Ricard Lamote De Grignon, Entre El Noucentisme Y La Contemporaneidad
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César mg.04 Calmell Ricard Lamote de Grignon, entre el noucentisme y la contemporaneidad En la celebración del centenario del nacimiento de As part of the celebrations for the centenary of the birth of Ricard Lamote, el autor del articulo reivindica la figura de Ricard Lamote, the author of this article attempts to restore the este gran compositor, que se mueve entre la tradición nou- reputation of this great composer, whose music can be situated centista de muchos compositores de elite catalanes y su con- between the noucentista tradition of many elite Catalonian com- tinua experimentación en todos los géneros musicales. En posers and his constant experimentation in all musical genres. este sentido, su esfuerzo le llevó a formar junto con otros His efforts led him toform part of the C. 1. C. (Compositors Inde- compositores catalanes, entre los que se encontraban Toldrá, pendents Catalans) together with other Catalonian composers Gerhard y Mompou, el C.I.C. (Compositors Independents such as Toldrú, Gerhard and Mompou. The group centred their Catalans). Este grupo estaba centrado en abrir la música de attention on introducing innovative trends from abroad to the su tiempo a las corrientes más innovadoras que se daban music of their time. más allá de nuestras fronteras. Hijo único del ilustre compositor y director Joan de extrañar que Ricard —de temperamento más bien Lamote de Grignon, Ricard nació en Barcelona el dócil y en absoluto propenso a la discordia o al 23 de agosto de 1899. Aquel mismo ario tenía lugar enfrentamiento— aceptara como la cosa más natu- en aquella ciudad un gran acontecimiento wagne- ral seguir los pasos paternos y decidiera, una vez riano: el estreno de La Walkiria con la novedad de terminado el bachillerato, dedicarse al estudio del una cabalgata de las walkirias primero filmada y violonchelo —estudios que realizó en el Conserva- después proyectada sobre el fondo del escenario, torio del Liceu con Bernardino Gálvez— y que le experimento escenográfico que no se había reali- permitirían acceder más tarde como instrumen- zado nunca antes en ningún teatro de ópera. Y no tista en la Orquestra Simfònica de Barcelona, que citamos en balde estas efemérides operísticas pues- fundó y dirigió su padre, y en la del Gran Teatre del to que el amor hacia Wagner profesado por los pro- Liceu. Y sin embargo, el instrumento no colmaba genitores de Ricard fue lo que determinó la elección la vocación musical cada vez más firme del mucha- del nombre de pila de nuestro músico y también cho, que pronto halló el verdadero centro de sus debió ser decisivo en la orientación del gusto por la intereses en la creación musical. El aprendizaje de música germánica en general que sintió siempre, la armonía junto a Joan Lamote, que fue excelente a lo largo de toda su vida, este compositor. Rodea- profesor de esta materia en el Liceu, y las leccio- do de un ambiente en el que además de la música nes de piano con Frank Marshall debieron ser un descollaba la personalidad de un padre de carácter excelente estímulo para que Ricard empezara a enérgico que no hubiera permitido albergar dudas decidir ser compositor, una actividad, por cierto, sobre la importancia suprema de aquel arte, no es en la que la lectura acostumbrada y disciplinada de 175 Cuadernos de Música Iberoamericana. Volumen 7, 1999 las obras de los grandes maestros y sobre todo la Catalunya, Ricard prueba enseguida géneros más observación atenta del trabajo del padre en la trans- comprometidos como el poematismo sinfónico en cripción de obras del repertorio clásico y román- Boires (1929) que como su propio nombre indica tico y contemporáneo orquestal para el contingen- ("Nieblas"), plasma en forma de música la incerti- te de instrumentos de viento que integran una dumbre estética y la duda metódica de un joven banda, fueron buenos sustitutos de una formación artista que todavía no está muy seguro del camino académica en este oficio que Ricard Lamote nunca a seguir, o la prácticamente coetánea Festívola, echó en falta. Debemos en este punto hacer un inci- transcripción orquestal de una sardana compuesta so para aclarar que en 1914, es decir cuando su hijo por Pau Casals, y rutilante ejercicio de instrumen- contaba con quince arios de edad, Joan Lamote era tación que en sí mismo ya es indicio de por dónde nombrado director de la Banda Municipal de Bar- iba a hallar el músico solución a la serie de conflic- celona, y prácticamente desde el mismo día de la tos que en la anterior obra se planteaban. toma de posesión de este cargo, el maestro empezó Hacía cuatro arios que Ricard Lamote había con- a llevar a cabo una reforma del viejo órgano de pro- traído matrimonio con Montserrat Coll, autora de tocolo municipal que, en palabras de Francesc unas breves pero entrañables memorias de lo que Bonastre I , haría cambiar radicalmente el concepto, fueron casi cuarenta arios de vida en común con el las funciones y la metodología de aquella institu- músico2 , y el nacimiento de su hija Nuria al ario ción. La Banda Municipal a lo largo de los veinti- siguiente hacía aconsejable la decisión tomada por cinco arios en los que tuvo al frente de ella a Joan el pater familia de buscar un puesto de trabajo esta- Lamote llegó a convertirse en verdadero sucedáneo ble que asegurara a la familia unos ingresos mínimos de la formación orquestal ideal estable cuya plas- pero seguros susceptibles de ser complementados mación no llegaba nunca a tener efecto en nuestra por los "bolos" que ocasionalmente se presentaran. ciudad, y fue gracias a sus regulares actuaciones en Es así como gana en 1926, por concurso-oposición, concierto y a las modelicas transcripciones realiza- la plaza de percusionista en la Banda Municipal de das por su director titular, como un amplio sector Barcelona que conduce su padre, responsabilidad popular, antes de la Guerra, pudo tener acceso a los que a simple vista pudiera parecer intranscenden- bienes de la cultura sinfónica europea. te para los intereses del compositor pero que, sin Tras la composición de Engrunes ("Migajas") embargo, tuvo una enorme importancia por cuan- (1923), una colección de doce piezas fáciles para to la práctica constante con los instrumentos de per- piano en las que la adecuación al nivel expresivo cusión abrió el oído creativo del compositor al y técnico de un principiante de piano no es óbice impacto expresivo de la paleta tímbrica, cuyo uso para que el músico exhiba una gran frescura de ins- sutil y eficaz habría de llegar a constituir precisa- piración y un muestrario de formas elegantes de mente uno de los grandes logros de su música. armonización de materiales populares dentro de los Este era el primer paso en el proceso de vincula- parámetros del Noucentisme de la época reinante en ción profesional del músico con la Banda puesto que 1 Francesc Bonastre i Bertran: Joan Larnote de Grignon (1872-1949). 2 Montserrat Coll: Lamote de Grignon, (Barcelona: Edicions Nou Art Biografia crítica, 1Barcelona: Departament de Cultura de la Gene- Thor, Col. Gent Nostra, 74, 1989). (Hemos traducido al castella- ralitat de Catalunya i Edicions Proa, 1998). no el texto original escrito en catalán). 176 Cesar Calmen, "Ricard Lamote de Grignon, entre el noucentisme y la contemporaneidad" a los pocos arios Ricard obtenía, también por prue- embargo, sin ambages por otros compositores cata- ba de oposición y ante un tribunal formado por Pau lanes de su misma generación. Son estos arios de Casals, Enric Morera y Joan Lamote —en la actuali- fecunda experimentación en todos los géneros dad sería del todo inadmisible que el padre de un musicales, desde el teatral en sus vertientes operís- opositor fuera miembro del jurado que ha de cali- tica (Le petit chaperon vert, La flor) y de ballet (El rusc, ficarle—, la plaza de subdirector de la Banda que Somnis, El prat), hasta el sinfónico (Facecia: varia- había dejado vacante la jubilación de su anterior cions calicloscópiques sobre un tema empordanès) o sin- titular, el maestro Casarier. La ocupación de un fónico-vocal (Joan de l'Os, para orquesta de viento, puesto de responsabilidad en la institución fue vista solistas y coro sobre un texto del poeta Josep M a de con cierta animadversión, al menos al comienzo, Sagarra), sin excluir el apartado importante de can- por parte de algunos de los músicos de la plantilla ciones con acompañamiento orquestal (Quatre que vieron en ello un acto de nepotismo, pero esta estances de Kayyam, o Tríptic a partir de textos de actitud reticente y que debió costar a Ricard muchos Rabindranath Tagore), "lieder" para voz y piano o disgustos fue cediendo hasta la total aceptación al piezas para este instrumento como los Preludis per comprobar los músicos que además de ser el "hijo a l'amic absent. Y son arios estos también de ilusio- del director" el nuevo subdirector era a su vez un nes compartidas como las que llevó a un grupo de extraordinario profesional además de un hábil ocho compositores catalanes a reunirse bajo unas mediador en la resolución de conflictos que muy a siglas comprometidas únicamente en el deseo com- menudo el carácter difícil de Joan Lamote provoca- partido de abrir la música a las corrientes más inno- ba en su relación con los componentes de la Banda. vadoras allende nuestras fronteras a la vez que se En estos casos las dotes diplomáticas de Ricard, procuraba que dicha puesta al día de la cultura puestas siempre al servicio de sus compañeros, ser- musical no significara la renuncia del artista al com- vían para limar las asperezas y allanar el terreno en promiso con la tradición musical de su nación.