Cronica Bodas De
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mm JUNIO CRONICA DE LAS BODAS DE ORO DE LA SECCION ADORADORA NOCTURNA m DE SALAMANCA 1 Iv I I EXCiVIO. Y RVDMO. SR, DK', FR pR ANCISCQ BARBADO VíR)(), o OBISPCHISPO DE SSA I .WI.WCA 1o CRÓNICA DE LOS ACTOS CELEBRADOS • i •o | CON MOTIVO DE LAS | BODAS DE ORO 'i Y DE LA 5 -O Sección Adoradora Nocturna "O DE <? SALAMANCA i -o y ? Asamblea Eucarística Diocesana MAYO-JUNIO 1944 Á SALAMANCA (í Imprenta de Calatrava ¡IJ a carg-o de Nicolás G. Bernalt O 1 9 4 4 .Q-Et-j-Q-3Sí¡sr.Q.X*¿t ..Q•jaar.Q.TI-<B,...0, o < 55- m O w u ü o w <í H ta C W lü < Q « 'Z O w <í O o o í?; P <3 < H <! c O -i c < i CQ W P < -1 W Q < co O O Q Q H <; H 13 CJ u co t-H o .-1 co c<q! < w o co co O •4- 5 ADORADO SEA EL SANTISIMO SACRAMENTO AVE MARIA PURISIMA ZA los líxcmos. y Rvmos. Sres. Nuncio Apostólico y ^ ^ Obisspo de Avila, Málaga, Auxiliar de Toledo y As- torga, que tanto contribuyeron con su presencia y actuación personal al mayor esplendor de nuestras solemnidades eu- cansticas, enviamos con lodo respeto el testimonio más sin• cero de nuestro reconocimiento, y, a la par que imploramos una bendición especial para esta querida Seccióti Adoradora Nocturna, elevamos al cielo fervorosa oración para que Dios les proteja y haga que su labor apostólica sea verdadera• mente fecunda en frutos de bendición. Y en cuanto a nuestro queridísimo Prelado tenemos que dar también muchas gracias a Dios, porque El fué generoso con nosotros al enviarnos un Padre y Pastor tan bueno y tan predispuesto en favor nuestro, que acogió benignamente to• das nuestras iniciativas, mejorándolas para la mayor gloria del Señor, patrocinándolas con el calor de su autoridad y ben- diciéndolas con todo el cariño del mejor padre a sus fieles ! hijos. ¡Dios sea siempre bendito! j A todos los hermanos que nos honraron con su asistencia, y a los que, adheridos en espíritu a nosotros, elevaron al cie• lo oraciones por el triunfo de Jesús Sacrametado en nuestras fiestas jubilares,* queremos enviarles, igualmente, un saludo fraternal con la expresión de nuestra más sincera gratitud. Celebramos, queridos hermanos en Cristo, las fiestas del quincuagésimo aniversario de nuestra fundación, y las he• mos celebrado (muchos de vosotros lo visteis), con toda la t-« •» m * magnificencia y esplendor que, dentro de nuestras posibilida• des, nos fué dado celebrar. Vinisteis vosotros desde los más apartados rincones de nuestra España, para acompañarnos en nuestras horas jubi• losas y para enaltecer con vuestra presencia las glor ias del Sacramento de nuestros amores, que tanto y tan bien supis• teis cantar en los templos, en las calles y en las plazas de esta ciudad monumental. jMuchas gracias y muchos saludos! Porque sin regateo contribuísteis con vuestra cooperación personal al brillante resultado de nuestras jornadas, con las que tratábamos de conmemorar, sí, nuestras Bodas de Oro; pero que iban principalísimamente encaminadas a glorificar y honrar, todo cuanto humanamente nos fuera posible, al Rey de Reyes, Capitán efectivo de las Milicias de Adoración Nocturna, que tantas veces recibieran de El raudales de mi• sericordiosa generosidad: contemplad sinó la gran Obra de la Adoración Nocturna Española. SemilÜta invisible un día, allá por 1870, depositada en el jardín de la Iglesia por almas celo• sas y enfervorizadas que hubieron de velar muchas veces al Señor con Sagrario cerrado, se ha ido transformando poco a poco, pero con muy hondas raíces, en árbol gigantesco, cu• yas frondosísimas ramas cobijan actualmente a muchos cen• tenares de españoles de toda clase y condición. Claro está que caben más, pero... ya vendrán. Hicimos nuestras fiestas, sin que ni por un momento pen• sáramos rodearlas, por nosotros mismos, de fausto o de boato más o menos grande, no; ello hubiera sido transitorio, pasa• jero; sino que. aprovechando la fecha coincidente con nuestra fundación, quisimos entregarnos de lleno a la tarea gratísima de someter todas nuestras actividades a la búsqueda de me• dios con que poder glorificar solemnemente a ese Señor, para quien todo es siempre poco, poique todo es ya suyo en todas partes, y más principalmente en esta España incomparable, que, santificada un día por la planta virginal de su Santísima ^ y- JJ gfcn ]jp iBfci Ihi j^ji Wk inri IIJII ^ ni* np f Wk JJ ^ m "^1 x* J^I m Wi i Madre, en carne mortal, fué otro día escenario de su Gran Promesa, de reinar en ella con más veneración que en otras partes. «No a nosotros Señor, no a nosotros sino a tu nombre da la gloria». Pues bien, a esa mayor glorificación del Señor en su Sa• cramento de Amor, nos ayudasteis todos; desde las señeras ' representaciones del Consejo Supremo, con la procer figura de su venerable Presidente, hasta las más humildes Seccio• nes de lugares muy apartados de nosotros en la distancia, pero muy cerca y muy unidos con los fuertes lazos del amor a Jesucristo. Vosotros fuisteis, queridos hermanos, los que por vuestra entusiasta, decidida y fervorosa colaboración, abrillantásteis, de modo insuperable, aquellos hermosísimos actos, que. como el desfile de banderas, solemne vigilia y procesión Sacramen• tal son los más propios, los más genuinos de la Adoración Nocturna. Caballeros del ideal eucarístico, que afrontásteis las gran• des molestias del viajar actual para venir a esta vieja Sa• lamanca de tan preclara historia; quisiéramos nosotros todos, los hermanos vuestros de esta Sección Adoradora Nocturna, que llevárais de nosotros gratos recuerdos, y que, entre nos• otros recibierais dulces emociones de amor a Jesús Sacra• mentado: nosotros, repetimos, os debemos mucha gratitud, y, aun cuando se hayan extingido ya los ecos^de-nuestras cam• panas, repicando a gloria, y los de vuestros cánticos de alabanza al Dios de la Eucaristía; esa gratitud, mal expresa• da con palabras, quedará arraigada en el fondo de nuestros corazones y no se extinguirá jamás. «Cantemos, todos, al Amor de los Amores» Por el Consejo Diocesano EL PKKSIDKNI E Juan Sánchez A.N. V. C < < < tfí w p < Q u CQ < Q ¡y) w j u s cu <; O cu &3. LA ADORACION NOCTURNA EN SUS CINCUENTA AÑOS I IEBTDO al gran celo que por la santificación de las almas sentía el entonces insigne Obispo de Salamanca, Fray Tomás de Cámara y Castro, de la esclarecida Orden de San Agustín, en la noche del 18 al 19 de marzo de 1894, se inau• guraba en la Capilla del Palacio Episcopal, la Sección Ado• radora-Nocturna Salmantina con 94 caballeros, pertenecien• tes a todas las clases sociales, que corrieron presurosos al llamamiento amoroso que lanzara a sus queridos diocesanos el infatigable Prelado. Fué el mismo P. Cámara quien quiso bendecir la primera Bandera de esta Sección, que unos minutos más tarde ha• bían de jurar los nuevos adoradores y a quien él mismo les impuso los distintivos e hizo la presentación de la primera Guardia a nuestro Rey Sacramentado. Contentos y satisfechos salieron los adoradores-fundado• res en la madrugada del día de San José, después de forta• lecer sus almas con la Santa Eucaristía, que les repartió el esclarecido Prelado al celebrarles la santa Misa, y salieron ebrios de amor eucarístico, dejando arrojada la semilla de la Adoración y dispuestos a cultivarla, hasta verla convertida en un robusto árbol. Por el asesoramiento del Excmo. Sr. Obispo se constitu• yó el primer Consejo Diocesano en la forma siguiente: Di• rector Espiritual, M. I. Sr. D. Federico Liñán; Presidente^ •xr-^ii i D. Juan Lamamié de Clairac; Vice-Presidentes, D. Juaji D- Alfonso y D. José Acedo; Tesorero, D. Felipe Rodrfguez- Carmona; Secretario, D. Ignacio R. Vega; Vice-Secretarior D. Domingo Astudillo; Vocales, D. Francisco de la Concha, D. Felipe Medinat D. Felipe Bravo y D. Juan Fombellida. Gran labor fué la realizada por este primer Consejo y so• bre todo por su Presidente para ir resolviendo cuantas difi• cultades hacía surgir el enemigo de las almas. En la Capilla del Colegio de Calatrava fué establecida provisionalmente nuestra Sección, hasta el año 1896, que fué trasladada a la desaparecida iglesia de San Isidro y San Pe- layo, funcionando con bastante anormalidad los diversos turnos establecidos hasta el número de nueve, a pesar de lo cual, hubo muchos meses que solamente pudieron celebrar una Vigilia. En el año 1898 fué nombrado en la Junta general, bajo la presidencia de honor del P. Cámara, Presidente de la Sec• ción, D. Nicálío Sánchez Mata, que tuvo que continuar la ímproba labor iniciada por su antecesor, de dejar bien arrai• gada esta semilla de la Adoración Nocturna, resolviendo cuantas dificultades se planteaban, ya con relación al asunto de iglesia como al funcionamiento de los turnos. En marzo de 1908 tuvo que ser trasladada la Adoración de la iglesia de San Isidro a la de San Benito, donde sola• mente pudo estar hasta el mes de octubre de aquel mismo año, que fué traslada a la Parroquia de San Juan de Sahagún, donde permaneció hasta el año 1910, en que el entoncesObis- po de Salamanca, P. Valdés, trasladó a la iglesia del Es* píritu Santo (hoy Clerecía), cediendo a la Adoración, para que ésta pudiese funcionar con toda normalidad, una depen• dencia para Sala de Guardia y una Capilla de la citada igle• sia para celebrar sus vigilias. Como antes queda indicado, el funcionamiento de los tur* nos hasta el año 1912, fué muy anormal, pues aunque se lle• gó al número de nueve turnos, el último de los cuales imvm jgurado en febrero de 1900, formado por congregantes de la Congregación de San Luis Gonzaga; en muchos meses na 11 pudieron celebrar más que una sola Vigilia durante el perio- do de 1900 a 1901.