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Actas del Folklore (1961), impresas de nuevo por la Fundación Fernando Ortiz, La Habana 2005, 378 páginas

boletín mensual del CENTRO DE ESTUDIOS DEL FOLKLORE del TNC

Julio 1961 La Habana SUMARIO: Año 1 No. 7

• 235 El carabiné FRADIQUE LIZARDO BARINAS • 246 El sistema religioso de los lucumís y otras influencias africanas en Cuba RÓMULO LACHATAÑERÉ • 266 El Bando Azul ROGELIO A. MARTÍNEZ FURÉ

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• El carabiné origen y evolución en Santo Domingo

por Fradique Lizardo Barinas

La danza de corro o ronda es la forma más po, fueron incorporándose poco a poco en antigua, todos los pueblos primitivos tu- la zona exterior. vieron bailes corales con esa forma, prac- Este tipo de danzas está presente en ticados generalmente por hombres alre- todas las culturas y la civilización no ha dedor de una imagen, árbol sagrado o un logrado desarraigarlas, a pesar de haber símbolo cualquiera; eran pues danzas ri- perdido su significado primitivo. tuales. Luego dieron origen a las danzas A este tipo de danzas pertenece el de trenzar que conservaron su motivo carabiné. central y a las danzas en círculo simple que, olvidando su motivo, se convirtieron Estructura musical en un acto social simplemente, aceptan- do mujeres, bajo el poderoso influjo del Este es un baile de compás de dos por atractivo sexual. cuatro que consta de dos partes: el paseo En estas últimas, cuando se ven círcu- y el estribillo. los dobles, las mujeres por lo general ocu- El paseo ya casi no aparece, de todos pan el exterior. Esto se explicaría pensan- los lugares investigados solamente los do que las mujeres, excluidas en un tiem- hemos recogido en Nigua y en Azua.1 En 235

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algunas partes dicen haber oído hablar o cuatro juntos. Por regla general, cuan- de él, pero no lo recuerdan, y en otras do hay instrumentos de cuerda no hay cuando se les pedía tocaban el mismo es- acordeón y viceversa.2 El ritmo del balsié tribillo. En esta primera parte el basto- en el carabiné es el siguiente: nero formaba las parejas para comenzar el baile y estas formaban la rueda inicial. El estribillo está más extendido hoy, y los movimientos que correspondían al paseo los hacen en éste, el cual se repite Textos literarios hasta que las parejas terminan las figu- 1. Solo, formado por una cuarteta de ver- ras a manera de da capo, por lo cual la sos octosilábicos, rimados muy irregular- incesante repetición del estribillo resul- mente, pero en la mayoría de los casos ta monótona. asonantados a, b, a, b. El ejemplo que damos tiene libres el primer y tercer ver- Distribución geográfica sos y asonantes el segundo y cuarto. Este baile se halla en el sur político de la 2. Estribillo, formado por una cuarteta república, es decir en un triángulo hipo- de versos hexasílabos, de igual manera tético formado por Santo Domingo, rimados muy irregularmente. Bánica y Pedernales. Exceptuando Ya- guate, zonas cercanas a San Juan de la CABO ‘E VELA Maguana de donde ha sido desterrado por La gente de Cambronal el baile de los palos, así como Ocoa y Baní, son gente que comen to que son regiones folklóricas distintas. se comién a Cabo ‘e vela También se puede apreciar en el mapa a con do’ quintal de arro’ Galá, que según veremos después, se tie- Se muere, se muere ne como uno de sus puntos de origen. muere Cabo ‘e vela Se muere, se muere Se muere de pena. El alcalde de la Sierra, todo el mundo lo asegura, él solito se comió, el mondongo y la asadura. Se muere, se muere muere Cabo ‘e vela Se muere, se muere Se muere de pena. Debajo ‘e la mata ‘e mango allí se juntaron to’ se comién a Cabo ‘e vela sin saber de qué murió. Se muere, se muere Instrumentos muere Cabo ‘e vela El carabiné es tocado generalmente por: Se muere, se muere acordeón, balsié, güiro, tres, cuatro, gui- Se muere de pena.

tarra y pandero, acompañándose también 3 en algunas partes con violines de cuerda Coreografía de tripa. Estos instrumentos casi nunca 1. Paseo en el cual las parejas entran en coinciden, encontrándose a lo sumo tres el salón. El caballero sosteniendo con 236

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su mano derecha la izquierda de su hombres llevando el hombro derecho dama, la cual lleva la derecha a la cin- dentro del círculo y el izquierdo fuera, re- tura, de esta manera todas las parejas pitiendo los movimientos hasta comple- forman un círculo en el cual quedan tar la segunda vuelta. los caballeros dentro. 6. Luego de haber llegado a su pareja ini- 2. Al mando de contramarcha, dan la cial y bailar de frente como en el movi- vuelta en sentido contrario, quedando miento tercero, bailan enlazados y lue- entonces las damas al lado izquierdo go forman una ronda tomados de la del caballero, pero conservándose és- mano. tos siempre en el centro del círculo. 7. Las mujeres van al centro tomadas de 3. Se sueltan las parejas bailando de fren- la cintura, formando un círculo peque- te. En esta figura se permite el adorno ño, mientras los hombres tomados de individual, pero cuidando siempre que la mano forman un círculo mayor que los caballeros queden al centro. Gene- gira en sentido contrario. ralmente se dan pasos a un lado y a otro 8. Se forman las parejas iniciales, las cua- en forma de un ligero balanceo así les se hacen una reverencia y salen to- como también vueltas en el mismo si- mados de la mano como al principio. tio. 4. Cadena. Los hombres agarran el an- Variantes tebrazo izquierdo de su dama con el 1. Es característico de Nigua, que cuan- suyo pasando por detrás de ésta, ofre- do las parejas bailan de frente sueltas cen el derecho a la dama contigua, pa- por primera vez, hacen un movimien- sando por delante, y así sucesivamen- to parecido al de la cadena al cual sus- te hasta llegar a su pareja inicial con la tituye, pero sin agarrarse, adelantan- cual bailan enlazados. En esta figura do dos parejas y retrocediendo una, los hombres van en sentido inverso a hasta llegar a la inicial. las manecillas de un reloj, mientras las 2. En San Cristóbal y en algunos campos mujeres no se mueven de su sitio. de Azua, han sustituido la cadena por 5. Comienzan los cambios de parejas has- la cuchilla, figura en la cual las pare- ta llegar a su pareja inicial con la cual jas, bailando enlazadas, doblan los pies bailan de frente como al principio. La en un ángulo casi de noventa grados dirección que se sigue en los cambios respecto al cuerpo y empinándose dan de parejas es primero siguiendo las ma- vueltas siguiendo el círculo en un sen- necillas del reloj y luego en sentido tido y en el contrario. contrario hasta hacer dos vueltas com- 3. En algunos campos de Barahona, des- pletas al círculo. pués del círculo pequeño de mujeres La forma como se efectúan los cambios al centro y de hombres fuera, éstos en- de parejas es la siguiente: tan pronto tran y hacen uno al centro mientras las como se mandan, el hombre, sin mover- mujeres lo hacen fuera. se de su sitio, gira hasta quedar con su 4. Propio de los campos de Azua, es el brazo izquierdo hacia dentro del círculo carabiné con la punta del pie, en el cual y el derecho hacia afuera, entonces toma las mujeres, tomadas de las manos in- con su mano derecha, la derecha de su dividualmente, acercan y alejan en for- dama y, levantando el brazo en alto, da la ma alternativa las puntas de los pies dama dos vueltas alrededor de él y va a cruzándolos en X, y el cambio de pa- bailar con el hombre que queda a espal- rejas que corresponde después de este das de éste. Luego de completada la pri- movimiento es diferente, se unen los mera vuelta, cambian de posición los brazos hasta los codos y en esta forma

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es como dan la vuelta. Esta figura la ban durante todo el baile, entre mando practican cada dos o tres cambios de y mando.) parejas. A comenzar el ron.4 5. También de los alrededores de Azua Rompan con el ron. hacia el oeste, hasta llegar a la fronte- Ron bien por la derecha. ra, hay un cambio de parejas distinto, A contramarcha. pues en vez de ser la mujer quien ca- Cambio de parejas siempre por la de- mine y dé vueltas alrededor del hom- recha y un carabiné con la punta bre, éste la toma de la mano y la hace del pie. girar sobre sí misma dos veces en su De una en otras. sitio, y mientras ella gira se adelanta Cambio de parejas por la derecha. hacia la otra dama. Ron bien por la izquierda. 6. De los alrededores de Azua también es Una media cuchilla los hombres den- la rueda central de mujeres con los tro y las mujeres fuera. brazos hacia arriba y sin girar. Ron entre ron. 7. De los alrededores de Neyva y Elías Ron cada uno con su dama. Piña es la figura siguiente: las mujeres Ron carabiné las mujeres dentro y los forman un corro y los hombres dentro hombres fuera, las mujeres por la y con las manos levantadas, se colocan derecha y los hombres por la iz- en los espacios comprendidos entre quierda. cada dos mujeres. Mientras las muje- Una reverencia. res giran en un sentido, los hombres, dando vueltas sobre sí mismos, van Diversas teorías sobre su origen cambiando de lugar en sentido contra- Tenemos varias teorías sobre el origen de rio, hasta llegar a su pareja con la cual este baile, las cuales vamos a exponer: bailan de frente. 1. Se trata de clasificar al carabiné como «una variante de variante de la canti- Voces de mando ga 299 del rey Alfonso el Sabio».5 En las regiones fronterizas daban las vo- 2. Hay quien dice que «la cuadrilla hai- ces de mando usando algunas palabras de tiana ya en decadencia, se fusionó con patois, pero en los lugares apartados de la mangulina para dar nacimiento al 6 las fronteras, como San Cristóbal y Azua, carabiné». se dieron siempre en castellano. 3. La tercera a considerar es la siguien- En Nigua y algunos lugares de San te: «fue en el cuartel general de Galá, Juan de la Maguana, las voces de mando donde nació el Carabinier, la danza que se han perdido y las figuras las manda el tanto aman los haitianos; las haitianas bastonero por medio de gritos. lo bailan con gracia, los oficiales lo eje- cutaban con la carabina a la espalda».7 Estas voces de mando no son unifor- La primera, aunque la consideramos mes y varían mucho de una localidad a posible, nos parece que se necesitaría un otra, pero las más comunes son las si- trabajo muy minucioso de recolección, guientes: análisis y clasificación, que nos permita A bailar el carabiné. estudiar, colocando dentro de la música (Este era el grito del bastonero para hispano-árabe de las cantigas el ritmo del formar las parejas, y mientras las forma- carabiné. ba, iba dando voces alusivas a cualquier Para la segunda, hay que tener en incidente gracioso o amores ocultos que cuenta que la cuadrilla es el último movi- pudieran traer la colocación de determi- miento del baile inglés de lanceros y si nadas personas, voces que se continua- creemos a España,8 pasó de Inglaterra a 238

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Francia en 1834 y poco después a Espa- Tocado ña. Si alguna variante haitiana tuvo, vino Las mujeres usan flores o cintas en la en los últimos años de la ocupación del cabeza, llevando el pelo recogido. Los país, cuando ya el carabiné estaba forma- hombres un pañuelo grande en la mano do y todavía no había mención de la man- que ofrecen a las damas para secarse el gulina. sudor. La tercera, no es más que una cita de Madiou, que trataremos un poco más ade- Nuestra hipótesis lante. Cuando leímos «el carabiné es un ritmo Bastonero dominicano, heredado directamente de los españoles, modificado aquí al contac- Este personaje se tomaba como un punto to del pueblo y cuyo primitivo nombre de apoyo fuerte para hacer descender el permanece hasta ahora perdido u olvida- carabiné de la cuadrilla, pero la Isa cana- do»,5 nos pareció que ese era el camino a ria también es mandada por uno de los seguir y nos pusimos a investigar: bailadores, que, como no recibe nombre 1. Cuál de las muchas inmigraciones de especial, nos hace pensar que lo que he- españoles pudieron traer un baile pa- mos hecho es adaptar al personaje y las recido. funciones ya existentes un nombre que no tenía. 2. Cómo podría haberse conservado en una forma más o menos pura. En algunos lugares, el bastonero no baila, sino que con un bastón en la mano 3. Cuáles fueron las causas que contri- se limita a dar voces de mando golpeando buyeron a que los haitianos, en el poco en el suelo. En otros lugares, baila al mis- tiempo que duró el sitio de Dessalines mo tiempo que manda, igual que en la Isa. (menos de un mes), pudieran apren- derlo de tal forma que mereciera una Pero las funciones del bastonero no se crónica diciendo que lo habían inven- limitan únicamente a mandar: tiene que tado. formar las parejas; por este motivo casi siempre recibe dádivas de los enamora- Todas estas respuestas había que bus- dos que les indican las damas que desean carlas, sin que fueran traídas de los ca- y en el caso de que los padres estén pre- bellos, para lograr una conclusión más o sentes y no sea posible bailar como com- menos sensata y hemos allegado datos pañeros, que cuando les tocara bailar los que nos permiten fundar una tesis, que dejara el mayor tiempo posible. si no es definitiva, parece bastante pro- bable. Otras de sus funciones es dar noticias, Vamos a exponerla en todos sus de- decir chismes, etc., manteniendo siempre talles. el ánimo de la reunión en suspenso mien- Inmigraciones canarias: hubo inmigra- tras dura el baile. ciones de canarios de 1720 a 1764. «En Indumentaria dicho tiempo llegaron a Santo Domingo Las damas usan chaquetas ceñidas a la justamente cuarenta barcos con un total cintura, falda amplia de percal en colo- de 483 familias todas de cinco individuos, res vivos, con franjas de colores en con- salvo 20 familias que pasaron de dicho 9 trastes. Sipón amplio y almidonado y bo- número.» tines de tacón alto. Baile canario. Uno de los bailes típicos de Canaria es la isa, cuyos movimientos Los caballeros: pantalón bien almido- en síntesis son: nado, guerrillera o chamarra y botines de a) Paseo del hombre y la mujer cogi- piel de cerdo que sonarán mucho al ca- dos de mano. minar. 239

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b) Cadenas nicanos pudo haber confusión fonética y c) Cambio de parejas nada hay que objetar, pero si fue en la d) Corros o rondas parte francesa, debemos recordar que la palabra carabiné12 significa violento, ex- e) Rueda interior de mujeres y exte- cesivo, y entonces podemos suponer que, rior de hombres y viceversa. acostumbrados los haitianos a bailar rit- f) Salida, cogidos de la mano como al mos ligeros al compás del tambor, encon- principio. traron este baile de figuras muy fuerte y del mismo modo lo denominaron, violen- Primeras noticias sobre to (carabiné). Y el baile fue degenerando el carabiné en la parte haitiana, hasta convertirse en La primera noticia acerca del carabiné se un baile de parejas aisladas. remonta a la cita de Madiou en su histo- Conclusiones ria de Haití. «Fue en el cuartel general de Galá, que el carabiné tuvo su origen, Apoyándonos en los datos antes expues- la danza nacional que los haitianos han tos, hacemos descender la coreografía del hecho tan graciosa y que nuestros oficia- carabiné de la isa canaria, por las razo- les ejecutaban con la carabina a la espal- nes siguientes: da.»10 1. Que de las ocho figuras y siete varian- El sitio de Santo Domingo se llevó a tes recogidas del carabiné, coinciden cabo en marzo de 1805. Madiou da el nom- con la isa en las figuras del 1 al 4, 6 y 7 bre del lugar donde Dessalines estable- y en las variantes del 1 al 3, 6 y 7, te- ció su cuartel general: Galá. Lemonnier niendo pues exactamente el carabiné Delafosse, aunque casi siempre es muy y la isa once figuras iguales, mientras preciso en sus datos, esta vez no nos da que cualquier otro baile existente en el nombre, pero sin embargo consigna su cualquier país vecino y que pudiera situación: «el de Dessalines detrás del pensarse ha sido el origen del carabiné, no presenta analogías más que en cua- pueblo de San Carlos, en el camino de tro o cinco figuras a lo sumo. Santiago, y estaba a cuatro mil toesas de la ciudad».11 2. Dado que los mismos haitianos asegu- ran que nació en Galá y siendo comple- Como una toesa, medida antigua fran- tamente imposible que lo inventaran5 cesa de longitud equivale a 1 m 959 mm, tenía que ser un baile existente aquí. las cuatro mil toesas vienen a ser 7 km 796 m., con lo cual los sitios dados por 3. Haciendo nada más que cuarenta años Madiou y Delafosse coinciden. Efectiva- que habían venido los últimos canarios mente, Galá es una sección del distrito y viviendo una parte de ellos en San nacional que queda a casi 8 km de Santo Carlos, debían de conservar sus tradi- Domingo. ciones en toda su pureza. 4. Tomando en cuenta la proximidad de La palabra carabiné San Carlos y Galá y dadas las semejan- La palabra que usa Madiou para regis- zas entre ambos bailes, no es nada trar el baile es carabinier,10 carabinero, arriesgado suponer que los haitianos aplicándola a las carabinas que llevaban vieron bailar a los moradores de San los soldados que él vio bailando, y tal vez Carlos, prisioneros suyos o no, su bai- por similitud con el baile de coraceros que le típico y que al agradarles quisieron estaba entonces en boga en Francia. Aho- aprenderlo. ra bien, ¿cómo se efectuó el cambio de 5. Que para afirmar que la música del carabinier a carabiné? Si fue entre domi- carabiné proviene de la isa, o de cual- 240

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quier otra fuente, se necesitaría, como que al agua le dice gló dijimos anteriormente, un trabajo de y a la candela difé. recolección y análisis comparativos de Venancia la mala muchas variantes del carabiné. machete amolao 6. Que es un hecho muy significativo la no quiere que digan ausencia del carabiné en la región que e’taba salao. oriental del país, donde los haitianos De las hijas de Juliana han vivido, como todo conglomerado solo me gustá Mercé humano, conservando sus tradiciones. porque esa compró el mondongo Textos de carabiné y no lo pudo comé. CABO ‘E VELA Pa ’onde va Juliana ya va pa’ lo cerro El que mató a cabo ’e vela a cambiá su toro no tiene perdón de Dió por guandule viejo. Cabo ’e vela era un buey que jalaba má que to. De las hijas de Juliana solo me gustá Mercé Pa ’onde va Juliana porque le dién la asadura ya va pa’ lo cerro y no la quiso comé. a cambiá una vaca por guandule viejo. Venancia la mala machete amolao La lengua de cabo ’e vela no quiere que digan valé una mula ensillá que e’taba salao. le’chan un quintal de sal saló solo la mitá. Donde ’ta Julia Cacó allá ’dentro ’tá acotao Pa ’onde va Juliana lo ’cojone’ e Cabo ’e vela ya va pa’ lo cerro lo tienen acongojao. a cambiá lo bueye por guandule viejo. CABO ’E VELA (Variante) La cabeza ’e cabo ’e vela La gente de Cambronal la mandan para el Cibao son gente que comen to y volvió a ’lo nueve día se comién a Cabo ’e vela pidiendo por su rezao. con do’ quintal de arro’. Venancia la mala Se muere, se muere machete amolao muere Cabo ’e vela no quiere que digan se muere, se muere que e’taba salao. se muere de pena. La gente de esta siudad El Alcalde de la Sierra, son gente que comen tó todo el mundo lo asegura, se comién a cabo ’e vela él solito se comió, sin saber de qué murió. el mondongo y la asadura. Onde ta Venancia Se muere, se muere salió pa’ lo cerro muere Cabo ’e vela fue a cambiá su toro Se muere, se muere por guandule viejo. Se muere de pena. Ay cómo se hará Juliana Debajo ’e la mata ’e mango con ese malvao francé allí se juntaron to’ 241

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se comién a Cabo ’e vela Ay Zulema, Ay Zulema sin saber de qué murió. Ay Zulema, Ay Caramba. Se muere, se muere Antonio Sanche no llore muere Cabo ’e vela por cosa que haigan pasao Se muere, se muere te han pasao cosa’ ma’ grande Se muere de pena. y el mundo no se ’a’cabao. Ay Zulema, Ay Zulema ZULEMA Ay Zulema, Ay Caramba. En la puerta ’e la Alcaldía fue que el caso sucedió VIRGEN DE ALTAGRACIA vide a Zulema llorando Virgen de Altagracia que Percelidá le dio. compañera mía 242

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no me desampare CARA SUCIA a ninguna hora Cara sucia compra jabón de noche y de día. pa’ que te lave tu camisón y que te quede’ en tu rincón Pedro buena noche a bailar el carabiné Madora bueno día a bailar el carabiné Nunca desampare a bailarlo en la punta ’el pie. a Félix María. San Cristóbal C. B., 13 abril 1957. Virgen de Altagracia compañera mía NOTAS quiero que me alumbres 1 Dada la extensión del trabajo, es imposible con la luz del día. publicar todos los ejemplos musicales, como 243

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hubiera sido nuestro deseo, lo cual trataremos 6 Enrique de Marchena: Del areíto de Anacaona de hacer en fecha posterior para completar este al poema folklórico en Santo Domingo, p. 42. trabajo. 7 2 La descripción de los instrumentos podrá ser S. Rouzier: Diccionario geográfico y adminis- leída en nuestra obra de próxima aparición Los trativo de Haití. instrumentos musicales folklóricos dominicanos, 8 Enciclopedia Espasa. la cual constará de cuatro tomos. 9 Antonio Sánchez Valverde: Ideas del valor de 3 Tanto la coreografía como las variantes re- la Isla Española. Nota de Fran Cipriano Utrera, cogidas se ilustran en el grabado que acom- pp. 132-139. paña este trabajo. 10 4 Tomás Madiou: Historia de Haití, tomo tercero, La palabra ron, muy usada por el pueblo p. 181. Puerto Príncipe, 1922. dominicano con el significado de círculo, es un galicismo proveniente de ronda, que significa 11 J. B. Lemonnier Delafosse: Segunda campaña redondo y ronda. de Santo Domingo, p. 109. 5 Fléridas de Nolasco: Vibraciones en el tiempo, 12 Emilio Martínez Amador: Diccionario Francés- pp. 139-144. Español, Español-Francés, p. 55.

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• El sistema religioso de los lucumís y otras influencias africanas en Cuba*

por Rómulo Lachatañeré

El panteón lucumí grafía católica, tal como fue percibida por el esclavo yoruba. Unas veces se ha utili- Anteriormente dijimos que el sistema de zado la semejanza entre mito católico y cultos lucumí se manifiesta con mayor mito yoruba, otras las identidades son el intensidad en la ciudad de La Habana y producto de la interpretación de las lito- algunas localidades de la provincia de grafías que expresan un detalle culminan- Matanzas, y que su rasgo determinante te de la vida de los santos; en último ex- consiste en la mayor apropiación de los tremo, algunas identidades se despren- elementos religiosos pertenecientes a las den del carácter peculiar de las prácticas distintas culturas yoruba, trasplantadas católicas en el suelo cubano. por los esclavos, en intercambio con la Los santos o deidades afrocubanas sur- religión católica, y el carácter esencial de gidas de estos intercambios presentan un este sincretismo se reconoce en la identi- carácter diferencial, que no sólo distan- dad de santo católico y , la cual pa- cia del orisha al santo católico, sino que rece haberse realizado en una extrema concordancia con la mitología yoruba en * Tomado de Estudios Afrocubanos, vol. V, 1940- un proceso de acercamiento a la hagio- 1946. 246

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esta diferencia también se siente al po- individuo, como una vía posible para in- nerlos en juego con las otras deidades terpretar un fenómeno biológico. Mas al afrocubanas, surgidas del sincretismo llegar al punto donde se ha de explicar la producto de los acercamientos entre el identidad entre un orisha varón y una catolicismo y las religiones procedentes deidad o santo católico en la línea feme- de otras culturas como la bantú, por ejem- nina, se ha de rechazar la dualidad del plo, siendo esto lo que da color y catego- sexo como un agente actuante en tal iden- ría determinante a los cultos lucumí. tificación. En primer término, en este tipo Al acercarnos a estos peculiares cul- de identidades se han utilizado, en casos tos enmarcados en la santería y estudian- como el mencionado, los caracteres o do especialmente las deidades que allí se agentes de coincidencia entre las dos desenvuelven, sale a la luz el hecho de que divinidades puestas en comparación; el tanto la denominación de procedencia carácter de guerrera de Santa Bárbara yoruba como la católica se han conserva- (de acuerdo con la concepción del escla- vo) y el carácter de guerrero de Shangó; do para nombrar a los santos. De modo el poder que tiene la santa y así sucesi- que cuando se menciona el nombre de vamente, sin que haya mediado seriamen- Santa Bárbara, por ejemplo, el ponente te en la diferencia de sexo. En otros ca- no se está refiriendo a la santa católica, sos, como el de Obatalá, la cuestión se ha ni tampoco se refiere a los caracteres que de plantear desde el punto de vista de la son comunes a esta mujer piadosa, már- procedencia regional de esta deidad y así tir del catolicismo, etc., etc., sino que ha- como de las otras que presenten esta ca- bla de una deidad afrocubana que el úni- racterística; partiendo del hecho de que co rasgo que conserva de la Santa Bárba- en la zona yoruba no se reconoce tampo- ra original es su facultad de patrocinar a co este hermafroditismo sino que las dei- los guerreros, aplacar los incendios y las dades varían en su manifestación sexual tempestades, atributos comunes a una de acuerdo con la forma de presentarse deidad u orisha yoruba que, entre sus las creencias religiosas en una localidad otras virtudes, también manifiesta estas y otra —ya que el fenómeno cultural en- características, pero que lejos de ser una tre los pueblos que hablan el lenguaje yo- mujer se presenta bajo su rasgo masculi- ruba no es homogéneo (Bascom), sino que no eminentemente diferenciado que co- se manifiesta con peculiaridades especí- rresponde al mismo personaje en el pan- ficas en cada sitio y así mismo la mani- teón yoruba y cuyo carácter lo ha de con- festación religiosa— se ha de llegar a la servar en el santo, puesto que en la crea- conclusión de que la presencia en Cuba ción de estas deidades afrocubanas siem- de Obatalá macho y hembra debe de estar pre hubo de predominar el rasgo esen- regida en perfecta concordancia con este cial africano en detrimento del católico. fenómeno y cuando nos encontremos Nosotros, ocasionalmente, hablamos con similares casos, éstos no deberán de hermafroditismo al referirnos a una atribuirse al tal hermafroditismo, sino de las características de un culto que fun- que han de ser referidos al mencionado ciona en la ciudad de La Habana y expre- carácter de las culturas yoruba. De suer- samos que tal hermafroditismo se podía te que, en conclusión, nosotros acepta- reconocer en la forma externa de los san- mos las identidades entre santo católico tos, o sea, en sus manifestaciones a tra- en la línea femenina y deidad yoruba en vés del éxtasis, ya que algunas deidades la línea masculina y viceversa como pro- vienen por caminos femeninos y caminos ducto de la igualación de los caracteres masculinos, pero atribuimos el herma- comunes de ambos elementos de com- froditismo a una reacción psicológica del paración y cuyo proceso está regido por

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el peculiar carácter que le dieron los es- utilizada en algunas prácticas ceremonia- clavos procedentes de las variadas cul- les de los cultos. turas yoruba. también expresa el concep- Señalaremos ahora las distintas deida- to supremo de Dios. Expresa este santo des que hemos encontrado o que son usa- la confusión que existe, para el pueblo, das en los cultos lucumí. entre Dios, el Hijo del Hombre y el La idea suprema de Dios está expresa- simbolismo del Altar; así se dice que da en Oloufín, también suprema deidad Oduduwa es el Santísimo Sacramento del yoruba en algunas localidades. Los afro- Altar y, lo que es lo mismo, Jesucristo. cubanos reconocen a esta deidad o dios Parece ser que en la identificación de con el nombre de , es decir rompien- Oduduwa se ha envuelto la idea de la do el diptongo ou y perdiendo la n final; Madre y el Niño o tal como aparece en en otros casos sólo se rompe el diptongo, algunas litografías que representan a entonces se dice: Olofín, esta última for- María sosteniendo al niño Jesús en sus ma la encontramos en los cultos donde la brazos, a la vez que se implica el concep- pronunciación de los vocablos lucumí es to supremo que de Obatalá se tiene en más «castiza» y aún las prácticas son más algunos cultos, la cual es considerada «puras», así en el transcurso de la discu- como el mismo Dios y entonces se dice sión usaremos la última forma. que Oduduwa vive en la loma, es decir, la Olofín es una deidad que se presenta residencia de Dios. Allí está al cuidado de siempre acompañada de otra deidad su- Obatalá, la cual lo tiene cuidadosamente prema conocida con el nombre de Olo-r- envuelto en ramas de algodón para pro- dumare y la fusión de ambas significa la tegerlo de los rayos solares. idea del Cielo y la Tierra. Olofín es el pa- El simbolismo mencionado ha traba- dre del Cielo y la Tierra y Olo-r-dumare jado mucho en la identidad de esta dei- es la madre y es a su vez la esposa de la dad, así, más tarde, al hablar de San Cris- primera deidad; ambas viven en un ilé tóbal de La Habana, veremos como (casa) en lo alto de una montaña que los Oduduwa o el niño Jesús se presenta ante afrocubanos simbolizan con el nombre de este santo y bajo la autoridad suprema le la loma. concede el poder de ser el dueño del río. Olofín y Olo-r-dumare no toman parti- De suerte que se puede decir que Odu- cipación en los asuntos de sus «hijos» sino duwa ha sido identificado como Jesús cuando tienen que tomar resoluciones Cristo o Dios. definitivas; de suerte que viven muy ale- De acuerdo con Fernando Ortiz1 pare- jados de las cosas que a diario suceden ce ser que la deidad Obatalá fue identifi- en la tierra para molestarse en abogar cada directamente con el Santísimo Sa- directamente en la consecución de fines cramento en los cultos estudiados por tendientes a beneficiar o perjudicar a la este autor, el cual dice: «En Cuba, con un humanidad, para esto están sus interme- criterio que juzgo análogo [la identidad diarios, o los santos; así los acólitos im- de Obatalá con Cristo encontrada por ploran a estas deidades en la misma for- Nina Rodrigues en el Brasil] se le con- ma que imploran al Dios cristiano, man- funde con la Virgen de las Mercedes, que teniendo estrechas relaciones con los san- junto con la del Cobre y la de Regla al- tos. A veces cuando se quieren obtener canzó privilegiado culto. También a dispensas de los santos se dice: «Por Olo- Obatalá se le llama en Cuba el Santísimo fín por Olo-r-dumare, salud y suerte.» Lue- Sacramento, aludiendo a la transubs- go se requieren de la deidad los favores tanciación dogmática del Dios de los ca- que se desean. Dicha fórmula también es tólicos...» 248

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En lo que respecta a Obatalá nosotros dose ante la deidad), pronuncia la siguien- también la hemos encontrado expresan- te fórmula: do la idea de Dios, pero no identificada ¡Jécua Babá jécua! con el Santísimo Sacramento, sino en la Cofiadeno forma anteriormente mencionada, cuan- (¡Madre mía! Cálmalo). do ésta se relaciona con Oduduwa. Aho- Y con esto aplacará la ira del santo. ra bien, Obatalá no siempre expresa la En los comienzos de la humanidad la idea de Dios, sino en algunos casos, y és- tierra sólo estaba poblada de santos, cuyo tos dependen de los caminos por donde venga. Los caminos frecuentemente men- jefe supremo era un anciano llamado Olofín. Olofín vivía en la cumbre de una cionados son los siguientes: montaña de penoso acceso, así que, to- Obatalá igual a la Virgen de las Mercedes dos los que habían intentado llegar hasta (no expresa la idea suprema de Dios). Olofín habían fallado en sus intentos. Una Obatalá igual a San Manuel (en este caso mujer llamada Obatalá sabía de un tor- es considerada como Chalofón —Owa tuoso pero seguro camino que la ponía Olofón— y tampoco expresa la idea de en estrecha comunicación con el Padre Dios). del Cielo y la Tierra. Esta senda era el Obatalá igual a Oba-moró (expresa la idea camino de Osanquiriván. De modo que suprema de Dios). cuando Obatalá tenía deseos se encontra- ba con Olofín, el hombre que gobernaba Obatalá igual a Osanguiriván (expresa la idea suprema de Dios). sin ser visto por sus vasallos. Cierta vez las cosas en la tierra comen- Cada uno de estos estados, como diji- zaron a marchar para atrás. Las cosechas mos, expresa caminos de esta deidad. En comenzaron a ser improductivas. Vino los dos primeros, se presenta bajo el éx- la sequía y el ganado comenzó a aniqui- tasis, es decir se puede posesionar de los larse. Más tarde el hambre empezó a cal- que son sus hijos. En los dos segundos, dear el espíritu de los santos. La avalan- tiene un carácter dogmático. cha de gente se dirigió a la falda de la Es regla general, para la mayoría de los montaña y clamó: —¡Padre, es preciso cultos, considerar a la Virgen de las Mer- que hagas algo! —Padre, nos morimos, cedes como la dueña de las cabezas, cuyo apenas sin tener fuerzas para afrontar la vocablo expresa la idea del santo; de suer- Muerte. Mas la loma no respondió. Olofín te que cada persona tiene su cabeza o su había enmudecido. Entonces los santos Ángel Guardián. Si una persona se inicia crecieron en impaciencia y se desespe- en un culto, al adquirir la gracia de caer raron. En último extremo rogaron a bajo el éxtasis lo hará siempre de acuer- Obatalá y la instaron a que escalara la do con su cabeza; pero aquellas personas montaña. La mujer, presta, hizo sus líos que son hijas de Obatalá pueden recibir y cogió por el camino de Osanquiriván, cualquier santo, puesto que el poder de bordeó la montaña, se perdió en la altu- la madre es automáticamente conferido ra y se presentó en el ilé de Olofín. El al hijo. anciano estaba tendido en el suelo, Este poder conferido a Obatalá la co- Obatalá clamó su nombre una y dos ve- loca en la posición de intermediaria en- ces. Mas Olofín no respondió. La omordé tre los santos; de suerte que cuando una (mujer) lo sacudió tirando de sus ropas deidad está brava con uno de sus hijos, y el viejo respondió: —No puedo más. éste puede contrarrestar la acción malé- Sólo eso. Obatalá, sin insistir más, des- fica del santo dirigiéndose al altar de cendió al llano, reunió a todos los santos Obatalá y haciéndole moforibale (postrán- y los advirtió: —El viejo se ha cansado, 249

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no puede más. Pero los santos respondie- expresado, concediéndosele a Obatalá la ron al unísono: —Si es que no puede más, autoridad suprema sobre los demás san- que nos entregue su poder. Nosotros sabre- tos; quiere decir que se la estima como mos cómo arreglárnoslas. La omordé de Dios o, a lo menos, como una deidad a nuevo se internó en el camino de Osan- quien Olofín cede su autoridad en lo que quiriván y le dijo a Olofín: —La gente respecta a su trato cotidiano con las otras quiere de ti un esfuerzo supremo. —No deidades. Es obvio estimar que Olofín puedo más. Volvió a responder Olofín. continúa siendo la deidad suprema —o —La gente quiere que repartas tu poder sea, Dios, y entonces Obatalá se convier- entre ellos. Dijo Obatalá. Y el Padre del te en su agente directo en la tierra— y de Cielo y la Tierra dijo: —Es justo. Hazlo la cual dimanan todas las restricciones o entonces. Instigó Obatalá. —Convoca una las concesiones que se hacen a los santos asamblea al pie de la ceiba. Respondió en las prácticas. Olofín y no dijo más. Entonces Obatalá Obatalá también es la abogada de las se encaminó al pie de la ceiba. Consiguió personas que caen bajo la ira de Ogún; provisiones. Consiguió quimbombó. de suerte que cuando este santo está bra- Consiguió harina de maíz. Consiguió los vo y pretende hacer daño a una persona frijoles que se llaman «de carita». Con- determinada, si ésta hace una rogación o siguió las otras cosas del agrado de los embó a Obatalá puede contrarrestar el santos; lo puso todo junto, en una cazue- maleficio. Además, en lo que respecta a la, lo coció y le añadió orí (manteca de las rogaciones, si se quiere que éstas ten- cacao, que sirve para calmar los ímpe- gan mayor eficacia se le pagan ocho pe- tus). Luego convocó la asamblea. Los sos de derecho a Obatalá. santos comieron, discutieron, y espera- Las facultades curativas concedidas a ron al viejo. A la tardecita (al atardecer) Obatalá son de un excepcional valor. vieron a Olofín descender colina abajo. Cuando una persona adolece de enferme- El viejo llegó y una vez más dijo: —No dad que la molesta por largo tiempo, di- puedo, estoy cansado. —Padre, si tú no gamos crónicas, va al sacerdote y éste puedes seguir dános algo con que ir ade- toma una paloma, le arranca algunas plu- lante; porque nosotros tampoco podemos. mas y depositándolas en un paño blanco Y dijo a la asamblea: —A cada cual daré lo pasa por el cuerpo al paciente, pronun- lo suyo. Volvió a hablar la asamblea. En- ciando la siguiente fórmula:2 tonces Olofín se empinó; alargó la mano Sara yeyé bakuró y tomó un rayo. Se lo dió a Changó. —Eres dueño de los rayos. Le dijo. Ex- Sara yeyé bakuró... tendió la mano y tomó la centella. Se la Y el enfermo ha de restablecer su sa- entregó a Oyá. —Eres la dueña de la cen- lud. Pero no han de usarse palomas blan- tella. Doblando el cuerpo tomó el río y lo cas para realizar esta operación porque puso en las manos de Oshún. —Eres la las aves de plumaje blanco, así como los dueña del río. Le dijo. Abarcó el mar y se animales cuya piel sea blanca son tabú lo presentó a Yemayá. —Eres la dueña para Obatalá. Otros tabús de Obatalá son del mar. Le dijo. Y así sucesivamente. A los cangrejos, las habas blancas llamadas cada santo le fue dando un aché (poder). judías, la sal, las bebidas espirituosas, etc. Y por último dijo a Obatalá: —Tú eres la Baba-lu-Ayé es conocido como el hom- dueña de las cabezas. bre de las muletas. Ha sido identificado El mencionado mito es el único, de esa con San Lázaro y es considerado como el naturaleza, que hemos podido encontrar santo de la dermatología, donde induda- en Cuba, el cual fue narrado en el tono blemente radica su identificación con el 250

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santo católico. Baba-lu-Ayé corresponde preparara una trampa a Olofín. De suer- a Sopona, la deidad de la viruela en el te que Orúmbila accedió a regar todo el panteón yoruba (en Ifé e Iganna). Allí, palacio de Olofín con un sortilegio que como en Cuba, su color predilecto es el poseía Oshún. Este era el oñí o miel de negro. Sobre esto el profesor Bascom3 nos abejas. Orúmbila hace todo como se lo dice: indicaron y espera. No esperó mucho porque Olofín se sintió poseído de extra- Baba-lu-Ayé seems to be a variant of Oba- ñas y agradables sensaciones, por lo que (o)-Aiye, an alternate name given to llama a su secretario y le dice: Sopona in... and Iganna. There is a simple substitution of Father (baba) from —¿Quién ha regado mi casa con esa King (oba)... the evidence from Ife and miel tan agradable? Orúmbila le respon- Iganna makes it clear that San Lazaro is de: —No sé. Olofín, entonces, lo interpe- identified Sopona under the name of la: —¡Quiero que me consigas de esa miel Baba-lu-Ayé. tan agradable! Mas Orúmbila le respon- Además, siendo San Lázaro, en su de: —No puedo. —¿Y quién puede enton- acepción católica, un santo al cual se le ces? Vuelve a interpelarlo Olofín. —Una atribuyen poderes curativos para las en- mujer. Responde lacónicamente Orúm- fermedades de la piel, en especial la le- bila. Entonces Olofín manda a llamar a pra, no puede existir ninguna duda para todas las mujeres y les pregunta: — estimar que su identificación con Sopona ¿Quién ha regado mi casa con esa miel tan partió de las facultades o poderes comu- agradable? —No sabemos... Responden to- nes a ambos. das las mujeres. Olofín las mira deteni- Baba-lu-Ayé aparece en la leyenda damente y nota la ausencia de Oshún. — Tráeme a Oshún inmediatamente. Le dice como un personaje libertino que se re- a Orúmbila y la mujer es presentada ante crea con todas las mujeres y algunas ve- ces vive a su costa como un «chulo». Se él. —¿Quién ha regado mi casa con esa miel tan agradable? Una vez más indaga dice que Olofín concedió a este santo la Olofín. Oshún responde: —Ese es mi oñí. gracia de cohabitar con todas las muje- res. Cierta vez, Orúmbila se acercó a —¡Quiero que me consigas más! Dice el viejo. Mas Oshún responde: —Si tú tuvis- Baba-lu-Ayé y le dijo: —Como ves, hoy es te poder para quitarle la vida a Baba-lu- jueves santo; así que Olofín quiere que, por hoy, controles tus impulsos. Pero Baba-lu- Ayé, yo lo tengo para conseguir el oñí, y si tú tienes poder para quitar vidas, también Ayé le respondió: —Si Olofín me dió el lo tienes para reponerla; si quieres de mi aché (poder) fue para que yo usara de él cuantas veces me viniera en ganas. oñí resucita a Baba-lu-Ayé. Olofín dijo: —Trato hecho. Y Baba-lu-Ayé volvió al —Haz lo que te parezca, le dijo Orúm- mundo, y volvió a gozar del mismo privi- bila y se marchó. En la noche del jueves santo Baba-lu-Ayé se acostó en el mismo legio de que antes había disfrutado. lecho con una mujer, y al otro día su cuer- En otras leyendas Baba-lu-Ayé es con- po se le llenó de llagas. Y a los pocos días siderado como el esposo legítimo de murió a consecuencia de una sífilis que Yemayá; pero en otras es el eje de un adul- Olofín le había mandado, como castigo. terio cometido por esta deidad, estimada Pero las mujeres no estuvieron de acuer- como la esposa de Ogún. do con tan terrible pena e intercedieron San Lázaro el católico tiene gran nú- ante Olofín para que restaurara la vida a mero de seguidores en Cuba. Especial- Baba-lu-Ayé. Olofín rechazó ser indulgen- mente en La Habana, todos los años el te. Entonces las omordés se dirigieron a día de su aniversario, el diecisiete de di- Orúmbila y lo convencieron para que le ciembre, un gran gentío se dirige al Rin- 251

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cón, sitio cercano a la ciudad de La Ha- atribuido a San Pedro en su identificación bana, donde radica el sanatorio de los le- con Ogún? Por otra parte, las llaves ca- prosos bajo la advocación de este santo y racterísticas de las imágenes de dicho le rinden amplio tributo. En la noche an- santo pudieron ser consideradas como terior se celebra el llamado velorio de San fetiches de hierro. Lázaro, donde la deidad tiene que des- El criterio sostenido por este autor, el cender a la tierra, fumarse unos tabacos mismo mantenido por nosotros, es el pre- con sus seguidores, comer orí (manteca dominante entre los santeros, los cuales de cacao) y, retorciéndose, aparentando identifican la llave de San Pedro con el arrastrar su cuerpo como con la ayuda de hierro y por consiguiente este santo es el las muletas, da augurios y sus seguidores dueño del hierro; mas no hemos podido dicen que mientras más adolorido y hu- encontrar la relación entre Ogún y milde viene el hombre de las muletas, más Elegba, en lo que respecta a los caminos; eficaces son sus predestinaciones. no obstante, es muy posible que éste sea En Santiago de Cuba donde, como he- uno de los caracteres atribuidos a Ogún mos observado, esta deidad cuenta con en los cultos examinados por el mencio- mayor número de seguidores que en La nado profesor. Habana, los velorios de San Lázaro toman Ogún tiene una autoridad absoluta so- un carácter más típico y el ritual está bre los bosques o «el monte», como dice mezclado con prácticas espiritualistas, el afrocubano, de suerte que la persona haciéndosele imploraciones y elevándo- que quiera tener acceso a sus posesiones se cánticos con la idea de elevarlo más y ha de requerir de antemano su permiso darle luz a su espíritu. ofreciéndole sacrificios. Sobre este pun- Otra deidad de preponderancia es to recogimos una interesante leyenda Ogún, conocido también con el nombre donde Ogún castiga severamente a de Aguaniyí y en los mitos se le llama, Orúmbila por haberse introducido en el muchas veces, Ogún Arere u Ogún de monte sin obtener el permiso requerido. Yarere. En algunos cultos se le nombra Dicha versión la obtuvimos de la manera O-r-gún, es decir, intercalando una r en siguiente. la primera sílaba. Una vez Olofín dijo a su secretario Ogún es un famoso guerrero y tiene Orúmbila: —Quiero que vayas al monte y posesión de los metales, diciéndose que me traigas unos cocos que necesito para es el dueño de todos los hierros. También hacer un trabajo. Orúmbila tomó un saco, es considerado como el dueño del monte lo echó al hombro y partió a cumplir su o de los bosques. Por imitación ha sido encargo. Entonces Ogún, enterado de que identificado con San Pedro, el cual apa- Orúmbila se había internado en el monte rece en las litografías portando la llave del sin participarle nada, comenzó a cavar cielo, la que parece fue identificada como agujeros por todas las sendas y finaliza- símbolo del hierro. Sobre esta identidad da su operación lo fue cubriendo con paja Fernando Ortiz4 dice lo siguiente: seca hasta disimularlos completamente. De suerte que Orúmbila, a su regreso, Los afro-bahianos catolizan a Ogún ado- irremisiblemente caería en una de las rándolo bajo el nombre de San Antonio. trampas. Tal fue lo que ocurrió, porque En Cuba se le llama San Pedro, y, como decía un brujo, abre el camino de las lim- Orúmbila cuando venía de regreso atra- piezas, así como el negro de Bahía le de- vesó por uno de los falsos senderos, pisó cía al doctor brasileño (Nina Rodrigues), en falso y cayó en un angosto hoyo, que que abría, la puerta a Eshú. ¿No habrá no le brindaba facilidades para ensayar influido el carácter de portero celestial una salida con éxito. Estaba entrampado

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y tenía que morir. Se debatió allí por uno, vez se introdujo en el monte con la deli- dos y tres días, ya no le quedaban impul- berada intención de que el hombre la sos para vivir y aceptó la muerte. Aquí se pasara al estado de mujer. Yemayá corre hubiera quedado enterrado a no ser que la misma suerte que las demás mujeres; tres hermanas, que se metieron en el mas sus ansias vencen el dolor y requie- monte para recoger yerbas medicinales, re a Ogún Arere por más placer. Ogún escucharan a Orúmbila en los ronquidos Arere la desoye y, golpeándola de nuevo, de la muerte y corrieran prestas a salvar- la arroja del monte. La muchacha llena lo. Las tres hermanas eran: Oshún, de angustia corre al ilé (casa) de su her- Yemayá y Obatalá. Las tres afinaron sus mana Yalorde (Oshún) y le pide consejos, oídos y percibieron a Orúmbila debatir- porque se había prendado del brutal se con la muerte: —rrr... rrr... rrr... ¡Oh, Ogún de Arere. Oshún le dice: —Espera mi abure (hermana), es Orúmbila! Dijo a Ogún de Arere esta noche en tu ilé. Y to- Oshún. —Oh, mi abure, Orúmbila ha caí- mando un plato con oñí (miel de abeja) do en una trampa de Ogún Arere! Dijo se amarra sus cinco pañuelos a la cintura Yemayá. —¡Vamos a salvarlo! Dijo Oba- y emprende la jornada hacia el monte. talá, y las tres hermanas se dirigieron Camino adentro se encontró con el bra- hacia el agujero. Oshún, desatando cinco vío hombre. Ogún de Arere trata de asir- pañuelos que sujetaban su saya, hizo un la en sus brazos; mas, Yalorde, esquivan- fuerte cordel, preparó un lazo, y entre las do su cuerpo, resbala por las ásperas tres auparon al viejo; le dieron a beber manos del hombre y despojándose de sus una botella de aguardiente y lo llevaron a cinco pañuelos comienza a danzar mien- la presencia de Olofín. tras derrama el oñí por su cuerpo brillan- En otras leyendas también se relacio- te. Ágilmente avanza hacia Ogún de na el poder de Ogún de ser el dueño del Arere, que fracasa una y otra vez al que- bosque y su vida sexual con las mujeres rer estrecharla en sus brazos. Sin cesar que osaban internarse en sus dominios. su danza, Yalorde, tomando el plato de Una de ellas se refiere a sus amores con oñí, marcha hacia Ogún de Arere y de- Oshún —de quien Ogún vive locamente rrama la miel por su cuerpo y el hombre, enamorado— refiriendo un incidente en- ya bajo el sortilegio de la danzarina, la tre Obatalá y Ogún. Con este último inci- sigue dócilmente hasta el borde del mon- dente se cierra la trama, de donde se des- te. Allí se tiende Yalorde; más tarde se prende el hecho de que Obatalá, al des- acopla con el brutal Ogún de Arere. Y el cender a la tierra y posesionarse de sus hombre le dice al final: —Omordé (mu- hijos, en algunos casos se presenta tem- jer), volvamos a hacer ondokó (fornicar). blorosa y clamando por una manta con Y Yalorde le contesta: —Vamos a mi ilé, que abrigar su cuerpo friolento, porque allí estaremos más cómodos. Ogún de acaba de salir del río y el agua fría de la Arere accede y Yalorde lo introduce en el corriente cala sus huesos. ilé de Yemayá. Como era la noche oscura La leyenda dice que Ogún de Arere lo mete en el lecho de la abure (herma- abusaba de las mujeres que se introdu- na), se acuesta ella también y más tarde cían en el monte, de un modo violento e se desliza. Ogún de Arere, sin sospechar iracundo. Las poseía, luego las maltrata- el cambio, encuentra camino abierto para ba y más tarde las arrojaba de sus domi- gozar de la supuesta Yalorde; pero en los nios bajo terribles penas. Y que una fres- albores del día descubre el fraude, gol- ca y lozana doncella llamada Yemayá pea furiosamente a Yemayá y abandona Saramaguá, incitada por las narraciones el ilé precipitadamente. Al salir se en- que corrían acerca de Ogún Arere, una cuentra con Obatalá y trata de desaho-

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gar su ira en ella. La omordé corre y se yá, corre a las cuatro esquinas y bebe el lanza al río. Allí tirita de frío y, al fin, des- aguardiente hasta embriagarse. Entonces pués de batirse con la corriente sale tem- Ogún repite su llamamiento: blorosa en busca de una manta con que ¡Yemayá fumilowo abrigarse. Umbo...! Por esta causa cuando Obatalá viene ¡Yemayá fumilowo por el camino del río se presenta temblo- Umbo...! rosa y busca un chal para cubrirse. En otras versiones Yemayá es la espo- Así que ambos se encuentran y parten sa legítima de Ogún. Su compromiso a verse con Olofín y Obatalá. Yemayá en- matrimonial es auspiciado por Olofín en trega los zapotes a Obatalá la cual le dice: la época en que vivía maritalmente con —Saramaguá, eres la dueña de los mares. Obatalá. De suerte que Yemayá se dirigió Y Olofín dice a Ogún: —Ogún, eres el es- cierta vez al monte para conseguir unos poso de Yemayá. Pero este matrimonio zapotes a Obatalá, la cual le había ofreci- está lleno de inconvenientes, porque do a cambio el poder de ser la dueña del Yemayá no puede tolerar el carácter de mar; pero cuando Yemayá va a buscar los Ogún y al fin decide convertirse en una zapotes, Elegba se interpone en su cami- adúltera, cuya falta es descubierta por un no con el interés de hacerla fracasar en perro que fielmente acompaña a Ogún. su empresa. Elegba se vale, para obstruir Aquí Ogún aparece como un labrador a Yemayá, de un ardid semejante al utili- casado con una moza un poco alebrestada zado por Ogún para entrampar a Orúm- llamada Yemayá, la que, aprovechándose bila; así que llena el camino por donde de las ausencias de su marido, se entrega había de pasar Yemayá de trampas; pero a un libertino llamado Baba-lu-Ayé. El Ogún interviene en obsequio de la mujer perro que acompaña a Ogún en sus labo- y las cosas toman este cariz: Elegba se res del campo olfatea la deslealtad de la agachaba y disimulaba las trampas en el mujer y un día, cuando Ogún se marcha camino, más atrás venía Ogún y las des- para el trabajo, queda espiando a Yemayá; hacía y más tarde venía Yemayá, con su pronto la mujer se acicala esmeradamen- canasta debajo del brazo, recogiendo los te y se marcha de la casa tomando el ca- zapotes. Mientras Ogún reponía el cami- mino del ilé de Baba-lu-Ayé. El perro ca- no llamaba a Yemayá: mina detrás de ella espiando sus pasos y no la abandona hasta que la ve entrar en ¡Yemayá fumilowo la casa del libertino; entonces corre adon- Umbo...! de está su amo y le dice: —Ven para que ¡Yemayá fumilowo veas lo que está haciendo tu mujer. Y mor- Umbo...! diendo sus piernas lo arrastra hasta el ilé Elegba llega al final de la jornada y de Baba-lu-Ayé. Ogún presencia el adul- espera a Yemayá; mas al verla con su ca- terio y el perro lanzándose sobre Yemayá nasta colmada de zapotes la increpa: — desgarra sus vestidos y su carne. La ¡Cómo, has podido llegar Saramaguá! Y omordé (mujer) corre despavorida por el abalanzándose sobe ella entabla una lu- monte. Por eso los perros son tabú para cha para arrebatarle los zapotes. Ogún, Yemayá. que también acechaba a Elegba, corre a Lo que es extraño es que en el culto la intersección de dos caminos y deposi- donde nos narraron este mito se diga que ta en el suelo una botella de aguardiente este incidente le ocurrió a Yemayá estan- con pimienta de guinea y espera. Espera do en el camino de Zacuta; de suerte que hasta que Elegba, separándose de Yema- cuando ella viene por tal camino es pre-

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ciso ahuyentar a los perros del templo. dido entre las llamas corrió en busca de Según Bowen en su gramática yoruba, Obatalá y le dijo: —A-r-gayú está queman- Zacirta («the stone caster») es un nom- do al moquenquen. Obatalá le da la cente- bre dado a Shangó. lla y le dice: —Enciende la floresta. Oyá Ogún es uno de los santos más impor- hizo lo que escuchó y A-r-gayú amedren- tantes del panteón lucumí. Sus seguido- tado huyó despavorido y se refugió en una res están a su vez, entre los mejores palma. Oyá rescató a Shangó de las lla- danzarines del güemilere o los festivales, mas y se sorprendió al ver que éstas no siendo sus danzas de carácter bélico por dejaron en su cuerpo la más leve huella. excelencia. Sus seguidores llevan cade- Entonces lo llevó donde Obatalá. De esta nas de hierro al cuello y usan atavíos de versión los afrocubanos deducen tres co- colores rojo y morado. sas fundamentales en la santería. Aganjú. Conocido también bajo el nom- 1. Que Oyá, por su acción, obtuvo la gra- bre de Agajú, y otras veces la intercala- cia de ser la dueña de la centella o el ción de la r en la primera sílaba se nota relámpago. también y entonces se le dice A-r-gayú. 2. Que Shangó, por ser inmune al fue- Esta deidad ha sido identificada con San go, obtuvo la gracia de ser el dueño de Cristóbal de La Habana que, de acuerdo la lumbre. con el criterio mantenido en algunos cul- 3. Que el refugio de A-r-gayú es la pal- tos, es el padre de Shangó, el cual es pro- ma, especialmente cuando está en una ducto de las relaciones sexuales que situación precaria. Obatalá sostuvo con la mencionada dei- A-r-gayú también es considerado como dad. Obatalá, por reservas que no son el dueño del río. Él era un barquero que mencionadas, jamás dijo a su hijo quién acostumbraba a pasar a los transeúntes era su padre; pero Shangó creció con de- de una ribera a la otra del río, de suerte seos de conocer a éste y un día abandona que una vez se le apareció el Santísimo el hogar materno y sale en busca de A-r- Sacramento y le pidió de favor que lo pa- gayú. Hace una larga jornada y lo encuen- sara a la margen opuesta del río. A-r-gayú tra en el bosque. A-r-gayú le dice: —¿Qué le explica que debe de pagarle cierta can- buscas moquenquen? Shangó responde: tidad de dinero para complacerlo, pero el —Busco a mi padre. —¿Y tú quién eres? Santísimo le dice: —No tengo ni un polako Vuelve a preguntarle A-r-gayú. —Yo soy (moneda). A-r-gayú le dice: —Entonces no el moquenquen (niño) de Babá. A-r-gayú puedo complacerte. Y el Santísimo insis- por más respuesta toma un cuje (fuete) te: —Pásame en tus hombros, a nadie has de álamo (ficus religiosa) y la emprende a dicho que le cobrarías por conducirlo en golpes con el niño que no se quejaba, sino tu espalda. A-r-gayú se convence con tal que le decía: —Tú eres mi padre. Tú eres razonamiento y cargándolo se introduce mi padre. —Moquenquen no me vengas con en el río, pero tan pronto avanza unos esas sandeces. —Tú eres mi padre, insis- pasos su carga se le hace pesada y mo- tió Shangó. A-r-gayú, reuniendo unas ra- lesta, por lo que dice: —Moquenquen mas, las prende con la lumbre y dice: (niño), pesas mucho, no puedo seguir. Y el —Pues te asaré y te comeré. Shangó no Santísimo le responde: —Has un esfuer- dice nada y cuando la hoguera está en zo más. A-r-gayú marcha trabajosamente punto A-r-gayú arroja al niño para que lo y en el medio del río vuelve a detenerse. devoren las llamas; mas las lengüetas de —Moquenquen no puedo más. Dice de fuego lamen inofensivas el cuerpo del nuevo y el Santísimo responde de igual moquenquen. Una mujer llamada Oyá que manera: —Has un esfuerzo más. A-r-gayú pasó por aquel sitio y vio al niño confun- en vano intenta seguir y el moquenquen 255

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entonces le dice: —Mírame. Y cuando A- prende el viaje hacia el ilé donde están r-gayú vuelve la cabeza exclama pasma- las palomas, pero no puede seguir porque do: —¡Oduduwa! El niño sonriente le el camino está lleno de ayá; entonces se dice: —Por tu esfuerzo te hago dueño del encarama en una mata y divisa a A-r-gayú río. subido en otro árbol. Entonces vuelve En otros mitos A-r-gayú actúa como donde Obatalá y le dice: —Es imposible un agente de obstrucción en los propó- coger las palomas porque están vigilando sitos de Obatalá y cuya forma de actuar el camino; es mejor que te busques a Elegba es similar a la forma en que generalmen- y él te sacará de tu apuro. Obatalá se des- te procede Elegba en los mitos que he- pide de Shangó y va donde Elegba: —¿Me mos colectado sobre este personaje, y lo podrías ayudar a conseguir las palomas? curioso es que en una versión, la que Le pregunta. Y Elegba le responde: —Con trasladaremos, Elegba actúa como un mucho gusto. Y tomando un saco lo llena agente del bien y se interpone ante A-r- con estas cosas: eyá, ebkú y aguardó (pes- gayú en beneficio de su víctima Obatalá; cado ahumado, jutía y maíz). Y las va de- en esta narración es donde, precisamen- positando por el camino hasta que ahu- te, se le concede a Elegba el poder de ser yenta a todas las culebras y puede mar- dueño de los caminos, a la vez que el mito char sin ser molestado. Mientras, va can- parece ser una variante del que mencio- tando un encantamiento: namos anteriormente donde se concede Eshú bara oo. a Obatalá el poder de ser la dueña de las Moyi baraaaaa... cabezas. Moyi baraaaaa... La versión es la siguiente: Elegba shurona aaa... A-r-gayú sostenía una guerra con Así puede acercarse a la mata donde Obatalá, porque quería evitar que Olofín está A-r-gayú y lo solicita: —A-r-gayú: me le concediera a ésta el poder de ser la he enterado de que quieres hacerle una dueña de las cabezas. La condición im- trampa a Obatalá y vengo a ponerme de tu puesta a Obatalá por Olofín era la bús- parte. A-r-gayú, sin descender, le dice: queda de un aché (algo muy estimado) —¿Qué clase de ayuda puedes darme? que consistía en unas palomas que tenían Elegba responde: —Le puedo cerrar to- sus nidos en el tejado de una casa; y las dos los caminos a la omordé. Entonces A- cosas se plantean de este modo: Obatalá r-gayú desciende del árbol y le dice: se dirige a Yemayá y le dice: —Mi abure, —Me gusta tu ayuda, seremos socios. Eleg- quiero que me ayudes a atrapar las palo- ba saca una botella de otí (aguardiente) y mas. Yemayá pregunta: —¿Por qué requie- le responde: —Bien, tomemos unas copas res de mi ayuda? Y Obatalá le contesta: para festejar la alianza. Ambos comien- —Porque A-r-gayú ha llenado los caminos zan a beber hasta que A-r-gayú queda de ayá (majás). Yemayá le responde: —No completamente ebrio. Elegba lo deja puedo ayudarte; pero ve donde Orúmbila abandonado y corre al ilé y trata de esca- y él te sacará de tu aprieto. Obatalá se des- lar el tejado; mas no puede, entonces es- pide de su hermana o abure y va donde cucha la voz de Shangó que venía por el Orúmbila. Orúmbila le dice: —Es preciso camino cantando: que veas a Shangó; él se subirá en el teja- Ilé mi do donde están las palomas y las cogerá. Ilé masso La omordé abandona el ilé (casa) de Zakuta-a-ilé Orúmbila y va donde Shangó y le dice: — Kundi-a-kuko. Orúmbila dice que tú puedes coger las aye- Elegba le grita: —¡Shangó, por aquí! Y lé (palomas). —Cierto. Dice Shangó y em- Shangó se acerca al ilé. —Qui lon che 256

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(¿que haces?) Le pregunta. —Nada, que Ichaoko. Su equivalente en el panteón no puedo atrapar las palomas, dice Elegba. católico es San Isidro el Labrador, iden- Entonces Shangó fácilmente escala la pa- tidad que parece muy correcta, ya que red, se sube al tejado y coge las palomas. San Isidro es patrón de los labradores y Por el camino venía Obatalá, y los tres van tiene poderes mágicos para provocar y donde Olofín. El Padre del Cielo y la Tie- detener la lluvia. Aún todavía se puede rra dice: —Obatalá, te hago dueña de las notar la costumbre, que ha pasado a ser cabezas. Elegba, te doy el poder para abrir una superstición usada por los niños, que los caminos. consiste en hacer una cruz con ceniza Parece ser que en los cultos estudia- cuando el cielo amenaza lluvia y decir la dos por Fernando Ortiz5 se tenía este con- siguiente fórmula: cepto diabólico de A-r-gayú; lástima que San Isidro el Labrador este autor no pudiera colectar mayores Quita el agua y pon el sol. datos aclaratorios que los siguientes: «Al- gunos brujos incluyen en su panteón a Con lo cual ha de abortarse la lluvia. Agallú, hembra que es el amo de todas las Oke, la deidad de las montañas según cosas malas. En el libro citado de A. B. la opinión de algunos santeros, es el mis- Ellis (The Yoruba-Speaking People) se ha- mo Orisha Oko, aunque en Santiago de bla de Aganjú, pero no acierto a descu- Cuba, según dejamos ver, existe un santo brir la relación que puede haber entre llamado Oke-te, indudablemente el mis- Aganjú, cuya palabra significa país inha- mo Oke, que ha sido identificado con San- bitado, desierto, llanura o selva, con la ta Marta. En otros cultos de La Habana, antropomorfización del principio del mal, Oke es considerado de acuerdo con las a no ser porque en estos sitios solitarios versiones obtenidas en Yoruba; así es es- el miedo religioso localiza preferentemen- timado como el dueño de las montañas o te a los duendes africanos y a los dobles la loma, la cual, en concordancia con de los difuntos.» nuestro vocabulario, se llama en la len- Para nosotros no existe ninguna rela- gua lucumí ilé oke. ción entre el significado de la voz Aganjú La importancia de Orisha Oko más encontrado por Fernando Ortiz en rela- bien tiene un carácter dogmático. Como ción con los cultos afrocubanos, donde referencia obtuvimos un mito donde se Aganjú se manifiesta indiscriminada- explica la relación que tiene este santo mente como agente del bien y del mal. con el poder productivo de la tierra de Dennett6 menciona a Aganjú y la consi- una manera sumamente curiosa. dera como el hijo de Obatalá y Oduduwa, Esta es la narración que obtuvimos: y, a la vez, Aganjú dio a Yemayá un hijo Obatalá era una mujer muy poderosa llamado Oranyán, cuyo mito de los amo- que tenía a su cargo grandes plantacio- res con su madre es bien conocido. Para nes de ñame (Discorrea Alata) y una vez los afrocubanos Shangó viene a tomar la requirió de un campesino que atendiera posición de Oranyán, en el mito que he- sus grandes plantíos, pero éste había de mos mencionado y es posible que el mito ser una persona sumamente discreta, de los amores de Obatalá con Aganjú ten- porque el ñame era un fruto sagrado y ga alguna relación con las versiones ob- con poderes mágicos; en las noches tenía tenidas por Ellis y Dennett sobre esta la facultad de hablar como una persona y deidad. hacer hablar a éstas durante el sueño. Y Otra deidad apreciada en el panteón la persona a quien Obatalá le entregara afrocubano es Orisha Oko, la cual en al- la fórmula secreta de su cultivo debía de gunos cultos se conoce bajo el nombre de garantizar su absoluto silencio. Previen- 257

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do Obatalá que una mujer en la vida de sonsaca al mozo y hace que la vida le un hombre relaja mucho su discreción, vuelva al cuerpo. Se recrea con él en los prefirió elegir a un campesino que fuera mismos plantíos de ñame. —Ah, esto es sexualmente indiferente, y le hablaron de una cosa muy agradable, la debemos ha- un mozo llamado Orisha Oko que nunca cer todos los días, dijo Orisha Oko y cam- había rozado su carne con la de una mu- bió el secreto de la siembra del ñame por jer. Así la omordé (mujer) arrendó los ser- el cuerpo de Yemayá. Así que, mientras vicios de Orisha Oko a causa de su nítida Orisha Oko aprendía la ciencia de la fe- castidad. Orisha Oko, después de pasar cundidad, las siembras de Obatalá se por un detenido cuestionario, fue ense- aniquilaban hasta que quedaron comple- ñado en el nuevo oficio y supo ser hábil tamente exhaustas. Y vino el largo pe- para darle la simiente a la tierra y tam- ríodo de escasez. Entonces Shangó se bién tuvo coraje para mantener su boca presentó ante Obatalá y le dijo, entregán- cerrada. dole un saco repleto de ñames: —Este es Los ñames crecían debajo de la tierra un presente para ti, Babá. Obatalá excla- y nadie sabía cómo. Pero un día una mu- ma: —¿Cómo has podido obtener tantos jer llamada Yemayá intervino en el asun- ñames Emí? Shangó responde: —Porque to. Shangó, el hijo de Yemayá, por varias mi madre tiene el secreto de cómo sem- veces consecutivas había implorado a brarlos. Después de esto viene Yemayá y Obatalá que le concediera la posesión de entabla la disputa por los tambores y los tambores del güemilere (festivales), Obatalá accede a todo lo que había pre- mas las respuestas habían sido sucesi- visto la astuta omordé. Desde entonces vamente negativas. Y Yemayá, interesa- Shangó es el dueño de los tambores. Y da en los deseos de su hijo, tramó lo si- Orisha Oko se perdió en el monte con su guiente: —Si yo le quito a Orisha Oko el bochorno. secreto de los ñames arruino los plantíos Oyá es otro santo de gran importancia de Obatalá, y si yo le entrego el secreto a en la santería, es reconocida como Nues- mi hijo, éste se podrá hacer el dueño de tra Señora de la Candelaria. Es la dueña los ñames y cuando Obatalá no tenga ni del relámpago y del cementerio (ilé oyá), un ñame que le sirva de semilla, mi donde tiene su residencia; mas para al- Shangó podrá cambiarle los ñames por los gunos cultos Oyá vive en la ceiba. Siendo tambores. Todo le salió como si lo hubie- el cementerio de la propiedad de Oyá, ra escrito. Así que la omordé va donde todas las personas que tengan necesidad Orisha Oko y pretende romper su mu- de trabajar con muertos han de pagarle tismo. La respuesta fue silencio y única- una cuota determinada. mente silencio. Yemayá no desmaya sino A Oyá, en la mayoría de los cultos, tam- que lo espía y el mozo perdía la simiente bién se le conoce con el nombre de Yanza en la tierra con tanta destreza que o Yanzan y de aquí el siguiente saludo que Yemayá no tenía tiempo ni para pesta- se le hace en las ceremonias: ñear. Mas la omordé esta vez tampoco Jécua Jey Yanzan. Aqui lorda ayi desmayó. Al día siguiente le propone for- memo enu oti kono kue kue Oyá iguo nicar. Mas, la respuesta de Orisha Oko riguaro eye Orunla (Orúnmila) mío fue silencio y únicamente silencio. Obini, bombo milo. Jécua Jey Iyanzan aro ¿vamos a hacer ondoko? (mi amigo, ¿va- iku jeri obini dodo. mos a fornicar?) Le repitió Yemayá al Esto es curioso puesto que Yanzan y otro día; pero Orisha Oko volvió a enmu- aún más Iyanzan parece corresponder a decer. Yemayá esta vez tampoco desma- una deidad bantú, o sea Iyanza, equiva- yó, sino que al otro día se vale de ella, lente de la suprema deidad Nzambi. 258

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Oyá es la esposa legítima de Shangó; tonces la mujer, desesperada, comete sui- pero este guerrero, para contraer matri- cidio. Esta santa ha sido identificada con monio con ella, hubo se separarse de su Santa Rita, la mártir católica y abogada esposa Oba. Shangó, sacrificando a su de las causas difíciles. Algunos la estiman mujer querida que lo acompaña en sus hermana de Oshún. En un enternecedor expediciones guerreras, se casa con Oyá mito se narra su suicidio de la siguiente en virtud de un excepcional servicio que forma: ésta le hace. Esto ocurrió durante una Oba era la esposa legítima de Shangó, guerra que Shangó sostenía con Ogún. encargada de los asuntos domésticos y lo Viéndose Shangó perdido le flaquearon acompañaba en sus expediciones guerre- sus bríos de hombre y decide no encon- ras para cuidar de su dieta que consistía trarse con el enemigo, que lo esperaba al en el amalá (harina de maíz con quim- pie de una ceiba, para darle la batalla fi- bombó y carne de carnero). Cierta vez nal. De esta suerte, Shangó está recosta- Shangó partió para una guerra que se do ante un árbol, trémulo de miedo, cuan- dilató en demasía. La guerra la sostenía do se le aparece Oyá y lo vuelve a su usual con Ogún. Oba, como de costumbre, mar- coraje cambiando su indumentaria con él. chó detrás de su esposo cargada con las Oyá le dio su vestido y su larga trenza y provisiones. Shangó, animado, marchó hasta la ceiba, se encontró con el enemigo, le dio la ba- La guerra se prolongaba y Shangó, en talla final y lo derrotó. Entonces Shangó, su oportunidad, volvía donde Oba a re- que de antemano se había comprometi- hacer sus bríos con el amalá. Oba con do con Oyá, rompe con Oba y sigue a la sobrepasado esmero disponía de su arte primera. culinario para satisfacer el desmedido 7 apetito de su esposo. Pero la campaña se Samuel Johnson habla de un inciden- dilataba. Se alargaba de tal modo que las te similar ocurrido durante el reinado del provisiones comenzaron a escasear y las Alafin de Oyó Ajiboyede. Durante la in- habilidades de Oba para conseguir los vasión de los Tapas, conducida por el rey ingredientes del amalá decaían. Pero Oba Lajomo, Ajanlapa, el Osi’weta de Oyó, multiplicaba sus esfuerzos. Oba agudi- viendo perdida la situación, cambió sus zaba su ingenio y el amalá nunca faltó a vestidos con el Alafín y lo puso a salvo, Shangó. Pero llegó el día en que los es- luego, tomando la dirección del combate, fuerzos fueron vanos. El ingenio de la rechazó al enemigo. Este cambio de in- omordé (mujer) se quebró. Oba fue inca- dumentaria entre el Alafín y el Osi’weta paz de conseguir más carnero para aña- era una costumbre usual en Oyó. Es pre- dirlo al amalá. Pero Oba, mujer de mu- sumible que el mencionado mito tenga cho brío, esta vez tampoco se doblegó una procedencia muy antigua y tal vez ante el infortunio. Esa vez la harina ha- esté relacionado con tal costumbre. cía sus explosiones en la cazuela, despro- Oyá desconfía de la fidelidad de su es- vista de la carne de carnero, y Oba tuvo poso Shangó y frecuentemente envía a la bríos para cortarse las dos orejas y aña- Ikú a que custodie el ilé donde vive su dirlas a la cazuela. Mas, Oba, que era una marido. Oyá toma esta medida conscien- omordé muy linda, por encanto dejó de te de que Shangó se aterroriza con la pre- ser bella. Y esta vez el espíritu de Oba fla- sencia de la Muerte. queó. La omordé se encerró en su habita- Oba, conocida por los afrocubanos con ción y lloró su infortunio. —¡Ay, soy una el nombre de O-l-ba, como dijimos, está repugnante mujer sin orejas! ¡Ay, soy la relacionada con la mitología de Oyá por omordé que ha dejado de ser hermosa! Ese el hecho que ésta le quita el marido y en- mismo día llegó Shangó alebrestado, y

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clamó a su esposa: —¡Oba, he ganado la deres mágicos y librarse de la implacable guerra, ven a compartir el triunfo con tu visita de la Ikú. marido! Mas Oba permanece en silencio. La concepción que se tiene de la Ikú Shangó, fuera de sí, reclama la inmedia- es la de un espíritu cuya presencia es re- ta presencia de su mujer y Oba volvió a conocida en los síntomas fatales de una permanecer en inmutable silencio. El enfermedad o bien cuando la muerte, ac- guerrero, furioso, se va en su busca y la cidental o natural, se presenta en una for- encuentra tendida en el suelo, trata de in- ma inexplicable para las personas envuel- corporarla y nota que es gacha de las dos tas en los cultos afrocubanos; además la orejas. —¡Ah, omordé sin etí (orejas), ya presencia de la Ikú puede ser debida a no te quiero!, exclama Shangó y huye de los requerimientos de un santo para cas- aquel lugar. Oba más adelante se rehace tigar a un hijo desobediente. De suerte y corre por la sabana dando alaridos. que la Ikú es un agente maléfico bajo el —¡Ay, soy una mujer sin orejas! ¡Ay, soy control de los santos, los cuales a su vez la mujer que ha dejado de ser hermosa! Y tienen que utilizar como intermediaria a se internó en el bosque siempre con la Oyá del mismo modo que hay que hacer misma lamentación. Y Oba derramó tan- a Elegba copartícipe de todos los traba- tas lágrimas que se convirtió en un río. jos de santería, y así como a esta deidad Otra variante de esta versión dice que, es necesario ponerle sacrificios para que después que Shangó abandonó a su mu- trabaje, los que quieran trabajar con la jer, ésta se dirigió a su hermana Oshún y Muerte han de pagarle una cuota a Oyá. le rogó que preparara un sortilegio para Como se puede ver, cualquier persona atraer a Shangó, y cuando Oshún lo lo- puede trabajar con la Ikú siempre que gra tener al lado de Oba, éste le explica brinde ciertos sacrificios a Oyá; ahora que ha tenido que casarse con Oyá en vir- bien, los santos trabajan con la Muerte por tud del compromiso mencionado, por lo medio de sustituciones, es decir, que que Oba, viendo todo esfuerzo estéril, cuando una deidad está brava con uno de corre la suerte que hemos mencionado. sus hijos, ésta conviene con la Ikú para Aunque no tuvimos oportunidad de que la sustituya en el éxtasis, así el acóli- averiguar el papel que Oba juega en los to, por ejemplo, cuando está danzándole cultos, en lo que a las prácticas se refie- a su Ángel Guardián para recibirlo en su re, ésta es una santa recordada con en- cuerpo, de repente se ve posesionado de ternecedor cariño, porque se le conside- la Ikú, la cual indefectiblemente se lo ha ra como una mujer que pasó mucho traba- de llevar. jo en la vida. La única deidad que la Ikú toma en La Ikú o la Muerte es otra deidad, como cuenta para arrebatar vidas es San Fran- es fácil de verse, íntimamente relaciona- cisco, porque este santo celebró un con- da con Oyá. Su función es la de disponer venio con la Muerte utilizando, como de la vida de cualquier persona. Reside agente intermediario y para someterla a en el cementerio, dentro de las botellas y sus condiciones, el fruto de una solanácea en los lugares donde hay basura acumu- llamada quimbombó (Hibiscus Sculen- lada, y está bajo la jerarquía de Oyá. tum). De suerte que, estando un moquen- Durante la noche, la Ikú sale a hacer quen en condiciones desesperadas de sa- sus recorridos en la vecindad y elige una lud, la madre llamó a un que víctima entre aquellas personas que fa- tenía mucho acierto en sus curaciones. talmente han de morir. A los individuos Tal era Orúmbila. Cuando éste se acerca que están entre la vida y la muerte aún al niño y lo ve en condiciones tan propi- les quedan recursos para apelar a los po- cias para que la Ikú lo visitara, puso en

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sus brazos una manilla, conocida con el ditions to shoot monkeys for sale by nombre de idé de San Francisco y marcó which earned his livehood. He is said to una cruz en su frente con un yeso blan- have been accidentally swept down the co. Luego llamó a la madre y le dijo: — river by a strong current and was drow- Tráeme bastante quimbombó. Cuando la ned. A river flowing by the present town of Ilobu, which empties itself into the pobre mujer viene de nuevo, Orúmbila river was named after him... The expande todo el quimbombó en el piso y followers are distinguished by wearing a lo pone como si fuera una alfombra ver- chain of iron or brass round their necks, de; luego mandó a la mujer que abando- and bracelets of the same material. nara la casa y se agazapó en un rincón. La misma deidad llegó al conocimien- Por la noche la Ikú se apareció. Las pisa- 9 das de la Ikú hacen estallar las cápsulas to de Fernando Ortiz con el nombre de de quimbombó y ésta comienza a resba- Ilé, cuyo conocimiento es reciente, ya que lar y da tumbos de un lado a otro buscan- éste autor no la menciona en su obra Los do su centro de gravedad; pero en vano; negros brujos, y en atención a su nombre al fin cae al suelo. Entonces Orúmbila sale que significa casa, habitación o la tierra, de su escondite y comienza a pegarle con deduce que Ilé es la personificación un cuje de álamo (en el caso de Aganjú mítica de la Tierra; más adelante da de- éste también golpea a Shangó con un cuje talles, al parecer de fuente afrocubana, de álamo, pero para una acción maléfica). que son similares en algunos puntos a los La Ikú se atolondra y corre de un lado a referidos por Johnson; así dice: otro, pero Orúmbila continúa pegándole Ilé es un santo a la vez agricultor y pesca- sin fallar los golpes hasta que la Muerte dor. Es el santo del trabajo. Es el dios de logra refugiarse en una botella. Orúmbila la economía simplemente extractiva y continúa pegándole y la Ikú dice: —No me agraria, propia de la civilización de los pegues más y te daré lo que quieras. negros yoruba. Ilé es el santo que agen- Orúmbila le contesta: —No te metas con cia la felicidad humana sobre bases eco- la gente que tenga el idé de San Francisco. nómicas... Además Ilé es el dios que cura La Ikú vuelve a hablar y dice: —Está bien. todos los males de este mundo, con sus Y Orúmbila deja que se marche en paz. conjuros y hechizos. Ilé es el santo pes- cador y curandero, ha sido bautizado en De esto también se deduce que cuan- Cuba como San Rafael, porque en la ima- do hay enfermos en una casa no se deben ginería católica a este arcángel lo pintan dejar las botellas destapadas, porque ése con un pescado en la mano y es milagre- es el refugio de la Ikú. ro en varias dolencias... En el transcurso de la discusión volve- Los Obeyes, conocidos también bajo los remos a hablar de este importante per- nombres de los O-r-bejes o los Jimaguas, sonaje en la santería. corresponden a Ibieji del panteón yoru- Hablemos ahora de Erinle. Bajo ese ba; como se ve los afrocubanos han nombre es conocido en Yoruba, de acuer- pluralizado su nombre y en el caso de O- do con Samuel Johnson,8 el santo afrocu- r-beje han intercalado la r en la primera bano llamado Inle en La Habana y Papá sílaba, caso muy común en la fonética Inle en Santiago de Cuba; el mencionado afrocubana. Los Obeyes han sido identi- autor dice lo siguiente: ficados con San Cosme y San Damián, dos Erinle was originally a hunter, native of hermanos árabes que defendieron sus Ajagbusi. He was poor and unmarried. creencias cristianas en Sicilia y por ne- Having no home, he dwelt in a booth garse a adorar a los ídolos paganos fue- erected under a large gbingbin tree by ron sacrificados; son éstos los patronos the riverside, whence he made his expe- de los barberos y cirujanos y la identifi- 261

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cación afrocubana parece haberse reali- apresurado en comer. Yemayá viene a él zado de acuerdo con alguna litografía o y lo reprende, pero Shangó hace caso quizá alguna leyenda católica; de todos omiso y continúa calmudamente comién- modos San Cosme y San Damián son dose las bananas; mas Yemayá intenta de- poco adorados en Cuba, mientras que los tenerlo y Shangó, incorporándose, la re- Obeyes gozan de gran preponderancia chaza y acto seguido la golpea. Presa de entre los afrocubanos. indignación, la omordé (mujer) se separa Se dice que los Obeyes son los hijos de él y le dice: —Vete de mi casa y no vuel- clandestinos de Shangó y Oshún. Desde vas más. Y el güemilere (festival) quedó muy temprano fueron separados de los frustrado. Shangó abandona la casa pero padres y puestos al cuidado de Yemayá, por la noche regresa y se roba la fortuna la abuela paterna. Una vez hechos unos de Yemayá que era mujer de buena posi- mocetones, abandonaron el hogar de la ción. Y aquí comienzan los tropiezos de abuela y caminaron de pueblo en pueblo Shangó. Después de corretear el mundo y donde quiera que llegaban dejaban una de un confín a otro, la fortuna rechaza estela de prosperidad y simpatía. Cansa- brindarle asilo, y raído y sin ímpetus re- dos de vagabundear hacían paradas en el gresa al hogar de la madre y trata de re- ilé (casa) de Yemayá y la entretenían con conciliarse; pero Yemayá tenía de porte- su carácter dulce y afable. Muchas veces ro a Elegba y le había recomendado que en estas estancias en la casa de la abuela, esquivara a Shangó. Entonces, éste lla- se encontraban con el padre y Shangó los ma a los Obeyes y les enseña este canto: instruía con sus sabias enseñanzas y les Yemayá-n koroná contaba bonitas historias; mas los Obeyes Yemayá-n koroná nunca inquirieron por la madre, porque kamawa erío no le perdonaron el abandono que hizo Shangó lorissa de ellos. La imagen de los Jimaguas está Yemayá-n koroná constituida por dos muñecos de madera Yemayá-n koroná... firmemente atados con un cordel o algu- nas veces construidos en una misma pie- Y les dice: —Cuando ustedes estén cer- za de madera (F. Ortiz) y en esto radica la ca de Yemayá cántenle la canción que les eficacia de estos poderosos mágicos. Si he enseñado y así ella podrá recibirme. Los se separa una de las figuras se rompe el Obeyes asienten y cuando están delante encantamiento y los Obeyes dejan de ser de la abuela entonan la canción. Mas eficaces en los trabajos. Esto parece ex- Yemayá responde: —Pierden el tiempo, plicarse en la siguiente versión: porque Shangó no ha de volver a esta casa. Y Shangó se pasa toda la noche cantando En una de las visitas que Shangó ha- al pie del ilé (casa): cía a su madre, Yemayá quiso festejar a su hijo con un festival e invitó a todas sus Zakuta mío amistades, porque quería que éste fuera Awa cessi suntuoso. Cuando en la casa había una egdo migde. gran concurrencia y ya estaban preparan- Dale Yaluma oh. do todos los manjares para el festín en que Si Yemayá ta kuekue kuele. consistía parte del festival, Shangó, im- Awa cessi pacientado por el hambre, se dirigió a la Egdo migdeeee... cocina y comenzó a comerse los oguedé Mas Yemayá es sorda a todo llama- (plátanos). Entonces, los Obeyes, que tam- miento. Shangó entonces decide rom- bién estaban con la abuela, fueron ante per la unidad de los Obeyes y por la no- Yemayá y le dijeron que Shangó se había che se agazapa en la oscuridad, se mete 262

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en la casa y sale con uno de los geme- más gráficamente su carácter de geme- los. A la mañana siguiente Yemayá nota los. la desaparición y clama a todo el mun- Además de la forma dicha de represen- do en el pueblo para que traten de en- tar a los jimaguas, hay otra no tan común. contrar al Obeye; pero todas las diligen- Los ídolos en este caso están unidos for- cias son infructuosas. Yemayá está pre- mando uno solo, por más que estando sa de gran desesperación y por la no- destinado el muñeco a ser envuelto y a no dejar al descubierto más que las dos che Shangó le hace una visita. —Omordé cabezas, la unión real de los dos jimaguas vengo a ayudarte, le dice. —Bien, tráe- en una sola pieza de madera sea quizás me a mi nieto. Dice Yemayá y Shangó debida más a la construcción del ídolo que regresa al otro día y le dice: —Omordé a un significado simbólico. Ambos jima- al moquenquen se lo llevó la Ikú. Yemayá guas están envueltos en un lienzo rojo y le dice: —¡Oh, no es posible! Búscame a en otro negro colocado exteriormente y mi moquenquen querido. Shangó dice: — adornados de collares de cuentas de vi- Al moquenquen se lo llevó la Ikú y ahora drio que sostenían colgando llaves y mo- yo me llevaré al que queda. Y entrando nedas. En el interior del envoltorio, en la en el ilé carga con el otro Obeye y corre parte hueca de los jimaguas, se encontra- ron restos humanos, cuernos, raíces, tie- lacia la maleza. La gente que lo ven con rra, piedras, así como otras inmundicias el moquenquen comienzan a gritar: — embebidas de sangre. Estos jimaguas así Yemayá, ¡Shangó lo ha encontrado! preparados fueron descubiertos no ha ¡Yemayá, ven para que veas al moquen- mucho en Abreus (provincia de Matan- quen! Pero Yemayá venía corriendo de- zas). trás de Shangó y decía: —¡No, no es el Ochosi. Ha sido identificado con San mismo, es el otro! Nadie le hace caso y Norberto del panteón católico; otros lo todos siguen a Shangó. Shangó se in- consideran como San Alberto (Fernando terna más y más en la maleza y llega Ortiz). Es la divinidad de los cazadores. hasta donde tiene oculto al otro moquen- Este Ochosi era un famoso cazador que quen; de suerte que, cuando la gente se vivía en compañía de su madre y, confia- acerca, lo ven con los Obeyes, que es- do de su destreza para hacer volar la fle- tán campantes y sonrientes. Yemayá lle- cha y ponerla en el blanco, llevaba una ga sofocada, y la gente la induce a que vida holgazana y de tertulia «en el café». se reconcilie con su hijo. De vez en cuando se trasladaba al bos- Sobre la importancia que tienen los Obeyes en los cultos, Fernando Ortiz10 que y obtenía algunas piezas, lo suficien- obtuvo un buen material, sólo que no te para su sustento, y regresaba a su vida pudo obtener la identidad con los santos sedentaria. Cierta vez le ocurrió el si- católicos. Dicho autor dice: guiente incidente: Olofín le dijo a su se- cretario Orúmbila: —Quisiera que me con- Los jimaguas o mellizos son también ído- siguieras el akuaró (la codorniz). Pero los de gran poder para los brujos. Un bru- Orúmbila le replicó: —No podré compla- jo (Cabangas) que tuvo la desdicha que certe, porque nadie ha podido atrapar el le cayeran sus jimaguas en manos de las akuaró. Y Olofín le dice: —Consígueme el autoridades, ofrecía a éstas más de 20 akuaró. Eso es todo. Y Orúmbila se metió pesos oro por su adquisición. A pesar de este valor estimativo, no son sino dos en el bosque y no pudo hacer nada. Lue- muñecos toscamente construidos de ma- go se fue a las aldeas y a todo el mundo dera, a veces pintados de negro (color de preguntaba: —¿Quién es capaz de cazar su raza) y con un vestido de tela roja. Cier- el akuaró? Todo el mundo respondía: — tos brujos suelen atar a los dos jimaguas Nadie, nadie. Cansado de caminar de con un cordel, sin duda para expresar pueblo en pueblo y obtener la misma res- 263

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puesta: —No podemos, no podemos, toma santos. De suerte que en un jueves santo el camino de regreso y llega a la casa de Orúmbila visitó a Ochosi y le dijo: —Ya una mujer llamada Oshún. —¿Quién es sabes que hoy no puedes ir de cacería. Pero capaz de atrapar el akuaró? Vuelve a pre- Ochosi le respondió: —Haré lo que yo crea guntar. Y la mujer le responde: —Ve a tal conveniente. Y despidiendo a Orúmbila aldea y pregunta por Ochosi de Mata. fue al bosque y comenzó a disparar fle- Orúmbila va donde le dicen y se encuen- chas a diestro y siniestro; pero ve una tra con un cazador sentado «en el café» y hermosa pieza y afina la puntería para no le dice lo que había dicho tantas veces: fallar el blanco. Se afinca en sus piernas, —Cazador, ¿serías capaz de atrapar al tiende el arco, toma puntería, y cuando akuaró? Ochosi le responde: —¡Pues cla- va a disparar, ve que la bestia se acerca a ro! Ven mañana a mi casa y la tendrás. De él, más y más; luego se transforma en un suerte que Ochosi se mete en el bosque y ser humano. —¡Oduduwa! Exclama atrapa la codorniz viva. Va para su casa, Ochosi y queda petrificado con el arco la pone en una jaula y vuelve para el extendido, en actitud de disparar. Por eso «café». Por la noche regresa su madre, es que lo vemos en esa misma actitud en ve el akuaró en la jaula y la toma, la cuece las litografías. y se la come. A la mañana siguiente Otras deidades representadas en el Orúmbila toca a la puerta y dice: —Vengo panteón afrocubano lucumí son Osun, a buscar la codorniz. Ochosi va a la jaula y Yeguá y Maferefún. De la última no he- se sorprende al encontrarla vacía y pre- mos podido conseguir su equivalente ca- gunta a su madre: —¿Qué se ha hecho de tólico ni mayores informaciones, no obs- la codorniz que estaba en la jaula? —No tante juega un importante papel en el sé. Responde la madre y continúa sus Oráculo. quehaceres. —¿No me estarán engañan- Osun ha sido identificado como el bas- do? Dice Orúmbila. Ochosi responde: — tón de San Francisco, sin que sepamos el No, luego te conseguiré otra y te la entre- motivo. Su imagen consiste en un gallo garé en seguida. Y así fue. Ochosi de nue- de metal (hojalata) que descansa en un vo se interna en el monte y vuelve a atra- cono invertido fijo en una base de made- par la codorniz viva y se la lleva a ra. Este santo ha de estar siempre en una Orúmbila. Orúmbila le dice: —Ven con- posición vertical y su poseedor puede ser migo que Olofín te pague. Ambos suben víctima de calamidades si éste intencio- la loma y Olofín dice a Ochosi: — Te con- nal o casualmente es lanzado al suelo. cedo el poder de ser el dueño de los caza- De Yeguá sólo sabemos que correspon- dores. —Gracias, pero ya que me has con- de a la Virgen de los Desamparados y es cedido ese aché (poder), cuando yo dispa- una deidad que acostumbra a hablar en re mi arco que la flecha se clave en el cora- Oráculo. zón de quien se robó la primera codorniz. Responde Ochosi y prepara su arco. Olofín le responde: —Está bien. Y así que- NOTAS da todo; mas cuando el cazador regresa a 1 Fernando Ortiz: Los negros brujos, p. 54. su casa encuentra a su madre tendida en 2 La fórmula mencionada es muy corriente en el suelo con la fecha clavada en su pecho. los rituales santeros; también se menciona para Ochosi exclama: —¡Ay, mi iyá fuiste tú! que Ogún proteja a una persona de «daño, de puñalada o navajazo». Fernando Ortiz (ob. cit., Ochosi renunció al oficio de cazador. p. 132) también la cita en otro sentido. En otro mito Olofín concedió a Ochosi 3 Cuando empezamos a ordenar nuestro trabajo el poder de ser el rey de los cazadores y para su publicación, enviamos un extracto de le recomendó no ir de cacería los jueves éste al profesor Melville Herskovits. Dicho

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profesor tuvo la cortesía de pasar nuestro 7 Samuel Johnson: The History of the Yorubas, manuscrito al profesor W. R. Bascom, auto- p. 112. rizado estudioso de las culturas yoruba, que nos hizo una juiciosa crítica de la cual tomamos el 8 S. Johnson: op. cit., p. 37. referido comentario. 9 4 Fernando Ortiz: ob. cit., p. 61. Fernando Ortiz: La música sagrada de los negros 5 yoruba en Cuba (1937), Revista de Estudios Fernando Ortiz: ob. cit., p. 70. Afrocubanos, La Habana, 1938, v. II, núm. 1. 6 Richard E. Dennett: Nigerian Studies. London, 10 1910. Fernando Ortiz: ob. cit., p. 71 y ss.

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• El bando azul

por Rogelio A. Martínez Furé

La historia del Bando Azul comienza el denta. No existía un plazo fijo para el de- 18 de junio de 1910. En esa ocasión, en la sempeño de estas funciones, pero todo ciudad de Matanzas, un grupo de negros nos indica que fueron de por vida; sin y mulatos humildes, fundaba una «agru- embargo, podía renunciarse al cargo. pación» de recreo con sus reglas de com- En las segundas elecciones celebradas portamiento propias. años después resultaron electos: Silverio Dicha agrupación tenía como única fi- Fumero y Flora Heredia, quienes ocupa- nalidad el reunirse para «rumbear y co- ron el cargo hasta nuestros días. mer mucho». Para ingresar en el Bando Azul no exis- En la pequeña casa de Flora Heredia, tían requisitos especiales, bastaba con en la calle Zaragoza entre Santa Isabel y tener una conducta honesta y ser pre- Jáuregui, donde quedó establecida, tuvie- sentado por un socio antiguo. Tampoco ron lugar las elecciones para escoger a los resultaba obstáculo la edad. Hombres y Presidentes, Vices, Secretarios, Director, mujeres de las más diversas ocupaciones Tesorero y Vocales. Resultando electos: formaban parte del Bando (estibadores, Angelito Morales, como el primer Presi- policías, carretoneros, cocineras, etc.), dente, y Emilia Echevarría, como Presi- siendo, no obstante, cosa de observar el 266

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número crecido de ararás, aunque la Pregúntale al habitante agrupación no tenía ningún carácter re- si ya es de día, ligioso, punto este en el que insisten los que cómo pasó la noche informantes. Y el hecho de que la Patro- del Año Viejo. na del Bando Azul sea la Virgen de la Si quieres pasar un rato Monserrat, se debe simplemente —según con los Azules nos cuentan— a que la dueña del local que se levante donde se reunían la adoraba. que ya es de día. Sin embargo, esta independencia Ara- Pregúntale al habitante rá-Bando Azul, que tanto recalcan, es si ya es de día, poco probable, si tenemos en cuenta que que cómo pasó la noche fue en casa de una conocida madrina de del Año Viejo. tierra arará donde se fundó el Bando, y Si quieres pasar un rato donde tuvo por siempre su local oficial; y con los Azules que esta misma Flora Heredia desempe- que se levante ñó hasta su muerte el cargo de Presi- que ya es de día, denta. Azul es mi nombre Uno de los rasgos más sobresalientes y yo no lo niego. de esta agrupación era el amplio sentido Azul es mi nombre de cooperación desarrollado entre sus y yo no lo niego, miembros. y el que lo quiera saber que me pregunte Para la organización de las fiestas — que yo le contestaré. de lo que se encargaba el Director— se celebraba una Junta, donde, mediante Así, en medio del baile y del canto, iban sorteo, se designaba con qué cada socio a saludar las casas de admiradores o so- debía contribuir a la cena: uno con los cios que no hubiesen podido asistir a la pollos, otro con el vino, etc. De esta for- cena, donde se les obsequiaba con bote- ma, sin existir una cuota mensual, los llas de bebida, continuando su ronda... gastos eran repartidos entre todos. pero en el caso de que en las viviendas Día grande para los Azules era el últi- visitadas nadie respondiera a su saludo, mo de Año. Se esperaba el Año Nuevo con permaneciendo cerradas, entonces, ento- una gran cena, y luego, alrededor del naban otros cantos cargados de alusiones amanecer, salían tocando por las calles... y puyas, como éste: Ábreme la puerta que puerta tan dura ¿dónde está la llave de esta cerradura?...... seguían cantando hasta que, de es- tar los dueños ocultos o dormidos, salían a homenajearles. El recorrido se reini- ciaba y se extendía hasta horas de la ma- ñana siguiente...

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«Soy azul turquí Era tan estricto el sistema de multas hasta la muerte.» del Bando Azul, que los extraños temían La principal festividad del Bando Azul asistir a sus fiestas por recelo de infrin- era el Aniversario de su fundación. Cada gir algunas de sus normas. Sin embargo, 18 de julio se organizaba una gran cena los asociados se sometían a ellas alegre- con la asistencia de todos sus miembros. mente, aunque muchas veces fuera ne- El local de la agrupación era engalanado cesario acudir al «garrotero» o al «empe- profusamente: del techo colgaba una es- ño» para cumplir la deuda. Se recurría a pecie de cielo raso formado por retazos cualquier sacrificio con tal de no quedar de todos los colores «mandado a poner en ridículo ante el Bando. por la Monserrat» —según nos infor- Martín, un informante casi centenario, man—. En una pared, el estandarte; pre- socio fundador del Bando Azul, me cuen- sidiendo la gran mesa: las sillas de la Pre- ta jocoso una anécdota ocurrida a un vi- sidencia, adornadas con lazos, cintas y sitante de La Habana: según él, llegó el confortables cojines. habanero a uno de los banquetes, y vien- Los asociados, de pie junto a su asien- do todas las sillas ocupadas, excepto aque- to correspondiente, escuchaban los dis- llas, sonsacadoras, pintadas de azul, cursos de Bienvenida del Presidente y emperifolladas con lazos y cojines, pro- Presidenta, y era entonces que entraban cedió a sentarse en una de ellas. Discre- en juego las normas de conducta esta- tamente se le avisó a la Presidencia, y ella, blecidas... si alguien sentábase a la mesa fingiendo la mayor inocencia, se le aproxi- antes que terminara el discurso, era mul- mó: tado (las multas consistían en garrafo- —¿Sabe usted dónde está sentado? — nes de vino, lechones asados, etc.). Una preguntó. vez en la mesa, si se viraba un vaso de —No; pero como era la única silla va- vino, o se empezaba a comer antes que cía... la Presidencia, también se era multado. «Un día, por comerme un pedazo de pan —Pues es la silla de la Presidencia —y sin permiso —nos cuenta un anciano in- en medio de las risas generales, senten- formante— tuve que comprar un garra- ció— y por lo tanto... ¡tiene que pagar fón de vino.» Con el resultado de dichas como multa un lechón asado!... multas, se continuaban los festejos los De más está decir que el habanero no días sucesivos. volvió por el Bando Azul. 268

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Otra ocasión memorable para los Azu- eran visitas frecuentes en sus celebracio- les resultaba el onomástico de alguno de nes. sus miembros. En esa oportunidad, cada Muchas veces, en los aniversarios de socio debía regalarle dos botellas de la fundación, un bando rival era invitado láguer adornadas con sendos lazos azu- de otro, componiéndose cantos recípro- les, las cuales (debemos tener en cuenta camente. Como éste, sacado por «Los que el Bando llegó a poseer, en su época Buenos», en honor al Bando Azul: de mayor esplendor, alrededor de cien socios) unidas a la bebida comprada por el homenajeado, formaban una provisión considerable, que refrescaba la garganta de los cantadores y ponía fuego en los dedos de los «tocadores de cajón». En cuanto a los instrumentos emplea- dos en las fiestas, eran los más rudimen- tarios: cajones, claves, tumbadoras —ya que los cajones no podían llevarse en Bando Azul, te saludan «Los Buenos». sus recorridos callejeros—, cucharas... Bando Azul, te saludan «Los Buenos» Instrumentos con los que improvisaban quiero que sepas guaguancós, columbias y saludos. A tra- que el cielo es mi gloria, vés de los años, estos cantos han pasa- tú tienes color de cielo do a formar parte del acervo más carac- y por eso terístico del grupo. Generalmente, el Di- Bando Azul, te quiero. rector era el encargado de componer- los. Y el canto-respuesta del Bando Azul: Los Azules usaban amplios pañuelos Ser delicado es bueno, azul celeste para todas sus fiestas; los ¡Qué bueno es ser honrado! hombres, anudándolos al cuello; las mu- ¡Qué bonito son los seres buenos! jeres, sobre los hombros en forma de pa- Más bueno debe ser, ser de «Los ñolón. También llevaban sus respectivos Buenos». distintivos al pecho. La falta de cuales- quiera de las dos cosas acarreaba una multa. Al poco tiempo de fundado el Bando Azul, surgieron bandos rivales, que po- seían sus cantos propios (como aquel del famoso «Lirio Blanco»: «Soy lirio blan- co... y riego mi perfume»). La rivalidad se limitaba a competir en cuanto al es- plendor de las fiestas, sin trascender al «Los Melodiosos», «La Concha Mari- plano personal. Los Azules se enorgulle- na», «El Bando Rosado», «La Hierba- cen de que a muchas de sus fiestas acu- buena» —donde se agrupaban las negras dieron personalidades notables. En una y mulatas más hermosas y elegantes de ocasión ofrecieron un almuerzo en honor Matanzas—, «El Lirio Blanco», «El del Obispo de la Ciudad; otra vez, los Verdún»... son nombres que aún hoy ha- huéspedes fueron los integrantes del Con- cen que se alegren los rostros de los an- junto Sonora Matancera, y Alcaldes y cianos de Simpson, Yumurí y otros ba- otras figuras administrativas yumurinas rrios populares matanceros.

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En nuestros días, sólo el Bando Azul Digan así sobrevive de estas agrupaciones. Valero- como digo yo sos viejitos (muy pocos ya, y cercanos a la «Soy azul turquí centuria) sostienen, contra toda adversi- hasta la muerte.» dad, al decano de los Bandos. Cada 18 de Mayo de 1961. julio se reúnen para recordar épocas pa- sadas, y para mantener en alto el estan- (Cantos del Bando Azul: Transcripción de Cuqui darte azul, mientras entonan: Nicola, recogidos por Martínez Furé.)

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