Dumbledore, ambos profesores de Harry, ambos controvertidos en sus acciones e ideologías, pasan a formar “parte” de su nueva familia constituida en el nombre de su segundo hijo, Albus Severus Potter, quien será el protagonista de The cursed child y quien será, a su vez, contradictorio en su esencia –por pertenecer a Slytherin en vez de a Gryffindor, como sus hermanos y padres–.

84 IV. La pureza de sangre, construcción ideológica motor del nazismo (y del gobierno de Lord Voldemort) 4.1 Neohistoricismo, una forma de leer literatura ¿Qué contexto, condiciones y estructuras del mundo mágico habilitan el surgimiento de un régimen basado en la pureza de sangre, y su adhesión a estos ideales por buena parte de su comunidad? Lo mismo podríamos preguntarnos acerca de la realidad extraliteraria. El neo-historicismo, como corriente crítica que posibilita al menos un tipo de acceso a los textos literarios, sostiene que los discursos –insertos en la literatura o visibles a través de diferentes soportes creativos– parten de la cultura misma. Método de las ciencias sociales, el ‘New Historicism’ toma la premisa de que una obra literaria debe ser considerada como producto de su contexto de producción y no como una creación aislada. Si bien tuvo su auge en la década de los ’80 –a través del trabajo crítico de autores como Stephen Greenblatt o Michel Foucault–, se considera aún válido como modo de aproximación a las producciones artísticas. Tal y como pudimos sospechar a través de un análisis literario que se “sirve” de su contexto de producción, podemos reafirmar que nuestra hipótesis adquiere validez al permitirnos repensar la saga Harry Potter desde las construcciones ideológicas que vehiculiza. En consonancia con el artículo de Warren Hedges, “New Historicism Explained”, algunas de las ideas de esta corriente que más nos interesan para nuestro estudio son: que las imágenes y narrativas realizan un importante trabajo cultural en el cual las obsesiones, problemas y esperanzas de un contexto son vehiculizadas por la literatura; y que, consecuentemente, el mejor marco semántico de los textos literarios se sitúa en su contexto histórico, al indagar en qué debates internos y asuntos tratan de reflejar o de atravesar. Así, este modo de lectura trata de relacionar problemas interpretativos con los histórico-culturales de su contexto (por ejemplo, vincularía el hecho de que Hamlet dude de matar a Claudio cuando éste se encuentra rezando, con los debates contemporáneos a su autor sobre el purgatorio, la transubstantación y ansiedades propias de su época, como el rol de la monarquía y la Iglesia en la sucesión al trono). Señalaremos que la matriz de la que se sirve Rowling para crear sus dos mundos en conexión –el mágico y el Muggle– no es exactamente el que le es contemporáneo, sino que parte de un contexto británico anterior. De acuerdo con el análisis de Gómez Romero, y en consonancia con los estudios de Noel Chevalier, la historia del joven mago se sitúa justo en el momento previo al ‘boom’ tecnológico que supuso el fin de siglo, como un modo de reelaborar el contexto de su mundo ficcional para homologarlo

85 con ideologías de fines del siglo XVIII y parte del XIX. De acuerdo con Chevalier, Rowling vuelve a los ideales de la Ilustración y de la Revolución Francesa para “re- examinar problemas de justicia política y social que notoriamente piensa que no han sido resueltos y que, incluso, probablemente hayan sido complicados por los avances tecnológicos del siglo XX” (Chevalier en Gómez Romero 375). Discutimos junto con Gómez Romero que los relatos potterianos sólo denuncien los problemas de este período (por el contrario, abordan cuestiones actuales como la gestión de las sociedades multiculturales), pero coincidimos en que hay un acierto fundamental en esta idea: Es cierto que las novelas privilegian un escenario alternativo –la comunidad mágica y, especialmente, Hogwarts, en que predominan los elementos estéticos provenientes del pasado (Andrew Blake); pero también lo es que múltiples cuestiones políticas y sociales del presente incursionan en el fantástico universo habitado por los magos y las magas (Karin E. Westman). Bajo los afeites de la Inglaterra eduardiana, el mundo secundario creado por J. K. Rowling rompe con la restricción aristotélica y nos introduce plenamente en una memoria del ahora cuyos anacronismos arrojan sobre nuestra realidad una iluminación ajena, propiciatoriatoria de ese extrañamiento cognitivo esencial a las utopías que, en la ficción distópica, adquiere matices oscuros y amenazadores. (Gómez Romero 376) Así, en el trabajo que realiza el Dr. Gómez Romero bajo la hipótesis de que HP se torna un tipo de distopía moderna, y revelando que parte de lo que genera este mundo distópico tiene que ver con un sistema judicial y burocrático ineficiente y arbitrario, entendemos con el autor que ciertos elementos del sustrato ideológico post-eduardiano se emplazan en este texto que catalogamos como un “fantástico de intrusión” para dar cuenta de tensiones y ansiedades que siguen vigentes hoy en día. En su análisis, Gómez Romero se hace eco de las afirmaciones de Westman, autor citado en la bibliografía y en nuestro segundo capítulo, quien postula que la saga de Rowling le da entrada a preocupaciones comunes al discurso socialista cuando afirma que el mundo mágico busca vencer un problema aún contemporáneo para la sociedad británica: la herencia histórica al sistema de castas raciales y sociales, lo cual es percibido por una minoría de individuos como un medio para asegurar su posición económica y social (Westman en Gómez Romero 358)96. Éste será uno de nuestros pilares para considerar cómo ciertos

96 Si bien algunos autores, con los que nos alineamos en este análisis, han postulado una clara conciencia de clase por parte de la autora, otra parte de la crítica se decanta por una visión contraria: que Rowling “ha situado las aventuras de Harry en una Inglaterra cuya geografía y cultura son enteramente literarios. Este no es el Reino Unido de Tony Blair, la Princesa Di o Martin Amis, sino uno que recordamos de otros libros infantiles, uno que en alguna medida es perpetuamente Eduardiano” (Scott en Gómez Romero 358). Por su parte, Andrew Blake califica el mundo potteriano de “retrolucionario”, término que acuñó para significar que la saga remodela antiguas maneras y tópicos para dar entrada a nuevas formas de acercarse a ellos. Este

86 sustratos ideológicos presentes en la comunidad mágica no son invenciones absolutas de la autora; por el contrario, Rowling se basa en experiencias reales y puntuales que han atravesado los países europeos en la primera mitad del siglo XX, herencias de períodos anteriores, para dar origen al régimen de su villano.

4.2 Sustrato ideológico Positivista: Darwinismo social y prácticas eugenésicas Sir Francis Galton (1822-1911), primo de Charles Darwin, acuñó dicho término en 1883 para significar el estudio de las agencias bajo control social que pueden mejorar o alterar las cualidades raciales de las generaciones futuras, tanto física como mentalmente. Esta disciplina estudia las posibilidades de “mejoras” de la especie humana mediante su modificación genética controlada artificialmente, por lo que no es de extrañar que este campo genere controversias. Como demuestran los varios artículos expuestos en Darwinismo social y eugenesia en el mundo latino, de Miranda y Vallejo (comp.), el término surge en la Inglaterra victoriana y se expande a buena parte del mundo occidental. Así lo esgrime Héctor A. Palma al desglosar los errores epistemológicos típicos sobre esta disciplina: La eugenesia fue pensamiento hegemónico durante la primera mitad del siglo XX. De hecho la filiación ideológica de sus defensores abarca todo el espectro posible: nazis, fascistas, anarquistas, socialistas, progresistas y conservadores. (…) El doble movimiento de asimilar eugenesia a nazismo y luego dejarla de lado como producto pseudocientífico, oculta el hecho evidente de que la eugenesia es un producto, clara y exlusivamente en sus inicios, de la liberal sociedad victoriana inglesa. La eugenesia no es más que una de las manifestaciones exacerbadas de la necesidad de control y dominio de la población, que fue adoptando el capitalismo hacia fines del siglo XIX y, sobre todo, en la primera mitad del XX. (Palma 130-131). La Eugenesia (como disciplina avalada por el “Darwinismo social”) surgió y se popularizó como una herramienta para el ideal civilizatorio positivista que, en su afán de “progreso”, se erigía como regulador de los procesos sociales y biológicos: “La eugenesia fue, en este aspecto, el complemento práctico del darwinismo social invocado para distinguir a quienes carecían de ‘aptitud en la lucha por la vida’ y por ende podían quedar a merced del ‘más fuerte’, que era ahora quien detentaba el control del Estado” (Miranda y Vallejo 13). De esta manera, fue justificada la inclusión de prácticas eugenésicas en el campo de la criminalística, de la educación y de la medicina a través

sería el marco conceptual que lo hace calificar a HP como un emblema cultural básicamente conservador, que aísla a sus lectores de una modernidad desencantada mientras, al mismo tiempo, hace posible una vía de escape hacia “ese ‘otro lugar’ que encarna la ‘tradición’ (británica)” (Blake en Gómez Romero 359).

87 de lo que conocemos como “biopolíticas”: prácticas gubernamentales que han intentado racionalizar aquellos fenómenos que inciden sobre una población, como los problemas relacionados con la salud, la higiene, la natalidad, la longevidad, la erradicación de enfermedades o la estirilización de sujetos con determinadas predisposiciones genéticas97 –lo cual no implica que necesariamente las manifiesten-. Por otra parte, como demuestran numerosos trabajos científicos en las últimas décadas98, la experiencia eugenésica no terminó con el Holocausto o con las medidas adoptadas por los diferentes Estados-Nación durante la primera mitad del siglo XX. Muy por el contrario, las prácticas realizadas en clínicas de fertilización in vitro o las manipulaciones sobre el ADN para prevención y erradicación de enfermedad congénitas dan cuenta de su vigencia hoy en día. Entendemos, por sus problematizaciones éticas, que las posibilidades abiertas por la Ingeniería genética pueden constituirse en una moneda de dos caras a partir de la Eugenesia y sus derivaciones ideológicas. A este respecto, citaremos un fragmento citado de Mendel’s Principles of Heredity: Proclamaron los filósofos que todos los hombres nacen iguales. Los naturalistas saben que ese axioma es falso. Lo mismo si medimos las facultades mentales como las corporales, encontramos desigualdades extremas. (…) El resultado de la investigación genética consiste en hacer ver que la sociedad humana puede, si quiere, controlar su composición más fácilmente de lo que en un principio se había supuesto (…) Pueden adoptarse medidas para eliminar tendencias consideradas como inadaptadas y ciertos elementos indeseables en la población. (Suárez y López Guazo 53) Podemos ver cómo van de la mano, en estos postulados, la biología y la ideología. ¿Qué es considerado como “inadaptado” o “indeseable” para determinadas sociedades? ¿Quiénes lo establecen? ¿Acaso que algo sea factible de ser “controlado”, da la pauta para que efectivamente lo sea? ¿Qué hay de las implicaciones morales al respecto? Si consideramos, además, ciertos aspectos políticos e ideológicos presentes en Europa desde el siglo XVII en adelante (los escritos de Hobbes que señalaban que era necesario regular las características inevitables de la condición humana; el surgimiento de nacionalismos en sectores conservadores –ya sean “de derecha” o “de izquierda”–; o las derivaciones filosóficas que surgieron de la difusión de Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas de Gobineau –cuestión sobre la que profundizaremos en el

97 Para ampliar, ver el artículo de Héctor Palma mencionado en bibliografía. Entre estas medidas objeto de la implementación de políticas públicas, Palma menciona el control diferencial de concepción, el aborto eugenésico, las restricciones a la inmigración y la “estirilización de determinados grupos (‘débiles mentales’, criminales, epilépticos e ‘invertidos sociales’)”, 135. 98 Sobre este tópico, ver: In the name of eugenics, Daniel Kelves (1985); The hour of eugenics, Nancy Stepan (1991); En busca de la raza perfecta, de Raquel Álvarez Peláez y Armando García González (1999); o El futuro de la naturaleza humana, de Jurgen Habermas (2001).

88 apartado siguiente–) entendemos que ciertas ideas fueron reforzadas y sostenidas a priori durante generaciones, como la supuesta superioridad de los hombres blancos por sobre otras “razas”, las ideas de que ciertos rasgos heredados eran índice de criminalidad, o bien la determinación de la inteligencia a partir de índices como el Coeficiente Intelectual. Sólo a modo de ejemplo, en los refranes populares “Quod Natura non da, Salamanca non presta” o “De tal palo, tal astilla” se evidencia un imaginario colectivo que asocia las virtudes o defectos de los padres con sus hijos, así como la determinación que establece la naturaleza para cada individuo en su acervo intelectual o físico. Estos preoconceptos que estuvieron presentes en sociedades dispares durante cientos de años, eclosionaron hacia fines del siglo XIX y se reforzaron durante todo el siglo XX de la mano de las teorías a las que hemos hecho referencia.

4.3 Ideología, totalitarismos y nazismo: definiciones y aproximaciones teóricas De lo afirmado hasta aquí, pudimos observar que el concepto de sangre ha sido susceptible de diversas interpretaciones a lo largo de la historia, y se ha vinculado con el avance de la biología y de la medicina; con rituales y formas de magia relacionadas con las creencias de numerosas comunidades; con el establecimiento de líneas de parentesco y conformación de árboles genealógicos; así como con la prohibición o legalidad de los matrimonios. Indefectiblemente, todos estos campos se han visto interpelados, entonces, por lo ideológico, aunque el concepto no resulte de fácil definición99. Una aproximación

99 El término ‘ideología’ surgió a fines del siglo XVIII en los escritos de Destutt de Tracy, quien, imbuido en el espíritu de la Ilustración, la concibió como “la ciencia que trata de la formación, expresión y deducción de las ideas del hombre” en Éléments d’idéologie (1801). Sin embargo, cuando Karl Marx retomó el término en Ideología alemana cobró una nueva significación: la ideología fue concebida en ese texto como “pura ilusión, un conjunto imaginario constituido por ‘restos diurnos’ de la única realidad plena y positiva, la de la historia concreta de los individuos concretos, que producen materialmente su existencia” (Althousser en Estenssoro 99). Engels le daría el mote de “falsa ideología” en 1893. Terry Eagleton, al analizarlo también, interpretaría la definición marxista de ideología como una forma de legitimación del poder de un grupo o clase social dominante (Eagleton en Estenssoro 101). Posteriormente, en Ideología y Aparatos Ideológicos del Estado (1970), Louis Althousser realizó una revisión crítica al postivismo historicista del término y agregó una dimensión subjetiva al mismo. Indicará que el hombre es un animal ideológico por excelencia, y definirá ideología como “una representación de la relación imaginaria de los individuos con sus condiciones reales de existencia” (Althousser en Estenssoro 102), por lo cual se servirá de los denominados “Aparatos Ideológicos del Estado” para profundizar en su teoría. Entre los teóricos contemporáneos, nos encontramos ante dos posiciones similares en Paul Ricoeur y en Teum Van Dijk. Si el primero entiende la ideología como un corpus de ideas que dan identidad y coherencia a un grupo social determinado, congruentemente el segundo afirma que “las ideologías sirven a los grupos y a los miembros en la organización y manejo de sus objetivos, prácticas sociales y toda su vida social cotidiana” (Van Dijk en Estenssoro 108).

89 al término sugiere que “lo distintivo de la ideología es que se refiere a aquel cuerpo de ideas que, como fin último, procura una acción concertada a fin de imponer y/o sostener determinadas creencias respecto del funcionamiento político deseable de la sociedad” (Estenssoro 110). A los fines de este estudio, adheriremos a la concepción williamsiana del término, en tanto el autor remite a los estudios culturales particularmente enfocados en la literatura, y dado que reconfigura la clásica concepción marxista de ideología como “falsa conciencia” o como sistema de creencias característico de un grupo o una clase social particular, cuestionando la lectura típica que considera desde el marxismo que las producciones estéticas son trasposición de la base a la super-estructura de la cultura. Raymond Williams fue reformulando el término de cuña marxista para hacerlo parte de su propia teoría crítica social. Su definición, a la que precisa como las creencias formales y conscientes de una clase o de un grupo social, piensa por lo tanto en la producción cultural como una forma de apropiación de los sentimientos, formas y ficciones que marcan de manera diversificada la cultura de una clase o de un grupo. Esto se muestra congruente con su manera de concebir la cultura en general y las producciones literarias en particular: considerar la noción de literatura como una forma superestructural y determinada por la base constituiría una noción reduccionista de las fuerzas productivas. Ahora bien, teniendo en cuenta el abordaje de esta tesina y lo indicado acerca del campo ideológico, nos dirigimos a relacionar el nazismo y su concepción racial con ciertas ideas de “sangre” que ya estaban en boga en la sociedad victoriana del siglo XIX y que continuaron en vigencia como elementos propios de la estructura de sentir inglesa –y europea, podríamos ampliar-. En el análisis La conciencia nazi de Claudia Koonz, su autora propone una interesante forma de abordar la “ideología” para pensar el nazismo:

Luego, la ideología ya no se referirá únicamente al cuerpo de ideas de los grupos dominados sino a ideas que refieren a las relaciones de Poder, lo que incluye variables de género, raza, o de defensa de algún valor social determinado. En la misma línea de interpretación, los estudiosos James Donald y Stuart Hall argumentan en Politics and Ideology (1986) que “el término ideología se usa para indicar los sistemas de pensamiento usados en la sociedad para explicar, resolver, descifrar y dar sentido al mundo social y político” (Donald y Hall en Estenssoro, 109). Para finalizar, Andrew Dobson amplía las definiciones ya esgrimidas a partir de tres características básicas que atraviesan a toda forma de ideología: proporcionan una descripción analítica de la sociedad, un “mapa” que permite a sus usuarios orientarse en el mundo político; prescriben una forma particular de sociedad empleando creencias acerca de la condición humana que afirman; y deben proporcionar un programa o plan de acción política para sostener sus propias creencias (Estenssoro 110).

90 Los hombres y las pocas mujeres que se dedicaron a divulgar el racismo nazi hablaban con gran detalle de lo que llamaban “la idea” (die Idee) del nacionalsocialismo. Lo que los demás veían como ideología, los nazis lo experimentaban como verdad. Vista desde el punto de vista judeocristiano, la amalgama de teorías biológicas y visceralidad racista que caracterizó el sistema de creencias nazi no cumple con los requisitos para convertirse en una ideología siquiera articulada, y mucho menos moral. Comparada, por ejemplo, con el liberarlismo de Adam Smith o con el comunismo de Karl Marx, a die Idee del nazismo le falta elegancia formal y una visión social humana. Con todo, este movimiento asumía las funciones que atribuimos a las ideologías. Proporcionaba respuestas a los imponderables de la vida, ofrecía sentido en situaciones de contingencia y daba razón del funcionamiento del mundo. Asimismo, definía el bien y el mal, tachaba de inmoral el interés propio y ensalzaba el altruismo como cualidad virtuosa. Al vincular a los camaradas de etnia (Volkenossen) con sus antepasados y sus descendientes, los ideales nazis insertaban al individuo en el bienestar colectivo de la nación. (Koonz 18) La particular visión de la ideología nazi, entonces, se ve interpelada por la noción de la pureza de sangre en pos de una “mejora” para la sociedad, de su bienestar biológico y de su progreso. Adolf Hitler prometía “rescatar” a su pueblo a través de los valores del “honor” y la “dignidad”; aseguraba que lo salvaría del materialismo, la degeneración y el cosmopolitanismo de la vida moderna. El líder se perfiló como la respuesta ante los “agravios” que Alemania estaba sufriendo: el avance de los bolcheviques y de las revoluciones comunistas; las mujeres emancipadas que abandonaban sus “responsabilidades” familiares; los capitalistas que amasaban inmensas fortunas, entre los cuales se señalaba a los judíos como parte responsable del manejo del dinero y de los bancos; y los Estados extranjeros que despojaban a Alemania de su estatuto de potencia europea tras lo que ellos veían como un atropello a su dignidad en las condiciones de rendición del Tratado de Versalles, al finalizar la Primera Guerra Mundial. Hitler transformó en indignación moral la ira de sus seguidores ante el desorden cultural y político. Además, sus “altos ideales morales” se vieron secundados por el avance de la biología. Si la moralidad nazi defendía ideas racistas y sexistas –en un momento en que los ideales de igualdad y de Derechos Humanos empezaban a abrirse camino en el mundo occidental–, lo enmascaraba con la etiqueta de modernidad, ya que dignificaban antiguos prejuicios con el recurso de la ciencia; para hacer cómplices a sus ciudadanos apelaban a ideas de salud, higiene y progreso, que darían lugar a la mejora cívica y a ensalzar los ideales de la comunidad: “a los alemanes de etnia se les exhortaba a apartar a los ciudadanos considerados forasteros y a aliarse sólo con personas racialmente valiosas. El camino que conducía a Auschwitz estaba asfaltado de virtud” (Koonz 19).

91 Tengamos en cuenta que uno de los principios fundamentales de la “conciencia nazi” establecía un paralelo entre el Volk (pueblo) y un organismo que crece, se reproduce, enferma y muere. La metáfora orgánica no era nueva sino que se venía gestando desde el siglo XIX por el avance de las ciencias naturales y la retórica política. Los elementos extraños, “ajenos” al sistema, eran los que llevaban a la sociedad a enfermar y a degenerar. En la Alemania nazi, se consideraba que sólo la raza ‘aria’ encarnaba la esencia del Volk, por lo que era necesario “podar” o eliminar a los Otros – judíos, gitanos, insanos, comunistas y demás- en pos de la “virtud étnica”. Tal como propone Koonz, “si el darwinismo social había descrito, metafóricamente, las naciones- Estado como organismos que luchaban los unos contra los otros, los teóricos del nazismo recurrían al lenguaje de la parasitología para hablar de un peligro que acechaba en el interior del organismo étnico” (25). Así, la dificultad principal consistía en señalar a un enemigo judío que no formaba parte de una esfera externa sino que era parte integral del cuerpo social100. Sin embargo, el antisemitismo no tiene su origen en Alemania moderna, sino que parte desde tiempos más remotos en toda Europa. El análisis clásico realizado por Hannah Arendt en Los orígenes del Totalitarismo (1951) ahonda en la génesis del antisemitismo y del odio religioso hacia los judíos, y cuestiona los dos preconceptos que usualmente se asocian a dicho origen: que las expulsiones, matanzas y persecusiones hacia el pueblo judío desde el Imperio Romano hasta la Modernidad remiten a la secularización de supersticiones medievales populares (que los judíos constituían la encarnación de Satán por haber asesinado al hijo de Cristo, originario de su propio pueblo); o que existe un odio generalizado hacia esta comunidad debido a la supuesta existencia de sociedades cerradas –muchas veces, catalogadas de prestamistas o “usureras”– y de un monopolio judío que había dominado, o aspiraba a dominar, el mundo desde la antigüedad. Otra explicación usual sobre el tema, que Arendt desacredita, es que el advenimiento del antisemitismo surgiera como contrapartida del auge de los nacionalismos en Europa. En palabras de la autora:

100 los judíos alemanes habían peleado en la Primera Guerra Mundial codo a codo con sus compatriotas; eran parte de la vida cultural y de los círculos sociales más selectos, lo cual se vio potenciado desde su integración mediante el ejercicio de profesiones liberales tras acceder a las universidades alemanas; había múltiples matrimonios mixtos entre judíos y cristianos, lo cual no fue regulado hasta la promulgación de la Ley de Ciudadanía en 1935. Así, si bien en 1933 todos los alemanes –judíos o no– se consideraban parte de una misma nación, seis años después el Estado nazi había propiciado la expulsión del Volk a los ciudadanos que señaló como “judíos” o “mixtos”, para más tarde implementar lo que se dio a llamar “Solución Final”, a partir de 1941.

92 Una de estas precipitadas explicaciones ha sido la identificación del antisemitismo con el auge del nacionalismo y sus estallidos de xenofobia. Desgraciadamente, la realidad es que el antisemitismo moderno creció en la medida en que declinaba el nacionalismo tradicional y alcanzó su cota máxima en el momento exacto en que se derrumbaba el sistema europeo de la Nación-Estado y su precario equilibrio de poder. (Arendt 28) Así, estas posibles explicaciones son reemplazadas en su análisis por la inclusión de un elemento capital: el aislamiento del pueblo judío que fuera planteado por Jacob Katz, un historiador semita al que la prensa ignoró espectacularmente en el momento de publicación de su estudio Exclusiveness and Tolerance, Jewish-Gentile Relations in Medieval and Modern Times (1962) y que Arendt rescata para su propio análisis. Según el autor, dicho aislamiento surgió a partir de la toma de conciencia de la comunidad de que “la diferencia entre la judería y las naciones no eran fundamentalmente de credo y de fe, sino de naturaleza interna”, y que esta antigua dicotomía era más probablemente “racial en su origen”, ya no de naturaleza doctrinal (Katz en Arendt 6). Esta autoconciencia se vendría gestando desde el medioevo, en que “el judaísmo llegó a ser más que nunca un sistema cerrado de pensamiento”, y sería la condición sine qua non, de acuerdo con la autora, para el surgimiento del antisemitismo como se estableció a fines del siglo XIX y mediados del XX. De todas formas, aclara que sólo la catástrofe final realizada por el nazismo hizo que afloraran al conocimiento público estas “tendencias subterráneas” de antisemitismo en Europa, y que considera una falacia equiparar el totalitarismo con sus orígenes, “como si cada estallido de antisemistismo, de racismo o de imperialismo pudiese ser identificado como ‘totalitarismo’” (Arendt 9). De allí que Arendt aluda a las condiciones socio-económicas que posibilitaron el acceso a la vida pública de los judíos banqueros en los siglos en los que el fin de las monarquías absolutas precisaron de la financiación de capitales privados para la consolidación de las Naciones-Estado, poderío que se vio mermado con las expansiones imperialistas y la llegada de la Primera Guerra Mundial (Arendt 37). Hay otros factores a tener en cuenta en la expansión del antisemitismo europeo. El reconocido Ensayo sobre las desigualdades de las razas humanas (1853), del Conde de Gobienau, constituyó un hito para la comprensión de las ideas raciales que se encontraban en auge en el siglo XIX –no olvidemos que estamos ante el mismo siglo en que se difundieron las leyes de Mendel, la teoría eugenésica de Galton, el Darwinismo social y el Postivismo como prácticas seculares que reemplazaban en buena parte las cosmovisiones religiosas imperantes hasta ese entonces–. Según este ensayo, las llamadas “razas” que conformaban la humanidad eran tres: la blanca, la negra y la

93 amarilla. Gobineau sostuvo que los núcleos racialmente selectos, y no las poblaciones “mezcladas”, eran las que decidían la suerte de las naciones, y que la raza blanca era la primigenia y más importante de las tres; el corolario que se desprendía, por tanto, era que la prosperidad humana derivaba del triunfo de los blancos sobre las otras razas, a fin de no degenerar la especie. Luego, Gobineau dejó asentado que fueron los Arios germánicos, de temple muy enérgico, los «pionners» de la civilización moderna; afirmó que estos, con la aportación de su sangre no manchada aún de melanismo, libraron a la civilización romana de su total hundimiento. Consideremos que en el siglo al que estamos haciendo alusión, el dogma de aquellos tiempos fue la fe en la libertad, en el progreso y en la democracia; mientras que del determinismo oscuro que planteaba Gobineau se concluía una decadencia inevitable… Si bien su análisis no fue concebido como una forma de alentar el exterminio de los otros grupos, es cierto que hubo una apropiación de las ideas pseudocientíficas del ensayo por parte de algunos germánicos alemanes, ya que no penetraron en las ideas de sus contemporáneos franceses: Especialmente en Alemania, el nombre y la doctrina de Gobineau llegaron a constituir, en determinados centros intelectuales y políticos, un verdadero culto. Acontecía eso a partir del año [18]70, fecha en la cual el autor del Ensayo fue descubierto por Richard Wagner y sus discípulos. Gobineau fue entonces «adoptado» por Alemania. (…) Fue precisamente hacia aquella época cuando Nietzsche estaba en el apogeo de su fama y en que de su «inmoralista» apología del hombre de acción, en íntima coyunda con la exaltación gobiniana del hombre Ario, surgió en el brumoso horizonte intelectual de Alemania la silueta del superhombre. (Susanna 4) Hemos de destacar que para Gobineau el concepto de “patria” carecía de sentido, y juzgó las naciones a través de una única categoría: la de la raza. De allí que mostrase su admiración por los pueblos escandinavos, anglosajones y germanos, por entender que “eran ellos los pueblos blancos racialmente más puros de la Tierra, esto es, menos bastardeados por las mezclas con otras razas” (Susanna 5). Resulta clara la apropiación que los alemanes hacen de estos conceptos, en especial tras la Primera Guerra Mundial: Indica Francisco Susanna, en el Prefacio a la edición Apolo del Ensayo, que bastó con que el autor proclamara la superioridad racial de esos pueblos para que en Alemania determinados grupos sacaran de ello consecuencias políticas –ciertamente extrañas al pensamiento gobiniano, pero que de todas formas se desprenden como conclusiones del texto-. Para las jóvenes generaciones que combatieron en la Primera Guerra, atraídas por las polémicas suscitadas alrededor del Ensayo en los centros gobineanos instaurados en Alemania, el texto constituyó una revelación y “alcanzó una boga extraordinaria y definitiva” (Susanna 5).

94 Las ideas y el concepto de raza aria que se popularizaron por el Ensayo, junto con el Darwinismo social vigente, fueron permeando en los escritos de Adolf Hitler, de quien podemos leer en Mi lucha que “la idea de lucha es tan antigua como la vida misma (...) En esta lucha, el más fuerte, el más apto, gana, mientras que el menos apto, el débil, pierde… La lucha es la madre de todas las cosas” (Hitler en Chalk y Jonassohn 425). En palabras de los autores de Historia y sociología del genocidio, los judíos se tornaron problema para los seguidores nazis porque según ellos disminuían constantemente la capacidad de lucha del pueblo, debilitaban y socavaban su pureza racial, “envenenaban sus instituciones y corrompían sus virtudes; promovían doctrinas como la democracia o el parlamentarismo que pervertían o degenerabn sociedades antes sólidas” (Chalk y Jonassohn 426). Queremos destacar, entonces, cómo el nazismo concibió las ideas de “raza” y de “sangre” en relación con las corrientes en boga; cómo Adolf Hitler se sirvió de conceptos biológicos en conjunción con los prejuicios ideológicos antisemitas que eran parte de su “estructura de sentir” para formular y promover el movimiento que sería conocido como socialnacionalismo. Las siguientes afirmaciones, de hecho, toman como fuente los Documentos del Juicio de Nuremberg: El racismo del siglo XIX era perfectamente congruente con la ideología nazi. Los pueblos germánicos eran una parte superior de la raza “aria” y eran, en consecuencia, junto con otras naciones de “sangre” similar, los legítimos gobernantes del mundo. De hecho, eran los únicos y verdaderos humanos. Debido a la “sangre” germánica que corría por sus venas, ciertas naciones (por ejemplo, los escandinavos y los británicos) podían convertirse en aliados de Alemania. (…) Mientras los eslavos eran “subhumanos”, los judíos eran “antihumanos”. Hitler veía a los judíos como una especie de antirraza, un grupo nómade de híbridos. Como el contacto con los judíos corrompería la sangre y la cultura alemanas, se los debía segregar, y tal segregación conllevaba la posibilidad de aniquilación. (Chalk y Jonassohn 433-434). Partiendo de la complejidad que supone, entonces, delimitar el campo de la ideología, y sin embargo, a sabiendas de que los conceptos de “sangre” y de “raza” están permeados por diversas construcciones sociales, hemos de adentrarnos ahora en una nueva cuestión metodológica que se supone fundamental para nuestro análisis: la llamada cuestión de la “pureza de sangre” presente en la obra de Rowling, ¿puede emparentarse al nazismo, o estaremos incurriendo en un paralelo excesivo? ¿Es posible vincular el régimen de Voldemort con un movimiento fascista? Y en ese caso, ¿es el movimiento nazi una forma de fascismo? La bibliografía sobre el tema es abundante y excede ampliamanete el objetivo de esta investigación. Sin embargo, apuntaremos las conclusiones y las revisiones de

95 algunos autores a este respecto. En “La esencia del nazismo: ¿una forma de fascismo, un tipo de totalitarismo o un fenómeno único?”, Ian Kershaw hace una revisión bilbiográfica sobre la cuestión que nos atañe y explora las tres posibilidades. En particular, queremos destacar aquella crítica que comparten quienes se oponen a la tipificación del nazismo como parte de un concepto genérico de fascismo, a partir de dos argumentos: que el fascismo, como categoría, suele ser ampliada para cubrir una enorme variedad de movimientos y regímenes de características y significación totalmente diferentes; y, en segundo lugar, que ese concepto “no tiene la capacidad de incluir de manera satisfactoria las singulares características del nazismo” (Kershaw 64). Cabe aclarar que si bien ‘fascismo’ puede referir a una variedad de políticas y regímenes implementados en la Europa de mediados del siglo XX, el autor destaca al fascismo italiano como la forma predominante de dicho movimiento. Adhiriendo a esta interpretación del nazismo como forma diferenciada de otros regímenes, entonces, debemos pasar a considerar cuáles son esos elementos o características que lo hacen un movimiento singular y diferente. Una de ellas, y la más importante para esta investigación, es la naturaleza dinámica de la ideología de la raza del nazismo, que no tuvo una equivalencia o paralelo exacto en el fascismo italiano101. Otra línea crítica a especificar es el denominado “hitlerismo”. Cobra importancia dicha nominalización porque uno de los argumentos que diferencian el nazismo de otros movimientos “totalitarios”102 es la importante impronta personalista del régimen. Los estudios que se basan en la centralidad de la persona e ideas de Adolf Hitler toman como principal premisa que, dado que el Tercer Reich surgió y cayó con Hitler y fue dominado todo el tiempo por él, “el nacionalsocialismo puede efectivamente ser llamado hitlerismo” (Mason en Kershaw, 102). Autores como Karl Dietrich Bracher, Andreas Hillgruber o Dietrich von Hildebrand “responderían que el nazismo fue, no solo en su forma, sino en su esencia, un fenómeno únicamente alemán, y que esta

101 Kershaw enumera argumentos usuales para diferenciarlos: la discrepancia entre la elevación nazi del Volk sobre el Estado; “los objetivos y la ideología antimodernos y arcaicos del nazismo, comparados con las tendencias modernizadoras del fascismo italiano”; la totalidad de la conquista nazi de Estado y sociedad, frente a la más penetrada limitación y mayor resistencia presentes en la Italia fascista; y “el contraste entre una política imperalista relativamente ‘tradicional’ por parte de Italia y una diferente tendencia cualitativa hacia el predomino racial, eventualmente sobre todo el mundo, por parte del régimen nazi” (Kershaw 66). 102 Sobre el concepto de “totalitarismo” aplicado al nazismo o al fascismo, ver críticas y revisiones a Hannah Arendt y a Carl Friedrich en Kershaw: pp. 44-45. Esto puede ampliarse, a su vez, con el resumen que realiza sobre las clásicas discusiones al concepto en el apartado “¿Nazismo como totalitarismo”, pp. 58-62.

96 esencia o singularidad estaría ubicada en la persona e ideología de Adolf Hitler” (Kershaw 69)103. En todo caso, esta corriente concibe el movimiento nazi como uno singular en Europa, en donde Hitler resulta el factor determinante, sea por su carisma, por su ideología racial o por los planes político-económicos que implementó con éxito desde su ascenso al poder, los que le generaron miles de adeptos en Alemania. Hay una tercera posible línea de análisis del fenómeno nazi pertinente para nuestra investigación: el “enfoque estructuralista / funcionalista”, también llamado despecivamente “revisionista”. En éste se hace hincapié en la naturaleza “funcional” de sus decisiones políticas, y revisa el llamado “factor Hitler” como decisivo para el nazismo en la historiografía ortodoxa. Un hito dentro de esta corriente fue el texto The Hitler State (1981), de Martin Broszat, que refleja los antagonismos de una forma de liderazgo absoluta que no podía ser compatible con la práctica y la organización normales de un gobierno. Según el autor, el caos administrativo no fue diseñado deliberadamente sino que fue resultado de la forma de autoridad ejercida por Hitler y de su incapacidad para articular la relación entre el partido y el Estado (Kershaw 108). Es decir, esta línea considera la fragmentada maquinaria de gobierno como una consecuencia de la personalidad “carismática” de su líder, que consiste en un rechazo de las normas institucionales y burocrácticas de un gobierno “racional” para un Estado moderno, a cambio de depender de la lealtad personal como base para la autoridad. Este tipo de liderazgo incluía y justificaba, además, un cuidado uso de la propaganda que evitaba cualquier intrusión en el prestigio y la imagen del Führer (Kershaw 115). Sobre la cuestión terminológica que nos atañe, entonces, y en respuesta a la pregunta que da nombre al artículo, Kershaw llega a las conclusiones siguientes (pp. 71- 72):

103 Dentro de este esquema hay dos líneas fundamentales de análisis: los estudios “psico- históricos”, basados en la intencionalidad del dictador y en su propia biografía, pero que ponen como principal objeción la difícil explicación de “cómo una persona semejante pudo convertirse en gobernante de Alemania y cómo su paranoia ideológica llegó a ser transformadora en política de gobierno por parte de personas no paranoicas y no psicópatas, en un sistema burocrático elaborado” (Kershaw 103); o el denominado “enfoque programático”, que une los análisis de los tres autores mencionados en la idea de que Hitler tenía un “programa” o plan de acción que respetó a conciencia desde principios de los años ’20 hasta su suicidio en el búnker de Berlín en 1945. Así, “sus propias acciones estaban dirigidas por sus obsesiones ideológicas. Dado que el Tercer Reich fue dirigido por Hitler, la ideología del Führer llegó a convertirse en política de gobierno.” (Kershaw 104). Esta corriente, la pragmática, cobró relevancia en la bibliografía crítica desde los años ’60 porque unió a la imagen de Hitler la idea de que su programa torció la política exterior con su férrea voluntad como herramienta, con el apoyo del papel desempeñado en la política interior de Alemania junto con sus prácticas raciales.

97 1) Que el concepto de fascismo es más satisfactorio y aplicable que el de totalitarismo para explicar la naturaleza del crecimiento y del gobierno nazi. Las similitudes con otros regímenes fascistas no son periféricas sino profundas, y las características del nazismo lo ubican dentro de un amplio contexto europeo de movimientos radicales que rechazaban las formas –la sustancia económica– de la sociedad burguesa tras los desórdenes que siguieron a la Primera Guerra Mundial (71). 2) El nazismo, como concepto, de todas formas no resulta incompatible con el concepto de “totalitarismo” en tanto tenía un aspecto “total” o “totalitario” que tuvo consecuencias para su mecánca de gobierno y para la conducta de sus súbditos. 3) El nazismo fue, en muchos sentidos, un fenómeno único; pero su singularidad no puede ser atribuida solamente a la personalidad de su líder, si bien se constituye un factor decisivo. La persona, función e ideología de Hitler tienen que ser ubicadas en relación con las estructuras y condiciones de los desarrollos socioeconómicos e ideológico-políticos alemanes en la era de la burguesía industrial.

4.4 Análisis literario: Resonancias del nazismo en la saga ‘potteriana’ Si consideramos entonces al nazismo como una forma de fascismo centrada en la persona de Hitler, pero que no se agota en su individualidad o en su ideología, y que de todas formas adquiere ciertos rasgos “totalitarios”, identificaremos a continuación una serie de elementos propios del régimen aludido que también están presentes en la saga potteriana, a fin de justificar un paralelo entre el nazismo y el régimen de Voldemort.  De acuerdo a lo establecido por Kershaw en “¿’Amo’ del Tercer Reich o ‘Dictador débil’?”, queda claro que, más allá de una política ampliamente discutida de dividir para gobernar, Hitler era sumamente sensible a cualquier intento de restringir legalmente su propia autoridad, “que debía estar completamente libre de trabas, ser teóricamente absoluta y estar contenida en su propia persona.” (Kershaw 117).  Adolf Hitler sentía desconfianza de cualquier forma de lealtad o autoridad institucional: “de los funcionarios administrativos o los oficiales del ejército, de abogados y jueces, de los líderes de la Iglesia y hasta de sus ministros de gabinete” (Kershaw 118). De las dos características anteriores podemos comprender cómo la limitación de la esfera de poder a su propia persona se ve amenazada por la posibilidad de otorgar autoridad o la facultad de decidir a otras personas de su gobierno. En el régimen instaurado por Voldemort entre los libros V y VII de la saga, notamos que él se

98 mantiene en las sombras, dejando que sus mortífagos se infiltren en el Ministerio de Magia y en la Prensa, sin dejar rastros de su propia persona. Esta aparente contradicción con su personalidad egocéntrica resulta, paradójicamente, la mejor forma que encuentra para concentrar el poder en su propia persona sin que le sean aplicadas las regulaciones legales. Además, Voldemort no les da poder real a sus súbditos, sino que –por fuera de su círculo más leal de seguidores– los maneja a través de artimañas, engaños o de un hechizo que controla la voluntad y las acciones, el maleficio Imperius, para así detentar el poder y la autoridad real sin influencias externas. Sólo a partir de DH, cuando el régimen ya está instaurado, Voldemort introduce medidas legislativas en el Ministerio que sus funcionarios aprueban, pero no es él quien detenta el cargo de Ministro sino un mago a quien tiene bajo su maleficio, Pius Thicknesse.  Como corolario de la extrema desconfianza de Hitler hacia las instituciones, surge la confianza en la lealtad personal de sus seguidores como principio de gobierno y de administración; dicha confianza derivaba de su propia autoridad de Führer, que sostenían sus propios paladines, elegidos por él. Robert Kohel hace una analogía entre la administración nazi como un imperio neofeudal, basado en los lazos de lealtad personal, vínculos que podemos homologar al vasallaje (Kershaw 118). Está claro que en la saga de Rowling es ésta la base para el poder que adquiere y mantiene Lord Voldemort, no sólo en los últimos libros, sino cuando estaba “desaparecido” de la vida pública104. Durante el período de entreguerras y la Segunda Guerra mágica, un grupo de Mortífagos continuaron fieles a las doctrinas de Voldemort, incluso aunque estuvieran presos o impedidos por algún medio a continuar con el régimen en ausencia de su líder. Es el caso de Lucius Malfoy, quien intentó hacer una purga de alumnos de Hogwarts descendientes de Muggles en CS; Bellatrix Lestrange, una de las pocas mortífagas que trató de localizar a su Amo tras su caída, lo que la llevó a torturar a los Longbottom y a su consecuente encarcelamiento en Azkaban; o el caso de Bartemius Crouch Jr., mago que posibilita la vuelta de Voldemort en GF, a costa de

104 La dictadura del mago abarca dos etapas: la primera y más oscura es la que combatieron los padres de Harry en la Orden del Fénix original. La denominada Primera Guerra Mágica surgió a principios de la década del ‘70, cuando Voldemort se alzó contra el Ministerio y dio rienda suelta a la desaparición forzada de Muggles y half-bloods. Este período finalizó el 31 de octubre de 1981, fecha en la que el mago intentó matar infructuosamente a Harry Potter. Tras su caída hubo un período de entreguerras que duró hasta el resurgimiento de Voldemort, en junio de 1995, aunque este hecho no fue reconocido por el Ministerio hasta un año después, a finales de 1996 en los hechos narrados en La Orden del Fénix. La Segunda Guerra Mágica abarca hasta junio de 1997, fecha en que se desarrolló la Batalla de Hogwarts.

99 su propia vida. Entendemos entonces que el vínculo del Señor con sus “vasallos” –como de hecho los Mortífagos son nominados reiteradamente en la saga– es un claro pilar sobre el que se asienta el gobierno de Voldemort.  Una de los mecanismos implementados por el nazismo fue la creación de nuevas agencias, ignorando u obviando otras ya existentes, con poderes plenos directamente ordenados por el Führer y dependientes de su autoridad. La consecuencia fue la inevitable desintegración del gobierno central y la proliferación de pequeños ministerios, oficinas partidarias y agencias híbridas que se adjudicaban la voluntad de Hitler, tales como la Secretaría de Política Racial. De su mano iba la creciente autonomía de la autoridad del Führer, que se apartaba cada vez más de cualquier estructura de gobierno corporativo. Este es otro de los estratos que se superponen en el texto de Rowling. En DH, asistimos al nacimiento de diversas oficinas y subdivisiones en el Ministerio de Magia, como el Departamento de Desinformación –en una clara reminiscencia al Ministerio de la Vedad en 1984, de Geroge Orwell– o la Comisión de Registro de Hijos de Muggles. Este Registro, con carácter de “oficial”, se vale en realidad de mecanismos ilegales como la sustracción de personas a través de los llamados “Carroñeros”, que se dedican a cazar Muggle-born y mestizos en la clandestinidad; o la práctica de juicios que, lejos de ser justos, condenan a priori a sus víctimas. También lo vemos en menor escala en Hogwarts, durante el incipiente ascenso al poder de Voldemort en OP, en que el Ministerio crea el puesto de Suprema Inquisidora de Hogwarts y la Liga Inquisitorial como parte de las reformas educativas implementadas.  La cuestión racial fue medular en el régimen de Hitler, y, como ya mencionamos, uno de los elementos que lo distinguen de otros movimientos fascistas. La promulgación de las Leyes de Núremberg en 1935 –cuyo anteproyecto fue denominado “Ley de la Sangre”- contribuyó a caldear el clima antisemita que ya estaba en gestación en Alemania. Si bien Hitler, aparentemente, eligió el proyecto más “suave” y dejó que ultimaran los detalles el ministro del interior y su propio partido (Kershaw 149), ésta sería la base que decidiría sobre la cuestión de a quiénes consideraban judíos105 y que daría un marco “legal” a la Solución Final.

105 Si bien las Leyes de Núremberg y la Ley de Ciudadanía de 1935 fueron precedidas por otras reglamentaciones que gradualmente fueron excluyendo a los judíos de la vida pública, en estas nuevas sanciones se estableció que “Ciudadano del Reich es sólo aquel sujeto de sangre o familia alemana que pruebe por sus actos que desea y es capaz de servir con lealtad al pueblo alemán y al Reich” (Ley de Ciudadanía, artículo 2.1).

100 Este último punto es fundamental para pensar que la saga de Rowling exhibe un paralelo entre el régimen de Voldemort y el nazi. Señalaremos una parte del discurso que el mago les dirige a sus Mortífagos tras el secuestro de una profesora de Hogwarts, y que hace ecos de los conceptos ideológicos hasta aquí esgrimidos por el nazismo, pero imbuidos en su propia comunidad y acordes a su particular concepción del mundo: Many of our oldest family trees become a little diseased over time… You must prune yours, must you not, to keep it healthy? Cut away those parts that threaten the health of the rest (…) And in your family, so in the world, we shall cut away the canker that infects us until only those of the true blood remain. (…) Not content with corrupting and polluting the minds of Wizarding children, last week Professor Burbage worte an impassioned defense of Mudbloods in the Daily Prophet. Wizards, she says, must accept these thieves of their knowledge and magic. (DH 10-11, los subrayados son nuestros) La argumentación que el mago hace de la situación en la que se ve la comunidad mágica es clara: a su criterio, hay una obvia degradación del poder mágico causada por los “sangre impura”, que según su visión detentan ilegítimamente el poder, “robándoselo” a sus “verdaderos” dueños, los magos de sangre pura; es, por lo tanto, un “deber” aniquilarlos en pos de un bien mayor para la comunidad, como una medida eugenésica, a fin de que no siga degenerando y corrompiéndose... La metáfora orgánica de la que hizo uso Hitler para legitimar la aniquilación de los “indeseables” para su Volk se ve reproducida en los argumentos de Lord Voldemort, en el contexto de una comunidad mágica “enferma” y degradada por la corrupción de su sangre. Ahora bien; existen, también, una serie de diferencias importantes entre uno y otro régimen: la más importante, quizá, es que Adolf Hitler ganó las elecciones que lo situaron como Canciller de manera democrática. El régimen de Voldemort, en cambio, inicia con un golpe de Estado silencioso del que la población no es consciente, ya que la versión oficial que se publica en The Daily Prophet –medio oficial que también queda bajo el mando de Voldemort- es que Scrimgeour dimitió y Thicknesse lo reemplazó.

Asimismo, la Ley para la Protección de la Sangre y el Honor Alemanes implicó que “se prohíben los matrimonios entre judíos y sujetos de sangre o familia alemana”, así como las relaciones carnales extramatrimoniales entre ellos; también, indicaban que los judíos no podían exhibir la bandera nacional o del Reich, ni tampoco los colores judíos (artículos 1 y 2). Por último, el 14 de noviembre del mismo año se publicó un decreto en el cual se definió el llamado ‘Mischlinge’ o “personas de sangre mestiza”. En éste se estipula que se considera ‘Mischling’ judío a quien desciende de uno o dos abuelos “plenamente judíos en cuanto a su raza”, y que “un abuelo es plenamente judío por el simple hecho de haber pertenecido a la comunidad religiosa judía”, o bien a quien esté casado con un judío cuando se emitió la ley o posteriormente (Chalk y Jonassohn 446-447). Por supuesto, las personas de origen mestizo no eran considerados ciudadanos plenos del Tercer Reich.

101 Otra divergencia significativa entre ambos regímenes es la ausencia, en el caso de la saga potteriana, de un plan sistematizado y puesto en práctica de un equivalente a la “Solución final” nazi. Si bien las desapariciones forzadas y asesinatos de Muggles y de Mudbloods son recurrentes, en el texto no se da cuenta de un programa orgánico que los dirija a una muerte “reglamentada”. Notamos cierta desorganización al respecto en OP y en HBP, dado que Voldemort aún opera desde la clandestinidad. Los asesinatos ocurridos son silenciados por The Daily Prophet y, si bien en algunos casos son clave para la instauración del nuevo régimen, en otros son formas de diversión para sus mortífagos. Sin embargo, sí hay un incipiente aparato burocrático que se dirige a coartar las libertades individuales, como por ejemplo la de expresión, la de libre asociación o la de recibir un juicio justo. A partir de DH, como ya hemos indicado, el régimen se vuelve fuerte al ser instaurado como nueva forma de gobierno. Se pasa a condenar a muerte a quienes no demuestren ser descendientes de magos o, si logran huir, no hay más alternativa que al exilio. No es, sin embargo, un asesinato en masas o que se aplique en lugares específicos para ello –campos de concentración o de trabajo forzado-. Finalizando este apartado, entonces, comprendemos que la noción de “pureza de sangre” que es pilar del régimen de Voldemort, dista mucho de ser un elemento que surja puramente de la invención de Rowling. Europa se ha visto atravesada por el antisemitismo y por diversas formas de racismo desde tiempos remotos; también algunas naciones e imperios europeos –España, Portugal, Francia e Inglaterra, entre otros- han hecho uso y abuso de esclavos provenientes de América y África, a quienes no consideraban “pares” y a veces, ni siquiera se les daba el estatuto de “humanos”. Las ideas promulgadas en el Ensayo sobre la desigualdad de las razas humanas junto con las derivadas del Positivismo del siglo XIX ayudaron a dar un cariz de cientificidad a estas ideas y, particularmente en Alemania, han sido adoptadas como una forma de legitimar y dar forma a la ideología nazi. De aquí que consideremos que no es un exceso leer la saga como una ficción que se hace eco y retoma elementos propios de la cultura que le da origen. Si consideramos, específicamente, el papel que Gran Bretaña ha jugado en la Segunda Guerra Mundial en oposición a Alemania, es interesante notar que el bien está encarnado en el protagonista, sus amigos, la Orden del Fénix y el Ejército de Dumbledore –defensores de los derechos humanos y de la diversidad-, mientras que el mal absoluto se encuentra representado por el régimen cruel y racista de Lord Voldemort, secundado por sus vasallos y por un aparato estatal ineficiente, represor y legitimador de viejos prejuicios que posibilita su acceso al poder sin resistencia.

102 4.4 Vínculos entre el régimen de Voldemort y otras formas totalitarias de poder Según pudimos observar, existen múltiples ecos del nazismo en el régimen implementado por Voldemort. Sin embargo, hay algunas características que desbordan los límites del nacionalsocialismo en tanto éste se constituye en un régimen, además, totalitario en muchos sentidos. De acuerdo con Hannah Arendt, existen varios elementos propios de los totalitarismos que también encontramos pertinentes resaltar. Uno de ellos es la tergiversación de datos, estadísticas o publicaciones, uno de los motivos por el cual Luis Gómez Romero vincula la saga HP con una distopía moderna. En DH el Ministerio inicia un proceso de producción panfletario que exhibe los “peligros” a los que se expone la sociedad mágica al albergar a hijos de Muggles. También, en los mismos se inventan hechos que, una vez publicados, dan lugar al rumor y la incerteza106. Por ejemplo, el régimen de Voldemort informa que el Departamento de Misterios ha encontrado que para que un mago lo sea debe tener algún familiar mago o bruja en su árbol genealógico –y demostrarlo ante el Ministerio–, lo cual implicaría que los hijos de Muggle en realidad obtuvieron el poder a través de algún medio ilícito. Sin embargo, esta manipulación de la prensa es visible desde los primeros tomos de la saga: repetidamente, The Daily Prophet se encarga de desacreditar a Harry y a Dumbledore ante la comunidad mágica, por órdenes del entonces ministro Fudge. Ello nos habla de una sociedad profundamente desinformada, que debe valerse de revistas como The Quibbler para acceder a una versión alternativa a la oficial (sólo si logra sortear la censura de la que estos medios divergentes se vuelven objeto). Esta instrumentalización política sobre la prensa, indica Gómez Romero, es signo de la disfuncionalidad latente en la organización jurídico-política del mundo mágico (p. 308), lo que posibilita el regreso del régimen sin tener que sortear grandes obstáculos. Por otra parte, tanto las censuras ideológicas como los exilios forzosos, procesos medulares de todo régimen totalitario, son puestos de relieve en el juicio que Harry y Hermione presencian en DH: la esposa de un empleado del Ministerio es acusada de “haber robado el poder” y, ante un juicio sentenciado a priori, debe huir con sus hijos y esposo para sobrevivir. La disposición de una “ideología del terror”107, acompañada de

106 La ficción emula muchas veces la realidad. En su análisis del régimen de Stalin, Hannah Arendt cuenta que “todos los hechos que no estuviesen conformes o que ofrecieran la posibilidad de no coincidir con la ficción oficial —datos sobre cosechas, criminalidad, auténticos incidentes de actividades «contrarrevolucionarias», a diferencia de las ulteriores conspiraciones ficticias— eran tratados como carentes de existencia” (Arendt 21), 107 Arendt indica que “para establecer un régimen totalitario, el terror tiene que ser presentado como un instrumento de realización de una ideología específica, y esta ideología debe haberse

103 la supresión de las libertades individuales de asociación, de expresión, y de prensa (a través de los sucesivos Decretos Educacionales proclamados por Dolores Umbridge en OP, y de la modificación de las leyes a conveniencia del Ministerio en DH–) derivan entonces en una comunidad dominada y sumida en la incertidumbre y la desesperanza (los Dementores que rodean Londres en el Capítulo I de HBP dan cuenta de ello). Estas características de los totalitarismos derivan en otros elementos que suelen surgir como necesaria reacción: focos de resistencia, medios de comunicación clandestinos, y un sentimiento generalizado de desconfianza hacia los demás. Los dos grandes focos de resistencia en la saga son La Orden del Fénix, asociación fundada por Albus Dumbledore que combate el régimen de Voldemort desde su primera incursión en el mundo mágico; y El ejército de Dumbledore, creado por Harry y Hermione ante los atropellos del Ministerio de Magia. Este segundo grupo, constituido casi exclusivamente por estudiantes mayores de Hogwarts, logra perdurar en el tiempo y se torna un foco que desafía permanentemente las medidas adoptadas por los mortífagos en DH. Uno de sus líderes, Neville Longbottom, incluso contribuye a la derrota definitiva de Voldemort cuando logra matar a Nagini (‘horrocurx’ del mago). Por su parte, Potterwatch es una radio clandestina que surge en el contexto dictatorial. Sus relatores utilizan apodos para salvaguardar su identidad mientras se encargan de reproducir la lista de muertos que los medios oficiales se encargan de ocultar. Además, se constituyen en un ‘faro’ de esperanza ya que mantienen la vigilia por Harry y sus compañeros, asegurando a sus oyentes su supervivencia. Para finalizar, no podemos menos que destacar esta desconfianza colectiva que se apodera de la comunidad mágica ante la amenaza de los mortífagos y los seguidores de la concepción purista de sangre. Esta desconfianza implica un doble movimiento: el primero es, por supuesto, la disgregación que la sociedad sufre desde sus cimientos. El segundo, sin embargo, involucra que el sentimiento de persecución y las incertezas vividas habilitan la unión de seres de diversa naturaleza; seres que en otras circunstancias no hubieran confiado unos en otros, pero que ante una amenaza externa unen fuerzas para aumentar sus chances de sobrevivir –es el caso de Dean Thomas, Griphook y Ted Tonks en DH–. Nuevamente, la saga habilita a pensar que la unión, la amistad y la confianza se tornan respuestas ante un mundo amenazante. ganado la adhesión de muchos, de una mayoría, incluso antes de que el terror pueda ser estabilizado. Para el historiador lo interesante es que los judíos, antes de ser las víctimas principales del terror moderno, fueron el eje de la ideología nazi. Y una ideología que tiene que persuadir y movilizar a la gente no puede escoger arbitrariamente a sus víctimas.” (Arendt 31).

104 V. Conclusiones En esta tesina de grado nos planteamos que el concepto de sangre, en sus múltiples acepciones (biológica, antropológica, e incluso en las ideologías que habilita) se constituye en un factor medular para el análisis de la saga Harry Potter. Utilizando la hermenéutica como método y circunscribiéndonos al neohistoricismo como modo de aproximación al texto literario, entendimos que la ficción creada por J. K. Rowling vehiculiza elementos propios de la estructura de sentir británica –y, por extensión, europea– así como re-crea problemáticas y debates propios de los siglos XVIII y XIX pero que se tornan, de algún modo, actuales. Indicamos que los vínculos de sangre se constituyen como un eje alrededor del cual se desarrollan las principales relaciones y hechos de la saga. Sin embargo, también sostuvimos que pensar en la sangre en su sentido biológico no se limita a relacionarla únicamente con un fluido vital; por el contrario, esta acepción primaria es la que habilita diversas significaciones culturales, ideológicas y hasta legales. En el capítulo “Harry Potter: introducción a su comunidad imaginada”, pudimos visibilizar que en el mundo creado por J. K. Rowling existe una jerarquía que responde a una clara diferenciación de los magos respecto a “Otros”. En el primer caso, los Muggles funcionan como antítesis de los magos por no poseer sus poderes, y esta diferencia reside en la sangre; son seres sin linaje mágico. Así, son visualizados por la comunidad mágica como inferiores, objeto de burlas, desvalorizaciones y hasta de violencia directa. Esto mismo aplica a los Muggle-born, que son menospreciados por gran parte de la comunidad mágica; a los Half-blood, que son combatidos por los magos de sangre pura más intransigentes; e incluso a los hijos de magos que no tienen poderes, los Squib. A su vez, dejamos apuntado que la saga introduce una estratificación dentro de la misma comunidad mágica que da cuenta de una nueva segregación hacia un “Otro”: seres que sí son mágicos pero que no son valorados como iguales por los magos, y muchas veces son incluso excluidos del sistema. Analizamos puntualmente los casos de los hombres-lobo, gigantes, centauros, duendes, y elfos domésticos. En el tercer capítulo, el más extenso por abarcar dos grandes ramas en relación –la Biología y la Antropología–, analizamos cómo por un lado la saga habilita a pensar en los lazos de sangre como los vínculos más férreos y determinantes en algunos de los motivos y personajes creados por Rowling; mientras por el otro posibilita la ruptura de estos vínculos y el desarrollo del libre albedrío, ya sea por diferencias ideológicas o morales de los personajes con sus grupos familiares. Si bien hay rasgos y decisiones

105 recurrentes en unos y otros miembros de familias consanguíneas, hay otros que resultan divergentes respecto a lo que su herencia propondría. Un corolario que se desprende de este análisis es que HP se torna superador de las dicotomías y las moralejas propias de los cuentos de hadas tradicionales. Si bien hay lineamientos claros en unas y otras familias, así como en la estratificación marcada socialmente de acuerdo al status de sangre, eso no implica una total inmovilidad de sus miembros. Sin embargo, de esto tampoco se desprende necesariamente que “sean nuestras elecciones más que nuestras aptitudes las que definen quiénes somos”. Por el contrario, podríamos postular un “biologicismo moderado” en la saga: se exhibiría una base biológica sobre la cual los personajes tienen una cierta libertad de acción; o, en otras palabras, existe libre albedrío, pero dentro de un determinado margen –que podríamos pensar más como una zona fronteriza que como un límite puntual–. Por otra parte, esbozamos cómo ciertas uniones matrimoniales o por linaje consaguíneo son funcionales a las relaciones de dominación ejercidas desde la visión de quienes defienden una sociedad basada en la pureza de sangre; y, a su vez, cómo éstas intervienen desde el poder ya no en sentido de dominación sino de ‘don’: es el caso de Lily Potter, que “lega” en su hijo su capacidad de amar, tornándose su sacrificio el arma más letal para Voldemort. Es sobre esta particular visión que analizamos tres casos de usos rituales de la sangre, y que pudimos establecer vinculaciones con la mitología griega clásica: por ejemplo, al relacionar el parricidio perpetrado por Voldemort y su ignorancia fundamental ante las grandes “verdades” de la vida con Edipo; o bien la necesidad trascendental de Harry por constituir un “hogar” y de salvaguardar a su comunidad mediante el uso de la estrategia, como si de un moderno Odiseo se tratara. Aunando las cuestiones arriba resumidas, trazamos un análisis original que ve a Harry y a Voldemort como compañeros y enemigos en la exploración de los límites conocidos de la magia, en una relación que denominamos “fraternal” ante sus muchos paralelismos y divergencias. Trabajando con una categoría propia del psicoanálisis, postulamos como clave de lectura que Harry encarna las pulsiones eróticas, creadoras, de todo ser humano, mientras Voldemort supone las tanáticas, destructivas. En la exploración de sus nombres, ideologías, modos de comportarse, determinaciones biológicas y filiaciones adoptivas –entre otros múltiples indicios esbozados en los cuadros y análisis de las páginas 63 a 75–, concluimos que las formas en que ambos se posicionan ante el mundo mágico y entre ellos concuerdan con esta posible lectura.

106 El último capítulo abordó la particular ideología de la “pureza de sangre” que detenta el régimen de Voldemort como posible eco de las nociones antisemitas que tuvieron lugar en el nacionalsocialismo alemán de mediados del siglo XX. Exploramos cómo estos discursos permeaban la sociedad europea desde siglos anteriores, a partir de textos como el Ensayo sobre las desigualdades de las razas humanas, del Conde de Gobienau, y cómo fueron resignificados en la saga a través de la creación de un mundo con seres mágicos que se constituyen en un “Otro” enemigo, diferente y excluible –y, muchas veces, mestizo o “híbrido”–. Explorando los conceptos de ideología, nazismo, fascismo y totalitarismo, así como haciendo una breve revisión por los antecedentes académicos que imbuyen a la saga de una conciencia de clase que reniega de los despotismos y de las censuras ideológicas, pudimos señalar algunas cuestiones que Harry Potter hace visibles para un lector que, quizá, no esté familiarizado con estos conceptos de profunda densidad teórica (ya que apunta como primer target a un lector joven). Además de explorar algunos elementos y factores decisivos para la constitución del nazismo, y que podemos ver como un reflejo en el régimen de Voldemort en la saga, también señalamos otros paralelos con características de los régimenes totalitarios y sus formas de resistencia. Como una forma de aproximación literaria a las problemáticas socio-históricas presentes en el mundo no-ficticio, concluimos entonces que Rowling crea un mundo mágico inserto en el real y plantea, fundamentalmente, una división entre el Bien y el Mal que dista de la clásica concepción de los cuentos de hadas; porque resignifica ese mundo a partir de las múltiples exclusiones de las que los sujetos son víctimas y traza divisiones que no tienen que ver únicamente con sus elecciones o posibilidades, sino con la “graduación” o la “calidad” de la sangre de sus miembros. Sangre que los hace partícipes de reivindicaciones sociales o víctimas de un sistema gubernamental injusto; sangre que adquiere múltiples usos en un mundo regido por la magia, de forma ritual o como vehículo de herencias (genéticas, pero también de objetos y propiedades); sangre que se constituye en la vara que mide la valía de sus miembros, o que coarta sus posibilidades de supervivencia; sangre que, por el contrario, también es vehículo de vida, y de nuevas generaciones, de ampliación de los árboles genalógicos. Sangre, en fin, que se torna medular para habilitar una lectura neohistoricista y profundamente crítica; análisis que se resiste a encorsetar la saga de Rowling en un reduccionismo edulcorado.

107 BIBLIOGRAFÍA

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